Libro 60 Años Facultad de Ingenieria - Digital
Libro 60 Años Facultad de Ingenieria - Digital
Libro 60 Años Facultad de Ingenieria - Digital
Facultad de Ingeniería
Ruth Hernández Pérez y Horacio Ramírez de Alba
Facultad de Ingeniería
Corrección de estilo: Gerardo Panchí Vanegas, Brenda Pichardo Lewenstein, Diana Alvarez Resendez
Colaborador especial: Gerardo Panchí Vanegas
Diseño editorial y portada: Alejandra Herrera Hernández.
Tratamiento fotográfico: Ruth Hernández Pérez.
Apoyo fotográfico: Agustín Portas Yáñez
Fotografía: Ruth Hernández Pérez , Archivo UAEM, Archivo FIUAEM, Alfonso Castañeda Siles, Beatriz Vera
1ª edición 2017
© Derechos reservados
Universidad Autónoma del Estado de México
Facultad de Ingeniería
Cerro de Coatepec s/n
Ciudad Universitaria
Toluca, Estado de México
C.P. 50130
isbn: 978-607-633-532-1
Hecho en México
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .227
Galería Fotográfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229
Prólogo
La publicación de la presente obra culmina con los eventos conmemorati-
vos de los 60 años de la creación de la Facultad de Ingeniería de la Universi-
dad Autónoma del Estado de México. Es una ocasión propicia para recordar
que el 7 de marzo de 1956 el Consejo Directivo del Instituto Científico, Lite-
rario y Autónomo del Estado de México, aprobó la creación de la carrera de
Ingeniero Civil. Fue una época en que se gestaba el espíritu universitario y se
forjaba una nueva institución: Nuestra alma mater, la Universidad Autónoma
del Estado de México.
Rendimos un sentido homenaje a quienes tuvieron la visión para sentar
las bases de nuestra facultad. Hace sesenta años se cristalizaba un sueño e
iniciaba una aventura incierta, llena de retos y oportunidades. Parece simple
cuando lo vemos a la distancia, pero el camino no fue fácil; estoy seguro
que muchas veces los problemas parecían superar los recursos disponibles y
sin duda no fueron pocas las ocasiones en que hubo dudas sobre el futuro,
pero fue precisamente la tenacidad y el esfuerzo para superar estas caren-
cias las que marcaron el carácter de nuestra institución.
Esta difícil tarea no le fue encomendada a cualquiera, quienes asumieron
este compromiso se caracterizaron por su sólida formación académica y su
exitosa trayectoria profesional, pero sobre todo, por un espíritu curioso y
creativo y una gran calidad humana. Trabajaron con ahínco para resolver los
problemas del día a día, pero sin dejar de mirar el horizonte para apreciar
el futuro.
Reconocemos a todos los que en su momento condujeron los destinos
de esta facultad y supieron posicionarla como uno de los organismos aca-
démicos más dinámicos de nuestra universidad. Su labor conjuntó esfuerzos
para consolidar una comunidad con bases sólidas y un desarrollo sostenido;
con un presente productivo y un futuro prometedor, siempre al servicio de
la sociedad.
Gracias al talento, preparación y dedicación de académicos e investigado-
res, al compromiso de directivos y trabajadores administrativos, a la vitalidad
y empuje de nuestros estudiantes, a la capacidad y tenacidad de nuestros
egresados y, con toda seguridad, al invaluable apoyo de las autoridades
universitarias, hemos sido precursores del desarrollo institucional. Nos he-
mos comprometido con la calidad y excelencia, con 60 años formando a los
mejores ingenieros en el Estado de México y siendo pioneros en la inves-
tigación y estudios avanzados, como cuna del primer programa doctoral de
nuestra universidad.
Hoy en día nuestra facultad cuenta con programas de licenciatura y de
posgrado, todos ellos reconocidos por su calidad, además de una fructífera
actividad en investigación y desarrollo tecnológico. Destacan los logros de
nuestros estudiantes en diversas competencias tanto nacionales como inter-
nacionales, muestra de la formación altamente competitiva que reciben en
esta institución. Son meritorios también los resultados en actividades artísti-
cas y culturales, así como en el deporte.
Sin duda, los múltiples éxitos de nuestra institución y el preponderante
papel de los ingenieros egresados que han forjado la ingeniería en nuestra
entidad, no se pueden resumir en este espacio, pero reconozco y agradezco
el trabajo que desarrollaron todos los que participaron en la elaboración de
este documento. En particular, resalto la fructífera contribución del doctor
Horacio Ramírez de Alba, cronista de nuestra facultad, cuya participación
fue trascendental en esta publicación, y a la maestra Ruth Hernández Pérez,
Coordinadora de Difusión Cultural, quien con visión, compromiso y trabajo
incansable logró llevar a buen puerto la edición de este libro.
No quiero dejar pasar la oportunidad de manifestar mi satisfacción por
que el festejo de estos primeros 60 años de nuestra institución coinciden
con la presente administración. Extiendo mi más sincero reconocimiento a
todos los que, trabajando con tesón, han permitido cristalizar este proyecto.
Es para mí un honor como director de esta facultad.
Capítulo I.
Ingeniería a través de los siglos
11
Facultad de Ingeniería
Época prehispánica
Resulta necesario destacar los adelantos científicos y tecnológicos al-
canzados por varias culturas antiguas, es decir, cuando se hizo presente la
profesión del ingeniero, aunque no con ese nombre. Sólo en la parte de la
construcción se lograron niveles sorprendentes en el diseño, el urbanismo
y la ingeniería estructural. Por ejemplo, varias ciudades-estado de la cultura
maya desarrollaron materiales cementantes y técnicas constructivas. Esto les
permitió construir centros ceremoniales, palacios y adoratorios; además de
largos caminos, puertos, puentes, depósitos y canales para el uso del agua.
Dentro de estos últimos destaca el puente colgante de la ciudad de Yaxchi-
lán, el cual cruza el río Usumacinta. Contaba con una longitud de 180 m, el
claro central de 80 m, la calzada de 6 m de ancho hecha de ramas unidas
con henequén y el cable principal de 15 cm de diámetro, hecho de cordeles
de henequén entrelazados. Para su estabilidad contaba con dos pilas inter-
medias de 20 m de altura hechas de mampostería con núcleo de concreto y
dos estribos del mismo material.
Es importante resaltar el caso de Caltonac, o también llamado Kantona,
zona arqueológica ubicada en el norte del Estado de Puebla. En este caso los
constructores lograron una gran metrópolis con múltiples plazas y centros
ceremoniales que comunicaron con amplias y bien trazadas calzadas. Es una
muestra notable de urbanismo y arquitectura.
En cuanto a los materiales cementantes, destaca el descubrimiento que
se hizo de manera similar, aunque independiente, de aquellos con propie-
dades puzolánicas, desarrollados en Roma1. De esta manera usaron varios
materiales como adiciones puzolánicas, como arcilla finamente molida, ce-
niza volcánica y el nejayote, subproducto en la nixtamalización del maíz
para hacer tortillas. Con esto lograron estucos, morteros y cementos cuya
resistencia aumentaba con el tiempo y, por consecuencia, adquirían gran du-
rabilidad. De alguna manera esta tecnología se expandió por todo la región
mesoamericana, y fue utilizada por culturas diferentes como la Tolteca y la
Totonaca, hasta llegar a la Mexica.
Cosío (1997, p. 182) destaca el siguiente párrafo:
Las grandes obras arquitectónicas, pirámides y templos, logros imperecederos
de esta civilización, muestran la constitución típica de la técnica mesoameri-
cana: la fuerza bruta para la acumulación de los materiales de las pirámides
mediante la cooperación simple de masas de trabajadores, aunada a la téc-
1 Se dice que un material cuenta con estas propiedades cuando por sí mismo no es cementan-
te, pero reacciona químicamente con los que sí lo son (cal, por ejemplo) para formar compues-
tos estables.
12
Historia
Chinampas prehispánicas
13
Facultad de Ingeniería
La Conquista
Durante la Conquista, Cortés mandó construir, con el objeto de materia-
lizar el ayuntamiento por él creado, un fuerte y otras obras en la Villa Rica2.
Los constructores totonacas aportaron su mano de obra y sus conocimientos
técnicos para usar morteros y concretos de gran dureza y durabilidad. Ese
hecho es observable en las ruinas de ese fuerte donde los cimientos son de
piedras unidas con fuerte mortero y las bases para las pesadas puertas se
hicieron de un sólido hormigón, es decir, concreto (Ramírez, 2013).
Más tarde, Cortés sufrió en Tenochtitlán el episodio llamado de la Noche
Triste en que perdió una parte importante de su ejército y por poco la vida.
En días anteriores, al ver la inminente rebelión de los naturales, había man-
dado construir un puente portátil de madera para prevenir que el ejército
tenochca destruyera los pasos sobre los canales. En efecto así fue, el puente
de madera sirvió para cruzar la primera acequia, aunque los españoles ya no
lo llevaron al siguiente cruce como pretendían.
En ese lugar, cercano al actual templo de la Veracruz, fue donde Cortés
perdió a muchos de sus hombres y de hecho fue capturado. Lo salvó un
soldado tlaxcalteca aliado, quien aprovechó que los captores lo querían vivo
para sacrificarlo a Hitzilopochtli. Finalmente Cortés evadió la carga enemiga,
se recuperó y se hizo fuerte en Tlaxcala aprovechando un pacto de alianza
que logró previamente. Allí construyó trece bergantines para tomar vengan-
za de los mexicas y los probó en un dique. Luego los trasladó hasta Tetzcoco
con la ayuda de miles de tlaxcaltecas y los puso a flote en una construcción
naval que en la actualidad se considera como una importante obra civil en
América, construida con las técnicas europeas y autóctonas. Llanas y Segura
(2011, p. 13) lo describen de la siguiente manera:
2 Lugar que sigue con este nombre y se ubica a unos 60 km al norte del puerto de Vera-
cruz.
14
Historia
15
Facultad de Ingeniería
Época colonial
El fraile Pedro de Gante fundó en Texcoco, seguramente basado en la
experiencia prehispánica, la primera escuela colonial de cultura donde se
enseñaba latín, castellano, sastrería, bordado, carpintería y tejido, así como
otras artes y oficios.
En la Colonia funcionaron las corporaciones gremiales según el modelo
de la metrópoli española. El joven aprendiz, conforme a un contrato aproba-
do por el cabildo, era aceptado como oficial a cargo de un maestro. Después
de un mínimo de tres años de oficialía comprobada, solicitaba al cabildo el
examen para ser maestro y convertirse en técnico y educador; éste se hacía
públicamente en forma teórica y práctica.
Los frailes evangelizadores resultaron excelentes promotores de la cons-
trucción y en algunos casos dirigieron obras públicas de gran envergadura;
por ejemplo, el acueducto de Zempoala4.
Cabe mencionar el caso de la Real Universidad de la Nueva España, se-
gunda en América por la fecha de expedición de la cédula, pero primera en
el inicio de sus cursos en 1553. En Martínez (2006, p. 87), establece que en
ella se buscaba “una universidad de todas ciencias en donde los naturales e
hijos de los españoles fuesen instruidos en las cosas de nuestra santa fe ca-
tólica y en las demás facultades…” pero en el contexto de la ingeniería serían
otras instituciones las que le darían cobijo.
La brillante actividad constructiva, así como la industria de la minería y
otras de desarrollo incipiente, tuvieron bases más bien empíricas: los cono-
cimientos se basaban en los tratados clásicos y la transmisión oral. Pero la
historia continuó y vino la época de la Ilustración5, y con ella el Siglo de las
Luces6.
En este contexto, el gobierno ilustrado de Carlos III (1759-1788) fue bené-
fico para España y sus colonias. En la Nueva España serían tres las institucio-
nes que apoyaría el monarca con sendas cédulas reales: el Real Tribunal de
Minería, la Real Academia de San Carlos y el Real Jardín Botánico. A la larga,
4 Conocido ahora como Acueducto del Padre Tembleque.
5 Movimiento cultural e intelectual que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de
la Revolución Francesa. Fue denominando la ilustración por su declarada finalidad de disipar
las tinieblas (la ignorancia) de la humanidad mediante las luces de la razón.
6 Entre los pensadores que respaldaron este movimiento se cuentan a Montesquieu, Voltaire,
Rousseau, Diderot, D’Alambert, Descartes, Pascal y Kant. Las nuevas ideas filosóficas permitie-
ron también el avance de las ciencias que lograron un desarrollo sorprendente en corto tiempo
como la física, la química y la astronomía.
16
Historia
estas instituciones, y sobre todo los pensadores formados en ellas, darían pie
al lento, pero constante desarrollo de las instituciones de educación superior
en México.
Carlos III, a la vez que abrió las puertas del comercio internacional y cam-
bió la política financiera, no dejó de lado la instrucción de la ciencia moder-
na, tanto en España como en sus posesiones americanas. A ese momento
cultural -asevera el historiador de la ciencia Elí de Gortari- le corresponde
un hecho importante: “impuesto por las circunstancias políticas de la época,
correspondió la sanción que dio para el establecimiento en México de las
primeras instituciones educativas emancipadas de la dependencia eclesiás-
tica” (Díaz de Ovando, 1998, p. 23).
Como consecuencia, lo que sería la enseñanza científica de la ingeniería
se inició el 1 de julio de 1776, al expedirse la Real Cédula que establecía
a los mineros en gremio formal dentro del Real Tribunal de Minería de la
Nueva España. Una de sus principales metas fue formar una escuela cons-
tituida conforme a los métodos científicos. Esta fecha motivó, muchos años
después, a que se declarara cada Primero de Julio el “Día del Ingeniero”.
Tendrían que pasar algunos años para que la escuela prevista se realizara.
Un antecedente definitivo resultó el otorgamiento de los primeros títulos de
perito facultativo de minas, con lo que se tuvo la formación de los primeros
profesores. Así, en 1784, el Real Tribunal otorgó títulos a don Diego de Gua-
dalajara y Tello, director de matemáticas de la Real Academia de Bellas Artes
de San Carlos, y a don Manuel Velásquez de León, sobrino de don Joaquín
Velásquez de León, ilustre científico novohispano.
Tras vencer múltiples obstáculos, el 1 de enero de 1792 se fundó el Real
Seminario de Minería de la Nueva España, también llamado Colegio de Mi-
nería, con 8 alumnos inscritos. Las clases formales se iniciaron en marzo
de ese mismo año con la planta completa de 25 alumnos, que eran los
previstos para la operación normal de la escuela. Gran parte del mérito de
la fundación del Real Seminario se debió a don Fausto Elhuyar y de Lúbice,
entonces presidente y director general del Real Tribunal de Minería.
Fausto Elhuyar
Nació en Logroño, España el 11 de octubre de 1755. Entre 1773 y 1777
estudió varias disciplinas como Medicina, Cirugía y Química en París. Des-
pués se dedicó a la docencia y a la investigación, publicando trabajos sobre-
salientes. Logró, con su hermano Juan José, el aislamiento del wolframio o
tungsteno. Posteriormente hizo visitas académicas en varias universidades
17
Facultad de Ingeniería
18
Historia
19
Facultad de Ingeniería
México Independiente
El Real Seminario de Minería es antecesor directo de las escuelas de in-
geniería y ciencias de México. Los inicios en el México independiente fueron
inciertos por las constantes luchas internas e intervenciones extranjeras que
impidieron dar la importancia debida a la enseñanza de la ingeniería.
Una fecha significativa resultó el 2 de diciembre de 1867: el Presidente
Benito Juárez expidió la Ley Orgánica de Instrucción Pública y reformó la
educación no sólo en la capital sino en todo el país. A partir de dicho even-
to, se crearon instituciones como la Escuela Nacional de Ingenieros (que
funcionó en el Palacio de Minería), la Escuela Nacional de Medicina y la
Escuela Nacional Preparatoria, entre otras. Las instituciones que se fueron
creando con esta base han permitido dar fundamento y carácter propio a
la enseñanza de la ingeniería, expandiendo su influencia a las instituciones
de educación de provincia. Tal es el caso de la Facultad de Ingeniería de la
Universidad Autónoma del Estado de México [UAEM], que poco a poco, a lo
largo de sus ya 60 años de existencia, ha logrado su propio desarrollo.
Sobre la carrera de Ingeniería Civil, se puede mencionar como anteceden-
te el plan de estudios para las carreras de arquitecto-ingeniero, agrimensor y
maestro de obras, aprobado el 4 de febrero 1858. “El italiano Javier Cavallari,
quien llego a México en 1856, fue nombrado director del colegio… ya insta-
lado en su nuevo puesto reformó los planes de estudio uniendo la carrera
de arquitecto e ingeniero civil. De aquí arranca la carrera de ingeniero civil
en México” (Díaz de Ovando, 1998, p. 2010).
20
Historia
Datos Generales
Cuando Tlalpan era todavía capital de la entidad, se inauguraron las cá-
tedras del Instituto Literario del Estado de México. Una vez establecido, por
decreto del Congreso, el 3 de marzo de 1828, la fundación del colegio fue
sugerida por el ilustre liberal José María Luis Mora. Durante su primera época
funcionó bajo la dirección del fraile Jesús Villapadierna y llegó a tener una
población de 350 alumnos.
Dos años después, tuvo que ser clausurado por haberse ordenado el tras-
lado de los poderes públicos a Toluca, la nueva capital. Pero de aquel tiempo
han sido identificados dos exalumnos notables: el general Miguel Blanco,
Ministro de Guerra del presidente Juárez y el jurista Manuel Larráizar Piñeiro.
El Instituto fue reestablecido en Toluca en 1833, por decreto del gober-
nador Lorenzo de Zavala, en un edificio del siglo XVIII conocido como El
Beaterio, que es hoy, todavía, sede administrativa de la UAEM. Al iniciar su
segunda época, fue dirigido por el poeta cubano José María Heredia7.
En 1835, al promulgarse la Constitución llamada de las Siete Leyes, que
instaló en México un gobierno centralista y convirtió los Estados en departa-
mentos, el Instituto fue clausurado de nueva cuenta y permaneció así hasta
1846; año en que el gobernador Francisco Modesto de Olaguíbel, al restau-
rar el federalismo, decretó su segunda y definitiva apertura.
A partir de entonces, el Instituto Literario de Toluca inició una época bri-
llante que le dio fama y prestigio en todo el país. Su director era don Felipe
Sánchez Solís y entre los maestros de aquel tiempo figuran el famoso liberal
Ignacio Ramírez El Nigromante, el general Felipe Berriozábal y el pintor Feli-
pe Santiago Gutiérrez; entre los alumnos, Ignacio Manuel Altamirano, Juan
A. Mateos, Joaquín Alcalde, Gumersindo Mendoza y Jesús Méndez y Muñiz,
entre otros.
7 Vino a México invitado por el presidente Guadalupe Victoria y que en Toluca desempeñó
varios cargos públicos y editó su famosa revista Miscelánea.
21
Facultad de Ingeniería
22
Historia
El Edificio Histórico
El edificio ocupado por el Instituto y ahora por la Universidad, se con-
sidera uno de los más emblemáticos de la ciudad de Toluca, catalogado
como inmueble histórico. Su construcción se inició en el siglo XVIII, pero de
la fábrica original poco queda. A lo largo de las épocas ha sido objeto de
múltiples reformas y mejoras8. Alberga las oficinas de la rectoría, la sala para
el Consejo Universitario y varios espacios para actividades culturales, princi-
palmente: el Museo de Historia Universitaria “José María Morelos y Pavón”, la
Galería Universitaria “Fernando Cano”, la Sala “Ignacio Manuel Altamirano”,
el Observatorio Meteorológico, el Torreón de la Identidad y el Museo de
Historia Natural.
