1.5.4 Aparato Digestivo

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1.5.

4-APARATO DIGESTIVO
El aparato digestivo esta formado por un conjunto de órganos que a través de
procesos mecánicos y químicos descomponen los alimentos que consume el animal
para extraer de ellos los elementos necesarios para la conservación y
funcionamiento del organismo.

El aparato digestivo comienza por un orificio de entrada o boca, un conducto


muscular o esófago, un estómago y un tubo intestinal con salida al exterior,
más algunas glándulas anexas, las más importantes de las cuales son el hígado
y el páncreas. En la boca el alimento sufre una preparación previa, la masticación,
por medio de los dientes, órganos duros. Encontramos unos dientes cortantes,
llamados incisivos; a continuación, otros aptos para desgarrar, que son los
colmillos o caninos, y, por último, otros que sirven para triturar y moler, de-
nominados muelas o molares. Por regla general, los mamíferos poseen una serie
de dientes cuando son jóvenes y más tarde los cambian por otros.

Esquema del tránsito digestivo:

• Boca: masticación e insalivación con absorción de escasos componentes.


• Esófago: tránsito con escasa absorción.
• Estómago: digestión mecánica y química con absorción parcial de nutrientes.
• Intestino delgado: digestión mecánica y química (enzimática y bacteriana)
con absorción abundante de nutrientes.
• Intestino grueso: digestión mecánica y química (bacteriana) con absorción
de agua y sales minerales, principalmente.
• Ano: eliminación.

1.5.4.1
1.5.4.1 Boca
La boca es la entrada del tubo
digestivo. Es una cavidad limitada por
el paladar, los carrillos y la lengua. La
porción posterior del paladar (“paladar
blando o velo del paladar”) es más
blanda que la anterior. Los bordes
laterales del velo del paladar se unen a
las paredes de la faringe, formando
salientes o repliegues a cada lado,
entre los cuales queda una cavidad
ocupada por una glándula llamada
amígdala o tonsila. En la boca se llevan
a cabo tres funciones importantes,
denominadas: masticación,
insalivación y deglución. La masticación la realizan los dientes, moliendo y
triturando los alimentos. La insalivación se produce gracias a un líquido que
segregan las glándulas salivares, la saliva. La deglución permite que los alimentos,
en forma de bolo alimenticio, pasen desde la boca a la faringe, para seguir por el
esófago hasta el estómago.

Glándulas Salivares

Las glándulas salivares son las encargadas de


segregar saliva. La función de la saliva es
digestiva y protectora pero, sobre todo, sirve
para facilitar la masticación y la deglución de los
alimentos. Las seis glándulas salivares tienen un
conducto que vierte la saliva elaborada en la
boca. Las glándulas salivares están repartidas por
toda la cavidad bucal, pero existen tres acúmulos
de mayor importancia: son las sublinguales,
submaxilares y parótidas. De menor tamaño son las cigomáticas. La glándula
salival parótida vierte por el conducto que atraviesa el músculo buccinador y va a
parar encima del segundo molar. Su secreción es serosa, semejante al suero. Las
glándulas submaxilares vierten casi justo detrás de los incisivos centrales; son
glándulas mixtas, pero predominantemente serosas. Por último, las sublinguales
son glándulas mixtas que vierten debajo de la lengua por
varios canales.

La lengua es un órgano móvil situado en el interior de la


boca, impar, medio y simétrico, que desempeña importantes
funciones como la masticación, la deglución, y el sentido del
gusto. La lengua es un músculo potente, tanto que llega a
ser el más poderoso de todo el cuerpo en relación
tamaño/fuerza.
La lengua es una parte esencial de la anatomía felina. Es
multiuso, sirve para acicalarse, recoger comida, sostener
líquidos… Esos “pelos” -que en realidad no son pelos-, son
las papilas. Los gatos tienen un sentido del gusto muy
desarrollado, más incluso que el de los perros, y sin
embargo no son capaces de detectar el sabor dulce. Como se

1.5.4.2
puede observar, esas papilas apuntan hacia atrás. Contienen el mismo material
que nuestras uñas, la queratina, la cual les provee de la dureza que las hace tan
útiles. De hecho, si un gato te lame, sentirás como si un papel de lija frotara tu
piel. No sólo se sirven de sus papilas para recoger alimentos del suelo o rebañar
huesos, sino que también ayudan a empujar la comida hacia el fondo de la boca o
a sostener líquidos poniendo la lengua en forma de cuchara. Cuando cazan,
también ayudan a mantener la presa sujeta.

