Panes de Piedra

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CAPITULO 5

Panes
de piedra
Contenido
 Julius Hensel
 Dedicatoria
 Presentación
 Justificación de la reimpresión
 La causa de la decadencia de la agricultura
 Producción sana y producción enferma
 ¿Qué haremos con el estiércol de establo?
 ¿es rentable fertilizar con polvo de piedras?
 Un capitulo para los químicos
 Harina de rocas como fertilizante de tabaco
 Una contribución especial para el periódico alemán Deutsches
Adelsblatt
 Abono de harina de piedra
 Contribuciones de otras fuentes
1. Harina de rocas
2. Fertilizante con piedras
3. Carta al señor Schmitt
4. A la sociedad de pomología
5. La harina de piedras
6. Acerca del abono de piedras
7. Que ayuda se les puede dar a los agricultores que están bajo presión
8. Der Rheinischer Courier
9. Del diario der Rheinischer Courier
10. Del diario Neues
11. Limadura de hierro
12. Del diario Neues Mannheimer Volksblatt
13. Del diario Wiensbadner general
14. Moersch, cerca de frankental
15. Los campesino firmantes

 La lapida
 Epilogo

 Anexos
1. Lista completa de elementos constituyentes de las plantas
2. Composición del MB-4 harina de roca (resultado de análisis 2256/90) en
mg/Kg
3. Análisis por absorción atómica de roca mineral disponible para los
productores a bajo costo, que puede ser usada para preparar
biofertilizantes
4. Composición química promedia de basalto y granito de acuerdo con
Wedephol (1967)
5. Resultado que se obtiene con fertilizantes a base de elementos tierras
raras (ETR)
6. Algunos beneficios que se logran con la remineralización de los suelos a
partir de la utilización de harina de rocas
7. Tratamiento de semilla con harina de rocas de los elementos tierras raras
(ETR o REE en inglés)
8. Caldos minerales preparados a base de harina de rocas, para nutrir,
prevenir y estimular la bioprotección en el control del avance de
enfermedades en cultivos
9. Como usar biofermentado a base de harina de rocas en los cultivos
10. Experiencias y algunas recomendaciones para trabajar con la aplicación de
harina de rocas
11. Resultados de cultivos tratados con harina de rocas, materia orgánica y
microorganismos
12. ¿Qué es JUQUIRA CANDIRU Satyagraha?
Julius Hensel

“Panes de piedra por la fertilización de los


campos", fue el título que Julius Hensel, hace más
de un siglo, escogió para su libro. ¿Pero quién lo
iría a entender?

Hensel, compatriota de Martín Lutero, con sus escritos está revolucionando la


agricultura con la remineralización de los suelos. El lema de Hensel fue: "Las
fuerzas nutritivas aún desconocidas de las rocas".

Nosotros no sabemos cuál es la diferencia entre la leche materna y la leche en


polvo, ni siquiera conocemos la diferencia entre leche humana y leche materna, o
que la leche en polvo es leche de vaca. Entonces. Como ¿exigir que se conozca
que el inventor y primer poseedor de la patente de la leche en polvo fuera Justus
von Liebig, padre de la química en la agricultura, mientras que Julius Hensel
promovía la importancia de la leche materna en su obra más conocida "La vida"?

Hensel fue perseguido, preso, olvidado y renegado: doctores "universitarios" en


suelos, todavía no conocen sus escritos; pues estos pertenecen o son objeto de
una deformación ideológica y dogmática, sin preocupación ética y honestidad
moral por parte de los que aprenden.

Un grupo de campesinos negros y rebeldes reacios a la esclavitud, que mantienen


sus costumbres y que en Brasil son llamados "quilombolas" empezaron a cultivar
el arroz "oryza glaberrima", originario de Níger que sus antepasados cultivaron en
África; prohibido de ser cultivado en Brasil desde 1750, en manos de los
quilombolas en Río Grande do Sul hoy es recuperado y cultivado con "harina de
rocas" sin fertilizantes, herbicidas y urea. En los primeros treinta días los
quilombolas querían destruir el cultivo, por las "malezas" y el bajo "stand"; a los
sesenta días se estaban acostumbrando con la fuerza del cultivo que vencía las
malezas y macollaba con vigor gigantesco.

En la cosecha se obtuvieron más de 8000 kilos de grano por hectárea. En el


molino, el rendimiento fue superior al 72%; cuando la media en Río Grande do Sul
en producción es de 5.500 kilos de grano por hectárea y el rendimiento en el
molino está por debajo del 60%. Por otro lado, con 'Una parte de esta cosecha
fueron hechas más de setenta comidas diferentes y algunas bebidas.
De todo esto, lo más impactante fue el relato del "quilombola" Olegario, con 73
años de edad: "al inicio no me gustó ni un poquito ese arroz; pero cuando vi que
unos patos vinieron a hacer sus nidos en el cultivo del arroz, tuve que dejar, pues
por acá no hay más espacio para las aves. ya que todo está con herbicidas e
insecticidas. Luego cuando yo me iba aproximando para el control del agua y
otros trabajos en el arroz, una ave adulta me presentaba muy orgullosa sus diez
nuevos patitos y se quedaba en la vuelta, como queriendo enseñarme algo. Toda
la familia voló unos días antes de la cosecha. Pero el próximo año que viene, voy
a tener más arroz y con seguridad, más patos". El arroz africano, la harina de
rocas y la sensibilidad humilde del agricultor nos enseñan algo nuevo.

El "quilombola" Olegario, con la edad que tiene y la experiencia de la vida, podría


auxiliar a muchos que estudiaron la "filosofía de la ciencia" sin comprender el
contexto en el texto. Es por esto que muchos doctores repiten como bon-egos en
las universidades y creen que: venenos, transgénicos, eucaliptos y
agrocombustibles son buenos e imprescindibles.

El gran científico Justus van Liebig se suicidó a los 73 años y dejó un epitafio;
mientras que Julius Hensel murió en paz.

“El maguey es la planta que sorbe


sus jugos a las rocas”
Pablo Neruda
Dedicatoria

Juquira Candirú Satyagraha


Dedica este trabajo a los dos científicos militantes de Gaia.

Lutzenberger y Mazibuko en Witzenhausen, 1984


Presentación

“Lugen Haben Kurze Beine.”

“Las mentiras tienen piernas cortas". Escuchar esta expresión es muy común en
el continente del viejo mundo, principalmente en la voz de las personas de mayor
edad que viven en el campo.

Cuando a un pueblo le erosionan sus conocimientos, éste es desposeído de la


capacidad de recordar y continuar construyendo el tejido social de su historia, los
seres dejan de ser sujetos de transformación y pasan a ser objetos de
manipulación y mercadeo; la comunicación social, antes libertadora y
trascendental, se convierte en un poderoso instrumento de negocios de
información.
Más de cien años han pasado desde que Julius Hensel escribiera Panes de piedra,
pero los intereses de una industria química renaciente en Alemania lo
persiguieron sin tregua para que sus conocimientos no llegaran a las manos de
los campesinos de su patria y del mundo entero, pues los mismos, al volverse
información educativa de dominio público no arrojarían los resultados económicos
planteados para ia prosperidad y el desarrollo de una industria alemana en pleno
auge.

Desde esas décadas, el mundo académico en el campo de las ciencias agrarias


se amañó y está acasarado con la fascinación de la síntesis industrial, ignoró los
principios de la evolución geológica de la agricultura como algo absoluto, sano y
natural, para disfrutar de la estupefacción, la manipulación y el asombro de la
revolución tecnológica, relativa y descartable de acuerdo con las leyes del
mercado y no de acuerdo con las necesidades de las sociedades en el medio
rural.

Hoy, las universidades están convertidas en verdaderas tiendas comerciales,


muchos de sus agrónomos y profesores parecen más un catálogo de propaganda
comercial de insumos y recetas, que personas capaces de plantear cosas sanas,
para salir de la actual crisis en que
se encuentran los campesinos.

Nuevamente, los campesinos a


través de la historia muestran que
siempre son capaces de llegar hasta
el final; en los tiempos de Julius
Hensel lo respaldaron a pesar del
autoritarismo industrial existente en
la época, lo que podemos verificar
en algunas de las innumerables
cartas y notas de 'respaldo que
recibía en aquellos duros momentos
de exilio. Algunas de ellas traducidas
en el Apéndice de esta publicación.

Hoy, mientras que millares de campesinos comienzan a utilizar las harinas de


rocas directamente en los cultivos y empiezan a prepararlas de una forma u otra,
fermentadas y no fermentadas, entendiendo y aplicando los principios básicos de
hacer "soluble" lo "insoluble" a través de la vida en el suelo, los agrónomos repiten
como ciegos borregos las fórmulas impuestas por el imperio del N PK (nitrógeno,
fósforo y potasio), para rendirle ·pleitesía a un ciego profesor de parcos
conocimientos principalmente en fertilidad de suelos.

Este es el duro contraste: Mientras que los campesinos decodifican con


sabiduría la solubilidad y la síntesis del imperio agroindustrial para ser libres, los
académicos proclaman como siervos la prestación de servicios de la solubilidad
industrial en costales o a granel, sin llegar a entender lo básico: Cómo hacer
soluble un mineral.

Este material, inédito en la primera mitad del siglo XIX pero secuestrado por el
fascismo industrial de la época, lo entregamos al público a partir de las
investigaciones y traducciones de los materiales en lengua alemana y portuguesa,
para que sea divulgado y discutido en todas las áreas correlacionadas con la
agricultura.

JAIRO RESTREPO RIVERA


Enero de 2004, Cali-Colombia
Justificación de la reimpresión
La exhumación del cadáver en el armario
Inocentes útiles, no sospechan que la diferencia entre el imperialismo y el imperio,
es que, en el primero, el poder es una violencia policial/militar y mercantil y el
segundo, es una "suave" intromisión política.

Es más, este paso del imperialismo al


imperio es una evolución, se sitúa sobre
el aculturamiento gradual de una
sociedad. La familia y el individuo,
carentes de los valores mínimos de sus
ciudadanías, pasan a creer y a
identificarse en su condición y a
sustituirla por los valores entronizados
por el imperialismo.

Es así que nace el excluido, el


miserable, el sumiso y el desposeído de
los derechos. Con el tiempo, estas
condiciones pasan a constituir su
identidad: habitante de las calles, negro,
indio, vagabundo, indolente, violento...

El imperialismo se mantiene por la fuerza o la intervención.


El imperio impone su consenso, sin importarle la ideología o peculiaridad, pues ya
aceptamos y creemos que nuestra condición es nuestra nueva identidad. Y ella
está por encima de la ciudadanía moribunda que no tuvimos o ni siquiera
conocemos.

En el campo de la tecnología es donde más rápidamente actúa la violencia para


la transformación (información) del imperialismo.
En estos sus guardianes creen que la condición de sabuesos del imperialismo da
el "up-grade" automático para su nueva condición en el imperio. Con todo, el
imperio es una calidad superior, una evolución en la matriz y no en la periferia.

Es en esta crisis de identidad donde nacen las "caricaturas periféricas", en


países como los nuestros.

La cuestión de la defensa ambiental sirvió para afirmar la condición y la


identidad. Hubo una aparente victoria de los ciudadanos, transformada luego, en
una rotunda derrota, con el surgimiento de un nuevo segmento de mercado con
las cosas de la naturaleza.

Lo mismo está pasando con las poblaciones tradicionales, cuya condición


será para el imperio, un nuevo nicho de mercado de alta selectividad.

Frente a estas contradicciones y agresiones, hace aproximadamente quince


años se escribió en Brasil el libro Harinas de rocas, Trofobiosis y agricultura
Ecológica, un documento técnico muy interesante, texto pionero que tiene
agotadas más de diez ediciones distribuidas por todo el Brasil y América Latina.
Este año se transformó en la cartilla de la energía vital, traducida y ampliada en
español para Colombia, en asocio con el ingeniero agrónomo Jairo Restrepo
Rivera,

Ahora surgen las "harinas de rocas" en la agricultura, un "nuevo producto" de


consumo y fascinación. Nuestra radicalidad consiste en no gustarnos las modas,
ni mucho menos el consumismo.
Las harinas de rocas de Julius Hensel ya eran comercializadas en 1870, en
Alemania, el imperio Austro-Húngaro, Suiza y Suecia. Entonces, ¿cuál es la
novedad?

Pongamos el dedo en la llaga a los "profesores de fertilidad de suelos" que


abundan por toda América Latina y que como muchachos de recados de
empresas de fertilizantes y venenos, hicieron tanto daño al agricultor, a la
agronomía, a la agricultura y al consumidor. Parece una agresión, pero no lo es.
Esto no significa que podamos sentarnos a discutir la compatibilidad de la
concentración y solubilidad de los fertilizantes con un clima tropical o semiárido
desde el norte de México hasta el nordeste brasilero La novedad es que la gran
mayoría de ellos, para no decir todos, aúllan que los suelos son vivos y que la
materia orgánica es de vital importancia. Tristes años sesenta, setenta y noventa.
Cómo era de difícil comprender "el soporte inerte" y la importancia de las
soluciones salinas concentradas. ¿Dónde está escrito que un suelo/planta
necesita de una concentración urea/fosforo de 42%?

Ahora, hasta el epitafio de Liebig9 pide perdón por haber pecado contra la obra
del Creador. Lo más dramático es que todo esto es utilizado y manipulado como
argumento comercial para vender azúcar orgánica de la marca X, Y y Z.
Liebig, el padre de la agroquímica, el gran científico, también se volvió el
muchacho de la propaganda de la nueva onda y orden de la agricultura
sustentable o "agrobusiness" de la biocolonización orgánica
Aquí una pregunta muy sencilla: ¿Qué doctor en agronomía, súper especializado
o adiestrado en insumos, en América Latina, escuchó alguna vez referenciar o
citar a Julius Hensel, el cual escribió, “Das Leben”,10 “Die Makrobiotica”11 e “Brot
aus Steinen”?12
Hensel, el gran científico silesiano, enfrentó personalmente el conocimiento de
Liebig, y por tal actitud, en 1870 fue perseguido y difamado por muchos
profesores de agronomía y agricultura en Alemania, con la complicidad de los
comerciantes y el Estado alemán. Su libro fue retirado de las librerías y destruido
por los intereses de la l.G. Farben. Sus escritos fueron escondidos en Alemania y
Estados Unidos, por más de 100 años.
En el prefacio de panes de piedra escrito el 1 de octubre de 1893, en su casa,
en Hermsdorf, a los pies del Kinast, Julius Hensel pregunta:

¿Que se conseguirá al fertilizar con polvo de piedras?


Se conseguirá:

1. Convertir piedras en "alimento" y transformar regiones áridas en fructíferas.


2. Alimentar al hambriento.
3. Lograr que sean cosechados cereales y forraje sanos y, de esta manera, prevenir
epidemias y enfermedades en hombres y animales.
4. Hacer que la agricultura sea nuevamente un oficio rentable y ahorrar grandes sumas de
dinero, que hoy en día son invertidas en fertilizantes que en gran parte son
perjudiciales e inútiles.
5. Hacer que el campesino desempleado regrese a la vida del campo, al instruirlo sobre
las inagotables fuerzas nutritivas, hasta ahora desconocidas, que se encuentran
conservadas en las rocas, el aire y el agua.
Esto es lo que se conseguirá.

Que este pequeño libro sea lo suficientemente comprensible para los hombres, quienes
parecen próximos a convertirse en bestias de rapiña, para que cese su guerra de todos contra
todos y se unan en la conquista de las rocas. Que el ser humano, en lugar de ir en busca del
oro, en busca de fama o malgastando su fuerza productiva en labores infructíferas, escoja la
mejor parte: la cooperación pacífica en la investigación y descubrimiento del rumbo de las
fuerzas naturales con el fin de desarrollar productos nutritivos, y el apacible deleite de las frutas
que la tierra puede producir en abundancia para todos. Que el hombre haga uso de su divina
herencia de la razón para lograr verdadera felicidad al descubrir las fuentes de donde fluyen
todas las bendiciones sobre la tierra, y que de este modo se ponga un fin a su búsqueda
egoísta y a la ambición, a las cada vez mayores dificultades de vivir, a las ansiedades por el
pan de cada día, la angustia y el crimen. Este es el objetivo de esta pequeña obra, y que en
esto, ¡Dios pueda ayudarnos!

9. Justus von Liebig 1803/1873, científico alemán, padre de la agroquímica. Consultar la última página del libro
10. la vida
11. la macrobiótica
12. panes de pi
¡Profético!
Parece mentira, pero es muy actual: en la Universidad federal de Santa María, un
matrimonio de profesores de la escuela de Hensel fue perseguido y jubilado a la
fuerza, esto no fue obra de la dictadura del militar de pocas letras o luces en
Brasil, pero sí fue provocado por una maniobra entre el consumismo y dominación
de la agricultura nacional, en alianza con terratenientes y eclesiásticos.

Aquí, como allá, la victoria fue mantener la ciencia y la tecnología escondidas


bajo los intereses comerciales. Escondieron la verdad sobre la fertilización
química soluble y forjaron los agrónomos de hoy.
Con todo esto, ahora la moda es la "harina de rocas", ¿por qué? Porque el libro de
Julius Hensel panes de piedra fue traducido al inglés en 1977 y "patentado" en
1991. Él trae un formidable prefacio sobre glaciación y tectónica de placas de
Charles Walters Jr. Y un posfacio de Philip Callahan, igualmente bello, sobre las
ventajas del paramagnetismo. Los norteamericanos continúan fieles a su máxima:
"Tráeme una catástrofe que te enseñaré cómo conseguir un millón de
dólares".

Es muy claro cómo ambos apéndices descaracterizan la obra del sabio Hensel,
los mismos impiden una contextualización política en el tiempo y en el espacio
en la disputa con Liebig. ¿Por qué esta obra estuvo tanto tiempo escondida y
solamente ahora es exhumada del armario?
Viajemos en el tiempo. La matriz industrial alemana, premoderna, era el
carbón y el gran avance industrial era el acero. La electricidad era algo nuevo,
podemos decir que el petróleo era todavía una industria incipiente, pues la base
de la tracción y el transporte era la ferrovía y la tracción animal en la agricultura,
militar y civil. El motor de explosión todavía no era inventado, ni el automóvil, ni
el teléfono y menos la televisión.
La química era la de los colorantes y la mayor parte de los compuestos
farmacéuticos era de extracción natural, con las primeras síntesis, como por
ejemplo, la aspirina, que hoy cumple su primer centenario. La síntesis química
significaba un paso fantástico, la posibilidad de una patente industrial, el poder
absoluto sobre la creación. Antes solamente había "Marcas Registradas", que
nada más eran una garantía de calidad y propaganda. En este contexto es que
debemos detenernos al leer panes de piedra
Sin embargo, para que tengamos una comprensión plena, es oportuno
profundizar los hechos ocurridos desde aquel entonces, para que el lector,
actualizado, note la importancia de panes de piedra y Julius Hensel para nuestra
actualidad de la biotecnología y transgénicos. Situemos en esta periferia de un
mundo de cambios, como en aquella época, los daños provocados por la so-
ciedad industrial y su economía hegemónica. Así notaremos lo caricatural y
periférico de nuestros gobiernos, universidades, institutos de investigación,
comportamientos y ciudadanía.
Por ejemplo, las consecuencias de las guerras de la unificación alemana, en el
cambio del siglo, que traen grandes modificaciones en el mapa europeo, pues el
imperio alemán suplantará al imperio austro-húngaro y desequilibrará a Europa.

Es la época del uso masivo del carbón mineral y el consumo casero de la leña. La
materia prima es el acero nacional y todo se hace a través de él, hasta las casas y
las estaciones férreas. Es un mundo todavía iluminado por el aceite de las
ballenas, pues no hay electricidad. El transporte es el tren, pues no hay carreteras
o automóviles, los cuales irán a ser inventados veinte años más tarde. Tampoco
hay aparatos de radio o aviones, pues los hermanos Wright o Santos Dumont to-
davía están ensayando sus prototipos.

En esta época, los colorantes son naturales y en la India hay más de 500.000
hectáreas de cultivo de índigo, en las tierras del norte y del este. Esta leguminosa
tiene un alto valor económico en las bolsas de Londres y París, pues el índigo es
el colorante industrial más importante para los tejidos y confecciones. Las disputas
entre Inglaterra y Francia condenaban a muerte a quien se atreviera a
contrabandear semillas de índigo para los ingleses.

El cultivo del índigo empleaba más de cincuenta millones de trabajadores, y esto


cayó en poco tiempo, pues en Alemania fueron inventadas, por Hoffmann, las
anilinas sintéticas. En la India se amplía, entonces, el hambre y la miseria, en las
ciudades y en los campos. Pero ella es colonia, y pagará el precio del caos.

Era el nacimiento comercial de la química de síntesis orgánica. Es aquí que nace


el trabajo de Justus van Liebig, con el análisis de las cenizas como
constituyentes de las plantas, en la búsqueda de patentes industriales para la l.
G. Farben Él es, quien en 1867, obtiene la primera patente para la "leche
materna artificial''.

En el desarrollo de la agricultura europea, las reacciones químicas de las


concentraciones de las sales minerales tendrán un gran auge, pues ellas
posibilitarán el salto de "Marcas Registradas", para las "Patentes Industriales" de
gran utilidad para la economía.
La nueva industria de las anilinas sintéticas utiliza el carbón mineral y abre el
camino para la carboquímica, pero luego, el petróleo la suplantará, por su menor
costo y posibilidad de ofrecer combustible líquido para el transporte de los ve-
hículos de motor.

Alemania no tiene petróleo y lo necesita, este hecho la llevará a las Guerras


Mundiales contra los ingleses y los norteamericanos.
Los trabajos de Liebig (1860), sobre los fertilizantes solubles, traerán
transformaciones para la agricultura, contribuyendo con el cambio de la matriz
biológica hacia la matriz química.

Durante la guerra civil norteamericana y después de la guerra franco-prusiana y


las guerras de las unificaciones, se usará la agroquímica para posibilitar el
avance de las fuerzas militares, sin la necesidad de grandes inversiones, es ésta
la más importante contribución de la agricultura industrial, en aquella época
(subsidiar armamento).

Un salto en las guerras, será la utilización de las armas químicas, en la forma de


gases tóxicos sintéticos, que después de patentados industrialmente con altos
valores, serán llevados a la agricultura con el falso argumento de que fueron
inventados para combatir las plagas y las enfermedades en los cultivos; otro
sector de la industria bélica será la investigación y transformación de los
tractores en tanques de guerra y viceversa. A partir de aquí, la agricultura no
tendrá ningún tipo de autonomía y será el medio para el financiamiento de las
guerras.

El resquebrajamiento de la I.G. Farben en tres pedazos (Bayer, Basf y Hoechst)


y la prohibición, por el tratado de Versalles, de la importación de nitrógeno en la
forma de salitre de Chile y de Bengala, utilizado por Alemania en la agricultura y
en la fabricación de explosivos militares, llevará a la búsqueda de sustitutos. El
éxito es el sistema Haber-Bosch de captura de nitrógeno del aire, ahora no
como marca registrada, pero sí con patente industrial.

La síntesis de los gases militares, ahora llamados de agrotóxicos, con su


desarrollo darán una nueva dimensión al mundo de la energía del petróleo a
través de la petroquímica y desencadenarán nuevos segmentos, como por
ejemplo, los plásticos y las fibras sintéticas.

Con este contexto es suficiente para que comprendamos porque panes de piedra
estuvo 102 años escondido", y tal vez entender el porqué de los apéndices, en su
reaparición, hecha por los norteamericanos.

Es muy reciente, sin embargo pocos recuerdan, al soldado norteamericano Me


Veig, cuando utilizó 600 kilos de fertilizante nitrogenado para cometer el atentado
terrorista contra la sede del edificio federal, de la Alcohol, Tabac, Fire Arms and
Explosives, del FBI, en Oklahoma.

Estos segmentos de la agricultura industrial valían más de cien mil millones de


dólares/año, para dos docenas de gigantescas empresas de investigaciones
militares, y que ahora, con la matriz de la biotecnología, ellas vuelven a ser me-
nos de media docena con un potencial de ganancias treinta a cuarenta veces
más, y el principal filón es la guerra por los alimentos. Muy pocos conocen o
saben, que la I.G. Farben reunificó sus partes en la biotecnología, como "Bayer
Crops and Life Science".

Los gobiernos periféricos y caricatos de América Latina, con sus universidades,


alardean que· no se puede perder el tren de la historia, y que debemos ser
favorables a los transgénicos y a las biotecnologías, etc. colocan sus
"profesores" en la calle, haciendo propaganda, de igual manera que en la época
de Julius Hensel.

Molino manual de piedra para elaborar harina de rocas. Cochabamba, Bolivia.

Para los países periféricos y caricatos, la tragedia se repetirá como comedia


política y traerá embutida la catástrofe social. Es esto lo que estampa Panes de
piedra, una obra posmoderna lanzada antes del modernismo.

El alimento es algo muy importante pues está ligado a la salud. En ella los
minerales tienen un efecto similar y todos ellos fueron creados, hace
aproximadamente 15.000 millones de años y están incrustados en las rocas.
Hoy, la matriz química en la agricultura y en la industria es obsoleta o está en
camino de la obsolescencia. Ahora es el momento de la biotecnología y en ella
tienen lugar las harinas de rocas, ricas en minerales estratégicos para garantizar
la calidad de vida de los longevos ricos.

La lectura de Hensel es básica para entender las transformaciones de la


biotecnología industrial de las grandes transnacionales, sus patentes y estrategias.
Con la agroquímica perdimos nuestra capacidad de pensar y generar saber. Por
ejemplo, nada ganamos con cuestionar a la Embrapa (Empresa Brasilera de
Pesquisa Agropecuaria), en el Estado de Goiás, por ensayar, a través de contratos
extranjeros, las harinas de rocas del tipo de las Tierras Raras, las cuales permiten
un aumento de hasta el 20% en la productividad de los cereales. Las empresas
contratantes de los servicios de la Embrapa, hace más de seis años no quieren
que estos trabajos sean divulgados. Esta acción, muestra la sutileza de la
biocolonización del servicio público en América Latina, donde los técnicos dejan
de ser seres capaces de generar saberes públicos, para pasar a prestar y a rifar el
nombre de lo público, para el sector privado.

Por no estar todavía lo suficientemente maduros para utilizar las harinas de rocas,
es que fue necesario un prefacio, en la versión norteamericana de Panes de piedra,
sobre glaciación, pues el contexto del comercio hoy es "El Cambio Climático",
fuera del posfacio sobre el paramagnetismo de las rocas. Es así como hoy se ve
en las rocas aquello que nunca, ningún académico, investigador o profesor de
turno quiso ver: el poder "místico”... al final de cuentas esto también es mercado.
Un buen mercado. ¿O se ve el poder de la transmutación a baja energía?

¿Asombrados? Pero la cuestión es otra: ¿por qué ahora el libro de Hensel es


traducido? La respuesta es muy sencilla, porque en estos momentos los EE.UU.
van a ofrecer y al mismo tiempo van a vender rocas molidas por todos los rincones
del mundo (o como dice el dicho: no dan puntada sin dedal). Ya lo están
haciendo por México, América Central y Brasil. Hay profesores universitarios
satisfechos -dicen que la "Wollastonita" o las "Leonarditas" son los mejores
silicatos del mundo, pero no saben rudimentos de química-. Para traer algunas
luces: una lectura del primer capítulo del libro Microcosmos de Lynn Margulis y
Dorion Sagan, es más ilustrativo sobre la importancia de los minerales en la
evolución de la vida, que cualquier catálogo industrial de silicatos en las manos de
algún profesor de agronomía. Esta lectura también se debe complementar con los
libros de James E.lovelock Las Edades de Gaia, con el apoyo de la Introducción
a la Geología Física de Leet Judson, y los libros de Vasili Vasilievich
Dokuchayev, Vladimir vernadsky y Alexander Fersman, entre otros.

Una provocación para los agrónomos orgánicos de última hora o para los que
aúllan como lobos en la defensa del biocomercio "justo", principalmente en las
reparticiones públicas: "La agricultura orgánica utiliza mucha masa verde,
compost y estiércoles que al fermentar aumentan el gas carbónico y el metano.
¿No sería un contrasentido, en un mundo amenazado por los gases del efecto
invernadero?" La respuesta es que las rocas son ricas en silicatos, que a pesar
de ser el elemento-alimento más abundante de la tierra después del oxígeno,
están faltando y vienen respondiendo muy bien donde son aplicados. Sin
embargo, los silicatos tienen la capacidad, a través de la corrosión química,
de impedir que los gases del efecto invernadero sean liberados por la presencia
del dióxido de silicio. O mejor todavía, este será el principal argumento para que
las rocas norteamericanas sean consumidas por los fascinados y estupefactos
que deforman los agrónomos en las universidades y centros de investigación.

En 1984 ocurrió una experiencia muy interesante en Brasil: un cónsul de un país


europeo muy rico, ofreció gratuitamente la instalación de una fábrica de jugo de
naranja para un grupo de agricultores del estado de Espírito Santo. Pero lo que el
cónsul quería, era que las naranjas fueran cultivadas con el método del ingeniero
agrónomo Nasser, con las harinas de rocas que él venía utilizando (algas
calcáreas). En esta propuesta, había gente de "competencia dudosa" interesada
en intermediar el negocio, pues eran necesarias más de cincuenta mil hectáreas
de cultivo para atender la propuesta. Ellos no sabían cuáles naranjas de calidad,
no deberían ser transformadas en jugo industrial.

En un buen almuerzo hecho con pescado y vino, mucho vino blanco de la tierra
de Julius Hensel, el cónsul cayó por su propia boca y confesó: "En las naranjas
de ustedes, nosotros encontramos los mismos minerales que se encontraron en
los huesos de los faraones egipcios...”

En aquel momento, Juquira, Candirú Satyagraha comenzó a investigar los


efectos de las harinas de rocas. Rinde tributo a panes de piedra de Julius
Hensel, pues tuvo la oportunidad de leerlo ofertado por estudiantes africanos y
cubanos, de la Universidad de Leipzig todavía en la República Democrática
Alemana y conseguir una copia traducida del mismo. Hay una duda sobre si la
obra era una versión polonesa o del propio alemán, pues aquella parte de los
sudetos estuvo como región polonesa, con las denominaciones de Chojnik y
Sabieszow después del tratado de Versalles. En el libro Agropecuaria sem
Venenos se hizo una breve referencia a los dos y también en el libro MB-4:
farinhas de rocha, Trofoniosis e Agricultura Ecológica, pero no tuvimos la
antevisión de su dimensión e importancia, tal vez ahora se vuelva moda
discutirlo y persignarnos.

El año pasado, en el Estado de Oaxaca en México, conocimos el interés de los


japoneses por importar mezcal y tequila en grandes cantidades, pero exigían
que las batel las o las vasijas para empacar la bebida fueran hechas en barro
negro de la región de San Bartola. Los minerales que existen en los barros de
San Bartola son rarísimos y muy importantes para la salud del japonés que los
quiere llevar gratis.

Lo más chocante es que, en 1973, había un documento sobre la importancia de


la mineralización de los alimentos. Este documento fue escrito por las Naciones
Unidas, pero tuvo una publicación restringida hasta el año pasado, cuando la
Editorial Roca lo tradujo, y publicó su actualización. Nuevamente la pregunta:
¿por qué? ¿Para no perjudicar la venta de abonos químicos? ¿Por qué
publicarlo ahora?

Hoy, el mayor problema de Europa, Japón y otros países, es la erosión


mineral en la alimentación. Esto está comprometiendo de manera muy seria la
salud de las generaciones futuras. Por ejemplo, los niños europeos; en muchos
lugares, están presentando un bajo rendimiento en el aprendizaje escolar, los
estudios de las principales causas están centrados en la fatiga mineral que
padece su salud. Por otro lado, en los mercados hay liquidación de los complejos
minerales y aparecen nuevas ofertas de biocompuestos obtenidos por
fermentaciones, donde los minerales están acomplejados en la forma de
biocoloides, sin estar quelatados. Es la oferta de la fascinante biotecnología, que
llegó para ser consumida y provocar nuevamente otra estupefacción o asombro.

