BOIE Julio21

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Santiago de Chile, Año 3 N°22 – Julio 2021.

Desde el Centro de Estudios de Educación de la Universidad Miguel de


Cervantes, le damos la más cordial Bienvenida a la edición N°22 del BOIE,
donde el tema correspondiente a este mes es:
"EL ROL DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE EDUCACIÓN
REMOTA"
Los tiempos que estamos viviendo son únicos, donde hemos experimentado
cambios en todos los aspectos, por lo cual, en este contexto, la situación de la
educación escolar se ha visto desafiada y cuestionada de múltiples maneras. Misión UMC
Actualmente nos vemos enfrentados a encontrar una nueva forma de ejercer La UMC inspirada en una
nuestro “rol docente” y a repensar lo que veníamos haciendo, de allí que concepción Humanista y
nuestro accionar debe cambiar, debemos facilitar el aprendizaje y adaptarnos a Cristiana, tiene como
los cambios que vivimos a diario, el profesor-tutor es la figura básica en la misión contribuir al Bien
dirección y el mantenimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje. La Común de la Sociedad,
actividad tutorial requiere un ámbito que facilite el acercamiento entre mediante el desarrollo de
profesor-estudiante, el docente debe adoptar una posición que favorezca este diversas disciplinas del
nuevo papel que el estudiante está llamado a desempeñaren el contexto de saber y la formación de
educación remota el docente como tutor, debe guiar al estudiante, ayudarlo a profesionales y técnicos,
identificar sus estilos de aprendizaje, recomendarle hábitos de estudio, jóvenes, adultos y
motivarlo y enseñarle estrategias que le permitan generar aprendizaje trabajadores
significativo y sortear las dificultades que se le presenten durante sus estudios. comprometidos con su
Para ello, ha de dejar de ser un simple transmisor de información para país. Su misión la cumplirá
convertirse en alguien que estimula, monitoriza, sigue la tarea de aprendizaje, propiciando la equidad, la
propone retos para su solución tanto de forma individual como en equipo, igualdad de oportunidades
resuelve problemas de aprendizaje que se producen durante el proceso, etc. La y la cohesión social,
tutoría académica en el contexto de educación remota incide en un aprendizaje mediante una formación
autónomo, exige más por parte del alumno, y convierte al docente - tutor en universitaria inclusiva, de
alguien que resuelve dudas, propone retos, estimula e invita al trabajo calidad, integral y solidaria.
colaborativo y en grupo.
Por consiguiente, el rol del formador se centra fundamentalmente en la dinamización del grupo y en asumir
funciones de organización de las actividades, de motivación y creación de un clima agradable de aprendizaje y
facilitador educativo, proporcionando experiencias para el auto-aprendizaje y la construcción del conocimiento
logrando mantener activa la comunicación, aspecto base para la construcción del conocimiento.

Las preguntas a analizar:

1) ¿Cuáles fortalezas y debilidades en el rol de tutor ha tenido que enfrentar en el contexto de enseñanza remota?
2) ¿Qué estrategias pedagógicas y de interacción ha desarrollado como tutor para potenciar el aprendizaje en el contexto de
educación remota?
3) ¿Cuáles son los desafíos que impone la pandemia para el rol tutor que cada docente desempeña en los centros educativos?
SOBRE LOS AUTORES
En esta edición agradecemos a los y las profesionales del mundo de la Educación que entusiastamente acogieron al llamado,
resaltando la participación del Profesor: Rodrigo Andrés Sobarzo de la Universidad Adventista de Chile con sus estudiantes de
la Maestría en Educación en Gestión y Liderazgo Educativo:
Argelia: Hadjer Chenni, Profesora en la Universidad de Argel 2.

Argentina: Patricia De Angelis, Coordinadora Pedagógica. Profesora titular Seminario Metodología de Investigaciones.
INDAE. Universidad Nacional de la Defensa

Brasil: Ramón Hernández, Coordinador del área de lenguas en la Secretaria Municipal de Porto Piauí, Francisco Das Chagas,
Secretario Municipal de Asistencia Social de Porto Piauí,.Lourenço Rodrigues Matos Júnior, Docente del Instituto Educacional
Vespasiano de Carvalho, Aline Silva Gomes, Docente Investigadora Universidad Estatal de Bahía - UNEB con Sueli Regina
Marques dos Santos, Estudiante del Curso de Letras-Lengua Española y Literaturas, Universidad Estatal de Bahía - UNEB

Chile: Wilda Videla Parra, Profesional de Desarrollo Curricular de Postgrado y Educación Continua
Universidad Diego Portales, Felipe Andrés Rebolledo Ibacache, Profesor de Ciencias Naturales, Colegio Santa Beatriz, Víctor
Alexis Ceballos Gómez, Capellán Universitario, Docente de Biblia, Marisol Katherine Cádiz Gómez, Mariela Crespo
González, Ruth Katherine Contreras Gómez, Karina Paz Lagos Aguilera, Paulina Méndez Castillo, Lehiyam Patricia Pinilla
Ulloa, Francisca Javiera Riveros Méndez, Carolina Paola Zambrano Ortiz, estudiantes de Magíster en Educación Mención en
Gestión y Liderazgo Educativo, Universidad Adventista de Chile, Carmen Elena Bastidas Briceño, Amely Dolibeth Vivas
Escalante y Marlenis Marisol Martínez Fuentes Docentes– Investigadores, Universidad Miguel de Cervantes. Pedro Francisco
Arcia Hernández, Facilitador Académico, Universidad de Talca, Sisi Lisbeth Hidalgo Solórzano, Investigador independiente
Universidad Nacional Rómulo Gallegos.

Colombia: Wilmer Hernández, Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá.

Costa Rica: Alexandra María Abarca Chinchilla Investigadora de la Universidad Estatal a Distancia San José Costa Rica. Ana
Isabel Rodríguez Leitón, Profesora de la Universidad Estatal a Distancia, Heredia, Costa Rica, Isela Tatiana Ramírez Ramírez,
Investigadora, Programa de Investigación en Fundamentos de la Educación a Distancia Universidad Estatal a Distancia

Ecuador: José Manuel Gómez, Coordinador Académico de Posgrado en Educación, Universidad Tecnológica Indoamérica
Ecuador.

México: Mariela González, Colegio Carmen Romano de López Portillo #2014, Adriana Erkacely Angulo Vega, Candidata a
Magister de Gestión de Procesos Educativos Bahía de Banderas, Erika García Rosales, Docente en Jardín de niños Solidaridad

Perú: Pablo Rijalba Palacios, Director de Unidad de Responsabilidad Social Universitaria - Facultad de Economía Universidad
Nacional de Piura.

Suiza: Juan David Mejías Robledo. Doctorando en Educación por la Universidad Isabel I de Burgos

Venezuela: Ángel Carmelo Prince Torres, Docente Instituto Universitario Pedagógico “Monseñor Rafael Arias Blanco”.
María Isabel Núñez, Fabiola de la Luz López Vásquez Docentes Investigadoras Pregrado y Posgrado Universidad Nacional
Experimental Rafael María Baralt, Luz Omaira Mendoza Profesora jubilada de la Universidad Experimental Rafael María
Baralt, Mayra Alejandra Vásquez Nieto, Coordinadora de la Maestría en Educación Mención Enseñanza de la Biología, José
Rafael Cárdenas, Profesor de Física, David Arturo Rojas León, Profesor de Química en Universidad Pedagógica Experimental
Libertador Maracay, Sandra Carolina Castillo Acosta, Profesora de la Universidad Nacional Experimental de la Gran Caracas
(UNEXCA)

Las ideas, opiniones y propuestas incluidas en este boletín son de exclusiva responsabilidad de los autores individualizados, no
representando necesariamente a la Universidad Miguel de Cervantes.

Todos los derechos reservados Universidad Miguel de Cervantes


Edición: Dra. Carmen Bastidas Briceño
Dirección de Postgrado e Investigación
Centro de Estudios en Educación UMC

Diseño Editorial: Mg. Francisco Calderón Pujadas


Dirección de Postgrado e Investigación

Centro de Estudios en Educación UMC


Dirección Postal: Mac Iver 370, Piso 9, Santiago de Chile.
[email protected]
® CESE – UMC

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permite la generación de obras derivadas siempre que no se haga un uso comercial. Tampoco se puede
utilizar la obra original con finalidades comerciales. Permitida su reproducción total o parcial indicando
fuente.

¿Cómo citar las opiniones del boletín?


Apellido Autor/a, Inicial Nombre Autor/a. (Año). Nombre del texto. Boletín de Opiniones Iberoamericanas
en Educación, volumen (número), página - página. Recuperado desde
http://ojs.umc.cl/index.php/bolibero
Argelia

Hadjer Chenni
Doctoranda didáctica de la Lengua
Profesora en la Universidad de Argel 2
Angel- Argelia
[email protected]

EDUCACIÓN REMOTA: PAPEL QUE DESEMPEÑA EL TUTOR EN ESTE


CONTEXTO

En este escenario mundial, se tomaron medidas de aislamiento social como requisito


para prevenir y mitigar la propagación de COVID-19. se verificó el cierre de muchas
instituciones educativas las cuales tuvieron que suspender sus clases y actividades
presenciales. Antes todo, no podemos negar que las tecnologías de la información y
comunicación han favorecido la innovación y el desarrollo en los procesos de enseñanza y
aprendizaje en la modalidad presencial, virtual e incluso la mixta. Es decir que, gracias a las
TICs se han creado espacios virtuales para la reflexión, siendo accesibles a toda hora,
adaptables al ritmo de aprendizaje individual; donde los profesores pueden reunirse con sus
estudiantes a fin de facilitar el aprendizaje, pasando por lo individual hasta lo colaborativo,
el cual beneficia al educando en la transmisión y construcción del conocimiento.
Si bien es cierto, en la actualidad, la pandemia ha causado cambios drásticos en el
sistema educativo, tanto así, que las personas tuvieron que estar en un completo
distanciamiento, situación está que obligó a los diferentes profesores a reinventarse y tomar
como opción la educación remota, que tiene ciertas características diferentes a la presencial.
Entonces nos encontramos con una realidad donde el docente cambió su papel esencial al
de un tutor virtual.
Vale la pena recalcar, que la tutoría tiene una función académica y orientadora como
afirma la UNAM (2014, p.5): La tutoría es un proceso de acompañamiento e intervención
educativa individual o grupal a distancia a cargo de académicos o de estudiantes de niveles
superiores habituados al manejo de tecnologías de información y comunicación. La cual,
tiene como meta promover la retención escolar y el éxito académico de cada estudiante, a
partir del diseño e implementación de acciones y estrategias personalizadas, para lograr su
formación integral.
No podemos obviar que, el tutor es un mediador entre los materiales y los
educandos. Y este tiene relevancia en la coordinación, dirección y mantenimiento del
proceso de enseñanza/aprendizaje, fomentando funciones de orientación, seguimiento y
evaluación de cada estudiante. Pues bien, su papel consiste no solamente en transmitir
informaciones ni ideas sino también en guiar a cada socio de aprendizaje durante el proceso
de adquisición de conocimientos, lo que quiere decir que, el tutor acompaña al estudiante y
de esa forma, facilita su aprendizaje y al mismo tiempo potencie la construir de sus saberes,
todo con base a la experiencia que el mismo tenga para conseguir en el alumnado un
aprendizaje significativo. Por lo general, es factible encontrarse con algunas dificultades, en
el contexto de enseñanza remota, ya que existen debilidades en el rol que desempeña los
tutores por ejemplo; se sienten incapaces, subestimados y esto puede causar un daño al
estudiante, al generarle aislamiento y desorientación. Entonces, para evitar eso, se requiere
que el profesional tenga una buena formación de tutoría, de manera que no afecte
directamente el rendimiento escolar del estudiante y evitar a toda costa el fracaso de ese
niño o joven.
Debemos enfatizar que, hay que trabajar las estrategias pedagógicas y de interacción
en el tutor, desarrollando así todo el potenciar de aprendizaje del estudiante en el contexto
de educación remota, que resida en el mantenimiento de espacios comunicativos donde este
sea capaz de facilitar el acceso a los contenidos mediante su actuación y que la misma
contribuya al desenvolvimiento del alumno tanto en su vida académica como social.
Además, que su papel orientador les ayude a compartir los conocimientos y a construir otro
nuevo en forma colaborativa. En suma, que los alumnos se conviertan en agentes activos en
su propio proceso de aprendizaje y los profesores sean esos mediadores que facilitan la
construcción y apropiación de conocimientos por parte de cada estudiante involucrado.
A forma de reflexión, podría decir que, el tutor es un facilitador que asume roles
educativos, instructivos y afectivos, donde debe cotejar los materiales con las
características, necesidades y prioridades de los estudiantes, de manera que ellos lleguen a
feliz término. Asimismo, el tutor debe conocer todo sobre sus educandos para poder
establecer las diferentes actividades o tareas que lo conllevan a entender e interpretar su
contexto social.

Referencias Consultadas
UNAM. (2014). La Tutoría en el Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia de
la UNAM. Universidad Autónoma de México, SUA y ED y Sistema Institucional de
Tutorías. consultado en 23 de julio de 2021. Recuperado por
http://web.cuaed.unam.mx/wp-content/themes/quantum-
theme/PDF/La_tutoria_SUAyED.pdf
Argentina

Patricia De Angelis

Máster Universitario en Dirección y Gestión de Centros Educativos


Coordinadora Pedagógica. Profesora titular Seminario Metodología de Investigaciones.
INDAE. Universidad Nacional de la Defensa
Argentina
www.undef.edu.ar/
[email protected]

FUNCIÓN TUTORIAL. LA DIMENSIÓN ORIENTADORA EN EL APRENDIZAJE


VIRTUAL UNIVERSITARIO

En el contexto de adaptación digital como consecuencia de la pandemia, una de las


situaciones que se presentaron fue la adopción y uso de plataformas tecnológicas para la
creación de aulas virtuales en la universidad. Las actividades académicas universitarias a
distancia se fueron desarrollando en un proceso de creación y recreación. Es una realidad
que hay aulas reinventadas pues integraron alumnos de tradicional modalidad presencial
con otros que optaron sus estudios virtuales desde el inicio de sus carreras. Esta
conformación exigió adaptaciones en los modos de enseñar, acomodando la propuesta a la
heterogeneidad singular de dicha circunstancia (De Angelis, 2021).
Se puede afirmar que el logro de una identidad individual y colectica en una
comunidad virtual de aprendizaje, se alcanza a medida que avanza el conocimiento y la
interacción entre sus miembros. Esta construcción convoca a reflexionar acerca del trabajo
tutorial en el contexto de educación remota impuesta por la contingencia sanitaria.
Cierto es que al inicio la urgencia estuvo centrada en planificar una secuencia de
actividades para la construcción del conocimiento y del pensamiento crítico. El énfasis se
centró en poner acento en las funciones académicas del tutor, vinculadas con la
comprensión de contenidos disciplinares y el acompañamiento al estudiante para lograr
autonomía en su propio proceso de aprendizaje.
También es indudable que la premura postergó un tema - que muchas veces pasó
desapercibido- como es la función orientadora del tutor. Si bien la dimensión académica es
coetánea a la función orientadora, esta última es crucial ya que se dirige a la resolución de
problemas personales que puedan afectar el rendimiento del estudiante.
La función tutorial orientadora se liga al enfoque de las emociones. Este enfoque se centra
en los procesos afectivos que se ponen en juego en el diálogo; implica atender a las
emociones en los actos discursivos (Aires, Teixeira, Azevedo, Gaspar y Silva, 2006) o en la
ausencia de los mismos. Preguntarse qué vínculos se establecen o cuáles no se concretan.
Se distingue en acciones dirigidas a familiarizar al estudiante con el sistema y la
metodología, encauzar inquietudes a causa de la soledad, motivar la vinculación e
intercambio entre los cursantes, incentivar una disposición positiva hacia la modalidad
virtual. Esto exige al tutor orientador el estar atento a la situación del estudiante durante
toda la cursada. El contacto con el tutor es sustancial para mantener la motivación.
Fortalecer la autoestima y las emociones en la enseñanza virtual en la universidad es crucial
y no puede quedar desatendida (Díaz Torres, 2006).
La reciprocidad y los discursos emocionales en la comunicación virtual se pueden
desplegar en tres tipos de interacciones bien explícitas, estas son: la consulta, el
seguimiento y la valoración:
En la consulta se suele plantear y/o resolver alguna duda o solicitud. Esta puede ser sobre
una fecha particular, un requerimiento evaluativo, técnico, etc. En el seguimiento es
frecuente pedir y ofrecer ayuda. Se dirige a aportar información sobre las tareas de
aprendizaje, sean individuales o grupales. En la valoración se relevan reflexiones y
apreciaciones sobre el proceso de aprendizaje online.
Estos contactos interaccionales pueden aparecer en el foro de consultas, así como en los
mensajes privados. Otras veces surgen en forma indirecta inserta en un foro de reflexión.
También puede aflorar en un encuentro sincrónico. Cualquier medio de comunicación
habilitado en el aula es un posible canal de interacción para el diálogo.
En síntesis, es importante advertir que, si bien las plataformas educativas tienen avisos de
estudiantes en riesgo académico, estos suelen aparecer tarde en el proceso de retención. El
tutor como orientador anticipa, está alerta a los diálogos no iniciados, a los quiebres de las
relaciones. También está atento cuando hay debilidades en el sistema que podrían producir
la ruptura definitiva del estudiante con la institución (García Areito, 2019).
Se valora la fuerte presencia de la orientación tutorial como apoyo y guía durante todo el
proceso de aprendizaje en la cursada. El seguimiento se vincula con el estado de
tranquilidad, sostenido especialmente en los diálogos animados por el tutor en su
acompañamiento.

Referencias Consultadas

Aires, L; Teixeira, A; Azevedo, J; Gaspar, M y Silva, S (2006). Alteridad y emociones en


las comunidades virtuales de aprendizaje. Revista electrónica Teoría de la
Educación, 7 (2), 74-91. Disponible en
https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/56518/TE2006_V7N2_P74.pdf?seque
nce=1&isAllowed=y

De Angelis, P (2021). Nativos e inmigrantes digitales: conectividad y subjetividades en la


relación estudiantes – tutores. Reflexión Académica en Diseño & Comunicación N°
XLVIII. Año XXII. Vol. 48. 118-121. Disponible en
https://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id
_libro=887&id_articulo=17869

Díaz Torres, J. M. (2006). Las emociones y la enseñanza virtual de personas adultas.


[Versión electrónica]. Revista Teoría de la Educación: educación y cultura en la
sociedad de la información, 7 (2), 63-73. Disponible en
https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/56539/TE2006_V7N2_P63.pdf?seque
nce=1&isAllowed=y

García Aretio, L. (2019). El problema del abandono en estudios a distancia. Respuestas


desde el Diálogo Didáctico Mediado. RIED. Revista Iberoamericana de Educación
a Distancia, vol. 22, núm. 1, Asociación Iberoamericana de Educación Superior a
Distancia, España, Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=331459398013
Brasil

Ramón Antonio Hernández de Jesús


Doctor en Innovaciones Educativas
Coordinador del área de lenguas en la secretaria Municipal de Porto Piauí
Porto-Brasil
[email protected]

IMPORTANCIA Y FUNCIONES DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE EDUCACIÓN


REMOTA
Con la llegada del coronavirus, las clases se convirtieron en actividades de
enseñanza mediadas por la tecnología, pero guiadas por los principios de la educación
presencial. Las clases remotas ofrecen continuidad escolar a través de recursos
tecnológicos, pero a distancia. La conexión entre el estudiante y el profesor sigue estando,
en la imaginación pedagógica, lo que hace de la tutoría un punto clave en un sistema de
aprendizaje remoto. La tutoría como método nació en el siglo XV en la universidad, donde
se utilizó como orientación religiosa a los estudiantes, con el objetivo de inculcar la fe y la
conducta moral. Posteriormente, en el siglo XX, el tutor asumió el rol de asesor y
acompañante del trabajo académico, y es con este mismo sentido que tuvo que ser
incorporado de forma emergencial a los programas actuales de educación debido al
fenómeno pandémico que afectó nuestras vidas.
En la perspectiva tradicional de la educación a distancia, era común acompañar la
idea de que el tutor dirigía, guiaba, apoyaba el aprendizaje de los estudiantes, pero no
enseñaba. Se asumió la noción que eran los materiales que enseñaban y el tutor se convirtió
solo en un “compañero” funcional del sistema. Esta definición estuvo a cargo de materiales,
“paquetes” secuenciados y guiados de manera autosuficiente que culminó con una
valoración similar a la concepción de la enseñanza presencial (Litwin, 2010, p: 20).
Ahora con el problema pandémico, el tutor comenzó a ser más valorado que
tiempos anteriores, pues claro está, en este momento de crisis sanitaria, es sobre él que
recae la mayor responsabilidad de la formación de los estudiantes, su papel es orientar,
promover la realización de actividades, apoyándolos en la resolución de las mismas,
además de, ofrecer nuevas fuentes de información y favorecer su comprensión. También
tiene la función de gestor de comunicación, le corresponde a él, desarrollar estrategias para
acercarse al estudiante, sacarlo del silencio virtual, llevándolo a contextualizar su
conocimiento.
La actitud del tutor debe estar dirigida a trabajar en asociación con el estudiante,
guiándole hacia el diálogo autónomo, trabajando en proyectos y aprendiendo a investigar.
Para ello, necesita convertirse en un constructor de problemas, un provocador de
interrogantes, coordinador de equipos de trabajo. Dejando de ser transmisor de información
y toma el lugar de un agente de comunicación que se basa en la interacción.
Para complementar lo dicho anteriormente, Moran, Masetto y Behrens (2007)
presentan tales atribuciones: diálogo permanente con lo que está sucediendo en el
momento; intercambiar experiencias; debate dudas, preguntas o problemas; presentar
preguntas de orientación; guiar en escasez y dificultades técnicas o de conocimiento cuando
el aprendiz no puede enviar las actividades solo; asegurar la dinámica de los procesos de
aprendizaje; proponer situaciones problemáticas y desafíos; desencadenar y fomentar
reflexiones; crear intercambio entre el aprendizaje y la sociedad en la que nos encontramos
de la forma más diferente; colaborar para establecer conexiones entre el conocimiento
adquirido y nuevos conceptos.
En este ambiente de cuarentena, el tutor debe despeñar un trabajo arduo con sus
estudiantes, pues debe animarlos a desarrollar sus habilidades de aprendizaje,
independencia y autodirección en los estudios, permitirles afrontar dificultades y obstáculos
de contenido, buscar formas de facilitar el aprendizaje de ese educando, haciéndolo más
fructífero, asociando experiencias profesionales con teoría aplicada. El tutor también debe
prestar atención al reconocer las diferencias de los estudiantes, siendo consciente de que
son seres humanos con necesidades, ansiedades, dificultades de aprendizaje, por lo que el
tutor debe adaptar situaciones de enseñanza que al final satisfagan las necesidades
individuales de cada uno. Y colaborar sin paternalismo para que los aprendices encuentren
soluciones a sus dificultades académicas sin volverse evasivos o inconsistentes. El tutor,
por otro lado, debe tener la humildad de asumir que no tiene todas las respuestas y
proponerse a buscar lo que desconoce, así como respetar la individualidad de cada alumno
y no enfatizar en sus debilidades y errores, para así no desmotivar su rumbo.
Para concluir, a manera de reflexión, no debemos olvidar que el tutor, no solo guía y
apoya, sino que, es ese buen educador que, a través de su entusiasmo y curiosidad, sabe
dialogar, motivar e instigar a los estudiantes para enriquecer sus conocimientos. El tutor
debe, por tanto, estar incluido en este escenario como referente y motor de cambio e
innovación para los educandos. Ya que, el cambio en la forma de enseñar y aprender
establece nuevas relaciones mediadas por la tecnología de educación remota, que puede
desencadenar acciones interactivas de aproximación social o reducción de brechas entre
individuos.

Referencias Consultadas:

Litwin, E (2010). Educação a Distância: Temas para Debate de uma Nova Agenda
Educativa. Porto Alegre, Artmed.

Moran, J, Masetto, M, Behrens, M (2007) Novas tecnologias e mediação pedagógica.