23
Facultad de Ingeniería
24
Historia
25
Facultad de Ingeniería
derar que en aquel año Toluca contaba con apenas 20 mil habitantes y la
industria se limitaba a algunos obrajes y desarrollos mineros en regiones
cercanas.
Para ofrecer datos generales de la primera Escuela de Ingeniería en el
Instituto, que duró en funcionamiento normal 30 años y formó a 24 pro-
fesionistas en diferentes ramas, en todo este apartado se resaltan algunos
aspectos del trabajo de tesis de Maestría en Historia del maestro Reyes Ed-
gar Castañeda Crisolis, titulada: “Enseñanza y práctica de la ingeniería en el
Estado de México, 1870-1910”.
Superada ya la etapa de enfrentamientos entre conservadores y liberales,
estos últimos se dedicaron a llevar a la práctica la idea que tenían de país.
El apoyo que brindaron a la educación fue significativamente enorme con
respecto a otros rubros. En este sentido, las condiciones para lograr los idea-
les liberales a través de la formación de profesionales se presentaban como
deseables. Una de estas profesiones fue la ingeniería.
Una carta de Gabino Barreda, Director de la Escuela Nacional Prepara-
toria, al Gobernador del Estado de México, Mariano Riva Palacio, definió la
filosofía educativa sobre la que se organizaría la estructura curricular del
Instituto Literario. Con este hecho, el positivismo adquirió su carta de natu-
ralización en la entidad. A partir de ese año los discursos de las autoridades
académicas o civiles, constantemente hacían alusión sobre las bondades de
la ciencia. En este sentido, el positivismo como sistema filosófico, proporcio-
nó los fundamentos sobre los cuales no sólo se interpretó la realidad estatal,
sino que también fue el punto de partida para pensarla a largo plazo y edi-
ficar otro tipo de sociedad.
La enseñanza
En la historia de la entidad, hasta 1870, jamás se había experimentado la
enseñanza de carrera alguna. En algunos sectores de la sociedad no existía
ni la más remota idea acerca de las profesiones necesarias para superar las
condiciones materiales en que se encontraba. Sólo la clase ilustrada, que era
una minoría, estaba consciente de la situación y compartía la idea, junto con
los gobernantes, de llevar adelante acciones para superar el estado de cosas.
De esta manera, la legislatura local aprobó el decreto número 157 del 31
de diciembre de 1869, donde se autorizaba la Carrera de Ingeniería en el
Instituto Literario con las siguientes especialidades de Ingeniero: Ensayador
de Metales, Civil, de Minas, Geógrafo e Hidrógrafo, Mecánico, Topógrafo.
26
Historia
Junta Facultativa
Si bien es cierto que la vida académica de la institución estaba regulada
desde las más altas instancias del poder local, los profesores tuvieron un
espacio de participación en la toma de decisiones: esta fue la Junta Facul-
tativa que tuvo sus orígenes en los artículos 55 y 56 del propio reglamento
interno del Instituto. Se afirmaba que la Junta Facultativa era un órgano de
consulta y de decisiones, y que debía nombrarse los primeros días del año
escolar. De esta manera, durante la primera semana del primer mes del año,
todos los profesores se reunían para nombrar a quienes formarían parte de
ese órgano, ese año.
27
Facultad de Ingeniería
Los profesores
En 1883, siete años después de que se iniciara la enseñanza de la inge-
niería, el Instituto tenía una planta de profesores estable. Algunos de ellos
habían ingresado como alumnos desde que se instituyó el plan de estudios
y, para ese año, eran catedráticos prestigiados de la institución. La lista com-
pleta es la siguiente:
28
Historia
Los egresados
Lista de ingenieros egresados de la primera Escuela de Ingeniería9:
9 En esa época los municipios becaban a dos estudiantes, los cuales tenían la calidad de mu-
nicipales y eran internos. Había otro tipo de alumnos, los externos, que solo asistían a clases.
29
Facultad de Ingeniería
30
Historia
Anselmo Camacho
Nació en Lerma el 21 de abril de 1854 e ingresó al Instituto como alumno
municipal, nombramiento gubernamental, en 1866. De 1866 a 1870 se hizo
carpintero; aún no había concluido sus estudios cuando empezó a desempe-
ñar diversos puestos como: prefecto del Instituto y profesor de las clases de
Matemáticas, Geometría Descriptiva, Dibujo Topográfico, Alemán, Matemá-
ticas Superiores, Teneduría de Libros, Dibujo Arquitectónico y de Máquinas.
El 23 de diciembre de 1877, siendo alumno todavía, presentó y aprobó el
examen de oposición para impartir clases de Matemáticas en el primero y
segundo año, presentando después las del tercer curso. Ese mismo año se
encargó de continuar con las obras y remodelación del edificio del Instituto,
según el proyecto del ingeniero10 José L. Collazo.
En 1888 presentó su examen profesional para obtener el título de Inge-
niero Topógrafo e Hidromensor. En su certificado de estudios se observa
que desde que se inscribió como alumno en 1866 hasta 1887, se encontra-
ba tomando las siguientes materias: Historia Universal, Historia de México,
Literatura, Higiene, Geometría Descriptiva y Meteorología. En este mismo
documento se observa que no siguió ningún plan en particular, pues vivió
como estudiante cuatro planes de estudio: dos en el nivel preparatorio y dos
en el profesional. Se tituló con el plan de 1896, donde se contemplaba la
carrera de Ingeniero Topógrafo e Hidromensor.
Combinando sus actividades como estudiante y profesor del Instituto, el
15 de Septiembre de 1881 fundó la Academia Nocturna de Artesanos. Tam-
bién fue miembro de la Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de
México, de la Sociedad Artístico Regeneradora Daniel Alva, de la Sociedad
Científico y Literaria, a la vez que se desempeñó como profesor de la Escuela
Normal para Señoritas y de la Escuela de Artes y Oficios.
Camacho escribió varias obras que sirvieron para la enseñanza de las
Matemáticas. En 1884, por un lado, su texto “Nociones de geografía práctica”
fue indispensable en las escuelas oficiales del Estado. Por otro, su obra “Lec-
ciones de trigonometría esférica” sirvió para las clases en el Instituto tanto
en el nivel preparatorio como en el profesional.
A partir del 25 de enero 1897, su trabajo académico se vio interrumpido
por otras actividades: a cinco días de haber comenzado el curso, dejó las
clases para ser nombrado Ingeniero de Estado. Su trabajo fue brillante en el
31
Facultad de Ingeniería
ámbito local. Poco tiempo después de haber tomado posesión del puesto, se
encargó de obras que tenían que ver más con zonas urbanas y, en 1898, fue
nombrado precisamente Ingeniero de la Ciudad. A su regreso al Instituto fue
director en 1910 y 1915 por períodos muy breves. Su trabajo dentro de la
esfera pública fue reconocido ampliamente, por ejemplo, por sus méritos en
la instrucción pública, obtuvo la Medalla al Mérito Civil que le fue impuesta
el 5 de Mayo de 1920. Murió en junio de 1923.
Silvano Enríquez
Nació el 14 de mayo de 1853 en Villa del Carbón, Distrito de Jilotepec. En
1868 fue nombrado alumno municipal e ingresó al Instituto. Terminó sus
estudios preparatorios en 1875 y el siguiente año ingresó a la carrera de In-
geniero Topógrafo. En ese mismo año por ausencia del profesor de Química
fue asignado catedrático interino de esa materia.
El 4 de enero de 1876 fue publicada la convocatoria para la cátedra de
Química; Silvano Enríquez se inscribió. Por su juventud se dudó en acep-
tarlo como candidato, pero sus profesores dieron su apoyo con base en su
aprovechamiento académico y su buena conducta. Su examen consistió en
una exposición completa del curso de Química; después expuso el tema: “La
afinidad molecular de algunos cuerpos y algunas indicaciones para el mejor
método en el estudio de la Química”.
Para su disertación oral, el jurado le designó las siguientes cuestiones:
Historia, Formación y Extracción de los Orgánicos Naturales y Artificiales;
Teoría Antigua y Moderna sobre la Química de las Sales; Clasificación Quími-
ca de las Sales y Reglas que Presiden a sus Combinaciones; Papel que Des-
empeña el Carbono en la Química Orgánica e Inorgánica; y la Importancia
de la Química y sus Principales Aplicaciones. La prueba didáctica se certificó
sobre los azúcares, el mercurio y el potasio. Terminadas todas las pruebas,
incluyendo las prácticas, el jurado declaró que el sustentante estaba apto
para desempeñar la clase de Química y fue aprobado por unanimidad.
De los profesores ilustres del Instituto, Enríquez fue el más polifacético:
supo combinar su trabajo académico con la política. Estuvo vinculado estre-
chamente con los círculos del poder, ocupando varios puestos de importan-
cia como Vocal de la Junta de Instrucción Pública; Presidente Municipal de
Toluca; Prefecto, Secretario y también Director del Instituto, nombrado para
este último cargo el 1º de enero de 1889.
Lo anterior puede explicarse por el hecho de que sólo se dedicó al estudio
y enseñanza de la Química, a diferencia de sus compañeros profesores que
incursionaron en varias ramas del conocimiento. Rara vez desvió su atención
32
Historia
hacia otras ciencias. Así, en 1882, contagiado por las actividades que esta-
ba realizando Anselmo Camacho, participó en la fundación de la Academia
de Artesanos donde impartió la cátedra de Ciencias Físico-Químicas para
obreros. Durante los años que ejerció la docencia, impartió las cátedras de
Química, Historia Natural y Análisis Químico.
En 1893 sufrió un ataque de parálisis del cual no pudo reponerse. Hizo
algunas apariciones esporádicas en el Instituto durante los siguientes años.
Finalmente murió el 22 de agosto de 1900 a la edad de 47 años. En sus
exequias, en las notas del periódico La Ley, se leía: “Apóstol de la instrucción
y de la ciencia”. En su sepelio, el ingeniero Rafael García Moreno dijo: “el
mundo te lloró porque eras bueno, la ciencia te lloró porque eras grande”.
Hermilo Gorostieta
Desde que egresó del Instituto en 1888, se enroló en la administración
del Estado a cargo de diversas responsabilidades. Desde ese año hasta 1915,
ocupó diferentes puestos, entre ellos: Ingeniero de Estado, de 1888 a 1899;
Vocal de la Junta Superior de Salubridad, de 1889 a 1903; Ingeniero Con-
sultor de la Dirección General de Servicio Sanitario, en 1904; Ingeniero del
Ayuntamiento en 1908; e Ingeniero de Ciudad, de 1909 a 1914.
Por su participación directa en asuntos concernientes a la ingeniería,
(entubamiento de ríos, cuestiones de límites, construcción de ferrocarriles,
trazo de calles, construcción de hospitales, trazo y construcción de caminos
y carreteras) fue uno de los ingenieros egresados del Instituto que mejor
desarrolló su profesión. Como se puede observar, su carrera profesional no
estuvo ligada al Instituto. No regresó como profesor, sino que estuvo relacio-
nado estrechamente a las estructuras del Estado.
Rafael García Moreno
Este personaje, que fue un alto funcionario en educación, se graduó pri-
mero como profesor de primaria en 1887 y un año después como Ingeniero
Ensayador. Se incorporó en 1898 como profesor del Instituto, donde impar-
tió por muchos años las cátedras de Mecánica, Idioma Nacional, Historia de
la Física y la Química y, también, Astronomía. A pesar de sus múltiples ocu-
paciones, se dio el tiempo suficiente para ser un buen profesor. Sus cartas
dirigidas a las autoridades para que le dotaran de materiales para sus prác-
ticas fueron constantes: cada inicio de año escolar solicitaba materiales que
las autoridades juzgaban “exagerados”. Así, por ejemplo, en agosto de 1892
solicitó un telescopio de cinco pulgadas, una carta celeste proyectada sobre
el horizonte de México, un globo celeste y un globo geográfico y una carta
general de la Luna; por supuesto que sólo una mínima parte se le otorgó.
33
Facultad de Ingeniería
Desempeño e impacto
Los ingenieros que lograron titularse incursionaron satisfactoriamente en
las actividades propias de su formación, otros tantos fueron cooptados por el
Estado: vivieron del erario público. Esto demuestra que se había capacitado
a los profesionistas para que ayudaran a resolver problemas propios de una
sociedad en formación, pese a encontrarlos en puestos públicos no fueron
de primer nivel como Ingenieros de Estado, Ingenieros Municipales, Ingenie-
ros de Ciudad, Jefes de Departamento, Peritos Facultativos.
En el ámbito educativo, a diferencia del político, desarrollaron papeles
importantes. En la entidad se dejó sentir su presencia como directores de
escuela, profesores de primaria, inspectores de instrucción, profesores del
Instituto y presidentes de las academias pedagógicas.
La necesidad de construir la infraestructura mínima indispensable para
el funcionamiento de la sociedad permitió que los ingenieros pusieran en
práctica sus conocimientos en la solución de problemas técnicos aplicados
desde la construcción de casas y escuelas hasta el tendido de vías férreas.
El proyecto más importante de la época fue la construcción del ferrocarril
de Toluca a Iguala en el Estado de Guerrero. El diseño estuvo a cargo de
ingenieros egresados del Instituto, pero por diversas razones no se mate-
rializó, quedó en el gabinete. Las necesidades fueron muchas, no obstante,
los ingenieros egresados del Instituto no fueron suficientes para atenderlas.
A pesar de la experiencia sobre la enseñanza de la ingeniería, no se logró
concretar una tradición cultural sobre la formación de profesionales en la
técnica y la ciencia; el Instituto no logró crear sus propios cuadros. La inge-
niería como una profesión liberal, no pudo desarrollarse, caso contrario a la
escuela Normal y a la Escuela Preparatoria. A partir de ese año el Instituto
mantuvo una presencia cultural a través de la Escuela Preparatoria y de
otros espacios académicos que se fueron creando. Para 1910, la enseñanza
de la ingeniería fue historia. •
34
Historia
Capítulo II.
La Facultad de Ingeniería de la Universidad
Autónoma del Estado de México
Génesis
El trabajo del maestro Crisolis, resumido en el capítulo anterior, induda-
blemente es un documento valioso que recupera una parte importante de la
historia institucional y en particular de la Facultad de Ingeniería. Justo en ese
episodio encuentra su antecedente directo. Posiblemente sea dura la con-
clusión del maestro, en el sentido de que para 1910 la enseñanza de la in-
geniería fue historia. Más bien parece que la intención de formar ingenieros
para apoyar el desarrollo del Estado fue permanente, pero las condiciones
políticas y económicas del país no lo propiciaron.
En tanto a los trabajos que apoyaron al desarrollo del Estado, por ejem-
plo, en el Acta No. 25 del Instituto Científico y Literario Autónomo, con fe-
cha del 16 de junio de 1954, se consigna el Examen Recepcional de Arturo
Balderas Galván, a quien se le otorgó el título de Ingeniero Municipal. El
jurado estuvo integrado por el licenciado Juan Josafat Pichardo Cruz, como
Presidente; el arquitecto Manuel Barbabosa López, Primer Vocal; el ingeniero
Federico Hardy, Segundo Vocal; el arquitecto Luis Barbabosa, Tercer Vocal; y
el ingeniero Javier Ramírez, Secretario. El trabajo tuvo el título de: “Aeropuer-
to Municipal en Puerto Vallarta”. El resultado del examen fue aprobatorio11.
También se tiene el Acta No. 32 de la Universidad Autónoma del Estado
de México12, con fecha del 22 de agosto de 1956, en la que se consigna el
Examen Recepcional de Guillermo Moreno Díaz, a quien se le otorgó el título
de Ingeniero Municipal. El jurado estuvo integrado por el ingeniero Carlos
Gonzáles Flores como Presidente; el arquitecto Manuel Barbabosa, Primer
Vocal; el Ingeniero Federico Hardy, Segundo Vocal; el ingeniero Teódulo Var-
gas, Tercer Vocal; y el ingeniero Javier Ramírez, Secretario. El trabajo presen-
tado por el sustentante fue: “Proyecto de abastecimiento de aguas potables
y sistema de saneamiento de la colonia de las Américas en Toluca, México”;
aprobado por unanimidad.
11 Se puede agregar que el ingeniero Balderas fue profesor en los primeros años de la Facultad
de Ingeniería, impartiendo el curso de Ingeniería Sanitaria.
12 A seis meses de haberse creado la UAEM y ya establecida la Facultad de Ingeniería Civil.
35
Facultad de Ingeniería
Consolidación
El licenciado Adolfo López Mateos, como exalumno del Instituto, siempre
tuvo la intención de fundar la Universidad con base en el antiguo Instituto,
así como de reestablecer los estudios profesionales de ingeniería como re-
quisito indispensable para el desarrollo social. Cuando él tuvo a su cargo la
dirección del Instituto, procuró llevar a cabo dichos proyectos; sin embargo,
no le daría tiempo. Debido a su potencial político, fue llamado a participar
en diferentes cargos del gobierno federal, carrera que, como se sabe, culmi-
naría con la Presidencia de la República, desde donde continuó apoyando
los proyectos del tintero.
De esta manera, el 5 de noviembre de 1955, en una comida que ofreció la
Escuela de Medicina del Instituto Científico y Literario Autónomo del Estado
de México [ICLA], el licenciado Adolfo López Mateos, futuro presidente de
México , se dirigió a José Yurrieta Valdés, quien había sido su discípulo en el
Instituto, y le dijo que debía fundar la Escuela de Ingeniería.
Gracias a las gestiones del ingeniero José Yurrieta y superando las difi-
cultades que se presentaron, se logró que el 7 de marzo de 1956 el Consejo
Directivo del Instituto Científico y Literario Autónomo del Estado de México
autorizara la creación de la Facultad de Ingeniería Civil. El 21 de Marzo del
mismo año entró en vigor la ley que transformó al ICLA en la UAEM. Inge-
niería fue una de las escuelas que conformaron a la naciente Universidad
(Peñaloza, 1956).
36
Historia
Cronología de directores
La destacada labor de cada uno de los directores de la Facultad de Inge-
niería ha sido determinante para el desarrollo académico y administrativo de
la institución, por lo que son merecedores de un especial reconocimiento;
son protagonistas de una historia que continúa
Periodo Director
1956 – 1962 Ing. Carlos González Flores
1962 – 1968 Ing. José Yurrieta Valdés
1968 – 1970 Ing. Cudberto Díaz Gómez
1970 – 1974 Ing. Alfonso Castañeda Siles
1974 – 1977 Ing. Eusebio Cárdenas Gutiérrez
1977 – 1981 Ing. Raúl Álamo Neidhart
1981 – 1985 Ing. José Luis Cortés Martínez
1985 – 1989 Ing. José Concepción López Rivera
1989 – 1993 Ing. José Frías Díaz
1993 – 1997 Dr. Horacio Ramírez de Alba
1997 – 2001 Ing. Ángel Albíter Rodríguez
2001 – 2005 M. en I. Enrique Maza Cotero
2005 – 2009 Dr. Carlos Vera Martín
2009 – 2013 Dr. David De León Escobedo
2013 – A la fecha M. en I. Raúl Vera Noguez
Infraestructura y su evolución
En un inicio, se carecía de la infraestructura necesaria. El primer laborato-
rio fue el de materiales, puesto en marcha por el ingeniero Antonio Yurrieta,
segundo director. Para ello se ocupó uno de los pasillos del patio poniente
(Patio de los Estudios). Cuando la Facultad se trasladó a Ciudad Universitaria
[CU), en la ciudad de Toluca, se ampliaron considerablemente los servicios
de laboratorio y se estableció la biblioteca, que demás de bibliografía con-
taba con una colección de películas sobre obras importantes, donación de
la empresa Ingenieros Civiles Asociados [ICA]. El Laboratorio de Materiales
ha sido un elemento importante para la enseñanza y la investigación, así
como también para la prestación de servicios al exterior, cuyos recursos se
invierten en diversos requerimientos para la institución.
