Una Estrategia de Prevencion en Consumo
Una Estrategia de Prevencion en Consumo
Una Estrategia de Prevencion en Consumo
FERNANDO GUTIERREZ
Secretario de Salud Departamental
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Gobernación del Valle del Cauca: Secretaria de
Salud Departamental
2013©
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Imagen de portada de http:/ / www.timeout.com/ penang/ arts-and-entertainment/ event/ title/ The-Art-E-Space-Teen-Art-Club
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“Al principio la droga te pone eufórico. Es como
ganar un campeonato. Y pensás: mañana qué
importa, si hoy gané el campeonato. La droga es
como un pac man que te va comiendo”
Diego Armando Maradona
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Tabla de Contenido
Introducción..........................................................................................................................6
Educación no información....................................................................................................18
Articulación entre la escuela y el tiempo libre......................................................................19
Sostenibilidad........................................................................................................................20
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Introducción
Las causa del inicio del consumo según algunos autores se deben a diversos factores. Y
pueden diferenciarse entre aquellos correspondientes al propio del sujeto o Factores
individuales, tales como: organización psicológica, valoración de sí mismo, autocontrol,
búsqueda de sensaciones. También el inicio del consumo se encuentra influido por factores
externos al individuo o Factores sociales (escolarización, características de la vecindad,
relación entre pares, relaciones familiares) (Calleja, García Señorán, González; 1996) Esta
problemática no solo afecta al individuo aislado, sino que tiene una clara influencia en
todos los sistemas de relaciones donde se desenvuelve como su hogar, la escuela y la
comunidad (Burrone, Bueno, Costa, 2010)
6
recientes (Farhat 2011; Alfonso, Media, Espada 2009; Sirvent, 2007) El uso recreativo de
sustancias se encuentra además influido por factores macro sociales como las practicas
culturalmente aceptadas como fiestas, rituales de iniciación dentro de grupos sociales y
percepción social de las sustancias i:e el alcohol como componente de fiestas, la percepción
asociada al consumo de cigarrillo como “moderno” “fresco” o el consumo de marihuana es
“propio” de “rebeldes” o “irreverentes”.
Este trabajo tiene como objetivo principal Presentar una estrategia para la prevención de
consumos de sustancias orientada hacia la población escolar en los centros educativos de la
ciudad Cali. Esta estrategia esta basada en la más reciente caracterización de factores de
riesgo asociados a consumo experimental y recreativo, realizada por el Hospital
Psiquiátrico Universitario del Valle. El trabajo que a continuación se presenta es el
producto del equipo de investigación para el producto 2.8 del plan operativo anual (poa)
2013 y se encuentra enmarcado en el convenio 0684 de 2013 entre el HPUV y la
Secretearía Departamental de salud.
Por ultimo, en la parte final del documento se presentan un ensayo por sobre como podría
ser posible articular una nueva propuesta de este tipo con los trabajos ya existentes y
estrategias que se han desarrollado en los ultimo años con e fina anudar esfuerzo en esta
problemática que, según las cifras lejos de desaparecer continua en aumento.
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Resultados del Estudio Sobre el Consumo de Sustancias
Psicoactivas en las Instituciones Educativas de la Ciudad de
Cali2
Tabla I. Resumen de la distribución por edad y grado escolar de los jóvenes participantes en la recolección
de los datos cuantitativos
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Para una revisión detallada del estudio, sus instrumentos y metodología véase el informe de actividades
investigativas producto 2.8 convenio 0684 2013, por Juan Felipe Martínez Flórez
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general estudiada. En segunda instancia se agrupan los resultados más relevantes de
acuerdo al consumo de sustancias en relación con los factores de riesgo indagados.
De manera general, un primer panorama de la prevalencia de consumo en relación a la
sustancia nos muestra que el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por los
jóvenes de la ciudad, seguida por el cigarrillo y la marihuana. La cocaína, los inhalantes y
las drogas sintéticas ocupan los últimos puestos entre los jóvenes de las instituciones
públicas. (Véase tabla II)
Este primer panorama general nos muestra una prevalencia de consumo de al menos una
vez en la vida bastante alto para todas las sustancias. Específicamente, en el caso de
sustancias legales como en el caso del licor nos señala que prácticamente uno de cada dos
jóvenes lo ha consumido y lo consume regularmente. Para el caso del cigarrillo pese a que
la cifra de al menos una vez en la vida es alta (30,1%) llama bastante la atención que su
prevalencia de uso en los últimos 30 días es incluso más baja, lo cual es un dato interesante
a contrastar mas adelante con las ideas de los jóvenes.
La cocaína también registra un porcentaje de al menos una vez en al vida relativamente alto
y marca un consumo en los últimos 30 días cercano al 5%. En otra instancia, es
significativo el porcentaje obtenido por las drogas sintéticas, cerca del 6% de los jóvenes ha
experimentado con ellas al menos una vez en su vida, este es un porcentaje importante que
puede estar relacionado con la proliferación de la oferta de este tipo de sustancias en los
últimos años en nuestra sociedad.
Hablando de las edades de inicio de consumo, entre los jóvenes que reportaron haber
consumido alguna sustancia al menos una vez en la vida, vemos que el panorama es
bastante interesante para el caso de las sustancias con mayor nivel consumo.
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Sustancia/ Edad de 7-10 10-13 13-15 años 15-18 años
inicio años años
Alcohol 3,9 20,7 17,4 5,7
cigarrillo 2,6 22,7 7,2 1,3
Alguna sustancia ilegal 2,8 5,2 8,9 1,9
como: Marihuana,
Cocaína o inhalantes,
drogas sintéticas
Tabla III. Edades de inicio de consumo par aquello que repostaron haber consumido
alguna sustancia legal o ilegal al menos una vez en la vida.
Como pude apreciarse en la tabla III, las edades de inicio varían entre el tipo de sustancias
y pese que las edades más tempranas registran un porcentaje menor, este porcentaje es
significativo y merece atención. Para el caso del alcohol y el cigarrillo las edades de inicio
de consumo con un porcentaje más alto se ubican entre los 10 y 13 años. Sin embargo para
el caso del alcohol el periodo entre los 13 y 15 continúa siendo crítico registrando un
porcentaje bastante significativo. Para el caso de las sustancias ilícitas, el periodo crítico se
comprende entre los 13 y 15 años, sin embargo entre los 10 y 13 años también se registra
un porcentaje significativo. Se puede apreciar que para todas las sustancias que en las
edades tardías el porcentaje de inicio de consumo es comparativamente bajo en relación a
los periodos precedentes. En cuanto a las edades promedio de inicio de consumo de licor en
relación al genero, tenemos que en promedio que la mayoría de las mujeres inician su
consumo entre los 13 y 14 años con un 26,3% para este margen de edad y los hombre un
poco antes entre 12 y 13 años 24,1%, si bien este datos es solo la edad en la que mayoría
inicia pues como se pudo apreciar se registran edades de inicio antes de los 10 años.
