Empresa y Sociedad en America Latina
Empresa y Sociedad en America Latina
Empresa y Sociedad en America Latina
Ezequiel Reficco
Universidad de los Andes
Empresa y sociedad en
Bogotá, Colombia América Latina:
[email protected]
una introducción
Enrique Ogliastri1
INCAE Business School
Alajuela, Costa Rica
Business and society in
Instituto de Empresa Business School Latin America:
Madrid, España
[email protected]
An introduction
RESUMEN
Resulta fácil confundirse con la variada terminología que gira alrededor del
vínculo entre empresa y sociedad. Expresiones como filantropía corporativa,
responsabilidad social, sostenibilidad, negocios inclusivos y otras aluden a
campos de acción e investigación vinculados, aunque diferentes. En los últimos
años, el concepto de Empresa y Sociedad (EyS) se ha comenzado a imponer como
metadisciplina que abarca el resto de las tradiciones académicas mencionadas.
En este artículo identificamos los principales campos que comprende dicha
disciplina y señalamos sus tendencias generales: responsabilidad social de la
empresa, ciudadanía corporativa (o filantropía empresarial), desarrollo sostenible,
gobierno corporativo (gobernanza), ética y moral, y negocios inclusivos. El
artículo concluye con dos grandes macrotendencias. La primera es la expansión
horizontal de la agenda: cada una de esas literaturas y comunidades de práctica
ha visto expandir sistemáticamente su agenda temática y de acción en los últimos
años. La relación entre la empresa y su entorno socioambiental es cada vez más
rica y multifacética, al punto que hoy sería impensable negar o desconocer esas
vinculaciones o, menos aún, dar marcha atrás y pretender deshacer ese vínculo.
La segunda tendencia es la profundización vertical de las agendas temáticas de
1
Enrique Ogliastri agradece a la revista Summa, en cuyas columnas presentó antes algunas ideas
incluidas en esta introducción.
la familia EyS, que se acercan cada vez más al corazón de la estrategia de las
organizaciones públicas, privadas y sociales. Pese a los matices diferenciales de
los campos revisados, en todos ellos lo ético, lo social, lo ambiental y lo comer-
cial parecen estar cada vez más alineados –aun reconociendo que el camino por
recorrer es todavía largo y pleno de desafíos.
ABSTRACT
The array of terminology that refers to the link between corporations and society
can be very confusing for the non-specialist. Terms such as corporative citizenship,
corporate social responsibility, philanthropy and sustainability, among others, refer
to research literatures and communities of practice that are related, yet different.
Over the past few years, the concept of Business and Society (B&S) has emerged
as a broad, encompassing field that includes them all. In this article we identify the
frameworks or constructs that constitute this field: corporate social responsibility,
corporate citizenship (or corporate philanthropy), sustainable development, corpo-
rate governance, business ethics, and inclusive business. The article reaches two
broad conclusions. The first is the horizontal expansion of the agenda: each one
of these literatures and practice communities has seen their theme agenda expand
systematically over the past few years. The relationship between the company and
its socio-environmental context is increasingly richer and multifaceted, to the point
that it would be unthinkable nowadays to ignore (or reverse) this interdependent
connection. The second trend is the deepening of the thematic agendas of the B&S
family, bringing them closer to the core of public, private and social organizations’
strategies. In all the reviewed fields, the ethical, social, environmental and commer-
cial dimensions appear to become increasingly aligned with each other –even if
the road ahead is still long and full of challenges.
Key words: business and society, corporate social responsibility, CSR, corporate
citizenship, corporate philanthropy, sustainable development, sustainability, corpo-
rate governance, business ethics, inclusive business, BOP.
1. INTRODUCCIÓN
2. TEMÁTICAS E Y S
3
Una parte de esta sección se basa en Ogliastri et al. (2009).
lismo y la libertad del mercado, donde destaca la contribución conceptual de Bowen (1953) sobre
“las responsabilidades sociales de los negocios”. Más adelante Davis (1960) estableció la “Ley de
Hierro de la Responsabilidad”, que implica que las responsabilidades sociales de los empresarios
deben ser equivalentes a su poder social. Heald (1970) hizo una revisión de las pioneras teoría
y práctica de RSE en los Estados Unidos entre 1900 y 1960 (Carroll, 1999). En el campo de la
estrategia y la gerencia general, algunos clásicos como Barnard (1938) y Andrews (1971) dedican
una parte central de su análisis a la RSE. En Japón son mencionables las posiciones de Matsushita,
posiblemente el empresario más importante del siglo XX (Kotter, 1998) o de Canon y el “camino
del Kyosei” (Kaku, 1997), donde parece haberse originado la metáfora de que “no hay empresa
sana en comunidad enferma” desde la década de 1950. En Europa se ha tendido a establecer regla-
mentaciones estatales para todos, lo que se decanta en el Libro verde: Fomentar un marco para la
responsabilidad social de las empresas (Comisión de las Comunidades Europeas, 2001).