17ºed. Campinas, SP: Papirus.
Francisco Das Chagas De Jesús Hernández
Especialista en: Lengua Portuguesa, Lengua Inglesa y Educación Superior.
Coordinador Centro de Referencia de asistencia Social (CREAS) Porto Piauí
Porto-Piauí Brasil
[email protected]

Lourenço Rodrigues Matos Júnior


Docente del Instituto Educacional Vespasiano de Carvalho
Especialista en Lengua española
[email protected]

EL PAPEL DE LA TUTORÍA EN LOS ENTORNOS DE UNA EDUCACIÓN


EMERGENCIAL

En 2020, las escuelas de Brasil y el mundo enfrentaron un desafío: adaptarse a un


aprendizaje remoto, adoptado como emergencia para contener el avance de la pandemia, la
educación remota se convirtió en la regla y ahora se identifica como una tendencia para la
formación básica. Es necesario superar la postura aún existente del docente que transmite
conocimientos. Más bien, convertirse en quien imprime la dirección que conduce a la
apropiación de saberes que se produce en la interacción, entre estudiante/estudiante y
estudiante/ docente, valorando el trabajo cognitivo; elaborando situaciones pedagógicas
donde estés presentes diferentes lenguajes.
El rol del docente tutor como transportador de información ha dado lugar a un
agente organizador, dinamizador y guía para la construcción del conocimiento del
estudiante e incluso para el autoaprendizaje. Se potencia su importancia y aumenta su
responsabilidad social. “Su lugar de conocimiento sería el del conocimiento humano y no el
de conocer información” (Alves; Nova, 2003: 19), siendo la comunicación más importante
que la información. Su función no es transmitir contenidos, sino orientar la construcción del
conocimiento por parte del socio de aprendizaje.
Por su parte, Hanna (apud Alves; Nova, 2003: 37) presenta algunas sugerencias para
el profesor que quiere iniciar un curso remoto. Sugiere que, desde el principio, debe
conocer su fundamento pedagógico; determinar su filosofía de enseñanza y aprendizaje;
formar parte de un equipo de trabajo con diferentes especialidades; desarrollar habilidades
para la enseñanza en línea; conocer a sus aprendices; conocer el entorno en línea; conocer
los recursos tecnológicos; crear múltiples espacios de trabajo, interacción y socialización;
establecer un tamaño de clase deseable; crear relaciones personales en línea; desarrollar
comunidades de aprendizaje; definir las reglas actuales para las clases en línea; y aclarar
sus expectativas sobre los roles de los alumnos.
Además, todas las actividades, tareas y ejercicios propuestos deben corregirse
cuidadosamente lo antes posible, para que el tutor tenga la oportunidad de interferir en el
proceso de aprendizaje y proporcionar el seguimiento necesario. Pues este, al evaluar la
enseñanza y aprendizaje, compara el grado de satisfacción del educando con la asignatura
mediante métodos estadísticos, formularios de evaluación y observación.
La tutoría es el método más utilizado para lograr la interacción pedagógica y es de
gran importancia en la evaluación del sistema de educación remota. Los tutores se
comunican con sus estudiantes a través de reuniones programadas durante la planificación
del curso. El contacto con el alumno comienza con el conocimiento de la estructura del
curso, y debe realizarse con frecuencia, rapidez y eficacia. La eficiencia de sus pautas
puede resolver el problema de la evasión en el proceso. Existen diferencias significativas
entre el autor-docente y el tutor-docente, aunque ambos son profesionales virtuales. El
autor-docente desarrolla el contenido del curso, escribe y produce el contenido, y actúa en
la organización de los textos y estructurando el material. Debe conocer las posibilidades y
herramientas del entorno, ya que debe interactuar con el equipo de desarrollo para
comprender el potencial de los recursos a utilizar y preparar el diseño del texto y el
contenido del curso, con el fin de contemplar todas estas potencialidades (Maia, 2002.p:13).
Para ejercer su papel, o tutor debe poseer un perfil profesional con cierto número de
capacidades, habilidades y competencias inherentes a su función, tener conocimientos
específicos relacionados a los contenidos de los cursos, tener conocimientos pedagógicos
en educación remota, es decir, manejar con propiedad la propuesta pedagógica del curso.
Luego de la finalización del contenido por parte del autor-docente, el docente-tutor toma la
acción, cuyo rol es promover la interacción y relación de los participantes. Para él, necesita
una serie de habilidades y competencias que le permitirán el mejor desarrollo de las aulas
virtuales (Maia, 2002: 13).
A modo de cierre, podría decir que, la tutoría es necesaria para orientar, dirigir y
supervisar la enseñanza y aprendizaje. ya que, al establecer contacto con el educando, el
papel del tutor complementa su tarea docente transmitida a través del material didáctico,
grupos de discusión, listas, correo electrónico, chats y otros mecanismos de comunicación.
Todos estos elementos, hacen posible trazar un perfil completo del estudiante: a través del
trabajo que desarrolla, su interés por el curso y la aplicación de los conocimientos
posteriores al mismo. Entonces, con el apoyo tutorial, se puede realizar la
intercomunicación que se establece entre (profesor-tutor-alumno) que son prioritarios en el
sistema para que se ejecute de forma armoniosa la función de orientación, docencia y
evaluación.

Referencias Consultadas

Alves, L; Nova, C (2003) Educação a Distância: Uma Nova Concepção de Aprendizagem e


Interatividade. São Paulo, Futura.

Maia, C (2002) Guia Brasileiro de Educação a Distância. São Paulo, Esfera.


Aline Silva Gomes
Doctora en Lengua y Cultura
Docente Investigadora Universidad Estatal de Bahía - UNEB
Salvador, Bahía,
Brasil
[email protected]

Sueli Regina Marques dos Santos


Estudiante del Curso de Letras-Lengua Española y Literaturas
Universidad Estatal de Bahía - UNEB
Salvador, Bahía, Brasil
[email protected]

EL ROL DEL PROFESOR TUTOR DE ESPAÑOL COMO LENGUA EXTRANJERA


EN EL CONTEXTO DE EDUCACIÓN REMOTA: RELATO DE EXPERIENCIA EN
UN CURSO DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA

La enseñanza y el aprendizaje de idiomas en la Educación a Distancia (EAD) y de


manera remota han sido uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos en el contexto
educativo actual. Para contribuir de alguna manera a esta discusión, en este artículo
abordamos brevemente la enseñanza y el aprendizaje en la modalidad virtual y la
importancia de la expresión corporal en ese proceso. Luego, discutimos el papel de las
estrategias de comunicación en el aprendizaje de idiomas. Finalmente, mencionamos
algunas actividades pedagógicas desarrolladas con el objetivo de ayudar a los estudiantes
brasileños de Español como Lengua Extranjera (ELE) a mejorar su producción oral en esta
lengua, en cuanto a pronunciación y uso de estrategias de comunicación.
Aunque la educación a distancia ha recorrido un largo camino, todavía son pocos
los que han dado crédito a su eficacia. Sin embargo, Moran (2007, p. 1) afirma que ese tipo
de enseñanza “está contribuyendo a superar la imagen del individualismo, que el alumno
tiene que ser un ser solitario, aislado en un mundo de lectura y actividades alejado del
mundo y de los demás". Aldana (2020), en su conferencia, presenta aspectos relevantes
para la docencia en un entorno virtual y defiende la necesidad de que los docentes se
reinventen para hacer más atractivas sus clases. El neurocientífico (2020) explica que la
participación corporal debe ser activa con el uso de elementos como la voz y la expresión
facial, y que incluso los gestos son fundamentales y necesitan ser más “exagerados”. El
autor añade que el profesor debe animar a los estudiantes a tomar apuntes, hacer ejercicios
prácticos, ya que estas acciones animan al alumno a poner el cuerpo en movimiento. A
continuación, hablamos de un aspecto importante para el aprendizaje de lenguas
extranjeras, que son las estrategias de comunicación.
Corder (1983), a grandes rasgos, define las estrategias de comunicación como
técnicas sistemáticas empleadas por un hablante para expresar un determinado significado,
cuando se enfrenta a algún tipo de dificultad. Para Tarone y sus colegas, estos son intentos
sistemáticos por parte del estudiante de expresar o decodificar significados en la lengua
meta, en situaciones en las que aún no se ha apropiado de las reglas sistemáticas de ese
idioma. En 1981, Tarone elabora uno de los trabajos más representativos del área, siendo
una de las primeras investigaciones en postular un constructo teórico para este tema. Con
base en el enfoque interaccional, el autor clasifica las estrategias de comunicación en tres
categorías: i) paráfrasis (aproximación, clasificación de una palabra y circunloquio); ii)
préstamo (traducción literal, traducción lingüística, recurrencia y mimetismo); y iii) evasión
(evasión de temas y abandono de mensajes). Además de Tarone (1981), otros teóricos
propusieron modelos de estrategias de comunicación, como Bialystok, en un artículo
publicado en 1983. En su trabajo, las estrategias de comunicación se clasifican de la
siguiente manera: i) estrategias basadas en el lenguaje materno (intercambio de idiomas,
extranjerización, y transliteración) y ii) estrategias basadas en la lengua extranjera
(contigüidad semántica, descripción y caracterización de una palabra).
Finalmente, presentamos breves relatos experiencias del tutor pedagógico que tiene
el papel de ayudar a los estudiantes brasileños en la enseñanza de Español como Lengua
Extranjera (ELE) en un curso básico en línea, pues este puede apoyar al estudiante a
mejorar la producción oral y poner en práctica las estrategias de comunicación. En la
primera actividad, el tutor propuso a los educandos una tarea extra clase, que tenía como
objetivo la práctica de un trabalenguas previamente indicado, con el fin de reforzar los
aspectos fonéticos de la lengua extranjera. Los alumnos enviaron al tutor por medio de
Whatsapp, la última versión de los audios grabados. Creemos que la experiencia fue
positiva, ya que los estudiantes disfrutaron tanto de la lectura en voz alta que también
comenzaron a enviar textos grabados con otros contenidos. En la segunda actividad, como
un intento de reducir los impactos del distanciamiento social y promover lazos más
estrechos entre los estudiantes, el tutor propuso la realización de ejercicios de expresión
oral (en parejas) mediante video llamada en WhatsApp. Luego de realizar esta última
propuesta, observamos un cambio en el comportamiento de clase en el ambiente del aula
(virtual); los estudiantes más reservados comenzaron a abrir la cámara y el micrófono y las
participaciones se volvieron más activas y espontáneas.
Finalmente, tras vivenciar las experiencias antes mencionadas, defendemos que el
tutor necesita poner a disposición de los estudiantes diferentes recursos y herramientas para
ser explorados mientras aprenden ELE de forma remota, con el fin de compensar la falta de
fluidez lingüística en situaciones en las que necesitan comunicar sus conocimientos e ideas
en la lengua meta.

Referencias Consultadas

Bialystok, E. (1983). Some factors in the selection and implementation of communication


strategies. In: Faerch, C./Kasper, G. (Eds.) Strategies in Interlanguage
Communication. London: Longman, p. 100- 118.

Corder, S. P. (1983). Strategies of Communication. In CLAUS, Faerch; KASPER,


Gabriele, (Orgs.), Strategies in Interlanguage Communication. London: Longman.

Moran, J. M. Os modelos educacionais na aprendizagem on-line. São Paulo: USP, 2007.


Disponible en: <http://waltenomartins.com.br/desinstr_art02_a3.pdf>. Aceso en: 17
jul. 2021.

PRESENCIA en el aula virtual. Hernán Aldana. TEDx PuraVidaSalon. 1 vídeo (16:41


min). Disponible em: (223) Presencia en el aula virtual | Hernán Aldana |
TEDxPuraVidaSalon - YouTube>. Aceso en: 17 jul 2021.
Rodrigues, C. (1997) Estratégias de comunicação. A perspectiva da sala de aula.
Dissertação (Mestrado em Lingüística). Pós-graduação em Lingüística.
Universidade Federal de Santa Catarina.

Tarone, E. (1981). Some thoughts on the notion of 'communication strategy’. Tesol


Quarterly.
Chile

Wilda Videla Parra


Máster en Calidad y Mejora de la educación
Profesional de Desarrollo Curricular de Postgrado y Educación Continua
Universidad Diego Portales
[email protected]

EDUCACIÓN REMOTA: El TUTOR Y TUTORA ESCOLAR COMO LIDER


RESONANTE
Como efecto del cierre de los establecimientos escolares, producto de la pandemia,
las comunidades educativas han ido generando distintas estrategias y utilizado variados
recursos para mantener el proceso formativo en marcha. Este camino no ha sido fácil, pues
ha exigido que cada escuela analice permanentemente las características de su contexto,
para ofrecer alternativas educativas consistentes con la realidad local, y por supuesto, tener
(y conservar) una actitud positiva hacia el cambio y la capacidad de tomar decisiones
responsables y oportunas que permitan responder a la emergencia.
Es innegable que los distintos actores del sistema escolar han hecho grandes
esfuerzos para enfrentar la crisis y mantener el trabajo pedagógico. Es de público
conocimiento que se han probado distintas maneras de educación remota, haciendo uso de
diversos dispositivos como guías impresas, cápsulas de aprendizaje, llamadas telefónicas,
radio escolar, televisión, textos, clases sincrónicas u online, entre otros.
Cualquiera sea la modalidad de enseñanza remota que se esté desarrollando, el tutor
y la tutora se enfrentan a múltiples desafíos en su labor pedagógica, lo que indudablemente
demanda el ajuste de sus prácticas docentes habituales (antes de la pandemia) y la
necesidad de estar reflexionando recursivamente sobre los alcances e impacto de su
mediación profesional contrastados con los resultados de aprendizaje obtenidos. Desde este
marco, se cree necesario abordar las altas expectativas y la motivación como elementos
esenciales del rol formativo en las actuales circunstancias.
Lo primero entonces, es mantener las altas expectativas respecto de sus estudiantes,
tal como lo indica el Marco para la buena enseñanza (2008) en el dominio B: Creación de
un ambiente propicio para el aprendizaje. Esto deriva en la creencia de que sus alumnos y
alumnas pueden desarrollar sus habilidades y adquirir nuevas competencias a partir de las
experiencias educativas que se le presentan. Esta creencia le exige, al formador, la
necesidad de proveer instancias de aprendizaje desafiantes que dinamicen al estudiantado y
lo insten a continuar aprendiendo, siendo protagonista de este proceso.
Un segundo desafío para el tutor y tutora, muy ligado a las altas expectativas, es
provocar en sus discentes las ganas de aprender, encontrando valor en el acto educativo que
lo impulse a explorar nuevos conocimientos, preguntar y preguntarse sobre los contenidos
trabajados, haciendo análisis y conjeturas a partir de ellos y conexiones con otros saberes o
áreas. En otras palabras, el tutor/a es un profesional que motiva, y a la vez, ayuda a
despertar en niños, niñas y adolescentes su propia motivación frente al proceso educativo.
Frente a estos dos desafíos prioritarios, es importante que el tutor y tutora escolar
posean competencias que no solo emanen de su manejo del currículum escolar, sino que
también le permitan sintonizar con su alumnado, comprender sus emociones, intereses,
fortalezas, debilidades (como oportunidades de desarrollo), y desde allí, ser un líder que
oriente el proceso pedagógico de manera integral.
Desde esta premisa, es acaso sugerente indicar que el/la formador/a es un líder
resonante, que pone a disposición de las personas su inteligencia emocional y social, tal
como lo plantea Goleman et al. (2016):
“El Liderazgo resonante es un tipo de liderazgo que sintoniza con los
sentimientos de las personas y los encauza en una dirección emocionalmente
positiva. Unos de los signos más evidentes del líder resonante es el optimismo y el
entusiasmo (…). La resonancia amplifica y prolonga el impacto emocional del
liderazgo. Este tipo de líderes sabe movilizar en los demás el estado de ánimo
más adaptado a las circunstancias, utilizando su empatía para sintonizar con el
tono emocional de [los demás]” (p.47)
En términos concretos, el y la docente como líder resonante es quien gestiona sus
propias emociones, teniendo una visión positiva del contexto y la convicción de que todas
las situaciones pueden ser gatillantes de nuevas oportunidades de crecimiento, lo que
proyecta en sus estudiantes. En consecuencia, es un profesional que conecta con la
emocionalidad de los demás, es cercano, transparente en su discurso, demostrando empatía
y orientando las acciones hacia la búsqueda de soluciones con entusiasmo.
Lo anteriormente descrito es indispensable para mantener las altas expectativas y
fomentar la motivación escolar, ya que pone acento en la emocionalidad, componente
primordial del ser humano que impacta para bien o para mal en la calidad de los
aprendizajes del estudiantado.
En síntesis, el tutor y tutora que está desempeñando su labor en modalidad remota, es
llamado a buscar los espacios que le brinden la oportunidad de dialogar y conocer a sus
alumnos y alumnas, darse el tiempo de escucharlos y, desde allí, ser un guía que acompaña
sin juicios y los convoca a continuar en la senda del aprendizaje.

Referencias Consultadas:
Goleman, D., Boyatzis, R., & McKee, A. (2016). El líder resonante crea más: El poder de
la inteligencia emocional. Debolsillo
Ministerio de Educación (2008). Marco para la buena enseñanza. Santiago, Chile:
Ministerio de Educación
Felipe Andrés Rebolledo Ibacache
Licenciado en Educación y Licenciado en Ciencias de la Ingeniería
Profesor de Ciencias Naturales
Colegio Santa Beatriz
Chile
www.colegiosantabeatriz.cl

HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS Y LOS DESAFÍOS PARA REALIZAR TUTORÍA


EN LA ASIGNTURA DE CIENCIAS NATURALES

Unas de las dificultades que ha presentado el escenario pandémico es el rol tutor


que debe tener el profesor, entiendo este rol como las acciones que lleva a cabo el docente
para monitorear, guiar y motivar el proceso de enseñanza aprendizaje de cada estudiante.
Además, la modalidad de clases online ha obligado a estudiantes y profesores a adaptarse a
esta nueva forma de trabajar, especialmente en el área del seguimiento de cuánto están
aprendiendo y la calidad de estos aprendizajes. Villalobos (2021) plantea que una
retroalimentación desfasada a causa de las interacciones asincrónicas incide negativamente
en los aprendizajes y que al observar a los estudiantes a través de las clases online no
permite al docente cerciorarse si el estudiante logra los aprendizajes. Como se puede ver,
tener un rol tutor óptimo se complejiza en el escenario actual.
La docencia de Ciencias Naturales debe abordar una gran cantidad de ejes
temáticos, los cuales son: Ciencias de la Tierra y el Universo, Ciencias de la Vida,
Biología, Física y Química. Estos ejes deben ser abordados con diferentes estrategias para
lograr los aprendizajes. Por ejemplo, la estrategia didáctica para que el alumno aprenda los
órganos del Sistema Digestivo es muy distinta a la estrategia para aprender a calcular la
Fuerza Peso de un cuerpo. Bajo este prisma, la tutoría que debe realizar el profesor de
Ciencias Naturales también debe atender a la diversidad de estudiantes y la gran diversidad
de los aprendizajes que se deben abordar en esta asignatura.
Una herramienta que está a la mano del docente son los test que puede confeccionar
mediante Formulario Google y que pueden ser respondidos por los estudiantes. Esta
herramienta entrega una ventaja comparativa importante: entrega al creador del Formulario,
en este caso el profesor, las respuestas que dan cada uno de los estudiantes con estadísticas
de respuesta correctas e incorrectas, además, se puede configurar para que el estudiante vea
las respuestas correctas e incorrecta que tuvo con una retroalimentación.
Llevando esta idea a las Ciencias Naturales, se pude confeccionar un Formulario
Google con 3 preguntas de alternativas y una pregunta abierta sobre la temática de la
“Fotosíntesis” para monitorear si adquirieron el aprendizaje y configurar este formulario
para que los estudiantes vean las alternativas correctas y la respuesta esperada en la
pregunta abierta después de responder el test. Con este tipo de instrumento, el estudiante de
manera asincrónica pude verificar si logró aprender sobre la Fotosíntesis, ya que tendrá a su
disposición las respuestas correctas y el profesor en la clase siguiente pude retroalimentar al
grupo curso con respecto a este formulario, permitiendo realizar la tutoría que le
corresponde al docente en su rol.
A pesar de que se cuentan con herramientas tecnológicas para guiar al estudiante en
sus aprendizajes de Ciencias Naturales, aún hay un grado de incertidumbre sobre los
aprendizajes que lograron los estudiantes. En contexto de presencialidad se puede atender
al estudiante dentro del aula, en cambio en la modalidad online se dificulta atender a cada
uno de los estudiantes por diversas razones, tales como: no cuentan con conexión a internet,
que su computador no tenga cámara y micrófono, que se conectan a través de un celular.
Entonces, por los problemas mencionados anteriormente, se dificulta guiar a todos los
estudiantes de manera óptima y personalizada.
Por lo tanto, como docente tutor se debe ser flexible y permitir que los estudiantes
se contacten con sus profesores por las mayores vías posibles. Por ejemplo: correos
electrónicos, fotografías de guías, dejar un tiempo en cada sesión para responder consultas,
permitir que el estudiante devuelva una guía al establecimiento y retroalimentarla, entre
otras.
Asumiendo que todavía nos encontramos en contexto de clases online, se hace
imperiosa la diversificación de la forma de monitorear el avance de los estudiantes a lo
largo de cada eje y/o unidad temática de Ciencias Naturales. Tomando en cuenta que cada
estudiante está aprendiendo en sus hogares y no en los establecimientos educaciones, se
deben buscar estrategias y materiales que estén al alcance de los estudiantes y utilizar un
monitoreo asertivo.
Para finalizar, se hace un llamado a la reflexión y a la acción, sobre qué estrategias y
herramientas se debe utilizar para realizar la mejor tutoría a los estudiantes y que éstos
logren aprendizajes de calidad en contexto de pandemia. Al mismo tiempo, buscar la mejor
forma para interactuar con cada uno de los estudiantes y realizar una correcta tutoría no
solo en Ciencias Naturales sino en todas las demás asignaturas.

Referencia Consultada

Villalobos, K. (2021). ¿Cómo es el trabajo de los profesores de educación básica en


tiempos de pandemia? Modalidades de aprendizaje y percepción del profesorado
chileno sobre la educación a distancia. Perspectiva Educacional, 60(1), 107-138.
https://dx.doi.org/10.4151/07189729-vol.60-iss.1-art.1177
Víctor Alexis Ceballos Gómez
Teólogo
Capellán Universitario, Docente de Biblia
Universidad Adventista de Chile
www.unach.cl

INTERACCIÓN Y APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO EN LA VIRTUALIDAD;


DESAFÍOS DEL TUTOR.
La educación virtual, en su génesis, es la respuesta a la demanda de quienes, teniendo el
deseo de estudiar, no podían acceder a la educación tradicional, por razones de tiempo o
distancia de la sede académica. Su diseño, por tanto, obedece a una demanda en un nicho
determinado y sus estrategias pedagógicas parten del supuesto de que el alumno ha optado
libremente a este tipo de enseñanza y por tanto acepta su formato, consciente de los
requisitos tecnológicos y de accesibilidad, necesarios para este propósito. En Chile la
pandemia de la Covid-19, llevo a la implementación forzosa de la educación virtual y obligó
a toda la comunidad de educación superior a incorporarse a este formato. Por tanto, nos
encontramos frente a la imposición universal, de un sistema diseñado para un grupo en
particular y que ha presentado dificultades de interacción e incomodidad y carencias que
obstaculizan el proceso enseñanza-aprendizaje y que hacen del aprendizaje significativo, un
desafío enorme para el docente.
Una de esas dificultades, surgen desde el propio docente quien, habituado a la
presencialidad, carece de herramientas para la docencia virtual. La resultante es una escasa
participación y retroalimentación. Consultada la literatura especializada, esta demanda del
docente una nueva concepción metodológica, más abierta, que ofrezca al estudiante las
herramientas para construir el proceso propio de enseñanza-aprendizaje. Teniendo en
cuenta al estudiante como receptor y elaborador de este contenido y, por lo tanto, que le
haga protagonista de la adquisición de conocimientos, en un claro enfoque constructivista
El docente, ya no es un transmisor de conocimiento, sino un tutor que ha de convertirse
en un facilitador en la obtención y creación del conocimiento; un mediador entre el sujeto y
el objeto. El rol mediador, supera la relación sujeto-objeto. Concibe el desarrollo
individual, pero junto a él los procesos sociales que los produjeron y el desarrollo de la
personalidad en su complejidad (Nieva y Martínez,2019).
Esto lleva al tutor a considera una planificación previa del proceso de aprendizaje de
manera más evidente que en la presencialidad, con el objetivo que el estudiante adquiera
una autonomía progresiva y que asimile las estrategias básicas para contrastar, analizar,
sintetizar. Algunas remediales pedagógicas utilizadas fueron; análisis y reacciones
personales a lecturas, contextualización e integración de conocimientos a la vida cotidiana,
creación de Podcast, con coevaluaciones según rubrica. Todo esto conducente a una
metodología centrada en el estudiante, porque es él quien marcará su propio ritmo de
aprendizaje.
Aquí surge la segunda dificultad de esta virtualidad forzada, siendo que es el estudiante
quien marca su propio ritmo de aprendizaje, preocupa la escasa interacción alumno - tutor,
lo que dificulta alcanzar un aprendizaje significativo.
Supusimos una fácil integración de los alumnos al sistema virtual, considerando su
calidad de “nativos digitales” cuya interacción con el mundo acontece mayormente en
las redes sociales. La realidad mostró que esa actividad era más bien recreativa, ya que
el 80% de los estudiantes nunca tuvo clases virtuales pre pandemia (Seguimos Virtual,
2021)
Se produce así un escenario complejo donde la interacción es escasa; siendo
evidencia de ello las “pantallas en negro”, estas cámaras apagadas impiden la
interrelación, disminuyen la participación en clases, obstruyen la comunicación verbal y
no verbal y dificultan la retroalimentación.
Las causas varían desde: una baja señal de internet, falta de dinero para acceder
a “bolsa de datos”, mantener en privado su espacio familiar, desinterés ante una
didáctica poco atractiva, agotamiento o realizar otras actividades durante la clase.
A las pantallas en negro se suman otras dificultades para el aprendizaje significativo.
Una pesquisa en educación superior, muestra una fuerte baja de interacción y cambios en
dinámica de aprendizaje (Seguimos Virtual, 2021).
Un 72% declara una disminución en su relación con académicos,
71% de baja en tasa de interacción con amigos universitarios. Cambio en las
dinámicas de aprendizaje;
16% de aumento en estudio de forma individual.
24% de aumento en trabajos individuales.
54% de disminución de estudio grupal.
22 % descenso de asistencia a clases.
Como remediales, hubo aumento de actividades grupales, foros en plataformas
virtuales, investigación y exposición en grupos o parejas y entrevistas personales por
WhatsApp con los alumnos menos participativos.
Al concluir, queda el desafío al tutor para facilitar la interacción y alcanzar un
aprendizaje significativo, diseñando estrategias pedagógicas eficientes.

