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Resumen Psicoanálisis de Escuela Francesa

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Psicoanálisis de Escuela Francesa

Unidad 1: “El imaginario humano”

“Clase sobre Real, Simbólico e Imaginario – Articulaciones Freud y Lacan”


(Eduardo Said):

En “Estudios sobre la Histeria”, Freud supone la estructuración del aparato psíquico


como una estructura estratificada, que implica un ordenamiento por estratificaciones
con un punto nuclear llamado “núcleo patógeno”.
Plantea 3 planos:

1) Ordenamiento LINEAL CRONOLÓGICO, “el decir del sujeto”.


2) Ordenamiento SINCRÓNICO, por ESTRATIFICACIONES.
3) NUCLEO PATÓGENO.

Lacan lo relacionará con 3 niveles o registros; por fuera de ellos no puede pensarse nada
de la vida analítica Están siempre enlazados, anudados en un NUDO BORROMEO. El
nudo muestra la forma de subjetividad, la que anuda una 3ra. dimensión de la falta que
habita al sujeto deseante.

1) IMAGINARIO – Lineal Cronológico:

Implica la imagen de completud y de fragmentación corporal. Tiene que ver con la


dinámica de lo imaginario, con el yo, con la consistencia, con la atribución del sentido.
Es el lugar mas frecuente que habitamos y que nos habita. Es completud de sentido,
saturación de sentido sin resto.
Lo imaginario implica desconocimiento que implica también reconocimiento.
La imagen tiene una doble función: obturar y denunciar un hueco, pero esta
función es descubierta desde el registro simbólico.
La condición central humana tiene que ver con ser parlante. Este nivel se ordena
diacrónicamente (a través del tiempo), porque un significante sucede a otro, única forma
en que las cuestiones pueden adquirir sentido. Cuando el discurso ordinario falla,
transita algo del deseo, quiebra el mecanismo discursivo regido por la lógica del sentido
que implica un ordenamiento por estratificaciones. Es el registro del narcisismo, el Yo
en el cual nos reconocemos, aquello que nos ofrece una continuidad. Por ej.: “Hace
unos años era de tal forma, ahora soy de otra”. Uno se reconoce.

2) SIMBÓLICO – Sincrónico, por estratificaciones:

Nos remite al significante y sus leyes. Todos los significantes están disponibles. El
significante produce un orden y una pérdida al mismo tiempo. Es el significante el que
hace que algo falte. El inconsciente se manifiesta en acto, en el discurso.
En la medida que uno habla se producen encadenamientos simbólicos, se producen
elecciones. Freud plantea que el sujeto del deseo ICC se produce en esa sustitución, en
esa articulación entre un Significante y otro. Lo simbólico es el producto de la
discontinuidad, teniendo la falta como eje. Se manifiesta un quiebre en el discurso, una
HIANCIA, aparecen lapsus, fallidos. Allí circula algo del deseo inconsciente del sujeto.
Se produce una apertura a la producción de un saber inconsciente.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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La intervención analítica se apunta en esa apertura, el saber ICC revela la posición del
sujeto, su singularidad.
Esta es la dimensión estratificada, de capas sustitutivas a producirse en un análisis, a ser
leídas y transcriptas en un proceso subjetivante.

3) REAL – Núcleo Patógeno o Represión Primaria:

Estaría en correspondencia con la insistencia de lo nuclear del trauma fundante que no


tiene representación. El ombligo del sueño. Lugar de habitación del deseo sexual
infantil reprimido. Este núcleo encuentra formas de soldadura vía fantasías ICC. No
cesa de no inscribirse.
Lacan lo definió como “lo imposible”. A medida que hay una aproximación a una
revelación de verdad que habita al sujeto, el discurso no avanza con tanta fluidez, la
asociación se detiene.
Si hay intervención analítica, hay posibilidad de producir un saber ICC, que podrá
rearticular esta batería simbólica que habita el sujeto parlante. Si se postula la batería
del Significante como hipótesis se puede pedir a alguien que asocie libremente.
La caída de la inmediatez es efecto ulterior (que se sucede, que se hace después de otra
cosa) al transito por Edipo y Castración. Eso queda borrado y lo que queda es el
FANTASMA. Se hace presente un REAL que tiene que ver con el objeto, con formas
de presencia del objeto que debería estar ausencia.
Simbólico e Imaginario intentan velar lo Real.
Un chico va a tener que sufrir pérdidas y va a tener que encontrar una forma de
instalarse con respecto a esto.
Lacan menciona 3 tipos de pérdida:
 Goce (real) Ej. Va a tener que desprenderse del cuerpo materno, lo que
se alucina va en lugar de esa pérdida
 Amor (imaginario) Ej. No va a ser la única localización fálica de la
madre. Hermanos.
 Saber (simbólico) Ej. Límite en el campo del saber, creará sus propias
conjeturas, teorías sexuales.
Estas 3 pérdidas, pueden ser leídas como 3 dimensiones de la falta. La subjetividad en
juego es la que anuda este triple agujereamiento.
El NUDO BORROMEO que enlaza una forma muy particular de R-S-I, muestra la
forma de “subjetividad” la que anuda una triple dimensión de la falta que habita el
sujeto deseante.
Lacan ubica la noción de sujeto en psicoanálisis en relación a la articulación
significante.

Escritos 1:
“El estadío del Espejo como formador de la función del yo (je) tal como se nos revela
en la experiencia psicoanalítica” (1949)

La cría de hombre, desde los seis meses aun sin dominio de la marcha y de la postura en
pie, reconoce ya, con un ajetreo jubiloso, su imagen en el espejo. El otro le da una
unidad de sentido. Esto es considerado como un acto de inteligencia. Ese acto rebota

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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en el niño en una serie de gestos en los que experimenta una relación que va desde los
movimientos asumidos de la imagen, a la realidad que es su propio cuerpo.
Hay un recorte temporo-espacial.

La función de la imago en el estadío del espejo es establecer una relación del


organismo con su realidad, la imagen que se refleja en el espejo se da en la
alucinación. En el plano imaginario “yo soy ese que está ahí”.

El estadío del Espejo es una identificación, transformación producida en el Sujeto


cuando asume una imagen, en tanto la imagen a la que se identifica es Otro. El Otro a
través de la mirada le otorga una unidad de sentido. El Otro lee desde el lenguaje
(eje simbólico  icc)

Esta imagen representa la matriz simbólica en la que el Yo (moi) se precipita en una


forma primordial, antes de ingresar en la dialéctica de la identificación con el Otro y
antes de que el lenguaje le otorgue su función de Sujeto (Sujeto del Icc, porque el Icc se
estructura como un lenguaje)

Esta forma primordial se designa como Yo ideal, y va a ser el tronco de las


identificaciones secundarias.

Esta forma (Yo Ideal) sitúa al Yo en una línea de ficción irreductible para siempre,
porque hablamos de una forma total del cuerpo (Gestalt), la cual simboliza la
permanencia mental del yo. La forma es mas constituyente que constituida, porque el
Yo se constituye en el campo del Otro. El niño nace prematuro, donde necesita aún de
un desarrollo biológico para constituirse. La imagen de sí que logra en el estadío del
espejo le va a otorgar por primera vez la unificación de su cuerpo, lo cual va a ser
un avance para su prematuro estado biológico. Lacan dice que hay una
“prematuración específica en el nacimiento del hombre”.
Hay una discordancia primordial, entre lo que ve en el espejo, y su desarrollo biológico.

El Yo ideal es la primera forma en la que el Yo se aliena, que es la unidad del cuerpo


en la imagen. Es el punto de partida del Yo, y permanece como exigencia formal de
perfección. El Ideal del Yo es el lugar desde el cual el sujeto es mirado, es un
mecanismo de introyección a partir de la intervención simbólica del significante.

El estadío del espejo es un drama, porque parte de la insuficiencia (motriz) a la


anticipación del dominio que aún no posee. El sujeto presa de la ilusión de la
identificación, maquina fantasías que se sucederán desde: una imagen fragmentada
del cuerpo, hasta una forma ortopédica de su totalidad (Esta viene de afuera) y a la
armadura por fin asumida de una identidad enajenante (alienado) que marca su
desarrollo mental.

A partir del Estadio del Espejo se conforma el Yo, a partir de una imagen ilusoria
de unidad enajenante. Aquello que genera una ilusión pertenece al campo de lo
imaginario.
Hay un 1er. y 2do. tiempo que son lógicos, pero no cronológicos. En el primer
tiempo se dan la totalidad y la anticipación, anticipa un dominio a nivel de la
imagen que todavía no posee a nivel motriz. Este primer tiempo re-significa la
insuficiencia y la fragmentación. A partir de la totalidad uno da cuenta de la

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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previa fragmentación, es decir, no podemos estar fragmentados sino conocimos la


fragmentación.

El Yo se constituye en un lugar externo, para lo cual necesitamos de la función del Otro,


ser algo para alguien, es decir, ocupar un lugar en el deseo del Otro. A partir de la falta
se constituye el aparato psíquico. Es el Otro el que alojará al infans en el hueco de su
castración. Si el niño no tiene para ese Otro lugar de falo, no podrá constituirse como un
yo.
Se necesita sistemáticamente reconocimiento en el Otro.

En cuanto a las pulsiones hay un antes y un después del estadio del espejo. Antes
del estadio del espejo hay un dinamismo libidinal problemático, o sea, anarquía
pulsional, fragmentación. En el Estadio del Espejo se produce una identificación en
donde la imagen se integra. Esto conlleva la unificación pulsional, un ordenamiento
de las pulsiones, lo que no quiere decir que haya una sola pulsión, sino que las pulsiones
se limitan unas a otras lo que se denomina intrincación pulsional. Decir unificación de
las pulsiones, es la construcción de un cuerpo, el cual deja de ser soma biológico para
constituirse como cuerpo erógeno, el cual se da en el campo del significado.
Llamamos narcisismo primario a la carga libidinal propia de ese momento.

El Estadío del Espejo es un elemento fundante de la estructura psíquica. Le otorga


fijeza, identidad, permanencia, consistencia al Yo. Cualquier cosa que lo saque de
esa unidad lo siente como amenaza. El estadio del espejo concluye con la noción del
otro con minúscula, con el complejo del semejante. La estructura del pensamiento en
este momento es paranoica. Tienen que ver con la amenaza permanente ante aquello que
lo conmueva de ese lugar, de esa totalidad. El otro lo remite a su propia fragmentación.
 Dimensión característica paranoide del yo.
Este momento en que termina el estadío del espejo inaugura, por la identificación
con la imago del semejante (que es reconocer al otro, y que el otro me reconozca) y el
drama de los celos primordiales, la dialéctica que desde entonces liga al Yo con
situaciones socialmente elaboradas (él es uno entre otros, pero no es el único). El
estadío del espejo concluye con la formación del Otro como semejante e implica
que el primer objeto para el infans es el Yo, que viene desde afuera y no de sí
mismo. El Yo se constituye y queda instalada una amenaza permanente a su integridad.
 Dimensión de la agresividad: no hay 2 en el lugar del narcisismo.
Transitivismo infantil: soy en el lugar del otro. Intentar ser idéntico a sí mismo.
El saber humano se vuelca a la mediatización del deseo del otro, busca ser elegido, se da
la rivalidad del otro y hace del yo ese aparato para el cual todo impulso de los instintos
será un peligro.

El Yo se constituye como producto de una identificación, no se nace con un Yo. Aquí se


produce la base paranoica del conocimiento humano, donde el Yo siempre está
amenazado. El estadio del espejo funda el narcisismo primario.

 El movimiento trae:

 Identificación: localización de algo externo  yo.


 Discriminación: yo y no-yo.
 Conformación del yo: no podemos hablar de sujeto hasta que no
atravesamos el Complejo de Edipo.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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 No-sujeto, sino yo Ideal: lo que se proyecta como ideal.

En resumen:
El yo se constituye a partir de una imagen ilusoria de unidad, enajenante, imagen que no
es, completud que no tiene y que tapa el cuerpo fragmentado. (Ficción irreductible).
Antes de vincularse con el otro, se da la identificación con la propia imagen, el niño
nace prematuro, necesita de otro que lo asista a sus necesidades, que interprete lo que
necesita en esta experiencia, ve su imagen en el espejo y se produce júbilo por la
fascinación de la imagen.
La madre también afirma esta completud con la palabra.
La imagen capta una integridad que no tiene pues aun no tiene dominio de su cuerpo.
A partir de un fragmento se anticipa una totalidad que no tiene (función de
desconocimiento: se transforma en ese otro que es su imagen, desconoce el deseo ICC,
desconoce lo real). El yo se forma a partir de algo ajeno.
El estadío del espejo concluye con la formación del otro como semejante e implica que
el primer objeto para el infans es el yo, que viene desde afuera y no de sí mismo.
El yo se constituye y queda instalada una amenaza permanente a su integridad.
El estadío del espejo tiene permanencia a lo largo de la vida del sujeto. Puede durar de
manera velada, pero es nuestra esencia. No es algo que se supera en determinado
momento, es constitutivo.
El psicoanálisis puede acompañar al paciente hasta el límite extático del “tu eres eso”.

