1 2 3 4 Unidad 1 Jaspers Platon de La Republica

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La filosofia desde el punto de vista de la existencia por KARL JASPERS FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO 1. QUE ES LA FILOSOFIA? QueseA 1a riLosorta y eudl su valor, es cosa diseuti da, De ella se esperan revelaciones extraordinarias o bien se la deja indiferentemente a un lado como un pensar que no tiene objeto. Se la mira eon respe- to, como el importante quehacer de unos hombres insélitos o bien se Ia desprecia como el superfluo cavilar de unos sohadores. Se la tiene por una cosa que interesa a todos y que por tanto debe ser en el fondo simple y comprensible, o bien se la tiene por tan dificil que es una desesperacién el ocuparse con ella, Lo que se presenta bajo el nombre de filosofia proporeiona en realidad ejemplos justificativos de tan opuestas apreciaciones. Para un hombre.con fe en Ia ciencia es Jo peor de todo que la filosofia’carezea por completo de resul- tados universalmente vilidos y susceptibles de ser sabidos y poseidos, Mientras que las ciencias han logrado en los respectivos dominios conocimientos impresionantemente ciertos y universalmente acep- tados, nada semejante ha sleanzado la filosofia a pesar de esfuerzos sostenidos durante milenios. No hay que negarlo: en la filosofia no hay unanimidad alguna acerca de lo conocido definitivamente. Lo ‘aceptado por todos en vista de razones imperiosas se ha eonvertide como consecuencia en un conoci- miento cientifieo; ya no es filosofia, sino algo que pertenece a un dominio especial de lo cognoscible. ‘Tampoco tiene el pensar filoséfico, como lo tienen las ciencias, el eardeter de un proceso progresivo, 7 8 {QUE ES LA FILOsoFIA? Estamos ciertamente mucho més adelantados que Hipscrates, el médico griego; pero apenas podemos decir que estemos mas adelantados que Platén, Solo estamos més adelgntados en punto al material de los conacimientos cientificos de que se sirve este siltimo. En el filosofar mismo, quizé apenas haya- mos vuelto a llegar aél. Este hecho, de que a toda criatura de la filosofia le falte, a diferencia de las ciencias, la aceptacién undnime, es un hecho que ha de tener su rat en la naturaleza de las casas, La clase de certeza que ‘cabe lograr en filasofia no es Ia cientifica, es decir, Ja misma para todo intelecto, sino que es un cercio- raree en la consecucién del cual entra en juego la ‘esencia entera del hombre. Mientras que los cono- ‘cimientos cientificos versan sobre sendos objetos especiales, saber de los cuales no os on modo algu- ‘no necesatio para todo el mundo, trétase en la filo- sofia de la totalidad del ser, que interesa al hombre en cuanto hombre, tratase de una verdad que allt donde destella hace presa mas hondo que todo co- nocimiento cientifico. La filosofia bien trabajada esta vineulada sin duda a las ciencias. Tiene por supuesto éstas en el estado mas avanzado a que hayan llegado en la 6poca correspondiente. Pero el espirita de la filoso- fa tiene otro origen, La filosofia brota antes de toda ciencia alli donde despiertan los hombres, Representémonos esta filosofia sin ciencid’en algu- nas notables manifestaciones Primero, Bn materia de cosas filoséficas se tiene ‘casi todo el mundo por competente, Mientras que se admite que en las ciencias son condicién del enten- der el estudio, el adiestramiento y el método, frente {QUE ES LA FILOSOFIA? ° 4a filosofia se pretende poder sin mas intervenir nella y hablar de ella, Pasan por preparacién sufi ciente la propia humanidad, el propio destino y Is propia experiencia Hay que aceptar la exigencia de que la filosofia ‘sea accesible a todo el mundo. Los prolijas eaminos dela filosofia que recorren los profesionales de ella, ‘s6lo tienen realmente sentido si desembocan en el, hombre, el cual resulta earacterizado por la forma de su saber del ser y de sf mismo en el seno de éste, ‘Segundo, El pensar filosofico tiene que ser origi nal en todo momento. Tiene que llevarlo a cabo cada ‘uno por simismo. ‘Una maravillosa sefial de que el hombre filosofa cen cuanto tal originalmente son las preguntas de los nifos. Noes nada raro ofr de la boca infantil algo ‘que por eu eentide penetra inmediatamente on las profundidades del filosofar. He aqui unos ejemplos. ‘Un nifio manifiesta sw admiracién diciendo: “me ‘empeiio en pensar que soy otro y sigo siendo siem- pre yo". Este nino toca en uno de los origenes de toda certeza, la conciencia del ser en la conciencia del yo. Se asombra ante el enigma del yo, este ser que no cabe concebir por medio de ningiin otro. Con, su cuestién se detiene el nino ante este limite, ‘Otro nin oye la historia de la ereacién, Al princi pio ere6 Dios el cielo y la tierra..., y pregunta en el facto: "ZY qué habia antes del principio?” Este nino hha hecho la experiencia dela infinitud de la serie de Jas preguntas posibles, de la imposibilidad de que haga alto el intelecto, al que no es dado obtener una respuesta coneluyente, Ahora, una nifia, que va de paseo, a la vista de un bosque hace que le cuenten el cuento de los elfos que de noche bailan en él en corro.,. “Pero 6508 no 10 {QUEES LA FILOSOFIA? los hay...” Le hablan luego de realidades, le hacen observar el movimiento del Sol, le explican la cues- tidn de si es que se mueve el Sol o que gira la Tierra yle dicen las razones que hablan en favor de la for- ‘ma esférica de la Tierra y del movimiento de ésta en, torno de su eje... “Pero eso no es verdad”, dice la nifia golpeando con el pie en el suelo, “la Tierra esta quieta. Yo sélo creo lo que veo.” *Entonces tii no crees ten papé Dios, puesto que no puedes verle."A esto se jueda la nifia pasmada y luego dice muy resuelts ‘Si no existiese él, tampoco existirfamos nosotros Esta nina fue presa del gran pasmo de la existen. cia: ésta no es obra de si misma. Concibié incluso Ia diferencia que hay entre preguntar por un objeto del mundo y el preguntar por el ser y por nuestra existencia en el universo, ‘Otea nitta, que va de visita, eubo una escalera. Le hacen ver edmo va cambiando todo, eémo pasa y desaparece, como si no lo hubiese habido. “Pero tiene que haber algo fijo... que ahora estoy aqui subiendo la escalera de casa de la tia, siempre sera luna cosa segura para mi." El pasmo y el espanto ante el universal caducar y fenecer de las cosas se busca una desmanada salida, Quien se dedicase a recogerla, podria dar cuenta de una rica filosofia de los nifios, La objecién de que los nifos lo habrian ofdo antes a sus padres 0 a otras personas, no vale patentemente nada frente fa pensamientos tan serios, La objecin de que estos nifios no han seguido filosofando y que por tanto sus declaraciones sélo pueden haber sido easuales, pasa por alto un hecho: que los nifios poseen con fre cuencia una genialidad que pierden cuando crecen, Es como si con los aiios cayésemos en la prisién de las convenciones y las opiniones corrientes, de las QUE BS LA FILOSOFIA? n ocultaciones y de las cosas que no son cuestion, per- diendo Ia ingenuidad del nifio. Este se halla ain franeamente en exe estado de la vida en que ésta brota, sintiendo, riendo y preguntando cosas que pronto se le eseapan para siempre. El nifo olvida lo que se le revel6 por un momento y se queda sor. prendido cuando los adultos que apuntan lo que ha dicho y preguntado se lorefieren mas tarde. Tereero, El filosofar original se presenta en los enfermos mentales lo mismo que en los nifios. Pasa fa veces —raras— como si se rompiesen las eadenas y los velos generales y hablase una verdad impre- sionante, Al comienzo de varias enfermedades men- tales tienen lugar revelaciones metafisieas de una indole estremecedora, aunque por su forma y