Adopción Internacional

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Adopción

La relación padre- hijo la filiación puede ser legítima o adoptiva.


Cuando se adopta a una persona (generalmente un menor) se crea una relación entre el
adoptante, que acepta al menor como si fuera un hijo y el adoptado, que se convierte en
hijo del adoptante. Aunque la adopción puede ser plena o simple (semiplena), el vínculo
que se genera es la filiación.
En la adopción se presupone que se da, debido a una carencia, puede contemplar a la
carencia de un adulto y a la imposibilidad biológica de ser padre o madre.
Tradicionalmente, la adopción era contemplada como un medio para satisfacer el deseo de
ser padre, actualmente se hace énfasis en la adopción como medio para resolver
problemas de la niñez desatendida. La manera en la que el legislador enfoca uno u otro
problema, determina la diferencia en la legislación y el trato porque no es lo mismo
satisfacer exclusivamente el problema de alguien que desea un hijo, que resolver el
problema de un menor olvidad porque por lo general, de ahí provienen los niños
desamparados, de padres que por diferentes razones decidieron darlo en adopción, puede
ser por: pobreza extrema, a su venta, guerras, violencia de comunidades, maltrato familiar,
alcoholismo o porque simplemente la madre desea no conservarlo con ella.
En México la problemática del menor abandonado se complica mucho, por la falta de
albergues y políticas adecuadas para protegerlo. Sin embargo, hay países tales como;
Hungría, Colombia, Filipinas, Bulgaria, Polonia en donde hay mucho incremento de
adopciones, esto debido a que son altamente más desarrollados económicamente, donde
la natalidad ha reducido, se ha permitido el aborto, la mujer está obligada a trabajar, etc.

Historia:
La institución de la adopción, se conoció definidamente, desde el Derecho Romano, pero
en su modernidad a partir del siglo XX, se ha buscado regular de una manera más
eficiente, debido al incremento de las adopciones y como un medio para hacer frente al
tráfico de menores. El Derecho convencional internacional, habla del Estado de origen y
Estado de destino del menor.
Ocurren muchos problemas en torno al menor y su adopción por factores de orden
sociológico, psicológico y de tráfico. Existen dos tipos de adopciones; la simple, es aquella
en la que el vínculo filial se establece solo entre adoptante y adoptado, no se extiende a la
familia del primero, la relación del adoptado con su familia de origen continúa y la
adopción puede ser revocada. En cambio, la adopción plena es la relación filial establecida
entre adoptante y adoptado, se equipara al vínculo biológico porque el adoptado se une a
la familia de los adoptantes como si fuese su hijo consanguíneo, se elimina la relación del
menor con su familia, no es revocable y comúnmente se debe conservar el secreto sobre
la familia biológica. Esto en similitud al Código Español que no acepta la adopción
semiplena o simple, ya que la única que se puede consolidar es la pura porque la adopción
se asemeja lo más posible a la filiación consanguínea.
Desaparece la relación del menor con su familia biológica, sin embargo, por seguridad se
debería dejar una mínima información en su registro, que pudieran ser requeridos por la
autoridad judicial que permita identificar dicha relación para evitar el matrimonio entre
hermanos o padres e hijos biológicos.
Adopción plena también es: adopción privilegiada, arrogación de hijos, legitimación
adoptiva. En los códigos de 1870 y 1884 no acogieron a la adopción gracias a la influencia
del pensamiento decimonónico, el cual se negó a aceptar este tipo de figuras, al igual que
el reconocimiento de hijos habidos fuera del matrimonio. En el código de 1928 se instauró
la figura, pero de manera limitada, ya que solo se aceptó la adopción simple, en el mismo
código, en el año 1998 por influencia de convenciones internacionales suscritas por
México, se incorporó la adopción plena y de ahí en los otros códigos de los estados la
incluyeron. Gracias a la influencia internacional, la institución de la adopción en México ha
dado un salto cualitativo en favor del menor adoptado.
En 1992 Alejandro Vázquez Pando y Leonel Pereznieto Castro elaboraron un anteproyecto
de ley para modificar el capítulo relativo a la adopción establecido en el CCDF. El proyecto
contenía los principios consagrados en las convenciones internacionales en la materia
ratificados por México, con énfasis en la adopción plena y en la adopción internacional y
abriendo además la posibilidad de la adopción por parejas homosexuales. Este
anteproyecto fue revisado por Jesús Chávez Asencio y finalmente presentado por la
Consultoría Jurídica de la Secretaría de Relaciones Exteriores al Congreso como iniciativa
del Poder Ejecutivo. El proyecto fue discutido y sensiblemente modificado por tres
diferentes legislaturas, la última de las aprobó en 1988, con evidentes errores porque los
legisladores no entendieron planteamiento técnico de la propuesta y tampoco supieron
cuál era el sentido armónico de un derecho uniforme moderno en la materia.
- En México no existe una norma especial interna de derecho internacional que fije
la conexión correspondiente como en Albania, Alemania, España o EUA que
conectan la adopción y su extinción con la ley personal del adoptado, pero en
Albania puntualizan que, si los cónyuges adoptantes son de otra nacionalidad, se
aplicaran las leyes de los mismos (el Origo), lo cual complica la situación.

