Camino Cuaresmal 2024 Nig
Camino Cuaresmal 2024 Nig
Camino Cuaresmal 2024 Nig
NOVENA
INTERCONTINENTAL
GUADALUPANA
1
Iniciemos camino hacia la Pascua 2024
2
Vivamos la Cuaresma desde el corazón de la Patria, en el Tepeyac.
Durante este tiempo especial de Cuaresma, contamos con una serie de medios
concretos que la Iglesia nos propone y que nos ayudan a vivir la fe. Ante todo, está
la vida de oración, condición indispensable para el encuentro con Dios. En la
oración, el creyente ingresa en el diálogo íntimo con el Señor, deja que la gracia
divina penetre su corazón y, a semejanza de Santa María, se abre a la acción del
Espíritu cooperando a ella con su respuesta libre y generosa (ver Lc 1,38).
3
a. La meditación en la historia de la salvación: realizada por Dios-Amor en
favor de la persona humana creada a su imagen y semejanza. Debemos
"convertirnos" de una vida egocéntrica, donde el ser humano vive
encerrado en su mentira existencial, a una vida de comunión con el Señor,
el Camino, la Verdad y la Vida, que nos lleva al Padre en el Espíritu Santo.
4
b. Santa María de Guadalupe es nuestro modelo perfecto para acoger
a la Palabra de Dios. En este camino que nos prepara para vivir el
misterio pascual con Jesucristo el Señor, no puede estar ausente su
Madre. María Santísima de Guadalupe está presente durante la
Cuaresma como premisa y modelo de la actitud que debemos
asumir. Durante este tiempo de Cuaresma, es el mismo Señor Jesús
quien nos señala a su Madre. Él nos la propone como modelo
perfecto de acogida a la Palabra de Dios. María es verdaderamente
dichosa porque escucha la Palabra de Dios y la cumple (Lc 11,28).
Caminemos en compañía de María la senda que nos conduce a
Jesús. Ella, la primera discípula, ciertamente es guía segura en
nuestro peregrinar hacia la configuración plena con su Hijo.
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OREMOS EN FAMILIA O CON AMIGOS
LA PALABRA DE DIOS
Primera Semana de Cuaresma 2024
MEDITACION:
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momento en la primera frase: “El Espíritu empujó a Jesús al desierto, y se quedó en
el desierto cuarenta días”. ¡Esto es la Cuaresma: 40 días de desierto!
Por eso, la realidad física del desierto puede ser como un símbolo de la vida
espiritual: es el lugar del desprendimiento de todo lo superfluo; una invitación a la
austeridad y al retorno a lo esencial. Es allí en donde el hombre experimenta su
fragilidad y sus propias limitaciones; el lugar de la prueba y de la purificación. Pero
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también el escenario más apropiado para la búsqueda y el encuentro personal con
Dios en la oración, en el silencio del alma y en la soledad de las creaturas.
(Guardemos unos momentos de silencio y un miembro de la familia o del grupo puede aportar
su conclusión personal y decir cuál será su compromiso para acompañar a Jesús en su Pascua,
al final se lee la oración)
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Oremos:
Señor Jesús, te damos gracias por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad
del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza
para seguir lo que tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu
Madre, podamos no solo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que
vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los
siglos. Amén.
Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte
alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente
blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les
aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos
tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. En realidad no sabían lo
que decían, porque estaban asustados. Se formó entonces una nube, que los cubrió
con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: “Este es mi Hijo amado;
escúchenlo”.
En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que
estaba solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no
contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre
los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí qué querría decir
eso de ‘resucitar de entre los muertos’. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
9
MADRE SANTISIMA DE GUADALUPE, ayúdame a hacer vida las
palabras de Tu Hijo Jesús y poder vivir con mayor fe, esperanza y caridad
esta Cuaresma, siendo más misericordioso con mi familia, mis parientes,
vecinos y amigos….
MEDITACION:
Hoy parece ser el día de la revelación del Señor. Nos ha asegurado que
algunos de los presentes no morirían sin ver la gloria de Dios. Pues bien, ya nos lo
ha mostrado el evangelio: “...y se transfiguró delante de sus discípulos...” Durante
su vida terrena, no solo hubo una sola transfiguración, sino que hubo más
revelaciones o manifestaciones de su divinidad: el Nacimiento anunciado a los
pastores, la voz que clama al salir Él de las aguas después de su bautismo, la entrada
en Jerusalén, la Eucaristía, su muerte en la Cruz, su resurrección y ascensión a los
cielos...
