TFG Jorge Barrio Luna
TFG Jorge Barrio Luna
TFG Jorge Barrio Luna
Alumno: Tutores:
Jorge Barrio Luna Alejandra Staller Vázquez
José Luis García Pallero
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID
ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS EN TOPOGRAFÍA,
GEODESIA Y CARTOGRAFÍA
TITULACIÓN DE GRADO EN INGENIERÍA GEOMÁTICA Y TOPOGRAFÍA
Alumno: Tutores:
Jorge Barrio Luna Alejandra Staller Vázquez
José Luis García Pallero
«Hasta los planetas chocan
y del caos nacen las estrellas»
Charles Chaplin
ÍNDICE
Índice
Abstract / Resumen 15
Introducción 19
Objetivos 23
Planificación 27
Contexto histórico 31
La historia del universo en el contexto cosmológico 33
Las teorías del universo 33
La evolución cosmológica 34
La astronomía hasta el Siglo XVI 36
De la arqueoastronomía a la Edad Media 36
La astronomía precolombina y mesopotámica 38
El Siglo de Oro de la ciencia 40
Primera generación (1543 – 1625) 40
Segunda generación (1625 – 1727) 41
Siglos XVIII y IXX: el florecer de las matemáticas y la astronomía 42
Las matemáticas como ciencia teórica 42
La astronomía como ciencia empírica 42
Del siglo XX a la actualidad 44
La generación de la física moderna 44
Ciencia empírica y viajes espaciales 46
La astronomía hoy en día 49
Resultados 129
Ejemplo de los valores devueltos con la aplicación PosStar de MATLAB 131
Ayuda en línea de PosStar 131
Valores devueltos 132
Valores introducidos 132
Valores devueltos 132
Gráficas 136
Diagrama Hertzsprung-Russell 137
Valores calculados y proceso evolutivo de cada estrella 137
Diagramas HR 138
Temperatura-Luminosidad 138
Temperatura-Magnitud Absoluta 139
Catálogo Estelar 2018 – PosStar 140
Parámetros orbitales del cometa 46P/Wirtanen 144
Elementos orbitales 144
Parámetros intermedios 144
Conclusiones 155
Evaluación personal del proyecto 157
Bibliografía 159
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Fondo Cósmico de Microondas (CMB – Cosmis Microwave Background) con
datos de nueve años de observación de la sonda WMAP (Wilkinson Microwave
Anisotropy Probe). La radiación más antigua observada proveniente del Big
Bang. (NASA –WMAP) 35
Figura 2. El monumento megalítico de Stonehenge es una de las pocas construcciones
realizadas por el ser humano que ha visto pasar en al menos tres ocasiones el
cometa Hale-Bopp, un cometa con un periodo de 2.530 años. (iStock) 36
Figura 3. Observatorio del Caracol, en Chichén Itzá, México, es el edificio más
importante dedicado a la astronomía de las civilizaciones precolombinas.
(National Geographic) 38
Figura 4. Gran Telescopio de Canarias, ubicado a 2400 metros en el Observatorio del
Roque de los Muchachos en la Isla de La Palma (Pablo Bonet) 48
Figura 5. Esfera celeste con la proyección de las coordenadas horizontales (Geodesia
Geométrica) 54
Figura 6. Esfera celeste con la proyección de las coordenadas ecuatoriales horarias y
absolutas (Geodesia Geométrica) 55
Figura 7. Esfera celeste con la proyección de las coordenadas eclípticas (Geodesia
Geométrica) 56
Figura 8. Esfera celeste con la proyección de las coordenadas galácticas (Figura 5
modificada) 56
Figura 9. En rojo la propagación vertical de la onda eléctrica y en verde la propagación
horizontal de la onda magnética, generan una onda electromagnética
(EMANIM) 71
Figura 10. Espectro electromagnético que comprende las diferentes longitudes de
onda ―o frecuencias―, diferenciándose las siete divisiones: rayos gamma, rayos
X, ultravioleta, visible, infrarrojo, microondas y ondas radio (Sapling Learning).
72
Figura 11. Modelo atómico de Bohr. a) Un electrón emite un fotón (radiación) cuando
salta de un nivel de energía mayor a uno menor, y b) un electrón absorbe un
fotón cuando salta de un nivel de energía menor a uno mayor (Fuente
desconocida). 74
Figura 12. Poder emisivo calculado respecto la longitud de onda (Ecuación 43) para
las temperaturas (de abajo a arriba) de 650, 900 y 1150 Kelvin 75
Figura 13. Las diferentes series del espectro de hidrógeno, diferenciando las series de
Lyman (transiciones al nivel 1), de Balmer (transiciones al nivel 2), de Pashen
(transiciones al nivel 3), de Brackett (transiciones al nivel 4) y de Pfund
(transiciones al nivel 5). A la izquierda de la gráfica, los niveles de energía de
destino; encima de la gráfica, los niveles de energía de origen; a la derecha de la
gráfica la energía de excitación en eV (usuario Wikipedia Kiko2000). 79
Figura 14. Espectro visible (y ultravioleta) de emisión del hidrógeno y las líneas de
Balmer de la α a la ζ. Las dos líneas de la izquierda son del ultravioleta, dado
que están por debajo de los 4000 Å (Jan Homann). 79
Figura 15. Espectro de emisión del helio. Se observa la raya D3 característica en el
amarillo (Carlos Clarivan). 80
Figura 16. Espectro de emisión del sodio donde se ven las rayas de resonancia D1 y D2
de color amarillo intenso (Fuente desconocida) 80
Figura 17. Espectro de absorción del calcio ionizado donde se identifican las bandas
negras H y K (Astrosurf). 80
Figura 18. Espectros de emisión de los diferentes elementos de la tabla periódica
(MIT). 81
Figura 19. Diagrama espacio temporal de una estrella en implosión que genera un
agujero negro 89
Figura 20. Límites existentes y regiones de las diferentes muertes de las estrellas 90
Figura 21. Diagrama HR (Wikipedia). 92
Figura 22. Conjunto de las Pléyades formado por las estrellas Alcíone, Atlas, Celeno,,
Electra, Estérope, Maya, Mérope, Pléyone y Táigeta (NASA) 115
Figura 23. a) Movimiento de Sirio A ―línea gruesa― y de Sirio B ―línea delgada―
alrededor del centro de masas ―línea discontinua―. b) Órbitas descritas por
Sirio A ―órbita pequeña― y Sirio B ―órbita grande―. c) Órbita de Sirio B
alrededor de Sirio A [Bakulin, Kononóvich y Moroz, 1983] 117
Figura 24. Curva de brillo de una estrella variable cefeida. Esta curva es similar a la
que se produce en los sistemas binarios 118
Figura 25. Órbita elíptica del cometa 46P/Wirtanen (JPL) 125
Figura 26. Inclinación de la órbita (JPL) 126
Figura 27. Trayectoria vista desde la Tierra con el paso del tiempo (Universidad de
Maryland) 126
Figura 28.Coordenadas ecuatoriales absolutas y horarias 136
Figura 29. Coordenadas horizontales y eclípticas 136
Figura 30. Diagrama HR / Temperatura-Luminosidad 138
Figura 31. Diagrama HR / Temperatura-Magnitud absoluta 139
Figura 32. Pilar de la azotea donde están referenciadas las posiciones del movimiento
diurno 140
Figura 33. Toma de las coordenadas mediante GNSS 141
Figura 34. Ubicación de las estrellas del hemisferio Norte celeste 142
Figura 35. Ubicación de las estrellas del hemisferio Sur celeste 142
Figura 36. Valores de Stellarium a las 03:30 horas del 19/08/2018 para Alcíone en
Calar Alto 147
Figura 37. Valores de la culminación superior 149
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Matriz de planificación 29
Tabla 2. Fases del proyecto 30
Tabla 3. División de las fases 30
Tabla 4. A la izquierda el día juliano asociado al comienzo de varias centurias. A la
derecha el número de días que pasan mes a mes con las correcciones por ser
año bisiesto (bis) que se debe realizar 65
Tabla 5. Fechas de referencia importantes en astronomía 66
Tabla 6. Las rayas de la serie de Balmer (tabla superior) y las rayas del continuo de
Balmer del ultravioleta (tabla inferior). 79
Tabla 7. Rango de temperaturas asociados a cada división espectral. Valores en
[Bakulin, Kononóvich, Moroz; 1983] 84
Tabla 8. Valores dados para la luminosidad. 90
Tabla 9. Días julianos de los cambios de fecha entre horario invierno y horario verano
107
Tabla 10. Información desarrollador 110
Tabla 11. Listado de la muestra de estrellas con diferentes códigos de diferentes
catálogos. 115
Tabla 12. A la izquierda la estrella; a la derecha si es una estrella aislada, con un
sistema planetario, sistema binario, triple o cuádruple. Estrella* indica indicios
de poder pertenecer a un sistema binario. 116
Tabla 13. Datos de las masas y radios estelares y la precisión de sus medidas,
expresadas en unidades solares y en unidades internacionales 119
Tabla 14. Correcciones bolométricas en función de la temperatura efectiva 120
Tabla 15. Datos de la magnitud, la distancia en pársecs y sus precisiones y la
luminosidad de la muestra de estrellas. 122
Tabla 16. Encuentros con Júpiter que han modificado su órbita (Universidad de
Maryland) 125
Tabla 17. Vectores de posición 127
Tabla 18. Vectores de velocidad 127
Tabla 19. Valores calculados 137
Tabla 20. Coordenadas geográficas del pilar de la azotea de la ETSI TGC – UPM 140
Tabla 21. Valores atmosféricos predeterminados en PosStar 141
Tabla 22. Elementos orbitales 144
Tabla 23. Parámetros intermedios 144
Tabla 24. Diferencia de coordenadas PosStar (sin corregir) y Stellarium 148
Tabla 25. Diferencia de coordenadas PosStar (corregidas) y Stellarium 148
Tabla 26. Diferencia de los valores del movimiento diurno en PosStar y Stellarium 150
Tabla 27. Tipo espectral calculado frente al verdadero 151
Tabla 28. Diferencia entre los valores reales y los calculados 153
Tabla 29. Residuos de los parámetros calculados 153
The purpose of this document is, in short, very clearly encoded in its title: the develop-
ment of a dedicated application that allows to perform an accurate observation of celestial
bodies, a spectral classification of stars, and to provide with the calculation of the
46P/Wirtanen orbit.
The application itself is based on MATLAB programming language. The code contains the
corresponding coordinate transformation formulae, along with those describing the diurnal
motion and astronomical corrections. The output consists on a set of data that would allow
the user to achieve a precise observation and provide an accurate measurement of the po-
sition of stars in the sky.
Another interesting feature of the code is that it generates the cartography for the four
different coordinate systems used: namely, the horary (defined by the declination δ and
hour angle H), the equatorial (defined by the right ascension α and the declination δ), hori-
zontal (sometimes referred to as altitude-azimutal) and the ecliptic (defined by the ecliptic
longitude λ and latitude β) coordinate systems.
The results thus obtained are enclosed in a stellar catalogue containing a sample of a
total of 25 stars. The catalogue includes information on the position of each star along with
the corresponding corrections, for the first day of each month in 2018. A picture is also in-
cluded for each of the 25 stars. At the end of the catalogue the cartography showing all the
stars in the different celestial hemispheres, along with a table containing the refraction cor-
rections to the altitude measurement in intervals of 10 arc minutes can be found.
Spectral analysis is the most important tool in observational astrophysics. The different
methodologies require advanced applied technical skills and full understanding of the sub-
ject. The spectral analysis of the 25 stars in the current document has been performed using
the black body radiation laws. Even though, as obvious as it may seem, stars do not radiate
like a black body, this method, though not optimal, serves as a fair approximation to perform
the spectral classification of stars and it’s easier to implement for someone with limited
knowledge on spectral analysis.
Starting from known data, the calculation of the different stellar effective temperatures
is performed, the stars are then spectrally classified following the Harvard system, reaching
a mean difference between the calculated and the true spectral types of 1,77 subclasses, and
the corresponding Hertzsprung-Russell (HR) diagrams created. The resulting information
is then included in the stellar catalogue, containing physical information of each star, such
as the stellar magnitudes, mass, geometry, temperature and luminosity. The HR diagrams
are also included in the catalogue, and an evolutional study of the stars in terms of their
masses has also been performed.
Despite all the initial problems encountered, the calculation of the parameter of the
46P/Wirtanen comet orbit was achieved by direct application of the corresponding formu-
las. The resulting parameters for three different positions were quite satisfactory, the resid-
uals being inferior than 0,01 astronomical units for distances, smaller than 0,5 degrees for
angular distances ―but not in two instances― and below two days in timing measurements.
The results obtained in all parts of the analysis do not differ from the expectations,
achieving the initial objectives of the work.
UV
Jorge Barrio Luna 17
Aplicación para la observación precisa de cuerpos celestes. Análisis espectral de estrellas y cálculo
orbital del cometa 46P/Wirtanen
Lo que se ha querido plasmar a lo largo del siguiente documento es, de manera abreviada,
lo que el título del presente recoge: Aplicación para la observación precisa de cuerpos ce-
lestes. Análisis espectral de estrellas y cálculo orbital del cometa 46P/Wirtanen.
Para la aplicación se ha usado el software de MATLAB. Se ha desarrollado un código apli-
cando la formulación de la transformación de coordenadas, la formulación del movimiento
diurno y la formulación de las correcciones astronómicas, para obtener una serie de datos
que permitan la observación precisa y el posicionamiento de estrellas en el cielo. Además,
el código genera cartografía para los cuatro sistemas de coordenadas devueltos, a saber:
absolutas, horarias, horizontales ―u altacimutales― y eclípticas. Se ha realizado, con los re-
sultados obtenidos un catálogo estelar con una muestra de 25 estrellas donde se incluyen
posiciones importantes de las estrellas y sus correcciones para cada día 1 de cada mes del
año 2018. Para cada estrella del catálogo, se ha añadido una foto. Al final del catálogo se ha
añadido la cartografía donde se representan las estrellas en los hemisferios celestes y una
tabla con correcciones a la altura por refracción con intervalos cada 10 minutos de arco.
El análisis espectral es la herramienta más importante de la astrofísica. Sus metodologías
prácticas requieren mucha técnica y manejo en el tema. Debido a mi falta de conocimientos
en la espectroscopia, he realizado el análisis espectral de la muestra de 25 estrellas basán-
dome en las leyes de radiación de cuerpo negro. Es lógico que las estrellas no son cuerpos
negros y, por lo tanto, la técnica usada para clasificar espectralmente las estrellas no es la
idónea, pero es válida. Partiendo de una serie de datos conocidos se han calculado las tem-
peraturas efectivas estelares, se han clasificado espectralmente ―Harvard―, obteniendo
una diferencia media entre los tipos espectrales calculados y los verdaderos de 1,77 subcla-
ses, y se han creado los diagramas de Hertzsprung-Russell. La información obtenida se ha
incluido en el catálogo estelar, indicando para cada estrella sus características físicas, como
magnitudes, masa, geometría, temperatura y luminosidad. También se han incluido al final
los diagramas HR y se ha realizado el estudio evolutivo de las estrellas en función de su
masa.
Pese a haber tenido problemas al comienzo a la hora de resolver los parámetros orbitales
del cometa 46P/Wirtanen, con un último documento que me ha sido prestado he logrado
calcular los elementos orbitales con éxito. El método, por falta de tiempo, ha sido la aplica-
ción directa de las fórmulas. Los parámetros obtenidos para tres posiciones han sido resul-
tados satisfactorios, obteniendo residuos inferiores a la centésima de la unidad astronómica
para distancias, inferiores ―o en el entorno en dos casos― a media grado para medidas an-
gulares y menores a dos días en la medida del tiempo.
Los resultados obtenidos en todas las partes del proyecto no difieren de las expectativas,
logrando los objetivos propuestos.
De una de las ramas más olvidadas del grado de Ingeniería en Geomática y Topografía,
he querido recordarla y volver a dar luz sobre ella en mi último y gran esfuerzo para finali-
zar mis estudios. La astronomía es una ciencia que capta la atención de millones de aficio-
nados de todo el mundo y tiene infinidad de aplicaciones. Los conjuntos profesionales de
físicos, ópticos o químicos, meteorólogos, geofísicos, geólogos u oceanógrafos, médicos, bió-
logos, matemáticos o historiadores, ingenieros aeronáuticos, industriales o geodestas pue-
den dedicarse en su vida profesional a las ciencias que engloba la astronomía. Por ello, y
como futuro ingeniero topógrafo y geodesta, quiero destacar con este proyecto la labor de
los geodestas en el campo de la astronomía.
La geodesia, según la define el Instituto Geográfico Nacional, es la ciencia que estudia la
forma y dimensiones de la Tierra. Esto incluye la determinación del campo gravitacional
terrestre y la orientación y posición de la Tierra en el espacio; es por ello que la rama de la
astronomía que estudian los geodestas ―y los matemáticos― es la astronomía de posición
y astronomía esférica, comúnmente conocida como astrometría dentro del campo de la as-
tronomía.
La astrometría se define como el estudio de la posición de los cuerpos celestes ―incluida
la Tierra― apoyándose en métodos para determinar ángulos en el cielo, para lo cual esta-
blece sistemas de coordenadas celestes [Barrio, Ballestero, Laviña y Jadraque, 2016].
Todo niño, desde que se es bien pequeño, cuando observa a esas personas flotando en el
espacio o caminando sobre la Luna, un lugar en el universo que solo han pisado 12 personas
y algún que otro robot, decide ser de mayor astronauta. A algunos solo se le pasa la idea por
la cabeza un pequeño instante de tiempo; otros llegan a ser astronautas. No obstante, son
muy pocos los que llegan a hacer su sueño de niño realidad. Pero son muchos los que con
aquel sueño en la cabeza se dedican, o deciden dedicarse, al estudio de alguna de las ramas
de la astronomía.
Mi caso no es otro distinto. La afición que desde pequeño he tenido a la astronomía, las
observaciones astronómicas que hacíamos con el telescopio de casa mi padre y yo, cuando
con siete años conocí al único astronauta español que trabaja en la NASA, etc., son solo al-
gunos ejemplos de cómo la astronomía ha influenciado en el desarrollo de mi vida estudian-
til. Aunque mi admiración por las matemáticas y por la física llegó tarde ―algunos profeso-
res de la escuela de topografía podrían confirmarlo―, mi futuro en los próximos años va a
estar dedicado a la astrofísica.
Durante los años que he estado estudiando en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros
en Topografía, Geodesia y Cartografía, he cursado algunas asignaturas que dedicaban parte
del temario a estudios astronómicos o físicos. Disfruté especialmente las asignaturas de
Geodesia Geométrica, en la que conocí por primera vez la astronomía de posición y la im-
portancia del tiempo para el posicionamiento, de Métodos Topográficos, donde noté la im-
portancia de las matemáticas en los trabajos de posición, y la asignatura de Geodesia Física
y Espacial, en la que conocí la verdadera forma física de la Tierra a través de las leyes de
gravitación newtonianas. Fui cofundador de la primera agrupación de astronomía de la Uni-
versidad Politécnica de Madrid, y he realizado actividades con el fin de acercar más a la
gente con la astronomía. Varios profesores han mostrado interés en resaltar anécdotas y
datos relacionados con la astronomía a lo largo de la carrera, y otros profesores me han
recordado la excelente labor dentro de la astronomía que hacía el profesor Fernando Martín
Asín, que sin ninguna duda me habría gustado conocer si hubiese tenido la oportunidad,
añadiendo el decreciente interés de los alumnos por la astronomía en la E.T.S.I. de Topogra-
fía, Geodesia y Cartografía conforme pasan los años. Y aunque las tecnologías nos han faci-
litado enormemente el posicionamiento sobre la Tierra, y la astrometría ya es una ciencia
de matemáticos y astrofísicos, me alegra saber que soy uno de los pocos alumnos que realiza
un TFG orientado en la astronomía.
Todos estos eventos a lo largo de mi vida, son motivación suficiente para querer dedi-
carme en un futuro a estos temas. Por ello, además de astronomía de posición, mi proyecto
incluye una parte de astrofísica, tratada superficialmente y otra de mecánica celeste.
Crear una aplicación con MATLAB que proporcione, a partir de unos datos de
entrada, toda la información posible para la observación precisa y posiciona-
miento de cuerpos celestes, incluyendo las correcciones astronómicas.
Generar unas tablas de una muestra de 25 estrellas para su observación y posi-
cionamiento para el año 2018 y representarlas en mapas celestes.
Generar unas tablas de la muestra de 25 estrellas clasificándolas según sus pro-
piedades, según su evolución futura, según su temperatura y según su luminosi-
dad y su representación gráfica en un diagrama Hertzsprung-Russell.
Cálculo de los parámetros orbitales del cometa 46P/Wirtanen.
Para planificar el avance en el proyecto, se han destacado cinco fases con un tiempo es-
timado de realización:
Mes 1
01
01
01
Mes 2
02
Mes 3
01
01 21
21 22
21 22
Mes 4
22 24 4
4
11 4
11
Mes 5
12
01 12 22 23
12 31
Mes 6
12 31
01 4
12 13 14 15 24 31 4
31 32 33 4
Mes 7
Existen muchas razones para que las personas amantes de la astronomía se apasionen
también por la historia de esta disciplina. Gran parte del atractivo de las ciencias del uni-
verso reside en que permiten indagar en nuestros orígenes. La historia de la ciencia del cielo
y la tierra nos vincula a los orígenes culturales y constituye una herramienta poderosa para
conocer mejor la diversidad y evolución de las civilizaciones, la nuestra entre ellas.
La historia de la astronomía, como objeto de estudio, supone un referente absolutamente
universal para todas las culturas. La astronomía tiene un rasgo bastante original frente a
otras historias, se trata de su carácter global tanto en el espacio como en el tiempo. Existen
fuentes procedentes de todas las civilizaciones y todas las épocas, y ninguna civilización ca-
rece de mitos y saberes sobre el cosmos, y la observación de cuerpos celestes y su estudio
se remonta a los tiempos más lejanos.
El estudio de la historia de la astronomía nos acerca a otros tiempos y a otras culturas,
pero también nos ayuda a conocer y a valorar mejor la ciencia contemporánea. La astrono-
mía ha sido una pieza clave en la historia del pensamiento occidental. Los libros desde los
albores de la cultura griega a hoy en día están repletos de referencias a ideas sobre el cos-
mos, la Tierra y el firmamento. La astronomía ha estado a menudo en el corazón del cambio
―como veremos a continuación―. Por todo esto, la historia de la astronomía es una historia
distinta a las demás.
Son muchas las teorías que han surgido a lo largo de la historia acerca del universo, sobre
su origen, evolución y sobre su posible final. Desconocemos la verdadera historia del uni-
verso, pero las aportaciones realizadas durante el siglo XX nos han ayudado a generar teo-
rías que se ajustan mucho a la realidad de las observaciones y experimentos.
Según dichas aportaciones, la teoría que más se ajusta al origen del universo es la cono-
cida como «Big Bang». Seguidamente, la teoría que más se ajusta a la evolución del universo
es la denominada teoría de la inflación cósmica. No obstante, no es tan fácil determinar una
teoría que se ajuste al fin del universo: ¿se desgarrará? ¿se congelará? ¿se volverá a con-
traer? No podemos determinar con un cierto nivel de certeza el final del universo porque
no contamos con hechos empíricos que nos faciliten una predicción futura.
Newton llegó a decir que, si se conoce la dirección de una pelota lanzada, la velocidad
inicial, la velocidad y dirección del viento, la calidad del entorno, el rozamiento con el aire,
y todos los aspectos físicos que intervienen en el movimiento de la pelota, se podría llegar a
deducir en qué punto exacto caerá la pelota, convencido en una realidad determinista. Sin
embargo, físicos como Boltzmann, Planck, Schödringer o Heisenberg nos han mostrado que
el universo se rige por eventos aleatorios con determinadas probabilidades. Suena inimagi-
nable decir que un vaso roto se podría recomponer de nuevo, pero las leyes cuánticas del
universo dicen que existe una ínfima probabilidad de que ocurra, pero deberíamos esperar
millones de años para poder conseguir ver un evento similar. Sabido esto, nuestras posibi-
lidades de consensuar una teoría que determine el fin del universo se reducen, debido a su
carácter probabilista.
LA EVOLUCIÓN COSMOLÓGICA
Según la teoría del Big Bang, todo lo que percibimos hoy en día de nuestro inmenso uni-
verso, estaba confinado en un punto sin dimensiones en un lugar donde ni el espacio ni el
tiempo se podían definir, un punto de infinita energía conocido como singularidad. Se es-
tima hace 13 700 millones de años el instante en el que ese punto de infinita energía explotó
apoteósicamente. 10-43 segundos después del Big Bang, el universo medía 10-35 metros y su
temperatura era de mil cuatrillones de grados centígrados.1 Acto seguido, a los 10-36 segun-
dos después del Big Bang comienza la inflación cósmica, y el universo se expande hasta te-
ner un tamaño cien cuatrillones de veces superior, alcanzando el tamaño de una naranja. En
este vetusto universo solo existe una oscura sopa de quarks a millones y millones de grados.
Tan solo 10-32 segundos después del Big Bang el universo cuántico empieza a tomar
forma. Surge el bosón de Higgs con su campo de Higgs, con el que da masa a todas las partí-
culas, apareciendo las conocidas como partículas elementales: los electrones, los muones,
los tauones, los neutrinos y los quarks. 10-12 segundos después del Big Bang el universo se
enfría y los quarks comienzan a confinarse formando neutrones y protones. A partir de este
momento, los quarks nunca se volverán a encontrar aislados de otros quarks. Entre 3 y 20
segundos después del Big Bang, el universo cada vez más frio y en continua expansión, en
un baile caótico de protones, neutrones y electrones, se produce la formación de los prime-
ros elementos más ligeros, como el hidrógeno y el helio.
380 000 años después, el universo se hace transparente a la luz. El destello de aquel mo-
mento sigue llegando a la Tierra hoy en día en forma de microondas, la radiación más anti-
gua del Big Bang que será observada por el ser humano (Figura 1).
400 millones de años después del Big Bang termina la edad oscura y comienzan a surgir
las primeras estrellas, formando 300 millones de años después las primeras galaxias y cú-
mulos galácticos, alcanzando el máximo 3000 millones de años después del comienzo.
En un determinado lugar, en una galaxia de entre millones de galaxias ya existentes,
8.500 millones de años después del Big Bang, se forma nuestro Sistema Solar y la Tierra,
mientras el universo sigue formando estrellas sin parar y expandiéndose a una velocidad de
71,9 kilómetros por segundo con una incertidumbre de 2,7 kilómetros por segundo, según
un estudio de enero de 2017 de un grupo de astrónomos del programa H0LiCOW dirigido
por Sherry Suyu.
1 Al tiempo de 10-43 segundos y a la longitud de 10-35 metros se les conoce respectivamente como
tiempo y longitud de Planck, y son las medidas mínimas de tiempo y longitud que se corresponden
con la cantidad mínima de energía.
Figura 1. Fondo Cósmico de Microondas (CMB – Cosmis Microwave Background) con datos de nueve años de
observación de la sonda WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe). La radiación más antigua observada
proveniente del Big Bang. (NASA –WMAP)
Basta tener una ligera idea del conocimiento actual para pensar que nuestros anteceso-
res eran más ignorantes o torpes que nuestros astrónomos de hoy en día. Es fácil caer en
ese tópico ―en cualquier ciencia o estudio―, pero esta es una opinión que es errónea. Para
empezar uno no comienza conociendo todo; uno comienza a descubrir cuando otros ya le
han allanado el camino. Sin caer en un relativismo intelectual extremo, la historia de la as-
tronomía ayuda a reprimir los sentimientos de orgullo y soberbia ante los logros de la cien-
cia moderna, pues nos muestra que nuestros antepasados, en cualquier época o lugar, eran
tan inteligentes e ingeniosos como los científicos de hoy.