Seminario 1: “Los escritos técnicos de Freud”


Clase 1: “La tópica de lo imaginario”(1954)

Lacan complementa lo que dijo en el Estadío del Espejo, agrega el registro simbólico e
intenta mostrar cuál es la función del otro en la adecuación de lo imaginario sobre lo
real.
El estadío del espejo no es simplemente un momento del desarrollo, cumple una función
ejemplar que nos revela la relación del sujeto con la imagen. Tiene una presentación
óptica.
La imágenes ópticas algunas son virtuales (subjetivas) y otras reales. Pero podemos
producir imágenes virtuales de objeto que son las imágenes reales. (Objeto virtual).
Para que haya óptica es preciso que a cada punta le corresponda un punto y solo uno en
otro espacio que es el espacio imaginario (sin esto no puede haber ni simbolización).

Hay 3 leyes de la óptica:


 Bipartición del espacio
 Correspondencia biunívoca: correspondencia de cada punto de lo real en lo
imaginario
 Simetría

En la relación del espejo hay una proyección en función de una imagen que produce un
dominio anticipado, imaginario que provoca una enajenación en tanto se es en otra
parte. Y la introyección es simbólica en tanto se introyecta la palabra del otro.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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En el estadío del espejo: la sola visión de la forma total del cuerpo humano brinda al
sujeto un dominio imaginario de su cuerpo, prematuro respecto al dominio real
(cuando se integran las funciones motoras y maduración fisiológica)

El sujeto anticipa la culminación del dominio psicológico y esta anticipación dará su


estilo ulterior del domino motor efectivo.
Es esta la aventura imaginaria por la cual el hombre por primera vez experimenta que él
se ve, se refleja y se concibe como distinto, otro de lo que él es, que estructura el
conjunto de su vida fantasmática.
Lacan utiliza la metáfora de las flores y el florero para conceptualizar la formación del
Yo, y referirse a la anticipación de lo imaginario sobre lo real, donde el niño se
reconoce unificado pero se experimenta dividido. Aquello que nos representamos no
coincide con la realidad.
El florero imaginario que contiene el ramillete de flores real, es como podemos
representarnos antes del nacimiento del yo y su surgimiento como sujeto.
Significa que en la relación entre lo imaginario y lo real y en la constitución del mundo
que de ella resulta, todo depende de la situación del sujeto.
La situación del sujeto, está caracterizada por su lugar en el mundo simbólico, en
el mundo de la palabra.
Espacio real e imaginario se confunden, y para que eso no suceda el resorte simbólico es
esencial. Sirve para dirimir donde está ese sujeto. Uno ve algo allí donde no está, la
subjetividad está comprometida. Tiene la ilusión de que las flores están en el florero.
Por ej.: arcoíris, oasis, agua sobre el asfalto. El florero invertido sirve para introducir lo
simbólico.
La ley de la palabra humaniza al hombre, cuando se produce el llamado se establece la
dependencia. El acto de la palabra es un funcionamiento coordinado en el mundo de lo
simbólico; típico y significativo. Por el simbolismo se ordena el mundo del sujeto.
El Otro desde la voz vehiculiza. La inclinación del espejo dirigida por la voz.
El yo simbólico va a comandar la vida del sujeto.
Mientras que el imaginario recubre lo real, lo simbólico lo ordena.
No hay que quedarse con las explicaciones imaginarias del paciente respecto del
padecimiento. Son válidas, pero hay que ver la matriz simbólica que lo forman. Lo
simbólico opera inconscientemente en el sujeto, son inscripciones, marcas en el icc
desde las cuales vemos como opera el sujeto.
Luego Lacan cita el ejemplo de la paloma, en el cual dice que el animal no reconoce su
imagen en el exterior. La paloma ovula si la enfrentamos a un espejo. En cambio, el ser
humano es una exterioridad, nos reconocemos por fuera de nosotros, el yo está fuera
nuestro.
En el ser humano no coinciden lo imaginario y lo real, hay un terrible desorden que es
vital. Por ej.: “nací en un cuerpo equivocado”.

Se muestra el mundo imaginario y real en el mundo psíquico:

Un espejo esférico produce una imagen real, se produce en el mismo lugar y tiene el
mismo tamaño que el objeto).
Ponemos sobre una caja hueca un florero en el centro por debajo se coloca un ramillete
de flores.
El ramillete se refleja en la superficie esférica, para aparecer en el punto luminoso
simétrico, dada la propiedad de la superficie esférica, todos los rayos que emanan de un

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punto dado aparecen en el mismo punto simétrico y forma una imagen real. Se vera el
ramillete imaginario en el cuello del florero
La ilusión reside en ver las flores que en verdad están ocultas por la caja en el florero.
El ramo cuando aparece en el florero es una imagen real.
Ramo invertido, se coloca en la caja el florero, entonces las flores serán reales y el
florero una imagen real luego de la ilusión.
Un espejo plano; la imagen real se constituirá como virtual y lo mismo con las flores.
Los objetos e imágenes reales frente a un espejo plano producen imágenes virtuales.

El modelo da cuenta de la formación del yo y su función de desconocimiento: la


forma total del cuerpo del infans brinda al sujeto un dominio imaginario de su
cuerpo, prematuro respecto al dominio real.

La caja representa a ustedes y el ramillete son los instintos y deseos, y los objetos de
deseo que se fasean. El ojo no se fasea esta fijado allí.
Si el espejo está inclinado, la matriz simbólica estará en clenque y la ilusión no se
producirá. La inclinación del espejo está dirigida por la voz, la palabra tiene que ver con
lo simbólico. Sin el Otro no soy nada.
Acorde a como el sujeto este posicionado va a ser el armado de su realidad. La
constitución depende de los 3 anudamiento

Unidad 2: “Necesidad, Demanda y Deseo”

Seminario 1: “Los escritos técnicos de Freud”


Clase 13: “La báscula del deseo” (1954)

El yo (je) se constituye, en una experiencia de lenguaje, en referencia al tú y que lo hace


en una relación donde el otro le manifiesta... ¿qué? órdenes, deseos, que él debe
reconocer; órdenes y deseos de su padre, su madre, sus maestros, o bien de sus pares y
camaradas.
¿Cómo lograría además reconocer sus deseos? Nada sabe de ellos.
El momento en que el estadío del espejo desaparece presenta una analogía con el
movimiento de báscula que se produce en ciertos momentos del desarrollo psíquico. Lo
podemos verificar en esos fenómenos de transitivismo en los cuales la acción del niño
equivale, para él, a la acción del otro. El niño dice: “Francisco me pegó”, cuando en
realidad fue él quien pegó a Francisco. Entre el niño y su semejante existe un espejo
inestable. ¿Cómo explicar estos fenómenos?
Hay un momento en el cual se produce para el niño, a través de la mediación de la
imagen del otro, la asunción jubilatoria de un dominio que aún no ha alcanzado. Sin
embargo, el sujeto se muestra totalmente capaz de asumir este dominio en su interior.
Movimiento de báscula...

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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La imagen de la forma del otro es asumida por el sujeto. Está situada en su interior, es
gracias a esta superficie que, en la psicología humana, se introduce esa relación del
adentro con el afuera por la cual el sujeto se sabe, se conoce como cuerpo...
El hombre se aprehende como cuerpo, como forma vacía del cuerpo, en un movimiento
de báscula, de intercambio con el otro. Asimismo, aprenderá a reconocer invertido en el
otro todo lo que en él está entonces en estado de puro deseo, deseo originario,
inconstituido y confuso, deseo que se expresa en el quejido del niño. Aprenderá, pues
aún no lo ha aprendido, tan sólo cuando pongamos en juego la comunicación.
Esta anterioridad no es cronológica sino lógica, no hacemos más que deducirla
En el origen, antes del lenguaje, el deseo sólo existe en el plano único de la relación
imaginaria del estadio especular; existe proyectado, alienado en el otro.
En esta relación, el deseo del sujeto sólo puede confirmarse en una competencia, en una
rivalidad absoluta con el otro por el objeto hacia el cual tiende. Cada vez que nos
aproximamos, en un sujeto, a esta alienación primordial, se genera la agresividad más
radical: el deseo de la desaparición del otro, en tanto el otro soporta el deseo del sujeto.

Seminario 4: “La relación de objeto”


Clase 11: “El falo y la madre insaciable” (1957)

En este seminario surge el tríptico de Necesidad, Demanda y Deseo.


La frustración es inherente por estructura, no es negar un objeto de satisfacción. La
frustración solo es concebible como la negación de un Don, el cual debe ser entendido
como símbolo de amor.
“El don principal es el don de la palabra”, porque la respuesta es un acto de palabra. El
lenguaje no lo tenemos pero habitamos en él.
El carácter fundamental de la relación de amor no supone estar frente a un objeto sino a
un Ser. Esto significa que el niño de entrada está sumergido en un baño que implica la
existencia del “orden simbólico”.
La frustración no funda ni sostiene el deseo, sino que el circuito del deseo va por el lado
de la falta.

La llamada es fundadora en el orden simbólico, en la medida en que la llamada puede


ser rechazada. El don se manifiesta al llamar.
Cuando está, el objeto se manifiesta esencialmente solo como signo de don, como nada
a título de satisfacción. Don: aquello que se da. El don está más allá de la relación
objetal.
La madre puede rehusarse eternamente, lo puede literalmente todo, en ella aparecerá por
primera vez la dimensión de la omnipotencia, del ser real de quien depende, de forma
absoluta y sin recurso posible, el don o el no don.
El llanto debe ser codificado por la madre. Es ella quien arma su código con ese hijo,
luego decodifica cada llanto. Es necesario darle un atributo de que el llanto significa una
llamada, hay que ubicar al llamado del infans y atribuirle una significación. Un atributo
del otro es que el niño esté habitado por el código. Va a elevar el llanto al estatuto de
una demanda.

Respecto al deseo, Lacan dice que es icc, reprimido, indestructible, metonímico, e


insatisfecho. Se desplaza a través del significante y no tiene objeto predeterminado que
pueda satisfacerlo o colmarlo. El infans está en puro estado de deseo, al llorar hay un
Otro que interpreta su llanto. El lenguaje como campo del Otro, esta ahí para asistirlo,
es el lugar de donde el infans va a recibir una respuesta a esto que manifiesta como

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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realidad. El deseo viene del Otro, el Otro provoca el deseo porque viene a raíz de lo
que el Otro significa en demanda.

El deseo es la diferencia entre la demanda y la necesidad.

La operación de alimentar pasa a estar atravesada por lo simbólico. Se arma entonces el


territorio de la demanda. Desde el aspecto biológico, la necesidad esta perdida. La
necesidad es el real que se pierde por que se nace al lenguaje. Todo lo que va a recibir el
infans lo va a recibir atravesado por lo simbólico, por el lenguaje. Va a estar
simbolizado por un otro. La demanda es lo que se organiza con la respuesta del otro,
haciendo de esa demanda un llamado. La demanda nunca llega a cubrir la necesidad,
siempre queda un resto permanente, el deseo, lo que no cesa de no inscribirse, el objeto
a. En cambio para el animal el circuito se cierra, no hay resto.
Entre la necesidad y la respuesta del Otro (Tesoro de significantes) hay un
desacople (inevitable), pues la necesidad del infans está en el registro de lo Real y,
la respuesta del Otro, en el plano Simbólico.
Siempre habrá una diferencia entre la necesidad y la demanda; eso será el
DESEO.
El sujeto queda a merced de la lectura del Otro. La respuesta pacifica y localiza al
sujeto, mientras que la “no” respuesta provoca caída subjetiva.
Por definición, el deseo es inconsciente, irreprimible, indestructible e insatisfecho,
pues los objetos que la realidad le brinda, son señuelos.
Somos seres comandados por la falta.

La necesidad sí o sí tiene que tramitarse por medio del lenguaje. La madre responde con
significantes.
Lo que Lacan llama “demanda”, está dentro del campo de lo simbólico y es lo que
articula a la necesidad y al Deseo.
La demanda es función de la palabra y el lenguaje.
Entonces, es el Otro quien responde a ese llamado e ingresa al infans al universo de
significantes.
La madre es un semejante que ocupa el lugar del Otro. Quien encarna ese Otro está
barrado, atravesado por una falta, y eso mismo hace que le pueda dar un lugar en su
vida. A su vez, el sujeto, por estar sujetado a la lectura del Otro, es también un sujeto
barrado.
El don es solicitado en la demanda, en el llamado. No importa cual es el objeto en sí
(teta – chupete, etc), sino que vale porque responde a su pedido. El Otro vale porque
puede dar eso y a la vez privarlo. El infans queda sometido a la omnipotencia del
Otro, depende de que el Otro acuda a su llamado o no. El sujeto quiere que el Otro lo
quiera, quiere ocupar un lugar en el campo del Otro. Entonces no se trata de otorgar
un objeto, sino de la presencia de un ser.
Entre sujeto y Objeto va a ser necesaria la función de Otro.
En este encuentro con el Otro, la demanda no cubre todo lo que el Yo necesita. Hay un
resto que no puede ser tramitado por la demanda. Este resto retorna más allá de la
demanda, es el deseo, lo que no puede ser dicho, lo que queda entre la necesidad y la
demanda. Este resto es lo que Lacan denomina objeto ¨a¨, condición absoluta de deseo,
lo reprimido primordial.
La necesidad queda absolutamente trastocada en el hombre.
El deseo está estructurado en la falta, de una manera particular en cada sujeto.
El falo es la razón del deseo, representa la falta en el sujeto.

