Las Marcas de Un Psicoanalisis
Las Marcas de Un Psicoanalisis
Las Marcas de Un Psicoanalisis
marcas de un
psicoanálisis
Luis Izcovich
Las marcas
de un psicoanálisis
Luis Izcovich
152.4
I98 Tabla de contenido
Izcovich, Luis
Las marcas de un psicoanálisis / Luis Izcovich –. Medellín:
Universidad Pontificia Bolivariana, 2013.
318 p., 17 x 24 cm.
ISBN: 978-958-764-140-0
modificación del programa de goce específico del sujeto y que esta que el sujeto se autorice y asuma su posición con respecto a lo
reorganización, esta modificación, exige del sujeto, para el momento sexual, lugar inicialmente confiado al Nombre-del-Padre pero que
de concluir, una respuesta ética que plantea Luis Izcovich y en su se demostró insuficiente. Lo que hace del síntoma la verdadera
libro se propone argumentar y defender a través de sus capítulos marca del sujeto (pero también hay sujetos refractarios a la marca,
y de manera notablemente dialéctica y demostrativa. La tesis es o sin marca, para los cuales muestra Luis Izcovich en su clínica
fuerte, en su largo alcance ético: saca consecuencia para la praxis de los límites. La pregunta que se plantea es ¿cómo hace huella
Prefacio
de su teoría que es, para Lacan, la ética del analista. el análisis?). Porque producir en el análisis una marca que haga
nudo en la estructura, hasta el punto mismo en el que falla el nudo
constitutivo del sujeto, es la perspectiva que muestra Lacan para
1 N. A. Juego de palabras de Lacan entre litérature, literatura y litter-rature, donde litter
10 remite al término inglés de deshecho y rature a tachadura. el psicoanálisis y que contrasta con las de Winnicott y Ferenczi. 11
Por lo tanto, el objetivo del análisis ya no es el borramiento del analíticos del inconsciente es esencial y fundamental con respecto
síntoma, sino un nuevo saber hacer con la marca de lo real opaco al después del análisis y el uso que hará, no sólo en su práctica
de su goce esta función de goce del síntoma es, esencialmente, sino también en su vida, después del atravesamiento de la expe-
permitir rehacer el nudo, corregirlo y repararlo allí mismo donde riencia, el analista de la marca que lleva, en la medida en que ella
hay un error de escritura que hace la calamidad de la estructura lo habrá conducido “a ese momento donde comienza el verdadero
nodal, la del lapsus calami que ha escrito allí de modo traumático viaje” con lo que Lacan cierra misteriosamente su texto El estadio
al junco (calamus)2 pensante del saber sin sujeto del inconsciente. del espejo. El futuro de aquel que de analizante pasó a ser analista
depende de ese comienzo. El futuro del psicoanálisis igualmente.
Efectivamente, esta función de anudamiento del síntoma no se Y más que nunca.
atrapa sino cuando se articula con el inconsciente real y con lo
que da del mejor modo: la seguridad de su pequeño empujón dado Qué él lo tenga, este libro, a mis ojos, aporta la prueba.
a la lengua, el lapsus. Excepto que, únicamente, en el momento
en que el sentido del lapsus es agotado, entonces se prueba el 1 de agosto de 2013.
inconsciente real como fuera de sentido. Michel Bousseyroux.
Prefacio
2 N. A. Lacan hace un juego de palabras entre trou, agujero y trauma, trauma para
indicar que en el trauma se trata del encuentro con un agujero en la estructura del
sujeto. Por otra parte el término francés de roseau retoma la expresión latina de cala-
mus. Se trata de una planta que, cortada en su extremo, servía para la escritura, por
12 ejemplo sobre un papyrus. El equivalente en español sería la caña o el junco. 13
Introducción
E
“ se es alguien”. Esta expresión, utilizada en el lenguaje corriente
para designar a un ser único, tiene un sentido muy preciso en el
psicoanálisis. Lacan la usa para indicar los efectos de la experiencia
analítica cuando ésta es llevada hasta su término. Sin embargo,
el problema ya se le había planteado a Freud quien, al final de su
obra, hace emerger la cuestión de saber si un análisis hace de
aquel que atravesó la experiencia un ser como los otros, o si, al
contrario, lo distingue un rasgo, una marca. Lo que se plantea es
saber si existe una marca que haría inédita la experiencia analítica,
es decir, una experiencia que dejaría una huella a la que no accede
aquel que no hizo la experiencia de un análisis. A la luz de nuestra
actualidad, la de nuestro contexto de discurso, pero también más
de un siglo después de la invención del psicoanálisis, se abre la
pregunta sobre lo que podemos aislar como las marcas de un
psicoanálisis. ¿Qué sería lo que nos permitiría localizarlas y quién
puede hacerlo? De cierta manera, se trata de la reanudación de
un antiguo debate que aún hoy es de actualidad: ¿el psicoanálisis
cura? ¿Qué cambia un análisis en la vida de un sujeto? ¿Cuáles son
los efectos de un análisis? ¿Qué es lo que da prueba de su eficacia?
¿Cuándo podemos decir que un sujeto hizo un análisis?.
medios la conclusión de un análisis no conlleva una salida común asunto en suspenso y expresan: “vi a un analista durante x tiempo”.
para todos sino, más bien, el principio de una vía única. Desde esta En la expresión: “hice un análisis”, ¿se trata de asunción hecha
perspectiva, habrá que distinguir lo que compone la particularidad por el sujeto de una fórmula de lenguaje, variable según los suje-
de cada ser humano, como diferente de lo que es su singularidad. tos y que deja las cosas indeterminadas?. Desde la existencia del
A través de su particularidad, el ser humano comparte un rasgo psicoanálisis los analistas inventaron procesos de reconocimiento.
Introducción
común con el conjunto de los seres. Por la singularidad, posee Estos conciernen, a la vez, a las modalidades de reconocimiento
un rasgo que lo hace único. Pero, ¿qué es lo que forja ese rasgo? de aquellos que hicieron un análisis, así como de aquellos que se
Lacan, cuando introdujo la categoría de sujeto, también introdujo autorizan como analistas. En todos los procedimientos, se trata del
una concepción que permite aprehender lo que constituye al ser reconocimiento de lo que funda una autorización. El reconocimiento
16 hablante como efecto del lenguaje inscrito sobre el cuerpo. La pretende delimitar lo que sería la marca propia de aquellos que 17
atravesaron esta experiencia. Ésta no está exenta de la marca de de apoyo para demostrarlo. Se opone a la perspectiva de Ferenczi
la estructura pero tampoco es la marca que reconoce quién fue el y Winnicott, una otra perspectiva, aquella adelantada por Lacan
analista. En este sentido, no es una identificación. ¿Cuáles son las en el psicoanálisis. Es la idea de una marca, efecto de un lazo, el
consecuencias de esto para el lazo que cada uno mantiene con los lazo relacionado con el discurso analítico o, como él lo señala: “un
otros y, sobre todo, qué es lo que un análisis cambia en los lazos real que toca un real”. Lo que pretendemos demostrar es que es
sociales?. Esto es lo que lleva a lo que Lacan evoca a propósito del factible un lazo que haga nudo en la estructura en el mismo punto
grupo analítico cuando dice que es necesario saber sobre qué punto en el que el nudo se mostró vulnerable.
el sujeto se identifica con el grupo. La cuestión se plantea acerca de
los lazos sociales dentro de los grupos analíticos y las razones de las Con el fin de demostrar este punto, se seguirá la mayor modificación
rupturas de lazo tan frecuentes en la comunidad analítica. Desde clínica de Lacan, en primer lugar, en lo que concierne a los afectos.
esta perspectiva se vuelve indispensable comprender cuáles son Estos no son una brújula ni para el sujeto ni para el analista, era ya
los dispositivos puestos en marcha por las instituciones analíticas la tesis de Freud, porque, en su esencia, los afectos son engaño-
para captar lo que constituye la marca de un psicoanálisis para sos o, como decía Lacan sobre los sentimientos, los senti-mientos
quien atravesó la experiencia. mienten. ¿Qué es lo que no miente? ¿Cuál es el núcleo verdadero
que autoriza decir “éste es él”? ¿Qué es lo que permite sostener la
Esta cuestión se refiere a lo que funda la identidad de un sujeto. Si existencia de afectos en lo real, es decir, que no engañan?.
éste es efecto del lenguaje que viene del Otro, ¿qué es lo que hace
posible la existencia de una especificidad?. Si el deseo viene del Por otra parte, se tratará de seguir el destino de las identificaciones
Otro, el sujeto pertenece también a una comunidad de lenguaje, en la experiencia analítica y de su caída al final, así como lo que
de tradiciones y de códigos. Pero, ¿cuál es su rasgo distintivo?. emerge como nominación que deja cercar el goce opaco del sujeto.
Se trata de saber lo que el deseo tiene de más auténtico y lo que
funda este deseo. Finalmente, concluiremos, y de modo coherente, sobre la idea de
Lacan según la cual el deseo del analista es el deseo de la diferencia
En Lacan, lo más auténtico tiene un nombre: lo real. ¿Lo real del absoluta, es decir, un deseo que contiene una dimensión radical,
sujeto es modificado por la experiencia de un análisis o es solo no en cuanto a su pureza sino en el hecho de que es un deseo
revelado? ¿La interpretación analítica pretende descubrir este real advertido, inédito y distinto de cualquier otro deseo.
desconocido, opaco, que se vuelve legible al final, o apunta a la
emergencia de un nuevo real?. En este recorrido, se explorará la La diferencia absoluta es así el nombre propio del sujeto, fun-
interpretación analítica que facilita una elucidación de las conductas dador de su singularidad y, por lo tanto, en la base de un deseo
del sujeto y de lo que fue determinante en su acción, sus elec- desconocido para el sujeto, pero en su esencia diferente de todo
ciones, así como sus posiciones en la vida. Al mismo tiempo, la deseo. Pero es también lo que funda la verdadera esencia de un
interpretación marca el sujeto, hace intrusión y deja una huella sujeto y demuestra sobre qué puede apoyarse, una vez que se
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indeleble que excluye toda vuelta atrás. ¿Los post-freudianos cómo produjo, la des-alienación radical con el Otro. ¿El “ése es alguien”
han abordado la cuestión?. Escogimos dos ejemplos paradigmáticos no sería pues el nombre de un goce inédito, efecto de un análi-
por la influencia que han ejercido en la formación de los analistas. sis?. Lacan lo pensaba, es la razón por la que puso en relación el
Se trata de Ferenczi y de Winnicott. “ése es alguien” con lo que instaura el modo espécifico de goce
de un sujeto.
Introducción
La propuesta concluyente de Ferenczi se resume así: todo puede
ser cambiado, lo que plantea la cuestión de saber si es posible Con el “Ça”, ello de Freud, del que sale la expresion “Ese” de “ése
remodelar un sujeto. La posición de Winnicott consiste en en- es alguien”, estamos en el corazón del más-de-goce, es decir, del
contrar que la marca de un análisis es lo que el analista otorga aparato de goce a través del cual un sujeto compensa la pérdida
18 como palabra de conclusión. El caso de Gabriela será un punto inicial del goce absoluto. Esta sustracción de goce tiene como 19
efecto la producción de un sujeto particular. Al mismo tiempo,
en la medida de su modo de compensación, un sujeto se vuelve
diferente a los otros. El goce infantil como corte con el goce com-
pleto que viene del Otro es la traducción de una marca traumática.
20 21
Tiempo e inconsciente
merecedor del más profundo tratamiento. La tesis de Kant según al yo, introduce un plazo de trabajo al pensamiento en el origen de
la cual tiempo y espacio son formas necesarias de nuestro pensar la representación del tiempo. Es cierto, el Yo es determinante en la
puede hoy someterse a revisión a la luz de ciertos conocimientos relación del sujeto al tiempo pero la propuesta de Freud es que el
Tiempo e inconsciente
psicoanalíticos. Tenemos averiguado que los procesos anímicos Yo es, más bien, esclavo que Amo, más exactamente esclavo de
inconcientes son en sí “atemporales” (2). Freud retoma este deba- tres Amos: la realidad exterior, el Superyo y el Ello.
te con la filosofía cuando dice: “Y aún se percibe con sorpresa la
excepción al enunciado del filósofo según el cual espacio y tiempo Dicho de otra manera, no elimina su propuesta que dice que es
son formas necesarias de nuestros actos anímicos” (3). Por eso el inconsciente el que está en el origen del tiempo del sujeto. Es
es que Freud argumentó que nuestra representación del tiempo visible cuando Freud, en su texto Notas sobre la pizarra mágica,
24 –ligada a la conciencia– es abstracta, imaginaria, diríamos con compara a este último con el funcionamiento del aparato psíquico 25
y avanza la hipótesis de que el inconsciente ejerce su efecto sobre en la medida en que, haciendo irrupción, introduce una disconti-
el sistema preconsciente-consciente de modo discontinuo. nuidad y saca al sujeto de la monotonía de lo mismo. Pero, ¿acaso
esto quiere decir que la repetición debe cesar o que la repetición
De modo análogo en La pizarra mágica, donde la interrupción de la debe aportar algo nuevo?. Retomaremos más adelante esta cuestión.
inscripción proviene del exterior, hay un funcionamiento periódico
del aparato psíquico como efecto de una excitabilidad periódica del El tiempo y el síntoma
sistema perceptivo por el inconsciente. Freud concluye del siguiente
modo: “Conjeturo, además, que en este modo de trabajo discon- El discurso analítico pone en evidencia el carácter sintomático de
tinuo del sistema P-Cc se basa la génesis de la representación del la relación del sujeto al tiempo y las variantes según las estructuras
tiempo” (7). que hacen posible aislar así las soluciones que integran la dimen-
sión del tiempo.
Dos perspectivas se despejan en Freud. De una parte, el tiempo está
ligado al modo de trabajo del sistema de percepción que transmite al A la incertidumbre propia del inconsciente en cuanto al tiempo, el
yo la representación del tiempo. En este sentido, el tiempo del sujeto obsesivo añade una pasión, la de su desconocimiento sistemático o,
siempre está ligado al tiempo del otro. Por otra parte, el inconsciente como dice Freud, “viva expresión en su aversión a... los relojes, que
participa, por sus efectos, en la indicación temporal del sujeto por por lo menos certifican las marcas del tiempo” (9), que se traduce por
el retorno periódico de los restos mnémicos. el efecto de procrastinación. Lo que se vuelve característico es una
oscilación en la temporalidad entre la suspensión y el impulso. Es
Notemos que estas dos perspectivas encuentran como punto decir, el obsesivo intenta borrar los signos del tiempo que le vienen
quiasmático la concepción freudiana del fantasma, a la vez como del Otro, o que insidiosamente marcan su cuerpo, porque su reloj es
interpretación del deseo del Otro, pero también introducen una puesto a la hora de la muerte del Otro. Si no vive es porque espera
fijeza en la relación del sujeto al mundo que el tiempo no altera, que el Otro, o el que para él está en posición de Amo, sea muerto.
incluso el del reloj biológico. Así, contra el discurso corriente que le Es ahí cuando comenzaría la verdadera vida. Entre tanto, se hace el
dice al sujeto “tienes la edad de tus arterias”, el sujeto permanece muerto. Excepto que el ciclo pulsional a menudo hace la veces de
insensible, él tiene la edad de su fantasma. despertador, lo que se traduce como la compulsión en la acción. Lo
que la clínica del obsesivo demuestra es la incompatibilidad entre
Al lado del tiempo, ligado al sistema de percepción y del tiempo la asunción de un deseo –es a lo que se declara impotente– y ser
ligado al retorno de las representaciones inconscientes, habría una amo del tiempo, que es a lo que él se consagra. Al punto de que
tercera perspectiva freudiana ligada al tiempo, que se deduce de Lacan hizo de la subjetivación de la muerte una de las condiciones
su teoría de la angustia como señal. En la omisión de la angustia para fijar la finalidad de un análisis. Cuanto más cree el sujeto en
en el acontecimiento traumático (8), hecho durante su emergencia su finitud, más estará confrontado con la opción radical de seguir
como preparación, espera, tentativa de mediación frente al peligro, su deseo y tanto más podrá asumir la relación al acto.
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que sea pulsional, entonces del lado del sujeto, o ligado al deseo
del Otro. La angustia introduce así al sujeto en el tiempo que no es Observemos ya que la incertidumbre introducida por el inconscien-
más indeterminado.
Tiempo e inconsciente
te en cuanto a la temporalidad no encuentra su resolución en el
desciframiento inconsciente, aunque es una condición necesaria.
Una cuestión central permanece después de la obra de Freud: ¿cuál Se trata, más bien, de producir el viraje por el cual el sujeto pasa
sería la incidencia de una práctica al nivel del tiempo del sujeto, que a la certeza del acto.
no ejerce su efecto justo al nivel del trabajo de su representación
consciente?. Una práctica es analítica con la condición de articular La clínica de los sujetos histéricos lo demuestra de otro modo. Freud
el tiempo y el inconsciente. Esto también supone que se examine el lo percibió muy temprano: “sufren de reminiscencias”. Es cierto,
26 estatuto de la repetición, porque es fundadora de una temporalidad lo que no quiere decir que es el único sufrimiento pero indica una 27
posición en relación con el tiempo. La histérica no rechaza el fu- contarle al mundo su experiencia con el psicoanálisis. Se evidencia
turo, más bien ella lo sueña y guarda sus reminiscencias que son el carácter crucial del tiempo para comprender que es requerido
la fuente de sueños diurnos. Resisten al tiempo por la “potencia para la elaboración y acceder a una conclusión. A falta del tiempo
del pasado”. Por eso es que Lacan recordó que para Freud no se de elaboración, le queda al sujeto el recurso de un deseo cuyo so-
trata de memoria biológica “sino de rememoración” (10). La teoría porte no es la falta en ser, sino sostenido por el yo. Es una forma
freudiana de la fijación se verifica en el caso de la histeria por el clínica que ilustra la fórmula de Lacan: El “Yo es la metonimia del
amor al padre muerto. No se comporta como el obsesivo, quien deseo” (11). La ausencia del punto de capitón se traduce por un
hace como si la muerte no existiera, más bien ella se protege del tiempo sin límites y el deseo se reduce a su expresión narcisista.
deseo en el sentido genitivo-objetivo, por la elección del compañero
muerto. Sin embargo, no es la nostalgia del tiempo pasado la que El hombre de los lobos demuestra la paradoja por la cual, a falta
condiciona su posición sino la negativa de prepararse para estar del tiempo para comprender, lo que se produce es la fusión entre
a la hora de la verdad para un hombre. Entre tanto, sueña con el el instante de ver y el tiempo de concluir y se produce una fija-
encuentro con el hombre con quien todo será posible, incluso el ción al fantasma al punto que todas las asociaciones del sujeto
goce absoluto. Y como cree en esto, niega la oferta del hombre se revelan impotentes para elaborar su experiencia traumática. La
que cruza en carne y hueso. Ella “sufre de reminiscencias” pero consecuencia es que pasó su vida procurando comprender y dar
su vida todavía no ha comenzado. Es otro modo de estar muerto, a entender a otros.
diferente al del obsesivo. Pero es también de la muerte de lo que
se trata. En cuanto al sujeto psicótico, si numerosas variantes dan El inconsciente historia
cuenta de la relación con el tiempo, todas llevan a la relación del
sujeto con el fantasma. Es la tesis que Lacan anuncia ya Función y campo de la palabra y
del lenguaje en psicoanálisis, que concierne el procedimiento que
El melancólico está fuera del tiempo. Está a la hora del proceso suple el déficit de orientación en el tiempo: “porque es el efecto de
que se desarrolla en él. Ha instalado el tribunal y es objeto de una una palabra plena reordenar las contingencias pasadas dándoles
acusación que está más allá de toda verificación. Es la “cultura el sentido de las necesidades por venir” (12). Una concepción del
pura de la pulsión de muerte”, si se sigue la expresión de Freud. tiempo ya está presente aquí, se articula en relación con la dialéctica
Pero está, también, como todo sujeto, a la hora de su fantasma: y hace del fin del análisis el advenimiento de una palabra verda-
tan pronto como el delirio de indignación se para, el tiempo se dera, el sujeto realiza así su historia en una relación al futuro. Esta
comprime y el sujeto se vuelve el tiempo del objeto. Si el sujeto se propuesta que concierne al tiempo desvaloriza la puntualidad de los
reduce a su identificación al objeto, es la fulgurancia del paso al hechos biográficos y del tiempo, para privilegiar los cambios histó-
acto que está asegurado. La eternización del debate alrededor de su ricas y “perfeccionar la historisacion actual de los hechos” (13). El
indignidad de la que es objeto se vuelca en una precipitación que inconsciente es un hecho de historia y el análisis privilegia la verdad
lo hace salir de la escena. El marco del fantasma es insuficiente y el tiempo intersubjetivo como estructura de la acción humana.
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se desconecta de la relación con el Otro. Es suficiente con captar
De manera más general, el fantasma no asegura su función de lo que es el tiempo sin Otro, como lo muestra la experiencia del
mediación en la psicosis, es lo que Lacan demuestra en el caso esquizofrénico. La cadena significante rota se traduce por la infi-
de El hombre de los lobos hasta el punto de postular que hay en nitud de secuencias comenzadas sin que nada venga a puntuar
este caso una anulación del tiempo para comprender. Se trata para hacer un punto de conclusión, ni siquiera provisiorio. La
de un fantasma puro donde el instante de ver se colapsa con el experiencia analítica pone en evidencia la imposibilidad de regular
momento de concluir. Ello, para mostrar la subjetivación imposible el tiempo. Todo tiene que empezar siempre de nuevo sin que nada
28 de la escena traumática y su correlato: toda una vida destinada a se deposite. Lo que prima es la lógica del instante. El paranoico, 29
al contrario, muestra una solución que implica el tiempo pero que No se trata, sin embargo, de un tiempo cronológico indispensable
exige, también, la acomodación al Otro. Es lo que demuestra la para hacer huella, allí donde hubo falla. Es por eso que Lacan se
fórmula de Lacan a propósito de Schreber: “sin duda la adivinación apoyó en el tiempo lógico del que se trata de determinar el resorte
del inconsciente ha advertido muy temprano al sujeto que, por no de su funcionamiento y las condiciones de su cumplimiento. El
poder ser el falo que falta a la madre le queda una solución de ser tiempo en la transferencia es determinado por otra pregunta: ¿hay
la mujer que falta a los hombres”. Y, más adelante: “esta solución, acceso a una certeza por medio de las formaciones del inconsciente?
sin embargo, era entonces prematura”. Los efectos de esta solu- Pienso que Lacan lo creyó durante un cierto tiempo, hasta el punto
ción intervenida demasiado temprano son el soporte de todas las de apoyarse en una concepción del tiempo que articula la solución
manifestaciones psicóticas en este caso: paso al acto, emergencia del deseo con el lazo intersubjetivo.
alucinatoria e ideas de persecución. Desde entonces, se plantea
una cuestión crucial para la experiencia analítica para todo sujeto Si Lacan se sirve del sofisma de los tres prisioneros en 1946,
que haya entrado en el dispositivo, cualquiera que sea su estruc- que lo retoma Función y campo de la palabra y del lenguaje en
tura, la de saber lo que sería una solución que no sea prematura. psicoanálisis, es para mostrar que la acción humana se ordena en
relación con la acción del otro, y la salida a la vacilación pasa por
Para Schreber, caso original de paranoia, Lacan postula: “el aplaza- las escansiones que permiten el advenimiento de la certeza. La
miento indefinido de la realización de su fin”. La “solución prematu- escansión, como la sanción, tiene un efecto inductor, el del sentido
ra” de su fantasma debe acomodarse a un otro tiempo que incluye el que viene, por venir. Se deduce que la escansión tiene un efecto
más allá del mundo donde la promesa se prorroga. Hubo, para este de decisión. Así, la marca del tiempo, en la cura analítica, está
sujeto, una caída que es la causa de la salida. Entre una solución conectada a la interpretación. Es la razón por la cual este texto,
sintomática y una solución de satisfacción “el sujeto había muerto”. capital sobre la distinción entre la palabra plena y palabra vacía, lo
Más generalmente, y en todas las estructuras clínicas, la cuestión es también en cuanto a la concepción que el analista se hace del
que se plantea es cómo se integra la dimensión del tiempo en la tiempo y su incidencia, particularmente sobre la duración de la se-
solución que es propuesta por la transferencia en el psicoanálisis. sión, tal como Lacan lo desarrolla en la parte III Las resonancias de
la interpretación y el tiempo del sujeto en la técnica psicoanalítica.
El tiempo bajo transferencia Mientras que es frecuente sostener que él hizo uso de la sesión
corta en análisis en los últimos años de su práctica, ya enuncia en
El tema del tiempo está en el centro de las preguntas del analizan- este texto de 1953, que marca el principio de su enseñanza, que
te. Esto se refiere a la duración de la sesión, de la cura, sobre la la duración de la sesión es un “aspecto particularmente álgido en
persistencia de un síntoma. Notemos, sin embargo, las diferencias, la actualidad” (15).
éstas dependen de la estructura pero también de lo que una época
vehicula como discurso. En efecto, en el reino del hombre siempre
apurado, signo de nuestro tiempo, el psicoanálisis, que no cesa de La sesión corta
Las marcas de un psicoanálisis
Tiempo e inconsciente
la duración de la cura y encontró su justificación en una fórmula te en aquella época y en una forma que contradice la afirmación
explícita de Lacan: “es necesario tiempo para dejar huella de lo a menudo difundida y que deduce de la enseñanza de Lacan el
que ha dejado de manifestarse primero”(14). En relación con cuál tiempo variable de la sesión. Cuando Lacan examina la duración
problema hubo en Schreber, podemos comprender una “solución de la sesión, en primer lugar, examina sus incidencias sobre el
prematura”. Lo que faltó por descubrise, lo que es trans-estructural, analista. El asunto central es el estándar de la duración de la sesión
concierne al ser de goce del sujeto. El fantasma obtura esta falla y sus efectos sobre la función del analista, sobre el grupo analítico
excepto si su vacilación exige una reorganización. y sobre el analizante.
30 31
Hay que convenir que el orden escogido por Lacan en lo concerniente Ante todo, su demostración se apoya en la experiencia del sujeto
a la presentación de las incidencias parece extraño. Mientras que obsesivo y el uso que éste puede hacer del cálculo del plazo final
se podía esperar a que Lacan trate los efectos del tiempo para el con el objetivo de evitar la sorpresa. Es decir, el obsesivo se serviría
analizante cuando aborda la incidencia del tiempo en relación con del dispositivo para no analizarse y la duración de la sesión se
la función del analista y pone esta cuestión en relación directa con convierte en un aliado para él en su resistencia al inconsciente.
la del deseo del analista. Queda como solución para el analista la suspensión de la sesión
como la puntuación del discurso. Observemos que aquí el pro-
La fijación de la duración por un estándar, aleatorio hay que añadir, cedimiento antiestándar tiene como fin evitar la ritualización de
-pues, ¿por qué el estándar es fijado en 30, 40 ó 50 minutos?-, estos sujetos. Pero todavía, según las intenciones de Lacan en esta
anula el deseo del analista en provecho de la reglamentación, más época, la puntuación de la sesión no tiene como finalidad hacer
próxima al código del trabajo y del contexto del discurso social que resonar las formaciones del inconsciente, sino que introduce al
a las condiciones para el discurso analítico. sujeto en una experiencia dialéctica. Esto quiere decir, según el
Lacan del principio, la apertura del obsesivo al otro, o sea, el paso
Mientras que la finalidad del tiempo fijo de sesión sería producir el de la intra-subjetividad a una inter-subjetividad.
máximo de objetividad, es el deseo del analista el que padece del
estándar. Si se evoca la subjetividad del grupo analítico, se infiere Frente a la aspiración del obsesivo, que consiste en sostener la
que la uniformización de la duración de la sesión se traduce en co- uniformidad de los enunciados con el fin de evitar las consecuen-
modidad del grupo porque elimina la eventual tensión que engendran cias sobre el deseo, la puntuación, en el sentido en el que se hace
prácticas diferentes en el seno de los mismos. Por otra parte, ¿acaso la puntuación sobre un texto, introduce un procedimiento que
no hay, en las críticas que se hacen sobre las sesiones cortas, una saca al sujeto de su formateado amorfo. La puntuación, eje de
sospecha, es decir, un fantasma que concierne al goce del analista? la interpretación en aquella época, es un medio privilegiado para
introducir una marca y el sujeto en el tiempo.
Finalmente, en cuanto a los efectos sobre el analizante, la pregunta
sería: ¿cómo medimos el tiempo del inconsciente? El debate es de En este sentido, la puntuación comprende tres perspectivas:
actualidad y se refiere al hecho de que si el inconsciente demanda
tiempo para revelarse, entonces la duración de la sesión debería ser a. Es una escansión que introduce al sujeto en una dialéctica y
variable. Ciertos analistas añaden a este argumento el del recurso de promueve progresos en el discurso.
la duración variable de la sesión como única práctica antiestándar. b. Pretende hacer emerger una palabra plena.
El argumento encuentra su justificación y pretende contradecir, en el c. Tiene efectos sobre la duración de la sesión.
fondo, el fundamento de otra práctica de la sesión: la de corta dura-
ción considerada por ciertos analistas como otra forma de estándar Sobre esta tercera perspectiva, Lacan es explícito. Está convencido
técnico. Subrayemos pues lo que la praxis de sesiones cortas quiere de que “experimentando en un momento, llegado a su conclusión
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decir: práctica de la cura con sesiones sistemáticamente cortas. de nuestra experiencia lo que se ha llamado nuestras sesiones
cortas” (16). De la eficacia de la sesión corta, él saca las
De manera más radical, la cuestión es saber si el tiempo variable consecuencias. Entonces, no se trata de una hipótesis sometida a
Tiempo e inconsciente
de la sesión o la sesión corta corresponden justo a dos variantes confirmación ni de una observación puntual. En una nota al pie de
técnicas y de mostrar cuál sería el fundamento teórico que sostiene página, de más de diez años más tarde, asume más radicalmente
la una o la otra. sus propósitos: “Piedra de desecho o piedra de ángulo, nuestro
fuerte es no haber cedido sobre este punto” (17). Aunque la sesión
Me parece claro que la concepción de Lacan Función y campo corta concierne al ejemplo de un sujeto obsesivo, la importancia
de la palabra y del lenguaje en psiconálisis, construye una teoría del ejemplo citado tiene que ver con su finalidad: actualizar
32 del tiempo de la sesión, coherente con su teoría del inconsciente. un fantasma en un plazo “en el que de otro modo hubiéramos 33
seguido reducidos a escuchar sus especulaciones sobre el arte de sesiones, la duración durante años, la concentración libidinal
de Dostoievski” (18). en el proceso, participan en esta dimensión. Observemos, sin em-
bargo, que la consideración deviene parcial, falsa entonces, porque
Deducimos, en consecuencoia, la puesta en marcha de un proce- la separación del Otro, condición para que un análisis llegue a su
dimiento indisociable de la concepción del acto que Lacan avanza término, exige primero la alienación. Es una lógica ineludible: para
mucho más tarde. Si Lacan no afirma allí la duración de sesión salir de un análisis hay que haber podido entrar.
variable, esto tiene que ver, me parece, con una razón: el analista,
en lugar de esperar la revelación del inconsciente, provoca, incluso Sería necesario volver aquí a la “solución prematura” a propósito de
extrae, a manera de un fórceps, lo que todavía no está allí. Ello los casos de retoma de análisis después de una interrupción, ligada
es lo que posibilita anunciar la afinidad entre la sesión corta y la al hecho de que el analizado ha accedido a una curación, por lo
técnica Zen. Estamos ya en otra dimensión que la de ir a buscar menos transitoria. Esto está lejos de ser raro. Así, el ejemplo de ese
los registros en el inconsciente tal como se deduce de un Freud analizante para quien el análisis produjo un cierto alivio terapéutico,
arqueólogo del espíritu. No se trata tampoco de convocar las según sus intenciones hasta el punto de considerar con satisfacción
líneas de eficiencia en el inconsciente, a lo que Lacan se refirió que el momento de terminar su análisis había llegado. Salvo que
con la ayuda de la lingüística. La problemática nueva, en la que una nueva coyuntura lo confronta a un nuevo momento fecundo de
participa la sesión corta, es anunciada así por Lacan: “ella rompe su neurosis. Lo que había descuidado es el estatuto del fantasma,
el discurso sólo para producir el advenimineto de la palabra”. Es eso de lo que el analista debe estar advertido. Este analizante no
cierto, Lacan todavía cree que una palabra auténtica puede coin- contaba con lo que el fantasma deja en suspenso y produce como
cidir con la verdad del sujeto. Sin embargo, él establece ya lo que retorno sintomático que exige un retorno a la alienación significante
será un punto crucial de su enseñanza: lo real del sujeto sólo se en la transferencia. La solución analítica exige que la separación
atrapa por la aversión del sentido. intervenga en el momento oportuno. Y creo que este momento está
ligado a la relación del sujeto con su fantasma.
¿Cómo no deducir que una práctica del tiempo, que no se detiene
en acoger los sueños y los lapsus sino, más bien, en engendrar el Digámoslo de otro modo: “lo que hace falta de tiempo para hacer
fantasma, sólo es viable si ella no es la búsqueda del sentido sino huella” siguiendo la fórmula evocada más arriba, es el tiempo ne-
que apuntaría al fuera de sentido? Contrariamente a lo que a veces cesario para producir una separación como efecto concluyente de la
se dice o se hace, Lacan no sostiene únicamente la sesión corta alienación. Si no, el riesgo es la alternancia alienación, separación
como técnica ocasional, reservada para una sesión determinada o y retorno a la alienación. Es lo que a veces el análisis produce o,
como procedimiento ligado al tiempo del fin del análisis. Además, más exactamente, ciertos analistas Sin embargo, si la alienación
¿no hay que encontrar, en el ejemplo citado, una propuesta de al significante que la cura analítica promueve, es indispensable, la
Lacan a propósito de la sesión corta que sería al mismo tiempo una cuestión se plantea sobre la alienación a la persona del analista,
propuesta sobre el fantasma? La distinción que se volvió clásica lo que no es la misma cosa. Es verdad, Lacan hace valer un efecto
Las marcas de un psicoanálisis
entre el síntoma que se interpreta y el fantasma que se construye, benéfico de la sesión corta en el sentido de que en ella “no implica
plantea la cuestión de la maniobra del analista en cuanto al fan- en sí misma ningún peligro de enajenación del sujeto” (19). La razón
tasma, es decir, su puesta a cielo abierto. Es crucial el manejo del se encuentra en el avance más tardío de la enseñanza de Lacan, la
Tiempo e inconsciente
tiempo de la sesión, como lo muestra Lacan en el ejemplo evocado. del analista como objeto.
La separación y el momento oportuno Cuando Lacan planteó que “la transferencia es una relación esen-
cialmente ligada al tiempo y a su manejo” es para indicar que el
Subrayemos otra dimensión que Lacan pone de relieve desde 1953, motor de la operación analítica es el deseo del analista y entonces
a saber, la relación del tiempo con la alienación. Suponemos que el el tiempo está ligado al manejo del agalma, o sea, este objeto
34 dispositivo analítico es inductor de alienación. Es cierto, el número precioso que él encarna en la transferencia para su analizante. La 35
sesión corta, técnica que va contra la alienación de la persona del éste es una marca pero que no se inscribe de una vez por todas. La
analista, trabaja para hacer mantener el agalma y hacer emerger el marca del trauma no cesa de escribirse, es lo que funda la repetición.
objeto causa del deseo, del lado del analizante. En este texto, que
es capital sobre el tema del tiempo, como lo veremos más adelante, Con la inscripción del rasgo que capta el goce al principio del trauma
Lacan retoma la problemática de la escansión para precisar mejor a tenemos un momento fundador. No es el primer tiempo de algo con-
lo que se refiere “esta pulsación del borde por donde debe surgir el sagrado a repetirse. Es, más bien, la instauración de la marca inicial
ser que reside más acá” (20). Si vuelve a la escansión, no es más de una pérdida de goce, la marca de una sustracción operada sobre
para producir la palabra plena, sino el ser “más acá”, o sea, más el goce del Otro y cuyo efecto es forjar un sujeto. ¿Esto quiere decir
acá de la palabra, lo que es un modo de formular en esa época que que el efecto, que es un efecto sujeto, se produce una vez y para
el analista acosa el goce del sujeto. siempre?. En absoluto. Esta es la idea de la repetición en Lacan. Lo
que se repite es el momento fundador y en cada repetición hay un
El tiempo para hacer huella paso de más, un efecto que no cesa de producir sujeto.
Me parece indispensable articular la concepción del tiempo que Retomo mis propósitos para indicar mejor la apuesta. Avanzo la
Lacan produce en este texto y la formula “…es necesario tiempo hipótesis de que la concepción del analista sobre la duración de la
para dejar huella de lo que ha dejado de manifestarse primero” ya sesión: larga estandardizada, variable o corta, depende de la idea
citado. Según los términos de su texto Posición del inconsciente lo implícita que tenga del inconsciente.
que no debe faltar a revelarse primero, es la causa introducida en
el sujeto “sin la cual no habría ningún sujeto en lo real” (21). Es Mientras que el estándar amortigua los efectos del inconsciente hasta
lo que Lacan pone como primordial pulsación temporal “que es el hacerlo desaparecer del horizonte analítico, el tiempo variable supone
fading constituyente de su identificación” (22). el inconsciente estructurado como un lenguaje. ¿No podríamos decir,
en cuanto a la sesión corta, que encuentra su razón en una concep-
Dicho de otra manera, es por el desvanecimiento de la identificación ción del inconsciente como real? Más exactamente, la sesión corta
constitutiva del ser que será necesario un tiempo en la cura para participa en lo que Lacan sostenía del dispositivo analítico como
que el sujeto inscriba su ser. La elaboración de Lacan es decisiva en un real que toca lo real. Se desprenden tres opciones diferentes. El
este texto porque permite comprender una teoría lógica del tiempo. estándar que relativiza el inconsciente hace del setting, encuadre, el
Es un hecho patente por “la causación del sujeto”, si se sigue la punto de apoyo de la cura. La sesión de duración variable encuentra
operación de alienación y separación que exige dos tiempos pero, su motor en la escucha analítica hasta el punto de sacralizarla, a
sobre todo, por el interés que lleva a la pulsación del inconsciente veces. Esto es lo que Lacan había denunciado concerniendo a los
con el fin de cernir no tanto su apertura sino el modo de su cierre. que se sentían privilegiados de tener “una buena oreja”. La sesión
Esto es lo que crea la llave del “núcleo de un tiempo reversivo, muy corta encontraría su punto de anclaje en una finalidad de la cura que
necesario de introducir en toda eficacia del discurso” (23). El valor la subordina a la reducción del inconsciente hasta producir la letra.
Las marcas de un psicoanálisis
Tiempo e inconsciente
freudiano que “muestra una estructura temporal de un orden más
elevado”. ¿Qué quiere decir esto? De lo que se trata es menos de Existe una problemática particularmente puesta en evidencia en
un efecto de sentido producido con posterioridad que de atrapar el Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoa-
allí el modo como el trauma “se implica en el síntoma”. De nuevo, nálisis, donde, por una parte, Lacan dice que el deseo es limitado,
la finalidad del psicoanálisis es recordada, no se trata de producir su relación es fija y, por otra parte, subraya el aspecto evanescente
sentido sino de volver al trauma, otra forma de decir “lo que falló en de la captura del inconsciente, que es lo que admite, siguiendo
revelarse primero”. Es la paradoja del trauma: algo no es inscrito, sus términos, que el “el deseo encuentre su contorno” (24). Es lo
36 eso es lo que crea las condiciones del trauma y, al mismo tiempo, que justifica que Lacan retome del tiempo de la duración el tiempo 37
lógico. La formulación es precisa: “el inconsciente es evasivo pero causa del deseo después de la caída de la suposición de saber.
logramos circunscribirlo en una estructura, una estructura temporal, El análisis introduce al sujeto en el tiempo de la urgencia que no
sobre la que se puede decir que jamás fue, hasta aquí, articulada está ligado a lo imaginario del tiempo del otro, propio del hombre
como tal”. Por falta de una certeza concluyente por el significante le apurado. El análisis no implica tampoco la orientación del tiempo
queda al análisis la oportunidad de atrapar el deseo inconsciente. por la cita que fija el fantasma, sino que introduce otra forma de
Me parece que lo que se prepara es una concepción del tiempo en relación con el tiempo. Se trata de un tiempo subordinado a la letra
el análisis menos ligado a la intersubjetividad que a la incidencia del inconsciente que asume el comando y orienta las coordenadas
del objeto a. Es lo que se vuelve explícito con la función de la prisa, del deseo en función del ser de goce. La letra es la inscripción de lo
“que ya la a minúscula tetiza” (25). que hace falta por revelarse primero en la estructura. Pero observe-
mos que este cambio de perspectiva que concierne al sofisma de los
La prisa, cuyo soporte es el objeto a, es articulada en el momento tres prisionieros que introducen una temporalidad ligada al objeto
de concluir. Desde entonces hay que distinguirla de la precipitación, está presentada en el Seminario 10, La Angustia. Si el deseo del
que es una conclusión que no sigue el tiempo de comprender. La Otro está al principio del afecto de angustia, es en la medida en que
precipitación depende del acting-out o del pasaje al acto, la prisa toma al sujeto como objeto causa del deseo, lo que Lacan designa
es articulada al acto. Observemos, sin embargo, una posible deriva como una “relación temporal de preexistencia”. El interés de esta
de la prisa en una perspectiva imaginaria que Lacan señala: “el formulación tiene que ver con la equivalencia que Lacan produce
efecto de señuelo del que ella puede hacerse cómplice” (26). Es entre la temporalidad engendrada por la angustia y la temporalidad
una forma precisa de la prisa que debemos retener: “No es correcta del análisis, que es patente más tarde: “esta dimensión temporal
más que al producir este tiempo: el momento de concluir” (27). es la angustia, esta dimensión temporal es la del análisis” (28).