37
Facultad de Ingeniería
A partir de entonces, grandes han sido los esfuerzos por mejorar las con-
diciones de la infraestructura ante la creciente demanda de alumnos en los
diferentes programas de estudios de Ingeniería. En la actualidad, la Facultad
de Ingeniería, en conjunto con el Centro Interamericano de Recursos del
Agua y el Laboratorio de Materiales, cuenta la siguiente infraestructura:
38
Historia
39
Facultad de Ingeniería
Programas de licenciatura
En diciembre de 2016, los Programas Académicos de Ingeniería Electró-
nica, Mecánica y Civil fueron reacreditados por el Consejo de Acreditación
de la Enseñanza de la Ingeniería (CACEI); y el Consejo Consejo Nacional de
Acreditación en Informática y Computación (CONAIC) también reacreditó el
Programa de Ingeniería en Computación. Lo anterior ha fortalecido sustan-
cialmente a la facultad, tanto en lo académico como infraestructura y equipo.
Es indudable que el resto de las carreras que todavía no participan en este
tipo de evaluaciones formarán parte de los programas acreditadores corres-
pondientes, llenando de satisfacciones a nuestra comunidad.
A continuación, se presenta una breve semblanza de cada licenciatura,
incluyendo alumnos, profesores y programas de estudios.
Ingeniería Civil
Como ya se mencionó, el programa académico de Ingeniero Civil fue el
primero en ser autorizado en el año 1956, dando lugar a una de las cinco ca-
rreras que iniciaron en la UAEM. En estos 60 años de actividades, la facultad
40
Historia
Profesores
Al inicio hubo serias dificultades para conformar la planta de profeso-
res. Las autoridades recurrieron a dependencias de los gobiernos federal y
estatal, así como a otras instituciones de educación superior, para lograr la
41
Facultad de Ingeniería
42
Historia
43
Facultad de Ingeniería
Ingeniería Mecánica
Antecedentes13
El desarrollo industrial en el Estado de México se gestó en el corredor
Lerma-Toluca cuyas principales ramas fueron la química, la textil de fibras
sintéticas, la mecánica y la automotriz. En los gobiernos de Carlos Hank Gon-
zález (1969-1975) y Jorge Jiménez Cantú (1975-1981) se promovió la in-
versión extranjera a través del ofrecimiento de mano de obra, electricidad,
accesibilidad y terrenos amplios a bajo costo.
Las iniciativas anteriores fueron acordes con la política de parques in-
dustriales y de desconcentración industrial, la cual continuó con Alfredo del
Mazo (1981-1986). Su gobierno promovió polos de desarrollo en municipios
que no contaban con una tradición industrial, tales como Zinacantepec, Oco-
yoacac, Tenango del Valle, Santa Cruz Atizapán y Metepec. Así mismo, creó
el Consorcio de Comercio Exterior Estatal, el Fideicomiso para el Desarrollo
de Parques y Zonas Industriales (FIDEPAR) y el Centro de Investigación In-
dustrial; este último pretendía sustituir importaciones mediante el desarrollo
de prototipos.
Ante tal avance y teniendo una carencia de profesionistas capacitados
para ocupar puestos clave en la creciente industria, en el año 1970 se creó
la Licenciatura en Ingeniería Mecánica, siendo director el ingeniero Alfonso
Castañeda Siles y rector el Doctor Guillermo Ortiz Garduño, según se hace
constar en la Memoria de la Facultad de Ingeniería (1976).
Entre los años 1969 y 1986 se promovió la inversión extranjera y se crea-
ron parques industriales, lo que detonó una gran oferta de trabajo para esta
especialidad. La industria automotriz, la de transformación y la de metal-
mecánica, entre otras, han tenido un gran auge en la actualidad, lo que ha
contribuido favorablemente en la evolución de esta rama de la ingeniería.
Alumnos
La carrera de Ingeniería Mecánica inició con 13 estudiantes, pero la ma-
trícula se vio incrementada rápidamente debido a la demanda del sector
industrial en la entidad. Actualmente se registran 602 inscritos. Merece la
pena destacar a algunos de los primeros alumnos de Ingeniería Mecánica
en obtener su título profesional:
44
Historia
Profesores
La evolución que ha tenido la planta de profesores de Ingeniería Mecá-
nica es indiscutible. Sin embargo, es meritorio recordar a quienes empren-
dieron la labor de fundar esta carrera: Rafael Castorena de la Maza, Roberto
González Galindo, Conrado Ramírez González, Francisco Sánchez Akel, Jesús
Barrera Legorreta, William Todd Urtiz y Eduardo Torr Hernández, entre otros.
45
Facultad de Ingeniería
46
Historia
Ingeniería en Computación
Antecedentes14
Hacia finales de la década de los 70, con el advenimiento de las mi-
nicomputadoras y el inicio de la era de la computadora personal, se hizo
indispensable la creación de un programa de estudios, que respondieran a
la demanda de la sociedad de profesionales capaces de crear desarrollar e
innovar complejos sistemas de información. Como una respuesta a esta ne-
cesidad, se estableció en la Facultad de Ingeniería el programa de Maestría
en Ingeniería con especialidad en Informática.
La demanda existente no pudo ser satisfecha con los cuadros formados
por dicho programa, por lo que el entonces director ingeniero José Luis Cor-
tés Martínez, encargó un proyecto tendiente a la creación de una carrera de
Ingeniería en Computación, a los homólogos Luis Aurelio Mercado Salgado
y Felipe Camacho Mejía15.
14 Información proporcionada por Felipe Camacho Mejía, profesor de la carrera.
15 Recién egresados del programa de Ingeniería Mecánica de la misma facultad y con los estu-
dios de la mencionada maestría casi concluidos.
47
Facultad de Ingeniería
48
Historia
Profesores
Los primeros docentes fundadores de esta licenciatura fueron: Felipe Ca-
macho Mejía, Luis Aurelio Mercado Salgado, Mariano Cruz González, Pablo
Armando Zárate Archundia, José Solleiro Díaz de Sandi, Rafael Castillón Jar-
dón, Víctor Sarabia Ortiz y Armando Lara. Desde un inicio el ingeniero Miguel
Ángel García Cisneros y el ingeniero Gilberto Cortés Bastida se integraron a
este equipo de trabajo como docentes. Más adelante, se contó con la valiosa
colaboración del ingeniero José Uribe Sánchez. y del ingeniero Felipe Polo
Basurto, del entonces Centro de Investigación, Cálculo e Informática (CICALI)
de la UAEM.
En la actualidad, se cuenta con los siguientes docentes:
ALBERTA BLANQUEL MIRANDA HÉCTOR ALEJANDRO MONTES VENEGAS
ALBERTO TORRES GUTIÉRREZ HÉCTOR TORRES AGUILAR
ALEJANDRO HERNÁNDEZ ARRIAGA HEMELINA TOVAR SOTO
ÁLVARO ALFONSO LUGO ÁVILA HUGO HIRAM MICHEL RODRÍGUEZ
ÁLVARO ARZATE TREJO JAVIER VILLANUEVA ORTEGA
ARACELI IBARRA ZIMBRÓN JOSE ANTONIO ÁLVAREZ LOBATO
BENJAMÍN PÉREZ CLAVEL JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ SERVÍN
CARLOS A. MENDOZA WARNKE JOSÉ DOMINGO ANZALDO BIBIANO
CARMEN LORENA DÍAZ ÁLVAREZ JOSÉ RAYMUNDO MARCIAL ROMERO
CAROL LEYVA PELAEZ JUAN CARLOS BACA BELMONTES
CÉSAR BOBADILLA BARRERA JUAN CARLOS ESCOBAR GONZÁLEZ
CINTHIA GONZÁLEZ MIRELES JUAN CARLOS MATADAMAS GÓMEZ
DIANA LORENA RUBIO TOLEDO JUAN LEBARIO MENCHACA
EDUARDO TRUJILLO FLORES JUDITH MORENO JIMÉNEZ
ELFEGO GUTIÉRREZ OCAMPO JULIO CÉSAR SARANDINGUA QUINTERO
ERICKA ROMERO ALBÍTER LETICIA FARFÁN BECERRIL
ERNESTO DÍAZ ACEVES LETICIA PERLA RODRÍGUEZ MARTÍNEZ
EVERARDO GRANADOS FLORES LILIA OJEDA TOCHE
FELIPE CAMACHO MEJÍA LILIAN KARINA ESPINOSA DE LOS MONTEROS
FRANCISCO IGNACIO CHÁVEZ CASTAÑEDA HEREDIA
GERMÁN GARCÍA BENÍTEZ LUIS ENRIQUE LEDEZMA FUENTES
GONZALO VALDOVINOS CHACÓN MA. DE LOURDES ARCOS SANTOVEÑA
GUILLERMINA PÉREZ MARTÍNEZ MA. DE LOURDES RIVAS ARZALUZ
49
Facultad de Ingeniería
Ingeniería en Electrónica
Antecedentes16
La creación de la carrera de Ingeniería en Electrónica se dio por la necesidad
tecnológica de la zona industrial del Valle de Toluca y la demanda social. En ese
momento sólo existía en algunas universidades privadas, por ejemplo la UNAM,
el Cinvestav, la Esime, el Tecnológico de Monterrey y la Universidad Iberoameri-
cana. Hubo reuniones con Catedráticos de Universidades públicas y privadas, así
como de empresarios y, finalmente, se aprobó la iniciación de la carrera.
16 Información proporcionada por la doctora Laura Luz Valero Conzuelo, profesora de la carrera.
50
Historia
52
Historia
Antecedentes19
Siendo director de nuestra Facultad de Ingeniería el doctor Horacio Ra-
mírez de Alba, con motivo del aniversario número 40 de la FIUAEM se orga-
nizó un evento académico al que se le denominó: “Congreso Internacional
FIUAEM ’96: La Ingeniería en el Desarrollo Sostenible”, del 22 al 25 de mayo
de 1996. En este congreso se demostró el creciente interés que sobre el
oxímoron “Desarrollo Sostenible” seguía expandiéndose por todo el mundo,
19 Por el doctor Eduardo Rincón Mejía, profesor de la carrera.
53
Facultad de Ingeniería
54
Historia
licenciatura con esta orientación. Este punto de vista fue expuesto en una
reunión presidida por el doctor Alfredo Barrera Baca, quien era entonces
Director de Estudios Profesionales de la UAEM. En dicho evento estuvieron
presentes los directores de varias de sus facultades, convocados todos ellos
para presentarles la novedosa iniciativa universitaria.
Satisfactoriamente, la nueva licenciatura en Ingeniería de Sistemas Ener-
géticos Sustentables fue aprobada por el H. Consejo Universitario en su se-
sión ordinaria del mes de diciembre del 2010, iniciando clases en agosto de
2011.
Cabe destacar que la Licenciatura en Sistemas Energéticos Sustentables
fue pionera a nivel nacional en cuanto a su orientación y su nivel de estu-
dios, y fue imitada al poco tiempo por la UNAM y otras universidades dentro
y fuera de México.
Alumnos
La primera generación contó con 25 estudiantes. Y a sólo cinco años de
su creación, actualmente tiene una matrícula de 304 alumnos. En julio de
2016 egresó la primera generación de esta carrera, cuyos integrantes son los
siguientes:
ALEJANDRA GISELA PAEZ CAHUM JESSICA ABIGAIL FERNÁNDEZ VALDESPINO
AZAHEL FABIÁN ALVARADO MANUEL PÉREZ SÁNCHEZ
CARLOS EDUARDO SORIANO CAMACHO MARÍA FERNANDA DURÁN ESTRADA
DAVID ANTONIO GARCÍA REYES PAOLA ISRADE BURROLA
FRANCISCO DE JESÚS ZAVALETA VELÁZQUEZ RICARDO RODRÍGUEZ QUINTANA
55
Facultad de Ingeniería
De los alumnos citados, los siguientes han concluido sus proceso de eva-
luación profesional:
56
Historia
Bioingeniería Médica20
Antecedentes
La licenciatura de Bioingeniería Médica [BIM] apoya la práctica médica
del diagnóstico, tratamiento y terapia, mediante el desarrollo y la innovación,
la evaluación y gestión, y el uso óptimo de la tecnología, para ampliar la co-
bertura de acceso, generar soluciones costo-efectivas acordes a las nuevas
necesidades de la población usuaria, y, sobretodo, ofrecer una mejor calidad
de atención a los pacientes.
El profesional universitario en Bioingeniería Médica colabora con equipos
multidisciplinarios abocados al cuidado de la salud y a la mejora de la cali-
dad de vida, integrando en su intervención laboral los conocimientos de las
ciencias exactas, de la ingeniería y de la medicina, para solucionar proble-
mas clínicos con soporte tecnológico, mejorar la efectividad y uso racional
20 Con información obtenida en entrevista por el doctor Marcelo Romero Huertas, profesor de
la carrera.
57
Facultad de Ingeniería
58
Historia
Profesores
El primer profesor de carrera asignado a este programa curricular por
parte de la Facultad de Ingeniería, fue el doctor Marcelo Romero Huertas.
En noviembre de 2011, se contrató al segundo profesor de carrera: el doctor
Rigoberto Martínez Méndez. Once profesores integraron la primera plantilla
de maestros de este programa:
Cálculo Diferencial e Integral para Dr. Miguel Ángel Camacho López
Bioingeniería Dr. Eugenio Torres García
Álgebra Lineal para Bioingeniería Dr. Juan Carlos Ávila Vilchis
M. en C. Iván O. Rossano Díaz
Algoritmos y Programación Básica Dra. Adriana Vilchis González
Dr. Otniel Portillo Rodríguez
Probabilidad y Estadística para Bioin- Dr. Marcelo Romero Huertas
geniería Dr. Joel Vargas Hernández
Anatomía del aparato musculoesque- M.S.P. Alexis A. Castillo Arriaga
lético Esp. En C.G. Jesús Nieto Cid del Prado
Fisiología del aparato musculoesquelético Dr. en H. Arturo García Rillo (2 grupos)
59
Facultad de Ingeniería
21 Con información obtenida en entrevista por el doctor José Luis Expósito Castillo, profesor
de la carrera.
60
Historia
Profesores
El claustro de docentes de esta carrera está conformado por profesores tan-
to del CIRA como de la Facultad de Geografía. En la primera plantilla, participó
la maestra en ciencias Érika Lizeth Millán (entonces estudiante del doctorado
en Ciencias del Agua), impartiendo Hidráulica. Posteriormente se adhirió el
doctor Carlos Alberto Mastachi Loza, en la unidad de aprendizaje de Hidrolo-
gía. A continuación, se pueden apreciar los nombres de los primeros docentes:
Geología Física Ing. Rodolfo Reyes Osorio
Hidráulica Mtra. Érika Lizeth Millán Lagunas
Matemática Aplicada Ing. Rosendo Mesillas Arellano
Medio Ambiente y Sociedad Dr. José Emilio Baró Suárez
Química General Mtra. Rosalía María José Velásquez
Jiménez
Fundamentos de Cartografía Mtro. Francisco Zepeda Mondragón
En la actualidad, los profesores de la Facultad más relacionados con esta ca-
rrera son: la doctora María Vicenta Esteller Alberich y el doctor José Luis Expósito
Castillo, quienes llevan a cabo proyectos con la apertura y proyección suficientes
para que los alumnos sean beneficiados. Esta participación tan relevante se ha
derivado en el fortalecimiento del área de Recursos Hídricos, cuyo protagonismo
se ha incrementado entre la población estudiantil de la carrera.
61
Facultad de Ingeniería
Materias Propedéuticas
Antecedentes
El objetivo del Departamento de Materias Propedéuticas es organizar y
supervisar las actividades académico–administrativas de las unidades de
aprendizaje del tronco común de las licenciaturas que se ofrecen en la Fa-
cultad de Ingeniería, así como mantener una relación directa con el personal
docente y la comunidad estudiantil correspondiente.
Por su parte, la misión es impartir asignaturas que fomenten el pensa-
miendo crítico de los alumnos a fin de que desarrollen su capacidad de
análisis, planteamiento y solución de problemas.
La visión es ser una coordinación capaz de generar en el alumno la in-
quietud por aplicar y/o desarrollar modelos matemáticos para explicar el
comportamiento de fenómenos tanto naturales como artificiales.
Perfil del alumno
El alumno debe ser crítico, creativo y disciplinado en sus estudios. Lo an-
terior le facilitará el progreso dentro de sus estudios en las diversas materias
que se imparten el bloque propedéutico.
Profesores
Los docentes del área de Materias Básicas apoyan a la formación de todas
las carreras, por lo que su número es nutrido. En la plantilla 2016B figuran
95 profesores para atender a una comunidad de alumnos con necesidades
específicas de formación.
ADRIÁN BERNARDINO IZQUIERDO ZENIL CRISTINA VALENCIA CAMACHO
ALEJANDRO ORTÍZ PÉREZ DANIEL HADAD CARTAS
ÁLVARO ARZATE TREJO DAURY GARCIA PULIDO
ANDRÉS CANCÍN VICTORIANO DAVID DE LEÓN ESCOBEDO
ARACELI CONSUELO CAMPERO CARMONA DAVID GUTIÉRREZ CALZADA
ARACELI IBARRA ZIMBRÓN EDGAR MENDOZA VALDÉS
ARELI FABILA NUÑEZ EDUARDO TRUJILLO FLORES
ARMANDO HERRERA BARRERA ERICKA ROMERO ALBÍTER
AUGUSTO EDUARDO COYOLI LAZCANO FABIOLA CONTRERAS SALAZAR
AURORA DIANA GUZMÁN CORIA FELIPE CAMACHO MEJIA
BALAAM VALLE AGUILAR FERNANDO LÓPEZ SOLIS
BERTHA EUGENIA ORDÓÑEZ GUADARRAMA FIDEL ALEJANDRO OSORIO JARAMILLO
BRENDA PICHARDO LEWENSTEIN FRANCISCO BECERRIL VILCHIS
CARLOS DÍAZ DELGADO GABRIEL MARTÍNEZ MEJÍA
CAROLINA ÁLVAREZ BASTIDA GABRIEL REYES GUTIÉRREZ
CECILIA VILLEGAS VALADEZ GERARDO IZQUIERDO MARIN
COLÍN MERCADO NOÉ ARMANDO GERARDO MÉNDEZ ACOSTA
62
Historia
63
Facultad de Ingeniería
Estudios Avanzados22
Antecedentes
Al igual que en los estudios de pregrado, la Facultad de Ingeniería ha
sido pionera en la UAEM en Estudios Avanzados. En 1974, implementó su
primera Maestría, sólo unos meses después de la primera maestría en Ad-
ministración, de la UAEM. En 1995 aprobó el primer doctorado de nuestra
máxima casa de estudios, graduando también al primer doctor de la UAEM
(21 de enero de 2000).