Figura 2. El monumento megalítico de Stonehenge es una de las pocas construcciones realizadas por el ser
humano que ha visto pasar en al menos tres ocasiones el cometa Hale-Bopp, un cometa con un periodo de
2.530 años. (iStock)
Aunque sus constructores no dejaron vestigios escritos, hay razones más que suficientes
para pensar que desarrollaron un conocimiento empírico del cielo bastante preciso. Por me-
dio de alineaciones colosales de varios megalitos, los astrónomos de la época podían reali-
zar medidas de ángulos muy pequeños, e incluso determinaban ciclos temporales ―como la
duración de un año o el ciclo lunar― con mucha precisión mediante promedios sobre inter-
valos de tiempo muy largos, un esfuerzo realizado por varias generaciones. Las dimensiones
y orientaciones de los monumentos pétreos de esta zona de Europa indican que sus cons-
tructores tenían cierto conocimiento empírico sobre la geometría del círculo; las rocas a
menudo están colocadas según recintos cerrados cuyo contorno consta de arcos de circun-
ferencia dispuestos para que el perímetro total resulte una fracción sencilla del diámetro.
Las culturas de la edad de piedra europea adoraban el Sol y la Luna. Muchas de sus cons-
trucciones están alineadas de forma que coinciden con los puntos del orto y el ocaso del Sol
en los equinoccios y solsticios. En regiones de la Bretaña francesa como Carnac ―y se cree
también que en Stonehenge―, se da un conjunto megalítico en el que científicos han llegado
a la conclusión que podían ser utilizados para determinar con precisión el movimiento lunar
y determinar eclipses. Parece plausible que la predicción de eclipses estuviera al alcance de
los habitantes del neolítico.
Durante la antigüedad clásica surgen grandes pensadores, en Grecia y Egipto. Una de las
primeras y más importantes aportaciones viene de la mano de Eratóstenes (276 a. e. c. –
194 a. e. c..), de Cirene. Se crio entre los 900 000 manuscritos de la biblioteca de Alejandría.
Conocía por relatos de viajeros que, en Asuán, Egipto, los objetos el día del solsticio de ve-
rano no proyectaban ninguna sombra a mediodía, es decir, el Sol pasaba por el cenit de
Asuán en ese momento. Cosa que no ocurría en Alejandría ese mismo día; determino,
usando la sombra de un obelisco, que el Sol culminaba unos siete grados hacia el Sur. Va-
liéndose de manuscritos y de las rutas comerciales entre Asuán y Alejandría, y del tamaño
de las sombras el día del solsticio de verano, Eratóstenes calculó la circunferencia de la Tie-
rra. Si la diferencia de latitud entre Asuán y Alejandría era de siete grados, que correspon-
den a 5000 estadios, la circunferencia de la Tierra ―360 grados― correspondería a 250 000
estadios. Dependiendo de cómo se interprete la medida de estadio el error de Eratóstenes
oscila entre un 1% y un 15%.2
Otra importante aportación viene por parte de Aristarco de Samos, Grecia, siendo una de
las primeras personas en proponer el modelo heliocéntrico 300 años a. e. c. Realizó impor-
tantes aportaciones matemáticas para determinar las distancias de la Tierra a la Luna y de
la Tierra al Sol.
Sin embargo, pese a la astucia de Aristarco al proponer el modelo heliocéntrico, el filó-
sofo Aristóteles ya propuso poco antes de Aristarco el modelo geocéntrico, y fue en el siglo
II a. e. c. cuando Claudio Ptolomeo completó esta visión del universo. Aunque Ptolomeo
abrazó erróneamente el modelo geocéntrico, en su paradigmático texto Almagesto, hace un
uso extensivo de la trigonometría esférica, ciencia que hoy día estudian muy pocas perso-
nas.
2 El estadio, como medida de longitud, puede referirse al estadio ático, equivalente a 192 metros,
o puede referirse al estadio egipcio, equivalente a 185 metros. Se cree que usó el estadio egipcio,
debido a que pasó toda su vida en Egipto, lo cual estima un error en la medida de la circunferencia
terrestre menor al 5%.
A pesar de ser un modelo muy discutido por otros pensadores y pensadoras, como Hipa-
tia de Alejandría, y que perduró varios siglos, apoyado fielmente por algunas religiones
como la católica, hasta la llegada de Nicolás Copérnico, era lógico y exacto, y los filósofos
argumentaban con él el orden y la estructura perfecta del universo.
Es sabido que las mayores aportaciones a la astronomía antes del siglo XVI se dan en la
época de la expansión griega por el Mediterráneo. Pero cabe destacar la influencia de la as-
tronomía en las civilizaciones precolombinas de América y en las mesopotámicas.
El caso más llamativo de estas civilizaciones es de los mayas. Aunque dominada política
y militarmente por los aztecas, el pueblo maya era superior en cultura. Tenía una gran in-
fluencia por la astronomía.
Una de las mayores atrocidades culturales vista a lo largo de los siglos fue la incineración
de las inmensas bibliotecas mayas encontradas por los conquistadores españoles. Este cri-
men privó por siempre a los descendientes mayas de su herencia cultural y al resto de la
humanidad del conocimiento de una tradición humanística y científica verdaderamente ori-
ginal. Actualmente solo se conservan cinco códices mayas, de los cuales dos de ellos contie-
nen información detallada. Esta información, junto con los restos arqueológicos, han con-
ducido a conclusiones sorprendentes. Uno de los edificios más importantes de la cultura
maya que se conserva hoy en día en Chichén Itzá, es el observatorio del Caracol (Figura 3),
dedicado al planeta Venus.
Figura 3. Observatorio del Caracol, en Chichén Itzá, México, es el edificio más importante dedicado a la astro-
nomía de las civilizaciones precolombinas. (National Geographic)
Por otro lado, las civilizaciones mesopotámicas, que engloban diversas culturas reparti-
das entre los ríos Tigris y Éufrates, también tuvieron una práctica de la astronomía muy
avanzada. Las civilizaciones mesopotámicas, que existieron entorno a los años 2000 y 250
a. e. c. dejaron su sabiduría impresa en tablillas de barro. Algunas de las muchas tablillas
recuperadas indican que el cielo se observó de manera activa. Se conservan registros de
posiciones planetarias y del paso de varios cometas ―el de Halley entre ellos―. Mientras
que los griegos emprendían un análisis geométrico para la explicación del cielo, los meso-
potámicos usaban un análisis aritmético, de números, basado en la determinación cuantita-
tiva de periodos.
El Siglo de Oro de la ciencia no es más que el periodo de tiempo comprendido entre 1543
y 1725 en Europa Occidental. Implica a los primeros grandes científicos que han influido
fuertemente en el desarrollo de las ciencias físicas, como Galileo o Newton.
Esta primera generación es la que sufre la reforma gregoriana en 1582, en la que se pro-
duce un cambio importante dentro de los calendarios.3 El calendario gregoriano sustituyó
al calendario juliano. Este calendario fue el primero en superar la precisión anual de los
calendarios mayas.
La primera aportación que determina el comienzo de esta etapa es la obra de Nicolás
Copérnico De revolutionibus orbium coelestium publicada en 1543, año en el que murió. En
ella, Copérnico estudió a los filósofos griegos, y nombrando en su obra a Aristarco de Samos,
describe por primera vez el modelo heliocéntrico. Esta obra presentaba una ruptura radical
con la ideología religiosa medieval. Sustituía la idea de un cosmos cerrado y jerarquizado
con el hombre en el centro por un universo homogéneo e indeterminado situado alrededor
del Sol. Con este modelo se solucionaban los problemas de los movimientos del epiciclo de
los planetas. Su aportación fue duramente criticada por las entidades cristianas de la época
y defensores de su modelo como Giordano Bruno fueron quemados vivos en la hoguera.
3 Es en España, Italia y Portugal cuando se realiza el cambio de calendarios en 1582, pero en Gran
Esta nueva generación está definida entre el nacimiento de Giovanni Domenico Cassini
en 1625 y la muerte de Isaac Newton en 1727. Sin duda es una de las generaciones más
importantes dentro de la astronomía, la mecánica celeste y la física.
Cassini, astrónomo italiano, calculó los periodos rotacionales de Júpiter, Marte, Venus y
en 1668 elaboró las tablas de los movimientos de los cuatro satélites galileanos. En 1669,
cuando es nombrado director del Observatorio Astronómico de París, descubre cuatro sa-
télites de Saturno. Halló que el eje de rotación no estaba situado perpendicularmente al
plano de la eclíptica. Pero su logro más importante fue el cálculo de la distancia Tierra – Sol,
cometiendo un error solo de un 7% por debajo del valor actual, mediante la observación
simultánea de la posición de Marte desde París y la Guayana Francesa. Basándose en la ter-
cera ley de Kepler calculó la distancia Tierra – Marte y la de otros planetas al Sol.
La óptica debe a Christian Huygens el perfeccionamiento del telescopio, así como el des-
cubrimiento de la teoría ondulatoria de la luz. En 1655 descubrió Titán, el satélite de mayor
tamaño que orbita Saturno e interpretó correctamente los anillos de Saturno vistos por Ga-
lileo. Descubrió la forma de la catenaria y la tautócrona, y en 1656 inventó el reloj de pén-
dulo cicloidal.
Ole Christensen Romer fue astrónomo danés y director del observatorio de Copenhague.
Determinó el carácter finito de la velocidad de la luz a través de los eclipses de los satélites
de Júpiter, estableciendo su velocidad al 76% del valor real.
Fundador y primer director del observatorio de Greenwich, y Primer Astrónomo Real,
John Flamsteed calculó con precisión los eclipses de 1666 y 1668. Hizo observaciones de
cometas y manchas solares y recopiló más de 2800 estrellas en el primer catálogo moderno
de estrellas. El primer registro de Urano se debe a él, pero fue William Herschel en 1781 el
que lo identificó como planeta.
Durante estos dos siglos se producen numerosas aportaciones al campo de las matemá-
ticas y de la astronomía, destacando figuras eminentes estudiadas en este grado como Gauss
o Bessel.
El primero de una larga lista de científicos destacables en estos siglos es Leonhard Euler,
nacido en 1607 en Alemania. Además de destacar en los campos de la óptica, la acústica, la
astronomía, la lógica, la arquitectura e ingeniería, su campo fuerte, sin duda alguna, fue las
matemáticas. Introdujo y popularizó varias notaciones matemáticas usadas actualmente
como la notación de función matemática f(x) y la notación de las funciones trigonométricas.
Introdujo el número e, y definió, por tanto, el logaritmo natural o neperiano. Trabajó en la
teoría de números y en la teoría de grafos y resolvió grandes problemas del mundo real con
el análisis matemático.
Joseph Louis Lagrange, de origen francés, realizo multitud de aportaciones al álgebra, a
la teoría de números y desarrollo la mecánica lagrangiana, reformulando la mecánica clásica
de Isaac Newton. Resolvió diversas funciones mediante el cálculo diferencial y el uso de in-
finitesimales.
Carl Friedrich Gauss es, quizás, uno de los primeros geodestas considerados. Sus aporta-
ciones a las matemáticas son innumerables, tanto en los campos de la teoría de números,
del álgebra, del análisis y de la geometría diferencial como en la estadística y la geodesia. A
temprana edad, antes de los 18 años, Gauss ya había desarrollado la ley de mínimos cuadra-
dos, y había mostrado su interés por la teoría de errores de observación y su distribución,
generando grandes aportaciones a la estadística. Hoy, variedad de elementos y fórmulas
matemáticas y físicas llevan su nombre.
Como última gran aportación matemática a principios del siglo IXX, cabe destacar las fór-
mulas de Friedrich Wilhelm Bessel de la trigonometría esférica.
Con el nacimiento del electromagnetismo y los motores, aparecen las primeras tecnolo-
gías que facilitan el desarrollo de potentes máquinas y calculadoras que, junto con las teo-
rías de Einstein, producen un avance singular en la astronomía, en la física y en las ciencias
que las une: la cosmología y la astrofísica.
No caben dudas a la hora de determinar en qué punto de la historia se produce el cambio
más radical en la historia de las ciencias que engloban la astronomía. Determinar una fecha
exacta llevaría a contradicciones y debates malavenidos y sentenciosos, pero es fácil colocar
un paréntesis. Este paréntesis se encuentra entre finales de siglo IXX y principios del XX,
pudiendo estimarlo entre el año 1844, coincidente con el nacimiento de Boltzmann, y 1915,
año en el que fueron publicadas las teorías de la relatividad general.
Durante este periodo cabe destacar la constancia que presentaba Ludwig Boltzmann
para hacer creer al mundo que este se formaba por diminutas partículas formando átomos
―constancia que le hizo quitarse la vida―; también la habilidad de Max Planck al determinar
la constante que lleva su nombre y descubrir la cantidad mínima de energía posible; y por
supuesto la labor de Einstein en los primeros 15 años del siglo XX.
Las teorías desarrolladas desde este paréntesis a la actualidad han generado un desen-
tendimiento globalizado en el mundo actual. Uno genera dudas, que a menudo evoca interés,
al intentar reconciliar y entender las leyes de la física del último siglo. Cabe entender cómo
es posible que el espacio no sea absoluto, o cómo el tiempo tampoco es absoluto, o como
una partícula puede ser onda y partícula a la vez, o cómo es posible que en el mundo atómico
las partículas puedan estar en dos sitios a la vez o moverse a saltos sin haber pasado por el
espacio de entremedias. Son dudas que pueden llegar a hacer sentirte incómodo, dudas que
te abren la mente a la inmensidad del universo, de lo poco que sabemos y lo grande que es
para saberlo todo.
El primero en la lista, sin generar cavidades a dudas, es Albert Einstein. Sin embargo,
quisiera destacar la labor que ejercieron los científicos Ejnar Hertzsprung y Henry Norris
Russel, debido al camino que toma mi proyecto.
Hertzsprung fue profesor en Gotinga, Potsdam y Leiden, dedicando sus trabajos a la fo-
tografía, fotometría y luminosidad estelar, especialmente en estrellas variables y dobles. En
1905 encontró la relación entre la clase espectral de las estrellas y su magnitud ―en lo que
se conoce como diagrama Hertzsprung-Russell―. Esta relación es una ley estadística entre
la luminosidad absoluta y la medida de la temperatura de las estrellas, según la cual sólo
publicó El origen de los elementos químicos, donde se plasman los argumentos más impor-
tantes a favor de la gran explosión inicial.
Si algo bueno puede destacarse de la Guerra Fría, es la capacidad y ambición que han
tenido las naciones a la hora de llegar lo más lejos en los viajes espaciales, tripulados y no
tripulados. La Carrera Espacial que se llevó a cabo durante los años de la Guerra Fría entre
1945 y 1991, aunque con una iniciativa claramente militar y estratégica, ha conseguido lle-
var a lo más lejos los viajes espaciales.
En 1957 la Unión Soviética se adelantaba a los Estados Unidos en varios aspectos: puso
en órbita el primer satélite artificial, el Sputnik 1, y envió al primer ser vivo al espacio, la
conocida perra Laika, en la sonda Sputnik 2, que lamentablemente sufrió de estrés y sobre-
calentamiento y murió poco después de llegar al espacio. Pero Estados Unidos pronto co-
menzaría a poner en marcha su potencial aeronáutico.
En diciembre de 1958, EEUU envió el primer satélite de telecomunicaciones reenviando
al mundo entero el mensaje de Navidad del presidente Eisenhower. En julio del 63 pone en
órbita el primer satélite geoestacionario. Pero 23 días antes de que el estadounidense Alan
Shepard, entrase en el espacio en una misión suborbital, el 12 de abril de 1961, el cosmo-
nauta soviético Yuri Gagarin se adelantó realizando el primer vuelo suborbital tripulado en
la nave Vostok 1. El 20 de febrero de 1962, el estadounidense John Glenn se convierte en la
primera persona en realizar un vuelo orbital completando tres órbitas.
De nuevo la URSS venció a los Estados Unidos en otras misiones tripuladas: fueron los
primeros en enviar misiones tripuladas con más de una persona, fueron los primeros en
enviar una mujer al espacio, Valentina Tereshkova, fueron los primeros en realizar un vuelo
sin usar trajes espaciales, y Alekei Leonov fue el primero en realizar un paseo espacial, que
desgraciadamente, casi termina en tragedia cuando se produjo una deficiencia en el retro-
propulsor.
Todos los esfuerzos llevados a cabo durante los años anteriores, apuntaban a que la ca-
rrera espacial continuaría hasta que el hombre pisase la Luna. Aunque los soviéticos pare-
cían de nuevo adelantarse con la sonda Luna 1, la primera en alcanzar las inmediaciones de
la Luna ―y que actualmente orbita el Sol entre la Tierra y Marte―, fueron los norteamerica-
nos los que lideraron esta carrera. Tras la destitución de Nikita Jrushchov, los nuevos diri-
gentes de la Unión Soviética no se iban a comprometer a un esfuerzo completo en la carrera
espacial, así que los norteamericanos empezaron a ganar terreno en las misiones lunares.
El Programa Apolo ha sido el programa espacial más importante por excelencia de la histo-
ria de la humanidad, y lo será hasta que el hombre pise Marte.
Aunque el programa comenzó catastróficamente con la muerte de los tres astronautas
del Apolo I durante una prueba de los sistemas del módulo de comandancia, el programa
Apolo no paró de cosechar éxitos. En octubre de 1968 el Apolo VII envió a los primeros tres
astronautas en un vuelo orbital terrestre. En diciembre del mismo año, por primera vez en
la historia, la tripulación de tres astronautas del Apolo VIII, realizaron un vuelo orbital a la
Luna, siendo las primeras personas en observar con sus propios ojos la cara oculta de la
Luna. Durante ese periodo de tiempo viajando por la cara oculta, los astronautas se sumer-
gieron en una desoladora tranquilidad sin ninguna comunicación con la Tierra, convirtién-
dose también en las primeras personas en alcanzar la distancia más lejana de nuestro hogar,
el planeta Tierra.
Sin duda el pelotazo llegó el 20 de julio de 1969, cuatro días después del despegue,
cuando a través de los televisores de todo el mundo se observaba al astronauta Neil Arms-
trong descender del módulo lunar del Apolo XI dejando las primeras huellas humanas sobre
la superficie de nuestro satélite:
«Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad»
Neil Armstrong, 20 de julio de 1969, tras pisar la superficie lunar.
Actualmente, aunque sin Guerra Fría, pero con intereses políticos, los avances en la in-
vestigación espacial unen a todas las naciones y empresas ―surgidas recientemente como
SpaceX― en llegar aún más lejos. La sonda que más lejos se encuentra es la Voyager I, que
superada la helioesfera ―el borde del Sistema Solar―, se dirige hacia el centro de nuestra
galaxia, dejando la influencia gravitacional del Sol y entrando en el espacio interestelar.
Otras misiones no tripuladas nos han conseguido orbitar Júpiter y Saturno, y se ha usado los
empujes gravitacionales de todos los planetas gaseosos para enviar sondas lo más lejos po-
sible. En 2015 la sonda New Horizons alcanzó Plutón y Caronte obteniendo las primeras
fotografías con más detalle del planeta enano. Durante el 2014 y el 2015, la sonda Rosetta
alcanzó por primera vez una órbita entorno a un cometa, y el módulo de aterrizaje Philae
aterrizó sobre la superficie de este.
Finalmente, las misiones que más importan actualmente son las dirigidas a Marte. Se han
depositado sondas en Venus y en la Luna, pero no tantas como las sondas que han aterrizado
en Marte, incluidos vehículos de exploración espacial como el Sojourner, el Spirit, el Oppor-
tunity y el Curiosity Rover, estos tres últimos actualmente activos y enviando información
constante a la Tierra. No pasarán muchos años para que podamos ver a las primeras perso-
nas pisar el planeta rojo.
en captar la luz del espectro visible, a excepción del Hubble que también capta infrarrojo y
ultravioleta.
Figura 4. Gran Telescopio de Canarias, ubicado a 2400 metros en el Observatorio del Roque de los Muchachos
en la Isla de La Palma (Pablo Bonet)
Actualmente se utilizan otros observatorios y sondas que captan otro tipo de radiación.
Las sondas Spitzer y WISE captan la radiación infrarroja, mientras que satélites como el IRIS
permiten captar las ondas del ultravioleta. Las amplitudes comprendidas para los rayos X
las captan sondas como la Astrosat, que también cuenta con detectores de radiación gamma,
o el Chandra X-Ray Observatory. Las ondas radio provenientes del Universo se captan con
el observatorio ALMA, en el desierto de Atacama o con el observatorio Karl G. Jansky VLA
en Nuevo México con radiotelescopios. La sonda WMAP se encarga de medir la radiación
del fondo cósmico de microondas (Figura 1).
Cubierto todo el espectro electromagnético, existe una última forma de observar el Uni-
verso. En 2018 tres físicos recibieron el premio Nobel por la detección de ondas gravitacio-
nales. Predichas por Einstein en 1915, cien años después, en 2015, son descubiertas las on-
das gravitacionales gracias al Observatorio LIGO (del inglés Laser Interferometer Gravitati-
onal-wave Observatory). Aunque no son ondas que pertenecen al espectro electromagné-
tico, son ondas provenientes de los confines del Universo y no se deben pasar por alto para
el estudio y entendimiento de este.
Otro observatorio, o centro, que con sus descubrimientos nos permite comprender me-
jor el Universo es el LHC (del inglés Large Hadron Collider) o acelerador de partículas del
CERN (del francés Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire), un centro de investiga-
ción internacional situado en Ginebra, Suiza. Consta de un anillo subterráneo de veintisiete
kilómetros de circunferencia, en el que se hacen colisionar dos partículas, como protones o
núcleos pesado como el del plomo, acelerados hasta alcanzar una velocidad, incluso supe-
rior, del 99,9% de la velocidad de la luz, produciendo un choque a muy altas energías. El
choque de estos haces crea cascadas de partículas sin descubrir hasta ahora, generando las
condiciones extremas del comienzo del Universo. El descubrimiento más esperado y galar-
donado con el premio Nobel de Física y el premio Príncipe de Asturias ―actualmente Premio
Princesa de Asturias― a la Investigación Científica y Técnica en 2013 fue el Bosón de Higgs,
la partícula que proporciona masa al resto de partículas.
Entre sus experimentos, o laboratorios, está el CMS (del inglés Compact Muon Selenoid)
y el ATLAS (del inglés A Toroidal LHC Apparatus) que intentan recrear las mismas condi-
ciones que existieron una millonésima de segundo después del Big Bang, buscando nuevas
partículas, como las supersimétricas, micro agujeros negros, el gravitón o nuevos estados
de la materia densos; el experimento ALICE (del inglés A Large Ion Collider Experiment)
que trata de responder a las preguntas de lo que le ocurre a la materia cuando se calienta
100 000 veces el valor que tiene la temperatura del centro del Sol, o por qué los protones y
neutrones pesan cien veces más que los quarks que los componen, o si podrán llegar a en-
contrarse quarks aislados; y el experimento LHCb (del ingés Large Hadron Collider beauty
experiment) donde tratará de resolver la cuestión de por qué tras el Big Bang la materia no
fue aniquilada por su homóloga, la antimateria.
En un futuro, todas estas cuestiones serán resueltas y podremos ampliar notablemente
nuestros conocimientos sobre el Universo y descubrir y conocer los eventos más inespera-
dos que rigen el espacio y el tiempo.
Actualmente la astronomía cuenta con tres fuertes ramas según citan los autores Barrio,
Ballestero, Laviña y Jadraque:
Además de estas tres grandes ramas, en la astronomía debe destacarse el estudio de ins-
trumentos de astronomía práctica, la estadística estelar, la dinámica estelar, las determina-
ciones orbitales, el diseño aeroespacial, la investigación solar, la investigación espacial y fí-
sica extraterrestre, la radioastronomía, la astronomía infrarroja, de rayos X, de rayos
gamma, la espectroscopia, la fotometría, la astrofísica teórica, la física relativista, la física
nuclear y de altas energías, la física estelar atmosférica y de estructura interna, la cosmogo-
nía o la cosmología.
Sin duda, es amplio el abanico que nos ofrece la astronomía, y en el momento menos
pensado, uno acaba dedicándose a estas ciencias sin haberse dado cuenta.
El proyecto descrito a continuación incluye una pequeña parte de cada una de las tres
grandes ramas de la astronomía: una aplicación para la conversión de coordenadas celestes
(astronomía de posición), la determinación de la órbita de un cometa (mecánica celeste) y
el análisis espectral de estrellas (astrofísica).
ASTRONOMÍA DE POSICIÓN
Hasta la segunda mitad del Siglo XVI, no se empezaron a desarrollar las teorías de la me-
cánica celeste, y no fue hasta el Siglo XX cuando aparecieron los primeros conceptos astro-
físicos. No obstante, la astronomía de posición lleva milenios bajo el conocimiento y la cu-
riosidad de filósofos y pensadores. Hace 4 milenios, las nociones de geometría que tenían
los seres humanos que construyeron el monumento astronómico de Stonehenge, nos mues-
tra la importancia que tenía para ellos hallar los ciclos de los diferentes cuerpos astronómi-
cos, y Eratóstenes, 200 años a. e. c., calculó el radio terrestre y su circunferencia basándose
en observaciones al Sol y la proyección de sus sombras.
Con el avance de las matemáticas, la astronomía de posición se ha ido perfeccionando y
ha ido evolucionando ferozmente. Sin duda, con la llegada de los receptores GNSS, la astro-
nomía de posición se ha visto reducida a un pequeño campo de investigación: la observación
astronómica y la determinación de coordenadas a los cuerpos celestes.
Antiguamente se realizaban observaciones a astros con medidas angulares para obtener
unas coordenadas del lugar de observación. Con la llegada del telescopio y la dioptra
―usado posteriormente en topografía―, se consiguieron realizar observaciones de ángulos
más precisos y, por lo tanto, aumentar la precisión de las coordenadas del lugar. Con el
avance en óptica y telescopios más modernos, estas técnicas iban mejorando. En la antigua
Red Geodésica Nacional de Primer Orden de España existían vértices Laplace, desde los cua-
les se hacían observaciones a estrellas para obtener las coordenadas de dichos puntos. Estas
observaciones que siempre han sido poco precisas con errores en la posición de hasta 1
metro en los casos más precisos, ya no se realizan debido a la aparición de los satélites de
posicionamiento y los receptores GNSS, que han aumentado la precisión y la rapidez de las
observaciones, la fiabilidad y exactitud y han reducido costes económicos.
coordenadas no son de gran utilidad debido a su variación con el tiempo y el lugar de ob-
servación. Sin embargo, son frecuentemente usadas por marcas y modelos de telescopios,
normalmente de aficionados.
Figura 5. Esfera celeste con la proyección de las coordenadas horizontales (Geodesia Geométrica)
1 Una hora equivale a 15 grados, por lo tanto 24 horas es una vuelta completa. Tanto el ángulo
horario como la ascensión recta se miden en horas, minutos y segundos. Esta nomenclatura facilita
la conversión de coordenadas, ya que para calcularlo se necesita trabajar con los sistemas de tiempo.
varía de 0 a ±90 grados desde el ecuador hacia el Polo Norte ―positivo― o hacia el Polo Sur
―negativo― (Figura 6). Estas coordenadas son las más usadas y con las que se referencian
todos los cuerpos celestes porque no varían ni con el tiempo ni con el espacio. 2 La mayoría
de los telescopios potentes y con mayor valor económico usan estas coordenadas, lo cual
facilita mucho la observación y aumenta la rapidez de búsqueda.
Figura 6. Esfera celeste con la proyección de las coordenadas ecuatoriales horarias y absolutas (Geodesia
Geométrica)
2 Las coordenadas ecuatoriales absolutas son «relativamente» fijas o estables. Debido a que el
Sistema Solar se mueve, como el resto de estrellas, alrededor del centro de la Vía Láctea, las estrellas
nunca tendrán unas coordenadas fijas. Estas coordenadas absolutas se van calibrando y referen-
ciando por la IAU cada 50 años.