Este modo de anudar tiempo y acto, hâ(c)te podríamos decir (a El análisis introduce la dimensión del tiempo y con la forma de la
partir de hâte, prisa, acte, acto) tiene que concebirse en una doble angustia. Hay allí un indicio de la manifestación del objeto a. La
dimensión: el acto del analista que introduce la función de la prisa cuestión crucial es que Lacan hace depender la eficacia del análisis
para producir la certeza concluyente, pero también el analizante de la introducción del sujeto en la temporalidad. Esta inmersión en
produce su conclusión de salida en la prisa. el tiempo es, a menudo, solidaria de la inmersión en la angustia.
Es un hecho clínico mayor que una vez que el análisis comienza, el
Recapitulemos: el tiempo de las deducciones y el de la conclusión sujeto experimenta el afecto de angustia y de manera desconocida.
por el analizante no se confunden con el tiempo que hace falta para Es lo que justifica la expresión de Lacan: “el tiempo de la angustia
que la asociación libre se despliegue. El tiempo para comprender no está ausente en la constitución del deseo” (29). El tiempo de
no coincide con un tiempo cronológico y el momento de concluir la angustia no es, sin embargo, un tiempo que se mide, no es la
no se sostiene únicamente de una ganancia de saber, todavía es angustia que dura, es el tiempo lógico. Él es lógico en la estructu-
necesario que cambie la relación del sujeto con el fantasma y que ración del deseo del sujeto. Es lógico en la cura, en el sentido en
esto se traduzca sobre la pulsión. Es por eso que nos autorizamos que es anterior al deseo. Desde entonces, podemos afirmar que el
Las marcas de un psicoanálisis
a decir que no es el saber sobre el inconsciente la clave que per- análisis introduce al sujeto en otra relación con el tiempo que no
mite concluir, sino que, más bien, que la conclusión depende de la será condicionado más por la fijación traumática que el fantasma
relación del sujeto con lo no sabido del inconsciente. Hay un decir mantiene, sino por la prisa que no tiene que ver con un pensar el
Tiempo e inconsciente
como resto de los dichos del analizante que guía la conclusión. Por tiempo pero sí con una necesidad lógica.
eso es requerido un tiempo, más del necesario, para que los dichos
del analizante liberen los significados inconscientes. Este tiempo
de más, Lacan lo formuló de otro modo en relación con el sujeto
supuesto saber porque hace falta tiempo para su caída, pero todavía
esto no es suficiente. Hay un más allá, el tiempo de un duelo, duelo
38 del objeto a, como Lacan lo anuncia y que asegura la función de 39
Borges, Lacan,
la poesía, el tiempo
real. La lámina de la guadaña que siega, es el corte que marca y haciéndolo ex-sistir. Para decirlo de otro modo, la ex-sistencia de
saca al sujeto de la indeterminación temporal a la que la estructura lo real de lalangue necesita ser atestiguado. Nos damos cuenta del
del inconsciente lo condena. Y el lector de Lacan, acostumbrado a alcance de la poesía, es decir, confirmar la propuesta de Lacan:
observar el uso que hace de la metáfora como un más de sentido, “real de ello se asegura confirmándose con el límite” (36). En la
que concierne a lo imaginario y a lo simbólico, percibe aquí que el experiencia analítica, sin la palabra del analista, no hay límite a lo
acento es puesto sobre lo real. ilimitado que caracteriza la asociación libre. El interés crucial de la
poesía reside en esto: lo que hace la fuerza de la palabra poética
Hay, de una parte en Lacan, una referencia a la barra saussuriana es hacer resonar el sin sentido con el fin de concebir un límite a
como corte que hace borde real, “es decir saltar del significante lo que funciona como ab-sens es decir, privación de sentido de
42 que flota al significado que fluye” (32). Así como lo mostraremos límite en la palabra. 43
Volvamos a Borges. Nació en Buenos Aires, en una familia argen- (38). Borges ya tenía una idea del tiempo que no va a abandonar
tina de varias generaciones, vivió en esta ciudad hasta la edad de cuando dice que solamente los países nuevos tienen un pasado,
15 años, y sus padres lo traen a Ginebra en 1914. Los años de la es decir, una historia viva, lo que justifica así: “somos del mismo
Primera Guerra Mundial coinciden con sus años de estudio en el tiempo que el tiempo, somos sus hermanos” (39).
liceo. Este es el lugar del nacimiento de su gusto por la poesía y en
el que encontrará la muerte, después de haber pasado más de 60 En 1930 se atreve a escribir una Historia de la eternidad y evoca
años en Buenos Aires. De esta vocación dan cuenta sus primeros una experiencia personal del sentimiento de encontrar a la muerte.
poemas redactados a su regreso a Buenos Aires en 1920. Una El instante de este encuentro vale para él como encuentro con la
marca se había inscrito ya, no lo va a dejar jamás, es la poesía y la eternidad. La historia de la eternidad se precipita para condensarse
relación con el tiempo. Claro está, se tratará del tiempo a través de en el lapso del tiempo de una noche donde Borges evoca que en
otros géneros literarios que Borges cultivó, pero la poesía muestra esos instante, es la historia de la humanidad entera la que se pre-
particularmente lo que escribió en 1960 a propósito de la biblioteca, sentifica. En el momento en el que se siente morir es la humanidad
que hace sentir la gravitación de los libros y el tiempo disecado. la que muere. El sentimiento que experimenta cuando se siente
¿Cómo diseca Borges el tiempo? morir es el de una presentificacion de la eternidad. Es lo que Borges
va a retomar en 1952 con la Nueva refutación del tiempo (40). Si
Gravitación del libro y el tiempo disecado la retoma es porque no está satisfecho de lo que había avanzado
hasta ahí. Pero también porque sostiene que la cuestión atraviesa el
En una serie de poesías redactadas entre 1923 y 1929 encontra- conjunto de su obra, hasta el punto de sostener que esta refutación
mos prefigurado el conjunto de su obra en la que se ocupa de las le llegaba con la fuerza ilusoria de un axioma. Este texto le sirve
cuestiones del tiempo y de la muerte. Fervor de Buenos Aires es de apoyo esencial para su demostración sobre el tiempo. Borges
su primer libro de poesía y uno de sus primeros poemas es “La subraya que el título introduce una contradicción que consiste en
Recoleta”. Se trata aquí de un lugar, el cementerio de La Recoleta, calificar el tiempo como una categoría temporal, con el término de
célebre por sus monumentos hasta el punto de hacerse un lugar “nueva”, cuando se trata de refutación, de la noción de tiempo, que
eminente de Buenos Aires. Si la poesía describe la paz del atardecer, por otra parte es una refutación muy antigua. Así, si se refuta el
ligada a la belleza que este lugar desprende, muestra, ante todo, tiempo no podemos decir nuevo y esto excluye también el antiguo.
que sólo la vida existe. Si Borges se autoriza de enunciar el término de “nueva” es para
subrayar el interés en volver a la tesis antigua, mientras que otros
La referencia al atardecer vuelve regularmente con su pluma. Cada autores, como Jorge Berkeley, inventor del idealismo y, como lo
lugar de Buenos Aires es descrito como prisma del atardecer. Este decía Borges, su apologista más agudo, lo descuidó diciendo que
momento particular en el que la ciudad y sus colores se transforman el tiempo es una sucesión de ideas que fluyen de manera unifor-
con la decadencia progresiva que reenvía a la decadencia progresiva me, o David Hume cuando dice que el tiempo es una sucesión de
momentos indivisibles.
Borges sostiene que durante este sueño Tchuang-tse era una “Soy el río”
mariposa, y que en este instante preciso no era Tchuang-tse, ya
que era una mariposa. Luego, partiendo de la hipótesis, que no es Pero es en Héraclito que se ve la reunión de los puntos precedentes,
incongruente, de que los lectores chinos de este relato repiten este el tiempo como materia y el pasado como memoria y olvido, en
sueño, Borges se interroga si esta repetición no indica que la repe- relación con el día. Así, la noche que va hacia el sueño corresponde
tición de una igualdad en el instante refuta la idea de una historia. al olvido del pasado, al pasado que ya fue, y retoma la fórmula
Es decir, Borges niega la idea de una historia del mundo. Niega la “el río me lleva y yo soy ese río”, “estoy hecho de una extraña
de una serie, lo mismo que niega el sincronismo de los términos prefiere la memoria como un “montón de espejos rotos”. En esta
entre dos series. Es por eso que le gustaba citar a Newton, quien perspectiva, la referencia al Ulises de James Joyce se vuelve una
en una frase condensa poesía y ciencia en relación con el tiempo: evidencia que Borges no deja de lado. Que Joyce haya escrito el
“cada partícula de espacio es eterna, cada momento indivisible en libro que contiene en un día todos los días de un hombre es una
la duración está por todas partes”. Sin embargo, refutando la idea idea a la cual Borges permanece muy sensible. Borges soñó con
de los que niegan el tiempo y forjan el idealismo de la eternidad, una biblioteca universal que contendría el conjunto de los libros
Borges concluye: “los que niegan las partes, es para negar después de la humanidad. Forjó a un personaje, Funes, que no olvidaba
el todo, yo rechazo el todo para exaltar cada una de las partes”. nada al punto que para hacer el relato de un día se tomaba el
Como constatamos, el modo de negar el tiempo de Borges no es tiempo de un día. En James Joyce, él hace del día de Ulises el día
46 homogéneo a otros que, antes de él, también lo negaron. que contiene la historia universal, y vuelve al tiempo creado por 47
Dios como siendo la ubicuidad de un río que un día regresará a la imagen móvil de la eternidad. Sigue también a Plotino sobre el
su fuente (46). En Arte poético, Borges pone la poesía en relación punto de que hay tres tiempos que corresponden al presente: el
con el tiempo. Ella vuelve, como la aurora y el crepúsculo, para presente es el momento en el que hablo, es también el presente
mostrar nuestra cara. La poesía atrapa lo que huye en el tiempo del pasado que es la memoria, y es el presente del futuro, a saber,
y lo que fluye en el río. Pero la poesía se hace también la medida lo que imagina nuestra esperanza y nuestro miedo. Finalemente,
del tiempo ya que Borges, en Arte poético, dice que la poesía a Borges le gustaba citar a San Agustín: “¿qué es el tiempo? Si no
“Heráclito inconstante” es como el río infinito que pasa y que deja me lo preguntan yo lo sé. Si me lo preguntan, lo ignoro”. Hay una
el cristal. Lo que equivale a decir que la poesía hace el tiempo. incompatibilidad entre saber y tiempo, y es esta distancia central
en la exploración del tiempo por Borges la que permite decir que
el tiempo es su real, lo que coincide con la tesis del psicoanálisis
En esta perspectiva, Borges dará una definición de la poesía que sobre la exclusión del tiempo por el inconsciente. Que el tiempo
nos hace resonar el concepto de lalangue en Lacan. Borges, en sea un real y que Borges lo trate así, es una huella que está en
1964, plantea que la raíz del lenguaje es irracional y de carácter su poesía, es decir, la búsqueda del tiempo ha llevado a la más
mágico, y que la poesía intenta volver a esta antigua magia, sin bella invención humana, la idea de la eternidad que Borges cali-
leyes, de una manera inestable y audaz. Borges hace de la poesía, fica de “artificio espléndido” “amorosamente deseada por tantos
como él lo formula, un juego de ajedrez en el que el tablero de poetas” (48).
ajedrez y las piezas cambian como en un sueño. Es decir, no
hay leyes para la poesía. Intenta volverse lo real. Deducimos que De la eternidad da una definición coherente con una concepción
Borges pone la poesía, no del lado de lo simbólico del lenguaje, universal. Sería todo el pasado pero sin saber cuándo comenzó,
sino en afinidad con lo real. Y es también, en ese sentido, que todo el presente, y todo el futuro que todavía no ha sido creado
podrá formular que lo que prima, en un escritor, es la pasión pero que ya existe. El tiempo sería, entonces, como el libro que
que suscita en el lector cuando trata un tema, más que la forma contendría todos los libros; al mismo tiempo esto incluye un impo-
dada por su estilo. Lo que equivale a plantear la importancia de sible porque un libro cambia cada vez que se lo lee. En el mismo
la poesía, no como forma literaria, sino en lo que hace resonar en sentido, el tiempo permanece para Borges como un problema sin
el lector. Para Borges, la poesía no es Ulises y sus proezas sino solución porque es inatrapable: el tiempo que fluye, huye. Es por
que es más bien Itaca y un instante, aquel donde Ulises llora de ello que cita a Boileau: “el tiempo pasa en el momento en el que
amor. El tiempo esencial se vuelve el instante. Resulta tambien algo ya está lejos de mí”. Frente al tiempo que huye, le queda al
interesante comprobar cómo Borges, el conferenciste, el que ha sujeto una elección insondable que es la del estilo. Cómo no ver
sido designado en sus Obras completas como el Borges oral, se que sobre este punto Borges se encuentra con Lacan. El poeta
refiere en 1978 al abordaje de la muerte en términos semejantes formula: “el estilo del deseo es la eternidad” (49). Para Borges, si
a aquellos a los que había introducido en su poesía. la eternidad no existe, y si el tiempo es una ilusión, queda el estilo,
marca de un real que no se borra.
por Alfred Tennyson que había escrito: Time is flowing in the middle
of the night, “El tiempo fluye a la medianoche” (47). Borges repite
la idea de que el tiempo es un río que fluye mientras que el ser
humano duerme. Un río como el de Héraclito, que permanece
como su referencia constante, a saber, que el río es como el tiem-
po que huye porque nadie desciende dos veces en el mismo río.
Comprobamos también que, aparte de Heráclito, las referencias
centrales de Borges en la cuestión del tiempo son Platón, Plotino
y San Augustín. Borges prolonga a Platón, para quien el tiempo es
48 49
La prisa y la salida
lacaniana de la creación de un dispositivo donde “lo real toca superior del discurso analítico que va de a a S tachado e indica
lo real”. Esta perspectiva es relativizada si la sesión analítica que el analista se encuentra en el lugar de la causa del deseo para
es concebida como una secuencia unitaria puntuada por la el sujeto que es también el lugar de la angustia.
La prisa y la salida
emergencia del inconsciente y con el fin de hacer aparecer el
sentido o la palabra plena Esta es la perspectiva que Lacan privilegia en lo atinente al tiempo,
de lo que ya habla en el Seminario 10, La Angustia donde muestra
En realidad, más allá de lo que el inconsciente dice, es el decir sobre que la función de la angustia es introducir el sujeto en la dimensión
el inconsciente al que se apunta, este indecible que no obstante del tiempo. Lacan evoca una relación temporal de anterioridad
determina el conjunto de las asociaciones. Esto no corresponde a en relación con el deseo y considera que la dimensión temporal
52 una técnica activa ni a una sacralización de la escucha. La idea de la angustia equivale a la dimensión temporal del análisis. La 53
angustia prepara la cita con el deseo. No es sorprendente que Lacan analizante abstenerse de tomar decisiones antes del fin de la cura?
hubiera utilizado la misma fórmula que concierne al “manejo de La duración actual de los análisis hace objeción a este principio
la angustia” y al “manejo del tiempo”: uno es solidario del otro. El de abstinencia. Además, Freud mismo advirtió contra los peligros
hecho de situar el tiempo del análisis en función de la angustia es de una solución terapéutica que interviniera demasiado temprano.
una perspectiva ya señalada por Freud, quien hace de la angustia La idea es que el tiempo de comprender no se comprime. Los
un punto nodal en la representación del tiempo. La angustia, cuya efectos terapéuticos que intervienen de modo prematuro hacen
omisión está en el corazón de la constitución del trauma, establece obstáculo a la continuidad del análisis y a una resolución más
una mediación frente a la urgencia pulsional o frente al deseo consistente. La anticipación resolutiva del síntoma no implica el
del Otro. A este respecto, Freud, confrontado con la abstracción consentimiento a la satisfacción. Es por esto que Lacan evoca,
del tiempo de la conciencia, favorece el tiempo de la angustia concerniendo la psicosis, el término de “solución prematura”, esta
que se opone al tiempo del síntoma. La angustia introduce una última puede ser generalizada a las otras estructuras clínicas. En
discontinuidad en la que el síntoma asegura una permanencia. la solución prematura, el síntoma, aunque se ha reducido, no
El síntoma enlentece el tiempo porque su temporalidad está llega a elevarse al rango de nombre de goce del sujeto. Tomemos
determinada por su propia constitución, a saber la de un tiempo ahora la cuestión de la urgencia. A menudo, Lacan se refiere a
que se detuvo. La angustia es un afecto que hace irrupción, eso a propósito de la entrada en análisis donde, en efecto, hay
mientras que el síntoma es la constancia, aun cuando sus efectos urgencia en encontrar al partenaire que responda al síntoma del
se hacen sentir de modo inconstante. Esto es notorio en la relación sujeto. Esto se confirma en el momento de la demanda analítica.
que un sujeto tiene con el síntoma o con la angustia. Mientras Es posible que un síntoma esté allí desde hace mucho tiempo.
que la angustia es paradigmatica del enigma. El síntoma es una Basta con que se vuelva un signo para el sujeto para que éste pida
manifestación recurrente, conocida por el sujeto. Esto es lo que una ayuda inmediata.
demuestra la clínica analítica. El sujeto suple, con el fantasma, la
falta de certeza del inconsciente, y es en la vacilación del fantasma En cuanto a la precipitación, se trata de una aceleración del
que emerge otra temporalidad favorecida por la angustia. De tiempo que descuida las coordenadas simbólicas y es la razón por
hecho, encontramos, de una manera u otra, para todo sujeto a la la cual su mejor ilustración sigue siendo el paso al acto. El sujeto
entrada en análisis e independientemente de la estructura clínica, concluye cuando omite el tiempo para comprender. Lacan hace
la idea de un retraso que es propio del síntoma, así como el paso a del paso al acto melancólico el paradigma de esta equivalencia en
otra temporalidad dada por la angustia. Esta temporalidad incluye la que el sujeto se hace objeto. De ahí la necesidad de introducir
el tiempo marcado por las pulsaciones del inconsciente, es decir, un semblante de tiempo, cuando esto es posible, para la psicosis.
sus formaciones y la repetición; también sitúa un más allá, y es lo Si la solución espontánea de Schreber se revela eficaz, es en
que Lacan articuló con la función de la prisa. la medida en que resuelve un impase subjetivo ligado con una
solución prematura. En este caso, no se trataba de hacer madurar
Función de la prisa un fantasma sino de introducir una solución asintótica que
Las marcas de un psicoanálisis
La prisa y la salida
que un tiempo es necesario con el fin de evitar la satisfacción señalar aquí que existe otro modo de hacer caso omiso al tiempo
inmediata y los riesgos que ésta implica, como el hecho de para comprender, cuando son colapsados el instante de ver y el
escamotear la cuestión de quién es el que se satisface. Esta es la tiempo de concluir.
razón por la cual, si sugirió no tomar ninguna decisión importante
antes del término del análisis, es porque, para el psicoanálisis, Es el caso de la experiencia traumática que no se cristaliza en
las satisfacciones del Superyo, del Yo, o del inconsciente no síntoma analítico. El hombre de los lobos ilustra lo que Lacan
54 son equivalentes. ¿Pero, quién se atrevería hoy a proponer a un llamó la anulación del tiempo de comprender. El resultado es 55
verificable: la abstencion silenciosa fue imposible para él puesto pide que se repita el número pero, esta vez, más lentamente con
que no cesó de hablar de su incurabilidad. Esa fue su forma de el fin de comprender el punto de ruptura con la ilusión. Notaremos
decir que su cura consiste en ser una excepción a la terapéutica así que Lacan se refiere a esta oposición cuando evoca la distinción
analítica. El sujeto, en este caso que no es único, está fijado en entre los semblantes de la magia y los del discurso analítico. El
un goce traumático que excluye la toma en cuenta del tiempo y análisis exige el tiempo para comprender la escena que escapó,
que, por consiguiente, lo conduce a un duelo imposible. Frente a aquella a la que el inconsciente respondió y produjo el embrollo.
la ausencia de una marca que pondría el punto final, lo único que El tiempo también es necesario para el despliegue de la cadena
queda es la solución de un tiempo indeterminado, o sea, un sujeto inconsciente, pero el tiempo que hace falta es por esencia el que
incansable en lo que se relaciona con la cuestión de dar cuenta a introduce el sujeto en la función de la prisa propia de la causa de
los analistas de la propia historia con el psicoanálisis. Si el manejo su deseo. Esto es lo que justifica que hablemos del análisis como
del tiempo en la clínica de la psicosis implica un saber hacer de una prisa lenta donde el analizante se hace a su ser, lo que
con el semblante del tiempo, la respuesta analítica será diferente no quiere decir únicamente que se acostumbre a ser lo que es,
en los casos de neurosis. El tiempo que pasa, para decirlo de sino que opera un cambio sobre el ser. Porque la incidencia de
modo espontáneo, no favorece nada; frente a la división subjetiva, lo real sobre lo real del sujeto (vuelvo aquí a la fórmula “lo real
la respuesta analítica difiere de la respuesta psicotérapeutica. toca lo real”) tiene la pretensión de introducir un nuevo real. El
“Tome un tiempo de reflexión”, es el medio de dar el tiempo en inconsciente no es simplemente una operación de revelación de
psicoterapia. Y la fórmula corriente “el tiempo hace bien las cosas” lo que está ya allí, de sacar a la luz los enigmas escondidos por el
conviene en numerosas circunstancias de la vida, a excepción de sujeto. Más allá del desciframiento de lo que el inconsciente cifró,
la neurosis. Si hoy la fórmula de Freud “una mujer es inanalizable se trata de escribir lo que no cesa de no escribirse.
después de los 30 años” parece anacrónica, lo que permanece
vigente es que la neurosis, sin análisis, se agrava con tiempo. Lógicamente, la cuestión del tiempo en la dirección de la cura
se articula con el objeto a, causa de deseo y de angustia que
La prisa y el objeto apunta al encuentro con un nuevo real. Es lo que el deseo pone
en evidencia. En su esencia, el deseo es metonímico de la falta en
El análisis introduce el tiempo de otro modo que en un “tomarse ser. Y debemos señalar que Lacan establece una distinción entre
un tiempo para reflexionar”. Esta fórmula que guía muchas de el deseo inconsciente y el deseo centrado sobre el narcisismo
las observaciones clínicas pone en relación el tiempo con la como efecto de un análisis en respuesta a lo efímero de la vida.
conciencia. El tiempo del inconsciente no es el de la reflexión. Es En este sentido, hay un tiempo en el análisis para producir un
lo que justifica la referencia a la prisa porque está la especificidad deseo, un deseo efecto de una enunciación singular que debe
de esta última, basada en su articulación con lo simbólico que, sin ser diferenciada de un deseo centrado en el narcisismo. La
embargo, trasciende. Es decir, aunque lo simbólico condiciona la temporalidad del après-coup es esencial porque, como efecto
prisa, no es lo que la causa. La causa de la prisa es el objeto a que de elaboración, anuda la experiencia pasada y la conecta con la
Las marcas de un psicoanálisis
nos reenvía a la vez a la angustia y al discurso analítico. Si utilizo experiencia que está aún por venir.
la distinción entre la prisa y la urgencia es para indicar que lo
que hace probable la lógica de la prisa es que el analista otorgue El deseo forja un vector de dirección allí donde el sin sentido
La prisa y la salida
el tiempo que sea necesario. En efecto, hay un tiempo necesario reduce el sujeto a errar en el tiempo. Cuanto más el sujeto accede
para la cura y esto ya está indicado en Freud, en su texto sobre la a una posición deseante, más se aleja de una relación al tiempo
cuestión del análisis profano y la formidable definición del análisis concebido como la suma de los instantes. Y como el inconsciente
que anticipa allí: una “magia lenta”. es evasivo, se trata pues de captar la metonimia del deseo. Cercar
el deseo es captarlo al pie de la letra. Es la tesis de Lacan en
Por definición, la magia se sirve del semblante de la sorpresa y su lo que concierne al modo en el que el análisis capta el deseo:
56 temporalidad es la del instante. Es la razón por la cual el público el deseo es su interpretación. El sujeto entra en el tiempo vía 57
el deseo y, paralelamente, deja de pensar. Es lo que traduce la cambio en la relación con el tiempo. Sin embargo, el análisis no
fórmula corriente cuando un sujeto se sitúa en sintonía con su se limita al tiempo de la producción de un deseo sino que implica
deseo: “no vi pasar el tiempo”. Estar en el tiempo y reflexionar la integración del tiempo del circuito pulsional y la modificación
sobre el tiempo se opone tanto como ser y pensar. del goce del inconsciente.
El acto y el tiempo La realización del circuito pulsional hasta su última vuelta exige
tiempo. No se trata únicamente del tiempo del trayecto de
Ahora bien, conviene interrogarse sobre el lugar de la interpretación la pulsión entre el sujeto y su objeto sexual, sino también del
en su relación con el tiempo. En la progresión de la enseñanza de tiempo ligado al consumo -es el término de Lacan- del analista.
Lacan, percibimos una reducción de la interpretación hasta que Esta dimensión del analista, como siendo un objeto a consumir,
ésta se vuelva mínima y a lo que se apunta es a la producción del una pérdida de goce, por lo tanto, está presente a lo largo de
acto. La cuestión que vuelve a salir de modo neto no es solamente la cura, y adquiere un valor específico después de la caída del
la de de saber cómo obtener el grado máximo de simbolización sujeto supuesto saber. Es el tiempo de un duelo interno al análisis.
sino de apuntar, más allá, a la separación entre lo simbólico y lo Señalo que este período de duelo es crucial en relación con la
real. Se deduce entonces que si la última perspectiva de Lacan experiencia que un analizante hace de lo que el analista se vuelve
es definir el inconsciente como un medio de goce del síntoma, el al final y que Lacan calificó de désêtre, “des-ser”. Es en esta zona
fin último de la operación analítica no consiste en interpretar lo donde se conjuga la verdadera salida del análisis lacaniano que,
reprimido sino en modificar el programa de goce del sujeto. como toda elaboración de duelo, se traduce, si llega el caso, por
una imposibilidad en concluir. Esta zona que se abre en el análisis
Esto impone una revisión de la concepcion del tiempo en el análisis. después de la caída del sujeto supuesto saber condiciona el deseo
Es verdad que el análisis dura el tiempo necesario para que un del analista porque hay una diferencia entre el désêtre del analista
sujeto se apropie del objeto a que antes había puesto del lado del como efecto de la caída de la suposición de saber y como efecto
analista que él mismo encarna para el sujeto. Interpretar lo que de la elaboración de un duelo.
está reprimido introduce ya al sujeto en la actualidad del tiempo
porque lo reprimido, con su carácter inmutable al tiempo que pasa Existen, desde luego, salidas fulgurantes de análisis, pero no es la
y a las contingencias que lo acompañan, lo sumerge en un tiempo fulgurancia la que nos señala la idoneidad de la salida. La zona
siempre pasado. El hecho de poder atenuar la vivacidad actual de final del análisis corresponde a la lógica que preside al conjunto:
la representación ya era para Freud un objetivo terapéutico central. una magia lenta y una instantaneidad del acto que implican una
Si el neurótico está fuera del tiempo es porque está regulado por el prisa en la salida como el efecto de la elaboración del duelo, sin los
tiempo del fantasma cuyo axioma es resistente al desgaste y sitúa cuales es factible confundir la salida con el ilusionismo de la magia.
el sujeto a la hora del Otro, teniendo como efecto una estereotipía En otros términos, señalo que existe un beneficio épistémico en
atemporal. Freud indicaba ya, con precision, que después de prolongar la duración de esta zona final y que opongo a la salida
Las marcas de un psicoanálisis
décadas, las representaciones reprimidas se comportaban con fulgurante que sería el efecto del encuentro con la inconsistencia
la misma vivacidad que al principio. Qué mejor ilustración que del Otro. En otros términos, la salida del análisis no se efectúa
la reminiscencia histérica: los años fluyeron, los encantos se necesariamente como en el instante del rayo. Vuelvo a la cuestión
La prisa y la salida
desvanecieron, pero continúa soñando con del príncipe azul como de la prisa, presente en cada sesión y que, sin embargo, no es
cuando era niña. A veces el carácter inalterable de la esperanza disociada de la temporalidad lenta requerida por el análisis. La
es muy fuerte hasta el punto de que ninguna experiencia viene a prisa es un empuje a decir lo que jamás se estuvo en condiciones
modificar la creencia. El sujeto está convencido de que “como esta de decir, y esto, hasta alcanzar el límite de lo decible, muro detrás
vez no ocurrió nunca antes”, salvo que en el instante siguiente es del cual se aloja el decir propio del sujeto, su singularidad íntima,
atrapado por la repetición. En este sentido, la orientación de lo el soporte del conjunto de sus dichos. La prisa es articulada al acto
58 real y el deseo del analista que es el de despertar, introducen un del analista pero ligada al acto del sujeto, porque existe una prisa 59
conectada a la ilusión, la ilusión con la que, dice Lacan, la prisa
puede hacerse cómplice. En efecto, el riesgo es confundir la prisa
conjugada con el acto y la prisa en su versión imaginaria, ésta
Momentos para concluir
última es una prisa disociada del acto al punto que Lacan aísla
la función correcta de la prisa que es la de producir el momento
de concluir. Lacan nos advierte de no hacer un uso imaginario
cuando se refiere a una prisa que se concluye por una salida
arbitraria y que conduciría a la errancia. Da como ejemplo mayor
la revolución.
“autorizarse” como analista, uno suscita la satisfacción del cartel análisis detectable a posteriori, es decir, un efecto que sobreviene
y el otro suscita la reserva? Si la conclusión es la misma y trata de después del fin, sino que es un afecto de transferencia que
ligado al “des-ser” del analista. Observen que Lacan se sirve de inconsciente produce mitos supletorios a la inexistencia de la
la expresión: el analista afectado de “des-ser”. Esto no quiere relación sexual, existe una dimensión del inconsciente en la
después, es decir, las modalidades de salida del análisis. Planteo la primera experiencia llevó al sujeto hasta un punto y la segunda
entonces que el momento de concluir de un análisis no se disocia constituye una continuación. En otros casos, la continuación
75
El síntoma necesario
a lo real, como la reacción terapéutica negativa, para continuar los casos clínicos de Freud, Dora y El hombre de las ratas, para
sobre el lugar y la función del síntoma en la estructura. Podríamos mostrar la necesidad de obtener desde el principio del análisis
concluir a la existencia de una realidad del síntoma en Freud, como
El síntoma necesario
una rectificación subjetiva, lo que implica un primer cambio de
designando la imposibilidad de dar un sentido que sea completo. posición en relación con lo real. Observemos que lo real no indica
Me propongo mostrar entonces que no es exactamente de esto de aquí los límites a su traducción, sino una otra dimensión esencial,
lo que se trata para Lacan en el síntoma y su relación con lo real. y es allá donde se pone el síntoma como real, a saber, el síntoma
como el nombre verdadero del núcleo del sujeto.
Lacan forja un término, el de varité, para evocar la varité del sín-
toma. La varité condensa entonces la verdad y la variedad y nos Es ahí donde se atrapa la desviación mayor entre la concepción de
78 orienta sobre la función del síntoma, como verdad que abre la puerta Lacan y la de Freud. Mientras que para Freud se trata de saber leer 79
el inconsciente y entonces leer el síntoma e interpretarlo hasta lo que viene a funcionar como recompensa frente a lo que se perdió
ininterpretable; para Lacan se trata de captar el síntoma, cercarlo, con la entrada en el lenguaje?. La respuesta es simple, formulada
pero siendo advertido de que el síntoma es necesario. repetidas veces por Lacan, es el Nombre-del-Padre. Lacan creyó que
el Nombre-del-Padre era lo que hacía suplencia en la estructura, lo
Hay que convenir que es una tesis que traza una frontera teórica que colmaba la falla del sujeto y que compensaba por su función
y, por tanto, clínica. Admitimos o no admitimos que el síntoma es de orientar el deseo, la falta en la estructura.
necesario. El mismo Lacan no siempre sostuvo esta concepción. Me
explico. Lo que cambia dentro de la obra de Lacan es que primero Es sobre esta cuestión primordial que se apoya el viraje de Lacan
propone que el síntoma se reabsorbe por el sentido. Lo que es en lo relacionado con el síntoma y su lugar en la estructura. Este
llamativo es que el retorno de Lacan a Freud se pone en evidencia viraje está relacionado con la atenuación de la función paterna y
hasta en la afinidad del método clínico, luego, también, en la pro- de la sustitución por lo que viene a ocupar el lugar de la suplencia
gresión de la teoría. En verdad, así como Freud había planteado al en la estructura a saber el síntoma. Es lo que va a traducirse por
inicio como la existencia del síntoma constituido por la represión la formulación “es necesario el Nombre-del-Padre, lo que no hace
y, por lo tanto, reabsorbible con la interpretación, Lacan comenzó menos necesario el síntoma”. Entonces, Lacan no invalida el Nom-
su práctica con esta orientación. bre-del-Padre, pero su lugar en la estructura se vuelve insuficiente
sin la función del síntoma.
Observemos que su primera teoría de la interpretación contiene
esta idea. El síntoma desaparece como efecto de la escansión como Observemos, sin embargo, que en este recorrido teórico que va
puntuación feliz. Luego, al igual que Freud, que percibió los límites del Nombre-del-Padre como suficiente al síntoma como necesario,
en cuanto a la reabsorsóon del síntoma, Lacan modificó su concep- hay una constante: se trata de una operación sobre el sujeto que
ción para demostrar que el síntoma tiene una una parte incurable. no se produce sin el sujeto mismo. Es una dimensión que Lacan
La cuestión que se plantea, desde entonces, es la de la función enuncia muy temprano. Tan pronto como aborda los efectos de la
del síntoma. Podemos deducir, según la idea de que el síntoma imagen especular introduce la noción de “asunción de la imagen”
desaparece, que la tesis de Lacan sobre el síntoma, al inicio de su que designa ya la parte de elección en la experiencia. Es en el
enseñanza, es que forma una anomalía. Esto es, por otra parte, mismo sentido que dice que el Nombre-del-Padre debe encarnar-
la primera idea de Freud que sigue la concepción clásica: que el se. Esto prueba que no basta que exista en la cadena significante.
síntoma es una desviación de la norma que se tratará de rectificar. El Nombre-del-Padre que debe encarnarse nos indica la elección
inconsciente de su inclusión en la estructura.
Esto es lo que guía las terapias cognitivas, es decir, dominar al
síntoma, para hacerlo volver a la norma. Curiosamente, Lacan no Del mismo modo, la concepcion de Lacan del trauma es solidaria de
tuvo en cuenta al principio de su enseñanza la concepción final de esta concepción. Esto comienza cuando Lacan dice que “el trauma
Freud sobre el síntoma que es una satisfacción sustitutiva, es decir, se implica en el síntoma” y continúa cuando Lacan vuelve al caso
Las marcas de un psicoanálisis
siguiendo los términos de Freud, una indemnización. Se trata de del pequeño Hans en la Conferencia de Ginebra sobre el síntoma
un hermoso término porque una indemnización indica ya la idea para mostrar lo que especifica el trauma para el psicoanálisis y
de una solución. Dado que el síntoma es satisfacción, la pregunta subraya dos condiciones. La primera, ya la había formulado, es
El síntoma necesario
que emerge, en cada entrada de análisis, es la de saber por qué un la irrupción de un goce desconocido para el sujeto. La segunda, y
sujeto quiere cambiar algo a su síntoma. Retomemos con Lacan, esto es nuevo, que es necesario que exista la constitución de un
quien mantuvo una idea constante del principio al fin: una falla enigma en conexión con en el deseo del Otro.
constitutiva del sujeto. El sujeto en su esencia está dividido por
el lenguaje que opera una sustracción desde su entrada que se Es sobre este punto que se atrapa la conjunción necesaria del
tratará de compensar. Pero entonces ¿qué es lo que le permite a Nombre-del-Padre y del síntoma. El Nombre-del-Padre es lo que
80 Lacan pensar que se pueda dejar de lado al síntoma? ¿Qué es lo posibilitará responder al enigma del deseo de lo Otro, encarnado 81
al principio por la madre. En este sentido, el Nombre-del-Padre es síntomas. Va a retomar más tarde la fórmula “el analista sínto-
nombra y hace posible la conjunción entre lo simbólico y lo ma”, al menos dos veces, en el Seminario 23, El sinthome, y en
imaginario. Pero va a hacer falta también, para el sujeto, que se la conferencia de Roma llamada La tercera. Es verdad que Lacan
produzca una reorganización de la irrupción de goce traumático, planteó en esta conferencia que el psicoanális es un síntoma,
lo que únicamente es viable por la función del síntoma. Es decir, prolongando así Freud, en el Malestar en la cultura, y mostrando
el síntoma se establece como la respuesta que el inconsciente que el psicoanálisis forma parte de la civilización en el sentido de
articula frente a la emergencia de un goce no programado. Es que no puede evitar el real.
posible desde entonces, aprehender mejor lo que quiere decir
“el trauma se implica en el síntoma”. Esto es coherente con la Sin embarbo, su insistencia es de plantear al analista como síntoma.
concepción freudiana que sitúa al trauma como teniendo siempre De hecho, en el seminario El sinthome Lacan rechaza la conclusión
un origen sexual. Es en la medida del encuentro sexual infantil con de La tercera puesto que mantiene la idea de que es el analista
lo que del cuerpo hace signo de un goce ignorado que el trauma se quien es síntoma y no el psicoanálisis. Retomo el contexto de su
constituye, trauma que el síntoma recubre como una pantalla. Salvo elaboración en los Problemas cruciales del psicoanálisis, ya que el
que la pantalla no es solo un imagen, la pantalla es también una desarrollo de Lacan nos da las llaves para entender la expresión el
inscripción en el lugar de la imposible conjunción entre el programa analista síntoma. Hay en ese seminario, por una parte, una crítica
del sujeto y la inclusión del goce no programado. ¿La cuestión que a la expresión contra-transferencia porque la considera inapropiada.
se impone es la de saber cuáles son las consecuencias clínicas?. Esta tesis de Lacan fue admitida por parte de sus seguidores. Por
Freud ya había tenido la intuición para la psicosis antes de que otra parte, hay también una crítica al concepto freudiano de neu-
Lacan la formalizara. Las manifestaciones de la psicosis son una rosis de transferencia, lo cual fue menos admitido por los analistas
tentativa de curación. Lejos pues de concebir los síntomas como luego de Lacan.
indicadores de lo que hay que rectificar, Freud los considera como
un trabajo que apunta a resolver la falla que se abrió para el sujeto. En lo que se refiere a la contra-transferencia, es claro que ella
Por otra parte, ya los términos de Lacan en sus escritos sobre las existe, pero lo que es crucial es que su uso como brújula es una
psicosis, De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible interferencia introducida por el analista. Ahora bien, ¿sobre qué se
de la psicosis, evoca la estabilización de la psicosis del presidente apoya la crítica de la neurosis de transferencia? Recordemos que
Schreber, como una solución elegante. ¿Qué es lo que esto puede Freud mantiene dos direcciones en relación con la neurosis de
querer decir, que el sujeto psicótico accede a una solución elegante?. transferencia. Por una parte, designa la aptitud de la neurosis a
Es lograr no estar más en el lugar del objeto, pasivo frente al goce ser captada en la transferencia, para distinguirla de la neurosis que
del Otro. Pues observaremos que acceder a esta posición, lo que no entra en la transferencia, que él llama las neurosis actuales y,
Lacan llama el compromiso razonable en la psicosis, no implica la por otra parte, sirve para diferenciarla de la psicosis a la que da el
desaparición del síntoma. De lo que se trata, más bien, es de un nombre también de neurosis narcisista. La idea es que la neurosis
nuevo saber hacer con el síntoma. Pero, el nuevo saber encuentra de transferencia es la más apta para el dispositivo analítico. Por otra
Las marcas de un psicoanálisis
su resorte en la posición del analista. Es lo que se trata de demostrar parte, la neurosis de transferencia designa, de acuerdo con Freud, la
con el viraje de Lacan. Esto atañe a todos los sujetos en análisis, “neurosis artificial”, efecto de la transferencia, que se trata de superar
independientemente de la estructura clínica. en la cura. Dicho de otro modo, lo que Freud construye ahí es un
El síntoma necesario
esquema según el cual los síntomas toman una nueva significación
El analista síntoma a partir del momento en el que el analista está investido, lo cual
condiciona su interpretación que será la del síntoma. La secuencia
En el seminario Problemas cruciales del psicoanalisis, bastante sería: síntoma, transferencia, interpretación. El analista encarna,
lejos de las últimas proposiciones sobre el sintoma, Lacan introduce siguiendo este modelo, una figura sustituta del pasado y permite
la fórmula: “el analista síntoma”. Más precisamente, adelanta la vivir nuevamente al sujeto en esta nueva enfermedad “la neurosis
82 idea de que el analista es el soporte, toma a cargo el síntoma. Él de transferencia, la causa traumática con el fin de liquidarla”. 83
Hagamos una constatación: se encuentra en la literatura analítica pero de lo que ha sido disipado queda un beneficio irreversible. La
actual, en artículos supuestamente orientados por la ensenanza de elucidación implica un carácter sin vuelta. La elucidación reduce
Lacan y que mantienen la referencia a la neurosis de transferencia, el enigma.
mientras Lacan rechaza este concepto. ¿Qué dice Lacan? La tesis
es fuerte porque lo que designa la neurosis de transferencia, según Ahora bien, en cuanto a la pérdida, es un hecho que el análisis
Lacan, es la neurosis del analista. No rechaza la idea freudiana de opera una pérdida del goce del síntoma y esto en la medida en que
que los síntomas tienen un sentido y cambian de significado con los el analista es un partenaire de goce del sujeto. La satisfacción de
efectos de la transferencia. Lo que rechaza es la idea de que haya la palabra en la asociación libre no es una satisfacción autoérotica,
que consentir a ocupar el lugar de figura sustituta desde donde se ella está condicionada por la presencia del analista y es, por lo
interpreta el síntoma. Esto, según Lacan, deja las puertas abiertas tanto, una satisfacción pulsional donde el analista ocupa el lugar de
al análisis interminable. Una vez situado el contexto, debemos objeto en el trayecto pulsional del analizante. Entonces, el analista
entender que el analista síntoma es otra cosa que el analista que no es únicamente causa del deseo, es también el objeto que capta
da su persona a la transferencia. el goce del sujeto, con el fin de que lo localice, lo identifique y lo
concentre. En este sentido, el analista es un partenaire que sirve
Creo que conviene distinguir dos dimensiones en el analista sínto- como condensador de goce cuyo efecto es el ciframiento por el
ma. La primera , recubre la inclusión del analista en las formaciones inconsciente del analizante.
