Bornemann - AJ en El Recuerdo II Peculiaridades de La Fundacion ESP
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Bornemann - AJ en El Recuerdo II Peculiaridades de La Fundacion ESP
ARNOLDO JANSSEN
EN EL RECUERDO
H. PECULIARIDADES DE LA FUNDACION
ARNOLDO JANSSEN EN EL RECUERDO
Para que alguien sea cononizado por la Iglesia,
deberan pasar unos cincuenta afios
despue's de su xnuerte.
Entonces ya se habran olvidado
las debilidades humanas que pudo haber tenido.
Arnoldo Janssen
ARNOLDO JANSSEN
EN EL RECUERDO
PECULIARIDADES DE LA FUNDACION
EDITORIAL GUADALUPE
Mansilla 3865 - 1425 Buenos Aires
Imprimi Potest: Enrique Heekeren, Superior General, Roma 16-11-1981
Titulo del original aleman: Erinnewngen an P. Arnold Janssen
ANALECTA SVD-58
Ad usum privatum nostronun tantum
Responsable de la traducci6n espanola: Robert Espejo SVD
Edici6n realizada por la EDITORIAL GUADALUPE
Mansilla 3865, 1425 Buenos Aires, Argentina
ACLARACION
Creemos hacer mas accesible la obra del P. Fritz Bornemann SVD Erin-
nerungen an P. Arnold Janssen, al editar su traducci6n al espafiol en cua-
tro "cuadernos".
Si bien el propio P. Bornemann dice: "no se pudo siempre 'ordenar' bien
el material en capitulos", sin embargo, conservando intocada la secuencia
original de los capitulos, entendemos que cada "cuaderno" ofrece un tema
logico:
I. EL FUNDADOR SE PREPARA
1. HOGAR PATERNO
2. HACIA EL SACERDOCIO
3. BOCHOLT
4. KEMPIS
5. 8 DE SEPTIEMBRE DE 1875
6. EL PRIMER ANO DE LA FUNDACION
7. EJERCICIOS ESPIRITUALES
8. EL SEMINARIO MENOR
9. ESTUDIOS SUPERIORES
10. HERMANOS MISIONEROS
11. LAS OTRAS CASAS MISIONALES
Los Editores
PROLOGO
9
vale acerca de c6mo Janssen unia las manos con cada toque de campana
para la Oraci6n del Cuarto de Hora. [1336]
Dado que estos testimonios personales no pretenden transformarse en una
"historia o biografia" de Arnoldo Janssen, se toman aquellos apuntes que
son de temas rayanos con la leyenda: un Janssen carismatico con poder de
curacidn por sus bendiciones, apariciones del mismo a hermanos, etc. Ya
en vida, a lo que parece, se manifest6 el poder de su oraci6n, especial-
roente para salir de apuros financieros. [1337]
De ahi tambi6n que se excluyen casi por complete escritos aue se refieren
a la vida devocional de A. Janssen, por ser tema de su espiritualidad ya
bien conocida y estudiada. [1338]
Tampoco buscamos definir acerca de apreciaciones. De ahi que, a veces,
aparecen informes entre si casi contradictorios y ubicados muy cercanos
en el texto de la obra. Incluso, algunos llegaron a incluirse a prop6sito.
No se quiso que apareciese ni una semblanza demasiado idealista, pero
tampoco una demasiado negativa. A todo quien tenia algo novedoso que
decir, se le dio la oportunidad para decirlo; para los aportes que delinean
esto ultimo, se excluyeron aquellos que rezuman resentimiento personal,
para preferir los que, si bien negativos, muestran mds humor humano. [1339]
Nunca se midi6 el aporte por el valor de la persona que lo realizaba, sino
por el contenido de la narraci6n en si misma, salvo en los casos de condo-
lencias por su muerte y "Juicios de la Posteridad" un capitulo en que,
16gicamente, han tenido mas cabida quienes fueron sus secretarios en
vida, cosa que exige ese tipo de escritos. [1340]
Dado que muchos escribian sobre diversos t6picos, no se pudo siempre
"ordenar" bien el material en capitulos. Ello si fue factible en el caso
de los recuerdos del Hno. Junipero, por ello se exponen como base y s61o
se intercalan algunos aportes de otros testigos. En otros casos tambien
pudimos agrupar temas, como se ve por el indice de la obra; pero no,
precisamente, por la 16gica del desarrollo. [1343]
Si la obra, en su forma global, da la impresi6n que hemos escrito una
nueva biografia del Fundador, no fue esa nuestra intenci6n. Para ese
objetivo no era un material apropiado. S61o se tocan determinados topicos
de la vida del Fundador. [1348]
Fuimos cuidadosos para no introducir cambios importantes en los escri
tos. Se introdujeron abreviaciones, evitando repeticiones; aun en los casos
en que se imponia corregir el estilo, se mantuvo en lo posible el vocabu-
lario original. [1349]
10
7. EJERCICIOS ESPIRITUALES, RETIROS
11
Andrea " El Fundador contaba: Hace poco tuvimos un grupo de sa-
cerdotes que hicieron ejercicios espirituales en la Casa Misional. Vino tam
bien un sacerdote de apellido Sauerland (tierra amarga) y pidi6 que se le
diera.una habitaci6n para hacer su retiro. Se accedi6. Al cabo de unos dias
preguntaron por el Vicario General de Paderborn, pues estaria en el retiro.
Asi se descubri6 qui6n era el sefior que se habia presentado como Sauer
land. Fui a el y le dije: "Sefior Vicario General, Ud. deberia recibir una
habitaci6n mejor". "No, no, esta es suficientemente buena para mi".
Y el Fundador agreg6: "Este si que era humilde. Asi como el puede
el Sefior necesitar muchos". [204]
12
los ejercicios espirituales. jCuantas veces tuvieron los nuestros que desalo-
jar los dormitorios! Debiamos buscarnos un lugar en el desv&n o en otros
sitios y dormir sobre un saco con paja. Mis de un Padre cedfa su pieza
y se buscaba otro dormidero. Por supuesto los nuestros cedian su comedor
para quienes hacian retiro. Los Hermanos en la cocina tenian entonces el
trabajo m&s pesado. El P. Superior los alentaba. El sacrificio que esto con-
llevaba era algo que se hacia en la forma mds natural... Para el P. Supe
rior era verdaderamente una preocupaci6n dar al mayor numero de per-
sonas la oportunidad de esa gracia de los retiros. Se nombr6 expresamente
un padre como encargado de los retiros; era el responsable de todo. Los
que hacian retiro se sentian muy bien entre nosotros. Algunos venian cada
ano o durante varios anos seguidos. Otros, a la segunda o tercera vez que
venian, traian consigo a varios mas. [207]
Peil Sin lugar a dudas, los ejercicios espirituales, tanto los de los sa-
cerdotes como los de los seglares, trajeron consigo muchos sacrificios para
los habitantes de la casa. Los retiros eran la manera mas acertada de con-
seguir vocaciones o ayudar a la obra misional. En primer lugar se trataba,
por supuesto, de profundizar la fe de los participantes, y robustecer su
espiritu apost61ico. Los alumnos del Seminario Misional debian preocu-
parse de todo el servicio, de mantener en orden las piezas, de servir en el
comedor, etc. Pero no debian sacrificar por ello el tiempo del estudio. Por
eso la mayor parte de las veces los retiros se hacian en dias libres, por
ejemplo durante la semana Santa, Pascua o Pentecoste"s, o en las vacacio-
nes de invierno. [208]
Hopster 5!> Habia tandas de 200 o mas participantes. Una cosa asi no
existia en otras casas de retiros. En un congreso para predicadores de reti
ros, fue criticado severamente el sistema masivo de Steyl; de una verdadera
direcci<Sn espiritual no se podia hablar. Uno de los nuestros respondi6:
"Estos retiros para tanta gente, son una gran carga para nosotros; ha sido
asi desde el tiempo del P. A. Janssen. Exige de nosotros grandes sacrificios
el tener que cobijar a tanta gente. Pero ellos quieren venir. Y cuando estdn
con nosotros, ya no son una masa. Desaparecen entre los grandes edificios
y jardines, de modo que con entera tranquilidad pueden rezar y meditar.
Pueden conversar todo el tiempo que quieran con algun sacerdote. <iPor
qu6 esas personas vienen a Steyl? Porque son aceptados y recibidos en una
13
comunidad de hermanos. Los reclinatorios de la Iglesia les pertenecen y
a su alrededor 300 hombres rezan y cantan y se entregan por completo al
servicio de Cristo. Para todos es una experiencia inolvidable. Vuelven a sus
casas sabiendo esto: En el mundo no hay s61o uno que otro hombre pia-
doso, perdido entre una multitud de seres sin Dios; no, existe un gran nu-
mero de hombres buenos, alegres, piadosos. El ejeicito de hombres cat6-
licos es una fuerza poderosa. [209]
14
Apenas terminaban los examenes, todas las Hermanas de nuestro Co-
legio para Profesoras, maestras y alumnas, se ponian al servicio de los re-
tiros. La directora del colegio fue a la cocina y trabaj'6 en el mostrador.
Otras trabajaron en la panaderia, algunas en el servicio del comedor. Tam-
bien los dormitorios debian ser arreglados. Esto reemplazaba lo que hu-
bi&amos tenido que hacer en deportes o gimnasia. La mayor parte de las
veces los retiros eran predicados cuando teniamos dias libres, o en las
vacaciones. Asi no teniamos vacaciones. Los sacrificios se hacian como un
servicio a la Iglesia en la patria. [212]
15
Geminianus En 1906 6 1907 fui a Steyl para hacer un retiro. Era por
los dias de la Ascension del Senor. El ultimo dia vino al comedor un an-
dano y sencillo sacerdote. Luego de felicitarnos por el exito de nuestro
retiro y de deseamos abundante bendici6n de Dios para nuestra vida, nos
habl6 del movimiento modernista y nos pidi6 formalmente, con palabras
muy emocionadas, que rezaramos mucho por la Iglesia. Termin6 mas o
menos asi: "Rezad, rezad mucho y haced que otros tambi&i recen mucho,
para que el error quede muy lejos de la Iglesia de Dios, y para que todos,
pero especialmente los sacerdotes, cumplan las disposiciones que vienen
del Santo Padre".
Pregunt6 a mi vecino quien era el sacerdote. La respuesta fue: "Es
el Padre Superior General Janssen, que fund6 todo esto aqui en Steyl".
[216]
Dunker Cada vez mas sacerdotes iban a Steyl para los retiros. Noso-
tros, los sacerdotes de Muenster, podiamos explicarnos esto s61o cuando
decfamos: "Obra de Janssen, obra de Dios". Expresi6n clara de la sabi-
duria es que para los retiros para sacerdotes, buscaba los mejores predi-
cadores, especialmente de la orden de los jesuitas. El Obispo Dr. Poggen-
burg, de Muenster, dijo despu6s de un tiempo, en una reuni6n a su clero:
"Llama la atenci6n que a un hombre al que todo le faltaba como para
ser grande a los ojos de este mundo, a pesar de todas las dificultades y
contradicciones, haya podido fundar una obra asi. Esto comprueba abun-
dantemente el origen divino de la cosa". [217]
16
8. EL SEMINARIO MENOR
17
Arand Ingrese como aprendiz y por eso me enviaron a la secci6n fo-
tografica. El Rector me encomendo un trabajo que no me result6; tampoco
estaba yo preparado como para hacerlo. Cuando fui a su habitaci6n con el
trabajo, lo rechazo y dijo, con un tono de descontento y gesticulando: "|Tu
ni siquieras te ganas la sal que comes!". Calle" a pesar de que no merecfa
la recriminadkm. Era una prueba. Lo habfa entendido. Despue*s de un
tiempo, espontaneamente me dio permiso para estudiar. Fue la suerte de
mivida. [223]
Heede Hacia mas o menos dos afios que habia terminado el colegio,
cuando le escribi al Rector, Sr. Janssen, y le pedi poder ingresar. A los
pocos dfas recibi la siguiente respuesta: "Nosotros no te podemos recibir
sin saber antes qu6 es lo que quieres. <iQuieres aprender carpinteria, en-
cuadernaci6n, sastrerfa, zapateria, trabajar en la imprenta o ser ebanista,
y deseas verdaderamente de coraz6n entregarte al Senor y servirlo en la
vida religiosa, vale decir, en la renuncia personal? Entonces tienes que
expresarlo, llenar los formularios y junto a los certificados de bautismo y
del me'dico, enviarlos en forma certificada. Cordiales saludos, Janssen,
Rector del Seminario Misional. Por sobre todo debes rezar con mucho em-
pefio al Arcdngel San Miguel pidiendole la gracia de ser admitido en la
casa consagrada a £1". Envie" los papeles. Pero pasaron semanas y meses
sin que recibiera una respuesta. Entonces viajamos mi padre y yo a Steyl.
Se descubri6 que la respuesta hacia tiempo que la habian enviado, pero
con una direcci6n equivocada. El Rector Janssen me pregunto si queria
ser aprendiz; yo estaba feliz pues mis deseos se dirigian hacia la vida
conventual. Luego me pregunto si queria quedarme en seguida, a lo que
replique" que si. Asi fue como recibi rapidamente la admisi6n. El Rector
Janssen me envi6 primeramente como aprendiz de estereotipia. Aprendi
a hacer matrices y reproducciones de e*stas en las paginas ya listas. Cuan
do no estaba ocupado con ello, aprendia a componer. A fines de mayo me
18
dijo el Rector que desde el pr6ximo semestre yo seria alumno; entretanto
debia asistir a algunas clases con los alumnos. Lo hice de inmediato y en el
otofio inicie los estudios seminaristicos. [225]
19
trabajaba con nosotros. Me hablaba de que acaso yo podria ser sacerdote.
Converse con mi confesor. Aconsejado por el Sr. Reinke fui hasta el Su
perior con el pedido de que me dejara ser alumno. Su respuesta: [Como se
me podia ocurrir esto. Alabado sea Jesucristo!
Le cont6 lo sucedido a Reinke. "No te desanimes" me dijo, "ve nueva-
mente a el". Despues de un tiempo fui por segunda vez. Y por segunda
vez fui despedido de su pieza con un: {Alabado sea Jesucristo]
Le dije a Reinke que el se habia equivocado creyendo que el poder
estudiar fuese tan fdcil de obtener. Me contest6: "|Anda nuevamente hasta
el!".
Le hice caso, y fui por tercera vez. Entonces recibi el permiso para
estudiar. Y pude pagar pensi6n completa. [228]
El Rector
7i P. Miguel Hergesheimer svd (1881-1969) [] 262, 290, 294, 327, 779, 1050
Steyl '98. Ordenado '10. Filipinas. [1490]
" p. Pedro Schmitz svd (1878-1967) [] 1003, 1055
Steyl '91. Ordenado '02. Secretario gral. '04; Procurador gral. '09/28. A pedido del
P. Blum escribi6 la notn necrol6gicti del Fundador '09. [1600]
20
algo amargo. Nosotros, los estudiantes, no queriamos tener ningun contac-
to con el, y por cada uno corria un frio helado, cuando se le decia: " jDebes
ir a ver al senor Rector!". [2311
21
era hombre de fe. Lo que decia y lo que por su ejemplo nos mostraba, era
profundamente piadoso, profundamente creido por el, y venfa profunda-
mente de su interioridad. La impresi6n que me forme de su persona, su
vida, su hablar y su actuar, se grab6 profundamente en mi, en forma im-
borrable, e influy6 siempre en mi vida. Siempre he creido que si hay algo
bueno en mi, tengo que agradece'rselo a nuestro venerable Fundador. [234]
Roser 70 En 1877 ingrese en Steyl y vivi alii hasta 1889. Durante los
tres primeros anos despue's de mi ordenacion sacerdotal, estuve muy cerca
del P. Superior General, mucho mas que cualquier otro Padre. Algo ca-
racteristico en el era la forma cuidadosa como procedia frente a las deci-
siones importantes. Generalmente era un enigma: ellos pensaban que era
muy lento en tomar una determinaci6n, o incapaz; el debia proceder con
mas rapidez cuando se mostraba tal o cual cosa como beneficiosa para la
Congregaci6n. Pero el P. Arnoldo se tomaba tiempo para rezar y madurar
el asunto. <iSe habra arrepentido alguna vez de haber procedido asi? No lo
creo. Un hombre con un espiritu de fe, como el, goza facilmente de inspi-
raci6n y conducci6n divinas, contrariamente a quienes se tienen por in-
teligentes. [236]
22
ciente de su condici6n como superior mayor, al cumplimiento de esa dis-
posici6n y a que fuese ejecutada con la mayor exactitud; no por obstina-
ci6n sino por su responsabilidad ante Dios. [237]
El avanza por los corredores de la casa matriz, con una seriedad so-
brenatural, inclinado bajo el peso de las preocupaciones; su paso es mesu-
rado, un paso mas corto, el otro mds largo; con una mirada que lo abarca
todo, y con una carpeta bajo el brazo.
El superior iluminado por Dios, que procura, prove1 y dirige.
23
El hombre que reza y que se ve que brilla en el la llama del amor a
Dios, lleno de sufrimiento por las preocupaciones, incansable y piadoso.
24
El Padre, para quien hasta el ultimo de sus hijos le era querido mas alia
de la muerte.
25
Weig No pocas veces se pudo sentir cierta escasez en los primeros
afios; pero nosotros nunca sufrimos bambre, ni siquiera nos falt6 algo esen-
cial. A fines del otoiio venian los buenos agricultores de Kempis y de los
alrededores, a Steyl, y nos trafan en sus carros de dos ruedas el diezmo de
sus cosechas, consistente en frutas de sus huertos y productos elaborados
de los animales que tenian: jamones, salchichas, repollos, papas, arvejas,
zanahorias, trigo... Traian todo esto y lo dejaban en la misma casa. Sin
su ayuda la Gasa Misional no se podria haber desarrollado tan rapida-
mente. Y cuando el Senor Rector debi6 construir, expuso en el Pequeno
Mensajero del Coraz6n de Jesus, sus planes y necesidades, e hizo un lla-
mado de advertencia. Nosotros, los estudiantes, debiamos imprimir esos
avisos, doblarlos y llevarlos al correo; sobre todo debiamos rezar sin des-
mayo a San Jose", nuestro gran tesorero en el cielo. Y cuando las limosnas
o donaciones empezaron a llegar, el Senor Rector comenz6 a construir. La
construcci6n jamas se detuvo, siquiera un dia, por faltar el dinero. Para
nosotros, los estudiantes, esto fue de gran provecho, pues pudimos parti-
cipar en los desvelos del Rector y asi intimar con el desarrollo y creci-
miento de la obra. [240]
Weig El almuerzo y la cena los tomabamos los alumnos con los re-
verendos senores, en el mismo comedor. Era algo excelente para nosotros,
entre otras cosas, porque asi veiamos las visitas que venian a ver la Casa
Misional. Recuerdo al obispo misionero, Mons. Daniel Comboni, que tra-
bajaba en el Sudan egipcio. Sobre todo recuerdo muy bien a quien des-
pue's seria una persona muy importante; el P. Francisco Pfanner, trapense,
Fundador de Marianhill. Cuando nos vio, una vez, junto a la bomba del
agua, bebiendo reiteradamente, nos advirti6: "Uds. se preparan para ser
despu&s misioneros. Por eso deben acostumbrarse a veneer la sed. Estaran
en lugares y situaciones en que no habra agua". Le dijo al Fundador que
hiciera que las comidas tuvieran la menor sal posible, porque la sal pro
duce sed. El superior asi lo dispuso y por un tiempo no se ech6 sal a las
comidas. De visita vino tambi£n un misionero de la China, Mons. Cosi,
to P. Ludgero Griiter svd (1860-1940) [] 259, 278, 287, 330, 353, 356
Ordenado '90 y el mismo afio march6 a Argentina. [1478]
26
Vicario Apost61ico de Tsinanfu; lo acompanaba un sacerdote chino, el
P. Jer6nimo, que llevaba naturalmente una larga trenza en la cabeza. Estas
visitas contribuyeron a mantener en nosotros el espiritu misionero. Nosotros
no necesitamos ninguna asociaci6n misionera. [242]
27
ci6n de fumar, como tambien la del rape, fue exigida desde un comienzo y
con mucho rigor. Faltar a esto significaba el despido. Lo mismo implicaba
el beber alcohol a espondidas. Mediante una forma estricta de vida debian
los j6venes aprender a ser utiles en su dificil vocaci6n y a protegerse y for-
talecerse contra los peligros y dificultades de cualquier indole que se les
presentarian.