9.3 Calificación de la Adopción


Antiguamente se sostuvo que la adopción debía encuadrarse como una cuestión
patrimonial que tenía como objeto, designar a una persona para que administrara el
patrimonio del adoptado, en el derecho romano la adopción se planteaba para preservar
el apellido de la familia y como medio para continuar con la administración del patrimonio
de los adoptantes.
Para diversos autores franceses como Marcel Planiol, George Ripert y Josserand, la
adopción es un contrato solemne, sometido a la aprobación judicial, que entre dos
personas relaciones análogas a las que resultarían de la filiación legítima¨, esta calificación
contractualista se descarta en México actualmente porque no es una relación contractual,
ni un contrato.
La adopción, sea plena o simple, genera una relación filial que encaja en derecho de
familia, no en el de los negocios. El adoptado es un estado civil nuevo, estado del que
carecía. De un hijo biológico y tal vez abandonado pasa a ser un hijo adoptado, hijo al final
de cuentas. No se le puede estigmatizar como sujeto parte de un contrato, ya que no pacta
su sometimiento ni lo negocia; tampoco es objeto de contrato, ya que no es una cosa, es
un ser humano. El estado de familia, el estado de hijo, es un estado civil donde el beneficio
es y debe ser para el adoptado.
Si en la calificación de la adopción se ve por el interés del adoptante y se califica como un
contrato, se prevé el riesgo de que quien decide adoptar pueda escoger el foro que mas le
convenga (foro shopping/ foro de conveniencia) por lo que el interés del menor pasaría a
ser menos importante, lo cual es inaceptable ya que se daría la posibilidad de que la
conexión quede a la libre decisión de quien ha decidido adoptar y así manipulará los
puntos de contacto en su propio beneficio. Pero al contrario, si se acepta que el propósito
de la adopción sea satisfacer los intereses del menor, esto se hará desde que encuentre un
hogar con todas las consecuencias propias e inherentes al mismo.
En el derecho romano la adopción significó la posibilidad de tener un hijo por disposición
legal, que llevaba a propósitos políticos, religiosos o para establecer parentescos utilizados
para ascender en la escala social. En el código civil francés mediante la adopción se previó
satisfacer la paternidad frustrada, por lo que para adoptar se debía carecer de hijos y una
vez que la familia llegaba a tener hijos biológicos después del adoptado, este solo tenía
derecho a heredar una pequeña fracción de bienes, esto para no desamparar a los
legítimos. Era la forma de diferenciar a la familia biológica de la adoptiva, pues era de
menor categoría.
Actualmente hay distintas ramas como la sociología, la antropología, así como la
psicología, que han contribuido a cambiar viejas pautas y mitos acerca de la adopción de
un menor, circunstancia que el derecho ha acogido. El adoptado que entra en una familia
ingresa como parte de la misma y sus relaciones familiares se transforman, cambiando su
estado civil.
La adopción es un acto jurídico mediante el cual se establece un vínculo de parentesco,
principalmente entre adoptante y adoptado, convirtiendo al segundo en hijo del primero.
Este hecho se refleja en el DIPr contemporáneo al establecerse una conexión rabie al
menor durante todo el proceso de la adopción.
9.4 Competencia para conocer y constituir la adopción
La constitución de la adopción, necesita de la intervención, conocimiento y la autorización
de alguna autoridad judicial, este acto afecta a la familia y a la sociedad en todos los
sistemas jurídicos de Occidente, se considera una cuestión de orden público, por lo que
sale no se puede dejar a la libre autonomía de los particulares.
- Sistemas jurídicos derivados de la familia romano- germánico; el asunto es
competencia de las autoridades judiciales.
- Brasil; su competencia es la autoridad administrativa, que suele depender de
agencias especializadas.
- México; priva el sistema judializante (son necesariamente llevados por el poder
judicial), aunque se apoya y orienta por organismos administrativos como el DIF.
Dentro de México, distintos Estados tratan la competencia de la adopción de
distinta forma, hay algunos que lo trata los jueces de lo familiar, a veces los jueces
civiles, a veces en algunos municipios atienden los jueces mixtos.
Muchas legislaciones siguen prescribiendo que es juez competente el del domicilio del
adoptante y la balanza se inclina a favor de este y no se abre la posibilidad de que el juez
pueda ser otro que quizá represente mayores ventajas para el menor, como el de su
residencia. Usualmente los adoptantes suelen ser extranjeros que vienen al país a adoptar
menores a través de jueces mexicanos y según este criterio se les obligaría a adquirir
residencia en México, pero no sucede. En estas condiciones, el extranjero escoge la
jurisdicción que más le conviene y no debe coincidir con el interés del menor.
La Convención Interamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de Adopción de
Menores, de la cual México es parte desde 1992, adopta reglas de competencia para
diversos supuestos.
a) Para el otorgamiento de la adopción la autoridad competente es la de la residencia
del adoptado.
b) Para anulación o revocación de la adopción, son competentes los de la residencia
del adoptado en el momento del otorgamiento.
c) Para decidir sobre la conversión de adopción simple en plena o legitima, etc.,
cuando sea posible, son convenientes las autoridades de residencia del adoptado
al momento de la adopción o donde tenga su domicilio.
d) Para decidir cuestiones de relaciones de adoptado, adoptantes, son competentes
los jueces del domicilio del adoptante.
No hay mucha cobertura con esta convención, porque ninguno de los países comunes de
destino (EUA y Europa), son ratificantes, por lo que resta alcances.

