Efesios 4 - Viviendo para Gloria de Dios by David Guzik

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Efesios 4 – Viviendo para Gloria

de Dios
A. Un llamado para la unidad en el pueblo de
Dios.
1. (Efesios 4:1) El fundamento para toda exhortación.

Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la


vocación con que fuisteis llamados,

a. Pues: Pablo se pasó tres capítulos diciendo en detalle glorioso todo lo


que Dios hizo por nosotros, libremente, por Su gracia. Ahora él hace un
llamado para que vivamos correctamente, pero esto lo hace después de
explicar lo que Dios hizo por nosotros.

b. Andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados:


Cuando entendemos cuanto hizo Dios por nosotros, naturalmente
querremos servirle y obedecerlo por gratitud.

i. El entender quienes somos es el fundamento de este andar con


dignidad. “Lutero aconseja a los hombres a responder a las tentaciones
de Satanás únicamente con esto, Christianus sum, Yo soy un Cristiano.”
(Trapp)

ii. La idea es clara. No andamos como es digno para que Dios nos ame,
pero debido a que Él sí nos ama. Esta motivado en la gratitud, no por un
deseo de obtener mérito.
iii. “Cada creyente es el primogénito de Dios; más dignos que los reyes
de la tierra, Salmos 89:27. Él debe conducirse en concordancia consigo
mismo, para no manchar su sangre sublime.” (Trapp)

2. (Efesios 4:2-3) El carácter de un andar con dignidad.

con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los


unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu
en el vínculo de la paz;

a. Con toda humildad y mansedumbre: Un digno andar delante de


Dios estará marcado por humildad y mansedumbre, no con un deseo
insistente de defender nuestros propios derechos o de avanzar en
nuestras metas.

i. Antes del Cristianismo, la palabra humildad siempre se le asociaba de


una mala manera. En la mente de mucho aún lo es, pero es una virtud
Cristiana gloriosa (Filipenses 2:1-10). Significa que podemos estar felices
y contentos cuando no estamos en control o llevando las cosas a nuestra
manera.

b. Soportándoos con paciencia los unos a los otros: Necesitamos esto


para que los males inevitables, que ocurran entre las personas de la
familia de Dios, no obren en contra del propósito de Dios de unir todas
las cosas en Jesús – ilustrado por medio de Su obra actual en la iglesia.

i. Chrysostom definió paciencia como el espíritu que tiene el poder de


tomar venganza, pero que nunca lo hace. Es característico de un
corazón compasivo y generoso.
c. Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz:
Esta actitud, humilde y compasiva, hacia el uno con el otro, cumple
naturalmente este don de la unidad del Espíritu.

i. Debemos esforzarnospara mantener esta unidad – nosotros no la


creamos. Dios nunca nos manda a crear unidad entre los creyentes. Él la
ha creado por Su Espíritu; es nuestro deber el mantenerla.

ii. Esta es una unidad espiritual, no necesariamente una unidad


estructural o de cierta denominación. Es evidente en el rápido
compañerismo posible entre los Cristianos de las distintas clases de
razas, nacionalidades, lenguas y económicas.

iii. Podemos entender esta unidad del Espíritu al entender lo que no es.
En un sermón en este texto, Charles Spurgeon señaló algunas de las
cosas que este texto no dice.

· No dice, “El esforzarse en mantener la unidad de la maldad, la unidad


de la superstición, la unidad de la tiranía espiritual.”

· No dice, “Esforzándose para mantener tus arreglos eclesiásticos para


centralizar”.

