Lectura Obligatoria - RESTITUCIÓN DE TIERRAS EN EL MARCO DE LA JUSTICIA TRANSICIONAL CIVIL
Lectura Obligatoria - RESTITUCIÓN DE TIERRAS EN EL MARCO DE LA JUSTICIA TRANSICIONAL CIVIL
Lectura Obligatoria - RESTITUCIÓN DE TIERRAS EN EL MARCO DE LA JUSTICIA TRANSICIONAL CIVIL
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BREVE SINOPSIS PROFESIONAL Y LABORAL DEL AUTOR
Rodrigo Uprimny
Camilo Sánchez
Aura Bolivar
1
Contenido
2
5.2.1. Relación entre la acción de restitución, el derecho procesal ordinario y la naturaleza
transicional y única del juez transicional de restitución ..................................................................... 94
5.2.2. Proceso que tiene una alta participación de la institucionalidad ....................................... 96
5.2.3. Un proceso que presume la disparidad entre las partes .................................................... 99
5.2.4. Un proceso en el cual el número de partes condiciona la ruta procesal a seguir............. 100
5.2.5. La acumulación procesal, la concentración del proceso y la unidad de decisión ............. 102
Unidad 6: LA ACTIVIDAD PROBATORIA EN EL MARCO DE LA LEY 1448 DE 2011 ...................................... 107
6.1 PRINCIPIO DE BUENA FE EN EL MARCO DE LA ACCIÓN DE RESTITUCIÓN....................................... 110
6.2 RÉGIMEN PROBATORIO EN LA LEY 1448 DE 2011 ........................................................................... 114
6.2.1. Disposiciones generales .................................................................................................... 115
6.2.2. Carga de la prueba e inversión de la carga de la prueba .................................................. 117
6.2.3. Presunciones y fuentes de información ............................................................................ 119
Unidad 7: FALLO Y POST-FALLO EN EL MARCO DE LA LEY 1448 DE 2011 ................................................. 135
7.1 CONTENIDO DEL FALLO ................................................................................................................... 137
7.1.1. Formalización .................................................................................................................... 138
7.1.2. Protección.......................................................................................................................... 141
7.1.3. Compensaciones................................................................................................................ 142
7.1.4. Contratos para el uso del predio restituido ...................................................................... 143
7.1.5. Goce efectivo de los derechos .......................................................................................... 144
7.1.6. Competencias extraordinarias del juez transicional de restitución ................................. 145
7.2 MEDIDAS POST RESTITUCIÓN ......................................................................................................... 147
3
INTRODUCCIÓN
Este esfuerzo por revertir el despojo es un paso necesario para recuperar una decencia
mínima para la democracia colombiana, pero es claro que es un proceso que será muy
difícil si queremos que logre resultados significativos. Además es necesario que la
restitución se articule a medidas complementarias para consolidar la paz, la democracia
y la justicia en el sector rural.
La restitución es necesaria primero y ante todo por razones éticas. La mínima decencia
obliga, como sociedad, a hacer justicia a los millones de desplazados, que fueron
despojados de sus tierras y vieron sus vidas truncadas. No resulta admisible legitimar
fortunas obtenidas a costa del sufrimiento y el patrimonio de las víctimas.
Pero este proceso, tan importante, enfrenta enormes dificultades. Las experiencias de
restitución en otros países, como en Bosnia o Sudáfrica, se intentaron en general una vez
terminado el conflicto armado o derribado el régimen opresor, lo cual no sucede en
Colombia. La guerra continúa y muchos de los poderes que han estado detrás del
despojo siguen dominando en muchas regiones. Los desafíos de seguridad son entonces
enormes, no sólo para las víctimas sino también para los funcionarios y funcionarias que
adelantarán esos procesos.
4
alcance de ese proceso de restitución tomando en cuenta su finalidad propia y
específica, como instrumento de justicia transicional para revertir un despojo masivo de
millones de hectáreas.
Igualmente, la restitución, para que sea efectiva, implica que en el proceso civil se lleven
a cabo labores de investigación para clarificar los mecanismos de despojo, que parecen
más propios de investigaciones criminales. Es entonces importante que los jueces
transicionales de restitución o la Unidad de Restitución del Ministerio de Agricultura
acierten en el diseño de estrategias adecuadas para adelantar esas investigaciones.
Pero aun si se logra superar estos problemas, esto automáticamente no llevará a una
situación ideal de distribución de la propiedad de la tierra. Antes del despojo de las
últimas décadas, la propiedad agraria ya estaba muy concentrada y muchos campesinos
vivían en la pobreza extrema. Colombia vivió entonces una verdadera contrarreforma
agraria, pues eso fue el despojo, pero sin que previamente hubiera habido una genuina
reforma agraria. Además, el modelo de desarrollo rural de los últimos años, fundado
sobre todo en las empresas agroindustriales, no ha sido favorable al campesinado ni a
los grupos étnicos.
No basta entonces con borrar las consecuencias del despojo por medio de la restitución.
Son necesarias medidas complementarias, que logren una mayor equidad en el campo;
es pues imperativo que Colombia adopte una reforma rural integral, como la propuesta
por el reciente informe de desarrollo humano del PNUD, que prevea un lugar
productivo digno al campesinado y a los grupos étnicos.
Este módulo de aprendizaje autodirigido tiene entonces como objetivo principal que los
funcionarios y funcionarias judiciales logren aplicar en forma creativa pero rigurosa los
contenidos normativos regulatorios de la acción de restitución, tomando en cuenta su
carácter atípico y especial como instrumento de justicia transicional. Para lograr ese
5
propósito básico, el módulo pretende desarrollar elementos conceptuales y de
conocimiento, pero también promover ciertas actitudes y desarrollar elementos técnico
jurídicos, obviamente dentro del estricto respeto de la independencia judicial.
Desde el punto de vista de actitud, el módulo busca que los funcionarios y funcionarias
judiciales comprendan la particularidad de esta acción de restitución, que no puede ni
debe ser interpretada como si fuese una acción judicial civil de tiempos de normalidad,
la cual puede ser comprendida con base en los principios civiles previstos para tiempos
de paz. Esta es una acción especial prevista para enfrentar un fenómeno extraordinario
de violencia y despojo masivo, que requiere entonces ser comprendida a partir de esa
finalidad particular. Sólo así se podrá comprender que la Ley 1448 haya otorgado
poderes especiales al juez transicional de restitución, como su facultad de anular
sentencias o actos administrativos, o que haya previsto presunciones o la inversión de la
carga de la prueba, disposiciones que no son propias del derecho civil en tiempos de
normalidad.
Con el trasfondo de una sociedad que busca enfrentar un problema de una considerable
magnitud y tras largas décadas de violencia, la tercera unidad tiene como objetivo
presentar el panorama breve del despojo como la guía metodológica para iniciar el
estudio de los contenidos de la Ley 1448. Se trata entonces de presentar a los discentes
6
por qué, en un contexto de violencia generalizada y desposesión masiva, es prudente
tener dudas sobre la legitimidad de los títulos y de las relaciones jurídicas sobre los
predios rurales. Con esta presentación además de sembrar esta duda, se pretende que
los funcionarios y funcionarias judiciales comprendan la razón de ser de algunas de las
características procesales de la acción de restitución.
Finalmente, la séptima unidad, que cierra el módulo, presenta los aspectos relacionados
con las etapas del fallo y actividades post fallo que deberán ser vigiladas por los
funcionarios y funcionarias judiciales. En virtud de lo establecido expresamente por la
Ley 1448, el juez transicional de restitución debe asumir un rol capital en la etapa post
sentencia. Para que ello sea posible, las órdenes complejas a ser emitidas deben pensarse
y estructurarse teniendo en cuenta que de ellas se hará un estricto seguimiento. En esta
última unidad se analizan tanto estas órdenes de naturaleza compleja, como los desafíos
que presenta su seguimiento judicial.
7
reparación y restitución para estos grupos fue desarrollada por decretos leyes
específicos, que si bien retoman algunos aspectos de la Ley 1448, tienen, como es obvio,
muchas particularidades. La presentación de esta ruta étnica de restitución será objeto
de módulos específicos y por ello no es abordada en este texto.
8
Objetivos generales del módulo
Og 1.
2.
Identificar y analizar las principales características del concepto de la
Justicia Transicional, tanto a nivel teórico como comparado.
Discutir el rol que deben adoptar los funcionarios y funcionarias
judiciales en la aplicación de un modelo de justicia transicional civil.
3. Comprender la importancia del proceso de restitución de tierras y su
relevancia a efectos de revertir el abandono forzado y el despojo de tierras y
de salvaguardar los derechos de las víctimas.
4. Identificar el conjunto de procedimientos que hacen parte de la ruta
de restitución creada por la Ley 1448 de 2011 y sus decretos reglamentarios.
Para ello se exponen en detalle las vías y los pasos que conforman la ruta de
restitución (tanto en su etapa administrativa como judicial), desarrollando
los pasos que deben surtirse en cada una de las etapas y se introducen
algunos elementos a tener en cuenta en los diferentes pasos de la ruta.
5. Profundizar cada uno los aspectos relacionados con la acción de
restitución de tierras contenida en la Ley 1448 de 2011, haciendo especial
énfasis en los contenidos y procedimientos que son de competencia de los
jueces y magistrados transicionales de restitución.
6. Examinar el régimen probatorio establecido en la Ley 1448 de 2011
en relación con la acción de restitución.
7. Distinguir las particularidades y profundizar en algunos aspectos
relacionados con el contenido del fallo y las medidas post restitución, en los
procesos derivados de la Acción de Restitución establecida en la Ley 1448
de 2011.
9
Objetivos específicos del módulo
Unidad 1
10
funcionarios y funcionarias de restitución, las habilidades requeridas y los
elementos de análisis que deben tener en cuenta prioritariamente.
5.3. Resaltar el carácter transicional de la acción de restitución
identificando cómo opera este marco en los procesos judiciales de
restitución y formalización de tierras.
5.4. Referir las características especiales de la acción de restitución de la
Ley 1448 de 2011.
Unidad 6
6.1. Profundizar en algunos aspectos relacionados con la actividad
probatoria en el marco de la Acción de Restitución establecida en la Ley
1448 de 2011.
6.2. Examinar las implicaciones de la incorporación del principio de buena
fe en el procedimiento de restitución y formalización.
6.3. Analizar el régimen probatorio de la Acción de Restitución en lo
atinente a las presunciones, la inversión de carga de la prueba, la
aceptación y valor de pruebas sumarias y de las pruebas fidedignas.
6.4. Analizar las presunciones específicas establecidas por la Ley 1448
respecto del proceso de la Acción de Restitución y Formalización de tierras
y su aplicación concreta dentro del debate probatorio.
Unidad 7
7.1. Examinar las disposiciones relacionadas con el contenido del fallo en
los procesos de restitución, a fin de identificar sus particularidades.
7.2. Exponer el marco normativo relacionado con las acciones post-fallo y
el mantenimiento de competencia.
7.3. Identificar los desafíos que enfrentarán los funcionarios y funcionarias
judiciales en relación con el fallo y las acciones post restitución.
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Unidad 1 JUSTICIA TRANSICIONAL
Objetivo general
12
Objetivos específicos
13
Mapa de la Unidad
Procesos
Desarme, Reforma
reintegración Institucional
Verdad, Justicia y
Reparación
Mecanismos
Actividad pedagógica
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mayor nivel posible, los derechos a la verdad, la justicia y la reparación de las
víctimas frente a un pasado de graves y sistemáticas violaciones de los
derechos humanos, teniendo como límite la medida de lo que resulte
conducente al logro y mantenimiento de la paz social. En este sentido, la
justicia transicional se ocupa de procesos mediante los cuales se realizan
transformaciones radicales a una sociedad que atraviesa por un conflicto o
post conflicto, que plantean grandes dilemas originados en la compleja lucha
por lograr un equilibrio entre la paz y la justicia. El propósito fundamental
es el de impedir que hechos acaecidos en el marco de un conflicto vuelvan a
ocurrir, motivo por el cual su función se concentra en el conocimiento de la
verdad y en la reparación, buscando así dar respuesta a los problemas
asociados a un conjunto de abusos en contra de los derechos humanos, en un
contexto democrático y aplicando medidas de naturaleza judicial o no
judicial, a los responsables de los crímenes.
Preguntas y ejercicios
15
un contexto “ordinario” frente a un contexto transicional”?
3. Si tales diferencias encontraran justificación ética y normativa,
¿Cuál debería ser el rol del Estado en un contexto de
transición?
Lo mismo sucede con el carácter “transicional” de este término, el cual sugiere que la
sociedad en cuestión enfrenta un pasado de violaciones de derechos humanos a gran
escala, producto de un conflicto ya terminado, mediante la instauración de mecanismos
transicionales. Sin embargo, en el mundo estos mecanismos son implementados de
manera creciente durante conflictos armados. La palabra “transicional” también puede
reflejar la imperfección de estos dispositivos jurídicos debido a la capacidad
institucional limitada o el periodo limitado de transición durante el cual los medios
específicos son necesarios.
16
acertada expresión de Pablo de Greiff1. En ese sentido, la Justicia Transicional es, por un
lado, una disciplina normativa, pues exige que las transiciones respeten ciertos
estándares de justicia, que hoy no son únicamente exigencias éticas, sino también
normas jurídicas cuya imperatividad se ha ido consolidando en las últimas décadas.
Pero, de otro lado, los estudios de Justicia Transicional también se desarrollan con
perspectivas empíricas, puesto que reconocen que la lógica de los procesos
transicionales impone limitaciones a la satisfacción plena de las exigencias de justicia y
de los derechos de las víctimas. Por esta razón, como bien lo ha destacado Iván Orozco,
la Justicia Transicional implica una tensión muy fuerte entre las posiciones que insisten
en los elementos contextuales y fácticos, que particularizan los procesos y restringen la
fuerza de las normas relevantes, y las pretensiones idealistas y normativas, que
defienden la aplicación de estándares cada vez más universales a estos procesos2.
Para entender entonces las implicaciones de este concepto, pero sin obviar que existen
álgidos e interesantes debates sobre el mismo, se considera que el mejor punto de
partida son los objetivos que la Justicia Transicional pretende alcanzar.
La Justicia Transicional pretende alcanzar una serie de objetivos que pueden a veces
parecer contradictorios y abrumadores. Entre estos objetivos se destaca el interés por:
garantizar la responsabilidad individual de los perpetradores, acompañar a las víctimas,
alcanzar la reconciliación, reparar a las víctimas, impedir la recurrencia de las injusticias,
recordar la historia, y, de manera más general, alcanzar una paz duradera, combatir la
impunidad y lograr aceptar el pasado. Así las cosas, al enfrentar situaciones de conflicto
(interno e internacional), las sociedades y los Estados están obligados, a pesar de que sus
instituciones se encuentren debilitadas o hayan sido destruidas, a desmantelar los
aparatos reproductores de violencia – o prevenir que éstos se renueven en aquellos
casos en donde se han ya desmantelado – y, al mismo tiempo, satisfacer las necesidades
de miles o millones de víctimas.
Con base en la experiencia comparada, se puede decir que las sociedades usualmente
han buscado adelantar estos diversos objetivos a partir de una serie de mecanismos que
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se agrupan, generalmente en tres procesos distintos, pero interrelacionados. Estos
procesos son: (i) el mantenimiento o la consecución de la paz, para lo cual usualmente se
realizan procesos de desmovilización, desarme y reinserción (DDR); (ii) la realización de
los derechos de las víctimas, lo cual se concreta en la satisfacción de los derechos básicos
a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición; y (iii) la reforma
institucional orientada a la democratización, que se adelanta a partir de diversos
mecanismos de reforma legal y de construcción de capacidad institucional.
Buena parte de los debates sobre el tema de Justicia Transicional examinan las relaciones
entre esos objetivos. Esto es a lo que comúnmente se le denomina dilemas o tensiones
implícitas de la Justicia Transicional. Por ejemplo, debates recurrentes en la materia son
aquellos relativos al presunto enfrentamiento entre los ideales de justicia y de paz, o
entre reconciliación y persecución penal, y entre sí en contextos de limitaciones
estructurales debe preferirse enfrentar las necesidades pasadas, o más bien las presentes y
futuras. Como se mencionó previamente, en la actualidad se entiende que una de las
características y objetivos primordiales de cualquier modelo de Justicia Transicional es
precisamente alcanzar un adecuado balance entre paz y justicia, así como entre justicia y
reconciliación. Si bien estas metas no son inherentemente opuestas, el balance es hoy en
día más difícil que en el pasado pues existen normas internacionales que obligan
sancionar los responsables de graves violaciones de derechos humanos. Por ello, una
visión que solamente abogue por la consecución de la paz y la reconciliación sin un
mínimo de justicia no es actualmente aceptable.
No existe entonces una fórmula única de transición ni una norma jurídica que de
manera categórica señale una respuesta correcta a cada uno de estos interrogantes. Las
sociedades tienen a su alcance las herramientas y de allí deberán considerar en su caso
concreto cuál es el modelo que se adapta a sus necesidades, siguiendo obviamente los
estándares jurídicos mínimos impuestos por el derecho internacional.
18
Actividad pedagógica
El genocidio en Ruanda3
Después de la Primera Guerra Mundial, Ruanda, que para entonces era una
colonia alemana, fue confiada a Bélgica bajo un mandato internacional de
supervisión. Desde aquella época, la sociedad ruandesa se dividió en dos
bandos: los tutsi que querían la independencia bajo el sistema existente, y los
hutus que querían una independencia emancipada de lo que llamaban “el
feudalismo tutsi”. El protectorado belga apoyó a los hutus, quienes en 1961
abolieron la monarquía tutsi e instauraron una república hutu. Este nuevo
régimen empezó una campaña de persecución a los tutsis que produjo la
muerte de 20,000 tutsis y la migración de 300,000 personas a países vecinos.
En 1973, el general hutu Juvenal Habyarimana se tomó el poder mediante
un golpe de estado. Durante la dictadura las persecuciones continuaron y
para los años 80, el número de tutsis exilados en los países vecinos había
crecido a unas 800,000 personas (de una población de total de 6 millones).
En 1990, el Frente Patriótico Ruandés (FPR), conformado por tutsi
exilados, empezó una campaña militar en Ruanda para acabar con las
persecuciones y permitir el regreso de los tutsi exilados. Esta campaña tuvo
algunos éxitos militares y logró la toma de algunos territorios del norte del
país, lo cual desencadenó un intenso conflicto. En agosto 1993, un acuerdo
de paz fue firmado. Este acuerdo establecía una repartición de poder entre
hutus y tutsis. Sin embargo, la oposición de extremistas de las dos partes
hizo que el acuerdo nunca fuera implementado. El 6 de abril 1994, el avión
del entonces presidente de Ruanda fue derribado, llevando a la muerte del
dirigente hutu. Las dos partes se acusaron mutualmente del asesinato. En las
horas siguientes a la muerte del presidente, extremistas hutus empezaron
una campaña masiva de exterminio de la población tutsi restante en Ruanda
y de los hutus moderados.
El genocidio fue conducido por los extremistas de las fuerzas armadas
ruandesas y por milicias hutus. En primer lugar, asesinaron a los líderes
políticos hutus que se podían tomar el poder y a otros actores políticos que
3HRW. (1° de marzo de 1999). Leave none to tell the story: Genocide in Rwanda (updated, 1° de abril de
2004); UNHCR. (1° enero de 2000). “The Rwandan genocide and its aftermath”, The State of the World´s
Refugees; OAU. (mayo 2000). Rapport sur le Genocide Rwandais; BBC. (18 de Diciembre de 2008). Rwanda:
How the genocide happened.
19
consideraban como moderados. Los extremistas hutus utilizaron las
estructuras estatales y la radio para ordenar a los ciudadanos exterminar los
tutsis y los hutus que se opusieran al genocidio. Armas (principalmente
machetes) fueron distribuidas de manera masiva para cumplir el exterminio.
Como respuesta a las masacres se reinició la guerra civil.
Se estima que 200,000 personas participaron en el genocidio, las
cuales masacraron, en aproximadamente 100 días, a 800,000 personas, de
una población total de 7,3 millones. Durante estos 100 días, miles de mujeres
fueron violadas de manera brutal y sistemática. Se estima que un 70% de
ellas habría sufrido el contagio del VIH. Muchas de las víctimas fueron
torturadas y asesinadas de manera cruel y brutal. Con el avance de las
fuerzas armadas del FPR, dos millones de hutus huyeron a los países
vecinos. Como es de esperarse, la economía y la infraestructura del país
fueron afectadas gravemente por el genocidio y el conflicto. Para la fecha de
terminación del genocidio, en 1994, Ruanda tenía un PIB de $416 p/p.
Preguntas y ejercicios
1. Con base en estos hechos ¿Cuál creería usted que son las
limitaciones que enfrentaría la justicia ordinaria de ese país
para cumplir sus objetivos?
2. ¿Cuál cree usted que podrían ser los objetivos de un modelo de
Justicia Transicional aplicado a las circunstancias descritas?
3. Analice y debata con algunas colegas en qué medida la idea de
Justicia Transicional altera las concepciones clásicas de la
justicia ordinaria.
