Enfermedades Infectocontagiosas PARTE1
Enfermedades Infectocontagiosas PARTE1
Enfermedades Infectocontagiosas PARTE1
(PARTE 1)
CONCEPTOS BÁSICOS:
VARICELA
DEFINICIÓN: La OPS “organización panamericana de la salud” la define como una infección viral
causada por el virus de la varicela zóster que afecta por lo general a los niños menores de 5 años o
en la edad escolar, esta no suele dejar secuelas y se resuelven por sí misma, es de fácil transmisión
a personas que no se han vacunado o tenido la enfermedad, esta puede reactivarse con el tempo
presentándose como un herpes zoster en edad adulta
HISTORIA: este es un patógeno latente que siempre estuvo presente, este virus fue evolucionando
junto a la propia humanidad y se propago durante las primeras migraciones que salieron de África
hacia Asia y posteriormente a Europa. Esta producía enfermedades en apariencia benignas que
fueron observadas como formas menores de otras más graves o mejor conocidas. Hace menos de
cien años se empezaron a conocer sus formas de presentación o sus efectos y apenas treinta que
se desarrolló la primera vacuna para combatirlos.
HISTORIA NATURAL:
CLASIFICACIÓN: CLASIFICACIÓN DE LA FAMILIA HERPES VIRUS
Alfa virus: Tienen la capacidad de permanecer de forma latente en las neuronas y pueden
reactivarse en las raíces de ganglios dorsales.
• HHV-1: Herpes simple tipo 1 (herpes simple oral y genital, herpes neonatal, gingivoestomatitis
herpética, queratoconjuntivitis, encefalitis)
Beta virus: Ciclo reproductivo lento, las células infectadas aumentan de tamaño. Los virus pueden
permanecer de forma latente en glándulas secretoras, células linfoides, riñón y otros tejidos.
• HHV-7: Pitiriasis rosada de Gibert, exantema súbito, fiebre recurrente en niños, síndrome de
fatiga crónica
Una vez que el VZV entra en el cuerpo, se replica en las células de la piel y luego se disemina a
través del torrente sanguíneo a otros órganos y tejidos. Esto provoca la aparición de lesiones
cutáneas características, que son pequeñas ampollas llenas de líquido que causan picazón y
malestar.
En casos graves, la varicela puede afectar otros órganos como el cerebro, los pulmones o el
hígado, lo que puede provocar complicaciones graves, especialmente en personas con sistemas
inmunológicos debilitados.
CLÍNICA: Las ampollas pasan por diferentes etapas, comenzando como pequeñas manchas rojas
que luego se convierten en ampollas llenas de líquido. Con el tiempo, las ampollas se rompen,
formando costras que eventualmente se caen. Este proceso puede durar de 7 a 10 días.
Durante este período, las ampollas pueden causar picazón intensa y malestar, y es importante
evitar rascarse para prevenir infecciones secundarias. En algunos casos, especialmente en adultos
o personas con sistemas inmunológicos debilitados, la varicela puede causar complicaciones
graves como neumonía, encefalitis o infecciones bacterianas en la piel.
En general, la varicela es una enfermedad auto limitada que suele resolverse por sí sola, pero es
importante buscar atención médica si se presentan complicaciones o si la persona infectada es un
lactante, una mujer embarazada o una persona con sistemas inmunológicos debilitados. Además,
existen vacunas disponibles para prevenir la varicela y reducir el riesgo de complicaciones.
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN: Es importante mantener la piel limpia y seca, cortar las uñas para
evitar rascarse y usar ropa suave y cómoda. También se deben evitar lugares concurridos para
prevenir la propagación de la enfermedad.
Además, es importante mantener una buena higiene personal, lavarse las manos con frecuencia,
evitar el contacto cercano con personas infectadas y cubrirse la boca y la nariz al toser o
estornudar para prevenir la propagación del virus.
DEFINICIÓN Y ETIOLOGÍA: El sarampión es una enfermedad muy contagiosa y grave causada por
un virus. Antes de que la vacuna se introdujera en 1963 y se generalizara su uso, cada 2-3 años se
registraban importantes epidemias de sarampión que llegaban a causar cerca de 2,6 millones de
muertes al año.
A nivel mundial sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños, a pesar
de que existe una vacuna segura y eficaz. Se calcula que en 2016 murieron 89.780 personas por
esta causa, la mayoría de ellas menores de 5 años.
HISTORIA: Las primeras descripciones acerca del sarampión datan del siglo VI a.C. pero no fue
hasta el siglo IX cuando se hizo una verdadera descripción de la enfermedad, diferenciándola de la
viruela. A lo largo de la historia se han ido sucediendo textos que ponen de manifiesto las
diferentes epidemias. Cabe destacar de la literatura Europea del siglo XIII el nombre dado a la
enfermedad “morbilli” derivado del italiano “il morbo” que significa “pequeña enfermedad”,
nombre que actualmente se utiliza para denominar al género al que pertenece, utilizado en esa
época para distinguirlo de las grandes plagas.
