Bornemann - AJ en El Recuerdo II Peculiaridades de La Fundacion ESP

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P.

FRITZ BORNEMANN SVD

ARNOLDO JANSSEN
EN EL RECUERDO
H. PECULIARIDADES DE LA FUNDACION
ARNOLDO JANSSEN EN EL RECUERDO
Para que alguien sea cononizado por la Iglesia,
deberan pasar unos cincuenta afios
despue's de su xnuerte.
Entonces ya se habran olvidado
las debilidades humanas que pudo haber tenido.

Arnoldo Janssen

Sabfamos que nuestro Fundador era un hombre original.


No obstante, estabamos convencidos que era un Santo.

Ludgero Gruter (Bs. As., 1934)


P. FRITZ BORNEMANN SVD

ARNOLDO JANSSEN
EN EL RECUERDO
PECULIARIDADES DE LA FUNDACION

EDITORIAL GUADALUPE
Mansilla 3865 - 1425 Buenos Aires
Imprimi Potest: Enrique Heekeren, Superior General, Roma 16-11-1981
Titulo del original aleman: Erinnewngen an P. Arnold Janssen
ANALECTA SVD-58
Ad usum privatum nostronun tantum
Responsable de la traducci6n espanola: Robert Espejo SVD
Edici6n realizada por la EDITORIAL GUADALUPE
Mansilla 3865, 1425 Buenos Aires, Argentina
ACLARACION

Creemos hacer mas accesible la obra del P. Fritz Bornemann SVD Erin-
nerungen an P. Arnold Janssen, al editar su traducci6n al espafiol en cua-
tro "cuadernos".
Si bien el propio P. Bornemann dice: "no se pudo siempre 'ordenar' bien
el material en capitulos", sin embargo, conservando intocada la secuencia
original de los capitulos, entendemos que cada "cuaderno" ofrece un tema
logico:

I. EL FUNDADOR SE PREPARA

1. HOGAR PATERNO
2. HACIA EL SACERDOCIO
3. BOCHOLT
4. KEMPIS
5. 8 DE SEPTIEMBRE DE 1875
6. EL PRIMER ANO DE LA FUNDACION

II. PECULIARIDADES DE LA FUNDACION

7. EJERCICIOS ESPIRITUALES
8. EL SEMINARIO MENOR
9. ESTUDIOS SUPERIORES
10. HERMANOS MISIONEROS
11. LAS OTRAS CASAS MISIONALES

III. MAS FUNDACIONES - SU COTIDIANIDAD

12. HERMANAS MISIONERAS Y HERMANAS DE CLAUSURA


13. DEL DIARIO VIVIR Y DE LAS FIESTAS
14. SECRETARIOS
15. ROMA
IV. DE SU VIDA - DE SU MUERTE

16. PROBLEMAS FAMILIARES


17. LA ORACION Y LA SANTA MISA
18. HISTORIAS SUELTAS
19. APARIENCIA EXTERNA
20. ENFERMEDAD Y MUERTE
21. MENSAJES DE CONDOLENCIA
22. EL JUICIO DE LA POSTERIDAD

Los extensos Ape"ndices en que el Autor ofrece expllcaciones criticas, pro-


curamos resumirlos. Los criterios de selecci6n ya los damos sintetizados en
"El Autor aclara la selecci6n de los aportes". El Ap6ndice I: "Los recuer-
dos en el Archivo General" y el Ap&idice II: "Critica Fundamentada",
creemos que s61o han de concitar la atenci6n de especialistas que estaran
mas que servidos con el original aleman y la versidn inglesa.
Las 180 paginas mecanografiadas acerca de qutenes son los "narradores"
las presentamos a lo largo del texto de los cuatro cuadernos, con una nbta
de pie de pagina cada vez que aparece un nuevo narrador.
Todos los parrafos del texto vienen numerados. Ello ayudara al lector
para interrelacionar unos textos con otros. Aun en los casos de haberse
sintetizado el parrafo original, se conserv6 el niimero correspondiente.
Demas esta decir que de los "recuerdos" como tales, nada se ha ni en-
mendado, ni sintetizado.

Los Editores
PROLOGO

En 1969 apareci6 una biografia del F. Arnoldo Janssen. Su versi6n espa


nola se realizd en 1971 y apareci6 con el tftulo: Arnoldo Janssen, Funda-
dor de los Misioneros del Verbo Divino. Su vida y su obra. Esta biografia
se basa exclusivamente en documentos de la £poca, excluy&idose los
Recuerdos, pues, una exposici6n hist6rica exige siempre una selecci6n
critica de documentos, cosa no siempre facil de lograr con "recuerdos per-
sonales".
Pero, no se han querido dejar de lado los Recuerdos y menos aun despre-
ciarlos. Es asi como, en 1974, se edit6 un volumen de los mismos, que
merecieron ser traducidos al ingles (1978) y ahora entregamos en su ver-
si6n espanola.
Fueron seleccionados los aportes de mas de 250 personas, entre una can-
tidad impresionante de testimonios que, durante anos, se han acumulado
en el archivo general de la Congregaci6n. De ellos naci6 una nueva ima-
gen del Beato Fundador, quiza mas vivida que la que ofrecen los "docu
mentos". Desde luego, que la fidelidad no siempre es absoluta, especial-
mente en lo referente a detalles. Tampoco puede pretenderse mas de
Recuerdos escritos 20 6 30 anos despues de la muerte del Fundador y 40
a 60 anos despu6s de haber tenido lugar los hechos. Hay que tener en
cuenta esa realidad para darle a esta obra su verdadero valor. Ella quiere
entregar un tesoro de tradicion y en una lectura facil delinear el caracter,
la personalidad y religiosidad de Arnoldo Janssen, cosa que no siempre
logran los objetivos documentos.
Las voces que aqui se escuchan, estan llenas de respeto y veneraci6n ha-
cia el Fundador de la Obra de Steyl. De ninguna manera pretenden bu-
cear en su vida de intimidad con Dios; s61o se detienen en lo que proyect6
Janssen con su acci6n publica como fundador de tres Congregaciones Mi-
sioneras y lo que vivia en la cotidianidad con quienes lo rodeaban y con
£1 colaboraban.
Esperamos que Arnoldo Janssen en el recuerdof como se prefiri6 intitular
la versi6n espanola, sea de su agrado y lo lleve a un conocimiento mas
intimo de nuestro Padre-Guia y Fundador.
Roma, 5 de noviembre de 1981
P. Fritz Bornemann SVD
EL AUTOR ACLARA LA SELECCION
DE LOS APORTES

No se procur6 la amplitud y cxtensi6n. Todo lo contrario.


Las muchas "Letterae postulatoriae" ni siquiera fueron tenidas en cuenta.
Tampoco las cartas de la Conferencia Episcopal Alemana o documentos
similares provenientes de los pafses de misi6n. No se hace menci6n del
Superior General Jose Grendel, a pesar que era un gran conocedor del
Fundador y sus escritos y trabaj6 mas que otros Superiores Generales por
la Causa de la Beatification. Tampoco se habla del Padre Groessl, Postu-
lador General de la Causa durante treinta afios. De las mas de 8.000 pa-
ginas de testimonios en el Protocolo de las dos audiencias de mayor du-
raci6n que se llevaron a cabo durante el Proceso, s61o se seleccion6 un
total de 20 a 25 paginas... [1333]
^Que me movi6 a preferir un texto a otro?
Ciertamente, no la objetividad. Esta no se destaca tanto en testimonios
personales que suelen venir cargados de subfetividad 16gica. Se prefirieron
las narraciones mas naturales, concretas y directas, como respuesta a cier-
tos interrogantes: ^Qu6 efecto produce la narraci6n? <»A quie"nes alcanza?
Pero lo que mas se busco fue la nueva luz que arrojaban sobre la figura
de Arnoldo Janssen. [1334]
Se privilegiaron aquellas narraciones que se relacionaban con encuentros
y experiencias personales, las que traian algun toque de observaci6n mas
exquisita, la que veia a Janssen en alguna situaci6n mas nueva ya sea por
parte del Fundador ya por parte del observador. Es el caso de muchos
encuentros personales previos a la admisi6n al noviciado, votos u orde-
naci6n y primer destino misional. Esa experiencia tenia para cada uno
tintes muy personales y presentan a Arnoldo Janssen tambie'n desde 6pti-
cas distintas, tanto mas cuando la description se hizo muchos anos despues
de la experiencia vivida. [1335]
Procurose traer algun testimonio sobre cierta experiencia que se repitio
en muchisimos, pero sin repetirla cada vez, como fue el caso de los sacer-
dotes emocionados por el Fundador que tras la ordenaci6n se echaba a
los pies del nuevo sacerdote implorando su bendition y besando con real
unci6n sus manos consagradas, expresion de su profundo respeto al mis-
terio sacerdotal y que unio mucho a Janssen con sus sacerdotes. Lo mismo

9
vale acerca de c6mo Janssen unia las manos con cada toque de campana
para la Oraci6n del Cuarto de Hora. [1336]
Dado que estos testimonios personales no pretenden transformarse en una
"historia o biografia" de Arnoldo Janssen, se toman aquellos apuntes que
son de temas rayanos con la leyenda: un Janssen carismatico con poder de
curacidn por sus bendiciones, apariciones del mismo a hermanos, etc. Ya
en vida, a lo que parece, se manifest6 el poder de su oraci6n, especial-
roente para salir de apuros financieros. [1337]
De ahi tambi6n que se excluyen casi por complete escritos aue se refieren
a la vida devocional de A. Janssen, por ser tema de su espiritualidad ya
bien conocida y estudiada. [1338]
Tampoco buscamos definir acerca de apreciaciones. De ahi que, a veces,
aparecen informes entre si casi contradictorios y ubicados muy cercanos
en el texto de la obra. Incluso, algunos llegaron a incluirse a prop6sito.
No se quiso que apareciese ni una semblanza demasiado idealista, pero
tampoco una demasiado negativa. A todo quien tenia algo novedoso que
decir, se le dio la oportunidad para decirlo; para los aportes que delinean
esto ultimo, se excluyeron aquellos que rezuman resentimiento personal,
para preferir los que, si bien negativos, muestran mds humor humano. [1339]
Nunca se midi6 el aporte por el valor de la persona que lo realizaba, sino
por el contenido de la narraci6n en si misma, salvo en los casos de condo-
lencias por su muerte y "Juicios de la Posteridad" un capitulo en que,
16gicamente, han tenido mas cabida quienes fueron sus secretarios en
vida, cosa que exige ese tipo de escritos. [1340]
Dado que muchos escribian sobre diversos t6picos, no se pudo siempre
"ordenar" bien el material en capitulos. Ello si fue factible en el caso
de los recuerdos del Hno. Junipero, por ello se exponen como base y s61o
se intercalan algunos aportes de otros testigos. En otros casos tambien
pudimos agrupar temas, como se ve por el indice de la obra; pero no,
precisamente, por la 16gica del desarrollo. [1343]
Si la obra, en su forma global, da la impresi6n que hemos escrito una
nueva biografia del Fundador, no fue esa nuestra intenci6n. Para ese
objetivo no era un material apropiado. S61o se tocan determinados topicos
de la vida del Fundador. [1348]
Fuimos cuidadosos para no introducir cambios importantes en los escri
tos. Se introdujeron abreviaciones, evitando repeticiones; aun en los casos
en que se imponia corregir el estilo, se mantuvo en lo posible el vocabu-
lario original. [1349]

(Sintesis del Apindice HI del original)

10
7. EJERCICIOS ESPIRITUALES, RETIROS

Stolte La Casa de Misiones de Steyl ofrecid, durante el Kulturkampf,


la unica posibilidad para que el clero aleman de la Renania pudiera hacer
ejercicios espirituales. Arnoldo Janssen dispuso en las Constituciones de su
Congregaci6n que los seminarios misionales debian dar la posibilidad de
que se hicieran retiros. £1 es el fundador del moderno movimiento de los
retiros espirituales. Cuando se vio que varios miles de personas anualmente
iban a Steyl, para hacer retiros, otros tambi£n abrieron casas, en Alemania,
para el mismo fin. [200]

Fischer El Arzobispo de Colonia, Mons. Paulus Melchers, desterrado


en Holanda, escribi6 desde alii, en el verano de 1877, al Rector Janssen.
Describia la situaci6n del clero de su di6cesis y c6mo desde hacia tres
anos estaba privado del beneficio de los retiros espirituales, y le pedia que
abriera su casa en Steyl para la realization de e"stos. El mismo se compro-
meti6 a dar a conocer a su clero, por medio de los decanos, las fechas
de los retiros en Steyl. El Rector Janssen acept6 con gusto la insinuacidn.
En el primer grupo participaron 41 sacerdotes. [201]

Janssen Las conferencias eran dadas generalmente por sacerdotes je-


suitas, las bendiciones sacramentales y otros ejercicios de piedad por el
Rector Janssen. En todo pude percibir su profunda piedad. Tambi&i en la
Santa Misa se podia ver su gran recogimiento. [202]

Canttus 50 Siendo joven fui a Steyl para un retiro. Me confese con el


P. Superior General en su pieza. Despues de mi confesi6n me regal6 una
estampita, que puse en mi libro de oraciones. Mi libro no puedo decir que
era grande De todas maneras la estampita era mas grande que el libro y
sobresalia de las paginas. El Superior General lo advirti6, y tomando las
tijeras, la recort6 de tal modo que qued6 muy bien en mi devocionario.
[203]

Be H. Cantius, Gufflermo Biith svd (1868-1944)


Ingreso Steyl 1895. Mlsionero en Brasil: [1399]

11
Andrea " El Fundador contaba: Hace poco tuvimos un grupo de sa-
cerdotes que hicieron ejercicios espirituales en la Casa Misional. Vino tam
bien un sacerdote de apellido Sauerland (tierra amarga) y pidi6 que se le
diera.una habitaci6n para hacer su retiro. Se accedi6. Al cabo de unos dias
preguntaron por el Vicario General de Paderborn, pues estaria en el retiro.
Asi se descubri6 qui6n era el sefior que se habia presentado como Sauer
land. Fui a el y le dije: "Sefior Vicario General, Ud. deberia recibir una
habitaci6n mejor". "No, no, esta es suficientemente buena para mi".
Y el Fundador agreg6: "Este si que era humilde. Asi como el puede
el Sefior necesitar muchos". [204]

Stolte Se alegraba enormemente cuando venian a retiro los padres de


familia; asi se santificaban las familias. Tal era una de sus grandes preocu-
paciones. "Si hay varios ninos en una familia", decia, "se educan entre
ellos; y donde hay varios ninos, ahi tambien hay una vocaci6n sacerdotal
o a la vida religiosa, pues es alii donde los ninos aprenden a tener espiritu
de sacrificio y renuncia personal. [205]

Christophorus Muchas veces el mismo Rector predic6 ejercicios espi


rituales para hombres. En uno de ellos participo nuestro gran benefactor
y duefio de un hotel, Jose Michels, de Aquisgr&n, con varios importantes
sefiores. No quedaron contentos con las conferencias y por tal motivo el
Sr. Michels fue a hablar con el Rector. Este le agradeci6 sinceramente lo
que le comunicaba. Y como me lo cont6 Michels, desde ese momento me-
joraron considerablemente las conferencias. Al final todos estaban felices.
Ellos agradecieron al Rector y le dijeron: "Un retiro tan hermoso no habia-
mos tenido aun'\ Por supuesto habia actuado el Espiritu Santo. [206]

Ludgerus c8 A pesar de que la casa estaba ocupada al maximo por sus


moradores propios, se hacia todo lo posible para los que participaban en

37 Hna. Ma. Andrea, Maria Oberbeck ssps ap (1878-1959)


1899 = Steyl. Convento de Ador. Perp. [1359]
58 H. Ludgerus, Enrique Mollenmeir svd (1870-1949)
[] 207, 458, 460, 474, 476, 485, 491, 508, 509, 514, 558, 559, 565, 568, 593, 735,
781, 845, 857, 868-870, 873, 916, 937, 943, 949, 1015, 1035, 1098, 1171
Steyl 1888. Casi siempre en la cocina, siendo de los fundadores de Sta Cruz (1892).
Escribi6 como 100 pags. de memorias. Varias veces testigo en el Proceso de Beatifi-
caci6n. Relata con gracia y seguridad, con gracejo, a veces con exageraci6n. Asi
cuando dice que 61 habia oido decir a Pio X, refiriendose al P. Fundador: "No me
puedo oponer a un santo", haciendose (en buena medida, dado que otros se refieren
tambien a este hecho), responsable que en el Decreto del 10.07.1942, que introduce
el Proceso Apost61ico, se declare: "El Siervo de Dios, Papa Pio X, lo Uam6 un
Santo...". Cfr 1468 P. Ciesein [1536]

12
los ejercicios espirituales. jCuantas veces tuvieron los nuestros que desalo-
jar los dormitorios! Debiamos buscarnos un lugar en el desv&n o en otros
sitios y dormir sobre un saco con paja. Mis de un Padre cedfa su pieza
y se buscaba otro dormidero. Por supuesto los nuestros cedian su comedor
para quienes hacian retiro. Los Hermanos en la cocina tenian entonces el
trabajo m&s pesado. El P. Superior los alentaba. El sacrificio que esto con-
llevaba era algo que se hacia en la forma mds natural... Para el P. Supe
rior era verdaderamente una preocupaci6n dar al mayor numero de per-
sonas la oportunidad de esa gracia de los retiros. Se nombr6 expresamente
un padre como encargado de los retiros; era el responsable de todo. Los
que hacian retiro se sentian muy bien entre nosotros. Algunos venian cada
ano o durante varios anos seguidos. Otros, a la segunda o tercera vez que
venian, traian consigo a varios mas. [207]

Peil Sin lugar a dudas, los ejercicios espirituales, tanto los de los sa-
cerdotes como los de los seglares, trajeron consigo muchos sacrificios para
los habitantes de la casa. Los retiros eran la manera mas acertada de con-
seguir vocaciones o ayudar a la obra misional. En primer lugar se trataba,
por supuesto, de profundizar la fe de los participantes, y robustecer su
espiritu apost61ico. Los alumnos del Seminario Misional debian preocu-
parse de todo el servicio, de mantener en orden las piezas, de servir en el
comedor, etc. Pero no debian sacrificar por ello el tiempo del estudio. Por
eso la mayor parte de las veces los retiros se hacian en dias libres, por
ejemplo durante la semana Santa, Pascua o Pentecoste"s, o en las vacacio-
nes de invierno. [208]

Hopster 5!> Habia tandas de 200 o mas participantes. Una cosa asi no
existia en otras casas de retiros. En un congreso para predicadores de reti
ros, fue criticado severamente el sistema masivo de Steyl; de una verdadera
direcci<Sn espiritual no se podia hablar. Uno de los nuestros respondi6:
"Estos retiros para tanta gente, son una gran carga para nosotros; ha sido
asi desde el tiempo del P. A. Janssen. Exige de nosotros grandes sacrificios
el tener que cobijar a tanta gente. Pero ellos quieren venir. Y cuando estdn
con nosotros, ya no son una masa. Desaparecen entre los grandes edificios
y jardines, de modo que con entera tranquilidad pueden rezar y meditar.
Pueden conversar todo el tiempo que quieran con algun sacerdote. <iPor
qu6 esas personas vienen a Steyl? Porque son aceptados y recibidos en una

«9 P. Enrique Hopster svd (1901-1981)


A. Agustin 1922. S. Gabriel = 1929: Maestro de novicios y Espiritual de Hnos. Autor
de "Los Pensamientos de un Ex-Director de Hnos." (1933/57) de donde se toman
nuestras referencias. [1498]

13
comunidad de hermanos. Los reclinatorios de la Iglesia les pertenecen y
a su alrededor 300 hombres rezan y cantan y se entregan por completo al
servicio de Cristo. Para todos es una experiencia inolvidable. Vuelven a sus
casas sabiendo esto: En el mundo no hay s61o uno que otro hombre pia-
doso, perdido entre una multitud de seres sin Dios; no, existe un gran nu-
mero de hombres buenos, alegres, piadosos. El ejeicito de hombres cat6-
licos es una fuerza poderosa. [209]

Gregoria 60 El Fundador nos dijo a las Hermanas que algunas personas


le habian expresado el deseo de que tambi6n hubiese retiros para senoras,
en Steyl. Por entonces no existia casa de ejercicios espirituales para mu-
jeres. Por fin el decidi6 que en nuestro convento se empezara con retiros
para senoras y senoritas; posteriormente se comenzaron tandas para pro-
fesoras. Nos envio al Hno. Christ6phorus, quien nos dio a conocer qu6 se
hacfa en la Casa de Misiones cuando habia retiros. Eramos pocas, todo era
pobre y primitivo en nuestro convento. Nosotras, las Hermanas, debfamos
buscarnos un Iugar en el desvan o en otro sitio. Ya que no teniamos mue-
bles suficientes para las personas que vinieran a los retiros, el Hno. Chris-
t6phorus trajo los necesarios del Seminario Misional. Entre tanto empeza-
ron a llegar las inscripciones; jmas de cienl Nos levantabamos muy tem-
prano, para que despu£s de nuestra oraci6n de la mafiana, meditaci6n y
Sta. Misa, pudieramos dejar libre la capilla para la oraci6n de las ejer-
citantes. — El Fundador agradeci6 a todas las Hermanas por los esfuerzos
y sacrificios que debieron hacer por el retiro. Habia calculado 40-50 par-
ticipantes, nunca cien. [210]

Assumfta01 El primer retiro espiritual en el convento de las Herma


nas, en el que participaron 102 senoras, lo predic6 el P. Nicolas Blum, que
era el Economo General. El segundo, el mismo P. Fundador. [211]

Solana02 El numero de participates en los retiros para mujeres cre-


ci6 de ano en ano. Ello fue motivo para que nuestro convento se agrandara
con un nuevo edificio.

oo Hna. Gregoria, Maria Theissen ssps (1868-1948)


[] 282, 613, 631, 632, 646, 673, 679, 685, 693, 701, 1161
Steyl 1889. jPrimera Postulantel Costurera, Superiora. Consej. Gral. sucesivamente. Es-
cribi6 unas 60 pags. [1474]
61 Hna. Asumpta, Agueda Volpert ssps (1886-1959)
[] 608, 609, 611, 612, 614, 641, 845, 653, 655, 859, 696, 698, 706
Steyl = 1909. Escribi6 la biografia de las Cofundadoras Maria Stollenwerk y Josefa
Stenmanns. [1366]
02 Hna. Solana, Gertrudis Ebels ssps (1870-1945) [] 548, 657, 692, 703
Steyl '95. Casi siemprc Superiora. 30 hojas en letra muy pequena de recuerdos. In-
dica fuentes. Es testigo por experiencia personal. [1611]

14
Apenas terminaban los examenes, todas las Hermanas de nuestro Co-
legio para Profesoras, maestras y alumnas, se ponian al servicio de los re-
tiros. La directora del colegio fue a la cocina y trabaj'6 en el mostrador.
Otras trabajaron en la panaderia, algunas en el servicio del comedor. Tam-
bien los dormitorios debian ser arreglados. Esto reemplazaba lo que hu-
bi&amos tenido que hacer en deportes o gimnasia. La mayor parte de las
veces los retiros eran predicados cuando teniamos dias libres, o en las
vacaciones. Asi no teniamos vacaciones. Los sacrificios se hacian como un
servicio a la Iglesia en la patria. [212]

Lidwinus M Al t^rmino de los ejercicios espirituales —igual si habian


sido para hombres o mujeres, laicos o sacerdotes—, despues del cantico del
Te Deum y de la bendicion sacramental, se visitaba el altar de la Ssma.
Virgen y se cantaba la cancion "Maria zu lieben" (para amar a Maria).
[213]

Kassiepe*4 Por Pentecoste"s de 1885 liable1 por primera vez con el


P. Janssen, al presentarle un amigo que habia ido al retiro y que tenia
intenci6n de ingresar en Steyl como Hermano. El Fundador me produjo,
entonces, una profunda impresi6n por su inteligencia, pero tambie"n por
toda su persona, que demqstraba tranquilidad y paz interior. La misma
impresi6n me Uev6, otra vez, como sacerdote ya, cuando tuve varias veces
la oportunidad de encontrarme con 61, entre 1897 y 1908. Por sobre todo
admir£ su sabiduria, basada en motivos sobrenaturales, y su interioridad y
espiritu de Dios, incluso en medio de un ambiente agitado. Siempre lo
considere como a un santo sacerdote y religiose [214]

Geminianus La hija de un vecino me regal6, una vez, un rosario; ha


bia hecho un retiro en Steyl y le habian regalado una docena de rosarios.
Tom6 lo que me decia por una mentirita piadosa, pues siendo yo comer-
ciante no podia creer que alguien regalara docenas de rosarios, sabiendo
que los grupos de personas que hacian retiro eran muy numerosos. Algu-
nos afios mas tarde hice yo tambi£n un retiro en Steyl. Cada participante
—seguro que eran mas de 200— encontr6 en su lugar, durante el desayuno
del ultimo dia, una docena de rosarios; eran un regalo. Los acept6 con
gusto. Pero bajo el punto de vista comercial, no podia entenderlo. [215]

«3 H. Lidwinus, Jos6 Middendorf svd (1879-1942)


[] 213, 457, 531, 552, 579, 582, 589, 594, 750, 908, 913, 950
Steyl '92. Filipinas. [1532]
04 P. Max Kassiepe omi (1867-1948) — Sacerdote Oblnto ('97). Notable predicador
de Misiones Populates. Sobrino del Dr. von Essen con quien A. Janssen comenzo a
ventilar su idea del Seminario Misional. [1509]

15
Geminianus En 1906 6 1907 fui a Steyl para hacer un retiro. Era por
los dias de la Ascension del Senor. El ultimo dia vino al comedor un an-
dano y sencillo sacerdote. Luego de felicitarnos por el exito de nuestro
retiro y de deseamos abundante bendici6n de Dios para nuestra vida, nos
habl6 del movimiento modernista y nos pidi6 formalmente, con palabras
muy emocionadas, que rezaramos mucho por la Iglesia. Termin6 mas o
menos asi: "Rezad, rezad mucho y haced que otros tambi&i recen mucho,
para que el error quede muy lejos de la Iglesia de Dios, y para que todos,
pero especialmente los sacerdotes, cumplan las disposiciones que vienen
del Santo Padre".
Pregunt6 a mi vecino quien era el sacerdote. La respuesta fue: "Es
el Padre Superior General Janssen, que fund6 todo esto aqui en Steyl".
[216]

Dunker Cada vez mas sacerdotes iban a Steyl para los retiros. Noso-
tros, los sacerdotes de Muenster, podiamos explicarnos esto s61o cuando
decfamos: "Obra de Janssen, obra de Dios". Expresi6n clara de la sabi-
duria es que para los retiros para sacerdotes, buscaba los mejores predi-
cadores, especialmente de la orden de los jesuitas. El Obispo Dr. Poggen-
burg, de Muenster, dijo despu6s de un tiempo, en una reuni6n a su clero:
"Llama la atenci6n que a un hombre al que todo le faltaba como para
ser grande a los ojos de este mundo, a pesar de todas las dificultades y
contradicciones, haya podido fundar una obra asi. Esto comprueba abun-
dantemente el origen divino de la cosa". [217]

Fischer Cuando los jesuitas de Venlo, en la di6cesis de Roermond,


quisieron abrir una casa de ejercicios, el Obispo del lugar les dijo: "jPero
tienen que ponerse en contacto con el Superior General en Steyl! El hizo
mucho al respecto y tiene una rica experiencia. Los puede aconsejar muy
bien \ [218]

Stolte El movimiento ejemplar de retiros en Holanda fue estimulado


por el &rito de los retiros para la gente en Steyl, como si ningun tapujo
lo reconoce el P. Cramer, SJ, apostol del movimiento de ejercicios espiri-
tuales de Holanda. [219]

16
8. EL SEMINARIO MENOR

La admision de los alumnos

Dold65 Yo habia enviado mi informe con el pedido de admision al


Seminario Misional de Steyl. Me respondi6 el venerable Fundador, escri-
bi&idome personalmente: "<iQuiere Ud. seguir al Senor con toda humil-
dad? Entonces devuelva estos papeles firmados. ^Quisiera Ud. traer a
nuestra santa casa un espiritu mundano de criticaP Entonces le agradece-
mos mucho, y le pedimos que se busque sitio en alguna otra parte". [220]

Sandkamp Cuando el P. Zielinsky quiso ingresar en Steyl, Ileg6 tarde


a Venlo y no pudo seguir viajando; por eso debi6 alojarse en una pensi6n.
Tambie"n llego a la pensi6n, esa misma noche, un muchacho, el cual le
dijo: "Si vas a Steyl, vas a ver a un buen Rector. Yo fui a la porteria y pedi
una limosna, unos centavos, para poder viajar, y apenas habia dicho dos
o tres palabras, 61 me dio tres Marcos'*. [221]

Weig m Me parece que fue la primera tarde cuando fui presentado al


venerable Fundador. El, en aquel entonces, era un senor demasiado serio,
se puso delante de mi, me mir6 con sus grandes ojos, y como si se me
clavaran, me dijo: "|Oye tii, chico, mirame a los ojos!". Lo hice; me man
tuve valientemente y soport6 su horrible mirada. No tenia nada de que
temerle. Pero me alegre cuando no me vi ya forzado a mirarle a sus ojos
tan serios. A pesar de todo elegi a ese hombre adusto y de pocas palabras
como mi confesor y lo mantuve hasta que no confeso mds a los alumnos.
[222]

cs P. Farncisco Dold svd (1875-1944) — Inqreso en Steyl en 1889. Misionero en el


Brasil desde 1895. [1427]
«• P. Juan Evang. Weig svd (1867-1948)
[] 222, 240, 242, 243, 254, 258, 270, 274, 288, 292, 310, 332, 350, 361, 876
Sobrino del Obispo Anzer, quien lo llevo a Steyl 78. Estudi6 en Romu. Ordenado
por su tio en '91 en S. Gabriel. Primera ordenacion en esta Casa. Misionero a China,
luego fundador de la SVD en Japon '07. Desde 1909/19 Consejero gral. En 1922
volvi6 a China. [1640]

17
Arand Ingrese como aprendiz y por eso me enviaron a la secci6n fo-
tografica. El Rector me encomendo un trabajo que no me result6; tampoco
estaba yo preparado como para hacerlo. Cuando fui a su habitaci6n con el
trabajo, lo rechazo y dijo, con un tono de descontento y gesticulando: "|Tu
ni siquieras te ganas la sal que comes!". Calle" a pesar de que no merecfa
la recriminadkm. Era una prueba. Lo habfa entendido. Despue*s de un
tiempo, espontaneamente me dio permiso para estudiar. Fue la suerte de
mivida. [223]

Baptista 6T Por 1890 no habia un buen organista en el Seminario Mi-


sional. Se rogaba para que pronto se encontrara uno. Entonces se presento
un alumno, German Heifort, quien tocaba el 6rgano en forma maravillosa.
Cuando se aperson6 por primera vez, lo acompanaba su padre. El Funda-
dor pregunt6 por los estudios y las cualidades del joven. Cuando German
Heifort mencion6 entre otras cosas que tocaba el 6rgano, el Fundador no
demostr6 sorpresa ni alegria. Nadie debia sentir que era apreciado en
forma especial. [224]

Heede Hacia mas o menos dos afios que habia terminado el colegio,
cuando le escribi al Rector, Sr. Janssen, y le pedi poder ingresar. A los
pocos dfas recibi la siguiente respuesta: "Nosotros no te podemos recibir
sin saber antes qu6 es lo que quieres. <iQuieres aprender carpinteria, en-
cuadernaci6n, sastrerfa, zapateria, trabajar en la imprenta o ser ebanista,
y deseas verdaderamente de coraz6n entregarte al Senor y servirlo en la
vida religiosa, vale decir, en la renuncia personal? Entonces tienes que
expresarlo, llenar los formularios y junto a los certificados de bautismo y
del me'dico, enviarlos en forma certificada. Cordiales saludos, Janssen,
Rector del Seminario Misional. Por sobre todo debes rezar con mucho em-
pefio al Arcdngel San Miguel pidiendole la gracia de ser admitido en la
casa consagrada a £1". Envie" los papeles. Pero pasaron semanas y meses
sin que recibiera una respuesta. Entonces viajamos mi padre y yo a Steyl.
Se descubri6 que la respuesta hacia tiempo que la habian enviado, pero
con una direcci6n equivocada. El Rector Janssen me pregunto si queria
ser aprendiz; yo estaba feliz pues mis deseos se dirigian hacia la vida
conventual. Luego me pregunto si queria quedarme en seguida, a lo que
replique" que si. Asi fue como recibi rapidamente la admisi6n. El Rector
Janssen me envi6 primeramente como aprendiz de estereotipia. Aprendi
a hacer matrices y reproducciones de e*stas en las paginas ya listas. Cuan
do no estaba ocupado con ello, aprendia a componer. A fines de mayo me

07 Hna. Ma. Baptista, Maria Henne ssps ap (1874-1942)


Steyl '97. Escribi6 su testimonio en 1935. 19 pags. [1371]

18
dijo el Rector que desde el pr6ximo semestre yo seria alumno; entretanto
debia asistir a algunas clases con los alumnos. Lo hice de inmediato y en el
otofio inicie los estudios seminaristicos. [225]

Bolzau68 Mi hermana me trajo a Steyl. Cuando el P. Streit, que fue


quien nos recibi6, escuch6 que mi hermana era profesora en Goch, dijo:
"Esto le va a interesar al P. Superior, lo voy a llamar en seguida". El Fun-
dador vino y estuvo conversando con mi hermana un buen rato. Entonces
me pregunt6: <€Y tii, muchacho, <ivas tambi£n a perseverar?". A lo que
debo haberle contestado, un poco avergonzado: "Yo creo". Despue"s Arnol-
do Janssen nos dio su bendici6n sacerdotal. [226]

Buddenbrock 00 Despue's de esperar un poco en la porteria, entr6 un


Padre en la sala de espera; caminaba algo inclinado hacia delante, Hevaba
un solideo y tenia un paso firme. Era el P. Arnoldo Janssen. Tom6 una silla
y la arrimo muy cerca de la mia, de tal forma que quedamos muy juntos.
Con su mirada penetrante no sdlo me mir6 a los ojos, sino que Heg6 hasta
el coraz6n. Despue's pregunt6: sobre mis deseos, vocaci6n, que era lo que
yo queria, por quo" lo queria, c6mo habfa llegado a pensar en ser misio-
nero, c6mo estaba de salud..., etc. A pesar de que era un examen muy
minucioso, exigente, yo no tenia miedo de ese hombre que parecia tan
estricto, de cuya persona emanaba algo de autoridad, de fuerza. Al final
me hizo hincarme para darme su bendici6n. Cuando, al persignarme, no
llegue con la mano hasta la frente, me tom6 la mano y la Hev6 hasta la
frente. |Este, me dije, hace las cosas exactas! Cuan a menudo pude admi-
rar esa su exactitud en todas las cosas. Se despidi6. Ahora, pens6 yo, ya
estas aceptado. Pero vino otro sefior, el Prefecto, P. German Wegener.
Nuevamente un examen, claro que un poco mas agradable que el primero.
Luego otro sefior, el Economo, el que me dio varias hojas, para que las
llenara en la casa. Despue's de algunas semanas recibi por escrito la ad-
misi6n. [227]

Waldvogel70 Ingrese como postulante en Steyl y trabje en la relo-


jeria. Todos los dfas venia, durante su tiempo libre, el te61ogo Reinke, y

«» p. Juan Bolzau svd (1888-1979) [] 320, 603, 1153


En 1900 a Steyl. Ordenado '13. Entre 1967/72 escribio sus memorias autobiograficas
(233 pags.) que sirven de fuente [1381]
«» P. Teodoro Buddenbrock svd (1878-1959) [] 281, 306, 397
Steyl '92. Ordenado S. Gabriel '05. China. Primer Sup. en Kansu '22, Obispo '25,
Arzobispo de Lanchow '46. [1393]
™ P. Jose* Waldvogel svd (1863-1933)
Relojero de oficio. Steyl '88. Ordenado '99. Escribio su propia necrologia. [1637]

19
trabajaba con nosotros. Me hablaba de que acaso yo podria ser sacerdote.
Converse con mi confesor. Aconsejado por el Sr. Reinke fui hasta el Su
perior con el pedido de que me dejara ser alumno. Su respuesta: [Como se
me podia ocurrir esto. Alabado sea Jesucristo!
Le cont6 lo sucedido a Reinke. "No te desanimes" me dijo, "ve nueva-
mente a el". Despues de un tiempo fui por segunda vez. Y por segunda
vez fui despedido de su pieza con un: {Alabado sea Jesucristo]
Le dije a Reinke que el se habia equivocado creyendo que el poder
estudiar fuese tan fdcil de obtener. Me contest6: "|Anda nuevamente hasta
el!".
Le hice caso, y fui por tercera vez. Entonces recibi el permiso para
estudiar. Y pude pagar pensi6n completa. [228]

Hercesheimer71 En octubre de 1898 ingresamos 62 nuevos alumnos


en Steyl. El primer retiro lo tuvo el mismo P. Superior General. Al final
de los ejercicios espirituales nos reunimos los nuevos en el comedor de
los Hermanos, en lo que habia sido la primera capilla de la casa. El
P. Arnoldo queria saludarnos; con mucha cordialidad nos dio la mano a
cada uno y pregunt6 por nuestro nombre, cdad, procedencia, etc. Eso nos
hizo mucho bien. [229]

Schmitz 72 Era muy cuidadoso en admitir a los alumnos. No andaba


tras el dinero pero tampoco queria educar a un proletariado, sino que los
padres ayudaran conforme a sus posibilidades. [230]

El Rector

Fischer Mientras el prefecto, el P. Wegener, con toda su dignidad y


piedad, era de un caracter alegre, y tenia sentido del humor, el Fundador,
P. Arnoldo Janssen, en los anos de mis estudios secundarios en que el era
tambie'n Rector de la casa, se mostr6 siempre serio, estricto y severe Te
nia firmemente todo en sus manos, nada sucedia sin su benepldcito. En sus
relaciones con los demas no era desatento, pero habia en su modo de ser

7i P. Miguel Hergesheimer svd (1881-1969) [] 262, 290, 294, 327, 779, 1050
Steyl '98. Ordenado '10. Filipinas. [1490]
" p. Pedro Schmitz svd (1878-1967) [] 1003, 1055
Steyl '91. Ordenado '02. Secretario gral. '04; Procurador gral. '09/28. A pedido del
P. Blum escribi6 la notn necrol6gicti del Fundador '09. [1600]

20
algo amargo. Nosotros, los estudiantes, no queriamos tener ningun contac-
to con el, y por cada uno corria un frio helado, cuando se le decia: " jDebes
ir a ver al senor Rector!". [2311

Blum Ejemplos de virtud y de piedad eran para nosotros los sefiores


Wegener y Juan Janssen. En ellos veiamos el ideal de un verdadero sa
cerdote y religiose Para mi el Rector era un santo, un hombre de Dios,
pero no lo amabamos. No sabia conquistarse nuestra simpatia. Todo lo que
decia o hacia era para mi el Evangelic Muy dificil de entender fue para
mi su gran inseguridad, es decir, su gran pasi6n por los cambios, sea en
los estudios, sea en el horario de la casa. Nunca estabamos seguros de co-
mo iba a ser el dia siguiente. Lo que se anunciaba como horario hoy, ma-
nana no servia. Antes de que se hubiera cumplido, aparecia un nuevo
decreto. Se disculpa esta situaci6n por las circunstancias, y porque el
Rector tambien tenia que aprender. [232]

Gruber 73 Por la formaci6n que habia recibido en mi casa, yo era ti-


mido y asustadizo, especialmente cuando me encontraba frente a sacer-
dotes; al cura parroco le hacia el quite cada vez que podia. En Steyl
—ingres6 en 1887— me sucedia lo mismo con nuestro Prefecto, el P. Wege
ner, que era tan amigable. No importaba el motivo por el que yo hubiera
tenido que ir donde el: frente a su puerta me daba vuelta y me iba. Com-
pletamente distinto era mi comportamiento frente al venerable Fundador.
En seguida que lo vi por primera vez, senti en mi interior una gran con-
fianza en este sacerdote. Y asi fue siempre. Veia en el siempre a un padre
bondadoso... [233]

Henninghaus 74 Siendo un muchacho de 17 afios, ingrese en 1879 en


Steyl y permaneci alii hasta 1886. En aquel entonces tuvo que dirigir en
gran parte el Sr. Janssen todo lo relacionado con nuestra formaci6n reli-
giosa y asc&ica. Lo que mas me Ham6 la atenci6n fue su profunda vida
de fe. A menudo he dicho a otras personas que en realidad no conoci a
ningun hombre que demuestre y proclame asi, el poder vivir y opinar sobre
la fe. Su hablar, pensar, juzgar y actuar me parecian pensamientos sobre-
naturales, plenos de fe, tendientes a cumplir con la voluntad de Dios. Las
conferencias en su apariencia externa no eran hermosas y bien formadas.
No era hombre de gran elocuencia, que podia entusiasmar facilmente. Pero

w P. Pablo Gruber svd (1869-1941) [] 244, 291, 311


Steyl '87. Ordenado S. Gabriel '98. Brasil. [1477]
™ Mons. Agustfn Henninghaus svd (1862-1939) [] 289, 299, 854, 859, 875
Ordenado '85. China '86. Obispo '04. [1488]

21
era hombre de fe. Lo que decia y lo que por su ejemplo nos mostraba, era
profundamente piadoso, profundamente creido por el, y venfa profunda-
mente de su interioridad. La impresi6n que me forme de su persona, su
vida, su hablar y su actuar, se grab6 profundamente en mi, en forma im-
borrable, e influy6 siempre en mi vida. Siempre he creido que si hay algo
bueno en mi, tengo que agradece'rselo a nuestro venerable Fundador. [234]

Marquardt 75 Cuan sereno y tranquilo podia ser, lo vimos cuando, con


gran presencia de espiritu y entrega a la voluntad de Dios, sepulto el
cuerpo de su hermano. S61o un hombre cuya fe es fuerte y cuya esperanza
esta muy bien anclada en el mas alia, puede sobrellevar ese dolor de la
partida de su hermano con una heroica serenidad. [235]

Roser 70 En 1877 ingrese en Steyl y vivi alii hasta 1889. Durante los
tres primeros anos despue's de mi ordenacion sacerdotal, estuve muy cerca
del P. Superior General, mucho mas que cualquier otro Padre. Algo ca-
racteristico en el era la forma cuidadosa como procedia frente a las deci-
siones importantes. Generalmente era un enigma: ellos pensaban que era
muy lento en tomar una determinaci6n, o incapaz; el debia proceder con
mas rapidez cuando se mostraba tal o cual cosa como beneficiosa para la
Congregaci6n. Pero el P. Arnoldo se tomaba tiempo para rezar y madurar
el asunto. <iSe habra arrepentido alguna vez de haber procedido asi? No lo
creo. Un hombre con un espiritu de fe, como el, goza facilmente de inspi-
raci6n y conducci6n divinas, contrariamente a quienes se tienen por in-
teligentes. [236]

Maul 77 Cuando ingres6 en 1882 en Stey], pronto pude percibir que el


P. Arnoldo estaba lleno del espiritu del cumplimiento del deber, que sabia
que debia vivir como Fundador de una Congregaci6n Misionera, y que
debia Ilegar a ser el ejemplo de todos sus miembros. Ello no iba de ninguna
manera unido a una presunci6n o a una consideration vanidosa de su
parte. Por el contrario, estaba cierto de que era un pobre instrumento en las
manos de Dios. A veces demoraba bastante tiempo hasta que tomaba una
determinaci6n o daba una orden; buscaba consejo en Dios. Pero cuando
llegaba a una determinaci6n, no retrocedia ante nada y exhortaba, cons-

78 p. Pablo Marquardt svd (1880-1962) [] 298, 396, 1067


Steyl '94. Ordenado S. Gabriel '08. Chile resto de su vida. [1545]
™ P. Pedro Roser svd (1862-1944) [] 754, 988
Steyl 77. Un tiempo Secretario del Fundador. China '89 [1589]
77 P. Antonio Maul svd (1864-1948)
Ordenado '90. Siempre profesor en Steyl. [1548]

22
ciente de su condici6n como superior mayor, al cumplimiento de esa dis-
posici6n y a que fuese ejecutada con la mayor exactitud; no por obstina-
ci6n sino por su responsabilidad ante Dios. [237]

Grosse Kappenberg 78 Abril de 1904 Curioso y Ueno de ansiedad es-


pero el momento, junto con los otros alumnos recie"n llegados a Steyl, de
que aparezca el Superior General.

El se acerca hacia nosotros: de mediana estatura, sencillo, un poco


inclinado hacia adelante, con un birrete en su cabeza, una frente calva y
cabellos grises, serio y amigable al mismo tiempo; de una gran persona-
lidad y con una autoridad sobresaliente...
Pleno de carino paternal para sus mas pequenos, preocupado de todo
y participando en todo, siempre movido por cuanto es santo y de una se-
riedad inclinada al rigor. Gomo un padre que pregunta y aconseja. En
nosotros queda la confianza de que podemos trabajar en la construcci6n
de su obra.

Su pieza esta cerca de una solitaria entrada a la Iglesia, sin ninguna


vista hacia el maravilloso parque o hacia la pintoresca orilla del Mosa; mira
hacia las chapas del techo de un patio cubierto; es una habitaci6n plena
de pobreza conventual.
El hombre de la renuncia al mundo, el hombre de la oraci6n y del
trabajo.

El avanza por los corredores de la casa matriz, con una seriedad so-
brenatural, inclinado bajo el peso de las preocupaciones; su paso es mesu-
rado, un paso mas corto, el otro mds largo; con una mirada que lo abarca
todo, y con una carpeta bajo el brazo.
El superior iluminado por Dios, que procura, prove1 y dirige.

Va de su pieza hasta detr&s del altar mayor de la Iglesia, concentrado


en si mismo, lleno de devoci6n y serio.
Yo lo veo hincado detr&s de una columna, rezando el rosario que Ueva
colgando en la mano, mientras descansa en el reclinatorio...
otras veces lo veo con los brazos abiertos, ...
otra vez ganando en forma infatigable (entrando y saliendo de la Iglesia)
la indulgencia toties quoties.

78 P. Luis Grosse-Kappenberg svd (1800-1957) [] 303, 785, 1103


Steyl '04. S. Gafar. '09. Orden. '15. Prof, en S. Gabr. Superior General desde 1047
hasta su muerte. [1476]

23
El hombre que reza y que se ve que brilla en el la llama del amor a
Dios, lleno de sufrimiento por las preocupaciones, incansable y piadoso.

El camina con los ornamentos sagrados llevando el c&liz en la mano, des-


de la sacristia hasta el lugar donde ofrecera el Sacrificio matutino; lo
acompafian dos monaguillos, que solamente una vez pueden ayudarle, para
que otros tambien puedan estar junto al padre comun en esta action sa-
grada. Dice la santa Misa en una buena media hora, con gran devoci6n
y concentraci6n, pidiendo que Dios lo ilumine en sus necesidades.
Habiendose sacado en la sacristia los ornamentos sagrados, con una son-
risa amable da a sus monaguillos la bendici6n, les da, saludandolos, la
mano, y honra a los felices muchachos con cortas preguntas y patemales
palabras.
El sacerdote y Padre de los suyos.

El camina por los alrededores de la casa: erguido y venerablemente incli-


nado, con una sotana limpia, pero ya vieja y destenida, con el solideo en
la cabeza y el paraguas bajo el brazo izquierdo, el breviario en la mano
y, caminando o detenido, esta siempre rezando.

Muy concentrado y ensimismado; nosotros no nos atrevemos a acercarnos,


no por miedo, sino por respeto ante lo majestuoso, lo santo.
El santo en oraci6n, el santo que infunde veneraci6n.

Despues de un largo viaje vuelve a la casa madre. Nosotros formamos una


larga escolta junto al camino. El camina junto a las dos filas, sonriendo
paternalmente a ambos lados; siempre se detiene un rato, hablando poco
y medio afonico, pero mas que con sus palabras, nos dice algo, mucho,
con el corazon y mucho mas todavia con sus patemales ojos...
Nosotros corremos entonces a la Iglesia para cantar himnos de agrade-
cimiento. El se hinca en medio, delante del altar mayor, profundamente
inclinada la cabeza y agradeciendo.
El se dirige a nosotros con palabras sencillas que terminan comproban-
donos su benevolente amor. Los alumnos tienen ese medio dia libre; los
reverendos Hermanos, en cuanto el jefe de secci6n lo estime conveniente.
Nos despide con su fraternal bendici6n.
El bondadoso y sabio Padre.

El esta hincado junto al ataud de uno de sus hijos, de un reverendo Her-


mano. Reza en silenciosa concentracidn, se levanta, lo rocia con agua ben-
dita, se acerca a la cara ya sin vida del difunto y le dice palabras cari-
fiosas...

24
El Padre, para quien hasta el ultimo de sus hijos le era querido mas alia
de la muerte.

El habla y predica a los suyos. En las pr£dicas de los domingos, toma en


la mano la lista de los santos de la semana, lee sus nombres, hace una
pausa y anade, de sus recuerdos, algunos datos de la vida y pasajes. Se
puede apreciar su filial apego y fervor a los Angeles y Santos del cielo.
El hombre que es piadoso y profundamente devoto de todo lo del cielo, de
todos sus misterios y de todos los santos.