En la agricultura china, fueron consumidas más de cinco millones de toneladas


de harinas de rocas Eart Rare, solamente para peletizar o revestir las semillas.
En minas Gerais, Goiás y el nordeste brasilero, hay mucha harina de rocas de
muy buena calidad, pero la mediocridad académica nos hará consumir las
harinas de rocas anunciadas por los norteamericanos y nosotros seremos
acusados de nacionalistas y ultrapasados, por no estar en el rumbo de la
iniciativa del libre mercado.

La remineralizacion14 del suelo de Julius Hensel y Arthur Primavesi eran y son


bien diferentes de la "moda" que se aproxima. Ella es la visión de la integración
del ser humano a su evolución, pues los seres humanos son nada más que la so-
lubilización de las piedras a través de sus panes. Dicen que esto es religioso.

Cuando observamos a un agricultor mexicano ejecutar la misma arte de sus


antepasados sobre una chinampa, comprendemos que él deja la materia orgánica
precipitar dentro del agua salada para que las bacterias precipiten todos los
minerales como los sulfatos, al mismo tiempo que las sales sódicas quedan en
solución sin provocar ningún obstáculo. Con la oxidación inmediata de estas
chinampas, con sus más de tres mil años, nos reímos de nuestra mediocridad y
poca visión científica y tecnológica. El proterozoico instantáneo está al alcance de
nuestras manos y no lo queremos ver.

Mañana será la oportunidad del mercado de los “nutracéuticos” alimentos ricos en


minerales, cultivados en suelos privilegiados. Berros con Litio, en la forma de
carbonato, para tratar personas deprimidas, principalmente funcionarios públicos.
Higos de la India, ricos en zinc, en la forma de pantotenato, para los que padecen

14. La denominación correcta, frente a la nueva matriz de la biotecnología es biorremineralización.


de Alzheimer, Krefeldt-Jacob o Manganismo de los Ditiocarbamatos. Tomates con
un mayor contenido de Selenio, en la forma de Niacinata ustedes ya escucharon
el desespero de los europeos por el Selenio? Lo que pasa es que el Selenio
elimina, por intercambio, los residuos de Cadmio, Mercurio, Estaño, etc., evitando
las enfermedades del tipo Kashin-Beck.

(Izquierda) Vasili
Vasílievich Dokuchayev
(1840 – 1903) Padre de la
ciencia del suelo en
Rusia.
(Derecha) Vladimir
Ivanovich Vernadsky
(1863 – 1945) Físico y
matemático. Fundador de
la geoquímica y
biogeoquímica en Rusia

Salimos de la matriz química inorgánica o química del fuego en el lenguaje de


Jeremy Rifkin, y entramos en la era de la biotecnología, o sea, la química de la
vida, pero no nos olvidemos que también el marketing cambió. Ahora es pos-
moderno.

Es tiempo de "Commodities", los satélites prestan los servicios de espionaje


comercial para determinar con un solo barrido los trazos de los minerales
presentes en los cultivos y animales criados sobre un determinado tipo de suelo
de cada región o país. Así las materias primas con determinados trazos de ciertos
minerales raros, pasarán a tener un mayor valor económico en los
supermercados. Sólo así nosotros tendremos fuera de los sellos y certificaciones
de peajes orgánicos, la garantía de los minerales que deseamos consumir, si es
que tenemos dinero para comprarlos.

Una humilde campesina zapoteca, reflexiona diciendo: "Determinar que mi hijo no


pueda comer lo mejor, a través del precio, es una violencia contra mi ciudadanía,
¿Entonces, a esta violencia cuál debe ser mi respuesta?".

Ella tiene toda la razón: donde el mejor alimento es más caro, hay una sociedad
fascista.
Los trabajos del profesor doctor Schuphan realizados y publicados el 26 de abril
de 1974 (101 años después de la muerte de Liebig), comparando papas y
espinacas con el mismo genotipo durante doce años (1960/1972) en los
sistemas de cultivos: orgánico versus industrial, presentaron resultados
sorprendentes, pues una misma semilla (genotipo) arrojó un contenido de 28%
más vitamina C, un 77% más de hierro, 23% más de metionina, 23% más de
materia seca, y una gran regresión de nitratos en un 93%, cuando comparado
con el cultivo industrial, siendo cultivados en el mismo suelo, lo único diferente
para los dos cultivos, era la tecnología. ¿Por qué nadie sabe de esto? Esos
trabajos también fueron traducidos y publicados en Brasil en 1983 en el libro
Agropecuaria Sem Veneno. Sin embargo, oficialmente existe un silencio
cómplice o sumiso del saber caricato y periférico, preocupado apenas por la
vanidad de los títulos y certificados.

Nadie se atreve a extrapolar que el profesor y doctor Schuphan utilizó los


conocimientos de Panes de piedra, pues papas y espinacas son clones, que se
comportan de formas tan diferentes, en función del suelo. Luego, la diferencia no
está en el gen y sí en la expresión del medio ambiente. En estos momentos, esto
es lo que determina Theo Clark, profesor de química de Truman Stat University,
quien encontró un 30% más de vitamina C en los mismos clones de naranja
cultivada a través de la biorremineralización, también es lo mismo que ocurre
cuando alimentamos abejas operarias con jalea real, las cuales al tener el mismo
genotipo se vuelven fértiles y se transforman en reinas.

Entonces, no debemos injertar genes, debemos trabajar con el proteoma (medio


ambiente + genes) y para esto las harinas de rocas son estratégicas. Son la
memoria que las semillas necesitan despertar, pero sin un consumismo infame,

En la lectura de Microcosmos, vemos que las bacterias tienen la capacidad de


leer la memoria de las rocas y al mismo tiempo transferirla para todos los
organismos vivos que componen el microcosmos, de forma horizontal y vertical
sin problema, y de manera contraria a la transferencia de los genes por obra de
la ingeniería genética. Larga es la visión de Hensel en su trabajo, cuando
todavía no existían el automóvil, el avión o los plásticos, y teníamos
conocimientos de trasplantes en la medicina, apenas a través del monstruo
Frankenstein, de la literatura de ficción.

No perdimos el miedo, pero pasamos a respetar el "éxito" de los mismos, sin


sospechar lo macabro que conllevan.
La finalidad de escribir este prefacio, en esta forma irreverente, es para evitar la
fascinación o estupefacción ilusionista.

Debemos leer el mensaje de Hensel contextualizado con la actualidad de su


prefacio y no como un anuncio de la agricultura ecológica industrial con sus
Bienes, Servicios & Certificaciones.

La agricultura orgánica nunca fue o será un objeto de consumo. A través de ella


podemos restaurar las etnotecnologías, sabidurías, sabores, saberes,
sensaciones y biopoderes.

La versión que surge en los Estados Unidos en 1991, trae agregado un


complemento dogmático-ideológico, que tergiversa la belleza de la obra original,
que fuimos obligados a releer.

"Al inicio, había oscuridad en las ciencias naturales. Durante muchos años, los
vitalistas creían que el humus era la matriz de la fertilidad, y ellos la luz y el
saber. Los reduccionistas se contraponían con sus sales minerales, su luz.
Algunos recalcaban la importancia de la atmósfera envolvente, principalmente el
nitrógeno, luz propia de su saber. Les toca a Hensel 15 y a otros equilibrar con la
participación de las harinas de rocas, sin ser solamente minerales, activar el
fortalecimiento del microcosmos, sin vitalismos o valorización de algún ciclo
exclusivo y atmósferas".

No podíamos dejar de registrar nuestra indignación, pues lo que Hensel vivió en


su época y en su continente, nosotros lo estamos viviendo hoy, como resultado
de los cincuenta años de los efectos de la agricultura industrial de matriz
química. Proyectando los futuros efectos de la agricultura biotecnológica de las
transnacionales con sus fertilizantes de síntesis biológica, sus semillas
desmaterializadas como servicios y bienes patentados.

Nos gustaría sugerir una lectura muy aguda de este material y, si es posible,
también la lectura de la versión con copyright norteamericano, pues ellas son
muy diferentes y la complementa The Survival of Civilization.

Como nos dice el estudiante cubano: "buen provecho" y diría el maestro Hensel:
"Viel Spass!"16

Juquira Candirú Satyagraha


Invierno austral, 2003

15. Citamos como referencia sus antecesores conocidos: Paflssy (1563), Glauber (1665}, Frizt
Rodiger (1860), Rosenberg-Lipensky (1862), Simmlerq {1863), J. Piccarc (1865), Prof. Dr.
Bogulavsky y el Dr. Zimmermann (1975) con su libro: "Stelne geben Brot" y la escuela norte
americana con Hamaker, Weaver, Callahan, Ephron, Walters Jr. y otros.
16. Buen provecho.
La causa de la
decadencia de la
agricultura
“Ninguna planta puede ser
parasitada si no ofrece al
paracito el sustrato que el
necesita.”

La producción de la tierra se encuentra cada día peor. En todas partes hay


preocupación; nuestros campos no generan cosechas que sean suficientemente
abundantes para competir con las tierras de bajos precios del lejano Oeste
17
Cambiar esta situación es el objetivo de este libro.
Ya han pasado 400 años desde que se descubrió la otra mitad del mundo, sin
embargo, la totalidad de la tierra apenas se descubre ahora, cuando empieza a
conocerse cómo utilizar los inagotables tesoros que están a nuestro alcance en
las nutritivas fuerzas de las rocas. El Hombre, en lugar de estar aprovechando
esta enorme mina compra el material para restaurar la fertilidad del suelo ex-
hausto en forma de medicamentos, o para decirlo con más precisión, fertilizantes
químicos.
En los últimos cincuenta años se ha expandido en el ámbito de la agricultura un
dogma que se ha hecho conocer como "la ley del mínimo”. Según ésta, aquella
sustancia que la planta necesita y que está presente en una mínima cantidad en
el suelo, debe serle suministrada en forma de fertilizantes.
Este falso precepto debe su acogida exclusivamente al defectuoso método de
investigación química que se impuso hace cincuenta años.
Debido a que se encontraban considerables cantidades de ácido fosfórico y de
potasio en las cenizas de cualquier semilla, y debido a que estos elementos no
existen en el aire y por consiguiente deben ser suministrados por la tierra, era
apenas normal que surgiera el interrogante, ¿qué cantidades de estas sustancias,
necesarias para el crecimiento de las plantas, todavía quedan en el suelo?
17. Referencias a las tierras del continente americano
Entonces, al investigar el suelo y tratarlo con ácido clorhídrico para conseguir
que las sustancias contenidas en él pudieran disolverse, se encontraron mínimas
cantidades de potasio y de ácido fosfórico. Esto tiene su explicación en que los
álcalis que se encuentran en el suelo combinados con ácido silícico, se
transforman, tan pronto son disueltos por el ácido clorhídrico, en polvo de vidrio.
Por eso, para poder conocer la cantidad de potasio, es necesario primero apartar
el ácido silícico, habiéndolo transformado en fluoruro de silicio volátil por medio de
ácido fluorhídrico.

Este método no fue empleado por los primeros químicos agrícolas. En


consecuencia, pasaron por alto la presencia de potasio y de igual manera fallaron
en identificar el ácido fosfórico que se encuentra combinado con óxido de alumi-
nio y hierro en los silicatos; pues cuando el hierro fue precipitado de la solución,
tanto el óxido de aluminio como el ácido fosfórico se precipitaron junto con él.

En consecuencia, un análisis posterior de la solución líquida arrojó un resultado


negativo con relación al ácido fosfórico, y esto también es lo que ocurre hoy en
día al trabajar basados en el viejo método. Por lo anterior afirmaban los maestros
de agricultura: "De estos nutrientes tan importantes para las plantas solo queda
un mínimo en el suelo. Por eso lo primero que debemos hacer es suministrarle a
nuestros campos potasio y ácido fosfórico".

A estas dos sustancias también fue


añadido nitrógeno. El nitrógeno, en
forma de proteína vegetal, se
encuentra generalmente contenido en
las plantas en tal cantidad, que el peso
de éste frecuentemente es mayor que
el peso de los constituyentes fijos de
las cenizas. Lo que se escribe a
continuación puede servir para
explicarlo:

Si consideramos la afinidad de
elementos alcalinotérreos (calcio, magnesio y óxido de hierro) y de los álcalis
fijos, con respecto a los hidrocarburos, como puede ser observado en los jabones
-que consisten en combinaciones de potasio o sodio con ácido oleico (C 18H3402) o
con ácido esteárico (C18H3602) o de similar afinidad a estos elementos
alcalinotérreos y a estos álcalis fijos, es el álcalis volátil Amoníaco (NH 3). Esto
explica, por qué cuando no hay suficientes elementos alcalinotérreos
transportados en la savia para completar la formación de las plantas a nivel de
tallos y hojas, el lugar de éstas es tomado por el amoníaco, que se forma a partir
del nitrógeno y del vapor de agua hallados en el aire. La madera del tronco de los
árboles no contiene nitrógeno en ninguna cantidad, pero las hojas de los árboles
sí contienen cierta cantidad de nitrógeno; el parénquima de las hojas lo condensa
del aire porque el alcance de los elementos alcalinotérreos, que se extiende
incluso hasta las nervaduras de las hojas, no incluye el parénquima.

Ahora, en vista de la gran cantidad de nitrógeno encontrado en los productos


del campo, el cual suponen los agricultores que las plantas extraen de la tierra a
través de sus raíces, se llegó al mismo resultado que obtuvieron con el potasio y
el ácido fosfórico, es decir, encontraron sólo un mínimo de este en el suelo y por
eso concluyeron: "nuestras plantaciones ya consumieron todo el potasio, todo el
ácido fosfórico y todo el nitrógeno; por eso esas sustancias se encuentran en
mínimas proporciones en el suelo. Si nosotros fuéramos menos egoístas
aportaríamos estas sustancias en abundancia a nuestros cultivos, en forma de
abonos".

El resultado es que el uso de superfosfatos, sulfato de amonio y salitre de


Chile ha crecido enormemente, sin embargo la agricultura ha incursionado en el
cuadro clínico del cáncer, o sea, que experimenta un retroceso pues si el costo
de los fertilizantes crece más allá de las ganancias arrojadas en las cosechas, los
campesinos deben dejar sus tierras.

Pasó un tiempo largo antes que los profesores de economía agrícola -frente a
las conclusiones de algunos cultivadores, de que las cosechas de arvejas y
habichuelas, ambas ricas en nitrógeno, prosperaban en suelos totalmente
carentes de nitrógeno- finalmente entendieran que las plantas leguminosas
extraen la totalidad del suministro de nitrógeno exclusivamente del aire, al que con-
forma en sus cuatro quintas partes. Es difícil que ellos admitan que otra> planta>
también se desarrollen de manera similar porque su reputación y sus ingresos
provienen principalmente de la teoría del potasio, del nitrógeno y del ácido
fosfórico o del NPK

Ellos explican esto al afirmar que "existen productores de nitrógeno, así como
hay consumidores de nitrógeno".

También es cierto que las plantas asimilan el nitrógeno que sus raíces
encuentran en el suelo, sin embargo eso no es del todo necesario. Los árboles
nos brindan una prueba convincente de ello. Abedules, hayas y robles crecen a
tamaños gigantes sobre rocas peladas de granito y pórfido. Quien desee
confirmar esto, que ascienda a las montañas Harz. Ahora, como las hojas de los
abedules y de los robles contienen un 1 % de su peso en nitrógeno, mientras su
madera carece de nitrógeno, el nitrógeno de las hojas evidentemente no ha sido
extraído de las rocas sino del aire.
Es obvio que si el suelo fuera la verdadera fuente de nitrógeno, las raíces que
se encuentran en contacto inmediato con él, deberían mostrar como mínimo tanto
nitrógeno como las partes que están por encima de la tierra, rodeadas por aire;
pero al contrario, éstas contienen menos.

Por ejemplo, una libra de papas contiene aproximadamente 25 granos 18 de


nitrógeno, sin embargo los tallos y hojas verdes de esta planta contienen más de
43 granos por libra, siendo en realidad la planta, la fuente de donde los
tubérculos extraen su nitrógeno y no de manera inversa; pues la planta de la
papa que en un principio es tan exuberante en jugo, a la vez que los tubérculos
comienzan a madurar, se vuelve delgada, ahuecada y liviana debido a que el
jugo que contiene el nitrógeno, desciende a los tubérculos. De esta misma
manera una libra de la planta verde de las zanahorias contiene aproximadamente
35 granos de nitrógeno mientras la zanahoria como tal contiene únicamente 14
granos por libra.

Debemos mencionar que así como nitrógeno desciende a los tubérculos,


este también se deposita en las semillas; así, los granos de los cereales
muestran un total de 140 granos de nitrógeno por libra. Los tallos verdes de los
cereales muestran una proporción similar de nitrógeno, mientras que en una libra
de paja solo se encuentran entre 33 y 49 granos de nitrógeno.

Que los fertilizantes químicos, que todavía son la moda general, son tan solo
un gasto inútil, puede ser matemáticamente demostrado si tomamos cualquier
ejemple de manera aleatoria. Para esto tomaré como ejemplos la remolacha
azucarera y la zanahoria.

La remolacha azucarera, según las tablas de Wolff, contiene las siguientes


cenizas por kilogramo:

Potasio 3.8
Sodio 0.6
Calcio 0.4
Magnesio 0.6
Ácido fosfórico 0.9
Ácido sulfúrico 0.2
Acido silícico 0.2
Ácido 0.3
clorhídrico

18. Unidad de peso utilizada para diamantes, equivalente a 0.6 gramos.


De acuerdo con sus equivalentes atómicos esto significaría 142 para el ácido
fosfórico, 80 para el ácido sulfúrico, 60 para el ácido silícico, 73 para el ácido
clorhídrico, 90 para el potasio, 62 para el sodio, 56 para el calcio y 40 para el
magnesio.
Ahora, según lo anterior:

0.9 de ácido fosfórico podría saturar 0.6 de potasio


0.3 de ácido sulfúrico podría saturar 0.35 de potasio
0.2 de ácido sillico podría saturar 0.3 de potasio
0.3 de ácido clorhídrico podría saturar 0.4 de potasio
Así todos los ácidos juntos podrían saturar 1.65 de
potasio

Por tanto, quedaría entonces el siguiente excedente de bases

Potasio 2.15
Sodio 0.6
Cal 0.4
Magnesio 0.6

O si tomamos en consideración los 0.6 de sodio, los 0.4 de calcio y los 0.6 de
magnesio, equivalentes a 1.65 de potasio; entonces estaría a nuestro alcance la
totalidad de potasio contenido en la remolacha azucarera, que suma 3.85. Este
potasio lo podemos considerar en estado combinado con azúcar, tejido celular y
proteína. Junto con esos 3.8 de potasio, 1.6 de nitrógeno -o en cifras redondas,1.
9 de amoníaco-, debe ser tomado en cuenta por ser también un constituyente
básico no saturado de la remolacha azucarera.

A partir de esto se determina que los 3.8 de potasio no pueden resultar de haber
abonado con sulfato de potasio porque entonces se necesitaría la presencia de
3.25 de ácido sulfúrico mientras que solo hay 0.3; tampoco el 1.9 de amoníaco
puede resultar del sulfato de amonio, pues para eso se requeriría de 5.0 en lugar
de tan solo 0.3. Por eso, si abonamos la remolacha azucarera con sulfato de
potasio y sulfato de amonio, estas sustancias pueden ser consideradas -como ya
se dijo- en su mayor parte desperdiciadas. Así, como fuente de potasio ·y sodio en
el caso de la remolacha azucarera solo podemos considerar el feldespato, que
gracias a Dios todavía se encuentra en cierta cantidad en el suelo, mientras que el
nitrógeno es suministrado por la atmósfera.

El feldespato del suelo finalmente también se agotará y entonces éste deberá ser
suministrado al abonar con fertilizantes de roca.
Un caldo muestra que para suministrar 0.3 de ácido sulfúrico basta 0.6 de yeso,
el cual se encuentra en estado combinado con el agua; de esta manera el acre
de tierra debe producir dos quintales de remolacha, este requerirá entre otras
cosas de tan solo 13.25 libras de yeso,

De modo comparativo vamos a considerar ahora el caso de las zanahorias.


Los elementos que constituyen sus cenizas por kilogramo (2.206) son los
siguientes, de acuerdo con las tablas de Wolff:

Potasio 3.0
Sodio 1.7
Calcio 0.9
Magnesio 0.4
Ácido fosfórico 1.1
Ácido sulfúrico 0.5
Acido silícico 0.2
Ácido clorhídrico 0.4

Una comparación con las raíces de la remolacha azucarera muestra que la


zanahoria contiene un poco menos potasio y magnesio, pero un poco más de
sodio y calcio; además de esto, la zanahoria contiene aproximadamente un
tercio más de ácidos fosfórico, sulfúrico y clorhídrico. Esas variaciones parecen
ser provocadas por haber fertilizado con estiércol líquido de establo. Por lo
demás, reconocemos que por los constituyentes básicos de potasio, sodio,
calcio y magnesio encontrados en las zanahorias, las fuentes naturales son los
sedimentos de las rocas primarias que se encuentran en el suelo.

Sabemos que todas las plantas, así como todos los cuerpos animales (ya que
estos están construidos a partir de sustancias vegetales) después de la
combustión, dejan cenizas que siempre consisten en las mismas sustancias, aun
cuando las proporciones varían según los diferentes tipos de plantas.

Siempre encontramos en ellas sodio, potasio, calcio, magnesio, hierro y


manganeso, en combinación con ácidos carbónico, fosfórico, sulfúrico,
clorhídrico, fluorhídrico y silícico. Estos elementos constitutivos de las cenizas le
dan la forma y la estructura a los cuerpos de plantas y animales, como bien se
dijo anteriormente.

Ahora, dado que las plantas nacen del suelo, es evidente que las
mencionadas sustancias encontradas en la tierra o en las cenizas deben ser
suministradas por éste y como en él esas sustancias están presentes en

19. Quintal. Antigua medida, aproximadamente equivalente a 50 Kilos.


combinación con sílice u óxido
de aluminio, el origen del suelo se
hace más evidente todavía: éste
ha surgido a partir de rocas
primarias desintegradas, las
cuales todas contienen en mayor
o menor grado potasio, sodio,
calcio, magnesio, manganeso y
hierro además de ácido sulfúrico,
fosfórico, cloro, flúor, sílice y óxido
de aluminio. De aquellas
sustancias terrestres provenientes
de las rocas primarias, que se han
asociado con sedimentos de yeso
y cal en combinación con agua y
la influencia atmosférica· del calor
y la luz solar, se originan las
plantas que nutren al hombre y a
los animales

Ahora, como los citados


materiales de la tierra, con la
excepción de sílice y aluminio,
entran a formar parte de los
cultivos que son posteriormente
extraídos del campo, es obvio que
estas sustancias de la tierra
deben ser repuestas. Si nosotros deseamos tener cultivos normales y sa-
ludables, y que tanto hombres como animales que viven de ellos, puedan
encontrar en estos todo lo que es necesario para el sostenimiento de sus
cuerpos (fosfato y fluoruro de calcio y magnesio para la formación de huesos y
dientes; potasio, hierro y manganeso para los músculos, cloruro de sodio para
el suero sanguíneo, azufre para la proteína de la sangre, hidrocarburos para la
grasa de los nervios), no será suficiente reponer el potasio, el ácido fosfórico y
el nitrógeno (NPKJ). Los otros también son una necesidad imperativa.

En relación con esto daré un ejemplo claro: el propietario de un gran terreno


me escribió que había abonado su campo con amoniaco, superfosfato y salltre
de Chlle, y que a pesar de que los campos estaban sufriendo de un constante
empobrecimiento, él todavía podía sacar algunas ganancias de ello. Más
adelante, sin embargo, cuando había empezado a abonar con limadura de
hierro y salitre de Chile, el empobrecimiento era tal que finalmente no crecían
centeno, ni tampoco cebada o avena; curiosamente solo el trigo podía dar una
cosecha aceptable.
¿Cómo podía yo explicarle esto? A esta pregunta le respondí tomando en
consideración los elementos que constituyen las cenizas. Las cenizas de la
cebada y de la avena contienen cinco veces la cantidad de ácido sulfúrico
contenida en el trigo. Este último todavía podía encontrar la pequeña cantidad
requerida de ácido sulfúrico en el suelo, sin embargo para la avena, la cebada y
el centeno estas mínimas cantidades no eran suficientes.
Ahora, ya que hemos visto que las rocas primarias de las cordilleras, pórfido,
granito y gneis, gracias a la influencia de miles de años en que se ablandan y
desmoronan -la palabra "desintegración" no se refiere a otra cosa- han producido
el fértil suelo que nos provee con plantas sanas y nutritivas, entonces fácilmente
puede. Ser observado que cuando un tipo de suelo como ese ha sido casi
agotado de los elementos que nutren a las plantas debido al cultivo por varios
cientos de años y el volteo de la tierra con el arado o la pala, la fuerza natural
original no se le puede volver a conferir con medicinas y sustancias químicas.
Esto sólo puede conseguirse con suelo virgen en el cual nada haya crecido y que
en consecuencia tenga su fuerza intacta.

Para conseguir tal suelo no necesitamos esperar mil años hasta que el frío del
invierno, la nieve y la lluvia desintegren el material rocoso y lo traigan a los
valles. Solo tenemos que poner a trabajar nuestras manos para obtener de las
rocas adecuadas, las sustancias necesarias para rejuvenecer el viejo y gastado
suelo y conducirlo nuevamente a su virgen estado de fertilidad original.
Producción sana y
producción enferma

“la vida en el suelo es la base


fundamental para la nutrición del
suelo y la fertilidad de las
plantas”

De acuerdo con los análisis químicos de las cenizas que quedan cuando
las plantas son incineradas, el resultado promedio arroja aproximadamente
tanto potasio y sodio, como calcio y magnesio, el ácido silícico es
aproximadamente un poco más que una quinta parte de la suma de estas
cuatro bases ,el cloro aproximadamente una veinteava parte del total, el ácido
fosfórico una sexta parte; sin embargo, el ácido sulfúrico es tan solo una cuarta
parte del peso del ácido fosfórico.
Las rocas de granito contienen un promedio de 6% de potasio y sodio,
mientras su contenido de ácido fosfórico es mayor al 1 %, lo que quiere decir que
el granito en sí mismo satisface las necesidades para el crecimiento vegetal; lo
cual puede ser confirmado en un especial publicado en la prensa, recibido
mientras escribíamos esto. En él leemos: "En Deutsmandorf, distrito de
Loewenberg, en Silesia, encontraron en la superficie de un montón de escombros
provenientes de las canteras, tres plantas de centeno con espigas que contenían
entre 90 y 100 granos" (Periódico General de la Silesia y Posen 20, Octubre 1
de1893).
Si tomamos en consideración el cloro, éste principalmente llega a nuestros
cultivos al ser abonados con estiércol líquido que contenga sal, pero se ha
demostrado que es bastante perjudicial para el crecimiento de muchas plantas;
con respecto a esto basta con recordar los efectos nocivos de abonar tabaco
utilizando estiércol líquido. El cloro no se encuentra en el trigo, centeno, cebada y
avena, mijo y trigo sarraceno, linaza, manzanas y peras, ciruelas y grosellas
blancas, bellotas y castañas, ni tampoco en la madera de ningún árbol de bosque;
por eso, no necesitamos considerar el cloro al fertilizar nuestros campos.

20. General Anzeiger Fur Schlessffin und Posen.


Ahora, si afirmo que las cantidades encontradas en las cenizas han arrojado
este resultado promedio al comparar más de ochenta análisis de las cenizas de
las diferentes partes de las planta, no se puede concluir a partir de esto que una
planta en particular o una parte de una planta en particular, requiera de una
proporción definida de los elementos encontrados en sus cenizas, ya que por el
contrario hallamos que los constituyentes terrestres del mismo tipo de plantas
difieren en diversas formas. Esto explica por qué encontramos las mismas
especies de plantas creciendo ya sea en suelos calcáreos o en suelos formados
a partir de granito, gneis o pórfido; como ejemplo de esto, mencionaré tan solo la
milenrama, Achillea milefollium.

Esto es causado en gran parte por el hecho de que el potasio y el sodio son
intercambiables, y sin embargo, estos dos álcalis también pueden ser
reemplazados en la mayoría de las plantas en una cantidad considerable por los
elementos alcalinotérreos calcio y magnesio; sin embargo es obvio que el valor
nutricional de las plantas junto con otras características no puede permanecer
igual. El potasio y el sodio incluso pueden estar totalmente ausentes en una
planta y pueden ser reemplazados completamente por calcio y magnesio; como
este hecho no ha sido observado todavía en ningún libro, no puedo evitar aceptar
el desafío de demostrarlo. Para ello pongo como testigos al masón real Wimmel
de Berlín y al ingeniero Klug de la región de Landshut. En compañía de estos dos
caballeros, el 25 de junio de este año (1893), visitamos una cantera de mármol
situada en las partes altas cercanas a Rothenzechau. En los alrededores de esta
cantera de mármol la vegetación siempre tiene un desarrollo posterior en el
tiempo, 'comparado con la vegetación que crece en el valle; a finales de mayo
ésta ya ha muerto. Al 1 í encontramos una buena cantidad de plantas de diente
de león creciendo directamente sobre las rocas de mármol que permanentemente
eran humedecidas por el agua; sus tallos florecidos alcanzaban una altura de
aproximadamente medio metro. De hecho estas plantas no tenían hojas en
abundancia y sus tallos gruesos podían quebrarse como si fueran piezas de
vidrio. No me cansé de hacer esto repetidas veces ante los ojos de mis
compañeros; ahora, este mármol de Silesia es una dolomita muy blanca de
carbonato de calcio, y carbonato de magnesio, a los que debe su color; sin
embargo, muy seguramente también debe contener junto con estos, cierta
cantidad de fosfato y sulfato de calcio, además de algún rastro de carbonato de
protóxido de hierro, cuya presencia es demostrada por las grietas húmedas del
mármol que desarrollan un óxido amarilloso. Por lo tanto, estas plantas crecían
en un substrato de casi únicamente calcio y magnesio. Este ejemplo extremo nos
deja convencidos 'de que las tierras alcalinas (calcio y magnesio) pueden ser
realmente reemplazadas por los álcalis (potasio y sodio) en la construcción de las
plantas y también nos suministra un ejemplo del por qué la limadura de hierro,
que es prominentemente un fertilizante calcáreo, inequívocamente causaba un
aumento de los cultivos en campos con déficit en calcio. El mismo resultado
podría haber sido alcanzado de hecho y a un menor costo, esparciendo
directamente calcio sobre ellos. Sin embargo tenemos otro "pero" en este asunto,
ya que en las cosechas no solo debemos considerar la cantidad sino también y
mucho más, la calidad.

Aun si el ejemplo citado pone de manifiesto que el calcio puede reemplazar en


gran parte a los álcalis en la construcción de las plantas dándoles la misma forma
y haciéndolas más grandes, la calidad y valor interno de los productos del suelo
son considerablemente afectados por la diferencia en sus constituyentes básicos.
Por eso mencioné de manera intencional que los tallos de diente de león que
crecían sobre el mármol podrían ser quebrados como piezas de vidrio, mientras
que por otra parte los tallos de diente
de león que crecen en suelos ricos en
potasio se dejan doblar hasta formar
anillos y a partir de estos, cadenas,
como frecuentemente lo hacen los
niños. El potasio confiere flexibilidad y
suavidad mientras que el calcio dureza
y rigidez. La planta del lino es un buen
ejemplo de esto.