del inconsciente del analizante. Esta dimensión resalta de nuevo la
coherencia entre inconsciente y síntoma. Lo mismo que el analista La tesis del analista síntoma demuestra, creo yo, que es insuficiente
forma parte del concepto del inconsciente, Lacan pone al analista concebir el análisis como una práctica de lectura de los síntomas.
como complemento del síntoma –segunda dimensión– y la inclu- No es el analista, justo, como lo que posibilita el retorno de lo repri-
sión, por ejemplo, del analista en un sueño a menudo atestigua el mido, sino más bien lo que permite una re-escritura en el cuerpo.
hecho de que el analista vino para añadirse al síntoma, lo que es La idea de una re-escritura indica que es una escritura segunda. La
un indicio de entrada en el discurso analítico. A menudo evaluamos escritura primera es es el síntoma como acontecimiento de cuerpo,
esto en las entradas en análisis particularmente en los sueños. Se es decir, un trazo de goce que delimita una zona que se afecta por
encuentra allí una prueba a la vez la creencia en el síntoma, es un valor que la separa del resto. Es en esto que el síntoma como
decir, que él quiere decir algo y la dimensión de una dirección, lo acontecimiento de cuerpo indica un real, el real del síntoma.
que testimonia que el sujeto supuesto saber está en su lugar. Sin
embargo, sostener que el analista toma a su cargo al síntoma, que Freud tenía ya una idea de ello. Si nos referimos a sus textos so-
él es el síntoma, no puede confundirse con el analista como sujeto bre la feminidad entre 1931-1932, cuando subraya la necesidad
supuesto saber. de explorar en la niña, una dimensión fundamental que no está
ligada al Edipo y que él designa como el pre-Edipo, introduce, al
Lo que programa el discurso analítico es un fin lógico del análisis, mismo tiempo, otra perspectiva: las consecuencias del contacto
Las marcas de un psicoanálisis
que implica que el síntoma sea reducido hasta encarnar en un cuerpo a cuerpo entre la madre y la hija, es decir, los cuidados
nudo que articula lo imaginario, lo simbólico y lo real. Pues, cuando del cuerpo. Esta dimensión precisa implica las zonas electivas
evocamos la reducción del síntoma evocamos dos dimensiones: del cuerpo marcadas por el goce de la madre en el contacto con
El síntoma necesario
de una parte, la elucidación y por otra parte la pérdida de goce. su hija. Encontramos ahí una introducción a lo que Lacan va a
La elucidación es una noción que reenvía a la de la percepción llamar en relación con el síntoma “el acontecimiento de cuerpo”.
y repetidas veces Lacan se sirve de esta lógica para aclarar el fin
de un análisis. Bastaría recordar su proposición del fin de análisis En esta perspectiva es insuficiente concebir el análisis como una
como un esbozo de percepción de lo real. La elucidación entonces práctica que faculta al sujeto para orientarse en relación con sus
implica un carácter sin retorno. Una vez que se produce el paso síntomas. Es aquí donde interviene la dimensión del síntoma
84 de la sombra a la luz, pueden aparecer otras zonas de sombra, necesario. Es necesario como suplencia para el agujero en la 85
estructura. Es nominación de lo real, lo que indica que nombra indemnización. Es un modo de decir que él organiza una opción
al goce del sujeto. de satisfacción a lo que no se satifizo en el circuito pulsional. Creo
que es lo que está indicado y justificado en la expresión del analista
Plantear al analista como síntoma supone que clarifiquemos a qué síntoma. Esto implica que el analista toma a cargo la dimensión de
concepción del síntoma hace referencia Lacan puesto que hay una real incluida en el síntoma. Esta claro que la formulación, lo real
regresión en su concepción hasta el punto que es posible sostener del síntoma aparece más tardíamente, es decir, en el momento de
que las variaciones en relación con el síntoma están en contradic- su Seminario 23, El sinthome. Observemos que es ahí, como yo
ción con la tesis que supone que se lea al inicio de la enseñanza de lo indiqué, que Lacan retoma su fórmula el analista como sínto-
Lacan lo que vendrá al final, es decir, que hay una continuidad en ma. Es en este momento de su enseñanza que se re-encuentra la
Lacan. Yo sostuve que hay una dimensión constante en Lacan en coherencia entre síntoma e inconsciente, esta vez por medio de lo
lo atinente a la articulación sistemática del síntoma al real. Lo cual real. ¿Esto quiere decir que debemos considerar uno y otro como
no quiere decir que el abordaje del síntoma sea invariable en Lacan. real a partir del momento en el que en la experiencia analítica se
Para retomar el hilo del síntoma es evidente que Lacan comienza opera una reducción del síntoma hasta hacerlo indescifrable?. Por
a atribuirlo al registro imaginario, luego lo articula a lo simbólico y, cierto, el síntoma así reducido corresponde a la definción de lo
finalmente, lo conecta a lo real sin disociarlo completamente de lo real que Lacan avanza tardíamente, es decir, como imposible. El
simbólico. Es interesante ya que esta progresión se hace sobre un objetivo no es más el borramiento del síntoma sino la producción
fondo constante. Mientras Lacan cambia en relación con el sínto- de un incurable.
ma, lo que permanece constante es la referencia a la angustia. Así,
en La agresividad en psicoanálisis, él distingue el síntoma como Saber hacer con el síntoma
imaginario y ligado al espacio, sin duda en relación con los casos
de Freud, sobre todo, la joven homosexual y el pequeño Hans, Es posible consentir o no a este incurable ya que uno puede no
mientras que la angustia es del orden de lo real y en relación con satisfacerse. Esto depende de los sujetos pero también del tipo de
el tiempo. Cuando el síntoma adquiere un estatuto simbólico, se síntomas. Es una de las razones por la que los análisis no han ce-
percibe nuevamente la solidaridad entre síntoma e inconsciente. A sado de prolongarse en cuanto a su duración. Freud ya había hecho
partir del momento en el que Lacan plantea que el inconsciente está la constatación y dijo que aumentaron con el tiempo las exigencias
estructurado como un lenguaje, cesa la referencia al síntoma como en relación con lo que se espera de la experiencia del análisis. Es
imaginario. El síntoma deviene metáfora y pertenece al registro evidente también que ciertos síntomas son más insoportables que
simbólico. Esta definición es el resultado de haber tenido en cuen- otros. Aquí hacemos referencia a lo insoportable para un sujeto.
ta al inconsciente como efecto de lo reprimido y el síntoma como Un sujeto puede consentir a sus síntomas aunque su entorno lo
retorno de lo reprimido. La solidaridad entre inconsciente y síntoma encuentra insoportable. En lo que atañe a la proposición de La-
se explica por la dependencia en relación con el discurso del Otro. can, ésta no se limita a hacer consentir a un sujeto. Para ser más
Esta elaboración sigue precisamente la perspectiva de Freud, es preciso, la manera a través de la cual se consiente implica que se
Las marcas de un psicoanálisis
decir, el síntoma atestigua la existencia del inconsciente, lo que es haya adquirido un uso del síntoma. Es otro nivel en relación con
fundado por un deseo reprimido del cual el síntoma es un sustituto. el devenir del síntoma, es un saber hacer con él.
Sin embargo, la definición del síntoma como metáfora no tiene en
El síntoma necesario
cuenta otras dos dimensiones que Freud había aislado de modo Hay un nivel en la cura donde se aísla al síntoma, luego el nivel en
neto. Una concierne al síntoma, la otra al inconsciente. En efecto, el que uno se identifica. Esto no indica, sin embargo, que el sujeto
la definición del síntoma como metáfora traduce sólo parcialemente sepa hacer con él. Esta proposición, saber hacr con él, exige un
la proposición freudiana del síntoma como satisfación sustituta. Está nivel suplementario en relación con el síntoma. Saber hacer con
claro que la proposición del síntoma como metáfora formaliza la él implica otra posición subjetiva que incluye el consentir a lo real
sustitución pero descuida la satisfacción. La satisfacción es un eje del síntoma pero va más allá. La segunda observación es que la
86 esencial en Freud, explícito en la formulación del síntoma como orientación del síntoma que Lacan sostiene para el psicoanálisis 87
apunta a su relación con lo real, no solamente como finalidad sino La otra perspectiva a la que remite esta formulación es al sín-
que implica haber hecho que el analizante se percate del valor de toma nudo. Lacan desarrolla esta tesis en el Seminario 23, El
lo real a la entrada en análisis. Lo he indicado en relación con la sinthome en el momento en el que formaliza su proposición sobre
ubicación necesaria del síntoma como real a la entrada en la cura, la pluralidad de los Nombres-del-Padre. Esto implica relativizar
lo que se prolonga con la tesis del analista síntoma. Sostengo que la conjunción entre Nombre-del-Padre y simbólico y precisar la
esta última formulación prepara la posición del analista como ob- necesidad de un elemento que asegure la articulación entre ima-
jeción a los semblantes del sujeto y la fórmula del síntoma como ginario, simbólico y real.
nudo. Por cierto, la oposición entre real y semblante, o la oposición
que excluye real y sentido es más tardía que la proposición del Existen unas formulaciones que anticipan la necesidad de un ele-
analista síntoma, pero me parece factible que se puede aislar, en mento cuarto en la estructura, por ejemplo en el Seminario 4, La
Lacan, un eje que consiste en no limitar la práctica análitica a la relación de objeto. También, si se toma la referencia introductiva
producción de sentido. Para tomar sólo dos ejemplos, tenemos la al texto La significación del falo que propone una tesis: el com-
fórmula que el analista debe pagar con su persona y la otra que es plejo de castración tiene una función de nudo en la constitución
la presencia real del analista. del síntoma. Esto no impidió que Lacan considerara al síntoma
como un nudo a deshacer y el análisis como una práctica de
Abro un paréntesis para dar la prueba con un contra-ejemplo. desanudamiento. Es la razón por la cual es factible situar el ver-
Tenemos el ejemeplo de una práctica que nos viene del mundo dadero cambio de perspectiva en relación con el síntoma como
anglosajón, sobre todo, Estados Unidos donde, con el pretexto de nudo, entre el texto Televisión y el seminario El sinthome, donde el
las distancias geográficas, los análisis se hacen por teléfono. A veces síntoma como nudo de significantes se demuestra como disociado
analista y analizante no se encuentran nunca. Sostengo que se hace del automatismo de repetición.
imposible, siguiendo esta práctica, que el analista sea síntoma. Sin
la presencia del analista, la experiencia cambia radicalemente. Un La clave de la función del sinthome es de reparar el punto en el que
real indispensable a la cura está excluido en este caso. se produjo el error en la estructura. Lacan da un nombre preciso al
error, es un lapsus. La fórmula del Seminario 23, El sinthome es
Estamos, con el analista síntoma, en una dimensión que introduce explícita. Se supone que el sinthome se produce en el lugar mismo
una nueva perspectiva y que apunta a un más allá del inconsciente donde el nudo hizo un error. Es el lapsus del nudo, es decir, lo que
freudiano. Vengo entonces al núcleo de la cuestión. Es cierto que fracasa y el sinthome es una respuesta en el mismo lugar que el
Freud fue más allá de la represión y planteó, luego de 1920, que del lapsus. El resultado es una compensación anudada. El estatuto
el insconsciente no se limita a la represión. Si se deja de lado el Yo que Lacan da a la presencia real del analista y luego al anaalista
inconsciente y la deriva abierta por la Psicología del Yo (Ego-Psy- síntoma y, finalmente, al síntoma como lo que anuda el conjunto
chology), lo esencial de la demostración de Freud apunta a situar de los registros, permite sostener una clínica de lo real que no se
el lugar de la pulsión de muerte. Pero lo esencial, en cuanto a lo limita a la reducción del síntoma sino que apunta a producir un
Las marcas de un psicoanálisis
que corresponde a la determinación inconsciente del síntoma, Freud nuevo anudamiento entre los registros. Lacan lo formula explícita-
no cambia, se trata de la experiencia infantil. mente: “en el análisis se trata de sutura y épissure, empalmes”. Se
debería poner esta fórmula a la prueba de la clínica. En efecto, la
El síntoma necesario
Hay en Lacan la idea de que la experiencia analítica produce algo pregunta que aparece es saber si es posible producir trozos de real
nuevo en el inconsciente. Esto quiere decir que existe el trauma sin que sea la consecuencia de un levantamiento de la represión.
infantil pero también las experiencias de goce que reorganizan la
primera marca de goce. Este eje permite no limitar el objetivo de Concluyo entonces que, en el Seminario 23, El sinthome Lacan
la cura a cómo acceder a lo real a partir de lo simbólico sino que hace el pasaje del analista síntoma al analista sinthome. Es to-
también se trata de acceder a lo real con lo real. Es en esta dirección davía una prueba de la tesis: no hay neurosis de transferencia, en
88 que conviene inscribir la fórmula del aanlista síntoma. ese lugar Lacan pone al analista como el cuarto término hasta el 89
momento cuando el sujeto sepa hacer con su síntoma. De hecho, Lacan, según el cual la letra es el nombre de identidad del sujeto.
sería legítimo agregar el término de sinthome al de Lacan ya que Es por la reducción a la cifra del sujeto que se accede a su punto
si él introdujo Joyce el sinthome, podríamos preguntarnos cuál de mayor autenticidad, y es lo que justifica una concepción del fin
sería el término que convendría asociar con el de Lacan. Es el de análisis a partir de la identificación al síntoma. La condición
mismo Lacan quien lo sugiere, puesto que el sinthome es su in- es que se considera que se trata de una identificación al síntoma
vención y su respuesta a la elucubración freudiana. Es, de hecho, reducido a lo indescifrable, es decir, a su estatuto de letra. ¿Qué es
la proposición de Lacan al final de su enseñanza. Ella se refiere lo que propone Lao-Tzu?. Identificarse al vacío original. Es así que
de modo general a que todo sujeto que atravesó la experiencia de comienza, según él, la oportunidad de vivir. El lenguaje pictórico
un análisis acceda a un nuevo saber hacer con su síntoma. La chino pone de relieve la dimensión paradojal de la marca, la marca
cuestión es saber en qué consiste este saber hacer. Para contestar de la sustracción; la verdadera vida comienza con el momento en el
a la pregunta conviene delimitar la condición de producción de que el sujeto hace la experiencia del vacío original por sustracción,
ese saber hacer. La tesis es clara: hay un nuevo saber hacer como es decir, en términos freudianos, haber concluido la pérdida del
efecto del análisis. Por lo tanto, lo que hay que percibir es qué es objeto. Es lo que retomaremos más adelante con los términos de
lo que hace que la operación sea posible y el lugar del analista en Lacan: el verdadero viaje.
relación con el síntoma. El síntoma al final no es elucubración, y
también es necesario porque queda como la única brújula para el
sujeto al final del análisis porque, una vez que caen las identifica-
ciones, y el deseo del Otro no es más un referente, una vez que el
saber mítico fabricado por el sujeto cae en desuso y que la verdad
se revela como espejismo, ¿qué le queda al sujeto para orientarse
en la existencia?. Es ésta la verdadera dimensión del síntoma. Es
necesario para saber hacer con la contingencia y esto ha sido viable
por el paso operado por Lacan, del psicoanálisis como práctica de
lectura al psicoanálisis como práctica de escritura. La concepción
del síntoma como escritura difiere de la concepción que limita el
síntoma al retorno de lo reprimido y constituye la salida verdadera
a lo que Lacan dice de la palabra analizante: ella es goce.
El síntoma necesario
contacto en varias oportunidades. Cheng evoca en su libro Vacío
y plenitud. El lenguaje pictórico chino, a un autor Lao-Tzu, que
hace referencia a la pintura en su relación con la caligrafía. No se
trata de situarla solamente como una forma de arte. Así como lo
formula Lao-Tzu, “con menos encontramos, con exceso nos perde-
mos”, lo que ilustra, según este autor, lo que hace sustancia para
90 el humano. Es sorprendente que esto reúna la tesis deducible en 91
Lo que se mantiene junto
Puntos de apoyo
E
“ sto no se sostiene más”. Es con estos términos que este sujeto
justifica dirigirse al analista. Su formulación dista mucho de
ser inédita. Que esto sea, como en su caso, porque es su pareja
que no se mantiene ya, o en otros casos porque lo que siempre
funcionó resulta insuficiente un día. El hecho de que esto no se
mantenga ya, plantea la cuestión de cómo eso se ha sostenido y
sobre todo cómo se mantendrá después de un análisis. La cuestón
de los puntos de apoyo del sujeto, es decir, lo que funda su apoyo
en la existencia, está presente en cada entrada en el análisis. A
veces algunos analizantes lo declinan positivamente y mencionan
eso a lo que ellos les importa más que nada. Se trata de una
doble perspectiva para el psicoanálisis que va a reflejar nuestra
concepción sobre sus fines. Eso se refiere, por una parte, a lo que
hace mantener el conjunto. Aquí Lacan cambia porque introduce la
idea de que lo real aporta el elemento que hace sostener el conjunto,
se separa de su creencia de que eso era factible precisamente por lo
simbólico. Por otra parte, y en relación con lo que precede, Lacan
apunta a responder sobre cómo se mantienen juntos los registros
real, simbólico e imaginario.
la relación con la realidad y, finalmente, lo inevitable que era su en ese caso, es necesario que el acto resulte insuficiente para soste-
manera de nombrar lo real. Cuando más de 20 años más tarde, ner al sujeto. Más ampliamente, conviene señalar que, a menudo, si
Ahora bien, si queremos permanecer lo más cerca posible de la Retomemos ahora lo que quiere decir que un real se deposita. No
experiencia del análisis, convendría utilizar la expresión cernir lo siempre lo real se deposita. Algunos casos de psicosis lo ponen
real, o sea lo que lo capta a partir de su delimitación. Atrapar lo en evidencia, por el eterno recomienzo del sujeto, lo que es estric-
real o también como lo dice Lacan aprehender al real, esto no es tamente lo contrario de una repetición. Lo real retorna pero no se
simbolizarlo, es seguirle el rastro hasta fijar los límites que lo hacen deposita. Más precisamente, un real que se deposita quiere decir
ex-sistir. Es así como comprendemos que lo real vuelve y también que el análisis procura que un real se vuelva eficaz para el sujeto.
que un real se deposita. Lo que vuelve es lo que estaba allí, pero ¿Qué es lo que entiendo por un real eficaz?. Es un real no como
fuera de alcance, vuelve como retorno de goce, eso excede al sujeto, frontera entre lo simbolizable y lo que objeta, sino un real del que
luego hay un real que se deposita, pero es otro momento. Lo que uno se sirve como apoyo en la existencia. Doy un ejemplo basado en
se deposita facilita que una toma sea posible, una aprehensión, es el final de la enseñanza de Lacan y su propuesta ferrer la langue3.
decir, un real que se sujeta. Esto prueba que no es suficiente que lo real se manifieste porque
lo esencial es lo que un sujeto haga con él. Finalmente, la cuestión
Las marcas de un psicoanálisis
Lacan es explícito en el Seminario 20, Aún donde propone “la apre- que se plantea no es la de saber qué de lo real es posible simbolizar,
sino de la conjunción entre real y simbólico. Y es a esta pregunta a
es que lo real se vuelve soportable y, por otra parte, una conclu- de lo indecidible, imposible a decidir. Esta es la razón por la que
la verdadera comprobación de lo real no está en la emergencia
El real asegurado
artista que fabrica sin ningún soporte. Joyce mismo se sirve del
Si mostrar se sitúa del lado de lo imaginario y la demostración soporte lalangue, pero sin disponer de ningún otro soporte. En este
busca asegurar lo real, se trata de cernir esta seguridad por medio sentido es, como dice Lacan, “un hombre de saber hacer” (60). Sí,
Sobre esta última vertiente, conviene señalar que para demostrar Esto sería lo que demuestra la imposibilidad, es decir, lo que no
que lo que objeta al inconsciente colectivo, es decir, el incons- cesa de no escribirse. Lacan ya lo había formulado anteriormente:
ciente particular, Lacan no utiliza al lenguaje como la condición “y que desde allí un real se atestigue…” (69). Pero aparece la pre-
del inconsciente, que es su tesis clásica, sino del modo en el que gunta: ¿por qué el lapsus atestigua y no el sueño?. La razón viene
“cada uno, a cada instante, da un retoquecito a la lengua que ha- del hecho de que el sueño atestigua la articulación del inconsciente
bla” (66). Es decir, se sirve del acto de palabra. La cuestión que pero no da cuenta del nudo del inconsciente con lo real. En este
se plantea sería la de saber cuál es la formación del inconsciente sentido, el lapsus tiene un lugar aparte entre las formaciones del
Las marcas de un psicoanálisis
que, de manera paradigmática, demuestra a la vez el empujón y inconsciente. Vayamos más lejos. Si el lapsus no es programado
su realización en la temporalidad del instante. No es el sueño ni el por la trama del discurso, ¿qué es lo que crea las condiciones de su
síntoma ni el acto fallido. El empujón instantáneo, por excelencia, emergencia? La fórmula de Lacan del Seminario 24, L’insu que sait
tiempo hay un resto de inédito que no se capta. Es la tesis de Freud y particularmente la duración de la sesión. Porque la concepción
que Lacan retoma en De un discurso que no fuera de semblante , de la escansión difiere si se toma como finalidad la puntuación de
goce parásito que infiltra el síntoma. Salvo que se dio cuenta que relación con el lenguaje, su valor tiene que ver con que es solamente
si el análisis no es sin la palabra, se trata de orientarse con una por medio del escrito que se puede interrogar el lenguaje. Aunque
Este arte, calificado de pintura literaria, pone en evidencia lo mejor Pero volvamos al poema inscrito en el cuadro, práctica inaugurada
de la pintura dicha de los letrados que asocian con la pintura, los por los T´ang que se vuelve constante a partir del final de los Sung.
poemas. Es el caso, por ejemplo, de Su Tung-Po, quien decía “antes Según Cheng, no hay hiato entre los signos caligrafiados y los ele-
de pintar un bambú, es necesario que crezca primero en tu foro mentos pintados, aunque los dos sean del mismo pincel. Luego,
interior” (86). Es él, con algunos otros, los que introdujeron este el poema que relata una experiencia vivida introduce la dimensión
Las marcas de un psicoanálisis
arte especial que conjugaba con la estética de la imagen, la tempo- del tiempo (89). Shih-t’ao afirma, de la manera más neta, el rasgo
ralidad del poema. Observemos que el procedimiento no consiste único del pincel que nace del arte caligráfico y pretende cercar el
121
Clínica de los límites
disyunción entre el significante y el significado, dimensión que está evocar el hilo de su historia sin señalar el mínimo accidente, úni-
ausente en estos casos. Más bien, es un enigma que exige que no camente como una sucesión de secuencias sin que ninguna tome
un relieve preciso. Es, por ejemplo, el pequeño Hans antes del
La marca necesaria Al mismo tiempo, esto pone en evidencia la locura que consiste en
el hecho de creer que se es amo de nuestro lenguaje. En efecto,
Aunque existe en Freud, y contrariamente a Lacan, una idea del creer que se dispone de las palabrasa nuestro modo, que se es
hombre normal, la teoría freudiana ya se opone a la concepción libre en nuestra relación con la palabra, constituye en sí un delirio.
de normalidad sobre el postulado de que la neurosis infantil es La locura como compañera de la libertad, como Lacan dice, indica
constitutiva del sujeto. Esto equivale a decir que existe un paso que es una locura pensar que no existen límites. Una perspectiva
necesario en el niño basado en la interpretación de los datos del se desprende y demuestra que lo que funda la estructura del su-
deseo del Otro, y cuya salida es la construcción de un fantasma que jeto es el síntoma como cicatriz del trauma. El sujeto sin síntoma
determina el síntoma. El niño no es solamente síntoma del Otro, representa pues el sujeto sin marca.
pero es por medio de la travesía edípica que se sella la marca del
síntoma. El síntoma, más que desviación, se convierte en solución, “La envoltura formal del síntoma” (97)
Las marcas de un psicoanálisis
índice del trauma que fue el encuentro con el deseo del Otro. Por
lo tanto, la cuestión del sujeto sin síntoma plantea una pregunta Retomemos la cuestión por otra vía, la de las combinaciones
del ser sexuado, que sea homo o heterosexual, mientras que es y que hace límite. En la enfermedad de la mentalidad, el flujo de
suficiente que falte el enigma para que el sujeto permanezca en el palabra no encuentra nada que haga límite.
autoerotismo, es decir, un sujeto que no está fuera del goce pero
lenguaje pero eso lo deja sin la marca del deseo del Otro, condición camino entre la neurosis y la psicosis y justificar el restablecimiento
para sacar a un sujeto del anonimato. Conviene también observar de una continuidad clínica. Ha sido considerada menos como un
estado transitorio que como estado intermedio que completaba
La despersonalización no es el signo de haber alcanzado un límite clínica: los efectos del desciframiento no tocan siempre el cuerpo,
impuesto por la estructura, sino el signo de atravesamiento de y el análisis no puede limitarse a los efectos de la verdad ni a deli-
una pantalla. Es el signo del develamiento de las máscaras, y deja mitar los espejismos del sujeto. Por otra parte, ya en el Seminario
El estilo justo
Considero que el modo en el que Winnicott da cuenta de la expe- Haré primero una observación de orden general, a propósito de la
riencia permite aprehender lo que sería el “estilo justo”: dar cuenta técnica analítica, en el caso de Piggle. Comprobamos la libertad
de la clínica de manera que haya transmisión del psicoanálisis. que toma Winnicott sobre los estándares analíticos hasta el punto
El “estilo justo”, no es la conformidad teórica en el sentido de la de deducir que invierte el postulado que quiere que la clínica se
acomodación de la clínica a los conceptos preconcebidos. No ordene en función de las condiciones fijadas por los estándares.
es tampoco el recuento puro de los hechos, sino, me parece, lo Encontramos la confirmación de este punto en el testimonio de
que facilita captar que un analista toma su lugar en la cura y las Guntrip.
consecuencias que tienen que ver con lo que cambia. Es decir, el
“estilo justo” viene a ser un “saber enseñar” lo que el psicoanálisis Winnicott o la marca de la contra-transferencia
nos enseña. Pero nuestro interés por el Winnicott clínico no es de-
bido simplemente al “estilo justo” en la transmisión de la práctica. Por ejemplo, el número de sesiones: Winnicott llama el análisis
Lacan precisa las razones de su elogio a la práctica de Winnicott con Gabriela análisis “a la demanda”. No fijaba las citas, era el
quando evoca el concepto de frustración. Lacan muestra que para analizante, una niña de dos años y medio de edad, quien pedía
Winnicott el problema del niño no es saber cómo se extrae de la a sus padres cada vez encontrar al Señor Winnicott. La cura se
frustración sino, más bien, de la satisfacción. Y esta es la razón del desarrolla en dos años, entre 1964 y 1966 en el curso de la cual
valor dado por Lacan a los objetos transicionales. Permiten captar Winnicott ve su analizante 16 veces. Lo que motiva la consulta de
un más allá de la demanda dirigida a la madre, al punto que un los padres es la angustia de su hija, que se traduce en pesadillas, (a
pequeño trozo de objeto se vuelve el soporte que posibilita a un las cuales se asocian apatía y tristeza desencadenadas con ocasión
sujeto sostenerse en la existencia. Intentar deducir hasta dónde del nacimiento de su hermana Susan) y un comportamiento tímido
un análisis permite atrapar y constituir este soporte, se vuelve que, como lo demostraré, será la base de la interpretación del final.
crucial. Para ejemplificar la dimensión de creación y la capacidad
de transmisión en Winnicott, voy a apoyarme particularmente en Esta angustia que no se transforma en síntoma analítico, como era
dos casos clínicos. El primero demuestra el estilo justo, es el caso el caso de Hans, por ejemplo, con la conversión de la angustia en
de Piggle (108). El segundo, de la misma época, corresponde al temor del caballo, se vuelve el parámetro que facilita ver la progre-
Las marcas de un psicoanálisis
testimonio de Harry Guntrip, analizante de Winnicott, que se volvió sión de la cura. No se trata de un caso de fobia pura, en el sentido
llamada Susan. Indiquemos también otras dos modalidades de la un lugar en la transferencia nombrándola, algunas veces, como la
un reparador también” (“Gabrielle is a mender too”). La respuesta conducir el análisis más allá de la demanda. Es muy claro cuando
tiene problemas de salud conocidos por su analizante, dice a éste: fue compensado por Guntrip después del análisis. Esta amnesia se
La experiencia original
los límites del conocimiento, lo que prepara otros límites, sin duda,
radical que la de Ferenczi, es incluso inversa a la que es posible de acceder al Yo fuerte. El caso no es que Ferenczi haya adherido a
al sujeto de su pasión -clara alusión a Ferenczi- y, sobre todo, de el fondo, Ferenczi se propone como un Otro del buen encuentro,
Impases
médico”, y la distancia que hay allí entre el Moi y el Je7, Lacan es del orden del significante y qué ella implica, como Lacan lo
deduce allí, la necesidad de que se instaure una distancia entre el mostró a continuación de los trabajos de Tarde, la responsabilidad
Identidad y separación
yo y su semejante, condición de la asunción afectiva del prójimo. del sujeto. ¿Es esta inclusión de la identidad en el registro signifi-
Es posible extraer una tesis de este desarrollo. Consiste en soste- cante y la separación que esto supone con lo real lo que permite
ner la incidencia que el narcisismo ejerce en lo social. El “campo decir que la identidad es siempre un asunto de semblante? No lo
espacial” sería organizado según la estructura narcisista. Y es allí creo y es lo que hay que demostrar. Si la identidad tiene que ver
donde Lacan aborda la trascendencia del individuo fundada sobre con los significantes, no se deja absorber completamente por el
registro simbólico. Es ahí donde interviene la distinción necesaria
entre identidad e identificación. Porque, es la identificación la que
158 7 N. del T. En francés hay dos términos para designar al Yo tiene que ver únicamente con los registros imaginario y simbólico. 159
Exploremos, por ejemplo, el devenir en el análisis de las elecciones es ni deseo de comprender ni de curar ni de saber tampoco. Lo
profesionales del sujeto. Observemos, es un hecho, que en cuanto llamó deseo de la diferencia pura.
a los candidatos a ocupar la silla del analista, la mayoría proviene
de la universidad de psicología y de la de medicina. Continúo sobre la distinción necesaria entre identificación e identidad.
Existen diferencias que están mucho más allá de lo que llamamos
La identidad y el fantasma las diferencias culturales y que tienen que ver con lo que se designa
como las marcas de un grupo. Esta marca, cabe llamarla también el
Es cierto que una cura denuncia hasta producir la caída de las síntoma de un grupo, de una comunidad, incluso de un país. No se
identificaciones del sujeto en lo que concierne a su elección pro- limita ni a una identificación común ni a un fantasma generalizado.
fesional. Estas identificaciones, guiadas por el fantasma, tenían Corresponde, me parece, a un consentimiento a un goce, donde la
como fin producir una identidad. Es la razón por la cual, antes del posición subjetiva del ser se reúne con una posición colectiva.
análisis y a lo largo de éste, no es el síntoma que proporciona una
identidad sino el fantasma. La concepción de Lacan da cuenta de Esto aparece de varias formas. Por ejemplo, decir “yo soy cartesiano”
esta distinción: el fantasma tiene siempre un pie en el Otro mientras es una formulación próxima de la de decir “yo soy francés”. Son
que el síntoma, aunque echa raíces en el fantasma, viene del Otro, fórmulas que fundan una certeza de lo que se puede decir como
pero no es completamente integrado por el sujeto. La identidad del sentimiento de pertenencia. Lo que hay que observar es que si el
fantasma está ligada al anudamiento que éste forja con el Ideal del cogito cartesiano creó las condiciones de la ciencia y por ahí mismo
Yo, y se provoca un punto de coincidencia, allí donde el sujeto se el descubrimiento del inconsciente, produjo una sutura identitaria.
ve como visto por el Otro. Esto es lo que da el fundamento de los Es lo que pone en evidencia la revisión del cogito por parte de
defectos de identidad, incluso de las crisis de identidad donde una Lacan y provoca otra relación social al inconsciente. Me explico.
falla de este anudamiento encuentra su soporte en la vacilación Lacan consiguió hacer vacilar una certeza de identidad social que
del fantasma e induce la búsqueda de un nuevo reconocimiento el cogito había producido.
por el Otro.
Identidad y cura analítica
Pensemos en los cambios que se producen en un sujeto en dife-
rentes momentos de su existencia. Que sea el paso a la pubertad, El psicoanálisis tiene una dimensión anti-identitaria. Esto se tiene
la adolescencia, la maternidad, la jubilación, son ocasiones que, a que entender al nivel de los discursos sostenidos por los analistas,
menudo, renuevan las preguntas en relación con la identidad. Ellas preciso, fuera de la cura, y Lacan es un buen ejemplo, a saber, cómo
exigen una reorganización libidinal y un nuevo arreglo en relación hacer síntoma allí donde había identidad. Pero creo también que hay
con el fantasma. El sujeto intenta acomodar su devenir, a lo que él que entender que el dispositivo analítico no promueve solamente
cree que percibe sobre el modo como el Otro lo percibe. La fijeza la desidentificación sino, más radicalmente, una desidentidad, en
del fantasma comporta una cierta flexibilidad, es lo que posibilita el sentido de la pérdida de lo que era su falsa identidad. Lo que
Las marcas de un psicoanálisis
que cada crisis identitaria se resuelva sin necesidad de reorganizar debe ser notado es que mientras más está dispuesto un sujeto a
el axioma de base. El fantasma trabaja para la identidad, mientras soltar lo que funda su identidad, lo que lo instituye como uno entre
Identidad y separación
que el síntoma traduce una heterogeneidad, una inadecuación al los otros, más se acerca a su verdadera identidad. Así es como se
Otro. En cuanto a la identidad profesional, ¿cómo no percibir que designa el trayecto de un análisis, como el paso del nombre común
lo que es exigible para estar en el lugar del analista, consiste en al nombre propio, a condición de que definamos lo que se entiende
ceder en la cura un “más”, que está más allá de la identificación? por nombre propio en psicoanálisis.
¿Acaso un psicólogo que puede separarse de las condiciones de
su elección de carrera renunció a comprender? ¿Acaso un médico Cuando Lacan dice que el neurótico es un sin nombre, ¿qué quiere
acabó con su deseo de curar?. Creo que ahí está lo que ejemplifica decir? Que se esconde detrás de su nombre. Hace todo para que
160 la propuesta de Lacan que concierne al deseo del analista, que no sea borrada la identidad que su nombre le proporciona. He aquí 161
una definición de la neurosis: procurar que su nombre sea el más Identidad y carácter
común de los nombres. Entonces sería justo precisar que el análisis
trabaja contra una forma de identidad, la identidad de alienación Voy a ser todavía más preciso. El análisis que tiene como finali-
que, sin embargo, es requerida para la entrada al dispositivo. dad la producción de los significantes amos de la historia de un
Preciso. Recientemente, en un coloquio, un analista lacaniano sujeto, impone que el sujeto haya integrado algunos de estos
-subrayemos que este significante recubre cosas muy diversas- me significantes y estén en posición de dominio. Es lo que quiere
interrogaba: “¿pero, finalmente usted, en su exilio, debe tener una decir estar alienado al discurso del Otro. Se trata de una identi-
experiencia de la errancia”?. Justamente, es en el intervalo entre dad falsa, efecto de la adecuación al Otro, pero que constituye la
los dos, entre el exilio y la errancia, que se dibuja el psicoanálisis. condición fundamental para establecer una aptitud al análisis. El
En el fondo, ¿qué es el exilio, por lo menos el que es escogido? sujeto errante al contrario no equivale al nómada. Perfectamente
Se trata de una decisión que tiene que ver con una discordancia podemos ser errantes y jamás haber dejado el lugar de origen. O
entre el goce de un sujeto y el de un grupo pero que no implica exiliarse de modo errante, como lo demuestra Joyce, a propósito
una objeción radical al discurso del Amo. La objeción radical es, de lo que Colette Soler decía, con el uso de esta hermosa expre-
por el contrario, lo propio de la errancia, que consiste en decir no sión, en una conferencia en el Hospital Sainte Anne en París: “el
a toda forma de identidad, es un decir no a llevar en lo individual exilio sin razón”.
la marca del colectivo. Observen este ejemplo mayor, el que es
encarnado en la historia por “el judío errante”. El análisis exige al principio un sujeto identificado a condición de
que no sea identificado a su síntoma. Este caso es frecuente: el
Es cierto que si algo no lo transformó en pura errancia, o en desa- sujeto puede tener síntomas perfectamente identificables por los
parición -mientras que otros pueblos desaparecieron- es el mante- otros, pero que no hacen síntoma para él. Y cuando esto toma
nimiento de las tradiciones, es decir, la adhesión sobre un punto a formas extremas, decimos de alguien: “es un caracterial”. Es el
un discurso social. Es por eso que la errancia pura que ejemplifica al caso de lo que llamamos la identidad de carácter que, a veces,
hombre libre es un rechazo del inconsciente que déja al sujeto fuera puede tomar la forma de una identidad que es una coraza de
del discurso, mientras que el exilio es una respuestacon la forma protección. Y, como toda coraza, es difícil de disolver a menos
de una pregunta. Es decir, mientras que en la errancia identitaria que algo haga síntoma para el sujeto. De otra parte, es por lo que
el sujeto dice no al Otro, el exilio no es una negación del Otro, sino Lacan habló de blasones del sujeto, para indicar las marcas de la
la elección de un otro Otro. vida, los accidentes. Todo esto vuelve en el curso de una vida y
el sujeto le da un significado particular perfectamente de acuerdo
Esta distinción esencial para la entrada en análisis distribuye la con su carácter. Finalmente, ¿qué otra cosa es el carácter, si no
experiencia. De un lado, están los exiliados y si Lacan lo generalizó es estar en sintonía con sus síntomas o, más precisamente, estar
es para mostrar la indeterminación del sujeto frente a lo sexual: identificado con un modo de gozar? Y esto plantea la distinción
se trata de los exiliados de la relación sexual que no existe. Del con la identificación al síntoma, específico de la cura analítica que
Las marcas de un psicoanálisis
otro, están los errantes que, habiendo recusado todo significante proporciona también una identidad. La diferencia entre los dos
del Amo, objetan al discurso analítico. Si el exilio reside en una está dada por el concepto de separación que traza una frontera
Identidad y separación
disparidad que, en lo que se refiere al goce sobre las prescrip- entre el síntoma de alienación al Otro y el síntoma de separación
ciones del Amo, su estructura subjetiva, que sea proporcionada con el Otro.
por ejemplo por la religión o por la tradición, es lo que crea las
condiciones para el análisis. El exilado ex-siste a la relación, lo
cual significa que sufre del encuentro imposible con un objeto que
Síntoma e identidad
lo complete, pero que también esta ex-sistencia constituye una
Este síntoma de separación, que implica su reducción hasta hacerlo
amarra que lo protege de la deriva.
coincidir con lo real, verdad irreductible del sujeto, se convierte en
162 163
lo que un sujeto tiene de más auténtico. No es solamente recono- que un síntoma exitoso comporta una identificación a este Otro,
cerse detrás del significante ni identificarse con un modo de gozar amo del sujeto, la identificación al Superyo al punto que el sujeto
sino que esto implica haber realizado lo que Lacan designó como se considera amo de su destino?. Sería la alienación exitosa con
la diferencia absoluta. Esto no indica la necesidad de separarse de un efecto de identidad que excluye la relación al inconsciente. Los
tal o tal pareja, aun cuando la desalienación en la cura cuesta a ejemplos son múltiples y demuestran esta pasión fundamental del
ciertos objetos, como decía Lacan, su puesto libidinal. Más radical- sujeto que es conservar, por encima de todo, más que a él mismo,
mente, es una separación de los significantes amos de la historia, ciertos discursos sobre su pasado. Es el caso más frecuente porque
producidos en la cura y de los que es posible verificar que dejan el la historia determina el destino. Los términos que convendrían mejor
lugar de mando. Lo que hay que subrayar son las consecuencias serían arrancar o extirpar un sujeto de su destino mientras que él
sobre la creencia en el síntoma. Lo que funda esta creencia es la se dedica a mantener un vínculo estrecho.
idea de que el síntoma puede volverse otra cosa que lo que es. Y
esto es lo que se espera de un análisis. El psicoanálisis es una operación de separación porque consiste
en mostrar al sujeto la heteromanía de su voluntad y esto en razón
Observemos que una vez la inversión producida en su radicalidad, del inconsciente. El inconsciente es el primer separador entre el
a saber, que lo que era antes el agente en el discurso del Amo se sujeto y el Otro y la cura analítica radicaliza el proceso. Pero si ella
vuelve el producto en el discurso analítico, el efecto es una caída separa, hace propicio otro destino que depende de la identidad de
de la creencia. La inversión radical concierne pues, el paso de S1, la letra, siguiendo su definición, como lo que tiene una “identidad
significantes amos en posición de mando del sujeto a una posición de sí a sí, aislada de toda cualidad”. Esta es la consecuencia de
de productos del discurso, efectos del discurso analítico. ¿Esto quiere una revisión hecha por Lacan del término de síntoma. Del síntoma
decir que a la salida de la cura encontramos una fijeza sintomática? en su identidad significante pasamos al síntoma como identidad de
¿Sería esto la identidad del sujeto?. La creencia, como Lacan lo goce. Es una de las definiciones de la función del síntoma: “Lo que
explícita en el Seminario11, Los cuatro conceptos fundamentales del inconsciente puede traducirse por una letra”. ¿Cuál distinción es
del psicoanálisis, implica la articulación entre S1 y S2 (un signifi- posible hacer entre la identidad por el significante que es siempre
cante 1 y un significante 2). Si esto asegura la dialéctica del sujeto una identidad de alienación y la identidad por la letra?. La identidad
produce, al mismo tiempo, una identidad indecisa, en espera de de alienación exige la fijeza del Otro, sin lo que el sujeto cae en la
conclusión. La caída de la creencia implica dejar de creer en la indeterminación porque en la base y por su estructura, un sujeto no
emergencia de un posible nuevo S2, que es el significante del saber. encuentra su identidad inamovible detrás de un significante que lo
El sujeto deja de creer que un nuevo saber pueda ser producido representa. En la identidad por la letra, el sujeto deja de buscar el
sobre su síntoma. Es allí donde el síntoma adquiere su estatuto de significante en relación con el cual representarse, el sujeto queda
puro significante aislado de la cadena. Y, por lo tanto, es en esto fijado a un significante. Es en esto que la identidad de separación
que reside la diferencia radical con la identidad de alienación, el se ordena según un estilo que sería “es así y no de otra manera”,
síntoma, siguiendo la definición de Lacan, no cesa de escribirse. pero que no va sin una cara de apertura al lazo social. No es estar
Las marcas de un psicoanálisis
Notemos que existe una perspectiva en Lacan que articula sínto- listo para toda aventura, lo que es lo propio de la errancia. Y si La-
ma e identidad. De este modo él dice que el síntoma analítico es can puso el énfasis en el devenir de la pulsión al final del análisis,
Identidad y separación
sostenido por una estructura idéntica a la estructura del lenguaje. es en el sentido en que ella viene a ocupar el vacío dejado por la
El discurso del Otro se convierte en destino para el sujeto y es el separación. Es aquí donde toma su dimensión la expresión “saber
soporte de lo que Lacan mismo llama “la excentricidad radical de hacer con su síntoma”. Es un saber hacer con la pulsión que, por
sí a él mismo”. Es en esta brecha donde sitúa la cuestión del sujeto su estructura localizada, da al sujeto una orientación de goce. Esto
en análisis, condición para el desarrollo de la cura y que interroga sería la identidad de goce en lo que tiene de única pero sin que el
fundamentalmente “ese otro con el cual estoy más ligado que con- sujeto se tome por la excepción. Ahí está el verdadero nombre del
migo mismo, puesto que en el seno màs asentido de mi identidad sujeto, que no es su nombre propio sino el nombre que él llegó a
164 conmigo mismo, es él quien me agita” (123). ¿Cómo no percibir ser, al que consintió. El sujeto pasa a través del trayecto analítico, 165
del síntoma que él tiene al síntoma que él es. Hay que anotar que
la identidad de la letra, significante aislado, debe ser severamente
distinguida de la identificación al significante amo que es también
La marca del padre
significante aislado. En el primer caso, se trata de la letra producida
por el sujeto, o sea por el efecto de la operación analítica, en el otro
del significante de mando producido por el amo.
