Douglas Mcgregor y Que Es El Control Administrativo
Douglas Mcgregor y Que Es El Control Administrativo
Douglas Mcgregor y Que Es El Control Administrativo
Los «líderes X» se caracterizan por aplicar su autoridad con confianza y seguridad dando las
órdenes que consideran más adecuadas en virtud de su categoría o conocimiento. No
debemos entender esto como un rasgo negativo, pues no suele realizarse de forma hostil, pese
a restar libertad a los subordinados.
Estos líderes autocráticos suelen ser bastante eficaces en el mando. Se desenvuelven bien en
tareas que requieren tomar decisiones rápidas, minimizando el debate y el conflicto. Si las
instrucciones son transmitidas de forma clara, los subordinados suelen adaptarse a ellas. No
obstante, la empresa puede no estar utilizando todo su potencial.
Las decisiones rápidas suelen ser uno de los puntos fuertes de los líderes tipo X.
Algunos rasgos pueden ayudarnos a localizar a estos líderes. Se basan en una visión tradicional
de la naturaleza humana que se puede describir con los siguientes puntos:
Interesado en la autopromoción.
Al contrario que el «líder X», el participativo se basa en compartir las decisiones. También da
libertad a los empleados, de manera que se adapta bien a estructuras con necesidades
creativas o de independencia funcional. A cambio, las elecciones serán más lentas y la
organización será más compleja de mantener.
Los grupos de trabajo se convierten en fuentes de información. De este modo, es posible que
se produzca un incremento de la productividad, aunque no por igual en todo tipo de puestos
de trabajo. Una de las causas es la mayor sensación de reconocimiento individual y
satisfacción personal.
Pese a estos beneficios, es más probable que se produzcan conflictos internos o que se
complique la gestión de dirección y coordinación. Los rasgos reconocibles de este tipo de
liderazgo son:
Supervisión general.
Actitud democrática.
Atento a las necesidades individuales.
Influencias motivacionales
Como vemos, cada tipo de liderazgo es diferente pero no por ello deja de ser útil para ciertas
áreas profesionales. En base a estas características, tendríamos que seleccionar a los líderes
más adecuados para cumplir nuestros objetivos.
Si necesitamos velocidad de decisión, suele ser habitual que nos beneficiemos de un líder
fuerte que encaje con el modelo X. No obstante, puede haber muchas excepciones. Por
ejemplo, un liderazgo participativo puede poner al equipo en busca de soluciones. Entre varias
cabezas, quizá se llegue antes a una buena solución.
La motivación desde la teoría Y ha sido estudiada bajo el prisma de que el trabajo en sí mismo
puede ser fuente de satisfacción. Además, los trabajadores pueden ser parte de la solución de
los problemas de la empresa pese a ralentizar la toma de decisiones.
No obstante, esta ha sido una perspectiva ampliamente criticada por resultar poco realista y
práctica en la mayoría de las áreas profesionales. Por ello, es bueno considerar a la X y a la Y
como alternativas y, en algunos casos, como complementarias.
El liderazgo multidimensional
Hay habilidades técnicas y emocionales que hacen sostenible cada tipo de liderazgo. Por
ejemplo, aunque la profesionalidad no hace al líder, si un líder X no es buen profesional, es
muy probable que su dirección sea puesta en duda. A la larga, pueden generarse problemas
con los subordinados o colaboradores. La teórica minimización de conflictos se desvanece.
Lo mismo sucede con ciertas capacidades de comunicación y relación con las personas. Si un
líder X no es capaz de entender las motivaciones e incentivos del equipo, nunca podrá imponer
sus decisiones. Igualmente, si no sabe trasladar con claridad sus órdenes, solo transmitirá
ruido a través de la línea jerárquica.
Con el líder Y lo vemos, si cabe, más claramente. Ha de tener las capacidades técnicas que
permitan guiar a los miembros del equipo e integrar sus aportaciones.
Además, las habilidades blandas del líder Y son fundamentales para hacer que las relaciones de
los miembros del equipo fluyan. No se trata de mostrarse participativo, sino de ser un
verdadero vehículo de colaboración.