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Somos hablados por una estructura simbólica que nos antecede.


La demanda nadifica al objeto, éste pierde esencia y la gana la presencia del gran Otro.
En la dialéctica intersubjetiva la satisfacción pasa a un 2do. lugar, es decir, es mas allá
de la satisfacción pues, donde se enmarca el deseo.
Cuando hay una demanda, no se sabe bien lo que se está pidiendo porque el deseo es
icc. Entonces aparece la multiplicidad de interpretaciones. Siempre va a haber algo del
orden de la falta en el Otro. La respuesta no tiene que ir a la demanda, sino al deseo,
y eso siempre falla.

“El neurótico hace condescender su deseo a la demanda del Otro”.


(Condescender  acomodarse a su voluntad).
Eso lo habilita como mandato, hay marcas icc del Deseo del Otro, es como algo ajeno
que lo transita.

“El amor es dar lo que no se tiene (falo) a quien no lo es (falo)”.

Diferencias entre Freud y Lacan:

 Según Freud, el niño se encontraba en un estado de indefensión.


Le viene un estímulo endógeno, produce una descarga vía motriz y ante eso
necesita de un auxilio externo o ajeno que produce la acción específica.
Esto constituye la vivencia de satisfacción. Habla de alimento y sexualidad.

 Lacan, toma el auxilio externo y lo introduce como eje de la comunicación. No


hay posibilidad de lo directo entre Sujeto y Objeto, sino que va a ser necesaria la
función de Otro.
El Deseo viene del Otro. El Otro provoca el deseo porque viene a raíz de lo que
el Otro transforma en Demanda. Se interpreta el deseo sólo si hay demanda.
El deseo es interpretado y articulado pero no articulable (no puede ser
dicho), cosificable, deviene de esa significación del significante (no tiene
existencia previa). Queda articulado en los significantes de la demanda, y de
ahí se desprende y se puede articular.

Seminario 5: “Las formaciones del inconsciente”


Clase 20: “El significante, la barra y el falo” (1958)

En el síntoma, el deseo es idéntico a la manifestación somática, que es su derecho como


es su revés. El deseo se muestra disfrazado. El síntoma es una máscara del deseo.
El análisis nos muestra el deseo como determinado por un acto de significación. Este
acto, lo que muestra ante de toda interpretación, es que su satisfacción está apreciado y
realizado: este acto indica lo que deja de desear más allá de la satisfacción.
Menciona el deseo como una dialéctica.
En los animales no hay significante articulado en el mundo animal.
Es por tanto que el sujeto mientras se presentifíca en el interior de un mundo así
estructurado en la posición del otro, es que este algo que se llama identificación, se
produce. Se va de la demanda a la identificación, al pasar por la oposición del Otro en
relación al deseo.

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Una de las dimensiones del significante es poder anularse a sí mismo. Ej. Barra. Lo
que se manifiesta en el falo, es lo que de la vida se manifiesta como empuje: pulsión.
Es todo lo que se presenta como connotación de una ausencia. El falo se haya
recubierto siempre por la castración, la barra, sobre un lugar en otro como un gran Otro
por el cual la castración se introduce. La primera persona que es castrada es la
madre, y los destinos de la nena y el nene son distintos.

El falo es un significante que sostiene el vacío que arma la estructura que otorga
valor de significante. Es un significante único y su virtud es otorgar significación
al resto del universo de los significantes.

El falo como significante representa la falta operando en la estructura. En la


asociación libre: se sostiene que hay algo reprimido primordial, el falo, que sostiene
todo el resto, todo lo que digo está teñido de significación fálica.

Escritos 2: “La significación del falo” (1958)

Lacan decía que los hecho clínicos demuestran una relación del sujeto con el falo que se
establece independientemente de la diferencia anatómica de los sexos.
Habla de la noción de “significante” en cuanto se opone a la de “significado” en el
análisis lingüístico moderno.
El significante tiene función activa en la determinación de los efectos en que lo
significable aparece como sufriendo su marca, convirtiéndose por medio de esa pasión
en el significado.
Esta pasión del significante se convierte entonces en una dimensión nueva de la
condición humana, en cuanto que no es únicamente el hombre quien habla, sino que
en el hombre y por el hombre “ello” habla, y su naturaleza resulta tejida por efectos
donde se encuentra la estructura del lenguaje del cual él se convierte en la materia, y por
eso resuena en él, la relación de la palabra.
“Ello” habla en el Otro, decimos, designando por el Otro el lugar mismo que ello evoca
el recurso a la palabra en toda relación en la que interviene. Si “ello” habla en el Otro,
es que es allí donde el sujeto encuentra su lugar significante.
Somos hablados por Otro.
Hay una desviación de las necesidades del hombre por el hecho de que habla, en el
sentido de que en la medida que sus necesidades están sujetas a la demanda, retornan a
él enajenadas. Esto es el efecto de que su mensaje es emitido desde el lugar del Otro.
Lo que se encuentra así enajenado en las necesidades constituye una Urverdrängung por
no poder, por hipótesis, articularse en la demanda pero que aparece en un retoño, que es
lo que se presenta en el hombre como el deseo (das Begehren). Lacan diferencia el
deseo de la necesidad atribuyéndole el carácter paradójico, desviado, errático,
excentrado, incluso escandaloso, por el cual se distingue de la necesidad.
La demanda manifiesta la relación primordial con las necesidades. La misma, no se
refiere a las satisfacciones que reclama, sino que, la demanda es demanda de una
presencia o de una ausencia. Cosa que manifiesta la relación primordial con la
madre; por estar preñada de ese Otro que ha de situarse más acá de las
necesidades que puede colmar. Lo constituye ya como provisto del "privilegio" de
satisfacer las necesidades, es decir del poder de privarlas de lo único con que se
satisfacen. Ese privilegio del Otro dibuja así la forma radical del don de lo que no

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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tiene, o sea lo que se llama su amor. Por el sólo hecho de que responde a esa
carencia, algo del amor se pone en juego.
A lo incondicionado de la demanda, el deseo sustituye la condición "absoluta": esa
condición desanuda en efecto lo que la prueba de amor tiene de rebelde a la
satisfacción de una necesidad. Así, el deseo no es ni el apetito de la satisfacción, ni la
demanda de amor, sino la diferencia que resulta de la sustracción del primero a la
segunda, el fenómeno mismo de su escisión (Spaltung).

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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SEGUNDO PARCIAL.

Unidad 3: “El inconsciente estructurado como un


lenguaje”

Seminario 1: “Los escritos técnicos de Freud”


Clase 19: “Función creadora de la palabra” (1954)

El único método correcto, cada vez que en el análisis buscamos la


significación de una palabra, consiste en catalogar la suma de sus empleos.
Si quieren conocer la significación de la palabra mano en lengua francesa,
deben hacer el catálogo de sus empleos, y no sólo cuando representa el
órgano de la mano, sino también cuando figura en mano de obra, mano
dura, mano muerta, etc. La significación está dada por la suma de estos
empleos.
Cada vez que estamos en el orden de la palabra, todo lo que instaura en la
realidad otra realidad, finalmente sólo adquiere su sentido y su acento en
función de este orden mismo...a partir del cual los otros dos órdenes,
imaginario y real, ocupan su puesto y se ordenan.
Una palabra sólo es palabra en la exacta medida en que hay alguien que
crea en ella. Debe haber un Otro que la sanciona como tal. Decimos que el
otro en tanto semejante, está referido a la palabra vacía.
El enunciado es el terreno del dicho; mientras que la enunciación, es
donde localizamos al sujeto (el cómo dice lo que dice).
Lo simbólico cava un surco, agujerea lo real, lo barra. Crea un lugar
para el sujeto en el mundo.
La palabra es esencialmente un medio para ser reconocido. La palabra está
ahí, antes que cualquier cosa pueda estar detrás de ella. Por eso es
ambivalente y absolutamente insondable.
La palabra nunca tiene un único sentido ni el vocablo un único empleo. Toda
palabra tiene siempre un más allá, sostiene varias funciones, envuelve
varios sentidos. Tras lo que dice un discurso está lo que él quiere decir, y
tras lo que quiere decir está otro querer decir, y esto nunca terminará a
menos que lleguemos a sostener que la palabra tiene una función creadora,
y que es ella la que hace surgir la cosa misma, que no es más que el
concepto. Aquí Lacan se refiere a la multivocidad de la palabra.
Esto mismo es lo que mata a la cosa, y la cosa queda perdida.
Hegel dice sobre el concepto: el concepto es el tiempo de la cosa.
Ciertamente, el concepto no es la cosa en lo que ella es, por la sencilla
razón de que el concepto siempre está allí donde la cosa no está, llega para
reemplazar a la cosa. Es el concepto el que hace que la cosa esté allí, aun
no estando allí.
A partir de la palabra, lo real queda excluido.
La palabra crea la resonancia de todos sus sentidos.
En el análisis de la transferencia, se trata de saber en qué punto de
su presencia la palabra es plena.

“Yo quiero una relación pautada” (vacía)


“Yo quiero una relación pausada” (verdadera)

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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En el sueño, Freud nos muestra cómo la palabra, a saber la transmisión del


deseo, puede hacerse reconocer a través de cualquier cosa, con tal de que
esa cualquier cosa esté organizada como sistema simbólico.
¿A qué llama Freud Ubertragung? Es, dice, el fenómeno constituido por el
hecho de que no existe traducción directa posible para un cierto deseo
reprimido por el sujeto. Este deseo del sujeto está vedado a su modo de
discurso, y no puede hacerse reconocer. ¿Por qué? Porque entre los
elementos de la represión hay algo que participa de lo inefable (que no se
puede expresar con palabras). Hay relaciones esenciales que ningún
discurso puede expresar suficientemente, sólo puede hacerlo entre-líneas
como decía hace un momento. Lo que está bajo la represión puede leerse
entre líneas.
¿Qué nos dice Freud en su primera definición de Ubertragung? Nos habla de
los restos diurnos, que están descargados, dice, desde el punto de vista del
deseo. En el sueño, son formas errantes que el sujeto considera poco
importantes, pues han sido vaciadas de su sentido. Son un material
insignificante.
El material significante fonemático, jeroglífico, etc... está constituido por
formas destituidas de su sentido propio y retomadas en una nueva
organización a través de la cual logra expresarse otro sentido. Freud llama
Ubertragung exactamente a este proceso.
El deseo inconsciente, es decir, imposible de expresar, encuentra de todos
modos un medio para expresarse en el alfabeto, en la fonemática de los
restos diurnos, descargados ellos mismos de deseo. Es este pues un
verdadero fenómeno del lenguaje como tal.
Lo que dice el sujeto sin saber, se dice sin la intencionalidad de decir eso
que se dice.
Con respecto a la palabra vacía, decimos que se extravía en el discurso.
Está vinculada a la sustitución de un significante por otro. Las palabras
vacías son necesarias para que pueda surgir la palabra plena. Cuando
hablamos de palabra vacía, nos referimos a la metonimia.

 En la metonimia no hay producción de sentido, se mantiene intacta


la barra de la represión. Es el desplazamiento entre significantes 
Deseo. En la metonimia hay diacronía entre significantes.
Lacan plantea la fórmula de la metonimia de la siguiente manera:

“La función significante de la conexión del significante con el


significante, es congruente con el mantenimiento de la barra”.

F (S…S’) S = S (-) S

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Con respecto a la palabra plena, decimos que convoca al sujeto a trabajar,


a asociar. Modifica la función creadora. Es la que realiza la verdad del
sujeto.
La palabra toca el registro de lo real y encuentra allí un límite, un punto de
verdad para el sujeto, sobre el cual se construyó el saber.

 En la metáfora hay sustitución de un significante por otro, de


modo tal que se crea un nuevo sentido  Síntoma. En la metáfora
hay sincronía entre significantes.
Lacan plantea la fórmula de la metáfora de la siguiente manera:

“La función significante de la sustitución de un significante


por otro, es congruente con la trasposición de la barra”.

F S = S (+) S

Seminario 5: “Las formaciones del inconsciente”


Clase 2: “El fatuo millonario” (1957)

Lacan toma de Freud el chiste “Famillonario” para explicar el mecanismo del


chiste en tanto que técnica de lenguaje de la que surge un nuevo
sentido, una significación.
Menciona los mecanismos propios del inconsciente, condensación y
desplazamiento.
Al hacer referencia al “completamente” de “Famillonario” dice que aquí se
produce el fenómeno la cosa inesperada, el escándalo de la
enunciación, a saber ese mensaje inédito, ese algo del que no
sabemos incluso todavía lo que es, que no podemos todavía
nombrar, y que es "Famillonario", algo de lo que no sabemos si es
un acto fallido o un acto logrado, un resbalón o una creación
poética. Puede serlo todo a la vez, pero precisamente conviene que nos
detengamos en la formación, sobre el estricto plano del significante del
fenómeno.
El chiste nos revela las relaciones del Icc con el significante y sus técnicas
(metáfora y metonimia).

