Dead Girl Switch
Dead Girl Switch
Dead Girl Switch
Lugar: Japón
Ciudad: Tokio
Estatura: 1:73
Cabello: azul
Contextura: delgada
CAPITULO I
2000/01/06
En la lobreguez de la habitación se escucha el ruido de una vieja televisión, una noticia sobre la
desaparición de cuatro jóvenes. Los padres de aquellos jóvenes se muestran preocupados, la
policía por su parte hace todo lo posible por encontrarlos pero sus esfuerzos son nulos.
Todo es visto por Yuu una joven de aspecto delgada y ojos amatista.
Yuu disfruta de su ramen picante en la soledad de su cuarto, ella no ha salido en todo un año de
ese departamento. Ella se siente segura entre esas cuatro paredes y la única comunicación que
tiene con el mundo exterior es su computadora, esto hace que no preste atención a lo que sucede
en el exterior por estar jugando.
Con lo cerca que estaba de ganar la partida y sin ningún tipo de aviso su computadora dejo de
funcionar. Después de unos momentos en su pantalla aparece un aviso del Estado
Yuu sin entender que estaba pasando y sin una explicación no le da tanta importancia, lo único
que le interesa es seguir jugando, pero aquel mensaje no desaparece.
Ahora sin saber qué hacer para conseguir suministros y con el mensaje de que nadie puede salir de
sus casas, además de el miedo que le da salir de su domicilio, con inquietud se dirige a la ventana,
abre sus cortinas, viendo a unas cuantas personas pasar de un lado a otro con compras de
alimentos; a una madre con su hija adolescente, un anciano gritándole a su esposa para que se
apure, unos niños corriendo por la avenida y a unos jóvenes riendo sin preocupaciones. Su
preocupación le hace ver que no cuenta con comida y no va aguantar, pero el hecho de salir es su
miedo más grande y también su peor carcelero, pero debe pensar en una manera que le ayude a
salir, en eso se da cuenta que tal vez unos pros y contras le ayuden en su indecisión.
PROS: EN CONTRA:
Sabe que hay más en contra que pros, pero si no sale no podrá vivir, así con una determinación
vacilante decide salir, se coloca su chamarra que estaba encima de su cama, agarra su monedero
de encima de su escritorio. Con la ansiedad a tope, pero con la valía de salir, va a la entrada se
coloca sus zapatillas y abre de golpe la puerta, con lentitud se asoma para ver a los pasillos si están
sus vecinos, pero se da con la sorpresa que no hay ni un alma a la vista con un suspiro de alivio,
cierra su puerta y camina por el lugar hasta llegar al elevador, pero para su mala suerte está en
reparación.
-esto tiene que ser una jodida broma- se queja con hastió.
Con una pereza se encamina a las escaleras, baja escalón tras escalón hasta ver que a
un le falta tres bajadas más, esto le pasa por vivir en un cuarto piso, era de esperarse que
no esté en forma, cuando por fin llega al primer piso se da cuenta que le falta el aire y se
tira al suelo tomando bocanadas de aire, con pesadez se pone de pie para abrir la puerta
de metal , pero para cuando se da cuenta el lugar esta desierto esto la desconsuela , se
supone que el conserje siempre está sentado para ver a los residentes pero no hay nadie,
o eso fue lo que creyó porque unos gruñidos y jadeos la alertaron que algo ocurría en la
entrada del edificio con paso lento se acercó para ver que el suelo estaba repleto de
sangre, no solo eso se podía ver restos de intestinos y una persona con traje de mono
comiendo lo que se supone era una mujer pero por lo visto no se podía diferenciar cuando
apreciabas su cara carcomida y su cerebro desparramado.
No sabía que mierda es lo que sus ojos habían observado, pero estaba claro, que, si no
salía de ahí, ella también seria devorada como esa mujer.
`Pero Yuu sabía que la suerte nunca ha estado de su lado antes de darse cuenta se
resbalo cayéndose de trasero, haciendo ruido y la cosa esa se dio cuenta. Con un
bramido le gruño y sus asquerosos ojos rojos que la miraban con una cosa en mente
comer.
Nakamura con toda la fuerza que tenia se puso en pie y el ser inmundo corrió como toro
embravecido y se dirigió en su dirección para atacar, pero ella fue más lista y corrió como
alma que lleva el diablo por las escaleras, pero el subir las escaleras las sintió como si
fuera infinita, a un paso de que la atrapen llego a su piso, pero la maldita criatura no daba
tregua, al correr por el pasillo vio cosas de los vecinos y las tiro como cabe, en eso uno de
los objetos hiso que la cosa se caiga.
-En tu cara criatura del infierno – se burló, lástima que la burla no le duro tanto tiempo
- carajo-corrió y llego a su puerta
La cosa ya se había levantado y estaba a un paso de atraparla, con toda la adrenalina
adquirida, empezó a ingresar su clave a la puerta y la abrió entrando como un torbellino,
cerro mientas escuchaba a la criatura golpear con fuerza.
Con todo lo acontecido no sabía que es lo que estaba ocurriendo, pero una cosa estaba
clara ese tío era el conserje y ahora era un puto caníbal.
