Editorialcepe - Es: Los Trastornos de La Articulación
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colección
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Santos Borregón Sanz
“
Los trastornos del habla y de la articulación, en no pocas ocasiones, condicio-
nan de forma temprana el normal desarrollo afectivo y emocional, los apren-
dizajes escolares, las relaciones sociales y, en un futuro más o menos lejano,
las oportunidades laborales y profesionales. Los trastornos
ito
El análisis de la articulación, que aquí presentamos, se lleva a cabo a través
de una completa exploración de fonemas y alófonos (116 palabras/imágenes)
evaluados de forma independiente en referencia al punto y al modo de articu-
lación. Posteriormente, tras analizar los resultados, es posible sugerir tanto
el pronóstico cuanto las líneas metodológicas a seguir proporcionando así un
ria
programa razonable de intervención ajustado al individuo concreto.
Si el examinador estuviera interesado tan sólo en apreciar las dificultades de
lc
Tas exponer la metodología de evaluación se proporcionan igualmente crite-
rios, orientaciones específicas para intervenir en los trastornos del habla y
ejemplos prácticos.
ep
El enfoque preventivo y rehabilitador se basa en el aprovechamiento de aque-
llos rasgos que, por pertenecer a las habilidades articulatorias del individuo,
pueden ser reutilizados para adquirir o corregir fonemas no bien articulados.
ISBN 978-84-7869-762-5
e.
9 788478 697625
es
CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN PREESCOLAR Y ESPECIAL
General Pardiñas, 95 - 28006 Madrid
Telf.: 915626524 - Fax: 915640354
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www.editorialcepe.es
ÍNDICE
Introducción.......................................................................................... 9
ed
Marco teórico. Los trastornos del habla ................................................. 11
Conclusiones ....................................................................................... 87
Glosario .............................................................................................. 89
lc
Bibliografía .......................................................................................... 93
ep
e.
es
INTRODUCCIÓN
A
bordamos la exploración y tratamiento en los trastornos fonéticos y fonológi-
ed
cos, trastornos del habla y de la articulación, conscientes de que en el ámbito
de la patología del lenguaje tienen una relevancia menor frente a los denomi-
nados trastornos del lenguaje y de la comunicación.
La exploración de fonemas y alófonos tiene por objeto investigar las dificultades y des-
trezas en referencia a la pronunciación de sonidos del habla y, en su caso, plantear ob-
jetivos y metodologías de intervención ajustadas al individuo, buscando una actuación
realista y crítica, alejada de falsas creencias, de prejuicios y, en no pocas ocasiones,
de juicios de intención.
ed
Líneas atrás señalamos que cuando un niño pronuncia un fonema en algunas ocasiones
y sin embargo en otras no, es frecuente interpretar este hecho como falta de integra-
ción o generalización del fonema recién aprendido, baja atención, poco esfuerzo e
interés, etc. Es cierto que alguna o algunas de estas justificaciones pueden responder
acertadamente a las dificultades de habla del niño o adulto, pero no necesariamente.
De nuevo, con otro ejemplo, no es esperable la realización del fonema /n/ en la palabra
ito
enfermo, articulación labiodental, si acaso el sujeto no es capaz de realizar el fonema
/f/. Instigar, forzar y exigir la realización alofónica del fonema /n/ sería una incongruen-
cia difícil de justificar siendo a todas luces razonable iniciar el aprendizaje del fonema
/f/, fonema que posteriormente llevará, de forma natural, a realizar el fonema /n/ en
su modalidad de labiodental
ria
La exploración de la articulación, tal como la venimos proponiendo, nos permite re-
cabar datos sobre un determinado fonema o alófono ponderando a su vez el nivel de
adquisición y afianzamiento del mismo.
Tras este análisis es posible programar una actuación alejada de rituales e incluso de
lc
falsas creencias, planteando un modelo de intervención que parta de las habilidades
articulatorias del individuo para alcanzar metas superiores en el desarrollo fonético-
fonológico. Concretamente, proponemos dos modelos de intervención: uno de ellos
basado en la enseñanza directa de los rasgos del fonema, en un proceso sumativo y
ep
acumulativo de rasgos; el otro, partiendo del conocimiento de las habilidades articu-
latorias del sujeto, aprovecharía los rasgos que se hacen presentes en determinados
fonemas a fin de adquirir o corregir fonemas no bien articulados.
MARCO TEÓRICO.
LOS TRASTORNOS DEL HABLA
ed
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-IV TR, define el
Trastorno fonológico como: “Incapacidad para utilizar los sonidos del habla esperables
evolutivamente y propios de la edad e idioma del sujeto”.
– La dislalia como trastorno del habla producido por dificultades funcionales en la arti-
ria
culación de determinados fonemas. Se denominan según el fonema o fonemas afec-
tados y según los procesos de facilitación que use el niño (omisión, distorsión, etc.).
– El retraso simple del habla. Trastorno del habla debido a dificultades fonético-articu-
latorias (dislalias) y fonológicas (representación mental de la fonología inadecuada).
