Krickeberg 1946 EtnAmer 2 Sudamerica

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II. SUDAMERICA

' A. Los RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES


~. El grupo magallánico
EMPEZAREMOS nuestro estudio de los pueblos sudamericanos con
el extremo sur para seguir después hacia el norte, porque de esta
manera conseguiremos una especie de imagen invertida de las áreas
culturales de Norteamérica. Los esquimales e indios de la costa nor. .:
occidental del continente se corresponden, en sentido geográfico, con
los pueblos magallánicos, y los su~bárticos , con los de las pampas.
En ,,el extremo meridional de América, que apunta como una
flecha hacia el antártico, vivían hasta la época actual unas tribus
indias que figuran, en sentido físico y cultural, entre las más arcai.-
cas y primitivas del continente y que, por tal motivo, tienen que ser
consideradas como los descendientes de los más antiguos inmigran~
tes. Sin embargo, se remontan no a una sola, sino a dos olas migrato.-
rias distintas: una occidental y otra oriental, cuyo acervo cultural
muestra muchas diferencias. Curiosamente, este contraste no se ha
borrado todavía hoy por completo, pues sigue dividiendo la pobla..-
ción de la Tierra del Fuego en dos grupos distintos. Originalmen..
te, esta línea divisoria entre culturas occidental y oriental no corría
únicamente a través del extremo meridional del continente, sino que
llegaba, siguiendo la vertiente occidental de la cordillera, hasta las
frontera~ del Perú, y probablemente todavía más hacia el norte.
De esta manera la cultura occidental o "magallánica", coro.o
quiero llamarla siguiendo el ejemplo de J. M. Cooper, se limitaba '
completamente a una angosta faja de costa y a las islas situadas en..
'
frente de ella. Sus portadores eran pueblos pescadores. En tiempos
remotos, pertenecían a ellos también los habitantes de Chile, pues
145

·-
,
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por los hallazgos en las capas culturales de Arica (Chile Septen..


trienal) y en los concheros de Taltal (Chile Central), se puede juz..
gar a sus pobladores en muchos sentidos parecidos a los fueguinos
modernos; esta población más tarde fué reemplazada por pueblos
cultivadores. En tiempos históricos, los pesr:adores pr~mitivos no
comenzaban sino al sur de Chiloé, con los chono de las Islas Guay..
tecas; luego seguían, desde el Golfo de Peñas hasta la boca occidental
del Canal de Beagle, los alakaluf, y sobre ambas márgenes de este
último, así como en las islas que se extienden hasta el C~bo de Hor..
nos, los yahgan ( yámana). Las lenguas de los yahgan y alakaluf no
están emparentadas; los chono, cuyo idioma quedó ya extinguido,
eran probablemente sólo un grupo dialectal de los alakaluf. Hoy
día ya no viven más que insignificantes restos de los yahgan (70 en
el año de 1924) y de los alakaluf (250) bajo la protección de las
misiones anglicana y salesiana. Antes de su contacto con los euro--
peos, es.posible que hayan sumado unos 8,000 o 9,000 individuos.
Del examen de antiguos paraderos y basureros, se , desprende
que las costas de la Tierra del Fuego ya estaban habitadas, hace
Z,000 años por lo menos, por una poblacion similar a la actual, cuya
cultura sufrió muy pocas modificaciones en todo este tiempo, si ha...
cernos caso omiso de la paulatina desaparición de los utensilios de
piedra burdamente tallados que se usaban antes.
Esta cultura es de un gran primitivismo y, por consiguiente, for.-
ma un contraste muy marcado con las culturas correspondientes de
Norteamérica. A . pesar de que los fueguinos vivían en un medio
ambiente que mucho se parece al de la costa noroccidental de Norte...
américa y que aun llevaban una ventaja considerable sobre los es...
quimales, gracias a la riqueza de sus tierras en bosques, no lograron
elevarse, en ninguna de las ramas de la cultura material, sobre los
niveles más bajos. Este estancamiento se debió, no a escasez de apti.-
tud intelectual ---porque la horripilante descripción que Darwin y
otros viajeros dieron de ellos, no es más que una caricatura- sino
a las condiciones desfavorables de su territorio: una costa alejada
de todo intercambio cultural a causa de inmensas extensiones oceáni.-

'
RECOLECTORES, CAZADORES Y ·PESCADORES 147
...
éas infranqueables. De los países andinos del norte, no se difundieron
tampo~o muchos adelantos culturales hasta los pueblos magalláni.-
¡•
cos. Bajo la influencia de los araucanos, los-chono cultivabanlla pa.-
tata en muy reducida escala, adoptando de ellos, además, ciertas for.-
inas de indumentaria y sus armas; las redes de pescar hechas de
tendones y las hachas de piedra pulida, llegaron hasta los alakaÍuf,
"
así como también, sobre todo, el bote de tablas de madera de los
arauc~nos del S\1f, que, ya en tiempos de la dominación europea,
fué sustituyendo poco a poco al bote de corteza de los fueguinos .
. En cambio, con los habitantes del interior de la Tierra del Fuego (los
ona), los yahgan y alakaluf mantenían un vivo intercambio cultural.
Los pescadores magallánicos se sentían en sµs botes como en su
propia casa. Estaban hechos de tres piezas de corteza de haya, cosi..
das con· barbas de ballena, cubriendo su interior un forro de ramas
partidas longitudinalmente. A pesar de su tosquedad y muy insu..
ficiente impermeabilidad,. este bote se usaba aún para la caza de la·
' " .
.. ballena en alta mar. Las mujeres remaban, mientras que el hombre
sentado en la proa, ca~aba peces y aves con el dardo, focas y delfi..
nes con el arpón. Ambas ar_mas llevaban en el extrem~ hendido de
la larga asta, de sección cuadrada, una simple punta de hueso deba..
llena, que, en el,,arpón, estaba unida con la parte delantera del asta
por medí°' de un córrea; dicha punta tenía, por un la~o o por ambos,
dientes (en el dardo) 0 ganchos de r~tención (en el arpón). Al equi..
po del bote pertenecían, además: una jabalina ~on un haz de rayos,
hechos de puntas de madera, para pescar camarones y erizos mari..- .
nos; una jabalina que termina en tenazas, para coger caracoles; una
simple maza cortá, para matar focas; un sedal con lazo de barba de
ballena y un buitrón en ·forma de cesto.-y por último, lo más iin..
portante, el fuégo eternamente ardiendo y celosamente cuidado, sobre
una. base de tepe en el centro del bote, al que la Tierra del Fuego
debe su nombre. Estas tribus costeñas caiaban;en tierra firme mu...
cho menos que los ona, de.. los que adoptaron el arco; para la caza
se servían también, por lo regular, de dardos y mazas, aparte de la·
148 '
SUDAMERICA

honda que sabían manejar a perfección. Los pájaros se capturab~n


también con los lazos de barba de ballena, y los peces mediante cercas.
Sirve de habitación una choza cupuliforme de .ramas, semejante
al wigwam subártico, pero las más veces levantada sobre un pozo con
una profundidad hasta de uno y medio me..
tros; en verano se cubre con corteza, hojas
o hierbas, y en invierno con pieles de foca.
:1. La choza para fiestas se diferencia de la
choza para habitación por su tamaño más
grande, su forma ovalada (con techo semi..
cilíndrico), pasillo central y dos puertas en
las cabeceras.·
El ajuar consiste en baldes para agua, he-
chos de corteza de haya; costales ·y bolsas de.
piel; odres de intestino de foca para el acei.-
te de 1pescado; cucharones de caracol y, en
primer lugar, canastas muy bien acabadas

y
hechas por lo regular en .técnica de espiral.
Los chono cocinan en los recipientes de cor...
. teza por medio de piedras candentes.
El fuego se saca de la pirita de hierro y
pedernal sobre una yesca de hongos o plu...
!"'• rriones. Para abrir huesos de tuétano o con...
1. chas, bastan simples piedras lisas. Como
'· 1 otras herramientas, tenían espátulas y esc0r
•1 plos de hueso para desprender la corteza;
raspadores terminales con hoja de concha y
mango de piedra; cuchillos foliformes de dos
filos y engastados en madera, y leznas de pa...
lillos de madera o hueso. No se conocen ha..:·
10. Lanza arrojadiza y ar..
pón de los yahgan. En el chas, ni taladros, ni agujas.
centro, dos puntas de ar.. A pesar del clin;:ia frío, brumoso y tem...
pón, de hueso. 1/ 4-1/ 5 pestuoso, estas tribus costeñas de la Tierra
del tamaño natural. (Se..
gún H yades y Deniker.) del Fuego no han pasad~ de los comienzos·
,

.
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 149
. . más rudimentarios de la indumentaria. Por lo regular, ambos sexos
andan desnudos, salvo el delantalillo triangular de piel, de las muj~
res. El calzado (un burdo mocasín de piel de f qca) se pone muy raras
veces y se debe a influencia ona. La única protección para la parte
.s uperior del cuerpo es un capote de piel de foca, la cual es poco flexi.-
ble y no calienta casi nada; este capote sólo llega hasta la cadera y
cuando se le cuelga sobre el hombro que da al lado de la borrasca,
queda al descubierto la otra mitad del cuerpo. No se conocen peina.-
dos especiales ni adornos deformantes. Para el cuidado del pelo
sirven unas pinzas de dos valvas de concha y un peine hecho de un
solo pedazo qe barba de ballena o una quijada de delfín · (con sus
dientes). Para adornarse, se ponen simples cintas de cuero alrededor

11. Un detalle de un collar de conchas, de los yahgan. Las


conchas tienen un largo de 11/2 cm. aproximadamente.

<le las mufiecas y sartas de pequeños caracoles en el cuello. Sólo por


motivos especiales -fallecimientos, dan~as, festivales, actos shama.-
nísticos- se pintan el cuerpo con significado simbólico y se ponen
tocados de pluma. Durante la ceremonia de ·iniciación de los jóvenes
los novicios hacen uso de rascadores de cabeza y tubos bebedores,
· como en Norteamérica. . '
· A igual que los cazadores norteamericanos, los yahgan y alakaluf
se dividen en grupos locales, de los que cada uno tiene su territorio
perfectamente señalado. para la caza, pesca y recolección, el cual se
considera ·de su propiedad exclusiva y común. A los miembros d~
otros grupos, se les permite el acceso, salvo visitas o viajes comercia.-
les, solamente cuando en él ha encallado una ballena o en caso de
encontrarse ahí ciertas materias primas imprescindibles (cortezas, pe...
. ,
150 SUDAMERICA

demal). Dentro de los grupos locales, la familia goza de plena in de--


pendencia. En general, se ac~stumbran relaciones sexuaies prematri.-
moniales sin restricción alguna, pero en cambio impera la,monogamia.
Lo único que se procura es no casarse con una parienta consanguínea
" .
demasiadq cercana; la mujer se va a vivir ál grupo del hombre. Por
I

ser desconocida la institución de jefes -únicamente los más anciar


rios, cuando se les ha elegido organizadores y dirigentes de las cere..
monias tribales, gozan, tan sólo por este lapso, de cierta autoridad-
la justicia queda también por completo en manos de· las familias que, ·
en caso de un asesinato, ejecutan la venganza en la familia del cul... .
pable. Sólo raras veces llegan a estállar verdaderas contiendas por
tales motivos y, por consiguiente, no se conocen armas especiales para
la guerra. ~
E:n tiempos antiguos, era muy frecuente el aborto provocado y
el infanticidio. Inmedh~tamente después del parto,_la madre se baña
en el mar, tanto en ver~no como én invierno. En la· pubertad, tanto
mucha~hos como muchac~as son sometidos a tina ceremonia de ini..
ciación· que consiste en entrenamientos corporales (ayunos, baños,
etc.) y la enseñanza de tradiciones, cqstumbres -y cosas prácticas, pero
sobre todo en una educación hacia uná conducta moral en pensa. .
mientos y obras. Con la igualdad de hombres y mujeres, que se ex. .
presa ·e n este modo de proceder, concuerda muy .poco una secreta_
fiesta de varones de tendencia antifemenina (llamada "kina" entre
las .yahgan), motivo por el cual, M. Gusinde, el mejor conocedor
de los fueguinos, la considera como una copia de la ceremo·n ia co--
rrespondiente de los ona, la qtie entre los yahgan y alakaluf ya ha
perdido mucho de su formalidad y rigurosidad. Junto ~ón la fiesta
de varones, también han sido adoptadas las máscaras y la choza có..
nica ceremonial de los OQa.
La religión de los fueguinos ·se distingue por una forma muy
pura de la cre~ncia en un dios supremo. Entre los yahgan, Watina..
nauewa ("El An.c ianísimó"), un ser que vive en el cielo y que no.
tiene que ver nada con los fenómenos naturales, ni tiene semejanza·
con el hombre, es tenido por el señor (aunque ,no creador) del mun... ·
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 151
do visiple, que da al hombre los animales de caza, y también ppr
guardián de la ley moral, a quien se atribuye la ceremonia ·de ini.-
ciación de jóvenes. Es él quien envía la muerte a los hombres y que
les injerta, según la creencia de los alakaluf, el alma en el momento
de su nacimiento; después ·d e la· muerte, el alma regresa a · él. Por
tal motivo, no se cree en un comercio posterior de los muertos con
los vivos, salvo el caso de que el difunto sea un brujo. Sin embargo,
se entierran los cadáveres lo más pronto posible, lejos de la choza,
en el bosque, o se los cubre de piedras; también se conoce· la crema.-
ción para el caso de que la muerte haya sobrevenido lejos del hogar,
porque se temen los encantamientos malignos que podrían cometerse
con los huesos de los muertos (así como con mechones de pelo de
los vivos). La naturaleza está llena de demonios que, en su mayoría>
son malintencionados hacia el hombre y que, por ejemplo, tratan de
estorbar la ceremonia de iniciación de jóvenes, de modo que tienen
que ah~yentarlos con canciones, danzas y golpes contra la pared de
la choza de fiesta.
Casi no hay actos rituales propiamente dichos, con excepción
de oraciones. El brujo (yekamush) no desempeña tampoco ningún
papel sobresaliente; sabe curar enfermedades y causarlas por encaiY
to, hacer presagios, influir en las condiciones atmosféricas y atraer
animales de caza. Entre los alakaluf, no es necesario que haya de
por medio una vocación especial para hacerse brujo; en menor o
mayor escala, todos los ancianos de prestigio desempeñan este cargo.
En cambio, los shamanes novatos de los yahgan reciben su misión en
sueños y después realizan un entrenamiento sistemático, para apren.-
der ciertos artificios. Probablemente, esta mayor importancia del sha. .
manismo puede atribuirse a la influencia de los ona.

2. El grupo de las pampas


Desde el punto de vista geográfico, la parte norte de la isla gran.-
de de la Tierra del Fuego forma ya par:,te de las pampas pa tagonas.
Sus habitantes, los ona o selknam son por eso, representantes típicos


,
l52 SUDAMERICA

de la antigua área cultural oriental y parientes lingüísticos de los


patagones o tehuelche ( chon), que solían cazar en el territorio com.-
prendido entre el Estrecho de Magallanes y los ríos Chubut y Limay.
En esa región comienza el territorio de los indios de las pampas en el ·
sentido estricto de la palabra, los que se dividen en dos grupos lin.-
güísticos; los puelc~e hasta el río Colorado y los chechehet hasta la
desembocadura del Río de La Plata. Resulta difícil trazar los lími.-
tes de la cultura de las pampas en el norte, porque la antigua pobla.-
ctón entre Mendoza y Buenos Aires quedó exterminada rápidamente
o fué absorbida por la población mestiza de los "gauchos". Para
nuestros fines incluyo, en cuanto a su posición cultural, entre las tri.-
bus de las pampas, a las que probablemente pertenecían también en
el sentido lingüístico: a los huarpe en la región de la laguna de Gua.-
1

nacache, y a los querandí, sobre la margen derecha del río Paraná


inferior.
En un principio los tehuelche, puelche y chechehet eran dueños
absolutos de las extensas llanuras orientales. A principio del si.-
glo XVIII, después de que los dos pueblos mencionados en último
lugar, así como los querandí, habían sido exterminados en intermi.-
nables luchas contra los españoles, tribus araucanas (los pehuenche
y los ranqueles, que se separaron de ellos alrededor de 1,770) que
hasta entonces h~bía tenido su paradero en las vertientes de los
Andes entre Mendoza y el Lago de Na4uelhuapi, comenzaron su
avance hacia el este, por medio del cual se adueñaron temporalmente
de toda la pampa, constituyendo un grave peligro para las ciudades
costeñas desde Buenos Aires hasta Bahía Blanca. Debido a sus ince...
santes asaltos a los colonos, el gobierno argentino se vió precisado a
mandar tropas para "limpiar" toda la pampa en el año de 1880, lo
que dió por resultado que los indios fueran rechazados hasta el otro
lado del Río Negro. Hoy en día, ya no hay, incluso al sur d~l citado
río, más que insignificantes restos de la antigua población. ~n la
isla grande de la Tierra del Fuego, la brutal guerra de exterminio
· contra los ona iniciada por los criadores blancos de ovejas también
alrededor de 1880, tuvo por consecuencia que esta tribu, físicamente

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RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 153

sana v valiosa, fuera reducida en pocos años de unos 4,000 a 5,000


a solamente 250 habitantes (en 1924).
De la cultura prehistórica de los patagones y tribus pampeanas,
los hallazgos de superficie y las excavaciones no nos dan más q~e
un cuadro muy incompleto. En Patagonia, como en Norteamérica,
constituye la capa más 'antigua una fase "paleolítica", sin cerámica
y con hachas de mano del tipo chelense o achelense. Sin embargo,

. /,
12. Del neolítico del sur: puntas de flechas y de ·lan..
zas, cuchillas, taladros y raspadores. Abajo, a la dere.-
cha, un raspador de piel moderno con hoja de vidrio
de botella y mango de madera. Las dos puntas de He.-
cha pequeñas de la fila superior proceden de la costa
de Chile; el resto, de Patagonia.

también en la fase neolítica predominan todavía utensilios de piedra


tallada --cuchillos, raspadores, taladros, puntas de flecha o dar...
dos triangulares y con espiga- al lado de unas cuantas piezas pu...
1idas (principalmente boleádoras). Morteros de piedra se hallan es...
pecialmente en el área de los querandí. Es muy significativo que
se encuentren, e~ la región de los ríos Negro y Chubut, bezotes ~n
forma de sombrero y orejeras discoidales, así como objetos ceremo.-


,
154 ·.. SUDAMERICA·

niales de piedra en forma de trapecio, de hachas en ·forma de una


"T" o con dos filos, y de láminas cuadfoadas con dibujos geométricos
grabados (líneas en zigzag, tri~ngulos, losanges, etc., ·e ntre líneas pa--
ralelas). Ni aun los relatos más antiguos mencionan nada de todas
estas cosas. Ornamentos similares a los que nos _m uestran los obje...
tos de piedra, los encontramos en las burdas vasijas c;le barro que se
hacían en las pampas ·y en Patagonia en tiempos remotos, y en las
telas arauc?nas modernas. En boleadoras y bezotes, cerámica y or--
namentación, ya se notan tempranas influencias occidentales sobre
los pueblos, del área , ClJltural .oriental. En tiempos históricos, estas
influencias gai;iaron co11sid,erablemente en intensidad: desde que los
araucanos ocuparon las ~hmpas, y se amalgamaron con las profundas
transformaciones que produjo la .ilegada de los eur~peos. ~
Solamente los ona qued.'ar"atl.:e nteramente fuera de estas influen--
cias, conservando, ··po r consiguienté, hasta la actualidad ú~ cuadro
\ auténtico de la cultura pampeana antigua, cuya·existencia tiene como
base casi exclusiva el ·gJ{ql'.l{lCo;
• - ,¡;¡ooj,t\.t.-..
los ona dan cat'a a este animal camé..
lido, acechándolo y procuran do .· disparar la flecha desde la distancia
más corta posible, para ~u yo efe~to; el--c.
1- ' ;f
.. ,..... ,
~zac;Ior se pinta el cuerpo con
~ (~/'

colores oscuros en la pr1~av~ra, y con 'blancos en invierno. El arcó,


que entre estos indios ·es el arma .p rincipal, está acuciosamente tallado
en madera .de haya, .y ostenta una curiosa sección transversal almen--
drada, de modo que s.~ 'elasticidad no estriba tanto en la vara sino
más bien en l~ cuerda~· Un aspecto netamente norteamericano ofre.-
cen las flechas . que· se.~·guardan en una aljaba de piel, porque son
cortas de tamaño y s6lo ~e~_có~ponen de dos partes: el asta de ma...
dera, con emplumado radi~i, ;y la punta de piedra (hoy día de un
pedazo de ·vigrio). Para lá caza menor no se usan armas; se coge a los
turones ( cururus)), cavando.nada más la tierra alrededor de sus agu..
jeros, y se deslumbran l~s' aves .de noche con la luz de teas, cuando
duetmerí sobre los riscos. Los ona han adoptado de las tribus cos.-
teñas de la Tierr~ d:~1 Fuego, 4óndas ..y lazos para cazar aves, y redes
... ~ • • • . <A..t ...

para la caia ·9e la fpca, así C,Omo dardos de pescar. Es tarea de las
mujeres el· r~~olectqf Jl;µtct$., ~hongos y huevos de ave.
.. ~ ~ • ' .1

/
RECOL.ECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 155
La caza del guanaco requiere que las pequeñas hordas anden
constantemente de un lugar a ·otro. Durante la marcha, las mujeres ,
tienen que cargar ~ cuestas con todo el ajuar, para cuyo fin se hace
un bulto oblongo de la amplia cubierta de la tienda, de pieles de
guanaco, valiéndose de unas cintas de carga compuestas de muchas
correas; para el transporte de niños se utiliza una armazón en forma·
de escalerilla~ Contrastando con.los otros fueguinos, los ona no tie...
nen embarcación alguna, ni siguiera saben nadar. Al atard~cer, las
mujeres arman la tienda, un sencillo' paravientos amarrado a unos pa.- ,
\

los que se clavan en el suelo en posición inclinada y formando un


semicírculo abierto.
En contraste con este paupérrimo albergue,. la indumentaria está
mejor desarrollada que entre los costeños, porque consta de un am...
plio capote de blandas y calientes piel·es de guanaco, que se echa
alrededor del -cuerpo con el pelo por fuera y de tal manera, que el
, brazo derecho queda libre; la mano izquierda lo recoge sobre el pecho.
, Debajo de esta prenda, lo~ hombres andan desnudos, mientras que
las mujeres se ponen una ·piel que les llega desde los sobacos hasta la
rodilla y que se sujeta ·con una ~orrea. Los hombres llevan mocasi...
nes de piel de guanaco con relleno' de paja, y, cuando hay mucha
1

nieve, también polainas de piel. La indumentaria masculina se com..-


pleta con una bolsa a e piel de zorro que cuelga sobre la cadera, para
guardar los utensilios de sacar lumbre' y para el trabajo; así como
una venda de piel en la cabeza con un triangulo en la frente. Se pin..
tan el cuerpo en la creencia de que esto inmuniza contra la intemperie
o enfermt:dad~s. El tatuaje se aplica en el antebrazo; alrededor de la
muñeca
,, se · llevan cintas de tendones -de guanaco, esmeradamente
trenzadas, así como, en el cuell~, sartas de diminutos tubitos de hueso
de pájaro. .
Para construir el arco, se emplean un cuchillo y raspador termi..
nal (hoy . día se hace de cinchó de hierro)' y ·para alisar las astas de
las flechas, una piedra provista con estrías. Las pieles se trabajan con
un instrumento que consiste en un mango de madera con una hoja
puesta de través, de piedra o de vidrio; esta última se confecciona

. '

...
/
, .

156 SUDAMERICA
\

todavíh al estilo paleolítico, haciendo saltar lascas de mayor º· menor


tamaño.·La cestería de 'los ona procede de los yaghan. Se usan baldes
de cuero para recipientes de agua; por falta de vasijas para cocinar, la
carne se asa en un palo. .asador, y las semillas se tuestan sobre una
piedra caliente. Comúnmente la grasa se come cruda.
. Al igual que los fuegui~os navegantes, los ona no conocen la
organización tribal -ni la institución de jefes. Antiguamente, la isla
grande .de la Tierra de Fuego estaba dividida en 39 cazaderos, perfec...
\

tamente deslindados, que pertenecían a igual n{imero de hordas, es


decir, a macrofamilias o grupos locales consanguíneos patrilineal~s,
dentro de las cuales, _el más anciano resuelve los asuntos de la comu...
nidad. Sólo en el caso de luchas~contra otras hordas, un hombre espe...
· cialmente ·capacitado para ello, toma el mando. Violaciones de lími..
'
,- tes o asesinat©s son los motivos . más ·comunes para estas guerras
sangrientas (antiguamente muy frecuentes), en ,.. las que se combate
• con arcos y flechas y durante las cuales, el guerrero desnudo se echa
el abrigo doblado sobre el brazo izquierdo para protegerse, mientras
que agarra la aljaba con los dientes. No se acostumbra hacer botín
ni prisioneros, porque el objeto es el más despiadado exterminio del
adversario. En casos de menor importancia, la controversia se resuel..-
. '
ve por medio de duelos de forcejéo .o a flechazos .
La muy marcada aversión de los ona al matrimonio entre pa..-
. . . ..
nentes, tiene por consecuencia que s1e~pr~ vayan a otros grupos
"

' ..
locales a conseguir mujeres; en último caso; por medio del rapto. Dan
más .importancia que los otros fueguinos a · la castidad prenupcial y
fidelidad conyugal, pero parece que entre ellos la poligamia ha sido
más frecuente, especialmente en la forma de matrimonio <7ºn dos
hermanas. Durante la petición de mano, el pretendiente ofrece un
pequeño arco a la escogida; para la ceremonia de compromiso y de la
del casamiento,_se pinta la cara de un modo especial. A los, niños,
se les profesa el más tiern? cariño. Al alcanzar los muchachos la edad
aproximada de dieciséis años, se les introduce en el "klóketen", una
sociedad secreta de hombres, la cual, según la leyenda de su origen,
• 1

fué fundada, en tiempos inmemoriales, por el hombre--sol, para que--


RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORl::S 157
brantar la tiranía de las mujeres, capitaneadas por la mujer..luna; de
modo que denota un franco antagonismo en contra de la parte feme...
nina de la población, que debe mantenerse en un estado de subor...
dinación. Con tal fin, s'e trata de asustar a las mujeres mediante·
'
"espíritus", cuyo papel es desempeñado por hombres pintados y con
máscaras cónicas de corteza o, excepcionalmente, de cuero, y cuyo
\

secreto se guarda con extrema curiosidad ante las mujeres. Durante·


las asambleas del klóketen, una choza cónica de postes, exteriormen...
te cubierta de pedazos de tepe, sirve de lugar de reunión y .dormitorio
de los hombres.
Gusinde llama la atención sobre el hecho de que el klóketen,
con su tendencia antifemenina, causa la impresión de algo extraño
en la sociedad de los ona y que, por tal motivo, tiene probablemente
su origen en una combinación de la iniciación de jóvenes de los pue..
blos cazadores con las sociedades secretas y las mascaradas de los d~
los pueblos cultivadores, los que, según esto, deberían haber ejercido,
ya en épocas muy remotas, su influencia sobre los pueblos primitivos
del extremo sur del continente. Los "espíritus" del klóketen quedan
enteramente fuera del resto de l~ religión de los ona, lo cual es otro
indicio de su origen extranjero. La religión de los ona también reco...
noce un ser supremo, llamado T emaukel, que es muy parecido al
~atinauewa, aunque entre ellos está acompañado de un héroe civi...
lizador, llamado Kenós y pensado como de figura humana, que, en
tiempos inmemoriales, formó el cielo y la tierra, trayendo la ley
moral a los antepasados de los on,51. Los demonios de la naturaleza,
gnomos lascivos de la selva ~n. forma de duendes, acechan de prefe..
rencia a las mujeres, volviéndolas estériles. No se rin<;le culto a Te.
maukel, ni tiene relación alguna con el brujo que desempeña entre
los ona un papei muy importante y que es muy temido. Aun las
;

almas de los. brujos muertos no van a reunirse, como las de los mol"...,
tales comunes, a Temaukel, sino que se meten en el cuerpo de otra
gente, la que por este hecho, se convierte a su vez en brujo, después
de que otro miembro de más edad del gremio ha preparado su ~uerpo
1

por medio de un acto mágico; porque los ona creen que los brujos no


..-
1 \

, ,
158 SUDAMERICA
.
tienen ni sangre ni órganos interiores. Se entierra a los muertos en la
selva, con el cuerpo extendido y envueltos en abrigos de piel. Des-
pués de borrar toda huella de la tumba, se quema toda la propiedad
del difunto. Los deudos se tiznan la cara, se producen heridas en el
cuerpo y se hacen una tonsura en la coronilla.
Cuando los primeros navegantes españoles e ingleses visitaron
las costas de Patagonia, los tehuelche casi no se diferenciaban apenas
de los ona. En aquella época, sus armas eran todavía arcos y flechas,
sus albergues eran simples paravientos de piel y se ponían mocasines
del mismo material. De las pisadas anchas de este calzado se deriva
el no1nbre español patagón, "pata ancha". La gran transformación
cultural no dió principio sino hasta que se introdujeron caballos
españoles, que los indios de la región del Plata comenzaron a usar ya
en el siglo XVI, ·mientras que los de. Patagonia no lo hicieron hasta
los años entre 1670 y 1740. Lo primero que sufrió modificaciones,
fueron todos los métodos de caza. Los antiguos patagones acostum...
braban atraerse el guanaco mediante unas corzas cogidas vivas, y
sorprender al huidiz0-avestruz sudamericano (ñandú, rhea america-
na) con el disfraz del ave misma. Las batidas en masa, en las que se
arreaba a grandes manadas de estos animales a través de desfiladeros
i

hacia profundos precipicios o corrales de roca, o en las que se les


-. 1 '

encerraba en un círculo de fuego, incendiando la pampa, no llegaron


a su pleno desarrollo hasta que los indios aprendieron a montar a
caballo y hasta que sustituyeron el arco por las "boleadoras", arma
originaria de los países andinos, y que consiste en dos o tres bolas de
piedras arrojadizas, atadas a unas correas. También las boleadoras
eran conocidas en el norte, mucho antes que en el sur, entre los
huarpe, querandí y chéchehet.
Las tribus mencionadas son las únicas que no solamente practi...
can la caza, sino también la pesca. Los querandí pescan principal.. ·
mente para conseguir aceite y porque el pescado, triturado y mezcla...
do con grasaf da un pemmican nutritivo, análogo a la carne del
guanaco en el sur. Las tribus pampeanas y los patagones extraen
.~arina de raíces, semillas ( quinoa y algarrobo) y almend~as de la

'
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 159

araucaria. Grasa e intestinos se comen crudos, la carne se prepara a


medio cocer sobre cenizas calientes o en hornos subterráneos, después
l

de haber sacado lumbre con el taladro (en vez de hacerlo con dos
piedras, como en la Tierra del Fuego). Para los pehuenche, la carne
de yegua es un manjar especialmente exquisito. Las bebida~ que pre.-
paran, son una cerveza de maíz (chicha) y un vino de manzana;
para fumar, usan pipas cortas, con cabeza de piedra o madera. ·A ntes
de la inmigración de los araucanos, las bebidas embriagantes y el
tabacÓ eran desconocidos en las estepas meridionales. ,,
Antes de que los indios obtuvieran caballos, las mujeres y los
perros tenían que llevar a cuestas el producto de la caza, las cubiertas
de tienda y el ajuar. Los ríos se atravesaban a nado, porque no se
conocían más embarcaciones que la pelota, balsa primitiva de cuero
crudo, semejante al "bullboat", pero ~al vez no introducida hasta la
l

época española. .
Los patagones y las tribus pampeanas usan el ' mismo "porta..
niños" en forma de escalerilla, como los ona; también su tienda
("toldo") es solamente una forma evolucionada del paravientos pri..
mitivo de los ona; consta· de tres filas paralelas de postes, cuya altura
va disminuyendo de delante hacia atrás, de modo que la cubierta de
pieles d~ guanaco o caballo, unidas por medio de costuras, que se
extiende sobre ellos, forma un techo inclinado. Todo el lado de fren ..
te queda abierto. En la parte posterior, se hacen compartimientos por
medio de cortinas colgadas transversalmente. Entre las tribus pam.-
peanas y Jos araucanos se presenta además otro tipo de tienda, que
recuerda las chozas cónicas ceremoniales de los ona. En la región del
río Gallegas (Patagonia
.. meridional), se aprovechaban también anti--
tiguamente cuevas como habitaciones y para entierros.
Tenemos que imaginarnos que el ajuar de las tribus pampeanas
y de los patagones era originalmente no menos modesto que lo es
todavía hoy día el de los ona; se limitaba a costales y morrales de
piel, cubos .de cuero, valvas de concha y burdos morteros de piedra
aparte de vasijas de barro primitivas. Las araucanos introdujeron

-
,
160 SUDAMERICA

escudillas y cucharas de madera; solamente los huarpe hacían cestos


impermeables.
Para preparar las pieles, se usa un raspador, cuya hoja está
- provista de una agarradera en forma de estribo. Los patagones, en
contraste con los ona, llevan el amplio capote de pieles, la principal
pieza de su indumentaria, con el pelo por dentro; la otra cara se
cubre de pinturas multicolores, cuyos dibujos tienen su origen en los
ornamentos de los tejidos de los araucanos. Para montar a caballo,
el capote es amarrado con un cinturón, de modo que la parte superior
puede ser bajada. Sin capote, los patagones y tribus pampeanas no
andan nunca desnudos, sino que se ponen un delantal triangular
(los hombres) o unas enaguas (las mujeres) de piel, y desde que se
introdujo el caballo, ."botas de -potro", es decir, botas hechas de la .
piel cruda de pierna de caballo. De lana es solamente la ·venda alre.-
dedor de la cabeza, en la que los patagones antiguos metían sus
r

flechas, por carecer de aljabas. Entre los· arauc'\,nos, también las otras
prendas de vestir son tejidas y ostentan el estilo del traje peruano.
Acle.más, las joyas de plata, el peinado de las mujeres (dos trenzas
que cuelgan sobre la espalda) y el aplanamiento de la cabeza, son de
origen araucano; en cambio, son pre...araucanos los adornos de hueso
o concha, el peinado de los hombres en forma de corona, las pinturas
faciales y el tatuaje, así como la escobeta que por todas partes sirve
para el cuidado del pelo.
También los patagon.es y las tribus pampeanas andan vagando
en pequeñ'}s hordas que se componen de grupos de familias y que
consideran de su propiedad determinados cazaderos (o jurisdiccio. .
· nes), que, naturalmente, son desde luego más extensos en la pampa
que en la Tierra del Fuego o en los bosques canadienses y que llegan
a ensancharse todavía más, cuando los indios logran moverse con
más ligereza, gracias a los caballos. Como entre los algonquinos cana--
dienses, existe un distrito (la isla Cholehechel, formada por dos'
brazos del río Negro) donde to,dos los grup<?s de familias se reúnen
una vez al año; es la única manifestación visible de la solidaridad
tribal.

