Orejas y Jueces de Mesta NIcaragua
Orejas y Jueces de Mesta NIcaragua
Orejas y Jueces de Mesta NIcaragua
y la
O.S.N. somocista, en Nicaragua.
Pablo E. Barreto P.
Una de las primeras formas crueles de asesinar gente, inventada por ellos, fue la
de aplicar lo que se conoció como “el pisa y corre…o ley fuga” a los prisioneros, y
al primero que se lo aplicaron para matarlo, fue al abogado guatemalteco,
Oliverio Castañeda, famoso porque supuestamente le dio veneno a varias
mujeres de “alta alcurnia” burguesa de León, en 1933, mientras el Ejército
Defensor de la Soberanía Nacional, jefeado por Sandino, expulsaba del territorio
nacional a los yanquis invasores y agresores de Nicaragua.
Poco a poco, en las décadas del 50 y 60, los Somoza fueron creando los
organismos represivos y de asesinos que necesitaban para reforzar el trabajo
opresor de la Guardia Nacional o Ejército de intervención permanente (GN) de
Estados Unidos.
Los “paramilitares” que operaban junto a la guardia, “los soplones” (civiles que
informaban “voluntariamente”), el grupo represivo y atemorizante de la
Nicolasa Sevilla, los torturadores especializados en las peores maldades como
Gonzalo Lacayo, Ronald Sampson (cuñado de Somoza), Samuel Genie Amaya, el
“Coto” Torres, los que realizaban secuestros forzados masivos, los “doble
agentes”, los informadores “voluntarios” del somocismo, los intelectuales,
periodistas y fotógrafos al servicio de la tiranía, que también perseguían
oficiosamente a opositores al régimen, a estudiantes de secundaria y
universitarios y, especialmente, a guerrilleros sandinistas y a quienes les daban
apoyo.
Se ha informado que eran doce mil los “orejas” y “jueces de mesta”, entre los
cuales se contaban: enfermeras, barberos, intelectuales, economistas, choferes
de taxis, choferes de furgones, abogados, periodistas, agricultores. campesinos,
finqueros, comerciantes, profesores universitarios, médicos, estudiantes de
secundaria y universitarios, etc.
Los mismos Somoza, sus hijos, ministros del gobierno y torturadores usaban
hasta tigres en las cárceles siniestras de la Oficina de Seguridad, en la Loma de
Tiscapa, para mantener aterrorizados a los prisioneros, quienes, además, eran
encapuchados y torturados de día y de noche con “chuzos eléctricos”,
metiéndolos de cabeza en barriles de agua llenos de estiércol, etc.
Dos de esos “orejas” más famosos en la década del 60 fueron Arnoldo Alemán
Lacayo y su hermano Agustín, en León.
Arnoldo, sí, el ladrón que ahora está en la cárcel ((¿?), hacía su labor de “oreja”
en una bicicleta y montado en los jeeps patrullas (“Brigadas Antiterroristas,
BECATS) de la guardia genocida somocista.
Esto último ocurría cuando don Arnoldo ya había espiado a alguien y se
montaba en el jeeps para que los guardias fuesen a realizar la captura. Su
hermano Agustín era “inspector” del Ministerio de Educación y mantenía
informada a la guardia hasta de los últimos detalles sobre actividades políticas
de los estudiantes y maestros de los colegios públicos y privados.
Hasta después del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista supe que este
grupo de matones de Malpaisillo y Rota planearon mi asesinato, con el
argumento de que “mucho jode”, pues en primer lugar yo formulaba denuncias
en contra de estos somocistas genocidas cuando era cortador de algodón y
trailero, precisamente en unas de las haciendas algodoneras de Benigno Reyes
Palacios, donde me había convertido en uno de los dirigentes sindicales.
Me salvé de que me fueran a matar a las cuevas del Volcán Rota porque en 1969,
de apenas 18 años, me trasladé a la Ciudad de León, a ejercer el periodismo
reporteril radial, y al mismo tiempo LA PRENSA me nombró su Corresponsal en
Occidente y todo el país, por órdenes del doctor Pedro Joaquín Chamorro
Cardenal.
Fueron famosos estos “orejas”, en Managua, y otras partes del país: “Carmelo
Negro”, José María Palacios, Julio Gutiérrez, Pablo González, Carmela Pérez,
Saúl Blandón, Rosario Luna, los hermanos Tirso y Asdrúbal Morales, Edmundo
Morales Martínez, Roque Gutiérrez, José María Rodríguez, “El Gato” Abraham,
“Mano Amarrada”, Antonio Rizo, Antonio Zeledón, Antonio Castillo, Santiago
Meneses Vallecillo, Stedman Fagot Müller, Henry Castillo, Pedro Pablo “El
Poeta Carpintero” Espinoza, “Cositas Sueltas”, Adolfo Tórrez, Augusto de La
Rocha, el “Gato” Colindres, Adolfo Machado, Raúl Arróliga (padre), Felipe
Reyes, Roberto Míxter, Iván Rosales Zamora, hermanos Iván y Hugo Rosales,
Roberto Zamora, Ernesto Zamora Müller, Isidro León York, Agustín Hernández,
Francisco Chavarría (padre), Francisco Chavarría Hernández (hijo), Rodolfo
Mejía, un publicista de apellido Fisher, Julián Martínez…
Por el “soplo” de los “orejas” Enrique Gales, Abraham González, Carlos Guillén,
Antonio Baltodano y José Espino, fueron asesinados, el 7 de Noviembre de 1976,
los Compañeros Eduardo Contreras Escobar (miembro de la Dirección Nacional
del FSLN), Silvio Reñazco, Rogelio Picado y Carlos Roberto Huembes,
acontecimientos registrados en Satélite Asososca y Reparto El Dorado, contiguo
a la Colonia Don Bosco, en Managua.
En San Judas se hicieron conocidos los “orejas”: “Polvorón”, “El Pli”, “El
Canoso”, “Pedro Pistola” y “Colocho”, quienes fueron los responsables directos
de la mayoría de los crímenes de la guardia genocida somocista en este sector de
Managua, donde capturaron y asesinaron, entre otros, a la doctora Erlinda
López de Osorio y al doctor José Dolores Fletes Valle. El cadáver de López de
Osorio apareció en las Lomas de Mokorón y Fletes Valle fue asesinado a
cadenazos en el ZUMEN.
Luis “Cuervo” Mercado García, Luis “Pichete” Solís Torres, Reynaldo Mendoza
Gutiérrez, Juan Fonseca Torres, Juan Sequeira Rivas, Francisco López Cardoza,
Santos Antonio Méndez Olivas, Freddy Padilla Gutiérrez, Catalino Miranda
Molina, Domingo Jarquín Centeno, Pedro Castillo Castellón, Eduardo Sánchez
Zeledón, Laureano Martínez Reyes, Lucas García Sánchez, Federico Velásquez
Camacho, Crescencio Palacios Orozco, Salvador Gutiérrez Vega, Pablo Castro
Valle, Noel Obando Gutiérrez. Todos ellos eran jefeados por los coroneles
genocidas Alfredo Juárez, Augusto Flores Lovo y Rainer Pesbell.
En Ocotal, Nueva Segovia, hicieron fama los “orejas” siguientes: Gustavo Pallais,
Gustavo Amaya y Ernesto Castellón, quienes eran jefeados por el coronel
genocida Otoniel Portillo González.
Me gusta:
Me gusta
Be the first to like this.
12 Respuestas a 12 mil “orejas” y “jueces de mesta” tenían
la G.N. y la O.S.N. somocista, en Nicaragua.