Perspectiva Psicológica
Perspectiva Psicológica
Perspectiva Psicológica
Al hablar de fenómenos paranormales, a muchas personas se les viene a la cabeza los trastornos
psicológicos. Algunas veces, las personas que dicen estar poseídas por entidades negativas dicen la
verdad, como otras no. Es por esto la importancia en saber distinguir entre ciertos trastornos mentales
que podrían incluir alucinaciones de origen visual y auditivo, para estas definiciones se usara como guía
el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (American Psychiatric Association,
2016).
1.1. Alucinaciones.
Un fenómeno bastante habitual dentro de las enfermedades mentales son las alucinaciones. Estas
consisten en percibir cosas como visiones, sonidos u olores que parecen reales, pero no lo son. Estas
percepciones son creadas por la mente.
Los trastornos psicóticos son trastornos mentales graves que causan ideas y percepciones anormales. Las
personas con psicosis pierden el contacto con la realidad. Dos de los síntomas principales son delirios y
alucinaciones. Los delirios son falsas creencias, tales como la idea de que alguien está en su contra o que
la televisión les envía mensajes secretos. Las alucinaciones son percepciones falsas, como escuchar, ver
o sentir algo que no existe.
La esquizofrenia es un tipo de trastorno psicótico. Quienes sufren de trastorno bipolar también pueden
tener síntomas psicóticos. Otros problemas que pueden causar psicosis son: el alcohol y ciertos
medicamentos, tumores cerebrales, infecciones del cerebro y un ataque cerebrovascular (ACV).
El tratamiento depende de la causa de la psicosis. Puede incluir fármacos para el control de los síntomas
y psicoterapia. La hospitalización es una opción para los casos serios en los que una persona puede ser
peligrosa para sí misma o para los demás.
1.3. Esquizofrenia.
Es un trastorno mental que dificulta diferenciar lo que es real de lo que no. También dificulta pensar con
claridad, tener respuestas emocionales normales y actuar de manera normal en situaciones sociales.
La esquizofrenia es una enfermedad compleja. Los expertos en salud mental no están seguros de cuál es
su causa. Es posible que influyan los genes. La esquizofrenia se presenta por igual en hombres y
mujeres. Generalmente comienza en la adolescencia o en los primeros años de la adultez, pero puede
empezar más tarde en la vida. En las mujeres, tiende a empezar ligeramente más tarde. La esquizofrenia
en los niños por lo general comienza después de los 5 años de edad. Es poco común en la niñez y puede
ser difícil diferenciarla de otros problemas del desarrollo.
El trastorno esquizotípico de la personalidad (TEP) es un padecimiento mental por el cual una persona
tiene dificultad con las relaciones interpersonales y alteraciones en los patrones de pensamiento,
apariencia y comportamiento. Se desconoce la causa exacta del TEP. Pueden estar involucrados muchos
factores:
Genético: el TEP parece ser más común entre parientes. Estudios han revelado que con mayor
frecuencia se encuentran algunos genes defectuosos en personas con TEP.
Psicológicos: la personalidad, la habilidad de lidiar con el estrés y de manejar las relaciones con otros de
una persona puede contribuir al TEP.
Ambiental: sufrir un trauma emocional cuando niño y el estrés crónico también pueden jugar un papel
en el desarrollo del TEP.
El trastorno delirante está caracterizado por la presencia de una o más creencias falsas firmemente
asentadas que persisten durante al menos 1 mes.
Las falsas creencias pueden ser cosas comunes que podrían ocurrir (como ser engañado por el
cónyuge) o cosas improbables (como que a una persona le extirpen órganos internos sin dejar
cicatriz).
Este trastorno puede desarrollarse en personas con trastorno paranoide de la personalidad.
Los médicos basan el diagnóstico fundamentalmente en la historia personal, una vez han
descartado otras posibles causas.
Las personas generalmente permanecen funcionales y mantienen su actividad laboral.
La existencia de una buena relación entre médico y paciente es esencial para el tratamiento.
