Ecosistemas y Biomas
Ecosistemas y Biomas
Ecosistemas y Biomas
Los biomas son grandes espacios de terreno en el cual existen diversas comunidades que
comparten las mismas condiciones ambientales, tales como el clima y la geología. Un
bioma no es un ecosistema, sin embargo, puede englobar varios. Son términos que, aunque
tengan una definición similar, representan realidades diferentes y no deben confundirse.
Los ecosistemas
El ecosistema es el conjunto de especies de un área determinada que interactúan entre ellas
y con su ambiente abiótico; mediante procesos como la depredación, el parasitismo, la
competencia y la simbiosis, y con su ambiente al desintegrarse y volver a ser parte del ciclo
de energía y de nutrientes. Las especies del ecosistema, incluyendo bacterias, hongos,
plantas y animales dependen unas de otras. Las relaciones entre las especies y su medio
resultan en el flujo de materia y energía del ecosistema.
La armoniosa interacción de seres vivos y ambiente físico en el tiempo y el espacio ha
creado una diversidad de ecosistemas existentes, desde el bosque tropical lluvioso hasta los
desiertos extremos como el de Atacama, pasando por la Gran Barrera de Coral, el mayor
arrecife coralino del mundo ubicado en el noreste de Australia, y las heladas zonas de la
Región Antártida. Lo anterior fue producto de millones años de evolución en los cuales
tuvieron lugar infinitos procesos e interacciones hasta dar por resultado el maravilloso
planeta que hoy habitamos (Bakker, 1985).
La clasificación de los ecosistemas
Los ecosistemas pueden clasificarse en dos grandes grupos según el medio en el que se
desenvuelven los organismos que forman la biocenosis:
Ecosistemas acuáticos
El medio acuático está constituido por los océanos, mares, marismas, ríos o lagos. La
biodiversidad en ellos es enorme, pues como ya sabes, el agua es un elemento indispensable
para la vida, y en estos lugares los organismos pueden disponer de toda la que necesiten.
Sin embargo, los distintos ecosistemas acuáticos presentan características muy diferentes:
la presión es mayor según aumenta la profundidad, la luz no llega a determinadas
profundidades, o la salinidad es mayor en aguas marinas que continentales. Para los seres
vivos no es lo mismo vivir en uno u otro de estos lugares, por ello, vamos a distinguir entre:
Los ecosistemas de agua dulce
Se clasifican en dos tipos: los de aguas quietas o estancadas, como lagos y lagunas, y los de
aguas que corren, como los ríos y arroyos. Estos ecosistemas tienen un bajo grado de
salinidad en el agua, muy inferior al de los marinos y poseen mucha más vegetación.
Los elementos abióticos son parecidos a los de los ecosistemas marinos: el agua, la tierra y
las rocas del fondo, la profundidad, el movimiento del agua, la temperatura, etc.
Este tipo de ecosistema tiene una importante variedad de animales y vegetales. Podemos
encontrar muchas especies de peces, reptiles, mamíferos y anfibios. Una de las
características que distingue a este ecosistema es la gran cantidad de plantas que tiene,
como camalotes o totoras, por ejemplo.
Los ecosistemas marinos son los más grandes que existen, incluyen los océanos, los mares
y las marismas. Se trata de ambientes muy estables para el desarrollo de la vida debido a
que la temperatura no varía mucho. Tienen una alta salinidad del agua y la luz sólo alcanza
los 200 metros de profundidad. En el litoral o costa es donde se encuentra la mayor
cantidad de especies.
Los elementos abióticos, no vivos, están compuestos principalmente por una parte líquida
(el agua), y una parte sólida (la costa y el fondo). También encontramos rocas, arena y aire
contenido en burbujas.
En estos ecosistemas podemos encontrar toda clase de seres vivos. Muchas especies de
mamíferos marinos (como orcas, lobos marinos, delfines), abundantes peces (como
tiburones y salmones), reptiles (como tortugas) y organismos muy pequeños (como el
plancton o las algas y corales). La mayor parte de la vegetación se encuentra en las costas y
está adaptada a la salinidad del agua.
En los ecosistemas acuáticos los organismos pueden clasificarse en tres grupos diferentes
según su manera de desplazarse (Figura 4.3):
El plancton, formado por seres diminutos que flotan en el agua a merced de las olas
y las corrientes. Puede dividirse en fitoplancton y zooplancton.
El fitoplancton se incluyen organismos que realizan la fotosíntesis, es decir,
productores, como las algas microscópicas y las cianobacterias. Este grupo de
organismos es vital para los ecosistemas acuáticos porque constituyen el primer
eslabón de las cadenas tróficas.
