Hechos y Actos Jurídicos

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Hechos y actos jurídicos.

Se encuentran dentro del Libro IV, y en el capítulo 1, encontramos las “Disposiciones


Generales”.

La palabra “Hecho” sirve para designar cualquier acontecimiento que ocurra en el


mundo, sea producido por el hombre o no. Pero hay acontecimientos de la vida
cotidiana que pueden ser relevantes para el derecho y otros no. Aquellos hechos que
no influyen en el campo de lo jurídico se denominan “Simplemente Hechos”. Otros,
producen efectos o consecuencias jurídicas, conforme con el ordenamiento jurídico
(ej.: la muerte de una persona, celebrar un contrato, etc.) y se los llama “Hechos
Jurídicos”, estos son los que importan al Derecho, porque producen efectos jurídicos;
Nacimiento, modificación, extinción de las relaciones o situaciones jurídicas,
determinados por la ley y no por la voluntad del hombre.

Art. 257 El hecho jurídico es el acontecimiento que, conforme al ordenamiento


jurídico, produce el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones
jurídicas.

Los hechos jurídicos pueden ser Naturales o Humanos.Los naturales son todos
aquellos que se producen por causas extrañas al hombre. El nacimiento y la
muerte natural son dos grandes hechos jurídicos naturales productores de efectos
jurídicos. (por ejemplo, la muerte natural de una persona produce la apertura de la
sucesión, la modificación de la edad es otro hecho natural, cumplo 18 y se modifica mi
capacidad de ejercicio de los derechos). Los hechos humanos son todos aquellos
realizados por el hombre y que producen efectos jurídicos. Cuando el hecho es
humano hablamos de actos. En este sentido el código define a los actos jurídicos de
la siguiente forma:

Art. 259 Acto Jurídico. El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin
inmediato la adquisición, modificación o extinción de las relaciones o situaciones
jurídicas.

La norma se refiere de esta forma a los actos voluntarios, y el código define a los actos
voluntarios como:

Art. 260 Acto voluntario. El acto voluntario es el ejecutado con discernimiento,


intención y libertad, que se manifiesta por un hecho exterior.

El hecho voluntario se compone de elementos internos y un elemento externo.


Discernimiento

Intención Elementos internos.

Libertad

Declaración de la voluntad Elemento externo.

El discernimiento es una aptitud elemental para comprender el significado del


acto. Afectan este requisito y son causa de nulidad de los actos: la inmadurez, la
demencia y cualquier accidente que prive a una persona del uso de su razón. La ley
establece que son involuntarios por falta de discernimiento:

a) El acto de quien al momento de realizarlo esté privado de razón.


b) El acto ilícito de la persona menor de 10 años.
c) El acto licito de la persona menor de edad que no ha cumplido los 13 años; sin
perjuicio de lo establecido en las disposiciones especiales.

La intención es el propósito de realizar el acto. Mientras que el discernimiento es


una condición de carácter general, referida a cualquier acto, la intención debe existir
respecto del acto concreto que se desea realizar. Según el código afectan la
intención el error y el dolo.

La libertad es la posibilidad de llevar a cabo o no el acto jurídico según las


propias convicciones o deseos de la persona. Carecerá de libertad si ha sido
objeto de la violencia o intimación.

Art. 262 Manifestación de la voluntad. Los actos pueden exteriorizarse oralmente,


por escrito, por signos inequívocos o por la ejecución de un hecho material.

Manifestación de la voluntad: la declaración de la voluntad puede ser formal o no


formal, positiva o tácita o inducida por una presunción legal:

Formales: aquellas sujetas a solemnidad legal, como el matrimonio, el


testamento.
No formales: aquellas que no se encuentran sujetas a ninguna solemnidad legal.

Expresas: son aquellas en que la voluntad se manifiesta verbalmente o por escrito o


por signos inequívocos. (un ejemplo de signos inequívocos es aquella persona que
sube sin pronunciar palabra y paga el boleto o levanta la mano en un remate para
hacer una postura. No media palabra pero la conducta ha sido inequívoca e importa
una declaración de voluntad.

Art. 264 Manifestación tácita de voluntad. La manifestación tácita de la voluntad


resulta de los actos por los cuales se la puede conocer con certidumbre. Carece
de eficacia cuando la ley o la convención exigen una manifestación expresa.