20
Las investigaciones y el procesamiento de dirigentes poderosos y de los “más
responsables” ayudan a consolidar el Estado de derecho y ayudan a restablecer la
confianza entre los ciudadanos y el Estado. Cuando se trata de violaciones masivas y
sistemáticas, los sistemas penales generalmente no dan abasto, frente a lo cual
generalmente se deben tomar decisiones de política criminal que reserven ciertos
enjuiciamientos. Sin embargo las normas internacionales hacen que los Estados no se
pueden rehusar a investigar y procesar ciertos crímenes considerados como
especialmente graves por la comunidad internacional.
Los programas masivos de reparación tienen como propósito esencial restituir los
derechos de las víctimas, reconocer su condición de ciudadanos con plenos derechos y
recuperar el tejido social. Por estas razones, los programas de reparación suelen poner
mayor énfasis en los componentes de restitución, compensación y rehabilitación. No
obstante, estos programas de reparaciones pueden ir desde los muy básicos, es decir, la
simple entrega de dinero en efectivo, hasta los sumamente complejos, es decir, distribuir
dinero pero también atención de salud, apoyo educacional y de vivienda, etc., además
de medidas simbólicas, tanto individuales como colectivas.
Es común que en las negociaciones de paz con grupos armados se pacten modelos de
amnistías o indultos para garantizar desarmes y reinserciones masivas de combatientes.
De manera central, las amnistías que impiden el enjuiciamiento de las personas que
pueden resultar jurídicamente responsables de crímenes de guerra, genocidio, crímenes
de lesa humanidad y otras violaciones graves de los derechos humanos son
incompatibles con las obligaciones que incumben a los Estados en virtud de diversas
fuentes de derecho internacional. En este sentido, las amnistías generales son prohibidas
21
e inconsistentes con varios instrumentos internacionales de derechos humanos, en tanto
crean un clima de impunidad y niegan a las víctimas el derecho a la justicia.
Los ejercicios de memoria pueden incluir distintas actividades apoyadas por el Estado
que pueden variar en alcance, impacto y visibilidad, así como acciones que reflejan
esfuerzos individuales, grupales o comunitarios específicos. Igualmente, los Estados
tienen la obligación de asegurar que la información relativa a los períodos de opresión o
violencia será preservada, para evitar que la historia sea olvidada o re-escrita.
Actividades pedagógicas
Si NO
Hay que priorizar la reconciliación por encima
de otras consideraciones morales, si no, nunca
habrá paz
Hay que evitar la justicia si pone en riesgo el
proceso de paz
Recordar está bien, pero no se puede estar
22
siempre mirando al pasado
Muchas víctimas quieren olvidar pues eso les
ayuda a disminuir el sufrimiento
La mejor medida de reparación es superar la
pobreza que viven las víctimas
Autoevaluación
Preguntas y ejercicios
4
Procuraduría General de la Nación. (2009). La Voz de las Regiones. Con el apoyo de Asdi y el Consejo
Noruego para Refugiados. pp. 482 y 486. Bogotá.
5
Véase Superintendencia de Notariado y Registro. (2011). Informe sobre el despojo de tierras en el Urabá
Antioqueño.
23
1. Con base en estos hechos ¿cuál creería usted que son las
limitaciones que enfrenta la justicia ordinaria para resolver
estos casos de manera integral?
2. Debata con algunos colegas en qué medida un enfoque de
Justicia Transicional es o no relevante para solucionar estos
casos.
Jurisprudencia
J -
-
Corte Constitucional, Sentencia C-370 de 2006
Corte Constitucional, Sentencia C-1199 de 2008
Bibliografía seleccionada
24
http://www.ohchr.org/Documents/Publications/RuleoflawTruth
Commissionssp.pdf
ONU. (2006e). Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Instrumentos del
estado de derecho para sociedades que han salido de un conflicto.
Iniciativas de enjuiciamiento.
http://www.ohchr.org/Documents/Publications/RuleoflawProse
cutionssp.pdf
ONU. (2008). Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Instrumentos del
estado de derecho para sociedades que han salido de un conflicto.
Programas de reparaciones.
http://www.ohchr.org/Documents/Publications/ReparationsProg
rammesSP.pdf
Orozco Abad, Iván. (2009). Justica Transicional en tiempos del
deber de memoria. Bogotá: Editorial Temis.
Romero, Mauricio, ed. (2008). Verdad, memoria y
reconstrucción: estudios de caso y análisis comparado. Bogotá: ICTJ.
Uprimny Yepes, Rodrigo; Catalina Botero Marino; Esteban
Restrepo; María Paula Saffon. (2006). ¿Justicia transicional sin
transición? Verdad, justicia y reparación para Colombia. Bogotá:
Dejusticia.
25
2
JUSTICIA TRANSICIONAL CIVIL Y
ROL DE LOS FUNCIONARIOS Y
Unidad FUNCIONARIAS JUDICIALES
Objetivo general
Objetivos específicos
26
Mapa de la Unidad
Justicia Transicional
Civil
Potencialidades Limitaciones
Fallo y post
Gerencia
Cautelares
Fuentes
normativas Interpretación
6 Las intervenciones internacionales en países con legados de graves violaciones a derechos humanos e
infracciones al derecho internacional humanitario se han concentrado, por ejemplo, en las investigaciones
penales como ha sido el caso de los Tribunales Penales especiales para la Antigua Yugoslavia, Ruanda,
Sierra Leona; así como los tribunales híbridos de Camboya y Timor del Este.
27
Sin embargo, en no pocas oportunidades, los conflictos han producido afectaciones
graves a derechos que, en tiempos de paz, se regulan a partir de normas de derecho
privado. El despojo de propiedades es una de ellas. Si bien, durante las primeras
experiencias comparadas de transición el derecho de propiedad y las relaciones sobre
los bienes no acapararon la atención principal de quienes diseñaron medidas de
transición, y en algunos casos ni siquiera fueron tenidos en cuenta, durante los últimos
años se ha suscitado un interés internacional por enfrentar las consecuencias de estas
acciones7. La cuestión, no obstante, es que al hacerlo se puede notar que existe a nivel
conceptual y normativo una brecha importante entre la atención que ha recibido el trato
de los temas de derecho público y los de derecho privado alrededor del mundo. Así, por
ejemplo, quienes han teorizado sobre los objetivos y necesidades de la Justicia
Transicional han avanzado notablemente en releer conceptos y principios básicos de
derecho penal como el debido proceso, el principio de legalidad, el fin de la pena, la
presunción de inocencia, entre otros8. Al mismo tiempo, en cuanto a cómo adelantar
procesos penales en tiempos de transición o post conflicto existen también muchos
desarrollos teóricos sobre la investigación y adelantamiento de juicios como las
doctrinas de selección y priorización, las teorías sobre el más responsable, la atribución
de crímenes de subordinados al dirigente, la investigación de crímenes de sistema, entre
otros.
Actividades pedagógicas
28
Los desarrollos en materia de la relación entre la aplicación de normas y principios del
derecho privado en tiempos de conflicto o transición es muy limitada. Si bien existe
abundante literatura académica que reconoce y analiza distintos mecanismos de Justicia
Transicional civil – incluyendo programas de restitución de tierras y vivienda,
programas de restitución de propiedad cultural y acciones legales de derecho privado –
que han operado para enfrentar el pasado, garantizar reconocimiento a las víctimas y
para hacer responsables a los perpetradores, lamentablemente, las lecciones de esta
literatura no han sido articuladas para pensar, a nivel conceptual, las implicaciones
dogmáticas y normativas de la aplicación de las normas de derecho privado en
contextos de transición.
Esto quiere decir que con la noción de “justicia transicional civil” no se propone una
visión totalmente novedosa de las reparaciones o de la justicia transicional; más bien lo
que se busca es reconstruir preocupaciones que ya estaban presentes, pero en forma
implícita, en ciertos programas de restitución masiva o en reflexiones teóricas. Para
desarrollar esta propuesta, en esta sección se delimita de manera general el objeto de
estudio. Así, en primera medida se presentan las potencialidades que puede tener la
justicia civil para contribuir con los objetivos de una transición democrática. En segundo
lugar, se aborda el estudio de los principios generales de derecho civil y su aplicación en
tiempos de transición, tanto de manera general como en concreto, a partir de los
postulados de la acción de restitución contenida en la Ley 1448 de 2011. Finalmente, la
unidad se concentra en el rol que deben adoptar los funcionarios y funcionarias
judiciales para que en el ejercicio de sus funciones se conviertan en verdaderos
participantes y ejecutores de una estrategia de justicia de estas características.
9 Atuahene, Bernadette. (2010). “Property and Transitional Justice”, 58 U.C.L.A. L. R. Discourse 65, 66.
29
2.1. LA POTENCIALIDAD DE LOS MECANISMOS DE DERECHO PRIVADO
PARA AVANZAR LOS OBJETIVOS DE TRANSICIÓN
En tercer lugar, una ventaja significativa que tienen las jurisdicciones civiles en muchos
países es que pueden garantizar, muchas veces, la única alternativa posible de
conocimiento de un caso. Así, incluso cuando las autoridades estatales son reticentes a la
hora de adelantar procesos penales, es posible reclamar la responsabilidad legal civil en
casos de violación y de presunta complicidad de actores económicos. Con esto, la
justicia civil se puede convertir en la única autoridad independiente que pueda proveer
a las víctimas el reconocimiento y reafirmación de los derechos vulnerados con las
violaciones.
En cuarto lugar, aun cuando el derecho civil no usa el lenguaje del derecho de los
derechos humanos (y, por ejemplo, puede no clasificar el daño como “tortura”,
“desplazamiento forzado”, etc.), las jurisdicciones civiles protegen intereses como la
vida, la libertad, la dignidad, la integridad física y mental, y la propiedad. De hecho,
uno de los principales propósitos del derecho civil es proteger los intereses personales y
proporcionar remedios legales a quienes han sufrido daños. Así, tanto en los regímenes
jurídicos de la tradición angloamericana como continental europea, el derecho de la
responsabilidad extracontractual está diseñado para proporcionar remedios legales para
cualquier daño sufrido por cualquier clase de interés que la sociedad considere digno de
protección.
30
Finalmente, los procesos civiles pueden facilitar el acceso a la justicia y la reparación de
las víctimas, pues los estándares de derecho penal podrían convertirse en exigencias
muy elevadas en tiempos de transición. En contraste, a los efectos de la responsabilidad
civil es irrelevante si el civilmente obligado – por ejemplo, una sociedad mercantil -era o
no un autor principal o accesorio. La mayoría de las veces el derecho civil no usa la
palabra complicidad ni establece una distinción entre cómplices y autores directos y
mediatos. En general, todos los sujetos cuya conducta contribuya en mayor o menor
medida al daño sufrido por otro pueden tener que asumir su responsabilidad civil,
hayan o no: instigado la situación, causado de forma activa el daño, o ayudado al sujeto
principal.
El hecho de que instrumentos de justicia civil pueden contribuir con los fines de la
transición es una conclusión importante, pero que requiere de al menos dos precisiones
para no sobrevalorar su posible impacto. En primer lugar, las potencialidades del
Sherraden Michael. (1991). Assets and the poor. A new American welfare policy. Pág. 151 y ss. Armonk, NY:
10
M.E. Sharpe.
31
derecho privado para alcanzar ciertos objetivos más generales de democratización y
reconciliación no pueden exagerarse, porque cada uno de los mecanismos de transición
que implemente una sociedad debería tener unos objetivos definidos, pero modestos. En
segundo lugar, la justicia civil como el resto del sistema judicial en tiempo de transición,
enfrenta desafíos y limitaciones particulares y por esa razón, es necesario repensar sus
contenidos y procedimientos para que puedan ser adaptadas a las necesidades de la
transición.
Como todos los sistemas normativos, el derecho civil se asienta en una serie de
presupuestos y expectativas normativas. Estos presupuestos se expresan a partir de
principios y generan las presunciones generales de aplicación y de interpretación de las
normas. Fundamentalmente, la legislación civil parte del supuesto de que personas
libres interactúan entre ellas y con relación a las cosas en un ambiente libre y justo. Dos
principios cardinales se desprenden de esta ficción jurídica: la autonomía privada de la
voluntad y el orden público justo.
El carácter libertario e individualista que inspira los sistemas de derecho civil parte de la
base de que los sujetos deben ser, en general, libres para auto-regularse. Es así como la
teoría de la autonomía de la voluntad no se limita a la exaltación de la voluntad
soberana como creadora de relaciones jurídicas, sino que estipula, además, que esa
voluntad no debe limitarse más que por motivos imperiosos de orden público y que
tales restricciones deben reducirse a su mínima expresión. La presunción general de la
autonomía privada de la voluntad se articula con otros principios y características
determinantes del derecho privado. Por ejemplo, la capacidad - o aptitud para ser titular
de derechos y obligaciones- , la protección y regulación de las formas de declaración de
la voluntad, y la presunción de la buena fe subjetiva, entre otras. Estos principios tienen
un elemento común: el supuesto de un contexto pacífico en donde por regla general
existe una libre circulación de bienes y las decisiones son tomadas de manera consciente
y libre de vicios.
32
contratantes, garantizar el cumplimiento de los contratos – otorgando acciones legales
en caso de incumplimiento-, respetar los acuerdos contractuales y reducir los costos
para contratar. Por ello, las leyes que rigen los contratos son supletorias de la voluntad
de los contratantes, aplicándose sólo en el caso de silencio.
La segunda ficción general que asume el derecho civil es que, si bien la interacción
individual buscará el bienestar personal y la ganancia, las relaciones privadas se
sostienen en un orden general medianamente justo y equitativo. De allí que la
autonomía individual sea admitida de manera general, pero con restricciones: es
admisible siempre que no contraríe disposiciones imperativas de la ley, comúnmente
conocidas como normas de orden público. La moralidad del orden social y el anhelo de
justicia, en el que se inscribe el derecho civil, se denota asimismo en conceptos y
principios tales como las buenas costumbres, la teoría del abuso de derechos, la
prohibición del enriquecimiento sin causa, y en estándares de conducta como las del
“buen hombre de negocios” o el “buen padre de familia”.
Actividad pedagógica
11Yamile, Salinas. (2010). “La protección y restitución de las tierras y bienes inmuebles de las víctimas del
desplazamiento”. En: Cesar Rodríguez Garavito, Más allá del desplazamiento. Políticas, derechos y superación
del desplazamiento forzado en Colombia. Bogotá: Ediciones Uniandes.
33
La posesión de mala de fe
Ahora bien, en tanto que la Justicia Transicional se fundamenta en una faceta tanto
correctiva como prospectiva, la tarea no es alterar la fundamentación del derecho civil,
sino más bien reconstituirlo para generar, a partir de su aplicación temporalmente
adaptada, un horizonte de orden justo y equitativo en donde impere la voluntad libre.
Es decir, en tiempos de transición la implementación del derecho civil y sus principios
no debe ser ciega al contexto general que enfrenta, tanto en las limitaciones fácticas que
puede tener su aplicación, como en las consecuencias contextuales que pueden afectar
su aplicación dogmática. Las presunciones o ficciones generales que se establecen para
facilitar la regulación de las relaciones sociales deberán entonces confrontarse con la
realidad y, en caso necesario, ceder ante los imperativos específicos del contexto. A su
vez, en cualquier contexto, la aplicación del derecho - tanto público, como privado -,
tiene el objetivo final de garantizar en una sociedad la paz, la seguridad y la estabilidad
públicas. En consecuencia, la ponderación concreta de la aplicación o no de las ficciones
deberá hacerse con base en estos principios.
Así las cosas, para aprovechar las potencialidades de la justicia civil como un
mecanismo de justicia que pueda contribuir con los objetivos de la transición, se debe
partir por una reinterpretación de los principios más básicos de este sistema normativo
para readecuarlos – más no remplazarlos – en tiempos de transición. Esto no quiere
decir, en todo caso, que todos los principios de derecho privado o de derecho procesal
civil son per se contrarios al ideario que pretende la implementación de las medidas de
transición. Principios como los de acceso a la justicia, debido proceso, celeridad y
economía procesal, pueden ser compatibles con las necesidades y objetivos de la Justicia
Transicional. Esta compatibilidad no es en todo caso predicable de manera general. En
algunos casos, la implementación en la práctica de estos principios requerirá un estudio
34
de su complementariedad con otros principios, y en otros, requerirá de su ponderación
concreta.
Esta concepción, sin embargo, debe ser complementada si se quieren potenciar algunos
objetivos deseables en un proceso de transición democrática. Así, el acceso a la justicia
puede potenciarse, por ejemplo, para dar cabida y voz a las víctimas dentro del proceso
y no ser simplemente visto como el derecho de una “parte” a obtener una decisión.
Dentro de la vocación correctiva de una injusticia generalizada, el acceso a la justicia
debería ser entendido no solamente como una herramienta para que las partes obtengan
un pronunciamiento definitivo sobre el objeto litigioso, sino como una garantía de que
la autoridad judicial protegerá el derecho controvertido y asegurará su realización, ya
fuere en contra del Estado o de los particulares.
35
Para que el modelo de Justicia Transicional llegue a ser implementado se requiere que
los funcionarios y funcionarias judiciales comprendan la importancia de su rol como
participantes del modelo y que cuentan con unas competencias y capacidades únicas
para hacer que éste sea exitoso. La filosofía transicional repercute entonces no solo en las
decisiones en lo macro, sino además, se estructura a partir de la forma en la que en el día
a día se deciden los casos. En desarrollo de esta tarea, algunos enfoques y roles son
claves.
En segundo lugar, con la dirección técnica del juez se espera entonces un proceso más
igualitario en lo material, que a su vez resulte en un proceso más eficiente en lo técnico.
Es decir, un proceso en el que el juez asume la protección remedial de la parte débil,
impidiendo así que la parte fuerte utilice el proceso para el logro de ventajas tácticas12.
Esta igualación de fuerzas es inherente al proceso civil transicional por dos razones. La
primera, por el hecho de que al proceso acudirán víctimas de graves violaciones a
derechos humanos. La segunda se deriva del hecho de que la justicia social es uno de los
principios fundacionales de la jurisdicción agraria colombiana, la cual juega un rol
fundamental en la restitución de tierras en el país.
12López, Medina Diego. (2004). Nuevas Tendencias en la Dirección del Proceso. (1ra Ed.) Pág. 128. Bogotá:
Consejo Superior de la Judicatura, Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla.
36
Actividad pedagógica
Ap Haga una lectura del Decreto 2303 de 1989, que consagra el Estatuto
Agrario, analice los poderes y deberes del juez Agrario y correlaciónelos
con los principios de la administración técnica y social del proceso.
Así las cosas, existe una evidente correlación entre los principios y objetivos de la
Constitución Política, el derecho procesal moderno, y el derecho agrario. Todos estos
principios son, a su vez, no solo compatibles con el modelo de Justicia Transicional
Civil, sino además necesarios para su efectiva implementación. Asimismo, las normas
constitucionales y legales sustentan férreamente el rol proactivo que deben desplegar los
funcionarios y funcionarias judiciales encargados del conocimiento de las acciones de
restitución de tierras.
Una característica sustantiva del proceso transicional civil, que repercute en el rol que
deben jugar los funcionarios y funcionarias judiciales que conducen el proceso, es la
multiplicidad de fuentes jurídicas que intervienen en el este. Si bien el punto de partida
procesal está dado por las disposiciones de la Ley 1448 en materia de restitución, en
tanto esta crea un proceso atípico en el derecho procesal colombiano, una serie de
instrumentos jurídicos deberán entrar a complementar sustantiva y procesalmente los
postulados de esta Ley. En esa medida, los jueces transicionales de restitución deberán
tener presente que su función involucrará una serie de institutos jurídicos que se
desprenden de normatividad nacional – desde la propia constitución hasta fuentes
legales y reglamentarias -, así como de normatividad internacional que se integra al
ordenamiento doméstico a partir de la figura del bloque de constitucionalidad.
Así, por un lado, el juez transicional de restitución debe manejar correctamente la figura
de la integración normativa de derecho internacional de los derechos humanos 13. Los
jueces transicionales de restitución deberán aplicar en forma creativa pero rigurosa los
contenidos normativos incorporados al bloque de constitucionalidad, no sólo por cuanto
tienen el deber de hacerlo, sino además porque es una herramienta fundamental para
lograr un proceso de restitución de tierras ajustado a los requerimientos constitucionales
y a los estándares normativos de derechos humanos. De hecho, el propio artículo 27 de
13Para una guía metodológica sobre esta integración normativa en el constitucionalismo colombiano
consúltese: Rodrigo Uprimny Yepes. (2005). Bloque de Constitucionalidad, Derechos Humanos y Proceso Penal.
Bogotá: Consejo Superior de la Judicatura, Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla.
37
la Ley 1448 reitera los postulados constitucionales cuando establece que en lo dispuesto
en la Ley prevalecerá lo establecido en los tratados y convenios internacionales
ratificados por el país, y que en relación con la reparación administrativa “el intérprete
de las normas consagradas en la ley se encuentra en el deber de escoger y aplicar la
regulación o interpretación que más favorezca a la dignidad y libertad de la personas
humana, así como a la vigencia de los derechos humanos de las víctimas”.