La experiencia de mas de cuarenta anos ha mostrado que esta forma-
ci6n no es muy estricta, mas aun, que es la correcta. Mientras mas fiel-
mente se la seguia, mas fadl fue para los hijos espirituales de Janssen
actuar bien en los trabajos y peligros.
Tampoco en el vestir habia lujo. El que alguien llevara una prenda
de piel, era mal visto. Ropa estrafalaria no fue soportada. Los muebles y
la decoraci6n de las piezas, de las salas de trabajo, dormitorios, salas de
estudio, etc., llevaban siempre el sello de la sencillez y de lo varonil.
Siempre hubo preocupaci6n por la salud; la gente debia estar en con-
diciones de poder trabajar. Para el descanso nocturno generalmente habia
siete horas. Una siesta era algo totalmente prohibido originalmente, pero
luego, se permitid a algunos, con limitaciones. [246]
28
sobre la mesa. El se sento junto a nosotros y nos animo a comer. Cuando
nos habiamos servido la sopa, le pregunte a mi colega: "<iTe gusto la sopa,
Gottfried?" — "jBuena, muy buena, excelentel" — "|A mi tambien! Una
buena sopa hay que pagarla bien tambien. jAqui tienes, Arnoldo, por la
sopal". Y le entregue un billete de cien marcos. El no sabia que decir,
tom6 el billete con mucha humildad y gratitud.
Despues nos servimos verdura, papas y came. Entonces le hice nue-
vamente la pregunta a mi colega, "£Te gust6, Gottfried?" — "jBueno, muy
bueno, excelente!" — "Mira, Arnoldo, hoy pagamos muy bien". Y entonces
le pase el otro billete de cien marcos. Mayor sorpresa. Luego una sonrisa,
y: "Yo creo que Uds. tienen mas". A lo que conteste: "Pero, Arnoldo, jpor
Dios!, primero te pagamos la sopa con uno de cien, despues el segundo con
otro de cien, y tu dices: Yo creo que Uds. tienen mas. ,jCuando se habra
visto que se pague por un almuerzo 200 Marcos?". El ultimo billete de cien
marcos lo habia colocado bien enrollado entre los dedos, y cuando me des-
pedi lo deposite en las manos de Arnoldo. Ahi le dije que los trescientos
marcos eran un regalo de una pobre senora, que habia dado hasta lo ultimo
para el Seminario Misional, y que no habia querido saber nada de una
previsi6n para su persona. Esto hizo que para Arnoldo la dadiva fuera
mas valiosa. [248]
81 P. Enrique Aster svd (1860-1940) — Steyl '86. Oidenado '97, el mismo ano a
Argentina. En 1907 regresa a Alemnnia. [1367]
82 P. Carlos Bude svd (1889-1975) — Sta. Cruz '03. Orden. '14. Predicador de Mi
siones Populares. [1394]
29
Gudula88 Unos padres capuchinos, que habian sido expulsados de
Francia, llegaron a Steyl y adquirieron la Villa Rijk, donde, m&s tarde,
desde 1913, estuvo el Generalato. Nosotros, al principio, tuvimos que co
cinar para estos buenos padres capuchinos; nosotros eramos tambie'n po
bres. Yo le dije una vez al Senor Rector: "<jDe d6nde vamos a conseguir
las cosas?". Cuando el not6 que le estaba hablando en serio, dijo: "Desde
hoy en adelante vamos a cocinar para 50 pobres mas de Tegelen, sopa, car-
ne y verdura". Pense" que ibamos derecho al desastre. Pero no fuimos a la
bancarrota. Teniamos a diario lo suficiente como para 100 personas. Hubo
verdaderamente una milagrosa multiplicaci6n de los panes. (iC6mo suce-
di6? El senor Hector tenia una confianza ilimitada en la Providencia. [251]
Peil Para los pobres y afligidos, la Casa Misional, siempre estaba abier-
ta. Los necesitados, asi lo quiso el Fundador, debian ser alimentados y
vestidos. Con mucha generosidad se repartia y no existfa temor de que se
preguntara por necesidades o me*ritos. Sopa, papas, verdura y pan se re-
partian sin limites; came, mantequilla o queso, generalmente para Navidad
u ocasiones especiales. Con las donaciones de dinero se era muy cuidadoso.
Pero son miles los que de esa forma en Steyl o en otras casas de la Con-
gregaci6n se libraron de grandes apuros. En tiempos dificiles, especial-
mente en el invierno, llegaban en gran niimero a pedir a la porterfa del
Seminario Misional. Que entre ellos hubiese sinvergiienzas y gentes de mal
vivir, era cosa natural. Se le hacia notar esto al venerable Fundador, y 61
ni siquiera se enfadaba un poco. Para el procurador, el ec6nomo, el pro-
blema de la porteria a veces era demasiado. Una vez hizo que la policia
alejara a todos los mendigos. [252]
Los Estudios
30
Eikenbrock. Anzer y Freinademetz viajaron a China en 1879. De este modo
habia en Steyl solamente cuadro Padres que pertenecian a la casa-. Cier-
tamente habia necesidad de mas profesores. Los otros profesores eran sa-
cerdotes diocesanos, que debido al fuerte ataque del Kulturkampf, no po-
dian encontrar un sitio donde trabajar en la pastoral. El Kulturkampf se
transform6 en bendici6n para la joven Casa Misional; recibi6 los sacerdo-
tes-profesores que necesitaba. Uno fue el Dr. Pedro Huels, hombre muy
viajero, que habia sido profesor particular de una noble familia en Cons-
tantinopla. Ahora daba 61 Moral e Historia de la Iglesia; posteriormente
fue profesor en la Universidad de Muenster y predicador en la catedral.
Me acuerdo todavia de su predica para el dia de San Miguel, en Steyl.
Otro profesor de Teologfa fue el Dr. Kleinermanns, el confesor mas querido
de los seminaristas menores; despu£s llego a ser parroco en Kornelimuens-
ter, cerca de Aachen. Por poco tiempo ensen6 teologia, en 1878, el Dr. Vu-
gener, quien tambi6n comenz6 con los monaguillos, cosa que se mantuvo
por anos. Tambten estuvo alii el Dr. Nau, un gran coleccionista de insectos,
y Enrique Eumers, quien nos dio una magnifica explication del catecismo,
y que posteriormente fue parroco de San Victor, en Xanten. Por afios fue
mi profesor de latin y aleman don Bernardo Hellmann, temeroso cuando
daba sus clases, pero un gran profesor, mucho debo agradecerle; con 61
pudimos leer dramas alemanes. Repartia los diferentes roles entre los alum-
nos, quienes declamaban toda la obra. [234]
■* Edmundo Kreusch (1862-1922) — Steyl '79. Ordenado '88. Abandon^ SVD '94.
Pas6 a los Altkatholiken '01. Bajo seuddrrmo V. Steif escribi6 un folleto sobre Con-
gregaciones Misioneras del que se toma la cita. [1517]
31
burlaban de el. Frente a la asamblea de profesores dije: "Uds. aseguran
que el Rector no entiende de pedagogia. Fuede ser. Pero Uds. tampoco
tienen una linea pedag6gica. De lo contrario mantendrian por lo menos las
cosas mas elementales, como por ejemplo, el cuidar la imagen del Supe
rior". En la refriega algunos profesores decidieron irse por su cuenta; otros
fueron despedidos. Algunos se quedaron y fueron buenos amigos de la
casa. Dos de los mas grandes opositores del Rector, despu6s de un tiempo
sufrieron una gran necesidad y pidieron ayuda. Nosotros los ayudamos.
[2561
Breuer Al final del quinto afio tuvimos examen oral delante de todos
los padres que ensenaban. El Fundador tambie'n vino. Tuvimos que com-
pletar una frase con una palabra que se nos daba. Cuando me toco a mi,
complete la frase (asi me pareci6 mas correcta): Si pica, uno se rasca. El
ss Hna. Felicitas, Maria Lippemeier ssps (1871-1957) [] 354, 828, 638, 642, 649, 658,
660, 870, 682, 691, 700 — Steyl '93. Profesora. [1451]
32
Fundador ri6 con ganas. Despues aprendimos en el Noviciado: Si a uno
le pica, no debera rascarse; esto le servira para formar el caracter. [2601
Peel Ayuda en todos los problemas era San Jos£. La confianza del Fun
dador en Dios y en el padre adoptivo de nuestro Sefior era indescriptible-
mente grande. Los alumnos y Hermanos fueron de a poco tambi&i asimi-
landola. Cuando estaban en apuros frente a un examen, p. ej. matematicas
o historia universal, los mas necesitados peregrinaban hasta la imagen de
San Jos£, con el.libro de sus sufrimientos bajo el brazo. Posteriormente se
coloc6 este cuadro de San Jos6 en el comedor para recordarle su continua
preocupacidn por el pan. [2631
86 Dra. Ana Dengel, Fundadora de las Hnas. de la Mision M^dica Cat61ica. En 1940
relata su encuentro con el P. Fsco. Javier Kuhn de 1924, quien dej6 Steyl en 1891
para pasar a los Mill Hill. [1421]
33
Sehringer 87 En nuestro viaje a las misiones, visitamos Roma en 1925.
En la terraza de la Basilica de San Pedro encontramos a un viejo misionero
de la India. Se alegr6 mucho de encontrar en nosotros a sacerdotes y pai-
sanos suyos. Su alegria aument6 cuando supo que eramos verbitas. Nos
cont6 que tambie*n habfa estudiado en Steyl y que era un gran admirador
de la obra. Sucedi6 que por aquel entonces habia pasado por Steyl el fun-
dador de los PP. Salvatorianos, el P. Jordan, y le habia pedido al P. Ar-
noldo y al P. Prefecto Wegener, que le enviaran algunos estudiantes del sur
de Alemania para hacer posible el comienzo de su Orden. El P. Fundador
y el P. Wegener accedieron a su deseo. Un dia lo Ilam6 el P. Wegener y
le dijo: "Querido hijo, creo que es la voluntad de Dios que vuelvas a tu
tierra y alii ayudes al P. Jordan en la fundaci6n de su seminario. Tambien
alii podras ser misionero". Fue asi como se hizo salvatoriano y misionero
en Assam. [265]
8T p. Valentin Sehringer svd (1888-1963) — Marcho a China en 1925 (ano del episo-
dio). Permaneci6 en China hasta 1949. [1609]
»» H. Berchmans, Juan Giesen svd (1868-1932) [] 440, 483, 553, 555, 602, 730, 733
Steyl '91. Al Brasil '96. Regres6 a Steyl en 1900. Encargado del Museo de Ciencias
Naturales. [1373]
34
Peil Al comienzo no habfa casi ningun entretenimiento para los es-
tudiantes. S61o habia medio dia libre el jueves por la tarde. Los domingos
y dias festivos realmente no eran dias Iibres. Junto al servicio religioso por
la manana y la tarde, habia catequesis, ensayo del coro, declamation obli-
gatoria para todos y otras obligaciones de caracter literario. Asi como el
Fundador, desde un comienzo, se habia decidido a lo literario a trove's
del Pequeno Mensajero del Sagrado Coraz6n, y luego a trove's de Stadt
Gottes, los suyos debian hacer lo mismo. En realidad se publicaron muchas
cosas por parte de nuestros misioneros. [268]
Trabajos manuales
80 Forma abreviada por *Zur ewigen Heimat", una publication interim de Steyl y
aparecia con "Steyler Chronik" con las necrologias de los verbitas fallecidos en el
ano anterior. [1485]
35
chas veces dias enteros colocando argollas para las cortinas de los dormi-
torios o cosiendo colchones de paja. Desgraciadamente esta costumbre
termin6 pronto y mi trabajo en la sastreria no duro mucho. Felices se sen-
tian algunos muchachos, por ejemplo los que debian trabajar como pinto-
res, constructores o herreros. El motivo por qu6 el Fundador termin6 con
esa costumbre, no me es claro todavia hoy. Tiene que ver seguramente
con el desarrollo del Instituto de los Hermanos. [270]
90 P. Santiago Lichius svd (1877-1973) [] 305, 352, 359, 378, 401, 412 — Steyl '89.
Onfenado S. Gabr. 1900. Argentina. Escritor y musico infatigable. [1531]
36
superiores, que lo hacian como jefes de grupo. Cuando estuvo listo el ce-
menterio, fueron trasladados nuestros difuntos —serian cuatro o seis— a
sus nuevas moradas. Nosotros, en filas de a dos, fuimos pasando frente a
los ataudes y miramos a los muertos. Fue un "memento mori" para todos.
Puedo recordar al subdiacono Plettl y al Hermano Antonio.
Cuando uno moria, durante el oficio religioso, en la Iglesia de abajo,
el ataud estaba abierto, de tal manera que todos podian ver el cadaver.
Igualmente un "memento mori". [272]
Encuentros
Bueckinc 18S En el piso inferior, habia un gran nicho con una imagen
de la Sma. Virgen Negra. Alii habia tambien, un poco mas arriba, una
ventana que, por estar abierta, se golpeaba con el viento. El P. Fundador
buscaba quien se pudiera subir para cerrarla. De pronto apareci6 el alum-
no Sax, una vocacion tardla (tenia mds de 20 afios) y que recien habia
ingresado en el Seminario. El P. Arnoldo no sabia con certeza si era uno
de los quc estaba haciendo algiin retiro en la casa o si era seminarista. Se
dirigi6 a el y le pregunt6: "<iEstas haciendo retiro o eres seminarista?".
Cuando Sax le dijo que era seminarista, el P. Fundador le dijo: "Entonces
s6 bueno, cierra esa ventana". [275]
37
Vogt M Un alumno tenfa el codo de su chaqueta roto y se veia el forro.
El P. Superior se dio cuenta, lo Ilam6 aparte, le mostr6 con el dedo el lugar,
lo mir6 sonriendo y se fue. Al poco rato estaba zurcido el codo de la cha
queta. [276]
™ P. Federico Vogt svd (1867-1931) — Sbeyl '85. Ordenado '93. Argentina '95. [1633]
«* P. Carlos Weig (I) svd (1876-1939) [] 280, 295, 317, 321
Steyl '88. Ordenado 1900. China hasta su muerte. [1641]
■» P. Francisco Heines svd (1882-1973) [] 283, 322, 792
Steyl '95. Tradujo al holandes la biografia del Fundador escrita por el P. Fischer, que
tuvo tres ediciones y fue traducida al frances. [1486]
38
Buddenbrock Nuestra sala de estudios se hallaba en cl edificio sur.
Teniamos tiempo libre. Jugabamos y gritabamos. Uno mir6 por la ventana
y vio que abajo el P. Superior se paseaba, con la cara enojada, frente al
edificio. Dos minutos despues ya estaba {rente a la sala de estudios y nos
dijo algunas palabras sobre como aprovechar el tiempo libre sin peleas
ni gritos. Esto produjo tan buen resultado que nunca mas se pudo quejar
de nuestro comportamiento. [281]
<* P. Arnoldo Duempelmann svd (1877-1969) [] 999 — Steyl '93. Ordenado S. Gabriel
'05. Vuelto a Steyl. [1433]
39
chos habian comprado con sus ahorros. El Fundador hizo llamar a todo el
curso a su pieza. Alab6 su devoci6n al Sagrado Coraz6n, y les pidi6 que
pusieran, por favor, sobre la imagen, un cuadro del Espiritu Santo. Para
esto le pidi6 a un Hermano que lo confeccionara. Asi se hizo tambie"n. De
ese curso 16 se ordenaron sacerdotes el 24 de febrero de 1905 en San Ga
briel. Otros cuatro fueron sacerdotes diocesanos. [284]
8T P. Huberto Krins svd (1887-1986) U 302, 587, 780, 981, 1088, 1108
Steyl '01. Orden. '13. China '19 volvio despues de la 2» giierra. En 1964 escribi6
"Mi impresion del P. Amoldo Janssen". [1518]
»8 P. Francisco Markert svd (1884-1981) — Steyl '01. Onlenado S. Gabr. '10. U.S.A.
Ya en 1909 escribi6 sus recuerdos. [1544]
40
trabaja tambien de capelldn el Sr. van Oberger, a quien conozco bien".
En seguida se Ievant6 y del armario, junto a su escritorio, tom6 un Ro
sario grande que habia alii y me dijo: "El capelldn van Oberger va a mo
rir en una semana". Asi fue como lo dijo, aunque yo crei no entenderlo.
El Fundador me dio el Rosario y expres6: "Toma este Rosario, dale un
carinoso saludo al capellan van Oberger y dile que todas las noches se lo
ponga al cuello; que no lo deje de hacer".
Yo me arrodilte y recibi su bendici6n despidi6ndome con el acostum-
brado: Alabado sea Jesucristo. Saliendo de alii me hice la siguiente refle-
xi6n: "Asi que el capellan morira en una semana y tii tendras que decirselo,
y no debes omitir decirle que se coloque el Rosario cada noche".
Pocos dias despu6s de haber llegado a mi casa, hice un paseo a Wer-
den. El encargo que tenia me parecia raro. Primero que nada visits a la
mamd de un alumno de Steyl y durante la conversaci6n hablamos del ca
pelldn Oberger. "Mire, le dije a la seiiora, este Rosario tengo que entre-
gdrselo al capellan. Como me dijo el P. Rector, el capellan va a morir en
una semana y debe poneiselo al cuello todas las noches". La senora Real,
que era viuda, dijo solamente: "Bueno, el senor capelldn, en los ultimos
tiempos, no ha estado muy bien".
De ahi me fui a ver al capelldn van Oberger. Lo espere en el salon-
cito, pensando en el encargo que tenia. Entr6 el Sr. Capelldn y me saludo
muy cordialmente; pregunt6 por mis estudios y me cont6 algo sobre San
Ludgero. Luego me pregunt6 c6mo estaba el P. Rector. Le di los saludos
y luego, sacando el Rosario, le dije tartamudeando y con miedo: "Ud. va
a morir muy pronto y por eso no debe dejar de ponerse este Rosario todas
las noches al cuello". El capelldn miro tristemente el suelo y contempl6
el Rosario. Luego se despidi6 de mi dicie'ndome: "Ven a visitanne otra
vez".
Como a los ocho dias falleci6 el capelldn van Oberger. Cuando volvi
a Steyl y me present^ al P. Rector, le cont6 que el capelldn Oberger habia
fallecido. Se Ievant6 de su asiento y rez6 un momento. Parecia transpor-
tado. Luego me dijo: "El capelldn van Oberger era un buen sacerdote.
El Senor le 66 el descanso eterno". Luego me dijo: "Alabado sea Jesucris
to", y me dej6 salir. [2871
41
mio, si tu te preparas para servir al Senor, entonces cuidate de la tentaci6n.