Tacitas: son los actos por los cuales se puede conocer con certidumbre la voluntad.
Borda dice que si de los actos realizados se desprende esa certidumbre, es
porque se trata de signos inequívocos, por consiguiente la manifestación de expresa.
Y que la única manifestación tacita es la que se infiere del silencio.

Declaración presumida: la voluntad resulta de la presunción legal cuando por ejemplo


un pagaré se encuentra sin anotación alguna en poder del deudor, se presume que la
entrega ha sido hecha voluntaria por el acreedor.

Artículo 263. Silencio como manifestación de la voluntad. El silencio opuesto a


actos o a una interrogación no es considerado como una manifestación de voluntad
conforme al acto o la interrogación, excepto en los casos en que haya un deber de
expedirse que puede resultar de la ley, de la voluntad de las partes, de los usos y
prácticas, o de una relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes.

El silencio opuesto a actos o una interrogación no es considerado manifestación de la


voluntad.

Salvo que:

a) Haya una obligación de expedirse por la ley , como la persona que es


llamada judicialmente a reconocer la firma que está al pie de un documento y
guarda silencio; la firma se tiene como reconocida, es decir el silencio
equivale a una declaración de reconocimiento.
b) Cuando haya una obligación de explicarse a causa de una relación entre
el silencio actual y las declaraciones precedentes. Ejemplo un empresario
suscribe con otro un contrato mediante el cual se obliga a hacerle entrega
periódica de mercadería a un precio estipulado. Al cabo de un tiempo el
proveedor le hace saber al empresario que la mercadería subió de precio. El
empresario guarda silencio y sigue recibiendo la mercadería. Este silencio
debe ser interpretado como aceptación del nuevo precio.
c) También puede suceder que las partes hayan convenido que el silencio de una
de ellas era tomado como declaración de voluntad en un sentido dado. En este
caso es la voluntad de las partes la que le confiere ese valor. Ejemplo las
partes acuerdan celebrar un contrato de locación por una clausula se dispone
que si las partes no denuncian el convenio en un plazo de sesenta días antes
del vencimiento, se tendrá por prorrogada la locación por dos años más.

Los caracteres del acto jurídico son: (lorenzetti)

a) Acto: es para diferenciarlo del hecho de la naturaleza, cuyos efectos se producen


con independencia de la voluntad creadora del hombre.

b) Acto voluntario: significa que para configurarse depende de que sea ejecutado por
la persona con discernimiento, intención y libertad, es decir, con todos los elementos
internos de la voluntad sanos o sin vicios (art. 260). Precisamente, si el fenómeno que
la ley capta y tutela es la voluntad de los seres humanos destinada a un fin lícito, es
esencial o determinante que exista una voluntad plenamente configurada, encaminada
a producir esos efectos.

c) Acto lícito: de la definición legal se desprende que el acto o negocio debe ser
necesariamente lícito. Para ello no debe estar en contradicción con ninguna
disposición, considerando a tal efecto el ordenamiento jurídico en su totalidad. Es
conforme a Derecho.

d) Fin inmediato de producir efectos jurídicos secundado por el ordenamiento legal:


es el fin específico, la nota típica del acto jurídico, que lo diferencia de todos los otros
actos que, no obstante ser voluntarios, no tienen el propósito de crear relaciones y
situaciones jurídicas. El fin inmediato está dado por la voluntad humana , el fin jurídico
lo persigue el agente que celebra el acto jurídico. Ejemplo si celebro un acto jurídico
de adopción es porque quiero adoptar, los efectos los busca la persona. Esto no
ocurre en el simple acto licito (la consecuencia jurídica la da la ley), los efectos del
acto no son perseguidos por el agente.
VICIO DE LA VOLUNTAD:

El capítulo 2, nos habla del error como vicio de la voluntad:

Vicia la intención.

El error que vicia la voluntad, en el Código lo entendemos como el error de


hecho. El Codigo establece que el error de hecho esencial vicia la voluntad y
causa la nulidad del acto. Por otra parte cabe aclarar que el error de derecho es
desconocer nuestro derecho y en este sentido el art. 8 establece la
inexcusabilidad de la ley, la ignorancia de la ley no sirve de excusa para su
cumplimiento. La ley se presume conocida por todos desde que entran en
vigencia. No podemos desconocer el derecho porque si no incurriríamos en una
inseguridad jurídica. Si no se alegaría alguien por ejemplo que no sabía que
tenía que pagar los impuestos que gravan a la propiedad porque desconoce la
ley.