Grafo del deseo-código-mensaje

- FAMILI AR (Tiempo de esbozo de la intencionalidad que parte del Yo)


- MILLI ON AR IO (El “millonario” domina al yo y aparece el ICC)
- FAMILIONARIO (Tiempo de condensación donde se manifiesta el deseo e
irrumpe ICC). En este tiempo se condensan las cadenas del discurso y del
significante: mensaje que resulta de una violación del código)

Se produce el chiste porque hay otro que lo sanciona como tal.


El chiste contiene valor del mensaje.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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El famillionario es un lapsus si nadie lo percibe. Hace falta un Otro que lo


sancione como chiste para que adquiera cierto valor.
Función significante: en tanto que significante que escapa al código, hay ahí
algo nuevo que aparece, que puede ser anudado al resorte mismo de lo que
se puede llamar el progreso de la lengua, su cambio.
Las funciones esenciales del significante (metáfora y metonimia), en
tanto que son aquellas por donde, la reja del significante cava en lo real lo
que se llama el significado, literalmente lo evoca, lo hace surgir, lo maneja,
lo engendra. Algo opera de manera ajena a nosotros y va a surgir una
verdad.
En todo acto de lenguaje, la dimensión diacrónica es esencial, pero hay
una sincronía implicada, evocada por la posibilidad permanente de
sustitución inherente a cada uno de los términos del significante.
La condensación es una forma particular de lo que puede producirse
al nivel de la función de sustitución. Es en una relación de sustitución
donde nosotros debemos ver el resorte creador, la fuerza creadora, la
fuerza de engendramiento de la metáfora. Es por la vía de la metáfora
(sustitución de un significante por otro en cierto lugar), que se crea, no
solamente la posibilidad de desarrollo del significante, sino la posibilidad de
surgimiento de sentidos siempre nuevos, yendo siempre a ratificar, a
complicar, y a profundizar, a dar su sentido de profundidad a lo que es pura
opacidad.
Luego da un ejemplo de la palabra “aterrado”:
En el diccionario el sentido de la palabra "aterrado"...contrariamente a lo
que una persona creía, "aterrado" no tiene originalmente y en muchos de
sus empleos el sentido de impresionado de terror, sino el de caído en tierra.
Pero observen que no es para nada porque originariamente es eso que está
ahí el interés de la cosa, que el "ser" que está en el "aterrado" quiera decir
terror, que el terror es introducido; que, en otros términos, la metáfora no
es una inyección de sentido, como si eso fuera posible, como si los sentidos
estuvieran en alguna parte aunque sea en un reservorio. La palabra
"aterrado" no aporta el sentido en tanto que tiene una significación, sino en
tanto que significante, es decir que, teniendo el fonema "ter", tiene el
mismo fonema que está en "terror". Es por la vía significante, es por la vía
del equivoco, es por la vía de la homonimia, es decir de la cosa más sin
sentido que pueda haber, que viene a engendrar este matiz de sentido, que
va a introducir, que va a inyectar, en el sentido ya metafórico de ''abatido",
este matiz de terror.
La función del significante es la de estar desprovisto de sentido, su
característica es ser pasible de ser sustituido.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Seminario 11: “Los cuatro conceptos fundamentales del


psicoanálisis”
Clase 2: “El inconsciente Freudiano y el nuestro” (1964)

En este seminario, Lacan menciona cuatro conceptos Freudianos


importantes: 1) El inconsciente
2) La repetición
3) La transferencia
4) La pulsión
Se introduce en el concepto de inconsciente y afirma “El inconsciente
está estructurado como un lenguaje”.
La naturaleza proporciona con su palabra, significantes. Estos significantes
organizan de un modo inaugural las relaciones humanas,
proporcionan sus estructuras y las modelan.
Lo importante consiste en que vemos aquí el nivel donde, antes de
toda formación del sujeto, eso cuenta, es contado, y en esa cuenta,
el que cuenta ya está en ella. Sólo después el sujeto tiene que
reconocerse allí, reconocerse como contante.
Recordemos el ingenuo tropiezo en el que el medidor del nivel mental se
regocija al sorprender al niño que enuncia: “tengo tres hermanos, Pablo,
Ernesto y yo”. Pero ello es completamente natural, en primer lugar, se
cuentan los tres hermanos, Pablo, Ernesto y yo, y, además, hay yo al nivel
en que se emite que tengo que pensar el primer yo, es decir, yo que
cuento. Tiene que haber una separación, un corrimiento del lenguaje como
pura nominación (o clasificación).
Hace referencia a "La etiología de las neurosis" y dice que en el agujero, la
hendidura, en la hiancia característica de la causa, se encuentra algo del
orden de lo “no realizado”.
El inconsciente se nos manifiesta como algo que se mantiene a la espera,
por emerger. Es una producción en acto.
Esa hiancia de la que hablamos, es lo que Freud llama “el ombligo
de los sueños”, su centro de lo desconocido. Decía que el inconsciente
se manifiesta a modo de sueño, acto fallido, chiste.
Lacan introduce en el campo de la causa la ley del significante, en el
lugar donde se produce esa hiancia.
El inconsciente es puto agujero, tropiezo, falla, fisura. En una frase
pronunciada, escrita, algo viene a tropezar.
Lacan no lo define por la represión, ni por el mecanismo, sino que
piensa en el inconsciente en acto. Aparece en la falta.
“Palabras que tropiezan son palabras que confiesan”.
Estos fenómenos operan como un imán sobre Freud, y allí va a buscar el
inconsciente. Allí, una cosa distinta exige su realización, una cosa que
aparece como intencional, ciertamente, pero con una extraña
temporalidad. Lo que se produce en esta hiancia, en el sentido pleno del
término producirse, se encuentra como el hallazgo.
Hallazgo que es a un tiempo solución incompleta, con ese acento tan
particular que es la sorpresa, es decir, aquello que rebasa al sujeto,
aquello por lo que encuentra a la par, más y menos de lo que esperaba: en
todo caso respecto a lo que esperaba, lo que encuentra es invalorable.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Con todo, este hallazgo, en cuanto se presenta, es re-hallazgo y, además,


está siempre dispuesto a escabullirse de nuevo, doble falta,
instaurando así la dimensión de la pérdida.
La discontinuidad es, pues, la forma esencial en que se nos aparece en
primer lugar el inconsciente como fenómeno –la discontinuidad en la que
algo se manifiesta como vacilación. Carácter absoluto e inaugural.
Hay una partición del sujeto, una barra, de la que surge un hallazgo. En ese
corte, esa barradura surge el deseo.
La verdad del sujeto se encuentra entre los significantes. Algo que
habla en él, irrumpe.
El “uno” introducido por la experiencia del inconsciente, es el uno de la
hendidura, del rasgo, de la ruptura.
Aquí yace el concepto de carencia.
La ruptura, la hendidura, el corte de la abertura hace surgir la ausencia.
Es al nivel del sujeto de la enunciación donde se debe situar al
inconsciente. En tanto que según las frases, según los modos, se pierde
en la medida en que se encuentra, y en tanto que, en una interjección, en
un imperativo, en una invocación, hasta en un fallo, siempre es él quien les
plantea su enigma, y quien habla al nivel donde todo lo que se abre en el
inconsciente se difunde, alrededor de un punto central.
Así, el inconsciente se manifiesta siempre como lo que vacila en un
corte del sujeto -del que resurge un hallazgo, que Freud asimila al deseo-
deseo que situaremos provisionalmente en la metonimia desnuda del
discurso en juego en el que el sujeto se sorprende en algún punto
inesperado.

“Sobre el concepto de lo Inconsciente en Jacques Lacan” – Eduardo


Said

Lacan parte del “Inconsciente estructurado como lenguaje”.


Lacan toma Levi-Strauss porque este plantea un sistema clasificatorio
previo ya impuesto de antemano.
Dirá Lacan que la naturaleza proporciona significantes y estos organizan las
relaciones humanas.
“Antes de toda formación de sujeto, de sujeto que piensa, algo cuenta...”
La función clasificatoria previa ya cuenta al sujeto antes que este aprenda a
contar. Esto arroja la idea de sujeto sujetado contado ya por esta estructura
que lo precede y es anterior a que el sujeto trate de reconocerse a sí
mismo.
Por el contrario, dos discípulos de Lacan sostienen lo inverso: “el lenguaje
estructurado como inconsciente”. Pero esta idea supone un icc anterior y
preexistente al lenguaje.

Lacan contrapone las nociones de fuerza y dinámica por la CAUSA y la


HIANCIA. Rechaza la noción de fuerza y dinámica para dar cuenta del icc
freudiano.
Piensa la hiancia como apertura, como corte en el encadenamiento
de significantes. La hiancia es que falte uno.
El enigma del icc es el enigma de la causa.
Solo “hay causa de lo que cojea” y la cojera es la de la cadena de
significantes porque en cualquier momento puede faltar uno.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Lacan ubica la apertura y cierre del icc como una DOBLE HIANCIA,
como una apertura fugaz, como un relámpago.
Por un lado causa y por el otro efecto no realizado. En el medio algo se
produce.

Apertura y cierre del ICC como doble pérdida: HIANCIA

Ej.: El olvido del nombre propio “Signorelli”. Freud, está hablando de viajes
con un desconocido y en su discurso interrumpe la discontinuidad, “frescos
en la Catedral de Orvieto pintado por…….” Se borra el significante y
aparecen otros (Boticelli, etc.).

- 1er. pérdida: supresión, desaparición del “Signor”, de esa pérdida surgen


metáforas y cadenas asociativas.
En el trayecto del discurso donde el yo que habla domina su enunciado
irrumpe la discontinuidad que presentifica el barramiento del sujeto. Falta
el significante.
No es solo que uno se olvide, sino que cuando quiere uno acordarse
aparecen otros significantes  cadenas significantes.
Eso se revela a Freud como el HALLAZGO/SORPRESA (es un re-
hallazgo es instaura la dimensión de la pérdida), que en esas
producciones que por ellas se desliza algo de su deseo, que ese saber es
ICC y trabaja solo, pero este deslizamiento encuentra un TOPE

- 2°perdida: lugar donde el Significante vuelve a faltar. “Signorelli” lleva a


cuestiones de sexualidad y muerte. En este tope, Freud ubicará la
amenaza de castración y Lacan irá mas lejos y pondrá al objeto a.
CIERRE. EFECTO NO REALIZADO y exige realización a posteriori.
El tope es el límite de la roca viva, el ombligo del sueño, la dimensión de lo
real, en donde se detiene Freud ante el enigma: de “¿qué quiere una
mujer?” Y del padre muerto.
Siempre va a faltar palabras pero no cesa de no inscribirse.

Discontinuidad: el ICC interrumpe, se da el quiebre de la continuidad del


discurso.

Sincrónico: Freud plantea la atemporalidad del ICC. Opera como estructura


sin tiempo, su tiempo es el tiempo actual en tanto se produce en acto. El
recuerdo siempre actual se resignifica al tiempo de su emergencia.

Sujeto: se encontraría entre el cruce entre el enunciado y la enunciación.

Extraña temporalidad: tropiezo, falla, así nos habla el ICC y Freud busca
el ICC, que pide su realización.

Esquema de la doble hiancia:


La primera falta de un significante, se ubica el INSTANTE DE LA
MIRADA, el insigth. En el espacio que se abre entre ambas, en el
“producirse” de las cadenas asociativas de la asociación libre de la
producción de saber ICC, Lacan ubica el TIEMPO DE COMPRENDER. El
momento del hallazgo, de la sorpresa, de la diacronía, del deseo

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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metonímico, de querer decir otra cosa que aquello que se está diciendo,
que lleva a los caminos de la sexualidad y muerte, tope, donde se
relanza un nuevo curso deseante, MOMENTO DE CONCLUIR  punto
de viraje.

Diferencias sobre el inconsciente entre Freud y Lacan:

 Freud: el icc es como una máquina que transforma el contenido


latente en contenido manifiesto.
Lacan: el icc se manifiesta en acto, en las formaciones del icc.
Opera en 2 sentidos.

 Freud: Algo interno permanece en el sentido.


Lacan: Apunta al puro sin sentido del significante. Metáfora y
Metonimia. Combinatoria del significante.

 Freud: Deseo como causa. Lo rechazado, lo reprimido, esfuerzo de


desalojo, fuerza energética, pulsiones, etc.
Lacan: Efecto de una pérdida. Está en la dimensión de la Ley
del Significante (ausencia de determinación del significante) El
deseo no es la causa. Hay algo a la espera, agazapado.

 Freud: Atemporalidad, se infiere.


Lacan: “Temporalidad extraña”, refleja una cuestión de estructura.
No es inferencia sino una producción, un acontecimiento
puntiforme.

 Freud: Se presenta como transferencia de cargas libidinales.


