Lihuel Calel 3

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Parque Nacional

LIHUÉ CALEL
El Parque Nacional Lihué Calel fue creado en el año 1977 y abarca una superficie de 9.901 ha. en el centro sur de
la provincia de La Pampa, Departamento de Lihué Calel. Pertenece a la eco-región de monte de llanuras y mesetas.
Las Sierras de Lihué Calel permitieron la acumulación de agua que fue vital para el desarrollo de la variada flora y
fauna que aquí se encuentra. Este microambiente fue aprovechado intensamente por el hombre desde épocas
prehistóricas.
En el paisaje se destacan las serranías de Lihué Calel que tienen una altura máxima de 600 metros sobre el nivel
del mar, con pendientes suaves en las laderas orientadas al norte, mientras que las opuestas caen
abruptamente.El ambiente dominante del parque es el monte, con vegetación característica de arbustales de
jarillas, con bosquecillos aislados de chañar, piquillín, mata chilladora e incienso o molle.
Características Físicas
Categoría: Parque Nacional
Provincia: La Pampa, Argentina
Objetivo General: Preservación de especies y diversidad genética. Conservación de fósiles.
Objetivo Específico: Preservación de una muestra de la unidad fisiográfica Sierra de Lihue Calel y su zona de
influencia. Preservación de dos tipos de vegetación que corresponden a la provincia del Monte y a la del Espinal.
Preservación de yacimientos arqueológicos, sitios históricos y paisajes de gran belleza.
Latit. Sur: 37º 57' Long. Oeste: 65º 33'
Localidad: Puelches (39 Km.)
Superficie (Ha.): 10.934
Categ. de Manejo: Ecoregiones:
Parque Nacional/Provincial Monte de Llanuras y Mesetas (10934 ha)
Sitios Relacionados: lihuecalel.com.ar/
Fuentes: Varias
Ubicación

Se ubica en el centro-sur de la provincia de La Pampa, entre las coordenadas 37º 55' Sur y 65º 32' Oeste. Puelches
es la localidad más cercana, situada aproximadamente a 30 kilómetros del área protegida. Dista 120 kilómetros de
la ciudad de General Acha y 240 kilómetros de Santa Rosa (capital de la provincia). Cabe destacar que este Parque
se halla estratégicamente ubicado sobre la ruta que conduce a las localidades andinas de San Martín de los Andes y
Bariloche, a mitad de camino entre estos centros turísticos y la Capital Federal.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez
Superficie

La superficie original del Parque era de 9.905 hectáreas. Para incluir la ex-reserva provincial Salitral Levalle y
algunos campos intermedios se realizaron numerosas gestiones que culminaron en la cesión de jurisdicción a la
Nación por parte de la legislatura provincial y, posteriormente, el 22 de agosto de 2003, en la promulgación de la
ley 25.755, que amplía la superficie del área protegida a 32.300 ha.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez

Clima

Si bien el clima dominante en el área donde se ubica el Parque es del tipo semiárido de planicies, se diferencia de
las características generales de esta categoría climática porque las suaves serranías generan un microclima.

La temperatura está influenciada por una isoterma predominante del Océano Atlántico, y la gran amplitud térmica
es un aspecto destacable del clima del lugar. La temperatura
media en invierno se sitúa aproximadamente en los 7,6º C y en el
verano en los 23º C para la localidad de Cuchillo-Có. Las heladas
ocurren entre mediados de abril y fines de octubre.

En la provincia de La Pampa las precipitaciones ocurren en un


gradien que va desde el noreste, con 700 mm anuales, al
suroeste, donde apenas alcanzan los 150 mm al año. En el Parque,
ascienden a los 400 mm anuales y su cantidad está sujeta a
variaciones de un año a otro

La gran actividad de los vientos es una constante en toda la


provincia y, por lo tanto, afecta también al área protegida. El
anticiclón del Océano Atlántico genera, en verano, vientos provenientes del norte y del noreste, en tanto los
provenientes del sector sur y suroeste son provocados por el anticiclón del Océano Pacífico. Su velocidad promedio
oscila entre los 10 y los 15 km por hora, y los de mayor influencia sobre las condiciones climáticas son el Zonda (del
N-NO.), caliente y seco, y el Pampero (del S-SE.) frío y seco.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez

Flora

Distintos autores, con criterios diferentes, estudiaron la


distribución de la flora argentina. En el caso particular del Parque
Nacional Lihué Calel, nos ceñiremos a la regionalización utilizada
en el trabajotitulado Eco-regiones de la Argentina, un estudio
realizado en 1999 por distintos investigadores bajo el auspicio del
Programa de Desarrollo Institucional Ambiental (PRODIA).

