El Gran Conflicto /cap 1-6 (Resumen)

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Resumen Libro “El Gran Conflicto”

(Elena G. White) Capítulos 1-6


By Alejandro Villar

Capítulo 1

Una revelación del destino del mundo

Desde lo alto del Monte de los Olivos, Jesús contemplaba con pesar y dolor la grandeza de
Jerusalén, lamentándose por su destino trágico. Durante más de mil años, Dios había honrado a
Jerusalén como ningún otro lugar en la Tierra, mostrando un cuidado especial y favor hacia su
pueblo elegido. Sin embargo, a lo largo de la historia, Jerusalén había sido escenario de
rebeliones y traiciones, a pesar de las advertencias de los profetas y los continuos actos de amor
y compasión divina. Incluso al enviar a su propio Hijo para advertir a la ciudad terca, Israel
rechazó a su mejor amigo y salvador.
Durante tres años, Jesús había vivido entre su pueblo, realizando milagros y proclamando el
evangelio, demostrando un amor y una compasión sin igual. Sin embargo, su amor fue
despreciado y su mensaje rechazado. Con gran tristeza, Jesús predijo la inminente destrucción de
Jerusalén, simbolizando el destino del mundo endurecido en incredulidad y rebelión, destinado a
enfrentar los juicios retributivos de Dios.
Dos días antes de la Pascua, Jesús y sus discípulos contemplaron el Templo, símbolo de la gloria
pasada de Israel. A pesar de su esplendor exterior, el Templo ya no era honrado con la presencia
divina, pues la gloria se había retirado para siempre debido al rechazo de Israel al don ofrecido
desde el Cielo. Ante la admiración de sus discípulos por la magnificencia del Templo, Jesús
profetizó su completa destrucción, cumpliendo así la predicción de que no quedaría piedra sobre
piedra.
Jesús anunció la venida de juicios sobre Jerusalén por su rechazo y crucifixión del Mesías,
advirtiendo a sus seguidores que huyeran antes de que los romanos descargaran su ira sobre la
ciudad. La persistente incredulidad de Jerusalén condujo a su propia ruina, a pesar de intentar
culpar a Jesús por sus problemas y justificar su propia condena. A través del dolor y las lágrimas
de Jesús por Jerusalén, se refleja la misericordia divina y el amor infinito de Cristo por un mundo
necesitado de salvación.
Capítulo 2

La lealtad y la fe de los primeros cristianos

Jesús compartió con sus discípulos la historia de su pueblo, desde su ascensión al Cielo hasta su
esperado regreso triunfante. Previó tiempos difíciles de persecución y sufrimiento para aquellos
que lo siguieran, advirtiendo sobre la hostilidad y la violencia que enfrentarían de los no
creyentes. Estas persecuciones, que comenzaron en la época de Nerón, continuaron durante
siglos, con los seguidores de Cristo siendo despojados de sus posesiones, expulsados de sus
hogares y ejecutados sin piedad. Muchos sufrieron muertes crueles, como ser devorados por
bestias salvajes, quemados vivos o crucificados, mientras eran objeto de entretenimiento en los
anfiteatros. Para sobrevivir, los cristianos se vieron obligados a esconderse en lugares
subterráneos, enfrentando el sufrimiento con valentía y recordando las promesas de recompensa
celestial de su Maestro.
A pesar de los esfuerzos de Satanás por destruir la iglesia a través de la persecución, el evangelio
siguió extendiéndose y ganando seguidores. Sin embargo, el enemigo encontró otro método
insidioso: infiltrarse mediante la prosperidad y el prestigio mundano, lo que llevó a la corrupción
de la fe. Algunos cristianos resistieron con firmeza, pero otros cedieron ante la presión para
modificar su fe y ganar aceptación, abriendo así la puerta a doctrinas falsas y supersticiones.
Esta corrupción dividió a la iglesia en dos facciones: aquellos que buscaban sinceramente seguir
a Cristo y aquellos que evitaban confrontar sus propios errores. A lo largo de la historia, ha
habido dos tipos de cristianos: aquellos que buscan corregir sus faltas para ser más como Jesús y
aquellos que rehúyen la verdad que revela sus imperfecciones. La iglesia ha enfrentado desafíos
tanto internos como externos, incluyendo episodios de corrupción, persecución y divisiones a lo
largo de los siglos.
A pesar de todas las luchas, los fieles seguidores de Cristo han mantenido su integridad y lealtad
al evangelio, enfrentando la oposición y la persecución con valentía. Sin embargo, el mensaje de
paz del evangelio se ha enfrentado al pecado y la rebelión de aquellos que resisten la pureza y la
verdad de Cristo. Aunque el evangelio promueve la reconciliación y la paz, se enfrenta a la
oposición en un mundo controlado por el enemigo de Cristo, lo que provoca divisiones y
conflictos. Los verdaderos seguidores de Cristo deben mantenerse firmes en su fe, incluso en
medio de la persecución y la oposición, recordando las palabras de Jesús sobre las dificultades
que enfrentarían por seguirlo.
Capítulo 3