Referencias Consultadas:
Nieva Chaves, J., y Martínez Chacón, O. (2019). Confluencias y rupturas entre el
aprendizaje significativo de Ausubel y el aprendizaje desarrollador desde la
perspectiva del enfoque histórico cultural de L. S. Vigotsky. Revista
Cubana de Educación Superior, 38(1), e9.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0257-
43142019000100009&lng=es&tlng=es.
Marisol Katherine Cádiz Gómez
Estudiante de la Maestría en Educación
Universidad Adventista de Chile
www.unach.cl
Mariela Crespo González
Estudiante de la Maestría en Educación
Universidad Adventista de Chile
www.unach.cl

ROL DEL TUTOR COMO APOYO AL APRENDIZAJE BASADO EN


PROBLEMAS (ABP) EN EDUCACIÓN REMOTA

El rol del docente ha jugado un papel fundamental en el proceso de enseñanza -


aprendizaje que se ha vivido en el contexto de la pandemia del Covid-19, siendo un reto
importante para el profesorado, los padres y apoderados en la adaptación de las nuevas
modalidades de enseñanza, que destaca en elementos asociados en las metodologías y
herramientas que favorecen al aprendizaje en el estudiante. Además, en el desarrollo de
estrategias activas, como es el caso del aprendizaje basado en problemas (desde ahora
con la sigla ABP) es trascendental la utilización de las Tic´s para tener un buen
desempeño del mismo.
Así pues, el pedagogo debe tener las competencias necesarias en cuanto a las
herramientas que debe utilizar para el ABP. Frida Díaz Barriga (2006), destaca que el
ABP, es una modalidad que permite crear tareas interdisciplinarias a fin de llegar a un
producto final o meta con conceptos como: problematización, participación activa y
colaboración, se convierten en ejes del ABP. Este método permite que los estudiantes,
puedan obtener conocimientos o habilidades mediante el desarrollo de problemas que
responden a situaciones reales. Por otro lado, promueve en los educandos el fomento del
pensamiento crítico y cooperativo, desarrollo creativo y capacidad comunicativa en
respuesta a un verdadero desafío real en su entorno estudiantil y personal.
Lograr que los estudiantes se sientan motivados y contentos es el punto de
partida para el desarrollo del ABP. El enfoque socio-cultural, derivado de la teoría de
Vygotsky (1979, como se citó en Sánchez, 2010), aporta una determinada manera de ver
y entender la enseñanza, el aprendizaje y el desarrollo de la persona como procesos que
van unidos. Sin duda, el ABP es una estrategia, bien utilizada, logrará en el estudiante
una motivación recurrente a estar atento a seguir los pasos que su tutor le indica, puesto
que, él es el agente principal en la búsqueda de su propio aprendizaje. Asimismo, el
ABP nos permite generar un trabajo de cooperación en donde cada uno de los
estudiantes aporta y colabora al logro del aprendizaje.
Con respecto a las competencias del profesorado, estas deben contar con ideas y
objetivos claros que los estudiantes puedan conocer y aplicar. Previamente en este
mismo punto, el docente debe identificar a sus alumnos, conocer sus intereses,
actividades, gustos o preferencias, su entorno cultural y familiar. Esto permite que el
profesor logre tener una comunicación fluida con sus estudiantes y ellos adquieran
confianza al realizar sus actividades de forma autónoma.
Es por ello que, el profesor debe conocer las actitudes y aptitudes de los
estudiantes, observar si tienen la capacidad de trabajar en equipo y buscar respuesta a
diferentes problemáticas, debido a que los estudiantes son nativos digitales y el exceso
de información a través de internet y las redes sociales, éstos, no logran dar un uso
adecuado a las Tic 's en favor de su aprendizaje y el ABP puede cambiar la manera de
utilizar las herramientas tecnológicas en la cuales están familiarizados en favor de su
formación.
Para que el ABP pueda tener resultados favorables, es necesario que el docente se
capacite permanentemente en cuanto a los entornos virtuales, para así poder obtener una
serie de herramientas digitales que permitan superar la circunstancia. En este contexto,
el educador se ha tenido que reinventar para mantener y transformar el proceso de
enseñanza-aprendizaje, dejando de lado, la forma tradicional de sólo entregar
conocimientos que los estudiantes reciben pasivamente y desempeñarse como guía en
los procesos que sus educandos desarrollan para lograr su aprendizaje. “El aprendizaje
activo es aquel que pone a los estudiantes en el centro del proceso de enseñanza-
aprendizaje y los involucra en hacer cosas y en pensar en las cosas que está haciendo”.
(Bonwell & Eison, 1991 como se citó en Llorens-Largo et al., 2021). Mediante esta
estrategia metodológica, permite a los pedagogos guiar a los estudiantes en una triada
tutorial: el comienzo, el proceso y la finalización de la etapa, a modo de garantizar el
éxito del aprendizaje de sus alumnos.
Para concluir, debemos tener en cuenta que el aprendizaje basado en problemas
entrega la opción de que los estudiantes estén familiarizados con el docente y viceversa.
Esto permite que ellos tengan una actitud positiva frente a la enseñanza, lo cual hace
una transformación en ellos y no una adaptación sólo para cumplir un requisito de
aprobación. Sin duda, este tipo de estrategia metodológica, contribuye en gran manera a
que el alumno sea más autónomo en la búsqueda del conocimiento en las diferentes
disciplinas del ámbito académico, lo cual, permite que el aprendiz investigue y a su vez
logre asociar el contenido de indagación a su vida diaria, trayendo como consecuencia
el logro de un aprendizaje significativo. La iniciativa del tutor, factor determinante del
proceso, consiste en crear ambientes favorables, donde los estudiantes se sientan
acogidos, apoyados y con interés real en sus educandos. Por tanto, el aprendizaje basado
en problemas -ABP- es una solución posible a la reinvención de la didáctica de la
enseñanza.

Referencias Consultadas

Díaz, F. & Hernández, G. (2006). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo.


Una interpretación constructivista. México: McGraw-Hill.
Sánchez Ríos, I. (2010). Renovación metodológica bajo ABP como Instancia de
nivelación e regulación de los aprendizajes en Física. PBL 2010 Congreso
Internacional. Sao Paulo.
http://each.uspnet.usp.br/pbl2010/trabs/trabalhos/TC0528-1.pdf
Llorens-Largo, F., Villagrá-Arnedo, C., Gallegodurán, F., & Molina-Carmona, R.
(2021). COVID-proof: cómo el aprendizaje basado en proyectos ha soportado el
confinamiento. (Spanish). Campus Virtuales, 10(1), 73–88.
http://web.a.ebscohost.com/ehost/pdfviewer/pdfviewer?vid=1&sid=560e957f-
1ffb-4457-bc35-f1147ad1597d%40sdc-v-sessmgr02
Ruth Katherine Contreras Gómez
Estudiante de Magíster en Educación Mención en Gestión y Liderazgo Educativo
Universidad Adventista de Chile
[email protected]
l

TUTORÍA DOCENTE COMO MEDIADOR DEL APRENDIZAJE


AUTÓNOMO. UN DESAFÍO DE LA EDUCACIÓN EN PANDEMIA.

A lo largo de la historia de la educación, esta se ha visto enfrentada un sin


número de cambios y desafíos, no obstante, uno de los retos más recientes de la
educación en el siglo XXI, es asumir la flexibilidad en las estrategias de aprendizaje y el
desarrollo de las habilidades que hacen de los contenidos algo funcional.
En los últimos dos años, los estudiantes y profesores chilenos se han visto desafiados
por diferentes contextos, uno de ellos fue el estallido social, lo que provocó que varios
centros educativos cerraran sus puertas de forma temporal por los disturbios. Así
también el más reciente, que se ha convertido en el escenario más catastrófico, la
emergencia sanitara, pandemia “COVID-19”, lo que finalmente terminó cerrando las
aulas presenciales y abriendo las aulas virtuales.
Ambos escenarios han sido propicios para que los docentes puedan reflexionar,
flexibilizar y replantear sus metodologías, estrategias y formas de enseñanza, llevando
la educación presencial a un escenario remoto (virtual), impartiendo sus clases a través
de diversas plataformas y modalidades tal como lo son las clases “sincrónicas” que
refiere cuando existe interacción en tiempo real entre el estudiante y docente, como
también la modalidad “asincrónica”, que se relaciona a aquella en donde predomina la
autonomía de los estudiantes, ya que ellos deciden a qué hora estudiar y realizar las
actividades que ya han sido propuestas con anticipación y también existe la modalidad
de las clases “hibridas” las cuales aluden a una combinación de la educación remota y
presencial.
Es por ello, que en la actualidad han existido una serie de cuestionamientos
referentes a los beneficios, oportunidades y habilidades que se pueden desarrollar en un
contexto tal, como también el rol docente en la educación a distancia, permitiendo que
no tan sólo se replantee sus metodologías, sino que pueda reflexionar sistemáticamente
en su quehacer docente, con el objetivo de trazar planes y estrategias que lo guíen a ser
un mediador del proceso de aprendizaje autónomo de cada uno de sus estudiantes.
En cuanto a Cárcel (2016) el aprendizaje autónomo lo define como un proceso
que envuelve actividades ejecutadas de forma independiente, lo que genera que el
estudiante sea el autor principal, el protagonista de su propio proceso de aprendizaje, lo
cual le faculta para escoger las estrategias, herramientas, que él considere pertinentes
para aprender de modo independiente.
Así también, Martínez (2014) señala que el aprendizaje autónomo refiere a aquel
proceso que permite que el estudiante pueda regular lo que aprende y ser consciente de
sus procesos no tan solo cognitivos, sino también socioafectivos, ya que considera que
este modelo de aprendizaje se centra en la formación de estudiantes que tengan la
facultad de solucionar aspectos prácticos de su propio aprendizaje, quiere decir, que
faculta al estudiante a que se cuestione, revise, planifique y evalúe su proceso.
Acercando el aprendizaje autónomo al escenario actual como lo es la educación
remota, según Hanewicz et al. (2017) señala que la enseñanza centrada en el estudiante
es el método más efectivo para la modalidad “virtual”, ya que los docentes que se
enfocan en guiar hacia un aprendizaje autónomo en el estudiante orientan de forma
adecuada los métodos pedagógicos, lo que favorece la comunicación, el uso de los
recursos disponibles y la adecuación de las actividades a los contextos sociales de los
estudiantes, lo que potencia significativamente la motivación intrínseca del estudiante,
ya que le entrega una mirada funcional al contenido curricular. En este sentido los
docentes tienen una gran responsabilidad, que es poder encantar a los estudiantes con un
contenido práctico, un contenido que no tan solo les llevará a pasar de curso, sino que
les ayudará para toda la vida.
La pandemia ha permitido que tanto docentes como estudiantes puedan crecer,
en el caso de los docentes, puedan reflexionar continuamente de su quehacer, e ir
mejorando sistemáticamente sus estrategias de enseñanza, abandonando aquel
paradigma que por décadas estuvo manipulando la enseñanza-aprendizaje de la
educación chilena y despertando hacía un paradigma constructivista de la educación,
impartiendo una educación centrada en el actor principal que son los estudiantes,
desarrollando competencias y habilidades que no tan solo lo prepararán para “pasar de
curso”, sino para toda su vida tal como lo es el aprendizaje autónomo.
En definitiva, hoy por hoy existen muchos cuestionamientos, que fomentan la
negatividad referente a la educación a distancia, sin embargo, si los docentes pudieran
reflexionar en aquellas oportunidades que esta modalidad les proporciona más que en
las amenazas, no perderían tiempo cuestionándose, sino más bien trazando planes para
llegar a ser mediadores del aprendizaje autónomo lo cual beneficiará significativamente
a la formación integral de cada estudiante y también en el desarrollo y desempeño
pedagógico de cada docente del sistema educativo chileno.

Referencias Consultadas:

Cárcel, F. (2016). Desarrollo de habilidades mediante el Aprendizaje Autónomo. 3C


Empres, 5(3), 52- 60. http://dx.doi.org/10.17993/3cemp.2016.050327.63-85

Hanewicz, Ch., Platt, A., & Arendt, A. (2017). Creating a learner-centered teaching
environment using student choice in assignments. Distance Education, 38(3), 273-287.
Retrieved from.. http://doi.org/10.1080/01587919.2017.1369349
Karina Paz Lagos Aguilera
Estudiante de Magíster en Educación Mención en Gestión y Liderazgo Educativo
Universidad Adventista de Chile
www.unach.cl

CONTENCIÓN EMOCIONAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA: UN DESAFÍO


DESDE EL ROL DOCENTE

La educación en tiempos de Pandemia, sin duda ha sido un desafío constante


desde sus inicios, lo que ha significado re - mirar y re - pensar en cómo llevar a cabo el
proceso de enseñanza – aprendizaje ya que de acuerdo con las condiciones actuales las
emociones en estos momentos han jugado un rol importante en cómo están aprendiendo
los estudiantes, sobre todo generando aprendizajes significativos.
Por lo que se refiere a la contención emocional, ésta significa permitir sostener y
mantener a los estudiantes emocionalmente estables y desarrollando espacios en donde
los estudiantes expresen sus emociones de manera segura, lo cual les permitirá tomar
buenas decisiones, solucionar problemas, manejar la ansiedad, estrés, angustia, crisis de
pánico, experiencias traumáticas, entre otras (Ascorra, 2003)
Así mismo, educar las emociones en el aula es una herramienta que permite
crear un clima propicio para la enseñanza - aprendizaje, ya que se estimula la confianza,
los sentimientos positivos y la capacidad reflexiva y permite obtener mejores resultados
en los aprendizajes, disminuyendo los problemas de disciplina, mejorando las relaciones
interpersonales y desarrollando actitudes positivas frente a los diversos desafíos que se
pueden presentar en la vida diaria (Sandoval, J 2018)
Acerca de lo anterior, es que la educación requiere ser vista y pensada desde un
enfoque comunicacional diferente, que considere al estudiante como el protagonista de
cada uno de sus logros y el profesor focalizar su rol en producir climas emocionales
positivos, que le permitan al estudiante sentirse en un ambiente cómodo y seguro.
Por una parte, llegar a reconocer las emociones podría ser un proceso complejo,
no obstante, es necesario prestar atención a las emociones de los estudiantes, ya que las
actividades referidas a un aprendizaje en particular deben mover a la acción y hacerla
significativa, ya que los aprendizajes se generarán mejor en un buen ambiente, propicio
para aprender, debido a que estos son condicionados por el clima de aula. Por tanto,
entonces nos cabe preguntarnos, ¿cuál es el rol que presenta el docente en tiempos de
pandemia en los aprendizajes significativos de los estudiantes?
En el caso del rol del docente frente a este nuevo contexto en tiempos de
pandemia, éste debe ser capaz no solo enfocarse en la entrega de contenidos
conceptuales, los cuales están descritos en el currículum (guías, trabajos prácticos, etc.),
sino que también, el docente debe elaborar y desarrollar estrategias de soporte de
contención hacia los alumnos y en muchos casos hacia la familia.
De acuerdo con lo que mencionan Villafuerte, Bello, Pantaleón y Bermello
(2020), el aprendizaje está cargado de emociones, por lo tanto, el docente debe actuar
como promotor de resiliencia, desarrollando en los estudiantes cualidades de una
persona que no se desanime, dejándose abatir y con falta de superación. Bajo este
contexto, el docente debe ser motivador, utilizando herramientas y estrategias que le
permitan al estudiante a salir de su situación emocional de estrés, baja autoestima,
angustia, desmotivación y en ocasiones, incluso, depresivas. El docente también debe
plantear retos, impulsando el talento de los y las estudiantes, generando un entorno
emocional de confianza positivo. Para lo anterior, la clave es conocer y comprender el
contexto del estudiante. Entender ese entorno resulta fundamental para percibir lo que
siente el estudiante, para enseñar valores como el respeto, la cordialidad, no sólo
contenidos.
Por otro lado, el contexto familiar también es fundamental, y en algunas
ocasiones los padres no están presentes en el hogar ya sea por trabajo u otra situación, y
existe desapego en el proceso de los estudiantes, porque existe una baja escolaridad,
nivel educativo complejo y no tienen mayores aspiraciones educativas de sus hijos
(Sandoval, 2018). Esta situación, en particular, al cual los docentes nos vemos
enfrentados a diario, hace más complejo realizar un seguimiento de los avances en el
proceso de aprendizaje. Es por ello por lo que |el docente debe trabajar las habilidades
blandas, y lograr que el estudiante sea un sujeto autónomo, capaz de desenvolverse en
una sociedad competitiva, desarrollando sus capacidades cognitivas y socioemocionales.
Así pues, es desafiante para el docente guiar, motivar, empatizar y conducir a los
estudiantes a un aprendizaje significativo y constructivo, para evitar una deserción
escolar frente a la desmotivación y la baja autoestima producto de la pandemia. Sin
embargo, mientras los docentes tengamos la posibilidad de trabajar mediante diferentes
medios tecnológicos, podemos lograr que los estudiantes se sientan confiados,
autónomos y contenidos emocionalmente. Sin olvidar que debemos cumplir la misión
de educar independientemente de las condiciones que se presenten, en la actualidad o en
un futuro próximo.

Referencias Consultadas
Sandoval, J. (2018). El aprendizaje y las emociones. Universidad Siglo 21.
Ascorra, P. (2003). La escuela como contexto de contención social y afectiva. Revista
Enfoques educacionales 5 (1): 117- 135. Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso. Viña del Mar.
Villafuerte, J., Bello, J., Pantaleón, Y. Bermello, J. (2020). Rol de los docentes ante la
crisis del Covid – 19, una mirada desde el enfoque humano. Facultad Ciencias
de la Educación. Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. Ecuador.
Paulina Méndez Castillo
Estudiante de Magíster en Educación Mención en Gestión y Liderazgo Educativo
Universidad Adventista de Chile
www.unach.cl

CAPACITACIÓN PROFESORES JEFES POR MEDIO DE TALLERES DE


LIDERAZGO EDUCATIVO EN PANDEMIA.
En el contexto educativo actual, tremendamente desafiante debido a la pandemia
mundial, el profesor ha tenido que superar obstáculos no solo de adaptabilidad, sino
que, además, ha debido ir incorporando tecnologías que sean pertinentes para su
desempeño virtual.
Sabemos que un líder es alguien que tiene seguidores y tiene influencia directa
sobre las personas, pero realmente ¿cómo formar un líder que contribuya a las aptitudes
físicas, espirituales, intelectuales y sociales de los alumnos?, ¿cómo puedo apoyar a los
profesores jefes de mi establecimiento para que sean tutores que propongan retos,
estimulen el trabajo colaborativo y sean dinámicos?
En este ensayo revelamos que es de vital importancia se dicten talleres dirigidos
a los profesores jefes sobre liderazgo educativo a comienzo del año escolar y
presentamos alternativas de análisis literario. En estos talleres se debe entregar teoría,
generar actividades de análisis lúdicas y una confraternización respecto a las
experiencias personales de los profesores como tutores en tiempos de pandemia. Se
pueden realizar estos talleres en plataformas como Zoom o Meet , que son bastantes
conocidas y utilizadas desde que se inicio la educación remota.
Para iniciar por el sendero del conocimiento sobre el liderazgo y analizar cuáles
son nuestras fortalezas y debilidades como tutor, se puede trabajar con las 21 leyes
irrefutables de John C. Maxwell y sus principios para construir un líder. Podemos tener
dedicación, talento o inteligencia; pero sin la habilidad de liderazgo todo lo primero no
nos sirve.
Como docentes muchas veces nos hemos preguntado ¿por qué el alumno más
inteligente de una promoción no siempre logra el éxito? ¿por qué solo algunos de mis
alumnos logran resolver sus conflictos de forma asertiva? ¿por qué mis alumnos no
logran relacionarse bien entre ellos?, etc. La respuesta a estas interrogantes y otras, las
podemos analizar con el libro que revolucionó el concepto de la inteligencia del autor
Daniel Goleman “La inteligencia emocional”. Daniel Goleman en su obra señala”
tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente”.
Ser profesor jefe es una invitación a crear lazos, vínculos, ser un guía en el
proceso educativo, ser un líder democrático y fomentar el crecimiento espiritual de
nuestros alumnos. Sin duda, ser un tutor eficaz en tiempos de pandemia es un tremendo
desafío, pero si se realiza este taller en los establecimientos a comienzo de año, sería
una tremenda estrategia para potenciar las fortalezas de nuestros profesores.
Así como la pandemia nos ha llevado a la tecnología y la tecnología nos ha
permitido llegar a nuestros alumnos, un adecuado taller virtual nos permitirá no solo
entregar herramientas óptimas para los profesores jefes, sino un acompañamiento y una
reflexión respecto a nuestras fortalezas y debilidades como tutores.

Referencia Consultada

Goleman, Daniel (2017). La inteligencia emocional. Penguin Random House Grupo


Editorial.
Lehiyam Patricia Pinilla Ulloa
Estudiante de Magíster en Educación Mención en Gestión y Liderazgo Educativo
Universidad Adventista de Chile
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INFLUENCIA DEL TUTOR EN LA ADQUISICIÓN DE LA LECTOESCRITURA A
TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN REMOTA.
El año 2020 fue un año de desafíos a nivel mundial, aún más en el ámbito
educacional en donde de un día para otro, miles de docentes y estudiantes tuvieron que
adaptarse a la nueva modalidad de enseñanza, hasta ese momento los servicios de
videoconferencia se utilizaban para reuniones esporádicas y de la noche a la mañana se
volvieron imprescindibles para cumplir con la enseñanza.
Se esperaba que el aprendizaje autónomo creciera de manera rápida en todos los
niveles, y en algunos de ellos se cumplieron las expectativas, sin embargo, en otros la
habilidad aún no estaba desarrollada, y con esto nos referimos a los primeros niveles.
Los estudiantes de primer año básico debían comenzar un proceso importante; la
adquisición de la lectoescritura, que como lo indica Montealegre (2006) es una base
conceptual determinante para el desarrollo cultural de un individuo y con ella se abre un
camino infinito hacía el aprendizaje. Pero en esta oportunidad tan importantes
habilidades se debían trabajar de una manera diferente, a través de la educación remota.
Dentro de los grandes desafíos que enfrentaron y enfrentan los docentes en este
proceso está, la distancia, el poco apoyo de los padres por la falta de conocimiento en la
metodología de enseñanza, los conflictos familiares que influyen en el aprendizaje de
los estudiantes y que en la cuarentena se vieron acrecentados. En todo lo anterior
debemos agregar el uso de nuevas estrategias de aprendizaje por parte de los docentes
con el fin de poder cumplir con las metas propuestas.
La influencia del docente-tutor en la adquisición de la lectoescritura siempre ha
sido fundamental, ya que no es una habilidad innata, más aún en la educación remota; el
tutor es el puente entre el conocimiento y los estudiantes, y en este nuevo contexto
trabajando no solo con ellos, también con los padres. La cantidad de horas que se
destinan para las clases virtuales son mucho menor al ideal y se hace necesario que
estén involucrados.
El tutor puede influir de manera positiva o negativa en sus estudiantes y
apoderados dependiendo del grado de compromiso que tenga con el logro de los
objetivos propuestos, por otro lado, también tenemos docente que se conforman con la
priorización curricular entregada por el ministerio y no van más allá pensando que
tienen otro año para lograr las metas propuestas. Un docente comprometido debe ser
capaz de adaptarse, motivar y actuar como facilitador, considerando los estilos y
tiempos de aprendizaje, innovando, siendo flexible en la entrega y cantidad de
actividades escolares.
Hoy en día existen diferentes métodos de aprendizaje de la lectoescritura y cada
método tiene su forma de trabajo diferente. Independiente del método elegido por el
establecimiento o los docentes este necesita ser modelado y dirigido durante todo el
proceso, ambas acciones deben ser realizadas por quién tenga el conocimiento
necesario.
La mayoría de los padres aprendieron a escribir con métodos diferentes a los que
se utilizan hoy en día y si no reciben orientación por parte de los docentes puede ser
contraproducente su intervención en el proceso, es por esto que el docente-tutor debe ser
capaz de influir también en sus apoderados y lograr que estos se comprometan con el
trabajo que se quiere realizar, además de recordarles que la tarea más importante que
ellos tienen es la protección de sus hijos tanto física como mental, esto ayuda a bajar la
ansiedad de los padres, los que se encuentran sobrepasados por todas las situaciones que
tienen que enfrentar.
Para lograr las metas propuestas los docentes-tutores dedicaron de su tiempo
personal y también recursos monetarios para poder obtener y utilizar herramientas que
ayudarán en el aprendizaje de la lectoescritura, herramientas motivadoras y a su vez que
ayudaran a visualizar el avance logrado, aprovechando al máximo el tiempo destinado a
las clases virtuales, realizando un seguimiento semanal de las actividades escolares
destinadas a reforzar el trabajo realizado en las clases virtuales y un trabajo más
personalizado con los estudiantes que lo requerían.
El reto más grande que están presentando los docentes en estos momentos es el
escenario cambiante que se presenta, en donde deben estar preparados para trabajar de
manera hibrida el aprendizaje de la lectoescritura ya que según las disposiciones
ministeriales las condiciones pueden variar de una semana a otra.
En conclusión, la influencia del tutor en el aprendizaje de la lectoescritura es y
seguirá siendo fundamental, aún más en estos tiempos en donde la educación remota
llegó para quedarse. El sistema educativo chileno necesita docentes comprometidos con
el aprendizaje de los estudiantes, que estén dispuestos a innovar y avanzar un poco más
para poder cumplir las metas propuestas.