Figura 7. Esfera celeste con la proyección de las coordenadas eclípticas (Geodesia Geométrica)
Figura 8. Esfera celeste con la proyección de las coordenadas galácticas (Figura 5 modificada)
SISTEMAS DE TIEMPO
A lo largo de la historia, los navegantes que se pasaban semanas en alta mar, podía cal-
cular con mucha exactitud la latitud a la que se encontraban, con tan solo mirar a las estre-
llas y medir un ángulo. De forma parecida, controlando la posición del Sol y manteniéndose
a una misma latitud, los vikingos consiguieron desembarcar en el reino de Northumbria en
el Norte de Reino Unido y alcanzar las costas islandesas.
El problema surgía cuando se quería conocer la longitud. Muchos pensadores intentaron
tratar este problema que no fue resuelto hasta la aparición de la medida del tiempo.
Si se conoce el momento de tiempo de un suceso astronómico en el puerto de salida de
un barco, y se conoce el momento de tiempo de ese mismo momento astronómico en el
barco que zarpa por alta mar, la diferencia de tiempo puede convertirse en grados y conocer
la longitud respecto al puerto. De esta forma tan imprecisa, podía calcularse con cierta co-
modidad la longitud a la que uno se encontraba. Gracias a esta forma de medir el tiempo se
pudieron crear los mapas del mundo con una cierta precisión entre la separación de los
continentes y sus costas.
En la actualidad se usa un sistema de medida que determina el paso del tiempo. Este
sistema de medida del tiempo se ha tenido que ajustar fielmente a los movimientos de la
Tierra en el espacio, a saber, rotación y traslación. Para ello se definieron dos unidades fun-
damentales para cada uno de estos movimientos:
Con la aparición del calendario gregoriano y su imposición en los siglos XVI y XVII, los
años se separaron en 12 meses, y cada mes contaría con 30 o 31 días a excepción de febrero
que contaría con 28. Por tanto, cada año contaría con 365 días. Anteriormente, cuando aún
se usaba el calendario juliano, los días del año juliano también contaban con 365 días, y en
el año 44 a. e. c. se impuso la reforma juliana en el que se introdujo el año bisiesto cada 4
años; como resultado se obtenía un año con 366 días.
Este año bisiesto, que se mantiene en el calendario gregoriano, se debe al fenómeno con-
junto de rotación y traslación. Cuando un determinado día, el Sol pasa por el meridiano del
lugar, al siguiente día, la Tierra se habrá trasladado alrededor del Sol casi un grado y, por lo
tanto, pasadas las 24 horas de un día, el Sol no se encontrará justo en el meridiano del lugar,
sino que tendrá que transcurrir un breve periodo de tiempo adicional para que vuelva a
coincidir. De esta forma, día tras día, y tras completar 365 días, para que el Sol vuelva a
ocupar el meridiano del lugar, la Tierra deberá rotar un cuarto de día, o el equivalente a 6
horas. Como aplicación más práctica, en vez de añadir a cada año seis horas, se decidió im-
poner un día adicional cada 4 años, de esta forma, nuestra medida del tiempo se ajusta a los
movimientos de la Tierra.
Día Solar Medio: es el día que dura 24 horas, es nuestro día teórico, coincide con
el intervalo de tiempo transcurrido entre dos pasos consecutivos del Sol medio
por el meridiano del lugar.3
Día Sidéreo: coincide con una vuelta de 360 grados de la Tierra alrededor de su
eje y dura 23 horas, 56 minutos y 4,09 segundos, coincide con el intervalo de
tiempo transcurrido entre dos pasos consecutivos del punto Aries por el meri-
diano del lugar.
Por razones prácticas, que favorecen en comodidad y sencillez, se usa el día solar como
medida de tiempo. Así pues:
24ℎ
1 𝑑í𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑎𝑟 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑜 = = 1,002737910 𝑑í𝑎𝑠 𝑠𝑖𝑑é𝑟𝑒𝑜𝑠
23ℎ 56𝑚 4,09𝑠
Ecuación 1
Se puede definir, entonces, el tiempo sidéreo local como el tiempo transcurrido, o ángulo
horario, desde que el punto Aries pasó por el meridiano del lugar:
𝜃 =𝛼+𝐻
Ecuación 3
Cada día tiene otra división temporal menor: las horas, minutos y segundos. El segundo
es, por definición internacional, la unidad del Tiempo Atómico Internacional, que queda de-
finido como la duración de aproximadamente nueve mil millones de periodos de la radia-
ción correspondiente a la transición de dos niveles hiperfinos del estado fundamental del
Cesio 133.
El tiempo universal coordinado, o UTC de sus siglas en inglés Universal Time Coordinate,
es la escala de tiempo de difusión mundial que se originó sobre la escala TU ―Tiempo Uni-
versal― ligada a la rotación de la Tierra. Está basada en el tiempo solar medio y precedió
históricamente al Tiempo Atómico Internacional. UTC y TAI están estrechamente ligadas.
En cada instante el UTC difiere del TAI en un número entero de segundos y, este se va incre-
mentando a razón de una fracción de segundo por año, de forma que, ocasionalmente, re-
sulta necesario retocar la escala del UTC en exactamente un segundo. Es por ello, que el
2016 tuvo un segundo extra que se añadió a todos los relojes mundiales a las 23h 59m y 59s
del 31 de diciembre.
3 El Sol medio es aquel Sol teórico ideal que se mueve uniformemente en el plano del Ecuador
La tierra se divide en 24 husos de 15 grados cada uno. Como origen de los husos se toma
el meridiano central del huso 0 que pasa por Greenwich, Inglaterra. Los husos coinciden con
las horas, de forma que las horas entre los diferentes países o regiones solo difieren un nú-
mero entero de horas. El tiempo civil, en el que está basado el tiempo universal, tiene el
origen de los días, es decir, las 0 horas, cuando el Sol pasa por el antimeridiano del lugar, es
decir, cuando es de noche.
En Europa se aplica el cambio de hora en horario de verano. En marzo se adelanta el reloj
una hora lo cual nos distancia dos horas de la hora verdadera en Greenwich, mientras que
en invierno se mantiene la hora correspondiente.4
Conviene mencionar los diferentes sistemas de tiempo que serán necesarios para cálcu-
los de coordenadas astronómicos:
Tiempo solar medio (M): tiempo medido sobre el reloj que va desde la 0h hasta
las 23h 59m y 59s; ángulo horario desde que el Sol medio pasó por el meridiano
del lugar (consideración verano/invierno).
Tiempo sidéreo (S): ángulo horario desde que el punto Aries pasó por el meri-
diano del lugar.
Tiempo sidéreo local (TSL o 𝜃[𝑡, 𝜆] o simplemente 𝜃): depende de la longitud del
observador, de forma que si nos movemos 15 grados hacia el Oeste la hora sidé-
rea disminuye en una hora.
Tiempo sidéreo en Greenwich (𝜃[𝑡, 𝐺𝑊]): es el tiempo sidéreo local para un ob-
servador situado en el Meridiano de Greenwich
Tiempo sidéreo en Greenwich a las 0 horas de tiempo universal del día conside-
rado (𝜃[0, 𝐺𝑊]): ángulo horario del punto Aries en el Meridiano de Greenwich a
las 0 horas de tiempo universal en un determinado día.
La relación entre estos dos sistemas no requiere la utilización de los sistemas de tiempo.
4 España, aunque sea atravesado por el meridiano central del huso ―el de Greenwich―, usa el
horario de Europa Central (Berlín, Praga). Se suma 01:00 hora al horario de Greenwich.
Obtención de la declinación:
cos ℎ · sin 𝐴
tan 𝐻 =
sin ℎ · cos 𝜑 + cos ℎ · sin 𝜑 · cos 𝐴
Ecuación 5
cos 𝛿 · sin 𝐻
tan 𝐴 =
cos 𝛿 · sin 𝜑 · cos 𝐻 − sin 𝛿 · cos 𝜑
Ecuación 7
Dada una hora de observación M, habrá que tener en consideración si la fecha pertenece
al horario de invierno o al horario de verano. Si la fecha pertenece al invierno ―de octubre
a marzo― se deberá restar una hora a la hora de observación M. Si, por el contrario, la fecha
pertenece al horario de verano ―de marzo a octubre― se deberán restar dos horas a la hora
M de la observación.
La hora sidérea de la observación será el resultado de pasar de día solar a día sidéreo.
Para ello se recurre a una sencilla regla de tres, resumida en la Ecuación 1. El valor resul-
tante de esta ecuación se conoce como factor de conversión 𝑘1 = 1,002737910.
𝑆 = 𝑀 · 𝑘1
Ecuación 12
Los tiempos sidéreos en Greenwich vienen calculados en todos los anuarios astronómi-
cos [Ver Anexo III: Tiempos sidéreos en Greenwich a la 0h de TU]. Por tanto, es un dato
conocido que se usa para obtener el tiempo sidéreo en Greenwich en el instante de la ob-
servación:
Conocida la longitud del lugar de observación, se halla el tiempo sidéreo local (TSL):5
MOVIMIENTO DIURNO
La Tierra rota alrededor del eje que queda determinado por los polos virtuales Norte y
Sur en sentido directo o antihorario ―visto desde el polo Norte―. Al estar situados sobre la
Tierra y girar con ella, el resultado de esta rotación es el movimiento aparente de la esfera
celeste.
Las estrellas se mueven en planos paralelos al ecuador celeste con movimiento en sen-
tido retrógrado u horario, saliendo por el Este y ocultándose por el Oeste.
Una estrella tiene dos culminaciones. Las culminaciones de una estrella son los instantes
de tiempo en los que cruza el meridiano del lugar y difieren exactamente 12 horas sidéreas.
Se diferencian la culminación superior de la inferior. La superior es cuando la estrella gana
la máxima altura sobre el horizonte, y la inferior cuando gana la mínima altura sobre el ho-
rizonte. Si la estrella tiene orto y ocaso, la culminación inferior se dará por debajo del hori-
zonte.
La culminación inferior se calcula con la siguiente expresión:
ℎ = 𝜑 + 𝛿 − 90
Ecuación 15
ℎ = 90 − 𝜑 + 𝛿
Ecuación 16
ℎ = 90 + 𝜑 − 𝛿
Ecuación 17
Aparte de las culminaciones de una estrella, los problemas clásicos del movimiento
diurno son el cálculo de las máximas digresiones, el cálculo del orto y ocaso de una estrella
y el cálculo del paso por el primer vertical.
Máxima digresión
esta posición no existe. El acimut tendrá un valor entre 90 y 270 grados y el ángulo paralác-
tico de 90 grados.6 Los valores obtenidos con las siguientes ecuaciones pertenecen a la má-
xima digresión al Oeste, bastará con restar a 360 grado los valores obtenidos para calcular
los valores de la máxima digresión al Este.
sin 𝜑
sin ℎ =
sin 𝛿
Ecuación 18
cos 𝛿
sin 𝐴 =
cos 𝜑
Ecuación 19
tan 𝜑
cos 𝐻 =
tan 𝛿
Ecuación 20
Orto y ocaso
El orto de una estrella es la salida del astro por el horizonte, donde su altura va creciendo
hasta que alcanza la culminación superior. El ocaso de la estrella es la puesta por el hori-
zonte, y desde que alcanza la culminación superior su altura va disminuyendo.
El orto y ocaso solo existe en aquellas estrellas que no son circumpolares, es decir,
cuando la declinación del astro es menor a la colatitud y cuando no estamos situados en uno
de los polos. La altura del orto y ocaso es siempre 0 y el valor del acimut del orto debe estar
entre 180 y 360 grados, mientras que el valor del azimut del ocaso estará entre 0 y 180
grados. Los valores obtenidos con las siguientes ecuaciones pertenecen al ocaso, bastará
con restar a 360 grado los valores obtenidos para calcular los valores del orto.
sin 𝛿
cos 𝐴 = −
cos 𝜑
Ecuación 21
estrella.
Para que la estrella pase por el primer vertical se debe cumplir que la declinación sea
menor que la latitud del lugar. El acimut tendrá el valor de 90 grados al Oeste o 270 grados
al Este. Los valores obtenidos con las siguientes ecuaciones pertenecen al paso del primer
vertical por el Oeste, bastará con restar a 360 grado los valores obtenidos para calcular los
valores al Este.
sin 𝛿
sin ℎ =
sin 𝜑
Ecuación 23
tan 𝛿
cos 𝐻 =
tan 𝜑
Ecuación 24
CORRECCIONES ASTRONÓMICAS
Dado que la Tierra, ni el Sol, son cuerpos perfectos ni estáticos en el universo, existen
unas correcciones que se deben realizar a las coordenadas. Existen diversas correcciones
que dependen de diferentes sucesos o eventos. A continuación, se exponen las correcciones
astronómicas más importantes:
Para los cálculos astronómicos y el paso de los días resulta más sencillo trabajar con un
sistema de días absoluto, con un origen en un determinado día de la historia. El paso del
tiempo al estar organizado en años, meses, días, horas, etc., resultaría difícil, por ejemplo,
saber cuántos días han pasado desde el 15 de junio de 1973 hasta el día de hoy. Para sim-
plificar estos cálculos, los astrónomos introdujeron el uso de días julianos. El día juliano es
una medida de tiempo continua y decimal que puede ser metida en ecuaciones sencilla-
mente. El origen de los días juliano se situó a las 12 horas de tiempo universal del 1 de enero
del año 4712 a. e. c.
Las coordenadas absolutas se calculan y ajustan cada 50 años: cada 50 años las coorde-
nadas se han ajustado de los errores de precesión y nutación. Pero entre esos 50 años trans-
curridos, nadie corrige las coordenadas.
Para calcular la fecha juliana actual se deberá conocer el día juliano perteneciente a la
centuria (DJC), la contribución de la fracción de centuria perteneciente al año (DJF), la con-
tribución del mes (DJM) con la corrección correspondiente en caso de tratarse de un año
bisiesto, el día del mes y la fracción de este. Partiendo de las siguientes tablas:
𝑎−𝑐 𝑇𝑈
𝐷𝐽𝑓 = 𝐷𝐽𝐶 + (365 · (𝑎 − 𝑐) + 𝑖𝑛𝑡 [ ]) + 𝐷𝐽𝑀 + 𝑑 + 7
4 24
Ecuación 25
Cada 50 años se realiza una actualización de los catálogos estelares con nuevas coorde-
nadas absolutas corregidas por el movimiento de precesión.
La Tierra no es una esfera homogénea perfecta, sino que está achatada por los polos for-
mando un elipsoide de revolución siendo el eje menor el eje de revolución debido a la rota-
ción terrestre y tiene una distribución de masas heterogénea que es atraída por el Sol, la
Luna y los planetas de forma asimétrica. Debido a los efectos de atracción gravitatoria de
los cuerpos del sistema solar, el eje terrestre está afectado por dos fenómenos, el de prece-
sión y el de nutación.
Estos movimientos producen dos consecuencias:
Para calcular las correcciones astronómicas por precesión con gran precisión se deberá
tener en cuenta el día juliano de referencia de las coordenadas (DJ0) y el día juliano de la
fecha de observación (DJf). Se seguirán los siguientes pasos para calcular las coordenadas
corregidas por precesión:
Argumentos temporales
𝐷𝐽0 − 2451545,0
𝑇=
36525
𝐷𝐽𝑓 − 𝐷𝑗0
𝑡=
36525
𝜁1 = 2306,2181+1,39656 · 𝑇 − 0,000139" · 𝑇 2
𝜁2 = 0,30188" − 0,000344" · 𝑇
𝜁3 = 0,017998"
𝑧1 = 𝜁1
𝑧2 = 1,09468" + 0,000066" · 𝑇
𝑧3 = 0,018203"
𝜃1 = 2004,3109-0,85330 · 𝑇 − 0,000217" · 𝑇 2
𝜃2 = −0,42665" − 0,85330" · 𝑇
𝜃3 = −0,041833"
Ángulos auxiliares
𝜁 = 𝜁1 · 𝑡 + 𝜁2 · 𝑡 2 + 𝜁3 · 𝑡 3
𝑧 = 𝑧1 · 𝑡 + 𝑧2 · 𝑡 2 + 𝑧3 · 𝑡 3
𝜃 = 𝜃1 · 𝑡 + 𝜃2 · 𝑡 2 + 𝜃3 · 𝑡 3
Coordenadas corregidas 8
8 𝛼 y 𝛿 son las coordenadas absolutas referidas a la fecha juliana de referencia y 𝛼 y 𝛿 son las
0 0
coordenadas corregidas por el movimiento de precesión.
sin(𝛼0 − 𝜁) · cos 𝛿0
sin(𝛼 − 𝑧) =
cos 𝛿
Ecuación 27
Correcciones
∆𝛼 = 𝐸𝑐𝐸𝑞 − (0,46𝑠 · sin Ω(| · sin 𝛼 + 0,61𝑠 · cos Ω(| · cos 𝛼) · tan 𝛿
Ecuación 30
Tras haber explicado anteriormente que es la aberración anua, para su cálculo se deberá
tener en cuenta el valor de la Longitud media del Sol:
Correcciones
∆𝛿 = 18,8"· sin δ · sin 𝛼 · cos 𝐿⨀ − 20,49" · sin 𝛿 · cos 𝛼 · sin 𝐿⨀ − 8,15" · cos 𝛿 · cos 𝐿⨀
Ecuación 34
Las diferentes capas de la atmósfera son las que producen el efecto de la refracción en la
luz al atravesarla, y resulte en un cambio de posición de las estrellas. El efecto será muy
grande cuando más cerca del horizonte estén. Modelar la trayectoria de la luz a un modelo
matemático es difícil porque la refracción depende de diversos parámetros como la hume-
dad, temperatura y presión del momento de observación y la longitud de onda captada.
Este efecto produce un efecto clarividente en el día a día: la Luna y el Sol, cuando están
cerca del horizonte, se ven mucho más grandes. Cuando una estrella se ve sobre el horizonte,
realmente está por debajo.
Para calcular la altura verdadera (ℎ𝑣 ) se restará a la altura observada (ℎ𝑜 ) un valor cal-
culado de la refracción. Para hallar un valor de la refracción se puede usar la fórmula de
Bradley-Bennett que proporciona un valor bastante preciso:
Obtenemos que:
ℎ𝑣 = ℎ𝑜 − 𝑅𝑒𝑓
Ecuación 36
ASTROFÍSICA. ESPECTROSCOPIA
Figura 9. En rojo la propagación vertical de la onda eléctrica y en verde la propagación horizontal de la onda
magnética, generan una onda electromagnética (EMANIM)
1
𝑐= ≅ 3 · 108 𝑚⁄𝑠
√𝜀0 𝜇0
Ecuación 37
𝑐
𝜆=
𝑓
Ecuación 38
9Las ecuaciones de Maxwell son cuatro fórmulas de las teorías de la electricidad y el magnetismo
que unificó en una teoría única: el electromagnetismo. La primera de ellas es el teorema de Gauss
𝑄
para el campo eléctrico Φ = ∮ 𝐸⃗ · 𝑑𝑆 = ; la segunda es el teorema de Gauss para el campo magné-
𝜀0
tico ∮ 𝐵⃗ · 𝑑𝑆 = 0; la tercera es la ley de Faraday sobre los fenómenos de inducción electromagnética,
que, teniendo en cuenta que la deferencia de potencial equivale a ∮ 𝐸⃗ · 𝑑𝑙 , se puede escribir como
𝑑Φ
∮ 𝐸⃗ · 𝑑𝑙 = − 𝐸; y la cuarta es una extensión del teorema de Ampère-Maxwell a campos eléctricos
𝑑𝑡
𝑑Φ𝐸
⃗ · 𝑑𝑙 = 𝜇0 𝐼 + 𝜀0 𝜇0
variables donde la ecuación queda de la siguiente forma ∮ 𝐵 .
𝑑𝑡
Pueden darse longitudes de ondas de 105 metros, o más, hasta longitudes del tamaño de
un núcleo atómico de 10-13 metros. El conjunto de las diferentes ondas con diferente fre-
cuencia forma el denominado espectro electromagnético.
La palabra espectro proviene del latín spectrum que significa imagen. En este sentido, el
espectro puede definirse como una representación gráfica de la distribución de intensidad
de la radiación electromagnética, emitida o absorbida, en función de la longitud de onda o
frecuencia de dicha radiación [Morcillo y Orza, 1972]. El espectro electromagnético se di-
vide tradicionalmente en siete zonas (Figura 10), sin embargo, estas divisiones no presen-
tan límites nítidos [Barrio, 2016].
Figura 10. Espectro electromagnético que comprende las diferentes longitudes de onda ―o frecuencias―, dife-
renciándose las siete divisiones: rayos gamma, rayos X, ultravioleta, visible, infrarrojo, microondas y ondas
radio (Sapling Learning).
ria de que la emisión de energía solo podía hacerse de forma discontinua, en lo que deno-
minó cuantos de energía. La energía, por tanto, solo puede ser emitida en múltiplos de la
constante de Planck (ℎ = 6,625 · 10−34 𝐽⁄𝑠) de la siguiente forma:
𝐸 = ℎ𝑓
Ecuación 39
ℎ𝑐
𝐸=
𝜆
Ecuación 40
La hipótesis de Planck fue utilizada por Einstein en 1905 para explicar el efecto fotoeléc-
trico y más tarde por Niels Bohr para interpretar el espectro atómico del hidrógeno. Gene-
ralmente, como unidad de medida de la energía de los cuantos se toma el electrón-voltio
(eV).10 Esta es la energía que adquiere un electrón libre acelerado por un campo eléctrico
con diferencial de potencial de 1 voltio:
Los sistemas atómicos solo pueden existir en ciertos estados, caracterizados por los va-
lores discontinuos de su energía, comúnmente denominados niveles de energía. Según es-
tableció Bohr, la transición entre dos estados de distinta energía, o niveles de energía, dan
lugar a la emisión o absorción de radiación (Figura 11), cuya frecuencia se deduce de la
Ecuación 39:
𝐸2 − 𝐸1
𝑓=
ℎ
Ecuación 41
ℎ𝑐
𝐸2 − 𝐸1 =
𝜆
Ecuación 42
10 Los cuantos de luz visibles poseen energías entre 2 y 3 eV. El espectro se extiende desde valores
de energía del orden de los MeV (Mega electron-voltios), para ondas de rayos gamma, hasta una mi-
llonésima parte del electrón-voltio (10-6 eV), para ondas de radio de un metro.
11 Al cuanto de energía de 1 eV le corresponde la longitud de onda 𝜆 = 12400 Å = 1,24 𝜇𝑚 y la
1
frecuencia 𝑓1 = 2,42 · 1014 𝐻𝑧.
Figura 11. Modelo atómico de Bohr. a) Un electrón emite un fotón (radiación) cuando salta de un nivel de
energía mayor a uno menor, y b) un electrón absorbe un fotón cuando salta de un nivel de energía menor a
uno mayor (Fuente desconocida).
En 1859, el físico alemán Gustav R. Kirchhoff estableció que cuando un cuerpo está en
equilibrio térmico, la energía absorbida y emitida es la misma, y dicha radiación queda de-
terminada por su temperatura. De esta forma queda definido un cuerpo negro. El poder
emisivo se puede calcular por la fórmula de Planck, en función de la longitud de onda o de
la frecuencia:13
2𝜋ℎ𝑐 2 1
𝐸𝜆 𝑑𝜆 = 5
· ℎ𝑐⁄𝜆𝑘𝑇 𝑑𝜆
𝜆 𝑒 −1
Ecuación 43
12 Los Ångström (Å) es la unidad de longitud para expresar longitudes de onda o distancias ató-
2𝜋ℎ𝑓 3 1
𝐸𝑓 𝑑𝑓 = · 𝑑𝑓
𝑐2 𝑒 ℎ𝑓⁄𝑘𝑇 − 1
Ecuación 44
Figura 12. Poder emisivo calculado respecto la longitud de onda (Ecuación 43) para las temperaturas (de
abajo a arriba) de 650, 900 y 1150 Kelvin
Todas las curvas de la Figura 12 tienen un máximo muy característico, que se corres-
ponde con una longitud de onda (en centímetros) expresada mediante la siguiente expre-
sión:
0,2897 𝑐𝑚 · 𝐾
𝜆𝑚𝑎𝑥 =
𝑇
Ecuación 45
Esta es la ley de Wien de desplazamiento del máximo de radiación, que dice que con el
aumento de la temperatura el máximo de radiación del cuerpo negro se desplaza a la zona
de ondas cortas del espectro. A medida que aumenta la temperatura varía, no sólo el color
de radiación, sino también su intensidad. Esta intensidad es proporcional a la cuarta poten-
cia de su temperatura absoluta según dictamina la ley de Stefan-Boltzmann:14
𝐼 = 𝜎𝑇 4
Ecuación 46
Como se puede observar en la Figura 12, a la izquierda, en las longitudes de onda corta
se percibe una caída brusca del poder emisivo, y el denominador del segundo factor de la
fórmula de Planck (Ecuación 43) es muy grande y se puede despreciar la unidad, obteniendo
la aproximación de Wien:
2𝜋ℎ𝑐 2 − ℎ𝑐
𝐸𝜆 = · 𝑒 𝜆𝑘𝑇
𝜆5
Ecuación 47
En el extremo opuesto, en las longitudes de onda largas, se aprecia un descenso más sua-
vizado del poder emisivo, pues para λ grandes:
ℎ𝑐 ℎ𝑐
𝑒 𝜆𝑘𝑇 ≈ 1 +
𝜆𝑘𝑇
Ecuación 48
2𝜋𝑐𝑘𝑇
𝐸𝜆 =
𝜆4
Ecuación 49
o, en términos de frecuencia:
2𝜋𝑓 2 𝑘𝑇
𝐸𝑓 =
𝑐2
Ecuación 50
De esta manera, en las zonas de ondas largas del espectro, el espectro del poder emisivo
es proporcional a la temperatura.
𝐼 = 𝜀𝜌𝑙
Ecuación 51
Las propiedades absorbentes del ambiente se caracterizan por el espesor óptico (τ), que
es el logaritmo natural de la relación entre el flujo luminoso antes de pasar a través de la
capa de la sustancia en cuestión (Φ0) y el flujo luminoso después de atravesar ésta (Φ):
Φ0
𝜏 = ln
Φ
Ecuación 52
y, por tanto, se deduce que, después de pasar la capa de espesor óptico, el flujo luminoso,
así como la intensidad de este ―ya que la intensidad está estrictamente ligada con el flujo
luminoso―, disminuyen en 𝑒 𝜏 veces, es decir:
Φ = Φ0 𝑒 −𝜏
Ecuación 53
𝐼 = 𝐼0 𝑒 −𝜏
Ecuación 54
El espesor óptico de varias capas paralelas es igual a la suma de los espesores ópticos de
éstas, teniendo en cuenta que el flujo de entrada de una capa será el flujo de salida de la capa
anterior.
Para capas con espesores ópticos mayores a la unidad, la capa se hace fuertemente opaca
―ópticamente gruesa―. En casos contrarios, cuando el espesor óptico es menor que la uni-
dad se denomina a la capa como ópticamente fina. Desarrollando en serie el segundo miem-
bro de la Ecuación 54, obtenemos para los espesores ópticos pequeños:
𝐼 = 𝐼0 (1 − 𝜏)
Ecuación 55
de donde se deduce que el espesor óptico de una capa fina es igual a la disminución rela-
tiva de la intensidad de radiación que pasa a través de ella:
𝐼0 − 𝐼 Δ𝐼
𝜏= =
𝐼0 𝐼0
Ecuación 56
Δ𝐼
𝜏= = 𝜒𝑚 → 𝜏 = 𝜒𝜌𝑙
𝐼0
Ecuación 57
Teniendo en cuenta esto y la Ecuación 51, obtenemos que la radiación de una capa ópti-
camente fina es proporcional a su espesor óptico:
de sustancia.
