Análisis Jurisprudencial de La Sentencia T - 562 de 2013

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 19

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA AMERICANA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES

PROGRAMA DE DERECHO

ASIGNATURA: DERECHO DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA

QUINTO SEMESTRE - GRUPO 5E

ANALIS JURISPRUDENCIAL DE LA SENTENCIA T-562 DEL 23 DE AGOSTO DE


2013

ALUMNOS: ALIRIO JOSE MORA VENERA

LUÍS MANUEL OSPINO MOLINA

JEAN PABLO PATERNOSTRO VARGAS

PROFESOR: ESQUID MENA BERMUDEZ

Barranquilla 4 de octubre de 2023


ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL DE LA SENTENCIA T- 562 DE 2013

Contenido:

1. Reseña

1.1. Identificación del texto

1.2. El caso

1.3. El problema Jurídico

1.3.1. Los postulados de derecho del problema jurídico

1.3.2. El Planteamiento del Problema Jurídico

1.4. Las decisiones

1.4.1. La decisión de primera instancia

1.4.2. La decisión de la segunda instancia

1.4.2.1. Los fundamentos

1.4.2.1.1. La respuesta al Problema Jurídico

1.4.3. La decisión en la casación

1.4.3.1. Los fundamentos de la demanda de casación

1.4.3.2. Los fundamentos de la decisión de la corte

1.4.3.3. La Respuesta al problema jurídico

2. El comentario
1. Resumen: La Sentencia T-562/13 es un fallo emitido por la Corte Constitucional de
Colombia en el año 2013, en el que se garantiza el derecho a la dignidad humana y al
libre desarrollo de la personalidad, así como el derecho a la educación en sus cuatro
dimensiones. Esta sentencia es de gran importancia, ya que establece una serie de
criterios y principios que deben ser tenidos en cuenta por las instituciones educativas
y las autoridades encargadas de garantizar el derecho a la educación en Colombia.

La discriminación sea por cualquier índole (racial, sexual, religiosa, económica), se


presenta en diferentes escenarios, entre ellos el laboral y educativo, donde los altos
niveles de señalamiento son constantes y reiterativos. Así mismo, debe entenderse este
derecho fundamental como la realización de un proyecto individual, con autonomía
universal sobre lo que quiere ser, como lo quiero hacer y el rol que quiero desempeñar en
la sociedad, respetando todo orden constitucional y jurídico. El Estado debe ser garante
para que los escenarios autónomos de cada individuo sean respetados.

1.1. Identificación del texto:


I. Sentencia proferida por el Juzgado Diecinueve Penal Municipal con
Función de Conocimiento, el 14 de febrero de 2013.
Corte Constitucional
La Sala Segunda de Revisión
Bogotá 23 de agosto de 2023
Magistrado Ponente. Dr. Mauricio Gonzales Cuervo.

A través de la cual se niega el amparo a un adolescente estudiante, considerando que si


bien todo ser humano debe tratarse en iguales condiciones, sin discriminación alguna y que por
esto no puede transgredírsele su derecho a la dignidad humana y al libre desarrollo de la
personalidad, el cual está protegido por la Constitución, este derecho se ve limitado, en este caso,
por el manual de convivencia, pues cada institución se rige por sus reglamentos internos, los
cuales son aceptados por los estudiantes y sus acudientes, sirviendo como garante de una
adecuada educación integral tanto en lo académico como en la formación personal.
II. Sentencia proferida por el Juzgado Décimo Sexto Penal del Circuito
con Función de Conocimiento de Medellín, el 21 de marzo de 2013.

Confirmó el fallo de instancia. Consideró que este caso no se trata de una cuestión
meramente estética, sino de un aspecto que tiene que ver directamente con la identidad sexual,
con la orientación de género, y con la manera de expresar la misma, dentro de los límites del
derecho ajeno y el orden jurídico. Concretamente en el ámbito escolar, los educandos están
inmersos todavía en la etapa de exploración de sus opciones vitales, sin que sea dable esperar
que tomen una decisión radical y definitiva frente a la temática a tan temprana fase de su
formación, pero sí que se identifiquen, por lo menos en su presentación exterior, como lo sugiere
su género, hasta tener otros elementos de juicio que indiquen lo contrario.

Para el ad quem (Juez Superior) sería distinto si hubiese operado un cambio de género,
avalado por la documentación médica respectivamente y legalizada por los mecanismos
dispuestos para ello, que obligara al centro educativo aquí accionado al cambio de inscripción.