Los lienzos hechos en Silesia a partir


de las plantas del lino, que crecen en
nuestros suelos de granito ricos en
potasio, son famosos por su
flexibilidad, suavidad y resistencia en
el tiempo, mientras que los lienzos
españoles y franceses obtenidos a
partir de suelos calcáreos son duros,
de poca resistencia en sus fibras y de
más bajo precio. ¿Qué causa
entonces que el lino español doble en
tamaño al lino silesiano?

Similares a las plantas empleadas para hacer textiles son las plantas utilizadas
para la alimentación y para hacer forrajes. Es un hecho que las plantas de
proveniencia calcárea no tienen el mismo valor nutritivo que aquellas en las
cuales los elementos alcalinos y alcalinotérreos están armoniosamente
asociados, de tal forma que cada nueva planta es más saludable que sus
anteriores. Con referencia a esto el doctor Stamm, quien tiene su consultorio en
Zurich -en donde en 1884 vi cómo excavaban una montaña entera de calcio-,
afirma que él en ninguna otra parte había visto antes ejemplos de calcificación
de las arterias como se presentan sobre el territorio suizo tan rico en calcio; el
hecho de que el agua potable es consecuentemente rica en calcio puede
contribuir a que esto pase. La fuerte estructura ósea de los suizos llama la
atención a cualquiera, aun a aquellos viajeros que visitan Suiza solo por un
corto tiempo. Esta era la razón fundamental para explicar por qué Winkelried,
mientras se encontraban en Sempach en 1386, pudo contener con sus fuertes y
huesudos brazos toda una docena de lanzas que arrojaban contra él los
caballeros; y mil cuatrocientos suizos obtuvieron la victoria sobre seis mil
austriacos alimentados con carne, vino y harina y esto a pesar de que 4.000 de
ellos eran caballeros de armadura.

Qué tanto influyen las costumbres de nutrición en el temperamento y en la raza,


puede Ser observado en los criaderos de caballos de pura sangre. Según me lo
comunicó el profesor Marossy, los ingleses importan la avena para sus caballos
de carreras de Hungría. ¿Por qué? Porque el granito de las montañas del
Cárpato es rico en potasio y contiene poco calcio. El potasio hace flexible pero
el calcio rígido y torpe. La contraparte de estos caballos húngaros de montura y
carga mundialmente conocidos la encontramos en el semental Norman de
fuerte estructura ósea, que obtiene sus características del suelo francés rico en
yeso, los cuales difícilmente podían ser reemplazados como animales de tiro,
pues arrastraban con remolques cargados con piedras, maletas y barriles llenos
de cerveza de los cerveceros.

Y, ¿no es posible que la raza humana esté influenciada por su alimentación?


Permitámonos hacer algunas comparaciones: el vino contiene casi que
únicamente fosfato de potasio, ya que los ingredientes calcáreos se precipitan
durante la fermentación en forma de tártaro. De aquí el espíritu francés, el buen
genio de los austriacos y la inspiración artística de los italianos bebedores de
vino. Sin embargo como muros de contención en medio de las batallas se
paraban los soldados pomeranos que se alimentaban de papas. En las cenizas
de las papas encontramos las siguientes partes: 44 de potasio, 4 de sodio, 64
de caldo, 33 de magnesio, 16 de ácido fosfórico y 13 de ácido sulfúrico. El
azufre es indispensable para la formación normal de la bilis y de tendones.
También el cabello y la lana requieren bastante azufre, aproximadamente 5%
de su peso.
Después de estas indicaciones sobre la nutrición, no nos puede ser indiferente
qué tipo de plantas cultivamos para nuestra alimentación y con qué sustancias
fertilizamos nuestros campos. No puede ser suficiente poner nuestra atención
en el tamaño de nuestras cosechas, ya que las grandes cantidades cosechadas
también deben ser de buena calidad. Es indiscutible que al fertilizar únicamente
con cal, es decir carbonato de calcio, se puede obtener una producción tan
'grande como para convencer a quien cultiva de sentirse satisfecho al usar ésta
únicamente; sin embargo, al fertilizar con este abono de forma tan parcial,
lentamente pero con toda seguridad, se desarrollarán efectos nocivos de
diversa índo¬le. Esto ha dado lugar al siguiente axioma, fruto de la experiencia:
"abonar con calcio enriquece a los padres pero empobrece a los hijos".
A pesar de la experiencia y pasado cierto tiempo, cuando aquellos que vivieron
los daños ya han fallecido, el abonar con calcio siempre vuelve a ser moda. Las
cosechas después de haber abonado con calcio son tan favorables al bolsillo,
que hay quienes ven en la fertilización con calcio, una salvación. No hace
mucho tiempo la Sociedad para la Agricultura en Alemania 21 le concedió un
premio a una publicación en la prensa titulada "Fertilizando con calcio". Sin
embargo este tipo de premios no prueban nada. También una publicación sobre
el salitre de Chile como fertilizante fue galardonada; ¡pero cómo ha caído en
desgracia esta sustancia, tan perjudicial para plantas y animales!

El calcio de hecho no es directamente perjudicial para el crecimiento de las


plantas, por el contrario es necesario y de cierta ayuda, sin embargo todo tiene
una medida y un límite. El calcio solo puede producir cereales completos,
vegetales y forraje, mientras haya al mismo tiempo una cantidad suficiente de
potasio y sodio. "i Demasiado de una sola cosa no sirve para nada!". En este
sentido debo de adicionar un par de cosas más. De la misma manera como el
calcio y el magnesio pueden reemplazar al potasio y al sodio en la estructura de
las plantas, de igual forma estos cuatro constituyentes pueden en gran parte ser
reemplazados por amoníaco, sin conllevar ningún cambio apreciable en la
forma de las plantas, excepto que éstas se desarrollan con abundantes hojas y
llaman fácilmente la atención como la milenrama, que podemos encontrar cerca
de los cementerios.

Tal sustitución de amoníaco por los álcalis y las tierras alcalinas, corresponde
en cierto grado a la relación entre alumbre de potasio y alumbre de amonio, que
al ser tan similares en su estructura no pueden distinguirse sin un análisis
químico. De una manera similar el cloruro de amonio tiene un sabor parecido al
cloruro de sodio, y el sulfato de amonio casi el mismo sabor amargo que el
sulfato de sodio (sal de G lauber) y el sulfato de magnesio (sal de Epsom), sin
embargo los efectos de estas sales varían considerablemente.

Un ejemplo de particular interés con respecto al hecho de que el amoníaco ha


tomado en gran parte el lugar de los álcalis fijos y de las tierras, lo encontramos
en las hojas de tabaco. Solo especialistas pueden reconocer de forma in-
mediata la calidad de éstas; la gran mayoría de personas solo se percata de la
diferencia cuando las hojas, convertidas en cigarros, son encendidas. Entonces
el tipo de tabaco cultivado en los suelos de Virginia, ricos en magnesio y calcio,
irradian una luz brillante, desprende cenizas y un fino aroma; entre tanto el
tabaco producido en Vierraden (Prusia), abonado con estiércol sólido y líquido
de establo, en el cual el amoníaco toma el lugar del calcio y el magnesio, se
carboniza y difunde un olor poco placentero. Un ejemplo similar lo encontramos
en las plantas cultivadas para la alimentación y para el forraje. La poca

21.Deustsche Landwirtschaft Gessellschaft.


resistencia de los granos después de una larga lluvia, habiéndose abonado con
estiércol y abono líquido, y la poca firmeza de éstos una vez son cosechados,
conllevan una molienda blanda que empastela las piedras del molino, de modo
que ningún grano que haya sido cultivado a partir de estiércol puede ser molido
sin antes mezclarse con granos del oeste o grano californiano; y a pesar de
esto, su valor siempre es menor. Así la cebada cultivada a partir de estiércol
produce una malta que los cerveceros se niegan a comprar ya que ésta
arruinaría su cerveza.

Ahora, como estas plantas con contenido amoniacal carecen de la firmeza


interna y de la capacidad de ofrecer una estructura resistente, éstas tampoco
pueden ser saludables para los animales cuando son usadas a modo de forraje,
pues los cuerpos de los animales carecen de consistencia cuando no tienen
minerales presentes. Además, estos minerales también son eliminados del
organismo a causa de la respiración: Los elementos que forman los glóbulos
sanguíneos -oxidados con la respiración-, es decir sulfato y fosfato de calcio,
magnesio y hierro, son eliminados del organismo en la secreción de los riñones,
así como sucede con las bases presentes en la carne de los músculos, es decir
potasio y sodio, ya que la sustancia muscular también es oxidada por el
oxígeno proveniente de la sangre arterial.

Ahora ya que estos elementos esenciales, necesarios para la proteína de la


sangre así como para la carne de los músculos y para la renovación del tejido
óseo (puesto que todas las partes del cuerpo son renovadas
permanentemente), no son reemplazados por las sustancias que componen el
forraje, es una con-secuencia inevitable que los tejidos pierdan su tono y se
aflojen, que los huesos se vuelvan quebradizos y que aparezca todo tipo de
disturbios en la salud del ganado. Para demostrar esto voy a poner un ejemplo
muy instructivo hallado cerca del lugar donde habito.

El administrador del hotel en Carlsthal, cerca de Schreiberhau, en la región de


Riesengebirge, tenía doce reses. El estiércol del ganado él lo comenzó a
esparcir en un pastizal pantanoso que hasta entonces había producido solo
pastos rancios. A partir de esto el pasto había empezado a lucir tan exuberante,
que decidió utilizarlo para alimentar sus doce vacas y bueyes. No pasó mucho
tiempo sin embarco antes de que e! ganado se volviera decrépito y diez de él
los murieran. La causa de esto era el forraje cultivado a partir del estiércol de
establo en el cual el amoníaco había reemplazado el lugar de los álcalis fijos:
potasio, sodio, calcio y magnesio. Las otras dos reses rápidamente fueron
vendidas, porque habían empezado a rechazar sus alimentos y en lugar de éste
roían las pesebreras y las maderas que encontraban en el establo, pues toda
madera contiene aproximadamente 3% de elementos minerales, y el ganado
requería de esas sustancias para poder desarrollar musculatura firme y huesos
fuertes. Esos dos bueyes se recuperaron cuando su nuevo propietario comenzó
a darles un forraje diferente.

Este mismo argumento sirve para explicar otros casos observados últimamente.
Se ha encontrado que algunos tipos de carne de cerdo no resisten ser
conservadas. Mientras la sal y el nitrato de potasio aseguran la conservación de
la carne encurtida, la carne de ciertos cerdos una vez puesta en solución salitre
rápidamente empieza a podrirse, aunque de una forma diferente a la usual. El
proceso que se desarrolla es similar a lo que conocemos con el nombre de
"fermentación del queso", en donde químicamente el tejido conectivo y
muscular se descompone en peptonas (leusina y tirosina), como ocurre durante
la di-gestión.
Para explicar este fenómeno debemos considerar la descomposición "tipo
queso" del tejido pulmonar en consunción. En la sangre de este tejido también
hay siempre un déficit de calcio y azufre, elementos absolutamente necesarios
en la formación de glóbulos rojos.
Ahora, al preguntarnos por qué la carne de cerdo al ser puesta en solución de
conserva sufrió ese cambio en particular, encontramos que los animales habían
sido engordados con harina de carne de Fray Bentos (Argentina). Las carnes
normalmente al ser reducidas a cenizas, revelan como su constituyente
principal fosfato de potasio, con casi imperceptibles rastros de calcio y azufre.
El calcio, en realidad, no se encuentra en la carne pero sí en los huesos, que
son devorados por el tigre y el perro, pero no por el hombre. Por eso debemos
obtener el suministro de calcio para nuestra sangre, nuestros huesos y nuestros
dientes, a partir de granos y vegetales ricos en calcio. Ya que la fina harina que
conseguimos actualmente no contiene fibra y nos es dada casi libre por
completo de azufre y calcio, no debemos extrañarnos por el gran número de
enfermedades modernas.
Ahora cuando el ganado porcino es alimentado con harina de carne de Fray
Bentos sin contenido de calcio, en vez de comida vegetal rica en éste, no
tendrá una fuerte estructura ósea y en consecuencia no debemos asombrarnos
frente a la flacidez, esponjosidad y fácil putrefacción de la carne de estos
animales. Si ellos no hubieran sido sacrificados en buena hora, estos inocentes
animales fácilmente hubieran sucumbido a alguna enfermedad porcina.

A partir de lo anterior podemos sacar nuestras conclusiones con respecto a la


salud huma na. Muchos de nosotros consideramos la dieta de carne como una
bendición de Dios, pero esta dieta está plagada en tales cantidades de asma,
reumatismo y obesidad que para curarse las per-sonas deben tomar aguas
minerales que conten¬gan calcio, magnesio y sulfato de sodio.
Retornando al tema de la agricultura y la ali-mentación del ganado; los
alimentos nitrogena¬dos supuestamente son dispensadores de fuerza, lo que
es un error teórico lleno de fatales conse-cuencias para la agricultura. Nunca
antes había¬mos tenido tantas plagas en el ganado como las que hemos tenido
desde que están en moda los fertilizantes artificiales y los alimentos "fuertes".
Los teóricos nutricionistas, quienes afirman que el hombre debe tener tanta
cantidad de hidrocarburos, tanta cantidad de grasa y tanta proteína,
evidentemente entienden poco de la íntima relación en que se encuentran estas
sustancias, por lo que una puede convertirse en otra; por ejemplo el
hidrocarburo azúcar gracias a la adición de minerales y amoníaco se transforma
en proteína. Sin embargo, la proteína se convierte en grasa, como puede
observarse en el queso y también en la carne de jamón. Las mismas
transformaciones tienen lugar en alimentos que contengan hidrocarburos; por
ejemplo el azúcar de malta de los bebedores de cerveza y el almidón de los
pastos. Muchos bueyes acumulan bastante peso en cebo y sin embargo no han
sido alimentados con grasa o mantequilla pero sí con pasto, paja y granos.
El así llamado alimento "fuerte" para el ganado, que en realidad no lo es,
debería ser llamado alimento "veneno". El verdadero alimento fuerte para el
ganado consiste en montañas de hierba ricas en minerales, cuando estos
además de álcalis contienen calcio y magnesio. Basta pensar en las vacas
lecheras de los Alpes suizos y en el ganado Holstein que adquieren toda su
fuerza de los pastos de las praderas los cuales no son fertilizados con estiércol
de los establos, sino conservados permanentemente fértiles por las altas
montañas rocosas de los al rededores, que por acción de la lluvia sueltan sus
elementos al agua para enriquecer las praderas.

Como ejemplo opuesto al del ganado porcino alimentado de harina de carne de


Fray Bentos, mencionaré un caso de mi propia observación. Aquí (en Kynast),
yo mantenía dos ovejas. Una vez las vi comiendo calcio de las paredes del
establo, así como lo hacen las gallinas cuando necesitan calcio para la cáscara
de los huevos. De aquí concluí que los pastos que crecían en mi suelo, en los
cuales hay poco calcio, no les proporcionaban las cantidades suficientes para el
sostenimiento de sus huesos. Por eso mezclé algo de yeso con sus raíces
cocidas y de esta manera cesó su deseo por el calcio. Finalmente, cuando
vendí los animales al carnicero, éste estaba tan satisfecho de su firme
contextura que decidió encargarme inmediatamente algunas ovejas más para el
siguiente año.

Mencionaré además que un criador de ovejas, el señor Wiedebach, de Guben,


cierta vez me preguntó si los principios de mi libro Macrobiótica podrían ser
aplicados en la cría de ganado, especialmente para poner fin a la mortandad de
las ovejas y a la enfermedad bucal y de hongos en sus pezuñas; y respondí que
les diera cierta porción de yeso precipitado, flor de azufre y sal de cobre, a
modo de aditamento periódico en su alimentación, después de lo cual él
repetidamente me ha asegurado que en muchos lugares ha sido considerado
un especialista, al poner fin a la mortalidad del ganado llevándolo nuevamente a
su estado normal de salud.
La química nos enseña que la característica natural de la proteína rica en
amoníaco consiste en la fácil intercambiabilidad de sus grupos atómicos; sin
embargo, la fibra muscular y el tejido conectivo pueden ser construidos a partir
de la proteína sanguínea. Cada caso tiene dos caras; la facilidad con la cual los
constituyentes de la pro teína pueden ser transformados también favorece su
descomposición química. ¿Es necesario mencionar el delicioso sabor de los
huevos recién puestos comparados con el olor de los huevos putrefactos? Las
personas inteligentes se han dado cuenta desde hace tiempo que alimentar con
pro-teína no es lo que afirman los teóricos; no se justifica la inversión.

El alimento químico "fuerte" para el suelo, bajo la forma de salitre de Chile, que
contiene nitrógeno y ha sido premiado por encima de otros fertilizantes, ha
demostrado ser todo un fracaso; sin embargo los teóricos son infatigables,
ahora ellos mismos anuncian un alimento "fuerte" para el ganado, y hay
muchas personas que al poner esta última teoría en práctica, han tenido
desastrosas consecuencias.

Todos nosotros tenemos que lidiar con las nefastas consecuencias de esto.
Pero, ¿acaso el aire de los establos tan pobre en oxígeno no causa morriña en
el ganado?,¿acaso no se deriva la mortandad de nuestros niños de una leche
de vaca pobre en minerales? Que se generan cosechas pobres en minerales
como consecuencia de fertilizar con estiércol de establo, es indudable después
de lo que se acaba de afirmar. A. partir de estos alimentos pobres en minerales
nuevamente se suceden un sinnúmero de enfermedades: debilidad y
afecciones nerviosas, descomposición de la linfa y la sangre, son cada vez más
comunes. Entre éstas, encontramos anemia, clorosis, escrófula, hinchazón de
las glándulas linfáticas, enfermedades de la piel, asma, catarro, nerviosismo,
epilepsia, gota, reumatismo, hidropesía, degeneración celular, diabetes, etc., tal
como lo he demostrado anatómica y fisiológicamente en una forma fácil de
comprender en mis libros Macrobiótica y Nuestras enfermedades y nuestros
remedios. Fertilizar con polvo de rocas nos traerá en un futuro cosechas y
alimentos normales y saludables.
¿Qué haremos
con el estiércol
de establo?

“Las diferentes relaciones nutricionales que


establecen la microbiología, y las raíces de las
plantas con los diferentes minerales al interior
del suelo, son los fenómenos que hacen posible
que una nueva variedad de un determinado
cultivo ecoevolucione y surja dentro de un
espacio y tiempo determinados. "

Antes de que la atención del hombre fuera puesta sobre el hecho de que el
mejor fertilizante natural para recuperar un suelo gastado se consigue a partir
de nuevo suelo proveniente de roca primitiva pulverizada con contenidos de
carbonato y sulfato de calcio, los hombres se centraban en aquella parte del
alimento que el ganado en lugar de asimilar, excretaba: el estiércol. La gente
estaba familiarizada con la costumbre popular de que nada crecería en un suelo
gastado, si éste no era abonado con estiércol. Ahora, si bien para conseguir
estiércol debemos criar ganado, para esto también se necesitan establos y
personas a su cargo y una considerable extensión de tierra que debe ser
sacrificada con el fin de suministrar el forraje necesario. Y ya que se dice que
sin estiércol nada puede crecer, el estiércol debe ser usado en el cultivo del
forraje del cual se alimenta el ganado con el fin de producir estiércol y así
obtener más forraje. En tal círculo vicioso, é dónde están las ventajas de criar
ganado? La crianza de ganado solo genera renta en las regiones montañosas
en donde la generosidad del rocío transforma las rocas en vegetación, o
también en los pastizales irrigados por canales, pues en éstos el subsuelo es
naturalmente húmedo, y sin agua nada puede crecer. En las regiones
pantanosas el criador del ganado puede mantener sus manos dentro de sus
bolsillos, mientras observa cómo el ganado "introduce" dinero dentro de ellos,
pero en otras regiones, "saca" dinero de los bolsillos de su propietario en lugar
de introducirlo.

De todas formas la producción de leche, que-so, lana, así como la necesidad de


tener caballos para el transporte, hacen que la crianza de cabal los y ganado
sea un tema para tomarse en cuenta. Pero si bien todo tipo del ganado genera
estiércol sólido y líquido, nace la pregunta: "¿qué debemos hacer con él?".

El hecho de que el estiércol de establo indudablemente promueve el


crecimiento de las plantas, le confiere un cierto valor. Este valor no se debe al
nitrógeno sino más bien a los minerales y óxidos que contiene y a las
combinaciones de hidrocarburos. Esto significa que los carbohidratos
carbonados no necesitan ser primero producidos por el sol porque pueden ser
utilizados gracias a un sencillo cambio en su estructura comparables a ladrillos
ya listos para la construcción-, con el resultado de que su crecimiento en la fría
primavera puede ser más veloz que cuando el calor del sol debe hacer toda la
tarea de extraer el carbono de las rocas carbonadas con la ayuda del agua. Aun
esta ventaja no tendrá que ser considerada de una manera tan determinante,
ya que el mismo resultado, un resultado casi cuatro veces mejor de acuerdo
con mi experiencia, puede obtenerse por medio de una mezcla balanceada de
rocas finamente trituradas. Este polvo de piedras -que es seco mientras el
estiércol es húmedo-, tiene un valor cuatro veces mayor como mínimo; además
de esto los minerales en su mayor parte han sido eliminados del estiércol al
pasar a través del cuerpo de los animales o de los hombres, mientras que ia
mezcla del polvo de rocas las contiene en abundancia. Pero por supuesto, no
todos los minerales estarán ausentes en el excremento porque en los casos en
que la alimentación haya sido superabundante en ellas, parte de esta todavía
permanecerá.

Lo anterior no significa que el estiércol carezca de valor; los cuerpos animales


contienen aproximadamente cuatro quintas partes de agua y de igual manera
existen cantidades considerables de agua en los cultivos. La paja en estado
seco, por ejemplo, al someterla a calor todavía liberará un 15% de agua, y el
forraje verde y los vegetales contienen unas tres cuartas partes o cuatro quintas
partes de agua; además en algunas raíces la cantidad de agua es hasta de
nueve décimas. Considerando las propiedades del agua, el estiércol de establo
no debe valorarse demasiado ya que solo se puede procurar de los cultivos un
peso equivalente. Esta razón tampoco constituye un argumento para
rechazarlo, debería ser liberado de las características perjudiciales que se le
atribuyen debido a la excesiva cantidad de nitrógeno. En lo concerniente al
estiércol líquido, de hecho ocasiona poco daño, ya que a pesar de los eruditos
en materia de estiércol, el granjero común vierte el estiércol líquido sobre sus
campos en donde el amoníaco N2H6 , es oxidado en nitrógeno N2 y agua H6O3
Antes de que este proceso se complete, o como mínimo antes de que el
amoníaco haya sido diluido bastante, como en los campos con riego, nada
crecerá en ellos. El aspecto más importante yace en esto: que no es el
nitrógeno, el cual está combinado orgánicamente con hidrocarburos como en la
leusina, tirosina y el urato de calcio, el aspecto más perjudicial del estiércol,
sino el carbonato de amonio, el cual se forma a partir de la urea del estiércol
líquido (gülle). El amoníaco libre es un veneno para las plantas.

El amoníaco no es únicamente venenoso para las raíces de las plantas;


también lo es para los animales, en ellos produce parálisis, aun si se encuentra
disuelto en la sangre en una mínima cantidad. Con respecto a esto citaré un
caso actual que hace relación con el estiércol de los establos y de este caso
podremos aprender una lección aplicable en hechos similares.

En cierta caballeriza era normal que en verano los pisos de paja de las
pesebreras de los caballos fueran sacados al aire libre en la mañana, con el fin
de que se secaran, entrándolos nuevamente en la tarde. En las pesebreras de
esta caballeriza una notable mortandad de caballos tuvo lugar y ¿cuál era la
causa? El estiércol líquido, que en la paja se volvía cada vez más concentrado,
por lo cual se generó una cantidad excesiva de carbonato de amonio, ya que la
urea en estado húmedo se transforma en esta sustancia.

NH2
O=C
NH2

Estos vapores amoniacales, de hecho son perceptibles en cualquier caballeriza,


pero en aquellas pesebreras militares este mal era extremo. Al pisar cerca de
las pesebreras, los vapores amoniacales que se elevan irritando la boca y las
fosas nasales, también provocaban catarro y secreción de lágrimas en los ojos.
Ahora, ya que las cabezas de los caballos se encontraban inclinadas por
encima de las pesebreras, el los, continuamente inhalaban vapores
concentrados de amoníaco. Esto actúa de una manera paralizante sobre el
sistema nervioso. Los caballos empezaron a tener fiebre, dejaron de comer y
murieron. E 1 médico veterinario no reconoció el carbonato de amonio como la
causa real del aterrador número de casos de enfermedad y muerte, sin
embargo, de acuerdo con su dictamen, las pesebreras estaban infectadas con
bacilo. Se ordenó entonces una completa desinfección con ácido carbólico
(fencl). Para este propósito, las camas de paja, también llenas de bacilo, fueron
sacadas y de esta manera el "brillante" médico veterinario ganó una victoria
científica, ya que después de haber sacado y quemado las camas de paja y de
haber desinfectado las paredes, la mortalidad cesó por el momento.
En mi libro, La Vida22 yo recomiendo la transformación de carbonato de amonio
-el cual proviene del estiércol líquido- en sulfato de amonio, y carbonato de
calcio inodoros, espolvoreando los establos con yeso. Por medio de esto el
estiércol sólido y el líquido son liberados de sus características perjudiciales, las
cuales se manifiestan en cualquier lugar, donde el estiércol haya sido removido
y sustituido por nuevos pisos de paja. Aquellos que hasta ahora no han
escuchado los llamados de atención de los vapores de carbonato de amonio y
de sus nefastas consecuencias, quizás seguirán consultando en los
veterinarios, sobre cómo poner fin a la presencia de enfermedades en su
ganado.

Ya hemos mostrado cómo el carbonato de amonio puede volverse inofensivo.


Ahora con el fin de incrementar el valor del estiércol, las rocas primitivas con
contenido de potasio y sodio, transformadas en polvo, deben ser esparcidas
sobre los campos antes de esparcir sobre ellos el estiércol. Por medio de esto,
los hidrocarburos nitrogenados del estiércol sólido y líquido son imposibilitados
de entrar a un estado de fermentación y descomposición, lo cual da lugar a
incompletos productos amoniacales en descomposición, que en parte, gracias a
la capilaridad, ingresan a las plantas sin ser previamente transformados en
sustancia vegetal. Estas plantas, al ser cocidas liberan un olor a enfermedad,
como puede observarse en vegetales cultivados en campos abonados con
estiércol. Ahora último incluso se dice que se cultivan rosas en campos
irrigados de esta manera cerca a Berlín; sin embargo el origen de las rosas
búlgaras, de las cuales se extrae el aceite de rosas, se encuentra en las faldas
de los Balcanes, que contienen granito, gneis y pórfido; esto significa que la
rosa requiere un suelo de rocas primitivas desintegradas, o en otras
circunstancias, de un fertilizante a base de polvo de rocas. En general, las
rosas fertilizadas con estiércol son invadidas por pulgones en sus hojas, o sea
que cualquiera que se aventure al cultivo de las rosas en este tipo de campos
no debe esperar gran éxito.

Con el fin de mostrar una vez más el bajo valor real del estiércol de establo y de
excrementos en general, puede demostrarse que el amoníaco nitrogenado es
perjudicial. Lo que en realidad sí es efectivo son los hidrocarburos
combustibles, los cuales son en sí mismos material de construcción, y aún más,
los minerales y óxidos a los cuales están unidos los hidrocarburos, ya que los
hidrocarburos en sí mismos son más perjudiciales que benéficos para el
crecimiento de las plantas. Esto puede observarse si vertimos petróleo en el
suelo de una planta de matera. Pero por el contrario. los hidrocarburos
combinados Con bases y solubles en agua aumentan la formación de hojas. Lo
resumiré así:

1. El nitrógeno en la forma de carbonato de amonio es directamente perjudicial


para el crecimiento de las plantas.

22. “Das Leben”


2. El nitrógeno no es necesario como fertilizante para el crecimiento de las
plantas, si el suelo contiene suficientes sustancias básicas fijas (elementos
alcalinos y alcalinotérreos). La prueba de esto la hallamos en el fructífero
suelo calcáreo de la región de Jura, el cual no es abonado con nitrógeno; de
igual manera en las interminables tierras de pastos en América, y también
en la vegetación de nuestras montañas alemanas. Si las plantas encuentran
para su crecimiento, suficientes bases fijas, ellas recibirán un amplio
suministro del nitrógeno complementario a partir del aire, el cual consiste en
cuatro quintas partes de nitrógeno.

3. El nitrógeno del estiércol sólido y líquido puede ser usado para la


construcción de plantas, sin embargo con el fin de producir cultivos
saludables, es necesario adicionar a éste una calidad suficiente de
elementos alcalinos y alcalinotérreos, en forma de harina de piedra, como
medida complementaria. De esta forma no solo preservamos sino que
además reparamos la naturaleza del estiércol del establo.
¿Es rentable
fertilizar con
polvo de
piedras?
“El hombre solitario tiene fuerza y poder,
cuando pelea por la verdad y la justicia”

“Der einsame Mensch hat Kraft und Macht,


Wenn er fur Wahrheit und Gerechtigkeit
Kampft”

Algunas personas dicen: “con algo tan ridículo como la harina de piedras de la
que habla Hensel nunca hare nada; las personas que no tienen ningún
conocimiento de la química, sin embargo doscientos campesinos de Rheinland-
pfalz,23 atestiguaron ante la corte que fertilizar con harina de piedras demostró
mejores resultados que aquellos obtenidos hasta ahora con los abonos
artificiales.

“¿Qué tiene para decir al respecto?”, le pregunto el juez al joven que había
declarado que el polvo de piedra era una estafa (siendo el un comerciante en
abonos artificiales). “Yo no digo nada al respecto, las personas se están
decepcionando”, contesto el joven, quien fue multado por difamación.

Desde entonces otras personas, que también comercian con abonos artificiales
son lo suficientemente nobles para aceptar: “No negaremos que el polvo de
piedras de Hensel pueda tener un cierto efecto, pero este es demasiado lento y
mínimo, ya que las bases de silicatos son casi insolubles y tardan varios años
en desintegrarse”. Estas personas también tienen un conocimiento deficiente de
la química.

Los silicatos, de hecho, son poco solubles en agua y ácido clorhídrico, sin
embargo, no resisten la acción de agua y las fuerzas del sol.

23. Región del Palatinado Alemán.


Por supuesto al hablar de solubilidad del
ácido silícico no podemos compararlo
con la gran solubilidad de la sal común o
del azúcar. El calcio nos sirve de
ejemplo, pues para disolver una parte de
él son necesarias 800 partes de agua.
El ácido silícico es un poco menos
soluble, ya que para disolver un poco
más de la mitad de un grano se
requieren mil granos de agua, podemos
encontrar acido silícico disuelto en
aguas termales junto con otras
sustancias provenientes de rocas
primitivas.

Las personas que afirman que los


silicatos de las bases son insolubles, son
puestas en contradicciones por los
arboles de los bosques, así como por
cada tallo de paja. Las hojas de los
robles en combustión dejan entre un 2%
y 3% de cenizas, y de estas una tercera
parte consiste en acido silícico. ¿Cómo
puede este llegar hasta las hojas de no
ser ascendiendo por la savia que lo
transporta en solución? Recolección de gallinaza con harina de rocas

La acumulación de ácido silícico en las hojas es el resultado de la evaporación


del agua que lo ha transportado hasta ellas.

¡Del bosque vamos ahora a la paja! en las cenizas de las espigas de trigo en
invierno, dos tercios consisten en acido silícico y al quemar la cebada la
proporción es aún mayor: esta genera aproximadamente 12% de cenizas y 8
½ de estas consisten en acido silícico.