𝜀
𝐼= ·𝜏
𝜒
Ecuación 58
𝜀
𝐼= (1 − 𝑒 −𝜏 )
𝜒
Ecuación 59
Cuanto más opaco es el gas más se aproxima éste al estado de equilibrio termodinámico,
donde es justa la ley de cuerpo negro y la relación 𝜀 ⁄𝜒 es igual a la función de Planck, por lo
tanto, es válido decir que cuanto más opaco es el gas, más se aproxima su radiación en la
correspondiente longitud de onda al valor determinado por la función de Planck para cierta
temperatura (Ecuación 43).
Es la carga del núcleo del átomo y la cantidad de electrones periféricos de valencia lo que
determina la disposición de las rayas espectrales, características para el átomo del elemento
químico en cuestión. Estas características producen hacer que el espectro de un elemento
en estado puro ―eléctricamente neutro― de la tabla periódica se parezca al espectro de un
ion con igual cantidad de electrones de valencia.17
En los espectros de la mayoría de los objetos astronómicos se observan rayas intensas
de hidrógeno. En la zona del espectro visible se sitúan las rayas de la «la serie de Balmer»,
que surgen durante todas las transiciones de todos los niveles energéticos al segundo nivel
(Figura 13). Se caracterizan cuatro rayas (Figura 14):
Figura 13. Las diferentes series del espectro de hidrógeno, diferenciando las series de Lyman (transiciones al
nivel 1), de Balmer (transiciones al nivel 2), de Pashen (transiciones al nivel 3), de Brackett (transiciones al
nivel 4) y de Pfund (transiciones al nivel 5). A la izquierda de la gráfica, los niveles de energía de destino; en-
cima de la gráfica, los niveles de energía de origen; a la derecha de la gráfica la energía de excitación en eV
(usuario Wikipedia Kiko2000).
Figura 14. Espectro visible (y ultravioleta) de emisión del hidrógeno y las líneas de Balmer de la α a la ζ. Las
dos líneas de la izquierda son del ultravioleta, dado que están por debajo de los 4000 Å (Jan Homann).
En todos los elementos son más intensas las rayas de la serie principal, que surgen como
resultado de la transición al nivel más profundo del átomo (m=1). Esto está ligado a la ten-
dencia constante del electrón en el átomo a ocupar el estado de mínima energía potencial.
En el hidrógeno, la serie principal denominada «serie de Lyman» (Figura 13) yace en el le-
jano ultravioleta. La primera raya que comienza en el continuo de Lyman (𝜆 = 912 Å) se
denomina raya de resonancia.
Las transiciones desde todos los niveles al tercero, cuarto y quinto nivel dan, correspon-
dientemente, las series de Pashen, de Brackett y de Pfund (Figura 13), situadas en el espec-
tro infrarrojo.
En los espectros de ciertos cuerpos, como las estrellas calientes, se observan las rayas de
helio, que se encuentran muy frecuentemente.18 Las más intensa de todas sus rayas en la
parte visible del espectro es una raya amarilla que le corresponde la longitud de onda de
𝜆 = 5876 Å (Figura 15) y se designa por D3. El espectro del sodio (Figura 16) tiene dos rayas
intensas muy características y cercanas entre sí, denominadas D1 y D2, con longitudes de
onda respectivamente de 𝜆 = 5896 Å y 𝜆 = 5890 Å, que se observa frecuentemente en los
espectros de las estrellas y del medio interestelar. Estas dos rayas son las rayas de resonan-
cia del sodio. Situadas en el límite del violeta, se caracterizan las rayas de resonancia del
calcio ionizado (Figura 17), designadas por H y K, a las que le corresponden una longitud de
onda respectivamente de 𝜆 = 3968 Å y 𝜆 = 3934 Å.
Figura 15. Espectro de emisión del helio. Se observa la raya D3 característica en el amarillo (Carlos Clarivan).
Figura 16. Espectro de emisión del sodio donde se ven las rayas de resonancia D 1 y D2 de color amarillo in-
tenso (Fuente desconocida)
Figura 17. Espectro de absorción del calcio ionizado donde se identifican las bandas negras H y K (Astrosurf).
En los espectros de los cuerpos celestes se encuentran también una multitud de rayas de
otros átomos y de ciertos compuestos moleculares simples. En la Figura 18 se pueden ver
los diferentes espectros de emisión de los elementos de la tabla periódica.
En el Anexo II: Análisis espectral del Sol se analiza el espectro de emisión del Sol.
18 El espectro del helio ionizado se parece mucho al espectro del hidrógeno y se observa en estre-
Figura 18. Espectros de emisión de los diferentes elementos de la tabla periódica (MIT).
𝑚𝑐 2 Δ𝜆𝐷 2
𝑇= ( ) 20
2𝑘 𝜆
Ecuación 60
19 Para su deducción ver Curso de astronomía general , de P.I. Bakulin, E.V. Kononovich y V.I. Mo-
Si la capa de gas es ópticamente fina y sus átomos solamente tienen movimientos térmi-
cos entonces, de esta manera, se obtiene directamente el valor de la temperatura. No obs-
tante, estas condiciones, con mucha frecuencia, no se cumplen, por lo que el problema de
determinación de la temperatura sobre la anchura de las rayas espectrales se complica con-
siderablemente.
Una capa de gas, ópticamente gruesa, según la ley de Kirchhoff, da una radiación fuerte
en el espectro continuo. El problema de aplicar las leyes de cuerpo negro reside en que son
válidas exclusivamente para cuerpos en equilibrio térmico, característica que no ocurre, por
ejemplo, en la superficie de una estrella, por lo tanto, la temperatura calculada es aproxi-
mada. En cambio, las capas más profundas de una estrella pueden servir de ejemplo. Cuanto
mayor es la profundidad a la que se encuentra la capa, más aislada está del espacio circun-
dante y tiene mayor equilibrio térmico. Para dichas capas, cuya radiación no llega hasta no-
sotros, las leyes de la radiación térmica se cumplen con bastante exactitud.
Las capas más profundas se ven peor debido al rápido incremento de la opacidad con la
profundidad y, por el contrario, las capas exteriores irradian con más debilidad. Las capas
que observamos son aquellas situadas a una profundidad a partir de la cual el gas se con-
vierte en opaco. Para dichas capas, las leyes de la radiación térmica se cumplen tan solo con
una aproximación. Por tanto, se tratará de elegir la curva de Planck que más se ajuste a su
espectro.
Observando el máximo del espectro, podrá obtenerse la temperatura según determina la
ley de desplazamiento de Wein (Ecuación 45). Si, por otro lado, se obtiene la energía irra-
diada por 1 cm2 de la superficie de una estrella, se podrá usar la ley de Stefan-Boltzmann
para calcular la temperatura (Ecuación 46). La temperatura obtenida por esta última ley se
denomina temperatura efectiva, siendo esta la temperatura de semejante cuerpo negro cada
centímetro cuadrado del cual irradia en todo el espectro un flujo de energía igual al del
cuerpo dado.
En el Anexo IV: Análisis espectral del Sol se determinan las temperaturas del Sol según
las leyes de Wien y de Stefan-Boltzmann.
Se trata de una clasificación estelar en función de las características del espectro electro-
magnético. La gran mayoría de las estrellas están clasificadas bajo el sistema MKK ―por sus
autores William Wilson Morgan, Philip C. Keenan and Edith Kellman―, que se trata de una
ampliación de la clasificación de Harvard que veremos más adelante.
La clasificación espectral de Harvard ordena los espectros en forma de una secuencia, a
lo largo de la cual las rayas de unos elementos químicos se debilitan gradualmente, mientras
que las de otros se refuerzan. Investigaciones ulteriores demostraron que estrellas en la
misma clase espectral se diferencian por sus temperaturas. Utiliza para su clasificación un
sistema alfanumérico que consta de las 7 letras O, B, A, F, G, K y M, cada una de ellas dividida
en 10 partes, del 0 al 9.21
21 Una regla mnemotécnica común para recordar la secuencia alfabética usada para la clasifica-
ción espectral es “Oh, Be A Fine Guy/Girl, Kiss Me”, que viene a significar «Oh, sé un buen chico, bé-
same» (o, para el femenino «Oh, sé una buena chica, bésame»).
22 La Clase V de Secchi fue añadida en 1877 y se encuentran en la clase moderna de las líneas de
Clase O: son las estrellas más calientes del universo con una temperatura supe-
rior a los 33 000 Kelvin, son extremadamente brillantes y suelen ser estrellas
supermasivas que generan, tras agotar su energía, agujeros negros supermasivos
potencialmente peligrosos. Solo el 0.00003% de las estrellas clasificadas perte-
necen a este tipo espectral y casi toda su radiación pertenece al rango del ultra-
violeta. Suelen ser estrellas de color azul con tonos violetas. Intensas las rayas de
helio ionizado y otros elementos ionizados; débiles las del helio neutro e hidró-
geno. Son estrellas con un entorno complicado que dificulta la medida del espec-
tro.
Clase B: son las siguientes estrellas más calientes, muy luminosas y con un rango
de temperatura entre 33 000 y 10 000 Kelvin. Ocupan tan solo el 0.125% de las
estrellas catalogadas y son estrellas muy masivas y tan energéticas que agotan
rápidamente su combustible. Intensas las rayas de helio neutro y bien visibles las
rayas del hidrógeno.
Clase A: son estrellas con un rango de temperatura entre 10 000 y 7 500 Kelvin
de color blanco o blanco azulado. Ocupan el 0.625% de las estrellas clasificadas.
Intensas las líneas del hidrógeno y bien visibles las del calcio ionizado; débiles
las de ciertos metales.
Clase F: ocupan el rango de temperaturas entre 7 500 y 6 000 Kelvin y tienen un
color blanco con tonalidades amarillas. El 3.03% de las estrellas clasificadas tie-
nen asociadas esta clase. Su color puede oscilar entre el blanco y el amarillo. Se
intensifican las de los metales ionizados y se debilitan las del hidrógeno.
Clase G: el Sol está incluido en este tipo espectral. Ocupa un rango de temperatu-
ras que varía entre 6 500 y 5 200 Kelvin y son de color amarillo. Representan
aproximadamente el 7.5% de las estrellas clasificadas. Intensas las rayas del cal-
cio ionizado y las rayas del hidrógeno no se diferencian entre las rayas de los
metales.
Clase K: son estrellas con un rango de temperatura entre 5 200 y 3 700 Kelvin
con un color anaranjado. Ocupan el 12% de las estrellas clasificadas. Las rayas
del hidrógeno están muy debilitadas frente a las rayas muy intensas de los meta-
les; muy debilitado el extremo del violeta.
Clase M: son las estrellas más comunes ocupando el 76% de las estrellas clasifi-
cadas con temperaturas inferiores a 3 700 Kelvin y de color rojo. Generalmente
son enanas rojas muy difícil de ver a simple vista, pero algunas supergigantes
rojas como VY Canis Majoris, Antares o Betelgeuse son supergigantes rojas de
clase M. También, las enanas marrones más grandes y calientes son de clase M.
Se debilitan las rayas de los metales y se detectan bandas de absorción de las
moléculas de óxido de titanio y otros compuestos moleculares.
Actualmente existe una ampliación espectral que incluye otras letras para otro tipo de
estrellas y cuerpos celestes observados en el universo. En esta ampliación encontramos la
Clase W o WR ―de Wolf-Rayet― con fuertes líneas espectrales de helio ionizado, nitrógeno,
carbono y, algunas veces, oxígeno, la Clase L para estrellas especialmente frías, la Clase T
para enanas marrones frías con temperaturas entre 550 y 1 300 Kelvin y que predomina el
metano en su espectro, Clase Y para estrellas más frías que las de la clase T y con un espectro
diferente y anómalo, Clase C ―carbon stars― para gigantes rojas que están a punto de morir
y están caracterizadas por la fuerte presencia de moléculas con carbón, y la Clase S para
estrellas con propiedades de la Clase M y Clase C.
Las estrellas tienen un periodo de vida. Cuanto más caliente es una estrella, más corto es
su periodo de vida debido a que es más energética. El fin de una estrella depende, en cierta
forma, de su masa. Cuanto más masiva es una estrella más probabilidades tiene de provocar
una gran catástrofe cuando muere.
Las estrellas como el Sol ―estrellas pequeñas―, que no superen la masa del Sol en 1,4
veces―límite de Chandrasekhar― se convertirán en enanas blancas (Figura 20), estrellas
con una formación atómica-molecular excesivamente calientes y pequeñas, realmente den-
sas. Cuando una estrella de masa inferior a 1,4 veces la masa del Sol empieza a agotar su
combustible empieza a hacerse cada vez más y más pequeña. Si comprendemos la ecuación
de la atracción gravitatoria de Newton, con la que debemos estar especialmente familiari-
zados:
𝑚
𝑔=𝐺·
𝑅2
Ecuación 61
comprobaremos que cuanto más pequeña se hace la estrella, la gravedad aumenta, pues
el radio al cuadrado es inversamente proporcional a la atracción gravitatoria. Parece lógico
decir que la gravedad aumente infinitamente hasta generar una implosión gravitatoria. Sin
embargo, hay una fuerza existente en las estrellas pequeñas que puede frenar a la fuerza
gravitatoria que va en aumento. Se trata de la degeneración electrónica.
Como explica el astrofísico Kip Thorne, recientemente galardonado con el Premio Nobel
de Física, «la degeneración electrónica es algo similar a la claustrofobia humana». Thorne,
explica en su libro Agejuros negros y tiempo curvo:
Este movimiento degenerado es una consecuencia de la materia con la que nunca soñó
la mecánica newtoniana: la dualidad onda-partícula, que explica que una partícula se com-
porta a veces como una partícula y otras como una onda.
Thorne añade:
Las enanas blancas tienen por tanto una clasificación estelar: se les asigna la letra D. Tras
la letra D se les asigna otra letra (A, B, C, O, Q, X o Z) que indica la composición de la atmós-
fera exterior [Córsico y Althaus, 2004]:
DA: atmósfera rica en hidrógeno con fuertes líneas espectrales del hidrógeno de
Balmer
DB: atmósfera rica en helio con fuertes líneas espectrales del helio neutro
DO: atmósfera rica en helio con fuertes líneas espectrales del helio ionizado
DQ: atmósfera rica en carbono con fuertes líneas espectrales de carbono, tanto
atómicas como moleculares
DZ: atmósfera rica en metales con fuertes líneas espectrales metálicas
DC: no existen líneas espectrales fuertes que se asemejen con una categoría an-
terior
DX: las líneas espectrales no son lo suficientemente claras como para clasificarlas
en una categoría anterior
¿Qué les pasa a aquellas estrellas más masivas a 1,4 veces la masa del Sol? Incluso el
principio de exclusión de Pauli tiene sus límites. Si la masa de las estrellas es suficiente-
mente grande, los electrones agitados en sus reducidas celdas se agitarán tan rápido que
alcanzarán velocidades cercanas a la velocidad de la luz, dejando de ejercer su cometido
contra la gravedad, por lo tanto, la gravedad continúa creciendo y comprimiendo la estrella.
Los electrones quedarán apiñados contra los protones formándose un neutrón y emitiendo
un neutrino electrónico:
𝑝 + 𝑒 − = 𝑛 + 𝜈𝑒
Ecuación 62
La forma inversa al decaimiento beta de la fuerza nuclear débil, donde un neutrón genera
un protón, electrón y antineutrino electrónico:
𝑛 = 𝑝 + 𝑒 − + 𝜈̅𝑒
Ecuación 63
De esta forma, la estrella, tras una gran explosión conocida como supernova, genera una
estrella de neutrones. Estas estrellas son los cuerpos más densos del Universo. Se podría
equiparar el tamaño de una estrella de neutrones con la carretera de circunvalación de la
M-40, y una pizca del tamaño de un grano de arena de materia de una estrella de neutrones
pesaría más que un Boeing 777. Se verificó la existencia de estas estrellas cuando en 1967,
Jocelyn Bell, bajo la tutoría de Anthony Hewish, descubrió el primer púlsar en la nebulosa
del cangrejo.23 La supernova que generó es lo que hoy se conoce como nebulosa del Cangrejo
y fue el primer objeto observado relacionado con un evento cataclísmico.24 La supernova
fue vista a simple vista desde la Tierra cuando se generó en el año 1054, y fue documentado
por astrónomos chinos y aparece dibujada en un borde de un acantilado por los pueblos del
cañón del Chaco, al sudoeste de Estados Unidos.
Las estrellas de neutrones representan un posible estado de vida final de las estrellas. Al
igual que la exclusión de Pauli provoca una presión de degeneración electrónica que frena
a la gravedad, este mismo principio también explica la presión de degeneración neutrónica
que puede frenar la gravedad al igual que lo hacían los electrones: cuando los neutrones se
encuentren en un estado de confinamiento muy pequeño, la presión que ejercen hacia fuera
puede ser mayor que la presión que la gravedad ejerce hacia dentro.
Existe un límite dudosamente definido para aquellas estrellas que, bajo dicho límite, se
convertirán en estrellas de neutrones. Se trata del límite Tolman-Oppenheimer-Volkoff
―conocido por sus autores George Volkoff, Robert Oppenheimer y Richard Tolman― y
queda definido en las 3 masas solares (Figura 20). Este límite se va aproximando con el paso
de los años a un límite cada vez más fiable.
Aquellas estrellas con una masa superior a 3 veces la masa del Sol les espera una muerte
catastrófica. Los neutrones, en sus estados confinados, alcanzan velocidades cercanas a las
de la luz, y ya no son capaces de generar presión suficiente para frenar a la gravedad. No
existe mecanismo físico conocido que pueda impedir la implosión de un núcleo estelar con
una masa superior a la de 3 soles, y el resultado final es un agujero negro, un lugar donde
las leyes de la física dejan de ser válidas, o al menos hasta que se encuentre una teoría cuán-
tica de la gravedad que nos haga entender el funcionamiento interno de los agujeros negros.
Los agujeros negros, a diferencia de las enanas blancas que emiten un espectro visible y
de las estrellas de neutrones que emiten radiación de rayos-X, no son cuerpos que emitan
una radiación dentro del espectro electromagnético. Estos están formados por una singula-
ridad con un tamaño igual o menor a 10-35 metros, conocida como longitud de Planck, por la
cual se espera, que bajo esta longitud la geometría clásica tal y como la entendemos, deja de
existir. Algunos físicos, como John Wheeler, han supuesto la existencia de una espuma cuán-
tica aleatoria y probabilística en el interior de las singularidades. Esta espuma cuántica, apo-
yada por una aclaración matemática, explica que el espacio y el tiempo son separados, des-
truye el tiempo y calcina el espacio en una espuma cuántica. Kip Thorne realiza una analogía
en su libro Agujeros negros y tiempo curvo para explicar cómo la espuma cuántica destruye
el espacio y el tiempo, comparándolo con un trozo de madera mojada, donde el agua es el
tiempo y la madera el espacio:
23 Un púlsar es una estrella de neutrones con un enorme campo magnético y que gira a velocida-
des vertiginosas emitiendo chorros de plasma que llegan a la Tierra en forma de faro cósmico. Estas
estrellas pueden girar a 30 revoluciones por segundo, alcanzando una velocidad lineal sobre la su-
perficie de 70 000 km s-1.
24 En astronomía se usa la palabra cataclísmico/a para hacer referencia a eventos explosivos y
tremendamente violentos.
Desaparece el concepto de un «antes» y un «después». Pero esta idea solo es una teoría
sin base empírica, y como esta existen muchas otras teorías sobre que ocurre en el interior
de la singularidad.
Las singularidades no pueden observarse. Según la física debe existir una barrera entre
el universo y las singularidades. Estas singularidades han sido creadas por la implosión de
una estrella súpermasiva que se fue comprimiendo y aumentando su gravedad, de forma
que, llegado un punto, la atracción gravitatoria superó la velocidad de la luz, creándose una
barrera denominada horizonte de sucesos (Figura 19), la cual no nos permite observar el
interior, porque la luz que entra no vuelve a salir con información sobre el interior.
Figura 19. Diagrama espacio temporal de una estrella en implosión que genera un agujero negro
Figura 20. Límites existentes y regiones de las diferentes muertes de las estrellas
Clasificación MKK
Clase Tipo Sobre su luminosidad
0 Hipergigantes Extremadamente luminosas
Ia Supergigantes Muy luminosas
Ib Supergigantes Luminosas
II Gigantes luminosas Brillantes
III Gigantes
IV Subgigantes
V Estrellas enanas Secuencia principal
VI Subenanas
Tabla 8. Valores dados para la luminosidad.
La nomenclatura final para la clasificación espectral queda designada por una letra, un
número del sistema decimal y un número romano. Por ejemplo, cómo podemos observar en
el Anexo IV: Análisis espectral del Sol, la temperatura efectiva del Sol es de 5772.005 Kelvin
y se encuentra en la secuencia principal, por lo tanto, se designará como G2V.
El diagrama HR clasifica una gran variedad de estrellas. En el eje X se coloca el tipo es-
pectral de Harvard o temperatura efectiva (con la mayor temperatura a la izquierda del eje
y la menor a la derecha) y en el eje Y la magnitud absoluta de la estrella o su luminosidad
escalada logarítmicamente en base a 10.
Este diagrama es, si no el que más, uno de los conceptos más importantes de la astrofísica
estelar. La mayoría de las estrellas son consideradas enanas y se encuentran en una franja
daigonal conocida como secuencia principal o main sequence. Las estrellas por encima de
la secuencia principal son estrellas gigantes y supergigantes, y las estrellas por debajo de la
secuencia principal son subenanas.
Existen dos magnitudes luminosas referidas a un astro:
Estas magnitudes son valores numéricos que pueden ser negativos o positivos y se cal-
cula a partir del flujo luminoso observado. El Sol tiene una magnitud aparente de -26,8 y es
el objeto más luminoso de nuestro cielo, claramente, visto desde la Tierra, seguido de la
Luna y los planetas Venus, Marte y Júpiter. No obstante, la magnitud absoluta del Sol es de
4,83, superado por infinidad de estrellas, como Deneb (HD197345) que tiene una magnitud
absoluta de -8,19 pero una magnitud aparente 1,33, siendo una de las estrellas más brillan-
tes de nuestro cielo.
Existe un problema a la hora de construir los diagramas HR: se necesita conocer la dis-
tancia para hallar la magnitud absoluta o su luminosidad, pues:
𝑀 = 𝑚 − 5 · (log10 𝐷𝑝á𝑟𝑠𝑒𝑐 − 1)
Ecuación 64
𝑇2
=𝑘
𝑎3
Ecuación 65
𝑀·𝑚
𝐹=𝐺
𝑑2
Ecuación 66
Las órbitas de planetas y cometas alrededor del Sol suelen describir movimientos elípti-
cos, con el Sol en uno de sus focos. Cuando mayor es la elipse, mayor tiempo le lleva al cuerpo
a realizar una órbita.
Una elipse puede definirse con su semieje mayor y la excentricidad. En coordenadas car-
tesianas, la expresión de una elipse viene dada se la siguiente forma:
𝑥2 𝑦2
+ =1
𝑎2 𝑏 2
1
𝑟=
2 2
√cos2 𝜃 + sin2 𝜃
𝑎 𝑏
Ecuación 67
1 𝐺𝑀 𝐶2 · ℎ
= 2 · [1 + √1 + · cos(∆𝜃)]
𝑟 𝐶 𝐺𝑀2
Ecuación 68
𝑝 = 𝑎(1 − 𝑒 2 )
Ecuación 69
Órbita circular: 𝑒 = 0
Órbita elíptica: 0 < 𝑒 < 1
Órbita parabólica: 𝑒 = 1
Órbita hiperbólica: 1 < 𝑒
Dado un sistema de referencia de ejes X e Y centrado en el Sol y que coincide con el plano
orbital, se denomina anomalía verdadera (v) al ángulo entre el eje X y el radio vector for-
mado por un punto P sobre la trayectoria de la elipse con el Sol.
Suponiendo una circunferencia circunscrita en la elipse de radio 𝑎, la proyección normal
respecto el eje X del punto P sobre la circunferencia, generará el punto P’. El ángulo formado
entre el eje X y el radio vector que une el centro de la elipse con P’ se denomina anomalía
excéntrica (E).
Estas dos anomalías se relacionan de la siguiente forma:26
𝑣 1+𝑒 𝐸
tan =√ · tan
2 1−𝑒 2
Ecuación 70
El movimiento medio (n) realizado por el cuerpo indica el ángulo descrito en un día si se
moviese a la misma velocidad. Se puede obtener aplicando la siguiente expresión:
25 Para su deducción ver Mecánica celeste clásica de los Cursos y seminarios del Instituto de As-
𝐺𝑀
𝑛=√ 3
𝑎
Ecuación 71
Ahora, considerando T0 el instante de tiempo del último paso del cuerpo por el perihelio,
se define la anomalía media (M) como el valor de la anomalía verdadera de un cuerpo que
partiese del perihelio en un momento dado y cuya velocidad angular fuese el movimiento
medio. Entonces:
𝑀 = 𝑛 · (𝑡 − 𝑇0 )
Ecuación 72
Existe una relación entre las anomalías media y excéntrica que depende de la excentrici-
dad de la elipse:27
𝑀 = 𝐸 − 𝑒 · sin 𝐸
Ecuación 73
ELEMENTOS ORBITALES
Para poder hallar las efemérides de un planeta alrededor del Sol, por ejemplo, es necesa-
rio conocer los elementos que definen su órbita. Se debe establecer un sistema de referencia
previamente para poder enumerar los elementos orbitales.
Para el ejemplo de un planeta y el Sol, se considerará el plano de la eclíptica como el plano
que contiene a los ejes X e Y, y Z será el eje normal al plano. Se coloca el origen en el Sol, X
se establece en el punto Aries, e Y positivo forma 90 grados con X en el sentido de avance
del planeta. Z será positivo en función del sentido de avance del planeta, ateniéndonos a la
regla del destornillador.
La órbita del planeta, contenida en el plano orbital, se define con los siguientes elemen-
tos:
27 Ver 25 en página 95
Efemérides
CÁLCULO ORBITAL
𝑟 = 𝑥𝑖 + 𝑦𝑗 + 𝑧𝑘⃗
⃗ = 𝑥̇ 𝑖 + 𝑦̇ 𝑗 + 𝑧̇ 𝑘⃗
𝑉
Ecuación 74
Se pueden obtener sus respectivos módulos (𝑟, 𝑉), conociendo así la distancia en el ins-
tante dado y su velocidad.
La constante 𝐶, el doble de la velocidad areolar, puede obtenerse como la componente
cuadrática de los siguientes parámetros:
𝐶1 = 𝑦𝑧̇ − 𝑧𝑦̇
𝐶2 = 𝑧𝑥̇ − 𝑥𝑧̇ } → 𝐶 = √𝐶12 + 𝐶22 + 𝐶32
𝐶3 = 𝑥𝑦̇ − 𝑦𝑥̇
Ecuación 75
Con 𝐶, el parámetro 𝑝 puede obtenerse como la inversa del primer término del segundo
miembro de la Ecuación 68.
Con estos primeros parámetros obtenidos, se puede calcular directamente la inclinación
del plano orbital y la longitud del nodo ascendente:
𝐶3
𝐶1 = 𝐶 · sin 𝑖 · sin Ω cos 𝑖 =
𝐶2 = −𝐶 · sin 𝑖 · cos Ω} → 𝐶
𝐶1
𝐶3 = 𝐶 · cos 𝑖 tan Ω =
{ 𝐶2
Ecuación 76
Mediante una serie de operaciones se puede obtener, con las componentes de la posición
y los factores 𝐶, 𝐶1 y 𝐶2 , el argumento de la latitud:28
−𝑧 · 𝐶
tan 𝑢 =
𝑥 · 𝐶2 + 𝑦𝐶1
Ecuación 77
1
𝑎=
2 2
𝑟−𝑟
Ecuación 78
𝑝
𝑒 = √1 −
𝑎
Ecuación 79
𝑝
𝑞=
1+𝑒
Ecuación 80
1+𝑒
𝑄=𝑞·
1−𝑒
Ecuación 81
360°
𝑇=
𝑛
Ecuación 82
Mediante una serie de procedimientos extensos que no vamos a redactar aquí29, se pue-
den obtener las siguientes relaciones para hallar la anomalía excéntrica:
𝑟
𝑒 · cos 𝐸 = 1 −
𝑎
⃗
𝑟·𝑉
𝑒 · sin 𝐸 =
√𝐺𝑀 · 𝑎
𝑒 · sin 𝐸
= tan 𝐸
𝑒 · cos 𝐸
Ecuación 83
28 Ver 25 en página 95
29 Ver 25 en página 95
√1 − 𝑒 2 · 𝑒 · sin 𝐸
tan 𝑣 =
𝑒 3 · cos 𝐸
Ecuación 84
𝜔 = 𝑢−𝑣
Ecuación 85
Anexos relacionados:
OBJETIVOS DE LA APLICACIÓN
La aplicación consiste en un código generado como formato *.m. Consistirá en una única
función. El nombre de esta función y, por consiguiente, de la aplicación, es PosStar ―de las
palabras Posición y Star―. Tiene un código inicial de ayuda fuera de la función.
