Transposición Didáctica RESUMEN
Transposición Didáctica RESUMEN
Transposición Didáctica RESUMEN
El logro
La continuidad
La síntesis
“un contenido del saber sabio que haya sido designado como saber a enseñar
sufre a partir de entonces un conjunto de transformaciones adaptativas que
van a hacerlo apto para tomar lugar entre los objetos de enseñanza. El ‘trabajo’
que un objeto de saber a enseñar hace para transformarlo en un objeto de
enseñanza se llama transposición didáctica”. (Chevallard, 1985, p. 39)
Para Chevallard, cada año que empieza se forma un nuevo sistema didáctico entre el saber,
docente y alumno y se renueva el ‘’contrato didáctico’’ que se relaciona con un sistema mas
amplio aún: la sociedad.
Despersonalización del saber → Todo saber sabio se ata a un autor en su origen. El saber
debe ser objetivado.
Publicidad y control social de los aprendizajes → El saber llega a ser público y esto permite
el control social de los saberes.
Muchas veces existen ‘’obras muertas’’ dentro del currículum a causa de una falta de crítica
y revisión. Es necesario entonces regenerar la escuela.
S. Joshua y J.J. Dupin (1983) opinan que la transposición didáctica no es solamente una
simplificación del saber sabio, sino también que son producto de un ‘’arreglo didáctico’’, una
construcción cualitativamente diferente. Estos dos autores insisten igualmente sobre el
hecho que la introducción del concepto de transposición en el campo de la didáctica ha
permitido romper con una “tradición pedagogista” que pensaba poder pasarse por encima o
ignorar los saberes en una relación de enseñanza.
Se destaca en efecto que la sociología de los currículos nos enseña que los contenidos
de enseñanza no son únicamente los saberes sabios producidos por la comunidad
científica, sino que son igualmente el fruto de las demandas de la sociedad y “son el
resultado de un compromiso en donde la universidad, con los saberes que ella produce,
no es más que uno de los actores potenciales en el juego de la definición de los
contenidos de enseñanza” (Caillot, 1996, p. 229). Se precisa entonces que la influencia
de otros actores en el proceso de producción de los saberes enseñados es
particularmente clara en el campo de la enseñanza profesional y/o tecnológica.
Varios autores remarcan que la transposición didáctica es válida para las matemáticas y
disciplinas afines pero para otras, como las lenguas vivas, el marco teórico no funciona.
Algunos piensan
inclusive que toda transposición didáctica de la filosofía es injustificable por
principio y aún peligrosa: se puede vulgarizar la historia de las ideas, pero no
se entra en la filosofía más que por el pensamiento y, en primer lugar, retomando
la reflexión de los filósofos (...) El profesor de filosofía dice ser un filósofo
(mientras que el profesor de francés no es necesariamente un escritor). Porque
de lo que se trata para todo alumno, es decir para todos los hombres, es de
plantear las mismas cuestiones que los grandes filósofos (mientras que no se
pide en física plantearse las mismas preguntas que Einstein), porque el sentido de la vida y
de la muer te, del amor, del deber y de la felicidad, por ejemplo,
tienen el mismo grado de proximidad esencial para cada uno de nosotros,
llámese Sócrates o Dupont”. (Tozzi, 1995, pp. 240-241)
Chevallard ofrece entonces las bases de una extensión posible, es decir de una
generalización de la teoría de la transposición didáctica, a partir de la teoría de
partida o inicio que sirve de punto de apoyo y de guía. Un saber determinado no se
presenta únicamente bajo las tres formas determinadas inicialmente (saber sabio,
saber a enseñanza y saber enseñado) e inclusive, más precisamente, el saber no vive
solamente en estas tres instituciones particulares que son la comunidad sabía, la
nosfera y la escuela. Él vive simultáneamente en todo el conjunto de instituciones.