En América Latina, la RSE tuvo un auge importante a partir de comienzos de la década
de los ochenta, como resultado de la confluencia de factores de largo plazo. En lo económico,
la desregulación y liberalización comercial le dieron al sector privado un protagonismo que
jamás había tenido, no sólo como creador de riqueza, sino como figura protagónica en el espacio
público: la empresa pasó a administrar carreteras, puertos, teléfonos. En paralelo, el Estado se
retrajo, no sólo como creador de riqueza, sino como árbitro y centro de legitimidad indisputado
en el área social. El fracaso de los modelos de desarrollo autocentrado (en América Latina
y Europa Oriental) hizo patentes los límites de la política pública para moldear la realidad
y generar mejoras en el bienestar de la población. Junto a la devaluación de los centros de
legitimidad tradicional (Iglesia y Estado), se dio el ascenso de un nuevo actor, que ocuparía
espacios cada vez mayores en la conformación de la agenda pública: la sociedad civil. Tras
algunos golpes (Shell y la crisis Brent Spar, o Union Carbide y la crisis de Bhopal) las empresas
advirtieron que había surgido un nuevo interlocutor, con una influencia inédita para moldear
los temas de la agenda. El contexto de la competencia había cambiado para siempre. El ímpetu
democratizador que vivió la región en esos años consolidó la tendencia: parte de las ansias de
participación reprimidas en la región se canalizaron hacia el proceso político, pero otra parte se
desvió hacia la sociedad civil, que se fortaleció. Gústese o no, desde ese momento la temática
social y ambiental había entrado en la agenda corporativa.
Como se discute en la próxima sección, el primer impulso empresarial fue reforzar
su agenda filantrópica. Sin embargo, el paso del tiempo delineó una agenda de RSE que va
bastante más allá de la caridad. En la actualidad, existe un claro consenso alrededor de la idea
de que la RSE no se ocupa centralmente en cómo se distribuye la riqueza, sino en cómo se
genera. Se considera usualmente a dicha agenda como compuesta por los siguientes grandes
capítulos: a) valores, transparencia y gobierno corporativo; b) públicos internos; c) ambiente;
d) proveedores; e) consumidores y clientes, también llamado “mercado”; f) comunidad y (g)
gobierno y sociedad (Instituto Ethos, 2008).
Los últimos años han visto dos tendencias destacables en materia de RSE en la región.
Una de ellas es la creación de estructuras dedicadas para la gestión de la RSE, tanto en unidades
internas, como en organizaciones separadas del paraguas corporativo. Entre las primeras, pueden
citarse el Grupo CSU-CCA en Centroamérica, Cemex en México, Alpina en Colombia, Natura
y Samarco en Brasil, entre muchas otras (Austin, Gutiérrez, Ogliastri y Reficco, 2006; Flores,
Ogliastri, Peinado y Petry, 2007). Algunas de esas experiencias han sido documentadas por
estudios académicos, como la brasileña Natura (Casado y Fischer, 2003), la venezolana Ron
Santa Teresa (González y Márquez, 2005) o la boliviana Irupana Andean Organic Food S. A.
(Metzger y López, 2007). En las segundas nos ocuparemos seguidamente, en la sección de
ciudadanía corporativa, al revisar la filantropía corporativa.
La otra tendencia a mencionar es el trabajo colectivo sobre temáticas de RSE en inicia-
tivas de acción colectiva. Entre las primeras, cabe mencionar Perú 2021, la Asociación de
Empresarios para el Desarrollo (AED) (Ogliastri, Murillo y Prado, 2006), el Instituto Ethos de
Brasil, Acción RSE de Chile, la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas) de
El Salvador (Ickis, Vásquez y Prado, 2005), la Alianza para la Responsabilidad Social Empre-
sarial (ALIARSE) de México, el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria
(IARSE) y el Centro para la Acción de la Responsabilidad Social Empresarial de Guatemala
(CENTRARSE). El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desarrolló una destacable
agenda de congresos y publicaciones de libre acceso (www.iadb.org/pub).
La mayor parte de estas organizaciones surgieron después de la creación de los primeros
Consejos Empresariales para el Desarrollo Sostenible (CEDES), órganos locales del World
Business Council for Sustainable Development (WBCSD). Los CEDES creados en México, El
Salvador, Argentina, Colombia y otros países latinoamericanos han sido un patrón de referencia
para diversas iniciativas posteriores (véase cuadro 1).
Parte de esta tendencia a la acción colectiva en RSE se realiza mediante alianzas público-
privadas, o como parte de la política pública. En el primer grupo, cabe mencionar el desarrollo de
la certificación ChileGAP (Good Agricultural Practices), de aspectos ambientales, temas de higiene
y fitosanitarios, y la seguridad de los empleados, gestada por la Asociación de Exportadores de
Fruta Fresca de Chile, con el apoyo del gobierno de ese país. En el segundo puede mencionarse el
desarrollo del Certificado para la Sostenibilidad Turística (http://www.tourism-costarica.com) por
el Instituto Costarricense de Turismo (ICT, 1997) y por la Comisión Nacional de Acreditación,
establecido oficialmente desde 1997, orientado a la competitividad, la sostenibilidad ambiental y el
desarrollo de sus grupos involucrados, o grupos de interés. En El Salvador el gobierno promovió un
marco nacional de responsabilidad social de la empresa que permitiera mejorar la competitividad
del país y contribuir a su desarrollo sostenible (Zadek, Raynard y Oliveira, 2005).