La función está redactada de forma que todos los datos que introduzca el usuario deben
ser estrictamente correctos o no permitirá seguir. En caso de cometer un error en la entrada
de datos, la función devolverá un texto de error.
Para los datos de entrada solicitados al usuario se han usado funciones input, dentro de
bucles while, de forma que si el usuario introduce mal un dato aparecerá un texto ―display―
pidiéndole que vuelva a introducir el dato con una serie de características. Para solicitar una
entrada correcta de datos se ha usado las funciones condicionales if, elseif y else.
Existen tres datos de entrada que se solicitan al usuario que dependen de las condiciones
atmosféricas de la observación. Estos valores son la temperatura, la presión atmosférica y
la longitud de onda absorbida en la observación. Estos datos, a excepción de la temperatura,
y especialmente la longitud de onda absorbida ―o la emitida por el astro―, son valores que,
salvo el usuario tenga un observatorio o aparatos que les proporcione la información, son
muy difíciles de conseguir o estimar, por lo tanto, se da la opción al usuario de tener unos
valores predeterminados en caso de que deje en blanco los espacios de entrada.
Los valores solicitados al usuario son:
Una vez el usuario haya introducido todos los valores correctamente serán devueltos los
valores de salida, que consta de la siguiente información:
Para devolver los valores se han usado las funciones display, que devuelve y convierte
en formato string el texto ―alfanumérico― implantado, y fprintf, que devuelve y convierte
en formato string el texto implantado y valores solicitados previamente calculados.
La hora sidérea a las 0 horas de tiempo universal en Greenwich, se solicita a MATLAB
realizar la lectura de un libro Excel (PosStarTimeData.xlsx) donde se encuentran las horas
sidéreas (0h TU GW) de todos los días de los años 2018, 2019 y 2020 en una columna adya-
cente a otra con la fecha en un formato comprimido, del modo DDMMAAAA, por ejemplo, el
15 de noviembre de 2018 vendrá de la forma 15112018.1 De esta forma, con la fecha intro-
ducida por el usuario, creo el mismo formato para la fecha haciendo que coincida el número
en MATLAB y Excel. Para devolver la hora sidérea (0h TU GW) de la fecha, se solicita a
MATLAB que busque el número de la fecha en la columna de las fechas y devuelva la hora
en la casilla adyacente: si la fecha ocupa las casillas (i,j), le solicito que devuelva la casilla
(i,j+1).
En base a unas sucesiones de condiciones se han resuelto todos los cálculos del movi-
miento diurno la conversión de coordenadas y las correcciones astronómicas.
Las gráficas o mapas devueltos, aparecen en una única ventana emergente a pantalla
completa con el nombre «Mapas 2D». En esta ventana aparecen los cuatro mapas para los
cuatro tipos de coordenadas indicándose el hemisferio de cada mapa:
1 Los valores de las horas sidéreas a las 0h TU en Greenwich han sido proporcionados por el Cen-
tro Nacional de Información Geográfica a través del Anuario del Real Observatorio 2018. Los datos
del 2019 y 2020 han sido extrapolados, con el fin de obtener un mayor rango de acción para la apli-
cación. La aplicación se podrá ir actualizando con las horas sidéreas de otros años.
Movimiento diurno: calcula y devuelve los valores y las horas de las posiciones
importantes del movimiento diurno
Gráficas: produce una ventana emergente con la posición de la estrella solicitada
en cuatro mapas con las diferentes coordenadas
Correcciones astronómicas: calcula y devuelve los valores de las correcciones as-
tronómicas y las coordenadas ya corregidas
Las operaciones matemáticas usadas en el código no han ido mucho más allá de las ope-
raciones básicas: adición, diferencia, producto, cociente, potencias y raíces.
Errores de función
function PosStar(Fd,Fm,Fa)
Con la condición if, creo una serie de errores para los valores mal introducidos. Si el nú-
mero de argumentos de entrada no coincide con tres valores, genera un código de error y te
expulsa de la función. Si el año no coincide con el 2018, 2019 o 2020, genera otro error y te
expulsa de la función. Si el mes introducido no está entre enero y diciembre, genera otro
error, Si el día introducido no coincide con el mes introducido, genera otro error. El código
de errores está redactado de forma que tiene en cuenta el 2020 como año bisiesto.
Si no existe error, se crea el formato de fecha con los datos introducidos:
F=Fd*1000000+Fm*10000+Fa;
La introducción de datos se realiza con la función input. Esta función lee bien en formato
numérico o en string. Mediante un texto le pide al usuario en la ventana de comandos que
introduzca el valor solicitado.
El primer valor solicitado es la época origen. Al usuario se le ofrecen una serie de valores
para que no se equivoque al introducirlos. Si introduce una época errónea, mediante un bu-
cle while, se le obliga a volver a meter uno correcto con un mensaje display que le informa
del error. El bucle finaliza cuando el valor es correcto. Cuando el valor es correcto, se asocia
la fecha origen con la fecha juliana correspondiente.
Las coordenadas absolutas se introducen por partes, primero los grados de la declina-
ción, luego sus minutos y después los segundos. Acto seguido se pide la hora de la ascensión
recta, sus minutos y por último sus segundos. La declinación está estrictamente reducida
entre los valores de -90 y +90 grados y la ascensión recta entre las 0 horas y las 23 horas
59 minutos y 59 segundos. Mientras no se cumplan las restricciones anteriores, los bucles
obligarán al usuario a volver a introducir datos correctos.
Las coordenadas del lugar de observación que se introducen son las coordenadas geo-
gráficas. Al igual que las coordenadas absolutas del astro, estas coordenadas se introducen
por partes, primero la latitud, con las mismas restricciones que la declinación, y después la
𝑚 𝑠
𝑑𝑒𝑐𝑁𝑜𝑚 = ℎ° + +
60 3600
Por último, se pide al usuario que introduzca la temperatura y presión atmosférica del
ambiente de observación y la longitud de onda absorbida en la observación. Estos datos, al
tener cierta dificultad para obtenerlos, se ofrece la posibilidad al usuario de dejar el espacio
en blanco de forma que se establecerán unos valores predeterminados, por ejemplo:
En primer lugar, limpia la ventana de comandos con los datos introducidos y acto seguido
devuelve todos los valores en formato decimal o reducido. A continuación, se calcula el día
juliano del momento de observación. Para ello se recurre a la Ecuación 25. Se toma como
valor de DJC el del año 2000 ya que los únicos valores de fecha que se pueden introducir son
2018, 2019 y 2020. Con el día juliano se comprueba en que horario está ―verano/in-
vierno―, y se aplica la corrección horaria:
Con el formato de la fecha F, realiza una búsqueda en el libro Excel donde se encuentran
todos los datos las horas sidéreas (0h TU GW) y devuelve la hora correspondiente con la
fecha mostrándola en la ventana de comando:
Y por último, se meten dos valores y se calculan otros dos valores fundamentales para
los cálculos posteriores:
Sistemas de coordenadas
Movimiento diurno
Aplicando las ecuaciones del capítulo «Metodologías teóricas del proyecto» a partir de la
página 62, se calculan todas las posiciones del movimiento diurno: culminaciones superior
e inferior, orto y ocaso, pasos por el primer vertical y máximas digresiones. También las
horas a la que ocurre. Todos los valores son devueltos en formato decimal y formato exten-
dido.
Gráficas
Se llama a una única figura ―o ventana emergente― que tendrá el nombre de «Mapas
2D» y ocupará la pantalla del ordenador prácticamente en su totalidad:
figure('Name','Mapas 2D','NumberTitle','off','units','normal-
ized','outerposition',[0 0 1 1])
En esta ventana aparecerán cuatro mapas en una disposición de 2x2. Para que aparezcan
los cuatro mapas en una misma ventana se usa la función subplot(2,2,x), donde el primer
número 2 señala las gráficas que van a haber por fila, y el siguiente 2 las gráficas por co-
lumna. La x señalará en qué posición se debe graficar el código escrito, leyéndose la posición
de izquierda a derecha y de arriba abajo.
Para cada posición se evaluará el valor de la coordenada que oscila entre +90 y -90 gra-
dos: declinación, acimut y latitud eclíptica. Dependiendo de si es negativo o positivo se mos-
trará un hemisferio/cielo u otro. A continuación, los valores que oscilan entre +90 y -90
grados conformarán el valor radial, y los valores de las coordenadas que oscilan entre 0 y
360 grado o 0 y 24 horas conformarán el valor angular. Estos valores se representarán so-
bre una gráfica polar circular, donde se situará el cero angular debajo de cada gráfica y el
cero radial en el borde de la gráfica y, por lo tanto, el valor de 90 grados el centro de la
gráfica. Se establecerá el sentido de las lecturas angulares, bien directo o retrógrado, y se
añadirán algunos valores de las marcas de graduación. Cada gráfica tendrá su propio título
y se indicará el hemisferio/cielo en el que se encuentra la estrella.
La función que se usará para representar las gráficas es polarscatter, que permite repre-
sentar valores puntuales dentro de la gráfica polar:
MAPA=polarscatter(ang,rad)
Correcciones astronómicas
Se calculan las correcciones aplicando las formulas del capítulo «Metodologías teóricas
del proyecto» a partir de la página 66. Se devuelven todas las correcciones y además se de-
vuelven las coordenadas absolutas corregidas por precesión, por precesión y nutación, y
por precesión, nutación y aberración anua, y la altura corregida por refracción.
PosStar proporcionará al usuario una serie de datos que permitirán la observación pre-
cisa de cuerpos celestes.
PosStar es una función desarrollada con MATLAB que acepta argumentos de entrada y
devuelve otros argumentos de salida. Está destinada al uso astronómico, bien para un uso
aficionado o un uso más profesional.
PosStar devuelve una serie de valores a partir de unos valores de entrada ―relativa-
mente― fácil de obtener:
Iniciar PosStar
Para iniciar PosStar se debe abrir MATLAB y en la ventana Current Folder (Carpeta Ac-
tual) deben aparecer los siguientes archivos y resaltados en color:
PosStar.m
PosStarTimeData.xlsx
Si no aparecen estos archivos, se deberá pinchar en Browse for folder (Buscar por
carpetas) y hallar la carpeta «PosStar_Matlab» y seleccionarla.
Nota: es muy importante que los tres archivos estén siempre en la misma carpeta. El có-
digo no correrá y la aplicación devolverá errores si no es así.
Ayuda en línea
MATLAB ofrece a todos sus usuarios una ayuda en línea. PosStar tiene generada una
ayuda o guía rápida de consulta que aparece al teclear en la Command Window (Venta de
Comando) help PosStar.
Estos argumentos son la fecha de observación y deben de ir separados por una coma, por
ejemplo: PosStar(29,2,2020). Los días y los meses de una sola cifra pueden ir, o no, pre-
cedidos de un cero. El año se debe meter entero, con sus cuatro cifras. Cualquier error a la
hora de introducir estos argumentos te expulsará automáticamente de la función.
Esta versión inicial es válida exclusivamente para los años 2018, 2019 y 2020.
Las lentes de los telescopios refractores suelen ser acromáticas a la longitud de onda de
0,575 μm. La banda visual de magnitudes está centrada a una longitud de onda muy próxima
(0,55 μm).
Si se comete algún error al introducir valores, la aplicación entrará en un bucle solici-
tando la entrada de datos correcta hasta que así sea.
MUESTRA ESTELAR
ESTRELLAS
Nombre En costelación (Bayer) Henry Draper (HD) Hipparco (HIP) Bright Star (HR)
Alcíone 25 η Tauri A HD 23630 HIP 17702 HR 1165
Aldebarán α Tauri HD 29139 HIP 21421 HR 1457
Altair α Aquilae HD 187642 HIP 97649 HR 7557
Antares α Scorpii HD 148478 HIP 80763 HR 6134
Figura 22. Conjunto de las Pléyades formado por las estrellas Alcíone, Atlas, Celeno,, Electra, Estérope, Maya,
Mérope, Pléyone y Táigeta (NASA)
Altair
Arturo*
Betegeuse
Deneb*
Electra*
Fomalhaut Estrellas aisladas
Maya
Mérope
Pléyone
Rígel
Vega
Estérope Sistemas planeta-
Pólux rios
Aldebarán
Antares
Celeno
Espiga Sistemas binarios
Proción
Sirio (A y B)
Táigeta
Atlas Sistema triple
Alcíone
Sistemas cuádru-
Capela
ples
Régulo
Tabla 12. A la izquierda la estrella; a la derecha si es una estrella aislada, con un sistema planetario, sistema
binario, triple o cuádruple. Estrella* indica indicios de poder pertenecer a un sistema binario.
MASA Y RADIO
4 Información obtenida WMAP – NASA web page [renewed data to Jan 2013]:
https://wmap.gdfc.nasa.gov/universe/uni_matter.html
Figura 23. a) Movimiento de Sirio A ―línea gruesa― y de Sirio B ―línea delgada― alrededor del centro de ma-
sas ―línea discontinua―. b) Órbitas descritas por Sirio A ―órbita pequeña― y Sirio B ―órbita grande―. c) Ór-
bita de Sirio B alrededor de Sirio A [Bakulin, Kononóvich y Moroz, 1983]
5 La energía oscura es una de las dos componentes desconocidas que rigen el Universo y tiende a
acelerar la expansión de este. Se ha definido por la constante cosmológica (Λ – Lambda) que forma
parte del modelo cosmológico Λ-CDM que define el Universo.
6 La materia oscura fría ―CDM del inglés Cold Dark Matter― es la otra de las componentes desco-
nocidas del Universo y a pesar de no ser masa observable, genera una atracción gravitatoria. Forma
parte, también, del modelo cosmológico Λ-CDM.
7 La luminosidad bolométrica está estrechamente relacionada con la magnitud bolométrica que
indica la magnitud aparente de una estrella teniendo en cuenta la radiación que no llego al instru-
mento ―todo el espectro―, bien debido a la atmósfera o bien debido a las longitudes de onda no
captada por el instrumento.
con las leyes de Kepler, lo cual permite, a partir de observaciones, conocer la suma de las
masas del conjunto binario. Además, si se conocen las relaciones de los semiejes de las ór-
bitas del movimiento de las estrellas respecto al centro común de masas, se puede hallar la
masa de cada estrella por separado.
La medida directa de los radios estelares resulta, en muchos casos, imposible debido a
las grandes distancias de las estrellas respecta a nuestra posición. Al ser observadas, aun
usando los telescopios más potentes, las dimensiones angulares de las estrellas quedan muy
por debajo al límite resolutivo de los sistemas ópticos.
Los radios se hallan mediante técnicas de interferometría estelar especiales. El principio
de funcionamiento de estas técnicas se basa en la interferencia de la luz de la estrella refle-
jada en dos espejos con una distancia considerable. En muchos otros casos, el radio se puede
calcular a través de la ocultación de la estrella detrás de la Luna.
En las estrellas binarias y sistemas planetarios se producen las denominadas curvas de
luminosidad o brillo (Figura 24). Son gráficos que representan la variación del flujo de ra-
diación de la estrella con el tiempo. Los máximos de la gráfica indican una magnitud menor,
y los mínimos una magnitud mayor.8 Estas variaciones de magnitud se producen en los sis-
temas binarios o planetarios cuando los cuerpos menores pasan por delante de los princi-
pales, formando un eclipse.
Figura 24. Curva de brillo de una estrella variable cefeida. Esta curva es similar a la que se produce en los siste-
mas binarios
Por el carácter de la curva del brillo de una estrella variable debido a un eclipse se puede
hallar, basándose en la duración de los mínimos, los radios de las estrellas del sistema bina-
rio, expresados en partes del semieje mayor de la órbita, pues la duración de los eclipses es
proporcional a los diámetros de las estrellas.
La magnitud aparente (m) es la magnitud visual vista desde la Tierra de las estrellas sin
evaluar los efectos de absorción de la luz de la atmósfera y sin tener en cuenta todos los
rangos de absorción del espectro. A esta magnitud que no queda corregida de dichos efectos
se denomina magnitud aparente visual. La magnitud aparente corregida de los efectos at-
mosféricos y que acoge todas las longitudes de onda se denomina magnitud bolométrica
(mbol), obtenida aplicándole las correcciones necesarias:
𝑚𝑏𝑜𝑙 = 𝑚 + ∆𝑚𝑏𝑜𝑙
Las magnitudes aparentes no explican nada respecto a la energía total irradiada por la
estrella, ni de su brillo, así que los astrónomos adoptaron el término de magnitud absoluta
(M), siendo la magnitud de la estrella observada a una distancia de 10 pársec. Para obtener
la magnitud absoluta directamente a través de la magnitud aparente es necesario conocer,
como es lógico, la distancia al astro en pársecs:
𝑀 = 𝑚 − 5 · (log 𝑑 − 1)
Ecuación 86
Para obtener una magnitud absoluta más precisa se puede aplicar la corrección bolomé-
trica. Esta corrección tiene un valor mínimo para aquellas que radian la mayor parte de su
energía en la parte visible del espectro. En cierta medida, depende de la temperatura efec-
tiva de la estrella:
En calidad de ejemplo, siendo la magnitud aparente del Sol -26,73, la magnitud absoluta
será de 4,84, y si aplicamos la corrección bolométrica (Tabla 14) obtenemos el valor de 4,76.
𝐿 = 4𝜋𝑅 2 𝜎𝑇 4
Ecuación 87
4 𝐿
𝑇𝑒𝑓𝑓 = √
4𝜋𝑟 2 𝜎
Ecuación 88
𝐿 ∝ 𝐵 · 𝑑𝑖𝑠𝑡 2
𝑚−𝑀
𝑑 = 10 · 10 5
Ecuación 89
Para poder obtener la temperatura a través de las leyes de radiación de cuerpo negro se
han buscado en los catálogos mencionados en la página 119, los valores de la distancia, la
luminosidad de la estrella y su magnitud aparente:
Se han creado dos diagramas HR. Ambos comparten los datos del eje X, donde se proyec-
tan las temperaturas decrecientes de izquierda a derecha, y en el eje de la Y, uno muestra
las magnitudes absolutas y otro la luminosidad con el eje escalado logarítmicamente.
Los cometas son inmensas rocas con hielo y polvo que orbitan el Sol con órbitas elípticas
muy alargadas, de gran excentricidad y tienen un acercamiento al Sol extremo. A una deter-
minada distancia del Sol los cometas forman una atmósfera denominada coma que cuando
comienza su acercamiento al perihelio, el viento solar azota dicha atmósfera formando las
colas características de los cometas, formadas por polvo y gas ionizado.
Muchos cometas son alterados por la gravedad de los planetas modificando su trayecto-
ria. En el mejor de los casos, el cometa puede volver a observarse, o puede ser lanzado al
espacio interestelar, y en el peor de los casos puede ser fragmentado o acabar impactando
en un planeta, como le pasó al cometa Shoemaker-Levy 9, que después de pasar junto a Jú-
piter y que sus fuerzas de marea lo fragmentase en más de 25 pedazos, todos estos fragmen-
tos fueron a caer, tras su paso por el Sol, en la atmósfera del gigante gaseoso, dejando cica-
trices más visibles que la Gran Mancha Roja que perduraron durante varios meses.
EL COMETA 46P/WIRTANEN
a la ESA a escoger otro cometa ―el mencionado anteriormente―, pues no lograría alcanzar
al cometa 46P/Wirtanen.
Su mayor acercamiento a la Tierra desde que ha sido estudiado se va a dar el 16 de di-
ciembre de este año, tan solo 4 días después de su paso por el perihelio, alcanzando una
distancia de 30 distancias lunares, u once millones y medio de kilómetros. Será visible en
ambos hemisferios terrestres y posiblemente alcance tanto brillo que pueda ser observado
a simple vista, dependiendo de las condiciones del observador.9
Tiene un diámetro aproximado de 1,2 kilómetros [Boehnhardt, 2002], con un periodo de
rotación 6 horas [Meech, 1997] o de 7,6 horas [Lamy, 1998].
Desde 1912, este cometa ha tenido ―y tendrá― varios encuentros con Júpiter que han
modificado su órbita:
A continuación, se exponen unas imágenes que muestran la forma de la órbita del cometa
y su trayectoria vista desde la Tierra:
Figura 27. Trayectoria vista desde la Tierra con el paso del tiempo (Universidad de Maryland)
X Y Z R (UA)
1 0,0089 -4,9204 -0,1408 4,92240011
3 1,6138 -0,1827 -0,3378 1,65882781
5 -2,4896 -3,6164 0,4112 4,40970708
Tabla 17. Vectores de posición
x. y. z. V (UA*d-1)
1 0,00452 0,0017752 -0,00081549 0,00492389
3 -0,00669057 0,01459847 0,00179052 0,01615812
5 0,00218724 -0,00575744 -0,00061373 0,00618941
Tabla 18. Vectores de velocidad
Las unidades que se van a usar para los cálculos son la unidad astronómica para las dis-
tancias, los días para los tiempos y los grados para las medidas angulares.
Haciendo uso de los cálculos de la página 93 del capítulo «Metodologías teóricas del pro-
yecto», se procede a obtener los parámetros orbitales.
El parámetro GM ha sido el que le corresponde al Sol expresado en 𝑈𝐴3 · 𝑑−2 , con el si-
guiente valor: 2,95923 · 10−4.
NOTAS:
Si el astro se encuentra en el hemisferio sur celeste, el valor
de los grados de la declinación deberá ser introducido precedido
de un signo negativo
Las coordenadas del lugar de observación aceptadas son las
coordenadas geográficas
Si el lugar de observación se encuentra en el hemisferio sur,
el valor de los grados de la latitud deberá ser introducido pre-
cedido de un signo negativo
Si el lugar de observación se encuentra al oeste del meridiano
de Greenwich, el valor de los grados de la longitud deberá ir
precedido de un signo negativo
VALORES DEVUELTOS
Las observaciones se pueden realizar a cualquier objeto del cielo, por lo tanto, la aplica-
ción es válida para cualquier objeto del cielo. Las correcciones a las coordenadas astronó-
micas no serán estrictamente necesarias cuando el objeto a observar supere las dimensio-
nes de una estrella única, así por ejemplo, si se observa cualquier elemento del catálogo
Messier o del NGC ―del inglés New General Catalogue―, no será necesario aplicar las co-
rrecciones.
En calidad de ejemplo, se expondrá los resultados de la aplicación para la observación de
la estrella Alcíone desde el telescopio de 1,52 metros de la Estación de Observación de Calar
Alto (Almería) para el día 19 de agosto de 2018 a las 3 y media de la mañana.
Valores introducidos
Momento de la observación:
Fecha: 19/08/2018
Hora: 03:30:00
Condiciones atmosféricas:
Temperatura: 26,5° C
Presión atmosférica: 920 mbar
Longitud de onda: 0,575 μm (valor por defecto)
Valores devueltos
VALORES DE LA OBSERVACIÓN
SISTEMAS DE COORDENADAS
COORDENADAS HORIZONTALES
Altura
h= 30.058512º
h= 30º 3' 30.641819"
Azimut (referido al Sur)
Az= 261.201795º
Az= 261º 12' 6.460693"
COORDENADAS ECLÍPTICAS
Latitud eclíptica
b= 4.052975º
b= 4º 3' 10.711282"
Longitud eclíptica
l= 59.992313º
l= 59º 59' 32.327343"
MOVIMIENTO DIURNO
Culminación inferior
Altura: h= -28.671531º
h= -28º 40' 17.510000"
Hora: t= 20h 7m 28.971778s
CORRECCIONES ASTRONÓMICAS
Gráficas
DIAGRAMA HERTZSPRUNG-RUSSELL
DIAGRAMAS HR
Temperatura-Luminosidad
Temperatura-Magnitud absoluta
Temperatura-Luminosidad
Diagrama HR
1,E+06
Betelgeuse
Rígel
1,E+05
Deneb Antares
Espiga
1,E+04
Alcíone
Atlas Mérope
1,E+03
Vega Pólux
Sirio A
Altair
Fomalhaut 1,E+01
Proción
Sol
1,E+00
1,E-01
Sirio B
1,E-02
30000 25000 20000 15000 10000 5000 0
Temperatura efectiva (K)
Temperatura-Magnitud Absoluta
Diagrama HR
Temperatura efectiva (Kelvins)
-10
Deneb
Rígel
-5
Espiga Antares
Alcíone Betelgeuse
Atlas Mérope
Electra Maya
Táigeta Aldebarán
Celeno
Pléyone Capela
Régulo 0
Magnitud absoluta
Estérope Vega Arturo
Sirio A
Pólux
Fomalhaut
Altair Proción
5
Sol
10
Sirio B
15
30000 25000 20000 15000 10000 5000 0
Las posiciones del movimiento diurno están referidas al pilar de la azotea de la Escuela
Técnica Superior de Ingenieros en Topografía, Geodesia y Cartografía del Campus Sur de la
Universidad Politécnica de Madrid (Figura 32 y Figura 33):
COORDENADAS GEODÉSICAS
Latitud (NORTE - N) Longitud (OESTE - W)
Grados Minutos Segundos Grados Minutos Segundos
40 23 21,31071 -3 37 47,43382
Tabla 20. Coordenadas geográficas del pilar de la azotea de la ETSI TGC – UPM
Figura 32. Pilar de la azotea donde están referenciadas las posiciones del movimiento diurno
Al final del catálogo se muestra una tabla con las correcciones por refracción atmosférica
a la altura calculada con intervalos de altura cada 10 minutos y con los valores de los datos
atmosféricos predeterminados en la aplicación PosStar:
Datos atmosféricos
Temperatura 13 ° C
Presión atmosférica 1000 mb
Longitud de onda 0,575 um
Tabla 21. Valores atmosféricos predeterminados en PosStar
También encontramos, al final, los diagramas HR (Figura 30 y Figura 31) y los mapas de
los hemisferios celestes Norte (Figura 34) y Sur (Figura 35) con las estrellas de la muestra:
Para generar los datos de las posiciones importantes del movimiento diurno y las correc-
ciones para cada día 1 de cada mes del 2018 de cada una de las estrellas, se ha modificado
el código de PosStar, de forma que pasa a ser un bucle en un script en lugar de una función
(ver Anexo VII: Scripts adicionales de Matlab) que devuelve la información de los 12 meses
por cada estrella. Los mapas se han generado con otro script, un script modificando las grá-
ficas de la función PosStar para hacerlas más vistosas (ver Anexo VII).
ELEMENTOS ORBITALES
PARÁMETROS INTERMEDIOS
Para el análisis de las coordenadas se han comprobado los resultados del ejemplo de la
página 131 con la información de la aplicación Stellarium.
