CASTILLO ARGAÑARÁS Luis F - Comercio, Espacio y Telecomunicaciones Satelitales
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Resumen
En las actividades espaciales actúan Estados, Organizaciones Internacionales y
empresas en condiciones de igualdad en el espacio ultraterrestre. Estas actividades
involucran problemas de responsabilidad. El objetivo de este artículo es analizar
brevemente el régimen de responsabilidad internacional a la vista de la normativa
del Derecho Internacional del Espacio vigente y si brinda repuestas a la actual
coyuntura internacional con los distintos actores intervinientes.
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ISSN 2525-1112 | Año 4 No. 8 Julio-Diciembre 2019, pp. 301-313
I. Palabras previas
Es un hecho conocido que el 4 de octubre de 1957 se puso en órbita el primer
satélite artificial de la Tierra denominado SPUTNIK perteneciente a la entonces
URSS. Muy cerca en el tiempo, el 6 de abril de 1965 fue lanzado el EARLY BIRD o
INTELSAT 1, que tiene el mérito de ser el primer satélite geoestacionario
comercial. A partir de este hecho científico se produjo un gran incremento de la
actividad comercial espacial.
En un principio solo Estados Unidos de América y la Unión Soviética pertenecían al
selecto “club” de Estados que tenían acceso al espacio exterior en una faceta de lucha
por el poder en la guerra fría. El espectro se fue ampliando y aparecieron las
organizaciones internacionales como la Agencia Espacial Europea, entre otras.
La variedad de países con satélites en el espacio se fue ampliando. En ese sentido,
nuestro país ejecuta su Plan Espacial 2016- 2027. Recordemos que “la primera
versión del Plan Espacial cubría el período 1995-2006, habiéndose realizado dos
revisiones posteriores: Plan 1997-2008 y Plan 2004-2015, con actualización en el
año 2010”. 2 En este marco fue lanzado el satélite SAOCOM 1 desde Vandenberg,
California, el 7 de octubre de 2018.
Las empresas también actúan en el ámbito del espacio ultraterrestre. Así
encontramos a Spot Image, sociedad anónima fundada en 1982 por el Centro
302
Nacional de Estudios Espaciales (organismo gubernamental francés), el Instituto
Geográfico Nacional francés, y actores de la industria espacial francesa. Se puede
considerar también a Airbus Group SE, registrada en los Países Bajos y es uno de los
mayores grupos aeroespaciales del mundo (su división espacial se denomina
Astrium y tiene sede en Toulouse- Francia).
En oportunidad que Manfred Lachs, considerado Padre del Tratado del Espacio de
1967, pronunciara su célebre conferencia en la Academia de Derecho Internacional
de La Haya sobre el tema Derecho Internacional del Espacio Ultraterrestre, “la
cuestión de los distintos actores en el campo emergente del Derecho Espacial no lo
atrajo. Naturalmente, en aquel tiempo el objetivo estaba puesto en el rol de los
Estados” (Malanczunk, 1997: 23). La situación fue cambiando. En ese sentido, no
solamente son los Estados los actores relevantes en la explotación y utilización del
Espacio Ultraterrestre, sino también las organizaciones internacionales y las
empresas.
2
Ver Sitio web de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE)
https://www.argentina.gob.ar/ciencia/conae/plan-espacial (última consulta 29/3/2019)
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la necesidad de tal solución está justificada en primer lugar por las implicancias
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internacionales de este tipo de actividad; y en segundo lugar por la necesidad de
asegurar que ellos serán realizados exclusivamente con propósitos de beneficiar a la
humanidad en su conjunto. Un Estado puede conducir su actividad directa o
indirectamente autorizando a las personas naturales o jurídicas que se encuentran
subordinadas a él (1979: 27)
En ese sentido, se considera que “el Estado debe continuar supervisando, aunque
haya mediado el procedimiento de autorización, como una condición indispensable
3
La República Argentina lo aprobó por Ley 17.989. Se depositó el instrumento de ratificación el 26/3/69.
Entró en vigor para nuestro país en esa fecha
4
Argentina ratificó el Convenio de Responsabilidad de 1972 y fue aprobado por Ley 23.335 (Publicado en el
Boletín Oficial el día 24/2/1987)
5
Art. VI: “Los Estados Partes en el Tratado serán responsables internacionalmente de las actividades
nacionales que realicen en el espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, los organismos
gubernamentales o las entidades no gubernamentales, y deberán asegurar que dichas actividades se efectúen
en conformidad con las disposiciones del presente tratado. Las actividades de las entidades no
gubernamentales en el espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, deberán ser autorizadas
y fiscalizadas constantemente por el pertinente Estado Parte en el Tratado. Cuando se trate de actividades
que realiza en el espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, una organización
internacional, la responsabilidad en cuanto al presente Tratado corresponderá a esa organización
internacional y a los Estados Partes en el Tratado que pertenecen a ella”.
