Bloque 1 Neuropsicologia
Bloque 1 Neuropsicologia
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TEMA 1:
NEUROPSICOLOGÍA
asentado para referirse a una disciplina que no sólo era autónoma por su
denominación, sino por sus contenidos y objetivos. A finales de los años 50
el término Neuropsicología ya se había convertido en una denominación
usual dentro del campo de las Neurociencias. En 1963 apareció
Neuropsychologia, la primera publicación científica dedicada
específicamente a esta ciencia. En su primer número se definía la
Neuropsicología como “Un Área determinada de la Neurología, de interés
común para neurólogos, psiquiatras, psicólogos y neurofisiólogos”. El
desarrollo científico de la Neuropsicología se inicia definitivamente a partir
de los años 60 y se produce gracias a las aportaciones realizadas por
científicos procedentes del campo de la Psicología, la Neurología, la
neurofisiología y la psiquiatría desde concepciones localizacionistas o
antilocalizacionistas del funcionamiento de la actividad mental.
Friedrich Goltz (1834-1902) realizó lesiones experimentales en
perros, comprobando que la extirpación de amplias áreas del cerebelo,
ganglios basales y neocórtex producían una pérdida de motivación y de
capacidad cognitiva que era proporcional a la extensión de la lesión, pero
no se confirmaba la desaparición de una determinada función, ya que con
el paso del tiempo se producía su recuperación. Estos hallazgos sustentaron
los posicionamientos antilocalizacionistas, reforzando la idea de que el
cerebro funciona de un modo global.
John Hughlings-Jackson (1835-1911), fundador de la Neurología
moderna, contribuyó activamente al desarrollo de la Neuropsicología
adoptando una postura opuesta al localizacionismo estricto. Dentro de su
prolífica obra científica destaca la división del sistema nervioso en tres
niveles jerárquicos de creciente complejidad: el nivel inferior o espinal se
localizaría en la médula espinal y el tronco cerebral; el segundo nivel –de
Para que los estímulos ambientales puedan ser tratados por el SPI es
necesario que previamente sean transformados en representaciones
mentales procesables, que reciben la denominación de representaciones
de entrada y tienen lugar en las áreas primarias del córtex cerebral.
Posteriormente, la transformación tiene lugar en el SPI, haciendo que las
representaciones puedan ser captadas de manera secuencial o en paralelo
por procesadores más o menos especializados. Para que se realice el
procesamiento de la información en el SPI son necesarios módulos o
subsistemas que no están necesariamente relacionados con áreas
neuroanatómicas específicas, ya que cuanto más compleja es una función
mental, más tiende a estar representada en varias áreas del cerebro.
Finalmente serán transformadas en otras representaciones, que pueden
ser utilizadas por el propio SPI o bien archivadas en el almacén de memoria,
si no se exige una respuesta. Por el contrario, si se exige respuesta, ésta se
elaborará a partir de las representaciones correspondientes, siendo
preparada para ser comunicada, es decir, para salir del SPI mediante la
producción de una Representación de Salida que contiene el programa
TEMA 2:
BASES NEUROANATÓMICAS Y
FUNCIONAMIENTO
2.1 INTRODUCCIÓN
Cuando Alex nació, el lado izquierdo de su encéfalo, que normal-
mente controla el habla, estaba sofocado por una maraña de vasos
sanguíneos anormales que lo dejaron mudo, semiciego, semiparalizado y
proclive a los ataques epilépticos. A medida que Alex crecía, los ataques
eran cada vez más frecuentes y severos. Al no poder controlar su epilepsia
con medicamentos, los doctores de Alex recomendaron una cirugía para
extirpar todo el lado izquierdo de su encéfalo. Estaban razonablemente
seguros de que este procedimiento reduciría los ataques de Alex, pero
advirtieron a sus padres que no esperaran una notable mejoría. A los ocho
años, Alex había sobrepasado la edad en que un niño mudo puede aprender
a hablar.
La operación fue un éxito: los ataques cesaron. Luego, diez meses
después, Alex sorprendió a todos al empezar a hablar; primero sólo
pronunciaba palabras aisladas, pero luego pudo formar oraciones
completas. A los 11 años todavía pronunciaba incorrectamente algunas
palabras, como si tuviera un acento extranjero; ahora, a los 23 años, habla
con fluidez. A la fecha, más de 50 niños epilépticos han sido sometidos con
éxito a una hemisferectomía (la extirpación de la mitad izquierda o derecha
del encéfalo).