Referencia Consultada
Montealegre, R. &. (mayo de 2006). Desarrollo de la lectoescritura: adquisiciòn y
dominio. . Acta Colombiana de Psicología, 9(1), 25-40. Recuperado el 12 de
Julio de 2021, de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=79890103
Francisca Javiera Riveros Méndez
Estudiante de Magíster en Educación Mención en Gestión y Liderazgo Educativo
Universidad Adventista de Chile
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EL IMPACTO DE LA MODALIDAD ONLINE SOBRE LA RELACIÓN TUTOR-
ESTUDIANTE
Si nos remontamos a 15 meses atrás, era impensado que, desde ese inicio de año
escolar, la vida cotidiana cambiaría de forma tan radical a lo que estábamos
acostumbrados. Estos cambios no solo se refieren al tener que quedarse en casa y
continuar la propia función docente, sino que se dio un salto al verdadero uso de las
tecnologías. Capacitarse de forma “express” e iniciar un proceso educativo regular
nunca antes visto, el cual afectó de forma considerable la relación o función del profesor
y los estudiantes.
Es así como cada vez se hace más compleja la interacción entre ambos actores
directos en el proceso educativo, entre el tutor y el estudiante. Las exigencias
curriculares se mantienen a pesar de estar en un contexto atípico y exigente.
Los padres quieren que los profesores le presten más atención a sus hijos y los
estudiantes necesitan que el profesor los escuche y les dedique más tiempo a sus
problemáticas personales, mucho más que antes, esto hace que la tarea del docente sea
cada vez más difusa y compleja. El profesor se desenvuelve en un mundo de constante
cambio e incertidumbre, por tanto, el carácter y las exigencias del trabajo del tutor ha
evolucionado considerablemente con el correr de los meses.
Los autores Herrán y González (2004), señala que la tarea profesional del tutor
conlleva condicionamientos afecto-cognitivos de los más variados tipos: personales,
conceptuales, de procedimientos, actitudinales, normativos, etc., que matizan toda clase
de contenidos mentales y, por ende, la comunicación con los alumnos y los compañeros
del equipo docente o educativo.
El socioconstructivismo tiene su origen en la teoría de desarrollo social de
Vigotski (1978) citado por Heidari, Baptiste y Calvin (2018), según la cual el aspecto
social juega un papel fundamental en el aprendizaje, y se necesita interacción social
para lograr un desarrollo cognitivo completo. Cómo esta interacción personal se ha visto
afectada, la relación tutor-estudiante también sufrió cambios en cuanto a las relaciones
interpersonales. La separación física entre el docente y el estudiante, ha llegado a ser
fría y con una mirada casi indolente hacia la función que le corresponde actualmente.
Ya no existe esa retroalimentación directa con matices emocionales, donde el profesor
ejerce una función de motivador, facilitador y mediador, entre el estudiante y la
comunidad escolar.
Considerando que esta separación física, social y emocional está alterada por la
modalidad online, se hace imprescindible crear un ambiente virtual en el cual la
conversación e interacción emocional sea eficaz y fluida. Para volver a estrechar lazos y
volver a desarrollar esta relación afectiva, se debe dar énfasis al inicio de cada clase,
incluyendo componentes de sentido de pertenencia a la conversación, con tópicos del
interés del estudiante, aterrizando el contenido a su contexto, para que sea una
conversación distendida y así lograr una participación activa de todos los estudiantes, es
decir, que la enseñanza sea lo más significativa posible. Otro de los objetivos a trabajar
son el desarrollo de destrezas o habilidades blandas como la comunicación y escucha
atenta, los cuales son imprescindibles para restaurar esta brecha afectiva.
En particular, una de las experiencias que ha marcado nuestra función docente
en esta modalidad es la retroalimentación que nos han hecho los apoderados, por el
interés personal que hay de sus hijos, percibimos como se puede marcar la diferencia
solo con una llamada telefónica, para saber cómo están en casa, preguntar si están
teniendo buenas relaciones con los padres, si necesita algo para terminar sus trabajos,
entregarle material o equipos electrónicos para facilitar la conexión a clases, mediar con
otros departamentos para dar ayuda solidaria, en fin son actos sencillos que marcan la
diferencia.
En definitiva, el profesor como tutor es quien debe dar el primer paso para que
esta relación sea restituida, por eso es vital que también exista comunicación con el
estudiante fuera de la clase virtual, la conversación siempre debe apuntar a lo personal,
interesarse por el otro, que el educando vea en el docente una persona de confianza a
quien pueda acudir y pedir ayuda, no solo académica.
Recogiendo lo más importante de este tópico, podemos decir que el rol del
profesor va mucho más allá de la entrega de contenidos o meros conocimientos
técnicos, ni ser un gran locutor o excelente planificador, experto en tecnologías o
metodologías, sino que debe ser una persona que se involucre con sus afectos y estos los
haga sentir al estudiante, esto permitirá ver al docente como un ser capaz de empatizar
con sus necesidades e intereses, de ahí nace la importancia de educar bajo la premisa del
amor.

Referencias Consultadas

De la Herrán, A., y González I. (2004) El Ego docente: punto ciego de la Tarea


profesional del maestro. Centro Nacional de Educación Ambiental.
https://www.miteco.gob.es/es/ceneam/articulos-de-
opinion/2004_01herran_tcm30-163414.pdf

Heidari, F., Baptiste, R., y Calvin, S. (2018) ¿Puede el aprendizaje de la historia de la ciencia y
la naturaleza de la ciencia en un aula centrada en el estudiante cambiar la concepción de
ciencia de los estudiantes de ciencia?. Creative Education, 9 (15), 2561-2591.
https://www.scirp.org/journal/paperinformation.aspx?paperid=88670
Carolina Paola Zambrano Ortiz
Estudiante de Magíster en Educación Mención en Gestión y Liderazgo Educativo
Universidad Adventista de Chile
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LOS DESAFÍOS DE ENSEÑANZA EN LA ASIGNATURA DE EDUCACIÓN


FÍSICA Y SALUD.

La modalidad de educación se ha visto impulsada a un cambio emergente, por la


situación pandémica que afecta en poder realizar las actividades cotidianas con
normalidad en cada uno de los establecimientos educacionales a nivel mundial. Ha esto
se suma, que la enseñanza- aprendizaje de los estudiantes ha tenido un vuelco, debido a
la necesidad de la educación remota para la continuidad de sus estudios y el cambio de
metodologías que tuvo que enfrentar cada docente.
En cuanto a las fortalezas de los profesores en las clases virtuales, es vital tener
claridad que el maestro es el principal gestor de conocimiento del alumnado, como
también un guiador de su aprendizaje, pero lo fundamental, es que a pesar de la
virtualidad el rol del docente no puede desaparecer, ya que no se puede sustituir por la
información en línea; a pesar de los métodos que utilice el educador, siempre será
necesario guiar al estudiante, así como nos menciona Picón (2020 ) la virtualidad y
presencialidad son modalidades, por lo tanto los método que se utilicen son diferentes.
Como promotores de salud, las clases deben contar con una innovación en la
metodología que utilice en el aula, sea cual sea la modalidad. Por ende, el profesor debe
estar en constante capacitación para la actualización de acuerdo al contexto y realidad de
cada curso. Debido a esto, se presentan las debilidades de los maestros, al llegar la
pandemia y enfrentar esta nueva modalidad, se vio reflejado la baja preparación que
proporcionaban los establecimientos, para la implementación de nuevas metodologías,
lo que provocó que, ante la eventualidad, en algunos casos fue aprender en el camino, o
con inducciones extensas pero en tiempos limitados por la necesidad que requería el
profesorado como también los alumnos carecientes de aprendizaje virtual.
Picón (2020) dice que los estudiantes son nativos de las plataformas digitales,
pero no porque sepan utilizar las redes sociales, por diversión y entretención en sus
tiempos de ocio, quiere decir que, al momento de presentarse esta nueva modalidad, ellos
serían capaces de enfrentar con responsabilidad y conocimiento, los métodos de
aprendizajes innovadores de las plataformas virtuales que cada establecimiento utiliza.
No son expertos en la búsqueda de información, del contenido, de la formulación de
pensamiento, ni mucho menos se había aludido, al compromiso que deben atender a este
nuevo método de aprendizaje, lo que provoca que el docente debe ser innovador,
motivador y clave para la no deserción de estudiantes en su educación.
Siguiendo la misma línea, las estrategias utilizadas para la entrega de
información por parte de los docentes, encontramos clases remotas sincrónicas y
asincrónicas. En cuanto a las interacciones virtuales, los profesores deben utilizar
estrategias didácticas para la entrega de información tales como audio, video, textos y
animaciones lo que provoca un aprendizaje activo y con mucha más flexibilidad que la
sala de clases tradicional, como nos mención Abreu (2020).
Estas estrategias si son bien utilizadas, diversificadas y bien implementadas con el
objetivo propuesto por parte del docente, generarán un aprendizaje significativo en los
estudiantes.
En cuanto a los desafíos que se presentan en las clases de educación física, la
principal preocupación es el alto porcentaje de sedentarismo de los estudiantes, lo que a
consecuencia de la virtualidad incrementó, ya que se presenta poca motivación de realizar
las clases prácticas, debido a el espacio que se dispone en el hogar y las distracciones
familiares durante las clases. Es por esto, que como docentes debemos tomar en cuenta lo
que nos menciona Márquez-Villegas, Álvarez-Zuñiga y Rivera-Jara (2020), considerando
que como educadores se debe buscar, crear y plantear estrategias diversas de aprendizajes
utilizando las plataformas digitales disponibles, para entregar el contenido, a pesar de que
el proceso no sea exitoso, la tarea de nosotros es innovar para ayudar a sobrellevar a los
estudiantes el sedentarismo incrementando la vida activa con los métodos de la mejor
manera.
En conclusión, los docentes son parte fundamental del proceso de enseñanza-
aprendizaje de los estudiantes, ya que es un guiador en todo momento y no se podría
reemplazar, a pesar de que en las plataformas digitales se encuentre la información en
línea. A esto también se suma, la poca preparación de la comunidad educativa en
educación remota, pero lo que los docentes han sabido combatir la eventualidad de
educación, facilitando el aprendizaje, utilizado las TICS como herramienta fundamental
para la entrega de contenido. Los estudiantes son considerados nativos de las tecnologías,
pero solo en diversión y no como un método de aprendizaje y reflexión, lo que hace más
significativo la orientación de un educador en su aprendizaje. Así también los docentes de
educación física enfrentaron un cambio en el paradigma, provocando creatividad para la
virtualidad, en el desarrollo de las actividades prácticas de las clases, creando métodos
innovadores, para la participación de todos sus estudiantes y combatiendo así la inactividad
física.

Referencias Consultadas:

Picón, M. (2020). ¿Es posible la enseñanza virtual?. FORO EDUCACIONAL. 34, 11-
34. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7516997

Abreu, J. (2020). Tiempos de Coronavirus: La Educación en Línea como Respuesta a la


Crisis. International Journal of Good Conscience. 15(1), 1-15.
http://www.spentamexico.org/v15-n1/A1.15(1)1-15.pdf

Márquez-Villegas, C., Álvarez-Zuñiga, M., y Rivera-Jara, C. (2020). EDUCACIÓN


FÍSICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA. Revista de Humanidades y Ciencias
Sociales. 6 (3), 65-72.
Carmen Elena Bastidas Briceño
Doctora en Ciencias de la Educación
Docente – Investigador
Universidad Miguel de Cervantes
Chile
[email protected]

EL ROL DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE EDUCACIÓN REMOTA

El docente siempre ha estado allí para acompañar y guiar a los estudiantes en el proceso
educativo, en el contexto de pandemia ocasionada por EL COVID -19, el rol del docente se
ha transformado desde todos los puntos de vista, la situación de la educación escolar se ha
visto desafiada y cuestionada de múltiples maneras. Hoy nos enfrentamos a encontrar una
nueva forma de ejercer nuestro “rol docente” y a repensar lo que veníamos haciendo hasta
el momento. Las crisis pueden ser una ocasión propicia para hacer un alto en nuestras vidas
y para replantearnos nuevos caminos de cara al futuro. Es así, que en nuestro accionar
docente el rol al cual estábamos acostumbrados se transformó para bien, es mi opinión, ya
que si había algunos docentes que ejercían su labor sin vocación, les tocó estar más
comprometidos con el proceso de enseñanza. Por otro lado, hoy se nos ha hecho aún más
visible la enorme desigualdad e inequidad que tiene nuestro sistema escolar, lo cual ha
quedado al descubierto. Así como hay muchos estudiantes que se han podido conectar
desde sus casas sin mayores problemas, también hay miles de estudiantes que no han
podido hacerlo debido a sus grandes dificultades económicas. Al respecto, creo que la
escuela también tiene que hacer su propio aprendizaje. No podremos seguir avanzando en
el futuro sin preocuparnos por los últimos, por aquellos que se van quedando atrás, no por
sus méritos, sino simplemente por la gran desigualdad social.
En atención a lo antes expuesto, en el contexto de pandemia los docentes se han
transformado en tutores, de acuerdo con Ortega (1994), un tutor orienta a sus estudiantes,
los motiva y está consciente del entorno familiar y personal del mismo, ya que forman parte
importante del proceso de enseñanza, de esa manera poder potenciar y fortalecer las
habilidades de cada uno de sus educandos. Los docentes han tenido que acompañar y
orientar no sólo a sus estudiantes, sino a sus familias en este contexto que nos ha tocado
vivir, esto no significa que el docente en este contexto sustituya al orientador, sino que son
complementarios para contribuir a la adecuada formación de los estudiantes.
En este contexto, tenemos una oportunidad de repensar el aula, las prácticas y sumar voces:
preguntar a nuestros alumnos, poder escucharlos. Por lo cual, hablamos del aprendizaje
centrado en el alumno, también podemos involucrarlos desde otro lugar, poder trabajar
distintos formatos, con flexibilidad en cuanto a cómo presentan las actividades. Es
importante al seleccionar una página web saber qué tengo que tener en cuenta al utilizarla.
Cuando hablamos de selección de recursos digitales, no necesitamos ser expertos en el
manejo porque los chicos se apropian enseguida de la tecnología; sí es importante conocer
el por qué y para qué, suele pasar que en el manejo de herramientas muchos de nuestros
estudiantes las manejan mejor que nosotros, por consiguiente en este contexto ambos
aprendemos…¡Claro! el docente es el adulto con las herramientas de aprendizaje adecuadas
para aplicar en el aula.
En conclusión, las funciones de los tutores durante la modalidad online se han visto en
aumento, debido a las necesidades que ha generado la pandemia en la situación de nuestros
estudiantes; han dedicado tutorías al asesoramiento/apoyo personal, a nivel individual y de
grupos. Durante esta situación se ha priorizado el contacto con los estudiantes para que no
se perdiera ese sentimiento de pertenencia de grupo, de aula tradicional donde se compartan
experiencias, escuchar el uno al otro, resolución de dudas relacionadas con sus estudios. A
su vez, como se mencionó anteriormente, los docentes se adaptan a los medios que posea el
estudiante, quien no cuente con los recursos tecnológicos para hacer una conexión on line,
no debe ser discriminado, sino atendido y guiado para lograr el aprendizaje. A los que si
poseen los recursos se les proporciona asesoramiento en cuestiones informáticas,
orientación sobre cómo mejorar la comunicación con el profesorado, sobre cómo abordar
conversaciones positivas. Asimismo, se les ha ofrecido ayuda en la gestión de las relaciones
en los trabajos de grupo, para la adaptación a la formación online, la mediación entre
profesor y estudiante, acompañamiento en período de prácticas y coordinación de asistencia
informática, es por ello, que el rol del docente en tiempos de pandemia es de protagonista
inclusivo.

Referencias Consultadas
Blanco, G. (2021) La importancia de la figura del tutor en tiempos de pandemia. Blogs.
Disponible en https://www.ceuandalucia.es/blogs/lee-y-orientate/tutor-tiempos-de-
pandemia/ [Consulta: 2021, julio 20].
Cabrales A. y otros (2020). Enseñanza Remota de Emergencia Textos para la discusión.
Perú. [Artículo Digital] Versión Online. Disponible en:
www.educaccionperu.org/wpcontent/uploads/2020/04/Ensen%CC%83anza-
Remota-de-Emergencia-Textos-para-la-discusio%CC%81n.pdf [Consulta: 2021,
julio 20].
Ortega, M.A. (1994) La tutoría en secundaria obligatoria y bachillerato. Madrid, Editorial
Popular.
Amely Dolibeth Vivas Escalante
Doctora en Ciencias de la Educación
Docente – Investigador
Universidad Miguel de Cervantes
Chile
[email protected]

Marlenis Marisol Martínez Fuentes


Doctora en Ciencias de la Educación
Docente – Investigador
Universidad Miguel de Cervantes
Chile
[email protected]

EL ROL DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE EDUCACIÓN REMOTA

En los actuales momentos se están viviendo momentos históricos impactantes que la


humanidad no se los esperaba, en la cual se han dado cambios acelerados en diferentes
contextos, y uno de ellos son las transformaciones a nivel educativo, específicamente en los
roles que debe asumir el estudiante y los docentes en la educación remota, facilitando un
aprendizaje con diversas fuentes de información y recursos más actualizados y sinérgicos.
De acuerdo con Rizo (2020) plantea que el rol del docente en la educación virtual se
generan cuatros elementos:
En lo pedagógico: el tutor es un facilitador que contribuye con el conocimiento
especializado, focaliza la discusión en puntos críticos, hace las preguntas y
responde a las contribuciones de los participantes, le da coherencia a la
discusión, sintetiza los puntos destacando los temas emergentes. En lo social:
necesita habilidades para crear una atmósfera de colaboración que permita
generar una comunidad de aprendizaje. En el aspecto técnico: debe garantizar
que los participantes se sientan cómodos con el software y si es necesario
apoyarlos. En lo administrativo: conocer el software para poder generar
subconferencias, grupos de trabajos y poder mover o borrar mensajes de la
conferencia (p.6).
El pensamiento de la autora, hace referencia a algunos aspectos que son importantes
en el rol del docente en la educación remota, al ser consciente de sus derechos y
responsabilidades al dominar las formas hipertextuales de organización de la información
generando pensamientos guiados, compartidos, colaborativo entre los estudiantes,
profundizando en temas actuales y, a su vez promoviendo destrezas en lo afectivo-
emocional de los educandos; buscando generar una atmósfera de armonía y aprendizaje
significativos. Asimismo, le accede fortalecer las habilidades de administrar trabajos
colaborativos y el fomento de habilidades en el uso de herramientas tecnológicas.
De allí que, se puede decir que una de las ventajas que ha traído la educación remota
radica que se puede emplear diversas metodologías, entre ellas, el uso de actividades y
aplicaciones interactivas a través de la utilización de videos, diapositivas con audio,
podcasts, capsulas educativas, entre otras; garantizando un dinamismo y motivación en los
estudiantes. Igualmente, el fomento del desarrollo autónomo, es decir, orientar a los
estudiantes a profundizar en hábitos más independientes, manejando el tiempo y todas las
actividades académicas. Sin embargo, también, se observan debilidades en función de la
brecha digital porque muchos hogares carecen de internet o de una PC, lo cual no permite
con efectividad el desarrollo de los encuentros educativos, en oportunidades se genera
desmotivación y distracción de algunos educandos en el desarrollo de los contenidos
virtuales impartidos por el docente y, la exposición de largos periodos en las pantallas del
computador, ocasionando cansancio, malestar y sobre todo mucha fatiga.
Aunado a lo anterior, el docente ha tenido que implementar estrategias pedagógicas
que le conduzcan a potencial el aprendizaje virtual por medio del uso de foros de discusión
en la cual se efectúa un intercambio de conocimientos, análisis y reflexión de algún tema en
particular, así como las infografías donde se fomenta la creatividad e imaginación de los
estudiantes y el trabajo colaborativo que permite el compartir de información y desarrollar
diferentes puntos de vistas.
Por ello, el tutor virtual hoy en día presenta una serie de desafíos tal como lo sostiene
Velásquez (2020) el tutor debe tener en mente la generación exponencial de información en
Internet, que puede ser de mucha utilidad para desarrollar actividades de aprendizaje
específicas, tal información puede ser un apropiado complemento del contenido didáctico
que se haya desarrollado para determinada propuesta educativa virtual.
En consecuencia, un proceso tutorial de calidad contempla una visión holística en la
planeación, una actitud empática e interés y compromiso de los actores del aprendizaje en
cuanto a las acciones a desarrollar. Por lo tanto, el tutor debe contar con una sólida
formación profesional, actualización interdisciplinaria, experiencia en investigación a partir
de líneas concretas, interés por la innovación educativa, capacidad pedagógica y dominio
de la actividad tutorial en escenarios virtuales de aprendizaje. El tutor es el responsable de
que los estudiantes interactúen, fomentando a través de la programación de actividades la
comunicación e intercambio de experiencias, para ello son efectivos los foros de debate;
además, debe propiciar entornos de aprendizaje cooperativo y colaborativos, para que a
través de las tareas individuales y compartidas puedan construir los nuevos conocimientos;
de esta forma cumple con la función dinamizadora o socializadora del proceso de
aprendizaje.