Una era de tinieblas espirituales

El apóstol Pablo advirtió que antes de la venida de Cristo se manifestaría la apostasía, seguida
por la aparición del "hombre de pecado", quien se opondría a todo lo que es divino y se erigiría
como Dios. Desde las primeras décadas de la iglesia, Pablo percibió la introducción de errores
que prepararían el terreno para el surgimiento del papado. A pesar de las persecuciones paganas
que inicialmente limitaron la influencia del paganismo en la iglesia, este progresivamente se
infiltró, corrompiendo la fe cristiana con prácticas y doctrinas paganas.
La conversión nominal de Constantino fue un punto de inflexión, ya que marcó el avance rápido
de la corrupción. El paganismo, aparentemente derrotado, comenzó a dominar, fusionándose con
el cristianismo y dando lugar al "hombre de pecado" predicho en la profecía. Esta falsa religión,
orquestada por Satanás, pretendía gobernar la Tierra según su voluntad, con el Papa como su
representante supremo.
La supremacía papal, declarada infalible y con autoridad sobre toda la iglesia, contradice las
Escrituras. El Papa, arrogándose poder sobre la iglesia de Cristo, actúa por usurpación. A pesar
de los reclamos de Roma sobre la continuidad de la verdadera iglesia, son ellos los que se han
apartado de la fe original.
Satanás, consciente de que Cristo resistió sus tentaciones con las Escrituras, procuró ocultar y
suprimir la Biblia para establecer la autoridad usurpada del papado. Durante siglos, la circulación
de la Biblia fue prohibida, y su interpretación quedó en manos de la iglesia, permitiendo así la
exaltación del Papa como el vicario de Dios en la Tierra.
El papado, en su afán de poder, introdujo cambios en la ley de Dios, incluyendo la adoración de
imágenes, la sustitución del sábado por el domingo y la invención de doctrinas como el
purgatorio y las indulgencias. La institución de la Cena del Señor fue reemplazada por el
sacrificio idolátrico de la misa, y se impuso la autoridad papal sobre los reyes y emperadores,
estableciendo un reinado de opresión y corrupción que duró siglos.
La Inquisición, instaurada en el siglo XIII, marcó uno de los períodos más oscuros de la historia,
donde millones de mártires fueron torturados y ejecutados por desafiar la autoridad papal. A
pesar de su apogeo temporal, el papado representó la decadencia espiritual y moral de la
cristiandad, alejándola de la verdad revelada en las Escrituras.
Capítulo 4

Los valdenses defienden la fe

Durante el apogeo del poder papal, los seguidores de Dios mantuvieron su fe en Cristo como
único mediador y la Biblia como su guía. A pesar de la persecución, la confiscación y la
tergiversación de sus escritos, permanecieron firmes en su convicción. En Gran Bretaña, el
cristianismo primitivo resistió la influencia romana, encontrando refugio en lugares como
Escocia e Irlanda. Líderes como Columba llevaron la verdad más allá de las fronteras.
Los grupos cristianos fuera del control de Roma mantuvieron su independencia, aferrándose a la
Biblia como su única autoridad. Los valdenses, especialmente, destacaron en su resistencia al
poder papal, manteniendo la pureza de su fe y rechazando la autoridad de Roma. Perseguidos por
su creencia en la perpetuidad de la Ley de Dios y la observancia del sábado, encontraron refugio
en las montañas, transmitiendo su fe de generación en generación.
Los valdenses enseñaban a sus hijos desde temprana edad a respetar los mandamientos de Dios y
a valorar la Palabra. A pesar de las persecuciones, perseveraron en su fe, encontrando en la
Biblia su guía suprema. Vivían en abnegación y transmitían su fe con valentía, incluso en
condiciones adversas.
Similar a la iglesia apostólica, los valdenses rechazaban la autoridad papal y se aferraban a la
Biblia como su única guía. Sus pastores alimentaban a la congregación con la verdad de la
Palabra, promoviendo el amor fraternal y la armonía. Predicaban el evangelio y trabajaban para
promover la fe cristiana, enfrentando la adversidad con perseverancia y paciencia.
Los valdenses enviaban misioneros capacitados para llevar la verdad a aquellos con corazones
receptivos, incluso en secreto, enfrentando peligros y persecuciones con valentía y
determinación. Su legado perdura como un testimonio de fidelidad a la verdad divina y devoción
a Dios.
Capítulo 5