len- guaje no pertenecen, en absoluto, al rango de aque as que dadas a conocer cobran una significacin objetiva, fuera de casos come los del poeta Holder- lino del pintor Van Gogh. Pero quien las presencia no puede sustraerse a la impresin de que se rompe ‘un velo bajo el cual vivimos ordinariamente la vida, ‘A mas de una persona sana le es también conocida, la experiencia de revelaciones misteriosamente pro- fundas tonidas al despertar del sueno, pero que al despertarse del todo desaparecen, haciéndonos sen- tir que no somos mas capaces de ellas. Hay tna ver- dad profunda en la frase que afirma que los nifios y los locos dicen la verdad. Pero la originalidad crea. dora a la que somos deudores de las grandes ideas filoséficas no esta aqui, sino en algunos individuos cuya independencia e imparcialidad los hace apare- cer como unos pocos grandes espfritus diseminados alo largo de los milenios. Cuarto. Como la filosofia es indispensable al hom- bre, esta en todo tiompo ahi, piiblicamente, en los ” LUE ESLA FILOSOFIA? refranes tradicionales, en apotegmas filoséficos co- rrientes, en convieciones dominantes, como por ejem- plo en el lenguaje de los espiritus ilustrados, de las ‘ideas y creencias politicas, pero ante todo, desde el ‘comienzo de la historia, en los mitos. No hay manc- rade escapar a la filosofia. La cuestin es tan sélo si sera consciente 0 no,siseré buena 0 mala, confusa 0 clara, Quien rechaza la filosofia, profesa también tuna filosofia, pero sin ser consciente de ella, {Qué es, pues, la filosofia, que s# manifiesta tan ‘universaimente bajo tan singulares formas? La palabra griega fldsofo (philésophos) se formé ‘en oposicién a soph. Se trata del amante del eono- cimiento (del saber) a diferencia de aquel que es- tando en posesién del conocimiento se lamaba sapiente o aabio. Eete sentido de la palabra ha per sistido hasta hoy: la busca de la verdad, no la pose- sidn de ella, es la esencia de la filosofia, por frecuen- temente que se la traicione en el dogmatismo, esto ‘es, en un saber enunciado en proposiciones, defini- tivo, perfecto y ensefable. Filosofia quiere decir: ir de camino, Sas preguntas son mas esenciales que sus respuestas, y toda respuesta se convierte en ‘una nueva pregunta, Pero este ir de camino ~el destino del hombre en el tiempo— alherga en su seno la posibilidad de una honda satistaecién, mas atin, de la plenitud en algu- nos levantados momentos. Esta plenitud no estriba ‘nunca en una certeza enunciable, no en proposicio- nes ni confesiones, sino en la realizacién histérica del ser del hombre, al que se le abre el ser mismo. Lograr esta realidad dentro de la situacién en que en eada caso un hombre es el sentido del .QUEES LA FULOSOFIA? 13 Irde camino buscando, 0 bien hallar el reposo yla plenitud del momento —no son definieiones de Ta f- losofia, Bsta no tiene nada ni encima ni al lado. No es derivable de ninguna otra cosa. Toda filosofia se dofine ella misma con su realizacién. Qué sea la Filosofia hay que intentarlo, Segiin esto es la filo- sofia a una Ja actividad viva del pensamiento y la reflexién sabre este pensamiento,o bien el hacer y el hablar de él. Solo sobre la base de los propios in- tentos puede pereibirse qué es lo que en el mundo nos hace frente como filosofia, | Pero podemos dar otras formulas del sentido de la filosofia, Ninguna agota este sentido, ni prueba ninguna ser la Gniea. Oimos en la Antiguedad: I filosofia es (segan su objeto) el conocimiento de las cosas divinas y humanas, el conocimiento de lo ente fen cuanto ento, eo (por cu fin) aprender a morir, 02 el esfuerzo reflexive por aleanzar la felicidad; asic milaciéa a lo divino, es finalmente (por su sentido universal) el saber de todo saber, el arte de todas las artes, la ciencia en general, que no se limita a ningtin dominio determinado, “Hoy es dable hablar de la filosofia quiz en las siguientes formulas; su sentido es: Ver la realidad en su origen; apresar la realidad conversando mentalmente conmigo mismo, en Ia actividad interior; abrirnos a la vastedad de lo que nos circunvala; fosar la comunicacién de hombre a hombre sir- viéndose de todo espiritu de verdad en una lucha mantener despierta con paciencia y sin cesar la rrazén, incluso ante lo mas extranio y ante lo que se rehisa, ‘La filosofia us aquella concentracién mediante Ia “ {QUE ESLA FILOSOFIA? cual el hombre llega a ser é1 mismo, al hacerse par- ticipe de Ia realidad, Bien que la filasofia pueda mover a todo hombre, in- luso al nifo, bajo la forma de ideas tan simples como eficaces, su elaboracién consciente es una fae- ‘na jamés acabada, que se repite en todo tiempo y que se rehace constantemente como un todo presen- te —se manifiesta en las obras de los grandes fil6 sofos y como un eco en los menores. La conciencia de esta tarea permanecera despierta, bajo la forma que sea, mientras los hombres sigan siendo hombres. ‘No es hoy la primera vez que se ataca a a filoso- fia en la raiz yse la niega en su totalidad por super- flua y nociva, {A qué esta ahi? Si no resiste cuando sms falta haria. El autoritariemo eclesidetico ha rechazado la filo- sofia independiente porque aleja de Dios, tienta seguir al mundo y echa a perder el alma con lo que en el fondo es nada. Bl totalitarismo politico hizo este reproche: los filésofos se han limitado a inter- pretar variadamente el mundo, pero se trata de transformarlo, Para ambas maneras de pensar ha pasado la filosofia por peligrosa, pues destruye ol orden, fomenta el eapiritu de independencia y con lel de rebeldfa y revolucién, engafa y desvia al hombre de eu verdadera misién, La fuerza atrac- tiva de un mas all que nos es alumbrado por el Dios revelado, o el poder de un mas aca sin Dios pero que lo pide todo para sf, ambas cosas quisieran, causar la extincién de la filosofi. ‘Aesto se afiade por parte del sano y cotidiano ‘sentido comsin el simple patrn de medida de la uti- lidad, bajo el cual fracasa la filosofia. Ya a Tales, que pasa por ser el primero de los filésofos griegos, (QUE ES LA FILOSOFIA? 6 lo ridiculizé la sirviente que le vio caer en un pozo por andar observando el cielo estrellade. A qué anda buscando lo que esté més lejos, sies torpe: loque esta mas cerea, La filosofia debe, pues, justificarse. Pero esto es imposible, No puede justificarse con otra cosa para la que sea necesaria como instrumento, Séla puede volverse hacia las fuerzas que impulsan realmente al filosofar en cada hombre. Puede saber que pro- mueve una causa del hombre en cuanto tal tan des interesada que prescinde de toda cuestion de uti- lidad y nocividad mundanal, y que se realizara mientras vivan hombres. Ni siquiera las potencias que le son hostiles pueden prescindir de pensar el sentido que les es propio, ni por ende producir cuer- pos de ideas unidas por un fin que son un sustituto de la Mlosafin, pero ce hallan cometidoe a Ine condi ciones de un efecto buscado —como el marxismo ¥ el fascismo. Hasta estos cuerpos de ideas atesti- guan la imposibilidad en que esta el hombre de @squivarse a la filosofia. Bsta se halla siempre ahi. ‘La filosofia no puede luchar, no puede probarse, pero puede comunicarse. No presenta resistencia alli donde se la rechaza, ni se jacta alli donde se la, escucha, Vive en la atméefera de la unanimidad que en el fondo de la humanidad puede unir a todos con todos. En gran estilo sistematicamente desarrollada hay filosofia desde hace dos mil quinientos afios en Occidente, en China y la India. Una gran tradicién nos dirige la palabra, La multiformidad del filoso- far, las contradicciones y las sentencias con preten- siones de verdad pero mutuamente excluyentes no pueden impedir que en el fondo opere una Unidad que nadie posee pero en