Los dientes

Los dientes son formaciones duras, blancas o ligeramente amarillentas,


implantadas en los alvéolos de los huesos de la mandíbula y de los maxilares.
Funcionalmente son órganos de prehension y masticación, y pueden servir como
medio de defensa y ataque.

Los mamíferos domésticos tienen dos series de dientes:

1. Los temporales: caducos o decíduos (dientes de leche) aparecen en las


primeras edades de la vida, y mas tarde serán reemplazados.
2. Los permanentes: Son los que acompañaran al animal durante toda su
vida de adulto.

Conformación de los dientes:

Los dientes se presentan como apéndices salientes en la


cavidad bucal. Se ubican en cavidades individuales llamadas
alvéolos. La porción implantada se llama raíz, la saliente
corona y la línea intermedia cuello.

- Corona: Puede presentar formas variadas, según el tipo


de pieza dental.
- Raíz: Es la parte del diente que se aloja en el alveolo; su
extremidad inferior (ápice) presenta una abertura
denominada foramen apical que de paso a la cavidad pulpar en la que se
aloja la pulpa dental, rica en vasos y
terminaciones nerviosas.

El diente esta conformado de la siguiente


manera:
Sustancias duras:
Dentina o marfil
Esmalte
Cemento
Sustancias blandas:
Pulpa dentaria

La capa mas externa de la corona esta


compuesta por un tejido calcificado que
recibe el nombre de esmalte, la sustancia
mas dura del organismo. Por dentro del
esmalte se halla la dentina o marfil, una

1.5.4.3
sustancia de tipo óseo que se extiende desde la superficie más interna del esmalte
y penetra en el maxilar para formar la raíz. La dentina de la raíz esta cubierta por
una capa delgada de un tejido duro denominado cemento.

Las raíces se mantienen en su posición mediante fibras elásticas que forman la


membrana periodontal, la cual se extiende desde el cemento hasta una capa
ósea engrosada denominada lamina dura en el interior del maxilar.

La dentina encierra la cavidad pulpar que se continúa en la raíz como el


conducto radicular. A través del orificio que se abre en el extremo de la raíz,
penetran vasos sanguíneos, nervios y tejido conjuntivo, que ocupan el conducto
radicular y la cavidad pulpar.

Se entiende por fórmula dentaria


la representación grafica por medio
de la cual se hace conocer el
número de dientes de cada grupo
en una especie determinada. La
representación grafica se hace en
forma de número quebrado, donde
los dientes de la mandíbula
superior están representados por el
numerador y los de la mandíbula
inferior por el denominador del
quebrado. Como el lado derecho y
el izquierdo son iguales, sólo se indica la mitad.

Cada grupo de dientes se representa por la inicial que corresponde:

• I para los incisivos Perro:


• C para los caninos I 3/3 ; C 1/1 ; P 4/4 ; M 2/3 Gato:
• P para los premolares I 3/3 ; C 1/1 ; P 3/2 ; M 1/1
• M para los molares

1.5.4.4
1.5.4.2 Faringe

Es el tubo que comunica la boca con el esófago.