,.
f
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 161
. ) .
En cada horda, un hombre de prestigio fija la dirección de la
marcha del día, dirige las grandes cacerías y resuelve conflict08,;
pero por otra parte, su autoridad es muy r};
mitada. Las jefaturas hereditarias o podero..
sos cacicazgos, que tienen a sus órdenes miles
de indios, no aparecen sino hasta la época de
.. las luchas de los indios pampeanos con los
españoles, bajo la dirección de los araucanos.
En aquel entonces, y debido a la influencia de
los españoles, llegaron a perfeccionar5e taro...
bién las armas de los indios, que anteriormen ..
te luchaban con arcos y flechas, como los que-
randí, cuyas flechas incendiarias redujeron a
cenizas la apen~s fundada ciudad de Buenos
Aires.
A partir de entonces, las largas lanzas con
asta de madera o caña y puntas de hierro;
la "bola perdida." , que es una piedra almen..
drada arrojadiza, atada a una ·c orrea y que,
en contraste con la "boleadora de caza'', mata
y no sólo inmoviliza; los puñales y espadas
de acero; los coletos y yelmos de cuero, for. .
- . man parte del equipo de los guerreros de la
pampa, que se comunican entre sí por medio
de señales de humo, siendo el objeto princi...
pal de sus asaltos el robar caballos, reses, mu...
jeres y niños. Las disputas e~ el seno de las
hordas, se arreglan a menudo mediante fu . .
~ ,. chas a puñetazos.
En las familias, los hombres mandan en •
1_3. Lanza de carrizo de forma ilimitada pues para ellos sólo la caza
los ar a u ca nos, y bolas ' ' '
de los tehuelches. La lan... Y la guerra son ocupaciones dignas de su aten...
za tiene un largo total de ción, dejando a las mujeres toda clase de tra..
2. 70 metros. (Museo de b · d · ·1 · 1 d
Etnología de Berlín.) a3os pesa os, 1nc us1ve e armar y esarmar
,
J.:62 SUDAMERICA

las tiendas. Entre los araucanos de la Argentina, el principio matri.-


lineal que existía origin.almente, no llegó a suprimirse sino hasta el
afio de 1883, cuando lo abolió el gran cacique Calvucurá. Estos arau...
' , ,. ' , .
c~nos . ten1an grupos totemzcos exogamos que se conoc1an por ciertos

distintivos y parece que fueron ellos los que los introdujeron entre
los patagones septentrionales, si hemos de atenernos a lo que nos
' .
indican los datos de Viedma y Falkner (a fines del siglo XVIII) sobre
"espíritus .tutelares" que cada familia .poseía, y sobre animales a los
que -ésta se sentía vinculada. .
· . -En concordancia con la humilde posición de la mujer, en toda
el área de las pampas predomina la poligamia y es costumbre la com..
pra de novia por medio de regalos al padre y parientes más cercanos
de la pretendida; entre los araucanos ocurre también el rapto de la
novia, real o fingido. Los tehuelche meridionales tienen el "klóke.-
ten", para el que, sin embargo, no se valen de máscaras, sino de un
disfraz de plumas de ñandú; entre las otras tribus vemos la iniciación
de jóvenes, característica de los cazadores, pero solamente en la for.-
ma de la ·de las muchachas. Tan pronto como una niña tiene su
prim~ra menstruación, se levantan dos tiendas, una pequeña en la
que ella se sienta, fuertemeiite envuelta en mantas y a cierta distan..
· c_ia, otra para un joven que dirige la .ceremonia, castigando severa..
mente cualquiera conducta incorrecta de los participantes. El acto
principal consiste en una danza alrededor de la lumbre, durant~ la
.cual, los hombres de la horda, pintados de blanco y adornados con
plumas de. ñandú, llevan cinturones de sonajas, para ahuyentar a los
rnalos espíritus que tratan de estorbar la ceremonia.
Por fragmentarios y contradictorios que sean los relatos más
antiguos,, se desprende de ellos, sin embargo, que los patagones y
tribus pampeanas profesaban conceptos religjosos p~recidos a los. de
los ona. Ca5i todos los viajeros, empezando por Pigafetta y Fletcher
(del siglo XVI), atestiguan la creencia en un ser supremo que vive en
el ·cielo y que se muestra indiferente hacia los seres humanos. Se
llama Sesom entre los patagones, Soychu entre los indios pampeanos,
no tiene nada que ver con los fenómenos de la .naturaleza y se le

¡
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES . 163
considera señor de los difuntos, de igual manera que la deidad
correspondiente de los ona. Frente~ él, se halla un solo Héroe civili.-
zador a ia manera de Kenós o una multitud de espíritus de la natu. .
raleza, más o menos .hostiles . al hombre, que se denominan galichu,
entre los puelche, y guekubu entre los araücanos. Se cree que viven en
cuevas, de las que salieron también, en tiempos inmemoriales, los .
.... animales y los hombres; idea que se repite en la mitoiogía peruana.
Las almas de los hombres difuntos vuelven a nacer.
En las costumbres para el sepultamiento se distinguen clara...
mente dos capas: una anti~a y otra más reciente. Los patagones pre
y ptotohistóricos sentaban el cadáver en cuclillas en la cima de una
colina y. lo cubrían de piedras hasta formar un montículo redondo
1
u ovalado (chenqué), a cuyo lado, algunas. veces levantaban peque...
'
ños menhires. Sólo bajo la i.nfluenci~ · de los araucanos, ha llegado a
hacerse costumbre el enterramiento; desde entonces, se entierra a los
muertos en la arena de los médanos de la costa o en grietas de la
~erra, colgando jttnto a 'la fosa las pieles rellenadas de los caballos
sacrificados· durante las ceremonias fúnebres. Todos los otros bienes
del difunto se queman, en vez de enterrarlos .con el muerto para el
más allá, como se hacÍfl antes.. ·
Los ~hechehet ~· p~elche entierran primero el c,a dáver, y después

de algún tiempo mandan a una anciana a expumarlo_,1para limpiar el
esqueleto y pintarlo de rojo, después de lo cual, se le da sepelio en una
choza sepu~cral. Es probable que támbién este entierro secundario se
. haya originado bajo influencias .araucanas.
En cáso de enfermedades, se hace una incisión en el l,ugar del
dolor, para dar saliHa a la sangre, ,causa de la dolencia. Por lo demás,
I el tratamiento de los enfermos es netamente mágico y está a cargo de
brujos (frecuentemente· mujeres) a los que se mata si no tienen éxito
en sus curacrones. Durante Sl;JS actuacjones, hacen uso de una sonaja
f
de cuero, el único instrumento musical originario ' de esta región. En
cambio, los tambores de olla, llenos de agua, y. los ·arcos musicales
derivan de los araucanos, igual que -el iJJ.ego de pelota y los dados
(de nudillos).

\
;
164 SUDAMERICA

3. El grupo del Chaco


En el Gran Chaco, d~ bosques claros y monte bajo que se ex..-
tiende desde los Andes hasta el Paraguay y a ambos lados de los
ríos Salado, Bermejo y Pilcomayo, encontramos condiciones etnográ..
ficas parecidas a las de las praderas norteamericanas. También la
población del Gran Chaco ha inmigrado de todos lados: de las pam..
pas en el sur, de los bosques tropicales en el norte y este, y probable. .
mente también de los países andinos en el oeste. Entre los pueblos del
f
Gran Chaco, los que ocupaban en tiempos antiguos el área ·más ex..
tensa fueron los guaikurú. Tendríamos que considerar a éstos como
I un elemento étnico meridionat, si, según la suposición de A. Serrano
y R. Schuller, estuvieron emparentados con los chana del delta del
Paraná, extinguidos hace mucho tiempo y quienes, a su vez, forma.-
han una gran familia lingüística con los timbé de Santa Fe, mbeguá
de Entre Ríos, y numerosas tribus charrúa en el oeste y este del río
Uruguay. Los abipón y mokoví, las tribus más meridionales de los
guaikurú, tenían todavía muchos rasgos del carácter de los pueblos
pampeanos, con los que también competían ventajosamente como
audaces ladrones, que atemorizaron con sus repentinos asaltos, du..
rante más de un siglo, Asunción y Santiago del Estero, Santa Fe y
Córdoba, hasta que se les puso, en el año de 174 7, bajo la tutela de
los jesuítas, siendo entonces absorbidos por la población mestiza.
También los payaguá, antiguamente muy temidos como piratas flu ..
viales en todo el río Paraguay, están hoy casi extinguidos. De los
veci~os surorientales de los guaikurú, los charrúa se sostu'vieron toda..
vía hasta la sangrienta guerra de 1830.-32, en la que fueron extermi..
nados por los colonos. Hoy día, los guaikurú no comienzan sino hasta
el Pilcomayo, con los tobá y pilagá. Un grupo septentrional de la
familia, los mbayá, se estableció en la margen izquierda del Para--
• guay, entre los 18 y 24 grados de latitud meridional, donde aún vive
una de sus tribus (los kadiueo). Las tribus de los lule y matako,
maskoi y samuko forman otras familias lingüísticas menores del Gran
Chaco. Las dos primeras
, se extendían a lo largo de las vertientes de
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 165

los Andes, desde Santiago del Estero ha~ta el Pilcomayo, mientras


que las dos últimas habitan desde el P araguay superior hacia el nor... I

oeste hasta muy dentro de las regiones inexploradas del Gran Chaco
Septentrional. Sobre algunas de estas tribus, lo,.s choroti (matako),
lengua (maskoi) y chamakoko (samuko), la reciente literatura etno-
gráfica nos ha proporcionado algunos informes. . /
\
Con los mencionados pueblos más antiguos del Chaco vinieron
a reunirse tribus de la región del Amazonas, miembros de las gran...
des familias lingüística s tupf y arawak. Los gua raní, la ra~a más
meridional de los tupí, aparecieron ya en tiempos pre.-históricos en
el Paraná medio inferior. Sobre sus márgenes y las islas de su delta,
nos dejaron numerosos túmulos, en los que se encuentran, como
"fósiles dominantes" de la cultura tupí, grandes urnas funerarias,
frecuentemente con ornamentos de impresiones digitales, bezotes de
piedra y hachas de piedra pulida. Fué en 1525 cuando otra tribu
gua~aní, los chiriguano, avanzó desde el Paraguay superior hasta el
pie de los Andes,· donde se establecieron entre el alto Pilcomayo y
Santa Cruz de la Sierra. En esta misma región vivía, antes que ellos,
una tribu arawak, los chané, que desempeñaban en tiempos anti...
guos un importante papel como intermediarios para la difusión de
1 elementos culturales peruanos entre los pueblos del Gran Chaco, y
- que cayeron en dependencia polític;a y lingüística de los chiriguano.
Igual suerte corrieron los guaná y tereno del alto Paraguay, que son
también tribus arawak, y llegaron a convertirse en una especie de
vasallos de los kadiueo. ·
Debido a,la mezcla de tantos pueblos heterogéneos en un terri.- .
torio relativamente reducido, la cultura del Chaco ofrece un cuadro.
muy abigarrado, semejante a la cultura de las Praderas norteameri...
canas. Haciendo, por lo pronto, caso omiso de los chiriguano y cha.-
né, cuyo modo de vivir casi no se diferencia todavía del de los pueblos
amazónicos, nos encontramos en el Gran Chaco y la región del Para...
ná inferior (entre los chana y sus parientes), al lado de unos cuantos ·
elementos confinados únicamente en dicha región, numerosos otros
que son originarios de las culturas de las pampas, los Andes, el Ama...
166 '
SUDAMERICA

zonas y el Brasil oriental. A estos rasgos se agregan todavía otros que


llegaron a formarse bajo la influenciá de los blancos o que fueron
introducidos directamente por ellos, como. principalmente la vida
ecuestre de los antiguos charrúa, abipón y mbayá y de los modernos
tobá, len~ y kadiueo, así como la cría de ganado de la mayoría de
las tribus del Chaco. También los largos años del dominio d~ los
jesuítas en Paraguay dejaron múltiples huellas en artes e industrias.
Debido a sus grandes extensiones de terrenos pantanosos y fre..
cuentes inqndaciones, el Gran Chaco no ofrece ventajas para ~l
cultivo; por consiguiente sus habitantes siguen siendo, en lo esencial,
cazadores y pescadores, a los que numerosos árboles o arbustos sumi..
nistran alimentos vegetales y materias pr-imas para sus industrias,
sin necesidad de fatigosos cultivos. Se come la médula de la palea de
caranday ( copemicia), las frutas de la liana tusca (acacia) y el
arbusto chañar (gourliea); se prepara una bebida embriagante, con
las frutas del algarrobo (prosopis); y de la fibra de la hoja del cara..
guatá, una meliácea, se hacen cuerdas para trabajos de malla, que en
. esta región suplen la cestería. En los lugares donde se practica un
poco el cultivo, se siembra maíz y frijol, mandioca y tabaco, es decir,
plantas que han sido importadas del oeste o del norte; se trabaja la
tierra con palas en forma de canalete de canoa, que tienen su origen
en dechados peruanos antiguos. Para recoger moluscos o frutas em..
plean utensilios en forma de bastón o maza. La miel se colecta asi..
duamente en toda- la región y proporciona a los kadiueo y charrúa
una especie de aguamiel fermentada.
El arma _principal de los cazadores es el arco, bastante mal tra. .
bajado en comparación con el amazónico o del este del Brasil, y tiene
mucho en común con el' arco meridional (por ejemplo, la cuerda de
'
cuero), mientras que las flechas muestran ya el tipo septentrional,
compuesto de varias piezas. Sin embargo, ·los timbú tienen flechas
con tres plumas, y los charrúa y abipón, aljabas ~e piel como los pue. .
blos meridionales. Arcos de bala no fueron introducidos entre las
tribus del Chaco, sino hasta tiempos postc;:olombinos, según Nord..
enskiold {son probablemente originarios del Asia meridional). Hon..
r

RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES

das y boleadoras, armas típicas del área cultural del


oeste, ya no son en el Chac<? más que juguetes infan.-
tiles; sin embargo, los chaná saben manejar las bon.-
das con destreza también durante la caza. Las-tribus
guaikurú más antiguas (abipón y mbayá), emplean
cercas convergentes y círculos de fuego para la caza
del ciervo, es decir, métodos de los cazádores de la
pampa; y los lengua modernos acechan al ñ~ndú,
disfrazándose de arbustos ambulantes por medio de
ramas. El perro es el único animal doméstico ya 00,,
nocido antes del contacto con los· europeos.
En el Chaco y en la región del Paraná, la pesCá .
es de una importancia por lo menos tan grande como
la caza. Los métodos septentrionales son desconoci-
dos casi en su totalidad. Por t~das partes se . usail
redes, tanto redes sumergibles (buitrones) como re;:
des.-barrera con las que los indios forman una ca...
dena a· través del río. Cuando hay poca· agua, se re..
presa también el río por medio ·de cercas, en cuyas·
angostas salidas se han levantado andamios para lo~
pescadores. Mientras éstos tienen que estar de pie en
el ~gua llevan medias hechas · de ·cordeles· de . cara.;
l . guatá, para protegerse contra la mordedura del pez
palometa (piranha) •. La .mayoría de las tribus .del
Chaco no tienen (también en este punto son seme..
jantes a las tribus de las pampas) embarcaciones,
con excepción de la "pelota". Siri embargo, en lá
región del Paraguay y Uruguay se difundieron hacia
el sur ·hasta los payaguá, chaná y charrúa, canoa$
14. Arco para ti.. de· una pieza, que tenían, según Ulrich Schmidel
rar bolas de ba.. ( 1550), cabida para dieciséis personas. ·rara el tran~'
rro, de los guató.
1.22 metros de porte de cargas o niños, emplean cintas o redes.
largo. (Según M. Los alimentos vegetales o ani~ales , se prepara~
Schmidt.) en hornos subterráneos, con el palo asador, o se cue•

l68 SUDAMÉ,i. ~~
'\
- ~- . .
cen en ollas, después de haper obterü o\:l lui;nbre con el taladro. Los
morteros de madera para hacer harina, escúdill~ de maq¡e ra,_ reci...
pientes de calabaza con tapadera y vasijas de barro fueron descono-
ci'dos en el Chaco hasta que se importaron, en parte desde ,el norte,
en parte desde el ·o este. Ciertos rasgos elementales ·de las ollas revelan
la influencia de la cerámica andina; sin emba~go, entre los chaná se
conocía una cerámica que se deriva probablemente de los guaraní y
_que coru~a ~demás de vasijas domésticas, de otras figurativas con
, paredes gruesas y aguj'ereadas ( lbraseros?). También en la cerámica ·
de los-kadiueo, mtiy rica en f orll}as, hay vasos...efigie, al lado de jarros .
y escudillas, cuyos arabescos y dibujos· florales de color negro y rojo
son de·origen europeo. En la misma tribu, la pipa de madera tier:ie
una cabeza entallada en forma ae ser humano que está.e.n pie verti.-
calmente sobre el cañón, mientras que todas las otras pipa~ del Chaco·
denen una formá recta y cilíndri~a. Los brujos de ·1os payaguá usan
grandes y burdas pipas de es~ clase con grabados figurativos, que
.. .. '.
representan motivos cristiano~. .
COmo utensilios· para la · preparación ge los alimentos ,y para
trabajos técnicos, .s e emplean.en el Chaco, donde escasean.las _piedras,
quijadas de palometa,_.valvas de concha y puntas de hueso;. además
.hay -un ,c aso único-- cuchillos, raspadores y punzones de madera
muy dura. Los ch~a:koko adquieren de -los indios del Madera supe...
rlor, hojas de hachas de piedra, que ellos mismos se encargan de
el
engastar en cabo.del largo mango de clavas de ca.v ar. .
. E~ la construcción de la casa se nota claramente el parentesco
cultural de los pueblos del ·Chaco con las tribus de la ·p unta· m~ridio­
nal del Continente. Existen los dos mismos tipos de casa que en la
Tierra del Fuego; la cho~ cupuliforme de ramas encorvadas y el
paravientos de postes rectos, la primera entre los matako y el s.e gun...
y
do entre los guaikurú, rnaskoi samuku. La choza cupuliforme y
cubierta- de hierbas de los matako, tiene alg1:1nas veces una entrada
-pasill9- como las ·casas redondas de tierra o nieve en la región
irtica o subártica norteamericana. La tienda de los charrúa tiene,.
según relato de Azara· (1800), la forma -de choza cupuliforme alar.-

.'

;
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 169

gada, con techo semicilíndrico. Se la cubre con pieles, aunque con


más frecuencia tiene un revestimiento de esteras de junco, lo que
siempre es el caso e~ el toldo. Aun en las casas de construcci6n sólida
de los kadiueo, la base es evidentemente la forma inclinada del
"toldo", o sea del paravientos provisto de dos puntales.
También la indumentaria original de los Pll¡eblos del Chaco y
del Paraná revela su origen meridional, principalmente el capote y las
faldas de pieles de ciervo o nutria·, cosidas, que las mujeres han cohti.-
nuado usando a pesar del clima cálido. El capote de pieles se lleva,
exactamente como entre los patagones, con el pelo por dentro, cu.-
briendo la otra cara co.n pinturas; también aquí, los dibujos son de
origen más reciente que la prenda misma, porque semejan a los de la
cerámica que se halla en excavaciones de la región del Paraná. En
tiempos más antiguos, el capote de pieles formaba también parte del
traje masculino; hoy día, éste consta de una manta de lana, que se
f sujeta con un cinturón y que, por lo regular, no cubre la mitad supe..
! rior del cuerpo. Cuando se quitan la manta, los hombres andan des.-
nudos o con un cinturón de cuero con flecos; a veces se ponen tam..
bién mocasines y ·p olainas de cuero, para protegerse de las espinas
(pilagá). Otras prendas de vestir --camisas sin mang~s y sandalias
de cuero- son originarias de ~os países andinos, mientras que el
arte de tejer de las tribus del Chaco, como -lo comprueban las dife..
;

rentes formas de los telares, ha sido introducido no solamente de allá,


sino del norte. El arte de tejer no ha podido, sin embargo, eliminar
parte de los trabajos de malla con cordones de caranguatá, por medio
del cual se hacen, aparte de las redes de cargar ya mencionadas,
medias y camisas, morrales cuadrados y redecillas. Frecuentemente
las redecillas y vendas frontales tejidas se adornan con diminutos
discos de concha (pailleteado); también esta forma de adorno es un
e1emento de la cultura andina. Para el aseo del pelo sirven' peines de
madera de una sol<;l pieza, cepillos de pelo de oso hormiguero o raí.-
ces; en tiempos más remotos, los guaikurú se cortában a rape todo el
pelo de la parte anterior de la cabeza. Los adornos de pluma se limi,-
tan a haces de plumas de ñandú o garza que se sujetan en el cabello;

f
,
170 SUDAMERICA

solamente entre los chamakoko se han desarrollado formas más ricas


de tales adornos. Además, se suelen llevar collares de diferentes cla..
ses, principalmente sartas de plan~huelitas blancas y cuadradas de
concha, así como vendas de piel en brazos y piernas y, finalmente,
sortijas de piel de lagartijas. Entre los chorotí y pilagá, solamente los
hombres llevan enqrmes bodoques ª':lriculares de madera. Schmidel
rel~ta que tanto los hombres como las mujeres de Timbú llevaban
.adornos estrellados de piedra en ambas aletas de la nariz. -Tanto en el
Chaco como entre las tribus del Paraná, se. les practica a las mujeres
en la época de su pubertad, un tatuaje en la cara por medio de espi..
nas de cácteas; antes de emprender una guerra, los guerreros de los
tobá se pintan la cara de negro y el cuerpo·de rojo. Para la pintura
del cuerpo hay también sellos de madera, cuyos dibujos repiten, entre
los kadiueo, los ~rabescos de las vasijas de barro.\
No hay en el Chaco, como tampoco en las Pampas, tribus orga..
nizadas, sino solamente agrupaciones mayores que se componen de
comunidades aldeanas consanguíneas y que consideran como de su
propiedad, ciertos cazaderos y pesquerías, cuyos límites son los acci..
dentes naturales del terreno (las 'más de las veces, el curso de los
ríos)~ si bien entre ·los tobá¡ se señalaban antiguamente también con
postes. No hay nada de organización gentilicia, ni de totemismo. Ni
los "jefes de aldea" (j~fes de familia), ni los· de las agrupaciones
mayores, que representan el conjunto de la tribu hacia afuera, poseen
autoridad alguna que exceda de la de su cargo; solamente entre las
tribus guerreras de los guaikurú, los jefes gozan de mayor prestigio.
Su cargo pasa por herencia al hijo mayor ·y de los descendientes de
tales jefes ha llegado a ·formarse una nobleza con ciertas prerrogati~
vas; entre los tobá, por ejemplo, és~os pueden tener varias mujeres, ,
reclaman la mayor parte del botín de guerra, tienen peinados espe~
ciales, etc. En caso de guerra, sin embargo, se eligen todavía, aparte
_ de estos jefes, otros capitanes especiales, pero es el consejo de los
ancianos quien vigila la conducta de los jefes, destituye a los ineptos,
resuelve 'Sobre la guerra y la paz y arregla conflictos, el que desem;-

I
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 171

peña también aquí el papel decis~vo. Lo mismo puede decirse de los


charrúa.
Las tribus del Chaco y entre ellas en primer lugar los guaikurú,
a
pertenecen los pueblos más aguerridos de Sudamérica. Violación ·
. de límites, venganza entre familias, robo de reses o mujeres son las
causas de las interminables guerras. Además de arco y flecha, el arma \

principal es, hasta los tiempos actuales, una pesada maza corta, de
madera de palosanto, abultada en el extremo en forma semiesférica;
las tribus ecuestres usan lanzas en vez del arco, las cuales probable..
mente han venido introduciéndose bajo la influencia de los europeos,
de igual manera que las armas defensivas (coraza para el vientre y
chaquetas de piel de jaguar). Las tribus matako tienen además puña..
les de hueso y manoplas ·de cuero que, sin embargo, se usan no tanto
en la guerra, como en los duelos a que suelen retarse mujeres celosas.
Durante los asaltos nocturnos se suele acuchillar a todos los hom...
bres, cortándoles la cabeza y arrancándoseles después el escalpo; en
éstos o en las calaveras, \ estirados sobre un arco, se bebe cerveza
de algarroba y se hace bailar con ellos a las ancianas; meras costum...
bres ·que recuerdan Norteamérica, pero que en el Chaco aún están
en bogá. Las mujeres y niños prisioneros son reducidos a la escla-
vitud, en la que casi siempre reciben buen trato, o se l~s incorpora a
la · tribu. En el primer caso, los mbayá los señalan con marca~ de
propiedad, como a sus reses o utensilios.
Entre la mayorí~ de las tribus del Chaco, los niños pertenecen
a la familia de la madre. El principio matrilineal se expresa más viga... 1 ,,.

rosamente entre los choroti, cuyas mujeres, tal vez por. encontrarse
~ensiblemente en minoría, ocupan una posición muy independiente .
y respetada. Antes del matrimonio, las jóvenes gozan de perfecta
libertad sexual (motivo por el cual son muy frecuentes los abortos
provocados y los infanticidios); son ellas las que eligen a su marido,
por lo regular, durante las fiestas en la temporada de la madurez del
algorrobo, cuando los jóvenes exhiben, en los bailes, sus méritos ante
las muchachas. Después, . el joven esposo tiene que servir por su
mujer, mudándose, por· tal motivo, a la casa de los padres de ella.
,
172 SUDAMERICA

Sólo le es permitida una mujer y ésta -le es fiel por toda la vida. Entre
los tobá, en cambio, las costumbres resultan totalmente lo contra.-
'
río; la poligamia es lo frecuente, los vínculos matrimoniales sOn poco
consistentes. y son los hombres .los que escogen-a su cónyuge. El joven
t ,, ·~

pide a la madre la mano de su hija, entrega regalos a su familia y da


una demostración de su lealt~d, cantando ,y tocando el tambor inin...
terrumpidatl)ente frente a la casa de la escogida, lo _c ual a vetes dura
una semana eritera. Entre los chamakoko,_ los -aspirantes al casamien.-
to cur~an una especie de '~escuela m_atrim~nial" con hombres ó muje...
re~ de más edad. En virtud de que la consanguinidad forma un impe...
dimento matrimqnial, se busca cónyuge casi siempre en otra aldea o
hasta en otra tribu. Al nacer un niño, entran en vigor tabús muy
severos· no solamente para la madre, sino también para ~1 padre, que
culminan, en algunas tribus_ y especialmente entre los abipón, en -
la covada (el llamado ''sobreparto masculino"), porque se tiene la
creencia de uná unión particularmenté · estrecha entre el padre y el
'r ecién nacido, del que pueden alejarse ~os atr ques de los malps espí..-
ritus ú~icamente, absteniéndose el padre de todo lo ·que podría resuL-
tar nocivo. En la idea de prevenirse de demonios descansa también
.la celebración de una fiesta, entre la mayoría de las tribus del Chaco,
'

al llegar una mucliacha a la pubertad; dicha fiesta semeja, en sus


rasgos principales, a Ja iniciación de· muchachas entre los pata.gones.
Consiste el festival en danzas de mujeres en corro,. tenien9o en las
manos lai:gos bastones con sonajas de pesuñas de ciervo, mientras_
que la muchacha permanece inmóvil en la en_trada de sti ·choza de
menstruación; al final de la danza, se envuelve a la mucha~há cuida.. ·
dosamente, para que los espíritüs no puedan penetrar en ella por las
aberturas del cuerpo, lo que tendrí~ por consecuencia el nacimiento
,de niños contrahechos. Entre los lengua, algunos muchachos disfra..
zados, que se aproximan serpenteando-a los· danzantes, representar\
a los espíritus, porque se supone que -éstos tienen la figura de ser.:.
pientes.
No hay datos que comprueben que exista en el Chaco la creen;
cia en un ser supremo en la forma como la hemos encontrado entre

r'
'

RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 173

los fueguinos, patagones y tribus pampeanas. Ciertos vestigios se oh..


