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De “Las Venas Abiertas de America Latina” al “Manual del

perfecto Idiota Latinoamericano”; o el “Estigma” de los


Pobladores al Sur del “Río Grande”

“... Hemos guardado un silencio bastante parecido a la


estupidez...”
(Proclama insurrecional de la Junta Tuitiva en la ciudad de La Paz,
16 de julio de 1809).

“Cree que somos pobres y viceversa, que la historia es una exitosa


conspiración de malos contra buenos en la que aquellos siempre
ganan y nosotros siempre perdemos, no tiene empacho en navegar
en el ciberespacio, sentirse on line y abominar del consumismo.
Cuando habla de cultura, tremola así: “Lo que se lo aprendí en la
vida, no en los libros, y por eso mi cultura no es libresca si no
vital>>. ¿Quien es el? Es el idiota latinoamericano”.

Con estas lapidarias afirmaciones, se inician estos dos ensayos


literarios que mas que desnudar la idiosincrasia del latinoamericano
promedio; parecen mostrar ante la opinión mundial el estigma (Con
el término estigmas (del griego estigma que significa marca) son
descritas las llagas que se forman espontáneamente sobre las
manos, sobre los pies, al costado y en el rostro, parecidas a las
llagas de Cristo crucificado.) con el que nacemos los
pobladores al Sur del Río Grande. Estigma que con sus
yagas subyacentes nos sirve para espiar nuestra Mea Curpa, y el
facilismo con el que abordamos la cotidianidad en nuestro sub
continente sub desarrollado o tercer mundista..

Las venas abiertas de América Latina, ensayo periodístico del


escritor uruguayo Eduardo Galeano, contiene crónicas y
narraciones que dan pruebas del constante saqueo de recursos
naturales que sufrió el continente latinoamericano a lo largo de su
historia a manos de naciones colonialistas, del siglo XV al siglo XIX,
e imperialistas, del siglo XX en adelante.

El libro presenta la historia de América en forma cronológica


mediante relatos cortos, da cuenta de los excesos que cometieron
los colonizadores contra los pueblos originarios y del saqueo al que
fueron sometidos los territorios que en el presente conforman
Latinoamérica y el Caribe. Se publicó en el año 1971, a
comienzos de una década plagada de enfrentamientos políticos e
ideológicos en la región. El autor aseguró más de una vez que no
se arrepiente en nada de lo que escribió en este libro que algunos
coterráneos han llegado a llamar “la Biblia Latinoamericana”.
“Las venas abiertas de América Latina” de, Galeano, para unos
una suerte de manual del sufrimiento o de muro de los lamentos de
la izquierda del subcontinente, en el cual, con el reduccionismo
típico de la Guerra Fría y su face posterior, se condena a los
poderes mundiales por un expolio que jamás pudo cometerse y se
sigue cometiendo sin la indiferencia, y hasta complicidad, de los
locales, de todos los locales.
En este libro tenemos un papel de víctimas porque siempre hay
alguien (país, empresa o persona) que tiene la culpa de nuestra
pobreza, pero no reconoce que tenemos la responsabilidad de
hacer nuestro propio destino, según este “los países ricos ganan
consumiendo los productos latinoamericanos mucho más de los que
América Latina produciéndolos”. Galeano no es capaz de entender
que “si los latinoamericanos no exportan y obtienen divisas a duras
penas podrán importar”. “los impuestos que pagan los
consumidores de esos productos no constituyen una creación de
riqueza, sino una simple transferencia de riqueza del bolsillo privado
a la tesorería general del sector público (donde es probable que sea
mal utilizada, como con los gastos del estado en un gobierno de
idiotas)”.
Efectivamente, el libro de Galeano es uno de los que más daño le
ha hecho a nuestro sub continente. Su argumentación elemental
sostiene que somos pobres porque ellos son ricos.
Muchos afirman que esta obra marcó la época en la que se
escribió, causando honda huella en los sectores juveniles y
adquiriendo rápida popularidad. Fue prohibido en Uruguay y en
Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Las venas abiertas de América Latina tiene una función muy clara:
dar a conocer cuáles fueron los orígenes de la constante
humillación de la que es objeto esta parte del mundo por parte de
los países más desarrollados, los cuales tejen sus redes de
dependientes a través de la imposición tecnológica y económica de
sus empresas.
A manera de conclusión no resta más que decir que la lectura del
libro deja al lector con un sinfín de preguntas que el estudio y la
investigación le harán comprender. Por lo pronto, Galeano da una
pequeña muestra de la actividad que tiene el capitalismo en
proyectarse como amo y señor del mundo, permite ver cuánto daño
ha hecho este sistema a los gobiernos de los países
latinoamericanos, quienes no han sabido vivir solos para crear su
propia democracia y no la que promulga en todo lugar que pisa la
ideología capitalista estadounidense.