Pero, ¿cuáles son las transfiguraciones de Cristo son parte de mi vida? Parece
ser que hay una que todos los días se lleva a cabo: la consagración del pan y del vino
en su Cuerpo y su Sangre. Esa es la mayor manifestación que hay en nuestros días.
Allí no están presentes ni Elías ni Moisés, sino la Trinidad que nos da la certeza de
estar presenciando un acto misterioso y milagroso a la vez.
Cristo nos invita a verle en la Eucaristía con ojos de fe, y decirle como Pedro:
¿qué bien se está aquí, Señor? Él nos está esperando para que le encontremos en el
sagrario. Él está allí, y se te transfigurará solo si estás dispuesto a seguirle con
humildad y amor.
Oremos:
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Señor En medio de las tareas de cada día, a veces no encuentro nada más que
lucha. No lo comprendo, Señor. ¿Por qué hay que luchar? ¿Por qué hay que sufrir?
A veces, quería rendirme ya y dejar todo sin terminar. Me duele todo: el cuerpo, el
corazón, la cabeza. ¿Merece la pena luchar, si, en el fondo, no sabes dónde y cuándo
terminará todo? Dicen que la vida es un “CAMINAR” y no un “LLEGAR”. Dicen
que nunca llegaremos donde queremos. Después de terminar una tarea,
empezaremos otra vez a hacer otra. ¿Hasta cuándo? ¿Dónde encontraremos
descanso? El sufrir forma parte del proceso de vivir. Es difícil comprender, y aún
más difícil creer que “para vivir hay que morir”. En medio de mis incomprensiones,
ayúdame a creer en ti, Señor; ayúdame a confiar en las posibilidades y capacidades
que me has regalado. Muéstrame tu rostro, para que vea y experimente tu presencia
y amor; para que, al final, pueda decir: “¡Estoy aquí, Señor!”. Nunca he
comprendido, pero al menos he creído en ti, en ti he confiado. Por eso te sigo y me
entrego a ti. Amén.
Queremos unirnos con todos nuestros hermanos y hermanas que sufren las
consecuencias de la guerra, de la violencia, la migración, la pobreza Coloquemos
en las manos maternales de María a todos los enfermos, los ancianos, los más
débiles y desprotegidos, especialmente oremos por todos nuestros hermanos y
hermanas migrantes, por aquellos que han desaparecido, por aquellos que están
injustamente privados de su libertad por causas políticas y sociales. De manera
especial queremos pedir por aquellos que han muerto a causa de la violencia, de
la corrupción, del narcotráfico, que Dios Padre misericordioso los tenga en su
Reino.
“ ….. el Señor nos llama a poner atención en los signos de los tiempos, en la vida
de las comunidades y en el sentir de cada persona, porque el pueblo mexicano está herido
por una guerra fratricida, ajena al deseo que el Padre de Cristo ha manifestado en el mensaje
materno de Guadalupe. ¿Cómo estamos edificando la “casita” de consuelo, la
familia…donde prevalece la justicia y la paz? (CEM Proyecto Global de Pastoral PGP-
2031-2033 No. 13)
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Recordemos que Jesús hizo nuestro camino, el camino de todos los días, el
camino de hacerse uno de nosotros, para que nosotros lleguemos a Dios Padre.
Ahora el camino de la cruz nos hace hermanos, porque viendo el sufrimiento del
Hijo del Hombre, nos sentimos representados y también animados a vivir como El
dando la vida unos por otros, ha restaurado nuestra vida, sanado las heridas y
quitados los odios, divisiones y luchas de unos con otros.
Celebrante:
R/. Amén.
Celebrante:
Oremos.
Breve pausa de silencio.
R/. Amén.
PRIMERA ESTACION
JESÚS ANTE PILATO
12
“Jesús compareció ante el gobernador, que le preguntó: “Eres tú el rey de los judíos? Jesús
contestó: “Tú lo has dicho”. Estaban acusándolo los jefes de los sacerdotes y las autoridades
judías, pero él no contestó nada “
Meditación.
Te condenan, Señor, injustamente. Te condenan las autoridades de la época,
tanto las civiles como las religiosas. Te condena el Sumo Sacerdote y también
Pilato, prefiere su posición personal, su propia verdad. La justicia es pisoteada por
la cobardía, por miedo a la prepotencia del poder dominante, sucede siempre los
inocentes son maltratados, condenados y asesinados.