Fortalece tu corazon y hazte duro para que no caigas, etc. (Jesus Siraj
2, 1-6). [288]
Gruber Asi como para las fiestas le gustaba que hubiera muchas velas
y adornos en el altar, asi para los dias comunes exigia por lo menos que
todo estuviera bien limpio. Durante la semana que yo tuve a cargo la
sacristia, descubri6 el P. Superior General una mancha de cera sobre el
mantel del altar. Me la mostr6, a lo que repliqu6 que la noche anterior
habia limpiado el apagador de velas. Tuve que ir a buscarlo y mostrar-
selo. Estaba limpio. A pesar de todo recibi una penitencia: rezar un ro-
sario entero. [291]
42
alumno de los cursos superiores, me compre un misal y lo aprovechaba
durante el tiempo de la meditaci6n. De pronto send un golpecito en el
hombro y oi la voz del P. General que me decia: "Ahora hay meditation".
[293]
Weig I Durante los anos que estudi6 en Steyl tenia su pieza cerca de
la Iglesia. Unas cuantas gradas hacia arriba estaba la puerta que daba
justo detras del altar mayor de la Iglesia superior; otra escalera llevaba
a la Iglesia inferior. Muchas veces se veia al Fundador subir o bajar las
escaleras. [295]
Marquardt Tengo muy presente con que carino y viva alegria nos
explicaba el Evangelio los domingos y dias festivos. Imborrable me es la
explicaci6n que nos dio sobre el prefacio de la Misa de la Santisima Tri
nidad: en una forma muy dogm&tica y con gran entusiasmo. [298]
43
Henninghaus Se preocup6 mucho de inculcarnos, cuando eramos
alumnos, una gran aversidn al pecado. En incontables conferencias, retiros
y advertencias nos amonestaba a huir del pecado como de una serpiente.
Particularmente se debia evitar el pecado en forma cuidadosa para no da-
fiar la pureza o ponerla en peligro. En repetidas ocasiones de retiros bus-
caba profundizar y penetrar la virtud de la verdadera piedad, humildad
y pureza. [299]
Sandkamp Cuando nos dio las conferencias sobre San Luis Gonzaga,
yo tenfa 15 6 16 afios. Todavia hoy recuerdo lo que entonces dijo. Sus en-
senanzas eran serias e impresionantes, pero tambi£n practicas y cierta-
mente teologicas. No cay6 en la tipica falta de tantos formadores de en
tonces, para quienes todo lo relacionado con el sexto mandamiento era
pecado grave y asi mortificaban las conciencias. Fuso bien en claro la di-
ferencia entre lo que es pecado grave, leve o lo que no es pecado. En
aquella ocasi6n dijo muy claramente: "En esta virtud solamente el cobarde
es fuerte". Y en otra ocasi6n: "La castidad depara un espiritu alegre". [301]
44
festivo: "Apareci6 la bondad y el amor de Dios a los Hombres". Continua
con el saludo, adoracion, acci6n de gracias y muchas peticiones, especial-
mente por las misiones y la Santa Iglesia.
Luego toma 61 mismo al Nino Jesus, asi como lo hiciera el anciano
Sime6n, bendice con el Nino a todos los presentes y acomodandolo en su
pesebre especialmente preparado con finas telas, lo coloca en los brazos
del menor de los alumnos, quien esta revestido de monaguillo.
Al son de la musica y de cantos navidenos, en solemne procesi6n se
vuelve a la Iglesia, en donde el P. Arnoldo coloca tiernamente al Nino
Jesus en el pesebre.
Todas las veces que le es posible, 61 mismo preside esta ceremonia,
de la forma mas solemne, unicamente posible en las grandes comunidades.
Asi sucedi6 tambien en su ultima Navidad, en 1907. No me puedo olvidar
de ese impresionante momento, en que veia al anciano y canoso sacerdote
hincado en el suelo frente al Nino Dios; tampoco puedo olvidar las ora-
ciones tan hermosas que rezaba, y menos su rostro que resplandecia por
la devoci6n y la profunda alegria que lo embargaba.
Ahi se podia ver una actitud de profunda fe y convicci6n.
A continuaci6n sigue la Misa de Medianoche, rezada con profunda
devoci6n y reverencia. Tambien (despues de haberlo ensayado muchas ve
ces) entona con una voz un tanto ronca, el canto de los Angeles, el Gloria,
que le sale solemne, lento y piadoso; tal vez alguna nota no sale tan bien,
pero a pesar de eso invita al recogimiento. [303]
45
voci6n a la Virgen no tenfa el mismo caracter externo que la de San Ber
nardo, San Alfonso o el Beato Grignon de Montfort; era una devotion pri-
vada que solo en algunas ocasiones se podia constatar, pudi£ndose ver
cuan profunda era, asi como muestra San Ignacio su amor a la Virgen, en
el libro de los Ejercicios Espirituales. Muy claramente demostraba su amor
a la Sma. Virgen, cuando hada sus pr£dicas al comienzo del Mes de Maria,
y tambien para la fiesta de la Asunci6n (ese era el dfa de su ordenacion
sacerdotal), para la fiesta de la Natividad de la Sma. Virgen (para ese dia
escogi6 la fundad6n de la Congregad6n) y en forma muy especial, para
la fiesta de la Presentaci6n de la Sma. Virgen en el Templo, el 21 de no-
viembre. Esta fiesta era para el de singular importancia y devoci6n y la
consideraba el comienzo de la preparaci6n para el 8 de diciembre; la
octava de esta fiesta terminaba el 28 de noviembre y el 29 empezaba la
preparaci6n para la Fiesta de la Inmaculada Concepci6n. Cada ano, para
tal fiesta, hablaba con profundo amor y fe sobre la Sma. Virgen, que ya
en su tierna edad se habia consagrado al Sefior; c6mo tuvo que dejar la
casa de sus padres y c6mo siempre tuvo el prop6sito de mantener su pro-
mesa de entrega total al Sefior. For eso, ella es el ejemplo de un misionero.
Generalmente hacfa alusi6n al hermoso mosaico que hay en la Basilica de
San Pedro, en Roma, que reproduce la Presentaci6n de Maria: abajo, al
pie de la escalera, estan los Padres de Maria, ella corre subiendo
la escalera, donde, arriba, se encuentra el Sumo Sacerdote, esperandola.
Cuando el Fundador iba a Roma, lo primero que hacia siempre era ir a
San Pedro, y nosotros teniamos que acompanarlo, visitando en primer lu-
gar este altar; asi saludaba a la Sma. Virgen.
A menudo citaba el hermoso principio de San Alfonso, que entre dos
trabajos dificiles, debemos rezar un Ave Maria; esto complace a Dios en
forma especial.
De ahi que nos inculc6 la costumbre de rezar siempre, al inicio y al
final de las lecciones, un Ave Maria. Una hermosa costumbre suya era la
de rezar despu£s del Angelus una oracfcSn de entrega a la Sma. Virgen:
"Oh Senora mia, oh Madre mfa". De ahf viene la costumbre que tenemos,
que es una forma prescrita para nosotros, de empezar el dia con el Angelus
y de terminarlo con la antifona Mariana y con el saludo: "con el Hijo de tu
alegria..." La ultima palabra que se escucha en nuestra Iglesia o capilla
debera ser el dulce nombre de Maria.
Igualmente nos invitaba a una pequena mortificaci6n el sabado o en
la vigilia de una fiesta de la Sma. Virgen. Cada ano peregrinaba con nos
otros, a pie, hasta el santuario mariano de Kevelaer, y a veces tambten al
de Onze Lieve Vrouw in't Zand, en Roermond. Tambie'n tenia como cosa
especial suya, la devoci6n a la Madre Dolorosa. En cada casa debia haber
una gran estatua de la Mater Dolorosa. Al teimino del Viacrucis iba y vi-
46
sitaba a la Madre Dolorosa; el Viernes Santo lo hacia con toda la Co-
munidad.
La impresi6n general que tengo, respecto a la devoci6n mariana del
Fundador, se basa en los 28 anos que convivi con el. Para mi su piedad
mariana es muy parecida a la de San Ignacio, se le asemeja bastante. Una
gran propaganda por la devoci6n a la Sma. Virgen el no hizo; no lo habia
llamado a eso la Providencia. Su trabajo de propaganda estaba, segun el
plan de Dios, en otros campos, como en el del trabajo misional, el comen-
zar con la predicaci6n de los retiros espirituales en forma privada, en
Alemania y Holanda, y en difundir la devoci6n del culto a la Santisima
Trinidad y al Espiritu Santo. El amor a Maria lo cultiv6 en silencio y con
perseverancia y asi nos lo transmitio. Su jaculatoria preferida era: "jDulce
Cor Mariae, esto salvatio meal". Era la unica jaculatoria mariana que te-
nia indulgencias. Despues agreg6: "Inmaculata Spiritus Sancti Sponsa, jora
pro nobisP. Lo que San Buenaventura dice de su Fundador en el libro
'Leyendas de San Francisco', se puede decir tambien con toda verdad de
nuestro venerable Fundador: "Incredibili amore Matrem Dei venerabatur".
[304]
47
9. ESTUDIOS SUPERIORES
El Liceo
Hilger En una de sus estancias en San Gabriel (por entonces era Rec
tor el P. Wegener) el P. Fundador estaba atareado con el asunto de la
aceptacidn a los estudios superiores de los estudiantes que habian termi
nado la escuela media. En los papeles de uno de los aspirantes, encontr6
un defecto, que demostraba una irregularidad, y por lo tanto, necesitaba
la dispensa del Papa para poder ser ordenado sacerdote. Para el P. Fun
dador esto era reprochable y no daba su consentimiento para que fuera
aceptado en la Sociedad. Me envi6 al P. Rector Wegener para que firmara
el despido de este aspirante que por ningun motivo podia ser aceptado
con tal defecto. El P. Wegener, con su acostumbrada calma, me dijo: "Este
defecto lo conocemos desde que fue recibido en el Seminario menor, des-
de hace anos, y hemos permitido que el alumno siguiera con sus estudios.
P. Pablo Jaeschke svd (1884-1964) — Sta Cruz '97. Oiden. '10. Brasil. [1502]
48
Nosotros ahora no podemos tomar eso como motivo para despedirlo". Con
esta respuesta volvi junto al P. General. Asombrado me vcax6 y me dijo:
"Ah, nuevamente los escrupulos del P. Wegener. Digale que debo tener
su firma". Ahora el que me mir6 asombrado fue el P. Wegener, quien me
dijo: '\jC6mo me puede exigir el P. Superior General que firme, si a con-
ciencia no lo puedo hacer? Cometeria una injusticia, si diera mi firma y
por lo tanto no lo puedo hacer". Con gran curiosidad sobre el desarrollo
del suceso me apur6 a llevar la respuesta al P. Janssen, quien me quit6 el
papel y dici&idome: "Estos benditos escrupulos. |Yo mismo voy a ir hasta
ell", sali6 de su pieza. Debe haber pasado un buen rato hasta que volvi6 y
en forma resignada me dijo: "No firma. Es un buen hombre, pero escru-
puloso. Queramos o no, debemos aceptar dejar al aspirante". Segun estoy
informado, este cohermano trabaja muy bien en las misiones. [308]
49
Francisco pens6: es dificil tirar al rio un paquete de cigarrillos tan
buenos; no tiene sentido, los peces no fuman. A pesar de ello fue y tir6
los cigarrillos al rfo. Luego se present6 al P. Arnoldo.
"<»No te quedaste con ningun cigarrillo?".
No .
"Entonces puedes quedarte con nosotros".
Francisco Nies se quedd. Fue el primer martir de la Congregaci6n.
[310J
Gruber Los estudios eran diffciles para mi. Mas todavia lo fueron
cuando empece* Filosofia. Nuestro Profesor de Filosofia, el P. Gier, recie*n
llegaba de Roma, y para mi era un hombre demasiado instruido. Mis notas
en filosofia fueron malas. Al poco tiempo Ileg6 a San Gabriel el P. Su
perior General y tuvimos Ratio con e*l. En seguida me pregunt6: ",jY c6mo
le va con la Filosofia?". Le dije: "Mai, a pesar de que me he esforzado".
Me conso!6: "Bueno, no todos pueden ser grandes fil6sofos". [312]
50
Entonces, desde el banco donde estaba, saltd con gran agilidad el P. Fun-
dador (todavia no tenia 60 afios por aquel entonces) y borrando lo escri-
to, en un par de lineas escribi6 la f6rmula correcta. [313]
103 P. Jose Schoppmeier svd (1885-1953) []651 — Steyl '02. Orden. '12. Siempre en
Alemania. [1603]
104 P. Agustin Gehring svd (1878-1949) — Steyl '97. OnJen. '09. Togo. Repatriado en
1918. [1463]
51
visita. Una vez alii se fue directamente de la estacidn a mi casa. Luego
fue a visitar al P&rroco; pero no comio ni durmi6 en la casa parroquial.
Lo hizo en mi casa; despu6s de todo, habia venido especialmente por ellos.
Lo que hacia lo hacia bien y a conciencia. [317]
52
a lo bueno; que esa clase de lectura no educaba al joven para el amor por
el Santisimo Sacramento y la devotion a la Santisima Trinidad.
El mismo hablaba con gusto sobre los tres Misterios: sobre la Santi
sima Trinidad, sobre el misterio de la Encarnaci6n y sobre el misterio de
la Eucaristia. Para el y para su manera de pensar especulativa, estos mis
terios eran una dicha. [3211
Heines En nuestra epoca, el liceo tenia una forma de ser muy espe
cial. No poseia gran influencia religiosa sobre la gente, por lo menos eso
es lo que me parece hoy dia. Despues de una severa, unilateralmente se-
vera educaci6n de Steyl, llegabamos bien preparados a una tierra de li-
bertad.
Pienso todavia en tantos libros que, traidos de Viena-Moedling, pa-
saron de contrabando, sin el control de la Prefectura. Tambien el P. Gier
se quefaba de la poca importancia que se concedia a lo religioso durante
el liceo. Recuerdo palabra por palabra lo que me dijo una vez: "Hubo
varios cursos en que el noviciado empezo sin que dieran resultado las con-
versiones". Pero los anos del liceo tambien tenian su lado bueno: la escue-
la de la auto discipline!; por lo menos para aquellos que disponian de las
condiciones para eso. [322]
El Noviciado
53
Hilger El principio que el tenia era: sobre su vocaci6n cada uno debe
decidir. Si uno le dice a un joven: "Tii est&s llamado para nuestra Congre-
gaci6n y debes ser sacerdote y misionero", ese es un inconsciente. Quien
dice: "Tti perteneces a la Congregaci6n y no puedes retirarte", ese peca
y le hace un feo favor a la Congregacion. Por cierto que debemos acon-
sejar al joven, dandole los pros y contras para que pueda hacer una elec-
ci6n. La decisi6n final debemos dejarsela a el.
Por otra parte esta la Congregaci6n misionera. Ella tiene el derecho
de rechazar a cualquiera. Podra darse el caso de que el joven crea estar
verdaderamente llamado y de que el superior se sienta en la obligaci6n
de negar el ingreso. Esto debe mostrarle al candidato que la voluntad de
Dios le indica otro camino.
El P. Arnoldo no estaba obsesionado con tener muchos sacerdotes o
Hermanos, sino con tener calidad: "Multiplicasti gentem, sed non laeti-
tianT (multiplicaste el numero de personas, pero no asi la felicidad). Era
una frase que a menudo citaba; el porque" me miraba siempre que citaba
esta frase, no lo se. El se esforzaba por encontrar a aquellos que todavia
no se habian decidido en su vocaci6n, y a quienes se les podia guiar por
otro camino. Vivo est& en mi el recuerdo de mi curso y cuando nos predico
el retiro antes de los votos perpetuos (hace ya 35 afios) y c6mo, con pala-
bras llenas de vida y conmovedoras, se dio al empeno de mostrarnos cuan
hermoso era ser sacerdote diocesano. Esto dej6 en nosotros un sentimiento
de que "queria que cambiaramos. de domicilio", como deciamos riendo.
La* realidad es que durante el retiro varios de nuestros companeros de cur
so se fueron. Ello caus6 admiration en todos nosotros. Hoy dia trabajan
como parrocos o profesores de religi6n. [325]
m>5 P. Luis Kaufhold svd (1884-1979) — Sta. Cruz '98. Orden. *10. Maestro de do-
vicios. '32/47 Consejero gral. [1511]
54
cia sobre el espiritu del clerigo en la SVD. Decia cosas sumamente serias.
Asi nunca le habia oido hablar antes. Senti dudas sobre si debia pedir la
admisi6n al Noviciado. Pero una conversaci6n mas intima con el por en-
tonces Maestro de Novidos, P. Gier, despej6 mis temores. [3271
55
biamos aprendernos largos trozos de memoria en latin y luego recitarlos.
El P. Arnoldo nos comentaba los breves coloquios de San Buenaventura
que a nosotros, los j6venes, no nos atraian mucho; con mas gusto hubie-
semos querido tener ya un manual de dogmatica. En el segundo ano de
noviciado ya teniamos bastante que estudiar; debiamos leer el Evangelio
de San Juan, la Garta a los Hebreos, los Salmos y Jeremias. Habia ademas
Derecho Gan6nico, Historia de la Iglesia y Moral. Despues de dos afios, el
12 de marzo de 1888, termind el Noviciado. Hicimos votos por nueve anos.
[332]
Gier Durante los anos que pase en San Gabriel (como Maestro de
Novicios y Prefecto) muchas veces sufri interiormente, por el peso de la
pregunta que me hacia sobre si verdaderamente nuestra formaci6n (con
las viejas costumbres de nuestro Fundador) lograba conseguir la capacidad
vocacional para el trabajo apost<51ico, y si nos encontrabamos a la altura
de las exigencias para nuestras tareas. Ahora (1924) que he visto en el
mismo lugar de trabajo (debido a las visitas que hice) de nuestros esfor-
zados misioneros y he podido escuchar el reconocimiento que se les hace,
cambie de parecer. Ahora estoy convencido de que nuestra Congregaci6n
tiene un honroso lugar entre todas las Gongregaciones misioneras de la
Iglesia, y de que nuestros misioneros estan en lineas de avanzada, en lo
que respecta a su dinamismo y empefio, asi como al exito de su trabajo.
S6Io el Senor sabe que digo esto con la mas profunda convicci6n; no con
orgullo (eso no estaria bien), sino con una profunda gratitud que debe-
mos a Dios y a nuestro Fundador. Su caracter no era simpatico para todos:
Dios reparte sus dones segun su bondad. Pero por el fruto se reconoce el
56
arbol. Los frutos que vemos en nuestros misioneros, no han salido de un
arbol malo. Ciertamente que con gusto debemos seguir aprendiendo, mien-
tras vivamos, y perfeccionar nuestras obras. Pero el fundamento se ha de-
mostrado en estos 50 anos como algo s61ido, y nosotros haremos algo sabio
si conservamos bien, y con decisi6n observamos, el espiritu que antigua-
mente animaba y que nuestros misioneros aprendieron de nuestro bien-
aventurado Fundador y con el que salieron a realizar su trabajo apostd-
lico. [336]
Los comienzos
we p. Fernando Medits (1841-1915) [] 348, 810, 919, 1017, 1133 — Vicentino hun-
garo. Ordenado en Austria 1866. Predicador de Mis. Populates, residente en Viena. Esta
57
me dijo que se habia sentido impulsado a fundar un Seminario Misional
en Austria. Debia probar. Me cont6 que se dijo: "Ahora me pongo en
camino, pase* por Munich, rumbo a Salzburgo, en donde pedi una entre-
vista con el Obispo Eder, a quien le conte* mis planes".