torno de la cual giran en 16 {QUE BS LA FILOSOFtA? todo tiempo todos los esfuerzos serios: la filosofia una y eterna, la philosophia perennis. A este fondo histérieo de nuestro pensar nos encontramos rem) tidos, si queremos pensar esencialmente y con la ‘conciencia mas clara posible. IL LOS ORIGENES DE LA FILOSOFIA La HISTORIA DB LA FILOSOFIA como pensar metédico tiene sus comienzos hace dos mil quinientos afos, pero como pensar mitico mucho antes. ‘Sin embargo, comienzo no es lo mismo que ori- gon. Eleomienzo es histirico y acarrea para los que en después Un eonjunto ereciente de supueatos Ssentados por el trabajo mental ya efeetuado, Origen 8, en cambio, la fuente de Ia que mana en todo tiempo elimpulso que mueve a filsofar: Unicamen- te gracias a él resulta esencial la filosofia actual en cada momento y comprendida la filosofia anterior. ‘Bste origen es multiple Del asombro sale la pre- sguntay el conoctunfento, de ladudu acerca de lo co- nocido el examen critico y Ia clara certeza, de la conmocién del hombre y de la conciencia de estar perdido la cuestion de si propio. Representémonos ante todo estos tres motivos. Primero, Platén deca que el asombro es el origen de Ja filosofia. Nuestros ojos nos “hacen ser purticipes del especticulo de las estrellas, del Sol y de la b6ve- da celeste”. Este especticulo nos ha “dado el impul- sode investigar el universo, De aqui broté para nos- ‘otros Ia filosofia, el mayor de los bienes deparados, por los dioses a la raza de los mortales". Y Aris- toteles: "Pues la admiracién es lo que impulsa a los hombres a filosofar: empezando por admirarse de lo ‘que les sorprendia por extraiio, avanzaron poco a poco y se preguntaron por las vieisitudes de la Luna ¥y del Sol, de los astros y por el origen del universo”, ” 16 Los ori (ES DE LA FILOSOFIA El admirarse impele a conocer. En la admiracién cobro eonciencia de no saber. Buseo el saber, pero el saber mismo, no “para satisfacer ninguna necosi- dad comin’ El filosofar es como un despertar de la vineula cidn a las necesidades de la vida, Este despertar tie ne lugar mirando desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo, preguntando qué sea todo ello y de dénde todo ello venga, preguntas cuya respuesta no serviria para nada util, sino que resulta satisfac toria por sf sola Segundo, Una vez que he satisfecho mi asombro y admiracién con el congcimiento de lo que existe, pronto se anuncia la duda. A buen seguro que s¢ acumulan los conocimientos, pero ante el examen eritico no hay nada cierto, Las percepciones sen- sibles estin condicionadas por nuestror érgancs Sensoriales y son engafiosas 0 en todo caso no con cordantes con Io que existe fuera de mi indepen- dientemente de que sea percibido o en si, Nuestras formas mentales son las de nuestro humano inte ecto, Se enredan en contradicciones insolubles, Por todas partes se alzan unas afirmaciones frente a otras. Filosofando me apodero de la duda, intento hhacerla radical, mas, o bien gozéndome en la nega- cidn mediante ella, que ya no respeta nada, pero que por su parte tampoco logra dar un paso mas, o bien preguntiindome dénde estard la certeza que eseape atoda duda y resista ante toda critica honrada, La famosa frase de Descartes “pienso, luego exis: to® era para él indubitablemente cierta cuando du aba de todo lo demas, pues ni siquicra ol perfecto engafio en materia de conocimiento, aquel que quizé ri percibo, puede engafiarme acerca de mi existen cia miontras me engatio al pensar. LOS ORIGENES DELA PILOSOFIA 1 La duda se vuelve como duda metédica la fuente del examen eritieo de todo eonoeimiento, De aqui que sin una duda radical, ningin verdadero filoso- far, Pero lo decisivo es cmo y dénde se conquista a través de la duda misma el terreno de la certeza. Y tereero. Entrogado al conocimiento de los obje- ‘tos del mundo, practicando la duda como la via de la certeza, vivo entre y para las cosas, sin pensar en ‘mi, en mis fines, mi dicha, mi salvacién. Mas bien estoy olvidado de mf y satisfecho de aleanzar seme. jantes conocimientos. ‘La cosa se vuelve otra cuando me doy cuenta de ‘mi mismo en mi situacion, Bl estoico Epicteto decia:"El origen de la filosofia es el percatarse de la propia debilidad e impoten. cia” ;Cémo salir de la impotencia? La respuesta de Epicure decia: considerando todo Io quc no exta on ‘mi poder como indiferente para mi en su necesidad, ¥, por el contrario, poniendo en claro y en libertad or medio del pensamiento lo que reside en mi, a saber, la forma y el contenido de mis representa: Cerciorémonos de nuestra humana situacién, Esta: mos siompre en situaciones. Las situaciones cam- Dian, las ocasiones se suceden. Si éstas no se apro vechan, no vuelven mas, Puedo trabajar por hacer que cambie la situacién. Pero hay situaciones por su esencia permanentes, aun cuando se altere su pariencia momenténea y se cubra de un velo su po: der sobrecogedor: no puedo menos de morir, ni de padecer, ni de luchar, estoy sometido al acaso, me hundo inevitablemente en la culpa. Estas situacio: nos fundamentales de nuestra existencia las llama. ‘mos situaciones limites. Quiere decirse que son si ea LOS ORIGENES DELA FILOSORIA ‘tuaciones de las que no podemos salir y que no po- demos alterar. La con de estas situaciones limites es después del asombro y de la duda el ori gen, mas profundo ain, de la filosofia, En la vide Corriente huimos frecuentemente ante ellas cerran- do los ojos y haciendo como si no existieran. Olvi- damos que tenemos que morir, olvidamos nuestro ser culpables y nuestro estar entregados al acaso. Entonces sélo tenemos que habernoslas con las ‘uaciones coneretas, que manejamos a nuestro gus to ya las que reaceionamos actuando segun planes cen el mundo, impulsados por nuestros intereses tales. A las situaciones limites reaccionamos, en ‘cambio, ya velndolas, ya, cuando nos damos cuen- ta realmente de ellas, con la desesperacién y con la reconstitueidn: llegamos a ser nosotros mismos en tuna transformacién de Ia conciencia de nuestro eer Pongamonos en claro nuestra humana situacién de ‘otro modo, come la desconfianza que merece todo ser mundanal. Nuestra ingenuidad toma el mundo por el ser pura y simplemente. Mientras somos felices, est ‘mos jubilosos de nuestra fuerza, tenemos una con- fianza irreflexiva, no sabemos de otras cosas que lag de nuestra inmediata cireunstancia, En el dolor, en la flaqueza, en la impotencia nos desesperamos. Yuna vex que hemos salido del trance y seguimos viviendo, nos dejamos deslizar de nuevo, olvidados de nosotros mismos, por la pendiente de la vida foliz, Pero el hombre se vuelve prudente eon semejan: tes experiencias. Las amenazas le empujan a asegu- rarse, La dominacién de la naturaleza y la sociedad +humana deben garantizar Ia existencia, LOS ORIGENES DE LA FILOSOFIA a EI hombre se apodera de la naturaleza para po- nerla a su servieio la ciencia y la técnica se encar- gan de hacerla digna de confianza, Con todo, en plena dominacion de la naturaleza subsiste lo incalculable y con ello a perpetua ame- raza, y a la postre el fracaso en conjunto: no hay manera de acabar con el peso y la fatiga del trabajo, Ja vejez, la enfermedad y la muerte. Cuanto hay digno de confianza en la naturaleza dominada se limita a ser una parcela dentro del marco del todo indigno de ella Y el hombre se congrega en sociedad para poner limites y al cabo eliminar Ia lucha sin fin de todos contra todos; en Ia ayuda mutua quiere lograr la seguridad. Pero también aqui subsiste el limite, So ali don- de los Eotados ce hallaran en sitwacién de que cada ‘iudadano fuese para el otro tal como lo requiere la solidaridad absoluta, séloallf podrian estar seguras ‘en conjunto la justiciay la