Exposición OIT

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Qué es la OIT

La OIT es el organismo de las Naciones Unidas dedicado a promover la justicia


social y los derechos laborales. Se trata del único organismo de Naciones Unidas
de naturaleza tripartita: cuenta con representantes de gobiernos, empleadores y
trabajadores en su estructura de gobernanza. Esta estructura tripartita hace de la
OIT un foro único en el que los gobiernos y los interlocutores sociales de sus 187
Estados Miembro pueden debatir de forma libre y abierta para estimular el
crecimiento del empleo decente a través de empresas sostenibles. Asimismo, les
permite promover los derechos en el lugar de trabajo, mejorar la protección social
y fortalecer el diálogo social.

Fundada en 1919 y dirigida desde Octubre de 2012 por Guy Ryder, es la única
superviviente del Tratado de Versalles que estableció la Sociedad de Naciones, y se
convirtió en el primer organismo especializado de la ONU en 1946.

La Oficina Internacional del Trabajo es la secretaría permanente de la OIT. Es el


punto focal del conjunto de actividades de la OIT, que prepara bajo el escrutinio
del Consejo de Administración (CA). El CA es el órgano ejecutivo de la OIT y se
reúne tres veces al año (en marzo, junio y octubre/noviembre). Toma decisiones
sobre las políticas de la OIT, determina el orden del día de la Conferencia
Internacional del Trabajo (CIT), aprueba el programa y el presupuesto
provisionales de la organización para su presentación a la CIT y elige al Director
General.

Los mandantes tripartitos de la OIT se reúnen en la CIT, que se celebra cada año
en Ginebra. Cada Estado Miembro está representado por una delegación formada
por al menos dos delegados gubernamentales, un delegado de los empleadores y
un delegado de los trabajadores, así como sus respectivos asesores. La CIT, que a
menudo se denomina parlamento internacional del trabajo, desempeña varias
tareas principales. En primer lugar, se encarga de la redacción y aprobación de las
nuevas Normas Internacionales del Trabajo (NIT) y la revisión, retirada y
derogación de las NIT obsoletas. La CIT también supervisa la aplicación de los
Convenios y Recomendaciones a nivel nacional mediante la Comisión de Aplicación
de Normas (CAN). Además, la Conferencia constituye un foro en el que se debaten
cuestiones sociales y laborales importantes en todo el mundo, como el futuro del
trabajo. Asimismo, la CIT puede aprobar resoluciones que proporcionan directrices
para las políticas generales de la OIT y para sus actividades futuras. Por último,
cada dos años, la CIT aprueba el programa de trabajo y presupuesto bienal de la
OIT, que está financiado por los Estados Miembro.
Historia de la OIT
La OIT fue creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles que terminó con
la Primera Guerra Mundial, y reflejó la convicción de que la justicia social es
esencial para alcanzar una paz universal y permanente.

Su Constitución fue elaborada entre enero y abril de 1919 por una Comisión del
Trabajo establecida por la Conferencia de Paz, que se reunió por primera vez en
París y luego en Versalles. La Comisión, presidida por Samuel Gompers, presidente
de la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL), estaba compuesta por
representantes de nueve países: Bélgica, Cuba, Checoslovaquia, Francia, Italia,
Japón, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos. El resultado fue una organización
tripartita, la única en su género con representantes de gobiernos, empleadores y
trabajadores en sus órganos ejecutivos.

La Constitución contenía ideas ya experimentadas en la Asociación Internacional


para la Protección Internacional de los Trabajadores, fundada en Basilea en 1901.
Las acciones en favor de una organización internacional que enfrentara temas
laborales se iniciaron en el siglo XIX, y fueron lideradas por dos empresarios,
Robert Owen (1771-1853) de Gales y Daniel Legrand (1783-1859) de Francia.

La fuerza que impulsó la creación de la OIT fue provocada por consideraciones


sobre seguridad, humanitarias, políticas y económicas. Al sintetizarlas, el
Preámbulo de la Constitución de la OIT dice que las Altas Partes Contratantes
estaban “movidas por sentimientos de justicia y humanidad así como por el deseo
de asegurar la paz permanente en el mundo...”