Convención de la Haya sobre Protección de Menores y de Cooperación en materia de


Adopción Internacional, México es parte desde 1994, da competencia a casos de auxilio a
las autoridades centrales del Estado de Origen y receptor.
- En México la autoridad central es el DIF
Esta convención está ratificada por diversos Estados destino, lo que le da mayor eficiencia,
esta da a las autoridades centrales funciones de facilitar, seguir y activar el procedimiento
de adopción y buscar que los Estados tengan organismos que participen en las adopciones,
siempre que no tengan fines lucrativos y estén dirigidos por personas capacitadas y
sometidos a la autoridad del Estado.
- Mientras que la ley interna, la competencia se asigna a la autoridad del domicilio
del adoptante, en el derecho convencional se le otorga el domicilio del menor, se
desplaza la ley interna y es mas provechoso para el menor.
¿Por qué es mejor atribuirle la competencia al juez del domicilio del menor?
- El juez es la autoridad mas cercana al menor
- Tiene el poder mas directo y de hecho sobre el menor
- No es fácil que un juez extranjero tuviera poder sobre un menor en México
- No es fácil que un juez mexicano disponga del futuro y estado civil de un menor
extranjero
- Conoce las costumbres de la comunidad, cultura y aspiraciones

9.5 Capacidad para constituir la adopción


Hay distintas reglas en relación a la capacidad, en una se indica cuál es la ley aplicable que
prescribe quien es capaz y en la segunda se da respuesta sobre quien posee la capacidad.
Entre las normas de las entidades federativas destaca una que establece una norma
especial reguladora de la capacidad para adoptar, la que está vinculada a la ley del
domicilio. En el Código Civil de Baja California Sur (art. 447, ce, y art. 912, CPC) se
prescribe que la capacidad se rige conforme a la ley del domicilio del presunto adoptante.
En el caso de las reglas sustantivas, el orden jurídico mexicano es variable; capacidad del
adoptante se alcanza a los 25 años de edad, aunque en otros códigos a los 40.