En 1846, Peter Panum dictó los primeros principios básicos de la epidemiología del sarampión
describiendo su naturaleza altamente contagiosa, los 14 días de periodo de incubación, la
memoria inmunitaria que ofrece el virus en personas que han estado en contacto con él y nombra
la vía respiratoria como posible vía de transmisión del virus. Más tarde en 1908, Von Piquet realizó
contribuciones en el conocimiento de la inmunidad e hipersensibilidad estableciendo por primera
vez las bases teóricas y patogénicas del exantema del sarampión. En 1954, Enders y Peebles
obtuvieron el primer aislado en cultivo celular a partir de sangre de David Edmonston, un niño que
padecía la enfermedad. Tras varios pases en cultivo celular obtuvieron una cepa atenuada
(Edmonston B) que posteriormente sería utilizada como vacuna hasta 1975. A partir de esta se han
desarrollado otras vacunas atenuadas: Edmonston-Zagreb, Schwarz o Moraten.
Actualmente contamos con la vacuna triple vírica (MVCV) que ofrece protección contra los virus
del sarampión, rubéola y parotiditis. Se aplica en dos dosis y gracias a su uso se han conseguido
grandes avances hacia el objetivo de eliminación de la enfermedad. Sin embargo sigue siendo una
enfermedad mortal especialmente en niños de países en vías de desarrollo y provoca brotes en
países desarrollados, en ocasiones grandes, debido a la existencia de bolsas de población
susceptible.
Cabe destacar la aparición de las manchas de Koplik en la mucosa oral, como signo
patognomónico del sarampión, siendo estas similares patológicamente al exantema e implicando
las glándulas submucosas. La infección del aparato respiratorio tras la diseminación generalizada
del virus posibilita la transmisión del mismo a otros individuos a través de la vía respiratoria. El
virus también es eliminado abundantemente con la orina. Especialmente útil en individuos
inmunocomprometidos en donde la respuesta a anticuerpos puede no producirse. Esta técnica se
encuentra actualmente en desuso debido a su laboriosidad y lentitud en la emisión de resultados,
habiendo sido desplazada por la detección de ARN viral por amplificación mediante la técnica de
RT-PCR que ofrece mayor sensibilidad y rapidez. Esta técnica es complementaria al diagnóstico
serológico, aumentando su eficacia diagnóstica puesto que puede ser utilizada en los primeros
días de la enfermedad en los que aún no se ha desarrollado respuesta a anticuerpos.
CLÍNICA: La enfermedad se caracteriza por presentar un periodo prodrómico que comienza unos
10 a 12 días después de la exposición al virus y dura entre 4 y 7 días, con fiebre mayor de 38ºC
acompañada, frecuentemente, de coriza, tos, conjuntivitis, y/o pequeñas manchas blancas en la
cara interna de las mejillas. Al cabo de varios días aparece un exantema, generalmente en el rostro
y la parte superior del cuello, que se extiende en unos 3 días, acabando por afectar a las manos y
pies. El exantema dura de 5 a 6 días, y luego se desvanece. El intervalo entre la exposición al virus
y la aparición del exantema oscila entre 7 y 18 días (media de 14 días).
En algunos casos (40%) se pueden producir complicaciones como neumonía (la más frecuente),
otitis media, diarrea, encefalitis post-infecciosa y, muy poco frecuente, encefalitis de cuerpos de
inclusión o panencefalitis esclerosante subaguda, causada por la persistencia del virus en el tejido
del sistema nervioso central durante varios años, seguido de una infección lenta progresiva y
desmielinizante que afecta a múltiples áreas del cerebro. Estas complicaciones son especialmente
graves en niños malnutridos, sobre todo los que no reciben aportes suficientes de vitamina A, en
pacientes inmunodeprimidos, así como en mujeres embarazadas llegando a ser causa de aborto o
parto prematuro. La transmisión del virus tiene lugar a partir de secreciones nasales o faríngeas
desde 4 días antes de la fecha de inicio del exantema hasta los 4 días posteriores.
TRATAMIENTO: No existe ningún tratamiento antiviral específico contra el virus del sarampión.
Las complicaciones graves del pueden evitarse con un tratamiento de apoyo que garantice una
buena nutrición, una ingesta suficiente de líquidos y el tratamiento de la deshidratación con las
soluciones de rehidratación oral recomendadas por la OMS (para reponer los líquidos y otros
elementos esenciales que se pierdan con la diarrea o los vómitos). Se deben prescribir antibióticos
para tratar la neumonía y las infecciones de oídos y ojos. Todos los niños de los países en
desarrollo diagnosticados de sarampión deben recibir dos dosis de suplementos de vitamina A con
un intervalo de 24 horas entre ambas. Este tratamiento es eficaz para restaurar los niveles de
vitamina A, que durante la enfermedad suelen ser bajos incluso en niños bien nutridos, y puede
ayudar a prevenir las lesiones oculares y la ceguera. Además, se ha demostrado que los
suplementos de vitamina A reducen la mortalidad por sarampión en un 50%.