El toma el Evangelio, lee con devoci6n y respeto un trozo del Sagrado


texto, se detiene y dice algunas palabras al respecto, lentamente, como
buscando la palabra precisa, siempre profundamente convencido de lo
que dice, muchas veces con una seriedad divina, otras sonriendo paternal-
mente.
El sacerdote profundamente convencido, que quiere guiar a todos sus
hijos a los misterios divinos de la palabra de Dios.
El habla en un retiro, entusiasma a conquistar lo bueno, pero tambi£n re-
prende las faltas que se han cometido con la seriedad y franqueza de un
Padre.
Profundamente preocupado por el buen espiritu de los suyos.

El nos reiine antes de la Confirmaci6n y nos habla de Dios Espiritu San


to, con gran entusiasmo y sin detenerse, como yo quizas jamas despu£s
lo oi hablar, posesionado y ardiendo por el fuego de Dios.
El gran devoto del Espiritu Santo lleno de celo y ardor; el gran devoto
del Santificador de las almas. [238]

La mesa de los pobres

Peel En los primeros anos, durante el desayuno, habia solamente pan


y cafe negro; despu£s hubo tambi^n pan con mantequilla, claro que s61o
con una finisima capa. Cada uno tenia su porci6n de pan. Una vez, San
tiago Steger, que era de Hinsberg, se consigui6, sin el permiso del Rector,
una fuente con nabos. Los alumnos tuvieron una excelente comida, hasta
que entro" el Rector. "^Quie'n fue el que trajo estos nabos tan apetitosos?". El
delincuente dijo: "Santiago Steger". "Ven a mi pieza", lo conmin6 el Rec
tor. Una buena penitencia fue la paga por su buena acci6n. [239]

25
Weig No pocas veces se pudo sentir cierta escasez en los primeros
afios; pero nosotros nunca sufrimos bambre, ni siquiera nos falt6 algo esen-
cial. A fines del otoiio venian los buenos agricultores de Kempis y de los
alrededores, a Steyl, y nos trafan en sus carros de dos ruedas el diezmo de
sus cosechas, consistente en frutas de sus huertos y productos elaborados
de los animales que tenian: jamones, salchichas, repollos, papas, arvejas,
zanahorias, trigo... Traian todo esto y lo dejaban en la misma casa. Sin
su ayuda la Gasa Misional no se podria haber desarrollado tan rapida-
mente. Y cuando el Senor Rector debi6 construir, expuso en el Pequeno
Mensajero del Coraz6n de Jesus, sus planes y necesidades, e hizo un lla-
mado de advertencia. Nosotros, los estudiantes, debiamos imprimir esos
avisos, doblarlos y llevarlos al correo; sobre todo debiamos rezar sin des-
mayo a San Jose", nuestro gran tesorero en el cielo. Y cuando las limosnas
o donaciones empezaron a llegar, el Senor Rector comenz6 a construir. La
construcci6n jamas se detuvo, siquiera un dia, por faltar el dinero. Para
nosotros, los estudiantes, esto fue de gran provecho, pues pudimos parti-
cipar en los desvelos del Rector y asi intimar con el desarrollo y creci-
miento de la obra. [240]

Grueter 70 En octubre de 1879 ingrese* en Steyl. Me llamo la atenci6n,


desde el primer dia, lo fuerte y abundante que era la comida. Despu6s
nos dio a conocer el Rector Janssen su idea sobre la variedad que debia
haber en la alimentaci6n. Por lo demas, 61 era adepto al sistema Kneip.
[241]

Weig El almuerzo y la cena los tomabamos los alumnos con los re-
verendos senores, en el mismo comedor. Era algo excelente para nosotros,
entre otras cosas, porque asi veiamos las visitas que venian a ver la Casa
Misional. Recuerdo al obispo misionero, Mons. Daniel Comboni, que tra-
bajaba en el Sudan egipcio. Sobre todo recuerdo muy bien a quien des-
pue's seria una persona muy importante; el P. Francisco Pfanner, trapense,
Fundador de Marianhill. Cuando nos vio, una vez, junto a la bomba del
agua, bebiendo reiteradamente, nos advirti6: "Uds. se preparan para ser
despu&s misioneros. Por eso deben acostumbrarse a veneer la sed. Estaran
en lugares y situaciones en que no habra agua". Le dijo al Fundador que
hiciera que las comidas tuvieran la menor sal posible, porque la sal pro
duce sed. El superior asi lo dispuso y por un tiempo no se ech6 sal a las
comidas. De visita vino tambi£n un misionero de la China, Mons. Cosi,

to P. Ludgero Griiter svd (1860-1940) [] 259, 278, 287, 330, 353, 356
Ordenado '90 y el mismo afio march6 a Argentina. [1478]

26
Vicario Apost61ico de Tsinanfu; lo acompanaba un sacerdote chino, el
P. Jer6nimo, que llevaba naturalmente una larga trenza en la cabeza. Estas
visitas contribuyeron a mantener en nosotros el espiritu misionero. Nosotros
no necesitamos ninguna asociaci6n misionera. [242]

Weig En el comedor se leian generalmente las cartas y las narraciones


de los misioneros; eran escuchadas con gran interes por nosotros y en el
recreo las comentabamos. Los informes sobre Shantung Sur mantuvieron
vivo en nosotros el interes por el trabajo misionero entre los paganos. Los
estudiantes tomabamos parte en todo lo que nuestros misioneros hacian
y sufrian alii. Cuando una vez me dijo el venerable Fundador que tenia
pensado enviarme a Roma, para completar mis estudios, le respond! sin
titubeos: "Yo no quiero ir a Roma, pues me temo que despues no pueda
ir a las misiones". Me calm6 cuando me asegur6 que no sucederia eso. [243]

Gruber Durante tres anos seguidos debi ir a Kempis para presentarme


en las oficinas del servicio militar, con la solicitud de postergaci6n. La
tercera vez la cosa result6 y pas6 a la reserva sin instruction. Volvi a casa
y le comunique el hecho al P. Superior. Enseguida lo quiso festejar con
una buena comida. Tambien hubo cerveza. Esto, <iporque yo era de Ba-
viera? Tambien procuraba esta excelente bebida a quien habia trabajado
en el campo (Aimahof) o en los jardines del cementerio y alrededores.
Siempre se preocup6 de que hubiera un buen menu. «jDebia alguno ir al
correo a hacer algo por el, como por ej. llevar una carta urgente? A la
vuelta procuraba lo necesario aunque la cerveza no siempre era lo que
podriamos decir 'lo necesario". Pero el sabia que la juventud siempre tie-
ne hambre. [244]

Arand Cuando ingrese en Steyl, en 1885, reinaba alH un horario muy


estricto; tres veces a la semana habia abstinencia y una vez severo ayuno.
Por supuesto que en el tiempo de cuaresma se ayunaba. El unico que tenia
la facultad para dispensar de esto, era el Rector Janssen. Y 61 no daba tan
facilmente el permiso, de modo que sufriamos por ello. Recien mucho des
pues pudieron dispensar los confesores, lo que produjo un gran alivio. El
grupo que debia limpiar y baldear escrupulosamente la Iglesia, estaba
dispensando ese dia de ayunar. Siempre habia muchos interesados en el
trabajo. Tambie'n yo. Asi podiamos comer y saciarnos abundantemente.
[245]

Peil El que en tres dias de la semana no hubiera carne en la mesa, se


mantuvo por muchos anos. Cerveza o vino casi nunca hubo en el almuerzo
o la cena, y si alguna vez lo hubo fue en cantidad inofensiva. La prohibi-

27
ci6n de fumar, como tambien la del rape, fue exigida desde un comienzo y
con mucho rigor. Faltar a esto significaba el despido. Lo mismo implicaba
el beber alcohol a espondidas. Mediante una forma estricta de vida debian
los j6venes aprender a ser utiles en su dificil vocaci6n y a protegerse y for-
talecerse contra los peligros y dificultades de cualquier indole que se les
presentarian.
La experiencia de mas de cuarenta anos ha mostrado que esta forma-
ci6n no es muy estricta, mas aun, que es la correcta. Mientras mas fiel-
mente se la seguia, mas fadl fue para los hijos espirituales de Janssen
actuar bien en los trabajos y peligros.
Tampoco en el vestir habia lujo. El que alguien llevara una prenda
de piel, era mal visto. Ropa estrafalaria no fue soportada. Los muebles y
la decoraci6n de las piezas, de las salas de trabajo, dormitorios, salas de
estudio, etc., llevaban siempre el sello de la sencillez y de lo varonil.
Siempre hubo preocupaci6n por la salud; la gente debia estar en con-
diciones de poder trabajar. Para el descanso nocturno generalmente habia
siete horas. Una siesta era algo totalmente prohibido originalmente, pero
luego, se permitid a algunos, con limitaciones. [246]

Sandkamp Por los dias de Pascua de Resurrecci6n de 1898 6 1899, tuve


la desgracia, con un companero, de caerme en el corredor con mas de
cien vasos. El P. Prefecto nos envi6 al P. Superior. Le contamos el caso, y
nos escuch6 tranquilamente. Luego dijo, muy circunspecto: "jQue' nifios
son!". Mi companero no entendi6 bien y pregunt6: "^C6mo dijo?". A lo
que el Fundador, con la misma calma, repiti6: "|Que nifios sonP. <iEl ve-
redicto final? Muy benigno. Como la desgracia nos habia ocurrido estando
haciendo un servicio a la casa, debimos pagar s61o un tercio de los danos.
[247]

Fugmann 80 Yo era capellan en Kempis. Un dia vino a verme una em-


pleada domestica, muy pobre, y me pidi6 que entregara al Sefior Janssen,
en Steyl, 300 Marcos, para su obra misional Eran todos sus ahorros. A pe-
sar de lo que le dije para que no lo hiciera, permaneci6 en su deseo.
Finalmente tuve que hacer entrega del dinero al Sr. Janssen. Con otro
capellan de mi parroquia fuimos a Steyl. El Rector nos recibi6 con gran
cordialidad y afabilidad y enseguida nos quiso mostrar la casa. Pero yo
le dije: "No, querido Arnoldo, nosotros hemos hecho un largo viaje, hemos
caminado mucho. Danos primeramente algo de comer**. Pronto hubo algo

80 Pbro. Agustfn Fugmann (1834-1940) — Ordenado '60. Vicario Cooperodor en Kem


pis en el lapso que A. Janssen fue Capellan de las ursulinas. [1460]

28
sobre la mesa. El se sento junto a nosotros y nos animo a comer. Cuando
nos habiamos servido la sopa, le pregunte a mi colega: "<iTe gusto la sopa,
Gottfried?" — "jBuena, muy buena, excelentel" — "|A mi tambien! Una
buena sopa hay que pagarla bien tambien. jAqui tienes, Arnoldo, por la
sopal". Y le entregue un billete de cien marcos. El no sabia que decir,
tom6 el billete con mucha humildad y gratitud.
Despues nos servimos verdura, papas y came. Entonces le hice nue-
vamente la pregunta a mi colega, "£Te gust6, Gottfried?" — "jBueno, muy
bueno, excelente!" — "Mira, Arnoldo, hoy pagamos muy bien". Y entonces
le pase el otro billete de cien marcos. Mayor sorpresa. Luego una sonrisa,
y: "Yo creo que Uds. tienen mas". A lo que conteste: "Pero, Arnoldo, jpor
Dios!, primero te pagamos la sopa con uno de cien, despues el segundo con
otro de cien, y tu dices: Yo creo que Uds. tienen mas. ,jCuando se habra
visto que se pague por un almuerzo 200 Marcos?". El ultimo billete de cien
marcos lo habia colocado bien enrollado entre los dedos, y cuando me des-
pedi lo deposite en las manos de Arnoldo. Ahi le dije que los trescientos
marcos eran un regalo de una pobre senora, que habia dado hasta lo ultimo
para el Seminario Misional, y que no habia querido saber nada de una
previsi6n para su persona. Esto hizo que para Arnoldo la dadiva fuera
mas valiosa. [248]

Aster81 A menudo nos advirtio el Fundador que las limosnas para


las misiones eran dadas por personas de condici6n muy humilde, por ej.
sirvientes, y que las habian ahorrado con grandes sacrificios. Nadie, por lo
tanto, debia derrochar y hacer mal uso de las cosas. Cada habitante de la
casa era responsable de que se ahorrara. [249]

Bude 82 Todavia a fines de siglo algunos creian ser buenos cat61icos o


amigos de las misiones porque juntaban "puchos" de cigarrillos, para que
la Misi6n pudiese vender esto como tabaco de pipa (lo que en realidad
se hacia en Steyl). O tambien cuando los nifios juntaban papel plateado,
o plumas de escribir ya usadas.
Arnoldo Janssen nunca nego que se hiciesen esas donaciones; nosotros
no debiamos apagar la llamita de ese espiritu misionero, sino encenderla
cada vez mas, mediante nuestras narraciones a los donantes sobre las mi
siones. El decia tambien: si nosotros, los alumnos, cuidabamos las cosas de
la casa, actuabamos mucho mejor que esos donantes. [250]

81 P. Enrique Aster svd (1860-1940) — Steyl '86. Oidenado '97, el mismo ano a
Argentina. En 1907 regresa a Alemnnia. [1367]
82 P. Carlos Bude svd (1889-1975) — Sta. Cruz '03. Orden. '14. Predicador de Mi
siones Populares. [1394]

29
Gudula88 Unos padres capuchinos, que habian sido expulsados de
Francia, llegaron a Steyl y adquirieron la Villa Rijk, donde, m&s tarde,
desde 1913, estuvo el Generalato. Nosotros, al principio, tuvimos que co
cinar para estos buenos padres capuchinos; nosotros eramos tambie'n po
bres. Yo le dije una vez al Senor Rector: "<jDe d6nde vamos a conseguir
las cosas?". Cuando el not6 que le estaba hablando en serio, dijo: "Desde
hoy en adelante vamos a cocinar para 50 pobres mas de Tegelen, sopa, car-
ne y verdura". Pense" que ibamos derecho al desastre. Pero no fuimos a la
bancarrota. Teniamos a diario lo suficiente como para 100 personas. Hubo
verdaderamente una milagrosa multiplicaci6n de los panes. (iC6mo suce-
di6? El senor Hector tenia una confianza ilimitada en la Providencia. [251]

Peil Para los pobres y afligidos, la Casa Misional, siempre estaba abier-
ta. Los necesitados, asi lo quiso el Fundador, debian ser alimentados y
vestidos. Con mucha generosidad se repartia y no existfa temor de que se
preguntara por necesidades o me*ritos. Sopa, papas, verdura y pan se re-
partian sin limites; came, mantequilla o queso, generalmente para Navidad
u ocasiones especiales. Con las donaciones de dinero se era muy cuidadoso.
Pero son miles los que de esa forma en Steyl o en otras casas de la Con-
gregaci6n se libraron de grandes apuros. En tiempos dificiles, especial-
mente en el invierno, llegaban en gran niimero a pedir a la porterfa del
Seminario Misional. Que entre ellos hubiese sinvergiienzas y gentes de mal
vivir, era cosa natural. Se le hacia notar esto al venerable Fundador, y 61
ni siquiera se enfadaba un poco. Para el procurador, el ec6nomo, el pro-
blema de la porteria a veces era demasiado. Una vez hizo que la policia
alejara a todos los mendigos. [252]

Heide El decano de Roermond contaba: Una vez habfa ido el P. Jans-


sen a Roermond y no tenia mas que un talero en el bolsillo. Una mujer
pobre, llorando, le pidi6 limosna. Le dio el talero. Despu6s dijo: "Pude
advertir que hay gente mas pobre que yo". [253]

Los Estudios

Weig Al Fundador se le habian agregado solamente J. B. Anzer, lue-


go su hermano Juan y German Wegencr, Jose Freinademetz y Bernardo

83 Hna. Gudula, Isabel Reusch (1858-1947) — En 1879 ingreso con ks Hnas. de la


Providencia. Por 1880/87 en la eodna de la Casa Misional. Fue testigo en el Proceso
InformaHvo '35. [1479]

30
Eikenbrock. Anzer y Freinademetz viajaron a China en 1879. De este modo
habia en Steyl solamente cuadro Padres que pertenecian a la casa-. Cier-
tamente habia necesidad de mas profesores. Los otros profesores eran sa-
cerdotes diocesanos, que debido al fuerte ataque del Kulturkampf, no po-
dian encontrar un sitio donde trabajar en la pastoral. El Kulturkampf se
transform6 en bendici6n para la joven Casa Misional; recibi6 los sacerdo-
tes-profesores que necesitaba. Uno fue el Dr. Pedro Huels, hombre muy
viajero, que habia sido profesor particular de una noble familia en Cons-
tantinopla. Ahora daba 61 Moral e Historia de la Iglesia; posteriormente
fue profesor en la Universidad de Muenster y predicador en la catedral.
Me acuerdo todavia de su predica para el dia de San Miguel, en Steyl.
Otro profesor de Teologfa fue el Dr. Kleinermanns, el confesor mas querido
de los seminaristas menores; despu£s llego a ser parroco en Kornelimuens-
ter, cerca de Aachen. Por poco tiempo ensen6 teologia, en 1878, el Dr. Vu-
gener, quien tambi6n comenz6 con los monaguillos, cosa que se mantuvo
por anos. Tambten estuvo alii el Dr. Nau, un gran coleccionista de insectos,
y Enrique Eumers, quien nos dio una magnifica explication del catecismo,
y que posteriormente fue parroco de San Victor, en Xanten. Por afios fue
mi profesor de latin y aleman don Bernardo Hellmann, temeroso cuando
daba sus clases, pero un gran profesor, mucho debo agradecerle; con 61
pudimos leer dramas alemanes. Repartia los diferentes roles entre los alum-
nos, quienes declamaban toda la obra. [234]

Kbeusch 84 Los jdvenes sacerdotes de la Renania y Westfalia que ofre-


cieron sus servicios en la Casa Misional, no aventajaron ni por su forma-
ci6n cientifica ni por su autoridad al Rector, y se le sometieron fielmente.
[255]

Blum En 1880 comenz6 la oposici6n de los profesores de afuera con


tra el Rector, esto es, contra el programa de estudios y contra el horario
de la casa. Los profesores de afuera comian solos, en la biblioteca; tenian
reuniones en sus piezas y con el superior del convento de San Jos6. No
siempre tenian algo interesante que conversar y por lo tanto comenzaron
a hablar del Rector y del Seminario Misional. Habia de todo para criticar:
los alumnos, las clases, el horario de la casa... Cuando sus interpretaciones
no encontraron eco en el Rector, se form6 un complot.
Tambten nosotros, los alumnos, nos enteramos de esto. Un profesor nos
habl6 de ello. Gran 6nfasis ponian en la poca capacidad del Rector y se

■* Edmundo Kreusch (1862-1922) — Steyl '79. Ordenado '88. Abandon^ SVD '94.
Pas6 a los Altkatholiken '01. Bajo seuddrrmo V. Steif escribi6 un folleto sobre Con-
gregaciones Misioneras del que se toma la cita. [1517]

31
burlaban de el. Frente a la asamblea de profesores dije: "Uds. aseguran
que el Rector no entiende de pedagogia. Fuede ser. Pero Uds. tampoco
tienen una linea pedag6gica. De lo contrario mantendrian por lo menos las
cosas mas elementales, como por ejemplo, el cuidar la imagen del Supe
rior". En la refriega algunos profesores decidieron irse por su cuenta; otros
fueron despedidos. Algunos se quedaron y fueron buenos amigos de la
casa. Dos de los mas grandes opositores del Rector, despu6s de un tiempo
sufrieron una gran necesidad y pidieron ayuda. Nosotros los ayudamos.
[2561

Feucitas85 Cuando Santiago Steger, preguntado por el Rector, no


supo qu6 contestar, un companero de curso y paisano suyo, Holthausen, le
dijo despacito: "jKoebes, ponte a llorarl", cosa que Koebes hizo. Ahi se
pudieron dar cuenta, de que tambi6n el Rector era capaz de compadecerse.
[257]

Weig El Fundador hablaba holand6s. Pero a pesar de que viviamos


en Holanda, no aprendimos como alumnos ese idioma, \y qu6 facil hu-
biera sido! Algo hubo pero no prosper©, cuando se comenz6 a leer en el
comedor la traducci6n al holand£s de la obra de San Alfonso, "El cristiano
perfecto". De vez en cuando rezabamos tambie'n el Rosario en holand6s.
[2581

Grueter Yo tuve a Arnoldo Janssen como profesor tanto en clases de


latin como durante la filosofia y teologia. Era de caracter fuerte y siempre
estaba serio, nos ensenaba a concentrarnos y no nos miraba durante las
clases; tampoco se fijaba en el comportamiento de los alumnos. Estaba
tan posesionado del asunto, que parecia no haber nada mas importante.
Su forma de ensenar era muy original. Trataba de darle siempre la raz6n
al alumno.
Asi en las clases como en el trato ordinario se mostraba muy duefio
de si mismo. Incluso en manifestaciones espontaneas, e"stas aparecian co
mo muy pensadas. [259]

Breuer Al final del quinto afio tuvimos examen oral delante de todos
los padres que ensenaban. El Fundador tambie'n vino. Tuvimos que com-
pletar una frase con una palabra que se nos daba. Cuando me toco a mi,
complete la frase (asi me pareci6 mas correcta): Si pica, uno se rasca. El

ss Hna. Felicitas, Maria Lippemeier ssps (1871-1957) [] 354, 828, 638, 642, 649, 658,
660, 870, 682, 691, 700 — Steyl '93. Profesora. [1451]

32
Fundador ri6 con ganas. Despues aprendimos en el Noviciado: Si a uno
le pica, no debera rascarse; esto le servira para formar el caracter. [2601

Peil Habia mucho humor, muchos chistes y mucha risa. Al grupo de


los c6micos pertenecia tambien Antonio Ernst, el que nunca pasaba apu-
ros, salvo con las matematicas. Ahi si que perdia el humor. Cuando en una
ocasi<5n estuvo en problemas por las notas, el P. Arnoldo lo consol6, y
golpeandole en la espalda le dijo: "Ernst, aun cuando no sepas nada de
matematicas, podras ser un buen misionero". El P. Antonio Ernst celebr6
en Buenos Aires sus Bodas de plata sacerdotales. [261]

Hergesheimer Incluso entrado en anos, despues de 1900, presidia los


examenes de los alumnos en Steyl. Exigia para esa ocasi6n que aprendie-
ramos de memoria la Historia Sagrada. Sonriendo decia: "Yo todavia tengo
buena memoria, ustedes deben aprender bien las lecciones". [2621

Peel Ayuda en todos los problemas era San Jos£. La confianza del Fun
dador en Dios y en el padre adoptivo de nuestro Sefior era indescriptible-
mente grande. Los alumnos y Hermanos fueron de a poco tambi&i asimi-
landola. Cuando estaban en apuros frente a un examen, p. ej. matematicas
o historia universal, los mas necesitados peregrinaban hasta la imagen de
San Jos£, con el.libro de sus sufrimientos bajo el brazo. Posteriormente se
coloc6 este cuadro de San Jos6 en el comedor para recordarle su continua
preocupacidn por el pan. [2631

Dengel 80 Francisco Javier Kuhn, de la di6cesis de Bottenburg, habia


trabajado en Cachemira, como misionero de los Mill Hill, por mas de 20
anos. Posteriormente fue parroco cerca de Wuerzburg. Alii me cont6, en
1924, que habia sido alumno en Steyl Un dia lo Ilam6 el P. Arnoldo y le
dijo que el P. Vaughan no tenia suficientes misioneros. A lo mejor querria
irse a los misioneros de Mill Hill; podia pensarlo durante dos semanas.
Al cabo de ese tiempo lo Ham6 nuevamente y le dijo que se fuera a los
Mill Hill: "Tii seras enviado a Cachemira". En verdad, cuando fue orde-
nado sacerdote, el P. Kuhn fue enviado como misionero a la Prefectura
Apost61ica de Cachemira, donde trabajo durante 20 anos. [264]

86 Dra. Ana Dengel, Fundadora de las Hnas. de la Mision M^dica Cat61ica. En 1940
relata su encuentro con el P. Fsco. Javier Kuhn de 1924, quien dej6 Steyl en 1891
para pasar a los Mill Hill. [1421]

33
Sehringer 87 En nuestro viaje a las misiones, visitamos Roma en 1925.
En la terraza de la Basilica de San Pedro encontramos a un viejo misionero
de la India. Se alegr6 mucho de encontrar en nosotros a sacerdotes y pai-
sanos suyos. Su alegria aument6 cuando supo que eramos verbitas. Nos
cont6 que tambie*n habfa estudiado en Steyl y que era un gran admirador
de la obra. Sucedi6 que por aquel entonces habia pasado por Steyl el fun-
dador de los PP. Salvatorianos, el P. Jordan, y le habia pedido al P. Ar-
noldo y al P. Prefecto Wegener, que le enviaran algunos estudiantes del sur
de Alemania para hacer posible el comienzo de su Orden. El P. Fundador
y el P. Wegener accedieron a su deseo. Un dia lo Ilam6 el P. Wegener y
le dijo: "Querido hijo, creo que es la voluntad de Dios que vuelvas a tu
tierra y alii ayudes al P. Jordan en la fundaci6n de su seminario. Tambien
alii podras ser misionero". Fue asi como se hizo salvatoriano y misionero
en Assam. [265]

Goergen" El Fundador tenia por principio que, para la ensenanza del


latin, hubiera por lo menos dos profesores, para que asi, si uno estaba
enfermo o imposibilitado, el otro pudiera tomar las horas de clases. El
tampoco queria que los padres estuvieran recargados con trabajos esco-
lares, ya que ademas debian cumplir tareas propias de su sacerdocio, en la
pastoral. Asi program6 que en los cursos inferiores hubiera tres profesores
por cada dos cursos. [266]

Berchmans 88 Con el correr del tiempo Ileg6 a tener Steyl un labora


torio de ciencias naturales de bastante renombre, que servia naturalmente
de excelente ayuda para las clases. El Fundador, que como joven sacerdote,
ademas de matematicas, tambien habia ensenado ciencias naturales, esta
ba muy interesado en este laboratorio. Un ano antes de su muerte Ueg6 una
gran colecci6n de mariposas y el las observ6 minuciosamente. Poco des-
pues fue nombrado el P. Reidick primer Superior Regional de Europa y el
P. Craghs Rector de Steyl. Ellos se encontraron en Steyl. Despues del al-
muerzo el P. Fundador, en vez de ir a la sala de recreo de los padres, los
Uev6 al Laboratorio de Ciencias Naturales para que pudieran admirar las
mariposas. Las mas grandes y hermosas de la colecci6n las habian juntado
nuestros misioneros (sacerdotes y Hermanos) del Brasil. Por esto estaba
tan orgulloso el P. Fundador. [267]

8T p. Valentin Sehringer svd (1888-1963) — Marcho a China en 1925 (ano del episo-
dio). Permaneci6 en China hasta 1949. [1609]
»» H. Berchmans, Juan Giesen svd (1868-1932) [] 440, 483, 553, 555, 602, 730, 733
Steyl '91. Al Brasil '96. Regres6 a Steyl en 1900. Encargado del Museo de Ciencias
Naturales. [1373]

34
Peil Al comienzo no habfa casi ningun entretenimiento para los es-
tudiantes. S61o habia medio dia libre el jueves por la tarde. Los domingos
y dias festivos realmente no eran dias Iibres. Junto al servicio religioso por
la manana y la tarde, habia catequesis, ensayo del coro, declamation obli-
gatoria para todos y otras obligaciones de caracter literario. Asi como el
Fundador, desde un comienzo, se habia decidido a lo literario a trove's
del Pequeno Mensajero del Sagrado Coraz6n, y luego a trove's de Stadt
Gottes, los suyos debian hacer lo mismo. En realidad se publicaron muchas
cosas por parte de nuestros misioneros. [268]

Hetmat 8D Segun el ejemplo de la escuela romana, el P. Fundador in-


trodujo en el horario el jueves libre: en aquel entonces dijo que era en
forma "experimental". El mie'rcoles, despu& de la merienda, empezaba el
tiempo libre que terminaba el jueves a las 17 con el estudio. Asi se siguio
en Steyl por mas de cincuenta aiios. [269]

Trabajos manuales

Weig En nuestras horas Iibres, especialmente en las vacaciones (podfa-


mos ir a casa de nuestrosApadres s61o cada tres anos y eso s61o por tres
semanas) debiamos trabajar bastante: picar porotos y pelar papas para la
cocina; doblar el Pequeno Mensajero y el Stadt Gottes, engrampar el Al-
manaque San Miguel (todavia no existia la m&quina para esto), barrer los
corredores y los dormitorios y mantener limpios los banos; cada uno tenia
su escoba y su pala para recoger las basuras. En las vacaciones de Pascua
de Resurrecci6n de 1879, tuvimos que echar los fundamentos del actual
edificio norte, y cuando estuvo listo subimos, en largas filas, las tejas hasta
el techo. En la huerta debimos hacer los hoyos para los arboles frutales un
metro de profundidad por uno de diametro; debiamos emparejar el terre-
no y la tierra que sobraba Uevarla a una colina en el sitio previsto para
parque; tambie'n mover la impresora, etc. Ademds cada alumno debia
aprender un oficio y practicarlo. Entre los primeros alumnos habia algunos
de mis edad, que ya sabian algvin oficio; a e*stos se les hizo trabajar bas
tante. Tres eran por ejemplo cerrajeros, otros sastres, carpinteros, jardine-
ros, etc. Yo trabaje1 bastante tiempo en la sastreria y tuve que estar mu-

80 Forma abreviada por *Zur ewigen Heimat", una publication interim de Steyl y
aparecia con "Steyler Chronik" con las necrologias de los verbitas fallecidos en el
ano anterior. [1485]

35
chas veces dias enteros colocando argollas para las cortinas de los dormi-
torios o cosiendo colchones de paja. Desgraciadamente esta costumbre
termin6 pronto y mi trabajo en la sastreria no duro mucho. Felices se sen-
tian algunos muchachos, por ejemplo los que debian trabajar como pinto-
res, constructores o herreros. El motivo por qu6 el Fundador termin6 con
esa costumbre, no me es claro todavia hoy. Tiene que ver seguramente
con el desarrollo del Instituto de los Hermanos. [270]

Peil La actual huerta de Steyl era antiguamente un desierto de arena,


donde crecian solamente zarzas y malezas. Con gran dedicaci6n se trans-
formo en una huerta maravillosa donde ahora crecen verduras y arboles
frutales. Para no quitarle tiempo a los Hermanos con otros trabajos, en un
comienzo la huerta y jardines eran cosa de los alumnos. Todo el campo
tenia en la superficie una capa dura y gruesa de arena, que no permitia el
crecimiento. Esta se sac6 y se Ilev6 en carretillas amontonandola en un
cerro que con el tiempo se transform6 en el actual Cerro Calvario. Este
cost6 muchos dolores de huesos y traspiraci6n. Igualmente mucho se tra-
baj6 en los actuales caminos y en la laguna, en la parte anterior del jardin.
Todos estos trabajos eran realizados por los alumnos en sus tiempos libres.
Pero con gusto los haciamos, especialmente cuando nos sorprendia el ojo
bondadoso del P. Fundador y nos premiaba con algo de comer o beber.
Junto a la huerta se ubic6 un campo de deportes donde antes crecfan mi-
serablemente s61o yuyos. El cementerio se ubic6 en un terreno muy des-
parejo, al que la arena del rio daba muy mala consistencia. Repetidas veces
pudimos apreciar c6mo el viento en pocas horas se llevaba el trabajo de
varios dias. El Fundador no se cans6 hasta que cubrimos todo el terreno
con escombros o tierra, y alii se plantaron arboles y arbustos. El miiro que
rodea el cementerio tambi6n cost6 mucho trabajo. Solamente junto a la
entrada se pudo hacer en la arena. En varios otros lugares se hicieron
arcos que descansaban sobre pilares. El Fundador no vio cuantos ladrillos
se usaron en esos trechos. Se aprovechaban las ausencias del Fundador
para hacerlo asi y luego se tapaban los tramos rapidamente con arena.
En el cementerio descansan el P. Arnoldo Janssen, su hermano Juan,
el P. German Wegener, el P. Nicolas Blum, el P. Juan Holthausen, el
P. Santiago Steger y muchos otros padres y Hermanos; alii esperan el to
que de las trompetas del juicio final. [271]

Lichius90 Por mucho tiempo tuvimos que trabajar en la instalacion


del cementerio, en grupos de seis, ayudados por alumnos de los cursos

90 P. Santiago Lichius svd (1877-1973) [] 305, 352, 359, 378, 401, 412 — Steyl '89.
Onfenado S. Gabr. 1900. Argentina. Escritor y musico infatigable. [1531]

36
superiores, que lo hacian como jefes de grupo. Cuando estuvo listo el ce-
menterio, fueron trasladados nuestros difuntos —serian cuatro o seis— a
sus nuevas moradas. Nosotros, en filas de a dos, fuimos pasando frente a
los ataudes y miramos a los muertos. Fue un "memento mori" para todos.
Puedo recordar al subdiacono Plettl y al Hermano Antonio.
Cuando uno moria, durante el oficio religioso, en la Iglesia de abajo,
el ataud estaba abierto, de tal manera que todos podian ver el cadaver.
Igualmente un "memento mori". [272]

Lux91 En su predica, cuando falleci6 el Fundador, el P. Gier dijo:


"Cuando yo era alumno en Steyl, me encomend6 que barriera dos veces
por semana la larga escalera de la Iglesia. Esto dur6 tres afios. Todas las
semanas el se preocupaba personalmente de que estuviera limpia. Una
vez me dijo: Debes limpiar cada peldano por amor a Dios; cada diez pel-
danos debes tocar uno con la lengua, pidiendole a Dios que la santifi-
que". [273]

Weig El parroco de Frankfurt am Main nos habia comprado un bote;


el nos procur6 muchas cosas que nosotros no teniamos. Remabamos y ju-
gabamos en el rio y junto a la orilla del Mosa; asi pudimos alegramos y
entretenernos. De esa forma tambi£n la nostalgia de los bosques y cerros
de la patria no se hizo tan patente. [274]

Encuentros

Bueckinc 18S En el piso inferior, habia un gran nicho con una imagen
de la Sma. Virgen Negra. Alii habia tambien, un poco mas arriba, una
ventana que, por estar abierta, se golpeaba con el viento. El P. Fundador
buscaba quien se pudiera subir para cerrarla. De pronto apareci6 el alum-
no Sax, una vocacion tardla (tenia mds de 20 afios) y que recien habia
ingresado en el Seminario. El P. Arnoldo no sabia con certeza si era uno
de los quc estaba haciendo algiin retiro en la casa o si era seminarista. Se
dirigi6 a el y le pregunt6: "<iEstas haciendo retiro o eres seminarista?".
Cuando Sax le dijo que era seminarista, el P. Fundador le dijo: "Entonces
s6 bueno, cierra esa ventana". [275]

•i P. Antonio Lux svd (1874-1959) [] 369, 383


Ordenado 1900. Ingreso SVD '03. Profesor y Dir. Esp. en S. Gabr. [1538]
»2 P. Hugo Buecking (I) svd (1866-1646) — Steyl '99. Ordenado '10. Profesor en diver-
sas Casas y Director de la Imprenta Steyl. [1392]

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Vogt M Un alumno tenfa el codo de su chaqueta roto y se veia el forro.
El P. Superior se dio cuenta, lo Ilam6 aparte, le mostr6 con el dedo el lugar,
lo mir6 sonriendo y se fue. Al poco rato estaba zurcido el codo de la cha
queta. [276]

Weig 104 Quien se deslizaba por la baranda de la escalera y era visto


por el P. Superior, ya sabfa que seria enviado de vuelta y debia bajar
lentamente la escalera, peldano por peldano. Abajo, el P. Fundador espe-
raba hasta que llegaba. [277]

Grufteh Una noche de invierno, estabamos reunidos en la sala de


estudios. Se habia formado una gran griteria. Al final aterrizamos, el que
me habia empujado y yo, junto al ultimo banco de la sala. Hubo un gran
ruido y tanto nosotros como el banco quedamos en el suelo. Por supuesto
que tuvimos que ir hasta el Superior a disculparnos. "Dime c6mo sucedi6",
nos dijo el Rector, y nosotros tuvimos que contarselo. ",iPuedes arreglar el
banco?" me pregunto, a lo que contest^ que sf. Antes de entrar en el Se-
minario yo habia sido carpintero. Lo hice al jueves siguiente, dia libre.
Fuimos nuevamente a ver al Rector y le dijimos que ya estaba listo. "Bue-
no" dijo 61, y "Alabado sea Jesucristo". Asi termin6 la cosa. [278]

Heines 95 En el verano de 1897 6 1898 un grupo de soldados husares


holandeses, nudo corpore, desnudos, hicieron maniobras en el rio Maas.
Hermanos y alumnos contemplaban la escena. El P. Fundador hizo llamar
en seguida, a trav£s del portero, al comandante. Le dijo que sacara de ahi
inmediatamente a sus soldados, pues de lo contrario enviaria un telegrama
al Ministerio de Guerra. "No puedo entender c6mo Ud. hace sus manio
bras exactamente aqui, frente a tantos jdvenes, teniendo el rio Mosa ki!6-
metros de largo". En un cuarto de hora todo se habia despejado, y tanto
caballos como soldados habian desaparecido. Durante el almuerzo, el es-
crupuloso profeta del P. Wegener, dijo: "No puedo entender c6mo un se-
minarista puede mirar tal cosa". [279]

Weig I El tenia un ojo y una mirada penetrantes, como si pudiera ver


la pureza de cada uno. Para el lo m&s importante era que sus sacerdotes
y misioneros fueran puros. [280]

™ P. Federico Vogt svd (1867-1931) — Sbeyl '85. Ordenado '93. Argentina '95. [1633]
«* P. Carlos Weig (I) svd (1876-1939) [] 280, 295, 317, 321
Steyl '88. Ordenado 1900. China hasta su muerte. [1641]
■» P. Francisco Heines svd (1882-1973) [] 283, 322, 792
Steyl '95. Tradujo al holandes la biografia del Fundador escrita por el P. Fischer, que
tuvo tres ediciones y fue traducida al frances. [1486]

38
Buddenbrock Nuestra sala de estudios se hallaba en cl edificio sur.
Teniamos tiempo libre. Jugabamos y gritabamos. Uno mir6 por la ventana
y vio que abajo el P. Superior se paseaba, con la cara enojada, frente al
edificio. Dos minutos despues ya estaba {rente a la sala de estudios y nos
dijo algunas palabras sobre como aprovechar el tiempo libre sin peleas
ni gritos. Esto produjo tan buen resultado que nunca mas se pudo quejar
de nuestro comportamiento. [281]

Cbegoria Mi difunto hermano me cont6 que una vez, como alumno,


fue culpado injustamente de algo que no habia cometido. Varios lo de-
fendieron. Recibi6 un severo castigo y sufri6 mucho por ello. Mientras
caminaba por el corredor se encontro con el P. Superior; 6ste lo detuvo y
le pregunt6: "<iEres inocente?", a lo que mi hermano respondi6: "Si que
lo soy". El P. Fundador lo abraz6. El siempre tuvo mucha confianza en
mi hermano. [282]

Heines Yo tenia una gran bienhechora que daba al Seminario una


buena cantidad de dinero para mis estudios. Una vez me visit6 en Steyl y
pidi6 poder ver la imprenta. Le contest^: "Esto, creo, no sera posible, pues
las mujeres no pueden entrar en esos lugares". Justo en el momento entr6
alii, donde estabamos, el P. Fundador. La Srta. Wolters le dijo lo que yo
le habia contestado. "Ah", me dijo el Fundador "tu si que eres inteligente.
Para la senorita Wolters no es necesario que envie un telegrama a Roma,
al Santo Padre, para ver si puede visitar la imprenta". La acompand el
mismo a la imprenta y luego al museo.
Guando las damas —la senorita Wolters siempre Uegaba acompafiada
de su prima, Julia Timmermans— mostraron su admiraci6n por las porce-
lanas chinas y japonesas que estaban en el museo, el Fundador les pre-
gunt6 si verdaderamente les gustaban tanto. A continuaci6n Ilam6 a un
Hermano y le dijo algo al oido. Guando volvimos a la salita de espera, las
dos senoras vieron que les habian servido el caf 6 en las tacitas que tanto
habian admirado.
Tambien a mi me advirti6 varias veces el Fundador que debemos ser
muy agradecidos con los bienhechores, que debemos escribirles a menudo.
Guando estaba en el sexto curso, una vez incluso debi leerle una carta que
le enviaba a la Srta. Wolters. [283]

Duempelmann °° El curso cuarto habia colocado en su sala de estudios,


durante cl ano 1894/95, una estatua del Sagrado Corazon que los mucha-

<* P. Arnoldo Duempelmann svd (1877-1969) [] 999 — Steyl '93. Ordenado S. Gabriel
'05. Vuelto a Steyl. [1433]

39
chos habian comprado con sus ahorros. El Fundador hizo llamar a todo el
curso a su pieza. Alab6 su devoci6n al Sagrado Coraz6n, y les pidi6 que
pusieran, por favor, sobre la imagen, un cuadro del Espiritu Santo. Para
esto le pidi6 a un Hermano que lo confeccionara. Asi se hizo tambie"n. De
ese curso 16 se ordenaron sacerdotes el 24 de febrero de 1905 en San Ga
briel. Otros cuatro fueron sacerdotes diocesanos. [284]

Krins07 Por Pascua de Resurrecci6n recibi visita de mi padre y her-


manos. Con el Hno. Humberto fuimos a visitar el cementerio y en el ca-
mino nos encontramos con el P. General. El salud6 sacandose el sombrerito
y pregunt6 al Hermano: "<iQuien es este senor con el que Ud. conversa?".
"Este senor es un gran amigo mio, que canta tambi£n en el coro de la
Iglesia de San Toenis, y es el papa de este alumno", contest6 el Hermano.
Acto seguido el Fundador salud6 a mi padre dandole la mano y dicie"ndole:
"jLo felicito porque tiene un hijo que quiere ser misionerol". [285]

Markert08 El 8 de diciembre presidi6 el Fundador la ceremonia de


renovaci6n de votos y toma de habitos de las Hermanas. Varios de nosotros
hicimos de monaguillos. La ceremonia duro de 8 de la manana a 11.30.
Tuvimos que estar arrodillados practicamente durante todo el tiempo.
Cuando, terminada la ceremonia, nos encontrabamos en la sacristia, el
P. Fundador, sin haberse sacado el alba todavia, tocando la campanula,
Ham6 a la Hermana Sacristana y le dijo que preparara un buen desayuno
para los monaguillos. Cuando llegamos a la sala de recibo en la porteria,
nos esperaba un desayuno extraordinario. Nos pusimos a comer. Cuando
terminamos vino el P. Arnoldo y pregunt6 si teniamos apetito todavia y si
nos habia gustado. A pesar de haber comido bastante, sobraba todavia
algo, y creyendo 61 que aun deseabamos mds, nos Ilen6 las tazas con caf6,
a los siete monaguillos que e'ramos, y cort6 para cada uno un trozo de
kuchen. Entretanto nos preguntaba sobre la casa, el curso, etc., de cada
uno, y nos deseo ^xito para el examen de matematicas que se avednaba.
[186]

Grueter Estando en los ultimos anos de latin fui de vacaciones a mi


casa. Antes de irme fui a pedir la bendici6n al P. Rector. "Ah, tu vas a
Werden, <iverdad?, donde estd enterrado San Ludgero, tu patrono. A1H

8T P. Huberto Krins svd (1887-1986) U 302, 587, 780, 981, 1088, 1108
Steyl '01. Orden. '13. China '19 volvio despues de la 2» giierra. En 1964 escribi6
"Mi impresion del P. Amoldo Janssen". [1518]
»8 P. Francisco Markert svd (1884-1981) — Steyl '01. Onlenado S. Gabr. '10. U.S.A.
Ya en 1909 escribi6 sus recuerdos. [1544]

40
trabaja tambien de capelldn el Sr. van Oberger, a quien conozco bien".
En seguida se Ievant6 y del armario, junto a su escritorio, tom6 un Ro
sario grande que habia alii y me dijo: "El capelldn van Oberger va a mo
rir en una semana". Asi fue como lo dijo, aunque yo crei no entenderlo.
El Fundador me dio el Rosario y expres6: "Toma este Rosario, dale un
carinoso saludo al capellan van Oberger y dile que todas las noches se lo
ponga al cuello; que no lo deje de hacer".
Yo me arrodilte y recibi su bendici6n despidi6ndome con el acostum-
brado: Alabado sea Jesucristo. Saliendo de alii me hice la siguiente refle-
xi6n: "Asi que el capellan morira en una semana y tii tendras que decirselo,
y no debes omitir decirle que se coloque el Rosario cada noche".
Pocos dias despu6s de haber llegado a mi casa, hice un paseo a Wer-
den. El encargo que tenia me parecia raro. Primero que nada visits a la
mamd de un alumno de Steyl y durante la conversaci6n hablamos del ca
pelldn Oberger. "Mire, le dije a la seiiora, este Rosario tengo que entre-
gdrselo al capellan. Como me dijo el P. Rector, el capellan va a morir en
una semana y debe poneiselo al cuello todas las noches". La senora Real,
que era viuda, dijo solamente: "Bueno, el senor capelldn, en los ultimos
tiempos, no ha estado muy bien".
De ahi me fui a ver al capelldn van Oberger. Lo espere en el salon-
cito, pensando en el encargo que tenia. Entr6 el Sr. Capelldn y me saludo
muy cordialmente; pregunt6 por mis estudios y me cont6 algo sobre San
Ludgero. Luego me pregunt6 c6mo estaba el P. Rector. Le di los saludos
y luego, sacando el Rosario, le dije tartamudeando y con miedo: "Ud. va
a morir muy pronto y por eso no debe dejar de ponerse este Rosario todas
las noches al cuello". El capelldn miro tristemente el suelo y contempl6
el Rosario. Luego se despidi6 de mi dicie'ndome: "Ven a visitanne otra
vez".
Como a los ocho dias falleci6 el capelldn van Oberger. Cuando volvi
a Steyl y me present^ al P. Rector, le cont6 que el capelldn Oberger habia
fallecido. Se Ievant6 de su asiento y rez6 un momento. Parecia transpor-
tado. Luego me dijo: "El capelldn van Oberger era un buen sacerdote.
El Senor le 66 el descanso eterno". Luego me dijo: "Alabado sea Jesucris
to", y me dej6 salir. [2871

De las conferences y de la oration

Weig Como introducci6n a sus conferencias el Fundador generalmen-


te escogia el texto del Libro de Siraj. Este contiene principios en los cua-
les nosotros f uimos cducados en Steyl, hacia la vocaci6n apostolica. Hi jo

41
mio, si tu te preparas para servir al Senor, entonces cuidate de la tentaci6n.
Fortalece tu corazon y hazte duro para que no caigas, etc. (Jesus Siraj
2, 1-6). [288]

Henninghaus La intima uni6n con Dios que el mismo practicaba, debia


ser cualidad de su joven Congregaci6n. De ahi la introducci6n de la ora-
ci6n del cuarto de hora, que siempre rezaba y que prescribe para todas
las casas que fundo. Le importaba mucho que se hiciese con devoci6n.
Durante sus conferencias, cuando sonaba la campana del reloj, se detenia
y rezaba la oration del cuarto de hora. [289]

Hergesheimer No s6 cuantas veces le escuche rezar la oraci6n del


cuarto de hora. Siempre tuve la impresi6n que salian de lo fntimo de su
ser todos esos actos de Fe, Esperanza y Amor, de ansias del Espiritu San
to y de Cristo en la Eucaristia. Su coraz6n estaba repleto de amor a Dios.
Cuando el dirigia la oraci6n su actitud ya invitaba al recogimiento. [290]

Gruber Asi como para las fiestas le gustaba que hubiera muchas velas
y adornos en el altar, asi para los dias comunes exigia por lo menos que
todo estuviera bien limpio. Durante la semana que yo tuve a cargo la
sacristia, descubri6 el P. Superior General una mancha de cera sobre el
mantel del altar. Me la mostr6, a lo que repliqu6 que la noche anterior
habia limpiado el apagador de velas. Tuve que ir a buscarlo y mostrar-
selo. Estaba limpio. A pesar de todo recibi una penitencia: rezar un ro-
sario entero. [291]

Weig Entre los predicadores de retiros espirituales que teniamos los


alumnos de Steyl, habia varios franciscanos, como por ejemplo el P. Irineo
Bierbaum y el P. Ignacio Jeiler. El P. Jeiler posteriormente dirigi6 la co-
nocida edici6n de las Obras de San Buenaventura. Durante mis estudios
en Roma, pude leer sus magnificos apuntes. El P. Jeiler era amigo del
P. Arnoldo y justo durante el primer tiempo de la fundaci6n de Steyl le
ayud6 mucho. Nos visit6 tambi£n en Roma, en nuestro colegio.
Cuando yo estudiaba en Steyl, el P. Jeiler vivia en un modesto con-
vento en Beesel. Todos los anos haciamos romeria hacia alia, el 2 de agosto,
para ganar la indulgencia de la Porciuncula. No era esto s61o un paseo
piadoso, sino una verdadera romeria. Debiamos rezar durante horas para
poder ganar la indulgencia. Hoy todavia recuerdo muy bien, despu6s de
44 anos, como era la capilla y el altar. Despu£s se nos servia un rico cafe",
que verdaderamente nos habfamos ganado. [292]

