La Central de Las Ambiciones

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GERMÁN JIMÉNEZ MORALES

HIDROITUANGO

LA CENTRAL DE LAS
AMBICIONES
H I D R O I T UA N G O

LA CENTRAL DE
LAS AMBICIONES
La historia que debes conocer para comprender
la crisis vivida por el proyecto en 2018 y 2020

G e r m á n
J i m é n e z
M o r a l e s
Hidroituango
La central de las ambiciones
© Germán Jiménez Morales
ISBN 978-958-49-0090-6
Foto portada: Shutterstock
Portada: Simonupar
Segunda Edición - Septiembre 2020
SUMARIO

P R E S E N TAC I Ó N ............... 6

A ND D E W I N N E R
I S … I N T E GR AL .............. 18

Tejada, el explorador...................................................... 24
Más trabajo ......................................................................... 30
El estudio crucial.............................................................. 33

L A PE SA DI L L A
D E P IE D R A .................... 38

No me robé un peso ........................................................ 58


Y EPM entró en escena.................................................. 64

LO S S O C I O S N O
E R A N A N G E L I T O S ......... 70

E L REMORDIMIENTO
D E I SAG É N ..................... 92

JUGÓ DURO LA
CASA G AV I R I A ........... 101

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La central de
las ambiciones
E L M AQU I AV E LO
D E PE S CA D E R O.......... ...115

GERENTES
H O N E S T O S , PE R O …..... 125

YO C O M P R O,
T Ú C O M P R AS … ............. 134

¿ L E FALT Ó T IE M P O A
A N Í BAL G AV I R I A ?...... 146

AS Í F U E L A T O M A
D E PE S CA D E R O............ 162

Y CAY E R O N R AYO S
Y C E N T E L L AS ............... 183

EL IDEA SE
D E F IE ND E ..................... 213

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La central de
las ambiciones
P R E S E N TAC I Ó N
Soberbia, ansias de poder, intrigas, despilfarro
de recursos públicos, manejos administrativos
tipo famiempresa, toma hostil del poder y so-
cios con bipolares visiones del negocio marca-
dos por la mutua desconfianza.
Así es la hoja de vida que tiene Pescadero Ituan-
go, el proyecto hidroeléctrico más ambicioso en
la historia de Colombia, por sus 2.400 megavatios
de capacidad instalada y los 2.300 millones de dó-
lares de inversión, sin incluir costos financieros.
El 15 de julio de 2008 ese nombre se volvió sinó-
nimo de sospechas y de una agria confrontación
entre sus mayores propietarios, curiosamente de
carácter estatal, como son la Gobernación de An-
tioquia y Empresas Públicas de Medellín (EPM),
por cuenta de una veloz operación financiera, cer-
cana a los 100.000 millones de pesos, que hizo el
Instituto para el Desarrollo de Antioquia (Idea)
para lograr el control del proyecto.
El más experimentado de los propietarios en
el negocio de la energía, el grupo empresarial
EPM, ha sido también el que ha tenido un com-
portamiento más voluble frente a esta central
que acumula cerca de 40 años de estudios.
Durante largas décadas las Empresas le dieron

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La central de
las ambiciones
la espalda a este proyecto, que estará ubicado
a unos 170 kilómetros de Medellín y que com-
promete directamente terrenos de los munici-
pios de Ituango y Briceño, pero cuya área de
influencia se extiende a las localidades de Pe-
que, Buriticá, Santafé de Antioquia, Sabanalar-
ga, San José de la Montaña, Liborina y Olaya.
Inclusive, se podría afirmar que así como San
Pedro negó a su maestro, Jesús, EPM negó a
Pescadero Ituango en tres históricas ocasiones.
Contrariando estudios adelantados desde fi-
nales de la década del 60 por la reconocida
firma de consultoría Integral, el grupo em-
presarial llegó a sostener que este proyecto
no era viable y que no valía la pena seguir
gastando plata en más estudios.
Su desinterés le llevó a rechazar las acciones de
Pescadero que le debían llegar por negocios con
Isagén y Eade. Como consecuencia de esa acti-
tud, un paquete del 14 por ciento de las acciones
que le había entregado la empresa de genera-
ción permaneció inmovilizado durante largos
meses en un juzgado de la capital antioqueña.
Los bandazos de EPM llevaron a que el 19
de febrero de 2001 el entonces gerente de la
Promotora, Alberto Piedrahíta Muñoz, advir-
tiera, públicamente, que EPM le estaba me-
tiendo la mano al proyecto, sin siquiera haber
definido su carácter de accionista.
El documento en el que las Empresas dejan sin
pies ni cabeza a Pescadero Ituango está fechado
febrero de 2002. Allí se afirma que todos los es-
cenarios estudiados por sus técnicos arrojaban

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La central de
las ambiciones
unas rentabilidades negativas para el proyecto.
Las tasas llegaban a un nivel máximo negativo
del 42 por ciento. En dinero, el estudio mostraba
saldos en rojo que se movían en un rango de 290
a 630 millones de dólares. Siendo así, para qué
seguir perdiendo tiempo y recursos con más es-
tudios. A Federico Restrepo Posada, presidente
de Integral por aquella época, le tocó batirse en
duelo técnico hasta con el chucho, para demos-
trarles a los expertos de EPM la viabilidad de
la megacentral. Las vueltas que da la vida: Seis
años después, Restrepo Posada, como gerente
General de las Empresas, se convirtió en el gran
jefe de aquellos escépticos analistas.
Exceptuando el citado documento de EPM del
2002, existe prácticamente un consenso sobre
el rosario de bondades de Pescadero Ituango.
Ambientalmente inundaría unas tierras que en
su gran mayoría son desérticas y con poca ac-
tividad agropecuaria. Socialmente no se reque-
rirá ahogar a todo un pueblo y su historia, ni
trastear de cementerio a 1.156 cadáveres, como
ocurrió con el viejo Peñol, en Antioquia; aquí
apenas se van a convertir en pequeñas Atlán-
tidas a los corregimientos de Orobajo y Barba-
coas, poniendo previamente a salvo, por su-
puesto, a sus cerca de 250 pobladores.
El proyecto, sin embargo, es más robusto en sus
bondades que en la necesaria cohesión que de-
berían tener sus principales socios. Estos han
manejado lógicas empresariales distintas.
Empresas Públicas de Medellín tiene a su fa-
vor toda una catedral de solvencia técnica,

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La central de
las ambiciones
rigor jurídico y acierto financiero acumulado
en más de medio siglo de realización de cen-
trales de generación. Tiene la conciencia de
que nadie, en Colombia, y quizás en América
Latina, sabe hacer las cosas tan bien como lo
hace ella en el campo de la energía.
¿Soberbia? ¿Sobradez? ¿La modestia propia de
quien conoce profundamente sus fortalezas?
Cada quien es libre de llamarla como quiera.
Lo cierto del caso es que, en medio de la técnica
burbuja de cristal en la que está acostumbrada a
obrar, los directivos y la tecnocracia de EPM han
sido muy dados a menospreciar los poderes po-
líticos que tienen sobre ella un buen margen de
control y también a mirar por encima del hombro
a sus rivales en el mundo de los negocios.
Recuerden que en la alcaldía de Sergio Naranjo
Pérez, cuando la empresa se iba a “autorrein-
ventar”, el grupo de sabios consignó en el in-
forme de definición empresarial que “nuestros
funcionarios creen conocer mejor que nadie
cuál es el mejor interés de la comunidad”. Ade-
más, de 185 encuestas que hicieron apenas dos
fueron con concejales de Medellín, ignorando
que esa corporación era la que, en representa-
ción de la comunidad propietaria de EPM, deci-
día si la entidad se abría o no al capital privado.
No es de extrañar, por lo tanto, que en medio de
esa cultura un gerente General como Mauricio
Restrepo Gutiérrez hubiera declarado en su mo-
mento que ese tipo de decisiones, o sea la progre-
siva privatización que recomendaron los sabios,
no se le podían consultar a la comunidad.

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La central de
las ambiciones
El mismo coordinador de aquel grupo de ex-
pertos de la era de Naranjo, pretendió en el
2007, bajo la gerencia General de Juan Felipe
Gaviria Gutiérrez, meterle al alcalde Sergio
Fajardo Valderrama un gol, promoviendo en
el Congreso de la República una reforma legal
que obligaba a firmas como Empresas Públicas
de Medellín a recibir capital privado. Vale decir
que Gaviria Gutiérrez comulgaba públicamen-
te con ese pensamiento, así Fajardo se hubiera
comprometido a lo contrario con sus electores.
Cuando las organizaciones y las personas se
acostumbran tanto a mirarse su propio ombli-
go, terminan cayendo en una suerte de narcisis-
mo tan perverso como ciego. Así lo han demos-
trado las Empresas con el manejo dado al tema
de Pescadero Ituango, que por largos años fue
considerado como un embeleco.
Lo único que los hizo reaccionar, pero de-
masiado tarde ya, fue la toma hostil de la
sociedad por parte del Departamento, que
utilizó como brazo financiero al Idea. Esa
jugada estaba cantada. Pero los técnicos y
la cúpula directiva de EPM no creyeron que
una Gobernación pobre en recursos de in-
versión fuera capaz de darle un “zarpazo”
al rey de la energía en Colombia.
El mismo día en que Luis Alfredo Ramos Botero
se estrenó como gobernador de Antioquia, dijo
que no se iba a dejar sacar de Pescadero. Y no
pasaron muchos días para que, también públi-
camente, se le oyera decir que iba a tomarse el
control de la sociedad que impulsa el proyecto.

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La central de
las ambiciones
EPM, dotada de ese colosal músculo financiero que
le da el tener una caja cercana al billón de pesos, no
se dio por enterada de aquella voz de alerta.
¿Qué la mato?
¿Acaso la autocomplaciente mirada como la
principal entidad pública que flota en la rique-
za y a la que nada ni nadie amenaza?
¿Quizás su mal cálculo de que los pequeños
accionistas y el mismo Departamento estaban
condenados a marchitarse como propietarios,
toda vez que carecían de los millonarios recur-
sos que iba a empezar a demandar esta socie-
dad para ejecutar la obra?
¿Tal vez su creencia de que este proyecto no se lo
podían tomar sus socios públicos, previo acuerdo
con unos propietarios privados que aguantaron
hasta el final para engordar su inversión y salie-
ron bien remunerados por creer durante 10 años
en una ilusión llamada Pescadero Ituango?
¿Todas las razones anteriores?
Cuando forzado por las circunstancias EPM in-
gresó a Pescadero, al comenzar la década del
2000, miró el proyecto bajo esa familiar mirada
de “más de lo mismo”. Es decir, un proyecto de
largo plazo, que se puede financiar con un 30
por ciento de recursos propios y 70 por ciento
de endeudamiento. Sus prioridades energéticas
eran otras y este megaproyecto llegó a ser vi-
sualizado como un factor de competencia y de
envilecimiento de los precios de la energía.
Para el Departamento, desde que Álvaro Uribe
Vélez propició como gobernador de Antioquia la
creación de la sociedad Promotora, Pescadero ha

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La central de
las ambiciones
sido sinónimo de redención social, de justicia re-
distributiva con las regiones y de fuente alterna
de financiación para la administración seccional.
Esa perspectiva fue compartida por Guillermo
Gaviria Correa como Gobernador de Antioquia,
hasta el momento de su secuestro y posterior ase-
sinato, al igual que por su sucesor, Eugenio Prieto
Soto, y por su hermano, Aníbal Gaviria Correa.
Sin embargo, a los dos primeros mandatarios
les tocaron los coletazos de la más negra noche
para Pescadero, por cuenta de las travesuras
administrativas del gerente de la Promotora,
Alberto Piedrahíta Muñoz, quien en forma so-
lidaria con su contador, Hugo Giraldo Salazar,
carga con un fallo de responsabilidad fiscal su-
perior a los 77,5 millones de pesos.
La confianza en el proyecto reverdeció con Aní-
bal Gaviria Correa, quien al final de su mandato
movió cielo y tierra para que se pudiera firmar
con Vale, la multinacional minera brasileña,
un acuerdo de exclusividad que prometía esti-
mular la construcción de Pescadero, un puerto
minero en Urabá, una fábrica de producción de
aluminio y el impulso a la doble calzada Mede-
llín-Urabá. Todo, en una danza de inversiones
que superaría los 6.000 millones de dólares.
Sus deseos no los pudo cristalizar, porque ca-
recía de la mayoría accionaria de Pescadero
Ituango y porque EPM tenía otros planes. Sin
embargo, los pequeños accionistas privados
estaban de parte del gobernador y le sirvieron
en bandeja de plata la oportunidad para tomar
las decisiones pertinentes en la Junta Directiva.

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La central de
las ambiciones
Hasta la Nación, a través de la mano invisible
de Uribe, le brindaba un apoyo que Gaviria Co-
rrea no supo capitalizar para cobrar por ven-
tanilla unos buenos dividendos políticos con
cargo a la hidroeléctrica. El joven dirigente ha-
bía sido reconocido como “el Gobernador del
café”. ¿Maluco haber sido distinguido también
como el Gobernador de Pescadero?
La toma de control real la hizo, en una forma
tan atrevida como públicamente cuestionada,
el gerente General del Idea, Álvaro Vásquez
Osorio, un hombre que fue propietario de fir-
mas como Edinalco e Industrial Papelera, amén
de candidato a la Alcaldía de Medellín, ex di-
rector de Planeación Municipal, ex secretario
de Hacienda Departamental, ex diplomático en
Argentina y ex presidente de la Sociedad An-
tioqueña de Ingenieros y Arquitectos (SAI).
Una lluvia de críticas cayó sobre él y su jefe, Luis
Alfredo Ramos Botero. Luego vino una procesión
de denuncias y solicitudes de investigación, enca-
bezadas por su mismo socio en el proyecto, EPM.
Empresas Públicas de Medellín, en denuncia
fiscal firmada por su gerente General, Federi-
co Restrepo Posada, no utilizó la típica figu-
ra de la presunción de un delito. Categórica-
mente afirmó que con la compra de acciones
efectuada por el Idea “se benefició indebida-
mente y en forma desproporcionada el patri-
monio de un grupo de accionistas privados,
en detrimento del patrimonio público”.
Como es usual en Colombia, los resultados fina-
les de las denuncias y solicitudes de investigación

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La central de
las ambiciones
no se verán en el corto plazo. Aún así, los socios
lograron salvar un primer obstáculo, representa-
do en el nombramiento del gerente de Pescadero
Ituango. Por su condición de accionista mayori-
tario, el Departamento y su banco, el Idea, puso
como candidato único al ingeniero Luis Guiller-
mo Gómez Atehortúa, quien contó con el respal-
do de EPM y de los minoritarios privados.
¿Terminarán allí, por fin, los desafortunados mane-
jos que ha tenido este megaproyecto desde 1998?
¿Será que el Departamento vuelve realidad su
sueño de empezar a usufructuar las jugosas ren-
tas que deja la venta de aguaceros, pero sin tener
que tomar crédito externo para cubrir su millona-
rio aporte para la construcción de la central?
¿Será que logra enganchar a un gran consumi-
dor de energía, estimular el desarrollo de una
zona como Urabá y, adicionalmente, recibir an-
ticipadamente unos jugosos recursos que po-
dría destinar a la inversión social?
¿A qué precio habría que ofrecerles la ener-
gía a esos grandes consumidores, mineros,
para más señas, de manera que ellos traigan
aquí sus capitales de riesgo, pero aseguran-
do que la central sea rentable en su produc-
ción y comercialización de energía?
Justo es reconocer que EPM no es indiferente al
impacto socioeconómico que debe tener su ac-
tuación empresarial. La más reciente prueba de
ello es la unificación de las tarifas de energía en el
mercado antioqueño. Ese alivio para las finanzas
de sus clientes residenciales, ese estímulo para el
asentamiento de nuevas empresas y para la com-

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La central de
las ambiciones
petitividad de las ya existentes, significa para la
robusta organización de servicios públicos dejar
de recibir unos ingresos superiores a los 500.000
millones de pesos. Pero queda la duda de si será
capaz de aprobar la entrega de energía a una mul-
tinacional, a precios de huevo.
Pescadero Ituango tiene un futuro promisorio.
Es una gran esperanza de progreso. Integral, la
firma que hasta ahora ha sido la mayor bene-
ficiaria del proyecto, estima que esta inversión
de 2.300 millones de dólares generará del orden
de 5.000 empleos directos.
El ingeniero electricista Iván Villegas Mejía, un
entusiasta defensor de la toma de control del
proyecto por parte del Idea, tiene una perspec-
tiva más amplia sobre los impactos en materia
de empleo en la región de Urabá.
Estas son sus cuentas. “Una planta integrada de
producción de hierro para 20 millones de tone-
ladas al año requiere 15.000 operarios y el puer-
to, que no tengo forma de calcular, puede ge-
nerar fácilmente10.000 empleos, para un total
de 25.000 nuevos puestos de trabajo. Los ante-
riores empleos directos pueden generar 50.000
empleos indirectos para apoyo de las partes in-
dustrial y portuaria, y con ese total de 75.000
empleos se necesitan alrededor de 100.000 para
la vivienda normal, tal como educación, salud,
suministro de bienes, supermercados, etc., del
personal involucrado en la producción de hie-
rro. Estamos por lo tanto hablando de 175.000
empleos. Será eso el desarrollo de una región”.
Ese es parte del potencial que tiene Pescadero

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La central de
las ambiciones
Ituango para convertirse en una especie de El-
dorado contemporáneo dentro del sector eléc-
trico regional. Así EPM no le haya visto ni pies
ni cabeza en el año 2002, el proyecto sí debe
tener sus encantos. Prueba de ello es que el 5
de abril de 2005 Isagén manifestó su deseo de
capitalizar la sociedad con 10.361 millones de
pesos. Su condición sacudió a los propietarios
del proyecto, especialmente a los moradores
del Edificio Inteligente: Quedar con la misma
participación accionaria del Grupo EPM.
¿La sociedad de los arrepentidos?
Recuerden que Isagén es la misma generadora de
energía que dentro de su proceso de descapitali-
zación del año 2000, les cedió a sus accionistas 1,1
millones de acciones de Pescadero Ituango. De
ese paquete le tocaron a EPM 503.455 acciones, las
mismas que fueron rechazadas en tres ocasiones
por un gerente General de las Empresas, luego
convertido en ministro de Minas y Energía.
Suena irónico. Suena macondiano. Suena a esa espe-
cie de maldición que en Colombia parecen tener los
megaproyectos. Suficientes deberían ser las lecciones
aprendidas con el Guavio, el Metro de Medellín, los tú-
neles de Oriente y Occidente y las concesiones de pri-
mera generación. Pescadero Ituango aún está a tiempo
de corregir el rumbo para convertirse en el símbolo del
sector eléctrico colombiano del siglo XXI y en un factor
multiplicador del desarrollo regional.
Por lo que sostiene la diez veces ganadora del
Premio Nacional de Ingeniería, Integral, el
reto no está en la parte técnica, ni en la cons-
trucción, ni en los récords que se puedan batir

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La central de
las ambiciones
con esta hidroeléctrica. Todo lo que allí se va
a hacer está inventado, es conocido y puede
permitir que el operador, o sea EPM, le saque
brillo a ese good will que amasó como desa-
rrollador de centrales en menos tiempo y con
menos recursos que lo presupuestado.
La gran duda está en la confianza que deben
tener sus dos grandes socios para desarrollar la
hidroeléctrica. ¿Será eso posible cuando uno de
ellos acusa al otro de haber incurrido en ma-
niobras delictivas: alteración de documentos;
buscar sus fines sin importar si los medios son
inmorales, con una “inobservancia grosera, ar-
bitraria y alejada de todo fundamento legal,
de las normas a las cuales debe atenerse el ad-
ministrador en el cumplimiento de la función
pública”; amén de la acusación según la cual el
Idea se amangualó con empresarios privados, a
los que habría beneficiado ilícitamente?
Es que, textualmente, EPM ha dicho en una de
sus denuncias que en la operación de toma de
control de Pescadero por parte del Idea hubo
una “nefasta concurrencia de reprochables ac-
tuaciones de los socios públicos y los privados
en detrimento de la moralidad administrativa y
el presupuesto público”.
Por lo dicho, ¿cómo harán este par de socios
que, a juzgar por la perspectiva de EPM, tienen
conductas morales presuntamente diferentes,
para sentarse en la misma mesa y explotar ade-
cuadamente ese tesoro que el sector eléctrico
colombiano, y los antioqueños en particular,
tienen en Pescadero Ituango?■

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La central de
las ambiciones
Capítulo 1

A ND D E W I N N E R
I S … I N T E GR AL
Integral es un símbolo viviente de la ingeniería
de consulta de Antioquia y Colombia. Nació un
2 de agosto de 1955 y desde entonces ha escrito
una gloriosa historia que la ha llevado a ganar
diez Premios Nacionales de Ingeniería (1).
Acosada por 22.000 millones de pesos en deu-
das, se amparó en el 2005 en esa figura jurídica
denominada Ley 550 de Intervención Económica.
El acuerdo con los acreedores iba hasta el 2017.
Sin embargo, la recuperación de su facturación le
permitió anticipar la salida de ese incómodo esta-
do legal a comienzos de octubre de 2008.
Esta organización de brillantes pergaminos
es la que concentró, entre 1998-2008, los
mayores beneficios que generó el proyecto
hidroeléctrico Pescadero Ituango.
Su ganancia ha sido triple.
Primero, por haberse convertido en el ma-
yor contratista y percibir jugosos dividen-
dos al elaborar prácticamente todos los es-
tudios que conducen a la factibilidad de la
central y a sus mismos diseños.

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La central de
las ambiciones
Segundo, porque una parte de los aportes a los
que estaba obligado como socio de la promoto-
ra de Pescadero los hizo con dineros proceden-
tes de las mismas consultorías que realizó para
esa sociedad, en condiciones que en su momen-
to fueron criticadas por auditores de Empresas
Públicas de Medellín (EPM) y el Instituto para
el Desarrollo de Antioquia (Idea).
Y tercero, porque siendo el accionista mayori-
tario dentro del grupo de los minoritarios, se
llevó la tajada más gruesa (34.000 millones de
pesos) cuando un alto porcentaje de los parti-
culares le vendió su paquete accionario al Idea.
Visto así parecería que a Integral le resultó muy
fácil alcanzar esa estrella de David. Pero no lo fue.
La empresa ingresó en 1998 a la sociedad pro-
motora con un esquema de capitalización mix-
to: Una parte en dinero y el resto mediante el
aporte de estudios. Para realizar su trabajo de
consultor, y dada su estrechez económica, pidió
que una porción de lo facturado se lo abonaran
en acciones y otra que se lo dieran en efectivo.
Un detalle poco conocido de esta sociedad es
que Integral entró con burro amarrado a Pesca-
dero. En la constitución de la promotora quedó
consignado que dicha firma haría la actualiza-
ción de los estudios, una gabela que, a pesar
de una posterior modificación estatutaria, ter-
minó extendiéndose al resto de contratos más
importantes. Fuentes de la misma organización
precisan que sólo el primer trabajo les fue adju-
dicado a dedo. Para el resto se ganaron las res-
pectivas licitaciones.

19
La central de
las ambiciones
De las adjudicaciones a dedo también se lucró
EPM. Nacida legalmente en 1998, la sociedad
apenas vino a poner a consideración de la Junta
Directiva un estatuto de contratación el 16 de
diciembre de 2003. No obstante, hay evidencias
que sugieren que los socios estaban poco fami-
liarizados con dicho estatuto.
Según el Acta 60, del 26 de septiembre de 2005,
ese día se estudia la propuesta de EPM para hacer
la interventoría del Estudio de impacto ambiental
por 731 millones de pesos, que con IVA, impues-
to de Timbre y un asesor en presas, entre otros
ítems, se iba hasta los 824 millones de pesos.
Victoria Eugenia Ramírez, representante
del Idea, expresa una doble inquietud con
el valor planteado: Primero, porque EPM es
también socio de Pescadero Ituango. Y, se-
gundo, porque el monto era superior a lo
que sus asesores habían investigado. Inclu-
sive, preguntó si existía un cuatro compara-
tivo con lo ofertado por otras firmas.
Alejandro Estrada Echeverri, gerente de la so-
ciedad, le respondió que Isagén y otros inge-
nieros particulares manifestaron su interés en
participar. “Sin embargo, no se hizo ninguna
investigación de mercado, porque ya la Junta
Directiva había tomado la decisión de que fue-
ran las EEPPM quienes realizaran la interven-
toría, como consta en el Acta 56”.
A pesar de la explicación, la representante del
Idea insistió y preguntó si ese contrato no debió
salir a licitación pública, ante lo cual el asesor
jurídico, Wilson Vélez, le respondió que, con-

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La central de
las ambiciones
forme al Estatuto contractual, se acudió a la fi-
gura de la solicitud privada.
Animado por las ventanas de oportunidad que
abría este Estatuto de contratación, Integral se
animó a pedir en enero de 2008 que le enco-
mendaran los diseños de Pescadero Ituango. Al
fin y al cabo, al igual que EPM, a la que le ha-
bían adjudicado las interventorías, la empresa
exaltaba su carácter de proveedor estratégico.
Integral terminó quedándose con ese contrato,
pero no a dedo o por solicitud privada, sino a
través de una licitación. Con ello completó el
siguiente cuadro de estudios:
1998: Actualización de los estudios de factibili-
dad de Pescadero Ituango, por 1.125 millones
de pesos, más 310.000 dólares de un subcontra-
to con la firma canadiense Agra Monenco.
2004: Estudio de restricciones ambientales, por
216 millones de pesos. En su último informe
como gerente de Pescadero Ituango, Alejandro
Estrada Echeverri reportó que este contrato fue
por 290 millones de pesos e indicó que “gra-
cias a la oportuna labor de la interventoría, que
actuó con plena independencia y autoridad,
quien observó que el informe íctico realizado
por biólogos de la Universidad de Antioquia,
era muy deficiente, exigió que fuera modificado
de acuerdo a la investigación realizada y no en
estudios de otras épocas y sin actualidad, como
parecía ser el borrador del informe, tal y como
se puede comprobar leyendo dicho documento
que reposa en los archivos de la Sociedad, igual
que el definitivo Informe Final, en el cual fue

21
La central de
las ambiciones
cambiado casi totalmente”.
Marzo 2006-Agosto 2007: Complementación de
la factibilidad técnica, económica y ambiental
del proyecto, por 3.490 millones de pesos.
Enero 2008. Estudios adicionales especiales
para riesgos, reparación y distribución del 1
por ciento por obligaciones ambientales y otros
asuntos varios, 104 millones de pesos.
Junio 2008: Diseño de las vías de acceso, por
1.390 millones de pesos.
Agosto 2008: Estudios de actualización de la in-
formación socioeconómica y predial, por 1.385
millones de pesos.
Octubre 2008: Diseños detallados de Pescadero
Ituango, por 16.013 millones de pesos, con un
plazo de 365 días.
Este último es, a la vez, el contrato que inau-
gura el período de los millonarios negocios
que vendrán en cascada en la hidroeléctrica. El
Consorcio Ingetec-Sedic fue el otro proponente
en la licitación de los diseños definitivos, con
una propuesta de 24.289 millones de pesos y un
plazo de ejecución de 482 días.
Una de las obvias razones por las cuales Inte-
gral podía estar 8.275 millones de pesos y 117
días por debajo de su rival en la licitación, tiene
que ver con la cadena de estudios antes men-
cionada. El proyecto obtuvo un beneficio extra,
pues en la llamada ruta crítica de la obra se ha-
bía previsto un plazo de dos años para la elabo-
ración de los diseños.
No se descarta que, dada esa misma experien-
cia, Integral resulte también beneficiada con el

22
La central de
las ambiciones
contrato de interventoría de la construcción. La
suma en juego es igualmente atractiva. Gene-
ralmente este tipo de encargos se remuneran
con un 2 o 3 por ciento del valor de la obra. Sin
costos financieros, hacer Pescadero se calcula
que vale 2.300 millones de dólares.
Que Integral también se gane esa licitación es
pura especulación… por ahora.
Lo que sí es muy real es que entre 1998 y el 2008 Inte-
gral fue el beneficiario de unos contratos con Pesca-
dero Ituango que suman 23.723 millones de pesos.
Sus ganancias no paran allí. Datos de la misma In-
tegral señalan que la venta al Idea del 2,4 por ciento
de las acciones que tenía en Pescadero, le reportaron
unos ingresos de 34.000 millones de pesos.
Así las cosas, el proyecto se convirtió en el gran
redentor de Integral, con una suma superior a
los 57.700 millones de pesos.
Por todo lo anterior, es claro que quien quiera
conocer la prehistoria y el futuro mismo de Pes-
cadero Ituango tiene que beber en las fuentes
de esta empresa de consultoría.

23
La central de
las ambiciones
Te ja d a , el ex p l o r a d o r

El “papá de Pescadero Ituango”, por llamarlo


de alguna manera, es el ingeniero José Tejada
Sáenz, ingeniero civil y de minas de la Univer-
sidad Nacional, socio fundador y gerente Gene-
ral de Integral entre 1955-1981.
Con observaciones de su propio puño y letra
se conserva en esta organización su documen-
to “Desarrollo hidroeléctrico del Cauca Medio,
memorando preliminar sobre capacidad poten-
cial y posibilidades del desarrollo escalonado”.
Su fecha: Agosto 18 de 1969.
Tejada identificó los sitios en los que se podrían
construir nueve represas, entre las cuales están
nombres tan familiares en el sector eléctrico
colombiano como Cañafisto, Apavi y, por su-
puesto, Pescadero Ituango.
Dos años después de ese trabajo de Tejada Sáe-
nz, Integral fue contratada por Interconexión
Eléctrica S.A. (ISA) para hacer la Evaluación del
potencial hidroeléctrico del Cauca Medio, una
labor que tuvo ocupados a sus ingenieros entre
marzo de 1971 y octubre de 1974.
En ese trabajo se estableció que la cuenca era un
auténtico tesoro, con un delirante potencial de
9.830 megavatios.

24
La central de
las ambiciones
De seis proyectos perfilados, la joya era Pesca-
dero Ituango. Una hidroeléctrica, con una presa
de 241 metros de altura, podría tener una capa-
cidad instalada de 3.860 megavatios. Es decir,
allí se concentraba un poco más del 39 por cien-
to del potencial de la Cuenca del Cauca Medio.
A una amplia distancia estaba Farallones (La
Pintada), con 2.120 megavatios; Apaví (Puer-
to Valdivia), con 1.920 megavatios; Cañafisto
(Ituango), con 1.600 megavatios; y Xarrapa (La
Virginia), con 330 megavatios.
Como si eso no fuera ya de por sí atractivo, los
ingenieros de Integral concibieron la desvia-
ción del río Cauca y el aprovechamiento del río
Nechí, mediante la construcción de una central
que utilizaría un salto neto de unos 465 metros
y permitiría instalar alrededor de 750 megava-
tios adicionales. Así las cosas, el potencial ins-
talable en esa cuenca superaba los 10 millones
de kilovatios, con una generación anual media
aproximada de 49.800 gigavatios hora año.
Integral volvió a facturar con ISA cinco años más
tarde. Esta vez el encargo fue estudiar la factibili-
dad de Pescadero Ituango, labor que se extendió
de marzo de 1979 a junio de 1983. Esto implicaba
determinar asuntos como la ubicación, las carac-
terísticas y dimensiones de las obras principales,
“a un nivel tal que los diseños y esquemas pro-
puestos permitieran elaborar programas de cons-
trucción y presupuestos con adecuado grado de
precisión y constituyan una base razonable para
adelantar la fase de diseño para la licitación del
proyecto y las gestiones de financiación para su

25
La central de
las ambiciones
construcción”. Así reza un documento elaborado
por Isagén en julio de 1998.
En su estudio, Integral definió como la mejor zona
del proyecto el área comprendida entre la ciudad
de Santafé de Antioquia y la quebrada Timaná,
cerca del río Ituango, con una cuenca propia de
3.485 kilómetros cuadrados y una longitud de
unos 100 kilómetros, en la cual el río desciende
260 metros desde la cota 470 hasta la 210 en el si-
tio de la presa. Orientado al norte, el río recorre
un tramo recto desde aguas arriba de Santafé de
Antioquia hasta las cercanías de Peque, en don-
de toma rumbo al noreste, pasa por el sitio de la
presa y sigue con ese curso hasta prácticamente la
desembocadura en el río Magdalena.
La firma de consultoría presentó una central más ro-
busta comparada con la de su primer informe: 4.270
megavatios y una energía de 19.900 gigavatios hora
año. Esto es, 410 megavatios más que en el anterior
estudio. Una obra de tal tamaño duplicaba la capa-
cidad instalada del sector y hacerla costaba cerca de
2.315 millones de dólares, que a una tasa de cambio
de 56 pesos por billete americano se traducía en un
costo de 129.640 millones de pesos.
El informe central de Integral tiene 209 páginas
y de la 186 en adelante están los mensajes más
directos para los legos en la materia.
Dicen los consultores que “la presa de Ituango, en el
denominado eje de aguas abajo y cerca de la desem-
bocadura del río Ituango, con la central subterránea
en el contrafuerte izquierdo, constituye un proyecto
técnicamente factible y no se anticipan situaciones
anormales durante su construcción”.

26
La central de
las ambiciones
Luego se afirma que por las características del
proyecto en cuanto a su magnitud, costo favo-
rable y posibilidad de adelantarlo en un tiempo
razonable, “se considera de gran importancia
continuar con algunas investigaciones y traba-
jos para facilitar la ejecución de los diseños de-
finitivos y la construcción del proyecto”.
El estudio abordó asuntos tan variados como los
suelos, el régimen de lluvias, los caudales de los
ríos, los materiales de construcción para la presa y
hasta los hábitos migratorios de los peces en el río
Cauca. Así mismo, se aconsejó continuar con el
estudio de los impactos socioeconómicos, iniciar
un programa de reforestación de la hoya del río
Cauca en las vecindades del embalse, y comenzar
a comprar algunas de las propiedades más signi-
ficativas para el proyecto, especialmente aquellas
donde quedarán localizadas las obras principa-
les y las complementarias tales como poblado y
campamentos, las fuentes de materiales, y, de ser
posible, propiedades que por fenómenos especu-
lativos podrían resultar más costosas en el futuro,
como son algunas del área de los municipios de
Santa Fe de Antioquia y Sopetrán.
Integral estaba tan fascinada con el proyecto,
que su experiencia y rigor técnico le alcanzó
para plantear la construcción de una segunda
central en el mismo Pescadero, dotada de gene-
ración con capacidad total de 840 megavatios.
Mientras en la hidroeléctrica principal el costo
por kilovatio instalado era de 466 dólares, en
las unidades 11 y 12 de la segunda central se
situaba en 207,4 dólares por kilovatio.

27
La central de
las ambiciones
En síntesis, eso implicaba un desarrollo hidroeléc-
trico de 5.110 megavatios, con inversión de 2.489
millones de dólares. Es de anotar que hoy esa se-
gunda central no pinta atractiva para Integral.
El hecho es que luego de este trabajo de Integral,
el proyecto Pescadero Ituango fue incluido en los
planes de expansión eléctrica que se elaboraron
desde 1982. Y, lo más interesante, es que se refe-
renció desde aquella época “como una de las op-
ciones viables con factibilidad terminada”.
Al evaluar los estudios de Integral, ISA adel-
gazó la capacidad de Pescadero Ituango hasta
los 3.560 megavatios, con una energía media
anual de 17.460 gigavatios hora año. En dóla-
res de diciembre de 1995, esta obra se calcula-
ba en 3.099 millones de dólares. En esa fecha,
la tasa de cambio estaba en 987,65 pesos, con
lo cual en moneda nacional el costo era supe-
rior a los 3 billones de pesos.
El proyecto lucía descomunal para atender
las necesidades energéticas del país. Con esa
perspectiva en mente, la obra fue presentada
al Grupo de los Tres (que formaban México,
Venezuela y Colombia), pues se consideraba
la opción de conectarlo en una gran línea de
alto voltaje desde México, las naciones cen-
troamericanas, Colombia y Venezuela.
Una de las bondades más resaltada por los inge-
nieros consultores ha sido el bajo impacto ambien-
tal y social de la obra, amén de los promisorios
efectos económicos para la zona de influencia.
Entre esos efectos vale destacar los siguientes:
Físicos. El mayor es la transformación de un

28
La central de
las ambiciones
tramo de 100 kilómetros del río Cauca en
un lago, la inundación de 4.500 hectáreas y
de los caseríos de Orobajo y Barbacoas, en
donde residen unas 50 familias.
Sociales. “El principal impacto de la construc-
ción del proyecto es la descomposición social
ocasionada por el influjo de grupos exógenos
y heterogéneos, el aumento del costo de vida y
la presión excesiva sobre los servicios públicos.
En el caso de los poblados, prácticamente no
habrá impactos perjudiciales en Orobajo, aun-
que se estiman en Barbacoas”.
Económicos. Se estiman efectos positivos, por
la generación de empleo, reforestación, pesca,
servicios varios y turismo.
Fiscos municipales. Se resienten los impuestos
prediales, pero se valorizan las propiedades, se
harán obras de infraestructura y se oxigenarán
las arcas con los ingresos procedentes de las
transferencias establecidas en la Ley 56 de 1981.
Así mismo, se promete que “la ejecución del
proyecto requerirá unos 10.000 trabajadores,
entre profesionales, técnicos y obreros y unos
110 grupos de familiares. Además, habrá in-
cremento por personal vinculado al sector de
servicios”. No obstante, una evaluación de In-
tegral efectuada entre abril de 2006 y agosto de
2007, tasó en 5.000 los empleos directos durante
la etapa de construcción”.
En la parte epidemiológica, se recomendó poner
un especial cuidado a las enfermedades gastroin-
testinales, el dengue y el paludismo, que podrían
tornarse más desfavorables con el embalse.

29
La central de
las ambiciones
Más t r a b a jo

Integral, hasta este punto de la historia el mayor


beneficiario de los estudios de Pescadero Ituango,
se estrenó como accionista el 8 de junio de 1998.
Ese día nació formalmente la sociedad promo-
tora de Pescadero Ituango, como una empresa
de servicios públicos mixta del orden departa-
mental. En su creación también concurrieron
65 firmas afiliadas a la Asociación Colombiana
de Ingenieros Constructores (ACIC Antioquia),
hoy convertida en la Cámara Colombiana de
Infraestructura (CCI Antioquia); la Empresa
Antioqueña de Energía (Eade); el Idea, Isagén y
la Gobernación de Antioquia.
Dicho en forma sencilla, la sociedad se fijó como
tarea actualizar los estudios de factibilidad, pro-
mover la central, construir, operar, mantener y
comercializar la energía generada.
Muy pronto Integral empezó a usufructuar la
gabela que le dieron. El 11 de agosto de 1998 se
firmó un contrato para actualizar los estudios de
factibilidad de Pescadero Ituango. El plazo era
de nueve meses, que terminaban el 14 de mayo
de 1999. El valor del contrato ascendió a 1.305
millones de pesos. A dicha suma se añadieron
los 370.000 dólares que cobró por asistencia téc-

30
La central de
las ambiciones
nica la firma canadiense Agra Monenco.
Los consultores entregaron su trabajo y pro-
pusieron una central hidroeléctrica de 1.800
megavatios, con una presa elaborada en con-
creto compactado con rodillo de 185 metros
de altura. El costo del kilovatio instalado era
de 776 dólares. La inversión se estimó en 1.396
millones de dólares, sin incluir la escalación
de precios y los costos financieros.
Al momento de recibir los pagos por este contrato,
Integral recibió un trato “especial” de la Promoto-
ra. El hecho llamó la atención de los funcionarios
de EPM y el Idea que realizaron una auditoría a
los estados financieros de la sociedad, con corte 31
de diciembre de 2001. He aquí sus observaciones:
“A través de los pagos realizados se pudo de-
terminar que hubo un sobrecosto de 23,7 millo-
nes de pesos, que obedecen a un mayor valor
por la evaluación del costo de los estudios ela-
borados por Isagén y el reconocimiento del va-
lor de tiquetes aéreos del ingeniero director del
proyecto por Integral y facturas de impresos”.
“Durante el contrato se dieron otros anticipos
a Integral no contemplados en el contrato por
valor de 162,5 millones de pesos, los cuales
fueron descontados en pagos posteriores”.
Los anticipos extralegales fueron tres, por va-
lor de 50, 12,5 y 100 millones de pesos. Según
los auditores, “es de resaltar que el destino
del dinero del anticipo de los 12,5 millones
de pesos fue el pago del aporte de la última
cuota de capital que adeudaba Integral a la
Hidroeléctrica; es decir, se le hizo un présta-

31
La central de
las ambiciones
mo para cubrir una cuenta por pagar”.
A Agra Monenco no se le pagó en siete
cuotas, como se había pactado, sino en
cinco, “afectando así el flujo de efectivo
mensual de la hidroeléctrica”.
Al revisar el manejo de las inversiones de la pro-
motora que gerenciaba Alberto Piedrahíta Mu-
ñoz, los auditores encontraron otra “manito”
que éste funcionario le dio a Integral. Pescadero
Ituango colocaba sus recursos en Certificados de
Depósito a Término (CDT), fiducias y pagarés.
Dicen los auditores de EPM y el Idea que “la in-
versión en pagarés corresponde a dos pagarés a
la vista con Integral por valor de 162,5 millones
de pesos, a un interés del 30 por ciento efectivo
anual, sobre los cuales se destaca que no hubo
un desembolso real de efectivo por parte de
la Hidroeléctrica y que el valor de los pagarés
fue contabilizado como aportes de capital, de
los cuales solo 15 millones de pesos fueron pa-
gados efectivamente por Integral. En resumen
147,5 millones de pesos fueron un préstamo de
la Hidroeléctrica a Integral para que ésta cance-
lara sus cuotas de capital”.
Añaden los auditores que “con respecto a la
cancelación de los pagarés y de los intereses
respectivos por parte de Integral pudo estable-
cerse que en agosto/99 fueron cruzados con las
facturas de la cuota final del contrato con In-
tegral y de Agra Monenco. Adicionalmente, se
verificó la liquidación de los intereses genera-
dos, encontrándose razonables”.

32
La central de
las ambiciones
E l e s t u d io c r u c ia l

La facturación de Integral con la promotora


no se detuvo allí. Con ella también se contrató
“la ejecución planeada, controlada, sistemáti-
ca, oportuna y documentada de los servicios
de consultoría para la complementación de la
factibilidad técnica, económica y ambiental
del proyecto Pescadero Ituango”. El encargo
era por 17 meses, contabilizados entre el 1 de
abril de 2006 y el 31 de agosto de 2007. Su cos-
to fue de 3.365 millones de pesos
Resultados. Una central de 2.400 megavatios, con
ocho unidades de generación, de 300 megavatios
cada una, y una represa de 240 metros de altura.
El presupuesto de construcción se calculó en 2.290
millones de dólares, que con una tasa de cambio
redondeada en 2.000 pesos por dólar se traduce
en más de 4,5 billones de pesos.
Los consultores reiteraron en su estudio de 2007
argumentos y conceptos que habían emitido
desde 1983. Esto es, que en la zona del proyecto
se impactaría muy poca población, la cual, aña-
den, tiene una actitud favorable hacia el pro-
yecto. Hay una baja utilización agroeconómica
de la tierra y el área de inundación es reducida.
En cuanto a los beneficios, los municipios perci-

33
La central de
las ambiciones
birían una nueva renta por concepto de transfe-
rencias establecidas en las leyes 56 de 1981 y 99
de 1993. A esto se sumaría una mayor dinámi-
ca económica en los municipios cercanos a las
obras, como San Andrés de Cuerquia, Toledo,
Briceño e Ituango, vinculados con la oferta de
bienes y servicios, amén de una mayor presen-
cia estatal en poblados que tradicionalmente
han sido olvidados por los gobiernos centrales.
En cuanto al empleo, las cuentas se desinflan
desde los 10.000 inicialmente estimados, a unos
5.000 directos e indirectos durante la construc-
ción de la hidroeléctrica.

