FORTALECE

NUESTRA FE

II DOMINGO CICLO
TIEMPO DE PASCUA
a
 Te invitamos a preparar este encuentro viviendo un

preparando
el Encuentro
primer momento de oración poniéndote en la presencia
del Señor en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Luego, te invitamos a rezar la siguiente oración:

Auméntanos la fe, Señor,

porque son muchas las
palabras y promesas
vacías e inconsistentes
que nos rodean por todas
partes.
Felices los que dan la vida por amor
https:/
Auméntanos la/youtu.be/uveHUnI5Np0
fe, Auméntanos la fe,
aunque solo sea como un y haznos caminar en paz y
granito de mostaza, erguidos
para que seamos testigos aunque se quiebren
de tu Espíritu nuestras seguridades
en esta sociedad en la que y nos sintamos pobres y
vivimos. débiles.

José Antonio Pagola

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 2
 OBJETIVO DEL ENCUENTRO

ESTARÁN EN GRADO DE
COMPRENDER LA FE ANIMADA
POR EL AMOR DE DIOS (SABER).
Teniendo en cuenta el objetivo, lee y medita el texto bíblico del encuentro Jn 20, 19-31, repasando
sus ideas centrales, para que luego lo puedas complementar con la síntesis de contenido.

Te invitamos a profundizar el texto bíblico y los contenidos con tu propia experiencia de

vida y de fe con Jesús, por medio de las siguientes preguntas:

“Los pecados serán

perdonados a los que ustedes PREGUNTA ¿Dónde más podemos decir PREGUNTA

1 2
se los perdonen…” (V.23a) hoy que “vemos al Señor”
¡Qué Gran Misión! El Señor, o “dónde más podemos
¿A quién te invita a perdonar encontrarlo”?
hoy?

¿Cuáles se te ocurren que PREGUNTA PREGUNTA

3 4
¿Con cuál de todos estos
fueron las emociones o
afectos te identificas en este
sentimientos de Jesús y de los
momento de tu vida?
otros discípulos?

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 3
 Para profundizar te invito a reflexionar este sermón de San Agustín:

San Agustín, obispo

Sermón: Las llagas de Cristo Gran mérito tiene nuestra fe

Del mismo Apóstol son estas palabras: Ya no muere más, la muerte ya no tiene dominio
sobre él. Todo esto es bien conocido de vuestra fe. Pero debemos también saber que todos
los milagros que obró en los cuerpos tienen por blanco el hacernos llegar a lo que ni pasa ni
tendrá fin. Devolvió a los ciegos unos ojos que un día había de cerrar la muerte; resucitó a
Lázaro, que nuevamente debería morir. Y todo cuanto hizo por la salud de los cuerpos, no lo
hizo para hacerlos inmortales, bien que tuviera la intención de otorgar incluso a los cuerpos,
al final de los tiempos, la salud eterna. Pero como no eran creídas las maravillas invisibles,
quiso, por medio de acciones visibles y temporales, levantar la fe hacia las cosas invisibles.

Nadie, pues, diga, hermanos, que en la actualidad ya no obra nuestro Señor Jesucristo los
milagros que antes hacía y, en consecuencia, prefiera los primeros tiempos de la Iglesia a
los presentes; pues en cierto lugar el mismo Señor pone a los que creen sin ver sobre los
que creyeron por haber visto. En efecto, la fe de los discípulos era por entonces en tal modo
vacilante, que, aun viendo resucitado al Maestro, necesitaron palparle para creer. No les
bastó verlo con los propios ojos: quisieron palpar con las manos su cuerpo y las cicatrices de
las recientes heridas; hasta el punto de que el discípulo que había dudado, tan pronto como
tocó y reconoció las cicatrices, exclamó: ¡Señor mío y Dios mío! Aquellas cicatrices eran las
credenciales del que había curado las heridas de los demás.

¿No podía el Señor resucitar sin las cicatrices? Sin duda, pero sabía que en el corazón de sus
discípulos quedaban heridas, que habrían de ser curadas por las cicatrices conservadas en
su cuerpo. Y ¿qué respondió el Señor al discípulo que, reconociéndole por su Dios, exclamó:
Señor mío y Dios mío? Le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin
haber visto.

¿A quiénes llamó dichosos, hermanos, sino a nosotros? Y no solamente a nosotros,

sino a todos los que vengan después de nosotros. Porque no mucho tiempo después,
habiéndose alejado de sus ojos mortales para fortalecer la fe en sus corazones, cuantos en
adelante creyeron en él, creyeron sin verle, y su fe tuvo gran mérito: para conquistar esa fe,
movilizaron únicamente su piadoso corazón, y no el corazón y la mano comprobadora.

Al mirar la realidad de la comunidad que acompañas y discernir sobre ésta, revisa la metodología
que te proponemos en el desarrollo del encuentro, la que puedes adaptar en beneficio del
contexto.