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Sylvia Ospina (2002), citando a Kopal señala que “los Estados asumen directamente
la responsabilidad, no solo por sus propias actividades sino también por las
realizadas por personas privadas de su propia nacionalidad” (: 485).
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Independientemente de quien sea el autor material del lanzamiento o promotor
principal, e independientemente del tipo de personalidad jurídica que detente, sea una
entidad estatal, sea una empresa privada, responderá por los daños causados un
Estado, o varios Estados, o una organización internacional (Ford et al, 2008: 217)
6
Art. VII: “Todo Estado parte en el Tratado que lance o promueva el lanzamiento de un objeto al espacio
ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, y todo Estado Parte en el Tratado, desde cuyo
territorio o cuyas instalaciones se lance un objeto, será responsable internacionalmente de los daños causados
a otro Estado Parte en el Tratado o a sus personas naturales o jurídicas por dicho objeto o sus partes
componentes en la Tierra, en el espacio aéreo o en el espacio ultraterrestre incluso la Luna y otros cuerpos
celestes”.
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El Artículo 7 del Tratado del Espacio concuerda con el Art. 1 Inc. a) del Convenio
de 1972 en lo referente a los supuestos de Estados de lanzamiento. Los supuestos
mencionados “pueden ser considerados tautológicos” (Cheng, 1997: 329), ya que el
Estado que lance puede coincidir con el Estado de cuyo territorio se lance. De
conformidad a este esquema “ningún Estado puede pretender exonerarse basado en
el hecho de que el lanzamiento fue realizado en mar libre o en territorio no
sometido a soberanía alguna” (Ford et al, 2008:221). Ello es así, “puesto que la
norma contempla textualmente el supuesto del Estado propietario de la ‘instalación’
de lanzamiento” (Ford et al, 2008:221).
De acuerdo al Art. 5 Inc. 3 del Convenio de Responsabilidad los cuatro supuestos
pueden perfectamente estar incluidos: “Un Estado desde cuyo territorio o
instalaciones se lanza un objeto un objeto espacial se considerará como participante
en un lanzamiento conjunto”.
Esta norma debe leerse en conjunto con el Art. 5 Inc. 1 del mismo instrumento: “Si
dos o más Estados lanzan conjuntamente un objeto espacial, serán responsables
solidariamente por los daños causados”.
Hacket (1994) estima que es “una situación compleja” (: 169). Esto se produce debido
a que en el Art. VI del Tratado de 1967 “no se da una clara definición de ‘pertinente 306
Estado Parte en el Tratado’ cuando se establece el deber de autorizar y fiscalizar las
actividades de las entidades no gubernamentales” (Hacket, 1994:170), y considera
que “la laguna fue subsanada con la firma del Convenio sobre Registro de Objetos
Lanzados al Espacio Ultraterrestre de 1974” (Hacket, 1994:170). Este instrumento
jurídico establece en su artículo 1 Inc. c):
“Se entenderá por “Estado de Registro” un Estado de lanzamiento en cuyo registro
se inscribe un objeto espacial de conformidad con el artículo II”.
El Artículo II del Convenio de 19747, estatuye la obligatoriedad de registrar el
objeto espacial lanzado mediante su inscripción en un registro creado por el Estado
7
Art. II: “1. Cuando un objeto espacial sea lanzado en órbita terrestre o más allá, el Estado de lanzamiento
registrará el objeto espacial por medio de su inscripción en un registro apropiado que llevará a tal efecto.
Todo Estado de lanzamiento notificará al Secretario General de las Naciones Unidas la creación de dicho
registro.
2. Cuando haya dos o más Estados de lanzamiento con respecto a cualquier objeto espacial lanzado en órbita
terrestre o más allá, dichos Estados determinarán conjuntamente cuál de ellos inscribirá el objeto de
conformidad con el párrafo 1 del presente artículo, teniendo presentes las disposiciones del artículo VIII del
tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del
espacio ultraterrestre, incluso la luna y otros cuerpos celestes, y dejando a salvo los acuerdos apropiados que
se hayan concertado o que hayan de concertarse entre los Estados de lanzamiento acerca de la jurisdicción y el
control sobre el objeto espacial y sobre el personal mismo”.
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Art. IV: “Artículo IV. 1. Todo Estado de registro proporcionará al Secretario General de las Naciones
Unidas, en cuanto sea factible, la siguiente información sobre cada objeto espacial inscripto en su registro:
a) Nombre del Estado o de los Estados de lanzamiento;
b) Una designación apropiada del objeto espacial o su número de registro;
c) Fecha y territorio o lugar del lanzamiento;
d) Parámetros orbitales básicos, incluso:
i) Período nodal;
ii) Inclinación;
iii) Apogeo;
iv) Perigeo;
e) Función general del objeto espacial.