Lacan: Producido por el orden simbólico.

 Freud: Saber que habita al sujeto.


Lacan: Sujeto supuesto al saber. Hay a instancias de ese saber, un
sujeto. Es decir, no hay un saber, hay un sujeto. Efectos de
verdad sobre el sujeto.
No está tan ligado al pasado.

 Freud: Se refiere a recuerdos.


Lacan: Algo que nos viene, no recuerdos.

Puntos en común entre ambos:

 Legalidad:
Sustitución, para Freud  Represión.
Sustitución para Lacan  Estructural. Sustitución propia que
caracteriza al significante.
Efecto Sorpresa.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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 Deseo.
 Discontinuidad que produce disrupción.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Unidad 4: “Metáfora Paterna - Sexuación”

Seminario 5: “Las formaciones del inconsciente”


Clase 9: “La metáfora paterna” (1958)

La obra de Freud había mostrado de una manera patente el pensamiento de


su autor haciendo del complejo de Edipo algo universal, es decir que no
está solamente en el neurótico sino también en el normal, y por una buena
razón, es que este complejo de Edipo, es él justamente el que, si peca en la
neurosis, peca en función del hecho de que es esencial en una función de
normalización.
Hablar de la carencia del padre en la familia no es hablar de su
carencia en el complejo. Porque, para hablar de su carencia en el
complejo, hace falta introducir otra dimensión que la dimensión realista.
Lo que les aporto hoy y lo que, justamente, permite aportar un poco más de
precisión a esta noción de padre simbólico, es esto: el padre es una
metáfora. El padre es un significante sustituido a otro significante.
La función del padre en el complejo de Edipo es sustituir al significante
materno.

Seminario 5: “Las formaciones del inconsciente”


Clases 10 y 11: “La metáfora paterna II” (1958) + La
significación del Falo

“Metáfora Paterna” es propiamente la sustitución del padre en tanto


que símbolo, en tanto que significante en el lugar de la madre. Éste
"en el lugar", constituye el punto pivote, el nervio motor, lo esencial del
progreso constituido por el complejo de Edipo.
“Nombre del Padre sustituye” a “Deseo de la Madre” y es metaforizado
porque “Nombre del Padre” sustituye al “Padre real”.
Es importante que la madre le dé un lugar al padre desde lo
simbólico.
Lacan introduce en su esquema, el falo al nivel imaginario, como
4to. elemento.
Esta lectura, mediante la cual Lacan piensa la intervención del padre
como una función significante –es decir, dejando de lado a quien
cumple la función-, recibe el nombre de Metáfora Paterna.
Lacan intenta precisar que en la castración, el significante otorga a la
función del padre un lugar en la estructura del Edipo.
El Complejo de Edipo es una estructura legal, es decir, la prohibición
efectiva de algo; y por otro lado, un orden legar que ordena y distribuye
lugares e implica la lógica de los 3 tiempos del Edipo.
El complejo de Castración tiene una función de nudo, de núcleo que
estructura, es un complejo pensado a partir del falo.
El Nombre del Padre es el fundamento de la ley  Ley normativizante. Es
esta función la que va a regular la economía libidinal entre el niño y la
madre.

Lacan desarrolla la cuestión de la Metáfora Paterna en tres tiempos.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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AGENTE INTERVENCIÓN OBJETO


Madre simbólica Frustración (imaginaria) Real
Padre Imaginario Privación Simbólico
Padre Real Castración (simbólica) Imaginario

 1er. Tiempo - Frustración:


La primacía del falo está instaurada. El padre no opera todavía
en este tiempo. El niño está en relación a la madre, pero con la
intervención del deseo de ésta, que se arbitra en el falo. Es decir
que ya en este primer tiempo, la relación es ternaria, en el
registro de lo imaginario.
 Madre

Imaginario SER

Niño  objeto fálico

La madre con su deseo caprichoso y omnipotente, asigna al niño


el lugar de objeto fálico, lo cual la hace sentirse
imaginariamente completa. El niño se identifica con el deseo
de la madre y se conforma con Ser el falo que la completa,
cree que es el falo (etapa Fálica primaria), queda en el lugar de
objeto. Se encuentra en el paraíso del señuelo. Lacan introduce
como novedad la dimensión del SER, SER EL FALO.
En este tiempo, la madre inscribe el significante Deseo de la
Madre (DM), que opera sobre el niño como objeto al cual
coagula, deteniendo la metonimia y convocándolo a ocupar el
lugar de falo. Es bueno que este primer tiempo del Edipo se dé de
esta manera, pues el niño tiene un lugar al que es convocado, en
relación a lo que a su madre le falta y se da así la relación
simbólica primaria entre el niño y su madre. La madre encarna
el lugar del gran Otro, aparece como no condicionada por
ninguna ley. Omnipotencia materna.

DM = NP (A)
X φ
Positivo
+
SER

 Agente: Madre simbólica, par presencia-ausencia.


Padre simbólico, que posibilita que lo imaginario se inscriba como
significante simbolizado.
 Intervención que opera: Frustración. El padre simbólico frustra al
niño de la madre real, en una intervención imaginaria.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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 Sobre qué objeto: Madre real.


 Relación al deseo: El niño cree poder satisfacer el deseo materno, el
deseo del niño es el deseo de un deseo.
 Relación al falo:  El niño está identificado al falo objeto relativo al
deseo de la madre.

 2do. Tiempo - Privación:


La omnipotencia materna encuentra un límite en el padre
real. Interviene el padre como interdictor del goce; la madre y
el niño se pierden como objetos de goce. Esa interrupción del goce
se logra a través de la privación que ocurre en lo Real; priva a
la madre (“No reintegrarás tu producto”, no estarás
eternamente en la célula narcisista) y priva al niño (“No te
acostarás con tu madre”). Esta privación es lo que introduce
la pérdida en el aparato psíquico. La intervención del padre se
inscribe a través de la convocatoria que la madre hace a un
tribunal de alzada, una instancia al a cual ella también está
sujeta, que es su referente. Esta convocatoria a un tribunal
superior es una función simbólica. El deseo del padre debe
estar entramado a la ley, no puede ser puro deseo o pura
interdicción; sólo de esta manera podrá romper con el sentido del
falo. Debe ser un padre privador y a la vez un padre
dador/donador.
El padre habilitará la castración al señalarle a la madre que
no está completa y que el que la completa es sólo él. El
padre omnipotente hace tambalear la omnipotencia materna. De
esta manera le muestra al niño que NO ES el falo e introduce así
la descompletud, la barra; el Otro se torna un Otro barrado.
Este es un estadío nodal y negativo, ya que la madre es
dependiente de un objeto, de un objeto que ya no es simplemente
el objeto de su deseo, sino un objeto que el Otro tiene o no tiene.
Este segundo tiempo es crítico, porque es un momento de
corte, que de no producirse el niño quedaría como objeto de la
madre. El corte es la ruptura del sentido, al igual que en el chiste;
se pierde el sentido por unos instantes hasta que surge algo
nuevo. Este es el momento en donde, como dice Lacan, “el niño
no sabe a qué santo encomendarse”. Lo que le va a otorgar el
nuevo sentido es la inscripción del significante Nombre del
Padre (NP), que le permitirá al niño salir del lugar de
objeto.
En este tiempo, NO SER EL FALO.
Es decir, se inscribe “Nombre del Padre”.
El padre, entonces, metaforiza al falo; le dice que no a la
tríada imaginaria (Madre - Niño - Falo) y se establece
entonces una nueva tríada simbólica de Madre, Niño y
Padre:

 M

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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SER
Imaginario 1er Tiempo
2do Tiempo
Simbólico
N P

NP . DM c
DM Obj. De deseo
x
(niño)

La “x” es un enigma. ¿Qué convoca ahora la madre al lugar de su


objeto de deseo? El niño ya no obtura la falta y el circuito del
deseo se pone en marcha, se genera así un nuevo efecto de
significación.

NP
DM

Negativo
NO SER
-

 Agente: Padre imaginario. Padre terrible


 Intervención que opera: Privación. El padre imaginario priva al niño
en lo real sobre un objeto simbólico a nivel significante.
 Sobre qué objetos: A la Madre “no reintegrarás tu producto”, al niño
lo saca del lugar del falo (prohibición del incesto).
 Relación al deseo: Deseo materno (x) deseo tachado. No puede ser
completada por el niño (padre)
 Relación al falo: Pasaje de la dialéctica del señuelo, (cuerpo del niño
como falo) descompleta al niño (-no)

 3er. Tiempo - Castración:


Esta etapa es sumamente importante porque de ella depende la
salida del complejo de Edipo. El padre ha demostrado que
daba el falo, pero sólo en la medida en que es portador de la ley,
interdictor. Ahora tiene que dar las pruebas de que tiene el
falo. Para ello, es necesario que se haga preferir por la
madre, no apareciendo ya sólo como una figura negativa, sino
convirtiéndose también en padre dador, que tiene y que da:

 Dándole a la madre lo que a esta le falta.

 Dándole al niño los títulos (cediéndole rasgos identificatorios


relacionados a su posición viril) y explicándole a la niña dónde
buscar aquello que ella no tiene.

Al mismo tiempo que priva al niño, el padre le dice al niño que las
demás mujeres sí podrán ser para él. Si el padre dice todo el

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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tiempo que no y no ofrece nada a cambio, será difícil que se


realice la identificación. El niño se identifica a la virilidad, hará
como hace su padre viril, entonces pasa de SER el falo a TENER
el falo.

 Agente: Padre Real. Padre potente que articula la función del don.
 Intervención que opera: Castración. El padre real opera la
castración en lo simbólico.
 Sobre qué objetos: Imaginario.
 Relación al deseo: Deseo como deseo del Otro.
 Relación al falo: Tenerlo o no tenerlo. Ya no es todo el cuerpo, si no
una parte que puede perderse.

Vemos que las vías de lo que hay que hacer, tanto como hombre o como
mujer, pertenecen enteramente a la trama que se sitúa en el campo del
Otro. El Edipo es propiamente eso, el ser humano tiene que aprender del
otro qué hacer, ya sea como hombre o como mujer.
El padre pasa, en este tercer tiempo, a cubrir el lugar de la falta, del falo,
en la madre.

 M
SER
Imaginario

Simbólico
TENER
N P

“La intervención del Nombre del Padre inscribe el falo simbólico ( )


en el universo del significante; será un significante reprimido
primordial que como no puede ser accedido, se lo metaforiza en
otros significantes. El universo de los significantes pasa a estar
gobernado por el falo y es a raíz de la Metáfora Paterna, que
inscribe el falo, que toda significación es fálica.”

Es una operatoria del lenguaje. Como falla de la metáfora


mencionamos que por un lado salva al niño de la omnipotencia
materna, pero por otro lado lo somete a la ley del padre.
El falo sostiene el vacío que arma la estructura, la inscripción en lo
Simbólico de la falta; el deseo se estructura en la falta, de una
manera particular en cada sujeto.
El falo es soporte de la construcción subjetiva y es el también el eje
del complejo de castración. Tanto el deseo del Otro como el falo están
marcados por la barra significante y es por esa vía que tanto el hombre
como la mujer se introducen en el complejo de castración. A partir del
descubrimiento de la castración en la madre, el falo se convierte en
la barra misma del algoritmo, en la razón del deseo. El Otro,
encarnado por la madre, es el lugar desde el cual el mensaje es
sancionado, pero al ser barrado siempre le falta un significante. (De

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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esta manera hay goce del lado de la madre. En cambio para Freud, el goce
iba por el lado del hombre. Tenemos como referencia “Tótem y Tabú”).
La barra del algoritmo es lo que rompe la unidad del signo dando
como resultado que haya un resto que escape a la significación.
El falo se define a partir de la falta, por eso es esencialmente de la madre.
Denuncia una falta que anuncia al SER. Va a ser el significante que indica al
SER. Va a orientar para el sujeto aquello que es el Deseo del Otro.

NP (A)
φ

Positivo
TENER
+

De los 3 tiempos se desprende la posición sexuada.


La salida del complejo de Edipo es diferente, como todos saben, para la
mujer, pues, para ella, esta tercera etapa, como dice Freud, para ella, es
mucho más simple, ella no tiene que hacer esta identificación ni que
conservar este título para la virilidad; ella, ella sabe dónde está, ella sabe
dónde tiene que ir a tomarlo, es del lado del padre, hacia aquél que lo tiene
Lacan dice que hay identificación al tipo ideal de su sexo, es decir, del sexo
que asume.
Introduce la asunción del sexo. No hay proporción entre los sexos, sino
que un sujeto en lugar de viril o femenino. No es propia del acto sexual la
posición viril de un hombre o una mujer, es decir, no es por la cópula que
define su posición.
Hay un acto de asunción a través del cual el sujeto va a asumir o no
lo real de su cuerpo biológico. La sexualidad biológica no está
asegurada. Esto está articulado a lo simbólico.
Cita el siguiente aforismo “no hay relación sexual”, porque el sujeto busca
algo del orden del falo. La conjunción entre los partenaires se da a partir del
falo. En el partenaire va a buscar el falo, ya sea porque “lo es”, o porque “lo
tiene”.
Modos de inscripción:

El Nombre del Padre se inscribe  Neurosis

A partir de la inscripción del significante simbólico falo, hay campo


metafórico, hay lógica fálica. Se producen formaciones del Icc (sueño,
fallido, etc.).
La metáfora paterna anuda la ley al deseo. Si no hubiera castración no
habría falta y por lo tanto no habría deseo.