En parte, son estas capacidades las que hacen que la actitud del líder tienda más al tipo X o al
Y. La actitud, en definitiva, no se acaba de entender bien sin las aptitudes y el contexto en el
que se desarrollan.
El disgusto del ser humano por el trabajo como una característica innata y la aversión
por realizar las labores que se solicitan.
Es necesario adoptar medidas más duras, como los castigos y las amenazas, con el
objetivo de cumplir las solicitaciones de la organización.
Los empleados prefieren ser sumisos y no quieren hacerse cargo de tomar decisiones o
tener responsabilidades. Además de no tener ambiciones, no tienen deseos de
crecimiento laboral y es preferible que sean dirigidos, puesto que sus únicos deseos se
concentran en tener seguridad en el ambiente de trabajo.
En la Teoría Y, los administradores piensan que sus empleados consideran el trabajo como una
fuente de motivación y satisfacción diaria. Por eso, no hay dificultades en alcanzar los objetivos
de la organización y tampoco existe el desgaste en cumplir plazos y alcanzar metas, ya que el
trabajo es desarrollado con placer y satisfacción. Los funcionarios no se sienten obligados o
presionados en su ambiento de trabajo, sino todo lo contrario: los funcionarios se sienten
parte importante para el crecimiento de la empresa.
El esfuerzo físico o mental en el ámbito laboral es considerado algo muy natural y que
puede ser comparado con un juego placentero o momento de descanso.
Las teorías ”X ” e ”Y“ son consideradas el yin y yang por sus ideas tan opuestas, pero
relacionadas con el mismo ambiente y son dos series de suposiciones acerca de la naturaleza
humana. En estas teorías, percibimos una postura contraria a la otra, lo que enfatiza el aspecto
comportamental de administradores, gestores y empleados. Lo que es posible analizar en las
dos teorías es que, en la Teoría X, el empleado es la parte menos importante de la empresa y
sus opiniones no son necesarias para el crecimiento de la organización. En la Teoría Y,
percibimos que el empleado trabaja en un ambiente de confianza y respeto mutuo.
Qué es el control como etapa del proceso administrativo
Sabemos que el proceso administrativo, es un conjunto de pasos, etapas o fases mediante las
cuales se aprovechan los recursos con los que cuenta una empresa. Estas etapas se dividen en
planeación, dirección, organización y control. Como observamos, el control es la última etapa
del proceso administrativo. Esta etapa consiste en medir y corregir el desempeño de las
actividades y procesos que se llevan a cabo para asegurar que los objetivos de la empresa sean
alcanzados.
II. Sistema automático de regulación: cuando se detecta que las actividades o funciones
de los colaboradores, los procesos, las áreas o departamentos se han desviado o
presentan irregularidades, esta regulación los hará volver a las actividades ya
planeadas.
III. Función administrativa: como ya se indicó, el control forma parte del proceso
administrativo, junto con la planeación, la organización y la dirección.
En el siguiente video podrás apreciar las etapas del proceso de control y cómo se relacionan,
los 7 principios que rigen el control dentro del proceso administrativo y los beneficios que trae
a la empresa su correcta implementación.
El objetivo de la función administrativa de control es la de ver que todo se haga conforme fue
planeado y organizado, según las órdenes dadas, para identificar los errores o desvíos con el
fin de corregirlos y evitar su repetición.
Proceso de control
2. Evaluación del desempeño. Tiene como fin evaluar lo que se está haciendo.
Esquema del proceso de control y sus etapas como función del proceso administrativo
Mancera (p. 5), propone una variación al proceso de control, dice que el verdadero proceso de
control incluiría los siguientes pasos:
Tipos de control
De acuerdo con Munch (p. 57. 2007), el control es una función del proceso administrativo de
vital importancia, dado que:
Sirve para determinar y analizar las causas que originan las desviaciones, y evitar que
se repitan.
1. Equilibrio. Para cada grado de delegación conferido debe establecerse el grado del
control correspondiente. De la misma manera que la autoridad se delega y la
responsabilidad se comparte, al delegar autoridad es necesario establecer los
mecanismos para verificar que se cumpla con la responsabilidad conferida y que la
autoridad se ejerza.