libertad, Pues s6lo enton- ‘es si Se le hace injusticia a alguien se oponen los ‘demas como un solo hombre. Mas nunea ha sido ast. Siempre es un circulo limitado de hombres, 0 bien son sélo individuas sueltos, los que asisten realmen- te unos a otros en los casos més extremados, incluso ‘en medio de la impotencia. No hay Estado, ni Igle sia, ni sociedad que proteja absolutamente, Seme. janie proteccién fue la bella ilusion de tiempos tran- {uilos en los que permaneeia velado el limite Pero en contra de esta total deseonfianza que me- rece el mundo habla este otro hecho. En el mundo hay lo digno de fe, lo que despierta la confianza, hay el fondo en que todo se apoya: el hogar y la patria, Jos padres y los antepasados, los hermanos y los amigos, la esposa, Hay el fondo histérico de la tradi- 2 LOS ORIGENES DELA FILOSOFIA cidn en la lengua materna, en la fe, en la obra de los pensadores, de los poetas y artistas. Pero ni siquiera toda esta tradicidn da un alber- gue seguro, ni siquiera ella da una confianza abso- Tuta, pues tal como se adelanta hacia nosotros es toda ella obra humana; en ninguna parte del mundo esta Dios. La tradicién sigue siendo siempre, ade mas, cuestionable, En todo momento tiene el hom- bre que descubrir, mirandose a si mismo o sacan- lo de su propio fondo, lo que es para él certeza, ser, confianza. Pero esa desconfianza que despierta todo ser mundanal es como un indice levantado, Un indi- ce que prohibe hallar satisfaccién en el mundo, un indice que sefiala a algo distinto del mundo, Las situaciones limites —la muerte, el acaso,la culpa ya desconfianza que despierta c! mundo— me ense- fhan lo que es fracasar. Qué haré en vista de este fra caso absoluto, a la visidn del cual no puedo sustraer me cuando me represente las cosas honradamente? ‘No nos basta el consejo del estoico, el retraerse al fondo de la propia libertad en la independencia del pensamiento. Bl estoico erraba al no ver con bas- tante radicalidad la impotencia del hombre. Des- conocié la dependencia incluso del pensar, que en si fs vacio, esta reducido a lo que se le da, y Ia posibili- dad de la locura, El estoico nos deja sin consuelo en Ia mera independencia del pensamiento porque a ste le falta todo contenido propio. Nos deja sin es. peranzas, porque falla todo intento de superacién esponténen e intima, toda satisfaccién lograda me diante una entrega amorosa y la esperanzada ex. pectativa de lo posible. Pero lo que quiere el estoico es auténtica filosofia. El origen de ésta que hay en las situaciones limites L08 oRIGE! DELA FILOSOFIA, 2 da el impulso fundamental que mueve a encontrar ‘en.l fracaso el eamino que lleva al ser. Es decisiva para el hombre la forma.en que expe rimenta el fracaso: el permanecerle oculio, domi- naindole al eabo sélo fécticamente, o bien el poder verlo sin velos y tenerlo presente como limite cons tante de la propia existencia, o bien el echar mano a soluciones y una tranquilidad ilusorias, o bien el aceptarlo honradamente en silencio ante lo indese' frable, La forma en que experimenta su fracaso es lo que determina en qué acabard el hombre. En las situaciones limites, o bien hace su apari- cién Ia nada, o bien se hace sensible lo que realmente existe a pesar y por encima de todo envanescente ser mundanal. Hasta la desesperacién se convierte por obra de su efectividad, de su ser posible en el undo, on indice que veftala mas alld do éote. Dicho de otra manera: el hombre busea Ia salva- cion. Bsta se 1a brindan las grandes religiones uni versales de la salvacion, La nota distintiva de éstas es el dar una garantia objetiva de la verdad y reali- ad de la salvacion. Bl camino de ella conduce al acto de la conversiGn del individuo, sto no puede Garlo la filosofia. ¥ sin embargo, es todo flosofar un, superar el mundo, algo andlogo a la salvacién, Resumamos. El origen del flosofar reside en la ad: miracién,en la duda, en la conciencia de estar per- ido. En todo caso comienza el filosofar con una conmocién total del hombre y siempre trata de salir del estado de turbacién hacia una meta, Platén y Aristételes partieron de la admiracién en busca de la esencia del ser, Descartes buseaba en medio de la serie sin fin de loincierto la certeza imperiosa, 2m 1.08 ORIGENES DELA FILOSOFIA ‘Los estoicos buscaban en medio de los dolores de In existoncia la paz del alma, ‘Cada uno de estos estadoa de turbacion tiene su verdad, vestida histéricamente en cada caso de las, respectivas ideas y lenguaje. Apropiandonos hist6- ricamente éstos, avanzamos a través de ellos hasta Jos origenes, aun presentes on nosotros. El affn es de un suelo seguro, de la profun del ser, de eternizarse, Pero quiza no es ninguno de estos origenes el mas original o el ineondicional para nosotros. La paten- cia del ser para la admiracién nos hace retener 1 aliento, pero nos tienta a sustraernos a los hombres ‘ya caet presos de los hechizos de una pura metafis ‘ca. La certoza imperiosa tiene sus tinicos dominios alli donde nos orientamos en el mundo por el saber cientifico, La imperturbabilidad del alma en el es- ftoxcismo sélo tiene valor para nosotros como actitud transitoria en el aprieto, como actitud salvadora ante la inminencia de la caida completa, pero en si misma carece de contenido y de aliento. Estos tres influyentos mativos —la admiracién y el conocimiento, la duda y la certeza, ol sentirse perdido y el encontrarse a si mismo— no agotan Io que nos imueve a filosofar en la actualidad. En estos tiempos, que representan el corte mas radical de la historia, tiempos de una disolucién inaudita y de posibilidades s6lo oscuramente ati ‘badas, son sin duda validos, pero no suficientes, los tres motivos expuestos hasta aqui. Estos motives resultan subordinados a una condicién, la de la co- ‘municacidn entre los hombres. En Ia historia ha habido hasta hoy una natural vvineulacién de hombre a hombre en comunidades di nas de confianza, en institueiones y en espiritu gene- ral, Hasta el solitario tenia, por decirlo asi, un sostén d LOS ORIGENES DE LA FILOSOPIA 2 en su soledad. La disolucién actual es sensible so- bre todo en el hecho de que los hombres cada vez se comprenden menos, se encuentran y se alejan co- rrienda unos de otros, mutuamente indiferentes, en, el hecho de que ya no hay lealtad ni comunidad que sea incuestionable y digna de confianza, En la actualidad se torna resueltamente decisiva una situacién general que de hecho habia existido siempre. Yo puedo hacerme uno con el préjiimo en la verdad y no lo puedo; mi fe, justo euando estoy se- ‘guro de mi, choca con otras fes; en algun punto Ii mite sélo parece quedar la lucha sin esperanza por la.unidad, una lucha sin més salida que la sumision © Ia aniquilacién; la flaqueza y la falta de energia hhace a los faltos de fe o bien adherirse ciegamente 0 bien obstinarse tercamente, Nada de todo esto es ccesoria ni inesencial ‘Todo ello podria pasar si hubiese para mi en el aislamiento una verdad con la que tener bastante. Bee dolor de la falta de comunieacisn y esa satisfac. ion peculiar de la comunieacién auténtiea no nos afectarian filosdticamente como lo hacen, si yo estu- viera seguro de mi mismo en la absoluta soledad de la verdad, Pero yo sdlo existo en companta del proji- ‘mo; solo, no soy nada. ‘Una comunicacién que no se limite a ser de inte lecto a intelecto, de espiritu a espfrita, sino que Ne gueaserdeexistencia aexistencia, tiene sélo por un simple medio todas las cosas y valores impersona: los. Justificaciones y ataques son entonces medios, no para lograr poder, sino para acercarse. La lucha es una lucha amorosa en la que cada cual entrega al ‘otra todas las armas, La corteza de ser propiamente sélo se da en esa comunicacion