Corriente Rusa Exposición
Corriente Rusa Exposición
Corriente Rusa Exposición
Concepto:
Se trata de trenes de frecuencia media (2500 Hz de frecuencia portadora), moduladas con
señales de baja frecuencia (10 a 100 Hz), que generan estímulos eléctricos uniformes y
mantenidos en un lapso de tiempo. Se emplean tanto en fisioterapia como en estética y
fueron descubiertos por primera vez por el médico deportólogo ruso, Y. Kotz, el cual
descubrió que estas corrientes eran capaces de generar fuertes contracciones que
desencadenan un incremento de la fuerza muscular de hasta un 40%. Estas al ser
aplicadas sobre el cuerpo muscular generan una contracción involuntaria, no alteran la
sensación cutánea, mejoran el trofismo muscular y fuerza gracias a que actúan en
profundidad.
Es importante hacer mención, que el invento del Dr. Kotz, en un principio fue con fines
para la rehabilitación de los músculos de los astronautas. Porque, gracias a ello, se pudo
descubrir el amplio alcance de fines de aplicación de este tratamiento. Por ejemplo, en el
campo de fisioterapia se usa a menudo para el tratamiento de personas que no logran
contraer el músculo de forma efectiva, como en el caso de personas que han sufrido un
ACV o que son parapléjicos. Sin embargo, también se demostró, que la acción de las ondas
rusas no solo incide en el tejido muscular sino a su vez en el metabolismo del cuerpo, por
lo tanto, no solo reafirma los músculos, sino que también contribuye en el consumo
energético y favorece la eliminación de grasas.
De esta manera, estas ondas poseen doble beneficio: recuperar la tonicidad muscular y
liberarse de los depósitos grasos, lo cual se traduce en una mejor silueta. Además, al
actuar sobre la linfa reduce el efecto de la piel de naranja que se produce por la
acumulación de líquidos en los tejidos. Por esta razón, las ondas rusas son muy eficaces en
estética porque logran, con su corriente modulada, que estos líquidos se reabsorban y
desaparezca progresivamente la celulitis.
Máquina de Corriente Rusa:
Las ondas rusas son emitidas por un aparato de electroestimulación, la cual se compone
de varios conectores con almohadillas que son los electrodos. Dichos electrodos, se
colocan estratégicamente a la mitad del músculo de la zona a tratar, siguiendo siempre los
lineamientos, como no ponerlos al mismo tiempo en músculos agonistas o antagonistas,
motivo por el cual debe ser llevado a cabo por un fisioterapeuta o preparador físico
especializado.
La máquina dará un estímulo semejante al que el cerebro envía hacia los músculos,
generando una contracción involuntaria del mismo, pero para obtener un mejor provecho
de la sesión y del equipo, la persona deberá contraer el músculo al mismo tiempo en que
recibe el estímulo eléctrico.
También se podría decir, que estos equipos vienen con programas pre establecidos, o
bien, a determinar por el especialista. Cabe destacar que este tratamiento, por fortuna,
puede aplicarse en casi todo el cuerpo, lo que incluye, al rostro, pecho, hombros, brazos,
espalda, piernas, glúteos, abdomen, pantorrillas y aductores
Forma de onda:
Esta modalidad de corriente consiste en que la modulación de los pulsos tiene que ser
cuadrangular, para respetar el periodo refractario de la membrana. Esto quiere decir que,
en este caso, no sirven las modulaciones sinusoidales de las interferencias clásicas.
Teniendo esto en cuenta, se podría decir que la secuencia es la siguiente:
Las ondas comienzan de cero y van aumentando de forma progresiva durante la llamada
“rampa de subida”. Esta intensidad se mantiene durante un lapso determinado de tiempo
(al cual se le denomina contracción) y va menguando paulatinamente durante la “rampa
de bajada”. Y entre cada impulso se mantiene en cero para dejar descansar el cuerpo
muscular, este último período se denomina “relajación”.
Métodos o técnicas de aplicación:
Se puede hacer uso de dos técnicas de aplicación de los electrodos:
1. Multipolar o tetrapolar: Utiliza varios electrodos para estimular a un grupo
muscular amplio.
2. Bipolar: Utiliza dos electrodos para activar un musculo en específico.
Tipos de aplicación:
Se puede aplicar de dos maneras:
1. De forma directa sobre el musculo, utilizando una frecuencia de 2500 Hertz (Hz)
con una actitud modulada de frecuencia (AMF) de 50 Hertz (Hz). con un estímulo
(“10/50/10”) provocando una contracción muscular.
2. De forma indirecta a través del nervio, utilizando una frecuencia de 1000 Hertz
(Hz).
La corriente portadora contenida dentro de las modulaciones se establece en 2500 Hz.
como media. Pueden usarse 4000 o más, pero cuanto mayor sea, más intensidad se
requerirá. Actualmente, los equipos de última generación permiten ajustar y elegir entre
2000 y 10000 Hz.
Protocolo de aplicación:
Antes de comenzar hay que verificar que todos los conectores estén ajustados y el
paciente debe estar posicionado de la manera correcta para que no perjudique la
contracción.
Luego, programar el equipo de acuerdo a lo propuesto.
Definir y fijar el tiempo de la sesión (Cabe destacar, que el número de sesiones
depende de la situación muscular de cada persona, pudiendo realizarse sesiones
diarias (durante un periodo de 6 a 12 días) con una duración de 15 a 20 minutos).
Descubrir la zona evitando pliegues y estrangulamientos con prendas replegadas.