Por otro lado, normas de derecho ordinario podrán ser necesarias para resolver los
distintos conflictos que se presenten en la implementación de la Ley 1448. Como ha sido
anotado, dos estatutos normativos contienen las reglas sustantivas que marcan la pauta
para la implementación del proceso atípico instaurado para la restitución y
formalización de tierras: el derecho civil y el derecho agrario. Una tarea inicial es
entonces conocer las diferentes aplicaciones de uno y otro para determinar su correcta
aplicación al procedimiento transicional.
No obstante, dado que la acción de restitución es una acción especial frente al derecho
civil ordinario, la remisión al Código Civil y al Código de Procedimiento Civil para
regular aspectos del proceso debe ser excepcional. Prueba de esto es la naturaleza
especial de las notificaciones o el deber que tiene el juez transicional de restitución de
acumular y fallar todos los procesos (con excepción de los penales) en los que se hallen
comprometidos derechos sobre el predio objeto de restitución.
38
se pueden llegar a presentar conflictos parciales entre las normas y principios que les
sirven de fundamento.
Un dispositivo procesal vital para el éxito del proceso de restitución es el de los poderes
cautelares con los que cuentan los funcionarios y funcionarias judiciales. Este
dispositivo, sin embargo, será efectivo solo en la medida en que los juzgadores asuman
un rol cautelar activo durante los procesos bajo su conocimiento. Esto quiere decir que
es importante entender la filosofía de la medida cautelar, las amplias capacidades del
juez transicional de restitución para garantizar la eficacia de la justicia y la protección de
personas e intereses, así como los diversas materias en las que se deberán hacer realidad
dichos poderes cautelares.
El parágrafo del artículo 86 de la Ley 1448 de 2011 establece poderes amplios a los
funcionarios y funcionarias judiciales para que decreten, en ese auto o en cualquier
estado del proceso, las medidas cautelares que considere pertinentes para prevenir un
daño inminente o para hacer cesar el que se estuviere causando sobre el inmueble. Así
las cosas, por expresa disposición legal, las medidas cautelares en el proceso transicional
tienen una función “cautelar”, en el sentido de preservar una situación jurídica frente al
ejercicio de jurisdicción por parte del tribunal transicional, y “tutelar” en el sentido de
preservar el ejercicio de los derechos humanos fundamentales consagrados en las
normas constitucionales e internacionales, evitando daños irreparables a las víctimas.
39
El seguimiento a las órdenes y etapa post-fallo
Actividades pedagógicas
Ejemplo:
- Desarme,
desmovilización y
Paz duradera y
reintegración
estable - Reforma institucional
- Reparaciones
14Recuerde que un mapa conceptual es una representación gráfica de una red de conceptos en la que se
resume el conocimiento a partir de temas que se enlazan a partir de su relación mutua.
40
los elementos conceptuales estudiados:
Actividad pedagógica
15 Tomado y adaptado de: “¿Y la tierra prometida?”. Diario El Espectador. 5 de enero de 2012.
41
defiende la buena voluntad de la norma y afirma que “la intención bajo
ningún motivo es afectar a los campesinos que fueron despojados de sus
predios, pero tampoco podemos pretender estropear los proyectos
productivos que están avanzando”. […]
Restrepo hizo énfasis en que sólo serán beneficiados “quienes están
explotando la tierra, que no son los despojadores, sino que por virtud de
las transacciones adquirieron el predio e hicieron un esfuerzo para
desarrollar un proceso productivo. Ellos pueden acordar un canon de
arrendamiento con el propietario original”. […]
Este artículo, a juicio de los expertos, abriría un boquete para que las
empresas que se han apropiado de grandes extensiones de tierra,
comprándolas a terceros y siendo en gran medida cómplices del
desplazamiento forzado, tengan una herramienta jurídica para defender
sus proyectos y no entregar los predios a sus verdaderos propietarios”.
Preguntas:
1. ¿Cuál debe ser el rol del juez transicional de restitución a
la hora de dictar sentencia para amparar los derechos de
las víctimas frente a los riesgos que podría tener la
incorrecta aplicación de la norma mencionada?
2. ¿Cuál debería ser el rol del juez transicional de restitución
en el seguimiento a la sentencia en aquellos casos en que
opere lo dispuesto en el artículo 99? Justifique sus
respuestas.
Autoevaluación
Hechos:
1. Mario Araújo y su esposa Catalina Pérez tomaron ocupación de un
predio baldío de la Nación el 3 de diciembre de 1981, cuya extensión
es de 21 has, el cual se encuentra ubicado en el municipio de
Canalete (Córdoba).
2. En diciembre de 1996, Catalina Pérez concibió a su primer hijo
Diego Araújo.
42
3. En el año 2002 la zona empezó a ser objeto de disputa por parte de
grupos distintas organizaciones armadas al margen de la ley.
4. En el 2007, se agudizaron los asesinatos en la zona rural del
municipio y la guerrilla procedió con la siembra de minas
antipersonales.
5. En diciembre de 2008 uno de estos grupos, no identificado por el
solicitante, ingresó a la vereda y dio muerte a Mario Araújo y a
otros habitantes de la zona.
6. En marzo de 2009, Catalina fue desaparecida, ignorándose
actualmente su paradero.
7. Como resultado de lo anterior Diego Araújo se desplazó a la ciudad
de Montería, junto con otros habitantes de la región, que desde
entonces cuidan de él.
8. En febrero de 2012 Diego Araújo (15 años de edad) presentó
solicitud de restitución y formalización ante las Oficinas de la
Unidad de Restitución. No obstante, de acuerdo con la
normatividad agraria, (artículo 1° de la Ley 160) son sujetos de
reforma agraria: hombres y mujeres campesinos de escasos recursos
mayores de 16 años que no la posean, los minifundistas, mujeres
campesinas jefes de hogar, comunidades indígenas y los
beneficiarios de los programas especiales que establezca el Gobierno
Nacional.
Preguntas:
1. ¿Cuál es el problema o problemas jurídicos que plantea
este caso?
2. ¿Qué obstáculos enfrenta el juez transicional de restitución
para resolverlos?
3. ¿Cuáles herramientas jurídicas le da la Ley de víctimas y
la implementación de la Justicia Transicional para
superarlos?
4. ¿Cómo creería usted que podría estar orientado el
contenido y la decisión de su fallo?
43
Bibliografía seleccionada
44
RETOS Y DESAFÍOS QUE DEBE
ENFRENTAR EL JUEZ
Og
Objetivo general
Objetivos específicos
Oe
Definir la base conceptual e histórica sobre el abandono forzado
y el despojo de tierras.
Contextualizar la problemática del despojo masivo de tierras en
Colombia, y su impacto en la ciudadanía política, haciendo
especial énfasis en las especiales condiciones de vulnerabilidad
y afectación de poblaciones específicas.
Exponer las tipologías de despojo de tierras a fin de identificar
las rutas mediante las cuales operó.
Identificar la relación existente entre las modalidades de
abandono forzado y despojo de tierras con las presunciones
45
desarrolladas en la Ley 1448 de 2011.
La Ley 1448 de 2011, cuyo propósito es reparar integralmente el daño causado a las
víctimas de violaciones graves y manifiestas a los derechos humanos e infracciones al
Derecho Internacional Humanitario, instituyó un procedimiento especial destinado a
restituir jurídica y materialmente las tierras despojadas a sus legítimos dueños.
En este sentido, el objeto de esta Unidad es identificar los desafíos que deben enfrentar
los funcionarios y funcionarias judiciales de cara a revertir el despojo y restaurar los
derechos de las víctimas de esta violación. Para ello se divide la unidad en dos
apartados. En el primero se exponen algunos elementos característicos del abandono
forzado y el despojo de tierras señalando aquellos factores que facilitaron su ocurrencia,
así como las herramientas y mecanismos que dispuso la Ley a efectos de superar el
problema. En segundo lugar, se identifican las principales tipologías o patrones de
despojo, tratando de establecer la relevancia de esta información para la implementación
de varias disposiciones contenidas en la Ley, especialmente las relacionadas con las
presunciones de despojo.
De conformidad con la Ley 1448 de 2011, se entiende por abandono forzado la situación
temporal o permanente a la que se ve abocada una persona forzada a desplazarse, razón
por la cual se ve impedida para ejercer la administración, explotación y contacto directo
con los predios que debió desatender en su desplazamiento. En este sentido, el
abandono forzado que trata la Ley implica la ausencia de una relación directa entre el
titular de derechos y la tierra, causada por el efecto del conflicto armado interno.
16 Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado. (2009). El reto ante la
tragedia humanitaria del desplazamiento forzado: reparar de manera integral el despojo de tierras y bienes. Bogotá;
Proyecto de Protección de Tierras y Patrimonio de la Población Desplazada. (2010). Síntesis de la experiencia
del Proyecto de Protección de Tierras y Patrimonio de la Población Desplazada. Bogotá: Acción Social; Reyes,
Alejandro. (2009). Guerreros y Campesinos. El despojo de la tierra en Colombia. Bogotá: Grupo Editorial
Norma.
46
Por su parte, el despojo es definido como la acción por medio de la cual,
aprovechándose de la situación de violencia, se priva arbitrariamente a una persona de
su propiedad, posesión u ocupación, ya sea de hecho, mediante negocio jurídico, acto
administrativo, sentencia, o mediante la comisión de delitos asociados a la situación de
violencia. En consecuencia el despojo implica la voluntad de un tercero de usurpar la
tierra de otro, ya sea para establecer el dominio material sobre la misma o para lograr la
transferencia jurídica de derechos por vías ilegítimas y obtener de esta manera la
titularidad del bien despojado.
Por otro lado, y debido a las propias lógicas del conflicto, tanto el abandono forzado
como el despojo se han presentado de manera masiva y permanente contra la población
civil, adquiriendo de esta manera un carácter más sistemático. Al respecto, la III
Encuesta Nacional de Verificación (ENV), realizada por la Comisión de Seguimiento a la
Política Pública sobre Desplazamiento Forzado, señaló que 434.100 familias,
equivalentes al 40,7% de los grupos familiares desplazados, tuvieron que abandonar sus
tierras (6.638.195 hectáreas, excluyendo las afectaciones sobre territorios de propiedad
colectiva) entre 1980 y junio de 2010.17 De acuerdo con la III ENV, al momento del
desplazamiento forzado, el 82,7% de los grupos familiares abandonó sus predios, 13,1%
fueron dejados al cuidado de un familiar o amigo, 2% fueron vendidos libremente, 0,8%
fueron entregados por obligación, y 0,5% fueron arrendados.
En relación con el tipo de tierras abandonadas, el informe del PNUD del año 2011 señala
que el 60% de los grupos familiares incluidos en el Registro Único de Población
Desplazada (RUPD) han abandonado predominantemente microfundios18; el 38%
predios de pequeña y mediana propiedad; y, el 2% grandes propiedades.
17 Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado. (2011). Reconocer y resarcir
debidamente los daños y perjuicios. El reto ante la tragedia humanitaria del desplazamiento forzado. Vol. 10, p. 24.
Bogotá.
18 Microfundio es aquella propiedad que tiene hasta 0,5 Unidades Agrícolas Familiares (UAF), pequeña
propiedad aquella entre 0,5 y 2 UAF, mediana propiedad entre 2 y 10 UAF y gran propiedad aquella
mayor de 10 UAF.
47
Adicionalmente, otros académicos han identificado que las zonas más afectadas por el
abandono forzado y el despojo, corresponden a zonas donde la concentración de la
tierra ha sido aún mayor19.
Por otro lado, estos fenómenos han generado la destrucción y reconfiguración de los
grupos familiares desplazados forzadamente20 agudizando en la mayoría de los casos
las condiciones de vulnerabilidad y afectación de poblaciones específicas, como mujeres,
infantes, personas de tercera edad, personas en situación de discapacidad y grupos
étnicos21.
19 El 63% de las hectáreas registradas corresponden a predios de gran propiedad, el 30% a pequeña y
mediana propiedad y el 7% a microfundios). Ibáñez y Muñoz presentan evidencia estadística que señala
las zonas más afectadas por el abandono forzado y el despojo como zonas donde la concentración de la
tierra ha sido aún mayor. Véase Ibáñez, Ana María y Muñoz, Juan Carlos. (2010). “The persistence of land
concentration in Colombia: What happened between 2000 and 2009”. En: Bergsmo, Morten; Rodríguez G.,
César; Kalmanovitz, Pablo y Saffon, María Paula (eds.) Distributive justice in transitions. Oslo: Torkel
Opsahl Academica E Publisher.
20 El desplazamiento forzado en la mayoría de los casos implica una crisis familiar, debido a su traumático
proceso y sus condiciones desfavorables. Los cambios de espacio, la ruptura con los mecanismos
tradicionales de construcción de proyecto de vida, la opresión, la violencia, la pobreza, y otros factores, se
traducen en transformaciones de las relaciones sociales, económicas y políticas en la familia. Por ejemplo,
los grupos familiares desplazados suelen ser monoparentales, a causa del asesinato de miembros antes del
desplazamiento, y, según las nuevas necesidades, los individuos se ven obligados a cambiar de roles al
interior de la familia.
21 En relación con los grupos étnicos, el abandono forzado, el desplazamiento, el confinamiento y el
despojo han traído consigo la ruptura de los lazos comunitarios y la fragmentación de las comunidades, la
pérdida de los conocimientos ancestrales, el establecimiento de actividades ilegales en sus territorios, y el
control territorial y demográfico.
22 Pérez, Luis Eduardo (2002). “Desplazamiento forzado en Colombia 1995-1999: una aproximación
empírica a las relaciones entre desplazamiento, conflicto armado y desarrollo”. En: Varios Autores, El
desplazamiento forzado en Colombia: compromisos desde la universidad. Primer concurso universitario de trabajos
de grado sobre desplazamiento forzado en Colombia. pp. 17-88. Bogotá: OIM, Red de Solidaridad Social,
ASCUN, Universidad Nacional de Colombia, CODHES y AFS Colombia.
48
establecimiento de una acción especial con vocación transicional, que no sea vista como
un procedimiento más, sino que responda a una estrategia de justicia de carácter más
amplio. En este sentido, la acción de restitución exige una orientación específica y
planificada, que implemente los mecanismos más efectivos y adecuados para resolver
de manera integral las dificultades que supone la resolución de un elevado número de
casos, con diversos actores involucrados –legales e ilegales-, con afectaciones distintas
dependiendo el grado de vulnerabilidad de las víctimas o de la región en que operó el
despojo, entre otros aspectos.
Adicionalmente, este procedimiento está orientado por los principios de prevalencia del
derecho sustancial sobre el procesal y de instrumentalidad de las formas, razón por la
cual sus disposiciones deben ser interpretadas e integradas a favor de la realización de
los derechos de las víctimas y los principios de restitución contenidos en la Ley.
En tercer lugar, y con el fin de responder a los patrones regionales de despojo, la Ley
estableció una serie de presunciones que disminuyen la carga probatoria de los
solicitantes, respecto de la exigida en un procedimiento ordinario. Dichas presunciones
fueron establecidas con el propósito de alcanzar la justicia material por encima de las
formalidades de los procesos ordinarios, limitando la posibilidad de que actuales
titulares del derecho aleguen buena fe exenta de culpa amparados en la existencia de
sentencias, actos administrativos, escrituras públicas, contratos sobre predios
protegidos, o en cuya colindancia se haya producido concentración de la tierra o
alterado el uso de la tierra, o cuando se hayan adquirido los derechos sobre el predio
23 Véase artículos 4°, 5° y 6° del Decreto 4829 de 2011, del Ministerio de Agricultura y Desarrollo rural
49
mediante contratos a precios por debajo del 50% del valor comercial. Este punto se
desarrolla en la Unidad 6.
Por otro lado, y debido a la multiplicidad de las causas que pueden explicar el abandono
forzado y el despojo - tales como la intensificación de los conflictos agrarios en los que
están involucrados actores armados que utilizan recurrentemente la violencia contra la
población civil como un medio para disputar la tierra, o la importancia estratégica de
hacerse con la propiedad inmueble como fuente de poder económico y político -, vale la
pena indagar sobre los factores que facilitaron estos fenómenos, a efectos de identificar
las herramientas establecidas en la acción de restitución para transformarlos.
Uno de los factores que ha facilitado la labor de los despojadores se relaciona con el
contexto de informalidad en los derechos de propiedad, el cual a su vez, por razones
probatorias, hace más complejos los procesos de restitución. Las causas de este factor
son variadas, sin embargo vale la pena destacar: i) una expansión desordenada de la
frontera agrícola debido a la ausencia de una institucionalidad que oriente los procesos
de colonización con criterios claros de ordenamiento territorial; ii) trámites complejos y
altos costos de los procesos de titulación y registro de tierras, que afectan en mayor
medida a los pequeños y medianos titulares de derechos; iii) predominio de negocios
informales en las formas de transferencia de la propiedad en el mundo rural debido a:
desconocimiento, costos, cúmulo de requisitos, prevalencia de la oralidad en las
transacciones, uso de documentos privados, indefinición de derechos sucesorales,
dificultades de acceso físico y económico a notarias y oficinas de registro, entre otros24.
En relación con este elemento, la III ENV, señaló que el 77,6% de las familias
desplazadas que fueron despojadas o se vieron obligadas a abandonar sus bienes
manifestaron ser propietarios, de los cuales solo el 21,5% tenía escritura pública
debidamente registrada y el 8,7 % tenía escritura no registrada. Por su parte, el 33,4%,
más de la tercera parte, no tenía ningún documento que lo acreditara como propietario
del predio y el 26% tenía documentos precarios (promesa de compraventa, contrato de
24Algunos de estos factores han sido desarrollados por el Proyecto de Protección de Tierras y Patrimonio
de la Población Desplazada. Véanse: Proyecto de Protección de Tierras y Patrimonio de la Población
Desplazada. (2010). Consideración acerca de la tenencia de tierras y territorios en el ordenamiento forestal. Bogotá:
Acción Social; Proyecto de Protección de Tierras y Patrimonio de la Población Desplazada, et. al. (2009).
Manual para la formalización de la tenencia de la tierra a la población desplazada por la violencia. Adjudicación de
predios baldíos y Formalización de posesiones. pp. 19-21. Bogotá: PPTP.
50
compraventa, carta venta, certificado del Incora o Incoder, hijuelas, certificación de
alcaldías)25.
De acuerdo con las cifras del Registro Único de Predios y Territorios Abandonados
(RUPTA) administrado por el Incoder y la Superintendencia de Notariado y Registro, a
diciembre de 2009 del total de familias que tenían protegidos sus predios, el 46,2% eran
propietarios, el 30,8% poseedores, el 16,7% ocupantes y el 2,3% tenedores.26
Ahora bien, con el fin de enfrentar y dar solución a este problema, la acción de
restitución contempla varios mecanismos, en los cuales se profundiza en las siguientes
unidades. En primer lugar, en materia probatoria, se flexibilizan los requerimientos
exigibles al momento de presentación de la solicitud de restitución en relación con los
procedimientos ordinarios, debido a las especiales condiciones de vulnerabilidad de las
víctimas de despojo, y sus dificultades en relación con la capacidad para probar de
manera definitiva su condición de víctimas y su relación jurídica con los predios.
25 Véase Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado. (2011). Reconocer y
resarcir debidamente los daños y perjuicios. El reto ante la tragedia humanitaria del desplazamiento forzado. Vol. 10.
pp. 29-33. Bogotá.
26 Proyecto de Protección de Tierras y Patrimonio de la Población Desplazada. (2010). Consideración acerca
51
la formalización de los derechos restituidos, tales como la inscripción de la sentencia en
la Oficina de Registro e Instrumentos Públicos, la cancelación de antecedentes
registrales, la declaratoria de nulidad de decisiones judiciales y actos administrativos,
entre otras.
Por último, es importante acompañar estos procesos de un ejercicio de control sobre los
órganos encargados de ejecutarlos, teniendo en cuenta que funcionarios y funcionarias
de las Oficinas de Registro e Instrumentos Públicos 28, del Incoder, de alcaldías
municipales y otras instituciones, han sido denunciados y están siendo investigados por
facilitar usurpaciones de tierras. Para ello, la Ley faculta a los jueces transicionales de
restitución, para ejercer un control post restitución en el cual deberán verificar el
cumplimiento de las órdenes proferidas en el fallo, tema que se analiza con mayor
profundidad en la Unidad 7.
27 La actualización catastral puede contribuir igualmente a corregir los conflictos de uso del suelo – como
es el caso del uso de tierras de vocación agrícola para la explotación ganadera extensiva - y propiciar la
democratización de la propiedad.
28 En una entrevista donde se le preguntó al Superintendente de Notariado y Registro Jorge Enrique Vélez
por la usurpación de tierras con la complicidad de las ORIP, el funcionario manifestó: “Hicimos visitas a
las oficinas donde sabíamos que había problemas de tierras. Nos hemos encontrado con muchas
situaciones, en especial con lo que tiene que ver con tierras del Incoder y el Incora, que eran del Estado.
Esta primera etapa contempló Carmen de Bolívar, Arabí, Montes de María, San Martín, Puerto López y
Acacías. Llevamos diez oficinas de 192 y el balance es de 150 mil hectáreas [usurpadas] identificadas”. Cfr.
http://www.elespectador.com/impreso/politica/articulo-254938-jorge-enrique-velez-guerra-tierra.