9.6 Constitución de la adopción


Dependiendo del orden jurídico aplicable la constitución de la adopción puede manifestar
algunas modalidades:
a) Los padres biológicos, en especial los que entregan al niño, eligen a los adoptivos.
La relación se da entre estas dos partes.
b) El Estado es el que elige a los padres adoptivos. En este caso, los padres biológicos
entregan el hijo al Estado o éste es el que se los retira, y luego el Estado se encarga
de buscar a la persona que adoptará. El Estado es en este caso el que elige a la
persona que adoptará al menor, independientemente de que sancione el acto.

Comparación:
- En México es común que el menor sea entregado en un refugio o que alguien se
encargue de él mientas se hace la adopción y finalmente el juez decida.
- En México se sigue que los padres biológicos entreguen a los padres adoptivos al
menor.
- En Argentina, el adoptante acude a una agencia especial, que es una oficina
gubernamental en la que el niño fue recibido a través de una institución del Estado
donde lo entregaron los padres biológicos o simplemente fue abandonado ahí sin
que haya una entrega formal. Esto significa que los padres biológicos y los
adoptivos no se conocen, ni los biológicos saben el nombre de quienes finalmente
adoptaron al menor. Es decir, no se produce una relación directa o personal entre
los biológicos y los adoptivos, con lo que se garantiza el secreto de adopción.

Modalidades en la adopción que no concuerdan con los compromisos internacionales:


a) La adopción internacional de cada Estado requiere dos elementos: el primero es
que el adoptante debe ser de nacionalidad extranjera y que su residencia debe
situarse en el extranjero. Está condicionada a que el menor no pueda encontrar
una familia en su propio país de origen.
b) La adopción realizada por extranjeros, que se constituye en una entidad federativa,
pero por extranjeros con residencia en territorio mexicano.
Como se advierte, en ambas modalidades la nacionalidad del adoptante es extranjera,
pero en la primera el que desea adoptar reside en el extranjero, mientras que, en la
segunda, en algún lugar del territorio mexicano. En las convenciones a las que pertenece
México, el elemento de la nacionalidad de los adoptantes no existe y se limita a la
conexión de residencia con el extranjero.
Las definiciones que se emplean en el derecho internacional y los legisladores mexicanos,
son distintas. Las convenciones internacionales manejan la adopción internacional,
mientras que los internos manejan la adopción realizada por extranjeros.
- Según el Convenio de la Haya, la nacionalidad del adoptante no es relevante, si no
la residencia del adoptante y el adoptado, mientras que los códigos mexicanos,
estiman que el adoptado debe ser mexicano. Tal cosa no encuentra e el derecho
convencional.
En la adopción internacional, configura que nace la figura cuando un niño de la
nacionalidad que sea, es adoptado por un extranjero sin salir del país. El legislador olvidó
la hipótesis en que un mexicano radicado en el extranjero puede adoptar a un niño
radicado en México. Según el legislador interno, esta hipótesis no es una adopción
internacional, lo que pugna con lo prescrito en los diversos convenios celebrados por
México.
Por otro lado, para varios legisladores internos mexicanos (de diversas des federativas) la
adopción internacional deberá constituirse como plena el niño sea llevado al extranjero
por parte de padres extranjeros, mientras que se tratará que sea simple cuando los
extranjeros adoptantes residan en México en las entidades en que aún subsiste la simple).
En cualquier caso, el legislador interno prescribe una regla de trato diferencial entre
extranjeros y expresada así: se preferirá como adoptantes a los mexicanos. Regla de pugna
con la garantía de igualdad entre mexicanos y extranjeros que art. 10 constitucional. Para
los códigos mexicanos que no aceptan la simple (como el CCDF, a partir del año 2000) la
adopción siempre plena.
Se pueden exigir muchos requisitos para la adopción plena o simple:
- A la edad del adoptante y el adoptado
- La diferencia de edades
- La condición civil de soltero o en pareja
- Numero de adoptados permisibles
- Posibilidad de hijos consanguíneos
- Posición económica
- Exigencia de registro de adopción
- Posibilidad de adopción por parte de homosexuales
La diversidad de estos requisitos o condiciones en cada país puede dar lugar a conflictos.
En estos casos, la problemática a debe resolverse en México conforme a la ley que regula
las relaciones adoptivas, normalmente la de la residencia habitual del menor.