La faringe es una zona común al sistema digestivo y al respiratorio; es decir, que
mientras el animal no deglute el bolo alimenticio, por ella pasa el aire hacia la
traquea y de allí a los pulmones.
La faringe está situada inmediatamente detrás de la boca. Es un conducto corto,
que tiene muchas aberturas de comunicación. Por arriba se comunica con las fosas
nasales, mediante dos orificios, llamados las coanas; y con el oído, mediante las
trompas de Eustaquio. Por su parte inferior, la faringe se comunica con la
laringe y el esófago. Es, pues, un órgano del sistema digestivo de doble función, ya
que por ella pasa el aire cuando respiramos, y los alimentos cuando comemos. La
comunicación de la faringe con la laringe está protegida por una lámina
cartilaginosa llamada epíglotis. Los alimentos no pueden pasar a la laringe porque
en el momento de la deglución esta se levanta y queda la epiglotis abatida sobre
ella. A ambos lados de la faringe están dos órganos linfáticos llamados amígdalas o
tonsilas.

1.5.4.3 Esófago
El esófago es un tubo muscular que va a
terminar en la entrada del estómago, llamada
cardias.
El bolo pasa por el esófago ayudado por
movimientos de su pared.
El paso del bolo de la boca a la faringe es un
proceso voluntario En cambio el paso por la
faringe y esófago es involuntario, es decir, el
animal no puede controlar dicho pasaje. El
esófago es un tubo de tejido duro y comunica
a la faringe con el estómago, después de
atravesar el diafragma, que separa la cavidad
torácica de la abdominal. Se sitúa entre la
tráquea y la columna vertebral en el
mediastino o espacio situado en medio de la
cavidad torácica entre los dos pulmones. En la
práctica, el esófago es un conducto de paso de los alimentos, por lo que la
superficie interna es acanalada longitudinalmente. Por ello, la función que cumple
el esófago es de simple conducción de los alimentos al estómago. Tiene células de
revestimiento abundantes que se regeneran activamente, y glándulas tubulares
que segregan moco, por la necesidad en esta zona de protección contra alimentos
insuficientemente masticados.

1.5.4.5
1.5.4.4 Estómago
El estómago es un órgano con gran
cantidad de fibras musculares dispuestas
en capas, que realizan movimientos
favoreciendo la mezcla del alimento con los
jugos que allí se encuentran.
El estómago es una gran dilatación del
tubo digestivo, en forma de "fuelle de
gaita" alargada verticalmente, que está
situado debajo del diafragma. Posee dos
orificios: uno superior, que lo comunica con
el esófago, llamado cardias, y otro
inferior, por el que se comunica con el
intestino delgado, denominado píloro.
Interiormente, está tapizado por un
conjunto de glándulas que segregan
diferentes fermentos y ácido clorhídrico. Al
líquido que resulta de la mezcla de estas
sustancias se le denomina jugo gástrico. El
estómago no es un órgano pasivo pues actúa
mecánicamente, provocando una continua
agitación, en la que se trituran y reducen a
papilla los bolos alimenticios llegados a él, a
la vez que los mezcla íntimamente con el
jugo gástrico: éste ejerce una acción química
sobre los alimentos. El resultado es una
especie de papilla muy ácida, llamada
quimo.

1.5.4.5 Intestino delgado


Es la porción del aparato digestivo que sigue al estómago, y está formado por tres
partes llamadas Duodeno, Yeyuno e íleon.
El intestino delgado está revestido internamente por miles de salientes de un
milímetro de longitud, las vellosidades intestinales, que favorecen la absorción
y digestión de los nutrientes de los alimentos. En estas vellosidades circula la
sangre por una arteriola y una venita, y la
linfa por un pequeño vaso llamado vaso
quilífero.
El duodeno es la porción más corta del
intestino; a él llegan las desembocaduras de
dos grandes glándulas del tubo digestivo: el
hígado y el páncreas. Estos segregan la bilis
y el jugo pancreático respectivamente que
atacaran los alimentos desdoblándolos en
partículas cada vez más pequeñas facilitando
así su absorción por el intestino delgado.

El yeyuno y el íleon continúan el proceso de digestión intestinal con la ayuda de los


jugos intestinales.