Breuer El P. Andres Haberl conto: despu£s de la oraci6n de la ma-


nana se nos lcia un pensamiento para la meditaci6n. Cuando era todavia

42
alumno de los cursos superiores, me compre un misal y lo aprovechaba
durante el tiempo de la meditaci6n. De pronto send un golpecito en el
hombro y oi la voz del P. General que me decia: "Ahora hay meditation".
[293]

Hergesheimer Aun despues de 1898, cuando entr6 en Steyl, presidia


el Fundador el rezo del Viacrucis, para los alumnos, en la Iglesia inferior.
Gran emoci6n me caus6 el Viacrucis rezado por el Fundador el dia de
Todos los Difuntos, en el cementerio, en 1898. £1 Fundador iba adelante
y frente a cada estaci6n se arrodillaba en la grada de piedra. El Viernes
Santo, al mediodia, rezaba £1 las oraciones a Jesus crucificado. En cada
uno de los quince saludos: "Jesus m*° rnisericordia, dulce Coraz6n de
Maria, sed la salvaci6n mia", el Fundador abria los brazos y nosotros lo
imitabamos. [294]

Weig I Durante los anos que estudi6 en Steyl tenia su pieza cerca de
la Iglesia. Unas cuantas gradas hacia arriba estaba la puerta que daba
justo detras del altar mayor de la Iglesia superior; otra escalera llevaba
a la Iglesia inferior. Muchas veces se veia al Fundador subir o bajar las
escaleras. [295]

Fischer El 2 de octubre de 1886 ingres6 en Steyl. Al otro dia era do-


mingo y se celebraba la fiesta del Santo Rosario. Con excepci6n de las
horas de comida, nos pasamos el dia entero en la Iglesia ganando indul-
gencias. El P. Fundador dirigia la oracidn y no se cansaba de rezar para
asi sacar mas y mas almas del purgatorio. Por la noche me dolian bastante
las rodillas y me sentia bastante deprimido. Me decia: "Si esto es asi aca
todos los dias, entonces no vas a aguantar mucho". Bueno, no siempre fue
asi. jPero si que se rezaba mucho en Steyl por entonces. [296]

Buecking I En 1903 tuvimos la procesi6n de las Reliquias. Cuando


termin6 y todos se habian ido, empez6 el P. Fundador a venerar y besar
las reliquias, y quedd asi arrodillado y en meditaci6n. Nosotros le adver-
timos de esto al Hermano sacristan, pero el nos dijo que no nos preocu-
paramos y que tambien nosotros podiamos ir a rezar frente a las reliquias.
Lo hicimos y ello caus6 sorpresa al P. Fundador, quien nos las mostr6 y
cxplico una por una durante bastante tiempo. [297]

Marquardt Tengo muy presente con que carino y viva alegria nos
explicaba el Evangelio los domingos y dias festivos. Imborrable me es la
explicaci6n que nos dio sobre el prefacio de la Misa de la Santisima Tri
nidad: en una forma muy dogm&tica y con gran entusiasmo. [298]

43
Henninghaus Se preocup6 mucho de inculcarnos, cuando eramos
alumnos, una gran aversidn al pecado. En incontables conferencias, retiros
y advertencias nos amonestaba a huir del pecado como de una serpiente.
Particularmente se debia evitar el pecado en forma cuidadosa para no da-
fiar la pureza o ponerla en peligro. En repetidas ocasiones de retiros bus-
caba profundizar y penetrar la virtud de la verdadera piedad, humildad
y pureza. [299]

Goebgen En sus conferencias a veces se trabucaba. Una vez dijo:


Mariana celebramos 'san limes', en vez de decir 'el tercer lunes', en honor
del Espfritu Santo. Otra vez: 'Si el enemigo vuelve a casa, la encuentra
limpia y adornada de escobas' (!). Nadie se ri6 por ello. [300]

Sandkamp Cuando nos dio las conferencias sobre San Luis Gonzaga,
yo tenfa 15 6 16 afios. Todavia hoy recuerdo lo que entonces dijo. Sus en-
senanzas eran serias e impresionantes, pero tambi£n practicas y cierta-
mente teologicas. No cay6 en la tipica falta de tantos formadores de en
tonces, para quienes todo lo relacionado con el sexto mandamiento era
pecado grave y asi mortificaban las conciencias. Fuso bien en claro la di-
ferencia entre lo que es pecado grave, leve o lo que no es pecado. En
aquella ocasi6n dijo muy claramente: "En esta virtud solamente el cobarde
es fuerte". Y en otra ocasi6n: "La castidad depara un espiritu alegre". [301]

Krins Celebrar Navidad con el P. General era algo especial. El mismo


daba el retiro; en esa ocasion crecia su vitalidad y entusiasmo, cosa que
no veiamos durante el ano, en las predicas de los domingos. Con gran
entusiasmo hablaba del ''gran Dios que habfa sido nifio pobre". Esto ya lo
habiamos escuchado varias veces, pero no importaba, porque lo oiamos de
una persona que lo sentia y vivia con profunda fe. [302]

Grosse Kappenberg Navidad 1907. El P. Arnoldo dio a sus hijos e hijas


una forma muy hermosa de celebrar la Navidad, como no se encontrara
en ninguna otra parte.
En la misma Noche Buena: Poco antes de la media-noche, los habi-
tantes de la casa son despertados al son de hermosas canciones navidenas.
Todos, en silencio, van a la Iglesia. El coro, cantando, se dirige al Aula
seguido de la Comunidad. Alii se encuentra el Nino Jesus que sera lle-
vado en solemne procesidn a la Iglesia. El Nino Jesus esta. acostado en el
suelo sobre paja, e iluminado por un mar de velas y farolitos de colores.
El aula y la casa entera esta iluminada s61o con farolitos. En el aula todos
estan de rodillas frente a la imagen del Dios hecho Hombre. El P. Arnoldo
reza oraciones compuestas por 61 mismo. Estas comienzan con el himno

44
festivo: "Apareci6 la bondad y el amor de Dios a los Hombres". Continua
con el saludo, adoracion, acci6n de gracias y muchas peticiones, especial-
mente por las misiones y la Santa Iglesia.
Luego toma 61 mismo al Nino Jesus, asi como lo hiciera el anciano
Sime6n, bendice con el Nino a todos los presentes y acomodandolo en su
pesebre especialmente preparado con finas telas, lo coloca en los brazos
del menor de los alumnos, quien esta revestido de monaguillo.
Al son de la musica y de cantos navidenos, en solemne procesi6n se
vuelve a la Iglesia, en donde el P. Arnoldo coloca tiernamente al Nino
Jesus en el pesebre.
Todas las veces que le es posible, 61 mismo preside esta ceremonia,
de la forma mas solemne, unicamente posible en las grandes comunidades.
Asi sucedi6 tambien en su ultima Navidad, en 1907. No me puedo olvidar
de ese impresionante momento, en que veia al anciano y canoso sacerdote
hincado en el suelo frente al Nino Dios; tampoco puedo olvidar las ora-
ciones tan hermosas que rezaba, y menos su rostro que resplandecia por
la devoci6n y la profunda alegria que lo embargaba.
Ahi se podia ver una actitud de profunda fe y convicci6n.
A continuaci6n sigue la Misa de Medianoche, rezada con profunda
devoci6n y reverencia. Tambien (despues de haberlo ensayado muchas ve
ces) entona con una voz un tanto ronca, el canto de los Angeles, el Gloria,
que le sale solemne, lento y piadoso; tal vez alguna nota no sale tan bien,
pero a pesar de eso invita al recogimiento. [303]

Gier 89 Cuando, en 1880, a la edad de 12 anos, ingres6 en Steyl, la co-


munidad no era muy grande, y por lo tanto todos los dias tenia ocasi6n
de encontrarme con nuestro Fundador. De ahi que pronto pude apreciar
que el tenia un gran carino por la Santisima Virgen. Ciertamente su de-

99 P. Guillermo Gier svd (1867-1951) [] 336, 848, 882-884, 886, 1172


Steyl '80. Ordenado '91 en Roma. Prof, de Filosofia en S. Gabr. '92/97. Maestro de
novicios '98/1914. Superior General '20/32. Intervino directamente, junto con el
P. Jos6 Kosters, en el episodio de la "Lapidatio" escrita entregada al P. Fundador en
1901. Eran nada menos que 54 pags. en hojas de papel-carta, formato pequeno. Con
todo, como Superior General, y ya antes como maestro de novicios, es uno de los gran
des promotores del Proceso de beatificacion, por lo que debe concluirse que el mismo
admiti6 que lo ahotadb, si bien senalaba defectos, no lo eran estos en medida que
pudiesen afectar la declaraci6n de heroicidad de virtudes. El mismo, como testigo del
Proceso, Ilev6 a la publicidad el incidente de 1901 y aparece en el Proceso como una
nota negativa. La Hna. Sixta Kasbauer ssps, en su biografia novelada del Fundador,
"Un hombre bajo el cincel de Dios", difundio ese episodio, pero que no se puede
reconstruir con fidelidad, por cuanto no se conserv6 el escrito original redactado
por el P. Gier. [1467]

45
voci6n a la Virgen no tenfa el mismo caracter externo que la de San Ber
nardo, San Alfonso o el Beato Grignon de Montfort; era una devotion pri-
vada que solo en algunas ocasiones se podia constatar, pudi£ndose ver
cuan profunda era, asi como muestra San Ignacio su amor a la Virgen, en
el libro de los Ejercicios Espirituales. Muy claramente demostraba su amor
a la Sma. Virgen, cuando hada sus pr£dicas al comienzo del Mes de Maria,
y tambien para la fiesta de la Asunci6n (ese era el dfa de su ordenacion
sacerdotal), para la fiesta de la Natividad de la Sma. Virgen (para ese dia
escogi6 la fundad6n de la Congregad6n) y en forma muy especial, para
la fiesta de la Presentaci6n de la Sma. Virgen en el Templo, el 21 de no-
viembre. Esta fiesta era para el de singular importancia y devoci6n y la
consideraba el comienzo de la preparaci6n para el 8 de diciembre; la
octava de esta fiesta terminaba el 28 de noviembre y el 29 empezaba la
preparaci6n para la Fiesta de la Inmaculada Concepci6n. Cada ano, para
tal fiesta, hablaba con profundo amor y fe sobre la Sma. Virgen, que ya
en su tierna edad se habia consagrado al Sefior; c6mo tuvo que dejar la
casa de sus padres y c6mo siempre tuvo el prop6sito de mantener su pro-
mesa de entrega total al Sefior. For eso, ella es el ejemplo de un misionero.
Generalmente hacfa alusi6n al hermoso mosaico que hay en la Basilica de
San Pedro, en Roma, que reproduce la Presentaci6n de Maria: abajo, al
pie de la escalera, estan los Padres de Maria, ella corre subiendo
la escalera, donde, arriba, se encuentra el Sumo Sacerdote, esperandola.
Cuando el Fundador iba a Roma, lo primero que hacia siempre era ir a
San Pedro, y nosotros teniamos que acompanarlo, visitando en primer lu-
gar este altar; asi saludaba a la Sma. Virgen.
A menudo citaba el hermoso principio de San Alfonso, que entre dos
trabajos dificiles, debemos rezar un Ave Maria; esto complace a Dios en
forma especial.
De ahi que nos inculc6 la costumbre de rezar siempre, al inicio y al
final de las lecciones, un Ave Maria. Una hermosa costumbre suya era la
de rezar despu£s del Angelus una oracfcSn de entrega a la Sma. Virgen:
"Oh Senora mia, oh Madre mfa". De ahf viene la costumbre que tenemos,
que es una forma prescrita para nosotros, de empezar el dia con el Angelus
y de terminarlo con la antifona Mariana y con el saludo: "con el Hijo de tu
alegria..." La ultima palabra que se escucha en nuestra Iglesia o capilla
debera ser el dulce nombre de Maria.
Igualmente nos invitaba a una pequena mortificaci6n el sabado o en
la vigilia de una fiesta de la Sma. Virgen. Cada ano peregrinaba con nos
otros, a pie, hasta el santuario mariano de Kevelaer, y a veces tambten al
de Onze Lieve Vrouw in't Zand, en Roermond. Tambie'n tenia como cosa
especial suya, la devoci6n a la Madre Dolorosa. En cada casa debia haber
una gran estatua de la Mater Dolorosa. Al teimino del Viacrucis iba y vi-

46
sitaba a la Madre Dolorosa; el Viernes Santo lo hacia con toda la Co-
munidad.
La impresi6n general que tengo, respecto a la devoci6n mariana del
Fundador, se basa en los 28 anos que convivi con el. Para mi su piedad
mariana es muy parecida a la de San Ignacio, se le asemeja bastante. Una
gran propaganda por la devoci6n a la Sma. Virgen el no hizo; no lo habia
llamado a eso la Providencia. Su trabajo de propaganda estaba, segun el
plan de Dios, en otros campos, como en el del trabajo misional, el comen-
zar con la predicaci6n de los retiros espirituales en forma privada, en
Alemania y Holanda, y en difundir la devoci6n del culto a la Santisima
Trinidad y al Espiritu Santo. El amor a Maria lo cultiv6 en silencio y con
perseverancia y asi nos lo transmitio. Su jaculatoria preferida era: "jDulce
Cor Mariae, esto salvatio meal". Era la unica jaculatoria mariana que te-
nia indulgencias. Despues agreg6: "Inmaculata Spiritus Sancti Sponsa, jora
pro nobisP. Lo que San Buenaventura dice de su Fundador en el libro
'Leyendas de San Francisco', se puede decir tambien con toda verdad de
nuestro venerable Fundador: "Incredibili amore Matrem Dei venerabatur".
[304]

Licmus Sucedi6 en 1889, en un dfa domingo, despues de las Vfsperas


y en la Iglesia: el Fundador se acerc6 al comulgatorio y dijo con los ojos
llenos de alegrfa y en voz alta: "Hemos recibido, de parte de Roma, una
Misi6n". Todos escuchaban con curiosidad. "En Argentina". La noticia
conmovi6 a todos los que estaban en la Iglesia: alumnos, Hermanos y Pa
dres. Era el primer campo de trabajo que se recibia despues de Shantung
Sur. El Fundador contimi6: "Vamos a rezar ahora el Veni Creator, pidien-
do al Espiritu Santo su ayuda para el trabajo que tendremos alld". El 6r-
gano too6 las notas introductorias y "nunca se habia cantado el Veni Crea
tor en forma tan viva y piadosa como aquella vez", comentaban despues.
El P. Loecken, profesor jefe de la Tercera, y el P. Enrique Becher,
fueron, al cabo de algunas semanas, destinados para Argentina. [305]

47
9. ESTUDIOS SUPERIORES

El Liceo

Buddenbrock El se esmeraba mucho en probar nuestra vocaci6n. Al


termino del Liceo todos debiamos considerarnos despedidos y debiamos
pedir ser admitidos nuevamente. Habia que hacerlo por escrito. Para quie-
nes no se encontraban seguros de su vocaci6n, era una preciosa oportu-
nidad para buscar otro camino. En cambio, para el que queria quedarse,
se trataba de una gran Iecci6n en que podfa ver que el permiso para hacer
los estudios superiores, era una gratia de parte de la Congregaci6n. [306]

Jaeschke 10° Despues de haber terminado el Gimnasio debiamos nos-


otros, de puno y letra, pedir al P. Superior General el permiso para seguir
los estudios superiores. La respuesta a mi carta estd fechada el 20 de agosto
de 1903. En ella se encuentra la siguiente observation: "Lo que en repe-
tidas ocasiones se le ha advertido en Heiligkreuz, Ud. muy bien lb sabe.
Espero que corrija sensiblemente su introversi6n y la desconfianza, incom-
patibles a la vida en comunidad y su futura vocaci6n. Si no cumpliera bien
con esta amonestaci6n, no se podra pensar en un ingreso en la Sociedad".
[307]

Hilger En una de sus estancias en San Gabriel (por entonces era Rec
tor el P. Wegener) el P. Fundador estaba atareado con el asunto de la
aceptacidn a los estudios superiores de los estudiantes que habian termi
nado la escuela media. En los papeles de uno de los aspirantes, encontr6
un defecto, que demostraba una irregularidad, y por lo tanto, necesitaba
la dispensa del Papa para poder ser ordenado sacerdote. Para el P. Fun
dador esto era reprochable y no daba su consentimiento para que fuera
aceptado en la Sociedad. Me envi6 al P. Rector Wegener para que firmara
el despido de este aspirante que por ningun motivo podia ser aceptado
con tal defecto. El P. Wegener, con su acostumbrada calma, me dijo: "Este
defecto lo conocemos desde que fue recibido en el Seminario menor, des-
de hace anos, y hemos permitido que el alumno siguiera con sus estudios.

P. Pablo Jaeschke svd (1884-1964) — Sta Cruz '97. Oiden. '10. Brasil. [1502]

48
Nosotros ahora no podemos tomar eso como motivo para despedirlo". Con
esta respuesta volvi junto al P. General. Asombrado me vcax6 y me dijo:
"Ah, nuevamente los escrupulos del P. Wegener. Digale que debo tener
su firma". Ahora el que me mir6 asombrado fue el P. Wegener, quien me
dijo: '\jC6mo me puede exigir el P. Superior General que firme, si a con-
ciencia no lo puedo hacer? Cometeria una injusticia, si diera mi firma y
por lo tanto no lo puedo hacer". Con gran curiosidad sobre el desarrollo
del suceso me apur6 a llevar la respuesta al P. Janssen, quien me quit6 el
papel y dici&idome: "Estos benditos escrupulos. |Yo mismo voy a ir hasta
ell", sali6 de su pieza. Debe haber pasado un buen rato hasta que volvi6 y
en forma resignada me dijo: "No firma. Es un buen hombre, pero escru-
puloso. Queramos o no, debemos aceptar dejar al aspirante". Segun estoy
informado, este cohermano trabaja muy bien en las misiones. [308]

Gusinde101 En los dos aiios de Liceo el P. Fundador le dio la maxima


importancia a la Filosoffa y a la Historia de la Filosofia; tambien era obli-
gatorio por dos anos la Historia de la Literatura y Misionologia. Por un afio
era obligatorio ingles, fisica, matematicas, astronomfa, quimica, mineralo-
gia, geologia, biologia y fisiologia. Fuera de esto, cada estudiante debia
optar por mecanica o dibujo, griego o hebreo, italiano o francos, castella-
no o musica. Lo mas. importante era pues, la Filosofia y las Ciencias Na-
turales. [309]

Weig Francisco Nies habia terminado sus estudios secundarios en su


ciudad natal. Queria ser misionero. Tom6 su maleta y se fue a Steyl. Alii
podia empezar los estudios superiores enseguida. El P. Arnoldo lo miro de
arriba abajo: "Francisco, mejor vuelve a casa. La vida de un misionero
es muy dura para ti".
Pero Francisco estaba decidido a probar suerte; si no, ya se iria.
"^Fumas con gusto?".
"Si".
"Nosotros no fumamos".
Tambi6n puedo vivir sin fumar".
Tu. tienes un paquete de cigarrillos. Tiralo al rio Mosa. Entonces
puedes volver".

«i P. Martin Gusinde svd (1886-1969) [] 312, 314, 318, 319, 416


Sta. Cruz 1900. Ordenado '11. Chile. Realiza investigaciones entre los fueguinos. Vuel
ve a Europa en 1924. En Anthropos 1949/57. Profesor en la Univ. de Washington.
[1480]

49
Francisco pens6: es dificil tirar al rio un paquete de cigarrillos tan
buenos; no tiene sentido, los peces no fuman. A pesar de ello fue y tir6
los cigarrillos al rfo. Luego se present6 al P. Arnoldo.
"<»No te quedaste con ningun cigarrillo?".
No .
"Entonces puedes quedarte con nosotros".
Francisco Nies se quedd. Fue el primer martir de la Congregaci6n.
[310J

Gusinde Entre ocho trabajabamos, a comienzos de 1907, en una prac-


tica en quimica. Estando el P. Superior General en San Gabriel, nos visito
sin que lo hubie'ramos sabido antes. Se acerc6 a cada uno y pregunt6 al-
gunas cosas. Yo le pude decir que despue's de dos dias de duro trabajo
analizaba cualitativamente una mezcla mineral. Inclin6 la cabeza y con
entusiasmo dijo: "<jNo es verdad, mi querido amigo, que da una gran ale-
grfa poder descubrir algo?". Con los anos pude entender mucho mejor sus
palabras, que en ese momento. [311]

Gruber Los estudios eran diffciles para mi. Mas todavia lo fueron
cuando empece* Filosofia. Nuestro Profesor de Filosofia, el P. Gier, recie*n
llegaba de Roma, y para mi era un hombre demasiado instruido. Mis notas
en filosofia fueron malas. Al poco tiempo Ileg6 a San Gabriel el P. Su
perior General y tuvimos Ratio con e*l. En seguida me pregunt6: ",jY c6mo
le va con la Filosofia?". Le dije: "Mai, a pesar de que me he esforzado".
Me conso!6: "Bueno, no todos pueden ser grandes fil6sofos". [312]

Lehmann102 Cuando ingres6 con nosotros el delgado, alto, joven e


instruido Damian Kreichgauer, supimos que venia de Berlin, donde habia
terminado la primera parte de su carrera acade'mica: era Funcionario Cien-
tifico del Real Instituto de Fisica y Te'cnica. Nosotros lo admirabamos.
Luego que terming sus estudios en San Gabriel y Roma, volvi6 a San Ga
briel como profesor de Fisica. Con gran nerviosismo aguardabamos al nue-
vo profesor. La puerta se abri6, y hubo un momento de espera. Entonces
vimos c6mo el P. Arnoldo, acompanado del P. Damian, entraba en la sala
de clases. Luego de la oracidn acostumbrada, el P. Damian comenz6 su
Iecci6n, en la que nuestro Fundador tambien tomo parte. Durante e"sta el
P. Damian se mostr6 enojado, especialmente cuando un alumno no supo
escribir correctamente en el pizarron la f6rmula matematica (creo que fue
eso) del coeficiente de la refracci6n de la luz, y se equivoc6 varias veces.

102 p. Carlos Lehmann svd (1876-1947) [] 790 — Prof, en S. Gabriel. [1528]

50
Entonces, desde el banco donde estaba, saltd con gran agilidad el P. Fun-
dador (todavia no tenia 60 afios por aquel entonces) y borrando lo escri-
to, en un par de lineas escribi6 la f6rmula correcta. [313]

Gusinde El material de ensenanza aument6 cada vez mas con el correr


del tiempo. Tambi6n los laboratories fueron mejorandose. En 1907 se ter-
min6 la sala de ffsica. Los bancos fueron colocados en forma de escalera.
Adelante habia un pizarr6n grande hecho de material consistente. El sis-
tema de oscurecer la sala, debido a las dos anchas ventanas que tenia, fue
muy bien logrado. En varias partes se colocaron conexiones para gas de
iluminaci6n; en el tablero de la luz, habia suficientes conexiones electricas.
Y en un rinc6n de la mesa de experimentos, cubierto por una gruesa capa
de vidrio, estaba el mechero de gas. Ningun centro de estudios se podia
dar el lujo, a comienzos de siglo, de tener una sala especial de fisica, y tan
bien instalada. El gran interes del Fundador estaba detras de todo esto.
[314]

Schoppmeier 103 Habia terminado en el Laboratorio de Botanica una


larga investigacion sobre las hojas de las coniferas. El P. Superior General
me hizo explicarle algunos resultados. Entonces me pregunt6 si podria
jurar que el resultado de mi investigacidn era fidedigno. Cuando le dije
que no estaba preparado para ello, puesto que a lo mejor podria haber
algun error, se decepciono. Quizas tambien se enojo. [315]

Gehring104 A comienzos de 1904 tuve que ayudar al P. Guillermo


Schmidt en la instalaci6n del Museo de San Gabriel. Un dia trabajamos
hasta la medianoche. Yo me fui de ahi a la Iglesia, al coro, para rezar mi
oraci6n nocturna. Desde alii pude ver que el P. Arnoldo estaba abajo, en
uno de los primeros bancos, arrodillado frente al Santisimo. Junto a el
ardia una vela. Eran los dias en que debia dar a los neo-sacerdotes el des-
tino misional. [316]

Weig I En el invierno 1895/96, cuando estaba haciendo el liceo, en


San Gabriel, me Uam6 el P. Arnoldo a su pieza y al darme la mano me dijo:
"Tiene las manos frias". El tenia un deseo: en un viaje al Oeste queria
pernoctar en casa de mis padres, en Beratzhausen. Al mismo tiempo queria
conocer a mis padres. En seguida escribi a casa y avise sobre tan gran

103 P. Jose Schoppmeier svd (1885-1953) []651 — Steyl '02. Orden. '12. Siempre en
Alemania. [1603]
104 P. Agustin Gehring svd (1878-1949) — Steyl '97. OnJen. '09. Togo. Repatriado en
1918. [1463]

51
visita. Una vez alii se fue directamente de la estacidn a mi casa. Luego
fue a visitar al P&rroco; pero no comio ni durmi6 en la casa parroquial.
Lo hizo en mi casa; despu6s de todo, habia venido especialmente por ellos.
Lo que hacia lo hacia bien y a conciencia. [317]

Gusinde Al Fundador le deparaba una gran alegria, y nosotros podia-


mos notarlo, el descubrir en alguno de sus sacerdotes cualidades t6cnico-
manuales. Las fomentaba todo lo posible. De ahi que hizo que algunos
estudiaran construcci6n. El P. Conrado Soeger, que habia estudiado dos
semestres fisica y quimica en Bonn, organiz6 toda la red de corriente el6c-
trica en San Gabriel. Guando un religioso trabaja en lo te'cnico manual,
enriquece su convento con inapreciables ventajas. Los planes de la central
ele'ctrica que movia las maquinas de los talleres en San Gabriel, e incluso
el acumulador, los hizo el P. Damian Kreichgauer, los que funcionaron con
toda regularidad hasta que la Gestapo confisc6 todo en San Gabriel, en
1941. [318]

Gusinde Como cumpliendo mas que nada un deber, llegaba el Fun


dador cada ano a San Gabriel, para los examenes finales. El mismo, ge-
neralmente, dirigia la ceremonia. Cuando los profesores habian examinado
a cada uno de los alumnos en filosofia, historia de la literatura, etc., cl
P. Fundador se hacia presente con la pregunta: "Y bien, mi querido alum-
no NN., ^que" asignatura libre tom6 Ud.?w. Segun el ramo, se desarrollaba
una larga o corta conversaci6n entre ambos, que siempre terminaba con
una palabra de aliento para el estudiante. ;C6mo ayudo esta palabra de
aliento en la vida de cada seminarista! [319]

Bolzau Guando llego el momento del examen oral de matematicas,


el P. Superior General Janssen se levanto, dej6 su solideo sobre la mesa
y alegremente dijo: "jAh, los matem&ticos!", y comenz6 61 mismo a inte-
rrogar. En las otras asignaturas se habia contentado con escuchar. Yo tras-
piraba de miedo sabiendo cuantas lagunas tenian mis conocimientos y por
eso me cuidaba de levantar la mano. En realidad me fue bien en el exa
men. No tuve que pasar vergiienza. [320]

Weig I Era amigo de las Ciencias Naturales, lo que se podia apreciar


en sus conferencias y en la conversaci6n. Teniendo buenas razones daba
permiso para adquirir literatura sobre esas materias. Pero la literatura ba
nal y antirreligiosa era un horror para 61. Si se encontraba un alumno que
tenia alguna cosa dc csa literatura, se le despedia sin compasidn; y eso
sucedio. Sabia que la fantasia de los j6venes es m&s sensible a lo malo que

52
a lo bueno; que esa clase de lectura no educaba al joven para el amor por
el Santisimo Sacramento y la devotion a la Santisima Trinidad.
El mismo hablaba con gusto sobre los tres Misterios: sobre la Santi
sima Trinidad, sobre el misterio de la Encarnaci6n y sobre el misterio de
la Eucaristia. Para el y para su manera de pensar especulativa, estos mis
terios eran una dicha. [3211

Heines En nuestra epoca, el liceo tenia una forma de ser muy espe
cial. No poseia gran influencia religiosa sobre la gente, por lo menos eso
es lo que me parece hoy dia. Despues de una severa, unilateralmente se-
vera educaci6n de Steyl, llegabamos bien preparados a una tierra de li-
bertad.
Pienso todavia en tantos libros que, traidos de Viena-Moedling, pa-
saron de contrabando, sin el control de la Prefectura. Tambien el P. Gier
se quefaba de la poca importancia que se concedia a lo religioso durante
el liceo. Recuerdo palabra por palabra lo que me dijo una vez: "Hubo
varios cursos en que el noviciado empezo sin que dieran resultado las con-
versiones". Pero los anos del liceo tambien tenian su lado bueno: la escue-
la de la auto discipline!; por lo menos para aquellos que disponian de las
condiciones para eso. [322]

Fischer Recien despues de dos anos de Liceo, comenzaba el Novicia


do y luego la Teologia. Ya en los tiempos del Fundador, esta manera era
indiscutible. Varios superiores y profesores hubieran deseado postergar la
filosofia para despues del Noviciado. El fundamentaba esta forma so
bre la opim'6n del conocido pedagogo Otto Willmann, a quien habia vi-
sitado en Praga. Willmann le aconsejo mantener esa modalidad; sus argu-
mentos eran: La filosofia hace madurar al joven para el noviciado; los
frutos del noviciado no van a peligrar por los muchos estudios mundanos
de la filosofia, sino que por el contrario van a ser reasegurados por el es-
tudio de la teologia. [3231

El Noviciado

Sandkamp A los Padres se les habia dado la instruction de que en


relaci6n con la vocaci6n nunca decidieran ellos, sino que encaminaran al
joven para que este tomara por si mismo la decisi6n, pues cada vocaci6n
es una cosa muy personal que no puede ser jamas conocida del todo por la
otra persona. [324]

53
Hilger El principio que el tenia era: sobre su vocaci6n cada uno debe
decidir. Si uno le dice a un joven: "Tii est&s llamado para nuestra Congre-
gaci6n y debes ser sacerdote y misionero", ese es un inconsciente. Quien
dice: "Tti perteneces a la Congregaci6n y no puedes retirarte", ese peca
y le hace un feo favor a la Congregacion. Por cierto que debemos acon-
sejar al joven, dandole los pros y contras para que pueda hacer una elec-
ci6n. La decisi6n final debemos dejarsela a el.
Por otra parte esta la Congregaci6n misionera. Ella tiene el derecho
de rechazar a cualquiera. Podra darse el caso de que el joven crea estar
verdaderamente llamado y de que el superior se sienta en la obligaci6n
de negar el ingreso. Esto debe mostrarle al candidato que la voluntad de
Dios le indica otro camino.
El P. Arnoldo no estaba obsesionado con tener muchos sacerdotes o
Hermanos, sino con tener calidad: "Multiplicasti gentem, sed non laeti-
tianT (multiplicaste el numero de personas, pero no asi la felicidad). Era
una frase que a menudo citaba; el porque" me miraba siempre que citaba
esta frase, no lo se. El se esforzaba por encontrar a aquellos que todavia
no se habian decidido en su vocaci6n, y a quienes se les podia guiar por
otro camino. Vivo est& en mi el recuerdo de mi curso y cuando nos predico
el retiro antes de los votos perpetuos (hace ya 35 afios) y c6mo, con pala-
bras llenas de vida y conmovedoras, se dio al empeno de mostrarnos cuan
hermoso era ser sacerdote diocesano. Esto dej6 en nosotros un sentimiento
de que "queria que cambiaramos. de domicilio", como deciamos riendo.
La* realidad es que durante el retiro varios de nuestros companeros de cur
so se fueron. Ello caus6 admiration en todos nosotros. Hoy dia trabajan
como parrocos o profesores de religi6n. [325]

Kaufhold I105 Al.final del segundo ano de liceo, es decir al te'rmino


de la filosofia, el P. Fundador predicaba un largo retiro, en preparaci6n
al Noviciado. Las conferencias tenian como tema general: Qu6 exigencies
o que es lo que le pide la SVD a sus aspirantes. La t6nica de estas exigen-
cias era muy seria. Cada uno debia hacer un profundo examen de con-
ciencia. En ningiin caso se podia apreciar que el nos quisiera invitar a la
Congregaci6n; muy por el contrario. Despue's del retiro, esto fue a menudo
el tema de nuestras conversaciones. [326]

Hergesheimer Sucedio en 1905, cuando despues de la filosofia nuestro


curso debia ser aceptado al noviciado. El P. General nos dio una conferen-

m>5 P. Luis Kaufhold svd (1884-1979) — Sta. Cruz '98. Orden. *10. Maestro de do-
vicios. '32/47 Consejero gral. [1511]

54
cia sobre el espiritu del clerigo en la SVD. Decia cosas sumamente serias.
Asi nunca le habia oido hablar antes. Senti dudas sobre si debia pedir la
admisi6n al Noviciado. Pero una conversaci6n mas intima con el por en-
tonces Maestro de Novidos, P. Gier, despej6 mis temores. [3271

Goergen Al t£rmino de la filosofia, y antes de la aceptad6n al No


viciado, el Fundador nos dio varias conferencias. Entre otras cosas nos se-
nal6 dos exigencias: "Aquellos que estaban acostumbrados a ensuciar todo
con su continua critica, deben abandonar la congregaci6n. Aquellos que
tienen inclinaciones desenfrenadas hacia otros j6venes, por ningun motivo
se atrevan a entrar en el Noviciado0. [328]

Fischer Arnoldo Janssen preparaba, durante los anos 1883/84, un nue-


vo desarrollo de su obra: el Seminario Misional debia adoptar los tres
votos. Para esto se introdujo un Noviciado, claro que muy sencillo. Con-
sistia en una multiplicad6n de los ejercicios religiosos, de las conferencias
espirituales, explicaciones edificantes de autores selectos y en ejercicios se-
manales de oratoria. Con esto ultimo el Fundador queria desde ya intro-
ducir a los futures misioneros en el arte de hablar libremente. Para este
fin le daba el a un alumno, dos veces por semana, un tema de predicaci6n
sobre el cual e"ste, despu£s de hora y media, debia hablar. Por supuesto que
con la mayoria eso constituyd un rotundo fracaso. [329]

Grueter El librito de Scupoli, "La lucha espiritual" era, en los anos


en que yo ingrese en Steyl, una de las lecturas favoritas del Fundador. En
una serie de conferencias se empenaba en entregarnos el espiritu del con-
tenido del librito. [330]

Arand El P. Gerardo Altenmoeller era ya diacono cuando ingres6 en


San Gabriel. El P. Arnoldo le hizo traer papel para escribir. Altenmoeller
lo fue a buscar. "No, no es e"ste del que se necesita". Altenmoeller fue a
buscar de nuevo. Nuevamente no era el correcto. Asi sucedi6 cinco veces
seguidas, hasta que el P. Arnoldo crey6 que ya habia probado sufidente-
mente al recien llegado. [331]

Weig Nuestro primer Maestro de Novicios fue, en 1886, el P. Meditz,


un sacerdote lazarista, de nacionalidad hungara. El P. Arnoldo tenia s61o
elogios para 6*1. Nosotros a menudo nos reiamos de sii aleman y de su pro-
nunciaci6n. Entonces fue nombrado el P. Bernardo Eikenbrock nuestro
verdadero Maestro de Novicios. Pronto recibi6 cada uno una pequena pieza
en la cual habia una silla, una mesa, un escritorio y una cama. En el pri
mer afio, junto a los ejercicios de piedad, tuvimos tambi6n Exegesis; de-

55
biamos aprendernos largos trozos de memoria en latin y luego recitarlos.
El P. Arnoldo nos comentaba los breves coloquios de San Buenaventura
que a nosotros, los j6venes, no nos atraian mucho; con mas gusto hubie-
semos querido tener ya un manual de dogmatica. En el segundo ano de
noviciado ya teniamos bastante que estudiar; debiamos leer el Evangelio
de San Juan, la Garta a los Hebreos, los Salmos y Jeremias. Habia ademas
Derecho Gan6nico, Historia de la Iglesia y Moral. Despues de dos afios, el
12 de marzo de 1888, termind el Noviciado. Hicimos votos por nueve anos.
[332]

Sandkamp Despues de la toma de habito nos sacamos cada uno una


foto, como novidos, para enviarla a nuestros padres. El no qued6 muy
edificado por esto y nos dio una conferencia en serio sobre el particular y
sobre otros puntos. "Algunos se han fotografiado como si fueran monseno-
res". No podia entender c6mo pudo suceder esto ni a quien se le pudo
haber ocurrido. [333]

Breuer Una vez dijo el P. Fundador: "Frater Riedl, he escuchado que


Ud. es una persona muy alegre. Esto nadie debe quitarselo. Tampoco el
Maestro de Novicios". [334]

Fischer Despues de la ceremonia en que los novicios hicieron sus pri-


meros votos, fueron a ver al Fundador para agradecerle el haber sido acep-
tados en la Congregaci6n. Los felicit6 muy cordialmente y agrego: "Los
quiero saludar como a mis nuevos cohermanos", y abrazando a cada uno
les dio el 6sculo de la paz. [335]

Gier Durante los anos que pase en San Gabriel (como Maestro de
Novicios y Prefecto) muchas veces sufri interiormente, por el peso de la
pregunta que me hacia sobre si verdaderamente nuestra formaci6n (con
las viejas costumbres de nuestro Fundador) lograba conseguir la capacidad
vocacional para el trabajo apost<51ico, y si nos encontrabamos a la altura
de las exigencias para nuestras tareas. Ahora (1924) que he visto en el
mismo lugar de trabajo (debido a las visitas que hice) de nuestros esfor-
zados misioneros y he podido escuchar el reconocimiento que se les hace,
cambie de parecer. Ahora estoy convencido de que nuestra Congregaci6n
tiene un honroso lugar entre todas las Gongregaciones misioneras de la
Iglesia, y de que nuestros misioneros estan en lineas de avanzada, en lo
que respecta a su dinamismo y empefio, asi como al exito de su trabajo.
S6Io el Senor sabe que digo esto con la mas profunda convicci6n; no con
orgullo (eso no estaria bien), sino con una profunda gratitud que debe-
mos a Dios y a nuestro Fundador. Su caracter no era simpatico para todos:
Dios reparte sus dones segun su bondad. Pero por el fruto se reconoce el

56
arbol. Los frutos que vemos en nuestros misioneros, no han salido de un
arbol malo. Ciertamente que con gusto debemos seguir aprendiendo, mien-
tras vivamos, y perfeccionar nuestras obras. Pero el fundamento se ha de-
mostrado en estos 50 anos como algo s61ido, y nosotros haremos algo sabio
si conservamos bien, y con decisi6n observamos, el espiritu que antigua-
mente animaba y que nuestros misioneros aprendieron de nuestro bien-
aventurado Fundador y con el que salieron a realizar su trabajo apostd-
lico. [336]

Melchiorre £1 Superior General decide sobre la admision a la Filo-


sofia y al Noviciado, a los primeros votos y a los votos perpetuos. Igual-
mente se reserva la ultima palabra para la admisi6n de los Hermanos y
Hermanas. Tambi£n dio gran importancia al voto de los formadores, de
los profesores y por sobre todo de Ios companeros de curso, quienes mos-
traban las caracteristicas propias de cada uno de sus companeros. A el no
le interesa la cantidad sino la calidad: quiere tener una elite, un grupo
selecto. Para ello es necesario ver en el candidate rasgos £tico-religiosos.
Siempre recalca la libertad de elecci6n de la vocaci6n; especialmente antes
del Noviciado. Antes del diaconado invita a todos a dejar la Congregation
y buscarse eventualmente una di6cesis. Desea personas independientes,
pero s61o aquellas que libremente se entregan a la Comunidad y observan
sus costumbres. No porque las Constituciones asi lo piden, sino que en la
practica todos: sacerdotes, Hermanos y Hermanas, deben estar prontos a
ir a cualquier mis&n donde los envie el superior. Este principio actua co
mo la mejor forma de selecci6n.
El principal criterio de selecci6n para sus tres fundaciones es: Amor
a Dios, es decir una profunda vivencia de Dios. Luego humildad, como
prueba de esa vivencia de Dios. Y finalmente amor al pr6jimo, en una ac-
titud de servicio. [337]

La Teologia y San Gabriel

Los comienzos

Medits100 Admiro su confianza en Dios que era como roca. Comple-


tamente solo Ileg6 a Austria; no tenia a nadie a quien recurrir. El mismo

we p. Fernando Medits (1841-1915) [] 348, 810, 919, 1017, 1133 — Vicentino hun-
garo. Ordenado en Austria 1866. Predicador de Mis. Populates, residente en Viena. Esta

57
me dijo que se habia sentido impulsado a fundar un Seminario Misional
en Austria. Debia probar. Me cont6 que se dijo: "Ahora me pongo en
camino, pase* por Munich, rumbo a Salzburgo, en donde pedi una entre-
vista con el Obispo Eder, a quien le conte* mis planes".
"^Cuanto dinero tiene Ud. para estop", pregunt6 el Obispo.
"Ni un centavo, Su Excelencia".
"Entonces le serd diffcil fundar un Seminario Misional. Para una cosa
asi se necesita dinero, si, y mucho. Sin 61 no resulta".
"Dios ya lo va a mandar si es que es su voluntad", contest6 el vene
rable Fundador y le pidi6 al Obispo su bendicion, preguntandole al mis-
mo tiempo por el nombre de alguien a quien recurrir en Viena.
"Vaya a ver al P. Medits, al convento de los lazaristas. El lo podra
ayudar".
Asi viaj6 el venerable Siervo de Dios a Viena y por mucho tiempo
fue nuestro hue'sped. Solamente a mi me es conocido con cuantas dificul-
tades debi6 luchar. Primero tuvo que trabajar en conseguir la nacionalidad
austriaca, pues por ser extranjero no podia traer su Congregaci6n a Austria.
Fue rechazado por varios municipios donde pidi6 que lo aceptaran, hasta
que por fin consigui6 uno. Asi pudo recibir la nacionalidad.
Luego tuvo que luchar para que se diera el reconocimiento del Go-
bierno a su obra. Por esto el Fundador sufrio lo indecible. Los empleados
del gobierno querian a toda costa que su plan de estudios se sujetara al
de Austria. Ello hubiera significado una gran dificultad para su instituto.
Tampoco el gobierno queria dejar de tener la inspecci6n en los estudios.
Por fin, despue"s de meses de negociaciones y conversaciones con
miembros del Gobierno, consiguio todo asi como hoy esta en San Gabriel.
SacriHcios debi6 soportar el Fundador en todas esas entrevistas. Por lo
general salia de nuestra casa a las nueve de la rnanana. No pocas veces
debia hacer antesala por largas horas; a menudo hasta las dos o tres de
la tarde por lo que llegaba cansadisimo, agotado, a casa. Pero jamas es-
cuch6 de 61 una palabra de queja. Cuando lo compadeci una vez, me dijo:
"C&llate, querido amigo, las obras buenas exigen sacrificio. Y Dios y las
almas necesitan que nosotros les ofrezcamos sacrificios". [338]

Schwager La obra del P. Arnoldo en Austria fue seguramente mas


osada que la fundaci6n en Steyl. Los social-cristianos todavia no habian

en correspondenda escrita con Arnoldo Janssen desde 1878 acerca del tema de erigir
una Casa Misional en Austria. Desde sus viajes a Viena (1883) el Fundador se hos-
peda con los vicentinos. Medits era uno de los pocos sacerdotes que Janssen tuteaba.
Medits escribid sus propios recuerdos y entreg6 al Generalato las cartas del P. Arnoldo
que aun conservaba. [1550]

58
ganado ninguna batalla y las organizations catolicas se hallaban en un
futuro incierto. Que Austria tuviera vocaciones misioneras era muy dudoso.
Sin dar demasiada importancia a esos pensamientos, que lo acosaban, se
puso a realizar su obra con entera confianza. [339]

Apuntes 107 Cuando empezamos en Moedling, contaba posteriormente


el Fundador a las Hermanas misioneras, la tierra era arida y nada crecia
alii.
"^C6mo puede Ud. comprar esa tierra, si ni siquiera crece un arbol
alii?", me dijo un austriaco. Le contested "No importa. |Los arboles pron
to creceran!". Y no s61o crecieron algunos arboles, sino tambien la alameda
San Gabriel. Y la hermosa y gran Iglesia del Espfritu Santo del Seminario
de San Gabriel. Si, el soplo del Espiritu Santo es el que hizo que hubiera
aca vida y hermosura. No se ha pregonado lo suficiente todo lo que el
Espiritu Santo hizo y hace.
Con esto habia llegado el Fundador a su tema favorito. Sigui6 un
discurso de alabanza al Espiritu Santo. "El form6 el alma de Jesus, 61 im-
puls6 al Salvador a dar su vida muriendo. fil se deja Uevar como mensa-
jero para multiplicar el amor de Dios en los corazones. fil se busca en la
tierra corazones, en los cuales pueda vaciar su amor. Esfuercense en amar
al Espiritu Santo, y en reparar el pecado y el desamor que le deparan los
hombres". [340]

Arand El P. Superior General hablaba de nuevas fundaciones. "Si Uds.


compran tierras para una fundaci6n, vean que nada los moleste en el
futuro. Aqui en San Gabriel lo hemos hecho asi de tal manera que el ca-
mino pase delante de la casa; al otro lado del camino tambieii tenemos
tierras. Si el camino fuera el limite de la propiedad, entonces tendriamos
con el tiempo otros que construirian al otro lado sus casas. Y en esas casas
con el tiempo habria tambien hijas, y eso no es bueno para casas de for-
maci6n como las nuestras. [341]

Schwager El 9 de abril de 1889 emprendi6 el P. Araoldo su octavo


viaje a Viena, para participar en la colocaci6n de la primera piedra de la
Casa Misional San Gabriel. La ceremonia seria el 26 de abril. Pocos dias
despue*s, por encargo del P. Medits CM., en el II Congreso Cat61ico de
Austria, fue recomendado el nuevo Seminario que comenzaba a construir-

107 Apuntes = Son las anotadones que las SSpS tomaban durante las conferencias
del P. Fundador y que se conservan cuidadosanvente en ambas casas-madres de Steyl.
[1557]

59
se. La construction fue tan rapida que ya el dos de octubre pudieron tras-
ladarse alii los dos primeros cursos de estudiantes de filosofia. Con esto
se fundaba el Seminario Misional mas antiguo de la Austria Imperial.
[3421

Plaodus 1os Ademas de los fil6sofos, nueve Hermanos se trasladaron


de Steyl a San Gabriel. El P. General iba a la cabeza de la expedici6n. Re-
cieii desde Aschaffenburg tuvimos compartimientos, en el tren, s61o para
nosotros.
Despu6s de la oraci6n de noche guardamos silencio. Por la manana,
todos nos "levantamos" juntos. La meditaci6n la hizo el mismo P. Funda-
dor. Todo esto fue una Iecci6n de c6mo se debe viajar. Jamas la olvide.
[343]

Teufer 1o° Cuando en 1899 el Seminario San Gabriel abri6 sus puertas,
fui uno de los alumnos que se trasladaron alia. El P. Fundador me escribio
c6mo debia hacer el viaje desde mi casa [Baisingen (Neckar), Wuerttem-
berg] hasta San Gabriel. No me indic6 el camino mas corto para llegar a
Viena (el que pasaba por Stuttgart, Munich, Passau, Viena), sino el que
desviaba por Innsbruck. Mis padres me desaconsejaron hacerlo, y me di-
jeron que debia tomar el camino mas corto. Yo me atuve estrictamente al
plan de viaje que el Fundador me habfa senalado. Apenas llegado a San
Gabriel, me comunicaron mis padres que el tren en que ellos querian que
viajara, descarril6 en Stuttgart.
Para mi, estoy convencido de que Dios me Iibr6, gracias al venerable
Fundador, de una desgracia, incluso, quizas, de la muerte. [344]

Johannes no Se habfa fijado el dia del arribo de los primeros alumnos.


La cocina, empero, no estaba aun terminada. La empresa que hacia las
instalaciones trabajaba a pleno. Me di cuenta que la cocina no iba a estar
lista, asi que comuniqu6 esto a Steyl. El Fundador no decia tan facilmente
que una dificultad no pudiera superarse. Me escribid: "Entonces haz en
el subterraneo, en forma provisoria, una cocina con una gran olla y alii
cocinas sopa con came molida. Un misionero debe contentarse con eso".
La llegada de los primeros se realiz6 conforme lo planificado. La primera
comida para la inauguraci6n se hizo alU. Y todos estuvieron muy contentos.