El tule o la hierba de los juncos arroja 6% de cenizas, de las cuales un


tercio es ácido silícico. Que el tule sea rico en potasio es una prueba
contundente de que solo es necesario el riego para que el silicato de potasio
opere en el crecimiento de las plantas. La hierba de cola de caballo deja un
20% de cenizas, de las cuales la mitad consiste en ácido silícico. De esto se
puede asumir que solo en aquellas partes de las plantas que crecen fuera del
agua, para que la evaporación pueda tener lugar, es donde se acumula el
ácido silícico. Sin embargo, en el agua esta misma solubilidad de ácido
silícico varía según su contenido. La mejor prueba de esto la encontramos en
las algas marinas. Éstas arrojan una cantidad mayor de cenizas que la
mayoría de plantas, a saber, 14%, pero solamente 1/50 de éstas es ácido
silícico. Las que quedan, consisten principalmente en sulfato y cloruro de
potasio, sodio, calcio y magnesio; a éstos, el alga marina los concentra y
combina con su tejido celular, ya que el agua de mar no tiene entre un 2% y
3% sino aproximadamente un 4% de constituyentes salinos.

Esto es suficiente para probar que con respecto a la vegetación , el ácido


silícico y los silicatos no son insolubles; al contrario ellos entran, como todas
las demás combinaciones salinas, en la más íntima combinación con ácido
glicólico,

CH2OH- COOH- que intramolecularmente se encuentra presente en la celulosa


de las plantas-, e igualmente con el amoníaco de la clorofila; así pues los
silicatos se cohesionan con las plantas que crecen a partir de ellos formando un
todo orgánico. Nosotros podemos convencernos de esto de manera sencilla al
sacar del suelo una hierba con todas sus raíces. Entonces podemos observar
que las fibras de las raíces de la mayoría de plantas se encuentran por todas
partes entrelazadas alrededor de pequeñas piedras, que columpiándose, se
adhieren fuertemente a ellas y solo pueden ser zafadas de manera violenta al
tirar de algunas de sus fibras.

Así pues la objeción en cuanto a la insolubilidad del ácido silícico es inválida


tanto teórica como prácticamente.

En realidad no podemos encontrar una raíz, un tallo, una hoja o una fruta que
no contenga ácido silícico. Este hecho debe ser conocido por todo profesor de
agricultura. ¿Cómo entonces pueden negar la solubilidad del ácido silícico en la
vegetación, como lo hacen muchos de ellos, quienes defienden el uso de
fertilizantes artificiales?

Los hombres interesados en abonos artificiales, quienes pensaron que


habían asistido al funeral del polvo de piedras como fertilizante no han aprendido
nada de la historia, o han olvidado como mínimo que cada nueva verdad tiene
que ser primero asesinada y enterrada antes de que pueda celebrar su
resurrección . Además, yo no me encuentro tan aislado como aquellas personas
suponen, ya que poseo la luz de la verdad y el conocimiento junto a mí.

También puedo llamar en mi defensa a un completo ejército de hombres,


quienes entienden algo de química y de cultivar basados en verdades científicas,
y cuyo número es cada vez mayor hoy en día, cuando la ciencia está dando
pasos agigantados y cientos de publicaciones bien editadas sobre agricultura
están listas para defender los intereses del agricultor.

Lo que hace falta en el presente es que la manufactura del polvo de rocas sea
emprendida por hombres de ciencia, quienes al mismo tiempo tengan una
honestidad tan pura como el oro, tanta como para lograr que los agricultores
realmente reciban lo que se les ha prometido y lo que ha sido probado como útil
hasta entonces. He recibido innumerables peticiones de los agricultores quienes
me han solicitado este abono mineral, sin embargo, he tenido que responderles
que con mi edad avanzada no podría incursionar efectivamente en esta industria.
Todo el tema es de tanta importancia para el bienestar común, que es mi deseo
ver este trabajo puesto en manos realmente confiables. Yo, entre tanto, seguiré
señalando el camino para el beneficio de la humanidad.

El punto práctico para ser tratado es ¿qué tanto paga fertilizar con polvo de
piedra? Qué producción va a arrojar, y en consecuencia si va a ser rentable para
el agricultor hacer uso de él. Por esto, tratare este tema de una manera tan
exhaustiva como me sea posible y publicaré los resultados obtenidos.

Debe ponerse como premisa que la finura en la trituración o la molienda y la


más completa mezcla de las partes constituyentes, es lo más importante para
asegurar el mayor beneficio al fertilizar con polvo de rocas. Un producto de este
tipo llegó recientemente a mis manos, el cual al pasarlo por un colador de
moderada finura, dejaba un residuo áspero, equivalente a las% partes del peso
total. Pero como la solubilidad del polvo de rocas y por ende su eficiencia se
incrementa proporcionalmente con su finura, se requiere el máximo esfuerzo en
su molienda. Cuanto más fino sea el polvo de roca, con más fuerza pueden
actuar sobre él la humedad disolvente del suelo y el oxígeno y nitrógeno del
aire.

Un grano de polvo de roca de moderada finura puede ser reducido en un


mortero de ágata quizás a 20 pequeñas partículas; entonces cada pequeña
partícula puede ser puesta al alcance del agua y del aire y puede, en
consecuencia, ser usada como alimento para la planta. De aquí que una sola
carga del más fino polvo de rocas hará tanto como 20 cargas de un producto
menos fino, de tal forma que al reducir el polvo de roca a la forma más fina
posible, el costo de transporte y el uso de carretillas y caballos, será equivalente
a tan solo, la veinteava parte. Por eso podemos pagar sin duda un precio más
alto por el polvo de piedra más fino que haya sido pasado a través de un tamiz,
que por un producto que en lugar de asimilarse a un polvo fino, se asemeje a
una arena áspera.

El contenido promedio de cenizas en los cereales es el 3%. Por esto, a partir


de 3 libras de pura ceniza de vegetales, podemos desarrollar 100 libras de
cultivo. Ahora, ya que la harina de piedras preparada de una manera correcta
contiene una gran abundancia de alimento para la planta en forma asimilable,
se podría calcular una producción de 4 L/G 24 de cereales, o en una producción
anual un uso de 6 L/G por acre podrá producir 24 L/G de grano. Basándose en
esto, cada agricultor puede calcular qué tan rentable va a ser éste.

Sin embargo, en realidad la cosecha será mucho mayor, porque aun sin la
harina de piedras, la mayoría de campos contienen algún suministro de
nutrientes minerales para las plantas, los cuales harán la efectividad aún mayor.
No toda la harina de piedras es consumida por completo en el primer año, pues
ésta le suministra nutrientes a las plantas aun en el quinto año, así como ha
sido demostrado en experimentos. Es un hecho que no se estaría cometiendo
ningún error al doblar la cantidad sobre un acre o sea 12 L/G en lugar de 6; la
posibilidad de una producción aun mayor se verá con esto mejorada y al aplicar
12 L/G se estará suministrando en abundancia, es más, aún cinco o seis veces
la cantidad, todavía estaríamos lejos de causar un mal a la tierra, pues no
podemos forzar por medio de cantidades excesivas de polvo de piedras, a que
la producción correspondiente del cultivo sea mayor, por la sencilla razón que
dentro de una área definida, sólo una cantidad definida de luz solar puede
ejercer su actividad, y es sobre este factor que depende principalmente el
crecimiento del cultivo, por eso no tiene ninguna ventaja el sobrepasar la canti-
dad de abono mineral, ya que éste sólo entraría en uso en los subsiguientes
años y además es más práctico si se suministra la cantidad ·requerida cada
año.

Ahora presentaré en forma resumida la esencia del significado de este


fertilizante natural:

1. Se trata no sólo de conseguir mayor cantidad de producción sino mejor


calidad. La remolacha azucarera incrementa de este modo su cantidad de
azúcar; ésta, de acuerdo con experimentos realizados, es 75% mayor que
hasta entonces. Las papas y los cereales demuestran una proporción mayor
de almidón. Las plantas oleaginosas (amapola, nabo, etc.) muestran un
mayor desarrollo en el pericarpio de sus semillas y en consecuencia un
aumento en el aceite. Legumbres tales como habichuelas, arvejas, etc.,
producen más lecitina (aceite que contiene fosfato de amonio, que es el fun-
damento químico de las sustancias nerviosas) las frutas y todos los
vegetales desarrollan un sabor más delicado. (Los vegetales de mi huerta
se han vuelto famosos entre nuestros vecinos· y nuestros visitantes,
quienes preguntan al respecto:” ¿Cómo lo consigues?") Las praderas
desarrollan pastos y paja de mayor valor nutritivo. Las plantas de vid, con
brotes y tallos más fuertes, dan uvas más fuertes y más dulces y no son
tocadas por enfermedades producidas por hongos e insectos.

2. El suelo es reconstruido y mejorado en forma constante por este


fertilizante natural, ya que se normaliza progresivamente, es decir, muestra
en conjunto al potasio, sodio, calcio, magnesio y ácidos fosfórico y sulfúrico,
etc., reunidos en la combinación más favorable. Difícilmente existe un
campo cultivado, cuya naturaleza sea normal hoy en día; ya sea que
prevalezca el calcio o que tengamos un suelo arcilloso, que debido a su
exceso de arcilla impide el ingreso de agua de lluvia y por su dureza
obstruye el acceso· del nitrógeno atmosférico y del ácido carbónico (gas
carbónico en agua), o ya sea un suelo predominantemente arenoso (cuarzo)
o quizás uno que tenga un exceso de humus como el suelo de los terrenos
pantanosos. Este último es caracterizado por un predominio de calcio y de
magnesio por un lado, mientras las bases sulfúricas se encuentran 2 a 3
veces en mayor cantidad en relación con las bases fosfóricas, así como lo
demuestra un análisis de las cenizas de la turba

3. El valor del nuevo fertilizante con respecto al valor nutritivo de las plantas y
del forraje, depende en gran parte del cuidado y la finura de la mezcla de
sus muchos constituyentes, de tal forma que con muy poco polvo de potasio
y sodio, los otros elementos nutritivos requeridos para cooperar en la
construcción armónica de las plantas, se encuentren a su alcance en una
íntima cercanía. En contraste con esto en una fertilización parcial con calcio,
puede ocurrir que la planta se contenta con el calcio de tal forma que los
otros elementos del suelo no son absorbidos para cooperar con el
crecimiento de la planta, debido a que no se encuentran próximos a las
fibras de las raíces. Esto, por supuesto, es de gran importancia para la cali-
dad y el valor nutricional de las plantas.
4. Para que el cultivo de plantas nutritivas y forraje puedan aportar una
alimentación completa (equilibrada), considero que. es de la mayor
importancia, que no sean usadas sustancias que conlleven una
descomposición amoniacal. Por medio de tales aditivos, de hecho podemos
conseguir un crecimiento exuberante y excesivo que impacta nuestra vista y
en el cual la abundante formación de hojas por medio del nitrógeno
constituye la parte principal; sin embargo, con esto no s: consigue ningún
crecimiento sano. A partir de este punto de vista tampoco soy partidario del
uso del así llamado "guano de pescado". Todos conocemos la velocidad
con la que el pescado pasa a un estado de putrefacción: se forma al mismo
tiempo una considerable cantidad de propilamina C3H6N H3, la cual es una
base amoniacal. El abono manufacturado en Suecia a partir de guano de
pescado y feldespato pulverizado, no merece por consiguiente la estima
que pretende.
Un capitulo para los químicos

“El proceso biogeoquímico en el crecimiento de


las plantas es el fundamento de nuestra
alimentación.

Cada hoja de la hierba canta a la pradera un


fragmento de la maravillosa canción de la
creación”

La esencia del crecimiento de las plantas consiste


en crear, a partir de la combustión de sustancias y
gracias a la fuerza de descomposición eléctrica del
sol, material que puede ser una vez más utilizado.

Usemos un ejemplo: una vela de estearina que


consiste en hidrocarburos (HCH) en una cadena de
24, es consumida por acción del oxígeno que aire,
en ácido carbónico o dióxido de carbono (COO) y agua (HOH) y estos mismos
productos de la combustión, pueden, gracias a los procesos de vegetación en las
plantas, nuevamente ser parcial o totalmente transformados en hidrocarburos.
Esto se consigue cuando del ácido carbónico, disuelto en agua de lluvia o
combinado con la humedad del suelo, se separan agua y agua oxidada (peróxido
de hidrógeno). De esta forma aparecen, a partir de dos moléculas de ácido
carbónico y dos de agua, primero que todo ácido oxálico (C 2H204) y peróxido de
hidrógeno (OH HO).

COO HHO COOH HO

COO HHO COOH HO

El peróxido de hidrogeno para a la atmosfera al descomponerse en vapor de agua


y oxígeno, mientras que el ácido oxálico. Que surge como el primer producto de la
reducción del ácido carbónico causada por la acción del sol, se encuentra
combinado con calcio en todas las células vegetales.
Anteriormente este proceso de crecimiento (puesto que el ácido oxálico aparece
de la adhesión de 2 átomos de hidrógeno a dos moléculas de ácido carbónico), no
era del todo entendido. Hace escasos cuatro años escuché cuando un profesor de
agricultura decía: "el calcio no tiene ningún valor para el crecimiento de las
plantas, es más perjudicial que benéfico, la planta no sabe qué debe hacer con el
calcio; con el fin de deshacerse más fácilmente de él lo asimila como oxalato de
calcio en sus células".

El ácido oxálico deriva su nombre del hecho de que los químicos primero lo
descubrieron en la acedera (Oxalis), en la forma combinada de ácido oxálico con
calcio. A partir del ácido oxálico se produce, en una continua reducción, azúcar -el
material de las células de las plantas y almidón.

El azúcar, que ha sido producido a partir del agrupamiento simétrico de dos


moléculas de hidrocarburos, dos de ácido carbónico y dos de agua.

HOH HOH
HCH HCH
HCH + HCH HEXOSAS17
OCO OCO
y la cual por consiguiente todavía no es un producto completo de la reducción,
produce, con la separación del ácido carbónico y del agua en un agrupamiento
concentrado de hidrocarburos, los cuales permanecen todavía combinados con
una molécula de ácido fórmico, COOHH (segundo producto, resultado de la
adición al ácido carbónico), y posteriormente los aceites vegetales (aceites de
oliva, almendras, amapola, nabo, linaza, etc.),

Aún más; del azúcar, que está presente en todas las plantas jóvenes durante su
germinación, después de haber recibido vapor de agua y nitrógeno del aire, y de
hecho, después de haber liberado peróxido de hidrógeno durante la formación del
amoníaco, se forman los diversos tipos de proteína vegetal (N2H1206N H6H6O6).

El tipo más simple de proteína vegetal, se encuentra en el jugo del espárrago: una
combinación de amoníaco con ácido málico (C 4H605), que es un paso en la
formación del azúcar, o más bien, un producto de la división del azúcar.

O HH O HH .
25
C + CC + C + NNHH H2NCOCH2CHCOO
+
O HH O HH NH3

25. Actualizaciones químicas de los estudiantes africanos y cubanos.

Esta esparagina no solo la encontramos en los espárragos; también la


hallamos en los brotes de muchas plantas y especialmente en las raíces jóvenes
de los cardos que son desyerbados de estos suelos y que tienen un sabor muy
parecido.
Por ser el más simple de todos los tipos de proteína vegetal, el espárrago es
el mejor ejemplo de que en la proteína está contenida intramolecularmente en
forma de gel de azúcar.

H O H NH2 O
17
C C NH H2C C (CLICINA)

H O H OH

De esta última, sin embargo, se ha descubierto que debido a su contenido de


ácido carbónico, puede condensarse en una unidad orgánica, con su misma
sustancia básica, (potasio, sodio, magnesio, óxido de hierro y óxido de
manganeso), y que debido a su sustrato básico amoniacal, éste también
condensa ácidos, y consecuentemente también, al mismo tiempo tanto ácidos
como bases (por ejemplo sulfato de magnesio, fosfato de calcio, silicatos de
potasio y de sodio, fluoruro de calcio), además de manganeso y óxido de hierro, y
surgen, de hecho, a partir de los contenidos del hidrocarburo (HCH) en el azúcar
de gelatina, a partir de sustancias insolubles, combinaciones solubles en forma
semejante al insoluble sulfato de bario y al etil-sulfato de bario que es soluble en
agua.

Y así podemos comprender cómo, a partir de los elementos terrestres, en


combinación con azúcar y nitrógeno, pueden aparecer en infinitas modificaciones,
la más numerosa variedad de proteína vegetal, siempre y cuando el suelo sumi-
nistre otras sustancias.

Aquí la fuerza electrolítica del sol cumple el papel del arquitecto. Así como en la
batería galvánica los átomos de los metales reducidos se fijan a una envoltura
conectada que no tiene salida al exterior, así pues, las fuerzas del sol funden los
elementos reducidos de los hidrocarburos con fosfatos, sulfatos, clorhídrico,
fluoruros, silicatos y carbonatos de calcio, potasio, sodio, magnesio y óxidos de
manganeso y hierro en diversas estructuras como pastos, hierbas, arbustos y
árboles, que maravillan nuestra vista con sus hojas y flores, mientras sus frutos
sirven para alimentar al hombre y al mundo animal.

Sin embargo, debe subrayarse que los procesos anteriormente mencionados sólo
ocurren con la condición de que el ácido carbónico, que es la base a partir de la cual
nacen los hidrocarburos, encuentre sustancias básicas (potasio, sodio, calcio,
magnesio, etc.), con las cuales se pueda unir en combinaciones sólidas. Por eso
la tierra es la condición absoluta para cualquier tipo de crecimiento vegetal; no
existe vegetación sola en el aire. Tampoco debe faltar el agua (HHO) ya que su
hidrógeno (HH), por ser combustible en sí, les permite la combustión a los grupos
de hidrocarburos.

El proceso de nuestra vida no representa nada diferente a una continua


combustión de nuestra sustancia corporal por medio del oxígeno respirado, con la
condición de que las sustancias quemadas durante el día por la oxidación, sean
reemplazadas durante la noche por nuevo material combustible. Desde los
contenidos ricos en desechos de los vasos linfáticos, las numerosas capas
protectoras como son los aceites vitales y hasta la renovación en la sangre de
nueva sustancia proteica, nuestra vida no podría continuar si nosotros no
renováramos tanto material del cuerpo como el que es consumido químicamente
por medio de la respiración que oxida los alimentos ingeridos. Así en la tierra,
cada disturbio o alteración en el suministro regular del alimento trae consigo una
gran cantidad de efectos, manifestados en el estado del suelo. En el hombre, la
demanda inexorable de nuevo material que reemplace la sustancia corporal que
es expulsada a través de la respiración, hace que él, que por naturaleza es amable, se
vuelva agresivo y egoísta frente a su prójimo cuando su alimento le es negado. De
esta manera vemos cómo causa y efecto se conjugan en una cadena eternamente
perjudicial.

Ya que el medio para obtener alimentos es en la mayoría de empleos la


moneda, y ésta sólo es dada como recompensa por el trabajo realizado, ¿qué
puede hacer el hombre que no tiene oportunidad y chance de encontrar un trabajo
pago? Esa persona quiere y debe comer. Si podemos asistir a cada uno,
consiguiéndole una fuente de alimentos, desaparecerá la causa principal de la
mentira, el engaño, el robo y numerosos crímenes.

El alimento nos es dado en primer lugar por la producción inmediata de la


tierra, y sólo en un segundo lugar, por la grasa, carne y sangre de animales
domésticos criados a partir de pastos y hierbas.

Ahora, ya que es una condición química primaria que las sustancias de la tierra,
en conjunción con el aire, el agua y las fuerzas solares, estén presentes con el fin
de que las plantas puedan crecer; es la Madre Tierra quien rodeada por agua y
tierra, y fructificada por el sol, alimenta al hombre y a los animales por medio de
los cultivos producidos, y al mismo tiempo viste a los animales, que sobre sus
pieles han desarrollado pelajes ricos en azufre y sílice, que al actuar como
aislantes conservan el calor y la electricidad corporal.

El hombre, cuyo espíritu productivo desea ocupación y a quien le ha sido dado


el maravilloso mecanismo de los dedos, tiene la ventaja de que puede
confeccionar sus vestiduras de acuerdo con la estación. Éstas pueden ser de lino,
de algodón, de lana de ovejas o del cabello de las cabras; además, puede
protegerse a sí mismo del viento, del clima y del frío usando la madera de los
bosques para construir su casa y calentarla.

Comida, vestido y techo son las 1necesidades fundamentales de cualquier


persona sobre la tierra. Éstas, también pueden ser satisfechas por cualquier
persona que tenga miembros sanos; en los músculos de nuestros brazos
poseemos el poder mágico para decir, "i que se ponga la mesa!"; pues el trabajo
siempre encuentra su recompensa. Por supuesto, si la gente es tan insensata y
abandona los lugares donde los músculos de sus brazos son necesitados y bien
pagos, si abandona la fuente de todas las riquezas sobre la tierra, la agricultura, y
se va a lugares en donde sus brazos carecen de valor porque muchas otras
personas sin empleo están esperando conseguir uno, entonces la angustia y la
falta de alimento, vestido y refugio se convertirán en un motivo para reconsiderar y
regresar a la vida en el campo, que cada día que pasa, es abandonado por más y
más personas.

Cada trabajo trae su recompensa. El trabajo es necesario para la salud de nuestro


cuerpo y nuestra mente; la cooperación nos afirma en la conciencia de una
humanidad común, porque en la vida social vemos en cada hombre una imagen
de nosotros mismos, y esto es un llamado a la consideración mutua, a la caridad,
la benevolencia y a la solidaridad. Qué gran diferencia con respecto al hombre
que no trabaja!, sus pensamientos se convierten en redes y trampas en las cuales
busca atrapar a sus ingenuos congéneres.

Después, cuando el conocimiento se haya esparcido más y más, de tal forma que
el trabajo esencial del hombre consista tan solo en permitir que el sol sea quien
trabaje para él, con el fin de que el alimento, la ropa y la madera puedan crecer a
partir de la tierra, el agua y el aire, entonces muchas personas necias de cerebros
ociosos habrán perdido su tierra.

De hecho, existen hoy en día algunas personas malas para sumar que dicen:
Trabajaremos menos y ganaremos más dinero. Ellos no consideran que este
dinero se encuentre en circulación, de tal forma que debe pagarse más dinero por
los alimentos, en caso de que éstos permanezcan constantes en cantidad; y este
aumento en el pre-cio será de límites indefinidos. El remedio real sólo puede
consistir en una mayor producción de alimentos.

Cuanto mayor sea la cantidad de grano desarrollado, menor cantidad de dinero


será requerido para pagarlo. En este sentido es donde debemos aplicar toda
nuestra fuerza.

Qué ceguera, si los hombres deben atacarse mutuamente en busca de alimento


suficiente; éste solo puede ser ofrecido por la tierra. ¿Acaso puede crecer un
cultivo de maíz sobre la palma de mi mano? Dios nos ha creado •10
suficientemente ricos al dotarnos con un entendimiento. Si hacemos uso de esto,
los hombres no tendrán necesidad de codiciar lo de sus hermanos, ya que en la
serena tranquilidad de la tierra, podemos conseguir lo poco que necesitamos día a
día de nuestra generosa Madre Tierra.
HARINA DE
ROCAS COMO
FERTILIZANTE
DEL TABACO

"Cuando consideramos la actividad microbiológica presente en el suelo,


entonces las cuentas son otras cuando se trata de hacer el balance
nutricional de un cultivo."

En los últimos años la atención general de los cultivadores de tabaco se centró en


la pregunta: "¿Cuál es el mejor abono para tener un buen tabaco?". En este
sentido es lógico que, si el tabaco es cultivado por cierto número de años en los
mismos suelos, con el paso del tiempo el suelo se verá privado de los muchos
elementos que se depositan en sus hojas, como puede verse en sus cenizas. No
hay otro producto del suelo que pueda dar tantas cenizas como lo hace el tabaco.
Las mejores hojas secas dejan cenizas equivalentes entre 14% y 27%, mientras
por ejemplo, las hojas secas de los fresnos o de la haya solo dejan 4, 75% y la
mayoría de las plantas aún menos; las agujas del pino solo un 4%. En las cenizas
de la mayoría de las plantas que producen un 2% o más de sílice, predominan las
hojas de fresno y de haya, que contienen más de una tercera parte, mientras las
cenizas de la cebada y de las espigas de la avena equivalen a 1/2 de sílice. Sin
embargo, es un poco diferente el caso de las cenizas de tabaco, las cuales
contienen solo 1/20 de sílice siendo el resto calcio, magnesio, potasio, sodio y
ácidos fosfórico y sulfúrico. No hay una regla fija sobre la proporción de estas
sustancias, sin embargo, el calcio y el potasio siempre predominan en una
proporción de cinco a cuatro partes.
El tabaco alemán genera menos cenizas que la hoja de tabaco de Virginia, sólo
aproximadamente el 14%, y consiste en cerca de cinco partes de calcio, cuatro de
potasio, una de magnesio, media de sodio, 2/3 de ácido fosfórico, 4/5 de ácido
sulfúrico, 4/5 de sílice y una parte de ácido clorhídrico.

Cuanto menor sea la cantidad de ácido sulfúrico y clorhídrico contenida en el


tabaco, con mayor facilidad arderá y sus cenizas serán más blancas. El mejor
tabaco es producido con nada diferente a cenizas de madera como abono, y nó-
tese que las cenizas de roble, haya, abedul, pino y abeto no contienen ni una
huella de ácido clorhídrico, pero sí 1/50% de ácido sulfúrico. Nos vemos forzados
a concluir por lo tanto, que el relativamente alto porcentaje de ácido sulfúrico y
clorhídrico en las cenizas del tabaco alemán, que hacen su calidad actual tan
pobre, se debe al uso persistente de estiércol de establo, y por eso,
evidentemente, es primordial suprimir su uso por completo.

La pregunta que ahora nace es: ¿Qué debemos usar en su lugar? La respuesta la
encontramos en los árboles de los bosques que crecen en terrenos rocosos con
contenidos altos en potasio, sodio, calcio y magnesio en combinación con sílice,
aluminio y ácido fosfórico. Debemos, en lugar de quemar los costosos árboles con
el propósito de obtener sus cenizas para la elaboración del abono, regresar a las
sustancias originales a partir de las cuales se levantan estos árboles, y éstas son
los minerales que se encuentran en las rocas. Esta proposición es tan obvia como
el huevo de Cristóbal Colón.

En relación con el tabaco de Virginia, un estudio de las características


topográficas de las tierras tabacaleras, no estaría de más. El mejor suelo para
este propósito se encuentra allí donde los residuos de los Apalaches y de sus
colinas bajas, las Montañas Azules, han sido arrastrados por el agua hacia la
planicie. Estas montañas contienen gneis, granito, sienita, serpentina y pizarra de
hornablenda. La hornablenda es sílice combinado con calcio, magnesio y hierro.
En la sienita predominan el calcio y el magnesio, sobre el potasio y el sodio; el
gneis de Virginia es abundante en calcio, magnesio y hierro. Este calcio y los
silicatos del magnesio son más importantes para la producción de un .tabaco fino,
que arda fácilmente, dejando una ceniza blanca y firme, que el potasio que es
encontrado en todas las rocas primitivas, a pesar de que el potasio es necesario
para la producción de células elásticas en las hojas que son bastante bien
apreciadas en un buen tabaco. Sin embargo, es un gran error poner tanta
importancia en la superabundancia de potasio. Ni las sales de potasio de
Strassfurt, ni tampoco la limadura de hierro hecha polvo, producirán un buen
tabaco ya que el potasio con-tenido1 en el tabaco no se encuentra combinado con
ácido sulfúrico ni clorhídrico, éste entra en combinación directa con material de las
células y es extraído del silicato de potasio y sodio por la acción del ácido
carbónico del aire y del suelo. Por eso, una cal id ad saludable y fina del tabaco
sólo puede ser cultivada por medio del uso abundante de una mezcla mineral que
le suministre en las proporciones adecuadas el silicato de potasio y sodio junto
con el carbonato de calcio y magnesio y una porción pequeña de ácido fosfórico
tal como era el caso originalmente en las tierras vírgenes de las regiones
tabacaleras de Virginia.

En concordancia con esos principios se han elaborado mezclas de los diferentes


tipos de rocas en forma de polvo muy fino, adecuado para la producción de un
buen tabaco, y éste está siendo usado en el presente con gran éxito en la región
del Palatinado de Alemania.
Una contribución
especial para el
periódico alemán
Deutsches
Adelsblatt
Enero 31 de 1892

En los cereales, en las semillas de las plantas leguminosas v en las oleaginosas,


el número de sustancias minerales con las cuales están combinados el tejido
celular y el albumen vegetal oscila entre 17.000 y 50.000. Después de la
combustión del tejido de las plantas, estos constituyentes minerales permanecen
en forma de ceniza, la mayor parte de las cenizas de las semillas consisten en
ácido fosfórico y potasio, mientras que sodio, calcio, magnesio, ácido clorhídrico,
ácido sulfúrico y silícico, junto con manganeso, hierro y flúor, se encuentran en
una cantidad relativamente menor. Solamente en las semillas que producen aceite
<mostaza, nabo, linaza, cáñamo y amapola) el calcio y el magnesio constituyen
una parte considerable de las cenizas. La siguiente proporción numérica nos
presenta una vista general al respecto:

Ei trigo de invierno tiene en promedio 16 (8-10) milésimas de cenizas, de las


cuales el ácido fosfórico forma 7 (9-10) milésimas y el potasio 5 (2-10) milésimas.

Las habichuelas campestres arrojan 31 milésimas de cenizas, de las cuales el


ácido fosfórico presenta 16 (2-10), potasio 7, calcio 18 y magnesio 5 milésimas.

Las semillas de amapola 51 (5-10) milésimas de cenizas, de las cuales 16 (2-10)


son ácido fosfórico, 7 potasio, 18 calcio y magnesio 5.

A partir del hecho que el ácido fosfórico y el potasio tienen tal importancia en la
nutrición de los cultivos, fácilmente se pudo llegar a la conclusión: "que el potasio y
el ácido fosfórico son los fertilizantes más necesarios y que entre más ácido
fosfórico, mejor." Sin embargo, esta conclusión es errónea y nos ha ocasionado
muchos percances, desde que Liebig hizo esta afirmación.

Liebig y sus sucesores pasaron por alto el hecho de que durante el tiempo de la
vegetación el ácido fosfórico se encuentra tan uniformemente distribuido, que el
promedio no alcanza a totalizar más de un décimo de los constituyentes
minerales. Que durante el proceso de maduración el ácido fosfórico se concentra
fuertemente en las semillas -lo que se demuestra en las cenizas, que contienen no
solo un 10 sino un 30 y hasta un 50% de este ácido- es explicado por el hecho de
que el ácido pasa desde los tal los, ramas y hojas a las se mil las quedando la
paja muy pobre en ácido fosfórico, como puede apreciarse en los siguientes
casos:

a) La paja de trigo en invierno tiene en promedio 46 milésimas de cenizas, de


las cuales 2 (2-10), es decir aproximadamente 1-20 o 5% consisten en
ácido fosfórico. El resto consiste en 6 de potasio, 0.6 de sodio, 2. 7 de
calcio, 1.1 de magnesio, 1.1 ácido sulfúrico, 0.8 ácido clorhídrico, y 31
milésimas de ácido silícico. Este último (sílice) solo alcanza la cantidad de
0.3 de una milésima en el grano de trigo, y en la paja, sólo 1 milésima.

b) La paja de la habichuela de campo genera 45 milésimas de ceniza, en las


cuales sólo hay ácido fosfórico, es decir 1-15 o 6.5%, mientras que en las
cenizas de las semillas ésto constituye un 36%. Las otras sustancias con-
tenidas en la paja de la habichuela son 19.4 milésimas de potasio, 0.8 de
sodio, 12 calcio, 2.6 magnesio, 1.8 ácido sulfúrico, 2.0 ácido clorhídrico y
3.2 ácido silícico. Debido a esa cantidad de sílice la paja de la habichuela
es blanda, mientras la del trigo que es rica en sílice, es dura

c) La paja de la amapola arroja aproximadamente 48.5 milésimas de cenizas,


en las cuales sólo hay 1.6 de ácido fosfórico; es decir, en la paja de la
amapola el ácido fosfórico constituye solo 1-30 de las cenizas, mientras en
las semillas éste totaliza hasta 1/3, una diferencia de diez veces. El resto de
las cenizas de la paja de amapola consiste en 18.4 de potasio, 0.6 de
sodio, 14.7 de calcio, 3.1 de magnesio, 2.5 de ácido sulfúrico, 1.3 de ácido
clorhídrico, y 5.5 de ácido silícico.