P R OY E C T O
SELECCIONADO
Resumen del presu puesto

c ifr as en U S $ mi l l o n es

DESCRIPCIÓN US$ %

Generales e infraestructura 200 9

OBRAS CIVILES

Presa y obras anexas 810 35

Obras de generación 520 23

EQUIPOS

Equipos mecánicos 280

Equipos eléctricos 480

COSTO TOTAL 2.290

34
La central de
las ambiciones
C O M PA R AC I Ó N C O N
E S T U DI O S A N T E R I O R E S

CARACTERÍSTICAS 2007 1999 1982

Altura de la presa (metros) 220 185 247

Tipo de presa ECRD RCC ECRD

Volumen de la presa (millones m3) 16 4,5 26

Caudal de diseño (m3/s) 1.350 1.208 2.160

Capacidad instalada (MW) 2.400 1.800 4.270

Energía media anual (GWh) 14.000 11.000 19.900

Factor de planta 0,67 0,70 0,53

Fuente: Integral

Además de la declaratoria de factibilidad de Pes-


cadero que hizo Integral, con auditoría de EPM,
la mejor noticia para este proyecto hidroeléctrico
fue la adjudicación del cargo por confiabilidad
por parte de la Comisión de Regulación de Ener-
gía y Gas (Creg), en junio de 2008.
Pescadero, con sus 2.400 megavatios, calificó
entre los seis proyectos llamados a garantizar
el suministro de energía eléctrica en el 2018,
mediante la asignación de energía firme, los
cuales demandan inversiones del orden de
6.000 millones de dólares y pueden generar
más de 50.000 empleos directos e indirectos.
Los restantes son Porce IV, de EPM, con ca-
pacidad de 400 megavatios. Hidrosogamoso,
de Isagén, y capacidad de 800 megavatios. El
Quimbo, de 395 megavatios, de Emgesa. Cu-
cuana, de Epsa, filial de la española Endesa,
de 60 megavatios. Y Miel II, de la sociedad Hi-

35
La central de
las ambiciones
dromiel, de 135,2 megavatios. Estas centrales
le aportarán al sector eléctrico 2.991 megava-
tios y su compromiso es entrar en operación
entre diciembre de 2013 y noviembre de 2018.
Federico Restrepo Posada, gerente General
de EPM, le dijo a la prensa que de esta ma-
nera se despejaba el panorama para cons-
truir Pescadero y Porce IV, al asegurar unos
ingresos futuros que sus dueños comenza-
rán a recibir cuando entren en operación.
En el caso de Porce IV esas entradas serán de
269 millones de dólares, en virtud de su com-
promiso de aportar una firmeza al sistema de
962 gigavatios hora año a partir del primero
de enero de 2015. Para Pescadero esos ingre-
sos frescos ascienden a 304 millones de dó-
lares, por su aporte de 1.085 gigavatios hora
año, desde diciembre de 2018.
Los beneficios no paran allí, porque dado el ta-
maño de estas centrales, especialmente de Pes-
cadero, con 2.400 megavatios, podrán partici-
par en las subastas para garantizar el adecuado
suministro de energía en el 2019 y 2020.
Las subastas no son gratuitas. También im-
plican unos costos para los dueños de los
proyectos. Sobre el papel, Pescadero Ituan-
go vale 2.300 millones de dólares. A esa ci-
fra, sin embargo, hay que sumarle los cos-
tos financieros, con lo cual el valor se acerca
a los 3.000 millones de dólares.
A lo anterior hay que añadir las obligaciones en
materia de garantías que implican las subastas
de energía. Según fuentes de EPM, en el 2008 el

36
La central de
las ambiciones
valor es de 37 millones de dólares. De ahí hasta
el 2013 ascenderían a un valor anual de 33 mi-
llones de dólares. En el 2014 y 2015 subirían a
149 millones de dólares, considerando nuevas
garantías en materia de conexión y transmisión
de energía. Y en cada uno de los dos siguien-
tes años el valor llegará a los 227 millones de
dólares. Como en el 2018 entraría a operar la
central, a partir de ese momento comenzarían a
liberarse las garantías.
En EPM hay tranquilidad con estos números,
al menos en lo que al grupo empresarial, como
socio, le toca aportar. Su gran duda eran los
pequeños accionistas, un asunto que se solu-
cionó cuando la mayoría de estos privados
vendieron sus acciones. Ahora la pregunta
es si el Departamento y el Idea aguantan no
solo las garantías, sino también lo que deben
aportar para garantizar que Pescadero Ituan-
go sea inaugurada a finales del 2018■

(1) Integral obtuvo los premios nacionales de ingeniería


por los siguientes trabajos:
Estudios hidrológicos del río Medellín y canalización de la que-
brada La Iguaná, en 1957.
Estudios, diseños y supervisión de la central Guadalupe, en 1973.
Diseños para licitación y de los diseños para la construcción de la
hidroeléctrica de San Carlos, en 1984.
Aprovechamiento múltiple de Riogrande II, en 1993.
Supervisión y construcción de la fábrica de la cervecera Leona, en 1997.
Diseños detallados y asesoría en la construcción del via-
ducto Pereira Desquebradas, en 1998.
Planta de tratamiento de aguas residuales de San Fernando, en 2000.
Estudio de factibilidad, evaluación financiera, diseños de-
tallados, interventoría y construcción de la hidroeléctrica
del Río Piedras, en 2001.
Diseño y asesoría durante la construcción de la hidroeléc-
trica Porce II, en 2002.
Diseño del Túnel Fernando Gómez Martínez, en 2007.

37
La central de
las ambiciones
Capítulo 2

L A PE SA DI L L A
D E P IE D R A
En noviembre de 2000 Alberto Piedrahíta Mu-
ñoz pintaba como el empresario del año en An-
tioquia, Colombia y Suramérica. Sus gestiones
al frente de la Promotora Pescadero Ituango las
presentaba con tal grado de éxito a la prensa,
que en cuestión de diez meses se iniciarían las
obras de construcción de la mayor hidroeléctri-
ca del país, que a la sazón se concebía de 1.800
megavatios de capacidad instalada y una inver-
sión de 1.420 millones de dólares.
El funcionario afirmaba que hasta la financia-
ción estaba asegurada. Por eso, los socios apro-
baron, en medio del delirio, borrarle a la razón
social la palabra Promotora, porque la central
estaba a boca de horno.
Ocho años más tarde, sobre el mismo Alberto
Piedrahíta Muñoz, y en forma solidaria contra
Hugo Giraldo Salazar, pesa un fallo de respon-
sabilidad fiscal por 77 millones 563.472 pesos,
según reza el Auto N° 417 del 3 de julio de 2003.
Informes oficiales de la sociedad Pescadero
Ituango, fechados en agosto de 2008, indican

38
La central de
las ambiciones
que a los dos funcionarios “se les adelanta el
proceso fiscal ejecutivo y algunos de sus bienes
les han sido embargados, entre ellos los salarios
y prestaciones del Gerente, por Resolución 953
y los honorarios de Contador con la Resolución
954, en el 2005, y emanadas de la Contraloría
General de Antioquia”.
¿Cómo es posible que “Piedra”, como lo conocen
sus colegas, haya pasado de la gloria al infierno?
Este ingeniero fue nombrado gerente de la Pro-
motora el 18 de junio de 1998, para un período de
dos años. Los votos de confianza le fueron reno-
vados por dos años más, el 6 de julio de 2000.
El castillo de naipes en que Piedrahíta y su Jun-
ta habían convertido a Pescadero Ituango, co-
menzó a derrumbarse cuando el gerente hizo
un anuncio tan histórico como rimbombante: El
logro de la financiación de Pescadero Ituango.
En declaraciones para el diario El Colombia-
no, recogidas en la edición del 28 de noviem-
bre de 2000, el funcionario reveló que el pres-
tamista era la firma Meridian International
Fund. La primera y segunda etapa del pro-
yecto se iban a fusionar en una sola, llamada
“actividades constructivas”. Los estatutos de
la sociedad se actualizaron. Se inició la com-
pra de tierras, al igual que la concertación con
la comunidad. Y ya no se hablaría más de so-
ciedad promotora, “porque las actividades de
promoción ya quedaron atrás”.
Hasta los pequeños accionistas estaban contagia-
dos de ese júbilo. La mayoría de ellos eran empre-
sas afiliadas a la Asociación Colombiana de Inge-

39
La central de
las ambiciones
nieros Constructores, capítulo Antioquia (ACIC).
En una publicación especial de su revista, In-
formacic, el director Ejecutivo, Óscar Velásquez
Johnson, resaltaba que el gremio había apoyado
este proyecto desde sus inicios “y ve en su cons-
trucción no solo una gran oportunidad para la
ingeniería nacional, sino también una excelente
opción de trabajo para el sector, que se encuen-
tra en un momento difícil. Recordemos que con
la construcción de esta obra se generarán 6.000
empleos directos y 18.000 indirectos que serán
de alivio para los trabajadores del ramo”.
A renglón seguido, Velásquez Johnson, quien
llegó a ser gerente General de EPM al final de la
alcaldía de Luis Pérez Gutiérrez, advirtió que
Pescadero “será también la oportunidad de ex-
portar energía a todos los países que por condi-
ciones geográficas carecen de los recursos que
le ofrece la naturaleza a nuestro país”.
Cómo no iba a estar contento el gremio que
tenía tan bien posicionados en Pescadero a
unos 55 afiliados, si según las cuentas de la
Promotora de los 1.395 millones de dólares
que costaba la hidroeléctrica, un poco más
de 907 millones de dólares correspondían al
componente nacional. La partida más gruesa,
de 301,8 millones de dólares, se iba en la cons-
trucción de la presa. La danza de millones iba
a ser muy corta, pues levantar y poner a fun-
cionar la central solo iba a tomar seis años.
El negocio pintaba pulpito, pues los costos eran
muy favorables en el contexto internacional. En
Pescadero el kilovatio instalado ascendía a 789

40
La central de
las ambiciones
dólares, cuando en Porce II se estimaba en 1.250
dólares, y en las tres gargantas, la hidroeléctri-
ca china de 18.000 megavatios, ese costo era de
1.300 dólares. Además, el megavatio hora gene-
rado, según Alberto Piedrahíta, era en Pescade-
ro de 19 dólares, cuando la mejor térmica a gas
del plan de expansión se situaba en 29 dólares.
Ese mar de virtudes atrajo la atención de los
financistas internacionales. En la misma Infor-
macic, Piedrahíta contó que durante un largo
año se trabajó con once firmas internaciona-
les. “De esa labor nos ocupamos dos perso-
nas: El señor Gobernador de Antioquia y el
gerente del proyecto. Nadie, absolutamente
nadie, intervino en esa labor”.
El gobernador al que hace relación es Alberto Bui-
les Ortega, quien ejerció su mandato entre el 1° de
enero de 1998 y el 31 de diciembre de 2000.
Según Piedrahíta, compañías internacionales
de renombre tocaron a su puerta, como En-
ron, ABB, Initec, Nerón, CIHC Inc Canadian,
Hidro Québec, Alstom y Ferrovial Agroman
Internacional España.
Otras entidades, poco conocidas en el ámbito
financiero mundial, también se aproximaron a
él y le plantearon condiciones crediticias que
descrestaron al funcionario.
El desfile oficial comenzó el 5 de agosto de 1999,
cuando le presentó a la Junta Directiva a Marga-
rita Zuriani, representante en Colombia de Finan-
cial and Travel Corporation, intermediaria de re-
cursos con bancos europeos y españoles. Según el
acta de la reunión, “los préstamos no están suje-

41
La central de
las ambiciones
tos a ninguna condición. Estos préstamos son ex-
cedentes de tesorería que necesita moverlos con
rapidez para bajar impuestos y se hace el présta-
mo con fines humanitarios”. Se requería aval del
Departamento y el intermediario cobraba una co-
misión del 5 por ciento. La Junta pidió que se si-
guiera explorando el tema y que se estudiara si la
Gobernación daría el aval.
Atendiendo ese pedido, Piedrahíta informó en
la reunión del 4 de noviembre de 1999 que hizo
contacto con una organización francesa que te-
nía sede en Bogotá: Cruz del Sur, una Sociedad
Europea de Ingeniería Económica, que básica-
mente se dedicaba a la financiación.
La junta le volvió a pedir mejores opciones.
El 3 de febrero de 2000 el gerente insistió con
la señora Zuriani, a quien presentó en esa oca-
sión como representante de Wall Street Trading
Company. Se dijo, entonces, que dos bancos ca-
nadienses darían créditos blandos y no exigi-
rían compra de maquinaria de ese país. La in-
termediaria “informa que está gestionando una
donación de US$300 millones para el proyecto
con varias entidades, entre ellas una holande-
sa. Estas entidades se interesan en invertir para
disminuir sus impuestos”.
El regaló captó la atención del gerente del pro-
yecto y en la asamblea del 23 de marzo de 2000
soltó la perla: “El proyecto Pescadero en Co-
lombia fue ya preseleccionado para ser obje-
to de financiación total de la tercera etapa en
condiciones bastante favorables y/o obtener un
préstamo de US$300 millones, dentro de la mo-

42
La central de
las ambiciones
dalidad “fondo perdido”, que significa que no
necesariamente se tendrá que reembolsar”.
Para una obra de la que se dijo podía llegar a cos-
tar 1.700 millones de dólares, no era fácil que el
Departamento concediera el aval, dada su pobre-
za financiera. Piedrahíta Muñoz no se arrugó y
como premio a su empeño sintió que el milagro se
le hizo carne con la Meridian International Fund.
El funcionario presentó al banquero-benefactor
como “una fundación de las comunidades étni-
cas minoritarias de los Estados Unidos, Canadá
y Europa. Es también la integración de los fon-
dos obreros, fondos de cesantías y corporaciones
sociales que unidas financieramente son dueñas
de los bancos triple A en el mundo, el City Bank
y Deutsch Bank, a través de los cuales hacen las
transacciones de financiación internacional para
este tercer mundo. Meridian tiene nueve líneas
de financiación: Vías, hidroeléctricas, petróleo, vi-
vienda, carreteras, ferrocarriles, salud, reforesta-
ción, desarrollo social, aeropuertos, etc.”.
Así mismo, dijo que en Colombia el intermedia-
rio financiero de la Meridian era BPS Business
Promotion Services Ltda.
La mágica aparición le llevó, el 2 de agosto de
2000, a describirle a la Junta este panorama: La fi-
nanciación total está asegurada. El crédito es más
blando que el que consigue el Gobierno Nacional.
No se requiere el aval del Departamento. No se
comprometen los activos de los socios del proyec-
to, porque éste se avala a sí mismo bajo la figura
de las titularizaciones sucesivas, y se paga con la
venta de la energía. “Las conversaciones van muy

43
La central de
las ambiciones
adelantadas. A esta firma se le ha devuelto el 90
por ciento de los formularios debidamente dili-
genciados, los mismos que ellos nos han entrega-
do para llenarlos”.
Solo faltaba el 10 por ciento de los trámites para
concretar el crédito de 1.420 millones de dóla-
res y la Junta Directiva de Pescadero no cono-
cía al dedillo la operación. Aún así, le dieron al
gerente carta blanca para seguir adelante con la
financiación, contando con la asesoría del Co-
mité Financiero y el conocimiento de la Junta.
La euforia creció como espuma en la sociedad
promotora. En la junta del 16 de agosto habló
Luis Fernando Medina, representante de Meri-
dian International Fund, y según el acta “fija en
90 días el plazo para obtener el primer desem-
bolso, siempre y cuando se cumplan los requi-
sitos establecidos por la entidad financiera”.
Las condiciones del empréstito sonaron sospe-
chosamente exóticas para los especialistas en
mercados financieros, pero no para los socios
de Pescadero que se regocijaban en su codicia.
Meridian financiaría el ciento por ciento de la obra,
o sea 1.420 millones de dólares. Lo haría en dólares,
con una tasa de interés del 7,5 por ciento anual.
Durante el tiempo de construcción no habría
pago de intereses, que sumaban 395 millones
de dólares, para una deuda total de 1.815 mi-
llones de dólares, con un plazo de 10 años en
amortizaciones trimestrales del orden de los
250 millones de dólares. Las amortizaciones se
harían a partir del octavo año, cuando ya estu-
viera produciendo la hidroeléctrica y se prolon-

44
La central de
las ambiciones
garían hasta el año 17”.
¿Y la garantía?
Según el gerente de la Promotora, “es la misma
hidroeléctrica que queda pignorada o titulari-
zada hasta cuando se pague ella misma”.
Entre las bondades de este sistema, el funciona-
rio resaltó que “el Departamento de Antioquia
no queda con ninguna obligación económica
para con el financiador internacional. Respon-
de la misma obra y su mecanismo de financia-
ción y titularización. La totalidad de los riesgos
para Meridian Internacional quedan cubiertos
con una póliza de seguros internacionales re-
lativamente costosa y que son del orden del
0,4 por ciento del valor de obra, valor éste que
también es financiado. En la primera póliza de
seguros están contratados toda clase de riesgos,
incluyendo “riesgos del país”.
Arrollador. Así lucía por entonces Piedrahíta al
hablar de los avances de Pescadero y de la in-
minente llegada de los fondos.
Pegadas de esa ilusión estaban cinco firmas a las
que la promotora había llamado a trabajar: “Inte-
gral S.A., CEDIC (sic), Mejía y Villegas S.A., C.C.C.
S.A, y Estec S.A.”. En las propias palabras del fun-
cionario, “se llamaron a éstas justamente por la
experiencia que tienen en este tipo de obras, ya
que dentro de Pescadero no se improvisa nada”.
La credibilidad de Meridian iba en ascenso.
José María Prada, asesor, y Federico Restrepo
Posada, presidente de Integral, le dijeron a la
junta, el 1° de noviembre de 2000, que “dicho
fondo es de gran reconocimiento y prestigio en

45
La central de
las ambiciones
USA, lo que pocos colombianos saben”.
Restrepo Posada añadió “que hablando con
funcionarios del Banco Mundial manifestaron
que Meridian es solvente hasta el punto de
competirle a dicho banco. En consecuencia, sus
referencias son excelentes y puede afirmarse
que Meridian es altamente confiable”.
Es de recordar que en aquellos tiempos Integral
tenía 400 empleados de planta y entre sus me-
tas estaba aumentar su presencia en el exterior,
atraer inversionistas al mercado local y, tam-
bién, buscar con la banca mecanismos de alivio
para unas deudas de 20.000 millones de pesos
que la apretaban.
A algunos miembros de la Junta Directiva de Pes-
cadero los tranquilizaba el hecho de que el geren-
te estuviera actuando con la permanente asesoría
del comité financiero y con el conocimiento de la
Junta. Aquí no cabe la figura de que Piedra obró
a espaldas de los socios, quienes eran liderados
por el Idea, con el 30,11 por ciento de las acciones;
Eade, 19,27 por ciento; Integral, 7,24 por ciento; la
Gobernación, 6,42 por ciento; y 55 pequeños ac-
cionistas privados, con el 8,50 por ciento.
Al contrario, la mayoría de los socios, tan nece-
sitados de plata y obra, le ratificaron, por unani-
midad, a Alberto Piedrahíta la carta blanca que
le habían dado para que “obtenga las líneas de
crédito internacionales necesarias para la finan-
ciación total del proyecto Pescadero-Ituango en
dólares, negocie las tasas de interés, la forma de
aplicación de los fondos, la auditoría interna-
cional, escoja el banco fideicomisario local, abra

46
La central de
las ambiciones
y maneje cuentas bancarias nacionales e inter-
nacionales y cumpla cualquier exigencia inter-
nacional, por parte de Meridian International
Fund, para obtener la financiación del proyec-
to, prescindiendo si fuera el caso de las etapas
previamente programadas”.
Y no sólo empoderaron en sus gestiones de
financiación a Piedrahíta, quien ya era visto
como un Mesías. Bajo el embrujo de Meridian,
esos mismos socios se “repartieron” anticipa-
damente los beneficios, dejando para la historia
la mejor evidencia de que Pescadero Ituango es
la central de las ambiciones. Cada cual buscó
asegurar, para sí, la mejor tajada del negocio.
Así lo reveló este periodista en El Colombiano,
el lunes 5 de marzo de 2001, respaldado en ac-
tas de la misma Promotora:
“El Departamento de Antioquia le apuntó a una
comisión del 0.5 por ciento sobre las ventas brutas
de energía que generara la hidroeléctrica.
La sociedad llegó a plantear que si sus esfuerzos
e inversiones resultaban en la implementación
del proyecto, entonces los socios recibirían una
comisión de éxito por su labor de promotores.
En la asamblea del 16 de diciembre de 1999 se
propuso que, por estatutos, los diseños de la obra
fueran realizados por firmas antioqueñas, lide-
radas por Integral.
Las firmas de ingeniería no se quedaron atrás. En
la asamblea del 24 de noviembre de 2000 el direc-
tor de Acic Antioquia, Oscar Velásquez Johnson,
propuso que se incluyera en los estatutos un texto
mediante el cual se delegara en Acic la conforma-

47
La central de
las ambiciones
ción de un consorcio con el cual se contrataran las
obras de la etapa constructiva del proyecto.
Finalmente, el 20 de diciembre de 2000 el gerente
y su asesor, José María Prada, propusieron a la
Junta que el contrato de los diseños le fuera ad-
judicado al consorcio Integral, CEDIC (sic), Mejía
Villegas, Estec y C.C.C. Objeciones: El contrato no
se había estudiado por una comisión de juristas
especializados. La sociedad no tenía Estatuto de
Contratación. Y mal se haría en adjudicar un con-
trato para el cual no había dinero.
Prada insistió, con el argumento de que no ad-
judicar y dejar de firmar el contrato “retrasa-
ría 6 meses la ejecución total del proyecto. El
ambiente estaba caliente, porque ya Meridian
había anunciado la llegada del primer desem-
bolso de 42 millones de dólares”.
Pero las semanas pasaban y el desembolso no
llegaba. Una de las razones era absurda: La
misma sociedad que iba a tomar un crédito de
1.420 millones de dólares, llevaba un año colga-
da en el pago de 93 millones de pesos a Isagén
por unos terrenos. Por lo tanto, al carecer de
los títulos de propiedad no podía pignorar 743
hectáreas que ofreció dentro del paquete inicial
de garantías a la Meridian.
Fuera de ello, la Sociedad de Pescadero se es-
tremecía internamente. El 13 de diciembre de
2000 quedaron en el limbo dos de sus más im-
portantes accionistas: Isagén había traspasado
a Empresas Públicas de Medellín las acciones
que tenía en Pescadero, pero EPM las rechazó y
dijo que no asistiría a la junta. Eade, por su lado,

48
La central de
las ambiciones
notificó que su participación pasaría al Depar-
tamento y que por ello tampoco iría a la Junta a
tomar decisiones que ya no le competían.
Aún así, Piedrahíta y la Meridian siguieron
adelante con el desembolso, que para entonces
se anunciaba podría llegar, a más tardar, el 20
de diciembre de 2000. La plata estaba encima
y sólo en esas condiciones a la Junta Directiva
se le ocurrió preguntarle a Piedrahíta qué tipo
de documentos o contratos había suscrito. Solo
queda pendiente un pagaré, les respondió el di-
rectivo. La Junta, de todas formas, insistió en la
necesidad de una asesoría jurídica por parte del
Instituto para el Desarrollo de Antioquia (Idea)
para el proceso contractual.
Las semanas pasaban y ni el pagaré ni el crédito
se materializaban. Los socios de Pescadero co-
menzaron a desesperarse cuando Piedrahíta no
les hacía llegar información acerca del contra-
to de financiamiento que supuestamente había
suscrito con la Meridian International Fund.
El 5 de febrero de 2001, ya bajo la gobernación de
Antioquia de Guillermo Gaviria Correa, el Idea
le preparó al mandatario un informe en el que le
advirtió que “a la fecha no existe ni contrato de
financiamiento ni pagaré, en consecuencia no hay
conocimiento de las cláusulas ni estipulaciones
del posible contrato de financiación”.
El otro “socio” que casi se infarta cuando cono-
ció de las gestiones de financiamiento de Pie-
drahíta fue EPM. Hasta la era de Piedra el gru-
po empresarial se había negado a participar en
Pescadero, pues, entre otras razones, le había

49
La central de
las ambiciones
estado apostando a la compra de Isagén, para
quedarse con el 25 por ciento del mercado eléc-
trico colombiano. A pesar de sus pesares, ya era
en ciernes el socio de mayor peso de la Promo-
tora. A través de Eade, firma que controlaba, te-
nía el 19,27 por ciento de Pescadero. Y si acepta-
ba las acciones del proyecto que le había cedido
Isagén, sumaba otro paquete del 14 por ciento.
Aunque Piedrahíta no los reconocía como ac-
cionistas, de todas maneras tuvo que sentarse
con EPM el 2 de febrero de 2001 para explicar
sus gestiones. Entonces salió a relucir que el
crédito de 1.420 millones de dólares se tramita-
ba, realmente, a través del First Union Bank, del
cual Meridian sería accionista.
Este periodista contactó a voceros del First Union
Bank en Colombia, quienes le manifestaron que
no conocían a Meridian. Menos, aún, estaban tra-
mitando el citado crédito. La entidad solo le pres-
taba en el país al sector bancario. No hacía nada
de banca personal. Lo único que financiaba era
comercio exterior a los bancos colombianos.
Al First Union el asunto le dejó mala espina y
advirtió que algo malo se podría estar cocinan-
do. Su intuición estaba motivada en tres hechos:
Primero, en el país existían comisionistas de bolsa
que manejaban unos fondos llamados Meridian,
cuya sede estaba en Boston, Estados Unidos. No
obstante, el Meridian del que se hablaba en el caso
de la financiación de Pescadero-Ituango fue crea-
do en Miami en noviembre de 2000.
Segundo, First Union no prestaba plata, pues
era un banco de segundo piso.

50
La central de
las ambiciones
Y tercero, antes se había dicho que la operación
se efectuaría a través del Deutsche Bank y éste
tampoco estaba metido en el negocio.
Uno de los socios de la Promotora le solicitó
información de los financistas del proyecto a
la U.S. Securities & Exchange Commission,
que guardadas las proporciones era como
la Superfinanciera de los Estados Unidos.
La misma respondió que ni el Banmeridian
ni Meridian International Fund estaban re-
gistradas ante esa entidad y, por prudencia,
aconsejaban ser cautos al momento de nego-
ciar con organizaciones no registradas.
A Piedrahíta se le cayó su castillo encantado.
Meridian expidió un comunicado y anunció
que “después de conocer las inquietudes de los
nuevos socios del proyecto, se deben suspen-
der los trámites mientras se concluye definiti-
vamente si (Pescadero-Ituango) es una empresa
pública o de carácter privado”. El nuevo socio
que se menciona es la experimentada EPM.
A Meridian, según dijo el intermediario, le pre-
sentaron el proyecto como si se tratara de una ini-
ciativa privada, desconociendo que para la época
el 79,4 por ciento de la Promotora era de capital
público. Por eso, aunque por estatutos la promo-
tora fuera una sociedad comercial, del tipo de las
anónimas, constituida como una empresa de ser-
vicios públicos mixta del orden departamental, al
momento de hacer contratos de crédito público
tenían que tramitar una autorización del Ministe-
rio de Hacienda y Crédito Público.
De paso, eso obligaba también a la Meridian a

51
La central de
las ambiciones
tener que inscribirse ante el Banco de la Repú-
blica para el manejo de recursos en moneda ex-
tranjera. Ni lo uno ni lo otro se hizo.
El gerente perdió la credibilidad de los socios,
incluyendo la de los más pequeños, que eran
los más necesitados de este oxígeno. El directi-
vo presentó su carta de renuncia, la misma que
le fue aceptada.
Sin embargo, aún quedaba por rescatar de las
penumbras de Pescadero una de las más bellas
páginas de nuestro Macondo empresarial: El
trámite en Miami del crédito de 1.420 millones
de dólares con la Meridian.
El préstamo lucía como un auténtico Potosí. En
el 2001 EPM tenía deudas por 900 millones de
dólares, mientras que las de Isagén eran de 600
millones de dólares. Como se ve, no era menu-
da lo que iba a conseguir Piedrahíta.
Un empresario que junto con otros 11 tramitaba
por la misma época en Miami un crédito con la
Meridian y la BPS, vio con sus propios ojos cómo
el gerente de la Promotora de Pescadero Ituango
firmó un contrato con Meridian sobre las condi-
ciones crediticias, o sea las tasas de interés, los
plazos y otros requisitos. El documento estaba en
inglés, no tenía copia en español y “todos los que
estábamos allí le ayudamos a traducirlo”.
Al hombre de negocios le causó extrañeza el trá-
mite que hacía el representante legal de la Pro-
motora, porque Meridian trabajaba básicamente
en el financiamiento de iniciativas privadas y en
Pescadero era mayoritario el capital público.
Igual que los otros empresarios colombianos, Pie-

52
La central de
las ambiciones
drahíta estaba listo para firmar el pagaré. La fuen-
te empresarial dijo que el documento existió y el
gerente de Pescadero lo tuvo en sus manos. Sin
embargo, no se pudo tramitar porque tenía un
error. El detalle propio de nuestro realismo mági-
co es que el funcionario no podía esperar a que le
enmendaran el error del tan ansiado y millonario
documento, porque tenía que salir corriendo para
el aeropuerto, pues temía perder el avión que lo
traería de regreso a Medellín.
El novelón del Hombre al que con la cédula le
iban a prestar 1.420 millones de dólares fue publi-
cado con todos sus detalles en el diario El Colom-
biano por Juan Diego Restrepo y este periodista.
Las historias precipitaron la renuncia de Alberto
Piedrahíta a la gerencia de Pescadero y también
fueron materia prima para las investigaciones
que efectuaron los organismos de control.
Esa segunda parte de la historia la escribieron los
mismos funcionarios de EPM y el Idea que le hi-
cieron una auditoría a los estados financieros de
Pescadero, con corte al 31 de diciembre de 2000.
El peculiar estilo administrativo de Piedrahíta
es un buen manual de cómo no se debe mane-
jar una sociedad. Grande o chiquita. Y mucho
más si es tan monumental como la que tiene
la responsabilidad de promover y construir
la central hidroeléctrica más impactante del
país en mucho tiempo.
El modelo de Piedra tiene tres tomos de obligato-
ria consulta. El informe de auditoría financiera a
los balances a 31 de diciembre de 2000, realizado
por funcionarios de EPM y el Idea. El informe de

53
La central de
las ambiciones
auditoría y gestión de resultados a la hidroeléctri-
ca Pescadero Ituango en el período julio 1998-ju-
nio 2001, que hizo la Contraloría General de An-
tioquia. Y el Auto 417 del 3 de julio de 2003 en el
que el despacho del Contralor General de Antio-
quia, Rodrigo Flórez Ruiz, resolvió un recurso de
apelación y confirmó un fallo que declaró respon-
sables fiscalmente a Alberto Piedrahíta Muñoz y
al contador de la Promotora en una cuantía de 77
millones 563.472 pesos.
Allí, literalmente hablando, hay de todo.
Por ejemplo, más de 22,5 millones de pesos
gastados para el trámite del fallido crédito con
la Meridian. La Contraloría afirmó que “no
hay documentos donde conste que los dineros
fueron recibidos por la firma intermediaria fi-
nanciera BPS. Solo aparecen recibos de consig-
nación a nombre de los funcionarios Luis Fer-
nando Medina y Fanny Gómez”.
Los auditores hallaron la orden de pago 668 de
octubre 5 de 2000, por 400.000 pesos, al señor
Walter Castaño. Este se desempeñaba como
mensajero. El concepto del pago era una “comi-
sión en venta de acciones, desembolso que no
está estipulado en los estatutos ni autorizado
por la Junta Directiva”.
Se compraron libros, textos de consulta y algu-
nos muebles, enseres y equipos de oficina que
no se encontraron en la sede de la Promotora.
También hallaron comprobantes de pago que
no son coherentes con los soportes que se re-
lacionan: Una orden de pago a Hugo Giraldo
Salazar por más de 1,9 millones de pesos por

54
La central de
las ambiciones
reembolso de gastos durante las vacaciones del
gerente, no tiene soportes, pero se anexa un in-
forme del Congreso de Cámaras de Comercio
en Francia y unas fotografías. Otra orden de 1
millón 250.000 pesos por concepto de relaciones
públicas se ampara en una factura del almacén
Superley por la compra de un horno microon-
das que se entregó al personero de Ituango.
Aparecen pagos por más de 9,5 millones de pe-
sos a favor de Juan José Gómez. Los conceptos
son variados. Desde la asistencia a la Junta Di-
rectiva como secretario General, hasta estudios
turísticos y un show musical. Dice la Contra-
loría que “en respuesta dada al gerente Carlos
Wolf Isaza sobre solicitud de informe de labo-
res, (Gómez) afirma no haber tenido contratos
con la hidroeléctrica”.
A este inventario se añade un manejo de los antici-
pos que no permite ejercer control sobre los mismos.
Creación de cargos por parte del gerente extra-
limitando sus funciones.
Convenios y acuerdos del Gerente con terceros,
sin la aprobación de la Junta.
Altos costos de honorarios por servicios de con-
tabilidad que no corresponden a la complejidad
de la empresa, volumen de operaciones y cali-
dad del servicio prestado.
Manejo de anticipos y préstamos con Integral
para la cancelación de sus aportes de capital.
Gastos soportados con volante de pago con la
tarjeta personal del Gerente.
Errores de cálculo y digitación en el libro
de accionistas.

55
La central de
las ambiciones
Algunos aportes se pagaron con cheques que
posteriormente fueron devueltos y reconsigna-
dos, sin embargo estas operaciones no estaban
debidamente soportadas, imposibilitando el
control y seguimiento de las mismas.
La gerencia no exigía el cumplimiento de las
cláusulas establecidas en el contrato en lo re-
ferente a: Presentación de cronograma de acti-
vidades, avance del objetivo de los contratos y
aceptación de los informes de actividades.
Con la Corporación para la protección y edu-
cación ambiental “Artemisa” se contrataron
avalúos de predios, “sin embargo no se sus-
cribió ningún contrato escrito que establecie-
ra los servicios, los precios negociados por
cada avalúo y la forma de pago”.
Se incurrió en gastos por valor aproximado de
19,9 millones de pesos por concepto de instala-
ción, ornamentación y mejoras físicas de la casa
sede. “Llama la atención, por su cuantía, y por la
falta de un documento de análisis y justificación
de los gastos incurridos en la compra de plantas
por 2,1 millones de pesos y la compra y enmarca-
ción de cuadros por 1,7 millones de pesos”.
Y un detalle para rematar: “Se encontraron pa-
gos por un valor aproximado de 4,6 millones
de pesos a cadenas de supermercados, algunos
están soportados con facturas por compra de
artículos de la canasta familiar y otros solo con
tiquetes de pago de la tarjeta personal del ge-
rente, Dr. Piedrahíta. No fue posible establecer
con qué objeto se hacían estas compras y el des-
tino de estos artículos”.

56
La central de
las ambiciones
A juicio de la Contraloría, la responsabilidad
fiscal de los funcionarios se estableció porque
hubo “una conducta dolosa o culposa atribui-
ble a una persona que realiza gestión fiscal. Un
daño patrimonial al Estado. Y un nexo causal
entre los dos elementos anteriores”. Según Ro-
drigo Flórez Ruiz, titular del ente de control que
firmó el fallo de responsabilidad fiscal, contra
esa providencia no procede recurso alguno.
Así terminó la historia del primer gerente de Pes-
cadero Ituango, el mismo que creyó ver cómo la
Virgen había encarnado en la Meridian Interna-
cional Fund. A esa misma Meridian el experi-
mentado presidente de una de las más respetadas
firmas de ingeniería del país, y luego nombrado
gerente General de EPM en el 2008, la llegó a cali-
ficar como “un rival del Banco Mundial”.

57
La central de
las ambiciones
N o me r o b é u n p es o

Piedrahíta, o el “brujo”, realizó su sueño de ver


convertida en realidad la mayor hidroeléctrica
colombiana, poéticamente hablando, por su-
puesto. En su finca del oriente antioqueño, en
donde se dedica al cultivo de tomates en inver-
nadero, aprovechó las aguas y montó una pe-
queña represa a la que bautizó Pescadero II.
Está tranquilo. Reconoce que, efectivamente, se
gastó lo que dicen los auditores del Idea y EPM,
al igual que los funcionarios de la Contraloría
que lo responsabilizan de un detrimento patri-
monial. Pero afirma que todos ellos se equivo-
can en la interpretación de los hechos. Que él
no estaba obligado a seguir la Ley 80, de contra-
tación administrativa, sino las normas del Có-
digo de Comercio. Que tenía facultades como
gerente de la Promotora para hacer contratacio-
nes hasta por 172 millones de pesos de la época.
Que en uso de esas atribuciones realizó diversas
actividades de promoción, incluyendo la traída
a Medellín de unos indígenas de Ituango para
que conocieran la Asamblea y con los cuales se
estaba negociando su reubicación.
De igual manera, sostiene que está listo para ir
a donde sea a defender sus actuaciones. Por úl-

58
La central de
las ambiciones
timo, anota que llevó al Contencioso Adminis-
trativo el fallo fiscal que lo condena al pago de
más de 77,5 millones de pesos y que confía en
que la justicia le llegará, así sea tarde.
Sin reservas de ningún tipo, Piedrahíta aceptó
el siguiente diálogo:
- ¿En qué va el fallo de la Contraloría General de
Antioquia que lo declara a usted y en forma solida-
ria al doctor Hugo Giraldo como responsables de un
detrimento patrimonial de 77,5 millones de pesos?
“Nosotros apelamos ante el Contencioso Admi-
nistrativo. Yo no sé si usted sepa cuál es el ori-
gen de esos 77 millones de pesos”.
- Según se lee en el fallo, a ustedes les imputan un
detrimento patrimonial por esa suma.
“Dicen los funcionarios que hubo detrimento patri-
monial. Pero yo tenía una revisoría fiscal de acuerdo
con la norma estatutaria de Pescadero y la Ley 142.
Esa revisoría nunca nos glosó nada. El camino era
que si había alguna glosa era a través de Asamblea.
Allí se enteraban los socios del estado de las cuentas,
los informes y la parte contable con 20 días de ante-
rioridad a la reunión y allí se hacían las observacio-
nes o imputaciones y se aprobaban o improbaban.
Ese camino no se dio, porque EPM en un momento
dado se metió y no se efectuó la asamblea del 2001
ni se dejó dar el informe de nada. Y dijo que todos
los informes pasaban a una comisión especial de re-
visoría, pretermitiendo el informe que para ese mo-
mento estaba dando la revisoría fiscal que siempre
tuvo pescadero.
En un momento dado EPM se brindó la asam-
blea, la ley 142 y el Código de Comercio, que es

59
La central de
las ambiciones
el que rige la hidroeléctrica Pescadero Ituango,
porque esa fue la norma estatutaria que me en-
tregaron. Cuando no se dieron los pasos dentro
de la asamblea, como decía el estatuto, sino que
los pasos se dieron por fuera de ella, entonces
los funcionarios que examinaron eso dijeron
que se había pretermitido la ley 80 y que había
habido un detrimento patrimonial.
¿Que por qué? Que porque a los indiecitos que
traje de Orobajo y Barbacoas, a una pensión
cualquiera del Norte, no tenían los recibos co-
rrespondientes. Y que los viajes que yo hice a
Bogotá y Cartagena para conversar con las co-
munidades negras que iban a financiar el pro-
yecto, no estaban autorizados. Yo no necesita-
ba esa autorización, porque los estatutos que
manejaba decían que el gerente tenía autoriza-
ción hasta 172 millones de pesos, para la épo-
ca, y que era el gerente promotor. En fin, hay
una cantidad de glosas que, a juicio de los que
examinaron eso, del Idea y EPM, estaba preter-
mitiendo la Ley 80, lo cual es cierto, porque yo
nunca tuve en cuenta la Ley 80 absolutamente
para nada, sino otras leyes. En esas estamos”.
- ¿Y el contencioso administrativo no ha fallado so-
bre ese tema?
“Eso se demora mucho. Yo en un momento
dado tengo una contrademanda. Todos los gas-
tos sí los hice, pero tenía autorización para ello
de acuerdo con las normas estatutarias”.
- Según el último reporte de Alejandro Estrada como
gerente de Pescadero Ituango, ustedes tienen embar-
gadas algunas cuentas.

60
La central de
las ambiciones
“Yo tengo embargado lo que tenía… es que los
últimos gastos, del orden de 40 millones de pe-
sos, los hice de mi cuenta. Pescadero no tenía
plata para pagar esa parte. El Gobernador de
entonces, Guillermo Gaviria, estaba en que me
recibía o no y nunca me recibió. Nunca tuve
interlocución con la nueva Junta Directiva. Yo
hice una renuncia motivada y después de esta
se demoraron tres meses para recibirme. Enton-
ces dejé un informe. Me enviaron a alguien que,
sin posesionarse, quería enterarse de lo que era
Pescadero. Me reuní durante un mes, día y no-
che, con el doctor Carlos Wolf, quien se apren-
dió de memoria a Pescadero.
Repasamos la parte técnica, jurídica, geológica,
contable, administrativa, absolutamente todo y
sobre eso hice un libro de entrega. Finalmente
nombraron a Wolf de gerente, pero duró poco.
Por otro lío que hubo en la Gobernación de An-
tioquia, salió Héctor Quintero de la Secretaría
de Hacienda y pasaron ese cargo a Wolf.
Este se enamoró de Pescadero en todos los as-
pectos. Y me prometió, como ingeniero y cole-
ga, que cuando se termine Pescadero me haría
un monumento. Acepto el monumento, le dije,
pero éste no es tan importante como que se haga
Pescadero. Eso se enguaraló, porque él era de
la parte liberal oficialista de Samper presiden-
te, contra una presidencia del disidente Álvaro
Uribe. Eran dos grupos liberales peleando y en
la mitad estaba yo”.
¿Está tranquilo frente a ese fallo de responsabilidad
fiscal? ¿Cree que saldrá bien librado?

61
La central de
las ambiciones
“Yo espero salir bien librado. Aunque he tenido
muchas congojas y muchas tristezas. He gasta-
do tanto tiempo en promover las cosas de An-
tioquia. Me siento padre de la Cooperativa de
Consumo; padre de la Universidad Cooperati-
va, porque fundé Indesco que fue su comienzo;
fundé la Casa del Ingeniero; dentro de la SAI
promoví muchas carreteras y en el año 70 fui
promotor del José María Córdova y fundador
de las veedurías cívicas para salvar las grandes
obras de Antioquia.
Llegar a mi parte final de promover a Pescade-
ro y todo en la parte técnica, económica, jurídi-
ca, siempre estar al pie y finalmente ese trago
de un juicio por simplemente mala interpreta-
ción de unos funcionarios, me dejó muy triste.
Pienso que la justicia cojea, pero llega y llegará
el momento en que yo gane.
Yo sí me gasté la plata. Pero no me he robado
nada. Al contrario, lo que yo ganaba en la hi-
droeléctrica me lo gastaba en relaciones públi-
cas, en Bogotá, en Medellín, en Cartagena, en
Francia con Andrés Uriel Gallego.
Yo conservo toda la documentación y no me
tiene que ocultar de lo que he dicho absoluta-
mente nada. Nada de nada. Estoy dispuesto a
ir a los juzgados y a donde sea, porque la plata
sí me la gasté en buñuelos para atender a los in-
diecitos de Barbacoas y Orobajo, para conven-
cerlos, llevarlos a la Asamblea Departamental
con espejos y decirles que aquí se hizo la orde-
nanza y que firmen porque ustedes van a que-
dar en mejores condiciones.

62
La central de
las ambiciones
Ellos firmaron varias cosas: Uno, que no ponían
obstáculos ni un futuro intermediario. Dos, que
Pescadero se comprometía a respetarles la opción
de pasarse más arriba, porque no querían aban-
donar la región y tenían visto a dónde se iban a
pasar. Tres, que ellos, con la asesoría de Pesca-
dero y Alberto Piedrahíta, que había construido
90 urbanizaciones en el Instituto de Crédito Te-
rritorial (ICT), construirían las urbanizaciones de
ellos, con el trabajo de ellos, pagándoles su trabajo
cooperativo. Tendrían su pueblo, con iglesia, cen-
tro de salud, cancha deportiva. No pedían mayor
cosa. Tan solo que no los desplazaran de la región
y que les pagaran su trabajo.
Obviamente había que hacer eso. Como conocía
en detalle el atropello de EPM en El Peñol, en la
época de Diego Calle Restrepo, un hombre muy
ejecutivo, pero muy mandón, no quería que se
volviera a presentar un problema como ese. Die-
go Calle, para que usted sepa, era un Ramiro Va-
lencia Cossio, multiplicado por cuatro o cinco. Y
no le estoy exagerando, porque mi sicología y mi
parapsicología y mi brujería de algo me tiene que
servir. Yo mismo decía que iba a hacer brujería de
la buena, y la sigo haciendo”.

63
La central de
las ambiciones
Y E P M e nt r ó en es c ena

El capítulo de Piedra en Pescadero Ituango sir-


vió para que EPM asumiera el 32 por ciento de
las acciones que tenía en la hidroeléctrica, a tra-
vés de Eade y el paquete que hasta el momen-
to no había querido recibir de Isagén. Al dar la
noticia, el alcalde Luis Pérez Gutiérrez anunció
que “si Empresas Públicas es hoy la empresa
más calificada de América Latina en servicios
públicos, si el Municipio de Medellín es el due-
ño de 25 empresas por todo el país, es hora de
que nosotros miremos también a los demás mu-
nicipios del Departamento”.
Con cierta dosis de mea culpa, en Empresas Pú-
blicas de Medellín reconocieron que hasta el es-
cándalo denunciado por El Colombiano no le ha-
bían puesto mayor atención al megaproyecto.
También asumieron el rechazo de las accio-
nes de esta promotora que iban a recibir de
Isagén. Y el de los otros títulos que dejaron
de lado cuando en el 2000 compraron el 32
por ciento de Eade; lo que EPM afirma es que
tales acciones, al igual que unas minas y pro-
yectos como la Vuelta y La Herradura, care-
cían de valor al momento de la negociación
y se acordó que el precio cierto sólo se vería

64
La central de
las ambiciones
cuando se realizaran o vendieran. Por lo tan-
to, lo que a Eade le tocaba capitalizar termi-
naba asumiéndolo la Gobernación.
Al llegar a Pescadero y comenzar a orientar la
Junta, EPM tenía claro que una central de 4.000
megavatios de capacidad instalada era una
amenaza para ella, porque podría desbaratar
los precios de la energía.
La primera tarea que se acometió fue poner en
orden la casa. Esto es, corregir el desorden ad-
ministrativo que dejó Piedrahíta.
Lo segundo, era resolver inquietudes en el
campo ambiental y técnico, definir el adecua-
do tamaño de la presa y los demás asuntos
centrales de una hidroeléctrica. En eso se in-
virtieron los primeros dos años.
Luego se definió un plan de trabajo con hori-
zonte 2003-2007 y un costo de 6.400 millones
de pesos. El mismo incluía un programa de
capitalizaciones para el funcionamiento de
la sociedad y para la realización de los estu-
dios que estaban pendientes. Así mismo, se
reconoce que, por su amplia experiencia en el
desarrollo de proyectos hidroeléctricos, Em-
presas asumió el control y la responsabilidad
técnica de Pescadero Ituango.
Ni el Idea, ni la Gobernación, ni los pequeños
accionistas privados, ni Eade, que era más dis-
tribuidora de energía que generadora, tenían
tanta solvencia técnica como EPM. Esa autori-
dad ningún socio de Pescadero la puso en cues-
tión. Pero sí la manera como se demostraba, se-
gún voceros de los minoritarios privados.