Consultado el 10 de enero de 2012.
52
consecuencia, las tasas de pobreza e indigencia que afronta la población rural son muy
superiores a las que afrontan los ciudadanos de las urbes29, situación que se agrava en
relación con las mujeres y las personas pertenecientes a los grupos étnicos30.
29 PNUD. (2011). Colombia rural. Razones para la esperanza. Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011.
Bogotá: INDH PNUD.
30 PNUD. (2011). Mujeres rurales: gestoras de esperanza. Cuaderno del Informe de Desarrollo Humano Colombia
2011. Bogotá.
31 Guzmán, Diana y Uprimny, Rodrigo. Justicia transicional desde abajo y con perspectiva de género. Bogotá:
53
Al respecto, la III ENV señaló que existe una evidente brecha entre el acceso de hombres
y mujeres a derechos patrimoniales (formales e informales). Así, la mayoría de tierras de
la población desplazada estaban tituladas en cabeza de hombres (63,4%) y sólo un 26,6%
figuraban exclusivamente a nombre de mujeres.33 Estas cifras dejan entrever que en la
actualidad persisten formas de discriminación que limitan los derechos de la mujer en la
adquisición de bienes inmuebles y la participación en la titulación de tierras,
circunstancias que a raíz del conflicto armado generan una afectación desproporcionada
sobre sus derechos patrimoniales, dado que estos suelen figurar a nombre de sus
maridos o compañeros permanentes. Adicionalmente, el tener que asumir los roles que
antes desempeñaban sus compañeros para garantizar la subsistencia propia y la de sus
familias, las mujeres están expuestas a situaciones de extrema vulnerabilidad.34
En relación con este factor la Ley contempla varias disposiciones dirigidas a ofrecer
garantías especiales y medidas de protección específicas a mujeres y otros grupos
poblacionales, las cuales pueden contribuir a la eliminación de los esquemas de
discriminación y marginación de los que han sido víctimas. Este enfoque será abordado
con mayor profundidad en la Unidad 5.
Por otro lado, en materia de restitución y formalización, tema que será examinado en la
Unidad 7, la Ley exige la titularización a favor de ambos cónyuges o compañeros
permanentes, que tuviesen vigente la sociedad patrimonial a la fecha del despojo o
abandono del predio, medida que busca garantizar el derecho de las mujeres al acceso
efectivo a la propiedad de la tierra.
33 Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado. (2011). Reconocer y resarcir
debidamente los daños y perjuicios. El reto ante la tragedia humanitaria del desplazamiento forzado. Vol. 10. pp. 33-
34. Bogotá.
34 PNUD (2011). Mujeres rurales: gestoras de esperanza. Cuaderno del Informe de Desarrollo Humano Colombia
2011. Bogotá.
54
funcionarias judiciales, a efectos de garantizar el acceso a la reparación y a la justicia en
general.
Actividad pedagógica
55
En la mayoría de los casos el abandono forzado ha precedido al despojo de tierras. Así,
en principio las víctimas son objeto de amenazas directas o indirectas, o de otros
métodos de intimidación y terror los cuales ocasionaron el abandono del territorio. En
este contexto es posible que los mismos actores que ocasionaron el desplazamiento o
nuevos pobladores tengan un interés en establecer el dominio material del bien y
obtener la titularidad de derechos patrimoniales sobre las tierras abandonadas. No
obstante, la consumación del despojo depende de otros factores adicionales como los
actores predominantes en la zona, las circunstancias específicas de cada región, la
presencia de la institucionalidad estatal, entre otros.
En otros eventos, el despojo ha precedido al abandono forzado. Así ocurre en los casos
donde se logra formalizar la titularidad en cabeza de un tercero aun cuando los
legítimos titulares de derechos continúan viviendo en la tierra que les pertenece. En
algunos casos es posible que el abandono no se produzca, aun cuando el despojo
jurídico ya se ha consumado.
En esta forma de despojo es más evidente el empleo de mecanismos ilegales en los que
interviene un conjunto de acciones más o menos coercitivas y violentas. En general,
puede hacerse referencia a aquellas conductas que tienen lugar en el marco del conflicto
armado bien sea a través del bloqueo a la víctima para que ésta no ejerza sus derechos
frente al predio, o a través de la usurpación, invasión u ocupación de hecho de la tierra.
De acuerdo con el Grupo de Memoria Histórica, la tipología que opera en estos acasos es
la coerción y violencia sin el uso de figuras jurídicas (abandono forzado o despojo
material directo)35. En el marco de esta tipología es posible identificar dos casos:
a. Actos violentos orientados a producir abandono forzado: en estos casos los patrones
identificados son: las amenazas contra la vida e integridad física, actos premeditados o
contingentes de violencia física sobre miembros de las comunidades rurales y cadenas
de pánico, masacres, torturas, asesinatos, intimidación y hostigamientos.
56
b. Actos violentos para consumar despojo: en relación con estos se observa la
destrucción de documentación oficial, coacción para la toma de determinaciones
asociadas con la transferencia de derechos, ocupación de predios del Estado o
particulares por la fuerza, apropiación del derecho de posesión, despojo de parcelas
colindantes, alteración de mojones, linderos o marcas que delimitan predio.
Dado que en estos eventos no hay uso de figuras jurídicas destinadas a consolidar el
abandono o despojo, la Ley no contempló presunciones al respecto. No obstante en estos
casos las víctimas podrán presentar solicitud de restitución material del predio,
presentando la prueba sumaria de su calidad y del hecho que produjo su
desplazamiento, para que prospere la acción.
a. Uso ilegal de figuras jurídicas e institucionales usadas por los despojadores, con o sin
violencia, para adquirir la titularidad del bien objeto de despojo36. Dentro de esta se
identifican las siguientes tipologías específicas:
57
Dichos negocios fueron generalmente celebrados en territorios afectados por el
fenómeno del desplazamiento forzado, o en los que tuvieron lugar diversas
violaciones a los derechos humanos.
En muchos de estos casos quienes adquirieron la titularidad del bien fueron los mismos
despojadores o personas que tenían una estrecha relación con estos. Por dicha razón, la
Ley 1448 incorpora una presunción de derecho de que existe ausencia de consentimiento
o causa ilícita, en relación con todo negocio jurídico o acto de transferencia de un
derecho real, posesión y ocupación sobre el inmueble objeto de restitución, celebrado
entre la víctima y personas condenadas por pertenencia, colaboración o financiación de
grupos armados ilegales o por narcotráfico y delitos conexos, bien sea que hayan
actuado directamente o a través de terceros.
En relación con estos casos la Ley establece que se presumirán legalmente nulos todos
los actos administrativos posteriores al despojo del bien inmueble, los cuales hayan
legalizado una situación jurídica contraria a los derechos de la víctima. La declaración
de nulidad de estos actos produce a su vez el decaimiento de todos los actos
administrativos posteriores y la nulidad de todos los actos y negocios jurídicos privados
sobre la totalidad del bien o sobre parte del mismo.
58
Despojo por vía administrativa (utilizando métodos administrativos pero sin
consentimiento de autoridades competentes): falsificación de resoluciones de
adjudicación de baldíos, falsificación de revocatorias de adjudicación a predios de
desplazados y posterior elaboración fraudulenta de resoluciones de adjudicación
a favor de victimarios.
Despojo vía judicial: las tipologías específicas relacionadas con esta modalidad de
despojo son la adjudicación de derechos sobre la tierra mediante sentencias
judiciales a través de procesos de pertenencia desconociendo los derechos de la
población desplazada; decisiones judiciales que ordenan levantamiento de
medidas de protección de tierras para permitir enajenación, desconociendo los
requisitos legales para hacerlo.
En relación con esta tipología y dado que los actos y decisiones no cumplen con las
formalidades establecidas en la Ley, opera la presunción del debido proceso en
decisiones judiciales, la cual para mayor comprensión se denominará en adelante
“presunción de falta de debido proceso”. De conformidad con la Ley, numeral 4 del
artículo 77, esta presunción tiene lugar cuando probada la relación jurídica con el predio
y su posterior despojo, una sentencia judicial que hizo tránsito a cosa juzgada otorgó,
transfirió, expropió, extinguió o declaró la propiedad a favor de un tercero, o que dicho
bien fue objeto de diligencia de remate, siempre y cuando dichos procesos hayan
iniciado entre la época de las amenazas o hechos de violencia que originaron el
desplazamiento y la sentencia señalada. En estos casos la Ley presume que los hechos de
violencia impidieron al despojado ejercer su derecho fundamental de defensa dentro de
los procesos que legalizaron una situación contraria a sus derechos, siendo deber del
juez transicional de restitución revocar dichas decisiones judiciales y ordenar los ajustes
tendientes a implementar y hacer eficaz la decisión favorable a la víctima del despojo.
37PNUD. (2011). Colombia rural. Razones para la esperanza. Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011.
Bogotá: INDH, PNUD.
59
culpa. Los patrones generalmente identificados en estos casos son la concentración de
tierras con distintos fines, control territorial, cambio de uso del suelo, producción
agrícola de mayor extensión, entre otras.
De acuerdo con la Ley, en estos casos opera la presunción de “falta de debido proceso”
expuesta previamente, la cual de no desvirtuarse otorga la facultad a los funcionarios y
funcionarias judiciales para revocar dichas decisiones judiciales.
En el despojo mixto interactúan los dos mecanismos hasta ahora descritos, teniéndose la
disposición de la tierra por parte del despojador y la posterior legalización de la
transferencia del derecho sobre la propiedad. En estos eventos las presunciones
aplicarán de acuerdo con la tipología de despojo que haya operado.
60
La caracterización de las tipologías presentadas previamente es importante a efectos de
comprender las relaciones de estas con las presunciones establecidas en la Ley. No
obstante, como se vio en el primer apartado, el fenómeno del despojo operó teniendo en
cuenta otras variables como el contexto regional, la presencia de la institucionalidad
estatal, el grado de vulnerabilidad de las víctimas y sus relaciones jurídicas con los
predios, la situación física y jurídica del predio, la presencia de actores armados, entre
otros, lo cual exige la confluencia de distintas claves de interpretación a la hora de
establecer la forma en que operó el despojo y las posibles presunciones a aplicar en cada
caso concreto.
Adicionalmente, teniendo en cuenta que el despojo operó por medios legales e ilegales,
es necesario mantener la sospecha permanente frente a hechos aparentemente legales.
La combinación de estrategias jurídicas con la violencia no solo han tenido lugar en el
despojo mixto, sino que el despojo jurídico conlleva todo un trasfondo de daño material
y violencia; mientras que el despojo material puede acompañarse de argucias jurídicas e
institucionales, que si bien pueden no incidir en el acto de despojo, sí contribuyen a su
perpetración40.
Esta sospecha debe apuntar igualmente a evaluar en conjunto las acciones y negocios
que versen sobre el bien objeto de disputa, a efectos de determinar la buena fe exenta de
culpa de quienes se opongan a las pretensiones de los solicitantes. Para ello los
39 Al respecto véase Pérez, Luis Eduardo (2002). “Desplazamiento forzado en Colombia 1995-1999: una
aproximación empírica a las relaciones entre desplazamiento, conflicto armado y desarrollo”. En: Varios
Autores, El desplazamiento forzado en Colombia: compromisos desde la universidad. Primer concurso universitario
de trabajos de grado sobre desplazamiento forzado en Colombia. pp. 17-88. OIM, Red de Solidaridad Social,
ASCUN, Universidad Nacional de Colombia, CODHES y AFS Colombia.
40 Téngase en cuenta que en ciertos casos, antes de perpetuarse el despojo, las víctimas de violencia
realizaron denuncias ante autoridades locales sin obtener respuesta, en algunas ocasiones por negligencia
y en otras por complicidad con los actores armados.
61
funcionarios o funcionarias deberán tomar en consideración el factor temporal, el
contexto en el que tuvieron lugar las transacciones, la calidad del comprador y sus
intereses específicos sobre el predio, etc.
Actividad Pedagógica
Autoevaluación
41
Los casos expuestos en este módulo fueron elaborados a partir de los insumos facilitados por la Unidad
de Restitución de Tierras. No obstante, los nombres utilizados en estos casos no son reales.
62
Comité Municipal de Atención Integral a la Población Desplazada.
En abril de 2009 Angélica Mejía (hermana de Sandra Mejía) les
informó que había alguien interesado en la compra del predio, petición a
la cual ellos accedieron.
El 10 de octubre de 2009 Alejandro Casas los contactó en Villavicencio
y firmaron la compraventa del predio por un monto de $280.000 por ha.
El comprador les indicó que él se encargaría de los demás trámites
requeridos.
Alejandro Casas registró la compraventa mediante la escritura pública
No 4855 del 25 de noviembre de 2009, otorgada en la notaría primera
de Villavicencio. Dicha transacción fue inscrita en el Folio de Matricula
Inmobiliaria No 202-55521 con fecha del 25 de noviembre de 2009.
Igualmente, en el Folio de Matricula Inmobiliaria No 202-55521 se
inscribió la autorización de venta dada por el Comité Municipal de
Atención Integral a la Población Desplazada con fecha del 25 de octubre
de 2009. En dicha autorización se establecía que la venta se hiciera a
Alejandro Casas (persona natural).
En febrero de 2010 Alejandro Casas, vendió el predio a la sociedad
Agroalimentos S.A, de la cual él es el representante legal, por un precio
de $850.000 la hectárea, como consta en la escritura pública No.
225452 del 15 de febrero de 2011, inscrita en el Folio de Matricula
Inmobiliaria No 202-55521 con fecha del 25 de febrero de 2010.
En enero de 2012 Sandra Mejía y Carmelino Rojas presentaron la
solicitud de restitución de su predio ante la Unidad de Restitución.
Preguntas:
1. ¿Considera usted que este es un caso de despojo?
2. Si la respuesta de la pregunta 1. es afirmativa ¿Qué
tipología o tipologías de despojo pueden identificarse?
3. ¿Qué información requiere de las autoridades con el fin de
garantizar en este caso el oportuno desarrollo del proceso
de restitución o de restitución y formalización?, ¿Qué otro
tipo de información considera conveniente, a partir de la
identificación de la tipología de despojo?
63
Bibliografía seleccionada
64
Procuraduría General de la Nación. (2009). La Voz de las
Regiones. Con el apoyo de Asdi y el Consejo Noruego para
Refugiados. Bogotá, D.C
Salinas, Yamile. (2011). “El reto de la restitución frente al
modelo de desarrollo rural y la concentración de la tierra”. En:
Revista Semillas. Política de Tierras y desarrollo rural. ¿Cuál futuro
para el campo colombiano? Junio 2011.
65
Unidad 4 UNA VISIÓN GLOBAL DE LA RUTA
DEL PROCESO DE RESTITUCIÓN
Objetivo general
Objetivos específicos
Oe •
•
Estudiar las disposiciones centrales del proceso de restitución
de tierras y/o formalización de tierras despojadas y/o
abandonadas forzosamente, en especial aquellas relacionadas
con el inicio y desarrollo de la etapa administrativa y judicial.
Destacar el carácter especial de la acción de restitución por
tratarse de un procedimiento que se enmarca en un escenario de
Justicia Transicional.
66
Como se mencionó en la primera unidad de este módulo, el paradigma de la Justicia
Transicional exige la implementación de distintos mecanismos a efectos de reparar a las
víctimas del conflicto armado y dejar atrás la impunidad, los cuales, por lo general, se
acompañan de nuevos diseños institucionales y normativos, que puedan responder de
manera efectiva y adecuada a los desafíos que se enfrentan en estos contextos.
En consecuencia, este procedimiento no debe ser visto como un mecanismo que busca
resolver aisladamente conflictos sobre la titularidad de los predios, sino como una
estrategia que pretende, mediante la restitución de los derechos, contribuir al proceso de
reconstrucción de la democracia y la búsqueda de la paz. Lo anterior demanda un gran
compromiso político de los funcionarios y funcionarias con competencias en la materia,
quienes se verán enfrentados a un universo amplio de casos, con un elevado número de
víctimas, pero con tiempo y recursos limitados.
Ahora bien, reconociendo la complejidad del problema y sus efectos, y con el fin de
responder a los retos y desafíos presentes, se hace necesario impulsar la apropiación de
las normas y procedimientos contenidos en la Ley, mediante el desarrollo de las
capacidades institucionales y técnicas, así como de las habilidades necesarias para
investigar y resolver las solicitudes de restitución. Lo anterior debe acompañarse
necesariamente del fortalecimiento de la independencia judicial y de la promoción de
una atención adecuada a las víctimas, garantizando su participación en el proceso y
fortaleciendo los lazos de confianza en las instituciones del Estado.
67
4.1 LA RUTA DE RESTITUCIÓN: UN PROCEDIMIENTO MIXTO
(ADMINISTRATIVO Y JUDICIAL)
68
4.1.1. Etapa administrativa
Solicitud de registro
El trámite puede iniciar a través de dos vías. Por un lado, mediante la solicitud de
registro por parte de quienes afirman ser titulares del derecho, quienes deberán probar
sumariamente su condición de víctimas ante la Unidad de Restitución y aportar todas
las pruebas que tengan en su poder. Por otro lado, la Unidad de Restitución puede
iniciar un trámite oficioso, para lo cual tiene la autonomía y la potestad para decidir
cuándo iniciar el estudio para la inscripción de un predio en el Registro de Tierras.
69
Análisis previo
Sin importar la vía que se utilice para dar inicio al registro, la Unidad de Restitución
debe comunicar el inicio de dicho trámite a los poseedores, propietarios u ocupantes del
predio sujeto a inscripción para que puedan aportar al proceso las pruebas
documentales que acrediten el derecho que aducen tener sobre el predio. De esta
manera, incluso cuando la Unidad de Restitución inicia la inscripción de manera
oficiosa, en el proceso se cumple con la identificación de la o las víctimas del despojo,
aunque no sean éstas quienes se dirijan a la Unidad de Restitución para el inicio de este
trámite.
Para descartar aquellas solicitudes que no cumplan con los requisitos de Ley y para
evitar que se incluyan predios o personas que no cumplen con la condición de víctimas
o despojados, la Unidad de Restitución debe proceder a realizar un análisis previo de
cada caso. En esta etapa la Unidad de Restitución debe establecer las características
generales del predio y la identificación de las personas que realmente deben ser
incluidas en el registro. En esta labor es esencial acudir a la colaboración de otras
entidades estatales que puedan tener la información requerida para cumplir el análisis,
por ejemplo la Unidad de Restitución puede solicitar a las Oficinas de Registro de
Instrumentos Públicos los estudios de títulos que se encuentran debidamente
registrados.
70
Aunque la Unidad de Restitución tiene un término de 20 días contados desde la
recepción de la solicitud de registro, tiene la oportunidad de suspender el análisis previo
hasta por 30 días, pero siempre lo deberá hacer a través de un acto administrativo
motivado, para que de esta forma no se cometan arbitrariedades que puedan vulnerar
los derechos de las víctimas. Pasado este término, y con la valoración de todos los
elementos probatorios obtenidos durante la recepción y el análisis previo, la Unidad de
Restitución debe emitir una decisión en la que determine si va a dar inicio al estudio
formal del predio para su inclusión en el registro.
Esta decisión debe ser motivada y la exclusión de un predio debe estar soportada en
alguna de las causales previstas en el artículo 12 del Decreto 4829 de 2011 del Ministerio
de Agricultura y Desarrollo Rural42. Pero más allá de las formalidades que deba
contener la decisión, el Decreto es claro en que la decisión debe ser tomada con base al
principio de favorabilidad, el cual establece que se debe dar prevalencia a la justicia
material más que al derecho formal. Esto implica que al funcionario o a la funcionaria
responsable de la inscripción le corresponde verificar uno a uno el cumplimiento de los
requisitos previstos en la Ley y en los decretos reglamentarios, y, además, hacer
prevalecer la presunción de buena fe que opera a favor de las víctimas y respetar las
demás presunciones que establece el artículo 77 de la Ley43.
42 Las causales son: 1. Cuando no se cumpla con el requisito de temporalidad; 2. Cuando la relación
jurídica con el predio no sea alguna de las autorizadas por la Ley; 3. Cuando se establezca que los hechos
declarados por el solicitante no son ciertos o que éste ha alterado o simulado las condiciones requeridas
para la inscripción; 4. Cuando la víctima no cumpla con las características previstas en la Ley; 5. Cuando
se compruebe que el solicitante incurrió en vías de hecho; 6. Cuando los hechos que ocasionaron la
pérdida del derecho no correspondan a los previstos en la Ley. En estos casos el solicitante tendrá la
oportunidad de volver a presentar el caso ante la Unidad una vez haya subsanado los errores por los que
ésta fue rechazada.
43 Decreto 4829 de 2011. Artículos 2 numeral 4 y 22 inciso 3.
71
Inicio de trámite formal y etapa probatoria
En los casos en que la decisión sea favorable a la inscripción del predio en el Registro de
Tierras, el acto administrativo que así lo disponga debe contener las medidas de
protección del predio que deben registrarse en el folio de matrícula 44, así como los
requerimientos de información que se hagan a otras autoridades y las solicitudes de
apoyo institucional tendientes a garantizar la seguridad e integridad física de los
reclamantes.
