El Contrato

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INTRODUCCIÓN

Un contrato, en términos generales, es definido como un acuerdo privado, oral o escrito, entre
partes que se obligan sobre materia o cosa determinada, y a cuyo cumplimiento pueden ser
exigidas. Es un acuerdo de voluntades que genera derechos y obligaciones para las partes. Por ello
se señ ala que habrá contrato cuando varias partes se ponen de acuerdo sobre una manifestació n
de voluntad destinada a reglar sus derechos.

Doctrinariamente, ha sido definido como un negocio jurídico bilateral o multilateral, porque


intervienen dos o má s personas (a diferencia de los actos jurídicos unilaterales en que interviene
una sola persona), y que tiene por finalidad crear derechos y obligaciones (a diferencia de otros
actos jurídicos que está n destinados a modificar o extinguir derechos y obligaciones, como las
convenciones). También se denomina contrato el documento que recoge las condiciones de dicho
acto jurídico.

Las partes en un contrato son personas físicas o jurídicas. En un contrato hay dos polos o extremos
de la relació n jurídica obligacional, cada polo puede estar constituido por má s de una persona
revistiendo la calidad de parte.

El contrato, en general, tiene una connotació n patrimonial, y forma parte de la categoría má s


amplia de los negocios jurídicos. La funció n del contrato es originar efectos jurídicos. En cada país
puede existir un concepto de contrato diferente, y esa divergencia tiene que ver con la realidad
socio-cultural y jurídica de cada país (existen ordenamientos en que el contrato no se limita al
campo de los derechos patrimoniales ú nicamente, sino que abarca también derechos de familia
como, por ejemplo, los países en los que el matrimonio es considerado un contrato).

CONCEPTO

Etimoló gicamente, la palabra contrato procede de " CUM" y "TRATO", que significa venir en uno,
ligarse, por tanto, esta palabra se traduce como acuerdo de voluntades, convenció n. El Có digo Civil
Boliviano no da un verdadero concepto de contrato, el Art. 450 só lo brinda una noció n, indicando
que "hay contrato cuando dos o má s personas se ponen de acuerdo para constituir, modificar o
extinguir entre si una relació n jurídica.", la legislació n españ ola se refiere ú nicamente al
nacimiento del contrato y dice: "El contrato existe desde que una o varias personas consienten en
obligarse, respecto de otra u otras, a dar alguna cosa o prestar algú n servicio." Pero
indirectamente se desprende del texto que el Có digo Civil Boliviano acepta la "concepció n
intermedia y el Có digo Civil Españ ol," la concepció n estricta". El Có digo Civil Francés en su Art.
1.101 dice: "El contrato es una convenció n por la cual una o má s personas se obligan hacia otras o
varias má s, a hacer, o no hacer alguna cosa”.

La convenció n es el "acuerdo de voluntades que recae sobre un negocio jurídico que tenga por
objeto crear, modificar o extinguir algú n derecho, destinado a producir efectos", es decir, a reglar
los derechos de las partes. Constituye el género con respecto a los contratos.

El contrato se aplica a todo acuerdo de voluntades reconocido por el derecho civil, dirigido a crear
obligaciones civilmente exigibles. Contrato, "Es la convenció n que tiene una denominació n
especial (ej. Compra venta, locació n, etc.) O en su defecto, una causa civil obligatoria (como sería
por ej. La transmisió n de la propiedad de una cosa: datio) y a la que el derecho sanciona con una
acció n".

El pacto, se diferencia de la convenció n, ya que se refiere a aquellas relaciones que carecen de


acció n, ya que solamente engendran una excepció n. Con el paso del tiempo, el pacto se fue
asimilando al contrato al otorgarle acciones para exigir su cumplimiento.

EVOLUCIÓN DEL CONTRATO EN ROMA

No todo acuerdo de voluntades era considerado contrato, sino solamente aquellas relaciones a las
que la ley atribuía el efecto de engendrar obligaciones civilmente exigibles.

En el derecho justinianeo, el contrato es el acuerdo de voluntades capaz de constituir a una


persona en deudora de otra, incluyendo como tales a toda clase de negocio que tuviera por fin la
creació n, modificació n o extinció n de cualquier relació n jurídica.

El "Nexus" fue el primer contrato romano que se caracterizaba por las rígidas solemnidades que
debían seguirse para su perfeccionamiento, como la pesada del cobre y la balanza y la presencia
del "librepiens" y de los cinco testigos.

Una derivació n del "Nexus" es la "sponsio" que era el contrato que consistía en el empleo de
palabras sacramentales, como ¿spondes?, a lo que el obligado contestaba "spondeo", sin necesidad
del "per aes et libram".
Pero como este contrato podía llevarse a cabo entre ciudadanos, aparece la "stipulatio" para que
también pudieran contratar los no ciudadanos, donde las partes podían interrogarse usando
cualquier expresió n, a lo que el obligado contestaba siempre: "promitto." De esta manera nacieron
los contratos verbales.

De la prá ctica de que un ciudadano romano llevara un libro de registro doméstico, el "Codex
accepti et expensi", donde anotaba los créditos contra el deudor, así nos encontramos con la
nó mina "transcriptitia" que era usada cuando el obligado era otro ciudadano, y con la
"chirographa o syngrapha"para el deudor extranjero. De estas formas de celebrar una convenció n
cuyo perfeccionamiento, radicaba en las anotaciones, derivan los contratos literales.

Posteriormente, se agregaron el mutuo, el comodato, el depó sito y la prenda, estos surgen cuando
deja de ser el "Nexus" el medio má s idó neo para celebrarlos, bastando la simple tradició n de una
cosa. Estos constituyen los contratos reales.