J08 h. Pldcidus, Enrique Rempe svd (1861-1936) — Steyl '89. Orden. "995. USA 1900.
[1577]
wo P. Carlos Teufer svd (1869-1958) — Steyl '87. Oiden. '95. China. [1620]
no h. Johannes, Francisco Hopfer svd (1856-1936) [] 445, 456, 536, 720
Steyl '83. Togo '92. Repatriado '18. [1504]

60
Lo mismo pas6 con los dormitorios. Las celdas y las camas para los
30 6 60 habitantes era imposible que estuvieran listas, pues todos se ha-
llaban ocupados en diversos trabajos. Tambi6n esto le comuniqu£. "Aqui
en Steyl van a ingresar tantos alumnos que debemos dejar lugar para ellos.
Un misionero debe estar dispuesto tambien a dormir en el suelo. Procura,
si, que todos tengan suficientes frazadas". [345]

Aband Estando el P. Arnoldo en San Gabriel, en 1889/90, visit6 por


primera vez nuestro Seminario el Cardenal Gruscha. El protocolo para
recibirlo no result6. Franz Vormann era el maestro de ceremonias y la cosa
no funcion6. Me dio pena ver al fundador en esa situaci6n y que el reci-
bimiento no resultara como el lo deseaba. Me dijo, despacito y sin tono
de enojo: "Vormann perdi6 la cabeza". [3461

Merits Su fe era tan grande que cuando se trataba de las cosas de


Dios y de la Iglesia, el venerable Fundador pasaba por encima de todos
los riesgos humanos ... El mismo me conto una vez que se habia sentido
impulsado a pedirle a Su Majestad el Emperador Francisco Jos6 que nom-
brara buenos Obispos para Austria y Hungria. La advertencia que le hizo
estaba tan clara a sus ojos, que no dudaba de que Dios se la habia inspi-
rado. Pidi6 una audiencia, que le fue concedida. El mismo me cont6 c6mo
se realiz6. "Cuando me present^ ante su Majestad, dije sin miedo y con
firmeza: Majestad, la Iglesia de Dios es su mas firme apoyo. En la me-
dida que su Majestad proteja a la Iglesia de Dios y le de obispos piadosos,
su trono estara firme. Por eso le pido en nombre de Dios: Majestad, dele
a la Iglesia de Austria buenos Obispos".
Su Majestad no se molest6 por esto. Por el contrario, pronto fueron
nombrados obispos hombres que brillaban por su sabiduria y su virtud.
Si, Su Majestad en persona visit6 una vez San Gabriel, para conocer el
lugar donde vivia aquel hombre que le habia hecho tal pedido. Pronto
tambi6n fue confirmada la presencia de la Congregaci6n en Austria. [347]

Giese nl Para aliviar la indigencia de iglesias en Viena, fue presentado


personalmente y por escrito al Cardenal Gruscha, al Vicario General An-

JH P. Enrique Giese svd (1863-1937) t] 741, 918, 975, 997, 998, 1000
Steyl '80. Orden. '89. Estudios en Roma '89/91. Prof, en S. Gabr. En 1935 da su tes-
timonio en el Proceso Informative Lo que dijo ya lo habia escrito en 1906, Iuego de
una audiencia con el Nuncio Apost61ico quien le dijo: "El Santo Padre, como tam
bien la Propaganda consideran la Congregaci6n como un hecho providencial, visto
su maravilloso progreso... En Roma tanto la Propaganda como el Santo Padre con
sideran al Rvmo. Superior General un hombre santo". El Fundador que por entonces

61
gerer, al alcalde Dr. Lueger, y al dirigente de los social-cristianos, el Prin
cipe Alois Lichtenstein. Al Cardenal Gruscha present6 un piano de Viena
con la indication de los lugares donde era necesario construir iglesias.
Los lugares mismos los habia indicado con unas banderitas. Para ayudar
en la pastoral en Moedling puso a disposici6n varios sacerdotes. Durante
11 afios, por encargo de 61, ayude alii. Posteriormente este territorio se
encomend6 como parroquia al Seminario San Gabriel. Estaba de acuerdo
en que los sacerdotes de San Gabriel trabajaran en la pastoral. [348]

Perboybe l12 San Gabriel tenia una "volanta". Como cada vez se usa-
ba mas, el Fundador insinu6 al Hermano ec6nomo: "Si los deseos de salir
en 'coche' se multiplican, tu no debes tener siempre tiempo para ello".
Tampoco a los Prelados se les debe buscar siempre, pensaba el P. Fun
dador. El cuarto de hora que se necesita para llegar al Seminario desde
la estaci6n, es una buena oportunidad para caminar. Para dar un ejemplo al
respecto, 61 mismo se rue a buscar a Mons. Mueller, quien debia examinar
a los fratres antes de la ordenaci6n; lo hizo a pie. [349]

Weig Con gran alegria habia dado mi examen final ante la Propaganda,
en Roma. El venerable Fundador me habia llamado a San Gabriel, donde
debia ser ordenado diacono y sacerdote. Cuando llegue" a Moedling me
esperaba el coche del Seminario; quede" sorprendido. Con qu6 cordialidad
me salud6 en San Gabriel el venerable P. Fundador. Esa misma noche
me comunicd que el Sabado Santo iba a ser ordenado Diacono (es decir,
en tres dias mas) y el Domingo despue's de Pascua seria ordenado Sacer
dote. El P. Eikenbrock me predict el retiro de preparaci6n. La tarde antes
de la ordenaci6n sacerdotal, el P. Fundador me dijo que fuera a su pieza.
Alii me record6 que el dia de mi ordenaci6n era la fiesta de San Vicente
Ferrer; yo deberia recordar siempre a este gran misionero. Y agreg6: "En-
tre'guese Ud. con filial obediencia, siempre, a sus superiores y a la Con-
gregaci6n". Se lo prometi de corazon. Fue la primera Ordenaci6n Sacerdo
tal en San Gabriel. El Obispo que me orden6 fue Mons. Anzer. [350]

se hallaba en S. Gabriel hizo hacer una copia de ese informe para sus consejeros; pero
omitlendo el "santo" de modo que su secretario no se informara; luego escribid el
mismo la palabra "santo", pero en el escrito con que acompand el Informe coment6:
"Por lo que respecta a la palabra agregada a mono, sabefs ambos muy bien que los
italianos son muy prodigos en usarla y que no hay que darle mayor importancia". [1468]
ii2 H. Perboyre, Jose Becker svd (1872-1934) [] 462, 554, 577, 770
Steyl '91. S. Gabriel '92. [1571]

62
Del espiritu del Escolasticado

Mabianski113 En San Gabriel, los que venian del Este (en su mayoria
polacos), tenian mucho que sufrir por los chistes que se les hacia. El Fun-
dador era del Oeste, pero no era nacionalista. De ahi que prohibi6, y no
solamente en las constituciones, sino tambie'n en las conferencias, en forma
muy severa, que alguien se expresara en forma hiriente, despectiva sobre
otras naciones. En una conferencia alabo a los polacos: "Si, ese si que es
un pueblo que observa fielmente el ayuno". En otra ocasi6n dijo: "No es
suficiente entusiasmarse por las misiones o trabajar alii con todo empeno,
hay que apreciar y amar a la gente del lugar, por ejemplo a los chinos, a
pesar de sus falias y debilidades". Las palabras del Fundador: "Hay que
apreciar y amar a esa gente", las he recordado a menudo en America del
Sur. Alii, en las Reducciones, en el Paraguay, habia gente de 19 naciona-
lidades. Los inmigrantes se aferraban a su idioma nativo y a sus tradi-
ciones, incluso en sus cantos y costumbres religiosas. Los polacos, por ejem
plo, no iban a la Iglesia de los rutenos, y viceversa. Habia grandes proble-
mas. Pero nosotros pudimos solucionar todas las dificultades, si no a la
perfecci6n, en general. "Id por todo el mundo y ensenad a todos los pue
blos", 6ste es el mandato que tambien nosotros tenemos. Nosotros no po-
dremos hacer toda la tarea si no "apreciamos y amamos" a todos los hom-
bres. Asi era nuestro Fundador: pensaba cristianamente, cat61icamente,
cosmopolitamente. Asi lo sentia 61 [351]

Lianus Tanto el P. Janssen como el P. Wegener (el prefecto) apre-


ciaban mucho la oraci6n comunitaria hecha con tranquilidad y en forma
digna. Cuando el Fundador vino a San Gabriel —yo estuve alii durante
los anos 1884/1890— practicamente todas las veces que se presentaba la
ocasi6n nos retenia unos diez minutos en la Iglesia, para hacer ejercicios
de oraci6n, porque a el le parecia que rezabamos muy ligero. Los Her-
manos no participaban en esto, aunque si estaban con nosotros en la ora-
ci6n de la manana, de la noche y en la Santa Misa, y rezaban con nosotros
tal como lo habiamos ejercitado. [352]

Gruffer Llama la atencion en el Fundador como se unian en el en


forma armoniosa lo espiritual y el trabajo. En una conferencia dijo una
vez: "En nuestro Salvador se dio el estado mas perfecto, pues goz6 de la
visi6n de Dios y al mismo tiempo se ocup6 de las cosas de este mundo in

ns P. Jos6 Marianski (Bayerlein) svd (1868-1940) [] 376


Polaco. Orden. '03, ano en que marcho a Argentina. 1932 regreso a Polonia. [1541]

63
tensivamente". Ciertamente que es raro encontrar una persona que este
compenetrada de Dios y a un tiempo se dedique con el cuerpo y el espiritu
a su trabajo. Arnoldo Janssen lo pudo. [353]

FELicrrAS Un seminarista mayor tenia que hacer un ejercicio de ora-


toria. Fue hacia el P. Fundador y le pregunt6 si para probarse en la virtud
de la humildad debia hacer una predica mas mala de lo que en realidad
podia. El Fundador lo toc6 en el hombro y le dijo: "Hazla lo mejor po-
sible; no sera lo suficientemente buena". [354]

Glanemann114 Durante la Misa cantada, el P. Arnoldo, revestido


de roquete, participaba desde un reclinatorio junto al coro. Cuando llega-
ba atrasado se advertia. Sucedi6 varias veces que Ileg6 a la sacristia cuan
do ya el celebrante y los ayudantes estaban en el altar. Pidi6 por esto que
se esperara hasta que 61 llegase. A pesar de esto (al domingo siguiente)
Heg6 nuevamente muy atrasado. En forma incontrolada le dijo al Her-
mano sacristan: "jYa se fueron otra vez!" Despue"s de un momenta se hin-
06 frente al Hermano y le pidi6 perd6n por haber dicho eso. [355]

Gruffer En la fiesta de unos martires estabamos algunos te61ogos con


el Rector. "De entre Uds., puede haber un futuro martir", y me mir6.
Sorprendido y con miedo, dije: "^Yo?" "Si, tuM, me contest6. A pesar de
ello parece que no voy a morir como martir. [356]

Hetde En el verano de 1890, estudiando yo aiin teologia, me enferme*


gravemente. El P. Eikenbrock obtuvo para mi unas largas vacaciones en
Woerishofen. El venerable Fundador me dio personalmente el permiso y
me dijo: "Tambie'n le doy permiso para que de Woerishofen vaya a Obe-
rammergau a ver la representaci6n de la PaskSn". A mi, personalmente,
jamas se me habria ocurrido. El Fundador, con esto, me dio una gran
alegrfa. [357]

Schmidt l15 Llegue a San Gabriel por Pascua de Resurrecci6n, en 1895.


Entre las asignaturas que di alii, estaban ret6rica y volapiik (algo asi como
esperanto); por esto ultimo el P. Fundador se interesaba mucho. Tambi&i

*« P. Bernardo Glanemann svd (1881-1929) — Steyl '94. Onlen. '05. Togo y luego
Flores. [1470]
us P. Guillermo Schmidt svd (1863-1954) [] 418. 420-423, 1164
Steyl '83. Orden. '92. Siempre S. Gabriel. Fundador del Anthropos 1906. Desde 1908-
1955 trabajo en su qbra maxima: "Ursprung der Gottesidee" (12 volumenes). Escribi6
memorias y fue testigo ex officio. [1599]

64
di algunas horas de Fedagogia. Cuando el Fundador me entreg6 esa asig-
natura, le dije: "Siempre he creido que la pedagogia no es una ciencia, sino
un arte". "Lo mismo pienso yo" —me dijo— "Pero el P. Prefecto no me deja
tranquilo". Tambie'n estaba previsto que diera Nuevo Testamento, pero
primero debi rendir un examen sobre Anna Katharina Emmerick. rt<jQu6
opina Ud. sobre esto?", pregunt6 el Fundador. "Esta es una interesante y
complicada cosa", le conteste", "y me gustarla tener el tiempo suficiente
como para estudiarla". Con la respuesta fracas^ en el examen. Claro que
despuls di Introducci6n a la Sagrada Escritura. [358]

Licmus El Fundador programaba sus cosas de tal forma que siempre


podia estar en San Gabriel para los exdmenes. En sus manos tenia el libro
de calificaciones. Despue"s de que todos habian sido examinados, se diri-
gio al profesor y le dijo: "Examine nuevamente a e"ste". Y asi lo hizo con
tres, cuatro o seis alumnos.
Una vez comprobamos, la tarde anterior a los examenes, que el Fun
dador no habia llegado todavia a San Gabriel. Para nosotros significaba
un gran alivio. Pero al otro dia, a las 8 de la manana, cuando comenz6
el examen, el Fundador estaba alii. [356]

Weig IIl16 En el examen de Exegesis se dio la pregunta sobre lo que


escribe el profeta Isaias respecto a los dones del Espiritu Santo. Conocido
es que el enumera no siete sino solo seis dones. Se entabl6 una animada
discusi6n entre el profesor y el P. Fundador. El resultado fue que el pro
fesor tuvo que ir a Roma para realizar estudios especiales de Exegesis.
[360]

Weig Cuando aiin se estudiaba teologia en Steyl, el P. Arnoldo intro-


dujo el visitar a los mas pobres, como se practicaba en la Sociedad de San
Vicente. Los estudiantes de filosofia y teologia crecieron con esta practica.
En aquel entonces Steyl no era un pueblo como hoy, acomodado y her-
moso. Junto a las dunas, desde Steyl hasta Tegelen, habia casas misera-
bles (villas miserias) cuya gente se dedicaba a fabricar tejas. De alii le
viene el nombre de Tegelen, de la antigua palabra latina, tegulae. Gran
parte de la gente vivia de un sueldo de hambre. La plazuela frente a la
porteria del Seminario Misional, todos los dias, al mediodia, se llenaba

ne P. Jorge Weig (H) svd (1883-1941) [] 398, 571, 588


Sta. Cruz '95. Obispo de Tsingtao (China). En 1934 escribe sus memorias de las
visitas que el Fundador hacfa a Sta. Cruz, de las que dice: "Rara vez venfa y cuando
lo hacfa, permanecia por corto lapso. A pesar de ello cada una de sus visitas era un
gran acontecimiento". [1642]

65
de mendigos, a quienes el Hermano portero les daba un buen almuerzo.
Nosotros, empero, visitdbamos sus casas. [361]

Peil El Fundador se dej6 llevar por la idea de que los nuestros tam-
b&n iban a estar en contacto con los pobres en las misiones. El misionero
entonces debera tener algunos conocimientos de las necesidades de los
mas pobres. Asi fue como introdujo en Steyl la costumbre de entrevistar
regularmente a los mas pobres. Los mas desposeidos de Steyl y los alre-
dedores fueron entrevistados y se hizo una lista. Para ello los estudiantes
de teologia que estaban prontos a ser ordenados sacerdotes, fueron en-
Viados de dos en dos, como los discipulos por Cristo. Para hacer donacio-
nes mas o menos grandes, como por ej. camas, ropa de cama, vestidos, di-
nero, etc., habia que pedir permiso al Ec6nomo o a los superiores corres-
pondientes. En situaciones extraordinarias tambie'n se podia recurrir al
P. Fundador. Los te61ogos podian tambie'n buscar bienhechores para esto.
Una vez al mes habia una conferencia en la que todos los que trabajaban
con los pobres participaban. El Fundador, siempre que le era factible,
presidia. Todos debian contar lo que habian hecho, sus exitos o sus fra-
casos, y otras experiencias, sobre las nuevas posibilidades y formas. En
esas oportunidades el P. Arnoldo siempre nos recordaba la misi6n que
teniamos y el fin que nuestro trabajo pretendfa: "aprender a ver la ne-
cesidad y la miseria; por medio de la ayuda llegar a un contacto con las
personas mas reacias; entusiasmar a otras personas, p. ej. laicos, a trabajar
en esta obra, etc. [362]

Goergen El Hermano Gebhard Brendgen contaba: Una vez el Fun


dador le regald todo el mobiliario de un dormitorio al pobre Jan van Dijk.
En otra oportunidad envi6 una cama nueva a una mujer que esperaba fa-
milia. [363]

Aband En el curso del P. Peil se form6 un grupo que ayudaba a los


pobres y desposeidos de Steyl y Tegelen. A mi hermano Jorge, que fue
albanil, se le encomend6 construir gratuitamente una casa para una fa-
milia pobre de Steyl. [364]

Correspondenoa-1913 El P. Arnoldo habia proyectado y decidido que


la Iglesia de San Gabriel fuera como un sagrario del Espiritu Santo y al
mismo tiempo como un templo votivo en acci6n de gracias de la Congre-
gaci6n del Verbo Divino. El templo debia ser la expresion extema de la
gratitud de la Congregaci6n al todopoderoso Espiritu del amor y gracia,
quien pide para ella y por ende para todos nosotros bendiciones extraor
dinarias, las que nos son concedidas a traves de la devocion y adoraci6n
del Espiritu Santo. [365]

66
Vrrus m El 27 de enero de 1900 fue bendecida la gran Iglesia de San
Gabriel. La tarde anterior, el P. Rector, Eikenbrock, me pidi6 que fuera a
buscar al Hermano Romanus. Era tarde ya y estaba oscuro. En la grada
mas alta del altar mayor divis6 a alguien y me pareci6 que era el Hno.
Cuando me acerque mas, vi que no era el Hermano, sino el P. Superior
General, que estaba en profunda actitud de oraci6n, alii donde al dia si-
guiente se iba a celebrar el sacrificio de la Misa. [366]

Genitanus W En 1898 falleci6 el P. Juan Janssen, Rector de San Ga


briel y hermano del Fundador; en 1901, el Rector P. Bernardo Eikenbrock,
de apenas 46 anos. Su sucesor, el tercer Rector de San Gabriel, el P. Ad.
Breidenbach, no bien asumi6 el mando enferm6 gravemente. El P. Arnol-
do estaba, por entonces, en San Gabriel. Como una madre con su hip, asi
se preocupaba el del Padre gravemente enfermo. Guando falleci6 se le
Uev6 a una capilla que se usaba generalmente para este fin. Pero al Supe
rior no le pareci6 lo suficientemente digna. Nosotros tuvimos entonces que
Uevar al difunto Rector a la sacristia de la Iglesia y arreglarla de la for
ma mas hermosa. Por aquel entonces trabajabamos en la construcci6n del
altar mayor. De ahi que por ello debiese pasar a menudo por la sacristia,
y asi pude ser testigo de una escena emocionante.
El Fundador, hincado junto al ataud, mantuvo por un buen rato una
conversaci6n, como un dialogo. Puedo recordar solamente el contexto de
la conversaci6n.
Primero le dese<5 formalmente al difunto felicidad por su deceso.
"Si, no es verdad, P. Rector", le decia sonriendo, "esta si que fue una
ida dificil. Fueron dias dificiles. Pero ya result6 todo bien, y ya todo dolor
se acab6. Qu6 bueno es el Senor. El todo lo hace bien".
Y luego acariciaba la frente del difunto sacerdote con el carino con
que una madre lo hace con su hijo.
Entonces se concentr6 en si como para meditar su propia situation.
Eran palabras de entrega a la voluntad de Dios, de completo recono-
cimiento a Dios, y le decia que estaba de acuerdo con fil, una oraci6n
entre sonrisas y lagrimas: sumisi6n, dolor, donaci6n, confianza. [367]

Brackmann119 Despue"s de unos dias visite" la tumba del P. Eiken


brock, por entonces la unica en el cementerio nuevo. Tambien llego el

i" H. Vitus, Jos6 Schfflers svd (1870-1942) — Steyl '88. U.S.A. '08 [1631]
"8 H. Gentianus, Guillenno van Meegen svd (1875-1962) [] 728, 749
Steyl '98. Escultor de profesi6n. Autor de altares para S. Gabriel, Sta. Cruz y Steyl.
Escribi6 una extensa memoria. [1465]
W» P. Solano Brackmann svd (1879-1959) [] 408, 598 — Steyl '94. Orden. '06. BrasU
en pastoral y ensenanza. [1385]

67
Fundador. Por largo rato estuvo mirando, muy concentrado, la reci6n co-
locada lbsa. Entonces se sao6 el solideo y cruzando las manos sobre el
pechb dijo con expresi6n de dolor y entrega: "|Sit nomen Domini bene-
dictum!". Bendito sea el nombre del Sefior. Hoy, despu&i de 31 afios del
hecho, me viene aquel momento a la memoria y parece como si escuchara
esas palabras; tal impresi6n me hizo. [368]

Lux Gran preocupaci6n tenia el Fundador por procurar que la Con-


gregaci6n se librara del veneno del Jansenismo. Tambien de que ninguna
doctrina anticlerical la tocara. Ya los neosacerdotes los formaba para que
tuvieran gran amor a la Iglesia y fueran obedientes al Santo Padre el Papa.
Por este motivo contaba a los sacerdotes la triste situaci6n de la Iglesia en
Alemania a comienzos del siglo 19, y las luchas que tuvo antes y despu^s
del Concilio Vaticano I. [3691

Handrup 120 Odiaba los libros malos y cuanto atentara contra la fe. Su
celo por esto se mostr6 especialmente contra el llamado "Schell-Bewe-
gung* (Movimiento Schell), que podia dariar la fe. [3701

Ahand Cuando Hermann Schell fue colocado en el "Index", el Fun


dador prohibi6 en San Gabriel el libro de dogmatica de ese autor. Tam-
poco permiti6 que los Padres de Steyl se suscribieran al ''Hochland", pues
ese diario tenia una linea liberal y traia, entre otras cosas, la novela "El
Santo" que estaba en el Indice. [371]

Froewis121 Era claro en sus exposiciones: sus clases de matematicas,


de filosoffa, sus conferencias. Era un don que habia recibido de lo alto.
Sin embargo, se aferraba tenazmente, asi lo creiamos nosotros, a su opi
nion. [372]

Ariaens 122 La fiesta de Santo Tomas de Aquino siempre se celebraba


en San Gabriel. Como punto culminante habia una conferencia. Un afio
la dio el P. Arnoldo. Comenzo con un hecho acaecido en un Congreso Ca-
t61ico en Muenchen, en 1871. Alli se habia propuesto que se tomara mas
en cuenta en el estudio de la teologia a Santo Tomas. Aunque esto se
habia hecho en forma muy discreta, se le atac6 fuertemente. Eso se lo

120 P. Bernardo Handrup svd (1869-1935) [] 408, 598 — Steyl '94. Orden. '93. Pro-
fesor y Prefecto en Steyl. [1482]
121 Mons. Jorge FrSwis svd (1865-1934) [] 375, 410, 934, 936, 987
Steyl '85. Orden. '93. China. Prefecto Apost. de Honan '29. [1459]
»2 P. Francisco Ariaens svd (1875-1928) — Steyl '95, Orden. '06. Steyl. [1863]

68
habfa contado al P. Fundador el Frofesor Enrique von Mainz. El Fundador
dijo en su discurso, textualmente: "Estos son tiempos muy tristes para la
Iglesia, cuando se cree que lo antiguo se debe eliminar; cuando cada uno
quiere solo Io moderno; cuando se hace valer s61o lo que la obstinaci6n
ha pensado y juntado. Uno no quiere someterse humildemente, sino que
se quiere modificar la palabra de Dios a su antojo. Pero esto era capricho
y simpleza y no verdadero oro. Por eso no se pudo mantener. Santo Tomas
pensaba de otra manera: valoraba todo lo bueno, construia sobre la fuerza
de otro y continuamente citaba a los antiguos, como por ejemplo: fComo
dice San Agustin, ... como el Senor dice'n. Nunca of hablar con tanto
entusiasmo como aquella vez al P. General. [373]

Hilger Cuidaba la fe, como el capitan cuida su barco, para que la tor-
menta no lo hunda, siempre preocupado de que no encalle. Un error en
la fe era para el funesto; incluso si luego se sometfa a la verdad de la
Iglesia, ya no confiaba mas en el que habfa errado. Los vehiculos arre-
glados no le inspiraban confianza.
Esta prudencia y este rechazo abarcaba tambie*n cuanto de alguna
manera tocara algo de la fe, p. ej., las discusiones sobre leyendas antiguas,
sobre la tradici6n, sobre las reliquias y sobre cualquier cosa de la Iglesia
que incluso no tuviera nada que ver con la fe. No le agradaba ni le era
simpatico un religioso, aunque fuera muy piadoso y tuviera una gran per-
sonalidad, si procedfa radicalmente contra antiguas tradiciones. [374]

Froewis En lo que se referia al Santo Padre y los Obispos siempre ha-


blaba de ellos con mucho respeto. Le afligia la divisi6n existente a causa
de la fe; esa aflicci6n le venfa del coraz6n, y nosotros la sentfamos. En
conferencias y discursos habl6 a menudo de esto. [375]

Marianski Severas y severfsimas recomendaciones nos daba en sus


conferencias: sobre todo y ante todo, sometimiento a la autoridad de los
Superiores eclesiasticos. Con la actitud mas en&rgica condenaba la critica
a algun obispo. Si alguno hubiera manifestado una actitud grosera al res-
pecto, no dudo de que lo habrfa expulsado de la Congregaci6n. [376]

Ernst 123 Sin lugar a dudas era un hombre muy severo, asceticamente
severo. De ahf que grande fuese nuestra sorpresa cuando nos dio, durante
un semestre, clases de moral, y se mostr6 suave y generoso. Debo recono-

123 p. Antonio Ernst svd (1866-1945) — Steyl '82. Orden. '90. Argentina. Regresd a
Alemania en 1927. [1442]
cer que la introducci6n a la confesion que el nos hizo, me sirvio en los 36
afios que llevo en Argentina, y que brill6 a menudo como una estrella en
la noche oscura. [377]

Hacia el sacerdocio

Lichius Me conto el P. German Loecken que por lo menos una vez


tuvo el Fundador una actitud profe*tica. Sucedi6 asi: Yo habia ingresado
como el alumno de mas edad. Poco antes de la ordenaci6n de subdiacono
me vinieron grandes escrupulos sobre si tenia las condiciones para sacer-
dote y misionero. El dia de la ordenaci6n de subdiacono habia sido fijado.
En la noche anterior hice de tripas coraz6n y fui hacia el Fundador — des-
pue"s de la oraci6n de noche— y le express todas mis dudas. El Fundador
me escuchaba pacientemente y no me decia nada. Cuando me desahogue\
me pregunt6: "^Eso es todo?". "Si", le contest^.
"Muy bien", me dijo, "yo creo que tienes mucho suefio. Vete a acostar,
y mafiana por la mafiana viajaremos a Roermond, y alia seras ordenado.
Alabado sea Jesucristo".
Me quede* perplejo. Me fui a la cama, y ... por fin me dormi.
A la mafiana siguiente me levante", como siempre, con todos, fuimos a
Roermond, fui ordenado y los escrupulos desaparecieron. [378]

Vaske *-4 El retiro espiritual antes de nuestra ordenaci6n sacerdotal lo


predict el mismo P. Superior General. Participabamos diariamente de la
Sta. Misa que el celebraba y en la que nosotros comulgabamos. Las ora-
ciones que rezaba despues de la Misa en acci6n de gracias, las decia con
tal efusi6n y piedad, que todos podiamos apreciar su devoci6n. Los ver
sos de una piadosa pocsia, que £1 rezaba, resuenan aun en mis ofdos:

Ya que estds, Oh Jesus, en mi,


Si, dej'ame que me abrace a Ti.
Permanece, oh Amado, permanece aqui
y no te alejes jamas dc mi. Ame"n. [379]

Hafig 12fl En el dfa de nuestra Ordenaci6n nos hizo ir a su pieza. Es-


taba hincado en el suelo y nosotros, uno por uno, entramos y dimos la

im P. Enrique Vaske svd (1882-1950) [] 384, C04 — Steyl '91. Orden. '02. Economo
en Steyl. [1826]
"5 p. Francisco Hafig svd (1865-1945) — Steyl '85. Orden. '93. Prefecto en Steyl.
[1481]

70
bendici6n de neosacerdotes. Besaba despues de la bendicion las palmas
de nuestras manos con tal fe y humildad, que nos avergonzaba. Jamas pude
olvidar ese momento. [380]

Loibl m En 1903 fueron ordenados 44 sacerdotes. Rezaron su Primera


Misa en dos turnos, en los 22 altares laterales de la Iglesia. Despues que
hubieron rezado juntos las palabras de la Consagraci6n, el P. General re-
z6 con fuerte e imponente voz: "Padre Santo, yo te ofrezco a Tu Hijo para
honra tuya y la salvaci6n de los paganos". ;Que demostracidn de Iglesia
Universal! Por entonces San Gabriel era ya un centro de vida misional
para Alemania y Austria. [381]

Michael127 Cuando habia Primera Misa en San Gabriel, al otro dia


habfa que ir a la cocina a buscar lo bueno que quedaba del dia anterior.
Despues del desayuno, el P. Arnoldo preguntaba a los padres de los neo
sacerdotes cuantos hijos tenian todavia en casa. Entonces iba y cortaba
tanto kuchen como era necesario, se hacian los paquetes y ellos los debian
llevar a casa. En la repartici6n gozaba el venerable Fundador. [382]

Lux El prescribio que los noveles sacerdotes, en el tiempo despues de


la ordenacidn, rezaran 24 santas Misas por intenciones bien precisas:

Una por cada una de las Personas de la Santisima Trinidad;


una por la Santisima Trinidad misma;
una por el Sagrado Coraz6n de Jesus y otra por el Corazon de Maria;
cuatro mas en honor de los Patronos de la Congregaci6n, etc.
Tambien una para pedir por el Santo Padre y sus consejeros;
por todos los Obispos y sacerdotes de la Iglesia Cat61ica.

La ultima intenci6n decia: Para que yo le rinda a los Sacramentos de


la Santa Iglesia el culto que se merecen, y, en cuanto pueda, Ueve a otros
a lo mismo. [383]

Vaske Un domingo, despue's de la bendici6n sacramental de la tarde,


nos pidi6 a los neosacerdotes que nos reunieVamos; alii dio a un cohermano
una represi6n no muy agradable. El Fundador habia anunciado por

^e P. Ricardo Loibl osb (1902-1968) — Benedictino. En 1928 escribio la nota necro-


logica de Mons. Anzer en la revista de la abadia y del colegio del que Anzer era
ex alumno. [1534]
™* H. Michael, Elimio Fecken svd (1860-1925) — Steyl '81. Al retirarse las Hnas. de
la Providencia de la cocina de Steyl, Michael fue el primer misionero. Luego misio-
nero a U.S.A. [1554]

71
medio del pizarroncito que habia en la Iglesia, las oraciones que habia
que rezar comunitariamente. Nuestro companero de curso habia suprimido
una de esas oraciones. La primera de las preguntas que le hizo el P. Su
perior General fue: "Padre, <jpor quo" suprimi6 Ud. esa oraci6n?*. Res-
puesta: Silencio y mejillas muy rojas.
",»Sabe Ud. cu&nta gente habia en la Iglesia? No pudieron rezar esa
oraci6n. ,iC6mo puede Ud. justificar el hecho?". [384]

Peil Entre los muchos j6venes que ingresaban en Steyl y en los otros
Seminarios Misionales, habia tambi&n algunos que no eran los llamados,
y que eran indignos, a pesar del cuidado y del examen de ingreso y a pesar
de las recomendaciones que el P. Fundador hacia a sus superiores para
que actuaran en forma severisima. No pocos de los que al comienzo pro-
metian mucho, se trocaban en personas desconfiables y falsas. Es tambien
una triste realidad que entre &tos hubo sacerdotes, que incluso apostata-
ron. Tambien en las misiones sucedi6 lo mismo. Pero ninguno habfa in-
gresado a la Congregaci6n obligado, ni tampoco lo obligaban a quedarse.
Siempre recordaba el Fundador, a alumnos y Hermanos, sin tapujos: "El
que no quiere quedarse h'bremente, mejor que se vaya". Y cuando escu-
chaba, por ejemplo, que un sacerdote habia dicho que, antes o despue"s,
se iba a retirar, lo despedia ipso facto, sin misericordia. A pesar de todo
hubo desgracias. Incluso entre los doce Ap6stoles uno fue infiel. [385]

Hilger Siempre estuvo preocupado por la suerte de aquellos que ha-


bian abandonado la Congregaci6n, sea como miembros de la misma o
mientras caminaban a la meta. Por medio de consultas y averiguaciones
queria tener noticias de ellos, y a menudo conversaba con gran alegria —o
con tristeza, excepcionalmente— de lo bien encaminados que estaban en
la vida. [386]

Stolte Su segunda y gran fundaci6n, el Seminario Misional San Ga


briel, cerca de Viena, debia ser el foco de irradiaci6n que con el fuego
del Espiritu de Dios abrazara a todo el pais. Por ello con gusto permitio
que se ayudara en la pastoral en Austria. Tom6 tambien la direcci6n del
centro docente en Viena-Waehring, para influir en los futuros profesores
para que e'stos tuvieran una actitud sana y fiel para con la doctrina de la
Iglesia. Abri6 varias librerfas en Viena, que no daban ninguna ganancia.
y que incluso era preciso apoyar financieramente; lo hacia para propagar
la buena literatura. Durante su vida mantuvo gran interns por la asocia-
ci6n Una Sancta, de tal forma que el P. Guillermo Schmidt, en el espiritu
de su padre espiritual, fue el director del Windfriedbund (la Uni6n Wind-
frido). [387]

72
El envio de misioneros

De las Misiones y sus obligaciones

Decreto 128 En 1879 envi6 el P. Fundador los primeros misioneros a


China; en 1892 los primeros a Togo; en 1896 a Nueva Guinea; en 1905 a los
negros de los Estados Unidos; en 1906 al Jap6n; en 1908 a los indios del
Paraguay. Y desde 1889 pone sacerdotes y Hermanos a disposici6n de Pa-
rroquias, Colegios y Seminarios, de paises con falta de sacerdotes de Ame
rica Latina; en 1889 van los primeros a Argentina; en 1893 a Ecuador; en
1895 al Brasil; en 1900 a Chile. Poco antes de su muerte hace gestiones
para enviar sacerdotes a las islas Filipinas. A los sacerdotes les seguia el
envio de Hermanos y Hermanas. [388]

Hilger En 1879 pudo enviar el P. Arnoldo Janssen los dos primeros


misioneros a China. Eran: el futuro Obispo, Mons. Anzer, que a su ingreso
en Steyl era ya cle*rigo, y el P. Freinademetz, oriundo del Tirol, quien
habia, como sacerdote diocesano, trabajado en la cura de almas. El pri-
mero, un tipo Pablo, un hombre luchador; el otro, un Juan Evangelista.
Los dos, verdaderos Ap6stoles, que habiendo recibido como campo, la
Mision de Shantung Sur, en poco tiempo la llevaron a tan buen desarrollo,
que hoy, entxe los 39 lugares de Mision, China es el que brilla mas y da
mas esperanzas. [389]

Fischer Por 29 anos seguidos el P. Arnoldo celebrd la fiesta del envio


de misioneros; en esas ocasiones expres6 sentimientos hermosos. Para el
era un dia de gran fiesta, de acci6n de gracias por la cosecha, igual que
los dias de ordenacion sacerdotal o de profesi6n religiosa en su Congrega-
ci6n. Cada vez aumentaba el numero de sus hijos que recibian de 61 la cruz
misional. En los ultimos anos de su vida partfan cada ano hasta 80 misio
neros: sacerdotes, Hermanos y Hermanas, hacia los diferentes campos de
trabajo de la Congregaci6n. [390]

Schwager Para poder ayudar a las misiones segiin sus necesidades, el


P. Arnoldo organiz6 una Procura Misional en la Casa Madre Steyl, la que,
debido a la aceptacion de otros lugares de mision, se fue agrandando cada
vez mis. La necesidad de esta procura se not6 en seguida, a pesar de la
ayuda de los institutos misioneros, pues todo lo necesario para su trabajo

128 Se trata del "Decreto sobre la Heroicidad de virtudes" para la beatiticaci6n de


A. Janssen. [] 419, 529, 974, 1184 - Es del 10.05.1973. [1420]

73
y para el viaje se hacia cada ano mas costoso, debido al numero crcciente
de misioneros y Hermanas que salian de Steyl. [391]

Sandkamp Cuando se iba a aceptar un lugar de misidn en alguna parte,


el era el primero en estudiar con toda exactitud las condiciones del pals:
la situaci6n de la Iglesia, la situation politica, la situaci6n moral y de hi-
giene. Para esto usaba todas las fuentes que por ese entonces podia haber.
Queria tener la claridad mas absoluta sobre cuanto podia ser importante;
tambien queria informar a sus misioneros cuando los enviaba, en la me-
dida que le era posible, sobre todo lo relacionado con el lugar de trabajo
que les asignaba, para que no viajaran desconociendo su futuro lugar de
misi6n. Por otra parte exigia que sus misioneros le informaran sobre lo con-
cerniente a su lugar de misi6n, para prevenir el futuro. Como ningun otro
supo apreciar la verdad del dicho: "| Saber significa comprender el mun-
do!". 1392]

Stolte {Con cuanta precauci6n actu6 para aceptar la mision del Ja-
p6n! Tambien para la de las Islas Filipinas, la que solamente pudo pre-
parar. Quisiera saber si hay otro que iguale al P. Arnoldo en cautela y pre-
cauci6n. £1 no decia: "Nosotros queremos ser los primeros en el trabajo
misional", sino: "Nosotros buscamos poder cumplir con la voluntad de
Dios". [393]

Hilger El que enviara misioneros a America Latina, fue muy discutido.


Se Heg6 a tal punto que la mayoria de los que salieron un ano, fueron
a Sudame'rica y no a paises de Mision. Cuando yo, en una ocasion, le hice
ver al venerable Fundador esta situaci6n, y le dije que opinaba que eso
era la negaci6n del fin de su propia fundaci6n, me dijo: "Debe Ud. ampliar
su visi6n. America es el continente del futuro. En Alemania llegara el mo-
mento en que no tendremos mas misioneros para enviar. Por eso es im
portante para el futuro de la mision entire los paganos, que se salve el
cristianismo en esos paises donde la mayoria son cat61icos, se los haga
madurar para que crezcan vocaciones misioneras y asi obtener muchos
misioneros americanos para la mision entre los paganos". [394]

Drapiewski 12° Su amor al projimo abarcaba a todas las naciones del


mundo. El cordial interns que tenia por nosotros, los alumnos polacos, y su
preocupacion por los emigrantes polacos en Sudamerica, me impresionaba.

»20 p. Teodoro Drapiewski svd (1880-1942) — Sta. Cruz '98. Oiden. '08. Brasil de
donde regreso '24. Murio en Dacnau 1942. [1430]

74
A causa de los polacos en America Latina, me envi6, junto con otros, a
Cracovia, para perfeccionarnos en el idioma polaco. Debi permanecer un
ano alia y asi prepararme para trabajar con los polacos en Brasil. Tambien
pude despues apreciar su interes a traves de su correspondencia. [395]

£1 destino misional

Marquardt Ya antes de nuestra ordenaci6n nos dio conferencias sobre


la situation de nuestras misiones. Nosotros teniamos la oportunidad de
admirar lo bien informado que estaba en lo atinente a la obra misional.
Nos parecia ver a un jugador de ajedrez que estd pensando c6mo cambiar
tal o cual pieza y que lo hace sabiendo d6nde las pone, para asi asegurar
la victoria. En estas ocasiones no perdia la oportunidad de darnos sabios
consejos sobre una met6dica instruction y acci6n misionera entre los pa-
ganos. [396]

Buddenbrock Nosotros debiamos entregarle por escrito los deseos res-


pecto de d6nde pretendfamos realizar nuestro futuro trabajd. El P. Supe
rior General tenia los informes del Maestro de Novicios, del Prefecto, de
los Profesores y tambien las calificaciones. El tambien se dejaba aconsejar
por todos ellos. Cuando daba el destino, hacia que cada uno fuera a verlo.
A mi me dijo: "Asi que Ud. pidio ir a China; yo lo podria necesitar en
otra parte". "Puede ser, pero mi deseo principal es China". "Bueno, enton-
ces espere un momento y recemos. Yo lo voy a llamar de nuevo". Despu6s
de algunos dias me Ham6 y me dijo: "Lo he destinado para China". Me
dio la bendicion y el problema quedo resuelto. [397]

Weig II Ya era de rioche, m&s o menos las 21, cuando nos Ilam6 a mi
y al P. Loechte. Nos tom6 las manos y nos dijo que a uno de los dos lo
habia destinado para Techny (USA) y al otro para Roma. No sabia quien
debia ir a uno u otro lugar; a la irianana siguiente nos diria lo definitivo.
Por eso al otro dia fuimos ante el. El P. Loechte fue en viaje a Techny,
y yo a Roma, para estudiar un aiio derecho can6nico. En abril de 1908 me
destin6 a China. [398]

Kaufhold 130 Desde Argentina se habia pedido con urgencia un sa-


cerdote para atender una colonia de polacos reci6n fundada. La elecci6n

"° P. Ricardo Kaufhold svd (1876-1965) [] 404 — Steyl '89. Orden. 1900. Chile
pero ya en '01 a Argentina. [1510]

75
recay6 sobre el Frater Ladislao Retake, quien a fines de enero debia ser
ordenado sacerdote. El Fundador, desde San Wendel, le escribi6 el 12 de
enero de 1900: "Ud. ya debe haber recibido la noticia que lo he destinado
para Argentina y especificamente para el territorio de Misiones ... en
Ap6stoles, que pertenece a ese territorio, hay una colonia de polacos, de
quienes Ud. sera padre espiritual. Su pronto viaje a esa, luego de su or-
denaci6n sacerdotal, se hace necesario. ... De su buena disponibilidad
para ir alia, no dudo ... Con todo carino, su padre espiritual en el Senor,
Arnoldo Janssen". Luego sigue una Post Data: 'Tor su ordenaci6n sacer
dotal le deseo abundante bendici6n del Espiritu Santo y del Sagrado Co-
raz6n".
El 28 de enero, junto a sus compafieros de curso, fue ordenado sacer
dote Ladislao Retake. Al otro dia celebro" su primera Misa y luego fue a
despedirse a su casa. El 7 de febrero viajaba a Argentina junto con dos
Hermanas de las Siervas del Espiritu Santo. El Fundador ya habia telegra-
fiado a Ruenos Aires: "Polenpater festinabit". (Padre para los polacos con
prontitud). [399]

Cr6nica-1933 lai Era la tarde del dia de nuestra Primera Misa; justo
la Fiesta de San Jos6 Protector, el 5 de mayo de 1895. El venerable Fun
dador me llamo.
"Erdweg, a Ud., con el P. Francisco Mueller, lo he destinado para
la Misi6n de Togo. jiEstarfa dispuesto a ir alia?".
"P. Superior, soy escrupuloso. Si tuviera que vivir en Africa, eso me
traeria muchos problemas. Estoy contento y dispuesto para ir a las misio
nes, pero al Africa mejor no".
"Rien que me lo haya dicho. Llame Ud. al otro, quizas el pueda ir en
su lugar".
Y asi sucedi6. El P. Erdweg trabaj6 en la pastoral y durante varios
meses se hizo util desde Steyl. Tambten aprendi6 algo de enfermeria.
Por aquel entonces se le encomendo a la Congregaci6n la misi6n de Nueva
Guinea. Se busc6 algunos misioneros. Fueron desttaados para Nueva Gui
nea los padres Francisco Vormann y Jose" Erdweg. Este salt6 de la sarten
a las brasas. Mas a pesar de sus escnipulos realiz6 grandes cosas. [400]

Lichius Eramos 30 neosacerdotes y teniamos comedor aparte. De se-


mana en semana esperabamos nuestro destino misional. Una manana vino
a desayunar con nosotros el Fundador y nos dijo que querfa hablar con

131 Chronik — Steyler Chronik y ano del que se totna In referencia. [] 400, 526, 528,
542, 597, 1169, 1184. [1402]

76
cada uho en particular, que fue'ramos a su pieza segun el orden alfabetico
del curso. Cuando me toc6 a mi, me dijo: "He visto que te presentaste
para ir al Africa. Asi que te he destinado para Esperanza, en Argentina.
Los padres de alia desean tener alguien que ensene musica". Agache* la
cabeza, a lo que me dijo: "Bueno, <jvas a ir alia?". "Si, si Ud. me destina,
por supuesto que voy". "Eso me alegra. Fuera de esto podras hacer mucho
bien. Bueno, te voy a dar entonces mi bendici6n". Me arrodille" ante el y
me dio su bendici6n. Se habia decidido el destino de mi vida.
El siguiente estaba esperando. Era el P. Francisco Mertens. Entr6 en
la habitaci6n del Fundador y fue destinado a Africa. [401]

Hilger Nuestro cohermano Rudolf Horsthemke, ya como Frater, de-


bido a su obesidad, era un verdadero fen6meno y con sus 120 kilos llamaba
poderosamente la atencnSn. El P. Fundador gozaba viendo la figura de
Horsthemke, sobre quien no se podian hacer suficientes bromas. El P. Ar-
noldo se sacudia de risa. Lo envi6 a China, porque para los chinos la gor-
dura es motivo de gran admiraci6n. [402]

Stolte Yo le habia expresado el deseo de dedicarme a la ascetica, de


dar retiros y predicar misiones populares. El P. Arnoldo me destin6 a
Steyl: "Vaya a Steyl, alii va a tener cientos de oportunidades de dar reti
res". En realidad, alii en Steyl me dedique* a la pastoral en ese sentido.
[403]

Kaufholf Me habia ofrecido para ir a Togo, y por lo tanto estudiaba


con gran entusiasmo el ingle's. Cuando hice mi pedido, escribi: "No deseo
ir a Norteame'rica". El venerable Fundador Iey6 rapidamente lo que habia
escrito y cuando vio ese NO, arreglandose el solideo y sonriendo satisfecho
dijo: "dAsi que tu quieres ser un Yankee?". *'Perd6n, Reverendo Padre, jyo
he escrito No para America del Nortel". Con lapiz rojo subray6 e*l mi No
y me destino* para nuestra casa de Silesia, Santa Cruz, pues el me'dico ha
bia pronosticado que el clima tropical no era bueno para mi. ... Mis com-
paneros de curso, destinados para las misiones, luego de una corta visita
a su tierra natal, viajaron a Steyl. Los otros permanecimos aun en San Ga
briel. Despue's de un tiempo me comunic6 el venerable Fundador que de-
bia estar dispuesto para ir a la Argentina. Cuando llegue" a Steyl mis com-
paneros me preguntaban qu6 era lo que hacia alii. "He sido destinado para
las misiones; voy a Argentina, a la regi6n de Misiones". Ahora habia que
prepararse. Hacfamos ejercicios de tiro, aprendimos a cabalgar, a na-
dar, etc. Entre tanto el P. General habia vuelto a Steyl. Una nueva con-
versaci6n con e"l. "Toma la lapicera y escribe: Con el barco, a mediados
de agosto, desde Amberes, comienzos octubre en Corral". Al escuchar la

77
palabra "Corral", lo mire preguntandole ... Entonces agreg6: "Te he des-
tinado para Chile. jAlabado sea Jesucristol". "Por siempre. Amen. jMuchas
Graciasl". [404]

Grendel 132 En los dos meses despues de la Ordenaci6n Sacerdotal, el


P. Fundador nos dio una introducci6n practica en la pastoral; durante
ese tiempo nos dio tambien el destino misional, segun la lista de nuestro
ingreso en el Seminario. A ml me saltaron. Como me pareciera que no me
iban a enviar a China, fui hacia el P. Prefecto Lux y le express nueva-
mente mi deseo.
Por Pascua de Resurreccidn yo estaba ausente, ayudando en la pas
toral. Cuando volvi, el martes despues de Pascua, el Hermano portero me
dijo: "El P. General ha preguntado por Ud., y quiere que vaya en segui-
da hacia el". Fui. El P. General me dijo: "Ud. desea ir a China, muy bien.
Estoy contento con poder cumplir su deseo. Alii Ud. podra conocer expe-
rimentados misioneros, como por ejemplo al P. Freinademetz. Ud. podra
aprender mucho de el; dejese aconsejar y guiar en el trabajo misional".
Le agradeci y agregu6 que me gustaria ir el martes pr6ximo a casa, como
todos los otros que iban a las misiones. El Fundador me dijo que no era
necesario aun, pues tenia que aprender primeros auxilios en el Hospital, en
Viena, lo que me serviria mucho en China. Cuando le observe que en mi
casa estaba todo preparado para celebrar la Primera Misa, me pregunto si
la came ya estaba asada. Por cierto le dije que no. Entonces dijo: "Menos
mal". Quedamos en que yo debia hacer primero el curso en Viena, que
duraba unos dos meses y medio.
Cuando al cabo de ese tiempo me presente ante el parroco de mi
pueblo, este, enojado, me dijo: "Una Primera Misa ya no podra ser".
Asi fue c6mo al domingo siguiente presidi la Misa principal. El pa
rroco predico y me present6 a la comunidad. Habian venido, como es 16-
gico, algunos parientes. En casa hicimos una pequena fiesta. Por la tarde,
el parroco se fue de vacaciones y tuve que reemplazarlo durante quince
dias. [405]