Había un verdadero reconocimiento a la importancia de la justicia social para el


logro de la paz, en contraste con un pasado de explotación de los trabajadores en
los países industrializados de ese momento. Había también una comprensión cada
vez mayor de la interdependencia económica del mundo y de la necesidad de
cooperación para obtener igualdad en las condiciones de trabajo en los países que
competían por mercados. El Preámbulo, al refejar estas ideas establecía:

 Considerando que la paz universal y permanente sólo puede basarse en la


justicia social;
 Considerando que existen condiciones de trabajo que entrañan tal grado de
injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos, que el
descontento causado constituye una amenaza para la paz y armonía
universales; y considerando que es urgente mejorar dichas condiciones;
 Considerando que si cualquier nación no adoptare un régimen de trabajo
realmente humano, esta omisión constituiría un obstáculo a los esfuerzos de
otras naciones que deseen mejorar la suerte de los trabajadores en sus propios
países.

Las áreas que podrían ser mejoradas enumeradas en el Preámbulo continúan


vigentes, por ejemplo:

 Reglamentación de las horas de trabajo, incluyendo la duración máxima de la


jornada de trabajo y la semana;
 Reglamentación de la contratación de mano de obra, la prevención del
desempleo y el suministro de un salario digno;
 Protección del trabajador contra enfermedades o accidentes como consecuencia
de su trabajo;
 Protección de niños, jóvenes y mujeres.
 Pensión de vejez e invalidez, protección de los intereses de los trabajadores
ocupados en el extranjero;
 Reconocimiento del principio de igualdad de retribución en igualdad de
condiciones;
 Reconocimiento del principio de libertad sindical;
 Organización de la enseñanza profesional y técnica, y otras medidas similares.

El inicio

La OIT ha realizado aportes importantes al mundo del trabajo desde sus primeros
días. La primera Conferencia Internacional del Trabajo en Washington en octubre
de 1919 adoptó seis Convenios Internacionales del Trabajo, que se referían a las
horas de trabajo en la industria, desempleo, protección de la maternidad, trabajo
nocturno de las mujeres, edad mínima y trabajo nocturno de los menores en la
industria.

La OIT estableció su sede en Ginebra en el verano de 1920 con el francés Albert


Thomas como primer Presidente de la Oficina Internacional del Trabajo, que es la
secretaría permanente de la Organización. Con gran ímpetu impulsó la adopción de
9 Convenios Internacionales del Trabajo y 10 Recomendaciones en menos de dos
años.

Este primer fervor pronto fue moderado, porque algunos gobiernos pensaban que
había demasiados Convenios, el presupuesto era excesivo y los informes muy
críticos. Sin embargo, la Corte Internacional de Justicia declaró que el ámbito de
acción de la OIT se extendía también a la reglamentación de las condiciones de
trabajo del sector agrícola.

En 1925 fue creado un Comité de Expertos como sistema de supervisión de la


aplicación de las normas de la OIT. El Comité, que aún existe, está compuesto por
juristas independientes responsables del análisis de los informes de los gobiernos y
de presentar cada año a la Conferencia sus propios informes.

La depresión y la guerra

El británico Harold Butler, sucesor de Albert Thomas desde 1932, tuvo que
enfrentar la Gran Depresión y su consecuencia de desempleo masivo. Al darse
cuenta de que para abordar temas laborales necesitaba también de la cooperación
internacional, Estados Unidos se convirtió en Miembro de la OIT en 1934, aunque
continuaba fuera de la Sociedad de las Naciones.

El estadounidense John Winant asumió el cargo en 1939 cuando la Segunda


Guerra Mundial era inminente. Por motivos de seguridad trasladó la sede de la OIT
en forma temporal a Montreal, Canadá en mayo de 1940. En 1941 cuando fue
nombrado embajador de EE.UU. en Gran Bretaña dejó la Organización.

