El Via Crucis 2022 Orientacion y Guion
El Via Crucis 2022 Orientacion y Guion
El Via Crucis 2022 Orientacion y Guion
Todos hermanos
El Vía Crucis, es una práctica de devoción cristiana, que nos ayuda a reflexionar los últimos
momentos de la vida de Jesús, entregada por cada uno de nosotros.
Se reza en forma personal o comunitaria, y en muchos lugares durante el viernes santo, se
representa cada estación, invitando al pueblo a vivir juntos este ejercicio de piedad.
Puede también realizarse en forma de reflexión o cada semana, profundizar una estación en
particular, contemplando a la luz de la Palabra, su realidad, hoy en medio de nosotros.
También pueden elegirse algunas estaciones en particular para reflexionar con la infancia o
con los y las jóvenes.
Cada comunidad lo hace propio según sus posibilidades y experiencia en este tiempo de
Cuaresma, incluso tomando cada día una reflexión y enviada por ws para un rezo común y
virtual de los miembros de los grupos.
En este tiempo que vamos preparando nuestra 30 Asamblea Federal, deseamos que esta
practica de piedad nos ayude a alimentar nuestra misión y vocación al servicio de un mundo
fraterno y humano.
144. En muchas regiones, durante la Semana Santa, sobre todo el viernes, tienen lugar representaciones de la Pasión de
Cristo. Se trata, frecuentemente, de verdaderas "representaciones sagradas", que con razón se pueden considerar un
ejercicio de piedad. Las representaciones sagradas hunden sus raíces en la Liturgia. Algunas de ellas, nacidas casi en el
coro de los monjes, mediante un proceso de dramatización progresiva, han pasado al atrio de la iglesia.
En muchos lugares, la preparación y ejecución de la representación de la Pasión de Cristo está encomendada a cofradías,
cuyos miembros han asumido determinados compromisos de vida cristiana. En estas representaciones, actores y
espectadores son introducidos en un movimiento de fe y de auténtica piedad. Es muy deseable que las representaciones
sagradas de la Pasión del Señor no se alejen de este estilo de expresión sincera y gratuita de piedad, para convertirse en
manifestaciones folclóricas, que atraen no tanto el espíritu religioso cuanto el interés de los turistas.
Respecto a las representaciones sagradas hay que explicar a los fieles la profunda diferencia que hay entre una
"representación" que es mímesis, y la "acción litúrgica", que es anámnesis, presencia mistérica del acontecimiento salvífico
de la Pasión.
Hay que rechazar las prácticas penitenciales que consisten en hacerse crucificar con clavos. Directorio de Piedad Popular.
ORIENTACIONES
Si el Vía Crucis se ha realizar representado, es importante compartir con quienes participen
el sentido de esta representación, para que sirva de sincera oración para quienes realizan el
cuadro y para quienes lo contemplan.
Es importante que, al preparar el Vía crucis, recen juntos para pedir la gracia de ser
instrumentos de evangelización para el pueblo y a la vez, para dejarse evangelizar por cada
paso del Vía Crucis.
Preparar con sencillez, y respeto las vestimentas, cantos y signos del Camino de la Cruz.
Evitar todo gesto que pueda desvirtuar el sentido de esta piedad. (Corridas, gritos entre los
organizadores, etc.)
Contar con un buen audio y armar un recorrido que sea acorde a la realidad del barrio a fin
de dar testimonio de la fe que profesamos.
Invitar con tiempo al pueblo a participar de la oración común.
Prever lo necesario para el corte de las calles (permiso, apoyo de defensa civil o de
servidores) etc.
Probar el audio con tiempo, invitar a un grupo para el ministerio de la música, bajar audio de
calidad si van a utilizarse versiones en mp3 o similar.
Si es posible preparar una guía con estaciones y cantos, que pueda favorecer la participación
y catequesis de los participantes.
Practicar la lectura del guion y adaptarlo si es necesario, a la propia realidad.
Iniciamos juntos este recorrido santo. El camino de la cruz que realizaremos es el signo que
nos hace presente el amor de Dios y su capacidad de perdonar siempre. Es el gesto de la
entrega generosa que responde al mal, presente en nosotros y en el mundo actual, con
sobreabundancia de bien. ¡No nos cansemos de hacer el bien!
Carguemos también nosotros hoy, la cruz con Jesús y seamos ofrenda por todos los que
sufren.
“Caminemos juntos por la vía de la Cruz, caminemos llevando en el corazón esta palabra
de amor y de perdón. Caminemos esperando la resurrección de Jesús, que nos ama tanto.
Él es todo amor”. (Papa Francisco)
Canto inicial.
Porque caminaremos entre las sombras del pecado que entregaron a Jesús a la
muerte en aquel primer viernes santo.
Porque el poder del mal pareciera esta noche querer jugar su carta de victoria.
Porque Dios parece hacer silencio en los sucesos que se desencadenaran,
necesitamos encender nuestras lámparas y dejarnos iluminar por la luz que nos
revela, que más allá de toda apariencia, “la Cruz de Cristo es amor, misericordia,
perdón”1. Encendamos nuestras velas o antorchas para caminar en medio de la
noche y las incertidumbres que nos rodean y angustian.