Los anteriores resultados si bien muestran que la mayoría de los jóvenes que han
consumido sustancias psicoactivas lo han hecho bajo conocimiento de causa del daño
potencial de dichas sustancias, también muestran que un porcentaje significativo de los
jóvenes no percibe riesgo de daño en dichas sustancias. De igual forma, si se observa
detalladamente los porcentajes se puede apreciar que ante este tipo de preguntas se observa
un leve incremento en el porcentaje de consumo de sustancias como marihuana y cocaína
respecto a las preguntas directamente sobre el consumo de dichas sustancias.
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Llama la atención el caso de la marihuana puesto que en comparación con el porcentaje de
las demás muestra una percepción de riesgo mayor en relación con el consumo “bajo
conocimiento del riesgo” de la otras sustancias. Igualmente, llama la atención que cerca del
10% de los jóvenes no percibe riego en el cigarrillo, siendo dicha sustancia, una sobre las
cuales más se han realizado intervenciones en pos de divulgar sus riesgos para la salud. En
cuanto al genero se encontró que, son lo hombres quienes tienden a tener una percepción de
“no daño de las sustancias” en comparación con las mujeres. Son las mujeres quienes
registran mayor porcentaje en “es dañino pero lo consumo”. Es decir las mujeres tienden a
consumir bajo reconociendo los riesgos de la acción en mayor medida que los hombres.
Respecto a otros factores reportados previamente en la literatura (De La Villa et: al (2011;
Farath 2011; Burrone, et:al 2010) como factores de riesgo individual como la actitud hacia
la norma, rebeldía, y la capacidad de autocontrol. El conjunto general de los jóvenes poco
más del 60% percibe su propia conducta como dentro de los limites establecidos.
En la segunda grafica vemos que, un 44,7% de los jóvenes considera que no es posible
hacer un uso de sustancias psicoactivas en contextos o situaciones recreativas sin llegar a
caer en una “adicción”. Mientras un 13,1% considera que probablemente no es posible. En
contraste, un 17,4 % considera que si es posible tener un uso en determinados contextos de
sustancias psicoactivas sin ser adicto y un 7,7% considera que si es definitivamente posible.
Estos resultados, muestran que alrededor del 50% de los jóvenes comparte la creencia que
es “probablemente” posible manejar un consumo “regulado” de sustancias psicoactivas
limitado a ciertos contextos o situaciones. Este resultado, evidencia que las creencias de los
jóvenes respecto al riesgo de uso de las sustancias son un factor de riesgo importante puesto
que, no se percibe un riego mayor en el consumo y un buen porcentaje de los jóvenes, cerca
de la mitad considera que es posible “controlar” el consumo y que el uso recreativo de las
sustancias no implicaría necesariamente la adicción.
En igual forma los jóvenes reportan en un porcentaje significativo que tiene en su círculo
de amistades amigos consumidores. Un 44,9% de los jóvenes reportan que en su círculo
alguno de sus amigos consume alguna sustancia legal o ilegal de manera regular mientras
un 27,7% no sabe si alguno de sus amigos consume y tan solo un 27,5% asegura no tener
amigos consumidores. En este mismo tópico, y frente a preguntas sobre si aceptarían la
eventual invitación de un amigo a consumir los jóvenes reportaron de manera diferente
según la sustancia. Para el caso del alcohol, respondieron que definitivamente si, o
probablemente si aceptarían la invitación el 30,2% y para el caso del ofrecimiento de un
cigarrillo un 10,5%. En el primero de los casos quizá el elevado porcentaje se deba al factor
cultural asociado al alcohol en nuestra sociedad el cual es entendido y visto como un
elemento que sirve para amenizar las fiestas y “unir” a los amigos. En última instancia, este
tópico se presenta como una factor de riesgo social con prevalencia importante, pues como
veremos más adelante, los jóvenes expresan que en el circulo de amistades es done mas
rondan las sustancias y donde es mas fácil conseguirla, así mismo en dichos círculos
muchas veces sienten la presión del grupo y su “curiosidad” al ver otros consumir se
incremente por “saber que se siente”.
Ahora bien ¿como es percibido el papel de la escuela y la educación por parte de los
jóvenes en cuanto al consumo? Este es un tópico interesante, puesto que, si bien la
educación puede considerarse como un factor protector si este no esta funcionando
adecuadamente la escuela podría entonces percibirse como un factor de riesgo (Véase tabla
V)
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Pregunta /Respuesta SI NO No lo Sé
¿Te han enseñado en alguna 49,9 39,3 9,9
de tus clases, o en la escuela te
dan información sobre los
peligros de beber alcohol?
¿Te han enseñado en alguna 66,0 27,7 11,3
de tus clases o en la escuela te
dan información sobre los
peligros de experimentar con
drogas ilícitas?
¿Te han enseñado en alguna 39,4 49,9 10,7
de tus clases o en la escuela
como decir a otros que no
deseas consumir alcohol o
drogas?
La anterior tabla, nos muestra que alrededor de la mitad de los jóvenes percibe que la
educación que se les brinda en las instituciones educativas no les brinda elementos que les
permitan negociar con situaciones en as que se involucre el manejo de sustancias
psicoactivas. En el caso del alcohol, podemos observar que el 39,3% de los jóvenes reporta
no haber recibido información de ninguna instancia de su escuela sobre lo peligros de
consumir alcohol. En el caso de las drogas ilícitas la cifra es un poco mas baja el 27,7% de
los jóvenes reporta no haber recibido información sobre el tema en su institución educativa.
Pero para el ultimo ítem, referente a si en al escuela se les ha brindado algo mas que
información, o si se les ha brindado elementos que les permita eludir situaciones o personas
que los inciten a consumir cualquier tipo de sustancia vemos que el 49,9% de los jóvenes
dice no haber recibido ningún tipo de apoyo en este tema, y un 10,7% no sabe o no conoce
si este tipo de formación la ha brindado la institución. Este resultado es una alerta a las
entidades gubernamentales encargadas de realizar trabajo en prevención del consumo de
sustancias puesto que se puede evidenciar que los jóvenes podrían no percibir la institución
educativa que les esté brindando elementos de protección frente al consumo dejándoles la
decisión a los jóvenes mismos.
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Conclusiones del estudio en torno al consumo de sustancias en las
instituciones educativas de la ciudad de Cali
Puede denotarse en los resultados que el alcohol es la sustancia psicoactiva más usada por
los adolescentes. La principal fuente de consecución de alcohol es de los amigos seguido de
la propia casa y teniendo en cuenta la corta edad de la población encuestada es preocupante
que el 50% haya consumido al menos una vez en su vida, llegando a embriagarse un 35%.