1.2. EL CASO:

En una Institución educativa, de carácter privado, es matriculado un adolescente, para


cursar el año académico 2013, cualquier día se presentó al colegio con el uniforma de uso solo
para las niñas, este alumno se identifica sexualmente como persona trans, motivo por el cual se
vistió como mujer. Debido a ese suceso fue enviado a su casa y fue advertido que debería
presentarse con el uniforme de uso de los varones, después, optó por utilizar el uniforme unisex
del centro educativo, recibiendo la misma advertencia por parte de las autoridades educativas
quienes le dijeron que debía usar el uniforme establecido en el manual de convivencia acorde a
su sexo. Al no acceder a lo sugerido por las directrices educativas de la Institución fue
suspendido del colegio.

Su acudiente, interpuso acción de tutela solicitando la protección de los derechos


fundamentales de su nieto, porque considera que ser transexual hace parte del derecho
fundamental al libre desarrollo de la personalidad y que al coartarle su identidad sexual, se le
impide continuar sus estudios en la institución.
El rector de la institución accionada considera que la conducta del alumno irrespeta el
manual de convivencia y el uniforme. La defensa del colegio demandado se funda en las
consideraciones que la Corte Constitucional hizo en la sentencia T-569 de 1992, resaltando que
“si las conductas homosexuales invaden la órbita de los derechos de las personas que rodean al
individuo, e inclusive sus actos no se ajustan a las normas de comportamiento social y escolar,
aquellas no pueden admitirse ni tolerarse. (…)”. Sin tener en cuenta que, “Declarar que la
dignidad humana representa el primer fundamento del Estado social de derecho implica
consecuencias jurídicas a favor de la persona, como también deberes positivos y de abstención
para el Estado a quien corresponde velar porque ella cuente con condiciones inmateriales y
materiales adecuadas para el desarrollo de su proyecto de vida”. Sentencia C- 336/08 de la
misma Corte Constitucional, Magistrado Ponente Clara Inés Vargas Hernández:

1.3. El problema Jurídico.

La misma Sentencia T-562/13 a bien podemos observar el reconocimiento constitucional


sobre el derecho a la dignidad humana y al libre desarrollo de la personalidad, así como el
derecho a la educación en sus cuatro dimensiones. También notamos su importancia, ya que
establece una serie de criterios y principios que deben ser tenidos en cuenta por las instituciones
educativas y las autoridades encargadas de garantizar el derecho a la educación en Colombia.

a) En primer lugar, la sentencia establece que el derecho a la educación es un


derecho fundamental que debe ser garantizado por el Estado y las instituciones
educativas. Este derecho no solo implica el acceso a la educación, sino también la
calidad de esta, lo que implica una formación integral que abarque no solo lo
académico, sino también lo social, cultural y emocional.
b) En segundo lugar, la sentencia establece que el derecho al libre desarrollo de la
personalidad es un derecho fundamental que debe ser protegido por el Estado y
las instituciones educativas. Este derecho implica la libertad de las personas para
tomar decisiones sobre su vida y su identidad, sin ser discriminados por su género,
orientación sexual, raza, religión u otros aspectos.
Además, la dimensión de calidad en el derecho a la educación implica que la
educación debe ser inclusiva y equitativa, es decir, que debe garantizar el acceso y
la permanencia de todos los estudiantes, sin discriminación alguna, y que debe
ofrecer oportunidades de aprendizaje y desarrollo a todos los estudiantes,
independientemente de sus condiciones socioeconómicas, culturales o de
cualquier otra índole.
En resumen, la dimensión de calidad en el derecho a la educación implica que la
educación debe ser de calidad, inclusiva y equitativa, y que debe garantizar el
pleno desarrollo de la personalidad de los estudiantes y su formación integral.
c) En tercer lugar, la sentencia establece que las instituciones educativas deben
garantizar un ambiente escolar seguro y libre de discriminación, en el que se
respeten los derechos de todos los estudiantes. Esto implica la adopción de
medidas para prevenir y sancionar el acoso escolar, la discriminación y la
violencia en todas sus formas.
d) En cuarto lugar, la sentencia establece que las autoridades encargadas de
garantizar el derecho a la educación deben tener en cuenta las necesidades y
particularidades de los niños, niñas y adolescentes, especialmente aquellos que se
encuentran en situación de vulnerabilidad. Esto implica la adopción de medidas
para garantizar la inclusión educativa de los estudiantes con discapacidad, los
estudiantes indígenas, afrodescendientes y de otras minorías étnicas, así como los
estudiantes que se encuentran en situación de pobreza o exclusión social.
En este apartado, también, es indispensable hablar sobre la agencia oficiosa en
tutela de niños, niñas y adolescentes; esta, se refiere a la posibilidad de que
cualquier persona pueda actuar en nombre de un menor de edad que se encuentre
en situación de riesgo o vulneración de sus derechos, cuando este no pueda
interponer por sí mismo una acción de tutela. Esta figura está respaldada por la
jurisprudencia constitucional en Colombia.