1
Papa francisco, vía crucis 2013
Equipo Nacional de Formación. Acción Católica Argentina. Autor CAC. www.accioncatolica.org.ar | 3
1. Jesús en el Huerto de los Olivos
¿Por qué están durmiendo? Lc 22, 46
También nosotros podemos hoy estar adormecidos frente a la traición que sufren en la vida
tantos hermanos y hermanas, golpeados por el horror de la guerra, la ambición desmedida de
unos pocos que con el terror o la violencia arrebatan los sueños y las esperanzas en un instante.
¡Señor, mantenemos despiertos! Con los ojos bien abiertos para comprometernos en la
búsqueda y construcción de una sociedad fraterna y más humana.
2. La traición de judas
¿Con un beso entregas al hijo del hombre? Lc
22, 48
No es un desconocido, ni un opositor el que te entrega esta noche. Es uno de los tuyos, uno
que hizo camino a tu lado, que compartió las alegrías y anoche no más, se sentó en tu mesa.
Y ahora, con un beso, signo de amor, desatará la irá de los que te buscan para atarte a la cruz
de los sentenciados a la muerte más burda y cruel.
¡Es uno de los nuestros! También hoy el que mira para otro lado, el que se ciega por ambición
el que lleva a la muerte a tantos y tantos inocentes.
Que se acaben Señor las traiciones que anidan en nuestros corazones. ¡Jesús! Purifica
nuestros besos, para que lejos de la mundanidad, sean sólo signos de la vida plena que tu
Amor nos ofrece.
Cuando el poder no es servicio, todo vale. Se instala entre nosotros la hipocresía y gana la
lógica de la adulación. Oímos lo que queremos oír. Miramos lo que deseamos ver, prima la
ideología por sobre el bien común. Los que gobiernan hacen “la suya”, la justicia mira para
otro lado, la ley se compra y se vende, la verdad ya no cuenta y la razón se adormece en un
laberinto de falsos conceptos. Quedando atrapados en aquello que justifique nuestro modo
de ser y de obrar
Jesús, que, ante los juicios enmarañados de los hombres, ante el poder que nos corrompe
cuando no es servicio, descubramos el camino de la coherencia cristiana y de la fidelidad a
tu Palabra.
4. La negación de Pedro
Señor, el gallo canta también para nosotros tres veces esta noche, danos la posibilidad de
sanar y testimoniar la fe que hemos abrazado que nos llama a dar razón de nuestra
esperanza.
Llevar y traer. Ir y venir. Dejarla pasar y tejer acuerdos “entre gallos y media noche” para
quedar todos bien parados. No falta nadie. Todos los que pueden decidir quedan
involucrados y hasta el pueblo enceguecido, se hace cómplice de la muerte de un justo,
mientras se consolida el signo de “lavarse las manos”.
Esta escena se repite aquí, mientras la economía excluye a miles de hermanos y las
ganancias de unos pocos crece dejando lejos del bienestar a la inmensa mayoría y así, la
inequidad genera toda forma de rencor y de violencia, mientras no pocos miramos para otro
lado mientras nos lavamos las manos.
¡Danos esta noche un corazón arrepentido capaz de hacerse solidario con los hermanos y
hermanas que sufren la exclusión y el exilio!
¡Jesús si profetizaras hoy por cada golpe y por cada espina! ¡Cuántos nombres propios
llevaría cada ultraje, cada insulto! Esos que hoy reciben quienes lo han perdido todo, los que
viven en forma infrahumana. Los hermanos y hermanas refugiadas, los niños y las niñas
cuya infancia ha sido quebrada, los oprimidos en los talleres clandestinos, los que sobreviven
a gatas con un trabajo informal, los que encuentran en la droga un escape al sin sentido, los
que se desplazan escondidos e invisibles en busca de nuevas esperanzas.
El signo redentor se agigante en el camino. En ella van con Vos, los pueblos que sufren, los
jóvenes que han perdido el horizonte y se entregan a la cultura de los provisorio. Las mujeres
y niñas explotadas en la trata de personas, los niños abandonados o utilizados para el trabajo
infantil que les roba la infancia. Caminan los pueblos en guerras y aquellos, que
absurdamente se desangran en la violencia entre hermanos de una misma nación, por la
¡Danos fuerzas para cargar con Vos la cruz y transformarla en fuente de esperanza para
todos los que sufren, para todos los que buscan, para todos los heridos de tantos y diversos
campos de batallas!
Toca a la puerta en el chiquito que pide comida, en la vecina de enfrente que enferma de
cáncer no puede acceder a los remedios necesarios, en la familia de la otra cuadra que
acaba de perder a su hijo víctima de un asalto, en la desesperación de los que buscan a un
familiar desaparecido en camino a su trabajo, en el compañero de escuela al que todos
“gastan”, o en aquel de la oficina al que todos hacen a un lado.