2. Todo Estado de registro podrá proporcionar de tiempo en tiempo al Secretario General de las Naciones
Unidas información adicional relativa a un objeto espacial inscripto en su registro”
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Publicado en Boletín oficial del 25 de Julio de 1995.
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Art. XXII: “...“Si una organización intergubernamental internacional es responsable de daños en virtud de
las disposiciones del presente Convenio, esa organización y sus miembros que sean Estados partes en este
Convenio, serán mancomunada y solidariamente responsables, teniendo en cuenta, sin embargo:
a) Que la demanda de indemnización ha de presentarse en primer lugar contra la organización;
b) Que solo si la organización deja de pagar, dentro de un plazo de seis meses, la cantidad convenida o que se
haya fijado como indemnización de los daños, podrá el Estado demandante invocar la responsabilidad de los
miembros que sean partes en este Convenio a los fines del pago de esa cantidad” (párrafo 3).
11
Art. XXII. 1. “...se entenderá que las referencias que hacen a los Estados se aplican a cualquier organización
intergubernamental internacional que se dedique a actividades espaciales si esta declara que acepta los
derechos y obligaciones previstos en este Convenio y si una mayoría de sus Estados miembros son Estados
partes en este Convenio y en el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en
la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes”.
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Art. 2: “Un Estado de lanzamiento tendrá responsabilidad absoluta y responderá de todos los daños
causados por un objeto espacial suyo en la superficie de la Tierra o en las aeronaves en vuelo”.
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Art. 3 “Cuando el daño sufrido fuera de la superficie de la Tierra por un objeto espacial de un Estado de
lanzamiento, o por las personas o los bienes a bordo de dicho objeto espacial, sea causado por un objeto
espacial de otro Estado de lanzamiento, este último Estado será responsable únicamente cuando los daños se
hayan producido por su culpa o por culpa de las personas de que sea responsable”.
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VI. El Daño
En estas actividades el riesgo es un elemento importante. Conforme Barboza (1995),
“riesgo y daño van juntos. En el ámbito de las actividades peligrosas, el concepto de
riesgo aislado no tiene significado” (: 345)
El corolario de toda responsabilidad es el daño, que está definido en el Artículo I a)
del Convenio de Responsabilidad:
Se entenderá por ‘daño’ la pérdida de vidas humanas, las lesiones corporales u otros
perjuicios a la salud, así como la pérdida de bienes o los perjuicios causados a bienes de
Estados o de personas físicas o morales, o de organizaciones internacionales
intergubernamentales.
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En ese sentido, esta definición de daño “es, sin lugar a dudas, una de las más amplias
del derecho internacional contemporáneo” (Williams, 1990: 20) y agrega “debe
mencionarse, sin embargo, la falta de referencia alguna al daño moral” (Williams,
1990: 20).
Están excluidos del régimen internacional espacial los daños producidos a
nacionales del Estado de lanzamiento; y nacionales de un país extranjero mientras
participen en las operaciones de ese objeto espacial desde el momento de su
lanzamiento o en cualquier fase posterior al mismo hasta su descenso, o mientras se
encuentren en las proximidades inmediatas de la zona prevista para el lanzamiento
o la recuperación, como resultado de una invitación de dicho Estado de lanzamiento
(Art. VII del Convenio de Responsabilidad). Al respecto, Sylvia Maureen Williams
(1990), cita a Ferrer, quien considera “que la exclusión de la posibilidad de sufrir
14
Art. 6: “1. Salvo lo dispuesto en el párrafo 2 de este artículo, un Estado de lanzamiento quedará exento de la
responsabilidad absoluta en la medida en que demuestre que los daños son total o parcialmente resultado de
negligencia grave o de un acto de omisión cometido con la intención de causar daños por parte de un Estado
demandante o de personas físicas o morales a quienes este último Estado represente.
2. No se concederá exención alguna en los casos en que los daños sean resultado de actividades desarrolladas
por un Estado de lanzamiento en las que no se respete el derecho internacional, incluso, en especial la Carta
de las Naciones Unidas y el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la
exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes”.
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daños por parte de los nacionales del Estado responsable era contraria a derecho” (:
20)
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Bibliografía General
BARBOZA, J. (1995) “International Liability for the Injurious Consequences of Acts
not Prohibited by International Law and Protection of the Environment” en Recueil
des Cours Collected Courses of The Hague Academy of International Law. Tome 247.
Martinus Nijhoff Publishers. The Netherlands
CHENG, B. (1997) Studies in International Space law. Oxford University Press. Nueva
York.
HACKET, G. (1994) “Space Debries and The Corpus Iuris Spatialis”. Forum For Air
and Space Law. Vol 2. Editiones Frontiers. France.
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