Figura 36. Valores de Stellarium a las 03:30 horas del 19/08/2018 para Alcíone en Calar Alto
Coordenadas Absolutas
Ascensión recta Declinación
Hora Minutos Segundos Grados Minutos Segundos
PosStar 3 47 29,08 24 6 18,49
Stellarium 3 47 29,09 24 6 18
Coordenadas Horarias
Ángulo Horario Declinación
Hora Minutos Segundos Grados Minutos Segundos
PosStar 19 21 45,45 24 6 18,49
Stellarium 19 20 39,04 24 9 40,8
Coordenadas Horizontales
Acimut Altura
Grados Minutos Segundos Grados Minutos Segundos
PosStar 261 12 6,46 30 3 30,64
Stellarium 80 59 53,9 29 52 9,7
Coordenadas Eclípticas
Longitud eclíptica Latitud eclíptica
Grados Minutos Segundos Grados Minutos Segundos
PosStar 59 59 32,33 4 3 10,71
Stellarium 59 59 32,7 4 3 2,9
Tabla 24. Diferencia de coordenadas PosStar (sin corregir) y Stellarium
Podemos comprobar una clara diferencia entre todas las coordenadas. Esto es debido a
que Stellarium opera con las coordenadas absolutas corregidas por precesión. Además, se
produce una diferencia de 180 grados en el acimut calculado por Stellarium frente al acimut
calculado en PosStar. Esto es debido a que Stellarium tiene como origen de las lecturas aci-
mutales en el Norte.
Si, por el contrario, volvemos a introducir las coordenadas absolutas que nos devuelve la
función PosStar corregidas de precesión, obtendremos unos valores mucho más ajustados:
Se comprueba, entonces, que los cálculos están bien realizados, además de obtener un
valor correcto de la corrección por precesión.
Culminación superior
UTC Altura
H M S G M S
PosStar 8 8 35 76 56 17,8
Stellarium 8 8 36 76 56 15,8
Culminación inferior
UTC Altura
H M S G M S
PosStar 20 8 35 -28 36 54,2
Stellarium 20 6 38 -28 36 54,2
Orto
UTC Acimut Ángulo Horario
H M S G M S G M S
PosStar 0 46 9 239 4 3,06 16 40 17,8
Stellarium 0 50 5 239 4 3,5 16 40 17,77
Ocaso
UTC Acimut Ángulo Horario
H M S G M S G M S
PosStar 15 27 5 120 55 56,94 7 19 42,2
Stellarium 15 27 5 120 55 52,8 7 19 41,83
El Anuario del Real Observatorio 2018 del CNIG ofrece dos tablas para la corrección de
las coordenadas absolutas de la precesión. Los resultados se han podido comparar con los
de dichas tablas obteniéndose de esta forma resultados aceptables. El polo recorre por el
movimiento de precesión unos 50 segundos de arco al año, por lo tanto, esta corrección
debe ser la más alta de todas. En efecto, se trata de la corrección ―a las coordenadas abso-
lutas― más grande de todas. Además, se ha podido comprobar con Stellarium la precisión
obtenida de las correcciones por precesión (Tabla 25).
Como se ha mencionado anteriormente, el movimiento de nutación genera una elipse
con una amplitud máxima de 9 segundos, por lo que sus valores no deben estar muy por
encima de la amplitud. Podemos comprobar que nuestros resultados rondan los 5 y 6 se-
gundos, por lo que se pueden establecer como correctos.
Teniendo como ejemplo los apuntes de Astronomía de posición [Ferrer y Piña, 1988] de
la Universidad de Salamanca, el valor máximo de la aberración anua debe estar compren-
dido en el entorno de los 20,6 segundos de arco. Comprobando esto con los resultados ob-
tenidos, podemos dar por correctas las correcciones obtenidas.
La corrección por refracción a la altura es un valor que va aumentando conforme dismi-
nuye la altura y aumenta considerablemente cuando más bajo está hasta alcanzar valores
superiores a los 40 minutos. Este valor depende de las consideraciones que se hagan al apli-
car la fórmula, así como de la fórmula usada para determinar la corrección. Existen muchas
fórmulas diferentes para calcular estos datos, como la de Bennett o Bradley-Bennett, y cada
una de ella depende de diferentes parámetros como pueden ser la temperatura, la presión
atmosférica, la longitud de onda, la altitud, la humedad… y por supuesto de la altura del
astro.
Comparando mis resultados para los valores atmosféricos de la Tabla 21 al aplicarlos en
la fórmula de Bradley-Bennett (Ecuación 35) [Ver Catálogo Estelar 2018] con los valores de
las tablas del Anuario del Real Observatorio 2018, se puede comprobar que los resultados
son similares.
Dado que los cálculos se han realizado con las leyes de cuerpo negro en vez de realizar
el análisis espectral de cada estrella debido a la dificultad práctica de este método, los re-
sultados obtenidos son ligeramente diferentes a los verdaderos. Es obvio que una estrella
no cumple las leyes de radiación de un cuerpo negro. Aunque el poder de emisión genera
gráficas similares a las del cuerpo negro, estas nunca serán igual.
Las temperaturas obtenidas difieren en las verdaderas algunos kélvines. Podemos com-
probar el tipo espectral de Harvard obtenido con el verdadero.
La diferencia entre los tipos espectrales alcanza el valor máximo de 6 subclases de dife-
rencia en la estrella Vega. El promedio obtenido es de 1,77 subclases de diferencia entre los
valores obtenidos con los valores verdaderos.
Analizadas las clases espectrales, los diagramas HR obtienen su forma en función de las
temperaturas. Por lo tanto, si las clases espectrales son aceptables, el diagrama HR es acep-
table. Podemos comprobar que existe una estrecha relación entre la luminosidad y magni-
tud absoluta que, de hecho, viene expresada por la siguiente función:
log 𝐿 = 𝑘 · (𝑀⨀ − 𝑀)
donde k es un valor ligeramente diferente para cada estrella pero que se puede estimar
en 0,4 [Bakulin, Kononóvich y Moroz, 1983]. Esta no es una función especialmente fiable,
por ello decidí tomar como valor conocido la luminosidad.
En ambos diagramas podemos comprobar un grupo de estrellas muy luminosas y frías
entra las que se encuentran Rígel, Betelgeuse, Antares y Deneb. Un grupo de dos estrellas,
Atlas y Espiga, apartadas de la secuencia principal, bastante luminosas y muy calientes. Otro
grupo de cuatro estrellas compuesto por Aldebarán, Arturo, Capela y Pólux, aparecen como
estrellas luminosas y bastante frías con temperaturas inferiores a la del Sol. Por supuesto,
Sirio B ocupa la región de enanas blancas, estrellas muy poco luminosas y especialmente
calientes. Sin duda, la más caliente de todas. Se distingue fácilmente en ambos diagramas la
secuencia principal, una franja de estrellas desde Alcíone hasta el Sol.
Por lo general los resultados son los esperados en cuanto a los objetivos propuestos,
salvo por el cálculo orbital del cometa 46P/Wirtanen.
Habiendo comparado los resultados de la aplicación PosStar con los datos de la aplica-
ción Stellarium, podemos considerar la aplicación PosStar como una herramienta funcional
para la observación precisa de cuerpos celestes.
Se ha generado un catálogo estelar que recoge información devuelta por la aplicación
PosStar y las características físicas calculadas de cada estrella, consiguiendo un catálogo
muy completo. Este catálogo ha sido la sustitución a las tablas de posicionamiento que se
querían generar. El resultado es el mismo, pero más completo.
En cuanto al único defecto de la aplicación es que tiene una limitación de uso a la franja
horaria de Europa Central, y no es válida para cualquier lugar de la Tierra.
Se han clasificado las estrellas obteniendo unos resultados buenos a pesar de haber
usado las leyes de radiación de cuerpo negro en lugar de medir las características mediante
metodologías prácticas de espectroscopia. Además de obtener las características físicas, se
han generado los diagramas HR tal y como estaba previsto. Los datos calculados de la mues-
tra de estrellas se han incorporado al catálogo complementándolo aún más.
Para finalizar, el catálogo también incluye la cartografía de los hemisferios celestes con
la posición de las estrellas, tal y como se propuso.
Tras haber dedicado mucho tiempo a la investigación para poder comprender los pasos
a seguir para la obtención de los parámetros orbitales del cometa 46P/Wirtanen y después
de casi desistir y tratar de obtener el cálculo de los parámetros de la Luna en contraposición
a la casi imposible tarea de obtener los resultados de los objetivos propuestos, logré, tras
dos días duros de trabajo y con la ayuda de unos apuntes que me fueron facilitados, cumplir
con el último objetivo, y así con todos, de la propuesta. 1
Se han aplicado las fórmulas directamente a tres observaciones obteniendo unos resul-
tados satisfactorios comparables con los ofrecidos por la página web del Jet Propulsion La-
boratory. Si hubiese contado con más tiempo, habría tratado de realizar un ajuste por míni-
mos cuadrados para la obtención de los parámetros, y así incluir las precisiones de las ob-
servaciones, para mejorar los resultados.
Calculados correctamente los parámetros ―ardua tarea que parecía no iba a conseguir―,
concluyo diciendo que se han logrado todos los objetivos propuestos.
Como evaluación personal, he de decir que he disfrutado mucho elaborando este TFG. Es
posible que las dimensiones de la memoria excedan en cuanto a lo que se consideraría nor-
mal, según la cantidad de créditos asignados a la asignatura. Pues como dijo Confucio, uno
de los filósofos más influyentes de la historia de China, «Si amas lo que haces, nunca será un
trabajo». En disculpas a mi favor, he de añadir que tan solo una de las tres partes que en-
globa este proyecto, ha sido tarea de estudio en el grado cursado, por lo que las otras dos
1 Sevilla, M.J. (1989). Mecánica celeste clásica. Cursos y seminarios del Instituto de Astronomía y
Geodesia, 5. Universidad Complutense de Madrid.
(astrofísica y mecánica celeste) han debido de ser debidamente expuestas, explicando pre-
viamente la teoría.
Mis conocimientos en astrofísica que he adquirido por placer e interés propio a lo largo
de varios años, han logrado que las explicaciones teóricas de dicha parte sean más extensas
y explicativas. No obstante, no ha ocurrido lo mismo en mecánica celeste. Me habría gustado
concluir esta parte con unas explicaciones teóricas más aclarativas, pero mi poco conoci-
miento del tema me ha llevado a realizar una explicación breve y concisa de lo que he re-
suelto en el proyecto.
Como conclusión final, me considero satisfecho de los resultados obtenidos, aunque de
haber contado con más tiempo habría mejorado considerablemente todo el trabajo.
Bakulin, P.I., Kononóvich, E.V., Moroz, V.I. (1983). Curso de astronomía general. (1ª edi-
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Sevilla, M.J. (2003). Actualización de cálculos astronómicos. Cursos y seminarios del Ins-
tituto de Astronomía y Geodesia, 8. Universidad Complutense de Madrid.
Sevilla, M.J. (1989). Mecánica celeste clásica. Cursos y seminarios del Instituto de Astro-
nomía y Geodesia, 5. Universidad Complutense de Madrid.
Staller, A. (2013). Tema 1. Sistemas de referencia celestes. Geodesia Geométrica. Univer-
sidad Politécnica de Madrid.
Thorne, K.S. (1998). Agujeros negros y tiempo curvo. El escandaloso legado de Einstein.
(5ª edición). Crítica.
Torres, Y. (2017). Proyectos. Planificación y redacción de memorias. Aplicaciones geo-
máticas. Universidad Politécnica de Madrid.
George Ellery Hale (1868-1938): astrofísico norteamericano, fue director de los observa-
torios de Yerkes y Monte Wilson y mentor de Harlow Shapley y Edwin Hubble. Supervisó la
instalación del telescopio de 200 pulgadas que se instaló en Monte Palomar que lleva su
nombre por ello. Inventó el espectroheliógrafo y el espectrohelioscopio e investigó los cam-
pos magnéticos de las manchas solares.
Willem de Sitter (1872-1934): demostró que era posible una solución a las ecuaciones de
campo distinta a la presentada por Einstein. El modelo de De Sitter, que también incorpora
una constante cosmológica, era una descripción matemática de un Universo completamente
vacío, lo que es una buena aproximación a la realidad. También sugirió que tanto la rotación
de la Tierra como de la Luna son afectadas por la fricción de las mareas.
Vesto Melvin Slipher (1875-1969): astrofísico norteamericano, fue director del Observa-
torio Lowell, desde que analizó el espectro de las atmósferas de otros planetas del Sistema
Solar, y dirigió la investigación para el descubrimiento de Plutón, considerado planeta desde
su descubrimiento en 1930 por Tombaugh hasta 2006, año en que se calificó como planeta
enano. También estudió las velocidades radiales de las galaxias, lo que le llevó a desarrollar
la idea de la expansión del Universo. Descubrió la existencia de gas y polvo en el medio in-
terestelar.
Wilhelm Heinrich Walter Baade (1893-1960): astrónomo alemán que emigró a Estados
Unidos en 1931, definió el concepto de población estelar, descubrió una decena de asteroi-
des y descubrió la existencia de dos tipos de cefeidas. Fue uno de los que determinó la exis-
tencia de supernovas, junto con Fritz Zwicky en 1934, y determinó la existencia de estrellas
de neutrones.
Fritz Zwicky (1898-1974): astrónomo suizo, trabajó casi toda su vida en el Instituto Tec-
nológico de California. En 1933 usó por primera vez el Teorema de virial para predecir la
existencia de la materia oscura. Junto con Walter Baade, usó por primera vez un telescopio
Schmidt, y en 1934 determinó la existencia de supernovas, eventos diferentes a los ya cata-
logados como novas, y añadió que como subproducto de estas explosiones se podían dar
estrellas de neutrones. También propuso que las galaxias podían actuar como lentes gravi-
tacionales.
Lev Davídovich Landáu (1908-1968): fue físico y matemático soviético encarcelado du-
rante los años 1938 y 1939 por la Gran Purga. A realizado grandes aportaciones a diferentes
campos de la física, pero especialmente a la mecánica cuántica. Realizó estudios sobre el
estado mixto y la superfluidez. Desarrolló con Vitaly Ginzburg la toría que lleva sus nombres
sobre la superconductividad. Intuyó que el Sol podría contener una estrella de neutrones en
su interior, lo que propulsó el estudio de enanas blancas y la posible existencia de estrellas
de neutrones. Ganó el premio Nobel de Física de 1962 por sus teorías sobre la materia con-
densada relacionadas con el helio líquido.
Fred Hoyle (1915-2001): investigó en casi todos los campos de la astrofísica. Hoyle fue
un astrofísico muy polémico, peso a lo cual muy respetado. Fue un gran divulgador cientí-
fico. Es famoso principalmente por la propuesta de dos teorías heterodoxas: la primera es
un modelo de Universo estacionario o teoría del estado estacionario que acepta la expansión
admitiendo una creación continua de materia; la segunda es la teoría de la Panspermia, que
afirma que la vida no surgió en la Tierra, sino que llegó a nuestro planeta a través de come-
tas.
Arno Penzias (1933-1989): trabajando junto a Robert W. Wilson en los laboratorios Bell,
y de forma accidental, descubrió la radiación cósmica de microondas, correspondiente al
momento en que, poco después del Big Bang, la radiación se desacopló de la materia. Había
sido predicha por Gamow. Ello proporcionó una importante prueba en apoyo de la teoría
del Big Bang. Por ello, ambos recibieron el premio Nobel de Física de 1978.
Philip James Edwin Peebles (1935-actualidad): junto a Robert Dicke y otros, predijo la
existencia de la radiación cósmica de fondo (previamente predicha por Alpher y Herman),
y planeó su búsqueda antes de que fuese encontrada por Penzias y Wilson. Ha investigado
las características de esta radiación y también ha hecho estudios estadísticos de los cúmulos
y supercúmulos de galaxias. También ha investigado sobre la abundancia en el Universo de
helio y otros elementos ligeros. Ha proporcionado evidencia de la existencia de materia os-
cura en los halos de las galaxias.
Kip Stephen Thorne (1940-actualidad): físico teórico estadounidense y profesor del Ins-
tituto Tecnológico de California, ha realizado grandísimas contribuciones a la cosmología
de agujeros negros y ha realizado importantes estudios sobre los agujeros de gusano y via-
jes en el tiempo, y predijo la existencia teórica de materia exótica en el Universo. Es cofun-
dador del Observatorio LIGO, y ganador del Nobel de Física de 2018 por observar por pri-
mera vez las ondas gravitacionales.
Stephen Hawking (1942-2018): físico teórico británico, es conocido por sus intentos de
aunar la relatividad general y la mecánica cuántica. Junto a Roger Penrose, mostró que la
teoría general de la relatividad implica que el espacio-tiempo ha de tener un principio en el
Big Bang, y un final dentro de los agujeros negros. Conjeturó, que estos, podían emitir ra-
diación ―conocida como Radiación de Hawking― y eventualmente evaporarse.
Susan Jocelyn Bell (1943-actualidad): en 1967 Bell, analizando datos tomados por teles-
copios, notó unas señales de radio muy reglares y demasiado rápidas para provenir de quá-
sares. Junto a Hewish, analizaron los datos, descartando su procedencia terrestre o de saté-
lites artificiales y, finalmente, que fueran emitidas por civilizaciones extraterrestres inteli-
gentes. Determinaron entonces que las señales provenían de estrellas muy masivas que ro-
taban a gran velocidad a las cuales llamaron púlsares.
Russell Alan Hulse (1950-actualidad): discípulo de Joseph Taylor, compartió con él el pre-
mio Nobel de Física de 1993 por su descubrimiento e interpretación de un púlsar binario
observado en 1974. Este nuevo tipo de púlsar binario juega un importante papel teórico en
apoyo de la existencia de ondas gravitacionales predichas por la teoría general de la relati-
vidad de Einstein.
PUNTOS
Puntos de la vertical del lugar:
Cenit (z): punto situado sobre la cabeza del observador donde la vertical del lu-
gar corta a la esfera celeste
Nadir (n): punto diametralmente opuesto al cenit
Puntos cardinales:
Norte (N): punto donde la meridiana corta la esfera celeste en la dirección norte
Sur (S): punto donde la meridiana corta la esfera celeste en la dirección sur
Este (E): punto con acimut astronómico 270 grados
Oeste (W): punto con acimut astronómico 90 grados
Puntos de ejes fundamentales:
Polo norte celeste (P): punto resultante de proyectar el eje de rotación terrestre
sobre la esfera celeste y que más cercano está al punto cardinal N. Coincide con
la estrella Polar
Polo sur celeste (P’): punto resultante de proyectar el eje de rotación terrestre
sobre la esfera celeste y que más cercano está al punto cardinal S
Polo norte de la eclíptica (π): punto norte del eje perpendicular a la eclíptica
siendo el más cercano a P
Polo sur de la eclíptica (π’): punto sur del eje perpendicular a la eclíptica siendo
el más cercano a P’
Polo norte galáctico (G): punto norte del eje perpendicular al plano galáctico,
coincidente en el mismo hemisferio con π.
Polo sur galáctico (G’): punto sur del eje perpendicular al plano galáctico, coin-
cidente en el mismo hemisferio con π’.
Puntos de planos fundamentales:
Puntos Q y Q’: puntos de intersección del plano del ecuador celeste con los se-
mimeridianos superior e inferior respectivamente
Puntos e y e’: puntos de intersección del plano de la eclíptica con el meridiano
del lugar
Puntos celestes:
Punto Aries (γ): o punto vernal o equinoccio de primavera, intersección del
plano de la eclíptica con el plano del ecuador celeste. La declinación del Sol pasa
de negativa a positiva
Punto Libra (Ω): o punto invernal o equinoccio de otoño, intersección diame-
tralmente opuesta al punto Aries. La declinación del Sol pasa de positiva a nega-
tiva
Trópico de Cáncer: o punto de solsticio de verano, punto de máxima declinación
del Sol
Trópico de Capricornio: o punto de solsticio de invierno, punto de mínima decli-
nación del Sol
Sagittarius A*: centro de nuestra Vía Láctea o centro galáctico
RECTAS Y EJES
Ejes verticales:
Vertical del lugar: dirección de la línea de la plomada, contiene a z – n
Rectas cardinales:
Meridiana: dirección Norte – Sur, contiene a N – S
Solar: dirección Este – Oeste, contiene a E – W
Ejes polares:
Eje del Mundo: contiene a P – P’ y coincide con el eje de rotación terrestre, cor-
tando perpendicularmente al ecuador terrestre
Eje de la eclíptica: contiene a π – π’ y corta perpendicularmente a la eclíptica
Eje galáctico: contiene a G – G’ y corta perpendicularmente al plano galáctico
Rectas celestes:
Línea de equinoccios: contiene a los puntos Aries y Libra
Línea de solsticios: contiene a los puntos Trópico de Cáncer y Trópico de Capri-
cornio
PLANOS
Planos verticales:
Meridiano del lugar: contiene a la vertical del lugar y a la meridiana
Primer vertical: contiene a la vertical del lugar y a E y W
Planos horizontales:
Horizonte del lugar: contiene a los cuatro puntos cardinales
Planos ecuatoriales:
Ecuador celeste: resultante de proyectar el ecuador terrestre sobre la esfera ce-
leste
Eclíptica: plano resultante de trazar el movimiento aparente del Sol alrededor
de la Tierra
Plano galáctico: plano en el que se encuentran la mayor parte de las estrellas y
pasa por el centro de masas de la galaxia
Hemisferio galáctico sur: semiesfera partida por el plano galáctico que contiene
a G’
Meridianos:
Meridianos celestes: resultante de proyectar los meridianos terrestres sobre la
esfera celeste y pasan por P – P’
Verticales: meridianos que pasan por z –n
Máximo de longitud: meridianos que pasan por π – π’
Coluros: meridianos celestes que pasan por los solsticios (coluro de solsticio) y
equinoccios (coluro de equinoccios)
Primer máximo de longitud: máximo de longitud que pasa por los puntos Aries
y Libra
Paralelos:
Paralelos celestes: círculos menores paralelos al ecuador celeste
Almicantarats: círculos menores paralelos al horizonte del lugar
Paralelos de longitud: círculos menores paralelos a la eclíptica
Ángulos:
Oblicuidad de la eclíptica (ε): ángulo que forman los planos de la eclíptica y del
ecuador celeste, se corresponde a 23 grados y 27 minutos
Latitud del lugar (ϕ): ángulo que forma la vertical del lugar con el ecuador
Colatitud (θ): ángulo complementario a la latitud, resultado de restar 90 grados
menos la latitud, o ángulo más corto medido de P o P’ a z
Agradezco al CNIG por enviarme en formato .pdf las tablas de tiempo de las horas sidé-
reas en Greenwich a las 0 horas de tiempo universal.
Elemento o Longitud de
Raya espectral
compuesto onda (Å)
A O2 7594 a 7621
B O2 6867 a 6884
C Hα 6563
a O2 6276 a 6287
D1 Na 5896
D2 Na 5890
E Fe-I 5270
b1 Mg-I 5184
b2 Mg-I 5173
c Fe-I 4958
F Hβ 4861
d Fe-I 4668
e Fe-I 4384
f Hγ 4340
G Fe-I 4308
g Ca-II 4227
h Hδ 4102
H Ca-II 3968
K Ca-II 3934
2,3
2,2 Espectro solar
2,1
2
1,9
RADIACIÓN ESPECTRAL (W*M-2*NM-1)
1,8
1,7
1,6
1,5
1,4
1,3
1,2
1,1
1
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
1326
1008
1061
1114
1167
1220
1273
1379
1432
1485
1538
1591
1644
1697
1945
2210
2475
2740
3005
3270
3535
3800
637
280
333
386
425
478
531
584
690
743
796
849
902
955
306,5
359,5
Los siguientes datos se han obtenido de la factsheet del Sol de la página web de la NASA:
𝐿⊙
𝐼⊙ = = 6,29 𝑊⁄ 2
𝑆⊙ 𝑚
Ley de Stefan-Boltzmann:
𝐼 = 𝜎𝑇 4
La temperatura que hay que tener en cuenta para la clasificación espectral es la efectiva.
Atendiendo a la clasificación espectral de Harvard y a sus divisiones, a la luminosidad y a la
magnitud absoluta (clasificación MKK), el Sol queda definido espectralmente como G2V.
AYUDA
%AYUDA
%La función PosStar es una herramienta que devuelve la siguiente in-
formación
%astronómica de un astro o cuerpo celeste en cuestión:
% 1. Coordenadas ecuatoriales horarias, horizontales y eclípticas.
% 2. Valores y horas del movimiento diurno.
% 3. Correcciones de precesión, nutación y aberración anua sobre las
% coordenadas ecuatoriales absolutas
% 4. Correcciones de refracción atmosférica sobre la altura
%
%Para obtener la información deseada escriba PosStar(Fd,Fm,Fa) donde
%Fd,Fm,Fa son el día, mes y año de la observación.