A partir de la separación del Otro se puede hablar del síntoma La sustancia Nombre-del-Padre
como nombre de identidad. Hacer del nombre propio su nombre
de identidad requiere más que el levantamiento de la represión,
sería la nominación por el síntoma donde el sujeto no se satisface
con su elucidación pero hace de su goce el nombre propio que lo
L as reorganizaciones de la familia moderna, la incidencia de la
procreación médica asistida y los cambios de orden jurídico,
suscitan, de manera aguda, una pregunta clásica: ¿hasta qué
representa. punto, cuando los psicoanalistas toman posición fuera del marco
del dispositivo analítico, responden desde el punto de vista del
Para concluir, sostenemos, que hacérse a su ser de síntoma es un psicoanálisis o desde el punto de vista de su posición como
acto de identidad. Es una auto-nominación porque es un acto del sujetos?. Más ampliamente, se trata de saber hasta qué punto están
sujeto. Sin embargo, esto no es sin el Otro, no sin el analista y el fundamentadas las críticas que se refieren a un pretendido carácter
sujeto lo sabe. Después de la separación del analista, la identidad conservador del psicoanálisis y cuál sería la vía psicoanalítica en
que se forjó no lo empuja a un goce de soledad. Es lo que el ana- nuestro contexto, en el que el fantasma de la igualdad entre los
lista ha hecho sentir a su analizado, y el atravesamiento de esta sexos con respecto a la procreación, con la eliminación absoluta
zona funda una marca nueva. No es la marca de la inexistencia de las diferencias, no sólo es omnipresente sino que, además,
del objeto total, sino la marca de una experiencia muy precisa, la ha sido favorecido por los avances científicos. La nominación me
de una satisfacción que sobreviene después de haber cercado el pareció un buen soporte para esbozar el acceso al problema y, por
Las marcas de un psicoanálisis
en 1958, la opción elegida por la I.P.A. de circunscribir el origen del psicoanálisis, se desea en función de la falta en ser, es decir,
de la psicosis en función de un padre que no estuvo a la altura. de la castración simbólica. Esto significa que un padre no tiene
Tomando el partido de la causa como ligada a la carencia de un ninguna probabilidad de transmitir la relación al deseo si no es por
y plantea que el padre no es causa sui sino un sujeto que fue lo parcial al rasgo del otro. Con su teoría de la identificación, de
bastante lejos en la realización de su deseo para reintegrarlo a su 1920, y el uso de la rasgo unario, tenemos una concepción que
causa (125)?. Se trata del sujeto que encuentra en el cuerpo de permite releer la cena totémica como la incorporación del padre
con la condición de utilizarlo” (131). Estas fórmulas, lejos de ser Esto pone en evidencia un hecho clínico patente: cuanto más el
idénticas, nos muestran que el reduccionismo clínico en el que sujeto está importunado por su nombre, más se sostiene en una
cayeron ciertos alumnos de Lacan cuando tomaron como eje el posición que evita toda posibilidad de encuentro con la falta y
propuesta de Lacan que le confiere a los nombres propios el esta- nominación en lo imaginario y en lo real. Hay una distancia sobre
tuto de intraducible en el sentido en que conservan su estructura este punto con Freud, distancia señalada por Lacan en el Seminario
de una lengua a otra. De esto se deduce que el nombre propio 22, R.S.I. cuando afirma que existe en Freud una nominación pero
La marca eficaz
Las marcas de un psicoanálisis
176 177
El ser de goce
El sujeto en cuestión
mos que encarne una unidad. Y esta unidad, percibida primero en otro modo- es que cuanto más uno está en el significante, menos
el Otro, anticipa la completud y da al infante la esperanza de una estamos en el goce y viceversa. En lo sucesivo, formulando que
imagen totalizante mientras que hace la experiencia de la división el significante constituye el aparato del goce o que el significante
del cuerpo. Este sueño jubilatorio es la causa de la búsqueda de la es causa de goce, Lacan deja de disociar significante y goce. Para
El ser de goce
imagen que corresponde de modo biunívoco a lo que falta del lado decirlo de otro modo, no sostiene más la autonomía de lo sim-
del sujeto. El cuerpo es una imagen que hay que situar del lado de bólico. No sostener más la disociación entre significante y goce
lo imaginario, lo mismo que el goce que proporciona que, según la termina en la idea de que la cadena significante vehicula el goce.
primera concepción de Lacan, es narcisista. Es, sin duda, la razón Según la tesis del Seminario 20, Aún, por un lado, el significante
por la cual Lacan, durante cierto tiempo, ha disociado el cuerpo y limita el goce y, por el otro, lo causa. Y esto se verifica en la teoría
180 el sujeto y privilegia para el análisis una concepción que sería de que Lacan desarrolla a propósito del trauma. Éste se precipita en 181
síntoma vía el significante que determina la marca de goce en el extrae del goce. Es decir, Lacan no recusa esta concepción, él la
cuerpo. Haciendo marca, el significante localiza el goce, lo condensa complejiza cuando dice que “el saber es un medio de goce”. En
y, al mismo tiempo, lo activa. Lacan formula de manera explícita efecto, es en la medida en que un significante echa raíces en una
en el Seminario 20, Aún, “el significante es medio de goce”. Esto zona del cuerpo, que ésta se hace causa de goce. Lacan retoma así
quiere decir que la finalidad del significante es el goce y que es el la teoría freudiana de las zonas erógenas y la precisa a partir de los
memorial, que lo conmemora. Lo conmemora en la repetición del efectos del significante sobre el cuerpo. El significante hace corte
síntoma, que es un retorno del significante asociado con un retorno en el cuerpo y son los bordes trazados por el significante los que
de goce. Es aquí donde se atrapa el trauma fundamental del sujeto. son causa de goce. Existe un goce del cuerpo, que es otro que el
Se trata de la modalidad singular de inserción del significante en el goce fálico, limitado al órgano fálico. Observemos que la cuestión
cuerpo. Es lo que Lacan avanza con su formulación: “el significante del corte y su lazo al cuerpo fue contemplada por Lacan mucho
amo conmemora la irrupción del significante”. Resulta de eso que antes, a propósito del deseo. Es por el corte entre dos cuerpos, el
la repetición engendrada por el trauma no concierne solamente a de la madre y el del niño, que se produce el paso a una posición
la actualización de una escena sino a un retorno del goce. deseante para el niño. El corte engendra el deseo. Esto se traduce
en una teoría de la interpretación en Lacan donde el corte se vuelve
Esta concepción conlleva una nueva definición del síntoma histérico una operación decisiva que concierne a la producción del deseo. Sin
“como acontecimiento de cuerpo”. La parte del cuerpo, tomada abandonar el lazo entre corte y deseo en lo sucesivo Lacan introduce
por la cadena significante constitutiva del síntoma, no cesa de el efecto del corte del significante sobre el cuerpo como el organizador
recordar, que se volvió, por efecto del significante, el lugar electivo del goce. A partir del abandono de la antinomia entre simbólico y
de un goce. La escena traumática se inscribe en el cuerpo y se goce, Lacan vuelve a definir su teoría del sujeto, forja otro estatuto
implica en el síntoma. Comprobamos que no estamos más úni- al inconsciente y modifica su abordaje del cuerpo en la doctrina.
camente en una perspectiva en la que el significante negativiza el Estos cambios acaban en la introducción del término de parlêtre.
goce o lo mortifica. La concepción subraya, más bien, al lado de
la pérdida de goce, como efecto de lo simbólico, otra modalidad El cuerpo lugar del goce
de goce, el más-de-gozar. Un más de compensación empuja a los
objetos frente al goce perdido. Esta noción de más-de-gozar, que La nueva operación de Lacan consiste en conectar el cuerpo y lo
Lacan la conecta con el objeto a. implica los objetos más allá de simbólico. Es formulado de modo explícito, “Lo simbólico toma
los objetos de la pulsión. A lo que apunta la búsqueda del más-de- cuerpo”, y también “vuelvo en primer lugar al cuerpo de lo simbólico
gozar, es a completar el déficit engendrado por el goce que falta, el que de ningún modo hay que entender como metáfora” (146). El
goce perdido. Hay una parte del viviente perdida por la marca del Otro no es más considerado únicamente como el tesoro del signi-
lenguaje y la singularidad en la que éste se inscribe en el cuerpo ficante, lugar de lo simbólico, sino que es el cuerpo el que asume
determinando las condiciones de la búsqueda de más-de-gozar. en lo sucesivo este lugar. De nuevo, comprobamos que si Lacan
La nueva concepción de Lacan es poner una pareja solidaria que había disociado mucho tiempo lenguaje y cuerpo, en el Seminario
Las marcas de un psicoanálisis
durante mucho tiempo había opuesto, el significante y el goce. Y se 20, Aún y del texto Radiofonía introduce la conjunción de los dos.
observa una consecuencia teórica mayor, una devaluación hecha Por cierto, mantiene la idea de que el lenguaje atribuye un cuerpo.
por Lacan al término de sujeto. Esto reenvía a la idea de que el cuerpo de lo simbólico hace el
cuerpo del sujeto. Sin embargo, lo que debe ser subrayado es que
El ser de goce
Del sujeto al parlêtre el cuerpo mismo, por el hecho de ser penetrado por lo simbólico,
se vuelve el lugar de lo simbólico. La fórmula de Lacan es límpida:
El efecto del significante es la fragmentación, la división de un goce “el primer cuerpo hace que el segundo ahí se incorpore”(147). El
que cesa de ser un todo. Esta concepción implica una oposición primero implica al Otro del lenguaje, el segundo, el cuerpo en el
entre lo que depende del lenguaje y las manifestaciones de goce. ser humano.
182 Cuanto más el sujeto consiente a entrar en el lenguaje, más se 183
Esta revisión teórica acaba en la idea de que no hay simbólico sin modo en el que el goce se infiltra en la palabra en tanto que la
el lenguaje, pero también que no hay simbólico sin el cuerpo. Es palabra es goce. Lo que aclara este punto es la dificultad de algu-
decir, es en la medida en que el significante se encarna en el cuerpo nos análisis para concluir. El sujeto obtiene una satisfacción en la
que lo simbólico se instituye. Allí percibimos la conjunción entre el asociación libre. Lacan lo dice todavía de otro modo: “los [seres]
cuerpo y el significante como el lugar de lo simbólico. Es todavía hablantes son felices” (149). Pero lo que hace la singularidad de
muy claro cuando Lacan dice que “el cuerpo forma el lecho del este ser hablante es el inconsciente. Es lo que justifica la precisión
Otro por la operación del significante” (148). Eso quiere decir que que introduce con el término de parlêtre, “El parlêtre es un modo
no hay Otro sin el cuerpo pero también que no hay cuerpo sin el de expresar el inconsciente”. Pasamos entonces, en la teoría, del
significante. La idea es que existen dos cuerpos: el cuerpo de los sujeto del inconsciente, al ser hablante parlêtre. Entonces, la pro-
significantes y el cuerpo vivo, pero cada uno no existe sin el otro. puesta que el hombre es enfermo del lenguaje es anunciada mucho
antes de la introducción del término de parlêtre. Lo que cambia en
Este nuevo desarrollo es la ocasión para Lacan de volver a la cues- la nueva concepción de Lacan, a propósito del parlêtre, es que el
tión de la sepultura, pero esta vez no en el sentido de la perpetua- verbo se encarna y hace gozar haciendo humano a un ser al que
ción del nombre, sino para indicar que el cuerpo, en la muerte, “el verbo hizo estragos”.
guarda lo que era su carácter, es decir, lo que es propio de una
especie. El cuerpo no es más una imagen, que esté vivo o muerto, ¿Cómo no tener en cuenta que el término de estrago, como cada
es el índice de lo simbólico. Pero este cuerpo no es sin relación al vez que Lacan lo utiliza, es para indicar la parte de goce que no
goce, como las sepulturas antiguas lo atestiguan, con los objetos se deja reabsorber por lo simbólico?. El goce inscrito en el cuerpo
conservados al lado del cuerpo, y que son el memorial del goce. constituye la marca de goce que no cesa de repetirse.
El cuerpo se vuelve así, en la doctrina, el lugar del Otro simbólico
y condicion del goce. Una consecuencia mayor se impone en esta Lacan dice que “el sexo hace enfermedad en el ser hablante”.
revisión de Lacan. El Otro no es más de modo unívoco el lugar Esta formulación, convergente con su propuesta de que existe una
del código, y es lo que va a justificar, por ejemplo, la expresión “El maldición del sexo, indica que no es solamente el verbo que hace
Otro sexo”. Ella indica un goce no homogéneo al goce del cuerpo la enfermedad humana sino, también que la causa es el déficit de
propio. En efecto, si “el goce (es) propiedad del cuerpo vivo”, la la inscripción de lo sexual que comporta un real, el del no arreglo
cuestión que se plantea, en el encuentro de los cuerpos, es la de con el Otro sexo. Es la razón del cambio de perspectiva de Lacan
la compatibilidad de los goces. La noción de “Otro sexo” señala en cuanto a la definición del síntoma, como modo de gozar del
que el encuentro de los cuerpos no quiere decir el encuentro de inconsciente y “como acontecimiento de cuerpo”. Podríamos arti-
un goce común a dos cuerpos. cular estas dos definiciones con el término de parlêtre. En efecto, el
parlêtre, es el ser hablante en su singularidad de goce, lo que implica
El ser hablante, animal enfermo el modo en el que el inconsciente produce sus efectos al nivel del
cuerpo. Basta con seguir la elaboración de Lacan a propósito de la
Las marcas de un psicoanálisis
Es verdad que la especificidad del ser humano tiene que ver con el sexuación, es decir, el modo en el que los seres humanos acceden
hecho de que habla. Se trata de definir, con el término de parlêtre8, a su identidad sexual. A propósito de esto, Lacan utiliza el término
una especificidad en relación con los términos de ser hablante al de ser hablante para designar lo humano antes de la asunción de su
cual Lacan hace alusión al final de su enseñanza. El ser hablante es ser sexual, antes de la inscripción que lo determinará como hombre
El ser de goce
el modo en el que Lacan designa lo propio de la especie humana: o como mujer. El parlêtre, en cambio, indica de modo más preciso
un animal afectado por el lenguaje. Una vez que él se confronta al ser, una vez operada la elección sexual inconsciente.
con eso, no se lo puede quitar de encima. El ser hablante es el
Así, en los términos de sujeto del inconsciente, primera teoría del
sujeto en Lacan, donde el sujeto es el efecto de la cadena signifi-
8 N. del T. Neologismo creado por Lacan que condensa dos palabras : parler (hablar)
184 y etre (ser). cante inconsciente, se sustituye el de parlêtre, hablanteser, donde el 185
inconsciente es una articulación de los significantes que vehiculan un goce localizado en los genitales. La simbolización ordena el goce
el goce. Estos significantes dibujan el lugar donde el goce se prueba, y vectorializa el deseo. Esta tesis indica que el Edipo humaniza el
el cuerpo. Es por eso que Lacan, de modo coherente, da esta nueva deseo. A través de lo simbólico accedemos a un particular. Hacerse
definición del ser: el ser es el goce del cuerpo. La pregunta que se niño consiste en ser un elemento de un conjunto. Lacan lo dice de
plantea es si esta sustitución del sujeto como la falta-en-ser, al ser otro modo, cuando plantea que el Edipo hace al hombre. Observe-
como goce, implica el abandono del término sujeto, en provecho mos que esta tesis excluye la posibilidad de nombrar qué es una
del de parlêtre. Comprobamos una restricción en el uso del término mujer porque el Edipo no hace a la mujer. Pero esta tesis abandona
sujeto que será reservado en lo sucesivo para el lazo con el Otro del la singularidad del ser porque no admite decir en qué un niño en
lenguaje y con relación al fantasma. Es decir, cuando se trata de la particular es diferente de los otros. La singularidad, que es el corazón
relación del sujeto al goce, Lacan se refiere al parlêtre. Es necesario de la enseñanza de Lacan, se vuelve viable en el momento en el que
darse cuenta de que la concepción del sujeto determinado por el un goce otro que el goce fálico es cercado y esto, cualquiera sea el
significante tiene el deseo por efecto. El deseo está del lado de lo sexo del sujeto. Interesarse por este Otro goce es lo que conduce a
simbólico y, en esta perspectiva, se opone al goce. Lacan a decir que el cuerpo es sustancia gozante. Es aquí donde el
término de parlêtre, hablanteser, encuentra su justificación porque
Lacan vuelve sobre esta oposición maciza e introduce un nuevo se encarga de la reconsideración de Lacan que concierne al lugar
programa para el psicoanálisis, en su texto Subversión del sujeto del goce en la estructura, lo que exige una reformulación sobre el
y dialéctica del deseo, lo que inaugura un momento clave en su inconsciente. Demos beneficio de nuevo al Seminario 20, Aún donde
enseñanza en el que Lacan cambia de perspectiva. Lacan formula: “el sujeto, efecto del significante, no tiene gran cosa
que hacer con el goce”. El sujeto del significante tiene que ver con
Así, conviene evocar la conclusión: “la castración quiere decir que el amor y con el deseo pero no con el goce.
es preciso que el goce sea rechazado, para que pueda ser alcanzado
en la escala invertida de la Ley del deseo ” (150). Lacan concibe un El término de parlêtre, como goce del ser, señala en cambio el lazo
esquema que, lejos de oponer deseo y goce, los anuda de otro modo, de un ser a las tres dimensiones: el deseo, el amor y el goce singular.
lo que, necesariamente, tendrá repercusiones en su concepción de Esta elaboración se traduce por la concepción del inconsciente de-
la cura analítica. Con el nuevo programa que Lacan traza para el finido por el ser de goce, “es que el ser, hablando, goce” (151). De
psicoanálisis el deseo y el goce no son más antinómicos. Así, como modo más preciso: el parlêtre, equivalente al ser de goce, se vuelve,
lo formula en su Seminario 20, Aún, “el análisis presume que el al final de la enseñanza de Lacan, el nombre del inconsciente: “el
deseo se inscribe de una contingencia corporal”. Esta propuesta sujeto que tiene su soporte en el parlêtre, que es eso que designo
condensa la idea de que el deseo es indisociable del significante como el inconsciente” (152) y también: “mi expresión de parlêtre
-primera teoría del deseo, pero en la medida en que el significante (hablanteser), que sustituirá en el inconsciente de Freud (incons-
echa raíces en el cuerpo para causar el goce- la segunda teoría. ciente, que se lee así) (153) y, en el mismo sentido: “el parlêtre,
es un modo de expresar el inconsciente” (154). El inconsciente es
Las marcas de un psicoanálisis
El parlêtre y las opciones analíticas así lo que funda al ser, “él ser especificado por el inconsciente”.
Concebir al ser como un ser de goce conlleva una consecuencia Admitir esta concepción del parlêtre es reconocer una nueva
mayor en relación con el ser, concebido como efecto del significante. perspectiva para el inconsciente cuya consecuencia mayor es que
El ser de goce
El ser del significante es el acceso a la simbolización representada no es más el inconsciente para descifrar, punto fundamental para
en el psicoanálisis, desde Freud, por la travesía de Edipo. Lacan no contemplar la finalidad del análisis. El inconsciente encuentra su
adelanta otra cosa cuando en el Seminario 5, Las formaciones del soporte en el significante reprimido. El estatuto del inconsciente
inconsciente, sostiene que al final del Edipo, el niño tiene el pene y como real, a lo que apunta la cura analítica, “se articula de lo que
su certificado. Esto quiere decir que por el efecto de la integración del ser viene al decir”, es decir, el resto indescifrable porque él es
186 de la estructura edípica, se asegura el paso de un goce disperso a la clave del sujeto. 187
La relación del ser al ser
A propósito del amor, Lacan distingue, en el Seminario 20, Aún,
Retazos de discurso
la relación del sujeto con el sujeto y confirma la separación entre
sujeto y parlêtre. El amor es puesto a prueba por causa de la in-
adecuación de los goces, las del sujeto y de su pareja. Se trata de
un amor del sujeto al sujeto, en el sentido en que esto designa el
encuentro en la pareja como el efecto de un saber inconsciente.
sobre el deseo del Otro en André Gide, va más lejos que Jean Delay
ya que distingue a la madre del amor, es decir, la madre de André,
de Mathilde la tía, que él designa como la madre del deseo. Mientras
que Gide hace de su relación con Madeleine, su prima, un sustituto
del amor único, el amor por la madre, pero que lo excluye de todo
deseo, Lacan propone una hipótesis sorprendente: “¿qué hubiera
pasado si Madeleine hubiera ofrecido a André, de Mathilde su
madre, a quien se parecía, una figura que el color del sexo hubiera
reanimado”. Dicho de otra manera: Lacan da a entender que el
188 encuentro con una mujer “color del sexo”, o sea, una figura del 189
deseo, habría tenido un efecto sobre el deseo de André. Es difícil lenguaje es forjado sobre la concepción de la incidencia del Otro
hacer una elucubración sobre esto pero el interés es que Lacan sobre el sujeto. ¿Qué hace marca a partir del lenguaje?. El sujeto
plantea el tema de las modificaciones que el encuentro induce sobre es segundo, una consecuencia del deseo del Otro y esto se traduce,
las marcas dejadas en el sujeto por el deseo del Otro. En su caso, por las primeras formulaciones de Lacan, en el inconsciente como
se trata de la ausencia de marca de deseo, porque su madre, quien trans-individual o también el inconsciente como el discurso del Otro.
conocía el amor, había borrado de su vida, particularmente de su Siguiendo esta propuesta, lo esencial de la operación analítica reside
relación, al hombre, la dimensión del deseo. Más exactamente, lo en el desciframiento, lo que ya era la perspectiva de Freud. Se trata
que el distingue es la hiancia entre el encuentro y la marca. Ya que de un texto de Lacan que hay que leer: Lituratierra para mostrar que
el encuentro, aunque puede “imprimir su blasón” (156), hacer una lo que es primordial en la estructura del sujeto es la escritura y lo
“impronta” (157) o un “hieroglifo” (158), no constituye una marca. hace con el uso del término de girón. Este término señala un punto
de quiasma, es decir, un punto de entrecruzamiento entre la tarea
La marca está, en el caso Gide, ligada a la cuestión de la muerte y del analista y el trabajo del escritor. Lacan hace un uso explícito en
correlacionada con un deseo maternal que no permite al niño André, su texto El Psicoanalisis y su enseñanza, para evocar los girones de
hecho adulto, asumir una posición deseante. Su deseo lleva en la discurso. Por mi parte, me serviré de una referencia que no es de
carne la marca de la muerte. De hecho, lo que llama la atención es Lacan pero que sí es una contribución interesante para el tema de
que la ausencia de deseo de la madre se traduce en marca indeleble: la marca: me refiero al libro de Charles Juliet, Lambeaux, Retazos.
“el verbo la ha desintrincado del amor” (159). El Otro del lenguaje
introduce la marca de un deseo, pero un deseo muerto, en el que Este texto, redactado por Lacan en 1957, introduce una fórmula
el amor queda fijado al amor único de una mujer, aquella que se enigmática, fuerte y que es un punto de partida para las elabora-
confunde con la madre y que se reencuentra con el amor de Dios. ciones más tardías, particularmente al final de su enseñanza con el
Del mismo modo que Gide amó a su madre y más allá, Dios va a concepto de lalangue. Lacan evoca el acceso del sujeto al lenguaje,
amar a Madeline y más allá, Dios. Gide da la ocasión a Lacan de como si fuera un segundo nacimiento, después del nacimiento bio-
abordar la marca del deseo, “el aguijón de la carne” (160), tomada lógico, lo que indica un momento que no es cronológico pero preciso
en horror por la sabiduría, que hizo todo para descuidarla, y que y no como una adquisición progresiva y relativa a una maduración.
se vuelve el eje esencial por el cual el texto de Lacan difiere del de Lacan introduce en este contexto una dimensión que está más allá
Delay en lo que respecta al escritor. de la dialéctica entre el sujeto y el Otro. Es decir, si el segundo na-
cimiento implica alojarse en medio del lenguaje, apropiarse de los
En este sentido, Lacan prolonga a Freud. Las marcas del deseo significantes que vienen del Otro, esto implica todavía otra cosa.
del Otro, forjados por el lenguaje, pero no sin las experiencias del
cuerpo de la infancia, necesitan ser distinguidas de los encuentros Es es lo que Lacan indica con la siguiente fórmula: “en esto que
de después, los que dejan una marca de goce pero no suficientes liga a cada uno de nosotros a un girón de discurso más vivo que
para cambiar el programa del sujeto. Como lo dice Lacan en su su vida misma” (161) lo que subraya porque allí se encuentra
Las marcas de un psicoanálisis
Seminario El saber del psicoanalista, si el caso Gide es ejemplar lo que se valora más en la existencia, luego, Lacan apoya su
es en esto que él tiene que encontrar en su relación con Dios una observación y cita cita a Goethe: “lo que está sin vida, está vivo,
compensación al hecho de no haber sido un niño deseado. La marca puede igualmente producir la vida” (162). Sigamos el desarrollo.
Retazos de discurso
no se borra, así como la ausencia de marca. Sin embargo, no es el Lacan añade que este retazo de discurso, “a falta de haber podido
signo de un inevitable porque le quedan al sujeto las marcas del proferirlo por la garganta, cada uno de nosotros está condenado,
encuentro y compensar la marca que no se produjo. Todo depende para trazar su línea fatal, a hacerse su alfabeto vivo” (163). Este
de cómo el sujeto produce un saber hacer. Esta marca, escritura en alfabeto viviente Lacan lo ha hecho equivaler al deseo indestructible,
el inconsciente, exige que se distinga lo que puede escribirse en el a la manera en la que Freud había concebido la constitución del
inconsciente, antes y después de un análisis. Es cierto que toda la deseo y que concierne al deseo que se forja para un sujeto en sus
190 elaboración de Lacan sobre el inconsciente estructurado como un años de infancia. Lo que se vuelve crucial es la incidencia de este 191
deseo indestructible porque toma la forma de un texto que “nos del Otro. El inconsciente, como el discurso articulado, supone una
desatiende lo bastante para transmitir sin nuestra conformidad su organización donde cada elemento, es decir, cada significante, esté
cifra transformada a nuestra línea filial” (164). conectado a otro para formar una red. Es la idea de Lacan sobre la
cadena significante que tiene su carácter fundamental en el lazo
Encontramos condensadas varias preguntas con forma de perspecti- de dependencia de un significante con otro. En cambio, el retazo
vas que Lacan traza y que aclara más tarde en su enseñanza. ¿Qué de discurso, o significante absoluto, corresponde a la idea de un
es lo que nos distingue de las marionetas, qué es lo que nos ata a la significante autónomo, suelto y aislado, que toma vida propia. Cabe
vida, qué es lo que funda el sentimiento de la vida, qué es lo lo que otra pregunta: ¿Esta situación no corresponde a un significante en
nos anima, qué es lo que se transmite de una generación a otra?. lo real, según un fenómeno de cadena rota?. Por mi parte, sosten-
Pero hay hay una cuestión crucial, que cada analizante se plantea go esta perspectiva. Sostener la existencia de un retazo al que se
a la entrada de un análisis y hasta el final, “¿es posible escapar del está ligado más que a su misma vida, indica la existencia de un
destino?”. Finalmente, es también cuestión aquí lo que funda el trozo de discurso, que funda la misma esencia del ser, y que, por
deseo como indestructible. Pero, no se trata solamente de preguntas definición, hasta estaría fuera del discurso. Este retazo, seguiendo
porque, de un modo condensado, Lacan introduce líneas fuertes que la definición de discurso dado por Lacan más tarde, sería lo que
permiten deducir las respuestas a estas cuestiones con la condición objeta a entrar en un discurso.
de atrapar bien lo que está en juego en la propuesta de Lacan. Este
retazo de discurso, puesto como equivalente de los jeroglíficos del Es lo que sugiere Lacan cuando expresa que no se pudo proferir por
desierto, señala que Lacan le reserva otro estatuto que el de una la garganta, es decir, se trata de un texto que contiene un inefable
palabra escuchada. Estamos en otro registro que el observado por y debido a su carácter inarticulable con el resto del discurso, nos
Freud como fundador del trauma: una palabra escuchada o algo condena a transmitirlo sin nuestra opinión. La cuestión sería saber
visto. Sería legítimo considerar el retazo de discurso como relativo si el retazo de discurso no nos pone en la vía que, finalmente,
a lo que se escribe. Que Lacan conceda un sitio preeminente a lo habría un resto que no se integra al conjunto, no simbolizable y
que se escribe todavía, se deduce cuando evoca el alfabeto vivo, lo confirmaría la idea de un núcleo psicótico constitutivo y generalizado
designa como un texto que tiene características muy precisas porque en la estructura del sujeto. La cuestión se plantea particularmente
lo cualifica de irreductible en su absoluto de significante y compara porque Lacan hizo del significante en lo real, es decir, el significante
este texto con las erratas de un libro, cuyo éxito tiene que ver con fuera de la cadena, el paradigma de la psicosis. Lo que hay de
que resisten a la significación. fondo es saber si el retazo de discurso es idéntico al significante
que en la psicosis emerge con la forma de una cadena rota. Lo
Varias observaciones se imponen. Lacan, quien había definido el que me parece central es distinguir que el significante en lo real
inconsciente como el capítulo censurado, pone el énfasis aquí en la en la psicosis es determinado por la exclusión de un significante, y
errata que tiene éxito en su resistencia. ¿Qué quiere decir esto? Esto se traduce por la rotura de la cadena, mientras que los retazos de
quiere decir que si la errata alcanza el éxito es porque ejerce su poder discurso no suponen ninguna exclusión, el retazo se queda fuera de
Las marcas de un psicoanálisis
por causa de su no integración al texto. Tenemos dos perspectivas la cadena, no es una consecuencia, más bien, es causa. Indica la
muy diferentes. Abordar el inconsciente como un capítulo censurado coexistencia de una articulación discursiva y de ciertos significantes
supone que la tarea del análisis es hacer visible, traducir, lo que que tienen una vida propia, un funcionamiento autónomo, es lo
Retazos de discurso
está escrito. Admitir la existencia de la errata como determinante que quiere decir el significante absoluto. Cuando Lacan sostiene
es interrogarse sobre el devenir de un escrito que resiste a toda que estamos atados a esos retazos, más que a nuestra propia vida,
dialéctica mediatizada por la palabra. indica que son ellos los que nos dan el sentimiento de vida. ¿No
prepara él la idea del objeto a, como causa el deseo?. Lo creo y
Creo que Lacan, con la fórmula retazo de discurso, redoblada aquí esto se confirma con el hecho de que Lacan lo correlaciona con
por la referencia al significante absoluto, está en proceso de abordar el deseo indestructible anotado por Freud. Pero también hay otra
192 ya otra cosa que el inconsciente articulado como discurso que viene dimensión que es prefigurada aquí. El retazo, que retoma un término 193
antiguo, el de abba (es divertido, casi es b.a.ba que en francés es proferir por la garganta. La otra perspectiva es la del significante
el modo de decir ABC) para designar, desde 1200, el trapo, que absoluto, que, de su posición aislada, ordena el destino, se hace la
indica la discontinuidad de la cadena, los pedazos, las pizcas, las cifra transformada en su posición de borde de agujero en el saber.
frases cortadas del resto pero que nos condenan, valoriza su lugar Cómo no ver en esta nota un retorno a la conclusión del texto El
de mando que anticipa, me parece, lo que Lacan producirá más estadio del espejo donde Lacan cerca la finalidad y el fin del análisis
tarde como el significante amo. Observen también los significantes “como el límite extático de “tú eres esto” y se le revela la cifra de
amos, no hay tantos para un sujeto. Me parece esencial anotar una su destino mortal “el límite extático del “tú eres eso” donde se le
distinción: un intervalo entre el retazo de discurso y los significantes revela la cifra de su destino mortal (165). Existe una solidaridad
amos. Percibimos lo que es un significante amo cuando verificamos entre ambos textos que tiene que ver con el estatuto de la cifra.
el valor determinante de ciertos significantes, a veces, incluso No se trata del trabajo de elaboración del inconsciente, que Lacan
banales e inocentes en la conducta de un sujeto. designó con el término de cifrado del inconsciente. El cifrado del
inconsciente concierne al modo operatorio del inconsciente, es
Se comprueba que permanecen, de una actualidad candente, una interpretación ficticia que el analista revela por desciframiento.
puntos vivos del sujeto. Freud mismo lo percibió cuando alude a
los recuerdos a los que el tiempo no les quita en nada su intensi- El desciframiento como elucidación del ciframiento equivale al tér-
dad. Sin embargo, y es el paso de Lacan, un recuerdo inolvidable, mino freudiano de traducción. Pero la cifra como “el límite extático”
la mayoría de las veces, es evocado al principio del análisis, en atañe a lo que queda de este trabajo, su conclusión, lo irreductible.
cambio es necesario el tiempo en un análisis para que un sujeto “El límite extático”, reenvía en esta época en Lacan a la relación del
atrape lo que ha operado como significante amo en su existencia. sujeto con lo real, lo que está correlacionado en ambos textos al
Conviene mantener una distinción entre el retazo de discurso y los destino. Es preciso entender que si para el psicoanálisis, el destino
significantes amos. Lo que la fórmula de retazo tiene de específica es el programa del inconsciente, todavía hace falta percibir en las
en Lacan es que indica un punto vivo del sujeto que no se conecta observaciones que evoqué de Lacan, que el destino verdadero está
con una escena infantil. Es la razón por la cual Lacan correlaciona ligado con este retazo de discurso, que deviene el nombre propio
este retazo de discurso con la cuestión de la transmisión y subra- del sujeto y su firma.
ya que de lo que se trata es de una transmisión sin testimonio de
la cifra transformada a nuestra línea filial. He aquí de nuevo una Lacan lo dice de otro modo en su texto La dirección de la cura y
respuesta a la cuestión que a menudo los analizantes se hacen: los principios de su poder, en el que evoca la marca del hierro del
¿Cómo evitar que la historia se repita?. Lo que se transmite no se significante en el hombro del sujeto que habla, como un momento
calcula y no es lo que se articula en palabras. Hay palabras que de corte: “Este momento de corte está hanté [término que Lacan
resuenan, y son tan poderosas que el resto suena hueco. utiliza y que remite a la idea de un fantasma por detrás que hace su
aparición. Literalmente sería embrujado] por la forma de un retazo
El murmullo que resuena sangriento: la libra de carne que paga la vida: “Este momento de
Las marcas de un psicoanálisis
Retazos de discurso
al sujeto, un goce que resiste a la captura significante. Existen dos identidad depurada, un soporte de la radicalidad de una diferencia y
perspectivas: una, ligada a lo que es esencial pero inarticulable, que mantiene, para siempre, otra consistencia que el sentido. Pero
inefable ligado a lo que se rompe del texto y que es lo que anima hay que anotar que Lacan se sirve de un otro término, próximo al
al sujeto. Esta dimensión es solidaria de lo que Lacan avanzó como del retazo, el término d’étoffe, tela para intentar cercar lo que hace
Das ding, en su definición más precisa, como el Otro absoluto, la esencia del ser. Por lo tanto, retazo de discurso, retazo sangriento,
el secreto verdadero. Observen que el secreto verdadero no es la tela, son, me parece, nombres que hay que conectar con lo que
194 verdad escondida, está correlacionado con lo que fue imposible de Lacan designará más tarde como lalangue, lalengua traumática. 195
Es lo que nos permite inferir que una lengua en particular supone Estos términos hacen resonar una cuestión que vuelve sin cesar,
siempre el equívoco, mientras que el retazo es lo que falla a hacer que ronda sus noches y que se cristaliza así: “¿Qué destino me va
discurso, y objeta a los equívocos de la interpretación. Lo que tiene a tocar a mí?”. -Ella, la madre biológica- que no logra confiarse,
consecuencias decisivas en cuanto a las finalidades del análisis y encuentra en los murmullos de una voz que dice cosas que se
la práctica de la interpretación. Porque el retazo no es el depósito oponen a lo que ella piensa, la raíz de un empuje en la escritura.
producido por el manejo de los equívocos. Es lo que de lalangue Una voz que la desplaza de su vida de campesina, que interroga
precipita en una letra. Es escritura, pero todavía conviene precisar sobre el sentido de la existencia y la hace sentir torturada entre
que se trata de una escritura muy precisa. Porque, si la relación las exigencias domésticas y un destino que la haría huir de una
sexual no puede escribirse, tenemos con el retazo de discurso, opresión que la encierra como una tenaza que forja una obsesión.
una escritura que nombra y saca al sujeto de la errancia relativa Esta obsesión está condensada en una fórmula que resuena en
a la inexistencia de la relación sexual. Este retazo sería el nombre todos los analizantes: “morir sin haber vivido” o, según la expresión
del exilio de la relación sexual y solidario del “tú eres eso”. Existe de esta mujer “sin haber encontrado lo que sabrías decir pero que
una relación quiasmática entre la escritura y el psicoanálisis. Esta dolorosamente te falta”. Si ella escribe es porque algo cruelmente
relación hace referencia a la inclinación de ciertos escritores por le falta, algo que no podría decirse. Lo que ella no logra decir y
delimitar el nombre del exilio, inclinación que es exigible como que la agita en sus tormentos vuelve en cuestiones que la asaltan y
horizonte de todo análisis. determinan su “sed de vivir”. Se trata de cuestiones que ninguno de
sus allegados comprende y que, súbitamente, se precipita alrededor
Propongo que el retazo de discurso es exactamente el “tú eres eso”. de un punto crucial: “¿Por qué los intercambios con los chicos son
Observemos que Lacan concluye el texto El estadio del espejo con tan efímeros?. Es de esto de lo que trata el diario íntimo: como ella
estos propósitos: “pero no está en nuestro solo poder de practican- dice, “palabras que se murmuran”.
tes el conducirlo hasta ese momento en que empieza el verdadero
viaje” (167). El verdadero viaje todavía es posible formularlo de La escritura pacifica y este libro es ejemplar en dar cuenta de que
este modo: “dime lo que hiciste a partir de tus retazos de discurso”, no es la historia en sí la que pacifica sino, como lo dice el autor,
es decir, qué otra cosa has hecho, además de lo que tú ya hacías el hecho de haber escrito lo que aparece como balbuceo de una
antes de la experiencia del análisis. voz interior, lo que gime, que aspira a decir y que se impone con
tal relieve de autoridad. La escritura se hace remedio al dolor de
La salida por la letra ser. Esta mujer muere en el hospital psiquiátrico apenas un tiempo
después de haber escrito: “si usted encuentra las palabras que yo
Nos servimos de un ejemplo que no viene del análisis ya que es necesito, usted me librará de lo que me asfixia”. En la segunda
la referencia al libro de Charles Juliet, Lambeaux, Retazos (168). parte del libro vemos aparecer otro personaje marcado por el miedo
Se trata de una ficción pero autobiográfica y facilita descubrir el devorador, son sus términos, que la madre lo abandone. Es claro
nacimiento de su vocación de escritor. El libro tiene dos partes que el personaje lleva la marca de la prueba del destino con una
Las marcas de un psicoanálisis
que remiten a dos mujeres, personajes inspirados de aquellas que pregunta desgarradora: ¿Está escrito que se puede continuar a
ocuparon, para el escritor, el lugar del Otro materno, es decir, su vivir?. El tema es el derecho a vivir en relación con lo que ya está
madre y luego otra mujer que lo adoptó en respuesta al suicidio de escrito. Este hombre arrastra su tristeza pero sueña con escribir
Retazos de discurso
la primera. El primer personaje está centrado en algunas palabras para suavizar el desamparo. Y si se confronta con trabas con la
extraídas de una Biblia escondida en un desván y que determina- escritura es porque abstenerse de escribir es rendir homenaje a un
ron su existencia; estas palabras que “me penetran”, dice el autor, gran escritor. Es así que la cuestión crucial es la autorización. Y
son: “haciendo desviar mis caminos, él me desgarró y ha hecho encontramos la razón que finalmente permitió, como él dice, “que
de mí un horror”. las mandíbulas de las tenazas acaben por aflojarse”, o que escriba:
“para hacer el nuevo, hubo que ir al extremo de la angustia, del
196 odio, del desamparo. Es a esta condición que el autor describe el 197
acceso a lo que puede decirse, a una conquista del lenguaje, a un
viaje que hubo que consentir. El sentido
Finalmente, describe y es lo esencial, que el deseo de tomar la
pluma fue la traducción de una adhesión a la vida, que llama el de lo sin-sentido
segundo nacimiento que formula en estos términos “sabés con todas
las fibras de tu cuerpo cuán es apasionante la vida”. Esta fórmula
aparece en oposición y resuena de un modo tanto más fuerte con
el fin trágico del primer personaje, quien muere en el hospital, con
palabras que estallan en la cabeza y hacen un tejido desgarrado
que deja el sujeto excluido de la vida. Aquí, la conquista del len-
guaje se salda con una cicatriz y un cambio de posición. Después
de la travesía de la prueba, durante12 años, vino el tiempo para
ofrecerse al encuentro. Se trata de haber hecho la experiencia, no
estamos meramente en la metáfora, y no es la poesía. Podríamos
suscribir a esta fórmula hasta el punto de plantearla como válida
para definir lo que se espera de un análisis llevado a su término, Semblante y discurso
es decir, el momento en el que comienza el viaje verdadero.
otra forma. Si se admite que lo real, contrariamente al semblante, El síntoma resulta objeción al sentido y también objeción al uni-
El sentido de lo sin-sentido
es del orden de lo que funciona como imposible, las condiciones de versal. Constituye la señal de una resistencia al sentido, la señal
tener en cuenta lo real dependerán de la búsqueda de un efecto que que el sentido implica una dimensión de imposible. Si el síntoma
sería hacer emerger lo imposible. Esto explica porqué la operación encuentra su condición en su resistencia al sentido, es, por lo
analítica apunta al más allá del sentido. Si el sentido es lo que se tanto, bien el sentido de lo que se pide en el psicoanálisis. Ante
pide al analista, éste, está advertido que el sentido es aliado del el fracaso de otros discursos en dar un sentido, se lo busca del
semblante, mientras que lo real es lo que hace agujero. Hace agujero lado del discurso analítico. Sin embargo, de entrada aparece una
en el semblante y constituye un límite al sentido. ¿Si el sentido y contradicción. Se pide el sentido al síntoma mientras que éste debe
lo real están en una relación de exclusión, y eso es lo que hace de su consistencia a un exceso de sentido. La cuestión se renueva:
200 lo real el nombre del fuera de sentido, se puede afirmar que lo real en nuestro contexto de discurso, si uno se dirige al analista para 201
buscar un nuevo sentido, y si éste está advertido de que el sentido sus manifestaciones y también sostener que lo que es ilegible tiene
hace proliferar el síntoma, ¿debe abstenerse de dar sentido? un alcance. Devaluar lo ilegible, que es resistente al desciframien-
to, sería situar el psicoanálisis del lado del positivismo lógico, es
Se constata entonces que si el síntoma se pone de modo atravesado decir, ocuparse exactamente de lo que asegura por adelantado, en
en relación con el sentido, éste insiste en la inclinación natural del la medida de lo posible, de la eficacia.
hablanteser, que es la de estar casado con el mundo. Esta es la
razón del éxito en términos de propagación, del positivismo lógico Además, explica el por qué Lacan puso el carácter de ilegible de
que es una alianza de la ciencia y del sentido. El positivismo lógico la escritura de Joyce. Es ilegible porque está abierta a todos los
se alía con el discurso del amo para establecer los significantes que sentidos, es decir, no hay sentido común en su escritura, y Lacan
organizan los semblantes. En esta perspectiva, todo lo que está da la razón: “que si es ilegible es quizá porque no produce en
fuera del sentido se devalúa y se pone fuera de juego. Es a esto a nosotros ninguna simpatía” (173). Es ilegible pero no sin efecto
lo que se opone la particularidad del síntoma, que es por lo que un sobre su ego, eso hace “j’oui-sens9” para el escritor. Se trata de un
sujeto se extrae del universal de los semblantes. Es lo que permite goce bien específico ya que él procede de la desarticulación del
pensar dos versiones de la resistencia. Por una parte, el sentido lenguaje, fuera de sentido, pero al servicio de ser, el poeta de su
resiste ya que aspira a un todo sentido, a un sentido completo, raza, como lo dice Stephen, personaje autobiográfico que no es
cerrado y, del otro lado, el síntoma resiste al sentido y muestra los otro que James Joyce en Retrato del artista adolescente: “Modelar
límites de este último. en la fragua de mi alma la conciencia increada de mi alma” (174).
