La Comunicación 2° Adultos

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El circuito de la comunicación

Para que haya comunicación, deben ponerse en contacto, en un espacio y tiempo


determinados, al menos dos participantes quienes, empleando un lenguaje que
comparten, se envían mensajes sobre un tema, a través de algún medio. Estos papeles
no son fijos, sino que habitualmente se intercambian.
La palabra comunicación adquirió en los últimos años gran protagonismo en todo el
mundo. Si bien las personas siempre se comunican, hoy se habla de un fenómeno de
hipercomunicación. En poco tiempo, las tecnologías se desarrollaron muy velozmente y
transformaron por completo el modo en que las personas interactúan. También, gracias a
las tecnologías, cambiaron y aumentaron las posibilidades de contacto. Cualquiera sea la
forma utilizada para comunicarse, hay algunos elementos que jamás pueden faltar en el
proceso y conforman el llamado circuito de la comunicación.

El proceso de la comunicación suele explicarse mediante el siguiente esquema, que


involucra seis elementos básicos: un emisor produce un mensaje y lo envía a través de
un canal a un destinatario o receptor; el mensaje es emitido en un código y tiene un
referente o tema.

El emisor es quien codifica y transmite el mensaje.


El receptor es quien recibe y decodifica el mensaje.
El mensaje es lo que transmite el emisor, que puede ser desde un simple "hola", hasta
una novela o un mural.
El canal es el medio a través del cual se transmite el mensaje. Puede ser oral (radio,
teléfono, etcétera), escrito o visual ( mensajes escritos, imágenes, gestos, etcétera) o
audiovisual (mensajes televisivos, cinematográficos, etcétera),
El referente es aquello de lo que se habla en el mensaje.
El código es el sistema de signos utilizados por el emisor al transmitir el mensaje. Puede
ser verbal (la lengua escrita u oral) o no verbal (dibujos, gestos, luces, etcétera).
Entre los participantes de la comunicación también se establece una relación de
retroalimentación ya que, por ejemplo, el emisor de una pregunta va a transformarse en el
receptor de la respuesta y viceversa.

La comunicación puede ser eficaz o no. Es eficaz cuando el mensaje es enviado y


recibido, y el referente es interpretado correctamente. Si no lo es, se debe a que hay una
falla en alguno de los componentes del circuito. Por ejemplo, si el receptor no interpreta
correctamente a qué se refiere el mensaje del emisor la falla está en el referente o si el
emisor habla en un idioma que el receptor desconoce, el mensaje no se entiende debido
a alguna falla en el código.

Los condicionantes de la comunicación

Si bien los seis elementos del circuito de la comunicación (emisor, receptor, mensaje,
código, canal y referente) son necesarios para que una comunicación pueda realizarse,
existen otros factores que deben ser considerados en el momento de realizar un
intercambio comunicativo.

Por una parte, se encuentra la competencia sociocultural que son los conocimientos
que tenemos acerca del mundo, de la cultura y de la sociedad. Por otra, existen las
competencias lingüísticas que son las capacidades o conocimientos que el emisor y el
receptor tienen de la lengua que están utilizando. Si uno de los interlocutores desconoce
un aspecto del mensaje, la comunicación se ve afectada. También están las
competencias paralingüísticas o no lingüísticas, las cuales se refieren al conocimiento
que tanto el emisor como el receptor tienen sobre los gestos o cualquier otro código no
lingüístico que estén utilizando: señas con los brazos, gestos con la cara, etcétera.

Además, deben considerarse las determinaciones psicológicas, es decir, los


sentimientos, estados de ánimo o formas de ser del emisor y del receptor, ya que influyen
en la comunicación. Finalmente, existe la competencia ideológica que está formada por
las opiniones de un individuo y de su grupo social y por el conocimiento de la ideología de
su interlocutor.