· No dice, “Esforzándose para mantener uniformidad en el Espíritu.”

iv. Unidad estructural puede también trabajar en contra de una


verdadera unidad del Espíritu. Quizás podemos ver un propósito que
Dios tiene al prevenir una unidad estructural de la iglesia ahora mismo,
para mantener los esfuerzo mal dirigidos de la iglesia (como ambición
de poder político) se cumpla. “No es una cosa deseable que todas las
Iglesias se fusionen para ser una; ya que la fusión completa de todas las
Iglesias en una corporación eclesiástica inevitablemente produciría otra
forma de Papado, ya que la historia nos enseña que grandes cuerpos
eclesiásticos crecen de una manera más o menos corruptas mientras
sigue su curso. grandes corporaciones espirituales son, como un todo,
los fuertes de la tiranía y un asilo del abuso; y sólo es cuestión de
tiempo en que se quiebre a pedazos.” (Spurgeon)

v. “Ya que el compañerismo de la iglesia en los creyentes Judíos y


Gentiles, no fueron unidos únicamente a una lista de miembros;
involucraba su unión con Cristo por medio de la fe, y su unión el uno
con el otro como compañeros miembros de su cuerpo.” (Bruce)

vi. Estamos confiados en que esta unidad se encuentra en Cristo Jesús,


por el Espíritu de Dios. “Queremos unidad en la verdad de Dios por
medio del Espíritu de Dios. Esto es lo que debemos de buscar; debemos
vivir cerca de Cristo, ya que esta es la mejor forma de promover la
unidad. Las divisiones en las Iglesias nunca empieza con aquellos que
están llenos de amor hacia el Salvador.” (Spurgeon)

3. (Efesios 4:4-6) La descripción de la unidad de la Iglesia.

un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una


misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo,
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en
todos.

a. Un cuerpo, y un Espíritu: Tenemos unidad debido a lo que


compartimos en común. En Jesús compartimos un cuerpo, un Espíritu,
una esperanza de nuestra vocación, un Señor, una fe, un bautismo, y
un Padre. Cada una de estas áreas en común son más grandes que
cualquier potencial diferencia.
b. Un bautismo: Algunos piensas que porque Pablo dice que hay un
bautismo, que la idea del bautismo del Espíritu Santo como una
experiencia subsecuente es inválida. Pero Pablo solamente habló aquí
del bautismo por agua, el cual es la señal visible de la obra en común de
Dios con cada creyente, y, por lo tanto, una base de la unidad. No hay
bautismos separados para Judíos y Gentiles.

i. El concepto de bautismo en el Espíritu Santo es hablado claramente en


Mateo 3:11, Hechos 1:5 y 11:16. Esto podría ser considerado una
experiencia inicial (algunas veces dramáticas) que uno tiene con el ser
lleno del Espíritu Santo, una plenitud que Dios quiere continuar a
través de la vida Cristiana de la persona.

B. La manera en la que Dios obra la unidad: por medio


de dones espirituales de liderazgo en la iglesia.

1. (Efesios 4:7-10) Dando dones espirituales a la iglesia.

Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida


del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la
cautividad, Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es,
sino que también había descendido primero a las partes más bajas de
la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por
encima de todos los cielos para llenarlo todo.

a. Fue dada la gracia: A todos se nos ha dado graciaconforme a la


medida del don de Jesús. Esta es la base para la distribución de dones
espirituales por parte de Dios hacia Su iglesia: gracia, la dádiva
inmerecida, y gratis, de Dios. Nadie merece o se ha ganado los dones
espirituales.

b. Subiendo a lo alto: Esta dádiva ocurrió (como se describe


proféticamente en Salmos 68:18) cuando Jesús subió al cielo. Esto es la
evidencia de su triunfo en contra de cualquier enemigo (llevando
cautiva la cautividad).

i. Bruce en la escritura de Salmos 68: “Uno se puede imaginar a un líder


militar el cual regresa a Jerusalén encabezando a sus seguidores, y esto
después de rodear a un ejército enemigo y tomar muchos prisioneros.”

ii. Como Jesús dijo: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el


Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. (John 16:7)

c. Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los


hombres: Pablo no cita al pasaje de la misma manera que aparece en
Salmos 68. Ya sea que lo alteró bajo la inspiración del Espíritu Santo o
bajo una inspiración similar él lo cita de una traducción antigua
(llamada un Targum), la cual cita al Salmo de esta manera.

i. Salmos 68:18 dice: Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, Tomaste


dones para los hombres. Hay ciertamente mucho espacio en el lenguaje
del Hebreo original para permitir la lectura de Pablo, aunque sea
inusual.