Lo anterior, nos lleva a reflexionar sobre el grave descuido o quizá con toda consciencia e
intencionalidad de sectores industriales y de publicidad ante la difusión indiscriminada de
diferentes licores como acompañantes perfectos para toda ocasión, signo de libertad,
autonomía, diversión. Al mismo tiempo, hay que hacer un llamado de atención sobre el
lugar de la familia como precursor de este consumo, que por ser socialmente permitido y
aceptado, se desdeña el daño que se hace con el “ejemplo” poco acertado que perciben los
adolescentes. Sin dejar de lado el consumo del cigarrillo que al igual que el alcohol está
enmarcado en una cultura de diversión, libertad, estar a la moda, cotizarse entre las chicas o
chicos, en fin, puede evidenciarse en los jóvenes una visión distorsionada, en la que poco
se perciben los riesgos sobre el organismo y lo que representa a nivel de las necesidades o
problemáticas emocionales y/o sociales que encubre.
En relación a los factores de riesgo, existe una fuerte indicio en la información recopilada
que en los jóvenes hay una fuerte tendencia a incurrir en el uso experimental a partir de la
curiosidad, la necesidad de experimentar nuevas sensaciones, y un componente asociado a
la inestabilidad emocional. En esta misma línea son comunes las creencias de riesgo
disminuido en ciertas sustancias como la marihuana y el alcohol. En la primera de estas los
jóvenes aseguran que al ser “natural” no representa mayor riesgo para la salud y por o tanto
no seria inadecuado consumirla; en el caso del alcohol los excusan su uso en el carácter
legal de la sustancia y su aprobación social. En cuanto a los factores de riesgo a nivel
social, se evidencia una fuerte tendencia en los jóvenes a dejarse llevar por la influencia en
sus prácticas de pares y amigos. De igual, el contexto familiar y la aprobación en dicho
contexto del consumo de alcohol, se convierte en factor de riesgo que podría incidir en la
alta tendencia de los jóvenes hacia su consumo e inicio temprano de tal consumo. En última
instancia se observa una fuerte influencia en factores externos del medio como los medio de
comunicación, publicidad, películas o programas de televisión, los jóvenes refieren que
constantemente ven publicidad y referencias en los medios al consumo de alcohol o drogas
como algo común y libre de riesgo.
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experiencia? Es decir, es sabido que la juventud sea una etapa de exploración, pero porque
el consumo de sustancias se tiñe en nuestra sociedad bajo un aura tal que casi siempre que
un joven piensa en experimentar algo nuevo este algo nuevo ¿tienen que ser las drogas?
Otra de las causas o factor de riesgo que se puede inferir en los jóvenes es el uso recreativo
de sustancias con el fin de obtener sensaciones placenteras. Uno de los argumentos mas
referidos por lo jóvenes durante los grupos de discusión, es el uso de sustancias para
“sentirse bien” o como lo expresa otro joven más enfáticamente “la marihuana... se podría
consumir porque ayuda a sentirse bien” En muchos de estos casos, los jóvenes
argumentan que las drogas producen sensaciones de bienestar. Por ejemplo en las fiestas se
bebe alcohol para “sentirse mejor” o se consume determinada sustancia para aumentar el
placer. En este sentido, y al no querer entrar en el juego de dar la razón de que una
sustancia determinada sea el cáliz dador de felicidad, puede uno preguntarse ¿están tan
insatisfechos y frustrados los jóvenes que no perciben en su medio experiencias lo
suficientemente significativas y debe busca “atajos” hacia su bienestar?
Podría argumentarse que lo jóvenes perciben las sustancias psicoactivas como un “atajo”
hacia el bienestar y el placer al que consideran difícil de adquirir a través de los logros
sociales o académicos. Es decir los jóvenes dan cuenta de cierta incapacidad para
reconocer, y generar por oro tipo de situaciones emociones positivas y tienden a percibir las
sustancias como una forma de generar placer y evadir las emociones negativas. Entonces,
tenemos que los jóvenes se encuentran insatisfechos, son vulnerables, se sienten
desubicados y andan en una constante búsqueda de experiencias ¿como los guía la
institución educativa para evitar que las drogas se conviertan en su respuesta? Quisiera
poder decir que la institución educativa se convierte en un agente capaz de brindarles
algunos elementos que les permitan a estos jóvenes sortear las dificultades, pero la menos
la mitad de los jóvenes no lo considera así. Ante la pregunta ¿Te han enseñado en alguna de
tus clases o en la escuela te dan información sobre los peligros de experimentar con alcohol
o drogas ilícitas? El 39% de los jóvenes respondió que no y un 9,9% respondió que no
sabía si les habían dado algún tipo de información. En esta misma línea ante la pregunta
¿Te han enseñado en alguna de tus clases o en la escuela como decir a otros que no deseas
consumir alcohol o drogas? El 49,9% respondió que no y un 10,7% que no sabia o no
estaba seguro si les habían hablado de esto. En otras palabras, los jóvenes no perciben que
su institución educativa les brinde elementos que les ayuden a sortear situaciones de
consumo o probable consumo. Lo cual, junto a las creencias erróneas sobe las drogas, nos
pone de manifiesto que los jóvenes están aislados de otro sectores sociales y no cuentan con
apoyo para orientarse, no solo respecto al uso de sustancias sino también respecto a como
afrontar los hechos de su estado del desarrollo y las decisiones a las que deben enfrentarse
Los resultados encontrados dejan bastantes preocupaciones a revisar tanto a los educadores
como las instituciones gubernamentales encargadas de intervenir esta problemática. La
progresión del uso de sustancias por parte de los jóvenes parece consistente y con cierta
tendencia a aumentar. Los jóvenes perciben que las intervenciones en torno a esta
problemática no esta acorde con sus necesidades y siente que en realidad no son tenidos en
cuenta ellos como parte del problema sino como el problema mismo. En este sentido es
urgente re evaluar, la manera como se ha estado abordando esta problemática en los últimos
años de manera tal que nos permitan realizar una comprensión asertiva de los jóvenes,
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quienes son esos jóvenes, y como la sociedad a través de las instituciones educativas y
programas gubernamentales podemos acercarnos a ellos más allá de percibirlos como una
población problemática a intervenir. Entendiendo que no solo se trata de hacer una
intervención o bajar unas cifras, sino que son seres que están aprendiendo a vivir y más que
una prohibición, o un panfleto informativo necesitan una orientación y una oportunidad que
los lleve a desarrollarse de una manera más digna.
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Swadi H. Individual risk factors for adolescent substance use Individual risk factors for
adolescent substance use Drug and Alcohol Dependence 55 (1999) 209 – 224
18
Desarrollando una estrategia en prevención, la importancia del
trabajo articulado
Para contrarrestar los múltiples factores asociados al uso experimental y recreativo del
consumo de sustancias psicoactivos y el impacto o consecuencias es necesario consolidar
una estrategia conjunta participativa, apoyando, fortaleciendo los programas existentes y
las instituciones educativas de forma más efectiva, que atomizar acciones aisladas.
Educación, no información.