servan entre los tobá y lengua, aunque aquí los dioses superiores sólo
figuran en la mitología. La práctica religiosa se ocupa exclusivamente
de los demonios inferiores más o menos hostiles al hombre ("mohsek"
entre los choroti, "peyak" entre los tobá), a los que se atribuyen
todos los fenómenos naturales, enfermedades y muertes. Los choroti
y tobá se los figuran como seres alados con aspecto de viejos, y como
niños, respectivamente; se trata, en cuanto a estos seres, de espíritus
deificados de los muertos, pues es costumbre, entre las mismas tribus,
el matar a ancianos y niños, desahuciados, porque de otra manera
se transformarían en "mohsek" o "peyak". Estos mismos son si..
multáneamente demonios de la naturaleza, que viven en plantas
(algorrobos), en animales (jaguares, ñandús, serpientes) y en pie..
dras. Con excepción de la luna, los cuerpos celestes despiertan poco
interés, a pesar de las muchas ideas míticas que se relacionan con ·
ellos, como, por ejemplo, el cuento de la vía láctea como sendero de
los espíritus (entre los lengua), o del matrimonio del hombre.-sol con
la mujer.-luna (entre los tobá). La demás mitología.de las tribus del
Chaco muestra muchos sorprendentes paralelismos con la de Norte.- '
américa, v.g., los chamakoko y matako conocen .el cuento del origen
dél hombre por eJ matrimonio de la madre prístina con un perro. ·
Indispensables para todas las ceremonias mágicas o religiosas
de los indios del Chaco son las sonajas de calabaza y los tambores de
olla, llenas de agua, cuyo sonido contiene y apuyenta a los espíritus,
o también los obliga a hacer algo que resulte ventajoso para el hom..
bre. Por tal motivo, se oyen estos instrumentos de día y de noche en
la temporada de grandes pescas y de la madurez del algorrobo,
pero también se acompaña con sus toques a las principales fases de
la vida humana. De la misma manera, las danzas sirven para fines
mágicos; en Ja fiesta del algarrobo, se las combina con banquetes,
excesos sexuales y, en tiempos remotos, también con brutales peni..
tencias (payagúa).
Entre los numerosos juegos de los indios del Chaco hay uno de
dados con cuatro palitos de madera, que está igualmente relacionad<;>

<
I

,
174 SUDAMERICA
/

con ideas mágicas; los juegos de pelota, para los que los choroti y
' chamakoko hacen uso de pa_las de chueca y raquetas y que mucho
se asemejan.a los juegos de pelota n·orteamericanos, tienen probable..
mente un .significado análogo. . .
a
Los brujos deben su poder a espíritus tutelares los que hacen
bajar del cielo durante sus curaciones, para desalojar con su ayuda
el veneno que algún espíritu maligno ha metido en el cµerpo del
enfermo p9r medio de un encanto; se valen para este objeto ·de los ·
mismos métodos que se emplean en toda América (soplar, frotar,
chupar la parte.enferma del cuerpo). Por consiguiente, un fracaso en
la curacíón no se at ribuye al brujo, sino a su espíritu tutelar que no

ha querido socorrer al enfermo.
La mayoría de las tribus del Chaco, mata a sus enfermos desahu..
ciados, o los entierra vivos, pero también, dejando aparte estos casos,
se le tiene mucho miedo al espíritu del muerto, lo que se manifiesta
en todas ·las costumbres de seJ?.ul~amiento. $e entierra el ~adáver en
posición acurrucada; sobre su tumb.a se amontonan r~mas z~rzosas;
las cosas des~ propiedad, inclusive su choza, son quemadas; entre los
choroti, en caso de repetirse los fallecimientos con frecuencia, se que..
ma incluso toda la aldea. Los deudos se rodean, en la noche del falle-·'
cimiento, con flechas que se clavan en· el suelo, se tiznan la cára y
recorren de rato en rato, agitando tizones, la aldea ·e n todas direccfo..
pes (entre los tobá). Es frecuente también la mutilación luctuosa, las
más veces enla for~a leve del C()rte de pelo, culminando, no obstan..
te; entre los charrúa, donde las parientes del difunto se.cortan falan...
ges de los dedos, 'mientras que los hijos se acribillan los brazos ' con
astillas de madera y se hacen enterrar hasta el pecho por toda una
noche. , .
La misma tribu practica el sepultamiento s~cundario, de igual
manera ·que los kadiueo, que levantan un cobertizo~ sobre los. huesos,
después de limpiarlos y recogerlos .en una estera; colocando, además,
armas y alimentos a su lado.
Contrastando con los pueblos del Chaco hasta ahora tratados,
los chiriguano y chané son mayormente 'cultivadores y siembran en '

• ' 1

I
/

RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 175


1 •

primer lugar maíz, del que hacen su cerveza. Practican la pesca


con arcos, dardos multifurcados, ~nzuelos y mediante el enven~na...
miento' del agua. Antiguamente, vivían en enormes casas plurifami...
liares, parecidas a las malocas brasileñas; hoy día sólo recuerdan su
patria septentrional por las trojes de maíz levantadas sobre postes, así
como en.cuanto al ajuar, por los catres, hamacas y banquitos. Todas
las técnicas está,n m~cho mejor desarrolladas que en el resto del Cha...
co. Encontramos entre los chiriguano, una, excelente cerámica con
dibujos ·)p' intados ( espirale~. dobles, etc.), que trajeron probablemente
consigo los chané y que se perfeccionó después bajo la influencia de
la cultura andina; trabajos finos de cestería, y el arte de tejer con el
típico telar ''arawaco". ·
La indumentaria revela influencias peruanas en las camisas y
bragueros de algodón . de los hombres; en cambio, son elementos de
la cultura del Amazonas y del ,este del Brasil los "tipoys" (vestidos
tejidos sin costura alguna,. en forma de marl_ga) de las muj~res, la
pintura del cuerpo con urukú, el ennegrecimiento dental y los bezotes
pequeños en forma de sombrero (los "tembetá" de los tupí) y de
madera con laminitas de turquesa en la cara delantera (hoy día son
de estaño, con abalorios). ·
En el aspecto social, el gran poder de los jefes tiene proba~le...
mente cierta relación con el hecho de que los chiriguano eran un
pueblo de conquistadores, que con igual éxito luchaba contra los
incas que después contra los blancos. El jefe tiene el mando en la gue..
rra y ejerce la función de juez, de IQodo que la venganza individual
o colectiva ya tiene menos importancia. Otro fuerte contraste .con
las ideas de las demás tribus del Chaco, se nota en la exigencia de
castidad para las jóvenes antes del matrimonio. Cuando un hombre .
quiere casarse, envía el producto de su caza a los padres de la escogi...
da, deposita un haz de leña ante su vivienda, y en caso de ser acep..
tado, presta servicios con ellos durante un año. No es bien visto que
alguien se case fuera de la aldea, y solamente el parentesco demasi.a do
cercano es considerado impedimento matrimonial. Por lo regular,
sólo los jefes tienen varias mujeres. Con motivo del primer perí?do

.,
176 SUDAMÉRICA
'
menstrual, se deja a las jóvenes incomunicadas durante cierto tiempo,
tras un tabique de la casa, pero no tiene lugar ninguna ceremonia
especial. ,
Como entre muchas tribus tupí, se entierra a los muertos, en
posición acurrucada, .dentro de una gran olla de harro y ~ajo el piso
de la casa, la que se deja de habitar solamente por poco tiempo, para
volver a mudarse a ella después. En contraste con casi todas las tribus
del Chaco, los chiriguano profesan la creencia en un mundo espe...
· cial de los muertos en el este, donde los espíritus de los difuntos
(aña) celebran sus fiestas nocturnas, mientras que durante el día,
van a visitar a los vivos bajo la figura del zorro. También aquí la
creencia en dioses ha nacido del concepto de espíritus de los muertos,
porque los qioses se llaman "añas gran.d es". En la vida religiosa, se
destaca en primer lugar la magia de la vegetación, para cuyo efecto
se usan máscaras durante las danzas, que tienen su origen en el área
amazónica, igual que las flautas de pan y las pelotas. de hule o de
hojas de maíz, de los. chané y chiriguano.

4. El grupo d?l Brasil Oriental


Es en el Brasil Oriental, cuyos límites etnográficos hacia el oeste
corren. a lo largo .de los ríos Xingú y Paraguay superior, donde se han
hecho los hallazgos de la raza de Lagoa Santa; actualmente vive en
este territorio un grupo de pueblos que, desde el punto de vista de la
historia cultural, no son menos arcaicos. Se les ha considerado, desde
Martius, en lo esencial, como una unidad lingüística, reuniéndolos en
la familia ge (pronúnciese: djé). Sin embargo, otros investigadores ,
más recientes, especialmente C. Loukota, dudan de esta unidad y
suponen que de las tribus selváticas del sur, sólo pertenecen a los ge,
los ]<.áingang de los estados de Rio Grande do Sul (parte occidental),
Santa Catarina, Paraná y Sao Paulo, así como de las partes colindan..
tes de Argentina y Paraguay. Los káingang son los descendientes de
los antiguos guayaná (goaianazes); se dividen en una serie de dia...
lectos, motivo por el cual, se les denomina con diferentes nombres en

..
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 177
las distintas partes de su vasta área, por ejemplo, ingain a ambos la...
dos del Paraná superior, shokleng (bugre) en Santa Catarina, kamé
en Paraná, etc. Los que habitan en ·el "sertáo", 1 en las partes central
y septentrional del Brasil Oriental, forman el núcleo principal de Jos
ge; el numeroso grupo akué, con los chavante y cherente, qu~ ~e
..
extendía antigua1nente desde el río das Mortes en el oeste del río
Araguaya, hasta el interior de Piauhy; el grupo timbirá, con los cane...
lla ( ramkokamekran) y muchas otras tribus, cuyo nombr~~ termi~a
casi siempre en kran ("hijos"), en el interior del Maranhao, e~ ~l
Pará y Goyaz orientales (a ellos p~rtenecen también los apinayé, al
sur de la confluencia del Tocatin con el Araguaya); y finalmente,
el grupo kayapó que, de su residencia original en el sur de Goyaz
(donde
. una par...te permaneció en las cercanías del Paranahyba), ftié
.
empujado hacia el norte, donde ocupó la ribera occide.µtal del Ar~..
guaya medio, extendiéndose poco a poco sobre todo el sertao d~
ambos lados del Xingú, hasta el Sao Manuel .Paranatinga. .Los suyá,
una tribu parienta cercana de los kayapó, se establecieron e~ el Xin.-
gú mismo, más arriba de la confluencia de sus fuentes.
Hasta hace poco, solía también agregarse a estas tribus ge, bajo
la denominación de grupo oriental, a l~ población de las selvas _de
Bahía, Minas Geraes y de los estados costeños que quedan· ºdelan~e
de ellos; pero Loukota la divide en varias pequeñas familias Hri. .
güísticas il)dependientes con influencias más o menos profundas ·de
parte de las lenguas ge. De entre ellas, los botocudos son los i::i1ás
conocidos,'habiendo ~alido, en el ~iglo XVI, del sertao c;lel interiór,
para invadir las selvas de la Serra do Mar, c;Iesde· donde albo~otarón
~on sus asaltos la costa entre los 14 y 20 grados de latitud meridion~l.
Hoy día, sus restos se encuent~an principalmente en la región qel
río Doce. Sus vecinos septentrionales eran las tribus kamakán ·y ma. .
shakalí, sus meridionales los goyataká ( vvaitaka). Los descendie~tes
de estos últimos se han sostenido, bajo el nombre de coroado y purí,
en las selvas del interior,de la región del Parahyba (NHnas Geraes).
1 Desierto, terreno inculto y sin habitantes; lugar muy apartado de los terrenos culti~
dos y poblados. [Ed.]

. .

1 •
178
-
SUDAMÉRICA

También en los estados costeños septentrionales había tribus


que no pertenecían a los ge. El interior de Pernambuco y Ceará era
' ef área de los karirí, a los que Schuller agrega los tarairyu ( ochu.-
ca)1ana). Los karirí estaban lingüísticamente relacionados con los
caribe, mientras que los tarairyu mostraban ciertas particularidades
et'.Qográficas que señalan hacia el oeste y el norte, de inodo que,
probablemente, también se les puede considerar como inmigrantes
en el Brasil Oriental, de igual manera que a las lingüísticamente
aisladas tribus karayá, en el Araguaya. En cambio, los bororó son un
pueblo de antiguo arraigo en el Brasil Oriental; todavía al principio
dcl siglo XVIII, habitaban extensos territorios en el Matto Grosso Cen.-
tral, entre las fuentes de los ríos Xingú, Araguaya y .Paraguay, y ex.-
rendían sus correrías hasta Cuyábá y Goyaz, per<? hoy día, ya no
forman más que pequeños grupos en la región de los afluentes del
Paraguay superior y del Araguaya. Parientes lingüísticos de los boro.-
ró ( otuke, etc.), viven en los "Llanos de Chiquitos", al norte del
Gran Chaco. ·
Son muchas las concordanci~s en el modo de vivir y en el acervo
cultural que justifican que tratemos a los tarairyú y bo~oró junto con
los ge, botocudos, etc., mientras que resultan muy diferentes los cara.-
yá y las numerosas tribus tupí del :f3rasil Oriental, cuya cultura es,
en lo esencial, un ramal de la amazónica y de la que se tratará en el
capítulo siguiente. Ciertas tribus tupí ( tupinamba, tupiniquín, etc.)
habitaban antiguamente casi toda la costa desde la desembocadura
del Amazonas hasta la frentera sur del actuál estado de Sao Paulo;
otro grupo tupí (los guaraní con los kainguá, los tapé, etc.) poseía
grandes territorios del Brasil Meridional hasta la Lagoa dos Patos, el
extremo noreste de Argentina y toda la República del .Paraguay ac..
tual, en el este del río del mismo nombre; otro tercer grupo ( tembé,
guayayara) poblaba grandes extensiones del interior de Maranhao.
La tierra de origen de los tupí fué. el norte del Amazonas, desde
donde se extendieron, como pudo comprobarlo Métraux, primero,
hasta el río Tupajoz superior, y más tarde, atravesando el Paraguay,
hasta la costa brasileña. El que esta gran migración no haya tenido
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 179

lugar sino en época relativamente reciente, puede comprobarse con la


etnografía de los tupí costeños que conservaron purísimo el tipo cul...
tural septentrional y que no se asimilaron en manera alguna a los
tapuya, "enemigos", como ellos solían llamar a los ge, botocudos y
tarairyu. En algunos lugares de la costa, el angosto territorio de los
tupí permaneció dividido por la gente de arraigo antiguo, como, por
ejemplo, en la región del cabo Sao Tomé, por los goyotaká. La apa.-
rentemente compacta distribución de los guaraní en Paraguay y el
Brasil Merjdional, no debe hacernos olvidar que también aquí los
tupí eran inmigrantes, porque por todas partes, hay restos 9e la
población ge más antigua, enclavados en su densa masa. Algunos de
éstos," principalmente los guayakí en el Paraguay Suroriental, fueron,
ciertamente, guaranizados en cuanto a su lengua, pero por lo demás,
siguieron siendo representantes típicos de la cultura primitiva del
Brasil Oriental.
En la costa del Brasil Meridional, la época más remota, es decir,
la anterior a la invasión de los tupí.-guaraní~ se manifiesta en los
hallazgos de los concheros. Estos "sambaquis", como se les llama corí
una palabra tupí, están situados, por lo regular, no en las playas
abiertas, sino en el ángulo entrante de ensenadas, a lo largo de esteros
y aún más tierra adentro, teniendo una altura de unos cinco a doce
metros, raras veces mayor (hasta veinticinco metros). En algunos ha
podido observarse una sucesión de las culturas desde pescadores pri.-
mitivos, con utensilios de piedra tallada, hasta el nivel de cultivado.-
res y alfareros; sin embargo, los restos óseos de los sambaquis no
están sepultados nunca en urnas, como acostumbraban hacerlo los
guaraní; en términos generales, parece que la cerámica era todavía
totalmente desconocida a los que f armaron estos montículos, porque
los fragmentos se presentan casf siempre sólo en la superficie. En
cambio habían progresado en la talla de piedra, como lo comprue..
ban: hachas pulidas magníficamente trabajadas, martillos de piedra,
anillos ( lpara mazas?), artefactos de doble cono ( lextremos romos
de flechas para matar pájaros?} y principalmente escudillas planas
en forma de peces o pájaros para moler colorantes. Las "hachas..ánco. .

/
,
180 SUDAMERICA

ra" (véase adelante) de los ge históricos demuestr~n que también


ellos eran grandes artífices en la talla de piedra. Probablemente son
de atribuirse también a la población que antecedió a los tupí, las pi.-
pas de barro que se encuentran, aunque sólo raras veces, en los
sambaquis, y cuya forma originalmente tubular, parece no haber
tomado la acodada hasta ·que se hicieron sentir las influencias euro.-
peas. En cambio, toda la otra cerámica de los estados meridionales /
del Brasil es probablemente en su mayoría de origen guaraní.
La situación lingüística nos prueba que Brasil Oriental debe de ·
haber sido afectado por los grandes movimientos migratorios de los
pueblos de Sudamérica en mucho más grande escala que el extremo
sur del continente y que, por,consiguiente, no puede haber conserva.-
do su · tipo cultural original con la misma relativa pureza que la
Tierra del Fuego, las Pampas y aun ~l Gran Chaco. Sin embargo,
1 •

encontramos todavía entre algunos de los ge meridi6nales, botocudos,


mashakalí y purí ,las mismas condiciones primitivas de vida que en
los territorios mencionados, sólo con la diferencia de una mayor ten.-
dencia hacia la recolección, que nos hace pensar en California. Nue.-
ces y repollos de palma, frutas de piquí y de sapucaya, tubérculos y
médulas de plantas, y entre los kaingaqg en primer lugar las almen..
dras de la araucaria, proporcionan, en la temporada de sequía, una
gran parte qe los alimentos, además de lo qué puede recolectarse de
productos animales, entre los que desempeñan el papel p_rincipal lar..
vas de coleópteros qge viven en maderas fofas o en las cañas del
taquara, así como la miel de abejas silvestres. Para c-0ger las frutas,
los kaingang y guayakí trepan a los árboles por medio de cinturones
de trepar hechos de corteza. Para abrir los troncos que contienen
panales, antiguamente se hizo uso de un hacha de piedra con la hoja
sujeta entre dos varas (botocudos) o engastada en el extremo abul...
tado ele un cabo de maclera. Tan pronto como la abertura tenía
las dimensiones necesarias, se introducía en la miel un "cepillo de
comer'~, hecho de fibras vegetales, para dejarlo bien empapado, como
también se hace en el Gran Chaco.
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 181

En la época de su primer contacto con los blancos, la totalidad


de los ge septentrionales y también parte de los meridionales, así
como algunas tribus del sur (kamakan y corcado)' habían ya adop...
'tado el cultivo, aunque ni en el número de plantas cultivadas, ni los
métodos c;le labranza hubieran podido resistir una comparación con
el cultivo de los pueblos del Amazonas o de la Guayana; porque,
v.g., el cultivo de la mandioca era desconocido y el maíz se cosecha...
ba a menudo en estado verde, de modo que ni con mucho era sufi...
ciente para las ·necesidades de la alimentación. Los hombres siguen
siendo, pues, de preferencia cazadores; su arma principal es un arco
de madera de dimensiones enormes, cuyo largo pasa de dos metros y
que, entre los petasho (tribu del estado de Bahía) llega a tener un
tamaño de casi tres metros. Es de sección circular o planoconvexa,
mientras que los extremos adelgazados están ligeramente abultados.
Las flechas de caña llevan en el extremo: para la caza mayor y la
guerra una navaja de bamoú, para otros fines una punta dentada de
madera y, finalmente, para matar pájaros, un extremo romo con
picos o una cruz de palitos, verticalmente afianzada; el emplumado es
tangencial. El propulsor en forma de artesa que emplean los tarair...
-yu, representa un caso enteramente aislado en el Brasil Oriental.
Los ge se valen de lanzas para la caza del tapir y del jabalí, mejor
dicho, de simples, varas de madera aguzadas, que sólo en tiempos
recientes han sido dotadas de hojas de hierro. El único animal domés. .
tico, el perro, ayuda en la busca y persecución de la caz~. Tamb~én
se emprenden /grandes batidas, para las que los timbirá y chavante
'queman vastas extensiones del sertao.
Para la pesca, que es de mucho menos importancia que la caza,
se emplea también el arco, así como, con menos frecuencia, un dardo
de cortas dimensiones, con el que, en la costa, los goyataká atacan
hasta a tiburones. Originalmente, son desconocidos todos los otros
métodos de pesca, de modo que tampoco hay embarcaciones. Los
botocudos atraviesan ríos angostos por medio ·de puentes primitivos
de dos lianas de las que una hace las veces de barandal; las corrien...
tes de ríos anchos e impetuosos se p~san a nado, para cuyo fin, los

'
,
182 SUDAMERICA

chavante se atan haces de pecíolos de palma al cuerpo. Durante la


marcha, las mujeres de· la horda llevan las cargas a cuestas en peque...
ños canastos cilíndricos (entre los ge), o en redes (entre los tarairyu,
botocudos, guayaná, etc.); a los niños, se ·les transporta mediante
unas cintas que se sostienen con la frente.
Las construcciones de los ge han sufrido varias modificaciones
bajo las influencias tupí y europeas; por ejemplo, a los primeros, los
kamakán les deben sus grandes casas plurifamiliares rectangulares, y
es posible que las casas más pequeñas igualmente rectangulares de
los ge y bororó tengan su origen e.1;1 dechados europeos. En cambio,
en las casas veraniegas de los ge septentrionales y de los bororó se ha
conservado el antiguo estilo circular de la casa cupuliforme que se
construye con hojas de palma clavadas en círcul0 en el suelo, y que
algunas veces toma la forma del ya mencionado techo semicilíndrico.
También los botocudos viven en chozas de este tipo, pero aparte de
,ellas, entre los botocudos y los purí,. iguaÍ que en el Chaco, el genuino
paravientos, de hojas de palma o piezas de corteza, que se apoyan en
un palo horizontalmente atado a dos árboles. Además, los corcados
y los káingafl:g conocen el tipo evolucionado del paravientos en forma
de tecHo de dos vertientes, posado en el suelo. Conforme a un anti.-
guo relato, se había conservado entre los guayaná de la costa de
Sao Paulo un elemento tan típicamente subártico éomo la .casa.-pozo.
Por lo regular, se duerme en las casas en el píso cubierto de esteras"
o ramas; los ge y kamakán tienen también catres; sólo unas cuantas
tribus han adoptado la hamaca de los tupí; si varias familias viven
en una sola casa, cada una de ellas tiene, por lo regular, su propio
fogón sobre el que se asa carne o pescado mediante el palo asador,
raras veces en una parrilla de madera; los tubérculos se cuecen en
el
' cenizas calientes. Entre los ge y los tarairyu, se usa también horno
subterráneo. Tiene muy poca importancia la técnica de coc.er por
medio de la ebullición, porque, con excepción de unas cuantas tribus
influídas por los tupí, no se conoce la cerámica en ninguna parte
del área de que tratamos. En su lugar, los botocudos y los purí
hierven el agua en trozos de bambú del grueso de un brazo, ponién..
\

'
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 183
dolos directamente en la lumbre; los káingang,
para la p~eparación del aguam~el, calientan él
agua, echando piedras candentes en grandes tron..-
cos ahuecados. En el sur, se hace tatnbién cerveza
de maíz (cau.in) al estilo de las tribus del Amazo..
nas, mientras que las tribus del norte ignoran las
bebidas fermentadas. No se hace uso de Ia sal ni
de narcóticos que sólo han llegado a introducir.se
en tiempos recientes. Solamente los tarairyu y los
ge meridionales deben de haber conocido la cos..-
1. tumbre de fumar tabaco ya en épocas preeutIY
peas, porque así lo indican las ya· mencionadas
pipas que se hallan en los sambaquis.
Aparte del taladro para hacer lumbre y las
hachas de piedra, los indios del Brasil Oriental
tienen muy pocos utensilios, entre los que se en.-
• 1 cuentran escoplos, cuya hoja consiste en un dten..
te de roedor, de los que cada hombre guayakí
llev¡i unos cuantos en una cinta sobre el pecho.
En lugar de vasijas de barro, hay calabazas, ce.s.-
tos y morrales de malla; los káingang y guayaquí
saben impermeabilizar sus cestos por medio de
una capa de cera o resina. Por lo demás, la ces-
tería está mejor desarrollada entre los ge septen..
trionales; que fabrican, con palma o tiras de cor.-
teza en técnica escalonada, canastas de cargar o
para provisiones, morrales, canastillas con tapa..
dera, ·sopladores y esteras para dormir; tambten
gustan cubrir sus mazas o lanzas con un forro de

a b 15. Arcos y flechas de los bugre (a) y matako (b) lado


a lado, para demostrar el contraste de los grand~s. ·.Y
poderosos arcos de las tribus selváticas con los degenerados del (Álaco. las
flechas tienen puntas dentadas de madera. Largo de los arcos: (a) 2.3 metros,
(b) 1.44 metros. (Del Museo de Etnolügía de Berlín'.)
\

-
,
184 SUDAMERICA •

~estería, de tiras claras y obscuras. Las tribus meridionales hacen,


d~. igual manera que los indios del Chaco, en lugar de estos traba...
jos. °de c~stería, trabajos de malla con fibras de caraguatá, embira
(cecropia) u ortiga, que ..se tuercen sobre la rodilla pa~a transfor...
niarlas ·en hilo; cori este material se fabrican morrales de cacería y
redes de cargar. De fibra de ortiga son también las únicas telas para
~opa
.. que se conocen en el Brasil Oriental y que los káingang fabri...
can con una técnica afín a las de la cestería y la malla. Con estas
telas se hacen las n1uleres faldas cortas, así como las mantas (kuru)
' I

y camisas sin mangas que los hombres se ponen para las fiestas o
eri tiempo frío. Dichas camisas recuerdan las del Gran Chaco, mien. .
tr~s que las mantas se parecen a prendas de vestir de Norteamé...
rica, porque se sÚjetan, como aquéllas, sobre uno de los hombros,
9ejando los dos brazos libres4 Entre todas las otras tribus del Bra...
sil Oriental, la vestimenta se limita - si no es que falta por com. .
a
pletO- un portapene de una hoja de palma ( cayapó, bor~ró,
tarairyu, botocudos, kamakán). Originalmente, las mujeres anda..
b~n enteramente desnudas; sólo las de los bororá llevan, junto con
un ·cinturón de corteza fuertemente ceñido al talle, una venda de }í...
her blando, y para ceremonias funerales, una falda de fibras sueltas.
· ·· ·· ·:Mientras ·que entre los corados, falta el tatuaje, con excepción
de un 'curi~so caso de "tatuaje de sutura", sobre el que informa Esch.-
wege, la ·pintura del cuerpo con urukú (rojo). y genipa (negro ~azu. .
lado) desempeña un importante papel en fiestas, guerras y como
distintivo :social; aunque únicamente entre los kamakán alcanza el
- nivel .de dibujos un poco más artísticos. En muchos casos, los ge y
bororó sustituyen la pintUra, pegándose plumón en todo el cuerpo.
Pero los adornos ·propiamente característicos de las tribus del Brasil
Oriental són sus orejeras y bezotes de madera li~iana, e.n forma de
bodoques, platos o aros, que alcanzan enormes dimensiones entre
los 'botocudos, timbirá y suyá (bodoques auriculares de diez y bezo.-
t~s de siete centímetros de diámetro), y dieron el nombre a los boto.-
cudos (del portugués botoque). Pero el uso de estos adornos no es
general; entre los cayapó, por ejemplo, sólo los hombres llevan bezo-
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 185
tes; también ocurre que presentan formas enteramente distintas; hay
para las orejas delicados palitos con discos de concha en uno de sus
extremos ( cayapó), y para el labio inferior (bororó) varitas de hueso
o resina, o arracadas de planchuelitas de concha. Entre algunas tri...
bus de los tupí, se ha introducido el bezote de piedra en forma de
sombrero. Otro distintivo tr-ibal de las tribus del Brasil Oriental son
sus curiosas tonsuras, con las que únicamente pueden compe~ir las
varias inaneras de cortar el cabello del sureste de Norteamérica. Al...
gunas tribus, como los patasho, se rasuran toda la cabeza con excep. .
ción de unos cuantos mechones; otras solamente la frente ( cayapó);
los coroados ("coronados") se llaman así gracias al cerquillo que de. .
jan crecer, mientras que los botocudos y canella proceden a la inversa,
rasurándose un surco arriba de las orejas, de modo que el cabello en '

lo alto de la cabeza se destaca como una cachucha. Salvo los kama...


kán que adoptaron el gorro de plumas de los tupí, el adorno de plu. .
mas ha desarrollado forn1as m:1y variadas solamente entre las tri...
bus más occidentales ( cayapó y bororó) ,/ donde consta de vendas
frontales, coronas, varas y abanicos nucales, hechos todos ellos de
plumas de papagayo, arara o halcón.
Los guayaquí lleyan gorros altos y cónicos de piel. Los adornos
para el cuello y el pecho
, consisten en huesos de fruta, discos de con...
cha, dientes o garras. Mientras que los aros para los brazos, hechos '
de líber con un delicado forro de cestería, sólo se ·conocen entre 'los ·
cayapó; la costumbre d.e ponerse cintas compresoras debajo de la ro. .
dilla y en el tobillo, está ampliamente difundida entre los ge y los
bororó, probablemente no _tanto como adorno, sino más bien para
aumentar la fuerza muscular. También la pintura corporal y el em...
plumamiento persiguen frecuentemente fines prácticos y mágicos.
Por lo demás, la propensión a los adornos es la única forma en que
se exterioriza el sentido artístic_o de ·estas tribus• cazadoras, que des... ·
conocen por completo las esculturas o representaciones en superficie.
Igual que en muchas ramas de la cultura material, las tribus
más pequeñas de Brasil Oriental, que no pertenecen a los ge (boto...
cudos, etc.), han conservado también en el aspecto social, condiciones
,
186 SUDAMERICA

de vida más antigua, de modo que tienen mayor afinidad con los
pueblos del extremo sur del continente que los ge y bororó. Se divi..
den en pequeñas hordas (grupos de familia), que consideran deter..
minadas comarcas como su exclusivo territorio para la caza y la re:
colección y reconocen la dirección de hombres de prestigio, cuya
autoridad, sin embargo, sólo se manifiesta con motivo de las gran..
des batidas, guerras o confljctos en el seno de la horda. El producto de
la cacería es propiedad común; y frecuentemente, ni el cazador mis.-
mo recibe su parte. Las controversias con otros grupos, especialmente
· en casos de violación de los límites, suelen dirimirse por medio de
luchas a bastonazos, para las que los adversarios se presentan por
'
parejas, como pudo observarlo el príncipe de Wied en una tribu de
los botocudos. También los káingang organizan desafíos a basto..
nazos o pedradas entre ciertas aldeas, aunque entre ellos ya han to~
mado el carácter de meros deportes, sin que por eso hayan dejado de
terminar frecuentemente con la muerte de algunos de los partici.-
pantes. Verdaderas guerras son todavía desconocidas en estas tribus
primitivas, motivo por el cual no tienen las mazas, tan ampliamente
difundidas en las tierras tropicales de Sudamérica; únicamente los
guayakí poseen mazas arroja~izas con un extremo abultado, como
los pueblos del Chaco.
De vez en cuando se hace mención, en los relatos, de casos de
canibalismo o de caza de cabezas entre los Botocudos y los coroados,
pero parece que estas costumbres sólo se originaron bajo la influencia
tupí. Los purí conocen el saludo lacrimoso; entre los káingang se
practica la curiosa costumbre de que el pariente más c:ercano de un
huésped recibe a éste acostado y con la cara tapada. Para el matri.-
monio no existen impedimentos, fuera de la consaguinidad demasía..
do cercana, ni tampoco ceremonias. El pretendiente entrega como
regalo el p:i;oducto de su caza a los padres de la escogida, y en caso
de que la muchacha aún no pase de la infancia, él se encarga de su
sustento hasta la pubertad. Cada hombre toma tantas mujeres como
puede sostener, y los' vínculos matrimoniales son poco consistentes.
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 187
Por lo regular, se les practica a los niños la horadación del labio y
~e las orejas, al llegar a la edad de la pubertad.
Junto a estas co_ndiciones de vida bien sencillas, encontramos en.-
tre los ge y los bororó un orden social complicado, que denota muy
curiosas y por lo pronto difícilmente explicables concordancias con
el sureste de Norteamérica. Hace apenas unos cuantos años, que
esta organización social ha sido descubierta por el etnólogo ~lemán..
brasileño C. Nimuendajú y otros investigadores. La tribu se divide,
según todas las aparie.ncias, entre todos los ge y los bororó, en dos
"mitades" exógamas, dentro de las cuales impera, en la mayoría de ' '·
los casos (con excepción de los káingang. y cherente) , el principio
matrilineal y siempre la residencia matrilocal, es decir,_el hombre se
cambia, con motivo del casamiento, a la casa que es propiepad de
su mujer, respectivamente de la madre ,o abuela' de ella, y vuelve, des ..
pués de la muerte de su mujer, a la casa qe su propia madre. Cada
una de las dos mitades se divide, entre los bororó y cherente, en
clanes con nombres de animales o plantas; parece que los canella
los tenían también en tiempos anteriores, porque entre ellos existe
todavía una división parecida entre los hombres, para fines hoy día
puram~nte ceremoniales. Los clanes de los bororó, cuyos_"totems"
fueron entregados a sus antepasados en ·una visión, pero que no go..
zan de adora~ión ni tabuización, tienen igualmente funciones cere. .
moniales y están en posesión de determinados nombres, canciones,
danzas, privilegios y distintivos. Estos últimos se aplican, en pintura
o mosaicos de pluma, sobre arcos, flechas, portapenes, bezotes, pee..
torales y ado~nos de la cabeza.
Lo típicamente norteamericano en estas instituciones consiste
principalmente eh su influencia sobre la disposición de las casas en
' las aldeas y en su asociación simbóliea con el cosmos. Entre lqs ge
septentrionales y Íos bororó, .las casas forman un círculo de amplias
dimensiones, en cuyo interior los caminos corren, como los radios de
una -rueda, hacia una plaza central que sirve de lugar de reunión
.. para los hombres; entre-.los bororó, cayapó y cherente, se levanta, en
este centro, la casa de varones. Una "mitad" de la tribu ocupa el

( '
188 SUDAMÉRICA

lado oriental, respectivamente septentrioná1, y la otra "mitad" el oc..


cidental, respectivamente meridional; es Jeste un orden perfectamente •
idéntico al del "campamento circular" de los indios de las, praderas.
Otro paralelismo está en el hecho de que ambas "mitades" guardan
relaciones de "reciprocidad", es decir, cada una se , encarga de los
preparativos y dirección de las fiestas de la otra, con motivo de la
iniciación de jóvenes o ceremonias fúnebres. Al dualismo cósmico
de los muskogi y siux corresponde el hecho de que los bororó dis. .
. tin~en, ade1nás de lo anterior, una "mitad" superior y otra inferior
de la tribu (una "fuerte" y otra "débil"); los canella y los káingang
• clasifican todos los fenómenos naturales, animales y plantas, en for...
ma análoga a las mitades tribales, en dos grupos que personifican el
contraste o.riente-Occidental (sol. .luna; día. .noche; temporada de se.-
quía...temporada de aguas; rojo...negro, etc.). Este dualismo impera de
tal manera en el pensamiento de los canella, que ·en él han basado
también otras tres de sus agrupamientos sociales; .los "ka" y los
"atuk" (una organización para la temporada· de aguas); las ligas de
varones, y los cuatro grupos coevales "activos" de los hombres. Es
probable que estos grupos más o menos ceremoniales o deportivos
coincidían originalmente, como hoy día todavía entre los apinayé,
con los grupos exógamos. En la actualidad, la situación ya es otra;
por ejemplo, el hecho de pertenecer a los "ka" o a los "atuk", se hace
depender del nombre que un niño recibe de los parientes del lado ma...
terno, o una niña de los parientes del lado paterno (las más veces
del hermano de la madre o de la hermana del padre).
Además, los ge septentrionales se distinguen de los bororó por
la circunstancia de que los primeros viven en monogamia, mientras
que los últimos conocen el matrimonio de un hombre con dos her...
manas, y aun con madre e hija. Entre los bororó, la petición de ma...
trimonio es promovida de parte de la muchacha o de su madre; de
hecho, en la citada tribu, el hombre no es más que huésped temporal
en la casa de su mujer, pues su verdadera mprada, su taller y su
centro para fiestas es la casa de varones, cuyas actividades ha des..
crito Karl v.d. Steinen con vivísimos colores.