Esser 133 Cuando le resultaba propicio entregar personalmente los des-


tinos misioneros a los neosacerdotes, el P. Fundador, al celebrar la santa

132 P. Jos6 Grendel svd (1881-1974) [] 411 — Steyl '98. Orden. '07. China, regres6
en 1949. [1475]
138 p. German Esser svd (1870-1938) — Steyl '84. Orden. '95. Rector en S. Gabriel
cuando el episodio del P. Kosters (1906) quien apel6 a Roma contra el Fundador. El
Documento en favor de 6ste fue firmado tanto por las autoridades de la Casa, como
tambi£n por casi todos los Padres. Ftie testigo oficinl en el Proceso Informativo, espe-
cialmente en relation a este caso. [1444]

78
Misa, colocaba el escrito con los destinos debajo del corporal. Y dicha
Misa, que el celebraba segun esa intenci6n, duraba a menudo una hora,
mientras que por lo general el Fundador en media hora celebraba su Misa.
Igualmente en ese dia, cuando le entregaba a cada padre su destinaci6n,
se parecfa a Moists: resplandecia. Siempre tuve al Fundador por un santo,
mientras vivia y despu£s de muerto, y siempre le he rezado. [406]

Buecking184 Sucedi6 cuatro anos despu6s de mi ordenaci6n. En esa


oportunidad me comunioo el Senor Superior que estaba decidido a enviar-
me a Togo, como superior de la comunidad. Yo veia las grandes dificulta-
des que esto acarrearia y le pedi que no lo hiciera.
"<»Desea enviarme verdaderamente alii?".
"Si, yo lo envfo".
"Solamente por el voto de obediencia ir6 y voy".
"Vaya por el voto de obediencia a sus superiores y a la santa Regla".
[407]

De la despedida

Brackmann En 1906, a cada uno de nosotros, los nuevos misioneros,


nos invit6 a almorzar con 61. Cuando lo hice, el P. General se mostr6 en
todo momento muy cordial y afable. Se hab!6 de la casa, de mis padres y
hermanos, incluso de vacas y agricultura. Todo tenia para 61 un vivo in
terns. Mi familia era vecina del Tetekum, una enorme hacienda pertene-
ciente a la familia Thiers, que hace anos la regalo a Steyl, pero que los
parientes pidieron de vuelta. Le conte algunas cosas relacionadas con la
hacienda; escuchaba con mucha atenci6n. De repente interrumpi6 lo que
le decia y dijo: "Ahora vamos a conversar del Brasil. <iPor qu6 cligi6 tra-
bajar en el Brasil?".
"En la esperanza de poder ser misionero entre los indios".
UJ&, entonces Ud. podra, de vez en cuando, dejar hablar a su su
perior", me dijo en tono ir6nico.
"Ademas tengo una hermana en Brasil, que es religiosa y que a lo
mejor puedo volver a ver alii".
Ri6 de buena gana. "Ahora lo entiendo". Me pregunto mas sobre mis

184 P. Germdn Bucking svd (1863-1931) — Steyl '80. Orden. '90. Togo, su primer
Prefecto Apost61ico. 1902/20 = Consejero gral. [13911

79
padres y agreg6: "Solamente a unos buenos padres les da el buen Dios
hijos para que sean sacerdotes o religiosos".
Entonces busc6 por todas partes una bolsita de papel, para poner alii
las manzanas que habian quedado sin tocar. "Esto es para su mamd y para
su hermanito; llevelas a su casa".
"No tengo hermanito; soy el menor en casa".
"Entonces habrd nietos, y a los chicos les causa alegria cuando la
abuelita llega a casa".
Y al final una recomendaci6n: "Esfuercese por trabajar bien en Bra-
sir. [4081

Mueller 135 Despu6s que recibi mi destinaci6n para las islas Filipinas,
cambiada por el Paraguay, tuve varias conversaciones con el P. General
sobre los trabajos que teniamos alii. Me dio instrucciones sobre la Misi6n.
Se habia retirado al Santa Annahof, para poder trabajar sin ser molestado.
Y para no perder tiempo, por muchos dias me llamaba a conversar con el
durante el almuerzo.
Durante 6ste se conversaba tanto que la comida se enfriaba. El, pa-
rece, no lo notaba, y lo comia todo frio. [409]

Froewis Cuando Horstmann, Noyen y yo, como j6venes misioneros,


dejamos Steyl, nos acompan6 el venerable Fundador, en el coche, hasta
Venlo. Me dip: "Imite Ud. al buen P. Freinademetz y trate de que en
China haya muchos y buenos colegios cat61icos". [410]

Grendel Los hermanos Jos6 y Luis Hesser tenian una hermana reli-
giosa que trabajaba en Constantinopla. Ella todavia no habia visto a sus
hermanos como sacerdotes. Por eso el menor, el P. Luis Hesser, ordenado
en 1907, pidi6 al P. Procurador Misional, el P. auf de Heide, pasar por
Constantinopla en su viaje hacia China. Ya que habia un convenio con el
Lloyd y con el Expreso del Oriente, el Padre Procurador Misional dijo en-
seguida que si. El P. Luis le pregunt6 si yo podria acompanarlo, a lo que
el P. auf der Heide le contest6 que debia consultar eso con el P. Fun
dador, quien por entonces se encontraba en Roma. El P. Arnoldo prohibi6
el viaje. [411]

Licmus Mientras eramos alumnos en Steyl, siempre se supo que un


misionero dejaba la patria para siempre. Esto se entendia especialmente

"B p. Francisco MiiUer svd (1868-1947) [] 764, 765, 976, 977, 984, 985
Steyl '83. Orden. '95. Togo, en 1908 primer Superior de la xnision entre los guara-
nies, Paraguay. [1558]

80
para quienes iban a China. Al comienzo volvio uno que otro misionero del
Africa. Se nos dijo: Varios misioneros j6venes han muerto en Togo; los
medicos alemanes han declarado que los misioneros deben volver de vez
en cuando para renovar y purificar la sangre durante algunos meses en
Europa. Pero cuando desde Steyl se les pudo enviar provisiones a Togo, y
medicinas, con la recomendacidn de que se atuvieran a las prescripciones,
cada vez fue menor el numero de los que volvieron. De Argentina, a donde
habian ido en 1889, vale decir, mucho antes que a Togo, no volvi6 ningun
misionero. Tampoco volvi6 ninguno de Brasil, Chile o Norteameiica, ni de
Nueva Guinea. Para nosotros esto era lo mas natural, y a nuestros parien-
tes en casa, les deciamos lo mismo. El deseo y voluntad del Fundador era:
El misionero deja la patria, los padres y la casa y vive y muere por su
vocaci6n y el pais donde trabaja. El no vuelve mas. [412]

Sandkamp El neosacerdote P. Kraudelt, ordenado en 1907, fue desti-


nado a Togo. Por su ffsico parecia un gigante, ademas era de muy buena
salud, inteligente y trabajador: el modelo de un misionero. Lo primero que
hizo en Togo fue estudiar y dominar el idioma del pais; asi fue como re-
cibi6, del Prefecto Apost61ico, el permiso para confesar. Cuando en 1908
Ueg6 el telegrama que decia: Kraudelt muerto, el Fundador, que lo leia,
dijo: "Dominus dedit, Dominus abstulit". [413]

Dc los estudios ulteriores

Peil El venerable Fundador deseaba de todo corazon formar de los


sacerdotes, buenos profesores. Para este fin se fund6 la Casa San Rafael
en Roma, para que en las escuelas superiores y universidades de la Ciudad
Eterna, los j6venes sacerdotes se pudieran compenetrar del espiritu apost6-
lico. Desde ese entonces recibieron su formaci6n alia, afio tras ano, varios
sacerdotes de la Congregaci6n.
Tambien envio a las universidades de Alemania y Austria a algunos
sacerdotes escogidos. De ahi que fueran varios los que estaban matricula-
dos en diversas facultades en Viena, pero no en teologia. Otros iban a las
universidades de Wuerzburg, Breslau y Rotenburg. "Lo que se ha estu-
diado una vez en la vida, no cuesta llevarlo", era una frase que le gus-
taba repetir al Fundador. Y cuando uno no veia la importancia o utilidad
de alguna disciplina, decia: "No importa, quizas dentro de un tiempo se
pueda aprovechar". Este principio del Fundador se ha confirmado muchas
veces, especialmente en lo que a matematicas y filosofia se refiere. Tam-
bi6n envio cohermanos para que estudiaran en las escuelas tecnicas y pro-

81
fesionales, en los conservatorios de musica e incluso en hospitales. En San
Gabriel se dieron clases de jardineria y agriculture, de agropecuaria y
otros ramos. Tambie'n hubo lecciones de fotografia, dibujo y pintura. En
todos estos ramos, que no eran los principales, siempre se debia tener bien
en claro cual era la finalidad.
Una experiencia de mas de cuarenta afios de vida de la Congregaci6n
afirma que nuestro Fundador tenia una maravillosa visi6n del futuro. Mu-
chos de nuestros misioneros deben agradecer que durante sus estudios hu-
bieran tenido la oportunidad de aprender algo, que despu6s en la vida les
fue de gran ayuda. [414]

Schwager Mas o menos 23 sacerdotes que se dedicaban a la Filologia


o a las diferentes ramas de las Ciencias Naturales, habian estudiado en
universidades como las de Berlin, Bonn, Munich, Innsbruck o Viena. A la
mayoria de ellos, el mismo venerable Fundador fue quien los entusiasm6
por estos estudios, con el carino que mostraba por esos ramos. Si uno mira
la gran falta de sacerdotes que en su obra misionera tiene la Congregaci6n
en Europa o en el mundo, se dara cuenta que, porcentualmente, su Fun
dador no descuid6 un elemento secundario, pero de tan grande importan-
cia: el desarrollo de la ciencia. La cultiv6 y propag6 con gran compren-
si6n y fidelidad. [415]

Gusinde De cada seis sacerdotes que se ordenaban, enviaba el Fun


dador a uno para que, despues de la ordenaci6n, estudiara. Muchos iban a
Roma, otros a las universidades de habla alemana, especialmente a Viena,
Berlin, Innsbruck y Bonn. Con gran preocupaci6n seguia el a cada uno de
los sacerdotes en sus esfuerzos en estos centros de estudio. No debian
mirar mucho en lo que al dinero se referia, a pesar de que estos estudios
eran caros. El Superior Janssen "no temia el sacrificio o el costo de las
adquisiciones, si se trataba de exigencias en lo concerniente a trabajos cien-
tificos. Asi como £1 ahorraba y pedia se viviera la pobreza, asi tambie'n
fomentaba y permitia todo lo que tenia que ver con fines cientificos, ma
terial de ensenanza, estudios, libros y revistas. Con entera confianza uno
podia recurrir a el". [416]

Fischer Despues de mi ordenaci6n sacerdotal me destinaron para la


ensenanza en el Seminario Misional Santa Cruz. Al final de las vacaciones,
tras el primer ano de estar alii, Ueg6 inesperadamente la orden de que el
P. Hermann Esser y yo debiamos trasladarnos a la Universidad de Berlin
para un ulterior estudio de Ciencias Naturales. Por supuesto que yo hubie-
ra preferido estudiar las ciencias puras, como Filosofia o algo referente a
la teologia. Pero me someti al deseo de mi Superior y Padre espiritual, a

82
quien tanto tenia que agradecer. Nos dej6 escoger las asignaturas, pero
tenfamos que recibir su visto bueno. Los libros que necesitabamos debia-
mos pedirlos a trav6s de 61, y accedio a todos nuestros deseos y pedidos.
Bajo la tutela del P. Schwendener hice una investigaci6n microsc6pica:
"el periodo en el tallo". El profesor se alegr6 por mi trabajo y me ofreci6
la promoci6n. No me atrevia a preguntarle al P. Fundador. Tambi6n el
P. Kreichgauer me desaconsej6 preguntarle: igualmente sin el titulo de
doctor uno puede hacer bien sus cosas. Mi trabajo sobre el periciclo fue
publicado en la revista botanica de Berlin. [417]

Schmidt Como joven sacerdote llegue a nuestro Seminario Santa Cruz.


Al cabo de un afio fui enviado por el P. Fundador a Berlin, sin que me di-
jera qu6 debia estudiar alii. Tenia la mas completa libertad para elegir
lo que quisiera y conforme a las aspiraciones que habia tenido durante
mis anos de estudios: habia investigado las fuentes arabes y hebreas de la
filosofia medieval. Esto es lo que estudie principalmente en Berlin. Cuan
anticuado era el sistema de estudios en aquel entonces lo demuestra el
que, para poder estudiar otro semestre, habia que hacer largas tramita-
ciones. Fui afortunado al poder estudiar tres semestres en Berlin. [418]

Decreto Ya que el Fundador envio sus misioneros a todas partes de la


tierra, favoreci6 y protegi6 en forma generosa la investigaci6n cientifica
de diversos idiomas y culturas. Los futuros misioneros aprendieron a valo-
rar las diversas culturas y su importancia para toda la vida espiritual de
un pueblo, y se les sensibilizo para que vieran las huellas de la verdad
divina en las religiones de esos pueblos que no conocen aun el camino de
la salvaci6n de Cristo. A travel del cultivo de la etnologia, sociologia y
estudio de las Religiones, ofreci6 el Siervo de Dios Arnoldo, una impor-
tante contribuci6n a la formaci6n de misioneros y abri6 asi nuevos cami-
nos a la obra de la Iglesia. [419]

Schmidt Yo habia publicado una media docena de articulos, entre los


cuales habia dos trabajos bien extensos, sobre la situaci6n idiomatica en
Oceania. Todos estos trabajos los habia hecho yo solo, y de ninguna ma-
nera fui aliviado de otras obligaciones. Por mi parte tampoco puse exi-
gencias a los superiores. Esto correspondia a los sanos principios del Fun
dador: las personas se aquilatan en las pruebas. [420]

Schmidt El P. Koesters habia trabajado en un meromandum para la


Congregaci6n de Religiosos, que varios padres habian firmado. Pienso que
el P. Koesters, el P. Gier y yo lo habiamos firmado... Tuve despu^s la
sensaci6n de que 61 queria llamarme a que diera explicaciones sobre esto;

83
pero nunca lo hizo. Por el contrario, quiero reafirmar que siempre tuve
del P. Fundador su plena confianza y su comprensivo apoyo en mis tra-
bajos cientificos. [421]

Schmidt Por mis estudios me di cuenta de que cantidad de material


podian enviar los misioneros, si estuvieran instruidos y guiados en ese
sentido. En realidad se us6 el material que ellos enviaron, pero la mayoria
de las veces mal, por incre'dulos y porque lo usaron a su antojo, tomando
s61o aquello que les gustaba. Luego alababan a los misioneros por su exac-
titud. El material exacto que enviaron los misioneros debieron haberlo
usado para corregir sus puntos de vista. Si tuvieran una revista en que
publicaran todo eso, la cosa seria diferente. Estos pensamientos se los ex-
prese* al P. Fundador en conversaci6n privada y en otras ocasiones. Me
escuchaba muy tranquilo. Se lo coment6 varias veces, y otras tantas las
escuch6. Esta era su forma de probar si verdaderamente habia detras de
ello la necesaria voluntad. Finalmente dio su aprobaci6n. Asi fue c6mo
nad6 la revista Anthropos.
Anthropos era propiedad de varias Congregaciones, no unicamente de
la nuestra. De ahf, creo, nace hacia nosotros la simpatfa de otras Congre
gaciones. Por aquel entonces nuestra Congregaci6n no tenia prestigio to-
davia y era considerada por las otras como arribista y como la compe-
tencia*. De aqui que no era recomendable que Anthropos fuera propiedad
de la Congregaci6n. Estaba surgiendo.
Poco a poco busco el Fundador — al comienzo no quiso decir nada—
que la revista fuera propiedad de la Congregaci6n. Yo no lo veia asi y me
opuse por mucho tiempo. De cuando en cuando me exhortaba a travels del
Procurador. Ello me enojaba; yo estaba por entonces, enfermo. Permaneci
en mi idea por mucho tiempo. [422]

Schmidt Finalmente —estaba ya tan harto de todo esto— no pude


aguantar mas. En un punto de vista le daba raz6n al P. Superior General:
mi opini6n de que yo podia, como miembro de la Congregation, figurar
como garante de todas las sociedades misioneras, era can6nicamente insos-
tenible. Por aquel entonces la pieza del Fundador era la que hoy sirve de
sala de recreaci6n. Alii estaba su escritorio entre las dos ventanas. Fui ha
cia el y le dije, en forma un tanto terca: "Reverendo Padre Superior Ge
neral, quiero entregarle a Ud. la revista Anthropos".
"P. Schmidt, qu6 bien que Ud. haga esto", me dijo, y levantandose de
su asiento, vino hacia mi y me abraz6.
"Esta muy bien asf, que haya llegado a este punto. El Anthropos tie-
ne mucho futuro, y hay que asegurarlo. Y los Superiores Generales no siem-

84
pre estan a favor de esto, como yo lo estoy ahora. Por eso quiero en forma
legal, y por medio de estatutos, reglamentar su administraci6n".
Y lo hizo, del modo mas liberal posible. Se constituy6 un comit£ ad-
ministrativo del que formaban parte el Rector y el Procurador de San Ga
briel. Estaba dispuesto asi que ellos siempre serian mayoria.
Que el venerable Fundador tuvo una excelente visi6n de las cosas, se
comprob6 despues, cuando un Superior General quiso disolver el Anthropos
porque no daba ganancias. Fue providencial, tambie'n, que el venerable
Fundador se hubiese impuesto. Y fue tambien necedad la mia al oponenne
por tanto tiempo. [423]

85
10. HERMANOS MISIONEROS

Hopster Habia buenas reladones en Steyl entre Padres y Hermanos,


aun despues de 1930, cuando alii vivian 325 Hermanos en votos y cada ano
ingresaban al Noviciado entre 40 y 80 novicios. Decisivo para que hubiera
ese espiritu de fraternidad era, en primer lugar, el que todos trabajaran por
el Reino de Dios. Desde los tiempos del Fundador, en Steyl, reinaba ese
caluroso interes por participar de los acontecimientos de las misiones y
el santo deseo de ayudar a los cohermanos que trabajaban en paises de
misi6n. Codo a codo bregaron Padres y Hermanos en la imprenta y edi
torial, en la procura misional y en la secci6n finanzas. Huemmler, en su
libro sobre el Fundador, dice que ese trabajo por las misiones desarroll6 un
espiritu de cuerpo en la joven Congregaci6n misionera, unico en su g6-
nero. El que alguna vez particip6 en una despedida de misioneros en Steyl,
en que salian mas o menos 100, puede apreciar qu£ ardor reinaba y como
podia order esa llama de celo incansable por la construcci6n del Reino de
Dios. Tambien influy6 mucho en las relaciones entre Padres y Hermanos
la vida religiosa en comun. La oraci6n comun de los Hermanos permiti6
que se desarrollara ricamente el servicio religiose Era nuestro Ora et
Labora. Oraci6n y trabajo se enriquecian mutuamente. El acto liturgico de
la manana era la celebraci6n de la Sta. Misa que variaba entre Misa can-
tada, Misa rezada comunitariamente, Misa en silencio, etc. Los Hermanos
tenian su propio coro. La oraci6n de la noche, generalmente era una Ben-
dici6n con el Santisimo. A esto hay que agregar que con el correr de los
afios la liturgia se fue desarrollando con gran esplendor, lo que motivaba
mucho: por ejemplo la celebracidn de la fiesta de Navidad, con la proce-
si6n de Corpus Christi, la Procesi6n en el dia de las Reliquias, el que
juntos fueramos al cementerio la tarde antes de Todos los Difuntos y
cuando acompanabamos por ultima vez a un cohermano difunto.
El gran numero de Hermanos que rezaban y trabajaban por el Reino
de Dios es algo que siempre impresiono a las visitas, especialmente a
quienes en gran numero venian a Steyl para hacer retiros espirituales. [424]
De la admision

Mabtinus En 1879 habia Uenado los formularios y vine a Steyl, para


presentarme personalmente. Tras aguardar largo rato en la sala de recibo,
Heg6 el Fundador, me hizo algunas preguntas relacionadas con mi persona
y al fin me dijo que me acompafiaba hasta la salida. Fasamos por la co-
lina. Alii, donde hoy esta el gran campo deportivo, se volvio, y mostrando
hacia la casa me pregunt6: "<jQu6 opinas, crees que puedas estar alia?".
"Si", fue mi respuesta. "Entonces vente no mas". "^Cuando?". "Apenas
puedas". "<iY qu6 es lo que tengo que traer?" "Tendras ciertamente ropa
que usas, traela no mas". Cuando estuvimos en la cima de la colina, me
pidi6 que me hincara y me dio su bendici6n. Asi me despedi. Claro que
por pocos dias, pues Ilegu6 poco tiempo despu6s. [425]

Kugelmeier 136 jUna cruz junto a la campanula de la puertal |No esta


mail [Tocala, en la cruz esta la salvacidn!
Al portero le dije mi nombre y que deseaba hablar con el Rector. Me
hizo entrar y me acompan6 a travel de un corto corredor hacia la izquier-
da, pasando frente al altar de una Madonna, a una pequena sala de recibo.
"Asi que en la puerta de entrada una cruz, y justo junto a la entrada
un cuadro de la Virgen con el Nino Jesus; se ve d6nde estamos".
En la pieza la sencillez mas absoluta, pero todo limpio. Sentado alii
via un joven alto y fornido, que podia tener tres o cuatro anos mas que
yo. Se me ofrecid una silla y me sente. El portero me dijo que segura-
mente tendria que esperar un poco, pues el Senor Rector estaba ocupado.
Llego un sacerdote y salud6 con el tipico saludo de los cat61icos. Llevaba
una sotana y un cingulo y cubria su cabeza con un gorrito redondo. Como
lo note en seguida, era el Rector de la Casa Misional. Me alc6. Estaba
frente a frente, pero nadie decia una palabra. Si que nos observabamos.
A mi me gusto ese sacerdote. No sentia vergiienza ni miedo frente a 61.

130 Pbro. Agustin Kugelmeier (1881-1951) [] 428, 441, 454, 455, 459, 516, 523, 538,
543, 773, 834-836, 862, 864, 903, 910, 917, 1173
Steyl '83. Era "Hno. Estanisluo", zapatero. Primer Hno. que fue a Roma '88. En 1890
no renovo los votos, huscamlo por diversos caminos Hegar al Sacerdocio, siendo or-
denado en 1893, tuvo unn vida pastoral variada y fecunda. Escribio mucho y en di
versos escritos aparecen sus recnerdos del tiempo en que fue de la SVD. Escribi6 entre
40 y 60 anos despues de que tuvieran lugar los sucesos y segun los conservaba en
su memoria, de ahi logicas incorrecciones. [1521]

87
Desde joven habia respetado a los sacerdotes; a 6ste, en cambio, le tuve
la mayor confianza.
El Senor Rector me contempl6 largamente, sin decirme una palabra.
Me present^ y le hice saber mi deseo: qucria estudiar y ser sacerdote y
misionero.
"Ah, ah, asi que tu te presentas para ver si aqui es posible realizar lo
que deseas".
"No, yo vine para quedarme enseguida y empezar de inmediato".
"Pero, ^fuiste aceptado ya? No lo recuerdo".
"No, recibi solamente una carta como respuesta a mi consulta".
"Oh, ^., ahora recuerdo; pero mi querido muchacho, asi no resulta
esto. Tu no has contestado el cuestionario y no has enviado los certifica-
dos. Yo ni te conozco. Yo no compro un rat6n en un saco. Vuelvete a tu
casa. Te dar6 los papeles para que los llenes. Una vez que lo hayas hecho
me los envias con los certificados y una carta de recomendaci6n de tu
parroco. Reza bastante y luego veremos. Eres zapatero, como has dicho.
No te podemos recibir como alumno, a lo sumo como aspirante a Hermano.
Bueno, mi amigo, jhasta pronto I".
"Disculpe Ud., Sr. Rector, pero yo ya me despedi de mi casa. Volver
nuevamente es algo imposible. Deme por favor los formularios. Voy a bus-
car mientras tanto trabajo aca en Holanda. Los papeles los puedo llenar,
pero tendr£ que pedir me manden los certificados. Entonces traere todo".
El Sr. Rector me mir6 asombrado y dijo: "^Tienes el coraje de hacer
eso?".
"^Coraje? Se necesita poco para esto; yo ya estuve lejos de mi casa
trabajando con un maestro".
Sonri6 entonces el Rector. "Dime, tu vienes de Waldbroel. Nosotros
tenemos aca un joven que es de alii, se llama Pedro Hochhardt. 4L0 co-
noces? <iTe conoce a ti?".
"Por cierto que lo conozco, 61 fue una vez a buscar un ternero a mi
casa; 61 era carnicero, como su padre. Claro que el no me debe conocer,
pues es de mas edad que yo".
''Conoce por lo tanto a tus padres, <iverdad?".
En ese momento son6 una campana y el Sr. Rector dijo: "Ahora se
reza el Vfacrucis. Entretanto yo quiero hablar con el Sr. Hochhardt y pre-
guntarle por tus padres. Despues vuelve nuevamente aca".
Despu6s del Viacrucis volvf ante el Rector y me dijo: "Puedes que-
darte. El Sr. Hochhardt alab6 a tus padres. La manzana no puede caer muy
lejos del arbol. Tu vas ahora donde los Hermanos. Lo que va a pasar lue
go, eso ya lo veremos".
Asi llegue a la zapateria. Al cabo de unos dias empece a meditar:
«ipor qu^ estoy sentado aqui todo el santo dia? Tambi6n afuera puedo re-

88
mendar, incluso puedo hacer zapatos nuevos y hermosos, y ganar dinero.
Asi que vamonos de aqui. jMe voy a la Regi6n del Walz, atravesando Ho-
landa, e incluso a otros paisesl Yo pensaba que todo esto era bajo el in-
flujo de un buen espiritu, pero era malo.
Fui hacia el Sr. Rector Arnoldo Janssen y le dije que no queria que-
darme mas tiempo.
"<iPor que no?"
"Me he dado cuenta", menti, "que debo preocuparme de mis ancianos
padres".
"<iNo te dejaron salir libremente de tu casa tus padres y aprobaron tu
venida?".
"Si, si. jPero yo me quiero ir de aqui!".
"Muy bien, mi querido amigo, pero espera unos dias, y entonces a lo
mejor te querras ir de nuevo".
Despu£s de algunos dias me habia olvidado de querer irme.
Muy pronto me asignaron a la imprenta. Llegu& a ser Hermano y soy
muy feliz. [426]

Cyriacus m Llegamos de Bottrop el Hermano Cirilo Scheiermann y yo.


Eramos vecinos y companeros de colegio. Teniendo catorce arios nos pre-
sentamos en Steyl: "Queremos ser Hermanos". Fuimos aceptados como
aprendices.
Despu^s del retiro que predicara el P. Blum, los postulantes que re-
ci£n habfan ingresado y nosotros, los dos aprendices, tuvimos que ir a
ver al Senor Rector. Primero recibi6 a los Postulantes. Cuando hubieron
salido, nos toco a nosotros.
"Miren. Pero si acd estan estos dos muchachitos". Y dirigi£ndose a
Cirilo Scheiermann:
"<iTu qu6 quieres ser?".
"Zapatero".
"Entonces anda con este Hermano" y le hizo senas al Hermano Fidel.
"Bueno, el sera vuestro maestro como encuadernador. Saludenlo. Desde
manana ustedes trabajan en la encuadernaci6n".
Quedamos un tanto asombrados al ver al pequeno Jefe de la Encua-
dernaci6n, al Hermano Fidel, que junto a su bast6n cojeaba y a quien yo,
con mis catorce afios, podia mirar desde arriba, por mi estatura. Tuvimos
en el un maestro diligentisimo, afable y piadoso, que muri6 como un santo.
[427]

«7 H. Cyriacus, Teodoro Lobeclc svd (1873-1947) [] 473, 482, 546, 957, 989
Steyl '87. En diversas casas de Europa. [1418]

89
Kugelmeier El mismo dia que llegue a Steyl, Ileg6 tambien Karl Meier,
sin haberse anundado previamente. Era un pobre diablo sin un centavo.
Tenia 45 aiios. Cuando joven habia hecho el Bachillerato, habia estudiado
en la Universidad y luego fue periodista en un diario en Bonn. Debido
al Kulturkampf se qued6 sin trabajo, empobreci6 y se convirti6 en vaga-
bundo. El hombre que habia caido entre los ladrones, Ileg6 a Steyl. El
Rector, Arnoldo Janssen, fue su buen samaritano. Se decia: "debo ganar-
me a este hombre y salvarlo. Con la ayuda de Dios haremos algo bueno
de el".
El senor Karl Meier era una persona que se podia enojar tremenda-
mente. Me consta que en varias oportunidades enfrent6 al venerable Fun-
dador de una forma incontrolada y falta de respeto. Pero se encontrd con
la bondad propia de un San Francisco de Sales. Asi fue c6mo el Senor
Rector Arnoldo Janssen cambi6 por complete al Senor Karl Meier. Este
super6 su irascibiHdad y Ueg6 a ser una persona bastante tratable. Esto le
debe haber costado un esfuerzo inmenso. Despues sabia rezar como no
vi a nadie rezar asi. No veia ni escuchaba nada cuando rezaba. El lobo se
transform6 en manso cordero.
El Senor Rector A. Janssen puso a pruebas diffciles a K. Meier, una
despues de otra. El, el fil6sofo, debia mover conmigo las dos rotativas.
Que me hubieran exigido eso a mi, no me sorprendia. Fero que el tan ins-
truido y viejo Karl Meier gastara un poco de sus fuerzas, era incompren-
sible. Para consolarlo le daba siempre mi vaso de cerveza, que con gusto
se bebia (de vez en cuando recibiamos un inocente vaso de cerveza).
Un buen dia ya no tuve como companero de mesa en el comedor a Karl
Meier, ni tampoco en la rotativa. Lo vi con sotana en el grupo de los
fil6sofos y teologos. El P. Fundador queria hacer de ese Karl Meier, a
quien habia puesto aceite y vino en las heridas de su alma, un sacerdote.
Pero cuando debi6 recibir la tonsura y las ordenes menores, el Obispo de
Roermond no se lo permiti6; sus papeles no estaban en orden. Se sac6
nuevamente la sotana. Fue enviado a la imprenta como corrector de prue
bas. Despues de un tiempo fue a Marienhill, en Sudafrica, y de alli al gran
convento trapense en Oelberg. Lleg6 a ser sacerdote. Cuando estaba escu-
chando la confesi6n de un sacerdote diocesano, tuvo un ataque al cora-
z6n y cay6 muerto.
<jNo habra visto el Fundador, A. Janssen, en el vagabundo que vino a
pedir limosna a la Casa Misional, al que seria despues el gran apostol de
las almas, el P. Agustin? Habriamos tenido nosotros entonces la Have en
csta enigmatica historia. [428]

90
Concohdius 138 Hacia ya cuatro o cinco afios que me hallaba en Steyl,
cuando un dia el P. Superior me preguntd si no habia pensado antes estu-
diar para sacerdote. Me quede de una pieza, pues con nadie habia hablado
al respecto, ni siquiera con mis padres. "Si", le dije, "cuando tenia 16 6 17
afios pense ingresar en los jesuitas. Pero mi padre murio por aquel en-
tonces; de ahi que me quede en casa para mantener a mis hermanos me-
nores".
El Fundador me pregunt6 si no me gustaria hacerlo ahora.
"Pienso que a la edad que tengo, 32 afios, me serd muy dificil el es-
tudio". Me dijo entonces que estaba bien y yo segui mi camino. [429]

Blasius lfl0 Cuando llegue a Steyl, en 1889, vino el P. Superior General


a la porteria. "Mi querido amigo, <tqui6n te trajo hasta ac&?'\ ''Vine por mi
cuenta". "No, no, querido amigo, esto lo hizo tu dngel de la guarda".
Y me golpe6 carinosamente en la espalda. Se dirigi6 al Hermano portero
y le dijo: "Prepdrale un buen caf6, jpero un buen cafeT.
Con este recibimiento me pareci6 haber entrado en el cielo. [430]

Heimat Bernardo Esleben, encuadernador de profesi6n, y que en su


casa tenfa un taller, envi6 sus cartas de presentaci6n a Steyl. Tenia un
excelente certificado de recomendaci6n de su P&rroco. El P. Superior
Janssen, le contest6 enseguida: "En Steyl tenemos una encuademaci6n pro-
pia, que probablemente serd ampliada; trabajo no nos falta".
Posteriormente le vinieron dudas al aspirante. Se trataba de su for-
maci6n profesional. El Fundador opin6: "Estas ideas pueden provenir de
un mal espiritu, que estd acechando el momento, para, con su sagacidad,
quitarle los buenos pensamientos. jTenga cuidado!". Le decia que viniera
a Steyl y presentara sus planes.
Asi lo hizo. En Steyl tuvo que hacer diversos trabajos en la encua-
dernaci6n, que encontraron aprobaci6n en el P. Arnoldo. Luego el postu-
lante se fue a su casa, vendi6 sus cosas e hizo en Gera un curso de do
rados a mano. A mediados de junio de 1890 estaba en Steyl. Fue luego el
Hermano Simon, por algunos afios director de la gran encuadernaci6n en
Steyl, y despues en Santa Cruz. [431]

Lanfrancus mo En la tarde del 28 de enero de 1894, teniendo 16 afios,


Ilegue' a Steyl. El viaje desde la Silesia habia durado dos dias y una noche,

"a H. Concordius, Pedro Pick svd (1865-1933) []677 — Steyl '93 [1415]
wo H. Blasius, Antonio Hustett svd (1859-1945) [] 475, 511, 1080, 1108
En 1900 fue a U.S.A. Desde Techny sus memorias. [1378]
"0 h. Lanfrancus, Max Reuther svd (1876-1954) [] 437, 548
Sta. Cruz '93. Servicio de maquinas de escribir y corrector de pruebas. [1525]

91
bajo una temperatura de menos 25 grados. El P. Superior me recibi6 en la
porteria y se preocup6 de que me dieran de comer, cosa que le hizo muy
bien a mi hambriento y congelado est6mago. Despues de una corta visita
al Santisimo, tuve que ir a ver al Superior. Nuevamente me recibi6 con
mucha cordialidad. Debf sentarme frente a el. Luego que me mirara un
rato, me pregunt6 varias cosas, entre otras si tenfa Ios pies frios y mojados.
Cuando le dije que si, se Ievant6 y quiso el mismo sacarme las botas. Ello
fue para mi motivo de desconcierto y me puso en una situaci6n dificil.
Pero el me dijo: "dejame que te saque las botas, estas agotado y necesitas
descanso". Coloco las botas sobre la estufa para que se secaran. Entonces
senti una gran tranquilidad, desapareci6 todo miedo; me senti como un
hijo junto a su padre. Le tuve que contar entonces sobre mi viaje y sobre la
casa Santa Cruz, donde habia estado algunas semanas. Se interes6 por to-
do. Luego me Uev6 al dormitorio y me dio permiso para dormir hasta la
hora de la Misa cantada del dia siguiente, que era domingo. Antes de irse
me dio su bendici6n de padre y sacerdote. Al otro dia fui nuevamente a el
y le agradeci por todas sus atenciones. [432]

Dignus141 Cuando llegue a Steyl, fuimos presentados Ios postulantes


al P. Superior General. Entre otras cosas me pregunt6: rt<jViven tus pa
dres?". '*Now, le conteste, "ambos han muerto". A lo que me dijo: "Enton
ces debe Ud. tomar al buen Dios por papa y a la Santfsima Virgen por
mama". [433]

Fabianus 142 En 1895 habia enviado mi petici6n de ingreso. Luego fui


personalmente a presentarme en Steyl. Le dije al Superior General que ha
bia aprendido carpinteria, pero que era pobre y que no traeria dinero.
Entonces tom6 mis dos manos entre las suyas y me dijo: "Lo principal es
que te tengamos a ti y tu buena voluntad. Y si con empeno trabajas para
la gloria de Dios y por las misiones, entonces ya el Senor se va a preocupar
de las cosas materiales". [434]

Petrus 143 Yo habia enviado mis papeles, pero el Superior General que-
ria conocerme personalmente. Poco antes del mediodia apareci6 el P. Ar-
noldo en la porteria. Salud6 a todas las visitas que alii habia y luego me
dijo: "Ay, senor Arzt, el tiempo se pas6. Le deseo a Ud. un buen provecho;
despues del almuerzo lo Hamare enseguida". Despues del almuerzo me

"1 H. Dignus, Juan Greef svd (1865-1934) — Steyl '©4. U.S.A. '01 [1423]
»2 h. Fabiano, Daniel Quiter svd (1877-1861) [] 581, 583 — U.S.A. 1900. [1450]
"8 H. Petrus, Pedro Artz svd (1877-1942) — Steyl 1900. Europa. [1573]

92
pidi6 que fuera a otra salita de espera, me dijo cordialmente, pero con voz
decidida: "Querido hi jo, sientate cerca de la estufa; hoy hace bastante
frio y yo creia que la pieza estaba calefaccionada". Tiritaba, pero no que-
ria estar junto a la estufa. Durante la entrevista me aconsej6 que no de-
jara el trabajo que tenia en una sastreria, hasta que no me sintiera lo su-
ficientemente seguro de que iba a perseverar en la Casa de Misiones. Podia
quedarme unas seis semanas en Steyl y luego, cuando creyera conveniente,
podia ir a Duesseldorf a liquidar el negocio. Al final de la conversacion
me dijo: "Bueno, hijito, ahora te voy a dar mi bendici6n, que sera como
una aceptaci6n a nuestra Congregacidn". Yo me arrodille. Cuando me
quise levantar, me ayud6. [4351

Heide Un buen dia vino una madre con su hijo de 14 afios y pidi6 que
lo recibieran como candidato para Hermano. El muchacho era hidrocefalo
y por lo tanto limitado. El Fundador le dijo a la mujer que el no lo podia
aceptar en Steyl. Ella alababa a su muchacho y contaba todas las cualjda-
des buenas que tenia. El Fundador ri<5: "Cada mujer alaba la mantequilla
que ella hace", y sali6 de la salita de espera. [436]

Del Postulado - Noviciado - Profesi6n

Lanfrancus La conversaci6n privada con el (ratio confidentialis) era


muy provechosa. De ella conversabamos con gusto, asi era como nos entu-
siasmaba. [437]

Sebaldus 144 Ingrese en Steyl en octubre de 1893, y cuando falleci6 el


Fundador, aiin me encontraba alii. Cuando Ileg6 el tiempo en que los
postulantes debiamos ingresar al Noviciado, tuvimos que ir personalmente
hacia el. Me ofreci6 una silla y me pregunt6 como me llamaba y de donde
era.

"Soy de Silesia, de Habelschwerdt, en el condado de Glatz". "Oh, yo


tambien estuve alii. Visite al pdrroco Schmidt en el hospital Maria-Hilf.
Y luego me dijo: "<)Que es lo que deseas?". "Deseo con todo el coraz6n
recibir los habitos". No replic6. Not6 como que se dormia. Si verdadera-
mente era asi o no, nunca lo supe. Estuve sentado como una media hora y
no sabia qu£ hacer. <iSe habia dormido verdaderamente? ,iO actuaba asi
para probarme? De todas maneras era una situaci6n molesta. Me resign6

H. Sebaldus, Enrique Nagel svd (1875-1947) — Vts. perp. '05. Steyl. [1608]

93
a esperar los acontecimientos. Por fin 'despeito', mir6 a todas partes y al
verme dijo: "Ah, estas todavia aqui. Asi que quieres recibir los habitos.
Bueno, te acepto. Preparate bien".
Le agradeci sinceramente y me fui a la Iglesia, donde me puse a pen-
sar de nuevo. La toma de habitos se produjo el I9 de julio de 1893, por la
tarde. Al otro dfa el P. General almorz6 con nosotros y nos felicit6. "Quie-
ro ver cuantos de los 24 van a estar aqui en dos anos mas. ^Quedar&n 15?
Cuando hicimos los primeros votos, a los dos anos, estuvo otra vez
con nosotros. Le recordamos lo de los 24 y 15. Le pudimos decir: "Sola-
mente en Steyl somos mas de veinte; dos en Santa Cruz, uno en San Ga
briel y s61o uno se retmS".
El P. Superior General entonces dijo: ''Aqui si que me equivoque^.
[438]

Domttianiis 145 Cuando yo era postulante, en 1898, el P. Fundador


mismo daba clases de catecismo a los Hermanos y Postulantes. [439]

Berchmans Como todos los postulantes, tambi&i yo recibi una tarje-


tita (era a fines de diciembre de 1891) que indicaba que debia presen-
tarme al P. Superior General. Me senti angustiado; sabia lo que iba a
venir.
Me ofreci6 un asiento. Luego se sent6 tambi£n el y comenz6 con las
preguntas. Mientras le contestaba se pasaba la mano por la cara como
quien se pasa los dedos por los ojos para despertarse. Al mismo tiempo
mantenia los dedos bien separados, de manera que miraba fijamente al que
tenfa sentado frente a el, observando su comportamiento, su forma de
contestar correcta o fingida, para formarse un juicio. Esto lo hacia con tal
maestria, que los que no lo sabian, creian verdaderamente que tenia sueno.
Por ello muchos no respondian como se debe.
Las primeras preguntas resultaron. Pero luego vino: "Digame, postu
lante Giesen, <ituvo Ud. alguna vez algun lio amoroso?". Por entonces tenia
yo 24 anos; no me salian las palabras. Por fin saqu£ valor y le dije: "Si,
P. Superior General, tengo que confesarle lo siguiente: Antes nunca pen-
s6 en forma seria en ser religioso. Sin embargo, cuando me decidi a ingre-
sar en el seminario, cosa rara, trat£ de tener una cuesti6n amorosa. Pero
me sobrepuse y no descans£ hasta que fui aceptado en Steyl". "Ves, hijito,
el Senor te mostr6 dos caminos y te dej6 la elecci6n. Te decidiste por la
vida del convento. Empenate por ser siempre fiel a ella". Esto lo decia
en forma carinosa y paternal. Yo habia esperado otra cosa. Han pasado 42

3 H. Domitianus, German Krogcr svd (1867-1957) — En 1900 U.S.A. [1429]

94
anos desde aquel momento; pero nunca olvide sus palabras, y ellas me ayu-
daron en momentos dificiles. [440]

Kugelmeier Hacia un tiempo poco agradable fuera de casa. De ahi


que yo iba y venia por el corredor. En aquel entonces era flaco y alto
como una varilla. Para pasar el tiempo componia versos. No era buena mi
poesia, s61o unos versos mediocres. Tenia la cabeza mirando hacia arriba,
como si quisiese encontrar en el techo la rima.
Entonces vi que venia hacia mi el Rector Janssen, tan humilde como
siempre, pues nunca miraba hacia arriba. Justo cuando quise hacerle una
venia para saludarlo, me miro directamente, de modo que olvid6 toda rima
y solo pude decirme: '^Que^ querra de mi el Sr. Rector?".
Me toco con un dedo la cabeza y dijo: "Creo que aqui hay bastantes
cosas que no sirven". Por un momento qued6 sin habla. Pero no habia de-
jado mi boca en casa, asi que le dije: "Podr& ser. Pero por lo menos me
encuentro en el lugar justo y espero que Ud., Senor Rector, me saque las
que no sirven".
''Bueno, si verdaderamente piensas asi, la cosa no es tan triste. jAlaba-
do sea Jesucristo!" *'Por siempre. Am6n".
En ese momento el habia visto en mi cabeza un espiritu que no le
gust6. Tenia el don del discernimiento de espiritus. Desde el primer dia
le tuve un gran respeto. Asi como por fuera parecia insignificante, asi era
de grande por dentro. Delante de el me sentia como un insecto. El Rector
Janssen era para mi un hombre espiritual de gran importancia. Sus pala
bras eran para mi la Biblia.
Si lo que le dije, le gusto, no lo se. Cuando fue la ordenacion episco
pal del Senor Juan Bautista Anzer, tuve que recitar en el sal6n donde se
daba la fiesta, a nombre de los Hermanos; otra vez, debi improvisar en el
comedor de los Hermanos, una conferencia sobre San Estanislao de Kostka.
[441]

Arand En 1884 ingreso como Hermano el hijo de un acaudalado terra-


teniente. Llam6 la atenci6n que el P. Arnoldo lo tratara en forma especial
y por medio de una rapida promoci6n ingresara al Noviciado. Tambi6n en
el trabajo en el campo lo prefirio a los Hennanos Rafael y Tomas, que
eran de mas edad. Como a todo esto dijo abiertamente en el comedor de
los Hermanos: "Si uno, cuando ingresa, debe hacer grandes sacrificios,
entonces no debe llamar la atenci6n, que los superiores reconozcan esto
en el trato que le dan".
Desgraciadamente fue una persona que no era digna de confianza y
tambien era muy ambicioso. No Ueg6 a terminar el noviciado. [4421

95
Christophorus Teniamos un postulante que habia ingresado siendo ya
linotipista y que era de gran ayuda para nosotros. Desgraciadamente tar-
tamudeaba mucho. Sucedia a menudo que cuando quedia darse a enten-
der debia hacerlo con pies y manos.
Una vez me preguntd el Superior: "^Puede este postulante llegar a ser
Hermano?". Le dije: "El muchacho es piadoso, aplicado, confiable y tra-
baja muy bien*. A lo que el Superior replic6: "Tartamudea mucho; el
hablar es un don de Dios. No podra quedarse con nosotros. No es bueno
que impongamos a la casa, en sus comienzos, una cruz asi. Incluso aunque
seamos muy estrictos con la aceptacion, con el tiempo tendremos varias
cruces en la comunidad. Ojala encuentre en otra casa su suerte". [443]

Arand Un postulante, maestro constructor, se convirti6 en peligro para


los aprendices. Apenas se supo, el P. Arnoldo tuvo una reuni6n con el con-
sejo de la casa. Al dia siguiente el maestro fue despedido. [444]

Johannes El Hermano Jose, que despu£s trabaj6 muchos afios en China,


era jefe en la carpinteria y como tal se quej6 de un postulante. Por mi
parte lo defendia. Luego se esclarecio el asunto y me di cuenta que me
habia equivocado; lo que me habia dicho el postulante no era verdad.
Entonces me tom6 el Senor Superior consigo, me Uev6 a su habitacidn y.
alii me dio una reprimenda bien larga. Cuando lo hacia, tenia las manos
juntas, los ojos cerrados y hablaba tan paternal y bondadosamente que su
manera me conmovio mucho. Sali de su pieza feliz, como si hubiera reci-
bido la mejor alabanza. [445]

Marttnus El postulantado llegaba a su fin y debian ser aceptados


al Noviciado. Peter Jager era el menor de los postulantes, por lo cual se
temia que no fuera admitido al noviciado. Por lo demas era un buen pos
tulante. Cuando le toc6 ir a conversar con el venerable P. Fundador, no
sotros le dijimos c6mo debia comportarse frente a 61. Cuando el Fundador
le dijera que era muy joven y que por lo tanto no podia ser admitido, de
bia quedarse callado y agradecerle por esa determination. Al salir de la
pieza, en la puerta, debia aun decirle en forma un tanto ingenua: "Padre
Rector, ^puedo venir a conversar nuevamente con Ud.?". Asi lo hizo. El
agradecimiento por el no haber sido aceptado y las palabras que dijo en
la puerta ganaron el coraz6n del padre. Peter Jager volvio a conversar con
el Fundador y pudo ingresar al Noviciado. Se Uam6 posteriormente Her
mano Florencio y fue misionero en China. Falleci6 en un accidente. [446]

96
Athanasius 140 Para ayudar, en Neisse, Silesia, en la construcci6n de
la nueva fundaci6n, fui destinado en el mes de abril de 1893. Debia tra-
bajar como carpintero. Era postulante, y por lo tanto, para poder ir alia
ingrese al noviciado. La noche anterior a la toma de habitos fui llamado
por el P. Superior. Cuando golpee1 a su puerta, contest6 con el "Ave".
Cuando entreY el reverendo estaba hincado delante de la estufa sacando
de las cenizas los pedazos de lena buenos todavia. Me mir6 y dijo: "Si6n-
tate", y sigui6 con su trabajo. Cuando termin6, se puso de pie y comenza-
mos a conversar. Al dfa siguiente 6\ mismo presidi6 la ceremonia. [447]

Lubenttus 147 En San Gabriel yo era el jefe en la cocina. Naturalmen-


te el Fundador me preguntaba por los Hermanos mas joVenes que traba-
jaban conmigo, cuando estos iban a hacer sus votos. Una vez: '',iCrees que
el Hermano NN es algo inteligente?". (En realidad el Hermano no parecia
serlo). Le dife: "Creo que si". El Hermano fue aceptado. No me habia
equivocado. Aun vive y es un buen religioso, que ademas de sus cinco
talentos ha desarrollado otros mas. [448]

Martinus Los primeros ejercicios espirituales nos los predic6 el Rector


los dfes 28 y 29 de abril de 1880. El 30 fue el ingreso en la tercera orden.
Uno de los primeros candidatos para Hermanos se retir6 al poco tiempo.
Queria ropa bonita. Despues ingres6 en una orden religiosa en Italia, que
tiene un habito bianco. "Ahora tiene un traje mas bonito", nos dijo nuestro
Fundador. Lo habia encontrado en Roma. Pero el habito bianco no lo hizo
feliz; no dur6 mucho tiempo tampoco ahi.
De nuestro habito verdaderamente no tenemos mucho para enorgu-
llecernos. Contra esto ya se esmer6 el Fundador. El habito llegaba un poco
mas arriba de las rodillas y era un tanto estrecho. Se necesitaba bastante
valor para dejarse ver con el, inclusive cuando uno estaba expuesto a la
burla con frases como: "se parece a un guardavias" u otras. Poco a poco
se fueron alargando las sotanas. El Fundador mismo lo prescribio todo
exactamente: debe llegar justo a 17 cms. del suelo. Al principio tenian los
Hermanos un cfngulo negro. Pronto, empero, recibieron uno rojo. As£ fue
hasta 1910. [4491