Reportes e informes.
Indicadores de gestión, productividad y desempeño.
Contabilidad.
Presupuestos.
Diagramas.
Modelos matemáticos.
Las siguientes son algunas de las preguntas más comunes que se realizan antes de decidir el
uso de herramientas y técnicas de control:
¿Qué se va a medir?
El hacer parte del proceso de evaluación y reflexión al alumno es una innovación y una
oportunidad para que tome responsabilidad compartida en su propio desarrollo académico
La evaluación en los nuevos modelos de enseñanza va más allá de las técnicas tradicionales de
papel y lápiz, para incluir estrategias como la evaluación basada en portafolio y las
exposiciones orales y escritas como evidencias de logros y desempeños. Esta visión alternativa,
tiene la intención de motivar al alumno a tomar más responsabilidad en su propio aprendizaje
haciendo a la evaluación parte integral de su experiencia de aprendizaje incluyendo
actividades auténticas que reconozcan y estimulen las habilidades del alumno para crear y
aplicar una amplia gama de conocimientos en lugar de un simple desempeño basado en
memorización y desarrollo de habilidades básicas. (Hargreaves, Earl, & Schmidt, 2002)
Así mismo la evaluación alternativa requiere que el maestro realice juicios sobre el
conocimiento del alumno, retroalimentando el proceso y tomando decisiones sobre las
necesidades de aprendizaje de cada alumno. Esto significa repensar lo que la evaluación y la
enseñanza implican y cómo se puede apoyar el aprendizaje con estándares que puedan
cumplirse ( Wiggins & McTighe, 1998, citados por Hargreaves et al. 2002). De igual
modo Stiggins 1995, citado por Hargreaves et al. 2002, comenta que la evaluación alternativa
requiere del maestro el desarrollo de habilidades para evaluar integralmente a través de
técnicas como la evaluación basada en el desempeño, los portafolios, la autoevaluación los
diarios, y las exposiciones.
‘’Sin una visión clara del significado del éxito académico y sin la habilidad para llevar esa visión
a una evaluación de alta calidad, seremos irremediablemente incapaces de ayudar a los
alumnos a conseguir altos niveles de éxito e integración de los mismos a la práctica’’ (op. cit.
Pág. 112). En esta forma alternativa de evaluación, el papel del docente y de los padres de
familia cambia. El primero se convierte en colaborador del aprendizaje de sus alumnos, los
padres a su vez, también colaboran en el aprendizaje de sus hijos, pasando de receptores de
calificaciones a constructores asociados del aprendizaje de su hijo.
De acuerdo a López e Hinojosa (2000), las ventajas de este tipo de evaluación permiten un
enfoque hacia el crecimiento del alumno, enfatizando las fortalezas de los mismos en
oposición a sus debilidades, como ocurre en la evaluación tradicional. Por otra parte, se
consideran las diferencias en estilos de aprendizaje, las capacidades lingüísticas, las
experiencias culturales y educativas, así como los niveles de estudio.
Diario de reflexión
Johnson manifiesta que la elaboración del diario debe tener una continuidad, ser útil para
quien lo escribe y para futuras consultas de compañeros, por lo tanto es necesario que el
diario incluya al menos una aportación semanal, resumir lo que se aprende en una semana
normal, describir las actividades y experiencias que se han tenido durante ese lapso de tiempo
e incluir: 1. La naturaleza de la situación, 2. La gente que participó, 3. Las relaciones entre los
participantes, 4. Las estrategias que mejor se aplicaron en las sesiones, 5. Los sentimientos
experimentados y 6. Los resultados que se obtuvieron con las acciones emprendidas.
Para que los docentes logren una funcionalidad óptima del diario, deben asignar al estudiante
la tarea de mantener la relación con los contenidos del curso, informarles sobre la frecuencia
para efectuar la escritura, la extensión y el momento en que será compartido con sus
compañeros de clase y el maestro. Es importante explicar los parámetros que se utilizarán para
evaluar sus aportaciones, esto les permitirá ser críticos de lo que escriben.