Su sucesor, el irlandés Edward Phelan, había ayudado a escribir la Constitución de


1919 y desempeñó otra vez un papel importante durante la reunión de Filadelfia
de la Conferencia Internacional del Trabajo realizada en medio de la Segunda
Guerra Mundial, en la cual participaron representantes de gobiernos, empleadores
y trabajadores de 41 países. Los delegados aprobaron la Declaración de Filadelfia,
incorporada a la Constitución, que constituye aún una Carta de los propósitos y
objetivos de la OIT. En 1946, la OIT se convirtió en una agencia especializada de
la recién creada Organización de las Naciones Unidas. En 1948, todavía bajo la
dirección de Phelan, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó el Convenio
No. 87 sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación.

Los años de la post guerra

El estadounidense David Morse fue Director General entre 1948 y 1970, período
durante el cual se duplicó el número de países miembros. La Organización asumió
su carácter universal, los países industrializados pasaron a ser una minoría ante los
países en desarrollo, el presupuesto creció cinco veces y el número de funcionarios
se cuadruplicó. La OIT creó el Instituto Internacional de Estudios Laborales con
sede en Ginebra en 1960 y el Centro Internacional de Formación en Turín en 1965.
La Organización ganó el Premio Nobel de la Paz en su 50 aniversario en 1969.

Entre 1970 y 1973, con el británico Wilfred Jenks como Director General, la OIT
avanzó en el desarrollo de normas y de mecanismos para la supervisión de su
aplicación, en particular en la promoción de la libertad sindical y la protección del
derecho de sindicación.

Su sucesor, el francés Francis Blanchard, extendió la cooperación técnica de la OIT


con países en desarrollo y logró evitar el deterioro la Organización pese a la
pérdida de un cuarto de su presupuesto tras el retiro de EE.UU. desde 1977 hasta
1980. La OIT desempeñó también un papel importante en la emancipación de
Polonia de la dictadura, al darle su apoyo total a la legitimación del sindicato
Solidarnosc basándose en el respeto del Convenio No. 87 sobre libertad sindical,
que Polonia había ratificado en 1957.

Michel Hansenne de Bélgica asumió el cargo en 1989 y condujo la OIT después del
fin de la Guerra Fría. Puso énfasis en la importancia de colocar la justicia social al
centro de las políticas económicas y sociales internacionales. También orientó a la
OIT hacia una decentralización, con mayores actividades y recursos fuera de la
sede de Ginebra.

El 4 de marzo 1999 el chileno Juan Somavia asumió el cargo de Director General.


Somavia ha planteado la importancia de convertir el Trabajo Decente un objetivo
estratégico internacional y de promover una globalización justa. También ha
destacado el trabajo como un instrumento para la superación de la pobreza y el
papel de la OIT en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que incluyen
la reducción de la pobreza a la mitad para 2015.

El británico Guy Ryder fue elegido como el décimo Director General de la OIT en
mayo de 2012. En noviembre de 2016 fue reelecto por otros cinco años. El
segundo mandato comenzará el 1 de octubre de 2017.

¿Cómo funciona la OIT?


Tripartismo y diálogo social
Un aspecto esencial en las actividades de la OIT es la importancia de la
cooperación entre gobiernos y organizaciones de trabajadores y empleadores en la
promoción del progreso social y económico.

El objetivo de la OIT es responder a las necesidades de los hombres y mujeres


trabajadores al reunir a gobiernos, empleadores y trabajadores para establecer
normas del trabajo, desarrollar políticas y concebir programas. La estructura de la
OIT, en la cual trabajadores y empleadores tienen el mismo derecho a voto que los
gobiernos en sus deliberaciones, es una muestra del diálogo social en acción. De
esta manera se garantiza que las opiniones de los interlocutores sociales queden
fielmente reflejadas en las normas laborales, políticas y programas de la OIT.
La OIT fomenta el tripartismo dentro de sus
mandantes empleadores , trabajadores y Estados miembros , al promover el
diálogo social entre las organizaciones sindicales y de empleadores en la
formulación – y cuando es pertinente – en la aplicación de las políticas nacionales
en el ámbito social y económico, así como respecto a muchas otras cuestiones.