en que la libertad ‘esta con la libertad en franco enfrentamiento en 26 LOS ORIGENES DELA FILOSOFIA plena solidaridad, todo trato con el préjimo es sélo preliminar, pero en el momento decisivo se exige ‘mutuamente todo, se hacen preguntas radicales. Unicamente en la comunicacién se realiza cual- guier otra verdad; en ella sélo soy yo mismo, no limiténdome a vivir, sino henchiendo do plenitud la vida, Dios sélo se manifiesta indirectamente y una independientemente del amor de hombre a jombre; la certeza imperiosa es particular y rela- iva, est subordinada al todo; el estoicismo se con- vierte en una actitud vacia y pétrea, La fundamental actitud filoséfica cuya expresién intelectual he expuesto a ustedes tiene su raiz en el estado de turbacién producido por la susencia de la comunicacién, en el afin de una comunicacién au- téntica y on la posibilidad do una lucha amorosa que vincule en sus profundidades yo con yo. Y este filosofar tiene al par sus raices en aquellos tres estadas de turbacién filoséficos que pueden so- meterse todos a la condicién de lo que signifiquen sea como auxiliares o sea como enemigos, para I comunicacién de hombre a hombre. Elorigen de la filosofia est, pues, realmente en Ta admiracién, en la duda, en la experiencia de las situaciones limites, pero, on ultimo término y ence- rrando en sf todo esto, en la voluntad de la comuni- cacién propiamente tal, Asi se muestra desde un principio ya en el hecho de que toda filosafia impul- saa la comunicacién, se expresa, quisiera ser ofda, en el hecho de que su esencia es la coparticipacién misma y ésta ea indisoluble del ser verdad. Unicamente en la comunieacién se aleanza el fin de la filosofia, en el que esti fundado en ultimo tér- ‘mino el sentido de todos los fines: el interiorizarse del ser, laclaridad del amor, la plenitud del reposo. III, LO CIRCUNVALANTE Hoy quisiera ExpoNERLES a ustedes una idea filos6- fica fundamental que es una de las mas dificiles, Bs una idea indispensable porque en ella se funda el sentido del pensamiento propiamente filos6fico, Bs una idea que no puede menos de ser comprensible incluso en la forma més simple, bien que el desarro aria adecuadamente sea cosa complicada. Voy a ‘teatar de indicacla, La ilosofia emperé con esta progunta: {qué exis- te? Hay ante todo muchas clases de entes, la cosas del mundo, las formas de lo inanimado y de lo viviente, muchas cosas, sin termino, que todas van yy vienen. Pero qué es el ser propiamente tal, es de- tir, el ser que lo eontiene todo, que esta en la base de todo, del eual brota todo lo que existe? La respuesta a esta pregunta es sorprendente- mente multiple. Venerable es la de Tales, la mas antigua respuesta, la del fil6sofo mas antiguo: todo es agua, sale del agua. En los tiempos siguientes se dijo, en lugar de esto, que todo es en el fondo fuego, 0 aire, o lo indeterminado, o la materia, o los ato ‘mos, 0 bien, la vida es el primer ser, del cual repre- senta sélo una degradacién todo lo que carece de ia, 0 bien el espiritu, para el cual son las cosas apariencias, sus representaciones, producidas por 41, digdmoslo asi, como tn suenio. Vemos asi una gran serie de ideas acerca del mundo que se ha haw: tizado con los nombres de materialismo (todo es materia y un proceso meeinico-natural), espiritua: 28 LOCIRCUNVALANTE, lismo (todo es espirity), hilozoiamo (el universo es una materia viviente y animada) y de otros puntos de vista. En todos los casos se ha dado respuesta a la pregunta qué sea propiamente el ser setalando un ente existente en el mundo y que tendria el peculiar caracter de salir de 6l todo lo demas. Pero {qué es lo justo? Las razones aducidas en la lucha de las escuelas no han sido capaces de probar fen milenios que una de estas posiciones es la verda- dora. En pro de cada una se presenta algo de ver- dadero, a saber, una intuicién y una forma de inda- gacidn que enseia a ver algo en el mundo. Pero todas resultan falsas cuando pretenden sor tinicas y explicar por su concepcién fundamental todo lo que existe. ‘cn qué consiste esto? Todas estas maneras de ver tienen ima ensa en comin: interpretan el ser cama algo que me hace frente como un objeto al eual me dirijo mentindolo, Este protofenémeno de nuestra xistencia consciente es tan natural para nosotros, que apenas advertimos lo que tiene de enigmatico, porque no preguntamos en absoluto por él. Lo que Pensamos, aquello de que hablamos, es siempre algo distinto de nosotros, es aquello a que nosotros, los sujetos, estamos dirigidos como algo que nos hace frente, los objetos. Cuando hacemos de nosotros mis- mos el objeto de nuestro pensamiento, nos conver timos, por decirlo asi, en algo distinto de nosotros, ya la vex geguimos existiendo como un yo pensante {que lleva a cabo esta actividad de pensarse a si mis- ‘mo, pero que sin embargo no puede pensarse adecua- damente como objeto, porque es siempre de nuevo ‘el supuesto de tado volverse algo objeto, Llamamos: ‘aeste descubrimienta fundamental, de nuestra exis- tencia pensante, la soparacién del sujeto y el objeto, LOCIRCUNVALANTE, 2 En esta separacisn existimos constantemente euan- do estamos despiertos y somos conscientes. Podemos movernos eon nuestro pensamiento v volvernos con 1 como y adonde queremos: lo cierto es que en di ‘cha separacién siempre estamos dirigidos a algo ob- ivo, sea el objeto la realidad de nuestra percep. ‘in sensible, seu el pensamiento de objetos ideales, como los ndimeros y las figuras, soa une imagen de Ja fantasia o incluso la figuracién de algo imposible. Siempre se trata de objetos que nos hacen frente exterior 0 interiormente como contenido de nuestra conciencia. No hay —para decirlo con palabras de Schopenhauer— objeto sin sujeto ni sujeto sin ob: Jeto, iQue puede significar este misterio, presente en todo momento, de la separacién del sujeto y el ob- Jeto? Evidentemente, que el ver no puede cor en Conjunto ni objeto ni sujeto, sino que Liene que ser Jo “Circunvalance” que se manifiesta en esta sepa: racién, El ser puro y simple no puede ser, evidentemente, tun objeto. Todo lo que viene a ser para mi un objeto se acerea a mi saliendo de lo Cireunvalante, de lo ‘que salgo yo también como sujeto, El objeto es un, determinado ser para el yo. Lo Circunvalante per: ‘manece oscuro para mi conciencia. Sélo se torna tla. ro por medio de los objetos,y tanto més claro cuanto mas conseientes y luminoses se tornan los objetos mismos. Lo Circanvalante mismo no se converte en objeto, pero se manifiesta en la separacién del yo y el objeto. Lo Circunvalante mismo no pasa de ser un fondo, partiendo del cual se aclara sin limites en las manifestaciones, pero sin dejar de ser nunca lo Cireunvalante. 