Según este trabajo, las sierras de Lihué Calel pertenecen a la eco-


región denominada Monte de Llanuras y Mesetas, cuyas
características son: poseer un clima templado-árido, con
precipitaciones muy bajas que oscilan entre los 100 y 200 mm,
una temperatura media de 10 a 14º C, ausencia de relieves
abruptos y predominancia de llanuras, mesetas, mesetas
escalonadas y elevaciones rocosas pequeñas.
Se estima que el cincuenta por ciento del total de especies florísticas de La Pampa está representado y protegido en
este Parque Nacional, lo cual es decir demasiado si se comparan
ambas superficies: de este cálculo surge que, en una porción
equivalente al 0,0008% del territorio, se concentra cerca del 50%
de las plantas de la provincia.

En las zonas bajas encontramos flora del Monte, como el caldén


(Prosopis caldenia), árbol emblemático de La Pampa, que forma
parte del escudo provincial. Su pariente, el algarrobo (Prosopis
flexuosa), y el sombra de toro (Jodina rhombifolia), lo acompañan
en muchos sectores formando pequeños bosquecillos y, en el caso
del caldén, es común ver ejemplares aislados. Entre los arbustos,
se destacan los típicos de la eco-región del Monte, como las tres
especies de jarillas: Larrea divaricata, Larrea cuneifolia y Larrea
nitida. También hay alpataco (Prosopis alpataco), ala de loro o
mata sebo (Monthea aphylla) y Schinus fasciculatus. Estos arbustos o, en algunos casos, pequeños árboles, suelen
aparecer sólo en las cercanías del comienzo de los faldeos; es muy
raro que se desarrollen en zonas elevadas.

La flora más interesante por su rareza e, incluso, por su carácter


endémico en ciertos casos, es la delos cerros, donde hay una gran
variedad de especies de muchísimas familias cuyas fisonomía y
tamaño son de lo más diversos. Al pie de los cerros son comunes
el chañar brea (Cercidium praecox), labrusquilla (Discaria
longispina), el albarillo (Ximenia americana), la traicionera
(Cylindropuntiatunicata) y el manca caballos (Trichocereus
candicans).

En los faldeos de las sierras se encuentran los dos endemismos que posee la unidad de conservación: Gaillardia
cabrerae, una margarita de flor amarilla que crece en los huecos de las rocas y Adesmia lihuelensis, que se da
también en recovecos cuando se ha acumulado algo de humus. También es poco común una orquídea (Brachystele
dilatata). Hay varios helechos, en su mayoría muy vistosos, como Adiantun chilense, Cheilanthes
buchtienti, Cheilanthes micropteris, Pellaea ternifolia, entre otras
especies.

Varias cactáceas dan al paisaje un toque especial, encontrándose


entre las más conspicuas Gymnocalycum gibosum, Wigginsia
erecta, y compuestas como Eupatorium bunifolium y Grindelia
chiloensis. Además, son conspicuas también dos bromelias que
crecen adheridas a las rocas: Tillandsia gilliesii y T. pedicellata.
Varias especies lucen hermosas flores que cambian notoriamente
el paisaje en primavera; entre ellas se destacan Petunia
axillaris, Glandularia platense, Oxalis viscosisima y Oenothera
odorata.

También se pueden ver algunas plantas exóticas como Avena barbata, Hordeum glacum, Sonchus pleraceus y al
menos tres especies más.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez

Fauna
Este auténtico oasis en medio de extensos jarillares encierra
muchas sorpresas en lo que a fauna se refiere. Es lógico que así
sea, porque el agua es más abundante que en las zonas aledañas
y las sierras ofrecen un hábitat muy propicio para vertebrados e
invertebrados. La abundancia de la flora genera riqueza de fauna,
y ambos recursos se benefician por el microclima del Parque.