Principales órganos de gobierno


La OIT realiza su trabajo a través de tres órganos fundamentales, los cuales
cuentan con representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores:

 La Conferencia Internacional del Trabajo establece las normas internacionales


del trabajo y define las políticas generales de la Organización. La Conferencia,
que con frecuencia es denominada el parlamento internacional del trabajo, se
reúne una vez al año. Es también un foro para la discusión de cuestiones
sociales y laborales fundamentales.
 El Consejo de Administración es el órgano ejecutivo de la OIT y se reúne tres
veces al año en Ginebra. Toma decisiones sobre la política de la OIT y
establece el programa y el presupuesto, que después es sometido a la
Conferencia para su adopción.
 La Oficina internacional del trabajo es la secretaría permanente de la
Organización Internacional del Trabajo. Es responsable por el conjunto de
actividades de la OIT, que lleva a cabo bajo la supervisión del Consejo de
Administración y la dirección del Director General .
El Consejo de Administración y la Oficina son asistidos en su labor por comisiones
tripartitas que se ocupan de los principales sectores económicos. Además reciben
apoyo de los comités de expertos en materia de formación profesional, desarrollo
de la capacidad administrativa, seguridad y salud en el trabajo, relaciones
laborales, educación de los trabajadores y problemas específicos que afectan a las
mujeres y a los jóvenes trabajadores.

 La OIT organiza periódicamente reuniones regionales de los Estados


miembros con el fin de analizar los asuntos que revisten especial interés para
las respectivas regiones.

Sistema de control de las normas de la OIT


Las normas internacionales del trabajo están respaldadas por un sistema de
control que es único en el ámbito internacional y ayuda a garantizar que los países
apliquen los convenios que ratifican. La OIT examina regularmente la aplicación de
las normas en los Estados Miembros y señala áreas en las que se podría mejorar
su aplicación. Si existe algún problema en la implementación de las normas, la OIT
presta colaboración a los países a través del diálogo social y la asistencia técnica.

La OIT ha desarrollado diversos medios de control de la aplicación de los


Convenios y Recomendaciones por ley y en la práctica, tras su aprobación por la
Conferencia Internacional del Trabajo y su ratificación por los Estados. Existen dos
tipos de mecanismos de control .

Asociaciones al servicio del desarrollo


Desde comienzos de los años 1950, la OIT proporciona cooperación técnica a
países de todos los continentes y en todas las etapas de desarrollo económico. Los
proyectos son implementados gracias a una estrecha colaboración entre los países
beneficiarios, los donantes y la OIT, que mantiene una red de oficinas exteriores
en todo el mundo.

La cooperación para el desarrollo construye puentes entre la función normativa de


la OIT y las mujeres y los hombres en todas partes del mundo. Es esencial para
ofrecer a las personas oportunidades de trabajo decente y para ayudar a nuestros
mandantes – trabajadores, empleadores y gobiernos – a hacer realidad el
Programa de Trabajo Decente. En resumen, la cooperación para el desarrollo
afianza las capacidades técnicas, organizativas e institucionales de los mandantes
de la OIT a fin que puedan poner en práctica una política social coherente y eficaz
y garantizar el desarrollo sostenible.

Sobre la base de más de 50 años de experiencia en cooperación para el desarrollo


en todos los continentes y en todas las etapas de desarrollo, hoy día la OIT opera
más de 600 programas y proyectos en más de 100 países, con el apoyo de 120
socios para el desarrollo.

Programa y presupuesto
El Programa y Presupuesto de la Organización, que establece los objetivos
estratégicos y los resultados esperados del trabajo realizado por la Organización,
es aprobado cada dos años por la Conferencia Internacional del Trabajo

Misión e impacto de la OIT


La Organización Internacional del Trabajo (OIT) está consagrada a la promoción
de la justicia social, de los derechos humanos y laborales reconocidos
internacionalmente, persiguiendo su misión fundadora: la justicia social es esencial
para la paz universal y permanente.

Única agencia 'tripartita' de la ONU, la OIT reúne a gobiernos, empleadores y


trabajadores de 187 Estados miembros a fin de establecer las normas del trabajo,
formular políticas y elaborar programas promoviendo el trabajo decente de todos,
mujeres y hombres.