En la práctica, el movimiento de la RSE ha integrado y absorbido a otra tradición que
en lo académico tenía una trayectoria independiente: la literatura de gestión de grupos de
interés. En su formulación inicial por Freeman (1984), el concepto tenía un acento marcado
en la atención a grupos de interés no financieros, aunque en los últimos años ha evolucionado
hacia un enfoque más equilibrado que intenta compatibilizar los intereses de accionistas y
demás grupos de interés no económicos (Post, Preston y Sachs, 2002; Schwartz y Carroll,
2008). Para muchas empresas, la gestión de sus grupos de interés es el primer paso necesario
para implementar sus políticas de responsabilidad social y una plataforma para la concepción y
operacionalización de proyectos (Jiménez, 2002; Partridge, Jackson, Wheeler y Zohar, 2005).
Como un cuerpo de literatura autónomo, carece de una clara orientación prescriptiva sobre
qué grupos priorizar o qué objetivos perseguir. Sin embargo, como instrumento de gestión ha
demostrado ser poderosa y efectiva para operacionalizar la agenda de la RSE.
Cuadro 1
Organizaciones pioneras en RSE en América Latina.
WBCSD: Organizaciones miembros en América Latina
Asociación de Empresarios para el Desarrollo -AED Costa Rica
Centro para la Acción de la Responsabilidad Social Empresarial -CENTRARSE Guatemala
Consejo Empresarial Venezolano para el Desarrollo Sostenible -CEVEDES Venezuela
Consejo Empresarial Argentino para el Desarrollo Sostenible -CEADS Argentina
Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible -CECODES Colombia
Consejo Empresarial Hondureno para el Desarrollo Sostenible -CEHDES Honduras
Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible -CEDES Brasil Brasil
Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible -CEDES Ecuador Ecuador
Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible -CEDES El Salvador El Salvador
Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible -CEDES México México
Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable México
Perú 2021 Perú
Fuente: WBCSD, www.wbcsd.ch/, consultada en febrero de 2006.
FORUM EMPRESA: Organizaciones miembros
Acción Empresarial Chile
Alianza para la Responsabilidad Social Empresarial -ALIARSE México
Asociación de Empresarios Cristianos -ADEC Paraguay
Asociación de Empresarios para el Desarrollo -AED Costa Rica
Business for Social Responsibility -BSR Estados Unidos
Canadian Business for Social Responsibility -CBSR Canadá
Centro Colombiano de Responsabilidad Social Empresarial -CCRE Colombia
Centro de Divulgación del Conocimiento Económico -CEDICE Venezuela
Centro para la Acción de la Responsabilidad Social Empresarial -CENTRARSE Guatemala
CONECTARSE Puerto Rico
Consejo Boliviano de Responsabilidad Social Empresarial -COBORSE Bolivia
Desarrollo de la Responsabilidad Social -DERES Uruguay
Fundación de Tucumán Argentina
Fundación Empresarial para la Acción Social -FUNDEMAS El Salvador
Fundación Hondurena de Responsabilidad Social Empresarial -FUNDAHRSE Honduras
Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresarial -IARSE Argentina
Instituto Ethos Brasil
(Continúa...)
Cuadro 1 (continuación)
Organizaciones pioneras en RSE en América Latina.
INTEGRARSE Panamá
Perú 2021 Perú
Unión Nicaragüense para la Responsabilidad Social Empresarial -UNIRSE Nicaragua
Fuente: Forum Empresa, www.empresa.org/, consultada en febrero de 2006.
RED PUENTES: Organizaciones miembros
Fundación El Otro Argentina
Fundación Geos Argentina
Fundación Poder Ciudadano Argentina
Fundación SES (Solidaridad - Educación - Sustentabilidad) Argentina
Centro de Estadística Religiosa e Investigaciones Sociales -CERIS Brasil
Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos Brasil
Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor Brasil
Instituto Observatorio Social Brasil
Comité Nacional Pro Defensa de la Fauna y Flora -CODEFF Chile
Corporación de Desarrollo de la Mujer Chile
Corporación de Estudios para el Desarrollo de la Mujer -CEDEM Chile
Fundación Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo Chile
Oficina Regional para América Latina y el Caribe de Consumers International Chile
Programa de Economía del Trabajo Chile
Programas de Acción con Mujeres Chile
Organización de consumidores y usuarios de Chile Chile
Milieudefensie (Amigos de la Tierra Holanda) Holanda
Fundación para Investigaciones de Empresas Multinacionales Holanda
NOVIB Holanda
Fundación Comunitaria Querétaro A.C. México
Comunicación e Intercambio para el Desarrollo Humano en América Latina México
Comercio Justo México México
Enlace, Comunicación y Capacitación México
Fundación Comunidad México
CAMPO, Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño México
Frente Auténtico del Trabajo (FAT) México
Fundación Rostros y Voces México
Grupo de Estudios Ambientales (GEA) México
Instituto de Comunicación y Desarrollo -ICD Uruguay
Centro de Estudios, Análisis y Documentación del Uruguay -CEADU Uruguay
Instituto IDEAS Uruguay
Fuente: Red Puentes, www.redpuentes.org/, consultada en febrero de 2006.