Las ideas delirantes pueden referirse a situaciones que podrían llegar a darse en la vida real, como ser
perseguido, envenenado, infectado, amado en secreto o engañado por el cónyuge o el amante. O pueden
comportar situaciones cuya ocurrencia es muy poco probable, como que a la persona le extirpen órganos
internos sin dejar cicatriz. La diferencia entre un delirio y una falsa o equivocada creencia es que la
persona sigue creyendo en el delirio a pesar de que todas las pruebas lo contradigan claramente.
El trastorno esquizofreniforme se caracteriza por síntomas idénticos a los de la esquizofrenia, pero que
duran 1 mes o más pero menos de 6 meses.
Es una afección mental que provoca tanto pérdida de contacto con la realidad (psicosis) como problemas
anímicos (depresión o manía). Se desconoce la causa exacta de este trastorno. Los cambios en los genes
y químicos en el cerebro (neurotransmisores) pueden jugar un papel.
Se cree que el trastorno esquizoafectivo es menos común que la esquizofrenia y los trastornos del estado
de ánimo. Las mujeres pueden experimentar la afección con más frecuencia que los hombres. Este
trastorno tiende a ser raro en niños.
Los síntomas del trastorno esquizoafectivo son diferentes en cada persona. A menudo, las personas que
padecen este trastorno buscan tratamiento para problemas del estado de ánimo, desempeño diario o
pensamientos anormales. La psicosis y los cambios en el estado anímico pueden ocurrir al mismo
tiempo o solos. El curso de este trastorno puede implicar ciclos de síntomas graves seguidos de
mejoramiento. Los síntomas del trastorno esquizoafectivo pueden abarcar:
Por otra parte, la Iglesia Católica de manera oficial, el 22 de Noviembre de l998, ha publicado el nuevo
ritual de exorcismos en el que no niega la posibilidad de posesión diabólica, pero sí sugiere que primero
se deba recurrir al peritazgo médico y sicológico antes de realizar cualquier tipo de exorcismo, que debe
ser hecho con las correspondientes cautelas (Arboleda, 2001).
Por tanto, una vez teniendo en cuenta los tipos de trastornos que incluyen alucinaciones, es importante
discernir si se presentan dicha sintomatología y si se puede enfocar en algún cuadro clínico de los
anteriormente señalados. Por otra parte también es importante mencionar que si la persona presenta la
conjunción de varios síntomas, se presenta una comorbilidad de trastornos mentales que incluyen
alucinaciones, por lo que un dato muy evidente, y que no puede ser estudiado por las ciencias médicas,
es que todas las alucinaciones de origen medico/orgánico se presentan al interior de la mente de la
persona, un claro ejemplo de esto son los pacientes que dicen escuchar voces dentro de su cabeza.
Cuando las voces se escuchan desde el exterior, es decir cuando una persona escucha voces que vienen
fuera de su mente, se evidencia el contacto con entidades sobrenaturales.
El primer cristiano que inició el estudio de las posesiones demoniacas fue san Hipólito, llamado el
Punzador por su costumbre de utilizar agujas para encontrar las «marcas del demonio»: zonas de la piel
anestesiadas que en aquel tiempo se atribuían a firmas del Satanás. El famoso libro sobre la brujería
publicado a finales del siglo XV, Malleus. Maleficarum, detalla los exorcismos que pueden efectuarse
en diferentes casos. Incluso se creía que los animales eran objeto de posesión.
Los exorcistas y estudiosos del tema creían que las personas endemoniadas presentaban unos síntomas
determinados, como poner los "ojos en blanco", la llamada xenoglosia (hablar en lenguas desconocidas
por el paciente), la aparición de "dermografismos" (escrituras del demonio en la piel del paciente), la
conducta violenta, desorganizada o inhabitual para el paciente y las convulsiones, a las que se añadían la
memoria o personalidad «borrada», la respiración agónica, la aversión a lo sagrado, la aparición de
enfermedades sin causa aparente, el acceso a conocimientos sobre sucesos distantes y ocultos (la
llamada gnosis) y a lenguajes extranjeros (la llamada glossolalia) o hablar y entender lenguas
desconocidas por el sujeto, muchas de ellas "muertas" (que han dejado de existir), los supuestos cambios
drásticos en la entonación vocal y en la estructura facial, la aparición repentina de lesiones (arañazos,
punciones y diferentes marcas), las cicatrices "espontaneas" y la fuerza desproporcionada (Diaz &
Salazar, 2018).