65
La central de
las ambiciones
Así se metió EPM de lleno en el corazón de
Pescadero Ituango, con funcionarios de la
subgerencia de Planeación de Generación de
Energía, comenzando con Ana María Calle,
hija del muy recordado gerente General de
EPM, Diego Calle Restrepo, y luego con Luis
Carlos Rubiano Ortegón.
Con este experto guía se efectuaron, por ejem-
plo, los estudios de restricciones ambientales,
y se encontró que los obstáculos no eran insal-
vables y que el proyecto podía seguir su curso
normal. Más adelante se realizó el estudio de
factibilidad técnica y económica, el mismo que
se contrató con Integral, y contó con la inter-
ventoría de EPM. A este contrato se le adicionó
el estudio de impacto ambiental, al igual que el
estudio de la conexión de la central al Sistema
de Transmisión Nacional (STN), para lo cual
Integral hizo un subcontrato con ISA.
El plan de trabajo también incluyó la reali-
zación del estudio de mercado y la evalua-
ción financiera del proyecto. Este análisis se
contrató en el 2007 con EPM. Sin embargo, el
enfoque tradicional para este tipo de análisis
cambió, en virtud de la salida gradual del lla-
mado cargo por confiabilidad.
Así, una pregunta central que debían respon-
der los socios de Pescadero era si entraban o no
en la subasta de energía de la Creg. Según las
simulaciones de EPM, no participar en esta su-
basta era renunciar a unos ingresos del orden
de 105 millones de dólares.
En la subasta apenas se entró con la oferta del

66
La central de
las ambiciones
13 por ciento de la energía firme de Pescadero
Ituango. Eso le permitirá gozar de unos ingre-
sos anuales de 15 millones de dólares, durante
20 años, contados a partir del año 2018.
La participación en la subasta de energía la
aprobó la Junta directiva en diciembre de 2007
y en la asamblea del 30 de enero de 2008 se le
dio la bendición a la inyección de recursos fres-
cos que tal decisión implicaba: 55.000 millones
de pesos para hacer estudios y mantener en
funcionamiento la sociedad, los cuales se deben
hacer gradualmente entre marzo de 2008 y di-
ciembre de 2009; más 85.000 millones de pesos
para las garantías que exigía la participación en
la subasta, suma que, finalmente, bajó a unos
35.000 millones de pesos.
Datos aportados por EPM indican que para el
período 2008-2010 la sociedad requiere un pre-
supuesto de 148 millones de dólares. Es decir,
unos 296.000 millones de pesos. Pero también
tiene la posibilidad de asegurar más ingresos
futuros, porque Pescadero podrá participar en
más subastas de la Creg para garantizar el su-
ministro de energía para el 2019 y 2020.
El caso es que EPM realizó su estudio de mer-
cado en medio de las nuevas realidades regu-
latorias del sector eléctrico y se encontró con
que, en el mejor de los casos, el Valor Pre-
sente Neto (VPN) de Pescadero podría llegar
a 800 millones de dólares. Esta cifra supera
los 696 millones de dólares de los que habla
la controvertida estimación de valor que hizo
Corficolombiana para el Idea.

67
La central de
las ambiciones
Analistas de EPM enfatizan ese “en el mejor
de los casos” el VPN puede llegar a los 800
millones de dólares, porque de todas ma-
neras en el desarrollo de este tipo de obras
siempre surgen imprevistos. Por ello es usual
que se contemple por concepto de riesgos el
equivalente al 30 por ciento del valor total. La
demanda de energía varía. También cambian
los precios de materiales básicos, como el ace-
ro y el concreto, para citar apenas un par de
casos. Y hasta con los proveedores de equipos
se presentan contingencias.
No es cuento. Porce III, por ejemplo, es una
central que sobre el papel los técnicos de EPM
tasaron en 600 millones de dólares durante la
gerencia General de Iván Correa Calderón y
ahora está acariciando los 1.200 millones de
dólares en la administración de Federico Res-
trepo Posada quien, junto con el gerente de
Energía, Jesús Arturo Aristizábal Guevara,
insiste en que allí no hay sobrecostos, sino
ajustes en los presupuestos.
Esas variaciones no se dan solo en las gran-
des centrales.
Bonyic, el único proyecto de internacionaliza-
ción que tiene EPM para mostrar hasta el mo-
mento de escribir este libro, también ha tenido
extracostos sorprendentes. De los 30 millones
de dólares iniciales que valía esta hidroeléctrica
que se levanta en Panamá, se ha pasado a 100
millones de dólares. De un lado están los pro-
blemas con unas comunidades indígenas que
han retrasado su desarrollo. Pero del otro hay

68
La central de
las ambiciones
insumos disparados, como el concreto, que en
dos años pasó de 250 a 400 dólares la tonelada.
La ventaja en Panamá es que el precio de la
energía se ha multiplicado por cuatro, lo cual
ayudará a cuadrar el balance.
Hasta con los fabricantes de las turbinas y
demás equipos hay escollos. Cuando estos se
encuentran copados, para que atiendan un
pedido hay que pagarles sobreprecios que
llegan al 20 por ciento.
Por todo ello, en las simulaciones de estos pro-
yectos se tiran cuentas con riesgos que pesan
un 30 o 40 por ciento dentro del total.
En el caso de Pescadero Ituango, en EPM se afir-
ma que es tan bueno el proyecto, que inclusive
aguanta sobrecostos del 40 por ciento. En un es-
cenario tan negativo como este se castiga la ren-
tabilidad del proyecto, al punto de bajar su Valor
Presente Neto a unos 200 millones de dólares.
Dicho por las mismas EPM, que en el 2002 con-
ceptuaron que Pescadero Ituango no era viable,
estas palabras cobran hoy una gran importan-
cia: Con todos los riesgos que tienen este tipo
de obras, Pescadero Ituango siempre será la
central más barata dentro del catálogo de pro-
yectos que hay disponible en el país■

69
La central de
las ambiciones
Capítulo 3

LOS SOCIOS NO
ERAN ANGELITOS
“Seamos menos caníbales y trabajemos más en
equipo para sacar adelante los grandes proyectos de
desarrollo, como los túneles de Oriente y Occiden-
te, la Doble Calzada Bello-Hatillo, la Hidroeléctrica
Pescadero-Ituango y la Troncal del Nordeste”.
Este llamado lo hizo el 4 de marzo de 2001 Ós-
car Velásquez Johnson, por entonces director
Ejecutivo de la Asociación Colombiana de Inge-
nieros Constructores capítulo Antioquia (Acic),
un gremio que se unió con otros para formar la
Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI),
y al que pertenecían 55 firmas accionistas de la
Promotora de Pescadero Ituango.
El dirigente gremial les pidió a sus propios cole-
gas que avizoraran el futuro con telescopio, en
lugar de hacerlo con microscopio. “Sabemos que
hay ideas diferentes sobre estos megaproyectos y
las respetamos, pero no las compartimos”. Como
casos particulares destacó el Túnel de Oriente y la
Hidroeléctrica Pescadero-Ituango, para las cuales
existían alternativas de financiamiento.
El telón de fondo de este pronunciamiento fue la

70
La central de
las ambiciones
publicación en El Colombiano de la alucinante
historia de Alberto Piedrahíta Muñoz y el crédi-
to de 1.420 millones de dólares para financiar la
construcción del megaproyecto hidroeléctrico.
La frustrada operación con la Meridian Interna-
cional Fund dejó con los crespos hechos a los afi-
liados de Acic, quienes habían pedido para ellos
el contrato de construcción de la poderosa central.
Las mismas cuentas alegres hizo Integral, pero
con los estudios que demandaba el proyecto.
El canibalismo del que tanto se dolía Velásquez
Johnson era realmente más fuerte e inquietante
al interior mismo de Pescadero Ituango y sirve
de paso para rebatir el criterio de quienes pien-
san que los socios de este proyecto vivían tan
mansa y armoniosamente como las bestias en el
primigenio Paraíso Terrenal.
Entre los testigos de excepción, y de alguna mane-
ra víctima de estos sucesos, está Alejandro Estrada
Echeverri, quien durante seis años se desempeñó
como gerente de la sociedad Pescadero Ituango.
A escasas 72 horas de dejar el cargo (el 29 de
agosto de 2008), el funcionario sentía que se iba
a quitar de encima, no un piano, sino medio Edi-
ficio Inteligente. De la otra mitad sostuvo que ya
se había liberado 16 años atrás, cuando salió de
EPM en medio de lo que él tipifica como un acoso
laboral por parte de la tecnocracia del grupo em-
presarial. En este último, sin embargo, reportaron
que en los archivos consta que el señor Alejandro
fue destituido de su cargo por incumplir con sus
obligaciones y por disponer de recursos de la em-
presa para sus tareas personales.

71
La central de
las ambiciones
La versión contada por Estrada Echeverri es la
historia de una doble persecución por parte de
funcionarios de Empresas Públicas de Mede-
llín. El primer capítulo comenzó en 1975 cuan-
do ingresó a EPM. La organización era domina-
da por los muy ilustres egresados de la Escuela
de Minas y, según el funcionario, allí no vieron
con buenos ojos la llegada del ingeniero civil de
la Universidad de Medellín.
Entró a un cargo nuevo, tanto en las Empresas
como en el país mismo: Coordinador del control
de pérdidas de acueducto. Tan costosas eran estas
ineficiencias, que en 1977 logró llamar la atención
del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
para que le otorgara a la organización un crédito
de 6,6 millones de dólares para cambiar medido-
res y acometidas. El reto, en diez años, era bajar
el porcentaje del 44 al 35 por ciento. Se quedaron
en el mismo 44 por ciento, pero Estrada argumen-
ta en su defensa que si no se hubiera realizado el
programa de control ese indicador habría saltado
la barrera del 50 por ciento.
De la mano del BID hizo sus primeros pinitos como
consultor internacional, en países como Nicaragua
y Paraguay. Igual papel de asesor prestó en diversas
capitales colombianas, con lo cual, asegura, desper-
taba más envidias entre los mandos medios que no
toleraban su éxito. Esas asesorías se mantuvieron in-
clusive después de que lo bajaron al cargo de inge-
niero raso, en la misma área, pero con un sueldazo.
¿Y por qué aguantó tanto?
- Mi orgullo y mi amor a EPM no me dejaban salir.
Ese orgullo y amor le duraron hasta el primero

72
La central de
las ambiciones
de septiembre de 1991. A partir de entonces se
metió de lleno en la consultoría internacional,
trabajando para organismos como el BID y el
Banco Mundial. En eso estuvo 10 años.
Al cabo de ocho años de destierro voluntario
en Bogotá, Estrada quiso retornar a Medellín.
Su hija, Isabel Cristina Estrada Cano, ex reina
de belleza, laboraba en la Oficina de Fomento y
Turismo y era una de las funcionarias consen-
tidas del alcalde Luis Pérez Gutiérrez. A ella le
entregó una hoja de vida, para que se la pasara
al mandatario local.
“Este es el hombre que necesito para Pescadero
Ituango, su papá tiene una hoja de vida brillante”.
Según Estrada, así reaccionó Pérez cuando vio
su perfil. A los pocos días habló con el geren-
te General de EPM, Iván Correa Calderón, de
quien mantiene vivas estas palabras: Alejandro,
yo no lo conozco, pero por instrucciones del jefe lo
voy a proponer como gerente de la Sociedad Promo-
tora Pescadero Ituango.
Dicho y hecho. El 1° de septiembre de 2002 Estra-
da asumió el cargo… y también su primera batalla,
porque le hicieron el contrato de trabajo con sueldo
inferior en 1,5 millones de pesos al acordado.
Para entonces, la sociedad tenía más nombre
que cualquier otra cosa.
Según su reporte, esto fue lo que encontró: Un
gerente que llevaba un mes de graduado como
profesional y 14 meses como encargado de la
sociedad que promovía el proyecto hidroeléc-
trico más grande en toda la historia del país.
Una secretaria y un escritorio en un rincón que

73
La central de
las ambiciones
le abrió el Idea. El espacio alcanzaba para alber-
gar unas cajas en las que se atesoraba la memo-
ria de la sociedad, incluyendo los valiosos estu-
dios de factibilidad y las actas de las reuniones
de la Promotora.
El balance lo complementaban unas deudas de
300 millones de pesos, la obligación de recons-
truir la contabilidad de los años fiscales 2000
y 2001, el pago de cheques girados sin fondos,
lograr acuerdos de voluntades para el pago de
honorarios de los asesores y la capitalización
de la sociedad en 2.500 millones de pesos para
continuar con los estudios de rigor.
Aunque fue puesto en el cargo por Luis Pérez
Gutiérrez, quien también era presidente de la
Junta Directiva de EPM, Estrada se sintió perse-
guido y hasta maltratado por los técnicos de las
Empresas, encabezados por Luis Carlos Rubia-
no Ortegón y Jesús Arturo Aristizábal Guevara,
gerente de Energía. Como evidencia muestra
cartas, desobligantes, en las que los delegados
de EPM pretendían sacarlo del cargo.
Por la época en que Estrada llegó a este proyec-
to percibió que EPM tenía un déficit de credi-
bilidad en Pescadero Ituango. Tan marcado es,
que, emulando un bíblico pasaje, se podría de-
cir que al igual que Pedro con Jesús, EPM negó
tres veces a Pescadero.
La primera evidencia es el rechazo del grupo
empresarial a recibir de manos de Isagén un
jugoso paquete de acciones que esta última te-
nía de Pescadero. Estrada recuerda que “esas
acciones se encontraban en un juzgado de la

74
La central de
las ambiciones
ciudad, porque Ramiro Valencia Cossio consi-
deraba que no tenían ningún valor comercial”.
A él, Estrada, le tocó realizar ese rescate.
La descapitalización de Isagén en 337.927 mi-
llones de pesos había sido aprobada por su Jun-
ta Directiva en enero de 2000, para sanearla y
hacerla lucir más bella ante los ojos de los in-
versionistas nacionales e internacionales. En lí-
nea con ello la generadora tenía que sacar de su
balance y entregar a sus socios las acciones, los
derechos fiduciarios, las cuentas por cobrar, los
dividendos y los estudios de proyectos futuros
que poseía en otras empresas del sector.
Como parte de ese proceso de reducción de ca-
pital, sus accionistas recibieron los siguientes
paquetes accionarios de Pescadero:

EPM, el 14,21 por ciento.


La Nación, 5,68 por ciento.
Empresa de Energía del Pacífico,
5,53 por ciento.
Empresa de Energía de Bogotá,
2,72 por ciento.
La Financiera Energética Nacional,
2,64 por ciento.
La Central Hidroeléctrica de Caldas,
0,22 por ciento.
Y el Fondo de Empleados de ISA,
0,02 por ciento.

El representante de EPM en la Junta Directiva


de Isagén salvó su voto, porque la organización
quería su parte en dinero. Así, pues, que no re-

75
La central de
las ambiciones
cibiría las acciones de Pescadero, porque consi-
deraba que no tenían mayor valor.
Ese menosprecio de EPM a las 503.455 accio-
nes de Pescadero, (que en las Empresas califi-
can como una actitud prudente y transparente
para asumir tal responsabilidad), lo confirmó
el primer gerente de la Promotora, Alberto Pie-
drahíta Muñoz. Al denunciarse públicamente
en enero de 2001 el oso que el funcionario hizo
con la financiación del proyecto, el gerente Ge-
neral de las Empresas, Iván Correa Calderón,
le quitó todo su respaldo y le dijo: “Queremos
reiterarle nuestra recomendación de abstener-
se de realizar trámites adicionales, suspender
cualquier desembolso, compra de tierras y
cualquier contrato de asesoría adicional, hasta
tanto se informe a los prestamistas la condición
de endeudamiento público y se cumplan todos
los requisitos de ley del empréstito”.
De igual manera, Correa Calderón hizo constar
que EPM, como accionista de Eade, “se consi-
dera relevada de toda responsabilidad por los
compromisos u obligaciones que contraigan los
representantes del proyecto con terceras perso-
nas y por las consecuencias de orden material y
económico que de ello puedan derivarse”.
Piedrahíta no reconoció la autoridad de
EPM. El 19 de febrero de 2001 presentó su
renuncia a la gerencia de la Promotora. En
forma paralela, sacó un comunicado, a tra-
vés de la Gobernación de Antioquia, en el
que le pidió a las Empresas que se definiera
como accionista de la hidroeléctrica.

76
La central de
las ambiciones
Por esas calendas Empresas Públicas no era
legalmente el titular de las acciones que le ha-
bía cedido Isagén y no estaba inscrito como
tal en el libro de accionistas.
Dice textualmente Piedrahíta que “esta inscrip-
ción se realizó, pero posteriormente mediante
tres oficios, quien oficiaba como gerente Gene-
ral de las Empresas Públicas de Medellín, Ra-
miro Valencia Cossio, le manifestó al ingeniero
Piedrahíta Muñoz que no compartimos la inten-
ción de Isagén de entregar a los socios, en virtud de
la reducción de capital, los activos que señalaron
para tal fin, de igual forma le manifestamos a esta
empresa que no estábamos dispuestos a recibir nin-
guno de sus activos”.
De lo anterior, el entonces gerente de la promo-
tora sacó la siguiente conclusión: “Así las cosas,
con el debido respeto consideramos que Em-
presas Públicas de Medellín no encuentra via-
ble intervenir en la Asamblea de Accionistas de
la Hidroeléctrica Pescadero Ituango, sociedad
de la cual no es titular de acciones que le impli-
que el ejercicio de derecho alguno”.
El ex gerente de Pescadero mantiene frescos en
la memoria los intentos que hizo para que EPM
se vinculara al proyecto. Dice que tiene por lo
menos 20 constancias de ello. Tan insistente era
que Ramiro Valencia Cossio, “en un momento
dado me dijo, por teléfono, al estilo de él, que
no lo invitara más a esa güevonada”.
El tema llegó a la Junta de la Promotora. Allí,
Juan Fernando Rico, su presidente, insistió en
la necesidad de hacer un nuevo intento. Que la

77
La central de
las ambiciones
Junta invite, fue la propuesta. Piedrahíta reco-
noce que, aunque no es uno de sus atributos,
tuvo el grado de humildad para insistir, pero
tampoco halló eco en EPM.
“Nosotros, añade Piedrahíta, queríamos
que Empresas Públicas se metiera y estu-
viera ahí, pero cuando se metió fue para
poner el palo en la rueda, no para impulsar
a Pescadero, ni para aportar su experiencia,
sino para que no se hiciera”.
A juicio del primer gerente de Pescadero, el
problema es que EPM cuenta con unos pro-
fesionales muy calificados, “pero se volvie-
ron una dictadura”. Ellos fijan las priorida-
des de las empresas en los negocios y en las
hidroeléctricas que se deben ejecutar. En su
mente está hacer la cadena del río Porce, lo
cual el ex gerente dice que está muy bien,
“pero también se necesitaba a Pescadero para
las prioridades de energía de Colombia”.

¿De quién son?


El segundo desplante de EPM a las acciones de
Pescadero está relacionado con el ingreso del
grupo empresarial a la Empresa Antioqueña de
Energía (Eade). Dentro del 32 por ciento de las
acciones que adquirió, en enero de 2000, no se
incluyó la participación accionaria de Eade en
la Promotora de la hidroeléctrica. Se consideró
que como no se sabía el valor de este y otros
activos, el pago de los mismos se haría una vez
se conociera su verdadero valor.
A finales de 2003 la promotora estaba en un

78
La central de
las ambiciones
proceso de capitalización y al gerente (e) de
Eade, Jorge Iván Tobón López, le pidieron
que informara si aceptaba o no el derecho de
suscripción preferencial. En caso de ser nega-
tiva su respuesta, le solicitaban que dijera a
quién cedía ese derecho.
Tobón expresó que aún no podía dar una res-
puesta, porque estaba pendiente, a su vez, de
una consulta que le habían hecho al Gober-
nador de Antioquia desde el 1 de octubre de
2003 y que en su parte sustantiva rezaba así:
“La Junta Directiva consideró viable la par-
ticipación de Eade en la capitalización de la
sociedad hidroeléctrica Pescadero Ituango,
pero supeditada al pronunciamiento de la
Gobernación de Antioquia sobre el asunto, en
vista de que este activo no quedó incluido en
la negociación del 32 por ciento de las accio-
nes de Eade… razón por la cual el aporte que
realice Eade a la capitalización de la sociedad
hidroeléctrica Pescadero Ituango, implicaría
que la Gobernación de Antioquia reconozca
una compensación a Empresas Públicas de
Medellín equivalente al 32 por ciento del va-
lor capitalizado por Eade en dicha sociedad”.

Les salió el Chucho


El tercer desplante de las Empresas Públicas a
Pescadero es más sorprendente aún y hasta ló-
gico es de suponer que fue también el suceso
que más agrietó las relaciones de los represen-
tantes de EPM con el gerente de la Promotora,
Alejandro Estrada Echeverri.

79
La central de
las ambiciones
A fin de cuentas, en el 2002 este funcionario
y el entonces presidente de Integral, Fede-
rico Restrepo Posada, tuvieron que salir en
defensa de la viabilidad de la hidroeléctri-
ca, la misma que había sido puesta en duda
por los técnicos de las Empresas.
En febrero de 2002, los expertos de EPM finali-
zaron un análisis titulado “Proyecto Hidroeléc-
trico Pescadero-Ituango. Revisión de estudios”.
Por esos días despachaba en el Inteligente como
gerente General Iván Correa Calderón, actual
asesor en temas energéticos del gobernador
Luis Alfredo Ramos, quien en octubre de 2008
lo nombró gerente de la Empresa de Genera-
ción de Energía Eléctrica de Antioquia (Egea).
Según Alejandro Estrada Echeverri, este tra-
bajo le fue presentado ese mismo año al go-
bernador, Guillermo Gaviria Correa, unos
días antes de su secuestro y posterior asesi-
nato por parte de las Farc.
Los estudios que se revisaron con lupa fue-
ron los efectuados por Integral, que al igual
que EPM también era socio de Pescadero. En
la página 28 del citado documento, los técnicos
de las Empresas consignaron que “el proyecto
hidroeléctrico Pescadero-Ituango no es viable
económicamente bajo ninguno de los escena-
rios analizados. Todos arrojan un VPN (Valor
Presente Neto) negativo, que oscila entre 290 y
630 millones de dólares, que con respecto a la
inversión representan valores de rentabilidad
negativos del orden del 20 al 42 por ciento”.
Apague y vámonos, era la recomendación de

80
La central de
las ambiciones
los expertos. En sus propias palabras, “no se
considera conveniente adelantar estudios com-
plementarios que eliminen las incertidumbres,
ya que sus resultados no mejoran ostensible-
mente los índices económicos”.
Representantes de los pequeños accionistas
que fueron testigos de este hecho, opinan que
aquello pretendía ser un golpe mortal, no
solo para la Promotora de Pescadero Ituango.
La malicia indígena les indica que en la mira
también estaba Integral y su presidente, Fe-
derico Restrepo Posada.
Los cabos sueltos eran fáciles de atar.
Como ni en ingeniería, ni en política, ni en la
vida cotidiana las cosas se dan “porque sí”, se
trae a colación que el 2002 había despuntado
con una visceral controversia entre Restrepo
Posada y Jesús Arturo Aristizábal Guevara, ge-
rente de Energía de EPM.
El motivo central tuvo que ver con los traba-
jos de diseño de Porce III. Este contrato, de
12.504 millones de pesos, fue adjudicado el 17
de enero de 2002 por Iván Correa Calderón,
gerente de las Empresas, al consorcio forma-
do por la bogotana Ingetec y la canadiense
Klohn Crippen. Integral y sus otros socios en
esta licitación quedaron de segundos, a pesar
de haber ofrecido un menor plazo de ejecu-
ción y un costo de los estudios más bajo.
La controversia que se armó puso en remojo la
transparencia de EPM en este tipo de adjudica-
ciones, una crítica que no sólo cobijaba al geren-
te General, sino, fundamentalmente, al gerente

81
La central de
las ambiciones
de Energía y a su equipo de apoyo.
El escándalo fue mayúsculo. Cómo sería que
hasta el muy riguroso y prestante gremio de
los ingenieros y arquitectos llegó a expresar,
el 25 de enero de 2002, que con esa adjudi-
cación EPM estaba prácticamente sepultando
a la consultoría antioqueña para centrales hi-
droeléctricas. Cinco días más tarde se moderó
esa opinión y la directora Ejecutiva de la SAI
dijo que no se había enterrado a la ingeniería
de consulta, pero que ésta sí había quedado
moribunda al no ganarse el contrato.
Los que no reversaron o aclararon su opinión
fueron los 104 ingenieros antioqueños, algunos
pertenecientes a las firmas perdedoras, que le
mandaron una carta al alcalde Luis Pérez Gu-
tiérrez. Le pidieron que se investigara si hubo
anomalías en la elaboración de los pliegos de
condiciones, la evaluación de las propuestas y la
escogencia del ganador. Hasta constancia deja-
ron: “No queremos pensar que Empresas Públi-
cas de Medellín hayan perdido su ecuanimidad
y acierto en estas decisiones y que más adelan-
te se vean abocadas al manejo de desaciertos
en los diseños de una de las firmas ganadoras,
como los ocurridos en Guavio, Chivor, Chin-
gaza, Salvajina, entre otros, donde es de todos
conocidos los atrasos y sobrecostos durante la
construcción y la cantidad de problemas que se
han presentado durante la operación con todo
y sus consecuencias para la comunidad”.
Quienes conocen a fondo la actual situación de Por-
ce III, sostienen que esta carta resultó premonitoria.

82
La central de
las ambiciones
Lo que para EPM era un modestísimo contrato
de 12.504 millones de pesos, que solo significaba
el 1,04 por ciento de su millonario presupues-
to de inversión, para las cuatro firmas paisas
perdedoras significaba una mayor esperanza
de vida y también un respiro para cerca de 500
personas, 300 de ellas ingenieros profesionales.
Integral, que había ido en consorcio con Sedic,
Mejía Villegas y la Compañía Colombiana de
Consultores, anunció su intención de deman-
dar la adjudicación. Con tal propósito contrata-
ron a los abogados Alfonso Moreno Jaramillo y
Mauricio Toro Zuluaga. Estos revisaron la ad-
judicación y concluyeron, entre otras cosas, que
EPM violó normas legales, incluyendo su nor-
matividad interna, e hizo un manejo amañado
de la licitación, “que riñe con las obligaciones y
la seriedad de quienes tienen a su cargo a EPM”.
Su criterio es que si se hubieran dejado de lado
los 200 puntos de la metodología, viciada por
las calificaciones subjetivas, el ganador habría
sido el consorcio antioqueño, con 785,83 puntos
(sobre 800), con segundo puesto del consorcio
Ingetec-Klohn Crippen, con 772,20. La deman-
da, sin embargo, finalmente no se presentó.
En abril de 2008, Federico Restrepo Posa-
da asumió la gerencia General de EPM y se
convirtió en el jefe de Jesús Arturo Aristizá-
bal Guevara, gerente de Energía.
Sin embargo, en el 2002 ese mismo par de funciona-
rios tenían camisetas e intereses muy diferentes.
De hecho, al entonces presidente de Integral y a
Alejandro Estrada Echeverri, gerente de Pescade-

83
La central de
las ambiciones
ro Ituango, les tocó asumir la defensa del proyec-
to y de la misma sociedad que lo promovía.
En la Junta Directiva del 1° de septiembre de
2002, el subgerente Técnico de Eade pidió que
se tuviera en cuenta que, hasta la fecha, no ha-
bía habido comentarios sobre el informe de
EPM que controvierte la viabilidad del proyec-
to. El gerente de la sociedad recibe el documen-
to y pone a trabajar en su análisis a un inge-
niero ayudante. Así mismo, le pide a la Junta
que convoque a Integral para que presente su
trabajo sobre la viabilidad de Pescadero.
El día señalado fue el 19 de septiembre de 2002.
Integral y el gerente de la Promotora controvir-
tieron los argumentos de EPM, en una confronta-
ción que levantó roncha en el Edificio Inteligente.
Los argumentos de las partes en contienda
técnica se pueden apreciar en un documento
que Estrada le mandó el 20 de enero de 2003
al gerente (e) de Generación de Energía, Jorge
Mario Pérez, y en el que, de entrada, le ma-
nifiesta que el análisis de sus técnicos tiene
“errores protuberantes, inexactitudes y cifras
incorrectas, que pueden ser utilizadas por
personas que podrían poner en duda la serie-
dad de las Empresas Públicas de Medellín”.
Luego Estrada se despachó con un informe
de 10 páginas, que fue elaborado en Inte-
gral, en el que se rebaten las afirmaciones
del análisis de las Empresas:
“En el documento presentado por EPM se
muestran las características del Estudio de fac-
tibilidad del proyecto Ituango, preparado por

84
La central de
las ambiciones
Integral para ISA en 1982, ignorando los Es-
tudios para la actualización de la factibilidad,
preparado por Integral para la Sociedad, con la
supervisión de Isagén y Eade en 1999”.
“El esquema del proyecto no contempla la
desviación del río Ituango, por lo cual no en-
tendemos esa afirmación”.
“La altura de la presa del Proyecto es de 185
metros y no de 247 como lo manifiesta EPM”.
Según los técnicos de las Empresas “los cri-
terios del consultor en cuanto a la definición
y cálculos de las energías firmes y medias
son muy deficientes a los criterios que aplica
EPM en el estudio de sus proyectos”. Entre
las respuestas se alcanza a leer: “El consultor
es Integral S.A., consultor de EPM en muchos
proyectos y emprendimientos, como los fue-
ron Guadalupe III y IV, Troneras, Miraflores,
Guatapé, Riogrande, entre otros”.
“De acuerdo con el volumen 1° del Informe
Final de los Estudios para la Actualización
de la factibilidad, se adoptó un precio de
US$33,6 MW/h para determinar los indica-
dores financieros y económicos, no de US$35
MW/h como lo plantea EPM”.
Para los técnicos de las Empresas, la presa pro-
puesta, del tipo de lleno duro, “no tiene prece-
dentes probados en operación, lo que haría que
se asumieran los riesgos por la construcción de la
primera presa en el mundo de este tipo y de esta
altura”. Agregan que las más altas son Marathia
en Grecia (24,5 metros de altura) y Monción en
República Dominicana (25 metros de altura)”.

85
La central de
las ambiciones
La administración de Pescadero e Integral re-
plicó: “En la actualidad la presa más alta del
mundo en CCR es la de Miel I de 188 metros,
utilizando contenido de cemectante entre 150
kg/m3 en la parte alta. Además, se encuentra
en construcción en la China la presa de Lontag
de 216 metros, en la cual Agra Monenco Inc,
asesor también en este proyecto, participó en el
diseño de la misma”.
Hasta en los costos del proyecto hubo contro-
versia. Con su propia metodología, EPM es-
tableció un monto de 1.495 millones 105.778
dólares, “que comparado con la cifra del con-
sultor da un costo adicional de 96 millones de
dólares aproximadamente”.
La réplica de la Promotora e Integral es que “el
valor estimado por el consultor es de 1.407 millo-
nes 837.661 dólares, más el costo adicional plan-
teado por EPM de 96 millones 206.000 dólares, da
un valor de 1.504 millones 43.661 dólares; por lo
cual no comprendemos la suma de 1.495 millones
manifestada por Empresas Públicas”.
Y así, continuó el toma y dame técnico.
Sin embargo, el quid del asunto está en la página
4, en donde quedan al desnudo los verdaderos
temores de las Empresas Públicas con Pescadero.
En su revisión, los técnicos de EPM plantea-
ron que “se deben evaluar los impactos que
produciría la entrada en operación comercial
del proyecto en el sector eléctrico colombia-
no, dada la magnitud del proyecto”.
Ante esto, la Promotora e Integral respondieron
que el impacto “se debe principalmente al bajo

86
La central de
las ambiciones
costo de generación, muy por debajo de las cen-
trales térmicas, a gas y carbón, y las centrales
hidráulicas recientemente inauguradas. Este
bajo costo tendrá una incidencia social positi-
va”. (Destacado del autor).
Los expertos de EPM insistieron en su preocu-
pación del desmadre que podría generar Pes-
cadero en el sector eléctrico: “Se debe evaluar
la fecha más oportuna de entrada del proyecto
para que no se impacte de forma significativa el
mercado de energía eléctrica, generándose una
guerra de precios que ponga en peligro la esta-
bilidad financiera de todos los agentes, inclu-
yendo el proyecto mismo”.
Aún hoy los expertos de EPM se sostienen en
ese punto. Si Pescadero Ituango entraba en ser-
vicio en el 2013 las tarifas de energía habrían
bajado entre un 30 y 40 por ciento. De esta ma-
nera los ingresos del proyecto se caían, no se
podría recuperar la inversión y en tal circuns-
tancia ni un banco prestaría dinero, ni un capi-
talista estaría dispuesto a invertir sin tener una
buena tasa de retorno.
Tanto en la actualidad como en aquella época
EPM procuraba cuidar celosamente su propio
negocio. Las cuentas que por aquella época se
hacían en la subgerencia de Planeación Gene-
ración indicaban que era más racional comprar
Isagén, y robustecer su capacidad instalada,
que construir nuevas centrales. A quien com-
prara Isagén el kilovatio instalado le saldría a
465 dólares. En la Miel y Porce II, que estaban
en construcción, el costo rondaba los 1.200 o

87
La central de
las ambiciones
1.300 por kilovatio. Y en Pescadero, la cifra esti-
mada por EPM era de 700 a 800 dólares.
A diferencia de Pescadero Ituango, que podría
arrugar los ingresos y comprometer la rentabi-
lidad, comprar un activo en producción sonaba
más racional para EPM, porque no se alteraba el
equilibrio entre la oferta y la demanda de ener-
gía, el activo seguía siendo productivo y sólo se
cambiaba de dueño.
Ni Estrada ni Integral veían el presunto despelu-
que del sector eléctrico y, para calmar a las Em-
presas, afirmaban que por aquella época se con-
templaba que “la fecha más temprana de entrada
en operación del proyecto Pescadero Ituango es el
año 2013. Además, de acuerdo a las proyecciones
de demanda de energía eléctrica y potencia de la
Upme, para el año 2013, el país requerirá 67.000
GWh/año, representando una participación del
proyecto del 16 por ciento”.
Las conclusiones del documento tienen un
cáustico acento.
De entrada se afirmó que es muy probable que
los técnicos de EPM “no leyeron los Estudios de
actualización de factibilidad del año 1999, mos-
trando y afirmando cosas que hacen parte de
estudios desactualizados con más de 20 años de
haberse realizado”. Se recalcó que “existen de-
masiadas cifras erradas, que para la experiencia
y seriedad de EPM no tienen justificación”. Se
hicieron comentarios fuera de lugar y su eva-
luación financiera merecía una revisión “ya que
si se presentaron tantos errores en simples su-
mas, conceptos y consideraciones respecto a la

88
La central de
las ambiciones
normatividad y regulación, los cálculos no pue-
den ser confiables y la no viabilidad económica
del proyecto, que es la conclusión del “estudio”
queda poco convincente”.
Así las cosas, lo único que les quedaba por afir-
mar a los defensores era lo siguiente: “Es prefe-
rible que EPM manifieste que no está de acuer-
do o no le interesa el proyecto, a secas pues por
eso es Autónoma, que presentar este tipo de
“estudios” que desdicen la Credibilidad y Se-
riedad que la han caracterizado siempre”.
¿Se imaginan con qué ojos siguieron viendo a
Integral los expertos de las Empresas?
Ni qué decir de su posición de ahí en adelante
con respecto a Estrada Echeverri. Al funciona-
rio lo quisieron bajar del cargo de gerente Ge-
neral. Aún hoy se dan como argumentos en las
Empresas que el directivo no era diligente, que
se le olvidaba todo, que carecía de un buen so-
porte técnico, que era malgeniado… y un largo
etcétera que concluye con la petición que le hi-
cieron, por escrito, para que no inclinara el fiel
de la balanza a favor de uno de los socios que,
para más señas, era Integral.
Ah, también lo invitaron a que fuera más re-
flexivo y a que no cometiera más errores, “al
afirmar de la manera más irresponsable que
nuestra empresa no ha sido juiciosa en nuestros
análisis”, como quedó consignado en una carta
que le enviaron de EPM.
Desde la perspectiva de la frágil condición huma-
na suena lógica esa relación entre el descalificador
estudio de EPM de febrero de 2002 y la presunta

89
La central de
las ambiciones
retaliación contra Integral por las severas críticas
que hizo contra el grupo empresarial por la adju-
dicación de los diseños de Porce III.
No obstante, fuentes de alto nivel de EPM, li-
gadas a la historia de Pescadero, niegan que el
estudio pretendiera golpear al cerebro técnico
de este proyecto, o sea Integral.
En primer lugar, porque dicen que el trabajo de
los técnicos de EPM se había iniciado dos años
atrás, cuando en el cargo de gerente de Energía
estaba Jaime Vélez, que nada tuvo que ver en la
polémica con Integral.
Segundo, porque el tema de Porce III ya estaba
para esa época en al área de Proyectos.
Tercero, porque aún hoy los análisis se califican
como transparentes y técnicos.
Y cuarto, porque Jesús Arturo Aristizábal Guevara
es un funcionario que no da papaya, o sea que no da
un paso sin contar con el debido respaldo técnico.
Todo esto es igualmente respetable.
Sin embargo queda la duda: ¿Es posible que cam-
bien tanto las condiciones técnicas, ambientales
y financieras de un proyecto, como para que las
mismas EPM declaren en su estudio de mercado
que Pescadero Ituango es un hermoso proyecto,
con un Valor Presente Neto (VPN) que podría lle-
gar hasta los 800 millones de dólares?
¿Cómo es posible que en el 2002 el proyecto hu-
biera sido calificado de no viable y se recomen-
dara su archivo, mientras que seis años más tar-
de se glorifican sus bondades como el proyecto
que supera por su bajo costo a todos los que es-
tán bosquejados en Colombia?

90
La central de
las ambiciones
Expertos al servicio de EPM en el negocio de la
energía se animaron a dar una respuesta.
En su concepto, al revisar tanto el proyecto como
las condiciones que determinan su viabilidad sí
hay cambios sustanciales. Desde el punto de vis-
ta técnico, los estudios realizados dentro del plan
de estudios diseñado por EPM en el año 2003
demuestran que el cambio en el tipo presa era
necesario, la capacidad instalada del proyecto
igualmente se modificó y se llevó a los 2.400 MW,
garantizando que el recurso se aprovechara de
manera óptima como lo exige la ley y evitando así
riesgos en su licenciamiento ambiental, contrario
a lo planteado en el estudio anterior.
Desde el punto de vista económico, añadió la misma
fuente, “en el 2001 y 2002 el país venía de una crisis
económica profunda y los deltas de crecimiento de
la demanda indicaban que las necesidades del pro-
yecto eran claras después de año 2015, tal como hoy
está planteado, y no en el año 2013 como lo sostenía
la sociedad en su momento. Igualmente, el precio
de la energía para la fecha de entrada del proyecto
estará por encima de los 50 dólares por megavatio,
valor muy superior al contemplado en los estudios
que poseía la sociedad, los cuales se ubicaban en los
33 dólares por megavatio. Esto quiere decir que se
habla de un crecimiento en los ingresos superior al
60 por ciento.
De otro lado, hoy los proyectos cuentan con un
ingreso fijo y a 20 años, derivados del cargo por
confiabilidad, que les reduce los riesgos y lógi-
camente los costos de una financiación y el ac-
ceso a los mismos”■

91
La central de
las ambiciones
Capítulo 4

EL
REMORDIMIENTO
D E I SAG É N
Isagén llegó a Pescadero Ituango pisando fuer-
te. Cuando se creó la promotora, en 1998, apor-
tó 100 millones de pesos en efectivo. Además,
tenía la propiedad de unos estudios de la hi-
droeléctrica, que había heredado de ISA, y que
estaban valorados en 8.000 millones de pesos.
De haberse capitalizado todo ese valor, el resto
de los socios hubiera quedado con participacio-
nes prácticamente simbólicas.
Por tal motivo, de esos 8.000 millones de pesos
se aprobó capitalizar apenas 1.000 millones de
pesos. De acuerdo con un convenio que está vi-
gente, el resto de la suma se cancelará cuando el
proyecto logre el cierre financiero.
De todas maneras, Isagén quedó con cerca del
65 por ciento de las acciones de Pescadero y
como el controlante de la misma. Fuentes de la
generadora de energía señalan que siendo go-
bernador Álvaro Uribe Vélez se invitó a EPM a
formar parte de la sociedad promotora, pero el
grupo empresarial declinó el ofrecimiento.

92
La central de
las ambiciones
“No hay copia escrita del ofrecimiento ni de la
no aceptación”, dijo Alberto Piedrahíta Muñoz,
el primer gerente de la Promotora. Lo que él sí
tiene son por lo menos 20 constancias de las ve-
ces que intentó atraer a su amigo y ex asesor
jurídico en Cotrafa, Ramiro Valencia Cossio,
gerente General de EPM en la alcaldía de Juan
Gómez Martínez (1998-2000). Recuerda que fue
tanta su insistencia, que un día le dieron cita
para presentar el proyecto en el Edificio Inte-
ligente. Lo dejaron plantado. Él esperaba a los
jefes… y le mandaron unos ingenieros para que
le escucharan la charla.
Desde el nacimiento mismo del proyecto hasta
los tiempos que corren, en Isagén han tenido la
convicción de que Pescadero Ituango es la me-
jor hidroeléctrica del país, entre las que están
planteadas y desarrolladas. Entre muchos otros
argumentos, por sus mejores índices de genera-
ción y potencia instalada.
Por ello, nunca hubieran querido salir de esas
acciones. Pero les tocó entregarlas, muy a su pe-
sar. Ese amargo momento le llegó en el 2000,
cuando se efectuó un proceso de descapitali-
zación para poner la empresa en condiciones
atractivas para un inversionista estratégico.
Dentro de los activos y pasivos de dudosa recu-
peración elegidos estaban derechos de un fidei-
comiso de Miel I, acciones de Hidromiel, de la
Financiera Energética Nacional (FEN), de Hidro-
sogamoso, pagarés vencidos de un acuerdo mar-
co de capitalización de las electrificadoras de la
Costa Atlántica. También estaban estudios y pro-

93
La central de
las ambiciones
yectos, porque se pensaba que esto tampoco era
del interés de un eventual socio estratégico. En
toda esa lista y con muy poca capacidad de se-
ducción para los accionistas de Isagén estaban las
acciones de Pescadero Ituango.
El caso es que parte de ese paquete se castigó en
el balance de Isagén y otra porción recayó sobre
los hombros de sus socios. Uno de ellos, EPM,
se opuso a ese esquema de descapitalización,
como consta en el acta 014 de la Junta Directiva
del 22 de febrero de 2000.
Como la lógica imperante era que un inversio-
nista estratégico tampoco pagaría un peso por
los estudios y proyectos, entonces la mayoría
de estos activos pasaron a la Nación y otros a
los accionistas. EPM se paró en la raya. Afirmó
que no recibiría activos que eventualmente tu-
vieran un valor real inferior a lo que se estaba
declarando. Obrando en consecuencia, deman-
dó esa asamblea y sistemáticamente se negó a
recibir los activos que le correspondían.
Dentro de esos bienes rechazados estaban las
acciones de Isagén en Pescadero Ituango. Al
ver que EPM no recibía los bienes que le corres-
pondían como parte de la descapitalización de
Isagén, el secretario General de esta empresa
consignó esas acciones en el Juzgado 4° Civil
del Circuito de Medellín, en donde permane-
cieron varios meses a la espera del rescate por
parte de su dueño, o sea las Empresas.
Se pensará que ahora resulta muy cómodo po-
ner el espejo retrovisor y criticar a EPM por su
falta de visión frente a Pescadero, considerando

94
La central de
las ambiciones
la gran valorización que ha tenido este proyec-
to y su virtual condición de joya de la corona
del sector eléctrico colombiano.
Cierto. Ser profeta del pasado es muy cómodo
y para nada riesgoso. Sin embargo, vale pre-
guntar ¿por qué ni los gerentes de EPM ni sus
técnicos maliciaron siquiera qué era lo que ha-
bía detrás del evidente interés de Isagén por re-
cuperar sus acciones y el poder perdido dentro
de la sociedad de Pescadero Ituango?
Uno tiene que estar muy desconectado de la
realidad para no valorar bien dos jugadas que
realizó Isagén en su condición de “papá pró-
digo” de este proyecto. Y mucho más cuando
se deja quitar de las manos el control de un
proyecto vital para su negocio estelar, como
es la generación y venta de energía, que es
la mayor fuente de riqueza para las Empre-
sas y para su dueño, el Municipio de Mede-
llín. Más exótico, aún, resulta que el proyec-
to se les vaya de las manos en la gerencia de
un funcionario que durante 24 años conoció
y defendió las bondades del proyecto, en su
condición de ingeniero y luego presidente de
Integral. Quizás por ese fino detalle, y porque
este es Macondo, al momento de entrar a im-
presión este libro en las Empresas no había
rodado ninguna cabeza, tal como lo pidió el
propio alcalde, Alonso Salazar. “Tienen qué
rodar cabezas, Federico”, le escucharon decir
al mandatario personas que estuvieron en la
reunión que ambos sostuvieron el 19 de ju-
lio de 2008 con el gobernador de Antioquia,

95
La central de
las ambiciones
el gerente General del Idea y los compromi-
sarios Alberto Velásquez Martínez y Manuel
Santiago Mejía. “Tranquilo, Alcalde, que yo
sé lo que tengo qué hacer”, le respondió el
gerente General de EPM a Salazar.
Pues bien, la primera vez que Isagén intentó vol-
ver a Pescadero, fue cuando el gerente de esta
última sociedad, Alejandro Estrada Echeverri, se
lanzó, en una iniciativa con loable sello personal,
a buscar capital fresco para el proyecto.
El 1° de mayo de 2004 se realizó en el municipio
de Yarumal, departamento de Antioquia, un
consejo comunal. Allí viajó Estrada Echeverri,
con el indeclinable propósito de pedirle al pre-
sidente Álvaro Uribe Vélez, que le ayudara con
2.500 millones de pesos para poder continuar
con los estudios de factibilidad de Pescadero
Ituango. “Se los concedo”, fue la respuesta del
primer mandatario.
La gestión se debía hacer a través de Isagén, a la
que el gerente de Pescadero le solicitó el respec-
tivo aporte el 24 de junio de 2004.
El 1° de septiembre de 2004 le llegó la respues-
ta. El gerente General, Luis Fernando Rico Pin-
zón, le informó que la Junta no aprobó el aporte
de 2.500 millones de pesos para adelantar más
estudios. Como para ese propósito la sociedad
de Pescadero tenía un presupuesto asignado
de 6.440 millones de pesos, de los cuales 3.940
millones iban a ser capitalizados por los socios
mayoritarios, entonces se consideraba que lo
más prudente era “que se agoten inicialmente
los recursos existentes en la sociedad, y que los

