Inyección MEP
Inyección MEP
Inyección MEP
1.- INTRODUCCIÓN.
1.- Introducción.
Tal y como se ha visto en capítulos anteriores, los motores de encendido provocado necesitan una
mezcla homogénea para que la combustión pueda llevarse a cabo de forma adecuada. Los equipos de
preparación de la mezcla tienen como finalidad conseguir una dosificación adecuada de combustible
y conseguir que la homogeneización con el aire sea suficientemente buena como para permitir una
buena propagación de la llama y una combustión limpia y efectiva.
El interés de utilizar las tecnologías más modernas en el diseño de estos sistemas reside en que las
prestaciones del motor, el consumo específico y, por supuesto, sus emisiones contaminantes dependen
en gran medida del sistema de preparación de la mezcla de aire y combustible. Las periódicas crisis del
petroleo y la normativa de emisiones contaminantes, cada vez más dura, han provocado un desarrollo
vertiginoso de los sistemas de formación de la mezcla en estos últimos años.
2.1.- El carburador.
La tipología de los carburadores es muy amplia: de venturi fijo y de venturi variable, completamente
mecánicos y con asistencia electrónica, de uno o varios cuerpos, etc. Toda esta variedad de modelos
ha intentado adaptarse a las necesidades de los diferentes motores. No obstante, la aparición de los
equipos de inyección, mucho más versátiles, les condujo a su desaparición por no ser capaces de superar
la normativa de emisiones contaminantes, cada vez más restrictiva. Actualmente, su uso queda
restringido a pequeños motores que, por el momento, no están regulados por una normativa severa:
ciclomotores, motosierras, motobombas, etc.
Los equipos de inyección continua (Ilustr. 2.2), también denominados equipos de inyección “K”,
inyectan (1) en el colector de admisión un caudal contino de combustible, dependiente de las
condiciones de funcionamiento del motor. El principal condicionante del caudal de combustible es el
flujo másico de aire. Un medidor denominado “plato sonda” (2) provoca el desplazamiento de una
palanca según una ley previamente definida. El desplazamiento de dicha palanca actúa sobre un sistema
hidráulico regulador de la mezcla (3) que controla de forma precisa el caudal de combustible
introducido al motor. Existen algunos dispositivos auxiliares que permiten al sistema adaptarse al
proceso de arranque y funcionamiento en frío del motor (4, 5, 6, 7).
Este sistema de inyección de combustible es esencialmente mecánico, a pesar de que pueda llevar
asistencia electrónica (equipos de inyección “KE”). Es por ello que también es conocido como sistema
de “inyección mecánica”. Su versatilidad y robustez inferior a los sistemas modernos de inyección
discontinua y su elevado coste han provocado su paulatina desaparición.
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
Los equipos de inyección discontinua son los que finalmente han conseguido llegar hasta nuestros
días. Su gestión es electrónica y, con ellos, el combustible se inyecta de forma intermitente a lo largo
del ciclo.
La cantidad de combustible inyectada se controla por una electroválvula que permanece abierta
durante un tiempo dado. La duración del periodo de apertura de la electroválvula la determina una
unidad electrónica de control a partir de multitud de datos, indicativos del estado del motor y de sus
condiciones de funcionamiento. Entre estos datos, el gasto másico de aire y la velocidad de giro del
motor son los principales.
Los sistemas de inyección, en general, y los de inyección discontinua, en particular, presentan, frente
a los carburadores, una serie de ventajas:
A Mejor distribución del combustible por inyectarse independientemente para cada cilindro (sólo para
los sistemas multipunto).
A Control del dosado más preciso.
A Mejores prestaciones (rendimiento, potencia y emisiones) como consecuencia de un mejor
rendimiento volumétrico, una menor dispersión del dosado entre los cilindros y la posibilidad de
utilizar una relación de compresión mayor.
A Menor necesidad de reajustes y calibración por tratarse de elementos menos sometidos al desgaste.
A La mayor presión de la linea de combustible, reduce de forma drástica los problemas que origina la
evaporación del combustible (percolación o vapor lock) cuando se trabaja a temperaturas elevadas
y/o con baja presión ambiente.
El elevado grado de sofisticación de estos sistemas ha conducido a que la gestión de todos los
dispositivos relacionados directamente con el motor (inyección de combustible, encendido eléctrico,
sistema de recirculación de gases de escape, etc) se integren dentro de la misma unidad electrónica de
control. Una gestión integral permite un control más optimizado del motor.
continua. Sin embargo, el problema se simplifica si se hace de forma discontinua, es decir, si la válvula
o inyector permanece abierto durante un determinado periodo del ciclo. El único requisito especial que
requiere este sistema es una precisa conmutación eléctrica del inyector. Como tendrá ocasión de
comprobarse posteriormente, el control eléctrico del inyector permitirá una gestión modular más versátil
del sistema completo.