Finalmente, cuando la evolució n del Derecho Romano hizo del acuerdo de voluntades el elemento
característico del contrato, se acepta que puedan ser perfeccionados por el mero consentimiento
de las partes, apareciendo así, los contratos consensuales.

CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

Los contratos pueden clasificarse de la siguiente manera:

1. Contratos unilaterales y bilaterales. - Segú n nazca obligació n para una de las partes, como en
el mutuo; o que engendraban obligaciones para ambas partes para ambas partes, como ocurre en
la compra venta. Los contratos bilaterales son también llamados sinalagmá ticos, y entre estos, se
distinguen los perfectos o "aequales" de los imperfectos o" inaequales". Los primeros eran los que,
desde el momento mismo de su conclusió n, engendraban obligaciones para todas las partes
contratantes. Los segundos eran aquellos que al concluirse el contrato, solo nacían obligaciones
para una de las partes contratantes, pero que luego, por circunstancias posteriores y eventuales,
podían engendrarlas también para la otra parte, por ejemplo: el comodato: el contrato al
concluirse no engendraba obligaciones sino para el comodatario (cuidar la cosa prestada y
devolverla al vencimiento del término); pero si él realizaba gastos extraordinarios para su
conservació n, nacía a cargo del comodante la obligació n de reembolsarlos.
En los contratos bilaterales, no se admite que una de las partes pueda exigir la prestació n de la
otra mientras esta no haya satisfecho la propia.

2. Contratos gratuitos y onerosos. - Segú n que dieran a uno de los otorgantes alguna ventaja no
contra prestada, como el mutuo, y onerosos cuando las partes hicieran sacrificios o desembolsos
recíprocos, como en la compraventa. Como por ejemplo el comodato.

Los contratos onerosos se podían dividir a su vez en conmutativos, cuando contenían prestaciones
ciertas, y aleatorios, cuando aquellas quedaban supeditadas al azar.

3. Contratos principales y accesorios. - Los primeros tenían existencia propia con


independencia de toda otra convenció n, como la locació n; los segundos, dependían de uno
principal al que estaban vinculados.

4. Contratos conmutativos y aleatorios. –

 Contrato conmutativo: Es aquel contrato en el cual las prestaciones que se deben las
partes son ciertas desde el momento que se celebra el acto jurídico, un ejemplo muy claro
es el contrato de compraventa de una casa.

 Contrato aleatorio: Es aquel que surge cuando la prestació n depende de un


acontecimiento futuro e incierto y al momento de contratar, no se saben las ganancias o
pérdidas hasta el momento que se realice este acontecimiento futuro. Ejemplos son el
contrato de compraventa de cosecha llamado de "esperanza", apuestas, juegos, etc.

5. Contrato consensual y real. -

 Contrato consensual: por regla general, el consentimiento de las partes basta para formar
el contrato; las obligaciones nacen tan pronto como las partes se han puesto de acuerdo. El
consentimiento de las partes puede manifestarse de cualquier manera. No obstante, es
necesario que la voluntad de contratar revista una forma particular, que permita por medio
de ella conocer su existencia. No es la simple coexistencias de dos voluntades internas lo
que constituye el contrato; es necesario que éstas se manifiesten al exterior, que sean
cambiadas Ejemplos: mutuo, comodato y depó sito.
 Contrato real: queda concluido desde el momento en que una de las partes haya hecho a
la otra la tradició n o entrega de la cosa sobre la que versare el contrato.

Existen también las que se llaman formalidades ‘’ad probationem’’ que son las realizadas a fin de
poder demostrar la celebració n de un acto; por lo general consiste en realizar el acto ante notario
y también son llamadas solemnes que son cuando la voluntad de las partes, expresada sin formas
exteriores determinadas, no basta para su celebració n, porque la ley exige una formalidad
particular en la ausencia de la cual el consentimiento no tiene eficacia jurídica. La distinció n entre
contratos formales y solemnes estriba en lo referente a la sanció n. La falta de forma origina la
nulidad relativa; la falta de solemnidad ocasiona la inexistencia.

6. Contrato formal, solemne o no solemne, y no formal

 Contrato formal o solemne: es aquel en que la ley ordena que el consentimiento se


manifieste por determinado medio para que el contrato sea vá lido. En la legislació n se
acepta un sistema ecléctico o mixto respecto a las formalidades, porque en principio, se
considera que el contrato es consensual, y só lo cuando el legislador imponga determinada
formalidad debe cumplirse con ella, porque de lo contrario el acto estará afectado de
nulidad.

CONCLUSIÓN
El contrato es un documento importante que contiene los acuerdos a los que se ha llegado dos o
má s personas naturales o jurídicas para crear regular modificar extinguir una relació n jurídica
patrimonial también se formaliza por escrito (o sea le da valor legal) a todo a acuerdo que
previamente han convencido dos o má s personas con un fin determinado bueno.

Los acuerdos se negocian celebran y ejecutan segú n a las reglas de la buena fe y la comú n
intenció n de las partes contratantes que también son libres de contratar sobre diferentes aspectos
de la vida social, pero confines lícitos y dentro de la ley.

Los contratos son de cumplimiento obligatorio porque se presume que su contenido responde al a
voluntad comú n de las partes sin que haya existido presió n o coacció n alguna pero los contratos
obligan a las partes solamente en cuanto haya sido considerado expresamente en ellos.
UNIVERSIDAD TECNOLOGICA BOLIVIANA

DERECHO LABORAL

TEMA: EL CONTRATO

DOCENTE: CARLOS YHONI JORDAN LLARREA

INTEGRANTES: BALLADARES QUEZO EMANUEL


FIGUEREDO COCA STEFANY
MARTELA MIRANDA ANDREA
NINA QUISPE MAIKY ANGEL
TARIFA CHUQUIMIA LEYDA

GESTION 2024
LA PAZ -BOLIVIA

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