Los ejemplos citados son hasta cierto grado típicos de los cereales, plantas
leguminosas y oleaginosas y explican por qué las plantas leguminosas y
productoras de aceite necesitan más calcio en el suelo que los cereales. En
general, consideramos el promedio de 70 u 80 análisis de cultivos, que también
incluyen la raíz, tallos y hojas, y llegamos a la conclusión bue el ácido fosfórico
constituye aproximadamente una décima parte de los constituyentes minerales,
mientras el potasio, sodio, calcio, magnesio, sílice, ácido sulfúrico, cloro y flúor,
contribuyen con las restantes nueve décimas. Más aún, el potasio y el sodio se
encuentran presentes en promedio en la misma cantidad de peso que el calcio y el
magnesio. Estas cuatro bases totalizan aproximadamente unas ocho décimas del
total de las cenizas, y se ha encontrado en la práctica que estas bases pueden, en
un grado considerable, actuar como sustitutos unas de otras, sin cambiar
perceptiblemente la forma y los constituyentes orgánicos de estas plantas.

Según estos hechos, un fertilizante que pueda satisfacer la demanda natural de


minerales necesarios para la construcción de las plantas, deberá contener por
cada parte de ácido fosfórico, 8 partes de potasio, sodio, calcio y magnesio, si
dejamos por fuera los ácidos fosfóricos, clorhídrico y silícico.

Un fertilizante como éste, sin embargo, se encuentra en toda roca primitiva. Las
rocas primitivas, de hecho, no contienen más de 1 % de ácido fosfórico, y sin
embargo es más que suficiente; esto es una medida sabia indicada por el Creador
de todas las cosas y en la misma proporción para los otros constituyentes como el
granito, el pórfido, etc., que sirven para la alimentación de las plantas, consistente
en aproximadamente 6% de potasio y sodio y 2% calcio y magnesio. El residuo en
las rocas sirve como una sustancia dispersora entre las sustancias básicas que las
mantienen separadas, las cuales son disueltas de su combinación con ácido
silícico sólo en cuanto son necesitadas. Así pues, obtenemos cereales completos
de los países montañosos; por ejemplo de Hungría, rodeado por las montañas del
Cárpato, en contraste con el predominio de enfermedades ocasionadas por la
descomposición de la sangre de hombres y animales en las exhaustas tierras de
llanura, que son abonadas con estiércol de establo.

Si deseamos comprender en forma rápida y completa la bondad e importancia del


fertilizante mineral, sólo necesitamos considerar los casos de Uruguay y Argentina
o de Egipto; o, para mencionar un ejemplo de nuestra cercanía, el principado de
Birkenfeld.

En Uruguay y Argentina la cantidad de ganado es estimada en aproximadamente


32 millones, entre reses, ovejas y caballos. De éstos, son sacrificados para la
exportación cada año aproximadamente 1.250.000, y los huesos de estos
animales son enviados por vía marina hasta Hamburgo, para ser transformados en
carbón mineral, utilizado En las refinerías de azúcar, Es más que evidente que los
animales adquieren el fosfato de calcio para sus huesos y el nitrógeno para su
carne y para la soldadura de sus huesos a partir del pasto que consumen. Sin
embargo el pasto absorbe el nitrógeno necesario del aire, ya que ellos no utilizan
fertilizantes, y el fosfato de calcio, que continuamente es extraído de la región en
forma de huesos, los recibe el pasto a partir del inagotable fango calcáreo
porfídico, el cual es arrastrado gracias a las miles de quebradas provenientes de
fas cordilleras, y que fluyen como un abono primitivo hacia las llanuras del Este.
En Egipto esto es realizado por el lodo del río Nilo, que proviene de las quebradas
de las montañas que convergen a éste en abundancia fructífera, hasta el Delta, el
cual por este hecho es considerado el granero de Egipto.

Sin embargo no necesitamos ir tan lejos. El pequeño principado de Birkenfeld


demuestra la fertilidad de las rocas primarias, que suministran las montañas de
Hundsruechen, en forma de pizarra arcillosa. Es una pequeña Argentina. El
comercio de ganado juega un papel importante en Birkenfeld. Además de éste, las
fábricas de aceite, lino, y las cervecerías, demuestran que los cereales y las
plantas oleaginosas, ricas en fósforo y entre ellas el lino rico en potasio,
encuentran allí un buen suministro de nutrientes. Los bosques consisten
principalmente de árboles viejos y abundante fauna. Los árboles necesitan ácido
fosfórico para sus raíces, tronco y corteza mientras que los animales necesitan de
fosfato de calcio para sus huesos. Las cenizas de la madera de roble y de haya
contienen un 6% de ácido fosfórico y la ceniza de la madera del castaño contiene
un 7%. De una manera tan rica, la pizarra arcillosa suministra los nutrientes para
el crecimiento de plantas, especialmente la cantidad correcta de ácido fosfórico.

En contraste con estos fertilizantes naturales, ¿qué ha conseguido nuestro


prudente y erudito modo de fertilizar con ácido fosfórico? Ha traído como
consecuencia que no sabemos cómo salvarnos de la phylloxera, los nematodos,
las orugas del heno, el Strongyllus (gusano de primavera) y el gusano de la
putrefacción, ni tampoco del hongo que causa moho y lo hace en grandes
cantidades. No hay una producción satisfactoria, abundante y rica de uvas, a
pesar de que alimentamos nuestros viñedos con el potasio, el ácido fosfórico y el
nitrógeno, en tales cantidades que los retoños de uvas y hojas deberían demostrar
una gran exuberancia; pero a diferencia de esto, cualquier cosa en nuestros
viñedos parece enferma y pobre. Por consiguiente, yo estaría muy agradecido y
feliz, si ustedes nos hicieran llegar su opinión al respecto, sería de gran beneficio,
no sólo para nosotros, sino para toda la región del Rheingau, y cualquier otro lugar
donde se cultive la vid, el ser liberados de las miserias del gusano de primavera, el
gusano del heno y el gusano de putrefacción, la phylloxera y la antracnosis de la
uva, y en el caso de que ésto pueda conseguirse gracias a su método, todos los
cultivadores de la uva exclamarán: "iAlabado sea Dios!''.
Yo respondo que el abono convencional
no carece de ningún ingrediente en
particular, pero tiene demasiado de
algunos elementos, en este caso,
nitrógeno y ácido fosfórico. El hombre
debe retornar a la sustancia original,
devolverle al suelo sus cualidades
naturales originales, entregándole a los
campos un suelo que no haya sido
agotado, lo cual puede conseguirse en la
forma de rocas primitivas pulverizadas,
con contenido de sulfatos y carbonatos
de calcio y magnesio. La validez de tal
creencia se hace evidente en la siguiente
correspondencia, con un jardinero,
proveniente de la provincia del Reno:

"Quisiéramos preguntarle sobre el tipo de abono que mayores beneficios traería al


fertilizar nuestros viveros. Tenemos suelos ligeros, profundos y arcillosos que
anteriormente fueron un bosque. Cultivamos rosas, árboles frutales y árboles de
bosque; también plantas de invernadero, abetos y varios tipos de cipreses. Es
bastante particular que los membrillos y otras frutas, durante el segundo año
después de haber hecho el injerto, se rehúsan a crecer por completo, incluso a
pesar de haber abonado con estiércol de establo, limadura de hierro o salitre de
Chile''.

Yo respondí que los profundos y arcillosos suelos de bosques, mientras retienen


su arcilla y el sílice, son desprovistos de sus constituyentes básicos (potasio,
sodio, calcio y magnesio), los cuales con el correr del tiempo han pasado a formar
parte de la madera de las raíces y los troncos, y que la única cosa que realmente
promete algún auxilio es el polvo fresco de rocas. ¿Por qué?, ¿Acaso no son los
países de los Balcanes la casa de las rosas, y las montañas de Haemus no
consisten en pórfido, granito, gneis, en lugar de estiércol de establo y arcilla? ¿No
crecen los cipreses en las regiones de los Apeninos, que abastecen el suelo con
nutrientes a partir de su granito? ¿Y acaso no crecen los abetos sobre las
montañas de granito y pórfido? Finalmente, ¿qué hay de las frutas? Las montañas
de Bohemia las abastecen de nutrientes en abundancia, y de hecho libres de
gusanos. Este último hecho, que el uso de la harina de piedras pone fin a los
gusanos, fue últimamente confirmado por el señor Fisher, de Westend, cerca de
Charlottenburg, quien introdujo el abono de polvo de piedras dos años atrás en su
jardín, el cual estaba situado sobre terreno arenoso. Con respecto a esto él
publicó un especial en la edición de enero en el periódico Deutschc Pomotogen
Verein.

De su tercera carta transcribo:

"Manor L. - Me place leer a un químico que tenga el coraje de oponerse


abiertamente a la estafa de los abonos artificiales. Durante un periodo de 10 años
gasté por lo menos RM$17.000 en fertilizantes artificiales, de los cuales más de
RM$6.000 fueron destinados solo para salitre de Chile. Cada año cosechaba más
y más; ¿pero qué? Nada, excepto granos y cereales de inferior calidad. Durante
los últimos dos años he comprado, en adición, estiércol animal y calcio y creo que
con un gasto un poco mayor todo está cambiando nuevamente y que el campo
nuevamente producirá lo que perdí en años pasados. Cuando el Fosfato de
Thomas fue introducido, debido a su bajo precio empleé en una primera aplicación
2000 litros. Con 7 litros por acre se obtuvo algún efecto, pero ¿qué fue lo que
actuó realmente? Seguramente sólo el calcio. Lo que usted ha afirmado, yo lo he
presentido desde hace bastante tiempo: "Que si a muchos de nosotros,
agricultores, nos va tan mal, es en su mayor parte debido a esta molestia de
nuestros fertilizantes caros artificiales e inútiles”:

Una cuarta carta, con un extracto de la cual concluiré contiene lo siguiente: "veinte
años atrás, siendo oficial en A/sacia, me esforcé por conocer y familiarizarme con
todo tipo de temas. Llegué al tema de los fertilizantes minerales o abonos, cuando
escuché y pude ver cómo en la intersección de los valles de las montañas de
Vosges, los torrentes invernales cubrían las tierras bajas con residuos de granito,
los cuales un par de años después se volvieron una tierra bastante fértil; sin
embargo no tuve la oportunidad o la ocasión de darle un mayor desarrollo a esta
idea, que sin embargo, está ahora en boga" (G. L. Consejero privado de guerra
AD.)

Cada una de estas cartas contiene nuevos hechos confirmatorios; tengo en mis
manos una colección de tal correspondencia, sin embargo no es mi intención
cansarlos al copiar más de éstas.

Julius Hensel
Hermsdorf bajo el Kynast
Abono de
harina de
piedras
(Pioneer, julio 22, 1892)

“Pan de piedras: por cierto, las palabras


de la Biblia conservan su verdad. “

“Brot aus Steinen: Sicherlich haben die


Bibelwörter ihre wahrtheit beibehalten”.

Antes de esta ocasión he tenido la oportunidad de mostrar en el periódico


Deutsche Addelsblat, que no es correcto darle al polvo de piedras el calificativo de
"abono", ya que este es superior a los así llamados abonos por el hecho de que
restablece las condiciones naturales para el crecimiento de los cultivos, mientras
que los abonos solo presentan una ayuda artificial y por tanto, son sólo una
medida paliativa. El caso, entendiéndolo en su totalidad, es el siguiente:

En un principio las plantas crecían en un suelo formado de la desintegración del


material de las montañas sin ningún tipo de aditivo artificial. El ácido carbónico del
aire combinado con los constituyentes básicos: potasio, sodio, calcio, magnesio,
hierro y manganeso, que se encontraban combinados en el material rocoso
desintegrado con ácido silícico, aluminio, azufre, fósforo, cloro y flúor, y con la
cooperación de la humedad, y la operación del calor y la luz solar, ocasionó la
generación de tejido celular vegetal. Las sustancias gaseosas, ácido carbónico
(dióxido de carbono), vapor de agua y el nitrógeno del aire adquieren la firme
forma del tejido celular vegetal y de la proteína vegetal únicamente gracias a la
estructura básica de potasio, sodio, calcio y magnesio, sin los cuales ninguna raíz,
tallo, hoja o fruta se ha encontrado; ya sea que quememos las hojas de la haya,
las raíces del bledo o del sauce, los granos del centeno, o ya sea madera, paja o
lino, peras, cerezas o semillas de nabo, siempre queda un residuo de cenizas, las
cuales en variadas proporciones consisten en potasio, sodio, calcio, magnesio,
hierro, manganeso, ácido fosfórico, ácido sulfúrico, flúor y sílice. Con respecto al
nitrógeno, que se forma con el vapor del agua en presencia del hierro - el cual se
encuentra presente en todos los suelos- se transforma de acuerdo con la fórmula:

N2H6O3Fe2 = N2H6Fe2O3 (todo óxido de hierro que se forma con el rocío de la


noche a partir del hierro metálico Fe2O3, contiene amoníaco, como 1hemostró
Eilard Mitscherlichl. La solidificación del tejido celular a partir del ácido carbónico y
el agua podrá entenderse mejor al ser comparada con el proceso de formación de
jabón sólido, al combinar el aceite con sodio, potasio, calcio o cualquier otra
sustancia básica, por ejemplo óxido de plomo, mercurio o hierro. El amoníaco
también forma jabón junto con el aceite oxidado y el ácido oleico. Difícilmente
podemos encontrar una mejor comparación para explicar la solidificación de los
vapores atmosféricos (ácido carbónico, agua, nitrógeno y oxigeno) en combinación
con las sustancias terrestres o en reemplazo de estas últimas por amoníaco y
sustancia vegetal, como la encontramos por un lado en este proceso de la
formación de jabón, y por el otro, en las sustancias del aceite que es la base del
jabón. La producción de la sustancia del aceite consiste en que las sustancias
combustibles (hidrocarburos) se generan a partir de sustancias ya consumidas
(ácido carbónico y agua), y este caracteriza e! aspecto principal de la naturaleza
universal vegetativa de las plantas. Una vela de estearina encendida se
transforma en ácido carbónico en estado gaseoso y vapor de agua, pero esos
productos aeriformes, en combinación con las tierras, nuevamente son
transformados en madera combustible, azúcar, almidón y aceite, gracias a la
acción del suelo. En cualquier lugar en dónde entre nueva tierra en actividad,
como al pie de las montañas, puede encontrarse un vigoroso crecimiento de
plantas, especialmente cuando el ácido carbónico en abundancia se adhiere a las
rocas como sucede en las regiones de Jura. La carretera entre Basilea y Biel es
muy instructiva con respecto a esto. Por el contrario, se ha visto, en regiones muy
densamente pobladas como por ejemplo en China y Japón, después de haber
cultivado durante varios miles de años, la tierra, agotada de los materiales que
forman las células, se vuelve renuente a producir tantas plantas nutritivas como
las necesitadas por el hombre y los animales para su sustento; sin embargo, como
se ha visto que el alimento que ha sido consumido, mientras no sea usado en la
formación de fluido linfático y sangre, estando por tanto de más, deja el cuerpo a
través del canal digestivo aunque químicamente desintegrado y putrefacto,
produciendo nueva vegetación cuando es llevado a los campos y mezclado con la
tierra. En China recolectan con gran esmero no sólo cualquier cosa que haya
pasado por el canal intestinal; también el producto de las sustancias corporales
que han sido quemadas por la respiración que se elimina en la secreción de los
riñones y que también genera nuevas formaciones. El alimento, el vestido y el
refugio son los requerimientos fundamentales que demanda cualquier persona
sobre la tierra, y éstos son adquiridos por cada uno que tenga miembros sanos.
En los músculos de nuestros brazos poseemos la magia de las hadas que nos
permite decir: "ique se ponga la mesa!", pues el trabajo siempre halla su
recompensa. Por supuesto, si las personas son lo bastante tontas para dejar los
lugares en donde los músculos de sus brazos tienen una demanda y son
remunerados; si abandonan la fuente de todas las riquezas sobre la tierra: la
agricultura, y se van a donde sus brazos no tienen ningún valor, porque muchos
otros que ya están empleados están esperando por un trabajo, entonces la
angustia, la falta de alimento, de vestido y de refugio le deberán dar la oportunidad
de reconsiderar y regresar, volviendo a una vida en el campo, el cual es
continuamente abandonado por sus habitantes.

Una de dos. Ya sea que se reponga


el campo con nuevo suelo en estado
virgen, o que se restablezcan los
nutrientes consumidos en él. En
donde lo segundo no se realizó,
como es el caso de las primeras
colonias europeas en América, los
cultivos decayeron y los colonos
fueron trasladándose del Este al
Oeste, con el fin de cultivar
suficientes cereales en aquel suelo
hasta entonces virgen, para
exportarlos a Europa. Ahora ellos se
han dado cuenta en América que no
pueden continuar de esa manera,
puesto que no quedan tierras sin
propietarios a las cuales ellos
puedan emigrar libremente.

Sin embargo, ¿cuáles son nuestras circunstancias en Alemania con respecto a


esto? Después de que el suelo no produjera más a pesar de un arado profundo,
el círculo instituido en China fue también puesto en práctica; ellos se dieron cuen-
ta que el estiércol sólido y líquido de los animales domésticos al ser puesto sobre
el campo producía un nuevo crecimiento y comenzó a ser valorado. Con la ayuda
de él, los campos se conservaron fértiles, a pesar de que esto fue una mera
ilusión. Esta práctica se familiarizó entre nosotros por varios siglos, tanto que en
los tiempos de nuestros bisabuelos estaba de moda decir: "donde no haya
estiércol, nada crecerá”. Así, con el tiempo, lo que era sólo un decir, se ha
convertido en la regla general. Como consecuencia de esta costumbre vino lo
siguiente: con el fin de conseguir una gran cantidad de estiércol, se debe tener
tanto ganado como sea posible. Con esto se pasó por alto que el ganado habría
de requerir tanta tierra para su alimentación y que la tierra empleada de esta
manera no podría usarse para cultivar granos, de tal forma que en una economía
tal, el trabajo del campo se enfocaría para beneficio de los animales y no del
hombre, Sin embargo, finalmente los cultivadores pensantes que llevaban bien
sus cuentas tuvieron que llegar a la conclusión de que la cría de ganado sólo era
rentable en las regiones montañosas o en regiones como los pastizales de
Holstein, los cuales siempre están fértiles debido al continuo arrastre de
nutrientes provenientes de las rocas de Geest.

Sólo puedo concluir a partir de esto: Como dije anteriormente, el estiércol


había sido reconocido como el multiplicador de la fertilidad y era considerado
como la condición natural "sine quanon" para el crecimiento de los cultivos, a pesar
de que esto no estaba basado en el Orden natural, sino que era un artificio. Una
vez establecida la regla de que lo artificial fuese normal, no debe sorprendernos
que cuando el estiércol de establo ya no era suficiente, algunas personas
recomendaron abonos artificiales. Como estas personas se daban ínfulas de
sabios, los propietarios de grandes extensiones cayeron en su red -aún más que
los simples campesinos- y junto con ellos, la producción agrícola en las regiones
planas finalmente tuvo que ser cerrada por un tiempo.

Fácilmente, se puede observar que ni los bueyes ni las vacas, sin importar qué
tan alto fuera su costo, exigían salario alguno por producir su estiércol. Sucedía
diferente con los químicos y

Los comerciantes en abono artificial. A ellos no les bastaba con obtener su


propio alimento, sino que también deseaban, a partir de las ganancias producidas
por sus negocios, educar a sus hijos, construir sus almacenes, pagar sus agentes
de viajes e incrementar su 'capital. Este negocio, como todos aquellos que cubren
las necesidades fue tan lucrativo que una de las más grandes empresas
comercializadoras en abonos artificiales en poco tiempo había hecho millones, los
cuales habían sido pagados por los campesinos quienes no recibían su
equivalente, pues a pesar del empleo más enérgico de abonos artificiales, los cul-
tivos decayeron progresivamente. ¿Cómo podría ser de otra forma? Las plantas
necesitan manganeso, azufre, fósforo y flúor, y en los fertilizantes artificiales solo
recibían un potasio costoso, ácido fosfórico y nitrógeno como nutrientes (NPK).
Las consecuencias se hicieron ver primero que todo en las frecuentes
bancarrotas de los agricultores. Además de esto, los fertilizantes nitrogenados en
la forma de salitre de Chile, habían causado una predominancia de enfermedades
en el ganado: que hayan sido encontrados liebres y venados muertos en diversos
sitios que habían sido fertilizados con salitre de Chile, lo leí por lo menos en veinte
periódicos y también me fue contado por testigos presenciales. Así como sucedió
en campo abierto, también se dio en los establos. Y es que ninguna sustancia del
cuerpo animal puede formarse a partir de forraje abonado con nitrógeno ,
especialmente , ninguna leche entera iguala la de aquellas vacas que se
alimentan con hierbas de las montañas.

No necesita ser calculado cuán grande ha sido el daño para la salud en


hombres y animales provocado por estiércol de establo. La leche producida a
partir de plantas con contenido amoniacal, despejo el camino por el cual se
precipito el espíritu destructivo de la difteria, que junto al sarampión, la escarlatina,
la escrófula, la neumonía, etc., se volvieron presencias normales en los alemanes
quienes antes eran fuertes como osos. El abono artificial finalmente se llevó la
corona en esta ola de destrucción.

¿Cómo pudo pasar esto? Muy simple. Liebig, que fue el primer químico agrícola,
encontró que las cenizas que quedaban de los granos consistían principalmente
en fosfato de potasio. A partir de esto concluyó que el fosfato de potasio debía ser
devuelto a la tierra; ésta apreciación no fue lo suficientemente profunda. Liebig
había olvidado tomar en cuenta la paja, en la cual solo se encuentran pequeñas
cantidades de ácido fosfórico, que durante el proceso de maduración pasa del tallo
a los granos. Si él hubiera calculado no solamente el contenido en las semillas,
sino también el de las raíces y los tallos, habría encontrado lo que hoy en día
sabemos: que en todas las plantas hay tanto calcio y magnesio como potasio y
sodio, y que el ácido fosfórico sólo equivale a la décima parte de la suma de
estos constituyentes básicos.

Desafortunadamente Liebig también opinaba que el potasio y el ácido fosfórico


como tales, también deben ser restaurados al suelo, mientras que cualquier otra
persona habría concluido que en reemplazo del gastado suelo, debemos
suministrar nuevo suelo en el cual nada haya crecido. Este suelo de fuerza
primitiva lo podemos conseguir al pulverizar rocas, en las cuales se encuentren
combinados potasio, sodio, magnesio, manganeso y hierro con sílice, aluminio,
ácido, fosfórico, flúor, y azufre. Entre estas sustancias, el flúor que se encuentra
en todos los minerales de mica, fue descuidado por Liebig y por todos sus
seguidores y nunca fue incorporado a ningún abono artificial. Sin embargo,
hemos sabido por investigaciones recientes que el flúor se encuentra
regularmente en la clara y yema de los huevos y debemos reconocer que es
algo esencial para el organismo. Las gallinas toman este flúor junto con otros
minerales cuando al picotear recogen pequeñas partículas de granito; cuando éste
se les niega, como sucede en los gallineros de madera, fácilmente sucumben a
enfermedades como cólera y difteria.

Nosotros los hombres no somos tan afortunados como las aves, pues la sopa
que nos tomamos ha sido preparada por los comerciantes en abonos artificiales.
Como ellos no venden flúor, nuestros cereales carecen de él, y debido a que
ninguna sustancia ósea normal puede formarse correctamente sin flúor, con la
misma velocidad con que se ha incrementado el número de comerciantes en
fertilizantes, también ha aumentado el ejército de dentistas y las instituciones orto-
pédicas; sin embargo estas últimas no han sido capaces de arreglar la curvatura
en la espina dorsal de nuestros hijos. El esmalte de los dientes necesita flúor, la
proteína y la yema de los huevos requieren flúor, los huesos de la columna
vertebral requieren flúor y la pupila del ojo también necesita de flúor. No es por
accidente que la homeopatía cura numerosos males de los ojos usando fluoruro
de calcio.

Qué ricos, fuertes y saludables seríamos los alemanes si hiciéramos de


nuestras montañas colaboradoras activas en la producción de nuevos suelos a
partir de los que puedan formarse nuevos y completos cereales. Entonces no
necesitaremos enviar nuestros ahorros a Rusia, Hungría o América; sino que
haremos nuestro camino por la vida gracias a la fuerza de nuestros brazos y con
coraje alemán, y mantendremos alejados a nuestros adversarios.

La meta de alimentar al hambriento y de prevenir numerosas enfermedades al


restaurar la condición natural para el crecimiento completo de las plantas, me
parece una de las más elevadas y nobles. Aún 6 quintales de polvo de piedras
preparados a la manera prusiana," equivalentes a 24 quintales por hectárea,
proporcionarán suficiente alimento para una cosecha satisfactoria, si esta
cantidad es provista cada año. De usarse más, la producción aumentará
conforme a la cantidad empleada.

Concluyo estas notas, que fueron presentadas con el lema que adornó la
exhibición de productos cultivados con polvo de piedras en Leipzig,
reproduciendo también la segunda rima que también allí se introdujo y que así
como el lema, lleva consigo la conciencia del abono mineral por parte de su autor.

Julius Hansel
Hermfdorf bajo el kynast

“Amamos el arte, pero jamás debemos aceptar lo artificial del abono”


“wir lieben die kunst, sollten jedoch niemal den kiinstlichen Dunger akzeptieren”.
Contradicciones
de otras fuentes
“ los campesino que practican la
agricultura orgánica experimentan que
para saber que un proceso es cierto ,
no es necesario conocer cada uno de
sus pasos. La validez del éxito general
de la agricultura orgánica está
garantizada por la evidencia de los
resultados, aunque no se conozcan
cada uno de sus detalles”

1.Harina de rocas
Dr. Fischer, medico, westend, charlottenburg

Tomado del cuaderno No1 de la publicación mensual de pomología


“pomologische monatshefte”, 1892. Editado por Friedrich Lucas, director del
instituto de Pologia de Reutlingen.

No sólo aquellos que gustan de comer frutas y vegetales, sino mucho más los que
los cultivan, se regocijan con la abundancia y sabor de los productos de nuestros
huertos. Mantener esta producción y de ser posible, hacerla aún mayor, es el
trabajo de la horticultura racional. Este fin es procurado por medio de un cultivo
cuidadoso y, más aún, a través de abonar abundantemente, especialmente con
compuestos nitrogenados .digo que este fin es “procurado”, ya que no siempre

es conseguido. Las continuas labores de un investigador bien conocido, Julius


Hensel, han abierto nuevos horizontes para la agricultura, el cultivo de frutas y la
horticultura; muestran de hecho, el modo en que podemos "convertir piedras en
alimento". El libro de Hensel, Das Leben; fue publicado hace poco en su segunda
edición. Cada lector pensante encontrará gran placer en el estudio de este libro.
Considerando nuestros intereses, recomiendo especialmente el capítulo XXX,
Pág. 476, "Agricultura y Forestería". Últimamente también apareció una pequeña
obra del mismo autor bajo el nombre de Abono mineral, el modo natural para
solucionar el problema social, publicado por su autor en Hermsdorf, junto al
Kynast, en Silesia. La primera parte del cuadernillo está dedicada a su propia
defensa, ya que como todo pionero, nuestro autor se encuentra con una violenta
oposición por parte de los profesores ortodoxos de agricultura, quienes ya no
cesan de agitar sus trenzas y pelucas.

Después de defenderse, el autor pasa al tema principal: la tierra, el aire, el agua y


la luz del sol, deben operar conjuntamente, para producir un crecimiento
abundante. Nosotros confiamos nuestras semillas a la tierra; pero, ¿qué es la
"tierra"? La tierra o suelo es roca primitiva desintegrada (gneis, granito, pórfido).
El suelo de nuestros campos, es alimentado continuamente por la desintegración
de rocas primitivas; es a partir de éstas que puede ser posible el crecimiento de
pastos, hierbas, arbustos y árboles. Sin elementos minerales, ninguna planta
puede crecer. Ahora, ya que en las regiones planas, la capa superior del suelo ha
sido agotada de ciertos elementos minerales debido al cultivo por muchísimos
años, entonces a ésta debe serle suministrado nuevo material rocoso, en el cual
no haya crecido nada y que por esta razón, contenga todavía toda su fuerza. Esta
no es sólo la forma más natural, sino también la más simple y económica de
mantener e incrementar la producción de nuestros cultivos. Esto no es pura teoría
"pensada" en un estudio, es una experiencia exitosa. Con Hensel ya no es
necesario experimentar, sólo se requiere comprobarlo. De acuerdo con sus
instrucciones, una empresa del "Palatinato del Rhin" produjo una variedad de
fertilizantes a base de roca pulverizada, apropiados para gran variedad de
plantas. Sólo mencionaré aquí los fertilizantes empleados en viñedos, pastizales y
cultivos de papa. Cientos de aguacates son prueba del resultado positivo de estos
fertilizantes. El resto deberá ser leído en el cuadernillo.

Desde la primavera de 1890 he utilizado el abono de harina de rocas en mi


huerto, en nuestro bien conocido terreno arenoso, y me siento
extraordinariamente satisfecho con los resultados.

Por ejemplo, he recogido, de una hilera de arbustos de frambuesa de


aproximadamente 18 metros de longitud, unos 50 galones de la más deliciosa
fruta, algunas de ellas con más de una pulgada de ancho y % de pulgada de
diámetro. Los retoños de este año, que darán frutos el año entrante, son tan
gruesos como un dedo, algunos del grueso del pulgar y de hasta 8 pies de altura.

Los jóvenes árboles frutales plantados hace unos 3 años están produciendo
bastante bien y, lo que además debe notarse, están llenos de yemas que
germinaran el próximo año.
Lo que especialmente sorprende es que no he encontrado ningún tipo de
gusano en mis frambuesas y tampoco en mis arvejas y manzanas; las manzanas
de invierno tampoco han revelado hasta ahora ninguna fruta que haya sido
comida por los gusanos. Los vegetales los sembré en surcos, cubriendo primero
con el abono mineral, y nivelando el surco posteriormente con tierra. Las plantas
que saqué para ser trasplantadas tienen una masa de raíces que nunca antes
había visto, ni siquiera en camas de estiércol. Por esta razón, éstas fácilmente se
dejaron trasplantar; ninguna se marchitó. No mencionaré el caso de mis
espárragos, porque la variedad usada en sí misma (Horburger Riesenspargel)
genera retoños grandes. He cortado espárragos que pesaban de 200 a 300
gramos; medían más de 30 centímetros de largo y su circunferencia, medida a la
mitad de ellos, era de 10 centímetros. El sabor de este espárrago es excelente.
Especialmente quiero señalar la calidad y el delicioso sabor de las frutas
cultivadas con este abono, en comparación con aquellas cultivadas con estiércol
de establo; esto también es nombrado en el cuadernillo mencionado
anteriormente. Con todas estas ventajas, el abono mineral es aún más
económico que todos los demás abonos artificiales. "No necesitamos de ningún
abono artificial si aquello que extraemos de nuestros suelos en forma de frutas,
etc., lo volvemos a abastecer por medio de harina virgen de granito, gneis o
pórfido, que son los fertilizantes primigenios y las verdaderas fuentes de fuerza,
mezclados con yeso y calcio".