Los equipos más extendidos en la actualidad son los de “inyección indirecta”, denominados así por
aportar la gasolina en los conductos de admisión, fuera de la cámara de combustión . No obstante, todo
apunta a que en los próximos años irán cediendo terreno rápidamente en favor de los de “inyección
directa” que introducen el combustible en el interior de la cámara de combustión. Los motores de
inyección directa pueden trabajar con dosados muy inferiores al estequiométrico. Ello les confiere
ventajas importantes desde el punto de vista del consumo específico, aunque si se quiere aprovechar esta
ventaja sin penalizar las emisiones contaminantes, no se pueden utilizar catalizadores convencionales
de tres vías y debe recurrirse a sistemas de tratamiento de gases de escape especiales.
Sin lugar a dudas, el dato más importante para la adecuada dosificación del combustible es la masa
de aire admitido por el motor. Conocida ésta, se podrá calcular el tiempo de apertura de los inyectores
de combustible para conseguir un dosado apropiado a las condiciones operativas del motor. Condiciones
operativas que serán conocidas gracias a determinados sensores que, de forma permanente, transmiten
información a la unidad electrónica de control sobre las condiciones ambientales y sobre las condiciones
de funcionamiento del motor.
La importancia del dato “masa de aire admitido” hace que los sistemas de inyección de combustible
puedan clasificarse atendiendo al procedimiento utilizado para realizar su medida:
Sistemas de inyección tipo Velocidad de giro - Gasto másico de aire: Es la forma más directa de medir
la masa de aire admitida y es utilizado por la mayoría de motores modernos. La unidad electrónica de
control determina la masa de aire admitida a partir de la señal de la velocidad de giro y del gasto másico
de aire:
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
&a
m
ma =
n
2
Sistemas de inyección tipo Velocidad de giro - Caudal de aire corregido: La unidad electrónica de
control determina la masa de aire admitida a partir de la señal de la velocidad de giro y del caudal de
aire corregido por la temperatura ambiente. El caudal de aire corregido por la temperatura ambiente
permitirá determinar de forma aproximada el gasto másico de aire:
po Cte
m& a = V&a ≈ V&a
R To To
Cte 2
m& a ⇒ m& a ≈ V&a
ma = To n
n
2
Una versión más moderna de este sistema incluye un sensor de presión absoluta que permite corregir,
además de por la temperatura, por la presión del aire aspirado. Este sistema, con ambas correcciones,
permite determinar, sin necesidad de aproximaciones, el gasto másico de aire. Por ello, se podría decir
que pertenece al primer grupo si bien mide de forma indirecta el gasto másico de aire.
Sistemas de inyección tipo Velocidad de giro - Densidad de aire en el colector: En este caso la
determinación de la masa de aire admitida al motor se realiza a partir de la velocidad de giro y de la
densidad del aire admitido al motor, aguas abajo de la mariposa. La densidad se obtiene a partir de dos
sensores: uno de presión absoluta y otro de temperatura, ambos situados en el colector de admisión. Para
conocer el gasto másico de aire una vez conocida la densidad y el régimen de giro es preciso disponer
del rendimiento volumétrico referido al punto donde se toma la presión y la temperatura. Este parámetro
deberá estar introducido en alguno de los mapas de información de la unidad electrónica de control.
pi
ma = η v ( n ) V T
R × Ti
pi Cte
η V = f (α , n) ⇒ ma = η V (α , n) × VD × ≈ η V (α , n) × VD ×
R Ti Ti
De los cuatro sistemas mencionados, los dos primeros son, sin lugar a dudas, los que mayor grado
de aceptación e implantación ha tenido. No obstante, los motores modernos emplean de forma casi
exclusiva el primero de ellos por ser el que utiliza la forma más directa y, por lo tanto, más precisa de
medir el gasto másico de aire.
Sistemas de inyección secuencial: En este sistema, cada inyector del motor está controlado de forma
independiente del resto. El momento preciso en el que se produce la inyección del combustible, en
relación al proceso de admisión, influye en las prestaciones y en las emisiones del motor. Por ello,
conviene que el aporte de combustible se produzca mientras la correspondiente válvula de admisión se
encuentre cerrada o, en el peor de los casos, al inicio de su apertura. La posibilidad de optimizar el punto
de inyección de forma independiente para cada cilindro que tienen los sistemas de inyección secuencial
les dota de ciertas ventajas. No obstante, desde el punto de vista económico, supone un encarecimiento
importante de la unidad electrónica de control por cuanto que se multiplica el número de etapas de
salida.