Martinus La toma de habitos en la orden tercera de Santo Domingo


constituyo una prueba para la mayoria. Por sobre todo, la incertidumbre
en la que el Fundador siempre nos tuvo, fue, tal vez, la mayor raz6n que

ne H. Athanasius, GuiUermo Hilverling svd (1862-1938) — Steyl '92. Europa [1369]


"7 H. LubenHus, Enrique Hertrnmpf svd (1874-1952) [] 863 — S. Gabriel '92. Europa
[1535]

97
tuvieron para irse los que se retiraron. El tampoco podia decir o comuni-
car algo, pues no sabia lo que Dios queria de su obra. No bien se dio
cuenta de que Dios le enviaba gente con vocaci6n verdadera, se esmero
por escribir una regla y se preocup6 por el traje. Tambi6n la toma de ha-
bitos iba acompanada con actos de negaci6n de si mismo: Eran las pri-
meras sotanas, y diciendo las cosas como son, y hablando mundanamente,
no habia en ellas nada de lo que uno pudiera alegrarse. Ciertamente que
no; primero no habfan sido hechas con este fin, sino que eran las viejas
sotanas de los monaguillos, que estaban en la sacristia y que despu6s de
la ceremonia de toma de habito, con gusto se colgaban nuevamente alii; y
segundo, las primeras sotanas eran ya tan cortas y estrechas que se pres-
taban para la burla. Por eso a mas de uno se le hizo mas dificil su voca-
ci6n. Y el Fundador se alegraba cuando el Senor, a traves de casualidades,
mandaba pruebas especiales. Asi sucedid una vez, como alguien conto,
que una sotana de monaguillo tenfa una manga descosida, y no habiendo
otra, tuvo que pone'rsela, lo que provoc6 que el Fundador se riera de buena
gana. Era como poner lena en las brasas. Poco a poco mejor6 la situaci6n.
[450]

Christophorus Cuando ingresamos a la orden tercera yo queria llevar


el nombre Jose1. Pero iste habia sido dado a otro. Cuando me too6 a mi,
me tom6 el Rector por el brazo, hizo que avanzara unos pasos hacia ade-
lante y dijo: ''Este hombre robusto debe llamarse Crist6bar. | Demos gra-
cias a Dios!", tuve que decir de buena o mala gana.
Estando una vez en su pieza y teniendo la cabeza un tanto gacha, me
espet6: "<jCuando eras coracero, tambien estabas tan agachado?". Se levan-
t6 y alzando su cabeza bien derechamente, como si fuera un soldado, dijo:
"Asi debe estar de pie un coracero prusiano. Y tambien el Hermano Cris-
t6bal". [451]

Martinus Entire los primeros candidates a Hermanos, lo que mas exa-


minaba era la humildad. A quienes soportaban con paciencia las cosas, los
podia aceptar.
Si uno llegaba atrasado al comedor, debia hacer su oraci6n junto a la
puerta, despues arrodillarse, besar el piso y quedarse asi arrodillado hasta
que el Superior le hiciera una serial para levantarse.
Uno de nosotros estuvo trabajando en el establo y tenia en la espalda
algo de heno. Asi se present6 al Fundador. El lo vio, tom6 una escobilla
y le dijo: "Limpiemos esto primero". Cuando termin6 le pregunt6: "dQue
deseas?".
Corri una vez a la pieza del Fundador para pedirle una firma para
algo que debia imprimirse, y que corrfa mucha prisa. Golpe6 la puerta,

98
pero no recibi ninguna respuesta; tampoco la segunda vez. Me agache y
mir6 por el ojo de la cerradura. La lampafa estaba encendida. Mir6 por
un momento y luego me alee1; cuando me di vuelta, estaba alii, delante de
mi, el Fundador. No dijo nada, se agach6, mir6 tambi6n por el ojo de la
cerradura y entonces me mir6 picaramente. Tuve que reirme; claro que
fue una buena Iecci6n que recibi.
En la imprenta se cometian muchas fallas en la impresi6n. El Funda
dor orden6 que cada domingo, despues de la misa cantada, se debia uno
presentar ante el con las fallas de impresi6n. Con una penitencia uno po
dia irse nuevamente. [452]

Martinus Durante el capitulo de culpas y durante la ceremonia del


dia de las vocaciones, uno debia hincarse frente al P. Espiritual, se besaba
el suelo y se decia: "Reverendo Padre, ya que con seguridad tengo muchas
faltas que no reconozco y que no veo en mi, le pido, por favor, me las
advierta. Yo quiero mejorar". Durante la correcci6n uno se quedaba de
rodillas y al teimino de &sta nuevamente besaba el suelo. Tambie"n el
P. Fundador nos aconsej6 que cuando nos levantaramos por la manana
bes&ramos tres veces el suelo, para humillarnos frente a Dios y dij&amos
tres veces las palabras de San Farncisco: 'Oh Santisima Trinidad'.
Mucho valor se necesitaba cuando uno llegaba atrasado a la Iglesia y
habia gente extrana. Uno debia hincarse cerca del Superior, besar el suelo
y disculparse. Recie'n despues de esto uno podia irse a su lugar. Todos es-
tos ejercicios de humildad eran muy apreciados por el Fundador. Si a al-
guno no le gustaban, entonces el a veces decia: "Cada uno es el artesano
de su suerte". De hecho muchos fueron los que se retiraron al principio.
Llegaban algunos postulantes, se iban otros. Una vez ingresaron cinco o
seis postulantes juntos (la cifra no la recuerdo bien); entonces dijo un
te61ogo que por enfermedad estaba con los postulantes y que luego fue
ordenado sacerdote: "Hemos conquistado la meta". Y tuvo raz6n, ya que el
numero de postulantes creci6 rapidamente. Por aquel entonces entraban
casi s61o postulantes; 6stos ya tenian su edad, y si mostraban buena dis-
posici6n, pronto eran admitidos al noviciado. [453]

Kugelmeeer Me habia quebrado una pierna al caerme. Uno de los


primeros en visitarme en la enfermeria fue el Sr. Rector. Lament6 que no
pudiera participar en los ejercicios espirituales ni en la ceremonia de toma
de habitos que iba a producirse dentro de unos dias. Yo le dije: "A lo me-
jor puedo". La pierna estaba entablillada y con vendas. Fui a varias cori-
ferencias, pero para caminar tenia que afirmarme contra la pared. Tambien
estuve en la Toma de Habitos. Pero despues ya no daba mas; el entabli-
Uado y las vendas se habfan soltado. Tenia grandes dolores y debi guar-

99
dar -cama. Todas las tardes venia a verme el Rector y me consolaba. Cuan-
dp los otros pensaban que yo habia cometido una burrada por no haber
cuidado mi pierna, el tenia una actitud muy comprensiva hacia mi, si bien
no podia aplaudir lo que hice. De cuantos me visitaban, sus visitas me eran
las mas agradables. Cada vez que se retiraba me daba su bendiduSn; creo
que yo sentia su fuerza. La pierna mejord bastante rapido. [454]

Kugelmeier Muchas veces pude recibir la bendicion del P. Arnoldo


en su pieza. Me colocaba sus manos en la cabeza, habiendo puesto antes
las franjas de su cingulo en ella. Por qu£ lo hacia asi, despue's de un tiem-
po lo adverti. El era extremadamente cuidadoso en lo que se refiere a la
castidad y a la pureza de corazon. De ahi que cuando tocaba a otra per
sona lo hacia en forma rapida y superficial, como cuando saludaba. Ar
noldo Janssen mereci6 tambten el nombre de 'Angel en came y huesos',
como fue llamado San Luis. [455]

Johannes Cuando en 1883 ingres£ en Steyl, el Fundador lo era todo:


Rector y Maestro de Novicios. Toda nuestra correspondencia que salia o
nos llegaba, pasaba por su control. Una vez me Uam6. Habia una carta
para mi que contenia una foto. "(iQuie'n es?*\ "Un companero de colegio.
Es ahora soldado y me envia su fotografia". ''Para un religioso las foto-
graffas no valen. En su lugar, debe tener estampas de santos". *'^Qu6 debo
hacer entonces con la foto?". "Quemala alii", y me mostro la estufa donde
ardia el fuego. Yo tir6 al fuego la foto. De repente se asust6 el Fundador
y me pidi6 que no escribiese nada de esto a casa. Debe haberle pesado lo
sucedido pues se trataba de mi companero de colegio. [456]

Lidwinus El amaba una fe recta y sencilla. Esto tambi^n lo deseaba


para los suyos y procuraoa protejerla y conservarla asi. Era muy estricto
con nosotros, los Hermanos, para que no introdujeiamos lecturas munda-
nas. Si advertia algo, podia ser muy severo. 1457]

Ludcerus En 1888, cuando ingrese*, vino por segunda vez a Steyl el


P. Meditz para dirigir el Noviciado. Maestro de Novicios de los cle*rigos
era el P. Eikenbrock, un hombre muy piadoso. De los Hermanos lo era el
P. Weissenfeld, aunque el P. Eikenbrock tenia la responsabHidad de todos
los Hermanos. En 1889 el P. Fundador present6 al P. Peil como nuestro
maestro de Novicios. Por entonces recibimos taxnbie'n. una adecuada sala
de conferencias; el Fundador la hizo pintar de modo que parecia una ca-
pillita. Todo el Magnificat estaba escrito en las paredes. El mismo Fun
dador nos mostr6 la sala el primer dia. [458]

100
Kugelmeier En 1885 escribio el Fundador una Regla (Constitucidnes).
Yo pertenezco a aquellos Hermanos que hicieron sus votos por esa Regla.
En esa oportunidad recibimos el habito. Al comienzo la costumbre de ayu-
nar y hacer abstinencia era muy severa, pero no tanto que danara la salud.
Con el tiempo todo se suavizo.
Arnoldo Janssen era como debia ser un Fundador; de lo contrario no
hubiera servido para esta obra. Acataba las declaraciones de la Iglesia sin
critica alguna; esta actitud se extendia a todo lo que fuese de la Iglesia.
Su autoridad por aquellos anos era tan grande que nosotros nos mantu-
vimos junto a el sin la menor posibilidad de poder realizar nuestros propios
deseos personates. Estaba muy por encima de nosotros. Lo mir&bamos con
respeto, amor y admiraci6n. [459]

Ludgerus Ya en 1888 habia una regla definida a la que el F. Superior


nos introdujo y que nos explicaba a menudo. En forma detallada se tra-
taba en esta Regla del cultivo de la piedad. El Fundador citaba a menudo
la palabra del Apostol: ''La piedad sirve para todo". Cuando la Regla fue
revisada nuevamente en el segundo Capftulo General, se hizo una nueva
profesi6n religiosa, en forma solemne, sobre esas nuevas Constituciones,
luego de haber hecho varios dias de retiro espiritual. El Obispo de Roer-
mond, Mons. Boermans, vino especialmente para esa ceremonia y ante 61
se profes6; el primero que subio junto al altar fue el P. Superior. Ocurri6
en 1891. [460]

Wuntbald 148 Antes de hacer mis primeros votos, en 1901, tuve que ir
ante el P. Superior General; habfa problemas sobre mi admisi6n a los vo
tos. Me pregunt6 al respecto. Le expuse mi situaci6n. A pesar de esto
decidi6: "Es mejor que te vayas". A lo que yo le dije: "Reverendisimo
Padre, no me vine a Steyl para irme de nuevo". "<iSiifii? Entonces puedes
quedarte todavia; voy a ver c6mo es la cosa".
Despues de unos dias vino ei Fundador al taller donde yo trabajaba.
Me hizo llamar y me dijo que las qucjas que habia contra mi no eran tan
graves; me podia quedar, pero eso si, debia esperar medio ario hasta hacer
los votos. Asenti: ''Con gusto lo voy a hacer". De improviso se detuvo el
P. Fundador, me dio la mano y me pidi6 perd6n. No supe que decir. Des-
de entonces tengo un gran respeto por 61 y cada vez que me lo encontraba
mi corazon latia m&s rdpido. Soy el ultimo que recibi6 de el el destino
misional. [461]

h. Wunibald, Val. Kobylski svd (1867-1937) — Polaco. Steyl '99. China. [1645]

101
Perboyhe En 1903 hice mi profesi6n perpetua. Despues de la ceremo-
nia tuvimos un desayuno especial y a mi me toc6 sentanne frente al Fun-
dador y frente al P. Rector Wegener. Hacia poco que babia llegado la
noticia de que en San Gabriel habfa fallecido un Hermano. El P. Wegener
aprovecb6 el hecho para hablar en su discurso sobre la muerte. El venera
ble Fundador encontro una salida y dijo: "Tambien esta escrito: Felices
los que mueren en el Senor". Con ello se termin6 el discurso sobre la
muerte. [462]

Raymund 149 Tenia por costumbre, luego de la ceremonia de la profe-


si6n religiosa, saludar a todos los parientes de los Hermanos y cambiar al-
gunas palabras con ellos. Generalmente lo hacia despues del almuerzo o
de la cena. La forma agradable y cordial con que se entretenia con la gen-
te causaba la mejor impresi6n. [463]

De la oraci6n - conferencias - encuentros

Jakobus 150 El espiritu que el Fundador imprimio a Steyl, es un espi


ritu de oraci6n, penitencia y trabajo. El oficio que rezaban los Hermanos
consistia de once veces siete Padrenuestros, Avemarias y Glorias. De &tos
28 se debian rezar despues de la oraci6n de la noche. Los otros se repar-
tian por la manana (a las 10) y la tarde (a las 14). Los mas dificiles de
rezar eran los de despues de la oration de noche. Los j6venes estaban
cansados luego de trabajar todo el dia, y con mucho sueno. De ahi que no
sorprendia a nadie que uno u otro se quedara dormido, perdiera el equi-
librio y aterrizara en el suelo.
Fuera de esto, se rezaba un dia a la semana el Rosario y otro el Via-
crucis; este duraba por lo general una media hora. S61o cuando habia con-
fesiones no se rezaba en comun ni el Rosario ni el Viacrucis. Ademas todos
los jueves habia adoraci6n nocturna la noche entera; cada hora habia cam-
bio de turno (cuatro cada vez). [464]

Stolte Las meditaciones que publico Juan Janssen en su librito "Gol-


denes Schatzkastlein" se leian, durante la vida del Fundador, despues de
la oration de manana, durante la meditaci6n de los Hermanos. Con el tiem-

i« H. Raymund, Guillermo Gosmann svd (1874-1957) — Steyl '11. [1584]


i«o H. Jakobus, Enrique Basten svd (1869-1941) — Steyl '92. Togo. Carpintero cons
tructor. En 1918 a Steyl = Editorial. [1499]

102
po istos se las aprendieron de memoria. El P. Arnoldo era tenaz. Mantuvo
la lectura del texto antiguo. Tambien las otras obras de Juan Janssen son
parte del espiritu de Steyl, en especial "Tugendschule" (ejercicio de la
virtud). Este debia ser el manual de las nuevas generaciones de la Con
gregation. Era para los novicios. Los primeros Padres y Hermanos que fue-
ron formados segun ese libro, se distinguen por su gran piedad. [465]

Chbistophobus Con el tiempo se hizo muy estrecha la capilla en el


primer edificio que se construy6. Faltaban incluso los bancos para hincarse.
El Fundador miraba por todas partes a ver si se encontraba algun otro lu-
gar mas apropiado. Una vez estabamos hincados en un banco el Hermano
Ceslao, el Hermano Isidor y yo. Cuando el Fundador nos vio, dijo: ''Ahi
estan los tres gigantes mosqueteros. No hay nada que hacerle". [466]

Martinus Cuando veia a algunos Hermanos haciendo un trabajo jun


tos, preguntaba si ya habian rezado el Rosario. O los animaba a hacerlo.
Asi es como los dos Hermanos que iban los domingos al correo, tenian que
rezar durante el camino, tres Rosariosj el resto del tiempo podian con-
versar. [467]

Christophorus Al comienzo s61o el que dirigia la oradkSn rezaba el


martes la oraci6n a Santa Ana, el miercoles a San Jose y el sabado a la
Santfsima Virgen. Despues lo hizo toda la comunidad. Esto fue en el tiem
po en que la sala de recreo de los Hermanos estaba en el edificio de los
talleres, sobre el museo. Todavia recuerdo muy bien. Alii el Fundador en-
sayaba con los Hermanos las oraciones. Debiamos rezar lenta, muy len-
tamente. El siempre quiso que se rezara asi. S6Io cuando se trataba de
ganar las ihdulgencias de la Portiuncula, podia rezar los seis Padrenuestros
bienrapido. [468]

Martinus Por muchos afios hubo adoraci6n nocturna en Steyl, la no-


che del jueves al viernes, alternando una semana los Hermanos, otra los
alumnos. Cuando, en 1890, tambi6n a nivel de la di6cesis, se introdujo la
adoracion, se acab6 la adoraci6n nocturna del jueves at viernes. Se cambio
por una hora de adoracion hecha por los Hermanos el jueves, y en ella se
rezaban tres Rosarios. El Fundador escribfa en una pizarra las intenciones
para cada Rosario. Esta adoracion de los jueves fue costumbre solo en
Steyl, no en otros seminarios misionales. Despues se Iimit6 a un Rosario.
Cuando se introdujo la nueva modalidad del Canto Coral, el ensayo de
este se coloc6 en la hora en que antes habia adoracion, con lo que esta
desapareci6 definitivamente. [469]

103
Chbistophorus [Veni, Sante Spiritusl |Ven, Espiritu Santo! Esta corta
oraci6n la decia nuestro Fundador a menudo, lentamente, piadosamentc
y con e'nfasis, y la recomendaba siempre durante sus conferencias o en
otras oportunidades. Durante la oraci6n de manana se rez6 a menudo y
cuando le ayude en la Santa Misa en la capilla de nuestras Hermanas, la es-
cuche" repetidas veces. Mucho le alegraba al Fundador escuchar de sacer-
dotes que no eran de la Congregaci6n: "El Hermano tendrd que ser de
Steyl, porque a menudo le he oido hablar del Espiritu Santo". [470]

Fridolin151 Un aprendiz habia tratado a un crucifijo en forma poco


reverente. El Fundador lo despidi6 el mismo dia. Los Hermanos, en repa-
raci6n, debieron rezar el Viacrucis en el cementerio. [471]

Gaudentius 152 No siendo sus pre"dicas muy atractivas, eran si de un


gran efecto. Hablaba con e'nfasis y con convicci6n.
En el comedor nOs cont6 una vez de un Hermano que hacfa poco
habia muerto en Steyl, que no quiso nunca hacer excepciones ni que le
hicieran una dieta. Esto me impresion6 tanto que yo tambie"n me hice el
prop6sito de no hacer excepciones, cosa que hacia con gusto, ya que yo
era de"bil y enfermizo. [472]

Cyriacus No tenia el don de palabra. Pero se podia notar que lo que


expresaba era de coraz6n. Lo decia en forma paternal, lo que penetraba.
Los Hermanos, despue"s de la conferencia, decian: "Tenemos algo por lo
menos". Muy claro qued6 eso durante el retiro que nos dio a los Her
manos en 1895: fue una demostraci6n viva de su fe y de su profundo
amor a Dios. [473]

Ludgerus Gon profundo amor hablaba de los misterios de Dios. No


por medio de grandes pr^dicas, sino por medio de palabras que el Espi
ritu de Dios le inspiraba. Asi es como se enraiz6 el amor a la Santisima
Trinidad y al Espiritu Santo en nuestra Congregaci6n. [474]

Blasius Durante una conferencia a los Hermanos en Steyl: "Estamos


en una gran necesidad. Hermanos, recen para que salgamos de ella. Yo
tomo todas las oraciones quo Uds. hagan durante una semana y las ofrezco
por mis grandes necesidades". [475]

«i H. Fridolin, Antonio Iten svd (1868-1939) [] .605, 726


Steyl '92. U.S.A. '09 hasta su imierte. [1457]
152 H. Gaudentitus, Miguel Schick svd (1882-1935) — Austriaco. Siempre S. Gabriel.
[1461]

104
Lubgerus Siempre salia a. luz en sus conferencias lo que 61 sufria por
las ofensas a Dios, por eso introdujo los retiros espirituales y las bendicio-
nes sacramentales de propiciacidn, Tambie'n por este motivo instaba a con-
fesarse con frecuencia. Por entonces los Hermanos nos confesabarrios dos
veces por semana. [476]

Christophorus El Rector daba sus conferencias a los Hermanos y Her


manos Novicios en el cbmedor, frente a la Iglesia. Leia lentamente los
nombres de quienes habian llegado atrasados a la oracion de manana o a
otros ejercicios comunitarios de oraci6n. "Hermano X, 50 veces Jesiis mfo,
misericordia". El Hermano X se puso de pie y le dijo, un tanto molesto:
''Senor Rector, tantas veces no fueron" (las que el P. Fundador le habia
dicho que Ileg6 atrasado). Por un momento se produjo un gran silencio en
la sala; Luego se escucho la voz del Rector: "Hermano X ... cien veces
Jesus mio, misericordia". El Hermano X se sento rojo de vergiienza y nun-
ca m&s dijo una palabra. Para nosotros fue una buena Iecci6n. [477]

Christophorus No pocas veces las conferencias de los domingos por


la tarde fueron verdaderas lecciones, como si estuvie"ramos en* la escuela.
Por ejemplo: hacia colocar un gran mapamundi y explicaba alii el viaje
que se debia hacer desde Steyl hasta uno de nuestros lugares de misi6n.
Entonces (no siempre), llamaba a un Hermano para que con el puntero
mostrara nuevamente todo el trayecto hasta llegar al lugar de misi6n.
Muchas veces nos reiamos de buena gana pues no todos encontraban el
camino. [478]

Arand El dia de la fiesta de la Anunciaci6n de la Santisima Virgen


invit6, el P. Arnoldo, a toda la comunidad de la Casa Misional a una con-
ferencia, despu6s de las visperas. Fue en el comedor de los alumnos. Que-
ria hablar sobre c6mo uno debe comportarse si se produce un incendio
en la casa. En esa oportunidad nos aconsejo prudencia y conservar la cal-
ma. "Frater Andreas, (ique harias tii con la ropa de cama en caso de in
cendio?". "La tiraria por la ventana". '',jY hacia donde la tirarias si el vien-
to viniera del norte?**. "Hacia el sur". "No se podria salvar nada entonces,
pues el viento justamente impulsa las llamas hacia el sur". Todos reian,
tambien el P. Amoldo, pues habia imaginado que el Frater iba a respon-
der asi. [479]

Oswald153 Era el 24 de septiembre de 1904. En la Iglesia inferior es-


perabamos al P. Superior para la conferencia del retire En vez de eso

153 H. Oswald, Jorge Austen svd (1883-1987) [] .520, 722, 725, 727, 747
Steyl,'97. Encuadernador. [1565]

105
entr6 el Hermano sacristan y llamo al Hermano enfermero. El F. Superior,
que venia del edifido San Gregorio, se habia roto la frente en el arco de
la porteria y sangraba mucho. Con un parche en la frente nos dio el re-
tiro. [480]

Mabinus154 En sus discursos y conferencias no habia nada de rebus-


cado. Sus palabras salian de la riqueza de su alma. Apreciaba como dichoso
al Hermano que mientras trabajaba tambi£n rezaba. Era modesto en su
trato con los demas; su manera de ser era sencilla y no hacfa alarde de
si mismo, como si siempre tuviese presente que el no era mas que una
herramienta en las manos de Dios.
Los domingos almorzaba con los Hermanos y alii aprovechaba para
contar lo que pasaba en las misiones o en las otras fundadones. Jamas
hab!6 sobre politica o temas mundanos. "A los ojos de la gente de afuera,
la vocaci6n de Hermano no vale mucho, pero ante los ojos de Dios y de
sus Angeles es muy hermosa".
Fallecia un Hermano, entonces el P. Superior decfa: "|C6mo se ale-
grara el Hermano de haber tenido una vocaci6n tan lindaP. [481]

Cybiacus A menudo pude oir de boca de extranos: Este senor mira en


la profundidad del alma; no se le puede enganar. El Hermano Lucas dijo:
Si el Senor Rector le dice a uno algo, no mira a los pies, sino a los ojos.
[482]

Berchmans Tenia como principio: cada persona posee el derecho a su


propia opini6n. Lo acentuaba cuando daba conferencias a los Hermanos.
Tambien era bien claro su modo de pensar cuando habia alguna discusi6n:
importante era pennitir que el otro tambten pudiera expresarse, y <ipor qu6
no?, dejar la opinion propia de lado. [483]

Geminianus <tDelatores? Eso no existia para nuestro Fundador. Cono-


cia a su gente. Cuando llegaba a su puerta alguno de esos tipicos delato-
res, le preguntaba si no tenia nada que hacer; que fuese a su trabajo y
luego retornara. Caia este en la trampa y volvla, entonces el Fundador lo
escuchaba tranquilamente y le decia: "Bueno, ya me has contado todo.
Dime, <ihiciste algo por ese tu cohermano? ^Rezaste por 61? ^No? Entonces,
anda y reza algunos rosarios para que se mejore". Menos de tres Rosarios
no recibia como pena. Asi perdia el delator cualquier gusto por volver
a acusar. [484]

H. Marinus, Juan Pieper svd (1869-1954) [] 787 — Steyl '90, sastre prof. [1543].

106
Ludgerus Cuando lo vi, lo tuve por un hombre de fe y de Dios. Se
atenia a los mandamientos de Dios y a las disposiciones de la Iglesia. Se
podia verdaderamente notar que estaba guiado por Dios. Incluso cuando
nos reprendia, su mirada estaba siempre puesta en las cosas de lo alto.
[485]

Fischer Un Hermano cont6: Cuando apenas llevaba unas semanas de


aprendiz, el P. Superior dispuso que cambiaramos el cuello bianco por uno
negro. La cosa no nos alegro mucho. Yo recien habia recibido algunos cue-
llos blancos de mi casa. Hicimos un concilio sobre la dificil situacion. Los
otros aprendices me empujaban a que fuera enseguida al Superior y tra-
tara de salvar mis cuellos. Que mis companeros tenian ganas de reirse de
mi, no lo adverti. Me hablaron de tal forma y encendieron en mi tal en-
tusiasmo que fui hacia el Superior con la ropa de trabajo. Me recibi6 de
inmediato. Desde su mesa de trabajo me miraba. Cuando le expuse mi
deseo ri6 de buena gana. Me ofreci6 que me sentara y nos pusimos a
conversar. Me pregunt6 sobre varias cosas, entre ellas, sobre mi hogar,
sobre si estaba contento aqui ... Luego, tocandome la cabeza, me dijo
que vendiera no mas los cuellos o que los regalara a los alumnos. Y me
despidio. A pesar de la respuesta, que no me gust6, yo estaba tranquilo,
pues me habia hablado tan paternalmente y de coraz6n. Con mucha cu-
riosidad me preguntaron los otros c6mo me habia ido, y les conte todo.
"<iPero que te dijo cuando vio que tenias la cara tan negra?". "<»Que? <»La
cara negra?" "Si, como la de un deshollinador". Se reian a mas no poder.
Tome un espejo y me mire. Tenia la cara llena de hollin. Ahora entendi el
apuro de mis companeros para que fuera a hablar con el P. Fundador y
la risa de este. Me alegro de que el P. Superior no me pusiera en ridiculo.
[486]

Agnus 155 Bajo su direcci6n me senti siempre alegre y protegido. Cuan


do se ausentaba por sus viajes, parecia que me faltaba algo. El P. Blum era
bueno y querido, pero todos se alegraban cuando se sabia que pronto el
iba a regresar. [487]

De los traslados y destinos misionales

Jakobus Antes de que me encontrara bien y a gusto en Steyl, mis dias


ya se habian terminado alii. Se me destino a San Gabriel; conmigo viaj6 el

155 h. Agnus, Federico Miesbach svd (1878-1945) [] 762, 1016, 1110


Steyl 1900. Enfermero. [1353]

107
Hermano Aquilino, novicio aun. Los detalles del viaje los hizo el P. Ge
neral y cuid6 hasta de los minimos pormenores. Eso era para el una de sus
ocupaciones favoritas. No olvid6, por ejemplo, una estaci6n de Baviera
donde podiamos beber una buena cerveza. Claro que ello me pareci6 un
tanto extrano: que desde Steyl a Viena, pudi&amos beber s61o un vaso
de cerveza. Quiero confesar que no me atuve a esa prescripci6n. Me fal-
taban entonces las condiciones para hacerlo. Como llevaba dinero que ha-
bia traido de casa, no lo ibamos a emplear en un vaso de cerveza. Cuando
le decia a mi compafiero de viaje: "Voy a ir a tomar una cerveza. <iQuiere
Ud. una?", me contestaba: ''Si, por cierto, yo tambten beberS una". Como
buen hijo de la Baviera no podia negarse. [488]

Anselmus 15° Fue en 1894 6 1895 que de improviso se me traslad6 a


San Gabriel porque el hermano cerrajero se habfa enfermado y se estaba
construyendo a toda maquina. Como se acostumbraba, antes de irme soli-
cite del Senor Rector su Bendici6n. Me pidi6 que lo esperara algunos mi-
nutos y se puso a escribir una tarjeta, pidi6ndome que la dejara en el co-
rreo enseguida. Curioso como era, lei lo que habfa escrito. Decia: "|Que-
rido Juan! El Hermano Anselmo viajara el dfa tal y tal, y llegara a Moed-
ling mas o menos el dia tal y tal. Preparale algo bueno de comer para cuan
do llegue. Cordiales saludos. Tu hermano, Arnoldo". Tal preocupacidn me
emocion6. Por otra parte, con tantos trasbordos en un viaje tan largo, no
sabia si viajaba en el tren correcto. Pero la bondad del Fundador me era
mucho mas apreciada que una buena comida.
En los primeros afios varias veces debi apersonarmele para que apro-
bara los pedidos de cerrajeria o para hablar de otros temas. Siempre fue
muy bueno conmigo el Senor Rector (asi le deciamos en aquel entonces).
Iba a verb con gusto. [489]

Angelinus 1C7 El Fundador me destin6 para San Wendel, con la reco-


mendacion de que me preparara rapidamente para el viaje. Dos horas des-
pues me Ilam6 el P. Blum y me dijo: a<jQue le pasa a Ud., por qu6 quiere
irse de aca?'\ "He sido destinado por el P. Superior para San Wendel".
''Esto no puede ser. (Ud. se queda acaT. "«iC6ino? jiQuien manda aca, Ud.
o el P. Superior General?". "Yo habl6 con el P. Superior y a San Wendel
va otro". Media hora mas tarde me Ilam6 el P. Superior. Estaba apesadum-
brado: "El P. Blum estuvo aquf. No quiere que Ud. se vaya. Mejor es en
tonces que se quede en Steyl". Replique: "El P. Superior tiene el derecho

it" H. Anselmus, Bernardo Agethen svd (1866-1032) — Steyl '88, herrero. 1900 Techny
[1361]
i" H. Angelinus, Gerardo Janssen svd (1864-1947) — Steyl '95. Carpintero. [1360]

108
de destinar a alguien, no el P. Blum. Yo le pido, Reverendo Padre, que
mantenga su primera decisi6n". "No puedo hacer esto asi no mas. No pue-
do pasar por alto al P. Blum. Ha sido ya tan bueno conmigo". Aun me dio
otras razones para consolarme; tuve la oportunidad de irme, y ... debi
quedarme en Steyl. [490]

Ludgerus Mucho le preocupaba al Fundador enviar Hermanos a las


misiones que pudieran desempefiarse bien alii. Por eso se empen6 en dar-
les la mejor formaci6n posible para que pudieran ocupar el puesto ade-
cuado en las misiones. Lo mas necesario esta, decia, en el campo de la
construcci6n y en la cocina, pues habitaci6n y comida son decisivos. A mi
me dijo: *Tu debes formar cada afio a dos cocineros, ya que necesito
muchos para enviarlos a las misiones. Y Steyl por si solo no los puede
enviar". Por aquel entonces me encontraba en Santa Cruz y le dije que
con gusto haria lo que me pedia. Eso le agrad6. Al ano siguiente, cuando
vino nuevamente de visita, su primera pregunta fue: ",iTienes dos coci
neros para mi? <jA cual me aconsejas?". Cuando le nombre* dos Hermanos
se alegr6 mucho. Ambos fueron enviados a las misiones. Interesante fue
que, despues de esto, varios j6venes se presentaron para Hermanos, de
modo que la ausencia de aquellos dos, pronto se solucion6. Tambten de
los otros talleres busc6 varios Hermanos, los mejores, para enviarlos a las
misiones. Esto hizo que se mantuviera siempre despierto el entusiasmo
misional entre los Hermanos. [491]

Jakobus El Hermano Juan habia trabajado durante tres anos como


ebanista y carpintero en San Gabriel. Por la primavera de 1892 recibi6
una carta desde Steyl, del Sefior Superior.
"Puede ser que dentro de poco lo envie a Ud. a las misiones, quizas
a Africa. Creo que el buen Dios lo llama para que vaya alia y estoy segu-
ro que, si el Serior se dirige a Ud. por medio de la voz de los Superiores,
usted hard lo que le pide con buena disponibilidad y alegria. Pero no quie-
ro tomar aun esa decisi6n, sino esperar que usted me escriba. Le pido que
hable de esto con su confesor y luego me conteste lo mas rapido posible.
Si usted tiene reparos, entonces no podra ser por ahora". Y luego le daba
las instrucciones: Debia aprender a cocinar bien; conocer bien la homeo-
patia; saber algo de pintura, cerrajeria y hojalateria. Y esto ''debia ser de
inmediato y los Jefes de talleres le debian ensefiar dedicdndole todo el
tiempo que tuvieran libre". Ademas debia nombrarse otro jefe en su reem-
plazo para la carpinteria. A la semana siguiente escribi6 el Hermano Juan.
Le comunicaba el parecer de su confesor: "Escribale al Reverendo Sefior
Superior que yo lo considero lo suficientemente fuerte como para soportar,
con la ayuda de Dios, los peligros y molestias de la vida en la misidn. [492]

109
Jakobus Estando el R. P. Superior General, durante la primavera de
1894, en San Gabriel, me preguntd un dia, durante la conversaci6n priva-
da (ratio), si estaba familiarizado de una manera especial en la construc-
ci6n de tejados. Cuando le dije que no, me advirti6: "Deseo que lo sepa.
Vaya a ver al Sr. Beckert y digale de mi parte que usted va a participar
de las clases de construction que el da a los teologos". Al presentarme al
Senor Beckert, este me pregunt6: %»Va a ir usted a las misiones?". Le
pude contestar solamente que de eso no sabia nada.
El 8 de octubre, fiesta de Santa Brfgida, fui citado por el Senor Rector
Juan Janssen. "Tengo una carta del Superior General para Ud. Lo quiere
enviar a las misiones". Con esas palabras me recibi6. La carta del Supe
rior General era corta y precisa: "Se necesita enviar un carpintero a Togo.
Lo he destinado a usted. Consultelo a su confesor para saber si estd de
acuerdo. Si es asi, prepdrese en seguida; el apuro crea la necesidad. Visite
por algunos dias a sus parientes cuando viaje hacia acd, pues la partida
desde Steyl sera pronto. Con usted viajaran dos senores (Padres) y un
Hermano. Encomiendo su viaje a la protecci6n del arcangel San Miguel".
[493]

Cymllus158 El Superior me Ilam6. Como estaba en plena tarea, fui


asi, con mi ropa de trabajo. Me pregunt6: "<jQu6 dirias si te enviara a Ar
gentina?". A todo esto 61 estaba un poco perplejo porque miraba una foto
de cuando tenia 17 anos. Le conteste* enseguida: "No tengo nada en contra.
De acuerdo". Parece que le gustd mi respuesta; me tuve que hincar y me
dio su bendici6n. Luego me hizo sentar frente a el, y me empez6 a contar
cosas como si tuviera todo el dfa para mi. Sobre el Hermano Eustaquio y
el Hermano Ale jo que estaban en Argentina, sobre el colegio alld, sobre
las clases de religion, sobre el Hermano Eustaquio que era profesor...
Luego me conto un chiste sobre los colegios. Y al cabo me dijo que yo
debia comunicarle al P. Stegel, director espiritual de los Hermanos, que
habia recibido mi destinaci6n para Argentina. [494J

Wendeun159 Los padres y todos los hermanos de mi madre habfan emi-


grado a America del Norte; tambi6n un hermano de mi padre, tres de mis
hermanos y una gran cantidad de primos y primas. Yo mismo, cuando tenia
15 anos, quise hacerlo, pero luego estudte para profesor y m&s tarde entre

«8 H. Cirilo, Bernardo Scheiennann svd (1874-1937) []534 — Steyl '87. 1891 a Ar


gentina. Escribio sus memorias en 1933, en Rafael Calzada. [1419]
i5f> H. WendeKn, Jose* Meyer svd (18S7-1927) — Steyl '87. USA '95. Poeta y musico.
Uno de los fundadores de Techny. [1843]

110
en Steyl. Lleg6 el verano de 1893, que fue muy seco y por lo tanto la
cosecha result6 pesima. |Cuando ibamos a vender nuestros calendarios en
Alemania! For entonces me vino por primera vez la idea de que podriamos
vender nuestros calendarios en America del Norte. Consulte mi idea con
el Senor Dr. Abel, que era el redactor; no le dio importancia. Hay muy
pocos cat61icos alia y viven diseminados en un pais tan grande; no vale
la pena ir alia.
Yo leia siempre todo lo que caia en mis manos referente a EE.UU.
Una vez hable de esto, en presencia del jefe de la encuadernacion, el
Hermano Fidel. El dijo: "jSi tiene tanto interns por ir a America, viaje
hacia alia!". Sus palabras cayeron en buen terreno. Ya que yo no queria
ir aiin a ver al P. Superior General, fui hacia el P. Procurador Nicolas
Blum y le expuse mis ideas. Su respuesta: "(Pero hombre, eso no sirveP.
Me quede callado y luego de mostrarle mejor mi pensamiento le pedi que
hablara con el P. Superior General y le presentara mi proyecto. ''Oh, cla-
ro, eso si que lo puedo hacer", respondi6. Lo hizo, y despues de algunos
dias me dijo: "Fi jese, el Senor Superior General no esta en contra de
enviarlo a America del Norte para propagar allf nuestras revistas". Pronto
me llamo el P. General y me dijo: "El Senor Blum me cont6 que usted esta
interesado en ir a America . Hay que meditarlo bien". En eso qued6 la
cosa un tiempo, incluso llegue a pensar que la habian enterrado. En otofio
de 1894, el Hermano Clemente me propuso que fuera a la regi6n de Loth-
ringen y despues del Ano Nuevo a Suiza, a promover la revista. Fui hasta
el P. Superior General para pedirle su aprobaci6n. Me pregunt6 si habia
desechado el viejo pensamiento. Le conteste que pensaba que el viaje no
se haria tan pronto. En la primavera de 1895 viaje a los alrededores de
Aquisgran y despues de Pentecostes a Baviera, donde enferme gravemen-
te. Como necesitaba reposo volvi a Steyl. Ahora le pregunte si no seria
esta la oportunidad para estudiar ingles, si es que alguna vez iba a ser
enviado a EE.UU. "Bueno, pues", me contest6 "lo puede hacer. Pero para
que esto saiga bien alguien tendra que darle algunas clases. ^Quien lo
podra hacer? Ah, el senor Ahlefeld. Digale que sea bueno y le de clases
de ingles". Me dio 20 clases. En otono de 1895 el Reverendo Joisten, de la
diocesis de Marquette, antiguo alumno de Steyl, visit6 Steyl. El Superior
General se inform6 a traves de £1 sobre la situaci6n en EE.UU. y le co-
munico nuestro plan. Joinsten aprob6 la cosa y la misma se Hev6 a cabo,
Dos anos demor6 el primer germen en madurar y ser fuerte. Pronto viajaba
yo para Nueva York. Mi primer alojamiento lo encontre en el convento
de las Hermanas Franciscanas (fundacion de Aquisgran) que me habian
dado una carta de recomendaci6n para sus Hermanas en Nueva York. En
tonces comenz6 mi trabajo. [495]

111
Poltocarp 10° Cuando recibi el destino misional para EE.UU., fui con
mis otros companeros de viaje al Annahofe. Alii estuvimos junto al Fun-
dador durante el caf£. El nos cont6 sobre nuestro futuro campo de accion:
habia un rio y un pantano; nosotros debiamos escribirle si tenia esto con-
secuencias negativas para la salud. Cuando los otros Hermanos salieron,
despu^s del caf£, me pidi6 que me quedara un momenta y tomando mis
manos entre las suyas, en ese su caracteristico gesto paternal, me dijo:
"Alia si que se va a alegrar el P. Rector Neil, en Techny, cuando llegue uno
que sabe trabajar en la imprenta. Procure que la imprenta sea una de las
mejores". [496]

Labhe101 Cuando nos despedimos, para viajar a Sudam&ica, llevaba-


mos la cruz misional sobre el pecho. El bes6 primero la cruz, luego nos
abrazo como queri£ndonos deck: "Ya que yo no puedo ir a las misiones,
id vosotros y predicad a esa gente por medio de la Palabra y del ejemplo,
a £1, cuya cruz les he dado en la solemne ceremonia en la Iglesia". [497]

Eickmann162 A comienzos de junio de 1897, le dijo el Fundador al


Hermano Clementino Bach: "Mafiana puedes ir a tu casa, qu£date un dia
y luego con el tren noctumo viaja a Hamburgo. Alii te encontraras con el
P. Arand y al dia siguiente, el 5 de junio, se embarcan en el Woerman ha-
cia Togo". "<jC6mo voy a encontrar al P. Arand? No lo conozco". "Oh, eso
no es ningun problema. Cuando veas a uno que tiene el pelo muy rojo y
que usa sotana como nosotros la usamos, 6se es el P. Arand". El parroco
protestante de la Iglesia de San Miguel, en Hamburgo, al que el Hermano
Clementino conoci6 en la estaci6n del Ferrocarril, le ayud6 con el equi-
paje, y lo Uev6 en su coche a la casa parroquial. Cuando viajaban, vieron
en otro coche a un sacerdote que llevaba sotana y que tenia el pelo muy
rojo. Se habian encontrado y juntos viajaron a Togo. [498]

i«o H. Polycarp, Bernardo Sandforth svd (1875-1980) — Steyl '89. Techny '03, impre-
sor. Ayud6 a la instalac>6n de la imprenta en Juiz de Fora (Brasil), luego regreso a
Techny. C1579]
i«i H. Labre, Matfas Enzweiler svd (1874-1954) — Steyl '98, Argentina '01. Luego
Chile = eterno portero afable del Liceo Alemdn. [1523]
162 p. Francisco Eiclonann svd (1882-1952) — Steyl '96. Orden. '08. Un ano en Togo,
luego en las Antillas Holandesas Orientales. [1436]

112
Sobre el Trabajo

La cocina

Marttnus Mientras estuvo vigente la tercera orden de Santo Domingo


hubo carne solamente tres veces por semana. Durante la cuaresma, todos
los viernes, en el almuerzo, un gmpo hacia penitencia (comiendo menos o
comiendo de rodillas); durante la Semana Santa se hacia todos los dias.
La penitencia en el comedor era por entonces mucho mas estricta que hoy.
[499]

Martinus El Hermano Junipero habia vuelto a casa con un saco bien


lleno. Quiso, pues, servir bien la mesa, es decir, con bastante comida;
queria dar dos veces carne. Cuando apareci6 con la segunda fuente con
carne, el Fundador lo mir6 con sorpresa y le dijo: "No nos podemos per-
mitir eso". El Hermano Junfpero tuvo que Devar la fuente de vuelta a
la cocina. [500]

Christophorus Las Hermanas de la Frovidencia hacia ya 10 afios que


dirigian la cocina en Steyl. El Fundador, en una conferencia que nos dio
a los Hermanos, nos dijo que en muchos conventos cocinaban Hermanos.
<iNo serfa posible hacerlo tambi6n entre nosotros? "<iTiene, a lo mejor,
alguno de Uds. interes por la cocina? Si hay alguien, que se levante, por
favor". A pesar de que el Fundador insisti6, no se Ievant6 ninguno. Pasado
un tdempo hizo nuevamente la petici6n en otra conferencia. De pronto se
levanto el Hermano Schwerdtfeger, el jefe de la imprenta. Todos se rieron.
El Fundador le dijo: "<iTu, hombrecito, tienes interns? (Muchas graciasl Fi-
nalmente tenemos uno*. A la siguiente conferencia volvi6 sobre el tema,
en demanda de que se presentara algun otro. Entonces se present6 el
Hermano Christophorus. El mi&coles 12 de enero de 1887, el P. Steger
fue a buscar al Hermano Christophorus Knaup a su lugar de trabajo, la
cstereotipia, y lo Uev6 hacia las Hermanas de la Providencia, a la cocina;
debfa aprender a cocinar. Poco antes del mediodia trajo el P. Steger tam-
bi£n al Hermano Miguel. Despues de un tiempo llegaron a la cocina los
Hermanos Andres Wolf y Gregorio Moeller. [501]

Christophorus Le habia pedido al Hermano Junipero, que era espe-


cialista en preparar bacalao, que me diera exactamente la receta. Lo hizo
en una carta que le escribi6 al P. General y que 6ste me Iey6. Al final
decia: Si yo preparara el bacalao de esta manera, los hermanos tendrian
una barriga como la del alcalde. El Fundador se puso a reir de buena
gana, mas que de costumbre, y dijo: "Ja, ja, ja. Nuevamente aparece el

113
espiritu mundano. Esto no lo debe leer otra persona". Tom6 el lapiz y ray6
las lineas. Fuso la carta frente a la lampara y el espiritu mundano no se
iba. Entonces tom6 pluma y tinta y pas6 tantas veces encima hasta que
quedd completamente ilegible. [502]

Christophorus Nosotros conseguiamos los huevos a travel de un co-


merciante de Kessel. For supuesto que los vendia por unidad. El senor Su
perior queria que se pagaran por su peso. Guando conversamos al respecto
me dijo, un tanto disgustado: "|Entonces, devuelvalos!". Fero habiamos
consumido la mayoria de los huevos, y se lo hice ver. Dijo entonces: *Ter-
. doneme por haber sido tan violento".
En otra oportunidad me daba instrucciones sobre el trabajo en la co-
cina. En eso se acerc6 el Hermano Andre's, que trabajaba en la gran olla
a presi6n, banado en transpiration, y dijo: "Senor Superior, verdadera-
mente yo no puedo ayunar*. El Superior lo mir6 largamente, con carino,
sac6 del bolsillo de la sotana un gran panuelo rojo, y como una madre lo
hace con su hijo, le sec6 la transpiraci6n de la cara y del cuello, mientras
le decia: "De las prescripciones de la casa yo puedo dispensar, pero de las
prescriptions de la Iglesia, no. Fero cuando uno ve que su salud, por
ayunar, se resiente, no necesita hacerlo. Pero sobre esto es responsable; de-
be saber que es responsabilidad suya". [503]

Christophobus Una manana, cuando justo cantabamos el Veni Creator


para comenzar el trabajo, llego el Rector a la cocina. Se sac6 el gorrito
redondo de la cabeza y junt6 ambas manos sobre el pecho. Cuando nota-
mos su presencia quisimos interrumpir el canto. Entonces dijo a media voz:
"Sigan cantando, sigan cantando", y permaneci6 en silencio, un poco
inclinado, en medio de la cocina. Cuando terminamos de cantar todas las
estrofas, nos pidi6 que nos juntaramos alrededor de el y nos habl6 del
Espiritu Santo: de cuan agradecidos le debiamos estar, y de que este
himno jamas lo debiamos cantar sin el debido respeto. [504]

Martinus Tambien en lo referente a las comidas, el Fundador era eco-


nomico. Pero nosotros comiamos bien, estabamos sanos y contentos. El
pan con mantequilla llegaba listo a la mesa. Eran dos rebanadas, una se
ocupaba como base y la otra se componia de pedacitos, trozos que habian
quedado del dia anterior. Algunos no estaban contentos con esto. El Her
mano Carlos fue un dia con uno de los panes donde el Fundador: "Senor
Rector' <ic6mo puede uno trabajar teniendo por comida estos panes?". Y
le mostraba uno que tenia pedacitos del dia anterior. "Ah, Hermano Car
los, eres tu. Si, este es un buen pan con mantequilla, <mo es verdad?'\ El
Hermano Carlos perdio el coraje y avergonzado baj6 la cabeza. "Vete no

114
mas y reza un Rosaxio de penitencia". Los demas, en el comedor, espera-
ban con nerviosismo, para saber cdmo le habia ido. Cuando volvi6, comen-
t6: "En mi vida volver£ a ir". Por supuesto le tomaron el pelo y se bur-
laron de el [505]

Michael Generalmente en la ultima semana de julio, el venerable Fun-


dador llamaba al Hermano Jefe de la cocina y le preguntaba: "^Sabes lo
que hay en los proximos dias? Es la fiesta de Santa Marta, la patrona
de los Hermanos de la cocina. Que los Hermanos tengan algo mejor. Yo
voy a ir con Uds. y almorzaremos juntos". En la fiesta de Santa Marta al-
morzabamos juntos; despu£s, en una conversaci6n muy amena, el Fun-
dador sabia contar sabrosas an£cdotas. [506]