Fuente: Ogliastri et al. (2009).
Por lo general, la inversión social se tiende a alojar en estructuras dedicadas, por fuera
del paraguas de la corporación: las llamadas fundaciones corporativas. Entre las pioneras de
América Latina se encuentran las fundaciones Carvajal (1961) y Corona (1963) en Colombia,
la Fundación Arcor (1991) en Argentina (Roitter y Rena, 2007) y la Fundación Pantaleón
(1992) en Guatemala (Leguizamón, Ickis y Vásquez, 2006). En ocasiones, estas fundaciones
no están asociadas a un grupo corporativo en particular, sino que son el resultado de la acción
colectiva empresarial, como la Asociación de Empresarios Cristianos (1981) en Paraguay, la
Fundación Victor Civita (1985) en Brasil, o la Fundación del Empresariado Chihuahuense
(1994) en México (Serrano, Hernández, Hernández y Romero, 2005).
4
La Alliance for Responsible CFC Policy, agrupación de unas quinientas empresas fabricantes
y usuarias de cloroflourocarbono, liderada por Du Pont, resistió la restricción de los CFC, y sólo cedió a
partir de 1986 frente a un consenso científico cada vez más sólido alrededor de sus efectos destructivos de
la capa de ozono. Desde ese momento, Du Pont anunció que buscaría sustitutos a los CFC.
5
En ese informe, el desarrollo sostenible es definido como aquel que satisface las necesidades
del presente sin sacrificar la habilidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades
(Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, 1988).
empresa peruana Cementos Lima (Portocarrero, Sanborn, Del Castillo y Chávez, 2004), que
ha trabajado en ecoeficiencia y trasladó al responsable ambiental de la fábrica a manejar las
relaciones con la comunidad. También redujo emisiones de CO2 por medio de ecoeficiencia,
lo que le permitió vender “bonos de carbono” (Flores e Ickis, 2007).
El tema candente de la gobernanza está en los conflictos de interés, que están llevando
a definir sin ambigüedades códigos éticos públicos escritos por la JD. Entre los conflictos de
interés está el director que tiene negocios regularmente con la empresa (como venderle servi-
cios de seguros, financieros, boletos aéreos o publicidad), el uso de información en beneficio
propio o la pertenencia de ejecutivos de la compañía a ciertos comités. También se observa la
tendencia a exigir que haya una proporción mayoritaria de directores no accionistas (indepen-
dientes), para proteger a los accionistas pequeños o minoritarios y los intereses globales de la
empresa. La transparencia requiere que se sepa cuánto ganan los directores, cuántas acciones
tienen y representan y que sus actos puedan ser sometidos a escrutinio público. A pesar de lo
limitado de los mercados bursátiles de América Latina, es evidente que la legislación va en
esta dirección y cada vez habrá más responsabilidad legal y penal para los miembros de las
juntas directivas. Hasta el año 2009 solamente en Brasil, Colombia, Chile y México se habían
hecho reglamentaciones precisas al respecto.
Se ha comprobado que las personas fincadas en un estadio piensan que las de etapas
más avanzadas son tontas o inmorales: no las entienden. También se encontró que la mayor
educación está relacionada con estadios más avanzados. Originadas en Piaget (1974) y desa-
rrolladas por Kohlberg (1992), las investigaciones contemporáneas han señalado que el paso a
un estadio superior ocurre por contradicciones y experiencias traumáticas, como las de padres
que para entender las acciones de un hijo diferente pasan del estadio convencional al relati-
vista. ¿Se podrán identificar los estadios de desarrollo moral de nuestros dirigentes políticos,
empresariales, religiosos y públicos?
No se han realizado muchos estudios sobre estos temas en empresas o gerentes de
América Latina. Un buen comienzo es el de Husted, Dozier, Mcmahon y Kattan (1996) sobre
los cambios en las actitudes hacia la ética de negocios de estudiantes de MBA en España,
México y los Estados Unidos, que concluyeron que los respondentes de diferentes países
operaban a diferentes niveles de razonamiento moral. Otra investigación fue la de Roberston,
(Crittenden, Brady y Hoffman (2003), que estudiaron comparativamente la ética situacional
en cuatro países y concluyeron que los gerentes anglosajones (Australia y los Estados Unidos)
tendían a cambiar más sus juicios éticos que los latinoamericanos (Ecuador y Chile), cuando
se variaba la situación moral. En este campo hay un espacio abierto para más estudios sobre
la realidad latinoamericana.