96
La central de
las ambiciones
resultados mismos de los estudios confirmen la
necesidad de los recursos adicionales, en cuyo
caso la solicitud sería tratada nuevamente en
nuestra Junta Directiva”.
Sonaba sensata la respuesta. Pero no era sufi-
ciente para Estrada Echeverri, quien volvió a la
carga en enero de 2005 y le solicitó a Isagén que
capitalizara la sociedad, de manera que se pu-
diera continuar con el plan de estudios, particu-
larmente la actualización de las características
del proyecto y el análisis del impacto ambiental.
En esta ocasión la respuesta oficial a su solicitud
fue un poco más rápida. El 5 de abril el gerente de
Pescadero tuvo en sus manos una carta en la que
Isagén pasó del no al sí, pero mediante una fór-
mula de capitalización que dejaría a la firma ge-
neradora de energía con la misma tajada acciona-
ria de EPM, su competidor en el sector eléctrico.
La propuesta oficial reza así: “Mediante accio-
nes, capitalizando la deuda que tiene la sociedad
Pescadero-Ituango con Isagén (7.861 millones de
pesos) y los aportes solicitados (2.500 millones de
pesos) en forma tal que la participación sea equi-
parable con la que posee el Grupo EPM”.
Negativo, dijeron los representantes de EPM,
entidad que para esa fecha se había apoltronado
como el socio mayoritario de Pescadero, con un
poco más del 53 por ciento de las acciones. Los
otros socios también rechazaron tal propuesta,
la cual no había sido solicitada por ellos.
EPM ya se había ganado el reinado de Pesca-
dero el 17 de marzo de 2005. La Sociedad había
buscado más de 1.992 millones de pesos entre

97
La central de
las ambiciones
sus socios y, según informe de Alejandro Estra-
da, el Idea no participó en la capitalización por-
que no tenía autorizada la suscripción de todo
el capital que le correspondía y porque “no se
reunió a tiempo la Junta Directiva para aumen-
tar la cantidad de dinero a capitalizar”.
Entonces se sacó un nuevo reglamento de co-
locación de acciones, con fecha 17 de marzo,
por más de 3.861 millones de pesos y, a juicio
de Estrada Echeverri, esto le permitió al Grupo
EPM “tener suscritas en ese momento el 53,15
por ciento del total de las acciones de la Socie-
dad, perdiendo el Idea el liderazgo que mantu-
vo por cinco años, tiempo en el cual se echó al
hombro la empresa”.
La actual administración del Idea ha denunciado
fiscalmente a Eugenio Prieto Soto, ex gerente del
Instituto, y a Óscar Marín, ex funcionario de la
misma entidad, por considerar que esa omisión
no tiene justificación. Se anota que Prieto tenía la
autorización de su Junta, fue informado por la So-
ciedad sobre los plazos para el pago de la citada
capitalización, pero “guardó silencio y se abstuvo
de participar en la mencionada capitalización”.
En ese contexto, EPM, como el experto que era en
el tema energético, al fin tomó el control de Pesca-
dero y con ese tiquete llegó a la presidencia de la
Junta Directiva. Ex socios minoritarios se quejan
de ese reinado, pues argumentan que las Empre-
sas concentraron y manejaron con gran reserva la
información técnica del proyecto.
Un miembro de Junta recuerda que el misterio
era tal, que cuando los funcionarios de EPM ha-

98
La central de
las ambiciones
cían presentaciones técnicas, acudían al lengua-
je más elevado posible para dejar mirando para
el techo a los demás socios, especialmente del
Idea y el Departamento. De la misma manera,
Empresas Públicas inició una ofensiva para for-
talecer económicamente a la sociedad, lleván-
dola a un punto que los minoritarios y Estrada
Echeverri califican de “sobrecapitalización”.
Fuentes de Empresas Públicas de Medellín
confirmaron que el cambio de actitud frente al
proyecto obedecía a una razón: Ya se había lo-
grado el cometido de meter durante una larga
temporada en el congelador a la hidroeléctrica
y se había entendido que esta no sería un gran
peligro para el sector eléctrico, si se lograban
conseguir, de entrada, varios contratos de ven-
ta de energía a largo plazo con grandes consu-
midores. Por lo tanto, había llegado la hora de
tomarse más en serio su desarrollo.
A partir de ese momento, o sea marzo de 2005,
Alejandro Estrada Echeverri confirma que no
tuvo que volver a sufrir por un peso para capi-
talizar la sociedad.
Quien, al parecer, sí seguía sufriendo al estar
por fuera de Pescadero Ituango era Isagén.
Ese mismo año, o sea el 2005, la empresa gene-
radora de energía volvió a acariciar el sueño de
retornar a Pescadero Ituango. Esta vez el esce-
nario de sus deseos fue un Encuentro de Diri-
gentes del Suroeste presidido por el presidente
Álvaro Uribe Vélez, quien al día siguiente tenía
consejo comunal en Concordia.
El citado encuentro se hizo en Jardín. Allí, ante

99
La central de
las ambiciones
representantes del sector eléctrico nacional e
internacional, el Presidente de la República les
pidió que le ayudaran a impulsar dos grandes
proyectos: Pescadero Ituango y Sogamoso.
Para ello, el muy recursivo Álvaro Uribe Vé-
lez propuso la unión de tres generadores de
energía muy robustos, como son Emgesa, Isa-
gén y EPM. La primera era la menos metida
en el proyecto. Aún así, su gerente General
dio el sí a la propuesta presidencial, porque
al conocerlo manifestó que esa obra se vendía
sola. Los demás ya tenían suficiente ilustra-
ción sobre lo bueno del proyecto.
Esta vez Isagén engordó un poco más su espe-
ranza, porque el trío de generadores llegó a ar-
mar un acuerdo de intención. Sin embargo, de
ahí no pasó el tema.
Luego de esos dos intentos fallidos por volver a
Pescadero, Isagén se resignó a la pérdida de su
“bebé”. Anímicamente eso le viene muy bien.
Lo otro es que ahora está copada con la opera-
ción de su actual infraestructura y con el desa-
rrollo de Hidrosogamoso. “La gula, además de
ser un pecado, hace daño”, afirma una fuente
de la organización. Por ello quiere seguir en-
focada en su propia obra, de 800 megavatios y
una inversión de 1.400 millones de dólares■

100
La central de
las ambiciones
Capítulo 5

JUGÓ DURO LA
CASA G AV I R I A
“La era de Piedra” en Pescadero Ituango fue
nefasta para la credibilidad del proyecto. En
medio de ese río revuelto EPM se vio obligada
a entrar como socio pleno, se asentó en la Junta
Directiva y generó la expectativa de que, ahora
sí, la sociedad enderezaría el rumbo.
Hasta el trío de los mayores promotores de la
hidroeléctrica se resintió con la mala conduc-
ción de la sociedad en su despegue.
El grupo lo encabeza Álvaro Uribe Vélez, quien
siempre ha sentido como suyo este proyecto
que emergió durante su mandato como Gober-
nador de Antioquia, entre 1995 y1997.
Entre sus aliados incondicionales hay dos, que
siempre se han mantenido firmes en su empe-
cinamiento por ver a Pescadero convertido en
realidad. El primero es Andrés Uriel Gallego,
quien en esa administración seccional ofició
como secretario de Obras Públicas. Y el segun-
do es el empresario, dirigente conservador, ex
gobernador de Antioquia y actual presidente
de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Ar-

101
La central de
las ambiciones
quitectos (SAI), Álvaro Villegas Moreno.
Fue justamente este último quien convenció a
Álvaro Uribe de la necesidad de enviar a Galle-
go a Francia para que, en un congreso de Cáma-
ras de Comercio comenzara a ventilar interna-
cionalmente la hidroeléctrica.
Villegas recuerda que Andrés Uriel ni siquiera
tenía pasaporte, pues no había salido del país.
“Lo mandé con viáticos de la Cámara de Co-
mercio de Medellín”, recuerda el dirigente gre-
mial, quien afirma que nadie le puede robar la
paternidad de esa frase según la cual “Antio-
quia debe exportar energía en lata”. Esa es una
forma sencilla de hablar de agregación de va-
lor, porque en lugar de vender al exterior ener-
gía eléctrica, sale más productivo y rentable
estimular la producción de los bienes que son
más intensivos en el uso de esta materia prima,
como el aluminio, para citar un solo ejemplo.
Desde mediados de la década del 90 se tiene
claro que en la venta de este proyecto lo fun-
damental es intentar seducir a grandes consu-
midores de energía. La lista la encabezaban las
empresas mineras, que tienen en este insumo
uno de sus mayores costos de producción. Pes-
cadero les venía como anillo al dedo, porque
les daba la garantía de una energía competitiva,
por sus bajos costos de producción.
Al igual que Uribe y Villegas, Andrés Uriel Galle-
go pasó de la devoción a cierto fanatismo con Pes-
cadero Ituango. De hecho se le vio muy activo tra-
tando de convencer a Integral y a un grupo de 55
empresas de la entonces Asociación Colombiana

102
La central de
las ambiciones
de Ingenieros Constructores, capítulo Antioquia,
(ACIC), para que ingresaran como socios priva-
dos a una promotora del proyecto.
La primera crisis de Pescadero, de la que no solo
fue responsable Alberto Piedrahíta Muñoz, sino
también su Junta Directiva, le tocó plena a Gui-
llermo Gaviria Correa, quien se posesionó como
gobernador de Antioquia el 1° de enero de 2001,
y a Eugenio Prieto Soto, gerente del Idea.
Separado Piedrahíta del cargo y con una Junta re-
mozada en la que se estrenó EPM, Gaviria y Prieto
renovaron sus votos de confianza en Pescadero.
No obstante, las condiciones tampoco eran las
más propicias para el desarrollo del proyecto hi-
droeléctrico. La principal tenía que ver con la po-
sición de EPM, porque sus técnicos advertían que
una inoportuna entrada en operación de Pescade-
ro sería lesiva para sus finanzas, dado que por su
tamaño generaría una sobreoferta del sector eléc-
trico, con el consiguiente desinfle de los precios…
y de los ingresos, incluyendo la recuperación de
lo invertido en el mismo proyecto.
En el 2002 Álvaro Uribe Vélez se instaló en la Casa
de Nariño para su primer período presidencial y
nombró a Andrés Uriel Gallego como su ministro
de Transporte. Se podría pensar que éste último
está en el lugar equivocado, pues desde allí re-
tomó su terca pasión por Pescadero Ituango. La
promoción internacional del proyecto continuó y,
vaya sorpresa, el primer cliente fue el presidente
venezolano, Hugo Chávez Frías.
El encuentro con el mandatario se realizó en
el primer trimestre de 2003 en Puerto Ordaz,

103
La central de
las ambiciones
en donde está ubicada la hidroeléctrica que
provee al país vecino el 70 por ciento de su
energía. La oportunidad para Pescadero esta-
ba representada en los problemas de abaste-
cimiento de energía que Venezuela registraba
en el Occidente del país.
La oferta para Chávez era: Venga, compre a
Pescadero o a Hidrosogamoso y aproveche su
energía para iluminar al pueblo venezolano. El
homólogo de Uribe alcanzó a mandar una mi-
sión de funcionarios que recorrió los diversos
proyectos hidroeléctricos, pero el entusiasmo
se aguó cuando las relaciones diplomáticas y
comerciales se enturbiaron.
Fuentes gubernamentales confirmaron que desde
finales de la década del 90 comenzaron desde el
Gobierno Nacional a tirarle una línea a la Gober-
nación de Antioquia: Si quieren volver realidad a
Pescadero, tienen que tomarse el control. Por sus
afugias económicas, ni la Gobernación ni el Idea
veían clara esa opción. Los socios de la Promotora
estaban tan apretados, que a uno de ellos le tuvie-
ron que pagar con acciones parte de sus servicios
de consultoría en 1998. El único rico del vecinda-
rio era, por supuesto, EPM.
Entre el 2003 y el 2005 Pescadero Ituango captó
la atención de misiones empresariales de Méxi-
co, China y España.
La visita más relevante, sin embargo, se produjo
en el 2005. Se trata de Roger Agnelli, el millonario
que preside la que por entonces se conocía como
Vale do Río Doce y que hoy tiene como simple
razón social Vale. El ejecutivo estaba de visita en

104
La central de
las ambiciones
Colombia y el presidente Uribe le dijo a Andrés
Uriel Gallego que le contara de Pescadero. El mi-
nistro, ni corto ni perezoso, lo cogió de su cuenta.
Tan convincente resultó el funcionario, que Agne-
lli llamó a su vicepresidente de Energía, quien al
día siguiente arribó al país con otros especialistas.
El escenario de las conversaciones pasó de Bo-
gotá a Medellín, en donde los anfitriones de los
ejecutivos de Vale fueron algunos miembros de
la Junta Directiva de Pescadero y Alejandro Es-
trada, gerente de la sociedad.
Fuentes de la Casa de Nariño y de Pescadero
confirman que desde el comienzo quedó claro
que Vale jugaría como un gran consumidor de
la energía y que con ella se podría firmar un
contrato de suministro de largo plazo, o sea a
20 o 25 años. El esquema gustaba. Pero no se
podía ir más allá, porque faltaba terminar los
definitivos estudios de factibilidad.
A Vale también le tocaba tirar cuentas para
ubicar su planta de producción de aluminio en
Urabá. Según fuentes del Mintransporte, al fi-
nal la multinacional encontró que la Tasa Inter-
na de Retorno (TIR) no era tampoco el mejor
negocio del mundo, pero en el mediano plazo sí
le servía a su propósito de abastecer el mercado
mundial de este producto. Desde entonces se
le planteó como precio de la energía un valor
de 40 a 45 centavos de dólar por kilovatio hora.
Ahí tocaba barajar de nuevo los costos, porque
la empresa minera argumentaba un sobrecosto,
al tener que traer de Brasil la bauxita o la alúmi-
na para producir el aluminio.

105
La central de
las ambiciones
Integral entrega su estudio de factibilidad de
Pescadero Ituango en agosto de 2007, cuando el
gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Co-
rrea, comienza a tener el sol a sus espaldas.
Faltando escasos tres meses para finalizar su go-
bierno, el mandatario seccional les presentó los
estudios de Integral a los brasileños de Vale. Ga-
viria Correa se mostró decidido a firmar con los
inversionistas un acuerdo de exclusividad para
el desarrollo de la hidroeléctrica. En primicia del
diario El Colombiano (“Antioquia arma millona-
rio negocio con el rey del hierro”) el mandatario
alcanzó a informar que el acuerdo se suscribiría el
5 de diciembre de 2007, en Medellín, con presen-
cia del presidente Álvaro Uribe Vélez.
La fecha pasó y la firma no se dio en las condi-
ciones de exclusividad que deseaba el goberna-
dor Gaviria Correa. Fuentes de EPM confirmaron
que a finales de diciembre de 2007 se firmaron los
acuerdos de confidencialidad para revisar los es-
tudios y para buscar opciones de desarrollo entre
la sociedad y los inversionistas de Vale y Alcoa.
Ambas compañías, agregó la misma fuente, ape-
nas vinieron a conocer en los primeros meses de
2008 los estudios de Integral, en el marco de lo
pactado a finales del año anterior.
Con todo y lo voluntarioso que es, el mandata-
rio seccional se quedó con las ganas de llevar-
se ese valioso punto con Vale. Le faltó tiempo,
aunque este hecho pinta como un impedimen-
to relativo. Más decisivo resultaba el hecho de
que el Departamento de Antioquia no tenía por
entonces la sartén por el mango en Pescadero.

106
La central de
las ambiciones
En el 2005 EPM tomó el control, luego de una
omisión en la capitalización que debía hacer
el Idea. Posteriormente, en una asamblea cele-
brada el 28 de marzo de 2006 EPM entregó, sin
pedir nada a cambio, el control de la sociedad,
en una decisión con tinte más político que em-
presarial y en la que algunos ven un presunto
detrimento patrimonial. El grupo empresarial
usufructuaba el 53,15 por ciento de la propie-
dad y dejó que el Idea y el Departamento ca-
pitalizaran para lograr un equilibrio accionario
del 44,47 por ciento.
Ese “miti” accionario ha sido visto por algunos
observadores como la prueba reina de la uni-
dad y el trabajo armónico que realizaban los
socios para sacar adelante el proyecto. Se enga-
ñan quienes así piensan.
El gerente de Pescadero Ituango hasta agosto de
2008 confirmó que EPM realizaba conversaciones
por su lado con la minera norteamericana Alcoa.
A diferencia de Vale, que pretendía un desarro-
llo minero en la zona de Urabá, Alcoa le apun-
taba a la instalación de una planta de aluminio
en Cartagena o Santa Marta.
Pero había un escollo adicional entre los socios.
El Departamento le apostaba a Vale, pero Juan
Felipe Gaviria Gutiérrez, gerente General de
EPM, descalificaba a este inversionista.
Cuentan fuentes de los pequeños accionistas pri-
vados que cuando en diciembre de 2007 Empre-
sas Públicas reveló que había adelantado conver-
saciones con Alcoa, la Gobernación le recriminó
diciéndole que si es que ellos se creían los dueños

107
La central de
las ambiciones
de la sociedad y que con autorización de quién
venían realizando esas negociaciones.
La diferencia con respecto a los contactos del
Gobierno Nacional y el Departamento de An-
tioquia con Vale, es que éstos se canalizaban
por el conducto regular, toda vez que llegaban
al gerente de Pescadero y a su Junta Directiva.
La versión de los minoritarios tiene como so-
porte el acta 74 de la Junta Directiva, celebra-
da el 14 de diciembre de 2007. Ese día Aníbal
Gaviria Correa vibraba de emoción al impulsar
la firma del acuerdo de exclusividad con Vale.
Pero recibió un baldado de agua fría a cambio.
EPM no acepta exclusividades, no le cierra la
puerta a potenciales inversionistas interesados
en la generación de energía, le dijo al mandatario
el representante del grupo empresarial de servi-
cios públicos domiciliarios. No era solo cuestión
de una política institucional. El funcionario de
Empresas Públicas confesó que “a la fecha se han
acercado los representantes de Alcoa”, rival de
Vale que también proponía un acuerdo de confi-
dencialidad, pero sin exclusividades.
Como si la sorpresa no fuera ya suficiente, EPM aña-
dió que a sus puertas también habían tocado Impre-
gilo, de Italia, con los que se pactó una reunión para
el 16 de enero de 2008; y la firma Camargo Correa,
que estaba interesada en el proyecto.
El entonces gobernador, que no es propiamente
un maestro en el arte de la paciencia, le dio rienda
suelta a su disgusto. En el acta se lee que “el doc-
tor Aníbal Gaviria inquiere por la aparición de los
nuevos interesados en el proyecto, por qué apare-

108
La central de
las ambiciones
cen y por qué sólo se le informa en este momento
a la Junta y a los otros socios de ello”.
Para no perder a Vale, ni lo avanzado en conver-
saciones con el presidente Álvaro Uribe, el man-
datario propuso conformar una mesa de trabajo
entre la sociedad y los brasileños y que se asumie-
ra el compromiso de no armar un grupo similar
con otro productor de aluminio con la energía de
Pescadero Ituango. Luis Carlos Rubiano Ortegón,
representante de EPM, le respondió que “eso es
precisamente lo que no se debe aceptar”.
Antes de abandonar la reunión de Junta, el go-
bernador recordó que su decidida voluntad de
sacar adelante el proyecto “llevó al Departa-
mento a retomar el 44,5 por ciento del capital
social de Pescadero y propuso la venta de la
Fábrica de Licores de Antioquia para invertirla
en Pescadero, porque está convencido de que
es el mejor proyecto que tiene Colombia y que
es mejor vender energía y producir desarrollo
que vender licor. Además, que no solo es mejor
negocio desde el punto de vista de la rentabili-
dad económica, sino de la rentabilidad social”.
Su decisión era tan firme, que a pesar de no
haber logrado la venta de la FLA reiteró que
estaba dispuesto a hacer las inversiones y
compromisos que fueran necesarios para que
el proyecto continuara y se acelerara.
A Gaviria Correa también hay que abonarle otro
punto: Fue capaz de convencer a Sergio Fajardo
Valderrama de que EPM renunciara al control que
tenía de Pescadero Ituango, a cambio de nada, en
un hecho que tiene como fecha histórica el 28 de

109
La central de
las ambiciones
marzo de 2006, cuando el grupo empresarial te-
nía el 53,5 por ciento de la propiedad.
Hasta experimentados técnicos de las Empre-
sas se ven a gatas para encontrarle una raciona-
lidad económica a tal decisión. Aún así, tienen
la plena certeza de que allí no hubo detrimento
patrimonial, porque existe una ley que les per-
mite a las entidades estatales colaborarse mu-
tuamente para sacar proyectos adelante. Mi-
rándolos fijamente a los ojos tampoco se tragan
totalmente ese sapo y, al final, terminan por
contar el verdadero trasfondo político que tuvo
esa controvertida jugada de Fajardo.
El contexto de la decisión de no capitalizar
para que la Gobernación y el Idea quedaran
con el 44,47 por ciento de Pescadero Ituango,
es un muy promocionado acuerdo que el al-
calde y el gobernador hicieron para desarro-
llar un programa conjunto.
La lista incluía: La unificación de las tarifas
de energía eléctrica en Antioquia, a la que
Gaviria Correa le sacó más provecho político,
en tanto que el costo económico, representa-
do en 500.000 millones de pesos menos en in-
gresos, recayó sobre EPM.
La capitalización de Ría por parte de las Empre-
sas, que estaban colgadas en unos 4.000 millones
de pesos, un proyecto que tampoco es considera-
do propiamente estratégico para la Alcaldía o las
Empresas. El desarrollo de acueductos regiona-
les, como los de Urabá y Oriente. La iluminación
de vías, entre las que las fuentes de EPM destacan
las Palmas y la autopista Medellín Bogotá. Y, por

110
La central de
las ambiciones
último, Pescadero Ituango.
Pero, ¿para qué se tenía que bajar EPM del con-
trol? Si el grupo empresarial es el duro en este ne-
gocio, ¿qué le podría aportar el Idea o la Goberna-
ción como socio en igualdad de condiciones?
La respuesta extraoficial sorprende: Para que
el Gobernador y el Idea ayuden y hablen con
los alcaldes en las zonas donde se desarrollan
los proyectos, de manera que se adelanten estas
iniciativas en beneficio de las comunidades.
Pero, ¿luego EPM no tiene ya suficiente expe-
riencia en la negociación con las comunidades
en donde ejecuta sus obras? ¿Si será que necesi-
ta tal acompañamiento o padrinazgo, sabiendo
la poca población que afecta directamente Pes-
cadero Ituango y la favorable percepción que
hay en esas localidades frente a la obra?
Si esas son las razones de fondo para haber ce-
dido el control, entonces tremendo golazo le
metió Aníbal Gaviria a Sergio Fajardo.

¿Por qué Vale?


Vale es el rey del hierro en el mundo y el segun-
do minero del planeta. De su talla hablan bien
los 59.000 millones de dólares que invertirá en
cinco años en su expansión, una suma equiva-
lente al 44 por ciento de la economía colombia-
na. Está presente en 13 estados brasileños, tiene
negocios en más de 30 países de los cinco con-
tinentes, es dueño de las mayores reservas de
níquel del planeta y en un solo año es capaz de
generar 4.000 empleos directos.
Así mismo, es un jugador de peso en la produc-

111
La central de
las ambiciones
ción global de concentrados de cobre, bauxita,
alúmina y aluminio, entre otros productos. Ge-
nera 110.000 empleos directos e indirectos. Y en
un año como el 2006 pagó en salarios y presta-
ciones sociales 2.300 millones de dólares.
Dentro de su infraestructura cuenta con más de
9.000 kilómetros de vía férrea y 10 terminales
portuarios propios. En 2006 tuvo ingresos bru-
tos de 46.746 millones de dólares, exportacio-
nes consolidadas de 9.656 millones de dólares
y una ganancia operacional de 20.089 millones
de dólares. Entre diciembre de 2001 y febrero
de 2007 el valor de la firma en el mercado creció
más de 75.000 millones de dólares.
En la propuesta de negocio que se armaba con
este jugador de talla mundial, se genera una es-
pecie de bola de nieve en materia de inversio-
nes. La plata cuenta, porque en juego estarían
más de 6.300 millones de dólares. Pero más que
eso pesan los efectos sobre el empleo, el bienes-
tar social y el desarrollo de los antioqueños.
Hasta del propio Gobierno Nacional le han co-
queteado a Vale para que instale en la región de
Urabá, en Antioquia, una de sus plantas para
producir aluminio. A mano alzada costaría 3.000
millones de dólares. En la construcción necesita-
ría 13.000 trabajadores. Ya en operación aportaría
1.500 empleos directos y 6.600 indirectos.
El terreno necesario para la factoría es de 300
hectáreas, más unas 700 de puro bosque. De su
tierra natal, Brasil, la multinacional traería cada
año 1,4 millones de toneladas de alúmina.
El material sería procesado y de ahí saldrían

112
La central de
las ambiciones
700.000 toneladas de aluminio, las mismas que
embarcaría al mercado internacional.
Sumando la carga de importación y exporta-
ción, eso arrojaba 2,1 millones de toneladas
anuales. Expertos en el tema consideran que
tal volumen hace viable la construcción de un
terminal marítimo. Ahí entraba en escena un
segundo proyecto estratégico: Un puerto en
Urabá, “a boca de fábrica”, para ahorrarse los
costos del transporte. El grupo brasileño, y sus
eventuales inversionistas portuarios, compro-
meterían allí de 200 a 300 millones de dólares.
El terminal sería minero y, como gancho, hasta
podría servir para que, en condiciones competi-
tivas, Antioquia exporte por allí los carbones de
la Cuenca del Sinifaná y de Urabá.
Algunas fuentes afirman que el desarrollo por-
tuario se convertiría en un argumento adicional
para poner la Carretera al Mar en condiciones
aptas para el comercio externo. Con todo y su
doble calzada esto vale, según datos prelimina-
res, más de 800 millones de dólares.
Mientras EPM dialogaba discretamente con Al-
coa, altos ejecutivos de Vale llegaron a hablar
oficialmente de millonarias inversiones en la
región que más les seduce, o sea Urabá.
Así quedó consignado en un comunicado de
prensa de la Alcaldía de Apartadó, fechado
17 de enero de 2008, que comienza resaltando
que “nuevamente se encuentran en la región de
Urabá representantes de la empresa Vale...”-
Los brasileños pintaron allí inversiones que po-
drían generar de 6.000 a 7.000 empleos directos,

113
La central de
las ambiciones
sin contar con los indirectos. Dijeron, también,
que necesitaban un terreno de 2 kilómetros cua-
drados. Que el puerto debería permitir la opera-
ción “del barco más grande del mundo”. Y que
“los estudios de factibilidad pueden durar dos
años y como no pueden iniciarse sin electrici-
dad ésta saldrá del proyecto Pescadero Ituango,
que podría durar 7 años en la construcción en la
cual también participaría la empresa Vale”.
A los exploradores de Vale les alcanzó el tiem-
po para visitar a la Sociedad Antioqueña de In-
genieros y Arquitectos (SAI), gremio al que le
pidieron una lista de las firmas de ingeniería
con las que, en un futuro, se podrían contratar
las obras previstas.
¿Por qué la SAI? ■

114
La central de
las ambiciones
Capítulo 6

E L M AQU I AV E LO
D E PE S CA D E R O
La visita de los ejecutivos de Vale a la Sociedad
Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos (SAI),
en enero de 2008, no era para nada gratuita.
Justamente en la SAI se realizaron varias reunio-
nes que presidió un personaje al que llamaré el
Maquiavelo de Pescadero. Se trata de un asesor
ministerial que, cumpliendo directrices presiden-
ciales, lleva unos seis años promoviendo este pro-
yecto entre los inversionistas internacionales.
El personaje fue repartidor de periódicos, una
actividad que combinaba con los estudios de
economía y con una juiciosa disciplina como
triatlonista. El estado físico que ganó en este de-
porte le sirve aún para recorrer el país, de punta
a punta, y le deja espacio para ir estructurando
la que es su meta más inmediata: Llegar al Con-
greso de la República. Madera tiene. Discurso,
también. Y habilidad política, ni se diga.
Durante los años que lleva en la presidencia Álva-
ro Uribe Vélez este asesor ha sido una especie de
puente entre los accionistas de Pescadero Ituango
y el Gobierno Nacional. Eso le ha permitido co-

115
La central de
las ambiciones
nocer, con lujo de detalles, las contradicciones al
interior de esta sociedad, el tira y afloje entre el
Departamento, EPM y los privados, así como el
curso de las conversaciones con una multinacio-
nal que ingresó por la Casa de Nariño y otra que
entró directamente por EPM.
Una prueba del poder que maneja este personaje
se vio en la reunión que el 27 de septiembre de
2007 sostuvo con un prestante grupo de socios de
la Sociedad Antioqueña de Ingenieros (SAI).
En esa fecha el enviado presidencial recordó que
el Gobierno Nacional atrajo sobre Pescadero el
interés de Vale, la compañía minera más gran-
de del mundo. Esa organización se consume el
10 por ciento de la energía de Brasil, lo cual es
equivalente a dos veces la energía de Colombia.
Es la segunda productora de níquel, la cuarta
en aluminio y su interés es, en palabras direc-
tas, la energía barata que pudiera obtener en la
hidroeléctrica para una planta de aluminio.
Para esa fecha la idea ya se le había vendido al
Gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Co-
rrea, quien le puso mucho interés, pero, decía
el asesor, como el mandatario ya estaba a pun-
to de terminar su período el proyecto quedaría
para los próximos gobernantes.
Estamos hablando de septiembre de 2007 y mi-
ren lo que revela el enviado presidencial: Ya
se tenía listo un memorando de entendimiento
para firmar con los inversionistas de Vale.
“¿Cuál es el secreto de lo que nosotros trae-
mos?”, se autopreguntó el asesor.
Simple. El Departamento de Antioquia no ten-

116
La central de
las ambiciones
dría forma de aportar la mitad de lo que cuesta
construir Pescadero Ituango, o sea 1.200 millo-
nes de dólares. Ni siquiera los conseguiría ven-
diendo la Fábrica de Licores de Antioquia, una
idea por la que Gaviria Corea puso en juego
buena parte de su capital político, sin tener éxi-
to en ello. De manera que el día que EPM le di-
jera a su socio, ¡ponga la plata y construyamos
la central! el gobierno departamental quedaría
por fuera del negocio.
El emisario presidencial anotó que “la idea
del ministro (Andrés Uriel Gallego), que se les
vendió a ellos y nos han aceptado y que ya te-
nemos un memorando de entendimiento con
ellos para firmar con quien sea el próximo Go-
bernador de Antioquia y el próximo gerente de
EPM, o quien quede de gerente de EPM” es que
la multinacional le compraría energía a futuro
al Departamento”.
Con ese soporte, o sea un contrato de venta de
energía a 25 años, el Departamento podría to-
car a las puertas de la banca mundial y solicitar
un préstamo. Según las cuentas del asesor, “de
los 1.150 megavatios de energía firme de Pesca-
dero, Vale necesitaría 800 megavatios. Pero la
minera dijo que también podría quedarse con
575 megas y montar una térmica en Bolombo-
lo o hasta en Urabá”, si fuera necesario, por-
que tampoco les interesaba entrar a disputar la
energía que estuviera necesitando el país.
Quedó claro en esa reunión que para cabildear
ese memorando de entendimiento el Gobierno
Nacional buscaba el apoyo de una entidad tan

117
La central de
las ambiciones
prestante en el mundo de la ingeniería colom-
biana como es la SAI. Los números que pasa-
ban de boca en boca eran sugestivos: Las expor-
taciones de aluminio por Urabá que haría Vale
podrían duplicar las llamadas exportaciones
menores de Antioquia.
La inversión tendría una dinámica nunca antes
vista en este departamento: 2.290 millones de
dólares de la hidroeléctrica; 3.000 millones de la
planta de aluminio; unos 300 millones de dóla-
res del puerto, que comenzaría con 1,4 millones
de toneladas de alúmina que traería Vale para
procesar en Urabá. Sin contar con lo que se ten-
dría que destinar a la construcción de la doble
calzada entre Medellín y Urabá.
Y un detalle que también cuenta para el crono-
grama de estas obras: Vale afirmó que tenía la
experiencia necesaria en el campo de la inge-
niería para que la construcción de Pescadero no
se hiciera en 10 años, sino en seis o siete.
Uno de los asistentes expresó que no tenía mu-
cho sentido que el presidente Uribe firmara el
memorando de entendimiento, consideran-
do que la Nación poseía en Pescadero algo así
como el 4 por ciento.
Más importante le parecía el hecho de que se
estuviera estructurando una novedosa forma
de hacer negocios en el tradicional mercado
energético colombiano. De hecho, ese mismo
ingeniero le había dicho en fecha reciente al
gerente General de EPM, Juan Felipe Gaviria,
“que el mundo había cambiado que no eran las
cuatro bombillas que teníamos en Medellín y

118
La central de
las ambiciones
sus alrededores, si no buscar consumidores. O
sea, que los gerentes de hoy están es dedicados
a los mercados mas no a la producción. El tema
de la producción no es tan importante como el
mercado y que si algún día perdimos el domi-
nio de las telecomunicaciones el día de mañana
lo podríamos perder en la energía”.
La mesa, pues, estaba servida para comenzar
a ambientar estas iniciativas en la prensa, te-
niendo al ministro Andrés Uriel Gallego como
el primer multiplicador y contando con la SAI
como la entidad que oficiaría como esas lampa-
ritas que van adelante en las minas “dándole
luz a este proyecto”.
La SAI estaba lista para ello. Su presidente, Ál-
varo Villegas Moreno, acumulaba más de 20
años de amores con Pescadero Ituango. Ese co-
nocimiento profundo del proyecto también lle-
vaba al gremio de profesionales a declarar que
para el futuro del Departamento, para conso-
lidar rentas distintas a las del aguardiente, ha-
bía que hacer muchos esfuerzos para que a la
Gobernación no la fueran a bajar del 44,47 por
ciento de las acciones.
Un miembro de la Junta de la SAI consideró
ese punto de la mayor importancia y recal-
có en que había que diseñar una estrategia
para que el otro dueño del 44,47 por ciento,
que era EPM, se moviera al ritmo de lo que
se quería para el Departamento de Antioquia.
En su opinión, “aquí el problema es de estra-
tegia política y es el Presidente el que tiene
que manejar todo esto”.

119
La central de
las ambiciones
Recuerden, era septiembre de 2007. Y se invo-
caba la poderosa mano de Uribe con el argu-
mento de que Pescadero Ituango es un proyec-
to estratégico político del país y para evitar que
se enredara por las expectativas de uno u otro
candidato a la Gobernación y la Alcaldía. Y, so-
bre todo, porque había que romperle a las Em-
presas Públicas ese celo “de que si ellos no son
los que llevan la lamparita nadie la puede llevar
y entonces Antioquia se queda sin lámpara”.

¡Vendamos acciones!
El delegado presidencial siempre ha sido muy
diligente en su tarea con Pescadero. El 7 de no-
viembre de 2007 retornó a la SAI y, entre los va-
riados asuntos que se abordaron con respecto
al proyecto, apareció la siguiente opción: Que
el Departamento de Antioquia emitiera al pú-
blico acciones de Pescadero Ituango.
Se consideraba que el entrante Gobernador,
Luis Alfredo Ramos Botero, podría soñar con
esta posibilidad, pues los títulos serían tan ape-
tecidos como los de la Empresa Colombiana de
Petróleo (Ecopetrol) en su momento.
En esa reunión hay un detalle valioso para quie-
nes desean saber cómo eran en la intimidad las
relaciones entre los socios de Pescadero Ituango:
El Gobierno Nacional quería inclinar el fiel de la
balanza a favor del Departamento de Antioquia, a
fin de lograr lo que tanto Álvaro Uribe como An-
drés Uriel Gallego habían visionado desde 1997.
Es decir, que la venta de aguaceros sirviera para
los propósitos de un desarrollo regional.

120
La central de
las ambiciones
Si, como algunos creen y han dicho pública-
mente, la Sociedad Pescadero Ituango era un
mar de armonía entre los socios, ¿por qué ra-
zón el Gobierno Nacional llegó a considerar la
posibilidad de transferirle a título gratuito sus
acciones al Departamento, a fin de estimular un
modelo de negocio basado en la entrada de un
gran consumidor de energía?
La estrategia cocinada en el Gobierno Central
incluía atraer a los inversionistas privados,
aglutinados en la Cámara Colombiana de In-
fraestructura (CCI) de Antioquia, para conso-
lidar una mayoría y tener el camino expedito
para decidir el rumbo de Pescadero.
Las cábalas se hacían a menos de dos meses
de que Luis Alfredo Ramos Botero asumiera la
Gobernación de Antioquia. En la agenda apa-
recía como el compromiso más urgente atender
el 16 de noviembre de 2007 a una delegación
de Vale, pero por un corto descanso que se to-
maría el nuevo gobernante se planteó hacer el
encuentro el 28 de noviembre.
A Ramos Botero, ex directivo del Grupo San-
todomingo, ex ministro de Comercio, ex em-
bajador y ex presidente del Congreso, le con-
sultaron si él firmaría el acuerdo con Vale. El
mandatario expresó que no le quedaba bien
suscribir tal acuerdo, sin haberse posesionado.
Lo que sí dijo era que estaba listo para hacer-
lo cuando fuera Gobernador. Por lo pronto, él
pondría la cara y diría que estaba interesado en
hacer negocios con los brasileños.
El memorando político era relativamente fácil

121
La central de
las ambiciones
de sacar adelante, pues simplemente le daría
firmeza a las intenciones de inversión de Vale
en Colombia y lo suscribirían la multinacional
y el Gobierno Nacional.
El memorando técnico era un hueso duro de
roer pues lo debían firmar Vale y los socios de
Pescadero. No obstante, como el objetivo era
fortalecer al Departamento de Antioquia, se
consideraba mejor que los firmantes fueran la
Gobernación y la empresa minera, dado que
esta última le ayudaría a la primera a buscar al-
ternativas de financiación.
La ruta a seguir era que contando con el apo-
yo del Gobierno Nacional el Departamento
tuviera la mayoría de Pescadero y tomara
las decisiones de rigor en la Junta Directiva.
Luego se haría una valoración del proyecto
hidroeléctrico. Vale aportaría parte de los re-
cursos que tenía que poner el Departamento
en Pecadero para su construcción y se queda-
ría como socio estratégico con el 20 por cien-
to. Aprovechando la posición dominante del
Idea y la Gobernación se fijaría para la multi-
nacional un precio favorable para la energía
que demanda su planta de aluminio.
Era tal la prevención existente frente a EPM, que
sobre la mesa se llegó a poner como alternativa
que el proyecto Pescadero Ituango se amparara
en un convenio de Gobierno a Gobierno, entre
Brasil y Colombia. Esto, decían los ingenieros
de la SAI, le quitaría trámites. Hasta se evitarían
las licitaciones, porque, argumentaban, Brasil
diría que en su nombre actuaría Vale, mientras

122
La central de
las ambiciones
que Colombia diría lo mismo con el Departa-
mento de Antioquia.
Aunque al comenzar sus mandatos Aníbal
Gaviria Correa y Sergio Fajardo Valderrama
se juraron una especie de amor eterno y pro-
metieron hacer programas en forma conjunta,
sus juegos de vanidades políticas, como futu-
ras cartas presidenciales, terminaron abrien-
do un gran boquete entre ellos. Al referirse al
mandatario local saliente y entrante, uno de
los ingenieros de mayor turmequé en la SAI
afirmó que “tenemos un problema grande: la
insensibilidad del actual gobierno y del nue-
vo gobierno. Con razón Antioquia no les im-
porta, ni a Fajardo ni al gabinete. Ellos nunca
han sentido nada por Antioquia. Esos tipos se
están tirando en la unidad de Antioquia”.
La frase proviene de uno de los ingenieros que
más línea de conducta tira, no solo en su gre-
mio, sino también en las relaciones de la SAI
con los diversos niveles de gobierno.
Por eso su siguiente consejo les va a resultar
muy familiar a quienes han conocido el dis-
curso del gobernador, Luis Alfredo Ramos
Botero, y del gerente General del Idea, Álvaro
Vásquez Osorio, al momento de justificar la
toma de control de Pescadero.
El mismo 7 de diciembre de 2007 decía el influ-
yente ingeniero que “hay que ir dándole peso
al argumento según el cual de los beneficios de
la producción de energía y la prestación de los
servicios de agua, acueducto y alcantarillado
ha resultado beneficiado únicamente el muni-

123
La central de
las ambiciones
cipio de Medellín, a expensas de los municipios
donde se embalsa el agua, donde se almacena
la materia prima y donde cae el agua. A ese ar-
gumento hay que echarle mano. Las regalías
producto de la aplicación de la ley de energía,
la 99, son pingües beneficios frente a las gran-
des utilidades que hoy en virtud de las leyes de
servicios públicos están concentradas aquí”.
¿Les suena familiar este discurso que tanta am-
polla levanta en EPM?
Quien aún tenga alguna duda sobre la influencia
de la SAI en este proceso, valdría la pena que mi-
rara estas palabras que, al estilo de un tribuno del
pueblo, pronunció Ramos en un cabildo abierto
que realizó en Santa Fe de Antioquia el 18 de julio
de 2008, o sea en medio de la polémica desatada
por la toma de Pescadero Ituango:
“No es justo que todo lo tenga EPM y sólo lo deje
en Medellín. La inequidad se ha dado, pero que
sea claro que todo lo que disfruta Medellín en ser-
vicios públicos sale de los municipios. Entonces,
necesitamos que así como en Medellín se hacen
bibliotecas de 15 mil millones de pesos, también
se hagan en las demás localidades”■

124
La central de
las ambiciones
Capítulo 7

GERENTES
HONESTOS,
PE R O …
Honestos. Esta es la regla que siguen los di-
versos accionistas de Pescadero Ituango a la
hora de calificar a los gerentes que han pasa-
do por la sociedad.
Eso, sin embargo, no les impide reconocer que
en los casos de Alberto Piedrahíta y Alejandro
Estrada pecaron al sostenerlos en el cargo, a pe-
sar de las deficiencias y humanos errores que
cometieron en sus desempeños profesionales.
Según fuentes de los minoritarios, este fue
otro de los temas que produjo un gran des-
gaste al interior de la sociedad, particular-
mente en la era de Estrada.
Justo es reconocer que gracias a la presión de
las Empresas Públicas de Medellín, a sus inves-
tigaciones y el trabajo de sus auditores y los del
Idea, se cayó el primer gerente y se reorientó la
promotora de la hidroeléctrica.
Al segundo, Alejandro Estrada Echeverri, los
representantes de EPM también intentaron mo-
verle la silla en dos ocasiones, de una manera

125
La central de
las ambiciones
por demás poco elegante. Fracasaron. En el pri-
mer intento, porque a los estrategas del grupo
empresarial parece habérseles olvidado que al
funcionario lo llevó a ese cargo su propio jefe,
o sea Luis Pérez Gutiérrez, alcalde y presidente
de la Junta de las Empresas Públicas.
El otro round también lo ganó el gerente,
porque, cuentan fuentes de los minoritarios
y el mismo funcionario, el gobernador Aníbal
Gaviria Correa le dio su apoyo, pero no por
ser quien era, sino por la manera como los re-
presentantes de EPM lo querían sacar del car-
go. En una sesión no presencial, tres de cinco
miembros de Junta tomaron la decisión de no
renovarle a Estrada el contrato que se le ven-
cía el 31 de agosto de 2005.
El gerente recibió la carta y en la Junta del 30 de
agosto presentó su informe. Luis Carlos Rubia-
no, como presidente de la Junta, anunció que
el alcalde Sergio Fajardo y el gerente de EPM,
Juan Felipe Gaviria, “se están comunicando con
los socios para seleccionar el próximo gerente”, ante
lo cual la funcionaria del Idea, Victoria Eugenia Ra-
mírez, solicitó que al Departamento y al Idea lo ten-
gan en cuenta en este tipo de decisiones, “teniendo
en consideración las relaciones armónicas que acom-
pañan a las dos administraciones”.
La versión que tienen ejecutivos de las Empre-
sas Públicas de Medellín es que el Gobernador
estuvo inicialmente de acuerdo con la salida de
Estrada, pero luego cambió de opinión.
Cuentan accionistas minoritarios que este úl-
timo incidente tardó un par de meses en re-

126
La central de
las ambiciones
solverse, hasta que Juan Felipe Gaviria, ge-
rente de las Empresas, llamó a Gaviria y sus
delegados retornaron a la mesa.
Esto dio lugar a un acuerdo en el siguiente sen-
tido. La Gobernación planteó que no le fueran
a imponer a nadie sin su consentimiento. EPM
aceptó que el gerente no le iba a estorbar, pero
dejó en claro que una vez se terminara el estu-
dio de factibilidad de la hidroeléctrica, se ob-
tuviera la licencia ambiental y se hicieran los
diseños definitivos, había que subirle el perfil a
ese cargo y montar una estructura más robusta.
Accionistas minoritarios describen a Estra-
da Echeverri como una persona muy hones-
ta y bien intencionada. Destacan que desde
el punto de vista personal nadie tenía nada
contra él. El gran problema estaba en sus fa-
lencias técnicas y administrativas.
De hecho, EPM planteaba que la sociedad es-
taba en riesgo. Y cuando sus representantes
enumeran las fallas que le veían al gerente de
la sociedad, queda la duda de por qué los so-
cios de la hidroeléctrica le dieron tantas lar-
gas al asunto. Se afirma que el funcionario no
sabía manejar una tabla de excel ni los estados
financieros. Le dijeron que la contadora no
servía y, en lugar de salir de ella, le aumen-
tó el sueldo. La contabilidad estaba atrasada.
No manejaba los conceptos de reserva presu-
puestal, simplemente hacía los gastos. Y se le
olvidaban asuntos de trámite normal como el
pago de los impuestos de la sociedad.
Al tema le bajaron la temperatura, quizás por-

127
La central de
las ambiciones
que detrás de todo estaba EPM dando soporte,
no solo en aspectos técnicos sino en el funciona-
miento mismo de la sociedad.
Representantes de EPM en Pescadero expresan
que el gerente cometió el error de querer mane-
jar asuntos que eran propios de los dueños.
El primero, fue salir a buscar plata para capita-
lizar la sociedad. El mismo Alejandro Estrada
se muestra complacido al contar la historia de
los 2.500 millones de pesos que le pidió al pre-
sidente Álvaro Uribe para avanzar en los estu-
dios de Pescadero.
Los socios de Pescadero Ituango rechazaron
esa gestión y la propuesta de capitalización
que luego presentó Isagén. También aprove-
charon la ocasión para recordarle al gerente
que los estudios aportados por Isagén se pa-
garían de acuerdo con lo pactado, o sea cuan-
do se hiciera el cierre financiero del proyec-
to. Y le advirtieron, además, que este tipo de
asuntos eran del resorte de los propietarios,
no de la administración de la sociedad. Si la
sociedad requería dinero, ellos verían si lo
ponían o acudían a un tercero.
Un mensaje similar le dieron en el 2004 cuando
se apareció con unos inversionistas argentinos
que estaban dispuestos a construir la central.
Se resalta que aunque Estrada Echeverri hacía
todo esto con buena fe y muy buena voluntad,
eso no dejaba de causar malestar.
Todas las versiones coinciden en algo: Al
gerente le bajaron totalmente el perfil y le
instruyeron que nada de prensa. Adicional-

128
La central de
las ambiciones
mente, el 5 de septiembre de 2005 se firmó
un convenio de asesoría técnica con EPM, en
virtud del cual esta última entidad le man-
daba prácticamente todas las instrucciones al
representante legal de la sociedad, llegando
al extremo de remitirle cartas con órdenes tan
precisas, que lo único que le tocaba al funcio-
nario era estampar su firma.
Fuentes de los accionistas minoritarios tam-
bién tienen sus reservas frente al papel cum-
plido por el segundo gerente de Pescadero y
afirman que el cambio no se presionó, porque
esta no era una decisión sensible para el desa-
rrollo del proyecto.
Pero ese momento se acercaba, a medida que el
proyecto avanzaba y que Estrada mostraba sus
falencias para administrar una sociedad con
mayores niveles de responsabilidad. Las actas
abundan en ejemplos y al funcionario le llega la
mala hora el 16 de junio de 2008. Ese día, Luis
Carlos Rubiano le agradeció a Estrada por su
trabajo y luego indica que “se requiere de una
persona con mucha experiencia en el desarrollo
de este tipo de proyectos, contratación, comer-
cialización, etc.” El tema ya había sido tratado
por Álvaro Vásquez Osorio, gerente General
del Idea, y Federico Restrepo Posada, gerente
General de EPM, quienes acordaron volver a
tocar el tema después de la subasta de la Creg.
El momento más crítico para Estrada fue el in-
forme que rindió el reviso fiscal, Henry Páez,
el 25 de julio de 2008. El documento, al decir
de Vásquez Osorio, “parece indicar la presen-

129
La central de
las ambiciones
cia de serios problemas en el manejo adminis-
trativo”, que debían ser aclarados en el menor
tiempo posible y exigían la toma de decisiones
definitivas. “Por ello, dice el acta de la reunión,
y teniendo en consideración que los integran-
tes de la Junta Directiva son coadministradores
en virtud de normas legales y, como tal, tam-
bién asumen responsabilidades personales en
el manejo de la Sociedad y responden con su
patrimonio, sugiere que, en primer lugar, se
realice un relevo inmediato en la gerencia de
la hidroeléctrica”. En consecuencia, le pidió a
EPM que recomendara un candidato para en-
cargarlo de la gerencia, mientras se nombraba
un gerente en propiedad.
Estrada siguió haciendo su trabajo pero,
para su desgracia, en la próxima Junta co-
metió un error que llenó la taza: Al presen-
tar la composición accionaria de la sociedad
intercambió las cifras de EPM con las del
Idea. Al percibir de entrada ese error la Jun-
ta decidió no aceptar el informe.
José Fernando Villegas Hortal, presidente de
la Junta solicitó que, en el menor tiempo po-
sible, se designara una persona que pudiera
recibirle a Estrada.
El gerente afirmó que no tenía inconveniente en
hacer la entrega formal y material de la geren-
cia, con todos los documentos sobre la mesa, ya
que no tenía nada que ocultar. Que hasta en sus
vacaciones podría hacer el empalme requerido.
Con todo y lo tenso que fue ese momento, los ac-
cionistas de Pescadero Ituango dejaron esta cons-

130
La central de
las ambiciones
tancia, no para el currículum vitae del gerente
saliente, sino para su vida misma: “Le expresa el
doctor José Fernando Villegas en nombre de la
Junta al gerente de la sociedad, doctor Alejandro
Estrada, que la confianza en su honorabilidad es a
prueba de duda y así ha sido siempre”.
Por fuera de la sociedad y para cerrar ese capítu-
lo, fuentes de las Empresas afirmaron a media-
dos de noviembre de 2008 que “hoy, después
de que el señor gerente abandonó su cargo, lo
planteado desde un principio por EPM frente
a la calidad e idoneidad del señor Estrada se
confirmó. El informe entregado por la reviso-
ría Fiscal de la sociedad encontró un verdadero
desorden: El libro de accionistas mal llevado,
emisión de acciones incorrecta, la contabilidad
no estaba actualizada, los estados financieros
estaban al mes de agosto de 2007. En conclu-
sión, un desorden. El tiempo le ha dado la ra-
zón en muchos temas a EPM”.