Sistemas de inyección simultánea: Para reducir el coste y la complejidad electrónica del sistema, se
operan frecuentemente grupos de inyectores simultáneamente. Como caso particular se encuentra aquél
en el que todos los inyectores actúan simultáneamente. Este caso es el más extendido y requiere, para
conseguir una uniformidad adecuada en la mezcla, que el combustible se inyecte dos veces por ciclo de
forma que cada inyección contribuya en un 50% a la cantidad total requerida por cilindro y ciclo.
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
Al final de la década de los ochenta las emisiones contaminantes de los vehículos automóviles y, por
ende, de sus motores de gasolina tuvieron que ajustarse rápidamente a una normativa mucho más estricta
que la vigente hasta entonces. La adaptación de los motores correspondientes a vehículos pequeños y
medios, en los que el coste económico es un factor decisivo de competitividad, se abordo con el empleo
de tratamiento de los gases de escape y con el empleo de diferentes sistemas de alimentación de
combustible:
A Carburador con asistencia electrónica: Es la solución más económica pero también la que dispone
de menos margen de maniobra en cuanto a emisiones contaminantes.
A Equipos de inyección discontinua de bajo coste: Solución es algo más cara pero que dispone de
mayor margen de maniobra.
A Equipos de inyección de altas prestaciones: Solución adoptada para aquellos modelos de gama algo
superior en los que el coste del equipo de inyección tiene menos repercusión sobre el coste total.
Uno de los factores que afecta de forma más importante al coste de adaptación de un vehículo es,
precisamente el número de cilindros alimentados por cada inyector. Así, atendiendo a este aspecto los
sistemas de inyección discontinua pueden clasificarse en:
Sistemas de inyección multipunto: Sistemas que disponen de un inyector para cada cilindro del motor.
Dicho inyector se encuentra situado en el colector de admisión, aguas abajo de la mariposa, y dirige su
flujo hacia la válvula de admisión correspondiente.
Sistemas de inyección monopunto: Sistema de inyección que se caracteriza por alimentar con un solo
inyector a un grupo de cilindros. El aporte de combustible, al igual que en los carburadores, se efectúa
aguas arriba de la mariposa. La inyección es secuencial en la mayor parte de sus condiciones operativas
para mejorar el reparto de combustible entre los diferentes cilindros. Desde el punto de vista económico,
esta solución permite reducir el coste de adaptación de un motor alimentado por carburador por
diferentes motivos:
A No es necesario modificar el sistema de colectores. El inyector se coloca en la posición donde se
ubicaba el carburador y, por ello, el hueco dejado por el segundo se ocupa por el primero sin apenas
modificaciones periféricas.
A El sistema en si mismo es más económico que el sistema de inyección multipunto pues el control se
realiza sobre un sólo inyector y porque, además, tanto la parte electrónica como los sistemas de
medida suelen estar simplificados al máximo.
Si bien, desde el punto de vista económico, este último sistema resulta más interesante, adolece de
ciertos inconvenientes frente al sistema de inyección multipunto:
A Rendimiento volumétrico más reducido por precisar de calentamiento en el colector de admisión.
A Mayor dispersión del dosado entre los diferentes cilindros por estar delegada la responsabilidad del
reparto de combustible, en parte, en el colector de admisión.
A Mayor tiempo de respuesta del motor por la mayor separación entre el cilindro y el punto de aporte
de combustible.
A Menor precisión en la dosificación de combustible en transitorios: arranque, funcionamiento en frío,
aceleración y deceleración.
Ilustración 4.1.- Equipo de inyección discontinua de combustible con control de encendido y de emisiones.
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
NOTA: En lo sucesivo, números encerrados entre paréntesis y con un asterisco como superíndice
harán referencia a la ubicación del elemento en cuestión en la ilustración 4.1.
El circuito de admisión de aire tiene por objeto introducir a la cámara de combustión del motor la
cantidad de aire necesaria en unas condiciones apropiadas para el nivel de potencia solicitado. Los
componentes más importantes son:
A El filtro de aire (1*): Se encarga de eliminar las partículas que pueda contener en suspensión el aire
admitido y que podrían erosionar el interior del motor. Está elaborado por una superficie porosa,
habitualmente de un tejido o papel especial, que retiene en sus poros las partículas arrastradas por
el aire. Debe tener una capacidad de retención elevada sin producir pérdidas de carga importantes.