Para nuestro análisis encontramos tenemos dos preguntas referentes a al problema


jurídico:

A. ¿Qué implica la dimensión de calidad en el derecho a la educación?


Según la Sentencia T-562/13 la dimensión de calidad en el derecho a la educación
implica que la educación debe ser adecuada y suficiente para garantizar el pleno desarrollo de la
personalidad de los estudiantes y su formación integral. Esto implica que la educación debe ser
de calidad, es decir, que debe ser pertinente, relevante, actualizada y adecuada a las necesidades
y características de los estudiantes.

B. ¿Cómo se puede limitar legítimamente el derecho al libre desarrollo de la


personalidad?

De acuerdo la Sentencia T-562/13, para que una limitación al derecho al libre desarrollo
de la personalidad sea legítima, debe tener un fundamento jurídico constitucional y ser
proporcional. Además, la limitación no puede llegar a anular la posibilidad que tienen las
personas de construir autónomamente un modelo de realización personal, por cuanto estarían
desconociendo el núcleo esencial de este derecho.

La sentencia también establece que las restricciones de las autoridades deben ser
razonables y no pueden ser irrazonables o arbitrarias. En este sentido, la limitación al derecho al
libre desarrollo de la personalidad debe tener una justificación constitucionalmente válida, como
la protección de otros derechos fundamentales o el interés general.

Sin embargo, la sentencia en mención, también señala que las limitaciones al derecho al
libre desarrollo de la personalidad deben ser interpretadas de manera restrictiva, ya que se trata
de un derecho fundamental que protege la autonomía y la dignidad de las personas. Por lo tanto,
cualquier limitación debe ser necesaria y proporcional para proteger otros derechos o intereses
constitucionalmente protegidos.

Conforme a la Sentencia T-562/13, la corresponsabilidad de todos en la protección de


este grupo permite que cualquier persona pueda exigir de la autoridad competente el
cumplimiento y garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. La Constitución
establece la corresponsabilidad del Estado, la sociedad y la familia en la protección efectiva de
estos derechos, lo que se traduce en que cualquier persona puede actuar en nombre de los
menores en situación de riesgo o vulneración de sus derechos.
1) Es importante destacar que, para ejercer la agencia oficiosa en tutela, se deben
cumplir ciertos requisitos, tales como:
2) La persona que actúa como agente oficioso debe manifestar que actúa en tal
calidad.
3) Debe encontrarse acreditado en el expediente que la persona a favor de quien
actúa no puede interponer por sí misma el amparo que se invoca.
1. Cuando sea posible, debe existir una ratificación oportuna por parte del
agenciado respecto de los hechos o las pretensiones que se consignan en el escrito de
tutela.

Sin embargo, la jurisprudencia constitucional ha establecido que estos requisitos deben


aplicarse de manera flexible, atendiendo a las circunstancias particulares de cada caso concreto,
especialmente cuando se trata de agenciar derechos fundamentales de niños, niñas o
adolescentes, por tratarse de sujetos de especial protección constitucional.

En resumen, la agencia oficiosa en tutela de niños, niñas y adolescentes permite que


cualquier persona pueda actuar en nombre de un menor en situación de riesgo o vulneración de
sus derechos, cuando este no pueda hacerlo por sí mismo. Esta figura se basa en la
corresponsabilidad de todos en la protección de los derechos de los menores y está respaldada
por la jurisprudencia constitucional en Colombia.