Actualmente, el Programa de trabajo decente de la OIT contribuye a mejorar la


situación económica y las condiciones de trabajo que permiten que todos los
trabajadores, empleadores y gobiernos participen en el establecimiento de un paz
duradera, de la prosperidad y el progreso.

La misión de la OIT está agrupada en torno a cuatro objetivos


estratégicos:

 Promover y cumplir las normas y los principios y derechos


fundamentales en el trabajo, que busca:

Una vía hacia el trabajo decente:


Las normas internacionales del trabajo tienen como objetivo fundamental el
desarrollo de las personas en su calidad de seres humanos. En la Declaración de
Filadelfia de la OIT, de 1944, la comunidad internacional reconocía que "el trabajo
no es una mercancía". El trabajo no es como una manzana o como un aparato de
televisión, no es un objeto inanimado que pueda negociarse para obtener el mayor
provecho o conseguir el más bajo precio. El trabajo es parte de la vida diaria de
todos y el factor determinante para alcanzar la dignidad humana, el bienestar y el
desarrollo como seres humanos. El desarrollo económico debe incluir la creación
de empleo y unas condiciones de trabajo adecuadas para que las personas puedan
trabajar con libertad y en condiciones de seguridad y dignidad. En resumen, el
desarrollo económico no es un fin en sí mismo sino que su meta debe ser mejorar
la vida de las personas. Las normas internacionales del trabajo se han establecido
para garantizar que el desarrollo económico siga centrándose en la mejora de la
vida y la dignidad humanas.

Un marco jurídico internacional para una globalización justa y estable:

La consecución de la meta del trabajo decente en la economía globalizada,


requiere la adopción de medidas en el plano internacional. La comunidad
internacional responde a este desafío, en parte desarrollando instrumentos
jurídicos internacionales sobre comercio, finanzas, medio ambiente, derechos
humanos y trabajo. La OIT contribuye a este marco jurídico elaborando y
promoviendo unas normas internacionales del trabajo orientadas a garantizar que
el crecimiento económico y el desarrollo vayan de la mano de la creación de
trabajo decente. La estructura tripartita, única de la OIT, garantiza que estas
normas sean respaldadas por los gobiernos, por los empleadores y por los
trabajadores. En consecuencia, las normas internacionales del trabajo establecen
las normas sociales mínimas básicas acordadas por todos aquellos que participan
en la economía global.

 Crear mayores oportunidades para que mujeres y hombres puedan


tener empleos e ingresos dignos, ya que:

Sin empleo productivo será imposible lograr el objetivo de alcanzar niveles de vida
dignos, integración social y económica, y desarrollo personal y social. La
promoción de la empresa y el desarrollo de recursos humanos son clave para
lograr estos objetivos. La OIT realiza análisis e investigación sobre el empleo,
promueve inversiones generadoras de empleo, y apoya la formulación de políticas.
También respalda el desarrollo de calificaciones profesionales, la generación de
puestos de trabajo, el desarrollo empresarial y las cooperativas.

 Mejorar la cobertura y la eficacia de una seguridad social para


todos, buscando:

Protección social:
Sólo 27 por ciento de la población mundial tiene una protección social adecuada, y
más de la mitad no tiene ninguna cobertura. La OIT promueve políticas y ofrece
asistencia a los países con el objetivo de ayudar a extender la protección social a
todos los miembros de la sociedad. La seguridad social implica acceso a la
asistencia médica y garantía de ingresos, en especial en caso de vejez, desempleo,
enfermedad, invalidez, accidentes en el trabajo o enfermedades profesionales,
maternidad, o pérdida del principal generador de ingresos de una familia. La
“Campaña mundial sobre seguridad social y cobertura para todos” lanzada en 2003
se basa en actividades ya puestas en marcha en más de 30 países, e incluye
proyectos que apoyan a los países a extender la cobertura al nivel nacional y a
fortalecer las organizaciones de seguridad social de base comunitaria.