"^Cuanto dinero tiene Ud. para estop", pregunt6 el Obispo.
"Ni un centavo, Su Excelencia".
"Entonces le serd diffcil fundar un Seminario Misional. Para una cosa
asi se necesita dinero, si, y mucho. Sin 61 no resulta".
"Dios ya lo va a mandar si es que es su voluntad", contest6 el vene
rable Fundador y le pidi6 al Obispo su bendicion, preguntandole al mis-
mo tiempo por el nombre de alguien a quien recurrir en Viena.
"Vaya a ver al P. Medits, al convento de los lazaristas. El lo podra
ayudar".
Asi viaj6 el venerable Siervo de Dios a Viena y por mucho tiempo
fue nuestro hue'sped. Solamente a mi me es conocido con cuantas dificul-
tades debi6 luchar. Primero tuvo que trabajar en conseguir la nacionalidad
austriaca, pues por ser extranjero no podia traer su Congregaci6n a Austria.
Fue rechazado por varios municipios donde pidi6 que lo aceptaran, hasta
que por fin consigui6 uno. Asi pudo recibir la nacionalidad.
Luego tuvo que luchar para que se diera el reconocimiento del Go-
bierno a su obra. Por esto el Fundador sufrio lo indecible. Los empleados
del gobierno querian a toda costa que su plan de estudios se sujetara al
de Austria. Ello hubiera significado una gran dificultad para su instituto.
Tampoco el gobierno queria dejar de tener la inspecci6n en los estudios.
Por fin, despue"s de meses de negociaciones y conversaciones con
miembros del Gobierno, consiguio todo asi como hoy esta en San Gabriel.
SacriHcios debi6 soportar el Fundador en todas esas entrevistas. Por lo
general salia de nuestra casa a las nueve de la rnanana. No pocas veces
debia hacer antesala por largas horas; a menudo hasta las dos o tres de
la tarde por lo que llegaba cansadisimo, agotado, a casa. Pero jamas es-
cuch6 de 61 una palabra de queja. Cuando lo compadeci una vez, me dijo:
"C&llate, querido amigo, las obras buenas exigen sacrificio. Y Dios y las
almas necesitan que nosotros les ofrezcamos sacrificios". [338]
en correspondenda escrita con Arnoldo Janssen desde 1878 acerca del tema de erigir
una Casa Misional en Austria. Desde sus viajes a Viena (1883) el Fundador se hos-
peda con los vicentinos. Medits era uno de los pocos sacerdotes que Janssen tuteaba.
Medits escribid sus propios recuerdos y entreg6 al Generalato las cartas del P. Arnoldo
que aun conservaba. [1550]
58
ganado ninguna batalla y las organizations catolicas se hallaban en un
futuro incierto. Que Austria tuviera vocaciones misioneras era muy dudoso.
Sin dar demasiada importancia a esos pensamientos, que lo acosaban, se
puso a realizar su obra con entera confianza. [339]
107 Apuntes = Son las anotadones que las SSpS tomaban durante las conferencias
del P. Fundador y que se conservan cuidadosanvente en ambas casas-madres de Steyl.
[1557]
59
se. La construction fue tan rapida que ya el dos de octubre pudieron tras-
ladarse alii los dos primeros cursos de estudiantes de filosofia. Con esto
se fundaba el Seminario Misional mas antiguo de la Austria Imperial.
[3421
Teufer 1o° Cuando en 1899 el Seminario San Gabriel abri6 sus puertas,
fui uno de los alumnos que se trasladaron alia. El P. Fundador me escribio
c6mo debia hacer el viaje desde mi casa [Baisingen (Neckar), Wuerttem-
berg] hasta San Gabriel. No me indic6 el camino mas corto para llegar a
Viena (el que pasaba por Stuttgart, Munich, Passau, Viena), sino el que
desviaba por Innsbruck. Mis padres me desaconsejaron hacerlo, y me di-
jeron que debia tomar el camino mas corto. Yo me atuve estrictamente al
plan de viaje que el Fundador me habfa senalado. Apenas llegado a San
Gabriel, me comunicaron mis padres que el tren en que ellos querian que
viajara, descarril6 en Stuttgart.
Para mi, estoy convencido de que Dios me Iibr6, gracias al venerable
Fundador, de una desgracia, incluso, quizas, de la muerte. [344]
J08 h. Pldcidus, Enrique Rempe svd (1861-1936) — Steyl '89. Orden. "995. USA 1900.
[1577]
wo P. Carlos Teufer svd (1869-1958) — Steyl '87. Oiden. '95. China. [1620]
no h. Johannes, Francisco Hopfer svd (1856-1936) [] 445, 456, 536, 720
Steyl '83. Togo '92. Repatriado '18. [1504]
60
Lo mismo pas6 con los dormitorios. Las celdas y las camas para los
30 6 60 habitantes era imposible que estuvieran listas, pues todos se ha-
llaban ocupados en diversos trabajos. Tambi6n esto le comuniqu£. "Aqui
en Steyl van a ingresar tantos alumnos que debemos dejar lugar para ellos.
Un misionero debe estar dispuesto tambien a dormir en el suelo. Procura,
si, que todos tengan suficientes frazadas". [345]
JH P. Enrique Giese svd (1863-1937) t] 741, 918, 975, 997, 998, 1000
Steyl '80. Orden. '89. Estudios en Roma '89/91. Prof, en S. Gabr. En 1935 da su tes-
timonio en el Proceso Informative Lo que dijo ya lo habia escrito en 1906, Iuego de
una audiencia con el Nuncio Apost61ico quien le dijo: "El Santo Padre, como tam
bien la Propaganda consideran la Congregaci6n como un hecho providencial, visto
su maravilloso progreso... En Roma tanto la Propaganda como el Santo Padre con
sideran al Rvmo. Superior General un hombre santo". El Fundador que por entonces
61
gerer, al alcalde Dr. Lueger, y al dirigente de los social-cristianos, el Prin
cipe Alois Lichtenstein. Al Cardenal Gruscha present6 un piano de Viena
con la indication de los lugares donde era necesario construir iglesias.
Los lugares mismos los habia indicado con unas banderitas. Para ayudar
en la pastoral en Moedling puso a disposici6n varios sacerdotes. Durante
11 afios, por encargo de 61, ayude alii. Posteriormente este territorio se
encomend6 como parroquia al Seminario San Gabriel. Estaba de acuerdo
en que los sacerdotes de San Gabriel trabajaran en la pastoral. [348]
Perboybe l12 San Gabriel tenia una "volanta". Como cada vez se usa-
ba mas, el Fundador insinu6 al Hermano ec6nomo: "Si los deseos de salir
en 'coche' se multiplican, tu no debes tener siempre tiempo para ello".
Tampoco a los Prelados se les debe buscar siempre, pensaba el P. Fun
dador. El cuarto de hora que se necesita para llegar al Seminario desde
la estaci6n, es una buena oportunidad para caminar. Para dar un ejemplo al
respecto, 61 mismo se rue a buscar a Mons. Mueller, quien debia examinar
a los fratres antes de la ordenaci6n; lo hizo a pie. [349]
Weig Con gran alegria habia dado mi examen final ante la Propaganda,
en Roma. El venerable Fundador me habia llamado a San Gabriel, donde
debia ser ordenado diacono y sacerdote. Cuando llegue" a Moedling me
esperaba el coche del Seminario; quede" sorprendido. Con qu6 cordialidad
me salud6 en San Gabriel el venerable P. Fundador. Esa misma noche
me comunicd que el Sabado Santo iba a ser ordenado Diacono (es decir,
en tres dias mas) y el Domingo despue's de Pascua seria ordenado Sacer
dote. El P. Eikenbrock me predict el retiro de preparaci6n. La tarde antes
de la ordenaci6n sacerdotal, el P. Fundador me dijo que fuera a su pieza.
Alii me record6 que el dia de mi ordenaci6n era la fiesta de San Vicente
Ferrer; yo deberia recordar siempre a este gran misionero. Y agreg6: "En-
tre'guese Ud. con filial obediencia, siempre, a sus superiores y a la Con-
gregaci6n". Se lo prometi de corazon. Fue la primera Ordenaci6n Sacerdo
tal en San Gabriel. El Obispo que me orden6 fue Mons. Anzer. [350]
se hallaba en S. Gabriel hizo hacer una copia de ese informe para sus consejeros; pero
omitlendo el "santo" de modo que su secretario no se informara; luego escribid el
mismo la palabra "santo", pero en el escrito con que acompand el Informe coment6:
"Por lo que respecta a la palabra agregada a mono, sabefs ambos muy bien que los
italianos son muy prodigos en usarla y que no hay que darle mayor importancia". [1468]
ii2 H. Perboyre, Jose Becker svd (1872-1934) [] 462, 554, 577, 770
Steyl '91. S. Gabriel '92. [1571]
62
Del espiritu del Escolasticado
Mabianski113 En San Gabriel, los que venian del Este (en su mayoria
polacos), tenian mucho que sufrir por los chistes que se les hacia. El Fun-
dador era del Oeste, pero no era nacionalista. De ahi que prohibi6, y no
solamente en las constituciones, sino tambie'n en las conferencias, en forma
muy severa, que alguien se expresara en forma hiriente, despectiva sobre
otras naciones. En una conferencia alabo a los polacos: "Si, ese si que es
un pueblo que observa fielmente el ayuno". En otra ocasi6n dijo: "No es
suficiente entusiasmarse por las misiones o trabajar alii con todo empeno,
hay que apreciar y amar a la gente del lugar, por ejemplo a los chinos, a
pesar de sus falias y debilidades". Las palabras del Fundador: "Hay que
apreciar y amar a esa gente", las he recordado a menudo en America del
Sur. Alii, en las Reducciones, en el Paraguay, habia gente de 19 naciona-
lidades. Los inmigrantes se aferraban a su idioma nativo y a sus tradi-
ciones, incluso en sus cantos y costumbres religiosas. Los polacos, por ejem
plo, no iban a la Iglesia de los rutenos, y viceversa. Habia grandes proble-
mas. Pero nosotros pudimos solucionar todas las dificultades, si no a la
perfecci6n, en general. "Id por todo el mundo y ensenad a todos los pue
blos", 6ste es el mandato que tambien nosotros tenemos. Nosotros no po-
dremos hacer toda la tarea si no "apreciamos y amamos" a todos los hom-
bres. Asi era nuestro Fundador: pensaba cristianamente, cat61icamente,
cosmopolitamente. Asi lo sentia 61 [351]
63
tensivamente". Ciertamente que es raro encontrar una persona que este
compenetrada de Dios y a un tiempo se dedique con el cuerpo y el espiritu
a su trabajo. Arnoldo Janssen lo pudo. [353]
*« P. Bernardo Glanemann svd (1881-1929) — Steyl '94. Onlen. '05. Togo y luego
Flores. [1470]
us P. Guillermo Schmidt svd (1863-1954) [] 418. 420-423, 1164
Steyl '83. Orden. '92. Siempre S. Gabriel. Fundador del Anthropos 1906. Desde 1908-
1955 trabajo en su qbra maxima: "Ursprung der Gottesidee" (12 volumenes). Escribi6
memorias y fue testigo ex officio. [1599]
64
di algunas horas de Fedagogia. Cuando el Fundador me entreg6 esa asig-
natura, le dije: "Siempre he creido que la pedagogia no es una ciencia, sino
un arte". "Lo mismo pienso yo" —me dijo— "Pero el P. Prefecto no me deja
tranquilo". Tambie'n estaba previsto que diera Nuevo Testamento, pero
primero debi rendir un examen sobre Anna Katharina Emmerick. rt<jQu6
opina Ud. sobre esto?", pregunt6 el Fundador. "Esta es una interesante y
complicada cosa", le conteste", "y me gustarla tener el tiempo suficiente
como para estudiarla". Con la respuesta fracas^ en el examen. Claro que
despuls di Introducci6n a la Sagrada Escritura. [358]
65
de mendigos, a quienes el Hermano portero les daba un buen almuerzo.
Nosotros, empero, visitdbamos sus casas. [361]
Peil El Fundador se dej6 llevar por la idea de que los nuestros tam-
b&n iban a estar en contacto con los pobres en las misiones. El misionero
entonces debera tener algunos conocimientos de las necesidades de los
mas pobres. Asi fue como introdujo en Steyl la costumbre de entrevistar
regularmente a los mas pobres. Los mas desposeidos de Steyl y los alre-
dedores fueron entrevistados y se hizo una lista. Para ello los estudiantes
de teologia que estaban prontos a ser ordenados sacerdotes, fueron en-
Viados de dos en dos, como los discipulos por Cristo. Para hacer donacio-
nes mas o menos grandes, como por ej. camas, ropa de cama, vestidos, di-
nero, etc., habia que pedir permiso al Ec6nomo o a los superiores corres-
pondientes. En situaciones extraordinarias tambie'n se podia recurrir al
P. Fundador. Los te61ogos podian tambie'n buscar bienhechores para esto.
Una vez al mes habia una conferencia en la que todos los que trabajaban
con los pobres participaban. El Fundador, siempre que le era factible,
presidia. Todos debian contar lo que habian hecho, sus exitos o sus fra-
casos, y otras experiencias, sobre las nuevas posibilidades y formas. En
esas oportunidades el P. Arnoldo siempre nos recordaba la misi6n que
teniamos y el fin que nuestro trabajo pretendfa: "aprender a ver la ne-
cesidad y la miseria; por medio de la ayuda llegar a un contacto con las
personas mas reacias; entusiasmar a otras personas, p. ej. laicos, a trabajar
en esta obra, etc. [362]
66
Vrrus m El 27 de enero de 1900 fue bendecida la gran Iglesia de San
Gabriel. La tarde anterior, el P. Rector, Eikenbrock, me pidi6 que fuera a
buscar al Hermano Romanus. Era tarde ya y estaba oscuro. En la grada
mas alta del altar mayor divis6 a alguien y me pareci6 que era el Hno.
Cuando me acerque mas, vi que no era el Hermano, sino el P. Superior
General, que estaba en profunda actitud de oraci6n, alii donde al dia si-
guiente se iba a celebrar el sacrificio de la Misa. [366]
i" H. Vitus, Jos6 Schfflers svd (1870-1942) — Steyl '88. U.S.A. '08 [1631]
"8 H. Gentianus, Guillenno van Meegen svd (1875-1962) [] 728, 749
Steyl '98. Escultor de profesi6n. Autor de altares para S. Gabriel, Sta. Cruz y Steyl.
Escribi6 una extensa memoria. [1465]
W» P. Solano Brackmann svd (1879-1959) [] 408, 598 — Steyl '94. Orden. '06. BrasU
en pastoral y ensenanza. [1385]
67
Fundador. Por largo rato estuvo mirando, muy concentrado, la reci6n co-
locada lbsa. Entonces se sao6 el solideo y cruzando las manos sobre el
pechb dijo con expresi6n de dolor y entrega: "|Sit nomen Domini bene-
dictum!". Bendito sea el nombre del Sefior. Hoy, despu&i de 31 afios del
hecho, me viene aquel momento a la memoria y parece como si escuchara
esas palabras; tal impresi6n me hizo. [368]
Handrup 120 Odiaba los libros malos y cuanto atentara contra la fe. Su
celo por esto se mostr6 especialmente contra el llamado "Schell-Bewe-
gung* (Movimiento Schell), que podia dariar la fe. [3701
120 P. Bernardo Handrup svd (1869-1935) [] 408, 598 — Steyl '94. Orden. '93. Pro-
fesor y Prefecto en Steyl. [1482]
121 Mons. Jorge FrSwis svd (1865-1934) [] 375, 410, 934, 936, 987
Steyl '85. Orden. '93. China. Prefecto Apost. de Honan '29. [1459]
»2 P. Francisco Ariaens svd (1875-1928) — Steyl '95, Orden. '06. Steyl. [1863]
68
habfa contado al P. Fundador el Frofesor Enrique von Mainz. El Fundador
dijo en su discurso, textualmente: "Estos son tiempos muy tristes para la
Iglesia, cuando se cree que lo antiguo se debe eliminar; cuando cada uno
quiere solo Io moderno; cuando se hace valer s61o lo que la obstinaci6n
ha pensado y juntado. Uno no quiere someterse humildemente, sino que
se quiere modificar la palabra de Dios a su antojo. Pero esto era capricho
y simpleza y no verdadero oro. Por eso no se pudo mantener. Santo Tomas
pensaba de otra manera: valoraba todo lo bueno, construia sobre la fuerza
de otro y continuamente citaba a los antiguos, como por ejemplo: fComo
dice San Agustin, ... como el Senor dice'n. Nunca of hablar con tanto
entusiasmo como aquella vez al P. General. [373]
Hilger Cuidaba la fe, como el capitan cuida su barco, para que la tor-
menta no lo hunda, siempre preocupado de que no encalle. Un error en
la fe era para el funesto; incluso si luego se sometfa a la verdad de la
Iglesia, ya no confiaba mas en el que habfa errado. Los vehiculos arre-
glados no le inspiraban confianza.
Esta prudencia y este rechazo abarcaba tambie*n cuanto de alguna
manera tocara algo de la fe, p. ej., las discusiones sobre leyendas antiguas,
sobre la tradici6n, sobre las reliquias y sobre cualquier cosa de la Iglesia
que incluso no tuviera nada que ver con la fe. No le agradaba ni le era
simpatico un religioso, aunque fuera muy piadoso y tuviera una gran per-
sonalidad, si procedfa radicalmente contra antiguas tradiciones. [374]
Ernst 123 Sin lugar a dudas era un hombre muy severo, asceticamente
severo. De ahf que grande fuese nuestra sorpresa cuando nos dio, durante
un semestre, clases de moral, y se mostr6 suave y generoso. Debo recono-
123 p. Antonio Ernst svd (1866-1945) — Steyl '82. Orden. '90. Argentina. Regresd a
Alemania en 1927. [1442]
cer que la introducci6n a la confesion que el nos hizo, me sirvio en los 36
afios que llevo en Argentina, y que brill6 a menudo como una estrella en
la noche oscura. [377]
Hacia el sacerdocio
im P. Enrique Vaske svd (1882-1950) [] 384, C04 — Steyl '91. Orden. '02. Economo
en Steyl. [1826]
"5 p. Francisco Hafig svd (1865-1945) — Steyl '85. Orden. '93. Prefecto en Steyl.
[1481]
70
bendici6n de neosacerdotes. Besaba despues de la bendicion las palmas
de nuestras manos con tal fe y humildad, que nos avergonzaba. Jamas pude
olvidar ese momento. [380]
71
medio del pizarroncito que habia en la Iglesia, las oraciones que habia
que rezar comunitariamente. Nuestro companero de curso habia suprimido
una de esas oraciones. La primera de las preguntas que le hizo el P. Su
perior General fue: "Padre, <jpor quo" suprimi6 Ud. esa oraci6n?*. Res-
puesta: Silencio y mejillas muy rojas.
",»Sabe Ud. cu&nta gente habia en la Iglesia? No pudieron rezar esa
oraci6n. ,iC6mo puede Ud. justificar el hecho?". [384]
Peil Entre los muchos j6venes que ingresaban en Steyl y en los otros
Seminarios Misionales, habia tambi&n algunos que no eran los llamados,
y que eran indignos, a pesar del cuidado y del examen de ingreso y a pesar
de las recomendaciones que el P. Fundador hacia a sus superiores para
que actuaran en forma severisima. No pocos de los que al comienzo pro-
metian mucho, se trocaban en personas desconfiables y falsas. Es tambien
una triste realidad que entre &tos hubo sacerdotes, que incluso apostata-
ron. Tambien en las misiones sucedi6 lo mismo. Pero ninguno habfa in-
gresado a la Congregaci6n obligado, ni tampoco lo obligaban a quedarse.