El zooplancton está formado por seres heterótrofos que se alimentan del
fitoplancton, es decir, consumidores primarios, entre los que se encuentran
protozoos, algunos crustáceos y las larvas de muchos animales.
El necton, integrado por animales de mayor tamaño que nadan y son capaces de
desplazarse activamente, como los peces, los calamares, las tortugas marinas o los
cetáceos.
El bentos, formado por los organismos que viven fijos al fondo y los que se
desplazan a poca distancia de él, como las ostras, los mejillones o las estrellas de
mar.
Ecosistemas terrestres
El medio terrestre está constituido por la tierra firme y el aire. Al ser un medio muy
heterogéneo, resulta ser mucho más hostil para la vida que el medio acuático.
Estos ecosistemas están muy influenciados por el clima, por lo que la latitud y la altitud
determinan el tipo de seres vivos que pueden vivir en cada lugar. Entre los factores
abióticos que más influyen en la distribución de los seres vivos dentro del medio terrestre
encontramos los siguientes:
o Agua: es imprescindible para los seres vivos. Su presencia determina la biodiversidad
de un lugar. Las diferentes precipitaciones dependerán del movimiento del aire y de la
humedad atmosférica, lo que generará un régimen de lluvias variable a lo largo del año
(estaciones secas o lluviosas).
o Temperatura: puede presentar grandes variaciones en un mismo lugar según la
estación o la hora del día. Las temperaturas disminuyen conforme aumenta la altitud y
según nos alejamos del ecuador (latitudes altas). La presencia de masas de agua puede
suavizar las temperaturas.
o Luz: influye más en plantas que en animales, ya que es imprescindible para la
fotosíntesis. De hecho, las plantas pueden orientar las hojas hacia la luz e incluso limitar
su crecimiento por falta de luz. Por otra parte, muchos animales regulan sus ciclos
vitales según las horas de luz (fotoperiodo).
Los principales ecosistemas terrestres que podemos encontrar son:
Los bosques son ecosistemas muy importantes, ya que allí se pueden encontrar una
gran cantidad de especies, tanto vegetales como animales. Se clasifican en distintos
tipos, por las diferencias de temperatura y la cantidad de lluvias.
o Bosques templados-fríos En estos bosques, los inviernos son fríos y los veranos suaves.
En ellos habitan una gran cantidad de especies de árboles, como hayas, robles, castaños,
araucarias, secuoyas, abetos y pinos albares.
o Bosques templados-cálidos Estos bosques se encuentran próximos al ecuador, por eso
la temperatura en ellos es cálida y las precipitaciones son abundantes. Se destacan la
selva templada y los bosques mediterráneos.
Las selvas crecen en la zona ecuatorial y son unos de los ecosistemas que poseen más
biodiversidad. En las selvas, las temperaturas son elevadas y la humedad es muy alta.
Además, son los principales ambientes productores de oxígeno del planeta. En estos
ecosistemas abundan las especies adaptadas a la vida en los árboles, como monos, aves,
reptiles e insectos.
La tundra y las zonas polares En el Ártico y en la Antártida podemos encontrar
ecosistemas completamente distintos a los bosques y las selvas: las tundras y las zonas
polares. La dureza del clima de estos ecosistemas los vuelve lugares hostiles para
muchas formas de vida. En las zonas polares, la flora no existe, mientras que en la
tundra se pueden encontrar líquenes y musgos. Entre la fauna de la zona antártica
podemos encontrar pingüinos, focas y el elefante marino austral; en el Ártico se
encuentran los osos polares, las morsas y las focas árticas, el reno o caribú, el lemming
y el zorro ártico.
La taiga es el primer bosque a medida que nos alejamos de la tundra. Está dominado
por coníferas que mantienen las hojas durante todo el año a pesar del frío (pinos, abetos,
alerces). Este ecosistema tiene, sobre todo, una gran variedad de animales
invertebrados. Entre los mamíferos se destacan el oso pardo, el lince, el tigre de Siberia,
el lobo y el alce. La taiga ha sido muy explotada por el ser humano, a causa de sus
abundantes recursos madereros.
Las sábanas, los prados y las pampas predominan las plantas herbáceas. Las pampas
y praderas son propias de climas fríos o templados y secos, mientras que la sabana es
propia de climas cálidos y secos. En la pampa abundan el ñandú, el ciervo de las
pampas y el puma. En las praderas destacan los bisontes y el antílope americano. En la
sabana podemos encontrar leones, cebras y jirafas.
Los desiertos son ecosistemas con muy poca agua y temperaturas extremadamente
altas durante el día y muy bajas durante la noche. Los desiertos se encuentran presentes
en todos los continentes, excepto Europa, pero es en África donde ocupan la mayor
superficie. Las plantas y los animales son escasos, y están adaptados a la falta de agua y
las temperaturas. Abundan los mamíferos como el camello, los reptiles y los artrópodos.