La luz emerge en Inglaterra

Dios no permitió que Su Palabra fuera destruida en Europa, inspirando a personas a buscarla
como tesoros escondidos. En el siglo XIV, en Inglaterra, Juan Wiclef se destacó como líder de la
Reforma, reconocido por su piedad, erudición y valentía. Al estudiar las Escrituras, encontró la
verdad que había buscado en vano en otros conocimientos. A medida que comprendía los errores
del papado, defendía con fervor las enseñanzas bíblicas y se oponía al tributo papal al rey inglés,
desafiando así la autoridad de Roma.
A pesar de la ira de los líderes papales, Wiclef ganó admiración y apoyo popular. Detectó y
combatió los abusos de Roma, incluyendo los de los monjes mendicantes, y llamó a la abolición
de prácticas engañosas. Sus enseñanzas generaron discusiones y reflexiones, llevando a muchos
a cuestionar las prácticas de la Iglesia Romana y a acudir a la Biblia en busca de la verdad.
Nombrado rector, su influencia moldeó las creencias de la nación. A pesar de las amenazas del
papado, continuó su obra, organizando predicadores para difundir la gracia de Dios por toda
Inglaterra y traduciendo las Escrituras al inglés para que todos pudieran acceder a ellas.
El cisma papal en la Iglesia preparó el terreno para la Reforma al permitir a la gente ver la
verdad sobre el papado. Wiclef desafió a los dos papas rivales y promovió la idea de que ambos
eran falsos, allanando el camino para un cambio significativo en la iglesia. A pesar de una
enfermedad que lo detuvo temporalmente, su legado perduró, y su obra continuó impactando a la
sociedad.
La influencia de Wiclef fue fundamental para el despertar espiritual y la Reforma que
transformaría la historia de la Iglesia en Europa. Su valentía y determinación marcaron un hito en
la lucha por la libertad civil y religiosa, y su legado perdura hasta hoy como ejemplo de coraje y
fe en la búsqueda de la verdad.
Capítulo 6

Dos héroes enfrentan la muerte

En Bohemia, la Biblia fue traducida al idioma local en el siglo IX, y el culto se realizaba en esa
lengua. Sin embargo, la bula emitida por Gregorio VII prohibió el culto en bohemio, en un
intento por esclavizar al pueblo. A pesar de esta prohibición, los valdenses y albigenses
preservaron su fe en secreto. Antes de Juan Hus, algunos condenaron la corrupción de la iglesia,
pero el clero inició la persecución. A pesar de las amenazas de ser quemados, mantenían la
esperanza de un liberador que desafiaría a Roma sin poder ni espada.
Juan Hus, educado por su piadosa madre tras quedar huérfano, destacó en la Universidad de
Praga y se convirtió en un respetado profesor y líder religioso. Aunque sus humildes comienzos
contrastaban con su fama en Europa, su influencia creció con el tiempo. Hus apoyaba las
reformas y se asoció con Jerónimo, quien trajo las Escrituras de Wiclef de Inglaterra. La reina de
Inglaterra, influida por las enseñanzas de Wiclef, contribuyó a la circulación de sus obras en
Bohemia.
Las doctrinas de Hus atrajeron seguidores a la fe reformada, y su liderazgo fue considerado fiel a
la verdad por toda la nación bohemia. El concilio fue acusado de asesinato, provocando la ira del
Papa y el emperador, quienes intentaron aplastar el movimiento con un ejército dirigido por
Segismundo. Sin embargo, Ziska se levantó como líder valiente, confiando en la ayuda de Dios
para repeler cada ataque.
A pesar de las cruzadas papales y las repetidas invasiones, los bohemios se mantuvieron firmes
en su fe y derrotaron a los invasores, enriqueciéndose con el botín de guerra. La resistencia
continuó incluso después de la muerte de Ziska, con Procopio liderando con éxito la lucha. A
pesar de las persecuciones, los seguidores de Hus permanecieron firmes en su fe, refugiándose en
las cavernas para adorar a Dios.
Los bohemios encontraron apoyo en otros grupos cristianos, como los valdenses, y resistieron las
traiciones y persecuciones, esperando un nuevo día de libertad. En resumen, la resistencia
liderada por Ziska y Procopio contra las cruzadas papales fue exitosa gracias a su confianza en
Dios, su valentía en la batalla y su firmeza en la fe reformada de Hus. A pesar de los desafíos,
encontraron apoyo en otros grupos cristianos y perseveraron en la adoración a Dios en medio de
la adversidad.

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