30 LO CIRCUNVALAN Ahora bien, en todo pensar hay una segunda sepa- racién, Todo objeto determinado esta, cuando se lo piensa claramente, en relacién con otros abjetos. El ser determinado significa ser distinto lo uno de Io otro. Incluso cuando pienso el ser general, pienso como término opuesto la nada. ‘sf pues, esta todo objeto, todo contenido del pen- samiento, inserto en la doble separacién. Esta peime- ro en relacién conmigo, el sujeto pensante, y segundo cen relacidn eon otros objetos, En cuanto contenido del pensamiento no puede serio nunea todo, nunca el Conjunto del ser, nunca el ser mismo. Todo ser pensa- do significa ser destacado sobre el fondo de lo Cireun- valante, Es algo en cada caso particular lo que hace frente tanto al yo como alos demas objetas. Lo Circunvalante es, pues, aquello que al ser pen- arto an limita siotaprn a animnciarse, Ra aquella qe hose nos presenta del todo ello mismo, sino en lo cual, ‘Senos presenta todo lo demas. Qué significa semejante certidumbre? La idea es antinatural, medida por la actitud ha bitual de nuestro inteleeto en relaciéa con las cosas, Nuestro intelecto, dirigido a lo préctico del mundo, se solivianta, La operacién fundamental con la que pensando ‘nos remontamos por encima de todo lo pensado qui- 124 no sea dificil, pero es tanto mas extraia, porque no significa el conocimiento de un nuevo objeto que reculta comprensible a su vez, sino que quisie~ ra efvetuar con ayuda del pensamiento una trans- formacién de nuestra conciencia del ser. ‘Come Ia idea no nos presenta ningin nuevo objo- to, es una iden vaeia en el sentido del saber del mundo que nos es habitual, pero gracias a su forma LO CIRCUNVALANTE, a ‘nos abre las infinitas posibilidades de manifestacién de lo existente, a la vez que have que todo lo existen te se vuelva transparente. Transforma el sentido de Ia objetividad para nosotros, despertando en nos otros la aptitud de ofr en las manifestaciones del serlo que dicen propiamente. Intentemos dar aiin un paso en la aclaracién de lo Circunvalante. Filosofar sobre lo Circunvalante significaria pe- netrar en el ser mismo... Esto sélo puede tener lugar indirectamente. Pues mientras hablamos, pensamos en objetos. Necesitamos aleanzar por me- lio del pensamiento objetivo los indicios revelado- res de ese algo no objetivo que es lo Circunvalante. Ejemplo de lo que acabo de decir es lo que acaba- moe de penear juntos. La eparaciéa del aujeto y el objeto, en la que siempre estamos, y que no podemos ver desde afuera, la convertimos en nuestro objeto al hablar de ella, pero inadecuadamente. Pues sepa- racién es wna relacion entre coeas del mundo que me hhacen frente como objetos. Bsta relacién resulta una imagen para expresar lo que no es en absoluto visi ble, lo que no es nunca objetivo ello mismo. De esta separacién del sujeto y del objeto nos cer. cioramos cuando seguimos pensando en imagenes, partiendo de lo que nos esta originalmente presente, como de algo que tiene por su parte un multiple sen’ tido, La separacidn es originalmente distinta cuando me dirijo como intelecto a objetos, como ser viviente 1 mi mundo ambiente, como “existencia” a Dios. ‘Como inteleeto estamos frente a cosas comprensi bles, de las que tenemos, en la medida en que se da, un conocimiento de validez universal y necesaria, pero que es siempre de objetos determinades. 2 LOCIRCUNVALANTE, Como seres vivientes, situados en nuestro mundo ambiente, somos aleanzados en éste por aquello de que tenemos experiencia intuitiva sensible; por aquello que vivimos realmente como lo presente, pero no capta ninguin saber general. ‘Como “existencias” estamos en relacién con Dios —la trascendencia— mediante el lenguaje de las cosas, que la trascendencia convierte en cifras 0 simbolos. La realidad de este ser eifras no la capta ni nuestro intelecto ni nuestra sensibilidad vital Dios es come abjeto una realidad que sélo se nos da en cuanto “existencias” y que se encuentra en una dimensién completamente distinta de aquella en gue se encuentran los objetos empiricamente rea- Tes, que pueden pensarse con necesidad, que afec- tan nuestros sentidos. ‘Ant na enme aa deamiamben la Circunvalante an evanto queremos cerciorarnos de ello, en varios modos del ser Circunvalante, y asi es’ como tuvo lugar el desmembramiento al seguir ahora el hilo conductor de los tres modos de Ia separacién del sujeto y el objeto: primero, el inteleeto como con- ciencia en general en que somos todos idénticos; segundo, el ser viviente, en el sentido del cual ‘somos cada uno de nosotros una individualidad sin- ‘gular; tercero, Ia “existencia”, en el sentido de Ia ‘cual somos propiamente nosotros mismos en nues- tra historicidad No puedo indicar brevemente cémo se desarrolla cesta certidumbre. Baste decir que lo Circunvalante, concebido como el ser mismo, se llama trascendei cia (Dios) y el mundo; concebido como lo que somos. nosotros mismos, la vida, la conciencia en general, cel espirita y la “existencia’ LO CIRCUNVALANTE 2 ‘Una vez que con nuestra operacidn filoséfica funda- ‘mental hemos roto las cadenas que nos atan a los ‘objetos tomados por el ser mismo, comprendemos el sentido de la mistica, Hace milenios que los filésofos de China, la India y Occidente dijeron algo que es ‘igual en todas partes y a través de todos los tiem- os, aunque comunicado de muchas maneras. El hombre puede sobremontar la separacién del sujeto yy el objeto en una plena identificacidn de estos dos, {érminos, con desapariciin de toda objetividad y ex- tincién del yo. En ella ee abre el verdadero ser y al Gespertar queda Ia conciencia de algo de una signifi- cacién hondisima ¢ inagotable, Para quien la expe- rimenté es esa identificacisn el verdadero desper- tar y el despertar a la eonciencia en la separacién, del sujeto y el objeto més bien el suefo. Asf, escribe 0, el mas grande de los filésofos misticos de “A menudo, cuando despierto del sopor del euerpo para volver en mi, veo una maravillosa belleza: en- tonces ereo con la mayor firmeza en mi pertonencia 2 un mundo més alto y mejor, obra enérgicamente en mf la més gloriosa de las vidas y me hago uno con la Divinidad” De lac experiencias misticas no puede caber duda, zi tampoco de que a ningsin mistico es dado decir lo esencial en el lenguaje con que quisiera comunicar- ‘se. E] mistico se hunde en lo Cireunvalante. Lo sus- ceptible de decirse cae en Ia separacién del sujeto y cl objeto, y la clarificacién en la conciencia, aunque avance hasta lo infinito, jamas aleanza la plenitud de aque origen. Mas hablar sélo podemos de lo que toma forma de objeto. Lo demas es incomunicable. Ahora bien, estar ello en el fondo de esas ideas filo- Eo LO CIRCUNVALANTE séficas que Hamamos especulativas, 0s lo que cons- tituye el meollo y significacién de las mismas. Sobre la base de nuestra filoséfica certidumbre de lo Cireunvalante comprendemos también mejor las grandes doctrinas del ser y las metafisicas mile narias del fuego, de la materia, del espiritu, del proceso césmieo, ete. Pues de hecho no se agotan en. un saber objetivo, por el cual se tomaron frecuen- temente a si mismos y en el sentido del cual son completamente falsas, sino que son una eseritura cifrada del ser, esbozada por los filésofos en vista de la presencia de lo Circunvalante para aclararse el ser y asi mismos —y luego tomadas falsamente por un detorminado objeto considerado como el verda- dero ser. ‘Cuando nos movemos en medio de los fenéimenos del mundo, nos damos cuenta de no poseer el ser ‘mismo nien el objeto, que se estrecha cada vez mas; nien el horizonte de nuestro mundo e totalidad de los fenémenas, eada vez mas limitada; sino tan sdlo cen Jo Circunvalante, que est por encima de todos los objetos y horizontes, por encima de la separa- cion del sujeto vel objeto Cuando mediante Ia operacién filoséfica fund: mental nos interiorizamos de lo Circunvalante, su- cumben las metafisicas enumeradas en un prinei- pio, todos esos presuntos conocimientos del ser, tan pronto como pretenden tener por el ser mismo cual- uier ente del mundo, por grande y esencial que sea. Pero ellas son el nico lenguaje que nos ws po- sible cuando nos remontamos por encima de todos los entes, sean objetos, pensamientos, horizontes ¢éemiens por encima de todas las aparioncias, para divisar el ser mismo. LO CIRCUNVALANTE, a Pues esta meta no la aleanzamos abandonando él ‘mundo, ni siquiera en la ineomunicable mistica, Solo en el claro saber objetivo puede permanecer Tuminosa nuestra concieneia, Sélo en tal saber pue- de nuestra concieneia recibir, haciendo la experien cia de sus limites, su contonido por obra y a través de aquello que se hace sensible en el limite mismo. Enel pensar que va mas allé de