% Fd = día de la observación
% Fm = mes de la observación
% Fa = año de la observación
%
%Siga las instrucciones para obtener los valores de salida
%Aplicación válida para el 2018, 2019 y 2020. Actualizaciones pendien-
tes de las horas
%sidéreas verdaderas a las 0 horas del tiempo universal en Greenwich
%
%NOTAS:
%Si el astro se encuentra en el hemisferio sur celeste, el valor de
los
%grados de la declinación deberá ser introducido precidido de un signo
%negativo
%Las coordenadas del lugar de observación aceptadas son las coordena-
das
%goegráficas
%Si el lugar de observación se encuentra en el hemisferio sur, el va-
lor de los
%grados de la latitud deberá ser introducido precidido de un signo
%negativo
%Si el lugar de observación se encuentra al oeste del meridiano de
%Greenwich, el valor de los grados de la longitud deberá ir precedido
de un
%signo negativo
%
%
%Puede solicitar el Manual de Usuario de PosStar a la dirección de co-
rreo
%electrónico: [email protected]
FUNCIÓN
function PosStar(Fd,Fm,Fa)%Llamo a la función y se introducen como va-
riables la fecha de observación
%%%%%ERRORES DE FUNCIÓN%%%%%
end
elseif Fm==10
if Fd<1 || Fd>31
error('Valores mal introducidos. Los días de octubre
van del 1 al 31')
end
elseif Fm==11
if Fd<1 || Fd>30
error('Valores mal introducidos. Los días de noviembre
van del 1 al 30')
end
elseif Fm==12
if Fd<1 || Fd>31
error('Valores mal introducidos. Los días de diciembre
van del 1 al 31')
end
end
elseif Fa==2020 %Para año bisiesto
if Fm==1
if Fd<1 || Fd>31
error('Valores mal introducidos. Los días de enero van
del 1 al 31')
end
elseif Fm==2
if Fd<1 || Fd>29
error('Valores mal introducidos. Año bisiesto. Los
días de febrero van del 1 al 29')
end
elseif Fm==3
if Fd<1 || Fd>31
error('Valores mal introducidos. Los días de marzo van
del 1 al 31')
end
elseif Fm==4
if Fd<1 || Fd>30
error('Valores mal introducidos. Los días de abril van
del 1 al 30')
end
elseif Fm==5
if Fd<1 || Fd>31
error('Valores mal introducidos. Los días de mayo van
del 1 al 31')
end
elseif Fm==6
if Fd<1 || Fd>30
error('Valores mal introducidos. Los días de junio van
del 1 al 30')
end
elseif Fm==7
if Fd<1 || Fd>31
error('Valores mal introducidos. Los días de julio van
del 1 al 31')
end
elseif Fm==8
if Fd<1 || Fd>31
error('Valores mal introducidos. Los días de agosto
van del 1 al 31')
end
elseif Fm==9
if Fd<1 || Fd>30
error('Valores mal introducidos. Los días de septiem-
bre van del 1 al 30')
end
elseif Fm==10
if Fd<1 || Fd>31
error('Valores mal introducidos. Los días de octubre
van del 1 al 31')
end
elseif Fm==11
if Fd<1 || Fd>30
error('Valores mal introducidos. Los días de noviembre
van del 1 al 30')
end
elseif Fm==12
if Fd<1 || Fd>31
error('Valores mal introducidos. Los días de diciembre
van del 1 al 31')
end
end
end
F=Fd*1000000+Fm*10000+Fa;
%Valores de la declinación
disp('INTRODUZCA EL VALOR DE LA DECLINACIÓN')
WrongValue = true;
while WrongValue
WrongValue = false;
Dg=input('Grados de la declinación del astro (con signo - si
es negativo): ');
if Dg<-90 || Dg>90
WrongValue = true;
disp('Valores mal introducidos. El valor de los grados
debe estar entre -90 y 90');
else
WrongValue = false;
end
Dm=input('Minutos de la declinación del astro: ');
if Dm<0 || Dm>59
WrongValue = true;
disp('Valores mal introducidos. El valor de los minutos
debe estar entre 0 y 59');
else
WrongValue = false;
end
Ds=input('Segundos de la declinación del astro: ');
if Ds<0 || Ds>59
WrongValue = true;
disp('Valores mal introducidos. El valor de los segundos
debe estar entre 0 y 59');
else
WrongValue = false;
end
end
if Dg==-90 || Dg==90
D=Dg;
end
if Dg<0
D=-(abs(Dg)+Dm/60+Ds/3600);
elseif Dg>=0
D=Dg+Dm/60+Ds/3600;
end
if As<0 || As>59
WrongValue = true;
disp('Valores mal introducidos. El valor de los segundos
debe estar entre 0 y 59');
else
WrongValue = false;
end
end
A=Ahh+Am/60+As/3600;
if Long<-180 || Long>180
WrongValue = true;
disp('Valores mal introducidos. El valor de los grados
debe estar entre -180 y 180');
else
WrongValue = false;
end
Lonm=input('Minutos de la longitud del lugar: ');
if Lonm<0 || Lonm>59
WrongValue = true;
disp('Valores mal introducidos. El valor de los minutos
debe estar entre 0 y 59');
else
WrongValue = false;
end
Lons=input('Segundos de la latitud del lugar: ');
if Lons<0 || Lons>59
WrongValue = true;
disp('Valores mal introducidos. El valor de los segundos
debe estar entre 0 y 59');
else
WrongValue = false;
end
end
if Long==-180 || Long==180
Lon=abs(Long);
end
if Long<0
Lon=-(abs(Long)+Lonm/60+Lons/3600);
elseif Dg>=0
Lon=Long+Lonm/60+Lons/3600;
end
else
WrongValue = false;
end
end
UTC0=UTCh+UTCm/60+UTCs/3600;
%Valor de la temperatura
disp('INTRODUZCA LA TEMPERATURA DE OBSERVACIÓN')
disp('Debe introducirse SOLO el valor de la temperatura en grados
centígrados (ºC)')
disp('Si el espacio se deja vacío se tomará por valor predetermi-
nado la temperatura de 13ºC')
Temp=input('Temperatura de observación (ºC): ');
if isempty(Temp)
Temp = 13;
end
%Valores devueltos
clc
disp(' ')
disp('VALORES DE LA OBSERVACIÓN')
disp(' ')
fprintf('Fecha de observación: %.d\nDeclinación: %f\nAscensión
recta: %f\nLatitud del lugar: %f\nLongitud del lugar: %f\nHora de ob-
servación: %f\nTemperatura: %f\nPresión atmosférica: %f\nLongitud de
onda: %f\n',F,D,A,Lat,Lon,UTC0,Temp,Patm,LO)
DJM=-1;
end
elseif Fm==2
if Fa==2018 || Fa==2019
DJM=31;
else
DJM=30;
end
elseif Fm==3
DJM=59;
elseif Fm==4
DJM=90;
elseif Fm==5
DJM=120;
elseif Fm==6
DJM=151;
elseif Fm==7
DJM=181;
elseif Fm==8
DJM=212;
elseif Fm==9
DJM=243;
elseif Fm==10
DJM=273;
elseif Fm==11
DJM=304;
elseif Fm==12
DJM=334;
end
DJ=DJC+DJF+DJM+Fd+UTC0/24;
fprintf('Día juliano correspondiente al día %.f/%.f/%.f y a la
hora %.f/%.f/%.f: %f\n',Fd,Fm,Fa,UTCh,UTCm,UTCs,DJ)
%%%%%SISTEMAS DE COORDENADAS%%%%%
disp(' ')
disp(' ')
disp('SISTEMAS DE COORDENADAS')
disp(' ')
disp('COORDENADAS ECUATORIALES ABSOLUTAS')
disp('Declinación')
fprintf(' d= %fº\n',D)
fprintf(' d= %.fº %.f'' %f"\n',Dg,Dm,Ds)
disp('Ascensión recta')
fprintf(' a= %fh\n',A)
fprintf(' a= %.fh %.fm %fs\n',Ahh,Am,As)
tgL=((sind(D)*sind(E))+(cosd(D)*cosd(E)*sind(A*Ah)))/(cosd(D)*cosd(A*A
h)); %Longitud eclíptica
if tgL<0
if A<12
L=atand(tgL)+180;
elseif A>=12
L=atand(tgL)+360;
end
elseif tgL>0
if A>=12
L=atand(tgL)+180;
else
L=atand(tgL);
end
end
LGMS=degrees2dms(L); %Grados a grados minutos y segundos
Lg=LGMS(1,1); %Grados
Lm=LGMS(1,2); %Minutos
Ls=LGMS(1,3); %Segundos
disp(' ')
disp('COORDENADAS ECLÍPTICAS')
disp('Latitud eclíptica')
fprintf(' b= %fº\n',B)
fprintf(' b= %.fº %.f'' %f"\n',Bg,Bm,Bs)
disp('Longitud eclíptica')
fprintf(' l= %fº\n',L)
fprintf(' l= %.fº %.f'' %f"\n',Lg,Lm,Ls)
%%%%%MOVIMIENTO DIURNO%%%%%
disp(' ')
disp(' ')
disp('MOVIMIENTO DIURNO')
E2=Lat+D-90;
E2GMS=degrees2dms(E2); %Grados a grados minutos y segundos
E2g=E2GMS(1,1); %Grados
E2m=E2GMS(1,2); %Minutos
E2s=E2GMS(1,3); %Segundos
if E1HMS(1,1)>=12
E2h=E1HMS(1,1)-12; %Horas
else
E2h=E1HMS(1,1)+12;
end
disp(' ')
disp('CULMINACIÓN SUPERIOR E INFERIOR DEL ASTRO')
disp('Culminación superior')
fprintf(' Altura: h= %fº\n',E1)
fprintf(' h= %.fº %.f'' %f"\n',E1g,E1m,E1s)
fprintf(' Hora t= %.fh %.fm %fs\n',E1h,E1hm,E1hs)
disp('Culminación inferior')
fprintf(' Altura: h= %fº\n',E2)
fprintf(' h= %.fº %.f'' %f"\n',E2g,E2m,E2s)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %fs\n',E2h,E1hm,E1hs)
elseif D>Lat
%Culminación superior
E3=90+Lat-D;
E3GMS=degrees2dms(E3); %Grados a grados minutos y segundos
E3g=E3GMS(1,1); %Grados
E3m=E3GMS(1,2); %Minutos
E3s=E3GMS(1,3); %Segundos
TSLE3=A; %H=0 en E3, TSL de E3
if TSLE3-K<0
TSGWE3=TSLE3-K+24; %TSGW de E3
else
TSGWE3=TSLE3-K;
end
if TSGWE3-HS<0
IsE3=TSGWE3-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
IsE3=TSGWE3-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if (IsE3/k)+2>=24
UTCE3=(IsE3/k)+2-24;
else
UTCE3=(IsE3/k)+2;
end
else
if (IsE3/k)+1>=24
UTCE3=(IsE3/k)+1-24;
else
UTCE3=(IsE3/k)+1;
end
end
E3HMS=degrees2dms(UTCE3); %Horas a horas minutos y segundos
E3h=E3HMS(1,1); %Horas
E3hm=E3HMS(1,2); %Minutos
E3hs=E3HMS(1,3); %Segundos
%Culminación inferior
E4=Lat+D-90;
E4GMS=degrees2dms(E4); %Grados a grados minutos y segundos
E4g=E4GMS(1,1); %Grados
E4m=E4GMS(1,2); %Minutos
E4s=E4GMS(1,3); %Segundos
if E3HMS(1,1)>=12
E4h=E3HMS(1,1)-12; %Horas
else
E4h=E3HMS(1,1)+12;
end
disp(' ')
disp('CULMINACIÓN SUPERIOR E INFERIOR DEL ASTRO')
disp('Culminación superior')
fprintf(' Altura: h= %fº\n',E3)
fprintf(' h= %.fº %.f'' %f"\n',E3g,E3m,E3s)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %fs\n',E3h,E3hm,E3hs)
disp('Culminación inferior')
fprintf(' Altura: h= %fº\n',E4)
fprintf(' h= %.fº %.f'' %f"\n',E4g,E4m,E4s)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %fs\n',E4h,E3hm,E3hs)
end
else
if (IsOC/k)+1>=24
UTCOC=(IsOC/k)+1-24;
else
UTCOC=(IsOC/k)+1;
end
end
OCGMS=degrees2dms(UTCOC); %Horas a horas minutos y segundos
OCth=OCGMS(1,1); %Horas
OCtm=OCGMS(1,2); %Minutos
OCts=OCGMS(1,3); %Segundos
%Orto
ORH=360-OCH; %Ángulo horario del orto en grados
ORHh=ORH/Ah; %Ángulo horario del orto en horas
ORhGMS=degrees2dms(ORHh); %Horas a horas minutos y segundos
ORhh=ORhGMS(1,1); %Horas
ORhm=ORhGMS(1,2); %Minutos
ORhs=ORhGMS(1,3); %Segundos
ORAz=360-OCAz; %Azimut del orto
ORaGMS=degrees2dms(ORAz); %Grados a grados minutos y segundos
ORag=ORaGMS(1,1); %Grados
ORam=ORaGMS(1,2); %Minutos
ORas=ORaGMS(1,3); %Segundos
if A+ORHh>=24
TSLOR=A+ORHh-24; %TSL del orto
else
TSLOR=A+ORHh;
end
if TSLOR-K<0
TSGWOR=TSLOR-K+24; %TSGW del orto
else
TSGWOR=TSLOR-K;
end
if TSGWOR-HS<0
IsOR=TSGWOR-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
IsOR=TSGWOR-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if (IsOR/k)+2>=24
UTCOR=(IsOR/k)+2-24;
else
UTCOR=(IsOR/k)+2;
end
else
if (IsOR/k)+1>=24
UTCOR=(IsOR/k)+1-24;
else
UTCOR=(IsOR/k)+1;
end
end
ORGMS=degrees2dms(UTCOR); %Horas a horas minutos y segundos
ORth=ORGMS(1,1); %Horas
ORtm=ORGMS(1,2); %Minutos
ORts=ORGMS(1,3); %Segundos
if OCH==ORH
disp(' El astro es tangente al horizonte')
disp(' Ángulo horario= 12 horas')
disp(' Azimut= 180 grados')
else
disp('Orto')
fprintf(' Ángulo horario: H= %fh\n',ORHh)
fprintf(' H= %.fh %.fm
%fs\n',ORhh,ORhm,ORhs)
fprintf(' Azimut: Az= %fº\n',ORAz)
fprintf(' Az= %.fº %.f'' %f"\n',ORag,ORam,ORas)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %fs\n',ORth,ORtm,ORts)
disp('Ocaso')
fprintf(' Ángulo horario: H= %fh\n',OCHh)
fprintf(' H= %.fh %.fm
%fs\n',OChh,OChm,OChs)
fprintf(' Azimut: Az= %fº\n',OCAz)
fprintf(' Az= %.fº %.f'' %f"\n',OCag,OCam,OCas)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %fs\n',OCth,OCtm,OCts)
end
end
UTCPV=IsPV/k+2;
end
else
if IsPV/k+1>=24
UTCPV=IsPV/k+1-24;
else
UTCPV=IsPV/k+1;
end
end
PVGMS=degrees2dms(UTCPV); %Horas a horas minutos y segundos
PVth=PVGMS(1,1); %Horas
PVtm=PVGMS(1,2); %Minutos
PVts=PVGMS(1,3); %Segundos
%Primer vertical al Este
pvH=360-PVH; %Ángulo harario en grados
pvHh=pvH/Ah; %Ángulo horario en horas
pvhGMS=degrees2dms(pvHh); %Horas a horas minutos y segundos
pvhh=pvhGMS(1,1); %Horas
pvhm=pvhGMS(1,2); %Minutos
pvhs=pvhGMS(1,3); %Segundos
if A+pvHh>=24
TSLpv=A+pvHh-24; %TSL del pv
else
TSLpv=A+pvHh;
end
if TSLpv-K<0
TSGWpv=TSLpv-K+24; %TSGW del pv
else
TSGWpv=TSLpv-K;
end
if TSGWpv-HS<0
Ispv=TSGWpv-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
Ispv=TSGWpv-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if Ispv/k+2>=24
UTCpv=Ispv/k+2-24;
else
UTCpv=Ispv/k+2;
end
else
if Ispv/k+1>=24
UTCpv=Ispv/k+1-24;
else
UTCpv=Ispv/k+1;
end
end
pvGMS=degrees2dms(UTCpv); %Horas a horas minutos y segundos
pvth=pvGMS(1,1); %Horas
pvtm=pvGMS(1,2); %Minutos
pvts=pvGMS(1,3); %Segundos
disp('Paso del astro por el primer vertical al Este')
fprintf(' Ángulo horario: H= %fh\n',pvHh)
fprintf(' H= %.fh %.fm
%fs\n',pvhh,pvhm,pvhs)
disp(' Azimut: Az= 270º')
fprintf(' Altura: h= %fº\n',PVa)
fprintf(' h= %.fº %.f'' %f"\n',PVag,PVam,PVas)
else
if IsMD/k+1>=24
UTCMD=IsMD/k+1-24;
else
UTCMD=IsMD/k+1;
end
end
MDGMS=degrees2dms(UTCMD); %Horas a horas minutos y segundos
MDth=MDGMS(1,1); %Horas
MDtm=MDGMS(1,2); %Minutos
MDts=MDGMS(1,3); %Segundos
%Máxima digresión al Este
mdH=360-MDH; %Ángulo horario en grados
mdHh=mdH/Ah; %Ángulo horario en horas
mdhGMS=degrees2dms(mdHh); %Horas a horas minutos y segundos
mdhh=mdhGMS(1,1); %Horas
mdhm=mdhGMS(1,2); %Minutos
mdhs=mdhGMS(1,3); %Segundos
mdAz=360-MDAz; %Azimut
mdAzGMS=degrees2dms(mdAz); %Grados a grados minutos y segundos
mdAzg=mdAzGMS(1,1); %Grados
mdAzm=mdAzGMS(1,2); %Minutos
mdAzs=mdAzGMS(1,3); %Segundos
if A+mdHh>=24
TSLmd=A+mdHh-24; %TSL de md
else
TSLmd=A+mdHh;
end
if TSLmd-K<0
TSGWmd=TSLmd-K+24; %TSGW de md
else
TSGWmd=TSLmd-K;
end
if TSGWmd-HS<0
Ismd=TSGWmd-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
Ismd=TSGWmd-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if Ismd/k+2>=24
UTCmd=Ismd/k+2-24;
else
UTCmd=Ismd/k+2;
end
else
if Ismd/k+1>=24
UTCmd=Ismd/k+1-24;
else
UTCmd=Ismd/k+1;
end
end
mdGMS=degrees2dms(UTCmd); %Horas a horas minutos y segundos
mdth=mdGMS(1,1); %Horas
mdtm=mdGMS(1,2); %Minutos
mdts=mdGMS(1,3); %Segundos
disp('Máxima digresión al Este')
fprintf(' Ángulo horario: H= %fh\n',mdHh)
fprintf(' H= %.fh %.fm
%fs\n',mdhh,mdhm,mdhs)
%%%%%GRÁFICAS%%%%
%Mapas 2D de posición
figure('Name','Mapas 2D','NumberTitle','off','units','normali-
zed','outerposition',[0 0 1 1])
%Ec Absolutas
if D<0
subplot(2,2,1)
x1=(A*15)/180*pi; %Valor angular
y1=90+D; %Valor radial
g1=polarscatter(x1,y1,'*','b'); %Gráfica
thetaticks(0:15:360) %Graduación angular
thetatickla-
bels({'0h','1h','2h','3h','4h','5h','6h','7h','8h','9h','10h','11h','1
2h','13h','14h','15h','16h','17h','18h','19h','20h','21h','22h','23h'}
) %Marcas angulares
pax = gca;
pax.ThetaZeroLocation = 'bottom'; %Origen abajo
rlim([0 90]) %Límites radial
rticks(0:15:90) %Graduación radial
ax = ancestor(g1, 'polaraxes');
ax.RAxisLocation = 0; %Traslación de marcas al 0 angular
rticklabels({'-90º','-75º','-60º','-45º','-30º','-15º','-0º'})
%Marcas radiales
whitebg([0 .5 .6]) %Color fondo
title({'Coordenadas ecuatoriales absolutas';'Hemisferio sur
celeste'}) %Título
else
subplot(2,2,1)
x1=(A*15)/180*pi;
y1=90-D;
g1=polarscatter(x1,y1,'*','b');
thetaticks(0:15:360)
thetatickla-
bels({'0h','1h','2h','3h','4h','5h','6h','7h','8h','9h','10h','11h','1
2h','13h','14h','15h','16h','17h','18h','19h','20h','21h','22h','23h'}
)
pax = gca;
pax.ThetaZeroLocation = 'bottom';
rlim([0 90])
rticks(0:15:90)
ax = ancestor(g1, 'polaraxes');
ax.RAxisLocation = 0;
rticklabels({'90º','75º','60º','45º','30º','15º','0º'})
whitebg([0 .5 .6])
title({'Coordenadas ecuatoriales absolutas';'Hemisferio norte
celeste'})
end
%Ec Horarias
if D<0
subplot(2,2,2)
x2=(H*15)/180*pi;
y2=90+D;
g2=polarscatter(x2,y2,'*','b');
thetaticks(0:15:360)
thetatickla-
bels({'0h','1h','2h','3h','4h','5h','6h','7h','8h','9h','10h','11h','1
2h','13h','14h','15h','16h','17h','18h','19h','20h','21h','22h','23h'}
)
pax = gca;
pax.ThetaDir = 'clockwise'; %Sentido directo
pax.ThetaZeroLocation = 'bottom';
rlim([0 90])
rticks(0:15:90)
ax = ancestor(g2, 'polaraxes');
ax.RAxisLocation = 0;
rticklabels({'-90º','-75º','-60º','-45º','-30º','-15º','-0º'})
whitebg([0 .5 .6])
title({'Coordenadas ecuatoriales horarias';'Hemisferio sur ce-
leste'})
else
subplot(2,2,2)
x2=(H*15)/180*pi;
y2=90-D;
g2=polarscatter(x2,y2,'*','b');
thetaticks(0:15:360)
thetatickla-
bels({'0h','1h','2h','3h','4h','5h','6h','7h','8h','9h','10h','11h','1
2h','13h','14h','15h','16h','17h','18h','19h','20h','21h','22h','23h'}
)
pax = gca;
pax.ThetaDir = 'clockwise';
pax.ThetaZeroLocation = 'bottom';
rlim([0 90])
rticks(0:15:90)
ax = ancestor(g2, 'polaraxes');
ax.RAxisLocation = 0;
rticklabels({'90º','75º','60º','45º','30º','15º','0º'})
whitebg([0 .5 .6])
title({'Coordenadas ecuatoriales horarias';'Hemisferio norte
celeste'})
end
%Horizontales
if h<0
subplot(2,2,3)
x3=Az/180*pi;
y3=90+h;
g3=polarscatter(x3,y3,'*','b');
thetaticks(0:15:345)
thetatickla-
bels({'0º','15º','30º','45º','60º','75º','90º','105º','120º','135º','1
50º','165º','180º','195º','210º','225º','240º','255º','270º','285º','3
00º','315º','330º','345º'})
pax = gca;
pax.ThetaDir = 'clockwise';
pax.ThetaZeroLocation = 'bottom';
rlim([0 90])
rticks(0:15:90)
ax = ancestor(g3, 'polaraxes');
ax.RAxisLocation = 0;
rticklabels({'-90º','-75º','-60º','-45º','-30º','-15º','-0º'})
whitebg([0 .5 .6])
title({'Coordenadas horizontales';'Cielo nadiral del observa-
dor'})
else
subplot(2,2,3)
x3=Az/180*pi;
y3=90-h;
g3=polarscatter(x3,y3,'*','b');
thetaticks(0:15:345)
thetatickla-
bels({'0º','15º','30º','45º','60º','75º','90º','105º','120º','135º','1
50º','165º','180º','195º','210º','225º','240º','255º','270º','285º','3
00º','315º','330º','345º'})
pax = gca;
pax.ThetaDir = 'clockwise';
pax.ThetaZeroLocation = 'bottom';
rlim([0 90])
rticks(0:15:90)
ax = ancestor(g3, 'polaraxes');
ax.RAxisLocation = 0;
rticklabels({'90º','75º','60º','45º','30º','15º','0º'})
whitebg([0 .5 .6])
title({'Coordenadas horizontales';'Cielo cenital del observa-
dor'})
end
%Eclípticas
if B<0
subplot(2,2,4)
x4=L/180*pi;
y4=90+B;
g4=polarscatter(x4,y4,'*','b');
thetaticks(0:15:360)
thetatickla-
bels({'0º','15º','30º','45º','60º','75º','90º','105º','120º','135º','1
50º','165º','180º','195º','210º','225º','240º','255º','270º','285º','3
00º','315º','330º','345º'})
pax = gca;
pax.ThetaZeroLocation = 'bottom';
rlim([0 90])
rticks(0:15:90)
ax = ancestor(g4, 'polaraxes');
ax.RAxisLocation = 0;
rticklabels({'-90º','-75º','-60º','-45º','-30º','-15º','-0º'})
whitebg([0 .5 .6])
%%%%%CORRECCIONES ASTRONÓMICAS%%%%%
disp(' ')
disp(' ')
disp('CORRECCIONES ASTRONÓMICAS')
%Cálculo de precesión
%Argumentos temporales
T=(DJO-2451545)/36525;
t=(DJ-DJO)/36525;
%Coeficientes para la época origen
f1=2306.2181+1.39656*T-0.000139*T^2;
f2=0.30188-0.000344*T;
f3=0.017998;
z1=2306.2181+1.39656*T-0.000139*T^2;
z2=1.09468+0.000066*T;
z3=0.018203;
O1=2004.3109-0.85330*T-0.000217*T^2;
O2=-0.42665-0.000217*T;
O3=-0.041833;
%Ángulos auxiliares
f=(f1*t+f2*t^2+f3*t^3)/3600;
z=(z1*t+z2*t^2+z3*t^3)/3600;
O=(O1*t+O2*t^2+O3*t^3)/3600;
%Transformación
D1=asind(cosd(A*Ah+f)*sind(O)*cosd(D)+cosd(O)*sind(D)); %Declina-
ción
D1GMS=degrees2dms(D1); %Grados a grados minutos y segundos
D1g=D1GMS(1,1); %Grados
D1m=D1GMS(1,2); %Minutos
D1s=D1GMS(1,3); %Segundos
AD1=(D1-D)*3600; %Corrección
A1=acosd((cosd(A*Ah+f)*cosd(O)*cosd(D)-
sind(O)*sind(D))/cosd(D1))+z; %Ascensión recta en grados
A1h=A1/15; %Ascensión recta en horas
A1GMS=degrees2dms(A1h); %Horas a horas minutos y segundos
A1hh=A1GMS(1,1); %Horas
A1m=A1GMS(1,2); %Minutos
A1s=A1GMS(1,3); %Segundos
AA1=(A1h-A)*3600; %Corrección
disp(' ')
disp('CORRECCIÓN POR PRECESIÓN DE LAS COORDENADAS ECUATORIALES
ABSOLUTAS')
disp('Correcciones')
fprintf(' d_d= %f"\n',AD1)
fprintf(' d_A= %fs\n',AA1)
disp('Declinación corregida por precesión')
fprintf(' d= %fº\n',D1)
fprintf(' d= %.fº %.f'' %f"\n',D1g,D1m,D1s)
disp('Ascensión recta corregida por precesión')
fprintf(' a= %fh\n',A1h)
fprintf(' a= %.fh %.fm %fs\n',A1hh,A1m,A1s)
%Cálculo de nutación
%Longitud media del nodo ascendente de la Luna
Llmna=125.045-0.05295376*(DJ-2451545);
%Ecuación de los equinoccios
EcEq=1.05*sind(344-0.052954*DJ)-0.08*sind(123+1.9713*DJ);
%Cálculo incrementos
AD2=9.2*cosd(Llmna)*sind(A)-6.8*sind(Llmna)*cosd(A); %Corrección
D2=D1+(AD2/3600); %Declinación
D2GMS=degrees2dms(D2); %Grados a grados minutos y segundos
D2g=D2GMS(1,1); %Grados
D2m=D2GMS(1,2); %Minutos
D2s=D2GMS(1,3); %Segundos
AA2=EcEq-
(0.46*sind(Llmna)*sind(A)+0.91*cosd(Llmna)*cosd(A))*tand(D); %Correc-
ción
A2=A1h+(AA2/3600); %Ascensión recta
A2GMS=degrees2dms(A2); %Grados a grados minutos y segundos
A2hh=A2GMS(1,1); %Grados
A2m=A2GMS(1,2); %Minutos
A2s=A2GMS(1,3); %Segundos