A Cajetín de mariposas (2 * ): Se denomina así al
componente que contiene la válvula encargada de graduar
el gasto másico de mezcla que entra al motor y, por
consiguiente, su potencia efectiva. Dispone de un by-pass
que permite graduar el paso del aire cuando el motor se
encuentra a ralentí, esto es, con la válvula mariposa
completamente cerrada. La cantidad de aire que circula
por el by-pass está controlada por cierto dispositivo que
tiene en consideración el estado del motor. Actualmente,
el dispositivo más común es el que se denomina actuador
rotativo de ralentí.
A Actuador rotativo de ralentí (3*): Montado en paralelo
con el cajetín de mariposas persigue mantener constante la
velocidad de giro del motor a ralentí, a pesar de las Ilustr. 4.2.- Actuador Rotativo de Ralentí.
variaciones de carga que éste pueda sufrir como
consecuencia de la variación de consumo de los sistemas auxiliares del vehículo en el que va
montado (climatización, alternador, dirección asistida, etc). Se trata de una válvula rotativa (1),
comandada (2) desde la unidad electrónica de control (27*) por medio de un inducido (3). Cuando
la válvula mariposa se encuentra cerrada, permite modificar la cantidad de aire que pasa al motor,
a través de un conducto (4) que puentea la mariposa (Ilustr. 4.2). De este modo, se modifica la
potencia del motor y, en consecuencia, su velocidad de giro. La velocidad de giro está preestablecida
en la unidad electrónica de control y vendrá condicionada, fundamentalmente, por la temperatura del
motor. Temperaturas bajas implican mayor viscosidad del lubricante, mayores pérdidas por fricción
y, en consecuencia, mayor potencia de pérdidas mecánicas. Como la potencia proporcionada por el
motor aumenta con la velocidad de giro, cuando disminuye la temperatura del motor será preciso
aumentar la velocidad de giro para vencer la mayor potencia de pérdidas mecánicas. Una mayor
velocidad de giro en frío contribuye, también, a una mayor estabilidad de giro al ralentí.
A Conductos y válvulas de admisión (4*): La finalidad de los conductos por donde se dirige el aire o
la mezcla hacia el motor es provocar la turbulencia adecuada, tanto a nivel macroscópico como
microscópico. Se persigue con ello una homogeneización y distribución de la mezcla de aire y
combustible en la cámara de combustión adecuada a las condiciones de funcionamiento del motor.
En los motores de inyección directa tendrán una importancia vital.
En el circuito de admisión irán incorporados una serie de sensores que permitirán determinar, entre
otros parámetros, la masa de aire admitido por el motor, las condiciones ambientales o el nivel de
potencia solicitado al motor.
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
El combustible baña el motor eléctrico (2) para refrigerarlo y lubricarlo. No hay problemas de
explosión por no haber aire en su interior. Al tratarse de bombas volumétricas deben disponer de una
válvula de seguridad (3) que retorna el combustible al depósito en caso de sobrepresión. También
dispone de una válvula antirretorno (4) que evita el reflujo de combustible hacia el depósito cuando
se desactiva el motor.
Con el fin de disminuir la emisión acústica, de mejorar la refrigeración del motor eléctrico y de
evitar la vaporización del combustible en la aspiración se pueden montar sumergidas y/o combinadas
con bombas de cebado.
A Filtro de combustible (7*): Es el elemento ubicado a continuación de la bomba de combustible.
Tiene por finalidad retener las impurezas del combustible que pueden dañar a otros componentes
del sistema, principalmente a los inyectores. Consta de un elemento de papel con un tamaño medio
de poro de unos 10 :m seguido de un tamiz metálico que retiene partículas de papel que puedan
desprenderse.
A Rampa de distribución (8*): Se trata de un
conducto, habitualmente de sección cuadrada,
que actúa como depósito acumulador
combustible. De él cuelgan y se alimentan
directamente los inyectores (Ilustr. 4.4). Su
volumen es muy grande comparado con el
inyectado en cada ciclo de trabajo. Esto último
resulta conveniente para reducir los pulsos de
presión que la salida de combustible por los
diferentes inyectores pueda provocar en el
circuito de combustible. De este modo, se Ilustr. 4.4.- Rampa , regulador e inyectores.
mantiene prácticamente constante la presión a
la entrada de todos los inyectores.
A Regulador de presión (9*): Permite mantener constante la diferencia de presiones entre la rampa de
distribución y el colector de admisión (Ilustrs. 4.4 y 4.5) y, en definitiva, el salto de presiones en el
inyector. De este modo, el tiempo de inyección y el volumen inyectado en cada ciclo serán
magnitudes proporcionales.