este limite segui- mos ala ver y siempre mas acd del mismo. Aun al haccérsenos transparente el fanémeno seguimos ate- nidos a é ‘Mediante la metafisiea oimos a lo Cireunvalante de la trascendencia. Comprendemos esta metatisi- cea como una eseritura cifrada, Pero erramos su sentido cuando caemos en el goce estético, que a nada obliga, de estas ideas. Pues el contenide de ellae aslo ee noe mucetra cuando ofmos a la realidad en las cifras. ¥ sdlo ofmos lo que sale de ia realidad de nuestra “existencia”, no del mero intelecto, el cval aqui piensa mas bien no ver ‘en ninguna parte sentido alguno. Pero debemos guardarnos muy mucho de tomar las cifras (el simbolo) de la realidad por una reali- dad corpérea como Ins cosas que cogemos, con las {que manipulamos y que consumimos. Tomar el ob- jeto en cuanto tal por el verdadero ser es la esencia de todo dogmatismo, y tomar el simbolo on cuanto ‘cuerpo material por real es en particular la esencia, de la supersticién. Pues ésta es un encadenamicnto al objeto, mientras que la fe es un radicar en lo Cir- cunvalante, Y ahora la ultima consecuencia, metodolégiea, de la certidumbre de lo Circunvalante: la conciencia de 1a fragilidad de nuestro pensamiento filosofico. 6 LOCIRCUNVALANTE Cuando pensamos lo Circunvalante al filosofar sobre él, volvemos a hacer un objeto de lo que por esencia no es ninguno. De aqui que sea constanie- ‘mente necesaria la precaucién de retroceder desde lo dicho en cuanto contenido objetivo, para conse- sguir por este medio ese interiorizarnos de lo Circun- valante que no es el resultado de una indagacién un contenido susceptible de decirse, sino una ac- titud de nuestra conciencia. No es mi saber, sino la conciencia de mi mismo lo que cambia. oro ésta es la marcha fundamental de todo ver- dadero filosofar. Es en el medio del pensamiento objetivamente determinado, y sélo en él, donde da el hombre el salto a lo Circunvalante. ste salto hhace una realidad en la conciencia la ratz que tiene nuestra existencia en el ser mismo, el papel direc- tiva da data, al temple hAsien, el aontide minmo de nuestra vida y actividad. Este salto nos libra de las cadenas del pensamiento determinado, no porque renuneie a éste, sine porque lo lleva hasta su extre- ‘mo, Este salto deja abierto el flanco de la idea filo- séfiea universal a la realizacién de él mismo en nuestro presente. ‘La condicion de que el ser exista para nosotros es que el ser se vuelva presente mediante una expe- rFiencia también para el alma en medio de la sopars cin del sujeto y el objeto. De aqui nuestro aftin de claridad. Todo lo presente sélo oscuramente debe apresarse en forma objetiva y con la esencia misma del yo que se lena de ello. Hasta el ser mismo, los ‘imientos de todo, lo Incondieional, quiere estar ala vista bajo la forma de la objetividad, aun cuando de lun modo que, por ser inadeeuado, como objetive que es, se deshace de nuevo, bien que dejando a la zaga dea destruccién la claridad pura de ia presencia de A S99. 803) BIBLIOTECA CLASICA GREDOS, 94 PLATON DIALOGOS wv REPUBLICA EDITORIAL GREDOS an iv2c08 "gute eters? Dice is verdad or consigeent, el sentido dela vst y el poder (pete eo Blot eer eeeroe am ase " et a Re = kl il Snail ectuneaasget eta ooo caer lean rece cose a One Soo ee zhane Se pea eae as ee eee reget Patapon eee eee! Saeco. e ene etna raat tle me Speers See ee eae ane Sues | evtauca vt m cient rst es Satie Neier ebm Sines era's noon we “Sea FSSA lh en nen tt i ep oe npn a sn nal te sm eae eae hele ae et cate naat t Peete Fecal tener es Lena ie ee Ga se “Seo en TE aad ec gh St ea a a Shier ism oe aac SEE Sc act “Edu Sent ena Tana ene SoA lary Sno aia a cteedneee ri iy alrite Seperate ieee ahaa ee south tty coe SU eTghaeh eae Segue ee Wine eS as wedges er Eaton andi, pe patil etl nt Fy svocoe roa de lla em cuanto a hermasurs. Sin duds, note re Feves ol peer plod won ibe! Mas bien prosigue craminande rests comparscisn, TID que modo? —Pienso que puedes deci que el sl no solo apore ‘lo que ve In propiedad de ser vino sino tambien Is genesi, el crecimiento y In mtricio, sin ser el mis. nae TY tei dirt que a las cose cognorcibles les viene | det ‘Bien no sale ser conoeide, sino tambien de cl |e lege el esa y Im esencia% aunque ct Blen no sea Sino algo tue se cleva mea abit de In eocncla ior Apole| exclams. {Qué clevacisn demoniaca! THieyes culpable rephgue-> puss me has fore do decir lo que pensaba sobre elo “Esti bien:deningua modo te detengas, sno prot gue explicando la similtd respect del sal shes que (Puede algo por dace Buna, ce mucho fo que queda Temonces no dejer de lado nto mis minino inacmo que voy 9 dejar mucho Je tao: no bs: ‘ante no mii Jo queen cee momento me sea pou ‘No, por favor 4 Prensa entonces, como deciamos, cules son tos dos que reinan noel dl pinero 9 Amite iteiibles: on rp de cnr [isn hve aa concep desastoces go ome seronuica v1 as ‘otro, el del visible, y no. dign“e del cielo" para que no cre gue en jee alias Chas etn da “ise capt Toms ahora un linen dividida en dos pares dest ruses; divide mewamente cada secon sep I isons Droporcin, in del genero de lo que ze vey oa ls del ‘queso ice,» tendroeditntsoneurhad y laridad felativas: ast tenemos peimeramente ef el género de 10 Inve a seein A indgenee ama indgene en primer hapa alas smbras, veg ir rellejor en el ous yen todas Ins coras que, porn constueton, S08 ‘dens, easy brilntes, 3 iodo To de esa Indole ce der cuenta? “Me doy events. Pon shore Is ota seccion def qe tn ofrece ime tenes, la que coresponden los ames que viven e8 Fucstro deredor st como todo lo que cree, tar benef genera imegro de corns fbriendas por el hom bre ngsorste tater dapucsto a declarar que a tncs ha queda: do disiids, en cwanta a su verdad y no verdad, de mo otal ue fo opinable esa lo eopnortbe como ta comin “Etoy muy diepueso sore exsmina sino hay que éividie también Te secciim de lo intel Se qué modo? De ese. Por un lado, en Ia primera pare de ll, cl lina, sirvicodose de las cosas anes titadse como fupuesios, marchando no hast on principio sno hacia fan conelctn. Por or lado, en a segunda pate, 28: shasta un principio no supuesto, pariendo de un su puesto y sin recureiealindgeres a diferencia de 0 a6 socoe csto~, cfectuando el camino con Tess misma ¥ por ‘media de Meas. “TKS he aprchenido suficlentement eto que dices. = “Puce vemos nuevament:sers ms [all que em siendae ai te digo exto antes, Creo que sabes que los Imac y To par fos figuras y tees clases de angulos y ‘cours afne,tegn To que lnvestgan en cada caro. Co- {20 tas onociran, tas adoptan com supuestos, yd hi en adelante no stiman que deban dar cuenta de sellas ia at eianas aa nro, como a eran evidemes Scualvier; antes bien, artiendo de lly sraeran fl resta de mode consecueate, pars conlui en aquella “Rivest toe Suber, por consiguiemte, que se sven de Figuens isiblesy hacen discuraoe acerca de elas, sume no Densando en estas sino en aquellos costs a las cuales Exe ae parecen,dicursiend on ita al Cosdrado on ty ln Diagonal en ty no en vista dela que dibuja, {Yau con lo dems, De ne cosas mistoas que coniguran 4 ibujan hay sombras eimsgenes om el agua 9 de es: {as'come gue dbujan se siren como iasgencs, buscar ste do diviearaguelas cosas ene que no podria divisar 4 otro modo que con el pensamiena, Dicer verdad Aste me referia como la especie ingle. Pero en eta su primera recign, el ama te ve forzada a ser ‘ese de aupuesos eb sy busqueda, sin avaruar hacha ‘On principio, por ne poder rementarse mas alld de los stpueron ¥ para ex ues como tmageners lo obctos {qe abajo eran imitados, que hablan sido conjure: ‘ds yeatimados como lator reapecto de los ve eran 1 “Comprendo que te refieres ls geomeeiay les arta anes. sevomics