El encéfalo es el centro maestro de control de todo lo que decimos y
hacemos. Podría pensarse que la extirpación de la mitad del encéfalo de un
niño lo dejaría gravemente discapacitado. Pero Alex y otros han
demostrado que sucede justo lo contrario. Los niños emergen de la
operación con su memoria, personalidad y sentido del humor intactos. Al
igual que Alex, algunos muestran una notable mejoría en el lenguaje, la
coordinación y otras áreas.
¿Cómo es esto posible? En primer lugar, el encéfalo humano
(producto de millones de años de evolución) es un órgano extremadamente
complejo. Nuestro encéfalo contiene miles de millones de células
arregladas en innumerables trayectorias y redes, con muchos sistemas de
respaldo, un "equipo mental" mucho mayor del que necesitamos. Además,
los dos hemisferios del encéfalo son similares, aunque no idénticos, como
la mano derecha y la izquierda. Normalmente, ambos trabajan juntos. Pero
si el hemisferio izquierdo es extirpado, el hemisferio derecho asume la
mayoría de sus funciones, como sucedió en el caso de Alex. Segundo, el
encéfalo humano posee una extraordinaria plasticidad, es decir, la capa-
cidad de adaptarse a nuevas condiciones ambientales. Aunque el encéfalo
valles a nivel fisiológico, que hacen que el ser humano sea muy diferente de
otras especies. En esta complejidad evolutiva cerebral de los hemisferios,
se generaron espacios fisiológicos capaces de albergar la mayoría de los
procesos relacionados con la lógica, la racionalidad y el pensamiento de alto
nivel, muy ligados a la formación de los diferentes tipos de inteligencias en
los cuales se evidencian los siguientes procesos: capacidad de reflexión y de
crítica; aptitud para resolver problemas en ambientes cambiantes; intuición
y predicción; capacidad de observación y descripción; formulación de
hipótesis; talento para argumentar y explicar fenómenos; facultades
kinestésicas, espaciales y musicales; capacidad de jugar y el sentido del
humor; competencia de interactuar y vivir armónicamente con otros;
habilidad de soñar y tener libre albedrío, potencial para afectar, amar y
desarrollar procesos éticos y morales; y capacidad de búsqueda del sentido
de la vida a través del desarrollo de la espiritualidad humana.
Los procesos evolutivos anteriores son los que realmente marcaron
la diferencia entre los seres humanos y otro tipo de especies vivas, que no
se pueden considerar inferiores, sino diferentes, ya que poseen una serie
de habilidades y de procesos creativos y cognitivos muy propios de cada
especie. En síntesis, esta última capa denominada corteza cerebral, es por
naturaleza biológica, una especie de capa superficial orgánica de neuronas
asociativas flotantes sobre el cerebro mamífero, a su vez ésta descansa
sobre la última capa que se denomina cerebro reptílico. Estos tres cerebros
en uno son también interdependientes y flotantes, tienen profundidades
muy grandes, similares a un vasto océano de una continuidad y de una
unidad perfecta que, para su estudio cartográfico o descriptivo, permite su
fragmentación. Para su comprensión, es imposible dicha separación, ya que
estos tres cerebros actúan para cualquier proceso del pensamiento como
una unidad de carácter holoárquico (jerárquico) y holístico.
2.3.1 El encéfalo
El encéfalo es la sede de la conciencia y la razón, el lugar donde se
centran el aprendizaje, la memoria y las emociones. Es la parte de nosotros
que decide qué hacer y si una decisión fue correcta o errónea, e imagina
cómo habrían resultado las cosas si hubiéramos actuado de manera
diferente. Aunque la médula espinal recibe menos atención, no es menos
importante para entender la conducta y los procesos mentales.
Usaremos esas cuatro divisiones básicas para describir las partes del
encéfalo, lo que hacen y cómo interactúan para influir en nuestra conducta.
Encéfalo
Médula espinal
Columna vertebral
Figura 17.