1.3.1. Los postulados de derecho del problema jurídico: Para nuestro análisis,
inicialmente los jueces tuvieron mayor prelación por el control que debían efectuar los centros
educativos a la hora de discernir sobre la apariencia física, gustos personales y sexuales y por
ende la identidad de género de estudiantes; la aplicación del manual de convivencia, que en
reiteradas ocasiones la misma corporación ha ordenado adaptar a la necesidades sociales actuales
del momento; y finalmente aplicación de correctivos por parte de las directivas institucionales,
carentes de una solución alternativa pacífica y siempre vulnerando derechos fundamentales como
la intimidad, educación y libre desarrollo de la personalidad de los intervinientes.

Pero, la Corte Constitucional con la sentencia T-562 de 2013, establece que las
instituciones educativas deben garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información
de los estudiantes, siempre y cuando se respeten los derechos de los demás y se promueva un
ambiente de respeto y tolerancia. Esto implica la promoción de la participación activa de los
estudiantes en la vida escolar, así como el acceso a información veraz y objetiva sobre temas
relevantes para su formación integral.

Aquí, es relevante hablar sobre el derecho a la identidad sexual y de género; Según la


Sentencia T-562/13, el derecho a la identidad sexual y de género está protegido constitucional e
internacionalmente. La Corte Constitucional ha reconocido que la orientación sexual y la
identidad de género son aspectos fundamentales de la personalidad de las personas y, por lo
tanto, deben ser respetados y protegidos por el Estado y la sociedad en general.

Señalamos también que el derecho a la educación de las personas de la comunidad


LGBTI, la jurisprudencia constitucional ha establecido que este derecho debe ser garantizado sin
discriminación alguna. Las instituciones educativas deben ser espacios inclusivos y respetuosos
de la diversidad sexual y de género, y deben promover el respeto y la tolerancia hacia todas las
personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.

1.3.2. El Planteamiento del Problema Jurídico: El acontecer jurisprudencial de la


Corte Constitucional sobre la protección del derecho al libre desarrollo de la personalidad con
relación a la identidad de género en instituciones educativas, ha tenido dos bloques muy
marcados en cuanto a la toma de una decisión particular y por ende acceder o no al
reconocimiento de un derecho vulnerado. A la hora de analizar estas demandas, los magistrados
toman las consideraciones de entidades involucradas en la protección de derechos
fundamentales, pero también son evidentes cada una de las posturas morales, éticas y políticas de
estos.

Sin embargo, la Sentencia T-562/13 también indica, que el derecho a la educación no


puede ser utilizado como excusa para vulnerar otros derechos fundamentales, como el derecho a
la dignidad humana y al libre desarrollo de la personalidad. En este sentido, la Corte
Constitucional ha establecido que las instituciones educativas pueden sancionar a los estudiantes
por incurrir en faltas que comprometen la disciplina del plantel educativo, siempre y cuando
estas sanciones no vulneren los derechos fundamentales de los estudiantes.

Como también señala, que las instituciones educativas deben garantizar la formación en
valores y la promoción de una cultura de paz y convivencia pacífica. Esto implica la adopción de
medidas para fomentar el respeto a los derechos humanos, la tolerancia, la solidaridad y la
responsabilidad social, así como la prevención y resolución pacífica de conflictos.

1.4. Las decisiones.

1.4.1.- La decisión de primera instancia: El juez de primera instancia argumenta su


decisión en la relevancia del manual de convivencia, ya que el estudiante al ser matriculado está
aceptando todo lo allí dispuesto, lo que garantiza con ello una educación integral.

1.4.2.- La decisión de segunda instancia: El juez de segunda considera la condición de


genero de la joven, pero con la limitante de respetar los derechos ajenos y mucho más en este
contexto escolar, ya que ella aún no está en la edad para tomar esa clase de decisiones, en
consecuencia, debe seguir portando el uniforme como corresponde. En este sentido la corte
decide revocar las decisiones de los jueces de primera y segunda instancia por negar la
protección de los derechos fundamentales de la joven, por lo que decide tutelar los derechos
fundamentales al libre desarrollo de la personalidad y la educación.

