Cuidado Con El Espiritu de Temor
Cuidado Con El Espiritu de Temor
Cuidado Con El Espiritu de Temor
TEXTO: 2 TIMOTEO 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de
poder, de amor y de dominio propio.
El temor nos ayuda para APARTARNOS DE AQUELLAS COSAS QUE PUEDEN SER
DAÑINAS PARA NUESTRA VIDA, el temor nos ayuda a conducir con precaución, el temor
nos ayuda a mantenernos alejados de los vicios, el temor nos ayuda a no hacer aquellas
cosas que pueden llevarnos a tener problemas legales, el temor nos ayuda a mantenernos
alejados de aquellas personas que pueden enredarnos en situaciones sentimentales que no
agradan a Dios.
La palabra del Señor nos enseña que nosotros los cristianos TENEMOS QUE VIVIR CON
TEMOR DE DIOS, pero ¿Qué es temor de Dios? Es vivir con reverencia por el poder y la
santidad de nuestro Dios, es apartarnos de TODO AQUELLO QUE NO AGRADA A DIOS
(Proverbios 8:13) El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia,
el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
La palabra de Dios también nos enseña que hay grandes bendiciones para todos aquellos
que viven con temor de Dios en sus vidas:
Proverbios 19:23: NOS DA PAZ Y SEGURIDAD El temor de Jehová es para vida, Y con
él vivirá lleno de reposo el hombre; No será visitado de mal. El temor a Dios nos da
vida y reposo.
En el versículo con el cual comenzamos. nos declara que Dios nos ha dado tres cosas muy
importantes en nuestra vida: PODER, AMOR Y DOMINIO PROPIO.(2 Timoteo 1:7) Porque
no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio
Podemos usar el poder que Dios nos ha dado cuando confiamos que él nos protege y nos
fortalece AÚN EN LAS PEORES CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA (Salmo 46:1-2) Dios es
nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 2 Por tanto,
no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón
del mar;
II) CUANDO UNA PERSONA ESTÁ LLENA DE ESPÍRITU DE TEMOR NO PUEDE AMAR
DE VERDAD,
La palabra de Dios nos dice que una de evidencias de que somos verdaderos cristianso es
EL AMOR QUE HAY EN NUESTROS CORAZÓN HACIA NUESTRO PRÓJIMO (Juan
13:35) En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos
con los otros.
El amor pregunta ¿QUÉ PUEDO HACER POR ÉL? Pero el temor pregunta ¿QUÉ ME
HARÁ EL?
El amor pregunta ¿CÓMO PUEDO AYUDARLE? Pero el temor pregunta ¿CÓMO PUEDE
DAÑARME?
El amor nos acerca a las personas, el temor nos aleja de las personas.
Pero cuando el perfecto amor de Dios ha llenado nuestros corazones echa fuera el temor (1
Juan 4:18) En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor;
porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado
en el amor.
El Señor nos ha hecho libres y el quiere que vivamos en verdadera libertad (Gálatas 5:1)
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez
sujetos al yugo de esclavitud.
Y ES POR ESO QUE NOS HA DADO EL DOMINIO PROPIO es decir la capacidad para
decirle no al pecado, para apartarnos de lo que nos destruye, para no hacer aquello que
sabemos que no agrada al Señor.
Pero el espíritu de temor nos dice “NO LO PODRÁS DEJAR POR MUCHO TIEMPO” “VAS
A VOLVER ATRÁS” “NO VALE LA PENA NI INTENTARLO” “NO PODRÁS VIVIR SIN
ESA PERSONA” ¿son verdades estas afirmaciones? ¡DEFINITIVAMENTE QUE NO! son
producto de un corazón lleno de espíritu de temor.
Es por eso que la palabra de Dios nos dice que nosotros podemos poner en práctica el
dominio propio cuando confiamos que TODO LO PODEMOS EN CRISTO (Filipenses 4:13)
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Salmo 27:1 “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de
mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”
Salmo 23:4 “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú
estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”
El mayor de los temores para toda persona es la muerte. Pero nuestro Señor Jesucristo nos
enseñó que más que a la muerte, el ser humano debe tener temor a la condenación en el
infierno donde Dios enviará a todos los que rechazaron la salvación (Mateo 10:28) Y no
temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a
aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.