 Fortalecer el tripartismo y el diálogo social, ya que:

En todas las actividades de la OIT es importante la cooperación entre gobiernos y


organizaciones de empleadores y trabajadores para fomentar el progreso social y
económico. El diálogo entre el Gobierno y los dos "interlocutores sociales"
promueve los consensos y la participación democrática de los actores clave del
mundo del trabajo. La OIT es la única agencia "tripartita" de las Naciones Unidas,
pues congrega a representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores para
que diseñen conjuntamente normas de trabajo, políticas y programas. El diálogo
social puede significar negociación, consulta o simplemente un intercambio de
información y opiniones entre representantes de gobiernos, empleadores y
trabajadores.

Síntesis de los principios de la OIT sobre el derecho de


negociación colectiva:

Normas y principios sobre el derecho de negociación colectiva que surgen de los


convenios, recomendaciones y otros instrumentos de la OIT en la materia:

A. El derecho de negociación colectiva es un derecho fundamental aceptado por


los miembros de la OIT al incorporarse a la Organización, que deben respetar,
promover y hacer realidad, de buena fe (Declaración de la OIT relativa a los
principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento).

B. La titularidad del derecho de negociación colectiva corresponde a los


empleadores y sus organizaciones por una parte y a las organizaciones de
trabajadores por otra (sindicatos de base, federaciones y confederaciones), sólo
siendo posible en ausencia de tales organizaciones que representantes de los
trabajadores interesados celebren negociaciones colectivas.

C. El reconocimiento del derecho de negociación colectiva tiene carácter general


tanto en el sector privado como en el público y sólo puede excluirse de su ejercicio
a las fuerzas armadas, a la policía y a los funcionarios públicos en la administración
del Estado (Convenio núm. 98)

D. La negociación colectiva tiene como objeto las condiciones de trabajo y empleo


en sentido amplio y la regulación de las relaciones entre las partes.

E. Los acuerdos o convenios colectivos tienen carácter vinculante, deben poder


fijar condiciones de trabajo más favorables que las establecidas por ley y no se
debe dar preferencia a los contratos individuales respecto de los convenios
colectivos, salvo en lo que respecta a las disposiciones del contrato individual que
sean más favorables.
F. El ejercicio del derecho de negociación colectiva exige para ser efectivo que las
organizaciones de trabajadores sean independientes y no estén colocadas bajo el
control de un empleador o de una organización de empleadores, y que el proceso
de negociación colectiva se realice sin injerencia indebida de las autoridades.

G. Es admisible que el sindicato que represente a la mayoría o a un porcentaje


elevado de trabajadores de una unidad de negociación goce de derechos
preferenciales o exclusivos de negociación, pero cuando ningún sindicato reúna
esas condiciones o no se le reconozcan tales derechos exclusivos, las
organizaciones de trabajadores deberían cuando menos estar en condiciones de
concluir un convenio o acuerdo colectivo en nombre de sus afiliados.

H. El principio de la buena fe en la negociación colectiva entraña reconocer a las


organizaciones representativas, realizar esfuerzos para llegar a un acuerdo,
desarrollar negociaciones verdaderas y constructivas, evitar retrasos injustificados
en la negociación y respetar mutuamente los compromisos asumidos teniendo en
cuenta los resultados de las negociaciones de buena fe.

I. Dado que el carácter voluntario de la negociación colectiva es un aspecto


fundamental de los principios de la libertad sindical, la negociación colectiva no
puede ser impuesta a las partes, y los mecanismos de auxilio a la negociación
deben tener en principio carácter voluntario; asimismo, el nivel de las
negociaciones no debe ser impuesto unilateralmente por la legislación o las
autoridades, debiendo poder desarrollarse en cualquier nivel.

J. Son admisibles la conciliación y la mediación impuestas por la legislación en el


marco del proceso de negociación colectiva si tienen plazos razonables. En cambio,
el arbitraje obligatorio cuando las partes no llegan a un acuerdo es de manera
general contrario al principio de la negociación colectiva voluntaria y sólo es
admisible: 1) en los servicios esenciales en el sentido estricto del término (aquellos
cuya interrupción podría poner en peligro la vida, la seguridad o la salud de la
persona en toda o parte de la población); 2) respecto de los funcionarios en la
administración del Estado; 3) cuando tras negociaciones prolongadas e
infructuosas es obvio que el bloqueo de las negociaciones no será superado sin
una iniciativa de las autoridades, y 4) en caso de crisis nacional aguda. El arbitraje
aceptado por ambas partes (voluntario) es legítimo siempre.