1 •
RECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 189
Los bororó orientales tienen un jefe supremo que goza de mu..
cha autoridad, aunque con . él colaboran, con el carácter de conse,...
jeros, los jefes de los clanes. Su cargo es here~Htario dentro de un
clan determinado. Todos los días al atardecer, durante una especie
de "revista de clan", hace pregonar sus ór..
<lenes que se refieren a trabajos económicos,
organización de fiestas, etc. Más que la ins.-
ti tución de jefes se destaca entre los ge sep. .
tentrionales el "Consejo de Ancianos" que
se·compone
.
entre los cayopó de nueve . bru.-
jos. Por lo regular, uno de ellos tiene D su
cargo la representación de la aldea en lo ex..
terior y manda también en la guerra y du...
rante las ,cacerías, pero fuera de estas fun--
ciones no goza de más prerrogativas que los
demás. Antiguamente, el distintivo de estas
personas con rango de jefes, consistía, entre
todos los ge (actualmente todavía entre los
apinayé), en un "hacha. . áncora" de diorita
o diabasa, finamente pulida y adornada en
¡
la parte del mango, con cordones, borlas y
colgantes de pluma, que llevaban suspendí. .
da del hombro mediante una cinta. Gracias
a un antiguo relato, sabemos que, todavía en
16. Hacha en forma de
ancla, del B~asil Orien.- el siglo XVII, tal hacha servía de arma, pero
tal. Una pieza muy an.. / para cuyo fin ya no puede usarse hoy, debi.-
tigua. (2/13 del tamaño do a la transformación del mango a formas
natural). (Original en el
Museo de Etnología de rudimentarias. En cambio, la mayoría de los
Dresde). ge y bororó, así como también los tarairyu,
poseen macanas largas y pesadas. .
La costumbre de la "covada" existe, aparte de los k~makán,
también entre varias tribus de los ge. Entre los bororó, el padre pro..
voca, después del nacimiento de un hijo, fuertes hemorragias en sus
propios pulmones por medio de una varita y desparrama después la
190 SUDAMÉRICA

sangre sobre su cuerpo; si parece inconveniente tener hijos, el jefe


supremo los estrangula. Las ceremonias de iniciación de jóvenes sólo
se llevan a cabo con los muchachos; entre los canella dan principio
a los diez años y se repiten a los 13, 16 y 19 años; sólo después de la •
última iniciación, es decir, a los veinte años, el joven canella obtiene
licencia .Para casarse. Todos los. hombres que han sido sometidos
juntos a las iniciaciones, forman· hasta su muerte un grupo coeval.
Cuatro de tales grupos, entre los que queda siempre un intervalo de ·
diez años, ti~nen el ' carácter de "activos", e.n el sentido de que son
ellos los que totnan parte en competencias deportivas. Entre éstas,
las "carreras de troncos", son para los ge septentrionales y centrales,
para los kamakán y tarairyu, de no\ menos importancia en la vida
tribal que el juego de la pelota par-a los indios del sureste de Norte.-
américa. Los dos juegos se asemejan· también en cuanto a la circuns.-
tancia de que son siempre dos partidos que miden sus fuerzas; los
grupos coevales "occidentales" con los "orientales", los "ka" con
.. los "atuk", o dos grupos de ligas de varones entre· sí. Las cal1es que
irradian desde el círculo de casas, hacia los cuatro puntos cardina.-
les, sirven de pista, y los troncos son dos trozos de palma, de un me.. '
tro de largo y unos cien kilos de peso; los participantes se echan estos
troncos al hombro y corren lo más de prisa posible en dirección hacia
la aldea, alternándose de vez en cuando, como en las carreras de rele..
vos. Según Nim~endajú, el verdadero sentido de estas c~rreras con
troncos, para las que lo importante no es quién llegue primero, sino
que todos participan en ellas, se pone de manifiesto con .carreras sim.-
bólicas que se llevan a cabo con troncos en miniatura durante las
iniciaciones de los jóvenes canella. Estos tronquitos significan almas
de difuntos, que toman posesión de los muchachos durante la ini.-
ciación; en consecuencia, también los troncos pesados deben tomarse
por difuntos de la tribu, que, durante las fiestas vuelven al seno de
los suyos. Para una compe~encia semejante, los bororó emplean, en
lugar de troncos, dos discos con un· diámetro de uno y medio me.-
tras, hechos con una escalera de cuerda arr.ollada, que los partici.-
pantes deben sostener en equilibrio en la cabeza.
l\ECOLECTORES, CAZADORES Y PESCADORES 191

Son independientes de las iniciaciones de jóvenes, las fiestas que


tienen lugar, entre los canella, en la temporada de sequí~ y durante
las que una de las ligas se presenta con máscaras, mientras que la
otra hace el papel de payasos; nuevamente un curioso paralelismo
con Norteamérica. Las máscaras constan .de esteras anchas sobre las
que se ha pintado, de manera somera, una cara; una trenza y dos
~ cuernos que se agregan, hacen del topo la cabeza de un demonio. Los
bororó sólo conocen disfraces con hojas de palma. El acompañamien...
to de las danzas consiste en toques con grandes trompetas que se
construyen de una caña de bambú con embocadura lateral y pabellón
de calabaza o de cuerno de res. Además, hay flautas de caña, palos
sonoros, sonajas de calabaza y cinturones--sonaj_as. Los 'bororó em--
plean también bramaderas que representan a un animal fabuloso ·
que vive ,e n los ríos; este instrumento se ~sconde cUidadosamente ante
las mujeres. Entre varias tribus (botocudos, etc.) las flautas se tocan
con las narices.
Aún nos.e conoce mucho' de los conceptos ·religiosos de -las tri...
bus del Brasil Oriental. Los botocudos adoran una espe~ie de ser
supremo ("Maret el Anciano") con rasgos fuertemente antropomor...
fos, del que se derivan todos los fenómenos dé la naturaleza. No siem...
pre tiene buenas intenciones para con el hombre, igual que el sol
que (según las ideas ae los kamakán)' también envía enfermedades
y muertes~ y come cadáveres. De ciertos actos religiosos se ha que--
rido inducir una veneración especial hacia la luna y las estrellas;
durante un eclipse lun~r, los cayapó-tiran flechas con · lumbre hacia
el disco oscurecido, mientras cantan canciones plañideras, para de...
volverle la luz; y los bororó tratan de ahuyentar, por medio de ·reso.-
plidos y grjtos, a los meteoros, por considerarlos almas de brujos que
~ presagian alguna desgracia. Es. probable que ciertas ceremonias con
fuego, sobre las que se tienen informes de los canella y kamakán, ten. .
gan que v'~r algo también con el culto de la luna y las estrellas.
. Entre los bororó y los káingang, dos héroes civilizadores geme... ·
los constituyen el centro de numerosos mitos en los que aparecen
curiosos paralelismos con Norteámérica (la idea de la tierra "pes-
. ..


1 .

/

,
192 SUDAMERICA

cada", salida d~ los hombres de ·agujeros terrestres, el robo del fuego


por un ave, etc.). Los botocudos y purí creen que los difuntos ente..
' rrados sin apego a las reglas regresan como espectros que persiguen a
mujeres, matan a niños y pueden transformarse también en jaguares.
Por otro lado, se cree en el renacimiento de los difuntos en el caso
de que una mujer' embarazada los evoque (kamakán, etc.) También ,
los ge,- como hemos visto, consideran la estrecha relación entre los
vivos y muertos como un hecho irrefutable. Los difuntos pertenecen
invisiblemente a la liga de varones, el nombre de cuyos miembros
"aroé" significa, entre los bororó, también "almas de difuntos". Por
tal motivo, entre los bororó, la gran ceremonia con los huesos de los
muertos, después de limpiarlos, pintarlos y pegarles plumas, se lleva
y
a cabo en la casa de varones. Las mujeres se arañan la· piel dejan
caer gotas de sangre sobre la canasta con los huesos; después, cuando
se entierra la canasta, los jóvenes agitan la bramadera y borran las
huellas del cortejo fúnebre.
También los cayapó practican el sepultamiento secundario y la
penitencia luctuosa. Las tribus más primitiV¡as, (botocudos, etc.),
colocan al cadáver en posición extendida en la fosa, amontonando
ramas y troncos o -tierra sobre ella y manteniendo lumbre a su lado
por algún tiempo. Casi siempre se queman las cosas propiedad del
difunto. Solamente los káingang de Santa Catarina y los kamakán
practican la cremación de los cadáveres, aunque estos últimos lo ha...
cían únicamente con los ancianos, a los que probablemente se temía
como brujos.

B. Los CuLTIVADOREs
1. El grupo amazónico
·No era tarea fácil para hombres de cultura primitiva el poblar
el vastísimo cuadrángulo cubierto de inmensas selvas tropicales y
sabanas, comprendido entre los Andes, el Río Xingú y la costa seP"
tentrional de Sudamérica, a pesar de los dos poderosísimos sistemas
fluviales que dan acceso a estas tierras de poca elevación sobre el
LOS -CULTIVADORES 193
.•nivel del mar; la selva virgen sudamericana no alberga más que rela..
tivamente pocas especies de animales de caza, ni tampoco abunda en
vegetales comestibles; el cultivador se ve expuesto a grandes fatigas
antes de que la tierra recompense su trabajo. Probablemente; las
tres regiones montaños~s circundantes -Brasil Central, región An..
dina y 'Guayana- ya estaban pobladas mucho antes de .que los
primeros hombres comenzaran a abrir brecha en el laberinto de
los ríos gigantescos, riachuelos y arroyos, que surcan las cuencas del
Amazonas y del .Orinoco. A pesar de cuanto se haya trabado, mez-.
clado y asimi,lado mutuamente en su {cultura, las tres capas étnioos
y culturales de Amazonia ne ·d ejan de revelarnos sus estrechas rela..
ciones con las tierras altas de donde procedieron.
H~mos de consiflerar como capa más· antigua a unas hordas de
muy bajó nivel cultural, que vagan por la selva, odiadas o desde..
ñadas, perseguidas o esclavizadas por las tribus circunvecinas. A ellas
pertenecen los sirionó en el noreste de Boliviai los mura en las tierras
bajas pant~nosas de los ríos Madeira y ·Purus inferiores, los macú
entre -los ríos Negro y Yapurá, y los shirianá entre los ríos Blanco y
.Orinoco. A pesar de haber aceptado, en parte, la lengua y algunos
. elementos de vida de .los pueb1os de nivel cultural más alto -un
poco de cultivo y cerámica, canoas y Fiamacas- en. todo el resto de
su cultura se aprÓxirnan mucho más a las tribus primitivas (boto..
cudos, purí, etc:) del Brasil Oriental. Hé aquí unos rasgos caracte..
rísticos qu~ los distinguen del resto .d e tribus amazónicas; con10 alber..
gues, paravientos o chozas cupi1Hformes de ·ramas; trozos de bambú
por recipientes para cocinar (en el ,este de Bolivia); arcos y ·flechas
gigantescos, como únicas anmas; empleo de lianas como barandales
para cruzar los ríos.; falta de toda vestimenta; desconocimiento del
arte de preparar lienzo de corteza; desarrollo rudimentario de la ces..
tería; adornos de ·plumas de lo más primitive, y simple abandono ·de
los cadáveres. También los cazador.es superiores del Brasil. Oriental,
es decir, los del nivel de los ge, tienen algunos representantes en las
selvas y sabanas de Amazonia. Los nambicuara y sus parientes ·en.-
tre los ríos Juruena y Guaporé for~an . probablemente un grupo de

\
SUDAMÉRICA

tribus ge, y se cree haber localizado también elementos ge en el Perú1

Orienta[
Re.pre5entan una segunda capa los numerosos pueblos, de len...
guas entre sí djferentes, que ·hahitan la vertiente andina desde el
Río Apure hasta el Gran Chaco Septentrional, y cuyos paraderos,.
con pocas excepciones (entre las que figuran los carayá), ~o rebasan
hacia el este los cursos superiores de los ríos Orinoco, Negro, Ma...
de1ra y Paraguay. La mayoría de ellos revelá a las claras su antigua
vinculación con los pueblos andinos, y en el sur también con ·el Gran
Chaco. Entre ellos, constituyen los grupos lingüísticos mayores: los
tucano, con los cobeua, yabuna, desana, pioje, etc., al norte del Ama...
zonas; y los pano, con los conibo, cashibo, mayoruna, cashinaua, ca..
ripuna, chacobo, etc., al sur dé-dicho río. De los numerosos grupos
lingüísticos menores me. limito a mencionar aquí en orden de norte
a sur: los otomaco, piaroa, guahibo, uitoto, jurí, jívaro, tacaná, cha...
pacura (itene), mosetene, yurác.are, chiquitos.' Sin duda alguna, la
lingüística reducirá todavía considerablemente (como en América del
Norte) el número de estas pequeñas familias lingüísticas. Con res..
pecto a algunas de ellas ( tucano, jívaro, chapacura, chiquitos) parece
1
que existen relaciones lingüísticas ·Con pueblos de los Andes ·o del
, Oran <;:haco. Qµedan por lo pronto sin relación alguna con este
· ~rupo étnico "sub-andino", dos pueblos en los ~x.tremos norte y sur
de las tierras selváticas tropicales: los ·warrau (guarauno) en el del.. .
ta del Orinoco, .y los guató en la región lacustre y pantanosa del
Paraguay superior.
'
·Forman la tercer.a y más reciente capa, las numerosas tribus de
los tres grandes grupos étnicos de los tupí, arawak y caribe, que se
extienden por casi toda la región selvática tropical y representan el
elemento activo y propenso a frecuentes migraciones,. frente al ele.-
mento más pasivo y sedentario de la segunda capa. Los tres grupos
étnicos han venido del norte, de ~a altiplanicie de Guayana o de las
costas vecinas. En cuanto a los tupí, cuya tierra de orjgen se bus.-
1

e.aba anteriormente en Paraguay, por vivir generalmente en regiones


orientales, ,sudamazónicas, o en el Amazonas superior, por mostrar

. '
LOS CULTIVADORES 195
ciertas relaciones con la cultura andina, A. Métraux ha demostrado
su origen septentrional a base de un análisis detallado de su cultura;
aunque, en verdad, abandonaron la región al norte del Amazonas
ya en tiempos muy remotos, estableciéndose primeramente en la re.-
gión del Río Tapajoz y avanzando más tarde hasta tierras muy dis-
tantes en el sur y el este. Las tribus tupí en la región del Río T apajoz
(mauhé, mundurucú, apiacá) se han mezclado profusamente con
elementos extraños, como lo revelan su lengua y su cultura, pero
por otro lado, son más afines con los tupí de la costa ( tupinamba,
etc.), que lo son sus parientes del Xingú superior ( aueto) o del Ma..
.deira (parentintin). Más tarde, los tupí han ocupado también las
. márgenes del Río Xingú inferior ( yuruna), y se han extendido por
el Marañón arriba, hasta los ríos Napo y Uc~yali (omagua, coca.-
roa). Estos movimientos migratorios han seguido realizándose to.-
.davía en tiempos postcolombinos, siendo provocados, a veces, por
motivos asaz curiosos, como, por ejemplo, el ansia mística por un
"''paraíso terrestre~', que hizo caminar a diez mil tupinamba, de 1540
a 1549, hasta el Perú, (donde llegaron solamente trescientos); y la
que condujo, entre 1820 y 1912~ a tres tribus guaraní del Paraná su...
perior hasta la costa del Atlántico. El afán de aventuras guerreras
indujo a otras tribus guaraní de Paraguay; alreded9r de 1525, a pe.-
J ' •

netrar hasta las fronteras del imperio incaico ( chiriguano), o a esta...


'.blecerse en la región del medio Gtiaponé (guarayú). La inmigración
de los oyampi o cayenne, no se llevó a ·cabo sino hasta fines del
siglo XVIII, probablemente a caus·a de la presión de los portugueses
.cazadores de esclavos. ..
Debido a estos grandes movimientos migratorios, el tupí se di..
fundió como lengua franca ("lingoa geral") sobre toda la Amazonia;
numerosas tribus de otra filia~ión han sido "tupizadas" o "guarani.-
zadas"; de este proceso ya hemos tenido ejemplos en el Gran Chaco
·y en Paraguay, de modo que basta agregar aquí el de los miranya \

.del Río Yapurá superior. En contraste con esto, la propensión de


'los tupí a acomodarse a .las condiciones culturales en boga entre las
tribus circundantes, no ha sido menos marcada que la de los dené
'

,
196 SUDAMERICA

norteamericanos. El resultado de todo esto es que los guaraní, chi~


riguano, oyampi y ox:nagua o~tentan un tipo cultural que difiere corv
siderablemente del de sus parientes.
Con_un ritmo mucho más lento y <le manera pacífica, se llevó
a cabo la expansión de los. ara\vak, ~uyo principal móvil ha consis...
tido en el ·deseo de procurarse siempre nuevas tierras para su muy
extensivo cuhivo tropical. En consecuencia, su influencia ·cultural
sobre los pueblos de toda la América del Sur tropical ha sido más
perdurable y más intensa que la de los tup{. Es cierto que los caribe
los expulsaron casi por completo de la Guayana, hasta el grado de
que no ha quedado allá más que un pequeño islote arawak en el
interior ( wapishana y otros), ~y .una a11gosta faja de arawak (lo,;
kono, paHcur, etc.) sobre la costa entre Trinidad y Marajó; pero,
en cambio, casi todo el .curso de 'los ríos Casiquiare y Negro, era,
todavía en tiempos niod~rnos, territorio de tribus arawak (banhva,
"'
manao, etc.), de igua~ modo que el curso del Guaviare (piapóco), del
. , . (siusí) y del Yapurá inferior (passé): Priginalmente, ocupa.-"
Icana
ban también toda lá costa septentrional de Sudamérica, donde en la
actualidad no se halla ya más que una sola tribu de ellos: los guajirot
en l~ península que lleva su nombre. En el .stit del Amazonas, casi
toda la cuenca gel Purus ha sido ocupada por tribus arawak (pau.-
marí, yamamadí, ipuriná, · ~te.), en parte también la del Juruá (ku...
lino). Otros ara\vak han avanzado a lo largo del Madeira qasta el
Ucayali superior (campa), estableciéndose en la provincia Mojos:
que de ellos tiene' su nombre, entre los ríos Guaporé y Mamoré.
Otro grupo aravvak que, en ,cuanto a su lengua, es el que más afi. .
nidad tiene con los arawak del norte del Amazonas, ha llegado hasta
el Matto Grosso (paressí) y hasta la región de las fueiates del ,Xingú
( mehinakú). l:.os arawak más meridionales tienen sus paraderos
en el Paraguay superior y e.!1 _el norte del Gran Chaco. Teniendo en
cuenta que han sido también aravvak los que .vivieron en las Anti.-
Has hasta Florida_, y dejaron huellas de su lengua entre numerosas
' tribus subandinas o andinas ( ticuna [ tucuna] ) en el Marañón su...

.)
LOS CULTIVADORES 197
perior, jívaro, tacaná, uru), resulta que su área de expansión e
influencia sobrepasa la de todos los otros grupos étnicos de .t\mérica.
A este respecto, los caribe no lograron igualarlos ni con mucho.
Es ciertÓ que ocuparon toda la Guayana, la región del Orinoco y la
costa septentrional con !1umerosas tribus ( taulipang, makushí, are..
cuna, oyana, tama~ac, cumanagoto, etc.), pero sólo en tiempos post..
colombinos llegaron desde estas regiones, en avances aislados, hasta
el Yapurá superior (Umaua) y el Guaporé (Palmella). Los bakairí
de la región de las fuentes del Xingú, cuyo descubrimiento por Karl
von den Steinen ~n el año de 1884 produjo una sensación tan gran..
de, llegaron allí tal vez ya antes, siguiendo a los aravvak.
De los relatos de los antiguos viajeros que exploraron el Amazo-
nas después del descubridor O rellana ( 1541), así como por me...
dio de ~os hallazgos que . se han realizado en sus m·árgenes, delta y
costa de la Guayana brasileña, sabemos que los habitantes de dicho
gigantesco ríe:> vivían anteriormente a un nivel considerablemente
superior al de sus descendientes modernos. Los hallazgos arqueoló..
gicos comprueban que esta antigua cultura tuvo su origen en el
norte y noroeste de Sudamérica, de modo que evidentemente ha pe...
netrado en las tierras bajas con los arawak. Igual a los .pueblos del
sureste de Norteamérica, así también· los antepasados de los aravvak,
al establecerse en· tierras frecuentemente expuestas a inundacio1'.1es,
solían construir sus moradas y sus plantíos sobre elevaciones natu..
rales o artificiales del terreno. Tales montÍculos han sido descubiertos
en el delta del Amazonas (en la Isla Marajó), en la provincia Mojos
y en la región pantanosa del Paraguay superior (Xarayes), es decir,
siempre en ántiguas regiones de los arawak; en Mojos, estos mon..
tículos se han encontrado al lado de un sistema de canales muy ra..
mificado, de modo que E. Nordenskiold considera también ciertos
tramos del Río Casiquiare, la famosa conexión acuática del Orinoco
con el Río Negro (en lengua arawak "Río del Cacique"), como un
canal construido por los arawak.
Además del cultivo altamente desarrollado de los arawak, taro.- ·
bién su cerámica constituye uno de sus grandes títulos de gloria.
, '
..
,
198 SUDAMERICA

Cerca de Santarem, en la desembocadura del Tapajoz, las excavacio-


nes han proporcionado vasijas de barro ·con adornos figurativos, cuyo
caprichoso estilo de carácter barroco recuerda vivamente la antigua
cerámica costarricense y también la de las Antillas. 'Estas vasijas son
muchas veces de tres soportes cot;n.o l~s grandes -u rnas funerarias fi...
namente pintada~ de Mojos. Es éste también un rasgo extraño a
la cerámica sudamericana, pero en cambio rpuy característico para la
I
de Centroamérica. A otra cultura, más reciente, pertenecen grandes
urnas funerarias en forma de figuras humanas estilizadas de los Ríos
Counany y Maracá (Guayana Brasileña), que han sido halladas..en
galerías subterráneas o en grutas naturales, y que, como lo comprue...
oan otros aditamentos de origen europeo; no fueron fabricadas sino
hasta el siglo xv1 o xv11. Tanto ellas como los ornamentos altamente
desar.rollados y ejecutados en pintura .o relieve, de los vasos de ma. .
/
rajó, denotan ciertas afinidades con ,regiones tan lejanas como Co-
lombia. La misma orientación señalan las extrañas figuras de piedra
del Río Trdmbetas, que mu~stran a un hombre en combinación con
un animal acurrucado sobre su espalda: como algunas de. las gran..
des figuras d~ San Agustín y Nicaragua. También los viajeros de
antaño hablan de ."ídolos" de piedra o de madera, que encontraron
en lascas.as de cultos de los indios de esa· región.
" Aunque todos los hallazgos hasta ahora mencionados no mani.. ,
fiestan indicios de una influencia del Perú antiguo, ésta se ha hecho
sentir, sin duda, en la región del Amazonas superior, según los relá..
tos de la época del descubrimiento, pero no alcan~ó efe/ctos eh el

noreste de Bolivia~ evidentemente, el clima de esta región, a la que
1

además, selv~s y ríos ·impetuosos dificultaban el acceso, no era pro.-


picio para el indio del altiplano; sólo en el'- Gran Chaco; las condi...
ciones naturales le eran más favorables. Aquí los arawak se consti.-
tuyeron en intermediarios de un tráfic() que hizo llegar productos
\ incaicos (hachas de metal, etc.) y D;Oticias sobre el imperio. incaico
hasta los tupí costeños dando ·con ello lugar a expediciones portu...
gues·as al misterioso país del oro, mucho antes de la .conquista del
Perú por los españoles.
1.
LOS CULTIVADORES 199
1

Con excepción de las tribus más primitivas ( sirionó, etc.), todos


los habitantes de las tierras boscosas tropicales son hoy en día culti-
vadores. Probablemente el cultivo se originó en Amazonia indeperi..
dientemente del cultivo mesoamericano del maíz, pero sí en relación
con el cultivo peruano de la papa, porque también en Amazonia,
el cultivo de un tubérculo, la mandioca, ocupa el primer luga.r. De
- sus dos variedades, se cultiva en el oeste solamente la dulce (mani..
hot aipi), en tanto que en el este y norte tiene preferencia la amarga
y ·venenosa ( manihot utilissima), cuya transformación en alimento
de primer orden representa una obra admirable de los arawak. Debe
también atribuirse a ellos la introducción del maíz y del tabaco, de los
que por lo menos el último era originalmente desconocido para las tri...
bus occidentales. Además, se cultivan batatas, ñame, frijol, ají, aJ...
godón, caña para flechas, y, de plantas originalmente no americanas,
sobre todo plátano y caña de azúcar. .,
Igual que en las regiones boscosas de Norte y Ce·ntroamérica,
aquí también los sembradíos suelen prepararse eq desmontes (rocas).
Los hombres derriban cierto número de árboles con el hacha de pie-
dra, provocando algunas veces, para facilitar el trabajo, "tumbas de
ventolera" artificiales; en seguida se quema el ramaje, dejando los
grandes troncos en., el lugar donde cayerpn, entre los que las mujeres
hacen, con un palo aguzado, agujeros para los plantones o semillas.
La colocación de sembradíos sobre montículos, ·que mencionamos en
líneas anteriores, se acostumbra todavía hoy entre los guató, los cua..
les cultivan su vegetal alimenticio principal (la palma acurí), so-
bre los lugares elevados de su comarca pantanosa, después de cubrir,.
los con fértiles fangos. Una prueba de la gran antigüedad del cultivo
de árboles frutales, nos la proporciona el hecho de que otra palma,
la pupunha (guilelmia) ya no puede reproducirse más que a.rtifj...
cialmente. Contrastando con el Gran Chaco y el Brasil Oriental, se
cosechan aquí las frutas ·de plantas silvestres sólo en escala muy re.-
ducida, y lo mismo pued~ decirse de productos recolectados del reino
animal.
'
200 .
· SUDAMERICA

Ni siquiera la caza desempeña ya un papel sobresaliente, aun.-


que, naturalmente, sigue siendo una fuente importante de alimen--
_tación, especialmente en la época del año que preeede a la-madurez
/

de los frutos del campo. los principales animales de caza son mo.-
nos, pecaris, roedores ( capivara y agutí) y aves; los animales grandes '.

como tapires, jaguares y caimanes, se cazan. poc;o; y los ciervos y ve~


nados son de impottancia solamente para quienes viven en las saba~
has. _De los métodos de caza hay que hacer especiaÍ mención del
chozo de caza en el Perú Oriental y Bolivia, y del biombo (de hojas)
entre los paressí. Los mojo cazan el pato, valiép.dose del mismo mé,,
todo que sus parientes en las Antillas Mayores, es decir, acercándose
a las aves nadando-y con la cabeza escondida dentro de una cala~
baza vacía. Eritre las· trampas-figuran casi todos ' los sistemas; la de
más vasta distribución es el lazo combinado con la "horca flexible",
con que se agarran animales de todos tamaños, desde la paloma hasta
el caimán; además, se conoce la trampa de cajén, la caediza y, gp.ra la
caza mayor :o de hombres, también una especie de tiro . autodi~p~1:0,
(en el Marañón superior). ·L a forma más primitiva de la pesca o sea, ·
el agarr~r a los peces después de echarles encirna un cesto en forma
de embudo, 19- encontramos en la Gu.a yana y ·el Madeira .superio~.
Cbn más frecuencia se pesca con arco y flechas comunes y corrien..
tes, pero muchas veces tan1bién con flecpas multifurcadas. El dardo
para la pesca, hqrquillado 'e n forma de tridente se usa, corno en
Norteamérica, también de noche a la luz de teas, y ha si,d o intr:odu...
cido, probablemente, sólo por los arawak, mientras que los arpones
y ·flecha$ . .arpones ya existían de antiguo en Amazonia. En cambio,
la pesca con redes o anzuelos se practica poco, principalmente el mé..-
todo mencionado en último lugar, por paber impeqido su desarrollo
el pez llamado piranha (palo1neta), ampliamente distribuido, que
tiene dientes sumamente. filosos. Casi tan generalizado como la caza
de pescados con flecha, es su envenenamiento con la savia de la liana
timbú Ú otras plantas que se echa en el agua de algún brazo de río
represado; también lo conocían los tupí. orientales. A las trampas
para la caza corresponden en la pesca cercas cop nasas encajadas o