Referencias Consultadas
Rizo, M. (2020). Rol del docente y estudiante en la educación virtual. Revista Multi-
Ensayos, vol. 6, núm. 12, ISSN: 2412-3285. Recuperado de:
https://www.lamjol.info/index.php/multiensayos/article/download/10117/11796?inli
ne=1.
Velásquez, B. (2020). La educación virtual en tiempos de Covid-19. Revista Científica
Internacional, Universidad de san Carlos de Guatemala, 3(1), 19-25. Recuperado de:
https://www.researchgate.net/publication/344144710_La_Educacion_Virtual_en_tie
mpos_de_Covid-19.
Serna, S. Cordero, C., Schmidt, J. (2017). La resiliencia: un factor decisivo para el
crecimiento y mejora de las organizaciones. Gestión en el Tercer Milenio Vol. 20 -
N.º 39 – 2017. Recuperado: https://core.ac.uk/download/pdf/304898837.pdf
Pedro Francisco Arcia Hernández
Doctor en Ciencias de la Educación
Facilitador Académico
Universidad de Talca
www.utalca.cl

Sisi Lisbeth Hidalgo Solórzano


Doctora en Ciencias de la Educación
Investigador independiente
Universidad Nacional Rómulo Gallegos
[email protected]

EL ROL DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE EDUCACIÓN REMOTA

Enseñar es una tarea que por excelencia se ha atribuido al profesional que se forma
en el arte de la docencia y tal atribución se ha arraigado en el histórico común del
fenómeno entendible como práctica pedagógica. Sin embargo, es un hecho irrefutable que
él o la docente asume su labor no solo para enseñar los contenidos de la disciplina que
estudió, sino que también debe implicarse en otros roles propios de la condición humana
para atender las necesidades de los sujetos de aprendizajes tales como: orientar, acompañar,
empatizar, disciplinar, apoyar, complementar saberes y sobre todo escuchar activamente,
pues, dentro de las salas de clases el docente en términos de la autoridad escolar que le
compete tiene la misión de formar integralmente a los y las estudiantes, un sabiendo que
debe transcender los cánones de la disciplina que imparte. Desde esta óptica, se hace una
aproximación al docente como tutor integral que precisamente en contexto de la pandemia
ha recobrado más fuerza y que desdibuja el rol docente como un ente transmisor de saberes
convirtiéndolo en una amalgama múltiple y plurifacética donde las emociones, la
compresión, la adhesión, la discusión amigable y parental se han convertido en un común
denominador.
En corroboración a este argumento Méndez, Tesoro y Tirante (2006), sostienen que:
“La función tutorial entraña una relación individualizada con el alumno. Pretende integrar
la experiencia escolar con la extraescolar. El tutor es el nexo de coordinación entre la
escuela y la familia, que supone un proceso de individualización y personalización del
proceso de enseñanza aprendizaje” (p. 4).
Por su parte la tutoría es, según Arnaiz e Isus citados por Méndez, Tesoro y Tirante
(2006), "la capacidad que tiene todo docente de ponerse al lado del alumno, de sufrir con él
los procesos de alumbramiento conceptual, de ayudarle a resolver sus problemas
personales, de aprendizaje, de autonomía-dependencia, de relación [...]. Y en esta tarea
nadie puede quedar excluido. [...] Todos estamos invitados a mantener el diálogo como la
fórmula más eficaz de la relación de ayuda. La tutorización, es pues, un proceso de
acompañamiento en el aprendizaje vital".
Ahora bien, centrándonos en el debate público y dentro del huracán en que se ha
visto envuelto el rol tutor de los y las docentes en tiempos de distanciamiento social y por
ende, en consonancia con la educación remota, es preciso delinear que dicho rol ha
trascendido las características con que ha sido tradicionalmente definido en la literatura
académica pertinente, por tanto, en esta reflexión teórica tengo a bien destacar tres
categorías emergentes que se han acentuado con la aparición del COVID19:
Primeramente, el tutor escolar ha tenido que fortalecer su capacidad y estado
emocional para confrontar con éxito el abanico de necesidades e inquietudes que presentan
los estudiantes que van desde no tener un computador o celular para conectarse a clase
hasta los sentimientos de abandono que manifiestan éstos por no entender o acoplarse al
enfoque de la no presencialidad, situación que detona en depresiones, desequilibrios
emocionales, ansiedades incluso en la deserción escolar. Ante esta situación el tutor
docente ha desarrollado fortalezas que no están implícita en su función formal pero que ha
tenido que aplicar para garantizar la sana permanencia de estudiantes en el sistema escolar.
En segundo plano, el docente ha tenido que incrementar su inventario de estrategias
para mejorar su desempeño, es decir siempre su accionar ha estado basado en la didáctica,
pero producto de la pandemia, ha debido planear y aprender otros tipos de estrategias que
eleven su participación ante los estudiantes a un estado más parental, más dialógico,
permitiendo incluso ser partícipe de otras contingencias que tradicionalmente no están
inmersas en su función docente como las crisis emocionales, los estados de ansiedad, los
problemas económicos, la inestabilidad social, entre otros para poder acercarse con más
acierto a la complejidad de pensamiento de los alumnos.
Como tercer aspecto que la educación remota ha inscrito en el hacer docente del
tutor son los desafíos que ha enfrentado y que afecta no solo al docente sino también al
estudiantado. En cuanto al docente tutor, éste ha tenido que apropiarse sin ninguna
preparación y de manera emergente de la articulación de las tecnologías al contexto de
aprendizaje, autocapacitándose y en muchos casos improvisando bajo la concepción de que
la educación no se detiene y debe proseguir su recorrido. Por parte de los alumnos, todavía
se encuentran en tránsito de entender que el hogar se convirtió en la nueva escuela y que la
nueva presencialidad es trasluce en plataformas virtuales, donde el acompañamiento
docente-estudiante recobra otro significado más de autonomía y autorregulación que de
clases dirigidas con participación directa del docente. Esta situación es de hecho, una de los
desafíos más fuertes del docente quien debe hacerse notar y generar aportes en la
construcción del acervo individual de conocimientos de los y las estudiantes.

Referencia Consultada
Méndez, H.; Tesoro, R. y Tiranti, F. (2006). El rol del tutor como puente entre la familia y
la escuela. Primera edición. Buenos Aires, Argentina. Consultado en:
http://www.terras.edu.ar/biblioteca/16/16El-rol-del-docente-tutor.pdf
Colombia

Wilmer Hernández
Estudiante de Doctorado en Ciencias de la Educación – Universidad Cuauhtémoc, México
Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá
Bogotá- Colombia
[email protected]

EL ROL DEL TUTOR: AUTOAPRENDIZAJE Y EDUCACIÓN REMOTA

Uno de los aspectos de la Modernidad más señalados es la individualidad. Tan


denunciada como alabada. En él se centran los comparativos realizados entre el antiguo
régimen y los estados republicados modernos. Anteriormente, los distintos estamentos de la
sociedad, su función y organización, definían con claridad el rol para cada uno de sus
integrantes, incluso antes de su nacimiento (Taylor, 1996). Una sociedad armoniosa, en el
antiguo régimen, pero también en la Grecia arcaica (la eunomia impuesta por la clase
aristócrata), dependía de la identificación de cada uno de sus miembros con el estamento
social en el cual naciera, que determinaba, asimismo, sus preferencias, comportamientos y
actuaciones. De ese modo, lo común a todos era aquello que debía interiorizar cada nuevo
miembro de la sociedad y afirmar día a día con hábitos y comportamientos específicos. Esta
identificación social necesariamente debía ser acompañada por valores tales como la lealtad
y la sumisión. Así, se tiene que la lealtad y la identificación de cada integrante con la moral
social convencional (Urquijo, 2011), eran el pegamento que cohesionaba las sociedades
pre-modernas.

No obstante, desde el Renacimiento, la imagen que el ser humano ha venido


construyendo de sí es mucho más optimista. No solo se dio cuenta de que puede pensar y
conocer por sí mismo con pretensiones de verdad, como lo descubrió Descartes a su
manera; también se percató de su capacidad de cambio y transformación. Como lo explica
Martínez (2006), pensar por sí mismo significa que el ser humano puede hacer caso omiso a
criterios externos (como los que ofrece la comunidad, la familia o la religión), sobre lo
verdadero y lo falso, lo correcto y lo indebido, a fin de tomar decisiones y defender un
punto de vista. Así, actuar de otra manera representa el quebrantamiento de viejas lealtades
y sumisiones, el olvido progresivo y activo de conocimientos, el debilitamiento de
habilidades y destrezas asociados a todo ello, y el consiguiente surgimiento de la autonomía
y de la identidad personal, la adquisición de nuevos conocimientos, pertinentes y conformes
a los nuevos intereses y el desarrollo de habilidades puestas al servicio de los retos
individuales.

Esta era al menos una parte de la propuesta de algunos filósofos y artistas del
Renacimiento y hasta el siglo XVIII. No obstante, a pesar en sus indiscutibles efectos en la
Revolución Americana y Francesa, otros fueron tal vez aún más efectivos. La economía de
mercados impuesta en el mundo, más fuertemente a partir de la Revolución Industrial en
Inglaterra; el imperialismo ejercido por Europa en el siglo XIX y parte del XX, que redujo
a muchos países a la categoría de colonia; los sentimientos nacionalistas que impulsaron la
Primera y la Segunda guerra mundial; el surgimiento de los regímenes totalitarios de la
entreguerra, y las agónicas instituciones sociales y estatales dispuestas para el
disciplinamiento de los individuos (Deleuze, 2006), terminaron poniendo por encima de la
autonomía individual y de la libertad de expresión, a una moral social convencional, al
miedo y la sumisión.

El resquicio de individualidad que ahora permite tener el sistema económico, nos


limita a la posibilidad de escoger el color, el tamaño, la forma, el sabor, la textura y la
cantidad de las mercancías que deben decorar nuestro personal estilo de vida, tan ajeno al
interés sobre lo público como al ejercicio de la ciudadanía activa. Este rasgo distintivo del
mundo contemporáneo -la individualidad egoísta, competitiva, dependiente de sí misma y
funcional al mercado-, su centralidad en lo personal, en el proyecto de vida propio -
despreocupado de lo común- remite el siguiente mensaje: Lo que somos o seremos cada
uno de nosotros será producto, consecuencia y culpa única y exclusivamente de nosotros
mismos. En otras palabras, el individualismo moderno ha llegado al extremo de hacernos
concluir que cada individuo se hace a sí mismo.

Ahora bien, cuando la ONU señala, en el Objetivo 4 de Desarrollo Sostenible, la


necesidad de “promover un aprendizaje durante toda la vida para todos” (Organización de
las Naciones Unidas [ONU], 2021), ésta indica la urgencia que existe en la actualidad de
infundir fuerza de voluntad y de seguir formando en autonomía para el autoaprendizaje
permanente y el aprendizaje remoto, lo cual ha pasado de ser una propuesta para
convertirse en una de las pocas cartas que pueden jugarse en medio de la crisis mundial de
salud pública.

Como se observa, los individuos se ven obligados a hacerse a sí mismos a través del
autoaprendizaje permanente y remoto. Por ello, la labor de tutores y maestros en este tipo
de educación, no puede limitarse a la orientación en la adquisición de contenido y el
desarrollo de competencias propias de una disciplina, ni a la realización sin más del
proyecto de vida personal. Si los estudiantes no cuentan, además, con un buen desarrollo de
habilidades cognitivas, con buenas técnicas de aprendizaje, si no conocen cuál es su estilo
propio de aprendizaje, si no cuentan con buena comprensión de lectura, si no saben
optimizar el tiempo disponible y organizar convenientemente las actividades de aprendizaje
y ejecutarlas de manera estratégica, no podrán asumir con autonomía un tipo de aprendizaje
tal. De otro lado, si el maestro solo despierta en ellos la preocupación por un futuro
individual próspero y estable, basado en el ejercicio impecable de la profesión desde el
punto de vista técnico, será el fin para lo que queda del homo politicus y la afirmación del
homo economicus. Dicho de otro modo, la educación remota obliga al tutor a impartir (1)
contenidos específicos con alta calidad, (2) habilidades cognitivas para el autoaprendizaje
crítico y (3) competencias para el ejercicio de la ciudadanía, lo cual previene a los
estudiantes, en buena medida, de ser manipulados por las fuerzas del mercado, en ese
intento o mandato moderno de parecer originales y libres de escoger su propio estilo de
vida.
Referencias Consultadas
Taylor, Ch. (1996). Identidad y reconocimiento. Revista internacional de filosofía política,
(7), 10-19.
Urquijo, M. (2011). Ética, ciudadanía y democracia. Elementos para una ética ciudadana.
Santiago de Cali: Programa Editorial Universidad del Valle.
Martínez, H. (2011). Kant: una ética para la modernidad. Revista Diálogos de Saberes,
(24), 181-194.
Organización de las Naciones Unidas - ONU (19 de julio de 2021). Objetivos de desarrollo
sostenible. 4. Educación de calidad.
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/
Deleuze, G. (2006). Post-scriptum sobre las sociedades de control. Polis, 13.
https://journals.openedition.org/polis/5509
Costa Rica

Alexandra María Abarca Chinchilla


Magister en Ciencias de la Educación con énfasis en Docencia
Investigadora de la Universidad Estatal a Distancia
San José Costa Rica
[email protected]

EL ROL DE LA PERSONA TUTORA ANTE PROCESOS DE APRENDIZAJE


VIRTUAL
La persona tutora requiere vocación y una apropiada formación profesional, para
facilitar el uso óptimo de las tecnologías de la información y la comunicación en los
procesos de aprendizaje y principalmente en el virtual. Si bien es cierto, las herramientas y
ambientes tecnológicos son fuentes de oportunidades educativas, pero por sí mismas
carecen de interacción apropiada, sin la mediación del profesor o tutor y el estudiantado.
Es en la persona docente en quien recae la mayor responsabilidad de propiciar el respectivo
acompañamiento, es decir, ser tutor con fortalezas para la enseñanza remota. Sin embargo,
en tiempos de pandemia, en que persiste aprendizaje bimodal o totalmente virtual, se
pueden presentar también debilidades por la falta de experiencia y una actualización
agresiva en las competencias digitales: “Los docentes se enfrentan al difícil y acelerado
cambio de modelo, con adaptación de nuevas estrategias didácticas, sustentadas en variados
soportes virtuales” (Vialart, 2020, p. 1). Sin embargo, uno de los mayores desaciertos es
trasladar la clase magistral planteada en la presencialidad, al entorno virtual.
No obstante, existen diversas estrategias participativas a las cuales recurrir según los
objetivos de aprendizaje planteados y estas bien utilizadas, ofrecen un adecuado
acompañamiento estudiantil.
Ejemplo de una interacción pedagógica adaptada para personas adultas, es la
desarrollada desde la Universidad Estatal a Distancia (UNED), en el Programa de
Investigación en Fundamentos de Educación a Distancia (PROIFED), bajo la atención
virtual de estudiantes extranjeros, en la Estancia del XXVI Verano de la Investigación
Científica y Tecnológica del Pacífico del Programa Interinstitucional para el
Fortalecimiento de la Investigación y el Posgrado del Pacífico (Programa Delfín) 2021, los
asesores ponen a disposición sus proyectos y los pasantes se involucran con un plan de
trabajo para las siete semanas en investigación.
Para el logro académico, se pone a disposición del estudiantado la plataforma digital
utilizada en la UNED, así como participaciones académicas sobre experiencias
investigativas y talleres con otras instancias institucionales: “Las actividades hasta ahora
realizadas, tales como una capacitación sobre recursos bibliográficos del CIDREB, les han
estado permitiendo a los pasantes ampliar los criterios y posibilidades de acción en los
proyectos en que se encuentran trabajando …” (Proifed, s. f., párr. 2).
Además, de la experiencia investigativa, también se recurre a la utilización de
mensajería, redes sociales, correo electrónico, actividades sincrónicas con dinámicas de
motivación y espacios culturales. No cabe duda que el estar en sintonía con el estudiantado,
por sí mismo es un reto y, además, se suma la concordancia con los objetivos académicos
perseguidos.
Si bien es cierto, desde el modelo de la educación a distancia como el de la UNED,
se facilitaron en alguna medida las labores académicas a procesos totalmente virtuales, en
comparación a las grandes modificaciones sufridas en las instituciones educativas
presenciales; también, es una realidad que la educación a distancia no había sido probada
en un contexto de pandemia como el actual. Aun así, se requiere de una constante
adaptación y mejora en sus servicios, persiguiendo pertinencia y calidad para el
estudiantado.
A partir de la pandemia, otra oportunidad que surgió fue la modificación de la
mediación pedagógica hacia un modelo más moderno, en el sentido del uso de herramientas
tecnológicas que permitieran generar contenido digital amigable, atractivo, dinámico, y
sencillo con el fin de transformar el contexto educativo hacia un ideal más innovador.
(Carranza et. al, 2020, p. 168)
Otro de los mayores retos enfrentados en tiempos digitales, es la comprobación de
los procesos de aprendizaje logrados, dado que, al existir las evaluaciones individualizadas
y colectivas mediadas con la tecnología, éstas no reflejan necesariamente el fin perseguido
en la persona estudiante. Se requiere, además, de otras estrategias, bajo un seguimiento que
denote evidencias de avance y logros particulares del alumnado.
Por último, es así que, desde los diversos escenarios educativos de acción, las
personas dedicadas a la docencia, ya sea profesorado o tutor, seguirán encontrando
constantes desafíos en su actuar, porque ayer fue historia y desde hoy se construye el
futuro, primero considerando el cambio y la rápida adaptación exigida, así como la
exposición a un constante aprendizaje para modificar paradigmas.

Referencias Consultadas
Carranza-Marchena, P. y Zamora-Sánchez, G. (2020). Desafíos y oportunidades en tiempos
del COVID-19: contexto pedagógico desde la Universidad Nacional y la
Universidad Estatal a Distancia. Revista Innovaciones Educativas, 22, 162-170.
https://doi.org/10.22458/ie.v22iespecial.3154
Proifed. (s. f.). El Programa de Investigación en Fundamentos de Educación a Distancia
(𝙋𝙍𝙊𝙄𝙁𝙀𝘿), de la Universidad Estatal a Distancia (𝙐𝙉𝙀𝘿), ha recibido [página de
Facebook]. Consultado el 14 de julio de 2021. https://www.facebook.com/proifed/
Vialart, M. N. (2020). Estrategias didácticas para la virtualización del proceso enseñanza
aprendizaje en tiempos de COVID-19. Educación Médica Superior, 34(3), 1-11.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412020000300015
Ana Isabel Rodríguez Leitón
Magister en Psicopedagogía
Profesora de la Universidad Estatal a Distancia,
Heredia, Costa Rica
[email protected]

DESAFÍOS DE LA PERSONA TUTORA POSTPANDEMIA (COVID-19)

El proceso de enseñanza siempre ha sido un reto para las personas tutoras; ya que en
él se deben tomar en consideración diversos aspectos para poder llevarlo a cabo de la mejor
manera. Ante la pandemia por el COVID-19 que se enfrenta a nivel mundial, dicho proceso
ha tenido que repensarse de manera que se le pudiese dar continuidad de manera remota.
Esta situación puso de manifiesto las diversas fortalezas que dichos profesionales poseen;
destacándose entre ellas la resiliencia “…capacidad de recuperarse, sobreponerse y
adaptarse con éxito frente a la adversidad y de desarrollar competencia social, académica y
vocacional pese a estar expuesto a acontecimientos adversos, al estrés grave o simplemente
a las tensiones inherentes al mundo de hoy” (Villalobos y Castelán, 2017, p. 3). Es evidente
que las personas tutoras ante el reto de desarrollar una enseñanza remota han debido sacar
lo mejor de sí para adaptarse y adaptar su trabajo a esta nueva realidad.
En el proceso han tenido que lidiar con aquellas debilidades que emergieron al
enfrentar esta crisis; sin embargo, en Costa Rica la falta de actualización tecnológica ha
sido la principal, ya que la enseñanza remota trajo consigo la implementación de diferentes
estrategias que requerían el uso de la tecnología para lograr brindar un acompañamiento en
el que prevaleciera el vínculo con el estudiantado a su cargo, sin dejar de lado el potenciar
el aprendizaje en ellos.
Parte de la función orientadora/social de las personas tutoras, es el ofrecer apoyo al
estudiantado en su formación integral; brindándole motivación, orientación personal y
ayuda individualizada y contextualizada. (Ugalde, 2019). En mi caso, como tutora tuve que
implementar estrategias para afrontar la enseñanza remota fue conocer mejor el contexto en
el que se desenvuelve el estudiantado, el acceso a Internet que posee, su experiencia con la
tecnología y las aplicaciones para comunicación sincrónica que sabe utilizar; todo ello para
lograr una planificación más empática durante las diferentes interacciones. A partir de la
información obtenida logré establecer las estrategias pedagógicas a desarrollar durante las
tutorías, entre ellas puedo citar las siguientes: mayor frecuencia en la planificación de
tutorías individualizadas, brindar observaciones del avance de sus trabajos de forma
fraccionada (para una mejor comprensión y apropiación de esta) y el uso de vídeos de
motivación.
Por lo tanto, el rol de la persona tutora debe dirigirse hacia la búsqueda de
estrategias de mediación pertinentes para procurar guiar al estudiantado en la construcción
y transformación de su conocimiento; sin dejar de lado el enlace con los conocimientos y
experiencias previas que ellos poseen. Estrategias de mediación que ante el momento
histórico que se vive debieron ser modificadas para lograr adaptarse y con ello enfrentar las
exigencias de la enseñanza remota.
La CEPAL-UNESCO hacen un llamado a que “En la adaptación, la flexibilización y
la contextualización curricular se deben considerar elementos como la priorización de
objetivos de aprendizaje y contenidos que permitan lograr una mejor comprensión de la
crisis y responder a ella de mejor forma, incorporando aspectos relativos al cuidado y la
salud, el pensamiento crítico y reflexivo en torno a informaciones y noticias, la
comprensión de dinámicas sociales y económicas, y el fortalecimiento de conductas de
empatía, tolerancia y no discriminación, entre otros.” (2020, p. 4)
Es por ello, que entre los retos que enfrenta la persona tutora posterior a la
pandemia se pueden destacar: el ser consciente de los esfuerzos realizados y las fortalezas
que se han logrado desarrollar al poner en práctica la enseñanza remota; sin embargo, los
mayores desafíos serán el incorporar todos los conocimientos y habilidades tecnológicas
adquiridos y utilizar este tipo de enseñanza como una estrategia más a desarrollar durante
las interacciones cotidianas en los centros educativos. Asimismo, el procurar el
cumplimiento de los protocolos establecidos en procura del cuidado y la salud logrando
mejorar los hábitos de las personas estudiantes promoviendo de tal manera el autocuidado
que conlleva a una mejor calidad de vida y, por último, pero no menos importante se
encuentran la actualización profesional continua y el realizar adecuaciones al currículo de
acuerdo con el contexto, llevando a la práctica la empatía.

Referencias Consultadas

CEPAL-UNESCO. (2020). La educación en tiempos de la pandemia de Covid-19.


http://hdl.handle.net/11362/45904

Villalobos, E. y Castelán, E. (2017). La resiliencia en la educación. Facultad de


Pedagogía. Coordinación Editorial.
http://educespecialjujuy.xara.hosting/index_htm_files/RESILENCIA%20EN%20L
A%20EDUCACION.pdf

Ugalde, D. (2017). “Unidad 3: Recomendaciones para la mediación pedagógica desde el


acompañamiento docente”. Centro de Capacitación en Educación a Distancia.
Universidad Estatal a Distancia.
Isela Tatiana Ramírez Ramírez
Magister en Ciencias de la Educación con énfasis en Docencia
Investigadora, Programa de Investigación en Fundamentos de la Educación a Distancia
Universidad Estatal a Distancia
San José, Costa Rica
[email protected]

EDUCACIÓN REMOTA, SOLUCIONES RÁPIDAS…, ¿ESTAMOS


PREPARADOS?

La amenaza del COVID-19 enfrentó al docente presencial o también llamado tutor


cuando nos enmarcamos dentro de la educación a distancia, a una serie de decisiones sobre
cómo enseñar, utilizando estrategias que muchas veces se desconocen, improvisando en la
creatividad, enfrentando habilidades que deben ser desarrolladas en los docentes para
trabajar y enseñar, como en los estudiantes para aprender y enfrentar una forma de aprender
poco conocida y más importante aún, debe promover una evaluación para procesos de
aprendizaje significativos.
¿Cómo se entiende la enseñanza remota?, es un término alternativo para el aprendizaje
en línea y dentro de este contexto puede tener algunas acepciones como considerarlo de
menor calidad y muchos menos demandante si se piensa en una educación presencial; pero,
para los que han estado dentro de estos procesos, saben que hay muchas posibilidades de
aplicación. No solamente se debe entender el diseño y la planificación de un curso, sino
otros elementos que afectan la calidad del proceso educativo, tales como la relación del
estudiante con el tutor, la mediación pedagógica, la variación en el rol que cumple tanto el
estudiante como el tutor, el tipo de comunicación (sincrónica o asincrónica) y las formas de
evaluación.
Ante este panorama, el tutor se enfrenta a la implementación de estrategias que
permitan una instrucción clara, rápida y oportuna, dentro de un contexto remoto, con o sin
acceso a equipo tecnológico y mucho menos a buen Internet. El reto para el docente es
pensar fuera de los estándares y buscar soluciones nuevas, que ayuden a las necesidades
específicas de los estudiantes.
¿Qué no es enseñanza remota? Se han visto diferentes opciones y respuestas educativas
para continuar de una u otra forma con las clases y que los estudiantes no se vean afectados,
algunas instituciones educativas, tanto a nivel de secundaria, universitario, e incluso,
centros de educación formal e informal, han realizado actividades donde el estudiante
reciba los contenidos definidos, haciendo múltiples tareas y colocando al docente en un
video o ante una cámara por medio de una videoconferencia, como si estuviera ofreciendo
una clase de manera presencial. Pero la educación no debe ser así y los estudiantes deben y
pueden aprender de otras maneras y los docentes pueden y deben ofrecer nuevas
soluciones. Es así como el docente debe organizar su tiempo, realizar una adecuada
selección de contenidos, presentarlos de una forma atractiva, creativa, complementaria a
sus actividades cotidianas, independientemente de las herramientas tecnológicas, lo que
importa es el uso adecuado de los recursos, estrategias y entornos que puedan enriquecer
los procesos de comunicación como base de la función tutorial, que lleven los contenidos a
la práctica, dentro de un contexto personal y social.
Interesa más la mediación que el manejo de una plataforma, una excelente orientación
académica, técnicas y estrategias correctamente utilizadas y una evaluación de los
aprendizajes con realimentación formativa, esto es lo verdaderamente importante. Como
bien dice Mora (2019) “las competencias técnicas que debe poseer el profesorado le
permitirán tomar decisiones pedagógicas en cuanto al diseño y presentación de contenidos,
mediación, comunicación, actividades de aprendizaje y evaluación de los aprendizajes” (p.
59). Se debe ofrecer espacios de autogestión, de acompañamiento, donde el estudiante sea
el protagonista.
Más que estrategias que podrían mencionarse muchas, hay que considerar algunas
acciones claves dentro de la tutoría en el contexto de la educación remota, como la
flexibilidad por parte del tutor, crear un ambiente de motivación y de confianza, invitar al
trabajo colaborativo, realizar otros tipos de evaluación como la coevaluación y la
autoevaluación, sin dejar de lado la evaluación formativa y sumativa para los que la siguen
utilizando; además, partir de la experiencia del estudiante y siempre, tener una
comunicación constante.
La amenaza del COVID-19 pronto será un recuerdo, dejó a su paso muchos cambios y
retos dentro del campo educativo, no debemos volver a las prácticas de enseñanza y
aprendizaje antes del virus, olvidando lo que nos dejó la educación remota, a distancia o en
línea. Seguirá siendo una de las tareas trascendentales, la mediación de los contenidos, la
gestión de la información y la gestión de los aprendizajes, fomentando la capacidad de
progreso, con un adecuado apoyo educativo, donde el estudiante busque soluciones a
problemáticas del acontecer cotidiano, laboral, social, personal, reflexionen y tomen
decisiones.
Finalmente, la preocupación subyacente es ¿cómo hacer llegar los contenidos de
aprendizaje a los estudiantes? formas hay muchas, accesibles pocas, por eso es necesario
que el diseño universal para el aprendizaje (UDL) sea parte de la formación como tutores,
para que el diseño de los cursos y la mediación que se lleva a cabo sea flexible, inclusiva y
centrada en el estudiante. Es el docente el que está inmerso en la construcción de los
espacios de formación, por lo que instituciones educativas deben verificar la calidad y el
rendimiento académico de sus estudiantes.