A pesar de los grandes esfuerzos de la salud pública de la mayoría de los países del mundo
para la prevención y mitigación del consumo de sustancias psicoactivas, año tras año el
índice de consumo aumenta, incluso los resultados arrojados en la actual investigación de la
Gobernación del Valle del Cauca y la Secretaria de Salud “Caracterización de factores
asociados al inicio experimental y uso recreativo” (Martínez, Osorio 2013) muestran que
“la mayoría de los jóvenes han consumido sustancias psicoactivas bajo conocimiento de
causa del daño potencial de dichas sustancias” y algunos reconociendo los riesgos de la
acción del consumo. En una actual sociedad con mayor accesibilidad a la información no
les resulta difícil a los adolescentes encontrar datos respecto a las drogas pero sin claridad e
información confiable, incluso mucha “información” puede ser contraproducente incitado
aun más a la curiosidad o reforzado creencias y mitos que promueven el consumo o
subestiman las consecuencias.
En la citada investigación también indica que alrededor de la mitad de los jóvenes que
participaron en esta investigación, percibe que la educación que se les brinda en las
instituciones educativas no les proporciona elementos que les permitan negociar con
situaciones que involucre el manejo de sustancias psicoactivas sin elementos de protección
para los jóvenes, datos que reflejan lo ya antes expuesto por muchos investigadores
citados por Botvin (1995) (Bangert-Drowns, 1988; Bruvold y Rundall, 1988; Toble, 1986)
que las aproximaciones en prevención ampliamente extendidas son aun ineficaces, luego
entonces proporcionar solo información no es suficiente para hablar de prevención.
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A esta misma conclusión han llegado la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito Viena, (2004), Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito,
Ministerio de la Protección Social Colombia, (2010), Acero, A, Moreno, G, Moreno, J,
Sánchez, L (2002) y Botvin, G. J (1995), reconociendo que la prevención debe tener por
objetivo la implementación de estrategias que impacten positivamente en los adolescentes
mas allá de la difusión de la información, enfoque que está basado en el supuesto que el
consumo de drogas es el resultado de una decisión racional y que los individuos que eligen
consumir lo hacen porque desconocen los peligros que conlleva y que tomaran una
decisión consistente en evitar las drogas, por tanto la prevención no solo es informar es
también educar, formar, desarrollar habilidades para la vida, que le permitan ser asertivos,
afrontar positivamente las presiones sociales, fortaleciendo los factores protectores y
brindando alternativas para el desarrollo, de espacios de socialización y recreativos.
Es importante señalar que en esta etapa adolescente la figuras representativas son sus pares
como figuras modeladoras, y por tanto está ligada a la fuerte influencia y necesidad de
pertenencia grupal, contexto donde puede iniciarse el consumo de sustancias, y cada vez
con experimentación a más temprana edad, dato relevante, pues cuanto antes se inicie el
consumo de una sustancia, más probabilidades existen de desarrollar problemas asociados
y más difícil será su abandono o proceso de mitigación.
El deporte como una actividad que contribuye a potenciar la protección frente al consumo
además de entrañar beneficios que favorecen la salud, a la estabilidad emocional, biológica
y el desarrollo de valores sociales como la cooperación, la tolerancia y la solidaridad
(Acero, A, y Cols 2002) es una alternativa atractiva entre otras actividades recreativas y
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culturales novedosas y de gusto de los jóvenes como la música, actividades artísticas como
el teatro, los zanqueros, expresión corporal, el baile, el Street Art (graffiti, esténcil, carteles)
útiles, que pueden ser enmarcadas en procesos formativos y desarrollo de habilidades
sociales, puesto que las actividades ofertadas como alternativas deben ser lúdicas y de
participación voluntaria, por ende atractivas y que les resulten placenteras, que les permita
interactuar con otros jóvenes.
En síntesis, la generación de alternativas del uso del tiempo libre como estrategia de
prevención debe apoyarse y alimentarse de otras estrategias para conseguir ser eficaz,
incorporando una amplia movilización de acciones retomando actividades deportivas,
lúdicas, artísticas.
Sostenibilidad
21
Estos programas aislados y limitados al ofrecimiento de información son identificados por
los adolescentes como “poco atractivo”, “lejanos” o que “no contribuye plenamente para
que pueda ejercer “autonomía” o poder de decisión” que se supone deben tener para su
capacidad de afrontamiento, con una percepción de consecuencias a futuro desde su
afloramiento emocional contradictorio y sensación de invencibilidad, llevándolos a tomar
decisiones impulsivas en búsqueda de ganancias y placer sin tener en cuentas las
consecuencias negativas, percibidas como lejanas improbables o ajenas a su vida frente a la
inmediatez de las aparentes “ventajas” a corto plazo del consumo de sustancias
psicoactivas.
En torno a ello y también importante están las apreciaciones por parte de los docentes y
familiares, expresadas en las actividades de campo investigativa psicológico en las
instituciones educativas frente a estos programas en materia de prevención, percibidos
como acciones del estado limitados a dar aperturas cortas pero sin continuidad que
acompañe a la obtención de resultados, la sensación de ser “utilizados” sus espacios
educativos para investigaciones que ellos mismos enuncian “no tienen despliegue o
repercusiones positivas”, quedándose solo en resultados que arrojan actividades como
tamizajes, diagnósticos, caracterizaciones, evaluaciones, pero sin intervenciones claras,
definidas interrelacionadas y comprometidas para encarar la problemática que se refleja en
malestar del ambiente escolar rutinario, así como incremento de la desconfianza con
sensación de “desengaño, falta de apoyo, indiferencia” por parte de la comunidad
educativa, familiares y estudiantes ante los esfuerzos por parte del estado colombiano.
La normatividad colombiana reconoce que los niños niñas y adolescentes son sujetos de
derechos y merecen protección integral con un interés superior y prevalencia de sus
derechos (Art. 7, 8 y 9 Ley 1098) además que deben capacitarlos y protegerlos de manera
integral, siendo obligatoriedad de la sociedad y corresponsabilidad de todos, el estado, la
sociedad y la familia, pero esta función preventiva de seguir con programas aislados se ha
reducido en un espacio en algún tema de asignatura de tipo informativa y responsabilizando
en gran medida a las instituciones educativas, con modelos de corto alcance y sin la
suficiente sostenibilidad para lograr resultados teniendo en cuenta los procesos evolutivos
de los adolescentes y las connotaciones de la psicología social en cuanto a la resistencia al
cambio, entendiéndose por sostenibilidad como “el criterio … sugiere que, como mínimo,
las generaciones futuras no pueden dejarse en peores condiciones que las generaciones
actuales”. (Tietenberg, 1984) Environmental and Natural Resource Economics. Glenview,
IL: Scott, Foreman and C, y “la capacidad del programa para llevar a cabo sus actividades y
servicios de manera continua, en búsqueda del cumplimiento de sus objetivos…”
(Khandker, Khalily y Khan, 1995) citados por Mokate, K (1999)
Se propone con una mirada más amplia y vanguardista acorde a los avances en materia de
prevención, enriquecer los programas de prevención implementando el
entrenamiento de habilidades para ampliar y reforzar las competencias personales, los
factores de protección y de atención primaria, preparando a los jóvenes desde el punto de
vista cognoscitivo, emocional y social para desarrollar aptitudes, habilidades y capacidades
que les provea poder de decisión frente a las problemáticas de consumo de sustancias
psicoactivas, que a su vez tendrá un despliegue útil en otros aspectos de sus vidas en
general, pues constantemente estarán expuestos a presiones ante la toma de decisiones y
22
resolución de problemas, y en especial ante los desafíos de la actual sociedad y etapa de
ciclo vital propia de los adolescentes que los identifica como un grupo etario en riesgo.