Siempre recordaba el Fundador, a alumnos y Hermanos, sin tapujos: "El
que no quiere quedarse h'bremente, mejor que se vaya". Y cuando escu-
chaba, por ejemplo, que un sacerdote habia dicho que, antes o despue"s,
se iba a retirar, lo despedia ipso facto, sin misericordia. A pesar de todo
hubo desgracias. Incluso entre los doce Ap6stoles uno fue infiel. [385]
72
El envio de misioneros
73
y para el viaje se hacia cada ano mas costoso, debido al numero crcciente
de misioneros y Hermanas que salian de Steyl. [391]
Stolte {Con cuanta precauci6n actu6 para aceptar la mision del Ja-
p6n! Tambien para la de las Islas Filipinas, la que solamente pudo pre-
parar. Quisiera saber si hay otro que iguale al P. Arnoldo en cautela y pre-
cauci6n. £1 no decia: "Nosotros queremos ser los primeros en el trabajo
misional", sino: "Nosotros buscamos poder cumplir con la voluntad de
Dios". [393]
»20 p. Teodoro Drapiewski svd (1880-1942) — Sta. Cruz '98. Oiden. '08. Brasil de
donde regreso '24. Murio en Dacnau 1942. [1430]
74
A causa de los polacos en America Latina, me envi6, junto con otros, a
Cracovia, para perfeccionarnos en el idioma polaco. Debi permanecer un
ano alia y asi prepararme para trabajar con los polacos en Brasil. Tambien
pude despues apreciar su interes a traves de su correspondencia. [395]
£1 destino misional
Weig II Ya era de rioche, m&s o menos las 21, cuando nos Ilam6 a mi
y al P. Loechte. Nos tom6 las manos y nos dijo que a uno de los dos lo
habia destinado para Techny (USA) y al otro para Roma. No sabia quien
debia ir a uno u otro lugar; a la irianana siguiente nos diria lo definitivo.
Por eso al otro dia fuimos ante el. El P. Loechte fue en viaje a Techny,
y yo a Roma, para estudiar un aiio derecho can6nico. En abril de 1908 me
destin6 a China. [398]
"° P. Ricardo Kaufhold svd (1876-1965) [] 404 — Steyl '89. Orden. 1900. Chile
pero ya en '01 a Argentina. [1510]
75
recay6 sobre el Frater Ladislao Retake, quien a fines de enero debia ser
ordenado sacerdote. El Fundador, desde San Wendel, le escribi6 el 12 de
enero de 1900: "Ud. ya debe haber recibido la noticia que lo he destinado
para Argentina y especificamente para el territorio de Misiones ... en
Ap6stoles, que pertenece a ese territorio, hay una colonia de polacos, de
quienes Ud. sera padre espiritual. Su pronto viaje a esa, luego de su or-
denaci6n sacerdotal, se hace necesario. ... De su buena disponibilidad
para ir alia, no dudo ... Con todo carino, su padre espiritual en el Senor,
Arnoldo Janssen". Luego sigue una Post Data: 'Tor su ordenaci6n sacer
dotal le deseo abundante bendici6n del Espiritu Santo y del Sagrado Co-
raz6n".
El 28 de enero, junto a sus compafieros de curso, fue ordenado sacer
dote Ladislao Retake. Al otro dia celebro" su primera Misa y luego fue a
despedirse a su casa. El 7 de febrero viajaba a Argentina junto con dos
Hermanas de las Siervas del Espiritu Santo. El Fundador ya habia telegra-
fiado a Ruenos Aires: "Polenpater festinabit". (Padre para los polacos con
prontitud). [399]
Cr6nica-1933 lai Era la tarde del dia de nuestra Primera Misa; justo
la Fiesta de San Jos6 Protector, el 5 de mayo de 1895. El venerable Fun
dador me llamo.
"Erdweg, a Ud., con el P. Francisco Mueller, lo he destinado para
la Misi6n de Togo. jiEstarfa dispuesto a ir alia?".
"P. Superior, soy escrupuloso. Si tuviera que vivir en Africa, eso me
traeria muchos problemas. Estoy contento y dispuesto para ir a las misio
nes, pero al Africa mejor no".
"Rien que me lo haya dicho. Llame Ud. al otro, quizas el pueda ir en
su lugar".
Y asi sucedi6. El P. Erdweg trabaj6 en la pastoral y durante varios
meses se hizo util desde Steyl. Tambten aprendi6 algo de enfermeria.
Por aquel entonces se le encomendo a la Congregaci6n la misi6n de Nueva
Guinea. Se busc6 algunos misioneros. Fueron desttaados para Nueva Gui
nea los padres Francisco Vormann y Jose" Erdweg. Este salt6 de la sarten
a las brasas. Mas a pesar de sus escnipulos realiz6 grandes cosas. [400]
131 Chronik — Steyler Chronik y ano del que se totna In referencia. [] 400, 526, 528,
542, 597, 1169, 1184. [1402]
76
cada uho en particular, que fue'ramos a su pieza segun el orden alfabetico
del curso. Cuando me toc6 a mi, me dijo: "He visto que te presentaste
para ir al Africa. Asi que te he destinado para Esperanza, en Argentina.
Los padres de alia desean tener alguien que ensene musica". Agache* la
cabeza, a lo que me dijo: "Bueno, <jvas a ir alia?". "Si, si Ud. me destina,
por supuesto que voy". "Eso me alegra. Fuera de esto podras hacer mucho
bien. Bueno, te voy a dar entonces mi bendici6n". Me arrodille" ante el y
me dio su bendici6n. Se habia decidido el destino de mi vida.
El siguiente estaba esperando. Era el P. Francisco Mertens. Entr6 en
la habitaci6n del Fundador y fue destinado a Africa. [401]
77
palabra "Corral", lo mire preguntandole ... Entonces agreg6: "Te he des-
tinado para Chile. jAlabado sea Jesucristol". "Por siempre. Amen. jMuchas
Graciasl". [404]
132 P. Jos6 Grendel svd (1881-1974) [] 411 — Steyl '98. Orden. '07. China, regres6
en 1949. [1475]
138 p. German Esser svd (1870-1938) — Steyl '84. Orden. '95. Rector en S. Gabriel
cuando el episodio del P. Kosters (1906) quien apel6 a Roma contra el Fundador. El
Documento en favor de 6ste fue firmado tanto por las autoridades de la Casa, como
tambi£n por casi todos los Padres. Ftie testigo oficinl en el Proceso Informativo, espe-
cialmente en relation a este caso. [1444]
78
Misa, colocaba el escrito con los destinos debajo del corporal. Y dicha
Misa, que el celebraba segun esa intenci6n, duraba a menudo una hora,
mientras que por lo general el Fundador en media hora celebraba su Misa.
Igualmente en ese dia, cuando le entregaba a cada padre su destinaci6n,
se parecfa a Moists: resplandecia. Siempre tuve al Fundador por un santo,
mientras vivia y despu£s de muerto, y siempre le he rezado. [406]
De la despedida
184 P. Germdn Bucking svd (1863-1931) — Steyl '80. Orden. '90. Togo, su primer
Prefecto Apost61ico. 1902/20 = Consejero gral. [13911
79
padres y agreg6: "Solamente a unos buenos padres les da el buen Dios
hijos para que sean sacerdotes o religiosos".
Entonces busc6 por todas partes una bolsita de papel, para poner alii
las manzanas que habian quedado sin tocar. "Esto es para su mamd y para
su hermanito; llevelas a su casa".
"No tengo hermanito; soy el menor en casa".
"Entonces habrd nietos, y a los chicos les causa alegria cuando la
abuelita llega a casa".
Y al final una recomendaci6n: "Esfuercese por trabajar bien en Bra-
sir. [4081
Mueller 135 Despu6s que recibi mi destinaci6n para las islas Filipinas,
cambiada por el Paraguay, tuve varias conversaciones con el P. General
sobre los trabajos que teniamos alii. Me dio instrucciones sobre la Misi6n.
Se habia retirado al Santa Annahof, para poder trabajar sin ser molestado.
Y para no perder tiempo, por muchos dias me llamaba a conversar con el
durante el almuerzo.
Durante 6ste se conversaba tanto que la comida se enfriaba. El, pa-
rece, no lo notaba, y lo comia todo frio. [409]
Grendel Los hermanos Jos6 y Luis Hesser tenian una hermana reli-
giosa que trabajaba en Constantinopla. Ella todavia no habia visto a sus
hermanos como sacerdotes. Por eso el menor, el P. Luis Hesser, ordenado
en 1907, pidi6 al P. Procurador Misional, el P. auf de Heide, pasar por
Constantinopla en su viaje hacia China. Ya que habia un convenio con el
Lloyd y con el Expreso del Oriente, el Padre Procurador Misional dijo en-
seguida que si. El P. Luis le pregunt6 si yo podria acompanarlo, a lo que
el P. auf der Heide le contest6 que debia consultar eso con el P. Fun
dador, quien por entonces se encontraba en Roma. El P. Arnoldo prohibi6
el viaje. [411]
"B p. Francisco MiiUer svd (1868-1947) [] 764, 765, 976, 977, 984, 985
Steyl '83. Orden. '95. Togo, en 1908 primer Superior de la xnision entre los guara-
nies, Paraguay. [1558]
80
para quienes iban a China. Al comienzo volvio uno que otro misionero del
Africa. Se nos dijo: Varios misioneros j6venes han muerto en Togo; los
medicos alemanes han declarado que los misioneros deben volver de vez
en cuando para renovar y purificar la sangre durante algunos meses en
Europa. Pero cuando desde Steyl se les pudo enviar provisiones a Togo, y
medicinas, con la recomendacidn de que se atuvieran a las prescripciones,
cada vez fue menor el numero de los que volvieron. De Argentina, a donde
habian ido en 1889, vale decir, mucho antes que a Togo, no volvi6 ningun
misionero. Tampoco volvi6 ninguno de Brasil, Chile o Norteameiica, ni de
Nueva Guinea. Para nosotros esto era lo mas natural, y a nuestros parien-
tes en casa, les deciamos lo mismo. El deseo y voluntad del Fundador era:
El misionero deja la patria, los padres y la casa y vive y muere por su
vocaci6n y el pais donde trabaja. El no vuelve mas. [412]
81
fesionales, en los conservatorios de musica e incluso en hospitales. En San
Gabriel se dieron clases de jardineria y agriculture, de agropecuaria y
otros ramos. Tambie'n hubo lecciones de fotografia, dibujo y pintura. En
todos estos ramos, que no eran los principales, siempre se debia tener bien
en claro cual era la finalidad.
Una experiencia de mas de cuarenta afios de vida de la Congregaci6n
afirma que nuestro Fundador tenia una maravillosa visi6n del futuro. Mu-
chos de nuestros misioneros deben agradecer que durante sus estudios hu-
bieran tenido la oportunidad de aprender algo, que despu6s en la vida les
fue de gran ayuda. [414]
82
quien tanto tenia que agradecer. Nos dej6 escoger las asignaturas, pero
tenfamos que recibir su visto bueno. Los libros que necesitabamos debia-
mos pedirlos a trav6s de 61, y accedio a todos nuestros deseos y pedidos.
Bajo la tutela del P. Schwendener hice una investigaci6n microsc6pica:
"el periodo en el tallo". El profesor se alegr6 por mi trabajo y me ofreci6
la promoci6n. No me atrevia a preguntarle al P. Fundador. Tambi6n el
P. Kreichgauer me desaconsej6 preguntarle: igualmente sin el titulo de
doctor uno puede hacer bien sus cosas. Mi trabajo sobre el periciclo fue
publicado en la revista botanica de Berlin. [417]
83
pero nunca lo hizo. Por el contrario, quiero reafirmar que siempre tuve
del P. Fundador su plena confianza y su comprensivo apoyo en mis tra-
bajos cientificos. [421]
84
pre estan a favor de esto, como yo lo estoy ahora. Por eso quiero en forma
legal, y por medio de estatutos, reglamentar su administraci6n".
Y lo hizo, del modo mas liberal posible. Se constituy6 un comit£ ad-
ministrativo del que formaban parte el Rector y el Procurador de San Ga
briel. Estaba dispuesto asi que ellos siempre serian mayoria.
Que el venerable Fundador tuvo una excelente visi6n de las cosas, se
comprob6 despues, cuando un Superior General quiso disolver el Anthropos
porque no daba ganancias. Fue providencial, tambie'n, que el venerable
Fundador se hubiese impuesto. Y fue tambien necedad la mia al oponenne
por tanto tiempo. [423]
85
10. HERMANOS MISIONEROS
130 Pbro. Agustin Kugelmeier (1881-1951) [] 428, 441, 454, 455, 459, 516, 523, 538,
543, 773, 834-836, 862, 864, 903, 910, 917, 1173
Steyl '83. Era "Hno. Estanisluo", zapatero. Primer Hno. que fue a Roma '88. En 1890
no renovo los votos, huscamlo por diversos caminos Hegar al Sacerdocio, siendo or-
denado en 1893, tuvo unn vida pastoral variada y fecunda. Escribio mucho y en di
versos escritos aparecen sus recnerdos del tiempo en que fue de la SVD. Escribi6 entre
40 y 60 anos despues de que tuvieran lugar los sucesos y segun los conservaba en
su memoria, de ahi logicas incorrecciones. [1521]
87
Desde joven habia respetado a los sacerdotes; a 6ste, en cambio, le tuve
la mayor confianza.
El Senor Rector me contempl6 largamente, sin decirme una palabra.
Me present^ y le hice saber mi deseo: qucria estudiar y ser sacerdote y
misionero.
"Ah, ah, asi que tu te presentas para ver si aqui es posible realizar lo
que deseas".
"No, yo vine para quedarme enseguida y empezar de inmediato".
"Pero, ^fuiste aceptado ya? No lo recuerdo".
"No, recibi solamente una carta como respuesta a mi consulta".
"Oh, ^., ahora recuerdo; pero mi querido muchacho, asi no resulta
esto. Tu no has contestado el cuestionario y no has enviado los certifica-
dos. Yo ni te conozco. Yo no compro un rat6n en un saco. Vuelvete a tu
casa. Te dar6 los papeles para que los llenes. Una vez que lo hayas hecho
me los envias con los certificados y una carta de recomendaci6n de tu
parroco. Reza bastante y luego veremos. Eres zapatero, como has dicho.
No te podemos recibir como alumno, a lo sumo como aspirante a Hermano.
Bueno, mi amigo, jhasta pronto I".
"Disculpe Ud., Sr. Rector, pero yo ya me despedi de mi casa. Volver
nuevamente es algo imposible. Deme por favor los formularios. Voy a bus-
car mientras tanto trabajo aca en Holanda. Los papeles los puedo llenar,
pero tendr£ que pedir me manden los certificados. Entonces traere todo".
El Sr. Rector me mir6 asombrado y dijo: "^Tienes el coraje de hacer
eso?".
"^Coraje? Se necesita poco para esto; yo ya estuve lejos de mi casa
trabajando con un maestro".
Sonri6 entonces el Rector. "Dime, tu vienes de Waldbroel. Nosotros
tenemos aca un joven que es de alii, se llama Pedro Hochhardt. 4L0 co-
noces? <iTe conoce a ti?".
"Por cierto que lo conozco, 61 fue una vez a buscar un ternero a mi
casa; 61 era carnicero, como su padre. Claro que el no me debe conocer,
pues es de mas edad que yo".
''Conoce por lo tanto a tus padres, <iverdad?".
En ese momento son6 una campana y el Sr. Rector dijo: "Ahora se
reza el Vfacrucis. Entretanto yo quiero hablar con el Sr. Hochhardt y pre-
guntarle por tus padres. Despues vuelve nuevamente aca".
Despu6s del Viacrucis volvf ante el Rector y me dijo: "Puedes que-
darte. El Sr. Hochhardt alab6 a tus padres. La manzana no puede caer muy
lejos del arbol. Tu vas ahora donde los Hermanos. Lo que va a pasar lue
go, eso ya lo veremos".
Asi llegue a la zapateria. Al cabo de unos dias empece a meditar:
«ipor qu^ estoy sentado aqui todo el santo dia? Tambi6n afuera puedo re-
88
mendar, incluso puedo hacer zapatos nuevos y hermosos, y ganar dinero.
Asi que vamonos de aqui. jMe voy a la Regi6n del Walz, atravesando Ho-
landa, e incluso a otros paisesl Yo pensaba que todo esto era bajo el in-
flujo de un buen espiritu, pero era malo.
Fui hacia el Sr. Rector Arnoldo Janssen y le dije que no queria que-
darme mas tiempo.
"<iPor que no?"
"Me he dado cuenta", menti, "que debo preocuparme de mis ancianos
padres".
"<iNo te dejaron salir libremente de tu casa tus padres y aprobaron tu
venida?".
"Si, si. jPero yo me quiero ir de aqui!".
"Muy bien, mi querido amigo, pero espera unos dias, y entonces a lo
mejor te querras ir de nuevo".
Despu£s de algunos dias me habia olvidado de querer irme.
Muy pronto me asignaron a la imprenta. Llegu& a ser Hermano y soy
muy feliz. [426]
«7 H. Cyriacus, Teodoro Lobeclc svd (1873-1947) [] 473, 482, 546, 957, 989
Steyl '87. En diversas casas de Europa. [1418]
89
Kugelmeier El mismo dia que llegue a Steyl, Ileg6 tambien Karl Meier,
sin haberse anundado previamente. Era un pobre diablo sin un centavo.
Tenia 45 aiios. Cuando joven habia hecho el Bachillerato, habia estudiado
en la Universidad y luego fue periodista en un diario en Bonn. Debido
al Kulturkampf se qued6 sin trabajo, empobreci6 y se convirti6 en vaga-
bundo. El hombre que habia caido entre los ladrones, Ileg6 a Steyl. El
Rector, Arnoldo Janssen, fue su buen samaritano. Se decia: "debo ganar-
me a este hombre y salvarlo. Con la ayuda de Dios haremos algo bueno
de el".
El senor Karl Meier era una persona que se podia enojar tremenda-
mente. Me consta que en varias oportunidades enfrent6 al venerable Fun-
dador de una forma incontrolada y falta de respeto. Pero se encontrd con
la bondad propia de un San Francisco de Sales. Asi fue c6mo el Senor
Rector Arnoldo Janssen cambi6 por complete al Senor Karl Meier. Este
super6 su irascibiHdad y Ueg6 a ser una persona bastante tratable. Esto le
debe haber costado un esfuerzo inmenso. Despues sabia rezar como no
vi a nadie rezar asi. No veia ni escuchaba nada cuando rezaba. El lobo se
transform6 en manso cordero.
El Senor Rector A. Janssen puso a pruebas diffciles a K. Meier, una
despues de otra. El, el fil6sofo, debia mover conmigo las dos rotativas.
Que me hubieran exigido eso a mi, no me sorprendia. Fero que el tan ins-
truido y viejo Karl Meier gastara un poco de sus fuerzas, era incompren-
sible. Para consolarlo le daba siempre mi vaso de cerveza, que con gusto
se bebia (de vez en cuando recibiamos un inocente vaso de cerveza).
Un buen dia ya no tuve como companero de mesa en el comedor a Karl
Meier, ni tampoco en la rotativa. Lo vi con sotana en el grupo de los
fil6sofos y teologos. El P. Fundador queria hacer de ese Karl Meier, a
quien habia puesto aceite y vino en las heridas de su alma, un sacerdote.