Christophorus Varias veces al afio, comi6 el Superior con nosotros en


la cocina. Procuro que no faltara la conversaci6n. Despues del almuerzo
iba con los Hermanos de la cocina al Annahof, donde pasabamos unas ho-
ras de descanso. Las cosas indispensables las hacian los Hermanos, gene
ralmente el Hermano Bernardo. Despues de muchos afios pregunt6 una
vez el Superior si nos gustaba hacer ese paseo. Le dije, con toda sinceri-
dad: "La alegria plena de San Francisco no la tenemos pues sabemos que
en el Seminario nos espera muchisimo trabajo". Por lo cual 61, de a poco,
dej6 de hacer el paseo, pero no el venir a comer. [507]

Ludgerus Una vez nos pidi6 el Superior que los Hermanos que traba-
jabamos en la cocina nos reunie'ramos en el comedor. Estabamos curiosos
de saber qu6 era lo que querfa. Dijo: "jUstedes se molestan tanto! Ahora
deberan pasarlo bien". Entonces abri6 un canasto que traia y sac6 vino,
pasteles... El mismo nos Uen6 los vasos: "Tu puedes beber otro vaso".
Era un dia de mucho trabajo pues habia retiro para gente de afuera. Por
esto nos alegramos aun mas por el gesto del Fundador. No tanto por el
vino, sino mas bien por su consideraci6n hacia nosotros. Sorpresas de este
tipo nos dio varias veces. [508]

Ludgerus Siempre se preocupo de que en nuestras casas se atendiera


a los pobres. En Steyl y San Gabriel eso se hizo en gran escala. Tambten
en la santa regla prescribe que el portero recibiera con cariiio a los po
bres y les diera lo que los superiores permitian. En Steyl envi6 varias ve
ces al Hermano Christophorus con carne y pescado para los pobres del
lugar. Cuando estuve en Santa Cruz y en Roma, me recomend6 a menudo
a los pobres. En Roma, por orden suya, recibian pan dos pobres senoras,
varias veces en la semana, y esto durante afios, y diariamente venian po
bres a la porteria. [5091

US
Christophorus Cuando se proyecto el gran edificio de los talleres, aun
no teniamos el terreno de la esquina; sin 6\ no se podia construir. El te-
rreno pertenecia a la familia van Dijk. Esto me lo conto una tarde el Fun-
dador, y me pidid que, sin que llamara la atenci6n, buscara una oportu-
nidad de conversar con la anciana senora van Dijk, y le dijera que su
familia era tan numerosa y que los gastos eran superiores a lo que gana-
ban que yo le llevaria los sabados algo de sopa de carne para los ninos.
La suerte no se dej6 esperar mucho; pronto pude conversar con la an
ciana. No queria saber nada de que se le ayudara. Pero advirti6 que si de
vez en cuando los niiios recibian alguna sopa de carne, iba a estar feliz.
Lleve" regularmente los sabados por la tarde un canasto con carne y huesos
para la familia van Dijk. La cosa result6. Conseguimos nuestro objetivo.
Cosa parecida sucedi6 con un terreno que habia frente a nuestro cemen-
terio, perteneciente a la senora Lucker, una viuda. Tambie*n una buena sopa
de carne hizo que naciera la posibilidad de compra. [510]

Blasius En 1892 me envi6 el F. General a San Gabriel a que me hiciera


cargo de la cocina. Sus recomendaciones para el viaje: 'Ton tus efectos per-
sonales en una funda de almohada; un caj6n para esto es algo muy caro;
tu equipaje IleValo contigo en el coupe"*.
Cuando aparecio por primera vez, desde que yo estaba alii, en San
Gabriel, pronto me hizo llamar. '^Como te va? ^Estas bien? El trabajo en
la cocina es el m&s pesado en nuestras casas".
Durante el tiempo que el P. Superior General pas6 en San Gabriel,
debi mostrarle cada semana, como generalmente lo hacia al Rector, el
menu. "Aqui tienes muchos postres; esto no debe ser. No estamos en un
hotel". Lo decia tan de corazon que tuve que sonreir. Un viernes envie dos
huevos para cada uno. El me dijo: "dQue" es eso para gente importante
que despues va a ir a last misiones? Lo que necesitan son fuerzas; de ahi
que desde hoy dales tranquilamente tres huevos". "El postre es solo cosa
para golosos. En vez del postre mejor que des al almuerzo doble porci6n
de carne, para que la gente sea robusta". Y sigui6 diciendo: "Si tienes algo
que yo pueda hacer por ti, dimelo no m&s. En la cocina hay a veces di-
ficultades. Los otros no saben cu&n dificil es este trabajo. Tu y yo estamos
en el lugar mis dificil. La gente debe estudiar, y para ello deben tener
fuerzas. ,iQue crees que es mas dificil: estudiar o un trabajo manual pesa
do?". Yo le dije: "Si todo el dia hay que estar haciendo un trabajo pesado,
entonces ese es m&s dificil". A lo que contest6: "No entiendes bien esto.
El estudio ataca los nervios de tal manera que la gente queda arruinada,
no pueden ma's". Cuando le escuche afirmar que yo no entendia, tuve que
reirme. Siempre era amable; no me puedo imaginar que alguna vez me
hubiera podido ofender con alguna palabra. A e"l si se le podia decir lo

116
que uno queria. Era la paciencia misma. Cuando terminamos lo que esta-
bamos haciendo, dijo: "Alabado sea Jesucristo". Se fue a su mesa de tra-
bajo y continu6 en lo que estaba haciendo. [511]

Geminianus En una de sus visitas a San Wendel, el P. General vio que


el Hermano de la cocina jugaba con un enorme perro. <:Quien era su due-
no? Pertenece a la cocina. <jPor qu6 un perro alii? No se pudo dar ninguna
raz6n; pero se jugaba a gusto con el animal. El perro debi6 retirarse del
lugar. [512]

Michael Un domingo por la tarde Ileg6 un telegrama desde Goch,


dando cuenta de que la madre estaba gravemente enferma. Se prepar6 pa
ra ir. Le rogue que llevara algunas conservas a Goch. Entonces me dijo:
"Mira, Hermano, yo no s6 si debo hacerlo. Mejor ve a ver al Rector Sub-
rogante, el P. Wegener y le preguntas". El P. Wegener, a quien fui a pe-
dir permiso, sonrid y dijo: "Si el P. General se pone bajo mi mando, le
permito llevar algunas conservas; no solo le permito, sino que le mando
hacerlo".
El desayuno del Fundador era muy sencillo. Se contentaba con un
jarrito de cafe, un poco de leche y algunos trozos de pan seco. Nada de
mantequilla. [513]

Imprenta y propaganda (Kolportage)

Ludgerus Le escuch£ decir tantas veces: "Los sermones pasan. Lo es-


crito es lo que queda. Buenas revistas actuan tambi£n alii donde ninguna
pre'dica puede penetrar. Muchas vocaciones se despertaran por medio de
buenas revistas". [514]

Sebaldus Yo trabajaba en la imprenta. Cuando habia retiro para la


gente de afuera, se imprimia el nombre del participante en un papelito.
Cada participante recibia tres. Al P. General le debia llevar siempre una
buena cantidad de fichas de papel, incluso cuando 61 vivia en el Annahof,
para que pudiera trabajar con tranquilidad. Conservaba s6Io algunas para
el. Las otras me las devolvia, siempre con la advertencia de que debia de-
jarlas en la sala de estar, para los padres.
A menudo durante la semana vino a la imprenta y rezaba, en el co-
rredor del centro de la sala de maquinas, su breviario, yendo y viniendo,
paseandose de arriba abajo; casi siempre antes del cafe o por la tarde. Se
quedaba como una hora allf. Al mismo tiempo observaba si se aprovechaba

117
bien el tiempo, se fijaba en las diversas cosas que se imprimian y conver-
saba con los Hermanos que trabajaban en las maquinas. [515]

Kugelmeier Cuando me encontraba bajo las 6rdenes del Hermano


Bernardo, que era el jefe de la imprenta, yo habia impreso papel carta con
el hermoso dicho: "Viva el Sagrado Corazon de Jesus en los corazones de
los hombres" y lo habia enviado al Senor Rector Arnoldo Janssen. El tra-
bajo habia terminado, pero no por eso todo habia concluido. Todo el per
sonal recibio la invitaci6n de ir a la pieza del Senor Rector. La invitaci6n
fue personal, pero debiamos ir a la misma hora. [Esto era sospechosol
El Hermano Bernardo dijo: "Greo que el Senor Rector ha dado el per-
miso para la nueva impresora que le solicite"; e"l seguramente nos quiere
comunicar a todos juntos la alegre noticia". La pieza del Senor Rector
estaba completamente Uena con los que trabajabamos en la imprenta, y
todos a la espera de una importante y alegre noticia. El Senor Rector re-
corri6 con la vista a "sus buenos Hermanos", acomod6 mejor el solideo,
tom6 en la mano un mont6n de papel carta —que yo conocia— y pregunt6:
"Hermano Bernardo, ^quie'n imprimi6 estas hqjas?*.
"Este es un trabajo del Hermano Estanislao".
"Mire, mire. Hermano Estanislao, ven para acd. Mira esto, ^que" ves en
estas hojas?" (El tenia varias en la mano, unas junto a las otras).
"Esas son manchas de tinta de imprenta".
"Claro, claro; incluso hay huellas digitales: Coloca tu pulgar sobre la
mancha y cada uno de los otros dedos en las otras manchas; son m&s de
diez". Como un asesino debe poner sus dedos sobre las heridas de su
victima, asi coloque* mis dedos con una actitud de arrepentimiento y obe-
diencia sobre sus famosas manchas. "Ah, miren ustedes, queridos Herma
nos, todas coinciden perfectamente, si, es el Hermano Estanislao el que
ensuci6 un mont6n de hojas de papel carta y que me trajo un trabajo asi.
Esto no puede suceder. Debes rezar en penitencia cien veces: "Jesus mfo,
misericordia". **Y ahora, todos pueden irse. Alabado sea Jesucristo". Tor
siempre. Ame'n". jTodos afuera! El Hermano Bernardo tenia una cara de
deception y yo una mis larga. Se dice que es m&s practico cazar dos mos-
cas con un golpe; nuestro Senor Rector lo podia hacer mejor: mat6 ense-
guida veinte. Podria haberse informado por medio del Hermano Bernardo
sobre quie'n habia impreso esas hojas; me podria haber llamado en forma
personal y dado la penitencia. Pero no, todos debieron recibir una buena
leccion y yo debi humillarme delante de todos. Sabia hacer su trabajo.
Pronto cumpli con la penitencia y no le envie1 ya nunca mds papel de car
ta manchado. [516]

118
Lukas ies Al Fundador le importaba mucho que su obra se propagara.
Por esto no era dificil conseguir un permiso de colaborar. Claro que no
lo daba en seguida. Se debia ir varias veces a pedirlo; dos o tres no bas-
taban. Cuando hice una solicitud, pero no llegaba el permiso, le dije al
Hermano Bernardo: "El Senor Rector seguramente se ha olvidado". Son-
ri6 y dijo: "Lo que el Senor Rector desea, eso no lo olvida". Lo que sig-
nificaba: Si el no quiere algo, entonces lo olvida. Otra vez se trataba de
comprar una maquina; nuevamente no recibi el permiso. Al poco tiempo
fuimos invitados a sacarnos una foto: tambi6n el Fundador debia estar.
Me atras6 un poco y el Fundador me dijo: "Yo pens6 que Ud. no vendria
porque no se ha dado el permiso para la maquina". Para el dia onomastico
del Fundador fuimos a felicitarlo. Entonces dijo: "Usted creia que en mi
onomastico le iba a decir si". En realidad yo lo habfa pensado asi; pero a
pesar del dia de su onomastico no Ileg6 el permiso. [5171

Castor 164 Nuestro difunto Hermano Felipe, que era impresor, queria
comprar una maquina y por ese motivo habfa ido numerosas veces a ver al
Fundador, pero nunca habia recibido una palabra de aprobaci6n al res-
pecto. Por tal motivo Felipe estaba enojado y dijo que consideraba la pe-
tici6n por terminada. A lo que el venerable Fundador contest6: "Querido
Hermano Felipe, esto no lo debe hacer Ud. Usted debe hacer las cosas
como el Hermano Bernardo. El viene tantas veces, hasta que consigue la
maquina que desea". [518]

Joachim165 Sucedi6 en el otofio de 1888, cuando fui hasta el vene


rable Fundador para pedirle poder comprar un filtro de aceite. Por aquel
entonces, estaba en el segundo afio de noviciado. El filtro de aceite me
parecfa de gran utilidad —casi indispensable—. Lo reafirm£ en mi petici6n.
Le dije: "Yo quisiera tener un filtro de aceite que servirfa para ocupar
nuevamente el aceite usado; ese aceite que se junta en la camara de trans-
misi6n. Me parece que deberiamos tenerlo. El precio en el catalogo es de
10 Marcos". El Fundador: '^Has estudiado bien el asunto?". Yo: "Si, P. Su
perior". El Fundador: ",iAsf que piensas que debemos tener este aparato
de todas maneras?". Yo: *'Sf, pienso que se debe comprar". El Fundador:
"Bueno, entonces ven a conversarme de lo mismo dentro de tres semanas.
Alabado sea Jesucristo".

*«• H. Lukas, Jose" Kolzem svd (1859-1945) — Steyl '83. Pintor de fonnaci6n profesio-
nal; valiosa ayuda para la ilustraci6n de las revistas. Realiz6 4 cuadros del Fundador,
al 61eo, uno de ellos muy difundido (el P. Arnoldo en su escritorio). [1537]
*«* H. Castor, Hugo Fsco. Busch svd (1870-1935) — Steyl '94. Europa. [1400]
u» H. Joachim, Juan Hechemberg svd (1861-1932) — Steyl '87. Techny '01. [1503]

119
Cuando pasaron las tres semanas volvi con mi pedido. "Yo estuve aca
hace tres semanas por el asunto del filtro de aceite. <jPuedo encargarlo
ahora?". El Fundador: "<{Crees que es necesario encargarlo?^. Yo: "Oh, si,
vamos a ahorrar mucho*. El Fundador: "Bueno, bueno. Vuelve dentro de
dos semanas de nuevo". Ahora si que me enoje, y ya no me import6 si se
compraba o no el filtro de aceite. A las dos semanas se acept6 mi petici6n
cuando la renove. [519]

Oswald El jefe de la encuadernaci6n hizo la propuesta de comprar


una maquina con alambre para encuadernar los calendarios. La solicitud
no fue aprobada. Hizo la petici6n por segunda vez, sin exito. Y otra, y otra.
Cuando fue la quinceava vez, dijo: "Padre Superior General, 6sta es la
quinceava vez que le pregunto y siempre usted rechaza mi solicited". En
seguida le concedi6 el permiso. [520]

Polykarp El mecanico de las maquinas impresoras habia venido a


Steyl por dos semanas. El P. General lo encontr6 en el muro junto al Maas
y se puso a conversar con el. ''^Es usted cat61ico? <iEsta usted casado?
<iVa todos los domingos a Misa? ^Cuantas veces comulga y cuantas se
confiesaP". El senor nos cont6 esto a nosotros los Hermanos y agreg6:
"Me miraba como si viera por dentro. Le habria mentido algo, pero no lo
pude hacer". [521]

Martinus Uno de nuestros padres —lo nombraremos senor Mueller—


nos intemimpia continuamente a los Hermanos en la imprenta; lo que nos
molestaba mucho. Un buen dia me Ham6 el Fundador a su pieza. Cuando
entr£, estaba alii junto a la mesa y frente a el, el Senor Mueller. Tambi£n
yo debi sentarme. "Bueno, senor Mueller", dijo nuestro Fundador, ",ique
es lo que tiene que decir usted del Hermano Martin?". El senor comenzo
una queja tras otra y yo tenia que contestar con un si o un no, segun fuera
o no culpable. Cuando el sefior Mueller ya no tuvo mas que decir, el
Fundador nos dej6 ir, dici6ndonos: **Entonces estamos listos". Desde en-
tonces no tuve mejor amigo que el Senor Mueller. [522]

Kugelmeier Franz Fechter, nacido en 1862 en Haigerloch, de la di6-


cesis de Friburgo, tuvo que ser operado a los doce anos de las caderas;
la pierna le qued6 paralizada y mas corta. Asi es como vino a ser un po-
bre tullido. Aprendi6 encuadernacion y Ileg6 a tener una gran pericia en
ello. Pero el era una miseria humana; cada paso le costaba una enormidad.
En enero de 1885 pidi6 ser recibido en Steyl y fue aceptado. «iC6mo
pudo Arnoldo Janssen recibir como Hermano a un ser tan defectuoso? Por-
que poseia el don de distinguir los espiritus. El muchacho tenia un cuerpo

120
fragil y debil, pero un alma fuerte y hermosa. El Hermano Fidelis rezaba
mucho. Cuando habia adoraci6n nocturna se quedaba noches enteras de-
lante del Santisimo.
Con sabiduria, fuerza y cautela sac6 la encuadernaci6n de un estadio
de enfermiza ninez llevandola a una empresa de connotada eficiencia. Diez
afios despu£s de su llegada a Steyl, la muerte vino a su encuentro. Una
semana antes de morir pudo hacer sus votos perpetuos. Lo que el Hermano
Fidelis hizo por la Congregaci6n y las misiones en los 10 afios que estuvo
en Steyl, por medio de su oraci6n, unida al trabajo y sufrimiento, eso s61o
Dios lo sabe. [523]

Heimat En 1890 un estudiante de teologia interrumpid sus estudios;


era un escrupuloso incorregible. Se qued6 en Steyl como secretario y co
rrector, en la Imprenta. Cuando el P. Juan Janssen se impuso de que el
joven nunca iba a comulgar, tom6 el asunto en sus manos. Lo puso entre
la espada y la pared: "Juan (Hansen) o comulgas diariamente o te retiras
de esta casa. Personas que dan este ejemplo yo no las puedo mantener
acaw. El m£todo result6. Diariamente fue a la Santa Misa, trabaj6 en forma
tranquila y a conciencia. En 1897 trat6 nuevamente de hacer el noviciado,
despues estudi6 algunos semestres teologia, pero nunca profes6. En 1900
estaba nuevamente en Steyl y desde entonces trabaj6 como corrector en
la imprenta hasta su muerte en 1910. [524]

Maktinus Desde un comienzo tuvimos Iamparas de petr61eo: en las


habitaciones de cada uno, en la sala de estudio, en los talleres y tambien
en la imprenta. Este sistema de iluminaci6n daba mucho trabajo porque
continuamente habia que limpiar las Iamparas. Ademas apestaban el aire.
Por eso el Hermano Bernardo y otros Hermanos quisieron instaiar luz
el^ctrica en la imprenta. Pero el Fundador no se entusiasm6 con la idea.
Por entonces la electricidad no se usaba, en general, ni como luz ni como
fuerza. Cuando se hablaba sobre esto, parecia como si fuese cosa de gente
rica o de grandes fabricas. El Fundador no gustaba de la fanfarroneria y
amaba la sencillez. De ahi que, aun cuando siempre ayudaba, no queria
saber nada de la luz etectrica. En este aspecto, tambi6n nuestro Director
espiritual, el P. Scholl, era de la misma opini6n. Pero, despues de muchos
afios, el Hermano Bernardo encontr6 una salida. Cont6 sus problemas al
distribuidor del papel, el senor Goossens, en Venlo, con el que se habia
hecho muy amigo. El sefior Goossens solucion6 el problema: rega!6 una
dinamo. Ahora, pens6 el Hermano Bernardo, la mayor dificultad estaba
solucionada; pero se habia equivocado. Al Fundador le pareci6 mal que el
Hermano hubiera tornado ese camino. De ahi que hubo que luchar bastante
todavia. El P. Blum habl6 en favor del plan del Hermano Bernardo ante

121
el Fundador. Asi se empezd con la instalaci6n. En 1905 brill6 por primera
vez la luz el6ctrica, pero solo en la secci6n de la imprenta, y esto con res-
tricciones. [525]

Cr6nica 1937 A las pocas semanas de su ingreso, el postulante Cle-


mente Lanze, en 1883, en Steyl, propuso al P. Fundador que enviara Her
manos a que propagaran las revistas. Ellos podian venderlas, por supuesto,
pero lo mas importante era conseguirse gente de confianza que por un
"Dios se lo pague" propagara las revistas entre sus conocidos. El Fundador,
frente a innovaciones, titubeaba mucho. En este caso advirti6 en seguida al
P. Procurador Blum sobre lo que el nuevo postulante le habia conversado.
El P. Blum dijo: *'Es como un cuento"; pero envid al postulante, el 12 de
noviembre de 1883, en su primer viaje de propaganda de revistas. [526]

Clemens 1o° Mi primer viaje lo hice como postulante, recorriendo la


didcesis de Limburg del 12 al 25 de noviembre de 1883. El segundo, del
27 de noviembre al 12 de diciembre de 1893, viajando de Koblenz hasta
Cochem. Del 4 al 26 de enero de 1884 fui a Krefeld y Duesseldorf. Visitaba
por uno o dos dias gente de buena voluntad, que vendia sin recibir remu-
neraci6n alguna el Calendario San Miguel. Despues de algunos dias, si no
vendian, los retiraba y llevaba a otras personas. Asi aprendi a buscar pro-
motores y asi se fue introduciendo cada vez mas el ideal del sistema de
promocion. [527]

Cronica 1937 Como postulante hizo 21 viajes, en un total de 481 dfas.


Cuando en la Fiesta de San Jos£ recibid los habitos, empezd su noviciado.
En los dos afios de noviciado hizo 41 viajes, con 564 dias de promocidn.
El 17 de junio de 1887 hizo sus primeros votos. [528]

Decbeto Tambten en el campo del Apostolado de la Prensa Arnoldo


Janssen era un progresista. Esto se lo confid especialmente a los Hermanos
a quienes procurd una formacidn tdcnica y comercial; fue un gran aporte
para la creacidn de un moderno tipo de Hermanos. Ellos organizaron a
miles de laicos comprometidos, que llevaron a cientos de miles de fami-
lias las revistas y asi mantuvieron vivo el interns por la obra misionera.
De esta forma obtuvo el Fundador un ej^rcito de hombres y mujeres que
rezaron y se sacrificaron por la obra misional y que en una activa con-
ciencia responsable por la obra misionera, apoyaron a la Iglesia. [529]

!«o H. Clemens, Clemente Lanze svd (1858-1940) — Steyl '83. Fue el autor de la pro-
mod6n de las revistas mediante los Hnos. El mismo inici6 la practica cuando aun
era postulante. [1408]

122
Hildegard m Mi padre me dijo: "Si el Fundador de Steyl no hubiera
hecho otra cosa sino que por su intermedio se enviaran buenas revistas a
todo el mundo, ya esto habria sido una gran obia". [530]

Artesano y mayordomo

Lidwtnus El queria que sus Hermanos fueran expertos en sus trabajos


y en su profesi6n y que los hicieran de la mejor forma posible. Cuando se
fund6 San Wendel se enviaron cuatro Hermanos carpinteros para alia: el
Hermano Angelino, que era el jefe, el Hermano Gotthardt, el Hermano
Frumentius y yo. Nos examin6 severamente y luego dijo sonriendo: "La
Gongregaci6n cada vez sera mas grande. Se necesita siempre mas gente.
Miren, aprendan bien para que despu6s se les pueda ocupar". Luego:
"Alabado sea Jesucristo". Con esto sabiamos que podiamos irnos. Su esti-
mulo siempre me dio nuevos animos para que yo, en la medida que pude,
me perfeccionara en mi profesi6n. Por entonces el Hermano Frumentius y
yo eramos j6venes. [531]

Jakobus Muy pronto fue nombrado el Hermano Johannes Hopfer como


jefe de la carpinteria. Como tal debia entregar al Sefior Superior informes
sobre todo lo atinente a su campo de trabajo. Los Jefes de los diversos ta-
lleres debian llevar un libro concienzudamente y cada domingo informarle
sobre los trabajos entregados durante la semana y sobre la capacidad de
los Hermanos. Fuera de eso, cada Hermano tenia su propio libro, donde
anotaba cada trabajo que hacia, incluso aunque no durara mas de media
hora. De esta forma el Superior General podia tener una visidn bien exacta
de todo el fundonamiento de un taller y asi podia tambien conocer mejor
personalmente a cada Hermano. [532]

Goergen El Fundador habia encargado al Hermano Angelino, Jefe de


la carpinteria, un mueble archivo con tres puertas. Cuando fue instalado
el mueble, el Fundador, todo confuso, daba vueltas y vueltas a su solideo
en la cabeza; no estaba contento con el mueble. "<iHas hecho, aca en casa,
varias de estas puertas de corredera como la del centro del mueble?". "No",
fue la respuesta. "Bien, entonces prometeme, y para esto dame la mano,
que nunca en tu vida vas a hacer una puerta tan elegante para nosotros;
una cosa asi no es para gente pobre". Lo mismo le pas6 al Hermano car-

"7 Hna. Hildegard, Isabel Kondring ssps ap (1873-1936) — Steyl '99. [1493]

123
pintero con los dibujos de los muebles de la sacristia. Estaban disenados en
forma muy costosa. Los pianos fueron dejados de lado y con ello el asunto
se dio por terminado. [533]

Cybillus El venerable Fundador querfa que se hicieran confesionarios


nuevos y habia pedido al Hermano Jos6 Strake que en su pieza le mos-
trara un diseno. El Hermano tuvo que buscarse un modelo de penitente
grande y otro pequeno. El eligid al Hermano Philipp Haddik y a mi, el
aprendiz mas joven. El Hermano Jos£ debi6 hacer de confesor y dar su
opinion sobre el descanso del brazo para el sacerdote, si era muy alto o no,
si se podia sacar, etc. Luego el Hermano tuvo que quedarse sentado y
sigui6 el ensayo con el penitente grande y con el chico, para ver si las
medidas debian ser corregidas o estaban bien. Todo esto se hacia con la
mas grande seriedad y circunspeccidn, lo que me Ilam6 poderosamente la
atenci6n. Por entonces yo era solamente un nino. [534]

Goergen Se le habia hecho en los ultimos afios una cama nueva al


P. Fundador; tenia en la cabecera un tallado en madera: la cabeza de
un angel. Cuando el Fundador vio la nueva cama, quedd admirado. Hizo
llamar al Hermano mayordomo, el Hermano Galenus, y le orden6 que
retirara la cama; no era conveniente para el Fundador tener algo asi. A
la manana siguiente fue sacada la cama y colocada en una habitaci6n para
las visitas. [535]

Johannes En Lome, la estaci6n misional principal de Togo, se cons-


truy6 una Iglesia. El P. Buecldng, superior de la misidn, pensaba que la
Iglesia debia tener dos torres: "jPreferible que no tenga ninguna a que
tenga una torre!'\ El venerable Fundador le telegrafi6: '*S61o si es barato,
dos torres*. Ya que yo debia construir la Iglesia, el P. Buecldng me envi6
a Steyl. Durante el viaje en barco trabaj'6 en un informe muy detallado so
bre la constracci6n, los pro y los contra. Cuando el Fundador lo Iey6, ya
no estuvo en contra de las torres. Pero me envi6 hacia el P. Scholl, el gran
constructor, para ver qu6 era lo que el decia al respecto. El lo rechaz6
gesticulando con ambas manos. Una vez, empero, que hubo leido el in
forme, cambi6 de parecer. Al cabo de algunos dias me Ilam6 el Fundador
y me dijo: "Permiso concedido para las dos torres. <iEstas contento? Tu
puedes mostrar las cosas tan bien que solamente se puede decir si y fir-
mar lo que pides". [536]

Martinus El Hermano Ephrem Schipper habia estado con los bene-


dictinos en Praga y habia sido formado como pintor de Iglesias. Asi in-
gres6 con nosotros. Pronto recibi6 el encargo de pintar la Iglesia inferior,

124
que hacia anos que esperaba; luego debia pintar la Iglesia principal. "Yo
hice", asi lo contaba el mismo, "la experiencia de que mis primeros bos-
quejos, que habia hecho para los distintos sectores, casi nunca le gustaban
al Fundador. Tenia que hacer otros o dibujar nuevamente los mismos. Por
fin estuvo en gran parte pintada la Iglesia. Solamente en la nave princi
pal el angulo de arriba tuvo que pintarse de nuevo. Yo pens£: dibuja alii
sencillamente una rueda; de todas maneras tendras que hacer varias veces
el bosquejo. Dicho y hecho. Para mi gran sorpresa, me dijo: ''Si, pintala
no mis". No se podia hacer otra cosa, debi pintar las ruedas a pesar de
que alii no se veian bien. Pero, ^qui&i se habra dado cuenta despu£s de
todo? Para nuestro Fundador era de mucho mas valor la humildad que
los hermosos dibujos". [537]

Kugelmeier Pasado un tiempo cambie de profesion. Fui a trabajar con


el relojero. Me ensen6 de tal manera su arte que pude hacer de un viejo
(pero que todavia funcionaba) reloj de varilla (antiguo sistema de reloj
de bolsillo), un lindo reloj de p6ndulo. La caja del mismo descans6 sobre
un hermoso y pequeno pedestal, protegido del polvo por una campana de
vidrio. En la base, que era redonda, grave un proverbio. Estaba muy or-
gulloso de mi obra maestra. Con gran encanto el pe"ndulo iba y venia; con
precisi6n daba la hora. Hermoso era ver el resplandeciente rodaje y la
esfera.
Con este reloj me puse en camino hacia la pieza del Sefior Hector Ar-
noldo Janssen. Alguna vez tenia que ver lo que estas enormes manos y estos
gordos dedos podian hacer.
"Senor Rector, este relojito lo hice para Ud.; aqui esta la llave, y asi
se le da cuerda".
"Bien, bien; asi que esto lo hiciste para mi. Te lo agradezco. [Alabado
sea Jesucristol".
El consabido "por siempre. Amen" quedo atragantado en mi cuello.
No me habia esperado una cosa tan rapida. Era un fuerte golpe en la
nariz. Pero el Rector tenia raz6n: jNo hay que ser presuntuoso! Cuando
caminaba de vuelta al taller me iba diciendo: ''Saliste bastante bien de
esta. Por tu regalo y tu presuncion deberias haber merecido rezar unas
cinctienta veces 'Jesus mfOj misericordia'". Por Pascua de Resurrecci6n de
1888 fui trasladado a la cocina y alii aprendi a cocinar. [538]

Homobonus lc8 Peri6dicamente debiamos lavar los corredores. Cuando


habia varias puertas abiertas habia tambie'n una buena corriente. El Fun-

M« H. Homobonus, Jos6 Stiller svd (1866-1951) [] 751, 753 — Steyl '91. USA' 96.
[1497]

125
dador orden6 que se cerraran todas las puertas menos una; quien se ex-
ponfa a las corrientes de aire estaba cerca de cometer suicidio. Pronto
tuve que comunicarle que un padre se habia enojado mucho debido a que
se cerraban las puertas. El Superior General: "Dejalo no mas; tu salud me
es mas valiosa que los lamentos del padre". [539]

Berlings 1i09 Tenia una mirada penetrante y a pesar de todo habia en


ella humildad y bondad. Cuando yo, un Hermano, a menudo tenia que
limpiarle su habitaci6n, siempre me decia al final: "Lo ha hecho bien,
Hermano". Me alegraba cuando podia besar su mano. El me produjo una
impresi6n distinta que los otros padres; no porque fuera el Superior, no;
era algo diferente. El estaba ljamado por Dios. Yo me alegro de haber
podido conocer personalmente a un santo. [540]

Erwinus170 Sucedi6 por los anos 1902 a 1905: tuve que trabajar por
mucho tiempo, en forma personal, con nuestro venerable Fundador. En las
dunas de Steyl estaba el terreno que serviria para la construcci6n del nue-
vo Convento de las Hermanas. El Fundador retuvo en su mano la direc-
ci6n de los trabajos, cosa que no aprobaban algunos Hermanos; decian:
es una afici6n personal. Una tarde me dijo, de repente, algo asi como:
Hermano, sobre la afici6n hay que reirse; yo debo retener en la mano la
direcci6n del trabajo para estar seguro que se hace y avanza". Eso me
conmovi6. Yo estaba convencido de hallarme frente a un hombre cuyo
principio: Todo para Dios, nada para mi', se habia hecho realidad en su
vida. Generalmente me invitaba a ir, despues de la oraci6n de noche, a su
pieza. Me contaba sus planes y sus proyectos sobre el jardin. Lo hicimos
juntos. El se esforz6 en ensenarme a dibujar pianos y a que aprendiera
nivelaci6n de terrenos, y se alegraba de mis pequenos progresos. Cuando
le mostre mi primer proyecto de un jardin que habia hecho solo, me dijo:
''Ud. lo hizo muy bien y no hay nada que cambiarle*. Para mi, un Her-
manito, fue algo celestial. Para el fue la aplicaci<Sn pr&ctica de un princi
pio, que en toda oportunidad nos inculc6: "Cuando se va a hacer algo bue-
no, no importa tanto quien lo hace".
Cuantas veces se lo permitfan sus muchas ocupaciones nos visitaba en
la construction. El mismo quiso hacerse titil cuando se nivel6 el terreno;
nos dej6 a nosotros que trabaj&ramos con la maquina, pudiendo haberlo
hecho el mucho mejor. Acontecimientos desagradabies durante el trabajo

i«» Enrique Berlings (18d9-?) — Steyl '86'. Abanclono '92. [1374]


170 H. Erwinus, Guillermo Korte svd (1876-1934) — Steyl '95. Mozambique 1914.
Argentina 1921. Desde Calzada escribio sus recuerctos en 1934. [1444]

126
no lo enojaban, no lo sacaban de su tranquilidad. Siempre me dio la im-
presi6n de ser un hombre que camina por la vida continuamente centrado
en Dios. Nunca se permiti6 nada especial en cuanto a comodidad o ca-
prichos personales. Era alguien compenetrado del sentido del deber. [5411

Cr6nica-1930 La antigua casa y el edificio reci&i terminado estaban


en 1878 iluminados elegantemente del modo como corresponde a la gente
pobre. En los transversales de las ventanas, asi como en los salientes de
las paredes y balcones, se habian colocado pequenas velas. De pronto em-
pez6 a salir de una ventanita en el techo, junto a la torre de la campana,
una columna de humo. Del balc6n habia caido una vela en el interior
de una pieza. A tiempo se descubrio el incendio, que fue sofocado ra-
pidamente.
Poco despues se incendid en la panaderia el caj6n donde se guardaba
el carb6n. Hubo varios de estos pequenos incendios. EUo oblig6 al ve
nerable Fundador a tomar serias medidas. Instruy6 exactamente sobre qu6
se debia hacer en caso de incendio: ante todo habia que asegurar la ropa
de cama y las frazadas. Como lugar mas seguro contra incendios indico
(despues de 1882) la Iglesia inferior, que era abovedada. Ademas encarg6
a algunos Hermanos que cada noche, antes de acostarse, controlaran los
talleres, especialmente la imprenta. A mediados de la d£cada del 80 se
cre6, en Steyl, la primera Compania de Bomberos, formada por alumnos
de los cursos superiores. Incluso tuvieron uniformes propios; en 1887 o des
pues se compr6 una bomba contra incendios, cuyo chorro de agua llegaba
hasta el techo de la Iglesia. Las Hermanas de la Providencia del Convento
de San Jos£ habfan costeado parte de los gastos, debido a intereses per
sonales. La bomba contra incendios, que era manual, ayud6 por anos y
conquist6 renombre y respeto tambien en los alrededores. <iHabfa algun
incendio en alguna parte? Alli iba la compania de bomberos de la Casa
Misional. [542]

Kugelmeier "Aqui en casa hay gente de todas partes: holandeses, ba-


varos, de Hessen, austriacos e incluso un suizo" dijo una vez, en una con-
ferencia, el senor Rector Janssen. "No se debera insultar jamas a nadie,
aunque sea nuestro coterraneo, si su pronunciacipn es un tanto diferente
a la nuestra o no es exactamente como nosotros".
Yo pertenecia a los bomberos. Cuando terminamos con los ejercicios,
el carrito que servia para llevar la manguera, habia desaparecido. "<iQui£n
sc Ilev6 el carro?', preguntd el capitan. *'Esto lo deben haber hecho los
tontos holandeses", contest^ yo. Muchachbs traviesos del pueblo siempre
miraban nuestras maniobras; ellos habrian hecho el chiste.

127
En la proxima conferencia retumbaron las palabras finales del Senor
Rector: "Uno de vosotros, en contra de mis prescripciones, ha ofendido a
un miembro de otra naci6n. Que se presente en seguida en mi pieza".
Algunos miraban alrededor, muchos me miraban solamente a mi. Detras
del Rector camine, solo, a su pieza. Llegamos casi juntos. Cerr6 sin em
bargo la puerta; no debia ahorrarme el golpear.
",»Asi que td eres el que insulto a un holande"s?".
"Senor Rector, eso no fue un insulto".
''Cuentame lo que sucedi6".

"Entonces, ,tno dijiste nada mas?".


"No, ninguna palabra mas".
"Bueno, pero a pesar de todo dijiste una palabra de mas. Si hubieras
dicho solamente: esto lo deben haber hecho los holandeses, no habria es-
tado mal. Debes saber que nosotros gozamos de amistad, aca en Holanda,
siendo como somos extranjeros, y por lo tanto no debiste declarar tontos
a los holandeses".
'To pense* solamente en aquellos que nos hicieron la broma y en
ningun momento en quien me delat6. Lo conozco y tengo muchas ganas
de darle una paliza".
"Te vas a cuidar muy bien de hacerlo. Ademas no sabes a ciencia cierta
quie"n me lo cont6, y las peleas estan, por supuestb, prohibidas, y son cas-
tigadas en forma ejemplar. For las palabras que dijiste de mas, reza 30
veces 'Jesus mio, misericordia' y por el mal deseo de pegarle a otro, 20
veces 'Dulce coraz6n de Maria, sed la salvaci6n mia*. jAlabado sea Jesu-
cristol".
"Por siempre. Ame'ri'. [543]

Del espiritu de trabajo de los Hermanos misioneros

Jakobus El principio de nuestro venerable Fundador y de sus prime-


ros colaboradores fue: trabajar fiel y diligentemente, sin hacerse notar ha-
cia afuera. [544]

Marhnus El dio el ejemplo de trabajar siempre. En los primeros afios


se le vio, por las tardes, durante el tiempo de recreacion, trabajando con
los alumnos en el jardin. El mismo ayudaba a los alumnos mas j6venes a
cargar la arena en las carretillas; los mas fuertes debian llevar las carre-
tillas llenas. De esta forma poco a poco se fue haciendo el jardin.

128
Cuando con el tiempo los Hermanos fueron ocupando los puestos de
trabajo en lugar de los trabajadores, a menudo los amonestaba diciendoles
que cada uno debia conocer muy bien su tarea; en el mundo se acostumbra
a senalar los trabajos que no se han hecho bien como trabajo de convento;
esto nunca se deberia decir del de nuestros Hermanos. Con gusto permitfa
a los jefes de los talleres adquirir revistas especializadas, para que se pu-
dieran instruir mejor. Tambten a menudo envi6 Hermanos a exposiciones,
para que estuvieran al dia de las cosas nuevas. ''Alii se reconoce al hom-
bre capacitado", dijo una vez, "el que con poco puede hacer algo her-
moso". [545]

Cyriacus En los primeros afios las horas de trabajo estaban bien con-
troladas. Cuando ingres6, en 1887, habia una pausa a las nueve y media de
la manana, para tomar un cafe. Este era para los mas j6venes aprendices y
para los Hermanos de salud debil. Cuando por motivos especiales, p. ej. en
los dias despues de Navidad en que habia una fiesta familiar, y por lo
tanto se perdian dos jornadas de trabajo, entonces en seguida despues del
almuerzo, sin tener recreo, nos ibamos a trabajar. Con redoblado entu-
siasmo vefa que los Hermanos que trabajaban en las mdquinas aprovecha-
ran bien el tiempo. [546]

Aband En 1884 el P. Araoldo nos dijo, en el comedor a los Hermanos:


"Si alguno esta trabajando y se da la senal para un ejercicio de comunidad,
como el almuerzo o ir a la Iglesia, entonces no debera dejar el trabajo asi
no mas, por el hecho de querer ser puntual. Debe dejar el trabajo de modo
que la casa no tenga que sufrir perdidas por esa interrupcion. Por el he
cho de llegar atrasado se disculpara. Y ello debera ser algo excepcional,
nunca una costumbre".
A lo mejor se le ocurri6 esto a ultimo momento, pues cuando lo de-
cia, uno que siempre llegaba atrasado al comedor, se retiraba de Steyl.
[547]

Lanerancus Exigia un trabajo asiduo y bien hecho, oonciencia del de-


ber y sentido de responsabilidad. Era muy severe Pero con el tiempo uno
iba adquiriendo la sensaci6n de que estaba tratando con oin Superior y
padre generoso y preocupado, que participaba en todo y que generosa-
mente ayudaba. Sin embargo, a los mas j6venes nos qued6 el sentimiento
de que frente a cada uno guardaba una gran reserva y respeto que se nos
traducia en miedo y latidos mas rapidos del coraz6n. [548]

Martinus Al comienzo, los Hermanos teniamos silencio hasta las nue


ve de la manana; los viernes hasta el mediodia. Por la tarde, desde la hora

129
del caf6 hasta la cena. Al Hermano Jakobus Keichel, que habia sido tra-
pense, le vino la idea de que guardaramos silencio todo el dia; para ello
formul6 una petici6n por escrito al venerable Fundador, la que todos fir-
mamos. Nosotros, como se dice, saliamos de las brasas para caer en el
fuego, y nos dej'amos atar la cuerda al cuello. Guando le presentamos el
escrito al Rector, dijo "Bueno, esta bien. Si ustedes quieren aguantar esto,
entonces aguantenlo". Fue todo. Despue"s se reglament6 exactamente en el
horario el tiempo del silencio. [549]

Chbistophorus Durante el trabajo no se debia hablar, pero si se podia


rezar en comun. Generalmente rezabamos siete Fadrenuestros, Avemarias
y Glorias; con esto podiamos obtener las indulgencias del escapulario y del
Viacrucis. En general el silencio se observo muy bien en ese entonces. Si
habia algo urgente que preguntar, generalmente se escribia en un pape-
lito. Casi no habia conferencia en que el Fundador no nos recordara el
"tan facil y al mismo tiempo tan dificir, como e*l lo llamaba, silencio. En
mi cuaderno de anotaciones aun se encuentra arriba escrito: "Jesus autem
tacebat". [5501

Reginald171 El trabajo era bastante riguroso. Se nos exigia entregar


mas de Io que podfamos. Lo hice con mucho gusto, y los otros Hermanos,
en general, tambi£n. En el tiempo libre debiamos velar por nuestros asun-
tos personales, como por ejemplo: ordenar la pieza, afeitarnos, lustrar los
zapatos, escribir cartas, etc., de modo que tenfamos poco tiempo libre,
especialmente los dias domingos. Era como el programa de un dia de
retiro: ahora esto, despu6s aquello, cada media hora o cada tres cuartos
de hora algo nuevo. [5511

Lrowmus Siempre conservo en mi recuerdo al P. Arnoldo Janssen co


mo a un hombre fuerte. A pesar de todos los trabajos y penalidades se
mantenia tranquilo y seguia trabajando. Tambie'n asi nos queria ver. Guan
do me queje" por algunos problemas que tenfa en el trabajo, me dijo:
"Hermano, quien ante las dificultades se atemoriza, no podra hacer algo
grande en la vida*\
No le tenia miedo a las dificultades, sino que las solucionaba mientras
seguia trabajando con entera confianza en Dios y con mucho valor. Asi
tambie'n nos queria a nosjotros: sin quejas, con perseverancia y valor. [552]

Berchmans El Fundador dijo en una conferencia: "Si alguno siente


que tiene especiales condiciones y cualidades para cualquier otro empleo

H. Reginald, Pedro Geyer svd (1872-1956) [] 889 — Steyl '98. Herrero. [1585]

130
o trabajo, debe con toda confianza comunicarselo a su superior. Este po-
dra opinar sobre lo que se puede hacer". En seguida se present6 el Her-
mano Fridolin, un suizo, que dirigia la gran lecheria en la granja Santa
Anna, pero que ademas se ocupaba de tallados de madera. Por esta raz6n
fue trasladado a la seccidn de las estatuas, donde pas6 un tiempo apren-
diendo el tallado. Despues estuvo en Techny, USA, donde fund6 un taller
y durante 30 aiios trabaj6 con sumo arte en dicho campo.
En la primera decada, y por muchos anos mds, cuando Steyl no era
tan grande, el Fundador estuvo muy relacionado con los Hermanos; era
incluso el primer director de los trabajadores. Todos los maestros tenian
que presentarle los proyectos sobre posibles cambios o ampliaciones de
los talleres, como asi tambien todo lo relacionado con la adquisici6n de
maquinarias. Sus conferencias dominicales para los Hermanos eran muy
pr&cticas. Comprendi6 la manera de despertar en casi todos el interns por
perfeccionar los talleres de modo que aumentara la producci6n. Asi salieron
de Steyl un gran numero de Jefes de section para las nuevas fundaciones
y para las misiones. [553]

Perboyre Debido a un trabajo necesitaba con urgencia un permiso y


pregunte al Superior de la casa; esto produjo dificultades. Despues me
dijo el venerable Fundador: "Los Rectores van y vienen; en estos casos
debes preguntar al Provincial, el queda". (Provincial para toda Europa
era el mismo). [554]

Berchmans "Yo necesito maestros con titulo para las Casas y para las
Misiones", dijo el P. Superior General una vez en una conferencia. ''No es
suficiente que uno en su taller haga bien las cosas. Debe formar a otros de
tal manera que pueda confiarle a el, sea en la patria o en las misiones, un
puesto igual. Cada Jefe deberia escribir en un cuaderno sus experiencias
de modo que su sucesor las pueda tener en cuenta". Con gusto le daba
a los Hermanos conferencias, especialmente orientadas a su formaci6n co-
mercial y laboral. Como buen matematico conferia especial importancia a
que los Hermanos estuvieran bien adiestrados en todo lo referente a la
materia. Por mucho tiempo, en los dias domingos, dip clases de matema-
ticas, hasta que el P. Scholl las tom6 a su cargo. [555]

Coelestin172 A menudo dijo que nosotros debiamos ser mucho mas


aplicados y fieles que la gente de afuera en la realizaci6n de nuestro tra
bajo, pues trabajamos para nuestro Rey del Cielo y para la salvaci6n de

172 h. Coelesh'n, Jorge Bergmann svd (1874*1944) [] 1109, 1170


Steyl '90. Impresor. Hno. Viajero. [1411]

131
las almas inmortales. £11 mismo buscaba los libros correspondientes para
los estudios de nuestra especialidad; tambie'n a mcnudo controlaba si Istos
eran usados por los Hermanos. Deseaba que cada minuto fuera usado en
forma aplicada y a conciencia. Guando en 1893 el Hermano Joaquin detuvo
la maquina a vapor por unos minutos (dos o tres) antes de las cuatro, para
ir al caf6, me envi6 el venerable Fundador rapidamente a la sala de ma-
quinas para haceria fundonar nuevamente. Despu£s me pregunt6 por que"
me habfa dado esa orden. Yo: "Porque se habfa detenido antidpadamente".
El: "Tambi&i por eso. Pero calculemos no mas cuantos minutos suman si
todos los que trabajan en el Taller, que son 150, terminan tres minutos
antes. Esto da la suma de 450 minutos, vale decir siete horas y media del
tiempo de trabajo. Y la peidida recaeria sobre nuestras misiones. A lo me-
jor tambien habra un alma inmortal menos que no sera salvada. <jTe das
cuenta de lo que somos responsables?".
Asi que era el pensamiento de las misiones. Muy a menudo nos recor-
daba tambien que el dinero que nos regalaban los bienhechores se debia
emplear bien. Cuando se trataba de adquirir grandes maquinas podia ocu-
rrir que doce personas podian ir ante el, previo a que diera el permiso, a
pesar de que todo estuviera por escrito y bien fundamentado. <jPor qu6 lo
hada? Queria evitar que se compraran cosas inutiles. Y lo consigui6.
Nosotros, los Hermanos de la imprenta, debiamos apersonarnos todos
los domingos con el libro de los trabajos; controlaba entonces como se
habfa aprovechado el tiempo y la maquina. Esto nos parecia a los j6venes
algo bien cicatero. Sin embargo, asi aprendimos a ocupar bien el tiempo
y a observar bien el voto de pobreza. Lo mas efectivo quizas era la peni-
tencia que nos daba junto con sus paternales palabras de correcci6n.
Guando un trabajo habfa resultado bien hecho, se alegraba mucho. Le
golpeaba a uno la espalda y le decia: "No te vayas a poner orgulloso por
esto". [5561