El Nombre del Padre no se inscribe  Psicosis

El niño no sale del lugar de objeto de deseo de su madre. A esto se lo


conoce con el nombre de Forclusión. El aparato psíquico de un psicótico no
tiene falta, ya que no se produjo la represión. Por ello se habla de un Icc a
cielo abierto, ya que no hay veladura posible; no se acuña lo simbólico.

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No hay castración, pues esta es simbólica. El otro totaliza saber y


goce, no es un Otro barrado.

El Nombre del Padre se inscribe con fallas  Perversión

Hablamos de Denegación. En este caso, la privación no termina de


constituirse.
Lacan analiza la homosexualidad masculina, como caso particular de la
perversión. Un padre demasiado enamorado de su mujer, al punto de no
poder privarla del goce de su hijo (y al hijo del goce de la madre); una
madre que reniega de la intervención del padre, la desconoce, porque es
ella la que le hace la ley al padre y no al revés. En estos casos se produce el
quiebre del goce, el desanudamiento que implica la intervención del padre;
el niño “no sabe a qué santo encomendarse”, pero no se produce un nuevo
sentido y el reanudamiento con el falo que ocurre cuando el padre ocupa el
lugar del falo de la madre. El padre no puede darle herramientas porque la
madre reniega. ¿Cómo supera el niño esta circunstancia? Si se identifica con
la madre como quien no se dejó privar, no se dejó castrar; como el lugar
donde resguardarse de la intervención del padre no identificará con los
rasgos viriles del padre y luego buscará en su partenaire a quien tenga en lo
real el falo que él no pudo inscribir en lo simbólico.

Similitudes y Diferencias entre Freud y Lacan:

 Freud: está aferrado mas a lo pragmático, importancia al


acontecimiento, lo empírico.
Lacan: La castración está a un nivel estructural. El sujeto está
castrado por la palabra. Calidad de hijo en tanto deseo de otro, hay
una castración que nos antecede. No está ligada a la dimensión de
los genitales.

 Freud: “¿Quién tiene el falo?”.


Lacan: 1) “¿Lo soy?”, 2) “¿no lo soy?”, 3) “¿Puedo tenerlo?”.

 Freud: varón  amenaza de castración.


nena  envidia del pene.
Lacan: El sujeto se identifica a un ideal (invistiéndolo de falo o
tomando sus emblemas).

 Freud: entrada al complejo de castración  mujer. Sujeto deseante.


Lacan: entrada al complejo de castración tanto en el hombre como en
la mujer se da de la misma manera. Nos identificamos al falo. Sujeto
deseante no.

 Freud: Ternario (Padre – Madre – Niño).


Lacan: Cuaternario (Falo: como imaginario – Madre – Padre – Niño).

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Unidad 5: “Objeto – Fantasma”

Seminario 10: “La angustia” - Clase 1 (1962) +


“Retornando sobre Inhibición, Síntoma y Angustia”
(Eduardo Said) + “El fantasma” (varios seminarios)

Lacan se propone tomar el concepto de angustia, en primer lugar se hace


la pregunta ontológica: ¿qué es la angustia?
Pero no responde a esta pregunta, sino que la reformula.
Se preguntara ahora: ¿cómo funciona?, ¿qué lugar ocupa en el
psicoanálisis y en la estructuración subjetiva?, ¿qué pone en función
la angustia?
Toma los conceptos de Freud: inhibición, síntoma y angustia; y los
relaciona con otros conceptos a partir de dos ejes que son el movimiento y
la dificultad del deseo, en tanto sexual tendiente a recuperar el goce.
De este movimiento y dificultad del deseo nos da cuenta la angustia.
Diagonal del deseo se da por la trayectoria de los tres términos.
La inhibición es algo que se encuentra en la dimensión del movimiento, y
además Freud habla de la locomoción cuando la introduce. Ese movimiento
existe en toda función, aunque no sea locomotriz.
La angustia permite situar la dimensión de lo real. La angustia en tanto
real, se presentifica, se encarna, se siente. Es un afecto que tiene la
característica de “lo que no engaña”, tiene carácter de certeza e
incide en el cuerpo.
En el grafo del deseo, que Lacan reproduce en la primera lección del
seminario 10, se detiene a ubicar la angustia en el recorrido del
deseo más allá del fantasma.
La angustia aparece cuando vacila el fantasma, cuando su velo no cubre
lo real del objeto, cuando cae el velo imaginario. El fantasma brinda un
sentido del cual el sujeto puede agarrarse. Alivia el encuentro con lo
enigmático del deseo del Otro.
Lacan ubica la angustia como relación esencial con el deseo del Otro. La
sitúa en relación a la caída de mediación simbólica-imaginaria en relación al
deseo del Otro.
Se desea en torno a un recupero de goce perdido. Entonces, el movimiento
del deseo en dirección a ese reencuentro de la pérdida de goce operada en
tiempos de constitución subjetiva, no es sin angustia.
Frente a la angustia, los sujeto neuróticos tienen el atributo de hacer un
síntoma como forma de liberar la angustia, pero no así en la estructura
psicótica, sino que en ella opera un quiebre.

En relación a dificultad-frenado, va de inhibición a impedimento y


embarazo, en relación al movimiento, a emoción y turbación.

Dificultad

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Inhibición Impedimento Embarazo


Movimiento
Emoción Síntoma Pasaje al acto

Turbación Acting-Out Angustia

Goce

Inhibición:
Es algo que se encuentra en la dimensión del movimiento y se refiere a la
detención del movimiento. Es un síntoma puesto en el museo, como
que no se mueve y está detenido. La inhibición viene planteada por
Freud como una restricción a una función del yo, una limitación
funcional del yo en términos de deseo. Ej.: función sexual, la
alimentación, la locomoción y el trabajo profesional. Acá hay un deseo que
no está circulando. El analista debe provocar el movimiento, debe provocar
en lo diacrónico y que idealmente aparezca un síntoma. La inhibición
comúnmente se pone en acto en la dificultad para hablar, aquí el analista
deberá hablar mas. La inhibición puede no ser vivida como un
padecimiento. Es el punto mas lejano de la angustia. Ejemplo: paciente
“Todos me dicen que no puede ser que no me interesen las mujeres”. Está
puesto en el otro, no hay pregunta subjetiva.

Síntoma:
Lacan lo define como el “Indicio y sustituto descentrado de una
satisfacción pulsional”.
Destaca su carácter compulsivo, su condición de resultado del proceso
represivo, como amarre, anudamiento de la angustia.
Síntoma como formación sustitutiva que liga la angustia como angustia de
castración.
Algo empieza a circular, en ese “museo”, cuando el paciente comienza a
preguntarse y a analizarse.

Impedimento:
Es una trampa narcisista, se ha dejado tomar por su propia imagen,
imagen especular. No todo impedimento llega a ser síntoma. Es el primer
punto de dificultad, de freno del deseo. El deseo propio queda
entrampado en el sostenimiento de la imagen especular. Ej. No decir
lo que uno piensa por miedo al error, se detiene el impulso deseante. Se
preserva la barra
El acceso al goce sexual se vera afectada: impotencia sexual, eyaculación
precoz, etc.
Hay un mínimo movimiento y la dificultad es un grado menor al de la
inhibición.

Embarazo:
Se presenta como una forma ligera de angustia.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Es la pérdida del sostén yoico. El sujeto queda expuesto a la relación con un


significante amo, poder, del falo. Cuando no se encuentra tras que
parapetarse, es de la experiencia de la barra que se trata. Aquí se
presenta un mayor grado de dificultad. El sujeto está barrado. No
hay un parapeto narcisista en la que el sujeto se refugie, queda
expuesto a los efectos de un significante fundante para él, juega su
escisión subjetiva. Ej. Cuando alguien se ruboriza muestra estar barrado.
El significante se hace presente en la escena. Significante en más.

Emoción:
Refiere al movimiento. Alude a la reacción catastrófica, crisis histérica o a
la cólera que es como un revuelo. La crisis es como algo temporario, un
estado que se da hasta que determinadas coordenadas se restablecen.

Turbación:
Forma ligera de angustia, hasta que se vuelva a ubicar una nueva
referencia.
El Otro está demasiado barrado, está como ausente y desfallece.
Cae el analista, se llama al Otro y éste no responde.
No tiene que ver con la emoción, es la caída de la potencia. Es hacer
perder el poder, la fuerza, agitación, desmayo, descontrol. Pérdida
repentina de la relación con el significante del poder. Significante en
menos.
Ej.1: agitación en masa ante la pérdida del líder.
Ej. 2: Si actuar en el Teatro Colón por primera vez pone al sujeto ante el
riesgo del embarazo; que el Teatro Colón no exista mas, para quien tenga
jugada su vida en esa expectativa produce un efecto de desmayo, de caída.

Nota:
Inhibición y síntoma resguardan al sujeto de la angustia, lo alejan. Pero
igualmente no se puede hacer nada por la angustia desde la posición de
ellos. Pueden igualmente provocarle displacer.
Turbación y embarazo quedan situados en la vacilación de la posición del
sujeto en el fantasma, como desestabilización del fantasma. No hay forma
de correrse de la escena, el sujeto queda expuesto.

Acting-out:
Se da siempre en una escena que se sostiene en el tiempo (no se corta
abruptamente). Es una trasferencia sin análisis, es una ligazón al Otro sin
que medie la palabra.
El Otro no aparece totalizado, sino barrado, desfalleciente para
interpretar. El Otro no entiende. El esfuerzo del sujeto está en sostener la
escena para mostrarle al Otro el señuelo del deseo, lo indica, señala al
deseo con actos. Muestra el deseo al Otro pero no es un mostrar
consciente. Es un llamado a la interpretación, un llamado al gran
Otro.
Tiene cierto parecido a la compulsión a la repetición, algo que no puede
ponerse en palabras, vuelve en actos aunque el sujeto no lo sepa. Se
arma la escena para que el Otro la capte.

Pasaje al acto:

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Frente a cierto exceso, puede ser golpeado el sujeto y ser expulsado de la


escena. Queda por fuera del marco de la significación fálica. El Otro
totaliza el Saber y el Goce. Se intenta borrar la barradura con una
escena, para cortar lazos con el otro gozador. Ej. Tirarse de la
ventana. O puede incluir también el asesinato. El Otro no está atravesado
por la falta, el sujeto intenta barrar al otro.
No es una escena que se sostiene en el tiempo, sino que se corta
abruptamente, puede ir o no direccionada al Otro. Hay una eyección
del sujeto de la escena. El objeto no tiene lugar en el Otro, queda
como un resto.

Angustia:
Aquí se presenta mayor movimiento del deseo y mayor dificultad. (En
tanto y en cuanto en esa realización del deseo va a haber un mayo
compromiso subjetivo).
La angustia convoca al sujeto a preguntarse más. Está entre el deseo y
el goce. Esta bisagra permite recuperar el goce.
La angustia está regida a partir de la falta en el Otro y por ella
queda constituido el objeto a.
La angustia se enlaza a significantes cuando se pierde uno, como en el
síntoma, turbación, etc., aparece la angustia.

Goce:
Es el momento mítico en la relación entre el niño y el Otro, ambos
estarían sin barrar y hay un goce absoluto. Es lo perdido
originariamente y se quiere volver a ello. La función de este goce es
que se desea. Cuando el Otro está barrado, el deseo tiene lugar en la
estructura. La falta no le deja espacio al goce porque el goce es lo
completo. Se trata de recuperar el objeto a (testimonio de la pérdida del
goce), es decir, intento de recuperar aquella instancia mítica. Para
recuperar el goce hay que atravesar la angustia.