Pero cuando debi6 recibir la tonsura y las ordenes menores, el Obispo de
Roermond no se lo permiti6; sus papeles no estaban en orden. Se sac6
nuevamente la sotana. Fue enviado a la imprenta como corrector de prue
bas. Despues de un tiempo fue a Marienhill, en Sudafrica, y de alli al gran
convento trapense en Oelberg. Lleg6 a ser sacerdote. Cuando estaba escu-
chando la confesi6n de un sacerdote diocesano, tuvo un ataque al cora-
z6n y cay6 muerto.
<jNo habra visto el Fundador, A. Janssen, en el vagabundo que vino a
pedir limosna a la Casa Misional, al que seria despues el gran apostol de
las almas, el P. Agustin? Habriamos tenido nosotros entonces la Have en
csta enigmatica historia. [428]
90
Concohdius 138 Hacia ya cuatro o cinco afios que me hallaba en Steyl,
cuando un dia el P. Superior me preguntd si no habia pensado antes estu-
diar para sacerdote. Me quede de una pieza, pues con nadie habia hablado
al respecto, ni siquiera con mis padres. "Si", le dije, "cuando tenia 16 6 17
afios pense ingresar en los jesuitas. Pero mi padre murio por aquel en-
tonces; de ahi que me quede en casa para mantener a mis hermanos me-
nores".
El Fundador me pregunt6 si no me gustaria hacerlo ahora.
"Pienso que a la edad que tengo, 32 afios, me serd muy dificil el es-
tudio". Me dijo entonces que estaba bien y yo segui mi camino. [429]
"a H. Concordius, Pedro Pick svd (1865-1933) []677 — Steyl '93 [1415]
wo H. Blasius, Antonio Hustett svd (1859-1945) [] 475, 511, 1080, 1108
En 1900 fue a U.S.A. Desde Techny sus memorias. [1378]
"0 h. Lanfrancus, Max Reuther svd (1876-1954) [] 437, 548
Sta. Cruz '93. Servicio de maquinas de escribir y corrector de pruebas. [1525]
91
bajo una temperatura de menos 25 grados. El P. Superior me recibi6 en la
porteria y se preocup6 de que me dieran de comer, cosa que le hizo muy
bien a mi hambriento y congelado est6mago. Despues de una corta visita
al Santisimo, tuve que ir a ver al Superior. Nuevamente me recibi6 con
mucha cordialidad. Debf sentarme frente a el. Luego que me mirara un
rato, me pregunt6 varias cosas, entre otras si tenfa Ios pies frios y mojados.
Cuando le dije que si, se Ievant6 y quiso el mismo sacarme las botas. Ello
fue para mi motivo de desconcierto y me puso en una situaci6n dificil.
Pero el me dijo: "dejame que te saque las botas, estas agotado y necesitas
descanso". Coloco las botas sobre la estufa para que se secaran. Entonces
senti una gran tranquilidad, desapareci6 todo miedo; me senti como un
hijo junto a su padre. Le tuve que contar entonces sobre mi viaje y sobre la
casa Santa Cruz, donde habia estado algunas semanas. Se interes6 por to-
do. Luego me Uev6 al dormitorio y me dio permiso para dormir hasta la
hora de la Misa cantada del dia siguiente, que era domingo. Antes de irse
me dio su bendici6n de padre y sacerdote. Al otro dia fui nuevamente a el
y le agradeci por todas sus atenciones. [432]
Petrus 143 Yo habia enviado mis papeles, pero el Superior General que-
ria conocerme personalmente. Poco antes del mediodia apareci6 el P. Ar-
noldo en la porteria. Salud6 a todas las visitas que alii habia y luego me
dijo: "Ay, senor Arzt, el tiempo se pas6. Le deseo a Ud. un buen provecho;
despues del almuerzo lo Hamare enseguida". Despues del almuerzo me
"1 H. Dignus, Juan Greef svd (1865-1934) — Steyl '©4. U.S.A. '01 [1423]
»2 h. Fabiano, Daniel Quiter svd (1877-1861) [] 581, 583 — U.S.A. 1900. [1450]
"8 H. Petrus, Pedro Artz svd (1877-1942) — Steyl 1900. Europa. [1573]
92
pidi6 que fuera a otra salita de espera, me dijo cordialmente, pero con voz
decidida: "Querido hi jo, sientate cerca de la estufa; hoy hace bastante
frio y yo creia que la pieza estaba calefaccionada". Tiritaba, pero no que-
ria estar junto a la estufa. Durante la entrevista me aconsej6 que no de-
jara el trabajo que tenia en una sastreria, hasta que no me sintiera lo su-
ficientemente seguro de que iba a perseverar en la Casa de Misiones. Podia
quedarme unas seis semanas en Steyl y luego, cuando creyera conveniente,
podia ir a Duesseldorf a liquidar el negocio. Al final de la conversacion
me dijo: "Bueno, hijito, ahora te voy a dar mi bendici6n, que sera como
una aceptaci6n a nuestra Congregacidn". Yo me arrodille. Cuando me
quise levantar, me ayud6. [4351
Heide Un buen dia vino una madre con su hijo de 14 afios y pidi6 que
lo recibieran como candidato para Hermano. El muchacho era hidrocefalo
y por lo tanto limitado. El Fundador le dijo a la mujer que el no lo podia
aceptar en Steyl. Ella alababa a su muchacho y contaba todas las cualjda-
des buenas que tenia. El Fundador ri<5: "Cada mujer alaba la mantequilla
que ella hace", y sali6 de la salita de espera. [436]
H. Sebaldus, Enrique Nagel svd (1875-1947) — Vts. perp. '05. Steyl. [1608]
93
a esperar los acontecimientos. Por fin 'despeito', mir6 a todas partes y al
verme dijo: "Ah, estas todavia aqui. Asi que quieres recibir los habitos.
Bueno, te acepto. Preparate bien".
Le agradeci sinceramente y me fui a la Iglesia, donde me puse a pen-
sar de nuevo. La toma de habitos se produjo el I9 de julio de 1893, por la
tarde. Al otro dfa el P. General almorz6 con nosotros y nos felicit6. "Quie-
ro ver cuantos de los 24 van a estar aqui en dos anos mas. ^Quedar&n 15?
Cuando hicimos los primeros votos, a los dos anos, estuvo otra vez
con nosotros. Le recordamos lo de los 24 y 15. Le pudimos decir: "Sola-
mente en Steyl somos mas de veinte; dos en Santa Cruz, uno en San Ga
briel y s61o uno se retmS".
El P. Superior General entonces dijo: ''Aqui si que me equivoque^.
[438]
94
anos desde aquel momento; pero nunca olvide sus palabras, y ellas me ayu-
daron en momentos dificiles. [440]
95
Christophorus Teniamos un postulante que habia ingresado siendo ya
linotipista y que era de gran ayuda para nosotros. Desgraciadamente tar-
tamudeaba mucho. Sucedia a menudo que cuando quedia darse a enten-
der debia hacerlo con pies y manos.
Una vez me preguntd el Superior: "^Puede este postulante llegar a ser
Hermano?". Le dije: "El muchacho es piadoso, aplicado, confiable y tra-
baja muy bien*. A lo que el Superior replic6: "Tartamudea mucho; el
hablar es un don de Dios. No podra quedarse con nosotros. No es bueno
que impongamos a la casa, en sus comienzos, una cruz asi. Incluso aunque
seamos muy estrictos con la aceptacion, con el tiempo tendremos varias
cruces en la comunidad. Ojala encuentre en otra casa su suerte". [443]
96
Athanasius 140 Para ayudar, en Neisse, Silesia, en la construcci6n de
la nueva fundaci6n, fui destinado en el mes de abril de 1893. Debia tra-
bajar como carpintero. Era postulante, y por lo tanto, para poder ir alia
ingrese al noviciado. La noche anterior a la toma de habitos fui llamado
por el P. Superior. Cuando golpee1 a su puerta, contest6 con el "Ave".
Cuando entreY el reverendo estaba hincado delante de la estufa sacando
de las cenizas los pedazos de lena buenos todavia. Me mir6 y dijo: "Si6n-
tate", y sigui6 con su trabajo. Cuando termin6, se puso de pie y comenza-
mos a conversar. Al dfa siguiente 6\ mismo presidi6 la ceremonia. [447]
97
tuvieron para irse los que se retiraron. El tampoco podia decir o comuni-
car algo, pues no sabia lo que Dios queria de su obra. No bien se dio
cuenta de que Dios le enviaba gente con vocaci6n verdadera, se esmero
por escribir una regla y se preocup6 por el traje. Tambi6n la toma de ha-
bitos iba acompanada con actos de negaci6n de si mismo: Eran las pri-
meras sotanas, y diciendo las cosas como son, y hablando mundanamente,
no habia en ellas nada de lo que uno pudiera alegrarse. Ciertamente que
no; primero no habfan sido hechas con este fin, sino que eran las viejas
sotanas de los monaguillos, que estaban en la sacristia y que despu6s de
la ceremonia de toma de habito, con gusto se colgaban nuevamente alii; y
segundo, las primeras sotanas eran ya tan cortas y estrechas que se pres-
taban para la burla. Por eso a mas de uno se le hizo mas dificil su voca-
ci6n. Y el Fundador se alegraba cuando el Senor, a traves de casualidades,
mandaba pruebas especiales. Asi sucedid una vez, como alguien conto,
que una sotana de monaguillo tenfa una manga descosida, y no habiendo
otra, tuvo que pone'rsela, lo que provoc6 que el Fundador se riera de buena
gana. Era como poner lena en las brasas. Poco a poco mejor6 la situaci6n.
[450]
98
pero no recibi ninguna respuesta; tampoco la segunda vez. Me agache y
mir6 por el ojo de la cerradura. La lampafa estaba encendida. Mir6 por
un momento y luego me alee1; cuando me di vuelta, estaba alii, delante de
mi, el Fundador. No dijo nada, se agach6, mir6 tambi6n por el ojo de la
cerradura y entonces me mir6 picaramente. Tuve que reirme; claro que
fue una buena Iecci6n que recibi.
En la imprenta se cometian muchas fallas en la impresi6n. El Funda
dor orden6 que cada domingo, despues de la misa cantada, se debia uno
presentar ante el con las fallas de impresi6n. Con una penitencia uno po
dia irse nuevamente. [452]
99
dar -cama. Todas las tardes venia a verme el Rector y me consolaba. Cuan-
dp los otros pensaban que yo habia cometido una burrada por no haber
cuidado mi pierna, el tenia una actitud muy comprensiva hacia mi, si bien
no podia aplaudir lo que hice. De cuantos me visitaban, sus visitas me eran
las mas agradables. Cada vez que se retiraba me daba su bendiduSn; creo
que yo sentia su fuerza. La pierna mejord bastante rapido. [454]
100
Kugelmeier En 1885 escribio el Fundador una Regla (Constitucidnes).
Yo pertenezco a aquellos Hermanos que hicieron sus votos por esa Regla.
En esa oportunidad recibimos el habito. Al comienzo la costumbre de ayu-
nar y hacer abstinencia era muy severa, pero no tanto que danara la salud.
Con el tiempo todo se suavizo.
Arnoldo Janssen era como debia ser un Fundador; de lo contrario no
hubiera servido para esta obra. Acataba las declaraciones de la Iglesia sin
critica alguna; esta actitud se extendia a todo lo que fuese de la Iglesia.
Su autoridad por aquellos anos era tan grande que nosotros nos mantu-
vimos junto a el sin la menor posibilidad de poder realizar nuestros propios
deseos personates. Estaba muy por encima de nosotros. Lo mir&bamos con
respeto, amor y admiraci6n. [459]
Wuntbald 148 Antes de hacer mis primeros votos, en 1901, tuve que ir
ante el P. Superior General; habfa problemas sobre mi admisi6n a los vo
tos. Me pregunt6 al respecto. Le expuse mi situaci6n. A pesar de esto
decidi6: "Es mejor que te vayas". A lo que yo le dije: "Reverendisimo
Padre, no me vine a Steyl para irme de nuevo". "<iSiifii? Entonces puedes
quedarte todavia; voy a ver c6mo es la cosa".
Despues de unos dias vino ei Fundador al taller donde yo trabajaba.
Me hizo llamar y me dijo que las qucjas que habia contra mi no eran tan
graves; me podia quedar, pero eso si, debia esperar medio ario hasta hacer
los votos. Asenti: ''Con gusto lo voy a hacer". De improviso se detuvo el
P. Fundador, me dio la mano y me pidi6 perd6n. No supe que decir. Des-
de entonces tengo un gran respeto por 61 y cada vez que me lo encontraba
mi corazon latia m&s rdpido. Soy el ultimo que recibi6 de el el destino
misional. [461]
h. Wunibald, Val. Kobylski svd (1867-1937) — Polaco. Steyl '99. China. [1645]
101
Perboyhe En 1903 hice mi profesi6n perpetua. Despues de la ceremo-
nia tuvimos un desayuno especial y a mi me toc6 sentanne frente al Fun-
dador y frente al P. Rector Wegener. Hacia poco que babia llegado la
noticia de que en San Gabriel habfa fallecido un Hermano. El P. Wegener
aprovecb6 el hecho para hablar en su discurso sobre la muerte. El venera
ble Fundador encontro una salida y dijo: "Tambien esta escrito: Felices
los que mueren en el Senor". Con ello se termin6 el discurso sobre la
muerte. [462]
102
po istos se las aprendieron de memoria. El P. Arnoldo era tenaz. Mantuvo
la lectura del texto antiguo. Tambien las otras obras de Juan Janssen son
parte del espiritu de Steyl, en especial "Tugendschule" (ejercicio de la
virtud). Este debia ser el manual de las nuevas generaciones de la Con
gregation. Era para los novicios. Los primeros Padres y Hermanos que fue-
ron formados segun ese libro, se distinguen por su gran piedad. [465]
103
Chbistophorus [Veni, Sante Spiritusl |Ven, Espiritu Santo! Esta corta
oraci6n la decia nuestro Fundador a menudo, lentamente, piadosamentc
y con e'nfasis, y la recomendaba siempre durante sus conferencias o en
otras oportunidades. Durante la oraci6n de manana se rez6 a menudo y
cuando le ayude en la Santa Misa en la capilla de nuestras Hermanas, la es-
cuche" repetidas veces. Mucho le alegraba al Fundador escuchar de sacer-
dotes que no eran de la Congregaci6n: "El Hermano tendrd que ser de
Steyl, porque a menudo le he oido hablar del Espiritu Santo". [470]
104
Lubgerus Siempre salia a. luz en sus conferencias lo que 61 sufria por
las ofensas a Dios, por eso introdujo los retiros espirituales y las bendicio-
nes sacramentales de propiciacidn, Tambie'n por este motivo instaba a con-
fesarse con frecuencia. Por entonces los Hermanos nos confesabarrios dos
veces por semana. [476]
153 H. Oswald, Jorge Austen svd (1883-1987) [] .520, 722, 725, 727, 747
Steyl,'97. Encuadernador. [1565]
105
entr6 el Hermano sacristan y llamo al Hermano enfermero. El F. Superior,
que venia del edifido San Gregorio, se habia roto la frente en el arco de
la porteria y sangraba mucho. Con un parche en la frente nos dio el re-
tiro. [480]
H. Marinus, Juan Pieper svd (1869-1954) [] 787 — Steyl '90, sastre prof. [1543].
106
Ludgerus Cuando lo vi, lo tuve por un hombre de fe y de Dios. Se
atenia a los mandamientos de Dios y a las disposiciones de la Iglesia. Se
podia verdaderamente notar que estaba guiado por Dios. Incluso cuando
nos reprendia, su mirada estaba siempre puesta en las cosas de lo alto.
[485]
107
Hermano Aquilino, novicio aun. Los detalles del viaje los hizo el P. Ge
neral y cuid6 hasta de los minimos pormenores. Eso era para el una de sus
ocupaciones favoritas. No olvid6, por ejemplo, una estaci6n de Baviera
donde podiamos beber una buena cerveza. Claro que ello me pareci6 un
tanto extrano: que desde Steyl a Viena, pudi&amos beber s61o un vaso
de cerveza. Quiero confesar que no me atuve a esa prescripci6n. Me fal-
taban entonces las condiciones para hacerlo. Como llevaba dinero que ha-
bia traido de casa, no lo ibamos a emplear en un vaso de cerveza. Cuando
le decia a mi compafiero de viaje: "Voy a ir a tomar una cerveza. <iQuiere
Ud. una?", me contestaba: ''Si, por cierto, yo tambten beberS una". Como
buen hijo de la Baviera no podia negarse. [488]
it" H. Anselmus, Bernardo Agethen svd (1866-1032) — Steyl '88, herrero. 1900 Techny
[1361]
i" H. Angelinus, Gerardo Janssen svd (1864-1947) — Steyl '95. Carpintero. [1360]
108
de destinar a alguien, no el P. Blum. Yo le pido, Reverendo Padre, que
mantenga su primera decisi6n". "No puedo hacer esto asi no mas. No pue-
do pasar por alto al P. Blum. Ha sido ya tan bueno conmigo". Aun me dio
otras razones para consolarme; tuve la oportunidad de irme, y ... debi
quedarme en Steyl. [490]
109
Jakobus Estando el R. P. Superior General, durante la primavera de
1894, en San Gabriel, me preguntd un dia, durante la conversaci6n priva-
da (ratio), si estaba familiarizado de una manera especial en la construc-
ci6n de tejados. Cuando le dije que no, me advirti6: "Deseo que lo sepa.
Vaya a ver al Sr. Beckert y digale de mi parte que usted va a participar
de las clases de construction que el da a los teologos". Al presentarme al
Senor Beckert, este me pregunt6: %»Va a ir usted a las misiones?". Le
pude contestar solamente que de eso no sabia nada.
El 8 de octubre, fiesta de Santa Brfgida, fui citado por el Senor Rector
Juan Janssen. "Tengo una carta del Superior General para Ud. Lo quiere
enviar a las misiones". Con esas palabras me recibi6. La carta del Supe
rior General era corta y precisa: "Se necesita enviar un carpintero a Togo.
Lo he destinado a usted. Consultelo a su confesor para saber si estd de
acuerdo. Si es asi, prepdrese en seguida; el apuro crea la necesidad. Visite
por algunos dias a sus parientes cuando viaje hacia acd, pues la partida
desde Steyl sera pronto. Con usted viajaran dos senores (Padres) y un
Hermano. Encomiendo su viaje a la protecci6n del arcangel San Miguel".
[493]
110
en Steyl. Lleg6 el verano de 1893, que fue muy seco y por lo tanto la
cosecha result6 pesima. |Cuando ibamos a vender nuestros calendarios en
Alemania! For entonces me vino por primera vez la idea de que podriamos
vender nuestros calendarios en America del Norte. Consulte mi idea con
el Senor Dr. Abel, que era el redactor; no le dio importancia. Hay muy
pocos cat61icos alia y viven diseminados en un pais tan grande; no vale
la pena ir alia.
Yo leia siempre todo lo que caia en mis manos referente a EE.UU.
Una vez hable de esto, en presencia del jefe de la encuadernacion, el
Hermano Fidel. El dijo: "jSi tiene tanto interns por ir a America, viaje
hacia alia!". Sus palabras cayeron en buen terreno. Ya que yo no queria
ir aiin a ver al P. Superior General, fui hacia el P. Procurador Nicolas
Blum y le expuse mis ideas. Su respuesta: "(Pero hombre, eso no sirveP.