23
El Desarrollo de Habilidades Sociales y Toma de Decisiones
como estrategia de Prevención de Consumo de Sustancias
Psicoactivas
Una pregunta frecuente entre los investigadres del tema de prevención en consumo de SPA
se refiere a los factores protectores de este tipo de situaciones entre los adolescentes, ¿qué
hace que un joven tome la decisión de iniciarse en consumo y otro del mismo grupo elija no
hacerlo?, se podrían mencionar mucho factores referentes a las áreas familiar, social,
escolar, personal, que se pueden tomar como factores predisponentes del consumo, sin
embargo, en la actualidad las investigaciones y desarrollos teóricos en torno a la
comprensión de esta problemática se han centrado en el tema de las habilidades y
competencias sociales y emocionales con las que cuentan los jóvenes para afrontar las
diferentes situaciones de la vida, y que les permiten tomar decisiones de manera asertiva
para sí mismos o adoptar comportamientos destructivos y autodestructivos.
Para una mayor comprensión de los elementos a desarrollar en este apartado, es necesario
partir de la definición de inteligencia emocional como la habilidad para reconocer y
procesar la información que transmiten las emociones y sus relaciones con el entorno y, a
partir de esto, razonar y resolver problemas eficazmente. Se puede decir que la
combinación conjunta del sistema emocional y cognitivo favorece un procesamiento de la
información más exacto y adaptativo de la realidad que el proporcionado por ambos
sistemas por separado. El modelo desarrollado por Mayer y Salovey (1997) enumera las
diferentes habilidades emocionales que integran el concepto de Inteligencia Emocional,
desde los procesos psicológicos más básicos (percepción emocional) hasta los de mayor
24
complejidad (regulación de los estados afectivos). El modelo teórico propuesto por los
autores señala cuatro habilidades básicas:
Estos autores también indican que altos niveles de IE son un factor protector del consumo
de tabaco y drogas en los adolescentes. Así, los sujetos con un elevado nivel de IE tendrían
menos probabilidades de fumar o consumir drogas, una mayor percepción de las
consecuencias negativas del consumo y se sentirían más eficaces a la hora de rechazar el
ofrecimiento de cigarrillos u otras sustancias por parte de otros.
Estos estudios señalan la importancia de tener adecuadas habilidades en comprender y
reparar las emociones negativas, así como las habilidades para mantener o prolongar
durante más tiempo las emociones positivas. De esta forma, aquellos estudiantes menos
capaces de reparar su estado emocional serían los que tendrían, por una parte, una mayor
tentación de iniciarse en el consumo de estas sustancias, y por otra, su consumo regular
ayudaría en cierta medida a paliar este déficit emocional.
En este sentido los jóvenes que poseen las habilidades antes señaladas son considerados
como emocionalmente hábiles y bien ajustados, mientras que aquellos que no las poseen
pueden presentar déficits en el funcionamiento social y emocional. Por tanto puede decirse
que el mayor ajuste emocional se produce en personas con altos niveles de comprensión y
regulación emocional y con niveles moderados en percepción emocional, Así Las personas
con altos niveles de atención emocional se caracterizan por estar vigilando constantemente
el progreso de sus estados de ánimo en un esfuerzo por intentar comprenderlos y regularlos.
En esta misma línea, otros estudios Botvin (1995) señalan la relación existente entre distrés
emocional y consumo de tabaco y alcohol en jóvenes Todos ellos indican que las personas
con falta de habilidades emocionales acudirían al consumo de tabaco y/o alcohol como
forma externa de autorregulación emocional. Aparecería un déficit para percibir,
comprender y/o regular adecuadamente sus emociones, utilizando el consumo como forma
de aliviar un estado emocional de tristeza, desagrado, tensión, frustración o aburrimiento.
Puede decirse entonces que las competencias personales a nivel emocional son un elemento
clave en la adaptación a las demandas del medio y serían un elemento protector del
consumo de drogas en la adolescencia Por tanto se hace importante implementar programas
de entrenamiento en las habilidades sociales conceptualizadas en el modelo teórico de
Mayer y Salovey (1997) aplicándolo al contexto de prevención del consumo de SPA de la
siguiente manera:
Regulación emocional: Habilidad para estar abierto a los estados emocionales positivos y
negativos, y habilidades para regular nuestras emociones sin exagerarlas o evitarlas.
26
En este sentido se hace importante entender que dichas habilidades sociales antes descritas
nos permiten, cuando existen, además pedir ayuda, compartir nuestras emociones, expresar
nuestros deseos, defender nuestras opiniones, crear y mantener un círculo de amigos,
conseguir satisfacción en nuestro trabajo, tener influencia sobre otros, y otros muchos
objetivos más, muy variados y muy frecuentes. Puede verse entonces que la habilidad
social mediatiza la probabilidad de conseguir un afrontamiento exitoso de aquellas
situaciones, casi siempre sociales, en las que se produce el inicio del consumo de alcohol,
tabaco u otras drogas.
Así mismo, entre las habilidades sociales mas importantes a desarrollar entre los jóvenes,
como factor protector del consumo de SPA, hay que resaltar el comportamiento asertivo, el
cual incluye habilidades como decir no, expresar opiniones contrarias a las del interlocutor,
hacer y recibir críticas, o expresar emociones, tanto positivas como negativas. Se trata, por
lo tanto, de una parte del concepto más general de "habilidades sociales".
De este modo, los programas a desarrollar en las Instituciones educativas deben enfatizar,
además de las competencias emocionales antes mencionadas, en habilidades como la
empatía, que sirve para llevar adelante las propias decisiones a pesar de la presión de los
demás, sin deteriorar la relación con ellos, la asertividad, entendida como la capacidad para
expresar las propias opiniones, emociones o deseos sin emplear conductas aversivas para
los demás. Este estilo asertivo puede definirse negativamente por su oposición a dos formas
de comportamiento poco útiles como la pasividad y la agresividad, tales habilidades son
clave para ayudar a los jóvenes a desenvolverse con éxito en situaciones que se pueden
considerar como un factor de riesgo para el consumo de sustancias como lo son la presión
de grupo, o la influencia de los medios de comunicación y la publicidad.