ii. “Es suficiente para mi que el apóstol, bajo la inspiración de Dios,


aplicó el versículo de esta manera; y sea lo que quiso dar a entender
David, y del evento sobre el cual él escribió, vemos plenamente que el
sentido en el cual el apóstol lo utilizó fue en el sentido del Espíritu de
Dios.” (Clarke)

d. Y eso de que subió, ¿qué es: Con esto, Pablo demuestra como las
palabra de subiendo en Salmos 68:18 tiene una referencia a la
resurrección de Jesús, hablando primeramente de Su subida de las
partes más bajas de la tierra, y posteriormente a Su subida por encima
de todos los cielos.

i. Algunos piensan que la frase, las partes más bajas de la tierra, se


refiere a Jesús el cual predicó a los espíritus en la prisión descritos en 1
Pedro 3:19 y 4:6. Mientras este aspecto del ministerio de Jesús en el
Hades, el cual le sigue a Su obra en la cruz, es cierto (y profetizado en
Isaías 61:1-2 y Lucas 4:18), Pablo no hace mención de ello aquí
necesariamente.

2. (Efesios 4:11-12) Los cargos del liderazgo espiritual en la iglesia y


sus propósitos.

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,


evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo,

a. Y él mismo: Esto significa que Jesús estableció estos cargos. Éstos son
obra y son designados de Jesús, no los hombres. Aunque pretendientes
pueden presumir de ellos, los mismos cargos son una institución
Divina, y no una invención humana.

b. Constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas;


a otros, pastores y maestros: Pablo describe cuatro cargos (no cinco,
como se menciona comúnmente, y de manera errónea, “los cinco
ministerios”).
i. Apóstoles, quienes son embajadores especiales de la obra de Dios,
aunque no con el mismo sentido de autoridad que los apóstoles del
primer siglo. Ellos fueron utilizados para proveer un fundamento
(preservado en el Nuevo Testamento) como esta descrito en Efesios 2:20.

ii. Profetas, quienes hablan las palabras de Dios en total consistencia


con el fundamento del Antiguo Testamento. A veces hablan con un
sentido de predicción, pero no necesariamente es así. Sus dichos
siempre están sujetos al discernimiento y juicio del liderazgo de la
iglesia (1 Corintios 14:29). De la misma manera que los apóstoles, los
profetas modernos no hablan con el mismo sentido de autoridad que
los profetas del primer siglo, los cuales trajeron los fundamentos de la
palabra de Dios (Efesios 2:20).

iii. Evangelistas, quienes se les da el don específico de predicar las


buenas nuevas de salvación de Cristo Jesús.

iv. Pastores y maestros (o, pastores-maestros; la antigua palabra Griega


describe claramente un cargo con dos títulos descriptivos), quienes, en
primer lugar, pastorean al rebaño de Dios (aunque no de manera
exclusiva) a través de enseñar la Palabra de Dios. “El enseñar es una
parte esencial del ministerio pastoral; es apropiado, por lo tanto, que los
dos términos, pastores y maestros, deban ser unidos para denotar un
orden del ministerio.” (Bruce)

v. Estos dones son dados bajo discreción de Jesús, obrando por medio
del Espíritu Santo (1 Corintios 12:11). La importancia de tener a los
“cuatro en operación” en cualquier cuerpo de la iglesia, depende de
Jesús a quien constituye los cargos. El trabajo de un liderazgo de la
iglesia responsable no es para estorbar o prevenir tal ministerio, sino el
nunca “promoverlo para existencia”.
c. A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio: El
propósito de estos dones de liderazgo también es claro. Es para que los
santos (el pueblo de Dios) puedan ser perfeccionados para la obra del
ministerio (servicio), para que el cuerpo de Cristo pueda ser edificado
(expandido y fortalecido).

i. Perfeccionar también tiene la idea de “poner derecho.” Era utilizado


para arreglar huesos rotos, y para remendar redes. Estos ministerios
trabajan juntos para producir Cristianos fuertes, remendados y aptos.

ii. El pueblo de Dios hacen la real obra del ministerio. Los líderes en la
iglesia tienen la responsabilidad primordial de equipar a las personas
para que sirvan y para que dirijan su servicio mientras Dios dirige.