Durante mucho tiempo, algunos consideraron la ética como algo personal, una rela-
ción confidencial de cada individuo con su conciencia, en la cual la organización no podía
inmiscuirse. Desde esta perspectiva, el accionar inmoral sería un problema religioso o legal,
pero no organizacional. “La ética no se gestiona” fue una máxima repetida, como si fuera
una verdad autoevidente. Sin embargo, los dolorosos escándalos de comienzos de la década6
desmintieron esa mirada y generaron una fuerte tendencia a reforzar los códigos de ética. Lo
que esos escándalos evidenciaron es que raramente la ética es un asunto puramente individual,
y que muchas veces es el resultado de incentivos perversos. Desde esta constatación, se generó
la preocupación de instaurar procesos y políticas que aseguraran en forma sistemática la trans-
parencia y tendieran a minimizar la tensión entre lo correcto y lo conveniente.
Para explicar y predecir un excelente desempeño en el trabajo, los estudiosos de recursos
humanos generaron la teoría de los Cinco Grandes factores de personalidad: la estabilidad
emocional, la extraversión, la apertura a experiencias, el ser complaciente (agreeableness) y
el ser concienzudo o responsable (cumplidor). A la inversa, la configuración de tres de estos
cinco factores ha permitido desarrollar efectivos tests de integridad, que permiten saber si una
6
En octubre de 2001, Enron perdió mil millones de dólares por malas inversiones, y poco después
anunció una reestimación de sus beneficios, eliminando de un plumazo US$ 586 millones, a causa de prác-
ticas de contabilidad indebida. El anuncio generó una investigación de parte de la Securities and Exchange
Commission. Este tipo de conducta, en la que había sido promocionada como “la principal compañía
energética del mundo”, sorprendió a muchos, aunque resultaría sólo la punta del iceberg. Durante el año
siguiente sucedió una serie de escándalos que desnudaron prácticas poco éticas en un número inédito de
corporaciones: WorldCom, Adelphia, Tyco, ImClone, Global Crossing, Rite Aid, Xerox, y Qwest Commu-
nications. En 2003 la lista de corporaciones que incurrieron en faltas éticas graves fue ampliada con Ahold,
Parmalat, Freddie Mac, Citigroup, JPMorgan Chase, Dynegy, Boeing, HealthSouth y Lucent.
persona caerá en comportamientos negativos. Estos tres factores son: no ser complaciente, ni
muy concienzudo cumplidor de sus compromisos, ni emocionalmente estable (neurótico). Los
tests de integridad predicen exitosamente si alguien va a robar, faltar al trabajo o beneficiarse de
sus empleadores, aun si el empleado parece ser bueno y rigurosamente ético en las entrevistas
(Rynes, Giluk y Brown, 2007). Algunas consultoras han generado tests de integridad con estos
conceptos, aunque bajo nombres (y constructos) diferentes, cuya validez y normalización en
América Latina debería demostrarse. Éste es otro campo en el cual hay un espacio promisorio
para investigación y desarrollo en América Latina.
limitan su escala. Además, los fondos filantrópicos y las políticas públicas y de cooperación
con el desarrollo van y vienen según los cambios en las agendas de empresas y gobiernos. Las
empresas también quiebran, pero siempre habrá recursos para satisfacer necesidades que puedan
ser atendidas en forma rentable por medio de modelos de negocio probados. Por último, la
política pública puede tener impacto y escala, pero la eficiencia en el uso de recursos no suele
ser su competencia distintiva.
En la segunda mitad de esta década el concepto echó raíces en la región y generó la
convergencia a su alrededor de actores que no necesariamente habían tenido demasiado contacto
hasta entonces: grandes empresas, pymes, organizaciones de la sociedad civil, emprendedores
sociales, organismos de cooperación internacional, agencias multilaterales y gobiernos. Si bien
la terminología BOP continúa teniendo sus adeptos, en líneas generales quienes empujan este
enfoque en la región prefieren la terminología de negocios inclusivos. En líneas generales, los
negocios inclusivos se caracterizan (Márquez, Reficco y Berger, 2009) por:
La investigación empírica más reciente indica que el concepto de los negocios inclusivos
tiene un potencial importante para aportar en la construcción de sociedades más estables y equili-
bradas. La práctica reciente está lejos de haber hecho realidad ese potencial, pero algunos indicios
son alentadores. Por ejemplo, considere los siguientes ejemplos (Reficco, 2009):
Queda mucho camino por recorrer, pero resultados como éstos permiten albergar un
cauto optimismo. Nuestras castigadas sociedades necesitan que la energía y la creatividad del
sector privado se alineen a la solución de sus necesidades insatisfechas.
3. A MODO DE CIERRE
Resulta complejo hacer reflexiones que abarquen algo tan extenso y complejo como la meta-
disciplina de EyS. Sin embargo, la lectura de las páginas precedentes permite identificar un par
de tendencias generales. Una es, sin duda, la expansión horizontal de la agenda: cada una de las
literaturas y de las comunidades de práctica mencionadas ha visto expandir sistemáticamente
su agenda temática y de acción en los últimos años. La relación entre la empresa y su entorno
socioambiental es cada vez más rica y multifacética, hasta el punto de que hoy sería impensable
negar o desconocer esas vinculaciones o (menos aún) dar marcha atrás y pretender deshacer
ese vínculo. Lo que en algún momento fue un débil cordón umbilical se ha convertido en un
rico entramado de relaciones interdependientes, casi simbióticas.