Adaptaciones al medio ambiente
Se llama adaptación biológica al conjunto de características hereditarias de los seres vivos
que mejoran su supervivencia y les permiten vivir en un determinado tipo de hábitat.
Las adaptaciones que presentan los seres vivos son consecuencia de la selección natural,
descrita por Charles Darwin, según la cual los organismos que sobreviven (los mejor
adaptados) transmiten sus características a la descendencia, dando lugar a la evolución de
los seres vivos. Así pues, cada conjunto de organismos presentes en un determinado
ecosistema presentará unas características muy concretas que les permitirá vivir en ese
ambiente.
Independientemente de las características particulares que presente cada especie, los tipos
de adaptaciones de los seres vivos se pueden clasificar en tres grandes grupos:
Adaptaciones morfológicas: Son aquellas adaptaciones relacionadas con la forma
de los organismos completos, de sus diferentes órganos o de sus estructuras. Por
ejemplo, los cuerpos de los animales están adaptados a su locomoción.
Adaptaciones fisiológicas: Están relacionadas con el funcionamiento de los
organismos, ya sea en su totalidad o en algunos de sus órganos. Un ejemplo es el
diferente mecanismo de almacenamiento del agua dentro de los vegetales.
Adaptaciones etológicas: Son las que se refieren al comportamiento de los seres
vivos de la misma especie. Como ejemplo podemos citar la migración de las aves
para conseguir alimento durante todo el año.
La diversidad biológica
La diversidad biológica o biodiversidad es "la variabilidad de organismos vivos de todas las
clases, incluida la diversidad dentro de las especies, entre las especies y de los ecosistemas"
Con frecuencia, se entiende por diversidad la amplia variedad de plantas, animales y
microorganismos existentes. Hasta la fecha, se han identificado unos 1,75 millones de
especies, en su mayor parte criaturas pequeñas, por ejemplo, insectos.
La diversidad biológica incluye también las diferencias genéticas dentro de cada
especie, por ejemplo, entre las variedades de cultivos y las razas de ganado. Los
cromosomas, los genes y el ADN, es decir, los componentes vitales, determinan la
singularidad de cada individuo y de cada especie.
Otro aspecto adicional de la diversidad biológica es la variedad de ecosistemas, por
ejemplo, los que se dan en los desiertos, los bosques, los humedales, las montañas, los
lagos, los ríos y paisajes agrícolas. En cada ecosistema, los seres vivos, entre ellos, los
seres humanos, forman una comunidad, interactúan entre sí, así como con el aire, el
agua y el suelo que les rodea.
¿Por qué es importante la biodiversidad?
Porque tiene un gran número de funciones irreemplazables. No siempre somos conscientes
de la importancia de la biodiversidad, pero está definitivamente ligada a nuestra sociedad.
Somos biodiversidad. Su importancia va más allá de su valor intrínseco. Toda nuestra
calidad de vida depende de lo que la biodiversidad proporciona. El aire limpio, nuestros
recursos hídricos, los recursos naturales, médicos, alimentarios provienen directamente de
la biodiversidad. Y más allá, nuestra propia cultura y educación ha evolucionado ligada a la
biodiversidad. Todo nuestro bienestar y calidad de vida dependen de ella. La ciencia ha
identificado más de un millón y medio de especies, entre el 10% y el 50% de las que
pensamos que existen en el mundo. Toda esta riqueza está en peligro. Actualmente la
actividad humana está causando la extinción de las especies a un ritmo 1000 veces mayor
que el ritmo natural. (S.f, 2021) (Delgado, 2019) (Ph. D. Mohammad H. Badii, Dr.
Jerónimo Landeros, & Dr. Ernesto Cerna, 2007)
Artículo
(Garavito Rincón, 2015)*
Referencias
Delgado, L. (2019). La biodiversidad. Linea Verde. Obtenido de
https://www.lineaverdemunicipal.com/_lv/consejos-ambientales/biodiversidad/
Biodiversidad.pdf
Garavito Rincón, L. (2015). Los páramos en Colombia, un ecosistema en riesgo. Obtenido de
file:///C:/Users/Asus/Downloads/Dialnet-LosParamosEnColombiaUnEcosistemaEnRiesgo-
5662382.pdf
Ph. D. Mohammad H. Badii, Dr. Jerónimo Landeros, & Dr. Ernesto Cerna. (2007). Papel de los
Ecosistemas en la Sustentabilidad . CULCyT//Ecología.
S.f. (2021). Los ecosistemas acuáticos. Libro-Pedia. Obtenido de https://elbibliote.com/libro-
pedia/manual_csnaturales/3grado/capitulo6/pdf/3.6.2.pdf