HEPATITIS:
Las hepatitis virales son enfermedades transmisibles, y, por tanto, potencialmente se pueden
prevenir.
HISTORIA: Es probable que la hepatitis por virus sea tan antigua como la humanidad misma y
existen, entre otras, referencias en el Talmud y el "Corpus Hipocraticum" que hacen pensar en la
enfermedad.
Aun cuando hacia el año de 1855 se informó, por primera vez, que la transmisión de la infección se
hacía por las heces fecales, y de que otro tipo de hepatitis era ocasionada por la inyección
subcutánea,
no fue sino hasta 1942 que el término "hepatitis por suero" ganó su lugar en la terminología
clínica.
En el año de 1951, McCallum descubrió que había cuando menos dos agentes virales que
producían enfermedades similares sin que mediara inmunidad cruzada entre ellos, y sugirió que el
agente trasmitido por vía oral y con periodo de incubación corto fuera llamado "virus A de la
hepatitis" y el otro transmitido por vía parenteral y con tiempo de incubación largo fuera llamado
"virus B de la hepatitis"; en sus experimentos utilizó voluntarios humanos.
En la década de los 60s, la más notoria aportación la constituyó, sin duda, el descubrimiento de
Blumberg, del factor sérico que posteriormente fue identificado como uno de los componentes
antigénicos de la hepatitis viral tipo B, lo cual trajo como resultado la identificación específica de la
enfermedad y el acuñamiento del término "antígeno Australia", denominado así por haber sido
encontrado en un aborigen australiano.
CLASIFICACIÓN:
Hepatitis A: Es una enfermedad del hígado causada por el virus de la hepatitis A (VHA). Se
transmite por el contacto con deposiciones de otro enfermo, por falta de higiene en el hogar o
bien el consumo de alimentos contaminados y deficientemente lavados (como verduras regadas
con aguas no tratadas o en contacto con vectores, como moscas o cucarachas).
Hepatitis B: Es una enfermedad grave causada por un virus que se transmite por la sangre o por
vía sexual desde un enfermo con hepatitis activa o de un portador sano del virus de la hepatitis B
(VHB). Puede causar una infección aguda o crónica y así persistir en la sangre, causando cirrosis
(cicatrización) del hígado, cáncer del hígado, insuficiencia hepática y la muerte. También existe una
vacuna para su prevención.
Hepatitis C: Es una enfermedad del hígado causada por el virus hepatitis C (VHC) que se encuentra
en la sangre de las personas que tienen la enfermedad. La infección del VHC también es
transmitida mediante el contacto con la sangre de una persona infectada (en etapa de actividad o
portación del virus) y también es causa de hepatitis crónica, cirrosis, cáncer de hígado,
insuficiencia hepática y muerte.
Hepatitis D: Es un virus defectuoso que necesita el virus de hepatitis B para existir. El virus de la
hepatitis D (VHD) se encuentra en la sangre de las personas infectadas con el virus.
Hepatitis E: Es un virus (VHE) que se transmite en forma muy similar al virus de hepatitis A. Se
disemina a través de agua contaminada.
Hepatitis G: es el virus más nuevo, se conoce poco. Se cree que se transmite a través de la sangre
sobre todo en personas que usan drogas endovenosas, y se supone que con otras enfermedades y
tratamientos relacionados con la coagulación
CLÍNICA:
Este cuadro se presenta durante los primeros 5-6 días de la infección y en los que el paciente no
suele estar diagnosticado:
-Síntomas Digestivos o no por distensión de la cápsula de Glisson que origina dispepsia. Náuseas,
vómitos.
-Ictericia.
-Síntomas de colestasis como coluria (orina oscura), acolia e hipocolia, heces teñidas o
decoloradas, ictericia o subictericia en la conjuntiva, prurito.
En el caso de la hepatitis crónica que lleva a insuficiencia hepática, solamente se tratarán las
complicaciones secundarias a ésta (hemorragia digestiva alta, ascitis, infecciones, etc.).
PREVENCIÓN:
DENGUE:
DEFINICIÓN: El dengue (fiebre quebrantahuesos) es una infección vírica que se transmite de los
mosquitos a las personas. Es más frecuente en las regiones de climas tropicales y subtropicales.
La mayoría de las personas que contraen dengue no tienen síntomas. Cuando estos aparecen,
suelen ser fiebre alta, dolor de cabeza y en otras partes del cuerpo, náuseas y erupciones en la
piel. En la mayor parte de los casos, la persona se cura en una o dos semanas, pero a veces la
enfermedad se agrava y requiere hospitalización. En los casos más graves, el dengue puede ser
mortal.