44En caso de que el predio no tenga abierto el folio de matrícula, la Unidad ordenará al Registrador la
apertura de éste a nombre de la Nación y la inscripción de la medida de protección a favor del solicitante.
Ver: Decreto 4829 de 2011, artículo 13, Numeral 2 inc. 2.
72
Para la práctica de las pruebas la Unidad de Restitución cuenta con 30 días desde la
expedición de la resolución, y en este término debe contar con todos los elementos
probatorios para tomar una decisión mediada por la certeza y la convicción de cuál es la
verdadera situación del predio objeto de disputa y de los diferentes intervinientes en el
proceso. El rol de los funcionarios y funcionarias de la Unidad de Restitución
encargados de la etapa probatoria es sumamente importante, pues no se deben limitar a
ordenar la práctica de las pruebas solicitadas, sino que deben tomar un rol activo en la
decisión de cuáles son los elementos probatorios que en el caso concreto los pueden
llevar a la convicción necesaria para tomar una decisión y ordenarlos de oficio.
Adicionalmente y una vez agotada la vía gubernativa, el solicitante podrá acudir ante la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativa en ejercicio de la acción de nulidad y
restablecimiento del derecho.
La etapa judicial del proceso tiene como fin concluir el proceso con la entrega jurídica y
material del predio a las víctimas de despojos o abandonos forzados y, según el caso,
establecer las compensaciones a favor de los terceros de buena fe, así como ordenar la
formalización de la tenencia cuando se requiera. Para llevar a cabo este proceso el
legislador ha previsto un procedimiento atípico y diferente a los previstos en el Código
74
de Procedimiento Civil, cuyo conocimiento corresponde a los jueces del circuito
especializados en restitución y a los magistrados de los Tribunales Superiores de
Distrito, Sala Civil, también especializados en restitución. De acuerdo a lo establecido en
la Ley de víctimas, este procedimiento se lleva a cabo en tres etapas principales: a.
Demanda; b. Periodo probatorio y sentencia; c. Seguimiento a la sentencia.
Demanda
Aunque el registro del predio y la ejecución de la etapa administrativa del proceso son
prerrequisitos para que la demanda prospere, la Unidad de Restitución no siempre tiene
que acompañar a las víctimas en el proceso judicial. Pueden interponer la demanda
directamente y de forma individual o colectiva, quienes aducen ser víctimas del despojo,
pero también pueden contar con el acompañamiento y la representación de la Unidad
de Restitución, la cual en ese caso tendrá la potestad de representar al titular de la acción
durante todo el proceso.
Así, podrán interponer la demanda, de manera oral o escrita, las personas que
explotaron un baldío o que fueron propietarias o poseedoras de un predio, y lo tuvieron
que abandonar forzosamente o fueron víctimas de despojo.
La demanda se debe presentar ante los jueces civiles del circuito especializados en
restitución, quienes conocerán y decidirán en única instancia aquellos procesos en los
que no se reconozca personería jurídica a los opositores. Sin embargo, cuando sí se
reconozca personería jurídica a los opositores, los jueces del circuito llevarán el proceso
hasta la etapa probatoria y entonces lo remitirán a los magistrados del tribunal
competente45 para que sean ellos quienes decidan el caso y profieran sentencia.46
75
violencia que median los despojos pueden llegar a imponer una carga excesiva a las
víctimas, impidiéndoles el acceso a la justicia, la verdad y la reparación.
También el legislador prevé la dificultad que pueden llegar a tener las víctimas y la
Unidad de Restitución como tal para obtener el certificado de libertad y tradición o el
certificado del avalúo, pues estos son elementos de la formalización del predio que en
muchos casos deberán ser ordenados por el juez transicional de restitución y no un
resultado necesario del proceso administrativo. Por esta razón, en el parágrafo 2 de este
mismo artículo se establece que excepcionalmente podrá interponerse la demanda
supliendo estas pruebas con cualquier otra que el Código de Procedimiento Civil
permita para probar la condición de propietario, poseedor u ocupante.
Así, desde este momento del proceso se requiere que el juez transicional de restitución
haga un ejercicio de ponderación en el que tenga en cuenta la buena fe que se presume
de las víctimas así como el contexto particular del caso, lo que le puede indicar cuándo
acceder a uno de los elementos probatorios exigidos en el artículo 84 le resulta
imposible. En este sentido, el artículo 85 de la Ley establece que los jueces transicionales
de restitución tendrán en consideración la situación de vulnerabilidad manifiesta de las
víctimas para considerar la tramitación de sus reclamaciones.
76
a acceder a la administración de justicia y contribuyen a la igualdad procesal (artículos
13, 228 y 229 de la Constitución Política)47.
El auto debe ser publicado conforme a los términos establecidos en el artículo 86 acápite
e, y trasladado a quienes estén registrados como titulares de derechos sobre el predio.
Con estas formalidades se entiende que se surte la notificación y se abre el periodo para
la presentación de oposiciones –incluso la Unidad de Restitución puede presentar
oposición en los casos en que no haya actuado como solicitante48.
Los casos que no sean presentados por la Unidad de Restitución o en los que sí se
presenten opositores, se llevará a cabo un periodo probatorio de 30 días, en el que se
tendrán en cuenta como pruebas fidedignas aquellos elementos que hayan sido
aportados por la Unidad de Restitución. Esto con el ánimo de evitar la duplicidad de las
47 Corte Constitucional Sentencia C-379 de 2004. M.P. Alfredo Beltrán Sierra, fundamento 3.
48 Artículo 88 parágrafo 2.
49 Artículo 88 parágrafo 4.
77
pruebas y la dilación innecesaria del proceso con la práctica de pruebas que no sean
pertinentes o conducentes.
Durante este periodo el rol del juez transicional de restitución debe ser particularmente
activo y debe decretar las pruebas solicitadas que considera pertinentes y conducentes,
así como de oficio aquellas que requiera para llegar a la convicción sobre el sentido del
fallo. Vencido el término del periodo probatorio, el juez transicional de restitución debe
proceder a dictar sentencia, la cual constituye título suficiente sobre el predio y debe
definir de manera definitiva la situación de propiedad, ocupación o posesión objeto de
la demanda, así como decretar las compensaciones a favor de quienes se constituyan
como opositores de buena fe exenta de culpa.
Teniendo en cuenta la importancia y las implicaciones que tienen los fallos de los jueces
transicionales de restitución, el periodo de valoración de las pruebas debe hacerse con
las mismas consideraciones planteadas antes para la decisión sobre la admisión de la
demanda. Es importante que el juez transicional de restitución procure subsanar el
desequilibrio y la asimetría que existe entre las víctimas y quienes alegan tener un mejor
derecho sobre el predio. El juez transicional de restitución debe tener presente que el fin
último del proceso es lograr la justicia material antes que dar protagonismo a las
formalidades procesales, y en ese sentido la aplicación de criterios y principios rígidos
puede no ser la herramienta más óptima. En consecuencia, debe tener en cuenta que los
conceptos y las disposiciones jurídicas, así como los principios procesales, no son rígidos
sino que tienen un grado de plasticidad y ductilidad que los hace aplicables a los casos
particulares y útiles para encontrar la solución a problemas concretos.
78
Seguimiento a la sentencia
El artículo 102 de la Ley establece que después de dictar sentencia el juez transicional de
restitución conservará la competencia sobre el proceso para dictar las medidas que
considere necesarias para garantizar el uso, goce y disposición efectiva de los predios
despojados por parte de las víctimas a favor de las cuales se decida la restitución o
formalización, así como las medidas necesarias para garantizar sus vidas y la integridad
personal y de sus familias.
Esta disposición reafirma que la función de los transicionales de restitución está dirigida
a garantizar la justicia material, pues más allá de descubrir la verdad en el caso concreto
debe garantizar que su fallo se materialice y se cumpla el objetivo de restablecer los
derechos de las víctimas. Así, la labor del juez transicional de restitución no termina con
la sentencia, sino cuando ésta se haga efectiva y se garantice material y jurídicamente el
derecho adjudicado y la compensación de quienes hayan adquirido un derecho sobre el
predio por buena fe exenta de culpa.
79
Actividades pedagógicas
Autoevaluación
80
encuentra ubicado en el Departamento de Antioquia, en la zona rural
del municipio Arboletes.
En 1996 se iniciaron los trámites para adjudicar el predio y por ende
se procedió con su división según las reglas de alinderamiento. En el
desarrollo de esta etapa el Incoder procedió con la parcelación
respecto de 10 familias, adjudicando 18 hectáreas por familia, las
cuales no fueron inscritas en los Folios de Matrícula Inmobiliaria.
En el año 2001 incursionó en el municipio el Bloque Metro de la AUC,
causando la desaparición y muerte de varios habitantes. Debido a ello,
en el mes de julio del mismo año Diana Sánchez, Jaime Sierra y sus dos
hijos Cristian y Gabriel, y las demás familias beneficiarias de la
adjudicación, y otros habitantes de la zona se desplazaron
colectivamente del municipio.
Por otro lado, en el año 2006 el Incoder decretó la caducidad
administrativa de las 10 resoluciones de adjudicación, alegando el
incumplimiento de las obligaciones relativas al régimen de propiedad
parcelaria por parte de los adjudicatarios, debido al estado de
abandono de los predios.
En el 2008 y mediante Res. 88463 de 2008, el Incoder adjudica a la
Sra. Clara Perdomo el terreno inicialmente adjudicado a Jaime Sierra,
Resolución que fue inscrita en el Folio de Matrícula Inmobiliaria.
En el año 2008 Jaime Sierra contrajo matrimonio con Mariana Frías.
En octubre de 2011 Jaime Sierra presentó solicitud de restitución ante
las oficinas de la Unidad de Restitución.
Jurisprudencia
Bibliografía seleccionada
81
Unidad 5 LA ACTIVIDAD PROCESAL EN EL
MARCO DE LA LEY 1448 DE 2011
Objetivo general
Objetivos específicos
Oe •
•
Exponer los enfoques de la Ley 1448 de 2011 en materia de
restitución para establecer cómo deberá actuar la
institucionalidad competente.
Resaltar los principios que deben guiar las actuaciones de los
funcionarios y funcionarias de restitución, las habilidades
requeridas y los elementos de análisis que deben tener en cuenta
prioritariamente.
• Resaltar el carácter transicional de la acción de restitución
identificando cómo opera este marco en los procesos judiciales
de restitución y formalización de tierras.
82
• Referir las características especiales de la acción de restitución
de la Ley 1448 de 2011.
Las reglas procesales y probatorias específicas que contiene la Ley 1448 de 2011, y en
algunos casos las reglas que por excepción sean aplicables de otras legislaciones,
deberán ser interpretadas, de acuerdo con la naturaleza del proceso y sus fines
específicos. La utilidad de los principios no sólo radica en la ayuda interpretativa que
ofrecen, sino también en su función de llenar vacíos legales para restablecer el equilibrio
jurídico. De esta forma se evita, entre otras cosas, que los jueces deban abstenerse de
fallar los casos concretos a falta de ley expresa o ante la ambigüedad o la insuficiencia
legal. Esto es importante para la aplicación de la Ley 1448, en la medida en que dada su
novedad y carácter sui géneris en la legislación colombiana, puede darse el caso que
frente a una posible laguna identificada por un funcionario judicial, se busque
complementar la normatividad especial con normatividad ordinaria que termine
anulando el espíritu de la ley transicional. Un uso adecuado de los principios debe
llevar a minimizar este riesgo.
El primero de estos principios es el de dignidad. De acuerdo con este, todo acto que se
realice para el cumplimiento de la Ley deberá basarse en el respeto a la integridad y a la
honra de las víctimas, quienes deberán ser tratadas con consideración y respeto y
deberán ser consultadas para que se garantice su participación en las decisiones que las
afecten. Para que esto ocurra deberán contar con información, asesoría y el
acompañamiento necesario.
83
El segundo principio es el de buena fe. En virtud de éste, las víctimas podrán acreditar
los daños a través de cualquier medio de prueba, incluyendo las pruebas sumarias (es
decir, que no hayan sido controvertidas) y las pruebas indiciarias (de contexto y de
referencia).
La real integración de este enfoque dentro del proceso de restitución de tierras es uno de
los retos más grandes de la implementación de la Ley. El punto de entrada debe ser el
reconocimiento de que estos enfoques constituyen un mandato específico de la Ley. De
la misma manera, el enfoque pro víctima de la Ley no solamente se refiere al concepto
de “atención a la víctima”, es decir, a la relación de contacto entre solicitante y autoridad
encargada. Este va más allá, pues implica la intervención oficial para asegurar que las
víctimas tengan cabida en la sustanciación de los casos, el litigio de los mismos, en los
procesos de decisión y post restitución, es decir en el desarrollo de todo el proceso de
restitución, con el propósito de verificar que sus intereses sean realmente atendidos por
el procedimiento de manera global. El Decreto 4829 de 2011, “por el cual se reglamenta
el capítulo III del título IV de la Ley 1448 de 2011 en relación con la restitución de
tierras”, incluyó una serie de medidas que en el proceso administrativo pueden llegar a
constituirse como pasos para la inclusión de este enfoque: i) inicia con la caracterización
84
de los reclamantes como el paso inicial para entender la naturaleza del proceso y la
forma en cómo la intervención estatal debe atender las necesidades de las víctimas; ii)
establece unas reglas para la atención prioritaria de víctimas, debido a sus necesidades o
vulnerabilidades específicas; iii) como medida de garantía del derecho de las víctimas al
acceso a la justicia recalca el principio de gratuidad; iv) establece distintas medidas que
buscan aliviar a las víctimas del trámite innecesario de gestiones o de la búsqueda de
información que está en poder del Estado; dicha carga es asumida por la Unidad de
Restitución y otras entidades a partir del desarrollo del principio de coordinación
armónica; v) a partir de mecanismos inicialmente pensados como instrumentos para la
recopilación de información - como el de cartografía social – es posible generar
importantes dinámicas para la reconstrucción de tejido social y para avanzar en otros
procesos de saneamiento individual y colectivo por las violaciones, así como de
construcción de la confianza y solidaridad social; vi) parte de los principios de
intervención sin daño y de prevención; y, vii) establece una serie de medidas para
brindar información y para promover la participación de víctimas y organizaciones
dentro del proceso de registro50.
En quinto lugar, los jueces transicionales de restitución deben reconocer que no todas las
víctimas son iguales, algo que en la Ley se denomina enfoque diferencial. En consecuencia,
la Ley reconoce que hay poblaciones con características particulares en razón de su
edad, género, orientación sexual y situación de discapacidad y que, por esta razón, las
medidas de ayuda humanitaria, atención, asistencia y reparación integral deben ser
implementadas con un enfoque diferencial. Esto quiere decir que el Estado debe ofrecer
garantías especiales y medidas de protección específicas a los grupos expuestos a mayor
riesgo de violaciones, tales como mujeres, jóvenes, niños y niñas, adultos mayores,
personas en situación de discapacidad, campesinos, líderes sociales, miembros de
organizaciones sindicales, defensores de derechos humanos y víctimas de
desplazamiento forzado.
50
Decreto 4829 de 2011. Artículo 32.
85
se consideren pertinentes. Exige igualmente que las solicitudes en favor de mujeres
cabeza de sean sustanciadas con prelación, lo cual pospone incluso la atención de otras
solicitudes, tanto en la etapa administrativa como la judicial. En consecuencia, por
“atención preferencial” debe entenderse, más allá de un simple puesto prioritario en la
fila, el establecimiento de procedimientos diferenciados que tengan en cuenta las
circunstancias de vulnerabilidad específicas que afectan de manera especial a las
mujeres. Al respecto, la reglamentación debe prever elementos sub-diferenciales como
por ejemplo en materia de atención: la edad (menores de edad, mujeres mayores), la
afectación de otros delitos como los de violencia sexual, y la pertenencia a ciertos grupos
de mayor vulnerabilidad como los étnicos.
Actividad pedagógica
Una vez en el proceso judicial ¿cuál cree usted que sería la importancia
práctica de esta información para el proceso? Enumere las consecuencias
procesales que la identificación de cada una de estas poblaciones podría
tener en el proceso judicial, en cuanto a determinaciones específicas en el
fallo, intervenciones procesales, tratamiento diferenciado durante el
proceso, partes que deberían ser llamadas al juicio, etc.
Una primera consecuencia procesal que se deriva del hecho que la Ley haga parte del
marco de Justicia Transicional es que el juez transicional de restitución debe tener en
cuenta otras leyes que hacen parte de este esquema, como la Ley 975 de 2005 (conocida
como la Ley de Justicia y Paz), y la Ley 1424 de 2010 (conocida como Ley de Acuerdos
de Contribución a la Verdad Histórica). Estas normas fueron establecidas para dotar al
país de mecanismos que permitan hacer un tránsito de una situación de conflicto y de
violación masiva de derechos humanos a un escenario de paz y reconciliación. La
importancia de incluir una ley de reconocimiento simbólico y material de las víctimas en
este escenario es fundamental pues el Estado está reconociendo que sin garantizar de
manera previa y adecuada los derechos de las víctimas de graves violaciones a los
derechos humanos no podrá existir un horizonte de paz y reconciliación en el país. A su
vez, reconoce que una política legítima de búsqueda de la paz debe partir y tener como
elemento central a las víctimas como sujetos políticos y como sujetos de derechos.
Actividad pedagógica
87
la Fiscalía General de la Nación, el deber de “adelantar las investigaciones
y cruces de información que sean conducentes para determinar la
existencia, ubicación y estado de todos los bienes cuya titularidad real o
aparente corresponda a miembros de los grupos armados organizados al
margen de la ley y podrá solicitar al magistrado de control de garantías la
adopción de medidas cautelares sobre los mismos”.
Entre las razones por las cuales la acción de restitución puede verse de esta manera, se
encuentran las siguientes: a) la presencia inmediata y el compromiso de derechos
constitucionales fundamentales en la población objeto de la protección por medio de la
acción de restitución; b) la no existencia de mecanismos judiciales o administrativos
especiales de defensa, que permitieran el amparo y satisfacción de los derechos
conculcados a la población que ha sido objeto del despojo, el desplazamiento, el
abandono forzado de sus bienes y el riesgo permanente de sus vidas; c) la incidencia
fundamental que en sus derechos constitucionales y sus proyectos de vida tendrá la
sentencia de restitución para la aludida población; y d) la ausencia de una legislación y
una jurisdicción nacional adecuada a los propósitos de la restitución y eficiente, que
88
estuviere inspirada en otros principios jurídicos y pudiera transcender la simple
legalidad interna, es una circunstancia que no permite resolver, bajo las ópticas del
derecho civil o agrario, lo que constituye, primordialmente, dentro de la sociedad
colombiana, un grave problema humanitario, que se halla previsto en la ley
internacional.
89
Actividad pedagógica
90
reparaciones en estos contextos transicionales deberían ser comprendidas no sólo como
un instrumento para saldar cuentas con una injusticia que ocurrió en el pasado sino
como una oportunidad de impulsar un mejor futuro. Deberían verse como una
oportunidad, modesta pero no despreciable, de avanzar a una sociedad más justa y de
superar situaciones de exclusión y desigualdad que resultan contrarias a principios
básicos de justicia distributiva. El segundo fundamento radica en que el alcance de los
programas de reparación tiene que obviamente estar fundado en criterios de justicia
correctiva, puesto que se trata de enfrentar el sufrimiento de las víctimas, pero que debe
también responder a consideraciones de justicia distributiva.
Para que esto ocurra, el Estado debe realizar esfuerzos encaminados a la eliminación de
los esquemas de discriminación y marginación que pudieron ser la causa de los hechos
de violencia. Un ejemplo de la aplicación concreta de este enfoque puede verse en las
51Para profundizar en este concepto se sugiere una revisión de los siguientes textos: Uprimny, Rodrigo
(2010) Reparaciones transformadoras de violaciones masivas a los derechos humanos: Entre justicia correctiva y
justicia distributiva; Uprimny, Rodrigo (2009). “El potencial transformador de las reparaciones Propuesta
de una perspectiva alternativa de reparaciones para la población desplazada en Colombia”, en CODHES
(ed.), Desplazamiento Forzado. ¿Hasta cuándo un Estado de Cosas Inconstitucional?, Bogotá: Antropos-
CODHES, Tomo I.
91
medidas de restitución de tierras, por ejemplo, en aquellos casos en los que la
“restitución” pura y simple, no le ofrece a la víctima restituida -y a su núcleo familiar-,
garantías de no repetición, de reconstrucción de un proyecto de vida digno y estable. La
restitución con criterio transformador debe entonces contener medidas de política
dirigidas a la formalización de los inmuebles restituidos (seguridad jurídica), el
saneamiento de pasivos relacionados con el inmueble; e insumos que le permitan a la
víctima y su familia, la explotación del inmueble con carácter productivo y su
estabilización socio-económica.
En tercer lugar, la manera en que los procedimientos de la Ley son usados puede ayudar
a promover una transformación en las relaciones comunitarias y entre los individuos y
comunidades con el Estado. Por ejemplo, el mecanismo de acumulación de casos
comúnmente puede entenderse como un instrumento destinado a garantizar la
celeridad procesal. Sin embargo, este mecanismo puede tener un potencial
transformador importante en la medida en que sea usado para promover la
recomposición productiva y social de territorios afectados por la violencia. El enfoque
como se enfrente la restitución en los territorios puede llevar a que los procedimientos
más allá de una ventaja procesal, coadyuven con los objetivos transformadores de la
Ley.