Derecho Convencional Internacional


Existen 3 cuerpos normativos que fijan la ley aplicable, tanto a la constitución como a
otros. Hay convenios ratificados por México:
a) Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño; aceptada por
varios países.
b) Convención Interamericana sobre Conflictos de Leyes en materia de Adopción
Internacional de Menores; solo ha sido ratificada por México, Colombia y Ecuador
c) Convención de la Haya sobre Protección de Menores y la Cooperación Materia de
Adopción Internacional; tiene como miembros a más 30 países, entre ellos
destacan los principales países destinos como EUA, Francia, España y Alemania.

Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño


En esta convención internacional se establecen ciertas reglas uniformes referidas
adopción. Entre ellas cabe destacar las condiciones exigidas para adoptar y las reglas
genéricas y específicas exigibles para la adopción internacional.
Entre las reglas generales se encuentran las siguientes:
a) Interés superior del niño, condición primordial
b) Adopción ajustada a derecho, se tramita ante autoridades competentes con
asesoramiento, se debe velar por la aplicación de las leyes sustantivas y procesales
y precisa la adecuada información del niño, padres, etc.
Reglas específicas en la adopción internacional:
a) Solo puede darse en caso que sea imposible la protección del niño en la sociedad
local que vive. Debe de evitarse la transculturación, pero de ser imposible, debe
procurarse la adecuada inserción en su país destino.
b) Cuidar que el adoptado al emigrar al otro país, goce de cuidados equivalentes a las
del país de origen, para ello, las autoridades centrales de ambos países deberán
tener comunicación sobre el menor.
Convención de la Haya sobre Protección de Menores y la Cooperación Materia de
Adopción Internacional
En esa convención que fue firmada en La Haya se considera que deriva de la Convención
de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. Tiene un ámbito regulado muy amplio,
pues procura asegurar el reconocimiento de las adopciones extranjeras
Su objeto es la regulación de las relaciones internacionales de cooperación para la
constitución y reconocimiento de la adopción.
- Se aplica en casos que un niño que tiene residencia en un Estado, será desplazado
a otro.
- México en esta Convención manifiesta que no acepta la adopción a prueba o
realizada en el extranjero, por lo que solo pueden ser trasladados fuera del país, los
niños que ya fueron adoptados.
- La convención solo se refiere a las adopciones que establecen filiación plena.
En este instrumento internacional se especifican algunas condiciones para constituir la
adopción, entre las cuales se hallan las siguientes:
a) Que el niño es adoptable
b) Que la adopción responderá al interés superior del menor
c) Que quien consienta en la adopción, fue asesorado por lo que su consentimiento
se expresó libremente, sin pagos y que el consentimiento de la madre biológica fue
después del nacimiento del menor.
d) Que, dependiendo de la edad y madurez, el menor fue asesorado e informado de
las consecuencias, se tomó en cuenta su deseo y opinión, consentimiento y que no
hubo pagos.
e) Que las autoridades que autorizaron la adopción hayan constatado que los
adoptivos son adecuados y fueron asesorados.

