2 - +apela

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

Juzgado Civil de Santiago: (30°)

Caratulado: “Michell con Michell”

Rol: C- 15907-2012

APELA.

S. J. L. CIVIL (30°)

JUAN SEBASTIÁN DOMEYKO LETELIER, abogado, por el demandado en

autos de la presuma, ANTE S.S. COMPAREZCO Y EXPONGO:

Que por el presente acto y estando dentro de plazo deduzco recurso de

apelación fundado en contra de la sentencia de primera instancia dictada

a fojas 435 y siguientes de autos y notificada a esta parte el 28 de

diciembre de 2016, solicitando que en virtud de los antecedentes de

hecho y de derecho expuestos, la misma sea revocada rechazándose en

todas sus partes la demanda de nulidad absoluta impetrada en autos, todo

en virtud de los antecedentes que señalo a continuación:

Antecedentes

Que por escritura pública de 9 de marzo de 2012, otorgada en la Notaría

de Santiago de doña María Soledad Santos Muñoz el demandado celebró

con la sociedad Comercializadora Vicenza Limitada, como comprador y

vendedora respectivamente, un contrato de compraventa relativo a la

propiedad de calle los Gomeros N° 1649 de la comuna de Vitacura.


Que en dicho contrato la sociedad vendedora aparece representada por

don PHILLIP MICHELL AMIOT, quien a la fecha sin embargo no habría

detentado la representación de la sociedad, en efecto, porque la personería

citada, de 6 de septiembre de 2007, corresponde a la facultad de

administración y uso de la razón social que en forma exclusiva se le

confirió al momento de constitución de la sociedad había sido modificada a

la fecha de celebración de la compraventa confiriéndosele la misma en

forma conjunta al Sr. MICHELL y a la demandante.

La referida modificación se realizó el 6 de septiembre de 2007, y se

saneó por escritura pública de 22 de enero de 2008. Dicho saneamiento

fue necesario por falta de publicación de dicha modificación en el Diario

Oficial. (NO PROBADO).

Señala además que a la fecha de la supuesta compraventa la sociedad

era administrada por un liquidador designado por un liquidador designado

por un juez árbitro, por lo que malamente podría el demandado

representar a la sociedad quedando así en evidencia el fraude y dolo con el

que habría actuado esta parte.

Señala que la referida sociedad Vicenza Limitada a partir del 13 de

mayo de 2010 se encuentra disuelta por voluntad de la demandante. (en

realidad, la sociedad esta disuelta a partir del 6 de marzo de 2011 que es

la fecha en que terminó el plazo de vigencia primitivo de la misma) y que

en dicho sentido el contrato no sólo sería nulo sino que además


inexistente, porque se habría actuado en representación de una persona

jurídica inexistente a la fecha de la celebración del contrato.

A fojas 214 esta parte contesta la demanda solicitando su rechazo,

argumentando:

Que según los argumentos que se contienen en el escrito y que se dan

por reproducidos expresamente, existe un error de derecho en cuanto a la

afirmación que la personalidad jurídica de las sociedades comerciales se

extingue por la terminación de la misma y que a esta fecha, la misma se

encuentra vigente y en proceso de liquidación.

Se argumentó también que si bien la administración de la sociedad fue

modificada según lo que se señala en la demanda, a su vez la cláusula

cuarta del acto de modificación que reformó la los poderes originales de

administración y uso de la razón social señaló que en caso de impedimento

o ausencia del otro socio este quedaba facultado para administrar la

sociedad a efectos de lo cual en el mismo numeral se contrajo la obligación

de otorgar al otro socio un mandato para obrar el tal efecto, cuestión que

la demandante realizó mediante escritura pública de mandato de 20 de

mayo de 2009, por el cual mi representado quedó facultado en términos

amplios e irrevocables para representar a la Sra. Michell en todos los

negocios sociales.

Se señaló que en virtud de lo anterior, los poderes de que se encontraba

premunido mi representado a la época de la venta de la propiedad se


encontraban plenamente vigentes y le permitían por tanto representar a la

sociedad vendedora.