92
de paso está desueta en el derecho civil moderno -, e incluso podría tener limitaciones si
las posibilidades de flexibilidad no se maximizan en casos concretos. De hecho, el
sistema constitucional y legal colombiano adhieren a las teorías modernas sobre el
derecho de propiedad, en la medida en que (i) aceptan limitaciones del derecho de
propiedad con el fin de promover determinados valores sociales y colectivos, y (ii)
reconocen el carácter fundamental de la restitución de propiedades como una obligación
jurídica prioritaria por parte del Estado. Este marco normativo no solo complementa y
guía la interpretación de las normas de restitución de la Ley 1448, sino que además
sienta bases normativas para la aplicación en la práctica de las doctrinas de la vocación
transformadora de las reparaciones y la concepción transformadora de la propiedad.
93
principio de debido proceso y de igualdad en la oportunidad procesal, frente a las
exigencias de reconocimiento del principio de buena fe y de favorabilidad con las
víctimas del despojo.
Para este procedimiento, se debe tener en cuenta, como principio fundamental, que el
procedimiento que contiene la Ley 1448 de 2011 es atípico y solo debe complementarse
excepcionalmente con otra legislación procesal cuando las circunstancias procesales lo
determinen. El ordenamiento jurídico contenido en la Ley 1448 de 2011 regula
íntegramente la materia a que se refiere. Por su naturaleza, el derecho de las víctimas a
un recurso judicial efectivo y el reconocimiento de la existencia de derechos
fundamentales de aquellas a la verdad, la justicia y la reparación, la procedencia de
cualquier empleo supletorio de otras normas debe tener una consagración específica. De
suerte que si la referida Ley no habla de modo general para la aplicación del Código de
Procedimiento Civil, sino que hace pocas y particulares menciones a la utilización de sus
normas, de ello se infiere que no hay una aplicación supletoria genérica de las
disposiciones del estatuto procesal civil al proceso de restitución, sino que tal
supletoriedad operará, como se ha dicho, para colmar vacíos de actividad o trámite,
pero no para remplazar o establecer disposiciones del derecho procesal material, como
los actos procesales que definan cuestiones de fondo o establezcan recursos.
94
En este sentido, las normas de aplicación supletoria del Código de Procedimiento Civil
solo procederán ante los vacíos que deje el proceso especial de restitución, pero en la
medida en que esas carencias constituyan silencios relacionados con las actividades o
trámites, pero no en lo concerniente a la definición de actos procesales, o para entender
y aplicar medios de impugnación. En todo caso, la remisión debe ser compatible con los
principios de la Ley y su enfoque transicional. Si las normas de aplicación supletoria
tienen el carácter de restringidas, ello quiere decir que su utilización no puede hacerse
de manera extensiva, como lo señala una regla general de derecho.
A este respecto deben tenerse en cuenta los principios de prevalencia del derecho
sustancial sobre el derecho procesal y de instrumentalidad de las formas, lo que indica
que ellas deben interpretarse teleológicamente, al servicio del fin sustantivo, como lo ha
expresado la Corte Constitucional. Y particularmente tener en cuenta los principios de la
restitución contemplados en el artículo 73 de la Ley de Víctimas, los que cumplen una
función de integración, del mismo modo que los principios generales del derecho y la
doctrina constitucional, y además, la finalidad de los procedimientos, la que, conforme
al artículo 4º del Código de Procedimiento Civil, está constituida por la efectividad de
los derechos de reconocidos por la ley sustancial, y cuyos vacíos deben llenarse con los
principios constitucionales y los generales del derecho procesal.
Por otra parte, el juez transicional de restitución tiene deberes-poderes legales que
sobrepasan la función ordinaria de los jueces civiles ordinarios. La condición de juez
transicional en cabeza del juez transicional de restitución, le permitirá, no solo en un
mismo proceso sino bajo una misma condición judicial, amparar y proteger unos
derechos fundamentales afectados, haciendo efectivo el derecho a la restitución, con lo
cual no estará sustituyendo ni remplazando jueces civiles o agrarios, ni inmiscuyéndose
en la definición de conflictos que se promoverían o estarían pendientes en esas
jurisdicciones.
La función del juez transicional de restitución debe ser, frente a otras jurisdicciones,
hermética y completa, de suerte que no se propongan ante él querellas o incidentes que
tiendan a entorpecer o hacer nugatoria su gestión, y que además aseguren que su
actuación permita la definición concluyente de las situaciones que están bajo su
competencia. En materia civil o agraria, en los asuntos que le están atribuidos, o en los
conexos que sigan bajo su escrutinio, el juez transicional de restitución remplaza
cualquier gestión judicial prevista normal y ordinariamente para los jueces civiles y
agrarios, siempre que se halle bajo los parámetros de la Ley 1448 de 2011, de suerte que
él, y sólo él, sea mirado como el juez de la causa y el definidor del sentido del derecho.
95
El juez transicional de restitución debe ser el encargado de determinar la correcta
interpretación del derecho civil o agrario legislado frente a los casos involucrados en la
Ley 1448 de 2011, frente a la cual no pueden oponerse los precedentes de la Sala Civil de
la Corte Suprema de Justicia o la de los Tribunales Superiores, teniendo en cuenta la
protección y satisfacción de los derechos fundamentales que le han sido encomendados.
En otras palabras, debe reinterpretar el derecho civil o agrario para fallar, porque las
cuestiones que deberá afrontar tienen una clara y marcada importancia constitucional.
En este sentido, el juez transicional de restitución ejerce una jurisdicción constitucional
de reconfiguración de relaciones jurídicas diversas que sobrepasan las facultades de los
jueces ordinarios: debe definir y corregir asuntos que han correspondido o se han
tramitado ante la rama judicial y la administración pública, lo que no es ni puede ser del
resorte, o estar bajo la perspectiva funcional de un juez civil o un juez agrario en
condiciones ordinarias.
Actividad pedagógica
Así, por ejemplo, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi –IGAC- y los catastros
descentralizados competentes, tienen la obligación de poner a disposición del juez
transicional de restitución competente, a través de sus sistemas, la información actual e
histórica de los predios que contengan. Por su parte, la Superintendencia de Notariado y
Registro debe a través del Sistema de Información Registral, facilitar el acceso a la
información registral, actual e histórica de los predios.
97
Por otro lado, a los procesos judiciales de restitución y formalización de tierras deberán
comparecer como intervinientes, con el fin de cumplir las funciones que les asigna la
Constitución y la Ley, autoridades tales como los Procuradores Judiciales para la
Restitución de Tierras y la Defensoría Pública, a fin de prestar los servicios de
orientación, asesoría y representación judicial a las víctimas que participen en los
procesos judiciales; y el ICBF quien en coordinación con la Unidad de Restitución debe
garantizar el interés superior de los menores (artículos 26, 81 y 188 de la Ley).
Actividad pedagógica
Ap Haga una lectura del capítulo III del título IV de la Ley 1448 con la
idea de identificar instituciones públicas que sirven de soporte en
el proceso o que son susceptibles de intervenir, así como su posible
relevancia en la etapa judicial. A partir de esta lectura construya
una tabla para futura referencia, como la que se sugiere a
continuación:
98
5.2.3. Un proceso que presume la disparidad entre las partes
Así, por ejemplo, en virtud de la aplicación oficiosa del Derecho Agrario es obligación
del funcionario judicial garantizar la inmediación en la práctica de las pruebas; vigilar la
permanencia de los principios y objetivos del derecho agrario, como la simplicidad,
concentración y brevedad de las actuaciones; la plena realización de la justicia en el
campo; velar por la igualdad real de las partes, mediante la tutela y la protección de la
parte más débil en las relaciones de tenencia de la tierra y de la producción agraria y la
corrección de las disparidades que existen por las diferencias sociales y económicas en
52Ramos Bermúdez, Manuel. (2003). Justicia Agraria: La experiencia colombiana. Ponencia presentada en el XI
Seminario Nacional de Derecho Agrario. II Encuentro Nacional de Profesores de Derechos Agrario.
Disponible en: http://www.abda.com.br/texto/ManuelRBermudez.pdf (consultada el 3 de enero de 2012),
pp. 35-38.
99
las relaciones agrarias53. Esta facultad impone además, la aplicación oficiosa de las
disposiciones que amparen los derechos del sujeto agrario objeto de la protección
especial. Estas características del proceso agrario son compatibles con la acción de
restitución, en tanto ésta comparte la filosofía de protección especial a la parte más débil
de la relación procesal.
Sin embargo, en otros casos, cuando dicha oposición se presente, los casos deberán ser
sustanciados por el juzgado civil del circuito y remitidos para decisión de los
Tribunales54. Las circunstancias contextuales descritas en la Unidad 3 de este módulo
hacen pensar que por distintas vías, una buena parte de los casos deberán ser tramitados
bajo esta modalidad. Por un lado, el despojo sucesivo hará que distintas personas se
reputen como legítimos derecho-habientes de un mismo predio, o que las transacciones
sucesivas realizadas para esconder los despojos hagan necesario el reconocimiento de
personería jurídica a varios opositores. A su vez, en la medida en que parte de la
población obligada a abandonar sus tierras, ejercía derechos sobre predios no titulados –
algunos de los cuales jurídicamente pertenecían a la Nación o a entidades territoriales -,
confluirán en el proceso otros actores procesales con interés legítimo en la resolución de
los casos.
53 Ibíd, p. 32.
54
Ley 1448 de 2011. Artículo 79.
100
De manera esquemática, en los procesos judiciales de restitución y formalización de
tierras podrán ser sujetos procesales: los solicitantes, los opositores y quienes sin tener
las calidades previas aleguen un interés en los bienes a restituir (terceros).
En relación con los solicitantes, los artículos 75 y 81 de la Ley establecen los titulares de
la acción de restitución, quienes podrán presentar su solicitud ante el juez Civil de
Circuito, especializado en restitución de tierras. De acuerdo con estas disposiciones, los
criterios para la definición de los titulares del derecho son:
Adicionalmente, podrán ser sujetos procesales en calidad de terceros, las personas que
hayan celebrado un negocio jurídico o contrato mediante el cual hayan transferido o
prometido transferir, un derecho real, la posesión u ocupación del predio objeto de
restitución; a quienes mediante sentencia ejecutoriada se les otorgó, transfirió, expropió,
extinguió o declaró la propiedad del predio objeto de restitución a su favor, o el remate
del mismo en proceso judicial; quienes intervengan en los procesos declarativos de
derechos reales, los procesos sucesorios, de embargo, divisorios, de deslinde y
amojonamiento, de servidumbres, posesorios de cualquier naturaleza, de restitución de
tenencia, de declaración de pertenencia y de bienes vacantes y mostrencos, que se
55
Artículo 76.
56
Artículo 79 y 88.
101
hubieran iniciado en relación con el inmueble o predio cuya restitución se solicita, así
como los procesos ejecutivos, judiciales, notariales y administrativos que afecten el
predio57; y, en general, toda persona que no ostente la calidad de solicitante u opositor,
pero alegue derecho de contenido patrimonial sobre el predio materia de restitución 58.
57
Artículo 86, literal c.
58
Artículo 86, literal e.
59
Artículo 86, literal c y Artículo 95.
102
De igual modo pueden ser objeto de acumulación, las solicitudes presentadas en el
marco del proceso de restitución, las cuales persigan la restitución física del inmueble, la
formalización del título, la compensación económica, u otras pretensiones dispuestas en
la Ley, o cuando la solicitud sea presentada por varias personas sobre un mismo predio,
o se reclamen inmuebles colindantes, o inmuebles ubicados en la misma vecindad. En
estos casos la acumulación persigue dar aplicación a principios de economía procesal,
celeridad, concentración y comunidad de la prueba y a procurar retornos con carácter
colectivo dirigidos a restablecer las comunidades de manera integral y bajo criterios de
justicia restaurativa.
En ese sentido, no debe perderse de vista que esta acumulación y concentración busca
dar contenido a la vocación de integralidad de la Acción de Restitución. Es decir, el
objetivo de la Ley de que todo caso que llegue a conocimiento del juez transicional de
restitución termine con un fallo que aclare de manera definitiva todos los pleitos y
relaciones jurídicas que puedan afectar el predio en cuestión. En esta materia debe ser
aplicada la noción de la congruencia de la sentencia, en la cual se exige que deba
contener la decisión expresa y clara sobre cada una de las pretensiones y las oposiciones,
cuando proceda resolver sobre ellas, y demás asuntos que corresponda decidir. Si se
parte de la consideración de que el juez transicional de restitución es más un juez
constitucional y transicional que un juez civil o agrario, así como la naturaleza, alcance y
finalidades de la justicia que representa y los problemas que deben resolverse, que
transcienden un pleito inter-partes, donde las medidas y decisiones judiciales que se
adopten están encaminadas, dentro de un marco de Justicia Transicional, a hacer
efectivos los derechos a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas, y a la
dignificación de éstas a través de la materialización de sus derechos constitucionales, es
dable suponer que esa reparación será integral. Restringir dichas competencias iría en
contra de la noción de restitución, en la medida en que la sentencia que se pronuncia no
permitiría aclarar ni definir, de manera terminante, todos los pleitos y relaciones
jurídicas que afectan los predios y las personas involucradas en los procesos.
Autoevaluación
103
cuyo propietario era el conocido terrateniente Tomás Vélez. Manuel y
Fernanda tuvieron tres hijos: Angelino (nacido en 1990), Germán,
(1991) y Juan Camilo (1995). Los tres hijos fueron registrados con el
apellido de su padre y su madre, quienes nunca contrajeron
matrimonio. A pesar de esta unión, era conocido que Manuel sostenía
una relación sentimental con María Claudia Pulido, una lideresa de la
toma de las tierras.
104
Belén, de 8 años (hija del fallecido Juan Camilo), a apoyar la solicitud de
su madre y abuela. En enero de 2012, María Claudia Pulido se acercó a
las oficinas de la Unidad de Restitución para oponerse a tal pretensión y
para ser tenida en cuenta, junto a su hija, como la reclamante de la
restitución del predio.
Partes Relaciones
jurídicas Situaciones a ser
resueltas
Entidades a ser
llamadas al Intervinientes
proceso
Sujetos de
Atención prioritaria
Jurisprudencia
J -
-
-
Sentencia C-037 de 1996, MP. Vladimiro Naranjo Mesa.
Sentencia C-490 de 2000. M.P. Alejandro Martínez Caballero
Sentencia T-327 de 2001. MP. Marco Gerardo Monroy Cabra
Sentencia C-379 de 2004. M.P. Alfredo Beltrán Sierra Sentencia
C-815 de 2005. MP. Rodrigo Escobar Gil
- Sentencia C-713 de 2008, MP. Clara Inés Vargas Hernández
- Sentencia C-523 de 2009. MP. María Victoria Calle Correa
- Sentencia T-746 de 2010. MP. Mauricio González Cuervo
105
Bibliografía seleccionada
106
Unidad 6 LA ACTIVIDAD PROBATORIA EN EL
MARCO DE LA LEY 1448 DE 2011
Og
Objetivo general
Objetivos específicos
107
Con el fin de revertir el fenómeno del abandono y despojo forzado de tierras descrito en
la Unidad 3, y como parte de una política de Justicia Transicional de mayor alcance,
cuyo propósito es reparar a las víctimas de violaciones de los derechos humanos que
ocurrieron masiva y sistemáticamente en las últimas décadas con ocasión del conflicto,
la Ley 1448 de 2011 estableció la Acción de Restitución, como el procedimiento
específico para reconstruir las relaciones y derechos sobre la tierra.
Este proceso de clarificación de los derechos exige una reconstrucción amplia de cada
uno de los casos que se presenten ante la Unidad de Restitución, en el desarrollo de la
etapa administrativa60 y ante los jueces transicionales de restitución, en la etapa
judicial61. Dicha labor comporta enormes desafíos para los funcionarios y funcionarias
que intervienen en este proceso, razón por la cual la Ley incorporó una serie de
disposiciones y herramientas concretas que buscan responder a los intereses y
expectativas que diversos actores tienen respecto de la restitución de los derechos de los
despojados.
108
cumplimiento de los fines previstos por esta normatividad, y por ende, en el desarrollo
del proceso de restitución, es su deber brindar de manera oportuna e idónea, apoyo,
colaboración e información solicitados por los funcionarios y funcionarias
administrativos y judiciales que intervienen en el proceso.
Por otro lado, otra variable que debe ser valorada en esta etapa se relaciona con la
situación de vulnerabilidad de los habitantes rurales, y las afectaciones específicas que el
despojo produjo en algunos grupos poblacionales, tales como las mujeres, los niños y las
niñas, los adultos mayores y los grupos étnicos. En razón a ello, los funcionarios y
funcionarias administrativos y judiciales, deben evaluar estas afectaciones al momento
de implementar instituciones como la buena fe, la favorabilidad y la carga de la prueba,
sin desconocer en su implementación el contenido del derecho al debido proceso, al
principio de contradicción de la prueba y de igualdad de oportunidad para la prueba.
Ahora bien, dado que el despojo operó como una estrategia masiva y sistemática, los
jueces transicionales de restitución se verán enfrentados a un elevado número de
acciones dirigidas a obtener la restitución y formalización de los predios, las cuales
deberán ser resueltas oportuna y eficazmente tomando las medidas procesales
pertinentes para el efecto, las cuales fueron abordadas en las Unidades 4 y 5. Del mismo
modo, y a fin de evitar un gasto innecesario de energía judicial en la realización de la
actividad probatoria, la Ley facultó al juez transicional de restitución a dictar fallo
cuando llegue al convencimiento respecto de la situación litigiosa, incluso sin haber
decretado o practicado algunas pruebas pedidas por las partes.
109
puede valerse el juez transicional de restitución para resolver las demandas, y, iii) la
valoración de la prueba en la acción de restitución.
110
modo tiempo y lugar previas, durante y posteriores a la ocurrencia del despojo o
abandono.
Por otro lado, en relación con los opositores del proceso de restitución, la Ley establece
la obligación en cabeza de estos sujetos procesales de probar la buena fe exenta de culpa,
debiendo demostrar:
con efectos superiores y por ello denominada cualificada, creadora de derecho o exenta de culpa. Esta
buena fe cualificada, tiene la virtud de crear una realidad jurídica o dar por existente un derecho o
situación que realmente no existía.” Sentencia C-1007 de 2002.
111
En relación con el tercer elemento, la Corte Suprema de Justicia ha señalado que a
efectos de que ese ejercicio del derecho aparente de lugar a que jurídicamente se
convierta en real bajo el argumento de la buena fe, deben concurrir los siguientes
elementos67:
112
bien, la ausencia de obras fraudulentas, de engaño, astucia o viveza, en fin, de cualquier
conducta lesiva de los derechos de las víctimas.
Por otro lado, podrán oponerse a las pretensiones del solicitante quienes consideren que
no tiene la calidad de desplazado o despojado, caso en el cual deberán presentar la
documentación que quieran hacer valer como prueba de tal afirmación. Para ello,
podrán aportar pruebas que controviertan el hecho base, o que indiquen que, a pesar de
la ocurrencia del hecho base, la deducción lógica prevista por el legislador en el caso
concreto no es procedente, dado que no hubo buena fe en la actuación de quien se
reputa beneficiario de esta presunción.
69 Neme Villareal, Martha Lucía. (2010). “La presunción de buena fe en el sistema jurídico colombiano.”
Revista de Derecho Privado, n.º 18, PP. 65 a 94.
70 Ley 1448 de 2011, Artículo 91, lit. r.
71 Artículo 98.
113
Actividades pedagógicas
El objeto de ambas etapas es llegar a la verdad procesal o formal, con base en las
pruebas aportadas, practicadas y valoradas por el juez transicional de restitución, como
herramienta indispensable para hacer justicia y lograr la reparación de las víctimas.
Ahora bien, teniendo en cuenta las limitadas posibilidades con que cuentan las víctimas
para probar su condición y las relaciones jurídicas que tenían con los predios, así como
72Peña, Jairo Iván. (2008). Prueba judicial. Análisis y valoración. pp. 203-247. Bogotá: Escuela Judicial
Rodrigo Lara Bonilla.
114
los sofisticados mecanismos utilizados por los despojadores para apropiarse de éstos, la
Ley estableció algunos instrumentos con el propósito de superar los obstáculos que las
víctimas podrían enfrentar a efectos de acceder eficazmente a la justicia en el marco de
estos procesos. Entre estos se encuentra la incorporación de los principios de buena fe, la
favorabilidad, la inversión de la carga de la prueba, así como las presunciones de
despojo en relación con los predios inscritos en el Registro de Tierras.
73 “La conducencia se refiere a la idoneidad del medio probatorio utilizado para establecer la veracidad de
un hecho determinado, de manera que el medio utilizado debe estar explícitamente autorizado o no debe
estar expresamente excluido, pues de lo contrario la prueba no será admitida. Entonces se encuentra que
no es una cuestión de hecho sino de derecho, de manera que incluso cuando se considere que la prueba es
pertinente el medio propuesto puede no ser idóneo.” Peña, Jairo Iván, op. cit., pp. 33 y 34.