1.5.4.6
En el intestino delgado hay un tono muscular que se convierte en movimiento por
efecto de diferentes estímulos. La motilidad intestinal tiene como finalidad el
amasado y la propulsión del quimo.

Como resultado de todo esto se absorben los hidratos de carbono, proteínas,


grasas, agua, iones y vitaminas, y el resultado, que pasa al intestino grueso, se
llama quilo.

1.5.4.6 Intestino Grueso


El intestino grueso comprende tres regiones: el ciego, el colon y el recto. El ciego
es la primera parte y se une al intestino delgado por la válvula íleo-cecal. El
ciego lleva una prolongación lateral, el apéndice vermiforme. El colon
comprende una porción ascendente, una porción transversal y una porción
descendente que termina en el recto, que se comunica con el exterior por el ano,
por donde son expulsados los excrementos.

Tal vez la misión más importante del colon


viene determinada por los movimientos del
mismo, caracterizados porque favorecen el
almacenamiento. Segmentos musculares del
intestino grueso, llamados haustros, que
están separados por los pliegues
semilunares, empujan el quilo y lo
remueven dentro del intestino grueso con
movimientos sucesivos, mezclándola por
completo.
No todos los movimientos que se producen en el colon son de propulsión; existen
movimientos de retropropulsión cuya finalidad es mantener el quilo en el colon
ascendente, para deshidratarlo y que adquiera consistencia; y también existen
movimientos de masa, que son los que facilitan el avance de la masa fecal y la
evacuación.

En el epitelio cólico apenas hay enzimas, pero sí abundantes células secretoras de


moco. Este se secreta por efecto del contacto con la masa fecal y su función es
proteger la mucosa de los residuos ácidos que existen en las heces como resultado
de las distintas fermentaciones producidas a lo largo del aparato digestivo.

Otra misión importante del colon, es la de absorber determinadas sustancias.


Estas son agua, sodio, potasio, cloruro, bicarbonato, ácidos grasos de cadena
corta, vitamina K y algunas vitaminas del grupo B procedentes del metabolismo de
las bacterias cólicas.

En el colon existen gases, que pueden ser causa de problemas clínicos. Proceden
del aire deglutido y de reacciones químicas intestinales y fermentaciones
bacterianas.

La defecación, por fin, tiene como finalidad la expulsión de los residuos de la


digestión en forma de heces tras la absorción de las sustancias nutritivas.

1.5.4.7
1.5.4.7 Glándulas Anejas

Hígado

El hígado es una glándula muy voluminosa que desempeña varias funciones en el


organismo. Se halla situado debajo del diafragma, en la región abdominal derecha,
cubriendo algo al estómago. Del hígado sale la bilis por el conducto hepático.
Las células secretoras más importantes del tejido hepático son los hepatocitos.
Estas células sintetizan casi todas las proteínas disueltas en el plasma sanguíneo y
regulan la concentración en la sangre de los principales nutrientes: glucosa,
aminoácidos y ácidos grasos. Además, los hepatocitos eliminan de la sangre el
amoníaco y otras sustancias, desechos de glóbulos rojos desintegrados,
transformados para otros usos o para la excreción renal. Desde el punto de vista
de la digestión, el hígado es una glándula que no segrega enzimas, sino una serie
de productos que sirven para neutralizar el quimo y emulsionar las grasas y
facilitar su digestión y absorción.

La vesícula biliar, situada por debajo del hígado, es una bolsa en forma de pera
que concentra y almacena la bilis. La bilis es una sustancia líquida, viscosa, de
color verde-amarillento, sabor amargo y reacción alcalina, que es secretada por el
hígado y vertida en el intestino por los conductos biliares. La expulsión de la bilis
y jugo pancreático se debe a que el peristaltismo duodenal abre la ampolla de
Vater y se descarga la bilis contenida en el conducto colédoco y el jugo
pancreático. Pero para que la vesícula biliar se vacíe, ha de contraerse, exprimirse.
Lo hace, en efecto, obedeciendo a estímulos nerviosos procedentes del bulbo
raquídeo; la "señal" que llega al bulbo es la hormona colecistonina que secreta el
intestino delgado en cuanto las grasas, aunque sea en pequeñas cantidades,
entran en él.