El modo como debe ser sacado el hongo de la vid, el Odium tuceeri, e


incluso la forma como puede ser extirpada la phylloxera -y que según Hensel, ha
sido extirpada- puede encontrarse en "Das Leben", página 4 78.
,
La falsa creencia, hasta ahora sostenida, de
que todas las plantas cultivadas deben recibir especialmente nutrientes
nitrogenados para poder crecer, se hace cada vez más y más evidente.
Por medio de experimentos se ha demostrado de manera indudable -y
Hensel siempre lo afirmó- que las plantas, y en especial aquellas leguminosas de
hojas abundantes especiales para forraje (trébol, arveja, etc.), pueden tomar y
elaborar el nitrógeno del aire, a 'través de sus hojas, de la misma manera como
también el ácido carbónico es tomado del aire, para ser transformado en
hidrocarburos, gracias a la acción de la luz. Todo lo que necesitamos, por
consiguiente, es alimentar el suelo con los constituyentes minerales necesarios.
El abono mineral es el fertilizante más rentable y más duradero y, algo que no
debe subestimarse, es completamente inodoro.
Si he conseguido atraer la atención del lector sobre los maravillosos
resultados de este abono, entonces el objeto de estas líneas se habrá logra-do.
Cuando el uso de este abono sea emprendido con resultados sorprendentes,
entonces, los frutos más bellos -en todo el sentido literal de la expresión-, serán
mi recompensa
2. Fertilización con piedras
Dr. Emil Schlegel,

Médico Practicante en Tübingen Tomado de "Guía para la


salud"2i
Este es un tema que no le concierne de manera directa a la "Guía para la salud",
pero que sin embargo, debido a su gran alcance, puede con-llevar una mejoría en
el bienestar y riqueza de nuestra gente.

El químico Julius Hensel, de quien ya hemos hablado en varias ocasiones en


ediciones pasadas de la "guía", y quien es bien conocido entre sus lectores por su
genial libro Das Leben, ha publicado últimamente otro trabajo que también merece
una consideración especial.

En éste explica que la pérdida de sustancias minerales del suelo (calcio,


magnesio, etc.), no es repuesta por medio de desperdicios animales, ya que estos
ocasionan una maduración forzosa de las plantas que trae por resultado hojas y
frutos débiles y perjudiciales, como se dice que sucedió en los campos de Berlín,
en donde los huesos y músculos de los animales alimentados de tal producción se
han debilitado, y también la leche ha resultado insatisfactoria para alimentar a las
crías. En un grado aún más alto se encuentran dichas sustancias de "peligrosa
maduración" en los abonos artificiales y especialmente en el salitre de Chile,
causando un crecimiento rápido y exuberante; sin embargo, los frutos y semillas
que se desarrollan posteriormente, revelan una notable decadencia. Sumemos al
hecho de que cada año millones de dólares son llevados de los bolsillos de los
agricultores a los bolsillos de los fabricantes de abonos artificiales, a los
especuladores y a los comerciantes, debido al empobrecimiento del suelo por
causa de los parásitos

La verdadera cura para un suelo desgastado consiste, según Hensel, en


suministrarle rocas trituradas, especialmente granito, gneis, pórfido y calcio. De
esta manera, las plantas reciben nuevamente lo que ellas por naturaleza
necesitan. "La Guía" quisiera resaltar al respecto que la mejor prueba de esto
puede observarse en la milenaria fertilidad de las tierras de Egipto; el fango del
Nilo las nutre casi que exclusivamente de rocas finamente trituradas, junto con
muy pocos ingredientes orgánicos nitrogenados. Sin embargo, las tierras
inundadas deben su incorporable fertilidad únicamente a este baño de elementos
rocosos.

Hensel escribe al final de su libro:

"Casi todo campo contiene piedras, sobre las que la humedad del suelo ha
actuado tan solo en forma parcial, mostrando por eso casi siempre una forma
redondeada. Estas piedras, por dañar la pala y el arado, son extraídas de la tierra
y puestas a un lado; posteriormente son vendidas a un bajo precio para ser
usadas en la construcción de autopistas.

El campesino que obra de esta forma, vende su « vida » -por decirlo de alguna
manera- por el precio de un plato de lentejas, ya que está quitando la fuente de la
fertilidad de sus campos. Si tales piedras son calentadas en la estufa o en la
chimenea por media hora y después arrojadas al agua, se vuelven tan frágiles que
pueden ser partidas con las manos en trozos pequeños, y fácilmente pueden ser
pulverizadas con un martillo". Sería maravilloso que los descubrimientos de
Hensel se propagaran por todas partes.

3.Carta al señor Schmitt


Oranienburg, agosto 17, 1893.

Honorable señor:
Acabo de regresar a salvo de un largo viaje de 5 semanas promoviendo la harina
de rocas, y quiero hacerle llegar este corto reporte, para que usted también
celebre la victoria que ha ganado la harina de rocas en todos los lugares en los
que se ha puesto en práctica.

Ya le había escrito anteriormente sobre los espectaculares efectos que ha tenido


el polvo de piedras en las propiedades del Conde de Chamare. Tuve la
oportunidad de ver sus buenos resultados en Schlessien, y puse en marcha dos
estaciones más para el futuro, en las que se harán prácticas normales.

Pude ver resultados que sobrepasaron las expectativas en las tierras de Chief
Bailiff Donner a orillas del lago Culmsee, en Prusia occidental; excelente trigo,
sembrado después de la cebada y avena, con tan sólo 5 quintales de harina de
rocas por acre; también un centeno espléndido de cuarta generación con 5
quintales de harina de rocas; y remolacha azucarera con tan sólo 6 1/2 quintales
por acre, lo cual promete una muy buena cosecha. Aquí se encontró que los
campos necesitaban sobre todo un buen suministro de calcio, y éste era el mejor
complemento para los maravillosos efectos de la harina de rocas. Con respecto a
éste, el cultivo de los campos con harina de rocas requería de una aplicación
simultánea de calcio de 16 a 30 quintales por acre.

Una cantidad tan grande no será aplicada en el resto del año, ya que la harina de
piedras, hecha conforme a las instrucciones de Hensel, contiene todo el calcio y
magnesio que necesitan la mayoría de cultivos.

La producción de la remolacha azucarera puede doblarse por medio de harina de


rocas. Este logro seguramente sería una gran victoria para la harina de rocas.

También en Prusia occidental monté una estación experimental para el uso


adecuado de la harina de rocas, en una propiedad bastante grande cerca de
Braunsberg, perteneciente al Sr. van Bestroff. Este caballero ya me había pedido
antes que lo asesorara en este propósito, cuando me encentraba en Oranienburg.
Espero que este, mi primer tour en nombre de la harina de rocas, no haya sido en
vano, e intento, con la ayuda de Dios y todas mis fuerzas, repetirlo anualmente,
para beneficio de nuestra gran causa. Tengo plena confianza que la harina de
rocas, combinada apropiadamente con calcio, dará notables resultados.

Pondré lo mejor de mí para sacar adelante los experimentos con harina de rocas
en las propiedades del Conde de Chamare, y espero contar con / la bendición de
Dios para realizar esta labor de la mejor manera para bien de mi país.

Otto Schöenfeld
Director del Colegio de Agricultura y Florestas

4. A la sociedad de Pomología
“Heimgarten in Buelach.” – Suiza

Carta del señor K. Utermohlen, Profesor en Leinde


Por medio del abono de harina de piedras de Hensel, pronto superaremos todas
las expectativas de esta asociación (Asociación Cooperativa de Pomología). Si el
árbol tiene abundancia de sustancias primigenias bajo sus raíces, no sólo será
fructífero, sino también inmune a enfermedades y a las heladas. Tampoco estará
invadido por insectos, pues estará fuerte, saludable y con una savia pura. Con el
abono convencional, rico en nitrógeno, los árboles estarán saciados a reventar y
sucederá con ellos lo mismo que con los hombres. Se relajarán sus fibras; se
contaminará su savia, desarrollarán enfermedades, serán atacados por pulgones y
otros bichos y luego habrá que aplicarles preparados, sanarles heridas y
cauterizarlos con cera, brea, etc. Preparando el suelo correctamente con abono
mineral, prevenimos todos estos males desde un principio, los árboles se volverán
fuertes y resistentes. Es justamente igual a cuando los padres crían hijos
saludables con una alimentación sólida. No tendrán problemas de salud ni
requerirán de los cuidados de otros padres que han levantado a sus hijos de una
manera equivocada.

En los últimos dos años, he visto hacer experimentos con abono de harina de
piedras de diferentes tipos. De mi experiencia con él, he llegado a la firme
convicción de que no necesitamos de ningún abono diferente a éste. Desearía que
mis palabras salieran por boca de ángeles para que entendieran la importancia de
nuestra causa. Me tomaría demasiado tiempo hablar de los muchos experimentos
realizados. Tendrá que hacerse una reforma radical en este sentido. Si le damos a
nuestros árboles en la siembra algo de este abono en sus raíces, con buen riego,
serán dos veces más fuertes y vigorosos que sin él. No necesitamos ningún
estiércol de establo para aflojar la tierra, eso lo haremos mejor con pala y azadón.
Cuando éstos sean insuficientes, nos ayudaremos con turba, la cual se puede
conseguir a bajo costo. Eso es lo que hice con el pesado suelo de mi huerto, y con
la ayuda de la harina de piedras saqué los mejores vegetales; mi huerto no ha
visto estiércol de establo por ocho años. Y cómo es de agradable y limpio el abono
mineral si lo comparamos con el olor del estiércol de establo. Además debemos
tener muy en cuenta su bajo costo. Mucho se puede hacer con 1 quintal. Si
tuviéramos que usar siempre estiércol de establo, tendríamos que gastar grandes
sumas cada año, y aun así la cantidad no sería suficiente.

Sin embargo, tiene que abonarse, pues como se dice: "Nada crece de la nada''. En
este sentido, el abono mineral es nuestro mejor aliado. No podemos tener ninguna
consideraci6n con las supuestas autoridades en horticultura, ellos están
equivocados con respecto a la nutrición de las plantas, especialmente por sus
absurdas teorías sobre el nitrógeno. ¿Acaso les llevamos estiércol a los antiguos
robles que llevan centurias creciendo en terrenos rocosos, o a las demás criaturas
de la madre tierra que crecen libres en la naturaleza? Ellos crecen sanos, florecen
y gozan porque se han librado de todo esto. Igual sucederá con nuestros frutales
cuando los alimentemos de forma natural. No es un asunto trivial sino fundamental
de lo que aquí se trata. La pregunta es si continuaremos tratando nuestros
arbolitos con la lesiva y gastada rutina de nuestros "sabios profesores" y sus
teorías acerca de las proteínas, o si seguiremos la huella de la naturaleza. Si
siempre escogemos para nosotros lo mejor y lo último, entonces, lo propio es que
hagamos lo mismo con nuestras plantaciones.

Si tuviera una cámara fotográfica, les enviaría algunas fotos de nuestros árboles
estándar y medianos, para que se convencieran con sus propios ojos de los
maravillosos resultados de este gran fertilizante. Es el caso particular de un árbol
de cuatro años de tamaño medio al que le he aplicado este abono. Qué variedad
de manzanas tan exquisita. Es difícil de creer esto en un pequeño árbol de cuatro
años. Y además tendrían que ver cómo este pequeño amigo ha aumentado su
grosor. Su corteza le ha quedado chica. Las manzanas son el doble de otras
épocas y su sabor irreconocible; el aroma es único. Lo mismo pasa este año con
nuestras cerezas y frambuesas. Cuando le visite, le llevaré una buena cantidad
para que las pruebe. También aboné una era de varios metros de tierra y le
sembré pepinos. Después de recoger este verano una canasta llena pensé que
había tenido una cosecha excelente, pero ahora el cantero está lleno de nuevo,
aunque le he sacado frutos cada tanto. Pasa igual con los fríjoles y las cebollas, lo
que me ha llamado particularmente la atención puesto que por lo general solo se
plantan vegetales de raíz plana entre los árboles.

Quedan cortas las palabras para explicar nuestra satisfacción por el hecho de
haber encontrado en este abono no sólo un sustituto sino algo muchísimo mejor
que el estiércol de establo.

5. La harina de piedras
Del Dr. Hensel ante el Comité de Fertilizantes de la Sociedad Alemana de
Agricultura

Tomado del diario Osthavellaendisthes Kreisblatt en Nauren, por el Dr. F. Schaper.


"La mayoría de los miembros evidentemente no sabían nada acerca del abono
mineral, salvo sobre el abuso de que habla el conocido profesor Wagner en
Darmstadt. Es triste pero es verdad que estas instituciones, creadas para el bien
de la agricultura, no pueden actuar con libertad, pues tienen que supeditarse a los
grupos de interés, especialmente a los de fabricantes de abonos. Que sus
intereses y los de los agricultores estén opuestos entre sí se entiende por el hecho
de que los agricultores desean abonos de bajo costo, pero los fabricantes quieren
mantener los precios tan altos como sea posible para poder hacer más dinero.
Hoy en día las estaciones experimentales son sostenidas en parte por los
fabricantes de abonos. Ellos financian sus experimentos y sus pruebas en general
y para no perder esta financiación, las mismas instituciones del Estado deben
evitar todo lo que vaya contra los intereses de sus empleadores. Frecuentemente
se estipula en los contratos entre fabricantes de abonos y estaciones
experimentales que estos últimos se obligan a defender a los primeros contra la
"competencia desleal".
¿Pero quién decide quién es y de qué se trata la "competencia desleal?" Los
fabricantes consideran que un competidor desleal es aquel que amenaza con
disminuir sus ganancias, y por tanto tratarán de que las estaciones experimentales
de agricultura trabajen siempre para ellos. Esto explica el silencio o la abierta
hostilidad de las estaciones experimentales en lo que concierne al abono de
harina de piedras, pero ningún ser pensante debería dejarse amedrentar por esa
hostilidad.

Esta oposición debería ser incluso útil a la causa, puesto que la verdad nunca
podrá ser afectada por la crítica, si es construida con bases científicas. Contra la
teoría de Hensel no se ha ejercido una crítica objetiva, pues ciertos directores de
estaciones experimentales, en lugar de combatirla de modo científico han caído en
gran-des abusos y han sido penados judicialmente.

El señor Shulz-Lupitz, presidente del comité de fertilizantes, censura al señor


Hensel, en las sesiones del 14 de febrero de este año (1893), por estar
conduciendo su causa contra reconocidos hombres de ciencia de modo grosero,
actitud que no puede ser reprendida -objeción bastante peculiar viniendo de ü~
hombre, quien hasta en la dirección de los procesos y su resolución finalmente
aceptada, es sólo una leve muestra de la hipocresía europea-. Él, siento mucho
decirlo, ha olvidado que el señor Hensel no fue la parte demandante, sino en
cambio un grupo diferente de personas, amigos cercanos del señor Schulz-Lupitz
y el objeto del proceso evidentemente era sacarlos del lío en el que se habían
metido por culpa de su propia imprudencia.

El muy conocido profesor Dr. Wagner, en Darmstad, director de la estación


experimental de esa localidad, en su edicto del año 1889 llamó al abono mineral
una gran estafa y le negó todo valor. Este edicto había sido publicado en la fábrica
de Zimmer, en Mannheim, en innumerables panfletos y en los diarios en calidad
de suplemento. Por este motivo se extendió hasta lejanos círculos de agricultores,
que sólo habían escuchado acerca de los minerales a través de los diarios con
tendencias wagnerianas, que el señor Hensel era un charlatán. Cuando un
hombre como el señor Hensel, que cree que ha descubierto algo tan trascendental
para la agricultura, es vilipendido de una manera tan vergonzosa, y finalmente se
enfrenta con sus atacantes de modo tan valeroso, ¿cómo podría reprendérsele?

El señor Schulz-Lupitz en sus actuaciones aún continúa este tipo de polémicas


contra el señor Hensel.

La resolución pasada, dice en su primera parte: "La harina de piedras de Hensel


mirándola desde un punto de vista científico y práctico, puede ser considerada
como un fertilizante sin ningún valor". La verdad es justamente lo contrario. Desde
el punto de vista de la experiencia práctica, la harina de piedras ha demostrado
ser en sí misma un fertilizante completo; a los hombres que tenían cierta
experiencia con el abono no se les reconoció debidamente, sino que fueron
presentados por algunos hombres "letrados" de esta asamblea convencidos de su
"sabiduría", como hombres que podían ser embaucados fácilmente.

Estos sabios parecen olvidar que en la vida práctica un gramo de sentido común
pesa más que un quintal de libros, como dijo el pastor de la Abadía de St. Gall,
hace mucho tiempo.

En la segunda parte de su resolución la división de abonos reprende con


indignación el comportamiento impertinente del así llamado "químico" Hensel y
"expresa los agradecimientos de los agricultores al profesor Wagner, en
Darmstadt, por el calificativo que había dado a la harina de piedras de Hensel. El
profesor Wagner se había referido a ésta como una "gran estafa". La división de
abonos se cuidó de usar esta expresión, pues esta expresión le' había costado
multas a dos editores quienes habían copiado la expresión wagneriana y su autor,
el profesor Wagner, se escapó de ser condenado judicialmente sólo porque la
demanda se cayó por un descuido procesal.

Nosotros, que estamos convencidos del valor del método de Hensel en mejorar el
suelo, miramos al futuro con la convicción de que la verdad siempre se ha
impuesto donde ha habido hombres corajudos e inteligentes.

Por tanto, les ruego a todos los que hayan tenido una experiencia práctica con la
harina de piedras, publicar sus experiencias para el bien de la causa y de su
gremio y no dejar el campo en manos de los opositores.

La palabra de un hombre solo se pierde fácilmente, pero la multitud hace coro,


especialmente en nuestra democracia, y un coro así basta para silenciar la
violencia de los insensatos y sus intereses personales que se oponen a nuevos
descubrimientos.

6. Acerca del abono de piedras


(Land und I-Iauswirrhschaftliche-Rundschau) No. II, 1893
Hace poco tiempo publicamos un artículo sobre los experimentos realizados con el
nuevo fertilizante de polvo de piedras, tratando de ser muy objetivos acerca de las
causas por las cuales el polvo de piedras es indicado como abono. El nuevo
fertilizante y su descubridor han sufrido agudas críticas. Por tanto, creemos de
interés para nuestros lectores conocer un reporte de nuestra vecindad acerca de
sus experiencias con el citado abono.

Hace algún tiempo un funcionario de la comunidad nos invitó a observar una


espectacular cosecha obtenida con polvo de piedras en "Sten-heimer Hof" en el
estado de Grand Duke of Luxemburg. Un grupo de personas con serio interés en
el asunto (el químico, Dr. Edel, el profesor Eisenkopf, y el propietario del terreno,
Loeillot de Mars, de Wiesbaden; el director Spiethoff, editor del Pioneer, de Berlín;
el señor Forke, de Eleville, y los doctores Dietrich y Brockhues, de Oberwallauf) en
una excursión a Whitsuntide verificaron estas afirmaciones por encima de todas
las expectativas. A pesar de la gran sequía, el centeno en 37 hectáreas de tierra
tenía tallos fuertes y espigas largas y gruesas y el propietario, el señor Heil, nos
contó que había usado un poco más de cinco quintales por acre, es decir en total
100 quintales. Igual sucedió con la avena, con tallos y hojas verde oscuro que
había sido sembrada en casi una hectárea, justo junto a la autopista. Este pedazo
de tierra no había tenido abono de establo por muchos años y sólo había recibido
20 quintales de harina de piedras a la que se le había agregado 6 quintales de
limadura de hierro.

Comparando éste con los de la vecindad, que habían sido muy bien cultivados
pero de diferente manera, estuvimos muy a favor del abonado con harina de
piedras. Igual de impactante al éxito del señor Forke en su centeno, en su avena y
su trébol, fue su producción en árboles frutales y viñedos. Basta con que
mencionemos que un campo de trébol en el que una mitad había sido abonada
con estiércol y la otra con harina de piedras, mostraba un denso crecimiento en
esta última.

Un árbol de cerezas y uno de manzanas tipo gravenstíne, que por muchos años
no habían producido nada que valiera la pena, este año, después de recibir una
buena dosis de harina de piedras, están cubiertos por todas partes de frutas.

Un agricultor vecino le dijo, al ver su excelente avena: "Aquí podemos ver


claramente cómo trabaja su abono, no podría haber sido mejor si usted le hubiera
aplicado 120 carretilladas de estiércol de establo por hectárea, que le habrían
costado entre RM$125 y RM$150 por hectárea".

El viñedo, después de repetidas aplicaciones de harina de piedras fue, comparado


con otros viñedos, excelente. Pero volvamos a otros detalles, como con el centeno
y la avena, al momento de la cosecha. Invitamos a los agricultores del vecindario a
hacer sus comparaciones y cerciorarse por sí mismos de los incuestionables
resultados de abonar con harina de piedras. Esta posee la cualidad de nutrir
vigorosamente las plantas haciéndolas fuertes y resistentes a las heladas y a las
sequías. Los señores arriba mencionados constatarán si el señor Hensel es
realmente el "falso profeta" que han querido presentar.

Para el director Spiethoff este comité investigativo en el que tomó parte fue lo más
esperado, por ser él el primero en haber puesto sus ojos en el científico Hensel e
igualmente, el primero en comunicar el año pasado los resultados sorprendentes
de la harina de piedras a la Escuela de Agricultura de Oranienburg.

7. ¿Qué ayuda se les puede dar a los agricultores


que están bajo presión?
(Badischer Volksbote, julio 1, 1893)

Este es el problema más trascendental para un verdadero amigo del país, dada la
preocupación por las sequías y la consecuente falta de pastos. Y éste no es
resuelto por las quejas de viejos partidos de proteger las tarifas y el libre comercio
y monopolio, ni tampoco será resuelto en el Reichsta 28 y menos aún a través de
legislaciones locales, aunque la legislación sea también un factor muy importante
en este asunto.

Sólo el campesino es quien decide, en sus manos está el futuro de nuestra gente.
El asunto en juego es la posesión más valiosa que una persona pueda tener: su
tierra nativa y su suelo. Y éstos se están enfermando. Nuestra tierra no solo está
siendo cargada con hipotecas cada año; también está perdiendo en gran parte de
sus propiedades y su fertilidad. Y mientras las deudas aumentan, su valor decae.
Esta es la mayor amenaza que debemos enfrentar.

Sin embargo, nada hacemos con lamentarnos. Debemos superar y corregir el


problema, que sólo puede ser superado si abrimos nuestros ojos y actuamos en
concordancia con lo que estamos aprendiendo.
Podemos mejorar el suelo y hacerlo fértil usando harina de piedras como
fertilizante, como lo demuestra la experiencia de muchos agricultores de oficio. En
el Neues Mannheimer Volksblatt, M. A. Heilig publica la siguiente declaración:

"En las Publicaciones de Agricultura,29 el concejal Nessler de Karlsruhe, objetaba


pocos meses atrás el método de Hensel. Quien quiera convencerse por sí mismo
acerca de cómo el método de Hensel actúa en la práctica, está invitado a
inspeccionar mis dos y medio acres de cebada, cerca al hospital. A pesar de la
inusual sequía, la cebada ha alcanzado una altura mayor y es más exuberante
que la de otros cultivos. En época de cosecha, pondré el cultivo a disposición de
testigos para que confirmen estas diferencias".

Cuando los experimentos reales muestran tales resultados, el agricultor debería


deshacerse de viejos prejuicios y tratar de ver por sí mismo si este nuevo método
es mejor o peor que el viejo. El que los científicos y profesores quieran ignorar
esta nueva fuente de fertilización, no debe sorprendernos, al contrario: "Los
profesores se oponen a eso, por tanto, es bueno", frase que podría ser un buen
proverbio popular, pues los profesores siempre se han opuesto a toda cosa buena
a primera vista. Creemos que el método de abono de Hensel convertirá la
agricultura de nuevo en algo rentable y lo vamos a recomendar aun si todos se
oponen. Cuando en un futuro, no muy lejano, el agricultor alemán y toda la gente
en Alemania se regocije por las bendiciones de la mejoría del suelo, nos darán las
gracias por haber ayudado en tiempos difíciles a preparar este camino hacia la
abundancia.

_______________________________________________________________________________
28. Parlamento alemán
29. Landwirtschaftliche Bläter

8. Der Rheinischer Courier


Wiesbaden, junio 6, 1893
Hemos recibido la siguiente comunicación:

"En el No. 152 de su prestigioso diario, entre los informes sobre agricultura, hay
una noticia corta pero positiva de la División de Abonos de la Sociedad Alemana
de Agricultores con referencia al abono de harina de piedras.
Con respecto a esto me permito invitarlo, a usted y a todo el que pueda tener
interés, a los cultivos y viñedos locales de mi amigo el señor Franz Brottman,
como también a los cultivos de centeno del señor Heil, terrateniente de Hofs-
teinheim, en las propiedades del Gran Duke de Luxemburgo, que han sido
abonados con este material según mis instrucciones, y quienes están convencidos
que contrario a otros puntos de vista, la harina de piedras es un valiosísimo abono,
que usado apropiadamente produce mejores resultados".

Respetuosamente,

L. Forke
Eleville, junio 4, de 1893

9. Del diario
Der Rheinischer Courier
Junio 29, 1893
La comunicación No. 175 de su edición matutina de junio 26, contiene un ataque
al abono de harina de piedras y una especial defensa al método actual de abonar
con potasio, nitrógeno y ácido fosfórico.

Por muchos años fui un seguidor de este último método, pero he llegado a la
convicción, por experiencia propia, de que estos abonos artificiales aunque sirven
para acelerar el crecimiento y pueden ser usados con efectos visibles durante
algunos años, no reponen al suelo lo que le extraemos en productos. Por
consiguiente, la condición de nuestro suelo inevitablemente se deteriora de año en
año y finalmente no servirá para nada. Nadie puede soportar comer perdices todos
los días pero sí puede sobrevivir con solo su pan diario; lo mismo ocurre con las
plantas, que no solo necesitan potasio, nitrógeno y ácido fosfórico para su
nutrición sino también sodio, calcio, magnesio, ácido sulfúrico, ácido silícico, cloro,
hierro, flúor, ácido carbónico, etc. Todos estos elementos se encuentran en
muchas rocas en mayor o menor cantidad, y no podemos estar lo suficientemente
agradecidos con Hensel de que nos haya mostrado a los agricultores estos
suplementos que son insustituibles en los cultivos.
Cuando devolvemos harina de piedras al suelo, restauramos todo lo que tenía en
un principio. Nuestros ancestros lejanos hicieron bien con el suelo original: el
estiércol de establo se ha usado solamente en los últimos doscientos años y el
abono artificial, los últimos cincuenta. Por supuesto, no podemos forzar las cosas
con la harina de rocas, pero si se abonan los campos en otoño y se aran
debidamente, podemos alcanzar el éxito como se puede ver aquí y como lo he
dejado claro en el No. 155 de su prestigioso diario.

Con todo el respeto que sentimos por la ciencia, nosotros los agricultores no
podemos con-tentarnos simplemente con averiguar qué tanto potasio, nitrógeno y
ácido fosfórico contienen los fertilizantes artificiales y qué tanto cuestan; debemos
preocuparnos por sacar a bajos costos unas buenas cosechas en nuestros
campos, sin deteriorar al mismo tiempo nuestros suelos con sistemas de
fertilización parciales, cosa que hacemos cuando aplicamos únicamente NPK.

L. Forke, Eleville
Junio 27, de 1893

10. Del diario


Neues Mannheimer Volksblatt
Julio 19, 1893
El abuso del abono de harina de rocas no es dañino. El señor Kircher cultivó
varios campos de cebada y trigo con harina de piedras, lo que puede convencer
incluso al más escéptico del valor de este abono mineral. Primero, no sólo los
tallos se encuentran más altos y fuertes que aquellos cultivados con otros abonos;
también las espigas son en promedio una tercera parte más largas y con granos
visiblemente más perfectos. (Para mostrar la diferencia, el señor Kircher ha dejado
en la sala editorial del Neues Mannheimer Volksblatt varias espigas de avena y de
trigo extraídas de sus campos, junto con algunas espigas de los campos vecinos
que no fueron abonadas con el fertilizante de Hensel. Cualquiera que esté
interesado en este asunto, y todo agricultor debería estarlo, puede pasar por la
oficina para constatarlo).

11. Limadura de hierro


Koelnische Volkszeitung, en la primera página, abril de 1893,
No.234
El suplemento del periódico Thueringer Landboten trae un valioso artículo del
agricultor A. Armstadt, con el título: "El futuro de la limadura de Hierro". El autor
inicialmente comenta que la limadura de hierro se ha vuelto el fertilizante con
contenido de ácido fosfórico más difundido, únicamente a causa de la inmensa
propaganda que ha recibido; pero que ahora parece que va en camino de perder
su reputación. Dice además, que la Sociedad Alemana de Agricultura hará serias
declaraciones en contra de este abono en su próxima publicación. "Por propia
experiencia -dice A. Armstadt- nunca me entusiasmé con el uso de la limadura de
hierro, en varias ocasiones lo dije, y es una satisfacción para mí el que ahora
estén apareciendo numerosas publicaciones que confirman mis observaciones.
Primero que todo, el hecho de que la gente empiece a dudar de la teoría del
enriquecimiento gradual del suelo, le comenzará a restar crédito. Los hombres de
ciencia, como es bien sabido, impusieron la idea de que el suelo debe ser
enriquecido gradualmente con ácido fosfórico para que los cultivos puedan
hacerse más grandes. Se dijo que la limadura de hierro era lo ideal para este
propósito, no sólo porque el ácido fosfórico en ella es el más económico, sino
también porque en esta forma el ácido fosfórico con el tiempo "se vuelve más so-
luble". Sin embargo, la mayoría de agricultores probablemente han esperado en
vano los buenos efectos posteriores. Yo mismo nunca los encontré, Según los
últimos experimentos, no sólo es probable sino bien conocido, que cada abonada
del suelo con ácido fosfórico en forma mineral, es un desperdicio, ya que se
convierte en una sustancia de difícil solubilidad que no puede ser absorbida
fácilmente por las plantas, El profesor Liebscher de Goettingen nunca encontró
efectos posteriores, incluso habiendo abonando 3/5 partes de media hectárea con
100 quintales de limadura de hierro, y a pesar de haber esperado siete años. Las
numerosas aplicaciones de la limadura de hierro al parecer se basan únicamente
en esta teoría del "enriquecimiento”.

12. Del diario Neues Mannheimer Volksblatt


Agosto 3 de 1893
Con unas pocas plantas de matera o pequeños espacios en el jardín, cualquiera
puede hacer un experimento del valor o inutilidad de las enseñanzas de Hensel, y
no se necesita perder más tinta en justificaciones.

Un número creciente de agricultores está experimentando exitosamente con el


nuevo fertilizante y éste, aunque lentamente, de seguro superará al viejo. Los
abonos tradicionales le proporcionaban a las plantas demasiado material de
refuerzo y demasiado ácido fosfórico, una sustancia que desarrolla pulgones,
orugas, babosas y otras plagas. La harina de piedras mejora la nutrición de las
plantas sin forzarlas, de tal forma que mientras sus hojas reciben una menor
cantidad de agua, los frutos y tallos obtienen una mayor cantidad de calcio, y son
más completos y nutritivos. Mientras que los frutos maduran, el fósforo se deposita
principalmente en la semilla, y el sílice, en las hojas y tallos. Si la agricultura hasta
ahora fincó su teoría de abonar teniendo en cuenta los elementos encontrados en
las cenizas de las semillas con su alto contenido en fósforo, es porque no
consideró que la planta durante la maduración y antes del proceso de
diferenciación de sus partes, requiere cantidades muy diferentes de elementos de
las cantidades que pueden encontrarse tan sólo en sus semillas.