Consta de una válvula limitadora de presión (1) que retorna al
depósito (2) una cantidad variable de combustible de la rampa de
distribución (3) en función de la posición de una membrana
elástica (4) modificando, así, la presión en la rampa. La posición
de dicha membrana elástica viene definida por las acciones que
soporta por sus dos caras. Por una actúa la presión de la rampa de
distribución y por otra un muelle calibrado (5) y la presión del
colector de admisión aguas abajo de la mariposa, conducida a la
membrana a través de un tubo (6).
Se mantiene, de esta forma, un salto de presión constante en el
inyector que permite controlar el caudal inyectado a partir del
tiempo de apertura del inyector. Esta diferencia de presiones va Ilustr. 4.5.- Regulador de presión
a depender de la precarga del resorte y tiene valores en torno a
250 ó 300 kPa.
Por otro lado, el circuito de combustible de un motor de inyección directa dispone básicamente de
los mismos dispositivos mencionados anteriormente, aunque, existen diferencias sustanciales en el
regulador de presión y en la geometría de los inyectores. Además, la elevada presión de trabajo necesaria
en estos motores requiere una bomba adicional, de accionamiento mecánico, que permite elevar la
presión del combustible por encima de 5 MPa.
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
Los sistemas de alimentación de aire y combustible están controlados por una central electrónica que
ajusta la proporción de la mezcla a su valor óptimo. Este valor óptimo varía según las diferentes
condiciones de funcionamiento del motor. Así, para poder establecerlo se precisan conocer con precisión
determinados parámetros. Los componentes encargados de comunicar dichos parámetros y, en definitiva,
las condiciones de funcionamiento del motor a la centralita electrónica son los captadores, sensores o
medidores. A continuación se comentan aquellos que se utilizan con mayor frecuencia:
funcionamiento a ralentí. Una mezcla más rica a ralentí permite un giro del motor más uniforme y
unas aceleraciones más progresivas. Las versiones más modernas realizan este ajuste directamente
sobre la señal eléctrica de salida, utilizando para ello una resistencia variable (13*).
A Medidor del gasto másico de aire admitido (Tipo hilo caliente o cable térmico): Este tipo de
medidor (Ilustr. 4.10) es el más utilizado hoy en día en todo tipo de motores, incluidos los diesel. Su
ventaja frente a los anteriores es que, en lugar del caudal, mide directamente el gasto másico de aire,
dato realmente necesario para determinar la cantidad de combustible a inyectar. El principio de
funcionamiento de este medidor se enuncia a continuación.
El flujo de aire pasa alrededor de un hilo de
platino muy fino (1) colocado transversalmente a la
corriente de aire y mantenido eléctricamente a una
temperatura 120ºC superior a la del flujo. La
temperatura del flujo se conoce por medio de la
sonda de temperatura del aire (2) montada en el
propio cuerpo del medidor. Debido a la diferencia
de temperatura antes mencionada, la corriente de
aire admitido enfría el hilo de platino. La resistencia
eléctrica del cable es un parámetro que varía con su
temperatura por lo que la central electrónica detecta
instantáneamente la variación de temperatura y
Ilustr. 4.10.- Masímetro de hilo caliente.
corrige la corriente eléctrica que por él circula, para
mantener constante su temperatura. Así, dicha
corriente eléctrica será proporcional al gasto másico de aire admitido. En algunas paradas del motor
se eleva la temperatura del cable a 1000 ºC durante un segundo, eliminado por pirolisis la suciedad
que podría falsear la medida. Al igual que las últimas versiones de caudalímetros tipo aleta sonda,
disponen de un potenciómetro(1) (3) que modifica la señal eléctrica de salida para variar la riqueza
de la mezcla a ralentí.
Existen otros medidores similares a éste que utilizan, en lugar de un hilo metálico, una pequeña
superficie metálica.
(1)
Nota : Un potenciómetro es una resistencia eléctrica que dispone de un contacto central
deslizante. La resistencia eléctrica existente entre el contacto central y uno de los extremos
de la resistencia es función directa de la distancia que los separa.
A Captador de velocidad de giro y/o de la posición angular del cigüeñal (14*): Para un adecuado
control y ajuste de la dosificación del
combustible, se precisa conocer, además
del gasto másico de aire, la velocidad de
giro del motor.
m& a
ma =
n
2
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
A Sonda de presión del aire de admisión: Esta sonda se utiliza en los sistemas de medida del gasto de
aire del tipo velocidad de giro - densidad de admisión. La información enviada por esta sonda a la
central electrónica permite, junto con la de la temperatura del aire, establecer la densidad del aire
aspirado. Su funcionamiento se basa en la deformación de una membrana cerámica sometida, por un
lado, a la presión del aire de admisión y, por otro, al vacío. Esta membrana lleva adherida una banda
extensiométrica de modo que la deformación producida como consecuencia de la presión sera
proporcional a la variación de la resistencia eléctrica de la banda. De este modo, la señal eléctrica
de salida de la sonda será proporcional a la presión que actúa sobre la membrana.