El error de hecho, es el error sobre los hechos que justifican el consentimiento.

Art. 265 Error de hecho : el error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la
nulidad del acto. Si el acto es bilateral o unilateral recepticio, el error debe además, ser
reconocible por el destinatario.

El error debe ser esencial, para viciar la voluntad del acto y causar su nulidad. (la
nulidad es una sanción de tipo legal (porque nace de la ley) que priva los efectos
típicos y propios del contrato) Esto significa que pone a las partes previa del contrato,
como si las partes no hubieran contratado.

 En primer lugar tiene que ser de hecho.


 Bilateral (dos partes) o unilateral recipticio (se manifiesta una voluntad y el otro
recibe de esa voluntad)
 Reconocible por el destinatario.

En este sentido cabe distinguir entre error esencial y error accidental. Debido a que si
cualquier error diera lugar a la nulidad de los actos, éstas serían frecuentísimas.

Error esencial: se refiere al elemento del contrato que se ha tenido en miras al


momento de celebrarlo, sólo él da la anulación del contrato.

Error accidental: el error que recae sobre circunstancias secundarias o


accidentales no es suficiente para declarar la nulidad.
El código ha enumerado esencial: Art. 267.

El error de hecho es esencial cuando recae sobre:


a) la naturaleza del acto; por ejemplo yo me propongo venderte una casa y tu
entiendes recibirla en donación o alquiler. Pensé que era una donación y es una
compra venta.
b) un bien o un hecho diverso o de distinta especie que el que se pretendió
designar, o una calidad, extensión o suma diversa a la querida; yo entiendo
venderte mi casa de Buenos Aires y tu aceptas comprar en Córdoba. Compro una
obra de arte que se considera de mucho valor y es una imitación. Por ejemplo la
calidad del auto, o una obra de arte, una suma mayor o menor. En Uruguay se vendió
una Ferrari y el escribano le puso dos cero de menos y el comprador pago lo que
decía la escritura y se empezaron la tratativas por el error, esto se pudo hacer
subsanado pero la parte vendedora pidió el error.
c) la cualidad sustancial del bien que haya sido determinante de la voluntad
jurídica según la apreciación común o las circunstancias del caso; la cualidad
sustancial es la que las partes han tenido en miras como esencial del negocio. Para
que el juez juzgue si se trata de sustancial la cualidad debe apreciar su importancia de
acuerdo a las circunstancias y las practicas del negocio.
d) los motivos personales relevantes que hayan sido incorporados expresa o
tácitamente; aquellos motivos que la persona se propone conseguir con la
celebración de ese acto, haciéndolo conocer a la otra parte.
e) la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere el acto si ella fue
determinante para su celebración. Si encargo un retrato la persona del pintor tiene
importancia fundamental, si presto una suma de dinero, el prestatario debe ser
cuidadosamente elegido, tener solvencia material y moral. Solo los contratos intuitu
persone pueden ser anulados por error y siempre que este haya sido determinante.

Subsistencia del acto: la parte que incurre en error no puede solicitar la nulidad del
acto si la otra ofrece ejecutarlo con las modalidades y el contenido que aquella
entendió celebrar como el caso de la Ferrari.

Error reconocible:

El error es reconocible cuando el destinatario de la declaración lo pudo conocer


según la naturaleza del acto, las circunstancias de persona, tiempo y lugar.
Los actos jurídicos pueden ser declarados nulos cuando hay error de hecho, el
que, para ser invocado, además de ser esencial (art. 265), como se dijo, debe ser
reconocible. Es decir, el error es reconocible cuando en relación a la naturaleza y
circunstancias del negocio jurídico, el destinatario, usando la normal diligencia, hubiera
podido darse cuenta de él.

La otra parte además tuvo que haber conocido el error en que incurrió quien tuvo ese
falso conocimiento de las cosas. Y asi se protege la buena y la seguridad en el trafico,
figuras compatibles con el deber de información

Error de cálculo:

No da lugar a la nulidad del acto sino solamente a su rectificación, excepto que


sea determinante del consentimiento.

Es una discordancia superable con la sola corrección que corresponda y dejarla


asentada para que se refleje la voluntad realmente declarada. En cambio procede la
nulidad cuando la

suma o el cálculo han sido determinantes en el consentimiento.