Enrique Ogliastri es profesor de INCAE Business School (Costa Rica) y del Instituto de
Empresa (España). Sus investigaciones se relacionan con los temas de empresa y sociedad,
estrategia y negociaciones interculturales. Ha publicado dieciséis libros.
Referencias
Andrews, K. R. (1971). The concept of corporate strategy. Homewood, IL: Dow Jones-Irwin.
Austin, J., Gutiérrez, R., Ogliastri, E., & Reficco, E. (Eds.) (2006). Gestión efectiva de emprendimientos
sociales. Lecciones extraídas de empresas y organizaciones de la sociedad civil en Iberoamérica.
Washington, D. C.: Inter-American Development Bank & David Rockefeller Center for Latin
American Studies.
Austin, J. E., & Chu, M. (2006). Business and low-income sectors: Finding a new weapon to attack
poverty. ReVista, Harvard Review of Latin America, 6(1), 3-5.
Babatz Torres, G. (1997). Ownership structure, capital structure, and investment in emerging markets:
The case of Mexico. Unpublished doctoral dissertation, Cambridge, MA.: Harvard University.
Barnard, C. I. (1938). The functions of the executive. Cambridge, Mass.: Harvard University Press.
BBVA. (2002). Sistema de gobierno corporativo. Madrid.
Berger, G., Reficco, E., & Hermelo, R. (2005). Encuesta de responsabilidad social empresarial en la
Argentina. Buenos Aires: TNS Gallup, Fundación IRSA, Universidad de San Andrés.
Bowen, H. R. (1953). Social responsibilities of the businessman (1st ed.). New York: Harper.
Buchholz, R. A., & Rosenthal, S. B. (1997). Business and society: What’s in a name. The International
Journal of Organizational Analysis, 5(2), 180-201.
Burke, E. M. (1999). Corporate community relations: The principle of the neighbor of choice. Westport,
Connectituc: Quorum Books.
Cadbury Committee. (1991). Report of the Cadbury Committee on the financial aspects of corporate
governance. London, UK.
Carroll, A. (1999). Corporate social responsibility. Evolution of a definitional construct. Business and
Society, 38(3), 268-295.
Casado, T., & Fischer, R. M. (2003). Natura-Ekos: From the forest to Cajamar. SEKN case No. SKE016.
Boston, MA: Harvard Business School Publishing.
Center for Corporate Citizenship. (2009). Weathering the storm: The state of corporate citizenship in
the United States 2009. Boston, MA: Boston College & The Hitachi Foundation.
Comisión de las Comunidades Europeas (2001). Libro verde: Fomentar un marco para la responsabilidad
social de las empresas. Bruselas. Disponible en www.empresaresponsable.com/media/000000
0500/0000000506.pdf
Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo. (1988). Nuestro futuro común. Madrid: Alianza
Editorial.
Chong, A., & Lopez-de-Silanes, F. (2007). Investor protection and corporate governance : Firm-level
evidence across Latin America. Washington, D. C.: World Bank.
Dahya, J., & McConnell, J. (2007). Board composition, corporate performance and the Cadbury
Committee recommendation. Journal of Financial and Quantitative Analysis, 42, 535-564.
Davis, K. (1960). Can business afford to ignore social responsibilities? California Management Review,
2, 70-76.
Elkington, J. (1997). Cannibals with forks. Oxford: Capstone Publishing.
Fama, E. F. (1980). Agency problems and the theory of the firm. Journal of Political Economy, 88(21),
288-307.
Fama, E. F., & Jensen, M. C. (1983). Separation of ownership and control. Journal of Law and Econo-
mics, 26, 301-325.
Fischer, R. M., & Eboli, M. (2003). Itaú-Cenpec-Unicef. ¿Cuál es el valor real de la alianza? Academia.
Revista Latinoamericana de Administración, 31, 53-86.
Flores, J., & Ickis, J. (2007). La responsabilidad social en Cementos Lima, y sus efectos en la creación de
valor para el negocio y en la gestión del riesgo. En J. Flores, E. Ogliastri, E. Peinado & I. Petry
(Eds.), El argumento empresarial de la RSE: 9 casos de América Latina y el Caribe. Washington,
D. C.: Inter-American Development Bank & Incae Business School.
Flores, J., Ogliastri, E., Peinado, E., & Petry, I. (Eds.). (2007). El argumento empresarial de la RSE: 9
casos de América Latina y el Caribe. Washington, D. C.: Inter-American Development Bank
& Incae Business School.
FOMIN. (2009). Guía de aprendizaje sobre la implementación de responsabilidad social empresarial
en pequeñas y medianas empresas. Washington, D. C.: Banco Interamericano de Desarrollo.
Freeman, R. E. (1984). Strategic management: A stakeholder approach. Boston: Pitman.
