El documento presenta un informe elaborado colectivamente por organizaciones campesinas y académicas que analiza cómo el conflicto armado colombiano ha sido fundamentalmente una guerra contra el campesinado. El informe muestra datos que indican que el campesinado ha sido el grupo más afectado por la victimización y el desplazamiento forzado. Identifica siete patrones de discriminación y violencia contra el campesinado a lo largo del conflicto y cuatro tesis explicativas. El informe concluye recomendando acciones al Estado para reparar a
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El documento presenta un informe elaborado colectivamente por organizaciones campesinas y académicas que analiza cómo el conflicto armado colombiano ha sido fundamentalmente una guerra contra el campesinado. El informe muestra datos que indican que el campesinado ha sido el grupo más afectado por la victimización y el desplazamiento forzado. Identifica siete patrones de discriminación y violencia contra el campesinado a lo largo del conflicto y cuatro tesis explicativas. El informe concluye recomendando acciones al Estado para reparar a
El documento presenta un informe elaborado colectivamente por organizaciones campesinas y académicas que analiza cómo el conflicto armado colombiano ha sido fundamentalmente una guerra contra el campesinado. El informe muestra datos que indican que el campesinado ha sido el grupo más afectado por la victimización y el desplazamiento forzado. Identifica siete patrones de discriminación y violencia contra el campesinado a lo largo del conflicto y cuatro tesis explicativas. El informe concluye recomendando acciones al Estado para reparar a
El documento presenta un informe elaborado colectivamente por organizaciones campesinas y académicas que analiza cómo el conflicto armado colombiano ha sido fundamentalmente una guerra contra el campesinado. El informe muestra datos que indican que el campesinado ha sido el grupo más afectado por la victimización y el desplazamiento forzado. Identifica siete patrones de discriminación y violencia contra el campesinado a lo largo del conflicto y cuatro tesis explicativas. El informe concluye recomendando acciones al Estado para reparar a
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GUERRA CONTRA EL CAMPESINADO
Abril 04, 2022
Carlos Duarte Ana Jimena Bautista Revelo Rodrigo Uprimny
Esta columna fue escrita en coautoría con Ana Maria Malagón Pérez y Alen Castaño.
La tesis de que el conflicto armado colombiano ha resultado una guerra contra el
campesinado no debería ser una sorpresa para nadie, pues esta guerra ha sido esencialmente rural y ha puesto al campesinado en el medio de las confrontaciones armadas. Sin embargo, la anterior tesis no es usualmente planteada con la fuerza que amerita. Ese vacío tanto analítico como interpretativo es lo que el presente informe busca descifrar. Este trabajo fue elaborado colectivamente por distintas expresiones del movimiento social campesino, organizados en la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc), el Coordinador Nacional Agrario (CNA), la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (Anuc), la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro -Cut), la Mesa de Unidad Agraria (MUA) y la Mesa Campesina Cauca (integrada por Proceso de Unidad Popular del Suroccidente colombiano y el Comité de Integración del Macizo Colombiano), junto con el Instituto de Estudios Interculturales de la Universidad Javeriana de Cali y el Centro de Estudios Derecho Justicia y Sociedad (Dejusticia) como organizaciones acompañantes. Hemos venido trabajando en este informe durante más de 1 año y medio de manera constante, a pesar de las dificultades que en los territorios ha causado el incumplimiento del Acuerdo de Paz; la pandemia; el dolor y la incertidumbre que ha sembrado la perdida continua de líderes campesinos y campesinas a manos de la reactivación de la siguiente temporada de nuestro particular conflicto armado. Nos ha motivado de manera poderosa la temprana muerte del comisionado Alfredo Molano, quien comenzó a trabajar el tema al interior de la Comisión de la Verdad; al igual que el testimonio silencioso de los millones de campesinos que fueron despojados y victimizados a lo largo de nuestro conflicto armado. Un primer ejercicio en dicha dirección fue entender: cuando hablamos de campesinado, ¿exactamente a quiénes nos estamos refiriendo? De esta manera retomamos la conceptualización que sobre el campesinado emitió la Comisión de expertas y expertos del campesinado de la Sentencia 2028 de la Corte Suprema de Justicia junto al Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh). Un procedimiento posterior fue reconstruir la categoría de campesinado en las bases de datos disponibles para obtener un registro empírico que nos permitiera salirnos de la casuística. Para tal fin, construimos un acercamiento analítico que buscó entender el comportamiento de esta categoría de análisis en las bases de datos de violencia sociopolítica a partir de una aproximación territorial. El anterior ejercicio dio sus frutos y pudimos corroborar por medio de los recursos accesibles en la actualidad, que la población campesina ha sido el sector