K. Son contrarias al principio de negociación colectiva voluntaria las intervenciones


de las autoridades legislativas o administrativas que tienen por efecto anular o
alterar el contenido de convenios colectivos libremente pactados, inclusive en lo
que respecta a las cláusulas salariales. Estas intervenciones incluyen la suspensión
o derogación por vía de decreto sin el acuerdo de las partes de convenios
colectivos; la interrupción de contratos ya negociados; la exigencia de que se
negocien nuevamente convenios colectivos libremente pactados; la anulación de
convenios colectivos, y la renegociación forzosa de convenios en vigor. Otros tipos
de intervenciones, como la prolongación obligatoria de la validez de los convenios
colectivos por vía legislativa, sólo son admisibles en casos de urgencia y por
períodos breves.

Colombia en la OIT:

El Ministerio del Trabajo tiene el compromiso de garantizar proteger los derechos


laborales internacionales y prevenir la violencia contra los lideres sindicales.
Asimismo, generar políticas que garanticen el trabajo digno y decente para la
ciudadanía.

El concepto de “Trabajo Decente” es propuesto por la Organización Internacional


del Trabajo (OIT) y ha sido acogido por Colombia. Por lo anterior, el Ministerio ha
formulado una política pública que cuenta con la asesoría técnica de dicha
organización con el fin de abordar temas como la erradicación del empleo Infantil,
la libertad sindical, el derecho de asociación y de negociación colectiva, la igualdad
de oportunidades y de trato en el empleo y la ocupación, el diálogo social, y la
extensión de la protección y seguridad social.

Principales Compromisos de Colombia en la OIT


ESTADOS UNIDOS
COLOMBIA
INSTRUMENTOS 396 TOTAL Miembro de 1934 a 1977 y
Miembro desde 1919
desde 18.02.1980

14 ratificados (12 en 61 ratificados


CONVENIOS DE LA OIT 189
vigor) (54 en vigor)

8 ratificados
2 ratificados
Convenios fundamentales 8 (29, 87, 98, 100, 111,
C105 y C 182
105, 138, 182)

3
Convenios prioritarios o de 1 ratificado
4 Ratificados 81, 129, 144.
gobernanza C144
No Rat. 122

Convenios técnicos 177 11 50

Órganos de Control de la OIT:

 La Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y


Recomendación (CEACR):
Fue creada en 1926, con el fin de examinar el creciente número de memorias de
los gobiernos sobre los convenios ratificados.

 La Comisión de Aplicación de Normas de la Conferencia

 El Comité de Libertad Sindical

Colombia es miembro de la OIT desde el año 1919.


El país ha ratificado 61 convenios ( 54 actualmente en vigor) entre los cuales se
encuentran los 8 convenios fundamentales. El Convenio sobre las trabajadoras y
trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189), es el más reciente y fue ratificado el 9
de mayo de 2014.

Colombia como estado es miembro del Consejo de Administración de la OIT. El


Gobierno de Colombia es miembro adjunto del Consejo, la Sra. Myriam Luz Triana
(CGT) es también miembro adjunto en representación de los trabajadores y el Sr.
Alberto Echavarría (ANDI) es miembro titular en representación de los
empleadores.

El Gobierno de Colombia presidió la Comisión de Aplicación de Normas de la 103


Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (Ginebra, 28 de mayo a 12 de
junio de 2014.).

En junio de 2006 se firmó un “Acuerdo Tripartito por la Libertad Sindical y la


Democracia” que compromete a las partes a proteger los derechos laborales
fundamentales y al establecimiento de una presencia permanente de la
Organización Internacional del Trabajo en Colombia. El acuerdo fue firmado por el
Gobierno, los sindicatos y los empresarios colombianos.

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