ORACIÓN:
Míranos, Jesús, precisamente ahora que somos juzgados. Solo tú, Jesús, nos
puedes entender, nos puedes dar ánimo, puedes decirnos palabras de verdad,
incluso si nos cuesta entenderlas. Danos la fuerza para no juzgar a quienes me
rodean, con quienes convivo.
PADRE NUESTRO...
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SEGUNDA
ESTACION
CARGAN A JESUS CON LA CRUZ
Meditación
Te cargan, Señor, con la cruz, esa cruz que era instrumento de muerte, de
suplicio, de vergüenza; la llevas hasta al monte Calvario y en ella has ofrecido tu
vida. Llevaste sobre los hombros el peso de nuestros dolores, enfermedades y
pecados de la humanidad. Tú soportas ese peso por amor.
Nosotros cuantas veces ponemos cruces sobre las espaldas de nuestros
hermanos y hermanas, la cruz de la indiferencia, la cruz del mal trato, de la palabra
hiriente, de la ironía, de la violencia verbal y física. Cuantas veces cargamos estas
cruces sobre nuestra familia, nuestros compañeros de trabajo o de escuela, entre
vecinos, parientes y amigos.
(Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
Señor, lo grave es que hemos contribuido a tu dolor, cada vez que no hemos
amado, o hemos echado las culpas sobre los demás, o cuando no nos hemos
perdonado llenos de soberbia, o cuando queremos tener siempre razón,
humillando a los demás. Jesús, hemos olvidado que nos dijiste: “… cuanto lo hiciste
a uno de estos, a mí me lo hiciste”.
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PADRE NUESTRO...
TERCERA ESTACION
JESUS CAE POR PRIMERA VEZ
Meditación
Caes, Señor. El peso de nuestros pecados te hace caer. Nosotros también
caemos, por nuestras debilidades, por nuestras miserias, por nuestra maldad, pero,
Tú te levantas, no te quedas caído, sabes ponerte en pie y ayudarnos. Pero
nosotros, con nuestros juicios y críticas, por nuestro egoísmo, no ayudamos al
prójimo a levantarse. No nos compadecemos.
(Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
Señor Jesús, ayúdanos porque hemos caído.
Danos la fuerza para saber levantarnos y ayudar a otros a levantarse.
Que no nos dejemos vencer por el desaliento o por la realidad violenta de la
inseguridad, la mentira y la corrupción que nos rodea. Danos, Señor, la fuerza de
la esperanza.
Madre Santísima de Guadalupe, ayúdanos a vencer nuestros egoísmos nuestros
prejuicios, ayúdanos a entender qué es la fuerza de la esperanza, lo que
necesitamos para levantar a quien esta caído, olvidado y marginado.
PADRE NUESTRO....
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CUARTA ESTACION
JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE
Del Evangelio de Lucas: “Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: “Este Niño será
causa de caída y elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción y a ti misma,
una espada te atravesará el corazón». Su madre conservaba todo esto en su corazón” (Lucas
2, 34ss)
Meditación
Encuentras a tu madre, Señor. Ella está ahí, cerca de ti y ha estado a lo largo
de toda tu vida: en Belén, en Egipto, en Nazaret, en Caná de Galilea, durante tu
vida pública, en el camino de la cruz y al pie de la cruz.
Tus discípulos han huido, pero Ella no, está allí, con el valor y la fidelidad
y el amor de una madre, y con su fe, resiste en la oscuridad y la maldad.
Tu Madre está, callada, atenta, silenciosa, amable y preocupada, sin quitar
los ojos de Ti, su Hijo amado. Gracias, Señor, por habernos entregado a tu Madre
como madre nuestra y está cerca de nosotros.
(Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
Gracias, Madre Nuestra de Guadalupe porque desde 1531, estas con nosotros
uniéndonos como Pueblo de Dios, ayúdanos en estos tiempos tan difíciles, tan
llenos de violencia, de rencor, de venganza. Ayúdanos a sacar de nuestros
corazones la maldad, la crueldad, la violencia.
Santa María de Guadalupe, Madre del Señor,
Tú has creído desde el momento de la anunciación
y ahora, de pie junto a la cruz, en la hora más oscura del mundo,
te has convertido en Madre de todos los creyentes, en la Madre de la Iglesia,
defiende nuestra patria y conserva nuestra fe.