Me quede callado y luego de mostrarle mejor mi pensamiento le pedi que
hablara con el P. Superior General y le presentara mi proyecto. ''Oh, cla-
ro, eso si que lo puedo hacer", respondi6. Lo hizo, y despues de algunos
dias me dijo: "Fi jese, el Senor Superior General no esta en contra de
enviarlo a America del Norte para propagar allf nuestras revistas". Pronto
me llamo el P. General y me dijo: "El Senor Blum me cont6 que usted esta
interesado en ir a America . Hay que meditarlo bien". En eso qued6 la
cosa un tiempo, incluso llegue a pensar que la habian enterrado. En otofio
de 1894, el Hermano Clemente me propuso que fuera a la regi6n de Loth-
ringen y despues del Ano Nuevo a Suiza, a promover la revista. Fui hasta
el P. Superior General para pedirle su aprobaci6n. Me pregunt6 si habia
desechado el viejo pensamiento. Le conteste que pensaba que el viaje no
se haria tan pronto. En la primavera de 1895 viaje a los alrededores de
Aquisgran y despues de Pentecostes a Baviera, donde enferme gravemen-
te. Como necesitaba reposo volvi a Steyl. Ahora le pregunte si no seria
esta la oportunidad para estudiar ingles, si es que alguna vez iba a ser
enviado a EE.UU. "Bueno, pues", me contest6 "lo puede hacer. Pero para
que esto saiga bien alguien tendra que darle algunas clases. ^Quien lo
podra hacer? Ah, el senor Ahlefeld. Digale que sea bueno y le de clases
de ingles". Me dio 20 clases. En otono de 1895 el Reverendo Joisten, de la
diocesis de Marquette, antiguo alumno de Steyl, visit6 Steyl. El Superior
General se inform6 a traves de £1 sobre la situaci6n en EE.UU. y le co-
munico nuestro plan. Joinsten aprob6 la cosa y la misma se Hev6 a cabo,
Dos anos demor6 el primer germen en madurar y ser fuerte. Pronto viajaba
yo para Nueva York. Mi primer alojamiento lo encontre en el convento
de las Hermanas Franciscanas (fundacion de Aquisgran) que me habian
dado una carta de recomendaci6n para sus Hermanas en Nueva York. En
tonces comenz6 mi trabajo. [495]
111
Poltocarp 10° Cuando recibi el destino misional para EE.UU., fui con
mis otros companeros de viaje al Annahofe. Alii estuvimos junto al Fun-
dador durante el caf£. El nos cont6 sobre nuestro futuro campo de accion:
habia un rio y un pantano; nosotros debiamos escribirle si tenia esto con-
secuencias negativas para la salud. Cuando los otros Hermanos salieron,
despu^s del caf£, me pidi6 que me quedara un momenta y tomando mis
manos entre las suyas, en ese su caracteristico gesto paternal, me dijo:
"Alia si que se va a alegrar el P. Rector Neil, en Techny, cuando llegue uno
que sabe trabajar en la imprenta. Procure que la imprenta sea una de las
mejores". [496]
i«o H. Polycarp, Bernardo Sandforth svd (1875-1980) — Steyl '89. Techny '03, impre-
sor. Ayud6 a la instalac>6n de la imprenta en Juiz de Fora (Brasil), luego regreso a
Techny. C1579]
i«i H. Labre, Matfas Enzweiler svd (1874-1954) — Steyl '98, Argentina '01. Luego
Chile = eterno portero afable del Liceo Alemdn. [1523]
162 p. Francisco Eiclonann svd (1882-1952) — Steyl '96. Orden. '08. Un ano en Togo,
luego en las Antillas Holandesas Orientales. [1436]
112
Sobre el Trabajo
La cocina
113
espiritu mundano. Esto no lo debe leer otra persona". Tom6 el lapiz y ray6
las lineas. Fuso la carta frente a la lampara y el espiritu mundano no se
iba. Entonces tom6 pluma y tinta y pas6 tantas veces encima hasta que
quedd completamente ilegible. [502]
114
mas y reza un Rosaxio de penitencia". Los demas, en el comedor, espera-
ban con nerviosismo, para saber cdmo le habia ido. Cuando volvi6, comen-
t6: "En mi vida volver£ a ir". Por supuesto le tomaron el pelo y se bur-
laron de el [505]
Ludgerus Una vez nos pidi6 el Superior que los Hermanos que traba-
jabamos en la cocina nos reunie'ramos en el comedor. Estabamos curiosos
de saber qu6 era lo que querfa. Dijo: "jUstedes se molestan tanto! Ahora
deberan pasarlo bien". Entonces abri6 un canasto que traia y sac6 vino,
pasteles... El mismo nos Uen6 los vasos: "Tu puedes beber otro vaso".
Era un dia de mucho trabajo pues habia retiro para gente de afuera. Por
esto nos alegramos aun mas por el gesto del Fundador. No tanto por el
vino, sino mas bien por su consideraci6n hacia nosotros. Sorpresas de este
tipo nos dio varias veces. [508]
US
Christophorus Cuando se proyecto el gran edificio de los talleres, aun
no teniamos el terreno de la esquina; sin 6\ no se podia construir. El te-
rreno pertenecia a la familia van Dijk. Esto me lo conto una tarde el Fun-
dador, y me pidid que, sin que llamara la atenci6n, buscara una oportu-
nidad de conversar con la anciana senora van Dijk, y le dijera que su
familia era tan numerosa y que los gastos eran superiores a lo que gana-
ban que yo le llevaria los sabados algo de sopa de carne para los ninos.
La suerte no se dej6 esperar mucho; pronto pude conversar con la an
ciana. No queria saber nada de que se le ayudara. Pero advirti6 que si de
vez en cuando los niiios recibian alguna sopa de carne, iba a estar feliz.
Lleve" regularmente los sabados por la tarde un canasto con carne y huesos
para la familia van Dijk. La cosa result6. Conseguimos nuestro objetivo.
Cosa parecida sucedi6 con un terreno que habia frente a nuestro cemen-
terio, perteneciente a la senora Lucker, una viuda. Tambie*n una buena sopa
de carne hizo que naciera la posibilidad de compra. [510]
116
que uno queria. Era la paciencia misma. Cuando terminamos lo que esta-
bamos haciendo, dijo: "Alabado sea Jesucristo". Se fue a su mesa de tra-
bajo y continu6 en lo que estaba haciendo. [511]
117
bien el tiempo, se fijaba en las diversas cosas que se imprimian y conver-
saba con los Hermanos que trabajaban en las maquinas. [515]
118
Lukas ies Al Fundador le importaba mucho que su obra se propagara.
Por esto no era dificil conseguir un permiso de colaborar. Claro que no
lo daba en seguida. Se debia ir varias veces a pedirlo; dos o tres no bas-
taban. Cuando hice una solicitud, pero no llegaba el permiso, le dije al
Hermano Bernardo: "El Senor Rector seguramente se ha olvidado". Son-
ri6 y dijo: "Lo que el Senor Rector desea, eso no lo olvida". Lo que sig-
nificaba: Si el no quiere algo, entonces lo olvida. Otra vez se trataba de
comprar una maquina; nuevamente no recibi el permiso. Al poco tiempo
fuimos invitados a sacarnos una foto: tambi6n el Fundador debia estar.
Me atras6 un poco y el Fundador me dijo: "Yo pens6 que Ud. no vendria
porque no se ha dado el permiso para la maquina". Para el dia onomastico
del Fundador fuimos a felicitarlo. Entonces dijo: "Usted creia que en mi
onomastico le iba a decir si". En realidad yo lo habfa pensado asi; pero a
pesar del dia de su onomastico no Ileg6 el permiso. [5171
Castor 164 Nuestro difunto Hermano Felipe, que era impresor, queria
comprar una maquina y por ese motivo habfa ido numerosas veces a ver al
Fundador, pero nunca habia recibido una palabra de aprobaci6n al res-
pecto. Por tal motivo Felipe estaba enojado y dijo que consideraba la pe-
tici6n por terminada. A lo que el venerable Fundador contest6: "Querido
Hermano Felipe, esto no lo debe hacer Ud. Usted debe hacer las cosas
como el Hermano Bernardo. El viene tantas veces, hasta que consigue la
maquina que desea". [518]
*«• H. Lukas, Jose" Kolzem svd (1859-1945) — Steyl '83. Pintor de fonnaci6n profesio-
nal; valiosa ayuda para la ilustraci6n de las revistas. Realiz6 4 cuadros del Fundador,
al 61eo, uno de ellos muy difundido (el P. Arnoldo en su escritorio). [1537]
*«* H. Castor, Hugo Fsco. Busch svd (1870-1935) — Steyl '94. Europa. [1400]
u» H. Joachim, Juan Hechemberg svd (1861-1932) — Steyl '87. Techny '01. [1503]
119
Cuando pasaron las tres semanas volvi con mi pedido. "Yo estuve aca
hace tres semanas por el asunto del filtro de aceite. <jPuedo encargarlo
ahora?". El Fundador: "<{Crees que es necesario encargarlo?^. Yo: "Oh, si,
vamos a ahorrar mucho*. El Fundador: "Bueno, bueno. Vuelve dentro de
dos semanas de nuevo". Ahora si que me enoje, y ya no me import6 si se
compraba o no el filtro de aceite. A las dos semanas se acept6 mi petici6n
cuando la renove. [519]
120
fragil y debil, pero un alma fuerte y hermosa. El Hermano Fidelis rezaba
mucho. Cuando habia adoraci6n nocturna se quedaba noches enteras de-
lante del Santisimo.
Con sabiduria, fuerza y cautela sac6 la encuadernaci6n de un estadio
de enfermiza ninez llevandola a una empresa de connotada eficiencia. Diez
afios despu£s de su llegada a Steyl, la muerte vino a su encuentro. Una
semana antes de morir pudo hacer sus votos perpetuos. Lo que el Hermano
Fidelis hizo por la Congregaci6n y las misiones en los 10 afios que estuvo
en Steyl, por medio de su oraci6n, unida al trabajo y sufrimiento, eso s61o
Dios lo sabe. [523]
121
el Fundador. Asi se empezd con la instalaci6n. En 1905 brill6 por primera
vez la luz el6ctrica, pero solo en la secci6n de la imprenta, y esto con res-
tricciones. [525]
!«o H. Clemens, Clemente Lanze svd (1858-1940) — Steyl '83. Fue el autor de la pro-
mod6n de las revistas mediante los Hnos. El mismo inici6 la practica cuando aun
era postulante. [1408]
122
Hildegard m Mi padre me dijo: "Si el Fundador de Steyl no hubiera
hecho otra cosa sino que por su intermedio se enviaran buenas revistas a
todo el mundo, ya esto habria sido una gran obia". [530]
Artesano y mayordomo
"7 Hna. Hildegard, Isabel Kondring ssps ap (1873-1936) — Steyl '99. [1493]
123
pintero con los dibujos de los muebles de la sacristia. Estaban disenados en
forma muy costosa. Los pianos fueron dejados de lado y con ello el asunto
se dio por terminado. [533]
124
que hacia anos que esperaba; luego debia pintar la Iglesia principal. "Yo
hice", asi lo contaba el mismo, "la experiencia de que mis primeros bos-
quejos, que habia hecho para los distintos sectores, casi nunca le gustaban
al Fundador. Tenia que hacer otros o dibujar nuevamente los mismos. Por
fin estuvo en gran parte pintada la Iglesia. Solamente en la nave princi
pal el angulo de arriba tuvo que pintarse de nuevo. Yo pens£: dibuja alii
sencillamente una rueda; de todas maneras tendras que hacer varias veces
el bosquejo. Dicho y hecho. Para mi gran sorpresa, me dijo: ''Si, pintala
no mis". No se podia hacer otra cosa, debi pintar las ruedas a pesar de
que alii no se veian bien. Pero, ^qui&i se habra dado cuenta despu£s de
todo? Para nuestro Fundador era de mucho mas valor la humildad que
los hermosos dibujos". [537]
M« H. Homobonus, Jos6 Stiller svd (1866-1951) [] 751, 753 — Steyl '91. USA' 96.
[1497]
125
dador orden6 que se cerraran todas las puertas menos una; quien se ex-
ponfa a las corrientes de aire estaba cerca de cometer suicidio. Pronto
tuve que comunicarle que un padre se habia enojado mucho debido a que
se cerraban las puertas. El Superior General: "Dejalo no mas; tu salud me
es mas valiosa que los lamentos del padre". [539]
Erwinus170 Sucedi6 por los anos 1902 a 1905: tuve que trabajar por
mucho tiempo, en forma personal, con nuestro venerable Fundador. En las
dunas de Steyl estaba el terreno que serviria para la construcci6n del nue-
vo Convento de las Hermanas. El Fundador retuvo en su mano la direc-
ci6n de los trabajos, cosa que no aprobaban algunos Hermanos; decian:
es una afici6n personal. Una tarde me dijo, de repente, algo asi como:
Hermano, sobre la afici6n hay que reirse; yo debo retener en la mano la
direcci6n del trabajo para estar seguro que se hace y avanza". Eso me
conmovi6. Yo estaba convencido de hallarme frente a un hombre cuyo
principio: Todo para Dios, nada para mi', se habia hecho realidad en su
vida. Generalmente me invitaba a ir, despues de la oraci6n de noche, a su
pieza. Me contaba sus planes y sus proyectos sobre el jardin. Lo hicimos
juntos. El se esforz6 en ensenarme a dibujar pianos y a que aprendiera
nivelaci6n de terrenos, y se alegraba de mis pequenos progresos. Cuando
le mostre mi primer proyecto de un jardin que habia hecho solo, me dijo:
''Ud. lo hizo muy bien y no hay nada que cambiarle*. Para mi, un Her-
manito, fue algo celestial. Para el fue la aplicaci<Sn pr&ctica de un princi
pio, que en toda oportunidad nos inculc6: "Cuando se va a hacer algo bue-
no, no importa tanto quien lo hace".
Cuantas veces se lo permitfan sus muchas ocupaciones nos visitaba en
la construction. El mismo quiso hacerse titil cuando se nivel6 el terreno;
nos dej6 a nosotros que trabaj&ramos con la maquina, pudiendo haberlo
hecho el mucho mejor. Acontecimientos desagradabies durante el trabajo
126
no lo enojaban, no lo sacaban de su tranquilidad. Siempre me dio la im-
presi6n de ser un hombre que camina por la vida continuamente centrado
en Dios. Nunca se permiti6 nada especial en cuanto a comodidad o ca-
prichos personales. Era alguien compenetrado del sentido del deber. [5411
127
En la proxima conferencia retumbaron las palabras finales del Senor
Rector: "Uno de vosotros, en contra de mis prescripciones, ha ofendido a
un miembro de otra naci6n. Que se presente en seguida en mi pieza".
Algunos miraban alrededor, muchos me miraban solamente a mi. Detras
del Rector camine, solo, a su pieza. Llegamos casi juntos. Cerr6 sin em
bargo la puerta; no debia ahorrarme el golpear.
",»Asi que td eres el que insulto a un holande"s?".
"Senor Rector, eso no fue un insulto".
''Cuentame lo que sucedi6".
128
Cuando con el tiempo los Hermanos fueron ocupando los puestos de
trabajo en lugar de los trabajadores, a menudo los amonestaba diciendoles
que cada uno debia conocer muy bien su tarea; en el mundo se acostumbra
a senalar los trabajos que no se han hecho bien como trabajo de convento;
esto nunca se deberia decir del de nuestros Hermanos. Con gusto permitfa
a los jefes de los talleres adquirir revistas especializadas, para que se pu-
dieran instruir mejor. Tambten a menudo envi6 Hermanos a exposiciones,
para que estuvieran al dia de las cosas nuevas. ''Alii se reconoce al hom-
bre capacitado", dijo una vez, "el que con poco puede hacer algo her-
moso". [545]
Cyriacus En los primeros afios las horas de trabajo estaban bien con-
troladas. Cuando ingres6, en 1887, habia una pausa a las nueve y media de
la manana, para tomar un cafe. Este era para los mas j6venes aprendices y
para los Hermanos de salud debil. Cuando por motivos especiales, p. ej. en
los dias despues de Navidad en que habia una fiesta familiar, y por lo
tanto se perdian dos jornadas de trabajo, entonces en seguida despues del
almuerzo, sin tener recreo, nos ibamos a trabajar. Con redoblado entu-
siasmo vefa que los Hermanos que trabajaban en las mdquinas aprovecha-
ran bien el tiempo. [546]
129
del caf6 hasta la cena. Al Hermano Jakobus Keichel, que habia sido tra-
pense, le vino la idea de que guardaramos silencio todo el dia; para ello
formul6 una petici6n por escrito al venerable Fundador, la que todos fir-
mamos. Nosotros, como se dice, saliamos de las brasas para caer en el
fuego, y nos dej'amos atar la cuerda al cuello. Guando le presentamos el
escrito al Rector, dijo "Bueno, esta bien. Si ustedes quieren aguantar esto,
entonces aguantenlo". Fue todo. Despue"s se reglament6 exactamente en el
horario el tiempo del silencio. [549]
H. Reginald, Pedro Geyer svd (1872-1956) [] 889 — Steyl '98. Herrero. [1585]
130
o trabajo, debe con toda confianza comunicarselo a su superior. Este po-
dra opinar sobre lo que se puede hacer". En seguida se present6 el Her-
mano Fridolin, un suizo, que dirigia la gran lecheria en la granja Santa
Anna, pero que ademas se ocupaba de tallados de madera. Por esta raz6n
fue trasladado a la seccidn de las estatuas, donde pas6 un tiempo apren-
diendo el tallado. Despues estuvo en Techny, USA, donde fund6 un taller
y durante 30 aiios trabaj6 con sumo arte en dicho campo.
En la primera decada, y por muchos anos mds, cuando Steyl no era
tan grande, el Fundador estuvo muy relacionado con los Hermanos; era
incluso el primer director de los trabajadores. Todos los maestros tenian
que presentarle los proyectos sobre posibles cambios o ampliaciones de
los talleres, como asi tambien todo lo relacionado con la adquisici6n de
maquinarias. Sus conferencias dominicales para los Hermanos eran muy
pr&cticas. Comprendi6 la manera de despertar en casi todos el interns por
perfeccionar los talleres de modo que aumentara la producci6n. Asi salieron
de Steyl un gran numero de Jefes de section para las nuevas fundaciones
y para las misiones. [553]
Berchmans "Yo necesito maestros con titulo para las Casas y para las
Misiones", dijo el P. Superior General una vez en una conferencia. ''No es
suficiente que uno en su taller haga bien las cosas. Debe formar a otros de
tal manera que pueda confiarle a el, sea en la patria o en las misiones, un
puesto igual. Cada Jefe deberia escribir en un cuaderno sus experiencias
de modo que su sucesor las pueda tener en cuenta". Con gusto le daba
a los Hermanos conferencias, especialmente orientadas a su formaci6n co-
mercial y laboral. Como buen matematico conferia especial importancia a
que los Hermanos estuvieran bien adiestrados en todo lo referente a la
materia. Por mucho tiempo, en los dias domingos, dip clases de matema-
ticas, hasta que el P. Scholl las tom6 a su cargo. [555]
131
las almas inmortales. £11 mismo buscaba los libros correspondientes para
los estudios de nuestra especialidad; tambie'n a mcnudo controlaba si Istos
eran usados por los Hermanos. Deseaba que cada minuto fuera usado en
forma aplicada y a conciencia. Guando en 1893 el Hermano Joaquin detuvo
la maquina a vapor por unos minutos (dos o tres) antes de las cuatro, para
ir al caf6, me envi6 el venerable Fundador rapidamente a la sala de ma-
quinas para haceria fundonar nuevamente. Despu£s me pregunt6 por que"
me habfa dado esa orden. Yo: "Porque se habfa detenido antidpadamente".