iii. “El propósito primordial de la Iglesia no es el convertir a los


pecadores al Cristianismo, sino el perfeccionar (completar y madurar) a
los santos para el ministerio y edificación del Cuerpo.” (Smith)

3. (Efesios 4:13-16) La meta deseada de la obra de Dios por medio del


liderazgo de la iglesia y perfeccionamiento de los santos.

hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del


Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados
por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino
que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es
la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y
unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,
según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento
para ir edificándose en amor.

a. Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe: Esta es la primera


meta de la obra de Dios a través de los cargos que el da y del
perfeccionamiento de los santos. Esto es consistente con el propósito
final de Dios (Efesios 1:10) y del misterio de Dios revelado por medio de
Pablo (Efesios 3:6).

i. De nuevo, al decir de una manera clara que esta es una unidad de la


fe, Pablo no ordena una unidad estructurada u organizacional, sino una
unidad espiritual alrededor de la fe en común.

b. Y del conocimiento del Hijo de Dios: Cuando los cargos dados por
Dios funcionan correctamente, y los santos son perfeccionados
apropiadamente, entonces hay una mayor madurez e intimidad en
nuestra experiencia de Dios.

c. A un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de


Cristo: Los dones de cargos y perfeccionamiento de los santos, trae
madurez a los santos, de acuerdo con la medida de Jesús mismo. Al
pasar los años, no solamente debemos envejecer en Jesús, sino que
debemos de madurar más en Él también, como individuos y como un
cuerpo.

d. Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de


todo viento de doctrina: Los cargos, que son dones de Dios, y el
perfeccionamiento de los santos, resulta en estabilidad, estando
firmemente plantados en el fundamento de los apóstoles y los profetas
(Efesios 2:20).

i. Aquellos que no maduran de esta manera, son blancos de los


engañadores, quienes son efectivos, precisamente porque operan con
estratagema y artimañas – y esperan para poder engañar. Ellos están
allá afuera como mina los cuales los madures puede esquivar.

ii. La antigua palabra Griega para llevados por doquiera es de las


mismas palabras utilizadas para describir el tempestuoso mar de
Galilea en Lucas 8:24 (vientos y las olas). Podemos erróneamente darle
valor al movimiento por encima del crecimiento; el movimiento puede ser
llevado por doquiera, pero Dios quiere que crezcamos en todo.

iii. Por estratagema de hombres: “Las palabras…se refiere a el arte


utilizado por los tahúres, quienes utilizan dados adulterados los cuales
siempre darán como resultado un tipo de número, el cual es aquel por
el cual aquellos que juegan con ellos no pueden ganar.” (Clarke) El ir
tras modas espirituales hace que uno pierda.

e. Siguiendo la verdad en amor: Esto no habla solamente de cómo nos


relacionamos el uno con el otro en la familia de Dios, sino también el
cómo los líderes y los santos deben de tratar con los engañadores.
Debemos tratar con ellos en amor, pero nunca cediendo la verdad.

f. Crezcamos en todo en aquel que es la cabeza: Otra forma en la que la


madurez es descrita es el crecer en Jesús, quien es la cabeza. Otra vez,
esto define la dirección de la madures. Nunca brillamos
“independientemente” de Jesús, crecemos en aquel.

i. “Una iglesia que solamente esta unida a si misma, pero que no esta
unida a Cristo, no es una iglesia viva. Puedes alcanzar la unidad de los
enlaces fríos de la tierra, en la cual hombres y mujeres son congelados
juntos, con las heladas propiedades de la aristocracia, pero no es la
unidad de la vida.” (Spurgeon)

ii. Clarke en crezcamos en todo en aquel: “Esta es una continuación de


una metáfora tomada de los miembros del cuerpo humano, el cual
recibe cuidados de forma equitativa para que crezcan, y cada uno a su
propia proporción en comparación con otras partes, y para el cuerpo en
general.”