Esta es la razón por la que Lacan ponía como exigencia para el El método de Lacan, que se refiere a la letra, se sitúa en contra-
analista evitar comprender, lo que era una advertencia contra el sentido de la devaluación de lo ilegible sin descuidar el objetivo de
sentido. Ya que así como la comprensión, lo que hace sentido, es lo la eficacia. Es otra eficacia, es la eficacia de escribir precisamente
que ya se sabe. Pero entonces ¿qué lugar para lo nuevo? Nos damos donde hay obstáculo. La escritura no borra la discontinuidad pero
cuenta que la comprensión golpea contra lo real en la medida en evita la ruptura. La letra es lo que disuelve la forma, ella no deja
que éste hace límite y se opone a lo simbólico y a lo imaginario. la esperanza a la comprehensión y da un nombre al sujeto en el
Si la comprensión es del orden del sentido, se trata de un sentido lugar mismo donde era afectado por su síntoma. Si el discurso tiene
engañoso. Mientras que la perspectiva de un nuevo sentido tiene que ver con el lenguaje y él es solidario del semblante, la letra,
que ver con la escritura. Es explícito en su Seminario 23, El Sin- que también es segunda en relación con el lenguaje, es el nombre
thome: “históricamente se ha entrado en lo real por fragmentos de propio. Se deduce esta función capital de lo escrito: captar la falta
escritura, a saber, se cesó de imaginar (…) sostiene lo real” (171). de sentido, lo que tiene una consecuencia sobre el sentido. Lacan
lo formula de dos maneras convergentes cuando dice que es por
Lo ilegible y la escritura lo escrito que se forma la lógica y también que, sin lo escrito, el
lenguaje no es cuestionable. Retomará más tarde esta concepción
Las marcas de un psicoanálisis
La exploración de las formaciones del inconsciente implica tener en cuando dice que sin el agujero de lo real nada del lenguaje es ma-
El sentido de lo sin-sentido
cuenta su dimensión enigmática y, al mismo tiempo, su carácter nejado. Esto es capital para la concepción que se hace de lo que
irreductible. Freud se había dado cuenta y aludió a los límites de significa hablar en psicoanálisis y, sobre todo, en relación con la
la interpretación. Lacan hace una vuelta más cuando dice que el asociación libre. El asunto no es decirlo todo sino darse cuenta de
chiste se basa en el sin sentido (172). En la medida en que el que lo que se dice está determinado por la existencia de un agujero
chiste exige la presencia de un tercero y que la falta de sentido en el lenguaje. Nos damos cuenta de los efectos sobre el sentido.
participa del chiste, eso pone en evidencia que la falta de sentido Encontrar el agujero del sentido exige una reorganización subjetiva
no implica la exclusión del lazo social. Eso plantea un interrogante
al psicoanálisis: ¿Cómo una práctica, que abre a lo real, deja abierto 9 N.del T. Equívoco con el que juega Lacan, entre jouissance, (goce) y joui-sens (gozar
202 el vínculo con el otro?. Abrirse a lo real quiere decir tener en cuenta del sentido), y tambien j´oui-sens, que literalmente quiere decir Yo, si, sentido. Yo oigo. 203
sobre lo que el sujeto fabrica sobre el sentido. Más radicalmente, Pero volvamos a lo que produce el sentido a sabiendas de que lo
el punto de palanca para acceder a un sentido que no sea una propio del sentido es que nombra. Así, sobre lo que hace sentido,
sin salida, es el manejo del fuera de sentido. Se observará que se Lacan avanza inicialmente el Nombre-del-Padre, ese significante
trata de una perspectiva que ya Lacan extrae del texto Memorias dotado de una función precisa que es nombrar las cosas y, por lo
de Schreber para demostrar lo que justifica la escucha del delirio tanto, él anuda lo simbólico y lo imaginario. Es constante en la
de un sujeto psicótico. Contra la crítica que consiste en hacer el teoría de Lacan hasta el punto de que, en la teoría de los nudos,
psicoanálisis un delirio a dos, Lacan muestra que Schreber capta sitúa el sentido en la intersección entre simbólico e imaginario.
una palabra en el Otro, que procede de Ahriman y Ormuzd, el Dios El Nombre-del-Padre, significante en lo simbólico, nombra lo que
astuto y al Dios ausente, y “¡Todo sin sentido se anula!” (175). Más aparece en lo imaginario. Es coherente con su concepción de la
que poner en el centro de la clínica la abolición del sentido que metáfora en La instancia de la letra en el inconsciente o la razón
comporta el delirio, Lacan sitúa su eje en el hecho de que la falta desde Freud, en la que dice que el efecto de la metáfora es la apari-
de sentido es generalizado y se articula con el sentido. El colmo del ción de sentido, lo que equivale a decir que el Nombre-del-Padre es
sentido es la falta de sentido. No es lo que justifica que, seguido inductor de sentido. La función del Nombre-del-Padre se demuestra
a esta cita de Schreber, Lacan retome sus afirmaciones hechas especialmente en el caso de ausencia de este significante, es el
a Bonneval con Henry Ey: “El ser del hombre no sólo no puede caso de la psicosis. Le queda al psicótico producir una metáfora
comprenderse sin la locura, sino que no sería el ser del hombre si delirante, que es una forma de dar sentido al sin sentido. Más
no llevara en sí la locura como el límite de su libertad” (176). Me ampliamente, la concepción de Freud y la de Lacan, durante una
parece que esta formulación se sitúa en una perspectiva que lleva parte de su obra, se refiere al hecho de que el sentido es un efecto
a Lacan a formular que el enigma es el colmo del sentido. del Nombre-del-Padre. Es lo que permitió decir que el psicoanálisis
tiene una inclinación hacia la religión. El mismo Lacan lo denuncia
Esto lo demuestra la experiencia enigmática del psicótico. Lacan lo y justifica la vuelta de más en torno al sentido en su elaboración
despliega de dos maneras. En primer lugar, con su retorno a Schre- sobre lo real del síntoma.
ber para argumentar que la perplejidad inicial, efecto del enigma
encontrado, el demasiado de sentido, encuentra su solución en una El síntoma más allá del sentido
elaboración que elimina la falta de sentido. Más tarde, con Joyce, no
se trata de una respuesta al enigma sino “del escritor por excelencia Lacan, en La tercera, extrae toda adherencia entre el psicoanálisis
del enigma”. El enigma no es lo enunciado sino la enunciación. La y la religión y dice que el síntoma, “es lo que hay de más real”
elaboración de Lacan es precisa. Por una parte, avanza sobre lo que (178). Eso no contradice la propuesta freudiana del sentido sexual y
hace sentido y lo que compensa la ausencia de sentido. El sentido es sobredeterminado de los síntomas analíticos sino que pone el límite
“Copulación de lo Simbólico y de lo Imaginario” (177) y la orientación a lo que sea reabsorbido del síntoma. Los analistas se esfuerzan en
de lo real en lo que compete al objetivo del análisis, va en contra de demostrar que Freud ya lo había dicho. Ciertamente, el concepto
esta relación: para que el sujeto tenga un esbozo de percepción de de satisfacción del síntoma en Freud anticipa el concepto de un
Las marcas de un psicoanálisis
lo real, la relación entre imaginario y simbólico debe encontrar una goce que excede el sentido. Pero, lo que conviene destacar es que
El sentido de lo sin-sentido
falta. Por otra parte, Lacan no elimina de la estructura del sujeto la la fórmula de Lacan es más precisa. Sostiene que el síntoma es lo
dimensión de la falta de sentido y hace del enigma, llevado por la que hay de más real y ello brinda una orientación de la experien-
interpretación analítica, el medio de delimitar lo impensable. cia analítica opuesta a la religión. Es necesario convenir que es
nuevo en relación con la religión y con lo que Lacan avanzó. Más
El enigma como colmo del sentido pasa a ser, me parece, el para- que nombrar por el Nombre-del-Padre, lo que da al síntoma una
digma del sentido de lo real. Se plantea la duda de si el analista se sujeción, simbólico e imaginario, es el síntoma como nombrando.
satisface cuando pone en evidencia que existe una forclusión del De allí, más que apuntar a la desaparición del síntoma, se radica-
sentido o, más bien, es mi idea, la finalidad del análisis sería que liza. Lacan introduce el concepto del analista síntoma. Esto indica
204 lo real se convierta en el apoyo que guía la vida del hablanteser. que la condición de la salida de la experiencia no es la de secretar 205
un sentido, propio de la religión, sino de encarnar la existencia de
un imposible. El analista síntoma, como complemento de goce del ¿Qué mejor ejemplo que el goce fálico?. Freud dice que el trauma
sujeto, es la condición de salida del Discurso del amo. Se trata de es siempre sexual. Y no es una cosa diferente cuando Lacan dice,
un verdadero viraje en la teoría de Lacan porque no es el analis- de manera enigmática, que el goce fálico está fuera del cuerpo.
ta en el lugar del Otro, y no es tampoco el analista exactamente ¿Cómo algo que se produce en el cuerpo puede estar fuera del
como sujeto supuesto saber. Estas dos dimensiones imponen las cuerpo?. Precisamente, porque el sujeto hace la experiencia de una
condiciones simbólicas de la experiencia. Ellas tienen que ver con fractura, de la ruptura de una unidad, pero que permite percibir
el Nombre-del-Padre como lo que nombra las cosas. La propuesta que sujeto la concibió imaginariamente. Esto da la idea de que el
del analista-síntoma introduce la dimensión de lo real del síntoma cuerpo es del imaginario y que el goce que hace irrupción, que no
e incluye este real en la transferencia. Si el Nombre-del-Padre es es nunca equivalente al goce que se imagina, es del orden de lo
lo que da acceso a la comprensión, lo real en el analista-síntoma real. El goce fálico está fuera del cuerpo porque rompe la pantalla
es lo que permite ir más allá de la comprensión y apunta a un imaginaria. Allí toma todo su valor la distinción entre un goce que
efecto en lo real. se sitúa en el imaginario y un goce que depende de lo real, un
“j’oui-sens” goce del sentido.
¿El analista-síntoma no es solidario del lugar que Lacan reserva
para sus Escritos?. Lacan decía que sus Escritos, aunque no se En la misma perspectiva, lo que hace el goce fuera del cuerpo es
entiendan, hacen algo porque están en el lugar de un enigma. que el falo, que está arraigado imaginairemente al cuerpo, necesita
Tengamos en cuenta que Lacan distingue entre sentido y efecto de integrarse en lo simbólico y se experimenta como real. Tiene que
goce cuando, en sucesivas ocasiones, menciona un sentido que no ver con el imaginario, es lo que se verifica en la forma en la que
hace ni calor ni frío. Que sus Escritos hagan algo quiere decir que si se vehicula en los semblantes del discurso. Uno cree tener el falo,
no tienen un efecto de sentido, afectan el goce del lector. Mientras o uno cree que se puede tener y esto no excluye que se quiera
que el sentido no da ni calor ni frío. Es lo que Lacan esperaba. Lo serlo. Que el falo necesite ser integrado en lo simbólico, Lacan da
mismo sucede para el analista. Más bien que el sentido, el analista, una contra-ejemplo con Schreber, luego vuelve nuevamente para
como enigma, es la condición para afectar el goce del analizante. evocarlo con respecto a Joyce. Así en la misma perspectiva que
Se demuestra con la definición que Lacan da del enigma como formula que Schreber está “forcluido del pene”, Lacan avanza que
colmo del sentido. El enigma del analista escapa al sentido común Joyce tiene “la queue10” un poco floja. Estas fórmulas indican la
pero abre la posibilidad para otro sentido, más interesante: el colmo necesidad de.parte de un sujeto de acceder a la simbolización del
del sentido, un sentido que está incluido en el síntoma como el órgano. En caso contrario, el órgano permanece entre lo imaginario
que nombra. El analista-síntoma es otra perspectiva diferente a la y lo real.
del analista como semblante de objeto, es preservar la dimensión
de lo incurable, de lo imposible pero con la condición de que eso Pero el falo no es solamente la unión del imaginario y lo simbólico,
introduzca una nueva perspectiva para el sujeto, la de hacer frente ya que sería entonces un semblante. La prueba es dada por Lacan
Las marcas de un psicoanálisis
de manera diferente lo imposible. La cura se orienta de la abun- con el caso del pequeño Hans. Lo real de la erección hace temblar
El sentido de lo sin-sentido
dancia de los síntomas a su reducción, al punto de irreductible y al semblante de la felicidad construida por la madre y el hijo. El
transforma el sentido común en nombre propio, nombre propio del órgano hace irrupción en la escena y deja al sujeto sin control, sin
síntoma. No se trata ni de la proliferación del sentido inducida por posibilidad de nombrar y, sobre todo, en el desasosiego ante el
la interpretación, ni de la extinción del sentido. Con el síntoma, deseo del Otro. Es lo que funda la angustia como índice de lo real.
como nombre propio, se accede al sentido del síntoma. Un senti- El falo no tiene la cobertura del sentido.
do otorgado por lo real. Es explícito en La tercera: “El sentido del
síntoma es lo real”. Es una apuesta de la práctica analítica. Esto
compete a la toma del trauma por el psicoanálisis. El trauma tiene
206 una afinidad con lo real en la medida en que éste no se imagina. 10 N. del T. Modo vulgar de referirse al pene. 207
Es una irrupción que cruza la pantalla de lo imaginario y es real.
teóricas para afirmarlo. Clínicamente basta dirigirse a la coyuntura
de la emergencia de la angustia. Ella encuentra su condición en la
La nominación del fuera de sentido imposibilidad del sujeto de dar un sentido. Esta es la razón por la
que Lacan dijo que su emergencia es la consecuencia de la ausencia
Cuando Lacan propone la angustia como afecto de excepción, ya
de movilización del significante en el sujeto, cuando el deseo del
que es el único afecto que no engaña, la pone fuera de los sen-
otro toma la forma del ¿qué me quiere?. La angustia es respuesta
ti-ments11, senti-mientos. Habría así afectos que engañan, porque
de lo real al enigma del Otro. Teóricamente, si se sigue la posición
dependen de los semblantes, y, por otra parte, afectos que no en-
de Lacan que dice que lo real implica la exclusión del sentido, se
gañan. La angustia forma parte de los afectos enigmáticos. Ella es
impone que la angustia es un afecto del fuera de sentido.
el afecto enigmático por excelencia en la medida en que depende
de lo que para un sujeto hace enigma en el deseo del Otro. Ahora
Es lo que se deduce de la propuesta de Lacan, quien sitúa el sentido
bien, lo que es enigmático ¿cómo puede no engañar?. Habría que
en la unión del imaginario y el simbólico y anticipa que la angustia
situar los dos niveles de la angustia. Un primer nivel en relación
es nominación de lo real. Lo que está en juego es saber si hay otra
con el enigma del deseo del Otro. Este es enigmático puesto que el
alternativa a la nominación del fuera de sentido, distinto que la que
sujeto no logra darle un sentido, es decir, no logra interpretar ese
procura la angustia. Lo que es esencial es reconocer que no sólo
deseo. El sujeto puede equivocarse en la interpetación que da al
es encontrar una salida a la angustia. Salidas a la angustia son
deseo del Otro. Si la angustia no engaña, es, antes que nada, por
posibles. ¿Qué mejor ejemplo que la elaboración de las angustias
el hecho de que el sujeto se siente concernido por ese deseo. Esto
infantiles por los mitos?. Una ficción que hace sentido es remedio
da una idea de un índice de lo real en el sujeto. En esta perspec-
para la angustia. Las psicoterapias, en sus múltiples formas, so-
tiva la angustia está ligada con la certeza. Pero ¿una certeza para
lucionan la angustia porque fabrican armaduras de sentido. Por lo
quién?. En primer lugar para el analista. Éste tiene la certeza de
tanto, de lo que se trata es de encontrar una salida a través de un
que la angustia es una brújula y la angustia le permite orientarse.
substituto que venga al mismo lugar que el de la angustia, única
Lo demuestra el ejemplo de la duda del obsesivo. El análisis extrae
solución que no sería justo recubrirla. Una solución que consiste
al sujeto de la duda y suscita la angustia. En este sentido el análi-
en afectar al sujeto de la misma manera que ha sido afectado por
sis hace el recorrido inverso que el de la producción del síntoma.
su angustia, o sea, radicalmente. Es allí que encuentra su lugar la
Mientras que el síntoma es un modo de protegerse de la angustia,
función de sinthome introducida por Lacan, una salida al sentido
el análisis deshace esta solución. Por supuesto, el objetivo no es la
porque integra la falta de sentido. Es la solución propuesta por
producción de la angustia sino el acceso a una forma de certeza.
Lacan sobre lo que Freud había percibido.
Esto es explícito en la proposición de Lacan sobre la acción, es decir,
actuar es arrancarle a la angustia su certeza. Esta proposición del
Sobre la repetición de las conductas de carácter elegidas por el
Seminario 10, La Angustia pone en evidencia que la orientación
sujeto y que se convierten en infantilismos, Freud cita el Fausto de
del análisis es la del acto que se sostiene en un real del sujeto
Goethe: “La razón se convierte en un fuera de sentido, el beneficio
que estaba precedentemente enmascarado por las formaciones
Las marcas de un psicoanálisis
El sentido de lo sin-sentido
ble, que la sin razón se convierta en sentido y que las fechorías no
enigma de la angustia a la certeza del acto. Se podría llevar esta
sean forzosamente calamidad?. Por supuesto, no se trata de hacer
distinción entre los afectos que engañan y los que no engañan, a
el elogio de la sin razón sino de saber que no hay una conjunción
la articulación entre afectos y sentido, para darse cuenta que hay
necesaria entre razón y sentido. Pero también que la experiencia
afectos que están incluidos en el sentido, y afectos que serían el
del lo peor, es decir, que un sujeto pueda captar en la experiencia
índice del fuera de sentido. Es legítimo considerar la angustia como
analítica su goce opaco, su “sin-razón” le abre las puertas a una
el afecto eminente del fuera de sentido. Hay razones clínicas y
nueva posición en la existencia. El síntoma es sinrazón, y Lacan lo
define así: “el síntoma en lo social” (180), y la causa de la sin razón
11 N. del T. Lacan hace un juego de palabras entre sentimiento y senti-miento, es decir,
208 que los sentidos mienten. es que el inconsciente es discordante, no está hecho para hacer 209
acordar el sujeto con su cuerpo. Tener en cuenta el fuera de sentido como sutura de lo imaginario a lo simbólico, ya que el sentido de
es la única salida a la elucubración. Lacan lo dice distinto cuando lo insensato incluye lo real del goce. En conclusión, el sinsentido
sostiene que lo real es su respuesta a la elucubración freudiana. como identidad hace sentido, aunque no sea sentido común porque
no es universal.
Ahora, hay también otra cuestión fundamental que se refiere al
vínculo entre sentido y goce. Freud se dio cuenta de este asunto Una contradicción se hace posible en el encuentro del impase del
crucial: existe la necesidad de asociar los dos. Dicho de otra manera, sentido. Dicho de otro modo, en la experiencia analítica el anali-
se trata de saber si la interpretación afecta o no al sujeto puesto zante encuentra el sentido que puede ser inagotable, pero debe
que si el analizante no percibe lo que se le dice, si eso no hace eco, encontrar, lo cual es más importante, que hay un límite impuesto
el psicoanálisis sirve exactamente para aumentar el conocimiento. en la búsqueda de sentido que se trata de atravesar. Por ello el
De esta forma, Freud anticipa la idea de una interpretación juiciosa deseo del analista encuentra como punto de palanca la constata-
pero que no hace ni calor ni frío, según los términos de Lacan. El ción de una imposiblidad en la búsqueda de sentido que no deja
sentido se convierte en sin sentido. Entonces, más bien que de al sujeto en el impase sino que es una salida al límite del sentido.
alimentar el síntoma de sentido al darle “continuidad de subsis- Es la dimensión que Lacan privilegia con la categoría de real y que
tencia” (181), se trata de afectar al goce de modo que el síntoma incluye dos perspectivas. Antes que nada, el real es lo que escapa
pase a ser lo que propongo designar como una discontinuidad de al sentido y, al mismo tiempo, es la esencia del sujeto. Por otra
sustancia. Encuentro que la discontinuidad de sustancia demuestra parte, el real se relaciona con la serie. Estas dos perspectivas deben
una política del síntoma que sería específica a la opción lacaniana. articularse con lo que Lacan había designado en el momento de su
Si me sirvo del término de discontinuidad es en la medida en que seminario Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis,
Lacan propone que lo real ex-siste, él ex-siste, pero no en conti- como la tuché y el automaton.
nuidad con lo imaginario y lo simbólico. La personalidad paranoica
da cuenta de la continuidad de los registros. La sustancia viene La tuché es el real encontrado en tanto acontecimiento no progra-
dada por la consistencia de un anudamiento de tres. Al contrario, mado. El automaton, que no es necesariamente el real inscrito en
cuando la sustancia del sujeto incluye la falla, es decir, el error del una serie, indica la dimensión de la repetición de lo real y prefigura
anudamiento que exige compensacion -es el caso de la neurosis-, la noción de serie que está relacionada con lo simbólico pero que
Lacan sostiene el equívoco como modalidad interpretativa. Si el no es sin el real.
equívoco va contra el sentido, es por un decir, un decir silencioso
que no es una posición silenciosa sino un silencio oportuno, lo que
ajusta al sentido de la buena manera. Es lo que Lacan exige del
analista: “una aprehensión suficiente del alcance de un decir silen-
cioso” (182). El decir silencioso introduce un corte en los dichos
del analizante y permiten la emergencia de una sustancia que es
Las marcas de un psicoanálisis
El sentido de lo sin-sentido
sujeto sino que afecta su goce. Lo real del síntoma se atraviesa en
la continuidad del sujeto. En cuanto a la sustancia, como opuesto
a la subsistencia, conviene referir esto último a la proliferación, la
extensión del síntoma, mientras que la primera indica la esencia
del ser, remite a su nombre propio, como nombre que nombra el
goce. Es un nombre insensato porque no participa del Uno de sen-
tido (me sirvo aquí de un juego de palabras utilizado por Lacan en
el cual l’Un de sens, El Uno de sentido, resuena como indécent,
210 (indecencia). Sería el nombre de la decencia. Otra cosa: el sentido 211
Las muecas de lo real
o las marcas
de la repetición
El real se escapa
un retorno de goce. Este estatuto de retorno de goce hay que dis- multiplicó a los amantes?”. Si bien ella ha tratado de ser lo con-
tinguirlo de una primera concepción de la repetición, concebida por trario y estar así en una posición de abstinencia en el amor y el
Lacan como la insistencia de una cadena significante. El estatuto goce, le ocurre que encuentra a un hombre al que desea pero un
del retorno de goce debe distinguirse de una primera concepción sueño aparece de modo insistente donde está enamorada de otro
de la repetición pensada como insistencia de la cadena significante. hombre. Esto demuestra que el goce se infiltra y hace síntoma. Esto
Se percibe entre una concepción y la otra el camino recorrido por es la mueca de lo real. El análisis advierte a esta analizante que
Lacan. La repetición ligada a la insistencia de la cadena signficante un sueño puede ser engañoso y tener como función trabajar para
es una tesis que se encuentra en La carta robada que plantea como que continúe siendo la chica que aporta socorro a su madre. En
ley de la repetición el carácter intemporal del significante y déja efecto, en la abstinencia o por no poder quedarse con un hombre,
214 de lado lo que causa la repetición, es decir, el goce. Observemos se queda cerca de su madre. 215
Desde entonces, es esencial responder a la pregunta por el devenir recurrencia. Es la recurrencia del fenómeno que lo hace sintomático
de la repetición al final de la experiencia analítica. Esto es impor- para alguien. Llegado el caso, otras formaciones del inconsciente
tante porque condiciona, ante todo, la respuesta que se puede dar pueden acceder al estatuto de síntoma. Por ejemplo, un sueño de
a los analizantes: ¿acaso el analista puede prometer el fin de la repetición, con la dimensión de enigma que suscita, puede estar al
repetición?. Si no puede prometerlo es por el lugar de la repetición principio de una pregunta sobre su sentido y su función: el sueño
en la estructura del sujeto. Esto nos lleva, antes de responder al se vuelve síntoma.
destino de la repetición, al uso que se hace del término de repetición
que, en psicoanálisis, difiere de una idea muy expandida sobre lo La experiencia de un análisis se orienta con el síntoma y esto exi-
que es la repetición. Fuera del análisis, el término engloba ideas ge su puesta en forma desde el incio. La repetición muestra una
diversas. Así, para un niño, la repetición puede ser una experiencia primera dimensión, es el indicio de un fracaso en la simbolización.
de satisfacción buscada. Anotemos, por ejemplo, que a menudo el Esta es la razón del cambio en la teoría de Freud en 1920. Si la
niño no se cansa de pedir, más y más, que se le repita la historia interpretación analítica era insuficiente para la curación, o sea,
que se le contó. Lo mismo ocurre con una música o una película. la desaparición del síntoma, había que sacar las consecuencias
Esta relación con la repetición cambia con el tiempo. Lo que para para la doctrina analítica. Es uno de los méritos de Freud sobre los
un niño es fuente de satisfacción se vuelve, para un adulto, el analistas de su época. Mientras que otros pusieron el énfasis en la
sentimiento de algo fastidioso. Es raro el gusto por ver o escuchar necesidad de un cambio en la técnica, Freud adelanta un nuevo
muchas veces la misma cosa. concepto teórico, el de la compulsión a la repetición. Se traduce de
este modo: existe una necesidad estructural a la insistencia de la
Más ampliamente, la repetición tiene mala prensa y se refleja en la repetición. Esto tiene que ver con lo que Lacan designar como goce.
demanda de análisis: “repito, reproduzco”, dicen los analizantes, la
mayoría de las veces en referencia a su vida amorosa y a la decep- Ahora, y este será mi segundo punto: ¿por qué insiste el goce?. Creo
ción renovada que esto engendra. Otra cosa es la localización de que existen en Lacan dos respuestas que no son homogéneas. La
la repetición en la transferencia. Esto precisa la razón que condujo primera respuesta se sitúa del lado del objeto, la segunda del lado
a Lacan a poner la repetición como necesaria. La repetición es del sujeto. No son dos respuestas que se oponen sino que indican
necesaria en la entrada en análisis para cercar el síntoma. un cambio teórico en Lacan. Comencemos por la repetición y el
objeto. Es la tesis del Seminario 11, Los cuatro conceptos funda-
El encuentro fallido mentales del psicoanálisis. La repetición no consiste en el retorno
de una necesidad sino de un encuentro fallido. Lo que exige la
hecho de que no es puntual sino que se repite. Es necesario poner la repetición, como encuentro fallido, hay dos dimensiones. Antes
en evidencia la articulación entre el síntoma y la repeticion para que nada el encuentro. Para que haya encuentro es necesario que
que haya entrada en análisis. Es el valor de las entrevistas prelimi- exista algo nuevo. Entonces no se encuentra lo mismo. Es la razón
nares cuya finalidad esencial es provocar el viraje del sufrimiento por la cual Lacan se refiere a la Tuché, como un acontecimiento,
al síntoma y para esto el sujeto debe percibir la dimensión de la término que usa para definir al síntoma. El trauma es causa del
repetición del síntoma. síntoma y acontecimiento del cuerpo, una inscripción en el cuerpo
que separa el goce del sujeto del goce del Otro. Es por esta vía que
Este momento requiere de la interpretación del analista y se tra- el sujeto se estructura como dividido. Entonces el punto de inicio
duce en rectificación subjetiva. La rectificación implica asumir la de la repetición es la inscripción de una marca fundamental, la que
216 responsabilidad en el desorden del que se queja y de percibir su anuda el significante al goce. Dicho de otro modo, no cualquier 217
significante se hace traumático para el sujeto. Más exactamente, lo es la pregunta por lo antiguo y por lo nuevo. Según la respuesta
que es fundador para el sujeto no es el significante sino un signifi- que demos, se concibe un análisis como una experiencia que no
cante especial que no representa al sujeto para otro significante. Se es una pura repetición. Voy a retomar el desarrollo que hace Lacan
trata de lo que Lacan extrae de Freud como el rasgo unario. Es este en el momento de los seminarios De un Otro al otro y El reverso
rasgo la marca traumática del sujeto que causa la repetición. ¿Cuál del psicoanálisis. La tesis de Lacan se refiere a un nuevo estatuto
es el resultado?. Una inscripción de lo inédito y de una falta ya que del saber, como lo expresa la fórmula “el saber medio de goce”.
la irrupción de goce corresponde a la inscripción de la ausencia
de objeto de satisfacción capaz de saturar esta falta. El objeto está Mientras que el lector acostumbrado a las elaboraciónes hechas
perdido, le falta compensar esta pérdida. Es con ese objetivo que por Lacan había seguido que el saber recubre lo que Freud designa
se servirá del fantasma que orienta la relación del sujeto al objeto con el término de elaboración, aquí se trata del saber como lo que
y determina la operación de ciframiento. precede la elaboración. El saber como elaboración es indicado por
Lacan con el S2. Esto quiere decir que el enigma es el S1 y el S2
El ciframiento es el trabajo inconsciente que intenta hacer pasar el es la respuesta al enigma. El S2 es la simbolización. Decir que
goce a lo simbólico. Pretende transformar el goce en significante. Lacan invierte su posición es decir que plantea la existencia de
Ahora, lo que es importante subrayar es lo que Lacan expresa: sólo un saber anterior a la elaboración y que no es un saber natural ni
la repetición introduce algo nuevo. Es una paradoja crucial que se está relacionado con el instinto. El saber al que se hace referencia
aclara con la idea de que la repetición introduce una dimensión es el saber inconsciente. Esto permite afirmar que lo natural es
fundadora. Lo que es nuevo en la repetición es la marca que la susceptible de conocimiento, no de saber. Y el instinto es un saber
condiciona. Lacan es formal cuando plantea que el rasgo unario es fijo y no pasa por el lenguaje. En cambio, la fórmula “saber medio
de lo que se marca la repetición como tal. Se observa que es nuevo de goce” indica la conjunción de un significante en el cuerpo como
en la medida en que instaura una singularidad. Lacan escribe el caus del goce e inductor de la repetición. Es un saber en el sentido
Uno de la repetición. El Uno está fundado por la marca del rasgo en el que orienta la búsqueda de goce del sujeto. Ese significante
unario. Esta marca engendra la repetición y tiene como efecto la se encarna en el cuerpo y, para Lacan, el rasgo unario que extrae
producción del sujeto. Con cada repetición hay un efecto sujeto. Es de la lectura del texto de Freud sobre todo de Psicología de las
la razón por la cual Lacan evoca la creación repetitiva. Vuelvo a la masas y análisis del yo. Sabemos que lo que cambia en Lacan es
dimensión de la repetición como necesaria, a otra dimension de la que el significante, en su inserción en el cuerpo, no se opone al
repetición como necesaria. Lacan lo formula en su texto La terce- goce sino que lo determina. La repetición, en esta perspectiva, está
ra: “lo real no cesa de repetirse”. Hay que poner en relación esta condicionada por el retorno de un goce que no busca ser descifrado.
constituye la esencia de su ser. Y para acostumbrarse la condición Planteo la necesidad de distinguir el retorno del goce ligado a la
es pasar por las vueltas de la demanda hasta el punto en el que el psicosis que no tiene que ver con la repetición, de un retorno de goce
sujeto, en transferencia, experimenta lo imposible. en la neurosis que está ligado a la repetición. La psicosis implica
un retorno de goce que es del orden de una retorno de lo mismo,
Entonces, lo real de la repetición concierne al objeto, lo imposible con forma de un goce en lo real, no simbolizable. Esto no quiere
con el partenaire pero también esta otra dimensión en la que con- decir que el sujeto padece de ese retorno siempre del mismo modo.
viene insistir que es la de un real propio a la estructura del sujeto. Puede haber un cambio en la posición del sujeto en relación con
Esta idea de un real propio al sujeto señala la existencia de un esos retornos. Esto no excluye que el retorno es del orden de un
punto de constancia, de invariable. Surge otra pregunta: ¿Lo real real que hace signo de modo idéntico. Esta clínica diferencial del
218 precede el análisis o es un efecto del análisis?. Observaremos que retorno de goce está condicionada por un esquema que podemos 219
considerar como la matriz del sujeto. Lacan lo construye en el el que engendra la repetición y la emergencia de un deseo. La
Seminario 16, De un Otro al otro y lo retoma en la Conferencia de repetición es la causa del deseo en el sentido de producirlo. Esto
Ginebra sobre el síntoma. Cada vez la referencia es la misma, el supone una condición: que la repetición sea puesta en perspectiva
caso del pequeño Hans. La idea es que la escena traumática que con la escena traumática, es lo que se produce en el análisis. Es lo
concierne un acontecimiento del cuerpo, sea una experiencia de que no se produce en la psicosis donde se constata que el retorno
goce, el pene en erección se articula con una cuestión que emerge de lo mismo atañe al retorno del significante que contiene un goce,
para el sujeto que involucra al deseo del Otro. Lo que hace a la a lo que se asocia lo imaginario en un mixto real-imaginario como
experiencia traumática es la conjunción de una irrupción de goce, viniendo del Otro. Esto se traduce, por ejemplo, por el retorno de
marca en el cuerpo y la constitución de un Otro del deseo. En este ciertas imágenes indelebles que se manifiestan en la psicosis sin
sentido, esta escena es fundadora de la diferencia del sujeto. La la deformación que caracteriza la represión.
psicosis tiene que ver con una disyunción entre la irrupción de goce
en el cuerpo y el deseo del Otro. Es esta disyunción la que conduce Es preciso aprehender que la escena traumática está caracterizada
al sujeto psicótico a concluir con una respuesta, allí donde, para por el hecho de que el sujeto experimenta la separación entre el
el neurótico, hay una pregunta. El sujeto psicótico responde por la cuerpo y el goce. El caso del pequeño Hans lo ejemplifica. Lacan
atribución de goce al Otro, a falta de lo cual queda en la perplejidad, sostenía que antes de la escena traumática el pequeño Hans es-
mientras que en la neurosis permanece como esencial la pregunta taba en la felicidad, lo que quiere decir que su cuerpo y su goce
hecha al principio, la del deseo del Otro. En consecuencia, hay una hacen Uno. Lo que es traumático es la introducción de un agujero
repetición sin Otro, es el caso del goce auto-érotico. Es específico al entre cuerpo y goce que el sujeto va a intentar suturar a lo largo
esquizofrénico. No corresponde al esquema del circuito pulsional. de su vida. Es allí donde se deciden las apuestas de las diferentes
Por otra parte, el Otro estár incluido en la repetición, es el caso de orientaciones analíticas. No es lo mismo pretender reparar la fisura
la paranoia. Pero lo que tiene en común con las otras formas de que separa el cuerpo del goce que radicalizarla. Aquí aparece lo
psicosis es la no-extraccción del objeto a. La repetición es un retorno esencial de la orientación lacaniana: ella no pretende abolir el goce
de goce, implica al Otro y necesita la pérdida del objeto a. Es a lo sino producir una alteridad que es la condición del acto analítico.
que apuntan las vueltas de la repetición: captar al objeto a que, Lo que hay que captar es que la repetición en la transferencia,
sin embargo, está perdido, lo que condena al sujeto al encuentro además de una pérdida de goce, contiene una dimensión que es
fallido. Es el esquema de la repetición. En la psicosis, los retornos la de un puntodonde se para, de puesta en evidencia, como Lacan
de goce no corresponden a ese esquema. lo formula en el Seminario 20, Aún por el hecho de que el falo
cesa de no escribirse. Dicho de otra manera, el falo se escribe.
pérdida de goce que determina que cada repetición comporte una cribirse” es solidaria de esta otra en El atolondradicho: “queda lo
diferencia con la precedente. Se advierte una doble dimensión: lo estable de la puesta en plano del falo, esto es, de la cinta, donde
real no cesa de repetirse y esto concierne a la repetición de la escena el analista encuentra su final…” (184).
traumática y, al mismo tiempo, es únicamente por la repetición que
hay una posibilidad de producir algo nuevo. Está explícito en el Son solidarias en esto: cuando Lacan conecta fin de analista (no
Seminario 16, De un Otro al otro, donde Lacan enuncia que lo que dice fin de análisis) y achatamiento del falo, dice que dejar de creer
funda la repetición es el hecho de que el Otro no es completo. Pero, que el falo existe tiene como consecuencia dejar de creer que el Otro
añade, que ella permite la inscripción y la emergencia del objeto a. puede proporcionarlo. El sujeto deja de buscar ser o tener el falo.