Los modelos teóricos antes mencionados, sirven de base y justificación para entender la
importancia del desarrollo de programas de intervención en las instituciones educativas
27
que entrenen a los jóvenes en estas habilidades sociales y emocionales, lo cual se traducirá
a largo plazo en factores de protección contra en consumo de sustancias, en relación con el
desarrollo de la autoestima, el cuidado de la salud y la incorporación de habilidades
sociales, que generen nuevas competencias que les permitan responder frente a diferentes
situaciones cotidianas, y preserven su integridad física y psíquica.
En la medida en que estos conocimientos y habilidades se integren a la visión que los niños
poseen de la realidad, se traducirán en conductas asertivas para con el medio social. La
interacción de los niños entre sí, con el docente y con su medio social, permitirá la
construcción de conocimientos significativos y transferibles a las relaciones sociales.
La finalidad de dichos programas es dotar a los niños de las estrategias de control
emocional necesarias que puedan convertirse en elementos protectores del consumo de
SPA en el futuro. Así, el eje central de la intervención es la formación y el entrenamiento
en la gestión de las emociones, de tal manera que los elementos informativos sobre SPA
sólo se contemplan de manera indirecta
La Toma de Decisiones
Los procesos de toma de decisiones son complejos, mas de lo que en ocasiones nos
detenemos a pensar, pues obviamente son procesos cognitivos que realizamos
cotidianamente sin darles mayor trascendencia, sin embargo se pueden considerar procesos
de resolución de problemas de alto nivel, pues implican en ocasiones valorar, analizar e
integrar gran cantidad de variables para llegar a una respuesta exitosa y adecuada de la
situación con la que nos enfrentamos, teniendo en cuenta consecuencias no solo a corto si
no a mediano y largo plazo que van a repercutir en nuestro bienestar.
Puede decirse entonces que la toma de decisiones permite tener éxito y orientar
adecuadamente el proyecto de vida. Elegir entre varias alternativas la que mejor se adecue
para la resolución de problemas, la inseguridad y timidez interfiere en esa capacidad , tomar
la decisión adecuada implica tener toda la información sobre la situación listar ventajas y
desventajas, tener claras la razones de dicha decisión, tiene que ver con habilidades de
resolución de problemas, donde se tienen diferentes opciones de resolución, se debe elegir
una opción, analizando en profundidad la situación y teniendo en cuenta efectos y
consecuencias a futuro. Este proceso puede definirse según Moreno Arnedillo (2002) en los
siguientes pasos:
Por eso, una de las tareas más importantes de la prevención consiste en clarificar cómo son
las decisiones que adoptan los jóvenes en relación a sus conductas de salud y de riesgo, qué
factores influyen en esas decisiones (el "presentismo", la "presión de grupo",...), y cómo
podemos ayudarles a tomar decisiones a partir de sus propios criterios y valores personales.
28
El entrenamiento en toma de decisiones es sin duda una de las mejores herramientas de que
se dispone para ayudar a los niños y adolescentes a convivir con los riesgos a los que se van
a enfrentar a lo largo de su vida.
En este contexto, desarrollar la capacidad para analizar uno mismo las situaciones y decidir
y actuar conforme a criterios personales constituye un importante elemento de protección
frente a riesgos como el consumo de drogas.
Si los niños y adolescentes están acostumbrados a tomar sus propias decisiones, es más
fácil que sepan afrontar situaciones de riesgo para el consumo tales como la presión de sus
amigos a consumir, el miedo a "quedar mal", o simplemente el hecho de tener que hacer
prevalecer sus propias opiniones en su grupo, aun cuando éstas no sean compartidas por sus
amigos.
En este sentido, "tener claro lo que se quiere conseguir", lo que para uno es importante,
ayuda a tolerar la frustración de tener que privarse de algo a corto plazo para conseguir algo
a más largo plazo pero más importante, o a la de tener que enfrentarse a obstáculos y
problemas que se interponen en nuestro camino hacia la consecución de nuestros objetivos.
30
La Escuela y el consumo de SPA: Una Propuesta para la
prevención en el Contexto escolar
Los sectores de salud y protección social pueden unirse para influir positivamente en el
comportamiento para desarrollar capacitar y propiciar en los jóvenes estudiantes aptitudes,
actitudes habilidades y competencias para que se genere inteligencia emocional, habilidad
social, empoderamiento hábitos saludables, reorganización y seguimiento de su proyecto de
vida real y ejecutable y programas de uso adecuado del tiempo libre en pro del
cumplimiento con los principios misionales de la protección de los niños, niñas y
adolescentes, su salud física y mental integral, no solo minimizando los factores de riesgo y
vulnerabilidad, incrementando a su vez los factores protectores individuales y colectivos.
31
investigaciones disponibles y practicas educativas en materia de prevención de consumo de
sustancias psicoactivas:
Principio 1. Los programas deben enfatizar en los resultados, en los factores protectores y
en las asociaciones de colaboración de profesionales y actores mediadores.
Principio 2. Los resultados deben tratarse en el marco del programa de estudios en materia
de salud que puedan brindar orden, progresión, continuidad y vínculos con otras cuestiones
de salud que repercuten en la vida de los estudiantes.
Los programas aislados no pueden brindar los elementos de amplitud y desarrollo que
estimulen el desarrollo de valores y aptitudes personales y sociales. La educación para la
prevención debe incorporar otras cuestiones de importancia para los jóvenes, entre ellas el
desarrollo en la adolescencia, el estrés y su superación, la sexualidad, la colaboración entre
el hogar y la escuela y las relaciones personales.
Contar con procesos y protocolos claros, definidos y respaldados por las normatividades
gubernamentales a seguir en los casos en que se vea afectada la convivencia escolar de los
estudiantes.
Los programas, las estrategias y los recursos deben complementar y apoyar la actuación de
los docentes, consiguiendo resultados que contribuyan al mejoramiento a mediano y largo
plazo del entorno académico.
El programa de prevención debe tener muy en cuenta las características de la población; los
adolescentes están pasando de su edad de niñez a la adultez, todavía en desarrollo de sus
procesos mentales, apenas haciendo operaciones abstractas que influye en la forma que
analizan el mundo e iniciando en el pensamiento formal.
También debe hacer hincapié por procesos educativos que contribuyan con la
consolidación de la autonomía y poder de decisión acorde a su edad y capacidad reflexiva,
las creencias de los adolescentes acerca de su capacidad y nivel de desempeño, de la
confianza en la propia competencia personal como elemento de empoderamiento, “El
empoderamiento aumenta la autoridad y el control personal sobre los recursos y las
decisiones que afectan a la propia vida” (Narayan, 2002).
33
individuales y colectivas de los estudiantes, las creencias y percepciones frente al consumo
de las drogas, las aptitudes por desarrollar.
Los contenidos deben ser presentados y formulados de forma tal que desafíen a los
estudiantes, los lleven a reflexionar a un plano próximo cotidiano, respetando el grado de
desarrollo, que evidencien, visibilicen las alternativas para la socialización, recreación y
uso del tiempo libre, como las perturbaciones de la forma de vivir y costo individual,
familiar y social del consumo de sustancias psicoactivas.