Los felinos, especialmente el puma (Puma concolor), encuentran


refugio en el Parque porque la caza furtiva en los campos de los
alrededores se practica asiduamente. Junto al puma, hacen gala
de su agilidad y prestancia tres gatos salvajes: el moro o
yaguarundí (Herpailurus yaguarondi), el de pajonal (Lynchailurus
pajeros) y el montés (Oncifelis geoffroyi).

Lihué Calel cuenta con especies que sólo están presentes en esta área protegida dentro del sistema nacional. Es el
caso del pichiciego menor (Chlamyphorus truncatus), la
comadrejita patagónica (Lestodelphys halli), el ratón variado
pajizo (Akodon molinae) y el ratón cavador pampeano (Necromys
obscurus).

En una situación especial se encontraría la rata vizcacha salinera


(Tympanoctomys barrerae) que podría encontrarse en Lihué Calel,
aunque esto requiere confirmación. Es probable su presencia en la
zona recientemente anexada de Salitral Levalle.

Es destacable la presencia del zorrino chico (Conepatus castaneus)


sólo presente en este Parque y en el de Sierra de las Quijadas.
Dos zorros, el gris chico (Dusicyon griseus) y el gris pampeano
(Dusicyon gymnocercus) están en el área junto con el hurón menor (Galictis cuja). El guanaco (Lama guanicoe) ha
encontrado en estas serranías un óptimo refugio, dado que su población se incrementó si se la compara con la que
había en la época de creación del Parque. La mara (Dolichotis patagonum) es rara pero puede confirmarse su
presencia en el Parque.

Varias especies de ratones, murciélagos (poco estudiados) y la


vizcacha (Lagostomus maximus) completan la nómina de 27
especies de mamíferos de Lihué Calel.

Las aves cuentan con unas 150 especies en el área. Dos son
exclusivas de esta unidad de conservación nacional: el canastero
patagónico (Asthenes patagonica) y la viudita chica (Knipolegus
hudsoni), de escasa distribución.

Entre las especies amenazadas figuran el águila coronada


(Harpyhaliaetus coronatus), el halcón peregrino (Falco
peregrinus), aunque está presente en muchas zonas protegidas, y
el cardenal amarillo (Gubernatrix cristata).

Doce rapaces de las dos familias que las representan en el país (Accipitridae y Falconidae) están en Lihué Calel. El
inambú pálido (Nothura darwinii) también habita en Sierra de las Quijadas y la lechuza bataraz (Strix chacoensis) -
poco común- se encarga de controlar las poblaciones de roedores,
su principal alimento.

De la familia de los furnáridos cabe mencionar algunas especies no


muy comunes, como el cachalote pardo (Pseudoseisura gutturalis),
el ya nombrado canastero patagónico y la bandurria chaqueña
(Ochetorhynchus certhioides). Las aves más comunes, que suelen
merodear la zona del camping, son el gallito copetón (Rhinocrypta
lanceolata) y el gallito arena (Teledromas fuscus) sólo protegidas
aquí y en el P.N. Sierra de las Quijadas.

Los tiránidos, con 25 especies, están abundantemente


representados. Algunas de esas especies son poco comunes, como
la viudita chica (Knipolegus hudsoni), que es exclusiva de este Parque dentro del conjunto de áreas de jurisdicción
nacional; el escaso piojito trinador (Serpophaga griseiceps), la monjita castaña (Xolmis rubetra), el gaucho chico
(Agriornis murina) y el cachudito pico amarillo (Anairetes flavirostris). Dentro de la familia Emberizidae se destacan
por ser poco abundantes el yal carbonero (Phrygilus carbonarius), la monterita canela (Poospiza ornata) y muchas
especies más.

Los reptiles no escasean en Lihué Calel. Habitan en él varias


especies de lagartijas, como Homonota whitii y Teius teyou y los
lagartos colorado (Tupinambis rufescens) y overo (Tupinambis
meridionae). Hay varias especies de ofidios, como la yarará ñata
(Bothrops neuwiedi), la yarará o víbora de la cruz (Bothrops
alternatus) y la falsa yarará (Lystrophis dorbignyi). Entre los
anfibios están presentes Pleurodema nebulosa, Bufo
arenarum (sapo común) y Odontophrynus occidentalis (una de las
muchas especies llamadas escuerzos).