¡Jesús que me detenga ahora mismo en el camino, para cargarte en la cruz de mis
hermanos!
¡Cuántas lágrimas en los ojos de las madres a lo largo de los siglos! ¡Cuánto llanto prefigurado
en aquel encuentro profético, camino hacia el calvario! ¡Cuánta ternura Jesús, para quien tiene
un corazón de madre! Y cuanta comprensión misericordiosa para quien no alcanza a madurar
este corazón.
En el momento de dolor supremo, Señor, volvés tu rostro al genio femenino y ves en ellas
anticipadamente, a todas las mujeres humilladas y violentadas, a las mujeres olvidadas, a
aquellas que hacen frente a las crisis y están solas ante su maternidad. A las que han perdido
a sus esposos, a las que están junto a la cama de sus hijos enfermos, a las se levantan
temprano para ganarse el pan con dignidad y aquellas otras, que, dejadas al margen de las
posibilidades, se la rebuscan a costa de su propia dignidad.
Ves también, el coraje diario de tantas mujeres que con compasión sincera lloran y se alegran,
trabajan y se entregan, construyendo un mundo mejor en sus hogares, en sus trabajos, en el
campo cultural, social, político y científico.
A tu corazón de Hijo, Señor, te confiamos a las mujeres y a las madres del mundo, en especial
las víctimas de la guerra y aquella que viven y trabajan en nuestro barrio.
El bien y el mal se encuentran en las coordenadas del Gólgota. ¡Es la lucha eterna de los
siglos mientras la historia espera su plenitud! Te clavan en la cruz con la fuerza de la
insensatez y del odio injustificado. Vos la abrazas por amor.
¡Perdónanos, Señor, también esta noche a nosotros, ¡perdónanos por el mal que hacemos y
por todo el bien que dejamos de realizar!
A tu lado, Jesús, la fe y la incredulidad juegan sus propias cartas. Creer y abrirse al amor
o cerrar el corazón y quedar vacío. En definitiva, de esto se trata la salvación: dejarse
“misericordear” por Vos o negarse a tu amor inmenso.
Ahí está ella, la Mujer, la Virgen fiel. María calla, siente, sufre, contiene y guarda en su
inmenso corazón el Evangelio de la vida, que ha de pasar por la muerte. ¡Jesús, vos sabes
cuanto duele esto!
¡Mamá María! ayúdanos a sobrellevar los sufrimientos y cansancios de la vida! ¡Mamá María
concédenos la gracia y el don de la Paz!
Todo es silencio, conmoción en el cielo y en la tierra. La oscuridad lo cubre todo. El velo del
templo se desagarra. La historia misma parece terminar… ¡En tus manos encomiendo mi
espíritu! La muerte parece ser el final.
¡Señor cuanta soledad nos envuelve al pensar, sólo por un instante, que la vida alcanza su
límite definitivo! ¡Cuánto dolor hay en las partidas de la muerte! Pero la fe nos ha enseñado
a acomodar el dolor en el sabio lugar de la esperanza y hacer silencio profundo ante el
misterio de Dios que hace de la muerte un nuevo y sorprendente comienzo. ¡Nos has
salvado! Y esperamos la mañana de la resurrección que completará esta hora.
Canto
Jesús te bajan de la cruz y te ponen según la tradición, en brazos de tu madre. No hay dolor
más grande, ni imagen más dantesca. No hay lógica en la vida que pueda explicar que los
hijos partan antes que los padres. Ni dolor más profundo que no tener siquiera, un lugar
donde sepultarte. María ya ha pasado por esto, cuando al nacer un pesebre prestado le
sirvió de lugar para cobijarte.
María calla y acepta con docilidad creyente, la buena voluntad de José de Arimatea, que le
presta el sepulcro donde depositarte. Así, en aquel lugar, en aquel momento, cuando la
piedra se corre, parecen encerrados todos los sueños, acorralados todos los proyectos,
entonces, aparece la tentación del desánimo y la angustia gana el horizonte y deja a merced
de la desesperanza.
¡Que no pueda con nosotros Señor, el aparente fracaso ante la muerte! ¡Que podamos correr
la piedra para que gane nuevamente la vida, transfigurada por tu entrega! ¡Esperamos
Señor, la tercera noche que nos anunciará la resurrección! Y que nos dice que Resucitado,
vivís para siempre en medio de nosotros.
Por eso, en esta noche santa y de recogimiento, proclamamos como pueblo: ¡Creemos
Señor, en el Dios de la Vida!¡Creemos que la Vida ha triunfado sobre la muerte!
Canto
Queremos que entres, a través de las puertas cerradas, por temor a lo que
pueda sucedernos y nos des la verdadera paz que buscamos
insistentemente.
Queremos tocar tus manos y tus llagas, abiertas hoy en tantos hermanos
pobres y humillados.
Queremos caminar por los caminos, ir a las periferias, creer sin ver, bajo
la sabia guía de tu Espíritu.
¡Esperemos
Señor el tercer
día, con la
alegría de saber
que la Pascua
está cumplida!