La Cultura

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La cultura:

La cultura se ha definido de distintas maneras a lo largo de la historia. Cada definición nos habla de
la cultura y de las características del momento socio histórico en el que se produce. Aquí y ahora podemos
definirla como un conjunto distintivo de una sociedad o grupo social en el plano espiritual, material,
intelectual y emocional. Comprende el arte y literatura, los estilos de vida, los modos de vida compartidos,
los sistemas de valores, las tradiciones y creencias. Es decir que define a la cultura como el conjunto de
rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que nos caracterizan como sociedad o
grupo social.
Para ampliar la dimensión de aquello que consideramos cultura vamos a mencionar algunos
aspectos que forman parte de nuestras prácticas cotidianas: los gestos que utilizamos al hablar, las maneras
de movernos, nuestras vestimentas, las fiestas y tradiciones de las que participamos, nuestras maneras de
pensar, opiniones y creencias, los modos de relacionarnos con nuestras amigas y amigos e incluso lo que
creemos que vemos cuando vemos, todo está atravesado por la cultura.
Es importante evidenciar que cuando escuchamos que “tal persona tiene mucha cultura” o que es
“culta/o” le estamos adjudicando a la cultura un valor exclusivo y propio de ciertos grupos llamados
letrados, intelectuales o hegemónicos.
Pero ¿qué significa tener mucha cultura o poca cultura? ¿Es posible “medir” la cantidad de cultura
que tienen los grupos o comunidades? ¿No será entonces que todas y todos tenemos diversas culturas que
no son “mejores” ni “peores”? El Estado debe desarrollar políticas que promuevan esa diversidad para
garantizar que todas las culturas tengan su espacio y puedan expresarse los distintos grupos o individuos
que componen nuestra vida cultural, sin que se impongan unos sobre otros. El patrimonio cultural está
compuesto por ese legado que recibimos del pasado, vivimos en el presente y transmitimos a las
generaciones futuras; constituye una señal de identidad y favorece la cohesión de las comunidades. Se trata
de elementos que consiguen relevancia con el paso del tiempo y que resultan necesarios para la
permanencia de la identidad y la cultura de un pueblo. Puede incluir
objetos materiales o puede ser inmaterial cuando emana de los saberes,
los juegos, las celebraciones y los espacios compartidos donde tienen
lugar prácticas culturales.

Iguales y Diferentes: diversidad de culturas.


Todas las sociedades y todos los grupos humanos poseen cultura:
tienen determinados valores y creencias y producen objetos culturales
como herramientas u obras artísticas. Por esa razón, algunos autores –
como Anthony Giddens- consideran que se pueden definir elementos
comunes a las culturas de todas las épocas y todos los lugares. Estos
elementos se llaman universales culturales.
Todas las culturas tienen:
 Un lenguaje que les permite comunicarse y expresarse.
 Una forma de organización a través de la familia. Cada familia transmite la cultura (normas,
valores) a los miembros nuevos.
 Distintas formas de expresarse como, por ejemplo, el arte, la danza, el adorno corporal, el regalo,
entre otras.
Estos universales culturales varían enormemente de una cultura a la otra. La diversidad es
asombrosa. Por ejemplo, existe una gran diferencia entre
la danza típica de la República del Paraguay y una danza
típica de nuestro país o de algún pueblo originario de
Latinoamérica. También en algunas sociedades se acepta
con “normalidad” la poligamia mientras que en otros se
rechaza y se la suele castigar mediante ley, porque lo
“socialmente correcto” es la monogamia. Aunque ambas
son formas familiares, varían enormemente según la
cultura. Por eso decimos que en las sociedades existe la
Diversidad Cultural.
Por lo tanto, una persona siempre se parece a otra
cuando comparte su cultura. Pero al mismo tiempo
(debido a la diversidad cultural) una persona es diferente
a algunas otras. Todos pertenecemos a un grupo y nos diferenciamos de otro.
El grupo o los grupos a los que pertenece una persona pueden definirse con el pronombre
“nosotros”: “nosotros los argentinos”, “nosotros los jóvenes”, “nosotros los chicos de 2° año”, “nosotros
los que escuchamos reggaetón”. Y a los grupos diferentes los podemos llamar “los otros”. Esta
diferenciación entre un “nosotros” con “los otros” es muy importante porque permite conformar la
identidad social de una persona, es decir, aquellas características que lo identifican socialmente con su
grupo y lo diferencian frente a otros grupos.
Visibilizar la diversidad cultural es muy importante, especialmente en nuestro país, por la pluralidad
de culturas que lo componen. No todas las culturas tienen el mismo reconocimiento y poder, y esa
desigualdad promueve, muchas veces, el racismo, la xenofobia y la discriminación. Por esto es importante
que podamos reflexionar acerca de esos intercambios y cuestionar las situaciones que permiten que haya
situaciones de dominación de algunas culturas sobre otras. Cada una y cada uno de nosotros hacemos
cultura y somos portadores de cultura. La diversidad es una de nuestras mayores riquezas. Cuando
conviven varias culturas diferentes en un mismo territorio se habla de multiculturalidad, entre los cuales
debe existir una interacción sana y reconocer al otro como distinto.

El etnocentrismo y el relativismo cultural:


Una actitud frecuente que tiende a aparecer cuando nos encontramos con “otro” cultural es el
rechazo a otras costumbres o a otros valores culturales diferentes de las nuestras porque creemos que las
propias son las únicas o las mejores.
Esta tendencia a medir diferencias culturales con la vara de la propia cultura se denomina
etnocentrismo. Cuando juzgamos distintos aspectos de una cultura (valores, costumbres y creencias) con
los parámetros de nuestra cultura estamos adoptando una postura etnocentrista. Las posturas etnocentristas
evalúan, además, que algunas culturas son superiores o más avanzadas que otras.
En oposición a esta postura etnocentrista se encuentra el relativismo cultural. Esta postura
considera que no existen culturas superiores o más evolucionadas que otras y sostiene que cada cultura
debe ser evaluada en su propio contexto histórico y social.

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