.. ' r
LOS CULTIVADORES 201

con plataforma$ a las que saltan los pecés cuando suben los ríos en
la época del desove.
Si hoy día, el arco se ha generalizado en todo el territorio de los
bosques tropicales, no debe olvidarse que antiguamente había vas-
tas regiones en el Amazonas superior, donde no se conocía y donde
se usaba en su lugar el propulsor. Todavía en la actualidad, los jíva. .
ro, ticuna, cocama y konibo lo usan a veces para cazar tortugas;
además, se le encuentra, evidentemente relegado a segundo término,

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17. Lanzaderas de dardo; el tope (gancho) está atado
con· cordeles. El dedo índice es introducido en un aguje.-
ro de la parte plana del mango (Nos. 1 y 3) o colocado
en una concavjdad del lado inferior (N9 2). El N 9 1
procede de la región de las fuentes del Río Xingú, el
N 9 2 del Marañón superior (kokama) y el No. 3 del
Río Purúsd(purupurú). 1/8 del tamaño natural. Los ori..
ginales de las figuras 1 y 2 se encuentran en el Museo
Etnológico de Berlín y el de la figura 3, en el Mu..
seo Etnológico de Viena. (El Nq 3, según Krause.)

en el Purus superior, el Madeira (hojo), el Xingú y el Araguaya


( carayá), unas veces en forma de tabla, y otras en la de bastón. Sin
duda alguna, el propulsor es de antiguo arraigo entre las tribus occi...
dentales, compartiéndolo con los pueblos andinos. Las tribus sep-
tentrionales, al extenderse sobre Amazonia, trajeron consigo un arco,
cuya vara tiene uno de los lados aplanado o cóncavo y las puntas
bien marcadas con ranuras, en con traste con el arco de corte tr.a ns...
versal cilíndrico y extremos abultados, de los nómadas de las selvas I

y de los indios del Brasil Oriental; además, sólo raras veces alcanza el

Biblioteca Digital Curt Nimuendajú - Coleção Nicolai


www.etnolinguistica.org
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202 SUDAMERICA

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18. Arcos de la zona selvática tropical. Muy rara y espe- '
dalmente llamativa es la forma del arco de la figura 5)
(con extremos vueltos hacia atrás) y la cuerda de n1a...
terial animal, así como el amarre de ella (a través de uno
de los extremos tallado e in c rusta do de concha) del
arco de gran antigüedad de la figura 1). El arco N<' 4),
que no procede de la región selvátiva tropical, fué incluí- ..
do en la ilustración para fines de comparación con el
amarre de la cuerda en los otros. NQ 1) de procedencia
yuruna; N9 2), mundurukú; N 9 3), karajá; NQ 4), kayopó;
N 9 5), auetó; N 9 6), región del lzana. (La letra b indica
siempre la parte central o .el corte transversal de ella, las
letras e y d, los dos extremos). Tamaño de las. piezas:
Nos. 1), 3), 4) y 6): 1/18, NQ 2), 1/17 y NQ 5), 1/22 del
tamaño natural. (Lqs originales se encuentran en los Mu...
seos de Berlín, Viena y Copenhague. Según Hermann
Meyer y Koch...Grünberg.)
LOS CULTIVADORES 203

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19. Flechas de la zona selvática tropical. La flecha 1) (con


guarnición tangencial de plumas) que no procede de la re-
gión indicada, fué incluída en la ilustración para fines de
comparación con la guarnición radial de plumas de los
Nos. 2) y 3). Los Nos. 4) y 5) tienen las plumas redialmente
dispuestas y los Nos. &8) tangencialmente; los Nos. 9) y
10) no tienen plumas. Las puntas de 4) y 6) son de made.-
ra 5) y 8) de carrizo, 7) de la púa de una raya. La flecha
arponera N 9 9), con punta de hierro, sirve para la pesca de
grandes peces, mientras que las flechas del N 9 1O) son usa.-
das para la caza de grandes cuadrúpedos, como jabalí, ciervo,
tapir y jaguar. (Para protegerse, el cazador carga estas fle.-
chas en una funda de hojas cubierta con un tejido de carrizo;
b-c, puntas y extremo inferior de ellas). NQ 1) de proceden-
cia bororó; Nos. 2-5) de la región de las fuentes del Xingú
( 1), de los auetó, 3) y 5), de las bakairí, 4) de los kamayurá;
'&8), de los karajá; 9), de los yahuna; 10), de los umaúa y
kabeua. Los originales se encuentran en el Museo de Etno..
logia de Berlín. (Seg(ln H. Meyer y Koch-Grünberg.)
,

,
204 SUDAMERICA

largo de este último. También se nota una diferencia en la circuns-


tancia de que las flechas tienen casi siempre en Amazonia el emplu..
mado radial y no tangencial. Ya en el capítulo anterior, conocimos
tres tipos principales de flechas; otro cuarto tipo tiene un hueso pun..
tiagudo o aguijón de raya injertado en el avanteasta de madera. ·
De modo parecido al arco, también la cerbatana ha extendido
su área de distribución considerablemente desde la época del des..
cubrimiento. ~orno arma verqadera, sólo puede usarse en combi..
nación con un veneno de efecto rápido; sin embargo, de todos los
antiguos relatos se desprende que las tribus indias en el norte de
Sudamériéa, del Amazonas inferior y de Mojos no conocían, 'en el
siglo XVI, más que un veneno de efecto lento, que no puede ser idén..
tificado con el curare de los tiempos actuales, uno de los venenos más
temibles que se conocen. Han sido probablemente tribus caribes de
la Guayana las que descubrieron la extracción y preparación del cu..
'
rare de la corteza de una especie de Strychnos, y quienes lo difun.. · l

dieron junto con la cerbatana en dirección al oeste, donde todavía


hoy día, IC?s umaua gozan la fama de ser buenos "cocineros de ve..
neno". En el área nororiental de su origen, ~el arma está hecha con
una caña de arundinaria, metida en el tronquito de una palma ahue..
cada; la aljaba correspondiente para los dardillos de madera, se hace
de cestería. En el oeste de Amazonia, tanto la cerbatana como la
aljaba se hacen totalmente de n1adera, recubriendo dos mitades, Ion..
gitudinalmente partidas, con tiras de corteza. Resulta muy significa..
tivo dado lo reciente de la distribución de la cerbatana, el hecho de
que sea desconocida en todo el sureste de Amazonia y, por consi.-
guiente, también entre la mayoría de las tribus tupí. El curioso he.-
cho de que también se la encuentre aisladamente en una región tan
lejana 'como la del Gll:aporé (entre 1os mojo, etc.), donde, por aña..
didura, está fabricada con una caña de bambú, muy poco apropiada
debido a su groso_r desigual, está relacionado, según Nordenskiold,
con la inmigración de los palmella, grupo de extracción caribe.
Es probable que la población más antigua de Amazonia no haya
tenido originalmente canoas. El este y el sur de Sudamérica igno..

,

LOS CULTIVADORES 205


.
raban totalmente los vehículos acuáticos, y en
lo~ países andinos había balsas que, en reali...
dad, eran la única clase de embarcaciones apra...
piadas para las impetuosas corrientes de la ver.-
tiente occidéntal de los Andes. Efectivamente,
parece que todas las tribus más antiguas del este·
de Bolivia usaban antes balsas; según sus tra...
diciones, los yuracare -hoy día excelentes cons....
tructores de canoas- no llegaron a conocer la
canoa, sino por conducto de los 1nojo. La balsa
del Amazonas consta de siete palos dispuestos
como los cañones de un órgano; debe conside...
rarse como su descendiente la "jangada", que
es una balsa perfeccionada por los europeos,
todavía hoy en uso en el Amazonas. También
los tupí orientales navegaban en sus costas con
balsas de palos; aunque éstas son muy útiles
para descender por los ríos, las subidas se difi..
cultan mucho con ellas, de modq que sólo la
introducción de la canoa, por conducto de los
.,, tupí, arawak y caribe, hizo posible las migra...
-

ciones enormemente largas de éstos.


A la canoa de un solo tronco precedió, pro...
bablemente, la canoa de corteza, que se hacía
en la Guayana, entre los tupí orientales, en la
'
región del Xingú superior y por otras partes,
siempre de forma idéntica, de una sola pieza
grande de corteza, para cuyo desprendimiento
se tenían que construir andamios alr~dedor del
1 la +~ -
Cerbatanas. N 9 1) del río Yapurá; largo total: 3 1'4 metros (a su lado, una
flechita a título de comparación). N 9 1.a) extremo inferior de la misma pieza
con boquilla y mira (de dientes de roedor); N 9 2) aljaba; 2a) una flecha;
3) boquilla de una cerbatana de los kokama, con colmillos de jabalí; idem,
de los ríos Izana y Uaupés. (Museo de Etnología de Berlín.)

'
206 SUDAMÉRICA

árbol. El indio del Amazonas es un navegante no menos atrevido que


el canadiente, y no .se acobarda ni aun ante las muchas ''cachoeiras"
impetuosas de los aflue"rttes del Amazonas. Los caribe y tupí solían
emprender también grandes travesías por mar, en las costas septen..-
trional y oriental, en enormes canoas de una pieza, con cabida para
cincuenta y más hombres. Igual que las embarcaciones, también la
, forma más primitiva del canalete sin muletilla queda confinada casi
exclusivamente al oeste, inclusive los guató.
Un canasto, que tiene la forma d~ espuerta abierta en la parte
trasera, sirve para el transporte terrestre en todas las regiones in...
fluí das por las tribus septentrionales ( arawak, etc.),· inclusive la re...
gión de las fuentes del Xingú. Las mujeres cargan a sus niños por
medio de una cinta de líber o tejido, que apoyan sobre un hombro.
Hay que incluir también en·1a categoría de los medios de transporte,
el único calzado que se conoce en lé\ región de los bosques tropicales:
una sandalia de tallo leñoso hecho con la penca de la palma mau. .
ritia~ la utilizan los indios de las montañas del Roroima durante
sus marchas, para protegerse contra las cortaduras de las piedras
con filo.
Aldeas, en el sentido propio de la palabra, _las hay solamente
muy raras veces. Es cierto que entre los carayá, ' las chozas, forman
una fila mirando hacia la orilla del río; pero por lo regular, los pa...
raderos. sólo consisten en unas cuantas chozas o de una sola "maloca"
.
enorme, que sirve de morada a todo un grupo. El estilo de .construir
las casas cambia frecuentemente, conforme a las e~taciones del año.
En la Guayana y el este· de Bolivia, se pasa la noche en chozas--dor...
mitorios herméticamente cerradas; mientras que los omagua y uitoto
se protegen contra las inundaciones, durante la temporada de Uu...
vias, por medio de palafitos. La principal área de distribución de
estos últimos era y todavía es la costa septentrional, especialmente
los alrededores pantanosos de la Laguna de Maracaibo. Fueron evi--
dentemente tribus de esta faja costera (que, debido a dichos pala...
fitos, fué llamada Venezuela, "la Pequeña Venecia"), las que intro...
<lujeron la construcción de palafitos en el interior de 'la Guayana, es

" -
LOS CULTIVADORES 207

21. Tipos de construcción de casa entre los indios sudame...


ricanos. 1) tribus del Uaupé; 2) yamamadí (río Purus);
3) región de las fuentes del Xingú; 4) makuna (río Apapo. . I
rís); 5) akkawaí (Río Massaruni); 6) choroti; 7) tehuelche.
(El N 9 3), según. un modelo en el Museo de Etnología de
Berlín; los otros dibujos, según Koch-Grünberg, EhrenreiCh,
Appun, von Rosen y Vincent).

'
,
208 SUDAMERICA

decir, en sabanas tan secas como las de la región de la Sierra del Ro--
roima. Los paumarí del Purus inferior viven en chozas flotantes,.
construídas sobre balsas. -
Paravientos y chozas cupuliformes, albergues primitivos del sur
y del este, se ven ya muy raras veces; con alguna más frecuencia en
~l oeste, que es la región de repliegue de las viejas ~ulturas. Muchas
veces, el doble paravientos se ha transformado ya en techo a dos ver...
tientes, posado directamente en tierra. La mayoría de las otras casas
I

rectangulares, principalmente las vistosas malocas de la región de los


Ríos Uaupés y Ucayali y del este de Bolivia, en las que un ancho
techo de palma a dos vertientes descansa sobre una armazón de pos..
tes sin paredes o con los lados cubiertos de esteras o láminas de
corteza, son consideradas por E. Nordenskiold como una forma re..
ciente y evolucionada bajo la influencia europea, pues toma el estilo
circular por la forma que originalmente predominaba -en los países
amazónicos. Es difícil, sin embargo, resolver este problema, tanto
más cuanto que existen curiosas formas transitorias, indudablemen..
te no influídas, cuyo tipo ·básico muestra una casa con techo a
dos vertientes y ábsides semicirculares, es decir, con planta ovalada
(Amazonas superior y Purus, Paresí y Carayá), mientras que el re..
sultado final de la serie evolutiva es una construcción que se parece
por fuera a una típica "choza colmeniforme" (región de las fuentes
del Río Xingú). El genuino representante del estilo circular ies una
casa grande con techo cónico que se encuentra en las regiones de la
Sierra del Roroima y del Río Uaupés, así como entre Jos mojo y
yamamadí; es evidente que este tipo, así como el embarrado de las
paredes, son de origen arawak. -
El indio amazónico .comparte su habitación con numerosos ani.-
males amansados que le sirven en general sólo para su diversión,
sin provecho económico alguno; se incluye aquí también la gallina .
que los europeos introdujeron en el siglo XVI. · Ni siquiera se ha ge...
neralizado el único animal doméstico, el perro.
En cuanto al ajuar, el oeste usa catres mientras que en el este
y norte se acostumbra la hamaca. Los arawak comparten con nu...
LOS CULTIVADORES 209

merosas tribus más primitivas la hamaca de malla de fibras de palma,


mientras que los tupí. y caribe han introducido las hamacas de algo.-
dón; estas últimas se usan también en los países civilizados de· MesO-'
américa, aunque allá no se emplean para dormir, sino como literas.
También revelan influencias septentrionales los banquitos de made..
ra en forma de figuras de animales, con cuatro pies o dos patines; su
área de distribución es el este de las selvas tropicales (la Guayana,
Carayá, región de las fuentes del Xingú), teniendo sus exactos equi..
valentes .en las sillas de piedra o madera de las Antillas y del sur del
oeste (entre los tucano, etc.), se encuentran de nuevo en Ecuador y
Perú.
También los irastes de cocina muestran claramente el contraste
que atraviesa la cultura de la selva tropi~al. Los tubérculos de la
mandioca tienen que ser ·triturados primero, para cuyo trabajo se
aprovechaba originalmente (Río Ucayali y Bolivia Oriental), en una
forma rudimentaria, la raíz aérea armada de espinas, de cierta pal. .
ma; en todo el resto de Sudamérica tropical han tomado el lugar de
aquella -forma primitiva unos ralladores artísticamente acabados, con
piedras o espinas de palma engastadas. Una canasta. .coladera o una
estera dé varitas sirve para trasladar la pasta así preparada; tratán..
' dose de la mandioca amarga, cuyo jugo es venenoso, se emplea, .en
cambio, una manga prensora trenzada (tipití), que está o estuvo
distribuída en todo el norte_de Amazonia y en el litoral brasileño.,
siendo, por tanto, de suponer que la deben de haber inventado los
arawak, los tupí o los caribe. Entre las tribus septentrionales y orien...
tales, se tritura el maíz en morteros de madera, mientras que en el
este (desde el este de Colombia hasta el este de Bolivia), en cambio
se le desmenuza con machacadores de madera o piedra, que se ma...
nejan como un tajo para picar carne. En seguida, se hacen con la
harina tortas (beijús) sobre discos de barro o grandes bandejas pla..
nas, o se le cuece en ollas, para hacer papilla. .
'
El fuego se obtiene con taladros y se atiza la lumbre con sopla...
dores que, en el oeste, consisten en un abanico de plumas, y, en ·el
norte y el este, de cestería de palma. Por todas partes se acostumbra
'
,
210 SUDAMERICA

asar o acecinar pescados y carnes sobre parrillas piramidales o rectan..


guiares, de cuyo nombre, en lengua tupí bukeng, se deriva la palabra
"bucanero".
En la mayor parte de la selva tropical (con excepción de la re.-
. gión de las fuente~ del Río Xingú), se prepara el "cashirí", bebida
débilmente alcohólica,' hecha con mandioca, maíz o frutos de palma,
agregando a la masa preparada en grandes artesas de madera peda...
zos de beijú previamente masticados. Los narcóticos que se conocen, .,r

soh: entre las tribus noroccidentales, las hojas de coca, que se mas...
can con cal, como en la región andina colindante; en el oeste, el
caapí, bebida que se prepara, hirviendo la corteza de una liana (ban...
nisteria); el extracto de la corteza del estramonio (datura), así como
un polvo es~ornutatorio al que se le da el nombre de niopo, paricá o
curupa. Este último se extrae de la semilla de una mimosa; se in...
troduce en la nariz, inhalándolo o aspirándolo por medio de un hueso
hueco. El tabaco se fuma en la forma de cigarro puro, es decir, en..
vuelto en una capa de hoja o en un cucurucho que llega a tener,
en la región del Río Uaupés, el enorme largo de 34 centímétros, y
que se agarra con una horquilla de madera tallada. Los carayá em...
plean pipas primitivas hechas de folículos. Es probaple que las toscas
pipas de madera de las tribus pano en el Río Ucayali hayan sido
inspiradas en tales dechados, perfeccionándolas (bajo la ~nfluencia
de los europeos), con una boquilla de hueso de mono.
Debido a que la planicie aluvial de Amazonia carece casi por
completo de piedras, sólo las hachas indispensables para desbastar la
madera tienen hojas de piedra, las cuales se fijan bien encajándolas
en el extremo abultado del mango (región de las fuentes del Xingú),
sujetándolas en la dobladura de una rama flexible (nambikuara) o,
, finalmente, amarrándolas a un mango de manera parecida a las
hachas de forma de una "T" del Perú antiguo (en la región del Uca...
yaH y Beni). Los dientes de roedor, con un mango, sirven de esco...
plos; las quijadas de piran.ha o astillas afiladas de bambú se utilizan
"
como cuchillos; valvas de concha de raspador; y huesos puntiagudos,
de leznas. En el oeste, principalmente en Bolivia Oriental, se trabaja
LOS CULTIVADORES 211

la capa interior de la corteza de higueras silvestres para hacer' lienzos


de corteza, macerándola con un mazo estriado. Originalmente, los
tupí, arawak y caribe ignoraban la preparación de lienzos de corteza, . '

pero en cambio, los arawak fueron en toda la región de los bosques


tropicales, los grandes maestros en cerámica y cestería, así como en el
arte de hilar y tejer. Naturalmente, todas estas artes ya se practica...
han en varias regiones amazónicas antes de la expansión de los ara...
wak, pero sólo bajo la influencia de éstos llegaron a su auge.
Contrastando con el Gran Chaco, las vasijas de barro de Ama...
zonia, tanto las prehistóricas como las modernas, muestran pocas
I· semejanzas con la cerámica de los Andes. Claro que los tupí poseían
su propia cerámica típica, cuyas características son grandes urnas
con tapadera y ornamentos de impresiones digitales, pero este arte
era relativameflte primitivo. En todas partes, las vasijas de barro se
forman con rodetes de barro y, en la Guayana, Venezuela, el noroes...
te de Brasil, entre los jívaro y pano, antes de meterlas al horno se las
pintan dibujos geométricos y cubren con un barniz brillante; la deco...
ración plástica que les dan la figura de animales, no se encuentra hoy
día más que en la región de las fuentes del Xingú. De las calabazas,
que en muchas regiones han sido probablemente las precursoras de las
ollas, procede la costumbre de proveer el ~borde de las vasijas con
agujeros para cuerda, faltando casi siempre las asas. En Amazonia,
los trabajos de malla se utilizan poco en comparación con la cestería
que, en la gran mayoría de los casos, se hace en técnica escalonada
de dos hebras, y que dan una idea del largo trayecto que la evolución
ha recorrido desde los primitivos cestitos de los sirionó, hechos de
una sola hoja de palma, hasta las magníficas bandejas de cestería y
cajas con tapadera de la Guayana y del noroeste del Brasil. La ceste...
ría enrejilla9a de tres hebras, viene probablemente del norte de Sud...
américa, porque se ve poco o falta por completo en el oeste, el este y
el sur. 4 decoración de la cestería con delicados motivos en negro,
que en el sur son triángulos o losanges sencillos y en el norte rectán...
gulos concéntricos o grecas, se convirtieron en dechados para toda la
ornamentación siempre geométrica de Amazonia, a la que se reduce
,
212 SUDAMERICA
'

el arte del indio selvático, pues la plástica desempeña hoy día, en


contréfste con .los tiempos antiguos, un papel muy secundario; ni
siquiera en las máscf ras de los danzantes se pretende conseguir una
representación r~alista. ,
En Amazonia, también el arte de hilar y tejer tiene, en lo esen...
cial, un origen septentriona~, probablemente arawak. Claro que se
conocía en el oeste un huso de rotación horizontal, que· semeja al
utilizado en el antiguo Perú, pero con los hilos no se fabricaban ori..-
ginalmente más que cintas angostas por medio de un
\ .
telar primitivo.
. Los arawak introdujeron el huso y telar verticales, en el que los
hilos. de la urdimbre, en contraste con el del antiguo Perú, se arrolla..-
ban en los palos extremos, de modo que el prqducto tiene la forma
de una banda sin fin. Una tela de esta clase, sólo que más ancha y en
f~rma de una manga de algodón, es el tipoy, la principal prenda de
vestir de las mujeres entre los mojo, paressí, chiquito~, guaraní y
otros; es probablemente un desarrollo de la banda...portaniños.' En
cambio, el kushma -camisa sin manga$, para hombres, de lienzo de
corteza o de algodón, que acostumbran usar muchas tribus del este
del Perú y Bolivia..- es una prend'1: típicamente occ;idental del anti.-
gua Perú, cuya vasta difusión fué fornen tada por los misioneros en
tiempos postcolombinos. Los kushma de corteza de los _yuraca·r e y los
' , de algodón de los konibo están ricamente adornados con dibujos pin.-
tados o aplicados por medio de sellos. .
' En tiempos anteriores a la difµsión de_las mencionadas prendas
·de vestir, la mayoría de las tribus amazónicas andaban desnudas,
salvo algunos dispositivos insignificantes, ~uyo propósito era más bien
el de proteger los órganos genitales que el de cubrirlos, y que inclu. .
yen en la región al sur del Amazonas, el cierre del prepucio, ama..
rrándolo con un hilo o por medio del cinturón, y el portapene, este
último principalmente entre. las tribus tupí; también ·pertenece a ·
esta clase de ob]etos el pequeño triángulo de corteza (uluri) de las
mujerés de la reg_ión de las fuentes del. Xingú, que tiene sus equiva...
lentes en tapas pubianas encontradas entre los hallazgos de Marajó~
Al norte del Amazonas predomina el taparrabos de algodón para 1

. \

!
\

LOS CULTIVADORES 213

..

22. Arte de los pueblos de la región de las fuentes del río Xingú. Nos. 1.-3), más.-
caras; N\I 4), volteador de beijú; Nc;i 5), escudilla de barro; NQ 6), banquillo; N 9 7),
figura de cestería; N 9 8), peine; Nc;i 9), disco de hueso; N9 10), maza para danza;
N 9 11 ), recipiente formado de una calabaza. El ornamento más apreciado del arte
xingú es, al lado del "uluri", el "mereshu" que está representado en los Nos. 1),
2), 4) 9) y 11). Se originó probablemente de la cestería, aunque se suele interpre..
tar, en sentido realista, como "pescado en la red". La representación de pescados
en las máscaras (véanse Nos. 1) y 3) ) re~ulta muy significativa, porque demues.-
tra, en unión con el dechado del mereshu, que las máscaras servían originalmente
para la magia de la pesca. Las figuras plásticas representan: el N<> 5), un lagarto;
el N9. 6), un pájaro; el N<> 8), jaguares. El N9 7) representa un sapo. Los Nos. 1)
y 11), proceden de los bakairí; N 9 2), de los auetó; Nos. 3), 4), 9) y 10) de los
kamayurá; Nos. 5), 6) y 8) de los mehinakú; N9 7) de los nahuquá. Tamaños:
N 9 1), 1/17; N 9 2), 1/7, N 9 3) 1/ 10 del tamaño natural. T odos los originales se
encuentran en el Museo Etnológico de Berlín. (Según Karl von den Steinen.)

'

,
I

I
214 -'SUDAMERICA

hombres, que fué introducido ya en tiempos europeos, y para muje-


res un delantalillo (tenga) que se teje con abalorios; en algunos
casos, se encuentran también delantales de fibra llevados por hom...
bres (región del Uaupés) y bragueros para mujeres (carayá).
Un estado de transición hacia el adorno lo presentan los anchos
cinturones o corsés, muy ajustados al cuerpo, de corteza, lienzo de
corteza, algodón o sartas de abalorios, entre los que son las más cu..
riosas las panceras de los umana, de corteza ,Pintada. En muchos
casos son debidas a la creencia de que son buenas para aumentar la
fuerza física; idea en que también se basan los adornos de los brazos
y piernas, consistentes en cintas muy apretadas, que suelen ponerse
muchas tribus de los caribe:_ Entre los carayá, unos puños tiesos en
las muñecas, hechos de algodón en labor de punto, son distiqtivo
de los solteros. Los grandes _discos auriculares, como los que llevaban
los pueblos del sur, del este y del oeste, no se encuentran más que
entre los koto, tribu tukano en el río Nápo inferior, donde alcanzan
el enorme diámetro de trece centímetros, y que, por tal motivo,. fue..
ron llamados "orejones" por los españoles. Entre otros grupos, las
orejeras consisten en plumas o varitas delgadas. Son también costum...
bres aisladas, el pesado bezote de piedra ( tembetá) de los tupí orien.-
tales, que llegó a difundirse entre los carayá; y los discos de concha,
con los que _antiguamente los miranya y mayoruna desfiguraban las.
aletas de sus narices. Por lo común, se lleva en el labio' inferior sola..
mente un· perno delgado en forma de clavo, de resina, hueso o con....
cha, o pequeños bodoques de madera, conforme a la edad del in divi...
duo ( carayá); y, en el tabique nasal~ anillos, varitas o plumas, es
decir, una forma de adorno de los pueblos civilizados que se difundió
hacia el este has_ta la Guayana y el Xingú superior. El tatuaje se·
practicaba por medio de punción, raras veces por incisión; lo encon. .
tramos principalmente entre los tupí centrales (mundurukú, apia.-
ká), yurí y passé, en forma de una banda alrededor de la boca o
como dibujo de rayas que cubre todo el cuerpo. El tatuaje es, en lo-
esencial, un distintivo tribal, mientras que la pintura con urukú
(roja) y genipa (negra azulada), dos colores que se extraen de la

LOS CULTIVADORES 215

semilla de ciertos árboles, se aplica con motivo de todas las fiestas; en


todo el oeste, se usan sellos de madera, como en la región de los
Andes. .
· Los peinados complicados se ven sólo raras veces; hay tonsuras
frontales o córonales, en el este entre los yuruna y bakairí, donde
todavía se hacen sentir influencias de los ge; en cambio, las trenzas
-
se observan en el oeste. Para el aseo del cabello sirven peines com..
puestos de palillos de madera de pahua, unidos con hilos. En ninguna
otra parte de América ha alcanzado el adorno de JJlu1nas un des. .
arrollo tan rico como en la región de los bosques tropicales. Los tupi..
namba y mundurukú llevan espléndidos gorros y capotes de plumas,
los mojo enormes coronas de plumas, los carayá abanicos nucales, al
norte del Amazonas los caribe y tukano se distinguen por sus ven.. ·
das y diademas de plumas, de muy buen gusto. El forro de los gorros
y capotes consiste en una red en la que se fijan las plumas de arara·,
papagayo, ibis o garza; para los otros adornos, un arco de· cestería
forma la base. También se conocen mosaicos en los que las plumas
están cosidas sobre telas (mojo, oyana) como en el antiguo Perú. Los
materiales para collares-o pectorales constan de dientes de animales,
huesos de fruta, folículos, élitros tornasolados de coleópteros (en el
oeste), piedras y cortchas; en_la región del Uaupés, los cilindros de
cuarzo perforados "'s on considerados como objetos de gran valor. No
· son raros los casos en que tales joyas u otros productos industriales
como hachas de piedra, vasijas de barro, hamacas, canoas o venenos'
para flecha, son fabricados por ciertas tribus y 'difundidos, por medio
del trueque, hasta comarcas lejanas. ,
De las condiciones sociales de la mayoría de las tribus sudama. .
zónicas sabemos por lo pronto tan poco, que tenemos que oc~parnos
más bien del norte,~ apoyándonos en las escrupulosas investigaciones
de Pablo Kirchhoff. La verdadera comunidad económica y de vida de
la mayoría de los pueblos cultivadores no es la tribu, que por todas
partes representa un vínculo poco rígido, por deber su consistencia
principalmente a la iengua y cultura comunes, sino la macro-familia
que es idéntica con la aldea o que por lo menos forma su núcleo. I
216 '
SUDAMERICA

Entre los wapishana, en el noroeste del Brasil y entre la mayoría de


las tribus del este del Perú, esta entidad es patriloc.al, de modo que
consiste en el jefe de familia con mujer y niños, y las mujeres y niños
de los hijos adultos; en cambio, entre los caribe de la Guayana, gua...
rauno, bakairí, carayá y tupí costeños~ es matrilocal, es decir, los
maridos jóvenes viven, después de su matrimonio, con la familia del
suegro. Solamente el cacique ( tuxaua), por lo regular el jefe de la
macro. .familia y, por lo ta:r;ito, también jefe de la aldea, así como el hijo
mayor señalado como sucesor, generalmente llevan su mujer a su
casa, aun en la macro..-familia matriloca.l. En tales casos, un yerno o
un hijo de él puede competir con el hijo como pretendient~ a la
jefatura (por ejemplo, entre las guarauno). También en la macro..:
familia patrilocal, cuando el jefe no tiene hijo ni hermano, un yerno
que vive en S1:J casa, suele adquirir la dignidad de jefe por casamiento
(región del Uaupés). En la mayoría de los casos, el jefe goza de poca ·
autoridad; sólo se ocupa de la organización de trabajos comunes
(construcción de la casa, cacerías y pescas), recibe a los visitantes y
arregla conflictos. Probablemente, no llegó a generalizarse la institu...
ción de jefes tribales, sino hasta que se estableció el contacto con los
europeos, que imp~sieron este cargo a uno de los jefes de la aldea.
Solamente con motivo de guerras, se juntaban varias aldeas ya en
tiempos anteriores, para elegir a un capitán.
. Frecuentemente y sobre todo entre las tribus. meridionales, en...
contramos un agrupamiento algo más estrecho de los homl?res solte...
ros, que se juntan a vivir en un "club" ( chakobo, mojo, mundurukú,
bakairí, carayá, etc.). Esta casa sirve simultáneamente para guardar
los utensilios de danza y de dormitorio para los visitantes.
Entre los ·arawak costeños (lokono y guajiro), por un lado, uit~
to y miranya, por otro, topamos con formas de una organización
superior. Todas estas tribus se dividen en numerosos clanes exógamos
que llevan .nombres de animales o plantas, y que se rigen, en cuanto
se refiere al primero de los dos grupos mencionados, por el principio
matrilineal, y, -e n cuanto al segundo grupo, por el patrilineal. Al sur
del Amazonas, hay tribus tupí y otras, con clanes que se reparten
LOS CULTIVADORES 217
~ ' !