Se diagnostica cuando se mantienen estas dificultades fonético-fonológicas a edades
lc
superiores a los cuatro o cinco años y se clasifican según el fonema o fonemas afec-
tados (deltacismo, sigmatismo, etc.) y según los procesos de facilitación utilizados
(omisión, distorsión, etc.).
ep
– Disglosia cuando el trastorno del habla es debido a alteración anatómica o fisiológica
de los órganos articulatorios, siendo las más frecuentes la disglosia labial, la disglosia
lingual, la disglosia mandibular y la disglosia palatal.
– La dislalia evolutiva o dislalia de desarrollo hace referencia a una articulación no ma-
dura, pero acorde a la edad del sujeto, por lo que no precisa de intervención.
lc
En realidad estaríamos ante un etiquetado ambiguo ya que por una parte se recurre al
término de dislalia como trastorno de articulación y por otra al término de evolutiva para
señalar normalidad o desarrollo dentro de parámetros considerados normalizados. Este
término tal vez debiera no utilizarse o en su caso reservarse para quien, si bien presen-
ep
ta “dislalia o dislalias”, es esperable que éstas desaparezcan en la etapa de desarrollo,
antes de los cinco-seis años. Estaríamos pues ante una articulación no madura que se
prevé madure en la etapa en la que se completa el código fonético-fonológico.
– Es debido a un uso ineficaz del mecanismo articulatorio. Dicho trastorno no es debi-
do, pues, a alteración orgánica en labios, lengua, etc., ni tampoco a disfunción o pro-
blemática alguna ligada al sistema nervioso central o periférico. Dicho de otro modo,
el sujeto no presenta alteración orgánica alguna que le impida realizar el fonema sin
embargo, por razones diversas, no consigue hacerlo.
ed
– En relación al marco evolutivo cursa con edad inadecuada, teniendo en cuenta que no
todos los fonemas presentan la misma dificultad a la hora de su adquisición. A este
respecto conviene matizar que el código fonético-fonológico se completa en torno a
los seis años; sin embargo, la no pronunciación del fonema /e/ a los dos años ha-
bríamos de considerarla como dislalia ya que dicho fonema ha de estar presente en
niños de esa edad. Consecuentemente, no estimamos como evolutivo todo trastorno
ito
de articulación presente en edades inferiores a los 5 - 6 años.
ejemplo al realizar /s/ alveolar en lugar de /s/ dental en la palabra estufa. La conmuta-
ción permite pues saber si una variante tiene valor distintivo, es decir, valor de fonema
o bien de alófono.
El trastorno fonético puede existir sin trastorno fonológico, tal como acontece por
ejemplo en quien presenta dislalia en el fonema /r/. Sin embargo, el trastorno fonético
ed
suele coexistir con trastornos fonológicos.
El sujeto que realiza los fonemas aisladamente y no cuando se hallan formando parte de
las palabras, o bien los realiza en una ocasiones pero no en otras, clásicamente es in-
terpretado como un trastorno fonológico, pero no fonético; sin embargo, la realización
del fonema en una posición de la palabra y la no realización en otra, no necesariamente
ito
habría de considerarse como trastorno fonológico. Así, la realización del sonido /s/ en
palabras tales como sopa y no en cambio en la palabra asceta podría responder a un
trastorno fonético y no necesariamente fonológico, tal sería el caso del niño que no
realiza articulación interdental. Dado que en la evaluación de la articulación no siempre
se hace distinción entre fonemas y alófonos, será preciso tomar ciertas cautelas a la
hora de interpretar resultados de exploraciones realizadas al modo convencional (eva-
ria
luación del fonema en posiciones inicial, medial y final) ya que no siempre se consideran
las variantes alofónicas.
Podríamos decir que todo trastorno fonético lleva aparejado un trastorno fonológico ya
que se produce omisión, sustitución o alteración del sonido o sílaba en la palabra; sin
lc
embargo, no todo trastorno fonológico lleva implícito un trastorno fonético tal como
ocurre, por ejemplo, en individuos que presentan simplificaciones silábicas, epéntesis,
metátesis o bien otras alteraciones de tipo fonológico y sin embargo reproducen co-
rrectamente los fonemas de forma aislada.
ep
En no pocas ocasiones, trastornos fonéticos y fonológicos se hallan presentes condi-
cionándose entre sí, lo fonético a lo fonológico y en sentido inverso. Así, en el habla
infantilizada e inmadura generalmente no se realizan bien las palabras, alterándose su
estructura, y tampoco están presentes los fonemas de forma individualizada. En otro
sentido, el niño con múltiples trastornos fonéticos presenta por lo general dificultades
e.
importantes en el ámbito fonológico, dificultades que aumentan en la medida en que en
una misma palabra se incrementa el número de fonemas dislálicos.