LA DECISIÓN: La Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional, administrando justicia


en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución, RESUELVE:

1°. Revóquese, la sentencia proferida por el Juzgado Décimo Sexto Penal del
Circuito con Función de Conocimiento de Medellín, el 21 de marzo de 2013, que
confirmó el fallo del Juzgado Diecinueve Penal Municipal con Función de
Conocimiento de Medellín, del 14 de febrero de 2013, que negó el amparo.
2°. Concédasele, los derechos fundamentales del afectado al libre desarrollo de la
personalidad y a la educación.
3°. Ordénese, a la Institución Educativa a través de su representante legal o de
quien haga sus veces, que dentro del término de diez (10) días siguientes a la
notificación de la presente providencia, si aún no lo ha hecho, y si la estudiante
así lo desea, matricule al joven Kim en el grado 9º o uno superior, de acuerdo con
la nivelación a la que hace referencia el siguiente numeral, permitiéndole usar el
uniforme femenino de la Institución. A su vez, dentro de los dos (2) meses
siguientes a la notificación de esta sentencia, deberá hacer un estudio de la
situación particular del mismo adolescente, iniciando un proceso de adaptación
tanto para la estudiante como para toda la comunidad educativa.

4°. Ordénese, al Instituto Educativo INEM José Félix de Restrepo a través de su


representante legal o de quien haga sus veces, que tome las medidas necesarias
para lograr la nivelación académica del alumno afectado.
5°. Ordénese, al Instituto Educativo INEM José Félix de Restrepo que, a través de
su representante legal o de quien haga sus veces, en la cátedra de estudio de la
Constitución Política de Colombia, generen espacios de debate acerca del derecho
al libre desarrollo de la personalidad, así como de los principios de tolerancia,
pluralismo, respecto a la diversidad y la igualdad en la diferencia, desarrollados
en esta providencia.
6°. ordénese, al Instituto Educativo INEM José Félix de Restrepo que, a través de
su representante legal o de quien haga sus veces, los docentes, coordinadores y el
área de psicología, preparen un protocolo de acompañamiento a los casos como el
expuesto en esta sentencia.
7°. Ordénese, a la Personería Municipal de Medellín que, en uso de sus facultades
legales, haga seguimiento a las órdenes proferidas en esta providencia, en aras de
garantizar la continuidad del alumno Kim en el centro educativo, si ella así lo
desea.
8°. Le corresponde al Juzgado Diecinueve Penal Municipal con Función de
Conocimiento de Medellín, como juez de primera instancia en el proceso de tutela
de la referencia, velar por el cumplimiento de lo aquí ordenado.
9°. Ofíciese, por Secretaría General la comunicación prevista en el artículo 36 del
Decreto 2591 de 1991.

1.4.2.1.- Los fundamentos: Se considera que La Corte Constitucional es competente


para revisar las decisiones judiciales mencionadas, con base en la Constitución Política -artículos
86 y 241.9- y lo desarrollado en el Decreto 2591 de 1991 -artículos 31 a 36.
El derecho a la dignidad humana y al libre desarrollo de la personalidad están
protegidos en Colombia a través de la Constitución Política y otras normas complementarias.
Estos derechos garantizan el respeto a la individualidad de las personas y su derecho a vivir una
vida digna y acorde con su identidad.

El derecho a la educación en Colombia está plasmado en numerosas leyes que garantizan


el acceso y la calidad de la educación para todos los ciudadanos y ciudadanas. Aquí haremos
referencia a algunas disposiciones legales que respaldan este derecho:

I. La Constitución Política de Colombia, en su artículo 67, establece que "la


educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función
social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica ya los
demás bienes y valores de la cultura".
II. La Ley General de Educación (Ley 115 de 1994), en su artículo 3, reconoce que
"el Estado es el responsable de garantizar la calidad de la educación, su cobertura
y el acceso al servicio educativo, con sujeción a los criterios de equidad y
calidad".
III. El Decreto 1860 de 1994, por medio del cual se reglamenta la Ley General de
Educación, en su artículo 2, establece que "toda persona tiene derecho a la
educación, cualquiera que sea su edad, su raza, su sexo, su etnia". , su origen
nacional o familiar, su lengua, su religión, su opinión política o filosófica, su
condición económica, su condición social, su capacidad física, su condición de
víctima y su orientación sexual".
IV. La Ley 1618 de 2013, que establece medidas para garantizar el pleno ejercicio de
los derechos de las personas con discapacidad, en su artículo 41, dispone que "las
personas con discapacidad tienen derecho a la educación inclusiva, equitativa y de
calidad a todos los niveles, en igualdad de oportunidades con los demás".
V. La Sentencia T-406 de 1992 de la Corte Constitucional, reconoce que "el acceso a
la educación debe ser efectivo para todos los colombianos, sin discriminación
alguna, y corresponde al Estado garantizarlo y asegurar que las personas reciban
una educación de calidad".
En Colombia se reconoce y protege el derecho a la identidad sexual y de género y la
opción sexual a través de disposiciones constitucionales y legales. Estas normas garantizan la
igualdad de todos los ciudadanos, sin importar su orientación sexual o identidad de género, y
sancionan cualquier acto de discriminación hacia las personas LGBT+Q. Es importante que
como sociedad sigamos promoviendo el respeto y la inclusión de todas las personas, sin importar
su identidad de género o sexual.