Siempre usar un gel conductor y corroborar que haya suficiente cantidad e incluso,
que salga unos milímetros por fuera del electrodo para asegurar la correcta
conducción de la corriente.
Colocar y fijar los electrodos.
Las fundas de los electrodos deben mojarse y luego escurrirse en agua templada
no destilada para vencer la resistencia cutánea al paso de la corriente. En la
maniobra de fijación de los electrodos pueden quedar muy apretados, en cuyo
caso, es recomendable adicionar agua una vez ubicados.
Subir la intensidad o potencia lentamente hasta obtener la respuesta deseada.
Observar, preguntar, palpar y comprobar el efecto buscado.
Estar al tanto de molestias y prevenir riesgos de quemaduras en toda la sesión.
Siempre que sea necesario, buscar mejor respuesta variando los parámetros de la
corriente.
Bajar la intensidad o potencia lentamente y desconectar el circuito al paciente una
vez culminado. Posterior a ello, limpiar los electrodos con un paño húmedo para
quitar todo resto de gel. Esto hace que duren mucho más y sean siempre eficaces.
Por último, conversar con el paciente acerca de su experiencia y resultado de la
sesión.
De igual forma, con el fin de lograr la máxima eficacia y seguridad del paciente, conviene
tener en cuenta estos aspectos:
Los electrodos tienen que estar firmemente colocados en la zona a tratar, sobre los
puntos motores musculares para que se consiga la adecuada contracción.
A lo largo de la sesión, es importante controlar que el electrodo siempre se
mantenga en contacto con la piel. Aunque no de manera directa, por lo tanto,
deberá estar recubierta con algún material que impida que las corrientes lastimen
al paciente.
La elección de los electrodos se debe hacer en función de la anatomía del músculo.
Por ejemplo, en el caso de un tratamiento facial tienen que emplearse los
destinados al rostro; en grupos musculares pequeños, los electrodos pequeños; y
para grupos musculares mayores, los más grandes.
La piel de la zona a tratar debe estar sana y limpia.
Siempre tiene que quedar espacio entre el electrodo positivo y el negativo para
que no se toquen en ningún momento durante la sesión.
Hay que tener especial cuidado en las aplicaciones cercanas al tórax, ya que
pueden aumentar el riesgo de fibrilación.
No se deben colocar electrodos en los nervios que se relacionan de forma directa
con funciones orgánicas como el frénico o esfínter.
Efectos Fisiológicos:
o Estético:
Flacidez y modelación de contornos corporales.
Flacidez o hipotonía muscular en cualquier parte del cuerpo.
Celulitis (complementada con otras terapias).
Adiposidad localizada (como complemento de tratamientos reductores).
Carencia de masa muscular (para generar hipertrofia)
Como complemento de tratamientos de rejuvenecimiento facial.
Lograr un hipertrofia y levantamiento de glúteo.
Fortalecimiento de pared abdominal (Sin embargo, para esto último aún se
están discutiendo sus beneficios, ya que los resultados se consideran inferiores
a los que se obtienen por medio de la actividad física.)
Contraindicaciones:
Evaluar el estado de la piel antes de aplicar la corriente (si la piel está grasa,
húmeda, seca, rugosa, degenerada, lesionada o sucia).
Embarazadas (evitar la colocación sobre el abdomen).
Miedo o fobia.
Material con osteosíntesis (clavos, placas o tornillos). Siempre y cuando no se
aplique en una zona cercana a este material implantado no debería afectar en
absoluto, pero igual se recomienda tener una especial observación del paciente.
Efecto adverso:
Algunos de los efectos adversos de la corriente rusa pueden incluir molestias en la piel
como enrojecimiento, irritación o quemaduras, especialmente si se aplica una intensidad
demasiado alta. Otros efectos adversos podrían ser malestar muscular, sensación de
hormigueo, mareos o nauseas si la corriente se aplica de forma inadecuada o se excede de
su duración. Por ello, es importante que la corriente rusa sea aplicada por un
fisioterapeuta o medico debidamente capacitado para minimizar el riesgo de efectos
contraproducentes. Es importante comprender que, siempre que el equipo sea
manipulado por un profesional capacitado, las ondas rusas no generan complicación
alguna, más que la fatiga muscular semejante a la generada por una actividad física
normal.
Conclusión:
A manera de conclusión, se dice que una de las consecuencias del sedentarismo
permanente es la falta de firmeza de los músculos. Como esto implica la pérdida de la
fuerza y de la agilidad, significa, al mismo tiempo, aumentar el sedentarismo, ya que la
masa muscular se va debilitando y con ello las ganas y la energía para moverse.
Convirtiéndose esto en un círculo vicioso. Entonces, como medida para combatir estos
efectos, se hace uso del tratamiento de ondas rusas con el fin de estimular los músculos
por medios externos.
Ya para culminar, podemos decir que, existen casos donde las personas, de manera
errónea, a menudo creen que esta medida puede remplazar los beneficios y resultados de
una actividad física convencional, lo cual no es así. Si bien es cierto, que puede ayudar a
ejercitar el musculo de una forma pasiva, sin los esfuerzos que conlleva el ejercicio, nunca
tendrá los mismos efectos. Sin embargo, esta técnica se puede complementar a la
perfección con cualquier dieta para adelgazar o rutina de ejercicios físicos. Pero, en un
caso de una persona sedentaria, donde la situación del tono muscular puede ser incluso
critica, es una técnica que puede ser usada como primera opción para tratar la salud del
paciente.