Fecha e Instrumento Legal de Creación

En 1976, el Poder Ejecutivo Nacional dicta el Decreto Nº 609 mediante el cual se crea el Parque Nacional Lihué Calel
y se establecen sus límites. La finalidad de esta creación fue amparar el sistema serrano del mismo nombre y sus
valores naturales, históricos y culturales..

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez

Relieve

Las sierras de Lihué Calel constituyen una verdadera isla desde el punto de vista geológico y geomorfológico, ya que
irrumpen, casi abruptamente, en las extensísimas llanuras que componen una estepa arbustiva. Los distintos
geólogos que las han estudiado no se pusieron aún de acuerdo sobre su antigüedad, aunque los últimos estudios les
asignan unos 235 millones de años, lo que las convierte en las sierras más recientes, luego de la formación de los
Andes, que es muy posterior.

Las sierras presentan formas suaves y redondeadas, desprovistas


de vegetación en sus partes más elevadas, no así en los faldeos y
en los valles que se forman entre los distintos cordones serranos.

El clima, con sus variantes térmicas y con la influencia de los


vientos, ha sido el factor que más influyó en la modelación del
relieve. También, pero en un grado mucho menor, tuvo influencia
la erosión hídrica, dado que, si bien las lluvias son escasas,
ocurren en forma violenta.

En cuanto al suelo, en algunos sectores presenta una coloración


rojiza, observándose gran cantidad de rocas fragmentadas que
cubren el piedemonte y los valles. Sí coinciden los geólogos en
cuanto al origen volcánico o eruptivo de la formación y en que la misma constituiría un nexo entre la precordillera
de Mendoza, San Juan y La Rioja con las sierras del sistema de Ventania, al sur de la provincia de Buenos Aires.

Las elevaciones se extienden en sentido noroeste-sureste, formando varios cordones con distinta orientación, que
ocupan una superficie aproximada de unos 15 kilómetros de longitud y de ancho. El cerro más alto, denominado “de
la Sociedad Científica Argentina” tiene 589 msnm.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez

Hidrografía
En La Pampa hay pocos cursos de agua. La red hídrica está conformada por dos cuencas: la del río Colorado -límite
sur de la provincia- y la del Salado-Chadileuvú. El caudal del río Colorado depende de las nevadas que se producen
a su paso por las provincias de Mendoza, Neuquén y Río Negro,
por lo cual está sujeto a muchas variaciones, aunque sus máximos
se producen entre septiembre y marzo. El río Salado-Chadileuvú,
que finaliza su curso no lejos de las Sierras de Lihué Calel, está
alimentado por lagunas -también cercanas al Parque- como la
Errelauquén y La Amarga. Este río también es compartido con
otras provincias y su régimen es irregular.

De la importante cuenca del Atuel, la provincia de La Pampa sólo


participa mínimamente de su tramo final.

El Parque Nacional Lihué Calel está surcado por dos arroyos que,
dada la aridez de la zona, resultan importantes. Ellos son el
Namuncurá, ubicado en el Valle de las Pinturas, que se abastece de agua de manantial, y el arroyo La Manuela, que
encauza las aguas que descienden de las serranías cuando ocurren precipitaciones.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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Recursos Culturales

ETIMOLOGÍA DEL TOPÓNIMO

No hay acuerdo sobre el significado del topónimo “Lihué Calel” (a veces Lihuel Calel) . “Carne viva” según Juan
Manuel de Rosas y Manuel de Olascoaga; “Sierra de la Vida”o “Sierra de los cuerpos vivos” para Estanislao Zeballos
y Eliseo Tello; “Sierra apropiada para avizorar” o “atalaya” de acuerdo a Enrique Steiben; “Sierra del recto”, “Sierra
de la tripa gorda” o “del ano” para Rodolfo Casamiquela; y “cuerpo -o bulto- reverberante” según Alberto Vúletin.

Como fuere, diversos sitios arqueológicos indican la presencia de grupos humanos prehistóricos, relacionados con el
aprovechamiento de las condiciones de "oasis" que ofrecen las sierras de Lihué Calel.

La región está al norte del río Colorado y la hemos descripto como una llanura con algunas sierras bajas. Por el
centro de este área penetra una cuña de monte con árboles que proporcionaban a los indígenas tanto alimentos
vegetales como animales (cazaban guanaco y ñandú).