La posesión demoniaca es el término con que se describe el control interno, intermitente o permanente,
por un demonio de las acciones del cuerpo de un ser humano. La demonología se dedica a su estudio.
Además de la religión cristiana, existen religiones o culturas que consideran la existencia de demonios
que causan algún tipo de malestar mental, físico o espiritual. Por ejemplo: en la cultura Islámica
encontramos a los “Jinn” que son descritos como entes que pueden aparecer especialmente en forma de
serpiente o de hombre para hacer maleficios a los humanos. Por otra parte en la mitología hebrea se hace
referencia a dos tipos de demonios: los “e`irim” y los “shedim”. Ambos son demonios que interfieren en
la vida de los hombres causándoles males. En la mitología japonesa se hablaba de los oni, que
Personas religiosas cristianas creen que los demonios pueden entrar en una persona de varias maneras,
principalmente la práctica del espiritismo en sus diversas formas: invocación de espíritus de personas
difuntas, pactos con el Satán, la astrología, la cartomancia, la Güija, etc. También puede ser
provocado en otra persona a través de prácticas satánicas, como misas negras, maleficios, mal de ojo,
etc. En este caso, tanto la víctima, como los invocadores del maleficio pueden quedar infectados por uno
o varios demonios. Para los pensadores católicos, el demonio se puede manifestar sobre un plano
puramente psicológico: lo hace a través de la obsesión o de las tentaciones obsesivas, por ciertas
visiones inexplicables o/y alucinaciones; si su intervención se complica y toma la forma de desvaríos
psicológicos o sobrenaturales, entonces se tratará de una posesión. En este caso, se podría poner en
evidencia la presencia del demonio y su imperio sobre el cuerpo del poseído. Se distinguen un estado de
calma y un estado de crisis. El estado de crisis se deduce por las contorsiones, las explosiones de rabia,
las palabras impías y blasfemas. El poseso entra en trance, perdiendo todo control, y, lo más a menudo,
toda consciencia y memoria sobre lo que le está pasando.
Desde un punto de vista médico, la posesión demoniaca se considera una de las formas del trastorno
disociativo (de conversión) que antiguamente se denominaba histeria. Se codifica en la clasificación
internacional de enfermedades mentales (CIE) de la Organización Mundial de la Salud como F-44.3
trastorno de trance o posesión o como F-44.81 trastorno de personalidad múltiple; también se halla
incorporado en el Manual de Diagnóstico y Estadística en su cuarta versión (DSM-IV). Comúnmente se
le denomina «demoniopatía» o «demoniomanía» y se describe como la creencia del paciente de estar
poseído por una divinidad o demonio, y de obrar bajo su control.
Posteriormente, Joseph Breuer en colaboración con Sigmund Freud publica en 1895 los Estudios sobre
la histeria, que se basa en el caso de Anna O, una joven con personalidad Múltiple que hablaba en
lenguas extranjeras. Continúa el proceso Théodore Flournoy con el estudio de la médium Helen Smith,
en su libro publicado en 1899 Desde la India al planeta Marte. En la actualidad, aunque poco
publicitados, se ha continuado estudiando el trastorno con revisiones sobre temas tales como vudú́ ,
chamanismo,exorcismo, etc.
Por otra parte el neurólogo francés Jean-Martin Charcot fue el primero en percatarse de la similitud que
mostraban los casos de histeria y los de posesión diabólica. Otro síntoma que presentan las personas
poseídas, son las reiteradas visiones y sentimientos que presentan, tales como sentir que un ente extraño
les controla, sentimientos de ahogarse, quemarse, dolor, angustia y vision de entes, personas o espíritus
extraños o ya fallecidos y que no son percibidos por los demás. Estos síntomas suelen aparecer en los
diferentes tipos de trastornos disociativo, a menudo sobre todo en estratos socioeconómicos bajos o en
regiones apartadas de la civilización y a menudo en cultos cristianos pequeños (sectas) se confunden los
síntomas de la esquizofrenia o los trastornos de ideas delirantes con manifestaciones de posesión
demoniaca en el cine.