Potencial de acción
2.5.1 Neurotransmisores
Algunos neurotransmisores transportan información o instrucciones
de sinapsis específicas a regiones particulares del encéfalo o el cuerpo (por
ejemplo, "ingreso del sonido", o decir a los músculos que se "contraigan" o
se "relajen"). Sin embargo, unos cuantos tienen efectos generalizados. Un
ejemplo es la serotonina, conocida popularmente como la "molécula del
estado de ánimo". La serotonina es como una llave maestra que abre
muchas cerraduras, es decir, se adhiere hasta a una docena de sitios
receptores. La serotonina establece el tono emocional. Por ejemplo, ciertos
neurotransmisores nos permiten ver nubes en el cielo; la serotonina influye
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Figura 20.
Neurotransmisores representativos
Figura 23. La sinapsis eléctrica puede ayudar a las neuronas a sincronizar su actividad.
➢ Sinapsis químicas
La mayor parte de la transmisión sináptica en el sistema nervioso
humano es química. Antes de estudiar los diferentes tipos de sinapsis,
repasaremos algunas de sus características comunes (fig. 24).
Figura 28. Dos categorías de diferenciaciones de membrana de las sinapsis del SNC.
TEMA 3:
FUNDAMENTOS DE LA REHABILITACIÓN
NEUROPSICOLÓGICA
pérdida del tejido nervioso era permanente. Karl Lashley señalaba en 1938
la importancia de conocer los múltiples factores que estaban implicados en
las lesiones cerebrales y su rehabilitación, como la destrucción de
estructuras esenciales, los cambios celulares patológicos temporales, las
alteraciones metabólicas, etc.
El tratamiento de los trastornos del lenguaje ha ocupado la mayor
parte de los objetivos de los programas de rehabilitación neuropsicológica
hasta la pasada década de los años 1980. Paul Broca inició esta tradición
aplicando a los pacientes afásicos estrategias compensatorias eficaces,
pero fue Shepherd Franz en 1905, quien planteó que el proceso de re-
aprendizaje podía abrir nuevas vías en el cerebro, especialmente en el
hemisferio derecho.
Los primeros programas de rehabilitación neuropsicológica con una
perspectiva integral los encontramos en Alemania, aplicados a soldados de
la Primera Guerra Mundial. Walter Poppelreuter fundó en Colonia, en 1914,
una institución con este fin, y dos años más tarde Kurt Goldstein haría lo
propio en Frankfurt, con el Instituto para la Investigación de los efectos de
las lesiones cerebrales. En este centro, Goldstein diseñó programas de
compensación con un objetivo claramente funcional, como era la
reintegración laboral de los afectados.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Alexandre Romanovich Luria
estableció los fundamentos de la neuropsicología moderna y enfatizó la
importancia del diseño de programas de intervención individualizados, la
reorganización de los sistemas funcionales, la práctica extensiva como
medio para el reentrenamiento de las funciones afectadas y la
reconstrucción de nuevos hábitos. Con sus libros Restauración de la función
tras lesión cerebral y El cerebro en acción, publicados en 1963 y 1973
3.2.1.3. Conductismo
El conductismo establece y describe algunos de los mecanismos a
través de los cuales se desarrollan habilidades cognitivas, se realizan
aprendizajes y se desarrollan conexiones sinápticas en el cerebro (García
Vega, 1993). Por otro lado, el análisis conductual permite descubrir las
conductas desadaptativas mantenidas por las contingencias ambientales,
así como evaluar las consecuencias funcionales del DCA (Ylvisaker, 1998;
Ben-Yshay, 1993, y Quemada, 2006).
Por todo ello, la teoría de la conducta complementa la
conceptualización de la organización cerebral después de una lesión y
aporta técnicas muy útiles para la rehabilitación neuropsicológica, como
veremos más adelante.
• Contextualización de la rehabilitación
• Enfoque dinámico
- Fase aguda
Duración de la rehabilitación
La rehabilitación de las funciones psicológicas deterioradas como
consecuencia de un daño cerebral es la recuperación o la recreación de los
sistemas funcionales fisiológicos responsables de tales funciones a través
del entrenamiento conductual. Este es un proceso que requiere tiempo
para que la función se vaya restableciendo, para que pueda expresarse
conductualmente de nuevo y para que pueda consolidar los avances
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etc.