Este ambiente seco, sin embargo, presentaba algunos factores desfavorables para los cazadores-colectores
nómades, como la escasez de agua y de piedras aptas para la talla.

Las ocupaciones más tempranas de este lugar datan de 8600 A.P. (antes del presente). Estos grupos utilizaban
artefactos líticos, como raspadores para trabajar el cuero y la madera, lascas para corte, machacadores y puntas de
proyectil. Uno de los asentamientos encontrados presenta fogones circulares, postes, restos de pintura roja, piedras
planas con rastros de alisamiento por frotación, restos de guanaco y de aves, como así también cáscaras de huevo
de ñandú quemadas. La materia lítica más abundante es el basalto y, en menor cantidad, el sílice.

La ocupación temprana de cazadores-colectores adaptados a un clima semiárido perduró hasta comienzos de la era
(1950 A.P.) Aparecieron para esta época la alfarería, instrumental pequeño de sílice, molinos planos y manos de
moler.

Es probable que, en los últimos tiempos prehistóricos, haya habido ocupaciones recurrentes vinculadas con recursos
muy determinados (agua potable, grandes mamíferos, maderas que no se daban en los alrededores). El Parque
Nacional Lihué Calel es un ejemplo de este tipo de oasis.

Ya en épocas históricas, hubo en este lugar tehuelches septentrionales que, a partir del siglo XVI, recibieron
influencia de los araucanos. Cazaban ganado cimarrón y, del aprovechamiento integral del guanaco, pasaron a la
incorporación del caballo, que les era útil para extender ámbito de influencia en poco tiempo. La búsqueda de
ganado produjo desplazamientos hacia el norte y el este y el establecimiento de una red comercial con los
araucanos al oeste.

PINTURAS RUPESTRES
En lo que sería el techo de una gran cavidad rocosa, se percibe con bastante nitidez una serie de dibujos de
diversas formas, con predominio de los colores rojo y negro. Según estudios arqueológicos, la antigüedad de estas
pinturas, que corresponderían a los tehuelches del norte o serranos, superaría los 2000 años.

En épocas mucho más cercanas, las serranías sirvieron de refugio a los indios pampa cuando regresaban de sus
rastrilladas en busca de ganado y, más recientemente, a los últimos indios araucanos, que habían absorbido a la
cultura mencionada anteriormente. Los famosos caciques Cafulcurá y Namuncurá debieron retirarse hacia el sur
ante el avance de la conquista del desierto.

Namuncurá huyó hacia el río Colorado y estableció su último refugio cerca del "Valle de las Pinturas", en la estancia
Santa María, que perteneció a la familia de Luis Gallardo.

En una zona elevada, con una hermosa vista panorámica, encontramos las ruinas de una vivienda que, por lo que
se ve, estaba construida con materiales de buena calidad. Es el casco de la estancia Santa María que, según
versiones, Gallardo destruyó cuando el Estado le expropió las tierras para crear el Parque.

Según Estanislao Zeballos, la presencia de montecitos de durazno, especie traída por los conquistadores al suelo
americano, permitiría presumir la existencia de un remoto asentamiento español en estas serranías. Para este
autor, la expedición de Villagra habría alcanzado esta comarca en el siglo XVI y fundado la población que luego pasó
a la leyenda como "Ciudad de los Césares". Investigaciones posteriores han descalificado estos argumentos, aunque
los exóticos duraznales siguen prosperando sin que nadie haya develado su misterioso origen.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez

Turismo

El Parque Nacional Lihué Calel ofrece buenas alternativas para el visitante. En primer lugar, en el área
administrativa del parque hay un campamento instalado con sanitarios, fogones y mesas con bancos, con una
inmejorable vista hacia los cerros.

Previo pedido de asesoramiento a los guardaparques, se pueden realizar caminatas interpretativas por los senderos
que se mencionan a continuación:
• Sendero del Valle Namuncurá: parte desde el campamento y
es el lugar donde comienza la picada para ascender al Cerro de la
Sociedad Científica. Durante el recorrido se pueden observar las
características de la eco-región del Monte, con su flora y fauna
típicas.