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
Ilustr. 4.17.- Señal proporcionada por el captador de picado (b). Ilustr. 4.18.- Captador de picado.
A Sonda lambda (19*): La sonda lambda (Ilustr. 4.19) es un captador que, colocado en contacto con
los gases de escape y con en aire ambiente, genera una tensión eléctrica que es función de la riqueza
de la mezcla. Mediante una regulación en lazo cerrado, esta señal eléctrica permitirá conseguir una
dosificación muy precisa de combustible. Como se verá más adelante, para tratar eficazmente los
gases de escape, el sistema de tratamiento requiere un control del dosado en un margen muy estrecho.
La sonda lambda consta de dos electrodos de platino (2) permeables a los gases separados por un
cuerpo cerámico (1). Uno de los electrodos se halla en contacto con los gases de escape, protegido
por una cerámica permeable (4), y el otro con el aire ambiente. Cuando la temperatura de la sonda
es suficientemente alta (>350ºC) la cerámica (1) se vuelve conductora y la diferencia de
concentración de oxígeno en ambos electrodos genera una tensión eléctrica (3) indicativa de la
riqueza de la mezcla (gráfico de la derecha).
Ilustr. 4.19.- Esquema operativo y señal de salida de una sonda lambda (8).
El sistema de encendido es el que se encarga de iniciar la combustión de los MEP. Si bien existen
otros procedimientos, el más habitual es mediante el establecimiento de un arco eléctrico (chispa) en
la cámara de combustión. El parámetro que debe controlarse para un óptimo funcionamiento del motor
es el ángulo de avance del encendido. Dependiendo de que este ángulo sea mayor o menor, el
comportamiento y prestaciones del motor cambian sustancialmente. Por ello, se puede decir que la
finalidad del sistema de encendido será “iniciar la combustión de la mezcla en el momento adecuado”.
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
llamado “bobina”(21*). Por el circuito primario de la bobina circula una intensidad eléctrica debido a
que sus extremos se encuentran sometidos a la tensión eléctrica de la batería. Cuando, repentinamente,
el ruptor abre el circuito formado por el primario de la bobina y la batería, aparece un transitorio que,
transformado en la bobina, provoca en el secundario de la bobina un pico de tensión de varios miles de
voltios. Este pico de tensión provoca el salto de la chispa en la bujía y el consiguiente encendido de la
mezcla. Posteriormente, el ruptor cierra de nuevo el circuito primario y el ciclo se repite. El Interruptor
que abre y cierra el circuito primario, habitualmente denominado “ruptor o conmutador”(22*), puede
ser externo a la unidad electrónica de control y comandado por ésta última, mediante una pequeña
corriente eléctrica, o puede ser interno e ir incorporado en la circuitería electrónica de la propia central.
Existe otro procedimiento para generar la chispa: “el encendido por descarga de condensador”. En
este sistema, la corriente que circula por el circuito primario no procede directamente de la batería sino
de la descarga de un condensador de media tensión (.400 V) previamente cargado. Sus principales
características son: brevedad de la chispa, alta velocidad de respuesta y mayor potencia de chispa, que
permite mayor longitud de chispa. La primera supone un inconveniente para los motores cuando giran
a una velocidad pequeña y, aunque parcialmente se puede compensar con una mayor longitud de la
chispa, puede suponer fallos en el encendido. La segunda supone una ventaja muy importante cuando
se trata de motores que giran a una velocidad muy alta, en cuyo caso, el sistema convencional tiene
serias limitaciones.
Los sensores utilizados por el sistema de formación de la mezcla se utilizan conjuntamente para
poder actuar adecuadamente sobre el avance de encendido ante situaciones como las siguientes:
A Arranque del motor: se ajusta en avance a un valor óptimo desde el punto de vista del par motor pero
sin que produzca inversiones del giro.
Los principales focos contaminantes de un MEP proceden, por un lado, de los gases de escape y, por
otro, de las pérdidas del depósito de combustible, en forma de vapores. Para reducir al máximo dichas
emisiones se utilizaran diversos procedimientos. La catálisis de los gases de escape y la
retroalimentación de los gases de escape, sirven para atajar el primer foco, y la purga de vapores del
depósito de combustible, para el segundo.
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
Aparte de estos contaminantes, las emisiones de óxidos de azufre (SOx ) y de partículas son
importantes en los MCIA aunque su importancia relativa en los MEP actuales es menor.