A fojas 218 la demandante evacúa la réplica señalando que esta parte

no justifica en la contestación, la causa por la cual mi representado habría

invocado una personería diferente a aquella por la cual en definitiva

entiende haber actuado y que habría sido revocada por ambas partes.

Finalmente y respecto a la vigencia del mandato de 20 de mayo de 2009

por el cual la Sra. Michell habría otorgado representación al demandado,

la cotraria aduce que en cualquier caso el mismo fue revocado el día 2 de

octubre de 2009, constando dicha revocación al margen de la escritura en

la cual este se habría otorgado.

En síntesis, señala que sea cual fuere la personería que hubiese

invocado el demandado en la escritura de compraventa del inmueble,

ninguna sería válida, atendido que el habría estado privado de todo poder

o mandato que se le hubiese conferido por parte de la Sra. Beatriz Michell,

y a que por una parte habría estado revocado por la mandante y por la

otra expirado por el vencimiento del plazo que en el mismo se estipuló.

Finalmente y en relación a la coexistencia de las administraciones del

liquidador y las del demandado, en virtud de no haberse revocado los

poderes que la demandante confirió a la demandada, la actora sostiene

que dichos poderes habría sido revocados, lo cual constaría en la escritura


pública de 2 de octubre de 2009l la cual fue anotada al margen de los

poderes revocados.

A fojas 272 se recibe la causa a prueba fijándose entre otros puntos de

prueba, “3° … efectividad de que el contrato adolece de nulidad. En la

afirmativa, causales que la producen”.

Al tenor del punto de prueba anterior se advierte que se ha puesto de

cargo del demandante la acreditación de los supuestos de hecho en los

cuales funda la nulidad absoluta cuya declaración solicita.

Resolución recurrida

De acuerdo a lo expresado por el considerando vigésimo primero del fallo

la procedencia de la nulidad absoluta demandada es determinada en base

a dos cuestiones de hecho alegadas en la demanda; la circunstancia de

haberse disuelto la sociedad con antelación a dicho acto, y la existencia

de poderes de representación suficiente para actuar en su nombre.

Sobre el primero de estos puntos el considerando vigésimo séptimo

acaba razonando que, “queda claramente establecido que la sociedad

“Comercializadora Vicenza Limitada” se disolvió el día 6 de marzo de 2011,

de manera que a la fecha de celebración de la compraventa cuestionada

(año 2012) la sociedad vendedora ya se encontraba disuelta”.

Prosigue el considerando vigésimo octavo diciendo que, “Que conforme

al artículo 408 del Código de Comercio: “Disuelta la sociedad, se procederá


a la liquidación por la persona que al efecto haya sido nombrada en la

escritura social o en la disolución”

En dicho sentido, señala el considerando trigésimo, “Que, en virtud del

proceso de liquidación en el que se encontraba Comercializadora Vicenza

Limitada, la administración y representación de la misma, recaía en el

liquidador designado al efecto, según lo consignado en la misma cláusula

décimo cuarta de la escritura social ya aludida, descartándose, al mismo

tiempo, la administración coetánea sostenida por el demandado”.

Prosigue el considerando trigésimo primero, “Que, en consecuencia, el

demandado carecía de la representación social y, por ende, no estaba

facultado para manifestar la voluntad de la sociedad de vender el inmueble

que le pertenecía, situación que demuestra la ausencia del requisito de

existencia del acto, como es la voluntad del vendedor, concurriendo el vicio

de nulidad invocado por la actora”.

En cuanto a encontrarse revocados los poderes invocados por esta

parte para haber procedido a la venta del inmueble el considerando

trigésimo segundo señala, “Que, a mayor abundamiento, en la escritura

pública de compraventa cuestionada, se deja constancia que la sociedad

Comercializadora Vicenza Limitada concurre representada legalmente por

don Phillip Michell Amiot, según personería que constaría en la escritura

pública de constitución social de 6 de marzo de 2006.


Que, sin embargo, dicha representación social otorgada en un

comienzo al demandado, no se encontraba vigente al momento de la

celebración de la compraventa sub lite, toda vez que fue modificada

con posterioridad, por escritura pública celebrada el 6 de septiembre

del año 2007 y sub inscrita al margen de la escritura social,

quedando ésta radicada en forma conjunta en los dos socios y partes

de esta causa”.

