Actividad 2 Metodologías Activas - Laura - Sánchez - García

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MEMORIA DE PRACTICUM

2021-2022

Actividad 2
Análisis de Metodologías activas

Nombre Apellidos: Laura Sánchez García


Tutor/a: Vanesa López García

Especialidad: __Orientación Educativa___

Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación


Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Formación Profesional, Enseñanza de
Idiomas y Enseñanzas Deportivas
UNIVERSIDAD EUROPEA DE MADRID

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Aprendizaje Basado en Retos (ABR)

Esta metodología ésta basada en un tipo de aprendizaje que provoca una colaboración
entre los estudiantes; bajo la supervisión y guía del profesor, con el fin de enfrentarse a
problemas de la vida real y ofrecer, de este modo, una solución factible. El ABR suele
tratarse como una experiencia que se desarrolla fuera del aula; pero se podría utilizar
dentro del aula para trabajar casos prácticos de diversas asignaturas. Se trata de un
aprendizaje de tipo colaborativo o cooperativo, dónde los alumnos trabajarán por grupos.
El papel del estudiante ya no se centrará en atender y comprender, sino que tendrá que
basarse en participar de manera activa con el grupo: trabajando en la búsqueda de
información, interpretando datos, analizando relaciones existentes, deduciendo
conclusiones y haciendo una revisión crítica de los conceptos. Además, existirá la figura
del profesor como un agente que controla el ambiente de la clase y resuelve dudas dentro
de los límites que se le permiten, pero siempre optando por dejar desarrollar la autonomía
del alumnado en este proceso de aprendizaje, así como, debe encargarse de crear la
situación adecuada de aprendizaje y finalmente evaluar el resultado (Olivares Olivares
et al., 2018).

Lo habitual de este tipo de metodología es que se enfoque en aprender utilizando la


resolución de un problema global, en el cual se planteen una secuencia de retos que
tendrán relación con el problema, a los que el alumno debe enfrentarse. Las soluciones
que los alumnos encuentren a los retos planteados por el problema serán de beneficio
para la sociedad de modo directo o indirecto. Para poder realizar un proceso de
resolución de conflictos de modo eficiente, los alumnos tendrán la posibilidad de acceder
a herramientas tecnológicas (ordenador con acceso internet), podrán disponer del
laboratorio del centro, de la biblioteca, así como, de cualquier tipo de material de
papelería (folios, bolígrafos, pizarras…). Además, dispondrán del profesor cumpliendo el
rol de experto, colaborador y facilitador de información. Por último, este aprendizaje se
encuentra basado en el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje vivencial.

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Gracias a esto, el ABS contiene elementos de investigación, de interdisciplinaridad y se
trata de un aprendizaje orientado al alumnado (Fidalgo Blanco et al., 2017).

Existen dos características que se desarrollan de una manera principal en este tipo de
aprendizaje:
• El Pensamiento Crítico, el cual ha sido definido por Olivares y López como: “la
habilidad de pensamiento que prepara al estudiante para entender una situación
específica, evaluarla y actuar aplicando estrategias autorreguladoras, teniendo
repercusiones importantes en sus procesos de toma de decisiones profesionales,
como el diagnóstico y el tratamiento de pacientes” (Olivares Olivares et al., 2018,
p.231). Este tipo de pensamiento requiere de la presentación de argumentos y la
justificación de ellos, así como, de una capacidad de decisión y coraje para
presentar esos argumentos al resto del equipo. El estudiante a su vez necesita
flexibilidad y comprensión del resto de las posturas de su equipo hacia el
problema; tendrá que realizar el proceso de autorregulación de su propio
aprendizaje para ayudar a sus compañeros en la búsqueda de soluciones
(Olivares Olivares et al., 2018).
• Pensamiento Creativo. Este tipo de pensamiento provoca que el alumnado
descomponga el problema y lo reestructure para encontrar soluciones de nueva
invención. Es decir, realiza un nuevo diseño o prototipo a partir de la información
aportada y utilizando sus conocimientos. Este prototipo le permite verificar o
corregir fallos anteriores de la propuesta original, lo que hará que la solución final
aportada se acerque más a la solución definitiva (Olivares Olivares et al., 2018).

Se va a exponer los pasos a seguir por el docente y los estudiantes en esta metodología:

1. Primeramente, el docente deberá realizar los grupos de la forma que considere


más apropiada (aleatoriamente, según necesidades o cualidades…). Estos
grupos se distribuirán en diferentes aulas y con el material que puedan necesitar
a su disposición.