g. Según la actividad propia de cada miembro: La evidencia de


madurez – la cual evidencia el trabajo de los líderes y los santos – es
esta actividad propia. Esto significa que cada parte y unión provee lo
que puede dar en un esfuerzo coordinado. Cuando esto sucede, causa
de manera natural crecimiento (en tamaño y fuerza), pero
especialmente un crecimiento para edificarse a si mismo en amor.

i. Algunas personas piensan de la iglesia como si fuera una pirámide,


con el pastor en la parte superior. Otros piensas de la iglesia como si
fuera un camión conducido por el pastor, quien lleva a sus pasajeros
pasivos a donde ellos debieran ir. Pero Dios quiere que veamos a la
iglesia como un cuerpo, donde se da la actividad propia de cada
miembro.

C. Despojándose del viejo hombre, vistiéndose del


nuevo hombre.

1. (Efesios 4:17-19) El carácter del viejo hombre.

Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los


otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el
entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la
ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales,
después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia
para cometer con avidez toda clase de impureza.

a. Esto, pues: Esto hace la conexión, no solamente con el privilegio


glorioso espiritual expuesto en Efesios 1 al 3, sino también con el alto
llamado de un cuerpo unificado, y maduro, descrito en Efesios 4:1-6.
Debido a este alto llamado, debemos de andar (conducir nuestra vida)
de una manera diferente al mundo que nos rodea.

i. Hay una tendencia constante por parte de los Cristianos de mostrar al


mundo que en realidad no somos tan diferentes. Esto por lo regular es
un esfuerzo mal dirigido para ganar el “respeto” o aprobación del
mundo. Esto se debe de resistir a toda costa, porque la meta en si es
indeseable e inalcanzable.

ii. Este principio de compromiso, puede ser ilustrado, por el


intercambio entre un teólogo erudito liberal y un profesor Cristiano. El
liberal esta de acuerdo: “Yo te llamaré un erudito si tu me llamas
Cristiano.” El intercambio no vale la pena.

b. Que ya no andéis como los otros gentiles: El andar de los Gentiles


esta caracterizado por la vanidad de su mente. Al final, su forma de
pensar es vanidosa porque tienen el entendimiento entenebrecido –
porque son ajenos de la vida de Dios.

i. Esto no es para decir que el hombre, en su rebelión en contra de Dios,


no es capaz de poderosas metas intelectuales. Pero se puede decir que
tales logros quedan cortos de la verdadera sabiduría, porque el temor del
Jehová es el principio de la sabiduría (Proverbios 9:10).

ii. Vanidad: “No se tiene en mente que la manera de pensar de los que
no son regenerados esta vacía. Pero es que están llenos con cosas que no
llevan a nada.” (Vaughan)
iii. Como Cristianos, tenemos una manera apropiada y un lugar por el
cual andamos. Es como si Jesús nos diera la vuelta y nos pusiera en la
dirección correcta, y ahora debemos de andar y progresar en esa
dirección.

c. Por la dureza de su corazón: Fundamentalmente, la ignorancia y


falta de entendimiento del hombre, es un problema del corazón. No
solamente se muestra en una necia negación de Dios, sino también en
sus faltas morales (lascivia, impureza, avidez).

i. Los Gentiles de los cuales Pablo habla, eran ateístas o creían en dioses
quienes a su vez eran inmorales. Por lo tanto, en su negación del Dios
verdadero, ellos negaban cualquier estándar de moralidad a la cual ellos
deben de responder.

ii. Perdieron toda sensibilidad tiene la idea cuando la piel de alguien se


pone callosa, y ya no es sensible al dolor. Es el resultado lógico de la
dureza de corazón. Dureza también puede entenderse como ceguera, y
esta antigua palabra Griega “es utilizada en términos médicos, para
denotar el callo formado cuando se ha roto un hueso y se ha vuelto a
soldar. Tal callo es aún más duro que el mismo hueso.” (Wood)

iii. Lascivia es un pecado que es ostentoso en si mismo, quitando todo


lo que le sujeta, sin tener ningún sentido de la vergüenza o temor; la
impureza es una palabra amplia, en hace referencia a sexualidad que no
es apropiada.

iv. Barclay habla sobre la palabra Griega aselgeia, traducida a lascivia:


“La gran característica de aselgeia es esta – el hombre malo usualmente
intenta esconder su pecado; pero el hombre que tiene aselgeia, en su
alma, no le importa mucho cuanto él pasmar la opinión pública,
mientras él pueda gratificar sus deseos.” (Barclay)

2. (Efesios 4:20-24) Vistiéndose del nuevo hombre.

Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis


oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en
Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y
renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre,
creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

a. Despojaos del viejo hombre…vestíos del nuevo hombre: Esto tiene


la misma idea de quitarse o ponerse un set de ropa. La idea es la de
“vestirse” a una diferente manera de vivir.

i. Piensa en un prisionero que ha sido liberado de prisión, pero que aún


usa su ropa de prisionero y actúa como prisionero, no como un hombre
libre. Lo primero que tu le dirías a esa persona es: “ponte ropas
nuevas.”

ii. Incluso, mientras te pones ropas diferentes, cambiará la manera de


pensar sobre ti mismo y la forma de verte; de la misma forma, el
ponerte distintas maneras de vivir empezará a cambiar tus actitudes.
Esto significa que no debiéramos de esperar a sentirnos como un nuevo
hombreantes de vestirnosdel nuevo hombre.

iii. Pablo dice, fundamentalmente, que para el Cristiano debe de haber


un rompimiento con el pasado. Jesús no es meramente añadido a nuestra
antigua vida; la vieja vida muere y Él se convierte en nuestra nueva
vida.
b. No habéis aprendido así a Cristo: La repetición de esta idea muestra
que, el vestirse del nuevo hombre, tiene un fuerte aspecto de aprender y
de ser educados. Le habéis oído, y habéis sido por él enseñados,
conforme a la verdad que está en Jesús…y renovaos en el espíritu de
vuestra mente.

i. Nuestra vida Cristiana debe de ir más allá de nuestro conocimiento


mental, y debe de incluir, absolutamente, dicho conocimiento, y debe de
afectar toda nuestra manera de pensar. No solamente en el sentido de
conocer hechos, sino el tener la habilidad de colocar nuestra mente en
las cosas correctas. Esto es tan fundamental para el Cristiano, que el
crecimiento de éste puede aún ser descrito como la renovación de vuestra
mente (Romanos 12:2).

ii. Los Efesios habían aprendido así a Cristo, no solamente aprendiendo


acercar de Jesús, sino también aprendiéndole a Él. Esto significa que, un
conocimiento vivo, y de permanencia en Jesús, nos mantendrá alejados
de cualquier tipo de conducta pecaminosa de la cual Pablo habla.
Solamente el saber de Jesús no es suficiente para mantenernos puros.

i. “Así que, si quieren conocer al Señor Jesucristo, deben de vivir con él.
Primero, él mismo debe de hablarles, y después, deben de permanecer
en él. Él debe de ser el Compañero que escogen por las mañanas; él
debe de ser en lo que piensan en todo el día; y con él, deben de terminar
la noche; y tan seguido como se despierten por las noches, deben de
decir, ‘Cuando estoy despierto, aún estoy contigo.’” (Spurgeon)

c. Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y


santidad de la verdad: El nuevo hombre es la nueva criatura (2 Corintios
5:17) creados en nosotros durante la conversión. Es la persona creada de
acuerdo a la imagen de Cristo Jesús, instintivamente justo y santo. En
contraste con el viejo hombre, el cual es la persona heredada de Adán,
el cual es instintivamente rebelde en contra de Dios.

3. (Efesios 4:25-32) La conducta del nuevo hombre.

Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su


prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero
no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al
diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus
manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que
padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,
sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia
a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros
toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

a. Por lo cual, desechando la mentira: El nuevo hombre dice la verdad.