Finalmente, el considerando trigésimo tercero señala “Que, por

otro lado, si bien con fecha 20 de mayo de 2009, doña María Beatriz

Michell Urzúa otorgó al demandado mandato y poder para actuar en

representación y a nombre de ella en la sociedad Comercializadora

Vicenza Limitada, el 2 de octubre del mismo año dicho mandato fue

revocado por la mandante, de manera que tampoco pudo concurrir el

demandado a celebrar el mencionado contrato invocando dicha

representación. A mayor abundamiento, además de encontrarse

revocado, tal mandato se encontraba fenecido en virtud de su

cláusula 5ª, que dispuso que su duración sería la misma de la

sociedad Comercializadora Vicenza Limitada. Si ésta sociedad se

encontraba disuelta al momento de la compraventa impugnada, es

inconcuso que el mandato ya había perdido todo vigor, merced a lo

previsto en el artículo 2163 Nº2º del Código Civil”.

Fundamentos del recurso


S.S. Iltma., la sentencia recurrida debe ser revocada porque adolece de

errores de ponderación de hechos según se dirá a continuación, así como

también una errada aplicación de los preceptos de la nulidad absoluta a

un caso en el cual no resultan procedentes.

Respecto a la vigencia de la sociedad al momento de celebrarse el

contrato de compraventa aludido

Lo primero que debemos señalar es que el demandante no ha acreditado

en autos – y no puede hacerlo-, que el término de vigencia de la sociedad

vendedora se haya realizado en términos en que el mismo sea eficaz para

esta parte porque si bien cumplió lo señalado en el estatuto social en

orden a haber anotado al margen de la inscripción social la escritura

pública de renuncia, con lo que hizo oponible dicho acto a terceros, en

cambio no comunicó a esta parte dicha terminación.

En efecto, consta en autos que con fecha 22 de junio de 2010, la

parte demandante ,mediante carta despachada notarialemtne, envió copia

de dicha escritura pública a nombre de don Phillip Michell Amiot, a la

dirección de calle La Brabanzón N° 2780, Departamento N° 201,

comuna de Providencia, en circunstancia que de acuerdo al propio

domicilio señalado en la gestión preparatoria de autos y sobre el cual se ha

emplazado válidamente a esta parte mi representado vive en calle La

Brabanzón N° 2780, Departamento N° 204, comuna de Providencia.


De tal grado el aviso de término de la vigencia de la sociedad no causó

eficacia respecto de mi representado y por lo tanto no puede entenderse a

su respecto que la sociedad se encontraba disuelta al momento de haberse

celebrado el contrato de compraventa.

Sin perjuicio lo anterior y no obstante se pudiese entender que le es

oponible y eficaz respecto de mi representado el aviso de término de la

sociedad, no por ello debe entenderse que en este sentido el contrato es

nulo absolutamente, toda vez que los poderes con los que ha actuado el

vendedor si fueron eficaces para representar en dicha venta a doña Beatríz

Michell.

En efecto, debe tenerse presente que en la cláusula cuarte del acto

de modificación de la sociedad ya aludido, junto con pactarse la

modificación de la administración de la sociedad, se señaló además que los

socios se facultaban recíprocamente para en caso de impedimento o

ausencia del otro actuar en su representación en las materias del giro

social a efectos de lo cual se obligaron en dicho acto, a otorgarse

recíprocamente un mandato que especificara el uso de dichas facultades y

que es que doña Beatríz Michell le dio al demandado mediante escritura

pública de 20 de mayo de 2009.

Explicado lo anterior cobra sentido que en la venta de la propiedad,

mi representado cuando expresó actuar a nombre de la sociedad haya


dicho que lo hacía en virtud de la escritura de modificación social misma a

partir de la cual se le otorgó el mandato de 20 de mayo de 2009.

En dicho orden de cosas debemos señalar además, que este último

no se encontraba revocado ni terminado.