¿Ahora quién?
Desde comienzos de 2008 los diversos accionis-
tas empezaron a darle vueltas al perfil del ge-
rente que debería tener la hidroeléctrica cuan-
do todo estuviera listo para despegar las obras.
Por el lado de EPM se mencionó, desde enton-
ces, que podría acudirse a figuras como su ex
gerente de Generación de Energía, Jaime Vélez.
Pero se consideró que no quedaba bien sacar
del mismo seno de las Empresas al candidato
para el cargo, que no sólo se debía pensar en el
componente técnico, sino también en las habi-

131
La central de
las ambiciones
lidades de ese funcionario para negociar con la
Creg o con la banca multilateral. Vélez podía
hacer eso, y hasta más, pero su marca EPM no
era pertinente en este caso.
Dicen los minoritarios que en el sonajero tam-
bién estuvieron los nombres de Iván Correa
Calderón, Óscar Velásquez Johnson, Uriel Sa-
lazar, Guillermo Arango Rave y hasta Jorge
Humberto Botero Angulo, ex presidente de la
Asociación Bancaria y ex ministro de Comercio,
Industria y Turismo. Ninguno de ellos, sin em-
bargo, estaba en los planes del Idea.
La recomendación del gerente General de EPM,
Federico Restrepo Posada, fue acudir a una em-
presa cazatalentos, previa elaboración de un per-
fil básico. Además, si su organización iba a ser el
operador de la hidroeléctrica, con mayor razón
necesitaba la certeza de contar con gente de con-
fianza, rigor técnico, jurídico y económico. A co-
mienzos del 2008, con los socios mayoritarios en
igualdad de condiciones, eso era relativamente
aceptado. Pero cuando el Idea se tomó el control
de Pescadero Ituango tal opción fue descartada
de plano, porque, como el poder es para poder, la
Gobernación iba a poner el gerente.
Y lo puso. “Ya tengo mi candidato para ge-
rente de Pescadero Ituango”, le dijo Álva-
ro Vásquez Osorio a Luis Guillermo Gómez
Atehortúa, quien, recostado sobre una co-
lumna del auditorio de la Sociedad Antio-
queña de Ingenieros y Arquitectos (SAI), se
limitó a sonreír ante esa propuesta del 5 de
agosto de 2008. “Ya voy de salida”, fue su

132
La central de
las ambiciones
respuesta, ante lo cual Vásquez le dijo que
su sonrisa le indicaba que aquello era un sí.
Tanto Vásquez como el gobernador, Luis Alfre-
do Ramos, habían coincidido en el nombre de
Gómez Atehortúa, un gerente General al que ni
los pequeños accionistas ni Empresas Públicas
de Medellín le pusieron un solo reparo■

133
La central de
las ambiciones
Capítulo 8

YO C O M P R O,
T Ú C O M P R AS …
Los más robustos propietarios de Pescadero
Ituango comenzaron a conjugar desde muy
temprano el verbo comprar.
Sus tentaciones recaían sobre los accionistas
más débiles, o sea los minoritarios. Lo que es-
tos últimos no se imaginaron, jamás, es que al
cabo de 10 años esos títulos, que muchos lle-
garon a considerar una inversión estéril, im-
productiva, terminarían convertidos en una
pieza estratégica para quien quisiera tener el
control de la hidroeléctrica y el poder necesa-
rio para direccionar el proyecto.
Las firmas de ingeniería afiliadas a Acic Antio-
quia recibieron la invitación para empujar la
hidroeléctrica. Unas 55 atendieron en 1997 el
llamado del gobernador, Álvaro Uribe Vélez, y
de su fiel amigo y secretario de Obras Públicas,
Andrés Uriel Gallego. Ambos consideraban
que Antioquia no debería depender más de las
rentas del alcohol y el tabaco. A la mano estaba
un gran tesoro energético en el departamento y
para explotarlo había que comenzar por desem-

134
La central de
las ambiciones
polvar los estudios que Integral había realizado
para ISA a comienzos de la década del 80. El
más grande y atractivo era Pescadero Ituango.
El medio centenar de firmas de ingeniería dijo
pago. Luego ese acuerdo de voluntades subió
de rango en la Notaría 18, cuando se suscribió
la escritura pública 2309 del 8 de junio de 1998.
Isagén entró a la sociedad aportando los estu-
dios realizados. Integral asumió una parte de
los trabajos de actualización, pero para el resto
dijo que necesitaba plata. La Gobernación y el
Idea pusieron capital, al igual que el grupo de
55 firmas de ingeniería.
En ese primer esquema los privados tenían más
del 12 por ciento, correspondiendo a Integral
un poco más del 7 por ciento.
Los empresarios particulares sabían que ellos no
iban a ser los constructores de Pescadero. Pero sí
le apostaban a que muchos subcontratos termina-
rían siendo suyos, lo cual no era para nada des-
preciable, considerando el tamaño de la central.
Cuando aún sus propios colegas los califi-
caban de ilusos, al apostarle a un sueño, los
pequeños empezaron a notar cambios en
grandes jugadores locales.
Como anécdota, voceros de los minoritarios
recuerdan que a comienzos de 2002 Luis Pérez
Gutiérrez hizo una reunión en la Alcaldía de
Medellín, a la que fueron invitados el director
entrante y saliente de Acic Antioquia. Óscar
Velásquez Johnson, el saliente, tenía en ese mo-
mento la camiseta de EPM, escucha que entre
los pequeños accionistas privados había interés

135
La central de
las ambiciones
por vender, porque veían que su inversión solo
sería rentable en un muy largo plazo.
Velásquez se emocionó y compartió esa noti-
cia con el gerente General de EPM, Iván Correa
Calderón, y el gerente de Energía, Jesús Arturo
Aristizábal Guevara.
A estos funcionarios se les vieron tanto las ga-
nas, que algunos accionistas se preguntaron
maliciosamente el porqué. La respuesta que
alcanzaron a descifrar es que a EPM le sonaba
tener el control de Pescadero, pero para meterlo
una larga temporada en la nevera.
El tiempo diría que ese era el juego. Y también
validaría la sospecha de los pequeños accionis-
tas que se veían por fuera del juego cuando vi-
nieran las millonarias capitalizaciones.
La presión más fuerte la sintieron en 2007 y
2008. El mayor reto lo afrontaba Integral, firma
en Ley 550, que cada trimestre debía poner 500
o 600 millones de pesos. Como la puerta de la
banca estaba cerrada, algunos colegas le dieron
la mano para honrar sus compromisos.
El rey de los minoritarios, o sea Integral, es el
que finalmente tuvo la clave de las movidas
que debían hacer los minoritarios.
El 31 de agosto de 2007 la firma de consultoría le
presentó a la Junta Directiva de Pescadero Ituan-
go el estudio “Complementación de la factibili-
dad técnica, económica y ambiental”. Allí recon-
firmó las bondades de la central, actualiza costos,
cronograma y demás exquisiteces técnicas.
El contratista, y a la vez socio, recomendó
iniciar los trámites para obtener la licencia

136
La central de
las ambiciones
ambiental y comenzar con las contrataciones
para los diseños definitivos de la central y de
las obras de infraestructura.
Eso suena rutinario, o propio del lenguaje
de los técnicos.
Con mentalidad de accionista y consultor, In-
tegral planteó la conveniencia de “estudiar e
implementar la reestructuración que desde
el punto de vista societario requiera la hi-
droeléctrica, de manera que pueda acometer
exitosamente las gestiones de financiación y
ejecución del proyecto”.
Técnicos de las Empresas afirman que ese mis-
mo planteamiento ya lo había hecho la organi-
zación en el Plan de estudio diseñado en 2003 y
se planteó en los términos de referencia a partir
de los cuales se contrató a Integral para adelan-
tar los estudios.
El mensaje, de todas maneras, tenía dos desti-
natarios. Para los grandes, que se organizaran
y dejaran de pelear. Y para los pequeños, que
a medida que se acercaba la hora cero para ini-
ciar el megaproyecto, a ellos se les comenzaban
a infartar los bolsillos, pues las necesidades de
capitalización desbordaban sus posibilidades
económicas y, por esa vía, corrían el riesgo de
marchitarse, diluirse o contar menos que un
cero a la izquierda.
No todos los pequeños estaban reventados. Al-
gunos, con buena posición de liquidez, adqui-
rían acciones de Pescadero Ituango. Los más
privilegiados decían que compraban todo lo
que les ofrecieran. Los propietarios arrancaban

137
La central de
las ambiciones
pidiendo sumas de 10.000 pesos, pero muchos,
asediados por la necesidad, terminaban tran-
sando a 4.000 pesos. Claro que tampoco falta-
ron negocios cerrados a 15.000 pesos.
Los que aguantaron fueron bien recompensa-
dos. Cuando la Creg le asignó a Pescadero el
cargo por confiabilidad eso tuvo varias conse-
cuencias. La más importante, es que, desde el
punto de vista jurídico, ese día el proyecto entró
a pertenecerles. Lo segundo, es que, automáti-
camente, sus acciones subieron de valor, pues
pasaron de tener un sueño, una expectativa, a
una obra que debía hacerse, so pena de pagar
unas millonarias multas. Lo tercero, es que para
seguir con vida en la hidroeléctrica tendrían
que hacer monumentales capitalizaciones.
Para ese vital momento en que Pescadero al-
canzó su matrícula en la subasta de la Creg, las
juntas directivas de EPM y el Idea ya habían
dado las respectivas autorizaciones para que se
compraran más acciones de la sociedad.
Todos querían más acciones… comenzando por EPM.
En el 2007 los coqueteos de Empresas Públicas
de Medellín se hicieron más fuertes. Pero nunca,
dicen fuentes de los minoritarios, pasaron de ser
ofrecimientos verbales. Las Empresas les insistían
en que ellos eran los únicos capaces de hacer Pes-
cadero y les advertían, a través de Luis Carlos Ru-
biano, que si iban a vender, “nos llaman”.
Teniendo muy presente los palos en la rueda
que el grupo empresarial le había metido al
proyecto, varios pequeños accionistas le pre-
guntaron a Juan Felipe Gaviria Gutiérrez, ge-

138
La central de
las ambiciones
rente General de EPM, porqué el brusco cambio
de opinión frente al proyecto.
La respuesta no los sorprendió del todo, pero sí
les confirmó que los minoritarios iban a tener,
al fin, su propia primavera: Es que no teníamos
tan claro que este es el proyecto más maravillo-
so que EPM puede tener en toda su historia. Y se
los dicen, nótese bien, a comienzos del 2007, o sea
varios meses antes de que Integral entregara en
agosto el estudio definitivo de factibilidad.
EPM tenía su dilema. De un lado, se sentía incó-
moda con la presencia de los pequeños accionis-
tas, porque la falta de fortaleza financiera de éstos
últimos podría atrasar el desarrollo del proyecto
y ponerlo en peligro al tramitar créditos con la
banca. Eso, sin embargo, no le impidió tenderles
la mano cuando aquellos carecían del dinero para
las contragarantías que requería la sociedad para
participar en la subasta de energía.
Pero, de otra parte, la organización se moría de
las ganas de comprarles a los pequeños, pero
no pasó de ahí, de las ganas.
La oferta formal ni siquiera la presentó el 12 de
julio de 2008, en vísperas de la toma del Idea,
cuando un funcionario de EPM llamó al repre-
sentante de los pequeños accionistas a pregun-
tarle en cuánto era que se estaban negociando
entre los privados esos títulos. Esos valores se
movían entre 10.000 y 15.000 pesos.
La llamada se hizo un sábado, al mediodía, y el
funcionario de EPM justificó su interés dicien-
do que desde las altas esferas le habían pedido
que se aterrizara esa compra a los privados, que

139
La central de
las ambiciones
le pusieran números. Lo curioso de la diligencia
es que ese mismo fin de semana estaba en mar-
cha un pequeño, pero muy simbólico negocio:
El lunes se cerraban las ofertas para comprarle
a la Empresa de Energía de Bogotá el 0,81 por
ciento de las acciones que tenía en Pescadero.
Hasta las multinacionales se mostraron interesa-
das en el paquete del 6,12 por ciento que tenían
los minoritarios. En el caso de Vale, se exploró
como una fórmula para que, haciendo luego ma-
yoría con el Departamento, se pudiera abrir cam-
po un modelo de negocio que no descartaba que
los duros de la minería construyeran y explotaran
la central durante 20 o 25 años. Pero, nada, eso no
pasó del mero tilín, tilín, en una historia que se
repitió también con los mineros de Alcoa.
Las ganas de EPM siguieron creciendo y fueron
avaladas por su Junta Directiva.
En artículo publicado el 10 de febrero de 2008, so-
bre el costo de construir a Pescadero, El Colombia-
no resaltó que en la Junta Directiva de EPM del 7
de febrero se aprobó la capitalización de la socie-
dad en 24.458 millones de pesos por parte de las
Empresas, más los 37.800 millones de pesos que
debía capitalizar para constituir las garantías que
exigía la participación en la subasta de la Creg.
La Junta dio la orden de seguir adelante con el
proyecto, pero no dejó de expresar una preocu-
pación: ¿Hasta dónde podrán tener el acompaña-
miento de los pequeños accionistas privados?
Lo que se visionaba causaba inquietud. Al mo-
mento de salir la sociedad promotora a buscar
un crédito de 1.800 millones de dólares, los ban-

140
La central de
las ambiciones
queros preguntarían quién es quién, con qué
responde cada uno y su situación como empre-
sa. Ahí podría haber un escollo con las firmas
que se encontraban en procesos de liquidación
o de intervención económica, que no se sabía
si tendrían tiempo para engordar una inversión
que luego venderían a un mejor precio.
Está claro que, por restricciones legales, EPM
no podía entregar garantías por encima de lo
que le correspondía a ella.
No obstante, la Junta dejó abierta la posibilidad de
capitalizar la porción que dejaran libres otros due-
ños. Todo, con el fin de irle abriendo camino al cie-
rre financiero del proyecto. Aunque el mismo está
previsto para el 2010, una vez se llegara a la Subasta
de Energía ya se estaría en condiciones de sentarse a
hablar de negocios con los banqueros.
El Idea también abrió esa puerta para tener más
acciones. Lo hizo expresamente su Junta Di-
rectiva el 13 de febrero de 2008. Según reza la
página 8 del Acta 01, ese órgano de dirección
decidió “autorizar al Representante legal del
Idea para negociar y adquirir las acciones de la
Sociedad Hidroeléctrica Pescadero Ituango que
se encuentren disponibles, tanto públicas como
privadas. Se autorizó al Gerente para negociar
y adquirir tales acciones”.
Los pequeños tenían tentaciones de todas
partes y también, confiesan, gozaban de cier-
to protectorado del Idea, que llegó a plantear-
les la posibilidad de aprobarles créditos para
que cumplieran con las capitalizaciones que
demandaba la sociedad.

141
La central de
las ambiciones
Como navegaban en medio de unas aguas que
a veces eran hostiles y otras apacibles, los accio-
nistas privados armaron su propio cartel.
Así es. El temor a un adelgazamiento de su par-
ticipación accionaria cuando los grandes capi-
talizaran la sociedad, llevó a que unos 30 socios
particulares se pusieran de acuerdo para ven-
der, pero en bloque, para maximizar su poten-
cial ganancia.
El miedo era que EPM los pudiera borrar del
mapa merced a las poderosas capitalizaciones
que promovía y que también era la única que
holgadamente podía cumplir.
En escena entró Sergio Restrepo Londoño, un
empresario que tiene línea directa con perso-
najes que van desde el presidente Uribe hasta
los mandatarios regionales. Él oficiaba como
asesor de una multinacional minera intere-
sada en Pescadero Ituango, pero se muestra
listo para ayudar a lograr un buen precio por
el paquete de los minoritarios, promoviendo
una puja entre los interesados.
Su recomendación era cerrar el negocio en
agosto o septiembre de 2008, a más tardar. Es
de anotar que Vale, la firma brasileña ya había
explorado diversas alternativas de negocios. En
un momento dado se dijo que estaba interesa-
da en comprar el 100 por ciento del proyecto.
Luego dijo que el 51 por ciento de la sociedad,
o nada. Y terminó bajándose a un paquete del
20 o 40 por ciento, pero con la condición de que
tuviera un miembro en la junta.
Una fórmula para que la multinacional entrara

142
La central de
las ambiciones
con una buena tajada era mediante la compra
a los privados del 6,12 por ciento de sus accio-
nes. Luego, para evitarse los engorros procesos
de venta por parte del Idea, el Departamento y
EPM, simplemente se harían sucesivas capitali-
zaciones en las que las firmas públicas cederían
su derecho de suscripción. El modelo incluía el
pago por parte de Vale de una prima o derecho
por entrar al proyecto.
Para definir el alcance y las condiciones de ac-
tuación del negociador se creó una comisión
con las cinco o seis firmas privadas que mayor
participación accionaria tenían en Pescadero, li-
deradas por Integral.
Cuando abordaron el valor del paquete accio-
nario, los más optimistas dijeron que ese 6,12
por ciento podría costar unos 100 millones de
dólares. El negociador, en cambio, les puso a
pensar en un valor de 30 a 40 millones de dó-
lares, si el negocio se fuera a hacer con Vale. El
caso es que, de acuerdo con la valoración reali-
zada por uno de los minoritarios, este paquete
que podría romper la igualdad en la propiedad
de EPM y el Departamento podría costar unos
50 millones de dólares. La cuantía sería incluso
mayor, con la adjudicación del cargo por capa-
cidad de la Creg.
Luego de unas cortas vacaciones, el negociador
retornó a Medellín para reunirse con los ven-
dedores y concretar las condiciones de su in-
tervención. Pero sucede algo extraordinario. El
lunes 15 de julio, a las 11:45 de la mañana, el ge-
rente del Idea, Álvaro Vásquez, llamó al vocero

143
La central de
las ambiciones
de los minoritarios y le dijo: Siempre te he querido
comprar y siempre me has dicho que diga el precio.
Ya lo tengo: 46 millones de dólares, pero la operación
se tiene que cerrar antes de mañana, a las 11 del día.
Vásquez ya había sido presionado por miem-
bros de su Junta para que comprara más accio-
nes de Pescadero. “Compre, compre”, era el re-
iterado mensaje.
El plazo de las 11:00 de la mañana que el fun-
cionario le fijó al vocero de los minoritarios,
obedecía al hecho de que Vásquez tenía en ese
momento en Bogotá a uno de sus empleados,
con la orden de entregar, a las 2:00 pm, un sobre
con una oferta por el 0,81 por ciento de las ac-
ciones de la EEB en Pescadero. Las propuestas
se abrirían al día siguiente, a las 12 del día. Por
eso, dijo el funcionario, la premura en negociar
con los pequeños.
Al vocero de los minoritarios le sorprendió tan-
to la llamada como la oferta, que llegó a consi-
derarla como una broma. De inmediato contac-
tó al negociador, Sergio Restrepo, y le pidió que
se vieran a las 2:30 pm. Se habló del tema y el
intermediario recomendó citar a la comisión de
los propietarios para las 4:00 o 5:00 de la tarde.
Esa cita se cumplió y allí también hubo expre-
siones de incredulidad. Algunos, inclusive, lle-
garon a afirmar que con un privado, como Vale,
se podría lograr un mejor precio.
Al final decidieron negociar. Llamaron al geren-
te del Idea y le comentaron que lo iba a contac-
tar Sergio Restrepo. Dígale que tengo encendido el
celular las 24 horas del día, excepto esta noche, entre

144
La central de
las ambiciones
las 8 y 9 pm, que estaré en directo en un programa
en Teleantioquia, fue el mensaje de Vásquez.
Fuentes de los minoritarios afirman que Restrepo
se fue sin adelantar ningún negocio y no llamó a
Vásquez. Eso causó un gran revuelo el martes, en
la mañana, pues se acababa el plazo para parar-
le la caña al Idea. Los accionistas de mayor peso
dentro de los pequeños temieron perder el nego-
cio y se fueron para el Idea. Allí les mostraron la
estimación de valor de Corficolombiana, se pulie-
ron los detalles de la negociación y firmó como
cabeza de lista Integral. El efecto fue como de bola
de nieve, porque detrás de esta organización se
vinieron otros accionistas.
El presidente de Integral llamó al vocero de los
minoritarios y le dijo que a las 11:00 de la mañana
el Idea ya tenía el 50,3 por ciento de las acciones
de Pescadero Ituango, pero que se respetarían
esas mismas condiciones del negocio a los demás
suscriptores del acuerdo privado de accionistas,
hasta antes de la próxima capitalización.
Así empezó a volverse historia la presencia de
la mayoría de los pequeños accionistas priva-
dos en Pescadero Ituango■

145
La central de
las ambiciones
Capítulo 9

¿LE FALTÓ TIEMPO


A ANÍBAL GAVIRIA?
Fui testigo de la gran pasión que Aníbal Gaviria
Correa le puso como Gobernador de Antioquia
a la hidroeléctrica Pescadero Ituango. También
vi su decisión de cerrar un negocio con Vale,
para estimular un gran polo de desarrollo en
Urabá y, de paso, diversificar las rentas del De-
partamento. Por eso mismo, puedo afirmar que
al mandatario seccional le faltó decisión para
hacer efectivo el control “político” que llegó a
disfrutar en esta sociedad, adoptando en la Jun-
ta Directiva unas decisiones que hubieran con-
tado con el aval de los accionistas minoritarios
que estaban de su lado.
El Maquiavelo de Pescadero jugó un papel de
primera línea en la inclinación de los intereses
de los minoritarios a favor de la Gobernación.
El resto lo hizo EPM, a través de las señales que
enviaba a los minoritarios con sus actuaciones.
El cuento es el siguiente.
Un ex miembro de la Junta Directiva de Pesca-
dero afirmó que el célebre acuerdo de una par-
ticipación paritaria en esta sociedad lo armaron

146
La central de
las ambiciones
Aníbal Gaviria Correa y Sergio Fajardo Valde-
rrama. El mismo se cristalizó el 28 de marzo de
2006, cuando EPM y Eade renunciaron a sus
derechos de capitalización, de manera que el
Departamento y el Idea quedaran equiparados
con el Grupo Empresarial en el 44,47 por ciento.
Con ese “acto de desprendimiento” no se aca-
baron las tensiones entre la Gobernación, el
Departamento y los minoritarios. La calma era
chicha y en ese ambiente los minoritarios co-
menzaron a adoptar una posición estratégica.
Una de las cosas que no les gustó a los inver-
sionistas privados es que EPM planteara para
la hidroeléctrica un cronograma con entrada en
operación en el 2020, versión que es negada por
técnicos de las Empresas, quienes afirman que
la fecha planteada fue la recomendada por Inte-
gral en su estudio, porque “siempre se solicita-
ron estudios serios antes de tomar decisiones”.
Voceros de los minoritarios recuerdan que el
propio Aníbal Gaviria Correa se inquietó con el
tema y dijo que no era posible que las Empresas
no los dejara entrar antes en operación.
La razón de EPM ya es muy familiar a esta al-
tura del relato. Incursionar en el sector eléctrico
colombiano en un mal momento, mandaría al
piso los precios de la energía.
Eso que para el grupo empresarial era un peli-
gro, para un político y empresario como Gaviria
Correa representaba la oportunidad de disfru-
tar de una energía barata que favorecería a los
usuarios residenciales y al sector productivo.
El gobernador contactó a los accionistas minori-

147
La central de
las ambiciones
tarios y logró que éstos compartieran su punto
de vista: Los intereses del país y de Antioquia
están por encima de los intereses de EPM. Por
lo tanto, el mandatario les pidió que si iban a
tomar decisiones contrarias a ese pensamiento,
que por favor se lo hicieran saber primero.
El delegado presidencial ayudó a darle el
acabado a ese acuerdo. Les hizo ver a los pe-
queños accionistas que su aliado natural en
Pescadero no era Empresas Públicas de Me-
dellín, dado que el negocio de esta firma es la
generación y venta de energía. Y ellos, como
minoritarios, eran inversionistas, al igual que
la Gobernación, y que como tales deberían ac-
tuar en defensa de sus intereses.
El mensaje resultó meridiano y, desde entonces,
se produjo esa alianza entre los inversionistas
ante la Junta de Pescadero.
La mesa estaba servida para que Gaviria Co-
rrea, sin gastar un solo peso en la compra de
acciones, tomara las decisiones que considerara
convenientes en Pescadero. El Maquiavelo de
Pescadero y los accionistas privados reconocen
que el problema del mandatario es que ya iba
de salida del piso 12 de la Gobernación.
Como los gobernantes pasan y los proyectos
siguen su marcha, el emisario presidencial
inició un trabajo en plena campaña electoral
con los candidatos que marcaban en punta
para la Gobernación de Antioquia y la Alcal-
día de Medellín, en una historia para la cual
es preciso abrir dos capítulos: El entusiasmo
del alcalde electo, Alonso Salazar Jaramillo,

148
La central de
las ambiciones
versus la decisión para comprar del nuevo
gobernador, Luis Alfredo Ramos Botero.

Se entusiasmó Alonso
Por el lado del Municipio el hombre clave que se
debía contactar era Federico Restrepo Posada, ex di-
rector de Planeación Municipal, quien desde un co-
mienzo se daba como seguro gerente General de las
Empresas Públicas de Medellín. A él no había que
echarle muchos cuentos. Al fin y al cabo había pasa-
do 24 años de su vida al servicio de Integral, firma
que no sólo hizo prácticamente todos los estudios
de la hidroeléctrica, sino que además, ostentaba el
título de accionista de la firma Promotora.
Restrepo Posada, el hombre que encarna el poder
detrás del trono de Sergio Fajardo Valderrama y
luego de Alonso Salazar Jaramillo, comprendió la
importancia del asunto y le tendió al asesor gu-
bernamental un puente con el electo alcalde.
Salazar Jaramillo se mostró emocionado con el
proyecto, pues uno de los argumentos era que
Pescadero y el desarrollo integral que vendría al
enganchar a grandes consumidores de energía,
como Vale o Alcoa, le ayudarían a reducir el éxo-
do de antioqueños a la capital. Eso, sin contar con
que era un excelente negocio para EPM.
El entusiasmo de Alonso le duró hasta el mo-
mento en que tocó el tema con quien iba a se-
guir en la gerencia General de EPM. Juan Felipe
Gaviria Gutiérrez los bajó de la nube. Les dijo
que los señores de Vale, con los que estaban
más avanzados los diálogos por parte del De-
partamento y Pescadero, no eran serios.

149
La central de
las ambiciones
Serios o no, al funcionario le tocó tragarse ese
sapo, porque la insistencia de Aníbal Gaviria Co-
rrea con Vale terminó siendo exitosa, al menos en
lo que tiene que ver con la firma de un acuerdo
de confidencialidad. Este se suscribió el 21 de di-
ciembre de 2007, pero sin exclusividades, como lo
quería EPM, para poder abrirle pasó a la multina-
cional con la cual adelantaba conversaciones sin
reportarlo a la sociedad, o sea Alcoa.
Siendo aún gerente General de EPM, el ex mi-
nistro de Obras Públicas y ex alcalde de Me-
dellín, Juan Felipe Gaviria, le confirmó a este
periodista que ambas firmas mineras querían
la energía de Pescadero: “Dijéramos que aquí
hay un par de compañías que tienen interés en
el proyecto, pero además un interés industrial
adicional. Es posible que haya gente interesada
en participar en la ejecución del proyecto en sí
mismo. O sea, alguien que esté en el sector eléc-
trico y no tenga proyectos industriales al lado”.

- Vale ha planteado su interés de construir una


planta de aluminio en Urabá. ¿Cuál es el interés
de Alcoa con la energía de Pescadero Ituango?
“Igual, para aluminio. Alcoa es una productora de
aluminio”, responde Gaviria Gutiérrez.
- Y también estaría pensando en la zona de Urabá?
“No tengo ni idea...”
- Pero nos puede dar una pista...
“Es un problema de confidencialidad”.
- ¿El interés de Vale y Alcoa es básicamente la
compra de la energía o quieren participar tam-
bién en la sociedad?

150
La central de
las ambiciones
“Ellos tienen interés en la energía correspondiente. La
forma es parte del trabajo que se va a hacer con ambas”.
- ¿Quiere EPM sacar al Departamento de Pescadero?
“Esa es una pregunta para Ramos. Entre otras co-
sas, yo no puedo sacar a nadie. Supóngase que lo
quisiera, pero no puedo hacerlo, porque él tiene todo
el derecho a estar ahí presente, y va a estar presente
en la sociedad hasta donde él quiera hacerlo y pueda.
Nadie está tratando de sacar a nadie de ahí”.

Suena muy armonioso. Pero, la verdad, es que


esos encuentros con Vale y Alcoa generaron
choques entre EPM y la Gobernación.
Siendo gerente de la Sociedad de Pescadero
Ituango, a Alejandro Estrada le hicieron llegar
unos documentos que “aún no contenían las fir-
mas de los oferentes de propuestas, solo estaba
la firma del representante legal de la sociedad”.
El directivo le reclamó a EPM esos convenios,
“pero nunca los entregaron durante el plazo
de los mismos, y aún (29 de agosto de 2007)
no los tiene la Sociedad en su poder”. Estrada
le solicitó los originales a Luis Carlos Rubia-
no, presidente de la Junta Directiva de Pes-
cadero y director de Empresas vinculadas de
EPM. En julio de 2008 este funcionario envió
una fotocopia de ambos documentos, “donde
al de Vale le faltan dos hojas, la 6 y la 7, como
lo pudieron comprobar los demás miembros
de la Junta a quienes les envié copia de los
mismos; y el de Alcoa está sin mi firma, pues
desapareció el firmado en español y el que
me entregó fue en inglés”.

151
La central de
las ambiciones
El hoy ex gerente de Pescadero Ituango añade que
“la sociedad, en cabeza de su representante legal,
no fue invitada a ninguna de las reuniones que se
efectuaron en EPM a puerta cerrada, con los dos
oferentes para conocer los detalles del proyecto y
presentar ofertas concretas, las cuales no se han
cristalizado hasta el momento”.
Consultado sobre el particular, Luis Carlos Ru-
biano replicó que “el señor Estrado no sabe que
cuando hay acuerdo y los firmantes están en
países diferentes se producen dos originales,
uno en cada país, los cuales se firman y poste-
riormente se intercambian quedando así cada
una de las partes con un original. Tanto el Idea
como la Gobernación tienen copia de ellos, en-
viados por mí directamente. Para julio, fecha
que menciona el señor Alejandro, estos conve-
nios ya habían finalizado, pues su vigencia era
para el 30 de marzo”.
Tampoco, agregó Rubiano, se hicieron reunio-
nes a puerta cerrada en EPM con los dos inver-
sionistas a los que alude Estrada. En las conver-
saciones estuvieron acompañados de Integral y
el Idea. “El gerente no fue invitado, porque así
lo decidió la Junta”.
El evidente malestar de EPM con Vale tiene
unos antecedentes más remotos. Así lo confir-
mó una fuente que durante seis años representó
los intereses de la organización en Pescadero.
El punto de partida es que a las Empresas no les
gustó para nada que el inversionista brasileño
entrara por la Casa de Nariño.
Eso podría ser muy bueno para el presidente

152
La central de
las ambiciones
Uribe y su ministro Andrés Uriel Gallego. En
EPM, sin embargo, esto se percibía como que
el primer mandatario quería gobernar en casa
ajena… y sin consultar con sus dueños.
La primera vez que vinieron los brasileños fue
en el 2005. Querían montar una planta de alu-
minio en Santa Marta o la Guajira, pero vieron
que por allí no era la cosa. Luego volvieron la
vista a Pescadero, pero, dice la fuente de EPM,
“su intención ha sido que les regalen la energía
para hacer atractiva la instalación de una planta
de aluminio en Urabá”.
En noviembre de 2007 a uno de los represen-
tantes de EPM en Pescadero le llegó esta orden:
Váyase para el Club Unión, en San Fernando
Plaza, para una comida con el gobernador Aní-
bal Gaviria Correa.
Además del mandatario, allí estuvieron un de-
legado del ministro de Transporte, el gerente y
el asesor Jurídico de Pescadero, un abogado de
la Gobernación y Federico Restrepo Posada en
representación del alcalde electo, Alonso Sala-
zar, y tres ejecutivos de Vale.
La Gobernación dijo que esperaban que el Idea
y EPM le dieran el visto bueno a un acuerdo de
exclusividad con Vale, mediante el cual los in-
versionistas querían impulsar el montaje de una
planta de aluminio, la carretera a Urabá, el puerto
y convertirse en un gran consumidor de energía
de Pescadero, a un precio muy competitivo.
El vocero de EPM dijo que, en primer lugar,
no firmaba documento alguno que no cono-
ciera previamente su gerente General. Y, se-

153
La central de
las ambiciones
gundo, que la entidad no trabaja con ese es-
quema de acuerdos de exclusividad.
Allí no se firmó nada, pero sí se acordó crear unas
mesas de trabajo para comenzar a aterrizar lo que
pudieran ser unos acuerdos entre la sociedad y
los inversionistas interesados en el proyecto.
Según la fuente de EPM por esos días se ha-
bían acercado al grupo empresarial unos ita-
lianos y Valorem, esta última en condición de
aliada de Alcoa. La delegación se reunió con
el gerente General, Juan Felipe Gaviria Gutié-
rrez, quien les dio detalles de Pescadero. La
multinacional minera norteamericana tam-
bién planteaba la instalación de un puerto, ya
fuera en Cartagena o en Santa Marta.
Al final, los socios dominantes en Pescadero
aceptaron firmar unos acuerdos de confiden-
cialidad con los dos interesados, con duración
hasta marzo de 2008. Durante su vigencia, se
haría un intercambio de información entre las
partes y se evaluarían las mejores opciones. Al-
coa firmó. Vale dijo que sí, pero insistió en que
le dieran la primera opción, lo cual le fue dene-
gado. También se decidió en diciembre que las
conversaciones con los inversionistas queda-
rían en cabeza de la Junta Directiva, contando
con el soporte técnico de Integral.
Vale quedó de presentar una propuesta formal
el 30 de mayo de 2009, pero la misma no llegó.
En esas conversaciones hubo una verdadera
lluvia de ideas.
La firma de un contrato de suministro de energía
a 50 años. Que esa energía podía ser un poco más

154
La central de
las ambiciones
barata si el inversionista pagaba de entrada una
prima. Que a Vale le sonaba ser socio de Pescade-
ro, con un 10 o 20 por ciento. Que Alcoa también
quería un pedazo de la central, del orden del 30
al 40 por ciento, pero manteniendo a EPM como
controlante y operador. Alcoa estaba dispuesto a
tener a los socios de Pescadero como socios de su
planta de aluminio, algo que sedujo al Departa-
mento, pero no a las Empresas.
Que podían ayudar a conseguir financiación.
La perspectiva de EPM es que, al final de
cuentas, se logró avanzar más con Alcoa,
como consta en algunos borradores de acuer-
dos. No obstante, la minera pidió plazo hasta
diciembre de 2009 para tener una mayor cer-
teza sobre sus planes de inversión.
Uno de los pasos recomendados por EPM
es que se contrate una banca de inversión
que pinte alternativas de negocios con mul-
tinacionales e inversionistas internaciona-
les. Dichos términos de referencia deberían
contemplar las aspiraciones de los dueños
frente al desarrollo del proyecto, como por
ejemplo un pago anticipado de la energía.

Y Ramos compró…
La gestión del Maquiavelo de Pescadero con
el candidato más opcionado a la Gobernación
fue relativamente simple.
En julio de 2007 el asesor presidencial se con-
tactó con Luis Alfredo Ramos Botero, a quien le
hizo un curso acelerado de Pescadero Ituango.
De una captó sus bondades, cuando le comen-

155
La central de
las ambiciones
taron el significado para las finanzas del Depar-
tamento; los esquemas de negocio que se po-
drían adelantar, sin comprometer sus recursos
de inversión y, al contrario, hallando una nue-
va renta que le permitiría bajarle a su fisco la
dependencia de los impuestos que deja el vicio.
Una semana antes de las elecciones Ramos Bo-
tero se alcanzó a reunir con los emisarios de la
brasileña Vale. Ni en esa, ni en la cena que tu-
vieron en Bogotá estuvo su hombre de confian-
za, Álvaro Vásquez Osorio, quien entró en es-
cena cuando el nuevo Gobernador delegó en él
este asunto de Pescadero. Al fin y al cabo Vás-
quez fue nombrado gerente General del Insti-
tuto para el Desarrollo de Antioquia (Idea), la
entidad que en nombre del gobierno seccional
se encarga de ponerle el pecho a este proyecto.
Ramos Botero fue consecuente con su entu-
siasmo. El 30 de diciembre de 2007 llamó a
un influyente representante de los accionistas
minoritarios. Le dijo que ya está enterado de
su posición frente a Pescadero, en el sentido
de privilegiar primero los intereses del país y
de Antioquia que los de EPM, le recordó que
en su administración tendrían en la Goberna-
ción a un partner y que si iban a cambiar de
posición, pues que le contaran antes.
Como complemento, Ramos Botero hizo un par
de declaraciones públicas que, al parecer, no
fueron tomadas en serio ni en el piso 12 de la
Alcaldía, ni en el piso 12 del Edificio Inteligente.
El mismo día de su posesión como Gobernador
declaró que no se iba a dejar sacar de Pescade-

156
La central de
las ambiciones
ro. En nota periodística de Gustavo Ospina en
el diario El Colombiano, del 2 de enero de 2008,
se lee que Ramos “luchará porque el proyecto
Pescadero Ituango se ejecute”. Unas líneas más
adelante se dice que el mandatario “afirmó que
no va a dejar que las EPM lo saquen de este pro-
yecto por falta de dinero, pues en esta obra el
Departamento tiene una participación del 45
por ciento y que va a defender ese porcentaje,
incluso buscando caminos de concertación con
la empresa de servicios públicos”.
Dos días después, en el mismo diario, escribo
un artículo en la sección de Negocios con el tí-
tulo “Ramos quiere el control de Pescadero”.
Aunque breve, la nota es lo suficientemente cla-
ra con respecto a las intenciones de la Goberna-
ción: “Gracias a los coqueteos de dos novios tan
cotizados, como las multinacionales Vale y Alcoa,
el proyecto Pescadero Ituango se torna cada vez
más irresistible. Hasta hoy, la sociedad promoto-
ra tiene como accionistas mayoritarios a EPM y al
Departamento de Antioquia, con el 44,5 por cien-
to cada uno. El restante porcentaje está en manos
de 50 firmas de ingeniería afiliadas a la CCI, pero
es posible que su cuota se diluya con la próxima
capitalización de ocho millones de dólares. Al go-
bernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, le
seduce la idea de tener el control: “Si podemos
tener la mayoría, lo haremos”, le dijo a este dia-
rio. Para el aporte de los 1.100 millones de dólares
para la construcción de la hidroeléctrica también
tiene fórmulas: Un crédito, amparado, entre otros,
en ventas de energía a futuro”.

157
La central de
las ambiciones
El crédito, se sabría luego, lo solicitaría al
Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
poniendo como garantía las acciones de Pes-
cadero Ituango y contando con el Gobierno
Nacional como avalista.
Es de recordar que la búsqueda de novedosas
formas de financiación de Pescadero tampo-
co era una herejía. Hasta la muy conservadora
EPM las ha llegado a contemplar para este mis-
mo proyecto hidroeléctrico.
El 15 de febrero de 2001 el gerente General de
EPM, Iván Correa Calderón, le manifestó a una
delegación de 15 empresarios galos, y a los em-
bajadores de Colombia en Francia y de Francia
en Colombia, que el grupo empresarial esta-
ba avanzando en el diseño de la hidroeléctrica
Porce III, para compararla luego con Nechí, a
ver cuál le convenía más a EPM.
“Además, dijo el funcionario, vamos a retomar
el análisis del proyecto Pescadero Ituango para
medir sus reales posibilidades. En estos pro-
yectos hidroeléctricos vamos a explorar con la
banca formas de financiación, de acuerdos, de
hacer negocios conjuntos entre la empresa y
eventuales proveedores y/o bancos. Uno de los
esquemas podría ser eventualmente la figura
del ´joint venture´”.
Nada de eso se avanzó, pero, al menos, quedó
planteada oficialmente y como posibilidad la
búsqueda de nuevas formas de hacer negocios.
El Idea estaba en la tónica de innovar y craneó para
su dueño, el Departamento, nuevos modelos de ne-
gocios para sacar adelante a Pescadero Ituango.