Bibliografía
Hilari Andrés Blog Tira los muros (2012), El empoderamiento no es un destino, sino un
camino: empoderar a los individuos, empoderar a las comunidades. Recuperado el 17 de
diciembre del 2013, de http://tiralosmuros.blogspot.com/2012/02/el-empoderamiento-no-
es-un-destino-sino.html
34
Mokate, K, (1999), Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Internacional para el
Desarrollo Social INDES, Eficacia, eficiencia, equidad y sostenibilidad: ¿Qué queremos
decir?. Recuperado el 18 de diciembre de 2013, de
http://www.eclac.org/ilpes/noticias/paginas/9/37779/gover_2006_03_eficacia_eficiencia.pd
f
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito Viena, (2004), Escuelas
Educación de base escolar para la prevención del uso indebido de drogas. New York.
Publicaciones de las Naciones Unidas
35
El Tiempo de ocio de los Jóvenes También es un Espacio de
Prevención
La situación social de los jóvenes en la actualidad, sus problemas y los retos que tienen
ante sí constituye un asunto de suma relevancia dada su vinculación activa a nivel socio-
cultural. Los jóvenes constituyen un grupo social único y diferente en sí mismo que
atraviesa todas las esferas del quehacer humano. Aquí se parte de que a través de la
comprensión de los problemas generales de los jóvenes es posible acceder a las cuestiones
particulares que los distinguen y afectan definiendo así dos vertientes que abordan un
panorama general de los problemas de la juventud actual
La primera, es el impulso de la juventud que busca un espacio en la sociedad a la que está
llegando; porque ser joven significa esencialmente estar en proceso de adquirir una visión
totalizadora del carácter de los problemas y de las oportunidades que para cada hombre
ofrece la actual sociedad. Ser joven, es una especie de búsqueda, de inquietud por
orientarse en la sociedad moderna a la que se está integrando y que para él resulta algo
desconocido.
La sensación de soledad, de abandono, de falta de cariño que se genera entre los jóvenes a
determinada edad, al pasar de la adolescencia a la juventud, y la falta de orientación dentro
del hogar constituye unas de las causas fundamentales que generan los problemas de los
jóvenes.
36
los sujetos de transformación social por excelencia, pues de manera espontánea son quienes
se encargan de validar, negar y reconstruir los valores aprendidos en la familia y la escuela
núcleos de socialización primarios–, es decir, que cuando la rebeldía de la adolescencia los
lanza a renegociar estos valores en la calle, con los amigos, con la sociedad, y esa
reformulación valorativa regresa a casa para enfrentarse con los parámetros del hogar, están
transformando la familia que es la base de la sociedad
Retomando entonces la definición de lo que es ser joven, se puede decir que la condición de
juventud indica, en la sociedad actual, una manera particular de estar en la vida, donde el
tiempo libre y el ocio, recreación son los mecanismos que tienen el individuo para conocer
y ser aceptado en un grupo socio-cultural.
En el espacio de tiempo libre como tal, podemos diferenciar tres tipos de actividades:
El tiempo libre estéril, tal como lo define Trilla, es un tiempo libre mal vivido: pasivo, tedio
so, aburrido y frustrante. Se identifica con un simple “pasar el rato” o “matar el tiempo”.
El ocio es, por tanto, una forma positiva de emplear el tiempo libre, que el sujeto elige
normalmente y después lleva efectivamente a la práctica.
De acuerdo con lo expuesto, el tiempo libre sería “el conjunto de períodos de tiempo de la
vida de un individuo en los que la persona se siente libre de determinaciones extrínsecas,
quedando con ello libre para emplear con un sentido de realización personal tales momento
de forma que le resulte posible llevar una vida verdaderamente humana” (Weber, 1969, p. 1
0).
37
El sociólogo francés Joffre Dumazedier define el ocio como: “El ocio es un conjunto de
ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera completamente voluntaria
tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales, para
descansar, para divertirse, para desarrollar su información o su formación desinteresada, o
para participar voluntariamente en la vida social de su comunidad .”
Es así, que la juventud aspira a mejorar siempre como signo de esperanza, gozo y felicidad.
Además, es sensible a los problemas sociales y exige autenticidad y veracidad. Rechaza con
rebeldía una sociedad invadida por la hipocresía y los antivalores. Pero con sentimientos de
dolor afirman que la sociedad actual está muy lejos de ser la sociedad en que tienen
derecho a vivir él y la joven de hoy. Actualmente, son muchos los y las jóvenes que son
víctima de: Un empobrecimiento y marginación social producto de la gran injusticia social.
Un rechazo ante sus conductas, motivadas quizás por los traumas psicológicos de ser hijos
e hijas de familias disfuncionales, un sistema educativo que no responde a sus inquietudes
ni llena sus expectativas. Un estado que no les proporciona estabilidad, seguridad e
incentivo para el futuro y una sociedad que posiblemente les propone la riqueza, el poder y
el placer como el camino mejor para “Vivir la Vida”.
Es así, que la juventud tiene el derecho a una sociedad mejor donde el consumo de s.p.a no
sea la salida a los diferentes problemas sociales e individuales que se presentan, el
consumo de sustancias psicoactivas ( s.p.a ) es una forma de comportamiento humano, que
adquiere importancia en la adolescencia, porque sus características biológicas, psicológicas
y sociales en pleno proceso de cambio, sumadas a factores dependientes del medio, la
hacen vulnerable al consumo. Los seres humanos en general y los adolescentes en
particular a través de su comportamiento buscan la adaptación a su medio, ensayando
38
conductas que en un primer momento pareciera que sirven y refuerzan, pero con el tiempo
se vuelven inadecuadas, inútiles y finalmente derivan en comportamientos poco saludables.
Es así que el prevenir es intentar evitar que el problema vaya a más y, en caso de existir
alguna situación de dependencia, ayudar a las personas a recibir tratamiento para superarla
y salir de ella. El objetivo de prevenir es lograr que un perjuicio eventual no se concrete.
Es así que la prevención radica en manejar y gestionar los riesgos a través de estrategias
para evitar que los riesgos se manifiesten a nivel individual en la salud, la calidad de vida, y
el bienestar de los individuos, las familias y la comunidad.
Bibliografía
40
Prevención desde las instituciones: articulación de la propuesta
con otros servicios de prevención gubernamentales.
41
Y es en el Artículo 6° de la misma Ley donde se establece la implementación de
“Promoción de la salud y prevención del consumo” donde se “formulará líneas de política,
estrategias, programas, acciones y procedimientos integrales para prevenir el consumo,
abuso y adicción a las sustancias mencionadas en el artículo 10 de la presente ley, que
asegure un ambiente y un estilo de vida saludable, impulsando y fomentando el desarrollo
de programas de prevención, tratamiento y control del consumo, abuso y adicción a
sustancias psicoactivas, lícitas o ilícitas al interior del lugar de trabajo, las cuales serán
implementadas por las Administradoras de Riesgos Profesionales.