Referencia Consultada

Mora, F. (2019). Nuevos roles de la docencia en la educación a distancia. Escenarios de los


procesos formativos en educación a distancia, (3), 51-69. EUNED.
Ecuador

José Manuel Gómez


Coordinador Académico de Posgrado en Educación
Universidad Tecnológica Indoamérica Ecuador
[email protected]

EL ROL DOCENTE EN TIEMPO DE EDUCACIÓN REMOTA

La educación remota, se ha convertido en un campo necesario para el conocimiento


cada vez más complejo y amplio, que está en continua transformación, porque se
requiere un proceso de investigación y análisis. Así, evaluar esta dinámica en
Ecuador no sólo permite medir y conocer las complejidades del proceso en la actualidad
por medio de las competencias del tutor, conocer las fortalezas y debilidades presentadas en
este tiempo de pandemia.
Para ello, podemos nombrar algunos roles que se han evidenciado en esta educación en
Ecuador,
- Motivador. Contener o frenar sentimientos y/o emociones frente a situaciones de la
pandemia, teniendo como intención permitir que estas situaciones no alteren o
perturben la salud mental de los estudiantes, están expuestos a la misma
(Villafuerte,et al. 2020). Se encarga de valorar el aprendizaje de sus alumnos e
impulsarlos a conseguir los objetivos planteados. Todas las actividades de los
docentes estarán dirigidas al planteamiento de los objetivos educativos a partir del
potencial del alumno, sus intereses, utilidad del contenido y ayuda a evocar
conocimientos previos y adquirir los nuevos, todo dentro del Plan Educativo
Aprendemos Juntos
- Promotor de la Resiliencia: Permitir sobreponerse ante las situaciones que han
generado dificultades, poniendo a trabajar capacidades y habilidades con el fin de
superar las adversidades de la pandemia, del aislamiento, dentro del contexto
escolar y familiar.
- Escuchador empático y activo: Escucha activa es una manera de prestar con
atención lo que la otra persona dice, con el objetivo de intentar comprender al
estudiante. Al hacerlo de forma activa se considera el lenguaje no verbal. Su
accionar motiva la participación de los demás, respetando sus ideas e intereses de
los estudiantes” (Gavilánez, Higuera, Oviedo y Jácome, 2019).
- Gestor de Herramientas interactivas: Se requiere la producción o adaptación de
materiales educativos adecuados tanto a los contenidos como a los requerimientos
de las Tecnologías de apoderamiento del conocimiento (TAC), respondiendo a
necesidades de aprendizaje definidas a partir de las competencias digitales
requeridas; no significa limitar el contacto que tiene el niño con el entorno;
mediante su uso pedagógico también se generan procesos de observación,
manipulación, experimentación, reflexión, debido a que la tecnología está
fundamentada en el constructivismo y conectivismo El Marco de Competencias de
los Docentes en materia de TIC de la UNESCO (ICT-CFT, por sus siglas en inglés)
integra materia de TIC para los docentes y las incorporen a los planes generales para
el uso de las TIC en la educación (UNESCO, 2019).

Se debe fortalecer y priorizar el enfoque del rol docente en contención socio-emocional


de los actores educativos; generar de manera masiva espacios para la actualización e
intercambio de experiencias con plataformas y recursos educativos digitales, como la
gamificación, ABP o clase invertida; contextualizar los ambientes y recursos educativos
digitales desde principios de inclusión educativa; fortalecer los canales de comunicación
entre los actores educativos, según la posibilidades de los docentes y familias; destinar
espacios para establecer criterios, acuerdos, compromisos y orientaciones claves para la
mejora de los roles.
.

Referencias Consultadas
Villafuerte, J., Bello, J. A., Cevallos, Y. P., & Vidal, J. O. B. (2020). ROL DE LOS
DOCENTES ANTE LA CRISIS DEL COVID-19, UNA MIRADA DESDE EL
ENFOQUE HUMANO. REFCALE, 8(1), 134–150.
Gavilánez, W. E. P., Higuera, M. G. P., Oviedo, L. I. M., & Jácome, V. A. M. (2019).
Habilidades directivas fundamentales en la administración pública. RECIMUNDO,
3(ESP), 682-705.
UNESCO (2019) Marco de competencias de los docentes en materia de TIC UNESCO.
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000371024
México
Mariela González-López
Doctora en Educación Artes y Humanidades_
Carmen Romano de López Portillo #2014
Chihuahua, México
[email protected]
[email protected]
EL ROL DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE EDUCACIÓN BÁSICA REMOTA
La pandemia COVID-19 llegó para quedarse, ya que ha durado más de un año, y siguen
más contagios y cepas más peligrosas. En este tiempo de educación básica en línea, los
docentes se han dotado de fortalezas en el rol de tutor para enfrentar los desafíos educativos
en el contexto en línea. De ahí se fortalecieron los docentes en:
i. Comunicación asertiva
ii. Dotarse de habilidades digitales
iii. Diseño de nuevas metodologías de enseñanza remota, por ejemplo, MECO; una
metodología competencial en la que se enseña a pensar y desarrollar competencias,
y caminos cortos para el aprendizaje (González-López, 2021).
iv. Diseño de materiales para la enseñanza aprendizaje
v. Aprendizaje de herramientas digitales para la motivación del estudiante y
flexibilización del aprendizaje
vi. Resiliencia en la atención de más de 12 horas a los padres de familia y estudiantes.
vii. Resiliencia ante la muerte de algunos de los familiares de los estudiantes por el
COVID-19.
viii. Seguimiento de tareas de lunes a domingo, a la hora que lo enviaban los padres.
ix. Diseño y ejecución de estrategias didácticas con enfoque de aula invertida
Las debilidades puedo mencionar que se dio una calificación gratuita a todos los
estudiantes que sus padres no enviaron ninguna actividad. Señalo debilidades en la cuestión
de que los padres no se responsabilizaron en la atención de sus hijos, es decir de los 48
trabajos que se enviaron en el año, ninguna tarea entregó. Me refiero a las debilidades de
falta de conocimientos, habilidades que no desarrollaron los niños en un ciclo escolar
completo. Quizás hicieron algo en sus casas, pero académicamente no significativo. A
continuación, señalo las diferentes debilidades que fueron significativas y que a corto o
largo plazo deben alcanzarse.
i. Estudiantes que no desarrollaron habilidades lectoras y de escritura
ii. Estudiantes que no adquirieron los aprendizajes esperados de un ciclo escolar
iii. Estudiantes que pasaron con una calificación idónea sin asistir a clases, porque así
el sistema lo pidió, y que el siguiente nivel deberá alcanzar un grado de dificultad,
mucho mayor al que no asistió
iv. Habilidades para la aritmética, todos dicen no hay prisa, que lo aprenda en el
siguiente ciclo escolar, que al cabo se hace una modificación a la planeación
semanal de esos pupilos, que no están al corriente del nuevo programa del ciclo
escolar, por lo tanto, adecuar es lo primordial estén en grado y otro los estudiantes.
v. Inasistencias en clase remota
vi. Falta de entrega de actividades
Las estrategias pedagógicas algunas de ellas fue trabajar por el método de proyectos,
apoyándonos con los aprendizajes esperados. En la que das conferencias remotas, realizas
actividades grupales y aplicas actividades para llevar a cabo un producto. Las estrategias
exitosas en la que hubo resultados son:
i. Proyectos STEM
ii. Proyecto de lectura de padres
iii. Lecturas cortas en clase para el desarrollo de habilidades y hábitos lectores
iv. Calculo mental
v. Conversatorio de temáticas grupales
vi. Representación de contenido en dibujos
vii. Estrategias para el desarrollo de la resiliencia por medio de estrategias grupales,
familiares e individuales.
Los desafíos que impone la pandemia para el rol tutor en educación básica son que el
docente se actualice en cuanto a las tecnologías y conocimientos, sea resiliente, creativo,
innovador, pensante, y mantenga el autocuidado para no enfermarse y no contagiar a los
demás. Desarrollar el pensamiento crítico para el bien de los demás. Flexible y empático
hacia sus estudiantes y padres de familia y viceversa. Todos dependemos de todos, cada
quien debemos comunicarnos, negociar y tener acuerdos para fluir todos. Por último, es
importante señalar que debemos ser conscientes para el avance de cada unos de los
estudiantes en grado escolar, tutorar hasta alcanzar objetivos, acompañar para que sigan
aprendiendo a pensar los educandos.

Referencia Consultada
González-López, M. (en prensa). MECO: Metodología competencial. Revista Retos.
Artículo aceptado
Adriana Erkacely Angulo Vega
Docente de Educación Básica
Pasante de Investigación en la Universidad Estatal a Distancia en Costa Rica,
Programa de Investigación en Fundamentos de Educación a Distancia
Candidata a Magister de Gestión de Procesos Educativos
Bahía de Banderas, Nayarit
México
[email protected]

ROL DOCENTE ANTE LOS RETOS DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL Y REMOTA

Somos parte de la historia, por primera vez el quehacer de enseñar se modificó


debido a la contingencia por la pandemia mundial originada el COVID-19, ya que para
cuidarnos se determinó que la educación presencial en todos los niveles educativos, debía
ser virtual y remota, mediante Internet realizando la práctica docente a través de
dispositivos digitales, en casa o en la institución educativa: “Siendo la educación virtual lo
que se conoce como la versión más actual de la educación a distancia” (Castañeda y
Vargas, 2021, p.16).
Mientras que (Hodges et ál. 2020) señalan en su publicación; que la educación
remota es un nuevo tipo de brindar instrucción donde los docentes usan como medio el
recurso tecnológico y esta puede ser de forma temporal, de tal manera surge como una
alternativa a partir de la crisis actual y proporciona acceso a materiales de enseñanza en
todos los niveles educativos.
Se adaptó el aula para impartir las clases, convirtiéndose en virtual con los recursos
que facilitaran la labor docente en la nueva modalidad escolar: “Los docentes dejaron el
salón de clase tradicional, al que han estado acostumbrados por décadas, para convertirse
de manera obligada en usuarios de las herramientas tecnológicas que existen para
interactuar a distancia entre ellos mismos y sus estudiantes” (Mendiola et ál. 2020, p.3).
En el ejercicio docente, se contó con fortalezas, como: empatía con los alumnos
debido a la desigualdad de herramientas digitales y habilidades para la nueva modalidad de
estudio; paciencia al tolerar el ritmo y el tiempo para realizar actividades; prudencia al tener
las palabras adecuadas en cada situación, comunicación para hacerse entender y buen
manejo de las emociones para superar cualquier reto que se presente. Prevaleciendo la
capacitación constante y desarrollo de habilidades digitales, así como apoyo de la
institución donde labora, para llevar a cabo la instrucción, contar con un buen servicio de
Internet que facilite el ejercicio de brindar educación.
Como tutor de grupo en educación básica en el desarrollo pedagógicos se
implementaron estrategias en diversos aspectos y momentos durante las sesiones, entre
ellas: el juego como estrategia de enseñanza-aprendizaje sobre todo en interacción virtual;
el uso de pizarras interactivas como: Jamboard para mostrar y enseñar estructura, márgenes,
espacio y limpieza en los trabajos de los alumnos; la pizarra de la plataforma (Zoom) para
retroalimentar y que los estudiantes mostraran habilidad o aprendizaje; música para
dinamizar, motivar y activar la clase al iniciar para despertar neuronas; así como la
realización de retos y desafíos visuales para ejercitarles el cerebro antes de la instrucción; y
el saber escuchar a los alumnos ya que todos tenían algo que aportar.
Para abordar el tema sobre desafíos que el tutor virtual debía desempeñar durante la
pandemia, se menciona que se presentaron algunos retos como: tener la certeza de que los
educandos se apropiaran del conocimiento real, ya que en algunos casos el alumno recibía
apoyo y justificación de parte de la familia en las video clases; la frustración ante los
estudiantes que se conectaban a las clases pero sin intervenciones; las constantes ausencias,
nulas actividades y participación de algunos alumnos a los cuales se debería evaluar. Por
otra parte, la conexión a Internet en ocasiones inestable, aún con el apoyo del centro
educativo, ya que dependía del servicio contratado.
A manera de reflexión, se puede enfatizar que, en esta modalidad virtual y remota el
tutor necesitó transformarse, actualizarse e innovar, haciendo uso de inspiración,
imaginación, creatividad, recursos digitales, habilidades técnicas y emocionales,
acercándolas a su favor para facilitar el conocimiento, este buscó: ser, estar y generar un
ambiente de cercanía y acompañamiento con los educandos, esforzarse más. El
confinamiento trajo frialdad y apatía, ya que la modalidad virtual pudo ser factor de
frustración y enojo, pero rescatable para quien como tutor se entrega y realiza la actividad
de enseñanza e instrucción con amor y vocación.

Referencias Consultadas
Castañeda, R. K., Vargas, J. A. (2021). En tiempos de pandemia: una mirada retrospectiva
sobre la educación a distancia, virtual y remota de emergencia, así como sobre las
buenas prácticas docentes. Revisa Academia y Virtualidad. 14(1), 13-22.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7959911
Hodges, C., Moore, S., Lockee, B., Trust, T. y Bond, A. (2020). The Difference Between
Emergency Remote Teaching and Online. Learning. Educause Review. 1-15.
http://www.cetla.howard.edu/workshops/docs/The%20Difference%20Between%20
Emergency%20Remote%20Teaching%20and%20Online%20Learning%20_%20ED
UCAUSE%20(2).pdf
Mendiola, S. M., Martínez, H. A., Torres, C. R., de Agüero, S. M., Hernández, R. A.,
Benavides, L. M., Rendón, C. V. y Jaimes, V. C. (2020). Retos educativos durante
la pandemia de COVID-19: una encuesta a profesores de la UNAM. Revista Digital
Universitaria. 21(3), 1-24.
http://doi.org/10.22201/codeic.16076079e.2020.v21n3.a12
Erika García Rosales
Maestra en Gestión Educativa y Liderazgo
Educadora de Grupos
Jardín de niños Solidaridad
México
[email protected]

EL ROL DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE EDUCACIÓN REMOTA

Hablar del tutor en educación, es hacer referencia al papel de acompañamiento y


orientación que un docente brinda a sus alumnos con la idea de generar un acercamiento
mayor para brindarles el apoyo y ayuda necesaria en diversos momentos.
De acuerdo con Poblette (2020), en este tiempo de pandemia al enfrentarnos a la
pérdida de salud diversas áreas se vieron afectadas, entre ellas lo educativo y comenta que
“lo virtual fue fundamental para apoyar a aquellos sectores por decirlo de algún modo,
rescatadas desde la pantalla de nuestros dispositivos.” (Poblette, p.2).
Motivo por el cual, durante este tiempo, el rol del tutor ha tenido que adecuarse al cambio;
primeramente, ha requerido ampliar sus conocimientos con relación al uso de la tecnología,
pues las TICS se convirtieron en el principal enlace con los alumnos, debió volverse de
alguna manera autodidacta con relación a la tecnología, porque el confinamiento se generó
de un día para otro, situación para la que no se estaba preparado, al mismo tiempo, esto
llevo a los docentes a repensar la forma de enseñanza a través del uso de las TICS; muchos
de ellos tuvieron que salir de su zona de confort y dejar la educación tradicional para dar
paso a entornos virtuales de aprendizaje y convertirse en facilitadores.
Buscar formas de comunicación con los alumnos fue otra fortaleza que enfrentaron,
considerando que esta comunicación debió ser sincrónica y asincrónica; no fue sólo dar una
clase a distancia o brindar información, se requirió generar una interacción con cada
alumno y al mismo tiempo, motivarlos para que a pesar de las circunstancias no desistieran
de continuar sus estudios.
La tecnología también fue una de las principales debilidades que los tutores tuvieron
que enfrentar, pues muchos de ellos carecían de los conocimientos necesarios para realizar
su trabajo. Implementar diversas estrategias virtuales de acompañamiento emocional
durante este período ha sido una ardua labor que los llevó a desarrollar habilidades
emocionales que les permitieran generar vínculos con los estudiantes a pesar de la
distancia.
Un aspecto que no podemos dejar de lado, es lo relacionado a las desigualdades que
existen en la sociedad, mientras hubo alumnos que contaron con lo necesario para recibir
clases en línea e instituciones que tuvieron los medios para proporcionar a los alumnos las
mejores condiciones posibles para recibir estas clases, también hubo alumnos que no
tuvieron las mismas oportunidades, por ello, los tutores debieron enfrentar este reto y
buscar soluciones para apoyarlos a pesar de sus condiciones.
Teniendo en cuenta lo anterior y como comenta Poblette (2020) se observa que el
gobierno y las instituciones educativas no se encontraban preparadas para hacer frente a
esta situación, la falta de infraestructura generó situaciones problemáticas que provocaron
una falta de coordinación afectando principalmente a los alumnos, y menciona que “ el
largo camino por recorrer, tanto en lo estructural y técnico como en lo pedagógico, en una
transición hacia lo digital que permita organizar y desarrollar procesos para proveer una
educación a distancia realmente efectiva¨ (Poblette, p.3), aún es largo.
La labor no ha sido sencilla y la educación enfrenta muchos desafíos, quienes deben
hacer frente a ellos son los tutores. Uno de los principales desafíos es la desigualdad de
oportunidades que viven los estudiantes, los tutores deben continuar ideando y creando
estrategias para llegar a ellos a pesar de las circunstancias que viven.
Por ello, las estrategias empleadas se han enfocado a estar en comunicación constante con
los alumnos utilizando todas las vías posibles de comunicación, sobre todo, con quienes
presentan dificultades de integración a las clases.
Motivarlos de diversas formas para que no desistan en sus estudios a pesar de las
circunstancias, reconocer al estudiante en su individualidad y como actor de su propio
aprendizaje.
Aun con las dificultades y esta falta de coordinación entre los actores de la
educación, el tutor también se ha encargado de asesorar a los estudiantes en el uso de
herramientas y medios digitales para lograr un mejor desempeño académico.
Los desafíos en la educación a partir de la pandemia nos invitan a redescubrir
nuevas formas de enseñanza, a tener una visión distinta de la escuela y buscar nuevas
formas de interactuar y relacionarnos con los alumnos. Saavedra (2020) comenta que “la
pandemia nos plantea una posibilidad inédita para abrir las ventanas hacia el mundo y
derribar los cercos de la escuela”.
Durante este tiempo de pandemia el tutor ha sido un agente clave en el ámbito
educativo y apoyo a estudiantes y aún falta mucho por aprender para continuar.

Referencias Consultadas
Pablo Poblette. (28 agosto 2020). El Rol Docente en Tiempos de Pandemia. Universidad
UAH Sitio web: https://www.uahurtado.cl/el-rol-docente-en-tiempos-de-pandemia/
Jaime Saavedra. (30 de marzo 2020). COVID-19 y Educación: Algunos desafíos y
oportunidades. Education for Global Development Sitio web:
https://blogs.worldbank.org/es/education/educational-challenges-and-opportunities-covid-
19-pandemic
Perú
Pablo Rijalba Palacios
Magíster Scientiarum. en Ciencias – Economía
Director de Unidad de Responsabilidad Social Universitaria - Facultad de Economía
Universidad Nacional de Piura
www.unp.edu.pe
[email protected]

TUTORÍA REMOTA Y FORMACIÓN UNIVERSITARIA DEL ECONOMISTA:


ESTRATEGIAS Y DESAFÍOS
Se reflexiona sobre el rol del tutor en la enseñanza remota desde la experiencia
acumulada en la formación de economistas. Se sostiene que, la pandemia no ha generado
nuevos problemas de aprendizaje frente a los que ya se conocían, sólo los acentuó e impuso
desafíos que deben ser reconocidos desde las fortalezas y limitaciones cognitivas, sociales y
tecnológicas del tutor (Balseca L, et.al, 2021). Es decir, lograr en los estudiantes
aprendizaje significativo, constructivo y argumentativo ya era parte del proceso de
enseñanza-aprendizaje, pero con la pandemia, el desafío significó ¿Cómo integrar estos
elementos en escenarios remotos para configurar y asegurar aprendizajes orientados a la
persona y para toda la vida? (Ferreyra H, 2017).
La experiencia revela que este desafío puede ser asumido en base a estrategias
pedagógicas y de interacción claramente orientadas a potenciar el aprendizaje. Los entornos
socio-emocionales son adversos y las brechas tecnológicas conocidas. Lo primero, es
revisar el diseño instruccional, el cual, debe ser cuidadosamente seleccionado, priorizado y
planificado por el tutor. Este debe ser capaz de integrar actividades de aprendizaje con
objetivos a lograr, debiéndose plantear y replantear las etapas de la enseñanza-aprendizaje,
estableciendo objetivos claros e instrucciones precisas.
La planificación, es imprescindible para reconocer y analizar las necesidades de
aprendizaje y el perfil de la audiencia potencial. Esto implica, por ejemplo, determinar el
grado, momento y forma de involucramiento de los estudiantes en el proceso de aprender.
El tutor debe facilitar, monitorear, retroalimentar oportunamente, mantener finos y altos
niveles de comunicación, y lograr vigilancia efectiva de aprendizajes, sin olvidar que, el
sentido de pertenencia es necesidad de toda persona. Si el tutor no es capaz interiorizarlo, la
probabilidad de fracaso es alta e irreversible.
En la medida que la formación en economía es, finalmente, una decisión consciente
de aprender a enseñar, hay costos y beneficios que asumir en el entorno remoto. La
motivación, el desarrollar competencias y el lograr aprendizajes significativos en el
estudiante deben ser confrontados con el esfuerzo, tiempo y seguimiento. Y, es en esta
decisión en donde el tutor remoto debe demostrar su capacidad de reinvención, expresando
principalmente que se enseña aprendiendo a enseñar.
En la enseñanza de la economía, y en todos los campos del conocimiento, lo socio-
cognitivo no está aislado de otros factores, ni tampoco puede pretenderse monitorearlos sin
la actuación directa y especializada de la pedagogía. Configurar el mejor modelo de
aprendizaje requiere identificar intereses y posiciones que faciliten los cambios que
significa lo remoto. Esto es, que sean entendidos, construidos, interiorizados desde las
necesidades sentidas y no sentidas de los estudiantes. Se requiere, entonces, identificar
alternativas para lograr que los estudiantes participen en los cambios, cooperen de manera
objetiva con preguntas inteligentes que obedezcan a sus metas y con indicadores
susceptibles de ser medidos para la evaluación y seguimiento posterior.
Un buen tutor logra interiorizar en sus estudiantes que, son ellos los protagonistas
de sus propios aprendizajes. Esto no es fácil, pero es viable cuando el tutor reconoce sus
limitaciones y las enfrenta estableciendo sus rangos de acción siendo consciente, además,
que como tutor remoto está en permanente proceso de aprendizaje que transita de lo
presencial a lo virtual. Aquí aparece la necesidad de incorporar competencias tecnológicas
(Díaz R., J,2021).
En la actualidad, las plataformas para la enseñanza-aprendizaje son rápidas, seguras
y confiables; pero, estas sólo serán útiles si se tiene en claro la estrategia de como integrar
lo cognitivo, lo socio-emocional con lo tecnológico. Una plataforma tecnológica por más
sofisticada que sea no será suficiente, si no se reconoce antes el nivel de aprendizaje a
lograr y las competencias a las que se quiere contribuir.
Uno de los mayores desafíos del tutor remoto se encuentra en lo social. Es decir, su
presencia personalizada y su capacidad para inducir al contacto grupal, a la interacción y al
sentido de pertenencia. El tutor debe promover el acercamiento, clima de confianza, respeto
y vínculos afectivos para asegurar comunidades de aprendizaje en línea. En lo didáctico,
esta presencia se ejerce impartiendo instrucciones detalladas sobre las actividades,
realizando preguntas orientadoras y orientando hacia aspectos de investigación,
sistematización y colaboración. En lo cognitivo, se procura la reflexión, la identificación de
conocimientos y metodologías apropiadas, dejando entrever algún nivel de aprendizaje
metacognitivo y participativo. Así mismo, ofrecer sistematización y retroalimentación
promoviendo reflexión y construcción de argumentos propios.
En síntesis, los desafíos del tutor no empiezan ni terminan con la pandemia, en
realidad siempre estuvieron ahí, sólo que ahora implican reinvención permanente en cada
uno de nosotros, en adelante, los tutores remotos.