En 1974, el primer programa de estudios avanzados impartido por la
Facultad de Ingeniería fue la Maestría en Toma de Decisiones, seguida, en
1979, por las Maestrías en Construcción de Estructuras y en Informática, que
se actualizó en 1994. La oferta educativa de programas de estudios avan-
zados se incrementó en 1984, al iniciar actividades la Especialidad en Vías
Terrestres y la Maestría en Diseño Mecánico. En 1986 se aprobó la Especiali-
dad en Riego y Drenaje. En esta época, se iniciaron las primeras propuestas
para crear un Doctorado en Estructuras, que no llegaron a concretarse. Sin
embargo, en 1985, se instauraron los Programas de Especialidad y Maestría
en Ingeniería del Transporte, y se redefinió la Maestría en Construcción de
Estructuras, para convertirse en la Maestría en Estructuras, que se actualizó
en 1996. El Programa de Maestría en Ciencias del Agua inició sus labores
académicas en el mes de septiembre de 1993, siendo reestructurado en
1995, 2006 y 2011. Además, la propuesta de un Doctorado en Ingeniería, se
inició en 1993, formalizándose los trámites en 1994 e iniciando actividades
en 1995.
El Doctorado en Ingeniería nació con dos áreas de énfasis: Estructuras y
Ciencias del Agua. En el año de 1996, se realizó una exhaustiva revisión de
los planes de estudio de los programas de grado ofertados en la facultad,
dando como resultado que se rediseñaran las maestrías en Diseño Mecánico
y en Toma de Decisiones, pasando a denominarse: Maestría en Ingeniería-
Sistemas de Manufactura y Maestría en Ingeniería-Análisis de Decisiones. En
1999, se aprobó la Maestría en Ingeniería con énfasis en Administración de
la Construcción.
Este panorama se mantuvo hasta el año 2003, cuando diversos progra-
mas de estudios avanzados de la Facultad de Ingeniería se integraron en la
Maestría en Ingeniería (con áreas terminales Transporte, Estructuras y Me-
cánica), desapareciendo las Maestrías en Estructuras, Ingeniería-Sistemas de
22 Información proporcionada por la doctora María del Carmen Jiménez Moleón, Coordinadora
de Estudios Avanzados.
64
Historia
65
Facultad de Ingeniería
1995 8 5 3 3
1996 9 3 3 3
1997 15 5 9 9
1998 7 3 4 4
1999 14 6 8 8
2000 8 1 6 6
2001 5 0 4 4
2002 6 1 4 4
2003 9 2 4 4
2004 7 4 3 3
2005 8 2 6 6
2006 7 0 6 6
2007 9 0 9 9
2008 18 0 18 18
2009 5 0 5 5
2010 8 2 6 6
2011 9 0 8 8
2012 10 0 9 9
2013 10 0 9 9
2014 7 0 No aplica No aplica
2015 8 0 No aplica No aplica
66
Historia
67
Facultad de Ingeniería
Nota: Como programa de nueva creación, durante las primeras generaciones, se le concedió
permiso para inscribir alumnos fuera de la temporalidad registrada (anual, los meses de agosto).
Antecedentes de Maestría
PERÍODO INGRESOS BAJAS EGRESOS GRADUACIONES
2009B 3 0 3 3
2010A 3 0 3 3
2010B 1 0 1 1
68
Historia
2011A 5 0 5 5
2011B 6 0 6 4
2012A 1 0 1 1
2012B 6 1 6 3
2013A 4 0 4 0
2013B 8 1 No aplica No aplica
2014A 3 0 No aplica No aplica
2014B 6 0 No aplica No aplica
2015A 3 0 No aplica No aplica
2015B 4 0 No aplica No aplica
2016A 4 0 No aplica No aplica
Antecedentes de Licenciatura
PERÍODO INGRESOS BAJAS EGRESOS GRADUACIONES
2009B 2 0 2 2
2012B 1 0 1 No aplica
Estadísticas:
Situación actual
La matrícula total en Estudios Avanzados, en septiembre de 2016, se dis-
tribuye de la siguiente manera: cuenta con 83 inscritos (36 doctorado; 47
maestría), frente a los 79 inscritos en 2015 (33 doctorado; 46 maestría). En el
semestre 2016A, el 43% corresponde a la matrícula de doctorado, haciendo
que el porcentaje relativo de alumnos cursando doctorado en la Facultad
de Ingeniería sea significativamente superior al que reporta la UAEM en
conjunto. Desde una perspectiva de género, en la matrícula actual, el 32%
de los estudiantes de Estudios Avanzados en la Facultad de Ingeniería es
femenino, 34% en Maestría y 31% en Doctorado.
Matrícula en el semestre 2016A-Estudios Avanzados de la Facultad de Ingeniería.
Maestría en Cien- 6 2 7 15
cias del Agua
Maestría en 19 4 1 24
Ciencias de la
Ingeniería
Maestría en 4 4 8
Ingeniería de la
Cadena de Sumi-
nistro
Doctorado en 15 4 1 20
Ciencias del Agua
Doctorado en 10 6 16
Ciencias de la
Ingeniería
70
Historia
71
Facultad de Ingeniería
72
Historia
2007 6 0 0 0 0 0
2008 4 2 2 0 0 0
2009 2 2 1 0
2010 2 1 0 0 1 1
2011 0 0 0 0 0 1
2012 1 0 1 1 3 0
2013 0 0 1 1
2014 0 1 5 3
2015 1 0 5 5
TOTAL 20 10 3 0 3 2 15 11
Primeros egresados
Los estudiantes de Estudios Avanzados de la Facultad de Ingeniería que
hicieron historia al ser los primeros graduados y primeras graduadas en cada
uno de los programas, se enlistan a continuación:
73
Facultad de Ingeniería
Profesores
Todo proyecto exitoso requiere de un equipo eficiente. Por ello, se agra-
dece a todos los profesores que forman parte de la plantilla de maestrías y
doctorados de la Facultad de Ingeniería:
74
Historia
75
Facultad de Ingeniería
Un largo camino
Como se puede ver, se ha recorrido un gran camino desde la primera
maestría que comenzó con todos los profesores de asignatura, externos a la
facultad. Actualmente, la Facultad de Ingeniería tiene acreditado el 100% de
los programas de estudios avanzados en el Programa Nacional de Posgrados
de Calidad de la SEP-CONACYT. Así mismo, participa interinstitucionalmente
en otros tres programas acreditados, todos ellos por el PNPC: Doctorado en
Diseño, con la Facultad de Arquitectura y Diseño, y Maestría y Doctorado en
Ciencias Ambientales, con las Facultades de Química, Turismo y Gastrono-
mía, Geografía y Planeación Urbana y Regional.
Actualmente, la Facultad de Ingeniería cuenta con diversos programas en
desplazamiento y en liquidación, de especialidad, maestría y doctorado, para
los que se elaboraron procedimientos estandarizados, aprobados por los
HH. Consejos de la Facultad para ser aplicados a los estudiantes que deseen
finalizar sus estudios (terminar con el proceso se graduación), en el marco de
la Legislación Universitaria vigente. Sin embargo, la actual oferta educativa
en posgrado de la Facultad de Ingeniería se fundamenta en fortalezas de
los Profesores de Tiempo Completo de la propia Facultad y de los Cuerpos
Académicos en los que están insertados. Por lo que se espera que esta oferta
sea más consistente en el tiempo, además de que tiene más posibilidades
de permanecer en el padrón de acreditación de calidad que estipule Cinacyt.
Además, para cumplir los compromisos de actualización de los Estudios
Avanzados, la reestructuración del Doctorado en Ciencias del Agua (donde
desaparece el ingreso con antecedentes de licenciatura), ya se encuentra
en revisión en la SIEA-UAEM, tras ser aprobada por los HH. Consejos de la
Facultad 2015. Del mismo modo, la Maestría en Ciencias de la Ingeniería
también se encuentra en reestructuración y los trabajos de discusión en el
seno del NAB han dado como resultado un programa actualizado donde se
incorpora la Línea de Sistemas Energéticos.
Todo este panorama abre un horizonte esperanzador para los Estudios
Avanzados de la Facultad de Ingeniería, donde los programas de estudios
cada vez están más consolidados y cuentan con una calidad comprobada.
Los retos son la ampliación de la oferta, la consolidación ante los organismos
acreditadores y la internacionalización. Aspectos que, por el desarrollo actual
parecen alcanzables a corto y mediano plazo, respectivamente.
76
Historia
Antecedentes23
La década de los noventa fue especialmente significativa en los estudios
avanzados de la Facultad. En los últimos meses de 1992, en el seno de los
HH. Consejos, se discutió la creación del Centro Interamericano de Recursos
del Agua (CIRA). El proyecto obtuvo el acuerdo favorable del H. Consejo
Académico, el 19 de noviembre y del H. Consejo de Gobierno, el 23 del
mismo mes, quedando el CIRA oficialmente creado el 21 de enero de 1993,
como dependencia académica de la Facultad de Ingeniería, considerándose
como un Centro de Investigación, Docencia, Extensión Académica, Difusión
y Vinculación. Dentro de este centro se consideró la formación de recursos
humanos especializados a través de los Programas de Estudios Avanzados
en Ciencias del Agua.
La idea de su creación se preconcibió en 1988, a partir de que el entonces
Secretario Administrativo de la UAEM, Uriel Galicia Hernández, citó al inge-
niero José Frías Díaz, Subdirector Académico de la Facultad de Ingeniería,
para tratar asuntos relacionados con la organización de un Congreso Intera-
mericano de Recursos Hídricos, propuesto por la Universidad Laval, Canadá,
a través del doctor José Llamas, profesor radicado en Quebec, debido a la
necesidad de contar con especialistas en recursos hídricos en México y Amé-
rica Latina.
Una vez llevado a cabo dicho evento en la ciudad de Valle de Bravo, se
continuó con la organización de un segundo congreso en 1989, esta vez con
sede en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. El ingeniero José Elías Chedid
Abraham y el ingeniero Francisco Arce Benítez, profesores y especialistas en
recursos hídricos de la Facultad de Ingeniería, siendo ya director el ingeniero
José Frías, acudieron como representantes de la UAEM, para proponer la
posibilidad de que el proyecto CIRA (ideado, planificado y planteado por
el doctor Llamas), fuera establecido en la ciudad de Toluca, en el seno de
nuestras alma mater.
La respuesta al planteamiento se tornó favorable, en tanto que se pro-
gramó el tercer congreso, en 1991, con sede en Toluca, México, en donde,
una vez en marcha, se discutieron las condiciones, objetivos y estructura del
nuevo centro de investigación. Después de intensas sesiones de trabajo, y
23 Información proporcionada en entrevista por el ingeniero José Frías Díaz, director de la
FIUAEM en el periodo 1989-1993.
77
Facultad de Ingeniería
78
Historia
Infraestructura24
El CIRA cuenta con una infraestructura suficiente para atender todas las
actividades para las que fue creado: edificio principal, Laboratorio de Calidad
del Agua, Laboratorio de Modelos Hidráulicos, edificio anexo y otros.
El edificio principal cuenta con cerca de 600 metros cuadrados y tiene
dos niveles, los cuales están divididos en: oficina para la Coordinación del
CIRA, sala de juntas, área de recepción, sala de cómputo, oficinas para pro-
fesores-investigadores, oficina para el Personal Administrativo, oficina para
el Departamento de Atención a Estudiantes, oficina para el departamento de
Difusión, Extensión y Vinculación, oficina para técnicos en informática y res-
paldo en equipos de cómputo, auditorio, comedor con cafetería, laboratorio
de Sistemas de Hidrogeomática y almacén.
El Laboratorio de Calidad del Agua, de 600 metros cuadrados, dispone
de los aparatos y equipos para la realización de análisis físico-químicos y
microbiológicos del agua, además de ocho equipos científicos especializa-
dos; el Laboratorio de Modelos Hidráulicos consta de cerca de 1000 metros
cuadrados para realizar experimentación en el área de hidráulica, hidráulica
de canales, mecánica de fluidos e hidrología superficial; y el Edificio Anexo
cuenta con cerca de 800 metros cuadrados y dos niveles, donde se encuen-
tra también el Laboratorio de Hidrología Subterránea. Del mismo modo, el
CIRA cuenta con una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, una esta-
ción meteorológica, jardines y estacionamiento.
24 Información proporcionada por el doctor Carlos Díaz Delgado, investigador del CIRA.
79
Facultad de Ingeniería
Inicio y consolidación
En la administración del rector José Martínez Vilchis (2005-2009), se defi-
nieron las bases del sistema que inicialmente se llamó Programa Institucio-
nal de Tutoría Académica (ProInsTA) y cuyo nombre ha cambiado debido al
incremento de funcionalidad en pro de los alumnos y tutores de la UAEM.
Este programa fue dirigido desde la Secretaría de Docencia, presidida por el
entonces maestro Luis Alfonso Guadarrama Rico, responsable del desarrollo
conceptual del sistema, y por el maestro Jesús Edgardo Pérez Vaca respon-
sable de la infraestructura tecnológica.
La instrumentación del Programa Institucional de Tutoría Académica en
la Universidad Autónoma del Estado de México se realizó con base en la pro-
blemática enfrentada en materia de reprobación, básicamente en el primer
año de ingreso a la licenciatura, en el rezago educativo y en la deserción de
alumnos en cualesquiera de las escuelas y facultades de la UAEM.
80
Historia
81
Facultad de Ingeniería
Coordinación de Inglés
De acuerdo con el Plan de Desarrollo 2013-2017 de la Facultad de Inge-
niería, el conocimiento de un segundo idioma es importante para los cam-
bios tecnológicos y culturales internacionales. El dominio del inglés es por
excelencia una forma de alcanzar ese propósito, el cual por estándares es el
más usado en diversas partes del mundo. No sólo se trata de aprender, sino
de conocer los métodos y la aplicación del conocimiento, retroalimentarse
de otras culturas, países y sociedades.
Por lo anterior, la Coordinación de Inglés y el Centro de Auto Acceso
realizan acciones para incrementar el nivel de esta segunda lengua en los
alumnos y favorecer la movilidad internacional. Se realizan planes de trabajo
personalizados para alumnos con rezago en inglés y se ofrecen asesorías
a los aspirantes de movilidad estudiantil. También se imparten talleres de
conversación para alumnos de nivel básico, entre otras actividades.
La necesidad de fortalecer un segundo idioma en la población estudiantil
de la Facultad de Ingeniería ha estado presente desde tiempo atrás. No
obstante, durante la dirección del ingeniero Enrique Maza Cotero el dominio
del inglés fue un requisito para la población estudiantil. Por ello se consolidó
una relación con el Centro de enseñanzas de Lenguas (CELE) para impartir
cursos en la Facultad de Ingeniería.
El primer nombramiento formal otorgado para llevar a cabo las activida-
des de fomento de un segundo idioma fue para la ingeniera Raquel Guada-
lupe Estrada Flores, como Coordinadora de Inglés, en el año 2005, durante
la administración del doctor Martín Carlos Vera Estrada. Los nombramientos
posteriores corresponden a la licenciada María Diana Arriaga Meza y a la
licenciada Liz Azucena Margot Sosa Martínez; actualmente la responsable es
la licenciada Leticia Quintanar Rebollar.
82
Historia
Docentes de Inglés
83
Facultad de Ingeniería
84
Historia
Antecedentes
En el año 2000, durante su presidencia en el Colegio de Ingenieros Civiles
del Estado de México, el maestro Enrique Maza Cotero creó el club juvenil
de dicho organismo. Posteriormente, al ocupar la dirección de la Facultad de
Ingeniería, en conjunto con el ingeniero Carlos Mendieta Zerón, propuso el
mismo concepto en la propia facultad.
Las áreas de Extensión, Vinculación y Difusión Cultural atendían las nece-
sidades de los alumnos en torno a esas funciones sustantivas; no obstante,
era necesario contar con un lugar en donde se tuviera acceso a diferentes
actividades, las cuales fueran distintas a la rutina de todos los días, desde
la perspectiva de los alumnos. De esta manera nació el denominado Centro
de Apoyo al Estudiante (CAE), cuya visión y estructura fueron una influencia
directa del ingeniero Mendieta.
Su intención era proporcionar opciones diversas mientras los alumnos es-
peraban la siguiente clase, a veces por espacio de más de dos horas. Y esas
opciones de tipo lúdico les ayudarían a liberar tensiones; escapar de la rutina
diaria y preocupaciones; obtener momentos de esparcimiento, recreación, entre-
tenimiento, alegría, diversión, juegos, distracción; e inclusive conocer, aprender
y participar en actividades culturales. El ingeniero Mendieta agregó otros bene-
ficios, como: atención médica, psicológica y participación en talleres recreativos.
Creación y desarrollo
En el mes de mayo del 2001, se consolidaron las actividades del CAE. El
proyecto fue bien acogido por las autoridades universitarias, una vez propues-
to, al entonces rector Rafael López Castañares, quien dio la oportunidad no
sólo de exponer las causas y origen de la idea, sino de hacerla una realidad.
En julio de 2001, fue reubicado al edificio actual, lo que sirvió para que se
crearan nuevas áreas de apoyo: una sala, mesa redonda, sillones, mobiliario
para enfermería y juegos de mesa. Estos muebles funcionaban como sala de
espera, para que los alumnos tuvieran la posibilidad de charlar en grupo, jugar
y sentarse a comer. El CAE, mediante la idea de rentar lookers, fue adquiriendo
mobiliario y equipo, además de crear un fondo para conseguir material de-
portivo y un horno microondas para uso de los alumnos, entre otros artículos.
26 Información obtenida en entrevista por el maestro Enrique Maza Cotero y el ingeniero Carlos
Mendieta Zerón.
85
Facultad de Ingeniería
Entre las actividades que se crearon para apoyar a los alumnos, destacan:
atención médica y psicológica, fomento de la cultura y el deporte, sesiones de
cine y otras. Cabe destacar el apoyo de la Universidad con personal de apoyo
para estas atenciones. Del mismo modo, el CAE asumió otras funciones como:
gestión de becas, afiliación al IMSS y encomiendas de protección civil.
86
Historia
87
Facultad de Ingeniería
88
Historia
Capítulo III.
Identidad e Imagen
Momentos Sobresalientes
89
Facultad de Ingeniería
alargado con poca luz. En este momento, se nombró una secretaria destinada
de tiempo completo a Ingeniería. Dentro del mismo lugar se acondicionó una
parte para una pequeña biblioteca. Inició con algunos volúmenes de los libros
clásicos de física y matemáticas, algunas notas de cursos como contribución
de los profesores y unas pocas películas sobre grandes obras de ingeniería.
Al ir avanzando la carrera, gracias a la demanda, las instalaciones se volvie-
ron insuficientes. En primer término, las cuatro aulas no correspondían a los
cinco períodos anuales del plan de estudios. El problema se resolvió escalo-
nando los horarios, pero en ocasiones algún maestro tenía que dar su clase
en el pasillo o en un aula prestada. Tampoco se contaba con un lugar para el
laboratorio, ante lo cual se decidió aprovechar uno de los pasillos del patio y
se separó con canceles.
De mayo de 1956 a marzo de 1964, la Escuela de Ingeniería funcionó ade-
cuadamente en el edificio histórico. La mayor parte del tiempo, las actividades
académicas se desarrollaron de manera normal con el apoyo discreto, pero
efectivo, de la administración. Fue por influencia decisiva del licenciado López
Mateos que la Universidad adquirió amplios terrenos en el Cerro de Coatepec,
y, para lograr la desconcentración, las instancias correspondientes plantearon
y aprobaron la reubicación de varias escuelas profesionales a dichos espacios,
entre ellas Ingeniería.
El día 31 de octubre de 1964, por razones que se suponen más sentimen-
tales que prácticas, el primer egresado de Ingeniería, Carlos Terrón Colón, sus-
tentó su examen recepcional en un pequeño auditorio existente, en la parte
sur del Patio de los Estudios. El cambio se estaba gestando.