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 4
 desarrollo
del Encuentro
ACOGIDA

Recibe con afecto al grupo. Pregunta cómo estuvo

su semana, qué tal les fue con el compromiso asumido
en el encuentro anterior. O bien, si les gustaría
compartir con la comunidad alguna alegría o tristeza
desde la cual requieran y deseen ser acogidos y
escuchados.

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 5
 ORACIÓN INICIAL

Invita a disponerse para comenzar este encuentro

con un momento de oración.

Orar, es responderle al
Señor que nos habla
primero. Estamos
queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta pero también: “Señor,
Palabra es muy distinta aumenta la fe de aquellos
a lo que el mundo nos a quienes nos pides
ofrece y es el momento de que vayamos a llevar la
decirle algo al Señor. buena noticia de “haber
visto al Señor”. En pocas
Sólo desde la fe se puede palabras, a cada intención
aceptar la revelación de espontánea podríamos
que Jesús resucitó y está orar: “Señor, aumenta
vivo entre nosotros. Y nuestra fe y la de ellos”.
como la fe, antes que
tarea, es don, pidamos al Hacemos un momento
Señor que nos la renueve de silencio y reflexión
y nos la aumente para para responder al Señor.
nosotros como para las Hoy damos gracias por su
personas a quien Dios nos resurrección y porque nos
ponga en nuestro camino llena de alegría. Añadimos
evangelizador. El texto nos nuestras intenciones de
invita a pedir: oración.

“Señor, aumenta mi fe”; Amén

https://www.cristonautas.com/
lectio-divina-dominical-ii-de-pascua

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 6
 SÍNTESIS DEL CAMINO
Comparte lo vivido en el encuentro anterior, comenten que fue lo más significativo y cómo lo
llevaron a la práctica durante la semana. También, pueden conversar sobre su participación en la
Eucaristía, si recuerdan la lectura del Evangelio dominical o de la homilía, etc.

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 7
 MOMENTO DE LA
EXPERIENCIA 1
PRIMERA METODOLOGÍA

Para esta primera metodología te propongo abordar directamente la palabra MISERICORDIA,

de una manera didáctica y que los feligreses y hermanos de tu parroquia puedan vivirla también.
Se trata de una representación abierta a la comunidad, una especie de juego de roles que
interactúa con personas fuera del grupo.

Escoge dos o tres profesiones e intenta vestirte como ellos, por ejemplo un médico, una
maestra y un jardinero.

El médico en una sillita o una mesa que preparen con anticipación puede hacer una pequeña
revisión a los de la comunidad y una vez terminada esta, le receta médica va a ser algo espiritual,
por ejemplo; que debe rezar más diariamente, que debe tomarse un tiempo para hacer alguna
obra de misericordia o que debe confesarse más seguido. En el caso de la maestra, regalar
algunas hojitas de papel donde se encuentren las obras de misericordia o de alguna lección sobre
lo que es y cómo poner en práctica la misericordia, y en cuanto al jardinero, pudiesen repartir
semillas, y pedirle a las personas que rieguen y cuiden la tierra de su corazón donde habite Dios,
demostrarles que es importante cultivar la vida espiritual.

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 8
 SEGUNDA METODOLOGÍA

Para la segunda metodología puedes

instar al grupo a organizar una salida,
donde ellos realicen algunas de las
obras de misericordia que propone
nuestra Madre Iglesia.

Obras de misericordia
corporales

En su mayoría salen de una

lista hecha por el Señor en su
descripción del Juicio Final. Son:

1) Visitar a los enfermos.

2) Dar de comer al hambriento.
3) Dar de beber al sediento.
4) Dar posada al peregrino.
5) Vestir al desnudo.
6) Visitar a los presos.
7) Enterrar a los difuntos.

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 9
 MOMENTO DEL
ANUNCIO 2

Lectura del Evangelio según San Juan (Jn 20,19-31)

Al atardecer de ese mismo día, el primero clavos y la mano en su costado, no lo creeré».

de la semana, estando cerradas las
puertas del lugar donde se encontraban los Ocho días más tarde, estaban de nuevo
discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús los discípulos reunidos en la casa, y estaba
y poniéndose en medio de ellos, les dijo: con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús,
«¡La paz esté con ustedes!». Mientras decía estando cerradas las puertas, se puso en
esto, les mostró sus manos y su costado. medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con
Los discípulos se llenaron de alegría cuando ustedes!». Luego dijo a Tomás: «Trae aquí
vieron al Señor. tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu
mano: Métela en mi costado. En adelante no
Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté seas incrédulo, sino hombre de fe». Tomas
con ustedes! Como el Padre me envió a respondió: «¡Señor mío y Dios mío!
mí, yo también los envío a ustedes» Al
decirles esto, sopló sobre ellos y añadió Jesús le dijo: «Ahora crees, porque me has
«Reciban al Espíritu Santo. Los pecados visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!».
serán perdonados a los que ustedes se
los perdonen, y serán retenidos a los que Jesús realizó además muchos otros signos
ustedes se los retengan». en presencia de sus discípulos, que no se
encuentran relatados en este Libro. Estos
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre han sido escritos para que ustedes crean
el Mellizo, no estaba con ellos cuando que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y
llegó Jesús. Los otros discípulos le dijeron: creyendo, tengan Vida en su Nombre.
«¡Hemos visto al Señor!». Él les respondió:
«Si no veo la marca de los clavos en sus Palabra del Señor
manos, si no pongo el dedo en el lugar de los