Se dirigió a su computadora viendo que ya funcionaba y entro a los foros para saber que
sucedía dándose con la sorpresa que esas criaturas ya habían atacado a más personas
convirtiéndolas en ellos. No fue hasta que vio un mensaje que decía que esas cosas eran
muertos vivientes y que el Estado no había dado la alerta de esas cosas.
-esto es una pesadilla
Después de todo la era de lo inimaginable se mostraba antes las personas, la criaturas o
monstruos no eran otra cosa más que personas muertas o también conocidos como
ZOMBIES.
CAPITULO II
Al día siguiente Yuu no sabía cómo sentirse después de lo de ayer y que no pudiera
pegar el ojo en toda la noche por los golpes a su puerta y el miedo de que logre entrar,
para atacarla, la asustaba. Hasta se había armado con un cuchillo, pero aun así el solo
recuerdo le genera pesadillas.
Ahora ya no escuchaba ruido de afuera podría ser que se haya ido, se acercó a la mirilla
de la puerta, miro a ambas direcciones, pero no se encontraba a la vista.
Suspiro de alivio.
O eso creyó, volvió a mirar para que de una el muerto se apareciera asustándola de
golpe.
mierda
mierda
mierda
Eso la tomo desprevenida y en este instante se encontraba encerrada, como diablos
saldría si el zombie se encontraba ahí. Todo se le complicaba, pero en eso se fijó en su
balcón y una idea le apareció.
Se acercó lentamente para verificar el perímetro, pero lo que vio la dejo helada. Cientos
de esas personas convertidas vagaban por toda la calle, desde los autos destrozados, la
sangre regada y restos humanos por todo el camino.
- ¿Cómo diantres paso por ahí? -se preguntó desesperada, mientras iba de un lado a
otro- talvez si tuviera una distracción podría pasar por ahí, mierda este es un caos.
- Tengo que pensar con calma, así no podre arreglármelas- se aconsejó, ya parecía
una loca hablando sola, pero al diablo con lo que pensara la sociedad, total estaba sola.
Con la mente más despejada, lo primero que se le ocurrió es alistar una mochila con todo
lo que la iba ayudar.
Se acercó a sus cajones de la alacena sacando todo el cuchillo que se encuentre, gruño
al ver que solo tenía unos tres contando el que tenía en su mano, pero con más ganas de
encontrar algo para defenderse se agacho para abrir el compartimiento de abajo donde
tenía sus productos de limpieza con una mirada analítica encontró los productos que eran
inflamables.
Con una idea en mente.
Quemarlos
la parte sádica que Yuu muy en el fondo escondía empezó a surgir.
Con alegría de haber encontrado algo útil, saco todos los frascos y empezó a buscar su
encendedor al tenerlos, los junto y encontró una alforja que tenía y ahí los metió.
Después saco los pocos alimentos que tenía y los metió en su mochila, también lleno
botellas de agua y las guardo, se quedó con un paquete de galletas y una de las botellas
porque no había comida nada.
Una vez haber terminado de comer se fue hasta su cuarto saco su casaca más
abrigadora, un polo manga larga, una chompa y un pantalón grueso junto a sus calcetines
pronto haría frio, era enero, pero la temperatura ya estaba por los -6 ºc y podría subir y no
quería morir congelada o por esas cosas. También metió una muda de ropa a su mochila.
Todo ya hecho busco su radio si la nación decía algo eso le podría ayudar, también metió
sus linternas y unas pilas que las tenía escondidas, cuando guardo todo, sin querer sus
ojos enfocaron un marco con una foto donde se veía a una niña de sonrisa chueca, una
madre amorosa y un padre protector, esta demás decir a quien le pertenecía esa familia.
Yuu se preguntaba donde quedaba esa familia llena de amor y comprensión, adonde se
fueron los abrazos, los te quiero y la calidez que sientes a lado de tus seres queridos todo
eso fue sustituido por discusiones, engaños e indiferencia.
Pero lo que lo fragmento fue su expulsión de la preparatoria.
El solo hecho de recordar los gritos y sus miradas de decepción como si fuera la única
culpable demostraba lo poco que la conocían.
Pero la verdad siempre la tendría ella
No queriendo recordar más, y terminar todo lo que le faltaba se fue al baño para darse
una ducha si iba hacer esto al menos se refrescaría, no sabía que le esperaba haya fuera,
pero lo descubriría.
CAPITULO III
Sabía que sería difícil salir con una niña eso la haría presa fácil, pero se sentía
responsable por esa vida, acaba de ver como su madre casi se la iba a comer y
está el hecho que la salvo, a que costo, pues la dejo huérfana, aunque ya esa
cosa estaba muerta. Sin embargo, no tenía corazón para dejarla.
No había tiempo para más demora, con la niña entre sus brazos se dirigió a las
escaleras. Ella se aferró a yuu encendiéndose en el hueco de su cuello.
Al fin frente la puerta de salida se dio cuenta que el cadáver de la anterior mujer ya
no estaba, no cabía duda, segura estaría afuera con todos esos caminantes.
Salió a paso rápido del edificio a la vista vio a esas cosas caminando por todas
partes, pero corrió a un auto que le ayudaba de tapadera, tenía que alejarse de
esa zona o seria carne fácil.
Un auto de policía llamo su atención, talvez había un arma ahí eso la protegería a
ella y a la nena