Referencias Consultadas
Balseca Córdova, L., Orellana Navarrete, V., Rodríguez Ordóñez, I. C., & Salas Bustos, D.
A. (2021). Formación de tutoras y tutores virtuales. Una experiencia educativa
desde el punto de vista de los capacitadores. Revista Andina De Educación, 4(2), 1-
10. https://doi.org/10.32719/26312816.2021.4.2.1
Ferreyra Ademar, H, Peretti G, Vidales S. y Alegre Y (2010). Desarrollo de capacidades
fundamentales: aprendizaje relevante y educación para toda la vida. Revista Pensar
la educación para Iberoamérica -Tomo II., 65-84.
https://core.ac.uk/download/pdf/47978791.pdf#page=66
Díaz Roldan, José L (2021). José Luís. Administración de la práctica tutorial en tiempos del
COVID-19: Atendiendo las necesidades especiales de los alumnos universitarios a
través de la tutoría en línea. Dilemas contemp. educ. política valores [online]. 2021,
vol.8. https://doi.org/10.46377/dilemas.v8i.2557
Suiza
Juan David Mejías Robledo
Profesor de educación infantil en la Escuela Internacional Zúrich North
Doctorando en Educación por la Universidad Isabel I de Burgos
Zúrich -Suiza
[email protected]

EL TUTOR Y LA NUEVA ESCUELA

Los recientes acontecimientos en el mundo han generado retos para la sociedad en


que vivimos, tan solo en cuestión de semanas la crisis del COVID19 transformó la forma de
percibir el proceso de enseñanza y aprendizaje. Lo que ha generado gran incertidumbre en
la comunidad educativa, ya que la educación se ha visto en la necesidad de transformar la
forma de seguir impartiendo el conocimiento.
En la actualidad, en muchas partes del mundo las aulas de clases están vacías. Los
estudiantes y los profesores han cambiado un espacio físico por plataformas digitales,
poniendo a prueba la capacidad de adaptación y de la innovación. Si bien es cierto, desde
hace décadas se viene hablando de la educación online, sin embargo, el término E- learning
aún no está claro para muchos, ya que se trata de un modelo educativo que es común en la
educación superior y como consecuencia de la crisis del COVID19 ahora se aplica en todas
las etapas educativas, desde infantil hasta la universitaria.
Con este artículo se pretende explicar el rol del tutor en la nueva escuela digital que
está marcada por un escenario pandémico que nos llevó a una educación complemente
remota. En el mismo orden de ideas, según Masie (2008). La nueva escuela digital hace
referencia a Electronic learning, expresión que emplea el uso de las TICs para el desarrollo
de los procesos de aprendizaje. Esta metodología busca abarcar elementos tales como la
gestión del conocimiento, la colaboración y el apoyo al desempeño, que son
imprescindibles para que se genere el aprendizaje
Con la llegada del COVID 19, se aceleró de manera rápida la metodología online,
donde los docentes comenzaron a socializar sus contenidos apoyándose de diversas
plataformas digitales que se representan a través de múltiples formatos, como, por ejemplo:
videos, multimedia, postcast, gamificación, entre otros. Lo importante es que cualquiera sea
el formato que se utilice, es imprescindible que los contenidos tengan un propósito
pedagógico.
Por otro lado, esta modalidad educativa generó confusión en la comunidad
estudiantil, al no tener claro cuál sería en el nuevo rol tutor que desempeñaría el profesional
de educación, ya que la acción docente online tiene otra dinámica. Vale mencionar que, en
la educación tradicional el maestro es quien transmite el conocimiento, mientras que en la
metodología E-learning, el tutor es un facilitador del aprendizaje, lo cual dota al educando
de autonomía en su proceso de adquisición de conocimientos. La visión del e-learning
exige que el estudiante adopte una postura activa ante su aprendizaje, dejando de lado el
posicionamiento tradicional donde el socio de aprendizaje sea solo un receptor. Con esta
metodología lo que se busca, es que el estudiante se comprometa y sea responsable en la
forma de enriquecer su conocimiento, para que, de este modo asuma el protagonismo de su
desarrollo y perfeccionamiento académico.
A su vez, Bonk y Dennen (2003) indican que el tutor desempeña diferentes roles o
funciones, tales como: administrativo, pedagógico, social y tecnológico. En primer lugar,
organiza la clase virtual, definiendo el cronograma y los objetivos del curso, dividiendo la
clase en grupos y dejando claras las expectativas sobre los estudiantes y el nivel de
interacción esperado. El rol del tutor también es monitorear el aprendizaje de los
estudiantes y coordinar el acceso al material y la realización de actividades. En este sentido,
el tutor se destaca en el rol pedagógico e intelectual, pues este tiene la función de
desarrollar actividades, incentivando a cada estudiante en la investigación, la formulación
de hipótesis, evaluando sus respuestas para poder relacionar los comentarios, lo cual les
permitirá coordinar sus discusiones, sintetizando sus puntos principales para ser
desarrollados en un clima intelectual y general del curso, lo que se traduce en construcción
del conocimiento para cada educando.
Ya para concluir, no podemos obviar que, el tutor juega un papel social, siendo
responsable de varias actividades, como: contacto inicial con la clase, hacer que los
estudiantes interactúen en la presentación de cada uno, enviar mensajes de agradecimiento,
dar retroalimentación rápida a los socios de aprendizaje y mantener un tono amigable.
Entonces, el tutor, con su ingenio será el responsable de construir un sentido de comunidad
en la clase que dirige, y por lo tanto debe tener un alto grado de inteligencia interpersonal,
responsable de sustentar la relación entre los diversos actores de la educación a distancia.

Referencias Consultadas

Bonk, J.; Dennen, V (2003) Frameworks for research, design, benchmarks, training, and
pedagogy in web-based distance education. In: Moore, M.; Anderson, W.
(ed.). Handbook of distance education Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum.
Masie, E (2008). "What is the Meaning of e-Learning? Luminary perspective". En Elaine
Biech (Ed.). "The ASTD Handbook for Workplace Learning Professionals. ASTD
Press. Alexandria, Virginia. URL: http:www.astd. orgINR/rdonlyresIF35CC72E-
OBCC-4250-944 D-6007EB2B 8314/17773/ASTDHandbkPROMO.pdf
Venezuela

Ángel Carmelo Prince Torres


Doctor en Ciencias de la Educación
Docente Instituto Universitario Pedagógico “Monseñor Rafael Arias Blanco”
Venezuela
[email protected]

LA TUTORÍA DOCENTE EN TIEMPOS DE PANDEMIA


La tutoría de forma general, representa una alternativa para guiar a los seres humanos en
diferentes escenarios. Sin embargo, cuando se hace referencia a ella en el ámbito de los
procesos de aprendizaje, se realiza el llamado al concepto de tutoría docente entendida por
la Universidad Autónoma de Querétaro (2021) como “…el acompañamiento y apoyo
docente con carácter individual y en algunas ocasiones grupal, que se ofrece como una
actividad más del currículo formativo de los estudiantes, encaminado a fortalecer su
proyecto de vida…” (p. 1). Por ello, si se toma esta definición de forma amplia, puede
afirmarse que tal figura se aplica en el espectro académico, pero también en la colaboración
formativa de ciudadanos críticos que se tornen en elementos cuyo aporte es fundamental
para el desarrollo social.
En este mismo orden de ideas, la Real Academia Española (2014) señala que un
tutor es aquella “persona encargada de orientar a los alumnos en una asignatura, un curso,
una práctica o un trabajo de investigación” (definición 2), por lo cual es comprensible que
se manifieste que un tutor es todo aquel sujeto que materializa el proceso de tutoría. En
tiempos de pandemia los educadores han sido un pilar fundamental para sobrellevar la
emergencia sanitaria mundial, pues incluso por medio la ejecución de sus funciones, han
sido pilar fundamental para el sostenimiento del ritmo en la sociedad e incluso podría
afirmarse que su rol ha resultado trascendental para mantener en buen estado la salud
mental de muchas personas, las cuales a través de la mediación educativa encontraron una
manera de olvidar de forma parcial, los inconvenientes que se han surgido a raíz de los
confinamientos y la negatividad que ha podido evidenciarse en distintas aristas en cuanto al
tratamiento sobre la propagación de la COVID-19.
Con base en lo antes apuntado, cabe justificar la denominación de los profesores
como verdaderos tutores que se han enfrentado a diversos retos para afrontar la pandemia,
todo con el propósito de llevar hacia adelante su loable y digno trabajo. Esto no se
circunscribe a un nivel educacional específico, sino que abarca la multiplicidad de
manifestaciones existentes en el proceso de aprender. Si se ha de responder a la pregunta:
¿cuáles fortalezas y debilidades en el rol de tutor que se han tenido que enfrentar en el
contexto de la enseñanza remota?, podría decirse que ciertos aspectos que se podrían
mejorar en la tutoría remota son:
La reconducción de las desigualdades sociales que quedaron en evidencia con la pandemia.
Este elemento principalmente atañe a la maquinaria gubernamental en la diversidad de
territorios del planeta, pues es ella la que debe asegurar el bien común de los gobernados.
Para llevar a cabo una tutoría remota de forma óptima, es imperativo que se provea a los
estudiantes de los recursos necesarios para que puedan acceder a ella, y queda de parte del
Estado el aseguramiento de las alternativas físicas, tecnológicas y sociales que se orienten
al logro de esa meta.
El aseguramiento en la formación propia del tutor, de manera que cuente con el
entrenamiento adecuado para la manipulación sobre las tecnologías de la comunicación e
información. Esto con la finalidad de que pueda realizar los aportes que corresponda en la
manera más idónea posible.
No obstante, lo apuntado, también la crisis generada puso a prueba los límites y
posibles barreras que, sobre todo este tema, se encontraron conectadas con la labor docente.
Con ello se dejó demostrado también que ya desde el punto de vista positivo, los
educadores se encuentran prestos a los cambios y no se han detenido ante los retos que se
han gestado con la llegada de las oleadas relacionadas con el coronavirus. También se
reafirmó que la creatividad es crucial para permitir una modificación de paradigmas, y la
mayoría de miembros del profesorado estuvieron a la altura de las exigencias para hacerla
manifiesta, pues también la necesidad los empujó a idear alternativas antes no probadas, en
aras de hacer palpables las tutorías académicas.
Con lo ya indicado, puede concluirse entonces que la materialización de las tutorías
no ha constituido un camino sencillo por recorrer. A pesar de ello, queda de parte de todos
los actores educativos el hecho de colaborar para que de forma mancomunada se
encuentren soluciones a los problemas que conforme con el tiempo surjan, de forma que
puedan superarse obstáculos y se hagan habituales las buenas prácticas en este sentido.

Referencias Consultadas
Real Academia Española (2014). Diccionario de la lengua española. Recuperado de
https://dle.rae.es/tutor
Universidad Autónoma de Querétaro (2012). Tutoría docente. Recuperado de
https://dda.uaq.mx/index.php/coordinacion-del-programa-institucional-de-
tutorias/tutoria-docente
María Isabel Núñez
Doctora en Ciencias de la Educación
Docente Investigadora Pregrado y Posgrado
Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt
https://unermb.web.ve
[email protected]

Fabiola de la Luz López Vásquez


Doctora en Ciencias de la Educación
Docente Investigadora Pregrado y Posgrado
Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt
https://unermb.web.ve
[email protected]

EXPERIENCIA DEL TUTOR EN EL MARCO DE LA EDUCACION REMOTA

Desde hace algún tiempo se ha escrito acerca de las funciones del Tutor en el
ambiente educativo universitario. Al respecto García (2001) opina; “Su característica
fundamental es la de fomentar el desarrollo del estudio independiente, es un orientador del
aprendizaje del estudiante aislado, solitario y carente de la presencia del docente habitual”.
Sin embargo, hasta hace poco fue que se le dio realmente importancia al trabajo que
desempeña el Tutor. La diferencia es que ahora, cuando los tiempos han sufrido un cambio
drástico producto de la compleja situación generada por la Pandemia, se habla de un Tutor
en el contexto de la educación remota, a la cual todos los docentes han tenido que migrar,
pasando por muchas transformaciones para lograrlo, desde superar sus miedos, hasta
trabajar en sus limitaciones para utilizar las herramientas Tecnologías en el desarrollo de
sus Tutorías.
Esta situación, obligó al docente que trabajaba en aula, como al Tutor que trabajaba
por sesiones presenciales con sus participantes, a establecer Tutorías en el marco de una
educación remota, empoderándose de los entornos virtuales de aprendizaje, aprovechando
la tecnología digital. Recuerdo que, en algún momento, alguien escribió acerca de las
Comunidades Virtuales de Aprendizaje y muy pocas universidades lo pusieron en práctica.
Momento oportuno para recordar lo expresado por algún autor, que creía en la enseñanza
virtual como estrategia eficaz dentro del proceso de formación y para el logro de los
aprendizajes del participante.
La enseñanza a distancia es un sistema tecnológico de comunicación
bidireccional, que puede ser masivo, basado en la acción sistemática y
conjunta de recursos didácticos y el apoyo de una organización y tutoría que,
separados físicamente de los estudiantes, propician en éstos un aprendizaje
independiente. (García 1996:39)

Sugerencia que no fue tomada en cuenta para su momento histórico en el ambiente


educativo. Este autor, si se quiere, tuvo una visión futurista, ya que hoy día, el Tutor se ha
visto obligado a transferir sus clases y sus asesorías presenciales, a conversaciones en modo
virtual, utilizando alguna herramienta digital. Ahora bien, si observamos la situación actual
de complejidad que viven las naciones en general, se puede decir, que todos los docentes
universitarios, pasamos a ser Tutores Virtuales. En opinión de Ugaz (2005); “En la
educación virtual, el tutor está siempre presente en el aula, y es precisamente por ello por lo
que apostamos por una presencia activa, generadora de aprendizajes significativos,
colaboradora, motivadora”.
Sin embargo, respondiendo al cuestionamiento acerca de las fortalezas y
debilidades en el rol de tutor que hemos enfrentado en el contexto de la enseñanza remota,
por experiencia propia podemos argumentar, que los resultados no han sido del todo
favorables en el área de la investigación en la cual nos desempeñamos, ya que la exigencia
de los participantes de estudios superiores, ha sido concretar citas presenciales, porque
consideran que el acompañamiento metodológico que brindan los tutores para trabajar en el
avance de sus investigaciones, es de vital importancia y se desarrolla con efectividad de
modo presencial, ya que es la única forma de establecer la retroactividad del estudio de las
variables de forma positiva. Aparte de que muchos no tienen la posibilidad de acceso a
internet.
Todo lo antes expuesto, respalda la teoría de Freixas y Ramas (2015) quienes expresan;
“Los tutores sienten una función orientadora en las tutorías débil y poco acompañamiento
al proceso de aprendizaje dentro del modelo de educación a distancia, que sería clave para
el éxito académico”. Eso en cuanto a los niveles de estudios superiores avanzados. No así,
en el contexto de las clases magistrales, de profesionalización, donde si se ha logrado
aprovechar al máximo la generación de conocimiento, implementando diversas estrategias
trabajas en el marco de la educación remota, tomando como fundamento teórico, lo
expresado por el Brith Council (2020); “Es esencialmente una enseñanza virtual cara a cara,
donde se ejecutan lecciones, a través de videoconferencias, ya sea por medio de equipo
especializado de alta calidad y conexiones de fibra óptica o plataformas como Skype,
Adobe Connect o Zoom”. De esta forma se logró trabajar con este tipo de modalidad,
aplicando las siguientes estrategias:
- Lecturas guiadas.
- Asignación de trabajos individuales y grupales dependiendo de la temática y la
intención.
- Aplicaciones, demostraciones en la práctica cotidiana.
- Preguntas generadoras para promover la discusión y socialización critica de los
contenidos.
- Utilización de Foro Chat.
- Presentaciones en Power Point, Prezi para exponer los temas y contenidos.
- Video Conferencia como cierre de cátedra por Zoom, Google Meet entre otros.
- Uso de la telefonía celular para conversatorios y la aplicación de la técnica de
preguntas y respuestas vía Whatsapp y Telegram.

En cuanto a sus implicaciones, esta forma de trabajar, se encuentra orientada en el


modelo de tutoría de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, en palabras de
Aguilar (2005); “Las tutorías son una opción didáctica que posee los estudiantes para
expresar consultas o dudas puntuales acerca de los contenidos de la asignatura a la vez que
permite tener un contacto presencial con el tutor”. Situación que sirvió para cumplir con los
contenidos programáticos de forma contextualizada, atendiendo al hecho de que, el
aprendizaje en nuestros tiempos está enfocado en otra perspectiva, basado en otra
epistemología, aplicando una metodología de acción-renovación, hacia la reestructuración
y reformulación de problemas, lo cual permitió incorporar nuevas temáticas ajustadas a las
realidades sociales de los estudiantes, para la generación de nuevos conocimientos y el
logro de los aprendizajes.
Ahora bien, los desafíos que impuso la Pandemia para desarrollar el rol Tutor
satisfactoriamente, tiene relación con la adaptabilidad y la responsabilidad ética, ya que,
tanto los docentes como los estudiantes, lograron vencer sus limitaciones y salieron
fortalecidos en esta práctica de ensayo y error, a través de la educación remota. Sin duda,
los dos, salieron sustanciados en un aprender formados desde una visión más humana,
comprometidos con el Ser, inspirados en la fuerza colectiva de los seres humanos,
convencidos de que mediados por la adversidad, se logró el cambio para mejorar el mundo.
Por ello las tendencias educativas que se plantean pos pandemia, reafirman la generación
del conocimiento de manera informal desde diversos contextos, seguir avanzando en el
desarrollo de las socializaciones, a través de la educación remota, donde los estudiantes
sigan desarrollando su capacidad crítica y continúen trabajando en su auto formación. En el
campo de las tecnologías, experimentar en nuevos e innovadores ambientes de aprendizaje
digitales que se puedan ir incorporando al quehacer educativo, crear nuevas herramientas
técnicas que aumenten la conectividad, y avanzar hacia un nivel de acreditación de
competencias, habilidades y experiencias formativas.

Referencias Consultadas
Aguilar B., O. (2005). La UNED y sus orígenes. San José: Editorial UNED.

Brith Council (2020). La enseñanza remota y el futuro de la enseñanza del idioma inglés.
Disponible en: https://www.britishcouncil.org.mx/formacion-docente/bbelt-
2017/ensenanza-remota-futuro
Freixas, M. d. R. y Ramas, F. (2015). Un modelo de tutoría para la educación a distancia.
El caso de la UNAM. Virtual Educa, 14, 1-15. Disponible en:
http://reposital.cuaed.unam. mx:8080/jspui/bitstream/123456789/4132/1/VE14.150.
pdf
García Aretio, L. (2001). La educación a distancia. De la teoría a la práctica. Barcelona:
Ariel
Gros, B. y Silva, J. (2005). La formación del profesorado como docente en los espacios
virtuales. [Artículo en línea]. Revista Iberoamericana de Educación. Nº. 36/1. OEI.
Ugaz, P. (2005). Claves para desempeñar el rol de tutor en un programa virtual. En: Actas
de Online Educa Madrid
Mayra Alejandra Vásquez Nieto
Doctora en Ciencias de la Educación
Docente a dedicación exclusiva asociado y Coordinadora de la Maestría en Educación Mención
Enseñanza de la Biología UPEL Maracay.
Universidad Pedagógica Experimental Libertador Maracay
Venezuela
[email protected]

ROL DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE PANDEMIA


Actualmente, la educación ha experimentado numerosos cambios a nivel mundial,
sobre todo por los medios tecnológicos que se han introducido en este campo y que han
representado grandes transformaciones sobre todo en época de pandemia. El siglo XXI, es
considerado como la era de las tecnologías de información y comunicación, en tal sentido,
prolonga e incrementan la posibilidad de codificar, almacenar y facilitar la búsqueda de
conocimiento tanto en los niños, jóvenes y adultos. Es por ello, que las TIC juegan un papel
importante en la sociedad ya que permiten la alfabetización tecnológica de conocimientos,
codificando mensajes escritos, audiovisuales, cinéticos y telemáticos, ofreciendo
aprendizajes vanguardistas e innovadores que desarrollan inteligencias múltiples en los
individuos que constantemente la utilizan para su crecimiento intelectual y para desarrollar
aprendizajes remotos. En este sentido se desarrollan tres interrogantes donde se describirán
aspectos relevantes en estas temáticas tecno educativas: la primera de ellas vislumbra
¿Cuáles fortalezas y debilidades en el rol de tutor han tenido que enfrentar en el
contexto de enseñanza remota? En la actualidad se vienen experimentando cambios
bruscos en los cuales la adaptación a la nueva enseñanza se hace cada día más reinante.
Con la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como
herramienta para la educación remota se transforman los ambientes de enseñanza-
aprendizaje, creando entornos virtuales de aprendizaje, que generan enfoques
metodológicos no tradicionales que transitan del aprendizaje individual o parcelado al
colaborativo y que ayudan a la transmisión, estructuración y construcción del
conocimiento.
En estos entornos virtuales el papel del tutor es determinante para el éxito de la actividad
formativa centrada en el participante, ya que vislumbra el desarrollo psicointelectual del
tutelado ayudándolo a experimentar nuevas maneras de enseñanza- aprendizaje, que lo
ayudan a superar las barreras y prejuicios del uso de las TIC en la enseñanza.
En la actualidad la fortaleza del tutor, responde a una lógica pedagógica específica:
requiere de un diseño de secuencias que el aprendiz pueda explorar de manera autónoma
para acceder a los contenidos y que la interacción sea el modo para construir el
conocimiento de forma conjunta como lo describe Hurtado (2020). Tomando como
referente lo descrito, el rol del tutor debe considerar cada uno de los contextos de sus
discentes para discernir cuales son las herramientas tecnológicas propicias para el
desarrollo de la enseñanza basada en la virtualidad, para poner en práctica los aprendizajes
como reto de la educación actual. Una debilidad puede ser la falta de conexión a internet o
el desinterés por la actualización tecnológica.
Otra interrogante que se describe, es la siguiente: ¿Qué estrategias pedagógicas y
de interacción ha desarrollado como tutor para potenciar el aprendizaje en el
contexto de educación remota? Los principales avances y el actual auge de los modelos
de formación contribuyen a la implementación de estrategias pedagógicas que sustenten la
enseñanza en contextos virtuales. Las estrategias pedagógicas deben estar correlacionadas
con las TIC para que favorezcan el desarrollo de los nuevos enfoques y de las diferentes
herramientas tecnológicas como, por ejemplo: Google Classrrom, JitsiMeet, Zoom,
WhatsApp, Aulas virtuales como la de Eddome, entre otros, porque proveen un buen
soporte para la interacción del aprendiz con el tutor y los otros aprendices, la colaboración
entre pares y la construcción conjunta del conocimiento.
Tomando como referente lo descrito, esto permite contar con los Entornos Virtuales
de Aprendizaje, que implementan modelos pedagógicos para la transmisión del
conocimiento, los estudiantes se vuelven agentes activos en el proceso de enseñanza-
aprendizaje y los profesores (tutores) en la construcción y apropiación de conocimientos
son los garantes y responsables de la formación colaborativa y significativa.
La interacción tecnológica propicia al cambio y a las nuevas visiones de la
educación de este siglo, como lo describe Hurtado (2020), la interacción tecnosocial
incluye la comunicación sincrónica, asincrónica y la posibilidad de compartir espacios para
sentirse identificado y comprometido con el grupo-curso y con los actores participativos del
mismo. La interacción tecnológica debe estar a la par de las estrategias pedagógicas y
evaluativas para que el proceso de enseñanza en estos entornos sea digerible y que luego
sirva para aplicarlo y practicarlos.
Por último, se presenta la siguiente pregunta. ¿Cuáles son los desafíos que impone
la pandemia para el rol tutor que cada docente desempeña en los centros educativos?
Tomando en cuenta la realidad mundial generada por las consecuencias de la pandemia la
educación se ha ajustado a los nuevos escenarios formativos y las nuevas formas de enseñanza
remota.
En consecuencia, a lo descrito y citando a Hurtado (2020), Las escuelas han
quedado vacías y las casas se han convertido no solo en los espacios en donde se aprenden
valores, va más allá, por esta razón se considera un desafío tanto para los docentes como
para la familia y el estudiante abordar estas nuevas perspectivas que cada día van creciendo
y que ayudan al desarrollo personal y profesional de los participantes.
La educación se percibe como la formación del individuo para su accionar en la
sociedad. Ante esta nueva realidad, la importancia de la educación actual se debe
caracterizar, no solo por la transmisión de conocimientos, sino por aportar en el fomento de
valores que ayuden a construir la sociedad, eso puede ser posible a través de recursos
tecnológicos, la incorporación de las TIC y la implementación de estrategias pedagógicas
que ayuden a la construcción significativa de los conocimientos.