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 10
 A continuación, unas profundas palabras del Papa Francisco nos explican cómo Dios es
bueno con nosotros, así como sucedió con el Apóstol Tomás. Ante nuestra fe imperfecta y
muchas veces débil, el Señor responde con un corazón que se abaja para elevarnos. Eso es la
misericordia, un corazón que se hace pobre para llegar a nosotros. Como enseñó San Agustín,
para salvarnos y abrirnos a la fe y a la Gracia de Dios “su misericordia se nos adelantó” (CEC,
2001):

• En el Evangelio de hoy, el apóstol Tomás experimenta precisamente esta misericordia

de Dios, que tiene un rostro concreto, el de Jesús, el de Jesús resucitado. Tomás no se fía
de lo que dicen los otros Apóstoles: «Hemos visto al Señor»; no le basta la promesa de
Jesús, que había anunciado: al tercer día resucitaré. Quiere ver, quiere meter su mano en
la señal de los clavos y del costado. ¿Cuál es la reacción de Jesús? La paciencia. (Papa
Francisco)

• Jesús no abandona a Tomás en su incredulidad, no le cierra la puerta, espera. Y Tomás

reconoce su propia pobreza, la poca fe: «Señor mío y Dios mío»: con esta invocación
simple, pero llena de fe, responde a la paciencia de Jesús. Se deja envolver por la
Misericordia Divina, la ve ante sí, en las heridas de las manos y de los pies, en el costado
abierto, y recobra la confianza: es un hombre nuevo, ya no es incrédulo sino creyente.
(Papa Francisco)

• Quisiera subrayar otro elemento: la paciencia de Dios debe encontrar en nosotros la

valentía de volver a Él, sea cual sea el error, sea cual sea el pecado que haya en nuestra
vida. Jesús invita a Tomás a meter su mano en las llagas de sus manos y de sus pies
y en la herida de su costado. También nosotros podemos entrar en las llagas de Jesús,
podemos tocarlo realmente; y esto ocurre cada vez que recibimos los sacramentos.
(Papa Francisco)

• «A través de estas hendiduras…puedo gustar y ver qué bueno es el Señor» Es

precisamente en las heridas de Jesús donde nosotros estamos seguros, ahí se
manifiesta el amor inmenso de su corazón. San Bernardo se pregunta: ¿En qué puedo
poner mi confianza? ¿En mis méritos? Pero «mi único mérito es la misericordia de Dios.
No seré pobre en méritos, mientras él no lo sea en misericordia. Y, porque la misericordia
del Señor es mucha, muchos son también mis méritos» (Papa Francisco)

• Cuántas propuestas mundanas sentimos a nuestro alrededor. Dejémonos sin embargo

aferrar por la propuesta de Dios, la suya es una caricia de amor. Para Dios no somos
números, somos importantes, es más somos lo más importante que tiene; aun siendo
pecadores, somos lo que más le importa. (Papa Francisco)

https://catequesiscadizyceuta.wordpress.com/2017/04/18/
lectio-divina-domingo-ii-pascua-a-juan-20-19-31/

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 11
 MOMENTO DEL
COMPROMISO Y MISIÓN 3
Realiza una lista de nombres de personas concretas que necesitan fortalecer su fe, ya sea que
estén “lejos de la comunidad” o que “estando en medio de ella”, precisen un nuevo Pentecostés,
e intercedamos por ellas rezando un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria por sus
necesidades e intenciones.

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 12
 MOMENTO DE ORACIÓN
Y ALABANZA 4
Padre Dios, este domingo,
sentimos profundamente
tu presencia resucitada
en nuestra comunidad. podemos vivir el gozo de
Somos dichosos porque su resurrección. Queremos
creemos en tu Plan ser sus testigos,
maravilloso: ‘Nuestra perdonando; si vivimos el
Salvación’. Concédenos perdón, tendremos paz y
ser cada vez más y más la podremos irradiar, con la
creyentes; que nos fuerza de su Espíritu. Que
dispongamos a darle a nos decidamos a edificar
nuestro mundo la paz y fortalecer a nuestra
y el perdón que nos comunidad. Gracias por
regaló tu Hijo, y Hermano hacernos parte de ella.
nuestro, al vencer a la María, Madre nuestra,
muerte y con ella, al gozamos contigo el triunfo
pecado. Que dejemos de tu Hijo en y como
los resentimientos, los comunidad: ‘Acompaña
rencores, el desamor. nuestra fe’. ¡Amén!
Si los alimentamos no ¡Aleluya!

2° Domingo
Tiempo de Pascua
Ciclo A 13
www.vej.cl