El plomo actúa de veneno en estos catalizadores, por ello, no podrán utilizarse con combustibles
aditivados con plomo. La eficacia de estos sistemas de tratamiento de los gases de escape se ve
condicionada fuertemente por la riqueza de la mezcla (Ilustr. 5.4). Así, las reacciones de oxidación
requieren mezclas pobres mientras que las reacciones de reducción requieren mezclas ricas. Es por ello,
que para conseguir una eficacia óptima de oxidación y reducción se requiere trabajar con dosados
estequiométricos. Una desviación de tan sólo un 1% provoca deficiencias importantes en la conversión.
Sin la ayuda de un sistema de regulación lambda funcionando en bucle cerrado, ningún sistema de
inyección ni, por supuesto, de carburación es capaz de conseguir la composición de la mezcla con unas
tolerancias tan estrechas. Con este sistema de regulación, se mide permanentemente la composición de
los gases de escape y se actúa en consecuencia y de forma casi inmediata sobre el caudal inyectado.
Los catalizadores están situados en las proximidades de la salida del motor ya que su efectividad
requiere de una temperatura mínima de funcionamiento. La constitución de un catalizador típico de tres
vías consiste en un conducto metálico (Ilustr. 5.4) en cuyo interior se aumenta el área de contacto entre
los gases de escape y los materiales activos. Para ello se recurre a una estructura microtubular, a modo
de nido de abeja, con celdas cuadradas sobre cuya superficie se encuentran depositados en forma de
gránulos, metales nobles (platino y rodio) que catalizan las reacciones antes descritas.
Otra forma de reducir algunas emisiones contaminantes es mediante la recirculación de los gases de
escape (Ilustr. 5.5). Al volver a introducir de nuevo a la cámara de combustión parte de los gases
quemados se consigue reducir la temperatura de combustión y, en consecuencia, la emisión de óxidos
de nitrógeno. No obstante, la retroalimentación de los gases de escape puede afectar negativamente al
comportamiento de marcha, especialmente en cargas bajas, en ralentí o con el motor frío. Esta técnica
requiere de un control preciso para mejorar el resto de las emisiones contaminantes o, en el peor de los
casos, para no empeorarlas demasiado. El gráfico 5.1 muestra la influencia de la proporción de gases
retroalimentados sobre las emisiones contaminantes y el consumo de combustible de un motor en
condiciones de rendimiento máximo. Se observa una gran influencia sobre las emisiones de Nox. Por
todo lo anterior, la retroalimentación de los gases de escape debe ser controlada por la unidad
electrónica de control en función de las condiciones operativas del motor. La unidad de control gobierna
una válvula neumática que, según convenga, permite un mayor o menor paso de gases retroalimentados.
Gráf.- 5.1.- Influencia de la proporción de gases recirculados Ilustr. 5.5.- Recirculación de gases de escape
sobre el comportamiento de un motor. .
Para resolver este problema se utiliza el sistema de purga de vapores del depósito de combustible.
Un acumulador (25*), relleno de carbón activo, absorbe los vapores de gasolina generados en el depósito
cuando el motor está parado y los libera hacia el sistema de admisión a través de una electroválvula
(26*), tan pronto como el motor se pone en funcionamiento.
La influencia de este aporte adicional de combustible sobre las emisiones de escape puede evitarse
permitiendo dicha purga sólo en determinadas condiciones de funcionamiento. Así pues, la purga del
depósito de combustible y la del acumulador de carbón activo estarán reguladas en todo momento por
la unidad electrónica de control a través de una válvula electromagnética.
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Capítulo VIII.- Sistemas de formación de la mezcla en motores de gasolina.
La elevada capacidad de gestión que hoy ofrecen los equipos electrónicos permite integrar, en esta
unidad electrónica de control, más y más sistemas. Antiguamente, se ocupaban únicamente del sistema
de inyección, posteriormente se implemento el sistema de encendido, más tarde sistemas de control de
emisiones contaminantes y, poco a poco, van incluyendose más sistemas auxiliares.
Por otra parte, la elevada capacidad de almacenamiento de datos de los sistemas digitales permite
tomar en consideración multitud factores para conseguir un funcionamiento más efectivo del motor. Las
condiciones operativas que influyen de forma más importante en el comportamiento del sistema se
describen a continuación:
A Arranque en frío: Dependiendo de la temperatura ambiente, se enriquece la mezcla para compensar
el aumento de la condensación en las paredes del motor y para compensar la mayor dificultad de
vaporización del combustible. El nivel de enriquecimiento va disminuyendo progresivamente
conforme aumenta la velocidad de giro del motor o, bien, tras un determinado número de vueltas
desde el inicio del arranque. Simultáneamente, el avance de encendido se adapta convenientemente:
avances prácticamente nulos con velocidad de giro baja, para evitar la inversión del motor, y mayores
avances a velocidades superiores para mejorar la subida de régimen del motor.
