Qué Es La Estructura Organizativa de Una Empresa
Qué Es La Estructura Organizativa de Una Empresa
Qué Es La Estructura Organizativa de Una Empresa
La estructura organizacional de una empresa consiste en el modelo que define cómo se organiza la
empresa y sus empleados, establece el entramado de niveles jerárquicos y es, en definitiva, el
esqueleto sobre el que se sostiene la empresa. En la estructura organizativa se ordenan los
procesos y actividades, si especifica quién toma las decisiones en función de qué procesos. La
estructura organizativa de una empresa puede variar en función del contexto social y económico y
de la propia evolución de la empresa y su crecimiento.
Para elaborar una estructura organizativa que sea adecuada para tu empresa o proyecto deberás
tener en cuenta varios elementos clave que se relacionarán entre sí en tu forma de organización
de la empresa. Así estos elementos clave son: cadena de mando, nivel de centralización, margen
de control, grado de especialización, formalidad estructural y formación de departamentos.
Las estructuras organizativas muestran la jerarquías o niveles de autoridad que existen en las
empresas, cómo se organizan las personas en ella y sus relaciones sociales.
En términos generales existen dos tipos de estructuras organizativas: las estructuras centralizadas
y las descentralizadas.
Vamos a comenzar hablando sobre las estructuras que se asemejan a una pirámide.
Estructura Funcional
La Estructura Funcional que es una estructura organizativa jerárquica y es la más común o la más
conocida de todas.
Este tipo de estructura se organiza por departamentos, como por ejemplo departamentos de
recursos humanos, de tecnología, de contabilidad, etc. Cada departamento se coordina de manera
aislada y normalmente se organiza por áreas de especialización.
Este tipo de organización puede inhibir el crecimiento de los empleados o crear barreras entre
distintas funciones y también podrían llegar a ser ineficientes, si la organización tiene una variedad
de productos o mercados objetivos diferentes.
También se pueden crear barreras entre los departamentos que pueden limitar el conocimiento y
la comunicación de las personas con otros departamentos. Especialmente en aquellos que
dependen de otras áreas para realizar su trabajo o tener éxito.
En este caso la estructura organizativa se puede dividir de acuerdo a tres elementos claves: según
sus líneas de productos, según sus tipos de clientes o según las zonas geográficas.
La Estructura por Productos se divide en grupos y cada uno de ellos se encarga de un producto
específico. Este tipo de estructura se compone de múltiples estructuras funcionales más
pequeñas. Es decir, puede tener su propio equipo de marketing o su propio equipo de ventas.
Las divisiones suelen tener más independencia y autonomía, porque cada una de las cuentas, con
su propio ejecutivo principal, gestiona sus propias áreas, su presupuesto y la publicidad.
Esta estructura es ideal para organizaciones con múltiples productos, pero la organización podría
terminar con recursos duplicados.
En este caso como su nombre lo indica las divisiones se hacen en función de la ubicación
geográfica y los directores se encargan de cada área según la zona en la cual se sitúa.
Esta se utiliza en organizaciones grandes que cuentan con operaciones en diferentes lugares y
pueden gestionarse de manera autónoma. También es útil en aquellas organizaciones que
necesitan estar cerca de fuentes de suministro o de clientes.
Esta estructura puede tener como desventaja que la toma de decisiones se descentraliza en cierto
grado por las divisiones y por las distancias. A menudo este tipo de organización goza de
autonomía.
Este tipo de estructura se utilizan para cumplir las expectativas específicas de los clientes y se
caracteriza porque logra una mayor especialización para resolver problemas concretos.
Es útil en organizaciones que tienen productos o servicios que son exclusivos de un segmento de
mercado específico. Son eficaces si la organización tiene un conocimiento basado en
esos segmentos de mercado.
En este caso las divisiones también podrían terminar duplicando actividades que otras divisiones
ya estén realizando.
En este caso la división o la jerarquización de los departamentos es por procesos y están diseñadas
en torno al flujo de los diferentes procesos que se llevan a cabo en la organización, de un extremo
a otro.
Este tipo de estructuras son ideales para mejorar la velocidad y la eficiencia de las empresas y son
más adecuadas para aquellas industrias que cambian rápidamente, ya que se adaptan con
facilidad.
En estas estructuras podrían surgir barreras entre los diferentes grupos de procesos, como
problemas para comunicarse y entregar el trabajo a otros equipos de trabajo.
Estructura Matricial
En este caso se dividen los recursos en los distintos negocios y proyectos que tenga la
organización.
Normalmente, se suelen dividir en dos. Hay una distribución vertical donde cada departamento se
dedica a una función específica, pero también existe una disposición horizontal donde se integran
los distintos proyectos de la organización con los trabajadores de los diversos departamentos.
En esta estructura no se sigue un modelo tradicional jerárquico, por lo tanto, los empleados tienen
relaciones de reporte de forma dual. Comúnmente, hay una línea de reporte funcional y otra línea
de reporte basado en los productos o proyectos que se están ejecutando la organización.