Derecho Interno
Para constituir la adopción según la ley aplicable que hay en la legislación interna
mexicana, se diferencia de dos hipótesis:
1.- constitutiva de la adopción: esta implica dos supuestos normativos; la forma que se
asumirá la adopción y la capacidad de adoptar y ser adoptado
2.- la que se refiere a las relaciones adoptivas (efectos que produce)
Respecto a la forma, la conexión se vincula con el lugar donde se constituye la adopción
(locus regit actum). En cuanto a la capacidad, se regirá según la ley reguladora de la
capacidad de cada uno de los intervinientes: la del padre y la madre biológicos que
consienten en la adopción, la del adoptante y la del adoptado. En este último caso, como
mencionamos, se trata de la residencia habitual por ser un menor sin capacidad todavía
para adquirir domicilio.
En las leyes que acogen la conexión domiciliar, la ley de la residencia habitual del adoptado
es la que rige la adopción y las relaciones de éste y el adoptante, los padres biológicos y las
personas emparentadas con el que adopta.
Los códigos de la mayoría de Estados, exigen que todo extranjero acredite su legal estancia
o residencia en México, siguiendo para ello el erróneo criterio en torno al divorcio de
extranjeros, pero que se ha extendido a otros actos del estado civil. Este requisito es
contradictorio con lo que dispone la Convención de La Haya sobre Adopción, que supone
el domicilio del adoptante en el extranjero. En estas condiciones el dispositivo de la
Convención anula lo establecido en las legislaciones locales; no obstante, esta situación,
en la práctica los jueces locales exigen como requisito de trámite el documento migratorio
que les permita la realización del acto, que no sea un documento migratorio de turista.
Acorde con estas leyes internas mexicanas, los extranjeros que pretendan adoptar deben
acreditar su legal estancia o residencia en México, pero si residen en el extranjero deben
presentar además un certificado de ¨Idoneidad" expedido por la autoridad competente de
su país de origen, que acredite que el solicitante es apto para adoptar, Junto con una
constancia que demuestre que el menor que Pretende adoptar ha sido autorizado para
entrar y residir permanentemente en dicho Estado, y la autorización de la Secretaría de
Gobernación para internarse y permanecer en el país con la finalidad de realizar una
adopción.
- El documento para que la autoridad autorice al menor para inmigrar al país de
destino, no es fácil de obtener antes de que se constituya la adopción.
- México como país de destino no otorgan visa de entrada a un menor extranjero
cuya adopción está en trámite.
- España es un país que previene ese problema por lo que otorga pasaporte español
al menor antes de ser adoptado.

Situaciones que no se regulan en México;


- Las leyes internas mexicanas no hablan sobre la conversión de adopción simple en
Plena – en España se exige que se de una renuncia al derecho de revocar la
adopción simple.
- No define adopción simple y plena

Según el DIF, para adoptar en México:


a) Para nacionales o residentes en países que no forman parte de la Convención sobre
Protección de Menores y la Cooperación en Materia de Adopción Internacional.

1.- Deberán presentar la documentación necesaria traducida al idioma español por perito
autorizado en su país debidamente legalizada o apostillada.

2.- Los estudios socioeconómicos y psicológicos deberán ser practicados por institución
pública o privada del país de residencia y presentados debidamente traducidos y
legalizados o apostillados, según sea el caso.

3.- Presentar la autorización de su país de residencia para adoptar a un menor mexicano.

4.- Aceptación expresa de que la institución (DIF) realice el seguimiento de la vida del
adoptado en su nueva familia, a través de las autoridades consulares mexicanas.

b) Para nacionales o residentes en países donde sea aplicable la Convención sobre


protección de Menores y la Cooperación en Materia de Adopción Internacional. De
acuerdo con el mismo DIF es necesario enviar, por medio de la autoridad central o
entidad colaboradora, los documentos siguientes:

1.- Copias certificadas de actas de nacimiento, del o de los solicitantes y de los hijos que
pudiesen tener, y en caso de matrimonio, copia certificada del acta de éste.

2.- Una fotografía en color, tamaño credencial, de cada uno de los solicitantes.

3.- Diez fotografías tamaño postal en color, todas en su casa, que comprendan fachada y
todas las habitaciones interiores de la misma, así como de una reunión familiar en la que
participen los solicitantes.

4.- Certificado médico de buena salud del o de los solicitantes, expedido por institución
oficial. En los países en que no sea posible obtener dicho certificado expedido por
institución pública, podrá expedirse por institución médica privada; debe contener los
datos que permitan la identificación y localización de dicha institución, así como del
responsable de la misma.