• Sendero Valle de las Pinturas: a este sendero se accede por


un camino vehicular de 21 km (ida y vuelta) que conduce a un
alero con pinturas rupestres.

La estancia Santa María de Lihué Calel es un sitio interesante.


Como ya dijimos, se trata del casco donde vivió la familia de Luis
Gallardo hasta 1964 y que, luego de la expropiación, fue
destruido.

Por otra parte, es fácil subir a las sierras en determinados lugares, como por ejemplo al Cerro de la Sociedad
Científica, de 589 m. Es el punto más alto del área y desde allí se puede admirar un vistoso panorama de la vasta
planicie circundante, como así también el límite norte del Parque.

En las épocas de invierno se nota una importante merma de la afluencia turística debido, principalmente, a las muy
bajas temperaturas y heladas que se dan en la zona.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez

Cómo llegar

Para acceder al Parque Nacional Lihué Calel desde Buenos Aires se llega a
Luján y, desde allí, por la ruta nacional Nº 5, se llega hasta Santa Rosa
(La Pampa); tomando luego por la ruta nacional Nº 35 hasta el cruce con
la ruta nacional Nº 152, se continúa por ésta hasta el acceso al Parque
(km 844).

Desde Rosario se toma la ruta nacional Nº 33 hasta su intersección con la


ruta nacional Nº 5, a la altura de Trenque Lauquen, siguiendo luego el
camino antes mencionado. Partiendo desde Córdoba, por la ruta nacional
Nº 36 se llega hasta Río Cuarto, para luego tomar la ruta nacional Nº 35
hasta el cruce con la Nº 152. Desde Mendoza, por la ruta nacional Nº 40,
se llega hasta Pareditas y luego se toma la ruta nacional Nº 143 hacia
General Alvear. Posteriormente, se sigue por la ruta nacional Nº 188 hasta
Realicó y desde esta ciudad se debe continuar hasta su intersección con la
Nº 35. Se continúa por ésta hasta el cruce con la 152.
Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez
Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez
Mapa: APN

Problemas de Conservación

Este Parque no presenta mayores problemas de conservación. La afluencia turística es moderada y existen
numerosos caminos vehiculares y senderos peatonales que favorecen el ordenamiento de los visitantes.

Sí existen varias especies de plantas exóticas cuyo perjuicio no ha sido evaluado técnicamente. Entre éstas
figuran Avena barbata, Sonchus pleraceus y Taxaron officinale.
La caza del puma en los alrededores del Parque siempre fue
habitual. Dentro del área este problema se mantiene más o menos
controlado. Pero como la unidad de conservación tiene una
superficie relativamente pequeña, es posible que la protección
dentro del Parque no sea suficiente para mantener una población
importante de este felino en forma permanente. La reciente
ampliación probablemente ayude a resolver este problema.

El jabalí (Sus scrofa) y el ciervo colorado (Cervus elaphus) son


especies exóticas que encontraron en La Pampa uno de los lugares
más propicios para expandirse. Esto hace que la amenaza de su
instalación en el área protegida sea un problema latente. Lo
mismo ocurre con la liebre europea (Lepus europaeus).

Desde que comenzó la protección, sin hacienda y con fuegos controlados, la recuperación de la vegetación fue
notable. Actualmente se aprecia una densa arbustificación del Parque, que cubrió peladares y lugares abiertos, algo
que tal vez haya contribuido a la disminución de algunos animales silvestres como la vizcacha y el ñandú. Esto
obligaría a algún de tipo de manejo en el área, incluido el sector vecino recientemente anexado.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez

Bibliografía

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• Anónimo; Argentina: guía de turismo, El Ateneo. 2a. ed., Buenos


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Centro Editor de América Latina, Buenos Aires 1982.

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Aves de los Parques Nacionales de Argentina, L.O.L.A. ed., Buenos
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las Sierras de Lihué Calel. La Pampa. s/ed. 1980.

• Schatzky, I.. Las Pictografías de Lihué Calel, en Revista


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• Troiani, H., Steibel, P. E., Alfonso, G. L. y Prina, A. C.; Flora


del Parque Nacional Lihué Calel, Universidad Nacional de La Pampa,
Facultad de Agronomía, 1993.
• Revista “Vida Silvestre”, julio / junio 1996.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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