Referencia Consultada

Hurtado F. (2020). Los Desafíos de la Escuela del Siglo XXI: La Educación en Tiempos de
Pandemia. Revista Arbitrada del Centro de Investigación y Estudios Gerenciales
Issn: 2244-8330 Depósito Legal: Ppi201002la3492. (Barquisimeto - Venezuela).
José Rafael Cárdenas
Estudiante de Maestría en Educación Mención Gerencia Educacional
Universidad Pedagógica Experimental Libertador Maracay
Profesor de Física
Universidad Pedagógica Experimental Libertador Maracay
Venezuela.
[email protected]

ROL DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE PANDEMIA

El sistema educativo global ha experimentado en los últimos tiempos un giro de


180º, derivado de los sustanciales y vertiginosos cambios que se ha gestado en medio del
dinamismo característico de la sociedad actual, generando importantes avances no solo en
el ámbito educativo, sino en diversos sectores productivos de gran envergadura. Por su
parte, la llegada de la pandemia: covid19, y los estragos que esta representa, han traído
consigo una nueva realidad, a la que el planeta entero le ha tocado adaptarse en aras de la
prevención de esta emergencia; ostentando un carácter trascendental, debido a que la
historia del mundo nuevamente se ha dividido en un antes y un después de la crisis que hoy
día se vive.
Antes esta compleja situación, el campo educativo no ha sido indiferente, pues
también se ha visto afectado drásticamente, evidenciando por un lado escenarios de
desigualdad desde distintas dimensiones, pero por el otro ha posado su mirada sobre
múltiples alternativas propias de esta era del conocimiento, las cuales, han servido como
puente para continuar concibiendo el sagrado acto de enseñanza-aprendizaje.
Como es manejado por todos en la esfera de la educación, esta situación provocada
por el coronavirus, ha dado lugar al cierre masivo de instituciones en todos los niveles y
modalidades alrededor del mundo, alcanzando protagonismo la catalogada enseñanza
remota de manera síncrona o asíncrona, quien ha inducido al docente a un profundo
replanteamiento de su praxis, debiendo recurrir inesperadamente a plataformas o formatos
virtuales, desde un proceso originalmente ideado para celebrarse de modo presencial, pero
con el fin de sostener los espacios académicos, brindando bienestar a sus estudiantes.
En torno a la virtualidad a la que se hace énfasis, Peña (2021), citando a Ruz (2021),
destaca que la educación virtual, constituye un ecosistema educativo en donde se articulan
elementos curriculares, pedagógicos, plataformas de trabajo y otras tecnologías que
permiten acceder, gestionar y construir aprendizajes significativos para los y las
estudiantes. De esta forma la educación virtual tiene como finalidad primordial la
promoción de la formación, la investigación y el servicio a través de las TIC, con diferentes
intensidades y focos, según las necesidades propias de las personas.
En tal sentido, desde un visión un tanto optimista, este tipo de educación hoy
imperante, ha dado la oportunidad a desarrollar soluciones, tal vez de forma inicial, al tan
criticado sistema educativo tradicional, creando conciencia de las diversas herramientas que
se tienen a mano para lograr la tan anhelada transformación, siendo las tecnologías de la
información y la comunicación la aliada perfecta, para que tutores y estudiantes converjan
de forma excepcional en el proceso que les atañe, apoderándose de aquel lejano futuro que
hoy se convierte en presente.
En medio de este tejido, se alcanza la máxima sinergia de interacción entre los
actores, al instante que el guion que les dirige contempla el uso de recursos en vanguardia,
basados en la tecnodidáctica como, por ejemplo: Zoom, Google meat, Classroom, edome,
WhatsApp, Telegram, entre otros. Siendo estelar el rol del tutor, que según Ibáñez (2020),
citado por Peña (2021), es el de acompañar y asistir al alumno en su proceso de
aprendizaje. Aunque si bien es cierto en las condiciones antes expuestas todo parece ser
ideal, pero de la realidad también emergen otros factores que contrarrestan estos nuevos
entornos, a los que el sistema tiende ya ha aferrarse, y es que de acuerdo a Araujo y Kurth
(2020), hasta los docentes ya con habilidades y experiencia en tic presentan dificultades,
pues todo esto tiene un cierto grado de improvisación… no hubo tiempo se sensibilización,
preparación y de ensayo para que la totalidad de los docentes encuentren el verdadero
sentido a esta enseñanza. Además, es idóneo destacar la existencia de otras razones que se
visten de debilidades dentro de este entramado, y es la aparición en escena de elementos
claves como lo son las carencias de acceso a internet y demás equipos tecnológicos, sobre
todo en zonas rurales y de escasos recursos económicos, sin contar la resistencia que
ofrecen algunos docentes a la hora de la aplicación de estos métodos, producto de la falta
de formación permanente en el uso y control de estos instrumentos, la disposición de
tiempo y de conocimiento de familiares de los estudiantes para la respectiva orientación a
su representado, así como la precaria socialización que estas circunstancias conlleva entre
sus participantes, lo que arroja uno de los más grandes desafíos que enfrentan los docentes,
y es el de mantener despierta la motivación de sus estudiantes para la adquisición del
conocimiento.
No obstante, siempre es de mayor valor los tesoros encontrados en el proceso, que
muy por el contrario de esconder vulnerabilidades, permiten a mediano plazo convertir las
debilidades en las más grandes fortalezas.

Referencias Consultadas
Araujo M. y Kurth G. (2020). La Pandemia COVID 19 y la Reinvención del Docente.
Asunción-Paraguay. [Artículo Digital] Versión Online. Disponible en:
revistascientificas.una.py/ojs/index.php/rfenob/issue/view/32 Consulta: 2021, julio
14].
Cabrales A. y otros (2020). Enseñanza Remota de Emergencia Textos para la discusión.
Perú. [Artículo Digital] Versión Online. Disponible en:
www.educaccionperu.org/wpcontent/uploads/2020/04/Ensen%CC%83anza-
Remota-de-Emergencia-Textos-para-la-discusio%CC%81n.pdf [Consulta: 2021,
julio 13].
Peña G. (2021). Educación Virtual vs Enseñanza Remota de Emergencia semejanzas y
diferencias. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas. [Artículo Digital] Versión
Online. Disponible en: postgrado.ucab.edu.ve/wp-
content/uploads/sites/6/2021/03/EV-vs-ERE-Gustavo-Pena.pdf [Consulta: 2021,
julio 13].
David Arturo Rojas León
Estudiante de la Maestría en Educación Mención Educación Universitaria
Universidad Pedagógica Experimental Libertador Maracay
Profesor de Química
Universidad Pedagógica Experimental Libertador Maracay
Maracay – Venezuela.
[email protected]

ROL DEL TUTOR EN EL CONTEXTO DE PANDEMIA

Hoy día la educación, es punta de lanza para el crecimiento de las naciones, pero
este proceso no ha venido solo, se ha visto acompañado por el vertiginoso crecimiento
demográfico mundial, la globalización y el imperante desarrollo tecnológico. Lo que ha
desatado alarmas para la creación de nuevas planificaciones de estructura internacionales,
para el progreso del proceso educativo.
Este fenómeno de fomentar el ejercicio educativo se ve influenciado en gran medida
por el factor económico, así como las necesidades humanas de determinados grupos
sociales y aunado a ello, actualmente se adiciona el proceso pandémico lo cual, ha generado
nuevas formas de conceptualizar la práctica del tutor como figura de socialización e
intercambio del saber.
Lo epistemológico en tiempos de virtualidad se plantea entonces, como la conexión
de la concepción y el proceso, con respecto a la movilización teórica y su agregado
procedimental, que se encuentran mediadas por la interpretación de dichos contenidos, la
organización y la transformación de información que le da complejidad al conocimiento,
buscando reaprender en las etapas del proceso educativo y poder así, construir una nueva
educación enmarcada en los constantes cambios y/o actualizaciones del marco y sus
contextos del proceso educativo global, que consiste éste en lograr que el mundo converja
hacia una mayor comprensión mutua, hacia una intensificación del sentido de la
responsabilidad y de solidaridad, aceptando así las diferencias espirituales y culturales.
Ahora bien, esbozando las fortalezas y debilidades del tutor en el contexto de la
enseñanza remota, ha sido dominante la modernización en el marco de la tecnología
educativa, para ello, el tutor ha tenido que reinventarse en lo que concierne a las nuevas
formas de poder realizar su praxis. Nieto Göller (2012) citado por Sandoval E. y Montañez
C. (2018) expresa que: En el marco actual, las nuevas Tecnologías de Información y
Comunicación (TIC) han calado gran relevancia, por lo que, la educación virtual o remota,
es una modalidad de aprendizaje que permite a todos sus participantes (docentes y
estudiantes), obtener resultados de calidad en la educación como una experiencia diferente.
Aunado a lo antes expuesto, se puede elucidar las fortalezas de la siguiente manera:
a) Los métodos de enseñanza y aprendizaje virtuales desarrollados por el tutor, englobarían
a la mayor población con diferentes tipos de necesidad, en esta realidad pandémica que ha
dado como resultado suspensión de la presencialidad en los centros educativos.
b) Mayor cobertura y flexibilidad, mediante uso de multiplataformas educativas (ambientes
virtuales educativos), lo que permite la creación de contenidos más didácticos y de mayor
alcance.
c) Una interacción tipo síncrona o asíncrona del proceso educativo y sus participantes, lo
que genera autonomía educativa para alcanzar competencias.
En contra parte al texto anterior, se tienen las debilidades desde rol del tutor en el
contexto de la educación remota tales como: Carencia en habilidades tecnológicas,
resistencia a la actualización tecnológica, dificultad en la adquisición de los equipos
tecnológico, falta de motivación por el tutor en la preparación del material tecno-didáctico,
lo que repercute directamente en el desarrollo y respuesta del curso en esta modalidad,
incumplimiento con la planificación programática del área de conocimiento a cargo,
Conexión ineficiente a internet, entre otros.
El abanico de posibilidades en las herramientas tecnológicas, para poder potenciar
el aprendizaje en la interacción didáctica y el intercambio de saberes en estos tiempos
remotos en nuestra figura de tutor son muchas, pero las más utilizadas han sido: Blogs,
Edoome, Foro chat de WhatsApp, Jitsi Meet, Zoom, Classroom, Teams Microsoft, Google
Meet, GoToWebinar, Telegram, entre otras.
En este sentido, las actividades formativas antes mencionadas, lo que busca es la
reciprocidad colaborativa y de autogestión en los espacios virtuales del tutor y estudiante.
Para ello siempre se debe realizar un método expositivo con los temas, para que estos
puedan presentados a manera entendible en la parte teórica por todo el público al cual va
dirigido, recordando la importancia y el alcance que tienen estas plataformas educativas en
su divulgación permitiendo la producción, extrapolación y difusión del conocimiento.
En concordancia a lo antes expuesto se puede observar el desarrollo del trabajo
individual y/o colaborativo el cual permite interacción con sus actores (tutor y estudiante).
Sandoval E. y Montañez C. (2018) cita a Gros (2017) y plasma lo siguiente: al usar las
TIC en campo educativo, ya sea del tipo síncrono o asíncrono permite la granularidad del
contenido en la didáctica tecnológica, facilitando la asimilación de nuevos conocimientos
para el aprendizaje, presentación de contenidos más atractivos en sus métodos y técnicas
de enseñanza, empleándose estos de manera creativa para desarrollar una experiencias
motivadoras, más interactivos y de una adaptación oportuna.
El desafío que presenta el rol del tutor hoy en día, es que en este tiempo de
pandemia las Instituciones Educativas se han visto en la necesidad ya sea, por decretos
presidenciales, dependiendo del país y/o sus políticas públicas de salud y gubernamentales
de cerrar las puertas y pasar a la modalidad virtual, en todos los formatos o modalidades
educativas, ello conlleva a una nueva realidad en la cual, el tutor ha tenido que adaptarse y
desarrollar en este devenir diario que ha sido la autoformación de su praxis en las nuevas
Tecnologías de Información y Comunicación para los diferentes abordajes educativos de la
enseñanza remota.
En concordancia con el párrafo anterior, este nuevo modelo educativo remoto busca una
educación transdisciplinar, permitiendo a través de la tecnodidáctica el renacimiento de
paradigmas emergentes que incorporan formas innovadoras del aprendizaje que brinda
ambientes creativos y colaborativos de interés en multiplataforma, para todo tipo de usuario
a cualquier nivel.

Referencia Consultada

Sandoval y Montañez (2018). Educación Transdisciplinar, Tecno-Didáctica y Paradigmas


Emergentes: Para una Ciudadanía Planetaria. Hacia una Política de Educación
Virtual. [Artículo Digital] Versión Online. Disponible en:
https://hdl.handle.net/20.500.12442/3780 [Consulta: 2021, julio 05].
Luz Omaira Mendoza
Doctora en Ciencias de la Educación
Profesora jubilada de la Universidad Experimental Rafael María Baralt
Mene Grande- Zulia, Venezuela
[email protected]

DESEMPEÑO DEL TUTOR EN UNA EDUCACIÓN REMOTA EN TIEMPOS DE


CORONAVIRUS

A partir del 2019 , la educación dio un giro, todos los países del mundo tuvieron
que adaptarse ante una feroz pandemia que amenazaba a la vida humana y por ende la
educación, donde los maestros, maestras, profesores, profesoras incluyendo a los gestores,
directores, rectores y/o coordinadores de diferentes dependencias educativas, tuvieron que
hacer un alto y adaptarse a la nueva forma enseñar y aprender desde el confinamiento hasta
lograr el objetivo en una educación remota en donde los docentes y estudiantes deben
participar e interactuar mediante la utilización de recursos tecnológicos. Por lo que Reimer
y Schleicher (2020), afirma que esta crisis encontró sistemas que no estaban preparados
para aprender de otra manera, esto a su vez significa un reacomodo de la gama de
destrezas esenciales para construir un futuro mejor.
Para nadie es un secreto, que la figura del tutor aparece con el establecimiento de
cursos de educación superior en universidades a finales de siglo XX. En este momento, que
el mundo está sufriendo por la pandemia, el tutor asume un papal transcendental en la
educacón. La presencia de tutores en diferentes ámbitos formativos y educativos, según
Arredondo, González y González (2012), es progresivamente necesario, partiendo de la
concepción de que la misión de la escuela no es sólo instruir a las personas, sino también
permitir que el objetivo de la educación sea cumplido, con la consecución del pleno
desarrollo de la personalidad humana. Desde esta perspectiva, los tutores hasta ahora, solo
ellos son los responsables de la instrucción, además de desempeñar el papel de orientadores
de sus estudiantes en el aprendizaje de materias y en sus desarrollo completo.
En la educación a distancia, Mill (2015) considera al tutor como el profesor
principal de la actividad pedagógica de esta modalidad. Para el autor, el tutor participa en la
enseñanza y aprendizaje, así como, en la mediación y motivación en la relación entre el
educando con los contenidos o materiales didácticos, que le sirven para la búsqueda del
conocimiento.
Esta crisis pandemica que afectó directamente nuestro campo de acción, se pensaba
que la tecnologia estaba muy lejos de la realidad, pero hoy se ha comprobado que ha sido
de mucha utilidad, ya que le ha permitido no solo al tutor sino algunos docentes preparar
aulas que sean sincrónas y asincrónas. Los docentes quienes no tienen la oportunidad de ser
tutor de una educación remota, deben trabajar para alcanzar un equilibrio productivo, es
decir poder proporcionar los contenidos de estudios en el momento oportuno, para ajustarse
a la planificación, sin violentar en exceso las necesidades de cada estudiante, ya que a lo
largo del proceso a menudo surgen situaciones de incertidumbre para el socio de
aprendizaje, en este caso, la situación que atañe al tutor no solo sería resolver todos los
problemas que se presentan en su quehacer docente sino también tener la
corresponsabilidad de trabajar en un colectivo conformado por directivos, padres e incluso
el mismo estudiante con el fin único de garantizar el mejor aprendizaje y consolidación de
sus conocimientos.
Sin embargo, es oportuno dejar ver cuáles pudiesen ser las inseguridades con las
que el tutor se encuentra a diario, de manera que, comience a tomar sus propias acciones y
aproveche todas las bondades que le ofrece los diferentes entornos virtuales de aprendizaje.
Ahora bien muchas son las realidades que experimentamos en nuestrio día a día, solo que
ante la emergencia vivida y estamos frente a un conflicto que subyace en el mismo campo
que se ocupa, por lo que es necesario la capacitación y actualización del tutor, logrando de
esa forma que perfeccione sus conocimientos, elevando así la calidad educativa como
proceso donde se evidencie la praxis requerida de un profesional actualizado con un
dominio claro y pleno de los contenidos impartidos. De igual manera, deberá aplicar la
ciencia a su quehacer diario, diseñando estrategias didácticas para el beneficio de su razón
de ser, es decir, el estudiante.
En este orden de ideas, es necesario revisar las estrategias utilizadas por el tutor y su
nivel de actualización para elevar los componentes sustantivos del cambio y la pertinencia
de los programas que orientan la formación. En atención al perfil, se hace urgente revisar
con que profundidad aborda los planteamiento de las reformas curriculares en todos los
niveles partiendo precisamente desde el nivel inicial, porque se requiere de un tutor con
suficiente fortaleza, compromiso en cuanto a la formacion ética, cultural, pedagógica. Estas
experiencias con la tecnología desde una educación remota, ha venido surtiendo efecto en
hacer las clases más atractivas y capturar el interés del alumnado por aprender,
enmarcándose en un conocimiento profundo y significativo. La clave es garantizar una
transición fluida y encontrar modelos efectivos para que los tutores puedan desarrollar
competencias mas allá de la pandemia y asi lograr la transformación en el estudiante
docentes y familiares.

Referencias Consultadas

Arredondo, S; González, J; González , P (2012). Formación de tutores: fundamentos


teóricos y prácticos. Curitiba: Ibpex.
Mill, D (2015). Sobre el concepto de vigilancia o sobre la naturaleza del proceso de labor
pedagógica en Educación a Distancia. 2. ed. EdUFSCar: San Carlos.
Opertti, R; (2020). Un curriculo en emergencia para la región SICA:contenido y
metodologia. https///ceccsica.info files
Sandra Carolina Castillo Acosta
Doctora en Educación
Profesora de la Universidad Nacional Experimental de la Gran Caracas (UNEXCA)
Presidenta y Fundadora del Centro de Educación Avanzada en Innovación, Investigación y
Emprendimiento (CEAvIInvE)
Caracas- Venezuela
[email protected]

EL ROL DOCENTE-TUTOR ANTE UNA EDUCACIÓN MULTIMODAL EN


TIEMPOS DE COVID-19

La forma de percibirnos y como actuamos los docentes ante la presencia del


COVID-19 nos lleva sin duda a repensar y reconfigurar nuestro rol, quizás obligados
algunos a comprender los diferentes contextos, realidades de nuestros estudiantes, de los
colegas y hasta de nosotros mismos; de tal manera que, pudieramos seguir ejerciendo
nuestra acción de enseñanza y aprendizaje para seguir cumpliendo a cabalidad con el
compromiso de continuar en nuestros espacios a pesar de las cuarentenas, distanciamientos
y de un quedate en casa.
La utilización de las tecnologías para algunos en sus realidades propias de sus países
e instituciones condujó a una revisión de la evolución de la acción docente y visibilizarnos
donde nos situabamos antes y ahora inmersos en mundo con pandemia y quizas con alguna
preocupación porque se podia seguir pensando que la educación a distancia desde la óptica
proactiva, es decir, no más allá de revisar los materiales, enviarlos y recibirlos por medios
como el correo electrónico, en determinados momentos realizar y solicitar una búsqueda de
información por internet; pero sin llegar a la utilización de plataformas para desarrollar
contenidos y menos para generar nuevos saberes colectivos mediante las redes sociales; por
tal razón ir a la educación no presencial constituyó un gran reto para muchos docentes que
apenas conocían algo de las TICs, y sin haberse preparado para lograr aprendizaje
significativo mediante las tecnologías de aprendizaje y conocimiento (TAC) sin dejar a un
lado, la necesidad de impartir una educación de calidad.
Dentro de este marco, en el artículo presento algunas estrategias implementadas en
mi experiencia como docente durante la pandemia y algunas apoyadas en las orientaciones
dadas por los ministerios tanto de educación básica como universitaria de la República
Bolivariana de Venezuela, con el fin de aplicarlas en durante la pandemia y el aislamiento
social, sin obviar la necesidad de continuar desde la distancia en donde se busca “integrar,
armonizar, complementar y conjugar los medios, recursos, tecnologías, metodologías,
actividades, estrategias, técnicas más apropiadas de las modalidades presenciales y a
distancia para satisfacer cada realidad concreta de aprendizaje”(Documento orientador Plan
Universidad en Casa, 2020, p.7).
Así que, en el rol tutor en tiempos del COVID-19, se hizo necesario mantener una
comunicación más constante y directa casi un “Tú a Tú”, por diferentes vías desde una
llamada telefónica hasta una conversación en chat por WhatsApp o Telegram; desde lo
afectivo se maximizó la necesidad de conocer a cada participante más allá de su
identificación personal, es decir, preguntarle el sitio donde habita, si existe o no la
posibilidad de acceder a internet y al espacio presencial porque en algunas oportunidade no
se dispone de energía eléctrica, además de, conocer la situación de ellos y de sus familiares
ante el COVID-19 porque muchas veces es dificil enfrentar el duelo o vivir con alguien de
sus allegados contagiados. Por otro lado, los encuentros con los estudiantes se hicieron no
solo de forma síncrona sino asíncronas dejando espacios para que ellos compartieran los
materiales, las vivencias en sitios como: grupos de WhatsApp, mensajes de textos y correos
electrónicos. Se implementó el uso del portafolio electrónico el cual es una “recopilación
de documentación de los logros del o la participante…permite al tutorado reunir diversos
tipos de materiales que evidencian el logro de la competencia y los objetivos de aprendizaje
preestablecidos…” (Coronado y Ponzo, 2010, p.38); se introdujo la emoción en las
actividades virtuales programadas, sorprendiéndolos con vídeos, párrafos de audio libros
para incentivar en ellos el entusiasmo y centrarlo en el espacio; además de potenciarles su
capacidad de autogestión para cumplir con las actividades, se propició el análisis crítico
con la realización de ensayos como parte de sus productos a entregar y donde presentaban
sus propias reflexiones, aunado a la realización de mapas conceptuales y esquemas para
visibilizar en ellos el conocimiento adquirido en forma organizada y el establecimiento de
estructuras y jerarquías; entre otros.
Concluyó que, se hace necesario adaptar las metodologías y los programas para que
los docentes podamos ser capaces de enfrentar estos cambios bruscos que vivimos, en
donde las perturbaciones, la incertidumbre no dejará de estar presente, bien sea ante
situaciones como la presencia del COVID-19, así como otras producto de los efectos del
cambio climático; todas ellas llevan a repensar las formas de cómo impartimos educación y
obligarnos a convertirnos en docentes transformadores, transfigurando nuestro rol hacia lo
que ya se vive…una sociedad 4.0.

Referencias Consultadas

Coronado,M. y Ponzo, A. (2010). El Portafolio de Evidencias como estrategia de


aprendizaje y evaluación en EaD. Revista Educación virtual y universidad pública:
la experiencia de la Universidad Nacional de Cuyo. – 1era. Edición, 35-41.
https://core.ac.uk/download/pdf/61886223.pdf.

Documento orientador Plan Universidad en Casa (2020),Ministerio del Poder Popular para
la Educación Universitaria. Gobierno Bolivariano de Venezuela.
http://www.universidadencasa.educacionuniversitaria.gob.ve/

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