Aparece aquí espontáneamente una analogía de los puntos de vista de Hensel, en


relación con la nutrición humana. El desequilibrio físico del hombre también se
fomenta al comer desaforadamente carne, huevos y leche, junto con alimentos
preparados de difícil asimilación. La consecuencia de esto es una excitación e
irritación total del organismo, mala digestión, aumento exagerado de los niveles de
agua en el cuerpo, transpiración, sed, fácil agotamiento, debilidad, etc. Un abono
demasiado fuerte con preponderancia de desperdicios animales, es para las
plantas que crecen en un suelo deficiente de minerales, lo que una dieta animal es
para el hombre. Si observamos a los hombres que viven en el campo, casi todos
alimentándose de manera frugal a base de pan, vegetales y frutas, observamos
una actividad corporal mucho más reposada, poca transpiración, poca sed y gran
cantidad de fuerza muscular sostenida. Sucede lo mismo con las plantas cuando
les damos de nuevo sus nutrientes originales, las dirigimos 'a apropiarse de
elementos minerales y les damos abono orgánico o nitrógeno sólo en pequeñas
cantidades como algo secundario. En ambos casos su conformación será más
normal y 1 libre de parásitos y enfermedades.

Si vemos en las revistas de agricultura los enormes gastos en publicidad de los


fabricantes de abonos artificiales, se puede fácilmente deducir las gigantescas
ganancias que obtienen dichas fábricas, y se pone uno triste de pensar en el
bienestar que le han robado al campesino alemán, quien de por sí ya se encuentra
bastante oprimido.

Dr. E. Schelegel
Médico Practicante, Tübingen

13. Del diario Wiensbadner General


Anzeiger, julio 8, 1893
Para atenuar la preocupación en cuanto al forraje debemos decir que no
necesitamos usar abono artificial, tal como se le aconseja en otro periódico al
oprimido campesino: superfosfato y salitre de Chile, o superfosfato de nitrato de
potasio para los pastizales; superfosfato de salitre con fosfato ácido o con fosfato
de calcio para los cultivos de trébol; estiércol fresco sólido y líquido de establo,
salitre de Chile, superfosfato de potasio o superfosfato de nitrato de bengala para
los granos de los caballos, etc. Nosotros estamos en contra de fertilizar veinte
veces con los "maravillosos fertilizantes compuestos". Recomendamos, para los
pastizales, cenizas de todo tipo; para los cultivos de tubérculos, polvo de la
carretera, y en general hacia el futuro, abono mineral, que es al mismo tiempo la
mejor protección contra sequías y todo tipo de enfermedad en las plantas, pues
les da la energía para adquirir resistencia, la cual a su turno es transferida al
hombre y a los animales en su alimentación.

Que nuestra inquietud presente o futura en cuanto al forraje, puede ser aliviada
con abono mineral, se demuestra con la siguiente experiencia: durante cinco años
he estado usando harina de piedras en mi huerto y en mis cultivos. Los resultados
han sido siempre muy buenos en todo sentido pues el suelo cada año se ha
enriquecido más. Particularmente este año durante la dramática sequía que
vivimos, fueron manifiestos sus extraordinarios efectos. Las flores así como los
distintos vegetales, crecieron de forma tan espectacular que todos los que
pasaban por mi huerto paraban sorprendidos al verlos, especialmente al colinabo.
La cosecha de repollo que planté a comienzos de abril en el terreno de mis vacas,
es lo más sorprendente, pues no se regó ni una sola vez durante todo el tiempo
que tardó en crecer. Este terreno ha recibido durante los últimos cinco años
solamente harina de piedras y cero estiércol de estibio. Además, junto al repollo
hay un sembrado de papas que muestra el crecimiento más exuberante a pesar
de la gran sequía.

La anterior experiencia me ha llevado a la firme convicción de que este fertilizante


no sólo mejora y enriquece el suelo cultivado, sino que además le conserva la
humedad y por consiguiente protege a las plantas de deshidratarse durante las
sequías.

Bernth Wettengel
. Horticultor
Frankenthal, 1 de julio de 1893

14. Moersch, cerca de Frankenthal


30 de junio de 1893
Por dos años he usado harina de piedras como abono con los mejores resultados,
y especialmente este año, a pesar de la gran sequía. El resultado ha sido
magnífico; la cebada produjo una cosecha mucho más grande en granos que las
otras veces; las papas se veían perfectas y, para nuestra sorpresa, sin rastro de
las fuertes heladas, mientras que otras que habían recibido estiércol de establo se
afectaron fuertemente. Estuve muy complacido con los resultados en la avena y el
trébol. También quedé bastante sorprendido del verde oscuro y la abundancia de
hojas en la remolacha azucarera, no obstante la larga sequía. Con los árboles
frutales, a los que apliqué abundante harina de rocas, aprendí la forma extraor-
dinaria en que ésta actúa: Por eso !e recomendaría en forma insistente a todo
agricultor que adopte este nuevo método. Con la mayor de las satisfacciones, me
suscribo de ustedes.

Peter Hellmann
Agricultor

15. Los campesinos firmantes


Con el fin de cerciorarnos de los resultados obtenidos con el nuevo método de
fertilización, los campesinos y amigos de la agricultura abajo firmantes, nos
reunimos el día 25 de junio de 1893, a las 7 de la mañana, para una inspección
común de los campos/cultivados, en esta ocasión del territorio de Frankenthal.,

Casi todos los que participaron en la inspección eran agricultores de oficio,


familiarizados totalmente con el entorno Y el tipo de campos. El resultado de la
inspección puede considerarse sorprendente.

Aunque este verano ha sido particularmente seco, toda la cebada inspeccionada


se diferenció de otras cultivadas sin harina de piedra por su apariencia verde
oscura. Las espigas comparadas con otras contenían más hileras de granos. En
muchas de ellas contamos hasta 40 granos perfectos y bien desarrollados. Lo
mismo sucedió con el centeno. Los cultivos de papas lucían más frondosos.
Debemos mencionar especialmente la apariencia verde oscura y el tamaño de la
remolacha azucarera, que nos mueve a anticipar el buen desarrollo futuro de sus
raíces. La enorme cosecha de repollo es lo más sorprendente, pues no ha tenido
riego durante todo su crecimiento.
Los abajo firmantes hemos tomado parte en esta inspección con el mayor de los
intereses, convencidos de que la violenta disputa respecto al nuevo método de
fertilización sólo puede ser solucionada a partir de la experiencia real. Esta fue la
razón por la que quisimos confirmar los diversos resultados a través de un análisis
local general, realizado en la forma antes mencionada, de manera concienzuda,
con la convicción de haber obrado en pos del bien común.

Biendersheim:

P. Diehl; Edigheim: H. Jaeger, Jean Loosmann; Flowersheim: C. Garst, Ph.


Schreiber; Frankenthal: J. Armbrust, Fr. Bendel; J. Fries, J. Fueschsle, K.
Gaschott, G. Kirchner; C. Luehel, H. Mayel; J. Mees, C. Moeller, C. Rupp, Ph.
Senatz, o. Scherr, Fr. Scheuermann, G. Wettengel, Jos Zimmermann;
Friesenheim: Chr. Moersch, P. Heilmann; Oppau:
W. Claus.
Nombre del campo Plantado con Por el agricultor
Muhlegewann Papa Carl Heilman, L.
Nuevas huertas Cebada Conrad Bender
Grosse Garkueche Cebada Peter Huber
Rohrlache Cebada Daniel Scherr
Keiner Wald Cebada Valt. Zimmeman
Kuhweide Papa y repollo Bernhard Wettengel
Schiesshaus Cebada Schiesshaus
Actien - Eiskeller Papa Aktiengesellschaft
Gartengewann auf der
rechete
Hand der Wonnserstr Cebada Clem. Wurmser
Gartengewann auf der
rechete
Hand der Wonnserstr Centeno Wilh. Schwarz
Gartengewann auf der
rechete
Hand der Wonnserstr Cebada Jah, mees
Erbbestand Cebada Hen. Grueming
gartengewann auf der
linke
Hand der Wonnserstr Cebada Phil. Schatz
Milttelgewann Cebada Jhon. Bender
Spiegelgewann Cebada Valt. Zimmemann
Wingertsgewann Papa A. Gensheimer
Wingertsgewann Papa Jac. Armbrust
Neuweide Remolacha azucarera Pet. Diehl, Beindersheim
Neuweide Remolacha azucarera Conr. Peters
Pfaffengewann cebada J.L. Braunsberg , II
pfaffengewann Papa Phil. Schatc

La lapida
“He pecado contra la sabiduría del Creador y, con razón, he sido castigado.
Quería mejorar su trabajo porque creía, en mi obcecación, que un eslabón de
la asombrosa cadena de leyes que gobierna y renueva constantemente la vida
sobre la superficie de la tierra había sido olvidado.
Me pareció que este descuido tenía que enmendarlo el débil e insignificante
ser humano".

La ley, la cual condujo mi trabajo sobre la capa arable del suelo dice así:
Sobre la capa superficial de la tierra, bajo la influencia del sol, se desarrollará
la vida orgánica”.

Así fue como el gran maestro y creador le brindó a los fragmentos de la


tierra la habilidad, de atraer y mantener a todos estos elementos necesarios para
alimentar a las plantas y más adelante servir a los animales, como un magneto
que atrae y mantiene partículas de hierro, de tal manera que no se pierda
ningún pedazo.

Nuestro maestro adjuntó una segunda ley a la anterior, por medio de la cual
la tierra que produce plantas se convierte en un enorme aparato de limpieza
para el agua.

A través de esta habilidad particular, la tierra remueve del agua todas las
sustancias dañinas para los seres humanos y animales (los productos de
composición y putrefacción, de generaciones de plantas y animales muertos).

Estampado en la enciclopedia británica, 1899; pero reiterado de las ediciones


siguientes…

Junstus von Liebig


(1803/1873)
Rememorando su vida y trabajo.

Epilogo
Por: Sebastiao Pinheiro
“El mayor sacrificio de quien
enfrenta el poder y los poderosos,
es sin alguna duda mantener la
lucidez.”
Se van a completar 20 años, lo que hace que participé del V Congreso de la
IFOAM, en Witzenhausen, Alemania Occidental, como invitado del evento. El
mismo coordinador del profesor doctor Vogtman me encargó de asistir al gran
científico zulú Mazibuko, por su avanzada edad y ningún
dominio del idioma alemán. Nos hospedamos en cuartos
contiguos, y en el mismo hotel estaba Lutzenberger,
curioso con mi tarea; después formamos un trío. Yo tenía
30 años menos que los dos, era un muchacho.

Esto me dio el privilegio de asistir y participar todas las


mañanas de almuerzos y noches de conversaciones
privadas con los dos grandes maestros. Durante el
evento, uno hablaba por el África; y el otro por América
Latina y a mí me tocaba presentar un trabajo sobre el
abuso de las transnacionales de, los venenos en
América Latina.

Una noche hubo una larga conversa, era sobre las dificultades para el buen
crecimiento de los árboles entre los zulúes, por la desmineralización de los
suelos, en el África del Sur, del Apartheid. Llegamos a este libro que usted acaba
de leer. Discutimos la necesidad de traer la visión y el uso de las harinas de rocas
(Stenmehl), de Hensel que Mazibuko no conocía.

Allá por las tantas, el profesor Lutz contó la historieta del encuentro de los dos
planetas que por sus órbitas sólo se veían cada 26 millones de años. Y el uno le
preguntó al otro: ¿cómo van las cosas, amigo? El otro respondió en un tono
quejoso: No muy bien, estoy padeciendo de un problemita. Surgió el hombre

A lo que el otro le respondió: No se quede preocupado, ésto es muy pasajero.


Mazibuko rió tanto, que terminó con: "Man, this is wonderful I".
Fuimos más allá de la re mineralización del suelo, que habíamos visto durante las
visitas a Austria y Suiza y que también los zulúes necesitaban. Avanzamos en el
rejuvenecimiento del suelo con elementos trazos y sus repercusiones en la salud
de las plantas, animales y seres humanos.

Decidí hacer un libro sobre el tema. Ellos se alegraron.

Yo estaba trabajando con un material traído de Alemania Oriental, donado por


estudiantes africanos, cubanos y nicaragüenses. Entre el material recibido, en
aquella Alemania dividida, separada por grandes muros, rejas y cercas
electrificadas, con armamentos variados, estaba una traducción mecanografiada
en español de Panes de piedra, hecha por cubanos, de la Leipzig Universítát o de
Polonia, creo, cuando participábamos de un seminario sobre medio ambiente en la
Humboldt en Berlín Oriental.

En aquella noche, Lutzenberqer fue profético:

"Es bien posible que yo no vea el fin de esta cerca (DORl, pero los •alemanes se
están preparando para esto. Alemania es el país que más revolvió sus vísceras en
la historia, sin embargo, el la necesita hacer un lavado interno, pues el libro de
Julis Hensel esla redención de Liebig".

Yo, que creía lo contrario, me quedé atónito y pregunté: por qué?


Él respondió: "Liebig públicamente reconoció luego los errores de su
reduccionismo, pero el militarismo no permitió a los gobiernos alemanes la
corrección del rumbo. Por ejemplo: Los biodinámicos fueron perseguidos y
exiliados, y hasta su templo quemado. Es esto lo que pasa en el mundo: Estamos
en las manos del dogma de los economistas-militares... "

Al regresar al Brasil, escribí Agropecuaria sem veneno (1985), donde hice


mención a la importancia de las harinas de rows, también resaltaba en el libro de
la agricultura ecológica e a mafia dos agrotóxicos no Brasil (1993).
Posteriormente, con más fuerza, aproveché partes del material de los estudiantes
de Alemania Oriental y fue así como nacieron las primeras versiones en casete y
después en disquetes y mimeografiadas, hasta llegar a1 MB-4: Farinhas de
Rocha, Trofobiose e gricultura Ecológica, recibió este nombre, porque uno de los
autores producía una mezcla de rocas y la comercializaba como "harinas de
rocas'', además de poseer los recursos para su publicación y distribución gratuita.

Nuestros actuales naturalistas se convencen de que las relaciones entre los reinos
mineral, vegetal y animal no pueden ser aisladas en dos o tres partes de un
fenómeno. La vida sobre la superficie de la tierra está interconectada, así que
ningún fenómeno está especialmente solo, se encuentra siempre ligado con
muchos otros y aun después otros se ligan del principio al final, en sucesión de
fenómenos, desde su inicio, como un movimiento ondular sistémico. Necesitamos
observar la naturaleza como un fenómeno total y dependiente, como los
eslabones de una cadena, que hace parte de una compleja red.
Justus von Liebig
murió el 18 de abril de 1873

Lutz y Mazibuko no están más entre nosotros.


Ellos vieron el final de la cerca y si nosotros tuviéramos una mayor identidad,
respe10 y mención por las obras de Llebig y Julius Hensel, la segunda parte de
aquel simio ya podría haber sucedido desde aquella época, para beneficio de la
humanidad.

ANEXOS
Anexo 1 LISTA INCOMPLETA DE
ELEMENTOS CONSTITUYENTES DE LAS PLANTAS

Elemento Valor Medio en mg Elemento Valor medio en mg


Oxigeno - O 70.000 Cobre - Cu 0.2
Carbono - C 18.000 Titanio - Ti 0.1
Hidrogeno -H 10.000 Vanadio - V 0.1
Calcio - Ca 300 Boro - B 0.1
Potasio - K 300 Bario - Ba <0.1
Nitrógeno - N 300 Estroncio - Sr <0.1
Silicio – Si 150 Circonio - Zr <0.1
Magnesio - Mg 70 Níquel –Ni 0.05
Fosforo -P 70 Arsenio - As 0.03
Azufre - S 50 Cobalto- Co 0.02
Aluminio- Al 20 Flúor -F 0.01
Sodio -Na 20 Litio- Li 0.01
Hierro- Fe 20 Yodo -I 0.01
Cloro -Cl 10 Plomo Pb <0.01
Manganeso-Mn 1 Cadmio -CD 0.001
Cromo - Cr 0.5 Cesio-Cs <0.001
Rubidio -Rb 0.5 Selenio -Se <0.0001
Zinc - Zn 0.3 Mercurio Hg <0.0001
Molibdeno - Mo 0.3 Radio -Ra <0.000.000.000.001
Fuente: A.P. Vinagradov, Rússia. Tomado de documento inédito. “Cartilla de la remineralización de
los alimentos”. Pinheiro Sebastião. Fundación Juquira Candiru. Porto Alegre. Rs. Brasil. 2002.
Anexo 2 Composición del MB-4 harina de roca
(Resultado de análisis 2256/90) en mg/kg
LitioOdiso Potasio
Li Na 50
122.000 K 13.600

Aluminio
Cesio Magnesio
Al Cs 96.000<50 Mg 77.000
Calcio
Estroncio Bario
Ca Sr 39.000200 Ba 420
Titanio
Circonio Cromo
Ti Zr 3.900800 Cr 1.100

Manganeso
Hierro Cobalto
Mn Fe 780
60.000 Co 78
Níquel
Plata Cobre
Ni Ag 78 5 Cu 30
Renio
Paladio Estaño
Re Pl 5 30 Sn 5
Plomo
Mercurio Zinc
Pb Hg 200
<0,001 Zn 120
Bismuto
Selenio Fósforo
Sb Se 5
<0,001 P 5000
Arsénico
Telurio Lantano
As Te <1 Mg/Kg <1 La 220 mg/Kg
Cerio
Praseodimio Niobo
Ce Pr 270 9 Nb 11
Samario
Europio Gadolinio
SmEu 4 0,5 Gd 0,5
Terbio
Itrio Disprosio
Tb Y 0,5 3 Dy 0,5
Holmio
Erbio Tántalo
Ho Er 0,5 0,5 Ta 12
Yterbio
Lutecio Escandio
Yb Lu 0,5 0,5 Sc 7
Platino
Indio Boro
Pt In < 1 <1 Br 1900
Galio
Tulio
Ga Tm 150 0.5 ---------

Anexo 3 Análisis por absorción atómica de roca mineral


disponible para los productores a bajo
costo, que puede ser usada para preparar
biofertilizantes

Silicio (si) 59% Neodimio (Nd) 21 ppm


Hierro (Fe) 6% Praseodimio (Pr) 20 ppm
Magnesio (Mg) 2.5% Galio (Ga) 17 ppm
Azufre (S) 2% Cadmio (Cd) 17 ppm
Potasio (k) 1.3% Escandio (Sc) 10 ppm
Sodio (Na) 1.2% Plomo (Pb) 10 ppm
Fósforo (P) 0.1% Molibdeno (Mo) 13 ppm
Calcio (Ca) 2.2% Arsénico (As) 6 ppm
Titanio (Ti) 0.5% Cromo (Cr) 8.6 ppm
Estroncio (Sr) 0.16% Litio (Li) 6.3 ppm
Bario (Ba) 0.1% Hafnio (Hf) 3.7 ppm
Cobre (Cu) 327 ppm Cesio (Cs) 2.1 ppm
Vanadio (V) 156 ppm Gadolinio (Gd) 2.0 ppm
Zirconio (Zr) 144 ppm Holmio (Ho) 2.0 ppm
Manganeso (Mn) 9 ppm Disprosio (Dy) 1.9 ppm
Zinc 78 ppm Uranio (U) 1.8 ppm
Flúor (F) 500 ppm Yodo (I) 1.7 ppm
Cerio (Ce) 68 ppm Selenio (Se) 1.6 ppm
Rubidio (Rb) 42 ppm Bromo (Br) 1.4 ppm
Cloro (Cl) 40 ppm Europio (Eu) 1.1 ppm
Lantano (La) 33 ppm Estaño (Sn) 0.1 ppm
Níquel (Ni) 30 ppm Boro (B) 10 ppm

Fuente: Xavier Lazo. Fundación AMBID/ San José. Costa Rica. Abril 2002.
Adaptación: Jairo Restrepo Rivera.

Anexo 4 Composición química promedia de basalto y granito, de acuerdo


con Wedephol (1976)
Basalto
Elementos Basalto Granito
Granito
Si02 49.50% 72.97%
Ti02 2.10% 0.29%
Ai203 14.95% 13.80%
Fe203 3.70% 0.82%
Fe0 8.70% 1.40%
Mn0 0.19% 0.06%
Mg0 6.80% 0.39%
Ca0 9.60% 1.03%
Na20 2.85% 3.22%
K20 1.15% 5.30%
P205 0.38% 0.16%
Elemen
tos
Mn 1500 ppm 390 ppm
Cu 87 ppm 8 ppm
Zn 105 ppm 39 ppm
B 5 ppm 10 ppm
Mo 1.5 ppm 1.3 ppm
Cr 220 ppm 4 ppm
Co 48 ppm 1 ppm
Ni 200 ppm 4.5 ppm
Sr 465 ppm 100 ppm
Ba 330 ppm 840 ppm
Fuente: Wedepohl, K.H., 1967: Geochemie. In:
BRINKMANN, R (Hrsg.): Lehrbuch der allgemeinen Geologie, Bd. 3.548-606. Verlag Ferdinand
Enke, Stuttgart.
Anexo 5
Resultados que se obtienen con fertilizantes
a base de elementos tierras raras (ETR)

Cuando los fertilizantes ETR son utilizados en la producción agropecuaria:

 Hay un incremento entre el 6% y 15% en la producción de granos,


incluyendo el arroz, trigo, cacahuate y soya.
 Para los cultivos de frutas y vegetales, el incremento de la producción oscila
entre el 5% y el 26%.
 En los cultivos de frutas, remolacha y caña de azúcar se verifica un
incremento en la cantidad de azúcares entre el 1% y 5%..
 En las frutas se destaca un aumento en la cantidad de vitamina C.
 En la soya hay un aumento en la cantidad de proteína y aceite.
 En el algodón hay aumento en la resistencia, cantidad y el largo de la fibra.
 Finalmente, las plantas son más resistentes a las altas temperaturas y a las
sequias.
 En los animales, aumenta el índice de crías que sobreviven, se incrementa
el peso, hay un mayor aprovechamiento de los concentrados y en ovejas la
producción de lana es más abundante.

Anexo 6 Algunos beneficios que se logran con la remineralización


de los suelos a partir de la utilización de harina de rocas

l. Aporte gradual de nutrientes (macro y micro-nutrientes) importantes para la


nutrición mineral de los cultivos.
2. Aumento de la disponibilidad de dichos nutrientes en los suelos cultivados
3. Aumento de la producción
4. Reequilibrio del pH del suelo
5. Aumento de la actividad de microorganismos y de lombrices
6. Aumento de la cantidad y calidad del humus
7. Control de la erosión del suelo a partir del mejor desarrollo de las plantas
Cultivadas y del aumento de la materia orgánica del suelo
8. Aumento de la reserva nutricional del suelo
9. Aumento de la resistencia de las plantas contra la acción de insectos,
Enfermedades, sequías y heladas, debido al estímulo de su estado nutricional
10. Eliminación de la dependencia de fertilizantes y venenos, cuya producción
exige un elevado consumo de energía

Anexo 7 Tratamiento de semillas con harina de rocas a base de


Elemento Símbolo elementos tierras raras (ETR o REE en
Lantano La inglés)
Cerio Ce
Praseodimio Pr
Neodimio Nd
Prometio Pm
Samario Sm
Europio Eu
Gadolinio Gd
La aplicación de abonos con elementos tierras
Terbio Tb raras en la agricultura fue desarrollada en la
Disprosio Dy
Holmio Ho
Erbio Er
Tulio Tm
Yterbio Yb
Lutecio Lu
China, solo en 1997 fueron consumidas 5 millones de toneladas de fertilizantes
con "ETR". Esta cantidad fue empleada en el tratamiento de 6,68 millones de
hectáreas cultivadas.

Anexo 8 Caldos minerales preparados a base de harina de


rocas, para nutrir, prevenir y estimular la bioprotección
en el control del avance de enfermedades en cultivos.

Las harinas integrales de rocas molidas preparadas a base de salitres, guanos,


ostras, fosforitas, apatitas, granitos, basaltos, micaxistos, serpentinitos, zeolitas,
carbonatitos, etc., fueron la base de los primeros fertilizantes usados en la
agricultura y representan los elementos minerales esenciales para el equilibrio
nutricional de las plantas a través del suelo. Por ejemplo, los serpentinitos, los
micaxistos y los basaltos son rocas de alta calidad para la elaboración de las
harinas de rocas, ricas en más de 70 elementos necesarios en la alimentación y el
mantenimiento del equilibrio nutricional de la salud de las plantas, aves y otros
animales, entre los cuales destacamos estos elementos: silicio, aluminio, hierro,
calcio, magnesio, sodio, potasio, manganeso, cobre, cobalto, zinc, fósforo y
azufre.
Por otro lado, la nutrición radical de forma equilibrada de las plantas depende no
solamente de sus peculiaridades biológicas y del resultado de la fotosíntesis, sino
también de la intensidad del crecimiento de su sistema radical, estructura,
aireación, humedad y reacciones del suelo, contenido de sustancias nutricionales,
formas y correlaciones entre los elementos minerales en el propio suelo, la
actividad de la microflora edáfica y las segregaciones o exudados radiculares.
De igual manera, la utilización de las técnicas biológicas o biotecnológicas de las
fermentaciones nos permite, con mucha facilidad, la preparación y la aplicación
foliar en forma eficiente de la harina de rocas minerales para corregir los
desequilibrios nutricionales que provocan ataques de insectos y enfermedades en
los cultivos, eliminándose así, con esta práctica, la utilización de fertilizantes
altamente solubles y venenos que intoxican y matan a los agricultores.
Semillas empanizadas con harina de rocas.

Fórmula para preparar el biofermentado a base de harina de rocas con el fin


de nutrir, prevenir y estimular la bioprotección en el control del avance de
enfermedades en cultivos.

Ingredientes Cantidades
Estiércol fresco de bovino 50 kilos
Melaza de cañ a de azú car 8 kilos
Leche o suero 16 Kilos
Agua 150 kilos
Roca molida de serpentinito 3 kilos
Roca molida de micaxistos 3 kilos
Harina de hueso 3 kilos

Preparación:

El sistema de la fermentación es aeróbico y se prepara de la siguiente forma:

Día Procedimiento
En un recipiente de plástico de 200 litros de capacidad disolver los 50 kilos de
estiércol fresco, 2 kilos de melaza, 2 litros de leche (o 4 litros de suero) y 60 litros
1
de agua. Revolver hasta obtener una mezcla homogénea, dejar reposar y
esperar 3 días.
Agregarle al recipiente plástico 2 kilos de melaza, 2 litros de leche (o 4 litros de
suero), 1 kilo de roca molida de serpentinito, 1 kilo de roca molida de micaxisto, 1
4
kilo de harina de hueso, agregarle 30 litros de agua al recipiente. Revolver hasta
obtener una mezcla homogénea, dejar reposar y esperar 3 días.
Agregarle al recipiente plástico 2 kilos de melaza, 2 litros de leche (o 4 litros de
suero) 1 kilo de roca molida de serpentinito, 1 kilo de roca molida de micaxistos,
7
1 kilo de harina de hueso y agregarle 30 litros de agua al recipiente; revolver
hasta obtener una mezcla homogénea, dejar reposar y esperar 3 días.
10 Agregarle al recipiente plástico los dos últimos kilos de melaza, los dos últimos
litros de leche (o 4 litros de suero), el ultimo kilo de roca molida de serpentinito, 1
kilo de roca molida de micaxistos, 1 kilo de harina de hueso y agregarle los
últimos 30 litros de agua al recipiente. Revolver hasta obtener una mezcla
homogénea. En climas calientes dejar reposar por 10 a 15 días; en climas más
frescos la preparación demora ente 20 y 25 días para estar lista. Durante todos
los días que la mezcla está fermentando, en lo mínimo, la debemos agitar una
vez al día. Recuerde, el recipiente plástico no necesita estar completamente
sellado, pues la fermentación es aeróbica.

Molino mecánico de martillo para triturar rocas. Estado de Zacatecas, México.

Anexo 9 ¿Cómo usar el Biofermentado a base de harina de rocas en los


cultivos?

Se recomienda usarlo para todos los cultivos en una proporción que varía entre el
1% y el 2%, o sea, de 1 a 2 litros del prepararlo para cada 100 litros de agua. Su
aplicación es fácil para los campesinos que posean bomba espaldera o mochila de
aplicación de 20 litros de capacidad. La recomendación es de un 1/4 de litro a ½ ,
litro por bombada.

Observación técnica

En caso de que no se consigan los 6 kilos de las rocas molidas (3 kilos de


serpentinitos + 3 kilos de micaxistos u otras harinas de rocas) para preparar
el biofermentado, se pueden sustituir por 6 kilos de las siguientes sales
minerales.
Minerales Cantidad
Bó raz 1710 gramos
Sulfato de zinc 1710 gramos
Sulfato de magnesio 1710 gramos
Sulfato de cobre 342 gramos
Sulfato de hierro 120 gramos
Sulfato de manganeso 198 gramos
Molibdato de sodio 120 gramos
Cloruro de cobalto 90 gramos
Total 6000 gramos
Estos seis kilos (6000 gramos) sustituyen la harina de rocas y deben ser
colocados parcialmente en un recipiente plástico en la cantidad de dos kilos cada
3 días, de acuerdo con el procedimiento mencionado anteriormente.

1er. Paso (primer día)

1) Estiércol…. 50 kilos
Agua………. 60 litros
2) Leche…….. 2 litros
3) Melaza…… 2 kilos
4) Mezclar homogéneamente y dejar reposar por 3 días.

2do. Paso (Cuarto día)


1) Harina de hueso…. 1 kilo
2) Leche………………….. 2 litros
3) Agua……………………. 30 litros
4) Melaza…………………. 2 kilos
5) Roca molida…………. 2 kilos
(1 kg serpentinito + 1 kg de
micaxisto)
6) Mezclar homogéneamente y dejar en
reposo por 3 días.

3er.
Paso (séptimo día)
Repita el procedimiento del segundo paso.

4to. Paso (décimo día)


Repita el procedimiento del segundo paso.

Finalmente deje fermentar la mezcla de 10 a


15 días, para luego utilizarla de acuerdo con
las recomendaciones.
Biofertilizante a base de polvo de granito para el café y frutales
(Sistema de fermentación aeróbico o anaeróbico)

Ingredientes Cantidades Otros Materiales


Agua (sin tratar) 140 litros  1 recipiente plástico
Mierda fresca de vaca 50 kilos 4 (8) de 200 litros de
litros capacidad
Melaza (o jugo de caña) 8 (16) litros  1 recipiente plástico
Leche (o suero) 6 kilos de 100 litros de
capacidad
Polvo de granito  1 cubeta plástica de
MEZCLA PARA LA APLICACIÓN: 10 litros de capacidad
Biofertilizante 5 litros  1 palo para mover la
Preparado en la 1era. etapa mezcla
Agua 100 litros

Preparación de la primera etapa:

Día Procedimiento
En el recipiente plástico de 200 litros de capacidad disolver los 50 kilos de
mierda fresca de vaca, 1 litro de melaza (o 2 litros de jugo de caña) y 2 litros de
1 leche (o 4 litros de suero) en 35 litros de agua limpia; revolver hasta obtener una
mezcla homogénea. Tapar el recipiente y dejar en reposo en un lugar protegido
del sol y la lluvia.
En la cubeta de plástico mezclar 2 kilos de POLVO DE GRANITO en 10 litros
de agua, agregar 1 litro de melaza (o 2 litros de jugo de caña) y 2 litros de
leche (o 4 litros de suero). Revolver muy bien y agregar a la mezcla del
4
recipiente de 200 litros. Revolver todo hasta obtener una mezcla
homogénea. Tapar el recipiente y dejar en reposo en un lugar protegido del
sol y la lluvia.
En la cubeta de plástico mezclar 2 kilos de POLVO DE GRANITO en 10 litros
de agua, agregar 1 litro de melaza (o 2 litros de jugo de caña) y 2 litros de
leche (o 4 litros de suero). Revolver muy bien y agregar a la mezcla del
7
recipiente de 200 litros. Revolver todo hasta obtener una mezcla
homogénea. Tapar el recipiente y dejar en reposo en un lugar protegido del
sol y la lluvia.
En la cubeta de plástico mezclar 2 kilos de POLVO DE GRANITO en 10 litros
de agua, agregar 1 litro de melaza (o 2 litros de jugo de caña) y 2 litros de
leche (o 4 litros de suero). Revolver muy bien y agregar a la mezcla del
10 recipiente de 200 litros. Revolver todo hasta obtener una mezcla
homogénea. Tapar el recipiente y dejar en reposo en un lugar protegido del
sol y las lluvias durante 21 días mas, después de los cuales estará listo para
proceder a su aplicación.
Preparación de la segunda etapa (mezclar para la aplicación):
Disolver 5 litros del fertilizante colado en 100 litros de agua, utilizando el recipiente
de plástico de 100 litros de capacidad. Revolver perfectamente la mezcla. Aplicar
inmediatamente sobre las plantas de café y frutales.