Es crucial y al mismo tiempo lógico. La percepción de la falta en el La inscripción del falo se articula con un dejar de pedirlo. Por dejar
220 Otro está en el origen de la búsqueda del Uno, y es este movimiento de creer y de pedirlo se debe agregar un indicio para asegurar que 221
el cese no es de pura ficción. Es lo que Lacan subraya en términos un análisis no es el hecho de que sea una dialéctica, sino que ella
de saber hacer con y saber ser. Por supuesto, esto no concierne va en el sentido del Uno de la identidad producido por la marca
al saber ser o tener el falo. Es un saber con la primera marca, la traumática. Esto prepara la idea de que el ser es el ser de goce.
del rasgo unario, que es lo que inaugura la serie de la repetición.
Que el fin de un análisis implique el saber hacer con eso, indica Finalmente, Lacan vuelve al término de exhaustivo para indicar
que se trata de una solución que difiere de la de acomodarse a la que el análisis no se limita a lo exhaustivo de las identificaciones.
repetición y a la de hacer como si. Lo nuevo, engendrado por la Su caída es un indicio de fin pero no es suficiente si la relación
repetición es en doble en realidad. Por una parte, se relaciona con del sujeto con el goce permanece idéntica. Hay una tentación a
la inscripción de una marca que determina una pérdida de goce que la salida del análisis se produzca con una identificación. Las
renovada a cada vuelta de la repetición por el hecho de que esta estructuras clínicas son una llamada desesperada a la identifica-
pérdida de goce afecta al sujeto. Del otro, saber hacer implica la ción resolutiva. Como prueba Lacan dice que una identificación
producción de un saber inédito que se traduce en una conducta inestable está en la base de la histeria y de la neurosis obsesiva.
inédita, una conducta que no sea semblante. Esto tiene que ver con En su Seminario 16, De un Otro al otro, dice que la histeria no
la dimensión sexual y explica por qué Lacan se sirvió del término se toma por la mujer y el obsesivo se niega a tomarse por el amo,
de autorización para evocar la posición del sujeto con respecto al él pide la autorización. Para el obsesivo, notamos que una salida
sexo y para designar el paso a la posición del analista. sería identificarse con el amo, salvo que esto implica un cambio
de goce. Donde había un goce del ceremonial y una demanda de
Nos autorizamos de un saber hacer que es la restricción de la autorización, el sujeto debe lograr autorizarse sin Otro.
repetición y supone un acto. Esto permite aprehender el destino
de la repetición en la orientación lacaniana. El horizonte es la pro- Es más complejo para la histeria porque existe la solución de iden-
ducción del acto, que el sujeto se haga analista o no. Es importante tificarse con el falo pero no existe la de identificarse con ser mujer.
subrayarlo cuando uno escucha que el fin del análisis implica la Es necesario esperar el Seminario 17, El reverso del psicoanálisis,
producción de un analista. Poner la conclusión del análisis en para que Lacan dé una salida a esta problemática porque la iden-
términos de autorización y de acto implica una concepción más tificación con el falo brinda una identificación identitaria donde
amplia, donde la salida de la cura no se reduce a hacer el paso una mujer encuentre la seguridad sobre el ser mujer a partir de
de devenir analista. una identificación. Esta no es la solución que Lacan articula, a
propósito de la histeria. En El reverso del psicoanálisis encontramos
Convendría contemplar una perspectiva constante adelantada esta fórmula enigmática: “La mujer le permite al goce osar llevar
ser que se consume en la repetición de Kierkegaard” (185). Con son abiertos en principio a esto, que hubiera renunciado al goce
la repetición que se consume, hay ya una idea de una pérdida cerrado, y extraño para la madre” (187). Cuando Lacan formula
de goce que hace necesaria la repetición. Por otra parte, en su la mujer es, antes de que adelante su fórmula, la mujer no existe.
enseñanza Lacan se apoya en esta noción para expresar que en Entonces con el Lacan de después, habría que leer una mujer en
la experiencia del análisis, el analizante consume al analista. La lugar de la mujer. Ahora: permitir “al goce osar llevar la máscara
segunda formulación corresponde al texto “Subversión del sujeto de la repetición”, muestra que Lacan valoriza la repetición porque
y dialéctica del deseo”, en el que replica a los reproches dirigidos es una condición para acceder a una nueva forma de goce. Surge
al análisis como experiencia intelectual y propone: “es inadmisible la pregunta: ¿Quién accede, según esta formulación, al goce?. Esto
que se nos impute estar engañados por un agotamiento puramente concierne a tres personas: el hombre con el que está, el hijo al que
222 dialéctico del ser” (186). De nuevo, lo que hace a la esencia de engendra y ella misma. 223
Mientras que Lacan nos acostumbra, más tarde, a la disyunción
madre-mujer, aquí, justo después de indicar que la mujer instituye
la mascarada, añade que enseña a su pequeño a desfilar. Además,
Letra y nominación
es una referencia implícita al niño ya que Lacan subraya que para
acceder al goce es necesario que hubiera renunciado al goce cer-
rado con la madre.
del inconsciente para un sujeto. Una cosa parece segura: creer en disfrazado, es lo que justifica un análisis, es decir, restituir el sentido
la conexión entre síntoma e inconsciente, creer que un síntoma que permanecía enigmático. Hay que observar que ya en Freud
quiere decir algo cuyo significado se escapa, es lo que prepara está la idea de que el trabajo de elaboración del inconsciente, el
Letra y nominación
la entrada a análisis, pero no su salida. Podemos deducir que la cifrado, es del orden de una escritura y que el desciframiento libera
relación del sujeto a la Otra escena, otro nombre del inconsciente un sentido. El analista interpreta lo que el inconsciente interpretó
para Freud, es lo que moviliza las formaciones del inconsciente en falsamente. Hay un límite en esta perspectiva, ya percibido por
la transferencia. Pero si Freud habla de convicción de la existencia, Freud cuando planteó que el inconsciente no es el equivalente de
esto quiere decir que una exigencia suplementaria se impone para lo reprimido. Privilegiando la perspectiva de la codificación y el
aportar la prueba del inconsciente. desciframiento, Lacan ordena, en un primer momento, la expe-
226 riencia en términos de lo simbólico pero abandona esta propuesta 227
de Freud que concierne la satisfacción ligada al ciframiento y al La interpretación analítica puede revelarse como el factor decisivo
desciframiento. Y será más tarde, tomando en cuenta el goce, que para introducir el sujeto a esta Otra escena. Se trata del inconsciente
podrá formular que hay un contador en el inconsciente (191), freudiano. Sin embargo, creo que Lacan, con la articulación entre
en el sentido de un personaje que garabatea cifras. Es decir, la real e inconsciente, va más allá del inconsciente freudiano. No me
contabilidad es el modo en el que el inconsciente atrapa el goce. parece anodino que sea en un texto relacionado con el Seminario
11, es decir, en el Prefacio a la edición inglesa del Seminario 11,
Retomo el tema de la prueba. Freud planteó el estatuto de hipótesis que Lacan sostenga esto tan crucial: “cuando el esp de un laps,
para el inconsciente, lo que Lacan mantuvo y que quiere decir que o sea, puesto que no escribo sino en francés, el espacio de un
la prueba de su existencia debe ser confirmada en cada análisis. lapsus, ya no tiene ningún alcance de sentido (o interpretación),
A propósito de la prueba del inconsciente, hay dos dimensiones sólo entonces uno está seguro de estar en el inconsciente.”(194).
sobre las cuales Lacan insiste: en primer lugar su formulación “el Si para Freud es el síntoma el que da prueba del inconsciente, La-
inconsciente es”. Se trata de una formulación que plantea una can se refiere al lapsus para demostrarlo. Pero Lacan va más lejos
existencia sin condición. Esto equivale a decir que el inconscien- porque toma una posición que consiste en plantear el inconsciente
te forma parte de la estructura del sujeto. Por otra parte, Lacan no como una formación, como en el caso del lapsus, sino como el
pregunta: “¿el inconsciente implica que se lo escuche?” (192). Es momento en el que el sentido del lapsus ha sido agotado puesto
la tesis del texto Televisión, prefigurada en otros textos en donde que se accede a que no esté más al alcance del sentido. Lacan
Lacan expresa que “los psicoanalistas forman parte del concepto invierte la posición clásica que consiste en atrapar el inconsciente
del inconsciente, puesto que constituyen aquello a lo que éste se con el sentido dado a lo que para el sujeto hace enigma.
dirige (193). Entonces ¿el inconsciente es o depende de que se le
escuche? Y si depende del Otro, del que escucha, ¿se trata de con- La prueba del inconsciente
cebir el estatuto del inconsciente como ficción relativa a la ficción de
la transferencia?. En lo absoluto. La lectura que hago es más bien La prueba de la existencia del inconsciente encuentra su condición
que no hay incompatibilidad entre sus dos formulaciones. Decir en el agotamiento del sentido. Observemos que no es que el sentido
que el inconsciente es, implica que forma parte de la estructura sea evacuado sino que es empujado hasta sus últimos límites, hasta
del sujeto. Es inherente a su constitución. De hecho, Lacan, en la producir la aversión del sentido, lo que es uno de los nombres de lo
conferencia de Ginebra sobre el síntoma, argumenta explícitamente real para Lacan. Con la perspectiva de alcanzar, en la experiencia
la condición de la existencia del inconsciente con el caso del pe- analítica, lo que estaría fuera de sentido, estamos ya en un más
queño Hans, cuando, frente a la irrupción del goce, se hace cargo allá de Freud. Es lo que formula en lo que sigue del Prefacio a la
del enigma suscitado por las palabras de su madre: “¿pero qué es edición inglesa del Seminario 11, citado anteriormente, cuando
esto?”. Decir que depende del Otro quiere decir que su carácter plantea que el psicoanálisis cambió. Da la razón de esto en una
no es fijo ni determinado de una vez por todas, el inconsciente es fórmula enigmática “El inconsciente, (que no es lo que se cree,
susceptible de cambiar con el análisis. Estas propuestas de Lacan yo digo: el inconsciente, es decir, real, sólo si se me cree)” (195).
Las marcas de un psicoanálisis
son decisivas. No es igual concebir el inconsciente como lo que En cuanto a la propuesta del inconsciente real, podríamos creer
hay que revelar con el retorno de lo reprimido -esto sería leer el que es un modo de decir, en un prefacio de Lacan en inglés, que
inconsciente- que admitir los efectos del análisis sobre el incons- existe el inconsciente. Es verdad, pero más interesante es lo que
Letra y nominación
ciente distintos al desciframiento. Aquí, sería más una producción Lacan llama el serial del límite. Es muy preciso, el serial del límite
que una revelación. Sería lo que se escribe en el inconsciente. Se es otra manera de nombrar lo real en oposición, como lo hace en
impone entonces precisar qué se entiende como efecto analítico el texto, a la hystoire [juego de palabras de Lacan entre histoira
sobre el inconsciente. Hay un exigible a la entrada. Es el cambio con i y con y para mostrar que la historia tiene una relación con
producido por la activación transferencial. Es necesario que las la hystérie, histeria] que es eterna. Se trata de un real preciso,
formaciones del inconsciente vengan al primer plano para que el no es lo real de la ciencia, no es lo real en la estructura, sino lo
228 sujeto articule su enigma. real, producto del discurso analítico. Lacan insistió en el hecho 229
de que hay que contar con el analista en la cura, en el sentido letra como puro significante expresa que es un significante fuera de
en el que éste cuenta en el devenir del inconsciente. De manera la cadena, desconectado del conjunto, un S1 aislado, lo que anticipa
más radical: podemos entender en la fórmula “el inconsciente su valor de real, en los años 70 y que se puede ejemplificar con
no es lo que creemos”, una revisión profunda del programa que el caso Joyce en la fórmula: “A letter, a litter”12. Lo que es central
Lacan traza para el psicoanálisis. Decía que no era anodino que desde la Carta robada es el poder de la letra. Este poder debe ser
lo diga en un texto que sirve de prefacio al Seminario 11, puesto distinguido de la indeterminación subjetiva, que es lo propio de la
que es ahí cuando plantea las bases de su nueva concepción del cadena significante inconsciente.
inconsciente. Resumo: lo crucial, que comienza a emerger en los
años 60, es saber si es posible acceder a una práctica de la palabra Efectos de la letra
o a lo que hace límite en el sentido. Ahora, en el Seminario 11,
Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis Lacan dice: Contrariamente a la definición de sujeto que es definición del si-
“nos vemos requeridos a decir en qué puede acabarse -diré, bajo gnificante, el significante es lo que representa al sujeto para otro
la forma de cantidad finita- la elaboración conceptual que se llama significante, la letra ejerce su poder como significante puro que,
el inconsciente” (196). Aunque este concepto sea abordado con además Lacan conecta con el inconsciente. Es por eso que Lacan
la formulación del “inconsciente estructurado como un lenguaje”, dijo que si el sujeto olvidó la carta, “pero la carta, al igual que el
en el horizonte de su programa, la cuestión a la que se apunta es inconsciente del neurótico, no lo olvida” (198). La letra manda y
la de las relaciones entre el inconsciente y lo real. transforma. ¿Cuáles son los rasgos de esta transformación? La letra
aparecerá como una escritura femenina. Pero Lacan va más lejos
Se trata de entender que el asunto de los límites en el sentido es la en este poder de transformación y designa la carta robada como lo
operación analítica, sus medios y su finalidad, quienes deben ser que transforma los rasgos de virilidad en “Odor di femina” (199).
modificados. Si Lacan abandona la tesis según la cual un análisis ¿Qué quiere decir esto, sino que la letra contiene la entrada de la
puede restituir por una palabra final la continuidad de una historia, mujer y prefigura en su efecto de feminización la relación con el
la pregunta que se hace pone término al enigma del inconsciente. goce?. Es la entrada de un goce heterogéneo. Lacan contempla aquí
Es el problema de saber qué sería un cierre del inconsciente que una perspectiva que no limita el análisis a leer en el inconsciente
no sea una resistencia transferencial. Es de anotar que el problema la relación al falo sino que apunta, según los términos de “La ins-
de los analistas que comienzan su práctica es cómo hacer para tancia de la letra”, al núcleo del ser. Pero todavía hay que entender
que el inconsciente se abra y se siga manifestando. Hay otro polo, el cambio introducido por el texto Lituratierra en donde la letra no
un problema atinente al final de un análisis, que atañe a todos, es abordada aquí en sus relaciones con la significacion sino con
y que es el del cierre del inconsciente y en qué casos este cierre el goce. Es la vertiente de la falta de sentido que Lacan trata de
corresponde a un final de análisis. Aquí aparece el estatuto que cernir, y es en ese lugar que sitúa la letra, como localización de
Lacan reserva a la letra como nominación. Lacan retoma, en su goce. ¿Cómo, por medio de una práctica que incluye el sentido,
texto Lituratierra (197), una orientación que ya había abierto con podemos acceder a la falta de sentido?. Y la referencia a Joyce se
Las marcas de un psicoanálisis
La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud vuelve esencial. Lacan argumenta que él no habría ganado nada
y La carta robada, es decir, la disyunción que opera entre escritura al hacer un análisis ya que va directamente a lo que se puede es-
y literatura, que podría ser una orientación general para la cura perar del psicoanálisis. Es una indicación preciosa sobre cómo la
Letra y nominación
analítica, pasar de la literatura a la escritura, pasar de la búsqueda represión y el inconsciente se atraviesan, mientras constatamos en
de significado a la letra como vehículo de goce. Observemos que ya la psicosis un lado sin obstáculo. No es sin inconsciente, pero no
en Función y campo de la palabra y del lenguaje, Lacan hace una es un inconsciente que se interpone. Por lo menos en ciertos casos.
referencia implícita a la letra cuando dice que lo que condiciona la
repetición del síntoma es una escena infantil escrita o cuando hace
equivaler el sueño como escritura. Pero es en La carta robada que
230 se encuentra lo que especifica a la letra como puro significante. La 12 N. del T. “Una lettra, una basura” 231
Lacan se sirve del término bifidité, bifidez (200), para designar esta de la metonimia de la falta-en-ser. En este sentido, hay una no-
función de la letra, separa goce y saber, falta de sentido y sentido, minación al final de la experiencia analítica. Una nominación que
muestra su carácter no recíproco y extranjero entre los dos. La letra no viene del Nombre-del-Padre y que anuda el saber producido
dibuja los bordes del agujero en el saber y es en ese lugar que La- en un análisis al goce, como resto irreductible del síntoma. Sería
can sitúa el goce. Aún más, la propuesta de Lacan es desunir letra el verdadero nombre propio del sujeto y, como para todo nombre
y significante. No hace equivaler la primera con el segundo, y no propio, forma parte de lo intraducible y lo ininterpretable porque
sostiene una primacía de la letra con el significante. La letra no es es sin significación.
primaria, es una consecuencia. Lacan inscribe la letra en un lugar
de borde que separa dos funciones: de un lado el saber, del otro Queda por verificar la validez del procedimiento, en el sentido en
el objeto a, el goce. El síntoma se vuelve una especie de mixtura el que lo sugiere el lógico Peter Strawson para quien un sistema
entre simbólico y real, mientras que el sentido depende del encer- de nominación se juzga de acuerdo con el éxito de su función. En
ramiento entre imaginario y simbólico. El recurso a la clínica que nuestro caso, sería el acceso a una identidad. Que la letra haga
los nudos borromeos figuran se vuelve esencial. En efecto, la idea identidad demuestra la coherencia de la elaboración de Lacan y es
de encerramiento implica la idea de una reducción. Para imaginar la respuesta a la pregunta que había introducido en “La instancia
la propuesta de Lacan, sería: cuanto más está atrancado el sentido, de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud”, a propósito
más real se hace un resto el síntoma, irreductible por cierto, pero de la falsa identidad. La letra es lo que no hace semblante. Es por
que no necesita ser intrepretado. Lo imposible puede ser entendido a eso que Lacan sostuvo que tenemos acceso a lo real únicamente
partir del devenir del síntoma en la cura, es decir, su reducción hasta por medio de la letra.
el punto en el que se vuelve equivalente a lo real. Sería coherente
plantear la equivalencia entre letra y síntoma al final de un análisis. Queda por saber si es posible sostener la identificación al síntoma
Lo que es explícito en el Seminario 22, R.S.I., en donde, como en al final de análisis mientras que el síntoma no deja de escribirse.
el Prefacio, Lacan escribe que el inconsciente es lo real y añade: La compatibilidad entre ambas propuestas viene del hecho de que
“no hay otra definición posible del inconsciente” (201). el síntoma no es más una fijación en el sentido freudiano, sino una
fijación en sentido lacaniano, es decir, un punto que le permite al
Es decir, el Seminario 22, R.S.I. permite por una parte avanzar sujeto arraigarse a una nueva modalidad de goce. La propuesta de
en la concepción del inconsciente como real, pone en conexión Lacan es que lo que no deja de escribirse en el síntoma depende
este real con lo real del síntoma, y finalmente establece un lazo de de la letra, lo que supone otra perspectiva para el síntoma que la
solidaridad entre la letra y el síntoma. En efecto, plantea la fun- de la búsqueda de la verdad.
ción del síntoma como el f(x). ¿Qué es la x?. Formula esto: “Es lo
que del Inconsciente puede traducirse por una letra en tanto que Concluyo que si hay un real en el momento de la entrada en
solamente en la letra la identidad de sí a sí está aislada de toda análisis, determinado por la fijación al síntoma, hay también un
cualidad” (202). En los mismos términos se refiere a la letra en la real a la salida, que es una identificación al síntoma. Que haya
Las marcas de un psicoanálisis
conferencia La tercera, en donde la identidad de sí a sí, propiedad un real de fin quiere decir que la salida a la fijación al síntoma no
de la letra, es lo que permite el acceso a lo real. La idea expresada significa la apertura a todos los goces. Se podría incluso postular
es la del inconsciente como escrito que no debe ser descifrado sino que el recorrido de un análisis es el pasaje de una fijación a otra.
Letra y nominación
que hay que reducir a su mínima expresión. De un cierto modo, El sujeto pasa de la fijación a la marca traumática a una fijación
podríamos sostener que la fórmula identidad de sí a sí, tiene una a la letra de su sintoma, lo que significa una marca inédita. Que
afinidad con la identificación al síntoma. Si la interpretación hace esta marca produzca un plus de ser es lo que nos toca demostrar.
retroceder el campo del síntoma, queda su marca irreductible que
tiene valor de nombre para el sujeto. La identidad de sí a sí da la
única identidad del sujeto. Es por la letra del síntoma que un sujeto
232 encuentra la fijeza de una posición en el ser que pueda extraerle 233
El más de ser
su deseo a propósito del pase. El dispositivo inventado por Lacan Pero sería injusto decir que para Freud la eficacia de un análisis se
dentro de una Escuela de psicoanálisis no sólo tenía por objeto la mide en el acceso a la verdad. Hay que comprender sus propias
evaluación del deseo del analista, sino, más ampliamente, la co- conclusiones en un texto capital, me refiero a Análisis terminable
municación de sus resultados a las sociedades analíticas y mucho e interminable. El cambio producido por un análisis en cuanto a la
El más de ser
más allá. Nadie aspiró hasta ahora a aplicar este programa. Dejo capacidad de trabajo y del amor -dos ejes subrayados por Freud que
aquí a un lado el examen de las razones de esta ausencia para permanecen- es una vía fundamental para determinar la eficacia
retener lo esencial: el pase permite atrapar en el après-coup, a analítica. Se vuelven decisivos los efectos de la cura con miras a
posteriori, la dimensión terapéutica de un análisis y responder el este cambio. Tenemos lo que se puede esperar de la dimensión
tema dejado en suspenso por Freud sobre lo que cambia para un terapéutica del análisis: el levantamiento de las inhibiciones, la
236 sujeto más allá del alivio de su síntoma. resolución de las angustias y la elucidación del síntoma. Por otra 237
parte, tenemos un más allá de la terapéutica cuando Freud se su síntoma, al nivel del pensamiento para el obsesivo, inscrito en
interroga sobre lo que constituye la diferencia de haber hecho la carne para la histeria por la revelación de la verdad que vehicula.
un análisis. Y allí Freud no se limita a postular el retorno hasta Fueron necesarios solamente cinco años a Lacan para rectificar esta
el punto de antes de la enfermedad (tesis clásica de la curación concepción y postula, en La Dirección de la cura y los principios de
en medicina) sino que postula la creación de un estado nuevo y su poder, “la incompatibilidad del deseo con la palabra” (204), debe
desconocido por el sujeto. inventar otra solución al deseo del sujeto que exige los medios de
la palabra pero no puede apuntar a la fórmula final que sería “este
Ya podemos deducir la eficacia en términos de beneficio terapéu- es mi deseo”. En el mismo sentido, la imposibilidad de atrapar la
tico, pero también percibir la existencia en Freud de una exigencia verdad toda y el estatuto de ficción que ella comporta, desplaza la
suplementaria para el psicoanálisis: la creación de un estado nuevo. opción de la práctica analítica hacia otras direcciones que la de la
¿Pero en qué consiste?. Creo que, si bien Freud no respondió a esta búsqueda de la verdad.
pregunta, su respuesta es deductible de la enseñanza de Lacan.
Es una de las razones fundamentales del descentramiento de la
Una cosa es cierta y sorprende a la lectura del texto Análisis ter- noción de sentido por parte de Lacan. En efecto, no se trata más
minable e interminable: los ejemplos clínicos que Freud da y que para Lacan de entregar el sentido del síntoma por medio del des-
conciernen al resultado de la experiencia, corresponden a mujeres ciframiento del deseo inconsciente, lo que fue una tesis en una
cuyo afecto de fin es el de la depresión. Hay que convenir que época de su enseñanza, sino de contemplar los beneficios del
esto no es muy convincente en términos de eficacia. ¿Quién podría psicoanálisis como práctica que pretende hacer emerger la falta de
prestarse a la experiencia analítica si lo que se le anuncie es que sentido. Sin embargo, este descentramiento está presente desde
al final de la cura lo que le espera es un estado depresivo?. Hay el principio de su enseñanza, a partir del concepto de sujeto y la
que anotar, por otra parte, que el final, para Freud, no es “todo distancia que esto supone sobre el término de individuo. Esto es
debe arreglarse”, lo que es una presuposición de armonía. Ciertos explicitado muy claramente en la génesis del Yo. La fórmula “Yo es
post-freudianos intentaron teorizarlo particularmente con la noción un otro” condiciona la dirección de la cura y muestra que el sujeto
de personalidad total, o con el acceso a un estadio genital, donde del inconsciente no se confunde con el individuo. Este punto es
finalmente el sujeto encuentra el objeto bueno que correspondería decisivo porque no es lo mismo fijar la noción de eficacia sobre el
a sus necesidades, su amor y su deseo. individuo que sobre el sujeto. La tesis del sujeto como determinado
por el significante tiene como consecuencia una concepción de la
La tesis freudiana del objeto profundamente perdido objeta a la eficacia en términos de lo simbólico. Entre el individuo y el sujeto
armonía como finalidad de la experiencia. ¿Hay que concluir en la hay toda la distancia que exista entre el sujeto del conocimiento
ineficacia del análisis, como lo sostienen las teorías cognitivo-com- que tiene que ver con el Yo y el sujeto del significante que tiene
portamentales o, más bien, en los límites de una dirección de la que ver con el inconsciente. Es un paso esencial presente en la
cura, que es orientada por el falo?. La invención de Lacan del objeto perspectiva freudiana y que implica el fin de la ilusión de la uni-
Las marcas de un psicoanálisis
a responde a esta cuestión y saca al análisis del callejón sin salida dad porque el sujeto permanece en una relación de excentricidad
de un todo fálico y permite otra salida que no sea la de la depresión con el Yo. La idea de Lévi-Strauss de un orden simbólico universal
del final. Se trata, por lo tanto, de demostrar que esta salida no como totalidad, le permite a Lacan dar una estructuración de la
responde a un entusiasmo ingenuo ni a una mística idealizante. experiencia analítica como un todo en términos de dialéctica que
El más de ser
Es verdad que durante un tiempo Lacan creyó en los poderes de puede terminarse en la completud.
la palabra hasta el punto de hacerlo una teoría del deseo compati-
ble con su nominación. El análisis, en esta perspectiva, es lo que En este sentido, y según la propuesta de Lacan sobre la metáfora
permitiría nombrar el deseo por el acceso a una palabra plena. paterna, sería posible sostener que para Lacan, en aquella época,
Ésta cambia el sujeto y lo hace diferente de lo que era antes. En la digamos hasta los años 60, la eficacia era asegurar, completar,
238 misma direccion, Lacan creyó que era posible liberar al sujeto de terminar lo que la metáfora paternal había realizado de modo 239
imperfecto. Se aseguraba que que el sujeto se orientaba hacia el para Lacan la castración es estructurante y determinante en la
falo, como significante al que dirige su deseo. Es lo que un cierto posición del sujeto frente a su deseo. ¿Qué quiere decir esto?. En
número de lectores retuvo de la enseñanza de Lacan y es la razón primer lugar, que la castración es la experiencia crucial que un
del acento puesto sobre el término de subjectivación. Es cierto sujeto hace en el momento de su infancia y que ordena a posteriori
que se trata de una dimensión crucial en la experiencia analítica. lo que pudo vivir antes y es la marca que condiciona lo que hará
La subjectivación implica pasar de la falta atribuida al otro a la de su existencia.
asunción de la falta por parte del Yo.
Es la falta constitutiva del deseo pero no se inscribe de una vez y
Esta perspectiva corresponde al lugar que Lacan había reservado para siempre. Es la razón por la cual Lacan se sirve también de
a lo simbólico y su primacía sobre lo imaginario. Lacan opera una este término para designar el análisis. La fórmula “asunción de la
inversión en relación con la teoría del desarrollo ya que supone castración” es explícita. Para ser asumida, hace falta que la cas-
una tipicidad definida de antemano sobre qué se quiere obtener. tración esté allí. Situemos dos dimensiones de la castración. Como
La eficacia de lo simbólico supone atrapar el lugar del sujeto en las momento inaugural, es constitutiva del sujeto, como producto de
coordenadas de su historia. Y esta concepción es solidaria de la un análisis, permite atrapar el deseo. Para Lacan la castración es
idea que Lacan se hace en aquella época a propósito del incons- motor de deseo más bien que roca. Y esto da una visión de conjunto
ciente, bien sea puesto como capítulo censurado por la historia o de cómo se puede enfocar la eficacia del psicoanálisis sin limitar
como discurso del otro. Así, el psicoanálisis es lo que le permitiría su acción al registro de la búsqueda del falo y las dificultades que
a un sujeto encontrar un lugar para su deseo que se inscribe en el surgen. Se trata de darse cuenta de que la eficacia tiene que ver
orden de las generaciones. con una radicalización. La castración que el sujeto intenta evitar,
taponar, no saber nada sobre eso, el psicoanálisis la revela, el agu-
El viraje teórico de Lacan jero la pone en evidencia. Es la condición para producir un deseo
inédito. Extraña experiencia la del psicoanálisis que, para obtener
La constatación hecha por Lacan del punto de falta en lo simbólico, el efecto esperado, apunta a radicalizar aquello de lo que el sujeto
el significante que estructuralmente falta en el otro, exige un viraje pide deshacerse.
en la doctrina con consecuencias para la dirección de la cura.
La teorización del objeto a es lo que responde a este cambio de Porque la demanda de análisis parte de alguien que experimenta
perspectiva. Esto concierne a la causa del deseo y al uso que un la falta-en-ser. Puede tratarse, también, si llega el caso, de una
sujeto ha hecho antes, durante y después de un análisis. Pues, si falta de tener pero que en definitiva se traduce por la experiencia
Lacan desplaza el centro de gravedad de un análisis acerca de lo de algo que se sustrae al ser. Esto está en el fundamento de la
simbólico, es en la medida en que se da cuenta de que las palabras transferencia. La transferencia, como la producción de un sujeto
encuentran un límite, ese delante de lo cual se detienen: lo real. supuesto saber, constituye la espera para un sujeto de acceder a
Este término, implícito ya en la fórmula “corazón del ser” (205), es un suplemento de ser proporcionado por el otro, el analista.
Las marcas de un psicoanálisis
El más de ser
razón de la objeción de Lacan en distinguir entre un análisis tera-
Es cierto que Lacan no cambió en cuanto al término que designa péutico y un análisis didáctico. Postula “el psicoanálisis didáctico”,
la falla estructural del sujeto, a saber, la castración. Sin embargo, él dice que necesariamente en todo análisis, que se trate de un
hay que anotar que este término no recubre lo que Freud había candidato a ocupar el lugar de analista o del de todo aquel que
avanzado. Si para Freud, la castración es un punto límite, roca venga, hay una dimensión que incluye lo epistémico: el sujeto se
240 infranqueable que el sujeto encuentra al término de la cura analítica, instruye de su saber inconsciente. Esta perspectiva corresponde 241
a un nivel no despreciable de la eficacia analítica. Se produce un Este objeto está al principio del lado del sujeto, y si el analista está
cambio para un sujeto que, en lo sucesivo, dispone de un saber consagrado a encarnarlo es por la operación de la transferencia. En
advertido. Observemos este hecho clínico: el sujeto dice que el efecto, está al principio por el hecho del fantasma: S (barrado) <>
hecho de saber no le impide mantener el mismo esquema que está a. Y el sujeto se sirve del fantasma para evitar el signo de lo real.
en la base de la repetición de sus acciones.
Efectos sobre la formación del analista
En efecto, un plus es exigido del análisis, que no es un saber de más
sino un cambio al nivel del ser. Proponemos que es en esta vuelta Es lo que hace la diferencia radical entre un análisis y otras prácticas
de demás que se sitúa el verdadero alcance de la eficacia de la cura de la palabra (todas las psicoterapias confundidas, hasta las de
lacaniana. Este alcance toma su relieve en el concepto de goce y inspiración analítica), que el análisis es una experiencia original y,
la definición que Lacan da del síntoma al final de su enseñanza y como lo formula Lacan, a propósito el objeto a: “no es deducible
que concierne a la modalidad particular de gozar del inconsciente. sino en la medida del psicoanálisis de cada uno” (209). Que Lacan
Se trata, desde entonces, de demostrar en qué un análisis pudo condicione su deducción a la experiencia analítica, es para indi-
perturbar el programa de goce del sujeto. Es lo que Lacan propone car que no se trata de un saber teórico (contrariamente como lo
al final del Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales recordé en el discurso del amo), sino un saber relativo al paso por
del psicoanálisis, antes de la creación de la Escuela freudiana de la cura. Esto explica la insistencia de Lacan, a propósito del objeto
París, y que constituye el verdadero programa de evaluación de la a: “pocos psicoanalistas lo manipulan bien, aun debiéndola a mi
experiencia analítica: saber “¿cómo puede vivir la pulsión un su- seminario” (210). Lacan da todo el relieve a la experiencia analítica
jeto que ha atravesado la fantasía radical? (206). Esta propuesta y al hecho de que nada compensa lo que el analizante no obtuvo
precede y prepara su primer texto capital sobre el pase: Propuesta de su propia cura. Y es allí que podemos abordar, sin vacilar, el
sobre el psicoanalista de la Escuela. Lo que cambia en el montaje tema de la eficacia en el psicoanálisis y sobre todo la incidencia
pulsional concierne al efecto radical de lo que se puede esperar de del análisis en la formación del psicoanalista.
un análisis llevado hasta su término. Instruirse del inconsciente y
asociar un cambio pulsional correspondería a proponer la eficacia Me parece que cuando Lacan dice que un saber que concierne a su
didáctica del análisis. manejo se adquiere en la cura, retoma lo esbozado en sus Escritos
cuando expresa que: “quien no sabe llevar sus análisis didácticos
Recapitulemos sobre qué es lo que Lacan perpetúa de Freud. Lo hasta este viraje donde se manifiesta con temblor que todas las
que permanece esencial en relación a la perspectiva freudiana demandas que se han articulado en el análisis, y más que ninguna
es que el inconsciente puede ser alcanzado. Sin embargo, Feud otra aquella que estuvo en su comienzo, la de convertirse en ana-
postula la idea de una represión originaria, de un desciframiento lista, y que llega entonces a su plazo, no eran sino transferencias
estructuralmente inagotable y entrevee que el inconsciente deja un destinadas a manetner en su lugar un deseo inestable o dudoso en
punto de suspensión. Es todo el interés del lugar que se reserva, su problemática ese no sabe nada de lo que se necesita obtener del
Las marcas de un psicoanálisis
en la teoría y en la práctica lacaniana, al objeto a. Si el objeto a sujeto para que pueda asegurar la dirección de un análisis, o tan solo
no es idéntico a lo real, en el sentido donde no es lo real, él es lo hacer en él una interpretación con conocimiento de causa” (211).
que lo recubre. Entonces, no hay otro medio de acceso a lo real La posición de Lacan es radical, el psicoanálisis no es concebido
último de un sujeto si no es por intermedio de este objeto. Lacan en términos de una evolución progresiva sino que supone un más
El más de ser
enuncia que: la posición del psicoanalista, “es sustancialmente el allá de un viraje y es únicamente allí que podemos aprehender la
objeto a (207)”. Esto quiere decir que debe encarnar, representar, diferencia entre alguien que hizo un análisis y cualquiera otro (es
lo que constituye la parte más opaca, rechazada por el analizante. la postura de Freud, que se citó anteriormente).
Es decir, “el objeto a (…) que es la trama -l’enjeu- del acto psicoa-
nalítico” (208). Es fundamental distinguir dos dimensiones de la eficacia en psi-
242 coanálisis, una que es terapéutica y la otra que va más allá. En 243
lo que tiene que ver con la primera, bastaría escuchar a los que psicoanálisis es de orden paradójico?. Cuanto más accede a la falta,
hicieron la experiencia de un psicoanálisis. Para las neuróticos, a su destitución como sujeto, más ve producirse un efecto de ser
lo que dicen, permite deducir el carácter benéfico al nivel de las que Lacan no dudó en designar con el término de metamorfosis.
inhibiciones, las angustias, los síntomas y permiten al sujeto otra
orientación de su deseo inconsciente. Más ampliamente, para un La paradoja tiene que ver con el hecho de que la eficacia encuentra
número importante de psicóticos, le da una identificación, un lugar su soporte en un tratamiento específico de la falta del ser, que no
en el mundo y produce otra adecuación del goce. En cuanto a la es el compromiso razonable o la reconciliación, sino la radicaliza-
dimensión que va más allá, vuelvo a lo que la experiencia del pase ción de la división subjetiva. Es justo, llevando ésta a su extremo,
aclara. Colette Soler comentó que la serie de términos de la que que el sujeto pueda tener una esbozo de percepción de lo real,
se sirvió Lacan para designar el estado último de un sujeto al final indispensable para su posición como sujeto del deseo y para su
de trayecto analítico, se percibe como una connotación negativa: posición como analista.
asumir la castración, la desidentificación (la caída de las identifi-
caciones), la negativización del goce, la destitución subjetiva. No Hay que situar el término de imposible que Lacan conectó a lo
es palpitante para un futuro analizante si se exalta la experiencia real, no es el deseo imposible y el deseo del analista no puede
con estos términos, a menos que no tuvieran forzosamente una ser desear lo imposible. Más precisamente, si propone el término
connotación negativa, en cuyo caso valdría aclararlo. Habría que de imposible como horizonte de un análisis es en la medida en
retomar la fórmula de la falta-en-ser. Es verdad que para Lacan, que lo imposible es el límite necesario para ordenar el deseo. Es
la falta es la raíz del deseo y, por consiguiente, la falta-en-ser es explícito cuando, a propósito de los tres imposibles: del sentido, de
constitutiva de la estructura deseante del sujeto. la significación y del sexo, concluye que “con todo esto, el sujeto,
sabrá hacerse una conducta, más de una, las hay a montones”
Esta falta es también lo que empuja a un sujeto a emprender un (213). Notemos pues que no se trata de la prueba de lo imposible
análisis. Es una falta que alude a la indeterminación y lo que de- sino más bien de “presionar lo imposible hasta sus últimas posi-
muestra la experiencia del dispositivo del pase es que un sujeto no ciones” (214), y que no hay conducta tipo frente a lo imposible,
está más en la indeterminación sino en la certeza. Es decir, cómo porque es una decisión del sujeto que es requerida. Tiene que ver
pasó de la clínica de la pregunta, a un discurso sostenido por la con un viraje en la cura donde el sujeto consiente lo que queda
afirmación. Esto no quiere decir que no haya más preguntas para de incurable en el síntoma. Es el momento en el que se produce
el sujeto, sino que éste no se siente empujado más a encontrar el viraje de la impotencia a lo imposible. Entonces no basta con
la respuesta en el interlocutor. No es fácil obtener esto y Lacan lo que el sujeto haga la constatación de este imposible, sino que se
subraya, a propósito de la demanda en el párrafo del texto La di- haga una conducta que no va sin el bien decir. Subrayemos que
rección de la cura y los principios de su poder. Más radicalmente, “hacerse una conducta” hace del psicoanálisis una práctica que
enfocaremos la castración no como una roca sino como un vacío no está desligada de la eficacia, una eficacia especial que no tiene
cavado que acentúa las condiciones del deseo y que, además, lo que ver con la aplicación del protocolo.
Las marcas de un psicoanálisis
El más de ser
tible que concierne al goce. De lo que se trata es de producir una es soporte del deseo, pero marcado por las intermitencias o su
identificación a su propio goce. Es una dimensión que privilegia al desvanecimiento, en resumen, la inestabilidad de este deseo. La
punto que la enuncia, a propósito del la nominación del A.E., en el pregunta que aparece es la del soporte del deseo inédito produ-
pase: la relación del sujeto al goce (212). Es cierto que el análisis cido por la experiencia analítica. Depende de un decir, efecto del
saca al sujeto de la indeterminación y la certeza producida concierne inconsciente, que si él no nombra este deseo, atrapa su causa
244 a su ser. ¿Cómo pues no reconocer que la eficacia verdadera en el y determina la conducta de un sujeto frente a lo imposible de la 245
estructura. El tiempo del análisis yace entre la falta-en-ser como ser condición de emergencia de un decir. Es cierto, la falta-en-ser
soporte de la demanda dirigida al analista con el fin de que pro- es soporte del deseo, pero marcado por las intermitencias o su
duzca el complemento de ser y la falla de donde nace el ser. Esto desvanecimiento, en resumén, la inestabilidad de este deseo. La
supone que el análisis sea una práctica que acosa lo real por la pregunta que aparece es la del soporte del deseo inédito produ-
revelación de las identificaciones hasta la vacilación del fantasma. cido por la experiencia analítica. Depende de un decir, efecto del
¿A qué es lo que se apunta en la désidentificación (caída de las inconsciente, que si en efecto él no nombra este deseo, atrapa su
identificaciones) del sujeto al final de la experiencia analítica?. Es causa y determina la conducta de un sujeto frente a lo imposible
la percepción de un real que sea soporte de un nuevo deseo. Y de la estructura. El tiempo del análisis yace entre la falta-en-ser
este deseo podrá funcionar como otra suplencia que aquella que como soporte de la demanda dirigida al analista con el fin de que
encuentra su apoyo en el fantasma. Es la diferencia entre un deseo produzca el complemento de ser y la falla de donde nace el ser.
del sujeto y un deseo que prueba la eficacia del análisis. Esto supone que el análisis sea una práctica que acosa lo real por
la revelación de las identificaciones hasta la vacilación del fantas-
No podemos concluir sin la referencia al tiempo que participa en ma. ¿A qué es lo que se apunta en la désidentificación (caida de
los criterios habituales de evaluación de la eficacia. Por supuesto, las identificaiones) del sujeto al final de la experiencia analítica?.
el psicoanálisis no opera sin el tiempo. Es el tiempo de un cambio Es la percepción de un real que sea soporte de un nuevo deseo. Y
discursivo que permite al sujeto salir de la búsqueda de una norma. este deseo podrá funcionar como otra suplencia que aquella que
Esto supone un cierto número de vueltas en la cura analítica que se encuentra su apoyo en el fantasma. Es la diferencia entre un deseo
traducen al final en efecto de ser. Lacan lo formuló de diversas mane- del sujeto y un deseo que prueba la eficacia del análisis.
ras, particularmente a propósito del efecto de ser de la interpretación
que opera al caer de costado, no en el lugar justo, es decir “dónde se En definitiva, me parece esencial hacer valer la cuestión de la
hace el ser” (215). Pero más radicalmente, creo que Lacan se refiere duración del análisis y su articulación con la eficacia. Durante
así a las finalidades de la experiencia analítica: “mi experiencia no mucho tiempo se criticó la larga duración de una cura analítica y se
toca al ser sino para hacerlo nacer de la falla que produce el ente puso este factor en favor de la ineficacia del psicoanálisis. Cuando
de decirse” (216). Cómo no ver allí que el análisis, produciendo dijo que “el tiempo que sea necesario para hacerse al ser”, Lacan
un decir que queda de los dichos del analizante, fuerza la falla de da una fórmula que explicita el tiempo necesario, no sólo para la
la estructura de donde se efectúa el efecto de ser sobre el sujeto. resolución de un síntoma sino para que se produzca un cambio
radical en la posición subjetiva. No es seguro que un sujeto pida
En la misma perspectiva, para figurar el número de vueltas necesa- este cambio a la entrada de un análisis. Pero un análisis no llega
rias, Lacan acude a la imagen de la torre de Jericó y a “la eficacia de a su término sin la actualización de las demandas que sostienen el
los golpes de glotis”. Allí, no estamos completamente en los dichos deseo inestable del sujeto. Así, el sujeto que articula sus demandas
de la interpretación sino en una intervención que fuerza lo real (217). hasta las más regresivas, puede separarse de la primera demanda
e, incluso, olvidarla. También es seguro que un sujeto puede no
Las marcas de un psicoanálisis
Desde entonces, podríamos sacar incluso una concepción de la satisfacerse con un alivio sintomático. En este caso, un análisis
eficacia de la clínica lacaniana que incluye la dimensión del tiempo. queda como la sola oportunidad posible de acceder al real último
Notemos en efecto que Lacan correlaciona la duración de un análisis del sujeto. Es en esta operación sobre lo real, y lo que cambia para
a la producción del efecto de ser. Así, cuando postula que “le es un sujeto, que se realiza la eficacia verdadera del análisis, frente a
El más de ser
necesario el tiempo de hacerse para ser” (218) para especificar la cual ninguna otra práctica de palabra está a la altura.
este tiempo que hace falta en la cura, añade: “ahí reside la falla
con que se dice el ser” (219).