El motivo por hacer esto es debido a que somos miembros los unos de
los otros, por lo tanto, no hay lugar para la mentira.

i. Un cuerpo únicamente puede funcionar apropiadamente si se dice a si


mismo la verdad. Si tu mano toca algo caliente, pero tu mano le dice a
tu cerebro que la cosa esta fría, tu mano se quemará severamente. Es
por eso que decir la verdad es tan importante, porque somos miembros
los unos de los otros.

b. Airaos, pero no pequéis: El nuevo hombre puede airarse, pero éste no


peca. El nuevo hombre sabe como dejar ir su enojo, para que de esta
manera no le de oportunidad al diablo.

i. “Aquí se sugiere que la ira puede prevenirse en degradarse en


pecado, si se le coloca un tiempo límite estricto: no se ponga el sol sobre
vuestro enojo.” (Bruce) “Aquel que esta enojado y no peca, deje que este
enojado únicamente en contra del pecado.” (Trapp)

ii. El trabajo del diablo es el acusar y dividir la familia de Dios, y el


sembrar discordia entre ellos. Cuando guardamos ira en nuestro
corazón, hacemos el trabajo del diablo.

iii. El nombre diablo literalmente significa “calumniador.” Pablo puede


estar diciendo que, cuando nos sujetamos de nuestro enojo, creando
amargura, le damos lugar al calumniador – ya sea porque nos
convertimos en uno, o porque provocamos a su calumniador.

c. El que hurtaba, no hurte más: El nuevo hombre no hurta, pero éste


trabaja con sus manos. Él hace esto, no solamente para proveer para sus
propias necesidades, pero también para compartir con el que padece
necesidad.

i. Sino trabaje: Trabaje es literalmente “que se esfuerce a si mismo hasta


el punto del agotamiento.” Este es el tipo de corazón trabajador que
Dios demanda de aquellos que tenían la costumbre de robar. La idea de
Pablo es que debemos de trabajar para que podamos dar. El propósito
de tener se convierte en dar.

d. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca: El nuevo


hombre sabe como cuidar su lengua, hablando solamente la que sea
buena para la necesaria edificación, deseando el dar gracia a los
oyentes.
i. Palabra corrompida: “No solamente obscenidades vulgares, sino
palabras calumniadoras y de contienda.” (Bruce)

e. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios: El nuevo hombre no hará


contristaral Espíritu Santo, conociendo que Él es nuestro sello, en el
sentido de identificación y protección.

i. Hay muchas maneras en las que contristamos al Espíritu Santo.


Podemos ser negligentes con respecto a la santidad y así contristamos al
Espíritu Santo. Podemos pensar solamente en términos materiales y
contristar al Espíritu Santo. El Espíritu exalta a Jesús (Juan 15:26);
cuando erramos en hacer lo mismo, contristamos al Espíritu.

ii. “Pienso que ahora veo al Espíritu de Dios contristado, cuando estas
sentado para leer una novela, y allí tiene a tu Biblia sin leer. Quizás lees
algunos libros de viajes, y te olvidas que tienes un libro más precioso de
los viajes de los Hechos de los Apóstoles, y en la historia de tu bendito
Señor y Amo. No tienes tiempo para la oración, pero el Espíritu te ve
bien activo por las cosas del mundo, y teniendo muchas horas de sobra
en relajación y diversión. Y luego, él es contristado porque él ve que
amas a las cosas de este mundo más de lo que lo amas a él.” (Spurgeon)

iii. “Aunque la palabra ‘contristado’ es una palabra dolorosa, pero, hay


miel en la roca; pues es un agradable e inexpresable pensamiento, que
él, que reina en el cielo y la tierra, y es el creador de todas las cosas, y el
infinito y por siempre bondadoso Dios, es condescendiente de entrar en
relaciones tan infinitas con su pueblo, que su mente divina pueda ser
afectada por sus acciones. ¡Que maravilla que se pueda decir que la
Deidad se contrista por las faltas de seres tan insignificantes!”
(Spurgeon)
iv. “El pecado, en todas partes, debe ser fastidioso para el Espíritu de
santidad, pero el pecado en su propio pueblo es tristeza para él, hasta el
grado máximo. Él no odiará a su pueblo, pero si odia a sus pecados, y
los odia más porque se anidan en los regazos de sus hijos. El Espíritu no
sería el Espíritu de verdad si él pudiera aprobar aquello que es falso en
nosotros: él no sería puro si aquello de lo cual es impuro en nosotros no
le contristara.” (Spurgeon)