Pero, de tratarse de un mero error numérico, es claro que, como prevé el artículo
en comentario, la nulidad no será viable, sino que procede su rectificación.

Error en la declaración:

Cuando existe discordancia entre lo pensado y lo declarado se produce la nulidad del


acto.

DOLO COMO VICIO DE LA VOLUNTAD:

Artículo 271. Acción y omisión dolosa. Acción y omisión dolosa. Acción dolosa
es toda aserción de lo falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio,
astucia o maquinación que se emplee para la celebración del acto. La omisión
dolosa causa los mismos efectos que la acción dolosa, cuando el acto no se
habría realizado sin la reticencia u ocultación.

El dolo supone siempre un engaño: que consiste en un acto positivo como cuando se
vende la copia de un cuadro celebre afirmando engañosamente que es el auténtico.
Pero también se miente con el silencio, la omisión consiste en callar la verdad
cuando se sabe que la otra parte está equivocada respecto de un elemento
esencial del contrato, que es determinante en el consentimiento.

Condiciones para que se dé lugar al dolo:

El código establece cuales son las condiciones que debe reunir el dolo esencial
para dar lugar a la anulación del acto:

a) Debe ser grave: la gravedad del dolo debe juzgarse en relación a la condición
de la víctima. Por ejemplo las maniobras que bastan para inducir a un
analfabeto a celebrar un acto no son suficientes para una persona de cultura,
con experiencia de vida y negocios.
b) Determinante de la voluntad: si se vende la copia de un Greco, afirmando
que es auténtica, el dolo es determinante.
c) Debe ocasionar un daño importante:
d) El dolo no tuvo que haber sido reciproco, Si las partes se engañan
mutuamente, la ley se desinteresa de ellas.

Sujetos: el art. 274 establece que el dolo esencial y incidental puede ser su autor una
de las partes del acto o un tercero.

Dolo incidental:

Es aquel que no fue determinante del consentimiento prestado por la víctima. No


afecta la validez del acto. Pero se deberá indemnizar por los daños y perjuicios
derivados de él.

VIOLENCIA:

Cuando el consentimiento fue producto de bajo presión de la violencia física o moral,


el acto a pedido de la victima debe ser anulado.

No toda presión o violencia, hecha por uno de los contratantes sobre el otro, autoriza a
pedir la anulación del acto. La ley exige ciertos requisitos sin los cuales esta sanción
no tiene lugar:

a) Es necesario, ante todo, que se trate de una amenaza.

En este concepto se comprenden, desde luego, todos los hechos ilícitos.

b) b) Las amenazas deben referirse a un mal inminente y grave.


¿Qué debe entenderse por mal inminente? que sea más o menos próximo, de
tal modo que no pueda evitarse a tiempo ni reclamarse el auxilio de la
autoridad pública o que ésta no sea eficaz. Sólo el peligro lejano o remoto está
excluido de este concepto. La violencia no debe juzgarse, por tanto, en relación a
un hombre fuerte, de coraje, sino teniendo en cuenta las condiciones personales
de la víctima.

El mal inminente y grave puede referirse a la persona o bienes de la parte (art.


276, Cód. Civ.). No sólo lo que afecta la integridad corporal o la dignidad de una
persona es grave, también lo que pone en peligro sus derechos patrimoniales
puede revestir ese carácter.

c) Personas a las que deben referirse las amenazas.

Dispone el artículo 276 que las amenazas deben recaer sobre la parte
contratante o sobre un tercero (el Código Civil hacía referencia al cónyuge, a
los descendientes o ascendientes, legítimos o ilegítimos). Hoy éstos y otros
más están incluidos dentro del concepto de terceros.

Violencia ejercida por un tercero.

La violencia ejercida por un tercero da lugar a la anulación del acto, lo mismo que si
emanara de la parte (art. 277, Cód. Civil y Comercial). En ambos casos, en efecto, la
víctima de un hecho ilícito debe ser protegida por la ley.

Si la violencia ejercida por el tercero fuera conocida por la parte a quien favorece,
ambos son solidariamente responsables por los daños y perjuicios sufridos por la
víctima (art. 942, Cód.aCiv.); pero si aquélla no tenía conocimiento alguno de la
violencia, el único responsable por los daños y perjuicios es el tercero (art. 943 Cód.
Civ.)

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