249
El verdadero viaje
El verdadero viaje
asunción, cuando define la conclusión de la experiencia analítica porque es necesario que se haya acercado al decir de su análisis. La
en términos de asunción de la castración. Si Lacan abandona, más cuestión es crucial en el momento en el que se interroga la garantía
tarde, el término de asunción es porque pone demasiado énfasis en analítica. El decir del análisis se vuelve una marca, si no la única,
una decisión emanada de una voluntad, mientras que se trata de por lo menos la más fundamental de la calificación analítica. Por
poner en conexión los segumientos del análisis con la posición del ello se comprende por qué Lacan dice, sobre el fin de la experiencia,
sujeto, en el sentido de las consecuencias de un análisis, ligadas que el sujeto, después de haber producido lo imposible del sentido,
252 a las elecciones inconscientes. de la significación y del sexo: “sabrá hacerse una conducta” (224). 253
Que haya tantas conductas como él dice prueba que no hay una del analista, más bien, el decir del análisis o, según los términos de
conducta modelo, y él “sabrá hacerse” indica claramente que hay la época, “la cifra de su destino mortal (226)”.
un salto entre lo que pasó en la cura y la que será su nueva posi-
ción en el mundo. Este salto necesita el saber, efecto del análisis, Nominación del real
es su dimensión epistémica, pero indica también el fracaso del
saber hacer anterior al final. La necesidad es un saber hacer nue- Esta cifra, que anticipa sobre lo indescifrable del síntoma pero
vo. Él lo formula en la misma perspectiva en el “Informe del acto”, también en el ser de goce, incluso sobre lalangue, no constituye
donde sostiene que es del acto analítico que toman su esencia las la palabra del final. La cifra es puesta como condición del final.
conductas del sujeto. La formulación converge también sobre lo que más tarde será la
nominación del real, verdadero nombre propio del hablanteser.
Además, “hacerse una conducta” no se puede separar de “hacer- Pero, y toda la cuestión está allí, el final está más bien marcado
se”, formulación de Lacan para designar el montaje de la pulsión. por lo que Lacan dice luego. La continuación es aquella que se le
“Hacerse una conducta” tiene que considerarse como la respuesta da al “tú eres esto”. El asunto es lo que viene luego de la nomina-
al programa trazado desde el final del Seminario 11, Los cuatro ción de lo real. Es lo que Lacan, en el texto El estadio del espejo,
conceptos fundamentales del psicoanálisis: ¿Cómo vive un sujeto indica justo después, donde expone cuál es la lógica de una serie
la pulsión después de fin del análisis? (225). Pero también “hacerse analítica. Cito a Lacan: “pero no está en nuestro solo poder de
una conducta” se sitúa en la perspectiva de la lectura de Lacan pro- prácticantes el conducirlo hasta ese momento en que empieza el
puesto en “Wo es war soll ich werden” en términos de “Es mi deber verdadero viaje (227). Existe la idea de un momento de fin que
que yo venga a ser” que indica que uno no puede conformar su ser excluye toda promesa porque el verdadero viaje no es únicamente
en dos acciones que se orientan en sentido contrario. Ahora, si en del resorte del analista. El analista acompaña, según los términos
“El atolondradicho” aborda de modo explícito el final de análisis, de Lacan de la época, es decir, sostiene el deseo hasta la revelación
no encontramos una sola observación explícita en lo atinente al del núcleo que hace la particularidad del sujeto. Pero, una vez que
deseo del analista, lo que exige una interpretación. Lacan ya había el sujeto accedió a este momento, él puede muy bien continuar
fundado su Escuela, e introduce el dispositivo del pase y, excepto la su camino, o bien comenzar “el verdadero viaje”. Un viaje que no
citación que el decir de Freud hace formación, la cuestión del deseo evita la castración, ésta es el tiquete de entrada.
del analista está ausente. ¿Es que él descuida la pregunta?. Sostengo
el hecho de que, aunque Lacan hubiera inventado el pase, esto no Por otra parte, mucho más tarde, Lacan articula la experiencia
quiere decir que él ha hecho de éste la finalidad de un análisis y del análisis en su relación de viaje y la hace un tema central en el
que su punto de horizonte permanece en saber cómo un análisis Seminario 21, Los no incautos yerran (228). Lo que se despeja
puede transformar la vida de un sujeto. Que algunos se sirvan del aquí es la idea de un viaje imaginario del sujeto con el otro, él o la
decir del análisis para hacerse analista es su asunto. Por supuesto, que es puesto en el lugar de partenaire. Lacan se sirve, en efecto
se trata de crear las condiciones para garantizar que aquellos que de expresiones que definen al partenaire como el otro “compañero
Las marcas de un psicoanálisis
hicieron del análisis su asunto sostengan este discurso, pero esto de camino”, o el otro con el que “uno hace una parte del camino
indica que el final, en el sentido de la conclusión, pero también de la juntos”. Este viaje, Viator, según la formulación de Lacan, corres-
finalidad, no es la producción de un analista sino lo que un análisis ponde a un viaje marcado por la errancia.
El verdadero viaje
puede cambiar en la vida de alguien. Y como estoy en la cuestión
de las constantes, conviene que justifique mi título, “El verdadero Los no incautos yerran concierne a aquellos para los que la vida
viaje”, que no es una fórmula poética, sino parte de una citación de es un viaje sobre la tierra, marcado por lo imaginario, a lo que
Lacan sobre el final del análisis desde su texto El estadio del espejo. Lacan opone la ética del análisis como una ética del engañado.
Lacan propone la perspectiva del final del análisis en términos de Es haciéndose engañar por el inconsciente, es decir, engañado de
acompañamiento por parte del analista, hasta el límite éxtasis del la estructura, que el sujeto tiene una posibilidad de entrar a otra
254 lado del analizante, del “tú eres esto”. El “tú eres esto” no es el dicho perspectiva que la de un viaje imaginario, Viator, que Lacan no 255
vacila en correlacionar con la dimensión del amor cristiano. En este Los usos del síntoma
sentido, el viaje tiene que considerarse según la perspectiva de un
cambio en el amor y el paso a un amor que no está centrado más Es verdad que Joyce es puesto por Lacan como modelo en el sentido
sobre la reciprocidad y que encuentra su salida en el consentimiento en que consiguió hacer uso de la trama, con el fin de que se vuelva
del sujeto a la contingencia. Las formulaciones “el verdadero viaje”, el entramado. La trama, es lalangue, el entramado es el uso que
“vivir la pulsión” o “sabrá hacerse una conducta”, van en la misma se hace. Llevar lalangue hasta lo inanalizable, es el uso, es decir,
perspectiva, la de un uso nuevo por el sujeto de las significantes un saber hacer muy particular. Hay una finalidad general para el
de su historia. Convendría también anotar que saber hacer con el análisis, la de un saber hacer con la trama, hasta ahí es Joyce el
síntoma constituye la salida lógica de lo que Lacan formula como modelo, pero es un saber hacer que exige el acto del lado del sujeto,
posición subjetiva en las estructuras clínicas. Así, muy temprano, y allí Joyce no es más un modelo. Porque a falta del acto, el sujeto
evoca el uso del fantasma en cada una de las estructuras clínicas pudo experimentar el inconsciente real, pero no hay un nuevo uso
pero más ampliamente enuncia que disponer de un significante no de su síntoma. Se perciben los riesgos. Evoco uno, subrayado por
asegura su uso. Lacan, el de ser el robot-analista y que concierne a aquellos que
no accedieron a la forma más elaborada del saber, es decir, el no
Así, podemos disponer del Nombre-del-Padre pero no movilizarlo, saber. Y comprendemos por qué, sin un uso particular del saber
tesis del Seminario Las Formaciones del inconsciente, y al contra- que incluye el no saber, el analista se hace el funcionario de un
rio, veinte años más tarde forja la idea de un saber hacer más allá discurso. Por el decir sobre su análisis el analista se hace objeto
del padre con su formulación: “Pero si el psicoanálisis prospera, para su analizante sin caer en una función de robot y asegura que
prueba además que se puede prescindir del Nombre-del-Padre. Se el mensaje de Lacan permanezca como una chispa y no caiga en
puede prescindir de él con la condición de utilizarlo (229)”. Ir más una conservación formal. Podríamos sostener que lo mismo que
allá es solidario de la necesidad de una responsabilidad sexual que el acto no funciona como predicado y que de él se sabe sólo por
Lacan pone, lo mismo que para el paso a ser analista, en términos sus consecuencias, ninguna manifestación del inconsciente real
de autorización. Esto indica que el fin del análisis, que éste sea por puede tomarse como predicado de fin.
la fórmula de goce o por la extracción de las palabras de lalangue,
identidad de la letra o el inconsciente real, esto no es suficiente Abordo un último punto en relación con lo anterior: por qué, mien-
para mí para designar la identificación al síntoma. tras que Lacan aborde la cuestión del acto analítico y sus efectos,
en el texto Informe del Seminario El acto psicoanalítico pero tam-
Porque si se limita la identificación al síntoma, justo al reco- bién en El Atolondradicho, hace referencia de modo explícita al
nocimiento de la letra del síntoma, estaremos seguros sobre la neurótico? En El informe, indica los beneficios para el neurótico “de
integración por el sujeto de lo que hace goce opaco en su vida. haber hecho de la castración (230)”. En El Atolondradicho es para
Pero, ¿estaríamos en el momento en el que comienza el verdadero señalar el fin del análisis y el achatamiesto del falo en el neurótico.
viaje? Observen que lo mismo que Lacan dice “sabrá hacerse una Esto nos señala por lo menos, que la psicosis nos instruye sobre
Las marcas de un psicoanálisis
conducta” en el momento en el que dice: “lo imposible de la relación muchas cosas y nos ayuda a atrapar las salidas a los obtaculos
entre los sexos”, y concluye con el saber hacer con el síntoma. Es en esta estructura. Sin embargo, para mostrar el devenir de la
decir, la identificación al síntoma es el resorte del verdadero viaje, neurosis en análisis el modelo de Lacan es el de la neurosis. Es
El verdadero viaje
a condición de un saber hacer de otro modo en el lazo con el otro. cierto que hay en Lacan una perspectiva que pone el énfasis del
Poder dejar al padre de lado a condición de servirse de él, reenvía final de análisis según el modelo joyciano, cuando Lacan evoca
estrictamente a un saber hacer que, en el caso del análisis, no se que Joyce va “derecho a lo mejor de lo que se puede esperar del
limita a continuar el camino que es el de nuestro destino. En el psicoanálisis en su fin” (231). Sin embargo, conviene captar una
fondo, es un saber hacer nuevo con nuestro destino y para esto no distinción esencial. Si Joyce se hace ser un libro, el arte de Joyce
hay privilegio de una estructura clínica sobre otra. constituye, contrariamente a un saber nuevo, un trabajo en curso,
256 el modelo de un progreso continuo. 257
Es el modelo de un saber hacer sin discontinuidad, donde la palabra
se hace cada vez más impuesta y es lo que hace la coherencia,
como Lacan la muestra, desde sus primeros escritos en Finnegans
Las marcas
Wake, pasando por El retrato del joven hombre artista. Es sorpren-
dente que Lacan evoque la continuidad mientras que Finnegans de la interpretación
Wake parece tan ilegible al lado de los primeros trabajos. La razón
es que el saber hacer estaba ya allí. Luego, no hay para él un mo-
mento a partir del cual comienza el verdadero viaje. Ni siquiera
cuando fija las coordenadas de su viaje, donde invoca, antes de
dejar Irlanda, el padre como “artificer”13 (232).
que, sin la marca del viraje del fin de análisis es imposible que
quien decida ocupar el lugar del analista haga una interpretación
justa. ¿Qué es lo que justifica esta posicion de Lacan?. Es lo
que él no explica, y voy a intentar responder a eso. Justifico mi
cuestión a partir de esto: ¿si el inconsciente es un enigma que
hay que descubrir, si se trata de atrapar los significados latentes,
incluso de dar un sentido a lo insensato de los comportamientos
del sujeto, ¿por qué es exigible del analista que empuje su análisis
13 N. del A. Lacan mantiene aquí el uso del término en inglés que remite al fabricante
hasta su fin para estar en condiciones de dar una interpretación
258 de las piezas. con discernimiento? 259
Partamos de un hecho de experiencia bastante general: los ana- cada caso. Deducimos en estos ejemplos, el del niño intérprete,
listas en formación, en el momento del control, al principio por lo o el de el analizante que formula su demanda de análisis, que la
menos, pueden evocar que logran escuchar, que hacen pregun- interpretación sirve para rectificar las referencias de las que se sirve
tas, pero que no saben bien, que les da dificultad saber cuándo y un sujeto para situarse. Se podría agregar que uno puede servirse
cómo interpretar. Es verdad, podemos servirnos del control para del control para rectificar la posición del analista en la cura. Ahora,
leer el inconsciente de sus analizantes, sin embargo, si se sigue cuando decimos rectificar la localización no significa que se trata
la observación de Lacan, ella no dice que el control pueda suplir de cambiar un sentido para dar otro sentido. Quiere decir que un
lo que el análisis no hizo. La razón, tiene que ver con el hecho de análisis introduce al sujeto en una perspectiva en la que encuentra
que la interpretación no es solamente una técnica. Dicho de otra otra referencia, se orienta a partir de lo real. Y esto comienza, lo
manera, la apuesta no se limita solamente a la interpretacion que dije, desde el principio del análisis. Que la interpretación rectifique
permite un desciframiento sino sobre la necesidad que ella tenga lo que son las coordenadas del sujeto es hasta deductible de lo que
en cuenta, además al real. Es importante entender que el asunto define la interpretación. Ella introduce lo nuevo. Es lo que sostiene
no es tanto la de saber cuál es la modalidad de la interpretación Lacan en el texto citado anteriormente La dirección de la cura y
que haga resonar el inconsciente, sino de cuáles son las razones los principios de su poder, luego, en 1964, en el Seminario 11,
de los efectos de la interpretación. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, de manera
más precisa, dice que la interpretación es elucidación. Hasta hace
Porque cuando decimos, “tener en cuenta lo real” me parece que de la elucidación lo que constituye el signo de una interpretación.
debemos precisar dos dimensiones esenciales que no vienen forzo- ¿Se trata en la elucidación de un sentido nuevo?.
samente conjuntas. Está el tener en cuenta, en el sentido de localizar
lo real, luego en el tener en cuenta que hay otro nivel que es saber Es legítimo sostener que la elucidación, que implica poder ver allí
servirse de eso: lo que implica un saber hacer que tiene que ver donde había una sombra, contiene una resolución, y su conse-
con una doble perspectiva, el saber hacer del analista con lo real, cuencia es el paso a una nueva perspectiva. De hecho, cuando
luego el saber hacer del analizante con lo real después del análisis. Lacan presenta más tarde en su enseñanza el fin del análisis en
términos de esbozo de percepión de lo real, prolonga esta lógica.
Desarrollaré estos dos puntos. Comienzo con la interpretación que El medio de acceso a este esbozo de percepción es la elucidación.
permite orientarse al analizante. Es una función esencial de la in-
terpretación. De hecho, Lacan se sirve repetidas veces del término Ahora bien, abordaré el otro nivel de los efectos de interpretación
de localización [utiliza el término de repérage, que es localizar en que están más allá de la localizacion de saber cómo situarse y
el sentido de encontrar las coordenadas. Por ejemplo, un punto en que conciernen no sólo el hecho de tener en cuenta lo real sino de
un mapa], para indicar cómo un niño se orienta en la vida. Le es tener una incidencia sobre lo real. Es una cuestión central, sobre
necesaria una localización para orientarse en relación con el deseo la cual tomé una opción que tiene en cuenta la experiencia pero
de la madre. Y hay que anotar que esto ya exige, por parte del niño, también los textos de Lacan. ¿Basta con concebir el análisis como
una interpretación. Interpreta, aun si es de modo erróneo, cuál es el un procedimiento que permite cercar lo que hace el corazón de
deseo que anima a su madre, es decir, lo que está mas acá y más un sujeto, o podemos suponer que el análisis tiene una incidencia
allá de lo que dice. La localización del sujeto es también esencial sobre este real, en cuyo caso la percepción de lo real estaría en una
para Lacan en lo que concierne la entrada en análisis, puesto condición en la progresión de un análisis pero no una condición
que antes de haber formalizado el concepto de real, él anuncia suficiente de su término?.
la necesidad de un cambio en la localización del sujeto frente a
lo real como la condición de entrada en el discurso analítico. Se El analista escriba
podría sostener la misma perspectiva en relación con el control.
Durante un tiempo que es variable, el control sirve para localizar, Quisiera hacer dos observaciones sobre este punto. La primera, so-
260 uno se sirve del control para orientarse sobre lo que es el real en bre a la escritura. Ya lo indiqué en un artículo publicado en la revista 261
l'En-je sobre la escritura del síntoma para mostrar una perspectiva Desarrollemos aquí la interpretación como corte. Propongo, para
constante en Lacan acerca del lugar y de la funcion del analista: el ello, la conjunción de estos dos términos: interpretación y corte.
analista no sólo es un lector, pero como lo formula, desde 1953, en Lacan hace lo que siempre hizo, aplicar a la interpretación lo que
Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis, el había planteado cada vez en relación con el inconsciente. Lo que se
analista es un scribe, escriba. El análisis escriba no es el analista sostiene de modo preciso es que la concepción de la interpretación
descifrador de enigma. El desciframiento es lo que especifica la repercute, en el sentido de tener en cuenta, la concepción que La-
práctica de Freud. Ella es enunciada por el propio Freud en sus can forja de inconsciente, pero más radicalement, la interpretación
cartas a Fliess: el psicoanálisis, por intermedio de la interpretación, debe estar hecha de la misma tela que el inconsciente. Se constate
consiste en traducir una lengua, marcada por la represión, en que para Lacan la interpretación es situada como corte desde que
otra. Es lo que Lacan retoma en una fórmula explícita en su texto en su texto Posición del inconsciente, plantea que el inconsciente
Televisión: leer el inconsciente implica una traducción. Lacan no es corte en acto. Conviene subrayar que el inconsciente corte en
excluye esta dimensión en la experiencia analítica. El problema es acto no es únicamente el inconsciente como discurso del Otro.
que la práctica de desciframiento induce nuevos ciframientos del El corte no es la cadena significante, es, incluso, lo contrario, es
inconsciente del sujeto que llaman a nuevos desciframientos. En lo que aparece en el intervalo entre los significantes. Estamos en
esta perspectiva, la progresión de un análisis es el pasaje de un 1964, y tres años más tarde, hace su seminario sobre el acto del
enigma a otro. La interpretación, es decir, lo que hace posible la analista. La idea de Lacan es elevar la interpretación al mismo
elucidación de los enigmas, no implica el fin de los enigmas. Queda nivel de eficacia que la del inconsciente. La interpretación no
siempre una dimensión de opacidad para un sujeto, lo que hace consiste en reconocer al síntoma ni lo que permite que uno se
interminable el proceso si es concebido únicamente en términos identifique con el síntoma. La interpretación va en contra, rivaliza
de desciframiento. Esto es lo que justifica esta otra dimensión: el con la interpretación hecha por el inconsciente, pero ¿hasta dón-
analista escribiente. La razón para considerar al analista como de?. Por otra parte, conviene percibir que la interpretación accede
escribiente y no sólo como un lector, se encuentra en el hecho de al rango de su verdadera eficacia, no en el desciframiento pero,
que es únicamente desde su posición como escribano que induce sobre todo, en sus efectos sobre el programa inconsciente. Es allí
lo que pone límite a la huida de sentido. Es decir, el deber del donde interviene la escritura.
analista, que es interpretar, contiene este otro deber: que la huida
de sentido no se transforme en demanda de interpretación al in- La toma de lo real
finito. Es responsabilidad del analista incluir lo que hace límite. Y
el único límite válido, desde el punto de vista analítico, es puesto La apuesta del análisis podría ser concebida como la de una ope-
por lo que se escribe del síntoma. Lacan infiere que el síntoma ración sobre el goce. Más exactamente sería la operación por la
es necesario. El síntoma necesario no es el síntoma que pide ser que el analizante accede a un saber hacer con su síntoma, saber
interpretado, lo que es el caso a lo largo de toda la cura, sino lo hacer, que es nuevo, porque no estaba antes del análisis y no
que no cesa de escribirse del síntoma, incluso después de que el habría podido producirse sin la interpretación del analista. Podrán
análisis llegue a su término. objetarme que nada prueba que tal o tal otra interpretación es la
causa del nuevo saber-hacer, pero lo que se verifica, particularmente
En esta perspectiva, podemos aprehender por qué Lacan sostiene, a partir de la experiencia del pase, es que un nuevo hacer ha sido
al final de su enseñanza, que lo que “el analista dice es corte, es posible únicamente con el análisis, el análisis lleva las marcas del
decir, participa de la escritura”. Esto retoma el asunto de la marca sujeto, pero él, después de análisis lleva las marcas de lo que fue
de la interpretación, que es el decir del analista y que hace que haya el análisis para un sujeto. Es lo que permite avanzar la idea de las
una escritura del síntoma en un psicoanálisis. Lo que el analista no marcas de la interpretación, como efectos del decir del analista
dice, pero que funciona como interpretación, un decir silencioso y sobre lo real del sujeto. Ustedes observan que es una dimensión
que concierne al ser del sujeto, la relación más íntima a su goce que incluye tener en cuenta lo real pero que va en el sentido de
262 singular, queda como la marca de la interpretación del analista. lo que Lacan designaba como la toma de lo real, la captura de lo 263
real. La captura de lo real es una dimensión diferente a la de la de otra manera, digo que la marca de la interpretación no se veri-
localización. fica en la reducción del síntoma sino en la manera como el goce
es afectado, es decir, en la que un sujeto goza de su inconsciente,
Esto impone que hagamos una vuelta más sobre la marca. Es condición para el saber-hacer nuevo del sujeto. Es central esta idea
abordada por Lacan con el rasgo unario, significante primario porque determina la lectura que se hace de la expresión de Lacan
en el sujeto. No es primario porque viene primero, es, más bien, en la Nota italiana donde, a propósito del advenimiento del deseo
porque es el significante que no representa nada. No representa al del analista, que encuentra su condición en el devenir desecho
sujeto. Por otra parte, y de una manera que no se opone a ésta, la de la humanidad. Subraya que el analizante hecho analista debe
marca es abordada por los efectos de goce, lo que un sujeto hace llevar la marca y que es a los congéneres de “saber” encontrarla.
como experiencia, es decir, lo que de la palabra del Otro toca su El acento que se deduce es que la marca del analista es la marca
goce. Esto remite a la necesidad de lo que se experimenta para dejada por su propia experiencia como analizante, marca analítica
constituirse como sujeto. Lacan retoma esos mismos términos que no es sin relación con una marca traumática. Es una idea de
en la “Proposición de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela” Lacan cuando avanza que el análisis reproduce una neurosis. Ya
para evocar el lazo de la verdad y el goce y dice que la verdad no podríamos dar una primera respuesta a nuestra pregunta inicial.
hace ni frío ni calor a aquellos que están próximos. Esto va en el
mismo sentido que cuando subraya la anestesia en relación con la Lo que justifica conectar la interpretación y el final de análisis, es
verdad en algunos sujetos. Se alude a una vasta temática clínica que si la interpretación exige que sea prestada de los significantes
en relación con la interpretación: los efectos de desciframiento no del analizante, lo que sostuvo muy bien Lydie Grandet, en el curso
tocan siempre al cuerpo, lo que demuestra por qué un análisis no del seminario de l’EPFCL en Paris, ella encuentra su condición en la
se limita a los efectos de verdad ni a hacer sentir a un sujeto sus marca dejada por el propio análisis. Y creo que si Lacan habla de
espejismos, ya que, si el cuerpo no es tocado, ello implica que las marca en su Propuesta del 67 es para distinguirla de los significan-
satisfacciones pulsionales permanecen idénticas. tes. La interpretación parte del significante y vuelve al significante.
Esto no dice si deja o no una marca, la cual es de otro nivel y no
Esto provoca una vasta cuestión clínica que concierne a la interpre- anticipable. La idea que emerge es que no basta con haber hecho
tación: los efectos del desciframiento no tocan siempre el cuerpo, lo un análisis para interpretar, pero es un requisito para un sujeto de
que demuestra en qué el análisis no puede limitarse a los efectos haber producido la inscripción de una marca propia al análisis. Es
de verdad ni a hacer sentir al sujeto sus espejismos. esta marca lo que distingue el deseo del analista de cualquier otro
deseo que se caracteriza por la inestabilidad.
De hecho, ya en el Seminario11, Los cuatro conceptos fundamen-
tales del psicoanálisis, Lacan plantea la apuesta sobre cómo toca Voy a tratar de justificar esta perpectiva por otra vía, la de la finalidad
el inconsciente lo sexual y para demostrarlo, vuelve al concepto de de la interpretación. La novedad que Lacan introduce en el Semi-
pulsión después de concluir que nosotros nos destronamos de toda nario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis,
confabulación con la verdad. En el mismo sentido, se refiere, en es que, si la finalidad es hacer surgir el significante irreductible,
su texto Televisión, cuando aborda nuestra praxis, como aquella de se deduce que esto va en contrasentido de la interpretación como
las palabras que hacen blanco en el cuerpo. Lacan dice que esto una escansión que da un sentido. La práctica de la escansión
es lo que evoca lo que puede hacer sentido pero lo que deja frío permite la emergencia de una nueva significación. Ello introduce
nuestro goce. Es sustancial esta propuesta para la interpretación y un nuevo sentido para el sujeto que queda sujetado a los efectos
que se resume así: ¿podemos satisfacernos con una finalidad de la de la cadena insconsciente. La interpretación, que apunta al sig-
interpretación que se refiera al advenimiento del sujeto?. Los efectos nificante irreductible, sería una contra-escansión y va al encuentro
permiten asumir una posción en relación con los otros. El sujeto del significante traumático. Cuando se dice ir al encuentro, esto
pasa de sustraerse de su ser a asumirlo. No es algo para descartar no significa ir contra sino ir a la búsqueda. La interpretación acosa
264 pero es insuficiente en términos de finalidad de un análisis. Dicho al significante traumático. Ella acosa lo indecible, no porque la 265
idea sería que todo es decible, pero más bien con la idea que lo la escritura del síntoma y que constituyen un nuevo soporte para
indecible debe ser atrapado. Lo que hace posible esta operación el analizante que llegó hasta el término de la experiencia. Creo que
es una interpretación traumática que tiene el mismo estatuto que Lacan da un valor esencial a esta nueva marca.
el trauma y por la que se confirma que la tela de la interpretación
es la misma que la que funda el inconsciente. Ahora, Lacan, en Concluyo. Si Lacan articula la necesidad del fin del análisis con el
el Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoa- saber hacer y con la interpretación es porque esto no es igual, el
nálisis, se refiere a esta interpretación que apunta a los elementos analista, que apunta al desciframiento que guarda como horizonte
irreductibles, no articulados, fuera de sentido, en dos oportunida- de un análisis, la idea de una interpretación que hace huella, que
des y no de manera homogénea. Se considera una u otra de las escribe en un sujeto lo que otros discursos no consiguieron escribir.
citaciones como represendo, uno u otro polo de nuestro debate No es sorprendente que si privilegia la vía del real en la experiencia
del que recuerdo su eje: ¿es suficiente para un sujeto situar los del análisis, Lacan haya querido delimitar el destino del síntoma
significantes irreductibles, marcas del fuera de sentido con el fin analítico en la cura y se haya referido a la doble dimensión del
de orientarse mejor en su existencia o, es exigible de un análisis síntoma, es decir, el sentido y la satisfacción. La satisfacción del
que pueda promover un cambio en el saber hacer del sujeto?. Se síntoma es lo que hace obstáculo a su resolución. El descifra-
observa que Lacan retoma el término de asujetado que reenvía al miento inconsciente y los efectos de elaboración comportan un
de asujeto y que indica lo que precede el advenimiento del sujeto. beneficio que se traduce en la reducción del síntoma. Sin embargo,
Lo que determina el advenimineto es lo que Lacan designa como la Urverdrägung constitutiva del inconsciente, tal como Freud lo
sea la intrusión del significante traumático. Pudo también evocar plantea, introduce un límite a la interpretación del síntoma. A partir
la immixión del adulto o también la immixión de la diferencia. Ya de entonces, deviene crucial, para la cura analítica, dar cuenta
sea intrusión o immixión, ellas intoducen una marca imborrable de que lo real del síntoma puede ser afectado y lo que puede ser
para el sujeto. ¿Acaso es suficiente haber cernido el significante modificado en la relación del sujeto con el síntoma, más allá de su
irreductible para evocar la marca del analisis?. Es cierto, estamos elucidación. Dicho de otra manera, se trata de desenmascarar, el
ya en una perspectiva que apunta a lo real, a partir de la reducción modo en el que el goce se incluye y participa del síntoma. La vía
del sentido, condición de acceso a lo real como impensable. Percibi- que nos traza Lacan no solamente conduce a que la experiencia
mos que cercamos allí lo que hace el soporte del sujeto. ¿Podemos del análisis consiste en tocar lo que hace límite para el sujeto sino
satisfacernos de considerar el análisis como la experiencia que que también radicaliza esta perspectiva al punto de sostener que
precisa lo que nos determina por haber reducido el síntoma hasta “entonces nada puede decirse de él sino es con rodeos que termi-
lo irreductible?. Bastaría una sola frase de Lacan, que dice que se nan en impase, con demostraciones de imposibilidad logica, donde
trata de combatir lo real, para mostrar que la opción de Lacan no ningun predicado basta” (233). Y observemos, en este sentido, que
es tener en cuenta lo real. Lacan va a poner el acento en el “estatuto del decir”. Lacan sostiene
la equivalencia entre sujeto y el decir: “No hay sujeto más que de
Hay un olvido en el sujeto, huellas que se borran, luego están los un decir” (234). Esto es indispensable para cernir los límites de lo
efectos analíticos confirmados, aquellos que dejan que desaparezca posible y lo imposible. Ya que es del decir que depende lo posible
una cierta amnesia. Era la proposición de Freud en relación con el siguiendo la formula precisa de Lacan: “Decir -por otra parte- que lo
fin de análisis: en razón del levantamiento de la represión se logra real es imposible, es tambien enunciar que es sólo ese cercamiento
colmar la amnesia infantil. Y, al mismo tiempo, los sujetos que lle- más extremo del decir, en tanto que es lo posible que él introduce
gan al fin de la experiencia lo constatan. Hay un olvido que toca el y no simplemente que él enuncia” (235).
análisis mismo. Un olvido intrínseco a la experiencia y que reduce
tantos años de asociación libre a una breve condensado. Sería justo El decir, es lo que surge de un sujeto y que ex-siste al dicho, sin
que agreguemos que se trata de un condensado de la experiencia embargo el decir comporta consecuencias para el conjunto de los
de un análisis. Pero lo importante es que un análisis deja huellas dichos. Es la razón por la cual Lacan reservó un lugar de primer
266 imborrables, marcas de los cortes del analista, que participan en orden a la tontería. Ya que empujar a un sujeto a decir tonterías 267
constituye una via regia para acceder al real. Lacan lo formula aun
de otro modo cuando en relación a las consecuencias del decir
sobre lo dicho propone: “Es ahi la prueba donde, en el analisis de
Deseo del analista o la
cualquiera, cuan tonto sea, un cierto real puede ser alcanzado”
(236). Decir tonterías, que es el paradigma del consentimiento a marca del gay sçavoir
la asociación libre, comporta el horizonte de un toque de lo real. Se
trata de extaer las consecuencias de lo que no podría devenir una
experiencia infinita, es decir, el psicoanálisis sin el real. Contraria-
mente a la experiencia de Aquiles, quien no alcanza a la tortuga que
en lo infinito, poner en el corazón del análisis la experiencia del real,
es lo que extrae al analizante de la fatalidad que cae sobre Aquiles.
el caso, funciona como obstáculo al final de la experiencia. ¿Por la experiencia, responde el analista en la posición del gay sçavoir.
qué renunciar a un dispositivo que engendra una satisfacción?. Es
suficiente con justificar que convendría establecer una oposición La oposición entre el goce y el gay sçavoir
entre goce de la palabra y gay sçavoir.
El gay sçavoir no está del lado del analizante. La falta de saber
Más exactamente, es posible establecer una pareja, el goce de la que el síntoma vehicula cuando se abre al Otro es para llamar a la
palabra que está del lado analizante, mientras que el gay sçavoir interpretación. Lacan pudo observarlo, la manifestación del síntoma
está del lado del analista. En este sentido, es legítimo establecer que requiere urgentemente al Otro. Lo que hace urgencia es que el goce
el gay sçavoir es lo que objeta a lo infinito del goce de la palabra. que se infiltra en los dichos del sujeto se vuelve insoportable. El
272 inconsciente es saber y, al mismo tiempo, habla de un goce que 273
no se sabe. La apuesta es hacer posible, por medio del análisis, se vuelven los índices del gay sçavoir. Con una condición: que no
el paso del inconsciente como saber a lo que se escribe de este sean un puro semblante. Más que un saber hacer técnico, el gay
saber. Freud intentó delimitar este paso tomando como referencia sçavoir es un real producido por la cura. Es únicamente con esta
la verdad, mientras que Lacan traza otra perspectiva que parte de condición que el análisis puede sacar a un sujeto de lo que hace
esta precisión: la verdad es un real ingenuo. Conviene precisar el costumbre. Toda está allí. Si uno se acostumbra al real, como lo
lazo entre la verdad y lo real. El goce ignorado que el inconsciente propone Lacan, es porque es preciso cambiar lo que habitualmente
vehicula, no se resuelve por el decir de la verdad, porque siempre produce satisfacción para un sujeto.
hay un decir de más que concierne a la verdad. Se trata, más bien,
de delimitar lo que de lo real pasa a la escritura. En este sentido, La risa del analista y la interpretación
hay una oposición entre la búsqueda de la verdad que siempre
está ligada al goce y el gay sçavoir que está ligado a lo que del Establezcamos algunas premisas que no den cuenta de modo ex-
inconsciente hace letra. Ya que el inconsciente sustituye, intenta haustivo de la experiencia. Hay una risa del analista que encuentra
hacer pasar el goce al significante, es el procedimiento de cifra- su soporte en el malentendido del lenguaje, pero no es la expresión
miento, pero no concluye. La elucubración de saber, sostenida por de la autosatisfacción y se distingue de la risa que suscita la cas-
la asociación libre en la cura, contiene una dimensión de goce pero tración. Existe también una risa de goce que no está al servicio de
no es el gay sçavoir. Así, el paradigma de la elaboración de saber la interpretación y que es la expresión de un “estar desabonado”
es ilustrado por el paranoico y su tentativa de descifrar el mensaje del inconsciente. Se reconocerá en esta formulación el modo en el
del Otro. Es la puesta a prueba del desciframiento. que Lacan define la relación de Joyce con el inconsciente. Su risa
lo demuestra. Richard Ellmann lo describe en la biografía que le
Es por eso que Lacan forjó la expresión de “mártir del inconsciente” dedica, y Joyce mismo da cuenta de eso. Solo por la noche, en el
a propósito de la relación del psicótico con el inconsciente, lo que momento en el que escribe, y bajo la influencia de alcohol, no deja
vuelve particularmente claro lo que es un sujeto puesto en posición de reírse… a solas. Es una risa sin razón, sin Otro, de goce puro.
pasiva por el goce. El gay sçavoir, en cambio, está del lado del que Otra cosa es la risa del analista, quien también es sin Otro, pero
se pone en posición de descifrar el mensaje del inconsciente. Al no es sin razón ni en la soledad. Llegado el caso, es la risa ligada
principio, está del lado del analista y la apuesta es provocar su paso con lo cómico. Lo cómico está siempre en conexión con el falo. En
al analizante. Si gay sçavoir y desciframiento son anudados es en este sentido, hay una risa propia del falo que hace de la experiencia
el sentido en el que Lacan retoma la función del desciframiento en del parlêtre una tragicomedia. La Comedia del arte sirvió para su
su Conferencia de Roma, La tercera en 1974: “A través del desci- éxito. Los fracasos del falo, aunque a veces trágicos, hacen reír a
framiento se retorna al ciframiento. El desciframiento se resume a menudo. Pero hay otra dimensión en la risa del analista que tam-
de ser gozado por el inconsciente, al síntoma necesario con el que La risa sería en el análisis lo que el sentido común es a la psicote-
uno se identifica al final del proceso analítico. rapia. Si entre sentido común y risa hay incompatibilidad, es en la
medida en que la risa pretende poner de manifiesto lo que hace lo
Lacan recapitula esta cuestión en Televisión: “al inconsciente, lo imposible en la estructura. En esta condición la risa, único remedio
sorprenderemos”. Es la inversión que se produce en un análisis y para la tristeza, pasa del analista al analizante, sin que esto sea
que encuentra en el gay sçavoir el punto de apoyo. Si el equívoco, sugestión. Más bien, es una risa de estructura y ligada a la caída
en la interpretación, se vuelve el medio de la sorpresa, a punto que del sujeto supuesto saber. Es lo que le permitirá a Lacan formular,
Lacan preconiza de: “jugar con este equívoco que podría liberar en el Seminario 20, Aún, que el falo se escribe en el discurso ana-
al sinthome” (241), la risa del analista se vuelve un real en la lítico. Es decir, no es en otro lugar donde puede escribirse. La risa
274 experiencia. La interpretación por el equívoco y la risa del analista del analista apunta a un más allá del falo porque, en su esencia, 275
el falo, como lo dice Lacan, “es un cómico, (y) como todos los có- esta virtud en la interpretación que consiste en “no se trata de
micos, es un cómico triste” (242). El analista intérprete se opone comprender, de mordiscar en el sentido, sino de rasurarlo lo más
al amo. No maneja los S1 en la interpretación, más bien, acosa que se pueda sin que haga liga para esa virtud” (246).
los S1 del analizante en el sentido en el que Lacan sostiene que
en el análisis se acosa el goce. Esta formulación se comprende con la idea de que el sujeto está
empegotado, enviscado. Lacan es preciso, y si llega el caso se dirige
Los S1, marcas del sujeto, se producen por la experiencia del a los analistas para decirles que ellos mismos están enviscados.
análisis. Lo demuestra el hecho de que Lacan los sitúe en el lugar Sería legítimo decir que Lacan retoma, con el enviscamiento, lo que
de la producción en el discurso analítico. Todo uso de S1 en la Freud pone como uno de los obstáculos que se dirige al análisis y
interpretación está al servicio de la manipulación del sujeto y pone que nombra como la viscosidad libidinal. Sería legítimo también
al intérprete en el lugar del amo. Hacer el amo no está lejos de decir que una práctica del desciframiento sostenida por el gay
querer volverse el Otro de alguien. Es una inclinación que conduce sçavoir y que no apunte al sentido, se vuelve la sola política del
a lo peor, y Lacan lo designó con un nombre: el canalla. La risa del psicoanálisis, tanto en intención como en extensión.
analista, que se sostiene del gay sçavoir, se pone a contra sentido
y es el único procedimiento anticanalla. Porque el gay sçavoir no
solidifica el Otro, más bien lo hace desconsistir.
afecto, no únicamente por medio del afecto pero éste es esencial. plantear la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que hace que un sujeto
Es por esta razón que es primordial abordar la satisfacción al final consienta al deseo inédito, efecto último de un análisis, que es un
de un análisis y en la experiencia del pase. Lacan no esperó su deseo sin objeto y que apunta a la diferencia absoluta?. La pregunta
texto de 1976 Prefacio a la Edición Inglesa del seminario 11, para se plantea en la medida en que la experiencia ha mostrado que hay
evocar la satisfacción relativa al fin del análisis. Al contrario, se trata sujetos que no quieren lo que desean. Pero, de manera más amplia,
de una constante en Lacan desde el principio de su enseñanza, la pregunta que surge es la de saber por qué la ausencia de objeto
lo que, por otra parte, es coherente con la concepción de Freud. no induce un afecto de tristeza, y no se concluye con la afirmación
de que todo es vano. Es extraño que el “ningún objeto”, que es
Si el síntoma es para Freud satisfacción sustitutiva, es necesario una constatación de la experiencia de fin de análisis, se convierta
280 considerar la finalidad de la cura desde el ángulo de la obtención de en deseo. También es extraño que si lo propio de un deseo es el 281
deseo de un objeto, podamos ser advertidos de la inexistencia del esta experiencia. Es sobre esta certeza que se funda la espera del
objeto y, sin embargo, desear. nombramiento. En cuanto a los efectos de la experiencia del pase,
constatamos que ciertos pasantes retomaron el análisis con otro
Lacan inventó un dispositivo para identificar cómo pudo emerger analista y que el pase sirvió para separarse del analista. La certeza
en un sujeto el deseo de ser analista. Este dispositivo lo llamó de haber acabado con un analista no coincide con la emergencia de
el pase. Designamos hoy con los términos de cartel del pase al una nueva satisfacción. Paso ahora a la manera con la que Lacan
grupo de personas que se reúne para juzgar el advenimiento de aborda la satisfacción en relación con la conclusión del análisis. La-
este deseo en aquel que crea tener la certeza de haber accedido can hace referencia por lo menos en cuatro textos: Función y campo
al momento en el que su deseo giró hacia este deseo inédito: ser de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis, …O peor, Prefacio a
analista. Se deduce, a partir de la experiencia, particularmente de la Edición Inglesa del Seminario 11, y en las conferencias que dio
mi participación en los carteles del pase, dos posiciones subjetivas en los Estados Unidos en 1976. Empiezo con estas conferencias.
que preceden el consentimiento del deseo inédito. Los dos reposan Aunque el término satisfacción está allí ausente, la formulación de
en una certeza y sólo una de ellas me parece corresponder a lo Lacan es: “cuando el analizante piensa que está feliz de vivir, es
que Lacan esperaba de un nombramiento por el cartel del pase. suficiente” (248), remite a este término. En el contexto pedagógico
-Lacan explica su concepción del psicoanálisis a un público que
En ambos casos, son posiciones subjetivas marcadas por un afecto. apenas lo conoce- donde la finalidad del análisis es planteada por
La primera encuentra su certeza en la constatación de lo imposible la manera como el análisis puede hacer de la vida algo menos
y se traduce por el paso de lo insoportable de la existencia a lo desagradable que aquello a lo que el sujeto está constreñido por
soportable. Esto no es despreciable y da un soporte al deseo del su síntoma. La referencia de Lacan tiene que ver con el análisis
analista pero el deseo permanece precario. El deseo precario o terapéutico. La propuesta “es suficiente”, indica que se trata de una
inestable es lo que caracteriza todo deseo. Asistimos, más que a satisfacción y la satisfacción es un límite al goce y ella es también
una satisfacción, a una puesta a término del análisis porque “todo el goce que conviene. Claro está, es indispensable recrear el con-
esto ya duró suficiente”. Es un fin por agotamiento. El aligeramiento texto, es decir, Lacan explica su concepción de fin a un público
puede ser notable -otros casos semejantes lo muestran también marcado por la pregunta de qué es ser feliz. Es sorprendente que
pero esto no atraviesa el umbral que permite la conversión en un- la formulación recurrente de los analizantes en los Estados Unidos
deseo nuevo. es “I'm not happy”, “no soy feliz”. Es un hecho que Lacan, con su
propuesta de un fin ligado con “estar feliz de vivir” intenta hacer
El segundo caso corresponde a la emergencia de una satisfacción resonar su orientación analítica en las orejas de un público que no
inédita. No corresponde, desde luego, a formulaciones más o es su auditorio habitual y en un contexto cultural preciso. Lacan
menos exaltadas de alegría, no es la efervescencia y excluye el tiene en cuenta el discurso prevalente en los Estados Unidos.