42
La Guía SRPA Consta de 6 Módulos:
Actividades propuestas
43
Desarrollar el Módulo de Orientaciones Pedagógicas desarrollado entre el Minsalud y la
entidad territorial para la promoción de estilos de vida saludables.
Trabajar en estrategias de promoción de la inclusión social y de fortalecimiento de
liderazgos y redes juveniles a través de: formación y apoyo a emprendimientos y
fortalecimiento de organizaciones juveniles
Implementar el programa de formación de formadores en la estrategia "Familias Fuertes" y
llegar a las familias a través de cajas de compensación, escuela, universidades, redes
comunitarias, entre otras.
Proponer e implementar el modelo de Inclusión Social en el ámbito escolar y comunitario a
través de las Zonas de Orientación Escolar (ZOE) y centros de escucha comunitaria (CE).
Capacitar al personal de salud de la red pública de prestadores en tamizaje, intervención
breve y entrevista motivacional para su implementación rutinaria en contacto con usuarios
de los servicios.”
Objetivo General
Fortalecer la comunidad educativa y sus redes para prevenir los riesgos de exclusión y
estigma social de las personas que han usado o usan sustancias sicoactivas (SPA) y/o están
afectadas por problemáticas asociadas al consumo, y para mitigar el impacto, reduciendo la
vulnerabilidad a sufrir riesgos y daños continuos, evitables y prevenibles de las personas, la
familia y la comunidad.
Objetivos Específicos
o Dar respuestas oportunas e integrales que incluyan la prevención del consumo de SPA y la
atención de las personas, las familias y los grupos que se encuentren afectados.
o Incrementar las competencias de los actores de la comunidad educativa para prevenir,
acoger, escuchar, mediar, organizar, canalizar, acompañar, construir seguridad y formar a
las personas, los grupos, las familias y la comunidad.
o Desarrollar un trabajo en red que involucre a los actores sociales internos y externos a la
comunidad educativa de manera que pueda darse respuesta a los problemas, necesidades y
demandas que manifiestan las personas, los grupos, las familias y la comunidad.
o Ofrecer herramientas a la población de directivos, administrativos, padres de familia,
estudiantes, docentes y líderes comunitarios que propicien la motivación y participación
activa en los procesos de prevención y de mitigación.
44
o Incidir en el cambio de las percepciones, actitudes y comportamientos frente al consumo y
a los consumidores SPA para fortalecer los procesos de inclusión y disminución del
estigma social.
o Adoptar dentro del Proyecto Educativo Institucional (PEI) la estrategia de Zonas de
Orientación Escolar.”
Adecuar los servicios de salud a las necesidades y realidades de adolescentes y jóvenes, con
el fin de contribuir a que tomen decisiones protectoras de su salud y generadoras de
bienestar, incluyendo de manera especial las decisiones en torno a la vivencia de su
sexualidad.
45
Las instituciones de salud se vuelven "amigables" cuando se convierten en espacios de
información, orientación y atención de calidad, construidos con la participación de los y
las jóvenes de acuerdo a sus realidades, vivencias y expectativas.
Líneas de acción
Actualmente, Colombia cuenta con cerca de 1000 servicios amigables para adolescentes y
jóvenes en todo el territorio nacional, en su mayoría ubicados en la red pública de servicios
de salud.
Los horarios de atención de estos servicios se adecúan a los horarios en los que
adolescentes y jóvenes pueden acudir al servicio. Las consultas y procedimientos
realizados a adolescentes mayores de 14 años pueden ser solicitados sin el consentimiento
de sus padres y madres.
46
¿Qué se ha logrado?
Aumento del número de usuarios para consulta de detección de alteraciones del joven,
planificación familiar y asesoría en salud sexual y reproductiva.
Se han venido fortaleciendo las acciones de planificación familiar con los métodos
modernos.
Aumento de oferta de la prueba voluntaria para VIH en la población de 15 – 49 años.
Personal de salud capacitado, calificado, empoderado y comprometido con una atención de
calidad y calidez para adolescentes y jóvenes.
Más de 90 escuelas de básica secundaria beneficiadas con los servicios amigables para
adolescentes y jóvenes, a través de una coordinación con el Programa nacional de
Educación para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía.”
Dentro del Plan de Desarrollo de la Ciudad del año 2008-2011 y como Iniciativa de la
Secretaría de Salud Pública Municipal de Santiago de Cali y con la convocatoria conjunta
de las Secretarías de Gobierno Seguridad y Convivencia Municipal y Educación Municipal
se hizo posible el diseño del Plan de Reducción del Consumo de Sustancias Psicoactivas
para Santiago de Cali.
Servicios
1. Alternativas educativas, lúdicas, deportivas, culturales y productivas para la prevención
del consumo y el expendio de sustancias psicoactivas.
2. Convenios interinstitucionales (con el departamento para tema de atención y
rehabilitación): Secretaria de Salud Departamental- CADS
Procesos
1. Reactivación del Comité de SPA y unidades de gestión
2. Desarrollo de un sistema de información sobre la situación del consumo y expendio de
sustancias psicoactivas, articulado al observatorio social (incluye desarrollo del VESPA).
3. Sistema de alertas tempranas en instituciones educativas.
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4. Estrategias de información, educación y comunicación para prevenir y mitigar
(reducción de riesgo y daños) del consumo y expendio de sustancias psicoactivas legales e
ilegales.
5. Redes de apoyo comunitaria (prevención mitigación y atención)
6. Implementación de modelo de inclusión social a personas consumidoras
7. Sistema de control del consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales
8. Promoción de alianzas con empresas privadas
9. Desarrollar una semana de la prevención de consumo de spa ( No se baja prevalencia con
esta actividad)
Generaron la realización del conversatorio “Estrategias para una Política Pública sobre el
manejo del consumo de sustancias psicoactivas En la ciudad de Cal” en unión con la
Alcaldía de Santiago de Cali a través de la Secretaría de Gobierno, Convivencia y
Seguridad Ciudadana. La Corporación Juan Bosco y la intervención de la Regional del
ICBF Valle del Cauca, La Consejería Municipal de Paz, La Secretaría de Salud Municipal.
Conclusiones
49
Conclusiones Generales
Por ultimo, si bien este trabajo no detalla de manera metodológica a puesta en práctica de
esta estrategia hay que recordar dos cosas. En primer lugar, el presente trabajo es un primer
documento de esta estrategia y por las condiciones del trabajo y envergadura no es posible
profundizarlas en el tiempo establecido. En segunda instancia, la conformación de una
estrategia solida es un proceso de años en el cual debe incluirse la experimentación, la
corrección a partir de los errores, la sostenibidad y fuerte componente académico. Esto si
queremos llegar a un verdadero impacto social y no quedarnos en la mera repetición de
información.
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