Una vez el motor arrancado, se precisa de una mezcla rica que se va empobreciendo linealmente
de forma más o menos rápida según sea la temperatura ambiente. Algo similar ocurre con el avance
de encendido, que se adelanta en un principio y poco a poco se va normalizando.
A Fase de calentamiento: Durante esta fase, la riqueza de la mezcla será dependiente de la carga y la
velocidad del motor y será tanto mayor cuanto menor sea la temperatura del motor. Por otro lado, el
avance de encendido se adapta convenientemente a la temperatura, carga y velocidad. Además, para
vencer las mayores pérdidas mecánicas que en el motor tienen lugar por la mayor viscosidad del
lubricante, es necesario aumentar el par motor. Para ello, se incrementa la velocidad de ralentí
mediante el control preciso del actuador rotativo de ralentí, lo que permite una mayor regularidad
de giro. La velocidad de giro de ralentí y, en consecuencia, el caudal permitido por el actuador
rotativo variarán dependiendo de la temperatura del motor.
A Funcionamiento a ralentí: En determinadas aplicaciones, el funcionamiento del motor a ralentí
penaliza en exceso el consumo de un motor. Una forma de disminuir dicho consumo es manteniendo
la velocidad de ralentí lo más baja posible. Con este fín se controla en todo momento el gasto másico
de aire, el dosado y el avance de encendido. El actuador rotativo de ralentí adecua el gasto másico
de aire a la velocidad de giro establecida. Valor que viene fijado por la unidad de control en función
de la temperatura del refrigerante y de la potencia consumida por otros sistemas auxiliares
(climatización, etc.). El dosado y el avance de encendido se adaptan para conseguir un
funcionamiento más estable y una aceleración más uniforme.
A Funcionamiento a plena carga: En estas condiciones se precisa del motor la máxima potencia y,
por ello, se ajustarán la riqueza de la mezcla y el avance de encendido bajo este criterio. La mezcla
se enriquece dependiendo del régimen de giro a valores en torno FR = 1.05 ÷ 1.11. Por otro lado, el
avance de encendido aumenta buscando las mejores prestaciones. No obstante, al ser una zona donde
el riesgo de detonación es mayor, si no se dispone de un sistema de control de la combustión
detonante debe tenerse en cuenta la temperatura ambiente y el tipo de combustible. Toda esta
información debe estar contenida en la unidad electrónica de control.
A Aceleración brusca (Aumento de carga y velocidad de giro): Si la mariposa se abre de forma rápida,
la mezcla en la cámara de combustión se empobrece de forma espontanea debido a que la mayor
presión del colector favorece la condensación del combustible, y debido a que la inercia del spray
de combustible hace que éste se acelere de forma más lenta que el aire. Para compensar este
empobrecimiento espontaneo, se enriquece la mezcla durante un breve periodo de tiempo en función
de la temperatura del motor y de la rapidez con que realice el proceso de aceleración. Para determinar
esta rapidez, se puede utilizar la señal proporcionada por el medidor de gasto másico de aire o por
el potenciómetro de la mariposa, si existe. Por otro lado, el ángulo de avance de encendido se corrige
temporalmente para evitar tirones y combustión detonante.
A Deceleración brusca (utilización del motor como freno): En deceleración brusca, cuando un motor
tiene la mariposa en posición de ralentí y la velocidad de giro supera un determinado valor,
programado en la unidad de control (. 1300 r/min), se interrumpe el suministro de combustible
(corte de inyección en retención). Esta situación se mantiene hasta que el motor cae por debajo de
otro valor de velocidad de giro inferior al anterior (.1100 r/min) y que también está memorizado en
la unidad de control. En un vehículo, esta situación es habitual cuando pretende reducir de forma
importante la velocidad de avance o cuando pretende utilizar el motor para retener el vehículo.
A Velocidad de giro excesiva: Cuando el motor supera el régimen máximo admisible, programado en
la unidad de control, se interrumpe el flujo de combustible hasta que el motor cae por debajo de otra
velocidad de giro, también programada en la unidad de control.
A Parada accidental del motor: Para evitar una pérdida de combustible y el consiguiente peligro de
incendio cuando un vehículo sufre un accidente de tráfico, la bomba de combustible se desactiva. Por
ello, la unidad de control desconecta la bomba de forma automática si detecta que el motor no esta
funcionando o en fase de arranque.
E.U.I.T.Industrial
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