Ghoshal, S., & Moran, P. (1996). Bad of practice: A critique of the transaction cost theory. Academy of
Mangement Review, 21, 13-47.
González, M. (2006). Herding behavior and board effectiveness. Academia. Revista Latinoamericana
de Administración, 36, 82-100.
González, R. A., & Márquez, P. (2005). Ron Santa Teresa’s social initiatives. SEKN Case No. SKE-059.
Boston, MA: Harvard Business School Publishing.
Grupo de Fundaciones. (2005). Guía de inversión social privada. Buenos Aires: Grupo de Funda-
ciones.
Gutiérrez, L. H., & Pombo, C. (2004). Capital markets and corporate governance in Colombia. Mana-
gement Galleys, working paper series No. 25. Bogotá: Facultad de Administración, Universidad
de los Andes.
Gutiérrez, L. H., & Pombo, C. (2009). Corporate ownership and control contestability in emerging
markets: The case of Colombia. Journal of Economics and Business, 61, 112-139.
Gutierrez, L. H., Pombo, C., & Fortich, R. (2009). Cross-shares, board interlocks and firm value in
Latin America: Evidence from Colombia. Unpublished manuscript, Bogotá: Universidad de los
Andes.
Heald, M. (1970). The social responsibilities of business, company, and community, 1900-1960. Cleve-
land: Press of Case Western Reserve University.
Husted, B. W., Dozier, J. B., Mcmahon, J. T., & Kattan, M. W. (1996). The impact of cross-national
carriers of business ethics on attitudes about questionable practices and form of moral reasoning.
Journal of International Business Studies, 27(2), 366-395.
Husted, B. W., & Serrano, C. (2002). Corporate governance in Mexico. Journal of Business Ethics,
37(3), 337-348.
Ickis, J., Vásquez, N., & Prado, A. (2005). Fundemas. Teaching Case No. 27526. Alajuela, CR: Incae
Business School.
Instituto Costarricense de Turismo, ICT. (1997). Certificado para la Sostenibilidad Turística (CST),
disponible en http://www.turismo-sostenible.co.cr/ES/entrada.shtml. Consultada en junio
de 2007.
Instituto Ethos (2008). Indicadores Ethos de Responsabilidad Social. São Paulo.
Jensen, M. C., & Meckling, W. H. (1976). Theory of the firm: Managerial behavior, agency costs and
ownership structure. Journal of Finance and Economics, 3, 305-369.
Jiménez, A. (2002). Stakeholders. Una forma innovadora de gobernabilidad de empresa. Análisis de un
caso colombiano. Academia. Revista Latinoamericana de Administración, 28, 123-126.
Kaku, R. (1997). The path of Kyosei. Harvard Business Review, 75(4), 55-61.
Kohlberg, L. (1992). Psicología del desarrollo moral (A. Z. Zárate, Trans.). Bilbao: Desclée de
Brouwer.
Kotter, J. (1998). El liderazgo de Matsushita: Lecciones del empresario más destacado del siglo XX.
México: Ediciones Granica S. A.
Leal, R. (2000). Capital markets: Empirical analysis in Brazil. Academia. Revista Latinoamericana de
Administración, 24, 109-114.
Leal, R. P. C., & Carvalhal-da-Silva, A. L. (2007). Corporate governance and value in Brazil (and in
Chile). In A. Chong & F. Lopez-de-Silanes (Eds.), Investor protection and corporate governance:
Firm-level evidence across Latin America (pp. 213-288). Washington, D. C.: World Bank.
Lefort, F., & Walker, E. (2000). Corporate governance: Challenges for Latin America. Abante, 2(2),
183-206.
Leguizamón, F., Ickis, J., & Vásquez, N. (2006). Ingenios Pantaleón. SEKN Case No. SKS059. Boston,
MA: Harvard Business School Publishing.
Leonard, H. B. (2007). When is doing business with the poor good – for the poor? A household and
national income accounting approach. In K. Rangan, J. Quelch, G. Herrero & B. Barton (Eds.),
Business solutions for the global poor. Creating social and economic value (pp. 362-373). San
Francisco, CA: Jossey-Bass.
Lodge, G. C. (2002). The corporate key: Using big business to fight global poverty. Foreign Affairs,
81(4), 13-18.
Márquez, P., Reficco, E., & Berger, G. (2009). Negocios inclusivos en América Latina. Harvard Business
Review ed. América Latina, 12, 28-38.
McKinsey & Company (2008). The state of corporate philanthropy: A McKinsey global survey. McKinsey
Quarterly, (February).
Metzger, M., & López, M. A. (2007). Irupana andean organic food. Unpublished Working Paper,
Alajuela, CR.: Incae Business School.
Nidumolu, R., Prahalad, C. K., & Rangaswami, M. R. (2009). Why sustainability is now the key driver
of innovation. Harvard Business Review, reprint, 2-9.
Ogliastri, E., Flores, J., Condo, A., Ickis, J., Leguizamón, F., Pratt, L., et al. (2009). La responsabilidad
social en América Latina. En El octágono. Un modelo para alinear la RSE con la estrategia
(pp. 59-90). Bogotá: Editorial Norma.