Técnicas de Observación
De acuerdo a Linn y Gronlund (2000) ‘’la observación constituye el medio más adecuado para
evaluar aspectos de aprendizaje y desarrollo’’. Como se ha mencionado, las llamadas pruebas
de papel y lápiz son efectivas en la evaluación de habilidades de pensamiento sobre todo
cognitivo, sin embargo existen otro tipo de aprendizajes que requieren procedimientos de
observación para ser evaluados. Para ello se han desarrollado instrumentos como los registros
anecdóticos, las listas de verificación, grabaciones en audio o video, fotografías que evidencien
el desempeño observado.
El maestro tiene la oportunidad de observar diariamente del desarrollo del aprendizaje de sus
alumnos, los hechos que ocurren y que además son relevantes y significativos, le permiten
determinar su conducta y su comportamiento ante una variedad de situaciones. Mediante esta
obtención de información, estará en posibilidades de complementar la información que
obtuvo al utilizar los métodos objetivos (Linn et al. 2000).
Para Díaz Barriga (2000) La observación de lo que los alumnos dicen o hacen cuando aprenden
es una actividad imprescindible para la realización de la evaluación formativa y procesal. Se
utiliza de manera indistinta para valorar diagnósticamente o evaluar lo aprendido después de
terminado un episodio instruccional. Apunta este autor que por medio de la observación es
posible valorar los aprendizajes de los distintos contenidos curriculares (conceptuales,
procedimentales y actitudinales).
Los siguientes aspectos pueden ser evaluados por medio de esta técnica: el habla espontánea
o inducida (mediante preguntas) de los alumnos, las expresiones y aspectos paralingüísticos,
las actividades que realizan los alumnos (incluyendo habilidades, estrategias y formas de
razonamiento e incluso los errores, y los productos que ellos elaboran (en forma individual o
en grupos pequeños), el habla espontánea expresada por medio de interacciones con el
profesor o con los compañeros (participaciones espontáneas, preguntas elaboradas,
comentarios hacia el profesor o entre compañeros, intervención en discusiones y debates)
dentro del grupo-clase, en pequeños grupos o en interacciones cara a cara, el profesor tiene
una fuente importante de datos para valorar lo que los alumnos están comprendiendo, sus
posibles estrategias, conocimientos previos, etcétera; además, es posible derivar información
relevante sobre la dificultad de los contenidos o la ineficacia o inoperancia de los recursos
didácticos empleados.
Se debe tener presente que son varios los factores que pueden afectar la ocurrencia del habla
de los alumnos; por ejemplo: la edad, la escasa familiaridad con los contenidos, el clima de
respeto, la atmósfera de aceptación desarrollada en clase y los factores socioculturales.
Por el lado de las actividades, los docentes pueden ir observando las acciones y la forma en
que éstas se realizan (orden, precisión, destreza, eficacia, etcétera). Igualmente, los productos
(de distinto tipo) son importantes fuentes a observar por los profesores para valorar el
aprendizaje y progreso de los alumnos.
Una de las limitaciones en el uso de las técnicas de observación es la cantidad de tiempo que
requieren tanto en la observación como en el control y orden de los registros, aunado a la
dificultad que implica el ser totalmente objetivos cuando se observa y reporta la conducta del
alumno.
Existen varias técnicas e instrumentos que permiten sistematizar el acto de observación. Por
ejemplo:
a) Lista de verificación
Airasian (2004) las define como listas escritas de criterios del desempeño. En este punto el
maestro se encarga de determinar si el alumno cumple o no con los criterios establecidos. Es
importante que el maestro realice previamente a la aplicación de la lista de verificación, un
claro análisis de lo que desea observar y reflexionar sobre sus aspectos primordiales. Para ello
puede considerar algunas producciones previas de los alumnos que le pueden servir como
base para revisar su lista inicial de criterios.
Una desventaja de las listas de verificación es la limitante que ofrecen al evaluar con un ‘SÍ’ /
‘NO’ el cumplimiento del criterio, sin opción a calificaciones intermedias, lo que obliga al
maestro a tomar una decisión absoluta. Además de ello, las listas sirven para diagnosticar
puntos fuertes y débiles del grupo observado, pero qué ocurre cuando se quiere sintetizar el
desempeño observado para obtener una puntuación para calificar, esto implica que el maestro
jerarquice los criterios y establezca las normas para calificar al alumno.