No estaba revocado, porque en primer lugar y como ya se ha

señalado la facultad de representar ante ausencia o impedimento estaba

otorgada en un acto estatutario, por lo que dicha facultad sólo podía

dejarse sin efecto a partir de la modificación del estatuto (cláusula

séptima) Dicho lo anterior se entiende que el mandato de 20 de mayo de

2009 no es sino una forma de dar a la representación aludida la

especificidad necesaria para que dicha representación pudiera ser llevada

a cabo.

Asimismo de lo anterior se advierte la razón de que las partes hayan

pactado en la cláusula quinta de la escritura de mandato que el mismo no

podría ser dejado sin efecto sino de común acuerdo, dado lo anterior

ningún valor tienen para esta parte los actos por los cuales la demandada

pretendió revocar el mandato mientras la sociedad se encontraba vigente.

Asimismo, debemos hacer presente que el mandato no terminó con

la disolución de la sociedad.

Si bien es cierto que la cláusula quinta del mismo dice que este fue

otorgado con un plazo de hasta el término de su vigencia original o de


alguna de sus prórrogas, en los hechos ha sido la propia demandante

quien le ha reconocido al mismo una vigencia más allá de la fecha de

disolución de la sociedad.

En efecto, si bien la demandante señala que tuvo por revocado el

mandato mediante escritura pública de revocación de 2 de octubre de

2010, esta no señala que existe otro acto de revocación que es posterior al

contrato de venta de la propiedad, realizado por escritura pública de 24 de

abril de 2012 e inscrito en el registro de comercio de Santiago con fecha 4

de mayo de ese mismo año.

Sobre el particular y bajo la aplicación de la teoría de los actos

propios la razón de ser de la segunda escritura de revocación es que la

propia demandada entendía que a esa fecha el mismo continuaba vigente

pese al hecho de haberse disuelto la sociedad y de haber vencido el

término que originalmente se estipuló para el mismo.

En cuanto a la errada aplicación del instituto de la nulidad

absoluta a este caso

En efecto S.S. Iltma. el contrato de compraventa cuya nulidad se ha

declarado en autos no adolece de nulidad absoluta sino que más bien es

inoponible a la demandante y a la sociedad vendedora, declaración que sin

embargo no fue solicitada en la demanda.


En efecto, el contrato de autos no adolece de falta de voluntad que

haga procedente la anulación del mismo en términos que dicha anulación

produzca los efectos generales que son propios del instituto de la nulidad

absoluta.

En este caso por el contrario la hipótesis no es la de una falta de voluntad

sino que más bien es el hecho que se ha manifestado una voluntad que no

ha podido obligar a la sociedad VICENZA LIMITADA.

En este orden de cosas, es dable señalar que el Código Civil, en cuanto

reconoce la validez del contrato de venta de cosa ajena deja por establecido

que si bien en el mismo no intervino la voluntad del dueño de la cosa, el

mismo no es nulo en cuanto aparezca plasmada la voluntad de celebrar el

acto jurídico traslaticio de dominio, cuestión que precisamente ocurre en

este caso en donde lo que debió solicitar la demandante es que se

declarara que el contrato en cuestión le es inoponible, es decir que a su

respecto el mismo no surte efectos.

En este sentido se aclara la diferencia entre el instituto de la nulidad

absoluta y el de la inoponibilidad si consideramos que en el caso de

marras no existe ninguna duda que la compraventa podría sanearse en

cualquier momento si es que la sociedad actuando debidamente

representada procediera a ratificar el acto, cuestión que no podría hacerse

en caso de que la misma estuviera afecta a un vicio de nulidad absoluta


realidad ante la cual un acto de ratificación posterior de parte de la

sociedad sería ineficaz para sanear esa nulidad.

POR TANTO, En virtud de los antecedentes de hecho y de derecho

expuestos sírvase S.S. tener por interpuesto recurso de apelación fundado

en contra de la sentencia de primera instancia dictada a fojas 435 y

siguientes de autos y notificada a esta parte el 28 de diciembre de 2016,

declararlo admisible y elevarlo para ante la Iltma. Corte de Apelaciones de

Santiago a efectos que se Tribunal en la vista y fallo del recurso revoque en

todas sus partes la sentencia apelada y en cambio declare que se rechaza

en todas sus partes la demanda de nulidad absoluta impetrada en autos

con costas.

También podría gustarte