Estoy de acuerdo en que el libro para empezar está


desactualizado, la situación de América latina ha cambiado
considerablemente en estos 20 años que transcurrieron desde que
el libro fue escrito, ahora que para entender y apreciar un libro hay
que ubicarse en la época en que fue escrito. Pero sobre todo estoy
de acuerdo en que más que como un libro de información histórica,
funciona como un justificativo para seguir siendo subdesarrollados.
¿Por qué? Porque el autor expone que debido al sistema capitalista
imperante hoy en día y al imperialismo "yanqui" seguimos siendo
pobres, cuando en realidad seguimos siendo pobres porque no
hacemos nada para cambiar eso, nos conformamos con echar la
culpa a otro país o a un sistema y nos quedamos tranquilos a ver
que pasa y criticar desde nuestra silla subdesarrollada lo que no
nos parece y ¿qué hacemos para construir lo que nos parece?
Galeano ofrece, sin duda, en este libro un llamado de atención
que debe ser escuchado o como dice él ¿tan sólo nos toca vivir
cruzados de brazos?, creer que con darle una lectura a Las venas
solucionará nuestra crisis es irrisorio. La propuesta es crear
sistemas de rebelión, los cueles permitan poco a poco terminar con
este sistema al que poco le importa la integridad humana.

En cuanto al Manual del Perfecto idiota Latinoamericano escrito


por Mario Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza y Carlos Alberto
Montaner es un libro de estilo irónico y fuerte que con base en datos
y conocimientos empíricos muestra la forma de ser como realmente
el imperialismo mundial quiere que mostremos los latinoamericanos,
pues, según ellos y los autores somos un sinónimo de marxismo o
izquierdistas, pero con unas características y particularidades
propias de un “idiota”:
El idiota es aquel que no ve que el problema es la propia estructura
vampirizante del Estado y jamás desvanece en su esperanza de
que el problema tan sólo se resolvería encontrando al político
honesto, descubriendo al Robin Hood mesiánico, al que espera sin
desmayo. A veces, cuando lo encuentra y el "Mesías" acaba
irremediablemente empobreciendo a la sociedad, la culpa es de sus
enormes enemigos, nunca de las acciones del propio caudillo de
turno.
Frente a la ausencia de instituciones sólidas, emerge la engañosa
necesidad de un caudillo nacional. Ésta es una de las aportaciones
políticas señeras del continente latinoamericano al mundo. Y
también la desgracia del mismo. Ejemplos hay muchos: Vargas
(Brasil), Velasco (Perú), Perón (Argentina), Arbenz (Guatemala),
Torrijos (Panamá), Pinochet (Chile) y un largo etcétera de caudillos
que personifican o encarnan al Estado.
Se aterra el idiota sólo con pensar que la solución tal vez estaría
en que el Estado se alejase de actividades que suele desempeñar
mal y diera paso a la libre acción humana. Algo tan sencillo como
eso no es visto por el querido protagonista descrito por los autores
de este divertido manual. El problema, querido idiota, vienen a
decirnos, no es el capital extranjero sino la falta del mismo.
América Latina no es un continente pobre, sino que lo han
empobrecido políticas de toda laya del sempiterno Estado que
interviene decididamente o ampara a empresas oligárquicas o
clientelares que desconocen la competencia y el libre mercado; el
único que les gusta es el mercado cautivo (su corral). El idiota es el
que confunde el liberalismo con esa pantomima de capitalismo al
que llama neoliberalismo.
El trío de autores liberales concluye su célebre libro y el
comentario sobre Galeano y sus perspectivas afirmando: «No hay
duda. Existe algo que Galeano odia con mayor intensidad aún que a
los propios gringos, que a las multinacionales, que al liberalismo: la
verdad, la sensatez y la libertad. No las soporta. No cree en ellas.
No le merecen el menor respeto. Su única y más firme devoción es
alimentar de errores y locuras a los latinoamericanos más
desprovistos de luces para perfeccionar la legendaria idiotez
ideológica que los ha hecho famosos.»

Cuando veo el estilo de vida y alimentación en la región pienso


que la mayoría de mis semejantes no es capaz de sostener una
erección firme y total el tiempo suficiente, pero ¿eso qué importa si
conducen un BMW?, o que la mayoría de las chicas prefiere verse
bien antes que aprenderse la diferencia entre un criminal y un
empresario, ni qué decir de geografía, es un atentado contra su
“belleza”, bofa casi siempre, pero belleza al fin. Ese afán de
consumir por consumir, en fin.

Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano. Sé que es un título


ofensivo pero no puede ser menos. Este libro trata sobre la
sicología del latinoamericano. Este ofensivo término se refiere al
latinoamericano promedio que no acepta su responsabilidad, todo
es culpa de los demás, el gobierno, la pareja, los gringos, etc. El
perfecto idiota latinoamericano vive repleto de mitos, sobre su
origen, el origen de sus santos y sus demonios diría yo.

Decía Sigmund Freud que existen dos maneras de ser feliz en


esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo. En América
Latina, a pesar de El Manual, a veces no se sabe quiénes son los
idiotas y quiénes se hacen los idiotas. Parecería que
los autores de El Manual tendrán que actualizarlo.
Quizás es necesario que nuestros niños memoricen los libros
como los antes mencionados, o el de Carlos Rangel ¨Del Buen
Salvaje al Buen Revolucionario¨, como hacen los niños
mahometanos con el Coran, para ver si nos libramos de estos que
en su malintencionada idiotez, insisten en sumirnos en la ignorancia
y mirar fuera de nuestras fronteras por la razón de los males que
padecemos. IDIOTAS; Nuestro gran estigma y del cual parece no
queremos deslastrarnos.
“La tecnología y la información,
Herramientas básicas para los
Pueblos sin Idiotas”.

Oscar Martinez.

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