90
Historia
91
Facultad de Ingeniería
Difícil fue explicar a los familiares, y a la gente común, cómo era que
los estudiantes universitarios contaban con más días de asueto que los de
preescolar, por ejemplo. Lo único que quedaba, a manera de explicación, era
tratar de convencer de que se trataba de estudios muy difíciles que dejaban
a los pobres estudiantes exhaustos.
Cuando la Escuela de Ingeniería estaba en vías de consolidación, se cons-
truyó en el Patio Poniente el primer laboratorio de materiales. Para ello se
cegaron los arcos adjuntos al Aula Magna con pretiles de ladrillo y cancelería
de vidrio. Se trató de hacer esto de la manera más armoniosa posible con la
arquitectura del edificio, pero lo cierto es que resultó un verdadero atentado
al simbólico edificio. Acto explicable solamente al considerar que los inge-
nieros no podrían salir bien preparados si no contaban con el acercamiento
a la experimentación. Una vez que la Escuela se trasladó a CU, el laboratorio
se destinó para otros usos, por varios años, hasta que alguien con suficiente
influencia hizo ver la injusticia que se estaba dando para el edificio. Final-
mente se quitaron esos canceles y pretiles.
Dentro de esa vida académica más bien tranquila, los estudiantes se en-
teraron de dos noticias inquietantes: una que la Facultad de Medicina conta-
ría con un flamante edificio por el rumbo del monumento a Colón y, la otra,
que se construiría la Ciudad Universitaria en el Cerro de Coatepec. Fue un
acontecimiento remarcable en Toluca, porque se hacía cierta similitud con
CU de la UNAM, donde ahora estarían concentradas, en un ambiente propi-
cio, las escuelas profesionales.
La realidad al principio parecía muy diferente: las tres primeras escue-
las en CU serían sólo Ingeniería, Leyes y Contaduría. Para los parámetros y
costumbres de la época, el campus se ubicaba en un lugar muy apartado y
en medio de parcelas. El transporte público sólo llegaba hasta el vivero de
Guelatao, que después se conocería como la Cama de Piedra.
Para la mayoría fue un cambio radical: muchos hacíamos la travesía a pie
desde la casa, o del lugar de residencia, hasta la escuela. Lo mismo sucedía
con las consultas en la Biblioteca Pública, que se encontraba donde ahora se
ubica el edificio sede del Poder Ejecutivo Estatal. Con las nuevas instalacio-
nes en CU ya no resultaba práctico hacer el recorrido a pie, porque tomaba
más de una hora; básicamente necesitábamos transporte púbico o bicicleta.
riablemente decidía adelantar los exámenes y reanudar las clases después del tres de marzo.
En esos años los ciclos lectivos escolares eran anuales por lo que se lograba tener períodos
vacacionales de cuatro meses con la consecuente falta de continuidad en los estudios. Esto
obligaba a los profesores, al iniciar sus cursos, a hacer “un repaso” de los antecedentes, que se
hizo práctica casi obligatoria.
92
Historia
93
Facultad de Ingeniería
94
Historia
95
Facultad de Ingeniería
96
Historia
97
Facultad de Ingeniería
sus propias palabras, a morir, ya que hasta el último momento, don Carlos
manifestó interés por los demás y se fue de forma discreta; como si dijera
“con permiso”, según lo reató la escritora. Entre otros conceptos dijo que
Carlos sabía de muchas cosas, sabía de ingeniería, de soldadura, de estrellas,
de poesía y literatura; pero que no pudo soldar su propia vida. El texto fue
publicado previamente en Milenio Edomex, el 28 de octubre de 2010, en la
sección Cosmovitral.
Séptima (2012), a cargo del doctor Daniel Reséndiz Núñez, con el tema:
“¿Hay fallas socialmente aceptables?”. El doctor Reséndiz cuenta con amplia
experiencia como ingeniero, educador, investigador y funcionario público;
por su labor ha recibido numerosas distinciones, entre ellas el Premio Nacio-
nal de Ciencias y Artes y la distinción como investigador emérito de la UNAM.
En su intervención estableció que un “mecanismo de falla” es cualquiera
de los modos en que materialmente puede fallar un producto diseñado, y
“causa de falla” es la razón por la que no se logró evitar que el mecanismo
de falla se produjera. Con estas bases estableció que las principales causas
de falla son tres: a) el estado del conocimiento que por sí mismo es limita-
do, b) la existencia de mecanismos de falla desconocidos en el momento
del diseño (ignorancia general), y c) el error humano. Estableció que según
su criterio, las únicas fallas socialmente inaceptables son las del tercer tipo.
Entre sus conclusiones mencionó que las fallas por ignorancia general de-
berían disminuir conforme crece el conocimiento de la humanidad, pero no
sucede así porque, simultáneamente, el hombre emprende sin cesar proyec-
tos innovadores.
Octava (2013), a cargo del astrónomo José Antonio García Barreto, con el
tema: “El estudio del universo a través de los años”. Se invitó al investigador
del Instituto de Astronomía de la UNAM debido a que este tema fue uno de
los campos del conocimiento que interesaron al ingeniero González Flores.
El autónomo García Barreto es originario de Toluca, hizo sus estudios de
doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachussets, el prestigiado MIT.
En su intervención hizo un pormenorizado recuento del desarrollo de esta
ciencia desde las épocas de la observación directa hasta la radioastrono-
mía y otras técnicas actuales. Así mismo ofreció, basado en imágenes muy
ilustrativas y bien seleccionadas, un panorama muy completo de cómo ha
cambiado a lo largo de la historia la concepción del universo. Concluyó con
la exposición de algunas de las preguntas que se hace esta ciencia en la
actualidad, como ¿seguirá el universo en continua expansión?, ¿terminará
colapsándose sobre sí mismo?
98
Historia
99
Facultad de Ingeniería
100
Historia
101
Facultad de Ingeniería
102
Historia
la industria del acero, así como sus retos. Expresó que aún existen muchos
aspectos que se deben mejorar en el diseño y construcción de estructuras
metálicas e invitó a los estudiantes para que se interesen en este campo
profesional.
103
Facultad de Ingeniería
El ingeniero González Flores cubrió dos períodos legales de tres años cada
uno. Durante ese tiempo se consolidó la tradición del ciclo anual de conferen-
cias, aspecto que los siguientes directores se encargaron de darle continuidad.
Los ingenieros que tuvieron a su cargo la dirección en los siguientes años34, se
ocuparon de formar la tradición a partir de las anteriores experiencias. Además
de las conferencias, se organizaron torneos de ajedrez y otros deportes: prin-
cipalmente básquetbol, fútbol y atletismo; en alguna ocasión, hasta de jaripeo.
Se contó con la visita de ingenieros notables como Fernando Favela Lozoya,
gerente de construcción de ICA, quien habló de las grandes obras de inge-
niería (sistemas hidroeléctricos, caminos y aeropuertos) que en ese momento
desarrollaba esa empresa. A partir de esa relación, varios compañeros fueron
a trabajar a esa constructora que conserva hasta hoy en día su prestigio. Por
su parte, el ingeniero Marco Aurelio Torres Herrera, profesor distinguido de la
UNAM, se encargó de darle una sacudida a los alumnos con su peculiar forma
de ser. Mencionó que los ingenieros debemos estar bien preparados en as-
pectos técnicos y además tener seguridad en el accionar y el hablar. También
recomendó ser conscientes del valor personal. Para ejemplificar sus palabras,
dijo: “en las fiestas es muy fácil saber quiénes son ingenieros, se aíslan en un
rincón alejado, mientras ven cómo otros bailan con las muchachas”.
En 1970, después de un episodio convulsivo por el que pasó la Facultad,
tomó el cargo de director el ingeniero Alfonso Castañeda Siles, primer egre-
sado en tomar el cargo. También fue un momento difícil, pues muchos de los
profesores fundadores, principalmente los provenientes de la Ciudad de Mé-
xico, dejaron sus cursos. Prácticamente la finstitución quedó en manos de sus
egresados y con el liderazgo del ingeniero Castañeda se logró superar la crisis
que amenazaba con dañarla. Ésta resurgió con fuerza renovada.
Tanto el ingeniero Castañeda como los siguientes egresados que en su
momento tomaron la dirección (Eusebio Cárdenas Gutiérrez, Raúl Álamo Nei-
dhart y José Luís Cortés Martínez) mantuvieron viva la tradición de los ciclos de
conferencias y las actividades culturales y deportivas. En la gestión del maestro
en ingeniería José Concepción López Rivera, en el período 1985-1989, tocó or-
ganizar la conmemoración de los primeros 30 años de la Facultad. Para ello se
organizó toda una semana de actividades académicas, culturales y deportivas.
Seguramente viendo que el antiguo nombre del ciclo de conferencias de la
institución resultaba corto, oficialmente se le dio por primera vez el nombre de
Semana de la Facultad de Ingeniería35.
34 El ingeniero Antonio Yurrieta Valdés, de 1962 a 1968, y el maestro en ingeniería Cutberto
Díaz Gómez, de 1968 a 1970.
35 De hecho ya era una verdadera facultad al tener una oferta educativa ampliada y varios pro-
gramas de posgrado en operación, siendo el primero de ellos la Maestría en Toma de Decisio-
nes, programa autorizado por el Consejo Universitario en 1976 en la gestión del Ing. Cárdenas.
104
Historia
Símbolos
105
Facultad de Ingeniería
106
Historia
107
Facultad de Ingeniería
Revistas y boletines
Revista ∏ (pi)
En septiembre de 1977, durante la dirección del maestro Raúl Álamo Nei-
dhart, se creó la primera revista informativa de la Facultad de Ingeniería, de-
nominada ∏ (pi). Su propósito era dar a conocer noticias, comunicados y, so-
bre todo, temas de investigación. Es posible observar anuncios publicitarios,
así como dibujos artísticos y caricaturas de interés en algunos números, que
por cierto, se fueron engrosando al nutrirse cada vez con mayor información.
El productor de las primeras publicaciones era el ingeniero Ángel Albí-
ter Rodríguez, compartiendo la estafeta con otros homólogos como Enrique
Maza Cotero y José Luis Cortés Martínez. En total se publicaron 16 números
en blanco y negro, terminando su ciclo en marzo de 1981.
FI-Facultad de Ingeniería
Al iniciar la administración del ingeniero José Luis Cortés Martínez, la re-
vista dio un giro y cambió de nombre a FI-Facultad de Ingeniería e incluyó
un consejo editorial, un director y los créditos por diseño de portada, la cual
se imprimía en dos tintas. En la presentación del primer número, el cual
se encuentra en resguardo en la biblioteca, de manera resumida se lee lo
siguiente:
La revista de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma del Estado
de México, tiene su antecedente en la revista creada en 1977, como el órgano
informativo de la Facultad. Sin embargo, los requerimientos han conducido a
la creación de un sistema de comunicación más amplio y preciso. Así, la revista
tiene como propósito el documentar comunicados y artículos que por su na-
turaleza o nivel académico, sean de relevancia tal que constituyan objeto de
interés para los miembros de la Facultad y para personas con alguna afinidad
con la institución.
108
Historia
109
Facultad de Ingeniería
110
Historia
111
Facultad de Ingeniería
112
Historia
113
Facultad de Ingeniería
dificultades constructivas: las principales con el colado en los muros tan incli-
nados y en los arcos por su geometría tan particular. Por ello se tuvo que recu-
rrir a un concreto fluido, así como a cimbras y andamiajes muy complicados.
Al hacer las juntas constructivas, resultaba impresionante ver todo ese manojo
de varillas como preparación para lograr la continuidad con los siguientes co-
lados. Otra dificultad considerable fue el trazo, pues los albañiles no contaban
con experiencia para estructuras de geometría tan complicada; se tuvo que
hacer el trabajo varias veces hasta que se logró la curvatura deseada. “Cuando
finalmente se coló la última parte, y luego se procedió a descimbrar, fue un
momento de gran satisfacción para todos los que participamos. Resultó muy
gratificante ver una estructura tan importante en pie, sobre todo al pensar en
su función para la preparación de nuevos ingenieros”.
Durante varias décadas los arcos de este edificio se relacionaron con el
Laboratorio de Materiales de la Facultad de Ingeniería. No obstante, debido
al desarrollo urbano y el espacio limitado para sus actividades, fue necesario
trasladarlo a los terrenos del Rosedal, en el Km. 14.5 de la carretera Toluca-
Ixtlahuaca. Una vez concluidas las obras de construcción, el 11 diciembre de
2013 se llevó a cabo la inauguración de las nuevas instalaciones, contando
con la presencia del Gobernador Constitucional del Estado de México, el doctor
Eruviel Ávila Villegas, así como del rector de la UAEM, el doctor Jorge Olvera
García. Esta obra contó con una inversión de poco más de 20 millones de
pesos y tiene 663 metros cuadrados de construcción.
La reubicación trajo la disyuntiva de un nuevo uso para el tradicional edifi-
cio con arcos. Por ello, se tomó la decisión de darle un mayor realce con una
obra de arte sin precedentes en la Facultad y en la propia UAEM.
114
Historia
115
Facultad de Ingeniería
noamérica y uno de los más grandes del mundo. Se anunció que contaría
con una extensión de 310 metros cuadrados y se ubicaría en la Facultad de
Ingeniería de la Universidad Autónoma del Estado de México, proyectado
para la nueva biblioteca de la institución, en lo que durante años había sido
el Laboratorio de Materiales.
Leopoldo Flores, Doctor Honoris Causa por la UAEM, puntualizó que la pro-
puesta del vitral tiene como temática central los cuatro elementos de la
naturaleza: tierra, agua, aire y fuego, que serían ensamblados en los cuatro
arcos del espacio del sitio asignado. Los medios también detallaron que,
después de presentar la propuesta, el artista declaró haber trabajado más
de dos semanas en los primeros trazos del vitral, cuya labor se realiza direc-
tamente en pliegos de papel retenidos a la pared y pintando con pinceles
sujetados con soportes de longitudes que van de los 4 a los 8 metros.
Después de avances significativos en el trabajo, el 3 de abril de 2016, el
artista Leopoldo Flores murió, pero dejó como legado el proyecto del vitral,
cuya inauguración se prevé para el año 2017.
Como puede notarse, los símbolos que caracterizan a nuestra facultad le
imprimen un grado importante de identidad, la cual ha trascendido en sus
involucrados a través del tiempo. El siguiente capítulo, a manera de home-
naje, buscar agradecer a muchos de sus protagonistas su marca impresa en
nuestra historia. •
Leopoldo Flores, Jorge Olvera y Raúl Vera en los avances del vitral, 2015
116
Historia
117
Facultad de Ingeniería
118
Historia
Capítulo IV
Nuestra gente, nuestro orgullo
119
Facultad de Ingeniería
120
Historia
El rector, doctor Jorge Olvera García, se refirió al ingeniero José Yurrieta, como
eterno decano y guía académico que vivirá siempre en el recuerdo de los uni-
versitarios.
Su labor fue relevante para la Universidad. Participó, siendo estudiante, en la
lucha que culminó en la autonomía del entonces Instituto. Su participación
le valió pasar un tiempo encerrado en la cárcel, otrora ubicada enfrente del
actual Edificio de Rectoría. De la Memoria de la Facultad publicada en 1976 se
destaca el siguiente párrafo:
El 5 de noviembre de 1955, en una comida que la Escuela de Medicina del
Instituto Científico y Literario Autónomo del Estado de México, ofreció al Lic.
Adolfo López Mateos en agradecimiento a las ayudas recibidas, el que sería
presidente de México se dirigió a José Yurrieta Valdés, quien había sido su dis-
cípulo en el Instituto, diciéndole que debía fundar la Escuela de Ingeniería. Lo
anterior fue escuchado y tomado en cuenta por el entonces gobernador inge-
niero Salvador Sánchez Colín, quien solicitó a las autoridades del Instituto que
hicieran los estudios y gestiones necesarias para poner en marcha la Escuela de
Ingeniería. Así, el mismo José Yurrieta se encargó de entrevistarse con el direc-
tor de la Escuela Nacional de Ingenieros, el ingeniero Javier Barros Sierra, quien
le proporcionó la ayuda necesaria para elaborar y poner en marcha el proyecto
de una escuela de ingeniería en el Instituto. Fue entonces que a finales de 1955
el Consejo Directivo del Instituto recibió la iniciativa correspondiente.
El mismo ingeniero Yurrieta comentó que, a pesar de contar con el padrinazgo
del licenciado López Mateos, la empresa no resultó nada fácil. Pero por fortuna
el ingeniero Yurrieta perseveró, hizo gala de su don de la palabra, hablada y es-
crita, para convencer a las personas necesarias, cumpliéndose así la regla que
siguió durante su vida: “la amistad y los buenos modales abren más candados
que las llaves”. De esta manera, logró que el 7 de marzo de 1956 el consejo
directivo del Instituto autorizara la creación de la Facultad de Ingeniería Civil,
nombre inicial. Pocos días después se promulgó la ley que transformó al Insti-
tuto en la actual Universidad Autónoma del Estado de México. De esta manera,
Ingeniería formó parte de las cinco dependencias pilares de la Universidad.
La formalización de la Facultad fue importante, pero las dificultades prosiguie-
ron –refería el ingeniero Yurrieta - pues se carecía de todo, empezando por
los profesores y los alumnos, ya que Toluca en aquel tiempo contaba con dos
ingenieros titulados. Una acción decisiva fue convencer al ingeniero Carlos
González Flores para que tomara el cargo de primer director de la naciente
institución, nombramiento que le otorgó el Consejo Universitario. El propio in-
geniero Carlos dejó escritas las circunstancias en que esto se dio:
“…el ingeniero Yurrieta me invitó a que me inscribiera en ingeniería, pero le
comenté que no contaba con recursos para costear la carrera, ante lo cual él
movió sus influencias y me consiguió un empleo de medio tiempo y de esta
121
Facultad de Ingeniería
122
Historia
y rico del conocimiento en las muchas áreas que logró dominar. Al comentar
sobre el desarrollo de nuestra facultad, se mostró complacido y dijo que en los
primeros años, donde se buscaba su creación, no se tenía idea exacta de hasta
dónde llegaría. Y agregó lo siguiente: “pero esto nos indica que los que vimos
con simpatía la idea de la creación de la escuela de ingeniería no estábamos
equivocados, ya quisiera ver la cara de aquéllos que le auguraban pocos años
de vida”.
Al pedirle un mensaje para los estudiantes, dijo que la juventud se debe en-
frentar a sus propios retos y oportunidades y que invariablemente lo hacen
bien, y agregó:
“no estaría de más mencionar que lo importante de cada generación es ser
honestos con su papel y responsabilidades, y en particular el estudiante de
ingeniería debe tener siempre presente que su función, una vez que egrese, es
eminentemente de servicio; es aplicar la ciencia para beneficio del hombre, lo
cual hace de la profesión del ingeniero una netamente humanista”.
Finalmente, voy a mencionar algunas cuestiones simbólicas. El ingeniero Yu-
rrieta, con sus propios recursos financiaba la comida tradicional del tres de
mayo y tenía buen cuidado de que se hiciera en algún pueblo o alguna ranche-
ría, pues sin decirlo, comprendía que algunas cuestiones no se deben mezclar
con lo académico. También recuerdo que fue el padrino de nuestra generación
compuesta de nueve egresados. Por sus gestiones se logró que el gobernador
del Estado, el doctor Gustavo Baz, asistiera no sólo a la ceremonia sino también
al baile que se organizó, lo que significó una fiesta muy concurrida.