Mabtinus Nuestro Fundador era estricto en la aceptacion y en el pro-


bar una vocacion. Tambie'n tenia una preocupaci6n muy especial por los
suyos. <iSe habia afanado alguien demasiado en alguna cosa? Entonces le
hada llegar algo especial. En el invierno de 1880 los alumnos habian tra-
bajado demasiado en el rescate de los andamios, pues el rio habia crecido
mucho y las aguas inundaron todo. Para que no se enfermaran o resfriaran,
les dio vino caliente y los mand6 a acostar. Tambien por lo general cuando
uno habia hecho un trabajo muy pesado o volvia de un largo viaje, lo en-
viaba a la cocina a que se le diera algo reconfortante. Si alguno no se
sentfa bien, lo enviaba a la cama.
Nuestro Fundador sabia siempre aprovechar la oportunidad de de-
parar a otro una alegria. Se habia, por ejemplo, terminado la construction

132
de un edificio en el Convento de las Hermanas; entonces llevaba para su
bendici6n a los Hermanos que de alguna manera habfan colaborado en
algo. Si habia bendicion de maquinarias, llevaba algunos Hermanos para
que le ayudaran. Al final mandaba a las Hermanas que sirvicran alguna
cosa a los Hermanos, fruta o lo que hubiese.
<r Volvia de algiin viaje? Avisaba que queria comer con los Hermanos.
Entonces contaba todo lo referente a las otras casas y daba los saludos
enviados por los Hermanos de alia. En estas ocasiones podia contar mas
de una anecdota chistosa, con la cual el tambie'n reia con muchas ganas.
Se encontraba asi como un padre con sus hijos. [557]

Ludgerus De noche, despues de la cena, iba con nosotros a la capilla


y luego a la sala de recreaci6n. Era muy afable, escuchaba con gusto los
chistes, pero no contaba ninguno. Iba tambie'n con nosotros a la oraci6n
de noche. Despue"s se dirigia a su dormitorio, pero a menudo volvia a la
capilla; rezaba con frecuencia nuevamente el Viacrucis y permanecia lar
go rato en oraci6n. Esto lo vi yo mismo. Tambie'n fui testigo de que tra-
jera documentos e intenciones, que los pusiera sobre el altar y se quedara
largo rato rezando. [558]

Ludcerus En una fiesta, no recuerdo cual, estaban 61 y el P. Wegener


con nosotros, los Hermanos. Entonces empez6 a decir muchas cosas sobra
el P. Wegener: cuantos hijos espirituales tenia y lo bueno que hacia como
prefecto. Entonces el P. Wegener lo interrumpi6: ''P. Superior, si usted
no termina pronto con esto, me meto debajo de la mesa". Ahi se ri6 con
ganas el P. Superior. En otras oportunidades enviaba, a este o aquel, un
trozo de kuchen. Sabia, con pequenas cosas, dar a los otros una alegria.
Cuando el Hermano Crispinus, que estaba enfermo, celebr6 sus 25 anos de
vida religiosa, inst6 el P. Superior a todos los padres a que lo felicitaran.
Tambie'n le tuvieron que hacer una corta representaci6n teatral, de modo
que el Hermano Crispinus, sentado en su si!16n, lloraba de alegria. El
P. Superior se hallaba siempre a gusto entre los Hermanos; mostr6 siem-
pre interns por sus trabafos y conversaba sobre sus cosas. Entre 61 y los
Hermanos hubo siempre muy buenas relaciones, de tal manera que los
Hermanos siempre estaban dispuestos a realizar cualquier deseo suyo. [559]

Peil Fue un pensamiento muy feliz del venerable Fundador, para po-
der conseguir muchos Hermanos, fomentar las mas variadas profesiones u
oficios. Debido a esto era posible que los j6venes, como Hermanos misio-
neros pudieran desarrollar la actividad que habian aprendido antes. Esto
era para muchos un acertado medio de Uegar a la vocaci6n misionera y a
que esta les resultara agradable. Al mismo tiempo recibio la Congregaci6n

133
las fuerzas necesarias para sus diferentes secdones, las que luego, en las
misiones, prestaron un incomparable servicio. Trabajadores sin instrucci6n
fueron ensenados en Steyl, especialmente en las diferentes secciones de la
imprenta, pero tambie"n en otros talleres. Mas de alguno (fue confirmado
por ellos posteriormente), que no tenia ninguna profesion, encontrd en
Steyl la instraccion que le permiti6 posteriormente en el mundo ganar su
sustento. Esto lo tenia muy en claro el Fundador y la experienda ha de-
mostrado que no se equivdc6. Condici6n basica, empero, era al ingresar,
que se entregara sincera y decididamente al servicio de la obra misional.
Asi se gano valiosos trabajadores para la patria y la misi6n. S61o la reali-
zaci6n y el mantenimiento de las construcciones en Europa y en las mi
siones exigia un gran numero de especialistas bien formados. Esto es valido
mas aun para las diferentes tareas en las misiones y en la patria. Cuantos
excelentes hijos de campesinos Ilevaron a nuestras casas la agriculture, y
de ese modo se estaba abastecido de todo lo necesario. En las misiones los
nativos fueron, al mismo tiempo, formados por medio de estos trabajos en
un ordenado espiritu comunitario. En el trabajo cultural, en las misiones
debian ser los Hermanos un factor importantisimo. Sin discusion, el cre-
cimiento del Instituto de los Hermanos fue una de las ideas mas brillantes
del Fundador. La Congregaci6n misionera tiene mucho que agradecerle a
los Hermanos. [560]

134
11. LAS OTRAS CASAS MISIONALES

Schwager La fundacion de una nueva casa misional tiene cada vez un


doble e importante efecto: la promocion del sentido misionero en la pa-
tria, y por ende el progreso de las misiones en el extranjero. Por la funda-
ci6n de la Casa Misional de Steyl, el P. Arnoldo habia formado un ejercito
de misioneros, que foment6 una participaci6n independiente de los cat6-
licos alemanes y en forma muy activa, en la obra evangelizadora. Asi, de-
bido al continuo aumento en el ingreso de alumnos que venian de Ale-
mania, se vio obligado a fundar filiales alia, pues la casa de Steyl no los
podia albergar. La preparaci6n, organizaci6n y continuaci6n de estas
fundaciones es parte importante de su vida. [561]

Santa Cruz - Silesia

Fischer En los preparativos para la fundaci6n de un establecimiento


en Prusia, Arnoldo Janssen tuvo que entrevistarse con el Ministro del Culto
prusiano, von Gossler. Por aquella epoca estaba tambieii en Berlin el Obis-
po Anzer, quien frente al ministro habia hecho esta observaci6n: "El Sefior
Janssen es un matematico y con esta clase de gente es dificil tratar". El
ministro rio de buena gana cuando lo escuch6. Posteriormente el Obispo
le cont6 esto al Superior General. El en cambio le dijo: "No me parece
nada bien que Ud. haya dicho esto, que conmigo es dificil tratar". Y agre-
g6: "Si dependiera de mi, recten en dos o tres afios pediria permiso para
una casa en Alemania. Por una parte nos hace falta personal; por otra,
siento claramente c6mo yo mismo me fabrico una cruz mas grande con
cada ampliaci6n de la Congregaci6n. Uno se pregunta si no hay que em-
pezar ahora". [562]

Poepping173 Cuando el Ministro del Culto prusiano le ofreci6 —con


exclusi6n de todas las otras Congregaciones— que s61o 6\ pudiera fundar

»* P. Enrique Popping svd (1871-1946) — Steyl '88. Orden. '98. Testigo en el Pro-
ceso Apost61ico. [1580]

135
casas misionales en Prusia, rechaz6 este tentador ofrecimiento con una
breve observaci6n: ''Dele primeramente permiso a los Padres del Espiritu
Santo para que puedan fundar una casa'VAcostumbraba decir: "Da lo
mismo qui6n es el que hace el bien, lo principal es que se haga". [5631

Schwager Desde un principio mostro interns por fundar un jovenado


en la Silesia. A la pregunta del Ministro sobre por qu6 querfa precisamente
en la Silesia, contesto que en el caracter de los silesianos hay algo extraor-
dinario de amistad y afabilidad; tambien que estos aprenden muy bien los
idiomas extranjeros. Ademas actuaba en el P. Janssen la consideraci6n de
que todo el occidente alem&n estaba muy distante de cualquier otro insti-
tuto misionero.
Ya en 1887 la esposa del Jefe de Redacci6n del diario "Germania", la
sefiora Emilie Huch, una entusiasta amiga de las misiones, habia hecho
que el P. General tuviera en su mira a Silesia. [564]

Ludgerus Despues de Pascua de Resurrecci6n de 1892, el Fundador


envi6 al P. Beckert y a tres Hermanos, entre ellos a mi, a la Silesia, para
la nueva Fundaci6n. Yo iba como cocinero. Pero al poco tiempo se desen-
cadend una gran persecution contra la obra, de tal forma que no se podia
construir. Gasi al mismo tiempo se fundd en Neisse un internado dioce-
sano para candidates al sacerdocio; se temia que la nueva Gasa de Mi
siones fuese una competencia para ese internado. Nosotros fuimos ataca-
dos publicamente. Fue un tiempo dificil, que mostraba las caracteristicas
de que todo se iba a hundir en el agua. Incluso la familia Huch, que desdc
un comienzo se habia entregado de lleno a la fundaci6n, y por medio do
cuyo diario habfamos ganado adeptos y bienhechores, abandono las espe-
ranzas. El P. Beckert fue llamado por el Fundador. Asi es como quedamos
solos los tres Hermanos en la granja que se Uamaba "Schaeferei" (ovejeria).
Nosotros le transmitimos nuestro dolor al P. Superior. El nos contesto:
''Cuando ustedes recien empiezan a sufrir, yo ya he sufrido bastante". Y
nos instaba a tener paciencia y perseverancia: a esperar con paciencia y
humildad. Al final escribia: "Veo como una buena serial que se empiecc
con la cruz y el sufrimiento. Pues todo lo que es verdaderamente bueno,
debe ser alcanzado a travel de la lucha. Asi son los caminos del Senor. Si
el buen Dios desea esta obra, entonces se realizara. Que se cumpla la vo-
luntad de Dios".
El 15 de agosto de 1892 Ileg6 inesperadamente el permiso estatal. Un
telegrama del P. Superior nos lo comunicaba; a este sigui6 una carta. Fue
un gran acontecimiento. En seguida volvi6 tambien el P. Beckert, y con el
llego el Hermano Alexander, un albanil, y un grupo mas de Hermanos.
Inmediatamente fue adecuada la casa para lu nueva finalidad. Tambien

136
Heg6 el primer Rector de la casa, el P. Jos6 Weber. Y por ultimo el P. Su
perior. El 29 de septiembre, fiesta de San Miguel Arcangel, fue la inau-
guraci6n de la casa. El primero de octubre llegaron los primeros alum-
nos. Pronto se presentaron tambien j6venes que querfan ser Hermanos mi-
sioneros. Pasados algunos dias, el P. Superior coloc6 la piedra basal para
la construccidn de un nuevo edificio que se necesitaba y que ya, un afio
despu£s (1893), en la fiesta de Santa Teresa, pudo ser habitado. Cuando
se coloc6 la primera piedra, el P. Arnoldo pronunci6 un discurso agrade-
ciendo a Dios, el Senor, el que a pesar de las dificultades lo habia guiado
todo para que resultara esta obra. Al final rez6 para que el buen Dios
enviara los medios necesarios para llevar a feliz t^rmino la construcci6n.
La bendicidn que fluy6 de esta fundaci6n es indescriptible. La casa ga-
naba tambie'n cada vez mas amigos y bienhechores y asi pudo hacer mu-
cho bien en favor de las misiones. [565]

Caiasanz 174 En 1894 tuvimos que trabajar fuertemente en la cons


truccidn de la casa Santa Cruz, para poder terminarla a tiempo. Para no-
sotros, los carpinteros, habia horas extras de trabajo por la noche. Por esto
estaba yo muy cansado, deprimido y encerrado en mi mismo. Un dia, al
ir al mediodia a la capilla para el examen de conciencia, pas6 junto a mi,
viajando en el coche, el P. Superior. Me mir6 Ueno de bondad y amor, de
tal forma que olvid£ toda tristeza. En seguida pense: la mirada del P. Su
perior se parece a la de un santo. Pues se dice que los santos, con s61o mi-
rar a los tristes, los consuelan.
Asi como me alegr6 su mirada, asi tambien podia con ella penetrarlo
a uno y asi advertirlo o corregirlo. Y cuando corregia a uno publicamente,
el hecho era imposible de olvidar. En una conferencia dijo: el descontento
cs para un convento como la peste. A los descontentos les pasaria igual
que a los israelitas cuando murmuraron contra Moises. Hablaba con tran-
quilidad y sus palabras producian un efecto profundo e inolvidable. Su
mirada era majestuosa y llena de dignidad. Nadie se habria atrevido a
contradecirlo. [566]

Cletus 175 En los primeros anos en la casa Santa Cruz, no habia tan
buena comida como en Steyl o San Gabriel. Algunos estaban descontentos
y murmuraban. Entonces, estando el Fundador de visita, dijo lo siguientc:
"Si tenemos ropa y comida, entonces estad contentos con lo que sc os da.
Cuando el buen Senor tcm'a junto a si tanta gcntc en el desicrto, cuan-

174 H. Caiasanz, Francisco Kroll svd (1862-1941) — S. Gabr. '92. Steyl. [1398]
«s H. Cletus, Juan Enrique Egbers svd (1871-1950) — Steyl '90. N. Guinea. Vuelve
a Steyl '32. [1410]

137
do hablaba y enseiiaba, estos estaban tan ansiosos de saber, que ni siquie-
ra pensaban en comer. Cuando fue ya tarde y el buen Senor vio tanta
gente, entonces sinti6 compasidn y no quiso que se fueran sin haber co-
mido: Preguntd a sus discipulos: ",iTienen pan?". ''Alii hay un muchacho
que tiene pan y pescados; |pero esto no es suficiente para tantos!".
*',iY qu6 pan era 6se? Un pan de cebada, muy seco y con un gusto
muy especial. Vosotros ten&s por la mafiana pan, y un buen pan con man-
tequilla. |Bastante diferente al pan seco de cebada! Por entonces la gente
estaba feliz de poder saciarse con pan de cebada; de pura alegrfa y agra-
decimiento quisieron hacer rey al Senor.
W^Y vosotros? Si, entre vosotros hay algunos que ni siquiera con la co
mida estdn contentos, que se lamentan y murmuran. Y aun pens&is en ser
misioneros y en compartir vuestra comida con la gente. Vosptros induso, si
se llega al extremo, querreis morir por Cristo. |Y acd no estdis contentos
ni siquiera con lo que vuestro Hermano cocinero os pone en la mesal ]Oh,
queridos mios, c6mo sera esto en el futuro! Rezad, si, rezad mucho, para
que Dios tenga misericordia con vosotros y no caiga sobre vosotros su
brazo justiciero que os castigue. [No lo permita Dios! Si, son tiempos difi-
ciles. La espada del descontento del Senor cuelga sobre nosotros de un
hilo muy delgado. Se necesita un pequeno golpe y la espada caerd y todo
el mundo ardera en llamas. Si vosotros, los viejos, lo vereis, eso no lo se,
pero los mds j6venes lo veran. Entonces si que vendran tiempos dificiles.
Y estar&s alegres y contentos con tener un pedacito de pan, aunque haya
estado guardado tres dias en el armario. Pero nadie os lo dara. Por eso
estad contentos con lo que se os pone en la mesa y pedid a Dios que no
deje caer su espada en nuestros dias; de esto nos libre el Senor. ... El
Senor y su buena Madre nos asistan en el tiempo de la necesidad. Estad
contentos de lo que Dios en su bondad nos da. Sed agradecidos con Dios,
si, agradeced a Dios. AmeV.
El hambre Ileg6 con la primera guerra mundial, y en Santa Cruz se
comi6 remolacha; no habia mas pan. Pienso en esto cuando no me gusta
algo. Hace algunos dias le conte" el hecho al Hermano Gottfried. Tambi6n
el, junto con el P. Marianski, fueron testigos del discurso. [567]

Ludgerus Cuando se fund6 la casa Santa Cruz, como las dificultades


no pafecian acabar, la familia Huch se quej6 al Fundador. El les dijo:
"Yo, a pesar de todo, he podido dormir bien. Pues si el buen Dios asi lo
quiere, entonces la fundaci6n se hard de todas maneras. ^No quiere £1
que esto sea asi? Entonces tambien estoy conforme". [568]

Goergen A pesar de que el Fundador habia llegado a la convicci6n


de que el Cardenal Kopp era demasiado prusiano y no simpatizaria con

138
la SVD, dijo: *'Si yo supiera que me equivoque, con gusto me hincaria
frente a el". Asi lo contaba el P. Roetter. [569]

Schnierer 17G Por encontrarme en Santa Cruz, escuche decir al P. Su


perior General: "El gobierno nos deberia dar con gusto el permiso para
hacer el Bachillerato. Pero entonces nosotros deberiamos enviar a nuestros
profesores a la Universidad y se nos echarian a perder". [570]

Weig II Mientras yo estudiaba en Santa Cruz, el P. Superior presidi6


una Misa cantada durante una de sus visitas. Despues de esta nosotros
imitabamos, en el jardin, su forma de cantar. Estabamos en la glorieta
que quedaba lejos de la casa y creiamos que nadie nos veia. Pero de pron
to, y para nuestro gran asombro, estaba ahi, frente a nosotros, el P. Su
perior; nos tranquilizo y sonriendo nos dijp: "Lo habels hecho acertada-
mente, pero no del todo". [571]

Bbeitkopf177 Como alumnos, en Santa Cruz, acostumbrabamos en el


verano, despues de la oraci6n de la.noche, a banarnos en la laguna del
parque. Una tarde llego tambi£n el venerable Fundador a la laguna y nos
alentaba a que aprendieramos a nadar. Fue por 1902, mas o menos. [572]

Fischer Despues de haber estudiado en Berlin, me envip el P. Su


perior nuevamente a Santa Cruz. Una razon para esto era que alii la casa
se iba a agrandar. Como yo habia sido carpintero, creia que debia enten-
der en construcci6n. Si que habia trabajado en un taller de carpinteria,
pero ni siquiera habia tenido una hora de clases de dibujo. En los pri-
meros afios, debido a la ampliaci6n, se debieron construir dos alas mas
de la Gasa Misional. Para ello me sirvieron los edificios existentes como
modelos, de tal forma que copi£ mucho de ellos; debido a esto obtuve un
buen entrenamiento. Luego vino la construction de la Iglesia. En los pia
nos trabajaban tambien los Padres Erlemann y Beckert. Un dia me Ilam6
el P. Superior General a San Gabriel, donde se encontraba por entonces.
Alii tuve que copiar los pianos varias veces. Cuando le presente las co-
pias, las examin6 minuciosamente y me senal6 las ventanas en las que yo
todavia no habia indicado las dimensiones que tendrian. Le dije que eso
queria hacerlo en Santa Cruz, donde pronto debia regresar, debido a que

"6 p. Jose Schnierer svd (1870-1939) [] 1033 — Steyl '84. Orden. '95. De el es el
testimonio: "Una vez vi a Don Bosco, que ya habia sido canonizado, visitar al Fun-
tTador en Steyl". [1601]
*™ P. Eduardo Breitkopf svd (1885-1950 — Sta. Cruz '99. Orden. '10. Togo. Repa-
triadb, fue en 1920 a China. [1387]

139
no habia dejado a nadie que me reemplazara en las clases que daba. A
esto observ6 muy seriamente: "Si mi Superior me diera un encargo, yo
lo cumpliria a conciencia". jY yo que habia esperado ser alabado por mi
trabajo! Callado y avergonzado me retire\ A pesar de todo viaje al otro
dia. [573]

Fischer Pronto reconoci6 el P. Amoldo Janssen que era muy conve-


niente que para la fundaci6n de nuevas casas hubiera alli cohermanos con
verdaderos conocimientos en lo referente a la construcci6n. Foment^, por
esto, de distintos modos, la formaci6n te6rica y practfca en la construcci6n.
En efecto, casi todas las casas de la Congregaci6n del Verbo Divino en
Europa, y numerosas construcciones, especialmente Iglesias en las misio-
nes y en America, fueron proyectadas y luego realizadas por sacerdotes y
Hermanos de la Congregaci6n. Con esto no solamente se ahorraron gran-
des sumas, sino que los cohermanos, que conocian las necesidades de la
Congregaci6n, pudieron construir conforme a los de e*sta. [574]

Rodriguez 178 Cuando el P. Superior General se encontraba en Santa


Cruz, en su visita anual, que duraba generalmente ocho dias, Uegamos,
los Hermanos, a conocerlo. Inmediatamente, al arribar, en la porterfa sa-
ludaba a todos con un sonoro: ''[Alabado sea Jesucristo!". Luego daba la
mano a cada uno y con especial efusi6n a los Padres y Hermanos que le
eran mas conocidos. Su abrigo ya estaba bien gastado y brillaba, medio
verdoso. A pesar de que ya era anciano, se levantaba a las 4.15 junto con
los dem&s habitantes de la casa, y encontraba tiempo suficiente para re-
zar un Viacrucis antes de la oration de manana, aunque fuera muy corto.
Por la noche se quedaba largo tiempo cerca del altar mayor, de tal for
ma que yo tenia mi buena preocupaci6n de cu&ndo le iba a poder lustrar
los zapatos. Por lo menos una vez venia al comedor de los Hermanos. Le
gustaba comer con nosotros. Al final se ponia de pie y comenzaba a con-
tarnos sobre las otras casas, sobre los Hermanos y sobre las misiones. [575]

Nyssenus 170 Siendo joven lei en mi casa el libro 'Id por todo el mun-
do*, de Emilie Huch. En el habia una foto de nuestro venerable Fundador.
Me senti irresistiblemente atraido por este hombre cuya mirada era pro-
funda y que tenia una frente muy amplia. Una voz me decia: Ese debe ser
tu superior.
En 1903 vi por primera vez a Arnoldo Janssen en Santa Cruz. Me

178 H. Rodriguez, Alberto Stanke svd (1877-1942) — Sta. Cruz '98. Alli siempre. [1588]
«o H. Nyssenus, Gustavo Bock svd (1885-1972) — Sta. Cruz '03. N. Guinea. [1562]

140
produjo una inolvidable impresion por su humilde pero segura forma de
ser. El Hermano Berthold lo habia ido a buscar en el coche; por entonces
no habia auto. Todos los habitantes de la casa se habian reunido en la
porteria. El P. Superior salud6 muy cordialmente primero a cada Padre
(un saludo corto) y luego a los dos representantes de los Hermanos, los
Hermanos Jos6 y Siegfried. Durante su permanencia en Santa Cruz vino
una vez a comer con los Hermanos. Despu6s de la comida se Ievant6, se
coloc6 delante de una columna y dijo: "Ahora quiero contarles a los que-
ridos Hermanos algunas cosas". Y nos habl6 sobre Steyl, San Gabriel, San
Wendel y sobre las misiones. No era una mera informacuSn, sino que el
hablaba como un padre, al que la suerte de sus hijos interesaba hasta en
los mas pequenos detalles.
Por la manana nos levantamos a las 4.10. Llegamos a la Iglesia en la
que ya el P. Superior estaba rezando el Viacrucis. C6mo el se hincaba de
lante de cada estaci6n y c6mo miraba con sus ojos el cuadro, era como si
vieramos a un santo. Yo me decia en mi interior: este es ciertamente un
santo.
Al Hermano que atendia la correspondencia durante los dias que el
P. Superior pasaba en Santa Cruz, no le era nada facil la cosa. Debia estar
siempre pronto para llevarla al correo, a Neisse. En aquel entonces no
habia comunicaci6n telef6nica con Neisse. Bicicietas habia s61o tres en
la casa: para el Hermano que tenia a su cuidado la correspondencia; para
el Hermano Berthold, como Jefe del economato, y para el Hermano Bo-
rromeo, Jefe de la carniceria. Su secretario siempre tenia que estar pronto
a su disposici6n. El P. Superior salia al corredor y tocaba una campanita;
entonces se presentaba el secretario.
En aquel entonces nosotros, los Hermanos, haciamos guardia noctur-
na para cuidar nuestras manzanas. Velabamos delante de la casa, en el
camino que va a Niederland. Dos Hermanos se quedaban haciendo turnos
desde las diez de la noche hasta la media-noche, y dos desde la media-
noche hasta la oraci6n de manana. Cuando a la media-noche era reempla-
zado por otro, siempre veia luz en la pieza del Fundador. El trabajaba. A
pesar de esto no se mostraba nervioso.
El P. Superior hacia que le llevaran los libros de cuentas y los firma-
ba el mismo. A veces exigia tambi6n contabilidades aparte para las cuen
tas individuales. Los comprobantes para los libros con cuentas de liqui-
daci6n debian colocarse en orden por una posible revisi6n. Nosotros con-
servamos aun el cuaderno donde el P. Superior escribi6, de puna y letra,
las normas para el trabajo en la contabilidad y en la cobranza.
Queriamos comprar una maquina copiadora para multiplicar las di-
recciones y poder asi enviar las revistas. Costaba 200 Marcos. Para ello
fue necesario presentar la solicitud al P. Superior. Pasaron varios anos

141
hasta que obtuvimos el permiso. En cada casa habfa s61o una maquina de
escribir, y e'sta era ocupada por el P. Superior cuando se hallaba en casa.
Despue"s fue puesta a nuestra disposition. En el economato e>amos seis
Hermanos y en cobranza habia dos. [5761

Perboyre En Santa Cruz el Hermano Anselmo era un joven empenoso


y dinamico. Pensaba que todos debian darse por la causa como 61, "en
alma y cuerpo, con llama y fuego". El P. Superior le dijo: *'|Ya, Hermano
Anselmo!, jsi tu fueses Dios!". [577]

San Wendelino

Schwager El P. Arnoldo habia conquistado un importante punto es-


trate*gico en la parte oriental del Reino, con la fundaci6n de la casa mi-
sional en Silesia para su Congregaci6n y para las misiones. Algo parecido
no se podia decir todavia de Alemania Occidental. Steyl estaba en terreno
holande's y dependfa de las di6cesis fronterizas de Colonia y Miinster. Muy
pronto, despu6s de la fundaci6n de Santa Cruz, el ojo del P. Fundador
se dirigi6 a la parte occidental y sur de Alemania, cosa de poder encontrar
un lugar apropiado para una casa misional. Para esto se someti6 a varios
viajes. No le era facil el poder encontrar un lugar que respondiera a todas
sus exigencias. Entonces se present6 una compra promisoria: Una gran
granja en San Wendelino. [578]

Lidwinus En 1900, en San Wendelino, no le temfa al viento ni a la


lluvia y estaba dias enteros con los instrumentos para nivelar y el liston,
para disenar buenos caminos que se pudieran usar. [579]

Hedde Daba instrucciones para la construccion de los caminos y la


plantaci6n de arboles frutales. Generalmente andaba vestido con la so-
tana, y sobre la misma una chaqueta de piel, con una gorrita y botas, el
paraguas bajo el brazo y el breviario en las manos. [580]

Fabianus Se puso unas botas altas, un abrigo, un sombrero ancho y


tom6 el baston. A menudo llevaba tambten un pan con mantequilla en el
bolsillo. Cuando a media mafiana o en la tarde se hacia el descanso acos-
tumbrado, sacaba su pan con mantequilla del bolsillo, lo partia exacta-
mente en dos con su cortaplumas, y me daba la mitad. Me debia sentar en
el suelo junto a el. Era un hombre sencillo, generoso y lleno de preocu-
paci6n por los demas. [581]

142
LrowiNus Su obra fue ajpreciada en toda la comarca. La gente decia:
Mirad que bien han hecho los padres el camino, son tan pr&cticos. Antes,
con cuatro animales, a pesar de los gritos y chicotazos no se podia viajar.
En cambio los padres, con dos caballos y buen empeno lo han realizado".
[582]

Fabianus Un dia el P. Superior General hizo una visita por el establo.


Alii estaba nuestro perro pastor aleman, al que seguramente no le gustaba
mucho que extranos entraran al establo. Dio un salto y le arranc6 los pan-
talones al P. Superior General, rompiendoselos de arriba abajo. Cuando se
hubo repuesto del susto, dijo: "Este si que es un buen perro, habra que
darle de comer en seguida". [583]

Salvianus 180 Cuando el P. Arnoldo estaba en San Wendelino, rezaba


largamente, por la noche, en la capilla. Las lamparas a gas, que por en-
tonces se usaban, no se podian apagar tan facilmente. Por eso me pidi6,
repetidas veces, que las apagara no mas para que me pudiera acostar.
El permanecia rezando.
Para la fiesta de la Natividad de la Santisima Virgen, el 8 de setiem-
bre, yo habfa adornado el altar de la Sma. Virgen. Entre las velas habia
una Iamparita de aceite, aiin seguia encendida, cuando las velas habian
sido ya apagadas. La Iglesia estaba vacia; solamente el P. Arnoldo per
manecia arrodillado. Cuando hube terminado y me quise retirar, me pidi6,
pues era la fiesta de la fundaci6n de la Congregation, que la dejara en
cendida. A la manana siguiente, muy temprano, cuando entre el primero
en la Iglesia, vi que seguia alii arrodillado. Se Ievant6 y sali6. Tuve la im-
presi6n de que pas6 toda la noche arrodillado y en oraci6n. [584]

Gorgen En los dias de cuaresma de 1902 6 1903, estaba sentado el


Fundador junto a nosotros, mientras un joven Padre daba una conferencia.
Escuchaba con mucha atenci6n. Esto era un ejemplo de sencillez y hu-
mildad. [585]

Weig II Durante el verano de 1907, estuve algunos meses en San Wen


delino. Por aquel entonces Ileg6 el P. Superior General para hacer la visita.
Durante su permanencia, se avis6 de la llegada de Mons. Henninghaus.
Fuimos todos a la porterfa para reci&r al ilustre visitante. Cuando el
obispo Henninghaus se dirigi6 para saludar al P. Arnoldo, este se arrodill6,

iso H. Salvionus, Carlos Krebs svd (1880-1954) — Steyl '01. Siempre St. Wendelino.
[1593]

143
para recibir primeramente la bendicion del obispo. El obispo Henninghaus
se consideraba su hijo espiritual, de modo que tambi^n se arrodill6, para
recibir del P. Arnoldo la bendici6n. Era para nosotros como una repre-
sentaci6n, ver a esos dos grandes hombres arrodillados uno frente al otro,
pidi6ndose mutuamente la bendicion. Por fin el obispo Henninghaus cedio
y dio primero su bendicion. [586]

San Ruperto

Reuns Nuevamente volvia el P. General de Austria a Steyl. Habia es-


tado en Bischofshofen, y habia concebido el plan de fundar otra casa de
misiones para Austria. Vino donde nosotros, los alumnos que estabamos
en el comedor. Se sent6 junto al prefecto, P. Handrup. Despu6s del postre
comenzo a hablar. Venia de Salzburgo y habia visitado una casa ubicada
en un lugar maravilloso, un sitio un tanto elevado en una colina. La vista
a los cerros era hermosa. Alii habria rocas puntiagudas. Esa palabra, "pun-
tiagudas", le sali6 con tal gracia, que se grav6 en nuestra memoria. Ade-
mas habia aumentado la altura de los cerros, en su narraci6n tan entu-
siasta, en un cero: habia pues cerros de 20.000 a 30.000 metros de al
tura. A esto sigui6 un "Uuuuuh" por parte de todos nosotros. Meses des-
pu£s se podia escuchar, cuando jugabamos futbol, tirabamos al bianco o
jugabamos a los bolos, c6mo uno gritaba de repente: <cjRocas puntiagudas,
20.000 metros de altura!". [587]

Ludgerus Junto a Bischofshofen, en la regi6n de Salzburgo, queria


comprar una granja, para fundar alii una casa misional. Preveia que se
iban a presentar dificultades con los vendedores. De ahi que envi6 al
Hermano Amantius, jefe de agricultura de San Gabriel, vestido de cam-
pesino, para investigar la situaci6n y hacer los primeros contactos. Cuando
la cosa maduro para una decision, el mismo, vestido de campesino, fue
para alia; sabia bien que si aparecia como sacerdote o religioso, la gente
no le iba a vender los terrenos. Por esto, a nadie produjo escandalo su
disfraz; por el contrario, admiramos su proceder. [588]

Lidwinus En los primeros afios de San Ruperto muchas veces la es-


trechez era el jefe de cocina. Pero debido a su enfermedad, el P. Arnoldo
debia recibir un huevo en el desayuno. Pero nosotros teniamos pocas ga-
llinas y podia suceder que no hubiera ningun huevo. Una manana, durante
el desayuno, esper6 largo rato el Fundador; finalmente el mismo fue a la
cocina y pregunt6 por su desayuno. El Hno. Goslinus le dijo, serio: "Ya

144
palpe tres veces a la gallina, pcro el huevo no quiere salir". Riendose de
buena gana volvio el P. Superior General al comedor y se sirvio su desa-
yuno sin huevo.
Hacian falta muchas cosas en la casa en diferentes sectores. El P. Su
perior General no tenia siquiera una mesa para trabajar. Le hice a toda
prisa una y me alcanz6 el tiempo para baraizarle la cubierta, claro que
gaste mucho aceite en ella. <tConsecuencias? Las cartas que el P. General
escribia, tenian de pronto algunas manchas de grasa, y el no sabia de don-
de provenian. [589]

Hilger Guando estaba en San Ruperto, gustaba de echarse en el verde


pasto, para descansar ya en la pradera ya en el bosque bajo algun arbol.
Nunca lo hacia sin haber antes golpeado el pastito con su guardapolvo para
espantar las posibles serpientes. De ese modo muchas veces estabamos re*
costados en medio de los frutillares, aprovechando las frutas cuando esta-
ban maduras. Arnoldo Janssen era amigo de las fuentes cristalinas y de los
arroyitos murmuradores y de las altas montanas. [590]

Hilger Un dfa estaba junto a el, absorto en la contemplation del im-


ponente paisaje montane^ alrededor de San Ruperto, en los Alpes de
Salzburgo. "Nosotros, pobres seres humanos", dijo, "debemos cansarnos
hasta el agotamiento si queremos subir uno de estos gigantes, y Dios arro-
ja sin uso de la mas minima fuerza, como jugando con la mano, los innu-
merables mundos y el infinito y les marca su curso fijo, y a una sola alma
le concede mas valor que a toda la creaci6n sin vida; para nosotros, los
hombres, hizo £1 todo". Arnoldo admiraba el correntoso rio Salzach y las
burbujeantes aguas del arroyo Fritz, donde junto a la orilla ni siquiera su
propia voz se podia escuchar. Dijo aun: w|Qu6 claro y energico es este
lenguaje de la fuerza y el poder de Dios, del que esta maravillosa natu-
raleza es una debil sombra! |Que incontables se manifiestan las muchas
cuah'dades de su inescrutable Ser divino en la variedad de la Creaci6n!".
[591]

Hilger Durante su permanencia en San Ruperto, en el invierno de


1906, Uevaba un chal largo de lana tejida. Yo me resfrie gravemente y por
eso tuve que via jar a San Gabriel. Cuando subi al coche, se retiro el chal
del cuello y me lo dio. Podia, sin vacilaci6n alguna, dar lo que le era
verdaderamente necesario. Las Hermanas misioneras de Hiltrupp me se-
cuestraron, veinte aflos despu6s, el chal, y lo guardan como una preciosa
reliquia en su casa matriz. [5921

Ludgerus En 1908 llegue a Salzburgo como cocinero y alii quede por


mucho tiempo. Venia de Roma. En aquel entonces el Fundador pasaba

145
varios meses entre nosotros, para mejorar un tanto su salud. Pensaba en
el pr6ximo Capitulo General de 1910, que debia presidir. Permanecia mu-
cho tiempo sentado en el bosque, donde le habian puesto su mesa de
trabajo. Asi, al aire fresco de los cerros, podia trabajar sin que lo inte-
rrumpieran.
Cuando se despidio, se le hizo una pequena fiesta. Como aun no habia
salon de actos, se hizo en un largo corredor de la casa, el que fue ador-
nado. En su discurso dijo el P. Superior que acaso nunca mas volveria, su
enfermedad se habia agravado, de ahi que queria despedirse para siempre.
Alab6 la bondad de Dios, que habia usado de el, un instrumento sin va
lor. "Yo he sido mas un impedimento que un instrumento de promoci6n
de la voluntad de Dios". Durante este discurso estaba muy emocionado.
Despues bendijo nuevamente a todos. Cuando subid al coche, lo rodeamos
y acompanamos un trecho junto al carro, cuando e"ste partio. El P. Supe
rior se dio vuelta y nos salud6 varias veces. [593]

Lidwinus Durante su ultima visita a San Ruperto hizo que todos los
habitantes de la casa fueran personalmente a verlo. A cada uno le dio un
recuerdo. Luego le agradeci6 a cada uno por lo que habia hecho y ofre-
cido a la Congregaci6n. Nuestro agradecimiento lo rechazo. Eso produjo
en mi enorme impresion. [594]

Schwager San Ruperto fue la ultima casa de misiones que el P. Jans-


sen fund6 en Europa. No se puede decir que el, con estas fundaciones, se
hubiese apresurado, o que hubiera fundado demasiado. Si se compara las
dos fundaciones en territorio aleman, con las diecinueve casas de otras
congregaciones misioneras, que por aquel entonces habia en tierras ale-
manas, y si se tiene en cuenta, que la Congregation de Steyl posee nu-
merosos y extensos campos de trabajo, entonces se debera reconocer
que el Fundador actuo con gran reserva y sencillez. [595]

La granja Santa Ana

Vitalis 181 A media hora de distancia de Steyl estaba, en Tegelen, la


granja Sta. Ana (Annahof), el gran campo agricola de la casa de misio
nes, con un superior propio, una capilla y un fuerte grupo de Hermanos.
Durante los anos que trabaje alii, generalmente en otono, aparecia el ve-

H. Vitalis, German Bachmann svd (1866-1936) — Steyl '96. St. Rupert. [1630]

146
nerable Fundador por algunas semanas. Jamas lo vi ocioso; o estaba tra-
bajando, o rezaba. Por la mafiana, a las cuatro y media, cuando yo me
levantaba, el ya estaba en la capilla, y por la noche, a las nueve y media,
trabajaba o rezaba todavia. Casi todos los dias lo vi rezar el Via Crucis.
Vestia sencillamente; su sotana estaba hecha del mismo genero que la de
los Hermanos.
Una vez vio el que no se habia cultivado un pedacito de terreno; la
maleza crecia alii. £1 mismo lo labro e hizo que se siguiera trabajando
para que no prosperara la maleza. [596]

Cronica -1931 El Annahof era un terreno a campo abierto. En medio


del campo hizo el P. Fundador que el P. Rademan, un holandes que cons-
truyera las grutas en Steyl, hiciera un parque de cuatro yugadas de gran-
de. Se planto una gran cantidad de arboles y arbustos y se cav6 una la-
guna. A menudo venia el P. Arnoldo mismo, para ver con sus propios ojos
los trabajos; animaba a los alumnos que trabajaban alii y se alegraba por
los progresos.
Los campesinos de los alrededores movian la cabeza. No querian en-
tender que el tan economico Arnoldo Janssen pudiera desperdiciar un pe-
dazo de terreno cultivable, en un parque que no iba a producir ningun
fruto. Veian en ello un despilfarro. Pero P. Janssen no decia nada y dejo
que la gente hablara. Los arboles crecieron y los matorrales tenian un
hermoso verdor, y el parque era cada dia mas. hermoso. Se transformo en
un lugar de paseo para los habitantes de la casa de misiones. Algunas de-
cadas despues los habitantes de Tegelen realizaron aqui sus representa-
ciones sobre la Pasion. [597]

Brackmann Del orden severo que habia en Steyl, un grupo de alum


nos hacia muchas excepciones; era el llamado grupo-granja. En los dias
libres este grupo de voluntarios se dirigia al Annahof, para ejercitarse en
forma practica en el trabajo del campo y en el cultivo de los arboles.
El P. Arnoldo Janssen estaba de acuerdo con esto; queria formar misio-
neros practicos, que no tuvieran vergiienza de trabajar con las manos y
que pudieran observar los misterios de la naturaleza. Muchas veces nos
visito en Annahof y se informo con precisi6n y con gran interes por todas
las cosas, de modo que bien se puede decir: "El P. Superior General co-
noce cada arbol y cada arbusto del AnnahoP. [598]

Vollmecke 182 Cuando el trabajaba con nosotros en el Annahof se sa-

2 p. Alberto Vollmecke svd (1878-1958) — Steyl '93. Prof, de exegesis. [1634]

147
caba la sotana, cosa que iba generalmente contra su costumbre y se ponfa
una chaqueta. Lo hacia para cuidar la sotana. [599]

Coletta183 Tranquilo, recogido, humilde, rezando en silencio o pen-


sando en Dios, caminaba generalmente los domingos hacia las 11 de la
manana hacia el Annahof. Cuando nosotros, como ninos, jugabamos en
la calle y lo veiamos pasar, nos deciamos: "Vean, alii viene el santo Rec
tor". Si nos peleabamos, se acababa la pelea apenas lo vefamos. [600]

Marttnus Cuando el Fundador se retiraba de Annahof, muy a menudo


invitaba a uno u otro Hermano para una conversacidn. Este podfa enton-
ces ir al Annahof en el coche tirado por un pony. No era raro que el in-
vitado volviese a casa con el destino misional en el bolsillo. [601]

Bermhmans Siempre que era posible celebraba el venerable Funda


dor la misa cantada, para la fiesta de Santa Ana, en el Annahof; para los
Hermanos que trabajaban ahi era esta la fiesta del afio. Una vez la cocina
de la casa de misiones, que enviaba la comida, preparo algo mas que lo
suficiente; habia varios postres. El Fundador no pudo hacer nada en con
tra, estando en el comedor. Asi que riendo dijo: ''Bueno, coman, coman
todo esto; jpero en honor de Santa Anna!". [602]

Bolzau Cuando £ramos alumnos, hicimos todos juntos un paseo y pa-


samos frente al Annahof. En la puerta estaba el P. Superior General Jans-
sen. Le hizo senas al Padre que iba atras, que tenia la responsabilidad del
grupo y le pidi6 20 alumnos para que liberaran de su peso a un peral. El
Padre tom6 a los 20 mas rezagados Entre ellos estaba yo. Desmantelar un
peral era para nosotros naturalmente mucho mas agradable que caminar
por el mundo con toda una banda de alumnos, tragando el polvo que nos
echaban los que iban delante. Rapidamente cumplimos nuestra tarea. El
Superior inspecciond nuestro esfuerzo y complacido le dijo a su secre-
tario: "|Ya, P. Hilger, busque en la cerveceria un jarro de cerveza para
estos alumnos tan aplicados!". Entonces se fue nuevamente a la casa, a
su trabajo. El P. Hilger volvi6 pronto con un jarro bien grande lleno de
cerveza, que por lo menos media un metro de altura y era bien ancho. Un
Hermano trajo los vasos y comenz6 la alegre fiesta. [603]

Vaske Durante diez afios completos, a partir de 1902, estuve en el


Annahof, en Tegelen. En los primeros afios iba generalmente el Fundador

iss Hna. Coletta, Ana Hanraets ssps (1880-1965) [] 662, 689 — Nacida en Steyl, in-
greso '98. U.S.A. [1416]

148
por cinco o seis semanas alii, ademas del tiempo de verano. Debian ser
semanas de vacaciones. Pero en verdad, era un tiempo de continua y tensa
actividad.
Despu6s de la Santa Misa y accion de gracias, se retiraba a su habita-
ci6n. Su pieza era al mismo tiempo habitaci6n, sala de trabajo, comedor
y dormitorio. Alii solucionaba todos sus muchos trabajos escritos. Afuera se
le veia solamente cuando rezaba el rosario o el breviario. Para los ser-
vicios religiosos comunitarios llegaba puntualisimo. La recreaci6n despues
de la cena la pasaba generalmente con los Hermanos; eran siempre muy
entretenidas y alegres. [604]

FridolIn Acostumbraba contar siempre historias alegres. O reia cuan


do otros las contaban. Pas6 a menudo que por tanta alegria el solideo ca-
minaba solo por su cabeza. [605]

Buttgens 184 A menudo llegaba a la conversacion, sobre c6mo los cien-


tificos en ciencias naturales podrian ser utiles a la fe. Al respecto se entu-
siasmaba y concluia a menudo: "Uno de los nuestros se deberia dedicar a
escribir un libro para entregar una comprobaci6n de la existencia de Dios
a trav6s de la creaci6n". Por broma le dije una vez: "jEse libro quisiera
escribirlo yo!'\ "Oh, no", dijo en seguida, "usted es demasiado joven".
Cuando iba al Annahof en busca de un poco de silencio y de des-
canso, nosotros, los secretarios, debiamos comer con el. Asi volvi6 nueva-
mente sobre el tema. Al final dijo: "Vaya rapido a la capilla; alii a la de-
recha, debajo del altar, hay una flor. "Traigala". Y con ello empezo a ex-
plicar su evidente comprobacion.
Tambien al sobrino de Mons. Henninghaus, un sacerdote joven, pro-
fesor de matematicas, le convers6 sobre lo mismo. Se trat6 el aspecto ma-
tematico. Finalmente se trabaj6 con papel y lapiz. Yo, con mis conoci-
mientos matematicos, no los pude seguir, ni se c6mo relacionaron eso con
la comprobacion de la existencia de Dios. [606]

184 P. Jos«§ Biittgens syd (1879-1959) [] 811, 843, 865, 874, 1007 — Steyl '93. Orden.
'05. Secret, privado del Fundador en 1905. En 1907 lo acompaiV) en su ultimo viaje
a Roma. 1911 a Mozambique. Repatriado. Perfeccionado pintor. [1395]

149
INDICE

Aclaracion 5
Prologo 7
El autor aclara la seleccioii de los aportes 9

7. EJERCICIOS ESPIR1TUALES, RETIROS 11

8. EL SEMINARIO MENOR 17
La admision de los alumnos 17
El Rector 20
La mesa de los pobres 25
Los estudios 30
Trabajos manuales 35
Encuentros 37
De las conferencias y de la oracion 41

9. ESTUDIOS SUPERIORES 48
El Liceo 48
El Noviciado 53
La Teologia y San Gabriel — Los comienzos 57
Hacia el Sacerdocio 70
El envio de Misioneros — De las Misiones y sus obligaciones 73
El destino misional 75
De la despedida 79
De los estudios ulteriores 81

10. HERMANOS MISIONEROS 86


De la admision 87
Del Postulado - Noviciado - Profesion 93
De la oracion - conferencias - encuentros 102
De los traslados y destinos misionales 107
Sobre el trabajo — La cocina 113
Imprenta y propaganda (Kolporlage) 117
Artesano y mayordomo 123
Del espiritu de trabajo de los Hermanos misioneros 128

11. LAS OTRAS CASAS MISIONALES 135


Santa Cruz - Silesia 135
San Wendelino 142
San Ruperto 144
La granja Sta. Ana 146
Este libro se terming de imprimir en Artes Graficas Santo Domingo S. A.,
Santo Domingo 2739, Buenos Aires, en el mes de enero de 1983.
Nos hablan, hombres y mujeres que han conocido, dialogado y trabajado
con el Fundador de la-Obra Misional de Stcyl, Arnoldo Janssen.
De esos testigos surge una imagcn tan viva de ese hombre de Dios, que
imaginamos estar frente a el, palparlo.
Impresionante es la pobreza desoladora de los primeros comienzos en
Steyl; y simplemente es conmovedora la disponibilidad, la colaboracion de
las piadosas mujeres de Stcyl y Tegelen, quienes prestaron su ayuda a ese
hombre dc Dios.
Todas las rescrvas en divisas de las que disponia Arnoldo Janssen eran: su
confianza ilimitada en Dios, su conviccion de pionero, su oracion; nadie de
los suyos llcgo a igualarlo jamas en esos carismas.
Preparo y educo una multitud de mensajeros y mensajeras de la FE; los
forjo en la oracion ininterrumpida, en el trabajo incansable.
Es posiblc que algunas practicas de piedad hoy nos resulten extranasjpero
no debemos olvidar que media una distancia de cien afios entrc nosotros y
los comienzos de Steyl.
Es verdad, Arnoldo Janssen pedia mucho a sus colaboradores; pero otro
tanto y mas, si cabe, se exigfa a si mismo.
Quen'a que sus mensajeros de la FE realizasen un trabajo bien hecho,
capaz dc concitar el reconocimicnto gencralizado. Pero al mismo tiempo
se acordaba de cada uno dc los suyos, pensaba en ellos con su bondad
paternal, los valorizaba y los amaba de verdad. En ese sentido resultan
conmovedores, los dos ultimos capi'tulos del libro, donde sc habla de las
cartas dc condolencias y del juicio de la posteridad.
Y de repentc, sin que nadie lo hubiese orquestado, comenzaron a ponderar
la obra intercontinental de ese hombre de Dios. Surgieron las voces del
Papa, Obispos; hombres y mujeres destacados, reconocen igual que la
Jerarqui'a, despues de la mucrtc de Arnoldo Janseen, esa tarea abarcadora.
Esas voces todavfa no se han acallado, sino que han ido en aumento y se
han hecho mas notorias, siguen repitiendo: "Arnoldo Janssen era un
instrumento en las manos dc Dios, para llevar la FE hasta los confines de
la tierra, salvar las almas, al hombre entero. Sencillamente, Arnoldo
Janssen era un Santo". Esperantos coni'iadamente, que esas voces que
surgen del pueblo de Dios, muy pronto sean la voz del Papa que diga:
"Arnoldo Janssen es un Santo".

EDITORIAL GUADALUPE

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