HISTORIA:
Antigüedad: La primera referencia de un caso de dengue aparece en una enciclopedia medicinal
china publicada en la dinastía Jin (265-420), formalmente editada durante la dinastía Tang en el
año 610, y publicada nuevamente durante la dinastía Song del Norte, en el año 992, que describe
una especie de “agua envenenada” asociada a insectos voladores, que tras su picadura
provocaban unas fiebres muy elevadas.
El dengue se extendió fuera de África entre los siglos XV y XIX, debido al desarrollo de la marina
mercante y la creciente migración de personas, especialmente en los siglos XVIII y XIX, lo que
ocasionó que las ciudades portuarias crecieran y se urbanizaran, creando condiciones ideales para
el hábitat del mosquito vector, Aedes aegypti. Durante los viajes marítimos, el mosquito se
mantenía vivo en los depósitos de agua de las bodegas. De esta forma, tanto el mosquito como el
virus se expandieron a nuevas áreas geográficas, causando epidemias separadas por los intervalos
dados por los viajes marítimos (10 a 40 años). Existen varias descripciones de epidemias durante el
siglo xvii, pero el reporte más antiguo de una posible epidemia de dengue data entre los años
1779 y 1780, cuando una epidemia asoló Asia, África y América del norte. El primer reporte de
caso definitivo data de 1779 y es atribuido a Benjamin Rush, quien acuña el término «fiebre
rompehuesos» por los síntomas de mialgias y artralgias.
Siglo XX hasta la actualidad: En 1906, la transmisión por el mosquito Aedes fue confirmada, y en
1907 el dengue era la segunda enfermedad que se conocía (después de la fiebre amarilla), que era
producida por un virus. Más investigaciones científicas de la época, realizadas por John Burton
Cleland y Joseph Franklin Silercompletaron el conocimiento básico sobre la transmisión de la
enfermedad infecciosa. La marcada expansión del dengue durante y posteriormente a la Segunda
Guerra Mundial ha sido atribuida a la disrupción ecológica. Esto mismo, ha permitido que
diferentes serotipos del virus se hayan extendido a nuevas áreas geográficas, y se haya convertido
en una enfermedad emergente y preocupante en nuestro tiempo, por las nuevas formas mortales
de fiebre hemorrágica. Estas formas severas de la enfermedad fueron por primera vez reportadas
en Filipinas en 1953; en los 70, se había convertido en la mayor causa de mortalidad infantil en el
Pacífico y parte de América.
La fiebre hemorrágica y el choque por dengue fueron por primera vez referidas en América Central
y Sudamérica en 1981, en personas que habían contraído el serotipo DENV-2, y que ya habían
tenido contacto previo con el serotipo DENV-1. A principios de los años 2000, el dengue se ha
vuelto la segunda enfermedad más común de las transmitidas por mosquitos, y que afectan a los
seres humanos ―después de la malaria―. Actualmente existen alrededor de 40 millones de casos
de dengue y varios cientos de miles de casos de dengue hemorrágico cada año. Hubo un brote
grave en Río de Janeiro en febrero de 2002 que afectó a alrededor de un millón de personas.
Cuando una hembra de Aedes aegypti (de hábitos intra-o peri-domiciliarios y diurnos) o de A.
albopictus (de hábitos más bien selváticos) pica a un enfermo de Dengue durante su periodo febril
(durante la viremia) ingiere sangre con virus, los cuales se van a replicar en el aparato digestivo de
la mosquita. Al cabo de una semana los virus han migrado a sus glándulas salivales y se vuelve
infecciosa para toda su vida (de unos dos meses). Cuando ella pica a una persona sana, inyecta su
saliva infectada y los virus van a circular por la sangre y se van a alojar principalmente en los
macrófagos.
Los machos del género Aedes se alimentan de savia de vegetales, al igual que las hembras. Cuando
éstas son fertilizadas, buscan una fuente de proteínas más rica, como es la sangre de animales,
principalmente del hombre. Usualmente se alimenta al principio de las mañana y del atardecer.
Deposita sus huevos en los bordes de recipientes que contengan agua limpia, que contenga
sustancias orgánicas. Estos huevos pueden permanecer viables durante un año. Cuando se ponen
en contacto con el agua inician su ciclo de crecimiento.
CLASIFICACIÓN:
En adultos, el cuadro clínico puede ser muy florido y “típico”, que pueden presentar mu- chos de
estos síntomas o todos ellos durante varios días (no más de una semana, gene- ralmente), para
pasar a una convalecencia que puede durar varias semanas.
En los niños, puede haber pocos síntomas y la enfermedad puede manifestarse como un
“síndrome febril inespecífico”. La presencia de otros casos confirmados en el medio al cual
pertenece el niño febril, es determinante para sospechar el diagnóstico clínico de dengue.
Cuando baja la fiebre, el paciente con dengue puede evolucionar a la mejoría y recu- perarse de la
enfermedad, o presentar deterioro clínico y manifestar signos de alarma. Los signos de alarma son
el resultado de un incremento de la permeabilidad capilar y marcan el inicio de la fase crítica:
Dolor abdominal intenso y continúo: debido a la gran cantidad de líquido extravasa- do hacia las
zonas pararrenales y perirrenales, que irrita los plexos nerviosos presentes en la región
retroperitoneal.