En primer lugar, la Constitución Política de Colombia establece en el artículo 13 que


"todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las
autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna
discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, raza, origen
nacional, lengua, religión, opinión política o filosófica". Esta disposición garantiza la igualdad de
todos los ciudadanos, incluyendo aquellos que tienen una identidad o expresión de género
diferente.

Además, la Ley 1482 de 2011, conocida como la Ley de Discriminación Racial y Étnica,
también contempla el reconocimiento y protección de los derechos de las personas LGBT+Q.
Esta ley establece en su artículo 8 que "toda persona tiene derecho a ser reconocida como
persona, y como sujeto de derechos y libertades fundamentales independientemente de su
orientación sexual e identidad de género". Esto implica que nadie puede ser objeto de
discriminación o exclusión con base en su identidad sexual o de género.

Por otro lado, el Código Penal colombiano sanciona la discriminación y el odio hacia las
personas LGBT+. El artículo 134B establece penas de prisión de hasta 36 meses para aquellos
que cometan actos de discriminación por razones de orientación sexual o identidad de género.
Esto demuestra el compromiso del Estado colombiano en proteger los derechos de las personas
LGBT+Q y garantizar su pleno ejercicio.

La jurisprudencia ha identificado cómo la opción sexual es uno de los criterios


sospechosos de discriminación contraria al derecho a la igualdad. Como sucede con los demás
criterios sospechosos de discriminación, para que puedan imponerse un tratamiento diferenciado
fundado en la identidad sexual, debe estarse ante (i) una razón suficiente para ello; y (ii)
cumplirse con un juicio estricto de constitucionalidad, el cual demuestre que la medida basada en
dicho tratamiento es la única posible para cumplir con un fin constitucional imperioso. En caso
que no se cumplan estas estrictas condiciones, la medida devendrá incompatible con los
postulados constitucionales.

1.4.2.1.1.- La respuesta al Problema Jurídico: La Corte declaró la inexequibilidad de la


norma, al considerar que violaba los derechos fundamentales a la igualdad, al libre desarrollo de
la personalidad y a la educación.

1.4.3.- La decisión en la casación: En el caso concreto, la Corte consideró que la norma


impugnada era discriminatoria porque: Restringía un derecho fundamental, como es el libre
desarrollo de la personalidad. No tenía un fundamento jurídico constitucional que la justificara y

generaba un ambiente de discriminación e intolerancia en el colegio.

1.4.3.1.- Los fundamentos de la demanda de casación: Para la Sala, si bien la decisión


de imponer un prototipo de uniforme acorde con el sexo de los estudiantes puede ser legítima,
porque la Constitución no lo prohíbe; y puede perseguir un fin importante, como lo es la
disciplina y el orden en la institución educativa (art. 67 CP); dicha determinación no cumple un
fin imperioso constitucionalmente, porque con ella no se busca cumplir un objetivo
constitucional urgente o inaplazable. El artículo 41 de la Constitución Política de Colombia
establece que “En todas las instituciones de educación, oficiales o privadas, serán obligatorios el
estudio de la Constitución y la instrucción cívica. Así mismo se fomentarán prácticas
democráticas para el aprendizaje de los principios y valores de la participación ciudadana. El
Estado divulgará la Constitución” Por su parte, el artículo 67 de la Carta Política consagra la
educación como un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social, del
cual son responsables el Estado, la sociedad y la familia.

Los jueces de instancia negaron el amparo. En primera instancia se consideró que el


estudiante se debe regir por el reglamento estudiantil, el cual aceptó respetar cuando fue
matriculado, “pues de no ser así, que objetivo tendría para una institución, quien es precisamente
la garante de brindar a estos una adecuada educación integral tanto en lo académico como en la
formación personal.” El juez de segunda instancia consideró que este caso no se trata de un tema
meramente estético, “si no de un aspecto que tiene que ver directamente con la identidad sexual,
con la condición de género y con la manera de expresar la misma, dentro de los límites del
derecho ajeno y el orden jurídico, concretamente en el ámbito escolar, donde los educandos están
inmersos todavía en la etapa de exploración de sus opciones vitales, sin que sea dable esperar
que tomen una decisión radical y definitiva frente a la temática a tan temprana fase de su
formación, pero sí que se identifiquen, por lo menos en su presentación exterior, como lo sugiere
su género, hasta tener otros elementos de juicio que indiquen lo contrario.”