La evaluación neuropsicológica es el instrumento más importante de
información sobre la integridad y el estado de las funciones psicológicas
superiores del paciente e incluye una exploración clínica del mismo, la
utilización de test y baterías psicométricas y clínicas, junto con la
observación formal y de la historia médica del paciente. Con toda esta
información se genera un diagnóstico que será fundamental para guiar la
planificación del tratamiento que se ha de seguir con el paciente. Existen
dos modelos de evaluación neuropsicológica que se complementan y que
son imprescindibles para la organización del programa de rehabilitación: el
modelo cualitativo y el modelo cuantitativo. A través del modelo
cuantitativo de evaluación se recogen datos del paciente que se comparan
con los de sujetos sanos, o con los de sujetos que tienen sus mismos u otros
daños neurológicos, con el objetivo de saber si el paciente que se está
evaluando presenta desviaciones de la normalidad o si funciona igual que
otros pacientes neurológicos. Con la evaluación cualitativa, mientras tanto
se recogen aquellos datos idiosincrásicos, singulares y propios del paciente
que se está evaluando; sus resultados no se comparan con los de otras
personas normales o con los de otros pacientes, sino con un modelo de
funcionamiento neurocognitivo. Se obtienen datos sobre cuáles son las
características disfuncionales del paciente y se interpretan de acuerdo a un
modelo clínico del funcionamiento cerebral humano.
TEMA 4:
APLICACIÓN ACTUAL DE LA
NEUROPSICOLOGÍA
4.2.3.5 Orientación
El progresivo incremento en el número de personas con daño o
disfunción cerebral exige la necesidad de realizar una adecuada orientación
personal y familiar del daño cerebral. Aquí se incluyen varias competencias,
en colaboración con otros profesionales que intervienen en el tratamiento
del daño cerebral:
a) Orientación profesional al paciente que ha sufrido daño
cerebral, identificando las áreas cognitivas preservadas y no
preservadas, lo que puede permitir la realización más efectiva
de una determinada actividad laboral.
b) Orientación familiar, buscando solución a los problemas
derivados de la lesión cerebral en los miembros de la familia.
c) Determinación del grado de incapacidad producido por
lesiones del sistema nervioso.
➢ Método de lesión
El método de la lesión cerebral en humanos, como recurso para conocer
la relación cerebro-conducta, ha prevalecido en todas las etapas históricas
y es, quizá, el que más identifica y diferencia la disciplina de otras
aproximaciones. Lo que ha cambiado en particular son los conceptos y
teorías a partir de los cuales se interpretan los hallazgos clínicos y los
medios técnicos para el estudio de las funciones y de las lesiones. Es decir,
para el localizacionismo de finales del siglo XIX, el objetivo era encontrar los
“centros” para una función determinada, mientras que en el
equipotencialismo se pretende encontrar una función más genérica que
pueda explicar los cambios encontrados en un paciente con lesión cerebral,
como la “actitud abstracta” de Golstein. Desde la postura de Luria, con su
concepto de sistema funcional complejo, el objetivo consistiría en
encontrar el factor deficitario.
Para los neuropsicólogos cognoscitivos, la interpretación se hace con la
suposición de módulos de un sistema cognoscitivo deficitario o dañado. Con
los modelos de redes, la región de daño cerebral se estudia como parte de
una red a gran escala de sitios corticales y subcorticales que operan en
conjunto para producir una función particular (Damasio y Damasio, 2000).
Dada la estructura teórica de cómo están constituidas y llevan a cabo una
función particular dichas redes, una lesión es una prueba para examinar una
hipótesis específica. Así, una lesión permite determinar si el daño a un
componente de la red, responsable de una función determinada, altera la
conducta de acuerdo con las predicciones hechas por la teoría que dice
cómo está constituida una red. Para Damasio y Damasio (2000), las lesiones
son un medio para apoyar o rechazar la teoría del funcionamiento cerebral
normal. Aunque con sus diferencias teóricas, se puede afirmar que el
método de lesión tiene como objetivo predecir, según el sitio de la lesión,
el patrón de alteración en algún aspecto de una ejecución cognoscitiva o
conductual y, a la inversa, predecir el sitio de lesión a partir de la
sintomatología clínica. En relación con este último aspecto, también se hace
uso de métodos estadísticos como el análisis de Clusters para analizar si, los
pacientes agrupados con base en lesiones cerebrales bien delimitadas y
caracterizadas, pueden ser discriminados a partir de la sintomatología
clínica. En el caso de los síndromes afásicos, Kertesz (1979) encuentra una
gran coincidencia de los sitios de lesión con la taxonomía y localización de
los síndromes afásicos ya conocidos. Para Heilman y Valenstein (2003), no
es lo mismo hacer las correlaciones de cambio conductual y lesión cerebral
que intentar deducir, a partir de los efectos conductuales de una lesión, los
mecanismos normales de la función cerebral, dado que el tejido cerebral
remanente puede reaccionar de modo adverso o compensar la pérdida de
la función causada por la lesión y, así, añadir o minimizar el déficit
conductual.
