Auditoria Interna Control de Controles

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Auditoría interna, el control de los controles

El examen y la evaluación sobre la idoneidad y eficacia del sistema de


control interno es la esencia de la auditoría interna; sin embargo, su
efectividad dependerá de que se cumpla con tres factores: independencia
funcional, servicios de aseguramiento y añadir valor agregado.
La auditoría interna es una especialidad diferente, por su naturaleza y
alcance, de otras clases de auditoría, como serían, por ejemplo, la auditoría
externa o la forense. La auditoría interna abarca un vasto radio de acción,
desarrollándose en su órbita de competencia diversos tipos de encargos
como exámenes financieros, administrativos, operacionales, legales, de
sistemas informáticos, así como investigaciones de fraudes, entre otros.
Esta importante función dentro de las organizaciones es una actividad
operativa de capital importancia en el complejo desenvolvimiento de los
negocios en los tiempos que corren, entendiéndose sobre la base de la
concepción moderna de la auditoría interna, que sus funciones se deben
dirigir a añadir valor agregado a las empresas mediante contribuciones al
continuo mejoramiento, en lugar de estar en la búsqueda constante de
errores e irregularidades.
Para avalar lo anterior, nos apoyaremos en la definición de auditoría interna
de The Institute of Internal Auditors (IIA), máximo órgano rector y principal
voz de la profesión a nivel mundial: “La auditoría interna es una actividad
independiente y objetiva de aseguramiento y consulta, concebida para
agregar valor y mejorar las operaciones de una organización”; así como
ayudarla a cumplir sus objetivos, aportando un enfoque sistemático y
disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de
riesgos, control y gobierno.
Independencia funcional. El IIA, entre sus funciones, tiene la
responsabilidad de emitir las Normas Internacionales para el Ejercicio
Profesional de la Auditoría Interna (NIEPAI), las cuales están conformadas
por dos categorías principales: las normas sobre Atributos y las de
Desempeño. Interesa resaltar las relativas a las Normas sobre Atributos, las
cuales versan sobre las características de las organizaciones y las personas
que prestan servicios de auditoría interna.
La Norma sobre Atributos 1100 relativa a la independencia y objetividad
indica que la actividad de la auditoría interna debe ser independiente y los
auditores internos deben ser objetivos en el cumplimiento de su trabajo.
Esta normativa entonces comprende a la unidad de auditoría interna como
un todo, en cuanto a las personas que individualmente desempeñan sus
labores en dicha unidad. Específicamente sobre la independencia de la
auditoría interna dentro de la organización, la NIEPAI 1110 señala que el
director ejecutivo de auditoría interna deberá responder ante un nivel
jerárquico tal dentro de la entidad, que permita a esta actividad cumplir con
sus responsabilidades.
Para que se dé la libertad de acción dentro de la compañía, es necesario
que se reporte a los más altos niveles directivos en la empresa, dejando
claro que los auditores internos son empleados de la entidad en la cual
efectúan su trabajo, a menos de que se trate de un servicio prestado bajo
la modalidad de outsourcing. Es por lo anterior que se habla de
independencia funcional, la auditoría interna debe, en síntesis, orientar sus
funciones a proveer servicios relativos a gobernanza, administración,
finanzas, operaciones, tecnología, por citar algunos, como una unidad
funcionalmente independiente dentro de la organización y concebida para
agregar valor.
Sobre la objetividad, la norma 1120 de las NIEPAI apunta que los auditores
internos deben tener una actitud imparcial y neutral, tratando de evitar
cualquier conflicto de intereses; objetividad que no debe verse
comprometida de hecho o en apariencia. Sobre este último punto, habría
que referirse a aquella famosa frase del emperador Romano Julio César: “La
mujer del César no solo debe ser honesta, sino también parecerlo”.
Servicios de aseguramiento. Como se señaló líneas atrás, las dos categorías
principales de las NIEPAI son las Normas sobre Atributos y Desempeño, que
son ampliadas por las Normas de Implantación, las cuales proporcionan los
requisitos aplicables a los servicios de aseguramiento (A) y consultoría (C).
Los servicios de consultoría son por naturaleza consejos, y son
desempeñados, por lo general, a pedido de un cliente, por lo cual no serán
punto de análisis; no así para el caso de los servicios de aseguramiento, los