PADRE NUESTRO
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QUINTA ESTACION
EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ
Del Evangelio de Mateo: “Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón,
y le obligaron a que cargara con la cruz de Jesús. (Mt. 27,31-32 )
Meditación
Era un hombre común que de pronto se encontró con Jesús condenado a
muerte que llevaba su cruz. Simón ni se lo imaginó, ni lo sospechó, pasó a la
historia por haberte ayudado, movido por la compasión, te ayudo con tu carga
para llegar al Gólgota.
Madre nuestra de Guadalupe, gracias por ser quien ayuda a nuestros hermanos y
hermanas que no tienen ya fuerzas para continuar con su vida y sales a su
encuentro con Madre misericordiosa.
PADRE NUESTRO...
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SEXTA ESTACION
LA VERÓNICA ENJUAGA EL ROSTRO DE JESÚS
Del Evangelio de San Mateo: “Jesús se encontraba en Betania, sentado a la mesa, en casa
de Simón el leproso. Se le acerco una mujer con un frasco como de mármol lleno de un
perfume muy caro, y se lo derramo en la cabeza... y Jesús dijo: lo que hizo conmigo es
realmente una buena obra” ( Mt. 26,6-7.10 )
Meditación
(Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
Santísima Virgen de Guadalupe, tú que te has quedado en la tilma
de nuestro hermano San Juan Diego Cuautlatoatzin,
ayúdanos a ver en cada uno de nuestros hermanos,
la viva imagen doliente de tu Hijo Jesús,
PADRE NUESTRO....
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SEPTIMA ESTACION
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
Meditación
Señor Jesús, no sabemos si te caes porque te empujaron o porque te
tropezaste, o porque estás al borde de tus fuerzas. Pero sí sabemos que nosotros
muchas veces te hacemos caer en la persona de nuestros prójimos, los derribamos
con la torpeza de nuestras palabras y nuestros gestos, los derribamos con nuestra
hipocresía e indiferencia.
Señor, sabemos que nos hemos equivocado y nos hemos dejado vencer por
las tentaciones del mundo, quizá por sus espejismos y sus mentiras. Nos hemos
acostumbrado a descalificar, a enjuiciar, a condenar a nuestros prójimos hasta que,
tirados en el suelo, los podamos pisotear, torturar o terminar con su vida. Señor
trasforma nuestra manera de pensar, quita el odio y el rencor de nuestros
corazones. (Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
Señor, perdónanos las tantas veces que hicimos caer a otros por la descalificación,
la burla, la mentira, el falso testimonio. Danos tu gracia para no quebrantar la vida
y la esperanza de nadie con nuestros escándalos y mal ejemplo, que no seamos
obstáculo para la verdad, el perdón y la reconciliación.
Madre Nuestra de Guadalupe, tu Mare del verdaderísimo Dios por quien vivimos,
llena nuestras vidas, nuestras familias de verdad, de perdón de reconciliación, que
cese la mentira, la corrupción, la impunidad en nuestra Patria.
PADRE NUESTRO...
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OCTAVA ESTACION
LAS MUJERES DE JERUSALEN LLORAN POR JESÚS
(Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
Danos, Señor, lágrimas por nuestros pecados, que han contribuido a aumentar la
maldad, la crueldad y la mentira en este mundo. Danos un corazón capaz de
discernir los malos sentimientos y situaciones que hieren al prójimo
Virgen y Madre de Guadalupe, que las palabras de Hijo Jesús, a las mujeres de
Jerusalén, nos ayuden a ver la gravedad del pecado y la maldad de nuestras obras.
Madre ayúdanos a cambiar y ser más compasivos y misericordiosos.
PADRE NUESTRO
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NOVENA ESTACION
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
Del Evangelio de Juan: “Jesús dijo: El que no tenga pecado, que tire la primera piedra ...
y dijo a la mujer: Vete y no peques más” ( Jn. 8,7-11)
Meditación
Cristo Jesús, danos un corazón sensible para darnos cuenta de que nuestras fallas
lastiman a los demás. Perdona también a nuestra Iglesia, a nuestra Patria, a
nuestras familias, porque no aprender de nuestros errores y no salirnos de las
cadenas del mal, la injusticia, la mentira, las falsas apariencias, que nos atan, nos
oprimen, nos esclavizan. Señor, danos coraje para levantarnos de nuestras
repetidas caídas y no volver a pecar más.