Las lesiones pueden también producir cambios en la conducta por
liberar otras áreas cerebrales de la facilitación o la inhibición. Así, puede ser
difícil distinguir entre los efectos conductuales causados por una
interrupción del procesamiento normal que ocurre en el área dañada y los
efectos debidos a alteraciones menos específicas de la función en otras
áreas del cerebro.
Deben tenerse en cuenta diversos factores en los estudios de
localización de funciones. Uno de ellos es el efecto de la recuperación, ya
son controladas.
• El autor considera que estas situaciones, aunque nunca satisfechas
con plenitud, deben ser siempre las metas.
➢ Estudios experimentales
Una limitación del método de lesión cerebral es de carácter ético, pues
una lesión no puede ser provocada en humanos y es muy complicado
encontrar patrones de daño semejante en diferentes individuos. Tal
limitación se supera con el estudio de lesión en animales, es decir, se crean
modelos experimentales en los cuales se diseñan paradigmas que
pretenden ser análogos a los aplicados a seres humanos y de manera
propositiva se lesionan áreas cerebrales circunscritas en algunos animales,
con el objetivo de probar que una determinada función o elemento de una
red funcional se correlaciona con una determinada estructura. Un ejemplo
de ello son los experimentos resumidos por Squire (1992) para el estudio
de la memoria. La limitación en este caso deriva de las distancias
filogenéticas entre las especies y, por lo tanto, de la menor complejidad
estructural y funcional del sistema nervioso de los mamíferos en los cuales
se investiga. Por otra parte, los estudios experimentales en humanos
también han contribuido al conocimiento en neuropsicología. A diferencia
de los estudios con animales, los estudios con humanos tienen la ventaja
de permitir valorar funciones que son específicamente humanas, como el
lenguaje. Así, se han diseñado diferentes paradigmas y manipulaciones
experimentales para probar modelos de diversos aspectos del lenguaje; o
subtipos de memoria, como la memoria de trabajo (Baddeley, 1986) y la
memoria implícita (Tulving, Schacter y Stara, 1982).
➢ Método psicométrico
Para Lezak, Howieson y Loring (2004), una importante aportación de la
neuropsicología a las neurociencias cognoscitivas es la aplicación del
enfoque psicométrico en el diagnóstico neuropsicológico y en la
investigación. De acuerdo con estos mismos autores, aunque las pruebas
psicológicas en un principio se usaron para evaluar la “inteligencia” en el
área educativa y después en el reclutamiento de personal, en la actualidad
ya son parte de la disciplina y de la práctica clínica. Tales pruebas
psicológicas se aplican en el ámbito de la neuropsicología, tanto en su forma
estandarizada para población normal como con algunas modificaciones o
adaptaciones para tratar de discernir, de manera más específica, por qué
un paciente puede tener dificultad en resolver alguna tarea, más que
centrarse sólo en si la puede llevar a cabo o no. Aunque originalmente se
utilizaron pruebas psicométricas diseñadas para otros fines, el crecimiento
de pruebas neuropsicológicas diseñadas para su aplicación en la
neuropsicología es abundante. El uso de pruebas estandarizadas es de
suma importancia para los estudios de grupo, y los análisis estadísticos
tienen un enorme impacto en la neuropsicología por permitir calcular con
precisión la probabilidad de que el rendimiento en una tarea determinada,
de un individuo con alguna lesión o condición particular, se dé a un nivel
inferior que el de un grupo control, lo cual contribuye a la comprensión de
los procesos psicológicos. Esto, a su vez, proporciona una base para la
evaluación neuropsicológica y, además, proporciona un conjunto de
procedimientos que pueden ser bastante útiles en el diagnóstico y la
rehabilitación. Las diferentes ediciones del libro Neuropsychological
assessment de Lezak (1976, 1983, 1995) y Lezak, Howieson y Loring (2004),