La extravasación ocurre también en la pared de las asas intestinales, que aumentan bruscamente
de volumen por el líquido acumulado debajo de la capa serosa, lo cual provoca dolor abdominal de
cualquier localización. Este dolor puede ser tan intenso como para simular cuadros de abdomen
agudo (colecistitis, colelitiasis, apendicitis, pan- creatitis, embarazo ectópico o infarto intestinal).
Vómitos persistentes: tres o más episodios en una hora, o cinco o más en seis horas. Impiden una
adecuada hidratación oral y contribuyen a la hipovolemia. El vómito frecuente constituye un signo
clínico de gravedad.
Acumulación de líquidos: puede manifestarse por derrame pleural, ascitis o derrame pericárdico y
se detecta clínicamente, por radiología o por ultrasonido, sin que se asocie a dificultad respiratoria
ni a compromiso hemodinámico, en cuyo caso se clasifica como dengue grave.
Hepatomegalia: el borde hepático se palpa más de 2 cm por debajo del margen costal.
-Dengue grave
Las formas graves de dengue se definen por uno o más de los siguientes criterios:
Choque por extravasación del plasma, acumulación de líquido con dificultad respiratoria, o ambas;
sangrado profuso que sea considerado clínicamente importante por los médicos tratantes,
compromiso grave de órganos.
El médico puede obtener en la medición una presión sistólica normal y subestimar la situación
crítica del enfermo. Los pacientes en estado de choque por dengue a menudo permanecen
conscientes y lúcidos. Si se mantiene la hipovolemia, la presión sistólica desciende y la presión
diastólica se mantiene, lo que resulta en disminución de la presión del pulso y de la presión
arterial media.
En estadios más avanzados, ambas descienden hasta desaparecer de modo abrupto. El choque y
la hipoxia prolongada pueden conducir a insuficiencia orgánica múltiple y a un curso clínico muy
difícil.
ETIOLOGÍA: El dengue es producido por un virus del grupo de los arbovirus (llamados así porque
son transmitidos a través de artrópodos hematófagos), familia de los Flaviviridae, género
Flavivirus. La partícula viral tiene forma esférica y mide entre 30 y 50 nanómetros. Posee una
envoltura proteica (principalmente E y M) que la cubre por completo. El material genético se
encuentra contenido en un nucleocápside circular, y entre este y la cubierta se encuentra una
bicapa lipídica que es formada a partir de lípidos extraídos de la membrana celular de la célula
huésped. El genoma se compone de una sola cadena de ARN de tipo lineal, sentido positivo y gran
variabilidad. El virus es altamente inestable en el medio ambiente, inactivándose con el calor,
desecación y desinfectantes que contengan detergentes o solventes lipídicos.
Existen 5 serotipos de virus Dengue: DEN_1, DEN_2, DEN_3, DEN_4 y DEN_5 serotipo fue
descubierto en octubre del 2013, este serotipo sigue el ciclo selvático a diferencia de los otros
cuatro serotipos que siguen el ciclo humano. Cada uno de ellos crea inmunidad específica para
toda la vida para reinfección por el mismo serotipo, así como inmunidad cruzada de corto plazo
(algunos meses) para los otros 3 serotipos. Los cuatro serotipos pueden causar cuadros
asintomáticos, febriles o mortales. Se han detectado algunas variables genéticas dentro de cada
serotipo que parecen ser más virulentas o tener mayor potencial epidémico que otras.
El día de la defervescencia, cuando desaparece la fiebre, o día cero (0), es el día crucial para el
paciente: evoluciona hacia la curación o evoluciona hacia cualquiera de las cuatro formas de
Dengue hemorrágico.
Contra el dolor se prescribe a menudo paracetamol, pero deberían evitarse los AINE
(antiinflamatorios no esteroideos), como el ibuprofeno y la aspirina, porque aumentan el riesgo de
hemorragia. Moje la piel de la persona con una esponja con agua fría para reducir la fiebre.
PREVENCIÓN:
-Se dispone de la vacuna Dengvaxia para las personas que han tenido dengue al menos una vez y
viven en lugares donde la enfermedad es frecuente.
-Fumigar.
-Tome medidas para controlar los mosquitos dentro y fuera de casa (usando mallas para ventanas
y puertas).
INFLUENZA
DEFINICIÓN: La influenza también conocida como gripe, es una común infección viral que ataca las
vías respiratorias superiores e inferiores. La Gripe es causada por el virus de la influenza. Es
extremadamente contagiosa, se manifiesta repentinamente, puede propagarse rápidamente
mediante el contacto o interacción con una persona afectada, causando una amplia gama de
síntomas.
La influenza afecta a personas de todas las edades, y puede causar complicaciones graves. Con
mayor frecuencia se muestra en niños pequeños, ancianos o personas que tengan enfermedades
crónicas.