5.- Constancia de trabajo, especificando puesto, antigüedad y sueldo, o documentación


que acredite fehacientemente los ingresos que perciben el o los solicitantes, así como
cualquier otro documento que acredite su solvencia económica.

6.- Identificación oficial con fotografía de cada uno de los solicitantes (pasaporte).

7.- Estudios socioeconómico y psicológico practicados por instituciones públicas u otros


organismos debidamente acreditados por la autoridad central del país de recepción.

8.- Certificado de idoneidad, expedido por la autoridad central de su país, que acredite que
los solicitantes son considerados aptos para adoptar.

9.- Certificado de no antecedentes penales.

9.7 Procedimiento preliminar para constituir la adopción


Reglas sobre el procedimiento uniforme para las adopciones internacionales, establecidas
por la Convención de La Haya sobre la protección de Menores:
a) Las personas que residen en un Estado y quieren adoptar a un niño de otro Estado,
deben dirigirse a la autoridad central enviando solicitud de adopción.
b) La autoridad central va a estimar si son adecuados y aptos para una adopción y
preparará un informe a las autoridades del otro Estado residencia del menor.
c) la autoridad central donde se encuentra el menor, hará un informe del ambiente, origen
étnico, religión, cultura, consentimientos necesarios y un dictamen sobre si la adopción
obedece el interés superior del menor.
d) El resultado se enviará a la autoridad de los adoptantes, procurando no revelar la
identidad de la madre biológica.