Anexo 9 Experiencias y algunas recomendaciones para


trabajar con la aplicación de harina de rocas

El éxito actual de la aplicación de la harina de rocas en la agricultura, va


principalmente desde la regeneración mineral de los suelos, hasta la elaboración
de abonos orgánicos y biofertilizantes foliares para los cultivos. Ese es el motivo
que nos lleva a plasmar en este documento los resultados que se vienen logrando
con su aplicación en tierras mineralmente degradadas, plantas desnutridas y
poblaciones humanas enfermas.

El constante incremento de enfermedades crónicas y degenerativas, tanto en


humanos como en animales, está directamente vinculado con el tipo de
alimentación procesada y desmineralizada que el mercado ofrece para ser
consumida. Hoy, la oferta de alimentos está perversamente programada por la
agroindustria y la farmacia para enfermar y dominar grandes poblaciones por la
boca del estómago. Se ofrecen alimentos manipulados industrialmente de
pésima calidad desde la producción hasta su transformación para el consumo.

“Algunas poblaciones, a pesar de sentirse con el estómago lleno por algún


instante, están totalmente desnutridas y mentalmente débiles, por la pésima
calidad del volumen con el cual rellenan su estómago para embolatar el
hambre cerebral que padecen.”

Los alimentos que el mercado ofrece, tanto para ,humanos como para
animales, crean una ciclo dependencia interminable de grandes lucros para las
megacorporaciones del sector agropecuario y farmacia; las cuales son el
acople perfecto para el dominio mental de poblaciones y el desarrollo de
generaciones mortalmente sonámbulas.
Así como cualquier industria programa un desperfecto en los objetos que
promociona y vende, como lo hace con los electrodomésticos, prendas de vestir,
juguetes, aparatos electrónicos, entre otros; de esa misma forma los sectores de la
agricultura y la farmacia manipulan los alimentos con la finalidad de provocar
alguna enfermedad (desperfecto humano o animal). La pésima calidad de la
agroalimentación se caracteriza porque los alimentos no poseen o perdieron la
energía y el valor biológico natural con el proceso industrial o son
sistemáticamente desmineralizados de forma intencional; con la finalidad de
provocar un debilitamiento en el desarrollo de un cuerpo sano, fuerte y
mentalmente saludable.

"El más reciente estudio realizado por el Colegio Europeo de


Neuropsicofarmacología afirma que el 38% de la población en Europa-164
millones de personas-sufre de algún trastorno de salud mental. Se trata de la
mayor investigación sobre salud mental realizada en ese continente, con
datos de treinta países de la Unión Europea. El estudio involucró a 514
millones de personas de todos los grupos de edad y analizó problemas
como depresión, ansiedad, insomnio, demencia y abuso de sustancias. Uno
de los hallazgos destacables es que las mujeres tienen el doble de riesgo de
sufrir depresión, mientras que los hombres tienen más tendencia a
desarrollar alcoholismo. Los científicos afirman que muchos de estos
trastornos no están siendo tratados, concluyendo que el diagnóstico
temprano y tratamiento de enfermedades mentales son definitivos para
mejorar la salud de los pacientes, ya que se están convirtiendo en una carga
mucho más grande para la sociedad que cualquier otro grupo de
enfermedades. "

Lo más sensato no sería tratar la sintomatología a partir de un diagnóstico


temprano, pues nuevamente, la investigación arriba descrita induce al
fortalecimiento del capital del sector de la farmacia alopática que vive lucrando con
el disfrute de la enfermedad que le programa a las grandes poblaciones.

Hoy las calles están convertidas en una especie de hospitales masivos que se
mueven a grandes velocidades de un lugar para otro, pues no hay habitante que
no padezca una enfermedad o que no tenga el riesgo de adquirirla. El diagnóstico
es único, la calidad de los alimentos que se ingieren no satisface las verdaderas
necesidades que el estómago requiere, para que el cerebro funcione de una forma
sana, en un cuerpo fortalecido con mucha energía y vigor.

“Un disturbio mineral es un requisito básico para que una enfermedad se


instale y progrese patológicamente en un ser vivo."

La recomendación ideal o más adecuada para la utilización de la harina de rocas


o polvo de piedras en los cultivos, no existe; lo que hay es una serie de
experiencias que se vienen desarrollando con mucho éxito en diferentes países de
América Latina donde ese trabajo avanza con prioridad.
A continuación se relatan una serie de experiencias que se vienen logrando con la
aplicación de los polvos minerales en algunos cultivos y abonos. Por otro lado, se
aportan algunas ideas de forma muy amplia, para que sirvan como referencia para
el empleo de esas harinas en los predios agropecuarios.

La harina de rocas puede ser aplicada directamente sobre la tierra, así como
también puede ser empleada para la preparación de los diferentes tipos de abonos
orgánicos que se requieren para la regeneración mineral de los suelos agotados
por la agricultura industrial. Sin embargo, la práctica, de incorporar la harina de
rocas en algunos abonos especializados, tipo sustratos para almácigos en
invernaderos de hortalizas y árboles frutales, toma cada vez más fuerza.

Las cantidades o volúmenes de harinas de ro-cas que se vienen empleando con


mayor frecuencia en América Latina por parte de los campesinos y productores
rurales son:

Para la regeneración mineral de tierras brutalmente agotadas por el modelo de la


agricultura industrial; para iniciar su rejuvenecimiento, se están aplicando
directamente sobre el suelo de 4 a 6 toneladas por hectárea, con una repetición de
la aplicación a los dos o tres años, pero con una dosificación que se puede reducir
a la mitad de la dosis inicial o hasta un tercio, o sea, se pueden aplicar de 2 a 3
toneladas por hectárea. Cualquier otra decisión sobre los volúmenes que se
quieran manipular por área cultivada o en regeneración, dependerá de un buen
seguimiento y acompañamiento detallado de los resultados directamente sobre el
terreno.
Durante la preparación de la mezcla los abonos orgánicos fermentados tipos
bocashi para todos los cultivos, de una forma general se están empleando de un
10% hasta un 20% de harina de rocas; sin embargo, cuando existe la posibilidad
de utilizar multimezclas de harina de rocas, entonces la cantidad a ser empleada
puede ser menor.

Para la preparación del abono orgánico fermentado, tipo sustrato; el cual será
destinado para los semilleros-o germinación de almácigos de hortalizas en
Invernaderos, se puede utilizar de un 15% hasta un 25% de harina de rocas; por la
cantidad del abono orgánico que se desee preparar;

Para la preparación del abono orgánico fermentado, tipo sustrato; para ser
empleado en los invernaderos para el condicionamiento final de árboles frutales y
forestales en el sistema de bolsas, se puede emplear un 20% de harina de rocas;
la misma puede ser de un calibre o malla mayor; lo que facilitará en algunas
ocasiones el drenaje de un exceso de humedad en los invernaderos donde se
desarrolla esta actividad.

En los sistemas agropecuarios de ceba intensiva de ganado, galpones de gallinas


ponedoras y engorde de pollos, conejos, codornices y caballerizas, entre otros
sistemas de cría de animales, también es necesario y recomendable hacer el
tratamiento del piso de las instalaciones con la aplicación de la harina de rocas,
con el objetivo de maximizar el aprovechamiento de la calidad de los estiércoles
que se depositan en el piso de las instalaciones y que se desea posteriormente a
su recolección utilizar en la preparación de abonos orgánicos fermentados.

Por otro lado, el tratamiento con harina de rocas de todas las instalaciones
agropecuarias 'donde se hace la cría o la ceba intensiva de animales trae entre
otras, las siguientes ventajas:

 Elimina focos de enfermedades por el buen control de la humedad,


principalmente la contenida en los estiércoles.

 Amortigua el estrés que sufren los animales, debido principalmente a la


concentración de gas amoníaco en el ambiente de las instalaciones.

 Maximiza la recolección de los estiércoles con una buena calidad de


humedad, para que luego sean destinados, principalmente, para la
preparación de los abonos orgánicos fermentados.
 Elimina los focos de reproducción de muchos insectos patógenos,
principalmente moscas, las cuales son uno de los principales vectores en
la transmisión de enfermedades entre los animales.
 Disminuye el desperdicio de una gran cantidad de volúmenes de agua que
se emplea, principalmente para la higiene o lavado de las instalaciones; en
algunos casos, es posible eliminar totalmente el agua para la limpieza de
las mismas.
 El sistema de recolección de los estiércoles se vuelve más aeróbico,
facilitando el manejo más apropiado de los materiales para la fabricación de
los abonos orgánicos.
 La recolección de los estiércoles con el tratamiento de harina de rocas se
puede especializar para ser destinado a un determinado cultivo que
necesite una predeterminada nutrición; por ejemplo, se pueden recolectar
estiércoles enriquecidos con harina de rocas fosfatadas o a base de
potasio, o en algunos casos muy puntuales, la recolección también puede
ser tratada con algunas harinas sulfatadas, entre otras características.
 La harina de rocas ayuda a conservar la buena calidad de los estiércoles
recolectados, en algunos casos donde se tengan que almacenar por algún
tiempo, mientras se les encuentra alguna aplicación.
 La calidad final de los abonos fabricados con los estiércoles que han sido
previamente tratados y recolectados con la aplicación de harina de rocas es
insuperable por cualquier otro tipo de abono originado por la agroquímica
industrial de los monofertilizantes altamente solubles. Por otro lado, los
abonos orgánicos remineralizados cuando son aplicados en los terrenos
para la producción de alimentos orgánicos, en poco tiempo podemos
contemplar abundantes cosechas de excelente calidad.
 Finalmente, también se pueden manejar las aplicaciones de la harina de
rocas en las diferentes instalaciones, (mataderos, frigoríficos, camales o
rastros) donde se sacrifican diferentes tipos de animales como vacas,
gallinas y cerdos, entre otros. Pues en América Latina, la mayor parte de
esas empresas se caracterizan por la falta de conocimiento para manejar
de manera adecuada los desperdicios que allí se generan. Por ejemplo, en
esas instalaciones pueden tratarse muy bien para la elaboración tanto de
abonos sólidos como de biofertilizantes, los desperdicios de los contenidos
rúmiales, la sangre, el pelo y las plumas entre otros materiales que se
descartan y que pasan a contaminar el medio ambiente; principalmente las
fuentes hídricas, las cuales por lo regular están muy próximas a esas
instalaciones.

Aplicación de las harinas de rocas

Existen varias formas de aplicar las harinas de rocas sobre la tierra o los cultivos,
las experiencias nos llevan hacer las siguientes recomendaciones:
Sobre la tierra: Se pueden aplicar antes de la siembra, lo qué es ideal, pues en la
medida que la tierra se prepara, el polvo de rocas también se incorpora
gradualmente en los terrenos. El volumen ideal o más recomendado para ser
aplicado en un terreno, no existe; pues son varios factores los que pueden
influenciar esta decisión; entre los cuales destacamos la accesibilidad tanto física
como económica del material, la composición o la riqueza mineralógica del origen
de la harina, la posibilidad de lograr adquirir una mezcla de diferentes rocas y
verificar la calidad de la granulometría. Sin embargo, se vienen logrando buenos
resultados con aplicaciones que pueden variar entre 2 y 4 toneladas por hectárea
y con intervalos que pueden variar entre dos o tres años después de la primera
aplicación.
Cuando los terrenos se encuentran sembrados con cultivos permanentes,
temporales, o están siendo trabajados con coberturas de abonos ver-des, las
opciones para la aplicación de la harina de rocas son diversas. Por ejemplo;

Sobre los cultivos permanentes o perennes:


La aplicación de harina de rocas se puede hacer cuando en cultivos o huertos de
aguacates, mangos, cítricos, etc., las maquinas desvaradoras hacen los tratos
culturales para cortar la cobertura vegetal de los terrenos, con la finalidad •de
prepararlos para las cosechas o darles mantenimiento de limpieza y poda
fitosanitaria a los cultivos. Por otro lado, muchos agricultores aprovechan los
restos de podas de los árboles triturándolos, con la finalidad de ir incorporándolos
en los terrenos con una mezcla de harina de rocas.

Sobre cultivos de pastos de corte o pastoreo:


Después de cada corte o pastoreo de los animales, los potreros se pueden tratar
con aplicaciones alternadas y graduales de harina de rocas, con dosificaciones
que pueden variar desde media a una tonelada por hectárea cada año o cada dos.
La intensidad va a depender de ir observando la respuesta de los cultivos y de
otras prácticas de agricultura orgánica que sistémicamente estemos incorporando
en los cultivos como son las aplicaciones de biofertilizantes, abonos orgánicos,
caldos minerales, fosfitos, etc.

Sobre cultivos o coberturas con abonos verdes:


Para el caso de los abonos verdes donde se trabaja con el corte de la biomasa
para dejarla directamente extendida o levemente incorporada sobre los terrenos;
antes del corte de la misma, se pueden aplicar las harinas de rocas con la
finalidad de hacer más eficiente su aprovechamiento de forma integrada con la
biomasa verde.
Cultivo de tomate con composta remineralizada. Producción 85 toneladas/hectárea.
Asesoría de Jesús Ignacio Simón Zamora. México

Empanizado de semillas: cualquier semilla que se quiera tanto guardar como


llevar al cultivo de forma inmediata, se puede revestir con una película de harina
de rocas. Por otro lado, también con la finalidad de reforzar su autoprotección y
fortalecer la disponibilidad mineral de algunos elementos minerales específicos en
el futuro cultivo, la harina de rocas se puede mezclar con algunos sulfatos y
fosfitos; las dosificaciones pueden variar desde 250 gramos a un kilo de esos
elementos por cada 100 kilos de semillas que se deseen tratar. Una vez tratadas
esas semillas con algunos sulfatos, no podrán ser reutilizadas o aprovechadas
para la alimentación animal o humana.

El calibre de las harinas de rocas de diferentes granulometrías y mezclas es lo


ideal; esa práctica obedece al principio de la geo evolución de los minerales en la
formación de los suelos, pues la fundación de la vida en la tierra no partió de un
sistema homogéneo en relación con el tamaño de las partículas de los minerales
de las diferentes profundidades de la costra terrestre, pues el sumatorio de todos
los horizontes que la conforman, arrojan como resultado un perfil de más de 6.000
kilómetros de profundidad para "transformarlo en suelo fértil".

Nota
No olvide; la aplicación de la harina de rocas no constituye una práctica aislada
dentro de los principios de la agricultura orgánica, pues la combinación de
muchas herramientas tales como el manejo de la materia orgánica, las
multicoberturas verdes de la tierra, la combinación y rotación de cultivos, la
aplicación de biofertilizantes y caldos minerales, entre muchos otros
instrumentos; se deben considerar para comenzar el camino hacia una
Anexo 10 Resultados de cultivos tratados con harina de rocas,
materia orgánica y microorganismos *

Rancho Promesa. Tamaulipas, México (año 2008-2009)


Cultivo: Chile jalapeño, 70 hectáreas.
Fertilización: Harina de roca, roca fosfatada, humus y cachaza. Se aplicaron
microorganismos al suelo. En todos los casos se aplicó humus y
cachaza y además se le agregó una tonelada de harina de rocas y
roca fosfatada por cada hectárea.
Antecedentes: Cultivos tratados con fertilizantes químicos y venenos. Suelos
altamente degradados y contaminados. Persistencia de insectos y
enfermedades, con aplicaciones de pesticidas cada tres o cuatro
días.
Resultados: El uso de harina de rocas permitió dejar de aplicar los venenos y
fortaleció las plantas. Solo hubo control con preparados orgánicos y
biológicos.
Producción: 80 toneladas de chile por hectárea al sexto corte.
Costos: 30% de reducción en los gastos totales de la fertilización comparados
con los gastos del cultivo anterior.

Cultivo: Chile serrano, 70 hectáreas.

Fertilización: Harina de rocas altas en fósforo, cachaza y microorganismos


(Trichoderma, Azospisillum, Bacillus subtilis y Megaterium).
Antecedentes: Cultivos tratados con fertilizantes químicos y venenos. Suelos
altamente degradados y contaminados. Persistencia de insectos (alta
incidencia de nematodos) y enfermedades, con aplicaciones de
pesticidas cada tres o cuatro días. Con el agravante de la utilización
de bromuro de metilo cada año.
Resultados: El uso de harina de rocas permitió dejar de aplicar los venenos y
fortaleció las plantas. Solo hubo control con preparados orgánicos y
biológicos
Producción: 72 toneladas por hectárea al quinto corte de cosecha.
Costos: 32% de reducción en los gastos de la fertilización y aplicaciones
foliares, comparados con los costos del cultivo anterior.

Cultivo: Tomate de piso (saladete), 60 hectáreas.

Fertilización: Harina de rocas (2 toneladas) y composta (6 toneladas) por


hectárea. También se utilizaron microorganismos en fermentación.
Antecedentes: Condiciones de suelo muy deteriorado, altamente contaminado
con veneno y con un contenido de materia orgánica menor .al 1%.
Resultados: Ei uso de harina de rocas permitió dejar de aplicar los venenos y
fortaleció las plantas. Solo hubo control con preparados orgánicos y
biológicos.
Producción: 4.500 cajas (90 toneladas) de tomate.
Costos: Reducción de los gastos en la producción del 29% respecto al año
anterior 2007- 2008.

*Fuente: Gaia, Asesoría Integral Ambiental, Jesús Ignacio Simón Zamora,


Uruapan, Michoacán, México.
Rancho Zaragoza. Tamaulipas, México (año 2008-2009)

Cultivo: Chile jalapeño, 75 hectáreas.


Fertilización: Harina de rocas, 2 toneladas por hectárea; composta, 4 toneladas
por hectárea. También se utilizaron microorganismos en
fermentación.
Antecedentes: Condiciones de suelo muy deteriorado y alta incidencia de
nematodos y gallina ciega, con un contenido de materia orgánica
menor al 1 %.
Resultados: El uso de harina de rocas permitió dejar de aplicar los venenos y
fortaleció las plantas. Solo hubo control con preparados orgánicos y
biológicos.
Producción: 72 toneladas por hectárea Costos: Reducción del 35% de los costos
totales, comparados con el año anterior.

Observación

En este terreno se sembró sandía sobre la fertilización orgánica residual del chile, y
se obtuvo una producción de 80 toneladas de sandía por hectárea con una
reducción de costos del 40% en el cultivo global.

Piedras Negras. Coahuila, México (año 2008-009)

Cultivo: Cebolla, 120 hectáreas.


Fertilización: Harina de roca, una tonelada por hectárea y composta en banda
sobre el surco, tres toneladas por hectárea.
Antecedentes: Suelos semidesérticos, bajos en materia orgánica (0.2%) y
trabajados con venenos.
Producción: 65 toneladas por hectárea.
Costos: 25% abajo del convencional.

Jiménez. Chihuahua, México (año 2008-2009)

Cultivo: Nogal pecanero, 20 hectáreas en prueba.


Fertilización: Se estableció una prueba en un lote de 20 hectáreas en un rancho
que consta de 1.200 hectáreas de nogal. Se aplicaron 100 kilos de
composta más 20 kilos de harina de rocas por árbol de 20 años de
edad.
Resultados: La conclusión de pruebas que hubo en enero 2009, durante la
cosecha, arrojó los siguientes datos:
 Mayor crecimiento de ramas cargadoras
 Mayor cantidad de nueces por rama
 Mayor tamaño de la nuez
 Mejor desarrollo de la almendra

Coahuila, México. Región melonera de Paila (semidesierto)

Cultivo: Melón cantaloupe, 40 hectáreas.

Antecedentes: Suelos pobres y deteriorados.


Fertilización: 4 toneladas de composta y 2 toneladas de harina de rocas por
hectárea.
Producción: 35 toneladas de melón por hectárea (contra 25 toneladas del cultivo
convencional).
Resultados: Reducción de insectos y enfermedades.
Saltillo, Coahuila, México. Región productora de papas

Cultive: Papa, 25 hectáreas (En evaluación: de un riego con pivote central de


100 hectáreas se tomaron 25 hectáreas de prueba).

Fertilización: 6 toneladas de composta y 2 toneladas de harina de rocas.

Observaciones al mes de agosto 2009: La papa convencional apunta un


tamaño promedio de mediano a chico. La papa orgánica presenta un
mejor vigor y el llenado es mayor, con tamaños promedio de grande
a mediano.

Resultados: La producción promedio del cultivo de papa en la zona de forma


convencional con el paquete de insumos es de 25 toneladas por
hectárea.
Con el manejo del cultivo en el sistema orgánico (composta y harina
de rocas), la producción fue de 29 toneladas por hectárea.
En algunas áreas cultivadas la economía de insumos represento
entre un 10% y un 25% de ahorro.

Coahuila y Durango, México, Región Lagunera: ejido 6 de enero:


año 2009

Cultivo: Alfalfa forrajera: Cultivo nuevo (primer año, con cortes cada 28 días).

Cultivo convencional: Primer corte, 65 pacas de alfalfa (28 kilos cada paca).
Cultivo con manejo orgánico: Primer corte, 75 pacas de alfalfa (28 kilos cada
paca).
Cultivo convencional: Segundo corte, 75 pacas de alfalfa (28 kilos cada paca).
Cultivo con manejo orgánico: Segundo corte, 96 pacas de alfalfa (28 kilos cada
paca).

Michoacán, México, región frutícola

Cultivo: Aguacate hass, 200 hectáreas.

Fertilización: Compostas, estiércoles y biofertilizantes.


Fertilización: Para cada árbol de aguacate se recomienda utilizar:
 100 kilos de composta
 de 15 a 20 kilos de harina de rocas
 un promedio de 5 litros de biofertilizante
 de 50 a 70 litros de fermentos

Resultados: Los rendimientos promedio del aguacate sin ningún manejo han sido
de 5 toneladas por hectárea, contra 12 a 15 toneladas en los cultivos
convencionales.

Al aplicar la harina de rocas a los cultivos sin ningún manejo los rendimientos se
han incrementado de 9 a 14 toneladas por hectárea y se ha
recuperado el vigor de las plantas y reducido la incidencia de plagas.

Durango, Gómez Palacio: cultivo del algodón, año 2009

Cultivo convencional: 4,2 toneladas de algodón por hectárea.

Cultivo con tratamiento orgánico y aplicación de harina de rocas: 4, 7


toneladas por hectárea. Con una economía de insumos del 25%.
Xicotencatl, Tamaulipas, México Propietario: Gregorio Osuna
Rancho La Unión

Cultivo: Caña. Superficie total: 33 ha Superficie tratada: 22 ha.

Producción: se duplicó la producción.

San Luis Potosí, México Propietario: Arnulfo Arechiga Villafaña

Cultivo: Tomate saladet orgánico. A cielo abierto y de piso. 25 hectáreas.

Propiedad: Rancho El Huizache, Municipio de Matehuala, San Luis Potosí.


Tratamiento: composta remineralizada, biofertilizantes, caldos minerales y control
biológico.
Rendimiento: 85 ton/ha. Costo 40% menos que los convencionales, julio de 2011.
Asesoría: Jesús Ignacio Simón Zamora (Nacho).

González, Tamaulipas, México Propietario: Joaquín Boldrige


Rancho Peñitas

Cultivo: Chile serrano. Superficie tratada; 7 ha.


Producción: 70 toneladas por hectárea. Manejo: riego por goteo en doble hilera
en camas.
Tratamiento: En cada hectárea se aplicaron cuatro toneladas de composta
biomineralizada.

Hermosillo, Sonora, México Propiedad: Rancho Santa Marta, año


2011-2012

Cultivo: Maralfaifa, 20 hectáreas.

Producción: 400 toneladas por hectárea a año.


Tratamiento: Biofertilizantes a base de mierda de vaca.
Clima: Extremoso.
Hermosillo, Sonora. México Propiedad: Campo Aranueces Costa de
Hermosillo, año 2011-2012

Cultivo: Nogal, 80 hectáreas.

Fertilización: Biofertilizantes, harina de rocas, compostas y leonardita.


Resultados: Cultivo convencional: 2000 kg/ha, cultivo orgánico: 3100 kg/ha.
Costos de producción: 40% menor en el cultivo orgánico.
Variedad de la nuez: Wichita y wester.

En Brasil los resultados con la agricultura orgánica y la harina de rocas no se


hacen esperar en el cultivo de arroz de origen africano: este año (2009) son como
mínimo veinte las parcelas de 10 hectáreas cada una que están experimentando
los rendimientos más altos en la zona del sur del país. Se ésta utilizando una
mezcla de harina de rocas de granito y basalto en cantidad de tres toneladas por
hectárea por año, complementada con las aplicaciones de biofertilizantes y
micorrizas tipo muñecas africanas. La productividad está por encima de los 8.000
kilos por hectárea. Una cosa irónica: las Naciones Unidas a través de la FAO
divulgan y apoyan un programa internacional donde a este arroz mal lo llaman
arroz maleza.

“Defender la vida y proteger el entorno ambiental son dos condiciones


básicas estrechamente vinculadas para la sobrevivencia de cualquier
especie en la naturaleza, cuando esas dos condiciones pierden las
relaciones pacíficas y de armonía, de forma inmediata se instala la patología,
la decadencia y la muerte como destino final. En esa insania navega
ciegamente la especie humana.”

Anexo 11
¿Qué es JUQUIRA CANDIRÚ Satyagraha?

JUQUIRA CANDIRÚ Satyagraha es virtual; no adopta estatutos, reglas ni


jerarquías.

Todas y todos los que así lo deseen harán parte de ella, independientemente de
credo religioso, raza, ideología o saber.
Una de sus insignias es el sapo cururú con muchos ojos o "muiraquitá", sobre el
"campo sembrado de maíz", cercado por la "pata del jabotí".

Dice la historia de los Kayabi que una india mandó a su hijo a preparar la tierra
para plantar. Para ayudarlo y hacer germinar mejor el cultivo se disfrazó de cotia y
se escondió en una cueva. En la preparación de la tierra el hijo prendió fuego al
monte y la cotia, su madre, murió quemada.

En el lugar donde ella murió nació una planta que produjo muchos granos)
todos muy junticos: el maíz. Para recordar su origen, el maíz, cuando es
calentado se transforman en una linda flor blanca.

Para nosotros, el campo sembrado de maíz es la fuerza del cambio.

El sapo muiraquitá representa el


anuncio de la bienaventuranza y la
suerte; el sapo cururú con muchos
ojos es el llamado de alerta ante los
riesgos y el peligro de las
innovaciones facilistas, y la pata del
jabotí recuerda la seguridad al
avanzar.
Jairo
Restrepo
Rivera

Nacido en Colombia y naturalizado en Brasil. Ingeniero


Agrónomo de la Universidad Federal de Pelotas, Río Grande
del Sur, Brasil. Con tres cursos de posgrados: Ecología y
Recursos Naturales; Ingeniería de Seguridad Ocupacional
Agrícola; y Agroecología. Ha realizado veintiún cursos
Internacionales de actualización y perfeccionamiento en el
área de agricultura orgánica. Ha publicado cuarenta trabajos
científicos y artículos técnicos. En los cinco últimos años ha
escrito y publicado dieciséis libros en el tema de agricultura
orgánica. A nivel Internacional ha dictado más de quinientas
conferencias sobre agricultura orgánica, protección
ambiental, análisis cromatográfico de suelos, reciclaje y
desarrollo rural sostenible, Incluyendo la participación en
más de treinta y siete universidades e Institutos de
investigación de América Latina, el Caribe y Europa, donde
también ha trabajado como asesor técnico de gobiernos,
ministerios y parlamentos. Cuenta con una experiencia
laboral e Internacional de treinta años en agricultura
orgánica y desarrollo rural sostenible. En los últimos quince
años viene trabajando como fundador, capacitador y asesor
permanente de varias organizaciones no gubernamentales,
fundaciones, programas y cooperaciones Internacionales en
las que también ha dictado más de cuatrocientos cursos:
México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua,
Costa Rica, Cuba, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú,
Bolivia, Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Australia, Bélgica,
Italia y Holanda, países en los cuales también se distribuyen
sus publicaciones. Como consultor de la Organlucl6n de las
Naciones Unidas - ONU; ha trabajado con UNESCO,
Panamá; OIT, Costa Rica, Panamá, Honduras, Guatemala y
Cuba; FAO, Chile y Brasil; PNUO, Panamá y Brasil;
OMS/OPS, Brasil.
Otras publicaciones de interés:

 Los abonos orgánicos y la vida en el suelo. (Español).


 La teoría de la trofobiosis. (Español).
 La mafia de los venenos en el Brasil. (Portugués).
 MB4, agricultura sustentable, trofobiosis y biofertilizantes. (Portugués).
 los venenos en la agricultura. (Español y portugués).
 La remlnerallzaci6n de los alimentos y del suelo. (Español y portugués).
 La luna y su influencia en la agricultura. (Español y japonés).
 La mejora campesina. (Español).
 La Idea y el arte de fabricar abonos orgánicos fermentados. (Español).
 Los agrocombustibles. (Portugués).
 Los eucaliptos y sus impactos en Brasil. (Portugués).
 Las semillas. (Portugués).
 Los transgénicos. (Portugués).
 El agente naranja en una república de bananas. (Portugués).
 Cromatografía, Imágenes de vida y destrucci6n de suelos. (Español).
 Cosecha de agua. (Español).
 Biofertilizantes preparados y fermentados a base de mierda de vaca.
(Español).
 Harina de rocas y la salud del suelo al alcance de todos. (Español).
 Abonos orgánicos fermentados. (Español).
 Reflexiones sobre agricultura orgánica. (Español).
 Elementos básicos sobre agricultura orgánica en Centroamérica. (Español).
 Como preparar caldos minerales para controlar plagas y enfermedades.
(Español).
 Repúblicas unidas de la soya. (Español).
 Panes de piedra. (Alemán, Español y Portugués).
El ABC de la agricultura orgánica, fosfitos y panes de piedra son cinco libros en
uno. Un auténtico tratado, y único en su género, que por haber sido puesto a
prueba por su autor, Jairo Restrepo Rivera, directamente en el campo junto a
labriegos de América Latina, Europa, Australia y África, durante las últimas tres
décadas, ya está en su punto óptimo de Manual Práctico.
Así: Abonos orgánicos fermentados; Biofertilizantes preparados a base de mierda
de vaca; caldos minerales; fosfitos; y panes de piedra (de Julius Hensel) son una
guía pormenorizada y adecuadamente ilustrada con los procedimientos a seguir
para entregarle a la tierra los nutrientes que requiere en su labor de producir vida
vegetal, animal y mineral, sana e inagotable.
En otras palabras, esta obra es una summa de la agricultura orgánica, que ya
puede beneficiar a quienes de una vez por todas se decidan a cultivar la tierra y
obtener sus frutos con la vitalidad que bien reclaman y desean para sus propios
organismos, y los de sus seres más queridos.
Máxime hoy, cuando como en ningún otro momento de la existencia humana, la
sentencia hipócrita “somos lo que comemos” ha cobrado vigencia definitiva, justo
en el instante preciso en que la degradación ambiental producto de la
inconsciencia de nuestra especie, la agroindustrialización química desaforada, el
avance frenético de la cultura del desecho y el imperio del consumo irracional se
han tomado al planeta, obligando a darle verdadero valor al único bien que lo
merece: la vida misma.

Luis Alberto Díaz.

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