HISTORIA: La altamente contagiosa enfermedad respiratoria aguda conocida ahora como
influenza, ha afectado a los humanos desde los tiempos antiguos. La súbita aparición de
enfermedades respiratorias que persisten por pocas semanas e igualmente desaparecen, son
características suficientes para identificar un número de epidemias mayores en el pasado.
El término influenza fue introducido en Italia al inicio del siglo XV para describir una epidemia, que
más fue adoptado por los ingleses en el siglo XVlll; durante el mismo período los franceses
denominaron la como “la grippe”.
A lo largo de la historia, se han producido varias pandemias de gripe que han tenido un impacto
significativo en la población mundial. Una de las pandemias más devastadoras fue la gripe
española de 1918, que causó la muerte de millones de personas en todo el mundo. Desde
entonces, se han producido varias pandemias de gripe, incluida la gripe asiática de 1957 (Virus
H2N2), la gripe de Hong Kong de 1968 (Cepa H3N2) y la gripe porcina de 2009 (Virus H1N1). Cada
una de estas pandemias ha tenido un impacto significativo en la salud pública y ha llevado a un
mayor enfoque en la vigilancia, prevención y control de la gripe a nivel mundial.
En la actualidad, la influenza sigue siendo una preocupación importante para la salud pública, con
brotes estacionales que afectan a millones de personas en todo el mundo cada año. La
investigación continúa sobre la gripe y el desarrollo de vacunas más efectivas que son
fundamentales para controlar la propagación y el impacto de esta enfermedad viral.
Una vez que el virus ingresa al cuerpo, empieza el proceso de incubación que generalmente dura
de 1 a 4 días, pudiendo variar. Durante ese tiempo el virus se replica en las células del tracto
respiratorio. Una vez que la incubación ha terminado comienzan la aparición de una amplia gama
de síntomas incluyendo fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, tos, congestión nasal, entre otros.
Síntomas que pueden durar de 1 a 2 semanas, habiendo algunos síntomas que pueden persistir
varias semanas como la debilidad y la fatiga. Sin embargo, en algunos casos, la enfermedad puede
complicarse y dar lugar a neumonía, exacerbación de enfermedades crónicas como el asma e
incluso puede ser fatal, especialmente en personas mayores, niños pequeños y personas con
sistemas inmunológicos debilitados.
El virus de la influenza tipo A tiene la capacidad de mutar y cambiar con facilidad, lo que puede dar
lugar a nuevas cepas que pueden causar pandemias.
Los subtipos de virus de la influenza A se clasifican según las proteínas de la superficie viral,
hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N). Existen 18 subtipos de hemaglutinina y 11 subtipos de
neuraminidasa diferentes (de H1 a H18 y de N1 a N11, respectivamente).
La vacuna contra la influenza tipo A generalmente incluye protección contra los subtipos más
prevalentes que se espera que circulen en una temporada particular. Sin embargo, debido a la
capacidad de mutación del virus de la influenza tipo A, la efectividad de la vacuna puede variar.
Es menos común que la influenza tipo A, y generalmente causa enfermedades menos graves en
comparación. Este tipo de virus también puede infectar a humanos, así como a algunas especies
animales, pero no tiene la capacidad de causar pandemias.
El virus de la influenza tipo B se dividen en dos linajes principales, conocidos como linaje B/Victoria
y linaje B/Yamagata. Estos linajes pueden co-circular durante una temporada de gripe, lo que
complica la formulación de la vacuna contra este tipo de influenza.
La vacuna contra la influenza generalmente incluye protección contra los subtipos más prevalentes
de esta influenza, pero al igual que con la influenza tipo A, la efectividad de la vacuna puede variar
cada temporada. Aunque la influenza tipo B generalmente causa enfermedades menos graves,
todavía puede provocar complicaciones graves, especialmente en grupos de alto riesgo como los
niños pequeños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Es la menos común de los tres tipos de virus y generalmente causa enfermedades más leves en
comparación con la influenza tipo A y B. Este tipo de virus también puede infectar a humanos, pero
rara vez causa brotes o epidemias.
Tanto el Virus de la influenza tipo A, B y C, son virus con ARN monocatenario, segmentado y de
polaridad negativa. Cada partícula tiene unos 80 a 120 nanómetros de diámetro y su forma puede
ser esférica o filamentosa.
FISIOPATOLOGÍA: La influenza es una enfermedad viral que afecta principalmente el sistema
respiratorio. Cuando una persona inhala partículas virales, el virus de la influenza ingresa a las
células del tracto respiratorio superior e inferior. Una vez dentro de las células, los virus utilizan la
maquinaria celular para replicarse y producir más virus.
En casos graves, la inflamación puede dañar los tejidos pulmonares y aumentar el riesgo de
desarrollar neumonía u otras complicaciones respiratorias. Además, la influenza puede
desencadenar respuestas inmunitarias excesivas que pueden causar daño a otros órganos y
sistemas del cuerpo como, a nivel cardiovascular, renal, sistema digestivo.