Páncreas

El páncreas es una glándula compacta o


lobulada, situada junto al intestino
delgado y tiene uno o varios conductos
excretores que desembocan en el
duodeno. Consta de una parte
exocrina que elabora un jugo que
vierte en el intestino y contribuye a la
digestión porque contiene varios
fermentos, y otra endocrina, que
produce una hormona, la insulina,
cuya misión es impedir que pase de un
cierto límite la cantidad de glucosa
existente en la sangre. El jugo
pancreático desempeña un papel muy
importante en las actividades digestivas del intestino. Se ha comprobado que la
adaptación de la secreción a la composición de la dieta se efectúa en parte por el
mecanismo humoral y en parte por el nervioso. En cuanto a su estructura
microscópica se trata de una glándula constituida por un complejo alveolar,
semejante a las glándulas salivales (salvo en lo referente a las "ínsulas" de células
especiales endocrinas incluidas en los alvéolos).

1.5.4.8
1.5.4.8 Fisiología de la digestión
Los carnívoros son monogástricos puros, cuyo tubo digestivo es corto y de
escaso diámetro. El tránsito digestivo es rápido (24 a 36 horas en el perro). El
intestino del perro es corto y su eficacia digestiva alta. Ocupa solo 6 veces la
longitud del animal frente a las 20 veces en el caballo o las 30 veces en la vaca. La
actividad intestinal y la resíntesis vitamínica no pueden asegurar la
autosuplementación, por lo que el perro depende directamente de lo que come
para atender completamente sus necesidades de aminoácidos esenciales y
vitaminas.

En la boca se produce una ligera masticación natural de los alimentos, aunque


todos los cánidos confían la digestión a su estómago y el proceso de insalivación es
fugaz. El estómago del perro es muy voluminoso (de 0,5 a 0,8 en perros de talla
mediana) y juega en la naturaleza el
papel de reservorio digestivo. En la
vida doméstica el perro es capaz de
comer espaciadamente cantidades
relativamente grandes para su peso
corporal, aunque las recomenda-
ciones de ingesta son siempre de
dos tomas diarias para los adultos,
por cuestión de asimilación,
digestibilidad y equilibrio en la toma
de agua. En el estómago se produce
la digestión química con
secreciones gástricas activas de
pepsina y ácido clorhídrico durante 3
a 8 horas. Este ataque químico permitirá una hidrólisis avanzada de las proteínas
de origen animal y grasas de cadena corta.

En el intestino delgado los alimentos reciben el tratamiento enzimático que los


hace absorbibles. El intestino delgado ocupa la mayor parte de la longitud del tubo
intestinal en el perro. La digestión de los elementos fácilmente hidrolizables es
excelente, pero es mucho más lenta la de los principios inmediatos que necesitan
de la acción enzimática prolongada. Aquí tiene lugar la digestión de las grasas con
una fuerte secreción de lipasa pancreática y de bilis y sales biliares. Los almidones
son sometidos a fermentación enzimática por la amilasa pancreática, aunque su
fermentación será incompleta y pasan aún sin degradar al ciego e intestino grueso.
Los almidones extrusionados y cocidos mejoran la digestibilidad porque facilitan el
ataque enzimático y son los más indicados.

El intestino grueso es corto, su papel es rápido aunque importante: a él llegan los


sustratos de hidratos de carbono y proteínas menos asimilables y se produce una
fermentación microbiológica y fuerte absorción de agua. La flora digestiva
evoluciona de acuerdo a la calidad y cantidad del sustrato degradable. Es un lugar
de absorción de vitaminas hidrosolubles y donde más se nota el efecto lastre de la
fibra en la dieta.

1.5.4.9

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