PADRE NUESTRO.
Meditación
PADRE NUESTRO...
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V. Santa María de Guadalupe,
R. Salva nuestra Patria y conserva nuestra fe.
UNDECIMA ESTACION
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
Te clavan a una cruz, Señor, Te fijan tus manos y tus pies. Tú estás clavado
en nuestra historia y contigo también están clavados nuestros pecados, nuestras
maldades, nuestras injusticias, nuestras enfermedades y sufrimientos y todo lo has
transformado llenándolo de perdón, bondad, justicia y dolor salvífico. Tú has
dicho que el que quiera salvar su vida, la perderá, y el que la pierda por Ti y por
el evangelio la salvará.
(Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
Señor, tu cruz, tu entrega es una llamada en nuestra vida.
Tu entrega generosa es una invitación a la generosidad del amor.
Tú dijiste: No me quitan la vida, sino que la doy por propia voluntad. Danos,
Señor, el coraje de ofrecernos contigo cada día.
Santa María de Guadalupe, ayúdanos, a tomar nuestra cruz de cada día y hacer de
ella una ofrenda para los demás. Ayúdanos a vivir ofreciéndonos cada día con tu
Hijo Jesús en bien de nuestros prójimos, especialmente los más pequeños, los más
vulnerables, los más olvidados.
PADRE NUESTRO
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DOCEAVA ESTACION
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Meditación
Señor Jesús, mueres en la cruz, entregas tu vida, la das hasta el último
aliento. Te contemplamos muerto y clavado en la cruz, lo has dado todo por
nosotros. Ingresar en los abismos de la muerte para sembrar vida, llegas a los
abismos de las tinieblas para llenarla de tu luz. Gracias Señor por salvarnos.
(Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
Cristo Jesús, te contemplamos con la gratitud de los que se saben perdonados por
Ti. Perdona nuestros pecados personales y sociales, perdona tantas atrocidades en
contra de la humanidad, perdón y clemencia, perdón y piedad.
PADRE NUESTRO.
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DECIMO TERCERA ESTACION
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y ENTREGADO A
SU MADRE
Del Evangelio de Juan: José de Arimatea, pidió permiso a Pilato para retirar el cuerpo de
Jesús y Pilato se lo concedió. Vino y retiró el cuerpo de Jesús.(Jn. 19,38)
Meditación
Señor, te bajan de la cruz, Señor. Vas a las manos de tu madre. Ella te recibe,
no ya como el Niño recién nacido en Belén, sino como el fruto maduro arrancado
del árbol de la cruz y lleno de vida y esperanza.
Los brazos de tu Madre María son también los brazos de la Iglesia, brota de
Tu costado traspasado por la lanza del soldado, tu corazón abierto nos transforma
en tus discípulos y misioneros. (Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
Cristo Jesús, impregna nuestro corazón con tu presencia, para que no sepamos otra
cosa más que hablar de tu amor, de tu Palabra, de tu presencia salvífica en medio
nuestro. Tú te pones en nuestras manos en cada Eucaristía, para que te amemos,
para que valoremos tu entrega por nosotros, para que nos alimentemos de tu
Cuerpo Glorificado.
Santa María de Guadalupe, has que sepamos vivir la Encarnación del Verbo, como
Tú la viviste desde el primer SI. Tu que le diste sangre de tu sangre en tu
inmaculado vientre, ayúdanos decir como San Pablo “ya no soy yo el que vive,
sino que es Cristo que vive en mí”. Ven a nuestra vida a nuestras familias y
llénanos de tu SI.
PADRE NUESTRO
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DECIMO CUARTA ESTACION
JESÚS ES SEPULTADO
Meditación
Señor, te sepultan, pareciera por un momento que ganó el mal, que ganó la muerte,
la injusticia, la maldad, la intriga, la mentira. Pareciera que el mal a triunfado. Pero
NO, ahora nos toca en esperanza, aguardar al tercer día, el sepulcro no es derrota,
sino victoria, el triunfo del bien sobre el mal.
(Pausa de Silencio)
ORACIÓN:
PADRE NUESTRO...
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ORACION FINAL
Estamos cansados del camino, pero tú nos confortas en la fracción del pan para
anunciar a nuestros hermanos que en verdad tú has resucitado y que nos has
dado la misión de ser testigos de tu resurrección.
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y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies
las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos
siempre de todos los peligros,
Oh, Virgen gloriosa y bendita.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén
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