La comunicación verbal y no verbal

En los intercambios cotidianos, las personas utilizan una gran cantidad de códigos
verbales y no verbales en forma simultánea ya que no solo hablan o escriben, sino que
también transmiten información mediante, por ejemplo, los gestos que hacen o la forma
en que se visten.
El código verbal (o lingüístico) se manifiesta de dos formas: oral o escrita. Al conversar
cara a cara, se utiliza un código verbal oral; por el contrario, si se hace vía chat, se utiliza
un código verbal escrito. Sin embargo, en la actualidad es posible usar alternativamente
los dos códigos en una misma conversación, como en el caso de WhatsApp, aplicación
que permite enviar y recibir mensajes de texto y de voz, y acompañarlos con emoticones
y fotos, es decir, con elementos no verbales.

Las funciones del lenguaje

Cuando se usa el lenguaje, se destaca uno de los componentes de la comunicación para


manifestar intenciones. Y en función de dicho componente, es elegido un tipo de discurso
que permitirá la comunicación. Por ejemplo, si se quiere transmitir información, el centro
será el referente y se utilizará un tipo de mensaje acorde con la intención (informativo,
científico, etcétera).
Si se toma en cuenta el componente que predomina en el mensaje, pueden ser
reconocidas seis funciones del lenguaje.
Saber usar la función adecuada y reconocerlas en los mensajes de los demás forma
parte de las competencias comunicativas, es decir, se relaciona con la eficacia de la
comunicación.

De acuerdo con la intención que tenga el emisor al transmitir el mensaje, utilizará alguna
de las siguientes funciones del lenguaje:

● Función referencial: se centra en el referente del mensaje, es decir, en la realidad


externa a la comunicación. En esta función, predominan formas de la tercera
persona gramatical, el modo indicativo y las oraciones enunciativas. Suele aparecer
en textos que transmiten información: diarios, revistas, artículos de enciclopedias,
libros escolares. Por ejemplo: El día lunes, la temperatura no superará los 25
grados.

● Función apelativa: se centra en el receptor del mensaje. El emisor apela al


destinatario para captar su atención o convencerlo de que haga o piense algo. En
esta función, predomina la segunda persona gramatical, el modo imperativo, el
vocativo y las interrogaciones. Se utiliza en avisos publicitarios, instrucciones, leyes,
discurso política, etcétera. Por ejemplo: Tome Acualima y sentirá la frescura del
limón

● Función emotiva: se centra en el emisor del mensaje. El emisor está interesado en


transmitir o comunicar a otro sus emociones y sus sentimientos, es decir, habla
sobre sí mismo. Predominan la primera persona gramatical, las exclamaciones y el
modo subjuntivo. Suele aparecer en los diarios íntimos, cartas personales,
conversaciones, etcétera. Por ejemplo: Estoy angustiado y prefiero quedarme en
casa.
● Función poética: se centra en el mensaje mismo. El emisor crea objetos artísticos
mediante palabras y utiliza recursos expresivos. Esta función predomina en los
textos literarios, la música, los eslóganes publicitarios y algunos titulares
periodísticos. Por ejemplo: La luna acunaba al viento y le cantaba.

● Función metalingüística: se centra en el código: El emisor considera el lenguaje y


sus usos. Aparece en textos que reflexionan sobre las palabras y los usos del
lenguaje. Por ejemplo: La palabras agudas se tildan cuando terminan en -n, -s o
vocal

● Función fática: se centra en el canal. El emisor verifica el funcionamiento del canal


o habla sobre un tema sin importancia para mantener la conversación. Predomina
en frases de verificación. Por ejemplo: ¿Estás ahí? ¿Me escuchás?

A cada elemento del circuito de la comunicación podemos atribuirle una función:

Una función predominante

Las funciones del lenguaje pueden estar presentes simultáneamente en un mismo texto,
aunque siempre va a haber una predominante. Por ejemplo, un cuento es un relato
ficcional en el que predomina la función poética del lenguaje, pero dentro del cuento
puede haber un diálogo en el que la intención del emisor sea convencer a alguien sobre
algún tema en particular y predomine la función apelativa, centrada en el receptor. Incluso
los personajes pueden utilizar la función expresiva para transmitir sus sentimientos y
sensaciones.
La elección de una función del lenguaje no es consciente, pero sí lo es el tipo de texto
que va a servir de medio para transmitir la función predominante y las secundarias.

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