La virulencia de la influenza está determinada por la capacidad del virus para replicarse en las
células, evadir la respuesta inmunitaria del huésped y propagarse a otras personas. Los subtipos
de hemaglutinina y neuraminidasa son importantes para la virulencia y la capacidad de
propagación del virus.
CLÍNICA: Al principio, la gripe quizás parezca un resfriado común con goteo de la nariz, estornudos
y dolor de garganta. Por lo general, se desarrolla lentamente y aparece de manera repentina.
Entre los síntomas comunes de la gripe se incluyen, fiebre alta (38-40 grados centígrados), dolor
muscular, escalofríos, dolor de cabeza, malestar general, tos persistente (Pudiendo ser seca o con
flema), cansancio, debilidad, congestión y secreción nasal, dolor de garganta, algunas veces
vómito y diarrea, pero esto es más común en los niños que en los adultos
En casos graves o en personas con un mayor riesgo de complicaciones, como adultos mayores,
niños pequeños, mujeres embarazadas y personas con afecciones médicas subyacentes, puede ser
necesario hospitalización y tratamiento adicional.
PREVENCIÓN: La vacunación anual contra la influenza es la forma más efectiva de prevenir la
enfermedad y sus complicaciones, para todas las personas a partir de los 6 meses de edad, en
especialmente aquellas con un mayor riesgo de complicaciones.
Existen algunas medidas que debemos implementar para prevenir la propagación de la influenza:
Al toser o estornudar cubrirse la nariz y la boca, si tiene influenza no salude de forma directa (de
beso o mano) para no contagiar a otras personas, lavarse las manos frecuentemente con agua y
jabón, lavar los utensilios de las personas enfermas, con agua y jabón para matar los virus, limpiar
las superficies que puedan estar contaminados por virus de los enfermos de influenza.
COVID-19
HISTORIA: El COVID-19 fue identificado por primera vez en la ciudad de Wuhan, China, en
diciembre de 2019. Se cree que el virus se originó en murciélagos y se transmitió a los humanos a
través de un animal intermediario en un mercado de mariscos en Wuhan.
El virus se propagó rápidamente a nivel mundial, lo que llevó a la Organización Mundial de la Salud
(OMS) a declarar la enfermedad como una pandemia en marzo de 2020. Desde entonces, ha
tenido un impacto significativo en la salud pública, la economía global y la vida cotidiana de las
personas en todo el mundo. A medida que los científicos y los profesionales de la salud han
aprendido más sobre el virus, se han implementado medidas para controlar su propagación,
incluyendo el desarrollo y distribución de vacunas efectivas.
En la historia natural del COVID-19 también incluye la transmisión del virus a otras personas a
través del contacto cercano, gotas respiratorias y aerosoles. Esta transmisión puede ocurrir incluso
en personas asintomáticas o pre sintomáticas, lo que hace que el control de la propagación del
virus sea un desafío.
Esta respuesta inflamatoria puede causar daño en otros órganos y sistemas, como el corazón, los
riñones, el hígado y el sistema nervioso. Además, la formación de coágulos sanguíneos y la
disfunción del sistema inmunológico también son características de la fisiopatología del COVID-19.
En algunos casos, la respuesta inflamatoria exagerada puede llevar a una condición conocida como
síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) o a una tormenta de citoquinas, que pueden
causar daño multiorgánico y llevar a un empeoramiento rápido de la condición del paciente.
Además, se ha observado que ciertos grupos de personas, como los adultos mayores y aquellos
con enfermedades crónicas subyacentes, tienen un mayor riesgo de desarrollar formas más graves
de la enfermedad, podría causar neumonía, insuficiencia respiratoria, fallo orgánico e incluso la
muerte. La variabilidad en la presentación clínica del COVID-19 ha hecho que su diagnóstico y
manejo sean desafiantes, ya que algunos pacientes pueden ser asintomáticos o presentar síntomas
leves, mientras que otros pueden desarrollar complicaciones graves.
Es importante destacar que la vacunación contra el COVID-19 es una medida fundamental para
prevenir la enfermedad y reducir su impacto en la población. Las vacunas autorizadas han
demostrado ser seguras y efectivas para prevenir casos graves de COVID-19 y reducir la
propagación del virus.
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o usar desinfectante de manos a base de
alcohol.
Estas medidas pueden ayudar a prevenir la transmisión del virus y proteger a uno mismo y a los
demás.
EPIDEMIOLOGIA ACTUALIZADA
LA VARICELA: Su presentación es endémica, con ciclos epidémicos de 3-4 años y está ampliamente
distribuida en el mundo. Se estima que más del 90% de la población ha tenido la enfermedad
antes de los 15 años, con una máxima incidencia entre los 2 y 8 años de edad.