158
La central de
las ambiciones
Su acción más audaz, controvertida e investiga-
da por los entes de control, fue lo que en el len-
guaje de los expertos se tipifica como una toma
hostil del control de Pescadero.
Según Ramos, aquí no hubo una traición a EPM,
porque si existió un pacto de accionistas, fue
Empresas Públicas la que lo violó cuando in-
tentó comprarle a Epsa acciones de Pescadero,
en marzo de 2008, y cuando a través de la Chec
capitalizó a nombre de Epsa el equivalente al
0,33 por ciento de las acciones. “Ellos tomaron
la decisión en marzo de comprar las acciones
de Epsa, y nosotros tomamos esta semana la
decisión de comprar las acciones de los minori-
tarios. Ni ellos nos consultaron, ni nosotros los
consultamos”, puntualizó el mandatario.
Las autoridades competentes dirán si el Idea,
con todo y su Junta Directiva que aprobó la ne-
gociación, y el mismo Gobernador de Antio-
quia, procedieron en forma ajustada a la ley.
Por lo pronto, es innegable que la operación tie-
ne un toque de audacia que hasta los enemigos
políticos de Ramos no dejan de reconocerle.
En primer lugar, por los tamaños tan diametral-
mente opuestos de los protagonistas. El Idea
mide en millones de pesos sus activos y EPM
los contabiliza en billones.
Segundo, porque el Instituto para el Desarro-
llo de Antioquia le ganó el pulso nada más ni
nada menos que al grupo empresarial que está
en tránsito de volverse el rey de la energía en
Colombia. En efecto, hacia el 2010 EPM se con-
vertirá en el mayor jugador de la energía, gra-

159
La central de
las ambiciones
cias a la construcción de las centrales Porce III,
Porce IV y Pescadero Ituango.
Ese título es muy honorífico para EPM. Pero lo
más interesante es que le servirá para engordar
sus ingresos y multiplicar sus ganancias. A su
turno, se traducirá en mayores transferencias
para su dueño, el Municipio de Medellín, que
de esta manera podrá financiar una gran por-
ción de sus gastos en educación, salud y los de-
más frentes sociales.
La buena nueva tiene sus cuentas de respaldo. Del
100 por ciento del consumo de energía que exige
el país, Emgesa abastece el 20 por ciento. EPM le
respira en la nuca, con un 19,3 por ciento de lo
que los expertos llaman la energía firme asignada,
que no es otra cosa que el recurso que la empresa
está obligada a suministrarle al mercado.
El reinado de Emgesa se acabará en el 2010. En
el segundo semestre del 2010 los 660 megavatios
de capacidad instalada que tiene la hidroeléc-
trica Porce III comenzarán a generar energía.
De ahí en adelante Emgesa la verá muy difícil
para retornar al trono. En diciembre del 2015
empezarán a rugir las turbinas de Porce IV.
Posteriormente, en el 2018, el turno será para la
energía de Pescadero Ituango, la hidroeléctrica
en la que los mayores propietarios son el Idea,
la Gobernación de Antioquia y EPM.
Federico Restrepo Posada, gerente General de
EPM, ha puesto de presente que la entidad es
prácticamente la única que en los últimos cinco
años ha hecho frescas inversiones en el sector.
La recompensa está a la vista. En el 2008 las Em-

160
La central de
las ambiciones
presas contaban con una capacidad instalada de
generación de energía del orden de 2.600 mega-
vatios. A esto había que añadir los 660 megava-
tios de Porce III, los 2.400 megavatios de Pescade-
ro Ituango y 400 más que pondrá Porce IV.
Eso es “un jurgo” de energía, si es que tal uni-
dad de medida cabe: 6.060 megavatios. En el
2018 tal cantidad será equivalente al 30 por
ciento del sector eléctrico nacional.
Ante un escenario como este, Empresas Públi-
cas de Medellín ha decidido mandar al cuarto
de San Alejo proyectos de producción de ener-
gía a partir de gas o carbón. Las iniciativas que
sí sobrevivirán serán las que utilizan el viento
como materia prima, o sea las plantas eólicas.
Pescadero y Porce IV forman parte de los seis pro-
yectos que la Comisión de Regulación de Energía
y Gas (Creg) escogió a través de una subasta para
que entren en operación comercial entre el 2014 y
el 2018. Para Restrepo Posada, ese hecho coloca a
estos proyectos en un punto de “no retorno”.
Fallar en la entrada en servicio se paga caro. En
el caso de Porce III se haría efectiva una garan-
tía de 42 millones de dólares. La de Pescade-
ro Ituango es de 15 millones de dólares y la de
Porce IV es de 13,5 millones de dólares.
Mejor honrar la palabra y, de paso, generar em-
pleo a granel. Las cuentas de Restrepo Posada
indican que, en los años de mayor actividad en
la construcción, las dos nuevas centrales po-
drían mantener en promedio anual unos 3.500
o 4.000 empleos directos■

161
La central de
las ambiciones
Capítulo 10

AS Í F U E L A
TOMA DE
PE S CA D E R O
En cuestión de 24 horas y con un presupues-
to cercano a los 100.000 millones de pesos,
el Instituto para el Desarrollo de Antioquia
(Idea), tomó el control del proyecto Pescade-
ro Ituango y relegó al segundo lugar a Em-
presas Públicas de Medellín (EPM).
El cerebro de la operación fue Álvaro Vásquez
Osorio. Su olfato de empresario, madurado en
Edinalco e Industrial Papelera, le indicaban que
era imperdonable perderse este negocio, como
él mismo lo reconoció en una rueda de pren-
sa realizada en la Gobernación de Antioquia.
Máxime si se recuerda que tres años atrás el
Departamento pasó a ser un accionista minori-
tario, por no haber capitalizado 1.800 millones
de pesos a través del Idea.
Siendo todavía un recién llegado a la gerencia
General del Idea, Vásquez comenzó a dar los
pasos para tomarse a Pescadero.
Los sucesos de la Junta Directiva celebrada el
13 de marzo de 2008 aceleraron su decisión. El

162
La central de
las ambiciones
día anterior había cerrado el plazo de la prime-
ra cuota de una capitalización de 55.000 millo-
nes de pesos. Como ni la Nación, ni otros inver-
sionistas públicos iban a inyectar capital fresco,
reinaba una gran expectativa por la nueva com-
posición accionaria.
El gerente de la sociedad, Alejandro Estrada,
informó sobre los accionistas que habían cedi-
do a otros el derecho de suscribir acciones.
Ingenieros Asociados le cedió a Unión Eléctrica;
Poliedro a Trainco… y así se fue yendo hasta que
dijo “Empresa de Energía del Pacífico (Epsa) le
cedió a Empresas Públicas de Medellín”. Iba a se-
guir de largo, pero el gerente General del Idea le
preguntó “que a quién le cedió Epsa?”.
Hubo un instante de silencio. Estrada bajó la ca-
beza y luego notificó que la cesión había sido
a favor de EPM, lo cual fue confirmado por el
representante del grupo empresarial en la so-
ciedad, Luis Carlos Rubiano.
La evidencia lleva fecha 12 de marzo de 2008.
Copia de la misma recibieron Juan Felipe Gavi-
ria Gutiérrez, gerente General de EPM, y Luis
Carlos Rubiano Ortegón, subdirector de Ges-
tión Empresas Vinculadas EPM. El documen-
to está firmado por Bernardo Naranjo Ossa,
gerente General de la Empresa de Energía del
Pacífico, y el destinatario es el gerente de Pesca-
dero, Alejandro Estrada.
La carta tiene un solo párrafo: “Le comunica-
mos que hemos cedido los derechos de capita-
lización y compra de acciones en el proceso de
capitalización que actualmente tramita la So-

163
La central de
las ambiciones
ciedad Hidroeléctrica Pescadero Ituango S.A.
E.S.P., a las Empresas Públicas de Medellín”.
EPM se quedó con el pecado y sin el géne-
ro, porque envió tarde el cheque correspon-
diente para capitalizar lo de Epsa, con lo cual,
confirmaron los abogados, no se podía per-
feccionar la operación.
Públicamente, Vásquez Osorio ha confesado
que su expresión ante este hecho fue: “Siento
que me acaban de enterrar una puñalada en la
espalda y lo mismo va a sentir el gobernador,
Luis Alfredo Ramos”.
El ambiente se calentó tanto, que los representan-
tes de EPM se retiraron de la reunión, pero sin re-
coger sus pertenencias, y luego volvieron cuando
el Idea amenazó con la no presentación del pro-
yecto hidroeléctrico a la subasta de energía.
El acta 77 de esa reunión no es muy rica en
detalles, pero sí recoge datos más sorpren-
dentes sobre la conducta real de unos socios
que, en apariencia, pintaban cual almas ge-
melas ante la opinión pública.
Vásquez Osorio le recriminó a EPM, dicién-
dole que “esta transacción rompe la paridad
que se había pactado en la participación entre
el Departamento de Antioquia y las Empre-
sas Públicas de Medellín, y deja manifiesta la
sorpresa y mortificación por lo que considera
un gesto poco amistoso”.
EPM, a través de Luis Carlos Rubiano, repli-
có que no entendía el reclamo de Vásquez,
pues recordó que el grupo empresarial ya ha-
bía “manifestado su intención de aumentar su

164
La central de
las ambiciones
participación tanto a los socios privados como
al mismo Idea”. Fuera de ello, en una visita de
EPM al Ministerio de Hacienda, conocieron “de
la solicitud de la Gobernación por comprar las
acciones que posee la Nación en la sociedad”.
En medio del pugilato verbal, Vásquez anotó
que “el Departamento tuvo la oportunidad de
recibir por parte de la FEN y de la Nación la
cesión del derecho a suscribir las acciones co-
rrespondientes, pero que no lo hizo en conside-
ración a no romper la igualdad existente en la
propiedad de las acciones”.
Todo esto es una prueba más de que el pacto de
armonía e igualdad accionaria era pura retóri-
ca. Con la confianza vuelta añicos, la pregunta
era quién sería más exitoso al salir de compras
para obtener el control de la sociedad.
Para concretar sus planes, el Idea comenzó a
apoyarse en varias cifras de referencia. La pri-
mera, fueron los 849 millones de dólares en los
que Integral estimó el valor presente neto de
Pescadero, con un esquema de 70 por ciento de
crédito y 30 por ciento de recursos propios.
Adicionalmente, Carlos Alberto Uribe, ex presi-
dente de Asomineros, ex director de la Cámara
de Asomineros de la Andi y consultor en temas
energéticos, le había entregado a Vásquez, el 15
de junio de 2007, un ejercicio en el que Pescadero
Ituango rondaba los 1.000 millones de dólares.
La ruptura de la confianza se convirtió en
una nueva regla de juego. A finales de mar-
zo Vásquez Osorio llamó al representante
de los minoritarios y le dijo “necesitamos

165
La central de
las ambiciones
hablar, pero no por celular”.
Ya, frente a frente, el funcionario ratificó la
brecha que se había abierto entre el Departa-
mento y EPM. Luego vino su propuesta: Ha-
gamos un acuerdo, que el Idea les compra el
paquete del 6,1 por ciento.
La propuesta atrajo a los pequeños, pero había
que aterrizar asuntos como el precio y la forma
de pago. A estas alturas de la partida, los mi-
noritarios, encabezados por Integral, ya sabían
que tenían en sus manos un auténtico tesoro.
Cuando a comienzos del 2008 EPM empezó a
plantear unas exigentes capitalizaciones, los ac-
cionistas privados vieron la necesidad de actuar
en bloque, porque obrando individualmente
los acabarían en cuestión de segundos.
¡Si vamos a vender, lo haremos en bloque! Esa
fue su consigna. Y así quedó plasmada en un
acuerdo que establecía sanciones económicas,
del orden de 250 millones de pesos, para quie-
nes rompieran filas. El pacto se hizo antes de
las capitalizaciones y quedó claro que quien no
pudiera inyectarle dinero fresco a la sociedad,
entonces vendería sus derechos de capitaliza-
ción a los otros minoritarios.
Para tener datos actualizados sobre el precio de
las acciones, el Idea se apoyó en Corficolombia-
na. Con esta banca de inversión el Idea había
firmado un contrato de asesoría el 18 de junio
de 2008. En ninguna parte de las cuatro pági-
nas aparece el nombre del proyecto Pescadero
Ituango. Los 120 millones de pesos del contrato,
pagaderos en cuotas mensuales de 10 millones

166
La central de
las ambiciones
de pesos, obligan al contratista a prestar unos
servicios profesionales y de apoyo a la gestión
del Idea, con un mínimo de 15 horas mensua-
les. Cada hora adicional se liquidará a razón de
667.000 pesos. Al detallar el objeto del contrato
se resalta, en primer término, el “acompaña-
miento bancario de inversión en la búsqueda
de alternativas de inversión para el Idea. Para
ello. Corficolombiana debe elaborar al inicio
del contrato un plan de trabajo o cronograma
para cada uno de los proyectos”.
Bajo ese amparo, el Idea le pidió a Corficolombia-
na una estimación de valor de Pescadero Ituango,
lo cual, según Vásquez Osorio, técnicamente de-
bería conducir a un rango de valores. Sin embar-
go, el contratista envió una cifra exacta, lo cual es
propio de un ejercicio de valoración.
La toma, en sí, fue un cortometraje que rompió
la igualitaria participación que tenían la Goberna-
ción (con el Idea a bordo) y EPM en esta sociedad.
La primera medición de fuerzas se hizo cuando
la Empresa de Energía de Bogotá sacó en venta
las 287.623 acciones de Pescadero Ituango, equi-
valentes al 0,81 por ciento de la propiedad. La
misma había sido ofrecida en una subasta a los
actores públicos, como Minhacienda, el Depar-
tamento de Antioquia, EPM, la Chec y el Idea.
La convocatoria se abrió el viernes, 11 de julio,
y cerraba el lunes, 14 de julio, a las 2:00 pm.
El tiempo apremiaba. Vásquez Osorio le pidió a
Corficolombiana que acelerara la estimación de
valor que hacía de Pescadero Ituango, y que le
iban a entregar el lunes 14 de julio, a las 3:00 pm.

167
La central de
las ambiciones
Dicho y hecho. A las 8:00 am recibió los datos.
El banquero de inversión, una firma controlada por
los bancos de Bogotá y Occidente, tasó en 696 millo-
nes de dólares el valor de Pescadero Ituango.
En sus modelos consideró factores que van des-
de el tamaño de la central, lo competitivo de su
precio a nivel mundial por megavatio instala-
do (1,6 millones de dólares) hasta los riesgos de
construcción de una hidroeléctrica que debe co-
menzar a generar energía en el 2018.
Esos 696 millones de dólares significaban para
el Idea que cada acción de Pescadero valía
30.712 pesos. A partir de allí, Vásquez Osorio y
su equipo armaron esta propuesta: Para pujar
por el 0,81 por ciento de la EEB, ofertaron un
precio de 33.000 pesos por acción.
El funcionario del Idea que llevaba a Bogotá el
sobre con la propuesta se encontró en el avión
con un empleado de EPM que iba a realizar la
misma diligencia.
El delegado del Idea depositó el sobre y esperó
hasta la 1:00 de la tarde el resultado de la subas-
ta. Cuando Vásquez Osorio vio que no llegaba
el nombre del ganador, pensó que la ocasión
era propicia para jugar a dos bandas, negocian-
do en simultánea con los pequeños accionistas
privados de Pescadero.
A la 1:00 de la tarde de ese lunes contactó al re-
presentante de los minoritarios, José Fernando
Villegas Hortal, director Ejecutivo de la Cáma-
ra Colombiana de Infraestructura en Antioquia
(CCI). Su oferta: 30.712 pesos por acción, más
un 10 por ciento como prima de control.

168
La central de
las ambiciones
Enterados de la propuesta, a unos accionistas
se les abrió el apetito y pidieron el 45 por ciento
como prima de control.
Al día siguiente, a las 6:30 am, la oficina del ge-
rente General del Idea era un hervidero de ac-
cionistas y abogados. En medio del tire y afloje
Vásquez les dijo que lo máximo que les podía
dar como prima de control era un 20 por ciento.
Así se llegó al precio de 36.854 pesos, que fas-
cinó a quienes, 11 años atrás, habían comprado
acciones a 1.000 pesos.
Tan jugoso era el precio, que Luis Fernando Sie-
rra Arboleda, presidente de Integral, le pregun-
tó a Vásquez si estaba seguro de lo que hacía
y de la lluvia de críticas e investigaciones que
le podrían caer de la Procuraduría, la Fiscalía y
la Contraloría, entre otras. El gerente del Idea
tomó el contrato en sus manos, firmó y se lo de-
volvió a Sierra, quien entonces hizo lo mismo.
Eso fue vital. A las 11:15 de la mañana había
firmado “el coloso de los pequeños”, Integral,
dueño del 2,40 por ciento de las acciones en jue-
go. Muchas otras firmas siguieron su ejemplo
y a las 4:00 de la tarde el Idea ya estaba en el
trono de Pescadero.
En público, Vásquez confesó que EPM intentó
comprar acciones de los pequeños accionistas;
ofreció pagar lo mismo que el Idea y hasta una
suma adicional en caso de que hubiera penali-
zación por faltar a la palabra empeñada.
Fuentes de EPM reconocieron que sí hubo llama-
das, pero aseguraron que no hablaron de cifras,
ni de pagos adicionales, y que su interés era man-

169
La central de
las ambiciones
tener en equilibrio la participación accionaria con
el Departamento. Los minoritarios hicieron oídos
sordos y cerraron el trato con el Idea.
Peso sobre peso, de contado, o chan con chan,
pagó el Instituto para el Desarrollo de Antio-
quia (Idea) los 96.491 millones de pesos que le
costó hacerse al control del proyecto hidroeléc-
trico Pescadero Ituango.
Así lo aseguró el gerente General del Idea, Ál-
varo Vásquez Osorio, quien le salió al paso a
versiones de analistas como el ex ministro de
Minas y ex gerente General de EPM, Ramiro
Valencia Cossio, quien, en forma de pregunta,
sugirió que el dinero para la operación salió de
cuentas que se alimentan con transferencias de
salud y educación, lo que sería ilegal.
El pago fue rapidito.
El martes 16 de julio el Idea le pagó a la Empresa
de Energía de Bogotá (EEB) 9.491 millones 500 mil
pesos que costó la adquisición del 0,81 por ciento
de las acciones que tenía la firma capitalina.
Y a partir del 21 de julio comenzó a cancelar, de
contado y a través de cheques, los 87 mil millo-
nes de pesos que recibirían los pequeños accio-
nistas, hoy ex dueños de un poco menos del 6
por ciento de los títulos de Pescadero Ituango.
La rapidez con la que ese dinero estaría en sus
manos dependía de lo ágiles que fueran para
presentar los documentos de soporte. “El que el
lunes (21 de julio) amanezca con la documenta-
ción lista, ese mismo lunes recibirá su cheque”.
Todos estos recursos saldrían de lo que se llama
la caja del Idea. Esta es una porción líquida o de

170
La central de
las ambiciones
muy inmediata disposición del patrimonio de
la entidad, que se coloca en cuentas bancarias y
Certificados de Depósito a Término (CDT), en-
tre otros instrumentos.
Vásquez trajo a colación que al cierre del
2007 el Idea poseía un patrimonio de 270.000
millones de pesos.
Ese patrimonio, añadió, se había fortalecido en
2008. Al cierre de junio, por ejemplo, la utilidad
operacional del Idea llegó a los 15.300 millones
de pesos, con lo cual prácticamente duplicó el
registro de todo el año 2007.
Un buen comportamiento también han tenido las
valorizaciones. Uno de los conceptos es el mismo
proyecto Pescadero Ituango, que se cotiza como
consecuencia de la asignación de energía firme
por parte de la Comisión de Regulación de Ener-
gía y Gas, lo que se traducirá en ingresos por 304
millones de dólares para el 2018.
Sin tocar esas valorizaciones, Vásquez sacó las
siguientes cuentas: De los 272.000 millones de
patrimonio, hay 110.000 millones de pesos que
están representados en activos fijos, como son
los edificios, lotes y demás bienes en los que el
Idea ha colocado sus dineros, amparado entre
otras normas, en aquella que le permite “inver-
tir con ánimo de rentabilidad”. “Nos quedan
más de 160.000 millones de pesos disponibles,
sin utilidades y valorizaciones de este año, para
hacer el negocio. Usamos una fracción de eso
para comprar más acciones de Pescadero”.
El gerente del Idea sostuvo que están en capacidad
de demostrar que de la caja sacaron esos dineros.

171
La central de
las ambiciones
Como evidencia de que los 36.854 pesos pagados
por cada acción a los minoristas es un precio ra-
zonable, el funcionario reportó que “unos nueve
accionistas no quisieron vendernos, con el argu-
mento de que ese no era el precio”.

¿Caballeros?
La gran pregunta que se hicieron los analistas
fue: ¿Para qué se empleó a fondo el Idea y les
compró a los accionistas privados un paquete
que le diera el control de Pescadero Ituango?
En ese punto fue muy incisivo Federico Res-
trepo Posada, gerente General de EPM, quien
inauguró la ola de denuncias, que no “deman-
das”, como el mismo aclaró, ante los organis-
mos de control.
El funcionario negó que su entidad estuviera
dispuesta a comprar el 6,12 por ciento de los ac-
cionistas minoritarios a cualquier precio. Apo-
yado en versiones de José Fernando Villegas
Hortal, director Ejecutivo seccional de la Cá-
mara Colombiana de Infraestructura (CCI), el
gerente General del Idea, Álvaro Vásquez Oso-
rio manifestó que EPM llegó a ofrecerles a los
pequeños el mismo valor (36.854 pesos), más lo
que costara la multa por quitarse del negocio.
El reporte de Posada Restrepo es que, efec-
tivamente, uno de sus funcionarios llamó al
vocero de la CCI, le dijo que estaban dis-
puestos a igualar el precio del Idea, pero el
asunto murió cuando le comentaron que el
valor era 46 millones de dólares.
De acuerdo con las valoraciones efectuadas por

172
La central de
las ambiciones
EPM, las acciones de Pescadero Ituango valían
2.000 pesos. O a lo sumo 4.500 pesos, que fue
el valor ofertado a través de la Chec por el 0,81
por ciento de las acciones que la Empresa de
Energía de Bogotá (EEB) tenía en este proyecto.
Esos mismos ejercicios le sirven a algunos ana-
listas para expresar que los 4.500 pesos ofre-
cidos por las acciones de Pescadero Ituango a
través de la Chec tenían una probabilidad del
75 por ciento de ser superada por otras ofertas.
Mientras que el precio de 36.854 ofrecido por el
Idea tenía un 22 por ciento de probabilidad de
ser superada.
Como muestra de la buena fe con la que Empre-
sas Públicas había actuado en la sociedad de Pes-
cadero Ituango, Restrepo Posada recordó que el
28 de marzo de 2006 EPM y Eade (filial del grupo
empresarial), tenían el 53,07 por ciento de las ac-
ciones del proyecto. Ese día se aprobó una capita-
lización de 15.000 millones de pesos. Tanto EPM
como Eade renunciaron al derecho a suscribir los
títulos. La intención era que el Departamento y el
Idea las tomaran, con el fin de equilibrar la pro-
piedad en el 44 por ciento.
Así se hizo, recordó Restrepo Posada. Esas accio-
nes eran de 1.000 pesos. No se pidió ninguna pri-
ma o valor alguno por el hecho de ceder el con-
trol, lo cual, visto hoy, podría parecer un acto de
ingenuidad, pues el Idea sacó de sus arcas 90.000
millones de pesos para conseguir algo que una
vez ya le habían regalado a ella y a su dueño.
“No podemos actuar de malos en esta historia,
cuando hace dos años cedimos el control”, reafir-

173
La central de
las ambiciones
mó el gerente General de EPM. Y añadió que esa
renuncia al control fue consistente con un manejo
transparente de lo público. “Estas son institucio-
nes del Estado. Los funcionarios pasamos y tene-
mos que ser responsables. Hay que procurar que
los conflictos que se presenten se resuelvan sin
que las consecuencias las pague la ciudadanía”.
“Cero preocupación”. Tal fue la expresión de Ál-
varo Vásquez Osorio, gerente General del Idea,
cuando se le consultó sobre la solicitud de inves-
tigación que, en su contra, ha pedido EPM.
El funcionario sostuvo que “entendemos que
EPM esté molesto porque el control de la so-
ciedad esté en cabeza del Idea y el Departa-
mento de Antioquia”.
Sin embargo, agregó que tiene la certeza de ha-
ber obrado con la mayor transparencia, basado en
unas estimaciones del valor del proyecto efectua-
das por una firma tan seria como Corficolombia-
na y frente a las oportunidades que para el desa-
rrollo de Antioquia representa Pescadero.
La noticia tampoco lo tomó por sorpresa.
Vásquez recordó que desde antes de iniciar la
toma de control sabía de los riesgos que esta-
ba tomando. “Pero tenemos una tranquilidad
absoluta para ir ante las autoridades de con-
trol para darles las explicaciones de rigor y
para tranquilidad de todos”.
No como ingeniero, sino amparado en su título
de abogado, el gerente del Idea consideró que
aquí no cabe ninguna posibilidad de devolver el
negocio que se ha hecho con los accionistas mino-
ritarios. Él está convencido de que la operación

174
La central de
las ambiciones
se hizo atendiendo los principios de legalidad,
transparencia y racionalidad económica.

Acuerdos, pero
A pesar del enfrentamiento, en la misma sema-
na de la controvertida operación EPM y el Idea
comenzaron a hablar de puntos básicos para
definir el futuro de la hidroeléctrica.
Lo primero, es que para Pescadero se requería
una estructura distinta a la que tenía en los úl-
timos años. Esto es, cambiar un gerente al que
EPM ya le había tomado las medidas varias ve-
ces para hacerle el cajón, administrativamente
hablando, una secretaria y un abogado de un
millón de pesos mensuales.
Ahora se precisaba nombrar un gerente y la es-
tructura propia de una empresa que tiene entre
manos un proyecto de 2.300 millones de dólares.
Cuando los contendores tomaban un respiro
se llegó a hablar de un acuerdo de accionis-
tas. El Idea sostuvo que su intención, como
controlante, “no es voliarle codo a EPM”. El
grupo empresarial está en la primera fila de
los socios y le ofrecerían la operación de Pes-
cadero, aprovechando sus más de 50 años de
experiencia en este tipo de obras.
En el modelo tradicional de EPM, la entidad de-
sarrolla el proyecto, lo opera, vende su energía
y recupera su inversión. El Idea le hacía fuerza
a otro enfoque, el mismo que, según Vásquez
Osorio, explica la toma de control: El Departa-
mento no quiere ir a pedirle plata a la banca,
ni comprometer unas garantías y unos recursos

175
La central de
las ambiciones
durante 15 o 20 años. Mucho menos le interesa-
ba dejarse diluir vía capitalizaciones.
Más claro, al Idea le interesa hacer Pescadero,
pero comprometiendo lo menos posible la capa-
cidad de endeudamiento. Una fórmula podría
ser el llamado BOT (construir, operar y trans-
ferir, por sus siglas en inglés), mediante el cual
un tercero construye la obra, la opera durante
20 o 25 años y luego la transfiere a los dueños
del proyecto. Estos, reciben una prima por ce-
der el proyecto y, según la negociación que se
haga, podría hasta percibir un porcentaje de las
rentas que anualmente genere la hidroeléctrica.
De entrada, EPM no descarta un tipo de nego-
cio como este. Tampoco los contratos de venta
de energía de largo plazo (PPA, en el lenguaje
de los técnicos). Y, aunque a algunos se les pare
el pelo, ni siquiera descarta una eventual venta
de la central, si es que aparece un comprador
dispuesto a dar por ella una atractiva suma.
Entre los requisitos que pondría el Idea está que
el comprador se comprometa a instalar en An-
tioquia una planta de aluminio, que al situarse
en Urabá también se complementaría con un
puerto para llevar este producto a los mercados
mundiales y para traer la materia prima.
Llegado a este punto, Vásquez Osorio reafirmó
que para propiciar unas inversiones en Antioquia
del orden de 6.000 millones de dólares, (suman-
do Pescadero, la planta de aluminio y un nuevo
puerto), se invirtieron cerca de 50 millones de dó-
lares en el control de Pescadero. Sencillamente,
anota, “era nuestra obligación hacerlo”.

176
La central de
las ambiciones
Amigos para la foto
El sábado 19 de julio de 2008 los cuatro jinetes
del Apocalipsis de Pescadero se pasearon cual
viejos amigos por la plazoleta de San Fernan-
do Plaza: Alonso Salazar, alcalde de Medellín;
Luis Alfredo Ramos Botero, gobernador de An-
tioquia; Federico Restrepo Posada, gerente Ge-
neral de EPM; y Álvaro Vásquez Osorio, geren-
te General del Idea.
El primer encuentro fue en el café Juan Valdez.
De los dientes apretados y los insultos se pasó
a las bromas y a uno que otro comentario vene-
noso del alcalde Salazar. De allí pasaron a un
recinto cerrado en el Club Unión, en donde con
los buenos oficios de un par de compromisarios,
Alberto Velásquez Martínez y Manuel Santiago
Mejía, el cuarteto intentó limar sus asperezas.
Primaron las apariencias y el lenguaje de Carre-
ño al momento de las declaraciones públicas.
“Ha quedado superada cualquier situación de
conflicto y en un ambiente de cordialidad y con
estrechón de manos manifestamos que se cons-
truirá ese acuerdo de accionistas en un escena-
rio de convivencia y defensa de los intereses de
Antioquia y Medellín”, afirmó Ramos.
El alcalde, Alonso Salazar, reafirmó que se trata
de un pacto de accionistas, en una reunión que
examinó la historia del proyecto por posibles
errores de entendimiento y comunicación. “Se
da por superada esta polémica y se instala de
inmediato una mesa de trabajo para ese acuer-
do de accionistas, pensando en el desarrollo de
Antioquia, de Medellín y en la defensa del inte-

177
La central de
las ambiciones
rés público”, manifestó.
A juicio de Salazar, fue una reunión satisfac-
toria, que restablece confianza y “nos obliga a
poner por encima los intereses de Medellín y
de Antioquia”. El alcalde evadió una pregun-
ta clave que le formuló el periodista León Jairo
Saldarriaga: ¿Con el acuerdo del que se hablaba
se echaría para atrás la demanda de EPM con-
tra el Idea?
El mandatario se limitó a decir que lo impor-
tante es destacar que se está en el espíritu de
construir el futuro del proyecto de manera co-
mún. De parte de EPM y de la Alcaldía, recalcó,
no había objeción en el porcentaje de participa-
ción que tenía la Gobernación, sino que lo im-
portante era tener certeza de que el futuro del
proyecto tenía en cuenta a un protagonista tan
importante como EPM y viceversa.
La normalidad fue flor de un día.
Uno de los primeros problemas que afloró fue
el nombramiento del gerente General de Pesca-
dero. La cuestión parecía sencilla: Si el Idea le
había metido 97.000 millones de pesos a la con-
trovertida toma de control de Pescadero Ituan-
go, sonaba ilógico que renunciara al poder que
legalmente le asistía de nombrar al gerente de
la hidroeléctrica.
La duda era si la muy conservadora y técnica
EPM declinaba su propósito de tener en esa po-
sición a una persona de su entera confianza, sa-
biendo que debe arriesgar en este proyecto más
de 1.100 millones de dólares.
Fuentes de alto nivel de Empresas Públicas

178
La central de
las ambiciones
de Medellín llegaron a comentar que, bajo
ninguna circunstancia, la organización entre-
garía el manejo de 1.100 millones de dólares
a un profesional de una agrupación política.
EPM estaba lista para poner sobre la mesa las
hojas de vida de cinco o seis de sus mejores
hombres, reconocidos por su experiencia en
temas técnicos y financieros.
La otra opción que el grupo empresarial venía
planteando de tiempo atrás era que el geren-
te de la hidroeléctrica fuera escogido a través
de una firma cazatalentos. “Si dicen que nos
van a poner el gerente de Pescadero, nos va-
mos”, afirmó la fuente de EPM, que recién ha-
bía participado en una Junta Extraordinaria,
y con carácter informativo, para estudiar la
toma de control del Idea y lo que venía para
el desarrollo de una central que deberá pren-
der turbinas en el 2018.
El dueño del balón en este proyecto, el Idea, no
comulgaba con la receta de Empresas Públicas de
Medellín. Álvaro Vásquez Osorio recordó que se
deben atender las nuevas realidades del proyecto.
“Nosotros sentimos que debe haber alguien del
mayor nivel técnico, pero de mucha confianza
del socio mayoritario, que son el Departamento
de Antioquia y el Idea”. Una razón para ello tie-
ne que ver con dos costos que asumió la Gober-
nación: La “lluvia de rayos y centellas” que les
cayeron y siguen cayendo por la toma de Pesca-
dero, y los 97.000 millones de pesos desembol-
sados para tener un 52 por ciento del proyecto.
Esos costos y riesgos hay que cobrarlos, enfati-

179
La central de
las ambiciones
zó Vásquez Osorio: “Estoy seguro de que An-
tioquia no entendería que, después de hacer
semejante esfuerzo para lograr el control, este
lo dejáramos diluir en un potencial acuerdo de
accionistas. No. Hay que mantener el valor de
ese esfuerzo enorme, de esa inversión. Pero es-
tamos dispuestos a llegar a puntos de acuerdo
útiles para ambos”.
Desde la óptica de EPM, lo más conveniente era
que una firma cazatalentos propusiera una lista
de 3 o 5 candidatos y que la Junta Directiva de
Pescadero escogiera el mejor.
El Idea, dueño del balón, tenía una idea más
simple: únicamente iba a poner en conocimien-
to de su socio el nombre de un candidato.
Así se hizo, finalmente. El ungido fue el inge-
niero Luis Guillermo Gómez Atehortúa.
Las fuentes de EPM también estaban inquietas con
la danza de inversiones que quiere realizar el Idea,
para convertirse en un fuerte jugador regional en el
campo de la energía: 400 megavatios en mini y me-
dianas centrales; 158 megavatios en dos hidroeléc-
tricas con el Departamento de Caldas, por 300 mi-
llones de dólares; su aporte para Pescadero; y la
compra del 51 por ciento de ISA e Isagén.
Y estas dos últimas, ¿con qué plata?
A Corficolombiana ya le mostraron un modelo de
negocio y se invitó a 10 bancas de inversión, de las
cuales cuatro (de Estados Unidos, Suiza y Canadá)
estaban listas para poner 7,2 billones de pesos.
Según Vásquez Osorio, lo harán con estas condicio-
nes: “Nunca la tasa en pesos superaría el 7 por cien-
to anual, ¡nunca!”. Darían tres años de gracia para

180
La central de
las ambiciones
los pagos de intereses y amortizaciones de capital.
“Cuando linealmente proyectamos los dividendos
de las dos compañías, teniendo el control, se genera
una caja a través de los tres años, que nosotros in-
volucramos en la operación del Idea y hacemos la
colocación a la tasa que hoy tenemos. Esa colocación
hoy nos garantiza que los rendimientos anuales nos
permiten sin problemas, en 25 años, amortizar la
deuda con las cuatro bancas”.
El Idea ya tiene por escrito el compromiso de
ese crédito sindicado.
¿Y las garantías?
“Eso, dijo Vásquez Osorio, se hace con una fór-
mula puente. Con la claridad del comprador y
el vendedor, y el conocimiento completo de la
banca de inversión, se firma un acuerdo tripar-
tito: Las acciones que usted le va a pasar, le van
a ser pignoradas. En consecuencia, yo le estoy
entregando a usted el dinero que permita que
ese comprador le cubra la obligación”. Hasta
el presidente Uribe se sorprendió “gratamente
con la fórmula y prometió hablar con el Minis-
tro de Minas”.
A todas estas, resultó que el acuerdo del 19
de julio estaba pegado con babas, como suele
afirmarse en el lenguaje coloquial. En la si-
guiente asamblea que se hizo para nombrar
la nueva Junta Directiva, los representantes
de EPM, liderados por su gerente General,
Federico Restrepo Posada, hicieron reparos
legales sobre 345.340 acciones que no apare-
cían registradas en el libro de accionistas. Sus
titulares tenían derecho a estar en esa cumbre

181
La central de
las ambiciones
de socios, pero no fueron convocados y, por
supuesto, no se hicieron presentes.
El paquete en cuestión estaba en manos de 14
empresas y personas naturales que no figura-
ban en los libros, pero que ya habían cedido sus
derechos de capitalización, los cuales fueron
pagados por el Idea.
Mientras el presidente de la Junta, José Fernan-
do Villegas Hortal, y Álvaro Vásquez Osorio
calificaban de insignificante ese número de ac-
ciones, pues no inclinarían el fiel de la balanza
a la hora de una votación, EPM resaltaba que se
debían atender los formalismos legales y, sobre
todo, llegar a una total transparencia sobre la
composición accionaria de Pescadero.
Las sombras se hicieron extensivas al nivel de
confianza que se podía tener sobre la informa-
ción comercial y financiera de la sociedad.
De nada valieron los llamados a la cordura de
las representantes de la Superintendencia de
Sociedades y la Procuraduría Regional, para
que los socios dejaran de lado desgastantes po-
lémicas. Públicamente se le bajó el tono a la dis-
cordia, pero internamente los caballeros ya es-
taban metidos en una campal batalla jurídica■

182
La central de
las ambiciones
Capítulo 11

Y CAY E R O N
R AYO S Y
C E N T E L L AS
¿Qué futuro tiene una sociedad cuando un
propietario califica al otro de inmoral y pre-
senta denuncias que ponen al socio en la pi-
cota pública como un presunto delincuente
de cuello blanco?
Si un negocio cercano a los 100.000 millones de
pesos ha dado lugar a suspicacias como una su-
puesta manguala entre el Idea y el bloque de
accionistas minoritarios, ¿qué no podrá ocu-
rrir cuando ese mismo Instituto y EPM entren
a desarrollar una millonaria hidroeléctrica que,
bajita la mano, requiere una inversión de 2.300
millones de dólares?
¿Será que la confianza es un recurso natural re-
novable para Alonso Salazar, alcalde de Mede-
llín, Luis Alfredo Ramos Botero, gobernador de
Antioquia, Federico Restrepo Posada, gerente
General de EPM, y Álvaro Vásquez Osorio, ge-
rente General del Idea?
¿Será capaz el Idea de mirar apaciblemente a un
socio como EPM que le acusa de administrar re-

183
La central de
las ambiciones
cursos públicos sin “una debida diligencia, efi-
ciencia, probidad, moralidad y transparencia?”
Así de inquietante es el panorama que deja ver
el pugilato entre los grandes propietarios de Pes-
cadero Ituango y cuyas secuelas difícilmente po-
drían borrarse con un acuerdo de accionistas.
El avispero lo habían anunciado los mismos
compradores. Lo cantó el presidente de In-
tegral, Luis Fernando Sierra, cuando al ver la
oferta que hacía el Idea le preguntó al gerente
General del Instituto: ¿Está preparado para la
lluvia de rayos y centellas que se le vendrán en-
cima por esta operación de compra de acciones?
Empresas Públicas de Medellín marcó la
pauta y se ha venido superando a sí misma
en el tono empleado en sus peticiones de in-
vestigaciones a los organismos de control.
La primera pieza lleva la firma de Federico Res-
trepo Posada, gerente General de EPM. Es una
solicitud de rigurosa investigación que puso en
manos del contralor General del Departamento
de Antioquia, Jorge Alberto Rojas Otálvaro.
El motivo principal que adujo el funciona-
rio es que en la compra de acciones el Idea
“benefició indebidamente y en forma des-
proporcionada el patrimonio de un grupo
de accionistas privados en detrimento del
patrimonio público”.
A escasas 24 horas de haberse producido la ne-
gociación, EPM afirmó que el valor ofrecido
por el Idea “excede en un 4.000 por ciento apro-
ximadamente su valor nominal”.
Pero el favorcito sería aún más millonario,

184
La central de
las ambiciones
según estas cuentas que sacó Restrepo Posa-
da: “Si se asume que la cifra recibida por los
accionistas vendedores puede generar unos
rendimientos a una tasa del 12 por ciento
anual durante 10 años, el beneficio total se-
ría de 3,1 veces el valor ya pagado, es decir,
un valor cercano al 12.000 por ciento del va-
lor nominal de cada acción”.
Lo más grave para el representante de EPM
es que el Idea llegó a ofrecer 41.134 pesos
por acción, a un grupo de minoritarios que
no tenía con qué seguir capitalizando la
sociedad, como lo confirma su progresivo
marchitamiento, al pasar de tener un 14 por
ciento de la sociedad, al 6 por ciento. Es de-
cir, si el Idea hubiera esperado a que pasara
la capitalización, habría aumentado su peso
en la hidroeléctrica sin mayor esfuerzo.
Acto seguido, EPM dejó en blanco y negro
sus dudas:
¿Qué valor agrega al desarrollo del proyecto
que el Idea haya pagado las sumas exorbitantes
mencionadas?
¿Estará el Idea en capacidad de gestionar el pro-
yecto de una manera más eficiente que como
este se venía gestionando en forma conjunta en-
tre esa entidad y EPM?
¿Cuál es el beneficio para la región por ha-
ber pagado el Idea con recursos públicos 41
veces el valor de cada acción a los priva-
dos, si el proyecto de todas maneras se va a
construir en Antioquia?
¿Tenía el Idea claridad sobre la posibilidad

185
La central de
las ambiciones
de los accionistas privados para cumplir
con las capitalizaciones en curso? ¿Por qué
no esperó a que se surtiera el proceso de ca-
pitalización pendiente y se produjera la di-
lución de los privados que no aportaran los
recursos requeridos?
¿Por qué en el documento de oferta enviado
a los socios privados se mencionó la nece-
sidad de capitalizar, si para el Idea hubie-
ra sido mucho más provechoso incrementar
su participación vía disolución de los priva-
dos, es decir, a precio cero?
¿La operación de adquisición de acciones ade-
lantada por el Idea se realizó con las autoriza-
ciones requeridas estatutariamente?
¿Contaba el Idea con las certificaciones presu-
puestales suficientes y oportunas para atender
los compromisos económicos derivados de la
compra de las acciones?
La historia no iba a terminar allí. El gerente Ge-
neral de EPM le anunció al Contralor General
de Antioquia que “le estaremos remitiendo in-
formación adicional que podamos obtener”.

Así lo hicieron
Siguiendo con lo anunciado, el 4 de septiem-
bre de 2008 las Empresas lanzaron su segunda
carga de profundidad contra la toma hostil de
Pescadero. Pero esta vez no se encuentra en pri-
mera fila Federico Restrepo Posada. Tampoco
su secretaria General, Patricia Duque García,
quien empoderó a dos abogadas de la subdirec-
ción Jurídica de Procesos, Martha María Zapata

186
La central de
las ambiciones
González e Isabel Mosquera Gregory. A través
de ellas, EPM entró a cuñar, reforzar o a coad-
yuvar la acción popular que presentaron contra
el Idea los abogados Santiago Botero Echeverri
y Carlos Enrique Botero Lora.
Las abogadas le indicaron al Juez Quince
Administrativo del Circuito, John Rey-
mon Rúa Castaño, que el Idea vulneró
los derechos colectivos de la moralidad
administrativa y la defensa del patrimo-
nio público. Por ello le solicitaron “que
se dejen sin efecto las negociaciones de
julio y agosto de 2008, mediante las cua-
les el Idea compró las acciones de la So-
ciedad Pescadero-Ituango y se restitu-
yan las cosas a su estado anterior”.
En esa misma fecha, 4 de septiembre de 2008,
también le solicitaron al juez que decretara tres
medidas cautelares.
Primero, que mientras se profiere sentencia, se
ordenara al Idea que “suspenda las actuaciones
y el ejercicio de cualquier derecho que tenga
origen directo o indirecto en la negociación de
las acciones de la Sociedad Pescadero-Ituango
realizadas en julio y agosto de 2008”.
En cristiano, eso es meter en el congelador
el poder de decisión del Idea como socio
mayoritario; impedir que suscriba contra-
tos adicionales, aclaratorios o modificato-
rios a los de esa compraventa de acciones;
y suspender el pago de las acciones que
aún tuviera pendiente.
Segundo, que mientras llega la sentencia, las

187
La central de
las ambiciones
decisiones sobre la marcha del proyecto “se to-
men teniendo en cuenta la participación accio-
naria que existía antes de la negociación de las
acciones realizadas en julio y agosto de 2008”.
Y tercero, que el Idea contratara una póliza o
prestara caución, en los términos que diga el
juez, con el propósito de garantizar la restitu-
ción de los recursos públicos pagados por el
Idea en estos contratos, en el evento de que la
sentencia judicial ordenara dicha restitución.
La gravedad y el grueso calibre de las acusacio-
nes de EPM salta a la vista:
Que el Idea tuvo un afán desmedido por tener
el control de Pescadero, “sin importar si tales
medios eran inmorales para su obtención”. En
sus actuaciones hubo una inobservancia grose-
ra, arbitraria y alejada de todo funcionamiento
legal. Con un agravante: compartía el control
de la sociedad “pacíficamente” con otra enti-
dad pública, como es EPM.
Que compró las acciones de 38 accionistas mino-
ritarios el 16 de julio sin tener las debidas dispo-
nibilidades y registros presupuestales y luego,
para “subsanar lo insubsanable”, simuló artificio-
samente que no existían tales contratos, y estos
“fueron nuevamente suscritos a partir del día 22
de julio de 2008 con una fecha posterior”.
Que la administración del Idea tuvo una actua-
ción inmoral, irresponsable, ineficiente, antieco-
nómica y carente de transparencia, al comprar
unas acciones de manos privadas sin la existen-
cia de un estudio serio que le diera soporte.
Que algunos de los accionistas minoritarios no

188
La central de
las ambiciones
consideraron la legitimidad y legalidad de los
medios utilizados, “por el contrario, concurrie-
ron expresamente en el engaño”.
Para llegar a esas conclusiones EPM hiló bien
delgado, jurídicamente hablando, y aportó los
documentos de rigor, muchos de los cuales los
obtuvo del mismo Idea a través del constitucio-
nal derecho de petición.
Todo parte de los 83.000 millones de pesos que el
Idea le pagó a un grupo de accionistas privados
dueños del 5,83 por ciento de Pescadero Ituango.
EPM argumenta que la Junta del Idea había
aprobado capitalizaciones de la sociedad el
27 de septiembre de 2005 y el 6 de marzo de
2006, mientras que en la reunión del 13 de
febrero de 2008 se autorizó al gerente “para
negociar y adquirir las acciones de la Socie-
dad Hidroeléctrica Pescadero Ituango que se
encuentren disponibles, tanto públicas como
privadas. Se autorizó al Gerente para nego-
ciar y adquirir tales acciones”.
Este punto, dice, no estaba en el orden del día
ni hubo documento que explicara los alcances
de tal autorización.
Luego, EPM controvirtió el fundamento técni-
co y financiero del valor pagado por el Idea, de
36.854 pesos con 50 centavos por acción.
Las Empresas le preguntaron del tema a Cor-
ficolombiana. La banca de inversión le aclaró
que “la Corporación no asesoró, ni recomendó,
ni participó en la transacción por usted men-
cionada, sobre cuyos términos y condiciones no
tenemos conocimiento”.

