Acercate Al Senor Sin Temor Por Tu Milagro
Acercate Al Senor Sin Temor Por Tu Milagro
Acercate Al Senor Sin Temor Por Tu Milagro
TEXTO: MARCOS 5:25-34 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de
sangre, 26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada
había aprovechado, antes le iba peor, 27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la
multitud, y tocó su manto. 28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. 29 Y
en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel
azote. 30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a
la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? 31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la
multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? 32 Pero él miraba alrededor para ver quién
había hecho esto.33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había
sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.34 Y él le dijo: Hija, tu fe te
ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.
En esta tan conocida historia encontramos a una mujer enferma, no sabemos su nombre, algunas
veces solo se le conoce como la Hemorroísa, lo que sí sabemos es que era una mujer que tenía
doce años de sufrimiento, de menosprecio, de rechazo, y de la angustia de darse cuenta que nadie
podía ayudarla.
A) Padecer flujo de sangre por tanto tiempo la convirtió en alguien rechazada por
la sociedad y por la religión judía, no podía tocar a nadie, nadie se quería acercar
a ella y no tenía acceso al templo ni a ninguna celebración religiosa, pues era
considerada inmunda (Levítico 15:25-27) Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su
sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de
sangre más de su costumbre, todo el tiempo de su flujo será inmunda como en los
días de su costumbre. 26 Toda cama en que durmiere todo el tiempo de su flujo, le
será como la cama de su costumbre; y todo mueble sobre que se sentare, será
inmundo, como la impureza de su costumbre. 27 Cualquiera que tocare esas cosas
será inmundo; y lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo
hasta la noche. Una persona inmunda era alguien declarada como no apta para
participar en el culto, entrar en lugares sagrados o estar en contacto con la
comunidad,
C) Esta mujer acostumbrada a ser rechazada por los religiosos y por todos aquellos que
supuestamente representaban a Dios en este mundo, prácticamente decidió ROBARLE
un milagro al Señor, ella vino por detrás, sin que Jesús la viera, tratando de que nadie se
diera cuenta que tocaría solamente él borde de su manto, ya que todo lo que ella tocara era
considerado inmundo también, (Marcos 5:27-29) cuando oyó hablar de Jesús, vino por
detrás entre la multitud, y tocó su manto. 28 Porque decía: Si tocare tan solamente su
manto, seré salva. 29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el
cuerpo que estaba sana de aquel azote. Pero ese toque de fe trajo sanidad completa a su
vida, en ese mismo instante ella fue sanada de su enfermedad.
I) EL PODER Y LA MISERICORDIA DEL SEÑOR ESTÁ DISPONIBLE PARA TODOS LOS QUE LE
BUSCAN CON FE (MARCOS 5:30-31) Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que
había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? 31 Sus
discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? Cuando esa
mujer rechazada por la sociedad y por la religión, considerada inmunda, tocó con fe el manto del
Señor, PODER SALIÓ DE ÉL , y ese poder sano la enfermedad de esa mujer, lo que nadie había
podido hacer, fue hecho en el instante por el poder y la misericordia del Señor. Esto nos muestra que
el poder y la misericordia del Señor está siempre disponible para todos los que se acercan al Señor
con fe, los que le buscan reconociendo que solamente él los puede ayudar (Juan 6:37) Todo lo que
el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.