74 Este criterio se relaciona con el requisito de utilidad, el cual hace referencia a la capacidad de las
pruebas de dar elementos de convicción al juez. Son por ejemplo inútiles las pruebas que tratan de
demostrar un hecho presumido cuando éste no está siendo discutido o las que tratan de demostrar un
hecho plenamente probado. En la medida en que no tienen ninguna relevancia en el debate probatorio
éstas se consideran superfluas.
75 De conformidad con el artículo 13 num. 4, del Decreto 4829 de 2011, la Unidad de Restitución puede
solicitar a diversas entidades públicas y otras, la información que necesite para: i) el trámite del registro;
ii) identificar plenamente a las personas; iii) clarificar física y jurídicamente los predios objeto de despojo o
abandono forzado de tierras; y iv) verificar la existencia de los hechos y argumentos presentados por el
115
En síntesis, el objetivo de esta fase probatoria es lograr que la Unidad de Restitución
acopie las pruebas necesarias, que le permitan al juez transicional de restitución llegar a
la certeza y plena convicción respecto del asunto objeto de controversia. Para ello y con
el fin de darle aplicación al principio de favorabilidad, y flexibilizar el ejercicio de la
apreciación probatoria la Unidad de Restitución podrá acudir entre otros, a las
declaraciones de parte, al juramento, al testimonio de terceros, al dictamen pericial, a la
inspección judicial, a los documentos, a los indicios, así como a los hechos notorios76, a
las presunciones77, a las reglas de la experiencia y demás medios de prueba que sean
útiles para la formación del convencimiento de los funcionarios y funcionarias de la
Unidad de Restitución y del juez transicional de restitución.
En este sentido, si bien el juez transicional de restitución goza de una amplia libertad
para valorar las pruebas allegadas por la Unidad de Restitución, en virtud de la
presunción señalada es deber de este funcionario judicial otorgar crédito a estas pruebas
y evitar de esta manera su duplicidad y la dilación del proceso, dando alcance a los
principios de colaboración armónica, celeridad y economía procesal contemplados en la
Ley. En desarrollo de estos postulados, la Ley establece que aquellas solicitudes que no
presenten opositores y que sean presentadas por la Unidad de Restitución, deberán ser
falladas por el juez transicional de restitución con base en el acervo probatorio
presentado con la solicitud.78
solicitante o aquellos que permitan consolidar la información que sirvió de base para iniciar de oficio el
trámite.
76 Al respecto, la Corte Suprema de Justicia ha tenido como hechos notorios, la ocurrencia de masacres y la
existencia del fenómeno paramilitar en varias zonas del país a partir de la década de los noventa. Véanse
Corte Suprema de Justicia, Sentencia del 27 de abril de 2011. Segunda Instancia Rad. 34547 y Sentencia del
3 de diciembre de 2009, Rad. 32672.
77 Las presunciones tienen como efecto la inversión de la carga de la prueba a favor de las víctimas, de
modo que será del resorte de los opositores y terceros desvirtuar lo que ellas han acreditado.
78 Ley 1448 de 2011, Artículo 88.
116
Por último, la Ley faculta a los magistrados de restitución, a decretar de oficio las
pruebas adicionales que consideren necesarias79 a efectos de verificar los hechos
alegados por las partes. Esta facultad es fundamental en los procesos de restitución,
pues permite a los funcionarios y funcionarias judiciales alcanzar la verdad procesal o
formal, materializando el principio de justicia material.
Una vez probadas las dos condiciones, la carga de la prueba se traslada al demandado o
a quienes se opongan a las pretensiones de la víctima en el proceso de restitución,
debiendo probar su interés legítimo en el proceso, salvo las personas reconocidas como
desplazados o despojados.
En el caso de opositores (no víctimas) y terceros de buena fe exenta de culpa, la Ley les
exige acompañar el escrito de oposición de los documentos que se quieran hacer valer
como prueba de: i) la buena fe exenta de culpa y ii) del justo título del derecho, o iii) la
tacha de calidad de despojado de la persona que presentó la solicitud. En consecuencia,
en los casos de oposiciones, son los terceros u opositores no víctimas quienes tienen la
carga de la prueba.
Por otro lado, en los casos donde el opositor tiene la condición de desplazado o
despojado, los jueces transicionales de restitución deben ejercer un rol más activo en el
decreto, la práctica y la valoración de las pruebas a efectos de adoptar una decisión
informada. En estos casos, el juez transicional de restitución puede hacer uso de la
doctrina de las cargas dinámicas de la prueba, de acuerdo con la cual “la parte que se
encuentre en posición privilegiada para probar un hecho debe allegar la prueba
respectiva ya que, en ciertos casos, a alguna de las partes le resulta especialmente difícil
aportar elementos probatorios en razón a que … se presenta un elevado grado de
dificultad para acceder a los medios respectivos (…) En consecuencia, a partir de la
dificultad para aplicar la carga de la prueba, el juez hace un análisis dinámico de cada
117
situación, y en caso que así lo determine, la carga de la prueba se traslada a la parte que
se encuentra en condiciones de aportar los medio al proceso ”81.
Con todo, dadas las calidades de víctimas de ambos sujetos procesales, el juez
transicional de restitución podrá decretar de oficio las pruebas que considere necesarias,
con el fin de llegar al convencimiento sobre las afirmaciones presentadas por estas en el
desarrollo de la acción de restitución.
81
Peña, Jairo Ivan (2008) Prueba judicial. Análisis y valoración. Bogotá: Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla,,
pp. 277 y 278.
82
Al respecto, se pueden consultar las siguientes providencias: Consejo de Estado, Sentencia del 30 de
julio de 1992, Expediente 6897; Sentencia del 10 de febrero de 2000, Expediente 11.878; Sentencia del 20 de
febrero de 2008, Expediente 15563..
83
Corte Constitucional, Sentencia T-590 de 2009. MP. Luis Ernesto Vargas Silva.
84 Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera. Sentencia del 8 de mayo de
2003.
85 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Velásquez Rodríguez, Sentencia de fondo del 29 de
julio de 1988, párrs 135 y 136. En este mismo sentido: Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso
Godínez Cruz, Sentencia de fondo del 20 de enero de 1989, párrs. 141 y 142. Cit
118
6.2.3. Presunciones y fuentes de información
En primer lugar la Ley consagra una presunción de derecho en relación con ciertos
contratos. Al respecto, el hecho base a probar para alcanzar esta presunción es la
existencia de un negocio jurídico sobre el inmueble objeto de restitución, entre la víctima
–o sus familiares- con una persona que haya sido condenada por pertenencia,
colaboración o financiación de grupos armados que actúan por fuera de la Ley,
cualquiera sea su denominación, o por narcotráfico o delitos conexos, bien sea que estas
personas hayan actuado por sí mismos o a través de terceros. Para efectos probatorios
dentro del proceso de restitución, se presumen de derecho la ausencia de
consentimiento o causa lícita, lo cual genera la inexistencia de ese acto o negocio y la
nulidad absoluta de actos o negocios posteriores.
En relación con esta presunción las fuentes de información y medios probatorios de que
pueden hacer uso las autoridades son: i) copia de los documentos en los que conste el
negocio jurídico (carta-venta, promesa de venta, escritura pública, folio de matrícula
inmobiliaria, etc.) y la copia de la sentencia. Para el efecto se podrán consultar el Sistema
de Información Registral de la Superintendencia de Notariado y Registro, los Sistemas
de información de la Fiscalía General de la Nación y de la Dirección Nacional de
Estupefacientes. En este sentido, una vez la víctima presente prueba sumaria de la
relación jurídica con el bien, y del despojo, en el proceso de documentación en la etapa
administrativa, o en su defecto en la etapa probatoria en sede judicial, los funcionarios y
funcionarias de restitución deberán verificar la situación jurídica de los compradores y
opositores que aleguen buena fe exenta de culpa, a efectos de verificar si es procedente o
no dar aplicación a esta presunción.
119
donde se hayan solicitado medidas de protección conforme a lo dispuesto en la
Ley 387, siempre y cuando la transferencia no haya sido autorizada por la
autoridad competente.
iii) el acto o negocio jurídico se haya realizado con personas que hayan sido
extraditadas por narcotráfico o delitos conexos, o a través de terceros;
86 Uprimny, Rodrigo, et al. (2011). Las medidas de protección de tierras en Colombia. Un estudio Socio-Jurídico.
Bogotá: Dejusticia-Asdi.
87 Superintendencia de Notariado y Registro. (2011). Situación registral de predios rurales en los Montes de
María. Bogotá.
120
En estos casos el opositor deberá desvirtuar la presunción de ausencia de
consentimiento o causa ilícita, a efectos de que el negocio jurídico sea declarado válido.
De no hacerlo, el acto o negocio jurídico se reputará como inexistente y por ende todos
los actos o negocios jurídicos posteriores estarán viciados de nulidad absoluta.
En tercer lugar la Ley establece una presunción legal de nulidad respecto de actos
administrativos posteriores al despojo que hayan legalizado una situación jurídica
contraria a los derechos de la víctima. Esta declaración de nulidad produce
adicionalmente el decaimiento de todos los actos administrativos posteriores y la
nulidad de todo acto o negocio jurídico privado que recaiga sobre el bien objeto de
restitución.
En relación con esta presunción se deberán considerar las siguientes pruebas: la prueba
sumaria de la relación jurídica con el bien, el posterior despojo y el acto administrativo
que consolidó una situación jurídica que obró en desmedro del despojado.
En relación con esta presunción se deben probar dos hechos base: i) la propiedad,
posesión u ocupación y ii) el posterior despojo de un bien inmueble.
En los dos casos anteriores, la carga de la prueba exigida a las víctimas es la que opera
como regla general de acuerdo con la Ley, es decir, que basta con la presentación de la
prueba sumaria para trasladar la carga de la prueba al opositor.
121
Adicionalmente, la Ley establece una presunción de inexistencia de las posesiones que
se hayan iniciado sobre los bienes objeto de restitución durante el 1° de enero de 1991 y
la sentencia en que ponga fin a la acción de restitución. En consecuencia los terceros
víctimas o terceros de buena fe exenta de culpa que hayan iniciado una posesión en este
periodo, no podrán solicitar la restitución y formalización del predio objeto de disputa,
sino la compensación, ya sea en especie o monetaria.
En este sentido, y con el fin de reparar y dignificar a las víctimas de despojo, el juez
transicional de restitución deberán ser muy diligentes al momento de decretar, practicar
y valorar las pruebas consideradas necesarias para establecer la verdad de los hechos de
despojo o abandono forzado, debiendo además realizar las actuaciones que consideren
pertinentes a efectos de precisar los hechos que permitan aplicar las presunciones
expuestas en favor de las víctimas.
Para ello, los funcionarios y funcionarias judiciales deberán hacer uso diversos sistemas
de información existentes, tales como: el Registro Único de la Población Desplazada
(RUPD), el Registro Único de Predios y Territorios Abandonados (RUPTA), Sistema de
Alertas Tempranas (SAT), Sistema de Información de la Fiscalía General de la Nación,
fuentes de información de la Dirección Nacional de Estupefacientes; Sistema de
Información Registral de la Superintendencia de Notariado y Registro, sistemas de
información de predios del Instituto Geográfico Agustín Codazzi –Igac-, sistemas de
información del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural –Incoder-, entre otros.
122
Población Desplazada que ordenan la protección de predios, o autorizan la enajenación
de predios en zonas protegidas, documentos oficiales que acrediten las extradiciones,
resoluciones de adjudicación de predios, resoluciones de revocatoria o de caducidad
administrativa, oficios de las personerías municipales, copias se sentencias judiciales,
copias de declaración del desplazamiento (ante Ministerio Público, Acción Social o
Fiscalía) y pruebas que acrediten la existencia de contratos y negocios jurídicos sobre los
predios objeto de restitución, tales como: cartas venta, escrituras públicas, promesas de
venta, folios de matrícula inmobiliaria, recibos de servicios públicos, testimonios, etc.
Por otro lado, en muchos casos la información a probar está relacionada con el contexto,
razón por la cual es necesario decretar pruebas que puedan dar información detallada
acerca de las costumbres regionales sobre transacciones de propiedad, sobre precios de
la tierra, sobre los usos de la tierra, sobre distribución del territorio, sobre el conflicto en
la región y el tipo de victimizaciones, etc. Para ello resultan útiles las bases de datos del
Igac-, de la Superintendencia de Notariado y Registro, del Incoder, del Ministerio de
Minas y Energía, de las Corporaciones Autónomas Regionales, los informes o
documentos de la Defensoría del Pueblo, del Observatorio del Programa Presidencial de
Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, de la Comisión Nacional de
Reparación y Reconciliación, de las Comisiones Regionales de Restitución de Bienes, del
Grupo de Memoria Histórica, de la Comisión de Seguimiento a la Política Pública de
Desplazamiento Forzado, entre otras.
Finalmente, dado que en muchos casos no existe información catastral sobre los predios,
es importante acudir a medios alternativos como la cartografía social 88 y otros
mecanismos de recolección de información comunitaria, que permitan identificar física y
jurídicamente los predios con sus linderos y cabida.
88
La cartografía social es una herramienta que permite a las comunidades realizar un ejercicio de
diagnóstico, descripción y análisis del territorio, poniendo en juego diversos elementos de la cultura, de la
economía, de las relaciones políticas, de lo ambiental, de las relaciones sociales y de los conflictos, que en
él se generan. Esta metodología de producción de conocimiento participativo se general de manera
horizontal desde las bases, con el compromiso y la acción consciente, libre y activa de cada uno de los
individuos que componen una comunidad. El resultado es la descripción e interpretación propia, que
responde de manera efectiva y real a los usos y costumbres en torno al territorio, que se legitiman
cotidianamente.
123
Actividades pedagógicas
6.2.4 Valoración
124
(notoria non egentprobatione), en cuanto se trata de una realidad
objetiva que los funcionarios y funcionarias judiciales deben reconocer,
admitir y ponderar en conjunto con las pruebas obrantes en la
actuación, salvo que su estructuración no se satisfaga a plenitud.
(…)Es claro que el hecho notorio como factum existe, pero no requiere
prueba. Pese a ello, tiene innegable carácter demostrativo, en la medida
en que acredita una situación concreta conocida de manera general y
pública por la ciudadanía y el juez, siempre que guarde pertinencia de
especial carácter en el sentido de la decisión que se adopta.
Así pues, en el caso objeto de estudio puede tenerse como hecho notorio,
la ocurrencia de la masacre durante los días 10 y 11 de marzo de 2000
en la vereda Las Brisas, corregimiento de Mampuján.
125
En consecuencia, el juez transicional de restitución tiene cierta discrecionalidad para
apreciar el mérito probatorio de los elementos allegados durante el proceso y por ende
es él quien determina cuál es el valor de los medios que tiene a su disposición. En todo
caso, este sistema requiere igualmente una motivación, consistente en la expresión de las
razones que el juzgador ha tenido para determinar el valor de las pruebas, con
fundamento en las reglasde la lógica, la ciencia y la experiencia.
Al respecto, el artículo 89 señala que son pruebas admisibles todas las reconocidas por la
Ley. En particular, el juez transicional de restitución debe tener en cuenta los
documentos y las pruebas aportadas con la solicitud, sin que la víctima o la Unidad de
Restitución estén obligadas a demostrar un hecho con una determinada prueba.
Adicionalmente, el juez transicional de restitución debe presumir fidedignas las pruebas
aportadas por la Unidad de Restitución, las cuales podrán ser debatidas al interior del
proceso judicial cuando sean controvertidas por un opositor o tercero interesado. En
caso contrario, el juez transicional de restitución deberá fallar con base en el acervo
probatorio presentado en la solicitud.
126
En el ejercicio de esta labor es posible que el funcionario o funcionaria judicial no
siempre encuentre la prueba irrefutable de los hechos. En estos casos puede
“elaborar hipótesis sobre los mismos y aplicar criterios de racionalidad y razonabilidad
que permitan establecer la fuerza y grado de confirmación de las mismas, debiendo
explicar cuándo considera que su hipótesis es lo suficientemente fuerte para proferir
decisión de fondo”.100
Las reglas de la sana crítica son un conjunto de condiciones de racionalidad que buscan
guiar al juez en su labor interpretativa y argumentativa.
127
En primer lugar, con la ciencia se pretende que el juez acuda a la razón y a los métodos
racionales que las ciencias han implementado para evaluar el conjunto de pruebas desde
la inducción y la deducción y así llegar a conclusiones asertivas y verosímiles.
En segundo lugar, la lógica sirve para evaluar los argumentos en los que se apoyan las
afirmaciones sobre los hechos relevantes en la sentencia judicial, examinando su
verosimilitud y credibilidad. Así, ante dos o más pruebas contradictorias el juez debe
analizar la probabilidad lógica de cada una de ellas, es decir, medir la fuerza inductiva
de los argumentos y ver cómo se engrana cada una de éstas en el conjunto de medios
probatorios que están siendo analizados. Esto le permitirá ver el grado de probabilidad
de la certeza que arroja cada una de estos medios, ayudándole a decidir cuál de estos
tendrá un mayor valor frente al otro.
Por otro lado, la lógica puede ser útil para analizar la corrección y verosimilitud de los
argumentos expuestos por los distintos sujetos procesales, aspecto que en todo caso
deberá valorarse en conjunto con el material probatorio recaudado. Igualmente, esta
regla es importante a efectos de que el juez transicional de restitución lleve a cabo una
adecuada subsunción de los hechos (demostrados) en los supuestos de hecho de las
normas contenidas en la Ley (que pueden ser presunciones) y para la realización de
ejercicios de ponderación adecuados, cuando a ello hay lugar. En este sentido, la lógica
puede contribuir a garantizar una mayor corrección de las decisiones judiciales,
evitando caer en falacias o favorecer argumentos que pueden ser contradictorios.
128
Finalmente, dada la situación de excepcionalidad de la Ley, es claro que no es posible
aplicar las reglas de la experiencia que se usan en periodos ordinarios. En consecuencia
es necesario redefinir el contenido de estas reglas, a partir de los contextos de despojo y
abandono estudiados en la tercera unidad. En todo caso, las máximas de la experiencia
admiten excepciones, y por ende su aplicación se debe dar en conjunto y de manera
coherente con las demás reglas de la sana crítica.
Por otro lado, dadas las dificultades que pueden enfrentar los jueces transicionales de
restitución a efectos de decidir sobre situaciones en las que se abordan complicadas
pruebas empíricas, es posible hacer uso de una tipología interesante, seguida por el
derecho anglosajón, en las instrucciones que reciben los jurados que tienen a su cargo
valorar las pruebas y llegar a decisiones de responsabilidad a partir de éstas en juicios
civiles y penales. En este sentido, existe un estándar de tres tipos de valoración de la
prueba.104
104
Dejusticia (2009) Intervención ciudadana en el proceso No.D7415, pp. 19 y 20.
105
Metropolitan Stevedore Co. v. Rambo, 117 S.Ct. 1953. Citado en: Dejusticia (2009) Intervención
ciudadana en el proceso No.D7415, pp. 19 y 20.
129
El segundo estándar es el llamado clear and convincing evidence (evidencia clara y
convincente). En este caso se requiere que la evidencia indique que el hecho que se
quiere probar es altamente probable o razonablemente cierto. Este estándar es más alto
que el de la preponderancia de la evidencia pero es menos exigente que el estándar
requerido para casos penales, por ello en varios estados se requiere para aquellos casos
en que una parte solicita daños punitivos. Así, una parte en litigio provee evidencia
clara y convincente cuando logra en la mente del juzgador una convicción permanente
de que la verdad o los hechos que propone son altamente probables lo cual lleva a
pensar que existe una alta probabilidad de la corrección de la conclusión jurídica106.
El tercer y más exigente estándar es el aquel que se conoce como “más allá de la duda
razonable” (beyond reasonable doubt). Éste se refiere que la duda que previene a alguien
de estar firmemente convencido de la culpabilidad de un acusado, o de la creencia de
que existe una posibilidad real de que el acusado no es culpable. En este caso, por
supuesto, el jurado debe partir de la presunción de que el acusado es inocente. Así, se
requiere que después de toda comparación y consideración de toda la evidencia, existe
en la mente de los jurados una condición que impide que con toda certeza puedan
considerar al acusado como culpable107.
Esta breve descripción permite entonces demostrar que es posible considerar modelos
razonables de interpretación judicial que permitan operativizar los complejos dilemas
que expone el tratamiento de pruebas empíricas. En relación con el proceso de
restitución, el juez transicional de restitución podrá dar aplicación a los primeros
estándares en los casos en que no se presenten opositores y cuando los sujetos
procesales intervinientes compartan la calidad de víctima.
El estándar más exigente podrá tener lugar en aquellos casos en que se presenten
terceros que aleguen buena fe exenta de culpa, dado que la ley presume la buena fe de la
víctima e invierte la carga de la prueba para dejarla en cabeza del opositor.
106
International Seaway Trading Corp. v. Walgreens Corp., 599 F.Supp.2d 1307; ASARCO LLC v.