v. La tristeza del Espíritu Santo no es de lástima, de una naturaleza


insensible. “Él esta entristecido con nosotros, mayormente, por nuestro
propio bien, pues él sabe la miseria que el pecado nos costará; él lee
nuestras tristezas en nuestros pecados…Él se contrista sobre nosotros
porque él ve cuanto castigo tomamos, y cuanta comunión perdemos.”
(Spurgeon)

f. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y


maledicencia, y toda malicia: El nuevo hombre tiene control de sus
emociones (amargura, ira, enojo y más). Cuando tales cosas emergen, él
es capaz de tratar con ellas de una manera que glorifique a Dios.

i. Aristóteles definió a la amargura como “el espíritu de resentimiento


que se rehusa a la reconciliación.”

ii. Enojo habla de una explosión del momento; ira habla de una
disposición fija. Ambas deben de quitarse.

g. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos


unos a otros: El nuevo hombre busca el mostrar la misma benignidad,
misericordia y perdón con otros los cuales Dios le muestra. Si tratamos
a otros, de la manera que Dios nos trata, cumplimos cada cosa que
Pablo nos dijo que debemos hacer en este capítulo.
h. Como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo: Nuestro
perdón por otros tiene el patrón del perdón de Jesús hacia nosotros.
Cuando pensamos de la manera sorprendente en que Dios nos perdona,
es vergonzoso para nosotros el detener el perdón a aquellos que nos han
hecho mal.

· Dios detiene Su ira por mucho tiempo hasta que Él nos perdonó. Él nos
soporta cuando penosamente le provocamos.

· Dios alcanza a las personas que son malvadas para con Él, e intenta
reconciliarse con las malas personas.

· Dios siempre hace el primer movimiento al perdonar, intentando


reconciliar aún cuando la parte culpable no tienen interés en el perdón.

· Dios perdona nuestro pecado sabiendo que volveremos a pecar,


muchas veces de la misma manera.

· El perdón de Dios es tan completo y glorioso que Él ofrece adopción a


aquellos que eran ofensores.

· Dios, en Su perdón, llevó toda pena por los males que hicimos en su
contra.

· Dios sigue alcanzando a los hombre para reconciliación aún cuando el


hombre le rechaza una y otra vez.

· Dios no requiere periodos de prueba para recibir Su perdón.

· El perdón de Dios ofrece restauración completa y honor. Él ama,


adopta, honra, y se asocia con aquellos que una vez le hicieron mal.

· Dios pone Su confianza en nosotros y nos invita a trabajar con Él como


colaboradores cuando Él nos perdona.

i. La antigua Versión King James lo pone de esta manera: como Dios, por
el bien de Cristo, te ha perdonado. Esto nos da la seguridad del perdón –
que es por el bien de Cristo. “Dios, por el bien de Cristo, te ha perdonado.
Afianzaste de esa gran verdad, y tómala, aunque todos los diablos en el
infierno te rujan. Agárrala como com mano de hierro; ásela como a la
vida: ‘Dios, por el bien de Cristo, me ha perdonado,’ – que cada uno de
nosotros sea capaz de decir eso. No debemos de sentir la dulzura divina
y forzarla del texto a menos que podamos hacer un asunto personal de
ello, por el Espíritu Santo.” (Spurgeon)

ii. “Si alguno de los que esta aquí que es Cristiano se le hace difícil el
perdonar, le daré tres palabras que le ayudará de una manera
maravillosa. Las pondré en la boca del hombre piadoso. Te las doy justo
ahora, y oro para que obtengas la dulzura de ello; ¡aquí van de nuevo!
‘Por el bien de Cristo.’ ¿No puedes perdonar a un ofensor en ese
fundamento? ” (Spurgeon)

iii. No es que debamos de perdonar porque Jesús nos perdonará.


Perdonamos porque Él nos ha perdonado. “Es el hecho histórico de
Cristo, de una vez por todas, alejando el pecado por el sacrificio de Si
mismo, el cual es aludido.” (Moule)

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