cuales comprenden la tarea de evaluación objetiva de las evidencias,
efectuada por los auditores internos para expresar opiniones o
conclusiones respecto de una entidad, operación, función, proceso, sistema
u otros asuntos.
De acuerdo con las NIEPAI, los servicios de aseguramiento son un examen
objetivo de evidencias, con el propósito de proveer una evaluación
independiente de los procesos de gestión, control y gobierno de una
organización, como serían los casos, por ejemplo, de trabajos financieros,
desempeño, cumplimiento, seguridad de sistemas y due diligence.
Debe dejarse claro que el establecimiento de las medidas preventivas y
correctivas de control interno en una entidad es responsabilidad de los
cuadros gerenciales, quedando a cargo de la auditoría interna la evaluación
de dichos procedimientos, que han sido dispuestos por la administración y,
dado el caso, proponer mejoras de relevancia en los sistemas diseñados y
en funcionamiento. La tendencia actual para la auditoría interna es tratar
de darle un enfoque sistémico con base en el estrecho vínculo que se tiene
con el control interno, producto de las acciones de revisión, que se ejecutan
en busca de asegurar el cumplimiento de los objetivos organizacionales.
Valor agregado. La auditoría interna es una unidad dentro de las
organizaciones que se encarga de regular los controles internos de la
empresa, esto es, el control de los controles. La esencia de la auditoría
interna radica en el examen y la evaluación del sistema de control interno
de una entidad, respecto a si este es idóneo y eficaz, siendo el control que
funciona por medio del examen y valoración de lo conveniente y efectivo
de otros controles.
Una adecuada unidad de auditoría interna debe proporcionar un marco
para ejercer y promover un amplio rango de actividades de valor añadido;
ello debido a su carácter multi e interdisciplinario que comprende un
extenso campo de acción profesional, que debe tener siempre como norte
principal agregarle valor a la organización donde se desarrolle el trabajo.
En adición a lo anterior, la auditoría interna debe fomentar la mejora de los
procesos y operaciones organizacionales, así como se desprende de la
definición de la misma por parte del IIA, en la que se señala que además de
estar concebida para agregar valor, debe mejorar las operaciones de una
organización con la finalidad de ayudar a la entidad a cumplir con sus
propósitos, mediante un enfoque sistemático y disciplinado, en busca de
evaluar y optimizar los procesos y operaciones.
A título de cierre. Los auditores internos, como consecuencia de su
frecuente participación como evaluadores del funcionamiento
organizacional, poseen una visión holística de las operaciones, las
fortalezas, las debilidades, los riesgos, que les permite posicionarse como
un elemento clave de mejora en las entidades. Las unidades de auditoría
interna agregan valor a través de sus análisis de riesgo, control y
operaciones, en aras de una mayor eficacia y eficiencia organizacional, lo
cual, a final de cuentas, redundará en el avance y mejora de sus metas de
rentabilidad.
A la auditoría interna, como ya se ha referido, se le podría catalogar como
el control de los controles internos, pero para que ello sea cierto se debe
tener en cuenta el nivel del cual dependen jerárquicamente dentro del
organigrama empresarial, así como a quién o quiénes deben reportar los
resultados de su trabajo. Esto no es comprobable simplemente con una
adecuada o no ubicación organizacional, sino que en la práctica la
independencia funcional debe ser una realidad palpable en los hechos.
Para finalizar, debe señalarse que para algunos conocedores de la materia,
la independencia es un concepto desafiante para los auditores internos, ello
sobre la base de la dificultad de conseguir un adecuado balance entre ser
independiente de las operaciones y proporcionar valor agregado y
beneficios tangibles para la empresa. Como ya se mencionó, las Normas de
Implantación se dividen en servicios de aseguramiento y de consulta, y es
por esto que ciertos estudiosos, preocupados por la temática, señalan la
presencia de ambigüedad de roles, ya que al coexistir la independencia y el
asesoramiento en una misma unidad operativa, la auditoría interna podría
generar conflictos en el desempeño de sus funciones. Indiferentemente de
esto, y si bien la independencia funcional total de auditoría interna pudiera
tener sus trabas, es necesario propender a que pueda ser posible en la
realidad.

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