Americas Mining Corp., 396 B.R. 278; Phillips v. Bowen, 115 F.Supp.2d 303; Thomas v. Nicholson, 423
F.3d 1279; Peterson v. Islamic Republic of Iran, 264 F.Supp.2d 46. Citado en: Dejusticia (2009) Intervención
ciudadana en el proceso No.D7415, pp. 19 y 20.
107
Cfr. Commonwealth v. Webster, 59 Mass. (5 Cush.) 295, 320 (1850) (per Lemuel Shaw, J.) y Charles
Herman Kinnane, A First Book on Anglo-American Law 562 (2d ed. 1952). Citado en: Dejusticia (2009)
Intervención ciudadana en el proceso No.D7415, pp. 19 y 20.
130
Actividad pedagógica
Autoevaluación
131
contactada por su vecino Francisco Sarmiento, vecino del municipio de
Zambrano desde la década del 70, quien le manifestó su voluntad de
comprar el predio. Ante la imposibilidad de permanecer en la región
María optó por vender la finca al Sr. Sarmiento por un valor de 8
millones de pesos (doscientos mil pesos por ha), la cual quedó registrada
en la escritura pública No. 66189 de la notaría primera de Zambrano
(no registrada). El Sr. Sarmiento falleció en el año 2004, dejando
huérfana a su hija Milena Sarmiento, quien debido a amenazas
anónimas se vio obligada a desplazarse al municipio del Carmen de
Bolívar.
Posteriormente, y debido al estado de abandono del predio, Incoder
decretó la caducidad administrativa de la Resolución de adjudicación y,
en el año 2008 adjudicó el predio al Sr. Mariano Cívico quien
actualmente se encuentra ejerciendo labores agrícolas en la finca.
En octubre de 2011, la Sra. Constanza Pérez se acercó a las oficinas de
la UAEGRTD con el fin de solicitar la restitución del predio. Los
documentos allegadas por la Sra. Pérez fueron los siguientes:
1. Copia de la resolución de adjudicación del predio al Sr. Danilo
Martínez con fecha del 4 de marzo de 1985.
2. Impresión de lista de las víctimas de los paramilitares en el
municipio de Zambrano (Bolívar), de la Comisión Intereclesial
de Justicia y Paz, donde aparece la desaparición y posterior
homicidio del Sr. Martínez y sus hijos Ana y Cristian.
3. Copia de la denuncia interpuesta por Constanza Pérez ante la
Fiscalía, el 20 de abril de 1997, por la desaparición de su
compañero permanente y sus hijos.
4. Partida de defunción del Sr. Martínez y sus hijos Ana Martínez
y Cristian Martínez.
132
público en Zambrano, las violaciones a los derechos humanos
perpetradas por los paramilitares y el desplazamiento masivo de
la población.
4. Entrevistas a las Sras. Virginia López, Diana Vargas y al Sr.
Samuel Vargas, habitantes del municipio de Zambrano, quienes
manifestaron haber conocido a Constanza y Danilo desde el año
1972, fecha desde la cual la pareja convivió en Unión libre hasta
el momento del desplazamiento.
Con base en esta información, la Unidad de Restitución presentó ante el
juez transicional de restitución la solicitud de restitución del predio en
representación de Constanza Pérez.
En el desarrollo de la etapa judicial se presentaron como opositores la
Sra. Milena Sarmiento, quien alega ser la propietaria del predio por
venta que le hizo Constanza Pérez a su padre Fernando Sarmiento,
Adjunta a su escrito de oposición:
1. Copia de la escritura pública de venta No. 66189 de la notaría
primera de Zambrano (no registrada)
Preguntas:
1. ¿La conducta de Francisco Sarmiento puede ser calificada
de buena fe exenta de culpa? Justifique su respuesta
2. ¿Qué elementos o factores debe considerar el funcionario
o funcionaria competente a la hora de valorar la
conducta de Francisco Sarmiento?
3. ¿Considera que es posible aplicar algunas de las
presunciones contempladas en la Ley? Si la respuesta es
afirmativa, ¿cuál aplicaría? Justifique su respuesta
4. ¿Ordenaría la práctica de nuevas pruebas?
Jurisprudencia
J Consejo de Estado
Sentencia del 30 de julio de 1992, Expediente 6897
Sentencia del 10 de febrero de 2000, Expediente 11.878
Sentencia del 8 de mayo de 2003.Expediente de Tutela No. 0130-
133
01
Sentencia del 10 de marzo de 2005, Exp. 27946.
Sentencia del 20 de febrero de 2008, Expediente 15563.
Corte Constitucional
Sentencia T-442 de 1994
Sentencia T-538 de 1994
Sentencia SU-1300 de 2001
Sentencia SU-147 de 2002
Sentencia C-202 de 2005
Sentencia C-396 de 2007.
Sentencia T-590 de 2009.
Sentencia T-1015 de 2010
Bibliografía seleccionada
134
Unidad 7 FALLO Y POST-FALLO EN EL
MARCO DE LA LEY 1448 DE 2011
Og Objetivo general
Objetivos específicos
Oe •
•
Examinar las disposiciones relacionadas con el contenido del
fallo en los procesos de restitución, a fin de identificar sus
particularidades.
Exponer el marco normativo relacionado con las acciones post-
fallo y el mantenimiento de competencia.
• Identificar los desafíos que enfrentarán los funcionarios y
funcionarias judiciales en relación con el fallo y las acciones
post restitución.
135
Se ha señalado reiterativamente que la Ley 1448 de 2011 se inscribe en el marco de la
Justicia Transicional, cuyo fin es recomponer el orden social, político y jurídico,
mediante el diseño de distintos mecanismos que permitan dignificar a las víctimas a
través de la materialización de sus derechos. En este contexto, la acción de restitución es
uno de los mecanismos adoptados por el legislador para reafirmar los derechos y
restituir jurídica y materialmente las tierras a los despojados y desplazados, y contribuir
de esta manera al proceso de reconstrucción de la democracia y la búsqueda de la paz.
En gran medida, el logro de esta estrategia recae sobre los funcionarios y funcionarias
judiciales a quienes se les ha encargado el conocimiento y la resolución de las acciones
de restitución de tierras. En este sentido, el contenido y alcance del fallo y las medidas
post restitución serán uno de los criterios examinados para medir la eficacia de la acción
y su contribución a efectos de revertir el despojo y eliminar aquellos factores que lo
facilitaron.
Con el fin de distinguir y profundizar en estas medidas, esta unidad se divide en dos
apartados. En el primero se abordan los principales aspectos relacionados con el
contenido del fallo y los desafíos que ello representa en la actividad judicial. Y,
posteriormente, se analiza el marco normativo relacionado con las acciones post-fallo,
entre otras, la entrega del predio, la protección de la restitución, y el mantenimiento de
competencia.
136
7.1 CONTENIDO DEL FALLO
Por otro lado, la Ley establece que una vez ejecutoriado el fallo, su cumplimiento debe
hacerse de inmediato; circunstancia que deberá ser verificada por el funcionario judicial
que profirió la sentencia. En consecuencia, y a fin de evitar la dilación en el acatamiento
de las órdenes decretadas, es fundamental que éstas establezcan con claridad los
responsables de su implementación y los plazos en que deben ejecutarse.
En este sentido, la Ley 1448 de 2011 contempla tres tipos de remedios judiciales:
i) simples u ordinarios, que son aquellos que establecen con claridad la orden que
debe dar el juez transicional de restitución, que usualmente es cerrada y cuya
137
ejecución, por regla general es fácil. Al respecto la Ley establece el deber del juez
transicional de restitución de pronunciarse de manera definitiva sobre las
pretensiones de los solicitantes108, identificar e individualizar los inmuebles que
se restituyen109, ordenar la inscripción de la sentencia en la oficina de
instrumentos públicos110, entre otras.
7.1.1. Formalización
Como ha sido señalado en el desarrollo del módulo, uno de los principios transversales
de la Ley es el de la reparación transformadora cuya importancia en materia de
restitución es indiscutible en tanto implica que los procedimientos diseñados no deben
108
Artículo 91, numeral a.
109
Artículo 91, numeral b.
110
Artículo 91, numeral c.
111
Artículo 91, numeral o.
112
Artículo 91, numeral h.
113
Artículo 91, numeral j.
114
Artículo 91, numeral p.
138
limitarse a ordenar la restauración de las víctimas a la situación en la que se encontraban
antes de la ocurrencia de las violaciones, sino que deben verse como una oportunidad
para reconstruir proyectos de vida dignos y estables, avanzar hacia una sociedad más
justa, y de superar situaciones de exclusión y desigualdad previas115; lo que puede
contribuir a evitar la repetición de los hechos.
Al respecto, la Ley establece distintos dispositivos con los cuales se busca que los
funcionarios y funcionarias judiciales adopten en el fallo las decisiones necesarias para
restituir los derechos de las víctimas, superando además la situación de tenencia
precaria, a través de la formalización de los inmuebles restituidos en condiciones de
seguridad jurídica.
Este ejercicio implica enormes retos para los jueces transicionales de restitución por
varias razones. Por ejemplo, el contar con un conocimiento profundo sobre la
normatividad vigente en materia civil y agraria. En relación con esta última, es
importante verificar la procedencia de la adjudicación sobre terrenos que reúnan las
calidades de baldíos adjudicables, que cuenten con levantamiento topográfico y planos,
que no se hallen reservados o destinados a un servicio o uso público, ni se trate de
predios de grupos étnicos, que no se encuentren ocupados contra expresa prohibición
legal, entre otros requisitos establecidos por la normatividad agraria.
La resolución de todos los procesos relacionados con los predios objeto de restitución es
una medida necesaria a efectos de aclarar las relaciones de tenencia y uso de la tierra,
115Uprimny, Rodrigo y Saffón, María Paula. (2009). “Reparaciones transformadoras, justicia distributiva y
profundización democrática”. En: Díaz, Catalina, Sánchez, Camilo, y Uprimny, Rodrigo (eds.), Reparar en
Colombia. Los dilemas en contextos de conflicto, pobreza y exclusión, Bogotá: ICTJ, Unión Europea, Dejusticia.,
p. 14.
139
evitando de esta manera la repetición de los hechos que dieron lugar a las violaciones o
que facilitaron el despojo o abandono.
Para ello deberán hacer uso de las distintas herramientas de interpretación legal y
constitucional que les permiten ponderar y balancear los distintos derechos y principios
en colisión, con el fin de obtener una decisión lo más ajustada posible a los derechos de
los ciudadanos y a los objetivos que impone la Justicia Transicional. En conclusión, los
funcionarios y funcionarias judiciales al momento de expedir el fallo, deberán tomar en
consideración las diversas fuentes normativas, los principios y objetivos que las
sustentan, así como las necesidades del caso concreto y demás factores que intervienen y
afectan el proceso de restitución.
140
Actividad pedagógica
Preguntas:
A partir de lo establecido en el artículo 91, y con fundamento en
los objetivos, principios y enfoques de la acción de restitución:
1. ¿Cuál sería el contenido de su fallo en materia de
formalización?
2. ¿Cuáles son las órdenes específicas que decretaría en este
caso?
3. ¿Cambiaría el contenido y las órdenes de su fallo si la Sra.
Olarte no se encuentra como posible beneficiaria en las
bases de datos del INCODER; aún cuando en el desarrollo
del proceso se logra demostrar que cumple con los
requisitos establecidos para los ocupantes de predios
baldíos de conformidad con la Ley vigente?
4. ¿Cómo se implementan en este caso concreto los
principios de la restitución contemplados en el artículo
73?
7.1.2. Protección
En primer lugar, el juez transicional de restitución podrá decretar las órdenes necesarias
para que los inmuebles restituidos queden protegidos en los términos de la Ley 387 de
1997116, en aquellos casos en que las personas restituidas estén de acuerdo.
Al respecto, dicha norma establece las bases para el sistema de protección de predios, en
tanto ordena la creación de un registro de los predios rurales abandonados por los
desplazados por la violencia, y exige a las autoridades competentes que procedan a
impedir cualquier acción de enajenación o transferencia de títulos de propiedad de estos
bienes, cuando tal acción se adelante contra la voluntad de los titulares de los derechos
respectivos.
7.1.3. Compensaciones
El marco normativo que desarrolla este dispositivo está dado por: i) el Decreto 2007 de 2001; y ii) el
116
142
funcionarias judiciales deberán decretar en sus fallos las órdenes pertinentes para que se
haga efectivo cumplimiento de las compensaciones que ordena la Ley.
Por otro lado, la Unidad de Restitución tiene competencia para pagar las
compensaciones económicas correspondientes, con cargo a los recursos del Fondo. Esta
facultad quedó ampliamente regulada y reglamentada en el Decreto 4829 de 2011, el
cual incorpora por un lado, algunas definiciones relacionadas con este componente,
tales como el avalúo catastral, la compensación a propietario, poseedor y ocupante de
buena fe exenta de culpa, la compensación en especie, la compensación monetaria, las
mejoras, entre otros aspectos.
Por último, es importante reiterar que si bien los procedimientos para el pago de las
compensaciones estarán a cargo de la Unidad de Restitución, dichos procesos
únicamente se activarán a partir de las órdenes decretadas por los funcionarios y
funcionarias judiciales en sus fallos, siendo responsabilidad de estos últimos identificar
los casos en los cuales las compensaciones tendrán lugar.
117
Artículo 98.
143
Conforme a lo dispuesto por el artículo 99 de la Ley, el funcionario judicial deberá velar
por la protección de los derechos de las partes y por una retribución adecuada a favor
de la víctima restituida sobre la base del reconocimiento de su derecho de dominio.
Como puede observarse, el rol que están llamados a cumplir los magistrados
transicionales de restitución en la celebración de estos contratos es fundamental a
efectos de amparar los derechos de las víctimas y evitar una interpretación de esta
norma que contraríe los propósitos y principios de esta Ley.
118Tomado de: Del Ministro de Agricultura sobre la restitución de tierras. Diario El Espectador. 15 de
enero de 2012.
144
“la restitución debe extenderse a las garantías mínimas de restablecer lo perdido
y volver las cosas al estado en que se encontraban previas a la vulneración de los
derechos afectados, lo que comprende entre otros, el derecho fundamental a que
el Estado conserve su derecho a la propiedad o posesión y les restablezca el uso,
goce y libre disposición de la misma…119
(…) debe entenderse que dentro de la noción de restitución sobre los derechos al
goce, uso y explotación de la tierra va implícito la reparación a los daños
causados, en la medida que el Estado garantice el efectivo disfrute de los
derechos vulnerados, así por ejemplo el derecho al retorno, el derecho al trabajo,
el derecho a la libertad de circulación y el derecho a la libre elección de profesión
u oficio.120
Sólo así será posible garantizar de manera efectiva los principios consagrados en el
artículo 73, de acuerdo con los cuales las víctimas de desplazamiento forzado y
abandono tienen derecho al retorno o reubicación voluntaria en condiciones de
sostenibilidad, seguridad y dignidad, al restablecimiento de su proyecto de vida y la
protección de esta y de su integridad, así como a contar con apoyos estatales post
restitución que garanticen la reparación integral.
145
administrativos, y órdenes abiertas tendientes a revertir el despojo, garantizar la
restitución de las tierras y asegurar el goce efectivo de los derechos de las personas
reparadas.
Como ha sido expuesto en el desarrollo de este módulo, algunas razones que justifican
estas competencias extraordinarias en cabeza del juez transicional de restitución son las
siguientes: a) el compromiso con la garantía de los derechos constitucionales
fundamentales en la población objeto de protección mediante la acción de restitución; b)
la inexistencia previa de mecanismos judiciales o administrativos especiales de defensa,
que permitieran el amparo y satisfacción de los derechos conculcados a la población que
ha sido objeto del despojo, el desplazamiento, el abandono forzado de sus bienes y el
riesgo permanente de sus vidas; y, c) la ausencia de una legislación y una jurisdicción
nacional que fuera adecuada a los propósitos de la restitución y eficiente, y que
permitiera resolver el problema del despojo masivo de tierras.
En este sentido, y dado que el contexto de violencia arrasó con los derechos de acceso a
la justicia y a la seguridad jurídica de las víctimas, la cosa juzgada en muchos casos
fraudulenta, no merece el mismo respeto que la cosa juzgada en contextos ordinarios.
Con todo, la presunción de falta de debido proceso podrá desvirtuarse dentro del
proceso de restitución, y en consecuencia el juez transicional de restitución deberá
verificar en cada caso si hay lugar o no a declarar la nulidad de decisiones judiciales y
146
actos administrativos que recaigan sobre el bien, los cuales hayan sido debatidos en el
proceso.
Por dichas razones, el juez transicional de restitución deberá decretar en su sentencia las
medidas necesarias, dentro de un marco de Justicia Transicional, para hacer efectivos los
derechos a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas, y a la dignificación de
éstas a través de la materialización de sus derechos constitucionales. La restricción de
dichas competencias impediría la restitución efectiva de los derechos de las víctimas,
por cuanto la sentencia no permitiría aclarar ni definir, de manera definitiva, la situación
jurídica de los predios objeto del proceso y las personas involucradas en el mismo.
De conformidad con lo establecido en la Ley 1448, una vez proferida la decisión judicial,
el juez transicional de restitución deberá realizar seguimiento al cumplimiento de las
órdenes impartidas en la sentencia, para lo cual podrá requerir de las autoridades
competentes la información pertinente.
147
etapa post restitución, a efectos de hacer efectivos las disposiciones señaladas así como
los principios de restitución.
Ahora bien, en razón a que en la mayoría de los casos las sentencias por sí solas no
garantizan su ejecución, es fundamental que los funcionarios y funcionarias judiciales
asuman un rol activo en esta etapa, debido a que su inacción o su participación aislada o
pasiva pueden significar la vulneración de los derechos de las personas restituidas.
Precisamente, la facultad de intervención y seguimiento después de emitido el fallo, está
dirigida a responder a los desafíos jurídicos y fácticos que se presentan en su ejecución,
enfrentando además los posibles obstáculos que puedan presentarse para garantizar su
cumplimiento.
En este sentido, como afirma Diego López: “el juez está interesado en la efectividad del
derecho y no tanto en el ahorro y maximización de los recursos judiciales”, razón por la
cual dicha participación puede ser valorada como “un control garantista de la ejecución
del fallo”.121
Ahora bien, además de estas disposiciones generales la Ley exige la participación de los
jueces transicionales de restitución en varios procedimientos post restitución, algunos ya
mencionados previamente.
En primer lugar, en relación con la entrega de los predios restituidos, la Ley dispone que
es deber del funcionario judicial hacer la entrega directa del bien al despojado, cuando
este sea el solicitante, o a la Unidad de Restitución a favor del despojado.
López M., Diego. (2004). Nuevas Tendencias en la Dirección del Proceso. pp. 62 y 63. Bogotá: Consejo
121
148
Por otro lado, los jueces transicionales de restitución tienen asignadas algunas
competencias específicas en relación con la autorización para celebrar negocios jurídicos
sobre el bien objeto de restitución, en el transcurso de los dos años siguientes a la
entrega del predio.
En los eventos en que el restituido manifiesta su voluntad de celebrar este contrato, los
magistrados transicionales de restitución deberán ejercer una labor activa a efectos de
proteger los derechos de las víctimas y garantizar la legalidad del negocio jurídico.
149
generación de nuevos conflictos ligados a la tierra. En consecuencia es deber del Estado
emprender reformas tendientes a fortalecer la institucionalidad pública y garantizar su
presencia en el territorio nacional; adoptar políticas públicas o medidas de otros tipos
relacionadas con el desarrollo rural; investigar y sancionar a los funcionarios y
funcionarias públicos y sectores privados comprometidos en la comisión de las
violaciones, medidas que en conjunto puede contribuir a la restauración o
establecimiento de la confianza pública en las instituciones gubernamentales.
Actividad pedagógica
Autoevaluación
150
En marzo de 2007 los primos hermanos del Sr. Isaza iniciaron un
proceso de pertenencia, al cual la solicitante no se opuso debido a las
amenazas de que venía siendo víctima.
En este proceso, el juez de primera instancia acogió las pretensiones de
los Srs. Isaza, declarando la adquisición del predio “La Trinidad” por
prescripción extraordinaria de dominio, con todas sus mejoras,
anexidades, dependencias y servidumbres.
En octubre de 2011 la Sra. Rivera se presentó ante las Oficinas de la
Unidad de Restitución a fin de solicitar la restitución del predio.
Como resultado de lo anterior, la Unidad de Restitución identificó el
predio mediante georreferenciación, el cual cumple con todos los
requisitos formales que establece la Ley 1448 de 2011 y el decreto 4829
de 2011 que la reglamenta.
El 8 de febrero de 2012, la Unidad de Restitución presenta ante el juez
transicional de restitución la solicitud de restitución del predio en
representación de la Sra. Rivera.
Preguntas:
a) ¿Considera que en este caso es pertinente ordenar la
restitución y formalización? Si la respuesta es afirmativa:
b) ¿Cuáles son las órdenes específicas que decretaría en este
caso?
c) ¿Qué medidas puede adoptar después del fallo para
garantizar su cumplimiento?
d) ¿Cómo se implementan en este caso concreto los
principios de la restitución contemplados en el artículo 73
de la Ley?
Jurisprudencia
J Corte Constitucional
Sentencia T-821 de 2007.
Sentencia T-151 de 2011
151
Bibliografía seleccionada
152