Las listas son instrumentos diseñados para estimar la presencia o ausencia de una serie de
características o atributos relevantes en la ejecución (por ejemplo dibujos, producciones
escritas, etcétera) realizados por los alumnos.
La lista no sea muy extensa, los ítems deben ser enunciados con claridad y centrarse en
aspectos relevantes, dejando espacios entre reactivos, para añadir algunos comentarios
adicionales posibles sobre la naturaleza de la acción o del procedimiento realizado y/o del
producto final.
b) Registro Anecdótico
Autoevaluación y Coevaluación
El proceso de auto evaluación lleva al evaluador de su propia practica a ser abierto a nuevos
descubrimientos a nuevas formas de pensar y hacer las cosas, receptivo a otras perspectivas,
con interpretaciones diferentes sobre su realidad, un ser auténtico y comprensivo de su propia
razón de ser en el ámbito o contexto donde tiene su radio de acción con historicidad y
perfectamente ubicado en el tiempo y el espacio.
Por otra parte la coevaluación se refiere a las prácticas en las cuales sus pares evalúan logros,
resultados o exposiciones de sus propios compañeros. Ambas, son consideradas herramientas
de aprendizaje porque son parte de un proceso donde se desarrollan diferentes habilidades.
Este proceso de evaluación fortalece el desarrollo de habilidades de responsabilidad, juicio y
autonomía. Ambas se pueden integrar a la evaluación sumativa (asignando un grado
cuantitativo) o formativa (emitiendo un grado cualitativo). Aunque de acuerdo a su naturaleza
la coevaluación debiera considerarse formativa al apoyar el aprendizaje, porque en la sumativa
puede minar la cooperación entre los estudiantes.
Entrevista
De acuerdo a Johnson & Johnson (2002), la entrevista es una técnica de evaluación que
permite obtener información relacionada con el aprendizaje del alumno, el nivel de
comprensión adquirido posterior a la experiencia de aprendizaje, el proceso de razonamiento
y retención, y sobre todo el proceso de pensamiento meta cognitivo. La entrevista es
particularmente adecuada como instrumento de evaluación, para aquellos estudiantes poco
motivados a responder mediante el papel y lápiz, así como para quienes cuentan con alguna
discapacidad como la dislexia, que les impide evidenciar sus verdaderos logros en el
aprendizaje.
La realización de la entrevista de acuerdo a Johnson & Johnson (2002) puede realizarse antes,
durante y al final de la experiencia de aprendizaje, en un ambiente cómodo, donde
entrevistado y entrevistador tengan claro el tema a evaluar. Es importante que su diseño sea
claro y reflexivo, evitando preguntas que no aporten información, estableciendo lo que se
desea obtener, llevando al estudiante a un análisis de nivel más profundo hasta concluir
señalando al alumno los recursos que le pueden apoyar, motivando al alumno a responder
asertivamente.
Portafolio
Este instrumento de acuerdo a Linn y Gronlund (2000), ha sido utilizado desde los años
noventa como herramienta para evaluar el progreso del alumno, como base para determinar
la calificación, y para reportar el logro y progreso de alumnos a padres.
El desarrollo de portafolio puede abarcar desde un semestre hasta un año escolar, incluso de
un año a otro, es importante evidencia sobre los logros de un alumno, y para algunas
instituciones se le ha considerado como base para satisfacer los requerimientos de
certificación de algún grado académico.
El portafolio se utiliza tanto para la evaluación formativa como para la evaluación sumativa,
evidencia el progreso del alumno en el desarrollo de habilidades y técnicas empleados, así
como las capacidades académicas, en este caso. Además permite al alumno revisar su trabajo y
reflexionar sobre sus propios logros. La creatividad en este caso juega un papel muy
importante en la realización de los proyectos del portafolio, y es necesario que el maestro
tenga conocimientos suficientes para lograr emitir criterios adecuados para la evaluación del
portafolio, sobre todo porque deberá dar a conocer de manera clara y precisa a los alumnos, lo
que se espera en cada proyecto.