(como entre los pueblos ge) entre dos "mitades" exógamas (mundu.-
rukú, parentintin, tikuna). Los clanes de los. uitoto están todavía
localizados, porque cada uno de ellos vive por separado en una gran
casa de. clan; entre los arawak, ya se han diseminado entre. varias
aldeas.
. Con esta organización en clanes surge, por lo regular, una posi...
<:ión más elevada del jefe, es decir, del jefe de clan. Le es permitido,
por ejemplo, tener varias mujeres, vive en un apartamento especial
de la casa y se hace servir por "esclavos". Entre los guajiro, que se
han transformado bajo la influencia de los europeos en criadores de
ganado, la posesión de rebaños es el criterio decisivo para el prestigio
de clanes y jefe, de modo que ya existe el germen de una estratifica.-
ción en "estamentos". Hay datos sobre esclavitud principalmente de
los caribe, tupí, uitoto y miranya. Los oyama llamaban a este estado
de servidumbre "peito", palabra que, en su sentido estricto, señala
entre las tribus matrilocales, a los yernos que están obligados a traba...
jar para el suegro, pero en su sentido más lato, se aplica también a
otras personas a las, que se hace trabajar en provecho propio y, final...
n1ente, a los prisioneros de guer_ra. Tribus e·n teras pueden vivir en un
estado de servidumbre de esta índole, como, por ejemplo, los oyampi,
ya próximos a extinguirse, con respecto a los enérgicos y aguerridos
oyana. A estos hombres, se les ~onsidera más bien como miembros
de la familia que como esclavos, porque también se casa a los prisio...
neros de guerra con miembr~s del clan o se les adopta. En cambio,
entre los tupí costeños, después de haberles dado buen trato a los
prisioneros de guerra y aun haberlos casado con hijas o hermanas de
sus dueños, se les mata con motivo de una gran fiesta, para co...
merlos.
En la mayoría de los casos, la persecución de los culpables no es
<le la incumbencia de los jefes, que no son más que árbitros, encar..
gándose de ella el particular o el grupo social que ha sufrido el daño.
Esto se refiere en primer lugar a la venganza. Entre los guajiro, el
clan se e~carga de su consumación; ·en cambio, en la Guayana central
,
218 SUDAMERICA

el vengador rompe todos sus vínculos con su familia y persigue a su


víctima con el fanatismo de un obseso. ·
. El arte de la guerra había alcanzado un nivel más alto solamen..
te entre las tribus políticamente mejor organizadas, por· ejemplo, en..
tre los manao que antiguamente estaban unidos en una liga, entre los
jívaro, miranya y mundurukú; mientras que se concretaba, en la
mayoría de los casos, a asaltos aislados. Donde se hace uso del, arco.
como arma guerrera, hay por lo regular varios tipos de flechas exclu..
sivamente destinaHas a este objeto, c9mo ·las flechas para duelos de
los yurakare, eón Sl1S puntas de madera de sección triangular. Las
otras tribus emplean para la guerra dardos, lanzas con puntas de
·madera_, bambú o hueso (jívaro, mundurukú, carayá) y mazas de las
más diversas formas. Frecuentemente tienen la figura de ·" macanas'\
es· decir, mazas. .espadas de dos filos,-muy largas y en forma oe reino
y que terminan en un corte cóncavo (este del Perú). Los tupí orien..
tales poseen _mazas que ·rematan en un disco'. plaqo; en_la Guayana
existen mazas ·múy cortas y cuadradas, que tienen probablemente su
origen en mangos de hacha.. En muchos casos, las mazas ya no se
usan más qµe como utensilios de danzas ó de deporte, de igual .m ane..
ra que los escudos en la región del Uaupés y entre los guarauno. Los
escudos .se .encuentran principalmente entre· tribus que luchan ·con ~
lanzas y mazas." ESéudos circulares de cuero, algunasr vecés, ~orno en
Asia, con doble asa y aboi:nbadura (kashinaua, kulino) se usan o se
. . . usaban en el oeste desde el río lnírida hasta el río Jurua; ·también los
jívaro poseen escudos circulares, pero de madera. Mientras que en
este caso pued~ pensarse en una relación con el escudo del antiguo
Perú, la exis~encia' de un eséudo oblongo de madera o cestería entre
los umaua y mojo resulta ·un fenómeno bastante aislado en Améri..
ca. Los primeros relatos mencionan fortificaciones con empalizadas
y "gases venenosos" (vapores de pimienta) como medios de combate
entre varias tribus ·amaz6nicás. ".
Las cabezas. .trofeo están basta.nte generalizadas entre los tupí.
Los mundurukú disecan las cabezas ~cortada.s de sus enemigos, des- 1.

pués de untarlas con aceite vegetal, para a4ornarlas finalmente con ·

' '
..
' .
\

LOS CULTIVADORES 219

plumas y Ójos artificiales. Del este de Bolivia hay datos sobre copas
hechas de cráneos y trompetas de fémures de enemigos muertos en
combate. También es conocido, entre una tribu caribe al este del
medio Xingú, el trofeo de piel, originario de los países andinos, o sea
la piel facial y el cuero cabelludo. La variante más notable de este
trofeo es ·el "tsantsa" de los jívaro, o sea la piel entera de una cabeza,
reducida al tamaño de un puño. Conforme a la creencia de los jívarot '

es en este tsantsa donde habita el alma del enemigo muerto en com-


bate, la venganza de la c~al debe neutralizarse por medio de una gran
fiesta, durante la que se le amedrenta mediante gesticulaciones ame.-
nazantes, ruidos y danzas, mientras que se elimina toda enemistad
de part~ de ella, bañando la cabeza en un líquido mágico. A partir de
este momento, el trofeo resulta un fetiche de buena suerte, que siem-
pre acompaña al guerrero que lo ha conquistado. La misma idea
priva en la práctica de ~omerse a los enemigos muertos,en combate y
a los prisioneros de guerra; costumbre que antiguamente era muy
común entre los tupí orientales y centrales, así como entre los mira-
nya y kashibo. .

Los hombres de las tribus organizadas en macro..-familias, se
casan frecuentemente con mujeres de la misma aldea, prefiriendo
1

parientes cercanas, como, por ejemplo, la hija de una hermana, o de


una hermana def padre o de un hermano de la m¡:idre, lo que sería
imposible eptre las tribus organizadas en clanes. No son raros los
casos en que se contrae matrimonio ya desde la infancia de la mujer;
también es costumbre, principalmente entre las tribus matrilocales,
que el pretendiente pague al suegro la primera mujer con sus servi-
cios, entregando, para las siguientes, solamente algún obsequio. La
poligamia es general entre los caribe de Guayana y los guarauno,.
muchas veces en la forma del "sororato" (casamiento con varias her.-
manas) o del "levirato" (casamiento de la viuda con el cuñado); las
mujeres viven todas bajo el mismo techo, o separadas, cada una en
su casa.
·E ntre las ceremonias matrimoniales figura la curiosa costumbre
de los indios del río Uaupés, de raptar la novia, aparentemente a
. 1

,
220 SUDAMERICA

viva fuerza, después de una fiesta perfectamente amigable. EJ brujo,


raras veces también el jefe, reclaman entre algunas tribus (kulino,
yurí, passé, etc.) , el ju~ primae noctis.
' Al nacer 'un niño,' los arawak y los carib~, septentrionales, algu. .
nas tribus tupí (mundurukú y omagua), los yurí y los yurakare ·
observan la "covada", es decir, el ·padre permanece algún tiempo
acostado ~n la hamaca, absteniéndose de trabajar y dejando de comer
la carne de ciertos animales, porque se le considera ligado al rc;!cién
nacido de una manera especialmente estrecha. En el oeste, desde los
otomako hasta las tribus pano, se acostumbra la circuncisión inme. .
_diatamente después del na~imiento o algún tiempo más tarde; entre
algunas tribus (omagua, tikuna, konibo), se practica la misma ope...
a
ración también en las niñas, las que se les corta el extre~o del
clítoris. La madurez sexual de niños y niñas da motivo para nuevas
ceremonias; además de que la muchacha tiene ·que permanecer ·algún
tiempo en ayunas y en un lugar apartado deritro de la casa, muchas
veces con el cabelló-rapado, también se la somete a severas pruebas,
principalmente a una escarificación con rascadores especiales, así
como a flagelaciones hasta h<ic~r brotar la sangre (piaroa, región del
río Uaupés, etc.). Además de todas estas penitencias, los jóvenes
tienen que resistir en la Guayana, entre los mauhé y otras tribus, las
pruebas de hormigas y avispas, durante las que se les expone a
1.
: los piquetes .de dichos insectos, encerrados en jaulitas de cestería. La
escarificación,· flagelación y el tormento de insectos no quedan res...
tringidos a la ceremon~a de pubertad, sino que frecuentemente for...
man también parte del ritual para -la elección de jefes, consagráción
de brujos y ceremonias fúl'.lebres, así como del ceremonial de las
.sociedades secretas. La escarificación se practica también durante la
curación de enfermos, o antes de emprender un viaje o de salir de
cacería. Como ejemplos cito aquí la danza maquarri de los arawak
costeños, que se lleva a cabo con motivo de algún fallecimiento, y de
la ceremonia de la sociedad secreta que organizan algunas tribus
arawak de la región del Órinoco
. ' y del ·I~ana para celebrar la madu...
.rez de los frutos del campo. Otras formas de penitencia son: provo..

\
LO$ CULTIVADORES 221
car sudores, sahumarse, tomar rapé de paricá, beb~r jugo de tabaco.
' , . '
caap1 u otros narcotices.
Para explicar todas estas costt,tmbres curiosas, R. Karsten recu...
rre al muy desarrollado animismo de los indios amazónicos. Poseídos
de la idea de perpetuas amenazas de parte de espíritus malignos, los
cuales son, naturalmente, más peligrosas durante las fases críticas de
la vida humana --concepción, nacimiento, pubertad, casamiento, en...
fermedad o muerte-- esos indios tratan de encontrar medios y recur...
' sos a su alcance pa.r a contrarrestarlas. Algunas veces basta la simple
la
huída, como en el rapto fingido de la novia, o también astucia: los
apapokuva, guarauno por ejemplo, dan a un enfermo desahuciado
otro nombre, con lo que también le dan otra alma, para despistar al
demonio. Pero en general esta actitud pasiva no es suficiente, por
haberse ya el demonio posésionado del hombre, y entonces resulta
·indispensable, librarse de él mediante un acto de purificación, y de
inmunizarse contra futuros ataques por medio del robustecimiento
de las propias fuerzas mágicas. La razón por la que el cortarse el cabe..
lle y el sangrarse son específicamente eficientes, estriba en el hecho
de que se consideran el pelo y la sangre como morada por excelen..-
cia del alma y, por consiguiente, amenazados en primer lugar. La muy
difundida idea de que los espíritus malignos penetran de preferencia
en el cuerpo humano a través de sus aberturas, explica, según Kars--
ten, tanto la circuncisión como ~ambién los adornos de orejas, labios
y narices, los cuales no tienen solamente un carácter exornativo, sino
también el de amuletos. Conceptos similares están asociados con la
pintura corporal, el tatuaje, los tocados de plumas y los adornos del
cúello.
Es probable que esto~ conceptos anímicos formen una capa más
reciente frente a la creencia en una fuerza mágica todavía totalmen.-
te impersonal: el "veneno", que es, según la idea de muchas tribus
septentrionales, la causa de todas las enfermedades, fallecimientos y
accidentes; en la Guayana central, se le llama canaima -evidente.-
mente un paralelismo con el orenda o wakonda norteamericano--.
Los taulipang, para combatirlo, hacen uso de fórmulas mági~as que

222 SUDAMÉRtCA

pueden ser adaptadas a lás circunstancias de cada caso y que, ade...


más, no solamente deben contrarrestar la magia opuesta, sino que
tambiéq tienen que fortalecer la propia. En la mayoría de los casos,
sin embargo, se pide la ayuda del brujo (piay, payé), el c~al, como
por todas partes en América, desaloja la materia dañina en forma de
una astilla de madera, una piedrecita, etc., por medio de sus mani...
¡

pulaciones, soplando, chupando o estrujando la parte enferma del


cuerpo. Además de todo esto, el brujo aplica su magia al tiempo o a . .
la fertilidad, conjura los _espíritus, se eleva por medio de ayunos o
narcóticos, a un estado visionario, para entrar en relaciones con
el mundo de los espíritus y para averiguar de esta manera, cuáles son
/

los peligros que amenazan de parte de otros brujos. Esta interpelación


de los espíritus durante la narcosis de caapí, forma . parte, entre los
jívaro, de los actos mágicos más usuales, que practican no solamente
el brujo, sino también en la fiesta; del tsantsa, los parientes y amigos
del -gt!errero -d ueño del trofeo.
. También las difererites maneras de deshacerse de los. muerto$ re...
sultan muy ilustrativas para ~emprender el animismo de los indios·
amazónicos. La idea de que el difunto todavía pertenece al círculo de
los vivos, da lugar a que las tribus del río Uaupés, tupí centrales,
etc., efectúen el entierro en la casa m:isma, o que las tribus del Purus
y los carayá levanten una choza "ad hoc" sobre la fosa. Lo que se
busca es el.modo de evitar que el peso de la tierra moleste al cadá...
ver; a esto se debe el sepultamiento e~ cuevas, ·bóvedas _sepulcrales o
en grandes urn~s, como es la costumbre principalmente entre los
guaraní, teniendo probablemente" esta costumbre su origen en los. paí;;.
ses civilizados del -oeste. El alma del difunto mora .en los huesos; esta
creencia da motivo al sepultamiento secundario de los huesos desear.- '
nades. y no pocas veces pintados, en canastas o vasijas de barro; es
ésta una costumbre que predominaba en tiempos antiguos en la
región del Amazonas inf~rior y que, más recientemente, existe, sobre
todo entre los arawak (guajiro, ipuriná, mojo) y algunas tribus tupí
(omagua, oyampi). En la región del río Tapojoz, se conservan los
cadáveres enteros por medio· del humo, para guardarlos en chozas
LOS CULTIVADORES 223
especiales y para venerarlos con ofrendas y danzas; también el sepul.-
tamiento en plataforma, que los :guarauno practican-, pertenece a este
conjunto de ideas. La creencia en el renacimiento condujo a los ma.-~
yoruna a la costumbre de comerse los cadáveres. Varias tribus de la
'
región de los ríos Uaupés, yapurá y ucayali, y en la época del descu...
brimiento también ciertas tribus del Amazonas inferior, tostaban y
molían los huesos, para comerse el polvo mezclado con cetveza de
maíz u otras bel?idas. La destrucción completa del cadáver mediante
su cremación solo se acostumbra en algunas regiones del este del Perú
y entre los ,oyana.
A menudo, la creencia en demonios y, espíritus estriba en el
·Concepto de las almas de difuntos; como lo comprueban los "camiri"
de figura esquelética, de los ipuriná. Al lado de ellos hay' numerosos
espíritus de la naturaleza, principalmente gnomos de la selva y seres
acuáticos, que aceclian al hombre y cometen toda clase de travesuras.
Aparecen' bajo la apariencia de enanos o gigantes; ~on más frecuen.-
• cia, sin embargo, en ·la de animales, como "yurupary", el espíritu
jaguar de los tupí orientales, y "nucaima", el espíritu de los paressí.
Sólo a estos seres van dirigidos los ac~os rituales ..mágicos, cuyo objeto
no es solamente la defensa contta los peligros que amenazan de parte
de los espíritus de la 1naturaleza y de los difuntos al hombre mismo,
a sus plantas alimenticias-y a los animales' de caza, sino también el de
/

favorecer la reproducción de estos últimos; frecuentemente, estos


propósitos encuentran su expresión dramática en danzas de másca-
ras. En el noroeste (entre las tribus del Uaupés y los jurí y tikuna)
los danza~tes, que .se cubren todo el cuerpo con ,una envoltura de
lienzo de corteza; adornado con pintilras y flecos, represeritap a los
demoniüS y expresan mímicamente có.m o sus ÍU;riestas actividades
quedan contrarrestadas por las de otros espíritus benignos; para con... '
seguir unª abundante reproducción de los frutos del campo y anima...
les de caza, sirve una danza fálica. Entre los oyana y los carayá, los
danzantes llevan en la cabeza adornos de cestería con mosaicos de
pluma, y, en la región de las fuentes del Xingú, burdas , máscaras
facial~ de madera, que también representan a espíritus animales;


I

224 SUDAMERICA

además, hay entre los carayá y bakairí, "trajes" completos con pan...
talones y mangas, tejidos de palma o hierbas resistentes que, sin
embargo, sólo aparentemente semejan a trajes europeos, caracterizán...
dose como verdaderos disfraces por el hecho de que tienen exterior..
mente indicados aun los órganos sexuales. Entre los carayá, se busca
aún ·hoy la manera de esconder estas máscaras cuidadosamente ante
las mujeres; lo qtie ·ya no ocurre en la región del Xingú superior.
Con excepción de los grandes tambores de hendeduras que, en
el noroes~e (entre lps tucano, uitoto y jívaro), se usan principalmen...
te como instrumento de señales, y de la bramadera que ya se ha
vuelto, casi en todas partes, simple juguete de niños, todos los ins..
trumentos musicales están más o menos relacionados con los actos ..
_ mágicos o rituales. Sólo en Bolivia oriental es desconocida la sonaja
de calabaza, la que en general pertenece al equipo del brujo; además,
hay cinturones de sonajas, de cáscaras de fruta o pesuñas, bastones
de ·ritmo y varios instrumentos de viento, entte los cuales la flauta· de
Pan es originaria de los países andinos, por ser idéntica a la del anti..
guo Perú, no sólo en cuanto a su aspecto exterior, sino también a su
escala tonal y su tonalidad.absoluta. Las flautas de caña y trompetas
de madera· (con pabellón de calabaza) son, sin duda; de origen remo...
to en la región misma, pero las que tienen embocadura lateral han
sido transformaqas según los dechados de' los instrumentos musicales
que introdujeron los negros. Parece que también el tambor de piel es,
, en la mayoría de los casos, de procedencia africana o e4ropea, siendo
por tal motivo desconocido en las tribus del río Xingú superior en el
año de 1884, entonces todavía sin contacto europeo. En cambio, de
antiquísimo origen americaJ;'}o introducido y difundido por los ara..
wak, es el juego con pelotas de caucho, macizas o huecas, que sólo
deben lanzarse con la cabeza, el hombro o el pie. Con la mano, en
cambio, se lanza la pelota hecha con hojas de maíz entretrenzadas.
En la región de las selvas tropicales, la creencia en dioses signi..
fica indudablemente un adelanto logrado por los pueblos de mayor
cultura, especialmente los arawak, los tupí y las tribus influídas
por ellos. Sin
.
embargo, a estos dioses
. se les hace, también entre ellos,
/ {
LOS CULTIVADORES 225
mucho menos caso en la práctica ritual que en la mitología que llega
a su apogeo con la grandiosa leyenda de la creación del mundo, tál
como la poseen los tupí costeños, y que contiene toda una serie de '
generaciones de héroes civilizadores. Menos complejos son los mitos
tribales de los makushi, bakairí, tupí centrales y los yurakare, en los
que ocupan una posición central los héroes culturales gemelos, que
casi siempre son descendientes del sol, y que amoldan los hombres
y les traen las plantas de cultivo, que anteriormente estaban en poder
de los animales. Los uitoto conceptúan el dios solar Husiniamui
acompañado por el primer padre Moma, una deidad típicamente
lunar, que es mortal pero que, sin embargo, vuelve a resucitar siem..
pre. Aunque estas leyendas muestran muchos rasgos afines a mitoo
norteamericanos, la explicación de los fenómenos naturales revel~
todavía con frecuencia una mentalidad ingenuamente infantil; por
ejemplo, en el caso de los bakairí que toman el sol por una pelota de
plumas, la que se tapa de noche con una olla.

2. El grupo de las cordilleras


En los tiempos más antiguos, vivía en el norte de · Chile· y el
noroeste de Arge11tinq una población cuyo nivel cultural alcanzaba,
en la costa, ·más o menos el de 'los pescadores' magallánicos y, en e]
interior, el de los caz.adores pampeanos. Un resto de ~sta capa culru..·
ral primitiva ha sobrevivido hasta los tiempos modernos de los chan..
gos costeños, q?-Je se llamaban uro en el siglo XVI (es decir, igual que
el grupito de pescadores de la Puna boliviana), y que en aquel enton. .
ces ocupaban el territorio de Pisagua hasta Huasco, mientras que,
desde que Frezier visitó aquel litoral (1712), quedaron confinados. a
la angosta faja de la costa alrededor de la bahía de Cobija. Alrededor
del año 1830, A. d'Orbigny calculó su número en unos l,000 indi...
viduos, pero hoy día es probable que ya no quede más que una insig. .
nificante fracción de esa cifra. Desgraciadamente, no se sabe nada·
sobre su lengua. Vivía!) casi en forma exclusiva de la ·pesca y de la
caza de focas que perseguían sobre balsas compuestas de dos pieles de

\
,
l26 SUDAMERICA

'morsa infladas, acopiadas y movidas con canalete de pala doble, ma...


tando a dichos animales con pequeños arpones; además aprovecha...
~an para alimentarse los crustáceos, huevos de aves marinas y algo de
vegetales que conseguían de los atacameños, , así como, de vez en
cuando, la carne de cabras ya introducidas en la región. Sus moradas
• eran "toldo~" de la forma primitiva que ya conocimos al tratar de los
ona, o sea, paravientos de piel de morsa, extendidas sobre postes
de madera o costillas de ballena clavadas en el suelo. Sus cargas las
llevaban a cuestas en espuertas cónicas, hechas en forma parecida a
la de los pima, con unas varas de madera unidas con cestería y pro.-
vistas de una cinta frontal. Entre sus vasijas se mencionan conchas
marinas y estómagos de foca. La cerámica y el arte de tejer no pasa...
han de un estado rudimentario y seguramente habían sido adoptados
de sus vecinos sólo en tiempos relativamente recientes.
Muchos rasgos de este cuadro etnográfico, los volvemos a encon...
·.~rar en las antiguas capa~ culturales de Arica, en los límites con el
:Perú, que, por otro lado, ya revelan no poca$ influencias de una cul...
-tura superior. Por consiguiente, encontramos en ellas el uso de pro..
U'Ulsores, arcos y nasas, ademas de arpones, redes y anzuelos.
Lo~ antiguos pescadores de Arica no navegaban en el mar en
balsas .de odres inflados, sino de juncos, como los huarpe y araucanos
en los lagos del otro lado de los Andes. También para otros usos, los
juncos (totora) eran de mayor importancia .e n esta cuitura de Arica
que las pieles; con ellos se cubrían .los toldos y se hacían esteras,
bolsas, prendas de vestir y cuerdas. Los utensilios de piedra mues.. ·
tran, al lado de formas paleolíticas (que aún prevalecen más hacia el
sur, en Taltal), también otras neolíticas, entre ellas puntas de flecha
y morteros. El resto de utensilios y armas (anzuelos, arpones) se
hacían de espinas o huesos. 011as y tejidos faltan todavía; en su lugar,
se-encuentran cestos hechos en espiral, algunas veces impermeabili..
zados por medio ·de ciertas resinas, con10 en la Tierra del Fuego; y
trabajos de malla, iguales a los del Gran Chaco y Brasil Oriental.
También la indu1nentaria de los pescadores de Arica semeja a la
de los fueguinos, porque se limita a delantales de piel o fibras, y

/
LOS CULTIVADORES 227
capotes de piel de foca o vicuña; para el aseo del cabello utilizan
cepillos, en lugar de los peines introducidos posteriormente.
Los cadáveres se enterraban en posición extendida y envueltos
en esteras o pieles. Lo que llama la atención en una cultura por otro
lado tan primitiva, es el tratamiento cuidadoso que se dió a los muer..
tos: después de sacarles los intestinos, volvieron a rellenarse las cavi..
dades del cuerpo, y, finalmente, se cubrió la cara y todo el cuerpo
con una capa de barro. No cabe duda que todo ello es el resultado
de influencias per~anas~ ·
La propagación de la alta cultura del Perú en el primer milenio
de nuestra era, estuvo acompañada en Arica por un reagrupamiento
étnico, y dió finalmente como resultado que lás tribus de las regiones
limítrofes del área cultural peruana propiamente dicha, tomaran el
carácter de avanzadas o dependencias de la alta cultura, sin perder
con esto su propia idiosincrasia étnica. El mismo proceso ya lo en..
contramos una vez en las regiones limítrofes septentrionales de la
cultura mexicana. Los indios pueblos de allá se corresponden en
la América del Sur, con los atacameños, los pueblos meridionales
de la Puna y los diaguita; y los yuma y los californianos meridionales
(entre los que sólo existen unos cuantos elementos de la cultura supe..-
rior), con. los araucanos, comechingón y jurí. Por desgracia no sabe...
mos náda de las lenguas de estas pueblos, excepto de los araucanos,
motivo por el cual tenemos que considerarlos, por lo pronto, lingüís... .
ticamente aislados.
Los atacameños, hoy reducidos a insignificantes restos, pobla...
ban antiguamente todo el desierto de Atacama, inclusive la "Puna
de Atacama" colindante; sus principales poblados estaban ubicados
en la región del río Loa, como ha podido comprobarse por medio de
las excavaciones en las cercanías de Calama y Chiuchiua. ·Boman
considera también .como atacameños a los antiguos pobladores de la
Puna de Jujuy y aun a los de los valles andinos del noroeste de Ar...
gentina, mientras que Vignati los incluye en otras tribus. Estos valles
de los Andes al sur del Nevado de Acay, es decir, la mayor parte de
las 12rovincias argentinas actuales de Tucumán, Catamarca, la Rioja

I
228 SUDAMÉRICA

y San Juan, eran antigu'amente territorios de los diaguita o chalclu¡,.


qui, como se les llama según el nombre de una de sus subtribus que
se distinguió particularmente,-en tiempos pasados, en las luchas con..
tra los españoles; hoy día han sido absorbidos totalmente en la pobla..
ción mestiza y han perdido también, ya desde hace mucho tiempo, su
antiguo idioma.
Lo mismo puede decirse de algunos pueblos más pequeños al
norte de los diaguita, entre los cuales eran los más importantes los
huamahuaca ( omaguaca) en la "Quebrada" (que de ellos tiene su
nombre). Al este de los Andes, acercándose ya mucho a la Pampa y
al Chaco, vivían los comechingón y sus parientes (sanavirón, etc.)
en la sierra de Córdoba y en las llanuras colindantes por el este y sur,
así como los jurí (a los que no ·hay que confundir con la tribu men.. '
cionada anteriormente entre los ríos Dulce y Salado en la actual
provincia argentina de Santiago del Estero). Algunos etnólogos con..
sideran a estos últimos como lule, a pesar de que este pueblo del
Chaco, genuinamente nómada, tiene bien poco de común con los
jurí sedentarios y cultivadores. De las lenguas de los comechingón
y jurí no nos quedan más datos que unos cuantos toponímicos.
De la prehistoria de los diaguita y atacameños sólo es posible
exteriorizar conjeturas, a pesar de la abundancia de materiales ar...
queológicos que nos han proporcionado las investigaciones de los
últimos cinco años. Casi no hay todavía hallazgos que pudieran ayu..
damos a remontarnos a tiempos de gran primitividad, semejantes a
los de las capas inferiores de Arica y Taltal. Parece que a los diaguita
precedió en algunas regiones (valle de Lerma, etc.) una antigua
población tupí, según lo que indican los s_epulcr0s con urnas burda....
mente trabajadas y sin decorado, que contienen esqueletos de indivi...
duos adultos. En el sitio arqueológico de Pampa Grande (provincia
de Salta), estos sepulcros se encuentran siempre debajo de típicos
sepulcros diaguita. Superposiciones de esta clase se ha11an, hasta
ahora, sólo raras veces en el noroeste de Argentina, de modo que el
origen y desarrollo de la cultura diaguita sigue siendo un problema
.muy discutido. Debenedetti busca sus raíces en la cultura de Tiahua...
\
'

LOS CUY:.TN ADORES 229


naco del altiplano peruano; Uhle distingue tres fases, vinculando
cada una de ellas sucesivamente con las culturas proto.-nazca, tiahua..
naco e incaica; las tres fases poseen una cerámica pintada, cuyo deco-
rado muestra en la primera el "estilo dragón,, o ''estilo de los barrea.-
les"; en la segunda, el "'estilo · de ·S anta María". Discrepando de
Uhle y de Debenedetti, Boman rechaza una derivación peruana di.-
recta de estos dos estilos, tomándolos en cambio, por formas artís.-
ticas esencialmente independientes, que recibieron sólo sus primeros
impulsos de influencias peruanas, las cuales no se hicieron sentir en
Argentina, sino hasta después de la cultura de Tiahuanaco, y las
considera como simultáneas y recientes, en vista de que las excava..
clones comprueb~n la existencia de ambos estilos·en la época incaica
· y aun en los primeros tiempos de los españoles. Serrano trata de
rec0nciliar las dos opiniones: según él, la cultura diaguita es la crea..
ción de tres tribus lingüísticamente afines, cuyos estilos artísticos
nacieron en épocas distintas --el estilo dragón seguramente prime-
ro- bajo la influencia de las cuituras peruanas, pero ql!e después ·co.-
existieron, c~mpenetrándose mutuamente. Este proceso fué interrum.-
pido cuando el inca Huiracocha conquistó T ucumán, a principios
del siglo xv. Posteriormente/ la calzada imperial de Chile, atrave..
sando la Puna, pas& por el valle de Calchaquí, en el que probable.-
mente el complejo arquitectónico de La Paya, indica .la permanencia
de una numerosa guarnición de los inca.
A época más reciente que la cultura diaguita parece pertenecer \

la de los atacameños, cuyos antepasados siguieron todavía viviendo,


evidentemente por largo tiemp'o, al nivel de los changos, debido al
medio ambiente poco favorable del desierto de Atacama, porque,
entre los .hallazgos de Arica, la cultura atacameña: des,arrollada se
presenta sólo después de que la cultura de Tiahuanaco ya estaba
extinguida. En la misma época, la cultura atacameña debe probable.-
mente haber conquistado también la Puna argentina y las regiones
adyacentes, donde sus restos aparecen en numerosos sitios arqueoló.-
gicos, principalmente en La Paya, al lado de los restos de otros pue.-
blos. Sin embargo, tomándola como un todo, su difusión y el grado
/

'
,
230 SUDAMERICA

de su desarrollo no llega a alcanzar el nivel de la culrura diaguita,


que le superaba palpablemente en arquitectura, cerámica, escultura
en piedra y metalurgia.
La antigua arquitectura de piedra del noroeste de Argentina
' revela su derivación de la antigua peruana, tanto en la técnica, como
en la disposición de los edificios. Las paredes de sus casas se ~evantan
de "pirca'', una fábrica de piedras lajas sobrepuestas sin argamasa;
y las casas mismas, cuyas . plantas son rectangulares o redondas, se
construyen pegadas las unas a las otras como los panales de una col.-
. mena. Ambos elementos, paredes de "pirca" y "construcción en-
panal", se conocían. desde tiempos remotos en el altiplano peruano
(el último de ellos también en la costa) . _En vista de que a las casas
de los diaguita les faltan frecuentemente las puertas, por ejemplo en
la antigua ciudad de Tastil, en la Quebrada del Toro, debe de haberse
entrado a ellas desde arriba, sirviendo las anchas paredes de escalera.
Por otro lado, la poca altura de las paredes, que sólo raras veces
excede de un metro, hace suponer que sobre ellas descansaban techos
'
altos de maderamen o que su piso estaba hundido. Algunas de estas
antiguas ciudades son. de gran extensión y deben haber tenido una
población que llegaba a muchos miles de habitantes; la más grande
es Quilmes, en el valle de Yocavil (provincia de Catamarca), que no
fué conquistada por los españoles sino hasta 1665. La ciudad consta
de tres partes que están situadas tanto en la llanura como en la falda
y en la "mesa", es decir, en la parte plana del cerro. Frecuentemente
se encuentran sólo tales poblados en terrenos elevados, cuya situa-
ción en puntos fácilmente defendibles les da el carácter de fortalezas
(pucará), igual que las aldeas de los indios pueblo.
El carácter montañoso y extremadamente árido del país exigía
dispositivos especiales para un cultivo intensivo. En las laderas de los
cerros, se construían, como en el Perú, por medio de muros de con...
tención, terrazas para el cultivo (andenes), cuya irrigación se llevaba
a cabo de una manera muy ingeniosa. Una planta de esta clase que
se halla perfectamente conservada cerca de El Alfarcito (Quebrada
de Huamahuaca) muestra cómo se hacían las tomas de agua en va..
LOS CULTNADORES 231
ríos puntos de un pequeño río que baja la pendiente, para repartir
el agua, a través de acequia&, a las distintas terrazas. Se cultivaba
maíz, calabazas y papas; para aflojar la tierra utilizaban palas de
,madera semejantes a las peruanas. Si a esto se agrega además la inten..
siva cría de llamas, remita que la economía de los atacameños y

1l

23. Plano del pueblo pre h is p á ni e o de Pucará de Rinconada.


Escala 1:1,200. (Según Boman.)

diaguita apenas se diferencia, en su aspecto exterior, en nada de la


peruana. Sin embargo, se .habían conservado algunos rasgos más pri-
mitivos. Las frutas silvestres, principalmente las algarrobas, forma...
b~n, como entre los indios del Chaco, una parte importante de la
alimentación y suministraban también las bebfdas fermentadas. La
caza de guanacos y ñandús en las extensas llanuras del este, desem..
,
!32 SUDAMERICA

peñaban todavía un papel importante; en la Puna, la caza se practi..


caba con los mismos métodos que los que acostumbraban los pueblos
cazadores del continente; un relato de fecha relativamente reciente y
, procedente de Susques (provincia de Jujuy) nos informa que se
arreaba a las vicuñas hacia un barranco estrecho, previamente ce.- .
rrado por medio de ·cuerdas de las que colgaban muchos ·pedazos de
tcla. Entre las armas predominaba todavía el arco que ya había que-
dado en desuso desde hacía mucho tiempo en los países andinos
septentrionales. Los atacameños llevaban sus flechas, cuyas ·puntas .
siempre eran sólo de madera (en la Puna eran de piedra), ·e n aljabas
de cuero. Tanto éstos con10 los pueblos de la Puna mascaban la coca
igual que los habitantes de los pueblos civilizados; pero en cambio,
los diaguita eran fumadores como los pueblos orientales. Sus pipas
de barro tienen forma acodada y una cabeza en embudo.
Desde el punto de vista técnico, los atacameños poseían una
cultura de madera, y los diaguita una de metal. Los utensilios de
piedra de los primeros -hojas para palas, hachas planas y marti...
llos de piedra engastados en varas dobladas- son escasos y bastante
burdos. Mucho más completo es el inventario de sus artefactos de
madera, que comprende, al lado de utensilios sencillos como peines
compuestos de palillos, agujas de coser (con ojo), alfileteros, husos
y cuchillos, otros que están finamente decorados con entalladuras,
como espátulas, e~cudiU.as pequeñas para moler el . polvo estornuta..
torio y tubos con púas de cactáceas, que probablemente ~ervían para
arañar el cutis. Grandes campanas de madera, de corte transversal
ovalado, son imitaciones de las magníficas campanas de metal, que
son una de las principales formas de los artefactos de bronce tan
característicos de la cultura diaguita. Otros tipos ·de esta última son
las·hachas de gala con agujero vertical para el mango, que represen. .
tan una evolución de las hachas en forma de "T" del.área cultural '

andina, y que están afianzadas en el mango por medio de una tira de


cuero; finalmente,. manoplas con .filo o púa y placas decorativas rec.-
, tangulares o redonqas, cubiertas de reJieves artísticos. Todo el resto
de artefactos de bronce del área de los diaguita es de origen incaico.