9.8 Certificado de Idoneidad


Uno de los requisitos más importantes en la Convención de La Haya es el certificado de
idoneidad que, dentro del procedimiento preliminar, acredita a una persona como un
posible padre adoptante.
Ante la autoridad central donde residen los adoptantes, se realizarán tramites y el
certificado de idoneidad para enviarse al Estado del menor, que después de los
procedimientos, se podrá constituir la adopción.
- Las autoridades mexicanas están obligadas a la cooperación internacional,
expidiendo el certificado para que los padres satisfagan los requisitos. Este
certificado presupone que el menor que se va a adoptar se encuentra en el
extranjero y los futuros padres en México o viceversa.
El certificado contiene resultados psicológicos de trabajo social individualizados de los
adoptantes, contiene 5 apartados:
- Información de los solicitantes, (características físicas, trayectoria educativa,
composición dinámica de la familia de origen, historia laboral, intereses y filosofía
de vida)
- La vida en pareja de los adoptantes (historia de la relación, vivencias sobre la
infertilidad, crisis y formas de afrontarla, nivel de comunicación, distribución de
competencias y responsabilidades, condiciones económicas y del hogar, empleo del
tiempo libre)
- Actitudes ante la adopción y conocimiento del papel de adoptantes (toma de
decisión sobre la adopción, revelación, expectativas, aceptación de antecedentes
personales, culturales y raciales)
- Apoyo del que se dispone y posible estrés (relación con familia y amigos)
- Capacidades educativas (análisis sobre la educación recibida, experiencia en
educación, principios educativos, habilidades en la resolución de problemas
educativos)
Cuando es positivo el certificado o informe indicará que los futuros adoptantes son aptos
para adoptar, resolución que corre a cargo de las autoridades del Estado de destino del
menor. El informe no es una garantía de que se obtendrá la adopción, ya que las
autoridades del Estado donde reside el menor aunque no es común podrán tener frente a
sí varias solicitudes con certificados similares, correspondientes a distintos solicitantes,
incluso de diversos lugares del mundo, lo que en estas condiciones ideales permite al juez
escoger al solicitante que favorezca menor.
- En México no se le da mucha importancia, no la que merece. Se indica como
necesaria pero no hay requisitos. Se da discrecionalidad a las autoridades.
De acuerdo con el derecho convencional internacional, los requisitos para obtener un
certificado de idoneidad se deben satisfacer ante el Estado de destino del menor, pero en
la ley interna mexicana se exige que sean satisfechos en México como Estado de origen o
domicilio del menor, lo que supone, para el solicitante, como tendrá que volver a
demostrar lo ya demostrado, duplicándose con ello los en el plano internacional. Una
práctica aconsejable es que el certificado de idoneidad expedido en el extranjero, ya
traducido al español, sea apostillado y sirva como documento comprobatorio en México.
Sin embargo, persiste la disposición que significa la duplicación de esfuerzos, que se habría
evitado si desde un principio se hubiera dispuesto la aceptación del certificado de
idoneidad expedido por la autoridad central del lugar de destino, tal como lo prescribe la
Convención de La Haya. Parece que el legislador interno no entendió la importancia y
función de este certificado o que hubo desconfianza en el derecho convencional
internacional o éste, pero al fin de cuentas lo contradijo.
Un efecto especial de importancia previsto en la ley interna mexicana y que se debe
estimar como norma imperativa es el relativo al secreto de la adopción, que no sólo es
asegurado por la ley interna, sino también por una norma uniforme de derecho c
convencional internacional, pues se encuentra prescrito tanto en la Convención
interamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de Adopción Internacional de
Menores como en la Convención de La Haya sobre la Protección de Menores y la
Cooperación en Materia de Adopción Internacional. Se trata de un efecto especial y
adicional a los efectos de todo tipo de legitimación (biológica y adoptiva) que sólo impera
para la adopción plena.
según nuestra ley la adopción no entraña el cambio de nacionalidad o la pérdida de la que
se tenía. No obstante que el menor extranjero (incluida su descendencia) que ha sido
adoptado por un no domiciliado en México puede obtener la naturalización mexicana,
previa solicitud de quien ejerza la patria potestad, pero sin que ello signifique que puede
perder su nacionalidad originaria. En el caso de que el adoptado desee la nacionalidad
originaria podrá ejercer su derecho de ius optandi. Esta regla que indica que el adoptado
conserva su nacionalidad, que puede ser extranjera, no parece estar en consonancia con
los criterios de similitud e integración entre hijos biológicos y los adoptivos, ya que el
adoptivo tendrá una nacionalidad diferente de la de los padres adoptivos, sin que pueda
decirse algo similar de los biológicos, que aunque nazcan en el extranjero, su nacionalidad
es mexicana por iua sanguinis, mientras que la del adoptado sólo será por naturalización,
si así lo desea. En este caso sería conveniente que se legislara para que la nacionalidad
pudiese común y se le reconociesen a todos los hijos derechos similares.
9.10 Reconocimiento de la adopción constituida en el extranjero
Según la Ley española es necesario que
- La autoridad que consintió la adopción tenga competencia internacional
- Que se aplique la ley prevista por la ley española
- Que no se afecte el orden público (como ocurría si se prescinde del consentimiento
o audiencia del adoptado mayor de 12 años o se violan prohibiciones como las
relativas a los descendientes).
- No reconoce la adopción simple hecha en otros países, debe ser plena
En México
- Se reconoce la adopción extranjera sin necesidad de realizar tramite alguno
- No existe una regla específica sobre que autoridad es competente en la esfera
internacional para autorizar una adopción, pero se guían en la competencia que
asigna la Convención Interamericana
Lowa y 18 países de la Unión Americana
- se requiere que se constituya nuevamente la adopción, si los padres adoptivos ahí
residen

También sería reconocible la adopción constituida ante un cónsul si se cumplieron las leyes
del Estado acreditante y acreditado (en la hipótesis de que fuere factible). Ello es así
porque México es parte de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, que da la
posibilidad a los Estados para que sus cónsules realicen todo tipo de actos de estado civil,
condicionados a la aceptación del Estado en el cual sean recibidos los cónsules y que les
permitan realizar ese tipo de actos.

¿CUÁNDO PUEDEN MÉXICO DECIDIR NO RECONOCER LA ADOPCIÓN INTERNACIONAL?


Más bien, la oposición al orden público está pensada en el derecho convencional para
aquellos casos en que el menor se encuentre en peligro, por ejemplo, que fue adoptado
para extirparle algún órgano que sea llevado a otra persona, para prostituirlo, llevarlo a
ejercer el comercio de estupefacientes, servir de "mula" de sustancias prohibidas, etc.

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