Respecto del sujeto en análisis:


El análisis conduce a confrontarse con la angustia de castración, allí
donde se respondía con el síntoma, el acting-out, o el pasaje al acto, donde
caducan los impedimentos narcisistas, donde el sujeto pierde ataduras con
el otro, se trata de arrancar la certeza de la angustia y producir actos en
juntura con el propio deseo, asumir el propio deseo como causa. Sería
realizar esos deseos, velados que fueron sostenidos en la postergación. El
sujeto pierde su punto de garantía en el Otro.
Se da el atravesamiento del fantasma, donde “eso estaba, el sujeto
ha de advenir”. Cuando un analizante empieza a ubicar que es hablado
por Otro, mas allá de lo que el está diciendo, en consecuencia hará algo. Ej.
Acto.
El tránsito en un análisis es con angustia, pero permitirá al sujeto
una relación distinta con su propia angustia, angustia como
indicador de su propio deseo.
El análisis conduce a un saber hacer con la angustia.
Por el embarazo, Turbación o la Angustia de castración se podrán transitar y
volver sin nuevos síntomas o actuaciones.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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El Objeto “a”:
Lacan introduce el objeto a como concepto.
El objeto a viene a ser un resto, algo que excede a la relación entre
el gran otro y el sujeto. Viene a ser un residuo, resto, algo irreducible
que no puede seguir dividiéndose. Arroja como resultado al Otro barrado y
al sujeto barrado.
El objeto a en este caso es real, no es imaginario.
El objeto a en tanto perdido, causa el permanente intento de recupero de
parte del otro y del sujeto. Es marca del deseo, lo indecible.
La introducción del objeto a viene a positivizar el lugar y concepto
de la falta. Hasta ahora la falta se definía por lo que no hay. Ahora se la
define por el objeto a.
El deseo va en busca del goce perdido. Cuanto mas proximidad
alcanza mayor angustia siente.
La angustia es un punto vital en psicoanálisis. El verdadero psicoanálisis
enfrenta al sujeto a la angustia de castración.
En el concepto de angustia convergen todos los seminarios. La angustia
no debe considerarse solo del lado del paciente sino también del
lado del analizante (no sabe que clase de objeto es frente al otro).
La angustia se presenta como aquello que no engaña, que no miente. No se
duda sobre la angustia sino que se siente con certeza.
Es una consecuencia lógica en la relación analizado y analizante. La
angustia se presenta en toda relación existencial con el Otro, siempre que
represente un misterio algo del deseo del Otro. ¿qué soy para el Otro? Es
esta incógnita que produce angustia.
Para el analista la angustia es la hoja de ruta por donde orientarse.
Esto difiere de las demás clínicas que tienden a eliminar la angustia. En la
clínica psicoanalítica lejos de ser eliminable se debe transitarla porque
conduce allí donde está el deseo del sujeto. La angustia nos muestra en
qué dirección va el sujeto.
La angustia se presentifica como algo que nos conduce a un vacío
existencial: a volver a ser la nada que fuimos antes de nacer.
Define la angustia como un afecto que se siente en el cuerpo y que
no engaña. Un afecto desarmado de todo significante.
La angustia aparece donde el fantasma no puede dar cuenta del deseo del
Otro.
Menciones importantes respecto de la angustia:

La angustia aparece ante el desarme de los significantes. La señal de


angustia llama a la represión y al síntoma. Angustia, represión y síntoma.
Ante una representación que provoca angustia sobreviene la represión y el
afecto se anudará a otra representación “anodina” que retorna bajo la
forma de síntoma.
El síntoma es una forma de ligar la angustia, es una de las
formaciones del inconsciente. Es una formación sustitutiva que liga la
angustia y tiene carácter sustitutivo.
Para Lacan el síntoma es una de las formaciones mas hipócritas porque allí
hay satisfacción libidinal. Si se retira el síntoma, esa carga libidinal quedaría
libre y lista para adherirse a cualquier otra formación. Es irreductible. Se
puede analizar su mecanismo pero en el análisis se llega a un punto en que
no se puede avanzar.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Lacan propone dos formas de seguir trabajando con esa irreductibilidad en


el análisis:
- Una forma tiene que ver con identificarse al síntoma. Dejan de tener el
síntoma y ser uno mismo el síntoma.
-La otra tiene que ver con que el análisis está ligado a un saber entender,
es decir, cómo es que uno se vió enredado en eso.

Si bien es irreductible, el síntoma después del análisis es muy diferente al


previo análisis. Con el análisis se puede aprender a convivir con el síntoma
convirtiéndose en un estilo del sujeto, convirtiéndose en algo que no
angustia. Deja de ser aquello que fue como motivo de consulta.
Es un irreductible comparable al ombligo del sueño, pulsión de muerte,
aquello sobre lo que ya no es posible avanzar. La formación que es
sintomática, sí desaparece (P.E.: Insomnio), pero el enjambre que la
sustenta no, se convive con ella.
Para Freud también es una formación de sustituto.

 Fantasma:

El fantasma es esencialmente simbólico. La realidad en la que vive el


sujeto está teñida fantasmáticamente. En el neurótico hay una necesidad
estructural de constituir el fantasma.

“El fantasma es una respuesta al enigma del Deseo del Otro”.

Lo enigmático del Deseo del Otro lo angustia. Entonces el fantasma es una


respuesta a ese engima. Gobierna la vida del sujeto. Es un intento de
obturar la falta, de tramitar y alojar lo traumático. Es un efecto de
construcción. El deseo queda enmarcado en el Fantasma.
Para que surja el fantasma, primero tiene que haber una pregunta
por el deseo del Otro, debe existir un espacio de interrogación, sino
no se da la respuesta. Tiene que haber Otro en presencia-ausencia. Esto
va a ser el germen de la construcción fantasmática. Es un constructo
esencialmente simbólico e imaginario que intenta velar lo real.
Es desde la frase de donde podemos algo del orden del Deseo.

Seminario 14: El fantasma es una imagen coagulada. Lo podemos


construir en una frase, es un efecto de construcción. En la frase
podemos ubicar algo del orden del Deseo. Es fruto de la articulación
del significante. Es una frase con una estructura gramatical que
parece articular esta lógica del fantasma.

Seminario 15: Lacan hace referencia al sujeto como un sujeto que pasa al
acto, que actúa. Se busca romper con la fijeza. Hay que hacer que el
fantasma sea mas lábil. No hay que extraerlo porque lo que
construyó es lo que le permite atravesar la realidad.
El sujeto viene marcado por el Otro en tanto hay una construcción
activa. Somos dependientes pero no tan inermes. Hay una necesidad del
Otro para la construcción subjetiva pero con cierta actividad en el recorrido.
Hay cierta responsabilidad del sujeto en su posición (es la cara curable del
síntoma).

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Matema del fantasma: $◊a

“Sujeto en relación al otro en tanto imaginario”

Seminario 11, clase 17: A través de la obra de René Magritte “La condición
humana”, Lacan propone que esta es la forma en la que el sujeto piensa y
conforma la realidad, la forma en la que se dibuja al mundo. Construimos
una escena del mundo que nos permite vivir y opera para hacer habitable
un lugar. Entonces, el fantasma es la construcción que se hace en
relación a eso del orden de lo real; y para que ello entre en la
estructura, el fantasma hará de filtro.
El sujeto se pregunta qué es lo que le está pidiendo el Otro, qué es
lo que desea el Otro. Es un enigma, la pregunta es aplastante y
genera angustia. El fantasma opera como respuesta posible,
inventada por el sujeto.
Esto es lo que termina siendo el motor del deseo, y protege al sujeto
de la angustia poniéndose a distancia de ella.
El fantasma es un procesador de una respuesta que alivia y evita
que nos confrontemos con esa falta en el Otro.
El fantasma se construye con restos y es una construcción tanto
simbólica como imaginaria.
En la imagen tiene continuidad con lo real que viene de afuera y el
entramado es simbólico. Vela la castración del Otro y lo completa, da
consistencia al sujeto.
El fantasma va a determinar la posición del sujeto en el
inconsciente.
El fantasma se sostiene en los significantes que marcan al sujeto.

Lacan menciona 3 tiempos en la construcción fantasmática: es un


complejo estructurado, sostén del deseo.

1) Lo REAL queda por fuera, expulsado, mandado al exterior, excluido. En el


cuadro de Magritte, lo REAL sería el paisaje real. El vacío.

2) Lo SIMBÓLICO hará de marco. Hay un borde hacia lo real que detiene el


horror, el sujeto no queda expuesto a lo real. El sujeto por medio de la
palabra transforma en el presente algo que ha quedado por fuera. El goce
debe quedar excluido.
En el cuadro, lo SIMBÓLICO sería el marco del cuadro.

3) Lo IMAGINARIO viene a velar lo real. Ese imaginario viene a sustituir lo


perdido. El sujeto puede representarse eso real imaginariamente, puede dar
cuenta de que ese real queda perdido, excluido.
En el cuadro, lo REAL sería el paisaje que se ve en el cuadro, con ese borde
difuso, que se confunde con el paisaje real de la escena.

Seminario 15: En este seminario trae el texto de Freud “Pegan a un niño” y


menciona la estructura gramatical de 3 tiempos para dar cuenta de un
sujeto que pasa al acto. Fantasma.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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1) “Pegar”  activo.
2) “Hacerse pegar”  soy pegado por mi padre.
3) “Ser pegado”  pasivamente (pegan a un niño).

Seminario 11: “Los cuatro conceptos fundamentales del


psicoanálisis”
Clase 14: “La pulsión parcial y su circuito” (1964)

Lacan dice que la transferencia es lo que manifiesta en la experiencia la


puesta en acto de la realidad del inconsciente en tanto ella es sexualidad.
Respecto a la finalidad biológica de la sexualidad, la reproducción, las
pulsiones, tal como se presenta en el proceso de la realidad psíquica, son
pulsiones parciales.
La pulsión justamente, es el montaje a través del cual la sexualidad
participa en la vida psíquica y de una manera que tiene que
conformarse con la estructura de hiancia, característica del ICC.
La pulsión se satisface en el síntoma y por ello el síntoma es tan difícil de
erradicar. Del síntoma coparticipan significantes y pulsión.
Pero algo posee carácter de irreprimible, no todo lo que aparece es
material para el inconsciente. La pulsión no puede reprimirse, lo que
se reprime son sus significantes. Entonces aparece el síntoma.
La pulsión es del orden de lo real. No es decible ni interpretable. El análisis
pretende poder detectar ese modo de goce particular en el sujeto y evitar
que retorne sistemáticamente, sino de otra manera.
Al principio todo es puro ello, las pulsiones se satisfacen parcialmente, no
hay un modo de satisfacción definido. Es el momento en que se erogenizan
ciertas partes del cuerpo por eso obtiene satisfacciones parciales.

Lo reprimido es un significante. Entonces decimos que la naturaleza de las


pulsiones es ser parcial ya que responde a objetos particulares (senos,
heces). Lacan agrega la voz y la mirada.
La pulsión está estructurada como montaje ya que en ella se aúnan
diferentes estructuras.

Elementos de la Pulsión:

1) Empuje o Drang:
Es la tendencia constante a la descarga pero no es la descarga en sí misma.
Es algo que fuerza al sujeto a trabajar permanentemente. No procede por
ritmos sino que es constante y ello hace que la pulsión no pueda
subordinarse a lo biológico.

2) Objeto:
Nunca el objeto va a estar a la altura de lo esperado. Es necesario pero
contingente en la medida de que puede ser cualquier objeto que puede
estar velando el verdadero objeto perdido en tanto objeto a. Ese objeto está
obturando una falta un vacío. La pérdida está en el encuentro con el Otro.
Las respuestas no lo colman, ahí aparece el objeto como pérdida. Punto de

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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insatisfacción donde se instaló la pérdida.

3) Meta:
La meta o fin es un imposible estructural. La meta conlleva a la satisfacción.
Lo que se encuentra nunca es lo buscado. Los síntomas dependen de la
satisfacción, satisfacen algo que para el sujeto le es ajeno.
La pulsion lo posee al sujeto, hay algo que empuja, que retorna mas allá del
sujeto.
¿Cuál es el fin de una pulsión parcial?
La satisfacción. Pero que no es en el objeto sino en el trayecto. Esta es una
paradoja que Lacan explica con dos referencias en ingles: aim y goal.
Aim: es el trayecto de retorno a la fuente. Pedirle a alguien que busque
algo indicándole por donde. El camino que debe recorrerse. Hay algo que se
contenta, algo se satisface en el trayecto.
Goal: es el acierto, no es el fin en sí mismo sino el haber acertado.
Salir del interior de la fuente, rozar la zona erógena, realizar el trayecto,
contornear el objeto a y encontrar el camino de retorno a la fuente que es
la zona erógena.
Camino de bucle alrededor del objeto a, que hace retornar a la zona.
Cuando se fija en el sujeto se habla de forma particular de goce.

4) Fuente:
La fuente siempre tiene estructura de borde. Son las demandas del Otro
que van a erogenizar estas zonas (boca, ano, orejas, ojo). Es el Otro quien
los significa. La fuente se activa a partir de las demandas del Otro. Por
ejemplo: comé. Es lo que diferencia al deseo de la pulsión.

Destinos de la pulsión:
Toma los mismos 4 que toma Freud:
- Represión
- Trastorno hacia lo contrario
- Vuelta hacia la persona propia
- Sublimación.
Pero para Lacan queda abierta la pregunta de si la sublimación es o no un
destino de pulsión. En la sublimación la meta está inhibida en su fin.
Sublimación se define como diferente de síntoma.
El síntoma psicoanalizable, ya sea normal o patológico, está sostenido por
una estructura idéntica a la del lenguaje. Algo del orden del Deseo que
habita al sujeto puede leerse, va por la vía del significante, de la palabra.
En el seminario 20 dice que es una formación particular del inconsciente,
analizable, condición constituyente.
El síntoma tiene una función defensiva. Es una forma de ligar la
angustia. Es molestia y solución, vehículo de goce, le aporta cierto
camino de situación gozosa. El síntoma como solución hay que
quitarlo, nos confronta con lo incurable. El sujeto va a tener que
hacer algo creativo.
Si el sujeto se identifica con esa modalidad de gozar, puede producir con
esa modalidad. Por ej.: paciente “Miranda” que se dedica a estudiar diseño
gráfico. No se puede modificar su modalidad de goce, pero puede
encarrilarse vía sublimación.
Lacan habla de síntoma y sinthome:

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Llama sinthome a esta incidencia de goce sobre el cuerpo que tiene el


significante. Crea el concepto de sinthome precisamente porque está más
allá del fantasma. Se refiere al cuerpo en tanto goza intensamente por el
hecho del significante.