El: "Tambi&i por eso. Pero calculemos no mas cuantos minutos suman si
todos los que trabajan en el Taller, que son 150, terminan tres minutos
antes. Esto da la suma de 450 minutos, vale decir siete horas y media del
tiempo de trabajo. Y la peidida recaeria sobre nuestras misiones. A lo me-
jor tambien habra un alma inmortal menos que no sera salvada. <jTe das
cuenta de lo que somos responsables?".
Asi que era el pensamiento de las misiones. Muy a menudo nos recor-
daba tambien que el dinero que nos regalaban los bienhechores se debia
emplear bien. Cuando se trataba de adquirir grandes maquinas podia ocu-
rrir que doce personas podian ir ante el, previo a que diera el permiso, a
pesar de que todo estuviera por escrito y bien fundamentado. <jPor qu6 lo
hada? Queria evitar que se compraran cosas inutiles. Y lo consigui6.
Nosotros, los Hermanos de la imprenta, debiamos apersonarnos todos
los domingos con el libro de los trabajos; controlaba entonces como se
habfa aprovechado el tiempo y la maquina. Esto nos parecia a los j6venes
algo bien cicatero. Sin embargo, asi aprendimos a ocupar bien el tiempo
y a observar bien el voto de pobreza. Lo mas efectivo quizas era la peni-
tencia que nos daba junto con sus paternales palabras de correcci6n.
Guando un trabajo habfa resultado bien hecho, se alegraba mucho. Le
golpeaba a uno la espalda y le decia: "No te vayas a poner orgulloso por
esto". [5561
132
de un edificio en el Convento de las Hermanas; entonces llevaba para su
bendici6n a los Hermanos que de alguna manera habfan colaborado en
algo. Si habia bendicion de maquinarias, llevaba algunos Hermanos para
que le ayudaran. Al final mandaba a las Hermanas que sirvicran alguna
cosa a los Hermanos, fruta o lo que hubiese.
<r Volvia de algiin viaje? Avisaba que queria comer con los Hermanos.
Entonces contaba todo lo referente a las otras casas y daba los saludos
enviados por los Hermanos de alia. En estas ocasiones podia contar mas
de una anecdota chistosa, con la cual el tambie'n reia con muchas ganas.
Se encontraba asi como un padre con sus hijos. [557]
Peil Fue un pensamiento muy feliz del venerable Fundador, para po-
der conseguir muchos Hermanos, fomentar las mas variadas profesiones u
oficios. Debido a esto era posible que los j6venes, como Hermanos misio-
neros pudieran desarrollar la actividad que habian aprendido antes. Esto
era para muchos un acertado medio de Uegar a la vocaci6n misionera y a
que esta les resultara agradable. Al mismo tiempo recibio la Congregaci6n
133
las fuerzas necesarias para sus diferentes secdones, las que luego, en las
misiones, prestaron un incomparable servicio. Trabajadores sin instrucci6n
fueron ensenados en Steyl, especialmente en las diferentes secciones de la
imprenta, pero tambie"n en otros talleres. Mas de alguno (fue confirmado
por ellos posteriormente), que no tenia ninguna profesion, encontrd en
Steyl la instraccion que le permiti6 posteriormente en el mundo ganar su
sustento. Esto lo tenia muy en claro el Fundador y la experienda ha de-
mostrado que no se equivdc6. Condici6n basica, empero, era al ingresar,
que se entregara sincera y decididamente al servicio de la obra misional.
Asi se gano valiosos trabajadores para la patria y la misi6n. S61o la reali-
zaci6n y el mantenimiento de las construcciones en Europa y en las mi
siones exigia un gran numero de especialistas bien formados. Esto es valido
mas aun para las diferentes tareas en las misiones y en la patria. Cuantos
excelentes hijos de campesinos Ilevaron a nuestras casas la agriculture, y
de ese modo se estaba abastecido de todo lo necesario. En las misiones los
nativos fueron, al mismo tiempo, formados por medio de estos trabajos en
un ordenado espiritu comunitario. En el trabajo cultural, en las misiones
debian ser los Hermanos un factor importantisimo. Sin discusion, el cre-
cimiento del Instituto de los Hermanos fue una de las ideas mas brillantes
del Fundador. La Congregaci6n misionera tiene mucho que agradecerle a
los Hermanos. [560]
134
11. LAS OTRAS CASAS MISIONALES
»* P. Enrique Popping svd (1871-1946) — Steyl '88. Orden. '98. Testigo en el Pro-
ceso Apost61ico. [1580]
135
casas misionales en Prusia, rechaz6 este tentador ofrecimiento con una
breve observaci6n: ''Dele primeramente permiso a los Padres del Espiritu
Santo para que puedan fundar una casa'VAcostumbraba decir: "Da lo
mismo qui6n es el que hace el bien, lo principal es que se haga". [5631
136
Heg6 el primer Rector de la casa, el P. Jos6 Weber. Y por ultimo el P. Su
perior. El 29 de septiembre, fiesta de San Miguel Arcangel, fue la inau-
guraci6n de la casa. El primero de octubre llegaron los primeros alum-
nos. Pronto se presentaron tambien j6venes que querfan ser Hermanos mi-
sioneros. Pasados algunos dias, el P. Superior coloc6 la piedra basal para
la construccidn de un nuevo edificio que se necesitaba y que ya, un afio
despu£s (1893), en la fiesta de Santa Teresa, pudo ser habitado. Cuando
se coloc6 la primera piedra, el P. Arnoldo pronunci6 un discurso agrade-
ciendo a Dios, el Senor, el que a pesar de las dificultades lo habia guiado
todo para que resultara esta obra. Al final rez6 para que el buen Dios
enviara los medios necesarios para llevar a feliz t^rmino la construcci6n.
La bendicidn que fluy6 de esta fundaci6n es indescriptible. La casa ga-
naba tambie'n cada vez mas amigos y bienhechores y asi pudo hacer mu-
cho bien en favor de las misiones. [565]
Cletus 175 En los primeros anos en la casa Santa Cruz, no habia tan
buena comida como en Steyl o San Gabriel. Algunos estaban descontentos
y murmuraban. Entonces, estando el Fundador de visita, dijo lo siguientc:
"Si tenemos ropa y comida, entonces estad contentos con lo que sc os da.
Cuando el buen Senor tcm'a junto a si tanta gcntc en el desicrto, cuan-
174 H. Caiasanz, Francisco Kroll svd (1862-1941) — S. Gabr. '92. Steyl. [1398]
«s H. Cletus, Juan Enrique Egbers svd (1871-1950) — Steyl '90. N. Guinea. Vuelve
a Steyl '32. [1410]
137
do hablaba y enseiiaba, estos estaban tan ansiosos de saber, que ni siquie-
ra pensaban en comer. Cuando fue ya tarde y el buen Senor vio tanta
gente, entonces sinti6 compasidn y no quiso que se fueran sin haber co-
mido: Preguntd a sus discipulos: ",iTienen pan?". ''Alii hay un muchacho
que tiene pan y pescados; |pero esto no es suficiente para tantos!".
*',iY qu6 pan era 6se? Un pan de cebada, muy seco y con un gusto
muy especial. Vosotros ten&s por la mafiana pan, y un buen pan con man-
tequilla. |Bastante diferente al pan seco de cebada! Por entonces la gente
estaba feliz de poder saciarse con pan de cebada; de pura alegrfa y agra-
decimiento quisieron hacer rey al Senor.
W^Y vosotros? Si, entre vosotros hay algunos que ni siquiera con la co
mida estdn contentos, que se lamentan y murmuran. Y aun pens&is en ser
misioneros y en compartir vuestra comida con la gente. Vosptros induso, si
se llega al extremo, querreis morir por Cristo. |Y acd no estdis contentos
ni siquiera con lo que vuestro Hermano cocinero os pone en la mesal ]Oh,
queridos mios, c6mo sera esto en el futuro! Rezad, si, rezad mucho, para
que Dios tenga misericordia con vosotros y no caiga sobre vosotros su
brazo justiciero que os castigue. [No lo permita Dios! Si, son tiempos difi-
ciles. La espada del descontento del Senor cuelga sobre nosotros de un
hilo muy delgado. Se necesita un pequeno golpe y la espada caerd y todo
el mundo ardera en llamas. Si vosotros, los viejos, lo vereis, eso no lo se,
pero los mds j6venes lo veran. Entonces si que vendran tiempos dificiles.
Y estar&s alegres y contentos con tener un pedacito de pan, aunque haya
estado guardado tres dias en el armario. Pero nadie os lo dara. Por eso
estad contentos con lo que se os pone en la mesa y pedid a Dios que no
deje caer su espada en nuestros dias; de esto nos libre el Senor. ... El
Senor y su buena Madre nos asistan en el tiempo de la necesidad. Estad
contentos de lo que Dios en su bondad nos da. Sed agradecidos con Dios,
si, agradeced a Dios. AmeV.
El hambre Ileg6 con la primera guerra mundial, y en Santa Cruz se
comi6 remolacha; no habia mas pan. Pienso en esto cuando no me gusta
algo. Hace algunos dias le conte" el hecho al Hermano Gottfried. Tambi6n
el, junto con el P. Marianski, fueron testigos del discurso. [567]
138
la SVD, dijo: *'Si yo supiera que me equivoque, con gusto me hincaria
frente a el". Asi lo contaba el P. Roetter. [569]
"6 p. Jose Schnierer svd (1870-1939) [] 1033 — Steyl '84. Orden. '95. De el es el
testimonio: "Una vez vi a Don Bosco, que ya habia sido canonizado, visitar al Fun-
tTador en Steyl". [1601]
*™ P. Eduardo Breitkopf svd (1885-1950 — Sta. Cruz '99. Orden. '10. Togo. Repa-
triadb, fue en 1920 a China. [1387]
139
no habia dejado a nadie que me reemplazara en las clases que daba. A
esto observ6 muy seriamente: "Si mi Superior me diera un encargo, yo
lo cumpliria a conciencia". jY yo que habia esperado ser alabado por mi
trabajo! Callado y avergonzado me retire\ A pesar de todo viaje al otro
dia. [573]
Nyssenus 170 Siendo joven lei en mi casa el libro 'Id por todo el mun-
do*, de Emilie Huch. En el habia una foto de nuestro venerable Fundador.
Me senti irresistiblemente atraido por este hombre cuya mirada era pro-
funda y que tenia una frente muy amplia. Una voz me decia: Ese debe ser
tu superior.
En 1903 vi por primera vez a Arnoldo Janssen en Santa Cruz. Me
178 H. Rodriguez, Alberto Stanke svd (1877-1942) — Sta. Cruz '98. Alli siempre. [1588]
«o H. Nyssenus, Gustavo Bock svd (1885-1972) — Sta. Cruz '03. N. Guinea. [1562]
140
produjo una inolvidable impresion por su humilde pero segura forma de
ser. El Hermano Berthold lo habia ido a buscar en el coche; por entonces
no habia auto. Todos los habitantes de la casa se habian reunido en la
porteria. El P. Superior salud6 muy cordialmente primero a cada Padre
(un saludo corto) y luego a los dos representantes de los Hermanos, los
Hermanos Jos6 y Siegfried. Durante su permanencia en Santa Cruz vino
una vez a comer con los Hermanos. Despu6s de la comida se Ievant6, se
coloc6 delante de una columna y dijo: "Ahora quiero contarles a los que-
ridos Hermanos algunas cosas". Y nos habl6 sobre Steyl, San Gabriel, San
Wendel y sobre las misiones. No era una mera informacuSn, sino que el
hablaba como un padre, al que la suerte de sus hijos interesaba hasta en
los mas pequenos detalles.
Por la manana nos levantamos a las 4.10. Llegamos a la Iglesia en la
que ya el P. Superior estaba rezando el Viacrucis. C6mo el se hincaba de
lante de cada estaci6n y c6mo miraba con sus ojos el cuadro, era como si
vieramos a un santo. Yo me decia en mi interior: este es ciertamente un
santo.
Al Hermano que atendia la correspondencia durante los dias que el
P. Superior pasaba en Santa Cruz, no le era nada facil la cosa. Debia estar
siempre pronto para llevarla al correo, a Neisse. En aquel entonces no
habia comunicaci6n telef6nica con Neisse. Bicicietas habia s61o tres en
la casa: para el Hermano que tenia a su cuidado la correspondencia; para
el Hermano Berthold, como Jefe del economato, y para el Hermano Bo-
rromeo, Jefe de la carniceria. Su secretario siempre tenia que estar pronto
a su disposici6n. El P. Superior salia al corredor y tocaba una campanita;
entonces se presentaba el secretario.
En aquel entonces nosotros, los Hermanos, haciamos guardia noctur-
na para cuidar nuestras manzanas. Velabamos delante de la casa, en el
camino que va a Niederland. Dos Hermanos se quedaban haciendo turnos
desde las diez de la noche hasta la media-noche, y dos desde la media-
noche hasta la oraci6n de manana. Cuando a la media-noche era reempla-
zado por otro, siempre veia luz en la pieza del Fundador. El trabajaba. A
pesar de esto no se mostraba nervioso.
El P. Superior hacia que le llevaran los libros de cuentas y los firma-
ba el mismo. A veces exigia tambi6n contabilidades aparte para las cuen
tas individuales. Los comprobantes para los libros con cuentas de liqui-
daci6n debian colocarse en orden por una posible revisi6n. Nosotros con-
servamos aun el cuaderno donde el P. Superior escribi6, de puna y letra,
las normas para el trabajo en la contabilidad y en la cobranza.
Queriamos comprar una maquina copiadora para multiplicar las di-
recciones y poder asi enviar las revistas. Costaba 200 Marcos. Para ello
fue necesario presentar la solicitud al P. Superior. Pasaron varios anos
141
hasta que obtuvimos el permiso. En cada casa habfa s61o una maquina de
escribir, y e'sta era ocupada por el P. Superior cuando se hallaba en casa.
Despue"s fue puesta a nuestra disposition. En el economato e>amos seis
Hermanos y en cobranza habia dos. [5761
San Wendelino
142
LrowiNus Su obra fue ajpreciada en toda la comarca. La gente decia:
Mirad que bien han hecho los padres el camino, son tan pr&cticos. Antes,
con cuatro animales, a pesar de los gritos y chicotazos no se podia viajar.
En cambio los padres, con dos caballos y buen empeno lo han realizado".
[582]
iso H. Salvionus, Carlos Krebs svd (1880-1954) — Steyl '01. Siempre St. Wendelino.
[1593]
143
para recibir primeramente la bendicion del obispo. El obispo Henninghaus
se consideraba su hijo espiritual, de modo que tambi^n se arrodill6, para
recibir del P. Arnoldo la bendici6n. Era para nosotros como una repre-
sentaci6n, ver a esos dos grandes hombres arrodillados uno frente al otro,
pidi6ndose mutuamente la bendicion. Por fin el obispo Henninghaus cedio
y dio primero su bendicion. [586]
San Ruperto
144
palpe tres veces a la gallina, pcro el huevo no quiere salir". Riendose de
buena gana volvio el P. Superior General al comedor y se sirvio su desa-
yuno sin huevo.
Hacian falta muchas cosas en la casa en diferentes sectores. El P. Su
perior General no tenia siquiera una mesa para trabajar. Le hice a toda
prisa una y me alcanz6 el tiempo para baraizarle la cubierta, claro que
gaste mucho aceite en ella. <tConsecuencias? Las cartas que el P. General
escribia, tenian de pronto algunas manchas de grasa, y el no sabia de don-
de provenian. [589]
145
varios meses entre nosotros, para mejorar un tanto su salud. Pensaba en
el pr6ximo Capitulo General de 1910, que debia presidir. Permanecia mu-
cho tiempo sentado en el bosque, donde le habian puesto su mesa de
trabajo. Asi, al aire fresco de los cerros, podia trabajar sin que lo inte-
rrumpieran.
Cuando se despidio, se le hizo una pequena fiesta. Como aun no habia
salon de actos, se hizo en un largo corredor de la casa, el que fue ador-
nado. En su discurso dijo el P. Superior que acaso nunca mas volveria, su
enfermedad se habia agravado, de ahi que queria despedirse para siempre.
Alab6 la bondad de Dios, que habia usado de el, un instrumento sin va
lor. "Yo he sido mas un impedimento que un instrumento de promoci6n
de la voluntad de Dios". Durante este discurso estaba muy emocionado.
Despues bendijo nuevamente a todos. Cuando subid al coche, lo rodeamos
y acompanamos un trecho junto al carro, cuando e"ste partio. El P. Supe
rior se dio vuelta y nos salud6 varias veces. [593]
Lidwinus Durante su ultima visita a San Ruperto hizo que todos los
habitantes de la casa fueran personalmente a verlo. A cada uno le dio un
recuerdo. Luego le agradeci6 a cada uno por lo que habia hecho y ofre-
cido a la Congregaci6n. Nuestro agradecimiento lo rechazo. Eso produjo
en mi enorme impresion. [594]
H. Vitalis, German Bachmann svd (1866-1936) — Steyl '96. St. Rupert. [1630]
146
nerable Fundador por algunas semanas. Jamas lo vi ocioso; o estaba tra-
bajando, o rezaba. Por la mafiana, a las cuatro y media, cuando yo me
levantaba, el ya estaba en la capilla, y por la noche, a las nueve y media,
trabajaba o rezaba todavia. Casi todos los dias lo vi rezar el Via Crucis.
Vestia sencillamente; su sotana estaba hecha del mismo genero que la de
los Hermanos.
Una vez vio el que no se habia cultivado un pedacito de terreno; la
maleza crecia alii. £1 mismo lo labro e hizo que se siguiera trabajando
para que no prosperara la maleza. [596]
147
caba la sotana, cosa que iba generalmente contra su costumbre y se ponfa
una chaqueta. Lo hacia para cuidar la sotana. [599]
iss Hna. Coletta, Ana Hanraets ssps (1880-1965) [] 662, 689 — Nacida en Steyl, in-
greso '98. U.S.A. [1416]
148
por cinco o seis semanas alii, ademas del tiempo de verano. Debian ser
semanas de vacaciones. Pero en verdad, era un tiempo de continua y tensa
actividad.
Despu6s de la Santa Misa y accion de gracias, se retiraba a su habita-
ci6n. Su pieza era al mismo tiempo habitaci6n, sala de trabajo, comedor
y dormitorio. Alii solucionaba todos sus muchos trabajos escritos. Afuera se
le veia solamente cuando rezaba el rosario o el breviario. Para los ser-
vicios religiosos comunitarios llegaba puntualisimo. La recreaci6n despues
de la cena la pasaba generalmente con los Hermanos; eran siempre muy
entretenidas y alegres. [604]
184 P. Jos«§ Biittgens syd (1879-1959) [] 811, 843, 865, 874, 1007 — Steyl '93. Orden.
'05. Secret, privado del Fundador en 1905. En 1907 lo acompaiV) en su ultimo viaje
a Roma. 1911 a Mozambique. Repatriado. Perfeccionado pintor. [1395]
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INDICE
Aclaracion 5
Prologo 7
El autor aclara la seleccioii de los aportes 9
8. EL SEMINARIO MENOR 17
La admision de los alumnos 17
El Rector 20
La mesa de los pobres 25
Los estudios 30
Trabajos manuales 35
Encuentros 37
De las conferencias y de la oracion 41
9. ESTUDIOS SUPERIORES 48
El Liceo 48
El Noviciado 53
La Teologia y San Gabriel — Los comienzos 57
Hacia el Sacerdocio 70
El envio de Misioneros — De las Misiones y sus obligaciones 73
El destino misional 75
De la despedida 79
De los estudios ulteriores 81
EDITORIAL GUADALUPE