Esta mañana, observé en lo alto del Cerro de Coatepec la bandera universitaria
a media asta en señal de duelo. Pienso que el ingeniero José Yurrieta nos ani-
ma ya a subir la bandera a lo más alto, para significar que la vida universitaria
debe seguir al amparo de los grandes que han sido, como él.
La vida del ingeniero José Yurrieta Valdés fue muy positiva: en lugar de buscar
tesoros a su paso, dejó para los demás riqueza y bienaventuranzas en forma de
conocimientos y aportaciones perpetuos. Fue generoso con sus conocimientos
y amistad. Seguramente, junto con el éxito, pasó por momentos difíciles de
angustia y dolor, pero él siempre mostró un rostro amable. Invariablemente
cultivó una rosa blanca para el amigo sincero46. ¡Gracias maestro!
123
Facultad de Ingeniería
124
Historia
125
Facultad de Ingeniería
126
Historia
niero Yurrieta con qué alumnos se iba a formar el primer grupo; me respondió
que se había logrado reunir un grupo de siete alumnos, que estaban dispues-
tos a inscribirse y ser los pioneros.
127
Facultad de Ingeniería
los había sabios, porque sus conocimientos sobrepasaban lo requerido por las
materias aun en su más alta expresión; los había también exigentes, algunos
muy exigentes; otro nervioso, jovial y proyectado al futuro, y había quien du-
plicaba sus virtudes, pues aparte de ser excelente y caballeroso maestro, tenía
por hermana a una bellísima y joven actriz, motivo por el que los alumnos le
llamaban -también muy caballerosamente- “el cuñado”. Y los hubo muy cultos,
pues dominaban un horizonte muy amplio del saber.
El ingeniero González Flores también publicó notas para los cursos, pro-
movió la compra de material didáctico, incluyendo películas sobre grandes
obras de ingeniería y organizó viajes de prácticas para los estudiantes, visi-
tando por ejemplo las grandes presas que se estaban construyendo en di-
ferentes partes del país. Su buena labor le valió la reelección por el Consejo
Universitario, el 26 de marzo de 1959. De esta forma, cubrió dos períodos le-
gales de tres años, conforme a la reglamentación aplicable en su momento,
tiempo en que logró cimentar sólidamente la actual Facultad de Ingeniería.
Después de su gestión, se dedicó de lleno a su empresa donde muchos
egresados trabajaron con él para aprender la práctica de la ingeniería de
forma directa. Su trayectoria profesional fue amplia y brillante. Se caracterizó
por emprender proyectos novedosos con amplio grado de dificultad. Su ape-
go a la Facultad de Ingeniería no disminuyó, aportaba ahorros para comprar
libros de texto, manuales y programas de cómputo que de forma incondi-
cional entregaba a las autoridades en turno, con la consigna de ponerlos a
disposición de los estudiantes.
El ingeniero Carlos González Flores recibió en vida el reconocimiento de
la Facultad, pues la biblioteca lleva su nombre al igual que una beca. El Co-
legio de Ingenieros Civiles del Estado de México (CICEM), le otorgó la Presea
Nezahualcóyotl. Murió en el año 2005 y, en reconocimiento a su labor en esta
Facultad, se instituyó la ya mencionada conferencia “Carlos González Flores”49.
49 En el Capítulo 3 se presenta la relatoría de estas conferencias.
128
Historia
129
Facultad de Ingeniería
130
Historia
tora por difamación. Las acaloradas discusiones siguieron por un buen rato
hasta que el maestro Enrique del Valle pidió la palabra, se levantó y desde
el lugar que ocupaba con toda serenidad dijo (no textualmente): “Señores,
aceptemos las críticas, si demandamos a la escritora poco favor le haremos
a la profesión. Los invito a ser humildes y que sigamos trabajando; de ahora
en adelante nuestras tareas serán más demandantes.” Con ello terminó la
asamblea, nada se agregó, todos salimos pensando que teníamos mucho
que hacer.
El maestro Enrique del Valle siempre fue simpatizante de nuestra institu-
ción, varios egresados fuimos sus discípulos. Nunca se negó a dar conferen-
cias dentro de la Semana de la Facultad y otros eventos. Sirva este escrito
como un sencillo homenaje.
131
Facultad de Ingeniería
132
Historia
133
Facultad de Ingeniería
134
Historia
135
Facultad de Ingeniería
136
Historia
137
Facultad de Ingeniería
138
Historia
139
Facultad de Ingeniería
El físico Caballero también fue autor de los siguientes libros: Mecánica del
Medio Continuo (1982), Mecánica Clásica (1984), Electromecánica de Medios
Continuos Fluidos (1988) y uno más sin concluir, pero con un 95% de avance,
referente a Física Moderna (2005).
Falleció el 2 de enero de 2014, dejando un cúmulo de recuerdos entre la
comunidad de la Facultad de Ingeniería, gracias a su noble práctica docente.
140
Historia
141
Facultad de Ingeniería
142
Historia
me fueron”.
En conclusión, el maestro Héctor Serrano Malpica, dejó un ascendiente de
respeto y admiración en sus estudiantes y colegas. Su paso por la FIUAEM
fue significativo y valioso. Si se tratara de definir al maestro Serrano en po-
cas palabras, yo diría: “una persona íntegra, un ingeniero en toda la forma,
maestro nato, un conocedor de su país y del mundo, generoso con su saber
y amistad”.
Le agradecemos todo y nos disculpamos por quedar en deuda.
143
Facultad de Ingeniería
144
Historia
145
Facultad de Ingeniería
cumento del Acueducto del Padre Tembleque que se presentó ante la UNESCO,
lo que contribuyó a la declaratoria del Acueducto como patrimonio mundial.
Su extensa trayectoria académica y su experiencia laboral lo han colocado
en un lugar privilegiado en nuestra facultad, siendo reconocido y admirado no
sólo por su conocimiento, sino también por su sencillez, sociabilidad, discreción
y buen trato.
Homenajes de la comunidad
Ingeniería Civil
José Luis Cortés Martínez
146
Historia
147
Facultad de Ingeniería
fundamentos teóricos que den sustento a las soluciones que proponen, lo que lo
hace un catedrático por muchos admirado, seguido y bastante respetado.
Su formación y experiencia en planeación, transporte y aspectos sociales,
aunado a su facilidad de análisis de diversas problemáticas, le ha llevado a
plantear interesantes propuestas de solución en el medio a nivel estatal, mu-
nicipal y local. Tal es el caso del “Potrobús”, transporte público en favor de los
alumnos universitarios, resultado de un conjunto de estudios desarrollados
con sus alumnos y posterior gestión del proyecto con el rector Jorge Olvera
García, tan sólo por mencionar alguno de ellos.
Sin duda hablar del doctor Eusebio Cárdenas es hablar de muchos logros
como profesionista, y de un gran pilar en la historia de la Facultad de Ingenie-
ría, pero también es importante destacar su sensibilidad como ser humano, ya
que basta entablar conversación con él para darse cuenta de ello.
José Concepción López Rivera
148
Historia
149
Facultad de Ingeniería
150
Historia
151
Facultad de Ingeniería
Ingeniería Mecánica
César Pedrero Nieto
153
Facultad de Ingeniería
mismo tiempo que apoyaba a la División, también participó con las diferentes
subdirecciones académicas en la asignación de salones al inicio de los semes-
tres. Cabe mencionar que dicha clasificación se hacía de manera manual, lo
cual implicaba trabajar días enteros con sus respectivas noches. Una actividad
muy dura que, sin embargo, realizaba con mucho agrado.
En 1982, Óscar Alarcón egresó de la Facultad como Ingeniero Mecánico y
desde el primer año se dedicó a la docencia, llegando a ocupar el puesto de
subdirector en una preparatoria localizada en el municipio de Atarasquillo.
Paralelamente continuaba su labor en la Facultad.
Un año duró su interés por la docencia a nivel preparatoria, para pos-
teriormente ingresar al mundo industrial. Su primera empresa fue EATON
de México (planta de forja) en la cual inició como analista de producción
y concluyó su relación un año después como supervisor del área de trata-
mientos térmicos. Después de laborar en la empresa antes mencionada, fue
aceptado en “Chrysler de México” ahora “Fiat Chrysler Automobiles”, donde
ya cumplió treinta años de actividad ininterrumpida, ocupando diversos car-
gos en el área de ingeniería.
Es profesor de medio tiempo en la Facultad de Ingeniería, adscrito a la
Coordinación de Ingeniería Mecánica. Actualmente imparte dos unidades de
aprendizaje: Administración Industrial y Administración de la Producción.
Con la experiencia ya citada (industria y docencia), mientras imparte clase
es normal que siempre se “salga” del tema del día para compartir con los
alumnos las vivencias de su quehacer diario: es un apasionado de esta prác-
tica. Su objetivo primordial es brindar conocimientos frescos relacionados
con los sistemas productivos y otros que impactarán indudablemente en
la formación académica. Por ello, los estudiantes de Ingeniería Mecánica lo
consideran como uno de sus mejores profesores; y los colegas lo catalogan
como una persona responsable, colaboradora y muy profesional.
Armando Herrera Barrera
Tito es el nombre por el que todos conocen al maestro Armando y por el
que prefiere ser conocido. Así le llaman incluso su amada esposa Ofe y sus
adorados hijos. Con esa familiaridad que da el tutear a alguien, alumnos,
profesores y prácticamente todas las personas que llegan a conocerlo aun-
que sea un poco, se refieren a él de este modo. Lo hacen porque descubren
la actitud afable y solidaria que parece ser perenne en él.
Ingeniero Mecánico por formación, optó por esta carrera para honrar la
amistad con un antiguo amigo de la preparatoria (de los tiempos en que los
154
Historia
155
Facultad de Ingeniería
Ingeniería en Computación
Rafael Alejandro Castillón Jardón
Nació en Toluca, Estado de México, el 14 de junio de 1953, dentro de
una cálida familia integrada y de bases sólidas, que le inculcó los valores
de responsabilidad, honestidad y solidaridad por los que hasta la fecha es
reconocido. Es el segundo de tres hermanos, todos profesionistas exitosos e
integrantes de la comunidad UAEM.
Decidió estudiar Ingeniería Mecánica en esta facultad y posteriormente la
Maestría en Informática. Incansable y estudioso, continúa su formación con
diversos diplomados y especialidades, como el de Redes.
Formó parte de un grupo privilegiado de ingenieros, destacados visio-
narios, que independientemente de tener una formación en el área Civil o
Mecánica de este organismo académico, cimentaron las bases de la Carrera
de Ingeniero en Computación, impulsando su creación y diseñando el co-
rrespondiente primer plan de estudios.
Perteneció al primer Departamento de Sistemas de la Facultad, en don-
de trabajaban con las primeras computadoras que adquirió la Universidad.
Trabajó con “La Ramona”, apodo que se dio a la computadora mainframe de
tercera generación, marca Honeywell, adquirida por la UAEM en donación. En
ella tuvo la oportunidad de programar en Cobol, Fortran y Basic. Con incansable
entusiasmo ha vivido el vertiginoso desarrollo de las computadoras, desde
las tarjetas perforadas hasta las USB, siempre a la vanguardia y actualizando
sus conocimientos. Su curiosidad lo llevó a acercarse más a las computado-
ras, o como él dice: “…meterse en las tripas del equipo…”, por lo que adquirió
muchos más conocimientos en hardware y se volvió un experto en diversas
áreas de computación, como el Lenguaje Ensamblador. Optó por impartir
la materia del mismo nombre durante varios semestres y tuvo la oportuni-
156
Historia
157
Facultad de Ingeniería
158
Historia
teniendo actualmente reconocimiento vigente Nivel I hasta el año 2020. Sus pu-
blicaciones incluyen trece artículos en revistas indizadas y veinticinco artículos en
conferencias internacionales. Ha dictado diecinueve conferencias a nivel estatal,
nacional e internacional y ha participado en nueve proyectos de investigación, de
los cuales ha sido responsable de siete de ellos.
Dentro de su labor docente y de investigación, el doctor Marcial ha asesorado
nueve tesis de la Licenciatura en Ingeniería en Computación y seis tesis de la
Maestría en Informática y de la Maestría en Ciencias de la Ingeniería. Actualmente
forma parte del comité curricular de la Licenciatura en Ingeniería en Computación
y como tal, ha elaborado o actualizado ocho programas de unidades de apren-
dizaje. Adicionalmente, sus actividades también han incluido la organización de
diversos eventos académicos y de investigación, y es líder del Cuerpo Académico
consolidado de Sistemas Computacionales. Ha desempeñado dos coordinaciones:
representante ante organismos académicos o de gobierno y presidente de la aca-
demia de Software Base de Ingeniería en Computación. Finalmente, fue editor de
la revista científica Advances in Computer Science and Applications y miembro del comité
editorial de la revista Ideas en Ciencia de la Facultad de Ingeniería.
Por su carisma, carácter respetuoso y profesionalismo, es uno de los docentes
cuyos alumnos le rinden homenaje, ya que es frecuente verlo en la lista de pa-
drinos de generación, de los egresados de Ingeniería en Computación, en las ce-
remonias de entrega de cartas de pasante. Los docentes por su parte, reconocen
en Raymundo su capacidad para el trabajo, lo cual combina con una excelente
disposición y buena relación con todos sus compañeros.
Juan Carlos Matadamas Gómez
Ejemplo de dedicación, perseverancia, amor por la institución que lo formó y
a la cual ha dedicado su vida, Juan Carlos Matadamas ha sido pilar fundamental
de la Facultad de Ingeniería y de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Desde el año 1995, poco después de haber obtenido el título de Inge-
niero en Computación, se incorporó a la planta académica de la Facultad de
Ingeniería para impartir la asignatura de Sistemas Digitales I. De esa fecha
hasta la actualidad, pese a haber ocupado cargos en diferentes departamen-
tos de la UAEM, se ha mantenido ininterrumpidamente como profesor de
esta facultad, de al menos diez diferentes asignaturas en distintos periodos
escolares. El maestro Matadamas ha dirigido 24 trabajos de licenciatura, con
lo cual 32 estudiantes se han titulado. Esto habla de un compromiso por su
facultad, ya que no es profesor de tiempo completo de la misma.
En la UAEM ha ocupado distintos cargos en la Dirección de Servicios de Cóm-
puto ahora conocida como DTIC, ha sido Jefe de Educación Continua de la Facul-
159
Facultad de Ingeniería
Ingeniería en Electrónica
Laura Luz Valero Conzuelo
160
Historia
161
Facultad de Ingeniería
162
Historia
163
Facultad de Ingeniería
Bioingeniería Médica
Marcelo Romero Huertas
165
Facultad de Ingeniería
166
Historia
“Uno mira hacia atrás con agradecimiento a los maestros brillantes, pero con gratitud a
aquellos que tocaron nuestros sentimientos humanos”.
Carl Jung
167
Facultad de Ingeniería
168
Historia
169
Facultad de Ingeniería
Materias Propedéuticas
Fernando López Solís
170
Historia
172
Historia
173
Facultad de Ingeniería
A lo largo de sus casi treinta años de servicio, y junto con sus días de estu-
diante, ha deslumbrado con su brillante inteligencia a alumnos y profesores
por igual. Formado como ingeniero mecánico, le tocó vivir la transformación
que la tecnología causó en la carrera de computación, y a la cual se adaptó
como si formara parte de sí mismo. Sus trabajos académicos, didácticos y de
investigación, son una muestra tangible de sus empeños.
Sergio Alejandro Díaz Camacho
Con toda una trayectoria servicio en nuestra facultad, el profesor Díaz Ca-
macho es un ejemplo de trabajo constante y dedicación. No sólo ha ejecuta-
do a conciencia el papel de profesor de tiempo completo sino que también,
dentro de sus posibilidades, ha colaborado en toda actividad académica o
administrativa a la que ha sido invitado.
Persona afable y empática, su sincero interés por el bienestar de los es-
tudiantes condujo, en su momento, a la gestión que realizó del Laboratorio
de Materiales y de la Coordinación Materias Propedéuticas. Es seguro que
el pedestal donde lo tienen los estudiantes creció aún más desde entonces.
Nombre Área
Beatriz Edith Gutiérrez Baltazar Coordinación de Extensión y Vinculación
Cintia González Mireles Subdirección Administrativa
Cristina Valencia Camacho Salas de Cómputo
Elizabeth Mercado Ocampo Coordinación de Planeación
Esmeralda Romero Mariano Control Escolar
174
Historia
Personal sindicalizado
Nombre Área
Alfredo Diazleal Nava Laboratorio de Materiales
Ana Laura Martínez Escobar Control Escolar
Ángel Arriaga Carbajal Mantenimiento
Ángel García González Mantenimiento
Ángela Valdez Panchango Control Escolar
Angelina Salguero Hernández Departamento de Evaluación Profesional
Aurelio Hernández Peralta Biblioteca
Bruno Martín Ramírez Vázquez Velador
Elena Isabel Arzate Martínez Coordinación de Ing. Civil
Enry Sharo Pulido Hernández Coordinación de Extensión y Vinculación
Ernesto Jilote Porcayo Taller de Manufactura
Eusebia Ramírez Vázquez Materias Propedéuticas
Felipe Félix Sánchez Montes de Oca Mantenimiento
175
Facultad de Ingeniería
176
Historia
Personal Eventual
Nombre Área
Alexis Gómez Mendoza Departamento de Educación Continua
David Álvarez Resendez Departamento de Educación Continua
Diana Álvarez Resendez Coordinación de Difusión Cultural
Edmundo Ramírez González Laboratorio de Materiales
Guadalupe Nayelli García Ramírez Laboratorio de Materiales
Hugo Armando Medina Rosas Laboratorio de Materiales
Humberto Nava Trigos Laboratorio de Materiales
Isaac Matías Cervantes Laboratorio de Química
Iván Jesús Díaz Martínez Laboratorio de Materiales
Javier Moreno Guevara Laboratorio de Materiales
Juan Fernando Contreras Gómez Laboratorio de Materiales
Karina González García Salas de Cómputo
María José Fuentes Martínez Subdirección Administrativa
Miguel Ángel Mendoza Lugo Laboratorio de Materiales
Raquel Hernández Hernández Control Escolar
Vidal Hernández Popoca Laboratorio de Materiales
177
Facultad de Ingeniería
Personal administrativo
Tradición deportiva
Recuerdos54
La Escuela de Ingeniería, hoy Facultad de Ingeniería, de la Universidad
Autónoma del Estado de México, desde su fundación se ha distinguido por
tener alumnos sobresalientes en el área deportiva y que además una vez
egresados, han tenido éxito en su quehacer profesional, tanto en sector pri-
vado como en el sector público. Algunos de ellos se distinguieron en el área
académica de nuestra Universidad. Se procurará relatar de manera sintetiza-
da el quehacer deportivo de la Facultad.
En 1956, un catedrático de la Escuela de Ingeniería fue contratado como
entrenador de la selección universitaria de básquetbol: el arquitecto Alberto
Lara Galicia. Los alumnos de la Escuela de Ingeniería, que formaron en dife-
rentes tiempos la selección de básquetbol de la Universidad Autónoma del
Estado de México, se enlistan a continuación:
Miguel Román Osornio Rafael López Albarrán
Eusebio Cárdenas Gutiérrez Gilberto Cortés Bastida
José Luis Cortés Martínez Luis Tavira Mondragón
José Gómez Domínguez Arturo Ángeles Vargas
Jesús Gómez Domínguez Juan Manuel Gómeztagle Fernández de Córdova
Roberto Gómez Avilés Juan Morfín
Rodolfo Monares García Claudio Alberto Palmas Wite
Víctor Pérez García Hugo Michel Rodríguez
179
Facultad de Ingeniería
180
Historia
Juan Morfín, capitán del equipo, recibiendo el premio (Placa) de primer lugar en
Basquetbol en los JDSU de manos del rector, el maestro Efrén Rojas Dávila. Se
puede apreciar al ingeniero Frías, Director de la Facultad de Ingeniería.
