Masa Inercial
Masa Inercial
Masa Inercial
MASA
En física, la masa es una magnitud escalar que indica la cantidad de materia de un cuerpo. Es
decir, la masa es una magnitud física que sirve para medir cuánta materia tiene un cuerpo.
En el Sistema Internacional de Unidades (SI), la masa se expresa en kilogramos (kg). Aunque
dependiendo del valor de la masa, también se suele expresar la masa de un cuerpo con
toneladas (t), gramos (g) o miligramos (mg).
Todos los cuerpos y objetos tienen masa pero, según las propiedades del material, la masa de
un cuerpo será mayor o menor. En particular, si dos objetos diferentes tienen el mismo
volumen, el objeto con mayor masa será aquel cuya densidad sea mayor.
Es habitual confundir el concepto de masa con el concepto de peso, sin embargo, los dos
términos significan cosas completamente distintas. La masa es la cantidad de materia que
tiene un cuerpo y se mide en kilogramos (kg), en cambio, el peso es la fuerza gravitatoria que
ejerce la Tierra sobre un cuerpo y su unidad de medida es el newton (N).
Tipos de masa
Según el campo de estudio, el significado del término de masa puede variar. A continuación te
dejamos con la lista de las definiciones más habituales de masa
LA INERCIA
La inercia, en física, es la propiedad que posee los cuerpos de oponerse a un cambio de su
estado de reposo o movimiento en que se encuentran. Como tal, la inercia es la resistencia
ofrecida por un cuerpo a la alteración de su estado en reposo o movimiento ya sea su
velocidad o su dirección.
Por lo tanto, cuanta más inercia tiene un cuerpo o sistema, más difícil es modificar su estado
de movimiento o reposo. Lo que significa que se debe aplicar una fuerza mayor para cambiar
dicho estado de movimiento.
Por ejemplo, un cuerpo que se mueva con un movimiento rectilíneo uniforme
(velocidad constante) será más complicado alterar su velocidad cuanta más inercia
tenga dicho cuerpo. Por lo contrario, será relativamente fácil cambiar su velocidad
ejerciendo una fuerza externa si tiene poca inercia.
Principio de inercia
Antes de Newton, ya Galileo Galilei había esbozado una primera ley de la inercia, en la que
indicaba que un objeto tiene la tendencia a conservar su movimiento rectilíneo y uniforme a
menos que sobre él actúe una fuerza que lo obligue a modificar su trayectoria.
Newton supuso que la fuerza de gravedad actuaba a distancia, dado que nada conecta
físicamente a la Tierra con la Luna. Similarmente, cuando un lanzador olímpico de bola hace
girar sobre su propio eje el instrumento y finalmente lo libera de golpe, éste se desplaza en
alguna dirección siguiendo una línea recta, pero eventualmente traza una parábola y cae a
tierra.
Newton publicó éstas y otras disquisiciones, formando el cuerpo de su Primera y Segunda Ley,
en su obra Philosophiae naturalis rincipia mathematica (1687), uno de los más grandes
tratados sobre la física de todos los tiempos.
Fuerzas de inercia
Las fuerzas de inercia son fuerzas ficticias que aparecen cuando en física estudiamos un
objeto sobre un sistema de referencia no inercial, es decir, sobre un sistema de referencia que
cambia el módulo o la dirección de su velocidad.
Dicho de otra forma, son un tipo de fuerzas que «se inventan» para que se cumplan las leyes
de la física, en particular la ecuación que debe cumplir todo tipo de sistema:
F=m*a
Lógicamente, las fuerzas de inercia solo deben tenerse en cuenta en los sistemas de referencia
no inerciales, tales como una plataforma giratoria. Si por ejemplo utilizamos el suelo como
sistema de referencia (sistema de referencia típico) no es necesario incluir este tipo de fuerzas.
A partir de la segunda ley de Newton podemos afirmar que una fuerza constante producirá
una aceleración constante. Por tanto, si una vez que un objeto se está moviendo, se le
continúa empujando con la misma fuerza, seguirá acelerándose, yendo más y más rápido. Y,
según la fórmula de Newton, no existe límite a la velocidad que puede alcanzar.
En el tema dedicado al estudio del movimiento hemos resaltado la importancia del sistema
de referencia a la hora de decir si un cuerpo se mueve o no. Cabe aquí hacerse una
pregunta parecida: ¿se cumple la primera ley de Newton para cualquier sistema de
referencia? Sistemas de referencia inerciales y no inerciales
En las figuras precedentes se muestra un cuerpo y tres sistemas de referencia con distinto
comportamiento. Desde nuestro punto de vista, exterior a ambos, el cuerpo permanece en
reposo en los tres casos, y es el observador (sistema de referencia) el que se desplaza
hacia la derecha en el segundo y el tercer caso. Ten presente que idealmente el
observador, al ser él mismo el propio sistema usado como referencia, no es capaz de
percibir su propio movimiento, en caso de producirse.
Vamos a analizar las tres situaciones para ver si cumplen la primera ley de Newton:
Vemos que la observación que realizan los dos primeros observadores no concuerda con
la del tercero, a pesar de que el cuerpo tiene el mismo comportamiento... Para que se siga
cumpliendo la primera ley, el tercer observador debe introducir una fuerza ficticia (pues no
responde a ninguna interacción), que se conoce como fuerza de inercia. Esto nos permite
distinguir de manera clara dos tipos de sistemas de referencia:
Observa que en la propia definición que hemos hecho está implícito un segundo
observador: nosotros mismos. Así, por simplicidad decimos: "los sistemas inerciales están
en reposo o con velocidad constante". En realidad cabría decir "los sistemas inerciales
están en reposo mutuo o se desplazan con velocidad constante relativa".
Finalmente, el propio Newton se dio cuenta de que quizás no exista en la realidad ningún
cuerpo que esté en reposo total. Efectivamente, es imposible encontrar en la realidad
sistemas de referencia inerciales , ya que siempre hay algún tipo de fuerzas actuando
sobre los cuerpos. En cualquier caso, siempre es posible encontrar un sistema de
referencia en el que el problema que estemos estudiando se pueda tratar como si
estuviésemos en un sistema inercial.
Podemos decir que la mecánica clásica intuyó la equivalencia entre la masa inercial y la masa
gravitatoria, porque no diferenció estas dos magnitudes al concretar operativamente el segundo
principio de la dinámica y la ley de gravitación universal. Al formular estas leyes (más
concretamente al establecer las unidades de fuerza y de masa, así como el valor de la
constante de gravitación universal, G) la mecánica clásica asignó la misma magnitud y la misma
cantidad a la masa inercial y a la masa gravitatoria, lo que probablemente tuvo bastante que
ver con el hecho de que entonces subyacía la idea de interpretar que toda masa (inercial o
gravitatoria) debía indicar una misma cualidad de los objetos, ambiguamente entendida como
su “cantidad de materia”.
UTILIDAD