1.4.3.2.- Los fundamentos de la decisión de la corte: Para la Corte, el proceso


educativo no debe incluir metodologías o prácticas que vulneren, desconozcan o transgredan los
derechos fundamentales de los distintos actores que participan en el mismo (educandos,
educadores, padres de familia, directivos etc.), y de su realización efectiva depende la realización
paralela de los demás derechos fundamentales del individuo. La jurisprudencia constitucional
entiende que sólo en la medida en que los valores y principios que aspiran a transmitir los
educadores a sus alumnos constituyan realmente la base de sus propios e individuales proyectos
de vida, su labor será efectiva; “sólo quien práctica la tolerancia, quien respeta la diversidad y
reconoce en el "otro" a uno igual a sí mismo, tendrá capacidad y legitimidad para contribuir
desde el proceso educativo a formar a los niños y a los jóvenes en un paradigma ético sustentado
en dichos principios.”

Es así como, los principios fundantes del Estado Social de Derecho, están dirigidos a
garantizar el pluralismo y la igualdad de oportunidades, por lo tanto, no pueden existir en las
instituciones educativas, medidas que restrinjan o condicionen el acceso a la prestación de un
servicio público a cargo directamente del Estado, quedando supeditada dicha prestación a que el
estudiante comparta y practique los mandatos de un determinado grupo social.

1.4.3.3.- La Respuesta al problema jurídico: la Corte consideró que la norma


impugnada era discriminatoria porque: Restringía un derecho fundamental, como es el libre
desarrollo de la personalidad.

2.- El comentario: Para la solución del problema jurídico la corte planteó tres
argumentos sólidos: Respecto del alcance del derecho al libre desarrollo de la personalidad: Este
derecho protege la capacidad de las personas para definir, en forma autónoma, las opciones
vitales que habrán de guiar el curso de su existencia.
a) El derecho al libre desarrollo de la personalidad, al igual que el derecho a
la igualdad, es de carácter relacional. Por tanto, la Corte ha distinguido dos
situaciones: (i) cuando el asunto sobre el que se produce la decisión sólo
interesa a quien la adopta y no afecta derechos de terceros, ni compromete
valores objetivos del ordenamiento que otorguen competencias de
intervención a las autoridades, motivo por el cual, el ámbito decisorio se
encuentra incluido dentro del núcleo esencial del derecho fundamental al
libre desarrollo de la personalidad; y (ii) cuando la decisión versa sobre
una cuestión que compromete derechos de terceros o se relaciona con
valores objetivos del ordenamiento que autorizan la intervención de las
autoridades.
b) Aquellas restricciones que se produzcan en la “zona de penumbra” del
derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad son susceptibles
de ser controladas por el juez constitucional, quien deberá constatar, a
través del denominado juicio de proporcionalidad, que éstas sean
razonables y proporcionadas y, por ende, ajustadas a las normas de la
Carta.

Respecto del derecho a la educación: Dado que la identidad sexual es una clara
manifestación y materialización del ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad, el
establecimiento educativo no puede coartar tal elección, so pretexto de ir en contra de las reglas
establecidas en el manual de convivencia, pretendiendo inculcar valores homogéneos a todos los
estudiantes, y con ello desconociendo sus diversas tendencias.

Nuestra Carta consagra el respeto al pluralismo como uno de los pilares fundamentales
del Estado, principio que debe ser acatado también por los establecimientos educativos,
inculcando en los alumnos el respeto por la diversidad, y no la intolerancia frente a la diferencia.

Ni el Estado, ni los particulares, están autorizados jurídicamente para imponer patrones


estéticos excluyentes, mucho menos en los establecimientos educativos. El fundamento de esta
regla es que la tolerancia y el respeto por la diferencia rigen el proceso de enseñanza y
aprendizaje en un modelo de Estado Social de Derecho que optó por la defensa de la pluralidad y
del multiculturalismo.