Detrás de la formación de los síntomas hay:


- Fantasma  descifrable, significantes. Del orden de lo simbólico. Se
reduce a la pulsión, la vela. En la base del síntoma siempre está lo
pulsional.
- Pulsión, Goce  inmóvil. Del orden de lo real.

La pulsión es la cara no interpretable del síntoma, su cara real, cara


real del goce, por eso es tan resistente. Es incurable, nada se puede
hacer mas que señalarla, indicar la modalidad de satisfacción
pulsional. Hacer que el sujeto pueda ver cual es su goce singular,
que se corra de la singularidad gozante. Lo pulsional está
relacionado a la singularidad del sujeto; allí se puede captar la
partícula de Real que habita al sujeto.
Es una fuerza de empuje. Es un elemento que da peso clínico, la forma en
que el paciente satisface algo del orden del goce (goce como extrañeza de
satisfacción). El sujeto se abraza a cierta modalidad de goce.
“Eso goza en el paciente”, no es que el sujeto goza con la pulsión. El
sujeto lo vive como algo exterior, por eso lo vive como algo ajeno. Es una
modalidad extraña de satisfacción.
El inconsciente en algún punto se va a ligar con algo del orden del síntoma,
y la pulsión es precisamente un montaje de diferentes elementos, que lo
hacen a través del objeto perdido. Hay algo que se agrega, no es una
totalidad.
La Demanda del Otro impacta en la dimensión de la pulsión, “mirame”.

Características de la pulsión:
- Las pulsiones son parciales, ya que se satisfacen autoeróticamente.
- No hay relación sexual, sino que se toma al otro como instrumento
autoerótico, se satisfacen las pulsiones parciales de cada quien quiere.
- El amor (orden de lo imaginario) viene a velar esto autoerótico, a velar lo
real de la sexualidad. La transferencia es una puesta en acto de la
realidad del inconsciente en tanto que es sexualidad.
- Dimensión activa de la pulsión: nos transita, nos mueve. Hay un
contorneo pasando por el campo del Otro, bordes intervenidos por el Otro.

Matema de la pulsión: $◊D


Sujeto en relación a la Demanda

La pulsión es a partir de la intervención de la Demanda del Otro. Habla de


los bordes, de la función de autoerotismo, de las zonas erógenas y de
apertura y cierre. Una delimitación de una zona erógena, es un corte en el
cuerpo y corte también respecto del objeto; un recorte de un
significante en el cuerpo. No hay una cuestión evolutiva ni de
maduración en la pulsión, sino que es por dicha intervención del Otro que se
pasa de la oralidad a la analidad.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Hay algo que se satisface mas allá de la función orgánica y a su vez se


desprende por entero de dicha función.
La manifestación de la pulsión es en un sujeto acéfalo, p. e.: “mi cuerpo me
domina”. No hay objeto, se intenta satisfacer en el recorrido. No se
establece sin el Otro. Se anuda al registro del cuerpo. El sujeto
identifica la falta del Otro en su demanda “¿Qué quiere el Otro de mí?”.
Es marca y motor, del orden de lo real.

Diferencia con el Deseo:


El deseo va por otro lado, no va por el organismo. El deseo es objeto
metonímico, deseo del deseo del Otro. No es marca en el cuerpo, sino
marca en el inconsciente, pura dimensión simbólica. Es efecto de la
Demanda del Otro y se inscribe, queda sellado.

En resumen:
- Ambos se constituyen a partir del encuentro con el Otro.
- Deseo: proviene del orden de lo simbólico. No participa el cuerpo.
- Pulsión: proviene del orden de lo real. Participa el cuerpo. Aparecen y
desaparecen. No hay correlato biológico, es decir, el paso de una etapa a la
otra está determinado por la Demanda del Otro. Sujeto acéfalo de la
pulsión.
Unidad 6: “Causación del sujeto”

Seminario 11: “Los cuatro conceptos fundamentales del


Psicoanálisis”
Clases 16 y 17: “Alienación y Separación – Afanisis”

Sujeto del inconsciente no se nace, se deviene. Se deviene $ mediante la


operación Causación; operación como las operaciones matemáticas, que
pone en relación un elemento con otro mediante algo.
En la Causación los elementos que se ponen en relación son el $ y Otro
barrado; el Ser y el Sentido; el Ser y el Lenguaje.
Esta operación tiene dos movimientos:

 Alienación
 Separación
Alienación:

La Alienación es el primer movimiento de la operación Causación y es a su


vez una operación. Del encuentro del Ser con el Sentido,

SER SENTIDO

se produce una captura del Ser en el Sentido,

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Captura del Ser


en el Sentido

una captura del Ser en lo Significante del A/.

Captura del Ser


en lo Significante
La Necesidad se ve alterada por el hechodelde
A/ que toda respuesta a lo real de
la Necesidad, proviene del campo significante del Otro. El $ es producto de
la captura en ese lenguaje; captura en el campo del sentido, ya que es el
Otro el que le da un sentido a la Necesidad (tenés hambre mi amor… dirá el
Otro).

El $ es el producto
de la captura del
Ser en el Sentido
del Otro.

Si en el Estadío del Espejo hablamos de una alienación a la imagen, que


permite la constitución del yo (moi), aquí hablamos de una alienación a la
cadena significante. El sujeto deviene, pero queda capturado por la
cadena significante del Otro y por ello necesita del segundo movimiento –la
separación- para completar el proceso. Lacan habla de un Vel alienante
(XOR), que conlleva en sí mismo una elección forzada y una exclusión,
una pérdida. Esta pérdida tiene que ver con la paradoja de la alienación
que surge de la reunión del Ser con el Sentido.
El $ queda en el campo del Sentido, del A/, a condición de perder parte del
Ser (lo marcado en verde en el gráfico adjunto es lo que se pierde).
Si por otro lado se queda en el campo del Ser, pierde parte del Sentido (lo
marcado en rojo en el gráfico adjunto es lo que se pierde).
Es decir, si el $ queda del lado del SER, pierde parte del SENTIDO. Si queda
del lado del SENTIDO, pierde algo del SER. No hay elección sin pérdida.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.


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Lacan ejemplifica esto con la situación de “la bolsa o la vida”. Uno puede
elegir una u otra, pero nunca ambas; si se elige la vida, se perderá la bolsa
y se tendrá así una vida sin la bolsa, una vida cercenada de algo de lo que
antes le perteneció; si se elige la bolsa –por el contrario- se perderá la vida
y también la bolsa. También es ejemplo del Vel alienante la situación
planteada por Hegel en la dialéctica del amo y el esclavo “la libertad o la
vida”. La elección forzada implica una pérdida constitutiva de
aquello que se ubica en la intersección; lo que se pierde es el objeto
a. Esta falta es la que permitirá la circulación del propio deseo (en
función al deseo del Otro).
En la intersección del Sujeto y el A/, del Ser y el Sentido estará el
Sinsentido (lo que se resta del sentido), el objeto a, el $ y
finalmente el Icc. Por ello el $ no tendrá relación plena ni con el Ser
ni con el Sentido. Para Lacan, el $ se localiza en la hiancia, no hay
significante que lo represente plenamente, pues allí opera la falta. En la
alienación aún no hay hiancia; hay una pérdida de un ser viviente que se
pone en relación a un Otro primordial, tesoro de los significantes. No hay
alienación a un solo significante, se requieren al menos dos para
que haya $, pues el $ es lo que representa un significante para otro
significante (un significante es lo que representa al sujeto para otro
significante):

S1 S2

$
La falta del Otro es el significante ante el cual todos los demás significantes
representan al $.
El significante que ordena al resto, que organiza la cadena, es el significante
Nombre del Padre, Falo, que es el único que no tiene par opositor y es el
significante que nombra a todos. Es el significante rector del aparato y que
permite que todas las cadenas significantes se generen. El falo se inscribe
(en neurosis y en perversión –aunque con fallas en este último caso-) o no
se inscribe (en psicosis); no existe inscripción parcial del Falo.

Separación:

Es en la pérdida, la caída, de la intersección entre en $ y el A/, la caída del


objeto a que aparece la Separación. Separación que es separación de la
cadena significante del Otro que lo aliena, no separación del Otro. Es
una operación de retorno a modo circular, pero no es recíproca, es decir que
entre las operaciones de Alienación y de Separación no hay
complementariedad. La Alienación implica una pérdida, pero la
Separación no es el recupero de esa pérdida. Si la Alienación es la
captura en la cadena significante la Separación es un ataque a la

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cadena significante. Esto se ve en los niños, cuando llaman guau a un


gato; no hay una confusión, sino una intención de equivocar, de cuestionar
eso que viene del campo del Otro, la cadena significante. Lo mismo ocurre
con los “¿por qué?” infantiles, que no buscan un saber sino llevar al Otro al
punto donde se muestre en falta. Es hacer que esté vigente la falta, se vale
de esa falta, se apoya en ella.
Hay aquí dos faltas:
 La falta por el lado del Otro, que al hacerla aparecer, aparece
también la angustia. Se invierte así el tema de “estar capturado”
¿quién captura a quién? ¿quién es el amo?

 El infans responde a la falta del Otro con su propia falta; la


pérdida del infans es igual a aquella que habilita la falta en el
Otro, se localiza en esa falta del Otro. El infans aparece como
siendo el que puede faltarle al Otro “¿qué pasa si yo me muero?”
buscando saber qué son ellos en el campo del Otro. Es un cambio
de posición en el que, mediante una torción, el infans se torna
amo de la situación. Esta torsión es un cambio de posición, donde
se pasa del adentro al afuera sin que se haya atravesado ninguna
superficie

Hay una superposición de faltas, una falta recubre la otra falta; señala,
descubre una falta y la completa; se ubica la localización de la falta en
el campo del Otro y al mismo tiempo se constituye como aquello que
hace falta en el campo del Otro. Es la localización más radical de la
pérdida y de la falta; él mismo puede perderse. Será el fantasma lo
que dará sentido a esta situación. La separación se ubica en la hiancia.
Es en la separación que empieza a perfilarse el encuentro con lo enigmático
del campo del Otro, “¿Qué me quiere?”.
La Separación no anula la Alienación, la suma de ambas operaciones da
cero, pero una no es la contraria de la otra. La separación es apoyarse
en lo que se inscribe en la Alienación como falta, como pérdida.

VEL DE SEPARACIÓN

SIN
SER SENTIDO
SEN
TI
$ A/
DO

VEL DE ALIENACIÓN

La Alienación va al sentido del Otro. La operación Separación recae en la


lúnula, es decir que no vuelve al Ser. Toma vigencia sólo la lúnula; se
constituye el elemento que es común entre el Sujeto y el Otro; el
objeto a, con causa. El fantasma, la superposición de dos faltas, habilita

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la pregunta sobre la causa del deseo del Otro, ¿qué quiere el Otro? que es
causa del objeto a.
La Alienación y Separación son operaciones pendientes para el $, siempre.
Son operaciones de causación que señalan el pasaje por sucesivos caminos
en el recorrido del análisis; sobre lo que trabaja el sujeto es sobre aquello
que lo deja alienado en el campo del Otro y el trabajo es en relación a la
Separación. Ahí donde se pone en relación a la falta, forma otra posición
subjetiva.

Afanisis:

Se refiere a la letalidad del significante. Es una instancia del significante.


El $ es afanísico. Lacan toma el término afánisis (del griego desaparición)
de E. Jones que lo utiliza para denominar la abolición total y permanente de
la capacidad de gozar, de experimentar placer sexual, cuyo temor, se
encontraría en la base de todas las neurosis. Lacan utilizará el término para
marcar la desaparición del sujeto mismo, en su relación con los
significantes. Toda vez que el sujeto está identificado con un significante,
desaparece en el inconsciente; su alienación consiste en esa división en la
que se pone en juego su pérdida y en la que no aparece en un lado sino por
borrarse en el otro.

Con respecto al Deseo del Otro señalará que la mirada y la voz son
soportes del deseo del Otro.
Lacan en la constitución del deseo va a distinguir el registro oral, el anal, el
fálico, el escópico (el que corresponde a la mirada) y el invocante (el que
corresponde a la voz). Los objetos correspondientes serían el seno, el
excremento, el falo (el falo en tanto no está, en tanto ha operado la
castración, es decir, como significante de la inexistencia), la mirada y la
voz.
Mirada y voz conciernen a una parte del cuerpo pero no valen por su
función biológica.
Cada uno de estos objetos, en su nivel funciona como causa del deseo.

Luciana M. Natale – 2do. Cuatrimestre año 2012. Docente: Marcelo Psaridis.

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