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2. Los estudiantes comenzarán la actividad realizando una búsqueda bibliográfica
exhaustiva sobre el problema o tema planteado.
3. Contrastarán ideas, conocimientos y enfoques sobre el problema entre ellos.
4. Empezará la creación de soluciones. Se harán subgrupos dentro del grupo para
llevar a cabo el proceso de análisis e interpretación de la información y poder crear
varias soluciones.
5. Se deberán compartir las soluciones con el propio equipo, con el resto de los
grupos y con el docente, a modo de presentación para una mejor comprensión.
6. Entre todos se realizará un debate sobre las posibles mejores soluciones e
intentar llegar a un acuerdo para elegir la mejor.
7. El docente tendrá que evaluar a los estudiantes tanto en grupo como de forma
individual utilizando la observación y su análisis crítico en el proceso.
8. Por último, realizar una reflexión con la clase sobre el problema, el proceso de
búsqueda, los problemas que han podido ir surgiendo etc.

Este tipo de metodología activa presenta una serie de beneficios a destacar:

1. El alumnado adquiere una capacidad más profunda de comprensión de los temas,


aprende a definir bien los problemas antes de buscar soluciones y, además,
desarrollan más su creatividad a la hora del proceso de búsqueda de soluciones.
2. Se involucra de forma activa en el proceso de definición y resolución del problema.
3. Desarrolla una sensibilización hacia la situación planteada, desarrolla métodos de
investigación, consigue crear prototipos y trabaja de forma colaborativa y
multidisciplinaria.
4. A través de este método crea una conexión entre lo que ha aprendido en el
entorno académico y lo que existe en la práctica del día a día.
5. Los estudiantes podrán aprender unos de otros, potenciando sus cualidades y
compartiéndolas para que todo el mundo se enriquezca de sus conocimientos.

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6. Existe el desarrollo de habilidades sociales, de comunicación y de técnicas de
producción en el transcurso de la exposición de las soluciones encontradas
(Fidalgo Blanco et al., 2017).

Sin embargo, también se encuentran ciertas limitaciones en este tipo de metodología


basada en retos (ABR):

1. En su uso común, esta metodología se usa con temas abiertos, alejados de las
asignaturas con un temario concreto; por lo que puede ser difícil adaptarlo al
currículo de la clase.
2. Es complicada la evaluación de los alumnos desde este enfoque, dado que, al ser
un trabajo en grupo, no se sabe hasta que punto el estudiante ha participado de
forma activa en el proceso de resolución.
3. Se puede crear un ambiente negativo en algún grupo que no permita llevar a cabo
el correcto funcionamiento de la metodología.
4. La escasez de recursos que las instituciones poseen para el buen desarrollo de
esta actividad. Se debería de disponer de diferentes aulas con todo el
equipamiento posible.
5. La disponibilidad del profesorado para la realización de una adaptación de
contenidos para desarrollar esta actividad.

Todas las limitaciones descritas pueden ser paliadas por ejemplo con la creación de un
método de evaluación específico para esta metodología (observación, examen de las
diferentes soluciones, del proceso…), despertar en interés en los profesores para que
lleven a cabo este aprendizaje, así como, conseguir de algún modo que se destinen
recursos y trabajar con los estudiantes para crear un ambiento positivo en clase, donde
exista el respeto entre ellos.

Cabe señalar que esta metodología no se adapta de forma específica al aula de un centro
en su versión original. Sin embargo, me ha parecido muy interesante explicarla para

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observar el potencial que puede tener si se adaptara al modelo de aula. Se podría
trabajar de forma mucho más activa con los estudiantes. Podría despertarles el interés
por los conocimientos de las materias. Se desarrollaría su capacidad para investigar,
exponer y recopilar información a la vez que van adquiriendo conocimientos y
descubriendo nuevos enfoques. Creo que es una buena manera de despertar esa
motivación, cooperación e interés en los estudiantes y, es una forma de que utilicen la
tecnología como fuente de información y no solo para conectarse con sus amigos.

Referencias

Fidalgo Blanco, Á., Sein-Echaluce Lacleta, M. L., & García Peñalvo, F. J. (2017).
Aprendizaje Basado en Retos en una asignatura académica universitaria. Revista
Iberoamericana de Informática Educativa, 25, 1–8.
Olivares Olivares, S. L., López Cabrera, M. V., & Valdez-García, J. E. (2018). Challenge
based learning: Innovation experience to solve healthcare problems. Educacion
Medica, 19, 230–237. https://doi.org/10.1016/j.edumed.2017.10.001

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