disp(' ')
disp('CORRECCIÓN POR NUTACIÓN DE LAS COORDENADAS ECUATORIALES
ABSOLUTAS')
disp('Correcciones')
fprintf(' d_d= %f"\n',AD2)
fprintf(' d_A= %fs\n',AA2)
disp('Declinación corregida por precesión + nutación')
fprintf(' d= %fº\n',D2)
fprintf(' d= %.fº %.f'' %f"\n',D2g,D2m,D2s)
disp('Ascensión recta corregida por precesión + nutación')
fprintf(' a= %fh\n',A2)
fprintf(' a= %.fh %.fm %fs\n',A2hh,A2m,A2s)
D3g=D3GMS(1,1); %Grados
D3m=D3GMS(1,2); %Minutos
D3s=D3GMS(1,3); %Segundos
AA3=-(1.366*sind(Slm)*sind(A)+1.253*cosd(Slm)*cosd(A))/cosd(D);
%Corrección
A3=A2+(AA3/3600); %Ascensión recta
A3GMS=degrees2dms(A3); %Grados a grados minutos y segundos
A3hh=A3GMS(1,1); %Grados
A3m=A3GMS(1,2); %Minutos
A3s=A3GMS(1,3); %Segundos
disp(' ')
disp('CORRECCIÓN POR ABERRACIÓN ANUA DE LAS COORDENADAS
ECUATORIALES ABSOLUTAS')
disp('Correcciones')
fprintf(' d_d= %f"\n',AD3)
fprintf(' d_A= %fs\n',AA3)
disp('Declinación corregida por precesión + nutación + aberración
anua')
fprintf(' d= %fº\n',D3)
fprintf(' d= %.fº %.f'' %f"\n',D3g,D3m,D3s)
disp('Ascensión recta corregida por precesión + nutación + aberra-
ción anua')
fprintf(' a= %fh\n',A3)
fprintf(' a= %.fh %.fm %fs\n',A3hh,A3m,A3s)
Ref=(75.8/(tand(h+(7.31/(h+4.4)))))*((0.283*Patm)/(273+Temp))*(0.983+(
0.075/LO)^2);
%Altura corregida
h0=h-(Ref/3600);
h0GMS=degrees2dms(h0); %Grados a grados minutos y segundos
h0g=h0GMS(1,1); %Grados
h0m=h0GMS(1,2); %Minutos
h0s=h0GMS(1,3); %Segundos
if h<0
disp(' ')
disp('CORRECCIÓN POR REFRACCIÓN ATMOSFÉRICA DE LA ALTURA')
disp('El astro se encuentra por debajo del horizonte')
else
disp(' ')
disp('CORRECCIÓN POR REFRACCIÓN ATMOSFÉRICA DE LA ALTURA')
disp('Corrección')
fprintf(' Ref= %f"\n',Ref)
disp('Altura corregida por refracción')
fprintf(' h= %fº\n',h0)
fprintf(' h= %.fº %.f'' %f"\n',h0g,h0m,h0s)
end
end
E2 Culminación inferior
E2GMS Matriz CI
E2g Grados CI
E2m Minutos CI
E2s Segundos CI
E2h Hora CI
E3 Culminación superior
E3GMS Matriz CS
E3g Grados CS
E3m Minutos CS
E3s Segundos CS
TSLE3 TSL de CS
TSGWE3 TSGW de CS
IsE3 Is de CS
UTCE3 UTC de CS
Culminaciones
E3HMS Matriz horas CS
para D>Lat
E3h Hora CS
E3hm Minutos CS
E3hs Segundos CS
E4 Culminación inferior
E4GMS Matriz CI
E4g Grados CI
E4m Minutos CI
E4s Segundos CI
E4h Hora CI
OCH Angulo horario ocaso en grados
OCHh Angulo horario ocaso en horas
OChGMS Matriz AH ocaso
OChh Hora AH ocaso
OChm Minutos AH ocaso
OChs Segundos AH ocaso
OCAz Acimut ocaso
OCaGMS Matriz acimut ocaso
Orto
OCag Grados acimut ocaso
OCam Minutos acimut ocaso
OCas Segundos acimut ocaso
TSLOC TSL ocaso
TSGWOC TSGW ocaso
IsOC Is ocaso
UTCOC UTC ocaso
OCGMS Matriz horas ocaso
mdhh Hora AH md
mdhm Minutos AH md
mdhs Segundos AH md
mdAz Acimut md
mdAzGMS Matriz acimut md
mdAzg Grados acimut md
mdAzm Minutos acimut md
mdAzs Segundos acimut md
TSLmd TSL md
TSGWmd TSGW md
Ismd Is md
UTCmd UTC md
mdGMS Matriz horas md
mdth Horas md
mdtm Minutos md
mdts Segundos md
x1 Valor angular
y1 Valor radial Absolutas
g1 Gráfica
x2 Valor angular
y2 Valor radial Horarias
g2 Gráfica
Gráficas
x3 Valor angular
y3 Valor radial Horizontales
g3 Gráfica
x4 Valor angular
y4 Valor radial Eclípticas
g4 Gráfica
DJC DJ centuria
DJF DJ año (fracción de centuria)
Cálculo DJ
DJM DJ mes
DJ Día juliano momento
T Argumento temporal 1
t Argumento temporal 2
Correcciones as-
f1 Coeficiente Eor
tronómicas
f2 Coeficiente Eor
f3 Coeficiente Eor Precesión
z1 Coeficiente Eor
z2 Coeficiente Eor
z3 Coeficiente Eor
O1 Coeficiente Eor
O2 Coeficiente Eor
O3 Coeficiente Eor
f Ángulo auxiliar
z Ángulo auxiliar
O Ángulo auxiliar
D1 Declinación corregida
D1GMS Matriz D1
D1g Grados D1
D1m Minutos D1
D1s Segundos D1
AD1 Corrección declinación
A1 AR corregida grados
A1h AR corregida horas
A1GMS Matriz A1
A1hh Hora A1
A1m Minutos A1
A1s Segundos A1
AA1 Corrección AR
Llmna Longitud media nodo ascendente Luna
EcEq Ecuación de equinoccios
AD2 Correccion declinacion
D2 Declinación corregida
D2GMS Matriz D2
D2g Grados D2
D2m Minutos D2
Nutación
D2s Segundos D2
AA2 Corrección AR
A2 AR corregida
A2GMS Matriz A2
A2hh Horas A2
A2m Minutos A2
A2s Segundos A2
Slm Longitud media Sol
AD3 Correccion declinacion
D3 Declinación corregida
D3GMS Matriz D3
D3g Grados D3 Aberración anua
D3m Minutos D3
D3s Segundos D3
AA3 Corrección AR
A3 AR corregida
A3GMS Matriz A3
A3hh Horas A3
A3m Minutos A3
A3s Segundos A3
Ref Corrección refraccion
h0 Altura verdadera
h0GMS Matriz h0 Refracción at-
h0g Grados h0 mosférica
h0m Minutos h0
h0s Segundos h0
for i=650:250:1150
Mi=(2*pi.*h.*(c0.^2))./((n.^2).*(lambda.^5).*(exp((h.*c0)./(n.*k
.*T.*lambda.*i))-1));
plot(lambda,Mi)
hold on
grid
end
xlabel('Longitud de onda')
ylabel('Energía')
legend('T=650','T=900','T=1150')
hold off
for Fm=1:1:12
Fd=1;
Fa=2018;
disp(' ')
fprintf('%.f del %.f de %.f\n',Fd,Fm,Fa)
F=Fd*1000000+Fm*10000+Fa;
%Día juliano
DJO=2451545;
DJC=2451544.5;
DJF=365*(Fa-2000)+floor((Fa-2000)/4);
if Fm==1
if Fa==2018 || Fa==2019
DJM=0;
else
DJM=-1;
end
elseif Fm==2
if Fa==2018 || Fa==2019
DJM=31;
else
DJM=30;
end
elseif Fm==3
DJM=59;
elseif Fm==4
DJM=90;
elseif Fm==5
DJM=120;
elseif Fm==6
DJM=151;
elseif Fm==7
DJM=181;
elseif Fm==8
DJM=212;
elseif Fm==9
DJM=243;
elseif Fm==10
DJM=273;
elseif Fm==11
DJM=304;
elseif Fm==12
DJM=334;
end
DJ=DJC+DJF+DJM+Fd+0.5;
fprintf('Día juliano a las 12h: %.f\n',DJ)
%%%%%VALORES A INTRODUCIR%%%%%
%Valores de la ascensión recta 1
Ahh=[__];
Am=[__];
As=[__.____];
A=Ahh+Am/60+As/3600;
%Valores de la declinación
Dg=[__];
Dm=[__];
Ds=[_.____];
if Dg<0
D=-(abs(Dg)+Dm/60+Ds/3600);
elseif Dg>=0
D=Dg+Dm/60+Ds/3600;
end
%%%%%CÁLCULOS%%%%%
%Punto 1000 ETSI TGC
Latg=40;
Latm=23;
Lats=21.31071;
Lat=Latg+Latm/60+Lats/3600;
Long=-3;
Lonm=37;
Lons=47.43382;
Lon=-(abs(Long)+Lonm/60+Lons/3600);
%Valores de la hora de observación
UTCh=12;
UTCm=0;
UTCs=0;
UTC0=UTCh+UTCm/60+UTCs/3600;
if DJ<2458202.625 %DJ del 25/03//2018 03:00
UTC=UTC0-1;
elseif DJ<2458419.583 %DJ del 28/10/2018 02:00
UTC=UTC0-2;
elseif DJ<2458573.625 %DJ del 31/03/2019 03:00
UTC=UTC0-1;
elseif DJ<2458783.583 %DJ del 27/10/2019 02:00
UTC=UTC0-2;
elseif DJ<2458936.625 %DJ del 28/03/2020 03:00
UTC=UTC0-1;
elseif DJ<2459153.583 %DJ del 31/10/2020 02:00
UTC=UTC0-2;
else
UTC=UTC0-1;
end
%Lectura de tabla excel con las horas sidereas a las 0 horas de
tiempo
%universal en Greenwich
THS=xlsread('Tablas','K1:L1096');
[i,j]=find(THS==F);
HS=THS(i,j+1);
%Datos para los cálculos
DS=23+56/60+4.09/3600; %Día Sidéreo
k=24/DS; %Factor de conversión de día solar a día sidéreo
Ah=360/24; %Amplitud husos
E=23.436951; %Oblicuidad media de la eclíptica
%Cálculo de coordenadas ecuatoriales horarias
Is=UTC*k; %Intervalo sidéreo
if HS+Is>=24
TSGW=HS+Is-24; %Tiempo sidéreo en GW
else
TSGW=HS+Is;
end
Lonh=Lon/Ah; %Paso de la longitud de grados a horas
if Lonh<0
K=Lonh+24; %Corrección por meter longitud negativa cuando es
Oeste
else
K=Lonh;
end
if TSGW+K>=24
TSL=TSGW+K-24; %Tiempo sidéreo del lugar
else
TSL=TSGW+K;
end
if TSL-A<0
H=TSL-A+24; %Angulo horario
else
H=TSL-A;
end
HGMS=degrees2dms(H); %Grados a grados minutos y segundos
Hh=HGMS(1,1); %Horas
Hm=HGMS(1,2); %Minutos
Hs=HGMS(1,3); %Segundos
%Cálculo de las coordenadas horizontales
h=asind((sind(D)*sind(Lat))+(cosd(D)*cosd(Lat)*cosd(H*Ah))); %Al-
tura
hGMS=degrees2dms(h); %Grados a grados minutos y segundos
hg=hGMS(1,1); %Grados
hm=hGMS(1,2); %Minutos
hs=hGMS(1,3); %Segundos
tgAz=(cosd(D)*sind(H*Ah))/((cosd(D)*sind(Lat)*cosd(H*Ah)-
sind(D)*cosd(Lat))); %Azimut
if tgAz<0
if H<12
Az=atand(tgAz)+180;
elseif H>=12
Az=atand(tgAz)+360;
end
elseif tgAz>0
if H>=12
Az=atand(tgAz)+180;
else
Az=atand(tgAz);
end
end
AzGMS=degrees2dms(Az); %Grados a grados minutos y segundos
Azg=AzGMS(1,1); %Grados
Azm=AzGMS(1,2); %Minutos
Azs=AzGMS(1,3); %Segundos
%Cálculo de las coordenadas eclípticas
B=asind((sind(D)*cosd(E))-(cosd(D)*sind(E)*sind(A*Ah))); %Latitud
eclíptica
BGMS=degrees2dms(B); %Grados a grados minutos y segundos
Bg=BGMS(1,1); %Grados
Bm=BGMS(1,2); %Minutos
Bs=BGMS(1,3); %Segundos
tgL=((sind(D)*sind(E))+(cosd(D)*cosd(E)*sind(A*Ah)))/(cosd(D)*cosd(A*A
h)); %Longitud eclíptica
if tgL<0
if A<12
L=atand(tgL)+180;
elseif A>=12
L=atand(tgL)+360;
end
elseif tgL>0
if A>=12
L=atand(tgL)+180;
else
L=atand(tgL);
end
end
LGMS=degrees2dms(L); %Grados a grados minutos y segundos
Lg=LGMS(1,1); %Grados
Lm=LGMS(1,2); %Minutos
Ls=LGMS(1,3); %Segundos
%%%%%%%%%%%%%%%
disp(' ')
disp('POSICIONES IMPORTANTES DEL MOVIMIENTO DIURNO DE LA
ESTRELLA')
%Cálculo de la culminación superior e inferior
if D<=Lat
%Culminación superior
E1=90-Lat+D;
E1GMS=degrees2dms(E1); %Grados a grados minutos y segundos
E1g=E1GMS(1,1); %Grados
E1m=E1GMS(1,2); %Minutos
E1s=E1GMS(1,3); %Segundos
TSLE1=A; %H=0 en E1, TSL de E1
if TSLE1-K<0
TSGWE1=TSLE1-K+24; %TSGW de E1
else
TSGWE1=TSLE1-K;
end
if TSGWE1-HS<0
IsE1=TSGWE1-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
IsE1=TSGWE1-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if (IsE1/k)+2>=24
UTCE1=(IsE1/k)+2-24;
else
UTCE1=(IsE1/k)+2;
end
else
if (IsE1/k)+1>=24
UTCE1=(IsE1/k)+1-24;
else
UTCE1=(IsE1/k)+1;
end
end
E1HMS=degrees2dms(UTCE1); %Horas a horas minutos y segundos
E1h=E1HMS(1,1); %Horas
E1hm=E1HMS(1,2); %Minutos
E1hs=E1HMS(1,3); %Segundos
%Culminación inferior
E2=Lat+D-90;
E2GMS=degrees2dms(E2); %Grados a grados minutos y segundos
E2g=E2GMS(1,1); %Grados
E2m=E2GMS(1,2); %Minutos
E2s=E2GMS(1,3); %Segundos
if E1HMS(1,1)>=12
E2h=E1HMS(1,1)-12; %Horas
else
E2h=E1HMS(1,1)+12;
end
disp(' Culminación superior')
fprintf(' Altura: h= %.fº %.f'' %.f"\n',E1g,E1m,E1s)
fprintf(' Hora t= %.fh %.fm %.fs\n',E1h,E1hm,E1hs)
disp(' Culminación inferior')
fprintf(' Altura: h= %.fº %.f'' %.f"\n',E2g,E2m,E2s)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %.fs\n',E2h,E1hm,E1hs)
elseif D>Lat
%Culminación superior
E3=90+Lat-D;
E3GMS=degrees2dms(E3); %Grados a grados minutos y segundos
E3g=E3GMS(1,1); %Grados
E3m=E3GMS(1,2); %Minutos
E3s=E3GMS(1,3); %Segundos
TSLE3=A; %H=0 en E3, TSL de E3
if TSLE3-K<0
TSGWE3=TSLE3-K+24; %TSGW de E3
else
TSGWE3=TSLE3-K;
end
if TSGWE3-HS<0
IsE3=TSGWE3-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
IsE3=TSGWE3-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if (IsE3/k)+2>=24
UTCE3=(IsE3/k)+2-24;
else
UTCE3=(IsE3/k)+2;
end
else
if (IsE3/k)+1>=24
UTCE3=(IsE3/k)+1-24;
else
UTCE3=(IsE3/k)+1;
end
end
E3HMS=degrees2dms(UTCE3); %Horas a horas minutos y segundos
E3h=E3HMS(1,1); %Horas
E3hm=E3HMS(1,2); %Minutos
E3hs=E3HMS(1,3); %Segundos
%Culminación inferior
E4=Lat+D-90;
E4GMS=degrees2dms(E4); %Grados a grados minutos y segundos
E4g=E4GMS(1,1); %Grados
E4m=E4GMS(1,2); %Minutos
E4s=E4GMS(1,3); %Segundos
if E3HMS(1,1)>=12
E4h=E3HMS(1,1)-12; %Horas
else
E4h=E3HMS(1,1)+12;
end
if TSLOC-K<0
TSGWOC=TSLOC-K+24; %TSGW del ocaso
else
TSGWOC=TSLOC-K;
end
if TSGWOC-HS<0
IsOC=TSGWOC-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
IsOC=TSGWOC-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if (IsOC/k)+2>=24
UTCOC=(IsOC/k)+2-24;
else
UTCOC=(IsOC/k)+2;
end
else
if (IsOC/k)+1>=24
UTCOC=(IsOC/k)+1-24;
else
UTCOC=(IsOC/k)+1;
end
end
OCGMS=degrees2dms(UTCOC); %Horas a horas minutos y segundos
OCth=OCGMS(1,1); %Horas
OCtm=OCGMS(1,2); %Minutos
OCts=OCGMS(1,3); %Segundos
%Orto
ORH=360-OCH; %Ángulo horario del orto en grados
ORHh=ORH/Ah; %Ángulo horario del orto en horas
ORhGMS=degrees2dms(ORHh); %Horas a horas minutos y segundos
ORhh=ORhGMS(1,1); %Horas
ORhm=ORhGMS(1,2); %Minutos
ORhs=ORhGMS(1,3); %Segundos
ORAz=360-OCAz; %Azimut del orto
ORaGMS=degrees2dms(ORAz); %Grados a grados minutos y segundos
ORag=ORaGMS(1,1); %Grados
ORam=ORaGMS(1,2); %Minutos
ORas=ORaGMS(1,3); %Segundos
if A+ORHh>=24
TSLOR=A+ORHh-24; %TSL del orto
else
TSLOR=A+ORHh;
end
if TSLOR-K<0
TSGWOR=TSLOR-K+24; %TSGW del orto
else
TSGWOR=TSLOR-K;
end
if TSGWOR-HS<0
IsOR=TSGWOR-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
IsOR=TSGWOR-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if (IsOR/k)+2>=24
UTCOR=(IsOR/k)+2-24;
else
UTCOR=(IsOR/k)+2;
end
else
if (IsOR/k)+1>=24
UTCOR=(IsOR/k)+1-24;
else
UTCOR=(IsOR/k)+1;
end
end
ORGMS=degrees2dms(UTCOR); %Horas a horas minutos y segundos
ORth=ORGMS(1,1); %Horas
ORtm=ORGMS(1,2); %Minutos
ORts=ORGMS(1,3); %Segundos
if OCH==ORH
disp(' El astro es tangente al horizonte')
disp(' Ángulo horario= 12 horas')
disp(' Azimut= 180 grados')
else
disp(' Orto')
fprintf(' Ángulo horario: H= %.fh %.fm
%.fs\n',ORhh,ORhm,ORhs)
fprintf(' Azimut: Az= %.fº %.f'' %.f"\n',ORag,ORam,ORas)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %.fs\n',ORth,ORtm,ORts)
disp(' Ocaso')
fprintf(' Ángulo horario: H= %.fh %.fm
%.fs\n',OChh,OChm,OChs)
fprintf(' Azimut: Az= %.fº %.f'' %.f"\n',OCag,OCam,OCas)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %.fs\n',OCth,OCtm,OCts)
end
end
%Cálculo del primer vertical
if D==Lat
disp(' El astro pasa por el cenit. Su trayectoria es tangente
en dicho punto al primer vertical')
elseif D>Lat
disp(' El astro no pasa por el primer vertical')
else
%Primer vertical al Oeste
PVH=acosd(tand(D)/tand(Lat)); %Ángulo harario en grados
PVHh=PVH/Ah; %Ángulo horario en horas
PVhGMS=degrees2dms(PVHh); %Horas a horas minutos y segundos
PVhh=PVhGMS(1,1); %Horas
PVhm=PVhGMS(1,2); %Minutos
PVhs=PVhGMS(1,3); %Segundos
PVa=asind(sind(D)/sind(Lat)); %Altura
PVaGMS=degrees2dms(PVa); %Grados a grados minutos y segundos
PVag=PVaGMS(1,1); %Grados
PVam=PVaGMS(1,2); %Minutos
PVas=PVaGMS(1,3); %Segundos
if A+PVHh>=24
TSLPV=A+PVHh-24; %TSL del PV
else
TSLPV=A+PVHh;
end
if TSLPV-K<0
TSGWPV=TSLPV-K+24; %TSGW del PV
else
TSGWPV=TSLPV-K;
end
if TSGWPV-HS<0
pvts=pvGMS(1,3); %Segundos
disp(' Paso del astro por el primer vertical al Este')
fprintf(' Ángulo horario: H= %.fh %.fm
%.fs\n',pvhh,pvhm,pvhs)
disp(' Azimut: Az= 270º')
fprintf(' Altura: h= %.fº %.f'' %.f"\n',PVag,PVam,PVas)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %.fs\n',pvth,pvtm,pvts)
disp(' Paso del astro por el primer vertical al Oeste')
fprintf(' Ángulo horario: H= %.fh %.fm
%.fs\n',PVhh,PVhm,PVhs)
disp(' Azimut: Az= 90º')
fprintf(' Altura: h= %.fº %.f'' %.f"\n',PVag,PVam,PVas)
fprintf(' Hora: t= %.fh %.fm %.fs\n',PVth,PVtm,PVts)
end
%Cálculo de la máxima digresión
if D==Lat
disp(' El astro pasa por el cenit. Su trayectoria es tangente
en dicho punto al primer vertical')
elseif D<Lat
disp(' No existen máximas digresiones')
else
%Máxima digresión al Oeste
MDH=acos(tand(Lat)/tand(D)); %Ángulo horario en grados
MDHh=MDH/Ah; %Ángulo horario en horas
MDhGMS=degrees2dms(MDHh); %Horas a horas minutos y segundos
MDhh=MDhGMS(1,1); %Horas
MDhm=MDhGMS(1,2); %Minutos
MDhs=MDhGMS(1,3); %Segundos
MDAz=asind(cosd(D)/cosd(Lat)); %Azimut
MDAzGMS=degrees2dms(MDAz); %Grados a grados minutos y segundos
MDAzg=MDAzGMS(1,1); %Grados
MDAzm=MDAzGMS(1,2); %Minutos
MDAzs=MDAzGMS(1,3); %Segundos
MDa=asind(sind(Lat)/sind(D)); %Altura
MDaGMS=degrees2dms(MDa); %Grados a grados minutos y segundos
MDag=MDaGMS(1,1); %Grados
MDam=MDaGMS(1,2); %Minutos
MDas=MDaGMS(1,3); %Segundos
if A+MDHh>=24
TSLMD=A+MDHh-24; %TSL de MD
else
TSLMD=A+MDHh;
end
if TSLMD-K<0
TSGWMD=TSLMD-K+24; %TSGW de MD
else
TSGWMD=TSLMD-K;
end
if TSGWMD-HS<0
IsMD=TSGWMD-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
IsMD=TSGWMD-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if IsMD/k+2>=24
UTCMD=IsMD/k+2-24;
else
UTCMD=IsMD/k+2;
end
else
if IsMD/k+1>=24
UTCMD=IsMD/k+1-24;
else
UTCMD=IsMD/k+1;
end
end
MDGMS=degrees2dms(UTCMD); %Horas a horas minutos y segundos
MDth=MDGMS(1,1); %Horas
MDtm=MDGMS(1,2); %Minutos
MDts=MDGMS(1,3); %Segundos
%Máxima digresión al Este
mdH=360-MDH; %Ángulo horario en grados
mdHh=mdH/Ah; %Ángulo horario en horas
mdhGMS=degrees2dms(mdHh); %Horas a horas minutos y segundos
mdhh=mdhGMS(1,1); %Horas
mdhm=mdhGMS(1,2); %Minutos
mdhs=mdhGMS(1,3); %Segundos
mdAz=360-MDAz; %Azimut
mdAzGMS=degrees2dms(mdAz); %Grados a grados minutos y segundos
mdAzg=mdAzGMS(1,1); %Grados
mdAzm=mdAzGMS(1,2); %Minutos
mdAzs=mdAzGMS(1,3); %Segundos
if A+mdHh>=24
TSLmd=A+mdHh-24; %TSL de md
else
TSLmd=A+mdHh;
end
if TSLmd-K<0
TSGWmd=TSLmd-K+24; %TSGW de md
else
TSGWmd=TSLmd-K;
end
if TSGWmd-HS<0
Ismd=TSGWmd-HS+24; %Intervalo sidéreo
else
Ismd=TSGWmd-HS;
end
if UTC0-UTC==2
if Ismd/k+2>=24
UTCmd=Ismd/k+2-24;
else
UTCmd=Ismd/k+2;
end
else
if Ismd/k+1>=24
UTCmd=Ismd/k+1-24;
else
UTCmd=Ismd/k+1;
end
end
mdGMS=degrees2dms(UTCmd); %Horas a horas minutos y segundos
mdth=mdGMS(1,1); %Horas
mdtm=mdGMS(1,2); %Minutos
mdts=mdGMS(1,3); %Segundos
disp(' Máxima digresión al Este')
fprintf(' Ángulo horario: H= %.fh %.fm
%.fs\n',mdhh,mdhm,mdhs)
fprintf(' Azimut: Az= %.fh %.f'' %.f"\n',mdAzg,mdAzm,mdAzs)
%%%%%%%%%%
disp(' ')
disp('CORRECCIONES ASTRONÓMICAS A LAS COORDENADAS ABSOLUTAS')
%Argumentos temporales
T=(DJO-2451545)/36525;
t=(DJ-DJO)/36525;
%Coeficientes para la época origen
f1=2306.2181+1.39656*T-0.000139*T^2;
f2=0.30188-0.000344*T;
f3=0.017998;
z1=2306.2181+1.39656*T-0.000139*T^2;
z2=1.09468+0.000066*T;
z3=0.018203;
O1=2004.3109-0.85330*T-0.000217*T^2;
O2=-0.42665-0.000217*T;
O3=-0.041833;
%Ángulos auxiliares
f=(f1*t+f2*t^2+f3*t^3)/3600;
z=(z1*t+z2*t^2+z3*t^3)/3600;
O=(O1*t+O2*t^2+O3*t^3)/3600;
%Transformación
D1=asind(cosd(A*Ah+f)*sind(O)*cosd(D)+cosd(O)*sind(D)); %Declina-
ción
D1GMS=degrees2dms(D1); %Grados a grados minutos y segundos
D1g=D1GMS(1,1); %Grados
D1m=D1GMS(1,2); %Minutos
D1s=D1GMS(1,3); %Segundos
AD1=(D1-D)*3600; %Corrección
A1=acosd((cosd(A*Ah+f)*cosd(O)*cosd(D)-
sind(O)*sind(D))/cosd(D1))+z; %Ascensión recta en grados
A1h=A1/15; %Ascensión recta en horas
A1GMS=degrees2dms(A1h); %Horas a horas minutos y segundos
A1hh=A1GMS(1,1); %Horas
A1m=A1GMS(1,2); %Minutos
A1s=A1GMS(1,3); %Segundos
AA1=(A1h-A)*3600; %Corrección
disp(' Correcciones por precesión')
fprintf(' d_d= %f"\n',AD1)
fprintf(' d_A= %fs\n',AA1)
%Cálculo de nutación
%Longitud media del nodo ascendente de la Luna
Llmna=125.045-0.05295376*(DJ-2451545);
%Ecuación de los equinoccios
EcEq=1.05*sind(344-0.052954*DJ)-0.08*sind(123+1.9713*DJ);
%Cálculo incrementos
AD2=9.2*cosd(Llmna)*sind(A)-6.8*sind(Llmna)*cosd(A); %Corrección
AA2=EcEq-
(0.46*sind(Llmna)*sind(A)+0.91*cosd(Llmna)*cosd(A))*tand(D); %Correc-
ción
Medidas de distancias
Unidad astronómica au 1,49598E+11 m
Año luz ly 9,461E+15 m
Pársec pc 3,08568E+16 m
Mega pársec Mpc 3,08568E+22 m
Tabla 33
Constantes cosmológicas
Constante de Hubble H0 69 km s^-1 Mpc^-1
Distancia de Hubble c/H0 4400 Mpc
Edad del Universo t0 1,38E+10 años
Edad del desacoplamiento tdec 380000 años
Densidad crítica ρc 8,6E-27 kg m^-3
Densidad de bariones Ωb 0,049
Densidad total de materia Ωm 0,309
Constante cosmológica ΩΛ 0,691
Temperatura del CBR T0 2,725 K
CBR
Velocidad del Sol respecto del CBR vS 370 km s^-1
Tabla 34
Datos terrestres
Masa de la Tierra Mt 5,9724E+24 kg
Radio ecuatorial de la Tierra Rt 6,3781E+06 m
Constante gravitacional terrestre GMt 3,98603E+14 m^3 s^-2
Período orbital estándar T 3,15E+07 s
Velocidad orbital media vorb 2,98E+04 m s^-1
Velocidad de escape vesc 1,12E+04 m s^-1
Temperatura normal Tt 273,15 K
Presión normal Pt 101300 Pa = 1 atm
Velocidad del sonido en el aire vsonido 331 m s^-1
Masa molar del aire ma 29,0 g mol^-1
Densidad del aire ρa 1,22 kg m^3
Índice de refracción del agua nagua 1,33
Tabla 35
Datos astronómicos
Distancia Tierra-Luna DL 3,84E+08 m
Masa de la Luna ML 7,346E+22 kg
Radio ecuatorial de la Luna RL 1,738E+06 m
Constante gravitacional lunar GML 4,9028E+12 m^3 s^-2
Período sidéreo lunar TL 2,36E+06 s
Razón de masa de lunar a terrestre μL 0,012300037
Masa del Sol MS 1,98855E+30 kg
Radio del Sol RS 695660000 m
Constante gravitacional solar GMS 1,32717E+20 m^3 s^-2
Luminosidad absoluta del Sol LS 3,828E+26 W
Temperatura efectiva del Sol TS 5772 K
Constante gravitaconal de Gauss k 0,017202099
Tabla 36