LOS CULTIVADORES . 233

Pero, aunque el arte del vaciado en bronce llegó originalmente a los


diaguita desde el norte, parece, sin embargo, que entre ellos mismos,
poseedores de ricas vetas de cobre y estaño' en sus propias tierras y
disponiendo de otras más en el desierto de Atacama, se haya desarro-
llado poco a poco una industria independiente del bronce, como lo
comprueban los estilos locales que solamente se presentan en el nor...
oeste argentino. A pesar de esto, el arte de tallar la piedra no sufrió
menoscabo alguno, como nos lo demuestran las hachas con ranura,
finamente pulidas, los morteros en -figura de animales y otras plásti..
cas figurativas de piedra.
Es muy significativo para el tradicionalismo de los atacameños
y diaguita que hayan seguido haciendo cestos en técnica espiral hasta
los tiempos n1odemos, de igual manera que los hacían los habitantes
más antiguos de Arica; no era raro que estos cestos se decoraran con
copos de lana entretrenzados. Ya hicimos mención, en páginas ante..
riores, de los dos estilos de cerámica de los diaguita. El "estilo dra..
gón" que se expresa en colores o en _líneas grabadas, tiene su principal
área de. distribución en la parte meridional de Catamarca y la septen..
trional de la Rioja; sus dibujos constan siempre de líneas redondeadas
y tienen su punto de partida en la figura de un monstruo,.cuyo cuer..
po de serpiente, moteado y provisto de zarpas, tiene la cabeza de un
animal u hombre, con dientes afilados. En el "estilo de Santa María"
que se presenta principalmente en el norte, es decir, en los valles de
Calchaquí y Yocavil, predomina en cambio una tendencia hacia la
·f orrna geométrica; de modo que se ven mayormente líneás rectas,
motivos escaleriformes, losanges, grecas y espirales, que casi siempre
son el resultado de la estilización de figuras humanas o animales
(ñandús, sapos, serpientes, etc.). En la parte superior de las grandes
urnas funerarias de boca ancha se ve un rostro fuertemente estiliza..
do, de igual manera que en las del Amazonas inferior.
Estas representaciones humanas en vasijas de barro, placas de
barro y petroglifos nos proporcionan junto con las figurillas de barro
y las momias, un cuadro del aspec;to exterior de los diaguita en la
época de la conquista española. Los diaguita se pintaban o tatuaban

..
,
234 SUDAMERICA .

el cuerpo con delicados dibujos, deformaban sus cráneos y se vestían


con largas camisas de lana de llama o de vi~uña que les llegaban has..
ta los pies; llevaban sandalias y vendas frontales en las que hincaban
plumas. Tenían el cabello largo y recogido en trenzas; en su mayoría,
los adornos eran de metal. El aspecto que 'ofrecían los atacarneños
era muy parecido. Su arte de tejer estaba muy adelantado, gracias· a
la influencia peruana. Boman observó, en calaveras de sayate (Puna
de Jujuy), un adorno en los dientes incisivos en forma ·de muescas en
el borde cortante. Tanto esta costumbre como toda la indumentaria,
las adoptaron los diaguita y atacameños imitando a los pueblos civi..
lizados andinos.
Por desgracia, los antiguos relatos son muy parcos en sus infor..
mes acerca de la vida social ~¡-espiritual de los diaguita. Las familias
· constaban de muy pocos miembros, de lo· que se desprende que no
tenían ninguna organización por clanes y, por consigÚiente, que pri..
vahan entre ellos condiciones parecidas a las de la mayoría de los
pueblos· cazadores americanos~ En cuanto al matrimonio, se observa-
ban 'las costumbres de "levirato" y "sororato". El cargo de jefe de al..
dea era hereditario y es probable que las mencionadas hachas de gala
v placas decorativas hayan formado parte de sus insignias.
Los omaguaca se distinguían particularmente por su· espíritu
bélico, aunque también las tribus de la Puna y los diaguita deben de
haber emprendido guerras con frecuencia, lo ·que queda comprobado
simplemente con la construcción de sus aldeas en forma de castillos,
de cuyas alturas llovían torrentes de piedra sobre los atacantes; como
así lo informan los antiguos cronistas espapoles. En la lucha a campo
abierto, que comúnmente se trataba de rehuir, se empleaban hondas
y hachas de combate. A los enemigos muertos se les cortaba la cabeza,
,para ofrendarla al sol. En tomo de los individuos agonizantes, se
marcaba un círculo con flec}:ias clavadas en el suelo, para proteger a
los vivos contra el maligno hechizo que de ellos emanaba. Los deudos
bailaban y bebían días enteros hast~ quedar postrados de cansancio;
después se enterraba al muerto con todos sus bienes y se quemaba su
casa. De los hallaz~os funerarios se desprende que en el noroeste de
' .
LOS CULTIVADORES 235
Argentina se daba a los cadáveres una posición fetal, boca arriba o
de costado, y que se l~s sepultaba en fosas con paredes de pirca o al...
gunas veces también en verdaderas tumbas de piedra. Al ·lado del
enterramiento en masa en grandes necrópolis, se acostumbraba tam...
bién el sepultamiento en el interior de las casas y, en la Puna, en
cuevas; los sepultamientos en urnas son especialmente característicos
para la región del "estilo de Santa María", pero se limitan (con la· ya
mencionada excepción) exclusivap:iente a niños recién ~acidos, a los
·q ue se les enterraba dentro de las necrópolis, pero separados· de
los otros sepulcros. Se trataba tal vez de primogénitos o gemelos que
se sacrificaban también en otras partes de la región andina.
Los antiguos informes acerca de la adoración como dioses, del
sol, del rayo y del trueno y sobre el culto a árboles y sacrificios de
animales al sol para conseguir abundantes cosechas (como todavía
hoy día acostumbran hacerlo los mestizos del noroeste de Argentina},
nos demuestran cuán profundamente habían penetrado en la vida
religiosa de los diaguita los conceptos peruanos. Sin embargo, no fal...
tan aquí tampoco los rasgos originales. En los sitios arqueológicos de
la región diaguita y en la Puna, se encuentran frecuentemente, en el
centro de los aposentos, pilares de piedra verticalmente clavados en
la tierra; en el valle de T afí, estos pilares están colocados al aire libre,
y alcanzan alturas de tres metros o más; su decoración esculpida con...
siste en burdas caras humanas y ornamentos. No cabe duda de que
estaban relacionados con los cultos. Lo mismo puede decirse de mon...
tículos de poca altura y cercados con piedras, que en el valle del
Lerma forman largas filas paralelas, sin que contengan cosa alguna,
'
como fosas, etc.
La ~ás vívida imagen de la vida de· los diaguita y los habitantes
de la Puna, nos la proporcionan los numerosos petroglifos sobre las
paredes de cuevas o rocas aisladas; y simultáneamente .nos demues-
tran que estos pueblos eran capaces de hacer apuntes históricos en
signos parecidos a una especie de escritura, porque los cuadros poli...
cromados de las grutas de Carahuasi (provincia de Salta) y Pucará
de Rinconada (provincia de Jujuy), en los que las figuras esquemátt-
236 SUDAMÉRICA
\

cas humanas o animales, fuertemente "abreviadas", y los signos sim...


bélicos formando grandes representaciones escénicas, sólo pueden
ínterpretarse coino relatos gráficos de determinados acontecimientos
(una expedición guerrera y la celebración de una victoria).

Tambiért los comechingón y los jurí eran cultivadores y criado...


res de )lamas, pero a un nivel bastante más .inférior que el de los
atacameños y diaguita, y a la vez más cercano al de las tribus de la
Pampa. y del Gran Chaco; como se desprende, por eje111.plo, c;lel uso
del- horno subterráneo-entre los comechingón. Encontramos entre
· éstos alguno~· elementos culturales que marcan la existencia de rela..
ciones con las tierras bajas tropicales, v.g., el uso de un polvo estor...
nutatório de semillas de cierta mimosa que los comechingón llamaban
"cebil", y. el envenenamiento de las fle~has, que practicaban los jurí.
Los dos pueblos vivían en muchas aldeas pequeñas, cuyas vivien..
das, en la mayoría de los casos, sólo estaban habitadas por ~na sola
familia; en cuanto a su construcción, repres-e ntaban dos tipos dife..
rentes. Un autor del siglo XVI describe las moradas de los comechin...
/

gón, diciendo que eran ,bajas, semisubterráneas y accesibles sólo por


una puerta en el techo, debido·a que en invierno hace mucho frío en
la sierra de Córdoba. En la misma tribu había también baños de
vapór hundidos y habitaciones rupestres con tapias de piedra -todos
paralelismos notables con Norteamérica--:-. En cambio, los jurí, cuyos
par~deros se veían frecuentemente amenazados por inundaciones o
cambios del curso de los ríos., excavaban grandes depósitos y acequias
de desagüe y levantaban sus casas sobre montículos artificiales, lo que
hace recordar v·i vamente los poblados de los mojo. En estos montícu...
los, E. y D. Wagner encontraron, durante las excavaciones que em..
prendieron hace pocos años, además de desperdicios de alimentos,
solamente fragmentos de cerámica, husos y figurillas de barro, puntas
de flecha de hueso y perlas; pero nunca sepulcros, por ser costumbre
hacer éstos en el llano.
Las vasijas de barro muestran formas sencillas pero, en cambio,
con un decorado vigoroso en colores con líneas en zigzag, losanges,
LOS CULTIVADORES 237
grecas escalonadas y espirales; un arte que ha sido llamado "estilo de
Llajta.. Mauca"; no tiene nada en co~ún con la cerámica de los día...
guita, pero por otro lapo, revela cierta afinidad con la cerámica
mode~ná de los chiriguano.
De las otras industrias de los comechingón y jurí sabemos bien .
poco. Su indumentaria semeja· más a la de los pueblos del yran
Chaco que a la de los del .a ltiplano, especialmente por los abrigos de
piel pintados y el adorno de las prendas de vestir con "pailletas"
de conchas. En cuanto a los jurí, se mencionan además delantales
para hombre de plumas de ñandú, y faldas· pqra mujeres de pelo de
guanaco o fibras vegetales. Casi nada se sabe de las condiciones
sociales o religiosas.

El único pueblo del área meridional de la cordillera que ha sa...


bido conservar hasta los tiempos actuales, su lengua, sus rasgos físi. .
cos, así como también una buena parte de su antigua cultura, son
los araucanos que adquirieron fama por la tenaz resistencia que por
largos siglos supieron oponer a los conquistadores, y que fueron en...
salzados por el poeta espa~ol Ercilla y Zúñiga. Sólo en el año de 1882,
los chilenos lograron ócupar la últimf} región independiente de los
araucanos en las cercanías de Valdivia. En la época de la primera
ocupación españofa de Chile (1540), los araucanos poseían todo el
país desde Copiapo hasta Chiloé y ya habían extendido sus territo...
rios hasta la otra vertiente de los Andes . . Su grupo septentrional se
llamaba picunche ("gente del norte"), el grupo central pehuenche
("gente de los pinares") y el meridional huilliche ("gente del sur");
sólo los primeramente mencionados se hallaban bajo , la 'influencia
directa de los peruanos, a pesar de que las fronteras del imperio in...
caico habían sido extendidas por Tupac Yupanqui hasta el río Mau..
le (35 grados de latitud meridional). Por tanto, las antigüedades
típicas del imperio incaico se encuentran casi siempre sólo en la re...
gión entre Copiapó y La Serena; pero ni siquiera estos araucanos
septentrionales habían abandonado por completo su independencia
cultural, lo que queda comprobado por medio de una cerámica fil.la...

'

' {
238 Sl.TDAMÉRICA

mente pintada COQ dibujos geométricos sobre fondo blanco o rojo,


que se halla en sepulturas de cistas en la región citada.
En el sur, casi no hay indicios de influencias peruanas. Allá se
.e ncuentran utensilios de piedra magníficamente pulidos y parece que
estos armonizan tan poco con la industria araucana, relativamente
primitiva, que R. E. Latcham, uno de los mejores conocedores de la
regíón, cree que los araucanos sean los herederos de un pueblo de .
cultura superior. Los principales tipos de estos utensilios de piedra
son hachas planas con o sin agujero en el extremo estrecho, de las
... ,que las primeramente mencionadas eran probablemente insignias;
piedras anulares que servían para dar peso a los palos de cavar, así
como varias clases de mazas que_presentan notables paralelismos con
mazas oceánicas. ·Dos de ellas, hasta hoy con.ocidas sólo en pocos
ejemplares, son idénticas a las mazas de los maori; el tercer tipo, que
se encuentra con frecuencia en Chile Central, es una maza corta
1

gue tiene la figura de un ave, muchas veces fuertemente estilizada,


de suerte que llega p. semejar a una moderna llave de tuercas de hie...
- rro. De este tipo existen equivalentes en Melanesia.
; En remotos tiempos prehistóricos, los araucanos deben haberse
diferenciado muy poco de los fueguinos occident~les y de los changos,
en cuanto a su cultura, pero estas condiciones de vida sufrieron una
transformación radical cuando los inca conquistaron el país e intro..
dujeron el cultivo, l~ cría de llamas, el sedentarismo, nuevas formas
de indumentaria y adornos, cerámica, el arte de tejer y la metalurgia.
Las consecuencias de la invasión española se hicieron sentir no tanto
en lo materjal, sino más bien en lo social, porque desde entonces los
araucanos se dieron una organización tribal más rígida, ur:ia jefatura
más poderosa y un arte de guerra más perfeccionado. La decadencia
general no se inició sino hasta que Chile se independizó, acontecí..
miento que trajo consigo períodos de paz siempre más prolongados,
durante los cuales los indios tuvieron que experimentar, como ocu...
rrió en todo América, las ·consecuencias desastrosas del comercio de
aguardiente y de las enfermedades contagiosas introducidas. Los
LOS CULTIVADORES 239

altivos guerreros del pasado se volvieron, como escribe ·L atcham, b<Y


rrachines vagabundos.
Todavía en la época de la llegada de los españoles, los arauca...
nos al sur del Río Biobio practicaban el cultivo solamente en muy
reducida escala, porque la abundancia de frutas silvestres y de la
caza en las Il~nuras y selvas de aquellas ricas tierras lo hacía super..
fluo. Entre las plantas alimenticias silvestres, ocupaba el primer Iu..
gar el fruto de la araucaria o sea el piñón; en otoño, cuando se da
esta semilla, todo el mundo se iba a los montes, en los que cada
tribu tenía su propio distrito, patrimonio suyo desde hacía genera..
ciones, y cuyos límites respetaba el enemigo, aun en tiempos de gue..
rra. También constituían alimentos de importancia ciertos tubércu...
los, gramínea$ silvestres (que no solamente proporcionaban harina,
sino también aceite), hongos y bayas. Antiguamente, las bebidas
fermentadas no se obtenían de cereales, sino de frutas d~ árboles,
1

principalmente de manzanos que los misioneros españoles habían in...


troducido y que, con los tiempos, habían vuelto a su estado silvestre,
formando grandes bosques.
Las principales plantas de cultivo eran antiguamente el maí~,
el frijol y la papa, que fse sembraban de modo bastante rudimentario,
con excepción de la región norte, donde la sequedad del clima obliga...
·ba a construir sistemas de riego al estilo peruano. En tierras boscosas
se quemaba la maleza y se aflojaba el suelo por medio de un palo
cavador con punta ancha y endurecida al fuego. Más tarde, bajo la
influencia española, este instrumento fué substituido por un arado
primitivo tirado por 4.ó 6 hombr~s.
Originalmente los araucanos criaban solamente llamas, más tar...
de también borregos y caballos, de los que se aprovechaba tanto la
lana como la cam<? y la leche. Los principales animales de caza eran
ciervos, guanac~s, pumas y aves. En el sur, especialmente en la Isla
de Chiloé, la pesca con arpones, redes y anzuelos es aún hoy día de
importancia. El maíz o el trigo, molidos entre piedras planas y c0 ..
ciclos en cenizas calientes, proporcionan tortillas; también se las guisa
con carne en ollas, pero la vajilla no es de barro, sino que usan escu.-
~

240 SUDAMERICA
'
dillas y platos de madera. Las pipas de piedra tenían la forma de
"monitores" qué ya conocimos al tratar de Patagonia.
Originalmente la habitación de los araucanos era un paravien..-
tos semejante al toldo de los changos, que todavía hoy se usa durante
los viajes, por lo fácil que resulta levantarlo por medio de unas varas
de bambú y algunos ponchos. Es probable que en tiempos antiguos
también se haya utilizado una choza cupuliforme primitiva como la
de los fueguinos occidentales, ya que la actual casa araucana, si no
es un blocaos, sigue siendo de planta ovalada, y consiste en una arma. .
zón de postes que se reviste c;:on zarzos y barro y se cubre con un
techo de paja o junco. Las casas de los jefes tienen en su interior
paredes de bambú que las divlden en compartimientos para las muje..
res; en los que cada uno posee su hogar propio. Casi no hay ajuar con
excepción del catre de cuero de caballo estirado y la cuna suspen..-
dida, especie de cesto plano .QUe, con unos cordeles, cuelga del techo;
mientras que la cuna transportable tiene forma de escalerilla, como
en Patagonia. Las mujeres son muy diestras en la ·fabricación de
ollas de rodetes de barro en espiral. Además de la cerámica sencilla
para el uso diario, saben fabricar cerámica de fina calidad y color
rojo, sobre la que aplican el decorado con pintura o in~rustándolo
con barro de otro color a manera de mosaico; además se produce una
cerámica grabada con incrustaciones blancas, y vasijas vidriadas. Para
g\.iardar alimentos o prendas de vestir, además de canastas, se hacen
bolsas de pellejos de animal y costales de piel. Para preparar las pie..
les, se usa un raspador fijo cuya hoja engastada es de piedra o
hierro y sobre la que se pasa la piel en µno y otro sentido. En· tiem..
1

pos antiguos, se hacían telas de fibras vegetales o de lienzo de líber,


mientras que más tarde se usaba exclusivamente la lana hilada con
huesos y tejida en un telar vertical. .
Desde ' la introducción del arte de tejer, la indumentaria se ha
amoldado a los dechados peruanos antiguos y consiste, para los hom..
bres, en el "chama!" (pieza de tela cuadrada que se pasa por entre
las piernas y cuyas cuatro esquinas se fijan en el cinturón), y el
poncho; para las mujeres, el "acsu" y "lliclla", es decir, una túnica
• 1 '
' ,

LOS CULTIVADORES 241

que se fija sobre un hombro, y un capote. Además de los cinturo.-


nes, es prir~cipalmente en los ponchos donde se ostentan ricos decora...
dos de buen gusto: anchas fajas de color o motivos escaleriformes
de color claro sobre fondo azul oscuro. Por lo regular, no se usa
calzado. Entre los hombres, el cabello se corta a la altura de los hom..
bros y es recogido por-medio de una venda de lana, mientras que
las mujeres lo reúnen en dos trenzas largas. Para las •fiestas se cubre,
además, la cabeza con un precioso tejido de ,-abalorios, que cae sobre
la frente hasta muy abajo y cuelga atrás sobre la espalda. Lo que a
esta se agrega todavía como adornos, son principalmente ricas y pe...
sadas joyas de plata: arracadas, grandes discos auriculares de forma
semicircular o cuadrada,, enormes alfiletes con cabeza esférica o dis--
coidal que fijan los vestidos sobre el hombro y el pecho, cinturones y
collares de cuero con botones de plata, diademas con medallas col.-
gantes y prendedores sobre el pecho con lujosos pendientes de cadena.
Lo que más interesa a los .hombres es la montura, no menos lujosa)
de sus caballos.
La aldea que, por lo regular, sólo consiste en una docena de
chozas, forma, como sede del clan, la base de la .organización social
y política de los araucanos. Generalmente, predominaba en el clan
el principio matrilineal; sin embargo, el cacicazgo pasaba en herencia •

del padre al hijo mayor o, en caso de .incapacidad de éste, a otro hijo


o hermano del jefe difunt.o~ La representación de la aldea correspon.-
día al más anciano del clan ( ulmen); uno de ellos tenía el mando,
por derecho hereditario y con el título de "apo..ulmen" sobre su
tribu, es decir, un grupo de aldeas, y además, varias tribus podían,
en tiempos de peligro, juntarse para formar federaciones mayores.
Sin embargo, nunca ha habido un verdadero "estado" de los arau..
canos; la 9ivisión del país en cuatro "mapu" (distritos), que los ~~
pañoles tomaron erróneamente por una prueba de la existencia de
un "estado" no era, en el fondo, más que una demarcación territorial
desde el punto ·de vista geográfico. A los jefes de' las tribus, se les
llamaba también "toqui", -debido al hacha de piedra que llevaban
colgando del cuello, como símbolo de su dignidad. Por lo demás
,
Í42 SUDAMERICA

gozaban de n1uy poca autoridad, con excepción de los tiempos de


guerra, cuan~o .el consejo de jefes de clan (que también en la vida
diaria tenía la última palabra en todos los asuntos de impor,tancia),
elegía de entre los "toqui" al más valiente, confiriéndole el cargo de 1
1

je/e guerrero (lonco). Durante las luchas con los españoles, este
cargo llegó también a ser hereditario. A los malhechores, se les cas...
tjgaba con penas pecuniarias, es decir, con el pago de cierta cantidad
de sartas de cuentas de piedras verdes o negras. La pena capital
sólo' se aplicaba a los traidores, raptores de niños o acusados de he...
chicería; en este último caso, el delincuente era quemado, amarrán...
· dolo sentado entre tres palos. En caso de que se opusiera el clan·
del condenado, las armas eran las que decidían. Los interminables
asaltos (malones) de aldeas enemigas, que resultaban de estas dispu. .
tas, han dado a los araucanos el carácter de un pueblo típicamente
"
guerrero. Cuando se planeaba una guerra, el jefe militar enviaba a
todos los .otros jefes una flecha sangrienta y unos cordeles de nudos
, (pron), los cuales señalaban días y servían J?ara notificar a cada jefe
la fecha en que tenía que presentarse·para el gran consejo de guerra,
mientras que el mismo tenía que indicar en su respuesta, por medio
de otros nudos añadidos, el número de su gente. Después de algún
tiempo de cuidadosos preparativos militares, durante el que se ,ob. .
se~vaba una estricta abstinencia, . se daba principio al avance en
perfecto orden y con una avanzada de espías; ~n el . combate, los
guerreros luchaban reunidos en diferentes cuerpos. Las armas de
\
los araucanos eran arcos cortos con flechas de carrizo (cuyas puntas
estaban envenenadas con la savia de coliguaya odorífera), hondas,
lanzas largas y dardos cortos de bambú y, finalmente, se usaban ma. .
zas acodadas de seis pies de largo, h~chas de madera pesada, que fre.-
cuenten1ente tenían lascas afiladas engastadas en el extremo; era esta
última un arma peligrosa que aun los mismos españoles temían, a
i>esat de sus corazas, porque con ella los araucanos podían des...
montar a los heridos de sus cabalgaduras. De los españoles apren...
dieron el uso de armaduras, yelmos y escudos de cuero, así como la
fortificación de sus aldeas por medio de empalizadas y fosos con es.-
LOS CULTIVADORES 243

· tacas,
/ .
aunque ya eran conocidas entre ellos las corazas de planchuelas
.
de ballena y una especie de yelmo hecho con la piel de cabezas de
animal, cuyos pellejos colgaban sobre la espalda.
Durante las fiestas para celebrar el triunfo, se organizaban or..
gías que, por su carácter sanguinario, semejaban a las de Norteamé-
rica. A los prisioneros de guerra se les daba tormento, se les descuar..
tizaba y se 'les comía; en tiempos más 'recientes, los jefes ya no comían
más que los corazones, mientras que se báilaba alrededor de las ca..
bezas colgadas en un árbol. Más tarde, se hacían vasos con las cala..
veras y flautas de los huesos largos. Otros instrumentos eran flautas
de carrizo, trompetas con pabellón de cuerno, arcos musicales y
tambores de piel. El tambor, el principal utensilio de los shamanes,
consiste en una escudilla de madera con una piel restirada sobre su
boca, pero en cuanto a sus demás rasgos, o sea, su forma aplanada,
la manera de tocarlo y las bolitas sonajeras que encierra, recuerda
más bien los tamboriles norteamericanos. Otro rasgo "norteameri..
cano" en la vida de los araucanos es su dep'o rte nacional: el juego
de pelota con palas . de chueca. ,,
Muy característica es la gran libertad en las relaciones sexuales.
No · se da importa:qcia a la castidad nupcial; la prostitución como
profesión es muy frecuente y durante las fiestas llegan a producirse
los más desenfrenados excesos incluso con los parientes consanguí..
neos más cercanos. En consecuencia, el estrupo y el adulterio sólo
son considerados como actos que disminuyen el valor de la mujer,
que es considerada como propiedad absoluta del hombre, pero que
no ofenden el honor de éste; los citados delitos se castigan con una
pena pecuniaria, mediante cuyo pago el seductor adquiere la mujer
en propiedad. El número de mujeres depende exclusivamente de la
riqueza del individuo; los jefes de gran prestigio tenían de diez a
veinte. Al morir un hombre, su hijo mayor heredaba, aparte .de las
propiedades, también las mujeres, con excepción de la propia ma..
dre, pero parece que; originalmente, el hermano mayor era el here.-
dero. En tiempos más antiguos imperaba probablemente la exogamia
en cuanto a la aldea y la tribu, lo que también se desprende de la
,
244 SUDAMERICA
~

costumbre de,fingir el rapto de la mujer por su marido, que hasta


el presente forma parte de toda ceremonia de casamiento. También·

se han conservado muchas huellas de un antiguo ~otemismo. Toda..
vía hoy día muchos individuos que pertenecen a un mismo grupo de
familias, llevan nombres cuya parte principal es siempre la misma
y que se refiere en la mayoría de los casos a un animal que es tenido
por el ancestro y que antiguamen_te es probable que haya servido de
distintivo, como lo indican la espe.cie de yelmos arriba ci~ados.
El afán de este pueblo guerrero de tener descendientes vigorosos,
hace comprensible la costumbre de matar a los niños delicados o con.-
trahechos; también mataban a los gemelos. Inmediatamente después
del parto, que se efectuaba en un lugar distante de la aldea, la madre
se bañaba cpn el niño en un río o lago.
Llama mucho la atención que el imperio de los inca haya dejado
tan pocas huellas en la religión de los araucanos. Esta permanece
todavía enteramente al nivel de los pueblos cazadores americanos,
siendo, en lo esencial, sólo una creencia en demonios, a la que s~
asocia, tal vez ya desde sus orígenes, la idea de un ser supremo,
' un concepto que hoy día tiene ya un colorido fuertem~nte cristiano.
A este ser supremo, los araucanos modernos lo llaman Ngune mapun,
"señor de la ~erra", o Ngune chen, "señor de los hombres". . Lat..
cham supone que esta idea ha sido entremezclada con la creenéia en
uno de los más importantes espíritus de la naturaleza de los arauca...
nos, el dios pillan del trueno, del fuego y de los volcanes. Se consi.-
dera la naturaleza no como animada, sino que cada ser y cada fenó.-
meno está "poseído" de un ser que, aun siendo invisible, siempre es
pensado co~o una cosa tangible y casi siempre malintencionada ha...
cia el hombre; puede enviar enfermedades y muerte, malograr las
cosechas y provocar el nacimiento de criaturas deformes. En general,
los araucanos llamaban a estos seres "guecubu" (huecuvu), pero des..
tacaban especialmente algunos por .medio de nombres distintos, por
ejemplo, los "cherruve" que tienen la figura de la serpiente y que se
personifican en cometas o meteoros; el espíritu del viento y del agua,
vampiros que chupan la sangre, etc. Frecuentemente son formas
LOS CULTIVADORES 245

híbridas de' varios animales o de animales y seres humanos. El único


bien intencionado es el espíritu de la luna, motivo por el cual todas
las empresas importantes s~. ajustan a sus fases; el sol no .es tomado
en cuenta~ Cada individuo también tiene su "otro yo" (pilli), que
anda paseándose durante el sueño y que entonces se· encuentra con
los "am" o espíritus d_e los difuntos que, por lo regular, viven en un •
mundo más allá del mar, que se' imagina como un paraíso terrestre.
El viaje hasta ese lugar es largo y penoso; los muerto.s pasan el agua
con la ayuda de brujos que tienen la facultad de transformarse en
1

ballenas o canoas. La suerte que corren los muertos, no. es siempre


la misma.: los pobres y las prostitutas van a un contramundo, donde
carecen de los placeres que disfrutan los otros, y los grandes jefes y
-héroes del p3$ado v,iven en los volcanes y en las nubes, siendo por tal
motivo el paso ·-d e estas últimas <?bservado con gran atención en tiem..-
pos de ~erra.
Los espíritus malignos acechan sin cesar la choza del araucano y
por e5o, para ahuyentarlos, se queman ratnas del canelo, el árbol sa...
grado. Fuera áe la casa, sirven de amuletos o- talismanes las pieles .
de animales,
. las plumas de pájqros, etc. Cuando el pánico se apode-
\

ra de la gente a causa de alguna enfermed?-d inexplicable o una


muerte repentiná; se manda llamar al shamán. Antiguamente, había
varias clases entre ellos: brujos, adivin'a dores y médicos. Los prime...
ros solían vivir en lugares 'solitarios de la serraní~, para poder e~tar
I

continuamente
\ .
en contacto con los .guecubu. Hoy día, .el "machi"
.reúne los tres cargps en su 'persona. Tanto hombres como mujeres
podían hacerse machi por medio de un . prolongado entrenamiento;
los hombres s.e vestían de mujer, llevaban. cabellera larga, se ponían
adornos femeninos y se entregaban a la pederastia. También el machi,
como otros shamanes, trat~ de ponerse en estado de trance por me. .
dio de la concentración mental, danzas frenéticas, contorsiones del
cuerpo o toques del tambor; y para sus actos; se vale de infinidad de
trucos, entre los cuales la. ventriloquia desempeña el papel más im...
,portante. Si se le llama al lado de un· muerto, procede a quitarle la
vesícula biliar que vacía en una escudilla de barro y sobre un fuego

\
'

...