de la sociedad colombiana que con mayor crudeza ha sentido los efectos del conflicto armado. Nuestro informe muestra que los casos de victimización sociopolítica hacia el campesinado representan un 58 % de las victimas totales reportadas en la base de datos del Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica. De manera complementaria, las cifras de desplazamiento forzado muestran que en el Registro Único de Victimas nuestra categoría operativa de campesinado representa un abrumador 63,6 % del conjunto global de población desplazada. En paralelo, se realizaron 14 espacios de escucha con líderes y lideresas campesinas de diversas regiones de nuestro país para entender juntos la crudeza que nos arrojaban los datos obtenidos. Así mismo, los datos cuantitativos y cualitativos se fueron agrupando en la periodización propuesta por la Comisión de la Verdad. Nos preguntábamos: ¿cómo entender la magnitud de este desastre que pareció pasar desapercibido para el conjunto de la sociedad? El ir y venir sobre los contextos históricos de la violencia, la información cuantitativa y la memoria de las mismas organizaciones campesinas fue construyendo un marco interpretativo a partir del cual la guerra se desplegó en al menos los siguientes siete patrones de discriminación y violencia contra el campesinado: 1. Despojo del poder político y minimización de la voz campesina a través del silenciamiento de sus organizaciones sociales y políticas. 2. La desterritorialización y negación de las formas de vida campesinas 3. El empobrecimiento del campesinado ante los efectos que padeció la economía campesina por la instauración de un modelo agropecuario marcado por la violencia 4. La producción social del campesinado en tanto categoría discriminada y estigmatizada 5. La guerra contra las drogas ha significado invariablemente la victimización del campesinado 6. Los cuerpos de las mujeres y el territorio como objetivo de la violencia 7. Ensañamiento de la violencia en dirección de los jóvenes campesinos Poco a poco fue emergiendo una explicación que nos permitió entender que el conflicto armado colombiano está atravesado por una dolorosa paradoja: se trata de una violencia que en muchas ocasiones se ha hecho a nombre del campesinado y supuestamente para defender sus derechos, pero que en realidad ha terminado convirtiéndose en una guerra contra el campesinado mismo. Vale la pena dejar muy claro que la anterior afirmación no niega que otros grupos sociales, en especial los pueblos indígenas, las comunidades afrocolombianas y sus organizaciones, hayan sufrido también en forma muy intensa las múltiples violencias. Así mismo, las organizaciones campesinas e instituciones acompañantes, fuimos descubriendo las siguientes cuatro tesis o correlaciones explicativas que pretenden señalar posibles direcciones a los trabajos porvenir: i) La asociación constante entre violencia sociopolítica y movilización social que golpearon de manera inequívoca los procesos de organización y representación campesina, así como la agenda de reforma agraria; ii) La ausencia de reforma agraria incidió en el incremento de los cultivos de uso ilícito, convirtiendo los territorios de frontera agraria en escenarios de guerra; iii) El conflicto armado ha construido un marco regulatorio de derechos y de modelos de desarrollo que precarizan de manera continua al pequeño y mediano campesino; iv) El escenario adverso anteriormente descrito, contrario a las tesis que vaticinaban la descampesinización de la sociedad colombiana, ha producido una llamativa reafirmación del ser campesino, su resistencia y resiliencia. Esperamos sinceramente que este informe se convierta en la apertura de un dialogo por medio del cual las mismas organizaciones campesinas le plantean no solo a la Comisión de la Verdad sino al país en su conjunto la urgencia de revertir el curso de las tesis señaladas y erradicar los patrones de violencia contra el campesinado. En dicha dirección el informe recomienda 12 acciones puntuales al Estado colombiano, no solo para resarcir a este importante segmento de la población colombiana, sino para acometer reformas de fondo a la ruralidad colombiana en dirección de fortalecer la búsqueda de una paz equitativa y sostenible. Así mismo, insistimos en entregar este ejercicio colectivo de la mano de sus mismos protagonistas, donde el papel de Dejusticia y del Instituto de Estudios Interculturales ha sido el de ayudar a tejer esa narrativa que permita entender lo que ha pasado con el campesinado en el conflicto armado; no ha sido fácil servir como interpretes del horror, pero junto a ustedes esperamos convertirnos en mensajeros de cambio. En el curso de este proceso nos quitaron a doña Luz Marina Arteaga y, días después, a Teófilo Acuña y Jorge Tafur. Estamos convencidos que esta sencilla ceremonia en la que entregamos de manera pública nuestro informe de la mano de sus hijos y familiares nos ayudará a no olvidarlos, y ha dignificarlos. Sabemos que su presencia cálida estuvo allí con nosotros.
Sujetos de reparación colectiva y construcción de territorios de paz: Libro 3. Políticas para la reparación de comunidades campesinas víctimas del conflicto armado: aportes desde trabajo social