181
Facultad de Ingeniería
182
Historia
183
Facultad de Ingeniería
Universiada Nacional 2015. Premiación de la disciplina deportiva “Tiro con Arco”. Me-
dalla de bronce: Yanely Mañón Rodríguez, estudiante de la Faculta de de Ingeniería.
184
Historia
En cuanto al origen del tigre como mascota, fue una idea de su gene-
ración, cuando el doctor Horacio Ramírez de Alba fungía como director, en
1994. Los integrantes del equipo de basquetbol, Mario Monterrubio de la Fe
Rodríguez, Mariano, Carlos “el Siqui”, Varela Albarrán y el mismo Hugo, fue-
ron los primeros en proponerla. La mascota vigente era el castor, pero no era
popular y el equipo de béisbol se denominaba: “Los azulejos de ingeniería”;
pero al comentarlo con otros equipos, vieron que lo conveniente era ser los
tigres, por su fortaleza. Por ello, decidieron hablar con “El Chino”, compañero
que en cada medio tiempo de los partidos de básquet se metía a la cancha
para hacer su espectáculo (divertía a la gente, hacía maromas), para fabricar
el traje que ya habían diseñado.
El uniforme deportivo de entonces consistía en playeras de color azul,
blanco y gris; prácticamente toda la Facultad apoyaba, incluso los maestros.
Eran tiempos en que había mucha unidad y todo era por el deporte.
Puente de acero
El equipo de “Puente de Acero FIUAEM”, capítulo estudiantil integrado por
alumnos de Ingeniería Civil, acude a diferentes competencias, apoyado, en 2016,
por el ingeniero Fernando Vera Noguez, quien los ha llevado a niveles de exce-
lencia. Se trata de un grupo dinámico, disciplinado y emprendedor, con una gran
capacidad de trabajo en equipo.
185
Facultad de Ingeniería
186
Historia
Jesús, Juan Manuel Zarza González, José Jorge Gutiérrez González, Luis Axel
Ríos Mercado, Juan Carlos Nava González, Luis Miguel Durán Ramírez, Na-
talie Esther de la Cruz Carbajal, Oscar Camacho Martínez, Roxana Ronquillo
García, Tomás Girón Gómez, Carolina Plata Pérez, Ivonne Salinas Alanís, Itzel
Yazmin Alanís Tovar.
Fórmula SAE56
Fórmula SAE es un capítulo estudiantil de gran tradición en la Facultad de
Ingeniería de la UAEM, dedicado a diseñar, manufacturar, construir y poner
en marcha un vehículo tipo fórmula, así como simular su venta al mercado.
Desde 2006, el equipo UAEM Racing Team, integrado por estudiantes de las
ingenierías Mecánica y Computación, además de las licenciaturas en Ne-
gocios Internacionales Bilingüe y Diseño Industrial, entre otras, ha logrado
consolidarse como una escudería a la altura de los profesionales
Luis Armando Gómez Solís (capitán), José Carlos Hernández Peña, Gabriel
Michua Flores, Julio César Hernández Ruiz, Pedro Piña Hernández, Miriam
Fuentes Estrada, Alma Luz Martínez Martínez, José Sergio Chaparro Castro,
David Guadarrama Estrada, Fernando Mondragón García, David Ricardo
Hernández e Iván Garay Martínez conforman el único equipo mexicano, or-
gullosamente UAEM, que durante tres años ha participado y quedado en los
primeros lugares de la categoría Cost Award: tercer lugar en el 2013, Michigan;
primero en el 2014, Lincoln, y tercero en el 2015, nuevamente en Michigan.
Recientemente estuvieron en esta última ciudad estadounidense y se man-
tuvieron en el top 10 de las mejores universidades del mundo en la catego-
ría mencionada; una muestra más de su talento y capacidad.
56 Información tomada de la Revista perfiles, Año 4, No. 32, Septiembre 2016.
187
Facultad de Ingeniería
Baja SAE57
El capítulo estudiantil BAJA SAE de la Universidad Autónoma del Estado
de México surgió en el año 2001, fundado por alumnos de las carreras de
57 Información proporcionada por el equipo Baja SAE.
188
Historia
189
Facultad de Ingeniería
190
Historia
Capítulo V
Relato vivo: memorias y experiencias
Entrevistas
191
Facultad de Ingeniería
192
Historia
58 Una parte de esta entrevista se tomó para el Capítulo 3 Identidad e Imagen, en lo referente
al Laboratorio de Materiales.
59 Ingenieros José y Antonio Yurrieta, ambos personajes determinantes en la conformación de
la FIUAEM.
193
Facultad de Ingeniería
194
Historia
195
Facultad de Ingeniería
196
Historia
Al abordar la pregunta de cómo era su vida de estudiante, dijo que los jó-
venes de todas las épocas son inquietos, no faltaba el juego y las distraccio-
nes sanas, pero tratándose de la dedicación a los estudios, lo tomaban muy
en serio. Así como había carencia de biblioteca y laboratorios, también se ca-
recía de espacios deportivos. Pero, poco a poco vinieron algunos elementos
como los aparatos de topografía clásicos, el teodolito y el nivel. Y en lo que
respecta a espacios para el deporte, con algo de irreverencia justificada, se
ocupaba el Patio Poniente como cancha de futbol; el juego era interrumpido
inmediatamente cuando llegaba el profesor.
Además, el ingeniero Mora añadió considerar que la ciudad en esa época
era pequeña. Hacia el sur del edificio de la Universidad había pocas cons-
trucciones, hasta encontrar la zona militar. Por consiguiente, el transporte
era escaso, al grado de que se privilegiaba el traslado a pie. Cuando había
necesidad de contar con uniformes para el equipo deportivo, en particular
del futbol, se recurría al apoyo económico de los profesores, que en general
no lo negaban; así como cuando se hacían viajes de prácticas. En particular,
recordó una interesante visita a la obra de la presa del Infiernillo.
Comentó que en ocasiones, cuando los profesores tenían cuestiones de
trabajo, era necesario acudir a la Ciudad de México a tomar clase o presen-
tar algún examen. No faltó el día en que una delegación de estudiantes se
desplazara a dicha ciudad a recoger el reporte de calificaciones, para que los
alumnos tuvieran sus asuntos escolares lo más regular posible. “Ya desde
entonces se vio la necesidad de formar a los futuros profesores, por lo que
algunos, modestia aparte, incluyéndome, iniciamos nuestras labores como
docentes siendo estudiantes de ingeniería”.
Al hablar de sus expectativas como estudiante de ingeniería, refirió que
aspiraba a trabajar en campo, en la obra, “pero mi primer trabajo fue en un
despacho de cálculo”. Y sobre esto destaca que la formación que recibieron en
la escuela fue bastante sólida, lo que permitió a los egresados desenvolverse
adecuadamente en varios campos. Como ejemplo se pone él mismo, “puesto
que he trabajado en varios campos como el Cálculo Estructural, la Construc-
ción, la Supervisión, el trabajo en las dependencias oficiales y en la docencia.
Insiste que los inicios fueron difíciles, bastante, pero no lo establece para que
se considere a las primeras generaciones como mártires. “Ser pionero en cualquier
actividad es difícil, pero lo expongo para que se valore el hecho de haber superado
las dificultades y lograr que la Facultad tuviera un prestigio importante al nivel na-
cional, e inclusive internacional, pues varios países de Centro América decidieron
becar a sus mejores estudiantes para estudiar en Toluca”. De esta manera tuvieron
compañeros de Panamá, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador, entre otros países.
197
Facultad de Ingeniería
Retomando el hecho del trato con sus profesores, siempre con respeto y
al mismo tiempo con amistad, recuerda al ingeniero Carlos Elizondo como
una persona metódica y dedicada; siempre activo, al que nunca se le vio
molesto o impaciente. Su trato para los estudiantes era muy respetuoso y
calmado, escuchaba con atención y procuraba darles información útil. Seña-
la que este profesor tenía como hermana a una joven y bella actriz: Evange-
lina Elizondo, de mucha fama en su época, por lo que, también con mucho
respeto llamaban a su profesor “el cuñado”.
Por otro lado el ingeniero Fernando Valdivia era serio y estricto. Recordó
que en una ocasión le solicitó la tarea a un compañero, quien respondió
haberla olvidado en su casa. Pero no tomó en cuenta que el profesor era
muy acucioso y sabía mucho de sus alumnos, por ejemplo los datos de sus
domicilios, así que decidió enviarlo a su casa a traerla, pues estaba cerca.
Este estudiante prefirió ya no asistir al curso de la vergüenza que sintió.
Al hablar de su persona, mencionó que es integrante de la tercera gene-
ración. Entre sus compañeros recuerda a José Trinidad Monroy, Jesús Vera,
Alejandro Peña Ruiz, de nacionalidad nicaragüense, y Mario Cardoso. Dice
que tuvo buenos amigos en la escuela, pertenecientes a las dos primeras ge-
neraciones, que por cierto, después “tendríamos oportunidad de acrecentar
esa gran amistad, así como colaborar en el ámbito profesional”; en particular
recuerda a José Arzate de la primera generación y a Rafael Ordoñez y Porfi-
rio Rodríguez Gámez de la segunda.
A manera de conclusión estableció que veía y sigue viendo a la inge-
niería civil como una profesión muy importante para el desarrollo del país
y el bienestar de la gente. Opinó que no ha recibido su real valor y en eso
“posiblemente los mismos ingenieros no hemos sabido luchar por ello. Por
ejemplo, se ha permitido que algunos de los encargados de obras muni-
cipales tengan profesiones no directamente relacionadas con las obras de
ingeniería”. El campo de la ingeniería civil es muy amplio pero bien definido.
Es una profesión que ofrece muchas satisfacciones al ver que se materializan
obras para el beneficio colectivo.
Al finalizar la entrevista, el ingeniero Mora ofreció su apoyo para aportar
los datos faltantes y sugirió reunir a varios egresados de las primeras ge-
neraciones, para que en grupo se aporten más elementos y opiniones de
interés. Nos despedimos en cordialidad, sabiendo que se rescató una parte
importante de la historia de nuestra facultad.
198
Historia
199
Facultad de Ingeniería
200
Historia
Uno se podría preguntar la razón de una ceremonia de este tipo, tan sin-
gular, en que se hace énfasis en el ingreso a una carrera. La respuesta la da el
ingeniero José Arzate, en el sentido de que las autoridades querían retener a los
estudiantes por el temor de que se fueran a otras carreras y otras universidades.
Y esto es comprensible, ya que la carrera de Ingeniería Civil estaba prendida de
alfileres y su futuro era incierto, principalmente por la falta de profesores. Se
comprende la realidad de esos estudiantes pioneros, ciertamente difícil. O con-
fiaban en que las cosas se arreglaran o buscaban otro rumbo para su destino.
De los dieciocho estudiantes que aparecen en la fotografía, sólo cinco lo-
graron obtener el título de Ingeniero Civil. Ellos fueron: Mario Pérez Montes de
Oca, Carlos Rojas García, Ernesto Álvarez Montenegro, Carlos Terrón Colón y
José Arzate Valdés. Esto lo resume el ingeniero Arzate: “La inestabilidad de la
plantilla magisterial y la deserción de alumnos fue tal, que de los 18 estudian-
tes iniciales, únicamente logramos la terminación cinco, por supuesto, en más
años de los previstos, ya que al no contar con algunos maestros para las ma-
terias siguientes, teníamos que esperar por esa o esas materias, en compañía
de generaciones posteriores”.
El resto de los estudiantes buscaron otras carreras y algunos por diversas cau-
sas no pudieron seguir sus estudios. Mención especial es Jorge Álvarez Herrera
que se cambió a la carrera de leyes y llegó a ser Secretario General de la UAEM.
Al respecto el ingeniero Arzate comenta que “al correr de esos primeros años, las
expectativas de los alumnos se veían lejanas de conseguir, razón por la cual el
primer año, al cabo de unos meses, empezaron las deserciones de varios alum-
nos; sin embargo, a los 18 estudiantes iniciales, paradójicamente, se les agregaron
otros durante ese mismo primer año”. Como caso concreto, el ingeniero Arzate
menciona que poco después se unió Juan Nava Arellano, quien también se cam-
biaría a la carrera de leyes y resultó un magnifico profesionista en ese campo.
Los ingenieros Román y Arzate en la entrevista, comentaron que sus ca-
rreras duraron más de los cinco años previstos; esto, debido a la prolonga-
ción de algunos cursos hasta que se encontraba al maestro adecuado, o por
las ocupaciones profesionales de los maestros. Sin embargo, coincidieron en
mencionar que tales contratiempos se vieron compensados por la calidad de
varios de los maestros que les dejaron una formación sólida; por ejemplo, los
ingenieros Samuel Ruiz García en el área de Estructuras, Roberto Bustamante
Ahumada en Puertos, Carlos Elizondo López-Llera en Procedimientos de Cons-
trucción y Pablo Cisneros Alcántara en Hidráulica.
El ingeniero Arzate, en particular, mencionó que su mayor influencia fue el
ingeniero Cisneros, pues él determinaría su desarrollo profesional: desde an-
tes de egresar y durante toda su carrera profesional se dedicó a la Hidráulica.
Su tesis profesional la hizo sobre el diseño de la Presa Ignacio Ramírez, sin
201
Facultad de Ingeniería
202
Historia
203
Facultad de Ingeniería
204
Historia
cosa delicada, sabía yo, puesto que no contaba con el permiso para trabajar en
México. Si alguien me hubiera denunciado, el resultado hubiera sido la depor-
tación, de vuelta a mi país. Afortunadamente no sucedió así, y es que déjenme
explicarles que yo requería de recursos, pues ya estaba casado con la bella
señora que nos acompaña, ella a la sazón estudiante de medicina. ¿Por qué
estudie yo ingeniería?, se preguntarán; les digo que mi padre en Nicaragua
hacía trabajos de topografía apoyado por un aparato llamado plancheta para
hacer levantamientos. Yo desde pequeño le ayudaba en estas tareas y, al ha-
cerlo, me prometí que llegaría a ser ingeniero para proyectar las carreteras que
mi padre ayudaba a trazar, y lo logré. Yo habría podido quedarme en México,
puesto que al estar casado con una mexicana, precisamente de Toluca, podía
haber tramitado la nacionalidad, pero pensé que mi país me apoyó para que
estudiara y yo no podía deshacerme de mi compromiso; mi propia conciencia
me lo hubiera recriminado. Así es que nos fuimos a Nicaragua y mi esposa tuvo
la suficiente confianza para ir conmigo. Me dediqué a ejercer como ingeniero
y ahora regreso a visitar mi alma mater. Gracias jóvenes por permitirme estas
palabras y ya no quiero interrumpirles más en su clase.
205
Facultad de Ingeniería
206
Historia
sabios y tomar el reto para entrar a sabiendas de que la carrera era exigen-
te”; “un recuerdo muy impactante es que mi generación (año 71) comenzó
con 200 estudiantes y terminó en 12”. Todos los demás asintieron, recordan-
do las vivencias de sus propias generaciones.
La charla continuó sin que pudiera identificarlos a todos, debido a la emo-
ción con que se expresaban unos y otros. Así que decidí escuchar y plasmar
sus palabras, extrayendo lo mejor posible las referencias de cada uno. Por
ejemplo, alguien decía: “con nosotros (la generación 1985-1990) fue un caso
excepcional, porque nos decían como récord histórico que era la primer ge-
neración de ingenieros mecánicos que egresaba en mayor cantidad”. No
se terminaba de explicar el asunto, cuando otro intervenía diciendo: “De
mi generación, la estadística era más o menos así: inscritos para el examen
de admisión, 920; aceptados, 226 y egresados, 12 o 14. En una graduación
estaban uno a uno (un profesor con su alumno); era muy drástico, no sé si
continúe igual, creo que sí”. “Ya no, bajó mucho el grado de dificultad aquí,
definitivamente”, consideraba otro.
No podían faltar las anécdotas sobre algunos de sus profesores. Tal fue el
caso del siempre recordado físico Caballero con su suéter y saco caracterís-
ticos, quien el primer día de clase daba la estimación estadística de cuántos
aprobarían, cuántos reprobarían, e incluso, cuántos al final se graduarían; “el
que aprueba mi materia, ya puede considerarse ingeniero”, expresaba. No
había temor por parte de los docentes al calificarlos como “burros” cuando
había un resultado deficiente el grupo.
Así se fueron recordando nombres como el ingeniero Camacho Salmón
quien llenaba dos pizarrones con cálculos matemáticos, el ingeniero Enrique
Maza de Matemáticas I y II cuya pulcritud personal era extrema y el ingenie-
ro Pedrero, con su sencillez. Apuntaron que la esposa del profesor Aguilera
era muy buena en Álgebra Lineal, al igual que el ingeniero Fernando López
Solís en Geometría. Armando Herrera (conocido como Tito), Alejandro Oso-
rio, Eduardo Rincón, Juan Gaytán y Tuburcio Escanda también fueron recor-
dados. Hubo quien no olvidará, según refirió, “cuando el ingeniero Torices
Carpinteyro daba clases con una vela si se iba la luz, en la clase de Proyecto
de Máquinas”. Cuando llegaban los maestros conocidos por su perfeccionis-
mo (pues aun en su manera de vestir eran impecables) infundían respeto y
hasta la posición del cuerpo de los alumnos se enderezaba al saludarlos en
el pasillo, sin importar si eran de primer año.
Las clases eran extenuantes pero interesantes, al extremo de quedarse
después de las 10:30 de la noche escuchando a su profesor y, si se aplicaba
examen ese día, la salida era después de las 11:30. Lo anterior no era motivo
207
Facultad de Ingeniería
para que el profesor llegara tarde a su clase un día después, incluso si daba
inicio a las 7 de la mañana; ellos eran de verdad un ejemplo.
La señorita Clemen, como recuerdan a ellos a la compañera Clemencia ya
jubilada, publicaba las calificaciones en una de las paredes del edificio princi-
pal. Cada periodo de exámenes acudían al “muro de las lamentaciones”, como
llamaban a dicha pared, la cual estaba dividida en dos: de los aprobados y de
los no aprobados. “Al tomar el camino correspondiente, se sabía muy bien el
resultado de cada uno y sacar un seis era motivo de una excelsa satisfacción”.
Las anécdotas, los recuerdos y los relatos con estos jóvenes de generacio-
nes de antaño fue una verdadera complacencia. Apodos, risas y comentarios
llenaron la sala de posgrado, lugar de la entrevista, por lo que resultó casi
una lástima despedirse de la sesión. Agradezco a cada uno por hacerme
partícipe de su mundo escolar y de sus remembranzas.
208
Historia
su sentido del humor y sus risas también eran precisas y en los momentos
indicados. Así se percibe a Javier Salas e Israel Tabarez, egresados de la ca-
rrera de Ingeniería en Electrónica y ambos docentes de la UAEM.
Javier Salas de la generación 1998-2003, con una sonrisa, evoca los tiem-
pos en que le gustaba desarmar juguetes para saber cómo funcionaban y,
claro, jamás volvían a su estado normal. Con el tiempo, eligió electrónica
porque ya había ganado algunos concursos en la secundaria, aunque tam-
bién le gustaba el diseño gráfico y la pintura, lo cual practica por placer.