La facultad que tienen los establecimientos educativos para definir el Manual de Convivencia
encuentra sus bases y sus límites en el texto constitucional. Este tipo de documentos se asientan
en el principio de la participación, prescrito en el artículo 40 constitucional, y correlativamente,
vincula la actuación de los sectores involucrados en la conformación de dicho texto, es decir, los
que constituyen la denominada comunidad educativa: padres de familia, estudiantes, profesores y
directivas. No obstante, dicha facultad no es ilimitada, pues la Corte ha establecido que, este
documento, por ser un contrato de adhesión, autoriza al juez de tutela a ordenar que se inaplique
y modifique, cuando al cumplir normas contenidas en él se violen derechos fundamentales de al
menos una persona.

Con esta la Corte Constitucional de Colombia se pronunció sobre la constitucionalidad de


la norma del manual de convivencia de una institución educativa de carácter privado, que
prohibía las expresiones de afecto entre personas del mismo sexo. La misma Corte declaró la
inexequibilidad de la norma, al considerar que violaba los derechos fundamentales a la igualdad,
a la dignidad humana y libre desarrollo de la personalidad y a la educación. La Corte
Constitucional, a través de la sentencia T-562 de 2013, señaló que la orientación sexual es un
criterio sospechoso de discriminación, por lo que cualquier diferencia de trato basada en esta
condición debe ser sometida a un juicio estricto de constitucionalidad. No tenía un fundamento
jurídico constitucional que la justificara. Generaba un ambiente de discriminación e intolerancia
en el colegio. En el caso específico consideró que la norma impugnada era discriminatoria
porque restringía un derecho fundamental, como es el libre desarrollo de la personalidad.

En conclusión, la Sentencia T-562/13 de la Corte Constitucional de Colombia es un fallo


de gran importancia que establece una serie de criterios y principios que deben ser tenidos en
cuenta por las instituciones educativas y las autoridades encargadas de garantizar el derecho a la
educación en Colombia. Esta sentencia reconoce la importancia de garantizar una educación de
calidad, inclusiva y respetuosa de los derechos humanos, así como la necesidad de promover una
cultura de paz y convivencia pacífica en las escuelas; también, la Sentencia T-562/13 es un
importante avance en la protección de los derechos de las personas de la comunidad LGBTI en
Colombia, y establece importantes criterios para garantizar el derecho a la identidad sexual y de
género, así como el derecho a la educación sin discriminación.

Una de las principales cuestiones abordadas en esta sentencia es el derecho al debido


proceso. Según el artículo 29 de nuestra Constitución Política, "Toda persona se presume
inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable". En este sentido, la sentencia
T- 562 de 2013 establece que es fundamental garantizar el derecho a un debido proceso en todas
las actuaciones judiciales, especialmente en aquellas que pueden afectar los derechos
fundamentales de los individuos.

Otro aspecto relevante de esta sentencia es la protección de los derechos de las personas
en situación de vulnerabilidad. La Corte Constitucional, en concordancia con el artículo 13 de
nuestra Constitución, ha sostenido que todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho
a recibir un trato digno y a la protección de sus derechos fundamentales. En este sentido, la
sentencia T- 562 de 2013 resalta la importancia de garantizar la igualdad y protección de los
derechos de las personas en situación de vulnerabilidad, tales como los niños, las personas con
discapacidad o las personas de la tercera edad.

Además, en la sentencia se hace énfasis en la importancia de garantizar la efectividad de


los derechos fundamentales. Según nuestro ordenamiento jurídico, los derechos fundamentales
deben ser protegidos y respetados de manera efectiva. La Corte Constitucional, en línea con esta
premisa, ha establecido en la sentencia T- 562 de 2013 que es necesario adoptar todas las
medidas necesarias para garantizar la efectividad de los derechos fundamentales, incluso si ello
implica adoptar decisiones de carácter excepcional.

finalmente, el análisis jurisprudencial de la sentencia T- 562 de 2013 resalta la


importancia del debido proceso, la protección de los derechos de las personas en situación de
vulnerabilidad y la efectividad de los derechos fundamentales. Estos aspectos tienen un respaldo
legal en diferentes artículos de nuestra Constitución Política, como el artículo 29 y el artículo 13,
que establecen la necesidad de garantizar un trato digno, igualitario y respetuoso hacia todas las
personas en el marco de un Estado de Derecho.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2013/T-562-13.htm

https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1992/T-569-92.htm
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2008/c-336-08.htm

También podría gustarte