Una de las debilidades principales del uso de portafolio es el alto consumo de tiempo que lleva
su integración, evaluación y reflexión.
Para Morgan (2004) un portafolio es una colección de proyectos que los alumnos han
seleccionado con un fin o un objetivo particular, en él se muestran las habilidades, el cómo
piensan, cómo cuestionan, analizan, sintetizan, producen o crean, y cómo interactúan
(intelectual, emocional y socialmente) con otros, es decir permite identificar procedimientos y
actitudes de los estudiantes.
Alter, Spandel y Culham (1995), citados por Linn y Gronlund (2000) señalan dos propósitos
globales para la creación de un portafolio de trabajo: evaluación del alumno e instrucción o
enseñanza.
Por otra parte existe otro énfasis para el portafolio: presentar los logros (en este caso sólo se
presentan trabajos completos realizados en un breve periodo de tiempo) o demostrar el
progreso (se muestran varias versiones del mismo trabajo). Algunas consideraciones que se
deben tener para el uso e integración del portafolio son las siguientes:
· Los criterios a cumplir en cada proyecto así como el uso que se dará al portafolio.
Cuando el portafolio incluye trabajos colaborativos, deberán incluirse sugerencias hechas por
los compañeros o padres que acostumbren revisar los documentos que se incluyen. Debe
considerarse también el número de documentos mínimo y máximo que se incluyan en el
portafolio, la variedad y el contenido, además de la estructura física del portafolio (tabla de
contenidos, portada, autorreflexión de cada documento).
Al igual que el resto de los métodos de evaluación alternativa, el portafolio también cuenta
con la debilidad de la inversión de tiempo para preparar materiales, criterios, y formatos, así
como para administrar, organizar y llevar registros al día, Airasian (2004). Morgan (2002)
además señala que el portafolio no contribuye a que el alumno estudie más, ni lo encamina
hacia una mejor evaluación, y cuando el portafolio se vuelve parte de una evaluación
sumativa puede tener una fiabilidad relativamente baja
La evaluación del desempeño permite al maestro observar logros, hábitos mentales, formas de
trabajas y conductas en situaciones de la vida real, que difícilmente se podrían evaluar
tradicionalmente. Este tipo de técnicas puede evaluar el proceso, el producto o ambos.
Las recomendaciones que hacen Kubiszyn y Borich (1999) para desarrollar una evaluación del
desempeño, se basan en decidir qué evaluar, creando una lista de objetivos que especifiquen
claramente las habilidades e instrucciones que deben seguir los alumnos. Esto seguido del
diseño del contexto de evaluación donde se cree una simulación que permita demostrar las
habilidades y actitudes desarrolladas. Por último deben especificarse claramente los criterios
de evaluación, dando a conocer con detalle las rúbricas de la experiencia de aprendizaje así
como las restricciones que implica (materiales, personas, equipos, etc.)
Mapa conceptual
Los mapas son una alternativa interesante para la evaluación de contenidos declarativos
(Moreira y Novak, citados en Díaz Barriga (2002)) son recursos gráficos que permiten
representar jerárquicamente conceptos y proposiciones sobre un tema determinado. Op. cit
Pág ( )
La elaboración de mapas constituye una técnica de evaluación muy utilizada en los últimos
tiempos para valorar el aprendizaje de conceptos, pues a través de esta técnica se puede
evaluar el grado de abstracción de los conocimientos que se van adquiriendo con respeto a un
determinado tema y la forma como un estudiante entrelaza las ideas de manera espontánea
dando evidencias de sus aprendizajes.
Cuando se decide utilizarlos como una estrategia evaluativa Díaz Barriga propone los
siguientes criterios:
• Apreciar la validez y precisión semántica de las distintas relaciones establecidas entre los
conceptos involucrados. Esto se refiere a que todas las relaciones sean veraces y estén
rotuladas con el grado de precisión aceptado en el proceso instruccional.