En Venezuela los resultados son de 1.175 muertes y 857.254 casos de varicela y 49 muertes por
HZV, un comportamiento endemo epidémico con picos cada 3 o 4 años. La mortalidad descendió
en un 80% en el último periodo período. Se determinó que un 28% de las muertes ocurren antes
de los 25 años y 72% de las muertes ocurren después de los 25 años. Más frecuente en varones.
La complicación más común es la neumonía (72%).
A pesar de que existe una vacuna segura y costo eficaz, se estima que en 2021 hubo 128 000
fallecimientos por sarampión en todo el mundo, en su mayoría, niños menores de cinco años no
vacunados o que no habían recibido la pauta completa.
En 2022, alrededor del 83% de los niños de todo el mundo recibieron una dosis de la vacuna
contra el sarampión antes de cumplir un año a través de los servicios de salud ordinarios; se trata
del porcentaje más bajo desde 2008.
En Venezuela se registró un brote en julio de 2017 hasta 2019, el país notificó 7.054 casos
confirmados y 84 fallecimientos. En 2018, hubo 5.779 casos confirmados y 75 muertes, mientras
que en 2019 se reportaron 548 casos confirmados -91% menos que el año anterior- y 3
fallecimientos siendo la última cifra de rebrote de la enfermedad
En Venezuela en el último censo se entrevistaron 1.109 personas, de todos los estratos sociales,
581 de sexo femenino y 528 masculinos, con edades comprendidas entre 18 y 70 años en 8
regiones del país. El 51% de la población encuestada reconoce que tiene poca información sobre la
enfermedad. El 57.36% de los encuestados no conocía las diferencias entre los distintos tipos de
hepatitis. Más del 80% de las personas desconocían como se adquiere la Hepatitis B y la hepatitis C
y casi el 60% de la población no sabe cómo prevenirlas. Al preguntar si tomaban algunas medidas
para evitar la hepatitis el 80% de la población NO lo hace. Del 20 % que toma alguna previsión sólo
el 36% se vacuna. Cuando se interrogó sobre conocimiento del tratamiento, el 67.09% no sabía
que se utiliza para ello. El 24.71% de la población encuestada refirió haberse realizado la prueba
diagnóstica. En vista de los resultados recogidos es necesario incrementar la educación de las
comunidades en relación a todo lo relacionado con la hepatitis viral.
Se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las zonas
urbanas y semiurbanas.
Aunque muchas personas infectadas por estos virus no presentan síntomas, se dan casos graves
que pueden ser mortales.
La prevención y control del dengue se basan en el control de sus vectores. No hay un tratamiento
específico para el dengue y el dengue grave, pero la detección precoz y el acceso a una atención
médica adecuada reducen en gran medida las tasas de mortalidad por dengue grave
En Venezuela, durante los primeros 5 meses de 2023 se reportaron 4.809 casos probables de
dengue (16,75 casos por 100.000 habitantes), 1.445 casos confirmados por laboratorio de los
cuatro serotipos del virus y 17 casos de dengue grave.
INFLUENZA: Los valores de incidencia promedio a nivel mundial (o índice de ataque) por grupo
etario fueron del 9,3 % para niños de 0-17 años, 8,8 % para adultos de 18-64 años y 3,9 % para
adultos de 65 años de edad en adelante. 1.8 por cada 10 000 persona/periodos) (44). Las muertes
asociadas a la influenza son más frecuentes entre los adultos mayores.
A finales de agosto, en el grupo de países Andinos (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia), la
actividad de la influenza y del Virus Sincitial Respiratorio (VSR) se mantuvo en niveles bajos. Sin
embargo, la OPS/OMS emitió recientemente una alerta acerca del inicio anticipado del incremento
de la actividad de virus respiratorios, especialmente por lo observado en la reciente temporada de
mayor circulación en el hemisferio sur. En Venezuela el rebrote más alto contabilizado ha sido de
125 personas adultas mayores de 65 años en el estado merida
COVID-19: A nivel mundial, se notificaron casi 2,8 millones de casos nuevos y 17.000 muertes en
los últimos 28 días (del 3 al 30 de abril del 2023), una disminución del 17% y el 30%,
respectivamente, en comparación con los 28 días anteriores (6 de marzo al 2 de abril del 2023).
Venezuela registra, según los últimos datos, 552.695 personas confirmadas de coronavirus, los
mismos que el valor anterior.
En este momento hay 5.856 personas fallecidas por coronavirus, desde los datos anteriores no ha
habido ningún muerto por coronavirus.
Es importante tener en cuenta a la hora de analizar estos datos que Venezuela, con 28.199.867 de
habitantes, puede considerarse un país intermedio en cuanto a población, como puede
comprobarse en la tabla de población mundial que publicamos en datosmacro.com.
En Venezuela en 2021 fallecieron 628 personas de media al día, cifra que este año podría verse
incrementada por la cifra de muertes por coronavirus. Si estás interesado, puedes consultar las
cifras de la mortalidad de Venezuela. La tasa de letalidad (fallecidos respecto a confirmados) es del
1,06%.