Por su parte, Israel Tavares, egresado de la generación 1995-2000, aguar-
daba su turno para responder que estudió electrónica por su interés en las
matemáticas y buscaba algo de aplicación. Con una sinceridad que sorpren-
de, agregó: “francamente, cuando comencé a estudiar electrónica, no me
agradó mucho, fue hasta que egresé que le agarré el gusto”.
El momento se prestó para abordar el tema del trabajo y Javier expresó
que, en su caso, el proceso fue sutil, realizando diseños electrónicos para el
CIRA (obtuvo un doctorado en ciencias del agua) y después fue profesor de
tiempo completo en nuestra facultad. “En 2006 comencé una empresa para
diseñar equipos electrónicos a particulares, aprendí mucho, me hice de un
repertorio de bloques de códigos de programación y de diseño de hardware,
y para cualquier pedido solo los integraba; eso me permitió resolver pedi-
dos diferentes muy rápido”. Agregó que resultaba complicado hacer varios
diseños para los particulares, pero que lo seguía haciendo debido a que los
ingresos obtenidos le servían para realizar investigación. Mientras estudió,
casi no utilizó ingresos de la Universidad y uno de los requisitos de las tesis
que asesora, es que sean autofinanciables. “Desde que egresé, mi meta era
trabajar de tiempo completo aquí. Me atrajo la idea de ser investigador y ser
independiente en la elección de proyectos”.
Israel por su parte nos compartió que estuvo en diversas áreas como
ingeniero de calidad, validación de sistemas electrónicos en empresas priva-
das. Su profesor Lester González Rueda62, le invitó a trabajar y paralelamente
daba clases. “Siempre surgieron oportunidades, pero me sentía incompleto
en la iniciativa privada. Me percaté de que lo mío era la programación, de ahí
mi doctorado en ciencias computacionales”. Con una expresión reservada
explica que descubrió la investigación y la docencia; incluso nuevas áreas
en la investigación. Luego fue a Barcelona a trabajar en inteligencia artificial
y ahora está en la Facultad de Ciencias en un proyecto de supercómputo.
62 Docente originario de Cuba, quien trabajaba en las antenas de televisión ubicadas en Jocotitlán.
209
Facultad de Ingeniería
210
Historia
211
Facultad de Ingeniería
212
Historia
una visión enfocada hacia la globalización; ingenieros que han viajado por
el mundo y tomado decisiones importantes en la labor que desempeñan.
No se puede negar que la expresión de su rostro cambió al recordar a sus
maestros. Reían con mucha complicidad y bromearon con tantas anécdotas
que sería difícil documentar. Una de ellas es lo que su maestro Juan Carlos
Pérez les decía: “un ingeniero es capaz de hacer todo”, a lo que los demás
agregaron al unísono: “siempre y cuando tengas la actitud correcta”.
Antes de cerrar la entrevista, José Caballero, nuestro coordinador actual de
Materias Propedéuticas, invitó a sus compañeros a visitar a los alumnos para que
les den una perspectiva de lo que hay fuera, tanto en la empresa como en el
sector público, pues como afirmaron al final: “nunca sabes dónde vas a terminar”.
213
Facultad de Ingeniería
214
Historia
215
Facultad de Ingeniería
Anécdotas
216
Historia
Para no llegar con las manos vacías, preparamos un tema que hablaba de
tiro parabólico y otras chunches con la idea de “amortiguar el golpe” que se
nos iba a propinar dentro de unas horas (ya era la madrugada del martes).
Llegamos a la clase, ya no desvelados y ojerosos, sino como “zombies”
esperando a que nos asestaran el “golpe final”. Debo de decir que los de-
más compañeros tampoco pudieron resolver el problema (un aliciente al
menos para mi equipo). Entró el físico al salón, puntual como siempre y se
nos quedó mirando; se hizo un silencio sepulcral, y nos dijo: ¿sí se ente-
raron de que el domingo pasado los Osos Negros perdieron el juego por
una pelota ensalivada? Nos miramos entre todos con unas caras de estupor
que nos llevó a reírnos con nerviosismo. El Físico también se rio y nos hizo
otra pregunta: “¿quién resolvió el problema?”. Nuevamente el silencio se
apoderó del salón a lo cual apuntó: “sabía que esto iba a ocurrir”; se puso a
resolver el problema. Recuerdo que llenó dos pizarrones por completo y nos
indicó que con la saliva se le formaba una “capa límite” a la pelota la cual
ocasionaba un desbalanceo, de tal suerte que al llegar al bateador, la tiraba
“de faul” (aclaro que a un servidor no le gusta ni remotamente el béisbol). El
meollo del problema era demostrar esta situación física a través de sistemas
complejos de matemáticas. Terminó de resolver el problema e informó que
no nos preocupáramos, que el examen, “ahora sí el bueno”, iba a aplicarse
el viernes siguiente…. ¡cómo amamos esa materia!
Años después me hice amigo del Físico y siempre le agradecí la forma
en que nos presionaba a resolver problemas complejos y sobre todo que
eran reales. De hecho, un ingeniero en el ámbito profesional debe de estar
dispuesto a dar solución a problemas y en el menor tiempo posible, ya que
de no hacerlo las compañías están perdiendo dinero y nosotros estaremos
casi con un pie fuera de las mismas.
217
Facultad de Ingeniería
218
Historia
sepa él mismo, o por los datos que enseña durante el tiempo que uno es
enseñado por él; sino por los sentimientos que cultiva en el estudiante hacia
la materia que imparte. Creo que es así, porque aprender de un profesor en
un semestre es muy reducido, comparado con lo que se puede aprender por
sí mismo, cuando se ha cultivado un interés por cierta materia, para toda la
vida. En ese sentido, quienes compartimos esta forma de pensar, agradece-
mos al doctor Read su valiosa contribución a nuestro gusto por aprender y
a la vez es un ejemplo para los que tenemos la imponente labor de infundir
ese interés en otros. Muchas gracias, profesor.
¡A salvo!66
Como todo recién llegado del extranjero a la Universidad Autónoma del
Estado de México, el doctor Khalidou Bâ, egresado de la Universidad Laval
en Quèbec, Canadá, preparó todo para su incursión como investigador en el
Centro Interamericano de Recursos del Agua, del cual se le informó que era
dependencia académica de la Facultad de Ingeniería.
Ya había venido a México con antelación, sin embargo, en esta ocasión se
disponía a convertirlo en su lugar de residencia. El doctor José Llamas, fun-
dador del CIRA, y el doctor Carlos Díaz Delgado, coordinador, le apoyaban en
todo lo necesario para establecerse, pues estaban recibiendo investigadores
para integrarlos al equipo de trabajo.
La ubicación del centro del investigación en las instalaciones del Rosedal
(kilómetro 14.5 hacia Ixtlahuaca, México) ameritaba el uso de un vehículo para
su traslado, por lo que el doctor Díaz Delgado, quien tenía una reunión en
otro lado de la ciudad, cedió amablemente su viejo auto al doctor Llamas para
desplazar al recién llegado Khalidou Bâ. Es menester aclarar que el vehículo
tenía algunos problemas que no habían sido notificados por su dueño, sin
embargo, sus ocupantes se encarrilaron tranquilos en dirección a su destino.
Conducían por la avenida Alfredo del Mazo, en dirección al norte, hacia
el cruce ubicado en lo que se conoce como Tres Caminos, cuando no vieron
que el tren llegaba. Acostumbrados a las señales de tránsito detalladas de
Canadá, los doctores no fijaron su vista hacia las vías, sino que siguieron su
camino, sin percatarse de que el tren anunciaba su paso.
Al darse cuenta de lo ocurrido, el auto simplemente se detuvo en me-
dio de los rieles. De inmediato el doctor Llamas intentó encender el auto
nuevamente, pero no hubo resultado. El tren seguía avanzando y la gente
66 Con información del doctor Khalidou M. Bâ, investigador del CIRA
219
Facultad de Ingeniería
hacía señales con su manos, por lo que decidieron bajar del auto. El doctor
Khalidou abrió su puerta ipsofacto salió del vehículo, pero no ocurrió lo mis-
mo con el doctor Llamas, quien con desesperación advirtió que su puerta no
funcionaba.
Mientras el maquinista repicaba insistentemente la campana, la gente es-
peraba estupefacta el desenlace de tan fatídica escena. Fue entonces cuan-
do la máquina simplemente se detuvo tocando ligeramente la puerta del
automóvil que conducía el doctor Llamas, pues al no traer vagones, fue po-
sible hacer alto total, para beneplácito de todos. Acto seguido, el maquinista
bajó de su vagón abrazando a los dos intrépidos investigadores, diciendo:
“¡Gracias a Dios! ¡Yo nunca he matado a nadie!”. Es así como una tragedia
fue, por fortuna, evitada.
220
Historia
221
Facultad de Ingeniería
222
Historia
inscripción fue el 172. Hasta donde yo recuerdo, y creo que así está cons-
tatado en el libro de actas, soy el primero en haber terminado la carrera de
cinco años y haberme recibido en el mismo periodo.
Posteriormente se me ofreció sustituir al ingeniero José Yurrieta Valdés
en la materia de métodos numéricos. Impartí clases de esta materia tres
años, hasta que fui sustituido por otro compañero, egresado del mismo cur-
so. En mayo de 1984, recibí el nombramiento como profesor de carrera de
tiempo completo, categoría “C” definitivo de la Universidad, adscrito a la
preparatoria “Lic. Adolfo López Mateos”, de la cual fui profesor de matemá-
ticas hasta 1996.
En junio de 2006, recibí un reconocimiento por ser uno de los diez prime-
ros ingenieros de la Facultad de ingeniería, con motivo del cincuentenario de
la Facultad. Finalmente, en julio de 2009 también recibí un reconocimiento
por ser fundador e integrante de los dos primeros consejos directivos del
Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de México, el cual creamos en 1967.
Maestros entrañables prácticamente fueron todos; los más queridos [para
mí] fueron: el ingeniero Francisco Torres Herrera, quien fue mi profesor de
Hidráulica y mi director de tesis; una persona extraordinaria que desafor-
tunadamente ya falleció. También el ingeniero Samuel Ruíz García fue mi
maestro de estructuras, quien me hizo favor de invitarme a trabajar en su
despacho, donde aprendí y tuve mis primeros pininos en estructuras, que cul-
minaron con la iglesia de los desamparados, que está en la colonia Morelos.
El ingeniero Roberto Bustamante Ahumada, que fue mi maestro de puertos,
extraordinaria persona, muy querido. El ingeniero Cutberto Díaz Gómez, que
para mí ha sido uno de los mejores directores que ha habido en la Facultad.
Hay más que no quiero omitir, como el ingeniero Salvador Reyes, de álgebra,
el profesor Aguilera Aldana, que después fructificó en una buena amistad y
varios más que a lo mejor se me escapan.
Como anécdota final, puedo decir que había un profesor muy querido,
chaparrito, morenito, paisano de Mexicaltzingo: era el ingeniero Bulmaro
Roldán González. Ya los alumnos de los primeros cursos lo habían bautiza-
do con algún mote nada agradable, entonces, en alguna ocasión estaba yo
todavía en el edificio central, donde nació la escuela de ingeniería, remedán-
dolo en el pizarrón que teníamos en patio para hacer ejercicios y de repente
se abrió paso entre los compañeros y me dijo: “¡Muy bien, compañero! ¡Muy
bien remedado, nos vemos en el extraordinario!”. Aun así, después hicimos
buena amistad; lamentablemente falleció hace un año.
223
Facultad de Ingeniería
224
Historia
otras: Francisco Arce Benítez, Edgardo Castañeda Espinosa, José Elías Chedid
Abraham, Miguel Ángel García Cisneros, Jesús Hernández Alvirde, Valdemar
Hernández Menchaca, Rafael López Albarrán, José Maya Ambrosio, Gerardo
Méndez Acosta, Simón Lúa Acevedo y Carlos Solís Morelos.
En la segunda etapa de docencia, el crecimiento urbano de Toluca y del
Estado de México fue explosivo y brindó la oportunidad a profesores para
desarrollar actividades profesionales en el área de la construcción y estruc-
turas, a la vez que apoyaron con trabajo a sus propios alumnos. De dichos
maestros se puede mencionar a: Octavio Caballero Sámano, Alfonso Casta-
ñeda Siles, Pedro Pablo García del Ángel, Efraín García Helgueros, Adrián
Izquierdo Zenil, Benjamín Landeros Olguín, Ernesto Martín Robles, Enrique
Maza Cotero, Fernando Moreno Ahumada, Alfredo Salinas Mafra, Carlos Val-
despino Ponce, Refugio Víctor Valencia González, Jesús Villanueva Hernán-
dez y Carlos Visoso Espinosa.
La aparición de los sistemas informáticos no fue sorpresa para el claustro
académico que de inmediato se puso manos a la obra a fin de sacar jugo
a la famosa “Ramona”, al parecer la primera computadora que operó en la
Facultad. Derivado de esta línea de conocimiento, destacaron varios profe-
sores en las actividades de esta naciente rama, como Mariano Cruz González,
Alfonso Martínez Baca, Francisco Javier Quiroz Becerril, José Uribe Sánchez,
quienes laboraban en las áreas de sistemas del gobierno estatal y de la
iniciativa privada.
También se tiene el caso de los docentes con la habilidad suficiente para
destacar en actividades gremiales, gubernamentales y de iniciativa privada,
como son: Ángel Albíter Rodríguez, Francisco Becerril Vilchis, José Luis Cortés
Martínez, Gerardo Díaz Muciño, José Frías Díaz, José Concepción López Rive-
ra y Antonio Yurrieta Valdés.
La rama de planeación ha sido forjada por dos ingenieros recios, estrictos
pero destacados en su profesión, que han logrado que los alumnos integren
una visión extramuros. Esto ha mantenido a sus egresados como pioneros y
emprendedores de la Ingeniería Civil, siendo referencia inclusive, para otras
instituciones de educación superior. En este caso, resaltan Eusebio Cárdenas
Gutiérrez y Héctor Serrano Malpica.
Una de las fortalezas de la Facultad de Ingeniería ha sido su laboratorio
de materiales, no sólo por su apoyo a la adquisición de conocimiento o vin-
culación profesional, sino por ser semillero de especialistas en la Geotecnia,
como es el caso de Augusto Eduardo Coyoli Lazcano y Felipe Arturo Trejo
Gómez.
225
Facultad de Ingeniería
A manera de reflexión
Los esfuerzos de quienes han llevado el nombre la institución muy en
alto, siempre han sido reconocidos, aun cuando su disposición no se haya
visto motivada por el deseo de obtener un galardón. Gracias a todos los
mencionados por su labor. Y para aquellos cuyo nombre está ausente en
este libro (pues resultaría imposible plasmarlos a todos), gracias por formar
parte del alma de nuestra Facultad, desde las trincheras de la docencia, el
estudio, la investigación, la difusión, la extensión, la vinculación, la adminis-
tración y el deporte.
Sesenta años han pasado y los hemos festejado en diferentes eventos a
lo largo de este 2016. Generaciones de alumnos y docentes se han reunido
con nosotros, uniendo así distintas épocas de nuestra querida Facultad de
Ingeniería. •
226
Historia
Bibliografía
1. Castañeda, R. E. (2004). Enseñanza y práctica de la ingeniería en el Estado de
México 1870-1910. Tesis de Maestro en Historia. Facultad de Filosofía y Letras.
Universidad Nacional Autónoma de México.
2. Díaz de Ovando, C. (1998). Los veneros de la ciencia mexicana. Crónica del
Real Seminario de Minería 1792-1892. Tres tomos. Facultad de Ingeniería, UNAM.
3. El Colegio de México. (1997). Historia General de México. Cuarta edición en
dos tomos.
4. El Heraldo de Toluca. (s.f.). Toluqueña Ángeles Contreras ganó.
5. El Pulso del Estado de México. (2014). En la UAEM, diseña Leopoldo
Flores segundo vitral más grande de Latinoamérica. Recuperado de http://
elpulsoedomex.com.mx/en-la-uaem-disena-leopoldo-flores-segundo-vitral-
mas-grande-de-latinoamerica/
6. El Pulso del Estado de México. (2015). Medallas en universiada. Recu-
perado de http://elpulsoedomex.com.mx/suma-uaemex-dos-medallas-mas-
en-universiada-nacional-2015/
7. Gobierno del Estado de México. (2013). Inauguración del Labratorio de
Materiales de la Facultad de Ingeniería “Javier Barros Sierra”. Recuperado de
http://www.gem.gob.mx/medios/w2detalle_f.aspx?tser=w9YXrXU8ie4%3D&f
=9IBTV%2BYg1cU%3D
8. Gómez, M. E. (2006). El contexto del Programa Institucional de Tutoría Acadé-
mica (PROINSTA) en la UAEM. Espacios Públicos, 23, 445-455. Universidad Autó-
noma del Estado de México.
9. Hernández, R. (1976). La vivienda prehispánica en el Altiplano de México. Re-
vista de Indias, números, 36, 143-14. Instituto de Investigaciones Históricas,
UNAM, México.
10. Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa. (2016). La
gran Tenochtitlan. Recuperado de http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/libros/
texto/h5/u09t09.html
11. Llanas, R. y Segura, J. (2011). Obras virreinales de ingeniería poco conocidas.
Gaceta del Instituto de Ingeniería UNAM, 71. México.
12. Maza, E. (2002). Primer Informe Anual de Actividades de la Facultad de Inge-
niería 2001-2002. Universidad Autónoma del Estado de México.
227
Facultad de Ingeniería
228
Historia
Galería Fotográfica
De la Escuela de Ingeniería a Ciudad Universitaria
Antes de 1928 la fachada del Instituto Literario de Toluca, tenía este aspecto, no
había sido construido el monumento a los maestros.
229
Facultad de Ingeniería
230
Historia
231
Facultad de Ingeniería
232
Historia
233
Facultad de Ingeniería
234
Historia
235
Facultad de Ingeniería
236
Historia
237
Facultad de Ingeniería
238
Historia
Entrega de la carta de pasante al ingeniero José Luis Medina, 1983. Al fondo, los
ingenieros José Frías Díaz y Carlos Solís Morelos.
239
Facultad de Ingeniería
240
Historia
241
Facultad de Ingeniería
242
Historia
243
Facultad de Ingeniería
244
Historia
245
Facultad de Ingeniería
246
Historia
247
Facultad de Ingeniería
248
Historia
249
Facultad de Ingeniería
250
Historia
Fotografías Conmemorativas
251
Facultad de Ingeniería
Egresados 2016
252
Historia
253
Facultad de Ingeniería
Ceremonia de Clausura
254
Historia
255
Facultad de Ingeniería
256
Historia
257
Facultad de Ingeniería
258
Historia
259
Facultad de Ingeniería
260
Historia
261
Facultad de Ingeniería
262
Historia
263
Facultad de Ingeniería
264
Historia
265
Facultad de Ingeniería
266
Historia
267
Facultad de Ingeniería
268
Historia
269
Facultad de Ingeniería
270
Historia
271
Facultad de Ingeniería
272
Historia
273
Historia
275
Facultad de Ingeniería
276
Historia
277
60 AÑOS, FACULTAD DE INGENIERÍA, UAEM. Se
terminó de imprimir en el mes de marzo de 2017, en
la Imprenta México, ubicada en la Ciudad de México.
Tel. (55) 3991 45 69. El tiraje consta de mil ejemplares.