1.2 El Testimonio Literario de Los Cronistas de Ayer y Hoy
1.2 El Testimonio Literario de Los Cronistas de Ayer y Hoy
1.2 El Testimonio Literario de Los Cronistas de Ayer y Hoy
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El término Neoclasicismo surgió en el siglo XVIII para denominar al movimiento estético que venía a reflejar en
las artes los principios intelectuales de la Ilustración, que desde mediados del siglo XVIII se venían produciendo en
la filosofía y que consecuentemente se habían transmitido a todos los ámbitos de la cultura. Sin embargo,
coincidiendo con la decadencia de Napoleón Bonaparte, el Neoclasicismo fue perdiendo adeptos en favor
del Romanticismo.
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la subjetividad es una propiedad opuesta a la objetividad. Mientras que la primera se sustenta en la opinión y los
intereses propios del sujeto, la objetividad implica tratar a los conceptos como si fuesen cosas, de manera distante y
con la menor implicación personal posible.
fragor de una lucha cruel por conquistar las tierras, delatan un mundo se sufrimientos
morigerado por un autor que se jacta en narrar su “gesta5”.
Diario de Viaje
En 1943, un año después del descubrimiento de América, aparece el Diario de viaje de
Cristóbal Colon. En rigor, el texto original de esta obra está compendiado en Historia de las
Indias, de Fray Bartolomé de las Casas. De Ahí que algunos párrafos alternen la primera
persona con la segunda persona, pese a que el sujeto-protagonista es siempre Colón.
¿Literatura o
Historiografía?
Hemos
señalado en líneas
anteriores que el
diario de Colon
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Apología: Discurso en el que se alaba, defiende o justifica a alguien o algo, generalmente de forma encendida o
vehemente.
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Hecho o conjunto de hechos dignos de ser recordados, especialmente los que destacan por su heroicidad o
trascendencia.
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País, lugar que es lejano y muy distinto con respecto al que se toma como referencia, que suele ser el
propio.
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La Española es una isla del mar Caribe que acoge a dos estados soberanos, la República Dominicana y Haití.
Situada entre las islas de Cuba y Jamaica, al oeste, y la de Puerto Rico, al este, es la segunda isla por extensión del
archipiélago de las Antillas Mayores
integra las crónicas. Por lo tanto, el contenido del mismo se sirve de la minuciosa observación
del navegante genovés y, por supuesto, de sus ansias de narrar aspectos del Nuevo Mundo. En
este sentido, el valor de sus páginas va mucho más allá de una escueta crónica de viaje. Dos
simples razones avalan esto: no se trata de un viaje de “rutina” (sino -nada menos- de una
travesía que culminaría con el descubrimiento de un nuevo continente) y, además, la pluma de
Colón parece no conformarse con relatar sucesos históricos. Antes bien, su escritura amalgama 8
lo literario -dicho de su acepción corriente- con los hechos ocurridos y las impresiones, no
siempre fidedignas, de la realidad americana.
Por eso el Diario puede considerarse una obra que aúna valores literarios con otros
históricos, si bien la crítica plantea algunas veces conceptos bastantes desencontrados acerca de
las cualidades del texto colombino desde el punto de vista estético.
Colón, como acaso el resto de los cronistas, no fue un escritor de oficio y, según se
sabe, aprendió la lengua castellana a edad adulta. Es demasiado ambicioso, pues, querer hallar
en sus escritos una vertiente literaria. Sí, en cambio, es apropiado hablar de una intención de
narrar y describir que excede con creces el frio lenguaje de los documentos históricos.
Su contenido son relatos que no disimulan la exageración, Colón cuenta –entre otras
cosas- las peripecias de la travesía hacia el descubrimiento y la huella indeleble que le ocasiona
el primer contacto con los indígenas y con el maravillosos paisaje americano, sin duda de
cuentos de hadas en su sentir.
CRISTÓBAL COLÓN
Puestos en tierra vieron árboles muy verdes, y aguas muchas y frutas de diversas
maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a
Rodrigo de Escobedo, escribano de toda la armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y
dijo que le diesen por fe y testimonio como él por ante todos tomaba, como de hecho
tomó, posesión de la dicha Isla por el Rey y por la Reina sus señores, haciendo las
protestaciones que se requerían, como más largo se contiene en los testimonios que allí
se hicieron por escrito. Luego se juntó allí mucha gente de la Isla. Esto que se sigue son
palabras formales del Almirante, en su libro de su primera navegación y descubrimiento
de estas Indias: «Yo (dice él), porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que
era gente que mejor se libraría y convertiría a Nuestra Santa Fe con Amor que no por
fuerza, les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se
ponían al pescuezo, y otras cosas muchas de poco valor, con que tuvieron mucho placer
y quedaron tanto nuestros que era maravilla. Los cuales después venían a las barcas de
los navíos a donde nos estábamos, nadando. Y nos traían papagayos y hilo de algodón
en ovillos y azagayas y otras cosas muchas, y nos las trocaban por otras cosas que nos
les dábamos, como cuentecillas de vidrio y cascabeles. En fin, todo tomaban y daban de
aquello que tenían de buena voluntad. Más me pareció que era gente muy pobre de todo.
Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no
vide más de una harto moza. Y todos los que yo vi eran todos mancebos, que ninguno
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1. (Química) Producir una aleación mezclando mercurio con otro metal.2. Mezclar personas o cosas de distinto
origen o naturaleza y algunas veces contrarias. Ejemplo: “en la película se amalgaman elementos del cine negro, de
la ciencia ficción y de la comedia"
vide de edad de más de 30 años. Muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy
buenas caras. Los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballos, y cortos. Los
cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocos detrás que traen largos, que
jamás cortan. De ellos se pintan de prieto, y ellos son de la color de los canarios, ni
negros ni blancos, y de ellos se pintan de blanco, y de ellos de colorado, y de ellos de lo
que fallan. Y dellos se pintan las caras, y dellos todo el cuerpo, y de ellos solos los ojos,
y de ellos solo la nariz. Ellos no traen armas ni las conocen, porque les mostré espadas y
las to-maban por el filo, y se cortaban con ignorancia. No tienen algún hierro. Sus
azagayas son unas varas sin hierro, y algunas de ellas tienen al cabo un diente de pece, y
otras de otras cosas. Ellos todos a una mano son de buena estatura de grandeza y buenos
gestos, bien hechos. Yo vi algunos que tenían señales de heridas en sus cuerpos, y les
hize señas que era aquello, y ellos me mostraron como allí venían gente de otras islas
que estaban cerca y los querían tomar y se defendían. Y yo creí y creo que aquí vienen
de tierra firme a tomarlos por cautivos. Ellos deben ser buenos ser-vidores y de buen
ingenio, que veo que muy presto dicen todo lo que les decía. Y creo que ligeramente se
harían cristianos, que me pareció que ninguna secta tenían. Yo, placiendo a Nuestro
Señor, llevaré de aquí al tiempo de mí partida seis a Vuestra Alteza para que aprendan a
hablar. Ninguna bestia de ninguna manera vi, salvo papagayos en esta Isla.»
El Otro y la otredad
Se
evidencia un
problema de
percepción; la
manera en que percibo al Otro sustenta mi actitud frente a ese Otro; por otra parte, el hecho de
nombrar al Otro implica también una percepción, pues el Otro es nombrado desde ciertos
parámetros aceptados o entendidos como “normales”; en muchas de nuestras prácticas el otro es
estigmatizado, nombrado o definido desde algún parámetro de “normalidad”. Así por ejemplo,
cuando se nombra al Otro como deficiente mental o discapacitado, se le nombra y se le percibe
en términos de negación, como alguien no-sano, no-normal, como aquel que “sufre una
condición”, en otras palabras, se percibe la deficiencia o la discapacidad como enfermedad, y, al
lado de la enfermedad aparece el miedo al contagio.
No se trata de superar las diferencias para alcanzar una supuesta igualdad, sino de
reconocer esas diferencias para desarrollar una afinidad que nos permita reconocer al
Otro y a los otros en consonancia con una visión pluralista del mundo y del ser humano;
pluralidad del Otro, pluralidad del yo, pluralidad de fuerzas y sentidos que no siempre
configuran un orden pacifico, pero que reproducen y hacen visibles en cada nivel de
realidad un juego de tensiones, de dominio y sometimiento, de mutuo reconocimiento, de
aproximación o compensación, etc. El “Yo” y el Otro son pluralidades irreductibles, y por
ello, no se trata de entender la otredad como el espacio para buscar una supuesta
igualdad, igualdad que no hace más que negar la diversidad y ocultar las diferencias, sino
más bien, entender la otredad como el campo en el que se reconoce la diversidad y se parte
de las diferencias para alcanzar
afinidad.
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Los manatíes antillanos son mamíferos marinos de gran talla y de color gris, con cuerpos que se estrechan en una
superficie plana, con una cola en forma de cuchara. Tienen dos brazos, llamadas aletas, con tres o cuatro uñas en
cada aleta. Sus cabezas y sus caras son arrugadas con bigotes en el hocico.
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En la mitología griega, mujer de cierto pueblo de mujeres guerreras, las cuales no admitían ningún
hombre entre ellas.
Los escritores de indias
Nos es tarea fácil clasificar a los escritores de Indias y el dar un esquema de sus
características principales. Son varios los criterios que pueden ser adoptados al respecto.
Podemos considerarlos desde el punto de vista se su nacionalidad y así tendríamos -en lo que se
refiere, naturalmente, a la América española- extranjeros como Colón, Vespucci, Pedro Pártir,
Schmídel; españoles como Fernando Colón, Cortés, Gómarra , Las Casas, etc.; indígenas como
Pachacuti y el Inca Garcilaso. Esto sería poco sistemático y daría débil idea de las características
de cada uno.
Otra clasificación puede ser la cronología, por muchos aceptada más o menos
tácitamente, que distinguiría entre escritores primitivos, o sea los que más cerca tuvieron los
acontecimientos, y posteriores. Tampoco así lograríamos saber cómo es la obra que escribieron.
El más razonable es considerar todos los aspectos, separar unos y otros y después proceder en
consecuencia.
En primer lugar hemos de tener en cuenta la motivación inicial de la obra, liego su
contextura, después su alcance geográfico y cronológico, y por último la época en que fue
escrita.
M
anuel ballesteros
Guía de Lectura
1. ¿Cómo nacen las crónicas de indias?
2. ¿Qué aspectos parecen unir a los escritores de Indias en su tarea de narrar la conquista?
3. Menciona a los principales cronistas de este periodo e investiga cuales fueron sus obras
principales.
4. Elabora un texto descriptivo de los integrantes de una tribu urbana 11, teniendo en cuenta
la propuesta final del texto El otro y la otredad.
Guía para el texto:
11
Las tribus urbanas definen a un grupo de personas, especialmente de jóvenes, con un conjunto
distintivo de comportamientos, creencias, que visten de manera similar, en estilos de vida,
actividades similares, edad, género y comparten ciertos pensamientos, se desarrolla en el ambiente
de una ciudad o casco urbano, que les diferencia dentro de la cultura dominante de la que forman
parte.