Ogliastri, E., Murillo, J., & Prado, A. (2006). Asociación de Empresarios para el Desarrollo (AED)
(Teaching case). Alajuela, CR: Incae Business School.
Organisation for Economic Co-operation and Development (2004a). OECD Principles of corporate
governance. París.
Organisation for Economic Co-operation and Development (2004b). White Paper sobre gobierno
corporativo en América Latina. París.
Organisation for Economic Co-operation and Development, & International Finance Corporation (2006).
Estudio de casos de buenas prácticas de gobierno corporativo: círculo de empresas de la Mesa
Redonda latinoamericana de gobierno corporativo. Washington, D. C.
Partridge, K., Jackson, C., Wheeler, D., & Zohar, A. (2005). From words to action: The stakeholder
engagement manual. (Volume 1: The guide to practitioners’ perspectives on stakeholder
engagement). Tomado de http://www.accountability21.net/uploadedFiles/publications/
Stakeholder%20Engagement_Practitioners’%20Perspectives.pdf. 1 de diciembre de
2007.
Pérez, F., & Revilla, J. (2003). Posada Amazonas. Academia. Revista Latinoamericana de Administra-
ción, 31, 87-116.
Piaget, J. (1974). El criterio moral del niño (N. Vidal, Trans.). Barcelona: Fontanella.
Porter, M. E., & Kramer, M. R. (1999). Philanthropy’s new agenda: Creating value. Harvard Business
Review (November), 121-130.
Porter, M. E., & Kramer, M. R. (2002). The competitive advantage of corporate philanthropy. Harvard
Business Review, 80(12), 48-62.
Porter, M. E., & Linde, C. V. D. (1995). Green and competitive: Ending the stalemate. Harvard Business
Review, 73(5), 120-134.
Portocarrero, F., Sanborn, C., Del Castillo, E., & Chávez, M. (2004). Cementos Lima: construyendo
los cimientos de una visión de responsabilidad social. Caso SEKN No. SKE-069. Boston, MA:
Harvard Business School Publishing.
Post, J. E., Preston, L. E., & Sachs, S. (2002). Managing the extended enterprise: The new stakeholder
view. California Management Review, 45(1), 6-28.
Prahalad, C. K. (2005). The fortune at the bottom of the pyramid. Upper Saddle River, NJ: Wharton
School Publishing.
Prahalad, C. K., & Hammond, A. (2002). Serving the world’s poor, profitably. Harvard Business Review,
80(9), 48-57.
Prahalad, C. K., & Hart, S. (1999). Strategies for the bottom of the pyramid: Creating sustainable
development. Unpublished paper.
Reficco, E. (2007, agosto). Empresa y responsabilidad social empresarial. Repensemos la filantropía.
RS. Responsabilidad & Sostenibilidad, 12-21.
Reficco, E. (2009). Menos voluntarismo, más innovación. Negocios inclusivos en Latinoamérica. Incae
Business Review, 1(9), 38-48.
Reficco, E., & Márquez, P. (forthcoming). Inclusive networks for building BOP markets. Business &
Society.
Rynes, S., T. Giluk, & K. Brown. (2007). The very separate worlds of academic and practicioner perio-
dicals in human resource management: Implications for evidence-based management, Academy
of Management Journal, 50(5), 987-1008.
Robertson, C. J., Crittenden, W. F., Brady, M. K., & Hoffman, J. J. (2003). Situational ethics across
borders: A multicultural examination. Journal of Business Ethics, 38, 327-338.
Roitstein, F. (2004). La responsabilidad social empresarial en Argentina: tendencias y oportunidades.
Academia. Revista Latinoamericana de Administración, 32, 5-28.
Roitter, M., & Rena, C. (2007). Fundación Arcor. Unpublished working paper. Buenos Aires: Univer-
sidad de San Andrés.
Santiago-Castro, M., & Baek, H. Y. (2003). Board composition and firm performance of large Latin
American firms: An exploratory view. Latin American Business Review, 4, 1-19.
Santiago-Castro, M., & Brown, C. J. (2007). Ownership structure and minority rights: A Latin American
view. Journal of Economics and Business, 59(5), 430-442.
Schwab, K. (2008). Global corporate citizenship; working with governments and civil society. Foreign
Affairs, 87(1).
Schwartz, M. S., & Carroll, A. B. (2008). Integrating and unifying competing and complementary
frameworks. The search for a common core in the business and society field. Business & Society,
47(2), 148-186.
Serrano, L., Hernández, L., Hernández, N., & Romero, C. (2005). Fundación del empresariado
chihuahuense (FECHAC). SEKN Case No. SKE063. Boston, MA: Harvard Business School
Publishing.
Silva, B., Azúa, D., Díaz, P., & Pizarro, V. (2008). The influence of institutional investors on the trans-
parency of the chilean capital market. Academia. Revista Latinoamericana de Administración,
40, 54-67.
Zadek, S., Raynard, P., & Oliveira, C. (2005). Responsible competitiveness: Reshaping global markets
through responsible business practices. London: AccountAbility & FDC.