189
La central de
las ambiciones
Añade, también, que el contrato suscrito
con el Idea no incluyó la asesoría o acompa-
ñamiento en operaciones de compra o venta
de inversiones, ni la definición de las condi-
ciones de las mismas.
Corficolombiana no valoró la sociedad, ni reco-
mendó la transacción ni participo en ella.
¿Entonces qué hizo?
La respuesta está en la comunicación que José
Elías Melo Acosta, presidente de Corficolom-
biana, le remitió a Federico Restrepo Posada,
gerente General de EPM, quien le había puesto
un derecho de petición a la banca de inversión:
“Las cifras presentadas para discusión al Idea
por funcionarios de la Corporación en relación
con el Proyecto Pescadero-Ituango, consistie-
ron en una estimación del valor del proyecto”.
Dicho monto fue de 696 millones de dólares.
Restrepo Posada también preguntó: ¿Qué
tipo de conclusiones pueden extraerse del
estudio contratado y realizado por Corfico-
lombiana y cuáles no?
Melo le dijo: “Esta inquietud no corresponde a
documentos o informaciones relacionadas con
la relación contractual del Idea con la Corpora-
ción. Además, la Corporación no puede definir
qué clase de conclusiones deriva el cliente de
sus opciones; estas corresponden al fuero del
cliente. Por lo tanto, no podemos dar respuesta
a este interrogante”.
EPM precisó que lo entregado por Corficolom-
biana el 14 de julio fue un informe preliminar
sobre la estimación del valor del proyecto Pes-

190
La central de
las ambiciones
cadero Ituango y que el informe definitivo se
entregó 14 días después, cuando ya se había
consumado la compra de acciones.
Criticó, además, que Corficolombiana no
hubiera confrontado ni revisado la informa-
ción suministrada por el Idea. “Por el con-
trario, apaciblemente aceptó todos los datos
y escenarios que le fueron informados por
el Idea”. Y, se preguntó, ¿qué tan confiable
puede ser esa información, “a sabiendas de
que el Idea es un neófito en la construcción
de proyectos de esta naturaleza?”.
En el debate realizado el 17 de septiembre de
2008 en la Comisión Tercera Constitucional
de la Cámara de Representantes, el congre-
sista Óscar Marín afirmó que los datos que
el Idea le entregó a Corficolombiana corres-
ponden a los estudios aportados por Integral,
firma que, a su vez, se benefició en 39.125 mi-
llones de pesos al vender su participación en
el proyecto. Allí, dijo el Representante, “veo
cierto conflicto de intereses”.
No obstante, Álvaro Vásquez Osorio reveló en
ese mismo debate que el estudio entregado a
Corficolombiana es 100 por ciento de EPM y
que la banca de inversión consideró que el mis-
mo era suficiente para evaluar y confirmar los
escenarios de precios.
Y otra cuña del mismo palo: En el 2007 EPM y
los otros socios de Pescadero le pagaron a inte-
gral 3.500 millones de pesos por el estudio de
factibilidad, en el que se calcula el valor presen-
te neto del proyecto en 849 millones de dólares.

191
La central de
las ambiciones
El documento lo recibieron en agosto de 2007
y hasta el momento dicho informe no ha sido
refutado por las Empresas.
Otro análisis de flujo de caja, efectuado el 15 de
junio de 2008 por la firma Soluciones Energéti-
cas para el Idea, arrojó un valor superior a los
1.000 millones de dólares. El tercer punto de
referencia es el de Corficolombiana, que valoró
en 696 millones de dólares el proyecto.
EPM también pasó sus ojos de Argos por los
contratos de compraventa de las acciones. En
los que le remitió el Idea, encontró y resaltó que
las negociaciones se realizaron entre el 22 de
julio y el 6 de agosto de 2008. Pero, dijo EPM,
“tenemos serias razones para afirmar que tales
contratos fueron realmente celebrados en fe-
chas anteriores”.
Entre las pruebas que aportó están declaracio-
nes del gerente General del Idea, en las que dijo
haber firmado contratos el mismo 15 de julio.
También aportó un comunicado de la Cámara
Colombiana de Infraestructura (CCI) en el que
se resalta que la oferta de compra de acciones
estaba vigente hasta las 6 de la tarde del 16 de
julio, pero que preferiblemente había que fir-
mar el 15 de julio.
Una prueba más, es que el secretario General del
Idea le comunicó el 16 de julio al gerente de Pes-
cadero que había formalizado mediante contratos
la compra de acciones a 38 accionistas.
Con fecha septiembre 10 de 2008, EPM aportó
nuevas pruebas sobre este punto, al recibir del
Idea unos documentos que revelan que con 30

192
La central de
las ambiciones
pequeños accionistas se firmaron los contratos
de compraventa el 16 de julio.
Para EPM “este hecho es de suma gravedad,
como quiera que comporta la suplantación que
el Idea, con el concurso de los particulares, quie-
re hacer de los contratos realmente suscritos el
16 de julio de 2008, haciéndolos pasar como
suscritos en fechas posteriores. La razón de esta
suplantación está en que el Idea solo consiguió
las disponibilidades y reservas presupuestales
con fechas posteriores al 21 de julio de 2008”.
Más claramente, según EPM: se suscribieron
dos contratos de compraventa de acciones:
“Unos –los reales- el 16 de julio y otros –los su-
plantados- después del 22 de julio de 2008”. Lo
relevante para el denunciante es que “los con-
tratos del 16 de julio no cuentan con disponibi-
lidad ni reserva presupuestal”.
Por lo tanto, afirma el socio del Idea que “con
estas irregularidades tan evidentes es necesario
que el Despacho decrete la medida cautelar so-
licitada por las Empresas Públicas de Medellín
por la violación manifiesta al derecho colectivo
de la moralidad administrativa”.
EPM afirmó que su manto de dudas sobre las
actuaciones del Idea también cubre la de algu-
nos accionistas que vendieron sus títulos al Ins-
tituto. Los ejemplos comienzan con MYZ S.A.
Su gerente, dice el grupo empresarial, requería
autorización de la Junta Directiva para adqui-
rir, gravar, limitar o enajenar el dominio de bie-
nes muebles o bienes raíces cuando la cuantía
sea o exceda de 500 veces el valor del salario

193
La central de
las ambiciones
mínimo legal mensual vigente al momento de
la operación. Esa aprobación de Junta no la ane-
xó el Idea en los documentos que le entregó a
EPM, entidad que los esperaba, porque por las
14.943 acciones que MYZ tenía en Pescadero re-
cibió más de 550,7 millones de pesos, o sea más
de 319,9 millones de pesos por encima del lími-
te de los 500 salarios mínimos. A las Empresas
le quedó la duda de si el contrato se firmó sin
cumplir dicho requisito.
Un segundo ejemplo citado por EPM es el de
Integral, firma de la que hasta diciembre de
2003 fue presidente Federico Restrepo Posada,
actual gerente General de las Empresas. Esta
organización, Integral, estaba al momento de
la negociación bajo la Ley 550. Por lo tanto, se-
gún la denuncia, requería de la autorización del
Comité de Vigilancia para salir de las acciones
de Pescadero. Ese documento no se aportó al
momento de firmar el contrato de compraven-
ta. Solo se presentó la autorización de la Junta.
“En este caso inferimos que el Idea tampoco
tuvo reparo alguno para suscribir el contrato de
compraventa, pues se negó a entregarnos copia
de la misma”. Una omisión similar habría ocu-
rrido con Incivilco, mientras que en el caso de
Excarvar S.A. EPM dijo que el que suscribió esta
firma con el Idea “tiene una evidente alteración
manual en sus fechas, pues se observa un rete-
ñido en el número ocho (8) que indica el día del
mes en que supuestamente fue suscrito”.
En una línea similar, las apoderadas de EPM
advirtieron que “existen numerosas enmenda-

194
La central de
las ambiciones
duras en la fecha de recepción, por parte de la
sociedad Pescadero Ituango, de las cartas envia-
das por los accionistas notificando la venta de
las acciones al Idea. Esto nos lleva a preguntar-
nos ¿qué instrucción habrá recibido la sociedad
de parte de quienes intervinieron en los contra-
tos de compraventa de acciones en relación con
la fecha de notificación? ¿Qué se quería hacer
aparecer referente a estos contratos, que no co-
rrespondiera con la realidad?”.
Luego de observar sellos de recibido ilegibles
por las enmendaduras y tachaduras, EPM des-
tacó que “en nuestro criterio, estas irregulari-
dades –que se evidencian con un simple cotejo
documental- dan pie para entender que se trató
de una nefasta concurrencia de reprochables ac-
tuaciones de los socios públicos y los privados
en detrimento de la moralidad administrativa y
el presupuesto público”.
A la mano también tenía un ejemplo para ilus-
trar lo que calificó como “negligencia y falta de
probidad fiscal” por parte del Idea. El asunto es
que la empresa Diconci S.A. estaba en liquida-
ción obligatoria desde el 21 de abril de 2005. El
17 de julio, o sea dos días después de la compra
del Idea, se hizo una subasta privada de las ac-
ciones que esa firma tenía en Pescadero.
La firma Conhydra fue la única que ofreció por
el derecho a la capitalización de 1.770 acciones
a razón de 3.000 pesos por acción. También dijo
que no le interesaban las otras 4.888 en cabeza
de Diconci. A pesar de ese ofrecimiento, el Idea
ofreció por esos títulos un valor de 36.854,50 pe-

195
La central de
las ambiciones
sos por acción, o sea 12 veces más que la mejor
oferta previa. “Como puede fácilmente colegir-
se, la actitud del Idea fue totalmente irrespon-
sable, negligente y poco transparente”.
Llegando al punto de las conclusiones,
EPM afirmó que “evidentemente existen
serias y fundadas razones que justifican
un decreto de medidas cautelares. Son
tantas y tan graves las dudas y sombras
que rodean la compra de estas acciones
por parte del Idea, que mientras que no se
aclaren suficientemente en el proceso po-
pular, aquella transacción no debe derivar
consecuencias y efectos jurídicos”.
Resumiendo. Como expresiones concretas de la
violación al derecho colectivo de la “moralidad
administrativa”, EPM resaltó:
Celebrar actos y contratos que afectaban las apro-
piaciones de su presupuesto, sin las disponibili-
dades y registros presupuestales pertinentes.
Llevar a cabo una contratación sumamente
cuantiosa, sin contar con los debidos estudios
que le dieran soporte.
El representante legal celebró contratos de com-
praventa de acciones sin la previa autorización
de su Junta Directiva, en los términos del nu-
meral 22 del artículo décimo quinto de la Reso-
lución 090-2000 de la Junta Directiva del Idea.

La cuña de Prieto
Denuncia fiscal. Eso fue lo que presentó en su
condición de ciudadano Eugenio Prieto Soto
ante el Contralor General de Antioquia Jor-

196
La central de
las ambiciones
ge Alberto Rojas Otálvaro. El 27 de agosto de
2008 le pidió a este funcionario investigar el
posible daño patrimonial al Estado ocasiona-
do por los administradores del Idea (gerente
General y Junta Directiva) en la compra de
acciones de Pescadero y deducir las respon-
sabilidades patrimoniales a que haya lugar.
El denunciante tasó en más de 94.450 millo-
nes de pesos la posible pérdida.
“Ello sin perjuicio de que en el evento de
que la investigación concluya con conduc-
tas que puedan corresponder a otros ámbi-
tos de responsabilidad se compulse copias a
las autoridades competentes”.
Para avalar su denuncia, Prieto comienza re-
cordando su hoja de vida como servidor pú-
blico, en la que ha tenido mucha cercanía con
el tema de Pescadero Ituango: Subgerente fi-
nanciero de Eade (1995-1997). Diputado de
Antioquia (1998-2000). Gerente del Idea (1 de
enero 2001-24 abril de 2002 y luego entre 1 de
enero 2004-25 octubre de 2006). Gobernador
(e) de Antioquia (25 abril 2002-31 diciembre
de 2003). Dentro de ese curriculum vitae solo
le faltó decir que en el 2007 fue candidato a la
Gobernación de Antioquia.
Prieto no renuncia a su vocación de homus
politicus y de entrada hace esta declaración
que suena un poco fuera de lugar en una de-
nuncia penal: “Quiero, antes de continuar
avanzando con la presente denuncia, rati-
ficar mi compromiso con la defensa y pro-
moción del Proyecto Pescadero Ituango y la

197
La central de
las ambiciones
importancia fundamental que su ejecución
tendría para el progreso y desarrollo eco-
nómico y social del territorio antioqueño”.
A pesar del profundo conocimiento que tiene
de Pescadero, Prieto le quita méritos y dice que,
contrario a quienes lo presentan como “una
realidad a punto de materializarse… hoy toda-
vía dicho proyecto, en términos técnicos, es una
mera expectativa para todas las partes”.
Otra cosa piensan socios tan importantes como
el mismo socio en discordia, EPM. Su gerente
General, Federico Restrepo Posada, ha dicho
que Pescadero y Porce IV forman parte de las
seis centrales que la Comisión de Regulación de
Energía y Gas (Creg) escogió a través de una
subasta para que entren en operación comercial
entre el 2014 y el 2018. Para Restrepo Posada,
ese hecho coloca a estos proyectos en un punto
de “no retorno”. Incumplir se paga caro: En el
caso de Pescadero la póliza de garantía es de
15 millones de dólares y la de Porce IV de 13,5
millones de dólares.
Según consta en actas de Pescadero Ituango,
los ingresos del cargo por confiabilidad le sir-
ven a la sociedad para negociar con los ban-
cos y para minimizar el desarrollo de la obra.
Voceros de EPM han estimado que eso puede
significar del 20 al 25 por ciento del proyecto.
El otro 75 por ciento sería por venta de ener-
gía”. Pero, hay que cumplir como un relojito
con la entrada en operación. Un atraso de seis
meses les costaría a los socios 128 millones de
dólares. La suma se treparía a 400 millones de

198
La central de
las ambiciones
dólares (más de 800.000 millones de pesos) si
la colgada llega a ser de un año.
No menos discutible es la versión de Prieto se-
gún la cual entre EPM y el Idea existía un acuer-
do de accionistas, porque nadie ha podido mos-
trar hasta ahora el texto del mismo. Igual pasa
con su afirmación de que ambos accionistas se
movían en un ambiente de confianza legítima
construida durante varios años.
Textualmente el denunciante afirma en forma
de pregunta: “¿Los administradores del Idea
(Junta Directiva y Gerencia) obraron de buena
fe, con lealtad y con la diligencia de un buen
hombre de negocios cuando traicionaron la
confianza legítima de otra entidad pública que
ha sido capaz, incluso, de ceder el control de
la sociedad para lograr el equilibrio y buen go-
bierno? ¿Sus actuaciones se han cumplido en
interés de la sociedad, teniendo en cuenta los
intereses de sus asociados?
Las denuncias de Prieto y EPM tienen
puntos comunes.
Que las acciones de Pescadero Ituango “se ve-
nían transando” a 1.000 pesos, y el Idea las pagó
33 veces por encima de su valor nominal a la
Empresa de Energía de Bogotá (EEB) y más de
36 veces a los privados.
Que por las acciones de la EEB EPM ofreció
2.100 pesos por título, y la Chec 4.500 pesos.
Con respecto a estos valores, el Idea pagó 17,5
veces más el valor de lo que pagarían EPM y
ocho veces más de lo que pagaría la Chec.
Que un accionista como Integral tenía un capi-

199
La central de
las ambiciones
tal de valor nominal de 950,7 millones de pesos,
equivalente al 2,4 por ciento. Esa participación,
valorada por la franja superior del valor esti-
mado por EPM para las acciones de Pescadero,
arrojaría un monto de 3.299 millones de pesos.
Con los 41.154 pesos inicialmente ofrecidos por
el Idea la participación de Integral se tasaba en
39.125 millones de pesos. Esto es, un valor su-
perior al valor nominal en un 4.100 por ciento,
que pasaría al 1.180 por ciento con respecto al
máximo valor establecido por EPM para esas
acciones. Prieto anota que estas son “cifras real-
mente asombrosas que reportarían una utilidad
nunca antes vista en negocio alguno”.
Que Corficolombiana no tendría la suficiente
información y posibilidad de análisis “para en
un término de quince horas aproximadamente,
hacer una valoración de las acciones de un pro-
yecto tan importante para Antioquia y el país”.
Que el método de múltiplos de capacidad, utili-
zado por Corficolombiana, “no ha sido el gene-
ralmente aceptado por la Superintendencia de
Sociedades como válido para los ejercicios de
valoración de empresas colombianas”.
Que aún utilizando el método de Flujo de caja
descontado, “ello hubiera implicado pagar por
unos riesgos que no asume el vendedor y adi-
cionalmente reconocerle unas utilidades por
unas inversiones que nunca hará, por unas ven-
tas de incierta predicción para tan largo plazo,
como son los valores al 2018 y unos créditos
que nunca garantizará”.
Que esta operación pone en grave riesgo la es-

200
La central de
las ambiciones
tructura financiera del idea, su capacidad ope-
racional, presupuestal y su flujo de caja.
Que por qué se compran unas acciones el 15 de
julio de 2008, o sea dos días antes de vencerse el
plazo para una nueva capitalización, sabiendo
que era mejor esperar a que los minoritarios di-
luyeran su participación y EPM y el Idea man-
tuvieran el control público entre ambos. Inclu-
sive, dice Prieto, hubieran podido acordar una
participación del 50 por ciento, “en equilibrio,
en equivalencia como se venía haciendo”.
Que considerando que el control de la sociedad
ya era de empresas de carácter público, con un
mismo fin y en un mismo territorio, la compra
que hizo el Idea constituye “un posible favore-
cimiento a terceros de manera injustificada”.
Que si era cierto que EPM tenía la intención de
comprar acciones y romper el acuerdo de accio-
nistas, “era obligación del Idea llamarlo al arre-
glo concertado del conflicto y no acudir, por
justicia propia, a la denominada “toma hostil”.
Que la Junta Directiva del Idea le dio un “che-
que en blanco” al gerente General para nego-
ciar y adquirir acciones de Pescadero, sin una
explicación clara ni estudio técnico previo. Y
que esa misma Junta aprobó una capitalización,
pero para conservar el porcentaje de participa-
ción del “42,417 por ciento”.
Que el negocio se concretó el 16 de julio
y los certificados de disponibilidad y re-
gistros presupuestales que soportan dicha
operación tienen fechas posteriores al 21 de
julio de 2008. “Podría el gerente del Idea no

201
La central de
las ambiciones
haber cumplido con la obligación de contar
con certificados de disponibilidad previos a
la realización de la operación”.
Que se violaron, entre otras normas, la Ley 80
en lo relativo a la normatividad aplicable a los
contratos estatales y el perfeccionamiento de los
contratos, amén del principio de transparencia.

Primero los Botero


Cuando el escándalo de la compra de las accio-
nes privadas de Pescadero estaba en su punto
de mayor efervescencia, los concejales de Me-
dellín Carlos Ballesteros y Rubén Darío Callejas
anunciaron que iban a presentar una acción po-
pular contra el Idea y el Departamento.
Pasó una semana, y nada. Los ediles finalmen-
te acudieron al juez administrativo el 29 de ju-
lio, en unión del ex representante de las ligas
de usuarios en la Junta de EPM, Javier Gaviria.
Pero ya era demasiado tarde.
Cinco días atrás, o sea el 24 de julio de 2008, a
las 13:02 de la tarde, los primos Santiago y Car-
los Enrique Botero ya habían presentado su ac-
ción popular. En tales condiciones, a los otros
demandantes les quedaba la opción de conver-
tirse en coadyuvantes de los Botero.
Ser el primer llegado en este tipo de denun-
cias implica también ser el mejor servido a
la hora de recibir el jugoso botín que la ley
472 de 1988 establece.
Que se sepa, Ballesteros, Callejas, Gaviria y
EPM son los únicos que han renunciado expre-
samente a esos incentivos económicos. El bene-

202
La central de
las ambiciones
ficio que pinta como millonario, aplicado al caso
de Pescadero, está consagrado en el artículo 40
de la citada norma: “Incentivo económico en
acciones populares sobre moral administrativa.
En las acciones populares que se generen en la
violación del derecho colectivo a la moralidad
administrativa, el demandante o demandantes
tendrán derecho a recibir el quince por ciento
(15%) del valor que recupere la entidad pública
en razón a la acción popular”.
A mero título de ejemplo, si en este caso del
Idea y la Gobernación de Antioquia los jueces
hallaran que, efectivamente, hubo detrimento
patrimonial, se violó la moral administrativa y
el Estado recuperara 80.000 millones de pesos,
los Botero recibirían 12.000 millones de pesos.
“No hemos renunciado al incentivo económi-
co”, afirmaron los primos Botero.
“Esos son los dientes de la norma”, precisó Car-
los Enrique Botero Lora, abogado de la Univer-
sidad de Antioquia, egresado en 1997 y gradua-
do al año siguiente. De su hoja de vida resaltó
los 11 años de experiencia en gestión fiscal con
la Contraloría General de la República. Eso, aña-
dió, le da una amplia claridad sobre la gestión
presupuestal y la contratación administrativa.
De resto, ha sido abogado litigante en las áreas
administrativa, laboral, civil y familiar. De esas
ramas la que más satisfacciones le reporta es la
laboral, pues le ha mostrado un sendero para el
logro de una mayor justicia social.
Su primo, Santiago Botero Echeverri, adelanta-
ba en septiembre de 2008 su quinto año de De-

203
La central de
las ambiciones
recho en la Universidad de Medellín. Ha sido
comerciante, de toda la vida, y también tiene a
su haber la presentación de varias acciones po-
pulares. Cuando le pregunté ¿cuáles?, dudó un
momento y al final decidió despachar el asunto
diciendo que “algunas”.
En el caso particular de la compra de acciones
de los particulares en Pescadero Ituango, am-
bos afirmaron que les interesa la lesividad que
se le causa a la comunidad en general, con unos
manejos poco transparentes que se pretenden
encubrir con el discurso de un gran desarrollo.
En su concepto esta operación comporta un de-
trimento patrimonial, malos manejos adminis-
trativos e inmoralidad administrativa.
Detrimento patrimonial porque según la infor-
mación que recogieron, acciones de 1.000 pesos
se transaron a precios que, distintas fuentes,
ubican en más de 36.000 pesos, otros en 33.000
pesos, unos más en 36.850 y hasta en 41.000 pe-
sos. Menos claridad reconocieron tener sobre el
monto total de la transacción, porque hay pe-
riódicos que dan cuenta de 37.800 millones de
pesos, otros hablan de 97.000 millones de pesos
y los citantes a un debate en el Congreso pro-
baron que la erogación fue de 108.000 millones
de pesos, incluyendo el paquete que el Idea le
compró a la EEB.
Su declarada falta de claridad sobre el valor de
las acciones y el total pagado no les impidió ad-
vertir que entregar 108.000 millones de pesos
por las acciones de los privados fue un despro-
pósito. Igual argumento tienen si lo pagado por

204
La central de
las ambiciones
el 6,5 por ciento de las acciones fueron 87.000
millones de pesos, pues advirtieron que el ca-
pital de la sociedad estaba valorado en 36.000
millones de pesos.
Los Botero ofrecieron disculpas por la impreci-
sión de las cifras, pues dijeron no tenerlas todas
en la cabeza en el momento de la entrevista, en
la lluviosa tarde del 19 de septiembre en Mede-
llín cuando me entrevisté con ellos.
También manifestaron que lo suyo no eran las
materias económicas. Así se corroboró en su
misma denuncia cuando le pidieron al Juez que
“se sirva oficiar a la Bolsa de Valores de Mede-
llín para que se sirva certificar el valor en bolsa
el día de la transacción de las acciones del pro-
yecto Pescadero Ituango”.
Lo primero, es que la bolsa a la que aluden se
fusionó con sus similares de Bogotá y Cali en la
Bolsa de Valores de Colombia.
Y, lo segundo, es que las acciones de Pescadero
no se cotizan en Bolsa.
Para los Botero la toma hostil de Pescadero tuvo
como “ejemplo más reciente el del grupo Gran
Colombiano, dirigido por el Dr. Jaime MICHE-
LSEN” y al efectuarse “una operación similar
con recursos públicos” no se puede pregonar
que sea el fruto “de una mente brillante”.
Por tratarse de la acción popular que marcó en
punta y que está viva, pues las de Prieto y Ba-
llesteros y otros no fueron admitidas, bien vale
la pena reproducirla completamente:

205
La central de
las ambiciones
Señor:
Juez Administrativo (Reparto)
Medellín, Antioquia
E.S.D.

Referencia: Acción popular


Asunto: Moralidad administrativa

Demandados:
Idea y Departamento de Antioquia
Demandantes: SANTIAGO BOTERO ECHEVERRI
Y CARLOS ENRIQUE BOTERO LORA.
Santiago BOTERO ECHEVERRI y Carlos Enrique
BOTERO LORA, mayores de edad y domicilia-
dos en Medellín e identificados como aparece al
pie de nuestras respectivas firmas, y actuando
a favor de los ciudadanos del departamento
de Antioquia, en ejercicio de la acción popular
contemplada en el Artículo 88 de la Constitu-
ción Política y desarrollada por la Ley 472 de
1988, formulamos demanda en contra del IDEA,
representada legalmente por el Dr. Álvaro VÁS-
QUEZ OSORIO, o quien haga sus veces al mo-
mento de notificación de la demanda y solida-
riamente contra el departamento de Antioquia,
representada legalmente por el Dr. Luis Alfredo
RAMOS BOTERO, o quien haga sus veces en
el momento de notificación de la demanda de
acuerdo con los siguientes hechos:

Hechos:
Primero: Recientemente el Instituto para el De-
sarrollo de Antioquia (IDEA) adquirió de los so-

206
La central de
las ambiciones
cios minoritarios del proyecto Pescadero Ituan-
go, acciones que tenían un valor en el mercado
de $1.000.oo a un precio de $41.000.oo y por
un valor total de noventa mil millones de pesos
($90.000.000.000) lo cual, a la luz de la Ley
472 artículo 4° b) y 4° e) hay un claro detrimen-
to del patrimonio público, lo que se constituye
en inmoralidad administrativa.
Segundo: Esta transacción es un hecho noto-
rio, toda vez que, los medios de comunicación
la han sacado a la luz pública.
Tercero: Con dicho proceder el IDEA, ha viola-
do la constitución, preámbulo y los Art. 1°, 2°,
88°, 94°, 209°, 238 y la precitada Ley.
Cuarto: En dicha transacción el IDEA compro-
mete más del 40% de su patrimonio, según su
ex gerente Dr. Eugenio PRIETO.
Quinto: El procedimiento empleado por el
IDEA para hacerse a la mayoría accionaria,
ha sido muy cuestionado, pues esta negocia-
ción es lo que se considera una toma hostil,
cuyo ejemplo más reciente es el del grupo
Gran Colombiano, dirigido por el Dr. Jaime
MICHELSEN, cuyo catastrófico y desastroso
desenlace abocó al país y al sector financiero
a una profunda crisis económica que le cos-
tó ingentes recursos al estado colombiano y
una gran mayoría de pequeños accionistas se
vieron defraudados y abocados a perder sus
exiguos recursos, por prácticas de esa natura-
leza efectuadas en el sector privado.
En este orden de ideas, no se puede pregonar
el que una toma hostil con recursos públicos,

207
La central de
las ambiciones
sea de una mente brillante puesto que, si vie-
ne cierto, los pequeños accionistas se vieron
beneficiados con la compra de sus acciones
por un precio cuarenta veces superior al no-
minativo en bolsa (como lo sostiene el perió-
dico El Colombiano) el que sufre el detrimento
patrimonial es el pueblo antioqueño en gene-
ral, por no haber autorización ni norma legal
que ampare dicha transacción; lo que se pre-
tende con esto, es una práctica monopolística
e ilegal que no puede ser superada median-
te el simple diálogo entre el gobernador y el
alcalde, sino que, tiene que ser objeto de un
profundo análisis económico y jurídico en los
estrados judiciales, para determinar la legali-
dad de este proceder.
Es por esto señor Juez, que en acción popu-
lar constitucional, recurrimos a su instancia
para abrir un debate judicial y dar claridad al
pueblo antioqueño sobre la legalidad o no del
negocio efectuado bajo prácticas realizadas
en el sector privado, cuyos dineros no están
sujetos a control judicial como sí lo están los
recursos públicos.

Pretensiones:
Primero: Que se declare la nulidad de la antedi-
cha transacción y consecuencialmente se vuel-
va al estado precontractual, por no reunir los re-
quisitos establecidos por la ley de contratación
pública consagrada en el estatuto de contrata-
ción consignado en la Ley 80/93 y 1150/2007.

208
La central de
las ambiciones
Segundo: Que se reconozcan los derechos
del pueblo antioqueño a una gestión pú-
blica transparente y se devuelva el exceso
pagado inmoralmente.

Tercero: Que se reconozca a los deman-


dantes los derechos estipulados por la Ley
472 en el artículo 40.

Cuarto: Ordene señor Juez sean devueltos to-


dos y cada uno de los recursos invertidos por
el IDEA al patrimonio de este Instituto.

Derechos e intereses colectivos


vulnerados y amenazados:
De acuerdo con los hechos antes menciona-
dos, los derechos que han sido vulnerados y
que tienen el carácter de colectivos son: Art. 4°
de la Ley 472/98 en su literal b) que consagra
la moralidad administrativa y literal e) de la
misma norma acusada sobre la defensa del
patrimonio público.

Fundamentos de derecho:
Son fundamentos de derecho los siguientes: El
preámbulo de la constitución nacional y Arts.
1°, 2°, 3°, 4°, 88, 94, 209, 238 de la carta.

Pruebas:
Téngase como prueba
1°- El editorial del periódico El Colombiano del
día 21 de julio, donde se afirma la transacción.
2°- Copia de los derechos de petición, don-

209
La central de
las ambiciones
de se solicita a las entidades involucradas, lo
siguiente: A Empresas Públicas de Medellín. La
valoración y costo de las acciones del proyec-
to PESCADERO ITUANGO.
Al IDEA: Certificación del valor pagado por
acción a los socios minoritarios, documento
donde se ordenó la transacción.
De oficio: Solicito al señor Juez, se sirva ofi-
ciar a la bolsa de valores de Medellín, para
que se sirva certificar el valor en bolsa el día
de la transacción de las acciones del proyecto
Pescadero Ituango.
2° Todas las que considere pertinentes.

Anexos:
• Copias de la demanda con sus anexos para
los traslados.
• Editorial del colombiano del día 21 de julio de
2008.
• Copias de los derechos de petición mencio-
nados en el acápite anterior.

Notificaciones:
Demandados: direcciones conocidas
Demandantes: Transversal 39 N° 70A - 26
Medellín, teléfono 4123706 Del señor Juez

Santiago BOTERO ECHEVERI


Carlos Enrique BOTERO LORA
C.C. 19´491136 C.C. 70´044.221”.

210
La central de
las ambiciones
Tal es la denuncia de los Botero, que ha sido
coadyuvada por EPM con un denso docu-
mento de alegatos y pruebas.

Puntos de encuentro
Independientemente de la prosa, soportes y ex-
tensiones de las demandas, quienes promueven
estas acciones populares han encontrado como
punto común en la compra de acciones del Idea
el detrimento patrimonial y la contravención a
las normas de moralidad administrativa.
Aunque su acción popular no les fue admi-
tida por el juez, conviene retomar algunos
puntos de la queja presentada por Balleste-
ros, Callejas y Gaviria.
En su concepto, allí hubo “un atentado contra
la moralidad pública y un detrimento patrimo-
nial, además de haberse adquirido sin haber
agotado los trámites establecidos legalmente”.
Recuerdan sucesos como el del 9 de julio de 2005, cuan-
do vía capitalización de la sociedad Pescadero Ituan-
go EPM adquirió el control, con el 53,15 por ciento de
las acciones. A renglón seguido destacan que el 28 de
marzo de 2006, en otra capitalización, los socios cedie-
ron su derecho de suscripción preferencial para que el
Idea y el Departamento quedaran con la misma parti-
cipación de las Empresas, generando un equilibrio que
se mantuvo hasta julio de 2008.
Igual que los otros denunciantes, Ballesteros,
Callejas y Gaviria cotejan el valor nominal de
las acciones con el precio pagado por el Idea,
afirman que para los particulares esto constitu-
ye “un enriquecimiento sin causa”; reproducen

211
La central de
las ambiciones
las dudas que otros analistas han ventilado so-
bre la seriedad del estudio de Corficolombiana
y retoman un comentario de Juan Paz en el que
se dice que Esteban Ramos Maya, hijo del go-
bernador, Luis Alfredo Ramos, trabaja como
promotor de negocios en Corficolombiana.
Una de las diferencias que trae esta denuncia es que en
la parte de “Oficios y exhortos” se pide al señor Juez
que nombre un auxiliar de la justicia para que haga un
avalúo respecto del valor comercial real que tenían las
acciones de los socios privados de Pescadero antes de
la capitalización. El analista “deberá reportar cuál sería
el valor proyectado (y el porcentaje de participación)
de las acciones de los socios privados, una vez efectua-
da la capitalización de la sociedad, teniendo en cuenta
que los socios privados no tuviesen el dinero para ca-
pitalizar sus acciones”.
El grupo de los denunciantes lo cierra el ex congre-
sista Ramón Elejalde, quien madrugó, el 22 de julio
de 2008, a ponerle en conocimiento al Ministerio de
Hacienda y Crédito Público, a través de Ana Lucía
Villa, las que considera como graves anomalías fi-
nancieras y administrativas cometidas por Álvaro
Vásquez Osorio, gerente General del Idea.
Elejalde recalca en los mismos puntos: Valor de
la operación; la compra antes de la capitalización
que diluiría la participación de los particulares; la
violación de un presunto Pacto de Caballeros que
tiene fecha 28 de marzo de 2006; las dudas sobre el
origen de los fondos utilizados por el Idea; dudas
extensivas al contrato celebrado con Corficolom-
biana; y la ganancia sin ningún riesgo que tuvie-
ron los privados, entre otros cuestionamientos■

212
La central de
las ambiciones
Capítulo 12

EL IDEA SE
D E F IE ND E
¿Hay riesgo de que se reverse la toma hostil
de Pescadero Ituango?
Este es el obvio interrogante que surge luego
de repasar la lluvia de rayos y centellas que ha
caído sobre el gobernador de Antioquia, Luis
Alfredo Ramos Botero y, especialmente, sobre
el gerente General del Idea, Álvaro Vásquez
Osorio. Este último, sin embargo, dijo sin vaci-
laciones que “la operación no puede devolver-
se, ya que los contratos no adolecen de ningún
vicio que pueda afectar su validez”.
Amparados en esa certeza jurídica, los socios ma-
yoritarios del proyecto hidroeléctrico están im-
pulsando un modelo de negocio en el que no ten-
drían que aportar millonarios recursos ni el Idea,
ni la Gobernación, ni EPM, ni los pequeños socios
que sobrevivan a las fuertes capitalizaciones que
vienen. Es más, en lugar de poner dinero, la idea
es que reciban de un tercero una gruesa prima
que se repartiría entre los accionistas.
Según Vásquez Osorio, el negocio consiste en
“celebrar un contrato de usufructo con la em-

213
La central de
las ambiciones
presa que cumpliendo con los parámetros que
garanticen el éxito del proyecto, los cuales de-
ben ser definidos por la Junta Directiva, presen-
te la mejor oferta de prima para ser distribuida
entre los accionistas a prorrata de su participa-
ción. De esta forma se conserva la propiedad
de la central, la financiación la realiza un terce-
ro, se obtienen importantes recursos de forma
inmediata y Antioquia libera sus limitados re-
cursos económicos y su capacidad de endeuda-
miento para atender las múltiples demandas de
desarrollo de todas sus regiones”.
Así lo manifestó el funcionario al responder un
cuestionario de 34 preguntas que, vale anotar,
se extrajeron de las diferentes denuncias y so-
licitudes de investigación que se han presenta-
do contra Vásquez Osorio y Ramos Botero. Es
decir, respuestas como estas son las que ambos
les han venido entregando a los jueces y a los
organismos de control, con lo cual los lectores
obtienen una completa visión del ataque y la
defensa jurídica que ha suscitado esta contro-
vertida operación. (1)
Antes de entrar de lleno en las respuestas, Vás-
quez Osorio hizo varias precisiones.
Primero, que durante décadas el Departamen-
to de Antioquia buscó fórmulas alternativas de
financiamiento que le permitieran superar su
dependencia casi exclusiva de los impuestos
sobre los vicios.
En esa búsqueda la administración de Luis Al-
fredo Ramos Botero fincó sus expectativas al-
rededor de la central hidroeléctrica Pescadero

214
La central de
las ambiciones
Ituango. “Fue siempre su intención actuar de
manera coordinada con los demás accionistas
del proyecto. Sin embargo, la realidad indicó
que EPM no solamente tenía intención de in-
crementar notablemente su participación accio-
naria sino que empezó a materializar median-
te actos jurídicos tal propósito. La decisión de
diluir a los demás accionistas se pudo apreciar
también en la permanente presión sobre los
mismos para que aportaran importantes sumas
para capitalizar o constituir garantías en plazos
innecesariamente cortos”.
Segundo, que pese a la monumental brecha
económica que hay entre EPM y el Idea, la
Junta del Instituto y su gerente General “no
vieron camino diferente a buscar obtener el
control accionario de la sociedad que garanti-
zara su participación importante en el mismo
y consecuentemente los recursos esperados.
Sucedida la negociación, en un acto de des-
lealtad con el gobierno departamental que
actuó con responsabilidad y honradez en de-
fensa de los mejores intereses de los antioque-
ños, EPM ha recurrido a todo tipo de acciones
legales e incluso a la injuria y a la calumnia
para intentar recuperar lo que perdieron en el
simple escenario comercial”.
En opinión de Vásquez Osorio los reiterados ata-
ques reflejan el desespero de una administración
de EPM que ha venido perdiendo múltiples ne-
gocios en Colombia y el exterior y que de manera
equívoca ha pretendido volver la participación
accionaria al estado anterior a la reciente negocia-

215
La central de
las ambiciones
ción, “recurriendo a situaciones que bordean el
Código Penal”. Hasta ahora, añadió, las Empre-
sas no han tenido éxito al calificar de inmoral la
operación y al tratar de deslegitimarla.
Y tercero, hizo notar que “se han registrado
unas pocas voces inconformes con el negocio
realizado, con la particular coincidencia de que
la mayoría de ellas hace parte del grupo políti-
co que respaldó la frustrada aspiración de Eu-
genio Prieto a ser Gobernador de Antioquia en
las elecciones de octubre del 2008. Este grupo
político, “viudo del poder”, del cual hace parte
el columnista del periódico El Mundo, Ramón
Elejalde, ha expresado su incapacidad frente al
fracaso electoral que nunca estuvo entre sus cál-
culos, intentando inútilmente deslegitimar una
operación que garantizará para Antioquia un
despejado panorama económico como nunca lo
había tenido en casi 200 años de existencia”.
Una vez puntualizados estos temas, el gerente
General del Idea respondió así a las denuncias,
críticas y objeciones, que están recogidas, in ex-
tenso, en el capítulo anterior.

1. Tiene futuro esta Sociedad de Pescadero Ituan-


go, considerando que EPM ha calificado al Idea y
al Departamento como inmorales, entidades capa-
ces de amangualarse con empresarios privados para
enriquecer indebidamente a estos últimos, amén de
administradores públicos sin debida diligencia, efi-
ciencia, probidad, moralidad y transparencia?
“Empresas Públicas de Medellín cuestiona la
operación o los medios utilizados por el Idea

216
La central de
las ambiciones
para adquirir el control accionario de la socie-
dad Hidroeléctrica Pescadero-Ituango, situa-
ción que no debería afectar el futuro de la so-
ciedad, ya que se trata de una persona jurídica
independiente al Idea. Los funcionarios somos
transitorios en tanto el proyecto deberá apor-
tar recursos a la región con vocación de perma-
nencia. Consideramos las acusaciones de EPM
como una injusta reacción frente a la pérdida
de su influencia en la sociedad”.

2. ¿Se benefició indebidamente a los accionistas pri-


vados con esta compra de acciones de Pescadero?
“En la operación se adquirieron de accionis-
tas privados 2.382.450 acciones a razón de
$36.854,50, 1.469.874 acciones a razón de $1.000
y el derecho a capitalizar en diciembre de 2008
y diciembre de 2009, 1.949.883 acciones. Es de-
cir, con la transacción el Idea adquiere 5.802.207
acciones a un valor promedio por acción de $
15.722,25. Esta cifra resulta similar a los valo-
res a los cuales los particulares materializaron
operaciones durante el 2007 cuando no se había
realizado la adjudicación de cerca de 304 mi-
llones de dólares al proyecto con la subasta de
cargo por confiabilidad y la sociedad sólo era
dueña de los estudios. Igualmente el costo pro-
medio por acción es notablemente inferior al
precio expresado por el estudio de factibilidad
técnica, económica y ambiental preparado por
Integral, a mediados de 2007, y al estudio de
estimación de valor preparado para el Idea por
Corficolombiana, a mediados de 2008.

217
La central de
las ambiciones
Debe tenerse en consideración que el porcen-
taje accionario adquirido por el Idea permitió
obtener el control en la sociedad lo cual repre-
senta, sin duda, un mayor valor real por acción.
Conforme con lo indicado, debe deducirse que
no se benefició a ningún particular con el nego-
cio, lo que se realizó fue un acto comercial con
quienes poseían las acciones, enmarcado den-
tro del correspondiente equilibrio contractual,
buscando que ninguna de las partes se viera
perjudicada con el negocio realizado”.

3. ¿Ofreció el Idea a los particulares 41.000 pesos


por acción de Pescadero Ituango? ¿Qué valor se
pagó por acción a la Empresa de Energía de Bogotá
(EEB) y a los privados, y a cuánto asciende, en total,
cada una de esas operaciones y qué porcentajes ac-
cionarios quedaron bajo control del Idea?
“El Idea nunca ofreció a los particulares la
suma de $41.000 por acción. Luego de múl-
tiples negociaciones el Instituto ofreció a
los accionistas privados un valor unitario
máximo por acción de $30.712, adicionado
con el 20% como prima de control, llegando
a un valor final por acción de $36.854,50.
El Idea pagó a la Empresa de Energía de Bo-
gotá la suma de $33.000, por acción y a los
privados pagó la suma de $36.854,50.
El valor total de la operación ascendió a la
suma de $98.966.562.525, discriminados así:
$9.491.559.000,oo, por la compra de las acciones de
la Empresa de Energía de Bogotá, $87.804.003.525,
por la compra de las acciones de los privados y

218
La central de
las ambiciones
$1.671.000.000, por la capitalización.
El porcentaje accionario que quedó bajo el control
del Idea después de la negociación es del 50,54%”.

4. ¿Por qué no se esperó a que el 17 de julio termina-


ra la capitalización de Pescadero, para comprar a un
menor precio las acciones de unos particulares que
tenían problemas para inyectarle recursos frescos a
la sociedad?
“El 7 de febrero de 2008 los accionistas privados
de la sociedad Hidroeléctrica Pescadero Ituango
suscribieron un acuerdo de accionistas con el cual
se obligaron a no ceder ninguna acción o derecho
de suscripción de acciones, conscientes del valor
que representaba su actuación en conjunto para
determinar el control societario. La efectividad de
este pacto se garantizó con multas de 500 salarios
mínimos legales mensuales. Prueba del cumpli-
miento de lo pactado se puede apreciar en la capi-
talización del 12 de marzo de 2008 cuando incluso
empresas en concordato como Integral S.A. rea-
lizaron su capitalización cumplidamente. Haber
esperado la terminación de la capitalización del
17 de julio hubiera significado que para obtener el
control de la sociedad se hubiese requerido com-
prar una cantidad de acciones cercana al doble
del número en circulación el 16 de julio, cuando
se realizó la transacción”.

5. ¿Cuál es el valor agregado para el desarrollo del


proyecto al haber pagado por parte del Idea las su-
mas que diversos analistas, entre ellos el ex congre-
sista Ramón Elejalde, califican de exorbitantes?

219
La central de
las ambiciones
“El valor agregado beneficia directamente al
Departamento de Antioquia al permitirle con-
servar su participación en el proyecto que de
otra manera se hubiera reducido en forma nota-
ble. Para el desarrollo mismo del proyecto sur-
ge ahora la necesidad imperativa de encontrar
formas de financiación alternativas a la simple
capitalización y endeudamiento, que le permi-
tan aplicar su limitada capacidad de caja y su
capacidad de endeudamiento a otras necesida-
des de desarrollo regional”.

6. ¿El hecho de que el Idea haya incrementado su


participación en un 5 o 6 por ciento mejorará la ges-
tión que actualmente viene adelantando EPM de
este proyecto?
“Posiblemente la mejore, ya que con el incre-
mento de la participación del Departamento de
Antioquia en el proyecto, el nombre de Pesca-
dero-Ituango prácticamente desconocido para
la mayoría de los colombianos, se volvió tema
recurrente de los medios. Este inusitado posi-
cionamiento ha generado resultados directos
sobre el proyecto. Para citar un solo ejemplo,
el anuncio realizado por el Presidente de la Re-
pública en el consejo comunitario celebrado en
Envigado el 1º de noviembre de 2008 en el cual
se comprometió públicamente con el señor Mi-
nistro de Minas y Energía a modificar la regu-
lación energética actual, para permitir que en
caso de que la sociedad Hidroeléctrica Pescade-
ro-Ituango concrete una negociación para que
un tercero opere como autogenerador, la ener-

220
La central de
las ambiciones
gía secundaria producida pueda ser entrega-
da al sistema interconectado nacional. Sin este
cambio regulatorio, sería muy difícil la opción
de autogenerar”.

7. ¿Cuál es el beneficio para la región por haber pa-


gado el Idea con recursos públicos casi 37 veces el
valor de cada acción a los privados, si el proyecto de
todas formas se va a construir en Antioquia, como lo
pregunta Ramón Elejalde?
“El Idea no reconoce en el señor Ramón Ele-
jalde Arbeláez una persona idónea para des-
empeñarse como orientador ético del Insti-
tuto, en su condición de condenado por el
Juzgado Penal del Circuito de Frontino por el
delito de peculado culposo, conducta en clara
contravía de la correcta administración de los
recursos públicos. No obstante, se puede afir-
mar que el beneficio para el Departamento de
Antioquia no sólo se refleja en la distribución
de las regalías en las zonas de influencia de
la hidroeléctrica, sino que al ser el Departa-
mento de Antioquia el mayor accionista en el
proyecto, las utilidades que el mismo genere,
ingresarán a las arcas del Gobierno Departa-
mental, las que a su vez serán distribuidas a
todas las regiones del Departamento”.

