Análisis de Una Práctica Educativa en Contextos de Inclusión

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Práctica final colaborativa

Prof.: Andrea López, María Vanesa Olmos, Yohana Antonia Perez,

Roberto Carlos Calivar

La experiencia que tomamos en consideración para el presente informe es la


propuesta por la Prof. Andrea López. La docente nos comenta que se ha
desempeñado como DAI, con un alumno con retraso madurativo moderado y tdah.
Para poder realizar el aprendizaje es fundamental que el estudiante trabaje con
material concreto, su periodo atencional es de 20 minutos aproximadamente, por lo
que es necesario anticipar los contenidos. Esta anticipación se realiza solicitando
que las teorías a trabajar (en los espacios curriculares más fuertes de la jornada
escolar, dado que demasiado contenido lo lleva a desorientarse y agobiarse) sean
observadas a través de videos, leídas en pequeños textos o esquematizadas, con el
fin de realizar una explicación desde lo que conoce durante las horas de clases y
poder aplicar dichos contenidos a través de actividades acordes a sus
potencialidades.

Con respecto al DUA se ha estado trabajando más que nada en proporcionar


medios para mantener la motivación del alumno, dado que es fundamental que se
sienta atraído por la actividad, que sienta que puede con los desafíos que se le van
proponiendo y que desarrolle una actitud de compromiso hacia la misma. El resto de
los medios a proporcionar están bastante condicionados y dependen mucho del
espacio curricular y de las propuestas que acepten aplicar los profesores a cargo de
los espacios. Hay una aplicación de TIC y TAC con respecto al proceso de
enseñanza- aprendizaje, pero poco y nada se refuerza la dimensión TEP ya que no
se trabaja mediante actividades que permitan compartir información a través de
foros o espacios donde pueda debatir u opinar con sus pares.

Otro aspecto que hay que considerar es la forma en que trabajan otros agentes de
la escuela. Si bien una DAI logra implementar varias estrategias es necesario
plantear una línea de acción que permita llevar a cabo un modelo real de
aprendizaje, en que la acción conjunta favorezca el trabajo colaborativo con el
alumno y entre los estudiantes también.

Como propuestas de abordaje del caso creo que los tres enfoques analizados:
Aprendizaje Activo, T Pack y Aula Invertida son viables para el desarrollo de
diferentes espacios curriculares. Considerar actividades que favorezcan el trabajo
colaborativo entre los alumnos fortaleciendo las prácticas grupales, puede ayudar a
que la PcD pueda ser incluída por sus pares. Esto colaboraría con el desarrollo de la
vinculación afectiva, ya que los sentimientos siempre acompañan al sujeto. No
debemos verlos como algo ocasional, sino como una parte funcional del organismo.
Por ello, armonizar con el universo afectivo del alumno es la base de una
enseñanza fructífera.

También es necesario que se realicen adaptaciones de las currículas desde la


universalidad. No se puede impartir el mismo currículo en un curso sin alumnos con
Discapacidad que en otro en donde tenemos casos como el del alumno con retraso
madurativo mencionado. El modelo de Diseño Universal para el Aprendizaje plantea
la necesidad de pensar “desde la diversidad de usuarios potenciales” (Alba:57). En
el diseño de la currícula tienen que preverse actividades que motiven el universo
afectivo de los alumnos (se deben plantear tareas en relación con el mundo que
rodea a los estudiantes señalandoles el POR QUÉ del contenido), el reconocimiento
de patrones mentales y de acción (es decir, CÓMO se produce y expresa el
aprendizaje) y las estrategias que permiten el reconocimiento de la información y de
la asignación de significados de los patrones analizados (el QUÉ del aprendizaje).

Aldana nos recuerda: “Solo se aprende si se aplica”. Cuando el alumno encuentra


motivación, la atención es mayor. El currículo tiene que atender a esas necesidades
(tienen que estar bien esclarecidos el POR QUÉ, EL CÓMO Y EL QUÉ).
Respecto del modelo de Aula Invertida, este es necesario. No sólo es óptimo para
ser aplicado a nivel tecnológico, sino que en materia pedagógica ofrece un nuevo
enfoque. El alumno ya no es un receptor pasivo, el profesor no es un expositor, sino
que ambos trabajan colaborativamente y el alumno se vuelve el verdadero
protagonista de la clase.

El trabajo previo en casa es una gran oportunidad para que los alumnos puedan
incursionar en el tema y pensar propuestas para debatir en la clase presencial.
Incluso, el sistema de autoevaluación es muy enriquecedor porque se le ofrece al
joven la posibilidad de autoanalizarse y proponerse nuevas metas. En el caso del
alumno con retraso madurativo, es interesante que al abordar los contenidos en el
hogar pueda contar con la ayuda de los familiares, lo que genera otra vinculación
con los saberes, desde la afectividad. Así mismo, colabora en el compromiso de los
estudiantes ya que se hacen corresponsable de su aprendizaje y participan en él
de forma activa mediante actividades de cooperación y colaboración en clase,
permitiendo que se aprenda al propio ritmo, fortaleciendo la interacción y
fomentando el pensamiento crítico, analítico y creativo

Mishra y Koehler (2006) sostienen la necesidad de un conocimiento complejo y


contextualizado que conciba el área tecnológica en relación con la pedagogía. En
este sentido, el modelo de Aula Invertida propone un gran avance en materia
educativa.

Por todo lo expuesto previamente, considerar los tres enfoques al abordar la tarea
educadora en contextos de inclusión resulta ventajoso en todo sentido. Es necesario
sumarnos a este nuevo paradigma en el que las TIC, TAC y TEP pueden
desarrollarse. Además otra ventaja del aula invertida sería darle un enfoque al
alumno,para incentivarlo para aprendizaje activo, que sea personalizado y flexible.

La única desventaja es la falta de iniciativa por parte de los docentes que están
muy aferrados al modelo tradicional. Mientras más docentes nos sumemos al
cambio mejor se pueden implementar las herramientas que brindan estos modelos.
Y es necesario que el personal directivo de la escuela comprenda la necesidad de
un cambio para favorecer la inclusión de nuestros alumnos.
También es necesario que los docentes conozcamos las normativas vigentes, para
favorecer a los estudiantes en proceso de inclusión.

Bibliografía
● Alba Pastor, Carmen (2018). Diseño Universal para el Aprendizaje:
Educación para todos y Prácticas de Enseñanza. Madrid. Morata, pp. 57.
● Medina, A. (2011) (Ed.). Innovación de la educación y de la docencia. Madrid.
Ramón Areces.
● Mishra, P., & Koehler, M. J. (2006). Technological Pedagogical Content
Knowledge: A new framework for teacher knowledge. Teachers College
Record. 108(6), 1017-1054.

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