El niño que pronuncia mal, por lo general es sabedor de sus dificultades y evita expo-
ep
nerse al fracaso en tareas de imitación, siendo a su vez menos hablador. En no pocas
ocasiones la familia suele referir igualmente que el niño presenta rechazo a tareas de
repetición mostrando por otra parte enfado, disgusto o incomodidad cuando no se le
entiende. Ambas características: resistencia a tareas verbales e inhibición, se incre-
mentan a medida que el niño va avanzando en edad y se traducen frecuentemente en
un incremento del bloqueo y de la inhibición y en un menor volumen de habla, hipolalia,
e.
a fin de no hacer evidente las propias dificultades. Consecuentemente se produce una
merma en la discriminación auditiva de rasgos y en la diferenciación consonántica, lo
que da lugar en el ámbito de la pronunciación a una mayor imprecisión en la articulación
y a un menor progreso en la actividad imitativa oral.
es
A tenor de estas características podemos hallar cierta semejanza entre los trastornos
dislálicos y la afasia de Broca ya que se trata de un cuadro expresivo en el que predo-
mina conciencia, inhibición, comprensión de la tarea y dificultad en el acceso fonético
fonológico y ello, igualmente, en ausencia de alteración manifiesta en órganos articu-
latorios o de respiración que impidan la precisa ejecución motora. Bien es cierto que
para el caso de la afasia hay constancia de una lesión manifiesta en Sistema Nervioso
Central.
La mayor edad del niño no favorece la mejora del código; por el contrario, parece
empeorarlo. En estos casos la intervención temprana evitaría: problemas de comunica-
ción; la instauración de la dislalia; problemas de habla; de lectura y escritura y, en sen-
tido contrario, permitiría al niño incrementar su autoestima disminuyendo la ansiedad y
los sentimientos de fracaso.
ed
Errores fonológicos más frecuentes
Los trastornos fonológicos, trastornos a los que nos ceñiremos en el presente tra-
bajo, aun cuando vamos a explicitarlos con detenimiento, podrían reducirse a dos
grandes grupos: omisiones y sustituciones. En realidad una dislalia o trastorno de
ito
articulación se evidencia bien porque el fonema se omite, bien porque su produc-
ción no es la correcta. En el primer caso hablaríamos de omisión y en el segundo
de sustitución.
1. S
implificación silábica: En realidad estaríamos en presencia de una omisión. En
estos procesos, por lo general, se tiende a suprimir la sílaba inicial y la átona
lc
manteniendo la sílaba tónica. Ejemplos de simplificación silábica: on por ca-
mión, báyo por caballo, péjo por espejo, etc. Cuando la simplificación silábica
se halla ligada a problemas en la memoria auditiva inmediata, memoria de repe-
tición, es frecuente apreciar en el niño anticipaciones o bien encabalgamiento.
ep
Ante una imagen, al incitar la repetición de la palabra con la primera sílaba, el
niño tiende a completar la palabra sin repetir la sílaba con la que fue estimulado
–anticipar-. La anticipación es, por otra parte, un signo evidente de que en el
niño existe memoria de la palabra. Ejemplo de anticipación: el educador incita
a repetir ca y el niño contesta /báyo/, sin repetir la sílaba ca, sílaba con la que
fue estimulado. En otras ocasiones, cuando la dificultad es mayor, el niño va
e.
oralizando la palabra a la vez que la está oyendo, realizando así una especie de
eco o encabalgamiento a la par que el terapeuta.
2. O
misión de fonemas: Consideramos en este apartado la omisión del fonema
es
pero no de la sílaba. Las omisiones indican igualmente inmadurez. Ej.: atón por
ratón. No obstante, se considera normal la omisión de consonantes finales hasta
aproximadamente los tres años de edad. Ej.: so por sol, tenedó por tenedor.
las consonantes sordas sustituyen a las sonoras (páso por vaso). La sustitución de
nasales por sus respectivas consonantes sordas (póto por moto) puede apuntar
hacia problemas relacionados con la ventilación o higiene nasal: adenoides, pólipos,
mucosidad, etc. Este tipo de sustituciones puede ser indicio igualmente de dificulta-
des en la discriminación auditiva.
ed
4. Asimilación: Se produce asimilación cuando se modifican algunos sonidos para que
se parezcan más a otros. Generalmente los sonidos del final asimilan a los que ante-
ceden. Podríamos hablar de asimilación progresiva si el primer segmento influye en
el siguiente o regresiva, si el segmento posterior influye en el anterior. Ej.: papalón
por pantalón, kekéño por pequeño.
ito
5. Reduplicación: El sujeto utiliza una misma sílaba para representar toda la palabra.
Se trata de una asimilación llevada al máximo. Es una alteración relativamente infre-
cuente y muy asociada a niños con importante retraso en la adquisición del habla.
Ej.: tatáta por patata.
ria
6. Epéntesis: En la pronunciación se conserva la consonante pero se le añade una
vocal. Ej.: comére por comer. La epéntesis aparece con frecuencia en los grupos
consonánticos. Ej.: furúta por fruta.
2. Sustitución: Por lo general se produce un cambio entre los fonemas líquidos o bien
se hace presente la semiconsonante /i/ sustituyendo a la consonante líquida. Ej.:
e.
práto por plato, piáto por plato, flúta por fruta, fiúta por fruta.
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ISBN 978-84-7869-762-5
e.
9 788478 697625
es