vt a0 —Comprende entoees ta ota secion de Io intel ible, cuando afirmo que en ella la razon misma ape. fende, por medio dele faculed dialectics, y hace de Jog tupuestor no prncipos sino realmente supueston, que sn come peldatesy trampalines hats el principio riéndore alae cater que del dependen,descende hae {Suna conclusion, sin servirse para nada deo sonable, ‘ino de Idea traver de Idcory on dicen Idehs testa conclu en teas “Comprende, aungue ne sulicentemente, ys que ‘reo que lene en ment uns area enorme: qustes di ‘ingur lo que de loreal etntclle es sstadiede por 1b esd los supuestos sm principos lox que las estulan se ‘en forzados a estudltlos por medio del pensamiento Aiseursivo, aunque no por tos senudes. Per a ral de folhacerc examen svamzando hacia un principio si ¢ {pari de supuesos, 1 parece que no posen ite aenclaazorea de ellos, aunque sean itligibles junto 5 vn principio. ¥ reo aue lamas ‘pensamiento diseur. {iv Sl esado mental de ioe geomerae 9 miles, pe Forno ‘neligencia como sel 'pensomiento discursive Fra algo intermedi ense Ia opinion y la intligenca Entendiste perfecamente: ¥ ahora epics as cur reo seecones eres cuatro sfecclones oe sr generen eh ‘lala meligeni, 31s suprema pesamicn dre five » In segunda; i erceraasigan ln ereccia ya. In evaria la conjure: ordénales proporcionsdamen ‘.comatderando que cuanto mar pariipen de Inve. dad tanlo mus pariipan de la claridad “—Enliende estoy de scverdo en ordensras come vu sie —Despus de eso —prosegul— compara nuestra na: suraterarespcto de nu edueaclon 9 desu flia de edu {acion con una experiencia coma esta. Representate fombres en una moradssublerranes en forma de co terme, que ene In crirada sera, en todas exten cee as Fn ela earin dee nor conf eras ol cuelio enesdenados. de odo que deben permane {eral y mirar alo dlane de ellos, porque ls cate ‘vat le itapidengirar en erredor ls eabera. Mas arriba Yona lejos ac halal hr de-un fuego que baila detrs {ecllos entre el fuego 9 los pisionetos hay un eam fo mas alt, junto al cual imaginate on sabigue cons {Wulde de Indo ado, como al biombo que los tiie fos evamtan delante de pico para mostrar por ench ‘na del biombe, los munecos Me 1 magia, Hrtinate shore que, del cio ado del xbiaue 9: ‘san sombras que llevan toda clase de ueasilosyfigur sis lige de hombres y otros aiales, bechos en piedra y madera y de diversas csce: entre los Que pasa Jno ‘ablon y otros calla Mnteana comparscin haces, y ettratas son eso “Sheva ton como nosotros. Pues en primer lugar, ese que Ban vst deat mamas, 0 woot dels 10s, sevomica vi ae tes coxa que lat sembras proyecadas por el fg en Ta parte de la eaveraa que venen frente a sO reheated me vida cn fons ‘mover Ins aber Ty no sucede To miso con los objets que leven log gue pasan del otto Indo del tabique? Hindudablemente “hues entonces, x dialoguran cee a, note pare ce que entenderian estar aombrando a les objets que wNtetiaramente TY'shta prision omtara con un eco desde la pared swe tenen frente sy algun de lor ave patan Jel Sire ado del tabla hublve, go piensa gue ercerian ‘ue logue oyen proviene ela sombra que pasa dele Bs Por 2eus ave it TV gee los prstoneroe no tendrian por res otra cosa que las ombras de le cjetos articles rane portades? ke de toda neceidad —Examins ahora el caso de una Uberacién de sus cadanas'y de uno coctcién de au igorancin, du pat Tia si natoralmente’ les ceuriese esto: que uno. Je Soler el cuello y marcharmirando a Ia lus al acs {odo esto, sutra y causa del eneandiamiato facta icapas de pecibiraquelas cosas cuyas sombre habia sto ante g0uepienras qos responder ele dese # {ue lo que habla isto anes evan Frvserasy que ahr a sh maar ay ivr 0 avec en cambio, est més primo a lo rea, wueto hacia sar mis reales y gue ta corestamente? Ys ae le ‘mostars cada uno de lor sbjetos gue passa del otro lado de tbigue y sole oblgnra comtestar presvatas sobre Jo que son, (ao plessas que se sentira en dif ein eran ms werdadevas que las que we le muestran thera? “Mucho ms verdaderas Ty's le forsaraa mirc hacia Is kx misma, 220 Je dolerian los gj yteataria de eludila, voliendose hacia aqua cosas que podia perebi, por consderar aque esas son realmente mas claras que las que se le Ty'i ia fuera elo arrasirara por una excarpads y empisada cuesta, sin aolara antes de legar asta ia‘ve del sol, no aufila caso ae lritara por ser ‘serasirada’y, ras Hepat la us tendralos oot Demos de falgores que le impediean ver una sole de les bJe- foc ue ahora decimos que son lon verdndetas? Por cierto, al menos imedisameate Necesitartsseostmbratse, pata poder Hegar a mk sar las cosas de arriba Ea primer Iogar miraia con mayor faclidad las sombras y despues las Fiurae de Jos hombre y dels otros objets refljados eno agua, ego os hombres y los objetos memos. Acontinaneion Contemplarin de noche Io que hay ens ila ye ile ‘ain ave le le doe ante ¥ Te bat i f6- ‘Slmente que, durante el dla el sl Ta ae del sal Sin ad, ‘Finalmente pienso, pod cn imagenes en el agus, ‘nance, sno contermplarto como 50 propio smite, PNecesaramente fensl y por shen reroaien vu “ —Despues de lo cua coneluiria, con respecto also, que cs lo que produce la etactoner y los aoe 9 Que fabiera tad en el ambitowsbley que de alin mod « te causa de lar osae que alos babian vist ‘Sts evidente que, ospuds de todo ero, seibarta “TY s'se scotdara de su primera morada, del upo de sabidurin existent alll y de sus entonces compate ou de cautverio, no pleneos que re seniia fli del fambio'y que los compadecers? Respect de los honores yelogios que se tributa ban unod sotos, y delat recompenans pare aque, on mayor agudes Svsra los sombeas de Tos obs fue pasaban deras dl tabique,y para el gue melor Se acordaue de cusles habia destilado habitusmente | avis y cles despues, y para aguel de ellos que Tuese fapor de adivinar lo que iba a pasar, ie parece que ‘stra descoso de cd exo que envidiaria 5 Tos mis honrados ¥ poderosos entre sauéios? £0 mas bien no Un labrador gue fuera sewo de un hombre pobre. 6 oportar cusluier ors coe, sates que volver 8s ae \erlor mode de opinar y= aquella vida? “asf ereo ambien yo, que padeccea euslguier cosa « sotes que soportar agulls vi. ‘Piensa ahora est 8 descendiea nuevamentey aco para su propieasiento, zn tendriaofueados los fos “Sin dda YS vera que discriminar de nuevo aquellas Som bras en ardua competeoria can aquellos que han cor fervado en todo momento las caenas, slets on Fosamente hasta que sus ojos se reacomodaran o ee 5 3a voce saroaucs vu Pay cotado y se scotumbraran en wa tempo nada breve, pottase desmatadamente y quedara en ciculo por ver {ho s expondra al ridicule ya que se dijera de 6 que, ‘de modo conf no acasurmbrado abn en forma bor habe subido hast lo slo, re Rabi etropendo lot Fiesene Tas tnieblas eveundants, se viera fore, ‘os, y que siqulra vali le pena inventor marchat lov eibunaies 9 en cualquier ots pats, a disperse hacia erba? sh inentas dsatarlosyconducils ha ‘sbre sombrar de jtcin 6 aabre lan figutillas de fs ‘laa tur gna lo maturing, padicrantonevio Sah ‘hates nay sombras, ya fenit sobre ete el mato em « ‘mancs 9 materi? fg esto diseutido por quienes emis han vite Ta Sepuramente Susie en a Puts bien, querido Glaucbn, debemos aplia® inte: be rnguos manees seria extrao, “a graeata elegora'a lo que smteicrmente ha sido dicha, era's alpen sone sentido comun,recuerda ques Eoroparanda la repin gue se manifesto por medio de Joe ojos pusden ver confusamente por dos tipos de per Ua"sta con la morada-prisién, Ta Tae del fuego ue runbaciones: une af tfasledorse deTa ue a fn Une, hay en ela con et poster de so combars, por oe la, {ot de Is tnihls' la ay al coasiderar que ete

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