Si admitimos que la tesis constante es la de la disyunción imposible Preciso entonces la importancia del Informe de …O peor.
entre el análisis y la Escuela, la cuestión de las consecuencias para La secuencia de este texto que concierne al final de análisis
una comunidad analítica se plantea y concierne la actualidad, a corresponde, a mi parecer, a la secuencia que Lacan construye en
saber, la elección de una Escuela en relación con otras instituciones su texto “El Atolondradicho”. En este texto Lacan despeja los tres
lacanianas. imposibles necesarios para la conclusión del análisis, a saber: el
sentido, el significado y el sexo, y añade un paso más fundamental,
Está claro que una institución no es sólo un lugar donde se profiere “de todo esto sabrá hacerse una conducta”. Pero Lacan no hace
el juicio sobre quien tiene el deseo de ser analista. Es incluso una referencia en este texto al deseo del analista. Deducimos que su
diferencia fundamental entre los que eligieron a Lacan, incluida línea es la conclusión del análisis, que el analizante se haga analista
su propuesta institucional, es decir, la Escuela, y aquellos que de o no. Si se reúnen las propuestas de estos dos textos, esto produce
Lacan sólo conservan su teoría. Nuestra concepción es que la una un bien-decir hasta lo imposible y una satisfacción inédita en cuanto
y la otra son indisociables. La elección de la Escuela como lo que a una nueva posición en la existencia.
le conviene al discurso analítico y, por lo tanto, a su porvenir, es
coherente con una dialéctica de la experiencia que no se limita En cuanto al Prefacio de la Edición Inglesa del seminario 11, la
al lazo analizante-analista tal como Lacan lo había ya promovido novedad, porque hay una novedad en cuanto a la satisfacción, no
desde el 53, y mantenido más tarde. Ésta corresponde al anuda- es la de la correlación entre satisfacción y final de análisis. Esto es
miento pase-Escuela mientras que otros preconizan un pase posible una dimensión constante en Lacan. Lo nuevo que introduce Lacan
disociado de la Escuela. hace referencia al objeto de esta satisfacción. Esto se demuestra
en el hecho de que Lacan se sirve de lo que ya había planteado
Retomo lo de la satisfacción en el texto …O peor en donde ésta antes en la distinción entre verdad y real: que lo real hace objeción
se encuentra ligada al final de análisis en su articulación al acto y a la verdad toda. De ahí, resulta la formulación: “el espejismo de
en una perspectiva ética. No se trata sólo del “feliz de vivir” de las la verdad no tiene otro término que el de la satisfacción que marca
conferencias norteamericanas, sino del bien-decir que satis-faga. el final de análisis”.
Así, lo que se precisa es sobre qué debe apuntar la satisfacción:
un acto que satisfaga y que depende de un decir. Un decir que Lo que se puede deducir de este recorrido de Lacan acerca de la
satisfaga es otra cosa que la afirmación de una satisfacción que satisfacción es que se trata de un afecto de fin, a menos que sea
depende siempre de un enunciado. Inferimos la satisfacción desde un afecto que se pone en cortocircuito del fin. Si retomamos la ex-
terpretación del Otro. Habría que anotar, igualmente en este texto, atestiguar que la satisfacción de fin corresponde a la satisfacción
la oposición entre impotencia e imposible, la impotencia siendo la de un real nuevo e inédito, un afecto nuevo que sea la traducción
del fantasma, el imposible siendo relativo a lo real. de una nueva posición en la vida.
Lo que plantea otra pregunta: ¿acaso relativizamos la fórmula de Esto nos lleva a plantear que existe una satisfacción del cartel. No
atravesamiento del fantasma como concepción fundamental sobre es el placer de trabajar juntos, ni la constatación de las virtudes
el final de un análisis?. Que sea difícil cernir este atravesamiento terapéuticas del análisis, sino el hecho de atestiguar en el pasante
en la clínica del pase, no impide que la lógica sea ineludible y que la elección de ocupar el lugar del analista o de ocuparlo de
mantenida por Lacan. Ella tiene que ver con el hecho de que el otro modo, corresponde a un cambio de discurso verificable en
286 287
los actos de la vida. Habrá hecho falta el tiempo de un análisis,
una gran perseverancia para encontrar una solución inédita que
transforme la vida del sujeto. Podremos deducir que la satisfacción
El deseo del analista y la
del cartel ha sido relativa al testimonio de una nueva conducta
que el pasante ha sabido hacerse, lo que quiere decir que no sólo diferencia absoluta*
mostró su cambio sino que también que el uso de la transferencia
fue una instancia indispensable.
falta lo que debe funcionar como cuarto, como “versión hacia el la sombra, el término es de Lacan, que pesa sobre este deseo?. Hay
padre”, es decir, un sinthome si llega el caso. Dicho de otra ma- una razón en la imposibilidad de atrapar el deseo del analista. Se
nera, la paranoia es una compensación operada en la estructura. escucha en la tesis de Lacan sobre la incompatibilidad del deseo
En cuanto a la perversión, necesita una compensación: un Otro y la palabra. Si no se habla de este deseo, decimos que el deseo
para el cual el goce sería absoluto y para el que el perverso debe no está allí y si se habla de eso tenemos una sospecha de que no
hacerse el servidor fiel. Lo que es radicalmente central en la pro- es de ese deseo que se trata.
puesta de Lacan, y decisivo sobre la cuestión del deseo, no es tanto
el asunto de la distinción entre los registros sino de la diferencia. Lacan se había percatado y por eso puso el énfasis en el acto, pero
Porque la distinción marca una diferencia entre uno y otro de los lo que complejiza las cosas es que evoca la aporía del informe
290 registros imaginario, simbólico y real, mientras que la diferencia a del acto, es decir, la imposibilidad de dar cuenta de eso. Existe 291
otra razón para volver sobre la diferencia absoluta que aporta una aquella que permitiría poner término al análisis, el punto absoluto
aclaración que ayudaría a disipar la sombra. El Seminario 9, La del que habla Lacan. Sería una salida que es la identidad.
Identificación, más allá del programa anunciado por el título, abre
sobre esta dimensión esencial, que es lo que hace identidad. Ésta ¿Qué llamo la salida por la identidad?. Es lo que Lacan desarrolla
es la que funda la unicidad del sujeto, su sustancia. La identidad en el Seminario 9, La Identificación. Comencemos con una dife-
es concebida como el hueso del sujeto. Señalemos que la identi- rencia que no es absoluta pero que es una diferencia masiva y que
ficación y la identidad tienen una raíz común: ídem, es decir, lo existe entre la identidad y la identificación y muestra en qué difiere
mismo y es lo que funda su divergencia. La identificación consiste de la salida por la identificación. Lacan, apoyado en el texto de
en hacer lo mismo del Otro, hasta el punto de que la identificación, Raymond Quenau, El domingo de la vida, evoca la nivelación, es
aunque ella es siempre parcial, puede ser acertada y el efecto es decir, la uniformidad. La identidad supone lo contrario, la antinive-
hacer como el Otro. lación. Lo que funda al sujeto en su particularidad es su relación
con el significante pero aun -y en este sentido el Seminario 9, La
Si aludo a la identificación acertada es porque la identificación es Identificación es crucial- se trata de hacer emerger lo que funda la
causa de deseo. Está sugerido en la fórmula del deseo. El deseo singularidad del sujeto, lo que hace su marca y objeta la nivelación
es el deseo del Otro. La identificación sirve al sujeto, es un punto es la antiuniformidad. No hay tábula rasa del sujeto a la entrada
de apoyo para desear. La identificación es desear una alienación como no hay tábula rasa a la salida de la experiencia analítica.
con el deseo del Otro. Ahora bien, la identificación puede fallar, es
lo que condiciona la entrada en análisis. Es lo que es puesto en La marca que objeta la nivelación no implica que deba ser consi-
evidencia por el síntoma que declina como la impotencia a hacer o derada desde un ángulo negativo, como un impedimiento a ser y
ser como los otros. Lo que está en la base del síntoma es un fracaso a hacer como los otros. La marca es lo que introduce el sujeto al
en la identificación y lo que hace la especificidad de un análisis. más de ser. La marca es soporte de la diferencia, ella es un amarre
para el sujeto, evita la errancia y tiene una función de alteridad.
Preguntémonos lo que las opciones analíticas tienen en común:
ellas requieren el fracaso de la identificación, lo que no quiere Conviene observar que Lacan se interroga sobre lo que hace ga-
decir que la identificación esté ausente. El sujeto que viene al rantía, lo que puede hacer garantía en relación con el conjunto de
análisis no es un desidentificado. La razón de su venida es una los significantes. Da una respuesta: es el Nombre-del-Padre como
identificación que vacila y que no es más efectiva. Un análisis significante en posición de excepción. No desarrollo este punto,
exige como condición de posibilidad que el sujeto, en un momento perfectamente demostrado en el libro de Erik Porge sobre los Nom-
dado, consintió a identificarse y esto se vuelve inestable. Frente a la bres-del-Padre (256). Pero en el Seminario 9, La Identificación,
La sustancia del sujeto La cuestión no es tanto lo que de lo real se simboliza sino lo que
permite introducir distinciones en lo real, o sea ein Begriff, una
La reducción extrema quiere decir que planteamos, por lo menos toma de lo real.
hipotéticamente, la existencia de un significante original, S1, que
tiene como vocación que el sujeto no lo encuentre. En este sentido, Creo que es la razón por la que Lacan sostuvo que la constitución
es hipotético pero lógico. Es lo que se verifica al final de un análisis del sujeto supone que el significante del Otro haga intrusión, así
que abordaré más adelante. El rasgo unario es un primer significante como la interpretación analítica. La idea de intrusión no es lo que
y lo que constituye la esencia del significante, lo que Lacan designa permite una elucidación de combinación simbólica, es una marca
como “la muesca” (257), es decir, la marca, el punto de referencia en lo real queLacan evoca en este seminario como la función de
del sujeto. El rasgo unario tiene de específico que es el significante la alteridad, y esto sería la marca de un psicoanálisis.
uno que inaugura la cuenta y, a partir del cual, una serie se vuelve
posible. Observamos que Lacan introduce la cuestión de la letra, Venimos ahora a las consecuencias del síntoma. Podemos atrapar
lo que se volverá el verdadero soporte de la identidad. lo que marca una diferencia y que constituye un verdadero soporte
en el sujeto pero que queda en suspenso, es decir, el Uno que
El caso de un paciente, al que recibí en el momento de una presen- queda por esclarecer. Esto hace surgir lo que funda la identidad.
tación de enfermos en el hospital psiquiátrico, puso en evidencia Observemos que lo que introduce la repetición es el trauma. La
la imposibilidad de un sujeto esquizofrénico para contarse en la paradoja aparente de la repetición es que si ella parece ser siempre
hermandad. No es el enunciado “tengo tres hermanos, Pierre, repetición de lo mismo, al mismo tiempo y por la misma razón,
Paul y yo”, que estaría del orden de un lapsus del conteo, pero pone de manifiesto una distinción, lo que hace unidad e identidad,
su opuesto, una imposibilidad de inscribirse en una serie, lo que amarra del sujeto. La repetición fracasa porque no es siempre
ha estado en la base del defecto de inscripción de toda forma de la misma. Estas razones conducen a Lacan a sostener que es a
marcado por la “muesca”. síntoma. Hay que atrapar el lado benéfico de la repetición porque
podrá emerger lo que hace marca de goce para un sujeto y una
Existe lo que hace diferencia en lo simbólico, que es relativo al condición de producción de su identidad.
estatuto del significante y permite reconstituir una combinación.
Es la combinación de las relaciones del sujeto a los otros que está Hacerse a la identidad
en función del deseo del Otro. Existe aquello de lo que se trata de
discernir en lo real. La cuestión de discernir es la que nos introduce Esto permite comprender la postura de Lacan sobre el debate del
a la diferencia en lo real. La diferencia es lo que permite nombrar. nombre, el name en inglés, es decir, el nombre propio. Extraigamos
En otros términos, la diferencia introduce la singularidad por el he- de este debate lo que está en relación con la diferencia absoluta. Si
294 cho de introducir la unidad pero también, como lo muestra Lacan, Lacan escoge a Stuart Mill como referencia es por la relación que 295
establece entre el nombre propio y la marca. Si Lacan escoge a Alan el mismo sentido, hay que tener en cuenta la desviación entre el
Gardiner es por lo que aporta al nombre propio como diferencia nombre propio y el nombramiento. El nombre propio apunta a su-
sonora. En cambio, Lacan no da la razón a Bertrand Russel para turar el agujero de origen y, al mismo tiempo, como lo dice Michel
quien el nombre propio es la palabra que designa a un particular. Bousseyroux, hay un fracaso del nombre propio en nombrar lo que
Por ejemplo: this, este, en inglés. falta del goce (258).
Lacan va más lejos que la propuesta de Stuart Mill y de Alan Gardi- Esto exige que distingamos diferentes formas de singularidad. Joyce
ner porque su concepción del nombre propio es lo que hace unión que piensa que él es el único artista demuestra, por qué Lacan
entre lo simbólico y lo real. El nombre propio, más que enlace con sostuvo que “él (Joyce) es singular” (259), es decir, cómo reconoció
el sonido, es enlace con la escritura. Lo que hace la estructura del la naturaleza de su sinthome. Lacan añadió esta otra dimensión:
nombre propio es su conjunción directa a un objeto: es por eso que “de usarla lógicamente, es decir alcanzar su real” (260). Esto de-
no cambia cuando se pasa de una lengua a otra. El nombre propio muestra que la singularidad estaba al principio pero fue necesario
no solicita ser leído, es indescifrable y no interpretable. servirse del sinthome. La singularidad, digamos, efecto del uso
lógico, implica la posición del sujeto sin lo cual la nominación está
Es por eso que tiene una afinidad con una escritura que no se lee, condenada al fracaso.
y es por esto que el nombre propio es marca. Es la marca de un
intraducible. Es lo que se deduce de la definición que da Lacan: Es pues en el lugar del fracaso del nombre que la nominación es
el nombre propio especifica el arraigamiento del sujeto. Hay en requerida. La nominación no es sutura, pero cerca el agujero lo que
la fórmula “las raíces del sujeto”, el lazo con la genealogía, pero se traduce por una asunción del goce: el sujeto deja de creer en su
más fundamentalmente la idea de arraigamiento implica que se carácter absoluto y de suponerlo al Otro, lo que era determinante
echa raíces sobre algo. Ese algo es lo real. Lacan lo dice con otros de los fenómenos paranoides en la neurosis, o deja de ofrecerlo al
términos: el apego del lenguaje al real. En la misma perspectiva, Otro, lo que es el caso de la perversión. Es pues únicamente por
tenemos la objeción de Lacan a Bertrand Russell que se justifica la nominación que un sujeto pasa de lo particular a lo singular. Un
por el hecho de que un nombre propio se caracteriza por el hecho singular que requiere según los términos de Lacan antes evocados,
de ser la huella de lo que no se traduce de un lenguaje a otro. El el uso lógico.
interés de este desarrollo va en la dirección que evoqué: hay en el
sujeto lo que se nombra, y hay lo que nombra. Lo que se nombra Volvamos a la cuestión del deseo del analista. Así como digo,
depende de una interpretación. El sujeto reinterpreta su historia y encontramos una fórmula asertiva en el Seminario 11, Los cuatro
agrega una nueva capa de interpretación que le permite nombrar lo conceptos fundamentales del psicoanálisis pero encontramos
Lo que conviene observar es que si el nombre propio hace dife- La fórmula debe ser situada en su contexto, a saber, que el objeto
rencia absoluta, Lacan postula una tesis que se vuelve constante del deseo es concebido según la idea de que el objeto que puede
en su enseñanza: no basta formular “hay del Uno”, pero todavía satisfacer el deseo es en su esencia metonímico. Estamos pues en
hay que saber cuál es el uso que un sujeto ha hecho de esto. Es un tiempo de elaboración de Lacan que precede la inversión según
decir, la cuestión crucial no es lo que origina la diferencia absoluta la cual el objeto del deseo no es el objeto al que apunta el deseo,
sino la posición del sujeto. Encuentro que la cuestión del Uno y sino el objeto que causa el deseo. Sin embargo, podemos observar
del uso es lo que da lugar más adelante a la propuesta más tardía que la fórmula permanece válida a pesar de la inversión. Porque
296 en la enseñanza de Lacan, la de saber hacer con su síntoma. En se podría sostener que el mérito del analista es de no equivocarse 297
sobre lo que causa el deseo del sujeto. Lo que es formulado en Saber encontrarla implica que no hay modelo, no hay un ready
términos de mérito prepara, me parece, la propuesta avanzada en made, un prefabricado, concerniendo la marca sino un uso singular.
la Nota italiana a saber “el analista sabrá ser un desecho” (261). Es una propuesta constante en Lacan que antes de haber puesto
Sin embargo, no equivocarse no es el indice de un deseo, es más el saber hacer en relación con el síntoma, había avanzado el uso
bien el indicio de una exigencia. No podemos exigir al analista un que un sujeto un sujeto puede hacer de su nombre (266). En el
saber pero podemos exigir que esté orientado. Es precisamente lo mismo sentido, propone la fórmula: el uso lógico del sinthome. Esto
que hace Lacan sobre el plano del concepto en el momento en el que demuestra que la constante en Lacan es la posición del sujeto, o
aborda la cuestión del deseo del analista como deseo de obtener la sea, las consecuencias que él extrae. Sería legítimo decir que hacer
diferencia absoluta. Es interesante aprehender que es la conclusión uso del nombre propio es exactamente lo mismo que decir que al
de una elaboración sostenida en el Seminario 9, La identificación final de un análisis, hacer uso del síntoma reducido a su modo el
revisada luego a la luz del estatuto del objeto a el año siguiente, más depurado, es fundador de la coherencia del sujeto. En este
y con un acento especial dado por las dos últimas lecciones del sentido, en un análisis se pasa de hacer un uso del fantasma a
Seminario 11. Estas dos lecciones son apenas separadas por una hacer uso de lo que funda para un sujeto su diferencia absoluta con
semana de intervalo y donde Lacan no dice las mismas cosas y otro, o sea, su síntoma. El síntoma de fin de cura, sinthome, según
esto tiene dos consecuencias importantes en la concepción que la última proposición de Lacan, es síntoma reducido a su punto de
podemos hacernos de la finalidad de un análisis. absoluto o sea equivalente del nombre propio del sujeto. Lacan lo
dice de otro modo al final de su enseñanza en su Seminario L’insu
Así el 17 de junio de 1964 evoca el assujetissement, estar sujetado, que sait de l’une bévue s’aile à mourre, donde aborda “el núcleo
del analizante al analista, o sea el tiempo cuando el sujeto está traumático” que se apresura a calificar “supuesto”, él evoca lalangue
todavía en la alienación al deseo del Otro lo cito: “lo esencial es que con la idea de la “ferrer”, “herrar” es decir “faire réel”, “hacer real”
ve, más allá de esa significación, a qué significante –sinsentido, El analista lleva la marca de la experiencia analítica, el hecho de
irreductible, traumático- está, como sujeto, sometido” (262). El un sin retorno conciernente a su posición como sujeto, un “nunca
significante irreductible es el nombre de la marca del sujeto, sería más como antes”, lo que repercute en la intransigencia de un deseo.
el nombre propio del que Lacan habla en el Seminario 9, La iden- Éste no atañe a un objeto, sino que es guiado por la experiencia del
tificación. Y la idea que Lacan introduce es que el sujeto pueda ver duelo del objeto, pero a condición de que el analista no se satisfaga
cuál es su marca. En la sesión siguiente el seminario define el deseo con el duelo. Lo que es exigible es que el duelo torne al entusiasmo.
del analista como deseo de obtener la diferencia absoluta y añade: Allí está el afecto que constituye la marca verdadera de la eficacia
“la que interviene cuando, enfrentando al significante primordial, el del análisis o, para decirlo de otro modo, se trata del afecto que da
sujeto viene por primera vez en posición de someterse a él” (263). prueba del psicoanálisis como, siguiendo los términos de Lacan
válida para todo deseo, no se aplica para el deseo del analista. En Este texto está basado en una conferencia pronunciada en París a
este sentido, haber atrapado en su propio análisis, lo que hace la la Asociación de psicoanálisis Encore, el 24 de marzo de 2013.
marca de la diferencia absoluta, es lo que crea las condiciones para
hacer la apuesta que habrá allí deseo del analista.
37 Borges J., Obras completas, Op. Cit., Tome 1 p. 52. 65 Ibid., sesión del 16 de marzo 1976, p. 121
38 Ibid., p. 115. 66 Ibid., sesión del 13 de abril 1976, p. 131.
39 Ibid., p. 106. 67 Lacan, J., Prefacio a la edición inglesa del seminario 11, en
Otros escritos, Op. Cit. p.599.
Referencias
40 Borges J., Œuvres complètes, La Pléiade, Paris, 2010, p. 800.
68 Ibid.
41 Ibid., p. 415.
69 Lacan, J., Introducción a la edición alemana de un primer vo-
42 Ibid., p. 816.
lumen de los escritos. en Otros escritos, Buenos Aires Paidós,
43 Borges J., Obras Completas, Op. Cit., Tome 2 p. 513. 2012. p. 585.
302 303
70 Lacan, J., Seminario 24, L'insu que sait de l'une bévue s'aile à 93 Lacan J., Seminario 18. De un discurso que no fuera del
mourre, sesión del 15 de febrero de 1977. Inédito. semblante, Op. Cit., p. 45.
71 Lacan, J., Prefacio a la edición inglesa del seminario 11, en 94 Nguyen A., “Beckett, le kioukanko man”, L'en-je lacanien,
Otros escritos, Op. Cit. p.599. Op.Cit., p. 125.
72 Ibid. 95 Lacan, J., Acerca de la casualidad psíquica, en Escritos vol. I,
Madrid, Siglo XXI, 1984, p. 166.
73 Lacan, J., Seminario 23, El Sinthome, Op. Cit., sesión del 10
de febrero de 1976. p.83 , 96 Lacan J., Alocución sobre las psicosis del niño, en Otros escritos,
Buenos Aires, Paidós, 2012. p. 381.
74 Ibid
97 Lacan, J., De nuestros antecedentes, en Escritos vol. I, Op. Cit.
75 Lacan, J., Prefacio a la edición inglesa del seminario 11, en
p. 60
Otros escritos, Op. Cit. p.601.
98 Lacan, J., Posición del inconsciente en Escritos vol. II. Op. Cit.,
76 Lacan, J. La equivocación del sujeto supuesto saber. En Otros
p. 818
escritos, Op. Cit, p. 353.
99 Lacan, J., Observación sobre el informe de Daniel Lagache, en
77 Lacan, J., Seminario 18, De un discurso que no fuera del
Escritos vol. II, México Siglo XXI, 1985p. 654.
semblante, Paidós, Barcelona, 2010, sesión del 16 de 1971,
100 Lacan, J., Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales
78 Lacan, J., La dirección de la cura y los principios de su poder,
del psicoanálisis, Barral editores, S.A. 1977. p. 251.
en Escritos vol. II Op. Cit. p.600.
101 Lacan J., Observación sobre el informe de Daniel Lagache, en
79 Lacan, J., Seminario 20, Aún, Barcelona, Paidós, 1981. p.128.
Escritos vol. II, Op. Cit. p. 659
80 Lacan, J., Seminario 18, De un discurso que no fuera del
102 Lacan, J., Televisión, en Psicoanálisis. Radiofonía y televisión,
semblante, Op. Cit., p. 17.
Barcelona, Anagrama, 1980.Op. Cit., p. 119.
81 Ibid., p. 18.
103 Lacan, J., Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales
82 LACAN J., Lituratierra en Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, del psicoanálisis, Op. Cit. 255.
2012. p.23.
104 Lacan J., Seminario 20, Aún, Op. Cit. p. 31.
83 Ibid., p. 22.
105 Lacan J., Radiofonía en Psicoanálisis, Radiofonía y televisión.
84 Ibid., p. 24. Op. Cit. P. 48.
85 Ibid., p. 28. 106 Ibid. p. 45.
86 Cheng F., Vide et plein. Le langage pictural chinois, París, Seuil, 107 Lacan J., Televisión en Psicoanálisis, Radiofonía y televisión.
1991, p. 25. Op. Cit. p. 89.
87 Ibid., p. 73.
Las marcas de un psicoanálisis
Referencias
91 Lacan, J., Seminario 18, De un discurso que no fuera del 110 Ferenczi S., “Le problème de la fin de l’analyse”, dans Psycha-
semblante, Op.Cit., p. 35. nalyse IV, Op.Cit., p. 42 - 52.
92 Bousseyroux M., “Quelle poésie après Auschwitz?”, L'en-je 111 Freud, S., Análisis terminable e interminable, en Obras completas.
lacanien, n° 14, Toulouse, érès, 2010, p. 64. Vol. XXIII. Buenos Aires, Amorrortu, 1976. Op. Cit. p. 229
304 305
112 Ibid. p. 222. 132 Ibid.
113 Ibid., p. 224. 133 Lacan J., Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en Escritos
vol. II, México, Siglo XXI, 1985, p. 806.
114 Ibid., p. 226.
134 Kripke S., Naming and necessity. Il a été traduit comme La
115 Ibid., p. 233.
logique des noms propres, Paris, Les Editions de Minuit, 1980.
116 Lacan, J., Del sujeto por fin cuestionado, en Escritos, vol. I,
135 Ibid., p. 36.
Op. Cit. p. 222.
136 Ibid. 16.
117 Ibid.
137 Ibid., p. 20.
118 Lacan, J., Variantes de la cura tipo en Escritos vol. I., Op. Cit.
p. 326 - 327, 138 Lacan, J., Seminario 23, El sinthome, Op. Cit. Sesión del 18
de noviembre de 1975. p. 20.
119 Freud, S., Análisis terminable e interminable, tomo XVI, p. 93
citado por Lacan en Variantes de la cura tipo, en Escritos I, 139 Ibid., Sesión del 9 de diciembre de 1975. p. 38.
Editorial Siglo XXI, décima segunda edición, impresa en México.
140 Ibid., sesión del 10 de febrero de 1976. p. 86.
Op. Cit., p 327.
141 Ibid., sesión del 9 de marzo de 1976.
120 Lacan J., Situación del psicoanálisis y formación del
psicoanalista en 1956 en Escritos vol. I, Madrid, Siglo XXI, 142 Ibid., Sesión del 13 de enero de 1976. p. 59.
1985.
143 Lacan, J., Seminario 22, R.S.I. Sesión del 18 de marzo de
121 Lacan, J., El estadio del espejo como formador de la función del 1975. Inédito.
yo [je] tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica,
144 Lacan J. Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en Escritos
en Escritos vol. I, Editorial Siglo XXI, p.86
vol. II, México Siglo XXI, 1985, p. 799.
122 Lacan, J., La agresividad en psicoanálisis, en Escritos, vol. I.
145 Ibid.
México Siglo XXI, 1985.
146 Lacan, J., Radiofonía en Psicoanálisis, Radiofonía y televisión.
123 Lacan, J., La instancia de la letra en el inconsciente o la razón
Op. Cit. p. 18.
desde Freud, en Escritos vol. I, Mexico Siglo XXI, 1985. Op.
Cit. p. 504. 147 Ibid.
124 Lacan, J., Seminario 22, R.S.I., sesión del 13 de mayo de 148 Lacan J., Del psicoanálisis en sus relaciones con la realidad,
1975. Inédito. en Otros escritos Buenos Aires Paidós, 2012. p. 378.
125 Lacan, J., Seminario 10, La Angustia. Buenos Aires, Paidós, 149 Lacan, J., Introducción a la edición alemana de un primer
2006. Sesión del 3 de julio de 1963 volumen de los escritos. En Otros Escritos. Op. Cit., p. 582.
126 Lacan. J., Seminario 8, La Transferencia, Buenos Aires, Paidós, 150 Lacan, J., Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en Escritos
Las marcas de un psicoanálisis
Referencias
129 Ibid. 153 Lacan, J., Joyce el síntoma, en Otros escritos, Buenos Aires
Paidós, 2012. Op.Cit, p. 592
130 Ibid
154 Lacan, J., La tercera, en Actas de la Escuela Freudiana de
131 Lacan J., Seminario 23, El sinthome, Buenos Aires Paidós,
París, VII Congreso de la Escuela Freudiana de París. Barcelona,
306 2006. Sesión del 13 de abril de 1976, p. 133
Pretel, S.A. 1980. 307
155 Lacan J., Seminario 20, Aún, Op. Cit. p.169. 177 Lacan, J., Seminario 23, El sinthome, Op. Cit. Sesión del 13
de abril de 1976.
156 Lacan J., Juventud de Gide, en Escritos vol. II, Op. Cit. p. 736.
178 Lacan, J., La tercera, en Actas de la Escuela Freudiana de
157 Ibid.
París, VII Congreso de la Escuela Freudiana de París. Op. Cit.
158 Ibid.
179 Freud, S., Análisis terminable e interminable, en Obras
159 Ibid. completas, vol. XXIII Op. Cit. p. 240.
160 Ibid., p. 757. 180 Lacan, J., Seminario 22, R.S.I. Inédito.
161 Lacan, J, El psicoanálisis y su enseñanza, en Escritos vol. I, 181 Lacan, J., La tercera, en Actas de la Escuela Freudiana de
Op. Cit. p. 427. París, VII Congreso de la Escuela Freudiana de París. Op. Cit.
162 Ibid. 182 Lacan, J., Seminario 22, R.S.I. Sesión del 11 de febrero de
163, Ibid. 1975. Inédito.
164 Ibid, p. 428. 183 Lacan, J., Radiofonía, en Otros escritos. Op. Cit. p. 567
165 Lacan J., El estadio del espejo como formador de la función del 184 Lacan, J., El atolondradicho, en Otros escritos Op. Cit., p. 511.
yo [je] tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica, 185 Lacan, J., Función y campo de la palabra y del lenguaje en
en Escritos vol. I, Op. Cit., p. 93. psicoanálisis, en Escritos vol. I, Op. Cit. p. 282.
166 Lacan J., La dirección de la cura y los principios de su poder, 186 Lacan, J., Subversión del sujeto y dialéctica del deseo, en
en Escritos vol. II, Op.Cit., p. 609. Escritos vol. II, Op. Cit. p. 783.
167 Lacan, J., El estadio del espejo como formador de la función del 187 Lacan, J., Seminario 17, El reverso del psicoanálisis, Buenos
yo [je] tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica, Aires, Paidós, 2002, p. 82.
en Escritos vol. I, Op. Cit., p. 93.
188 Freud, S., Conferencias de introducción al psicoanálisis (partes I y
168 Juliet C., Lambeaux, Gallimard, París, 1995. II) en Obras completas, vol. XV, Buenos Aires, Amorrortu 1976.
169 Lacan J., Seminario 18, De un discurso que no fuera del 189 Freud, S., Algunos notas adicionales a la interpretación de los
semblante, Op. Cit., sueños en su conjunto. En Obras Completas, vol 19, Buenos
170 Lacan, J., Radiofonía, en Psicoanálisis. Radiofonía y televisión. Aires, Amorrortu 1976.
Op. Cit. p. 24. 190 Lacan, J., Función y campo de la palabra y del lenguaje en
171 Lacan, J., Seminario 23, El sinthome, Op. Cit. Sesión del 13 psicoanálisis, en Escritos. vol. I, Op. Cit. p. 248 - 249.
de enero de 1976. p. 66. 191 Lacan J., Seminario 22, R.S.I., sesión del 13 de mayo de 1975.
172 Lacan, J., Seminario 18, De un discurso que no fuera del Inédito.
semblante, Op. Cit., p. 25.
Las marcas de un psicoanálisis
Referencias
194 Lacan, J., Prefacio a la edición inglesa del seminario 11, en
175 Lacan, J., De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible Otros escritos, Op. Cit., p. 599.
de la psicosis, en Escirtos vol. II, México, Siglo XXI, 1985 p. 195 Ibid.
556.
196 Lacan, J., Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales
176 Lacan, J., Ibid., p. 556. del psicoanálisis, Op. Cit. p. 31.
308 309
197 Lacan, J., Lituratierra en Otros escritos, Op. Cit. 220 Lacan, J., El atolondradicho en Otros escritos, Op. Cit. p. 478.
198 Lacan, J., Seminario sobre “la carta robada” en Escritos, vol I. 221 Lacan J., Posición del inconsciente en Escritos vol. II, Op. Cit.
Op. Cit., p. 28. p. 829.
199 Ibid. p. 29. 222 Lacan, J., Intervención sobre la transferencia en Escritos vol.
I, Op. Cit., p. 210.
200 Lacan, J., Lituratierra en Otros escritos. Op.Cit., p. 22.
223 Lacan, J., El atolondradicho en Otros escritos, Op. Cit., p. 478.
201 Lacan, J., Seminario 22, R.S.I. Sesión del 15 de abril de 1975.
Inédito. 224 Ibid., p. 512.
202 Ibid., sesión del 21 de enero de 1975. p. 23. 225 Lacan, J., Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales
del psicoanálisis, Op. Cit. p.246.
203 Lacan, J., Seminario 17, El reverso del psicoanálisis, Op. Cit.
p. 20. 226 Lacan, J., El estadio del espejo como formador de la función del
yo [je] tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica,
204 Lacan, J., La dirección de la cura y los principios de su poder,
en Escritos vol. I, Op. Cit., p. 93.
en Escritos vol. II, Op. Cit., p. 621
227 Ibid.
205 Lacan retoma en el texto La dirección de la cura y los
principios de su poder la formula de Freud que se sitúa en la 228 Lacan, J., Seminario 21, Los no incautos yerran. Sesión del 13
“Interpretación de los sueños”, Kern unseres wesen (page 609 de noviembre y del 18 de diciembre de 1973. Inédito.
de l’édition allemande), Op. Cit., p. 587.
229 Lacan, J., Seminario 23, El sinthome, Op. Cit. p.133
206 Lacan, J., Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales
230 Lacan, J., El acto psicoanálitico en Otros escritos, Buenos Aires,
del psicoanálisis, Op. Cit. p.277.
Paidós, 2012. Op.Cit., p.400
207 Lacan, J., Seminario 17, El reverso del psicoanálisis, Op. Cit.
231 Lacan, J., Lituratierra en Otros escritos, Op.Cit., p. 19
p. 45.
232 Lacan, J., Seminario 23, El sinthome, sesión del 13 de enero
208 Lacan, J., Radiofonía, en Psicoanálisis, Radiofonía y televisión.
de 1976, Op. Cit.
Op. Cit. p. 20.
233 Lacan, J., Seminario 20, Aún, Op. Cit. p. 19.
209 Ibid., p. 26.
234 Lacan, J., Seminario 16, De un Otro al otro, Buenos Aires.
210 Ibid.
Paidós, sesión del 4 de diciembre de 1968.
211 Lacan, J., La dirección de la cura y los principios de su poder,
235 Ibid
en Escritos vol. II, Op. Cit., p. 616
236 Lacan, J., seminario 20, Aún, Op. Cit. p. 31
212 Lacan, J., Radiofonía, en Psicoanálisis, Radiofonía y televisión.
Op. Cit., 28. 237 Ibid., p. 47
Las marcas de un psicoanálisis
213 Lacan, J., El atolondradicho, en Otros escritos, Op. Cit. p. 512. 238 Lacan, J., Presentación de las memorias de un neurópata en
Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012. p. 233
214 Lacan, J. Radiofonía en Psicoanálisis, Radiofonía y televisión.
Op. Cit., p. 76. 239 Lacan, J., Televisión en Psicoanálisis, Radiofonía y televisión.
Op. Cit. p. 99
215 Ibid., p. 48
Referencias
240 Lacan, J., La tercera, en Actas de la Escuela Freudiana de
216 Ibid., p. 45.
París, VII Congreso de la Escuela Freudiana de París. Op. Cit.
217 Ibid., p. 57.
241 Lacan, J., Seminario 23, El sinthome, Op. Cit. Sesión del 18
218 Ibid., p. 45 de noviembre de 1975
310 219 Ibid. 311
242 Lacan, J., Seminario 22, R.S.I. Sesión del 11 de marzo de 262 Lacan, J., Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales
1975. Inédito. del psicoanálisis, Op. Cit. p.255
243 Lacan, J., Seminario 21, Los no incautos yerran. Sesión del 9 263 Ibid., p. 278
de abril de 1974. Inédito.
264 Lacan, J., Nota italiana en Otros escritos, Op. Cit. p. 329.
244 Lacan, J., Televisión en Psicoanálisis, Radiofonía y televisión.
265 Ibid
Op. Cit., p. 107.
266 Lacan, J., Seminario 9, La identificación, sesión del 10 de enero
245 Lacan, J., Seminario 22, R.S.I. Sesión del 19 de noviembre de
de 1962. Inédito.
1974. Inédito.
267 Lacan, J., Seminario 23, El sinthome, Op. Cit. Sesión del 13
246 Lacan, J., Televisión en Psicoanálisis, Radiofonía y televisión.
de abril de 1976.
Op. Cit., p107.
247 Freud, S., Análisis terminable e interminable, en Obras com-
pletas. Op Cit.
248 Lacan, J., “Conférences et entretiens dans des universités
nord-américaines”, in: Sciliscet 6/7, Paris, 1976, Editions du
Seuil, p. 15.
249 Lacan, J., Función y campo de la palabra y del lenguaje en
psicoanálisis, en Escritos vol. I, Op. Cit. p. 309
250 Lacan, J., La dirección de la cura y los principios de su poder,
en Escritos vol. II, Op. Cit., p. 611
251 Lacan, J., Seminario 22, R.S.I, Sesión del 15 de abril de 1975.
Inédito.
252 Ibid., sesión del 14 de enero de 1975.
253 Ibid.
254 Bousseyroux, M., “Noms et renoms du Père”, dans L'en-je
lacanien, Toulouse, éres, 2009, p. 23.
255 Lacan, J., Seminario 23, El sinthome, Op. Cit. Sesión del 16
de diciembre de 1975
256 Porge, E., Lire l'excellent ouvrage d'Erik Porge, Les Noms du
Père chez Jacques Lacan, Editions érès, Toulouse, 2006.
Las marcas de un psicoanálisis
Referencias
259 Lacan, J., Seminario 23, El sinthome, Op.Cit. Sesión del 18
de noviembre de 1975.
260 Ibid
261 Lacan, J., Nota italiana en Otros escritos, Buenos Aires, Paidós,
312 2012.p.329.
313
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