8. ¿Tramitó debidamente el gerente General del


Idea las autorizaciones legales para efectuar la
compra de las acciones?
“Desde la sesión de Junta Directiva del Idea, rea-
lizada el día 13 de febrero de 2008, según consta

221
La central de
las ambiciones
en acta de la misma fecha, el Gerente General
solicitó autorización para comprar las acciones
de la sociedad Hidroeléctrica Pescadero-Ituan-
go S.A. E.S.P. que se encontraran disponibles
tanto de los socios públicos como privados, la
cual fue aprobada por unanimidad.
En la reunión del 16 de julio de 2008, la Jun-
ta Directiva del Idea, según consta en el acta
de la misma fecha “en pleno felicita al doctor
Álvaro Vásquez por la realización de este im-
portante negocio, reitera su apoyo y confirma
las competencias amplias otorgadas para la
realización de negociaciones en pro de man-
tener el control de la sociedad; se indica así
mismo que el proyecto Pescadero-Ituango
dividirá la historia de Antioquia en dos, así
mismo replica las palabras del Doctor Álva-
ro Villegas Moreno, en el sentido de conside-
rar que el proyecto Pescadero-Ituango será
el más importante para Antioquia en toda su
historia, únicamente comparable a lo que fue
en su momento el túnel de la quiebra”.

9. ¿Vulneró el Idea los derechos colectivos de la moralidad


administrativa y la defensa del patrimonio público?
“Es claro que el Idea con la operación de com-
pra de acciones en ningún momento vulneró el
derecho colectivo a la moralidad administrati-
va, ya que la transacción se realizó sin conduc-
tas amañadas, irregulares o corruptas que favo-
recieran el interés particular a costa de ignorar
los fines y principios de la recta administración.
Adicionalmente debe considerarse que el único

222
La central de
las ambiciones
propósito perseguido por el Idea con esta nego-
ciación es la satisfacción del interés general, al
lograr la participación mayoritaria del Depar-
tamento en el proyecto energético más impor-
tante del país, que representará una fuente de
ingresos estables y en permanente crecimiento
para todas las regiones de Antioquia.
El derecho colectivo a la defensa del patrimo-
nio público fue absolutamente respetado por el
proceso desarrollado, toda vez que los recursos
en todo momento fueron manejados de forma
eficiente y responsable, guiados siempre hacia
el interés general de toda la población antioque-
ña y no de un municipio en particular. Además
se observaron las normas presupuestales apli-
cables al caso y se buscó evitar un detrimento
patrimonial actuando bajo la guía de estudios
muy serios, entre ellos el elaborado por EPM,
principal opositor de la operación.
Es preciso indicar así mismo, que la compra de
las acciones de la sociedad Hidroeléctrica Pes-
cadero-Ituango de propiedad de los accionis-
tas particulares por parte del Idea, obedeció no
sólo a una buena gestión administrativa, sino al
cumplimiento de un deber, ya que en su discur-
so de posesión el 1° de enero de 2008, el nuevo
Gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos
Botero, expresó: “Debo hacer mención especial
del proyecto más importante de Antioquia de
todos los tiempos, la Hidroeléctrica Pescadero
Ituango, que asociado al desarrollo de la indus-
tria minera, será una realidad en los próximos
años y traerá consigo nuevos proyectos viales,

223
La central de
las ambiciones
empresariales y portuarios.” Igualmente esta
iniciativa fue contemplada en el plan de desa-
rrollo 2008-2011, vuelto norma como Ordenan-
za No 007 del 21 de Mayo de 2008, en la línea
estratégica correspondiente a servicios públi-
cos, hecho que constituye un marco de acción
para el Gerente del Instituto. Así las cosas y
bajo la existencia de este claro precepto vale la
pena preguntarse, ¿quién actuó diligentemente
y quién lo hizo de manera omisiva?
Es claro entonces que en la operación no existió
una indebida utilización de los recursos públi-
cos como se pretende hacer creer. Por el con-
trario, la compra de las acciones de la sociedad
Hidroeléctrica Pescadero-Ituango, se realizó de
manera diligente, transparente y objetiva, bus-
cando con esta operación obtener un beneficio
trascendental para la comunidad Antioqueña y
para el país. Además debe destacarse que el pre-
cio pagado por las acciones resulta muy inferior
a su valor real, es decir, a su valor comercial,
que es el que realmente prima en estos eventos,
no al valor nominal que resulta irrisorio, ajeno
a la lógica de los negocios. Convendría realizar
el ejercicio de invitar hoy a las entidades intere-
sadas en el proyecto para que hagan público el
valor que estarían dispuestos a pagar por cada
una de las 32.409.896 acciones que hoy le otor-
gan al Idea el control societario para concluir
sobre la bondad de la transacción adelantada”.

10. ¿Cree posible el Idea que se devuelva la operación y


la Sociedad retorne a la composición accionaria que tenía

224
La central de
las ambiciones
antes del 15 de julio de 2008, con participación paritaria
entre EPM y el Idea-Gobernación de Antioquia?
“En términos jurídicos, conforme con los argu-
mentos expuestos y teniendo claro que en todo
momento se actuó consultando los principios de
la función administrativa y la normatividad es-
pecial vigente aplicable al caso, la operación no
puede devolverse, ya que los contratos no adole-
cen de ningún vicio que pueda afectar su validez.
En la perspectiva puramente comercial, día a día
queda más claro no sólo para la administración
del Idea en particular, sino para la opinión públi-
ca en general, lo extraordinario de la negociación
adelantada por el Idea, llamada a traducirse en la
plataforma patrimonial de Antioquia”.

11. ¿Tuvo el Idea, como dice EPM, un afán desmedi-


do para tomarse el control de Pescadero, sin importar
si tales medios eran inmorales para su obtención?
“En primer lugar, debe aclararse que los me-
dios estratégicos empleados por el Idea para
adquirir el control de la sociedad Hidroeléctri-
ca Pescadero- Ituango, no pueden calificarse de
inmorales, corruptos, de mala fe o dolo en los
funcionarios que intervinieron en la misma y
mucho menos de haberse presentado desvia-
ción de poder con el único propósito de privile-
giar indebidamente el interés de los particula-
res que fueron parte en el negocio. La operación
se realizó en el momento justo, de una manera
estratégica, contando con las correspondientes
atribuciones legales, basados en estudios técni-
cos idóneos, actuando en cumplimiento de un

225
La central de
las ambiciones
claro mandato expresado públicamente y con-
signado en el Plan de Desarrollo y observando
como se ha reiterado, los principios de la fun-
ción administrativa y con aplicación de la nor-
matividad especial vigente”.

12. ¿Compartía pacíficamente el Idea-Departamento


el control de Pescadero con EPM, como lo afirman
algunos analistas y denunciantes?
“El Idea-Departamento y Empresas Públicas
de Medellín, no compartían pacíficamen-
te el control en la sociedad Hidroeléctrica
Pescadero-Ituango S.A. E.S.P. Este hecho se
refleja en las reiteradas manifestaciones de
interés de Empresas Públicas de comprar la
participación de los demás accionistas, me-
diante propuestas directas y de su propósi-
to de diluir a través de la exigencia de fór-
mulas de endeudamiento, la participación
de los demás accionistas de la sociedad.
Esa primera intención de Empresas Públicas
de Medellín de mejorar su participación ac-
cionaria, se confirma con los oficios que el
doctor Bernardo Naranjo Ossa, Gerente Ge-
neral de la Empresa de Energía del Pacífico y
el doctor Juan Felipe Gaviria Gutiérrez, Ge-
rente General de EPM, enviaron el 12 de mar-
zo al doctor Alejandro Estrada, Gerente de la
sociedad Hidroeléctrica Pescadero- Ituango,
con los cuales el primero cede y el segundo
adquiere los derechos de capitalización y
compra de acciones en el proceso que para la
época adelantaba la sociedad.

226
La central de
las ambiciones
En la sesión de Junta Directiva de la sociedad
Hidroeléctrica Pescadero- Ituango del 13 de
marzo de 2008, según consta en el Acta No
77 de la misma fecha, el Gerente General del
Idea, manifestó su preocupación por la ce-
sión del derecho a suscribir con preferencia
que hizo la Empresa de Energía del Pacífi-
co (EPSA) a favor de las Empresas Públicas
de Medellín, y dejó la siguiente constancia:
“considera que esta transacción rompe la pa-
ridad que se había pactado en la participa-
ción entre el Departamento de Antioquia y
las Empresas Públicas de Medellín, y deja de
manifiesta la sorpresa y mortificación por lo
que se considera un gesto poco amistoso por
parte de Empresas Públicas de Medellín para
con el Departamento de Antioquia”. Por su
parte, “las Empresas Públicas de Medellín a
través del Dr. Rubiano expresan que no en-
tienden el reclamo del Dr. Vásquez pues ya
habían manifestado su intención de aumen-
tar su participación tanto a los socios priva-
dos como al mismo Idea.” Para la época Luis
Carlos Rubiano actuaba como representante
de EPM en la Junta Directiva de la Sociedad
Hidroeléctrica Pescadero-Ituango, de la cual
era además su presidente.
Para completar lo dicho, el 9 de julio de 2008, es
decir, 5 días antes de que el Idea hiciera público
su interés en comprar, la Central Hidroeléctrica
de Caldas, empresa de la cual EPM tiene el 56%
de sus acciones, compró el derecho de capitali-
zar de la Empresa de Energía del Pacífico S.A.

227
La central de
las ambiciones
De esta forma se establece con claridad me-
ridiana quién rompió el equilibrio accionario
entre las entidades municipales y departa-
mentales. Los hechos descritos demuestran
claramente que no se compartía pacíficamen-
te entre el Idea y Empresas Públicas de Me-
dellín el control accionario en la sociedad Hi-
droeléctrica Pescadero-Ituango”.

13. ¿Compró el Idea acciones a 38 accionistas el 16


de julio de 2008, sin tener las debidas disponibilida-
des y registros presupuestales?
“El Idea compró acciones a 45 accionistas par-
ticulares, con las debidas disponibilidades y re-
gistros presupuestales.
Siempre hubo absoluta certeza de la existen-
cia de la apropiación presupuestal suficiente
para atender el gasto. Es así como con antela-
ción a la suscripción de los contratos prepa-
ratorios de compraventa de acciones del 16
de julio de 2008, existía la respectiva partida
presupuestal para amparar dicho compromi-
so, requisito que se encuentra acreditado con
la Resolución de Gerencia No 0251 del 09 de
Julio de 2008, “por medio de la cual se hacen
unos traslados de presupuesto y de PAC de ju-
lio de 2008” y en la cual se acredita entre otros
rubros: “Código 3650050133705 Inversiones
de Capital, presupuesto $108.615.981.778,
para el mes 07, PAC $108.615.981.778”.
Finalmente, si en gracia de discusión se
aceptara la inexistencia del correspondien-
te soporte presupuestal, lo cual como se ex-

228
La central de
las ambiciones
presó no ocurrió en la operación de compra
de acciones, debe tenerse presente que el
certificado de disponibilidad presupuestal
no es un requisito de perfeccionamiento ni
de validez del contrato y, en consecuencia,
su omisión no genera ni la inexistencia, ni
la nulidad del mismo, es decir, los contratos
como tal, surten plenos efectos jurídicos”.

14. ¿Simuló el Idea la no existencia de esos mismos


contratos y los volvió a suscribir nuevamente a par-
tir del 21 de julio de 2008?
“El Idea no ha desconocido sus propios actos,
como malintencionadamente lo afirman los re-
presentantes de Empresas Públicas de Medellín.
Acogiendo al principio de autonomía de la vo-
luntad, el Idea suscribió el 16 de julio de 2008
con los accionistas privados pertenecientes a
la Cámara Colombiana de la Infraestructura
“contratos de compra de acciones” y otros de
“promesa de compraventa de acciones”, acuer-
dos que fueron considerados por las partes con-
tratantes como actos previos o preparatorios,
que recogían la intención de las partes de ne-
gociar las acciones que poseían en la sociedad
Hidroeléctrica Pescadero-Ituango S.A. E.S.P. y
fue el instrumento mediante el cual se acogió
de manera escrita la oferta verbal de compra
que presentara el Idea a todos los accionistas en
las mismas condiciones y que sólo se manten-
dría si el Idea obtenía como mínimo el 3,98%
que le permitiría adquirir el control de la so-
ciedad. Para todos los potenciales vendedores

229
La central de
las ambiciones
fue específicamente claro que en caso de que la
voluntad de vender no superara el 3,98% de las
acciones, no se materializaría la transacción.
Si bien el contrato de compraventa de accio-
nes es un contrato consensual, que se perfec-
ciona con el simple acuerdo de las partes, por
tratarse de un contrato celebrado por una en-
tidad de naturaleza estatal, para que se per-
feccione debe constar por escrito y por esta
razón se documentó en el contrato previo o
preparatorio. Este mismo contrato, sirvió de
título para la capitalización realizada el día
17 de julio de 2008, ya que por este instru-
mento, los accionistas minoritarios, cedieron
al Idea el derecho a capitalizar.
Las razones fundamentales para suscribir es-
tos contratos previos o preparatorios, eran en
primer lugar, conocer la posibilidad real de
adquirir de los particulares un porcentaje su-
perior al 3.98% de las acciones en circulación
y en segundo, que se documentara la cesión
del derecho a la capitalización programada
para el 17 de julio. Por estas razones y con
el propósito de fijar unas reglas claras, justas,
objetivas e iguales para todos los vendedores,
se realizó este primer acto, en el que se fijaron
las condiciones del contrato.
Posteriormente y con el concurso de la volun-
tad de los vendedores, se suscribió un segun-
do contrato que recogió los elementos esen-
ciales del contrato inicial, tales como el objeto
del contrato, el precio a pagar por el número
de acciones y el derecho a capitalizar el 17 de

230
La central de
las ambiciones
julio. Prueba de este hecho, es la reproduc-
ción de algunas cláusulas del contrato inicial,
especialmente la cláusula segunda que esta-
blece el precio de la operación.
Es claro entonces, que la voluntad real de los con-
tratantes, fue mantener las condiciones fijadas en
el contrato inicial, las cuales se recogieron en el
segundo contrato o definitivo y en el cual se in-
cluyeron algunas cláusulas accidentales.
La celebración de este nuevo contrato o contrato
definitivo, no implicó que quedaran sin efectos
los acuerdos realizados en el contrato previo,
por el contrario, este contrato recogió los acuer-
dos previos entre las partes, dejando sin efectos
los que le fueran contrarios y consolidando el
nuevo acuerdo como acto definitivo”.

15. ¿Actuó el Idea (como dice quién) de manera inmoral,


irresponsable, ineficiente y sin transparencia, al comprar
acciones privadas sin un estudio serio de soporte?
“Como hemos reiterado, el Idea no actuó de
manera inmoral, irresponsable, ineficiente y
sin transparencia. Para la compra de las ac-
ciones de propiedad de los accionistas priva-
dos, utilizó como herramienta fundamental,
no sólo para documentarse y conocer el pro-
yecto, sino para lograr una aproximación en
la determinación de su valor, el estudio de
Factibilidad Técnica, Económica y Ambien-
tal, presentado a la sociedad Hidroeléctrica
Pescadero-Ituango S.A. E.S.P, por el Consor-
cio Integral en el mes de agosto de 2007. En
este estudio se valora el proyecto en la suma

231
La central de
las ambiciones
de 849.9 millones de dólares, lo cual significa
un precio por acción de $37.503, que sin reco-
nocimiento de prima de control, es superior
al valor transado. Esta estimación de valor
no recibió ninguna observación por parte de
EPM, empresa interventora del estudio.
Así mismo, se contó con el estudio prepara-
do por Empresas Públicas de Medellín en el
mes de febrero de 2007, titulado “Ingreso del
proyecto Pescadero-Ituango en el mercado de
energía mayorista, bajo el nuevo esquema de
cargo por confiabilidad”, el cual fue utilizado
como única fuente de información por la ban-
ca de inversión Corficolombiana para realizar
el estudio de estimación de valor del proyecto.
Finalmente, el estudio de estimación de valor,
preparado por Corficolombiana en el mes de
julio de 2008 se utilizó como herramienta para
confirmar los estudios anteriores, que fueron
los que soportaron técnica y financieramente la
operación efectuada”.

16. ¿Se le están reconociendo a los privados que ven-


dieron sus acciones unos riesgos que no corren y
unas utilidades por unas inversiones que no harán
para poner a funcionar la hidroeléctrica en el 2018?
“Cuando se estima el valor de un proyecto se
realiza un ejercicio técnico para determinar el
comportamiento más probable de su operación
futura, traducido a pesos de hoy. La operación
y en consecuencia su valor presente, están in-
trínsecamente relacionados con diferentes ries-
gos, los cuales quedan, también, irreductible-

232
La central de
las ambiciones
mente reflejados en la estimación de valor del
proyecto. Los riesgos se reflejan en la variable
que permite traer a valor presente los flujos de
caja futuros, es decir, la tasa de descuento.
En la compraventa de un proyecto, la estima-
ción de valor calculada a partir de un ejercicio
de valoración juicioso sirve exclusivamente
como parámetro de referencia, mas no como
verdad absoluta revelada, es decir, para de-
terminar un marco de precios mínimo, óptimo
o máximo para negociar el precio final. Sobra
decir que es en ese momento de verdad en la
negociación cuando se determina el precio fi-
nal de la transacción, el cual, en mayor o menor
medida, reflejará el máximo precio a pagar por
el comprador y el mínimo precio a recibir por
el vendedor. En ambos precios están reflejados
tangible o intangiblemente los riesgos futuros
(“riesgos que no corren”) y las expectativas de
rendimientos futuros (“utilidades por inversio-
nes que no harán”).
De acuerdo con el análisis realizado por Em-
presas Públicas de Medellín y entregado al Idea
atendiendo derecho de petición, presentado
por el Gerente, la oferta de EPM por las accio-
nes de la Empresa de Energía de Bogotá tenían
la probabilidad estadística de ser superada por
el 75% de las demás ofertas, en tanto el valor
ofrecido por el Idea, según ese ejercicio acadé-
mico, tenía la probabilidad de ser superada por
el 22% de las demás ofertas. Se puede concluir
que según los propios estudios realizados por
las Empresas Públicas de Medellín el valor de

233
La central de
las ambiciones
negociación del Idea se encuentra dentro de un
rango razonable de precio para el momento de
la compra de acciones realizada”.

17. Si Corficolombiana, como se lo dijo a EPM, no


valoró la Sociedad de Pescadero, ni recomendó la
transacción, ni participó en ella, entonces qué estu-
dio fue el que realizó?
“Corficolombiana, como se ha expresado de
manera reiterada, preparó un estudio de esti-
mación de valor del proyecto Hidroeléctrico
Pescadero-Ituango, el cual consistió en un aná-
lisis de los supuestos económicos y técnicos del
proyecto preparados por EPM, un análisis del
valor de mercado de empresas generadoras
que bajo el sistema de múltiplo de valor por
Mw instalado permitiera estimar el valor de
una empresa generadora en operación, la tasa
de oportunidad del capital invertido (basado
en la metodología CAPM), que contempla el
riesgo del activo, el nivel de deuda del proyecto
y el riesgo de construcción a través de la prima
de construcción. Sobre estas bases se determinó
que el valor del proyecto sería de tres mil nove-
cientos millones de dólares, del cual se deduce
el valor de la deuda y a partir de allí se obtiene
el valor presente.
Para el desarrollo de este trabajo según el con-
trato 267 de 2008 suscrito entre Corficolombia-
na y el Idea, la banca de inversión preparó un
informe de su entendimiento del negocio, la
matriz de riesgo, la matriz dofa y los aspectos
preponderantes de viabilidad.

234
La central de
las ambiciones
Corficolombiana no participó en la transac-
ción ni la recomendó, ya que su actuación
sobre el tema se circunscribía únicamente al
estudio de estimación de valor del 6% de las
acciones de la sociedad Hidroeléctrica Pes-
cadero Ituango S.A. E.S.P. y con base en ese
informe y en los muy serios estudios prepa-
rados con anterioridad por EPM e Integral, el
Idea tomó la decisión de realizar la operación
y definió las condiciones de la misma”.

18. ¿Cuántos estudios de valoración de Pescadero


Ituango conoció el Idea antes del 15 de julio de 2008,
qué valores arrojan los mismos y qué precio por ac-
ción se deriva de cada uno de ellos? ¿Cuánto vale
hoy cada acción de Pescadero y por qué?
“a. El estudio “Ingreso del proyecto Pescade-
ro-Ituango en el mercado de energía mayorista
bajo el nuevo esquema de cargo por confiabili-
dad”, preparado por EPM en el mes de febrero
de 2007, el cual presenta diversos escenarios.
b. El estudio de factibilidad técnica, económi-
ca y ambiental, realizado por Integral en el mes
de agosto de 2007 que fija como valor presente
neto del mismo para el inversionistas, con una
tasa de descuento del 10%, la suma de 849,9
millones de dólares, bajo un escenario de 70%
de endeudamiento y 30% de aporte económi-
co de los dueños del proyecto. Esta valoración
equivale a un costo de $ 37.503, por acción. El
estudio realizado por Integral tuvo un costo de
3.500 millones de pesos y su interventoría fue
realizada por las Empresas Públicas de Mede-

235
La central de
las ambiciones
llín, sin que se conozca que durante el ejercicio
de su responsabilidad contractual haya expre-
sado ninguna reserva sobre el valor estimado
del proyecto.
c. La empresa Soluciones Energéticas elaboró
un flujo de caja descontado del proyecto, que
arrojó a 15 de junio de 2008 un valor presente
neto para el mismo de 1.107 millones de dóla-
res, cifra equivalente a un costo promedio por
acción de $48.848.
d. Corficolombiana el 14 de julio de 2008,
estimó el valor del proyecto en la suma 696
millones de dólares, equivalente a un pre-
cio por acción de $ 30.712, que adicionado
al valor de prima de control recomendado
del 20%, se traduce en $36.854,50 valor de la
negociación realizada por el Idea”.

19. ¿En el caso de firmas como MYZ e Integral se


llenaron todas las formalidades para que ellas pu-
dieran vender sus acciones de Pescadero, como las
autorizaciones de Junta Directiva y del Comité de
Vigilancia en el caso de la última firma citada?
“En todos los contratos suscritos se verificó que
los representantes legales de las sociedades
contaran con las correspondientes autorizacio-
nes de sus Juntas Directivas, cuando a ello hu-
biere lugar, y en las sociedades en acuerdo de
reestructuración o en liquidación, que contaran
con autorización del Comité de Vigilancia y de
la Superintendencia, en cada caso.
Concretamente con la sociedad Integral S.A., la
cual se encontraba en acuerdo de reestructura-

236
La central de
las ambiciones
ción, el representante legal contaba con auto-
rización del Comité de Vigilancia para perfec-
cionar las operaciones necesarias para negociar
la participación accionaria en la sociedad Hi-
droeléctrica Pescadero-Ituango, según consta
en el acta de reunión ordinaria No 15 del 7 de
mayo de 2008. Así mismo, contaba el represen-
tante legal con autorización de su Junta Direc-
tiva, según consta en el acta No 392 de reunión
ordinaria del 11 de julio de 2008, para enajenar,
ceder, vender o transferir la totalidad o una
parte de las acciones que posee la sociedad en
la sociedad Hidroeléctrica Pescadero- Ituango.
El representante legal de la sociedad M Y Z
S.A., contaba con autorización de su Junta Di-
rectiva para vender las acciones que poseía la
sociedad en la promotora Hidroeléctrica Pes-
cadero- Ituango S.A. E.S.P., según consta en el
Acta No 10 de Junta Directiva”.

20. Si ya el Idea tenía el control de Pescadero, ¿por


qué el 17 de julio le compró a Diconci acciones de
este proyecto a 36.854 pesos con 50 centavos?
“El Idea manifestó el día 16 de julio de 2008 a Di-
conci en liquidación, así como a los demás accio-
nistas minoritarios afiliados a la CCI, su intención
de comprar su participación accionaria en la so-
ciedad Hidroeléctrica Pescadero- Ituango. Como
bien sabido se tenía que esta sociedad se encon-
traba en liquidación obligatoria, convocada por
la Superintendencia de Sociedades, requería la
correspondiente autorización para enajenar sus
acciones, la cual lo más probable era que no se ob-

237
La central de
las ambiciones
tuviera el mismo día, razón por la que se le conce-
dió un plazo prudencial de un día.
El Idea con el ánimo de mantener la igualdad de
trato, sostuvo la oferta de compra a Diconci, en
las mismas condiciones a la presentada a los de-
más accionistas hasta el día 17 de julio de 2008, al
considerar que no existía justificación alguna para
desmejorar la oferta respecto de una sociedad que
se encontraba en estado de liquidación”.

21. Eugenio Prieto estima que la toma de control


de Pescadero se traduce en una posible pérdida pa-
trimonial para el Idea de 94.450 millones de pesos.
¿Puede demostrar el Idea que en lugar de detrimento
patrimonial hay un robustecimiento del mismo?
“No es posible afirmar desde la razón, la verdad
o la sana lógica financiera que se hubiese presen-
tado detrimento patrimonial con la mencionada
operación. Las cifras hablan por sí solas. A junio
de 2008, antes de la operación, el patrimonio del
Idea ascendía a $280.658.908.000 y en septiem-
bre del mismo año, después de la operación, el
mismo rubro ascendió a $291.601.987.000. Por
su parte los activos con corte a junio y a sep-
tiembre ascendieron a $1.110.828.356.000 y a
$1.168.826.283.000 respectivamente y los exce-
dentes netos sumaron $15.375.139.000 en junio
y $26.318.218.000 en septiembre. Cabe resaltar
que las anteriores cifras, tomadas de la conta-
bilidad del Instituto, reflejan fidedignamente
los hechos económicos acaecidos, en virtud de
las regulaciones de la contabilidad pública, que
son auditadas por la firma de auditoría externa

238
La central de
las ambiciones
PriceWaterhouseCoopers.
Ahora bien, una situación de detrimento pa-
trimonial, según la ley 610 de 2002, se entien-
de como “…la lesión del patrimonio público,
representada en el menoscabo, disminución,
perjuicio, detrimento, pérdida, uso indebido
o deterioro de los bienes o recursos públicos,
o a los intereses patrimoniales del Estado,
producida por una gestión fiscal antieconó-
mica, ineficaz, ineficiente, inequitativa e in-
oportuna, que en términos generales, no se
aplique al cumplimiento de los cometidos y
de los fines esenciales del Estado, particula-
rizados por el objetivo funcional y organiza-
cional, programa o proyecto de los sujetos de
vigilancia y control de las contralorías.”
La operación de compra de acciones de la so-
ciedad Pescadero-Ituango a particulares no
menoscabó, ni disminuyó el patrimonio de
la institución, ni mucho menos se tradujo en
pérdida alguna, como puede evidenciarse con
las cifras antes citadas. Por el contrario, tanto
el patrimonio, como los activos y excedentes
se han robustecido.
La valorización de la inversión en Pescade-
ro-Ituango tendrá lugar en la medida que se
vayan materializando los planes de fondeo con
inversionistas internacionales, situación que, al
contrario de ocasionar detrimento, se traducirá
en un incremento patrimonial y en una fuen-
te de importantes recursos económicos para el
Departamento de Antioquia”.

239
La central de
las ambiciones
22. ¿Está en grave riesgo la estructura financiera del
Idea luego de esta compra?
“En absoluto, a través de su actividad misional
como intermediario financiero, el Idea capta re-
cursos de terceros para colocarlos en operacio-
nes activas, función que permanece invariable,
sujeta a los mismos riesgos financieros (de li-
quidez, de mercado, de crédito y operaciona-
les), a los cuales ha estado sometida desde sus
inicios. Como puede apreciarse en la respuesta
a la pregunta anterior los resultados obtenidos
por el Idea en los meses posteriores a la compra
de las acciones de la Sociedad Hidroeléctrica
Pescadero-Ituango, nunca se habían logrado en
los 44 años de existencia del Instituto”.

23. Tanto Eugenio Prieto como EPM afirman en sus


denuncias que existía en Pescadero un acuerdo de
accionistas. ¿Tiene el Idea o la Sociedad una copia
del mismo que nos pueda facilitar?
“No se conoce de la existencia del acuerdo que
pública y reiteradamente ha denunciado el se-
ñor Prieto en el cual conste por escrito que los
accionistas públicos se obligaban a mantener la
igualdad accionaria en la sociedad. De manera
pública y reiterada se ha solicitado se aporte al
Idea una copia de tal acuerdo, en la eventuali-
dad de existir, sin que nadie haya podido ha-
cerlo. Resulta fácil concluir cuál puede ser la
intención de argumentar la supuesta existencia
de un documento que el propio denunciante ha
sido incapaz de aportar al debate”.

240
La central de
las ambiciones
24. ¿Traicionó el Idea la confianza legítima de otra
entidad pública que fue capaz, inclusive, de ceder el
control de la sociedad para lograr su equilibrio accio-
nario, como lo afirma EPM?
“El Idea nunca traicionó la confianza de EPM.
Por el contrario, tal y como se manifestó en lí-
neas anteriores, el Idea tuvo conocimiento de
las reiteradas manifestaciones de interés de
Empresas Públicas de Medellín de comprar la
participación de los demás accionistas, median-
te propuesta directa y de su propósito de diluir
a través de la exigencia de fórmulas de endeu-
damiento, la participación de los minoritarios.
Esa primera intención de Empresas Públicas
de Medellín de mejorar su participación accio-
naria, se confirma con los oficios que el doctor
Bernardo Naranjo Ossa, Gerente General de
la Empresa de Energía del Pacífico y el doctor
Juan Felipe Gaviria Gutiérrez, Gerente Gene-
ral de EPM, enviaron el 12 de marzo al doctor
Alejandro Estrada, Gerente de la sociedad Hi-
droeléctrica Pescadero- Ituango S.A. E.S.P, con
los cuales el primero cede y el segundo adquie-
re los derechos de capitalización y compra de
acciones en el proceso que para la época ade-
lantaba la sociedad.
De este hecho da cuenta lo expresado por el Ge-
rente del Idea, en la sesión de Junta Directiva
de la sociedad Hidroeléctrica Pescadero-Ituan-
go del 13 de marzo de 2008, según consta en el
acta No 77 de la misma fecha, quien manifes-
tó su preocupación por la cesión del derecho a
suscribir con preferencia que hizo la Empresa

241
La central de
las ambiciones
de Energía del Pacífico (EPSA) a favor de las
Empresas Públicas de Medellín, y dejó la si-
guiente constancia: “considera que esta tran-
sacción rompe la paridad que se había pactado
en la participación entre el Departamento de
Antioquia y las Empresas Públicas de Medellín,
y deja de manifiesto la sorpresa y mortificación
por lo que se considera un gesto poco amisto-
so por parte de Empresas Públicas de Medellín
para con el Departamento de Antioquia. Por
su parte, “las Empresas Públicas de Medellín a
través del Dr. Rubiano expresan que no entien-
den el reclamo del Dr. Vásquez pues ya habían
manifestado su intención de aumentar su par-
ticipación tanto a los socios privados como al
mismo Idea.”
Resulta claro, que no existía confianza entre los
socios públicos. Por el contrario, resulta incon-
trovertible que fueron las Empresas Públicas
de Medellín las que decidieron romper el equi-
librio accionario cuando en reunión de Junta
Directiva expresaron abiertamente la intención
de esa entidad de aumentar su participación, lo
cual materializaron el 9 de julio de 2008 al ad-
quirir a través de la CHEC el derecho a capita-
lizar de EPSA”.

25. ¿Realizó Corficolombiana su trabajo de valora-


ción en 15 horas, como lo asegura Eugenio Prieto?
¿Qué soportes utilizó esta empresa para su trabajo?
“Desconocemos el tiempo dedicado por Cor-
ficolombiana para realizar su trabajo de esti-
mación de valor. De lo que si tenemos certeza

242
La central de
las ambiciones
es que Corficolombiana utilizó como única
fuente de información para su trabajo, el es-
tudio preparado por Empresas Públicas de
Medellín en el mes de febrero de 2007, titula-
do “Ingreso del proyecto Pescadero- Ituango
en el mercado de energía mayorista bajo el
nuevo esquema de cargo por confiabilidad”,
el cual tuvo un costo de 100 millones de pe-
sos. Este estudio fue la única información que
el Idea suministró a la Banca de inversión”.

26. Si el Idea sabía que EPM tenía la intención de


comprar acciones de Pescadero, ¿por qué no cumplió
con su obligación de llamar al socio a un arreglo con-
certado del conflicto, como dice Eugenio Prieto?
“En primer lugar, porque no existía ningún
acuerdo escrito que recogiera la voluntad in-
equívoca del Idea y de EPM de mantener una
equivalencia accionaria, por el contrario, lo que
se expresa en la Asamblea General de accio-
nistas de la Sociedad Hidroeléctrica Pescade-
ro-Ituango según consta en el acta No 14 del 26
de marzo de 2006, es una simple manifestación
de interés de Eugenio Prieto, de trabajar de ma-
nera mancomunada en el proyecto.
Esta intención, no tenía otro fin que obtener
por parte de Empresas Públicas de Medellín y
de los demás socios minoritarios, autorización
para capitalizar la suma necesaria para recupe-
rar la equivalencia accionaria con EPM, la cual
había sido perdida por negligencia del propio
Eugenio Prieto, en su condición de gerente del
Idea, al no participar en las capitalizaciones

243
La central de
las ambiciones
adelantadas por la sociedad en el año 2005,
para las cuales gestionó y obtuvo autorizacio-
nes expresas de la junta directiva del Instituto.
Esta omisión del entonces gerente se tradujo en
la pérdida del liderazgo accionario que hasta
entonces tuvo el Idea en la sociedad.
Por esta razón, no existía ningún fundamen-
to de parte del Idea para convocar a EPM
a un tribunal de arbitramento, quien resol-
vería en derecho un asunto, que se repite,
no tenía ningún respaldo que soportara le-
galmente una reclamación en tal sentido, ya
que no obra o por lo menos no se tiene cono-
cimiento de la existencia de un documento
que recoja una obligación clara y expresa y
que haga exigible por la vía del arbitramen-
to, la supuesta equivalencia accionaria”.

27. ¿Qué le hace pensar y afirmar al Idea que los


primos Santiago Botero Echeverri y Carlos Enrique
Botero Lora tienen básicamente una finalidad econó-
mica al presentar su acción popular contra el Idea y
la Gobernación?
“El sólo escrito de demanda da lugar a pensar
en tal sentido, ya que los hechos y las pruebas
en que se sustenta la acción popular instaurada
en contra del Idea dan cuenta de que su pre-
tensión no es la defensa de los intereses colec-
tivos a la moralidad administrativa y al patri-
monio público y más bien el fin perseguido es
el reconocimiento al incentivo económico de
que tratan los artículos 39 y 40 de la Ley 472 de
1998. La forma como se presentó la demanda

244
La central de
las ambiciones
no determina los hechos concretos del Idea que
dieron lugar a la presunta vulneración de tales
derechos colectivos”.

28. Los primos Botero comparan la toma hostil de


Pescadero con las operaciones que realizaba Jaime
Michelsen con su Grupo Grancolombiano. ¿Qué
piensa el Idea de esa comparación?
“La comparación es mal intencionada, por cuanto
se trata de situaciones bien diferentes. En primer
lugar, el Idea no realiza captación masiva y habi-
tual de recursos del público, como si la realizaban
las entidades financieras controladas por el grupo
de Jaime Michelsen en la década de los 80.
Los recursos captados por el Idea, que provie-
nen exclusivamente de entidades públicas, no
se destinan a operaciones de especulación en
los mercados financieros, sino al financiamien-
to de las actividades de la institución, según lo
regulan sus estatutos y más recientemente el
decreto 1525 de 2008.
Adicionalmente y más importante aún, los re-
cursos utilizados para la operación de com-
pra de las mencionadas acciones de Pescade-
ro-Ituango, no provienen de las captaciones de
sus clientes, sino de su propio patrimonio, re-
cursos que por definición son de largo plazo”.

29. ¿Qué papel jugó en esta operación Esteban Ra-


mos Maya, hijo del gobernador de Antioquia y quien
labora para una firma del grupo Corficolombiana?.
“El Idea, solicitó a la firma Corficolombiana y a Ban-
colombia, la presentación de propuestas de servi-

245
La central de
las ambiciones
cios para la asesoría como banca de inversión, con el
fin de obtener un acompañamiento en el estudio y
análisis financiero de futuros proyectos de inversión
que la administración del Idea decidiera adelantar.
La entidad sólo recibió oferta mercantil de ser-
vicios de la banca de Inversión Corficolombia-
na y considerando que la propuesta presentada
se ajustaba a las necesidades del Instituto y que
cumplía con el perfil de experiencia e idoneidad
para desempeñar el objeto a contratar, teniendo
en cuenta que ha sido la banca de inversión que
ha contratado EPM para múltiples negocios,
decidió suscribir contrato de prestación de ser-
vicios profesionales con esta firma, sin ninguna
participación del señor Estaban Ramos Maya.
El hijo del Gobernador de Antioquia, labo-
ra como promotor de negocios desde julio de
2007 en Casa de Bolsa Corficolombiana en Me-
dellín, empresa comisionista que intermedia el
mercado de valores, con personalidad jurídica
diferente y que no interactúa con la Banca de
inversión contratada por el Idea que opera en la
ciudad de Bogotá. Esta independencia entre las
dos entidades que obliga a la confidencialidad
de los temas sometidos a su consideración más
que a una decisión discrecional de sus autori-
dades, corresponde a la prescripción legal que
así lo dispone. Esta expresa limitación normati-
va permite concluir que el señor Ramos Maya
nunca tuvo injerencia en la relación contractual
entre el Idea y Corficolombiana. Sugerencias en
contrario serían una acusación de que ambas
entidades violaron prohibiciones expresas”.

246
La central de
las ambiciones
30. El gerente General del Idea dio a entender en un
debate en el Congreso de la República que pasará de
la defensa al ataque. ¿Qué tipo de acciones jurídicas,
contra quién y por qué motivos se tienen listas para
ser presentadas?
“El 14 de octubre de 2008, el Gerente del Idea
presentó ante el Consejo Seccional de la Ju-
dicatura denuncia disciplinaria en contra de
las abogadas Martha María Zapata González
e Isabel Mosquera Gregory, apoderadas de
Empresas Públicas de Medellín en la acción
popular que contra el Idea se tramita en el
Juzgado Quince Civil del circuito de Mede-
llín, con el fin de que se investigue la conduc-
ta procesal asumida por las citadas abogadas
en la acción popular y en caso de determinar-
se la comisión de una falta disciplinaria, se
impongan las sanciones a que haya lugar.
De igual manera el 16 de octubre de 2008, presen-
tó denuncia fiscal ante el Contralor General del
Departamento de Antioquia en contra del señor
Eugenio Prieto Soto y Oscar Marín por posible
detrimento patrimonial al Idea por la no partici-
pación en las capitalizaciones adelantadas por la
sociedad Hidroeléctrica Pescadero- Ituango en el
año 2005, para las cuales solicitaron y obtuvieron
expresas autorizaciones de la Junta Directiva.
Por esos mismos hechos y por constituir fal-
tas disciplinarias, tal como lo dispone la ley
734 de 2002, en la misma fecha, presentó ante
la Procuraduría Regional de Antioquia, de-
nuncia disciplinaria contra los señores Euge-
nio Prieto Soto y Oscar Marín”.

247
La central de
las ambiciones
31. ¿Ve el Idea alguna posibilidad de que se reverse
la compra de acciones a los particulares y de que la
composición de la Sociedad retorne al equilibrio que
se traía con EPM hasta el 15 de julio de 2008?
“Ninguna posibilidad. Si se tiene en cuenta que
la operación de compra a los accionistas se rea-
lizó cumpliendo las disposiciones normativas
sobre la materia y dando aplicación a los princi-
pios que rigen la función pública, consideramos
que no existe jurídicamente una causa capaz de
estructurar una nulidad de los contratos y que
por lo tanto pueda dejarlo sin efectos”.

32. ¿Qué decisiones ha tomado y piensa tomar en el


inmediato futuro el Idea-Departamento para ejercer
el control que ahora tiene de Pescadero Ituango y
que sirvan de justificación para la compra de accio-
nes a los privados?
“Obtenidos tres de los cinco renglones princi-
pales de la Junta Directiva, los representantes
del Departamento y del Idea eligieron como
presidente de la nueva Junta al Gerente del Ins-
tituto, quien presentó una metodología prepa-
rada por expertos en la materia, que permite
que la financiación total del proyecto se realice
por terceros e incluso se obtengan ingresos adi-
cionales por otorgar un contrato de usufructo a
largo plazo sobre la energía firme del proyec-
to. Esta metodología ha sido propuesta a los
representantes de las varias empresas multina-
cionales que han hecho público su interés en la
energía de la Hidroeléctrica Ituango, quienes
han expresado su decisión de participar en una

248
La central de
las ambiciones
subasta pública que en el futuro inmediato se
realice para el efecto”.

33. Diversos analistas siguen sin entender para qué el


Idea y la Gobernación se tomaron a Pescadero Ituango.
¿Cuál es la decisión más importante que tiene que to-
mar el accionista mayoritario ahora, para la cual difícil-
mente hubiera encontrado el apoyo de las EPM?
“Vincular un tercero que financie el proyecto,
liberando a la sociedad y a sus accionistas de
tal compromiso. Para el caso concreto del De-
partamento y el Idea es claro que tal vincula-
ción es definitiva para mantener su actual par-
ticipación accionaria, que se hubiera diluido de
manera indefectible de haber aceptado la úni-
ca fórmula válida para EPM de que cada socio
aportara más de mil millones de dólares al pro-
yecto para conservar el 46,02% de las acciones,
que para mediados del 2008 poseían el Idea-De-
partamento y EPM en la sociedad”.

34. ¿Cuál es el modelo de negocio que quiere el


Idea-Departamento para convertir en realidad a Pes-
cadero Ituango y para poner en funcionamiento la
central en el 2018 o antes?
“Celebrar un contrato de usufructo con la em-
presa que cumpliendo con los parámetros que
garanticen el éxito del proyecto, los cuales de-
ben ser definidos por la Junta Directiva, presen-
te la mejor oferta de prima para ser distribuida
entre los accionistas a prorrata de su participa-
ción. De esta forma se conserva la propiedad
de la central, la financiación la realiza un terce-

249
La central de
las ambiciones
ro, se obtienen importantes recursos de forma
inmediata y Antioquia libera sus limitados re-
cursos económicos y su capacidad de endeuda-
miento para atender las múltiples demandas de
desarrollo de todas sus regiones”.
Con posterioridad a la publicación de la prime-
ra edición de La Central de las Ambiciones, la
Procuraduría General de la Nación abrió plie-
go de cargos al gerente General del Idea, Álva-
ro Vásquez Osorio y a dos subgerentes para el
2008, Édgar Augusto Arias Bedoya y Santiago
Piedrahíta Tabares. Así lo informó la entidad
en el boletín 012, del 17 de enero de 2013. El
argumento central es que la toma de Pescadero
Ituango había puesto en riesgo los resultados
de la inversión, “al no contar con los soportes
financieros y técnicos que se ajustaran a dicha
inversión patrimonial, toda vez que el cálcu-
lo del valor de la acción de la hidroeléctrica se
efectuó con fundamento en un estudio que no
valoró la empresa, sino que tan solo estimó el
valor del proyecto Pescadero Ituango”.
Esas investigaciones no llegaron a nada, entre
otras razones, porque Ramos y Vásquez termi-
naron asegurando, con una baja inversión, una
importante renta para el Departamento de An-
tioquia. El perdedor de toda esta historia fue
EPM, que de tener el control mayoritario de la
megacentral tuvo que sentarse luego a conciliar
con el enano que se le creció y que le demostró
que no siempre el factor desequilibrante es la
plata, sino una buena estrategia■

250
La central de
las ambiciones
(1) En este punto conviene dejar constancia de que a EPM
se le invitó formalmente para que explicara sus acciones ju-
rídicas, pero la Unidad de Comunicaciones y la Secretaría
General declinaron la invitación con el argumento de que
no querían polemizar y porque lo que tenían qué decir ya
se lo habían dicho a los jueces. Adicionalmente, la geren-
cia General de EPM clasificó como “confidencial” todo el
material relacionado con Pescadero Ituango, ante lo cual
se acudió a las “gargantas profundas” para contrastar la in-
formación relacionada con las actuaciones del grupo em-
presarial en este proyecto hidroeléctrico. Un dato más. En
desarrollo del seguimiento al tema de Pescadero Ituango,
este periodista fue agredido verbalmente, y públicamente,
por un alto funcionario de EPM (el 14 de octubre de 2008
en la SAI) y por el Alcalde de Medellín (el 19 de julio de
2008 en San Fernando Plaza). Ambos están perdonados así
al momento de entregar para impresión este libro no hubie-
ran presentado excusas.

251
La central de
las ambiciones
E L AU T O R
Germán Jiménez Morales es comunica-
dor social periodista de la Universidad
Pontificia Bolivariana. Es especialista en
el análisis de temas económicos y socia-
les, rentas criminales y corrupción.
Su carrera como escritor la comenzó en
1991 y desde entonces ha publicado las
siguientes obras:

● La calidad, una filosofía de vida.


● El jefe se jubila.
● Aghh, tengo unas ganas de pegarle
a mi jefe..
● 50 años de control fiscal en Antioquia.
● Naufragio cultural y otras historias de
periodismo económico.
● Álvaro Villegas Moreno:
Secretos de un líder.
● Las intocables EPM.
● El Señor de las EPM.
● Colombia se apaga.
● Tras las huellas del apagón.
● Pescadero Ituango:
La central de las ambiciones.
● Las fortunas del mal
(próximo a publicarse).

252
La central de
las ambiciones
Ha sido galardonado con el Premio Rey
de España, Simón Bolívar (ambos por tra-
bajos colectivos en el diario El Colombia-
no), el Premio Colprensa (dos ocasiones),
Premio Cipa a la Excelencia Periodística,
en la categoría Escritor-Periodista, Pre-
mio Cotelco al mejor trabajo periodístico,
Premio Club de la Prensa como Periodista
Distinguido y en 2013 y 2014 formó parte
del grupo de seleccionados al premio la-
tinoamericano de periodismo de investi-
gación del Instituto de Prensa y Sociedad
(Ipys) y Transparencia Internacional, por
sus reportajes sobre La catedral privada
de Pablo Escobar y su detallado segui-
miento a la crisis de Interbolsa y el Fondo
Premium Capital.
Así mismo, es conferencista y tallerista so-
bre técnicas de restauración emocional.

253
La central de
las ambiciones
El mismo alcalde de Medellín, que juró que
cada peso es sagrado, regaló el control que
EPM tenía del megaproyecto Hidroituango.

Socios públicos y privados se repartieron


anticipadamente una ilusoria “marrana”,
cuando un prestamista dijo que otorgaría
un crédito de US$ 1.420 millones para ha-
cer la hidroeléctrica.

¿Quiénes fueron los personajes


de estas historias?

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