,
246 SUDAMERICA

lento hace carbonizarse el líquido. El color de los residuos indica el


"veneno" que el demonio, después de haberse transformado en la fi..
gura de un animal u hombre, ha introducido en el cuerpo del difunto
por medio de su hechicería. En seguida, se cuelga el cadáver de ' la
rama de un árbol en una canasta de mimbre y se le deja desecándose
sobre una lumbre de ramas de canelo, hasta que alguien logra éoger
al malhechor, las más veces, un animal doméstico o de caza. Sólo
entonces, el machi' concede su autorización para el entierro. Ei ca..
dáver es colocado en un ataúd de tablas (antiguamente entre dos
troncos ahuecados, que probablemente representaba la barca de los
difuntos), y es enterrado con muchas ofrend~s que aportan los veci...
nos de la aldea. Al lado de la~ fosa, se sacrifica el animal causante , '
de la muerte, así como también el caballo favorito del difunto, y se
levanta un poste de madera con la efigie de este último.
La poesía d~ los araucanos, e1:1 cuanto no esté influida por
argumentos de cuentos europeos, demuestra curiosas concordancias ·
con mitos norteamericanos; en primer .lugar en la leyenda de Latrapai
'
que sometió a sus dos sobrinos -los héroes gemelos de otros mitos
americanos- a múltiples pruebas antes de entregarles _a sus hijas por
esposas.
3. El grupo de las Antillas
La antigua población de ~las Antillas forma otro segundo grupo
de pueblos sudamericanos de cultura menos avanzada que ha lle..
gado a sufrir las influencias de las altas culturas occidentales, con
·10 cual han perdido mucho de su carácter ~tnográfico original. Han
sido principalmente las altas culturas de Colombia y Centroamérica
y, en menor escala, también la cultura de cultivadores superiores del
sureste de Norteamérica, las que han participado en esta transforma..
ción. Lo que hoy día sabemos de.Ja historia cultural y de la etnografía
de las Antillas, se basa en las investigaciones de arqueólogos norte..
americanos ( Fewkes y Harrington), pero sobre todo en los profundos
estudios del investigador sueco Sven Lovén.
J

~
'. LOS CULTIVADORES 247
Conforme a sus estudios, los habitantes más antiguos de las An..
tillas no eran inmigrantes sudamericanos, sino norteamericanos, de
los que, en la época del descubrimiento, existía todavía tin resto, los
guanahatabey, en el extremo occidental de Cuba. Las Casas los Ha,..
ma ciboney, tal yez erróneamente, porque la palabra corresponde
originalmente a los habitantes de la Sierra de Cibao. Por donde..
quiera se encuentran sus huellas en Cuba, ya en concheros de l~
costa, ya en antiguos paraderos del interior; inientras que en las
otras islas no se les ha podido localizar hasta ahora. Su cultura era
totalmente diferente y mucho más primitiva que la de los taíno. Se
alimentaban exclusivam~nte de pescados, conchas y animales de caza;
fabricaban sus hachas y vasijas de valvas de moluscos, en vez de pie.-
dra o barro, y casi no tenían más que utensilios de piedra tallada, en
vez de pulida. Ni el uso de ocre (hematita) para la pintura corporal
ni los entierros que solían efectuar en posición extendida del ca~áver,.
concuerdan con las usanzas de los taíno; por tanto, caracterizan a los
"ciboney" como un pueblo primith~o norteamericano, que probable~
/ mente tenía afinidades con los habitantes más antiguos de la Florida.
Gracias a los hallazgos arqueológicos en los concheros de la Isla
de Santo Tomás (al este de Pµerto •
Rico), O. Hatt ha podido locali~
zar otro grupo más reciente de inmigrantes norteamericanos, total,..
mente aislados, que ya poseía hachas' de piedra, pero en cambio, nada
de ollas.
En la época del descubrin1iento, esta población primitiva ya ha..
bía sido desalojada, desde hacía mucho tiempo por los taíno (nobles),
un grupo arawak. Estos tenían ocupadas todas las Antillas Mayores
y las Islas Bahamas (donde se les llamaba Lucayo, "pueblo isleño"), y
aun habían enviado una pequeña colonia a la Florida, donde uno
de sus jefes la había organizado en una aldea. Originalmente, tam..
bién las Antillas Menores eran territorio de tribus arawak que allí
se llamaban iñeri (hombres), pero poco tiempo antes de la llegada.
de los españoles, estas tribus tuvieron que retroceder ante los calina
o caribe isleños que habían exterminado a toda la población mascu..
lina de las ·Antillas Menores, respetando, en cambio, la vida de las,
I

!48 .'
SUDAMERICA

mujeres, para incorporarlas a su tribu, De esta manera se explica 1

que tanto la lengua como la cultura de las Ant.illas Menores tenían


todavía, -en la época del descubrimiento, una fisonomía marcada..
mente arawak. El recuerdo de los . tiempos en que no había trabas
para el libre tráfico entre los arawak de tierra firme y los de las islas,
(y que los caribe habían interrumpido), se ha mantenido vivo hasta
los tie~pos actuales; en efecto los arawak del Río Pomerún (Guayana
Inglesa) conservan t.Jna tradición, según la cual sus antepasados em.-
·, prendían largas y peligrosas travesías por mar al "país de las hachas·
de piedrá,,, con lo que sólo pueden referirse a una de las islas de las
Antillas. Los caribe isleños, ·que habían extendido sus merode9s has..
ta la costa septentrional de Cuba y las Islas Bahamas, donde la fama
de los temidos antropófagos "caniba", como los ll~maban lo;s taíno
'(de allí el nombre de "caníbales"), llegó aun a oídos de Colón en
el año 1492, no se habían establecido de manera permanente en Puer.-
to Rico, que solamente visitaban con frecuensia pata derribar grandes
· árboles para sus embarcaciones y para robar mujeres arawak. .
Aún no se ha puesto en ~laro el origen··de los ciguayo o mozori-
.ge ("los de habla extraña") en el noreste de Haití. Parece seguro
.que no erán caribe, tal vez tampoco arawak, sino una tribu que había
_sido desalojada de la regió~ del Orinoco superior y llegado hasta las
Antillas,' cuando la expansión de los caribe había puesto en moví.-
miento a· los pueblos del noreste de Sudamérica.
En cuanto a 1su cultura,, los taíno tenían 1originalmente mayor
afinidad con los arawak modernos de la .costa septentri~nal de la
·ouayana. Su punto de partida era probablemente l~ península de
Paria o la Isla de La Trinidad, de$de donde invadieron las Antillas
'
·. en varias olas. En tiempo de los españoles, solamente los habitantes
, de Cuba y Bahamas habían con.servado los elementos más antiguos y
más sencillos de la cultura taína. En Puerto Rico y en Haftí, ambos
íntimamente relacionados entre sí, habían llegado a desarrollarse, bajo
condiciones naturales particularmente favorables ,_ una forma supe..
. rior de cultura que ·se extendió más tarde también . hasta el este de
·Cuba y las Islas Vírgenes (Santa Cruz y Santo To~ás), mientras

\

LOS aJLTIVADORES 249
que Jamaica quedó a un lado, evolucionando por rumbos distintos.
Las Antillas Menores experimentaron de manera especialmente mar.-
cada los efectos de una corriente. cultural que nació en Colombia y
corrió a lo largo de la costa septentrional de Sudamérica, llegando
a mezclarse, en las Antillas Mayores (con excepción de Jamaica),
con otra corriente que arrancó de Yucatán y gracias a la cual, im.-
portantes elementos de las culturas maya y mexicana ll egaron a Ja..
1

, maica, Puerto Rico y Haití; y lo mismo ocurrió también con ciertas


influencias norteamericanas que vinieron de la Florida. Todos ,estos
elementos extranjeros quedan manifiestos, de manera perfectamente
clara, en los ricos hallazgos arqueológicos.' Es solamente la invasión
de los caribe la que casi ·n o ha dejado huellas, por no haber sido, en
las Antillas, ni de larga duración ni portadora de formas culturales
. '

su~r1ores.-

T oda esta floreciente cultura terminó rápidamente con l;:i lle..


gada de los españoles que fácilmente sometieron a los pacíficos taíno,
a los que diezmaron, por medio de una explotación despiadada.y tra.-
bajos forzados, así como con las enfermedades contagiosas introdu...
ciclas; y todo ello en tan poco tiempo que apenas cien años después
del descubrimiento no quedaron en las Antillas Mayores ni en las
, Islas Bahamas más que unos cuantos restos taínos, y aun estos pocos
se mezclaron con los negros esclavos, importados conforme a los con.-
sejos del obispo Las Casas. También los caribe isleños que sostuvie.-
ron su individualidad étnica hasta el siglo XVII, tuvieron finalmente
que correr la misma suerte. Sus últimos descendientes, mestizados
con negros (caribes negros), fueron trasladados por los ingleses en
el año de 1797, de San Vicente a la Isla qe Roatán (Honduras), de
donde se extendieron sobre las costas vecinas del continente.
En lo esencial, la economía' de los taíno no se diferenciaba
mucho de la de sus congéneres del continente. Tanto aquí como allá,
el cultivo de la mandioca amarga proporciona la base de la alimenta.-
ción; también los métodos y utensilios para el tratamiento de los
· tubéréulos (ralladores, mangas -prensoras, discos de barro para co.-
c'er) son los mismos. Con jugo ven~doso de la mandioca se prepara,

I
,
250 SUDAMERlCA

mediante su cocción, una espt;cie de vinagre que, inezclado con pi...


mienta roja, sirve de condimento o para hacer conservas, como en el
norte de Sudamérica. Sólo en un punto, los taíno se han amoldado a
.. su nuevo medio ambiente, ~n donde bosques más claros y sabanas
tomaban el lugar de la selva tupida amazónica; en el método. de plan.-
tar las matas de mandioca no sólo directamente en el suelo, como en
las rozas, sino también en montones artificiales de más o menos un
metro de diámetro de los que miles y miles, uno al lado del otro,
'
cubrían la fértil "Vega Real" y otras llanuras. Este mismo pro.-
cedimiento se aplicaba al cultivo del ñarne y de la batata. En re.-
giones algo más secas, por·ejemplo en la costa sur de Puerto Rico, el
maíz reemplazaba la mandioc-a; pero este cereal no se aprovechaba
tanto para hacer pan, como para preparar 'cerveza, que los tino,
dicho sea de paso, también hacían de mandioca. A pesar de que la
palabra "mahiz" procede del taíno, el cultivo mismo del maíz es ori.-
ginario de Mesoamérica, de igual modo que la piedra de moler, prin...
cipal utensilio para el tratamiento de los granos. El tabaco era tal vez
también desconocido todavía para los antepasados de los taíno; lo
obtuvieron del noroeste de Sudamérica, junto con el tubo bifurcado
para aspirar rapé, que se usaba únicamente durante ceremonias so..-
lemnes, mientras que el profano cigarro puro es, en las Antillas, evl..
denteinente 'de origen centroamericano.
En las Ar}tillas, no había más animales de caza que roedores, tales
I
como la hutía, y pájaros de los que solamente unos pocos ostentaban
plumajes de vistoso colorido, de suerte que los adornos de pluma no
han podido desarrollarse como en el conti~ente. Ya se hizo mención
de la caza de patos por medio del pericarpio de una calabaza. De
mucha más importancia era la pesca, principalmente la pesca marí~
tima, que los taíno practicaban con redes barrederas y los caribe isle..
ños con anzuelos. Para tener siempre a mano pesquerías abundantes,
solían levantar cercas alrededor de los Jugares ricos en peces. En la
costa sur de Cuba, Colón ya pudo observar un método de pesca que
todavía hoy se practica, es decir, la pesca con ayuda de la rémora, un
pececito chupador ( echeneis) que se ata a una cuerda para lanzarlo
' '

LOS CULTIVADORES 251


1

sobre animales marinos ·de gran tamaño, especialmente tortugas, a


los cuales se adhiere. Además, se cazaban tortugas y vacas marinas
(manatís) con arpones. En el interior, se aplicaban métodos sud. .
' americanos, como el de envenenar el agua y cazar los pescados con
flechas. Entre los taíno, el arco estaba ya degenerado, de manera aná...
loga a como sucedió entre los polinesios; los caribe isleños han sido.
los que han vuelto a introducir, en Puerto Rico y H aití, un arco
resistente y apropiado para la guerra. Con esta arma lanzaban fle...
chas envenenadas, mientras que los taíno las disparaban sin veneno.,
pero con tres puntas de hueso. ·Más hacia el oeste, las flechas y dardos-
de los taino tenían solamente puntas de madera, endurecidas al
fuego, y se tiraban con propulsores que muestran el tipo colombiano.
'
En lás Antillas, no se conocían las cerbatanas, por haber inmigrado
los taíno a las islas antes de su dif\lsión; lo mismo debe decirse de los.
escudos y otras armas defensivas. Para la lucha cuerpo a cuerpo uti...
lizaban "macanas" o sean m azas planas y pesadas de madera de pal..
ma, con el extremo ensanchado, como entre las tribus costeñas de la
Guayana. Pero entre los taíno, este ·a rma constituía un privilegio del
que sólo los nobles podían hacer uso. Las guerras ~e los caribe eran
piraterías para las que les eran de gran utilidad sus "piraguas" muy
marineras; eran canoas de un solo tronco con un aditamento de
tablones sobre los bordes, que tenían un largo de veinte metros y
cabida hasta para sesenta hombres. Los taíno, por su parte, sólo
poseían canoas, es decir, embarcaciones de un solo tronco sin el
aditamento de tablones, pero éstas alcanzaban todavía dimensiones.
mayores que las de los caribe (30 metros y 80 remeros). Todavía en
la época de los descubrimientos, se dedicaban con tales botes a un
extenso comercio a lo largo de las costas, yendo de .isla a isla y
aun desde Cuba hasta la Florida y Yucatán, es decir, atravesando·
distancias de 220 a 230 kilómetros respectivamente.
En la época del descubrimiento, vivía una densa población en
las fértiles regiones agrícolas de las Antillas Mayores. Muchas de sus
aldeas presentaban un aspecto imponente -Colón calculaba 'e n unas
mil el número de casas de una aldea situada sobre la costa noroeste·

252
,
SUDAMERICA
.
de Haití-y, por lo regular, tenían a un lado de la casa del jefe un
sitio llano y despejado para las asambleas y los juegos de pelota. En la
región de la cultura taíno superior (Puerto Rico, Haití y el este de
Cuba), todavía se encuentran hoy día muchas de estas plazas en el
sitio d~ antiguos paraderos. Son de forma cuadrada y parcial o total...
mente circundadas de piedras colocadas de canto o de terraplenes
que servían, tal vez, de poyos.
La casa plurifamiliar de los taíno era un "bohío" poliédrico,
derivado del tip<Ycircular del continente, construido de una serie de
macizos postes laterales, profundamente clavados en el piso y unidos
entre sí por medio de resistentes zarzas de carrizo; un poste central y

24. Un. ''bohío" (a la izquierda) y un "caneye" (a la de..


recha) , o sea, los dos tipos de casa· de los arawak de
Cuba y Haití. (Según Oviedo.)

un techo cónico de hierbas o palma, sólidamente fabricado para


poder resistir el ímpetu de los frecuentes. y muy violentos huracanes.
Parece que sólo bajo la influencia de lo~ españoles llegaron a cons~
truirse casas rectangulares con techo a dos vertientes. Entre los cari...
be, las casas tenían la misma planta ovalada y el mismo techo a dos
vertientes que ya hemos conocido al tratar de Amazonia. En la costa
septentrional de Cuba, había aldeas de palafitos iguales a los de la
<::osta de Venezuela.
Entre el ajuar figuraban principalmente la hamaca de algodón
4
'hamaca" (en inglés "hammock" y de allí la palabra alemana "han...
gematte") y el banquito de madera ( duho), cuyo uso que~aba- reser...
vado exclusivamente a los jefes n9bles y huéspedes distinguidos. Entre

\
LOS CULTIVADORES 253
los hallazgos arqueológicos de la región de la cultura taína superior,
estos banquitos de cuatro soportes, de madera y piedra, cuyo asiento
se dobla en un lado hacia arriba formando una especie de respaldo,
representan las piezas más notables, debido a su forma plástica que
imita figuras animales o humanas; su tipo es, ciertamente, colombia...
no, pero su ornamentación sólo ·p uede haberse originado bajo la
influencia de estilos centroamericanos de piedras de moler. Como
recipientes utilizaban canastas, vasijas de barro y escudillas de ma..
dera. Mientras que los carilSe isleños eran maestros consumados en el
arte de la cestería, los taíno lo eran en la cerámica y la entalladura.
Sólo bajo influencias norteamericanas la carámica de los taíno
de Haití y Puerto Rico ha llegado a desarrollar formas superiores
con decorados grabados o plásticos; mientras que en Jamaica y las
Antillas Menores, el mismo arte ha quedado estancado en el nivel
• • •
prmut1vo.
Para trabajar la madera se empleaba originalmente en toda el
área, un hacha f oliforme o almendrada, de roca muy dura (diorita
o jadeíta), que estaba sujeta a un mango de madera. Bajo influencias
colombianas, este estilo ha sido sustituido en las Antillas Menores
· por hachas de lava andesítica con muescas laterales o una ranura
circundante para su amarre en un extremo. En las islas de Guadalu... .
pe y San Vicente, -este tipo de hacha ha sufrido una evolución inopi...
nadamente lujosa; _frecuentemente, estas hachas muestran en sus su.-
perficies planas, rostros o figuras humanas, grabados o cincelados,
como en México. De· igual manera están decorados también los cabos
de las manos de mortero características de Haití y Puerto Rico y que . .
recuerdan formas polinesias.
El suroeste de Haití, el este de Cuba y J'1maica eran las princi.. \
pales regiones para el cultivo del algodón, que los taíno practicaban
de un modo más inten~ivo que en Sudamérica tropical (en Haití,
por ejemplo, por medio del sistema de riego). De algodón se hacían,
en contraste con los arawak continentales, hamacas y prendas de
vestir, principalmente las faldas (enaguas) de las mujeres, una 'pieza
de tela que envuelve las caderas, más corta o más larga según el
!54 . '
SUDAMERICA'
. .

rango, y que se cotresponde con el yestido femenino de México y


Yucatán, de donde se introdujo junto con el cultivo del algo,dón. Las
mujeres de los caribe isleños, ' en. cambio, ll~vaban el ~elantalillo de
abalorios como las indias n;iodernasde la Guayana. En todas las An...
tillas, los hombres andaban desnuclos. Sus cinturones de gala, de
.algodón, con cuentas de piedra sobrecosidas y u11a máscara pór pieza
·central, tienen sus dechados en la induméntaria mexicana y maya, de
igual manera que las diademas con adorno de oro y . perlas de los
jefes de Haití, mienttas que .el pintarse con urucú, y las cintas muy
ápretadas debajo de las rodillas y en los tobillos de los caribe isléños,
son antiguo patrimonio sudamericano. Es de suponerse que la defor... -
nación craneana y los bodoques auricular~:!S de · los taíno; procedían
de los, países civilizados de occidente. El oro que se empleaba de vez
.en cuando para adornos, se producía en la isla lavándolo en los cria..
cleros de la sierra de Cibao, pero sólo se ~rabajaba martillándolo en
frío; también se encontraba en ·-tas Antillas (el este de~. cuba) cobre "
· en estado nativo y se aprovechaba _igualmen,t e para adorn~s~· En cam..
·bio, el "guanín", la muy codiciada aleación de oro y·cobre, se impor..
taba de .Colombia por rutas comerciales que, en la época del qescu...
brimiento, no··habían sufrido todavía interrupción alguna. ·-
Poco.sabemos del~ vida soc.ial de los taíno. Parece que las muje.; ~
fes eran mantenidas en una pos~ción baja, pues los ~ntiguos relatos
hablan con frecuencia del jus primae noctis y de la prostitución has...
pitalaria. Todo cuando haya· ~abido de organizaciones ~ás ptimiti..
vas, quedó eclipsado con exceso. por una institución de "estamentos"
y una jefatura, que. solamente volvemos a encontrar, en forma tan
.típica, entre los pueblos civilizados del (:ontinenté y los natchez de
. Nqrteamérica,"y que tenemos que atribuir a ·influencias occidentales.
La población estaba dividida .en cuatro clases: siervos · (naborias),
plebeyos, noble:za ("taínos" o "nitaínos"} y jefes ("caciques'') . . Los
naborías no eran esclavos, sino una capa social carente de propieda..
des y que la nobleza ocupaba en trahajos domésticos. o agrícol~s. En
Cuba- se r~clutaba entre la población más antigua de taínos, sobre.' la
que se había ,extendido otra capa señorial con .una cultura ·supe...

\
LOS CULTIVADORES 255
· rior, que había invadido el país en son de conquista, desde Haití. Los
plebeyos, aunque formando la gran mayoría, no tenían intervención
en el gobierno. Por otro lado, los taíno tomaban asiento en las deU..-
beraciones, en las que se decidía SC?bre la paz o ia guerra, desempeña...
· ban cargos públicos y estaban al servicio de los caciques como escoltas
-0 heraldos; en vista de que podían casarse solamente dentro de su
propia casta, es evidente que su r~ngo era hereditario. Lo mismo
puede decirse del cacicazgo que, por lo regular, pasaba en herencia a)
hijo de la hermana. En uno de los cinco pequeños reinos de Haití,
se dió el' caso que la hermana misma sucedió a su hermano en el
poder (la reina Anacaona, muy citada en los relatos de los descubri..-
dores). Pero también extranjeros de gran prestigio han logrado ser
electos caciques: por ejemplo Canabo en Haití, inmigrado de las
Bahamas; y en Cuba, el cacique Hatuey de 1-Iaití, prófugo de los espa...
ñoles. En este último caso, se trata probablemente de un jefe guerre..
ro, al lado del cual, los caciques de aldea conservaron sus cargos.
En la mayoría de los casos la autoridad del cacique no traspasa..
ha los lím.ites de la aldea, concretándose a la dirección de las labores
<lel campo, cacerías y pescas, y a la presidencia de l~s deliberaciones o
fiestas. Frecuentemente, era también el sacerdote principal del lugar,
por. atribuírsele relaciones especiales estrechas con los "zemi". Sin
embargo, en Haití y Puerto Rico, algunos caciques se habían elevado
al rango de reyezuelos que acaudillaban, en las guerras, un · gran
número de subjefes. Sus insignias --capotes de pluma, estandartes,
diademas, cinturones y orejeras- d¡m testimonio de cuán importan..
te era la contribución de México y Yucatán en el desarrollo de esta
institución señorial.
Generalmente los taíno tenían sólo como excepción guerras en..-
tre sí, siendo entonces la causa más frecuente la ~iolación de límites
o algún caso de venganza, igual que entre los pueblos más primitivos
de América. Costumbres guerreras tan bárbaras como la caza de
cabezas o el canibalismo quedaban localizadas a los caribe isleños.
El 1·obo era desconocido para los taíno: en Haití éste se castigaba con
la muerte por empalamiento.


- /
,
256 SUDAMERICA 1 .

Los taíno eran un pueblo amante de las fiestas, cuyas danzas


("areytos")
. '
recuerdan las de los mexicanos, por llevar los partici--
pantes ramitas verdes y flores en las manos y como adornos. Para las
danzas, el cacique tocaba el tambor d~ hendedura, cuya forma (dos
lengüetas en los extremos de la hendedura) es idéntica al del teponaz..
tli mexicano. Aparte de este instrumento, no' había más que sonajas
de calabaza que igualmente se usaban para fines profanos y no como
utensilios del brujo a la manera sudamericana. Aparentemente los
taíno no conocían los instrumentos de viento, mientras que los caribe
isleños poseían por lo menos, el tipo más primitivo de ellos: la trom. .
peta de caracol, hecha de la concha del strombus. El juego nacional
de los taíno con pelotas de. caucho; que no debían tocarse con las
manos, así como las correspondientes "canchas" circundadas de te~
rraplanes, son asimismo de procedencia mexicana. ·
Como tantos otros pueblos americanos, también los taíno tenían
la creencia en un ser supremo con sede en el cielo, cuya conducta
"
frente· a los seres humanos es indiferente, motivo por el cual, las
plegarias de los hombres no pueden alcanzarle. Su nombre, Yocahu,,
, puede relaéionarse tal vez con "yuca", la palabra taíno para·mandio--
' ' ca, por haber dado, en tiempos remotos, a los hombres esta planta'
como su principal alimento. Para poder seguir disfrutando de su
benevolencia y sobre todo de la lluvia tan benéfica para las siembras,
los hombres tienen que dirigirse a los bien intencionados "zemi", o .
sean ídolos de madera o piedra, en los que habita el espíritu de un
poderoso cacique difunto; los zemi ejercen influencia sobre Yocahu
y son capac.es de revelar el futuro en oráculos. A pesar de que la idea
de una morada material para · u~a fuerza sobrenatural sólo puede
proceder de México o Yucatán, por no poseer ídolos ni los iñeri, ni
los caribe isleños, ni los arawak continentales, los zemi no tienen rela..-
ción alguna con las imágenes de dioses de Mesoamérica; son, muy al
contrario, imágenes de los antepasados y todavía existen múltiples ifl..
dicios d~ una fase más antigua de este culto ancestral cuando éste no
conocía todavía im~genes: originariamente se veneraban en las Anti-- ,
llas calaveras y huesos de difuntos. Todavía en el siglo XVII, los caribe
. •
I

LOS CULTIVADORES 257


isleños utilizaban huesos de sus antepasados, envueltos en algodón,
para conseguir oráculos; y en una cueva cerca " de la ciudad de San...
to Domingo, se ha encontrado una figura humana completa, hecha
de algodón en labor de punto, que contenía una calavera con ador...
nos. En el caso de los taíno, había todavía otra idea que copducía
hacia el ídolo; conforme a sus conceptos, los espíritus de los difuntos
andan vagando por los bosques y tienen su morada en árbole~ que se
dan a conocer como sede de un espíritu por el hecho de que pueden
mover sus raíces y ramas. Por consiguiente, para apoderarse de estos
espíritus, basta derribar el árbol y hacer un ·ídolo de su madera. Tal
vez se relacionan con esta creencia los curiosos aros de piedra de
Puerto Rico, que a veces representan una rama bifurcada con los
extremos doblados y juntados, las piezas mejor acabadas muestran
representaciones estilizadas de caras humanas. Hay otras antigüeda..
des típicas de la cultura antillana superior, que consisten en piedras
con tres picos y decoradas con rostros humanos, que Ramón Pane,
uno de los acompañantes de Colón, enumera directamente entre los
zemi, señalándolas como representaciones del tubérculo de la man...
dioca, y cuyo objeto es el de favorecer mágicamente el crecimiento de
esta planta.
Los ídolos de madera de los taíno, en forma de seres humanos o ..
pájaros, tienen frecuentemente el carácter de cariátides que llevan
una bandeja redonda o encima de la cabeza. Cuando los taíno quie.-
ren entrar en contacto con el mundo de los espíritus, echan en di.-
cha bandeja rapé y lo aspiran por medio de un tubo para trans.-
ponerse a un estado visionario. Originalmente, este acto era pri.-
vilegio -del sacerdote.-brujo {piay o boyé), que también se encar...
gaba de los sacrificios ante los zemi. Más tarde, cuando ya se había
impuesto la aristocrática organización. estamental, cada cacique y
cada "taíno" trataban también durante las grandes fiestas, .de co...
municarse de esta misma manera con el mundo de los espíritus, sin
valerse de la intervención del sacerdote.-brujo. Los oráculos se procla...
maban por medio de una bocina instalada en el cuerpo del ídolo y ,
de cuyo manejo se encargaba el sacerdote o cacique que estaba escon. .
258
. ,
SUDAMERICA

dido detrás dd ídolo. Al instrumental de cada piay pertenecían


pequeñas figurillas de .zemis, que le servían de talismanes personales.
También los c~ribe isleños, que creían en la existencia de numero-
sos espíritus de difuntos malintencionados bajo el aspecto de gno-
mos de los bosque5 (mapoya), llevaban consigo pequeñas figuras de
madera, , para contrarrestar los peligros que amenazabap. de parte
de estos seres. En cuanto a sus prácticas como brujos, los piay no se
diferenciaban en nada de sus colegas sudamericanos.
Los taín·o enterraban a sus muertos en posición acurrucada,
algunas veces en fosas, otras vec~s en ·túmulos. Para los caciques ha...
bía, como en Colombia, cámaras mortuorias, en las que el .cadáver '
estaba sentado en un duho o escaño, con la mujer favorita a su lado,
a la que se enterraba viva. Especialmente en Cuba y Puerto Rico,
se acostumbraba la sepultura en cuevas. Algunas veces, se colocaba
a · posteriori la calavera en una canasta que se colgaba en la casa.
Otra forma de enterramiento secundario tiene su origen en el sureste
de Norteamérica y se efectuaba depositando el bulto de huesos cori
la calavera en una olla de barro que. se tapaba después con otra olla.
Con excepción de los casos arriba mencionados, los difuntos
viven según la creencia de los taíno, en un mundo terrestre de los
muer~os, porque no existe ningún inframundo, a pesar de que los taí~
no conocían el mito de la salida de los·primeros hombres (y del sol)
de cuevas, razón por la cual gustaban íos.t alar en cuevas sus ídolos y
objetos rituales. En cambio, los caribe isleños hacen bajar al primer
hombre del cielo, a donde regresa, después de su muerte, el alma
principal del hombre que vive en el corazón. De los otros mitos de
los taíno, muchos se asemejan a los mitos actuales de los arawak de la
Guayana~ incluyendo el cuento del héroe Guaguiona que abandona
a sus numerosas mujeres en la fantástica isla de Matininó, la que
desde entonces está habitada exclusivamente por mujeres; y el cuen...
to de los cuatro hermanos que, pcr mera curiosidad, voltean una
calabaza en la casa de Yaya, un ser solar, produciendo de esta mane...
ra el diluvio.

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