• Tomar en cuenta dentro del mapa la densidad (nivel e integración correcta de conceptos) y
las relaciones cruzadas (relaciones establecidas entre distintas partes del mapa), ya que
involucran procesos de reconciliación integrados.
Otras variantes de esta modalidad son: 1) presentar un mapa semivacío (un mapa con
conceptos
y ciertos espacios en blanco para ser llenados por otros conceptos) y solicitar que sea
completado, y 2) pedir a los alumnos que a partir de varios micro mapas (presentados por el
maestro o, en su caso, aquellos que los alumnos hayan elaborado previamente) integren un
mapa (o macro mapa) que los incluya especificando las relaciones.
Cada una de estas modalidades evaluativas puede aplicarse en forma individual o grupal y
exigen que los alumnos conozcan y se hayan familiarizado de antemano con la técnica de
elaboración de mapas. Tal vez sería mejor si se solicita a los alumnos que los acompañen con
una explicación escrita (u oral), ya que pueden proveer más información para la evaluación.
Para la valoración de los mapas, lo más recomendable es establecer una serie de criterios en
los que se atienda, según el tipo de estrategia seleccionada, lo que más interese evaluar.
De la Teoría a la Práctica
La programación para el aula
Hay un dicho popular que reza “cada maestro tiene librito” esto es muy cierto, sin embargo, no
siempre este librito es coherente, articulado y consciente. Por tanto todo docente debe asumir
conciencia crítica sobre su propia función y facilitar el cambio cuando ve que la teoría de su
librito no es la correcta, pudiendo llegar a urgir la necesidad de un apoyo teórico más
científico.
Las decisiones que se toman, de las iniciativas y actividades que se desarrollan en el proceso de
enseñanza necesariamente deben tener justificación explícita, conocida y asumida, para los
propios ejecutantes de la enseñanza. Es decir, debe ser una práctica que se aproxime a lo
científico. Se debe tener conciencia de aquello que se hace y de si se tiene o no alguna razón
válida para hacer eso y no otra cosa.
El objetivo prioritario es identificar y describir los mecanismos mediante los cuales las pautas
de relación que se suceden en el transcurso de una unidad didáctica o una clase diaria inciden
sobre el proceso de construcción del conocimiento del alumno modulándolo, o
no, progresivamente.
Ramírez M. S (2008) recomienda observar la evolución del aprendizaje de los alumnos
en el transcurso de una unidad didáctica, identificando los elementos más importantes de
dicha evolución (progresos, errores, bloqueos, reestructuraciones, regresiones, etc.) así como
disponer de un modelo de los procesos psicológicos implicados en la apropiación, por parte de
los alumnos, del contenido de aprendizaje o en la ejecución de la tarea, de manera que se
puedan hacer anotaciones sobre el proceso de construcción del conocimiento reflejado en la
evolución del aprendizaje y por ultimo establecer la secuencia de las actividades que se
suceden a lo largo de la unidad didáctica, puesto que el objetivo, es poner en interacción estas
secuencias de pautas interactivas con la evolución del aprendizaje de los alumnos.
Todo diseño de unidades de aprendizaje debe contener los pasos explícitos y concretos como
una forma de evitar la improvisación que tanto daño a hecho al aprendizaje. En tal sentido el
diseño debe contemplar:
3- ) Objetivos de aprendizaje
Temas: el texto.
Coevaluación ( 5 - Resumen es
puntos )
. Debe tener
La elaboración de dimensión de
la lista de ideas líneas.
( 25 puntos ).
. Debe ser de
Autoevaluación ( 5 informativo,
puntos ) identificar de
mensaje prin
- Debe respe
construcción
oraciones los
de puntuació
ortografía.
-La formulac
. El tema en f
clase.
. La idea cent
forma de ora
. En la lista u
números.
. En el resum
oraciones.
Grado: Segundo
Nivel: Básico
Criterios 4 3 2 1
Responde a preguntas de
inferencia relacionadas con
imágenes
Interpreta el contenido de
imágenes asociándola con el
contenido de un cuento
Anticipa el contenido de un
cuento a partir de su titulo con
coherencia y acierto
Muestra comprensión al
responder preguntas
Identifica el ambiente